2) Foucautl - La Verdad y Las Formas Jurídicas
2) Foucautl - La Verdad y Las Formas Jurídicas
2) Foucautl - La Verdad y Las Formas Jurídicas
Foucault
Recapitulación de Nietzsche: Foucault utiliza a Nietzsche como herramienta de análisis.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que las palabras son metáforas que al
abstraerse omiten la singularidad de cada caso particular. Por ejemplo: cuando nos
referimos a una “galletita”, ello evoca una galletita distinta en la cabeza de cada uno.
Así, el lenguaje en tanto conjunto de metáforas constituye un tratado de paz cuyo fin es
establecer la convivencia social.
A raíz de lo expuesto, cabe preguntarse: ¿Cuándo algo es “verdadero”? Cuando la
premisa describe lo que se percibe a través de los sentidos. Sin embargo, aquella verdad
es mentira, en tanto que no existe una verdadera esencia de las cosas.
“La verdad y las formas jurídicas” se trata de conferencias dadas en la Universidad
Católica de Río de Janeiro, en mayo de 1973, siendo posteriormente sistematizadas y
presentadas como libro en el año 1978.
¿Cuál es el objetivo de la primera conferencia?
La primera conferencia se basa en exponer temas de debates posibles investigaciones.
Se trata de una reflexión metodológica: establece un marco teórico y conceptual que
servirá de base para las siguientes conferencias. También menciona a Nietzsche como
corpus conceptual.
Foucault expresa su acuerdo esencial con la concepción nietzscheana del conocimiento.
Conocer implica ejercer poder, participar en juegos, inventar contenidos y realizar las
pulsiones subjetivas de los instintos y la naturaleza soberana del individuo. La
centralidad de la razón y la idea del conocimiento como búsqueda de la verdad, son
nociones de un discurso falso que prescinde del contexto político como escenario
determinante de todo conocimiento.
Así, las formas para determinar la verdad han ido cambiando a lo largo de la
historia, así como también ha ido cambiando aquello que considerábamos
verdadero.
Existe una interrelación entre tres conceptos: sujeto prácticas sociales
conocimiento
Esta primera conferencia es una reflexión metodológica, en el sentido
Sujeto:
El sujeto no está dado definitivamente; es decir, que el sujeto cambia tanto como la
sociedad misma.
La historia suele hablar de un sujeto racional, libre y preexistente a la ley. Sin embargo,
por otra parte, el psicoanálisis establece que el sujeto no es dueño de su voluntad, sino
que éste es determinado por su inconsciente (impulsos individuales), historia, contexto,
etc.; es decir, por ciertos condicionamientos particulares y también por aquello que se
pretende de él y el rol que la sociedad le asigna.
Así, el concepto de sujeto es dinámico, con lo cual: si el sujeto es dinámico, su
conocimiento también lo es. Entonces, si éste muta, no puede ser verdadero. Ello se
da así en tanto son las prácticas sociales las que definen al sujeto.
“Sería interesante que intentáramos ver cómo se produce, a través de la historia, la
constitución de un sujeto que no está dado definitivamente, que no es aquello a partir
de lo cual la verdad se da en la historia, sino de un sujeto que se constituyó en el
interior mismo de ésta y que, a cada instante, es fundado y vuelto a fundar por ella.”
Foucault propone entender al sujeto de manera distinta en contraposición a la idea del
sujeto estático.
Nietzsche
En Nietzsche se encuentra un discurso en el que se hace análisis histórico de la
formación misma del sujeto, el análisis histórico del nacimiento de un cierto tipo de
saber, sin admitir jamás la preexistencia de un sujeto de conocimiento. Foucault tomará
como punto de partida el texto “Sobre verdad y mentira en sentido extramoral”, en el
cual se plasma una fábula: “En algún punto perdido del universo... unos animales
inteligentes inventaron el conocimiento”. En esta oración Nietzsche supone que el
tiempo y el espacio no son formas de conocimiento, por lo que pueden preexistir a
éste y ser la base sobre la que se posa.
El conocimiento fue por lo tanto inventado. Afirmar que fue inventado es decir que
no tuvo origen. En otras palabras, el conocimiento no está inscripto en la naturaleza
humana. Nietzsche decía que el conocimiento está relacionado con los instintos, pero
no está presente en ellos ni es un instinto distinto. El conocimiento es simplemente
el resultado de un juego, el enfrentamiento, la confluencia, la lucha y el
compromiso entre instintos.
“Y así como entre el instinto y el conocimiento encontramos no una continuidad sino
una relación de lucha, dominación, subordinación, compensación, etcétera, de la
misma manera vemos que entre el conocimiento y las cosas que éste tiene para conocer
no puede haber ninguna relación de continuidad natural. Sólo puede haber una
relación de violencia, dominación, poder y fuerza, una relación de violación. El
conocimiento sólo puede ser una violación de las cosas a conocer y no percepción,
reconocimiento, identificación de o con ellas”.
¿Cómo se impone una invención sobre la otra? Por la lucha. Así, el conocimiento
tiene un carácter violento en tanto que implica una lucha y confrontación por la
imposición del sentido.
El conocimiento actúa frente a los instintos, encima o en medio de ellos, los comprime,
traduce un cierto estado de tensión o apaciguamiento entre los instintos. Por tanto, el
conocimiento es una invención y no tiene origen.
Mientras que Nietzsche habla de los instintos en contraposición a la razón; Foucault
habla de lucha y confrontación.
Así, como entre el instinto y el conocimiento encontramos no una continuidad sino una
relación de lucha, dominación, subordinación, etc., vemos que entre el conocimiento y
las cosas que éste tiene para conocer no puede haber ninguna relación de continuidad
natural. Solo puede existir una relación de violencia, dominación, poder y fuerza; una
relación de violación.
El conocimiento solo puede ser una violación de las cosas a conocer y no percepción,
reconocimiento, identificación con o de ellas.
Doble ruptura
En este análisis de Nietszche hay una doble ruptura con la tradición de la filosofía
occidental:
1. Ruptura entre el conocimiento y las cosas (o entre el sujeto y aquello por
conocer): La ruptura de la teoría del conocimiento con la teología comienza,
estrictamente hablando, con el análisis de Nietzsche. Muchos pensadores como
Descartes, para demostrar que el conocimiento era un conocimiento fundado
verdaderamente en las cosas del mundo, se vieron obligados a afirmar la
existencia de Dios. Si no existe más relación entre el conocimiento y las cosas a
conocer, si la relación entre éste y las cosas conocidas es arbitraria, relación de
poder y violencia (que es el hombre el que intenta encuadrar a la naturaleza en un
conjunto de leyes), la existencia de Dios en el centro del sistema de conocimiento
ya no es más indispensable.
Así, esto supone la ruptura entre el conocimiento y los objetos a conocer, lo cual
garantizaba la continuidad del conocimiento.
2. Ruptura con el sujeto: Si es verdad que entre el conocimiento y los instintos hay
solamente ruptura, relaciones de dominación y subordinación, relaciones de poder,
quien desaparece entonces no es Dios sino el sujeto en su unidad y soberanía (el
sujeto no existe a priori, sino que es una creación del discurso, de las lógicas del
saber y poder). Si remontamos la tradición filosófica hasta Descartes, para no ir
más lejos aún, vemos que la unidad del sujeto humano era asegurada por la
continuidad entre el deseo y el conocer, el instinto y el saber, el cuerpo y la verdad.
Todo esto aseguraba la existencia del sujeto. Si es cierto que por un lado están los
mecanismos del instinto, los juegos del deseo, los enfrentamientos entre la mecánica
del cuerpo y la voluntad, y por otro lado, en un nivel de naturaleza totalmente
diferente, el conocimiento, entonces la unidad del sujeto humano ya no es necesaria.
Podemos admitir sujetos, o bien que el sujeto no existe.
Así, esto supone la ruptura entre el conocimiento y Dios, ya que no hay más una
relación de continuidad, sino de ruptura.
Para Nietzsche, el conocimiento no es otra cosa que el refinamiento de los instintos,
el producto de esa batalla, un producto diferente al choque de instintos que lo
originan.