Tocando El Pasado Dinshaw

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CECILIA MACÓN

M A RIELA S OLANA
(ED S.)

PRETÉRITO
INDEFINIDO
Afectos y emociones en las
aproximaciones al pasado
Pretérito indeinido : afectos y emociones en las aproximaciones al pasado /
Cecilia Macón ... [et.al.] ; edición a cargo de Cecilia Macón
y Mariela Solana . - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Título, 2015.
434 p. ; 20 x 14 cm.

ISBN 978-987-45618-4-8

1. Historia. I. Macón, Cecilia II. Macón, Cecilia, ed. lit. III. Solana, Mariela Nahir , ed. lit.
CDD 901

© 2015, Ana Abramowski, Giovanni Algarra, Athena Athanasiou, Jordana


Blejmar, Ann Cvetkovich, Irene Depetris Chauvin, Carolyn Dinshaw, Cynthia
Francica, Valeria Garrote, Oliva López Sánchez, Daniela Losiggio, Natalia
Taccetta, Pothiti Hantzaroula, Heather Love, Cecilia Macón, Andrea Noble,
Mariela Solana, Cecilia Sosa
© 2015 de esta edición: Título
© “De la desposesión a la autoposesión radical. Racismo y depresión”, de Ann
Cvetkovich, pertenece al libro Depression: A Public Feeling (Duke University
Press, 2012) y se traduce aquí con permiso de la editorial
© “Tocando el pasado”, de Carolyn Dinshaw, pertenece al libro Getting
Medieval: Sexualities and Communities, Pre- and Postmodern (Duke University
Press, 1999) y se traduce aquí con permiso de la editorial

Título es un sello de Recursos Editoriales


www.recursoseditoriales.com
[email protected]

Diseño de colección: Trineo Comunicación

isbn: 978-987-45618-4-8

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier


medio o procedimiento, sin permiso previo del editor y/o autor.
353

Tocando el pasado*
Carolyn Dinshaw

“Papá, explícame para qué sirve la historia”. Marc Bloch inicia su libro,
Introducción a la Historia, con esta pregunta formulada por su hijo.1 El
texto comenzó a ser redactado en 1941 y, a medida que Bloch lo iba es-
cribiendo, parecía que el propósito mismo de la comprensión histórica
estaba colapsando. (El libro nunca fue terminado, Bloch fue asesinado
por los nazis en 1944). Sin embargo, una estructura básica todavía apa-
rece en el momento interrogatorio inicial del libro: la relación entre
padre e hijo, así como la expectativa de que la relación familiar sea el
conducto de un sentido de propósito histórico. Un aspecto aterrador
del genocidio –y la alicción de estas líneas de apertura se deriva de
esto– es la erradicación de las generaciones y, de este modo, de la his-
toria, tanto personal como colectiva, tal como la que es estructurada y
legada de padre a hijo.
Pero hay otro tipo de ailiaciones, generaciones que no son delineadas
a través de este tipo de relaciones familiares. ¿Qué es la historia y cuál
es su uso para quienes la vida no gira en torno a la reproducción gene-
racional de la familia tradicional? ¿A quién podemos preguntarle? ¿Y
quién nos pedirá, a su vez, que se la expliquemos? En este ensayo, explo-
raré algunas interrelaciones entre los conceptos de historia y comunidad,
entendiendo por este último una agrupación social que no es un grupo
convencional de parentesco. Mi exploración nos llevará hasta 1980, un

* Traducido por Cecilia Macón y Mariela Solana. Una versión previa de este
artículo apareció en Dinshaw, Carolyn. Getting Medieval: Sexualities and
Communities, Pre- and Postmodern. Durham: Duke University Press, 1999, pp.
1-54. Agradecemos a Duke University Press por haber cedido los derechos de
traducción y publicación del presente texto.
1 Bloch, Marc. Introducción a la historia. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica, 1982, p. 9.
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momento inaugural, el año en que Cristianismo, Tolerancia Social y Ho- toconsciente durante el siglo XII en Europa Occidental. Tal como Ralph
mosexualidad (CTSH) de John Boswell fue publicado.2 Este libro hizo Hexter escribió en su obituario, Boswell mismo era “profundamente re-
notorio el estudio académico de la historia de la sexualidad y abrió un ligioso” y su trabajo resultó importante no sólo para los académicos que
debate considerable –y aparentemente interminable– no sólo sobre cómo buscaban enriquecer la escasa historia de la homosexualidad sino tam-
hacer “historia gay” sino también sobre la relación entre esta historia y la bién para los gays cristianos que buscaban un lugar en aquella institución
constitución y los ines políticos de la “comunidad gay”, aquella unidad que otros gays culpaban por causar prácticamente “el tabú antihomo-
social que puede ser vista, en este tipo de debate, como quien ocupa el sexual” (la expresión es de John Lauritsen, en un artículo de la Gay Atheist
lugar de la familia tradicional, en tanto aparece como la supuesta base, League of American Review).3 El libro fue examinado inmediatamente y
recipiente y conductor de conocimientos y propósitos históricos. criticado vigorosamente en una colección de ensayos, publicados por la
Las propias notas de John Boswell, bajo el cuidado de su albacea Unión Académica Gay, titulado Homosexuality, Intolerance, and Christia-
literario, Ralph Hexter, son una fuente rica de información sobre la nity: A Critical Examination of John Boswell’s Work; allí, Lauritsen acusa a
recepción no sólo académica sino también popular de CTSH. Revisé su Boswell de intentar “encubrir los crímenes de la Iglesia Cristiana”.4 Hubo
archivo para ver cómo la gente hablaba de hacer uso de esta historia y así resistencia gay inmediata al proyecto de recuperar la cristiandad.
para entender la relación entre la aproximación a la historia de Boswell Pero el deseo de tener un lugar dentro de la institución dominó la
y sus preocupaciones en torno a la comunidad gay. En este ensayo, recepción popular de CTSH, que fue enormemente positiva. El libro
considero una serie de respuestas a CTSH tanto por parte de quienes fue un éxito instantáneo desde su publicación en julio de 1980, reci-
deseaban la integración a la cultura convencional como por parte de biendo un grado impactante de atención en los Estados Unidos –tal
quienes utilizaron esta historia como base para separar a la comuni- fue el impacto que la editorial de la Universidad de Chicago se vio
dad gay. Después, analizaré cómo el propio concepto de comunidad de abrumada y no pudo garantizar libros disponibles. Al leer la corres-
Boswell dio forma a su historia y cómo esa historia ha garantizado la pondencia entre la editorial y el autor uno es testigo de una sensación
agenda nacional gay actual; pero también argumentaré que ha tenido creciente de excitación en el mundo relativamente tranquilo de las pu-
resonancias, quizá de manera sorprendente, con una visión más radical blicaciones académicas. El volumen de tapa dura se reimprimió cinco
de organización social. Finalmente, consideraré aquello que me condu- veces en menos de un año –incluso con su precio elevado, lo cual lo
jo a su archivo y lo que esta experiencia me sugiere sobre la historia y la sacó del rango de posibilidades de muchas personas. En septiembre,
comunidad –sobre los cuerpos tocándose, incluso a través del tiempo. Newsweek publicó una reseña y un artículo sobre el autor (con una foto
En CTSH, John Boswell se dedicó a contar una narrativa diferente del joven profesor que terminó siendo crucial: es retratado en su oicina,
sobre la Iglesia Católica Romana de la que hasta entonces habíamos es- con tres botones de su camisa desabrochados), y las respuestas a esta
cuchado. Escribió una historia sobre la relativa tolerancia de los cristia- cobertura, ampliamente divulgada, generó prácticamente una avalan-
nos hacia la homosexualidad hasta mediados del siglo XIII, ofreciendo cha de cartas: Boswell sostuvo que recibió entre trescientas y quinientas
nuevas traducciones e interpretaciones de pasajes claves de las escrituras cartas por semana (“cartas de fanáticos”, las llamaba) al inicio de este
para apoyar esta visión académica radicalmente nueva y para habilitar la
discusión sobre la presencia de una subcultura gay urbana, vibrante y au-
3 Hexter, Ralph. “John Boswell,1945-1994”, en: Radical History Review, Vol. 62,
1995, p. 260. Sobre el Judeo-Cristianismo como la causa del “tabú antihomosexual”,
véase Lauritsen, John. “Religious Roots of the Taboo on Homosexuality”, en:
2 Boswell, John. Christianity, Social Tolerance, and Homosexuality: Gay People in GALA [Gay Atheist League of America] Review, Vol. 1, Nº 2-5, 1978.
Western Europe from the Beginning of the Christian Era to the Fourteenth Century. 4 Véanse los ensayos de Johansson, Dynes y Lauritsen que forman parte de:
Chicago: University of Chicago Press, 1980 [Hay una versión en español: Johansson, Warren, Wayne Dynes y John Lauritsen. Homosexuality, Intolerance,
Boswell, John. Cristianismo, Tolerancia Social y Homosexualidad. Los gays en and Christianity: A Critical Examination of John Boswell’s Work. Nueva York:
Europa occidental desde el comienzo de la Era Cristiana hasta el siglo XIV. Barcelona: Scholarship Committee, Gay Academic Union, 1981. Especialmente el de
Muchnik Editores, 1992]. Lauritsen: “Culpa ecclesiae: Boswell’s Dilemma”, p. 20.
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momento mediático.5 Quizás fue una exageración; el archivo actual de que “en las fuerzas armadas debo aconsejar a jóvenes que tienen todo
cartas contiene muchas menos pero pudo no haberlas guardado todas; tipo de problemas”.8 Un miembro del equipo del Instituto de Religión
de todas formas, reconozco que estoy trabajando con un conjunto de de un centro médico dio fe del poder del libro: “Su trabajo me ayu-
cartas que fueron retenidas (quizás seleccionadas) por el autor, por lo dará a ubicar mi análisis moral en un mejor contexto histórico”.9 Un
cual su representatividad seguramente no está garantizada. Habiendo abogado de Houston le escribió para decir que el libro “le había dado
dicho esto, las cartas parecen venir de todas partes: Estonia, Ecuador, algunas ideas que podrían servirle, de vez en cuando, en su trabajo con
Bélgica, Montana. La mayoría de los remitentes son varones pero tam- los jurados”.10 El profesor Boswell fue convocado, casi inmediatamente
bién hay algunas cartas de mujeres. En un año, el libro ganó un premio después de la publicación del libro, para declarar en casos de sodomía
importante y reconocimiento de alto peril. Fue traducido al francés y en casos de bajas del ejército. La Segunda Enmienda de Colorado
(un proceso que Foucault facilitó), italiano, español y japonés. apareció casi al inal de su carrera; en sus declaraciones a favor del lado
El nombre de Boswell se convirtió en una palabra familiar en el vencedor, mencionó que había dos traducciones autorizadas del Nuevo
mundo gay, tal como sostuvo he Advocate en 1981. Pero su énfasis Testamento que “reconocían mis argumentos sobre la traducción apro-
en la “tolerancia social” hizo que el libro penetrara también en varias piada” de pasajes claves.11 Estas instituciones tradicionales (hospitales,
instituciones convencionales de los Estados Unidos. Los archivos de el ejército, cortes de justicia, religiones organizadas) estaban siendo
correspondencia están llenos de pedidos de entrevistas y de artículos afectadas por el libro; de hecho, una reforma –la “tolerancia social” del
para la prensa convencional (un fanático enérgico, incluso, intenta que título del libro– es aquello que estos diversos corresponsales buscaban.
Boswell asista a programas de debate en televisión, como los de Phil El atractivo del libro, desde este punto de vista institucional, no
Donahue); un reportero empático escribió: “Su libro es un acto público era su argumento de que existía una subcultura gay distintiva entre la
y Estados Unidos adora convertir a los autores en eventos mediáticos”.6 temprana y la tardía Edad Media sino que ser gay era aceptado en
Era el momento adecuado para que este libro fuera percibido no sólo instituciones dominantes de la antigüedad y del medioevo que todavía
como una empresa académica sino también como “un acto público”. tienen autoridad hoy en día. El análisis histórico del libro legitimaba
Es cierto que también había una atmósfera de intolerancia hacia gays y el ser gay para los lectores actuales. De hecho, la mera existencia del
lesbianas: las cartas a Boswell mencionan a Anita Bryant, Jerry Falwell, libro parece haberle conferido legitimidad: muchas personas escribie-
el reaganismo y las “mayorías morales” en la escena nacional, así como ron antes de haberlo leído (sólo habían visto la reseña en Newsweek);
persecuciones en escuelas a nivel local. Pero, al mismo tiempo, había un un libro robusto –leído o no– de una editorial universitaria cuyo autor
optimismo considerable post-Stonewall y pre-SIDA: las cartas atesti- enseña en Yale era suiciente, en su opinión, para aianzar las demandas
guan un discurso público y una presencia institucional gay crecientes de legitimidad cultural gay. (Las notas al pie solas se convirtieron en
en los Estados Unidos. Abundan las cartas provenientes del clero gay un “fetiche”, tal como sostiene un correspondiente, para dar cuenta de
(católico y protestante). Un clérigo gay, en el área de salud mental, por esa legitimidad).12 A los ojos de muchos de los escritores de las cartas,
ejemplo, le comentó que había logrado obtener una copia de CTSH la reivindicación de una historia –cualquier tipo de historia– parecía
para la biblioteca permanente de un hospital psiquiátrico federal.7 Un
consejero cristiano del ejército le escribió para decir que estaba con-
8 Carta, sin fecha.
movido por la hipótesis del libro y que necesitaba aclaraciones dado 9 Carta, 3 de julio de 1980.
10 Carta, 19 de enero de 1984.
11 Las dos nuevas traducciones son: he New International Version y he New
5 Strouse, Jean. “Homosexuality since Rome”, en: Newsweek, 29 de septiembre de Jerusalem Bible; los pasajes son 1 Corintios 6:9 y 1 Timoteo 1:10. Véase la
1980, pp. 79-81; “Eros, Ethos, and Going to College: An Interview with John declaración de Boswell, del 8 de octubre de 1993, para los demandantes
Boswell”, en: Yale Daily News Magazine, 1983, p. 9. en la Corte de Justicia de Colorado; la enmienda anti-discriminación fue
6 Carta, 15 de septiembre de 1980. eventualmente derogada por la Corte Suprema de Estados Unidos en 1996.
7 Carta, 6 de mayo de 1983. 12 Carta, 6 de enero de 1981.
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fundamental para la aceptación de las personas gays actualmente en los Pero también había otros programas de PBS en el otoño de 1981, do-
Estados Unidos. cumentales cuyos títulos sugerían ya no una aproximación integral que ex-
Cómo esa historia aseguraría la aceptación era otra pregunta. panda nuestra idea de lo convencional sino una mirada objetivante sobre un
Boswell, de hecho, fue contactado por dos productoras de televisión otro abyecto: Las ballenas que no morían era uno de esos documentales así
en 1982 para convertir CTSH en una miniserie –basándose en un do- como La cara humana de China. El diálogo entre John Boswell y el produc-
cumental de PBS sobre el libro (y sobre materiales modernos)– y sus tor, de hecho, se rompe en torno a la cuestión de la relación entre el pasado
discusiones sobre el desarrollo de dicha serie son reveladoras acerca de y presente. Boswell había propuesto una serie en seis partes que fuera de
la función de la historia en un medio de legitimación cultural como el los griegos al presente, y que tuviera en el centro al auge y los tiempos de
del Sistema Público de Radiodifusión [PBS]. El presupuesto de base la cristiandad (tal como uno esperaría de su trabajo); si bien al productor le
del desarrollo de este tipo de serie era el siguiente: si podemos probar gustaban las divisiones cronológicas, prefería dedicarle más tiempo de aire al
que las personas gays tenemos un pasado legítimo, si algunas de las período moderno. El continuum histórico puede llegar a ser “terriblemente
personas que reconocemos como nuestros antepasados gays fueron, de aburrido”, le advertía, y la gente no se podrá ver relejada en él. “La historia”,
hecho, líderes de sus sociedades y contribuyeron a la cultura occidental, desde su perspectiva, era algo otro –ballenas, chinos, el espacio exterior (otro
entonces tenemos todo el derecho a ser parte de la cultura del presente. tópico favorito de los documentales de PBS). Puede ser estudiado pero si-
“Nuestra historia es la historia de la civilización occidental”, Boswell gue siendo un tema aburrido; si bien es un balasto cultural y, por ende, algo
airmó en una conversación con uno de los productores. Y agregó: necesario para la airmación de la comunidad gay, no tiene vida y ya no es
parte de nosotros. (Para ver varios ejemplos de este presupuesto, pueden
Es mejor no pensar en las personas gays como si fueran artistas considerarse las discusiones del Congreso a mediados de los 1990 sobre
o militares o como si fueran esto o aquello […] sino ver que cómo la historia debería ser enseñada en las escuelas, discusiones provocadas
mientras Aristóteles escribía […] había generales y artistas, así por la culminación de los Estándares de Historia Nacional para enseñar
como personas en otros campos, gays y que la homosexualidad, historia estadounidense y mundial en escuelas secundarias, subsidiado por
en lugar de ser una cosa extraña, era la inluencia predominante el NEH [National Endowments for the Humanities]).14
de los líderes de la sociedad ateniense.13 Tanto Boswell como el productor utilizan la historia como funda-
mento para la reivindicación de un lugar en la cultura actual para las
La serie, en la mente de Boswell, mostraría una aproximación inte- personas gays, pero mientras Boswell busca delinear cómo esa noción
gral, holística a la vida gay pasada que no aísle la homosexualidad de otras de cultura puede llegar a cambiar, el productor sólo presupone que la
partes de la cultura occidental sino que demuestre las formas en que las historia reforzará el presente. Sin duda, había varias razones para que
personas gays han participado e incluso dado forma a esa cultura. De este proyecto de televisión no avanzara, pero sospecho que esta dife-
esta forma, una serie de televisión que muestre el alcance de la presencia rencia pudo haber sido una de ellas; a lo que apuntaba es a cierta limi-
cultural gay lograría no sólo transmitir valores culturales fundamentales tación en los estándares del estilo de hacer documentales de PBS y a la
a las personas de los Estados Unidos sino también desfamiliarizar y ex- forma en que se buscaba garantizar la legitimidad en un campo cultural
tender nuestra concepción de lo convencional. En la temporada de otoño ya establecido. La historia de Boswell buscaba la “tolerancia” –una ex-
de 1981, salieron al aire varios programas de PBS que transmitían valores pansión de lo convencional, no una revolución– pero, no obstante, iba
culturales occidentales (En vivo desde el Met, Masterpiece heater, obras de a demandar ir más allá del reforzamiento de las categorías culturales
Shakespeare), programas que parecían ofrecer el contexto apropiado para presentes, que era todo lo que el productor podía entrever. Al inal, ni
desarrollar una serie sobre la homosexualidad en la historia. siquiera esta reforma pudo ser televisada.

14 Véase mi Getting Medieval, en especial las pp. 178-179, para una discusión sobre
13 Transcripción, 19 de agosto de 1982, sin página. estos estándares.
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casados, algunos de más de 50 años, le escribieron con relatos de viejos


deseos o de encuentros en países foráneos (España antes de la Guerra
Civil, por ejemplo, o el Líbano); algunas de estas cartas, nominalmente
relacionadas al libro, permitían un contacto breve, privado y de apoyo con
otro hombre gay, creando un comunidad de a dos, pequeña y temporal.16
Otras cartas eran una forma de poner en acto fantasías u osadías sexuales
recientemente descubiertas: varios lectores de Newsweek se vieron cauti-
vados por la foto de Boswell y por eso le escribieron. “¿Estás en pareja?”,
uno le preguntó. “Si es así, ¿hay alguna posibilidad inmediata de que lo
dejes?”. Otro escribió: “Veo por la… foto que sos muy atractivo. La ma-
yoría de los académicos no lo son”.17 Una historieta de Christopher Street
apuntó a cómo este libro de historia gay fomentaba una cultural gay se-
parada: mostraba a dos hombres en un bar y uno le decía al otro: “¿Qué
te parece ir a mi casa para un poco de Cristianismo, Tolerancia Social y
Homosexualidad?”. Ocasionalmente, aparecía la auto-proyección caracte-
rística del fanatismo: “Yo también… tengo 33” sostenía un hombre; “Yo
también estudié varios idiomas” relexionaba otro; mientras que otro re-
marcaba esperanzado, “Seguramente ya habrás notado cierta similitud en
nuestros nombres”.18 Si una identiicación bastante directa con Boswell
pudo haber motivado este tipo de frases, otra correspondiente, una mujer
joven que estudiaba historia medieval y literatura, es menos frontal y re-
lexiona: “La razón por la que te escribo es un misterio incluso para mí”.
Esa carta, que intenta explicar su interés por el libro (ella leyó la reseña de
Newsweek), repite nerviosamente esta queja por la falta de comprensión
–“No sé por qué te molesto con esta carta”– e incluso ofrece: “Quizás una
John Boswell, 1980 explicación parcial que nace del hecho de que estoy… tomando clases
sobre literatura medieval”. La carta está colmada por lo no dicho; el mis-
terio, en este contexto, parece estar relacionado, posiblemente, al misterio
La homosexualización de lo convencional, tal como proponía Boswell de ser gay y la carta, a un coming out extremadamente indirecto.19 En otra
televisar, no era la única preocupación de las personas que le escribieron carta profundamente sentida, basada en este caso en un compromiso cer-
cartas de apoyo. Las cartas también revelaban los efectos intensos, per- cano con el argumento del libro, un profesor de ilosofía relexiona sobre
sonalmente movilizadores, de CTSH, sugiriendo la importancia de una el efecto que tuvo el libro en él para crear algo así como una comunidad
comunidad gay cuyos valores incluyen no sólo el arte, la guerra y la ilo- gay a través del tiempo:
sofía sino también el sexo gay. Recibió cartas de personas que se sentían
profundamente aisladas –uno, incluso, escribe desde un programa para
delincuentes sexuales por haberse involucrado con un chico.15 Hombres 16 Véase, e.g., carta 16 de septiembre de 1981.
17 Cartas, 28 de septiembre de 1980; sin fecha.
18 Christopher Street, enero de 1981, p. 5; y cartas, 24 de septiembre de 1980; 28 de
15 Carta, sin fecha. “Libros como el tuyo” escribe el correspondiente “ayudarán a septiembre de 1980; 15 de noviembre de 1980.
educar al público”. 19 Carta, 1 de octubre de 1980.
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Si bien siempre sentí que tenía “amistades” intelectuales a través culares más que aspectos reales de la psique humana, no hay
de los siglos –pensadores históricos con quienes tenía ainidades historia gay.21
tan fuertes que sentía que los conocía y que hablábamos el uno
por el otro–, nunca sentí –hasta que leí tu libro– que tenía ami- Así que una categoría “real” de homosexualidad y de carácter gay o
gos gays a través de los siglos. gayness (creo que las dos signiican lo mismo aquí) es necesaria tanto
para la historia gay como para la comunidad gay.
Para este lector, la historia deviene –en forma directa, en sí misma– Para Boswell, una historia gay es la historia de personas gay a través
una fuente de comunidad gay, una comunidad de ainidades, de amigos, de locaciones temporales y culturales –gente a quien nosotros llamaría-
incluso tal vez (dado el tono apasionado de esta carta) de amantes.20 mos “gay”, más allá de si ellos se llamaban a sí mismos así. Su elección
Este lector fue no sólo apasionado sino también astuto. La historia del término fue controvertida –para el editor del manuscrito de la edi-
gay y la comunidad gay están efectivamente fuertemente vinculadas torial de la Universidad de Chicago; para los historiadores que reseña-
en el trabajo de Boswell. Y allí es donde surge la cuestión del aparente ron el libro; aun para los lectores empáticos quienes le escribieron cartas
“esencialismo” de Boswell. Quiero considerar ahora el modo en que fanatizadas.22 Simon Watney, en una reseña, notó que su “sobresimplii-
el concepto de Boswell de “comunidad gay” está relacionado con esta cación” era inconsistente con los descubrimientos de variación histórica
aproximación a la historia y de qué manera modeló sus descubrimien- desarrollados por el propio Boswell.23 Pero Boswell nunca se apartó
tos. El subtítulo Los gays en Europa occidental desde el comienzo de la de su compromiso con el término en contextos premodernos. En una
Era Cristiana hasta el siglo XIV es importante, ya que Boswell sugirió carta a su editor en Gallimard sobre la traducción francesa de CTSH,
en un ensayo de 1982 que la misma posibilidad de “comunidad gay” en 1984, airmó inequívocamente: “Aunque no es ideal, la palabra gay
contemporánea debe depender de si podemos o no decir que eran es el único término disponible, en cualquier idioma, para lo que deseo
“personas gay” en ese entonces. En un argumento que reconigura el transmitir”.24 La historia gay, basada en esta categoría “real” de homo-
debate esencialismo/constructivismo social sobre la homosexualidad sexual, puede de hecho ser una necesidad para la comunidad gay, por-
en términos del debate ilosóico realista/nominalistas sobre los uni- que puede servir no sólo en tanto un recurso de la comunidad sino
versales en la Edad Media, Boswell lanza en este artículo la hipótesis como prueba de la justiicación conceptual de la comunidad, prueba de
de que la existencia del fenómeno “real” de la homosexualidad debe su capacidad de presentar una coherencia. Un sitio de internet actual
necesariamente fundamentar y justiicar la comunidad homosexual. y reveladoramente polémico, Una guía online para la historia lesbiana,
Así, él airma que si históricamente hablando uno no puede decir que gay, bisexual y trans*, mantenido por Paul Halsall, entra vigorosamente
había gente que “realmente” era “gay” u “homosexual” en esa época, en este campo de disputa sobre la historia y comunidad gay.25 Para
el mismo concepto de comunidad gay actual puede ser incoherente Boswell, que es citado de manera central en este recurso online, ser un
o infundado: pueblo –una comunidad– sin una historia no es ya una amenaza fóbica
u horrorosa sino que puede resultar simplemente imposible.
Si hay o no hay personas “homosexuales” y “heterosexuales”, en
tanto opuestas a personas llamadas “homosexuales” o “hetero-
sexuales” por la sociedad, es obviamente una cuestión de im- 21 Boswell, John. “Revolutions, Universals, and Sexual Categories,” originalmente
publicado en 1982. Rpt. con postscript en Duberman, Martin, Martha Vicinus y
portancia sustancial para la comunidad gay, desde el momento George Chauncey Jr. (eds.). Hidden from History: Reclaiming the Gay and Lesbian
en que pone en cuestión la naturaleza e incluso la existencia de Past. Nueva York: Meridian, 1990, pp. 17-36.
semejante comunidad […] Si las categorías “homosexual/hete- 22 E.g., cartas, 22 de diciembres de 1978; 18 de diciembre de 1980.
rosexual” y “gay/straight” son invenciones de sociedades parti- 23 “No Such Word as Gay?”, en: Gay News, 4-17 Septiembre de 1980.
24 Carta de John Boswell a Louis Evrard, 10 de julio de 1984: los franceses se
resistían a la no-francedad y la aparente militancia de la palabra gay.
20 Carta, 9 de junio de 1983. 25 http://www.fordham.edu/halsall/pwh/ [29/01/2015].
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Boswell sostuvo que referirse al fenómeno continuo tal como el ero- sexo por un momento: al dar cuenta de la relación entre las convencio-
tismo del mismo sexo no es claramente “una” posición esencialista. “Aun nes matrimoniales premodernas y actuales, Boswell escribe en el epílo-
si las sociedades formulan o crean las ‘sexualidades’ que son altamente go que la respuesta a la cuestión acuciante de “si la ceremonia cristiana
particulares de algún modo”, escribió, “puede suceder que sociedades de unión del mismo sexo funcionó en el pasado como una ‘ceremonia
diferentes las construyan de modo parecido, siendo que frecuentemen- de matrimonio gay’ es claramente sí”, agregando inmediatamente que
te elaboran estructuras políticas o de clase suicientemente similares “la naturaleza y los propósitos de cada tipo de matrimonio han variado
para ser subsimidas bajo la misma rúbrica (democracia, oligarquía, pro- ampliamente a lo largo del tiempo”.29 Pero la ceremonia premoderna en
letariado, aristocracia, etc. –todas las cuales son tanto particulares como la que Boswell está interesado es, tal como la presenta, matrimonio gay
generales)”.26 Hay mérito en esta posición, y uno de los desafíos impor- en la imagen de matrimonios gay en el Occidente actual, entre hombres
tantes para los historiadores que enfatizan la ruptura entre el pasado y adultos que se aman; él elude la consideración de la disonancia de edad
el presente es reconocer y dar cuenta de esas similaridades. en algunos documentos que analiza, tal como señala Randolph Trum-
Pero Boswell parece asociar el erotismo entre personas del mismo bach, y con “el título del libro y el estilo neutral de la presentación”,
sexo con algo esencial en los humanos,27 y las potenciales distorsiones señala Bernadette J. Brooten, “Boswell oculta el carácter predominante
perturbadoras en la frase “gente gay”, cuando es usada en contextos masculino de su material”.30 Del mismo modo que antes en CTSH, tal
premodernos, no resultan evitadas meramente por formulaciones ex- como arguye Ann Matter en 1982, Boswell sobresimpliica “la historia
plícitas sobre la primacía analítica de la evidencia histórica, un camino del amor lesbiano” cuando no da cuenta de “las diferencias que deben
que parece haber sido el modo usado por el propio Boswell para hacer haber existido entre las experiencias de las lesbianas medievales y los
a un lado los problemas. hombres homosexuales”31 (así, deberíamos leer el comentario de esa
Tal como yo veo el trabajo de Boswell, una esencia gay especíica mujer joven en su “carta fanática” de manera mucho más severa de lo
da sustento tanto a la comunidad como a la historia, y esa esencia luce que parece expresar: “La razón por la que te estoy escribiendo es miste-
muy post-Stonewall. Las relaciones gay en la historia gay de Boswell riosa, aun para mí misma”, porque el lugar de lo femenino en el trabajo
se parecen a aquellas ejercidas por hombres urbanos gay en los Estados de Boswell es difícil de localizar). A pesar de su deseo admirable de
Unidos (como las implicadas por los dos hombres, los dos de aproxi- que lo “gay” sea entendido como una categoría amplia permitiendo una
madamente la misma edad, en la historieta de Christopher Street): los gran variación histórica y cultural, el trabajo histórico de Boswell fue
investigadores han señalado la problemática falta de diferenciación en limitado por un esencialismo y una conceptualización relativamente li-
CTSH entre “pederastia institucional” y “lo que hoy llamamos homose- mitada de las relaciones gay (la forma dominante de relaciones entre
xualidad”, y han hecho el mismo tipo de crítica a Uniones del mismo sexo hombres gay urbanos en Estados Unidos en los años 70 y 80) de las que
–un libro publicado catorce años después cuya aproximación histórica fue derivada esa esencia.
fue efectivamente la misma.28 Me voy a centrar en Uniones del mismo Estas limitaciones tuvieron sus consecuencias. En los hechos, el li-
bro fue (en palabras de la colección de la Gay Academic Union, Homo-
sexuality, Intolerance, and Christianity) “un punto de partida para futu-
26 Boswell, “Revolutions”, op. cit., p. 35.
27 Véase “Gay History”, Reseña de David F. Greenberg’s he Construction of
Homosexuality en Atlantic, febrero de 1989, 74-78, esp. 74-75.
28 En CTSH, véase la carta del 5 de enero de 1981, y el trabajo de David M. 29 Boswell, Same-Sex Unions, op. cit., pp. 280-281.
Halperin en su One Hundred Years of Homosexuality and Other Essays on Greek 30 Trumbach, Randolph, op. cit. Brooten, Bernadette J. Love between Women: Early
Love (Nueva York: Routledge, 1990); sobre Boswell, Same-Sex Unions in Christian Responses to Female Homoeroticism. Chicago: University of Chicago
Premodern Europe (Nueva York: Villard Books, 1994), véase Jordan, Mark D. “A Press, 1996, p. 12; véase su discusión de los problemas de género en el trabajo de
Romance of the Gay Couple”, en: GLQ: A Journal of Lesbian and Gay Studies, 3, Boswell, pp. 10-13.
1996: pp. 301-310; y Trumbach, Randolph. “Reseña de Same-Sex Unions”, en: 31 Matter, E. Ann. “Reseña de CTSH”, en: Journal of Interdisciplinary History, 13,
Journal of Homosexuality, 30, Nº 2 ,1995, pp. 111-117. 1982, pp. 115-117, en p. 117.
366 Tocando el pasado Carolyn Dinshaw 367

ras investigaciones históricas”, que se han desplegado rápidamente.32 El la homosexualidad como una constante transhistórica e impondría un
libro abrió un nuevo campo, la historia lésbico/gay; algunos trabajos de modelo único sobre las relaciones gay y no gay.37
historia lésbico/gay habían sido escritos antes, tal como señala Trum- Pero deseo complicar esta airmación predecible para volverme
bach (por Jonathan Ned Katz, Jefrey Weeks y Trumbach mismo), pero hacia otro lector agudo y elogioso de Boswell: Michel Foucault, cuya
el campo no era bien conocido o siquiera realmente establecido.33 A “carta fanática” sobre CTSH está dentro de las que Boswell preservó.
ines de los años noventa el libro aún vendía 2000 copias por año en Dirigida hacia Douglas Mitchell, el editor de Boswell en la editorial de
los Estados Unidos, y no sólo probó habilitar individuos sino además la Universidad de Chicago, y eventualmente limada de asperezas al ser
a que se reformen instituciones opresivas: tal como nota Trumbach, incluida en la solapa del libro, la breve carta de Foucault fue escrita en
no “tuvo mucho impacto ni en los teólogos morales ni en la jerarquía un inglés básico: “Recibí el trabajo de Boswell con gratitud. Encontré
de la Iglesia”34 sino, tal como he sugerido, iniltró las iglesias, el ejérci- a través de esas pruebas una cuestión muy interesante: ‘un vrai travail
to, los juzgados y las escuelas a un nivel más fundamental –a nivel de de pionnier’ como decimos por acá. Gracias a una erudición que parece
sus basamentos. Al mismo tiempo, se debe señalar que la reputación infalible hace aparecer fenómenos inexplorados”.38
popular del libro otorgó legitimidad a la agenda nacional gay, pero a Foucault escribió esto a ines de 1979 –bastante tiempo después de la
la vez, tal como arguye Michael Warner, impulsó el abandono de los publicación del volumen 1 de Historia de la sexualidad– y mientras esta-
objetivos de un activismo gay más radical para focalizarse en institu- ba trabajando sobre el cristianismo temprano: su curso en el College de
ciones reformistas como el matrimonio.35 Boswell mismo notó que el France de 1979-1980 estuvo “dedicado a los procedimientos de la bús-
“realismo”, con su tendencia transhistórica, ha sido visto por los no- queda espiritual y la confesión en el cristianismo temprano”.39 Tal como
minalistas como “conservador, si no reaccionario, en su reconocimien- señala al comienzo del volumen 2, al analizar la cristiandad que encontró
to explícito del valor y/o la inmutabilidad del statu quo” –aun cuando necesitaba cambiar su supuesto y reconceptualizar el proyecto completo
el “nominalismo”, relacionado con el constructivismo, haya sido visto de su Historia…40 De hecho, en un reportaje de 1982 Foucault aseguró
por los realistas como “una ideología radical oscurantista diseñada más que tomó como “guía” CTSH para su trabajo sobre los griegos: en CTSH
para socavar y subvertir los valores humanos que para clariicarlos”.36 Boswell había diseñado una distinción entre personas “homosexuales”
Ciertamente, deberíamos resistir a la implicación de que una política (“de predominante interés erótico homosexual” más allá de sus preferen-
particular inhiere a cada una de estas aproximaciones a la historia y cias conscientes) y personas “gay” (“que son conscientes de su inclinación
sostener, más bien, que cada una puede desplegarse en causas políticas erótica hacia su propio género en tanto una característica distintiva”) y
especíicas. Pero uno podría sugerir que el hecho de que Larry Kra- fue precisamente ese sentido de autoconciencia lo que tuvo una inluen-
mer citara a Boswell como una autoridad sobre la homosexualidad en cia tan poderosa sobre Foucault.41 Él entendió que tal autoconciencia im-
su Reports from the Holocaust, el llanto convocante y controvertido de plicaría una categoría sexual históricamente contingente; tal como señala
1989 de Kramer a los hombres gay para cultivar “relaciones estables, en otra entrevista un “fenómeno cultural que cambia a través del tiempo
responsables, mutuamente gratiicantes” (que por lo tanto, no diiere
mucho de los matrimonios heterosexuales en su forma ideal), no indica
la utilidad de la aproximación de Boswell a un argumento que toma a 37 Kramer, Larry. “Report from the Holocaust”, en: Reports from the Holocaust: he
Making of an AIDS Activist. Nueva York: St. Martin’s, 1989, esp. pp. 240-242, p. 273.
38 Carta a Douglas Mitchell, 19 de noviembre de 1979.
39 Eribon, Didier. Michel Foucault. Cambridge: Harvard University Press, 1991, p. 317.
32 “Introducción”, en: Homosexuality, Intolerance, and Christianity, op. cit., s.p. 40 Foucault, Michel. he History of Sexuality, Vol. 2: he Use of Pleasure. Nueva York:
33 Destacado por Trumbach en su reseña de Same-Sex Unions, p. 112. Pantheon, 1985, pp. 3-13.
34 Trumbach, op. cit., p. 112. 41 Foucault, Michel. “Sexual Choice, Sexual Act,” entrevista con James O’Higgins,
35 Warner, Michael. he Trouble with Normal: Sex, Politics, and the Ethics of Queer en: Salmagundi, 58–59 (Otoño-Invierno 1982), reimpreso en Lotringer, Sylvère
Life. Nueva York: Free Press, 1999. (ed.). Foucault Live: Collected Interviews, 1961-1984. Nueva York: Semiotext[e],
36 “Revolutions, Universals, and Sexual Categories”, pp. 19-20. 1996, pp. 322-334, en p. 323; CTSH, 44.
368 Tocando el pasado Carolyn Dinshaw 369

mientras se mantiene a sí mismo en su formulación general: una relación El comportamiento sexual es más que eso. Es también la con-
entre individuos del mismo sexo que conlleva un modo de vida en el que ciencia que uno tiene de lo que está haciendo, lo que uno hace
está presente la conciencia de ser singular entre otros”.42 de la experiencia, y el valor que uno le adjudica a eso.45
Sin embargo, más tarde, en 1988, Boswell airmó que él había cam-
biado su posición eliminando la conciencia de la inclinación por el mis- Se puede escuchar al Foucault de El uso de los placeres –volumen 2
mo sexo como una característica distintiva de gayness y reteniendo solo de Historia de la sexualidad– en estas líneas mientras describe CTSH.
el erotismo por el mismo sexo –y, por lo tanto, me parece a mí, incre- A él no le preocupan las elisiones en el trabajo de Boswell (que no
mentando la esencialización problemática y los azares anacronizantes me molestan, y que han sido centralmente acaparadas por otros) sino
del término gay.43 Pero es importante, en estos días en los que ha habi- la noción de autoconciencia. Además, tal como ha observado Didier
do algún movimiento más allá de los binarios polémicos de identiica- Eribon, en sus últimos trabajos –del inal de los setenta hasta su muerte
ción transhistórica o la cobertura de alternatividad en la historiografìa en 1984– Foucault cambió el énfasis hacia, no sólo este concepto de
de la homosexualidad,44 atender a lo que Foucault rescató de CTSH. autoconstrucción, sino también y muy especialmente hacia el de au-
Necesitamos evaluar la inluencia del trabajo de Boswell ejercida en toconstrucción colectivo, particularmente tal como lo encontró en el
la dirección del trabajo tardío de Foucault: “el libro de Boswell me ha contexto de las comunidades gay en Estados Unidos.46 Esto es, Fou-
otorgado una guía para saber qué buscar en el signiicado que la gente cault estaba interesado en la autoconstrucción fuera de los límites de la
adhiere a su comportamiento sexual”. Un largo párrafo de Foucault identidad, pero en el marco de lo colectivo –en lo que podría ser lla-
destaca lo que él ve como un avance metodológico del libro: mado hoy “comunidad queer”. Una evaluación de las huellas de Boswell
sobre Foucault será capaz de expandir nuestra comprensión de cada
La introducción [de Boswell] del concepto “gay” (en el modo historiador así como los varios usos posibles sociales y políticos de sus
en que él lo deine) no provee tanto de un instrumento útil de trabajos. Extenderá y complicará las relaciones que rastreamos a medi-
investigación como de una mejor comprensión del modo en que da que llega una historia centrada en la investigación sobre el sexo en
la gente efectivamente se concibe a sí misma y a su comporta- tiempos premodernos. Al rastrear esas relaciones, los investigadores no
miento sexual […] El comportamiento sexual no es, tal como se sólo están haciendo historia sino que también, tal como sugeriré, están
suele asumir, una superimposición de, por un lado, deseos que construyendo una comunidad a través del tiempo.
derivan de instintos naturales, y por el otro, de leyes permisivas
¿Qué me llevó al archivo Boswell en primer lugar? ¿Qué estaba
o restrictivas que nos dicen lo que debemos o no debemos hacer.
buscando, escudriñando a través de cajas y cajas de los papeles de John
Boswell? ¿Lo sabía, o fue “misterioso aun para mí misma”? Segura-
42 Foucault, Michel. “Histoire et homosexualité”, entrevista con J. P. Joecker, M. mente, fui arrastrada por las memorias de los tiempos documentados
Ouerd y A. Sanzio, en: Masques, 13 (Primavera 1982), pp. 15-25, 22; reimpresa en esos archivos, ines de la década del setenta y principios de la del
en Defert, Daniel y François Ewald (eds.). Dits et écrits, 1954-1988, 4 vols. ochenta en Estados Unidos: ese período fue el origen de los estudios
París: Gallimard, 1994, 4: pp. 286-295, p. 292; traducido como “History and gay y lésbicos. Además, habiendo sido criada en un hogar cristiano,
Homosexuality” por John Johnston en Foucault Live, pp. 363-370, en pp. 366-367. yo también había lidiado con algunas preocupaciones religiosas. Pero
43 1988 postscript a su artículo de 1982, “Revolutions, Universals, and Sexual
Categories”, pp. 34-36. junto a algún sentido de identiicación con el profesor, había también
44 Véase, por ejemplo, Halperin, David M. “How to Do the History of Male cierta fuerte desidentiicación: después de todo, yo soy torta, felizmente
Homosexuality,” en: How to Do the History of Homosexuality. Chicago: University distanciada ahora de las instituciones religiosas e interesada en desarro-
of Chicago Press, 2002, pp. 104-137. En otro ensayo de esta colección, “Forgetting llar una historiografía antifundacionalista. ¿Qué estaba haciendo yo allí?
Foucault”, Halperin reabre la cuestión de la “construcción de identidades sexuales
antes de la emergencia de las orientaciones sexuales”, releyendo la Historia de la
sexualidad vol.1; él airma que, sin embargo, esta reevaluación no representa una 45 Foucault, Michel. “Sexual Choice, Sexual Act”, op. cit., p. 323, p. 322.
“aproximación póstuma con John Boswell” (43). 46 Eribon, Didier. “S’acharner à être gay”, en: Ex Aequo, Nº 5, 1997.
370 Tocando el pasado Carolyn Dinshaw 371

¿Qué veía, recogiendo esas fotografías de Newsweek de un hombre Si yo fuera un escritor, y estuviera muerto, cómo me gustaría que
que nunca conocí? No se trataba de atractivo sexual (como lo era para mi vida, a través de los dolores de algún biógrafo amistoso e in-
otros) ni un espejo para mí. Pero otro libro publicado en 1980 –en este diferente […], fuera reducida a unos pocos detalles, unas pocas
caso en Francia– me ayuda a pensar esta experiencia. En Camera lucida, preferencias, unas pocas inlexiones, digamos: a “biografemas”
Roland Barthes escribe: “La fotografía es literalmente una emanación cuya distinción y movilidad pudiera ir más allá de cualquier des-
tino y venir a tocar, como átomos epicúreos, algún cuerpo futuro,
del referente. Desde un cuerpo real, que estaba allí, proceden radiacio-
destinado a la misma dispersión.49
nes que en deinitiva me tocan, tocan quien soy aquí”. Una fotografía,
sostiene él, puede acarrear un conocimiento nuclear (un noeme) –la cer-
teza de que aquello ha sido: Un deseo de algún tipo de contacto con el pasado, de un tocar a través
del tiempo, a través de la muerte, fue objeto de constante preocupación,
El noeme “aquello ha sido” era posible sólo cuando las circuns- formulada de maneras diversas, en la larga y variada carrera de Barthes
tancias cientíicas (el descubrimiento de que las halógenas pla- –cuyo primer libro fue Michelet, dedicado al singularmente somático his-
teadas eran sensibles a la luz) hicieron posible recobrar e im- toriador quien (de acuerdo a Barthes) se las arregla para “tocar” los cuerpos
primir directamente los rayos luminosos emitidos por objetos a través del tiempo– y cuyo último libro fue, justamente, Camera lucida.
luminosos […] La cosa del pasado […] ha realmente tocado la El énfasis en lo táctil, lejos del espejo o de la esencia, ayuda a explicar
supericie que a su vez […] mi mirada va a tocar.47 qué estaba haciendo yo en ese archivo. Estaba elaborando una respuesta
a la pregunta con la que comencé este ensayo: “¿Cuál es el uso de la his-
Barthes lee la fotografía como una prueba de un “orden de algún toria?”. Barthes seguramente no provee un método histórico: tampoco
modo experiencial”: no es inductiva sino que es más bien “la prueba de- Foucault otorga un análisis histórico de la “vibración” que él siente en
acuerdo-a la búsqueda de Santo Tomás de-tocar-el Cristo-renacido”.48 los documentos, tal como recuerda en un artículo de 1977.50 Pero sólo
El deseo profundo de Barthes de cruzar o abarcar las divisiones tem- imaginar cuerpos extendiéndose a través de las fronteras del espacio y el
porales, un deseo que en sí mismo se transforma en luto por un cuer- tiempo, tal como lo hacen tanto Foucault como Barthes (explícita o im-
po perdido, es el que atraviesa este último trabajo publicado en vida. plícitamente) es imaginar cuerpos que deshacen concepciones históricas
En el archivo fotográico de su propia familia, él buscó algún tipo de convencionales o usuales. Imaginar tales cuerpos haciendo contacto es
resurrección e insistió en que la certeza, la experiencia de prueba, no introducir un nuevo sesgo sobre la noción de historia contingente. Piense
puede ser transmitida por un signiicante lingüístico sospechoso, vacío usted en la etimología de contingente: del latín tocar.
y caprichoso, que él había descripto y rastreado antes en su carrera, tal Esa capacidad profunda de imaginar resulta crucial para pensar el
como hizo con el gusto. sexo y la sexualidad de manera diferente. Sugiere un uso de la histo-
En el archivo de Boswell yo no era llevada por tal deseo de prueba, ria para desenmarañar supuestos sobre los modos en que los cuerpos
un deseo de reconstruir un cuerpo. Pero en otros trabajos de Barthes existen en el espacio y el tiempo, supuestos vinculados al modo en que
la idea de tocar a través del tiempo no involucra necesariamente una son producidos y constreñidos. Y puede ayudarnos a conceptualizar co-
recomposición o resurrección o siquiera requiere el rechazo del signii- munidades que se extienden más allá del aquí y ahora. Esto es similar
cante; puede ser el feliz resultado de una dispersión corporal, una frag- a las indagaciones del profesor de ilosofía al leer a Boswell, pero sin
mentación de la vida del autor vista como una diseminación semiótica su implicación de identiicación personal con las iguras históricas (él
exultante. Barthes escribió antes en Sade, Fourier, Loyola: asegura que él y ellos hablan uno para el otro).

47 Barthes, Roland. Camera Lucida: Relections on Photography. Nueva York: Hill 49 Barthes, Roland. Sade, Fourier, Loyola. Nueva York: Hill and Wang, 1976, p. 9.
and Wang, 1981, pp. 80-81. 50 Foucault, Michel. “La Vie des hommes infâmes”, reimpreso en Dits et écrits, 3:
48 Ibíd., pp. 79-80. pp. 237-253, p. 238.
372 Tocando el pasado Carolyn Dinshaw 373

Estoy imaginando una comunidad a través del tiempo constituida Bibliografía


por conexiones parciales –desde el momento en que, tal como señala
Donna Haraway, “el self conocedor es parcial en todos sus aspectos,
nunca acabados, totales, simplemente allí y originales; es siempre cons-
truido y cosido de manera imperfecta, y por lo tanto capaz de unirse con Barthes, Roland. Sade, Fourier, Loyola. Nueva York: Hill and Wang, 1976.
otro”.51 Mi discusión sobre John Boswell aquí es sólo un gesto en esa
—. Camera Lucida: Relections on Photography. Nueva York: Hill and Wang,
dirección: he buscado no sólo analizar los varios usos a los que ha sido
1981.
expuesto este libro, y extender nuestra comprensión del campo discur-
Bloch, Marc. Introducción a la historia. Buenos Aires: Fondo de Cultura
sivo y las ramiicaciones políticas del estudio del sexo en la historia, sino
Económica, 1982.
que he buscado también abrir la cuestión, vía esa fotografía, de cómo
podemos hacer contacto, cómo podemos hacer conexiones parciales Boswell, John. Christianity, Social Tolerance, and Homosexuality: Gay People in
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con cuerpos y vidas, y al hacerlo, cómo podemos hacer historia.
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