Talla Baja
Talla Baja
Talla Baja
com
La clínica y el laboratorio
Resumen: la talla baja se define como la condición en la cual la altura de un niño o niña
es más de dos desviaciones estándar por debajo del promedio poblacional esperado
para su edad y sexo, o por debajo del percentil 3. La talla baja es una de las principales
causas por las cuales se consulta al pediatra endocrinólogo; sin embargo, hay que tener
presente que existen variaciones normales en el crecimiento que deben ser diferenciadas
de las patológicas. Es necesario que la evaluación del paciente con talla baja incluya
una historia clínica completa y detallada, un cuidadoso examen clínico, auxología y
pruebas diagnósticas, incluyendo evaluaciones radiológicas, con el fin de diferenciar
aquellos pacientes con crecimiento patológico de aquellos pacientes normales con talla
baja. Esta revisión analiza los factores que influyen en el crecimiento, las bases de una
evaluación apropiada del crecimiento y las pruebas diagnósticas para el estudio del
paciente con la talla baja.
Palabras clave: talla baja, variantes normales, evaluación clínica, diagnóstico, pruebas
dinámicas.
Módulo 1 (La clínica y el laboratorio), número 77. Editora Médica Colombiana S.A., 2009®.
L
a talla baja constituye para el endocrinólogo pediatra uno de los principales motivos
de consulta en la práctica clínica diaria [1], reflejando en parte la concepción que se
ha mantenido a través de la historia: poseer una talla alta, sinónimo de salud óptima,
éxito social y económico. Sin embargo, crecer, no es tan simple como parece; realmente es
un fenómeno complejo, que se extiende desde la vida intrauterina hasta la finalización de la
maduración esquelética y sexual, e involucra un sin número de factores de tipo genético, bio-
lógico, nutricional, psicosocial y afectivo. Es un proceso inmensamente sensible a situaciones
desfavorables, por lo cual se ha considerado un buen indicador de salud para una población.
Una alteración en el crecimiento puede ser la primera manifestación de una gama muy varia-
ble de trastornos que comprometen diferentes órganos y sistemas, y que bien pueden ser de
origen endocrinológico o no.
1
Residente II año de Endocrinología Pediátrica, Universidad de Antioquia. Medellin,Colombia.E-mail:maviloca90@hot-
mail.com
2
Médico especialista en Hematología y Patología Clínica. Docente, Ad Honorem, Facultad de Medicina, Universidad de
Antioquia. Médico Director, Laboratorio Clínico Hematológico. Medellín, Colombia. E-mail: gcampuzano@hematologico.
com
3
Médico especialista en Pediatría y Endocrinología. Docente Pediatría, Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia.
Medellín, Colombia. E-mail: [email protected]
4
Médico especialista en Pediatría y Endocrinología. Docente Endocrinología Pediátrica, Coordinador de la subespe-
cialidad en Endocrinología Pediátrica. Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia. Medellín, Colombia. E-mail:
[email protected]
Es por ello que cuando tenemos un paciente con talla baja, es crucial partir de una evalua-
ción clínica minuciosa con énfasis en unos adecuados parámetros auxológicos, para identificar
aquellos pacientes que además de las pruebas de laboratorio básicas, requieren un estudio más
profundo de la integridad del eje hipotálamo-hipófisis-hormona del crecimiento.
Al igual que otras hormonas de secreción pulsátil, la evaluación de la hormona del creci-
miento (GH) requiere en algunos casos pruebas dinámicas que estimulen su secreción. Aunque
estas pruebas pueden resultar en algunos casos técnicamente difíciles, su correcta interpretación
resulta de gran valor a la hora de apoyar una intervención terapéutica, la cual en la mayoría de
los casos puede ser verdaderamente costosa. Para comprender mejor la utilidad e interpretación
de estas pruebas consideradas de segunda línea, es importante recordar algunas generalidades
acerca de la fisiología de este eje.
Al menos el 50% de la GH circulante está unida a una proteína llamada GHBP (proteína
de unión a la GH). Esta proteína es el dominio extracelular del receptor de la GH (GHR). Este
último es una proteína de 620 aminoácidos con un componente extracelular, trasmembrana e
intracitoplasmático. El hígado tiene gran cantidad de receptores, al igual que otros tejidos como
el músculo y el tejido adiposo.
Estimulantes Supresores
Sueño profundo Obesidad
-adrenérgicos -adrenérgicos
Ayuno Glucocorticoides
Acetilcolina ácidos grasos libres
Esteroides sexuales Hiperglicemia
Estrés Hipotiroidismo
Aminoácidos IGF-1
Hipoglicemia
GHRH SRIF
Ghrelina
Opioides (+) (–)
Inhibidores
Desnutrición
Enfermedad aguda
Enfermedad crónica
Deficiencia de receptores de la GH
Anticuerpos anti-GRH
Deficiencia de receptores del IGF-1
GRH GH GRH
IGF-1
GRH
IGF-1 unido a
IGFBP
Catabolismo
(lipólisis)
IGFR
Figura 2. Eje de la hormona del crecimiento. Diagrama simplificado del eje GH-IGF-1 que involucra las hormonas y factores
hipotalámicos que controlan la liberación de la GH hipofisaria, las proteínas de unión a la GH y su receptor, el IGF-1, y su
unión a receptores específicos. Convenciones: GH: hormona del crecimiento; GHR: receptor de la GH, GHRH: hormona
liberadora de la GH; IGF-1: factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1; IGFBP: proteína de unión al IGF-1; IGFR: recep-
tor del IGF-1; SRIF: somatostatina.
Los IGFs (factores de crecimiento similares a la insulina), IGF-1 y el IGF-2, son llamados
también somatomedinas debido a que ejercen muchas de las acciones mitogénicas y anabólicas
de la GH. El IGF-2 se expresa fundamentalmente en el feto y se cree es el principal responsable
del crecimiento fetal. Sus niveles caen rápidamente luego del nacimiento. En cambio, el IGF-1
se encuentra en varios tejidos y su expresión está bajo control directo de la GH. Su secreción es
regulada por la edad y el estado nutricional. Los IGFs viajan en sangre unidos a varias proteínas
denominadas IGFBP (proteínas de unión al factor del crecimiento similar a la insulina). Estas últi-
mas, son una familia de seis proteínas relacionadas estructuralmente, de las cuales la GFBP-3 es la
más importante, ya que transporta cerca del 90% de la IGF-1circulante. [3, 6]. El 95% al 99% de
los IGFs están unidos a estas proteínas. Un 75% viaja en sangre haciendo parte de un complejo
al cual pertenecen el IGF-1, el IGFBP-3 y una proteína de 88 Kd llamada subunidad ácido lábil
(ALS). Los IGFs son sintetizados por varios tipos celulares y tejidos, y actúan por vía endocrina
y paracrina, pero la mayor parte de los niveles circulantes se derivan de la síntesis hepática. El
principal efecto biológico de la GH es la estimulación de procesos anabólicos: crecimiento lineal
durante la niñez y la adolescencia, y el mantenimiento de la composición corporal y funciona-
miento de diversos órganos en el adulto. La mayoría de estos efectos son mediados a través del
IGF-1 o somatomedina C.
Los trastornos en el sistema de la hormona del crecimiento involucran una serie de situacio-
nes que se producen desde su síntesis, secreción y acción, apenas inferiores a lo considerado
como normal, hasta deficiencia total de la hormona del crecimiento, su proteína trasportadora,
su receptor específico, los factores de crecimiento tipo insulina y sus proteínas trasportadoras, y
los receptores tisulares para éstos [7-9].
Es por ello, que según su origen, podríamos clasificar los trastornos en el sistema de la hor-
mona del crecimiento en:
2. Enfermedades de carácter genético o adquirido que condicionan una incapacidad para secre-
tar cantidades adecuadas de GH.
5. Condiciones en las que existe resistencia a la acción de los factores de crecimiento tipo insu-
lina, ya sea de origen genético o adquirido [10].
Talla baja
Se considera que un paciente tiene talla baja, cuando su talla se encuentra más de dos des-
viaciones estándar (2 DE) por debajo del promedio poblacional esperado para su edad y sexo,
o por debajo del percentil 3. El 80% de una población de niños cuya talla está entre -2 y -3 DE
corresponde a una variante normal (talla baja familiar o constitucional); en cambio, la mayoría
de los que están por debajo de 3 DE, se considera que tienen una talla baja patológica. Es im-
portante tener presente que independiente del percentil talla/edad en que esté un niño, si la
velocidad de crecimiento medida durante un período mínimo de 6 meses de observación, está
bajo el percentil 25 de las curvas de crecimiento de Tanner, ese niño requiere un abordaje para
descartar un trastorno en su crecimiento [11].
Variantes normales
Como se mencionó, la consulta por retrasos del crecimiento y del desarrollo es una de las más
frecuentes para los endocrinólogos pediatras. La mayoría (80% a 90%) de esos retrasos en el cre-
cimiento no son el resultado de un trastorno hormonal y se consideran idiopáticos, y se conocen
como variantes de la normalidad o variantes normales del crecimiento.
Factores reguladores Hormonas (tiroideas, sexuales, calciotrópicas) y factores del sistema de hormona
del crecimiento (GH, IGF-1, IGF-2), otras hormonas anabólicas como la insulina
y factores peptídicos que incluyen otros factores de crecimiento de tejido espe-
cíficos (eritropoyetina, factor de crecimiento epidérmico, factor de crecimiento
fibroblástico, entre otros)
4 a 10 años 5 a 6 cm 0,5
Prepuberal 3 a 4 cm 0,3
78 78
195
Percentiles de la estatura de acuerdo
Se refiere a niños con talla baja 190
76
con la edad para niños de 2 - 20 años 97th
76
74 95th 74
que tienen padres y familiares situa- 185
72
Edad ósea acorde con la edad cronológica 90th
72
44 44
110
42 42
100
40 40
crecimiento 95
38 38
36 36
90
32 32
en niños que en niñas [13]. Estos pa- 80
30 30
75
cientes tienen historia de familiares cm in in
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
con el mismo patrón de crecimiento. Edad (años)
crecimiento. 145
58 58
56 56
140
54 54
130
52 52
50 50
125
La evaluación clínica del paciente 120
48 48
36 36
90
30 30
75
Anamnesis cm in
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20
in
Edad (años)
Examen físico
Se debe valorar el fenotipo del paciente buscando la presencia de dismorfias, displasias es-
queléticas o la de defectos de la línea media que con frecuencia se asocian a deficiencia de GH.
Se debe efectuar una antropometría cuidadosa consignando los valores de peso, longitud o talla
en decúbito supino para menores de 2 años, talla de pie para los mayores de 2 años, perímetro
cefálico, particularmente en menores de 4 años, segmentos corporales (superior e inferior y la re-
lación entre ambos), la relación de la talla con la brazada y el cálculo del índice de masa corporal
(IMC) en mayores de 2 años. La somatometría basada en los parámetros anteriores, permite saber
si el crecimiento es armónico o proporcionado o si por el contrario, es desproporcionado. En el
cuello se debe indicar la presencia de crecimientos anormales de la glándula tiroides. La valora-
ción del grado de maduración sexual se debe realizar mediante la escala de Tanner [14-15].
Velocidad de crecimiento
Es el parámetro más valioso para 24
evaluar el crecimiento de un niño. Se
expresa en centímetros ganados en 20
un año, pero puede calcularse para
períodos más cortos que no sean me-
nores de cuatro meses. La única grafi- 16
Altura (cm por año)
Evaluación radiológica
La evaluación radiológica del pa- 2 4 6 8 10 12 14 16 18
ciente con talla baja incluye común- Edad (años)
mente rayos-X de la mano y muñeca
izquierda para determinar la edad Figura 5. Velocidad de crecimiento en los niños.
ósea, aunque también pueden ha-
cerse necesarias las radiografías de cráneo, columna, tórax y pelvis, entre otras. La resonancia
magnética y la tomografía cerebral se hacen con el fin de descartar lesiones o anormalidades en el
sistema nervioso central, como son cambios en el tamaño de la hipófisis anterior y anormalidades
en el tallo pituitario [16].
en 6 a 12 meses [9]. En la tabla 4 se Tabla 4. Rangos normales de la edad ósea para niños y niñas
describen los rangos normales de la Edad ósea Edad cronológica
edad ósea para niños y niñas [15].
Rango + 2 DE* Niños Niñas
La tomografía cerebral (TAC), podría ser útil para definir en forma inicial algunos tumores y
anomalías óseas. Las calcificaciones intracraneales frecuentemente vistas en el craneofaringioma,
pueden ser vistas en una radiografía simple de cráneo [19].
Tabla 5. Pruebas de laboratorio iniciales para el estudio del paciente con talla baja
Prueba de laboratorio Diagnóstico diferencial
Hemograma completo Anemia, infecciones
Creatinina, sodio, potasio, calcio, fosfatasa alcalina, albúmina Enfermedades renales, malabsorción, trastornos
de fósforo y calcio
pH y gases arteriales Acidosis tubular renal
Anticuerpos IgA antitransglutaminasa, anticuerpos IgA antigliadina Enfermedad celiaca
TSH, T4 libre Hipotiroidismo
IGF-1 Deficiencia de GH, resistencia a la GH
Cariotipo en las niñas Síndrome de Turner
Uroanálisis Enfermedades renales
La utilidad de esta prueba ha sido cuestionada por diversos estudios que han encontrado que
la reproducibilidad del patrón de secreción es baja aun en un mismo individuo, existiendo va-
riaciones hasta del 40% en la secreción integrada al analizarla en tres a cuatro días consecutivos,
particularmente durante los períodos nocturnos [26]. Lo anterior significa que la prueba permite
identificar a sólo 57% de los pacientes con deficiencia de hormona del crecimiento, e incluso un
25% de los niños con estatura normal presentan patrones de secreción considerados como anor-
malmente bajos, sobre todo en la noche. La inespecificidad sumada a la complejidad técnica y el
costo de la prueba, no la hacen tan práctica como una herramienta clínica de rutina. Sin embar-
go, puede ser de utilidad para la definición del concepto de posible disfunción neurosecretora,
el cual se basa en la secreción pobre de GH nocturna, asociada con una respuesta normal a las
pruebas de estímulo farmacológico [19, 27-29].
constantes [41-44]. Como marcador Tabla 7. Concentraciones de IGFBP-3 de acuerdo con la edad
de deficiencia de la hormona del cre-
Edad (años) Rango (ng/mL)
cimiento tiene una especificidad del
85% y una sensibilidad que varía de 0a1 1030 - 3090
64% en mayores de 10 años, al 84% 1a2 1100 - 3620
en menores de 10 años. Es decir, su
especificidad excede la sensibilidad 2a3 1200 - 3990
Niños/niñas
de la prueba. Esto significa que sólo 3a4 1400 - 4250
excepcionalmente un niño sano ten-
4a5 1630 - 3150
drá niveles circulatorios bajos. Valo-
res normales no descartan una defi- 5a6 2000 - 4230
ciencia parcial de GH, pero valores 6a7 2000 - 4210
bajos son muy sugestivos de deficien-
7a8 1250 - 6350
cia moderada a severa [45-46]. Un
resumen de 11 estudios diferentes, 8a9 2300 - 5050
mostró que la especificidad diag- 9 a 10 2190 - 5190
nóstica de la IGFBP-3 puede ser tan
10 a 11 1800 - 7060
alta como del 98% cuando se utiliza
como punto de corte -2 DE [25]. En 11 a 12 2000 - 5470
Hombres
la tabla 7 se observan los valores de 12 a 13 1820 - 6990
referencia de la IGFBP-3, de acuerdo
con la edad y el sexo. 13 a 14 2400 - 7330
14 a 15 1700 - 6940
La hormona del crecimiento, la
15 a 16 2100 - 7170
prolactina, la insulina, las hormo-
nas tiroideas, los glucocorticoides, 16 a 18 2590 - 7280
los andrógenos y los estrógenos en 7a8 2060 - 6530
dosis bajas aumentan los niveles de
8a9 2560 - 5530
IGFBP-3. A su vez, sus valores se ven
disminuidos por los estrógenos en 9 a 10 2860 - 7740
dosis elevadas, por la desnutrición, la 10 a 11 2690 - 7200
insuficiencia hepática y las enferme-
dades sistémicas. 11 a 12 2300 - 7740
Mujeres
12 a 13 1800 - 8410
Estudios genéticos 13 a 14 2000 - 7110
Algunos indicios clínicos para considerar una anomalía en estos genes, incluyen: 1) el inicio
temprano en la falla del crecimiento; 2) una historia familiar positiva y posible consanguinidad;
3) una talla con más de 3 DE por debajo de la media; y, 4) una respuesta extremadamente
baja a las pruebas de estimulación de liberación de GH y niveles muy bajos de IGF-1 y de
IGFBP-3.
1. Se deben realizar siguiendo un protocolo estandarizado y los pacientes deben ser monitori-
zados estrechamente por un personal de experiencia.
2. Se deben realizar entre las 8:30 y las 10:00 horas, después de un ayuno nocturno normal
pero no mayor de 8 horas, pero pudiendo beber agua libremente.
3. El paciente debe estar en decúbito supino, e idealmente debe haber orinado y defecado
antes de iniciar la prueba.
4. Se coloca un catéter venoso y se deja al paciente en reposo por lo menos 30 min antes de
iniciar la prueba.
5. La vía venosa se mantiene permeable con solución salina fisiológica, y nunca debe darse
solución glucosada ni mixta.
7. Debe evitarse que el paciente esté estresado para que no exista liberación prematura de
GH.
Arginina HCL* 0,5 g/Kg ( max 30 g) 0, 15, 30, 45, 60 Náusea, vómito, dolor de
(intravenosa) Hidrocloruro de cabeza
L-arginina 10% en 30
minutos
Insulina (intravenosa) 0,05 a 0,1 UI/Kg 0, 15, 30, 45, 60, Hipoglucemia,
75, 90, 120 requiere supervisión
1. El punto de corte más frecuentemente aceptado para definir entre insuficiencia y suficien-
cia en la respuesta hipofisaria es 10 ng/mL. No obstante, de acuerdo con el consenso de la
Sociedad de Investigación de la Hormona del Crecimiento, la Sociedad Endocrina Pediátrica
Lawson Wilkins y la Sociedad Europea de Endocrinología Pediátrica [1], se debe utilizar el
nuevo Estándar Internacional de la OMS (IS 98/574) en todas las pruebas con el fin de cali-
brar los resultados, debido a la amplia gama de pruebas disponibles para la determinación
de hormona del crecimiento. Si se utiliza el estándar IS 98/574, el valor de referencia normal
sería mayor de 6,7 ng/mL [16, 50].
2. Se requieren al menos dos pruebas de estimulación subnormales, asociadas a talla baja y ve-
locidad de crecimiento disminuida para calificar a un paciente como deficiente en hormona
del crecimiento. Una respuesta adecuada a una o dos pruebas de estimulación farmacológica
en un paciente de talla baja y velocidad de crecimiento disminuida no descarta la posibilidad
de que exista una disfunción en la neurosecreción de hormona del crecimiento.
3. Pacientes con agenesia del tallo pituitario, lesión selar o supraselar, o hipófisis ectópica en el
contexto de una clínica de déficit de GH, no necesariamente requieren de una prueba de
estimulación para el diagnóstico.
4. Las pruebas también son opcionales en pacientes con evidencia de falla en el crecimiento y
otras deficiencias hormonales, y en quienes tienen historia de injuria en el sistema nervioso
central (irradiación o cirugía de la región hipotálamo hipofisaria).
5. Las pruebas de estimulación son innecesarias antes de iniciar tratamiento en pacientes con
indicación clara de recibir GH, como son síndrome de Turner, insuficiencia renal crónica,
síndrome de Prader-Willi y niños con talla baja secundaria a ser pequeños para la edad ges-
tacional [51].
GHRH: la prueba con la GHRH, en términos generales, es bien tolerada. Los pacientes suelen
presentar brote facial y deseo intenso pero transitorio de miccionar una vez se administra
por vía intravenosa. Existe gran variabilidad en la respuesta de la GH, en parte debido a las
fluctuaciones del tono somatostatinérgico endógeno. Un 15% de los niños normales tendrán
un pico menor de 10 ng/mL y niveles estimulados normales de GH no podrían excluir la de-
ficiencia de GH de origen hipotalámico, la causa más frecuente de deficiencia de GH. Inhibi-
dores de la somatostatina endógena como la piridostigmina se han usado concomitantemente
con GHRH para mejorar la respuesta y disminuir la variablidad [65-67].
Sensibilización con esteroides sexuales: se ha propuesto por diversos autores que en aque-
llos pacientes prepuberales que tienen una mala respuesta a una o dos pruebas farmacológicas
de estimulación de GH, se realice una sensibilización con esteroides sexuales previos a la
realización de la prueba, esto sustentado en que la respuesta secretora hipofisaria a estímulos
farmacológicos es mejor cuando ya existe un desarrollo puberal [68]. No obstante, no hay
consenso sobre el tipo de esteroide a utilizar, la vía ni la dosis. Algunas autores recomiendan
usar Premarín, 5 mg por vía oral la noche previa y en la mañana antes de la realización de la
prueba o Etinil estradiol 50 a 100 µg/día por 3 días consecutivos previos a la prueba o Tes-
tosterona depot 100 mg igualmente por 3 días consecutivos [69-70]. En un estudio realizado
por Marin y colaboradores, el 68% de los pacientes prepuberales con talla normal quienes no
fueron sensibilizados previamente con esteroides sexuales, fallaron en alcanzar un pico mayor
de 7 ng/mL en las pruebas de estimulación [71].
Conclusiones
Para el diagnóstico del niño con talla baja no existe una “prueba de oro”. Es por ello que el clí-
nico debe integrar todas las variables posibles. Los estudios complementarios únicamente tienen
su justificación para confirmar una sospecha diagnóstica y no deben sustituir nunca a los datos de
una historia clínica completa, una minuciosa exploración física y una cuidadosa evaluación se-
riada del crecimiento. Cuando la evaluación hormonal se considera, se debe iniciar con estudios
de la función tiroidea, el sistema IGF-1 y las pruebas de estimulación farmacológica. Si bien las
determinaciones de IGF-1 y de IGFBP-3 son pruebas disponibles en nuestro medio y son de gran
utilidad en el diagnóstico de deficiencia severa de GH, además de tener mejor reproducibilidad
cuando se las compara con las pruebas de GH, sus sensibilidades y especificidades aún no son
óptimas. En la tabla 9 se resumen en forma cualitativa los resultados esperados para las pruebas
de laboratorio en las principales alteraciones del eje GH-IGF-1 en los niños, y en la figura 7 se
observa un algoritmo para el estudio del paciente con talla baja.
Anamnesis
Exploración completa
Valoración auxológica
Edad ósea
Enfermedad sistémica
Hipotiroidismo
Desnutrición
> Percentil 25 < Percentil 25 Anomalías cromosómicas
IGF-1/IGFBP-3
Estudio de la GH
Abstract: Short stature is defined as a condition in which the height of a child is more than
two standard deviations below the corresponding mean height for a given age, sex and
population group, or below the third percentile. Short stature is a common reason for visiting
the pediatric endocrinologist; however there are variations in normal growth that have to be
differentiated from pathological disorders. The assessment of the short child should include
a complete and detailed clinical history, a careful examination, auxology, and diagnostic
tests, including radiological examination in order to differentiate those children with a
pathological growth from the normal short ones. This review summarizes the factors that
influence growth, the basics of proper growth assessment, and works up of short stature.
Key words: Short stature, normal variants, clinical evaluation, diagnosis, dynamic testing.
Module 1 (clinica and laboratory), number 77. Editora Médica Colombiana S.A., 2009®.
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