Electiva
Electiva
Electiva
Se entiende por redacción el arte que al momento de escribir nos permite expresar
pensamientos, sentimientos de una forma clara y ordenada, no importa la cultura o nivel
intelectual de la persona para poder escribir; la redacción puede limitarse a un punto
específico, concreto, práctico, objetivo, sobre un tema determinado.
REDACCION JURIDICA
Se llama redacción jurídica al conjunto de escritos que presentan los abogados utilizando
terminología adecuada. Estos escritos deben redactarse de manera correcta, lo cual significa
que no basta que se presenten con buena ortografía sino que además tienen que estar bien
argumentados tomando como base las leyes vigentes. Los abogados que ejercen
profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, se dediquen
al asesoramiento y consejo jurídico o ejerzan funciones de magistrados o juristas, están
obligados a emplear y respetar las reglas gramaticales puesto que ellas dan a los demás la
seguridad de que la palabra empleada corresponde exactamente a un concepto bien
definido.
CONCEPTUALIZACION
La palabra redacción proviene del término latino redactĭo y hace referencia a la acción y
efecto de redactar (poner por escrito algo sucedido, acordado o pensado con anterioridad).
Se llama redacción jurídica “al conjunto de escritos que presentan los abogados utilizando
terminología adecuada”. Estos escritos deben redactarse de manera correcta, lo cual
significa que no basta que se presenten con buena ortografía, sino que además tienen que
estar bien argumentados tomando como base las leyes vigentes. Los abogados que ejercen
profesionalmente la dirección y defensa de las partes en toda clase de procesos, se dediquen
al asesoramiento y consejo jurídico o ejerzan funciones de magistrados o juristas, están
obligados a emplear y respetar las reglas gramaticales puesto que ellas dan a los demás la
seguridad de que la palabra empleada corresponde exactamente a un concepto bien
definido. Nada más deplorable que un profesional del Derecho empleando cierto carácter
“artístico” y “musical” en sus escritos, de tal manera que estos aparezcan incomprensibles
para los demás como consecuencia de su “afición filosófica-literaria”, causa frecuente de
una mala redacción.
Para nadie es un secreto que la redacción es uno de los principales problemas que
afrontan los abogados. En efecto, la mala redacción ha sido y continúa siendo una de
las principales causas de que no se comprenda fácilmente un documento jurídico.
Muchos hombres de leyes no les dan la debida importancia a los aspectos de forma de
un documento, pero si éste no se presenta bien redactado perderá sentido, se
dificultará la lectura o no se podrán comprender las cuestiones de fondo. Si a esto se
suma el problema de ordenar correctamente las palabras para construir frases y
oraciones (sintaxis), entonces la situación se torna preocupante.
Aparte de manejar el lenguaje jurídico, es recomendable que los abogados también estudien
de manera correcta el uso de los sinónimos y antónimos para poder enriquecer su bagaje
profesional y así poder plasmar la terminología necesaria en cada documento. Para esto se
recomienda al abogado contar a su vez con un buen diccionario de sinónimos y antónimos.
El tercer criterio recae en el abogado, pues debe saber escribir bien. Es aquí donde un
curso de redacción general ayudaría mucho. Pero si uno, no llegó a realizarlo mientras
cursaba la carrera de Derecho, entonces debería empezar por hacerlo. Algo que olvidan la
gran mayoría de abogados, es que tienen a su alcance la predisposición para poder escribir,
ya sean poemas, cuentos, pensamientos, etc. Si el profesional del derecho comienza a hacer
de la escritura un hábito, la misma práctica le ayudará a relacionarse mejor con la
terminología y a la hora de redactar un documento, verá sus progresos cuando empiece a
darse cuenta por sí mismo, que su redacción es entendible y coherente. Uno de los secretos
para obtener una buena redacción, es la práctica; de este modo, al redactar sus demandas,
denuncias, minutas, etc., dejará no solo una buena impresión en sus documentos, sino una
calidad legible que lo diferenciará de los otros profesionales.
Como cuarto criterio de la buena redacción, es formarse el hábito de la lectura.
Mientras más lea un abogado, podrá enriquecer su léxico. Pero no solo debe remitirse a leer
textos jurídicos o normas legales, sino que debe leer obras, novelas e incluso textos
filosóficos. Este es otro de los secretos por el cual todo profesional del derecho mejorará la
calidad de sus escritos. Cuando uno lee un libro, no solo su mente se traslada a otro mundo,
sino que el lector se enriquece de toda la cultura, el estilo y el contexto que el autor plasmó
a su obra. Esto se debe tener muy en cuenta.
Para tratar la eficacia que debe existir en los documentos jurídicos. Es necesario aplicar los
parámetros siguientes.
Segundo.- No se debe olvidar que redactar es expresar por escrito con exactitud, concisión
y claridad, para que pueda ser entendido.
Tercero.- Se tiene que organizar mentalmente las ideas antes de escribirlas (relación de
ideas).
Séptimo.- El profesional del derecho, no solo debe mostrar una buena redacción, sino que
es menester que sepa argumentar su escrito, teniendo en cuenta las normas vigentes. Por
último, los abogados que se dediquen íntegramente a ejercer las funciones de jueces o
juristas, deben dominar bien las reglas gramaticales de la lengua, puesto que ellos son los
encargados de dar seguridad en sus documentos.
Cuando el abogado redacta un documento, se sabe que el contenido del escrito debe
esclarecer un hecho o acto del cual deja constancia de su pretensión, los cuales tienen que
cumplir con la formalidad de ley para producir sus efectos jurídicos. Empero, por más que
todo documento busque comunicar o advertir a una de las partes en litigio, la extinción o
pretensión de un derecho o una acción, hace que muchas veces los abogados se olviden de
otorgarle una buena calidad en su estilo.
La finalidad del estilo dentro del lenguaje jurídico, no es otra más que convencer o
persuadir a los destinatarios del derecho que se pretende obtener. Para esto, notamos que
Olivecrona Karl, considera que el lenguaje jurídico siempre emplea un estilo persuasivo, al
indicar: “El propósito de todas las disposiciones jurídicas, pronunciamientos judiciales,
contratos y otros actos jurídicos, es influir en la conducta de los hombres y dirigirla de
ciertas maneras. El lenguaje jurídico tiene que ser considerado como un medio para este
fin, es un instrumento de control social y de comunicación social. Podemos llamarlo
lenguaje directorio, por oposición al lenguaje informativo.”
Definición
Redactar es expresar y desarrollar por escrito ideas previamente pensadas, por ende, se
deben incluir todas las ideas, sin excepción, y luego se seleccionan y organizan las que
resulten más adecuadas para la elaboración de la composición.
En otro orden de ideas, la redacción jurídica se refiere al conjunto de escritos que presentan
los abogados utilizando terminología adecuada. Estos escritos deben redactarse de manera
correcta, lo cual significa que no basta que se presenten con buena ortografía sino que
además tienen que estar bien argumentados tomando como base las leyes vigentes.
Importancia
Pre - Escritura
Es una etapa intelectual e interna, donde el autor elabora sus ideas y aun no plasma frase
alguna, es imprescindible tener un conocimiento del idioma, el cual no solo se limita al
léxico y a la gramática, sino que se extiende a los esquemas de organización de cada tipo de
texto.
Escritura
Re- Escritura
En esta fase del proceso conviene dejar “enfriar” el escrito antes de someterlo a revisión,
esto significa que es necesario dejar pasar “un tiempo prudencial” antes de revisar y
redactar la versión final. La corrección debe alcanzar la ortografía, sintaxis, adecuación
semántica, entre otros...
Para producir un texto el escritor debe saber recoger, clasificar, sintetizar, interpretar y
adaptar la información a las características del texto que está produciendo. Además, debe
estar dispuesto a escribir más de un borrador, a alterar los planes iniciales y debe conocer
las convenciones relacionadas con la ortografía y con el tipo de texto que está escribiendo.
El modelo cognitivo
Es una interesante propuesta que ofrece Flower y Hayes. Ellos explican tanto las estrategias
que se utilizan para redactar (planificar, releer los fragmentos escritos, revisar el texto,
fijarse primero en el contenido y al final en la forma, etc.) como las operaciones
intelectuales que conducen la elaboración de un texto escrito (memoria, procesos de
creatividad). Producción.
La redacción es una labor muy difícil y pesada. Por esto es comprensible que la mayoría
realice simultáneamente las tres etapas del proceso de redacción: planificar, redactar y
corregir a la vez.
Sin embargo, estas tres etapas lógicas del proceso de redacción deben llevarse a cabo en
forma sucesiva y por separado
Redacción: la segunda etapa consiste en expresar por escrito las ideas o conceptos
bosquejados en la guía antes preparada. La redacción es la codificación de las ideas, es
decir, traducirlas al código o idioma escrito. En esta etapa ya no debe ser necesario definir
qué decir, sino en cómo decirlo. Si ya hemos bosquejado los temas o conceptos en el orden
más conveniente, la etapa de redacción consiste básicamente en ampliar esas ideas y
exponerlas en oraciones completas.
Para realizar la revisión es conveniente atender a todos los aspectos que han intervenido en
el proceso de redacción del documento, es decir, tener en cuenta, elementos tan diversos
como la adecuación al destinatario del escrito, la corrección ortográfica y gramatical, el
rigor en el uso del lenguaje, la adecuada presentación del documento.
A continuación, se plantean algunos puntos que se deben tomar en cuenta en la revisión del
documento atendiendo a los objetivos esperados:
-Es importante el uso del diccionario, este será un recurso muy valioso para verificar la
ortografía o bien para localizar la palabra que más se ajuste a la idea que se desea expresar.
-Selección de los detalles que interesen de acuerdo con la intención de quien redacta.
Fuentes generales
Se le llama fuentes de información a los “lugares” desde donde se toman los datos que el
“redactor” utiliza. Puede ser entonces un autor, identificado concretamente con su nombre y
credenciales, una persona jurídica, caso de una institución emisora o reproductora de
determinados contenidos, entre otros...
Las fuentes de información, pueden ser primarias o secundarias, cuando se elige una fuente
de “segunda mano” deberá constar y remitir a su vez a la fuente original. La referencia
bibliográfica es el conjunto de elementos suficientemente detallados que permite la
identificación de la fuente documental (impresa o no) de la que se extrae la información.
Comprende los siguientes rubros: la letra, el espacio entre letras, la palabra, el espacio
entre las palabras, el interlineado y la columna. Tiene tres importantes funciones: el
peso visual, el interletrado y el interlineado.
Sirven para resaltar títulos, subtítulos y otras expresiones, como las preguntas
realizadas, los nombres propios (si es que es importante memorizarlos). Sirven para
resaltar títulos, subtítulos y otras expresiones, como las preguntas realizadas, los nombres
propios (si es que es importante memorizarlos).
El lenguaje jurídico canónico Junto a los problemas generales enunciados, en los textos y
documentos canónicos pueden darse también otros específicos. Simplemente
mencionaremos dos cuestiones que con viene tener presentes: la existencia de una jerga
pastoral, cuyo empleo indiscriminado podría ir en perjuicio de la claridad; y la necesidad de
elegir el tipo documental más apropiado en cada caso.
Por otra parte, al tratarse de un lenguaje creado en otro contexto y con otras preocupaciones
comunicativas, carece muchas veces de la precisión necesaria en un documento jurídico.
Pueden servir de ejemplo de este lenguaje —dejando al margen las cuestiones sobre la
adecuada comprensión de los sacramentos en la vida de la Iglesia, que subyacen en los
textos— dos pasajes de uno de los documentos que se presentaron hace años con
propuestas para el estudio de un posible directorio diocesano de sacramentos. En ellos se
concretan, pero con lenguaje propenso a la arbitrariedad por su indeterminación jurídica,
los requisitos que los autores consideran necesarios para la admisión a los sacramentos del
bautismo y del matrimonio:
• "En el caso del bautismo de niños falto de las garantías suficientes, habrá de diferirse la
celebración del rito y ofrecer el proceso de reiniciación cristiana necesa- rio para participar
en el mismo con la esperanza fundada (CIC 868 § 2) de que el niño vaya a ser educado en
la fe. El momento de pasar a la celebración sacramental quedará determinado por el hecho
de que los padres, ante la comunidad cristiana, muestren indicios razonables de su
disponibilidad e idoneidad para acompañar en la fe a su hijo. Tanto la acogida de los padres
como el discernimiento acerca del nivel de la profesión explícita de la fe, de la pertenencia
reconocible a la comunidad cristiana y de la actitud práctica ante la vida se deben realizar
con un estilo verdaderamente evangélico".
LA TIPOLOGIA DOCUMENTAL
No se trata de convertir en documentos jurídicos todos los textos que se publican, sino de
dar a los que sean de contenido jurídico la forma más adecuada, el tipo documental
apropiado a su función. Incluso en los preámbulos o exposiciones de motivos de los
documentos jurídicos, aunque traten cuestiones históricas, pastorales, sociológicas, etc., se
ha de procurar también dar a los textos, en lo posible, las características propias de lenguaje
jurídico.
• "La reforma legal trata de poner coto a todo ello, bien que nos tememos que los
frutos no se correspondan con los deseos, a lo que contribuirá, a nuestro modesto
criterio, y con independencia de que la verdadera solución ha de buscarse por
otros cauces, de una parte el hecho de que bajo el imperio de la Ley reformada
continuarán interponiéndose ante el Tribunal Supremo recursos en número muy
considerable, por supuesto superior a las posibilidades reales de normal
tramitación y resolución por ese Alto Tribunal, atinentes todavía con demasiada
frecuencia a asuntos que no deben merecer su tratamiento ante el órgano
supremo de la Justicia Nacional, y, de otra parte, por el cúmulo de recursos de
apelación que contra las sentencias de las Audiencias Territo riales habrán de
formalizarse, no obstante haberse elevado el límite cuantitativo a efectos de
admisibilidad de dicho recurso, límite que sólo juega en determinados ca sos,
como veremos al tratar el art. 94; y, finalmente, por el previsible incremento —
que puede alcanzar cotas insospechadas— de los recursos de revisión, al socaire
de la reforma del art. 102, de lo que, igualmente, nos ocuparemos en el adecuado
lugar" (de un comentario legislativo).
Ejemplo 5. La importancia de buscar el orden más sencillo y directo en las frases se
aprecia al considerar cómo afecta ese elemento a la claridad del mensaje. Por ejemplo, la
redacción:
"El canon 634 dispone claramente" sería equivalente a esta: "Dispone
claramente el canon 634", o a esta otra: "Claramente dispone el canon 634". Las
tres posibilidades son correctas. La cuestión es que las variaciones que caben en
ese margen de libertad estilística apenas afectan a la claridad si se trata de frases
cortas, pero se notan más cuando el texto se alarga y se complica.
En esos casos, si no se procura mantener el orden de la frase, puede llegar a suceder que
hasta el propio autor del texto acabe perdiéndose. Sucede, por ejemplo, en este pasaje de un
auto:
• "No habiéndose desvirtuado en el recurso de súplica interpuesto contra el auto
en que se acordó declarar la falta de competencia para el conocimiento de la
querella las ra zones expuestas en dicho auto, procede su confirmación
desestimando el recurso de súplica sin que esta Sala estime necesario decir, en
relación con la pretensión de esta parte de que en ningún momento el Ministerio
Fiscal planteó como afirma el recurrente, declinatoria de jurisdicción y que por
consiguiente no se incumplió trámite procesal alguno, ya que la Sala lo que
resuelve es su falta de competencia en base a los razonamientos jurídicos que
contiene el auto impugnado".
Ejemplo 6. No existe ninguna razón especial por la que los escritos jurídicos deban adoptar
un estilo semejante al de este fundamento jurídico de una sentencia:
• "Este ámbito subjetivo y teleológico de la educación, fijado en los apartados 1
y 2, es el que delimita el sistema unitario y obligatorio que a todos alcanza. Más
allá, el apartado 3, se mueve ya en el terreno de la relevancia de las libres
convicciones de cada cual, siendo el mensaje constitucional que de él se deriva
el del respeto a la libertad de los ciudadanos para que puedan elegir para sus
hijos una formación religiosa y moral de acuerdo con aquéllas, entendido esto
como un plus, que atiende a quienes tienen creencias religiosas o valoraciones
morales específicas, que siendo compatibles con los objetivos descritos en el
apartado 2 como obligatorios para toda educación, sin embargo no están
comprendidos necesariamente en los mismos, por lo que dando lugar a una
prestación garantizada por los poderes públicos, sin embargo nadie resulta obliga
do a servirse de ella ni nadie que vea satisfecha la pretensión de que sus hijos
reciban enseñanza de una determinada religión o convicción moral está
legitimado por la Constitución para imponer a los demás la enseñanza de
cualesquiera otras religiones o sistemas morales dependientes de las
convicciones o creencias personales, ni desde luego, es titular de un derecho
fundamental a que se les imponga a terceros una obligación de tal naturaleza, en
el caso de que consideren que el contenido ordinario y obligatorio de la
enseñanza es suficiente para atender a las exigencias de conducta y
conocimientos morales que quieren para sus hijos".
Ejemplo 7. Ciertos rasgos frecuentes del lenguaje jurídico tienden a producir un efecto
altisonante o de afectada solemnidad. Entre otros:
o El uso del imperativo impersonal (Notifíquese; Dése traslado; Anótese; Ejecútese...); y de
otras construcciones impersonales, que tienden a crear distancia entre el emisor y el
destinatario del documento.
o La redundancia que se produce cuando se usan —muchas veces innecesariamente, porque
no lo exige la precisión— dos palabras de significado semejante para expresar una sola
cosa (Declaro y digo; pronuncio y mando; manifestó clara y rotundamente; de modo
urgente y perentorio; sin excusa ni pretexto).
o La nominalización (= convertir en nombre o en sintagma nominal) de otras palabras o
frases. Por ejemplo, la frase: “cuando el interesado rechazó la oferta” se nominaliza al
decir: “cuando se produjo el rechazo de la oferta por el interesado”. Los adjetivos tienden a
sustituirse por sus sustantivos derivados: es una conducta habitual // existe habitualidad en
la conducta; se requiere una posesión continua // se requiere continuidad en la posesión.
Los verbos se sustituyen por los correspondientes sustantivos: cesar // cesación; durar //
duración (lo cual exige cambios de construcción, que tienden a complicar la sintaxis).
Asimismo, se sustituye innecesariamente muchas veces el uso simple y directo de un verbo
(aparecer, cumplir, comenzar, resolver, admitir, trasladar) por una nominalización
precedida de otro verbo que no añade nuevos matices o precisiones (hacer su aparición, dar
cumplimiento, dar comienzo, dictar resolución, proceder a la admisión, dar traslado). Así,
por ejemplo:
• "Se realiza la notificación mediante este anuncio al haberse intentado sin
efecto la notificación de la incoación de los procedimientos sancionadores que
se relacionan, por infracción de la normativa en materia de tráfico, circulación
y seguridad vial". • "Las declaraciones municipales de innecesariedad de
licencia de parcelación deben contemplar como condición general la
obligación de implantación de setos vivos en todas las lindes de la finca
resultante".
• Por ejemplo, la frase: “Se ha intentado sin éxito la notificación de la in
coación del procedimiento sancionador”, sonaría mejor así: “Se ha in tentado,
sin éxito, notificar la incoación...”; o así: “Se ha intentado, sin éxito, notificar
que se ha incoado...”.
• La frase: “Una cosa es criticar las normas y otra proceder a la reforma de las
mismas”, se simplificaría así: “Una cosa es criticar las normas y otra
reformarlas” (se evita también el uso pronominal innecesario de ‘las mismas’).
Ejemplo 8. El abuso del gerundio suele producir una desafortunada sensación estética (el
caso más denostado, aunque no el único, es el famoso "gerundio de boletín oficial": se dictó
una norma disponiendo; se adjunta paquete conteniendo). Su uso incorrecto produce
también un inde seable efecto de indeterminación temporal, como puede comprobarse en
este pasaje de una sentencia:
• "Fallo: La aprobación del convenio de acreedores de la entidad mercantil XXX
S. A., sometido a votación el 23 de marzo de 2006, adquiriendo plena eficacia
en los términos legales desde la fecha de su aprobación, cesando los efectos de la
declaración de concurso y cesando los administradores excepto en las labores
derivadas de la sección de calificación y la fiscalización de la completa
satisfacción de los créditos contra la masa".
Ejemplo 9. Puede verse, entre otras cosas, un ejemplo de puntuación poco esmerada en el
texto de la siguiente alegación:
• "PRIMERO.- Que dadas las circunstancias concurridas en este periodo de
exposición pública, con un doble proceso electoral de por medio, que sin duda ha
acaparado la atención pública y ha podido condicionar la participación, siendo
ésta, a nuestro entender, un pilar básico en procesos de ordenación del territorio
y de repercusiones so bre un bien común como es nuestro medio ambiente;
consideramos insuficiente el mínimo legal de 30 días y de cara a propiciar un
mejor debate social y un mejor conocimiento, si cabe del propio equipo redactor
o de las autoridades municipales, sobre los objetivos y alcances de las propuestas
planteadas, solicitamos su prorrogación por el tiempo que se considere
apropiado".
Ejemplo 10. Sirva como ejemplo de defectuosa correlación de tiempos verbales esta frase
de un auto judicial:
• "Al contrario de lo que ocurre en las legislaciones francesa e italiana, en la
legislación penal española en la fecha en la que ocurrieron los hechos no existía
una norma que penalice las conductas relacionadas con..." (en lugar de: "no
existía una norma que penalizase").
Ejemplo 11. Y en este párrafo de un escrito de alegaciones puede observarse el efecto
desorientador que produce la incorrecta concordancia en género y número:
• "Si bien, estimamos como adecuado la ordenación de los recursos eólicos para
un posible aprovechamiento minimizando sus impactos, por su carácter
territorial y por las afecciones que suponen, su ordenación debería corresponder
a un plan comarcal, al menos, al que quedaría subordinado las actuaciones a
nivel municipal" (Por lo demás, con esta redacción es imposible saber si "sus
impactos", "su carácter territorial" y "las afecciones" son de "la ordenación", de
"los recursos eólicos" o del "posible aprovechamiento", con lo que resulta muy
difícil entender las relaciones que se expresan entre esos elementos).
Ejemplo 12. El diccionario de la Academia de 1852 definía la pedantería, de manera un
tanto pedante, como "Vicio que consiste en afectar ciencia, vertiendo a cada paso especies
recónditas, usando locuciones extrañas, sembrando citas y latines, y en especial delante de
personas poco instruidas". No son pocos los escritos jurídicos que incurren en este vicio, o
al menos lo bordean en algunos o en muchos de sus pasajes. Sirvan como muestra (recogida
con ánimo puramente didáctico) estos párrafos de la fundamentación jurídica de una
resolución:
• "CONSIDERANDO: Que, ante todo, en virtud de lo dispuesto por el artículo
(...), “las decisiones del Defensor del Pueblo sobre la admisibilidad de las
quejas son irrecurribles”, por lo tanto, ante la supina ignorancia de la recurrente
huelgan comentarios; Que, el farragoso escrito presentado por la pretensa
recurrente discurre en torno a múltiples temas inatinentes, cual vano afán por
distraer la atención en cuanto a la cuestión medular resuelta; Que, por lo tanto,
los devaneos concernientes al derecho de enseñar y aprender (...) se convierten
en meros telones de fondo en cuyo marco resalta el acto discriminatorio a que
se ha sometido a un adolescente por parte de los directivos de una tradicional
escuela (...); Que, en cuanto a las cuestiones formales planteadas por la supuesta
recurrente, cabe aclarar que no se ha actuado “in audita parte” [la expresión
correcta sería "inaudita parte"] pues, ante la negativa recibida a rever la medida
luego de llamadas telefónicas registradas el “periculum in mora” en cuanto a
que dilaciones formales impidiesen la matriculación en tiempo y forma del
alumno, llevó a proceder de oficio a esta Defensoría del Pueblo; (...) Que, más
aún, no se condice el burdo escrito presentado por la representante legal de la
escuela con la mesurada resolución de esta Defensoría del Pueblo (...) Que la
razón invocada deviene discriminatoria y sancionatoria pues el escrito no fue un
libelo difamatorio pergeñado de ex profeso y con intención de dañar por parte
del alumno; (...) Que profesores de la escuela corrigieron y, por ende,
consintieron el contenido de un escrito utilizado luego y extemporáneamente
como prueba para una sanción indirecta, valiéndose del “fruto del árbol
envenenado” que la jurisprudencia penal ha descalificado desde vieja data; Que,
objetivamente evaluado, el escrito de marras no cuenta con expresiones
personales o institucionales soeces ni agraviantes, más aún no hay
consideraciones peyorativas sino, paradojalmente, ponderativas respecto a una
directora llamada a destinos mayores por una bonhomía que ahora ella misma
se encarga de empalidecer con su actitud recursiva; RESUELVO (...).
13. La escritura jurídica suele utilizar, como una especie de sello profesional transmitido de
generación en generación, abundantes arcaísmos. Además de las construcciones que ya
hemos visto en un ejemplo anterior, otros elementos arcaizantes son:
- Vocabulario desusado fuera del ámbito jurídico (pedimento, libranza,
fehaciente, anuencia, bastanteo, conculcación, por mor de, a fuer de, por ende...).
-Uso del futuro imperfecto de subjuntivo (Quien sustrajere; Si no otorgare;
incurriría en las consecuencias a que hubiere lugar...).
- Fórmulas estereotipadas exclusivas de ese lenguaje (Que estimando como
estimo en parte la demanda interpuesta... debo acordar y acuerdo; Visto todo lo
cual, vengo en resolver; A los efectos del artículo...; A instancia de; A tenor de;
Conforme a lo prevenido en; A título excepcional; Al efecto; En ausencia de
disposiciones; De conformidad con; En detrimento de; En su caso; En virtud de;
Salvo disposición en contrario; Sin perjuicio de; Ha lugar; Tener por probado...).
Aparecen frecuentes muestras de este rasgo estilístico en edictos y notificaciones. Por
ejemplo:
• "Nuevamente se le apercibe de que, caso de persistir el incumplimiento de la
orden de obras dada, se le seguirán imponiendo sucesivas multas coercitivas
hasta tanto se proceda a la total ejecución de las obras, para lo que se le concede
nuevo plazo de UN MES"
.• "Lo que le comunico para su conocimiento y efectos, advirtiéndole que contra
esta Resolución cabe interponer (...)".
• "Se le apercibe de que, de no comparecer sin alegar justa causa, le parará el
perjuicio a que hubiere lugar en derecho".
• "Se le apercibe de que, de no abonarlo en dicho periodo voluntario, se
procederá sinmás trámite a su exacción por vía ejecutiva".
• "En relación con la subvención a usted concedida con fecha 10 de septiembre,
de conformidad con lo previsto en la letra b) de la Base Cuarta, punto 5, de las
que regulan la convocatoria de subvenciones (...) y al efecto de comprobar el
cumplimiento de la obligación de mantenimiento de la actividad durante, al
menos, dos años, salvo causa debidamente justificada, se solicita la presentación
de la siguiente documentación: (...) Se le apercibe que, de no hacerlo así, se le
declarará decaído en su derecho, con los efectos que establece el artículo 76.3 de
la referida Ley".
• "Dése traslado al Boletín Oficial de la Ciudad para su publicación y general
conocimiento".
14. Probablemente el destinatario de una comunicación como las siguientes no descansará
tranquilo hasta haber contratado a un abogado que se la traduzca:
• "De conformidad con lo dispuesto en el art. 29 del vigente Reglamento de
Disciplina Urbanística, aprobado por R.D. 2.187/78 de 23 de junio. VENGO EN
DISPONER: 1°.-REQUERIR a D. XXX, como Promotor de las Obras referidas,
para que proceda a la SUSPENSIÓN INMEDIATA de las obras que se vienen
realizando en el inmueble mencionado, como medida cautelar hasta que se
proceda a su legalización o, en su caso, tras la tramitación del expediente
oportuno, a la reposición de la legalidad alterada. 2°.-Cumpliendo lo ordenado en
el art. 84 de la Ley 30/92, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas
y del Procedimiento Administrativo Común, se conceda al interesado, un plazo
de AUDIENCIA de DIEZ DÍAS. durante los cuales, se pondrá de manifiesto el
expediente íntegro al objeto de que pueda ser examinado, por sí mismo o por
medio de representante debidamente acreditado, conforme establece el art. 32 de
la misma Ley y, en su caso, formular las alegaciones que estime oportunas,
transcurrido el cual sin cumplimentarlo se le considerará decaído en su derecho a
este trámite. De conformidad con lo dispuesto en el art. 107 de la LRJPAC,
contra la presente resolución no cabe recurso por ser un acto de trámite. Lo que
se publica para su conocimiento".
• "Transcurrido el plazo citado sin interponer el mencionado recurso la presente
resolución adquirirá el carácter de firme, y por la Dirección General de Hacienda
de la Consejería de Administración Pública y Hacienda de la Junta de
Extremadura le será comunicada la forma, lugar y plazos del pago del importe de
la sanción impuesta, en período voluntario, en virtud de lo establecido en el art. 4
del Decreto 67/1994, por el que se aprueba el Reglamento de Recaudación de
multas de la Comunidad Autónoma de Extremadura (D.O.E. 24.05.94). En caso
de impago en período voluntario se le requerirá por la referida Dirección General
de Hacienda para el pago en vía ejecutiva de apremio con el correspondiente
recargo e intereses de demora, de acuerdo con lo dispuesto en el art. 6.3 del
Decreto 67/1994, ya citado”.
Ejemplo 15. En el lenguaje jurídico es tradicional el uso de frases hechas y otras
expresiones en latín (a quo, ad quem, ex novo, de lege ferenda, rebus sic stantibus, obiter
dictum, sine die, sub condicione, sub iudice, petitum, causa petendi, ratio decidendi...). Esta
tendencia se acentúa, por razones evidentes, en el caso del lenguaje canónico. Es
aconsejable prescindir de este recurso expresivo en todo escrito que no vaya dirigido a otros
profesionales, y usarlo con gran moderación en los demás casos.
CONSEJOS UTILES PARA MEJORAR LA REDACCION DE UN TEXTO
JURIDICO
Lograr una redacción óptima en el ámbito jurídico no es una tarea fácil pues está plagada de
dificultades. Para empezar, es necesario organizar mentalmente las ideas que se quieren
trasladar al papel antes de escribir. Una vez ordenadas en la mente, es necesario identificar
las ideas principales y secundarias, elaborando un esquema en el que se escriban en orden y
de acuerdo con la importancia de cada una. El orden de una oración es importante porque
de lo contrario resultará carente de sentido. Más aún, si no es capaz de ordenar lo que se
quiere decir de una manera lógica y cuidada, el escrito perderá todo interés. Lograremos
una buena redacción cuando tengamos plena conciencia de que el pensamiento y su
expresión no son operaciones sucesivas sino una única operación. Encasillar la realidad en
las palabras que ya conocemos y que ya tenemos almacenadas en nuestro cerebro será pues
nuestro trabajo mental.
A la mayoría de los abogados, por falta de adiestramiento y de prácticas suficientes y
adecuadas, les cuesta trabajo parafrasear, es decir, tomar únicamente las ideas y exponerlas
con sus propias palabras, así como comentar, resumir y sintetizar la información de una
fuente, y sólo contribuyen con frases de transición. Otros, en cambio, debido a su condición
de investigadores experimentados, tienden a complicar el léxico de sus escritos, y utilizan
términos incomprensibles para sus lectores.
Por otro lado, tampoco se les da la debida importancia a los signos de puntuación porque
aún no se acaba de entender la función de cada uno de ellos, en particular el uso de la coma,
el punto y coma, las comillas y los paréntesis. La coma es, por ejemplo, uno de los signos
de puntuación de más frecuente uso en los escritos jurídicos, pero casi siempre se emplea
mal (a veces se coloca donde no debería ir, o se suprime donde debería usarse, o se emplea
en sustitución de otro signo). En la mayoría de los casos el contexto aclara la incorrección
gramatical y no pasa de ser una contravención a la gramática, pero en ocasiones su empleo
u omisión sí pueden acarrear problemas de interpretación.
2.- El orden de las palabras y la manera cómo se escriben constituyen piezas fundamentales
de la redacción, pues ambos son elementos de gran trascendencia para todo abogado que
redacte documentos. Es importante reconocer también que en ciertas situaciones
excepcionales nos veremos obligados a usar un léxico demasiado técnico, pero no por ello
menos comprensible pues, si lo empleamos con moderación y con las debidas explicaciones
del caso, será de mucha utilidad no solo para nosotros mismos sino también para nuestro
interlocutor.
3.- Orden cronológico. Los escritos del ámbito jurídico presentan dos clases de orden:
cronológico y de causa-efecto. El primero permite organizar y distribuir la información
según el criterio del tiempo, de tal manera que domina la referencia de hechos reales y
procesos en general y se caracteriza por una serie de nexos que ayudan a reforzarlo:
inicialmente, posteriormente, luego, finalmente, de inmediato, después, con posteridad,
con anterioridad, al principio, seguimiento, al final. El segundo consiste en una manera de
ordenar un texto en el que se mencionan las razones y las consecuencias de una situación,
orden que se evidencia, entre otros, por medio de los siguientes enlaces: por tanto, en
consecuencia, debido a ello, por esto, como resultado de.
• Oficiales públicos (en los diversos departamentos de las curias o, más en general, de la
organización de la Iglesia).
• Intermediarios de la información entre la autoridad pública y los fieles (por ejemplo,
párrocos, capellanes).
Puede ser útil fijarse en los distintos niveles a los que puede extenderse la simplificación
de un texto:
• El tercer nivel se refiere a la estructura lógica del contenido, es decir al modo en que las
unidades de información están relacionadas entre sí (si las unidades de información están
relacionadas de modo solo implícito, porque el texto presupone que quien lee posee
informaciones o conocimientos que no se le dan explícitamente, es mayor la posibilidad de
que la comprensión del texto resulte difícil).
Algunos medios que pueden ser útiles para simplificar el texto en cada uno de esos niveles
son los siguientes (en orden inverso al de la enumeración anterior):
• En primer lugar, centrarse sobre la estructura lógica del texto ya escrito, releyéndolo (a
ser posible, dos o más personas), tomando nota de los puntos más o menos oscuros y
añadiendo, en su caso, la información necesaria para que se entienda bien.
• En segundo lugar, para mejorar el texto en cuanto a las unidades de información, resulta
útil formular hipótesis de redistribución de la información, señalando claramente la
distinción entre los datos principales y los que son auxiliares y verificando en pequeños
grupos de control (personas ajenas a la redacción a las que se pide que lo lean) la secuencia
lógica del texto y su transparencia.
• Al pulir el lenguaje se deben preferir, siempre que haya igualdad de significado, las
palabras de uso común a los términos técnicos o de lenguaje especializado; si es necesario
utilizar estos términos, se puede explicar su significado en el contexto, o aparte (según su
mayor funcionalidad respecto al texto).
• En cuanto a la sintaxis, por ejemplo, el texto mejora cuando el autor evita la voz pasiva y
las formas impersonales siempre que su uso en el texto no permita a quien lee entender
claramente quién es el sujeto y cuál es el objeto de la acción (quién hace, o debe hacer; qué
hace o debe hacer).
• "Art. 1. La Obra del Apostolado del Mar, a pesar de que no constituye una entidad
canónica autónoma con su propia personalidad jurídica, es la organización que promueve la
atención pastoral específica dirigida a la gente del mar y está orientada a sostener el
esfuerzo de los fieles llamados a dar testimonio en ese ambiente con su vida cristiana"
(m.pStella Maris, 31.I.1997: AAS 89, 1997, 209-216).
• "10. Asimismo, respecto a otras materias sometidas anteriormente a normas particulares
procedentes de la propia Conferencia Episcopal, pueden éstas sancionarse en el actual
momento, afirmándose así expresamente su vigencia tras la promulgación del Código de 25
de enero de 1983, por gozar de un contenido coherente con la nueva ley universal: en estos
casos, se hace en el articulado del presente decreto una referencia genérica a dicha
normativa anterior al Código, otorgándole, mediante tal referencia, una fuerza legislativa
actualizada según las exigencias del c. 455. Sin embargo, se ha de entender que este tipo de
norma legislativa particular, debe ser interpretada en el futuro conforme al espíritu y
normas expresas del nuevo Código, y si eventualmente pudiera plantearse entre unos y
otros preceptos cualquier conflicto, éste habrá de resolverse según las prescripciones de la
ley común de la Iglesia, en cuyo texto y contexto han de ser interpretadas (cfr. c. 17) tales
normas particulares, que ahora presenta esta Conferencia Episcopal" (CONFERENCIA
EPISCOPAL ESPAÑOLA, I Decreto general, Proemio, n. 10, en BOCEE 3, 1984, 99).
• "Las costumbres universales o particulares actualmente vigentes y contrarias a estos
cánones, quedan totalmente suprimidas si se reprueban en los cánones de este Código, y no
se ha de permitir que revivan en el futuro; las otras quedan también suprimidas, a no ser
que en el Código se establezca expresamente otra cosa, o bien sean centenarias o
inmemoriales, las cuales pueden tolerarse cuando, ponderadas las circunstancias de los
lugares y de las personas, juzga el Ordinario que no es posible suprimirlas" (CIC, c. 5 § 1).
• "Exceptuado el caso de que haya sido especialmente aprobada por el legislador
competente, la costumbre contra ley o extralegal sólo alcanza fuerza de ley si se ha
observado legítimamente durante treinta años continuos y completos; pero, contra la ley
canónica que contenga una cláusula por la que se prohíben futuras costumbres, sólo puede
prevalecer una costumbre centenaria o inmemorial" (CIC, c. 26).
• "El ejecutor de un acto administrativo, a quien se encomienda meramente el servicio de
ejecutarlo, no puede denegar la ejecución del mismo, a no ser que conste claramente que
dicho acto es nulo, o que por otra causa grave no procede ejecutarlo, o que no se han
cumplido las condiciones expresadas en el mismo acto administrativo; pero si la ejecución
del acto administrativo parece inoportuna por las circunstancias de la persona o del lugar,
el ejecutor debe suspender dicha ejecución; en tales casos, lo pondrá inmediatamente en
conocimiento de la autoridad que puso el acto" (CIC, c. 41).
• "En el presente caso, basta con dar por reproducido lo hasta aquí transcrito de las SSTC
93/1983 y 265/1988 para estimar la demanda y otorgar el amparo solicitado, puesto que el
Auto recurrido, en la medida en que reconoció efectos civiles a la decisión pontificia sobre
matrimonio rato y no consumado, no obstante la oposición formulada por el recurrente, que
no puede calificarse de arbitraria, atendidas las razones en que se fundamentaba, además
de reconocer el contenido normativo de la citada Disposición adicional segunda de la Ley
30/1981, tal y como resulta de una interpretación cabal de esta norma procesal, infringió el
derecho a la tutela judicial efectiva y causó la indefensión proscrita en el artículo 24 CE, en
los términos expuestos" (De la Sentencia n. 328 de la Sala 1ª del Tribunal Constitucional
Español, de 8.XI.1993, Fundamento jurídico tercero).
• incluir un índice;
• permite a los lectores comprender cómo está organizado el texto; • les ayuda a localizar
la información que buscan;
• pone de manifiesto el principio orientativo que debe presidir cualquier escrito que
tenga un propósito fundamentalmente informativo (...).En los considerandos, se ha
pasado de una frase de cerca de mil palabras a treinta y seis frases, agrupadas en ocho
epígrafes, con una media de veintitrés palabras cada una. En la nueva redacción de la
parte dispositiva se han suprimido más de la mitad de las referencias cruzadas internas,
que han pasado de cuarenta y cuatro a veintiuna. (...) Algunas de las modificaciones son
de menor importancia —por ejemplo, he preferido usar «si» en lugar de «en caso de» en
las oraciones condicionales— pero sus ventajas son patentes si se considera la Directiva
en su conjunto (...).Presentamos a continuación otros dos ejemplos (ambos en los
considerandos) que ilustran la diferencia de enfoque.
Primer ejemplo: "Considerando que el grado de seguridad del juguete debe ser
apreciado en el momento de la comercialización de éste, teniendo en cuenta, sin
embargo, la necesidad de garantizar su mantenimiento durante toda la utilización
previsible y normal del juguete". Pasa a: "Los juguetes deben ser seguros no sólo en el
momento de su comercialización, sino también durante todo su periodo de uso normal y
previsible". Segundo ejemplo: "Considerando que el dictamen del Comité Científico
Consultivo para la evaluación de la toxicidad y de la ecotoxicidad de los compuestos
químicos ha sido tenido en cuenta en lo relativo a los límites sanitarios en relación con la
biodisponibilidad de los compuestos metálicos de los juguetes para los niños". Pasa a:
"La salud de los niños puede verse afectada por la ingestión de componentes metálicos
de los juguetes, por ejemplo, al chuparlos. Por este motivo, se ha tenido en cuenta el
dictamen del Comité Científico Consultivo de la CE al fijar los límites relativos a la
presencia de estos componentes en los juguetes.
MILLÁN GARRIDO, A., Libro de estilo para juristas. Normas básicas y reglas técnicas
para la elaboración del trabajo académico, Barcelona, Bosch, 2ª ed., 1999.