Recurso de Proteccion

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PROCEDIMIENTO : Protección

MATERIA : Recurso de protección


RECURRENTE : WUILCARLIS DEL MILAGRO VILLEGAS
BRACHO
Cédula de Identidad : 22316080 (VENEZUELA)
ABOGADO PATROCINANTE : PEDRO GUERRERO RIVERA
RUT : 15.581.244-3
CELULAR : +56982453143
RECURRIDO : Servicio Nacional de Migraciones
R.U.T. : 62.000.920-2
_________________________________________________________________________
EN LO PRINCIPAL: RECURSO DE PROTECCIÓN; EN EL PRIMER OTROSÍ:
ACOMPAÑA DOCUMENTOS; EN EL SEGUNDO OTROSÍ: FORMA ESPECIAL
DE NOTIFICACIÓN. TERCER OTROSÍ: SOLICITA LO QUE INDICA

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE VALPARAÍSO

PEDRO GUERRERO RIVERA, Abogado, cédula nacional de identidad n°


15.581.244-3 en representación de WUILCARLIS DEL MILAGRO VILLEGAS
BRACHO, Cédula de Identidad venezolano N°22316080, de nacionalidad
venezolana, dependiente, ambos con domicilio para estos efectos en Calle Condell
N°1217, Valparaíso, a V.S.I. respetuosamente digo.
Que en este acto vengo en interponer recurso de protección en contra del Servicio
Nacional de Migraciones, representado por don Luis Eduardo Thayer Correa, se
desconoce profesión u oficio, ambos domiciliados en San Antonio 580, piso 6,
comuna de Santiago, Región Metropolitana, por el acto ilegal y arbitrario de no
facilitar el formulario tipo para formalizar su solicitud de refugio, perturbando
dicho acto el derecho constitucional de igualdad ante la ley y el debido proceso,
establecidos en los artículos 19 números 2 y 3 de la Constitución Política de la
República, y con el objeto de restablecer el imperio del derecho y asegurar su debida
protección, todo ello conforme a los argumentos de hecho y de derecho que a
continuación paso a exponer:
PROCEDENCIA Y ADMISIBILIDAD DE LA PRESENTE ACCIÓN DE
PROTECCIÓN

El artículo 20 de la Constitución Política de la República fija la acción constitucional


e incluye dentro de su esfera de protección los derechos consagrados en los
numerales ya citados del artículo 19 de la referida Carta, siendo en consecuencia
procedente la acción para el caso de marras.
Por su parte, en cuanto al plazo, el auto acordado respectivo de la Corte Suprema
ordena que dicha acción constitucional debe ser interpuesta dentro del plazo de
treinta días corridos contados desde la ejecución del acto o la ocurrencia de la
omisión o, según la naturaleza de estos, desde que se haya tenido noticias o
conocimiento cierto de los mismos.
En este sentido, la Excelentísima Corte Suprema en sentencia de causa Rol N°6370-
2015 (Fallo de fecha 11/08/2015), ha dejado de manifiesto el rol que tiene el Recurso
de Protección dentro de nuestro ordenamiento en contra de actos administrativos,
ante la falta e inexistencia de un contencioso administrativo general en nuestra
legislación; y además, la necesidad de que esta forma de contencioso administrativo
cumpla con los requisitos señalados para un Recurso de Protección, específicamente
los referidos a la vulneración de una garantía constitucional y al plazo para
interponerlo, como se expresa de seguidas, en sus considerandos 5° y 6°:

“Quinto: Que siendo esencial para el normal funcionamiento de un estado de derecho, el


control de la legalidad de la actividad de la Administración por los tribunales de justicia,
control que necesariamente debe abarcar el de los actos de naturaleza reglamentaria, que la
Ley N° 19.880 sobre Bases de los Procedimientos Administrativos considera como actos
administrativos (artículo 48 letra a); y frente a la inexistencia de un procedimiento
contencioso administrativo general que la contemple, esta necesariamente puede y debe
hacerse a través del recurso de protección.
Sexto: Que para lo anterior habrá́ de tenerse presente que a diferencia de la acción denominada
doctrinariamente “por exceso de poder”, que no requiere de un derecho subjetivo violado
bastando para interponerla un interés legítimo; tratándose del control del reglamento por la
vía del recurso de protección, deberá invocarse necesariamente por la recurrente la
vulneración de alguna garantía contemplada en el artículo 20 de la Constitución Política, y
deberá interponerse dentro del plazo de 30 días desde su publicación; la que es obligatoria de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 48 letra a) de la Ley de Bases de los Procedimientos
Administrativos; teniendo la sentencia que lo anule, efectos generales o erga omnes. Ello sin
perjuicio de la verificación sobre la legalidad del reglamento con ocasión de un recurso contra
un acto particular de aplicación.”

En consecuencia, de conformidad con lo anteriormente expuesto, en el presente caso


se cumple con la exigencia contenida en el artículo 20 de la carta fundamental,
siendo que:
1. Nos encontramos frente a una situación protegible puesto que la decisión de
la recurrida se torna arbitraria e injusta, contraria a la racionalidad;
2. La dictación de este acto genera un agravio mediante la privación,
perturbación o amenaza del legítimo ejercicio de un derecho fundamental, en
este caso, la negativa infundada de entregarle el formulario para realizar la
solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado;
3. El derecho fundamental esgrimido es de aquellos que la Constitución Política
de la República ampara por esta acción; y,
4. La acción se dedujo dentro de plazo y ante tribunal competente.

LOS HECHOS:
Respecto de su solicitud de refugio

1. Mi representada WUILCARLIS DEL MILAGRO VILLEGAS BRACHO, es


de nacionalidad venezolana, 28 años de edad, Soltera y Madre de dos hijos.
2. Ingresó a Chile el día 14 de abril de 2022, por un paso no habilitado en las
cercanías de Bolivia.
3. Luego el 23 de abril de 2022, se acercó por primera vez a las oficinas de la
Dirección Regional de Valparaíso del Servicio Nacional de Migraciones, a
preguntar los requisitos para pedir refugio, donde una funcionaria le señaló
que debía en primer lugar auto denunciarse en PDI. Ese mismo día se acercó
a la PDI de Valparaíso, con el fin de auto denunciarse, pero funcionarios de
la PDI le señalaron que lo iban a llamar, para realizar el trámite.
4. Con fecha 24 de abril de 2022 se auto denunció ante Policía de Investigaciones
de Chile, en la página web de PDI.
5. Luego, WUILCARLIS DEL MILAGRO VILLEGAS BRACHO nuevamente
se acercó a Oficinas de Extranjería, para solicitar Refugio, pero ahora, el
guardia (que es un funcionario contratado por la Administración del Edificio
y no del propio Servicio Nacional de Migraciones) le señala que sólo se
entregan citas (para solicitar refugio) a aquellos extranjeros que tenían un
Recurso de Amparo ganado.
6. Posteriormente, el 9 de marzo de 2023 se acercó a las Oficinas de la Dirección
Regional de Valparaíso del Servicio Nacional de Migraciones, para solicitar
Refugio, pero lo atendió la funcionaria de profesión trabajador social, María
Angélica Vidal Ríos, la cual no formalizó su solicitud, indicándole que envíe
una carta al Subsecretario del Interior, señalando en esa misma entrevista,
que NO CALIFICABA PARA REFUGIO, sino que a una regularización
migratoria ante el Subsecretario del Interior, señalando que debía presentar
la documentación respectiva sobre su caso en oficina de partes o a través de
la página de extranjería, todo ello, conforme a la Ley 21.325.
7. Posteriormente, y considerando que el Servicio Nacional de Migraciones,
niega en sus informes, la asistencia de los extranjeros a las dependencias de
Extranjería con el fin de solicitar refugio, mi representada dejó una carta a la
Directora Regional de Valparaíso, sra. Viviana Ávila, que fue recibida con
fecha 20 de marzo de 2023, con el fin de dejar constancia que se acercó a
solicitar Refugio y no a pedir orientación migratoria y se sacó una foto en la
sección de Refugio con el fin de probar que acudió a las oficinas del Servicio
Nacional de Migraciones.
Fotografía tomada en las Oficinas de la Dirección Regional de Valparaíso del
Servicio Nacional de Migraciones

Certificado de Declaración Voluntaria de Ingreso Clandestino

II. Sobre los hechos en que se fundan la solicitud de refugio.


a) Contexto General de Venezuela
Diversos organismos internacionales han realizado informes que dan cuenta de
violaciones masivas de derechos humanos y hechos constitutivos de delitos de lesa
humanidad que incluso han dado pie al inicio de un proceso de investigación ante
la Corte Penal Internacional.

1. Comisión Interamericana de Derechos Humanos.


La Comisión Interamericana de Derechos Humanos emitió con fecha 31 de
diciembre de 2017 un informe de país sobre Venezuela, denominado
“Institucionalidad democrática, Estado de derecho y derechos humanos en
Venezuela”, disponible en
http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/venezuela2018-es.pdf, la cual
concluye, entre otros puntos, que:

a) Desde hace varios años, la Comisión viene observando un progresivo debilitamiento


de la institucionalidad democrática y la situación de derechos humanos en Venezuela
que ha tenido una profundización e intensificación alarmantes en los últimos dos años
y especialmente, en el 2017. La crisis que atravesó Venezuela durante este año
obedece a un conjunto de factores, entre los que ocupan un lugar central las serias
injerencias del Poder Ejecutivo y Judicial en el Legislativo. En efecto, la Comisión
observa que tal situación está estrechamente relacionada, aunque no de forma
exclusiva, a las decisiones adoptadas por el TSJ, desde 2015, que significaron
importantes afectaciones en las competencias de la AN y menoscabaron el principio
de separación de poderes.

Las injerencias en el Órgano Legislativo condujeron hasta la alteración del orden


constitucional con las Sentencias No 155 y 156 emitidas por el TSJ el 28 y 29 de
marzo de 2017, respectivamente, que contravinieron la separación de poderes, el
principio de representación popular y las competencias que la Constitución confiere
a cada órgano, garantía indispensable de un régimen democrático y del Estado de
Derecho.

b) Según observa la CIDH en este informe, tales decisiones se enmarcan en un contexto


de falta de independencia del Poder Judicial en Venezuela. Ello ha conducido a las
recientes decisiones del TSJ que, en abierta contradicción con el orden constitucional,
desconocen el órgano que ejerce el Poder Legislativo en Venezuela. En efecto, la
Asamblea Nacional, democráticamente elegida, ha sido seriamente impedida de
ejercer sus funciones constitucionales por parte del TSJ.
En contrapartida, se ha establecido una Asamblea Nacional Constituyente, a
través de un proceso electoral sumamente cuestionado y que ha dado por
resultado una composición oficialista. Por su parte, el Poder Electoral es ejercido por
una institución, el Consejo Nacional Electoral, que no presenta las garantías
mínimas de independencia e imparcialidad. De igual manera, el Poder Ciudadano
representado por la DP y la Fiscalía General, ha declinado a su mandato
constitucional de servir a la ciudadanía, la libertad y la democracia.

c) La alteración del orden constitucional y el desconocimiento desde el punto de vista


institucional del principio de separación de poderes, tiene consecuencias concretas en
las y los habitantes de Venezuela quienes enfrentan serios obstáculos para ejercer sus
derechos políticos y participar en la vida pública de la nación.
La falta de independencia de las instituciones llamadas a velar para que ello sea
posible, ha conducido a que el poder público que les fue concedido sirva a fines ajenos
a la tarea encomendada. En opinión de la CIDH, ello se evidencia en múltiples actos
a los que se refirió en este informe, como la destitución, inhabilitación, privación de
libertad, e incluso afectaciones a la integridad y vida de gobernadores, alcaldes,
concejales y diputados. La utilización del poder punitivo para judicializar la protesta
pacífica y perseguir penalmente a disidentes políticos es otro ejemplo de esta
desviación del poder.

2. Secretaría General de la OEA y panel de expertos.

Asimismo, con fecha 29 de mayo de 2018, se evacúo “Informe de la Secretaría


General de la Organización de los Estados Americanos y del Panel de Expertos
Internacionales Independientes sobre la Posible Comisión de Crímenes de Lesa
Humanidad en Venezuela”, disponible en
https://www.oas.org/documents/spa/press/Informe-Panel-Independiente-
Venezuela-ES.pdf, que confirmó la existencia de crímenes de lesa humanidad, cuya
conclusión de su Parte II señala que:

Al término de su evaluación y análisis exhaustivos del conjunto de la información y


las evidencias, este Panel de Expertos Internacionales Independientes estima que
existe fundamento suficiente, que satisface los criterios de prueba contemplados en
el Artículo 53 del Estatuto de Roma, para considerar que los actos a los que se ha
visto sometida la población civil de Venezuela, que se remontan por lo menos al 12
de febrero de 2014, constituyen crímenes de lesa humanidad, de conformidad con lo
que establece el artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional,
incluyendo los crímenes de asesinato, encarcelación, tortura, violación y otras
formas de violencia sexual, persecución y desapariciones forzadas, descritos
ampliamente en este informe. Por consiguiente, este Panel de Expertos
Internacionales Independientes recomienda que:

El Secretario General de la OEA remita este Informe y la evidencia recopilada por la


Secretaría General de la OEA a la Oficina de la Fiscal de la Corte Penal Internacional.
• El Secretario General invite a los Estados Parte en el Estatuto de Roma a
que remitan la situación de Venezuela a la Fiscalía de la CPI, y a que pidan a
la Fiscal la apertura de una investigación sobre los crímenes de lesa
humanidad que se recogen en este Informe, de conformidad con lo que
establece el Artículo 14 del Estatuto de Roma.

El Panel recopiló la información disponible producida por la Secretaría General de la


OEA, organismos internacionales y regionales de derechos humanos, ONGs
internacionales y nacionales, así como la información recibida en las audiencias
públicas celebradas a tal efecto por la Secretaría General de la OEA y la información
complementaria que presentaron directamente a este Panel ONGs, las personas que
prestaron testimonio en las audiencias y otros particulares.

Vale recordar que este Panel no contó con poderes de investigación o la posibilidad de
realizar misiones en el territorio para realizar consultas con las autoridades
nacionales, víctimas, organizaciones de la sociedad civil u otros actores interesados.

Sin embargo, este panel pudo tomar conocimiento de la existencia de por lo menos
131 asesinatos cometidos contra personas que participaban en manifestaciones y
donde el perpetrador del crimen ha sido identificado como un miembro del aparato de
seguridad del Estado y/o de los colectivos, y de por los menos 8.292 casos de
ejecuciones extrajudiciales, cometidos como parte de un ataque sistemático y
generalizado contra la población civil, especialmente contra miembros de la oposición
o personas identificadas como tales, cumpliendo así los elementos contextuales
necesarios para ser considerado asesinatos en los términos del Artículo 7(1)(a) del
Estatuto de Roma.

Asimismo, se recibió información de más de 12.000 detenciones arbitrarias, de por lo


menos 289 casos de tortura y 192 casos de violaciones a personas bajo el control del
Estado y un número de desapariciones forzadas. Miles de personas han sido
perseguidas, cifra que aumenta hasta cientos de miles, sino millones, si se incluye las
víctimas de privación deliberada de alimentos y medicinas. En todos estos crímenes,
el Panel comprobó la existencia de un evidente nexo de persecución por motivos
políticos.

Quedó demostrado que todos estos actos criminales se cometieron como parte de un
ataque generalizado y sistemático contra el segmento de la población civil integrado
por opositores políticos o identificados como tales y que las personas que los
cometieron tenían conocimiento de dicho ataque. La sistematicidad del ataque se
evidencia en que los actos de violencia no ocurrieron en forma aislada, sino que fueron
planeados y organizados siguiendo un patrón de violencia contra la población civil.
Al mismo tiempo, el elemento de ataque generalizado se confirma en que el ataque fue
en gran escala y masivo, dirigido contra una multiplicidad de víctimas, si tomamos
en cuenta las evidencias sobre la cantidad de personas perseguidas, encarceladas,
desaparecidas, torturadas, y/o violadas o que sufrieron violencia sexual,
documentadas en este Informe. Asimismo, la generalidad se evidencia en la
multiplicidad de fuerzas que participaron del ataque y que el mismo se dio en la
mayoría de los estados del territorio venezolano.

En el preámbulo del Estatuto de Roma se recuerda que es “deber de todo Estado ejercer
su jurisdicción penal contra los responsables de crímenes internacionales” y se
dispone que la CPI “será complementaria de las jurisdicciones penales nacionales.”
Sin embargo, tal como lo establece la Fiscalía, “cuando los sistemas nacionales
permanecen inactivos o de otro modo carecen de la voluntad o la capacidad de
investigar y enjuiciar de manera auténtica, la CPI debe colmar el vacío que deja el
incumplimiento de su deber por parte de los Estados.

Este Panel tuvo por cumplido el requisito de complementariedad ante el fuerte ataque
en contra del estado de derecho y del sistema de justicia, incluyendo la complicidad
criminal de jueces y fiscales, y la impunidad total frente a los crímenes de lesa
humanidad cometidos por las altas autoridades del Régimen, el aparato de seguridad
del Estado y los colectivos; todo ello como parte de un ataque sistemático y
generalizado en contra de la población civil. Aparte de la inexistencia de justicia, este
Panel encontró una falta absoluta de independencia e imparcialidad en el Poder
Judicial que vienen denunciando hace años diferentes Organismos Internacionales en
relación a Venezuela.

Asimismo, este Panel considera de fundamental importancia que la Fiscalía en primer


lugar, y eventualmente la CPI, tenga en cuenta el corpus juris internacional regional
para evaluar la sistematicidad, generalidad y gravedad de los hechos evaluados por
este Panel. El objetivo de la CPI de poner fin a la impunidad por los crímenes más
graves de trascendencia para la comunidad internacional, y contribuir así a la
prevención de nuevos crímenes (como se afirma en el Preámbulo del Estatuto de
Roma), solo se podrá alcanzar teniendo en cuenta el contexto político y jurídico
regional.

Los mecanismos regionales de protección internacional, tanto judiciales, como cuasi


judiciales y políticos, han buscado por diferentes medios ponerle fin a las graves
violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, la
criminalidad y la impunidad continúan, profundizando la grave situación en la que
se encuentran los venezolanos, privándolos de sus derechos fundamentales a la vida,
la libertad, la salud, la dignidad, y a ser protegidos contra la persecución. Frente a la
inexistencia de mecanismos nacionales eficientes, y la dificultad en la que se
encuentran los mecanismos regionales para ponerle fin a las graves violaciones a los
derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en Venezuela, la Fiscalía de la Corte
Penal Internacional y la CPI, han pasado a ser la última instancia internacional para
lograr la justicia, ponerle fin a la impunidad en Venezuela y evitar la repetición de
tan graves hechos que ofenden la conciencia de la comunidad internacional.

3. Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos.
Por su parte, en junio de 2018, se publicó un Informe de la Oficina del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos titulado
“Violaciones de los Derechos Humanos en la República Bolivariana de Venezuela:
una espiral descendente que no parece tener fin”, disponible en
https://www.ohchr.org/sites/default/files/Documents/Countries/VE/Venezuel
aReport2018_SP.pdf, el cual en la página ii de su resumen ejecutivo señala con
claridad que tal informe:

“Documenta las violaciones de los derechos humanos que han cometido las
autoridades estatales desde agosto de 2017, como el uso excesivo de la fuerza en
operaciones de seguridad no relacionadas con las protestas, la práctica reiterada de
las detenciones arbitrarias, la tortura y los malos tratos, y la vulneración de los
derechos al disfrute del más alto nivel posible de salud y a una alimentación adecuada.
Además, el informe documenta otras violaciones de derechos humanos, como las
ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos,
cometidas por las autoridades estatales desde 2014. La información recopilada por el
ACNUDH indica que las violaciones de los derechos humanos cometidas durante las
manifestaciones forman parte de un sistema más amplio de represión contra los
disidentes políticos y contra cualquier persona que, a juicio de las autoridades, se
oponga al Gobierno o represente una amenaza para éste”.
Por cierto, el informe anterior debe entenderse complementario al evacuado en
agosto de 2017 por la misma Oficina, titulado “Violaciones y abusos de los derechos
humanos en el contexto de las protestas en la República Bolivariana de Venezuela
del 1 de abril al 31 de julio de 2017”, disponible en
https://reliefweb.int/sites/reliefweb.int/files/resources/HCReportVenezuela_1
April-31July2017_SP.pdf, el que también señala en la página i de su resumen
ejecutivo que:

“Las conclusiones del ACNUDH que figuran en el presente informe ponen de manifiesto una
situación de los derechos humanos cada vez más crítica desde el comienzo de las protestas, en
la que se observan niveles cada vez más altos de represión de la oposición política por parte
de las fuerzas de seguridad nacionales y un aumento de la estigmatización y persecución de
las personas percibidas como opositoras al Gobierno del Presidente Maduro. El ACNUDH
documentó la existencia de violaciones generalizadas de los derechos humanos por parte de
las autoridades nacionales en el contexto de las manifestaciones realizadas en todo el país,
violaciones que tienen por objeto frenar cualquier tipo de protesta contra el Gobierno. El
ACNUDH constató que las fuerzas de seguridad han utilizado sistemáticamente fuerza
excesiva y realizado detenciones arbitrarias de las personas que participan en
manifestaciones. También documentó la existencia de patrones de malos tratos, que en
ocasiones podrían llegar a constituir tortura, malos tratos y violaciones graves del derecho al
debido proceso por parte de las autoridades venezolanas en perjuicio de las personas detenidas
en relación con las protestas”.

4. Corte Penal Internacional y participación del Estado de Chile como


requirente ante ella.

En razón de los antecedentes expuestos en los tres puntos anteriores, que dan cuenta
de una masiva violación de derechos humanos en Venezuela desde al menos el 12
de febrero de 2014 y la comisión de delitos de lesa humanidad y el recrudecimiento
de la persecución política en el contexto de las manifestaciones de abril a junio de
2017, los gobiernos de Chile, Argentina, Canadá, Colombia, Paraguay y Perú,
presentaron un requerimiento al Fiscal de la Corte Penal Internacional con fecha 27
de septiembre de 2018 para, “tras evaluar la información de que disponga conforme a lo
previsto en el artículo 53 del Estatuto, inicie una investigación sobre la comisión de crímenes
de lesa humanidad que habría tenido lugar en Venezuela bajo el gobierno del Presidente
Nicolás Maduro, a partir del 12 de febrero de 2014, con vistas a determinar si se ha de acusar
por la comisión de tales crímenes a una o varias personas.”, requerimiento que se
encuentra disponible en https://www.icc-
cpi.int/RelatedRecords/CR2018_04589.PDF.
En 2020, la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional concluyó que existe una
base razonable para creer que se han cometido crímenes de lesa humanidad,
particularmente en el contexto de la detención, en Venezuela desde al menos abril
de 2017, es decir, en el contexto de las manifestaciones en que participaron los
recurridos.
Finalmente, el 3 de noviembre de 2021, el Fiscal de la Corte Penal Internacional
anunció que el examen preliminar había concluido con la decisión de proceder
formalmente con las investigaciones, requisito previo para formular eventuales
acusaciones, según informa la página web de la Corte, disponible en
https://www.icc-cpi.int//Pages/item.aspx?name=pr1625&ln=Spanish.

El expediente de Venezuela ante la Corte Penal Internacional se encuentra


disponible en https://www.icc-cpi.int/venezuela.

b) Contexto Particular
Respecto a los hechos que fundamentan la solicitud de refugio de WUILCARLIS
DEL MILAGRO VILLEGAS BRACHO, es imperioso señalar que, vivía en San
Felipe, estado de Yaracuy, Venezuela, donde trabajaba y cursaba su segundo año
universitario de medicina.
El motivo de su salida del país se debe a que luego de haber laburado 3 años en
MINPPAL (Ministerio del Poder Popular para la Alimentación) y tras situaciones
irregulares con los pagos, Wuilcarlis sufrió persecución y extorsión por parte de la
policía de Venezuela, luego de ser partícipe de protestas que intentaban visibilizar
la situación en la que se encontraban los trabajadores de dicho Ministerio. No solo
se generó una violencia psicológica a la representante, sino que también a sus hijos,
ya que sufría amenazas en presencia de ellos incrementando su miedo, razón por la
cual decide abandonar el país.
Lamentablemente, la policía de la ciudad no tomaba declaraciones ni denuncias
frente a estos hechos ya que muchos de estos sujetos extorsionadores pertenecían a
la misma institución.
Por estos motivos es que decide venir a Chile, existiendo un fundado temor de
persecución por razón de lo ocurrido en Venezuela, no pudiendo acogerse a la
protección de su país por este temor.
En Chile se encuentra trabajando esporádicamente atendiendo a público en un
almacén cerca de su hogar. Vive un poco más tranquila con su pareja, Hendy
González, su hija Isabela Villegas y su hijo Daniel González, pero siempre con el
miedo de que la expulsen a Venezuela o deba dejar este país y volver a sentir el
temor que vivió.

EL DERECHO

I. Sobre la Ley 20.430 que establece disposiciones sobre protección de refugiados

En el artículo 2o de la Ley 20.430 definiendo el concepto de refugiado, señala que


tendrán derecho a ser reconocidos como refugiados a:

1. Quienes, por fundados temores de ser perseguidos por motivos de raza,


religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones
políticas, se encuentren fuera del país de su nacionalidad y no puedan o no
quieran acogerse a la protección de aquél debido a dichos temores.
2. Los que hayan huido de su país de nacionalidad o residencia habitual y cuya
vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada,
la agresión extranjera, los conflictos internos, la violación masiva de los
derechos humanos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente
el orden público en dicho país.
3. Quienes, careciendo de nacionalidad y por los motivos expuestos en los
numerales anteriores, se encuentren fuera del país en que tenían su residencia
habitual y no puedan o no quieran regresar a él.
4. Los que, si bien al momento de abandonar su país de nacionalidad o
residencia habitual no poseían la condición de refugiado, satisfacen
plenamente las condiciones de inclusión como consecuencia de
acontecimientos ocurridos con posterioridad a su salida.

A la luz de los anterior, se puede evidenciar que WUILCARLIS DEL MILAGRO


VILLEGAS BRACHO tiene el derecho conforme a la legislación actual, para que su
condición de refugiado sea reconocida como tal, por existir un fundado temor de
persecución por motivo de su seguridad, no pudiendo acogerse a la protección de
su país, Venezuela, debido a este temor.

II. Respecto al Procedimiento de determinación de la condición de refugiado.


La Ley 21.430 clasifica el procedimiento de determinación de la condición de
refugiado de tipo administrativo, con aplicación supletoria de la Ley 19.880 que
Establece las Bases de los Procedimientos que Rigen los Actos de los Órganos de la
Administración del Estado.

Según el artículo 26 de la Ley 21.430, este procedimiento comienza con la


presentación de la solicitud, la cual se puede presentar en cualquier oficina de
Extranjería o bien ante la autoridad migratoria respectiva en frontera. En la práctica
dicha solicitud se materializa en la entrega de un formulario tipo, el cual tiene un
número de folio asignado y una vez entregado, se dan 3 días para presentar dicho
formulario junto a toda la documentación necesaria a la oficina de partes del
departamento de refugio y reasentamiento.

Con posterioridad, según el artículo 27 de la misma norma, los funcionarios de la


Administración del Estado una vez recibiendo la solicitud, “deberán ponerla en
conocimiento, en el más breve plazo, de la Secretaría Técnica de la Comisión de
Reconocimiento de la Condición de Refugiado.” Dicha Comisión está compuesta por los
siguientes miembros con derecho a voto:
1. El Subsecretario del Interior, o quien este designe, quien la presidirá.
2. Dos representantes del Ministerio del Interior.
3. Dos representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Cabe destacar que, de conformidad a lo establecido en el artículo 32 de la Ley de


Refugio en relación a los artículos 39 y 42 del Reglamento N° 837, la autoridad
competente extenderá al peticionario y a los miembros de su familia que lo
acompañen, una visación de residente temporario, por el plazo de ocho meses,
prorrogables por periodos iguales, en la forma que determine el reglamento de la
presente ley.
Asimismo, pesa sobre la autoridad la obligación de notificar a los organismos
correspondientes, con el fin que se provean al solicitante y su familia la asistencia
humanitaria básica que pudieran requerir en virtud de su situación de
vulnerabilidad, especialmente en lo referido a alojamiento, acceso a ayuda
alimenticia, salud y trabajo.
En el caso de marras, WUILCARLIS DEL MILAGRO VILLEGAS BRACHO acudió
en 2 oportunidades a presentar su solicitud de refugio en dependencias del
Departamento de Refugio y Reasentamiento ubicado en Melgarejo 699, comuna de
Valparaíso, llevando toda la documentación necesaria para que una vez entregado
el formulario, pueda rellenarlo y formalizar su solicitud. Una vez estando en
dependencias de la oficina de la recurrida, tuvieron una entrevista informal con una
funcionaria la cual haciendo preguntas de investigación, señaló que no podía
solicitar refugio, sino que debía presentar dicha solicitud en oficina de partes del
Servicio Nacional de Migraciones, solicitando regularización para ser analizada por
el Subsecretario del Interior.

III. Sobre el acto ilegal y arbitrario.

Como cuestión previa debe tenerse presente que la ilegalidad y arbitrariedad se


corresponden a comportamientos antijurídicos, definiéndose por la doctrina
nacional lo arbitrario como aquello que carece de fundamento racional o que se
funda en el mero capricho, y que más extensamente corresponde a la “falta de
fundamento racional de un acto, cuando el acto se desarrolla por mero capricho, cuando hay
falta de proporcionalidad entre el fin y los medios que se utilizan, cuando hay falta de hechos
que justifiquen un proceder” , mientras que lo ilegal es “lo que contraviene una norma
jurídica precisa”, señalando Peña Torres que “ilegal” debe entenderse en términos
amplios, abarcando “la ley en sus diversas especies, los reglamentos, las ordenanzas, los
decretos e incluso la ley del contrato”.

En el caso en concreto, lo arbitrario se traduce en la negativa de no entregarle el


formulario tipo para formalizar su solicitud de refugio por un mero capricho de la
funcionaria, no teniendo la misma la competencia necesaria para impedir dicha
entrega y para realizar una entrevista de admisibilidad ya que la ley no lo señala
de manera expresa como parte del procedimiento, es más, la única autoridad
competente para denegar una solicitud de refugio es la Comisión de Reconocimiento
anteriormente señalada.

A su vez. SS. ILtma. es preciso señalar que todos y cada uno de los hechos y aspectos
en los cuales se funde una solicitud de refugio, así como la misma identidad de los
solicitantes, merecen ser expresados únicamente dentro del procedimiento para la
determinación de la condición de refugiado en virtud de uno de los principios
fundamentales de protección como lo es el de la confidencialidad, conforme lo
garantiza el artículo 7 de la Ley de Refugio, en estricta relación con el artículo 9 de
su Reglamento.
Respecto a la ilegalidad del acto, se puede vislumbrar que la acción de la recurrida
atenta específicamente el artículo 26 y 27 de la Ley 20.430 al no entregar el formulario
respectivo considerando que cumple con los requisitos para solicitar refugio y
además, la funcionaria no recibió la solicitud ni mucho menos los documentos que
llevaba la recurrente para acreditar los hechos señalados en esta presentación.
Como se ha señalado anteriormente, la negativa verbal por parte de la recurrida en
observar el Procedimiento de determinación de la condición de refugiado al
establecer trabas a la formalización de su solicitud importa a su vez una vulneración
al derecho que tiene todo ciudadano a impugnar la decisión adoptada por la
administración.

IV. Garantías constitucionales vulneradas cuya protección se solicita.

El artículo 19 numeral 2 de la Constitución Política establece que “la Constitución


asegura a todas las personas: 2.- La igualdad ante la ley. En Chile no hay persona ni grupo
privilegiados. En Chile no hay esclavos y el que pise su territorio queda libre. Hombres y
mujeres son iguales ante la ley. Ni la ley ni autoridad alguna podrán establecer diferencias
arbitrarias”
Por tanto, no se pueden establecer diferencias arbitrarias entre las personas frente a
la ley, repudiando nuestro derecho, tanto los tratos preferentes como los
discriminatorios, sin una fundamentación legal razonable.
Ha sido un trato evidentemente desigual el que se le ha dado a esta parte en
comparación con otros administrados, quienes, al acudir ante la administración del
Estado, en sus diferentes peticiones, les entregan el formulario tipo para formalizar
una solicitud de refugio y otorgan la visa temporaria respectiva mientras se resuelve
su solicitud.
No solo se evidencia la vulneración a la garantía constitucional de la igualdad ante
la ley de la que ha sido víctima mi hermano en lo dicho en el párrafo que antecede,
sino que también en el mismo funcionamiento interno del ente recurrido, esto es, el
Departamento de Refugio y Reasentamiento de la Dirección Regional de Valparaíso,
quien al parecer no cumple con la normativa vigente, no poniendo a disposición el
formulario respectivo para solicitar refugio y desinforma a los solicitantes con
respuestas vagas e incorrectas, jugando con la ilusión de extranjeros migrantes que
vienen huyendo de una situación inhumana para ser reconocidos con el estatus de
refugiado y en definitiva, buscar la regularidad en todo momento para poder
intentar rehacer sus vidas.
El legítimo goce y ejercicio de esta garantía se encuentra amenazada y perturbada
mediante la obligación de dar respuesta oportuna a personas que buscan protección
internacional y dejarlos en una situación de completo desamparo e incertidumbre,
lo que afecta sin lugar a dudas su estabilidad psíquica al no encontrarse protegidos
por el principio de no devolución, conforme a lo establecido en el artículo 4 de la
Ley 20.430 en relación al artículo 6 de su Reglamento, lo que podría desencadenar
en tener que volver al lugar de donde señalan huir en busca de protección
internacional.
De esta forma, la administración omite dar respuesta a la recurrente, configurándose
a lo menos una omisión arbitraria e ilegal que vulnera el Derecho a Buscar Asilo.
Dicho derecho reconocido en la Convención Americana de Derechos Humanos, en
su artículo 22.7 que señala: “Toda persona tiene el derecho de buscar y recibir asilo en
territorio extranjero en caso de persecución por delitos políticos o comunes conexos con los
políticos y de acuerdo con la legislación de cada Estado y los convenios internacionales.”

Por último, el artículo 19 N°3 de la Constitución Política consagra el derecho de igual


protección de la ley en el ejercicio de los derechos, la defensa jurídica, la debida
intervención del letrado y asistencia jurídica gratuita y el derecho a que la
jurisdicción se funde en un proceso previo legalmente tramitado que respete las
garantías de un procedimiento y una investigación racionales y justos.

En el caso en comento, el inciso quinto de la norma constitucional nos indica que:


“Nadie podrá ser juzgado por comisiones especiales, sino por el tribunal que señalare la ley y
que se hallare establecido por ésta con anterioridad a la perpetración del hecho”. Al analizar
los hechos descritos en este recurso de protección y al análisis de la norma, es
concluyente que los funcionarios administrativos que no aceptan, condicionan y/o
rechazan una solicitud de refugio se han constituido en una comisión especial, ya
que la autoridad legalmente facultada para rechazar una solicitud de refugio es el
Sr. Subsecretario del Interior y la Comisión respectiva.

Lo anterior se puede vincular directamente en que la recurrida no ha observado el


principio de escrituración del artículo 5° de la Ley N° 19.880 en todas sus formas, al
expresar su decisión únicamente de manera verbal, a través de un funcionario
carente de competencia para no entregar el formulario tipo respectivo y acoger la
documentación para solicitar la calidad de refugiado, por lo que sus omisiones se
encuentran revestidas de arbitrariedad e ilegalidad.

V. Fallos pronunciados por los tribunales superiores de justicia sobre


situaciones similares al de marras.
La Excelentísima Corte Suprema de Justicia, en Rol N°. 14020 – 2019, libro
protección, señala:
QUINTO: Que, como se puede apreciar, de manera clara y expresa, la normativa citada
establece el derecho de todo extranjero a requerir al Estado de Chile el reconocimiento de la
calidad de refugiado, poniendo a su disposición un procedimiento administrativo
reglado que se inicia con la “manifestación de la intensión” de obtener refugio y
continúa con la “formalización de la solicitud” mediante la entrega de un
formulario escrito, procedimiento al que puede acceder todo aquel que lo requiera,
sea que haya ingresado al país de manera regular o irregular.

SEXTO: Que, entre el momento de la “manifestación de la intención” (que puede ser


realizada desformalizadamente al momento del ingreso al país) y la “formalización de la
solicitud” (que consiste en un acto escrito y formal a ser realizado generalmente en las
oficinas que la ley indica) la legislación ha establecido una serie de derechos en favor del
extranjero solicitante, consistentes fundamentalmente en la garantía de no devolución a su
país de origen y la no sanción por su ingreso irregular (artículos 32 y 8 del reglamento,
respectivamente), pero no habilita a la Administración para calificar, en aquel momento, el
mérito de la pretensión, ni para alterar el procedimiento sustituyendo la formalización
mediante formulario escrito por una audiencia a ser agendada a través de un sistema de
citaciones.
SÉPTIMO: Que, dicho lo anterior, si bien el artículo 92 de la Ley de Extranjería confiere al
Departamento de Extranjería la potestad de “aplicar y supervigilar directamente el
cumplimiento de las normas del presente decreto ley y su reglamento”, no puede sino
concluirse que al haberse negado a los recurridos la formalización del procedimiento de
reconocimiento de la calidad de refugiados en los términos establecidos en la ley, la autoridad
recurrida ha contravenido texto legal expreso, incurriendo en ilegalidad en su obrar.
OCTAVO: Que la conclusión anterior no puede ser desvirtuada ni aun a pretexto de la
concurrencia de las circunstancias extraordinarias invocadas por el recurrido, pues, en tal
caso, aquella contingencia ha de ser resuelta a través de la adopción de las medidas legislativas
pertinentes, mas no mediante la flagrante transgresión de las normas procedimentales
administrativas actualmente vigentes.
NOVENO: Que, de esta manera, habiéndose concluido la ilegalidad de la conducta
denunciada, y siendo ella apta para conculcar el derecho de los actores a la igualdad ante la
ley, al someterlos a un procedimiento administrativo no previsto en el ordenamiento jurídico
vigente, la acción de protección de marras deberá ser acogida en los términos que se dirá en
lo resolutivo.”
Por su parte, en una causa reciente de fecha 06 de diciembre de 2021, la Excelentísima
Corte Suprema ha señalado:
“Octavo: Que la omisión en la que incurrió el recurrido, como se dijo, es constitutiva de un
comportamiento ilegal, que vulnera la garantía de igualdad ante la ley, consagrada en el
artículo 19 N° 2 de la Carta Fundamental, toda vez que importa una discriminación en su
contra en relación con el trato dispensado a otros extranjeros que, en situación jurídica
equivalente, han podido tramitar sus solicitudes de reconocimiento de la condición de
refugiados u obtenido una respuesta formal en que se expliquen las razones para denegar el
inicio del procedimiento, por lo que la presente acción constitucional debe ser acogida”.
Finalmente, en el fallo Causa Rol 29668-2019, pronunciado por la Excelentísima
Corte Suprema establece lo siguiente:
“QUINTO: Que, además, el Reglamento de la Ley N° 20.430 establece en el inciso 3° de su
artículo 32 lo siguiente: “Los extranjeros afectados por una medida de prohibición de ingreso,
expulsión vigente o que se encuentren obligados a abandonar el país, sólo podrán formalizar
una solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado siempre que dichas medidas
hayan sido previamente suspendidas o dejadas sin efecto. En todo caso, se garantizará el
Principio de No Devolución al extranjero que no obstante encontrarse afecto por las señaladas
medidas manifieste la intención de formalizar una solicitud de reconocimiento de la condición
de refugiado, mientras se resuelve al respecto.

Su artículo 36, señala que “La solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado deberá
formalizarse en cualquier oficina de Extranjería de las Gobernaciones Provinciales o en el
Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior”.
Y el artículo 37 del mismo cuerpo reglamentario, dispone en su inciso 1°: “Datos del
solicitante. Se entenderá formalizada la solicitud una vez que el interesado complete el
formulario proporcionado por la autoridad migratoria de extranjería, el que contendrá, a lo
menos, los siguientes datos:...”.
SEXTO: Que, de esta manera y atendiendo a la naturaleza reglada del procedimiento de
reconocimiento de la calidad de refugiado, que se desprende tanto de la Ley N° 20.430 como
de su Reglamento, es menester cautelar la satisfacción íntegra de las formalidades establecidas
en dicha normativa y, en especial, aquella prevista en el mismo artículo 37 ya transcrito, que
exige, como único mecanismo para la formalización de la petición, completar “...el formulario
proporcionado por la autoridad migratoria de extranjería...”.

POR TANTO, en razón de los hechos señalados anteriormente y a lo dispuesto en


la Ley 20.430 y su reglamento, los artículos 6, 19 numerales 2, 3, 16 y 21, y el artículo
20, así como las demás disposiciones de nuestra Constitución Política de la
República, el Auto Acordado sobre Tramitación y Fallo del Recurso de Protección
de las Garantías Constitucionales del 17 de Julio de 2015, Ley 19.880 y demás normas
pertinentes;

A US. ILTMA PIDO: Tener por interpuesto Recurso de Protección en contra del
recurrido ya individualizado, por el acto ilegal y arbitraria de no facilitar el
formulario tipo para formalizar la solicitud de refugio de WUILCARLIS DEL
MILAGRO VILLEGAS BRACHO (y, conforme a la información y documentación
acompañada:

1. Se declare la ilegalidad y arbitrariedad de la omisión del recurrido,


ordenándose al Servicio Nacional de Migraciones que proceda a formalizar
la solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado de WUILCARLIS
DEL MILAGRO VILLEGAS BRACHO y darle curso al procedimiento
establecido en la ley N° 20.430 y su reglamento, a través de su Departamento
de Refugio y Reasentamiento, debiendo la recurrida proceder a la entrega del
formulario de solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado a
WUILCARLIS DEL MILAGRO VILLEGAS BRACHO, una vez que sea
requerido en forma presencial por ellos al órgano competente, sin perjuicio
de lo que en definitiva se resuelva de acuerdo al mérito de los antecedentes,
dentro de quinto de ejecutoriada la sentencia.
2. Que, ante el improbable caso de que se rechacen las peticiones anteriores, en
subsidio, US. Iltma. adopte las providencias que sean necesarias para
reestablecer el imperio del derecho.
3. Que se condene en costas a la recurrida.

PRIMER OTROSÍ: A US. Iltma. pido tener por acompañados los siguientes
documentos:
1. Copia de Cédula de Identidad venezolana de WUILCARLIS DEL
MILAGRO VILLEGAS BRACHO
2. Declaración voluntaria de Ingreso Clandestino ante la Policía de
Investigaciones de Chile
3. Carta dejando Constancia de su asistencia a las oficinas de Extranjería con el
fin de formalizar su solicitud de Refugio, dirigida a la Directora Regional de
Valparaíso.

SEGUNDO OTROSÍ: A US. Iltma pido que en atención a lo dispuesto por el artículo
12 del acta 53-2020 de la Corte Suprema, auto acordado sobre funcionamiento del
poder judicial durante la emergencia sanitaria nacional provocada por el brote del
nuevo coronavirus, se tenga presente el correo electrónico:
[email protected] como forma especial de comunicación.

TERCER OTROSÍ: Ruego a V.S.I. tener presente que actúo en este acto sin mandato
judicial, en virtud de lo dispuesto en el artículo 2 del Auto Acordado de Tramitación
y Fallo del Recurso de Protección en mi calidad de abogado habilitado.

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