TÚNELES
TÚNELES
TÚNELES
Historia
El origen de los túneles y de las técnicas de construcción
correspondientes debe buscarse en la minería, actividad de la que
hay pruebas notables ya en el neolítico, como las Cuevas de Can
Tintorer en Gavá (Cataluña, España). En la antigüedad, en Asiria,
Fenicia e Israel hay algunos ejemplos de túneles que permitían las
comunicaciones y favorecían la defensa de una ciudad sitiada. El
Túnel de los Asmodeos, bajo la Mezquita de la Roca de Jerusalén
sería un ejemplo. Los romanos ya habían construido numerosos
túneles de pequeñas dimensiones asociados a la minería, y al
transporte de agua (los canales tienen una pendiente muy
reducida y enseguida requieren túneles y acueductos). Un
ejemplo es el túnel construido bajo la colina de Posilip para llevar
a Roma el Aqua Claudia, que fue usado durante veinte siglos.1
Más adelante, el uso de la pólvora, permitió la excavación de
secciones más importantes. Durante los siglos XVI, XVII y XVIII se
hicieron muchos túneles sobre todo para permitir el transporte de
bienes en canales. Por lo general se trata de túneles de sección
rectangular de más de 50 m². Con la aparición del ferrocarril, y
dado que éste necesita pendientes también muy estrictas,
comenzaron a excavarse túneles para este nuevo medio de
transporte en el xix. El primer túnel de ferrocarril de la península
ibérica fue el de Montgat en 1848 abierto por el trazado de la vía
de ferrocarril de Barcelona a Mataró.2 Durante el xx, se siguen
abriendo nuevos túneles para ferrocarriles, canales (ahora ya más
ligados a la producción de energía eléctrica) y finalmente para
carreteras.
Investigación geotécnica
Es esencial que cualquier proyecto de túnel comience con una
investigación sobre las condiciones del terreno. Los resultados de
la investigación nos permitirán saber cuál es la maquinaria y los
métodos de excavación y sostenimiento a realizar, y podrán
reducir los riesgos de encontrar condiciones desconocidas. En los
primeros estudios, las alineaciones horizontales y verticales serán
optimizadas para aprovechar las mejores condiciones de agua y
suelo. Para la orientación en el trazo de túneles, en ocasiones se
utilizan los giroteodolitos, ya que permiten determinar el norte
verdadero bajo tierra.
En algunos casos, los estudios convencionales no nos
proporcionan suficiente información, por ejemplo, cuando existen
grandes masas de roca, discontinuidades como fallas o estratos de
terreno más blando como arcillas o limos. Para abordar estos
problemas se puede construir un tubo piloto, o un desvío que
discurra paralelo al principal. Este tubo puede llegar a ser más fácil
de sostener cuando se presenten condiciones inesperadas y podrá
ser incorporado en el túnel final. Alternativamente también se
pueden realizar pequeños pozos horizontales en el frente del
túnel para conocer las condiciones en la excavación.