Pensamiento Hume

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

PENSAMIENTO DE

HUME

IES DIONISIO AGUADO


Calle de Italia, 14
28943 Fuenlabrada
Madrid
PENSAMIENTO DE HUME
DAVID HUME (1711-1776)
Teoría del conocimiento.
Hume es un continuador de John Locke y George Berkeley a la hora
de explicar en qué consiste el conocimiento humano. No estando
satisfecho con la manera en que Locke usaba el término "idea" para
referirse a todo aquello que conocemos (el color que vemos, el dolor
que sentimos, etc...), David Hume reserva la palabra "idea" para
designar solamente ciertos contenidos del conocimiento. A pesar de
esta diferencia con la filosofía de John Locke, comparte con él que
todas nuestras percepciones dependen de la EXPERIENCIA y el
entender (muy importante en el EMPIRISMO) que la fundamentación
de las percepciones es una fundamentación genética, es decir, una
fundamentación en función del origen: todas nuestras percepciones
se fundan en la experiencia precisamente porque en última instancia
se han generado en ella.
Como decíamos, Hume no interpreta todos nuestros conocimientos
usando el término "IDEA" sino que distingue dos elementos en
nuestro conocer.
 IMPRESIONES - son las percepciones más intensas, las primeras en
llegar a la mente (cuando vemos, cuando oímos, etc...); en
definitiva, el conocimiento directo a través de los sentidos.
 IDEAS - son las representaciones o copias de las impresiones en la
mente ( mi idea sobre el dolor que tuve, mi recuerdo sobre el
ruido que escuché, etc...); son menos intensas que las
impresiones.
El criterio que establece Hume para distinguir una idea de una
impresión es el grado de vivacidad con que se me presentan, es decir,
la fuerza con que aparecen a la mente: las impresiones serán siempre
mucho más perfectas que las ideas ( es claro que no es lo mismo el
dolor que en determinado momento sentí que cuando recuerdo ese
mismo dolor).
Por consiguiente, para Hume nuestro conocimiento no tiene más que
impresiones e ideas. Ahora bien, las ideas pueden se formadas por el
RECUERDO que tengo de una impresión anterior o por el poder que
mi mente tiene para relacionar ideas simples mediante la
IMAGINACIÓN. Las formas que tiene la imaginación de unir ideas son
descritas por Hume como LEYES DE ASOCIACION DE IDEAS:
 LEY DE SEMEJANZA - tendemos a unir las impresiones o ideas que
se parecen (ej. Una pintura conduce a nuestra mente al original).
 LEY DE CONTIGÜIDAD - tendemos a unir una idea o impresión a la
impresión o idea que normalmente se ha dado junto a ella
espacialmente o temporalmente (ej. el recuerdo de una herida me
lleva al recuerdo del dolor).
 LEY DE CAUSALIDAD - organizamos nuestras ideas bajo la forma
causa-efecto (ej. Si vemos fuego esperamos tener la impresión de
calor).
Estas leyes de ASOCIACIÓN de IDEAS dadas por HUME son la base de
la PSICOLOGÍA ASOCIACIONISTA CONTEMPORÁNEA, y es donde se
encuentra el núcleo más importante de la
Filosofía de Hume.
Para David Hume los errores en filosofía parten del hecho de que la
IMAGINACIÓN puede formar ideas más allá de las impresiones de las
que proceden. El EMPIRISMO radical de Hume hace que sólo sean
VERDADERAS las ideas que tienen en su base una IMPRESION, es
decir, que están fundamentadas en impresiones que son su origen
(METODO GENÉTICO). Toda idea, por muy compleja que sea, debe
estar formada por unión de ideas simples que tengan en su base una
impresión. Si no es así, tal idea no es verdadera sino fruto de una
ficción. Con esto, Hume nos da el CRITERIO para comprobar la validez
de los conocimientos, a saber, si albergamos la sospecha de que un
término filosófico se emplea sin significado no tenemos más que
preguntarnos de qué impresión se deriva la supuesta idea, y si es
imposible asignarle una; esto serviría para confirmar nuestra
sospecha.
En definitiva, para el empirismo humeano, el límite de nuestros
conocimientos está en las impresiones; no puedo ir mas allá de las
impresiones mismas.
Hume distingue entre dos tipos o modos de conocimiento
(inspirándose en la distinción de Leibniz entre “verdades de razón” y
“verdades de hecho”):
A. RELACIONES DE IDEAS.-
Las relaciones de ideas serían el conocimiento que tenemos sobre las
relaciones existentes entre las ideas. Hume llama relaciones de ideas
a aquellos juicios cuya verdad es universal, necesaria y a priori; ya que
del análisis del sujeto se obtiene el predicado (juicios ANALITICOS), la
negación del juicio implica contradicción y por tanto, es imposible
pensar, de ahí su necesidad.
Para Hume es un conocimiento que se obtiene combinando,
relacionando ideas y a pesar de que éstas, procedan de la
experiencia, la relación que establecemos entre las mismas, como tal,
es independiente de los hechos.
A este tipo de conocimientos pertenecerían la LÓGICA y las
MATEMÁTICAS. Ejemplos de este tipo de conocimiento serían: "El
todo es mayor que las partes" o "Todos los cuerpos son extensos".
B. CUESTIONES DE HECHO.-
Las cuestiones de hecho son aquellos juicios cuya VERDAD, tiene que
ser comprobada EMPÍRICAMENTE (a posteriori). Son los
conocimientos referidos a hechos, a datos de experiencia.
La negación de estos juicios no implica contradicción por tanto, sólo
me ofrecen PROBABILIDAD y no certeza. Son los llamados juicios
SINTÉTICOS ya que del análisis del SUJETO NO se obtiene el
predicado.
A este tipo de conocimientos pertenecería la FÍSICA. Un ejemplo de
tales juicios sería: "EL calor dilata los cuerpos".
En definitiva, las relaciones de ideas poseen razonamientos
demostrativos mientras que las cuestiones de hecho razonamientos
probables.
Una vez construida la estructura del conocimiento (elementos y
modos), Hume pasa a estudiar la relación de CAUSALIDAD en la que
para él se basan todas las CUESTIONES de HECHO, y también
examina la idea de SUSTANCIA. Ambas críticas (CAUSALIDAD y
SUSTANCIA), forman la parte más importante de la filosofía humeana
y por lo que este autor ha pasado a la historia de la filosofía.
Debido a la aplicación del criterio para determinar la VERDAD de una
idea, nuestro conocimiento de los hechos queda limitado a nuestras
impresiones actuales y a nuestros recuerdos, pero no puede haber
conocimientos de hechos futuros puesto que no podemos tener
impresiones ni recuerdos del futuro. Ahora bien, en nuestra vida
contamos con la creencia constante de que en el futuro se producirán
ciertos hechos (ej. Contamos con que el sol saldrá mañana; contamos
con que si comemos pan éste nos nutrirá, etc...). Sin embargo, sólo
tenemos la impresión del pan o que el sol ha salido hoy,
etc...Entonces, ¿Cómo podemos estar seguros de que en el futuro
tendremos la impresión del sol o la certeza de que el pan nos
alimentará? Para Hume, estas creencias están basadas en una
INFERENCIA CAUSAL. La idea de CAUSA es la base de todas las
inferencias acerca de hechos que no tenemos impresión actual.
Esperamos que a las mismas o semejantes CAUSAS les correspondan
los mismos efectos, de tal manera que establecemos una CONEXIÓN
de NECESIDAD entre la impresión de la causa y la impresión del
efecto (ej. pensamos que el agua se calentará NECESARIAMENTE si la
ponemos al fuego).
Pero Hume va un poco más lejos. Si aplicamos el criterio de verdad,
es decir, si buscamos la impresión que está a la base de la idea de
CONEXIÓN NECESARIA no la encontraremos, por tanto tal idea es
fruto de una ficción. Lo único que he podido observar es que a una
impresión (el fuego) le sigue otra impresión (aumento de
temperatura del agua) pero nunca un lazo de unión entre ambas
impresiones. He observado que REGULARMENTE estas dos
impresiones se han dado SUCESIVAMENTE pero nunca he tenido
impresión de nada que las una con necesidad.
Para Hume, entonces, nuestro pretendido conocimiento de los
hechos futuros por inferencia causal no es en rigor un conocimiento
cierto, sino sólo probable. Nuestra certeza absoluta, que no es más
que SUPOSICIÓN y CREENCIA, proviene de la experiencia
(COSTUMBRE, HÁBITO) de haber observado en el pasado que
siempre que sucedió lo primero también sucedió lo segundo. Ahora
bien, no puedo asegurar que las cosas sucedan siempre igual en el
futuro puesto que no entraría en contradicción (ver CUESTIONES de
HECHO) si pensara la posibilidad de que ocurrieran de otra forma.
A partir de esta crítica al principio de causalidad Hume realiza
también una crítica al concepto de sustancia y a la metafísica
tradicional (ideas de yo, mundo y Dios).
Para Hume, siguiendo a Berkeley, la filosofía tradicional se ha basado
en explicar la realidad bajo el esquema sustancia-accidente, pero para
poder probar la verdad de este esquema tendríamos que encontrar
las impresiones de las que procede; pero la SUSTANCIA no es un
color, ni un sonido, ni un sabor, etc.., en definitiva, la filosofía
tradicional se ha basado en la ABSTRACCION para hablar de un
soporte de los accidentes del cual no tengo ninguna impresión y por
tanto, es una idea ficticia. Para Hume, lo único que sucede es que al
conjunto de accidentes (cualidades particulares) se les asigna un
nombre (NOMINALISMO) que nos permite evocarlos como un sólo
objeto. Se niega pues la idea de SUSTANCIA como sustrato
permanente que unificaría y regularía el flujo de los accidentes, de los
fenómenos.
Hume pensaba que tanto Descartes como algunos autores empiristas
habían basado su teoría del conocimiento en el concepto de
CAUSALIDAD sin haberlo pensado detenidamente. Anteriormente
veíamos como nuestra certeza acerca de hechos no observados era
una CERTEZA SUBJETIVA que se apoyaba, no en un conocimiento de
los hechos, sino en una CREENCIA. Tal suposición era el fruto de la
regularidad con que el pasado se me da, a lo que Hume llama HÁBITO
o COSTUMBRE. De esta manera, inferíamos hechos del futuro
siempre que anteriormente hubiéramos tenido las impresiones que
ahora enlazamos hablando del porvenir. Así, podemos pasar de una
impresión a otra, pero NO de una impresión a algo de lo cual NUNCA
HA HABIDO impresión, experiencia.
John Locke (empirismo ingenuo) sostenía que era la existencia de los
cuerpos como realidad distinta y exterior a la impresiones, la CAUSA
de tales impresiones. Para Hume, esto es tratar de aplicar la
CAUSALIDAD entre algo que no es ninguna impresión (el mundo en sí
mismo) y las impresiones que tengo; por tanto, la relación de
CAUSALIDAD no podría justificar la existencia de una realidad
exterior a mis propias impresiones. Según Hume, la creencia en la
existencia de una realidad corpórea no se puede fundamentar en la
causalidad.
Tanto Descartes, como incluso Locke y Berkeley, habrían utilizado la
idea de causa para afirmar que Dios existe. Dios sería el causante de
las impresiones e ideas que tengo, pero esto para Hume, sería aplicar
la causalidad entre algo que no sería una impresión (Dios mismo) y las
impresiones que tengo, por tanto no podría justificarse la existencia
de Dios.
La crítica a estas dos sustancias (Mundo y Dios) se basan, como
vemos, en la crítica de la relación causal. Ahora bien, si para Hume ni
MUNDO ni DIOS son los causantes de nuestras impresiones, éstas ¿de
dónde proceden? Pues bien, el empirismo de Hume no permite
contestar a esta pregunta. Sencillamente, no se puede contestar ya
que hacerlo supondría ir más allá de las propias impresiones y éstas
son el límite de nuestro conocimiento. Tenemos impresiones, no
sabemos de donde proceden. Eso es todo.
La crítica a la idea del YO, junto con la crítica a la idea de MUNDO y de
DIOS, supone el desmantelamiento de las tres sustancias bases en la
metafísica cartesiana. Para Hume, la existencia del yo como
sustancia, como sujeto permanente de nuestros actos psíquicos, no
puede proceder de una intuición, como quería Descartes, ya que sólo
tenemos intuición de nuestras ideas e impresiones y ninguna
impresión es permanente, sino que se suceden unas a otras de
manera ininterrumpida. De igual forma, nunca se logra "coger" al yo a
solas, sin ser un pensamiento, sin ser un deseo, etc... No existe, pues,
el YO como sustancia distinta de las impresiones e ideas, como sujeto
de la serie de los actos psíquicos.
Como vemos, tras estas críticas, los principios empiristas de la
filosofía de Hume llevan a éste, inevitablemente, al FENOMENISMO y
al ESCEPTICISMO. De un lado, las impresiones son el dato último de
mi conocimiento y no puedo ir más allá de ellas mismas. Por otro
lado, nunca puedo descubrir conexiones reales entre las impresiones,
sólo sucesión o contigüidad. En conclusión, sólo conocemos
impresiones y por tanto, la REALIDAD queda reducida a éstas, a
meros fenómenos (lo que aparece o se muestra). Este es el sentido
del FENOMENISMO en HUME. Y, aunque esto me sirva para vivir
cotidianamente, desde un punto de vista epistemológico estamos
abocados al ESCEPTICISMO.
Ética de Hume. Emotivismo moral
La posición ética de Hume es el llamado EMOTIVISMO MORAL que
supone una crítica al RACIONALISMO MORAL. La ética se ocupa de
darnos los criterios para poder decidir si una acción es correcta desde
el punto de vista moral o no. De igual forma, también se ocupa de
establecer cuáles son los motores o motivos de la acción humana.
Para el RACIONALISMO MORAL la distinción entre el bien y el mal es
una distinción basada en la razón y en el entendimiento. Se considera
que hay unas medidas o criterios INMUTABLES de lo justo y lo injusto
que pueden ser contemplados por cualquier ser racional y que, una
vez descubiertos tales criterios por el hombre, se imponen como
OBLIGATORIOS a nuestra razón y por tanto, determinan nuestra
conducta.
Hume no está de acuerdo con el RACIONALISMO MORAL ya que para
él los juicios morales (juicios en los que se aprueba o desaprueba una
acción) no pueden ser juicios de razón ya
que ésta nos da a conocer los hechos (cuestiones de hecho) y las
relaciones entre ellos pero no nos OBLIGA a obrar. Por ejemplo,
puedo conocer mediante un cálculo aritmético que mis relaciones
comerciales con otra persona arrojan un saldo negativo, pero sólo el
sentirme inclinado a pagar mis deudas puede llevarme a saldarlo, y no
un razonamiento matemático.
En consecuencia, Hume declara que el motor de la acción no es la
razón sino el SENTIMIENTO MORAL. La moral, pues, no sería objeto
del entendimiento sino de los sentimientos que serían comunes a
todos los hombres y por tanto, la MORAL está basada en la
NATURALEZA HUMANA. Para Hume, lo mismo que hay un instinto
natural para distinguir lo agradable de lo desagradable, lo que es
bello de lo que no lo es, hay un SENTIDO MORAL que nos hace
distinguir lo correcto de lo incorrecto MORALMENTE.
La razón puede informarnos sobre la existencia del fin que buscamos
y sobre los medios más efectivos para alcanzarlo, nos proporciona un
conocimiento de los hechos y sus circunstancias, pero sólo los
sentimientos determinan o impiden nuestra acción. En esto
consistiría el EMOTIVISMO MORAL.
En palabras de Hume la VIRTUD MORAL quedaría definida así: "toda
acción o cualidad mental que concede al espectador un sentimiento
placentero de aprobación". Es moralmente bueno y, por tanto,
virtuoso todo aquello que provoca en nosotros un sentimiento de
aprobación; y malo o vicio lo que provoca un sentimiento de rechazo.
Pero es el sentimiento universal de la humanidad, compartido por
todos por igual: el sentimiento de aprobación que provoca en
nosotros lo agradable y útil para mí mismo y para todo el género
humano es lo que hace que aprobemos una determinada acción y la
consideremos como virtuosa.

También podría gustarte