Ensayo 3
Ensayo 3
Ensayo 3
El arte como objeto de investigar tiene muchas vías que hay que tener en cuenta, y hay veces
en las que estas mismas solo pueden comprenderse mejor si te encuentras dentro de este
mundo, pero claro ¿Qué mundo? Ariza en su texto nos deja claro que al investigar el arte no
representación. El artista a la hora de elegir aquello que pretende representar no solo elige la
técnica en función de esto, sino de la intención de cómo quiere representarlo, usando técnicas
graffiti en la pared de una comisaría. Sin embargo, no se tiene el deber de explicar una pieza, es
más, muchas veces ni los propios observadores se atreven a decir que no entienden la obra, si
es que no le ven sentido. O bien cada uno entiende una cosa diferente, o está muy claro, o se
prefiere callar. Y en muchos casos, el mensaje no se produce de manera que pretenda ser algo
fácil para el consumidor. En muchos casos la obra ni si quiera se produce para gusto de la
industria del arte, como pudimos ver en la obra “Siete días en el mundo del arte” de Laura
ganador, y de cómo se critica de forma fría y con desdén el elitismo que encontramos en este
mundo. ¿Quién es esta gente para decirme a mi o no artista? ¿Quién es quién para decir que lo
que he llegado a producir es o no es arte? ¿Cómo lo analizan? ¿Hay una check list? Quizás sea
un examen. Por eso es que muchos artistas anónimos pasan sin pena ni gloria por el mundo del
arte, incluso algunos como Van Gogh acaban muriendo sin ningún tipo de reconocimiento, y
este solo se les es otorgado post mortem, y eso con suerte. Y es que como nos citan en el
artículo de Julieta Infantino “… como señala Yúdice desde hace varios años, se convirtió (el
el arte se impregna en todo lo cultural, lo consumimos día tras día sin siquiera pararnos a
pensar que esto es obra de un artista. Los anuncios que vemos día tras día en el televisor o en
móvil, las paletas de colores usadas en las campañas políticas, la banda sonora que acompaña
a la escena en tus series favoritas… todo es obra de un artista, de alguien que entiende al
menos de arte. El arte puede usarse para muchas cosas, del mismo modo que se puede usar
para resignificar un espacio o a una persona. Este puede ser el caso que nos encontramos
dentro de los centros penitenciarios, os impactaría saber la cantidad de artistas que podrían
salir de ahí, de cómo la imaginación vuela y son capaces de crear cosas increíbles con recursos
muros enormes de piedra pintados por algunos de los internos, y algunos de ellos nos contaron
cómo el haber podido hacer este tipo de obras con sus propias manos les hacía sentirse bien,
les hacía sentirse válidos, aunque sabían que sus nombres nunca acabarían en un museo y
vendiendo sus obras por millones. ¿Pero por qué no? Se implantan talleres de arte terapia con
algunos de los presos para mejorar su bienestar físico y psicológico, mientras en muchos casos
ayuda a mejorar y potenciar tanto el desarrollo personal como el autoestima de las personas
ahí poder entender el porqué de todo lo que ha sido la elección del artista para llegar al
resultado obtenido, que ni por mucho menos este es un resultado al azar, ni producto de la
suerte. Qué es lo que se está midiendo en esas salas y grandes conferencias de supuestos
expertos en arte… el arte se encuentra en todas partes, o eso se supone. Pero quizás lo que
historia desgarradora amplificando el mito de que el buen artista es que ha tenido una vida
dura, o de aquel que vive de la forma más hedonista posible esta genial, y de vez en cuando
invertir en aquella persona salida de suburbios que pudo salir del barrio gracias a su arte. Y
esto hablando sobre todo del mundo del arte como lo son el dibujo y la escultura, claro.
No solo parece que no interesa invertir en arte, sino que no interesa invertir en las personas ni
en los espacios destinados a estos. Si bien es cierto que estas personas que seleccionan el arte
y les adjudican el estatus de “obra de arte” pueden tener estudios amplios sobre el tema, no es
hasta que no te poner a crear que no puedes comprender realmente todo lo que es el proceso
creativo, ni lo que esa obra significa. Te lo pueden contar, lo puedes interpretar, claro. Pero no
sabes todas las posibilidades que te encuentras en el camino, todos los cambios de rumbo, las
elecciones, las mil ideas, los materiales, la multitud de formas en las que puedes expresar el
mismo sentimiento, el mismo suceso, la misma acción. El Guernica no sería algo tan universal si
Picasso hubiera elegido cualquiera de los muchos bocetos que hizo, no habría (a mi parecer)
guerra puede generar si las disposición de los personajes o la paleta de colores hubiera
acabado siendo diferente, podría haber sido quizás incluso mejor. Picasso podría haber pasado
a ser uno de los muchos artistas a la sombra que hay hoy en día, perfectamente podría haberlo
sido, realmente no tenía nada que lo hiciera más especial que otro. Quizás solo tuvo suerte, la
suerte de hacer el pleno en la check list de requisitos de aquellos fanáticos del arte. Y a partir
de que tu nombre se hace un hueco en este mundo, poco más queda por hacer… intentar
mantenerte, y en algunos casos sin mayor esfuerzo, como muchos piensan que fue el caso de
Basquiat. ¿Tenían talento o solo suerte? ¿Realmente podemos investigar el arte? ¿Para qué se