Comparativa de Descartes y Nietzsch1

Comparativa de Descartes y Nietzsche
Selectividad – 2ºBTO
4. Relacione el tema o el autor del texto con una posición filosófica perteneciente
al siglo XIX o XX. (Platón y Nietzsche).
Se podría decir que tanto Nietzsche como Descartes comparten una actitud
crítica con la filosofía anterior, inauguran ambos un nuevo modo de filosofar. Sin
embargo, sus discrepancias son muchas y pueden ser objeto de análisis. A
continuación, compararemos ambas posturas, la cartesiana racionalista y la
vitalista nietzscheana.
La filosofía racionalista que inaugura Descartes entiende que la razón es una

cualidad humana universal. El ser humano es un ser racional y la razón es común
a todos los seres humanos. Para Descartes es la razón lo que caracteriza al ser
humano. Nietzsche elabora una crítica feroz ante esta afirmación. No es la razón
sino el instinto lo que debe posicionarse en la cúspide de la jerarquía humana. Los
débiles se caracterizan por la inteligencia (es decir, por el buen uso de la razón, un
uso estratégico de la misma), dirá en la genealogía de la moral, los fuertes, en
cambio, por el valor y, quizás, una cierta falta de inteligencia. Lo racional para
Nietzsche queda relegado a un segundo plano, pertenece a lo apolíneo, es decir, a
lo ordenado, a lo identitario. Es lo dionisiaco, es decir, lo instintivo, el caos, el
devenir, lo que debe ser característico del hombre.
La razón humana y la filosofía moderna que inicia el racionalismo de Descartes

ha tratado de establecer un orden ficticio en el mundo. El mundo para Descartes es
mecanicista, es decir, posee un orden mecánico que se puede descubrir a través
de la razón. Para Nietzsche el mundo carece de orden, por el contrario, lo real es el
cambio, el devenir, la multiplicidad.
La razón de Descartes trata de establecer un cierto orden inventando conceptos

que pretenden ser universales, esta razón funciona mediante la certeza que
proporciona la evidencia (ante las cosas que se presentan de manera clara y
distinta). Sin embargo, lo real para Nietzsche es la diversidad de perspectivas, lo
individual de cada sujeto, un sujeto que puede crear sus propios valores, su
verdad. Descartes inventa, quizás llevando demasiado lejos el uso de la razón,
conceptos como «sustancia» «Dios» «perfección» o «infinitud». Y una vez inventa
estos conceptos los hace aparecer como reales. Sin embargo, para Nietzsche,
estos conceptos solo son invenciones, los conceptos filosóficos son, para
Nietzsche, metáforas que se toman por verdaderas sin serlo 1. Lo que realmente
1
Acuérdate del ejemplo del euro que viene en los apuntes en el apartado 7, «7. Crítica al lenguaje».
existe es el cambio, el devenir, la multiplicidad. No existe algo como “la sustancia
extensa”, sino la multiplicidad de cosas existentes en el mundo.
Descartes pone a Dios como garante del mundo para tratar de escapar del
solipsismo al que ha llegado, tras demostrar la existencia del sujeto pensante.
Podemos especular2 y decir que para Nietzsche esa demostración de Dios no sería
más que un bálsamo, un consuelo ante algo tan doloroso como el solipsismo
cartesiano. El hombre fuerte sería capaz de vivir con la incertidumbre de no saber
si fuera de sí existe la realidad. Dios ha muerto y, con él, todo fundamento
racional de la realidad.
La filosofía racionalista de Descartes se orienta hacia la demostración de tres

sustancias (pensante, infinita y extensa). Su demostración de Dios da razón del
resto de la realidad, proporciona un fundamento sobre el que el resto de la realidad
se construye. Para Nietzsche, en cambio, Dios ha muerto, no hay ningún
fundamento que de razón del resto de la realidad. La realidad es incierta, caótica,
desordenada, carente de un sentido profundo. El hombre fuerte es capaz de
aceptar plenamente esta realidad, el débil, en cambio, sigue buscando
fundamentos ficticios que le consuelen ante la falta de un sentido profundo de la
vida.
En cuanto al dualismo antropológico que propone Descartes al dividir al

hombre en cuerpo y alma, Nietzsche defiende que el hombre es una vida indivisible
que debe situarse en la cúspide de los valores. Es la vida misma en su conjunto y
todo lo que pueda fortalecerla lo que debe estar en la cúspide de la jerarquía, la
razón debe relegarse a un segundo plano.
El racionalismo de Descartes pone el foco en la razón humana, profundizando

en la filosofía teórica para preguntarse «¿qué podemos conocer?» Llevando,
quizás, el uso de la razón demasiado lejos al tomar por verdaderas ciertas
demostraciones aparentemente racionales. Por el contrario, el vitalismo de
Nietzsche profundiza en la filosofía práctica para posicionar a la vida como el
mayor de los valores.
A través de esta comparativa podríamos preguntarnos: ¿una vida

completamente racional empobrecería la intensidad de nuestras experiencias
vitales?
2
Esta palabra es importante. Nietzsche no dice exactamente lo que se afirma a continuación. Pero
estamos especulando, creyendo que sí pensaría algo como lo que afirmamos.

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