Opinion - Editorial - Reseña
Opinion - Editorial - Reseña
Opinion - Editorial - Reseña
autor sobre un tema de la actualidad, tras ser interpretado y analizado de manera minuciosa.
El artículo de opinión suele ser publicado en un periódico o una revista y se diferencia de un artículo
editorial porque lleva la firma del autor. Las ideas del autor pueden no estar alineadas de manera estricta
con el perfil editorial del periódico en el que se publique el artículo.
El público interesado en los artículos de opinión suele ser aquel que busca diferentes puntos de vista
basados en argumentos sólidos, sobre las noticias periodísticas del momento.
Nombre del autor: Siempre debe aparecer. Puede no ser un periodista, aunque debe estar
especializado en el tema a abordar.
Tipo de texto: Puede ser esporádico o ser parte de un espacio de una editorial (denominado
columna de opinión).
Tema a tratar: Puede ser de lo más variado, siempre y cuando sea sobre un hecho de la actualidad.
Libertad de criterio del autor: Puede estar alineada o no con el perfil de la editorial que lo publica.
Objetivo: Consiste en brindar una mirada personal del autor para despertar la conciencia crítica del
lector.
El público receptor e interesado: Suele ser muy amplio, no necesariamente especializado en el tema.
Título: Identifica de manera clara el tema analizado y debe ser atractivo para el lector.
Introducción: Detalla la información más relevante de manera resumida, para situar en contexto al
lector.
Cuerpo: Desarrolla el análisis del autor propiamente dicho, con argumentos y ejemplos.
Conclusión: Detalla un resumen del análisis del autor o puede ser una frase breve que invite a la
reflexión.
Cómo afecta el uso de las redes sociales a los
adolescentes
Los expertos dicen que los niños están creciendo con más ansiedad y menor autoestima.
A algunos expertos les preocupa que los adolescentes se sientan más ansiosos y tengan una
menor autoestima debido a las redes sociales y al uso de mensajes de texto. Hay diferencias
importantes en la socialización en línea. Los adolescentes pierden de vista en mayor medida cosas
como el lenguaje corporal y las expresiones faciales. Esto puede conducir a más malentendidos y
sentimientos heridos. También puede hacer que hablar en persona se sienta más intimidante. En
la vida real, no hay tiempo para elaborar la respuesta perfecta. No podemos asegurarnos de que
nuestro aspecto sea exactamente el que queremos proyectar. Si tenemos un desacuerdo, tenemos
que saber cómo responder en tiempo real.
Otro gran problema es que suele ser bastante común que los niños se sientan mal consigo mismos
cuando ven a todo el mundo en Internet luciendo un aspecto perfecto. Los adolescentes a menudo
intentan compensar esto al compartir fotos que los hacen parecer perfectos a ellos también.
Entonces, cuando su identidad en las redes sociales no coincide con cómo se sienten en realidad,
pueden acabar sintiéndose peor.
La aceptación de los compañeros es extremadamente importante para los adolescentes. Es fácil
dejarse llevar por el recuento de cuantos “me gusta” consiguen en las redes sociales. Los
adolescentes pueden acabar tomándose cientos de fotos, en búsqueda de la que más les guste a los
demás. Y si los “me gusta” no llegan, puede que lo sientan como algo personal.
Los padres pueden ayudar al dar un buen ejemplo de cómo utilizar la tecnología. Intente
prestarles toda su atención a los niños cuando está con ellos. Si su cabeza está a menudo inclinada
hacia una pantalla, está enviando el mensaje equivocado. Establezca zonas y horas libres de
tecnología en la casa.
Para ayudar a desarrollar la autoestima, involucre a los niños en algo que realmente les interese.
Cuando los niños aprenden a sentirse bien por lo que pueden hacer, en lugar de por cómo lucen o
por lo que poseen, son más felices.
Un editorial es un artículo que expresa la opinión de un medio de comunicación (como un
periódico o una revista) sobre un tema determinado, generalmente de actualidad. Al representar
la opinión del medio, el editorial habitualmente va sin firma, aunque a veces está escrito por el
director o la directora del medio. Como explica el periodista Álex Grijelmo en su libro “El estilo del
periodista”, el editorial “no contiene, por tanto, posiciones personales, sino las del intelecto
colectivo que se halla tras la publicación del diario o revista”.
Un editorial no tiene una longitud predeterminada. Puede ser más o menos largo, no hay reglas
fijas sobre ello.
Con un editorial, el medio intenta exponer de manera clara y concisa su punto de vista sobre un
asunto determinado con la intención de convencer a los lectores. A partir datos y fuentes de
información fiables, y mediante una argumentación clara, el texto invita a los lectores a reflexionar
sobre ese asunto, a sumarse a la visión que tiene el medio sobre el tema o incluso, en ocasiones, a
sumarse a alguna acción.
Un editorial debe expresar con claridad una opinión, pero siempre acompañada de datos
fiables, información de fondo que ayude a contextualizar el tema abordado y argumentos
convincentes. A través del editorial, el medio toma partido por una posición concreta e intenta
que sus lectores se sumen a la misma.
Tipos de editorial
El editorial pertenece a la rama del periodismo de opinión, aunque existen diferentes tipos en
base a la función principal que se busca con el mismo:
Entre los fenómenos que impulsó la pandemia, el del éxodo hacia las afueras de las ciudades parece
ser uno de los más destacados: el teletrabajo permite a muchas personas acercarse a la naturaleza y
abandonar el cemento. Sin embargo, los habitantes de las ciudades no deben cejar en sus reclamos.
Los niveles de polución son uno de los aspectos más preocupantes de las grandes
urbes. No solo se trata del impacto ambiental. La contaminación visual puede considerarse de
efectos menos dañinos en lo físico, pero es igualmente agresiva para los habitantes. Basta pensar en
la cartelería publicitaria que crece en altura a los costados de rutas y autopistas, con su peligrosa
carga distractiva para los conductores. O los grafitis, murales, pegatinas que se potencian en tiempos
electorales, condicionando miradas y obstaculizando la visión desde distintos soportes. Un eslogan
explosivo, una imagen llamativa, un repertorio de significados que nos bombardean, “un grito en
la pared”, como muchos lo califican, puede afectarnos seriamente.
En busca de solaz, difícilmente podamos alzar los ojos al cielo sin cruzar infinidad de cables y
postes. Algunos barrios de la capital vienen siendo testigos del intenso trabajo de tendido de
conexiones por parte de empresas cableoperadoras sin la debida supervisión por parte de las
autoridades. Escaleras mediante, los pesados rollos pasan del piso al aire para engrosar los metros
y metros de desordenadas matas negras que atraviesan avenidas, calles y bocacalles, traspasando
también arboledas y montándose salvajemente en las terrazas de los edificios, de poste en poste.
¿Cuándo comenzaremos a exigir el soterramiento? ¿Por qué mantenemos estas infraestructuras de
cables eléctricos de media y baja tensión, de televisión, internet, alumbrado público y torres de
telefonía obsoletas y peligrosas? Distintas ciudades del mundo llevan adelante iniciativas para
“limpiar” especialmente las zonas turísticas. Deberían contemplarse modalidades de tendido de
cables diferentes.
Como si todo esto fuera poco y aunque parezca un contrasentido, el siglo XXI ha sumado un
ingrediente casi medieval al escenario urbano con el regreso de vendedores que, mediante el uso de
megáfonos, ofrecen comprar distintos objetos. Son la versión contemporánea de los
chatarreros que a cualquier hora avanzan en sus vehículos en busca de bienes de
descarte. Sin horario, con preferencia por feriados y fines de semana y sin límite de decibeles.
Aunque parezca increíble, el código contravencional porteño establece que su labor no constituye
contravención. A lo sumo, si un vecino realiza una denuncia por ruidos molestos, algún oficial de
policía instruirá al molesto transporte para que se llame a silencio en determinado tramo del
recorrido.
Los legisladores porteños deberían ocuparse de todas estas cuestiones que tanto afectan la vida
cotidiana. Los espacios compartidos deben ajustarse a las normas y las normas deben dar respuesta
a las demandas ciudadanas. Esa es la distancia que media entre la urbanidad y la ley de
la jungla.
LA NACION
Una reseña es un texto relativamente breve en el que se examina un acontecimiento, objeto,
investigación u obra artística, a fin de ofrecer una evaluación o interpretación crítica de lo
reseñado. Las reseñas pueden abordar temas de lo más diversos. Por ejemplo: un libro, un
videojuego, una película, una exposición de arte, un disco, una obra de teatro, una investigación
científica, un automóvil, un electrodoméstico, entre muchos otros.
Por lo general, las reseñas se realizan sobre la base de parámetros profesionales, y no sobre
opiniones subjetivas o infundadas. Por eso suelen estar escritas por entendidos en la materia que
tocan, que se explayan sobre los elementos más destacados de lo que examinan, junto con sus
virtudes y defectos, con el objetivo de que el público lo conozca y pueda tener una primera
aproximación a su contenido. Por ejemplo: la reseña de una serie televisiva.
Para tener en cuenta: Las reseñas presentan características de los textos expositivos, puesto que
ofrecen al lector información detallada sobre un tema específico, y de los textos argumentativos,
dado que realizan una crítica argumentada respecto de la calidad de la obra que se reseña.
Título. Es una frase corta que transmite el tema y que menciona el nombre o título de lo que se
va a reseñar.
Información sobre la obra reseñada. Es la ficha técnica con las características principales del
producto reseñado. En caso de reseñar un libro, se trata de una ficha bibliográfica que
contiene el título de la obra, el autor, el país de publicación, la editorial, el año de edición y la
cantidad de páginas. La ubicación de estos datos puede variar según el autor y el medio que
publique la reseña.
Valoración del autor. Es la opinión argumentada del autor respecto del producto reseñado,
donde expone sus puntos fuertes y débiles. Por lo general, es un juicio valorativo que busca
influir en los lectores para que consuman o no cierto producto, o realicen determinada
actividad cultural.
Conclusión. Es el cierre del texto, donde se sintetiza la idea general y se retoman los puntos
importantes. Muchas veces incluye también la recomendación o no del producto reseñado.