2018.09. Prisión Domiciliaria
2018.09. Prisión Domiciliaria
2018.09. Prisión Domiciliaria
Boletín
Jurisprudencia
Prisión domiciliaria
2016-2018
Con este objetivo, el presente documento incluye jurisprudencia emitida por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, la Cámara Federal de Casación Penal y la Cámara Nacional de Casación en lo
Criminal y Correccional durante los años 2016, 2017 y 2018. Al igual que en los boletines publica-
dos con anterioridad, el material presentado se ordenó en razón del tribunal que intervino en el ca-
so y de manera cronológica. Las sentencias están descriptas con voces que aluden a las particulari-
dades que las caracterizan y se encuentra enlazadas a la página web de jurisprudencia de la Defen-
soría General de la Nación, donde se puede consultar el texto completo de los fallos.
Es posible que existan pronunciamientos referidos a la temática tratada que no se encuentren com-
prendidos en este boletín. Si estima que se omitió jurisprudencia cuya incorporación a este docu-
mento pudiera resultar relevante, por favor, escríbanos un correo electrónico a
[email protected].
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ÍNDICE
Voces: Prisión preventiva. Arresto. Prisión domiciliaria. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Comi-
sión Interamericana de Derechos Humanos. Medidas cautelares. Responsabilidad del Estado.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Inmunidades parlamentarias. MERCOSUR. Corte Interameri-
cana de Derechos Humanos. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Medidas cautelares.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Prisión preventiva. Riesgos procesales. Peligro de fuga. Deli-
tos de lesa humanidad. Adultos mayores.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Reglas de Bangkok. Re-
cursos. Recurso de casación.
Voces: Prisión domiciliaria. Domicilio. Revocación. Derecho a la salud. Tratamiento médico. Prisión preven-
tiva. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Vulnerabilidad. Informes.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Cárceles. Tratamiento médico. Delitos de lesa humanidad.
Adultos mayores.
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Voces: Prisión domiciliaria. Adultos mayores. Delitos de lesa humanidad. Cárceles. Derecho a la
salud.Informes.
Voces: Prisión domiciliaria. Condiciones de detención. Derecho a la salud. Informes. Delitos de lesa humani-
dad. Prueba.
Voces: Prisión domiciliaria. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Principio de Legalidad. Principio
pro homine.
Voces: Prisión domiciliaria. Familia. Derecho a la salud. Personas con discapacidad. Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad. Plazo.
9. Sala IV. “LAL”. Reg. Nº 784/17. Causa Nº 93000136/2009. Reg. Nº 784/17. 27/6/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Convención
Interamericana sobre la Protección de los Derechos de las Personas Mayores.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Prueba. Informes. Pericia médica. Cuerpo de Peritos y Con-
sultores Técnicos. Principio pro homine.
Voces: Prisión domiciliaria. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Derecho a la salud. Cárceles. Pe-
na. Prisión.
Voces: Prisión domiciliaria. Familia. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Personas con dis-
capacidad. Prueba. Informes. Pena. Prisión.
Voces: Prisión domiciliaria. Adultos mayores. Derecho a la salud. Pena. Prisión. Tratamiento médico. Delitos
de lesa humanidad. Cárceles.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Pena. Prisión. Prueba. Informe pericial. Cuerpo Médico Fo-
rense.
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15. Sala III. “TOJ”. Reg. Nº 1589/2003. Causa Nº 43000367/2003. 18/11/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Derecho a la salud. Prueba. Informe pericial. Cuerpo Médico
Forense. Cárceles.
Voces: Prisión Domiciliaria. Prisión Preventiva. Derecho a la salud. Adultos Mayores. Traslados. Personas
con discapacidad.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Delitos de lesa humanidad. Personas con discapacidad. Per-
sonas con discapacidad visual. Principio de legalidad. Adultos mayores. Derecho a la salud.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Prisión. Delitos de lesa humanidad. Personas con discapacidad. Niños,
niñas y adolescentes. Interés superior del niño.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Prisión. Derecho a la salud. Delitos de lesa humanidad. Condiciones de
Detención. Derecho a la salud. Adultos mayores.
Voces: Principio Acusatorio. Prisión domiciliaria. Personas con discapacidad. Interés superior del niño. Vul-
nerabilidad.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Con-
vención sobre los Derechos del Niño. Analogía. Responsabilidad parental. Igualdad. Vulnerabilidad.
Voces: Prisión domiciliaria. Reglas de Bangkok. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Vulne-
rabilidad. Informes. Vigilancia electrónica.
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Voces: Prisión domiciliaria. Adultos mayores. Derecho a la salud. Arbitrariedad. Abuso sexual. Informes. Vigi-
lancia electrónica.
Voces: Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Con-
vención sobre los Derechos del Niño. Analogía. Responsabilidad parental. Igualdad. Vigilancia electrónica.
Voces: Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Reglas de Bangkok. Interés superior del niño. Niños, niñas y
adolescentes. Vulnerabilidad. Informes.
Voces: Prisión preventiva. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Vulnerabilidad. Reglas de
Bangkok.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Informe pericial. Cuerpo Médico Forense. Tratamiento médi-
co. Cárceles.
Voces: Prisión domiciliaria. Vigilancia electrónica. Prisión Preventiva. Vigencia de la ley. Reforma legal. Códi-
go Procesal Penal de la Nación.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Vigilancia electrónica. Niños, niñas y adolescentes. Reglas
de Bangkok. Cárceles. Prisión preventiva.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Prisión. Vigilancia electrónica. Niños, niñas y adolescentes. Cárceles.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Vulnerabilidad. Vigilancia
electrónica. Reglas de Bangkok. Principio acusatorio.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Reglas de Bangkok. Pri-
sión preventiva.
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Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Con-
vención sobre los Derechos del Niño. Personas con Discapacidad. Analogía. Responsabilidad parental.
Igualdad. Defensor de menores.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Prueba. Informe pericial. Cuerpo Médico Forense. Prisión.
Enfermedad. Condiciones de Detención.
Voces: Prisión preventiva. Derecho a la salud. Enfermedad. Informe pericial. Cuerpo Médico Forense.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Vigilancia electrónica. Niños, niñas y adolescentes. Cárce-
les.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Informes. Riesgos procesales. Peligro de fuga. Condiciones
de Detención. Cárceles.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Infor-
mes.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Con-
vención sobre los Derechos del Niño.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Reinserción social.
Voces: Prisión domiciliaria. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Convención sobre los
Derechos del Niño. Vigilancia electrónica. Cárceles. Principio acusatorio.
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Corte Suprema de Justicia de la Nación
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1. Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Sala, Milagro”. Causa Nº 4588/2018. 14/8/2018.
Voces: Prisión preventiva. Arresto. Prisión domiciliaria. Corte Interamericana de Derechos Humanos. Comi-
sión Interamericana de Derechos Humanos. Medidas cautelares. Responsabilidad del Estado.
‣ Hechos
Milagro Sala fue electa como parlamentaria del Mercosur. Luego, fue imputada por los delitos de asocia-
ción ilícita, fraude a la administración pública y extorsión. En enero de 2016, se dictó su prisión preventi-
va. Un año más tarde, presentó una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH) para denunciar la ilegalidad y arbitrariedad de la medida. La CIDH solicitó al
Estado que la detención se cumpliera bajo el régimen de prisión domiciliaria. El juzgado dispuso la prisión
de la imputada bajo esa modalidad. Sin embargo, la Cámara de Apelaciones y Control de Jujuy revocó la
decisión. Por su parte, la Comisión consideró que el Estado no había realizado acciones efectivas e inme-
diatas dirigidas a cumplir la medida cautelar ordenada y realizó una presentación ante la Corte Interameri-
cana de Derechos Humanos (Corte IDH). En consecuencia, el 23 noviembre de 2017, la Corte Interameri-
cana de Derechos Humanos requirió al Estado Argentino que se le concediera el arresto domiciliario a Sa-
la.
El 7 de agosto del 2018, la medida fue revocada y se ordenó su traslado a un Complejo Penitenciario
Federal. Por tal razón, su defensa presentó una acción de hábeas corpus correctivo. El 9 de agosto, la CSJN
requirió que la autoridad judicial local competente sustanciara la acción. A su vez, el Ministerio de Justicia
de Derechos Humanos de la Nación hizo saber que ante la Corte IDH se encontraba abierta una instancia
de supervisión del cumplimiento de su sentencia.
‣ Decisión y argumentos
La Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina solicitó que, con carácter urgente, se adoptaran las
medidas para dar inmediato cumplimiento a lo dispuesto el 5 de diciembre de 2017 y salvaguardar la vida,
integridad personal y salud de Milagro Sala. Además requirió que, en el plazo de cinco días, se brindaran
las razones por las cuales no se habría dado cumplimiento a su pronunciamiento (ministros Lorenzetti, Ma-
queda, Highton de Nolasco, Rosatti y Rosenkrantz).
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“[E]sta Corte Suprema de Justicia, como cabeza del poder Judicial de la Nación, tiene la obligación de
adoptar las medidas conducentes que, sin menoscabar las atribuciones de otros poderes, tiendan a sostener
la observancia de la Constitución Nacional”.
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2. Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Sala, Milagro”. Causa N° 120/2017. 5/12/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Inmunidades parlamentarias. MERCOSUR. Corte Interamerica-
na de Derechos Humanos. Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Medidas cautelares.
‣ Hechos
En octubre del año 2015, Milagro Sala fue electa como parlamentaria del Mercosur. Luego, fue imputada
por los delitos de asociación ilícita en carácter de jefa, fraude a la administración pública y extorsión. En el
mes de enero de 2016, se dictó su prisión preventiva. En enero de 2017, se presentó una solicitud de medi-
das cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). La CIDH, mediante el dicta-
do de la resolución No 23/17, solicitó al Estado que Sala cumpliera su detención bajo el régimen de pri-
sión domiciliaria. El juzgado dispuso la prisión de la imputada bajo esa modalidad. Sin embargo, la Cám-
ara de Apelaciones y Control de Jujuy revocó la decisión. Por tal razón, la Comisión consideró que el Esta-
do no había realizado acciones efectivas e inmediatas dirigidas a cumplir la medida cautelar ordenada y
realizó una presentación ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH). En noviembre
de 2017, la Corte Interamericana de Derechos Humanos requirió al Estado Argentino que se le concediera
a Sala el arresto domiciliario.
‣ Decisión y argumentos
La Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina, por un lado, confirmó la sentencia en cuanto declaró
la inconstitucionalidad del artículo 16 de la ley Nº 27.120. Por otro lado, ordenó que, con carácter urgen-
te, se adoptaran las medidas ordenadas por la CorteIDH (ministros Lorenzetti, Maqueda, Highton de Nolas-
co, Rosatti y Rosenkrantz).
“[E]l alcance de [la] inmunidad de los parlamentarios […], fue delineado con el límite de que da cuenta el
artículo 12.2 de su Protocolo Constitutivo ratione causae (por las opiniones y votos emitidos en el ejercicio
de sus funciones), ratione materiae (juzgamiento civil o penal) y ratione temporis (en todo momento, como
así también durante y después de su mandato)” (considerando 7°).
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“[L]a ‘inmunidad de arresto’ fue regulada […] exclusivamente respecto de los legisladores comunitarios en
su relación con el Estado sede del Parlamento, es decir, en el territorio de la República Oriental del Uru-
guay” (considerando 8°).
“Una interpretación que razonablemente se deriva de los instrumentos convencionales en su conjunto […]
permite sostener que la referencia a juzgamiento civil o penal en el territorio de los Estados Partes del Mer-
cosur […] hace que los procedimientos en los que tiene lugar el ‘juzgamiento penal’ no queden comprendi-
dos dentro de las ‘restricciones legales’ […]. De lo contrario, por [esa] vía […] se ampliaría el alcance de la
inmunidad fijada en el párrafo 2 ya que, desde un punto de vista material, quedarían alcanzados por la in-
munidad situaciones pasibles de ‘juzgamiento penal o civil’ aun cuando fueran ajenas a ‘las opiniones y
votos emitidos en el ejercicio de sus funciones’, privando de contenido y efecto a la restricción que surge
de la propia letra [del] artículo 12.2 […]. [A]l ser el ‘arresto’ una medida de cautela personal dirigida a sal-
vaguardar la buena marcha del ‘juzgamiento penal’ […] tampoco podría quedar alcanzada por las ‘restric-
ciones legales’ a las que alude la garantía de ‘libertad de circulación’ o ‘libertad de desplazamiento’. Ello
es así porque, de lo contrario, […] se estaría también ampliando el alcance de la ‘inmunidad’ […], introdu-
ciendo una ‘inmunidad de arresto" no prevista que podría frustrar la eficacia de un ‘procedimiento penal’
no alcanzado por inmunidad” (considerando 9°).
“En atención a que la inmunidad de arresto se erige en una clara excepción al principio republicano según
el cual todos los ciudadanos son iguales ante la ley [...], esta excepción es admisible únicamente en razón
de la necesidad de garantizar el funcionamiento de los poderes del Estado […]. Por ello, debe descartarse
que el legislador pueda conferirle inmunidad de arresto a autoridades distintas a las establecidas en la
Constitución Nacional y con relación a otras facultades y deberes que no sean las que ésta expresamente
les confiere” (considerando 12°).
“[E]l legislador no estaba constitucionalmente habilitado para otorgarle a los parlamentarios del Parlasur las
inmunidades que la Constitución Nacional le confiere a los diputados nacionales” (considerando 13°).
“[Lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos] impone a este Tribunal ‘la obligación de
adoptar las medidas conducentes que, sin menoscabar las atribuciones de otros poderes, tiendan a sostener
la observancia de la Constitución Nacional’…” (Considerando 11°).
“[L]os jueces deben fundamentar la imposición de la prisión preventiva de modo claro, con expresas refe-
rencias a las constancias de la causa y no deberán basarse únicamente en las características personales del
imputado o las del hecho atribuido. La prisión preventiva nunca puede ser la manera encubierta en que el
Estado castigue a quien está sujeto a proceso. Castigar sin que se hubieran satisfecho los requisitos exigidos
por la ley y por la Constitución implicaría la violación de los principios para cuya satisfacción, justamente,
se ha concebido la existencia misma del Estado” (voto del ministro Rosenkrantz, considerando 11°).
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3. Corte Suprema de Justicia de la Nación. “AFJ”. Causa N° 14216/2013. 18/4/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Prisión preventiva. Riesgos procesales. Peligro de fuga. Delitos
de lesa humanidad. Adultos mayores.
‣ Hechos
Una persona había sido condenada a la pena de 22 años de prisión por delitos de lesa humanidad. La de-
fensa recurrió la sentencia. El detenido contaba con más de 70 años y, a su vez, sufría diversas patologías
(entre otras, afecciones cardíacas, ceguera parcial y trastorno senil con deterioro funcional). En ese marco,
la defensa pidió su arresto domiciliario. El Tribunal Oral Federal no hizo lugar a la solicitud. Para arribar a
esa decisión, valoró el riesgo de fuga que se derivaba de la calificación legal que se le había asignado al
hecho imputado. Asimismo, tomo en consideración que los informes indicaban que los problemas de salud
invocados podían ser tratados intramuros. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la
resolución.
Ante el deterioro en la salud del imputado, la defensa solicitó su arresto domiciliario nuevamente. En esta
oportunidad, el Tribunal Oral Federal hizo lugar a la petición. Contra esa sentencia, la fiscalía interpuso un
recurso de casación. La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar a la impugnación y revo-
có la resolución. Para llegar a esa decisión, los jueces reeditaron los argumentos utilizados para resolver el
primer pedido y consideraron que “no [habían] variado sustancialmente las condiciones de salud del impu-
tado desde el fallo antedicho”. Entonces, la defensa interpuso un recurso extraordinario federal.
‣ Decisión y argumentos
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, por mayoría, declaró procedente el recurso extraordinario y re-
vocó el fallo de la CFCP (ministros Maqueda, Rosatti y Rosenkrantz).
“[D]e ninguna manera el Tribunal consagra una excepción al criterio que motivó el dictado de [la jurispru-
dencia de la CSJN (‘Vigo’, ‘Olivera Róvere’ y ‘Hernández’) en punto a la obligación del Estado argentino de
perseguir, juzgar y condenar los crímenes de lesa humanidad] y que en modo alguno este fallo puede impli-
car tolerar o fomentar que, como un subterfugio que brinde amparo a alguna forma de impunidad, se adop-
ten temperamentos análogos cuando ello no está verdaderamente justificado en circunstancias fundadas”.
“[S]in desconocer las inconmensurables diferencias cualitativas entre ambos supuestos que descartan de
plano toda equiparación fáctica o valorativa, [reparo] que, en un plano jurídico, son estas mismas normas
las que le imponen al Estado –como límite infranqueable– la obligación de respetar y garantizar la vida e
integridad en todo supuesto y respecto de todas las personas sin que, en este punto, pueda entrar válida-
mente en juego ninguna otra consideración que pueda anteponerse a la condición y estado de salud del
aquí recurrente”.
“[L]a Cámara de Casación resolvió revocar la prisión domiciliaria […], omitiendo ponderar debidamente
tanto si, en función de las particulares circunstancias de salud que registra el nombrado además de su avan-
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zada edad, la detención en un establecimiento penitenciario podía comprometer o agravar su estado como
también si la unidad carcelaria correspondiente resultaba efectivamente apta para alojarlo, resguardar su
estado y tratarlo en forma adecuada” (voto del ministro Maqueda).
“[S]i bien es cierto que la gravedad y atrocidad de los crímenes constituye un factor de ponderación al mo-
mento de establecer la cuantía de la pena –dentro del rango normativo estipulado por la escala sancionato-
ria correspondiente–, y que la calificación legal es uno de los aspectos a tener en cuenta para decidir sobre
la procedencia de la exención de prisión y la excarcelación, estos elementos –conforme a las reglas genera-
les que regulan la materia– no intervienen al momento de ordenar la modalidad domiciliaria de ejecución
de la prisión preventiva y/o de la pena privativa de libertad”.
“[E]l incremento del riesgo de fuga no debió ser examinado por la Cámara con prescindencia de las condi-
ciones personales del cautelado. Al momento de sopesar estas cuestiones, no debe perderse de vista la dis-
posición constitucional que prohíbe toda medida en relación con los detenidos (imputados o condenados)
que a pretexto de precaución, conduzca a mortificarlos más allá de lo que su seguridad exija (artículo 18,
última parte)” (voto de los ministros Rosatti y Rosenkrantz).
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Cámara Federal de Casación Penal
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1. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “CMC”. Reg. Nº 651/18. Causa Nº 73834/
2015. 8/6/2018.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Reglas de Bangkok. Recur-
sos. Recurso de casación.
‣ Hechos
Una mujer que se encontraba detenida en un Complejo Penitenciario solicitó, in pauperis, que se dispusiera su de-
tención domiciliaria a fin de cuidar a su hija de 15 años. Esto, dado que no contaba con familiares que pudieran
desempeñar esa tarea y que el padre de la niña también se encontraba privado de su libertad. El defensor fundó la
petición y solicitó la confección de informes socio-económicos y socio-ambientales. De esos informes se desprendía
que, efectivamente, la mujer no tenía familiares de confianza y que sus cuidados hubiesen evitado determinados epi-
sodios de violencia física y verbal sufridos por la niña de parte de quien ejercía su guarda y de otros miembros de su
familia.
El Tribunal Oral rechazó el pedido por considerar que la niña podía continuar a cargo de una guardadora. Contra
ese pronunciamiento, la defensa interpuso un recurso de casación. Durante el trámite del recurso, la persona que
estaba a cargo de la niña abandonó el domicilio, su padre recuperó la libertad y se hizo cargo de ella. Dicha circuns-
tancia generó una especial preocupación de la madre debido a la falta de cuidado de la niña. Ante esta nueva situa-
ción, la defensa sostuvo que no subsistía el motivo por el cual el tribunal denegó el arresto domiciliario.
‣ Decisión y argumentos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso de casación, anuló la decisión del
Tribunal Oral y le remitió las actuaciones a fin de que dictara una nueva resolución que contemplara la si-
tuación de la niña en aquel momento.
“[C]abe señalar que, en el caso de autos, la edad de la niña en cuyo interés superior se solicita la prisión
domiciliaria, excedió el límite etario establecido por la norma en cuestión. Tampoco puede desconocerse
que, encontrándose en juego el ‘interés superior del niño’, procede una interpretación más amplia de las
normas en juego, en miras al respeto de otros principios que se entrelazan con aquel que, en este caso, am-
para al niño, a saber: principio pro homine, pro libertatis, de intrascendencia de las penas, última ratio, en-
tre otros…”.
“[E]n este sentido, es ineludible el principio de la teoría de los recursos, el que ordena que sean resueltos
de conformidad con las circunstancias existentes al momento de su tratamiento, aunque sean ulteriores a
su interposición…” (voto del juez Gemignani).
“[E]ntiendo que casos como el presente deben analizarse también desde una perspectiva de género. Con
ese norte, en el año 2016 el Sistema de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carce-
larias emitió la VI Recomendación referida a cuestiones Género en contextos de encierro y a los Derechos
de las mujeres privadas de la libertad. Allí –entre otras cuestiones de similar relevancia– se hace especial
referencia al arresto domiciliario y se señala que aquel debe estar guiado por las reglas que indican consi-
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derar para su eventual procedencia las responsabilidades de cuidado de las mujeres en conflicto con la ley
penal, por el principio pro persona y por el Interés Superior del Niño…” (voto del juez Hornos).
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2. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “JLA”. Reg. Nº 219/18. Causa Nº 53030615.
23/3/2018.
Voces: Prisión domiciliaria. Domicilio. Revocación. Derecho a la salud. Tratamiento médico. Prisión preventi-
va. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Juicio oral.
‣ Hechos
Una persona de 76 años fue imputada por la comisión de delitos de lesa humanidad. Debido a su delicado
estado de salud, el juzgado había dispuesto el cumplimiento de la prisión preventiva bajo la modalidad de
arresto domiciliario. La persona recibía un tratamiento médico en el Hospital Militar. En una oportunidad,
debido a una urgencia, asistió a otro hospital sin autorización para retirarse de su domicilio. La defensa pre-
sentó el certificado médico correspondiente. Durante la audiencia de debate, el Tribunal Oral revocó la de-
tención domiciliaria. Para decidir de ese modo, tuvo en cuenta que el imputado se había retirado de su do-
micilio sin autorización. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar al recurso, revocó la resolución
impugnada y concedió el arresto domiciliario.
“[N]ingún condicionamiento es impuesto por la ley –en principio– respecto de la concesión de la prisión
domiciliaria a quienes se encuentren comprendidos en el inciso d) del artículo 32, es decir, a quienes supe-
ren objetivamente la condición etaria de setenta (70) años de edad”.
“[L]o que subyace a la jurisprudencia de la Corte sobre la materia [en fallo ‘A, FJ’] es un reclamo de que
tanto la concesión como el rechazo de un pedido de prisión domiciliaria no resulte de la aplicación ciega,
acrítica o automática de doctrinas generales, sino que debe estar precedida de un estudio sensato, razona-
do y sensible de las particularidades que presente cada caso que llega a conocimiento de los tribunales
competentes”.
“[S]e advierte que el Tribunal de mérito ha dictado la resolución impugnada sin haber efectuado el exigido
estudio –sensato, razonado y sensible– de las condiciones de salud que presentaba [el imputado]”.
“[E]n las particulares circunstancias reseñadas debe concluirse que el a quo no ha tenido en cuenta lo ex-
puesto y por ello no se presenta ajustada a derecho ni a las constancias de la causa la decisión de revocar
el arresto domiciliario en base a las condiciones de salud que presentaba el imputado” (voto del juez Hor-
nos).
“[T]oda medida coercitiva, en especial la que conlleva la restricción de la libertad ambulatoria, más aún si
se impone y mantiene contra una persona mayor de 70 años e, incluso, aquélla que revoque, como resol-
vió el tribunal a quo, la concesión de su versión morigerada –arresto domiciliario–, debe encontrar susten-
to legal pero, además, debe apoyarse en pruebas claras y contestes, y en concretas circunstancias persona-
les del imputado acerca del riesgo procesal cierto que implicaría conceder el beneficio por él oportunamen-
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te peticionado; y ello, precisamente, es lo que no logró superar la decisión puesta en crisis, en especial,
porque no se valoró que durante el tiempo que [el imputado] lleva gozando del beneficio siempre se man-
tuvo a derecho, sin evidenciarse intenciones de evadir la acción de la justicia”.
“[S]i bien es cierto que, conforme lo señala el voto mayoritario del tribunal de juicio, el imputado se ausen-
tó del domicilio donde cumple la medida coercitiva morigerada […] sin previa autorización del a quo, no
escapa al suscripto que inmediatamente a la advertida situación su defensa acompañó material probatorio
y fundadas razones acerca de su urgente visita al nosocomio más cercano a su domicilio, pese a no ser al
que normalmente [el imputado] concurre para sus controles” (voto del juez Gemignani).
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3. Cámara Federal de Casación Penal, Sala III. “BFE”. Reg. Nº 2751/17. Causa Nº 74181. 29/
12/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Vulnerabilidad. Informes.
‣ Hechos
Una mujer privada de su libertad tenía un hijo de 4 años. Desde la detención de su madre, el niño estuvo
al cuidado de distintas personas. Entonces, su abuela materna –que todavía no lo conocía– viajó al país des-
de Bolivia para encargarse de él. El niño lloraba de manera excesiva y tenía episodios de angustia en los
que pedía por su madre. Por ese motivo, la defensa de la mujer solicitó que se le concediera el arresto do-
miciliario. Del informe socio ambiental elaborado en el marco de la causa se desprendía que el niño po-
seía conductas regresivas desde la detención de su madre. Así, concluyó que el otorgamiento del instituto
sería favorable para el desarrollo integral del niño. Por su parte, la defensoría de menores tuvo en considera-
ción el interés superior del niño y dictaminó a favor de la medida solicitada. El Tribunal Oral rechazó el pe-
dido por entender que el hijo de la imputada poseía un lazo afectivo con su abuela y que, por ese motivo,
no se veía afectado el interés superior del niño. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de
casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar al recurso y casó la resolución
impugnada (jueces Mahiques y Riggi).
“[Por las razones que se desprenden del informe social, la] situación de [la imputada] encuadra específica-
mente en la causal prevista por el inciso f) del art. 32 de la ley 24.660 […]. [E]l a quo no evaluó si en el ca-
so se verificaba alguno de los riesgos procesales concretos que ameritase la denegatoria de la petición for-
mulada por la defensa de la nombrada, lo que demuestra que el fallo en este punto resulta arbitrario y lo
priva de fundamentación (arts. 123 y 404, inc. 2º, C.P.P.N.)”.
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4. Cámara Federal de Casación Penal, Sala I. “DOT”. Reg. Nº 1641/17. Causa Nº 2450/2007.
11/12/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Cárceles. Tratamiento médico. Delitos de lesa humanidad.
Adultos mayores.
‣ Hechos
Una persona de 70 años que estaba detenida por la comisión de delitos de lesa humanidad tenía una serie
de patologías crónicas (hipertensión arterial, dispilemia, diatetes tipo II y cardiopatía esclero hipertensiva
con leve compromiso hemodinámico). Tomando en consideración su edad y su estado de salud, solicitó
que se le concediera el arresto domiciliario. El Cuerpo Médico Forense realizó un informe en el que dejó
constancia de los problemas de salud que padecía el imputado. Entonces, la defensa planteó que resultaba
inconveniente su alojamiento en el Hospital Penitenciario Central de Ezeiza dado que no contaba con una
guardia coronaria permanente y por la posibilidad de que contrajera infecciones intrahospitalarias. El
Tribunal Oral rechazó el pedido. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió, por mayoría, conceder el arresto domiciliario
(jueces Catucci y Riggi).
“[P]ara conceder o no la prisión domiciliaria en casos como el de autos, en el que se encuentra en juego el
derecho a la salud y con él, el de la vida, debe analizarse si el encarcelamiento implica, no sólo por la
edad, sino por todas las vicisitudes suscitadas en el alojamiento y sus dificultades de atención a los requeri-
mientos de los privados de la libertad, un tratamiento cruel, inhumano o degradante distinto a la libertad
ambulatoria…”.
“[E]n definitiva, además de que [el imputado] cumple el requisito etario establecido en el art. 32 inc. d) de
la ley 24.660, pues el día 1º de diciembre del corriente año ha alcanzado la edad de setenta (70) años, se
encuentra comprendido por el inciso a) del art. 32 de la mentada ley, ya que presenta patologías médicas
de riesgo (tiene hipertensión arterial, diabetes tipo II, EPOC leve sintomático de bajo riesgo y cardiopatía
isquémica con angioplastia coronaria –colocación de dos stent–) y ante una descompensación o evento co-
ronario agudo, arritmia u otro cuadro agudo, el lugar de alojamiento no cuenta con una unidad de terapia
intensiva móvil (UTIM) para el traslado, sino con una ambulancia común, a lo que se suma que el nosoco-
mio más cercano al que acudir para la emergencia de que se trate (Hospital Dr. Eurnekian, Ezeiza), se en-
cuentra a una distancia aproximada de diez (10) minutos y no cuenta con servicio de hemodinamia…” (vo-
to de la jueza Catucci).
“[T]al como hemos sostenido en numerosos precedentes de la Sala III, en modo alguno podría sostenerse
que la situación del imputado –para acceder a este modo morigerado de cumplimiento de la detención–
debería encuadrar en todas las causales previstas por el art. 32 de la ley 24.660, pues la diversidad de situa-
ciones contempladas conducirían a que en la práctica el beneficio sea meramente enunciativo, por la impo-
sibilidad de que concurran todos los requisitos en una misma persona…” (voto concurrente del juez Riggi).
20
5. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “PLA”. Reg. Nº 1169/17. Causa Nº 2579. 7/9/
2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Adultos mayores. Delitos de lesa humanidad. Cárceles. Derecho a la
salud.Informes.
‣ Hechos
Una persona que cumplía una pena de prisión en razón de una condena por delitos de lesa humanidad pa-
decía severos problemas de salud. De los informes médicos practicados, surgía que había sufrido un ACV
que le había provocado graves secuelas en su salud y limitado su movilidad. El hospital penitenciario care-
cía de la infraestructura necesaria para la realización del tratamiento de salud que requería. Por tal razón,
la defensa solicitó que se le concediera la prisión domiciliaria. La fiscalía se opuso. El Tribunal Oral hizo
lugar a la presentación. Contra esa decisión, el representante del Ministerio Público Fiscal interpuso un re-
curso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, rechazó el recurso del fiscal y confirmó la
decisión por la que se concedió el arresto domiciliario (jueces Gemignani y Borinsky).
“[E]n términos [del] imperativo general de investigar y de establecer las responsabilidades y sanción, el Esta-
do argentino debe adoptar todas las medidas necesarias para juzgar y sancionar a todos los responsables
de las violaciones cometidas en la última dictadura militar que azotó a nuestra sociedad; pues la impuni-
dad de esos atroces hechos no será erradicada y, en consecuencia, no cesará aquel deber internacional,
hasta que sus responsables sean sancionados y cumplan con la pena que eventualmente les fuera impues-
ta. Sin embargo, esta obligación internacionalmente asumida por la Argentina no implica sortear los princi-
pios y garantías constitucionales inherentes a un debido proceso, pues ello conllevaría al quiebre del Esta-
do de Derecho. Sino, por el contrario, aquélla requiere […] un análisis racional de los derechos y garantías
en juego, principalmente, la ausencia de riesgos para la salud del imputado, atendiendo no sólo a la norma-
tiva nacional sino, además, a los estándares y obligaciones internacionalmente asumidos acerca de la vejez
[…]. Lo contrario implicaría la violación a los principios constitucionales de legalidad formal, máxima taxa-
tividad interpretativa, in dubio pro reo, pro homine, entre muchos otros”.
“[L]e incumbe al Estado adoptar y ejecutar las medidas tendientes a cumplir con las disposiciones dictadas
por la Corte Interamericana –principalmente, en lo que aquí concierne, en cuanto a que las unidades carce-
larias deben contar, entre otras infinitas y necesarias condiciones, con centros sanitarios altamente equipa-
dos para atender urgencias y distintas afecciones de salud– caso contrario […], en virtud de las particulares
circunstancias de cada interno en cuestión, deberá evaluarse la concesión del beneficio del arresto domici-
liario”.
21
“[E]l alojamiento [del imputado] en un establecimiento penitenciario constituye un trato inhumano y degra-
dante, que compromete las obligaciones internacionales asumidas por el Estadio Nacional y viola las garan-
tías constitucionales que deben presidir el tratamiento de las cuestiones como la traída a estudio en este ca-
so”.
22
6. Cámara Federal de Casación Penal, Sala I. “MREP”. Reg. Nº 1080/17. Causa Nº 93000172.
18/8/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Condiciones de detención. Derecho a la salud. Informes. Delitos de lesa humani-
dad. Prueba.
‣ Hechos
Una persona condenada por delitos de lesa humanidad padecía severas afecciones neumonológicas cróni-
cas. La defensa solicitó que se le concediera la prisión domiciliaria. Junto a su presentación, acompañó un
informe médico del que surgía que, de permanecer en el Complejo Penitenciario Federal, sus enfermeda-
des podían agravarse. El Tribunal Oral requirió al establecimiento penitenciario y al Cuerpo Médico Foren-
se la realización de diversos informes. De uno de ellos se desprendía que el imputado podía sufrir muerte
súbita ante cualquier circunstancia que lo descompensara. El otro informaba que su estado de salud podía
ser tratado en la cárcel. Sobre la base de ese último dictamen, el tribunal rechazó la solicitud. Contra esa
decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar al recurso y concedió el arresto
domiciliario.
Para decidir de esa manera, la jueza Catucci –a cuyo voto adhirió el juez Riggi– sostuvo que “…en casos
como el de autos, en el que se encuentra en juego el derecho a la salud y con él, el de la vida, debe anali-
zarse si el encarcelamiento implica […] un tratamiento cruel, inhumano o degradante distinto a la libertad
ambulatoria…”.
En esa línea, la magistrada refirió que “…el riesgo neumonológico que afecta [al imputado] resulta insosla-
yable. Y es por ello que desde este punto de consideración, la opinión del galeno en la materia resulta con-
dicionante”. De manera concurrente, el juez Riggi señaló que “…se encuentra acreditado […] que el princi-
pal problema de salud que [el imputado] padece es de tipo neumonológico y que requiere cuidados especí-
ficos por su estado de salud, así como de controles médicos permanentes, por lo que además de encontrar-
se comprendido en la causal del inciso a) del art. 32 de la ley 24.660, […] se evidencian en el caso tam-
bién las razones humanitarias que inspiran el instituto, lo cual impone, la necesidad de concederle el arres-
to domiciliario”.
Finalmente, el magistrado concluyó que “…más allá de que [al imputado] se le atribuye la comisión de un
delito de lesa humanidad, […] el análisis jurisdiccional sobre la posibilidad de conceder o denegar la pri-
sión domiciliaria, no puede centrarse exclusivamente en la gravedad del delito reprochado”.
23
7. Cámara Federal de Casación Penal, Sala III. “RCJA”. Reg. Nº 695/17. Causa Nº 44000290/
2010. 11/7/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Principio de Legalidad. Principio
pro homine.
‣ Hechos
Una persona de 73 años había sido condenada por la comisión de delitos de lesa humanidad. Su defensa
solicitó que se le concediera la prisión domiciliaria de conformidad con lo establecido en el artículo 10,
inciso d, del Código Penal. El Tribunal Oral rechazó el pedido con fundamento en la gravedad de los deli-
tos que se le atribuían. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, por unanimidad, hizo lugar al recurso y concedió el
arresto domiciliario.
“[L]a obligación internacionalmente asumida por el Estado argentino de perseguir, investigar [y] sancionar
[los delitos de Lesa Humanidad] no implica sortear los principios y garantías constitucionales inherentes a
un debido proceso, pues ello conllevaría al quiebre del Estado de Derecho. Sino, por el contrario, aquélla
requiere […] un análisis racional de los derechos y garantías en juego, principalmente, los derechos huma-
nos que asisten a las personas adultas mayores, no obstante se encuentren sometidos a proceso penal o ya
habiendo sido declarados responsables por algún delito, incluso, si fueran condenados por hechos califica-
dos como de lesa humanidad, atendiendo no sólo a la normativa constitucional sino, además, a los estánda-
res y obligaciones internacionalmente asumidos acerca de la vejez […]. Lo contrario implicaría la viola-
ción a los principios constitucionales de legalidad formal, máxima taxatividad interpretativa, in dubio pro
reo, pro homine, entre muchos otros”.
“[N]o deben perderse de vista los especiales derechos reconocidos por [el] tratado internacional a las perso-
nas adultas mayores y al cual el Estado argentino decidió ser parte, en el entendimiento de que la vejez
(comprendida como una construcción social de la última etapa del curso de la vida, la cual conlleva un
proceso gradual de cambios biológicos, fisiológicos, psico-sociales y funcionales de variadas consecuen-
cias) debe transitarse en pleno ejercicio (y vigencia) de los derechos humanos reconocidos a todos sus habi-
tantes, en respeto a los principios esenciales emanados del derecho internacional de los derechos huma-
nos, esto es, la dignidad e igualdad de las personas”.
“[N]o estando prevista legalmente ninguna otra exigencia más allá del cumplimiento del requisito etario, se
impone que, para cobrar validez jurídica las decisiones de los tribunales acerca de la cuestión bajo estu-
dio, sólo deben evaluarse y fijarse las condiciones a las que de hecho quedará supeditado el arresto domici-
liario a fin de garantizar un real y efectivo control jurisdiccional” (voto del juez Gemignani).
“[El caso] encuadra en uno de los supuestos legalmente previstos para acceder al beneficio y […] esa cau-
sal es independiente de las demás por imperativo legal […].Por otra parte, y más allá de que [a la persona
24
condenada] se le atribuye la comisión de un delito de lesa humanidad, cabe resaltar que el análisis jurisdic-
cional sobre la posibilidad de conceder o denegar la prisión domiciliaria, no puede centrarse exclusivamen-
te en la gravedad del delito reprochado”.
“Finalmente [...], el caso se ajusta en lo pertinente y aplicable a la doctrina que fluye del reciente fallo de
la CSJN in re ‘Alespeiti, Felipe Jorge’” (voto concurrente del juez Riggi al que adhirió la jueza Ledesma).
25
8. Cámara Federal de Casación Penal, Sala III. “MSB”. Reg. Nº 657/17. Causa Nº 91003329.
5/7/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Familia. Derecho a la salud. Personas con discapacidad. Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad. Plazo.
‣ Hechos
Una mujer que se encontraba detenida tenía una hija con una discapacidad que debía ser intervenida qui-
rúrgicamente y requería atención de terceros de manera permanente. La mujer no poseía otros familiares
que pudieran asistirla. Por ese motivo, su defensa solicitó que se le otorgara la prisión domiciliaria en fun-
ción del artículo 32, inciso f, de la ley Nº 24.660. El Tribunal Oral concedió el arresto domiciliario por el
término de tres meses desde la fecha de la intervención quirúrgica. La defensa interpuso un recurso de
casación por considerar que mediaban razones humanitarias que tornaban irrazonable una restricción tem-
poral del instituto a un período acotado.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, revocó la resolución impugnada y conce-
dió el arresto domiciliario a la imputada (jueces Ledesma y Riggi).
“[C]orresponde adoptar medidas necesarias a los efectos de no dejar desvalida a [la hija de la imputada].
Hacer lo contrario, significaría que un poder del Estado, como lo es el judicial, cuya primordial función es
velar por la plena vigencia de las garantías constitucionales y convencionales, renuncie a cumplir con su
cometido y más aún con temperamentos como […] el aquí adoptado coadyuve a agudizar la concreta situa-
ción de emergencia en los intereses de una persona vulnerable…”.
“[E]l Estado Argentino […] aprobó la Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en
virtud de la cual, los Estados parte reconocen la necesidad de promover y proteger los derechos humanos
de todas las personas con discapacidad incluidas aquellas que necesitan un apoyo más intenso y recono-
cen que el instituto de la familia es la unidad colectiva natural y fundamental de la sociedad y tiene
derecho a recibir protección de ésta y del Estado, y de que las personas con discapacidad y sus familiares
deben recibir la protección y la asistencia necesarias para que las familias puedan contribuir a que las per-
sonas con discapacidad gocen de sus derechos plenamente y en igualdad de condiciones […]. [E]l art. 32
inc. ‘f’ de la Ley 24.660, prevé específicamente el supuesto de hecho que nos atañe, pues [la imputada] es
la madre […] y la única familiar cercana en condiciones de hacerse cargo de su hija que padece una disca-
pacidad que le impide valerse sola en cuidados esenciales diarios […]. [E]l fundamento de esta modalidad
excepcional de cumplimiento de pena privativa de la libertad, radica en el principio de humanidad de las
penas […] y su consecuente prohibición de penas y tratos crueles, inhumanos y degradantes…”.
26
9. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “LAL”. Reg. Nº 784/17. Causa Nº 93000136/
2009. Reg. Nº 784/17. 27/6/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Convención In-
teramericana sobre la Protección de los Derechos de las Personas Mayores.
‣ Hechos
Una persona mayor de 70 años se encontraba detenida preventivamente por la presunta comisión de deli-
tos de lesa humanidad. Su defensa solicitó que se le concediera la prisión domiciliaria. El Tribunal Oral no
hizo lugar a lo requerido. Para resolver de ese modo, consideró que era necesario el cumplimiento conjun-
to de los requisitos del inc. a. (impedimento de tratar adecuadamente la dolencia en el establecimiento car-
celario) y d. (edad superior a los 70 años) de los artículos 32 de la ley No 24.660 y 10 del Código Penal. A
su vez, sostuvo que se requería una justificación fundada para su concesión. Contra esa decisión, la defen-
sa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso y anuló la resolución impugnada.
Para llegar a esta conclusión, el juez Hornos –a cuyo voto adhirieron los jueces Gemignani y Borinsky– se-
ñaló que “[e]l artículo 314 del Código Procesal Penal de la Nación prevé expresamente la posibilidad de
que el cumplimiento de la prisión preventiva sea en detención domiciliaria”.
Asimismo, consideró que –de acuerdo al marco normativo del instituto– se “…condiciona la concesión del
beneficio del arresto domiciliario a los informes médico, psicológico y social ‘solamente’ para los casos de
internos enfermos que no gocen de adecuado tratamiento intramuros y tampoco corresponda su alojamien-
to en un nosocomio (inciso a) del art. 32); o al interno que se encuentre en el período terminal de una en-
fermedad incurable (inciso b) del art. 32); o bien al interno discapacitado que, en virtud de su condición, la
privación de la libertad en el establecimiento penitenciario le ocasionara un trato cruel, inhumano o degra-
dante (inciso c) del art. 32)”.
En ese sentido, el magistrado concluyó que “...ningún condicionamiento es impuesto por la ley respecto de
la concesión de la prisión domiciliaria a quienes se encuentren comprendidos en el inciso d) del artículo
32, es decir, a quienes superen objetivamente la condición etaria de setenta (70) años de edad”.
Sobre este aspecto, sostuvo que “…la concesión del arresto domiciliario por cumplimiento del requisito eta-
rio no funciona de manera automática, sino que el Juez puede rechazarla de mediar circunstancias justifi-
cantes que lo habiliten, siempre que sujete tal rechazo a los límites impuestos por la razonabilidad (artículo
1 de la Constitución Nacional)”.
Por su parte, el juez Gemignani reconoció la obligación internacional respecto de la investigación y san-
ción de los delitos de lesa humanidad y señaló que, a su vez, “…deben considerarse el resto de los
27
derechos que se encuentran en juego […], tales como los especiales derechos humanos reconocidos inter-
nacionalmente a las personas adultas mayores”.
En ese sentido, sostuvo que “…cobra virtualidad lo establecido en la Convención Interamericana sobre la
Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, en el capítulo I, artículo 2, en cuanto seña-
la que ‘persona mayor’ es ‘Aquella de 60 años o más, salvo que la ley interna determine una edad base me-
nor o mayor, siempre que esta no sea superior a los 65 años. Este concepto incluye, entre otros, el de perso-
na adulta mayor’; toda vez que tanto el artículo 10 del Código Penal, como el artículo 32 de la ley 24.660
–ambos en su inciso d)– establecen el arresto domiciliario por cuestión etaria a partir de los 70 años de
edad del interno”.
Por último, el magistrado tuvo en cuenta lo resuelto por la CSJN en el caso “A, FJ” respecto de las condicio-
nes a las que quedará supeditado el arresto domiciliario a fin de garantizar un real y efectivo control juris-
diccional. Entre los puntos a tener en cuenta, destacó la visita semanal y presencial del personal de Patrona-
to de Liberados; la notificación a la Dirección Nacional de Migraciones, Policía Federal y demás autorida-
des encargadas del control del egreso, ingreso y libre circulación; y la verificación de las condiciones para
la implementación del sistema de vigilancia electrónica.
28
10. Cámara Federal de Casación Penal, Sala II. “BAH”. Reg. Nº 730/17. Causa Nº 7314/2013.
15/6/2017
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Prueba. Informes. Pericia médica. Cuerpo de Peritos y Con-
sultores Técnicos. Principio pro homine.
‣ Hechos
Una persona detenida tenía obesidad mórbida, diabetes, hipertensión arterial, cardiopatías y problemas
urológicos y endocrinológicos. El Cuerpo Médico Forense realizó un informe en el que señaló la necesidad
de adoptar medidas para que su salud no se viera afectada. Asimismo, la Procuración Penitenciaria de la
Nación presentó un informe médico del que se desprendía que el detenido no podía realizar actividades
de la vida cotidiana y que sufría un empeoramiento progresivo en su estado general de salud. En este mar-
co, la defensa solicitó su prisión domiciliaria. El Tribunal Oral rechazó el pedido. En su decisión, sostuvo
que la situación no se encontraba prevista entre los supuestos para conceder de la prisión domiciliaria (art.
10 CP y 32 de la ley Nº 24.660). Contra esa resolución, se interpuso un recurso de casación. El Cuerpo de
Peritos y consultores Técnicos de la DGN presentó un nuevo informe en el que señaló que debían arbitrar-
se medidas conducentes para el tratamiento integral del paciente en un hospital extramuros.
‣ Decisión y argumentos
La Sala II de la Cámara Federal de Casación penal, por mayoría, hizo lugar a la impugnación y anuló la de-
cisión recurrida.
Para decidir de ese modo, el juez Slokar sostuvo que se debía tener en cuenta lo señalado por el Cuerpo de
Peritos y Consultores Técnicos de la DGN y propuso reenviar el caso al Tribunal Oral para que dicte un
nuevo pronunciamiento.
Por su parte, la jueza Ledesma –en disidencia parcial– destacó el informe médico de la Procuración Peni-
tenciaria y sostuvo que “[l]a razón de ser del instituto de la prisión domiciliaria, consiste en evitar que el
encierro carcelario produzca un agravamiento de las condiciones personales de quienes se encuentra en
prisión, más allá de lo que la propia privación de la libertad implica”.
Asimismo, explicó que “…la resolución del tribunal [a quo], no da respuesta a los planteos efectuados por
la defensa en orden a la materia en trato, y se sustenta en afirmaciones dogmáticas, ajenas al supuesto que
toca examinar, circunstancias éstas que imponen la descalificación de lo decidido como acto jurisdiccional
válido”.
Respecto de los supuestos previstos en el Código Penal y la ley 24.660 para la concesión de la prisión do-
miciliaria, la magistrada consideró que “…no puede perderse de vista al momento de evaluar la aplicación
de tales normas a las especiales alternativas del caso que toca decidir, que en materia penal, tiene una im-
portancia preponderante el principio pro homine”.
29
Aunque el juez Mahíques no acordó con los magistrados Slokar y Ledesma, adhirió a la solución propuesta
por el primero a fin de resolver la suerte del recurso.
30
11. Cámara Federal de Casación Penal, Sala I. “EM”. Reg. N° 435/2017. Causa Nº 737/2017.
28/4/2017
Voces: Prisión domiciliaria. Delitos de lesa humanidad. Adultos mayores. Derecho a la salud. Cárceles. Pena.
Prisión.
‣ Hechos
Una persona había sido condenada por delitos de lesa humanidad. El detenido contaba con 87 años de
edad y sufría graves problemas de salud. Entre ellos, “hipertensión arterial, deterioro cognitivo moderado,
espanvascular, labilidad emocional y una adenoma de próstata que [requería] cateterización permanente”.
Por este motivo, la defensa pidió su arresto domiciliario. Entre sus argumentos, señaló que el Hospital Peni-
tenciario de Ezeiza carecía de la infraestructura necesaria para proporcionarle el tratamiento que requería.
El juez de primera instancia rechazó la solicitud y la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata confirmó
la decisión. Contra esa resolución, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió, por mayoría, conceder el arresto domiciliario al
imputado (jueces Riggi, Figueroa y Catucci).
“[P]ara conceder o no la prisión domiciliaria […] debe analizarse si el encarcelamiento implica, no sólo
por la edad, sino por todas las vicisitudes suscitadas en el alojamiento y sus dificultades de atención a los
requerimientos de los privados de la libertad, un tratamiento cruel, inhumano o degradante distinto a la li-
bertad ambulatoria. [E]n atención a que [el condenado] cumple con holgura el requisito etario establecido
por el art. 31 inc. ‘d’ de la ley 24.660, a los padecimientos físicos que presenta y a que no [se advierte] que
se encuentre acreditado en autos el riesgo procesal de fuga de una persona de 87 años de edad y en las
condiciones físicas en las que se encuentra, situación agravada ante el riesgo elevado de descompensacio-
nes agudas que no descartan muerte súbita, informado por el Hospital Central de Ezeiza […] razones de
índole humanitarias […] persuaden que en este caso particular corresponde que le sea otorgado el benefi-
cio de la prisión domiciliaria” (voto de la jueza Catucci, a cuyo voto adhirió el juez Riggi).
“[A]creditado uno de los supuestos que viabilizan la procedencia de la detención domiciliaria [el etario],
la determinación de la existencia o no de las restantes hipótesis que la ley prevé se torna irrelevante. [E]l
análisis jurisdiccional sobre la posibilidad de conceder o denegar la prisión domiciliaria, no puede centrar-
se exclusivamente en la gravedad del delito reprochado. [A]demás de la verificación del supuesto legal pre-
visto en el inciso ‘d’ del art. 32 de la ley 24.660, se evidencian en el caso también las razones humanita-
rias que inspiran el instituto, lo cual impone, la necesidad de [conceder] el arresto domiciliario” (voto del
juez Riggi).
31
12. Cámara Federal de Casación Penal, Sala II. “AWME”. Reg. Nº 508/17. Causa Nº 4736/
2013. 6/4/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Familia. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Personas con dis-
capacidad. Prueba. Informes. Pena. Prisión.
‣ Hechos
Un individuo con dos hijos cumplía una pena de prisión en una unidad penitenciaria. Uno de ellos pade-
cía una grave discapacidad derivada de una forma de hidrocefalia. Los niños, de 4 y 12 años, se encontra-
ban al exclusivo cuidado de su madre, quien se hallaba imposibilitada para conseguir un trabajo. Frente a
esto, la defensa solicitó que se le concediera el arresto domiciliario en los términos del artículo 32, inciso f)
de la ley Nº 24.660. El pedido fue rechazado. La resolución fue recurrida y anulada por la Sala II de la
CFCP, que ordenó la realización de informes para determinar la situación familiar del imputado. Posterior-
mente, se dio intervención a diversos médicos, delegados tutelares y trabajadores sociales.
Los informes elaborados daban cuenta de que el niño con discapacidad había sufrido de sobremanera la
detención de su padre y padecido severas consecuencias en su salud física y psicológica. Además, se expli-
có que la madre no contaba con posibilidades económicas para solventar los gastos diarios ni los tratamien-
tos particulares que la discapacidad de su hijo requería. En ese contexto, se concluyó que el arresto domici-
liario del imputado resultaba el mejor instrumento para la protección integral de sus hijos. Sobre esa base,
la defensa realizó un nuevo pedido de prisión domiciliaria. El juzgado de ejecución lo rechazó. Contra esa
resolución, la defensa técnica y el defensor de menores e incapaces interpusieron recursos de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar a las impugnaciones y remitió
las actuaciones al juzgado a fin de que dictara un nuevo pronunciamiento.
Para decidir de ese modo, la jueza Ledesma –a cuyo voto adhirió el juez Slokar y, de manera parcial, el
juez David– sostuvo que “…el tribunal valoró de manera fragmentaria los informes sociales y médicos […],
sin atender la real situación que atraviesa el grupo familiar del causante”.
En esa línea, la magistrada puntualizó que “…la madre no puede afrontar el claro empobrecimiento econó-
mico soportado por sus hijos, dada la detención del único sostén del hogar, a la vez que tampoco puede
producir ingresos propios, dado que debe permanecer en el domicilio al cuidado de sus hijos, siendo que
tal actividad, de ser asumida por el causante, permitiría superar la compleja situación económica que atra-
viesan…”.
Así, la jueza señaló que “[m]ás allá de que [los niños] se encuentren escolarizados y con cuidados médi-
cos, el cuidado de las necesidades que naturalmente presenta un niño con una enfermedad como la [del
hijo del imputado], difícilmente pueda ser afrontada por la madre en soledad, sin proyección de algún otro
familiar adulto”.
32
De esta manera, la magistrada tuvo en consideración “…el impacto negativo que trajo aparejado en los ni-
ños la privación de la libertad del encausado”. Así, con remisión a la Opinión Consultiva 17/2002 de la
Corte IDH y al precedente “S, V” de la CSJN, recordó que el interés superior del niño resulta ser un princi-
pio regulador que “’…constituye una pauta cierta que orienta y condiciona la decisión de los tribunales de
todas las instancias llamados al juzgamiento de los casos…’”.
33
13. Cámara Federal de Casación Penal, Sala I. ”MLA”. Reg. Nº 220/17. Causa Nº 76000007/
2011. 5/4/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Adultos mayores. Derecho a la salud. Pena. Prisión. Tratamiento médico. Delitos
de lesa humanidad. Cárceles.
‣ Hechos
Una persona de 79 años condenada por delitos de lesa humanidad cumplía una pena privativa de la liber-
tad. Su defensa solicitó la concesión del arresto domiciliario en atención a su edad y a los múltiples proble-
mas de salud que lo afectaban (hipertensión arterial severa de origen renal, Cardiopatía Hipertensiva, Nefro-
patía Hipertensiva, tumor renal quístico en riñón izquierdo, hiperplasia prostática, nódulo tiroideo, Neuro-
patía bilateral de ambos miembros inferiores y trastorno adaptativo con síntomas depresivos ansiosos que
se acrecentaron por el encierro carcelario). Las dolencias que padecía demandaban la realización de estu-
dios, controles periódicos y medicación específica. El Tribunal Oral rechazó la solicitud. Contra esta deci-
sión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió, por unanimidad, conceder la prisión domicilia-
ria (jueces Catucci, Riggi y Ledesma).
“[E]s así que para conceder o no la prisión domiciliaria en casos como el de autos, en el que se encuentra
en juego el derecho a la salud y con él, el de la vida, debe analizarse si el encarcelamiento implica, no só-
lo por la edad, sino por todas las vicisitudes suscitadas en el alojamiento y sus dificultades de atención a
los requerimientos de los privados de la libertad un tratamiento cruel, inhumano o degradante distinto a la
libertad ambulatoria…”
“[S]e recomienda completar estudios y controles periódicos por especialidades: cardiología, neurología,
urología, clínica médica y psiquiatría, recibir toda la medicación indicada en tiempo y forma como la dieta
indicada…”
“[D]e lo expuesto se advierte que, en tales condiciones y atento a lo informado por el Cuerpo Médico Fo-
rense acerca de las falencias detectadas en la unidad penitenciaria para la debida atención del interno con
la patología que reviste, la situación que aquí se presenta equivale a un agravamiento en las condiciones
de salud que afecta las garantías individuales [del imputado] por lo que corresponde otorgar la prisión do-
miciliaria a su respecto, en las condiciones del artículo 32, inciso “a” de la ley 24.660…”
“[E]llo a tenor de la estricta observancia de la manda del artículo 18 in fine de la Constitución Nacional,
reglamentada en lo pertinente en los Capítulos III y IX de la ley 24.660…” (voto de lajueza Catucci al que
adhierieron los jueces Ledesma y Riggi).
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14. Cámara Federal de Casación Penal, Sala I. “AGA”. Reg. Nº 79/17. Causa Nº 93590172/
2009. 8/3/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Pena. Prisión. Prueba. Informe pericial. Cuerpo Médico Fo-
rense.
‣ Hechos
Una persona que cumplía una pena de prisión padecía severos trastornos de salud que debían ser controla-
dos periódicamente para detectar la aparición de nuevos síntomas. El Cuerpo Médico Forense sostuvo que
dicha supervisión se podía realizar en su lugar de detención. La defensa, sin embargo, solicitó la prisión
domiciliaria. Aunque el Tribunal Oral rechazó el pedido, ordenó al Complejo Penitenciario que diera cum-
plimiento, sin excepción, a los traslados que fueran necesarios por razones médicas. La defensa interpuso
un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar al recurso, anuló la resolución y concedió la
prisión domiciliaria (jueces Catucci y Riggi).
Para decidir de este modo, la jueza Catucci entendió que “…para conceder o no la prisión domiciliaria, en
casos […] en el que se encuentra en juego el derecho a la salud, y con él, el de la vida, debe analizarse si
el encarcelamiento implica, no sólo por la edad, sino por todas las vicisitudes suscitadas en el alojamiento
y sus dificultades de atención a los requerimientos de los privados de la libertad un tratamiento cruel, inhu-
mano o degradante para él o una restricción indebida de un derecho fundamental distinto a la libertad am-
bulatoria…”.
Asimismo, la jueza analizó que, pese a la opinión del Cuerpo Médico Forense, “…en la realidad […] ello
no se ha podido concretar, dados los reiterados incumplimientos de parte del Servicio Penitenciario Federal
de realizar los traslados médicos ordenados por el Tribunal para la debida atención de su salud, con la con-
siguiente pérdida de los turnos, así como de los traslados dispuestos a tenor del artículo 166 de la ley
24.660…”.
Por lo tanto, la magistrada sostuvo que “…atento a la imposibilidad puesta de manifiesto en estos actuados
de atender los requerimientos de traslado para poder asistir médicamente [a la persona] la situación que
aquí se presenta equivale a un agravamiento en las condiciones de salud que afecta sus garantías individua-
les, por lo que corresponde otorgar la prisión domiciliaria a su respecto, en las condiciones del artículo 32
inc. ‘a’ de la ley 24.660”.
Por su parte, el juez Riggi recordó que “…acreditado uno de los supuestos que viabilizan la procedencia
de la detención domiciliaria, la determinación de la existencia o no de las restantes hipótesis que la ley pre-
vé se torna irrelevante…”.
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15. Cámara Federal de Casación Penal, Sala III. “TOJ”. Reg. Nº 1589/2003. Causa Nº
43000367/2003. 18/11/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Derecho a la salud. Prueba. Informe pericial. Cuerpo Médico
Forense. Cárceles.
‣ Hechos
Una persona de 62 años internada en el Hospital Penitenciario Central del CPF I requirió la prisión domici-
liaria. Entonces, el Cuerpo Médico Forense elaboró un informe que indicaba que el imputado debía mante-
ner controles cardiológicos y vasculares, entre otros, y una estricta dieta para la hipertensión arterial. Asi-
mismo, consideró que el HPC podía cubrir las necesidades del imputado. Con posterioridad, sin embargo,
el Hospital Penitenciario Central informó que el imputado corría riesgo de muerte súbita. El pedido fue re-
chazado, sucesivamente, por el juez de instrucción y por la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario. En
virtud de esto, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, por unanimidad, hizo lugar al recurso, anuló la resolu-
ción impugnada y remitió las actuaciones al juzgado de origen para que dicte un nuevo pronunciamiento.
En primer lugar, el juez Riggi –a cuyo voto adhirieron las juezas Catucci y Ledesma– resaltó el último infor-
me médico obrante en el caso, elaborado por el Hospital Penitenciario Central en el mes de junio de 2016.
De ese documento surgía que el imputado era un paciente“…con alteraciones cardiovasculares centrales y
periféricas severas […] de alto riesgo por edad y patologías […] con riesgo elevado de descompensaciones
[por lo que] informo a su Señoría que nos encontramos con un paciente que corre riesgo de muerte súbi-
ta…”. En razón de ello, consideró que “…careciendo de informes actuales por parte del Cuerpo Médico
Forense que den cuenta de las condiciones en las cuales se encuentra [el imputado, resulta] necesario […]
que sea evaluado nuevamente…”.
En la misma línea, la jueza Catucci concluyó que “[l]a falta de actualidad del informe médico en el cual se
sustentó la resolución recurrida, analizada a la luz del nuevo informe de los especialistas del SPF […] de-
jan sin sustento lo decidido…”.
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16. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “DLG”. Reg. Nº 1351/16. Causa Nº
93000136/2009. 24/10/2016.
Voces: Prisión Domiciliaria. Prisión Preventiva. Derecho a la salud. Adultos Mayores. Traslados. Personas con
discapacidad.
‣ Hechos
Una persona mayor de 70 años requirió la morigeración de la prisión preventiva bajo la modalidad de
arresto domiciliario. El tribunal rechazó el pedido. Frente a esto, la defensa interpuso recurso de casación e
introdujo que el imputado sufría diversos problemas de salud y que se le dificultaba cumplir con los turnos
médicos que se le asignaban y realizarse estudios extramuros debido a la falta de logística en los traslados.
Además, en oportunidad de celebrarse la audiencia ante la Cámara, señaló que el cuadro de salud de su
representado había empeorado y aportó un certificado de discapacidad y nuevos informes médicos.
‣ Decisión y argumentos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar a la impugnación y anuló la
decisión (jueces Gemignani y Hornos).
Para llegar a esta conclusión, en primer lugar, el juez Gemignani sostuvo que “…el Tribunal debe limitarse
al estudio de los motivos propuestos ab initio al interponerse el recurso de que se trate, salvo, claro está,
que el asunto propuesto una vez expirada esa oportunidad procesal, sea susceptible de acarrear cuestión
federal dirimente o se cuestione la validez de algún acto del proceso factible de fulminárselo con nulidad
absoluta”.
En tal sentido, aclaró que en el caso “…la defensa del encartado alegó cuestiones relacionadas con la sa-
lud de Diedrichs y las falencias Estatales para garantizar y proteger al encausado, vinculadas asimismo con
el trato digno y humanitario que merecen los reclusos”. Por este motivo, consideró que correspondía acep-
tar los nuevos agravios deducidos por la defensa en los términos del art. 466 CPPN.
Sobre el fondo, el juez entendió que “…la incorporación de la Convención Interamericana sobre la Protec-
ción de los Derechos Humanos de las Personas Mayores al derecho interno argentino […] obliga al senten-
ciante a una revisión de los parámetros legislativos, doctrinarios y jurisprudenciales sobre la cuestión traída
a conocimiento del tribunal”.
Asimismo, el magistrado recordó que en el caso debían armonizarse “…la gravedad del contexto y de los
hechos que caracterizó el funcionamiento de la maquinaria estatal de represión y aniquilamiento […] du-
rante el último golpe institucional […] y el imperativo internacional de que sus responsables sean juzgados
y sancionados” con “…los derechos y garantías que le asisten a todo imputado” para el debido respeto “…
a los principios constitucionales de legalidad formal, máxima taxatividad interpretativa, in dubio pro reo,
pro homine…”.
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Posteriormente, el juez analizó que “[c]on la sanción de la ley 24.660 […] se produjo la ampliación de los
supuestos en los que el juez de la causa puede decidir que la medida cautelar privativa de la libertad se
cumpla en el domicilio, agregándole el supuesto de cuando se trate de una persona que padezca una enfer-
medad incurable y se encuentre en su período terminal, siempre que medie el pedido de un familiar, perso-
na o institución responsable que asuma su cuidado”. En esa línea, agregó que “…la ley le exige al juez
competente que previo a expedirse acerca de la viabilidad […] debe contar con informes médico, psicoló-
gico y social que fundadamente lo justifique”.
Por último, el juez Gemignani concluyó que “…el tribunal a quo no pudo realizar un análisis completo y
circunstanciado de todo el plexo normativo en juego y de las concretas circunstancias personales […] ante
la falta de los informes médicos necesarios para evaluar su condición de salud, lo cual evidencia que el fa-
llo no contó con el necesario sostén legal, lo que lo descalifica como acto jurisdiccional válido […]. Por
ello, el a quo deberá arbitrar los medios necesarios para controlar que se realicen los informes y controles
necesarios a fin de garantizar los derechos del encausado y así luego poder elaborar una decisión confor-
me a derecho”.
El juez Hornos, por su parte, señaló que “…el caso [amerita] un análisis contextualizado y conglobante de
la condición del causante para lo cual deberá efectuarse los estudios médicos […] dirigidos específicamen-
te a determinar si el alojamiento […] en un establecimiento carcelario impide tratar adecuadamente su do-
lencia o recuperarse de sus patologías (inciso ‘a’), de conformidad con el criterio establecido por la C.S.J.N.
en el fallo ‘Berges’…”.
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17. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “CLO”. Reg. Nº 1336/16. Causa Nº
53030615/2004. 20/10/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Delitos de lesa humanidad. Personas con discapacidad. Perso-
nas con discapacidad visual. Principio de legalidad. Adultos mayores. Derecho a la salud.
‣ Hechos
La Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata había revocado el arresto domiciliario concedido a
una persona de 77 años procesada por delitos de lesa humanidad. Para arribar a esa decisión, los jueces
valoraron un informe médico de abril de ese año en el que se sostenía que el estado de salud del imputado
era “regular”. Los médicos también hacían saber que el detenido padecía diversas patologías oftalmológi-
cas graves que le habían hecho perder la vista de un ojo. Sin embargo, los jueces concluyeron que la situa-
ción no revestía la extrema gravedad requerida para la concesión del arresto domiciliario. Contra esa deci-
sión, la defensa interpuso un recurso de casación y, en oportunidad de celebrarse la audiencia ante la
Cámara, señaló que el cuadro de salud de su representado había empeorado y aportó como prueba un cer-
tificado de discapacidad y nuevos informes médicos.
‣ Decisión y argumentos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por unanimidad, hizo lugar al recurso (jueces Borinsky,
Gemignani y Hornos).
“[E]s ineludible en la teoría de los recursos el principio que ordena que sean resueltos de conformidad con
las circunstancias existentes al momento de su tratamiento, aunque sean ulteriores a su interposición (Fa-
llos 285:353; 310:819; 315:584, entre muchos otros)”.
“[E]l galeno del Cuerpo Médico Forense […] describió como ‘regular’ la salud del encartado, al tiempo que
informó que el mismo padece hipertensión arterial y está anticoagulado […], se encuentra ciego de un ojo
[…] y prácticamente ciego del otro […] situación que […] no ha sido evaluada con la seriedad que se mere-
ce…”.
El magistrado recordó que el imputado se encontraba sin procesamiento firme, por lo que sostuvo que co-
braba vital importancia “…la presunción de inocencia de la que goza todo imputado [y aunque] no puede
perderse de vista la gravedad del contexto [del último golpe institucional en nuestro país], ello no puede
jamás conllevar la supresión de los derechos y garantías que le asisten a todo imputado […] De lo contra-
rio, se incurriría en una fragante violación a los principios constitucionales de legalidad formal, máxima
taxatividad interpretativa, in dubio pro reo, pro homine, entre muchos otros” (voto del juez Borinsky, a cu-
yo voto adhirieron los jueces Gemignani y Hornos).
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el magistrado entendió que es criterio del Máximo Tribunal la concesión de este instituto en casos donde se
investigan ese tipo de delitos sin que ello implique “…dejar de atender a la obligación internacionalmente
asumida por el Estado argentino respecto de la investigación y sanción de los responsables por [ese tipo
de] delitos…”.
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18. Cámara Federal de Casación Penal, Sala IV. “UEJ”. Reg. Nº 1060/16. Causa Nº 14216/
2003. 26/8/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Prisión. Delitos de lesa humanidad. Personas con discapacidad. Niños, ni-
ñas y adolescentes. Interés superior del niño.
‣ Hechos
Una persona condenada por delitos de lesa humanidad solicitó la prisión domiciliaria. A tal efecto, sostuvo
que era padre de una niña de 16 años que padecía, entre otras patologías, parálisis cerebral espástica, retra-
so mental profundo, cuadriplejia espástica y ceguera. El tribunal, sin embargo, rechazó la petición. Por ese
motivo, la defensa interpuso recurso de casación y, en oportunidad de celebrarse la audiencia ante la
Cámara, advirtió que la madre de la niña se encontraba con un complicado cuadro de salud que le impe-
día brindar adecuado cuidado a su hija.
‣ Decisión y argumentos
La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, por mayoría, hizo lugar a la impugnación, revocó la
decisión y reenvió la causa para el dictado de un nuevo pronunciamiento.
“Es ineludible en la teoría de los recursos el principio que ordena que sean resueltos de conformidad con
las circunstancias existentes al momento de su tratamiento, aunque sean ulteriores a su interposición (Fa-
llos 285:353; 310:819; 315:584, entre muchos otros)” (voto del juez Borinsky al que adhirió el juez Hor-
nos).
“La perspectiva de análisis del caso es la del ‘interés superior del niño’ así si bien la cuestión bajo estudio
no se encuentra expresamente contemplada […] corresponde de todos modos analizar el planteo con serie-
dad en virtud del cuadro de salud y específica situación de vulnerabilidad que presenta la progenitora de
MIU como también los especiales cuidados y necesidades particulares que requiere la adolescente, circuns-
tancia que en principio, torna asimilable su situación a la contemplada en la norma referida, en cumpli-
miento de las obligaciones internacionales emergentes (Convención sobre los Derechos del Niño – ley nº
23.849–)…” (voto del juez Hornos).
“Si bien es cierto que […] no puede perderse de vista la gravedad del contexto y de los hechos […], lo cier-
to que ello no puede jamás conllevar la supresión de los derechos y garantías que le asisten a todo imputa-
do/condenado o una interpretación diferente y más perjudicial a los intereses del encausado a la legalmen-
te establecida. [E]n el caso de autos, si bien se trata del ‘padre’ de la menor de edad, la CDN reconoce en
su art. 9 que los Estados Partes deberán velar porque el niño no se encuentre ‘separado de sus padres’, así
como también en su art. 18.1 dice: ‘Los Estados Partes pondrán el máximo empeño en garantizar el recono-
cimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y
el desarrollo del niño. Incumbirá a los padres… la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo
del niño’” (voto del juez Gemignani).
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19. Cámara Federal de Casación Penal, Sala III. “DCLA”. Reg. N° 434/16. Causa N°
81810029/2009. 20/4/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Prisión. Derecho a la salud. Delitos de lesa humanidad. Condiciones de De-
tención. Derecho a la salud. Adultos mayores.
‣ Hechos
Una persona de 76 años condenada por delitos de lesa humanidad solicitó que se le concediera el arresto
domiciliario en razón de las enfermedades crónicas que padecía. Entonces, obraba en el expediente un in-
forme del Cuerpo Médico Forense que sostenía que los problemas de salud del imputado le impedían estar
en un establecimiento penitenciario. Además, el Servicio Penitenciario había explicado que el penal no dis-
ponía de las instalaciones adecuadas para tratarlo. No obstante, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de
Tucumán rechazó la petición. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Federal de Casación Penal hizo lugar a la impugnación (jueces Gemignani, Riggi y
Catucci).
“[E]l imperativo internacional de que [los] responsables sean juzgados y sancionados […] no puede jamás
conllevar la supresión de los derechos y garantías que le asisten a todo imputado o una interpretación dife-
rente y más perjudicial a los intereses del encausado a la legalmente establecida. Ello, sino, implicaría la
violación a los principios constitucionales de legalidad formal, máxima taxatividad interpretativa, in dubio
pro reo, pro homine, entre muchos”.
“[D]eben también tenerse en cuenta los especiales derechos humanos reconocidos internacionalmente a
las personas mayores de edad”.
“[D]e lo manifestado por los propios profesionales médicos de la unidad de detención se desprende que de
mantener al condenado […] en prisión se agravarían sus condiciones de detención y de salud; y que fue-
ron aquellos quienes concluyeron que el penal no cuenta con las instalaciones adecuadas a su situación”
(voto del juez Gemignani al que adhirieron los jueces Riggi y Catucci).
“[A]mén de la verificación de los supuestos legales, elementales razones humanitarias que inspiran el insti-
tuto y en aras de salvaguardar el inalienable derecho a la salud, imponen, en el caso concreto, la necesi-
dad de concederle [al imputado] el arresto domiciliario, a fin de paliar los riesgos que para su salud repre-
senta la detención en el penal” (voto del juez Riggi).
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Cámara Nacional de Casación en lo
Criminal y Correccional
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1. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “DEA”. Reg. Nº 881/
2018. Causa Nº 8717/2016. 1/8/2018.
‣ Hechos
Una mujer –madre de dos niños de 5 y 6 años– se encontraba detenida en una unidad penitenciaria. Su de-
fensa solicitó se le concediera el arresto domiciliario para cuidarlos. La requirente, sin embargo, desistió
del pedido porque ambos niños habían comenzado a vivir con su progenitor. Posteriormente, una comuni-
cación remitida por la Dirección General del Régimen Correccional hizo saber que la mujer reunía las con-
diciones necesarias para ser incorporada al “Programa de Asistencia de Personas bajo vigilancia electrónica
y otras modalidades de egresos anticipados”. Entonces, su defensa solicitó nuevamente que continúe su de-
tención en su domicilio particular bajo vigilancia electrónica. El tribunal rechazó el pedido por considerar
que no aplicaba ninguno de los supuestos del artículo 10 del Código Penal. Contra esta decisión la defensa
interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por ma-
yoría, hizo lugar al recurso de casación, morigeró las condiciones de detención de la mujer, dispuso el
arresto domiciliario con monitoreo electrónico y remitió las actuaciones al tribunal de origen para que im-
plementara el Mecanismo de Vigilancia Electrónica en coordinación con el Programa de Asistencia de per-
sonas bajo vigilancia electrónica, dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación
(jueces Sarrabayrouse y Morin).
“Se advierte que la denegación del pedido de morigeración del encierro cautelar se sustentó exclusivamen-
te en la imposibilidad de encuadrar la situación de [la imputada] en alguno de los supuestos previstos en el
art. 32 de la ley 24.660. No obstante, como lo indicó la defensa en la pieza recursiva traída a estudio, su
solicitud no se vincula estrictamente con el instituto de arresto domiciliario previsto en la normativa citada
sino que se trata de un pedido de morigeración de las condiciones de su encierro cautelar, que encuentra
sustento en el carácter excepcional de la prisión preventiva y basamento en lo establecido por la Constitu-
ción Nacional, los tratados internacionales de derechos humanos con jerarquía constitucional y las reco-
mendaciones efectuadas por los organismos establecidos en estos últimos…”.
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2. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “SAR”. Reg. Nº 677/
2018. Causa Nº 166913/2017. 14/6/2018.
Voces: Principio Acusatorio. Prisión domiciliaria. Personas con discapacidad. Interés superior del niño. Vulne-
rabilidad.
‣ Hechos
Un hombre –padre de dos hijos de 6 y 12 años y concubino de una mujer con discapacidad– cumplía una
pena privativa de la libertad. Entonces, solicitó que se le concediera el arresto domiciliario en los términos
de los incisos b) y f) del artículo 32 de la ley Nº 24.660. El representante del Ministerio Público Fiscal dicta-
minó de modo favorable al pedido. Sin embargo, el Juzgado de Ejecución lo rechazó por considerar que el
artículo 32, inciso f, de la ley Nº 24.660 no contemplaba la posibilidad de que una persona del género
masculino cumpliera una pena bajo la modalidad de arresto domiciliario. Contra esa decisión, la defensa
interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por ma-
yoría, resolvió hacer lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa y conceder la prisión domicilia-
ria.
“[A]hora bien, al contrario de lo que se sostuvo en la resolución recurrida, es muy claro a mi modo de ver
que garantizar la plena vigencia del interés superior del niño fue el espíritu que guió la reforma –no debe
olvidarse que adecuar la legislación interna a tales parámetros resulta un mandato convencional, según se
mencionó precedentemente (cf. Observación General 14, párrafo 15 cit.)– y es el fundamento de la norma.
Ello resulta sin hesitación, como se verá a continuación, de sus antecedentes parlamentarios…” (voto del
juez Jantus).
“El Comité ha sido muy específico al señalar, conforme se enunció anteriormente, que el interés superior
del niño es concepto complejo, flexible y adaptable, y recomendar, en consecuencia, que sea analizado en
cada caso en particular, según las circunstancias específicas de cada niño…” (voto del juez Jantus).
“[l]a hermenéutica de la norma en cuestión exige ir más allá de la mera literalidad de la regla e integrarla,
en su definición y contenido, en función del interés superior del niño; y que si bien en principio correspon-
de estar a la expresa letra de la ley y atender a sus términos, una aplicación analógica in bonam partem no
se encuentra prohibida –no la limita el principio fundamental de legalidad–, con lo que el precepto debe
ser exceptuado en estos supuestos para garantizar la satisfacción del estándar en cuestión. Con tales antece-
dentes no encuentro obstáculo para sostener que el arresto domiciliario peticionado resulta viable aun
cuando [el imputado], por contar cuando se formuló el pedido y al día de hoy con seis años de edad, supe-
re el rango etario establecido por el legislador…” (voto del juez Jantus).
“[E]n función de las características propias de los niños tan pequeños, establecer un límite de edad y soste-
ner que debe ser aplicado a todos los casos sin excepción vulnera abiertamente el mandato convencional –
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y, por ende, constitucional– de analizar cada caso en particular, según sus propias características y contex-
to, y resolver en función del mejor beneficio de aquellos. En consecuencia, rechazar la aplicación del insti-
tuto porque el niño ha superado en pocos meses el límite en cuestión resulta arbitrario a mi modo de ver,
por la absoluta desconexión con la norma que debe guiar su interpretación y con las circunstancias del ca-
so…” (voto del juez Jantus).
“[E]n efecto, una interpretación del artículo 32, inciso f, de la ley 24.660, con arreglo a las disposiciones
de jerarquía constitucional mencionadas en forma precedente, impone concluir en primer término (confor-
me a los precedentes de esta Sala a los que alude el Dr. Jantus, coincidentes también en lo sustancial con
el criterio sostenido en el fallo ‘Scopa, Marcelo’, del 20 de marzo de 2018, reg. N° 256/2018, de la Sala 1
de este mismo colegio), que la disposición de marras no debe entenderse como limitada a la ‘madre’ del
niño, sino que, dadas ciertas circunstancias, como las que se verifican en el caso, debe extenderse la nor-
ma también al ‘padre’…” (voto del juez Huarte Petite).
“[E]n segundo lugar, también con sustento en la doctrina que se desprende de los precedentes menciona-
dos por el Dr. Jantus, y el alcance que debe asignarse a las disposiciones legales en juego, no se advierte
inconveniente alguno, desde el prisma constitucional, para considerar que, también verificada una determi-
nada situación de hecho, como ocurre en autos, debe extenderse la norma a aquellos supuestos en los cua-
les, si bien se ha excedido el límite etario por ella fijado, no lo ha sido de un modo tal que superase con
holgura la edad establecida y pudiese todavía predicarse que el niño se encuentra aún en lo que se ha de-
nominado, conforme lo precisó aquel magistrado, la ‘primera infancia’…” (voto del juez Huarte Petite).
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3. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 1. “SCL”. Reg. Nº 476/
2018. Causa Nº 55164/2006. 8/5/2018.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Conven-
ción sobre los Derechos del Niño. Analogía. Responsabilidad parental. Igualdad. Vulnerabilidad.
‣ Hechos
Un hombre con cinco hijos –tres menores de edad, de 14, 4 y 2 años– se encontraba detenido. Dado que
su madre había fallecido, los dos niños más pequeños se encontraban al cuidado de sus nietas de 9 años.
En ese marco, la defensa solicitó se le concediera el arresto domiciliario. La petición fue rechazada por el
tribunal. Contra esa decisión se interpuso un recurso de casación. La Sala III de la Cámara Nacional de
Casación en lo Criminal y Correccional anuló la resolución y remitió las actuaciones para que se realizaran
una serie de medidas antes de resolver la incidencia. Una vez cumplidas, el tribunal volvió a denegar la
petición por considerar que los niños gozaban de buena salud, estaban escolarizados y que, en definitiva,
no se encontraban en una situación de abandono o desamparo, ni que se veían menoscabados sus
derechos fundamentales. Contra esa decisión su defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por ma-
yoría, hizo lugar al recurso de casación, casó la decisión y concedió prisión domiciliaria.
“El tribunal a veces hace la diferencia entre oír y escuchar, esto es, en la Observación General N° 12 se ha-
bla claramente de esto, que una cosa es formalmente decir lo escuché para que quede constancia, y otra
cosa es escuchar tomándolo en cuenta, que esto es en definitiva la situación y si conjugan la Observación
N° 12 y la N° 14, la idea sería oír tomándolo en cuenta y respondiendo de manera tal que quede claro que
los chicos fueron tomados en cuenta en la decisión del tribunal…”.
“El padre también debería estar incluido aunque la ley sólo mencione a la madre, y este es uno de los su-
puestos, en que la madre falleció, por lo menos de los dos que todavía no llegan a los 5 años. El tema […]
que haya dos menores que tengan todavía 2 y 4 años es particularmente importante, no hay que olvidar
que la Observación General N° 5 habla específicamente de los especiales cuidados que tienen que tener
los niños de la primera infancia, y habla de los niños hasta los 5 años, y en este caso, están y en esto coinci-
de con la defensa, prácticamente en una situación de extrema vulnerabilidad, porque no hay un adulto que
pueda ocuparse de ellos como se deben ocupar los adultos y el Estado, de los niños de esa edad…” (voto
del juez Jantus al que adhirió el juez Huarte Petite).
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4. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “GAG”. Reg. Nº 370/
2017. Causa Nº 78309/2017. 13/4/2018.
Voces: Prisión domiciliaria. Reglas de Bangkok. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Vulne-
rabilidad. Informes. Vigilancia electrónica.
‣ Hechos
Una mujer fue detenida con su hija de un año en el marco de un procedimiento penal. Su defensa presen-
tó un pedido de arresto domiciliario a fin de que pudiera cuidar a su hija fuera de la unidad penitenciaria.
El juez rechazó la petición. La defensa apeló el pronunciamiento. La Sala VII de la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal y Correccional rechazó el recurso por considerar que la niña era alimentada y
contenida por sus abuelos, el temor que manifestaron las supuestas víctimas del hecho investigado y por-
que la imputada habría puesto a la niña en una situación de peligro al momento de cometer el ilícito que
se le atribuía. Contra este pronunciamiento, el defensor de la mujer y la defensora de la Unidad Funcional
para la Asistencia de personas menores de 16 años de edad, en representación de la niña, interpusieron un
recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por una-
nimidad, hizo lugar a los recursos y concedió la prisión domiciliaria bajo un dispositivo de control electró-
nico.
“[N]i la ley de marras ni su claro soporte convencional incorporado al ordenamiento jurídico argentino por
ley 23.849 y elevado a jerarquía constitucional a través de la reforma constitucional de 1994 (CN, art. 75,
inc. 22) reclaman una situación de desamparo o peligro del niño o niña para facultar la concesión del arres-
to domiciliario de su madre. Tampoco el relativo bienestar que pueda lograrse a través del sacrificio de pa-
rientes o vecinos suple el deber estatal de velar porque el niño permanezca junto a aquella. En el caso de
la ley 24.660, en su actual texto, la situación descrita se limita –en lo que aquí interesa al nudo presupues-
to de “la madre de un niño menor de cinco (5) años”; en tanto que el juego armónico de los artículos 3.1 y
9.1 de la Convención erige como axioma el interés superior del niño; como regla, la permanencia del niño
con sus padres y, como excepción, la necesidad de separarlos en función de ese interés superior en casos
particulares, tales como el maltrato o descuido por parte de sus padres o la propia separación de estos últi-
mos…” (voto del juez Niño al que adhirió el juez Días).
“Ni el relativo bienestar brindado por el grupo familiar que aloja a la niña, progresivamente deteriorado,
suple la ruptura del vínculo real y afectivo entre madre e hija, ni los potenciales riesgos a los que se ha alu-
dido en la decisión puesta en crisis se evidenciaron –en su hora de la manera determinante como se los
ponderó; ni se advierten riesgos presentes o futuros para el caso de disponerse la medida alternativa mocio-
nada…” (voto del juez Niño al que adhirió el juez Días).
“[E]n cuanto a los damnificados y su interés contrario a la concesión del instituto por el que se aboga, sin
perjuicio de la debida consideración y el respeto que su condición de víctima merecen, no es posible su-
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bordinar el interés superior en juego en la emergencia al difuso temor subsistente en el ánimo de aquellos
ante lo que pudiera acontecer, si no se cuenta con pautas objetivas que permitan enlazar el otorgamiento
del arresto domiciliario con futuros e inciertos eventos negativos, máxime cuando se ha reconocido que no
se sucedieron maniobras de corte ilícito tras el procedimiento policial que neutralizó el éxito de la extor-
sión por ellos padecida…” (voto del juez Niño al que adhirió el juez Días).
“[E]n este colectivo en particular [las mujeres] se agrega una circunstancia que agrava aún más la situación
de vulnerabilidad señalada: la maternidad, lo que lleva también a analizar la situación tanto del alumbra-
miento como las soluciones referidas a la cohabitación en la cárcel de la madre con su hijo recién nacido
o de corta edad” (voto del juez Sarrabayrouse al que adhirió el juez Días).
“Aunque las formas alternativas –de encarcelamiento– no constituyen una regla general para todos los ca-
sos, la consideración del mejor interés de los niños obliga a un examen caso por caso, de modo que incum-
be al Estado justificar por qué en un supuesto dado no corresponde ofrecer y aplicar esa alternativa, para lo
que no son suficientes fórmulas genéricas…” (voto del juez Sarrabayrouse al que adhirió el juez Días).
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5. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 1. “SHA”. Reg. Nº 300/
2018. Causa Nº 161163/2016. 27/3/2018.
Voces: Prisión domiciliaria. Adultos mayores. Derecho a la salud. Arbitrariedad. Abuso sexual. Informes. Vigi-
lancia electrónica.
‣ Hechos
Un individuo fue condenado a la pena de diez años de prisión por ser considerado autor de un delito con-
tra la integridad sexual. Su defensa solicitó ante el Juzgado de Ejecución que se le concediera el arresto do-
miciliario en virtud de su edad –en ese momento tenía 71 años– y por los problemas de salud que padecía.
Asimismo, se agregó un informe del Programa de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica depen-
diente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos que concluía que se encontraban reunidas las condi-
ciones psicosociales para que el sujeto ingresase al programa. El juez de ejecución rechazó el pedido por
considerar que no existía un “riesgo inminente” en la unidad penitenciaria, donde se le proporcionaba un
tratamiento médico adecuado. Contra esta decisión, la defensa interpuso recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 1 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por unanimidad, hizo lugar al
recurso de casación interpuesto por la defensa, anuló la resolución y reenvió las actuaciones al juzgado de
origen a fin de que dictara un nuevo pronunciamiento ajustado a los parámetros de la sentencia.
“[E]l juez ha incurrido en errónea aplicación sustantiva, porque entiende que deben reunirse simultánea-
mente los dos supuestos de los incisos a) y d), del art. 32 de la ley 24.660. Esa interpretación desatiende el
texto legal que no tiene una sintaxis de la que pueda inferirse que el inc. d) sólo sería de aplicación si cu-
mulativamente se presentase alguno de los supuestos de hecho de otro inciso, porque, como se ha explica-
do, cada inciso define por sí mismo, situaciones de hecho independientes de los otros…”.
“[E]l legislador ha asumido que la edad de setenta años permite inferir, de modo general, una situación de
especial vulnerabilidad del condenado a pena privativa de libertad si se lo mantiene en el medio carcela-
rio. Sin embargo, esa asunción no lleva de modo forzoso a la concesión de la prisión domiciliaria, porque
– por las razones expresadas más arriba corresponde emprender una indagación de las necesidades de tra-
tamiento y otras preventivas que podrían prevalecer, después de un balance de proporcionalidad, y legiti-
mar que el tratamiento o esas otras finalidades sean perseguidos en el marco de una ejecución en un esta-
blecimiento penitenciario…”.
“[S]entado este criterio, observo que el juez de ejecución ha omitido requerir el informe específico del
equipo interdisciplinario que dispone el art. 33, quinto párrafo, de la ley 24.660 –texto según ley 27.375,
informe cuya producción por el equipo especializado al que alude el art. 185, inc. l), era ineludible cuan-
do, como en el caso, se trata de un condenado por delitos comprendidos en los arts. 119, segundo y tercer
párrafos, 120 y 125 del Código Penal…”.
50
“[D]e allí se sigue, que al no prestar atención a este punto, tampoco ha emprendido un examen de la nece-
sidad de continuación de la ejecución de la pena en un establecimiento penitenciario con arreglo a crite-
rios de subsidiariedad y proporcionalidad, para satisfacer los fines de rehabilitación y demás preventivos
que están en la base del art. 1 de la ley 24.660. Estos defectos conducen a la anulación de la decisión recu-
rrida…” (voto del juez García al que adhirieron el juez Niño y la jueza Garrigós de Rébori).
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6. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 1. “SMA”. Reg. Nº 256/
2018. Causa Nº 33981. 20/3/2018.
Voces: Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Conven-
ción sobre los Derechos del Niño. Analogía. Responsabilidad parental. Igualdad. Vigilancia electrónica.
‣ Hechos
Un hombre detenido con prisión preventiva tenía tres hijos de 8, 9 y 13 años de edad. Además, se había
constituido como padre afín de una adolescente de 17 años, hija de su ex pareja. Los cuatro niños se en-
contraban al cuidado de su abuela paterna debido a que su madre no podía hacerse cargo de ellos. Por tal
razón, con base en el interés superior del niño, la defensa solicitó que se le concediera la prisión domicilia-
ria a su asistido. El Tribunal Oral rechazó el planteo. Para decidir de esa manera, consideró, entre otros mo-
tivos, que la situación del hombre no encuadraba en ninguna de las causales previstas por el inciso f) de
los artículos 10 del Código Penal y 32 de la ley Nº 24.600. Contra esa decisión, la defensa interpuso un re-
curso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala I de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por mayoría, casó la resolu-
ción y concedió la prisión domiciliaria al imputado bajo el régimen de vigilancia electrónica (jueces Garri-
gós de Rébori y Niño).
“[L]os supuestos contemplados en los artículos atinentes a prisión domiciliaria y más concretamente el su-
puesto previsto en el inciso f) de los arts. 10 CP y 32 de la ley 24.660 para ‘la madre de un niño menor de
cinco (5) años o de una persona con discapacidad a su cargo’, responde a la necesidad de cohesión fami-
liar y al interés superior del niño y resulta una presunción iuris tantum en favor de su otorgamiento. Sin em-
bargo, la edad y el género allí consignados no pueden ser interpretados restrictivamente en detrimento de
los principios rectores que subyacen de la Convención sobre los Derechos del Niño, cuya jerarquía en
nuestro ordenamiento jurídico, es constitucional (art. 75 inc 22 CN) […]. La normativa bajo estudio […] se
enmarcaba, al momento de su legislación, en una situación cultural y jurídica que colocaba el cuidado de
los menores en cabeza de la mujer sin que esa circunstancia resultara objetable en ese contexto social en
el que fueron sancionadas. Sin embargo hoy, […] ya no se puede sostener que el cuidado de los menores
sea privativo de las mujeres. Es, pues, inverso el razonamiento que debe hacerse cuando se ha invocado el
‘interés superior’ de un niño (o varios, en este caso) para la concesión de un arresto domiciliario. No debe
analizarse si se dan, objetivamente, los presupuestos previstos en el inc f) del artículo 10 CP y 32 de la ley
24660, sino si se están viendo garantizados los derechos y obligaciones que emanan de esa Convención
para el desarrollo integral de ese sujeto de derechos, y luego analizar si los supuestos legales previstos por
el legislador canalizan adecuadamente esas necesidades o aquellas que se hubieren evaluado en el caso
concreto al dilucidar cuál es el interés superior del niño en la especie. Puesto que, si se advierte que no se
están canalizando esas necesidades, se impone una interpretación de aquellas normas que rigen el proceso
que, aún por fuera de los supuestos previstos, permita garantizar el normal u óptimo desarrollo de un ni-
ño”.
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“Cuando de las obligaciones coparentales se trata, no debe analizarse si los niños se encuentran en una si-
tuación de desamparo, sino si hay alguno de los progenitores [que] está conviviendo y cuidando de los me-
nores de edad, para asegurar su desarrollo integral y espiritual”.
“[T]oda vez que no ha sido privada ni suspendida de su responsabilidad parental […], y toda vez que no se
cuenta con la atención de la madre de los niños, el principal sujeto a cargo de las obligaciones inherente
por sus edades, es su padre. De ningún modo puede el tribunal deslindarse de la responsabilidad de brin-
dar una respuesta jurisdiccional al tener que resolver sobre la tutela efectiva del interés superior de los ni-
ños, hijos del imputado, bajo el argumento de que ‘se encuentran contenidos por la abuela paterna’, por-
que esa escueta afirmación deja sin abordar innumerables temáticas que hacen al desarrollo integral de
esos sujetos de derechos, a la vez que desconoce la legislación nacional y supra nacional…”.
“Si bien es cierto que el art. 32 de la ley 24.660, no contempla específicamente la procedencia de la pri-
sión domiciliaria en estos supuestos –al padre para hacerse cargo de niños y niñas menores de cinco
años–, no resulta menos cierto que la CDN impone al Estado argentino la obligación de proteger el interés
superior de éstos, y que, en virtud del art. 27 de la Convención de Viena, los Estados no pueden alegar dis-
posiciones de derecho interno para incumplir las obligaciones asumidas internacionalmente. Esta circuns-
tancia torna […] imperativa en este caso la aplicación analógica de lo dispuesto en el art. 32, inc. f), de la
ley 24.660, a fin de cumplir con la manda asumida por nuestra nación de tutelar el interés superior de ni-
ños y niñas […]. En otro orden de ideas, esta analogía, de ningún modo puede considerarse prohibida por
nuestro ordenamiento jurídico; la aplicación extensiva del inc. f) de la norma bajo análisis, no resulta en
detrimento del imputado […] y, el beneficio para los niños resulta indubitable. Por lo que, lejos de encon-
trarse vedada, en este caso, la analogía es alentada por el ordenamiento jurídico, e incluso, necesaria”.
“[Dada] la necesidad de los niños de contar con la asistencia y cuidado de uno de sus progenitores, y la
necesidad estatal de garantizar la comparecencia del imputado al proceso para viabilizar el efectivo ejerci-
cio de la acción penal […], las facilidades que brinda el control electrónico de arresto domiciliario, satisfa-
ce ambas necesidades, por lo que, de adoptarse esa modalidad no [habría] posible conflicto entre estas pos-
turas”.
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7. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala de Feria. “PSA”. Reg. Nº
39/2018. Causa Nº 53884/2017. 1/2/2018.
Voces: Prisión preventiva. Prisión domiciliaria. Reglas de Bangkok. Interés superior del niño. Niños, niñas y
adolescentes. Vulnerabilidad. Informes.
‣ Hechos
Una mujer detenida preventivamente requirió que se le concediera el arresto domiciliario a fin de cuidar a
sus hijos de siete meses y dos años de edad. Al momento de realizar el pedido, los niños se encontraban a
cargo de abuela y convivían con el padre de uno de ellos, que trabajaba todo el día. El Tribunal Oral recha-
zó el pedido. Contra ese pronunciamiento, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala de Feria de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por mayoría, anuló la
resolución y reenvió los autos para que se dictara un nuevo pronunciamiento. Esto último, de conformidad
con el criterio de la mayoría relativo a la necesidad de confeccionar un nuevo informe del Cuerpo Médico
Forense sobre el cuadro afectivo de uno de los niños.
“[E]s que si bien los magistrados han estimado que dicho interés estaba protegido porque su abuela cuida
de ella, lo cierto es que no han tomado en consideración que aquél se encuentra íntimamente ligado al
derecho que tiene todo niño a crecer junto a su madre…”.
“[L]o reseñado demuestra cómo el tribunal omitió analizar una de las facetas del interés superior del niño
al dictar su resolución, es decir, la referida a la necesidad y conveniencia de que los niños desarrollen su
vida acompañados de su madre…”.
“[D]e acuerdo con las normas de derecho internacional antes reseñadas, el alto grado de vulnerabilidad
social que atravesó la vida de la imputada debe ser tomado en consideración para evaluar, precisamente,
una vía alternativa al encierro penitenciario…”.
“[S]i la ley prevé, como en el caso bajo examen en el que nos encontramos frente a una madre detenida
que tiene dos hijos menores de cinco años, la procedencia de un instituto que morigera la privación de li-
bertad, sólo podría ser denegada –desde la perspectiva del peligro de fuga– si no existiera ninguna medida
que pudiera asegurar –en clave de pronóstico– que los fines del proceso no pueden ser asegurados por un
mecanismo menos invasivo. …” (voto del juez Morin).
“[T]ampoco se ha expresado la razón por la cual no resultaría operativo, en su caso, el recaudo del disposi-
tivo electrónico de control que prevé el artículo 33, último párrafo, Ley n° 24660 (reformado por Ley n°
26813), como medio tendente a conjurar tal riesgo procesal en caso de procederse a la impetrada conce-
sión de la prisión domiciliaria, ni resulta un argumento pertinente evitar su análisis debido a que se encuen-
tra procesada con prisión preventiva en otro proceso actualmente en trámite.…” (voto del juez Niño).
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8. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala de feria. “PEV”. Reg. Nº
38/2018. Causa Nº 53884/2017. 1/2/2018.
Voces: Prisión preventiva. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Vulnerabilidad. Reglas de
Bangkok.
‣ Hechos
Una mujer, madre de una niña de tres años, se encontraba detenida preventivamente. La niña estaba a
cargo de su abuela. La defensa solicitó se le concediera el arresto domiciliario a su representada para que
pudiera cuidar a su hija. El Tribunal Oral rechazó el pedido por considerar que la niña no estaba en una si-
tuación de abandono y por el peligro de fuga que implicaría la detención en el domicilio. Contra ese pro-
nunciamiento, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala de Feria de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por mayoría, reenvió
las actuaciones al Tribunal de origen para que se dictara un nuevo pronunciamiento de acuerdo con los cri-
terios expuestos por la mayoría (jueces Morín y García).
“[D]e lo relevado no es posible derivar que la cohabitación de la madre con los menores entrañe un peli-
gro concreto que justifique una separación que viene contraindicada por todas las normas que regulan la
cuestión […] Lo reseñado demuestra cómo el tribunal omitió analizar una de las facetas del interés supe-
rior del niño al dictar su resolución, es decir, la referida a la necesidad y conveniencia de que los niños de-
sarrollen su vida acompañados de su madre. [S]i la ley prevé, como en el caso bajo examen en el que nos
encontramos frente a una madre detenida que tiene una hija menor de cinco años, la procedencia de un
instituto que morigera la privación de libertad, sólo podría ser denegada –desde la perspectiva del peligro
de fuga– si no existiera ninguna medida que pudiera asegurar –en clave de pronóstico– que los fines del
proceso no pueden ser asegurados por un mecanismo menos invasivo…” (voto del juez Morin).
“[E]n la decisión impugnada no señalan elementos concretos que conduzcan a concluir que existen riesgos
procesales que impidieran otorgar el arresto domiciliario solicitado. La resolución del a quo no lo explica,
sino que hace una referencia genérica a aquellos […]. En particular no da alguna razón concreta que evi-
dencie que la ejecución del arresto domiciliario, bajo alguna de las modalidades legales, sería ineficaz pa-
ra prevenir un riesgo de fuga o entorpecimiento del proceso. [P]or otro lado evoco que, en el marco del
art. 32, inc. f, de la ley 24.660, no es presupuesto de la morigeración que se demuestre cuál es el alcance o
impacto que la detención de la madre tiene sobre su hija. La ley no requiere que se demuestre ese ‘impac-
to’, porque ella parte de la asunción de que los efectos perjudiciales para los niños de corta edad son inevi-
tables, y por ello incluye a esa clase de niños sin aditamentos adicionales…” (voto del juez García).
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9. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “SJL”. Reg. Nº 1111/
2017. Causa Nº 16036/2012. 31/10/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Informe pericial. Cuerpo Médico Forense. Tratamiento médi-
co. Cárceles.
‣ Hechos
Una persona de 35 años detenida en una unidad penitenciaria requería pañales y debía ser intervenida qui-
rúrgicamente por tener balas en el cuerpo. La defensa solicitó que se le concediera el arresto domiciliario.
Además, propuso peritos de parte para la producción del informe médico y solicitó que se tuviera en cuen-
ta su historia clínica. Asimismo, aludió a la posibilidad de utilizar un dispositivo de monitoreo electrónico.
El Cuerpo Médico Forense no convocó a los peritos de la defensa y no consideró la información contenida
en la historia clínica. El juzgado de ejecución rechazó el pedido de arresto domiciliario por considerar
que, en función del informe del CMF, no se cumplían los requisitos establecidos en el artículo 32, inciso
“a”, de la ley Nº 24.660. Contra esta decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala III de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por unanimidad, anuló la re-
solución y remitió las actuaciones al tribunal de origen.
“En consecuencia, indica que dos son los extremos que debe verificar el juez, a la hora de decidir si hace
lugar o no a la prisión domiciliaria durante la ejecución de la pena de una persona condenada. Por un la-
do, que se constaten las circunstancias contempladas en el inciso de que se trate, y por otra parte, si conti-
nuar la privación de la libertad, es decir, la ejecución de la pena, en un ámbito domiciliario, resulta apto
para la evolución en el tratamiento de readaptación social, o reinserción social, del condenado…” (voto
del juez Magariños).
“[A] su parecer, resalta, esto es lo que en el fondo falta en la resolución que se viene a cuestionar, porque
se atiende únicamente a la cuestión técnica de si médicamente corresponde la cirugía o no, y estos datos
objetivos, falta una evaluación, orientados según la ley de ejecución, que permita sostener qué condicio-
nes tiene que tener un individuo, para poder estar detenido en una unidad carcelaria cumpliendo una pe-
na. Además, destaca, tuvieron hace unos años el caso de una persona que tenía obesidad mórbida, proble-
mas cardíacos y dificultades para higienizarse dentro de la unidad, y que el ámbito penitenciario no estaba
preparado para poder atender a una persona en esas condiciones cumpliendo una pena. [...] De este mo-
do, continúa, la resolución no se hace cargo de establecer si procede, por qué, y en el caso de por qué no,
la prisión domiciliaria de una persona de esa edad que objetivamente, y permanentemente ha estado recla-
mando sus pañales, es decir, si puede o no estar en una unidad carcelaria, atendiendo a su dignidad como
persona también, destacando que eso es lo que hay en el fondo…” (voto del juez Jantus).
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10. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “RPA”. Reg. N° 981/
2017. Causa Nº 4955/2017. 10/10/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Vigilancia electrónica. Prisión Preventiva. Vigencia de la ley. Reforma legal. Códi-
go Procesal Penal de la Nación.
‣ Hechos
Un hombre procesado por los delitos de robo agravado por el uso de armas de fuego y encubrimiento se
encontraba detenido con prisión preventiva. La defensa solicitó la morigeración del encierro cautelar con
fundamento en el CPPN sancionado en 2014 (ley Nº 27.063). El tribunal rechazó la petición sin darle inter-
vención al Ministerio Público Fiscal. Para decidir de este modo consideró que el CPPN no se encontraba
vigente y, por lo tanto, no resultaba aplicable. Además, sostuvo que, según la legislación vigente, la utiliza-
ción de un mecanismo o dispositivo electrónico de control sólo resultaba aplicable para los casos de pri-
sión domiciliaria, libertad condicional o libertad asistida y que dichos supuestos que no se presentaban en
el caso. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala II de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por mayoría, casó la resolu-
ción y reenvió el caso al tribunal a quo para que dictara nuevo pronunciamiento, previa intervención del
Ministerio Público Fiscal (jueces Sarrabayrouse y Morin).
“[L]a aplicación de la morigeración de la prisión preventiva […] puede derivarse, sin esfuerzo, desde la
Constitución Nacional, los Tratados Internacionales de Derechos Humanos con jerarquía constitucional y
las recomendaciones efectuadas por los organismos establecidos en estos últimos. Por lo tanto, su aplica-
ción debe ser analizada en cada caso concreto y no puede descartarse por la falta de vigencia de la ley
27.063. [...] Por otro lado, se observa que el mecanismo […] que permite morigerar la prisión preventiva
cuenta con respaldo normativo tanto en esta misma Ciudad como en la Provincia de Buenos Aires…”.
“[L]a entrada en vigencia del CPPN, ley 27.063, en verdad, fue suspendida por el decreto de necesidad y
urgencia (DNU) 257/2015 […]. Es decir, que técnicamente no fue la ley 27.150 la que suspendió la entra-
da en vigencia del nuevo ordenamiento procesal”.
“[E]l pedido de morigeración de la prisión preventiva fue solicitado por la defensa, quien no lo fundamentó
exclusivamente en la aplicación de la ley 27.063, sino que acudió a las reglas del Derecho Internacional
de los Derechos Humanos, por lo cual, quedó habilitada la jurisdicción de esta Sala para el tratamiento del
planteo en los términos efectuados”.
“[L]a intervención del fiscal en el trámite de la causa no es excusable, a diferencia de lo que señaló el
tribunal a quo, pues a aquél le compete evaluar en primer término la procedencia del instituto”.
“[S]e advierte que en el caso existió una errónea interpretación de las reglas aplicables a las medidas de
coerción personal en el proceso penal”.
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11. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “LRB”. Reg. Nº 226/
2017. Causa Nº 51775/2016. 5/4/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Vigilancia electrónica. Niños, niñas y adolescentes. Reglas de
Bangkok. Cárceles. Prisión preventiva.
‣ Hechos
Una mujer de 22 años, embarazada, se encontraba detenida en una unidad penitenciaria. Su defensa solici-
tó que se le concediera el arresto domiciliario y se la incorporara al Programa de Asistencia de Personas Ba-
jo Vigilancia Electrónica. Este pedido fue acompañado con un dictamen positivo del servicio social de la
unidad penitenciaria. El tribunal, sin embargo, rechazó el pedido. A tal efecto, consideró que la mujer reci-
bía una adecuada asistencia médica y que su detención en la unidad no repercutía negativamente sobre su
salud y la de la persona por nacer. Asimismo, ponderó el peligro de fuga que podría generar el arresto do-
miciliario. Contra esta decisión, se interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por unanimidad, casó la deci-
sión impugnada y le concedió la prisión domiciliaria a la persona bajo un dispositivo de control electróni-
co provisto por el Programa de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica (jueces Dias, Morin y Sa-
rrabayrouse).
“[L]a resolución impugnada desatiende, por otra parte, los estándares internacionales que deben guiar las
decisiones que involucren a mujeres privadas de su libertad […] la Recomendación VI emitida por el Siste-
ma de Coordinación y Seguimiento de Control Judicial de Unidades Carcelarias denominada ‘Derecho de
las Mujeres Privadas de la Libertad –Género en Contextos de Encierro’ exhorta a los miembros del Poder
Judicial a que ‘.…al momento de adoptar medidas relativas a la prisión preventiva y/o a la condena, tengan
presente lo dispuesto en las Reglas de Bangkok (n° 57,58, 60, 61,62, 63, 64), y demás estándares en mate-
ria de Derechos Humanos de las mujeres, vinculado a la excepcionalidad del encierro y la necesidad de
implementar medidas no privativas de libertad. Con esa finalidad, será procedente indagar y valorar las res-
ponsabilidades de cuidado y los antecedentes de victimización por violencia de género que tienen las mu-
jeres en conflicto con la ley penal’…”.
“[E]n estas condiciones, de acuerdo a las normas de derecho internacional antes reseñadas, el alto grado
de vulnerabilidad social que atravesó la vida de la imputada debe ser tomado en consideración para eva-
luar, precisamente, una vía alternativa o al menos morigerada de la privación de libertad…”.
“[El Programa de asistencia de personas bajo vigilancia electrónica], instrumentado mediante Resolución
1379/15, presenta a su vez la particularidad de que viene acompañado de la labor de un grupo interdisci-
plinario cuya función primordial es la de contribuir a mejorar las condiciones de vida de las personas incor-
poradas al sistema a los efectos de promover su reinserción social […] Es decir, conjuga, como se dijo, la
problemática relativa al peligro de fuga con la cuestión vinculada a la situación personal de los beneficia-
rios del sistema…” (voto del juez Morin al que adhirió el juez Sarrabayrouse).
58
12. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 1. “ALMG”. Reg. Nº
204/2017. Causa Nº 55611/2014. 28/3/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Prisión. Vigilancia electrónica. Niños, niñas y adolescentes. Cárceles.
‣ Hechos
Una mujer cumplía una pena de prisión. Uno de los hechos por los que fue condenada tuvo lugar mientras
cumplía una pena anterior con arresto domiciliario. La mujer era madre de 3 niñas de 1, 3 y 8 años. Las
dos más grandes se encontraban al cuidado de su abuela paterna; la menor, nacida durante el último perío-
do de detención, residía con la mujer en el establecimiento penitenciario. Su defensa solicitó que se le con-
cediera la prisión domiciliaria con control por medios electrónicos. La Unidad Fiscal de Ejecución Penal se
opuso al pedido y el juez de ejecución lo rechazó. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de
casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 1 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por unanimidad, hizo lugar al
recurso de casación interpuesto por la defensa, anuló la sentencia y reenvió las actuaciones al tribunal de
origen para que dictara un nuevo pronunciamiento (jueces García, Dias y Garrigós de Rébori).
“El límite de edad establecido en [la] disposición [art. 32, inc. f, de la ley Nº 24.660] no debería ser inter-
pretado a manera de numerus clausus, si se demostrase que, en el caso concreto, otras disposiciones del
derecho internacional de los derechos humanos obligatorias para la República Argentina, impusiesen exa-
minar la situación e intereses de niños de cinco o más años de edad cuyos padres estén encarcelados, y
asegurar la protección de esos intereses con preeminencia a los intereses estatales de ejecución de las pe-
nas, o en su caso de asegurar la persecución penal o el juicio por causa de una imputación penal. De mo-
do que no cabe descartar a priori que, bajo ciertas condiciones, aquellas disposiciones impusiesen una in-
terpretación extensiva de la ley doméstica para dar lugar a la prisión domiciliaria de uno o ambos padres
encarcelados, para satisfacer el mejor interés de sus hijos de cinco o más años de edad…” (voto del juez
García al que adhirió el juez Dias).
59
13. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “RMA”. Reg. N° 93/
2017. Causa Nº 71814/2015. 22/2/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Vulnerabilidad. Vigilancia
electrónica. Reglas de Bangkok. Principio acusatorio.
‣ Hechos
La defensa había solicitado la prisión domiciliaria de su representada, madre de una niña y un niño de seis
y nueve años, respectivamente. A su vez, requirió, de manera subsidiaria, su inclusión en el programa de
asistencia de personas bajo vigilancia electrónica. El representante del Ministerio Público Fiscal se pronun-
ció de modo favorable a la pretensión de su contraparte. Sin embargo, el Tribunal Oral rechazó la solicitud.
Entre sus argumentos, consideró que la edad de los niños no se ajustaba al tope de cinco años previsto en
el inc. f del art. 10 del CP y que existía peligro de fuga. Contra esta resolución, la defensa interpuso un re-
curso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal hizo lu-
gar a la impugnación y concedió la prisión domiciliaria bajo el dispositivo de control electrónico.
Para llegar a esta conclusión, el juez Morin –a cuyo voto adhirieron los jueces Sarrabayrouse y Niño– sostu-
vo que si bien la situación de la madre no encuadra en el límite etario establecido en el Código Penal, ello
“…no resulta un impedimento para la concesión de la prisión domiciliaria pues, en el marco de las múlti-
ples normas de derecho internacional y de derecho interno [Reglas de Bangkok, Convención de los
Derechos del Niño, Observación General Nº 14 del Comité de los Derechos del Niño, las recomendacio-
nes del Sistema de Coordinación y Seguimiento del Control Judicial de Unidades Carcelarias], en las que,
reiteradamente, se alude al interés superior del niño y a la importancia de la relación madre/hijo, dicho obs-
táculo legal debe relativizarse”.
En ese sentido, el magistrado señaló que “…el tribunal omitió analizar una de las facetas del interés supe-
rior del niño al dictar su resolución, es decir, la referida a la necesidad y conveniencia de que los niños de-
sarrollen su vida acompañados de su madre”.
A su vez, el juez Morin consideró que “…el alto grado de vulnerabilidad social que atravesó la vida de la
imputada debe ser tomado en consideración para evaluar, precisamente, una vía alternativa a la privación
de libertad”.
De ese modo, sostuvo que “[e]l encierro cautelar, esto es, la medida de restricción de la libertad más fuerte
que tiene el sistema, tiene por base la presunción de que la persona no va a estar a derecho y que, por tan-
to, no existe una medida de menor entidad que permita asegurar los fines del proceso”.
A la luz de ello, el magistrado se refirió a la aplicación del Programa de asistencia de personas bajo vigilan-
cia electrónica y señaló que “…en función del interés superior del niño y de la situación de vulnerabilidad
60
de [la madre], la procedencia de un instituto que morigera la privación de libertad, sólo podría ser denega-
da –desde la perspectiva del peligro de fuga– si no existiera ninguna medida que pudiera asegurar –en cla-
ve de pronóstico– que los fines del proceso no puede ser asegurados por un mecanismo menos invasivo”.
Por su parte, el juez Niño consideró que “…no [se está] ante un ‘caso’ que habilite a los tribunales a recha-
zar el pedido efectuado, en tanto la posición sustentada por la fiscalía […] resulta razonable y no se advier-
te un error en la interpretación de la ley o un proceder arbitrario. De esta manera, el Ministerio Público Fis-
cal es el que tiene a su cargo el ejercicio de las pretensiones estatales sobre la acción penal y, cuando pres-
ta su asentimiento para que la privación de la libertad se concrete de un modo menos riguroso, asume la
responsabilidad institucional, legal y administrativa que le compete”.
61
14. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “EPB”. Reg. Nº 42/
2017. Causa Nº 70468. 6/2/2017.
Voces: Prisión domiciliaria. Niños. niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Reglas de Bangkok. Pri-
sión preventiva.
‣ Hechos
Una mujer, madre de una niña de tres años y de una adolescente de 16 años, se encontraba procesada y a
la espera de la realización del juicio oral. Entonces, su defensa requirió que se le concediera la prisión do-
miciliaria. El Tribunal Oral rechazó la solicitud. Contra esta resolución, la defensa interpuso un recurso de
casación. La Cámara de Casación revocó la resolución porque no se le había conferido intervención a la
asesora de menores y no se fundó la concurrencia de riesgos procesales.
Posteriormente, la defensa aportó informes del Servicio Penitenciario Federal y de la Defensoría General de
la Nación de los que se desprendía el alto grado de vulnerabilidad social de la imputada. De este último
documento, fechado en septiembre del 2016, surgía que una de sus hijas debió abandonar sus estudios a
fin de cuidar a su hermana menor. Asimismo, se aportó un informe de la Defensoría de Menores que acon-
sejaba la concesión del arresto domiciliario con el objeto de fortalecer el vínculo materno filial de la mujer
y sus hijas. Subsidiariamente, la defensa requirió que se morigerara la prisión preventiva a través de una to-
billera electrónica.
El Tribunal Oral en lo Criminal rechazó el pedido nuevamente. A tal efecto, invocó, por un lado, el “estatus
moral de la imputada” y, por el otro, el peligro de fuga que podría generar esa modalidad de detención. En
particular, argumentó que la presencia de la imputada en el hogar podría constituir un mensaje negativo
para sus hijas, quienes podrían considerar que las graves inconductas de su madre no acarreaban serias
consecuencias. Además, los jueces entendieron que la opinión de la Defensoría Pública de Menores era
necesaria pero no vinculante, y que las demás circunstancias invocadas en los informes sociales no se en-
contraban acreditadas. Contra ese pronunciamiento, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por unanimidad, hizo lugar a
la impugnación, anuló la sentencia y remitió las actuaciones al tribunal de origen a fin de que proveyera lo
que correspondiera.
Para llegar a esta conclusión, el juez Niño –a cuyo voto adhirieron los jueces Morin y Jantusconsideró que
“[a]ún dejando de lado los inadecuados resabios moralizantes introducidos por el quo acerca del hipotéti-
co mensaje negativo representado por la eventual presencia de la madre de las jóvenes […], se advierte
que –al omitirse un pronunciamiento en torno a la solicitud de la defensora de menoresse soslayó, asimis-
mo, el precepto del artículo 12 de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, en lo vincula-
do a recabar la opinión de la niña […], tomando en debida cuenta el interés superior del niño”.
62
A su turno, el juez Morin indicó que “…salvo que concurra un adelantamiento de opinión en el sentido de
que también va a ser condenada en esta ocasión, mal se puede sostener que sus hijas de mayor edad debe-
rían extraer alguna conclusión del hecho de que ‘esté’ ahora en prisión. Tampoco se puede dejar de adver-
tir que el cúmulo de consideraciones de índole moral que caracteriza la negativa al arresto domiciliario re-
sulta insuficiente para demostrar, en el caso bajo examen, que la cohabitación de la madre con su hija de
tres años entrañe un peligro concreto para la menor que justifique una separación que viene contraindica-
da por todas las normas que regulan la cuestión”.
Por otra parte, el magistrado señaló –con cita de la Recomendación VI del Sistema de Coordinación y Segui-
miento de Control Judicial de Unidades Carcelarias y de las Reglas de Naciones Unidas para el Tratamiento
de Reclusas y Medidas no Privativas de Libertad para las Mujeres Delincuentes (Reglas de Bangkok)que
“[l]a resolución impugnada desatiende […] los estándares internacionales que deben guiar las decisiones
que involucren a mujeres privadas de su libertad [por lo que no puede dejar de tomarse en consideración]
el alto grado de vulnerabilidad social que atravesó la vida de la imputada […] para evaluar, precisamente,
una vía alternativa a la privación de la libertad”.
En razón de lo indicado, el juez destacó que “…la forma en que fueron elaborados los informes no pueden
ser cargados en la cuenta de la imputada. Concretamente, si los jueces de la instancia tienen alguna duda
en relación a la veracidad de la información recabada, deberán, en tanto tienen el poder para ello, darle
intervención a la dependencia que cumpla los estándares que ellos estimen adecuados, especificando con-
cretamente la forma en que consideren que éstos deben ser confeccionados”.
Como corolario de lo expuesto, el magistrado destacó que “…el dispositivo de control electrónico […] del
programa de asistencia de personas bajo vigilancia electrónica […] conjuga la problemática relativa al peli-
gro de fuga con la cuestión vinculada a la situación personal de los beneficiarios del sistema [y en el marco
de su regulación] se dispuso que las mujeres con hijos menores de cinco tuvieran el segundo lugar en el
orden de prioridad, solo detrás de las mujeres embarazadas”.
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15. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “CJA”. Reg. Nº
1031/2016. Causa Nº 247/2005. 20/12/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Conven-
ción sobre los Derechos del Niño. Personas con Discapacidad. Analogía. Responsabilidad parental. Igual-
dad. Defensor de menores.
‣ Hechos
Un individuo que se encontraba detenido en una unidad penitenciaria solicitó que se le concediera el arres-
to domiciliario para cuidar a su hijo de 15 años de edad. El adolescente tenía autismo y estaba a cargo del
cuidado de su madre, que cursaba un embarazo con fecha de parto próxima. El juez de Ejecución –sin con-
ferirle intervención del asesor de menores– rechazó el pedido de arresto domiciliario. Ante esta decisión, la
defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por una-
nimidad, resolvió anular la resolución impugnada (jueces Mahiques, Magariños y Jantus).
“No hay duda de que los artículos citados en sus respectivos incisos [artículos 32 inciso “f” de la Ley
24.660, 10 inciso “f” del Código Penal] […] tienen como razón de ser de la prisión domiciliaria, el interés
del niño, a diferencia de los restantes incisos en donde la atención está puesta directamente en la persona
del condenado, y su razón de ser es propia de su persona. Indica que aquí, la voluntad del legislador es
atender al interés del niño…”.
“No puede dejar de señalarse que no constituye obstáculo, en ese sentido, la circunstancia de que se esté
frente a un condenado que es el padre de un niño, esto es, que no se dé estrictamente lo que la letra de la
ley establece. Precisamente, continúa, si bien en principio corresponde estar a la expresa letra de la ley, lo
cierto es que una aplicación analógica in bonam partem no se encuentra limitada por el principio de legali-
dad y, en consecuencia, si la razón de ser de la norma es el interés superior del niño y éste puede estar en
juego frente a un supuesto en que el condenado sea el padre y sea conveniente, entonces, efectivamente,
que se conceda la prisión domiciliaria al padre en pos de dicho interés, se estará haciendo una aplicación
analógica de la norma en el referido sentido. Por lo tanto, entienden que debió sustanciarse la cuestión con
intervención del asesor de menores a efectos de escuchar, precisamente, al interesado según la norma, que
es el niño…” (voto del juez Magariños al que adhirió el juez Jantus).
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16. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “GME”. Reg. Nº
881/2016. Causa Nº 98542/2000. 4/11/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Prueba. Informe pericial. Cuerpo Médico Forense. Prisión.
Enfermedad. Condiciones de Detención.
‣ Hechos
Una persona que se encontraba detenida tuvo un ACV en la unidad penitenciaria. Entonces, sufrió la paráli-
sis del miembro superior izquierdo y distintas afecciones neurofisiológicas. En atención a su estado de sa-
lud, su defensa solicitó que se le otorgara el arresto domiciliario en los términos de los incisos a) y/o c) del
artículo 32 de la ley N° 24.660. El Cuerpo Médico Forense del Superior Tribunal de Justicia de la Pampa
realizó un informe médico favorable a esa petición. Por el contrario, los médicos del servicio penitenciario
realizaron informes en los que se rechazaba que fuera necesario proceder en ese sentido. El Juzgado de Eje-
cución rechazó el arresto domiciliario. Contra esta decisión, la defensa interpuso recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por una-
nimidad, hizo lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa, anuló la sentencia y remitió las ac-
tuaciones al Juzgado de Ejecución para que ordenara al Cuerpo Médico Forense la realización de un infor-
me médico integral y neurológico (jueces Morin, Sarrabayrouse y Niño).
“[L]leva razón la defensa al postular la falta de fundamentación del decisorio recurrido. En primer lugar, se
evidencia que al comienzo de la solicitud aquí ventilada se requirió la intervención del Cuerpo Médico Fo-
rense a fin de determinar la procedencia de lo peticionado, cuestión que data del mes de mayo del año
2013, habiéndose concretado tal diligencia el 14 de noviembre de ese mismo año […] En tal oportunidad
se constató la parálisis del miembro superior izquierdo del interno condenado y se sugirió una evaluación
neurológica, que fue llevada a cabo el 20 de agosto de 2014, concluyéndose que, en orden a la patología
sufrida, podría aplicarse la prisión domiciliaria. Es preciso reparar en que, frente a las constancias obrantes
en el expediente que debían conducir a la resolución del caso, el magistrado de ejecución se apoyó en in-
formes de los profesionales de la administración penitenciaria, deslegitimando dogmáticamente el dicta-
men expedido por otro profesional, especialista de la patología que aqueja al condenado...” (voto de los
jueces Morin, Sarrabayrouse y Niño).
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17. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “SPPJ”. Reg. Nº
875/2016. Causa Nº 59249/2014. 3/11/2016.
Voces: Prisión preventiva. Derecho a la salud. Enfermedad. Informe pericial. Cuerpo Médico Forense.
‣ Hechos
Una persona detenida con prisión preventiva padecía EPOC. Por ese motivo, solicitó el arresto domicilia-
rio. El tribunal lo rechazó. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación. La Cámara de
Casación rechazó la impugnación y encomendó al tribunal su realojamiento en un lugar adecuado para
tratar su patología. A partir de esa resolución, se ordenó su traslado al CPF I de Ezeiza. Una vez allí, empeo-
raron sus condiciones de salud. Entonces, se requirió nuevamente el arresto domiciliario. Los médicos del
Hospital Penitenciario del CPF I confeccionaron un informe en el que negaban que fuera necesaria su con-
cesión. El tribunal volvió a rechazar el planteo. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de
casación. En esta oportunidad, se acompañaron dos informes médicos favorables al pedido, uno practicado
por el Cuerpo de Peritos y Consultores Técnicos de la Defensoría General de la Nación y otro por el asesor
médico del Director General de la Protección de Derechos Humanos de la Procuración Penitenciaria de la
Nación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 2 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por ma-
yoría, hizo lugar al recurso de casación, anuló la sentencia y remitió las actuaciones al Tribunal Oral para
que ordenara al Cuerpo Médico Forense de la CSJN la realización de un nuevo informe médico orientado a
evaluar la salud de la persona y determinar la posibilidad de tratarlo de manera eficiente en la unidad (jue-
ces Sarrabayrouse y Niño).
“[E]n primer lugar, es preciso reparar en que, frente a los distintos informes que aluden a la salud del inter-
no obrantes en el expediente, el tribunal no ha hecho una valoración conjunta de ellos, lo que hubiera per-
mitido conducir a una decisión fundada […] De acuerdo con ello, debió examinar acabadamente los datos
que emergían tanto de los informes de los profesionales de la administración penitenciaria como aquellos
aportados por la defensa. [D]esde otra perspectiva se advierte que para una mejor comprensión de la situa-
ción actual [del imputado], teniendo en cuenta el paso del tiempo entre los informes ya realizados y la ac-
tualidad, en el marco de la patología que sufre es que resulta oportuno encomendar al tribunal a quo que
ordene al Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de la Nación la realización de un nuevo informe
médico orientado a elucidar el cuadro de salud presentado actualmente por [el imputado] y determinar la
posibilidad de un abordaje eficiente en la unidad en donde se encuentra alojado, tomando en considera-
ción los restantes dictámenes médicos oportunamente glosados a las presentes actuaciones…” (voto del
juez Niño al que adhirió el juez Sarrabayrouse).
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18. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 2. “DLJC”. Reg. Nº
468/2016. Causa Nº 71273/2014. 23/6/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Vigilancia electrónica. Niños, niñas y adolescentes. Cárceles.
‣ Hechos
Una mujer de 40 años con hepatitis C se encontraba detenida en la Unidad 31 del Servicio Penitenciario
Federal y cursaba su séptimo mes de embarazo. Los factores de riesgo del embarazo, como la portación del
virus y su edad, requerían una atención médica especializada que el establecimiento no podía ofrecerle.
Entonces, la defensa solicitó se le concediera el arresto domiciliario a fin de residir en un domicilio cerca-
no a un hospital. Asimismo, un funcionario a cargo de la Coordinación de Pulseras Electrónicas de la Direc-
ción Nacional de Readaptación Social del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación se co-
municó con el tribunal a fin de hacerle saber sobre la ampliación de la cobertura del sistema de pulseras
electrónicas a la totalidad del territorio nacional y el procedimiento a seguir para su implementación. El
tribunal, por mayoría, rechazó el pedido de detención domiciliaria. La decisión fue recurrida por la defen-
sa.
‣ Decisión y argumentos
“Se trata de efectuar un balance entre la protección de los derechos de la mujer embarazada y de su hijo
por nacer, mediante el cumplimiento de la prisión bajo determinadas modalidades que atenúan el rigor
coercitivo para garantizar la aplicación de la ley material, y el interés estatal en evitar la frustración del pro-
ceso. [...] Ninguno de los jueces [del tribunal] consideró el ‘Programa de Asistencia de Personas bajo Vigi-
lancia Electrónica’ del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, concebido de modo espe-
cífico para el cumplimiento del arresto domiciliario en los supuestos de los artículos 10 CP, 32 y 33 de la
ley 24.660 y 314 CPPN (Res. MJN 1379/2015, art. 1). La opción que ofrece dicho programa neutralizaría
notoriamente aquellos peligros [mencionado en la sentencia recurrida], por lo que su consideración resulta-
ba decisiva para resolver el caso. [P]or lo tanto, la falta de argumentos coincidentes entre los votos que
constituyeron la mayoría y la omisión del análisis de la aplicación del Programa mencionado implica que
la decisión recurrida se ha basado en una fundamentación contradictoria e incompleta. Por ende, no cum-
ple adecuadamente con el deber de motivación exigido por la ley, lo que la torna nula según el art. 123,
CPPN…” (voto de los jueces Sarrabayrouse, Niño y Morin).
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19. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “TMP”. Reg. Nº
473/2016. Causa Nº 10322/2014. 21/6/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Derecho a la salud. Informes. Riesgos procesales. Peligro de fuga. Condiciones
de Detención. Cárceles.
‣ Hechos
Una persona fue condenada a una pena única de siete años y diez meses de prisión por el delito de extor-
sión. La investigación, sin embargo, continuó abierta respecto de otros partícipes que se encontrarían prófu-
gos. La persona condenada sufría una serie de patologías que requerían asistencia médica y controles perió-
dicos. Además, estaba incapacitada para movilizarse e higienizarse. Al respecto, el CMF realizó un informe
en el que expresaba que su detención incrementaba el riesgo de vida por el retardo en el diagnóstico y,
eventualmente, en el tratamiento de las afecciones y aconsejaba el arresto domiciliario. La defensa solicitó
se le conceda el arresto domiciliario. El Tribunal rechazó el pedido por considerar que las patologías de la
persona se podían tratar en el establecimiento carcelario y que su salud y su vida no se encontraban en ries-
go. Contra esa decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por una-
nimidad (jueces Magariños, Jantus y Mahiques), hizo lugar al recurso de casación, concedió la prisión do-
miciliaria al procesado y remitió las actuaciones al tribunal de origen a efectos de que, en los términos del
artículo 33, último párrafo, de la ley nº 24.660, decidiera la modalidad bajo la que debía cumplirse la pri-
sión domiciliaria.
“La prisión domiciliaria corresponde ser otorgada al interno enfermo, cuando la privación de la libertad en
el establecimiento carcelario –y aquí la norma diferencia–, por un lado, le impida recuperarse y, por otro
lado, le impida tratar adecuadamente su dolencia y, siempre y cuando no correspondiera alojarlo en un es-
tablecimiento hospitalario. [M]anifiesta que si el tribunal consideró que la norma exigía riesgo de vida, es
correcto que de los informes no surge este extremo, pero lo que sí surge de esos informes es, precisamente,
lo que la norma en verdad exige, esto es, que no hay un tratamiento adecuado para la dolencia dentro del
establecimiento carcelario. [L]uego, explica, también como se hizo en el caso ‘Papadopulos’, se recurre al
argumento de que habría otros imputados no habidos, que se encontrarían prófugos, pero esta mención
dogmática tampoco alcanza a explicar por qué la prisión domiciliaria no sería apta para conjurar cualquier
riesgo procesal…” (voto del juez Magariños).
“Lo expresado por la defensa en cuanto a que hay dificultades de traslado es cierto, por lo que el argumen-
to del tribunal de que está asegurado el traslado a un nosocomio, no se corresponde con lo que la experien-
cia indica que sucede habitualmente y, por lo tanto, no puede sostener la detención frente a lo que expuso
recién el doctor Magariños…” (voto del juez Jantus).
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20. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “ACE”. Reg. Nº
409/2016.Causa Nº 13234/2015. 24/5/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Infor-
mes.
‣ Hechos
Una mujer que se encontraba detenida con prisión preventiva solicitó que se le concediera la prisión domi-
ciliario a fin de hacerse cargo del cuidado de sus tres hijos, de 9, 6 y 2 años de edad. El asesor de menores
consideró necesario, previo a pronunciarse, contar con una serie de informes. Una vez producida esa infor-
mación, el Tribunal Oral omitió conferirle intervención y rechazó la petición. Contra esta decisión, la defen-
sa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por una-
nimidad, anuló la resolución y remitió las actuaciones al tribunal de origen a fin de que le diera la oportuni-
dad de expedirse al asesor de menores y volviera a expedirse (jueces Magariños, Jantus y Días).
“La regla registra una excepción vinculada a la razón de ser de la norma que es el interés superior del niño.
La excepción vendrá dada, continúa, en aquellos supuestos en que la convivencia y la prisión extramuros
de la persona imputada pueda significar un perjuicio para el interés del menor…”
“[E]l dictamen del asesor de menores es imprescindible para dictar una resolución suficientemente funda-
mentada y razonable, en función de la regla legal aplicable y de su razón de ser […] Esto determina, expre-
sa, la invalidez de esta resolución que no cuenta con la opinión previa del asesor de menores…”.
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21. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “PLP”. Reg. Nº 399/
2016. Causa Nº 10322/2014. 24/5/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Prisión preventiva. Niños, niñas y adolescentes. Interés superior del niño. Conven-
ción sobre los Derechos del Niño.
‣ Hechos
Una mujer procesada con prisión preventiva solicitó que se le concediera el arresto domiciliario para cui-
dar a su hija menor de edad (artículo 32 inciso f de la ley Nº 24.660). El Tribunal Oral rechazó la solicitud
por considerar que podía cometer nuevos delitos y entorpecer la investigación del hecho que se le atribuía;
esto, dado que restaba identificar a otros partícipes del hecho. Contra esta decisión, la defensa interpuso un
recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, por ma-
yoría, resolvió hacer lugar al recurso de casación interpuesto por la defensa y concedió la prisión domicilia-
ria a la mujer (jueces Jantus y Días).
“En la resolución recurrida se observa la confrontación de dos intereses, por un lado, se habla del interés
de la sociedad en que se reprima la comisión de delitos –una cuestión preventivo general–, y, por el otro,
se reconoce que debe regir el principio del interés superior del niño […] en la Observación General 14
[del Comité de los Derechos del Niño] se establece que el interés superior del niño es un principio jurídi-
co, una norma de interpretación y una norma procesal. A su vez, en el apartado 69 se establece claramen-
te que, cuando los padres de algún niño hayan cometido o estén acusados de haber cometido un delito, se
deben buscar métodos que no busquen alejar a los niños de sus padres…”.
“[A]grega que lo más importante en este caso en particular es que en la última parte de la Observación Ge-
neral 14 [del Comité de los Derechos del Niño] se establece que, cuando hay una colisión de intereses en-
tre el principio del interés superior del niño y otros intereses de la sociedad, es obligación del Estado justifi-
car por qué, en un caso en particular, se deja de lado el principio del interés superior del niño en pos de
otro interés que pueda prevalecer…” (voto del juez Jantus al que adhirió el juez Días).
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22. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala 3. “AJS”. Reg. Nº 218/
2016. Causa Nº 5548/2013. 29/3/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Pena. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Reinserción social.
‣ Hechos
Una mujer condenada por un robo con armas cumplía una pena privativa de la libertad. La nombrada era
madre de dos niños menores de 5 años; uno residía con ella en el establecimiento penitenciario, el otro se
encontraba al cuidado de una amiga suya. La defensa solicitó que se le concediera el arresto domiciliario a
fin de estar a cargo de ambos niños, que tuvieran un vínculo de familia y que los niños se relacionaran co-
mo hermanos. El tribunal rechazó el pedido por considerar que el niño que no convivía con la madre tenía
derecho de visita y por la gravedad del hecho por el que había sido condenada. La defensa interpuso un
recurso de casación contra esta decisión.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, por unanimidad, hizo lugar al
recurso de casación, revocó la resolución, y concedió la prisión domiciliaria (jueces Magariños, Jantus y
Días).
“Hay que partir de la base de que el legislador ha determinado que es en función del interés superior del
niño que la madre permanezca junto a él fuera de los muros de la prisión. En consecuencia, el término "po-
drá", en el caso de una prisión domiciliaria respecto de una persona que está cumpliendo pena como con-
denada, está vinculado a que el juez pueda determinar si, conciliando el interés superior del niño del que
parte la norma, el tratamiento de reinserción social que se viene llevando a cabo intramuros es factible de
seguir llevándose adelante extramuros, permaneciendo la persona condenada en un encierro domicilia-
rio…”.
“Nada de todo esto comprendió el tribunal de origen, realizando en consecuencia una interpretación de la
norma en juego que, a su modo de ver, es realmente desacertada, no sólo porque parece discutir la deci-
sión del legislador acerca de si el interés superior del niño está o no en juego, cosa que, como explicó, no
corresponde al juez excepto que se dé aquella condición particular a que aludió previamente, sino tam-
bién porque el a quo avanzó sobre cuestiones tales como las vinculadas a la gravedad del hecho, respecto
de las cuales es difícil entender qué vínculo guardan con aquello que debe decidirse según la norma; es
decir, la gravedad del hecho en el caso ya fue valorada a la hora de dictarse una sentencia condenatoria,
con lo cual poco tiene que ver con la cuestión que ahora debía decidirse…” (voto del juez Magariños).
“Los niños y niñas de personas presas son las víctimas invisible del delito y el sistema penal, no han hecho
nada malo; sin embargo, sufren el estigma de la criminalidad, sus derechos de crianza se ven afectados tan-
to por la acción delictiva del progenitor como por la respuesta del Estado en nombre de la justicia. Se esta-
blece además que los riesgos asociados al encarcelamiento parental son cinco: el riesgo de ser privado de
las necesidades y oportunidades básicas, riesgo de sufrir victimización secundaria y despersonalización,
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riesgo de que la situación general del menor se deteriore, riesgo de quedar distanciado de su progenitor en-
carcelado y riesgo de caer en conductas antisociales. Sobre el particular, agrega, en las buenas prácticas se
dice que siempre que haya niños y niñas que pudieran verse afectados, se deberá dar prioridad a las medi-
das sin privación de libertad incluso en relación a la detención preventiva, a fin de evitar el impacto negati-
vo que sobre los menores tiene el encarcelamiento de su padre o madre…” (voto del juez Jantus).
“La resolución impugnada aplica erróneamente la ley, por cuanto acota la posibilidad de otorgamiento de
la prisión domiciliaria a supuestos donde esté en riesgo la vida del menor en la cárcel o esté en riesgo la
vida del menor fuera o exista una situación de riesgo. […] lo que pretende el instituto es algo mucho más
amplio, esto es, que si no existen serias y excepcionales razones para restringir esta posibilidad de cumpli-
miento de pena, sea esta modalidad la que se escoja…” (voto del juez Días).
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23. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, Sala I. “FME”. Reg. Nº 78/
2016. Causa Nº 61307/2015. 16/2/2016.
Voces: Prisión domiciliaria. Interés superior del niño. Niños, niñas y adolescentes. Convención sobre los
Derechos del Niño. Vigilancia electrónica. Cárceles. Principio acusatorio.
‣ Hechos
Una mujer se encontraba detenida en una Unidad 31 del Servicio Penitenciario Federal junto con su hija.
La niña, de un año y dos meses, había sufrido recurrentes episodios de broncoespasmos. La defensa solici-
tó, sobre esa base, que se le concediera el arresto domiciliario. El juzgado de instrucción rechazó la solici-
tud. Contra esta decisión, la defensa interpuso un recurso de apelación. La Cámara Nacional de Apelacio-
nes en lo Criminal y Correccional confirmó el pronunciamiento por considerar que no se había demostra-
do que la prisión domiciliaria fuera más idónea para proteger el interés superior de la niña y que la deten-
ción de la madre la afectara negativamente. Además, sostuvo que los episodios de broncoespasmo fueron
atendidos por especialistas y que la unidad penitenciaria contaba con médicos pediatras. Asimismo, desta-
có que tampoco se pudo evaluar la vivienda en la que se llevaría a cabo el arresto domiciliario. Contra esta
decisión, la defensa interpuso un recurso de casación.
‣ Decisión y argumentos
La Sala 1 de la Cámara Nacional de Casación Penal, por unanimidad, hizo lugar al recurso, concedió el
arresto domiciliario y remitió las actuaciones al Juzgado de origen a fin de que implementara el Mecanis-
mo de Vigilancia Electrónica en coordinación con el “Programa de Asistencia de personas bajo vigilancia
electrónica”.
“[F]rente el interés estatal de garantizar el normal desarrollo del proceso y realizar su eventual pretensión
punitiva, se encuentra el interés superior de la menor a permanecer junto a su madre en una espacio de
contención familiar, ello, considerando que ‘para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe
crecer en el seno de la familia, en un ambiente de felicidad, amor y compresión’…”.
“[N]uevamente aquí los magistrados de grado evaluaron la cuestión en modo inverso al legislativamente
prescripto, pues la conveniencia del niño a crecer junto a su familia se presume como ut supra se explicó,
y, por ello, las afirmaciones relativas a que no se demostró que la prisión domiciliaria sea el modo más idó-
neo para satisfacer el interés superior de la niña y la supuesta ausencia de elementos que permitan dimen-
sionar el impacto que podría provocarle la detención de su madre, emergen sin fundamento legal…”.
“[A]nte el escenario descripto, y en vista a conciliar ambos intereses, cabe poner de resalto la existencia de
un programa, en el marco del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, que posibilita la
aplicación de medidas de restricción de la libertad en el domicilio, con vigilancia adecuada que puede re-
sultar de gran utilidad para casos como el que aquí se encuentra a estudio…” (voto de la jueza Garrigós de
Rébori).
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“[L]a ley no requiere que se demuestre ese “impacto”, porque parte de que los efectos perjudiciales para
los niños de corta edad son inevitables, y por ello incluye a esa clase de niños sin aditamentos adicionales.
En rigor, el mayor o menor efecto sobre los niños debería entrar en consideración desde la perspectiva del
interés superior del niño al momento de efectuar el balance de ese interés con el interés estatal en evitar la
frustración del proceso, o en su caso, la ejecución de la pena bajo unas determinadas modalidades. Se tra-
ta pues de un problema típico de proporcionalidad…”.
“[E]ntiendo esclarecedor citar aquí la Observación general Nº 14 del Comité sobre los Derechos del Niño
(doc CRC/C/GC/14, de 29 de mayo de 2013), cuyo numeral 69 declara: ‘Cuando los padres u otros tutores
hayan cometido un delito, se deben ofrecer y aplicar caso por caso alternativas a la privación de libertad,
teniendo plenamente en cuenta los posibles efectos que puedan tener las distintas condenas en el interés
superior del niño o los niños afectados’. Aunque las formas alternativas no constituyen una regla general
para todos los casos, la consideración del mejor interés de los niños obliga a un examen caso por caso, de
modo que incumbe al estado justificar por qué en un caso dado, no corresponde ofrecer y aplicar esa alter-
nativa, para lo que no son suficientes fórmulas genéricas…”.
“[S]i la cárcel no es el mejor lugar para que un padre o una madre convivan con su niño, y eso no puede
ponerse en discusión porque en nuestro medio cultural no se recomienda como modelo institucional que
los niños sean criados en cárceles, entonces la opción de alojamiento del niño con su madre o padre encar-
celados es una solución de compromiso frente a la alternativa de la separación de éstos. Esta solución de
compromiso no está en el mismo nivel de la del arresto domiciliario, por lo que se exige un esfuerzo ex-
haustivo para determinar su practicabilidad caso por caso. Tal esfuerzo no ha sido abordado en la decisión
recurrida…”.
“[P]arejas consideraciones suscita el argumento del a quo en punto a que “la vivienda en la que se llevaría
a cabo el arresto domiciliario no ha podido ser evaluada debido a la ausencia de moradores”. Esto no refie-
re a la procedencia jurídica del arresto domiciliario, sino a su practicabilidad. En este punto el argumento
se presenta aparente, porque la incertidumbre no es insalvable…” (voto del juez García).
“[E]n el presente, la fiscalía en su dictamen de fs. 16, entendió que la situación encuadraba en el art. 32,
inc. f, ley 24.660 y no encontró reparos en que se haga lugar a la detención domiciliaria de [la imputada]
[…] [n]o estamos ante un “caso” que habilite a los tribunales a rechazar el pedido efectuado, en tanto la
posición sustentada por la fiscalía aparece como razonable y no se advierte un error en la interpretación de
la ley o un proceder arbitrario por parte de ella. Por lo tanto, el tribunal a quo no podía adoptar otra deci-
sión que la de conceder la prisión domiciliaria solicitada…” (voto del juez Sarrabayrouse).
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