Casos Integradores Pie Diabético Informe
Casos Integradores Pie Diabético Informe
Casos Integradores Pie Diabético Informe
DEFINICIÓN
2. EPIDEMIOLOGÍA
2.1. Prevalencia del pie diabético a nivel mundial
La enfermedad del pie diabético es una complicación grave de la diabetes mellitus
(DM), que afecta entre el 3-4% de las personas con este padecimiento en todo el
mundo. La prevalencia a lo largo de la vida de padecer una úlcera en el pie para una
persona con DM está entre 19-34%. El 70% de las úlceras de pie diabético (UPD)
continúan abiertas tras 20 semanas de tratamiento, y su pronóstico se ve seriamente
afectado por la presencia de isquemia o infección. Se estima que la enfermedad
arterial periférica está presente en más del 50% de los pacientes con UPD, sobre todo
en países de ingresos medios y altos. La infección afecta casi al 60% de las UPD,
siendo ésta la principal causa de amputación. La tasa de incidencia de amputaciones
mayores por 100.000 personas/año fue de 0,48 en España, en el período comprendido
entre 2001 y 2015, con una variabilidad importante entre Comunidades Autónomas.
El riesgo de muerte a los cinco años para un paciente con una úlcera del pie diabético
es de dos a cinco veces mayor que para un paciente sin úlcera, y hasta el 70% de los
pacientes podrían morir dentro de cinco años después de una amputación mayor.
Neuropatía diabética
La neuropatía diabética es un tipo de daño en los nervios el cual se puede originar a
partir de la diabetes. Esta complicación de la diabetes suele afectar generalmente los
nervios de las piernas y de los pies. Sus síntomas pueden abarcar dolor,
entumecimiento de las piernas, de los pies, problemas en el sistema digestivo, tracto
urinario, vasos sanguíneos y corazón.
La neuropatía diabética es un tipo de daño en los nervios el cual se puede originar a
partir de la diabetes. Esta complicación de la diabetes suele afectar generalmente los
nervios de las piernas y de los pies. Sus síntomas pueden abarcar dolor,
entumecimiento de las piernas, de los pies, problemas en el sistema digestivo, tracto
urinario, vasos sanguíneos y corazón.
Las deformidades en los pies asociadas o no con lesiones cutáneas o huesos del pie.
En la muestra estudiada el 56% de los pacientes presentaban algún tipo de deformidad
en algunos de sus pies. Según el tipo de deformidad se obtuvo significancia estadística
de acuerdo a la variable “sexo”. En general, la presencia de deformidades en ese
porcentaje de muestra indica que este riesgo está presente en una alta proporción y
que, de no ser corregido, a corto-mediano plazo va a suponer una complicación
limitante para el paciente. Al tenor de los resultados y de la prevalencia del riesgo por
este motivo, se hace necesario adecuar medidas correctivas y desarrollar estrategias,
también con otros como los podólogos, profesionales infra visitados por este tipo de
pacientes, según datos del estudio solo un 20.5% de pacientes acuden a éstos, cuando
hay deformidades en el pie.
Propuesta por Gibbons en 1984 clasifica las lesiones diabéticas en tres niveles de
acuerdo con la severidad. La severidad vendría determinada con la presencia de
infección y su profundidad. De esta forma las lesiones diabéticas serían leves
(aquellas lesiones superficiales, sin celulitis ni afectación ósea), moderadas (lesiones
profundas, con posible afectación ósea, celulitis periférica entre 0 y 2 cm) y severas
(lesiones profundas, con afectación articular y ósea, secreción purulenta, con más de 2
cm periféricos de celulitis y probable cuadro sistémico).
Clasificación de Forrest y Gamborg-Neilsen
Isquemia
A : no isquémica.
B : isquemia sin gangrena.
C : gangrena parcial del pie (antepié).
D: gangrena completa del pie.
Intervención o tratamiento
0 : educación del paciente, examen regular, uso de calzado apropiado.
1 : alivio de la presión externa: yesos de contacto total, ortesis para deambulación,
zapatos especiales, etc.
2 : debridación quirúrgica, cuidados de la herida, alivio de la presión si la lesión cierra
y se convierte en grado 1 (antibióticos prn.
3 : debridación quirúrgica; amputación de rayo o parcial, antibióticos IV, alivio de la
presión si la herida se convierte en grado 1.
A : observación.
B : evaluación vascular (Doppler, arteriografía TcPo 2, etc.), reconstrucción vascular en
caso necesario.
C : evaluación vascular, reconstrucción vascular (bypass proximal o distal o
angioplastia), amputación parcial del pie.
D: evaluación vascular, amputación mayor de la extremidad (TT o SCF) con posible
reconstrucción vascular proximal.
Sistema de Clasificación de lesiones de pie diabético de la Universidad de Texas
Propuesto en 1999 por Macfarlane y Jeffcoate y validado en 2004 por Treece y cols.
en 2004, el sistema S(AD) SAD recibe su nombre del acrónimo en inglés size
(area/depth), sepsis, arteriopathy, denervation que traducido a castellano sería tamaño
(área, profundidad), infección, arteriopatía, denervación, que son los cinco
componentes que esta clasificación valora. Cada uno de estos componentes está
dividido en cuatro categorías que son graduadas de forma independiente, de manera
que a cada lesión se le otorgan grados del 0 al 3 para cada categoría.
Sistema
de
clasificación PEDIS
El sistema de clasificación PEDIS nace como un sistema de clasificación de lesiones
en pie diabético capaz de cubrir las necesidades específicas de los grupos
investigadores en el campo de pie diabético. Este sistema fue concebido
específicamente para ayudar a interpretar correctamente datos en proyectos de
investigación. Fue desarrollado por el IWGDF en 2003, habiendo sido actualizado en
el año 2007. Este sistema evalúa cinco categorías que según la literatura científica y la
opinión de los expertos son los parámetros más relevantes para los proyectos de
Desarrollado por Younes y Al Soul en 2004 el sistema DEPA recibe su nombre de las
iniciales de los parámetros que este sistema propone valorar, que son: D-depth of the
ulcer (profundidad de la úlcera), E-extent of bacterial colonization (extensión de la
colonización bacteriana), P-phase of ulcer (fase de cicatrización) y A-associated
etiology (patología asociada). Cada uno de estos parámetros se puntúa de 1 a 3,
obteniéndose una puntuación total que oscila entre 4 y 12. Según esta puntuación
obtenida, el sistema DEPA clasifica las lesiones otorgándole un grado de severidad
(bajo para puntuaciones menores a 6, moderado para puntuaciones entre 7-9 y alto
para puntuaciones mayores a 10).
Wound Score de Strauss y Aksenov
Stefan Beckert y cols. (38) como una nueva herramienta diagnóstica que anticipe la
probabilidad de curación de úlceras diabéticas, facilitando la gestión de la admisión
hospitalaria de estos pacientes y permitiendo además el cálculo de costes asociados a
este tipo de lesiones (38). Debemos entender por tanto el DUSS más como un
indicador de gravedad de lesiones en pie diabético que como un sistema de
clasificación propiamente dicho. El DUSS es un índice extremadamente sencillo ya
que combina tan sólo cuatro parámetros: ausencia de pulsos pedios, existencia de
afectación ósea, lugar de la ulceración y presencia de una o varias úlceras. Cada uno
de estos parámetros se puntúa con un valor de 1 ó 0, obteniendo una puntuación que
puede oscilar del 0 al 4. Así cuando los pulsos están presentes se le da una puntuación
de 0 y cuando están ausentes se puntúa con un 1. La afectación ósea está definida por
la presencia de un "probe to bone" positivo que se puntúa con una puntuación de 1 y 0
si el "probe to bone" es negativo. Respecto a la localización de la lesión se puntúa con
1 si la lesión está en el pie y 0 si la lesión está en un dedo. Los pacientes con múltiples
lesiones se puntúan con 1 y con 0 si solo se trata una lesión.
BIBLIOGRAFÍA
● https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-atencion-enfe
rmeria-prevencion-cuidados-del-13066406
● https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1134-928X2012000
200006
● https://ulceras.net/monografico/95/80/pie-diabetico-clinica.html
DIAGNÓSTICO
Representa un método económico, indoloro, que no emite radiación, sin embargo, requiere de
un profesional entrenado para su realización (2), razón por la cual no se suele realizar de
primera entrada en todos los pacientes con sospecha.
Se debe de realizar con prioridad en aquellos pacientes que posean alta probabilidad de
presentar un coágulo en algún vaso principal y/o posible trombosis venosa profunda, ya que
permite establecer la presencia, ubicación y extensión del trombo. Al mismo tiempo que
permite descartar algunos diagnósticos diferenciales en tejido blando, músculo, etc.
Existen ciertos casos en las que se indica realizar el ultrasonido dúplex (5):
Otros estudios adicionales dependerán de la condición clínica del paciente, por ejemplo, el
uso del hemograma para identificar leucocitosis en personas con sospecha de tromboflebitis
séptica o pruebas específicas para la búsqueda de trombofilias o patología neoplásica.
El dímero D, presenta una sensibilidad más baja con respecto a la trombosis venosa profunda,
por lo que su uso no está indicado de rutina (5).
7. Prevención del pie diabético: Medidas para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones.
El control glicémico intensivo es eficaz para reducir las complicaciones microvasculares, con
una tendencia para reducir las amputaciones (nivel de evidencia 1+).
Se recomienda mayor vigilancia en pacientes de mayor edad (> 70 años), con diabetes de
larga evolución, pacientes domiciliarios, con problemas de visión, fumadores, con problemas
sociales o que vivan solos (recomendación D).
El consumo de diez o más cigarros diarios y su inicio desde la adolescencia es una variable
de carácter preditivo positivo para la amputación de la extremidad en aquellas personas en
que el inicio de la DM es anterior a los 30 años.
Es necesario que revise sus pies de forma diaria, bien directamente o mediante el uso de un
espejo. Otra opción es que otra persona le revise los pies, en caso de que la persona con
diabetes no pueda hacerlo o presente alteraciones de la vista.
Lo mejor es establecer siempre la misma pauta: revisar el dorso del pie, examinar bien las
zonas interdigitales y por último la planta del pie. De esta manera, podremos detectar
cualquier variación en nuestra piel o uñas de forma precoz.
Usar agua templada, a unos 37º. Comprobar la temperatura del agua antes de sumergir el pie
con un termómetro o con el codo, para evitar quemaduras.
5. Secado cuidadoso
Con toalla fina, celulosa o papel higiénico, especialmente en las zonas interdigitales o en los
pliegues cutáneos.
6. No utilizar productos irritantes
Como callicidas, alcohol, remedios caseros o cuchillas para quitar durezas y callos.
7. Hidratación diaria
Evitando las zonas interdigitales y los excesos de cremas que pudieran causar el desarrollo de
hongos en los pies.
Asegurarse con la mano que no hay ningún objeto dentro del calzado que pueda lesionar o
desencadenar una úlcera.
Procurando comprar calcetines sin costuras internas o póngaselos con las costuras hacia fuera
(del revés), para evitar rozaduras. Use tejidos naturales tipo algodón, hilo o lana.
Usar calzado cómodo, con puntera redondeada, ancho en el antepié (que respete el ancho de
nuestro pie), dorso flexible, con tacón ancho de unos 2-3 cm y suelas te material resistente
con un buen cambrillón y adecuados refuerzos, que nos ayuden a camina.
Dependiendo del grado en el que se encuentre el pie del paciente diabético, según la escala de
Wagner, llevaremos a cabo los siguientes cuidados:
Grado 0
· Lavar el pie del paciente diabético con agua tibia y jabón ligeramente neutro.
· Higiene: es necesario lavarse los pies diariamente, con agua tibia o fría,
durante 5 min. Antes de introducir los pies en el agua se debe comprobar la
temperatura con el codo. Es importante secar con cuidado los pies, sobre todo
entre los espacios interdigitales. Para ello se puede usar un secador con aire frío
(se puede utilizar polvos de talco con óxido de cinc sobre las zonas donde se
acumula la humedad).
· Después del aseo, aplicar crema hidratante en la planta, el dorso y el talón, pero
no en los espacios interdigitales (crema de urea al 15% o con lanolina).
· Buscar: lesiones entre los dedos, cambios de color, hinchazón, ampollas, callos,
durezas, cambios en la cantidad de vello en las piernas, parestesias, inflamación,
quemaduras, ulceraciones.
· Si aparece alguna de las lesiones anteriores, lavarla con agua y jabón, aplicar
antiséptico incoloro y cubrir con gasas; tras ello, se acudirá al podólogo o centro
sanitario de referencia identificándose como diabético.
· Uñas: deben cortarse con cuidado usando tijeras de borde romo, aunque es
preferible limarlas, nunca más allá del límite de los dedos (1-2 mm) y sus bordes
han de quedar rectos, se puede utilizar lima de cartón. Las uñas gruesas o que se
rompen con facilidad deben ser cortadas por un podólogo.
Grado 1-28
· Se aconseja, para favorecer el retorno venoso, elevar las piernas con una
almohada al dormir y al sentarse.
Grado 3-4
· Exploración física del pie (especial atención a los pulsos periféricos, tiempo de
llenado capilar).
Grado 5
· Tratamiento quirúrgico-amputación8.
· Higiene del muñón al quitarse la prótesis al final del día con jabón líquido/gel
neutro y agua caliente cambiándola gradualmente a fría y secar bien. Aplicar
antiséptico (clorhexidina y/o povidona yodada). No es recomendable utilizar
alcohol sobre el muñón.
Además del alivio de la presión, la úlcera debe desbridarse con regularidad, con la
eliminación de todo el callo y del tejido no viable formado alrededor de la úlcera. Esto
facilita la formación de una herida con tejido de granulación sano que cura a partir de
la base y no meramente a partir de los bordes
BIBLIOGRAFÍA:
https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-atencion-enfermeria-prevenc
ion-cuidados-del-13066406
http://carlosvaqueropuerta.com/pdf/libros/Pie-diabetico.pdf
https://repositorio.unican.es/xmlui/bitstream/handle/10902/12406/PaniaguadeCastroA.pdf?s
equence=4