00 Apuntes Montaje de Laboratorio
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IMPORTANTE:
Este material representa un resumen de los aspectos principales vistos en el taller. Para
DISERTANTE:
T.L. NICOLÁS A. CLEMENTI
-Docente de la cátedra de Anátomohistología de Escuela de Tecnología Médica, Facultas de Ciencias
Médicas, Universidad Nacional de Córdoba. Argentina.
-Responsable del laboratorio de análisis clínicos de la Veterinaria Medicina Animal Córdoba. Argentina.
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T.L. Nicolás Clementi
Poner en funcionamiento un laboratorio de análisis clínicos en la veterinaria es, sin
duda, un salto de calidad que muchos profesionales quieren realizar. Le permite al
médico veterinario tener los resultados mucho más rápido que al derivarlos a un
laboratorio externo y le permite, incluso, armar una nueva unidad de negocio.
En éste taller iremos viendo todo lo que se necesita para poder montarlo, haciendo un
recorrido por el análisis de orina, sangre, heces y líquidos de punción. Tomaremos una
rutina básica que nos ayudará a realizar el estudio económico y veremos los aspectos
técnicos de la instalación.
Velocidad de los resultados: algunas veterinarias están lejos de los centros de análisis.
El tiempo es un factor determinante en muchas situaciones y contar con un laboratorio
propio se refleja directamente en la salud de los pacientes.
Fiabilidad: a veces se deriva a laboratorios de humanos que desconocen el análisis en
animales. Es muy común que nos encontremos en ciudades pequeñas que no cuentan
con laboratorios especializados en animales. En muchos laboratorios de humanos
reciben las muestras pero muchas veces desconocen las diferencias y los resultados
que arrojan son confusos.
Necesidad diagnóstica: por el solo hecho de conocer más al paciente. Muchas veces ni
pueden cobrarlo. Esta es una realidad que le sucede a muchos veterinarios. Muchas
veces los propietarios no están en condiciones de afrontar el costo de la consulta más
los estudios complementarios y el veterinario termina haciendo análisis en su
laboratorio, a su costo, porque necesita conocer el estado interno del paciente.
Nueva unidad de negocio: el laboratorio bien gestionado tiene muy buen margen de
ganancia. Sin duda que un laboratorio propio representa un negocio en sí mismo. Los
márgenes que manejan son bastante amplios y es poco probable que teniendo
regularidad con la cantidad de muestras le devenga en pérdidas.
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T.L. Nicolás Clementi
Qué puedo analizar: Primeros pasos.
En el laboratorio tenemos una infinidad de pruebas para realizar pero nos vamos a
centrar en lo que se define como laboratorio general. Las determinaciones más
complejas serán derivadas no solo por los costos sino porque muchas veces son tan
poco frecuentes que se nos terminan venciendo los reactivos.
Análisis de sangre: podemos realizar hemograma, análisis de bioquímica sanguínea,
serología, hormonas, iones, etc… Para comenzar hablaremos del hemograma y de las
determinaciones de bioquímica sanguínea, que son las propias del laboratorio general.
Análisis de orina: montaremos el laboratorio para realizar lo que se llama ¨orina
completa¨, es decir, el análisis fisicoquímico y del sedimento urinario.
Coproparasitológico: la identificación de parásitos en materia fecal es una tarea
sencilla rápida y económica de realizar en el laboratorio.
Líquidos de punción: se presentan con relativa frecuencia y su análisis otorga valiosa
información el médico veterinario.
Tienen que sumar también la expansión potencial que implica recibir muestra de
terceros, es decir, ustedes harán sus cálculos, sus números, sus cuentas, en función de
los análisis que hoy por hoy están derivando a un laboratorio pero tienen que tener en
cuenta que el día de mañana una vez que su laboratorio esté funcionando van a poder
empezar a recibir muestras de colegas y de esta forma aumentar el rendimiento de
laboratorio.
Más allá de cuáles sean las motivaciones que nos impulsan a montar un laboratorio en
la veterinaria vamos a tener que ver qué es lo que queremos hacer o con qué vamos a
comenzar para luego seguir ampliando nuestros horizontes.
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T.L. Nicolás Clementi
Lo mínimo e indispensable que vamos a necesitar para comenzar a hablar es una
centrífuga de mesa y un microscopio. Sin esos dos elementos no hay laboratorio de
análisis clínicos.
Pero en lugar de hacer un listado de todo lo que necesitamos, creo que será mejor
que vayamos viendo qué cosas queremos hacer y qué es lo que necesitamos para cada
una de estas.
Análisis de orina
Equipos Elementos de laboratorio Insumos
Centrífuga. Tubos cónicos vidrio o tiras reactivas.
Microscopio. plástico. Portaobjetos.
Gradillas para tubo de Cubreobjetos.
ensayo. Puntas para
Micropipetas. Micropipeta.
Refractómetro.
Los portaobjetos no los pongo como elementos de laboratorio porque yo los utilizó
como si fueran descartables. Se pueden reutilizar lavandolos adecuadamente. Esto se
da en función de la costumbre y cuestiones de costo. Yo prefiero trasladar el valor del
vidrio a los costos y trabajar siempre con vidrios nuevos. No hay nada de malo en
reutilizarlos.
Aquí la inversión radica obviamente en la adquisición de la centrífuga y el microscopio.
¿Cuál comprar? es la pregunta.
Centrífuga
Debemos siempre apuntar a la versatilidad de los equipos, es decir, que cumplan
varias funciones en la medida de lo posible. Con respecto a la centrífuga ustedes verán
en el mercado una amplia variedad. Hay unas centrífugas pequeñas (que algunos las
llaman incorrectamente microcentrífugas) qué son compactas, caben 6 tubos de
muestra sanguínea y son de rotor con inclinación fija. Esas no las recomiendo por ser
poco Versátiles.
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T.L. Nicolás Clementi
Debe de elegir una centrífuga que les permita centrifugar tubos primarios de muestra
y tubos de ensayo de 13 mm (ahí obtenemos versatilidad) y en lo posible las que son
de soporte pivotante, es decir, que el tubo adquiere la posición horizontal cuando
comienza a girar.
Marcas y modelos hay muchas, todo depende de cuánto se disponga para invertir pero
tratemos de que sea robusta porque la centrífuga se usa constantemente en el
laboratorio; se usa para sangre, para orina, para heces, para líquido de punción,
etcétera.
Microscopio
Muchas veces me consultan cuál es el la mejor opción en microscopios. La verdad que
en este sentido no hay mucha opción, cuanto más caro sea va a hacer mejor.
Ahora bien eso no quiere decir que los baratos sean malos. En líneas generales
cualquier microscopio tiene una óptica suficientemente buena para satisfacer las
necesidades del laboratorio general. La diferencia entre unos y otros radica
principalmente en la robustez del equipo y la calidad de sus componentes mecánicos
en general.
Se puede comenzar sin problemas con un microscopio chino tipo arcano o similar.
Siempre Tendremos que tener en cuenta que la manipulación deberá ser un en
extremo delicada debido a que sus partes mecánicas es el punto más débil. Pensar
también que si el microscopio será puesto en funcionamiento en un lugar donde será
operado por muchas personas, por ahí no será ésta la mejor opción y será mejor
invertir en algo de mejor calidad.
Luego ya con el crecimiento del laboratorio iremos comprando mejores equipos.
El mantenimiento es fundamental para preservar su vida útil. Recuerden que hay
laboratorios que tienen microscopios con más de 30 años de servicio y están en
excelente estado. La limpieza de la óptica externa y toda la superficie se hará con
alcohol isopropílico no con etílico, al finalizar su uso se colocará la funda y se
desenchufará. Se recomienda anualmente un mantenimiento preventivo con un
técnico especialista quién se encargará de la limpieza de la óptica interna y el
mantenimiento del sistema mecánico y eléctrico.
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T.L. Nicolás Clementi
Refractómetro
Éste dispositivo es fundamental en el laboratorio veterinario ya que con él vamos a
poder medir la densidad de las orinas. Normalmente viene con dos escalas, una para
densidades de orina de gato y otra para las de perro, pero es común encontrar
aquellos que vienen con una tercera escala que nos sirve para medir proteínas
plasmáticas. Éste último es el refractómetro que yo recomiendo si es que tenemos que
adquirir uno. Medir proteínas plasmáticas de ésta manera es una opción rápida en
casos de urgencias.
Micropipeta
Deberá ser capaz de medir 20 microlitros. Podemos elegir una de volumen fijo o una
de volumen variable para ganar en versatilidad. Aunque a medida que vayamos
creciendo sea recomendable mejor las de volumen fijo. Esto se debe a que las
micropipetas de volumen variable pueden descalibrarse más fácilmente que las de
volumen fijo. Pero a no desesperar, las de volumen variable nos permitirá realizar
mayores tareas a un menor costo.
Hemograma
manual
Equipos Elementos de laboratorio Insumos
Centrífuga. cámara de Neubauer. Anticoagulante
Microscopio. Cubre cámara. EDTA.
Microcentrífuga. Tubo de muestra. Capilares
Pipetas de vidrio de 1 ml. Azules.
Micropipetas de 20 mcl. Portaobjetos.
Extensor. Tincion May
Bandeja de tinción. Grunwald -
Soporte secado. Giemsa.
Ábaco o regla Aceite de
milimetrada. inmersión.
Tubos de Khan. líquido de TurK.
Gradilla para tubos de
muestra.
Marcados con amarillo están todas las cosas nuevas que se suman para ésta determinación.
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T.L. Nicolás Clementi
Para este análisis se no suman muchas cosas nuevas.
Sería correcto desde el punto de vista técnico adquirir una microcentrífuga, la cual
sirve para centrifugar tubos capilares. Pero resulta que en primera instancia no es del
todo indispensable ya que podremos manejarnos momentáneamente con la centrífuga
de mesa. Y más si pensamos que la microcentrífuga solo cumple una sola función y su
costo es elevado. Ya cuando el laboratorio vaya creciendo adquiriremos una.
Cámara de Neubauer: es la cámara cuenta glóbulos como la conocen algunos. Con ella
contaremos la cantidad de glóbulos blancos que hay en la sangre como así también
glóbulos rojos y plaquetas (con sus respectivas técnicas). Aunque se verá en el taller de
hemograma manual que el conteo de rojos se reemplaza por una estimación y las
plaquetas se cuentan por otro método.
La cámara de Neubauer es un elemento de precisión y como tal debemos cuidarlo
mucho. Es de vidrio, por lo que su limpieza entre muestra y muestra es rápida y
sencilla. Permite cargar hasta 2 muestra simultáneamente. Existen de diversas
calidades y características; como consejo personal no utilizar las económicas porque
suelen venir con importantes defectos de fabricación. Las mejores son las alemanas
aunque no siempre están disponibles. La cámara viene acompañada de un cubre
cámara que normalmente se vende por separado; es un vidrio delgado cuadrangular
mucho más grueso que un cubreobjetos y conviene comprar varios porque es una
pieza frágil y suele romperse.
Tubos de muestra: pueden adquirir los que ya vienen preparados comercialmente o
prepararlos ustedes mismos. Son tubos para muestras estándar al que se le agrega una
gota de EDTA. El tubo debe estar aforado a un mililitro. Esa es la medida que
necesitamos para hacer un hemograma.
Pipeta de vidrio de 1 ml: deberán estar graduadas de tal forma que me permita tomar
un volumen de 0,38 ml, que es el volumen de lisante de glóbulos rojos que
necesitaremos para luego contar glóbulos blancos.
Extensores: deben ser de buena calidad para lograr un extendido sanguíneo
profesional. No se recomienda utilizar un porta para utilizar como extensor.
Tubos de Khan: para realizar la lisis y dilución de la sangre entera y poder contar los
glóbulos blancos.
Gradilla para tubos: tanto para los que contienen sangre entera como para aquellos
en donde se realizarán las diluciones.
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Bandeja de tinción: para teñir los extendidos sanguíneos. Esta la podemos hacer
nosotros con una bandeja y unas varillas de madera; no hace falta comprar una.
Soporte de secado: para ponerlos extendidos teñidos luego de enjuagarlos,
normalmente es una madera ranurada.
Ábaco o regla milimetrada: para medir y /o calcular el hematocrito.
Insumos: debemos saber en principio que vamos a trabajar con sangre anticoagulada
con EDTA, éste se consigue fácilmente y hay muchas opciones en el mercado. Los
capilares para hematocrito deben ser los azules, no los heparinizados. Portaobjetos y
cubreobjetos son los mismos vistos para orina. Aquí se suman la tinción May Grunwald
– Giemsa, indispensables para teñir el extendido; puede reemplazarse por tinción de
Wright o etanol - Giemsa. La tinción Diff Quick o T 15 tienen sus limitaciones
citológicas. No olvidar el aceite de inmersión para la observación en objetivo de 100
aumentos en el microscopio y fundamental el líquido de Turk para lisar los rojos y
poder contar glóbulos blancos.
Coproparasitológico
Equipos Elementos de laboratorio Insumos
Centrífuga. Tubos cónicos Recipiente plástico
Microscopio. plásticos de 10 ml. de 50 ml.
Micropipeta. Bajalenguas.
Embudo. Portaobjetos.
Cubreobjetos.
Formol al 10%.
Éter Sulfúrico (o
Acetato de Etilo).
Solución saturada
de cloruro de sodio.
Solución de azúcar.
Solución sulfato de
zinc.
Gasa.
Lugol.
Marcados con amarillo están todas las cosas nuevas que se suman para ésta determinación.
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T.L. Nicolás Clementi
A lo visto anteriormente agregamos simplemente un embudo, que necesitaremos para
filtrar con comodidad las heces fecales, recipientes para la recolección de las muestras,
bajalenguas los cuales utilizaremos cortándolos a lo largo para obtener varillas de
madera, formol al 10% para la conservación de las muestras, y una o varias soluciones
de trabajo. Estás soluciones corresponden a distintas técnicas de concentración de
parásitos que podemos utilizar en el laboratorio. La utilización de gasa en la boca del
embudo es lo que logra la filtración.
El lugol o tintura de yodo es un elemento de mucha ayuda ya que aumenta el
contraste de nuestro preparado cuando lo montamos y lo llevamos al microscopio. No
es obligatorio pero ayuda mucho, sobre todo al ojo inexperto.
Poder realizar estudios coproparasitológicos en la veterinaria ofrece, como las demás
determinaciones, un valor agregado a la veterinaria. Son sencillos rápidos y
económicos y ofrecen una respuesta rápida ante un hallazgo positivo pudiendo elegir
rápidamente la terapéutica correcta.
Líquidos de Punción
Equipos Elementos de laboratorio Insumos
Centrífuga. Tubos de ensayo. Portaobjetos.
Microscopio. Cámara de Cubreobjetos.
Refractómetro. Neubauer. Tinción May
Cubrecámara. Grunwald – Giemsa.
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Bioquímica sanguínea:
Llegamos aquí a una etapa muy importante de la puesta en marcha de nuestro
laboratorio.
Hasta ahora podemos arrancar y comenzar a realizar hemogramas, análisis de orina,
líquido de punción y coproparasitológicos. La inversión en este momento pega un salto
importante ya que tenemos que adicionar un nuevo equipamiento, uno que nos va a
permitir realizar los análisis de bioquímica sanguínea.
Aquí tenemos varias opciones y vamos a comenzar viendo las de menor a mayor.
Espectrofotómetro:
Podemos comenzar con un espectrofotómetro de cubetas. Los hay analógicos y
digitales, aunque hoy en día los analógicos ya no se fabrican más pero aún se los puede
encontrar en el mercado de los usados. Respecto a los digitales hay muchas marcas y
modelos y los encontramos nuevos y usados sin ningún problema. Otorgan resultados
muy precisos siempre y cuando la técnica manual para hacer llevar a cabo la reacción
química entre el suelo y el reactivo se realice con precisión.
En este caso, de la mano del refractómetro vamos a necesitar un baño maría de 37°.
Éste lo vamos a utilizar, en primera instancia, para lograr la retracción del coágulo del
tubo de muestra de sangre entera (sin anticoagulante) y luego para incubar los tubos
de ensayo en dónde se llevarán a cabo las reacciones químicas (no todas se incuban).
El espectrofotómetro mide de a una muestra a la vez. En la cubeta colocaremos
nuestra muestra (reacción química) y el aparato mide. Por lo tanto si por ejemplo
tenemos 5 muestras y a todas esas vamos a hacerle las 7 determinaciones que dijimos
que formaban parte de la rutina deberemos hacer 35 mediciones más 5 mediciones
más (una por cada estándar de reactivo) más 5 por cada blanco de reactivo es decir 45
mediciones. Y los 35 cálculos correspondientes en caso de que el espectrofotómetro
exprese los resultados en absorbancia y no en concentración.
Vamos a necesitar también tubos de ensayo. Utilizaremos para cada determinación n
+ 2 tubos donde n es el número de muestras que tenga. Conjuntamente con esto
tenemos que disponer de gradillas para todos ellos. Y el baño maría debe poder alojar
tanto a los tubos de muestra como los tubos de ensayo.
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T.L. Nicolás Clementi
Las reacciones químicas que se llevan a cabo en los tubos de ensayo vienen
perfectamente explicadas en los insertos de los reactivos. Es muy importante cumplir
estrictamente con los volúmenes, tiempos y temperatura indicada. Debemos Conocer
bien la técnica, las interferencias y las limitaciones.
Vamos a necesitar pipetas de vidrio de 1, 2, 5 y 10 ml para poder medir los volúmenes
solicitados. Una probeta de 100 ml y un matraz de 500 ml para preparar los reactivos
de fosfatasa alcalina. Termómetro para el baño maría y un cronómetro para medir el
tiempo las reacciones.
El espectrofotómetro es la opción ideal cuando trabajamos con pocas muestras. La
rutina planteada en un comienzo se resuelve en su totalidad con un espectrofotómetro
sin ningún problema. Otras técnicas más complejas también se pueden realizar pero
como tal vez no sean tan recurrentes mi consejo es que se deriven ya que nos puede
pasar que los reactivos se degraden por poco uso.
Analizador semiautomático:
Éste tipo de analizadores se recomienda cuando el volumen de trabajo es mayor y
cuando las determinaciones que queremos hacer van mucho más allá de la rutina
planteada. Nos permite realizar no solo reacciones de punto final sino reacciones
cinéticas con muchísimo más versatilidad y rapidez que el espectrofotómetro de
cubetas. El más popularizado en Argentina es el Metrolab 1600 DR.
En éste casos la inversión es significativamente mayor y su adquisición requiere de
estudios económicos y financieros más profundos. Vamos a seguir preparando las
reacciones químicas en tubos pero en muchos casos los tiempos de espera se reducen,
el resultado siempre se expresen concentración y la precisión sin duda es mayor. Se
sigue dependiendo de la pericia del técnico en llevar adelante la correcta medición de
los volúmenes.
Autoanalizador:
Llegamos aquí a la máxima tecnología en lo referente al análisis bioquímico. El
autoanalizador realiza todas las operaciones de la técnica. Se colocan todos los
reactivos de las determinaciones que queremos realizar en una bandeja; por otro lado
se colocan todas las muestras en otra bandeja y se le indica a la computadora que
determinaciones hacerle a cada muestra. Luego el aparato las va realizando
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T.L. Nicolás Clementi
simultáneamente en diferentes cubetas internas. Claro está que hay muchas tareas
técnicas previas que hay que llevar a cabo para dar comienzo al análisis de las
muestras pero el tiempo que se ahorra es muy importante.
Los costos de un autoanalizador básico son mucho más elevados que un analizador
semiautomático. Debemos tener una cantidad diaria de muestras que justifique la
inversión. En estos casos lo ideal es prestar servicios a terceros pudiendo captar
muestras de colegas de las zonas que se ven a procesar a su veterinaria.
Contador Hematológico
A medida que nuestro laboratorio vaya creciendo vamos a tener la oportunidad de ir
mejorando su equipamiento. En este sentido, adquirir un contador hematológico para
automatizar el hemograma es un salto de calidad muy importante.
Contadores hematológicos tenemos de diferentes tecnologías y desde los más básicos,
que trabajan por impedancia, hasta los más modernos que trabajan por citometría de
flujo y combinan, en algunos casos, ciertas tinciones que se le realizan a los elementos
de la sangre para identificarlos con mayor facilidad. A tal punto que en algunos casos
los contadores más modernos pueden identificar las 5 familias de glóbulos blancos y
pueden identificar por ejemplo reticulocitos que no todos tienen esa posibilidad.
Un contador hematológico sencillo, de tecnología básica, es el contador hematológico
que trabaja por impedancia, es decir esa que el contador detecta tamaños de
partículas y en función de esos tamaños las clasifica en glóbulos rojos, glóbulos
blancos, plaquetas, y dentro de los glóbulos blancos hace una diferenciación de tres
poblaciones: los granulocitos, los linfocitos y la población media.
Los contadores hematológicos otorgan sus resultados en aproximadamente 45
segundos, lo cual claramente da una ventaja impresionante a la hora de realizar estos
análisis. Este dispositivo no resuelve todas las partes del hemograma, tenemos que
tener en cuenta que la visualización del extendido en el microscopio siempre la vamos
a tener que seguir haciendo porque el contador hematológico no nos informa respecto
de la morfología ni de las inclusiones que puede haber en los diferentes elementos de
la sangre.
Es un equipo muy caro, requiere una inversión importante por parte de la veterinaria.
Por consiguiente el estudio económico y financiero cobra la misma relevancia qué en
el caso del autoanalizador como vimos anteriormente. Para que tengan una idea, y
esto cada uno tendrá que analizarlo, pero en líneas generales si ustedes ya están
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T.L. Nicolás Clementi
trabajando con entre 15 y 20 muestras diarias ya están en condiciones de empezar a
pensar en una automatización de laboratorio.
Los proveedores de estos equipos les dicen a ustedes los rendimientos de los reactivos
que tienen que utilizar, es decir, estos contadores utilizan entre 2 y 3 reactivos y el
rendimiento teórico para que ustedes puedan sacar los costos tienen que afectarlos
por un coeficiente. Esto se debe a que en el trabajo diario existen situaciones que
hacen que los rendimientos teóricos no se cumplan (puesta en marcha y apagado del
equipo, calibración, repetición de muestras, etc..). Mi consejo es que comiencen con
un rendimiento igual al 70% de lo que informa el fabricante y luego lo irán ajustando
cuando tengan el equipo en funcionamiento.
Espacio físico:
Con respecto al espacio físico que se necesita para poder armar un laboratorio vamos
a tener que pensar primero si es un laboratorio que va a trabajar con técnicas
manuales o automatizadas, porque en función de esto también es el espacio que
requieren los equipos. Para montar un laboratorio íntegramente manual con un
espacio de 4,5 m2 estarán bien. Ya si estamos pensando en un laboratorio
automatizado hay que darle el espacio correspondiente al autoanalizador, entonces
ahí ya tendremos que estar pensando en algo un poquito más más grande pero no
mucho más tampoco.
Tengamos en cuenta que si nuestro laboratorio es íntegramente de técnicas manuales
necesitamos ubicar un espectrofotómetro, una centrífuga, un baño maría y un
microscopio. Esas cuatro cosas son los elementos más grandes e importantes que
tenemos que ubicar. La precaución que tenemos que tener sí o sí es que la centrífuga y
el espectrofotómetro no pueden estar apoyados en la misma mesada porque la
centrífuga va a estar transmitiendo vibraciones al espectrofotómetro y esto no ayuda a
su funcionamiento; entonces o tenemos dos mesadas independientes una de otra o
podemos armar un estante con ménsulas y sobre ella poner, por ejemplo, el
espectrofotómetro.
Debemos considerar un espacio de trabajo para que podamos realizar las reacciones
químicas, una bacha de lavado del material y espacio destinado a los elementos del
laboratorio (muebles en altura y bajo mesadas son ideales).
Pensando ahora en un laboratorio automatizado vamos a tener en que tener en
cuenta que a la hora de instalar un autoanalizador o un contador hematológico vamos
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T.L. Nicolás Clementi
a tener que generar perforaciones en las mesadas donde estén instalados para que de
ahí bajen las mangueras que se comunican tanto con los reactivos como con los
depósitos de desecho. La instalación eléctrica tiene que ser especial, eso está todo
especificado por el fabricante de los equipos y cada uno de ellos además tiene que
estar conectado a una UPS, no solamente para regular la tensión que se le llega sino
para darnos unos minutos en el caso de que un corte eléctrico se nos presente y
tengamos que finalizar la operación del equipo.
Luego se deberán cumplir, por supuesto, todas las normas vigentes para la habilitación
de un laboratorio. Eso cada uno de ustedes lo tendrá que corroborar en función de la
reglamentación que exista en donde ustedes vayan a abrir el laboratorio.
Almacenamiento de los reactivos: hay algunos reactivos que vamos a almacenar sin
ningún problema en los muebles de laboratorio porque no requieren refrigeración y
otros reactivos que necesitan refrigeración y los tendremos en la heladera si podemos
tener un heladera propia para el laboratorio sería lo óptimo si no Tendremos que
compartir la heladera con el resto de la veterinaria. Es importante conocer cada forma
de almacenamiento de cada uno de los reactivos Porque de eso depende su integridad
un reactivo que tiene que estar en heladera y no lo está puede degradarse se va a
degradar y luego no va a poder ser utilizado porque no va a cumplir ni va a poder
realizar las reacciones químicas necesarias.
Reposición de los reactivos: lo ideal es siempre tener dos reactivos de cada una de las
determinaciones químicas que realizamos. De esta forma sí por algún inconveniente a
la hora de realizar los controles qué hacemos antes de comenzar la tarea notamos que
hay degradación de estos vamos a tener siempre un reactivo de reposición para poder
seguir operando.
Control de calidad:
Es una parte muy importante dentro de laboratorio ya que de ésta depende que el
trabajo que estamos realizando sea fidedigno. Tenemos diversas formas de realizar
controles de calidad, por un lado vamos a trabajar con controles comerciales qué
vamos a realizar nosotros diariamente para verificar que nuestros reactivos estén en
correcto estado y que nuestros equipos estén trabajando de forma correcta.
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T.L. Nicolás Clementi
Por otro lado es muy importante que realicemos regularmente controles externos (si
pueden ser controles ciegos mucho mejor). En este sentido tomaremos muestra del
mismo paciente y la analizaremos en nuestro laboratorio y mandaremos otra fracción
de esa muestra a un laboratorio externo para luego comparar los resultados (que
obviamente no serán exactamente iguales pero si similares). Y podemos también hacer
un control interno, es una tarea un poco más compleja, que no se hace habitualmente,
pero yo se las comentó porque sería una muy buena forma también de realizar
controles de calidad (sobre todo en lo que es la utilización del autoanalizador) y lo
vamos a poder hacer si tenemos muchas muestras. La idea es ir recolectando sueros
normales de nuestros pacientes, estos sueros los vamos juntando en un recipiente que
iremos manteniendo en el congelador. Cuando hayamos recolectado una cantidad
suficiente de volumen, descongelaremos todo y lo filtraremos y fraccionaremos en
tubos Eppendorf de 1,5ml. Luego haremos rutinas sobre esas muestras y calcularemos
el valor promedio de cada determinación. Por último asignaremos como rango de
normalidad de ésos sueros al intervalo que va desde dos desviaciones estándar por
arriba del promedio hasta dos por debajo.
Cuando comenzamos la tarea diaria hacemos correr no solo los controles comerciales
sino nuestro control interno.
Para finalizar:
Hemos hecho un recorrido por todos los pasos que nos van a llevar a poder montar un
laboratorio en la veterinaria; este escrito es un resumen de los puntos claves que
hemos visto en el taller online. Obviamente pueden aparecer más interrogantes y más
casos puntuales y particulares. Como siempre les digo quedo a su disposición para
cualquier consulta que tengan. Les agradezco mucho su participación. Muchas gracias.
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T.L. Nicolás Clementi