Leyendas
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que cubri� hasta la cima de la monta�a m�s alta. Todo fue destruido a su paso, y
solo dos hermanos sobrevivieron quienes a duras penas consiguieran llegar a una
cima que todav�a no estaba cubierta de agua. Ten�an la esperanza de que en alg�n
momento el nivel del agua bajar�a, y decidieron esperar ah�.Pero el agua no bajaba,
y no ten�an forma humana de conseguir comida con lo que en cuesti�n de d�as
empezaron a desfallecer. Pero para su fortuna, y justo cuando estaban a punto de
morir por hambre, los hermanos descubrieron una cueva en la que hab�a comida.
Volvieron al d�a siguiente y volvi� a aparecer comida, como si por arte de magia se
tratara.No entend�an qu� era lo que pasaba hasta que un d�a se dieron cuenta de que
dos mujeres con forma de guacamaya eran las que les dejaban ah� alimentos
diariamente. La belleza de sus plumas y sus siluetas femeninas enamoraron a los dos
hermanos, cuyo amor fue correspondido y con ellas tuvieron muchos hijos. De esos
hijos nacer�an otros hijos, quienes ser�an los primeros pobladores del Ca�ar.
Publicidad4. La doncella de PumapungoPumapungo era el destino de descanso preferido
por los emperadores incas. Localizado en la actual Cuenca, en la provincia de
Azuay, este lugar estaba impresionantemente decorado y hoy en d�a es posible
deleitarse con los restos que todav�a quedan del asentamiento, un lugar en el que
se dice que se encontraba una fuente sagrada de uso exclusivo para el emperador.
Pero la leyenda no se centra en la fuente del inca, sino de sus doncellas. Atendido
por unas mujeres llamadas las V�rgenes del Sol, estas eran criadas desde peque�as
en distintas artes y habilidades que usaban para entretener a sus emperadores. Una
de estas V�rgenes exclusivas para el emperador incaico se llama Nina, bella y
delicada mujer.Aunque estaba prohibido para las V�rgenes del Sol que viv�an en
Pumapungo, Nina acab� enamor�ndose de uno de los sacerdotes del templo. Este amor
era mutuo, haciendo que este par se reuniera en las noches de Luna Llena en los
jardines del lugar, mirando las estrellas y disfrutando de la brisa nocturna que,
como ruido de fondo, daba ambiente a la pasi�n de los dos amantes.Pero su secreto
no dur� mucho. Cuando se enter� el emperador, lleno de ira y c�lera, mand� matar al
sacerdote como castigo, pero no as� a Nina. Nina no fue ejecutada, pero tampoco fue
informada del hecho. De hecho, el emperador inca orden� que no se le dijera nada de
lo que hab�a sucedido, que siguiera creyendo que su amor estaba vivo.La tristemente
ignorante Nina segu�a acudiendo al lugar que antes era el nido de amor de ella y su
amante. Iba y volv�a a ir, pero su amante no acud�a a sus encuentros. Un d�a, tras
llevar ya varios intentos sin �xito, muri� de pena al no volver a ver a su amante.
La leyenda cuenta que ella sigue ah�, que en las mismas noches de Luna Llena que
disfrut� del amor de su amante se manifiesta y su lamento se puede escuchar en las
ruinas del lugar.5. La leyenda del padre AlmeidaEn Quito se oye mucho una frase:
��Hasta cu�ndo, Padre Almeida?�. Se dice cada dos por tres, pero pocos son los
quite�os que saben cu�l es la historia detr�s de ella. �Quieres saber cu�l es? Esta
es�La historia transcurre en la ciudad de Quito, como no, concretamente en su
centro hist�rico. El padre Almedia forma parte de una de las leyendas ecuatorianas
m�s populares debido a que es de lo m�s jocosa.Se dice que este emisario de Dios
sal�a por las noches a refrescar el gaznate tom�ndose su trago de aguardiente
religiosamente. Cuando se le presentaba la oportunidad para dejar de lado sus
obligaciones eclesi�sticas, el bueno del padre Almedia saltaba de una torre y sla�a
hacia la calle.�rase una de esas tantas noches que sal�a que, de repente, escuch�
una voz a lo lejos que le dec�a:�Cu�ndo ser� la ultima vez que lo hagas, Padre
Almeida?.Incr�dulo, el sacerdote respondi� en lo alto:Pues hasta que vuelva a tener
ganas de otro traguito.Hay quienes dicen que no dijo eso, sino que solt� una frase
que algunos podr�an considerar hasta un poco blasfema:�Hasta la vuelta de nuestro
se�or Jesucristo!Sea como sea, esa misma noche, despu�s de haber estado bebiendo
tanto en el bar, se encontr� con una marcha f�nebre camino al cementerio.Al salir,
se choc� con el f�retro y se qued� sorprendido al ver lo que vio, quedando m�s
p�lido que un muerto. La persona que estaba dentro del ata�d era ni m�s ni menos
que �l mismo, muerto por alg�n incidente por pasarse con el alcohol.De repente, el
alcohol que ten�a en sus venas se evapor� del tremendo susto que se llevo,
recobrando la sobriedad en un santiam�n. Corri� y corri� hasta la iglesia y
prometi� a Cristo que no volver�a a tomar ni gota de brebaje alguno.Dicen las
personas que visitan la misma iglesia donde trabajaba el padre Almedia que el
cristo del lugar traza en sus labios una ligera sonrisa, como de haber ganado. Se
cree que es por haber conseguido que el padre Almeida dejara el alcohol, satisfecho
Cristo por haber conseguido que las ovejas vuelvan al reba�o.Quiz�s te interese:
"Alcoholismo: estos son los efectos de la dependencia a la bebida"6. La veleta de
la catedral de QuitoEn tiempos coloniales, Quito era el lugar de residencia de un
poderoso caballero lleno de riquezas, pero que tambi�n estaba lleno de orgullo y
prepotencia. No ten�a reparo alguno en insultar o menospreciar a todo aquel que se
cruzase por su camino, pues se sent� el hombre m�s importante del mundo.Tanto era
su desprecio por todo y por todos que, un d�a volviendo borracho a su lujosa casa,
se detuvo frente la majestuosa veleta en forma de gallo de la catedral de Quito.
Cualquier persona normal se hubiera quedado maravillada ante ese instrumento, pero
�l, como no, no pudo evitar soltar barbaridades e insultos:�Ese gallo es pat�tico!
�Menuda broma de gallo! �M�s que un gallo, parece un pavito miedoso y rid�culo!
Pobre y est�pido cretino porque, para sorpresa del maleducado caballero, el gallo
tom� vida y no le sentaron muy bien las palabras que le solt�. El ave se descolg�
de la veleta para atacarle ferozmente, sin piedad alguna. Las heridas que le hizo
al caballero ti�eron de rojo las caras y elegantes vestiduras de nuestro prepotente
protagonista.A la ma�ana siguiente, el caballero despert� en su cama notando el
escozor de todas las marcas de picotazos y sangre coagulada por su cuerpo. Su
memoria le fallaba, �a caso fue verdad o producto de su borrachera? No lo recordaba
muy bien, pero el da�o en su cuerpo era tan real como dura es una piedra.Desde
entonces se le bajaron un poco los humos y, adem�s, no volvi� a atreverse a pasar
por delante de la catedral de Quito.NEWSLETTER PYMLa pasi�n por la psicolog�a
tambi�n en tu email�nete y recibe art�culos y contenidos exclusivosIntroduce tu
emailSuscr�beteSuscribi�ndote aceptas la pol�tica de privacidad7. Atahualpa
Atahualpa fue uno de los emperadores incas m�s conocidos de la historia puesto que
fue el �ltimo soberano incaico antes de la llegada de los conquistadores espa�oles
y, tambi�n, porque fue un l�der sangriento, con un comportamiento salvaje en la
batalla. Se dice que todo lo que sab�a en el arte de la guerra se lo ense�� su
padre, Huayna C�pac.PublicidadCuenta la leyenda que, durante su infancia, Atahualpa
estaba por los bosques de Cuzco en busca de poder cazar alg�n animalillo para su
diversi�n. Mientras merodeaba por el lugar se cruz� en su camino un hermoso
guacamayo que se pos� en la rama de un �rbol. El joven Atahualpa quer�a tener esa
ave como trofeo, as� que decidi� ir a por �l y no par� hasta que consigui� matarlo.
Orgulloso con su pieza, volvi� a casa para mostrarle el trofeo a su padre, sabiendo
que se trataba de un ave dif�cil de conseguir. Sin embargo, justo antes, Atahualpa
se top� con su madre, la reina Pacha, mujer sabia que le dio una hermosa y valiosa
lecci�n:�Al enemigo solo se le ataca en la guerra, ya que posee armas para poder
defenderse�Luego cogi� el ave y le hizo a su hijo un tocado para que siempre
recordara esas sabias palabras.8. Leyenda del Tesoro de AtahualpaLa leyenda del
tesoro de Atahualpa es una de las historias ecuatorianas m�s recordadas. Todo
ocurre en tiempos de la conquista espa�ola, cuando los conquistadores logran
capturar a Atahualpa.Tratando de recuperar la libertad, Atahualpa ofreci� un cuarto
lleno de oro y dos cuartos llenos de plata, acuerdo que aceptaron los espa�oles.
Los objetos y piedras preciosas empezaron a llegar a la localidad de cajamarca
donde estaba Atahualpa capturado pero, lamentablemente, la distancia afect� el
acuerdo haciendo que no se consiguiera todo lo pactado y, por ello, los espa�oles
acabaron matando al l�der inca.PublicidadAl enterarse de la muerte de Atahualpa,
Rumi�ahui decidi� ocultar el resto del bot�n para que los espa�oles no lo vieran
como castigo por haber roto el acuerdo. Esto hizo que la conquista espa�ola se
dividiera, obsesionada en la b�squeda del resto del tesoro, haciendo que Francisco
Pizarro se dirigiera por un camino mientras que Sebasti�n de Benalc�zar sigu� la
b�squeda para encontrar a Rumi�ahui.Consiguieron capturar a Rumi�ahui que fue
quemado en la plaza de Quito, pero el lugarteniente de Atahualpa no fue atrapado y
�l permaneci� oculto con el tesoro inca. La leyenda sigue bien viva y ha llegado a
motivar a realizar varias expediciones en b�squeda del tesoro de Atahualpa, pero
nunca se ha encontrado. Quien sabe si alg�n d�a el mito se vuelva realidad...
CosterasHistorias del Ecuador costero.9. La princesa triste de Santa AnaEn lo que
hoy se conoce como Guayaquil viv�a un rey que ten�a una gran riqueza en sus
fortalezas. Pese a ser muy rico, no pudo evitar que su hija cayera enferma de una
extra�a enfermedad de la que no se encontraba cura.Un d�a apareci� ante el rey un
hechicero,
un hombre que se ofreci� a curar la salud de la princesa a cambio de todas las
riquezas reales. El rey, a pesar de querer a su hija, tambi�n quer�a la gran
fortuna que pose�a, as� que le dijo que no. Como resultado de su negativa, el
hechicero se enfad� y lanz� una maldici�n sobre las tierras que habitaba el rey,
condenando a �l y a su pueblo a la desaparici�n.PublicidadSiglos m�s tarde, con la
llegada de los europeos, uno de los expedicionarios espa�oles que escalaba uno de
los cerros de la zona se encontr� con una bella princesa. La chica le dio dos
opciones al joven conquistador: o tomar una hermosa ciudad llena de oro o casarse
con una esposa fiel y devota.El joven conquistador opt� por ser pragm�tico,
escogiendo la ciudad de oro, decisi�n que no alegr� a la princesa. Enfadada,
conjur� una maldici�n sobre �l mientras que el conquistador, aterrado, empez� a
rezarle a la Virgen de Santa Ana para que lo salvara, cosa que le concedi�. Es por
este motivo que el cerro donde fue fundada la ciudad de Guayaquil fue bautizado con
el nombre de Santa Ana.10. El demonio del barrancoCuenta una leyenda ecuatoriana
que hay un demonio que vive en los barrancos cerca de los r�os. Su afici�n es
buscar casas que hayan sido construidas en sus bordes, para tirarlas sobre las
aguas del r�o.Una noche, el demonio se disfraz� de un apuesto hombre, de trato
encantador y rasgos atractivos que, con la intenci�n de tumbar una casa con todos
sus habitantes dentro, hechiz� la familia que ah� viv�a para que fueran pronto a
dormir.Hipnotiz� a todos, salvo a uno, un ni�o que logr� ocultarse debajo de una
silla y huy� para pedir ayuda a un sacerdote. El cura lleg� a tiempo, solt� unos
rezos y salv� la casa y a toda la familia de caer al r�o.Publicidad11. La dama de
GuayaquilLa leyenda de la dama de Guayaquil es una historia que se extendi� a
principios del siglo XVIII y sigue siendo muy contada entre los ecuatorianos.
Cuenta la historia de como una mujer elegante, con vestido negro y velo en la cara,
se aparec�a a los hombres que rondaban las calles estando borrachos. Los hombres no
pod�an ignorarla, pues la mujer era misteriosa y atractiva, envuelta en una dulce
fragancia.Los hombres iban tras la dama, pero nunca consegu�an alcanzarla. Iban
corriendo por las calles, dando tumbos estando bajo los efectos del alcohol, hasta
que consegui�an alcanzarla a escasos metros del cementerio general. Era justo en
ese momento en que la mujer se daba la vuelta, se quitaba el velo y lo que era una
fragancia frutal y dulce se convert�a en un olor nauseabundo. Su cara mostraba su
verdadera forma: la calavera de una muerta.Los hombres quedaban at�nitos ante la
cadav�rica figura cuya peste les hac�a convulsionar en el suelo hasta que fallec�an
entre v�mitos y espumarajos, con los ojos en blanco y en una postura pat�tica. Era
el castigo de la dama hacia los tunantes, borrachos e infieles a sus esposas.12.
Los duendes de EcuadorEl duende es un personaje presente en muchas regiones de
Ecuador seg�n la mitolog�a de la regi�n. Este ser habita los bosques y las junglas
del pa�s, reposando sobre grandes rocas en los r�o, vistiendo ropas oscuras y
llevando un gran sombrero. Hay quienes creen que no son duendes aislados, sino que
forman toda una comunidad que se distribuye a lo largo de cuevas, desfiladeros y
r�os por todo el pa�s.PublicidadLos duendes suelen enamorarse de j�venes hermosas
que empieza a seguir. Trata de llamar su atenci�n arrojando piedras o lanzando
silbidos, y se muestra muy celoso cuando se presentan las parejas de las chicas de
las que se ha enamorado.Quiz�s te interese: "Las 5 diferencias entre mito y
leyenda"13. El pacto de Emilio Estrada con el diabloEmilio Estrada fue presidente
del consejo municipal de Guayaquil y presidente de la rep�blica por pocos meses.
Destac� por servir a su ciudad en el �mbito laboral y privado. Intent� servir a su
pa�s, pero, despu�s de ganar la presidencia en las elecciones presidenciales tuvo
que declinar al verse muy afectado su estado de salud.Pero la leyenda se ubica
temporalmente en despu�s de su muerte. Se dice que habr�a vendido su alma al
diablo, sin saber muy bien el por qu�. Sea como sea, el presidente orden� construir
un mausoleo de cobre para impedir que el Diablo se llevara su alma. El Diablo,
enfurecido por no poder satisfacer su pacto, mand� custodiar el mausoleo a sus
demonios y no dejar descansar al presidente Estrada.Hay quienes dicen que han visto
a un hombre elegantemente vestido dando paseos cerca del mausoleo de Estrada. Este
hombre habla con los viandantes, conversa con quienes esperan el transporte p�blico
e, incluso, se queja del tiempo junto con las personas mayores. Dicen que ese
hombre es el mism�simo ex presidente, que sale a dar un volteo de su sempiterno
descanso.PublicidadArt�culo relacionado:14. Umi�a, la diosa mante�aUmi�a era la
hija de una sacerdotisa y un sabio cacique de la regi�n de Manta, en la costa de
Ecuador. La joven era muy reconocida en su pueblo por tener unos ojos verdes color
esmeralda, nada comunes entre los nativos del lugar.Por desgracia, Umi�a presenci�
con esos mismos ojos el asesinato de su madre y, al cabo de poco tiempo despu�s,
como su padre mor�a en condiciones un tanto extra�as. La fortuna no mejor�, puesto
que Umi�a acab� siendo tambi�n asesinada cruelmente poco despu�s, contando la
historia que fue por orden de su madrastra, una bruja que extrajo su coraz�n y que
se cree que estuvo implicada en la muerte de su padre.La leyenda dice que el
coraz�n de Umi�a se transform� en una hermosa y gran esmeralda roja y que, al
enterarse el pueblo de este milagro, todos los habitantes del mismo se fueron ah� a
venerar la piedra y construir templos en su honor. Dicen que quienes tocaban la
gema ve�an con gozo y esperanza como todas sus dolencias sanaban.AmazonasHistorias
del Ecuador amaz�nico.15. Etsa y el demonio IwiaIwia era un demonio que sol�a
atormentar a la comunidad shuar en la selva. Un d�a, este ser devor� a todos los
miembros de una familia, a excepci�n de un peque�o ni�o llamado Etsa a quien cogi�
y se lo llev� a su guarida, cri�ndolo y haci�ndole creer el demonio que �l era su
padre.PublicidadEtsa creci� y el demonio le encomend� la tarea de traerle p�jaros
para poderlos tomar como postre. El ni�o cumpli� con su misi�n, hasta que un d�a se
dio cuenta de que ya no quedaban m�s aves en el bosque, a excepci�n de una paloma
llamada Yapankam de la que se hizo amigo.Esta le cont� la historia real, lo que
Iwia le hab�a hecho a sus verdaderos padres y le dijo que la manera de devolver las
aves a la selva era introducir plumas en una cerbatana y soplar. Y as� lo hizo
Etsa, quien tambi�n decidi� matar al demonio como venganza por lo que le hizo a sus
padres y liberar a las aves de su yugo.16. Kuartam, el sapoEsta es la historia de
un cazador de la cultura shuar, quien se intern� en el bosque. Su esposa, muy
preocupada la mujer, le hab�a advertido que no se burlara del sonido que emitiera
un sapo en caso de que se lo encontrara.Dio la casualidad que el cazador se
encontr� en su camino con el sapo quien hizo su peculiar sonido, un croac del que
el hombre no pudo evitar re�rse e imitar en tono jocoso. El humano se lo pasaba
bien, pero el anfibio no tanto y, enfadado, el sapo se convirti� en un puma que se
comi� parte del cuerpo del cazador.La esposa, al enterarse de lo que hab�a pasado,
decidi� tomar la justicia por su propia mano y clam� venganza. Encontr� al sapo y
lo mat� tumbando el �rbol en el que se encontraba. La mujer abri� al animal y pudo
recuperar de su interior los restos de su marido.PublicidadJungla de ecuador17.
Nunkui y la yucaLos huar hab�an consumido todos los recursos de las tierras que
habitaban. La madre tierra Nunkui quer�a ayudarles pero, antes, ten�a que comprobar
si eran merecedores de facilidades as� que ofreci� al pueblo a su hija como regalo,
advirti�ndoles que, si cuidaban de ella, les proveer�a de alimentos de todo tipo.
En cambio, si la maltrataban, el hambre volver�a al poblado.Los shuar aceptaron y
vieron como la comida volv�a a aparecer a raudales. Sin embargo, los m�s j�venes
del poblado no respetaron las advertencias de Nunkui, puesto que unos ni�os de la
comunidad maltrataron a la ni�a. La madre tierra, enfadada, se trag� todos los
alimentos y es esta la explicaci�n que dan los de la comunidad para justificar por
que la yuca tiene que ser buscada por debajo de la tierra.Gal�pagosLas islas
Gal�pagos tambi�n tiene sus leyendas ecuatorianas; aqu� puedes ver un ejemplo de
ello.18. El muro de las l�grimas de la isla IsabelaUna de las leyendas ecuatorianas
m�s modernas es el muro de las l�grimas de la Isla Isabela, un islote que se ubica
a 5 kil�metros de Puerto Villamil, en las Islas Gal�pagos. En ese lugar se
encuentra un muro hecho de piedras que fue construido entre 1945 y 1959 por
prisioneros enviados ah� para pagar por sus fechor�as. La pared tiene cerca de 25
metros de altura y se dice que, en su construcci�n, murieron muchos presos.Quienes
viven en la isla dicen que, cuando hay niebla, durante el crep�sculo o la noche, se
pueden o�r los d�biles lamentos de aquellos que dieron su vida mientras constru�an
el