La Sociedad Como Un Contrato
La Sociedad Como Un Contrato
La Sociedad Como Un Contrato
1. ¿Qué reglas morales estamos obligados a respetar, y cómo se justifican esas reglas?
Las reglas morales que estamos obligados a respetar son las que son necesarias para la
convivencia social, como, por ejemplo, la prohibición dela robo, el asesinato, etc. Y estas
reglas se justifican dado que demuestran que son necesarias para un beneficio en común.
La teoría del contrato social nos muestra una idea acerca de la naturaleza de la sociedad
y de las instituciones que la componen, y gracias a esta teoría podemos entender
situaciones que incluyen esas instituciones. Y debido al contrato social, como miembros
de una sociedad estamos obligados a obedecer ciertas leyes, pero aun así se nos plantea
una incógnita; ¿estamos alguna vez justificados a desafiar la ley? Y de ser así, ¿cuándo?
Algunas de las situaciones en las que se desafían la ley son: las acciones adoptadas en el
movimiento de independencia indio, dirigido por Mohandas K. Gandhi, y en el
movimiento por los derechos civiles en los Estados Unidos, dirigido por Martin Luther
King Jr. en ambos movimientos se observó una negatividad a nivel publica, responsable
y no violenta a cumplir la ley. Los objetivos de estas dos situaciones dieron resultados
importantes, como, por ejemplo:
-Gandhi y sus seguidores no aceptaron el derecho de los británicos a gobernar india,
queriendo así un gobierno diferente.
- Marting y sus seguidores, aunque no se impusieron al gobierno estadounidense, solo no
estaban de acuerdo con ciertas leyes y políticas que para ellos fueron injustas.
A pesar de que estas desobediencias a la ley brindaron un avance a la sociedad, esto no
quiere decir que hayan sido correctas o que las desobediencias a la ley en general lo estén,
puesto que, si las leyes están puestas para un bien común y respetarlas permite ese
beneficio común, entonces desafiar la ley es aparentemente malo, dado que el desafío
debilita el respeto a los valores que la ley protege. Esto lo expreso Waldman en contra de
la desobediencia de King.
- ¿Por qué tenemos, para empezar, una obligación de obedecer la ley? El contrato social
establece que debido a que aceptamos ciertas cargas o normas obtenemos ciertos
beneficios, siendo uno de estos beneficios el de la convivencia social, en el cual
escapamos del estado de naturaleza y vivimos en una sociedad en la cual estamos seguros
y disfrutamos de los derechos básicos según las leyes, para obtener esto, cumplimos con
nuestro deber de mantener las instituciones que las permiten posibles, lo que significa que
debemos obedecer la ley, pagar nuestros impuestos, etc
Pero ¿qué pasa si las cosas salen de tal modo que no se le concedan a un grupo de la
sociedad los derechos de que otros disfrutan? ¿Qué pasa si, en vez de protegerlos,
“policías llenos de odio los maldicen, los golpean, los tratan brutalmente e incluso los
matan con impunidad”? ¿Qué pasa si algunos ciudadanos son “asfixiados por una
hermética jaula de pobreza” al negárseles toda oportunidad de recibir educación y trabajos
decentes?
Si la exclusión estos derechos es lo bastante general es evidente que no se están
respetando los términos del contrato social, por lo que si se le sigue exigiendo a un grupo
que siga ciertas leyes cuando estas mismas le causan cierta desventaja, y aun no así no
disfrutan de los beneficios de seguir estas leyes.
Siguiente esta parte, el autor nos aclara que más que ser un último recurso, la
desobediencia civil es el método de protesta más natural y razonable.
La teoría del contrato social suele coronarse como una de las 4 teorías de la filosofía moral
actual, junto al utilitarismo, el kantismo y la teoría de la virtud, esto gracias su explicación
de una forma sencilla, concisa y seria, a pesar de esto, se destacan dos objeciones a esta
teoría.
1- tiene un origen ficticio, en el cual se plantea la idea de que las personas Vivian en
separación, pero deshicieron unirse y plantear normas para un bien común y así lograr
vivir en comunidad.
El contrato es “implícito” porque nos volvemos una parte de él, no por medio de palabras,
sino mediante nuestras acciones, en tanto que participamos en las instituciones sociales y
aceptamos los beneficios de la convivencia social.
Aun así, esta no es una cuestión que cause algún tipo de preocupación a Hobbes.
- otra que objeción que si pudiera causar es tragos es la siguiente, es evidente que existen
personas con dificultades mentales las cuales tienen sentimientos, pero no son aptos para
acatar las consecuencias de su actuar, por lo que no se le puede hacer responsable de lo
que hagan.
En este tipo de persona se explica lo mismo que lo de los animales, dado que no son
capaces de participar en los acuerdos, que según el contrato social dan lugar a
obligaciones morales, pero aun así consideramos que tenemos obligaciones morales hacia
ellos.
Asimismo, nuestras obligaciones
hacia ellos con frecuencia se basan exactamente en las mismas razones que nuestras
obligaciones hacia seres humanos normales; la razón básica por la que no debemos
torturar gente normal, por ejemplo, es que les causa un dolor horrible, y ésta es
exactamente la misma razón de por qué no debemos torturar a personas mentalmente
afectadas. La teoría del contrato social puede explicar nuestro deber en un caso, pero no
en el otro.
Debido a esto, el autor nos aconseja que la conclusión a la que se debe llegar en cuanto a
esta teoría es que es deficiente.