La Conquista
La Conquista
La Conquista
contacto por parte de Francisco Pizarro y sus huestes con el inca Atahualpa en 1532 hasta la
definitiva organización institucional que muchos historiadores atribuyen al quinto virrey peruano,
don Francisco de Toledo (1569-1581).
Se conoce como conquista del Imperio incaico, conquista del Perú 789 o periodo
transicional al proceso histórico desarrollado en el siglo XVI que comienza en Panamá con los
viajes de los conquistadores, sigue con la caída y desaparición del Imperio incaico, la creación
de las gobernaciones provisionales de Nueva Castilla y Nueva Toledo, el establecimiento
del Virreinato del Perú como parte del Imperio español, y termina con la derrota de
la resistencia de Vilcabamba el 24 de junio de 1572.
SOCIOS DE LA CONQUSITA
Hacia 1523, el conquistador extremeño Francisco Pizarro radicaba en Panamá como un vecino
más o menos acomodado, como todos los residentes españoles en Panamá. Empezó a
entenderse con su más cercano amigo, el capitán Diego de Almagro, sobre la posibilidad de
organizar una expedición hacia el tan mentado Birú. Ambos eran rudos y curtidos soldados con
experiencia en la conquista de Tierra Firme. La sociedad se concretó en 1524, sumándose un
tercer socio, el cura Hernando de Luque, quien debía aportar el dinero necesario para la
empresa. Se repartieron las responsabilidades de la expedición: Pizarro la comandaría,
Almagro se encargaría del abastecimiento militar y de alimentos y Luque se encargaría de las
finanzas y de la provisión de ayuda. Se convino en que todas las utilidades se dividirían en tres
partes iguales para cada socio o sus herederos, y que ninguno tendría más ventaja que otro
Entrados en Cajamarca, Francisco Pizarro envió a Hernando de Soto con veinte jinetes y el
intérprete Felipillo, como embajada para decirle a Atahualpa «que él venía de parte de Dios y
del Rey a los predicar y tenerlos por amigos, y otras cosas de paz y amistad, y que se viniese a
ver con él.» Soto se hallaba ya a medio camino, cuando Pizarro, viendo desde lo alto de una de
las “torres” de Cajamarca el impresionante campamento del Inca, temió que sus hombres
pudieran sufrir una emboscada y envió a su hermano Hernando Pizarro con otros veinte
encabalgados más y el intérprete Martinillo
Era inevitable que en la noche del 15 de noviembre de 1532, previa al encuentro con el Sapa
Inca, cundiera el miedo entre la tropa española.153 Pedro Pizarro dice: «Pues estando así los
españoles, fue la noticia a Atahualpa, de indios que tenía espiando, que los españoles estaban
metidos en un galpón, llenos de miedo, y que ninguno aparecía por la plaza. Y a la verdad el
indio la decía porque yo oí a muchos españoles que sin sentirlo se orinaban de puro temor».154
Los conquistadores a las órdenes de Pizarro velaron armas durante la noche, Francisco Pizarro
sobre la base de los largos relatos que le hacía Hernán Cortés sobre la conquista de los
mexicas, tenía en mente capturar al Inca imitando a Cortés en México.