(Moises Sepulveda) - I-Ching, El Tao Del ADN

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I CHING/YIJING, EL TAO

DEL ADN
EL ORDEN NATURAL DEL LIBRO DE LAS MUTACIONES
ENTRETEJIDO CON EL CÓDIGO GENÉTICO

Por Moisés Sepúlveda López


Director de la
Fundación Instituto Ser
E-mail: [email protected] - [email protected]

Bajo el título “ICHING/YIJING, EL TAO DEL ADN”, pretendemos examinar las


distintas correspondencias analógicas existentes entre los bigramas y
hexagramas del I Ching y la Tabla del Código Genético, relaciones de semejanza
de las cuales se han ocupado importantes investigadores y publicaciones. Sin
embargo, será el mismo I Ching el encargado de darnos la respuesta sobre la
validez de las mismas, según la relación que exista entre el significado de un
hexagrama y el codón correspondiente de la Tabla, sin que se infrinja la
estructura matemática del Código y, por tanto, el principio de
complementariedad entre las respectivas bases nitrogenadas.

Agradezco profundamente al Ingeniero Raúl Jurovietzky, de la Sociedad


Argentina Virtual del I Ching, SAICHING –Grupo I, las correcciones,
observaciones y comentarios hechos a este documento.

El autor
Bogotá, D. C., 16 de junio de 2009.

1. ANTECEDENTES

El I Ching o Yijing se remonta en sus orígenes a más de cinco milenios; es conocido


también como Yiying, Y Ging, Yi King, Zhouyi, Chou-I, Djohi, entre otros nombres,
también como “Libro de las mutaciones”, “Libro de los cambios” y “Libro sapiencial”.
I Ching es la transliteración en el sistema Wade-Giles; Yijing, lo mismo que Yiying,
lo son del sistema Pinyin, las dos formas de transliterar las palabras chinas al
idioma occidental.

“Los Trigramas del I Ching son los símbolos fundamentales de la Tradición Extremo-
Oriental, igual que los Hexagramas, son símbolos metafísicos que representan en
forma sintética teorías susceptibles de recibir desarrollos ilimitados, y susceptibles
también de adaptaciones múltiples, si, en lugar de quedarse en el dominio de los
principios, se quiere hacer aplicación de ellos a tal o cual orden determinado”1. Al I
Ching se le considera el sistema binario primigenio; Leibniz se sorprendió al
1
/ René Guenón, “La Gran Triada”, Nancy, Francia, 1946 (última obra del autor).
I Ching/Yijing, el Tao del ADN

encontrar en él una correspondencia exacta con su sistema numérico. Diferentes


investigadores también han descubierto sorprendentes similitudes con otros
ordenamientos, como los extraordinarios paralelismos o semejanzas del orden
natural de los 64 hexagramas con la estructura matemática del Código Genético,
según lo demuestran diferentes estudios que se han hecho desde 1969. “Hay en el I
Ching —prosigue el autor citado—, un carácter común a todas las Doctrinas
Tradicionales al contener en sí mismas, desde el origen, las posibilidades de todos
los desarrollos concebibles, comprendidos los de una infinidad variada de ciencias
de las que el Occidente moderno (el artículo fue escrito en 1924) no tiene la menor
idea, y de todas las adaptaciones que podrán ser requeridas por las circunstancias
ulteriores”. Es lo que puede darse entre el I Ching y las correlaciones halladas con el
Código Genético, las cuales con toda seguridad no son meras correspondencias
analógicas sino que pueden ser la puerta de entrada al descubrimiento de principios
aplicables a diferentes ciencias; pero para que la puerta se abra debe establecerse
el “diálogo entre Sabiduría Perenne y conocimiento científico”.

Durante todo el proceso evolutivo del I Ching se le han dado a sus 64 hexagramas
diferentes ordenamientos, pero son dos los más reconocidos en la actualidad: el
orden natural del Emperador Fu-xi o del cielo previo o premundano, y el orden del
Rey Wen o del cielo posterior o intramundano, este último el más divulgado en
occidente gracias a la obra de Richard Wilhelm, en torno al cual giran casi todos los
estudios y comentarios de los expertos.

En la Introducción del libro “Yijing, El Libro de los Cambios” (2006), de Albert


Galvany y Jordi Vilà, se da cuenta de que originariamente existieron tres libros
distintos de los Cambios, basados todos ellos en los Kuas o trigramas:

 El primero, asociado a la dinastía Xia de los siglos XXII-XVII a. C., la más


antigua de las dinastías chinas, se denominaba Lianshan Yi – Cambios de la
cadena montañosa–, siendo atribuido al mitológico emperador Shen Nong, en
donde el primer hexagrama en su ordenamiento era Gen, Montaña.

 El segundo Libro de los Cambios se atribuía a la siguiente dinastía, la Shang –


siglos XVII-XI a. C.– y fue llamado Guicang Yi –Regreso a un lugar oculto, el cual
podría ser obra tanto del mítico Emperador Amarillo como de los emperadores
Yao y Shun, herederos de los sabios Fu Hsi y Shen Nong, en donde el primer
hexagrama era Kun (la Tierra), el Principio pasivo, seguramente en consonancia
con la idea de ocultación incluida en el título.

 La tercera y más importante versión del Libro de los Cambios, dice J. Vilà, es el
texto obra del Rey Wen –Wen Wang- y su hijo el duque de Zhou, texto que
actualmente se conoce como Zhou Yi –Los Cambios de la dinastía Zhou– y que

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comienza con el hexagrama Qian, el Principio activo (el Cielo), seguido por Kun
(la Tierra).

En esta última versión, la del Rey Wen, la secuencia de los hexagramas se da en


pares invertidos o contrarios entre sí, pero como entre los 64 hexagramas existen
ocho que siguen siendo iguales cuando se invierten, estos son apareados teniendo
en cuenta que sean opuestos complementarios. Esta sucesión de los hexagramas
aparentemente arbitraria no permite que nos ocupemos de la misma dentro del
presente estudio; sólo tendremos en cuenta aquellos órdenes que mantienen una
secuencia natural, a los cuales denominaremos: Primer Orden, en donde el Yin
precede al Yang y, Segundo Orden, cuando es el Yang el que antecede al Yin, este
último comúnmente conocido como “Orden de Fu-xi” y desarrollado en el siglo XI de
nuestra era por Shao Yung, razón por la que no se menciona entre los de la antigua
China. De igual modo, haremos al final, en el Apéndice 1, un ejercicio sobre un
hipotético orden del Lianshan Yi, una combinación de los dos órdenes anteriores.

Como lo mencionamos al comienzo, varios milenios han transcurrido desde sus


orígenes y diferentes estudios encuentran impresionantes relaciones entre la
estructura y dinámica del I Ching y otros sistemas que han marcado un hito en la
historia de la humanidad. La correspondencia exacta con el sistema binario de
Leibniz ya ha sido suficientemente documentada e ilustrada y las correlaciones con
el Código Genético asombran a muchos por las aplicaciones que ello podría tener en
los campos de la biología, antropología y sicología, entre otras disciplinas.

Entre los principales estudios llevados a cabo hasta ahora se encuentran los
siguientes, todos realizados a partir del llamado “orden de Fu-xi:

1. El matemático alemán G. W. Leibniz (1646 – 1716), en su libro “Two Letters on


the Binary Number System and Chinese Philosophy” (1713), no deja de expresar
su asombro por la perfecta correlación existente entre su Sistema Numérico
Binario y el I Ching.

2. En 1969, el biólogo alemán, Gunther S. Stent publicó en los Estados Unidos el


libro “The Coming of the Golden Age” [La llegada de la Era Dorada], en el cual
da cuenta sobre el resultado de sus investigaciones en relación con la
congruencia observada entre el I Ching y el ADN.

3. En 1973, el bioquímico alemán Martin Schönberger hizo lo propio en su libro


“Verborgener Schlüssel Zum Leben”, traducido al inglés en 1979 bajo el título
“The I Ching & the Genetic Code: The Hidden Key to Life” [El I Ching y el Código
Genético: Las Claves Ocultas de la Vida]. La Editora Pensamento lo publicó en
portugués como “I Ching e os Misterios da vida”.

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Schönberger cita varias publicaciones que antecedieron a su libro:

a. El ensayo de la doctora Marie-Louise Von Franz, titulado “Symbol des Unus


Mundus” (1968) en el cual hay una primera indicación de la interconexión
entre el I Ching y el código genético del ADN.

b. Un artículo de Jacques Monod, titulado “Zufall und Notwendigkeit”


[Casualidad y necesidad], “con innumerables ideas respecto del código
genético, formuladas en términos estrictamente dualistas”.

c. “Otro artículo sobre el "descubrimiento" fue publicado por primera vez en la


revista de medicina general titulada “Der Landarzt” [El médico de la aldea],
Cuaderno 16/69, como respuesta a un ensayo de E. H. Von Gräfe, publicado
en el Cuaderno 5/69 de la misma revista: “I Ching, El libro de las
mutaciones; El código Genético, El libro de la vida”.

4. En 1977, Frank Fiedeler, Ph.D., autor del epílogo del libro de M. Schönberger,
publicó el libro “Die Wende”, [TheTurn, El Cambio], en donde hace un abordaje
antropológico de las relaciones del I Ching con el Código Genético.

5. En 1991, el fisiólogo Johnson Faa Yan dio a conocer también sus investigaciones
en su libro “DNA and the I Ching: the Tao of life” [“DNA y el I Ching: El Tao de
la vida”]; la Editora Madras lo puso a disposición del público de habla
portuguesa bajo el título “DNA e o I Ching: O Tao da vida”.

6. Katya Walter, matemática norteamericana, revela nuevas correlaciones entre el


I Ching y el ADN, en su libro “Tao of Chaos: merging East and West”, Element
Books, 1996 [“Tao del Caos: la fusión de Oriente y Occidente”, publicado
inicialmente en alemán en 1994.

En Internet existen diferentes documentos que hacen un buen resumen


comparativo de los anteriores trabajos o presentan desde distintos enfoques estas
semejanzas, entre los cuales se destacan:

a. El capítulo final del libro de M. Schönberger, “21. Epílogo: El I Ching y el ADN,


un fenómeno interdisciplinario”, escrito por el Dr. Frank Fiedeler, Ph. D., hace
una breve comparación entre los estudios de Gunther S. Stent (1969) y M.
Schönberger (1973).

b. El “I Ching y la genética” (2005) de Iñaki Martín Subero, en el cual encontramos


la síntesis de los estudios de M. Schönberger y Johnson Faa Yan (1991). En su
trabajo destaca las implicaciones que pueden tener estos hallazgos en el estudio
de la epigenética, puesto que podría representar una explicación científica del
funcionamiento del I Ching y de la ley del Karma; está disponible en la página

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Web:
http://ichingdao.com/portal/index2.php?option=com_content&task=view&alias=IChingY
Genetica .

c. En la página http://myweb.usf.edu/%7Epkho/yijing/dnatst.htm (en inglés) se


publica el documento “Yijing and DNA” con un resumen de los estudios
realizados y la gráfica que contiene las correlaciones de J. F. Yan, igual que la
gráfica del Código Genético del biólogo molecular ruso Maxim D. Frank-
Kamenetskii, PH. D., publicada en su libro “Unraveling DNA”, la cual es
complementaria de la anterior.

d. La página http://www.valdostamuseum.org/hamsmith/ichgene6.html (en inglés)


del matemático Tony Smith nos entrega las correlaciones entre el “I Ching (Ho
Tu y Lo Shu), Código Genético, Tai Hsüan Ching y los modelos Vo Dou D4 - D5 -
E6 - E7-– E8 de la Física”; se trata de un muy buen documento que vale la pena
estudiar con atención.

e. En la Web http://www.kheper.net/topics/I_Ching/history.html (en inglés)


podemos acceder a importantes documentos y enlaces sobre las relaciones del I
Ching con el código Genético y la ciencia en general

f. La Web http://www.tomshinsky.com/page801.html (en inglés) de Stanley


Tomshinsky contiene un importante resumen de su trabajo investigativo relativo
al campo que ahora nos ocupa.

g. En la página http://www.ichingmaster.co.uk/ (en inglés) se da cuenta de un


proyecto de investigación sobre esta materia, pero desconozco los alcances del
mismo.

Los anteriores estudios y otros que se han ocupado del tema nos muestran una
serie de semejanzas, equivalencias y correlaciones en la estructura matemática
existente entre el Código Genético y el denominado orden de Fu-Xi del I Ching.

El Código Genético está representado por las 64 combinaciones de tripletes


(codones) y sus respectivos aminoácidos, indicados en la tabla del código por sus
abreviaturas. Cada codón o triplete está formado por tres bases nitrogenadas, de
cuatro posibles (T/U, C, A, G), los cuales contienen la información necesaria para la
síntesis de las proteínas. Las bases nitrogenadas se dividen en dos grupos: las
pirimidinas, que tienen un anillo: Timina (T) y Citosina (C), y las purinas, que tienen
dos anillos: Adenina (A) y Guanina (G). El RNA tiene las mismas bases nitrogenadas
del DNA, excepto la Timina, en cuyo lugar tiene como base el Uracilo (U).

Los codones corresponden a los que posee la molécula de RNAm, de ahí que
contengan la base Uracilo (U) en lugar de la base Timina (T), presente en el DNA.

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De los 64 codones existentes, 61 codifican algún aminoácido en particular; otros


tres, UGA, UAG y UAA, son señales de paro que provocan la terminación de la
síntesis de la cadena polipeptídica; el triplete AUG actúa de codón de iniciación de la
síntesis proteica (ver Gráfica 2).

Una de las características de las bases nitrogenadas es su complementariedad. El


DNA está compuesto por dos cadenas o tiras paralelas de nucleótidos enrollados en
forma de doble hélice o helicoidal, como una cadena espiral, en la que las tiras van
en direcciones opuestas. En la molécula del DNA de doble tira, las dos columnas
vertebrales tienen una orientación opuesta o antiparalela pero complementaria.

Las dos cadenas están vinculadas por pares de bases específicas: A con T y G con C,
o viceversa. Las bases del DNA interactúan según una regla muy explícita: sólo hay
dos tipos de pares básicos, A-T y G-C, o al contrario. Esto significa que en cualquier
secuencia de la molécula doblemente helicoidal de DNA, las únicas asociaciones
base con base que pueden existir entre las dos tiras sin distorsionar
sustancialmente la molécula son: A-T y G-C, y a la inversa. La estructura molecular
del DNA fue descrita en 1953 por James Watson y Francis Crick.

Con fundamento en lo anterior, los diferentes estudios han encontrado, entre otros,
los siguientes paralelismos entre el Código Genético y el I Ching:

CÓDIGO GENÉTICO I CHING (YIYING)


1 Sistema de codones o tripletes de Sistema de líneas o trazos que forman
nucleótidos en el ADN y el ARN, que trigramas, los cuales representan las
lleva toda la información genética de fuerzas elementales del Universo y la
los seres vivos. naturaleza.
2 El ADN y el ARN están formados por La estructura del I Ching la constituyen
bases nitrogenadas, las cuales se líneas o trazos divididos en dos
dividen en dos grupos: las categorías: Yang: y Yin:
pirimidinas y las purinas.
3 Cada uno de los grupos tiene dos Cada uno de las líneas se duplica,
tipos de bases nitrogenadas, para un formando cuatro bigramas:
total de cuatro que tiene el ADN.
Yang viejo: ,Yang joven:
Pirimidinas: Timina (T) y Citosina
(C), y Purinas: Adenina (A) y
Yin viejo: , Yin joven:
Guanina (G). El RNA tiene Uracilo (U)
en vez de Timina.
4 Una de las características de las Entre los bigramas, trigramas y
bases nitrogenadas es su hexagramas se da también la oposición
complementariedad. Las dos cadenas complementaria por pares de signos.
del ADN están vinculadas por pares
de bases específicas: A-T y G-C o
viceversa.
5 Las cuatro bases nitrogenadas se Los cuatro bigramas también se

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combinan en tríos formando codones combinan en tríos dando forma a los


o tripletes de nucleótidos genéticos. hexagramas.
6 Cada codón o triplete está formado Cada hexagrama está formado por tres
por tres bases nitrogenadas de bigramas de cuatro posibles
cuatro posibles (T/U, C, A y G).
7 El Código Genético está representado El I Ching lo está por las
por las 64 combinaciones de tripletes combinaciones de sus trigramas o de
o codones y sus respectivos sus bigramas, los cuales generan los
aminoácidos. 64 hexagramas.
8 “Comprende todos los procesos “… los 64 hexagramas del I Ching
vitales de todos los seres vivos, cuya simbolizan todas las situaciones de la
estructura, forma y herencia son vida humana entre el cielo y la tierra”.
programadas con preciso detalle”. Es decir, engloban todos los procesos
Una de sus principales propiedades existenciales de la humanidad;
es la de su universalidad, pues es el constituyen la integralidad del mundo
mismo para todos los seres. manifestado.

Las investigaciones arriba citadas difieren según la asociación que los autores
hacen entre el Yang y el Yin, y las purinas y pirimidinas, así como entre los cuatro
bigramas del I Ching y las cuatro bases nitrogenadas del Código Genético.

Veamos entonces cuáles fueron las distintas correlaciones o asociaciones empleadas


en dichos estudios para elaborar las gráficas que contienen las correspondencias
entre los cuatro bigramas y las cuatro bases nitrogenadas del ADN, así como entre
los 64 hexagramas y los 64 codones o tripletes.

A. Uno de los pioneros de estas investigaciones fue el biólogo molecular alemán


Gunther S. Stent, quien en 1969 publicó en los Estados Unidos el libro “The
Coming of the Golden Age” [La llegada de la Era Dorada], en el cual da cuenta
sobre el resultado de sus investigaciones en relación con la congruencia
observada entre el I Ching y el ADN. En las equivalencias que presenta,
identifica al Yang con las purinas y al Yin con las pirimidinas.

Al respecto dice en su libro:2

“… por más sorprendente que pueda ser la anticipación de los dígitos binarios por el
I Ching, la congruencia entre esta obra y el código genético es nada menos que
asombrosa. Pues si Yang (el principio masculino o luminoso) está identificado con
las bases purinas, y Yin (el principio femenino u oscuro), con las bases pirimidinas,
de modo que el Yang y el Yin viejos corresponden a los pares complementarios
adenina (A) y timina (T), y el Yang y el Yin nuevos corresponden a los pares
complementarios guanina (G) y citosina (C), cada uno de los 64 hexagramas viene

2
/ Citado por Frank Fiedeler, Ph.d., en el Epílogo del libro de M. Schönberger, Capítulo 21: El I Ching y el
ADN, un fenómeno interdisciplinario, 1973 – 1981.

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a representar uno de los codones nucleótidos triples. El orden “natural” del I Ching
puede ser visto ahora de modo que genera una serie de nucleótidos triples, en los
cuales se muestran varias de las relaciones genéticas de los codones manifestadas
en la disposición de Crick. Tal vez los estudiosos de los orígenes hasta hoy aún
misteriosos del código genético puedan consultar los extensos comentarios sobre el
I Ching, a fin de obtener algunas pistas para la solución de sus problemas”.

Aunque no conozco la gráfica original elaborada por el autor, resulta sencillo


plasmar las respectivas equivalencias sobre el ordenamiento de Fu-xi (Gráfica 1-1).

La gráfica resultante nos indica que el codón de inicio AUG está contenido en el
hexagrama 50 (numeración binaria): La restricción, mientras que las señales de
paro o STOP corresponden a: UGA = 11: La Evolución, UAG = 14: El Influjo y UUA
= 15: La Retirada.

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B. Martin Schönberger construyó la siguiente gráfica a partir de las asociaciones


o equivalencias que hizo en su libro “The I Ching & the Genetic Code: The
Hidden Key to Life”, 1979 [El I Ching y el Código Genético: Las Claves Ocultas
de la Vida], originalmente escrito en alemán en 1973: 3

3
/ Gráfica tomada de la página de Internet: http://www.geocities.com/dao_house/index .
Nota aclaratoria: Con el único propósito de hacerla más entendible, esta gráfica fue modificada en el sentido
de agregarle a cada uno de los hexagramas los respectivos tripletes de bases nitrogenadas que les corresponde,
según el orden dispuesto por su autor, Martin Schönberger, puesto que la gráfica original no los contiene;
igualmente, se enumeran los hexagramas en la parte inferior con el decimal equivalente a la numeración binaria
según el orden de Fu-xi.

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Como puede observarse en la numeración de los hexagramas de Schönberger, en la


parte superior de los mismos, esta no corresponde al orden de Fu-xi, la cual hemos
puesto en la parte inferior en aras de la claridad. Si bien desconozco la metodología
utilizada por M. Schönberger para llegar a este resultado, todo parece indicar que
los hexagramas se originaron en sentido inverso o descendente, o que las líneas de
los hexagramas fueron mutadas o transformadas por su opuesta, cada línea Yin por
una Yang y viceversa, conservando el número de cada hexagrama. Este hecho
puede constatarse en las Gráficas 1-2 y 2-11 que se muestran más adelante.

De acuerdo con las anteriores correspondencias, el codón iniciador AUG corresponde


al hexagrama 49: La Merma, mientras que las señales de paro son UGA = 7: El
Estancamiento, UAG = 13: El Andariego y UAA = 15: La Retirada.

Sobre este ordenamiento, dijo M. Schönberger en el Capítulo 11 del libro citado:

“Con todo, hasta donde puedo juzgar, si nos permitimos invertir la secuencia A-
G a G-A ―ya que la secuencia A-G también parece haber sido seleccionada de
modo esquemático y arbitrario― no me parece que sea necesario que ocurra
disturbio alguno en el esquema del aminoácido; de repente surge, entonces, un
orden matemático lógico y exacto de ese todo. De hecho, el catálogo de los
aminoácidos, así como el de los codones, aparece ordenado por períodos. Si esta
organización mía del orden se probase legítima, es probable que fuera posible
inferir consecuencias interesantes y útiles, y las transcripciones al sistema binario
tendrían valor heurístico. La secuencia debe ser leída en intervalos de cuatro
unidades, de izquierda a derecha (0, 4, 8, 12) y a partir del 16, en dirección
vertical (0, 16, 32, 48)…”.

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C. A un resultado diferente llegó Johnson Faa Yan a partir de las correlaciones


que presenta en el libro “DNA and the I Ching: the Tao of live”, 1991 [“DNA y el
I Ching: El Tao de la vida”].

Como se muestra en la siguiente gráfica,4 el codón que inicia la cadena, AUG, es


el del hexagrama 11. La Evolución; las señales de paro son: UGA = 44. La
Plenitud, UAG = 35. El Aumento y UAA = 32. El Retorno.

4
/ Tomada de la siguiente página de Internet: http://myweb.usf.edu/%7Epkho/yijing/dnatst.htm

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D. El matemático Stanley Tomshinsky (1978) expone su trabajo en Internet (2000)


estableciendo unas correspondencias que, si bien son aparentemente iguales a
las utilizadas por Martin Schönberger, sus respectivos estudios son diferentes en
cuanto al sistema empleado en la obtención de los resultados, a saber: a) para el
primero los bigramas toman forma a partir de relaciones que se suceden entre
las líneas de los dos trigramas que generan cada uno de los hexagramas,
valiéndose de los llamados cuadrados mágicos; es decir, se trata de relaciones
de correspondencia no lineales o implícitas y, b) mientras que Tomshinsky sigue
el orden ascendente de Fu Xi o del “Cielo anterior”, Schönberger lo hace en el
orden descendente, según la versión de Leibniz.

La siguiente gráfica es tomada de sus publicaciones en la Web, en donde explica


con todo detalle el procedimiento aplicado. 5

5
/ Página Web http://www.tomshinsky.com/page801.html

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E. Por su parte, Katya Walter, Igual que Tomshinsky, da forma a los bigramas
relacionando las líneas 1ª y 4ª, 2ª y 5ª, y 3ª y 6ª de cada hexagrama,
apartándose, igual que él, de los aspectos meramente binarios o lineales que
predominan en los anteriores trabajos, aunque los dos estudios difieren entre sí.
La siguiente gráfica es el resultado de las correspondencias que expone en su
libro “Tao of Chaos: merging East and West”, Element Books, 1996 [Tao del
Caos: la fusión de Oriente y Occidente], originalmente publicado en Alemania en
1994: 6

6
/ Gráfica tomadas de la página Web: http://www.laetusinpraesens.org/musings/elvendnb.php.
Observación: Igual que se hizo con la de M. Schönberger, a esta gráfica se le agregaron los siguientes elementos para
su mayor comprensión: las correlaciones de la parte superior y la explicación de la parte inferior; igualmente, la
numeración de los hexagramas según el ordenamiento de Fu-xi, así como el respectivo codón de bases nitrogenadas.

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En su libro, K. Walter examina la capacidad del ADN y el I Ching para combinar


aspectos binarios y aspectos no-lineales, secuencia binaria y flujo analógico, I
Ching y fractales, en fin, relaciones binarias, analógicas y fractales; para ello se
basa en la moderna teoría del caos, la cual puede predecir una tendencia sin
especificar sus detalles exactos. Un resumen de su modelo lo presenta en la
siguiente página de Internet http://doublebubbleuniverse.com/Computers.html .

Hasta aquí nos hemos limitado a transcribir las gráficas de los autores citados sin
observación alguna sobre las mismas de nuestra parte, puesto que, como lo dijimos
desde un comienzo, no somos los más autorizados para calificarlas de correctas o
equivocadas, sobre todo si se tiene en cuenta que el conocimiento que tenemos del
trabajo de investigación de estos autores deriva de fuentes secundarias; sin
embargo, ello no nos inhibe de hacer algunos comentarios, de lo cual nos
ocuparemos próximamente en la PARTE 2 de este documento.

Si observamos la Tabla del Código Genético (Gráfica 2-2) encontramos que existe
una perfecta correspondencia entre las bases nitrogenadas T/U-A y G-C, principio
de complementariedad en pares que no puede infringirse al examinarse la analogía
existente con los 64 hexagramas del I Ching, como lo expresa FranK Fiedeler
(1979), citado al comienzo. Esta complementariedad también puede observarse
muy bien si representamos la Tabla del Código Genético por un hipercubo booleano,
como se observa en la siguiente gráfica:

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Dicho lo anterior, volvamos a las anteriores correspondencias, en las cuales


encontramos que:

- Casi todas parten de la hipótesis de asociar las bases purinas (Guanina y


Adenina) con el Yang viejo con el argumento de que tienen 9 átomos, número
que identifica al Yang móvil o mutante; del mismo modo, por tener 6 átomos,
las pirimidinas (Timina/Uracilo y Citosina) son relacionadas con el Yin viejo,
número asociado al Yin móvil o mutante; sólo Johnson Faa Yan (1991) no
relaciona al Yin viejo con las pirimidinas (T/U, C).

- Mientras que Gunther S. Stent (1969) asocia las dos purinas con el Yang y las
dos pirimidinas con el Yin, todos los demás estudios combinan las purinas y las
pirimidinas con los bigramas Yin y Yang.

- Ninguna de las seis correlaciones propuestas en estos estudios conserva el


orden que se da a las cuatro bases nitrogenadas en la Tabla del Código
Genético: T/U, C, A, G, como tampoco el orden natural de los cuatro bigramas:

Yang viejo: ,Yang joven: , Yin joven: ; sin


, Yin viejo:
embargo, este hecho carece de importancia siempre y cuando sea posible
entretejer en completa unidad a los 64 hexagramas del I Ching con los 64
codones o tripletes del Código Genético, o viceversa, sin violar el principio de
complementariedad entre pares de bases nitrogenadas, aspecto que no se da en
ninguno de los estudios anteriores, como puede comprobarse si intentamos
transcribir dichas gráficas a un hipercubo booleano (Gráfica 1-4).

Es importante aclarar que a aquí nos referimos al ADN-B, cuya doble hélice es la
que responde al modelo de Watson y Crick sobre la estructura secundaria del
ADN y es la forma predominante en las células.7

- La respuesta que nos da el I Ching en cada una de las gráficas a partir de los
hexagramas que contienen el codón AUG iniciador de la cadena proteica, así
como los que poseen los codones UAA, UAG y UGA, indicadores de señales de
paro o STOP, nos indica que no estamos ante la mejor opción de
correspondencia analógica con el código genético.

Lo anterior nos lleva a creer que ni Gunther S. Stent (1969), Martin Schönberger
(1973), Johnson Faa Yan (1991) ni Katya Walter (1994), como tampoco los demás
pioneros de estos estudios, obtuvieron las correspondencias exactas entre los 64
codones de la Tabla del Código Genético (ADN-B) y los 64 hexagramas del I Ching;
sin embargo, no albergamos la menor duda en cuanto a que sus investigaciones

7
/ Para mayor claridad, véanse las páginas Web: http://www.ucm.es/info/genetica/grupod/Estruadn/estruadn.htm
y http://es.wikipedia.org/wiki/ADN-B , entre otras.

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I Ching/Yijing, el Tao del ADN

han abierto el camino hacia las profundidades del “Libro de los Cambios”,
facilitando con ello el acceso a toda la sabiduría contenida en su interior. Quizá en
algunos predominó el racionalismo al tratar de identificar el número de átomos de
las bases nitrogenadas con los números rituales que simbolizan al Yin y al Yang, sin
tener en cuenta que conforme a la Metafísica Oriental, las analogías y el simbolismo
que encontramos en el Universo siempre se dan en sentido inverso, tema sobre el
cual vamos a profundizar en el libro a que hemos aludido.

Sobre esta última afirmación conviene advertir, sin embargo, que en el año 2003
Katya Walter publicó en la página Web http://doublebubbleuniverse.com/ el libro
del mismo nombre, “Double Bubble Universe”, en el cual presenta el patrón fractal
que según ella existe en la estructura del espacio, tiempo, materia y energía. En
desarrollo del tema presenta un diagrama (p. 208) en el cual encontramos por
primera vez tanto a las cuatro bases nitrogenadas de la Tabla del Código Genético
como a los cuatro bigramas del I Ching conservando el orden respectivo pero en
una relación de correspondencia inversa, en donde las bases nitrogenadas
Pirimidinas son Yin y las Purinas son Yang, como ya lo había propuesto G. Stent en
1969 (Gráfica 1-1). La siguiente es una transcripción de dicho diagrama:

Aunque parece que K. Walter no pretende con este diagrama examinar nuevas
correspondencias entre el I Ching y el Código Genético, distintas a las ya analizadas
por ella y a las cuales acabamos de referirnos, consideramos importante ver la
gráfica a la que estas correlaciones conducen (Gráfica 1-5), sobre todo teniendo en
cuenta que la autora citada al parecer aún no lo ha hecho, puesto que el objetivo
buscado era otro; es lo que se deduce después de examinar sus tres libros

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I Ching/Yijing, el Tao del ADN

publicados, los dos acabados de citar y “The Universal Fractal Tree” (2008), en
donde amplía la explicación del mismo, ps. 56 y 74.

Ninguna de las gráficas que hemos examinado hasta ahora tiene una
correspondencia tan exacta con la Tabla del Código Genético como esta, pues
cumple con precisión el principio de complementariedad de los pares de bases U-A y

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C-G; no obstante, la respuesta que da el I Ching sobre la misma en el hexagrama


35: El Aumento, en relación con el codón AUG, nos indica que, si bien constituye un
avance en el camino recorrido, aún deben encontrarse otras relaciones analógicas
más acertadas. Esta respuesta se complementa con las que nos ofrecen los
hexagramas 11: La Evolución y 14: El Influjo, totalmente contrarias a las señales de
paro o STOP que indican los codones UAG y UGA, respectivamente; la excepción se
da en el hexagrama 10: El impedimento, codón UAA.

2. HALLANDO LA UNIDAD ENTRE EL ICHING Y EL CÓDIGO GENÉTICO

En el Epílogo del libro de M. Schömberger (1979) dice Frank Fiedeler lo siguiente al


comparar el trabajo del primero con el de su antecesor, G. Stent:

“Tal vez, en este momento, sea imposible decir con absoluta certeza cuál de las
dos coordinaciones es la correcta. Hasta ahora, no hubo ningún estudio
comparativo detallado de los 64 significados o funciones complejas surgiendo de
ambos lados. Además, en teoría hay todavía otros seis modos posibles de
coordinación, sin infringir el principio de complementación en pares, a ser
encontrado tanto en las bases como en los diagramas…”.

También existen otras alternativas al modelo de la doble hélice de Watson y Crick


(ADN-B), cuya estructura es la única que tendremos en cuenta en este trabajo; por
ello no podríamos descartar la posibilidad de que algunas de las relaciones
analógicas de los estudios anteriores puedan pertenecer a la estructura del ADN-A,
ADN-C o ADN-Z, que, de comprobarse, tendría consecuencias extraordinarias.

Pero, ¿cuáles podrían ser las correspondencias analógicas que no sólo nos lleven a
encontrar entretejidos a estos dos códigos a partir de la emanación natural del Yin
y el Yang, sino también respuestas del I Ching indicativas de que son correctas?

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Según lo acabamos de expresar, las respuestas entregadas por el I Ching a través


de la Gráfica 1-5, elaborada a partir de las relaciones analógicas de K. Walter
(2003), nos señalan que el camino es correcto pero que es necesario trabajar hacia
el mejoramiento.

Para quienes consideran que el número ritual 9 del Yang viejo debe asociarse con
los nueve átomos que tienen las bases purinas y, por la misma razón, el número
ritual 6 del Yin viejo con los seis átomos de las pirimidinas, esta relación analógica
entre los cuatro bigramas y las cuatro bases nitrogenadas resulta ser, sin duda
alguna, la más rigurosa que pueda darse; sin embargo, existen al menos otras dos
que nos dicen lo contrario.

A principios de 2006 cuando tuvimos el primer contacto con las correspondencias


existentes entre el I Ching y el Código Genético, lo primero que se nos ocurrió, sin
ningún análisis, fue superponer las cuatro bases nitrogenadas sobre los cuatro
bigramas, en el mismo orden en que los encontramos tanto en la Tabla del Código
Genético como en el I Ching.

De entrada nos damos cuenta de que no existió ningún análisis racional respecto a
si los dos tipos de bases nitrogenadas, pirimidinas y purinas, son Yang o Yin,
habiéndonos limitado en cambio a seguir el orden que les corresponde, a saber:
Yang viejo = T/U, Yang joven = C, Yin joven = A y Yin viejo = G, obteniéndose de
este modo la equivalencia exacta entre el I Ching y el Código Genético, tanto en
forma ascendente como descendente. Siguiendo este orden natural, las Pirimidinas
son Yang mientras que las Purinas son Yin, aspecto que difiere de las otras
correlaciones vistas.

Si hacemos la misma argumentación racional de la gráfica anterior, en el sentido de


asociar los números rituales de los bigramas con el número de átomos de las bases
purinas y pirimidinas, aquí también podríamos decir que estamos ante las
verdaderas correspondencias analógicas por cuanto el Yang, representado por una
línea entera, está asociado con las pirimidinas, las cuales tienen un solo anillo; del
mismo modo, el Yin, representado por una línea partida en dos (o por dos líneas
menores seguidas, como algunos las ven), se asocia con las purinas, que tienen dos
anillos. En las siguientes gráficas podemos ver ambas argumentaciones:8

8
/ Gráficas tomadas de las páginas Web: http://www.cgvdb.org.tw/about_logo.php y http://bioclass.over-blog.es/,
respectivamente.

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En el presente trabajo, sin embargo, estos dos aspectos son secundarios puesto
que en esencia sólo tendremos en cuenta tres aspectos fundamentales para
establecer si las relaciones analógicas empleadas son o no correctas: el perfecto
cumplimiento del principio de complementariedad de los pares de bases U-A y C-G;
la respuesta que nos da el I Ching a través del hexagrama que contenga el codón
AUG iniciador de la cadena proteica, así como los correspondientes a los codones
UAA,UAG y UGA indicadores de señales de paro o STOP y sus respectivos opuestos
complementarios; finalmente, las gráficas espirales que resulten de estas relaciones
analógicas.

La alternancia del Yin y el Yang

La secuencia o el orden natural de los diferentes ideogramas o signos del I Ching es


distinta según sea el Yin el que preceda al Yang o viceversa, como también si la
dirección de estas dos fuerzas o energías fundamentales del Universo sea
ascendente o descendente; del mismo modo, cambia el orden de los codones o
tripletes de nucleótidos. Si bien este aspecto es importante al momento de entrar a
establecer la existencia de correspondencias y analogías entre el I Ching y el Código
Genético, objetivo de este trabajo, en todo caso, este movimiento hacia arriba o
hacia abajo de las diferentes líneas de los hexagramas es sólo aparente visto desde
el exterior, pero interiormente nos demostrará cómo el Libro de los Cambios es un
símbolo de todos los ciclos de la existencia y del Universo, como lo expresa el
siguiente texto:

El I-t’ung shu (el Libro de la Explicación del I Ching) comienza así:

“La veracidad es la raíz sagrada. Grande es el origen de Ch'ien, a partir del cual se
originan todas las cosas; es la fuente de la veracidad. Cuando el Tao de Ch'ien se
altera y cambia, la naturaleza y el destino de cada hombre toma su curso del mismo
modo. Así se establece la veracidad. Lo puro y lo simple es el mayor bien. Por eso se
dice: Ahora el Yin, ahora el Yang, eso es el Tao; lo que lo hace proseguir es el bien, lo
que lo hace completo es la naturaleza. El logro sublime (las primeras dos
características de Ch'ien) es la penetración de la veracidad, la perseverancia que

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propicia es el retorno de la veracidad. Grande es el I Ching, es la fuente de la


naturaleza y del destino”.9

Por ello Jordi Vilà dice:

“Si hubiese que definir toda la sabiduría del Yi Jing en una sola frase, es muy
probable que bastase con exponer la sentencia hallada en la primera parte del
apéndice del Yi Jing conocido como la Quinta Ala: “Un yin y un yang: a eso se llama
Tao”. Esta definición, completamente desnuda de comentarios superfluos, sirve… para
10
definir la mecánica del cosmos”.

Sobre la alternancia del Yin y el Yang, R. Guenòn nos da, como ninguno, el siguiente
significado Metafísico:11

“Es menester prestar atención al hecho de que el orden de los dos términos
depende del punto de vista en el que uno se coloque, ya que, en realidad, las dos
fases complementarias a las que corresponden son a la vez alternas y simultáneas, y
el orden en el que se presenten depende en cierto modo del estado que se tome
como punto de partida. Si se parte del estado de no manifestación para pasar a lo
manifestado (lo que es el punto de vista que se puede decir propiamente
«cosmogónico»), es la «condensación» o la «coagulación» la que se presentará
naturalmente en primer lugar; la «disipación» o la «solución» vendrá después, como
movimiento de retorno hacia lo no manifestado, o al menos hacia lo que, en un nivel
cualquiera, corresponde a lo no manifestado en un sentido relativo. El orden de
sucesión de las dos fases desde este punto de vista muestra también por qué el yin
está aquí antes que el yang. Si al contrario se partiera de un estado dado de
manifestación, se debería considerar primero una tendencia que desemboque en la
«solución» de lo que se encuentra en ese estado; y entonces una fase ulterior de
«coagulación» sería el retorno a otro estado de manifestación; por lo demás, es
menester agregar que esta «solución» y «coagulación», en relación al estado
antecedente y al estado consecuente respectivamente, pueden ser perfectamente
simultáneas en realidad. Por otra parte, y esto es todavía más importante, las cosas
se representan en sentido inverso según se consideren desde el punto de vista del
Principio o al contrario, como acabamos de hacerlo, desde el punto de vista de la
manifestación, de tal suerte que, se podría decir, que lo que es yin por un lado es
yang por el otro e inversamente, aunque no sea más que por una manera de hablar
bastante impropia por lo que se puede referir al Principio mismo una dualidad como la
del yin y del yang.”

9
/ Shou Tun-I, antiguo maestro de la filosofía del período Sung (960 – 1127), citado por Hellmut Wilhelm, en
“Mutaciones, Ocho Lecciones sobre el I Ching”, 1958.
10
/ Vilà, Jordi, “El Tai-Chi y el Libro de los Cambios (Yijing)”, página Web:
http://www.taichichuan.com.es/articulos/todos-los-articulos/76-taichiyijing .
11
/ Guenón, René, La Gran Tríada”, Capítulos IV y V: “Yin y Yang” y “La doble espiral”, Nancy (Francia),
1946 (último libro del autor).

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I Ching/Yijing, el Tao del ADN

Según sea el Yin el que preceda al Yang o viceversa, obtendremos dos tipos de
ordenamientos con una correspondencia directa con el código genético, en el
primero, e inversa en el segundo, a los cuales hemos llamado primer y segundo
orden natural y que enumeraremos conforme al sistema binario de Leibniz, quien le
dio al Yin la equivalencia de CERO (0) y al Yang la de UNO (1). Por ahora sólo nos
ocuparemos de las secuencias ascendentes.

A. Primer orden natural (¿Orden del Guicang Yi?):

“Una vez Yin, una vez Yang”, es el fluir natural de los ideogramas desde el Tai Chi
una vez se produjo la gran explosión (big bang) que dio origen al Universo, el Yin
precediendo al Yang, orden en el cual son mencionados en los textos más
tradicionales del extremo Oriente. En este primer orden, el Yin precediendo al
Yang, es el principio pasivo el que direcciona; Kun (La Tierra) inicia la secuencia,
igual que en el orden del Guicang Yi -Regreso a un lugar oculto, atribuido a los
herederos de los sabios Fu-xi y Shen Nong.

En la presentación que hace de la edición del Tao Te Ching, dice Onorio Ferrero:12

“Algo enigmática aparece la razón por la cual el Yin receptivo y oscuro antecede
al tradicionalmente Yang, expansivo y luminoso.

Pensando en el alma-embrión, hay que tener en cuenta la anterioridad de la


situación subterránea, oscura, de la semilla, del caos, del huevo, a la del árbol, del
orden cósmico, de las aves y de los seres orgánicos.

Hay que considerar la idea de lo embrionario, en cuanto tiene en sí, en principio,


todas las virtualidades de sus desarrollos futuros. Es sabido cómo esta idea es de
suma importancia en el Taoísmo y en su constante del retorno al caos primordial, que
es una imagen de la unidad indistinta a partir de la cual se expandió el mundo
mediante un movimiento en torbellino, que hizo que las cosas individuales (los diez
mil seres) se desprendiesen en sus distintas combinaciones del Yin y del Yang.

Los textos sobre las ventajas del agua, de la humildad, de la receptividad, de la


oscuridad, de la debilidad —todos los símbolos del aspecto Yin—, parecen sugerir que
el Te consiste en elegir el Yin para realizar el Yang.

Los confucianos —que conciben el Yin Yang con menor profundidad— sitúan el
Yang en absoluta superioridad y le confieren también un rasgo de superioridad
moral.”

Con el transcurso de los siglos se fue invirtiendo el orden de la secuencia, cambio


que parece haberse iniciado durante la patriarcal dinastía de los Chou (rey Wen,

12
/ RBA Integral, 1ª edición, Barcelona, 2002, p. 19.

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siglo XII a. de C.) y acentuado aún más por la escuela confucionista, como lo
sugiere O. Ferrero.

En esta secuencia, el orden de los monogramas y bigramas y las respectivas


equivalencias con las bases nitrogenadas es el siguiente (Gráfica 2-1):

Observemos que al hacerse las correspondencias entre las bases nitrogenadas y los
bigramas, en las mismas equivalencias está contenido el binario que identifica a las
primeras; por tanto, también podemos transcribir el Código Genético al sistema de
numeración binaria, como se muestra en la Gráfica 2-2; sin embargo, esta
transcripción de los 64 codones al sistema binario sólo es válida para las
correlaciones que aquí se dan, pues cambian al variarse las mismas, como se
observa al hacerse la comparación con la Gráfica 1-5, en la cual el orden de la
numeración se da en sentido contrario.

En la gráfica las equivalencias son:

Nº BINARIO CODÓN Yin/Yang HEXAGRAMA SIMBOLISMO


63 111111 UUU 999 Quian Lo Creativo
62 111110 UUC 997 Guai El Desbordamiento
61 111101 UUA 998 Da-you La Posesión de lo grande
60 111100 UUG 996 Da-shuang El Poder de lo grande
… … … … … …
3 000011 GGU 669 Guan La Contemplación
2 000010 GGC 667 Bi La Solidaridad
1 000001 GGA 668 Bo La Desintegración
0 000000 GGG 666 Kun Lo Receptivo

Esta Gráfica 2-2 es exactamente igual a la Gráfica 2-5 que se encuentra más
adelante; comparándolas podremos ver en toda su magnitud la forma como se
encuentran entretejidos el I Ching y el Código genético, igual que en la Gráfica 1-5,
aunque en un orden inverso. Los números rituales 9, 7, 8 y 6 representan al Yang
viejo (Yang móvil), Yang joven (Yang estable), Yin joven (Yin estable) y Yin viejo
(Yin móvil), respectivamente; constituyen, por tanto, otra forma de plasmar los
bigramas en las bases nitrogenadas y viceversa, y, consecuencialmente, de
representar al código genético y a los 64 hexagramas.

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El Tao Te Ching de Lao Tse dice en el Cap. 42.

El Tao genera el uno


El uno genera el dos
El dos genera el tres
Y el tres genera todas las cosas
Todas las cosas contienen en su interior el Yin y el Yang
Y obtienen la armonía por la combinación de esas fuerzas.

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Igualmente, en el I Ching todo signo o ideograma de una serie es generador de


sendos trazos Yin y Yang en la secuencia siguiente, produciéndose su duplicación
hasta generar los 64 hexagramas, símbolos de todos los ciclos de la existencia, así:

- Dos (2) monogramas,


- Cuatro (4) bigramas,
- Ocho (8) trigramas,
- Dieciséis (16) tetragramas,
- Treinta y dos (32) pentagramas y
- Sesenta y cuatro (64) hexagramas.

Las primeras cinco secuencias de este primer orden natural están representadas
en la Gráfica 2-3.

A medida que se vayan generando cada uno de los diferentes bigramas y


hexagramas, simultáneamente deben ir emergiendo sendos nucleótidos con sus
bases nitrogenadas, así como los codones o tripletes de nucleótidos,
respectivamente, en el mismo orden del Código Genético, hasta quedar los 64
hexagramas y codones, “unidos como una cremallera”, conforme a las correlaciones
o equivalencias ya establecidas. Cada hexagrama corresponde al respectivo codón o
triplete de nucleótidos del código genético, el cual leeremos también de abajo hacia
arriba según están dispuestos los bigramas que dan lugar a los hexagramas. Si
insistimos “en el mismo orden”, es porque esta es la clave del presente trabajo; el
resultado: el I Ching y el Código Genético entretejidos en perfecta unidad (Gráficas
2-4 y 2-5).

Aparentemente estas dos gráficas son repetitivas, sin embargo son distintas en
cuando a la forma en que están dispuestos los hexagramas; mientras que en la
primera lo están linealmente, en la segunda se disponen en cuadrículas para que su
correspondencia con la tabla del Código Genético sea exacta, así:

3 2

1 0

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La diagonal de derecha a izquierda corresponde a los hexagramas 0, 9, 18, 27, 36, 45, 54 y
63, o sea aquellos formados por dos trigramas iguales; la diagonal opuesta a los que llevan
los codones complementarios comprendidos en los anteriores. Más adelante explicaremos
el enorme significado contenido en esta gráfica.

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El codón AUG, iniciador de la cadena proteica, está comprendido en el hexagrama 28: La


persistencia o la duración, mientras que las señales de paro –STOP- lo están en: UGA,
hexagrama 49: La disminución o la merma; UAG, 52: La doncella prometida o la muchacha que
se casa, y UAA, 53: La desunión o el antagonismo.

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La correspondencia entre las Gráficas 2-2 y 2-5 resulta exacta; el I Ching, la Tabla
del Código Genético y el Sistema Binario están perfectamente entretejidos; otras
gráficas similares, como la que presenta Schönberger en su libro (1979), tienen un
orden diferente y no cumplen con el principio de complementariedad.

Obsérvese que las bases nitrogenadas del código genético, tanto las pirimidinas
como las purinas, siguen exactamente el mismo orden de los bigramas, generados
de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba. Por tanto, repetimos, al hacer las
equivalencias de Yin = Purinas, y Yang = Pirimidinas, no estamos teniendo en
cuenta nada distinto al orden de las bases nitrogenadas de la tabla del código
genético, T/U – C – A – G, en donde T/U y C son Pirimidinas, mientras que A y G
son Purinas.

De acuerdo con estas equivalencias, es importante tener en cuenta que tanto los 64
hexagramas como los 64 tripletes o nucleótidos siguen el orden del Sistema
Numérico Binario (ver Gráficas 2-2, 2-4 y 2-5); la relación de correspondencia es
totalmente directa entre los tres sistemas, desde 0 hasta 63.

B. Segundo orden natural (Orden de Fu-xi):

Ahora es el Yang el que antecede al Yin, Quian (El Cielo) inicia la secuencia de los
hexagramas. Es el comúnmente conocido “orden natural de Fu Hsi”, desarrollado en
el siglo XI de nuestra era por Shao Yung y por eso no es mencionado entre los de la
antigua China. A partir de este ordenamiento se han hecho la totalidad de los
precedentes estudios relativos a las homologías entre el I Ching y el Código
Genético; de la anterior secuencia o primer orden que hemos decidido llamar, nadie
se había ocupado.

Aquí las equivalencias son las mismas pero el orden se invierte, como puede
apreciarse en la Gráfica 2-6:

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La Gráfica 2-7 nos presenta las primeras cinco secuencias de este ordenamiento.

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Finalmente, en la Gráfica 2-8 y 2-9 vemos entretejidos los 64 hexagramas del I


Ching con los 64 codones o tripletes del Código Genético en una relación inversa de
correspondencia, del 63 al 0, contraria al ordenamiento anterior, en el cual la
relación es directa, según ya lo vimos. Los hexagramas que contienen al codón
AUG, iniciador de la cadena proteica, así como a los que indican señales de paro –
STOP-, UGA, UAG y UAA son los mismos a los de la Gráfica 2-5.

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Obsérvese que las Gráficas 2-4 y 2-8 son esencialmente iguales, excepto que en la
primera el Yin precede al Yang mientras que en la segunda es el Yang quien inicia la
secuencia. En la Gráfica 2-8 se resalta aún más la doble espiral formada por el
emparejamiento o correspondencias que se dan entre los codones contenidos en los
respectivos hexagramas. Este aspecto es importante tenerlo en cuenta desde ahora,
puesto que más adelante vamos a referirnos a la doble cadena helicoidal del ADN y
su homología con el I Ching.

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Si observamos detenidamente esta gráfica nos damos cuenta de que al darle un


giro de 180º encontraremos inmediatamente en ella al Código Genético en toda su
dimensión; también llegaremos al mismo resultado si invertimos las secuencias de
los ideogramas que hemos visto. Aunque no es nuestro propósito tratar aquí lo
relacionado con el descenso del Yin y el Yang, pues eso será materia de otro
documento, haremos a continuación ambos procesos, no sólo para tratar de
encontrar la más correcta relación analógica entre el I Ching y el Código Genético,
sino también para explicar mejor la forma como M. Schönberger parece haber
obtenido la gráfica a la cual nos referimos al principio.

Para elaborar la Gráfica 2-7, según ya vimos, iniciamos un proceso ascendente del
Yang y el Yin a partir de la Unidad Suprema o Tai Chi, originando los bigramas,
trigramas y hexagramas. Las mismas cinco secuencias de esta gráfica las
repetiremos ahora pero en sentido inverso, es decir, en forma descendente y de
izquierda a derecha, obteniendo como resultado una gráfica exactamente inversa a
la anterior; el esquema generador de los ideogramas es el mismo, sólo tendremos
que invertir la dirección de emanación del Yin Yang (Gráfica 2-10).

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Para evitar confusiones, debemos recordar que en su descenso los ideogramas quedan invertidos.
La sexta secuencia con los 64 hexagramas la encontramos en la Gráfica 2-11, la
cual es exactamente igual a la gráfica 2-9 pero invertida 180º; por ello, trataremos
de hacerla más clara plasmando en ella ambos sentidos de generación.

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El contenido de esta última gráfica no deja de llamarnos la atención:

1. Los hexagramas bien pudieron haberse generados en sentido descendente o ser


el resultado de invertir o girar 180º la Gráfica 2-9, con el consecuente cambio
de nombre de los hexagramas.13

2. Mientras que la numeración de los hexagramas en su parte inferior corresponde


a la Gráfica 2-9 invertida y al respectivo binario de la izquierda, la de la parte
superior, del 63 al 0, hace referencia al orden de los hexagramas generados en
sentido descendente y a la misma secuencia binaria pero leída en sentido
inverso.

3. El orden resultante de los hexagramas, según la numeración de la parte inferior,


tiene una asombrosa secuencia matemática horizontal y vertical, tanto entre los
hexagramas de una misma cuadrícula como entre los de cuadrículas diferentes.

4. La secuencia matemática en el ordenamiento de los hexagramas da como


resultado la más exacta correspondencia analógica entre el Código Genético, el I
Ching y el sistema binario, en una relación de correspondencia inversa pero en
su orden natural; los codones del Código Genético se leen de arriba hacia abajo
y los hexagramas de abajo hacia arriba.

5. Todas las relaciones en esta gráfica se dan en sentido inverso, por ello no
parece extraño encontrar la contradicción que se da entre los codones que
indican parada o stop y el significado de los hexagramas que los contienen: 43,
11 y 35.

6. Al establecer las correspondencias de las bases nitrogenadas contenidas en el


primer y último hexagrama, encontramos que a partir de la Gráfica 1-5 el
hexagrama 0: Lo Receptivo, GGG, está emparejado con el 42: Después de la
consumación, CCC, mientras que el 63: Lo Creativo, UUU, lo está con el 21:
Antes de la consumación, AAA; aquí, en cambio el resultado se invierte: 0-
GGG=21-CCC y 63-UUU=42-AAA.

Una secuencia parecida a la anterior fue la que propuso Martin Schönberger en su


trabajo de investigación; sin embargo, al emplear una secuencia diferente, los
resultados igualmente lo son (ver pg. 9 y Gráfica 1-2). Al comentar la secuencia del
ordenamiento propuesto, parecida más no igual a la que hacemos alusión arriba,
escribe:

13
/ Aunque si tomamos en cuenta la analogía de la rueda como símbolo del Universo, los hexagramas
conservarían sus nombres puesto que al descender lo hacen en sentido inverso y recuperan su posición en el ascenso;
son los ciclos de la existencia.

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“La secuencia debe ser leída en intervalos de cuatro unidades, de izquierda a


derecha, 0 - 4 – 8 – 12 y, a partir del 16, en dirección vertical, 0 – 16 -32 – 48. En la
literatura hasta hoy existente respecto del código genético ―que adquirió las
proporciones de una avalancha― el autor no encontró ninguna referencia a una
regularidad matemática en la secuencia de los codones, o sobre el orden periódico de
la resultante.

¿Será que nuestro esquema provee de una explicación matemática de la dirección


de rotación, los "compartimientos" de la doble hélice?…” Se pregunta.

Lo repetimos una vez más, todo indica que la gráfica de Schönberger es producto
de una secuencia descendente como la anterior o bien del cambio de polaridad de
cada línea por su opuesta; lo anterior por cuanto la numeración que da a los
respectivos hexagramas es la misma a la que tienen en la parte superior los
hexagramas de la Gráfica 2-11.

Nuevas correspondencias se estructuran

Al invertir la anterior gráfica o al iniciar el descenso del Yin y el Yang encontramos


que se estructuran las siguientes nuevas correspondencias analógicas, en las cuales
las parejas de bases complementarias T/U-A son Yang, mientras que C-G son Yin :

Si procedemos a transcribirlas a cada uno de los bigramas de los 64 hexagramas tal


como lo habíamos hecho antes de la citada Gráfica 2-11, nos encontramos con unas
relaciones analógicas que bien vale la pena analizar con detenimiento en otra
oportunidad (Gráfica 2-12). El codón de iniciación AUG lo contiene el hexagrama 44
[55]: Abundancia, La Plenitud. “El sentido de la abundancia consiste en abrir la
grandeza a lo ínfimo y en hacer presente lo que permanece oscuro y escondido”.14
Los codones que no codifican o señales de parada, UGA, UAG Y UAA, se encuentran
en los hexagramas 50 [60]: Control, la restricción, 56 [11]: La Paz y 58 [5]: La
Espera, respectivamente.

14
/ Galvany, Albert y Vilà, Jordi. “Yijing, El libro de los cambios”, Hexagrama 55 (comentarios de Wang Bi).

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3. LA COMPLEMENTARIEDAD DE LOS HEXAGRAMAS Y


LA DOBLE CADENA HELICOIDAL DEL ADN

Al repasar las nociones sobre el código genético vimos que una de las características
de las bases nitrogenadas es su complementariedad. El DNA está compuesto por
dos cadenas o tiras antiparalelas de nucleótidos enrollados en forma de doble hélice
o helicoidal, como una cadena espiral, en la que las tiras van en direcciones
opuestas pero complementarias. Las dos cadenas están vinculadas por pares de
bases específicas: A con T y G con C, o viceversa; es una regla muy explícita
mediante la cual interactúan las bases del ADN. Esto significa que en cualquier
secuencia de la molécula doblemente helicoidal de ADN, las únicas asociaciones
base con base que pueden existir entre las dos tiras sin distorsionar
sustancialmente la molécula son: A-T y G-C, o al contrario. Recordemos que en el
ARNm la base Timina (T) es reemplazada por el Uracilo (U).

Lo mismo ocurre con los ideogramas del I Ching. Los 64 hexagramas de los dos
órdenes vistos pueden disponerse en forma de herradura en donde el 0 es
complementario del 63, el 1 con el 62,… y el 31 con el 32. En dicho ordenamiento
se encuentra perfectamente plasmada la antigua noción china de los “opuestos
polares complementarios”. Pero también podemos disponer los órdenes en dos
columnas vertebrales orientadas en forma opuesta o antiparalela, igual que la doble
tira del ADN: el primero, cuando el Yin precede al Yang, los hexagramas y los
codones se ordenan según el sistema binario del 0 al 63 (Gráficas 2-4 y 2-5, igual
que las 2-11 y 2-12), así como la Tabla del Código Genético (Gráfica 2-2), mientras
que el segundo, el Yang precediendo al Yin, lo hacen en forma inversa, del 63 al 0
(Gráficas 2-8 y 2-9). Tendremos entonces igualmente dos cadenas o tiras como se
muestran en la Gráfica 10, en donde podrá verse en toda su magnitud la orientación
opuesta o antiparalela, pero complementaria, tanto de los 64 hexagramas entre sí
como de las 64 combinaciones de las bases nitrogenadas en tripletes de nucleótidos
o codones.

Los hexagramas y codones o tripletes están dispuestos tal como se muestra en la


cuadrícula siguiente:

60 3 61 2

62 1 63 0

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En esta gráfica encontramos las siguientes extraordinarias relaciones entre los 64


hexagramas y el Código Genético:

1. Los dos órdenes naturales están dispuestos en sendas columnas vertebrales


orientadas en forma opuesta o antiparalela, igual que la doble tira del ADN, y
ordenados en 16 cuadrículas, cada una con ocho hexagramas: cuatro negros y
cuatro rojos, para un total de 128: 64 negros y 64 rojos. Cada hexagrama
contiene tres bases nitrogenadas, o sea un triplete de nucleótidos o codón.

2. Los hexagramas negros corresponden al primer orden natural (el Yin


precediendo al Yang) y contienen los tripletes o codones de las bases
nitrogenadas de la cadena inactiva del ADN, no transcrita, mientras que el
segundo orden natural (el Yang antecediendo al Yin) y representado por los
hexagramas rojos, contiene los de la cadena molde transcrita. El ARNm lo
vemos transcrito en las Gráficas 2-5 y 2-9.

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I Ching/Yijing, el Tao del ADN

3. En tanto que los hexagramas negros y rojos enfrentados son complementarios


entre sí, las bases nitrogenadas de cada uno de los ocho hexagramas de las
cuadrículas interaccionan diagonalmente entre ellas por interacciones de
apilamiento (inter-strand stacking) 15 con las bases de la cadena complementaria
que se encuentran en las cuadrículas contiguas del mismo color.

Como un ejemplo de la forma en que se producen estas interacciones de


apilamiento, podemos hacer una representación lineal de las dos primeras
cuadrículas de la gráfica, con sus respectivas complementarias diagonales, tal
como se muestra en la Gráfica 3-2.

4. Al ser transcritos al sistema binario, tanto los hexagramas de cada uno de los
órdenes como los tripletes o codones del Código Genético tienen exactamente
la misma numeración binaria y decimal, del 0 al 63; por esta razón, los números
hacen referencia a los hexagramas así como a los codones de la doble cadena
del ADN.

Transcrita la Gráfica 3-1 hipercubos booleanos, las interacciones de apilamiento


(stacking) de las dos cadenas pueden verse ahora en una dimensión
extraordinariamente asombrosa; la Gráfica 3-3 lo expresa todo.

GRÁFICA 3-2
Inicio de la secuencia de la cadena doble del ADN
en las interacciones de apilamiento de las dos primeras cuadrículas de la
Gráfica 9
Los números corresponden a los hexagramas del mismo color
ARNm AAU AAC AAA AAG AGU AGC AGA AGG
23 22 21 20 19 18 17 16
ADN TTA TTG TTT TTC TCA TCG TCT TCC
Transc. 61 60 63 62 57 56 59 58
ADN AAT AAC AAA AAG AGT AGC AGA AGG
Inact. 23 22 21 20 19 18 17 16

ARNm GAU GAC GAA GAG GGU GGC GGA GGG


7 6 5 4 3 2 1 0
ADN CTA CTG CTT CTC CCA CCG CCT CCC
Transc. 45 44 47 46 41 40 43 42
ADN GAT GAC GAA GAG GGT GGC GGA GGG
Inact. 7 6 5 4 3 2 1 0

15
/ El stacking en dobles cadenas tiene dos componentes: a) Intra-strand stacking o apilamiento de una base con
las que tiene arriba y abajo, y b) Inter-strand stacking o apilamiento de una base con las de abajo o arriba pero en la
cadena complementaria.

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¿Coincidencias o isomorfismos?

Lo que hemos visto hasta aquí nos demuestra que las relaciones y correspondencias
analógicas encontradas entre el I Ching y el Código Genético (entre los cuatro
bigramas y las cuatro bases nitrogenadas, y entre los 64 hexagramas y los 64
codones o tripletes de nucleótidos) no son simples coincidencias formales ni meros
isomorfismos sino que van a un nivel mucho más profundo y que es preciso traer a
la superficie mediante un diálogo entre ciencia experimental y Sabiduría Perenne.

Y es que no sólo el Código Genético está representado en el milenario Libro de la


Sabiduría, sino que también la acción de la doble espiral ya había sido visualizada
desde tiempos inmemoriales por la Tradición Oriental.

Sobre el particular nos dice R. Guenón16:

(…) “Un símbolo que es estrechamente conexo al del yin-yang, es el de la doble


espiral. Esta doble espiral, «que puede considerarse como la proyección plana de los
dos hemisferios del Andrógino, ofrece la imagen del ritmo alternado de la evolución y
de la involución, del nacimiento y de la muerte, en una palabra representa la
manifestación bajo su doble aspecto». Por lo demás, esta figuración puede
considerarse a la vez en un sentido «macrocósmico» y en un sentido
«microcósmico»: en razón de su analogía, siempre se puede pasar del uno al otro de
estos dos puntos de vista por una transposición conveniente; pero es sobre todo al
primero al que vamos a referirnos directamente aquí, ya que es en relación al
simbolismo del «Huevo del Mundo», al que ya hemos hecho alusión a propósito del
yin-yang, donde se presentan las aproximaciones más destacables. Desde este punto
de vista, se pueden considerar las dos espirales como la indicación de una fuerza
cósmica que actúa en sentido inverso en los dos hemisferios, que, en su aplicación
más extensa, son naturalmente las dos mitades del «Huevo del Mundo», siendo los
dos polos los puntos alrededor de los cuales se enrollan estas dos espirales.

Es fácil darse cuenta de que, en el símbolo del yin-yang, las dos


semicircunferencias que forman la línea que delimita interiormente las dos partes
clara y obscura de la figura corresponden exactamente a las dos espirales, y sus
puntos centrales, obscuro en la parte clara y claro en la parte obscura, corresponden
a los dos polos. Esto nos conduce a la idea del «Andrógino», así como lo hemos
indicado precedentemente; y recordaremos también a este propósito que los dos
principios yin y yang siempre deben considerarse en realidad como complementarios,
incluso si sus acciones respectivas, en los diferentes dominios de la manifestación,
aparecen exteriormente como contrarias. Así pues, se puede hablar, ya sea de la
doble acción de una fuerza única, como lo hacíamos hace un momento, o ya sea de
dos fuerzas producidas por la polarización de ésta y centradas sobre los dos polos, y
que producen a su vez, por las acciones y reacciones que resultan de su

16
/ Guenón, René, La Gran Tríada”, Capítulos IV y V: “Yin y Yang” y “La doble espiral”, Nancy (Francia),
1946 (último libro del autor).

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diferenciación misma, el desarrollo de las virtualidades comprendidas en el «Huevo


del Mundo», desarrollo que comprende todas las modificaciones de los «diez mil
seres».

Hay que destacar que estas dos mismas fuerzas son también figuradas de una
manera diferente, aunque equivalente en el fondo, en otros símbolos tradicionales,
concretamente por dos líneas helicoidales que se enrollan en sentido inverso la una
de la otra alrededor de un eje vertical, como se ve por ejemplo en algunas formas del
Brahma-danda o bastón brahmánico, que es una imagen del «Eje del Mundo», y
donde este doble enrollamiento es puesto en relación precisamente con las dos
orientaciones contrarias del swastika; en el ser humano, estas dos líneas son las dos
nâdîs o corrientes sutiles de la derecha y de la izquierda, o positiva y negativa (idâ y
pingalâ). Otra figuración idéntica es la de las dos serpientes del caduceo, que se
vincula por otra parte al simbolismo general de la serpiente bajo sus dos aspectos
opuestos; y, a este respecto, la doble espiral puede considerarse también como
figurando una serpiente enrollada sobre sí misma en dos sentidos contrarios: esta
serpiente es entonces una «anfibena», cuyas dos cabezas corresponden a los dos
polos, y que equivale, ella sola, al conjunto de las dos serpientes opuestas del
caduceo17.

(…) En los símbolos antiguos, esta doble espiral es reemplazada a veces por dos
conjuntos de círculos concéntricos, trazados alrededor de dos puntos que representan
también los polos: éstos son, al menos en una de sus significaciones más generales,
los círculos celestes e infernales, de los que los segundos son como un reflejo inverso
de los primeros, y a los que corresponden precisamente los Dêvas y los Asuras. En
otros términos, son los estados superiores e inferiores en relación al estado humano,
o también los ciclos consecuentes y antecedentes en relación al ciclo actual (lo que no
es en suma más que otra manera de expresar la misma cosa, al hacer intervenir en
ella un simbolismo «sucesivo»); y esto corrobora también la significación del yin-yang
considerado como proyección plana de la hélice representativa de los estados
múltiples de la Existencia universal. Los dos símbolos son equivalentes, y uno puede
ser considerado como una simple modificación del otro; pero la doble espiral indica
además la continuidad entre los ciclos; se podría decir también que representa las
cosas bajo un aspecto «dinámico», mientras que los círculos concéntricos las
representan bajo un aspecto más bien «estático».

17
Para explicar la formación del caduceo, se dice que Mercurio vio dos serpientes que se batían (figura del caos),
y que él las separó (distinción de los contrarios) con una vara (determinación de un eje según el cual se ordenará el
caos para devenir el Cosmos), alrededor de la cual ellas se enrollaron (equilibrio de las dos fuerzas contrarias, que
actúan simétricamente en relación al «Eje del Mundo»). Es menester precisar también que el caduceo (kêrukeion,
insignia de los heraldos) es considerado como el atributo característico de dos funciones complementarias de
Mercurio o Hermes: por una parte, la de intérprete o de mensajero de los Dioses, y, por otra, la de «psicopompo»,
que conduce a los seres a través de sus cambios de estado, o en los pasos de un ciclo de existencia a otro; estas dos
funciones corresponden en efecto respectivamente a los dos sentidos descendente y ascendente de las corrientes
representadas por las dos serpientes.

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Al hablar aquí de aspecto «dinámico», pensamos naturalmente todavía en la


acción de la doble fuerza cósmica, y más especialmente en su relación con las fases
inversas y complementarias de toda manifestación, fases que son debidas, según la
tradición extremo oriental, a la predominancia alternante del yin y del yang:
«evolución» o desarrollo, o despliegue, e «involución» o enrollamiento, o repliegue, o
también «catabasis» o marcha descendente y «anabasis» o marcha ascendente,
salida a lo manifestado y vuelta a lo no manifestado. La doble «espiración» (y se
observará el parentesco muy significativo que existe entre la designación misma de la
espiral y la del «spiritus» o «soplo» del que hemos hablado más atrás en conexión
con Hamsa), es el «expir» y el «aspir» universales, por los que son producidos, según
el lenguaje Taoísta, las «condensaciones» y las «disipaciones» que resultan de la
acción alternada de los dos principios yin y yang, o, según la terminología hermética,
las «coagulaciones» y las «soluciones»: para los seres individuales, son los
nacimientos y las muertes, lo que Aristóteles llama gnesis y phthora «generación» y
«corrupción»; para los mundos, es lo que la tradición hindú designa como los días y
las noches de Brahmâ, como el Kalpa y el Pralaya; y, a todos los grados, tanto en el
orden «macrocósmico» como en el orden «microcósmico», se encuentran fases
correspondientes en todo ciclo de existencia, puesto que son la expresión misma de la
ley que rige todo el conjunto de la manifestación universal.”

El Código Genético y la doble hélice del ADN son a la biología de los seres vivos del
mismo modo que el I Ching y el yin-yang son “la proyección plana de la hélice
representativa de los estados múltiples de la Existencia universal”; el I Ching
simboliza la gran espiral de los ciclos de la vida. ¿Recordamos la Gráfica 2-4, Pg.
29? Volvamos a ella. Los ocho hexagramas generados por los ocho trigramas
duplicados y los ocho codones de bases nitrogenadas contenidos en ellos forman
una gran X; es una de las moléculas del ADN reflejada en los 64 hexagramas del I
Ching, mostrándonos cuál es su estructura.

Cuando Watson y Crick trataban de descifrar la estructura del ADN, Rosalind


Franklin hacia lo propio en su laboratorio después de haber sido expulsada del
equipo de trabajo de los primeros por discriminación de sexo. Usando la técnica de
difracción de rayos X, en la que era especialista, en mayo de 1952 tomó la célebre
Fotografía 51 en la cual muestra la molécula del ADN en forma de X; la
interpretación de la foto permite deducir que el ADN es una doble hélice. Maurice
Wilkins, del equipo de Franklin, en forma desleal le mostró la imagen a los dos
primeros, quienes al verla comprendieron lo que tanto habían buscado, la estructura
del ADN. Nueve años después, en 1962, James Watson, Francis Crick y Maurice
Wilkins recibieron el premio Nobel de fisiología o medicina por su descubrimiento.
Rosalind Franklin había muerto en 1958, siendo “la dama ausente” de un premio
Nobel que igualmente merecía.

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Coincidencia o sincronía, la siguiente secuencia de imágenes sobre la célebre Photo


51 de Rosalind Franklin fue elaborada el mismo día en que se conmemoraban 51
años de su temprano fallecimiento, de ahí el homenaje incluido.

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Y esta es la misma imagen reflejada en el I Ching:

Del mismo modo que la Photo 51 permitió ver la estructura de la doble hélice del
ADN, la Gráfica 3-4 anterior nos lleva hacia la gran espiral formada por el
emparejamiento de los codones contenidos en los 64 hexagramas; con base en ella,
las Gráficas 2-4, 2-5, 2-8 y 2-9 pueden plasmarse en espiral del siguiente modo,
teniendo en cuenta la complementariedad de los codones o tripletes de bases
nitrogenadas del Código genético (Gráfica 3-5):

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Tampoco puede ser mera coincidencia el hecho de que las correlaciones empleadas
en las Gráficas correspondientes a los órdenes primero y segundo (Gráficas 2-4, 2-
5, 2-8 y 2-9) conduzcan a que el codón AUG, iniciador de la molécula del ARNm,
corresponda al hexagrama 28 [32]: Heng, La Duración, o sea “la unión como estado
duradero”, “la institución del matrimonio en cuanto unión duradera de los sexos”-
(R. Wilhelm). En la obra de Vilà y Galvany, citada atrás, se traduce como
Persistencia, “… el Dao constante; después de cada final hay un nuevo principio;…”.
Lo que “el dictamen explica” lo transcribimos textualmente a continuación:

“Persistencia significa «larga duración». Aquí, el trigrama firme [Zhen] está arriba y
el trigrama flexible [Xun] está abajo {lo firme, en la posición privilegiada, y lo
flexible, en la posición humilde; así se obtiene el orden apropiado}; así el trueno y
el viento pueden encontrarse {el yang mayor [Zhen] y el yin mayor [Xun] se
completan recíprocamente}. En este caso la acción proviene de Xun {actúa sin
contravenir} y todas las líneas firmes y flexibles están en resonancia {ninguna
queda desparejada}: a eso se le denomina «persistencia» {se le puede considerar
el Dao de la duración}. «La persistencia [es] propicia: no habrá desgracia» y «Será
favorable mantener la firmeza» son afirmaciones que indican que la duración es
inherente al Dao. {Se logra la duración gracias al Dao, y así se logra permanecer
constantemente sin desgracia y es favorable practicar la rectitud.} El Dao del Cielo
y de la Tierra persiste para siempre y jamás llega a terminarse {obtiene la duración
y no llega terminarse}. «Será favorable tener algún sitio adonde ir», porque
después de cada final hay un nuevo principio {una vez que se haya obtenido el Dao
constante, después de cada final hay un nuevo principio que sigue sin límites}. El
Sol y la Luna encuentran su posición en el Cielo y así pueden relucir; las cuatro
estaciones van transformándose una en la otra, y así pueden sucederse para
siempre; el santo permanece siempre en el Dao y, de este modo, lleva al mundo a
la perfección {esto implica que ha obtenido la perseverancia y que, por lo tanto,
todos consiguen durar por mucho tiempo}. Al contemplar la duración y la
persistencia [de las cosas], se pueden observar las cualidades innatas del Cielo, de
la Tierra y de las diez mil cosas. {La tendencia innata del Cielo, de la Tierra y de las
diez mil cosas se percibe en la persistencia.}”18

Confieso que la lectura de esta explicación, atribuida a Wang Bi (226–249 d. de C.),


me ha impresionado; pareciera esta leyendo el proceso de síntesis o traducción de
las proteínas del ADN, el cual consta de tres etapas: iniciación de la síntesis a través
del codón AUG; elongación o alargamiento de la cadena polipeptídica por la unión
de diferentes codones y, terminación de la síntesis mediante la incorporación de un
codón –UGA, UAG o UAA- que no especifica ningún aminoácido, proceso al final del
cual puede iniciarse otro y así indefinidamente. Esta es la explicación que nos da la
biología molecular sobre los ciclos del ADN, ¿no es acaso sorprendente la analogía

18
/ Para entender el por qué algunas palabras, expresiones y oraciones son encerradas entre diferentes signos por
los traductores, recomiendo leer la Introducción de esta extraordinaria obra, la cual puede obtenerse en la siguiente
página Web de la editorial: http://www.atalantaweb.com/uploads/fitxers/Introduccion%20Yijing.pdf .

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I Ching/Yijing, el Tao del ADN

que existe con la respuesta que nos entrega el I Ching en este hexagrama en
relación con uno de los estados de la Existencia universal?

En cuanto a los codones de señales de paro, UGA, UAG y UAA, corresponden a los
hexagramas 49 [41]: Sun, La Merma, “tiempo de la disminución, imagen de la
disminución”; 52 [54]: Gui-mei, La muchacha que se casa, la desposanda, en donde
se describe una relación irregular de concubinato; “la doncella prometida: ponerse
en marcha ahora sería nefasto, puesto que no hay nada favorable”, y 53 [38]: Kui,
El antagonismo, la oposición, “arriba hay fuego y abajo un lago: tiempo de la
desunión”.

La respuesta del I Ching parece no dejar duda alguna en el sentido de que estamos
ante la más precisa correspondencia analógica posible entre el I Ching y el Código
Genético; sin embargo, considero que aún es preciso ahondar más en su
significación, así como en el de la Gráfica 2-12, la cual no deja de intrigarme.

A consideración de los lectores queda este documento-resumen. Presento disculpas


por el mal uso que haga de términos relacionados con áreas ajenas a mi
conocimiento, como es la genética; igualmente, agradezco todas las opiniones y
comentarios que ayuden a enriquecer este proyecto investigativo.

Todas las referencias y bibliografía se encuentran en los pies de página, así como en
los antecedentes de la primera parte del documento.

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I Ching/Yijing, el Tao del ADN

APÉNDICES

APÉNDICE 1: “EL HIPOTÉTICO ORDEN DEL LIANSHAN YI”

Como lo anunciamos en la página 3, presentamos a continuación al que


denominaremos “hipotético orden del Lianshan Yi – Cambios de la cadena
montañosa–, asociado a la dinastía Xia de los siglos XXII-XVII a. C., la más antigua
de las dinastías chinas, atribuido al mitológico emperador Shen Nong, en donde el
primer hexagrama en su ordenamiento era Gen, Montaña.

Recordemos que en el primer orden natural, en donde el Yin precede al Yang, nos
preguntábamos si podríamos estar ante “Orden del Guicang Yi –Regreso a un lugar
oculto,” asociado a la dinastía Shang –siglos XVII-XI a. C.– el cual podría ser obra
tanto del mítico Emperador Amarillo como de los emperadores Yao y Shun,
herederos de los sabios Fu Hsi y Shen Nong, en donde el primer hexagrama era Kun
(la Tierra), el Principio pasivo. Al llamado “orden de Fu-Xi”, en donde el Yang
antecede al Yin, lo denominamos segundo orden natural.

En este “hipotético orden del Lianshan Yi”, el Yin antecederá al Yang en las dos
primeras secuencias y en la cuarta y quinta, mientras que Yang precederá al Yin en
las secuencias tercera y sexta. No sobra aclarar que al emplear la expresión “orden
hipotético” queremos decir que estamos ante un ejercicio meramente especulativo
que carece, por tanto, de respaldo histórico o documental.

Tal como ya lo vimos atrás, en el I Ching todo signo o ideograma de una serie es
generador de sendos trazos Yin y Yang en la secuencia siguiente, produciéndose su
duplicación hasta generar los 64 hexagramas, así:

- Dos (2) monogramas,


- Cuatro (4) bigramas,
- Ocho (8) trigramas,
- Dieciséis (16) tetragramas,
- Treinta y dos (32) pentagramas y
- Sesenta y cuatro (64) hexagramas.

Por tanto las primeras cinco secuencias se darían como lo muestra la siguiente
gráfica:

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La sexta secuencia de los 64 hexagramas sería del siguiente modo:

Las correspondencias analógicas con el Código genético son iguales al de las


gráficas 2-5 y 2-9.

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APÉNDICE 2:

1. CORRESPONDENCIAS ENTRE HEXAGRAMAS DEL ORDEN BINARIO Y EL ORDEN DEL REY WEN

Orden Nombre Significado


Bin Wen Pinyin W. Giles Yijing19 I Ching20
63 1 Qian Ch’ien Principio activo Lo Creativo, el cielo
62 43 Guai Kuai Resolución El Desbordamiento
61 14 Da You Ta Yu Grandes posesiones La Posesión de lo grande
60 34 Da Zhuang Ta Chuang Gran Fuerza El Poder de lo grande
59 9 Xiao Xu Hsiao Ch’u Poca acumulación La Fuerza domesticadora de lo pequeño
58 5 Xu Hsü Esperar La Espera
57 26 Da Xu Ta Ch’u Mucha acumulación La Fuerza domesticadora de lo grande
56 11 Tai T’ai Paz La Paz
55 10 Lu Lú Pisar El Porte
54 58 Dui Tui Júbilo El Lago, lo sereno
53 38 Kui K’uei Desunión El Antagonismo
52 54 Gui Mei Kuei Mei La Doncella prometida La Muchacha que se casa
51 61 Zhong Fu Chung Fu Sinceridad interior La verdad interior
50 60 Jie Shieh Control La restricción
49 41 Sun Sun Disminución La Merma
48 19 Lin Lin Vigilar El acercamiento
47 13 Tong Ren T’ung Jen Comunidad Comunidad con los Hombres
46 49 Ge Ko Renovación La Revolución
45 30 Li Li Cohesión El Fuego, lo adherente
44 55 Feng Feng Abundancia La Plenitud
43 37 Jia Ren Chia Jen Familia El Clan
42 63 Ji Ji Chi Chi Consecución completa Después de la consumación
41 22 Bi Pi Elegancia La Gracia
40 36 Ming Yi Ming I Ocultamiento de la luz El oscurecimiento de la luz
39 25 Wu Wang Wu Wang Sin falsedad La Inocencia
38 17 Sui Sui Seguir El Seguimiento
37 21 Shi He Shih Ho Morder fuerte La Mordedura tajante
36 51 Zhen Chen Retumbar del trueno El Trueno, lo suscitativo
35 42 Yi I Aumento El Aumento
34 3 Zhun Chun Primeras dificultades La Dificultad inicial
33 27 Yi I Alimentación Las Comisuras de la boca
32 24 Fu Fu Retorno El Retorno
31 44 Gou Kou Encuentro El Ir al encuentro
30 28 Da Gou Ta Kuo Gran exceso La Preponderancia de lo grande
29 50 Ding Ting Trípode ritual El Caldero
28 32 Heng Heng Persistencia La Duración
27 57 Xun Sun Adaptación El Viento, lo suave
26 48 Jing Ching Pozo El Pozo de agua
25 18 Gu Ku Enfermedad El Trabajo en lo echado a perder
24 46 Sheng Sheng Ascenso La Subida
23 6 Song Sung Contienda El Conflicto

19
/ Vilà, Jordi & Galvany, Albert. Yijing, El Libro de los Cambios, Ediciones Atalanta, Girona, España, 2006.
20
/ Wilhelm, Richard. I Ching, El Libro de las Mutaciones, Editorial Suramericana S. A., Buenos Aires, Argentina,
1976.

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22 47 Kun K’un Encerrar La Desazón


21 64 Wei Ji Wei Chi Consecución incompleta Antes de la consumación
20 40 Xie Hsieh Liberación La Liberación
19 59 Huan Huan Dispersión La Disolución
18 29 Xi Kan K’an Foso duplicado El Agua en movimiento, lo abismal
17 4 Meng Meng Ignorancia La Necedad juvenil
16 7 Shi Shih Ejército El Ejército
15 33 Dun Tun Retirada La Retirada
14 31 Xian Hsien Sensación El Influjo
13 56 Lu Lü El Caminante El Andariego
12 62 Xiao Guo Hsiao Kuo Pequeño exceso La Preponderancia de lo pequeño
11 53 Jian Chien Avance gradual La Evolución
10 39 Jian Chien Impedimento El Impedimento
9 52 Gen Ken Inmovilización La Montaña, el aquietamiento
8 15 Qian Ch’ien Modestia La Modestia
7 12 Pi P’i Bloqueo El Estancamiento
6 45 Cui Ts’ui Reunión La Reunión
5 35 Jin Chin Avanzar El Progreso
4 16 Yu Yü Satisfacción El Entusiasmo
3 20 Guan Kuan Contemplar La Contemplación
2 8 Bi Pi Alianza La Solidaridad
1 23 Bo Po Desgastar La desintegración
0 2 Kun Principio pasivo La Tierra, lo receptivo

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2. CORRESPONDENCIAS DE HEXAGRAMAS OPUESTOS COMPLEMENTARIOS Y OPUESTOS INVERSOS,


ASÍ COMO LA COMPLENTARIEDAD DE LAS BASES NITROGEDAS DEL CÓDIGO GENÉTICO

Hexagramas Hexagramas
Orden binario Orden Rey Wen
Opuestos Opuestos Complementariedad Opuestos Opuestos
complementarios inversos bases nitrogenadas complementarios inversos
(Gráficas 2-4, 2-5, 2-8 y 2-9)
0 - 63 0 – 63 C* 0 - 42 2–1 2 – 1 C*
1 - 62 1 - 32 1 - 43 23 - 43 23 - 24
2 - 61 2 - 16 2 - 40 8 - 14 8-7
3 - 60 3 - 48 3 - 41 20 - 34 20 - 19
4 - 59 4-8 4 - 46 16 - 9 16 - 15
5 - 58 5 - 40 5 - 47 35 - 5 35 - 36
6 - 57 6 - 24 6 - 44 45 - 26 45 - 46
7 - 56 7 - 56 7 - 45 12 - 11 12 - 11
8 - 55 9 - 36 8 - 34 15 - 10 52 - 51
9 - 54 10 - 20 9 - 35 52 - 58 39 - 40
10 - 53 11 - 52 10 - 32 39 - 38 53 - 54
11 - 52 12 – 51 C* 11 - 33 53 – 54 62 – 61 C*
12 - 51 13 - 44 12 - 38 62 - 61 56 - 55
13 - 50 14 - 28 13 - 39 56 - 60 31 - 32
14 - 49 15 - 60 14 - 36 31 - 41 33 - 34
15 - 48 17 - 34 15 - 37 33 - 19 4-3
16 - 47 18 – 45 C* 16 - 58 7 – 13 29 – 30 C*
17 - 46 19 - 50 17 - 59 4 - 39 59 - 60
18 - 45 21 - 42 18 - 56 29 - 30 64 - 63
19 - 44 22 - 26 19 - 57 59 - 55 47 - 48
20 - 43 23 - 56 20 - 62 40 - 37 6-5
21 - 42 25 -38 21 - 63 64 - 63 18 - 17
22 - 41 27 - 54 22 - 60 47 - 22 57 - 58
23 - 40 29 - 46 23 - 61 6 - 36 50 - 49
24 - 39 30 – 33 C* 24 - 50 46 - 25 28 – 27 C*
25 - 38 31 - 62 25 - 51 18 - 17 44 - 43
26 - 37 35 - 49 26 - 48 48 - 21 42 - 41
27 - 36 37 - 41 27 – 49 Stop 57 - 51 21 - 22
28 - 35 39 - 57 Met 28 – 54 32 - 42 25 - 26
29 - 34 43 - 53 29 - 55 50 - 3 37 - 38
30 - 33 47 - 61 30 – 52 Stop 28 - 27 13 - 14
31 - 32 55 - 59 31 – 53 Stop 44 - 24 10 - 9

*/ Opuestos complementarios.

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