Tema 2. El Enlace Químico

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Tema 2.

El enlace Químico

Introducción

En la naturaleza conocemos gran variedad de sustancias simples y compuestas, constituidas por


combinaciones de átomos, ya sean del mismo o de diferentes elementos. Sin embargo, salvo los gases
nobles, no encontramos sustancias formadas por átomos individuales. Esto nos lleva a plantearnos dos
preguntas:

¿Qué característica especial poseen los gases nobles? ¿Por qué el resto de los átomos tienen
tendencia a combinarse con otros átomos?

La respuesta a ambas preguntas radica en un concepto fundamental en todo sistema físico: la


estabilidad. Cualquier sistema tiende a la máxima estabilidad. Normalmente se consigue con la mínima
energía. Una pelota rueda hacia abajo por una pendiente, un muelle estirado tiende a recuperar su forma, un
electrón en una capa superior salta a una capa inferior porque la energía que posee al final es menor que la
que tenía al principio. En todas las situaciones anteriores, si queremos invertir el proceso, debemos
suministrar energía.

Del mismo modo, dos o más átomos se unen porque el conjunto tiene menos energía que la suma de
los átomos por separado. En la unión se ha desprendido energía. Y ahí está la clave, para separarlos de
nuevo, tendremos que darle la cantidad de energía que se ha desprendido previamente. Mientras no se le
suministre, se mantendrán unidos.

Si los gases nobles no tienen tendencia a unirse a otros átomos, es porque ya poseen la máxima
estabilidad posible. Una unión con otro átomo no desprenderá energía. La característica común a todos los
gases nobles, y que hace que estén situados en el mismo grupo, es su configuración electrónica.
Independientemente del periodo en que se encuentren, todos poseen 8 electrones en su última capa
(subcapas s y p completas, s2 p6 ), y todas las capas anteriores completas. La única excepción es el He, pero la
capa 1 sólo posee subcapa s, y se encuentra completa,1s2 .

Resulta, como consecuencia, que la configuración s2 p6 en la última capa del átomo, aporta gran
estabilidad. Los demás elementos intentarán alcanzar dicha configuración, tomando, cediendo o
compartiendo electrones con otro átomo.

A esta tendencia se le denomina Regla del octete de Lewis:

⮚ Los átomos alcanzan su máxima estabilidad cuando poseen 8 electrones en su última capa, con las
subcapas s y p completas.
⮚ Para conseguir lo anterior, en unos casos se transfieren electrones de un átomo a otro, formándose
iones (enlace iónico); en otros, comparten uno o más pares de electrones (enlace covalente), esto
dependerá de cuanto valga la diferencia de electronegatividad.

Distancia y energía de enlace.


Al aproximarse dos átomos se producen varios tipos de interacciones: atracción núcleo electrón,
repulsión entre núcleos y repulsión entre las nubes electrónicas. Cuando las repulsiones se igualen a la fuerza
de atracción entre el núcleo del átomo con las nubes electrónicas se forma el enlace.
Ambas fuerzas, tanto las atractivas como las repulsivas, determinan la distancia de equilibrio a la que
se sitúan finalmente los átomos (distancia de enlace). Se llega así a una situación estable que presenta una
cantidad mínima de energía denominada energía de enlace.

El enlace química y tipos

Un enlace químico es la unión entre dos o más átomos para formar una entidad de orden superior,
como una molécula o una estructura cristalina, con el fin de adquirir conjuntamente configuraciones
electrónicas estables (Estabilidad energética).

Existen tres mecanismos de formación de enlaces entre átomos:

⮚ Enlace iónico. Se produce entre elementos metal y no metal, dando iones de distinto signo.

⮚ Enlace covalente. Tiene lugar entre átomos no metálicos, en el cual comparten sus electrones de
valencia
⮚ Enlace metálico. Entre átomos metálicos, los átomos liberan sus electrones de valencia, que pueden
moverse por toda la red cristalina.

Las uniones entre moléculas son diferentes y se denominan uniones intermoleculares.

Enlace iónico

Características del enlace iónico

El enlace iónico se da cuando se combinan elementos metálicos (electropositivos, con tendencia a


dar electrones), con elementos no metálicos (electronegativos, con tendencia a aceptar electrones). Se
producirá una transferencia de electrones desde el átomo metálico hasta el no metálico, de forma que
ambos quedarán con 8 electrones en su última capa (estructura de gas noble, estable).

Al perder electrones, el átomo del metal quedará con carga positiva (catión), y el átomo del no metal
con carga negativa (anión). Entre cargas de distinto signo surge una fuerza electrostática atractiva (Fuerzas de
coulomb) que mantiene unidos ambos átomos. Como ya dijimos anteriormente, la distancia de enlace final
será aquella a la que se compense la atracción entre iones con la repulsión entre las cortezas electrónicas. La
fórmula del compuesto (la proporción de átomos) dependerá del número de electrones intercambiados.

Ejemplo: Veamos la formación del cloruro de sodio (NaCl)

Na: 3s1 Tendencia a ceder 1 electrón: valencia +1

Cl: 3s2 3p5 Tendencia a ganar 1 electrón: valencia – 1

Cada átomo de sodio cede un electrón a un átomo de cloro, por lo que la fórmula del compuesto será
NaCl Se forman iones. El átomo de sodio queda con una carga positiva (catión) y el de cloro con una carga
negativa (anión). Se genera una fuerza electrostática entre cargas de distinto signo, que mantiene unidos a
los iones, desprendiéndose energía en el proceso. Se forma una red cristalina iónica. Cada catión se rodea de
todos los aniones posibles, y viceversa.
Los compuestos iónicos no forman moléculas, sino agregados iónicos cuya ordenación espacial da
lugar a redes cristalinas iónicas.

La fórmula química de un compuesto iónico es una fórmula empírica, ya que solo refleja la
proporción en la que participan los iones en la red cristalina.

Nota. En muchos compuestos iónicos (Oxosales), el anión es en realidad un conjunto de átomos (NO3 - , SO42-
...), pero se comporta, en cuanto al enlace, de la misma forma que si fuera un solo átomo.

Propiedades de las sustancias iónicas

La fuerza electrostática que mantiene unidos los iones es bastante intensa. Esto confiere a los
compuestos iónicos las siguientes propiedades:

● No forman moléculas, sino redes cristalinas tridimensionales.


● Tienen elevados puntos de fusión y ebullición. Son sólidos a temperatura ambiente.
● Son duros (alta resistencia a ser rallados), pero quebradizos (frágiles).
● En estado sólido son aislantes del calor y la corriente eléctrica, pero sí conducen la corriente fundidos
o en disolución.
● La mayoría son solubles en disolventes polares, como el agua, pero son insolubles en disolventes
apolares (aceite, gasolina)
Ejemplos de compuestos iónicos: sales, óxidos de metales, hidróxidos.

ENLACE COVALENTE

El enlace covalente se da entre elementos no metálicos (electronegativos), cuyos átomos tienen


tendencia a ganar electrones para adquirir la configuración electrónica de gas noble. En este caso, no es
rentable energéticamente el que uno de los dos átomos pierda electrones (los no metales tienen energías de
ionización muy altas).

La mayor estabilidad se consigue, entonces, compartiendo pares de electrones (normalmente 1 e- de


cada átomo). Este par de electrones forma un orbital que es común a los dos átomos enlazados, y que posee
menor energía que los dos orbitales atómicos por separado. Es decir, en total, se desprende energía al
producirse el enlace.

Diagramas de Lewis.

Los diagramas de Lewis constituyen una forma sencilla de representar simbólicamente cómo están
distribuidos los electrones de la última capa en un átomo. Lo veremos con varios ejemplos.
Como vemos, los electrones, representados por puntos, están apareados o desapareados, según se
encuentren en los respectivos orbitales. Estos diagramas son muy útiles a la hora de estudiar cómo los
átomos comparten o intercambian electrones.

Enlace dativo

En algunos casos, es posible que un átomo aporte al enlace un par completo de electrones
apareados. En este caso, el otro átomo no aporta ningún electrón, sino un orbital vacío. Al final, seguiremos
teniendo un par de electrones que constituyan un orbital común a los dos átomos, como ocurría en el enlace
covalente común.

A este tipo de enlace se le denomina enlace covalente coordinado (o dativo), y se representa por una flecha,
que va desde el átomo que aporta el par de e- , hasta el átomo que aporta el orbital vacío.

Características generales del enlace covalente:


● La primera característica que podemos observar es que se trata de un enlace direccional. El par de
electrones de enlace une a dos átomos concretos (al contrario de lo que ocurría en el iónico, en el
que cada catión se rodeaba de todos los aniones posibles, y viceversa).
● Como consecuencia, la mayoría forman moléculas, grupos de átomos unidos al compartir electrones.
● El enlace producido entre los átomos al compartir electrones es muy intenso, más que el iónico.
Eso nos indica que es necesaria mucha energía para separar los átomos de una molécula. Sin
embargo, al ser las moléculas neutras, entre molécula y molécula apenas existen fuerzas de unión, o
son muy débiles. Hace falta poca energía para separar una molécula de otra. Los compuestos
moleculares tendrán entonces T.F y T.E. bajas, en general.

Polaridad del enlace covalente


Ya hemos estudiado que en el enlace covalente no se forman iones, y que las moléculas son neutras.
Sin embargo, puede darse el caso de que la carga no esté repartida por igual en toda la molécula. Esto se da
cuando se unen átomos de elementos con diferente electronegatividad. El átomo del elemento más
electronegativo tiende a acercar más hacia su núcleo al par de electrones de enlace, con lo que se rodeará
con más carga negativa que positiva (no llega a ser una carga completa, se habla de carga parcial negativa, (δ-
). El átomo del elemento menos electronegativo quedará con más carga positiva que negativa. (carga parcial
positiva, (δ+ )

Moléculas diatómicas

H2 (molécula homoatómica, átomos del mismo elemento): Comparten un par de electrones. Al ser
iguales los núcleos, ambos atraen por igual al par de electrones de enlace, con lo que la carga eléctrica estará
repartida por igual entre los dos átomos (la molécula es simétrica). No podemos dividir la molécula en dos
partes, una con exceso de carga positiva y otra con exceso de carga negativa. Una sustancia constituida por
moléculas de este tipo se dice que es apolar.

HCl (molécula heteroatómica, átomos de distinto elemento): También comparten un par de


electrones, pero, a diferencia del ejemplo anterior, el Cl es más electronegativo que el hidrógeno, por lo que
atrae más al par de electrones de enlace. Como consecuencia, habrá una mayor concentración de electrones
alrededor del núcleo de Cl. En esa zona de la molécula existirá más carga negativa que positiva. Se habla de
que existe una carga parcial negativa, ( δ− ), que es siempre menor que la carga de un electrón. En la otra
zona, en los alrededores del núcleo de H, existe más carga positiva que negativa (carga parcial positiva,δ+ ).
Ambas cargas parciales son iguales en valor absoluto (la molécula es neutra).
Una molécula que presenta esa separación de cargas se denomina dipolo. Si bien un dipolo es
neutro, la separación de cargas permite que la parte δ- pueda atraer a iones positivos o a la zona positiva de
otro dipolo (obviamente, ocurre lo mismo con la parte δ+). Por lo que existirá un momento dipolar desde el
átomo más electropositivo hasta el más electronegativo.

Moléculas poliatómicas

Para estudiar la polaridad de una molécula completa, que puede estar compuesta por varios enlaces,
hay que seguir varios pasos.

1º: Observamos si la molécula posee enlaces polares (entre átomos con diferente
electronegatividad). Si no posee enlaces polares, la molécula será apolar.

2º: Si la molécula posee enlaces polares (cada uno con su momento dipolar), hay que comprobar su
geometría y que la suma de los momentos dipolares no sea nula. Tengamos en cuenta que los momentos
dipolares son vectores, y pueden anularse entre sí si van en la dirección adecuada.

En resumen, la molécula será polar si y sólo si posee enlaces polares y sus momentos dipolares no se
anulan entre sí.

✔ Sustancias polares: H2O, NH3, ácidos hidrácidos, etanol ...

✔ Sustancias apolares: moléculas homoatómicas, CH4, CO2, benceno (C6H6), hidrocarburos ...

Vemos que, como ocurre en CH4, aunque el enlace C-H sea polar, la forma de la molécula hace que la
carga quede repartida simétricamente, con lo que la suma de los momentos dipolares será nula y la sustancia
será apolar.

Propiedades de los compuestos covalentes

A la hora de estudiar las propiedades, debemos distinguir entre los distintos tipos de compuestos
covalentes:

Compuestos moleculares: dentro de la molécula, los átomos poseen gran fuerza de unión, pero entre
molécula y molécula las fuerzas son muy débiles, por lo que, en general, las sustancias covalentes
moleculares tendrán:

- Puntos de fusión y ebullición bajos.

● Las sustancias apolares son normalmente gases a temperatura ambiente. Si la molécula es


suficientemente grande, como los hidrocarburos de cadena larga (aceites, gasolinas) pueden ser
líquidos.
● Las sustancias polares, debido a las interacciones dipolo-dipolo, tienen mayor fuerza de cohesión
entre sus moléculas, por lo que tienen T.F. y T.E. mayores que las sustancias apolares. Algunas, como
el agua, son líquidas a temperatura ambiente. Otras pueden ser incluso sólidas, pero con puntos de
fusión bajos.

-Malos conductores del calor y la corriente eléctrica.

- Solubilidad:

● Las sustancias polares son solubles en disolventes polares (agua, alcohol) e insolubles (o poco
solubles) en disolventes apolares.
● Las sustancias apolares son solubles en disolventes apolares (aceites, hidrocarburos) e insolubles (o
poco solubles) en disolventes polares.

Redes covalentes: La gran intensidad del enlace covalente hace que los compuestos constituidos por redes
covalentes (diamante, grafito, sílice ...)

Sus propiedades son:

● Sólidos a temperatura ambiente.


● Puntos de fusión y ebullición muy elevados - Poseen gran dureza (el diamante es la sustancia de
mayor dureza que se conoce).
● Malos conductores del calor y la corriente eléctrica (con la excepción del grafito)
● Prácticamente insolubles en cualquier sustancia.

Fuerzas intermoleculares

El enlace covalente entre dos átomos es el más intenso que se conoce. Esto hace que sea necesaria
mucha energía para separar los átomos de una molécula. Sin embargo, una vez formada la molécula, ya no
comparte más electrones, y además es neutra. Esto hace que las fuerzas de unión entre moléculas sean muy
débiles. Sin embargo existen, y son responsables que todos os gases puedan ser licuados a bajas
temperaturas o altas presiones, así como del carácter líquido (o incluso sólido) a temperatura ambiente de
muchas sustancias covalentes.

A estas fuerzas de unión entre moléculas se denominan Fuerzas intermoleculares. Las clasificamos en dos
tipos:

- Fuerzas de Van der Waals.

- Fuerzas de puente de hidrógeno.

Interacciones dipolo-dipolo:

Se dan entre las moléculas de las sustancias polares. La separación de cargas hace que el polo
positivo de una molécula y el negativo de otra puedan atraerse. Esto hace que las T.F y T.E de estas sustancias
sea algo más elevado que el de las sustancias apolares.
Teniendo en cuenta que la separación de cargas es sólo parcial, la intensidad de esta unión es mucho más
débil que la existente entre iones (enlace iónico).

Fuerzas de London:

Se dan entre moléculas apolares, que no tienen separación de cargas. Hay que recurrir a la Mecánica
Cuántica para explicar este hecho. Aunque los orbitales son simétricos, recordemos que un orbital indicaba la
probabilidad de encontrar al electrón. Así, durante un instante muy pequeño, el electrón se encontrará en un
extremo, quedando esa zona momentáneamente con carga parcial negativa δ− , y la zona opuesta con carga
parcial positiva δ+ . Se forma de este modo un dipolo instantáneo, no permanente, pero suficiente para que
pueda atraer a otras moléculas.

Puentes de hidrógeno:

El enlace por puente de hidrógeno se da entre el hidrógeno y un par de electrones no enlazados otro
átomo muy electronegativo procedente de otra molécula.

Es un caso especial de interacción de dipolo-dipolo de mayor intensidad. Este tipo de enlace se da en


aquellas moléculas covalentes polares que contienen hidrógeno unido a un elemento muy electronegativo,
como el flúor, el oxígeno, o el nitrógeno. El pequeño tamaño de estos tres átomos, en combinación con su
alta electronegatividad, hace que sobre ellos se concentre una porción de carga negativa δ− y en el otro
extremo de la molécula al átomo de hidrógeno con una porción de carga positiva δ+.

Es una interacción más intensa que el resto de las interacciones intermoleculares, y es responsable
de que las sustancias NH3, H2O y HF, tengan TF y TE más elevadas que compuestos similares (el agua es
líquida a temperatura ambiente).

Enlace metálico

El enlace metálico se da entre átomos de elementos metálicos, ya sean alcalinos, alcalinotérreos, o


de transición. Estos elementos son electropositivos (tendencia a ceder electrones, formando cationes).
Podemos aprovechar las propiedades de los metales para explicar su estructura. Todos los metales
son buenos conductores de la corriente eléctrica. Como consecuencia, deben poseer electrones libres, con
gran libertad de movimiento por todo el metal (recordemos que en los compuestos iónicos, cada electrón
pertenece a un átomo concreto, y en los covalentes el movimiento del electrón se restringe a la molécula, y
por esta razón eran aislantes).

Para explicar esta libertad de movimiento de los electrones, el físico alemán P. Drude propuso en
1900 un modelo sencillo, el del mar de electrones o gas de electrones. Según este modelo, los átomos de los
metales se desprenden de sus electrones de valencia (por ej, los átomos de sodio se desprenden de su
electrón 3s1 ), quedándose como cationes, formando una red. Los electrones liberados circulan por los
huecos de esta red, comportándose como si fueran partículas de un gas.

Al interponerse los electrones entre los cationes del metal, compensan la repulsión entre éstos y
sirven de aglutinante de la red, que puede alcanzar disposiciones muy compactas, con gran concentración.
Esto explica su elevada densidad.

Propiedades de los compuestos metálicos.


El enlace descrito anteriormente permite explicar las propiedades comunes a la mayoría de los metales:

● Sólidos a temperatura ambiente (excepciones: Hg, Ga)


● Puntos de fusión y ebullición altos, en general.
● Buenos conductores del calor y la corriente eléctrica
● Poseen un brillo característico (brillo metálico)
● Poseen una elevada densidad.
● Dúctiles (se pueden moldear como hilos finos) y maleables (moldeables como láminas delgadas).
● Los metales sólidos tienen dureza variable, y gran tenacidad (resistencia a la fractura al ser
golpeados).

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