Cap 1 - Los Sistemas Eléctricos

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CAPITULO 1

LOS SISTEMAS ELECTRICOS

1.1 Características de la Electricidad

La electricidad es un bien de consumo que tiene una serie de características específicas que la
distinguen de otros productos, la principal característica diferente es que no es almacenable,
aunque es posible almacenar electricidad en baterías, pero por el precio, rendimiento y
dificultad de manejo esta posibilidad en impracticable cuando se manejan las cantidades de
energía habituales en el mundo desarrollado. En consecuencia, la electricidad debe producirse y
transportarse en el mismo instante que es consumida, lo que provoca que los sistemas
eléctricos sean sistemas dinámicos de gran complejidad, que además se ve agravada por su
tamaño. En todo instante, ese enorme sistema dinámico debe mantener el equilibrio entre la
generación y la demanda, y la falla de cualquier elemento puede provocar perturbaciones que
se transmiten a todo el sistema casi instantáneamente.

Otra particularidad de la electricidad tiene que ver con su transporte, no se trata de un producto
que se pueda trasladar en forma de “paquetes” que se envían de un lugar a otro por el camino
más adecuado en cada momento. La energía eléctrica se transporta a través de redes en general

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malladas sin que se pueda elegir el recorrido, este depende de las leyes de Kirchoff que reparte
las corrientes en función de las impedancias de las líneas y los otros elementos que constituyen
las vías por donde circula la electricidad. Salvo en casos muy sencillos, lo único que se puede
decir es que se inyecta energía eléctrica en un determinado punto y que se extrae en otro,
resultando complicado asignar el tránsito a un trayecto determinado.

El tamaño inmenso de los sistemas eléctricos se debe a su extensión, pues deben dar servicio a
prácticamente todo punto habitado, llevando la energía que se ha producido en las centrales
eléctricas, repartidas por la geografía en función de los distintos recursos existentes para
proporcionar la energía primaria, sean estos la energía potencial o cinética del agua o los
distintos combustibles aprovechables. Y para llevar la energía desde la generación hasta el
consumo se necesitan las redes de transporte y distribución que conectan todo el sistema y le
permiten funcionar como un todo. El control del suministro es realizado con sistemas de
monitoreo conformados por potentes computadores situados en centros de gestión de la
energía en los que se corren múltiples aplicaciones, algunos modelos determinan la generación
que dará cobertura a la demanda en los distintos nodos de la red, otros calculan el flujo de carga
por cada una de las líneas y trasformadores del sistema y las tensiones en los nodos de la red,
bajo diversas hipótesis de funcionamiento o falla de los diversos componentes y determinan las
mejores acciones a seguir en cada caso. Otros incluso examinan el comportamiento dinámico
del sistema eléctrico ante diferentes tipos de perturbaciones. Algunos modelos no solo tratan de
determinar la acción de control más adecuada cuando el problema ocurre, sino también de
anticipar la posible ocurrencia, modificando en su caso las condiciones de funcionamiento del
sistema de forma que no sea vulnerable ante las contingencias más probables.

Sin embargo, esto no es todo, se debe tener en cuenta el aspecto económico, porque los
operadores que hacen funcionar todo el sistema pueden ser empresas privadas que lógicamente
intentan maximizar su beneficio o bien instituciones públicas que pretenden minimizar el costo
del servicio. En cualquier caso, las implicaciones económicas de las diversas decisiones que se
toman no se pueden obviar, salvo que esté en peligro la propia seguridad del sistema. Cuando la
demanda crece durante el día en forma previsible, es deseable responder con los grupos de
generación más económicos que aún tienen capacidad sin utilizar. El objetivo es conseguir cubrir
la demanda con la generación de más bajo costo variable que esté disponible. Esto constituye
una nueva dimensión en el funcionamiento de los sistemas eléctricos que aparece en todo
momento, desde el despacho horario de los grupos de generación, hasta la selección de que
grupos deben arrancar y parar y cuando, pasando por la utilización de las reservas
hidroeléctricas, la programación del mantenimiento de los grupos y también las decisiones de
inversión en nuevas instalaciones.

1.2 Desarrollo histórico de los Sistemas Eléctricos

La energía eléctrica es una de las formas de utilización de energía más ampliamente difundida o
más popular a nivel mundial debido a sus ventajas, ya que puede transportarse con alta
eficiencia, de una forma muy fácil y a un costo razonable y sobre todo es la energía más ‘limpia’
y de mayor consumo final. Está presente en todos los procesos industriales y en prácticamente
todas las actividades humanas, por lo que se puede considerar como insustituible. Por todas
estas razones, es necesario que la construcción y operación de sistemas eléctricos de
generación, transmisión y distribución, sean más económicos, seguros, confiables y
ambientalmente sostenibles.

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Sin embargo, su historia es relativamente reciente ya que el inicio de la tecnología eléctrica está
aceptado situarlo en el último tercio del siglo XIX. Esa tecnología se desarrolla a partir de la base
científica, experimental y teórica, que sobre la electricidad se había elaborado y formulado a lo
largo de todo ese siglo.

En 1871 Gramme presenta la primera dinamo industrial movida por una máquina de vapor, lo
que supuso poder disponer de electricidad en forma de corriente continua y en cantidad
“abundante”, sustituyendo así a las pilas utilizadas hasta entonces como únicas fuentes de
electricidad (la pila había sido inventada por Alessandro Volta en el año 1800). Otro hito
importante ocurrió el 4 de septiembre de 1882 cuando Thomas A. Edison, utilizando 6
generadores de corriente continua con una potencia total de 900 CV y unas 7.200 bombillas
(inventadas también por él a finales de 1879), ilumina la calle Pearl en la ciudad de Nueva York,
la Pearl Street Station, acontecimiento que tuvo una enorme repercusión en su momento y que
se reconoce como el primer sistema de distribución de energía eléctrica utilizado para
alumbrado público. La estación suministraba energía en corriente continua para iluminación a
una pequeña área de Manhattan. El principal problema que tenían estos sistemas eran las
pérdidas y las caídas de tensión, teniendo en cuenta el bajo nivel de la tensión nominal. Los
circuitos eran formados con lámparas conectadas en serie, por lo tanto, cualquier desperfecto
en una luminaria, implicaba el apagado de todas las lámparas.

Desde ese momento quedó claro el enorme potencial técnico y económico que representa la
energía eléctrica; la carrera por su control y utilización fue imparable. Así, en el año, 1882, L.
Gaulard y J. Gibbs presentan la primera patente del transformador, patente que en 1885 es
comprada por George Westinghouse. Al año siguiente, en 1886, G. Westinghouse instala el
primer sistema de alumbrado público en corriente alterna en Great Barnington (MA, EE.UU.) y
funda su empresa para el desarrollo y utilización de la electricidad en corriente alterna: la
Westinghouse Electric and Manufacturing Co. En 1888 Nikola Tesla inventa y patenta el primer
motor de inducción, Westinghouse compra la patente y contrata a Tesla.

En los años 1888 y 1889 se vive una apasionante guerra tecnológica y comercial: la lucha entre
los defensores de los sistemas de corriente continua, encabezados por Edison a través de su
empresa, la Edison General Electric Co., y los de los sistemas de corriente alterna, con
Westinghouse a la cabeza. Los sistemas en corriente continua presentaban el gran problema de
las pérdidas de energía por efecto Joule debidas a la intensidad de corriente que circulaba por el
sistema, problema más grave cuanto mayor es la potencia demandada: para minimizar en lo
posible esas pérdidas los generadores debían estar en las propias ciudades, en el centro de la
zona que alimentaban (de ahí el nombre de “central” que todavía se utiliza en español para
designar a las instalaciones de generación). La gran ventaja que supuso el poder transportar la
energía eléctrica en corriente alterna desde las centrales generadoras, situadas a muchos
kilómetros de los consumidores, gracias a poder elevar la tensión mediante transformadores, y
el desarrollo y la utilización en la industria de los motores de inducción a partir de la patente de
Tesla, dieron finalmente la victoria a los sistemas de corriente alterna.

Con la presentación del primer sistema trifásico, entre Frankfurt y Lauffen, presentado en 1891
en la Exposición de Frankfurt y la construcción de la central de las Cataratas del Niágara en 1895,
la corriente alterna queda definitivamente aceptada como la forma de generar, transportar y
distribuir la energía eléctrica.

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Sin duda, el paso de importancia revolucionaria para la extensión de la energía eléctrica a un
elemento de consumo masivo fue el “transformador”. Este equipo permitió la utilización de
altas tensiones y facilito la transmisión a distancias considerables, poniendo a disposición la
potencia eléctrica en la puerta de cualquier consumidor.

Los primeros sistemas eléctricos de potencia en corriente alterna se pusieron a trabajar


prácticamente en forma simultánea en Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica en 1886.
Estos pequeños sistemas de generación son los antecesores de las gigantescas centrales
eléctricas disponibles en la actualidad, con participación privada y estatal, ya sea de orden
nacional como internacional, tanto en la propiedad como en la explotación y concesión,
funcionando en algunos países como verdaderas empresas comerciales, con fines de lucro y
tratamiento del consumidor de energía eléctrica, no como un “usuario” sino en carácter de
“cliente”, con todas las implicancias del significado de la palabra.

Desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX, el crecimiento de los sistemas eléctricos ha
ido a la par del avance tecnológico de la sociedad, hasta el punto de considerar el consumo de
energía eléctrica como uno de los indicadores más claros del grado de desarrollo de un país. Las
redes de transmisión en general se fueron desarrollando en corriente alterna en alta tensión

Debido a que la capacidad de transporte de las líneas en corriente alterna aumenta


proporcionalmente con el cuadrado de la tensión, mientras que el costo por unidad de potencia
transportada decrece con la misma, fue claro el interés por superar las barreras tecnológicas
que limitan el uso de tensiones más elevadas. En 1910 ya se habían alcanzado los 150 kV y en
1992 se puso en servicio la primera línea de 245 kV. Desde entonces, las tensiones máximas de
utilización de corriente alterna no han dejado de aumentar. Sin embargo, la corriente continua
nunca se ha dejado de utilizar porque presenta ventajas sobre la alterna en determinadas
aplicaciones, tales como la tracción eléctrica y particularmente el transporte de electricidad, sea
con líneas aéreas, subterráneas o submarinas, cuando las distancias son excesivas para el uso de
corriente alterna. La primera red moderna de este tipo, fue construida por la empresa ASEA en
1954 en Suecia, con una potencia de 20 MW y una tensión de 100 kV, empleándose
rectificadores/inversores de vapor de mercurio, posteriormente se emplearon tiristores y se
impuso la electrónica de potencia a partir de ese entonces.

En el nuevo siglo, las instalaciones de corriente continua crecieron considerablemente, por


ejemplo, en China en el año 2014 ingresó en operación una línea de HVDC de 1680 km, 800 kV y
de 8000 MW. En el 2018 en México se realizó la construcción de una línea de CD de 1200 km,
500 kV y 3000 MW.

La frecuencia de la tensión alterna en estos sistemas fue otro parámetro básico de diseño que
fue necesario elegir. La utilización de frecuencias más elevadas permite que los equipos de
generación y consumo sean más compactos, pero, por otro lado, aumentan las caídas de tensión
en las líneas de transporte y distribución. Algunos países como USA, Canadá, países de América
Central y los más septentrionales de América del Sur, adoptaron frecuencias de 60 HZ, mientras
que el resto de países de América del Sur, en Europa y África se adoptaron los 50 HZ. En 1906 se
creó la Comisión Electrotécnica Internacional, con el objetivo de normalizar en lo posible los
equipos eléctricos. Sin embargo, no fueron capaces de unificar la frecuencia, que actualmente
sigue dividiendo a los países en dos bloques.

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Las ventajas de interconectar entre si los distintos pequeños sistemas eléctricos aislados se
hicieron pronto patentes porque la fiabilidad de cada uno de los sistemas individuales aumenta,
por el apoyo que puede recibir de los demás en caso de emergencia y se reduce la necesidad de
contar con capacidad de generación de reserva porque se puede contar con las reservas de los
demás sistemas. Un sistema interconectado permite utilizar en cada momento las plantas de
producción que más económicamente pueden cubrir la demanda, lo que es particularmente
interesante cuando las demandas máximas de los distintos sistemas no coinciden en el tiempo y
cuando la mezcla de tecnologías de generación, por ejemplo, hidroeléctrica y térmica no es a la
misma en cada sistema.

En cuanto al consumo de electricidad, se observa que la tendencia mundial se orienta a un


aumento del consumo en kW per cápita, lo cual está estrechamente relacionado con el estándar
de vida. Esta orientación obliga a los encargados de la previsión y planeamiento de los sistemas,
a un considerable esfuerzo para poder responder a tales demandas, con índices de calidad altos
y reservas del orden del 30%, con necesidades de ser incrementada para permitir el
mantenimiento y la modificación del sistema. Además, se observa un incremento de la
participación de la energía eléctrica en el total energético, con una disminución del costo
unitario causado por mejoras tecnológicas operativas.
Figura No 1.1 Variación del costo de la energía

1.3 Los Sistemas Eléctricos

Los sistemas eléctricos han evolucionado de forma parecida en todos los países convergiendo
hacia una estructura y configuración técnica muy similar, están formados por todos los
componentes necesarios para poder producir, transmitir y distribuir la energía eléctrica y se
pueden agrupar en dos grupos: Sistema Eléctrico de Potencia (SEP) y Sistema Eléctrico de
Distribución (SED). Los SEPs, están constituidos por generadores, transformadores y líneas de
transmisión, se caracterizan por presentar alta redundancia, es decir son sistemas en malla,
mientras que los SEDs, están constituidos por transformadores de distribución y redes de Media
y Baja Tensión, presentan baja redundancia porque en general son sistemas radiales.

Los sistemas eléctricos buscan proveer energía eléctrica con una continuidad del servicio,
regulación de tensión, control de frecuencia y al menor costo posible.

Básicamente el Sistema Eléctrico tiene los siguientes elementos:

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- Centrales o plantas de generación que producen la energía eléctrica
- Líneas de transmisión de energía eléctrica de alta tensión
- Estaciones transformadoras (subestaciones) que reducen la tensión de la línea
- Líneas de distribución de media y baja tensión
- Centro de control eléctrico desde donde se gestiona y opera el sistema de generación y
transporte de energía eléctrica

Un aspecto importante en los sistemas eléctricos, es el hecho de que la electricidad debe


generarse al mismo tiempo que se consume, por lo que debe existir siempre una igualdad entre
la potencia demandada por los consumidores, con la potencia generada y que procede, en el
caso de las centrales eléctricas convencionales, de la potencia mecánica que desarrollan las
turbinas.

La generación de energía eléctrica tiene lugar en las centrales eléctricas, siendo la mayor parte
de las centrales hidráulicas y térmicas, tanto convencionales (de carbón, de fuel óleo, de gas, de
ciclo combinado y de cogeneración) como nucleares. Actualmente se está ampliando el tipo de
centrales y así, aunque aún con una potencia instalada mucho menor que las anteriores, existen
centrales basadas en energías renovables (eólicas, fotovoltaicas, de biogás obtenido a partir de
la biomasa o de residuos sólidos urbanos, etc.). Los alternadores de las centrales producen la
energía eléctrica en media tensión, de 6 a 30 kV, tensión que se eleva mediante los
transformadores de salida de la central para ser inyectada en la red de transporte. La frecuencia
del sistema de corriente alterna que se genera es fija y está normalizada: 50 Hz en Europa y 60
Hz en gran parte de América, en el caso de Bolivia la frecuencia es de 50 Hz.

La red de transporte y distribución está formada por las líneas que llevan esa energía hasta los
consumidores. El transporte se hace en alta tensión (400, 230, 132 y 115 kV por ejemplo) para
disminuir las perdidas. La red de alta tensión es una red geográficamente extensa, va en algunos
casos, más allá de las fronteras de los países, y es mallada. En los nudos de esa malla, donde las
líneas se interconectan (es decir, a donde llegan y de donde salen), se encuentran las
subestaciones en las que están los transformadores, para cambiar a los niveles de tensión de las
líneas, los elementos de mando y de protección, que sirven para manipular y proteger la red
(interruptores, seccionadores, fusibles, pararrayos, etc.), y los elementos de medida, que
permiten conocer en todo momento la situación del sistema y los valores de las variables más
importantes. De algunas de esas subestaciones salen líneas a menor tensión que forman las
redes de distribución en media tensión (de 34.5. 24.9 y 6.6 kV por ejemplo), mucho menos
malladas y de menor tamaño, en las se encuentran los centros de transformación en los que la
tensión se va reduciendo hasta que finalmente, y conforme el sistema llega hasta los últimos
consumidores, se transforman en otras redes de baja tensión (380 y 220 V).

Por último, están los consumidores de esa energía eléctrica que se genera en las centrales que
se conectan a la red de alta tensión (grandes industrias y redes de distribución en media
tensión), de media tensión (industrias, distribución a las ciudades y redes de distribución en baja
tensión) y de baja tensión (la mayoría de los consumidores como, por ejemplo, pequeñas
industrias y los consumidores domésticos finales).

Los primeros sistemas eléctricos estaban aislados unos de otros; el crecimiento de la demanda
de electricidad y de la consiguiente capacidad de generación y de transporte, supuso un rápido
proceso de concentración empresarial y de interconexión de esos pequeños sistemas dando

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lugar a otros mucho más grandes, tanto en potencia como en extensión geográfica, que son los
que existen actualmente. La figura No 1.2, muestra un esquema de la composición de un
sistema eléctrico con sus distintos componentes con sus etapas definidas de Generación,
Transmisión y Distribución de energía eléctrica.

Figura No 1.2 Sistema Eléctrico

En los recientes años, los sistemas eléctricos aumentaron en complejidad debido a las
interconexiones entre países y al uso de nuevas tecnologías surgiendo conceptos como el Smart
Grid (redes inteligentes) que utilizan la tecnología informática para optimizar la producción, el
transporte y la distribución de electricidad con el fin de equilibrar mejor la oferta y la demanda
entre productores y consumidores.

La interconexión entre sistemas eléctricos permite garantizar el suministro eléctrico en un


determinado territorio cuando un sistema en concreto no puede generar energía suficiente para
cubrir la demanda. Esto sucede cuando se produce una punta extraordinaria e imprevista de
consumo (por ejemplo. una ola de frío), o cuando algún o algunos centros de producción dejan
de estar operativos temporalmente y no suministran energía al sistema.

Por este motivo, cuanto más interconectados estén los sistemas eléctricos y mayor sea su
capacidad de intercambio de energía, mayor será también la seguridad y calidad de servicio que
proporcionen.

Cargas en un Sistema Eléctrico

La carga de un sistema eléctrico está constituida por un conjunto de cargas individuales de


diferentes tipos, industrial, comercial, domiciliario, iluminación pública, agua potable, etc. En
general, una carga absorbe potencia real y potencia reactiva; es el caso de las cargas con

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dispositivos de estado sólido, por ejemplo. Las cargas puramente resistivas absorben
únicamente potencia real. De aquí que las cargas de un sistema eléctrico también se clasifiquen
en lineales y no lineales.

Topología de un Sistema Eléctrico

Los tipos de configuración de un sistema eléctrico son radial, anillo y malla y cada uno presenta
diferentes características de confiabilidad y económicas:

- Sistema radial (menos confiabilidad y más económico): En un sistema radial, las cargas
tienen una sola alimentación, de manera que una falla en la alimentación produce una
interrupción en el suministro.

Figura No 1.3 Sistema radial

- Sistema en anillo (mayor confiabilidad y más costo): Con un sistema en anillo se tiene una
doble alimentación y puede interrumpirse una de ellas sin causar una interrupción del
suministro.

Figura No 1.4 Sistema anillo

- Malla o Red (mayor confiabilidad y mayor costo): Con éste tipo de sistema se aumenta el
número de interconexiones y en consecuencia la confiablidad y seguridad del servicio de
suministro de electricidad.

Figura No 1.5 Sistema malla (red)

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1.4 Sistemas de Generación

Un sistema eléctrico tiene la constitución básica dada por la producción y el consumo de energía
eléctrica, en otras palabras, existen consumidores que demandan energía eléctrica y deben
entonces existir medios de producción de energía eléctrica que pueden ser de diferente tipo.
Estos medios de producción que son las centrales de generación, tienen el objetivo de producir
la energía eléctrica que será consumida por la carga, con la máxima calidad y eficiencia que
pueden ser del tipo: hidráulica, térmica, nuclear y centrales no convencionales.

En sistemas eléctricos interconectados, no existen a la fecha consumidores alimentados


solamente por una fuente, porque la alimentación combinada suministra una serie de ventajas
como el ahorro que radica en el bajo costo operativo de las hidráulicas combinado con el bajo
costo de inversión de las térmicas. En algunos casos se llegan a interconectar sistemas
internacionales, para optimizar la reserva y aprovechar la diferencia en horas de luz y calor para
despachar energía de un país a otro, transitando a través de un tercero.

Por lo general la ubicación de las centrales eléctricas no coincide con la localización de la carga
porque principalmente este está definido por razones debidas a la topología o accidente
geográfico (centrales hidráulicas) o por razones de disponibilidad del recurso natural del
combustible (más eficiente es el transporte de la energía que el del combustible). Por lo tanto,
es necesario contar con una red de transporte para vincular el centro de producción con la
carga. Prácticamente toda la generación de energía eléctrica disponible a nivel mundial se
obtiene a través de máquinas de impulso de tipo rotativo, las mismas son accionadas a
velocidades convenientes e impulsan generadores normalmente trifásicos del tipo sincrónico,
dichos generadores alcanzan rendimientos muy elevados de manera tal que para propósitos de
análisis sus pérdidas son despreciables.

La generación no convencional con excepción de la eólica, no tiene valores de potencia instalada


importantes en relación a las convencionales, aunque en los últimos años, la energía solar está
teniendo un fuerte crecimiento debido a decisiones políticas de los países. Por otro lado, la
cantidad de energía que el hombre está acostumbrado a utilizar para satisfacer sus necesidades,
supera ampliamente las posibilidades actuales de los emprendimientos del tipo no
convencional. Sin embargo, en el momento en el que se produzca la disminución de rentabilidad
de explotación o el agotamiento de las reservas de las convencionales, con toda seguridad, se
estudiarán las alternativas con diferente perspectiva.

Por razones constructivas no resulta ventajoso generar a mayor tensión que 30 kV, el límite está
fijado por la combinación de la aislación eléctrica y su correspondiente aislación térmica,
dificultando los diseños al existir la necesidad de emplearse conductores de mayor sección y por
ende de mayor capacidad de corriente, normalmente los generadores trabajan a tensiones de
10 kV a 30 kV, por lo tanto, es necesario disponer de una subestación de elevación de la tensión
para poder transmitir potencias elevadas de una forma eficiente

Clasificación de las centrales de generación

La clasificación de las Centrales Eléctricas, pude hacerse teniendo en cuenta muchos criterios.
Para poder tener una idea concreta de la función de cada una de las centrales dentro del
sistema eléctrico se puede clasificarlas en función de tres criterios:

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- Clasificación según el origen de la energía
- Clasificación según la operatividad diaria y estacional
- Clasificación según su participación en la curva de carga

Según el origen de la energía:

Vapor
a) Térmicas Turbogas
Diesel
Nucleares

Gran Salto (Pelton)


Regularizadas Medio Salto (Francis)
Bajo salto (Kaplan)

No regularizadas Pelo de agua (Francis o Kaplan)


b) Hidráulicas
Maremotrices (Kaplan)
Bombeo (Francis o Kaplan)

c) Eólicas
d) Geotérmicas
e) Solares

Según su operatividad diaria y estacional:

Nucleares
a) Base Pelo de agua
Vapor

Turbogas
Regularizadas
b) Pico Diesel
Vapor obsoletas

Turbogas
Obsoletas
Vapor En años de máxima hidraulicidad
c) Reserva
Diesel
Regularizadas (hidráulicas)

Centrales de carga Base: Son las destinadas a suministrar la mayor parte de la energía
eléctrica que demanda un sistema en forma continua, por lo general son centrales
termoeléctricas de las de mayor potencia en el sistema, algunas hidroeléctricas y las
nucleoeléctricas.

Centrales de carga Pico: Son las que suministran la energía eléctrica en las horas de
demanda pico y pueden ser centrales hidroeléctricas que operen en forma combinada
para base y carga pico algunas o bien para cubrir pico no muy elevados por medio de
plantas de gas o ciclo combinado por la ventaja de entrar en servicio rápidamente.

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Centrales de Reserva: Son las que tienen como finalidad sustituir en forma parcial o total a
las centrales hidráulicas usadas para carga base cuando falta agua o se presente una falla
en la parte eléctrica, su operación se puede decir que es intermitente. Por lo general son
pequeñas plantas termoeléctricas o termoeléctricas de baja eficiencia

Según su participación en la curva de carga:

En este criterio de clasificación se pretende ubicar a cada uno de los tipos de las centrales
eléctricas en la curva de carga del sistema. Esta localización dependerá de las
características propias de cada una de las unidades generadoras que componen el sistema
de generación. En la figura 1.6 se observa esta clasificación. Si se toma como ejemplo el
principal sistema eléctrico de Bolivia (Sistema Interconectado Nacional), donde existe una
desintegración horizontal de la actividad de generación, el ingreso de cada una de las
unidades generadoras es establecido por el Comité Nacional de Despacho de Carga
(CNDC), según el despacho realizado en la programación diaria, semanal y estacional. En
esta función de gestión, uno de los principales parámetros que se utiliza es el costo de
generación de las centrales, teniendo en cuenta además la coordinación hidrotérmica.

Figura No 1.6 Clasificación de las centrales según su participación en la curva de carga

Dado que las centrales eléctricas deben suministrar energía eléctrica a diferentes tipos de
consumidores (industrias, comercios, domicilios y alumbrado público entre otros) con
características variadas y ubicadas en ciertos casos en forma geográfica dispersa y lo deben
hacer en función de varios factores como son la disponibilidad de generación, la economía de
operación, etc., es muy útil hablar con propósitos de planificación, operación y diseño de
centrales eléctricas, de lo que se conoce como las gráficas de curvas de carga.

Las curvas de carga normalmente se obtienen por información directa de la operación de las
centrales eléctricas identificándose la demanda máxima, mínima y el factor de potencia para los
diferentes meses del año y que muestran por lo general grandes variaciones en la demanda de
energía eléctrica. Con el objeto de tener una idea de las variaciones de esta demanda es común
que se elaboren gráficas de demanda diaria en las centrales eléctricas (en el eje de las abscisas
es normal que indique las horas del día y en el de las ordenadas el consumo de potencia en kW,
MW ó GW) como se muestra en la figura 1.6.

En una curva típica de demanda se puede observar que puede haber variaciones sensibles en el
consumo de potencia a las diferentes horas del día particularmente en cuanto a la demanda por

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alumbrado público se refiere, que es donde puede haber variaciones a la hora del consumo
dependiendo de las estaciones del año ya que, por ejemplo los países que no están muy
alejados de la línea del Ecuador no tienen una variación muy brusca en la hora que se obscurece,
en tanto en los que sí existe este problema por estar distantes de la línea del Ecuador es notoria
la diferencia entre las curvas de demanda de verano e invierno. Esta situación se presenta
también en aquellos lugares en donde las condiciones del tiempo, es decir la temperatura
cambia bastante de una estación del año a otra y entonces la demanda por calefacción y aire
acondicionado aumenta en ciertas épocas del año y a ciertas horas.

Dependiendo de los estudios de crecimiento de la demanda, para las distintas zonas de un país,
se planifica la generación y el desarrollo de la red, la capacidad y ubicación de las centrales
generadoras, pero estas no dependen necesariamente de los requerimientos del sistema, ya que
por ejemplo una central hidroeléctrica está limitada por la capacidad de los recursos
hidrológicos y su ubicación se fija de acuerdo a estos, en el caso de una termoeléctrica, su
ubicación se define de acuerdo a un estudio técnico económico que generalmente considera dos
alternativas: llevar el combustible a la central estando cercana al centro principal de consumo, ó
bien instalar la central cerca del lugar de abasto de combustible y transportar mediante líneas
de transmisión la energía eléctrica a los centros de consumo, por lo general esta última
alternativa es preferida por ser más económica.

Otro aspecto importante a considerar es que de acuerdo con las curvas de carga o demanda de
energía eléctrica las centrales generadoras se pueden emplear para cubrir lo que se conoce
como la Demanda Base o bien para cubrir los picos de la demanda o sea los excesos de demanda
sobre la demanda media, en periodos más o menos cortos de tiempo con duración por ejemplo
de una o dos horas, en este sentido es práctica común por razones de operación que las
centrales termoeléctricas cubran la demanda base y las hidroeléctricas los picos de demanda,
con relación a este problema tienen una gran importancia los tiempos necesarios para poner en
marcha las unidades generadoras y de aquí se puede observar que las centrales termoeléctricas
no se pueden usar para cubrir los picos de la demanda debido al tiempo que requieren para
absorber carga del sistema, a este respecto se puede dar como una idea de orden de magnitud
de estos tiempos los especificados en la Tabla Nº 1.1

La interconexión con la red eléctrica se hace en algunos segundos o fracciones de segundo.

Tabla. No 1.1 – Tiempos de puesta en operación de centrales eléctricas

Tipo de Central Arranque en Frío Absorción de carga a partir de


operar en vacío

Termoeléctricas 1.5 a 5.0 horas 10 a 30 minutos

Termoeléctricas con 2 a 6 minutos 30 segundos a 1 minuto


turbinas de gas
Hidroeléctricas 20 segundos a 3 minutos 10 segundos a 3 minutos

Los conceptos anteriores sirven para establecer que considerando los elementos de proyecto
para una central eléctrica, esta no se puede proyectar para la demanda máxima ya que de
acuerdo con las curvas de demanda se puede observar que en este caso trabajaría la mayor

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parte del tiempo con carga reducida lo que equivale a decir que trabajaría con muy bajo
rendimiento y su operación no resultaría económica esto hace ver la utilidad de la curva de
demanda anual que se comienza trazando con la potencia máxima en el año y después los
puntos que corresponden a todas las horas de un año (8760 horas) en orden decreciente, el
área bajo la curva, representa el total de la energía eléctrica suministrada en un año, por lo que
si se designa esta área por A, la carga media anual se calcula como:

La figura 1.7 muestra la forma que tiene la curva de carga anual de una central eléctrica
considerando las 8760 horas de un año.

Figura No 1.7 Curva de demanda anual de una central eléctrica

Otro aspecto a considerar es que el factor de potencia varia para la central dependiendo de la
hora del día (tipos de carga). A partir de esto se puede establecer las características de carga
para una central eléctrica por medio de conceptos que relacionan la carga que puede
suministrar la central eléctrica y la demanda de energía eléctrica por parte de los consumidores,
estos conceptos son principalmente los siguientes:

- Potencia o capacidad instalada


- Factor de demanda
- Factor de instalación
- Utilización anual
- Factor de utilización
- Factor de carga
- Factor de reserva

Potencia o capacidad instalada: representa la suma de todas las cargas instaladas en un sistema
por que se le denomina “carga instalada”

Factor de demanda: es la relación entre la demanda máxima que se presenta en un sistema y la


potencia instalada. Este factor es variable, pero se puede tomar en los sistemas eléctricos de
potencia un valor de 0.5

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Factor de instalación: conocido también como factor de simultaneidad, es la relación entre la
potencia total de la central y la carga conectada a la red que alimenta a la central.

Utilización anual: es un factor que da una idea de las características de operación de una central
anualmente. Se expresa como un cociente entre el número de horas anuales que debería
trabajar una instalación a su plena carga para que la energía producida sea igual a la que la
central produciría con su ciclo de carga variable.

Factor de utilización: es un factor que da una idea de la utilización de una central eléctrica al
año, se expresa como el cociente entre el número de horas de utilización anual y el número de
horas que tiene un año.

Factor de carga: es un indicativo de la naturaleza de la carga instalada y se define como la


relación entre la potencia media y el pico máximo de un sistema.

Factor de reserva: es la relación entre la potencia total de una central generadora considerada y
la potencia máxima que ha de suministrar.

Generación con combustibles fósiles

La generación de electricidad a partir de combustibles fósiles ha sido el proceso de generación


más importante del siglo XX y se anticipa que seguirá siendo dominante durante la mayor parte
del siglo XXI.

El uso de combustibles fósiles está siendo cuestionado, fundamentalmente por la producción de


dióxido de carbono (CO2) que se emite a la atmosfera el cual contribuye a la acumulación de
gases de efecto invernadero, que es uno de los impulsores del cambio climático. Sin embargo,
también está claro que los combustibles fósiles y la energía nuclear, representan hoy en día las
tecnologías capaces de cubrir significativamente la satisfacción de la demanda energética
mundial. La Agencia Internacional de Energía (AIE) (World Energy Outlook 2008) prevé que para
el año 2030, el porcentaje de electricidad generado con combustibles fósiles sea del 66%
mostrando que no solo no disminuye el uso de esta fuente de energía, sino que aumenta
ligeramente en este periodo de tiempo. La energía nuclear esta entrampada en una discusión
polémica y política y aunque en algunos países se continúa utilizando e incluso crece su
participación, en la mayoría de los países desarrollados no se han instalado nuevas centrales y
en algunos de ellos se está esperando llegar al final de su vida útil para desmantelarlas.

Generación con diferentes tecnologías

La generación con diferentes tecnologías tiene muchas y variadas justificaciones, la primera es


económica que se deriva de la curva de perfil de carga de la demanda. El rango de costos fijos de
inversión para construir la central y de costos de operación para generar con la central varía
mucho de una tecnología a otra. Las centrales nucleares requieren altísimos costos de inversión,
pero presentan costos de operación muy reducidos, que la convierte a la nuclear en una
tecnología atractiva desde el punto de vista para cubrir la franja de la curva de carga que se
extiende las 8760 horas del año. En el otro extremo, la tecnología basada en las turbinas a gas
que tiene altos costos de operación, pero bajos costos de inversión, por lo que es un tipo de

14
generación muy atractivo para cubrir las puntas de demanda durante las pocas horas del año en
las que tiene lugar.

También hay otras razones como la política estratégica y medio ambiental que explican la
variedad tecnológica en generación eléctrica, por ejemplo, asegurarse el abastecimiento de
combustible con la mayor independencia posible de las crisis políticas y económicas, exigen
adoptar estrategias de diversificación. Asimismo, criterios económicos de internalización de los
costos medioambientales y planteamientos de medio y largo plazo de sostenibilidad
medioambiental, conllevan a tomar medidas regulatorias para la promoción de tecnologías de
producción con menor impacto ambiental.

La actividad de generación de energía eléctrica con grandes centrales se caracteriza


económicamente por requerir una inversiones muy elevadas y amortizables a muy largo plazo
(25 o 30 años) después de varios años de construcción (hasta 5, 10 años o incluso mas para
centrales nucleares o centrales hidráulicas de gran tamaño) El elevado riesgo económico que lo
anterior supone solo es asumible por entidades de propiedad pública o por la iniciativa privada
cuando existe una garantía estatal suficiente, que asegure la recuperación de los costos de
inversión y operación por medio de unas tarifas reguladas al efecto. La introducción de la
tecnología de los ciclos combinados de gas ha modificado sustancialmente las condiciones de
contorno, al disminuir significativamente el riesgo porque son centrales más flexibles,
modulares y competitivas, de tamaño más reducido y con menor tiempo de construcción.

1.4.1 Centrales Hidroeléctricas

Por central hidroeléctrica se entiende al complejo de obras civiles, hidráulicas y eléctricas que
permiten transformar en energía eléctrica la energía potencial o cinética que contiene el agua
de las caídas, de los embalses o los ríos y que depende también de un cierto desnivel entre la
central y los ríos, caídas o embalses.

Las centrales hidroeléctricas utilizan los ríos como recurso para generar energía. Primero, se
construyen embalses donde el agua incide en una turbina hidráulica, produciéndose así energía
mecánica, que es proporcionada a un generador para que este la convierta en energía eléctrica.
La función de una central hidroeléctrica es utilizar la energía potencial del agua en energía
mecánica y luego convertirla en energía eléctrica. Este proceso toma en consideración varios
factores entre los cuales uno de los más importantes es la caída de agua. Este factor es decisivo
al momento de escoger el tipo de turbina hidráulica que se instalará en la planta.

Esto se logra al tomar el agua de una o varias fuentes (ríos, lagos, etc.) que se retiene en un
embalse (como energía potencial), en un sitio con mayor elevación con respecto a la casa de
máquinas. Esta agua se dirige por medio de la fuerza de la gravedad, a través de un sistema de
conducción (túneles, canales, tuberías, tanques de oscilación, etc.), hasta llegar a la casa de
máquinas, lográndose convertir la energía potencial en energía cinética (de movimiento) o
energía hidráulica. Con su masa y velocidad, el agua hace girar las turbinas (tipo Pelton, Francis o
Kaplan), ubicadas en la casa de máquinas, las cuales transforman la energía hidráulica en
energía rotacional.

Los generadores, que se encuentran acoplados a las turbinas por un eje en común, son los
encargados de transformar la energía rotacional en energía eléctrica, la cual se traslada a la

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subestación elevadora (ubicada cerca de la casa de máquinas); esta se encarga de elevar la
tensión o voltaje para que la energía llegue a los centros de distribución con la debida calidad.
Todo este proceso es administrado desde la sala de control de la casa de máquinas.

La energía hidráulica que existe en forma natural esta suministrada por las precipitaciones
atmosféricas que se presentan por efecto de la condensación del vapor de agua que contiene la
atmosfera. El agua proviene de la lluvia por la evaporación de los océanos, ríos, lagos además de
servir para otros fines tales como el riego y recreo, sigue siendo uno de los energéticos más
importantes por las siguientes características:

a) Disponibilidad
b) No es contaminante
c) Produce trabajo a la temperatura ambiente

Una central hidroeléctrica consta generalmente de una presa que almacena una gran cantidad
de agua, un aliviadero que libera el agua sobrante de forma controlada y una casa de máquinas.
La central hidroeléctrica también puede contar con diques y otras estructuras de control y
contención del agua, que no participan directamente en la generación de electricidad. La casa
de máquinas contiene canales de conducción que hacen pasar el agua a través de unas turbinas
que convierten el caudal lineal en caudal rotativo. El agua cae por las palas de la turbina o fluye
horizontalmente a través de ellas. La turbina y el generador están interconectados. De este
modo, la rotación de la turbina hace girar el rotor del generador.

El potencial de energía eléctrica del caudal de agua es el producto de la masa de agua por la
altura de caída y la aceleración gravitatoria. La masa depende de la cantidad de agua disponible
y de su caudal. El diseño de la central eléctrica determina la altura de caída. En la mayoría de los
diseños se introduce el agua desde un punto situado cerca de la parte superior de la presa y se
descarga por la parte inferior al cauce fluvial existente aguas abajo. De este modo, se optimiza la
altura mientras se mantiene un caudal razonable y controlable.

En la mayoría de las centrales hidroeléctricas modernas, los turbogeneradores están orientados


verticalmente (son las conocidas estructuras que sobresalen del piso principal de las centrales).
Sin embargo, casi toda la estructura está situada por debajo de lo que puede verse en el piso
principal. Se trata del foso del generador y, por debajo de éste, del foso de la turbina y las
tuberías de alimentación y descarga. A estas estructuras y a los canales de conducción de agua
sólo se entra ocasionalmente.

En las centrales más antiguas, el turbogenerador es de orientación horizontal. El eje de la


turbina sobresale de una pared hacia el interior de la casa de máquinas, donde se conecta al
generador. Este último se parece a un enorme y anticuado motor eléctrico de carcasa abierta.
Como testimonio de la calidad de diseño y construcción de estos equipos, algunas instalaciones
de fin de siglo todavía continúan en funcionamiento. En ciertas centrales modernas se han
incorporado versiones actualizadas de los diseños antiguos. En ellas, el canal de agua rodea
completamente el turbogenerador y el acceso tiene lugar a través de una camisa tubular que
atraviesa el canal.

En los devanados del rotor del generador se genera un campo magnético. La energía de este
campo procede de baterías ácidas de plomo o alcalinas de níquel cadmio. El movimiento del

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rotor y el campo magnético presente en sus devanados inducen un campo electromagnético en
los devanados del estator. El campo electromagnético inducido crea la energía eléctrica que se
suministra a la red. La tensión eléctrica es la presión eléctrica originada por el caudal de agua.
Para mantener la presión eléctrica - es decir, la tensión- a un nivel constante, hay que modificar
el caudal de agua que pasa por la turbina en función de la demanda o de cambio de condiciones.

El flujo de electricidad puede producir un chisporroteo, por ejemplo, en el conjunto excitador


del rotor, que puede generar ozono, el cual, incluso a niveles bajos, resulta perjudicial para la
goma de las mangueras contra incendios y otros materiales.

Los generadores de energía hidroeléctrica producen altas tensiones e intensidades muy altas.
Los conductores de los generadores se conectan al transformador de la unidad y desde éste a un
transformador de potencia. El transformador de potencia incrementa la tensión y reduce la
intensidad para su transmisión a larga distancia. Una baja intensidad minimiza la pérdida de
energía por calentamiento durante la transmisión. En algunos sistemas se emplea como aislante
el gas hexafluoruro de azufre en lugar de los aceites convencionales. El chisporroteo eléctrico
puede descomponer este aislante en productos notablemente más peligrosos que el compuesto
original.

Los circuitos eléctricos contienen disyuntores que pueden desconectar el generador de la red
eléctrica de forma rápida e impredecible. En algunas unidades se emplea un chorro de aire
comprimido para romper la conexión. Cuando actúa una unidad de este tipo, se produce un
altísimo ruido de impacto.

No se debe olvidar que P = γQH, por lo tanto, la potencia de un rio será mayor cuanto más
grande sea su caudal y desnivel.

Al evolucionar la tecnología de la transmisión eléctrica, esta permitió el desarrollo de las plantas


hidroeléctricas que se inició en 1910.

Entre las fuentes energéticas la energía hidráulica representa un papel importante al menos en
las actuales condiciones del desarrollo industrial y su uso por lo general solo se restringe por la
disponibilidad de los recursos hidrológicos de un país. Las centrales hidroeléctricas utilizan la
energía potencial del agua ya que muy rara vez se tiene la disponibilidad de disfrutar de una
caída natural de agua que permita la inmediata instalación de las turbinas hidráulicas sin
construir obras más o menos importantes. Por lo general se presenta en la mayoría de los casos
la necesidad de crear en forma artificial el desnivel necesario a la masa del agua con el propósito
de utilizar la energía disponible.

La generación de energía eléctrica mediante centrales hidroeléctricas es una de las formas más
económicas de conversión de energía desde el punto de vista de costos de operación, sin
embargo, los costos de inversión normalmente son muy elevados debido a la magnitud de las
obras civiles asociadas.

Las plantas hidroeléctricas, constituyen una de las principales fuentes de energía renovables, si
bien dependen de la hidraulicidad de una cuenca, prácticamente sus costos variables de
generación son despreciables. El agua no tiene “costo” -lo provee la naturaleza-, pero en
períodos de sequía, se le puede asignar un costo; debido a que se debe respetar ciertas cotas

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mínimas, además, parte de esas aguas se utilizan en regadíos, cría de peces, centros de
recreación, etc.

El sistema hidráulico generalmente se compone de múltiples embalses y plantas hidráulicas


dispuestas en una o varias cuencas hidrográficas. La energía hidráulica disponible se obtiene por
la acumulación de agua en los embalses.

Se denomina salto de agua, al paso brusco de un caudal de agua, de un nivel superior a otro
inferior, muchas veces este desnivel se logra mediante la construcción de una presa. Por medio
del teorema generalizado de Bernoulli, se puede demostrar, que la potencia mecánica obtenible
de un salto de agua, es proporcional a la altura útil del salto (altura real menos pérdidas de
carga), al caudal y al rendimiento de la turbina utilizada.

Desde el punto de vista estimativo, se puede considerar que la potencia obtenible es:
P = 7.35 QH (kW)

donde: Q - es el caudal en m3/seg.


H - altura en metros

En general, los tipos de embalse dependerán de la topografía y de la geología del lugar. Una
posible clasificación entre centrales hidroeléctricas, está dada por el salto de agua disponible y
el número específico de vueltas.

donde:

N – velocidad en rpm
P – potencia en hp
H – salto útil en pies

Esta magnitud es muy importante para poder seleccionar el tipo de turbina


En forma indicativa puede realizarse la siguiente clasificación:

Valores de ns Tipo de turbina

12 a 50 Pelton
50 a 300 Francis
300 a 500 Francis extra rápidas
500 a 100 De hélice y Kaplan

La clasificación más común de las instalaciones hidroeléctricas se hace en base a los siguientes
elementos distintivos:

- Salto o caída disponible: Se pueden clasificar en instalaciones de baja media y alta caía. Son
de baja caída para alturas menores a 50 metros, media caída para alturas comprendidas
entre 50 y 250 metros y de alta caída para alturas mayores de 250 metros.

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- Capacidad: Se pueden clasificar como instalaciones de pequeña capacidad para gastos hasta
10 m3/seg., de media capacidad para gastos entre 10 y 100 m 3/seg. y de gran capacidad para
gastos mayores de 100 m3/seg.

- Sistema de utilización de agua: Pueden ser de agua fluyente (en lecho de rio), en cuenca o
embalse y de recuperación. Las instalaciones de agua fluyente utilizan la energía hidráulica
que se suministra de un depósito o embalse de almacenamiento, pero sin tener ninguna
posibilidad de regulación en el flujo de agua, si la capacidad del agua excede el límite para el
que se ha proyectado la instalación se debe reforzar y por lo tanto evitar problemas con los
efectos energéticos. En las instalaciones con depósito de regulación, los excesos de agua en
una parte del día, de una semana, de un mes o una estación determinada se pueden utilizar
en periodos de tiempo posteriores. En los sistemas de recuperación, el agua utilizada durante
el día para la producción se recupera de noche mediante sistemas de bombeo (super
regulación)

- Por el servicio que desempeñan: Son dos tipos de servicio, para carga base y para carga pico.
El servicio con carga base consiste en el suministro de la energía de una manera continua con
una carga prácticamente constante, el servicio de carga pico consiste por el contrario, en el
suministro de la energía en horas típicas del día para poder suministrar la demanda de los
usuarios durante estos periodos de tiempo. Por lo general, las centrales que operan con
carga base son aquellas que tienen suministro de agua fluyente, es decir, sin posibilidad de
regulación, en tanto que las usadas para carga pico son aquellas que tiene posibilidad de
regulación rápida e independiente del flujo y también atenuada con depósito de agua.

Po otra parte, las centrales hidroeléctricas también pueden clasificarse según la altura del salto,
según la forma constructiva y según el tipo de flujo de agua, de la manera siguiente:

Según la altura del salto:

- Instalaciones de baja presión (H de 25 m)


- Instalaciones de media presión (H entre 25 y 100 m)
- Instalaciones de alta presión (H > 100 m)

Según la forma constructiva:

- Centrales de río
- Centrales de canal
- Centrales de embalse

Según el tipo de flujo de agua:

- Centrales de aguas pasantes


- Centrales de acumulación

Ventajas de las centrales hidroeléctricas

Las centrales hidroeléctricas tienen las ventajas siguientes:

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o No requieren combustible, sino que usan una forma renovable de energía, constantemente
repuesta por la naturaleza de manera gratuita.
o Es limpia, no contamina ni el aire ni el agua.
o A menudo puede combinarse con otros beneficios, como riego, protección contra las
inundaciones, suministro de agua, caminos, navegación y aun ornamentación del terreno y
turismo.
o Los costos de mantenimiento y explotación son relativamente bajos.
o Las obras de ingeniería necesarias para aprovechar la energía hidráulica tienen una
duración considerable.
o La turbina hidráulica es una maquina sencilla, eficiente y segura, que puede ponerse en
marcha y detenerse con rapidez y requiere poca vigilancia siendo sus costes de
mantenimiento, por lo general, reducidos

Efectos medioambientales

La generación de energía hidroeléctrica es considerada respetuosa con el medio ambiente y las


ventajas que ofrece a la sociedad en términos de suministro de energía y estabilización de los
caudales de agua son muy importantes. Pero no deja de tener un costo ecológico, que en los
últimos años ha sido objeto de un reconocimiento y una atención cada vez mayores por parte de
la opinión pública. Por ejemplo, ahora se sabe que la inundación de grandes áreas de tierra y
roca con agua ácida produce la lixiviación de los metales contenidos en las mismas.

Se ha observado bioacumulación de mercurio en los peces capturados en aguas de estas áreas


inundadas. La inundación también modifica los patrones de turbulencia del agua, así como el
nivel de oxigenación. Ambas cosas pueden tener graves efectos ecológicos. Por ejemplo, en los
ríos represados no puede tener lugar la migración de los salmones. Esta desaparición se debe,
en parte, a que los peces no pueden localizar o atravesar el camino al nivel de agua superior.
Además, el agua se parece más a la de un lago que a la de un río, y el agua estancada de un lago
no es compatible con la migración del salmón.

La inundación también destruye el hábitat de los peces y puede desmantelar las zonas de cría de
los insectos que sirven de alimento a los peces y otros organismos. En algunos casos, la
inundación anega productivos terrenos agrícolas y forestales. La inundación de grandes áreas
también ha provocado inquietud por el cambio climático y otros cambios del equilibrio
ecológico. La retención de agua dulce cuyo destino era mezclarse con una masa de agua salada
también plantea el problema de los posibles cambios de salinidad.

Componentes de una Central Hidroeléctrica

Una instalación hidroeléctrica está constituida en general por los siguientes elementos: obra de
almacenamiento (presa), canal de derivación, vaso o toma de carga, conducto forzado, central o
planta de producción, canal de descarga.

La presa: Se encarga de atajar el rió y remansar las aguas. Con estas construcciones se logra un
determinado nivel de agua antes de la contención y otro diferente después de la misma. El
desnivel se aprovecha para producir energía.

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Los aliviaderos: Son elementos vitales que tienen como objetivo liberar parte del agua detenida
sin que esta pase por la sala de máquinas. Se encuentra en la pared principal de la presa. Su
misión es liberar, si es preciso, grandes cantidades de agua o atender las necesidades de riego.

Toma de agua: Son construcciones adecuadas que permiten recoger el líquido para llevarlo
hasta las maquinas por medio de canales o tuberías. Se hallan en la pared anterior de la prensa
que entra en contacto con el agua embalsada. Esta toma cuenta además con compuertas para
regular la cantidad de agua que llega a las turbinas, posee unas rejillas metálicas que impide que
objetos extraños (troncos, ramas, etc.) lleguen a los alabes y puedan producir desperfectos.

Canal de derivación: Conduce el agua desde la presa hasta las turbinas de la central.
Generalmente es necesario hacer la entrada a las turbinas con conducción forzada siendo por
ello preciso que exista una cámara de presión donde termina el canal y comienza la turbina.

Casa de máquinas: Es la construcción en donde se ubican las maquinas (turbinas, alternadores,


etc.) y los elementos de regulación y comando. Entre las turbinas hidráulicas hay tres tipos:
Turbina Pelton (para saltos grandes), Turbina Francis (para saltos medianos) y Turbina Kaplan
(para saltos pequeños).

Figura No 1.8 Elementos característicos de una instalación hidroeléctrica de caída alta

donde:

1.- Obra de contención


2.- Obra de toma
3.- canal de derivación
4.- Depósito de carga
5.- Conducto forzado
6.- Central eléctrica
7.- Canal de descarga
T.- Pozo piezométrico para contener el limite admisible de sobrepresión en el conducto (golpe de ariete) también
conocido como “Chimenea de equilibrio” o “Pozo de oscilación”

En Bolivia, las principales centrales hidroeléctricas que están en operación son:

- Taquesi (89.3 MW)


- Kanata (7.5 MW)
- Corani (148.7 MW)
- Yura (19 MW)
- Miguillas (21.1 MW)
- Zongo (188 MW)

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Sin embargo, hay plantas hidroeléctricas que no están operación por diferentes motivos, como
las de COMIBOL (debido al cierre de las minas), las de ELFEC (Angostura e Incachaca y Chocaya)
y algunas ubicadas en los departamentos de Oruro y Potosi.

El potencial hidroenergético de las tres cuencas mayores de Bolivia fue cuantificado y evaluado
por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) encontrándose que las correspondientes a la
cuenca del Amazonas, cuenca del Río de la Plata y la cuenca del Altiplano, tiene un potencial
bruto de 334.100 MW y aprovechable de 347.920 MW de potencia. Este potencial está
concentrado en su mayor parte en las cuencas altas del río Beni y Mamoré y cauce principal del
Rio Grande y Pilcomayo.

La producción hidroeléctrica no está siendo utilizada y de explotarse el potencial es excesivo


para la demanda interna y podría exportarse a los países vecinos como Brasil y Chile que tienen
necesidades de energía eléctrica.

1.4.2 Centrales Térmicas

Son las centrales generadoras que utilizan como fuente primaria el calor proveniente de los
combustibles o del sol. De esta forma pueden ser de combustión o de no combustión. Las
plantas Solares térmicas (las que usan el calor del sol) también están consideradas dentro de
este tipo de plantas generadoras de energía eléctrica.

El principio de funcionamiento de una central térmica se basa en la transformación de energía


calorífica en energía mecánica y luego en energía eléctrica. Es el aprovechar la energía química
de los combustibles derivados del petróleo como el bunker, diesel, gas natural, otros como
carbón mineral, residuos vegetales, etc. para producir electricidad.

La transformación sigue el siguiente proceso:

1. La energía contenida en el combustible se transforma, por combustión en energía


calorífica.
2. La energía calorífica que absorbe el fluido de trabajo se convierte al expansionarse en la
turbina o motor en energía mecánica.
3. La energía mecánica es transformada en energía eléctrica a través del generador eléctrico.

a) Centrales a Vapor

El ciclo Rankine es el ciclo termodinámico que se emplea en las centrales térmicas de vapor.
Estas centrales están constituidas por unidades – grupos, cada uno de los cuales consiste de un
generador de vapor, un grupo turbo – generador y un transformador elevador.

Existen diferentes formas de clasificar las instalaciones o centrales termoeléctricas con turbina
de vapor, pudiendo ser de acuerdo a la forma de producir el vapor que usan. A este respecto las
centrales termoeléctricas de vapor permiten prácticamente el uso de todo tipo de fuente de
calor hoy día disponible, de manera que se tienen tres tipos principales de centrales
termoeléctricas de vapor:

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- Con combustibles tradicionales (sólidos, líquidos o gaseosos)
- Con combustibles nucleares
- Con fuentes geotérmicas

En las centrales térmicas a vapor, los intercambios de energía se realizan utilizando tres clases
de circuitos principales y varios auxiliares:

 Circuito de combustible:
El combustible se quema en el hogar, constituido por un recinto cerrado por paredes de
mampostería, en las que, generalmente, se encuentran los canales de circulación del aire
necesario para la combustión. Después de calentar la caldera donde, tiene lugar la vaporización
del agua, los gases residuales de la combustión o humos pasan a un conducto para ser
eliminados al exterior. Como estos gases aún están calientes, puede aprovecharse la energía
térmica en ellos contenida para el circuito primario de uno o varios recalentadores de vapor y
para el circuito primario de uno o más economizadores del agua de alimentación de la caldera.
Desde aquí los gases pasan a la chimenea de tiro natural o de tiro forzado, por donde salen al
exterior.

 Circuito de agua – vapor:


La vaporización del agua se realiza en la caldera que es, un depósito de agua que se calienta hasta
que el agua se convierte en vapor. Como el vapor, a la salida de la caldera, contiene todavía
partículas líquidas, se le convierte en vapor recalentado haciéndole pasar por el circuito
secundario de uno o más recalentadores primarios, situados en la trayectoria de los gases de
combustión.

Desde la caldera (o desde los recalentadores si los hubiere) el vapor a presión y a alta
temperatura, se conduce hasta la turbina o hasta la máquina de vapor, donde se expansiona
produciendo energía mecánica. En las turbinas modernas se realizan extracciones de vapor,
conduciéndolo de nuevo hacia los recalentadores secundarios de la caldera donde el vapor sufre
nuevos recalentamientos para ser posteriormente introducido en los siguientes cuerpos de las
turbinas o en otras turbinas independientes.

En las turbinas también se realizan extracciones de vapor que se conducen a los circuitos
primarios de los precalentadores del agua de alimentación, para calentar ésta.

Una central térmica de vapor tiene mejor rendimiento cuanto más frío esté el vapor de escape a
la salida de la turbina, el vapor se hace pasar por un condensador que no es más que un
dispositivo de refrigeración donde el vapor se condensa y se transforma nuevamente en agua; la
condensación se realiza introduciendo agua fría a presión en el condensador, a la que se obliga a
circular por unos serpentines de refrigeración.

El agua resultante de la condensación, y procedente de la turbina se impulsa hacia la caldera por


medio de bombas de alimentación. Para aumentar el rendimiento térmico del conjunto, es
conveniente que el agua de alimentación entre en la caldera ya caliente, para lo que se hace pasar
previamente por los circuitos secundarios de uno o más precalentadores, calentados por las
extracciones de vapor de las turbinas, y por uno o más economizadores, calentados por los gases
de escape antes de su salida a la atmósfera por la chimenea.

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 Circuito de energía eléctrica:
La energía eléctrica es producida en los generadores eléctricos, accionados por las máquinas o
por las turbinas de vapor. En casi todas las centrales térmicas modernas se produce corriente
alterna trifásica.

Desde los generadores la corriente eléctrica se lleva a transformadores apropiados, donde se


eleva la tensión de la energía producida. Los transformadores pueden alojarse en locales
especiales o, en el mismo pabellón de distribución que, por lo general, está completamente
separado de la sala de máquinas; esta separación viene impuesta la mayoría de las veces por la
exigencia de que en este pabellón debe haber suficiente luz natural y que los aparatos,
transformadores puedan inspeccionarse fácilmente y montarse y desmontarse cuando sea
necesario, también debe haber espacio suficiente para poder instalar las canalizaciones.

Las centrales térmicas de vapor necesitan, generalmente, un consumo bastante elevado de


energía; lo más conveniente es tomar esta energía de un pabellón de distribución especial ya
que, casi siempre, la tensión para las necesidades propias de la central es distinta a la tensión de
distribución

 Circuitos auxiliares:
Son muy numerosos, los más importantes son: Circuito de tratamiento del combustible, de aire
de combustión, de eliminación de cenizas y escorias, de tratamiento del agua de alimentación,
de agua de refrigeración, de lubricación, de mando y de hidrógeno

El esquema a bloques de las partes principales de una central termoeléctrica a vapor es:

Figura No 1.9 Representación esquemática de las transformaciones energéticas en una central


termoeléctrica

En este tipo de centrales, el vapor es generado en una caldera que es alimentada con agua; el
calor es extraído de la combustión del carbón mineral en polvo ó petróleo u otro tipo de
combustible primario. El vapor es sobrecalentado en las diferentes etapas de la caldera y
alimenta a la turbina de vapor, en ésta, existe una transformación de energía, el vapor se enfría,
pierde energía y se convierte en energía mecánica, la cual impulsa al generador y se obtiene la
energía eléctrica.

Figura No 1.10 Esquema de una central térmica a vapor

24
donde:

B Caldera de vapor
T Turbina de vapor
G Generador eléctrico
S/A Servicios auxiliares

La central completa tiene los siguientes elementos.

- Zona de manejo de combustible


- Generador de vapor
- Turbina y condensador
- Circuitos diversos para la recuperación de calor de los gases de combustión

Este tipo de centrales, desde el año 1890 han sido la mayor fuente de energía eléctrica a nivel
mundial cuando las potencias unitarias estaban alrededor de los 2MW, alcanzando en el
presente, potencias unitarias mayores a 1200 MW en una sola máquina. El progreso en el
desarrollo de nuevas tecnologías y materiales permitió pasar de consumos promedio de 1 kg de
equivalente de carbón por kWh, a máquinas actuales con 0.5 kg de equivalente carbón por kWh.
Esta cifra es promedio, ya que debido a la necesidad de reserva de máquinas se debe trabajar
con rendimientos más bajos. La mayor parte de las mejoras se han producido en los materiales
de la caldera y turbina, permitiendo mayores presiones y temperaturas. Las pérdidas de los
generadores se han bajado desde el 6% hasta el 1.5%, pero su importancia en el rendimiento
total no es trascendente.

Una turbina de vapor típica requiere del 2% al 6% de la potencia de salida del generador para
alimentar los servicios auxiliares que comprende, entre otros, las bombas de alimentación de la
caldera, ventiladores, bombas para la circulación de agua en el condensador, etc. La salida
eléctrica, no está conectado solamente al sistema eléctrico de potencia, sino también al sistema
de potencia auxiliar en la central eléctrica.

La salida neta de la planta, es la potencia eléctrica disponible para ser utilizado por el sistema
eléctrico de potencia, y es una información útil para planificar la generación.

Desde el punto de vista operativo normalmente se utilizan como suministradora de energía


base. Debe tenerse en cuenta además de los costos de operación, que estas centrales tienen
una gran constante de tiempo térmica, resultando que la puesta en marcha desde el estado de
reposo puede tomar varias horas e incluso días.

En general al planificar centrales de vapor, debe tenerse en cuenta las grandes necesidades de
agua, tanto para producir vapor como para propósitos de condensación. Debido a esto último,
normalmente estas centrales son construidas cerca de ríos o lagos, donde se pueda obtener
agua para refrigeración.

Desde el punto de vista de combustible esta centrales pueden clasificarse en: petróleo, gas
natural, carbón, energía nuclear, las últimas tienen un circuito adicional para la producción de
energía térmica (por medios nucleares) para la producción de vapor.

25
b) Centrales a Gas

Las centrales con turbinas de gas tienen la ventaja de que prácticamente no contaminan.
Además, como apenas tienen inercia térmica se utilizan como centrales de punta o como
centrales de reserva, es decir para sustituir total o parcialmente a las centrales hidráulicas o
térmicas de base en el caso de escasez de agua o de avería.

El estudio de los motores térmicos ha permitido que se desarrollen turbinas en las cuales se
aprovecha directamente la energía producto de la combustión y que se expansionan en forma
parecida al vapor sobre las paletas móviles de un rotor, a este tipo de turbinas se les conoce
como turbinas de gas.

Las turbinas de gas constituyen el último tipo de motor que ha llegado al concepto general de
las centrales termoeléctricas, pero que han desarrollado un progreso notable, que actualmente
se disponen de potencias unitarias del orden de 50 MW y valores mayores con un rendimiento
no inferior al 36%. Funcionan siguiendo un ciclo de Brayton. La diferencia esencial del ciclo
Brayton con el Rankine es que en el primero el fluido de trabajo es un gas, mientras que en el
segundo es un vapor que se condensa y evapora en el ciclo. Además, la compresión en el ciclo
Brayton absorbe mayor trabajo que en el ciclo Rankine por realizarse en la fase gaseosa y fase
líquida respectivamente. Las turbinas de gas, usan directamente los productos de la combustión
como fluido motor (sin pasar por la etapa de generador vapor) para entregar potencia mecánica
a un árbol giratorio, se obtiene de esta manera una simplificación notable en el circuito
fluodinamico y en las maquinas mismas con relación a las centrales de vapor convencionales.
Por otro lado, tiene la ventaja de que no ocupan mucho espacio y tener un consumo de agua
reducido que prácticamente se puede decir que es mínimo o casi nulo en comparación con las
turbinas de vapor, por lo que se refiere a su operación, ofrecen la prerrogativa de un arranque
rápido y una gran simplicidad de maniobra.

Por el contrario, con relación a las turbinas de vapor la potencia máxima desarrollada es menor
y su rendimiento en ocasiones es notablemente inferior. La rapidez de la maniobra de carga y
absorción de carga, unido a un costo de instalación relativamente bajo, hace que las turbinas de
gas resulten particularmente apropiadas para tomar cargas pico o como servicio de reserva en
situaciones de emergencia.

La aplicación de las turbinas de gas en las centrales ofrece las siguientes ventajas:

1. Para absorber cargas pico o como reserva rodante su capacidad de generación es casi
inmediata ya que puede llegar a suministrar plena carga en tiempos inferiores a las de
cualquier otra máquina debido a que su desarrollo está basado en los mecanismos de
propulsión para aviones y son del orden de 2 minutos.
2. Desde el punto de vista de combustibles no ofrece problemas ya que de hecho puede
funcionar con derivados de petróleo, petróleos destilados, gas natural o subproductos
gaseosos.
3. La instalación de centrales de vapor resulta apropiada en las regiones en donde se tiene
disponibilidad de agua para enfriamiento, pero en zonas en donde el agua es muy
escasa, la instalación de centrales de centrales de vapor resulta prácticamente imposible
y en estos casos la turbina de gas resulta la fuente de energía más apropiada.

26
Los principales inconvenientes en el uso de turbinas de gas son:

- Sus capacidades de producción de energía eléctrica son relativamente bajas en


comparación con otras unidades que no son de gas.
- Su consumo específico de combustible es más elevado que el de otros sistemas al
mismo volumen de producción de energía eléctrica.

El principio de funcionamiento de una turbina de gas es el mismo que el de una turbina de


vapor, solo que en lugar de usar como fluido motor el vapor, estas usan gas, o mejor dicho los
productos de la combustión del carburante usado. Se pueden distinguir dos tipos fundamentales
de turbinas a gas.

- A presión constante, en donde la combustión se realiza en forma continua en una


cámara en la cual el aire y el combustible se encuentran bajo presión.
- A volumen constante donde la combustión se presenta en forma intermitente y la
presión en la cámara de combustión varia de un mínimo a un máximo (4 o 5 veces el
primero), en este caso la turbina se le denomina también de explosión en la cámara de
combustión y que serán también la válvula de aspiración y la de descarga.

En ésta planta, la turbina de gas, aprovecha los gases de combustión para convertirlo en
potencia mecánica y consiste en un compresor de gas y turbina, conectados por un eje único a
una unidad generadora. El compresor comprime los gases de combustión y en la turbina se
expande el gas y se produce la conversión de energía calorífica en energía mecánica la cual
acciona al generador obteniéndose energía eléctrica.

Figura No 1.11 Esquema de una central a turbina de gas de ciclo simple

donde:

C Compresor
TG Turbina de gas
G Generador eléctrico

La turbina de gas de ciclo simple, tiene un rendimiento en el rango de 25 al 30 % (es decir, la


tasa de calor de la unidad es de 13.600 a 11.400 MBtu/kWh, basado en el valor del
calentamiento más alto del combustible), requiere gas natural como combustible. Estas
unidades se utilizan principalmente, para horas punta en los sistemas eléctricos.

Se utilizan dos tipos de turbinas de gas para la generación de energía eléctrica:

1. Turbinas de combustión directa del combustible, en las cuales el combustible es inyectado


a una cámara de combustión a partir de la cual los gases o productos de combustión
impactan las paletas de la turbina, produciendo energía mecánica de rotación sobre el

27
árbol. En la actualidad se han diseñado unidades grandes de 70 MW o mayores, pero la vida
útil de las mismas está limitada por las altas temperaturas de los gases de escape, que
sumadas a las altas velocidades de rotación, producen corrosión en las paletas. Las
temperaturas típicas de los gases de escape son del orden de 900°C y las velocidades de
rotación del orden de 6000 r.p.m.

2. Turbinas con generadores de gas. Dicha combinación consiste en un generador de gas que
alimenta a una turbina de baja presión. Este último tipo de diseño denominado “de eje
libre” utiliza una turbina generadora de gases, que envía los gases a otra turbina acoplada a
un generador. La primera turbina (generadora de gases) es del tipo de aviación y puede
girar a velocidades altas (por ejemplo 30.000 r.p.m). Normalmente la segunda turbina gira a
la velocidad de sincronismo (3000 o 3600 r.p.m). Este último tipo de instalación evita los
problemas de corrosión mencionados anteriormente, como también evita la necesidad de
una caja reductora de velocidades entre turbina y generador

En la actualidad, se ha llegado a potencias del orden de 70MW con este tipo de diseño. La
vida útil de estas instalaciones es del orden de 1500 horas, al cabo de las cuales es
necesario un mantenimiento de la turbina de aviación. El generador puede estar acoplado a
través de un embrague para su utilización como compresor sincrónico.

En general las instalaciones de generación de energía eléctrica con turbinas de combustión


interna a base de gas, tienen costos de inversión relativamente bajos, pero costos de operación
elevados. Como resultado normalmente se las utiliza como variables de ajuste en los programas
de planificación de largo plazo.

La turbina de gas es mecánicamente más sencilla que la turbina de vapor y requiere un motor
eléctrico o un motor de combustión interna para el arranque. No se requiere agua para
refrigeración.

En Bolivia la generación de energía eléctrica con Gas Natural tiene una presencia predominante
llegando a alcanzar aproximadamente un 60% de la potencia instalada y en los próximos años se
prevé la incorporación de nuevos emprendimientos como la Central Termoeléctrica del Sur
ubicado en el departamento de Tarija con una potencia instalada de 160 MW y la Central
Termoeléctrica Warnes, ubicado en el departamento de Santa Cruz con una potencia instalada
de 200 MW. Se tiene previstas que estas centrales sean completadas para ciclos combinados
aprovechando las centrales de ciclo abierto.

c) Centrales de Ciclos Combinados

Una central de ciclo combinado es aquella en la que la energía térmica del combustible es
transformada en electricidad mediante el acoplamiento de dos ciclos termodinámicos
individuales, uno que opera a alta temperatura y otro con menores temperaturas de trabajo. El
calor residual del proceso de generación de trabajo neto en el ciclo de alta temperatura se
aprovecha en su mayor parte en un intercambiador de calor para producir trabajo en un ciclo
termodinámico de baja temperatura.

28
Con el objetivo de aumentar el rendimiento térmico de las instalaciones de producción de
energía eléctrica, se han diseñado diversos tipos de instalaciones denominados ciclos
combinados, de estas, la de mayor éxito comercial es la de los ciclos de vapor y gas.

En la práctica, el término ciclo combinado es la conjunción en una única central de dos ciclos
termodinámicos, Brayton y Rankine, que trabajan con fluidos diferentes: gas y agua-vapor. El
ciclo que trabaja con aire-gases de combustión (Brayton) opera a mayor temperatura que el
ciclo cuyo fluido es agua-vapor (Rankine) y ambos están acoplados por el intercambiador de
calor gases/agua-vapor, que es la caldera de recuperación de calor. La unión termodinámica de
estos ciclos conduce generalmente a la obtención de un rendimiento global superior a los
rendimientos de los ciclos termodinámicos individuales que lo componen.

En los ciclos combinados el escape de la turbina de gas se utiliza como fuente calorífica para un
ciclo de turbina de vapor, llegando a alcanzar en aplicaciones de plantas para generación de
energía eléctrica, rendimientos térmicos superiores al 50%.

Una planta simple de ciclo combinado consiste en una instalación de turbina de gas (ciclo
Brayton) mejorada, por cuanto los gases de escape de dicha turbina pasan a través de un
generador de vapor, que forma parte de un ciclo de vapor. El generador de vapor utiliza como
fuente calorífica los gases de escape de la turbina de gas, para configurar un ciclo Rankine con su
turbina de vapor. Se genera electricidad con los trabajos mecánicos de la turbina de gas y la
turbina de vapor.

En el ciclo combinado, el generador de vapor recupera el calor residual que tienen los gases de
escape de la turbina de gas, que se comporta como una caldera de recuperación, o caldera de
calor residual.

En este tipo de instalaciones, es necesaria la disponibilidad de agua en cantidades considerables


para refrigeración y el objetivo de estas centrales, es mejorar los rendimientos, porque usando
una turbina de gas es posible llegar a rendimientos mayores, se incrementa el rendimiento en
aproximadamente 50% que el correspondiente a la turbina de gas.

La eficiencia global del ciclo combinado gas-vapor es determinada por las eficiencias individuales
de los ciclos Brayton y Rankine que lo componen, así como por la capacidad para realizar un
adecuado trasvase del calor residual presente en el escape del ciclo Brayton al ciclo Rankine por
medio de la caldera de recuperación de calor.

El rendimiento del ciclo combinado viene dado por:

WTG + WTV
ɳCOMB = --------------
WTG

El rendimiento global del ciclo combinado depende también del rendimiento obtenible en la
caldera de recuperación de calor.

En Bolivia, en la Central Guaracachi ubicada en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, se instaló y


se puso en operación el año 2012 la primera central de ciclo combinado (gas natural y vapor)
con una potencia de 82 MW que pertenece a la Empresa Eléctrica ENDE Guaracachi y

29
posteriormente la Empresa ENDE ANDINA implementó en sus centrales termoeléctricas (Entre
Rios, del Sur y Warnes) este tipo de tecnología.

d) Centrales con motores Diesel

Este tipo de centrales contienen generadores de energía eléctrica movidos a través de motores
de combustión interna. Este tipo de generación, sigue siendo la base principal de generación en
zonas alejadas o en áreas rurales (sistemas aislados), donde los beneficios de los sistemas
interconectados nacionales, aún no se han hecho presentes, también son utilizados cuando hay
déficit en la generación de energía de algún lugar, o cuando hay corte en el suministro eléctrico
y es necesario mantener la actividad.

Una central de este tipo consta de lo siguiente:

• Motor de combustión interna. El motor que acciona el grupo electrógeno suele estar
diseñado específicamente para ejecutar dicha labor. Su potencia depende de las
características del generador.
• Sistema de refrigeración. Puede ser refrigerado por medio de agua, aceite o aire.
• Alternador. La energía eléctrica de salida se produce por medio de un alternador
apantallado, protegido contra salpicaduras, autoexcitado, autorregulado y sin escobillas,
acoplado con precisión al motor. El tamaño del alternador y sus prestaciones son muy
variables en función de la cantidad de energía que tienen que generar.
• Depósito de combustible y bancada. El motor y el alternador están acoplados y montados
sobre una bancada de acero. La bancada incluye un depósito de combustible con una
capacidad mínima de funcionamiento a plena carga según las especificaciones técnicas que
tenga el grupo en su autonomía.
• Sistema de control. Se puede instalar uno de los diferentes tipos de paneles y sistemas de
control que existen para controlar el funcionamiento, salida del grupo y la protección
contra posibles fallas en el funcionamiento.
• Interruptor automático de salida. Para proteger al alternador, llevan instalado un
interruptor automático de salida adecuado para el modelo y régimen de salida del grupo
electrógeno. Existen otros dispositivos que ayudan a controlar y mantener, de forma
automática, el correcto funcionamiento del mismo.
• Regulación del motor. El regulador del motor es un dispositivo mecánico diseñado para
mantener una velocidad constante del motor con relación a los requisitos de carga. La
velocidad del motor está directamente relacionada con la frecuencia de salida del
alternador, por lo que cualquier variación de la velocidad del motor afectará a la frecuencia
de la potencia de salida

En los sistemas interconectados, en ocasiones se utilizan unidades diesel transportables como


solución de emergencia, sin embargo, dicho tipo de solución normalmente presenta problemas
de estabilidad. Por otra parte, es de tener en cuenta que, a nivel mundial, la turbina de gas está
sustituyendo casi enteramente a los motores diesel como solución de emergencia.

En el país este tipo de centrales están presentes en prácticamente todos los departamentos y
mayormente en poblaciones del departamento de Beni, Pando y Santa Cruz como por ejemplo
las siguientes:

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- Central Moxos, Trinidad
- Central en Cobija
- Centrales en algunas provincias de Santa Cruz

e) Centrales Geotérmicas

La energía geotérmica la que proviene del calor interno natural de la tierra, se la extrae como un
fluido a elevadas temperaturas, generalmente en forma de agua caliente o una mezcla de vapor
y agua caliente.

Las centrales geotérmicas entonces, son las que utilizan el vapor de agua, almacenado bajo la
superficie de la tierra. En su estado natural a esta fuente de energía se le llama energía calórica
o geotérmica, que luego es transformada en energía eléctrica. El recurso primario puede
consistir en agua caliente o en vapor a alta temperatura, acumulados en formaciones geológicas
subterráneas a las que se accede mediante pozos perforados en la corteza terrestre con técnicas
similares a las de las empresas petroleras.

Para contar con el vapor debe existir una fuente de calor magmático, el cual se transfiere hacia
un flujo de agua, elevando la temperatura y presión de este líquido a un punto en el cual cuenta
con la energía necesaria para mover las turbinas en la casa de máquinas. Este líquido se
encuentra confinado en una zona de roca permeable y una capa sello (que impide que los
fluidos calientes suban hasta la superficie), llamado yacimiento.

En los yacimientos se perforan pozos (productores) para extraer una mezcla de agua líquida y
vapor. Esta mezcla es conducida por medio de tuberías especiales hasta un separador ciclónico,
que se encarga de separar el vapor del líquido. El líquido es reinyectado de nuevo al suelo,
mientras que el vapor es conducido hasta la casa de máquinas. En la casa de máquinas el vapor
entra a la turbina y la energía hidráulica que proviene del movimiento del vapor, es
transformada en energía rotacional que a través del generador se convierte en energía eléctrica.

El vapor ya utilizado, es transformado en líquido por medio de un condensador y luego es


trasladado a la torre de enfriamiento, donde se enfría por medio de grandes ventiladores. Por
último, este líquido es utilizado en el condensador para rociar el vapor que proviene de la
turbina.

Las centrales geotérmicas tienen las ventajas siguientes:

 Las Centrales geotérmicas son constantes en el tiempo, su producción energética no


sufre variaciones estacionarias como las plantas hidroeléctricas, y su costo es casi la
mitad de una planta térmica muy eficiente, todo ello debido a que trabajan con energía
natural almacenada en forma de calor bajo la superficie de la tierra.
 La energía geotérmica es un recurso de bajo costo, confiabilidad y ventajas ambientales
que superan a las formas de producción de energía convencionales.
 La piedra seca y caliente, el magma y la energía geotérmica presurizada en la tierra
tienen un inmenso potencial que permite la generación de energía eléctrica.

Las instalaciones de una planta de generación geotérmica, son muy similares a las
convencionales de vapor donde la caldera es sustituida por la fuente geotermal.

31
La generación de energía eléctrica utilizando como fuente primaria una geotermal, guarda cierta
similitud con la generación hidroeléctrica. En efecto ambas fuentes de generación requieren
inversiones iniciales cuantiosas y costos de combustible nulos, de manera que centrales con
factores de carga elevados pueden resultar económicamente atractivas a largo plazo.

En nuestro país, existe un potencial de generación eléctrica con fuente geotérmica de 350 MW
en el sud oeste boliviano (Uyuni, Potosí) que ha sido detectado en el campo geotérmico “Sol de
mañana” donde inicialmente podrían instalarse 100 MW proyectados a ser construidos por
ENDE con un costo estimado de 227.5 Millones de dólares americanos.

1.4.3 Centrales No Convencionales con Energías Renovables

El Consejo Mundial de la Energía definió en 1992 como fuente renovable de energía a toda
aquella que “está disponible a partir de procesos permanentes y naturales de conversión de
energía, explotables económicamente en las condiciones actuales o en las de un futuro
próximo”.

Esta definición da las claves de las dos características fundamentales que definen a las energías
renovables: por un lado, que respondan a procesos naturales y permanentes, es decir, procesos
que aseguren la existencia de esas fuentes de energía primaria de forma continua dentro de una
escala de tiempo acorde con la del hombre y con la de nuestra sociedad y, por otro, que estén
disponibles de forma económica hoy en día o en poco tiempo mediante el desarrollo de nuevas
tecnologías. Conforme a esta definición, las energías renovables que se utilizan como energía
primaria para la producción de electricidad son:

 La energía hidráulica de potencia inferior a 10 MW.


 La energía eólica.
 La energía solar, tanto su aprovechamiento térmico (solar de alta temperatura) como
directo (solar fotovoltaica).
 La energía geotérmica.
 La energía del mar, tanto de las mareas como de las olas y de las corrientes marinas.
 La energía almacenada en la biomasa.
 La pila de combustible.

Las centrales no convencionales con energías renovables evitan contaminar el medio ambiente
debido a que para generar este tipo de energías no es necesario utilización de hidrocarburos y
por consiguiente se contribuye en gran manera con el ahorro de los recursos no renovables.

Las energías renovables ofrecen importantes oportunidades para aplicaciones en entornos


donde la energía convencional no llega, o llega solo de manera parcial. La falta de energía en
comunidades constituye una situación crítica, ya que suele estar asociada con la ausencia de
telecomunicaciones, educación, servicios de salud, y frecuentemente, agua potable.

a) Centrales Eólicas:

Una central eólica obtiene la energía de la fuerza del viento. En este sistema se utiliza el mismo
principio de los molinos de viento, es decir, se aprovecha la energía eólica que mueve las aspas,

32
que a su vez mueven el eje de unión con el generador. Se transforma con ello la energía
mecánica en energía eléctrica. Existen diferentes tipos de diseños, con eje vertical o eje
horizontal. El generador junto con las aspas se encuentra sobre una estructura llamada torre de
soporte. La energía eléctrica producida por varios aerogeneradores de un mismo
emplazamiento, que forman lo que se conoce como parque eólico o central eólica, se concentra
en un punto del parque en el que están los transformadores de salida de la central que elevan la
tensión para su inyección en la red eléctrica.

La energía eólica presenta varias ventajas, entre las cuales se pueden destacar las siguientes:

• Su impacto al medio ambiente es mínimo: no emite sustancias tóxicas o gases, por lo que no
causa contaminación del aire, el agua y el suelo, y no contribuye al efecto invernadero y al
calentamiento global.
• Es una energía limpia ya que no requiere una combustión que produzca dióxido de carbono
(CO2), y no produce emisiones atmosféricas ni residuos contaminantes.
• La producción de energía por medios eólicos no presenta incidencia alguna sobre las
características fisicoquímicas del suelo, ya que no se produce ninguna contaminación que
incida sobre este medio. Puede convivir con otros usos del suelo, por ejemplo prados para
uso ganadero o cultivos bajos como trigo, maíz, papas, remolacha, etc.
• El viento es una fuente de energía inagotable, abundante y renovable, es decir, no se gasta o
tarda poco tiempo en volver a regenerarse.
• La tecnología no usa combustibles y el viento es un recurso propio de la región, por lo que
es una de las fuentes más baratas.
• En comparación con otras tecnologías aplicadas para electrificación rural, la operación de un
sistema eólico es muy barata y simple. El sistema no requiere mayor mantenimiento, aparte
de una revisión periódica de las baterías, en caso de tenerlas, y una limpieza de las aspas en
épocas secas.
• Proyectos de energía eólica se pueden construir en un plazo relativamente rápido.

Sin embargo, tiene las desventajas siguientes:

• El aire al ser un fluido de pequeño peso específico, implica fabricar máquinas grandes y en
consecuencia caras.
• La variabilidad del viento: para proyectos aislados se requiere de un mecanismo de
almacenamiento en batería de la energía generada, para poder disponer de energía cuando
no haya suficiente viento.
• El alto costo inicial: en comparación con fuentes térmicas de generación, un proyecto eólico
tiene un alto costo inicial.
• Cantidad de viento: es una opción factible y rentable sólo en sitios con suficiente viento, lo
cual significa que no se puede aplicar en cualquier lugar.
• El impacto visual: desde el punto de vista estético, produce un impacto visual inevitable, ya
que, por sus características, precisa emplazamientos físicos que normalmente evidencian la
presencia de las máquinas (cerros, colinas, litoral).
• Un impacto negativo es el ruido producido por el giro del rotor.
• Riesgo de mortandad al impactar las aves con las aspas.

En Bolivia, la Empresa Eléctrica Corani de la Corporación ENDE, puso en operación el año 2013,
la primera central eólica en la localidad de Qollpana del departamento de Cochabamba,

33
instalando en la primera fase una potencia de 3 MW, previéndose en una segunda fase alcanzar
los 10 MW. Asimismo, se instalaron parques eólicos en el departamento de Santa Cruz en la
zona de Warnes y Camiri.

b) Centrales Fotovoltaicas:

Una central solar fotovoltaica es un sistema que utiliza la radiación solar para producir
electricidad. Para esto, se utilizan paneles fotovoltaicos, que son unos dispositivos que
convierten la energía solar en energía eléctrica de corriente directa. Estos reciben la radiación
solar, la cual contiene cargas llamadas fotones, que inciden sobre las placas del panel, llamadas
celdas, constituidas de silicio, provocando el movimiento de los electrones libres. De esta
manera se presenta un flujo de electrones a través de las placas de la celda, lo que constituye
una corriente eléctrica. Como los módulos fotovoltaicos producen electricidad solamente en
horas luz, utilizan una o más baterías que acumulan energía para uso nocturno y durante
periodos de lluvia o nubosidad.

Una central solar fotovoltaica consta de un generador solar formado por un conjunto de
paneles, conectados en serie y en paralelo para conseguir las condiciones nominales de tensión
e intensidad de la instalación. Los paneles pueden ser fijos (con una inclinación fija durante todo
el año) o tener sistemas de seguimiento del Sol, en uno o dos ejes, para aumentar la radiación
solar captada. La energía eléctrica generada por los paneles es en corriente continua por lo que
debe ser transformada en corriente alterna para ser inyectada a la red eléctrica. Esto se realiza
mediante los inversores y sus filtros de salida para disminuir la distorsión y el contenido de
armónicos de la onda de tensión. Ya en corriente alterna, la tensión es elevada mediante los
transformadores de salida de la central e inyectada en la red a través de las líneas
correspondientes

La generación con paneles fotovoltaico presenta las ventajas siguientes:

• No consume combustible, pues obtiene su energía del Sol, lo cual significa que,
económicamente, en el largo plazo estos sistemas son más viables y estables.
• Los sistemas que hoy llegan a cortos tiempos de amortización (3-6 años) son los sistemas
térmicos de bajas temperaturas.
• Impacto ambiental prácticamente nulo
• Es un recurso inagotable.
• El generar energía eléctrica sin que exista un proceso de combustión, desde el punto de
vista medioambiental, es muy favorable por ser limpio y no producir contaminación.
• Los sistemas fotovoltaicos no producen ningún sonido molesto cuando operan porque no
tienen partes en movimiento por lo que no ocasionan ningún tipo de contaminación sonora.
• Los sistemas tienen una vida útil larga (más de 20 años).
• El mantenimiento de los sistemas fotovoltaicos es sencillo y tiene costos muy bajos.
• La instalación de los sistemas fotovoltaicos individuales es simple, rápida y sólo requiere de
herramientas y equipos de medición básicos.

Las desventajas que presentan estos sistemas son las siguientes:

• Las cantidades de potencia y energía que se pueden obtener de un sistema fotovoltaico


están limitadas por la capacidad de generación y almacenamiento de los equipos instalados,

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especialmente de los módulos y la batería respectivamente, y por la disponibilidad del
recurso solar.
• Limitaciones presupuestarias en cuanto a la capacidad que se puede instalar.
• El tiempo de instalación de una planta eléctrica de combustible es menor que el de un
sistema fotovoltaico.
• Los sistemas fotovoltaicos no producen humo; sin embargo, durante el proceso de carga las
baterías liberan al ambiente hidrógeno en cantidades moderadas.
• El derrame de la solución de ácido sulfúrico de las baterías representa un peligro para la piel
de las personas y para el suelo
• La disponibilidad de energía es variable y depende de las condiciones atmosféricas.

En Bolivia, en la ciudad de Cobija, la Empresa Guaracachi de la Corporación ENDE, instalo el año


2014 una central de generación fotovoltaica con una potencia de 5 MW, el año 2016 en Uyuni
una central de 60 MW y en el año 2020 en Oruro una central de 100 MW. Así también CRE R.L.,
el año 2015 instalo un sistema hibrido fotovoltaico diesel en una comunidad en el Municipio de
Charagua de 180 kW de potencia.

c) Centrales de Biomasa:

Desde el punto de vista energético, como fuente de energía renovable, se define como biomasa
cualquier tipo de materia orgánica que haya tenido su origen como consecuencia de un proceso
biológico, incluyendo los materiales procedentes de su transformación natural o artificial, y que
sea susceptible de ser utilizada para producir energía.

Bajo esta definición tan genérica, se engloban muchos materiales energéticos de muy distinta
clase y origen. Así se distingue entre:

 Biomasa primaria, que es la producida por la actividad de fotosíntesis de los vegetales, es


decir, la materia orgánica formada por las plantas.
 Biomasa secundaria o residual, que es la producida por los animales, en su alimentación, y
por la actividad humana como productos residuales de actividades forestales, agrícolas,
ganaderas y domésticas. Algunos ejemplos son los restos de las podas, las cáscaras de
frutos secos, la paja, el estiércol, los purines, los residuos urbanos (sólidos y aguas
residuales), los residuos de la industria agroalimentaria, etc.
 Biomasa de cultivos energéticos, que es la obtenida de cultivos realizados con el único fin
de obtener materia prima para su posterior aprovechamiento energético, bien para su
combustión (cultivos leñosos de crecimiento rápido y herbáceos) o bien para producir
biocarburantes como bioetanol (a partir de cultivos azucarados y amiláceos) o biodiesel (de
cultivos oleaginosos).

La biomasa, según el tipo de producto de que se trate, se trasforma mediante distintos procesos
(refino, pirólisis, gasificación, digestión anaerobia, fermentación alcohólica, etc.) para su
aprovechamiento para producir calor, electricidad o combustible para vehículos.

Para producir electricidad, los productos energéticos obtenidos a partir del tratamiento de la
biomasa se utilizan como combustibles en centrales similares a las vistas en los apartados
anteriores, la gran mayoría de ellas térmicas basadas en el ciclo de agua/vapor (térmicas
convencionales, de ciclo combinado y de cogeneración).

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En Bolivia, los ingenios azucareros producen electricidad a partir del bagazo de caña para su
propio consumo y solamente el Ingenio Azucarero Guabirá, a través de su empresa eléctrica
Guabirá Energía S.A., genera electricidad para inyectar al Sistema Interconectado Nacional.

d) Pila de combustible:

Una pila o célula de combustible (en inglés fuel cell) es una instalación o un equipo
electroquímico en el que se produce la reacción química por la combinación de oxígeno e
hidrógeno, en la que se obtiene agua, calor y electricidad en forma de corriente continua. El
oxígeno se toma del aire y el hidrógeno, el elemento más abundante de la naturaleza, se puede
obtener de diversas fuentes mediante distintas tecnologías. Los productos obtenidos de esta
reacción no son contaminantes y, en general, los componentes de la célula son reciclables. Esta
tecnología está creando grandes expectativas, aunque está todavía en fase de investigación y
desarrollo (materiales, procesos de fabricación, explotación industrial y aplicaciones, etc.); sin
embargo, la experiencia de las primeras instalaciones ya existentes y su gran potencial parecen
garantizar su futuro.

La reacción que se produce es la combustión del hidrógeno (la oxidación del hidrógeno, que es
la reacción inversa a la electrolisis del agua) y en ella se liberan en el ánodo de la pila electrones
que se pueden extraer y hacer circular por un circuito exterior hasta el cátodo; el circuito
eléctrico se cierra por el electrolito de la pila. En esa reacción también se genera calor que se
debe extraer y que se puede utilizar en cualquier proceso secundario de la instalación o incluso
para generar más electricidad (cogeneración).

Desde el punto de vista de la instalación, las pilas de combustible se conectan entre sí en serie y
en paralelo para conseguir los niveles de tensión y de intensidad correspondientes a su potencia
nominal. Como la corriente eléctrica obtenida es continua, si el objetivo de la instalación es
producir energía eléctrica para inyectarla a la red, es necesario convertirla a corriente alterna
mediante inversores de potencia. En la instalación también son necesarios sistemas de
alimentación de combustible, de recirculación y de extracción tanto del calor como de los
productos de la reacción.

Existen distintos tipos de pilas de combustible en función de la tecnología empleada y del


electrolito utilizado, que condicionan los materiales de los electrodos y el modo de
funcionamiento de la instalación.

Una de las principales características de la pila de combustible es su modularidad lo que permite


diseñar y construir instalaciones de distinto tamaño y potencia eléctrica. Por eso su objetivo
principal no es tan solo el de producir electricidad en gran cantidad para inyectarla a la red, sino
que son también de generar electricidad de forma autónoma en zonas concretas o aisladas de la
red (generación distribuida y autoproducción), servir como forma de almacenamiento de
energía (almacenando hidrógeno producido por otro tipo de centrales) y, sobre todo, el de
funcionar en combinación con otros equipos como por ejemplo, en la industria del automóvil,
para alimentar motores eléctricos en vehículos totalmente eléctricos o híbridos que los
combinan con motores de combustión interna.

Se pueden destacar seis tipos de pilas de combustible:

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 Pila de combustible de ácido fosfórico (PAFC)
 Pila de combustible de carbonato fundido (MCFC)
 Pila de combustible de membrana de intercambio de protones (PEMFC)
 Pila de combustible de metanol directo (DMFC)
 Pila de combustible de óxido metálico sólido (SOFC)
 Alcalinas (AFC

1.5 Sistemas de Transmisión

Excepto en algunos casos muy concretos, la energía eléctrica no se produce en el lugar en que se
consume, por lo que es necesario transportarla desde los grandes centros de producción de
energía eléctrica que generalmente están dispersos geográficamente, hasta los grandes núcleos
de demanda, normalmente ubicados en las ciudades y zonas industriales en ocasiones a
centenares de kilómetros.

Por regla general, las centrales generadoras de energía eléctrica se instalan junto a los saltos
hidráulicos, yacimientos de gas, de carbón o cualquier otra fuente de energía y una vez
transformada, se traslada al centro de consumo mediante grandes líneas de Transmisión que
funcionan a muy altas tensiones para reducir la intensidad que circula y por tanto las pérdidas.
Estas líneas generalmente son del tipo aéreo y en ocasiones en los centros urbanos son del tipo
subterráneo. Con estos sistemas de transporte de energía, se consigue aprovechar mejor las
fuentes de energía, a la vez que se reducen los costos de transformación al centrarlos en pocos
lugares. También de esta forma, es posible la instalación de industrias en zonas que carezcan de
fuentes primarias de energía. El sistema de transmisión vertebra todo el sistema eléctrico,
interconectando todos los centros neurálgicos, es un elemento de suma importancia en el
equilibrio dinámico entre la producción y el consumo y por ello adopta una configuración
típicamente mallada, permitiendo que todas las centrales puedan servirse de respaldo entre
ellas para cubrir eventuales fallas y está dotada de sofisticados equipos de medición, protección
y control para que las fallas como los cortocircuitos, rayos, falsas maniobras, fallas de equipos
no comprometan el correcto funcionamiento de todo el sistema

Para realizar el transporte de energía eléctrica, es necesario superar muchos problemas: los
propios de la complejidad de la instalación, el cruce sobre ríos, carreteras y otras líneas de
transmisión de energía o de telecomunicaciones, su instalación en terrenos accidentados y a los
que es difícil hacer llegar los elementos necesarios para la instalación de las líneas de
transmisión (conductores, apoyos, torres, herrajes y otros).

La transmisión tiene la función de transportar la energía producida en las centrales de


generación hasta los sistemas de subtransmisión. El sistema de transmisión está constituido por
redes de alta tensión (AT) para poder transmitir cantidades importantes de energía en forma
eficiente, teniendo en cuenta la reducción de pérdidas y una buena regulación de tensión. En
nuestro país se utilizan tensiones de 115 y 230 kV para la transmisión, pero en otros países con
mayor desarrollo, las tensiones son mayores por ejemplo de 330 kV, 500 kV e inclusive superan
los 1000 kV.

Los costos del sistema de transmisión el cual conecta los puntos de generación con los puntos
de distribución en bloque, pueden llegar hasta un cincuenta por ciento del costo total de un

37
determinado esquema electro energético, por lo que su óptimo diseño técnico económico
produce ahorros significativos en el costo global del sistema.

Los objetivos de un buen diseño en el sistema de transmisión son:

- Máxima seguridad de suministro, acorde al costo de proveer el servicio


- Posibilidad de futuras expansiones
- Seguridad en la operación
- Mínimos costos de operación

En general la transmisión de energía eléctrica por líneas aéreas de alta tensión se justifica por
los siguientes motivos:

- Transportar la energía económica de una fuente remota a los centros de consumo


- Interconectar las distintas fuentes y los distintos centros de consumo entre sí, de
manera tal que la seguridad de suministro se vea incrementada.

A medida que la electricidad viaja por las líneas de transporte, ésta va perdiendo energía debido
a la resistencia que ofrece el conductor eléctrico, la cual se transforma en calor que incrementa
la temperatura del cable. La resistencia que ofrece dicho conductor depende de diversos
factores que se deben tener en cuenta a la hora de diseñar y construir una línea eléctrica:

- El diámetro o área de la sección transversal, puesto que la conductividad baja cuando


disminuye su grosor,
- El material con el que está fabricado,
- La longitud, porque la resistencia del cable aumenta cuando también lo hace su
longitud,
- La temperatura, puesto que la resistencia aumenta con el incremento de temperatura.

La mejor manera de vencer dicha resistencia, reducir las pérdidas y aumentar la eficiencia del
sistema de transporte, es incrementar el voltaje o tensión a la que circula la electricidad, y
utilizar materiales altamente conductores.

Los cables conductores de las líneas de alta tensión están formados por un núcleo de acero, que
es el que da la resistencia mecánica, recubiertos por el exterior de aluminio, material buen
conductor de la electricidad.

Las líneas eléctricas

Las líneas de la red de transmisión son cables de aluminio con alma de acero que se suspenden
en torres de soporte, teniendo su diseño un fuerte componente mecánico y eléctrico. Las torres
deben soportar el peso y la tensión de los cables y mantener las distancias mínimas de seguridad
entre los cables y de estos con la torre y con el suelo. Los anclajes sujetan los cables a la torre
por medio de una cadena aisladores, cada uno soporta una diferencial de tensión entre los 12 y
18 kV, por lo que líneas de 400 kV, requieren del orden de 20 a 25 aisladores en la cadena
aislante.

38
Eléctricamente la sección de los cables marca el límite de la intensidad que pueden transportar y
por lo tanto la capacidad de transporte de la línea, así también se tiene que uno de los
parámetros importantes de la línea, es su inductancia que depende de la forma geométrica
relativa de las tres fases sobre la torre, así también las líneas provocan un efecto capacitivo con
la tierra que fija el valor de su capacitancia a tierra, de esta forma cuando las líneas están
cargadas, el efecto inductivo predomina, siendo la línea consumidora de energía reactiva y
cuando esta descargada, típicamente en las noches, el efecto capacitivo es el predominante,
convirtiendo a la línea en generadora de energía reactiva.

Limitaciones en la transmisión de energía eléctrica

Antes de elegir la alternativa de transmisión de energía eléctrica, se debe hacer una


comparación económica frente a otros tipos de transporte de energía desde la fuente al
consumidor. Es en esencia un problema de transporte, para el cual las siguientes comparaciones
pueden ser válidas:

- Petróleo o gas licuado transportado en tanques


- Petróleo por oleoducto
- Gas natural por gasoducto
- Carbón transportado

Los factores que limitan el diseño de un sistema de transmisión de energía eléctrica se


presentan en los parágrafos siguientes.

Selección del nivel de tensión

El incremento del nivel de tensión en transmisión se ha producido muy rápidamente como se


muestra en la siguiente figura y se observa como cambio con el tiempo.

El primer sistema de transmisión se instaló en la localidad de Cerchi, Italia, transmitiendo 150 hp


a 27 km empleando una tensión de 2000 V. El crecimiento desde esos comienzos fue continuo,
puede observarse que se ha alcanzado un límite el cual aparentemente no puede superarse.
Este valor máximo se encuentra en los 1100 kV, hay varios sistemas funcionando a ese nivel en
forma experimental en centros de investigación. La máxima tensión de uso normal es de 750 kV
y 800 kV, instalada en Canadá y Rusia, la máxima utilizada en Bolivia es de 230 kV.

Figura No 1.12 Evolución de la tensión nominal de las líneas de transmisión

39
Las razones de este límite se deben fundamentalmente al elevado costo de los elementos de
transformación, maniobra y protección, conjuntamente con el desconocimiento sobre el efecto
en el ambiente (vegetales, animales y por supuesto el ser humano) de los elevados potenciales
eléctricos que se alcanzan en el suelo.

Por otra parte, la necesidad de aislaciones voluminosas, eleva las impedancias de los elementos
involucrados, con lo que se contrarresta el beneficio obtenido en la reducción de sección de
conductores. En tales casos una posible solución es compensar a nivel óptimo las caídas
reactivas, con lo que se eleva el límite económico de la potencia transmitida.

Se han hecho varios intentos para obtener una expresión analítica que indique cual es el nivel de
tensión más adecuado para cada aplicación sin éxito hasta el presente en razón de la gran
cantidad de factores involucrados, como regla practica se aconseja 1 kV por cada km de
distancia de transmisión.

Sin bien teóricamente la gama de voltajes a seleccionar es amplia, desde el punto de vista
práctico y debido a normas existentes o a niveles de tensión ya en uso, la selección caerá en
algunas alternativas. Se deberá realizar estimaciones de costos para cada alternativa, una vez
que la estructura general del sistema haya sido decidida.

Los factores principales de los cuales depende la selección del nivel de tensión son:

- Longitud de la transmisión
- Voltajes existentes en sistemas vecinos
- Pérdidas I2R, por efecto corona y pérdidas por corrientes de fuga.
- Corriente de carga en vacio
- Regulación de voltaje en el extremo receptor de la línea, entre vacío y plena carga.
Normalmente para propósitos de diseño este valor debe estar entre 5% y 10%
- Límite de estabilidad del estado estacionario, dando una capacidad de transferencia de
potencia aproximada de:
V1V2
P = ---------- sen β
X
donde:

V1 es el módulo de voltaje (en p.u.) del extremo transmisor


V2 es el módulo del voltaje (en p.u.) del extremo recpetor
X es la reactancia de transferencia en p.u.
β es el desfasaje angular entre las tensiones de los extremos transmisor y receptor
- Límite de estabilidad del estado transitorio

Estos factores deben ser ampliamente estudiados en cada caso en particular. Sin embargo, a
modo de guía existen algunos gráficos como el de la figura siguiente debida a Ailleret, que
relacionan la potencia recibida como función de la distancia y el voltaje óptimo de transmisión.
Según la mencionada figura, los voltajes de transmisión están limitados por dos rectas límites. La
primera corresponde a un nivel de pérdidas de 5% de la potencia recibida y la segunda a un 20%
de la misma variable.

40
Figura No 1.13 Tensiones de transmisión recomendadas en función de la potencia y longitud de la
transmisión

Selección de la sección del conductor

Por problemas de mejoramiento de los parámetros eléctricos de una línea de alta tensión,
normalmente se suelen usar conductores múltiples por fase. Esta práctica, por otra parte,
disminuye las solicitaciones de tipo dieléctrico como las pérdidas por efecto “corona”. Los
factores a considerarse para la selección de la sección de cada conductor, como también el
número de conductores por fase son:

- Nivel de voltaje
- Distancia mínima desde el punto más bajo del conductor al terreno

En general la capacidad de transporte de una línea de transmisión dependerá de su longitud a


un determinado nivel de voltaje, al margen de la sección del conductor. Dicha sección de
conductor deberá ser tal que las pérdidas por efecto joule a plena carga estén dentro de un
límite pequeño de la plena capacidad, por ejemplo 3%.

Desde el punto de vista económico existen procedimientos de selección del conductor que
minimice los costos de inversión y las pérdidas de energía durante la vida útil de la línea.

Uno de los factores más importantes es la “potencia natural” de una línea. La potencia natural
está definida como la potencia que transporta una línea en cuyo extremo receptor la carga tiene
una impedancia igual a la impedancia característica de la línea.

En general, la impedancia característica de una línea es de carácter capacitivo, al ser la


conductancia en derivación muy pequeña. Sin embargo, en líneas de transmisión en las que se
suele despreciar tanto r como g a afectos de análisis, resultara que la impedancia característica
es un número real (resistencia) de valor

41
En estas condiciones, la potencia consumida por la carga resistiva en su extremo receptor será:

Es fácil demostrar que, bajo estas condiciones, la potencia reactiva absorbida por la inductancia
serie de la línea (I2X1) es igual a la potencia reactiva generado por la capacitancia en derivación
de la línea (V2/ Xc). Esto significa que, en estas condiciones de transporte, el voltaje se mantiene
constante a lo largo de la línea.

Cuando la potencia transportada es menor que la potencia natural el voltaje del extremo
receptor ((Vr) es mayor en modulo que el del extremo transmisor (V s). En forma inversa, cuando
la potencia transmitida es mayor que la potencia natural, el voltaje del extremo receptor es
menor en modulo que el voltaje del extremo transmisor.

Como resultado práctico de estas consideraciones teóricas, se suele diseñar las líneas de manera
tal que las de longitud corta estén cargadas por encima de su potencia natural, y las líneas largas
por debajo de su potencia natural.

La siguiente figura es representativa del estado de carga máximo para líneas no compensadas
como función de su longitud. El estado de cargas máximo esta expresado en por unidad,
tomando como base la potencia natural. Esta curva corresponde a la máxima carga admisible en
una línea de transporte en condiciones técnicamente aceptables. Los criterios técnicos para su
elaboración han sido: máxima regulación de tensión 10%, límite máximo de estabilidad
estacionaria de 35%.

Figura No 1.14 Estado de carga máxima de una línea no compensada en función de la distancia

Según dicha figura, conocida la longitud de la línea, se puede estimar la máxima capacidad de
transporte (como función de la potencia natural) en condiciones técnicamente aceptables,
donde, P significa la potencia transmitida por la línea y Pn la potencia natural de la misma.

Debido a que el desfasaje angular entre Vs y VR depende del estado de carga de la línea, la
potencia natural y la longitud de la línea serán indicativas del grado de estabilidad de la misma.

42
Para reducir el desfasaje angular entre Vs y VR en algunas líneas se recurre a la práctica de
“compensación serie” que consiste en la inclusión de capacitores en serie para reducir la
distancia eléctrica de la línea. Normalmente el uso de compensación serie en líneas largas es
más económico que la instalación de líneas en paralelo.

Un buen diseño debe asegurar que el sistema sea capaz de soportar la salida de una línea
importante, generador o barra colectora sin causar: a) sobrecargas inaceptables, b) reducción de
voltaje mayor al 5%, c) inestabilidad

Limitaciones en el diseño de líneas de transmisión

Como limitaciones en el diseño de líneas de transmisión se pueden considerar el efecto corona,


interferencias con circuitos de comunicación, la regulación de voltaje y los niveles de aislación.

Efecto corona

El aire, actuando como medio dieléctrico, pierde su rigidez dieléctrica cuando la intensidad
decampo eléctrico llega a 30 kV/cm, en condiciones normalizadas de presión y temperatura de
750 mm Hg y 20 °C respectivamente. Para este valor de gradiente de potencial, el aire pierde sus
propiedades dieléctricas debido a la ionización de las moléculas del medio.

Dicho gradiente de potencial puede calcularse a partir de la fórmula:

Donde V en kV es el potencial pico del conductor cilíndrico de radio r (cm) a una altura h (cm) de
plano de tierra.

Existen fórmulas que toman en cuenta factores de corrección debidos a condiciones de


temperatura y presión distintas a las condiciones normalizadas arriba mencionadas.

Sin embargo, desde el punto de vista práctico, conviene mantener los datos de diseño,
utilizando la anterior formula de manera tal que:

E max ≤ 23 kV pico/cm

Físicamente el efecto corona se manifiesta como una luminosidad violácea, con un zumbido
característico y normalmente se puede detectar la presencia de ozono.

La presencia del efecto corona, trae aparejada una pequeña pérdida de potencia y radiaciones
en las basadas de frecuencia de radio y televisión. El modo más eficaz para disminuir el efecto
corona es la utilización de varios conductores por fase.

Interferencia con circuitos de comunicación

En muchas circunstancias (aun sin la presencia de efecto corona) una línea de energía puede
causar problemas de interferencia por ejemplo a circuitos de comunicaciones vecinos. Esta

43
interferencia puede deberse a fenómenos de inducción electrostática y electromagnética. La
inducción electromagnética normalmente producirá corrientes que se superponen a las
corrientes del circuito de comunicaciones, distorsionando de esta manera la transmisión.

La inducción de tipo electrostático normalmente elevara el potencial del equipo poniendo en


peligro la integridad de usuarios y equipos. Obviamente este tipo de interferencia dependerá de
la proximidad y de la longitud en la cual los circuitos de energía y comunicaciones corren
paralelos. En cada caso en particular, se deberán tomar las precauciones que sean necesarias.

Regulación de voltaje

Se ha mencionado previamente que, para un diseño económico, la tensión entre líneas no debe
superar un valor de por ejemplo 10% del nominal. Utilizando las conocidas constantes ABCD de
la línea como cuadripolo tenemos:

Las ecuaciones anteriores nos dan los parámetros de salida (Vs, Is) como función de los
parámetros de recepción. Vs en algunos casos estará mantenida por ejemplo por reguladores de
voltaje. Sin embargo, si no se tiene en cuenta la presencia de estos últimos y se presenta el
generador equivalente de salida por un voltaje E’o detrás de una reactancia transitoria X´
tendremos:

Si bajo estas condiciones se pierde bruscamente la carga en el extremo receptor (I R = 0) el


voltaje en el recibo será:

Es decir, VR dependerá del valor de E’o, A, C y X’.

Se ve entonces que para una determinada línea de transmisión (A y C) contantes), la elevación


del voltaje (en el estado sinusoidal estacionario) en el extremo receptor dependerá del valor de
la reactancia transitoria del generador equivalente conectado a la salida.

Puesto que por otra parte E’o /X´ será el aporte de falla del generador para una falla en la barra
de salida, se suele decir que la elevación de voltaje en el extremo receptor de una línea al
perderse súbitamente la carga, depende del nivel de corto circuito.

La siguiente figura, muestra las curvas típicas calculadas para una línea de 400 kV

44
Figura 1.15 Niveles de falla trifásica

En un sistema real, tanto el efecto corona, como las corrientes de magnetización de los
transformadores (los cuales tienen una relación no lineal con el voltaje) limitarán la
sobreelevación del voltaje.

Niveles de aislación

El costo de una red de alta tensión, no depende solamente del valor de la tensión nominal, sino
del máximo voltaje a tierra para el cual debe estar aislado el sistema. Cualquier método de
supresión o reducción de las sobrecorrientes contribuirá sustancialmente a reducir los costos
totales del sistema.

1.5.1 Transmisión en Corriente Continua

Durante el siglo XX los sistemas eléctricos de transmisión en el mundo, basaron su


funcionamiento en la corriente alterna mediante líneas HVAC (High Voltage Alternating
Current), siendo uno de los principales motivos por los que se imponía la utilización de dicha
tecnología frente a la transmisión en corriente continua, que estaban más desarrolladas las
técnicas de fabricación de transformadores y motores de inducción, componentes
indispensables en la distribución y generación de energía, pero se siguieron investigando los
sistemas de transmisión en corriente continua, hasta que hoy en día ambas tecnologías
compiten por la hegemonía del sistema de transporte eléctrico.

Entre los inconvenientes que presenta la utilización de líneas de transmisión en corriente alterna
se encuentran los efectos ambientales, ya que los conductores generan campos
electromagnéticos. Otros de los inconvenientes están relacionados con la instalación de las
torres necesarias para transportar y sostener el cableado y las limitaciones en la distancia
máxima que puede haber entre torre y torre.

Debido a estas limitaciones, diferentes empresas, universidades y gobiernos, han desarrollado


planes de investigación, desarrollo e implementación de diferentes métodos de transporte de
energía, como el HVDC (High Voltage Direct Current). Aunque dicha tecnología, fue estudiada
incluso antes que las líneas de transmisión convencionales (corriente alterna), no fueron
implementadas, debido a que la tecnología necesaria para su aprovechamiento, en el momento,
no estaba lo suficientemente desarrollada, por lo que los sistemas HVDC eran más costosos que
los de transmisión en alterna.

45
El uso de una tecnología u otra depende de la viabilidad técnica, económica y ambiental de cada
una. En caso que se requiera conectar dos sistemas que funcionan a diferente frecuencia
(asíncronos), es necesario usar la tecnología HVDC. Por otro lado, la potencia que se transmite
mediante un sistema HVDC prácticamente no varía con la distancia, mientras que sí lo hace en
HVAC, como consecuencia de los efectos de la potencia reactiva inherente que circula por los
cables. Además, en las conexiones HVAC pueden aparecer inestabilidades debido al desfase que
produce el efecto inductivo de los cables en los extremos de la transmisión. En HVAC, son
necesarias compensaciones de potencia reactiva para mantener la tensión deseada en ambos
extremos y los requisitos de estas compensaciones aumentan con la distancia. En cambio, la
tecnología HVDC las líneas no necesitan compensación y los convertidores permiten dar soporte
a la red a través del control de potencia reactiva.

A pesar de las ventajas que presenta la tecnología HVDC frente a la HVAC, siguen existiendo
factores que justifican la opción HVAC en multitud de aplicaciones. Éstos son,
fundamentalmente, la complejidad de las protecciones en HVDC, la dificultad de la
transformación de tensiones de corriente continua y el elevado costo de las estaciones de
transformación

En términos económicos, resulta muy interesante comparar instalaciones equivalentes en


transmisión de potencia, de tecnología HVDC y HVAC, analizando los costos asociados a cada
una de ellas en función de la distancia de transmisión (ver Figura 1.16).

Figura No 1.16 Evolución de los costos de instalación HVDC y HVAC en función de la distancia de
transmisión

En sistemas HVDC, el centro de conversión (elemento imprescindible) supone un mayor costo


fijo, que se ve corregido por un menor costo de las líneas HVDC (menores pérdidas). Existe un
punto de equilibrio (distancia crítica) donde el costo de las instalaciones DC y AC se iguala. Para
distancias inferiores a la crítica (dcrítica en la Figura anterior) los costos de la conversión y sus
pérdidas encarecen la opción HVDC frente a la HVAC. Pero, para distancias superiores a la
crítica, la instalación HVDC resulta más económica. Cuanto mayor es la distancia de la
transmisión más económica es la instalación HVDC frente a la HVAC. En transmisiones
subterráneas y submarinas el valor de la distancia crítica se sitúa entre 50 y 100 km, mientras
que, en transmisiones con líneas aéreas, la distancia crítica se aproxima a los 600-800 km. Este
análisis demuestra que la transmisión de energía en corriente continua no es solo viable
tecnológicamente, sino que en económicamente resulta más rentable que la transmisión en
alterna, en multitud de aplicaciones.

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Las ventajas de transmitir en C.C. de alta tensión pueden resumirse de la manera siguiente:

- No existen problemas de sincronización ni de control de frecuencia


- Una línea de C.C. para la misma capacidad de transporte, es más económica que su
equivalente en C.A. (los costos de inversión son del orden del 70%)
- No se requieren capacitores en serie ni reactores en derivación para propósitos de
compensación, tanto en líneas aéreas como en cables subterráneos.
- Son factibles las transmisiones submarinas de larga distancia
- Se puede disponer de retorno por tierra en casos de emergencia.
- Se tienen menores niveles de ruido y de efecto corona, a iguales niveles de solicitación
dieléctrica
- La excavación de zanjas en aéreas urbanas y los requerimientos de derecho de paso son
menores comparados con su equivalente en C.A.

Las desventajas de los sistemas de C.C. son:

- Las estaciones rectificadoras o inversoras tienen costos muy elevados


- Los problemas de control y en especial las derivaciones son muy complicadas
- El margen de estabilidad transitoria del sistema puede verse disminuido a no ser que se
adopten medidas especiales de control
- Los retornos por tierra pueden producir serios problemas de corrosión en estructuras
aterradas.

Como resultado de lo expuesto, se concluye que los esquemas de C.C. son aplicables
normalmente a situaciones donde la distancia, el cruce de ríos o mar, niveles de falla o control
de flujo de carga son un problema muy complicado.

Básicamente los sistemas HVDC cuenta con dos convertidores de potencia, (uno en cada uno de
los extremos de la red), inductancias de línea, filtros de AC a la salida de cada convertidor y
cables conductores que comunican la estaciones.

1.6 Sistemas de Distribución

Los sistemas eléctricos de distribución se configuran de manera distinta al sistema de


transmisión y están compuestos por un conjunto de líneas y subestaciones que permiten
transportar la energía retirada en los puntos de conexión con las instalaciones de transmisión
(subestaciones primarias), hasta los diferentes sectores o puntos de consumo al interior de una
zona de concesión (zona de operación).

En un primer nivel, se extiende una red, todavía de alta tensión, típicamente de 69 kV o 115 kV,
llamada red de reparto y que puede tener aún una estructura poco mallada y desde
subestaciones transformadoras de esta red se cuelga a su vez una red de media tensión que se
acerca ya al consumo más desagregado y constituye la red de distribución propiamente dicha

Los niveles de media tensión de distribución (34.5 kV, 24.9 kV y 10.5 kV por ejemplo) son
utilizados para abastecer a consumidores industriales y/o transmitir energía en bloque hacia el
interior del sistema de distribución, lo que se denomina distribución primaria. En el interior de
dichos sistemas, se reducen los niveles de tensión en las denominadas subestaciones

47
secundarias para realizar la distribución de energía mediante redes de baja tensión (220 voltios
monofásico y 380 voltios trifásico) para el suministro a consumidores residenciales, comerciales
e industriales pequeños.

Las redes de distribución en zonas urbanas en países desarrollados son subterráneas y se


caracterizan por una gran densidad de carga en poco espacio y por la gran cantidad de usuarios,
los requerimientos de fiabilidad son mayores.

En zonas rurales, las redes de distribución suelen ser radiales y áreas, porque la densidad de
carga no es muy elevada y la fiabilidad requerida es menor por la cantidad de usuarios, no hay
problemas de espacio y resultan más baratas.

La inversión en infraestructura de distribución presenta algunos grados de indivisibilidad y


economías de densidad, en relación con la capacidad de equipamiento eléctrico (conductores y
transformadores), las estructuras de soporte y las servidumbres que deben establecerse para
acceder a los distintos puntos del área servida. Por ello, el dimensionamiento óptimo lleva a
realizar inversiones en equipamiento con ciertos niveles de holgura y una larga vida útil
económica. Es decir, los costos de invertir en capacidades mayores que las mínimas técnicas
para cada nivel de demanda, con las consiguientes holguras temporales de capacidad, son
compensados por costos medios menores según la demanda va creciendo.

El efecto de las economías de densidad puede apreciarse del siguiente modo. El crecimiento de
la demanda puede darse de dos formas: por aumento en el área de distribución o por
incremento de las intensidades de consumo en una misma área de distribución. Si aumenta el
área de cobertura, debe aumentar la capacidad instalada para abastecerla. Si se asume que el
área adicional que debe cubrirse posee una densidad promedio más baja que el área
inicialmente cubierta, entonces el costo medio será mayor. Es decir, en si el incremento en la
zona de distribución se debiera a la incorporación de áreas rurales con baja densidad geográfica,
lo que significa una disminución en la densidad, se observarían costos medios mayores.

Alternativamente, en el caso de un aumento en la potencia consumida dentro de un área fija de


distribución (que puede ocurrir, por ejemplo, debido a un aumento en el número de edificios
verticales construidos en el área), dadas las economías de densidad, se producirá una caída en
los costos medios

De esta manera, es razonable encontrar que empresas de distinto tamaño, pero de igual
densidad tengan costos medios similares, lo cual muestra la inexistencia de economías de escala
significativas a igualdad de densidad de distribución.

Bajo la misma lógica de análisis, puede comprobarse que la distribución posee características de
monopolio natural. Suponiendo que una empresa es dividida en dos, de forma de abastecer
igual demanda, dada la existencia de indivisibilidades en la inversión y de economías de
densidad, los costos medios finales serían mayores respecto a la situación original.

En cuanto a lo que representa el sistema de distribución en cuanto a costos de inversión en el


sistema eléctrico, se estimas que aproximadamente las 2/3 partes de la inversión total de un
sistema eléctrico de potencia, están dedicados a la parte de distribución (Gigante Invisible), lo
que implica necesariamente un trabajo cuidadoso en la planificación, diseño y construcción y en

48
la operación del sistema de distribución, lo que requiere manejar una información voluminosa y
tomar numerosas decisiones, lo cual es una tarea compleja pero de gran trascendencia.

Es en esta parte del sistema eléctrico donde se producen los porcentajes más grandes de
pérdidas de energía en todas sus manifestaciones debido al gran volumen de elementos que lo
conforman, y a los bajos niveles de tensión que se manejan.

El sistema de distribución a su vez está conformado por:

a) Circuitos de Subtransmision o la llamada red de reparto, con niveles de tensión


generalmente de 69 kV y 115 kV
b) Subestaciones receptoras secundarias: donde se transforma la energía recibida de las
líneas de subtransmisión y dan origen a los circuitos de distribución primarios.
c) Circuitos primarios: que recorren cada uno de los sectores urbanos y rurales
suministrando potencia a los transformadores de distribución a voltajes como 34.5 kV,
24.9 kV, etc.
d) Transformadores de distribución: se conectan a un circuito primario y suministran
servicio a los consumidores o clientes conectados al circuito secundario.
e) Circuito secundario: encargados de distribuir la energía a los usuarios con voltajes como
380/220 V y en general voltajes hasta 600 V.

La distribución de energía eléctrica es una actividad cuyas técnicas están en un proceso


constante de evolución reflejada en el tipo de equipos y herramientas utilizadas, en los tipos de
estructuras, en los materiales con los que se construyen las redes de distribución y en los
métodos de trabajo de las cuadrillas de construcción y mantenimiento, reflejada también en la
metodología de diseño y operación empleando computadores (programas de gerencia de redes,
software gráfico, etc). Algunos de estos factores de evolución son:

 Expansión de la carga.
 Normalización de materiales, estructuras y montajes.
 Herramientas y equipos adecuados.
 Métodos de trabajo específico y normalizado.
 Programas de prevención de accidentes y programas de mantenimiento.
 Surgimiento de industrias de fabricación de equipos eléctricos.
 Grandes volúmenes de datos y planos.

Los sistemas de distribución pueden ser del tipo aéreo o subterráneo, si son aéreas, el
conductor usualmente está desnudo y va soportado a través de aisladores instalados en
crucetas, en postes de madera o concreto.

Las ventajas del sistema aéreo respecto del subterráneo son:

 Costo inicial más bajo.


 Son las más comunes y materiales de fácil consecución.
 Fácil mantenimiento.
 Fácil localización de fallas.
 Tiempos de construcción más bajos.

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Y tiene las siguientes desventajas:

 Mal aspecto estético.


 Menor confiabilidad.
 Menor seguridad (ofrece más peligro para los transeúntes).
 Son susceptibles de fallas y cortes de energía ya que están expuestas a: descargas
atmosféricas, lluvia, granizo, polvo, temblores, gases contaminantes, brisa salina,
vientos, contactos con cuerpos extraños, choques de vehículos y vandalismo.

El sistema subterráneo se emplea en zonas donde por razones de urbanismo, estética,


congestión o condiciones de seguridad no es aconsejable el sistema aéreo. Actualmente el
sistema subterráneo es competitivo frente al sistema aéreo en zonas urbanas céntricas.

Tiene las siguientes ventajas:

 Mucho más confiable ya que la mayoría de las contingencias mencionadas en las redes
aéreas no afectan a las redes subterráneas.
 Son más estéticas, porque no están a la vista.
 Son mucho más seguras.
 No están expuestas a vandalismo.

Tienen las siguientes desventajas:

 Su alto costo de inversión inicial.


 Se dificulta la localización de fallas.
 El mantenimiento es más complicado y las reparaciones más demoradas.
 Están expuestas a la humedad y a la acción de los roedores.

Los conductores utilizados son aislados de acuerdo al voltaje de operación y conformados por
varias capas aislantes y cubiertas protectoras. Estos cables están directamente enterrados o
instalados en ductos (dentro de las excavaciones), con cajas de inspección en intervalos
regulares.

1.6.1 Tipos de Sistemas de Distribución

Existen tres tipos de sistemas básicos de distribución, los cuales son:

- Sistema radial
- Sistema anillo
- Sistema en malla o mallado

Sistema Radial

Un sistema radial es aquel que tiene un simple camino sin regreso sobre el cual pasa la
corriente, parte desde una subestación y se distribuye por forma de “rama”, es decir cuenta con
una trayectoria entre la fuente y la carga, proporcionando el servicio de energía eléctrica.

50
Este tipo de sistema de distribución tiene como característica básica que está conectado a un
sólo juego de barras. Existen diferentes tipos de arreglo sobre este sistema y la elección del
arreglo está sujeta a las condiciones de la zona, demanda, confiabilidad de continuidad en el
suministro de energía, costo económico y perspectiva a largo plazo.

Es el más simple y el más económico debido a que es el arreglo que utiliza menor cantidad de
equipo, sin embargo, tiene varias desventajas por su forma de operar:

- El mantenimiento de los interruptores se complica debido a que hay que dejar fuera
parte de la red.
- Son los menos confiables ya que una falla sobre el alimentador primario principal afecta
a la carga.

Este tipo de sistemas es instalado de manera aérea y/o subterránea.

Sistemas radiales aéreos

Los sistemas de distribución radiales aéreos se usan generalmente en las zonas urbanas,
suburbanas y en las zonas rurales.

Los alimentadores primarios que parten de la subestación de distribución están constituidos por
líneas aéreas sobre postes y alimentan los transformadores de distribución, que están también
montados sobre postes. En regiones rurales, donde la densidad de carga es baja, se utiliza el
sistema radial puro. En regiones urbanas, con mayor densidad de carga se utiliza también el
sistema radial, sin embargo, presenta puntos de interconexión los cuales están abiertos, en caso
de emergencia, se cierra para permitir pasar parte de la carga de un alimentador a otro, para
que en caso de falla se pueda seccionar esta y mantener su operación al resto mientras se
efectúa la reparación.

La principal razón de ser de los sistemas radiales aéreos radica en su diseño de pocos
componentes, y por ende su bajo costo de instalación, aunque puede llegar a tener problemas
de continuidad de servicio.

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Sistemas radiales subterráneos

La necesidad de líneas subterráneas en un área en particular es dictaminada por las condiciones


locales. La elección del tipo de sistema depende sobre todo de la clase de servicio que se
ofrecerá a los consumidores en relación al costo.

Los sistemas de distribución radiales subterráneos se usan en zonas urbanas de densidad de


carga media y alta donde circulen líneas eléctricas con un importante número de circuitos dando
así una mayor confiabilidad que si se cablearan de manera abierta.

Los sistemas de distribución subterráneos están menos expuestos a fallas que los aéreos, pero
cuando se produce una falla es más difícil localizarla y su reparación lleva más tiempo. Por esta
razón, para evitar interrupciones prolongadas y proporcionar flexibilidad a la operación, en el
caso de los sistemas radiales subterráneos se colocan seccionadores para permitir pasar la carga
de un alimentador primario a otro. También se instalan seccionadores para poder conectar los
circuitos secundarios, para que en caso de falla o de desconexión de un transformador, se
puedan conectar sus circuitos secundarios a un transformador contiguo.

Sistema Anillo

Es aquel que cuenta con más de una trayectoria entre la fuente o fuentes y la carga para
proporcionar el servicio de energía eléctrica.

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Este sistema comienza en la estación central o subestación y hace un “ciclo” completo por el
área a abastecer y regresa al punto de donde partió. Lo cual provoca que el área sea abastecida
de ambos extremos, permitiendo aislar ciertas secciones en caso de alguna falla.

Este sistema es más utilizado para abastecer grandes masas de carga, desde pequeñas plantas
industriales, medianas o grandes construcciones comerciales donde es de gran importancia la
continuidad en el servicio.

Cualquier variante del sistema en anillo, normalmente provee de dos caminos de alimentación a
los transformadores de distribución o subestaciones secundarias. En general, la continuidad del
servicio y la regulación de tensión que ofrece este sistema son mejor que la que nos da el
sistema radial. La variación en la calidad del servicio que ofrecen ambos sistemas, depende de
las formas particulares en que se comparen.

Regularmente, el sistema anillo tiene un costo inicial mayor y puede tener más problemas de
crecimiento que el sistema radial, particularmente en las formas utilizadas para abastecer
grandes cargas. Esto es principalmente porque dos circuitos deben ponerse en marcha por cada
nueva subestación secundaria, para conectarla dentro del anillo. El añadir nuevas subestaciones
en el alimentador del anillo obliga a instalar equipos que se puedan anidar en el mismo.

Las ventajas en operación de este sistema son:

- Más confiables ya que cada carga en teoría se puede alimentar por dos trayectorias.
- Permiten la continuidad de servicio, aunque no exista el servicio en algún transformador.
- Al salir de servicio cualquier circuito por motivo de una falla, se abren los dos interruptores
adyacentes, se cierran los interruptores de enlace y queda restablecido el servicio
instantáneamente. Si falla un transformador o una línea, la carga se pasa al otro
transformador o línea o se reparte entre los dos adyacentes.
- Si el mantenimiento se efectúa en uno de los interruptores normalmente cerrados, al
dejarlo desenergizado, el alimentador respectivo se transfiere al circuito vecino, previo
cierre automático del interruptor de amarre.

Sistema Red o Malla

Este sistema provee una mayor confiabilidad en el servicio que las formas de distribución radial
o en anillo ya que se le da alimentación al sistema desde dos plantas y le permite alimentar de
cualquier planta de poder a cualquier subestación de distribución a la potencia (carga).

53
Este sistema es utilizado donde la energía eléctrica tiene que estar presente sin interrupciones,
debido a que una falta de continuidad en un periodo de tiempo prolongado tendría grandes
consecuencias.

1.7 Subestaciones Eléctricas

Una subestación eléctrica es un conjunto de dispositivos eléctricos que forman parte de un


sistema eléctrico de potencia y se encarga de transformar tensiones y derivar circuitos de
potencia, pudiendo ser de corriente alterna (A.C.) y de corriente directa (C.D.).

Está constituida por un conjunto de equipos que cumplen la función de unir eléctricamente
varios circuitos proporcionando funciones de maniobra, protección y supervisión necesarias
para la operación segura y confiable de un Sistema Eléctrico.

Las subestaciones cumplen tres funciones principales: son los nudos de interconexión de todas
las líneas entre sí, son los puntos de transformación desde donde se alimentan las redes de
distribución que llegan hasta el consumo los centros donde se instalan los equipos de medida,
protección, corte y maniobra del sistema.

Pueden clasificarse de acuerdo con el tipo de función que desarrollan en:

a) Subestaciones de transformación de tensión: puede ser subestación elevadora y/o


subestación reductora, en estas, es necesaria la presencia de uno o varios transformadores.
b) Subestaciones de maniobra o seccionadoras de circuito: destinada a la interconexión de dos
o más circuitos.
c) Subestaciones mixtas (mezcla de las anteriores): de transformación/maniobra, destinada a
la transformación de tensión y a la conexión entre circuitos del mismo nivel.
d) Subestaciones de rectificación: destinada a alimentar una red de corriente continua
(subestación de tracción).

También pueden clasificarse en subestaciones de:

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- Generación: Su función es elevar los niveles de tensión para transmitir la energía en forma
más eficiente.
- Transmisión: Permiten unir circuitos de tal forma que se aumente la confiabilidad del SEP.
Ante una falla en un circuito cualquiera, se aísla solo la porción pequeña de la red.
- Distribución: Su función es reducir la tensión de las redes de alta tensión a otros niveles para
distribuir.

Asimismo, pueden agruparse de acuerdo con la potencia y tensión que operan en:

a) Subestaciones de transmisión. Son las que operan con tensiones comprendidas entre
230 kV, 500 kV, 765 kV y mayores.
b) Subestaciones de subtransmisión. Operan con tensiones desde 69 kV hasta 230 kV
c) Subestaciones de distribución primaria. Operan desde 4.16 kV hasta 34.5 kV
d) Subestaciones de distribución secundaria. Operan con tensiones menores a 34,5 kV

La localización de una subestación eléctrica depende o se deriva de un estudio de planificación,


a partir del cual se localiza, con la mayor aproximación, el centro de carga de la región que se
necesita alimentar.

Muchos factores influyen para la correcta selección del tipo de subestación para una aplicación
dada. El tipo de subestación más apropiado depende de factores tales como el nivel del voltaje,
capacidad de carga, consideraciones ambientales, limitaciones de espacio en el terreno y
necesidades de derecho de vía de la línea de transmisión

En el planeamiento de sistemas de transmisión, es esencial que los circuitos puedan ser


mallados fácilmente. Los objetivos en la localización y disposición física de subestaciones son:

- Facilidad de mantenimiento. Para esto normalmente se requiere una sección separada


por circuito, guardándose distancias adecuadas entre secciones adyacentes
- Facilidad de recambio de equipos y circuitos. Esto implica flexibilidad de operación
dentro de límites razonables de costo y por otra parte cierta redundancia de equipo.
- Posibilidad de futuras expansiones. Esto significa lugares físicos disponibles para
extensiones de circuitos de llegada y/o salida para incrementar la capacidad de
transformación y la extensión de barras colectoras.

Al ser las subestaciones tan importantes, se debe analizar la confiabilidad que se tiene al brindar
el servicio, así como la importancia de la subestación en el sistema, de aquí nacen las distintas
configuraciones de barras de la instalación en donde se plantea en un diagrama unifilar la
filosofía de funcionamiento de la subestación. Dependiendo de la función que desempeñan las
subestaciones se pueden clasificar en:

- Subestaciones de centrales eléctricas: elevan la tensión de generación con valores


típicos entre los 5 kV y los 35 kV a niveles que rondan los 69 kV, 115 kV, 138 kV, 230 kV,
etc. dependiendo del volumen de la energía a transportar en líneas de transmisión para
disminuir las perdidas por efecto Joule ya que al elevar el voltaje disminuye la corriente.
- Subestaciones receptoras primarias: recibe directamente una línea de transmisión y
bajan el nivel de voltaje a niveles de 115 kV y 138 kV típicamente para subtransmisión y
hasta 69 kV y 34.5 kV para distribución.

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- Subestaciones receptoras secundarias: reciben líneas de subtransmision para alimentar
líneas de distribución a niveles típicos de 34.5 kV, 24,9 y 10 kV.

El arreglo de las barras colectoras va a definir la distribución de los componentes de la


subestación que van a realizar la función deseada teniendo en cuenta el espacio físico donde se
hará la construcción

Principales equipos de una subestación eléctrica

En una subestación eléctrica se encuentran muchos dispositivos, los cuales cumplen funciones
distintas como los siguientes:

Transformador de potencia: Es el elemento más importante ya que se encarga de elevar o


disminuir los niveles de tensión.

Figura 1.17 Transformador de potencia sumergido en aceite

La transformación se realiza electromagnéticamente por medio de dos juegos de bobinas (de


alta y baja tensión) arrolladas en torno a un núcleo ferromagnético y todo ello sumergido en una
cuba de aceite que garantiza un mejor aislamiento de los conductores. Son equipos
voluminosos, costosos y pesados, de muy alto rendimiento, que presentan una tasa de falla muy
reducida. Estas máquinas presentan un pequeño porcentaje de pérdidas por lo que la potencia
que entra a la maquina es mayor a la que sale.

Interruptores: Son de suma importancia en la subestación ya que deben operar para la


desconexión de carga, para la interrupción de corrientes de falla, para cierre con corrientes de
falla, etc. Los interruptores constan de muchos elementos como los aisladores terminales donde
generalmente se encuentran los transformadores de corriente (TC), válvulas para el llenado,
descarga y muestreo del fluido aislante de los dispositivos, conectores a tierra, placa de datos, el
gabinete que es donde están los dispositivos mecánicos como el compresor, resortes, bobinas
de disparo y los equipos de control, protección y medición.

La maniobra puede ser local o remota, por sí solo no puede operar, sobre el actúan por medio
de un conjunto de entradas y salidas, las unidades de control y protección. Debido a que operan
bajo carga necesitan una cámara de extinción de arco eléctrico, siendo los medios de extinción
de arco más utilizados, el aceite y el SF6 (hexafloruro de azufre) soplado a alta presión.

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Seccionadores: Son usados para maniobra sin carga en la subestación. Poseen una capacidad de
interrupción del arco eléctrico casi nula, por lo que se podrían destruir de inmediato con una
falla por arco eléctrico.

Su aplicación típica es ubicarlas a ambos lados del interruptor para aislarlo, una vez que el
interruptor este abierto. Su accionamiento puede ser manual o motorizado.

Los tipos de seccionadores son:

- Seccionado de línea: se usa para aislar la línea de transmisión de los interruptores para
que de esta manera no haya presencia de tensión en la línea
- Seccionador de barra: se ubica entre la barra y el interruptor de barra, aísla
eléctricamente el interruptor de la barra.
- Seccionador de puesta a tierra: se encuentran únicamente en módulos de línea y
generalmente forma parte del seccionador de línea. Su función es no permitir que la
línea tenga presencia de tensión por inducción una vez que está aislada.

Transformadores de potencial y transformador de corriente (TC y TP): Los transformadores de


instrumentos son dispositivos electromagnéticos que reducen a escala las magnitudes de
tensión y corriente que se utilizan para la protección y medición de los circuitos de una
subestación, ya que los aparatos que realizan éstas funciones no están diseñados para soportar
grandes tensiones y corrientes.

El Transformador de potencial (TP): reduce la tensión de la línea del orden de los kV a niveles
bajos de tensión para alimentar equipos de control y medición este nivel de tensión es
generalmente 120 V. Hay dos tipos de TP los inductivos y los capacitivos, los del tipo inductivo
responden rápidamente a cambios de tensión, esta característica lo hace ideal para ser utilizado
en esquemas de protección. El del tipo capacitivo es apto para tele protección debido a que
permite filtrar y sintonizar determinadas frecuencias, este tipo de TP no es el adecuado para el
esquema de protección debido a que no detecta rápidamente los cambios de tensión

Los parámetros más importantes de los TP son:

- Tensión primaria: se usa el voltaje estándar inmediato superior a la línea en que se


conectara
- Tensión secundaria: generalmente es de 120 V
- Carga: es la cantidad de dispositivos conectados al TP para ser alimentados por baja tensión
- Precisión
01% para aparatos de medición y calibraciones de laboratorio
02 a 03% mediciones de laboratorio. Vatímetros y wathorimetros
05 a 0.6% wathorimetros de facturación en suministros industriales y distribución
1.2% boninas de potencial de aparatos de medición, indicadores o registradores
3 a 5% bobinas de relevadores de tensión, frecuencímetros y sincroscopios

Transformadores de corriente (TC): transforma niveles de corriente a valores pequeños para


alimentar equipos de medición y control, generalmente el valor para alimentar estos equipos es
de 5A. Se da un pequeño desfase entre la corriente del primario con respecto a la del

57
secundario. Se caracteriza por tener una tensión variable, la carga del secundario aumenta
cuando aumenta la impedancia en el circuito secundario (mayor cantidad de equipos)

Hay varios tipos:

- TC para medición: la precisión para estos efectos debe estar garantizada desde el 10%
de la corriente nominal hasta un 120% del valor de la misma, esto debido a que se
deben saturar para valores altos de corriente para proteger a los equipos.
- TC para protección: Deben tener precisión de hasta 20 veces la corriente nominal, esto
debido a que debe operar bajo falla (no debe saturarse en niveles altos de corriente)
- TC para protección y medición: el diseño es una combinación de los TC para protección y
medición, los núcleos son de alta precisión en cuanto a los niveles de saturación.

Algunas características importantes son:

- Corriente primaria: las corrientes del circuito primario utilizadas son la superior a la
corriente circulante en este circuito
- Carga en el secundario: suma de la impedancia total en el secundario que será la suma
de los dispositivos alimentadores
- Precisión:
0.1% para medición y calibraciones en laboratorio
02 a 0.3% para laboratorio y wathorimetros de alimentadores de potencia
05 a 0.6% wathorimetros de facturación en circuitos de distribución es industrias
1.2% bobinas de corriente de los aparatos de medición, indicadores, registradores y
relevadores de protección diferencial, de impedancia y de distancia
3 a 5% alimentación a las protecciones contra sobrecorriente

Bancos de Capacitores: Los capacitores instalados en grupos son llamados bancos y se instalan
en los sistemas eléctricos para suministrar potencia reactiva y mejorar el bajo factor de
potencia, logrando con esto reducir el flujo de potencia reactiva en líneas y equipos y con ello
incrementar la capacidad de carga en los transformadores, líneas y generadores; así como la de
regular la tensión de suministro.

1.8 Planificación de la Expansión y Operación de los Sistemas Eléctricos

La energía es considerada un derecho fundamental (derecho humano) y como tal es una


exigencia que debe ser satisfecha, asimismo, se tiene que los recursos naturales,
particularmente los energéticos de un país, son propiedad inalienable e imprescriptible, estos
aspectos sin duda, marcan el norte para que la planificación energética se constituya en una
actividad de gran importancia en el mundo entero.

En lo que se refiere al sector eléctrico, se conoce que la electricidad es muy importante para la
economía de un país porque algunos de sus índices se utilizan para expresar la situación
económica (consumo o producción de electricidad per cápita), por consiguiente, la planificación
del sector eléctrico tiene gran importancia puesto que dependiendo de las decisiones que se
tomen, se afectaran grandes recursos naturales con posibles riesgos económicos para la
sociedad. Además, se tiene especificidades adicionales como son las dificultades técnicas y los

58
altos costos de almacenamiento de energía eléctrica, que determinan la estructura de la
producción y logística para la atención de la demanda instantánea.

En el sector eléctrico, la planificación es esencial en función de los aspectos siguientes:

- Base hidroeléctrica
- Elevada intensidad de capital
- Larga maduración de las inversiones
- Grandes interconexiones
- Grandes incertidumbres (hidrológicas, crecimiento de la demanda, etc.)

La planificación de los sistemas eléctricos busca determinar políticas y definir estrategias para la
ampliación de los sistemas eléctricos de generación, transmisión y distribución incurriendo en
costos mínimos y que atiendan el crecimiento de la demanda de energía eléctrica en
condiciones técnicas, económicas, medioambientales y políticas dadas.

La planificación de la generación y de la transmisión se realiza generalmente de manera unida


(problemas a resolver de largo plazo), en tanto que la planificación de la distribución se realiza
en forma independiente del sistema de generación y transmisión (problemas de corto plazo).
Las actividades consideran un gran número y diversidad de alternativas y el trabajo numérico
que implica evaluar en profundidad, estas características han motivado el desarrollo de modelos
matemáticos y algoritmos computacionales capaces de resolver problemas complejos de
planificación en sistemas eléctricos.

El objetivo de un modelo de optimización para la planificación de la expansión de la generación


y transmisión de un sistema eléctrico, es determinar un programa de instalación de centrales de
generación y líneas de transmisión que conduzcan a que el costo de inversión más el costo
esperado de operación, dado un cierto nivel de confiabilidad del sistema eléctrico, sea el
mínimo. Dicho de otra manera, estos modelos deben determinar:

a) El tipo de centrales generadoras que se deben instalar


b) El tamaño de las centrales
c) La ubicación de estas nuevas plantas
d) La fecha de puesta en servicio de estas nuevas centrales
e) Las líneas de transmisión que deberán será ampliadas dentro del sistema eléctrico
f) La fecha de puesta en servicio de las alternativas de expansión de transmisión

La planificación de los sistemas eléctricos debe estar en base a una política energética, que
básicamente debe sustentarse en los siguientes requisitos:

- Seguridad en el Suministro (Sostenibilidad Técnica)


- Competitividad de precios (Sostenibilidad Económica)
- Protección al Medio Ambiente (Sostenibilidad Ambiental)

Debe implementarse un mix de las fuentes de energía disponibles para optimizar en cada
momento el sistema eléctrico, en el caso boliviano la mezcla estaría referida a la fuente hídrica,
térmica a gas natural y las renovables como la eólica y solar.

59
La planificación de sistemas eléctricos es un problema bastante complejo y es común en la
práctica dividir en horizontes temporales (por ejemplo, corto, mediano y largo plazo) en función
de las decisiones a ser tomadas en los diferentes grados de requerimiento de la información
disponible. Cuanto más largo es el horizonte de análisis, mas incertezas están presentes que
requieren ser modeladas, en compensación, menor es el grado de detalle en el modelaje del
sistema. Por otro lado, cuanto menor es el horizonte temporal, muchas incertezas ya fueron
superadas, implicando la posibilidad de simplificar el modelaje, en compensación, hay
oportunidad de detallar la representación del sistema en análisis.

Plazo Objetivo

Muy largo mayor a 50 años Orientar inversiones en desarrollos tecnológicos

Largo 20 a 40 años Desarrollo del parque generador, uso de combustibles, etc.

Largo 15 a 20 años Planificación de la expansión del parque generador, sistema de


transporte en AT y MAT

Mediano 10 a 15 años Planificación de la expansión del sistema de subtransmisión y


distribución en MT

Corto 02 a 10 años Planificación de la expansión del sistema de distribución en BT

1.8.1 La Planificación del Sector Eléctrico Boliviano

A lo largo de la historia, el desarrollo del sistema eléctrico boliviano y por tanto las inversiones
requeridas estaban en gran medida a cargo del Estado, por lo que la solución del problema
energético recaía en el aprovechamiento óptimo de los recursos del país.

Con la promulgación de la Ley de Electricidad (Ley Nº 1604) y sus Reglamentos el año 1995, los
cambios en el sector eléctrico fueron estructurales y se asignó al sector privado la
responsabilidad de desarrollar y operar, a través de las inversiones que sean necesarias en
generación y transmisión, el Sistema Interconectado Nacional (SIN).

Este nuevo escenario con características competitivas, el sector privado se convirtió en el


principal protagonista del desarrollo económico nacional y con ello se modificaron las formas y
metodologías de planificación en el sector eléctrico en general.

Es decir, en este panorama la solución al problema energético es una solución de mercado,


donde los inversionistas privados deciden sus inversiones en función de su rentabilidad más que
por el costo mínimo para el sistema eléctrico en general.

Si bien las inversiones estuvieron a cargo del sector privado, en definitiva, son los consumidores
quienes pagan dichas inversiones a través de los precios de mercado que hacen rentables los
proyectos de inversión. Por esta razón corresponde al Estado velar por el aprovechamiento
óptimo de los recursos del país, de tal manera que se garantice el abastecimiento de la demanda
en las condiciones de calidad estipuladas y lo más importante con un mínimo costo. Bajo este

60
panorama, el Estado debe brindar las señales económicas tendientes a orientar el mercado
hacia el desarrollo del mínimo costo.

El Ministerio del ramo a través de la secretaria correspondiente elaboraba un Plan Referencial


de expansión para el Sistema Interconectado Nacional (SIN), que era un programa de costo
mínimo de obras y proyectos de Generación y Transmisión, necesarios para cubrir el crecimiento
decenal de la demanda de electricidad, que incluía los proyectos disponibles
independientemente de quien los hubiese propuesto.

Sin embargo, a partir del año 2008 en el país se introducen cambios tendientes a reformar el
sector eléctrico porque ingresa como actor principal el Estado a través de la Empresa Nacional
de Electricidad (ENDE) y la actividad de Planificación vuelve a tener una importancia significativa
en la política energética.

De esta manera, se asigna la tarea de planificar la expansión del Sistema Interconectado


Nacional (SIN) al Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) y fruto del mismo, este elabora
planes de expansión como el “Plan Optimo de Expansión del Sistema Interconectado Nacional
para periodos decenales” que contempla adiciones de oferta de generación y líneas de
transmisión para cubrir la demanda creciente del país.

En el caso de la actividad de distribución, cada operador elabora la planificación de la expansión


de su sistema eléctrico cada cuatro años con el objetivo de reconocimiento de tarifas a ser
aplicadas al usuario final, siempre con el objetivo de abastecer la demanda en su zona de
operación y áreas de influencia.

En este entendido, los resultados de los estudios de planificación de la distribución, se plasman


en programas de inversión para cuatro años, y son de cumplimiento obligatorio que son
controlados y fiscalizados por el Ente Regulador, cuidando siempre que sean ejecutadas al
mínimo costo.

1.8.2 Operación del Sistema Eléctrico

El operador del sistema eléctrico es el ente encargado de coordinar la producción de las


centrales generadoras con la demanda o carga requerida, que viene a ser la suma del consumo
total de los consumidores a cada momento en cada nodo o barra del sistema, para mantener
estable el sistema de transmisión. Entre las funciones principales realizadas por los operadores
del sistema están: 1) observar la evolución de la carga requerida a través de diferentes
indicadores en un centro de control, ordenando a las empresas generadoras que inicien o
detengan la producción; 2) planificar el despacho de carga por adelantado (predespacho) para
que las empresas generadoras estén preparadas para producir y 3) corregir las cantidades
suministradas por las empresas generadoras en el momento de la ejecución del despacho
dependiendo de las eventualidades que pudieran surgir, como por ejemplo una demanda mayor
a la prevista, la salida de centrales o de líneas de transmisión.

Para cumplir sus funciones, el operador del sistema debe mantener centrales que no estén
operando pero que tengan disponibilidad para hacerlo dentro de los límites de tiempo
requeridos por el sistema. Los servicios provistos por estas unidades se conocen como “servicios

61
complementarios” (ancillary services) por ser requeridos para garantizar la confiabilidad del
suministro de electricidad. Los principales servicios complementarios son:

o balance y regulación de la frecuencia, la cual se puede desestabilizar debido a las


diferencias entre la producción y el consumo en tiempo real
o estabilidad de tensión o voltaje, que hace necesaria la venta de energía reactiva para
estabilizar el sistema
o arranque en negro (black start), que se refiere a las unidades que pueden iniciar
operaciones cuando el resto del sistema no funciona y que permiten recuperar el sistema
cuando este ha colapsado.

Estos servicios tienen el carácter de bien público, por lo que su provisión privada mediante
competencia en el mercado puede no ser eficiente económicamente. Por ello, la demanda de
estos servicios suele centralizarse en el operador del sistema, el cual los requiere ex ante entre
los generadores dispuestos a brindarlos dentro de un denominado “mercado de servicios
complementarios”. Los costos de estos servicios suelen prorratearse entre todos los
generadores del sistema con diferentes criterios.

En algunos países se ha dividido la operación económica y técnica en dos entidades: el operador


del mercado (power exchange, px) y el operador independiente del sistema (independent
system operator, iso). En el caso boliviano, la operación económica y técnica está a cargo de una
sola organización que es el Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC).

El operador del mercado suele ser una entidad sin fines de lucro, encargada de atender las
diferentes demandas a precios de mercado y abierta a todos los compradores y todos los
ofertantes del sistema. Su principal función es administrar los mercados anticipados (ahead
markets) de día previo y de hora previa, creados para promover el compromiso de las unidades
(unit commitment) de generación, es decir, que estén listas para operar, y permitir un mejor
manejo de los riesgos de precios.

Por otra parte, el operador del sistema tiene como funciones manejar el sistema en tiempo real
—o sea, en el momento de realizar el despacho—, coordinar que todos los generadores
cumplan con sus programas de despacho y determinar los ajustes relevantes por congestión. A
su vez, debe comprar y proveer servicios complementarios cuando estos son requeridos.

1.8.3 Despacho de Carga

En un sistema eléctrico de potencia como en cualquier sistema, siempre se busca el mejor


rendimiento económico a la inversión realizada y llevar la gestión económica de un sistema
eléctrico de potencia es complejo porque intervienen aspectos de orden financiero, tarifario,
social, empresarial, medioambiental, operacional y en algunos casos hasta políticos. Además, la
gestión debe realizarse considerando los marcos regulatorios de cada país porque estos
condicionan las actuaciones y medidas que se toman en cuanto al despacho de carga a realizar.

El Despacho de Carga es la forma en que se programa el funcionamiento de las plantas


generadoras para abastecer la demanda del sistema eléctrico en un momento determinado, de
tal manera que se obtenga el costo mínimo de operación, respetando las restricciones técnicas
de confiabilidad y calidad del suministro.

62
La operación del sistema se realiza buscando la eficiencia económica de manera de minimizar el
costo del servicio y asegurar un nivel mínimo de calidad. La eficiencia de un sistema eléctrico
está determinada por:

- Despacho económico, que se refiere a las condiciones de producción de la electricidad


- Perdidas en la red, que se refieren a las pérdidas que ocurren en el transporte y
distribución de la electricidad.

El despacho económico busca minimizar el costo de producción de cada unidad de energía


producida y distribuida, lo que implica también tener un precio final para el consumidor final.
Los costos de generación de electricidad se conforman de dos partes: los costos fijos o de
inversión y los costos de operación, el despacho de carga busca optimizar estos últimos.

Los costos fijos son: intereses, retorno de las inversiones, impuestos, seguros y costos fijos de
operación y mantenimiento

Los costos de operación son: Costos de combustible y costos variables de operación y


mantenimiento.

El Despacho de carga debe considerar como demanda a cubrir la correspondiente a los


Consumidores (Distribuidores y Grandes Industrias) y como oferta a los Generadores. Los
resultados del Despacho son útiles para:

- Ventas de Electricidad
- Presupuesto de Combustibles
- Programación de Mantenimiento de Unidades de Generación
- Determinar niveles de reserva
- Establecer la coordinación Hidrotérmica

En el caso de Bolivia, es el Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) el responsable de


realizar la operación del Sistema Interconectado Nacional (SIN), coordinando de forma integrada
la operación de las instalaciones de generación y transmisión con el despacho de carga en
tiempo real, atendiendo la demanda horaria en forma segura, confiable y a costo mínimo. El
CNDC está organizado en un Comité de Representantes y el Órgano Técnico Administrativo que
funciona bajo la responsabilidad ejecutiva del Presidente del CNDC.

El Comité de Representantes, está compuesto por: El Presidente que es nominado por el


Ministerio de Hidrocarburos y Energías, un representante de las empresas generadoras, un
representante de las empresas transmisoras, un representante de las empresas distribuidoras y
un representante de los consumidores no regulados.

1.8.4 Reservas en Sistemas de Generación

La energía eléctrica a diferencia de otros bienes, presenta algunas singularidades que es


necesario tener presente y que actúan como condicionantes en el momento de su utilización.

63
El condicionante más importante es posible que sea, el hecho que la energía eléctrica no puede
almacenarse, salvo que se la someta a un proceso de conversión a otra forma de energía, por
ejemplo, la energía potencial en centrales hidroeléctricas de bombeo. Es por ello que la energía
debe ser generada en el mismo instante en que es demandada por los consumidores o carga.

Las maquinas generadoras tienen un índice de indisponibilidad para el sistema eléctrico, por
mantenimiento programado, por mantenimiento correctivo o por falta de combustible o agua
del rio (para el caso de centrales hidroeléctricas). Cualquiera sea la fuente de generación, las
maquinas pueden salir de servicio durante la operación diaria por fallas intempestivas.

Es por ello que para la gestión de un sistema eléctrico de potencia sea confiable, seguro y para
mantener los más elevados estándares de calidad de servicio, se deben tener presentes estas
indisponibilidades de las maquinas generadoras y el sistema deberá contar con reservas
suficientes en generación, transmisión y distribución para garantizar el normal abastecimiento
de la demanda y la calidad de servicio.

La reserva del sistema puede considerarse como el conjunto de equipos de generación a los que
puede recurrirse ante cualquier falla o situación de emergencia. Estos representan un excedente
respecto de los equipos que están en funcionamiento para poder alimentar la curva de carga
diaria. La inversión en los componentes de la reserva puede ser importante dependiendo de la
magnitud del sistema. La reserva toma en cuenta situaciones de contingencia imprevistas en la
planificación de la operación del sistema, que deberán ser resueltas para poder salir del estado
de emergencia y retornar al estado de operación normal. Las variaciones de carga, que no han
sido tenidas en cuenta en la programación estacional (debidas a factores fortuitos), deberán ser
absorbidas por las maquinas que están cumpliendo la función de regulación de carga.

En generación, hay dos tipos de reservas, las de corto plazo y las de mediano plazo, las primeras
están asociadas con la operación diaria de un sistema de potencia y las segundas con la
operación anual del parque generador del sistema siendo ambas requeridas por calidad y
seguridad del servicio.

Desde el punto de vista de la planificación de la expansión del sistema eléctrico, la reserva


puede plantearse como un sobredimensionamiento del sistema y no deberá ser un porcentaje
muy alto debido a que representa capital invertido con baja tasa de retorno. Se establece que
una reserva aceptable es de un valor del 20 al 30 % de la potencia total instalada.

a) Reserva rotante

La reserva rotante representa el conjunto de medios que deben estar en funcionamiento y listos
para suplir la salida de servicio de un generador o equipo que esta despachado o incluido en la
alimentación de la carga. Este tipo de reserva, se denomina también caliente porque se asocia a
la disponibilidad instantánea que deberá presentar la reserva, dada las condiciones de exigencia
del sistema.

Se establece que la magnitud de esta reserva deberá ser igual o mayor a la maquina más grande
del sistema, pensando lógicamente en una salida de servicio de esta. Este margen de reserva
puede lograrse, suponiendo que gran parte del parque generador, trabaja a un porcentaje
menor que la potencia nominal, alrededor del 80 % que es un valor para el cual los distintos

64
tipos de máquinas tienen un alto rendimiento. Por lo tanto, con el restante 20% se puede
configurar la reserva caliente. Las maquinas, al absorber 20% de carga pasan a trabajar al 100%,
durando este estado hasta que entren en paralelo las maquinas que componen la reserva fría.

Para poder definir con exactitud el valor de la reserva caliente, se deberán tener en cuenta las
características propias del sistema, de la carga y del parque generador (antigüedad y la
diversidad de las centrales).

b) Reserva fría

La reserva fría es el conjunto de medios que debe disponerse para asegurar el suministro de la
carga en condiciones de emergencia o que no se han podido tener en cuenta durante la
programación estacional y cuando la reserva caliente ha sido utilizada. Este tipo de reserva,
también se establece para poder suplir las paradas de máquinas previstas o las imprevistas
producidas por casos fortuitos.

La magnitud de esta reserva dependerá principalmente de las características del parque de


generación que se disponga, aumentando considerablemente si las maquinas térmicas tienen
una antigüedad mayor a los 30 años. Es indudable que la experiencia en la operación del sistema
establecerá criterios claros en la asignación de la magnitud de reserva.

En la actualidad la reserva fría, se puede asociar con los contratos de “potencia puesta a
disposición” de los generadores con el Operador del Sistema (Comité Nacional de Despacho de
Carga, en el caso de Bolivia), donde se les remunera para que tengan disponible su potencia
para entrar en servicio cuando lo disponga la administración del sistema.

Es común asociar las máquinas de reserva fría con las de punta (turbinas de gas) porque se
piensa en su rápida puesta en marcha (10 minutos), pero esto no es correcto ya que el despacho
de las unidades generadoras se conoce de antemano conjuntamente con la información día a
día de todas las maquinas que participaran de la curva de carga diaria.

Por lo tanto, se puede pensar para abastecer el pico, en utilizar máquinas de rápida puesta en
marcha (a pesar de los costos mayores), con un intervalo de funcionamiento reducido. En
cambio, cuando se establece la reserva fría, se utilizarán máquinas de cualquier tipo,
principalmente la de menor costo operativo, debido a que se dispone de tiempo para su puesta
en marcha y el tiempo de funcionamiento puede ser prolongado. Por último, no puede ser tan
viable utilizar en reserva una central nuclear, debido a que su puesta en marcha desde arranque
a plena potencia puede demorar más de una semana, no pudiéndose operar a carga parcial
(central típica de base).

1.8.5 Frecuencia en un Sistema Eléctrico

La frecuencia de un sistema eléctrico está estrechamente relacionada con el equilibrio entre


generación y carga. En régimen permanente todos los generadores síncronos de una red
eléctrica funcionan en sincronismo, es decir, la frecuencia de giro de cualquiera de ellos
multiplicada por el número de pares de polos es precisamente la frecuencia eléctrica del sistema
(50 o 60 Hz). Mientras persiste el régimen permanente, el par acelerante aplicado por cada
turbina sobre cada generador síncrono es igual, descontando las perdidas, al par

65
electromagnético que tiende a frenar la máquina. Si en un momento dado aumenta la carga, es
decir la potencia eléctrica demandada en el sistema, entonces aumenta el par electromagnético
en los generadores, estos comienzan a frenarse, y la frecuencia eléctrica disminuye
progresivamente.

La frecuencia de la onda de tensión debe permanecer dentro de unos lımites estrictos para que
el suministro eléctrico se realice en condiciones de calidad aceptables. Variaciones de la
frecuencia alejadas del valor nominal pueden provocar el mal funcionamiento de diversos
equipos industriales o domésticos. Por ejemplo, algunos motores pueden verse forzados a girar
a velocidades distintas de aquella para la que fueron diseñados, y relojes y automatismos que
miden el tiempo en función de la frecuencia de alimentación pueden adelantar o atrasar.

Los sistemas eléctricos de potencia se han desarrollado en dos frecuencias, 50 ó 60 Hz. Siendo el
primer valor utilizado en Europa y algunos países como Bolivia, la frecuencia de 60 Hz es
utilizada en Estados Unidos y algunos países americanos entre los que están Brasil y México, por
ejemplo.

Determinar cuál es la mejor decisión es difícil, no obstante, hay razones técnicas y económicas a
considerar, los 60 Hz permiten velocidades máximas de 3600 r.p.m. en contraste con los 3000
r.p.m. de los 50 Hz.

El material para el hierro de los transformadores y motores en general es 10 ó 15% inferior con
60 Hz ya que a igualdad de tensión y mayor frecuencia podemos emplear menor densidad de
flujo y por ende secciones de núcleo menores, como puede verse del análisis de la siguiente
expresión:

E = 4.44 x k x ϕ x f

Si f se incrementa, podemos reducir en igual medida ϕ y si se mantiene la densidad de flujo B


constante, se puede reducir la sección del circuito magnético en igual proporción.

En cambio, si analizamos líneas de transmisión largas, menor frecuencia produce menor caída
inductiva y mayor capacitiva, produciendo un aumento en la capacidad de carga de la línea y
mejorando la regulación.

Xl = ω x L = 2 x π x f x L

Xc = 1 / ω x C = 1 / 2 x π x f x C

La transmisión en corriente continua se emplea también, pero bajo condiciones muy especiales,
como por ejemplo para pasar de 50 Hz a 60 Hz y a la inversa, ya que el costo de la inversión en
convertidores y rectificadores es muy elevado. Además, la generación y distribución es en
alterna, efectuándose solo la transmisión en corriente continua.

Regulación de frecuencia en el Sistema Interconectado Nacional

El control de frecuencia en los Sistemas Eléctricos de Potencia, es uno de los objetivos


primordiales de los Centros de Control. El control de frecuencia en un Sistema Interconectado

66
Nacional (SIN) se realiza de forma centralizada en el Centro de Control con el objeto de dar
seguimiento a la planificación de la operación que se realiza a diferentes horizontes de tiempo
(Corto, Mediano y Largo Plazo), de tal forma de optimizar y coordinar los diferentes recursos de
generación disponible, así como el uso de la red de transmisión.

Un sistema eléctrico se caracteriza por poseer un gran dinamismo, razón por la cual cuenta con
una serie de servicios complementarios que se encargan de arreglar situaciones no deseadas
que pongan en riesgo la correcta operación del sistema. En este sentido, la situación más
frecuente y que ocurre segundo a segundo es el desafío de que la generación esté siempre al
mismo nivel de la carga que suministra, la cual presenta perfiles similares en el tiempo pero está
determinada en su mayoría por un gran nivel de aleatoriedad, generando un nivel de carga difícil
de seguir con un respectivo nivel de generación, esto produce una diferencia entre ambos
niveles comúnmente conocida como desbalance que debe ser equilibrada por algún servicio
complementario.

La regulación de frecuencia busca, a través de mecanismos de control en la red y con capacidad


de generación lista para entrar en acción, responder en forma adecuada a las exigencias del
sistema y corregir así, las variaciones de frecuencias que surgen como producto de este
desbalance. Por lo tanto, la capacidad de regular esta frecuencia y mantenerla dentro de ciertos
límites otorga mayor seguridad, rigidez y control sobre la operación del sistema, siendo un
factor clave a considerar para las empresas de transmisión y de distribución, ya que deben
cumplir con ciertos requisitos de calidad de servicio.

La regulación de frecuencia se puede dividir a nivel general en los siguientes tipos:

a) Regulación de frecuencia primaria: Es la más rápida en actuar ya que establece una


regulación automática de cada generador en su producción mediante cambios en su
velocidad con el fin de poder equilibrar las variaciones de carga. En un sistema de potencia,
todas las unidades poseen uno, por lo que todas las unidades deben ejercer regulación
primaria de frecuencia.
b) Regulación de frecuencia secundaria: Es la regulación suplementaria que se realiza en
forma centralizada en una o más unidades de una central, puedes ser automática o manual.
Esta regulación actúa a nivel de la zona de control donde se monitorea la frecuencia y flujo
de potencia respecto a los nodos vecinos
c) Regulación de frecuencia terciaria: Se establece a nivel más amplio en un sistema eléctrico,
distribuyendo las cargas de forma óptima tal que se asegure potencia en reserva que
permita actuar ante variaciones. Por ejemplo, ante escenarios donde exista déficit de
generación, es necesario que el sistema de potencia posea una línea de defensa
denominada Alivio de Carga por mínima frecuencia, para evitar que el sistema de potencia
opere a valores bajos de frecuencia o valores de desconexión de unidades generadoras por
sus protecciones de mínima frecuencia. También están los esquemas de desconexión
automática de generación por sobrefrecuencia que son esquemas especiales de protección
para evitar que los sistemas de potencia operen a valores altos de frecuencia.

1.9 Organización del Sector Eléctrico

La organización para planificar, operar y mantener los sistemas eléctricos en el tiempo ha ido
evolucionando, adaptándose a las condiciones impuestas por el desarrollo tecnológico y en

67
función a las teorías económicas predominantes en cada tiempo y lugar. Como se mencionó, las
primeras aplicaciones industriales de la electricidad fueron de carácter estrictamente local, con
un generador alimentando un conjunto cercano de cargas de iluminación. Así se fueron
desarrollando, por iniciativa privada o pública, normalmente municipal, numerosos sistemas
eléctricos aislados, fundamentalmente dedicados a la iluminación, urbana y posteriormente el
funcionamiento de motores eléctricos con diversas aplicaciones. El concepto de empresa
verticalmente integrada, es decir que genera, transporta, distribuye y comercializa la
electricidad, surgió de manera natural y así se ha mantenido en muchos países hasta que hubo
las reformas en esta industria. El enorme desarrollo del consumo eléctrico, las fuertes
economías de escala en la generación de electricidad y el aumento de la capacidad de
transmisión de las líneas a tensiones elevadas propiciaron el desarrollo de la red de transporte,
frecuentemente bajo tutela de los Estados, para conectar los sistemas aislados, dando lugar a
verdaderos sistemas nacionales.

Estas peculiaridades y la complejidad en la planificación, coordinación y operación de una red


eléctrica interconectada, llevaron a que en el pasado en la mayoría de países el sector eléctrico
fuera administrado y operado por un monopolio estatal verticalmente integrado. Estas
compañías tenían el control absoluto de todas las actividades desde la generación de la energía
hasta la distribución a los consumidores finales. Subsistía la idea de que era difícil coordinar la
generación y transmisión como empresas separadas, debido a que debía hacerse la operación
en forma integrada, además de planificarse en forma conjunta las inversiones en generación y
transmisión. Aunque los modelos verticalmente integrados funcionaron razonablemente bien
durante la mayor parte del siglo XX, siendo capaces de atender aumentos constantes y rápidos
de la demanda, también es cierto que la ausencia de competencia provocó una pérdida de
miedo al riesgo, generando muchas veces excesos de inversión en capacidad, malas decisiones
en la elección de tecnologías y fuentes primarias, politización de los procesos de inversión y
grandes dificultades en los procesos de regulación por la evidente asimetría de información.

En los años 80, producto del cuestionamiento generalizado sobre la eficiencia de los monopolios
estatales en las empresas de servicios públicos, el proceso de liberalización de la industria
eléctrica ocupó un lugar destacado en los programas político energético de muchos países. Con
el fin de atraer la inversión privada, promover la competencia y mejorar la eficiencia económica
del sector, en la mayoría de países pioneros en las reformas se propuso primero una
reestructuración del sector con varias medidas, entre ellas la separación de la industria eléctrica
en actividades diferenciadas (generación, transmisión, distribución y comercialización) y
promoción de la competencia donde este sea posible manteniéndose el Gobierno solo como
regulador y supervisor del sistema, principalmente en las actividades donde por su naturaleza
no se podía introducir competencia (transmisión y distribución).

Desde las primeras reformas realizadas en cada país, la discusión sobre como introducir
competencia y diseñar mercados con los mecanismos de regulación y supervisión apropiados,
constituye hasta hoy uno de los mayores desafíos de las teorías de regulación.

De acuerdo al modelo de mercado eléctrico existen variaciones sobre las formas de organizar los
intercambios físicos y comerciales. Sin embargo, los tipos de agentes participantes, las funciones
y necesidades que presentan los mercados eléctricos liberalizados son esencialmente las
mismas.

68
Las características especiales de la electricidad han motivado que su suministro se haya
considerado como un servicio público en la mayoría de los países, propiciando la intervención
del Estado para garantizar una calidad y precios razonables. Esta intervención en algunos casos
se ha concentrado en la nacionalización de la industria eléctrica, como ha sido el caso de la
mayor parte de los países europeos hasta los años noventa. En los casos restantes la
intervención ha consistido en imponer a las empresas la regulación típica de un monopolio,
fijando niveles obligatorios mínimos de calidad a cumplir, precios y tarifas que remuneren los
costos incurridos incluyendo una rentabilidad razonable del capital invertido.

A inicios de los años noventa una nueva visión de organización puso en tela de juicio la
estructura de integración vertical de la empresa eléctrica y que se impuso en el mundo entero.
La fuerte capacidad de interconexión de la red de transporte en la mayoría de los países y
también entre países distintos, permite que generadores situados en cualquier nodo de la red
puedan competir entre sí por suministrar electricidad a cualquier otro nodo de la red. Así es
posible separar las actividades de red, estrictamente monopolistas de las de generación y
comercialización, que pueden realizarse en régimen de competencia.

Bajo esta nueva concepción de organización del sector eléctrico, la operación y la planificación
de los sistemas de energía eléctrica cobran una dimensión diferente. Cada empresa de
generación decide individualmente cuando y cuanto producir, la gestión del agua en sus
embalses y los programas de mantenimiento de sus plantas. Las decisiones de inversión en
nuevas plantas de generación no se toman centralizadamente por ninguna entidad o empresa
responsable de garantizar el suministro, sino por inversores privados que consideran que su
inversión resultara rentable y que no son responsables de la garantía del suministro global.

En la industria eléctrica se distinguen como actividades necesarias para el suministro: la


generación, la operación del sistema, la transmisión y la distribución. Los agentes que cumplen
estas funciones son las empresas de generación, empresas de transmisión, el operador del
sistema y las empresas distribuidoras. Como actividades comerciales se distingue entre el
comercio en el mercado mayorista entre los agentes generadores con los distribuidores y
grandes consumidores y el comercio minorista entre los distribuidores o comercializadores y los
consumidores finales.

Los comercializadores son los agentes que compran la energía eléctrica en el mercado eléctrico
para venderlo a sus consumidores finales, deben pagar un peaje a la empresa de transmisión y/o
a la empresa de distribución por utilizar sus redes. Los comercializadores de energía eléctrica
deben prever la demanda de sus consumidores y realizar las pertinentes ofertas de compra en el
mercado eléctrico.

Entonces, los que pueden participan en un mercado eléctrico son:

- Generadores: Los que producen la energía en sus centrales y la ofrecen al mercado.


- Transmisores: Son las que transportan la energía a largas distancias a través de redes de
Alta Tensión, desde las centrales de generación hasta las subestaciones de distribución. Es
una actividad Regulada
- Distribuidores: Son las que distribuyen la energía eléctrica a través de sus redes de
distribución de media y baja tensión hasta los consumidores finales. Es una actividad
Regulada.

69
- Comercializadores: Son lo que compran la energía eléctrica en el mercado eléctrico para
venderlo a sus clientes finales. Para ello deben pagar un peaje a la empresa transportista
y/o a la empresa distribuidora por utilizar sus redes. Los comercializadores de energía
eléctrica deben prever la demanda de sus clientes y realizar las pertinentes ofertas de
compra en el mercado eléctrico. En general, el precio de compra que se indica en estas
ofertas será el máximo posible en los mercados donde se ha establecido un precio techo o
un precio suficientemente alto como para asegurarse de que la oferta de compra sea
casada siempre. En algunos mercados eléctricos existen los denominados
“comercializadores de último recurso” quienes suministran la energía a los consumidores
que no desean o lo logran firmar un contrato con un comercializador al uso a un precio
libremente pactado. En estos casos, el precio de la energía eléctrica es fijado a través de
subastas específicas extraordinarias o en última instancia por el regulador
- Consumidores: Son aquellos que compran la energía eléctrica para su consumo final en
virtud de un contrato con un comercializador, distribuidor o directamente en el mercado
eléctrico. En la mayoría de casos es posible clasificar a los consumidores en dos grandes
segmentos o grupos en función de su volumen de consumo de energía. El segmento
regulado corresponde a consumidores con bajo consumo (usualmente residenciales) y sólo
pueden contratar con un comercializador o distribuidor en función a tarifas reguladas. El
segmento libre corresponde a los grandes consumidores de energía (consumidores
comerciales e industriales) que ya tienen poder de negociación y contratan libremente con
comercializadores, distribuidores o directamente con generadoras mediante contratos
bilaterales sin intervención del regulador.
- Operador del Mercado: Es el operador del sistema que coordina la producción de energía
de las unidades generadoras (despacho) en tiempo real según la demanda o carga
requerida en cada nodo o barra del sistema, administra las redes de transmisión,
administra os servicios complementarios o auxiliares (las reservas en generación y
transmisión que permitan enfrentar contingencias y asegurar la estabilidad y confiabilidad del
sistema). Asimismo, controla la frecuencia, voltaje, flujos máximos por las líneas de transmisión,
y el equilibrio entre generación y demanda entre otros necesarios para garantizar la estabilidad
del sistema eléctrico. En la operación del mercado se debe garantizar el funcionamiento
óptimo del Sistema Interconectado tomando en cuenta los recursos disponibles y buscando
minimizar el costo total de operación del sistema y/o maximizando el beneficio social
(operación económica del sistema). Este operador administra una bolsa de energía, siendo
una instancia de coordinación económica donde se ordenan las ofertas de compra-venta de
energía y el óptimo económico se alcanza al igualar las ofertas de los generadores y la
demanda del sistema, determinando un precio del mercado que es aceptado por todos los
participantes. Además de la coordinación económica, el operador es encargado de la
coordinación comercial y realiza los intercambios comerciales entre los diferentes agentes
del mercado, en base a los precios definidos en la bolsa. Entre las tareas que debe realizar
dentro de esta coordinación comercial está la facturación, las liquidaciones en diferentes
horizontes de tiempo (mensual, semanal o diario) y el manejo de diferentes fondos
necesarios para el funcionamiento del mercado.

Modelos de Organización del Sector Eléctrico

La evolución de las formas de organización del sector eléctrico en el mundo puede entenderse
como la búsqueda de arreglos institucionales potencialmente eficientes que permitan niveles de

70
inversión aceptables y un manejo adecuado de los problemas de externalidades intrínsecos a la
operación de redes eléctricas de corriente alterna (Joskow, 1999).

Es así que, las reformas de los sectores eléctricos en los países habrían buscado mecanismos que
posibiliten una mayor competencia a través de la desintegración vertical sin comprometer la
confiabilidad del suministro de electricidad. La operación con un monopolio regulado,
verticalmente integrado, habría representado una forma de organización eficiente de la
actividad eléctrica en su momento. Sin embargo, el costo-beneficio de esta alternativa habría
pasado a ser negativo luego de detectarse los problemas de la regulación de monopolios bajo el
enfoque de costo del servicio, el potencial de los avances tecnológicos para facilitar la
coordinación del sistema eléctrico y reducción de costos de transacción y la posibilidad de
introducir competencia en determinados segmentos de la cadena de suministro de electricidad.

Las reformas estructurales y regulatorias (marcos normativos legales) impulsaron la creación de


mercados eléctricos competitivos. La competencia en la industria eléctrica solamente significa
competencia en las actividades de generación de electricidad y comercialización (venta de
energía al consumidor final). Las actividades de red (transmisión y distribución) no pueden ser
competitivos, estos son por sus características, monopolios naturales, tienen que servir a todos
y tienen que ser regulados para evitar sobrecargos en el servicio. La mayoría de países aplican a
estas actividades (transmisión y distribución) dos grandes tipos de regulación de precios: la
regulación por tasa de retorno (modelo americano) y la regulación por desempeño o basada en
incentivos (modelo británico).

Como en todo mercado organizado, los principales elementos que se deben definir son el
conjunto de reglas, normas e instrumentos necesarios para su funcionamiento; esto se conoce
como el diseño del mercado eléctrico. En este apartado se presenta una clasificación de los
mercados eléctricos de acuerdo al grado de competencia que se puede introducir en el sistema.
La mayoría de países que siguieron el proceso de liberalización años más tarde adoptaron como
base uno de estos esquemas y sobre esta base continuaron las reformas y se implementaron
regulaciones basadas en sus propias circunstancias y características.

Sea cual sea el diseño de mercado eléctrico adoptado, existen objetivos esenciales que se deben
mantener al establecer un mercado de electricidad liberalizado aunque estos parezcan parcial o
totalmente contradictorios: a) garantizar el suministro de electricidad seguro, estable, continuo
y de calidad (operación física del sistema), b) garantizar la operación económica del sistema, es
decir reducir en la mayor medida posible el precio de la electricidad pero basado en costos
reales y c) garantizar el menor impacto ambiental posible con el funcionamiento del sistema.

Se identifican cuatro modelos de organización del sector eléctrico a nivel internacional de


acuerdo con el grado de competencia que se introduce en el sistema. A estos modelos se les
conoce como “diseños de mercado” (market designs), y consideran un conjunto de reglas,
instituciones e instrumentos que varían dependiendo de la complejidad de la organización
adoptada y del fomento de la competencia.

- Monopolio Verticalmente Integrado


- Comprador Único (Single buyer model)
- Con Competencia Mayorista (Wholesale competition)
- Con Competencia Minorista (Retail competition)

71
Modelo - Monopolio Verticalmente Integrado

Este modelo corresponde a un monopolio donde todas las actividades (generación, transmisión
distribución y comercialización) las realiza una sola empresa. La eficiencia dependerá de la
planificación y de las inversiones que realice la empresa eléctrica, mismas que están sujetas
normalmente a la aprobación de las autoridades del sector.

En este caso, la regulación de tarifas por costo de servicio, permite transferir el riesgo resultante
de las ineficiencias de la empresa eléctrica a los consumidores, que pueden ser por malas
decisiones de inversión, errores en la planificación y otros no previstos. En este caso, la empresa
eléctrica y sus inversionistas no asumen prácticamente riesgo alguno; salvo el riesgo que sus
inversiones no sean reconocidas, lo cual no es común en un esquema basado en regulación por
costo de servicio tradicional. Usualmente, la empresa monopólica puede realizar compras de
energía o vender sus excedentes a otras empresas eléctricas (utilities) regionales.

Figura Nº 1.18. Monopolio Verticalmente Integrado

Modelo - Comprador único

En este modelo hay un comprador único ((single buyer) que actúa como intermediario en la
compra y venta centralizada de energía a nivel del mercado mayorista, los gobiernos de muchos
países permitieron la inversión privada y competencia en el mercado de generación autorizando
la participación de generadores independientes de energía (independent power producers -
IPPs). Estos IPPs tienen que vender la totalidad de la energía generada al comprador que en la
mayoría de casos es una entidad estatal que se encarga de la operación física de las redes de
transmisión y distribución y del suministro a los clientes finales. Este modelo fue introducido por
la ley de políticas regulatorias de empresas de servicios públicos establecida en 1978 en Estados
Unidos (Public Utilities Regulatory Policies Act - PURPA) y en la actualidad también se usa en
México y en algunos países de Asia, donde el grado de desregulación de la industria eléctrica
todavía es limitado porque existen restricciones a la entrada en las actividades de generación y a
la oferta libre de precios. Una variante de este sistema es el modelo “wheeling”, el cual se
estableció en Estados Unidos cuando se permitió el ingreso de los generadores independientes

72
(independent power producers, ipp) para que se conectaran a la red de la empresa monopólica
verticalmente integrada, pero que eran despachados solo después de las centrales de la
empresa monopólica y no tenían una relación con los consumidores finales.

Figura Nº 1.19. Modelo de Comprador Único

Debido a que las generadoras no siempre son despachas en forma continua, sino de acuerdo a la
demanda, y que, por otro lado, dependen de los precios de un mercado spot muy volátil, se
genera una serie de riesgos sobre la recuperación de sus inversiones y estabilidad en su flujo de
ingresos. Por ello, con el fin de asegurar la recuperación de las inversiones con ingresos estables,
normalmente se celebran contratos que constan de dos partes: un pago anual que cubra el
costo fijo, y un pago variable para pagar el combustible y otros costos incurridos cuando la
central está funcionando. El principal problema con este esquema es determinar con qué parte
se pagan las utilidades pues, si se pagan con el pago anual, no hay incentivo para generar
electricidad, y si se pagan con el cargo variable, no hay seguridad de retorno a la inversión. Por
ello, la solución es pagar las inversiones y costos asociados que hacen que la generadora esté
disponible sobre la base del costo fijo anual, pero cobrar penalidades si la planta no arranca
cuando se le requiere para suministrar energía.

Modelo - Sistema con Competencia Mayorista

En este modelo se tiene una desintegración vertical de la industria eléctrica y hay varias
empresas de generación que compiten en igualdad de condiciones para vender su producción a
las empresas de distribución y a los grandes consumidores en el mercado mayorista mediante
contratos de venta de electricidad de largo plazo y también ofertando su producción al mercado
mayorista de corto plazo (spot market) que es administrado por el operador del mercado
eléctrico. La desregulación es mayor y la competencia es por cantidades y precios, aunque en
algunos países, por razones de tamaño de mercado u otras barreras, el regulador establece el
precio dejando la determinación de la cantidad de energía al mecanismo de licitaciones o
contratación bilateral entre generadores y distribuidores.

73
Las redes de transmisión son el sistema físico de libre acceso a todos que permite la libre
competencia y el funcionamiento de un mercado mayorista de energía eléctrica. y como se
puede apreciar en la siguiente figura, todas las compras se hacen a nivel del mercado mayorista
de energía el cual toma la forma de una piscina (pool) de energía donde los generadores
inyectan y los consumidores retiran la energía.

Figura Nº 1.20. Modelo con Competencia Mayorista

En este modelo, existe la posibilidad que las empresas de generación con capacidad insuficiente
para cumplir con sus contratos o que hayan sido desplazadas del despacho económico
adquieran electricidad de otras empresas de generación con capacidad disponible en el mercado
spot y de esta manera cubran su déficit y cumplan con sus compromisos contractuales con los
distribuidores o grandes consumidores. Las empresas de generación que compran electricidad
en el mercado spot pueden perder o ganar por la proporción de energía comprada según el
diferencial que resulte entre el precio de sus contratos y el precio del mercado spot. Las
empresas distribuidoras son las encargadas de operar las redes de distribución y suministrar
(vender) la energía al consumidor final dentro de su área de concesión. A diferencia de los
grandes consumidores los usuarios finales pequeños y medianos no tienen la libertad de elegir a
su suministrador. Las empresas distribuidoras pueden acordar contratos de largo plazo con las
generadoras lo que les permite estabilizar el precio de sus compras de electricidad.

Debe tenerse en cuenta que, si bien la provisión de electricidad requiere el uso de las
Instalaciones de transmisión, la empresa de transmisión no participa en las negociaciones
dentro del mercado mayorista, y es remunerada con un pago predeterminado.

Dentro de la organización del mercado mayorista, un aspecto importante es el nivel de


centralización de las transacciones. Al respecto, existen dos opciones en este diseño de
mercado: 1) el pool obligatorio y los contratos bilaterales financieros; y 2) el despacho basado
en contratos bilaterales físicos y un mercado de balance.

1. Pool obligatorio y contratos bilaterales financieros. Esta opción consiste en la creación de


un pool obligatorio (mandatory pool) administrado por un operador denominado pool
company PoolCo. En este esquema, todos los generadores venden energía por intermedio

74
del pool a través de un sistema de subastas horarias de energía llevadas a cabo por el
operador del mercado. En estas subastas cada operador ofrece diferentes precios para
diferentes cantidades. El operador del mercado realiza el balance entre la demanda
estimada y la oferta ordenando las subastas por los precios más bajos. El precio ofertado
por el último generador con una subasta válida se convierte en el precio del sistema, al cual
todos los compradores y vendedores realizan sus transacciones. El operador del sistema
puede modificar el despacho a fin de evitar posibles problemas de congestión.

Históricamente, los pools se pueden considerar como una forma de introducir mecanismos
de mercado en un sector en que tradicionalmente estos no existían. Según Von der Fehr y
Harbord (1997), los pools son instituciones que buscan facilitar el funcionamiento del
mercado permitiendo simultáneamente la coordinación y control de las actividades de
generación y transmisión, al obligar que toda la demanda y la oferta se iguale,
independientemente de los contratos existentes entre las partes, mediante una serie de
procedimientos estandarizados. Esto significa que los pools son mercados multilaterales,
donde toda la oferta y la demanda para un mismo período se igualan, sin necesidad de
identificar las transacciones bilaterales que existan. Todos los oferentes que han entrado a
producir venden a todos los demandantes en cada período.

Para compatibilizar los compromisos asumidos bajo los contratos con los despachos físicos
que realicen efectivamente los generadores en el pool —por ejemplo, un generador con un
contrato con una distribuidora puede no ser llamado a despachar porque ingresó otro con
un menor costo—, se establece un mecanismo a través del cual el operador realiza las
transacciones financieras con el generador que equivalgan al pago y cobro de la energía
retirada por el compromiso contractual. Por ello, los contratos en estos esquemas —usados
en los modelos de Chile, Perú, la primera reforma en Inglaterra, entre otros— se conocen
como «contratos bilaterales financieros», pues su firma no tiene implicancias en el
despacho dentro del pool.

2. El despacho basado en contratos bilaterales físicos y un mercado de balance. Una segunda


opción, todavía poco extendida en la práctica, consiste en el uso de contratos bilaterales
físicos. En este caso no existe homogeneidad en las transacciones, los agentes —tanto
compradores como vendedores— tienen una mayor flexibilidad para adecuarlas a sus
preferencias y no existe un precio único que equilibre el mercado debido a que no es
obligatorio que toda la energía se tenga que ofrecer en el pool, ya que la energía
contratada ingresa directamente al sistema —siempre y cuando el operador del sistema
garantice su factibilidad técnica—. Un problema que enfrenta este modelo está referido a
que cada comprador debe negociar precios comparando ofertas y usando servicios de
información, lo cual suele ser más costoso. Los generadores que no puedan cubrir sus
contratos tendrán que recurrir a un mercado de balance donde a través del operador del
sistema, encargado de mantener la confiabilidad del suministro en el tiempo, terminarán
comprando la energía faltante a otros generadores que hayan ofrecido capacidad al
sistema.

Modelo - Sistema con Competencia Minorista

En este modelo se considera por defecto que hay competencia en el mercado mayorista donde
los generadores compiten por establecer contratos de suministro con comercializadores

75
(retailers) que pueden ser también los distribuidores y con los grandes consumidores y se
incorpora el funcionamiento de un mercado minorista en el que las empresas comercializadoras
minoristas y/o distribuidoras compiten entre ellas para la venta de energía a los usuarios finales.
La red de distribución es el sistema físico que permite el funcionamiento de este mercado tal
como se muestra en la siguiente figura.

Figura Nº 1.21. Modelo con Competencia Minorista

Los consumidores finales pueden dentro de este modelo elegir libremente a sus suministradores
(retailers), escogiéndolas de acuerdo a su conveniencia (por precio y calidad); en algunos casos
las mismas empresas distribuidoras pueden participar como minoristas, mientras que en otros
casos están limitadas a sus funciones en la operación de las redes de distribución.

En este modelo de organización es usual que tanto los ofertantes de energía (generadoras) y
consumidores (distribuidores, comercializadores y grandes consumidores) participen del
mercado mayorista spot en las denominadas bolsas de energía.

Un comercializador puede ofertar precios y servicios atractivos asumiendo riesgos como la


compra en el mercado spot, donde los precios están sujetos a una alta volatilidad. Los
comercializadores pueden brindar servicios más específicos a los clientes, tales como: 1)
diferentes sistemas de medición; 2) precios en tiempo real, otros esquemas de precios (precios
estacionales, contratos interrumpibles, otros sistemas de facturación); 3) información preventa;
4) administración de servicios de energía posventa; 5) traslado de beneficios por bajos precios
spot a los consumidores finales; y 6) difusión de conciencia ambiental, entre otros.

Este sistema se viene aplicando, en mayor o menor medida, en el Reino Unido, Nueva Zelanda,
Australia, Colombia, Argentina y en algunos de los Estados Unidos de América, entre otros. Si
bien este modelo puede ofrecer los beneficios de un mercado más competitivo a los usuarios,
algunos analistas consideran que es más adecuado para los consumidores mayores, debido a los
costos de transacción existentes, la necesidad de sistemas de información, y otros requisitos.
Además, la viabilidad de introducir este modelo dependerá del desarrollo institucional de cada
país en diferentes aspectos, incluyendo las instancias de resolución de conflictos, protección al
consumidor y el sistema financiero.

76
Respecto a los usuarios de menor nivel de consumo, algunos especialistas como Joskow (2000),
consideran que no deben estar sujetos a la comercialización minorista, ya que esta es difícil de
implementar, siendo más conveniente transferirles como costo de compra el precio promedio
del mercado mayorista. La opinión contraria a este planteamiento se puede ver en Littlechild
(2000). En cualquier caso, el funcionamiento de un sistema de competencia minorista requiere
establecer un proceso de reordenamiento de ofertas (settlement) a través de diferentes
mercados previos al despacho en tiempo real, sistemas de medición y facturación, y la
educación de los usuarios

1.10 El futuro de los Sistemas Eléctricos

Los sistemas eléctricos en el mundo están experimentando una importante transformación,


están pasando de ser sistemas de electricidad principalmente basados en tecnologías de
generación, transmisión y distribución, espaciosas y centralizadas a sistemas que también
comprenden tecnologías distribuidas, digitalmente mejoradas y con bajas emisiones de carbono.
Lo tradicional y lo emergente, lo físico y lo digital, lo grande y lo pequeño. Todos estos aspectos
están convergiendo para crear una nueva red energética del siglo XXI.

Esta transformación supone un avance positivo para la humanidad y el planeta porque la


electricidad segura, eficiente, fiable y asequible es un factor de crecimiento económico y mejora
la calidad de vida.

De hecho, los sistemas eléctricos están evolucionando desde un sistema centralizado y


unidireccional a uno más descentralizado y bidireccional; en el que, a futuro, diferentes agentes
de la red, incluyendo los consumidores, participarán de manera más activa.

La transición hacia esta nueva era ya ha empezado. Por ejemplo, más de la mitad de los nuevos
pedidos de centrales eléctricas en 2016 fueron de tecnologías de energías renovables y en ese
mismo año se vendieron en el mundo 750.000 vehículos eléctricos. No obstante, dada la
magnitud, complejidad y vida útil de los sistemas de electricidad, así como la topología
normativa y tecnológica, y la inercia que impera en el sector actual, la transformación no se va a
producir de la noche a la mañana. Además, la transformación se está desarrollando a diferentes
velocidades en distintas geografías de todo el mundo. El ritmo del cambio y la combinación de
soluciones energéticas variará según la geografía.

Las condiciones de operación y el desarrollo de los sistemas eléctricos de potencia están


condicionados por requerimientos crecientes de competitividad y de la calidad del servicio. A la
vez, se va tornando más compleja la sostenibilidad de estos, habida cuenta de la limitación y de
los efectos de la utilización de los recursos energéticos disponibles, en un contexto de oposición
pública por afectaciones del medio ambiente, aunque sean debidamente controladas, lo que le
quita racionalidad a la posibilidad de satisfacer todas las demandas.

Debido a la facilidad de su utilización y al bajo impacto ambiental en el punto final de uso, el


consumo de electricidad está creciendo a ritmo constante en todo el mundo y en especial en
países como Bolivia que tiene planes de alcanzar el acceso universal hasta el año 2025. A
mediano y largo plazo, la energía eléctrica será la forma más preferida para satisfacer las
necesidades energéticas de la humanidad. Desde el punto de vista de la generación, se
considera que la electricidad producida a partir de combustibles fósiles tiene hoy un importante

77
impacto en el calentamiento global y las infraestructuras de transmisión y distribución son cada
vez menos aceptadas. En consecuencia, los desafíos para el sector de la energía eléctrica son
considerables. Con el fin de satisfacer las demandas de los consumidores, cada recurso para la
generación de energía eléctrica, en particular las fuentes de energías renovables, por ejemplo
energía eólica y solar, deberán estar completamente desarrolladas e integradas al sistema
eléctrico de potencia. La eficiencia energética tendrá que ser mejorada en cada nivel, lo que
involucra a la generación, a la transmisión, a la distribución y al consumo de energía eléctrica.
Además, el mayor desarrollo del mercado de la energía al por mayor y al por menor y las cada
vez más restrictivas regulaciones ambientales regirán significativamente el desarrollo futuro del
sistema eléctrico de potencia. En consecuencia, el sistema eléctrico de potencia del mañana será
diferente y los desarrollos tecnológicos y las herramientas de la tecnología de la información,
metodologías y herramientas de desarrollo inimaginables hace unos años atrás ayudaran a
hacer frente a estos desafíos.

Los sistemas eléctricos serán redes inteligentes, conocidas en inglés por el nombre de Smart
Grids, que permitirán integrar el comportamiento y las acciones de todos los usuarios
conectados a ellas (los generadores y los consumidores) con el fin de funcionar de manera
eficiente, sostenible y económica, garantizando el suministro de electricidad. Las Smart Grids no
sólo suministrarán energía sino también información. La generación convencional centralizada,
dará paso a una generación local distribuida, permitiendo una reducción drástica de las pérdidas
por el transporte. Esta generación descentralizada estará basada en energías renovables y
permitirá a los individuos, comunidades, barrios y ciudades, generar su propia electricidad y
utilizarla en micro-redes internas, vendiendo los excedentes a la red principal. El papel del
consumidor será mucho más activo y flexible, asumiendo también el rol del productor. Para ello,
será necesario avanzar también en el desarrollo del mercado de la electricidad, permitiendo
nuevas funcionalidades y servicios a los comercializadores y a los consumidores.

El almacenamiento eléctrico a través de diversas tecnologías, permitirá desacoplar el equilibrio


clásico entre la generación y la demanda, almacenando el excedente de generación para
recuperarlo posteriormente en periodos de menor consumo.

El almacenamiento también podrá ayudar a solventar el problema de la integración de las


energías renovables, ya que este tipo de energías tiene un elevado grado de incertidumbre en
su previsión y puede variar fuertemente en periodos de tiempo muy cortos. El trabajo
combinado de estos sistemas de almacenamiento con fuentes intermitentes de energía
renovable permitirá una mayor regulación de este tipo de centrales.

El sector del transporte es una actividad que requiere un gran consumo energético y es el mayor
productor de emisiones de efecto invernadero en el entorno urbano. Los altos índices de
contaminación elevan los riesgos para la salud pública y por ello, la electrificación del transporte
se presenta como una de las vías reales para avanzar en la mejora del medio ambiente a nivel
mundial.

En los próximos años vamos a ser testigos del despliegue masivo de vehículos eléctricos. Estos
vehículos son más eficientes, no emiten gases contaminantes de forma local, y tampoco
producen ruidos. Este nuevo consumidor de electricidad con seguridad ayudará al sistema
eléctrico, porque permitirá aplanar la curva de carga.

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Además, y puesto que los vehículos están estacionados la mayor parte del tiempo, se podrán
utilizar sus baterías como sistemas distribuidos de almacenamiento de energía, pudiendo
prestar servicios al sistema eléctrico, permitiendo aportar energía a la red durante las horas
punta, mediante aplicaciones conocidas por sus siglas en inglés V2G.

El despliegue masivo de sensores a todos los niveles de la red eléctrica permitirá una mayor
supervisión y control de la red eléctrica, gestionándola de forma más eficiente y aumentando la
resiliencia de esta infraestructura crítica, haciendo que opere de forma ininterrumpida y sin
incidencias.

La instalación de medidores inteligentes en los sistemas eléctricos, está permitiendo a los


consumidores recibir información en tiempo real de su consumo eléctrico, ayudándoles a
concienciarse sobre su consumo y a hacer un uso más racional de la energía eléctrica.

Con la actual explosión de datos generados por la interacción de los usuarios a través de las
redes sociales y de los millones de sensores y dispositivos conectados a la red, la gestión y
análisis de dichos datos para extraer conocimiento y facilitar la toma de decisiones va a ser
fundamental dentro de la Smart Grid. El conocido como Big Data va a tener un papel clave en el
desarrollo de las estas redes, permitiendo gestionar un gran volumen de datos, de diversos tipos
y orígenes, con una gran velocidad de procesamiento y obtener la información correcta en el
momento adecuado.

Entonces, el futuro del sector eléctrico estará entonces condicionado por los factores siguientes:

a) La demanda de energía eléctrica

La demanda de electricidad está creciendo en todas partes del mundo a diferentes ritmos y
continuará creciendo. Unos dos mil millones de personas todavía no tienen acceso a la
electricidad en numerosos países, y se requerirán respuestas técnicas específicas en muchos
casos. En otros países, el desarrollo en el nivel de vida, nuevas aplicaciones, o el reemplazo
de otras formas de energía por la electricidad, dan como resultado un mayor consumo:
nuevos electrodomésticos, computadoras, transporte eléctrico (por ejemplo, vehículos
eléctricos recargables y la electrificación de trenes).

Por lo tanto, es un hecho indiscutible que veremos un desarrollo y un cambio significativo en


el consumo de electricidad, es decir, en cantidad, en su naturaleza, en el espacio –nuevos
consumidores con servicio–, con el uso de la generación más barata en todo momento, con
la gestión de la carga a nivel de hogares, con condiciones de entrega específicas como calidad
de onda, continuidad, con recarga de alta velocidad de las baterías.

Adicionalmente, el desarrollo continuo de los mercados de energía al por mayor y al por


menor y la necesidad de los consumidores de estar más estrechamente vinculados al sistema
de potencia, requerirán la utilización de tecnologías tales como medidores inteligentes y
otros servicios basados en la tecnología de la información

La sociedad se está electrificando cada vez más, tendencia que irá en aumento con el paso de
los años, por ejemplo, las predicciones de Bloomberg Energy Finance señalan que el consumo
de electricidad en el mundo aumentara un 57% para el 2050.

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En los países emergentes de África, Oriente Medio y el sudeste asiático y en Latinoamérica,
este crecimiento viene asociado al aumento de la población, el crecimiento del PIB y a un
mayor acceso a la electricidad por parte de la ciudadanía. En el caso de la sociedad
occidental, el crecimiento de la demanda no será tan notable gracias a una eficiencia
energética cada vez mayor y al decreciente uso de la industria electrointensiva, pero aun así
se hará notar.

Se estima que la demanda de electricidad en Latinoamérica y el Caribe hasta el año 2040 se


duplicará motivado por el incremento demográfico y el crecimiento económico proyectado a
un 3% anual y en el caso de Bolivia, se tiene previsto que al año 2025, se logre una cobertura
del 100% en todo el territorio y alcanzar el acceso universal.

b) Medio ambiente

Las restricciones medioambientales y la progresiva internalización de los costos derivados del


impacto ambiental, junto con los planteamientos de largo plazo sobre la seguridad del
suministro, irán progresivamente influyendo de forma significativa en las futuras inversiones
en nuevos medios de producción, es así que se prevé se generalizaran mercados específicos
para la “·electricidad verde”, así como los mercados de emisiones contaminantes.

Es importante en la actualidad la aceptación pública de la infraestructura de los sistemas


eléctricos, sobre todo de las nuevas instalaciones que son necesarias instalarlas en centros
urbanos. La escasez de espacio disponible para esta nueva infraestructura, el efecto
hipotético de los campos eléctricos y magnéticos (CEM), las perturbaciones eléctricas, el
ruido, las cuestiones estéticas y de necesidad de espacio, están en la raíz de la mayoría de las
preocupaciones públicas.

Las respuestas tecnológicas las han de dar, por ejemplo, los sistemas de transmisión
subterránea o de cable submarino, el mejor uso de los derechos de paso. Es imperativo que
se dé información técnico-científica concisa e imparcial para el público y los políticos en una
forma fácilmente entendible.

La búsqueda de mayor eficiencia o de ahorro de energía será de interés a lo largo de la


cadena. Las tecnologías de los sistemas de potencia desempeñarán un papel importante en
esta búsqueda.

Como el cambio climático es hoy motivo de gran preocupación, el desafío para el sistema
eléctrico de potencia es la forma de integrar el creciente número de fuentes de electricidad
sin emisión de carbono, ya sea como energía a granel, a larga distancia de la carga, (grandes
centrales hidroeléctricas, nucleares, parques eólicos) o como pequeñas y muy pequeñas
unidades distribuidas (millones de pequeñas turbinas de viento, unidades solares, plantas de
biomasa, pilas de combustible, energía de las olas y conjuntos motor-generador Stirling). Las
dos características distintivas de estas fuentes son la intermitencia o falta de flexibilidad y su
condición remota. Esto implica la necesidad de almacenamiento, de interconexiones fuertes
y de grandes capacidades de transmisión a larga distancia, con las tecnologías asociadas
como vínculos de alta tensión en corriente continua (ATCC; HVDC en inglés), sistemas de

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transmisión flexibles en corriente alterna (STFCA; FACTS en inglés), controles avanzados,
locales y, sobre todo, de sistema.

Los cambios climáticos pueden dar lugar a las condiciones climáticas más extremas, lo que
significa nuevas condiciones de diseño de la infraestructura: más robusta y más intrusiva o
recurrir a tecnologías menos vulnerables: instalaciones subterráneas y SEs metal clad.

c) La regulación, la legislación y los objetivos de distintos países

Las regulaciones nacionales de cada país, las nuevas normas y el grado de estandarización
entre los distintos países, directa o indirectamente influirán en el desarrollo de los sistemas
eléctricos de potencia. Bajo la influencia de las consideraciones ambientales, los aspectos
técnicos y/o económicos pueden no ser tomados en cuenta en las decisiones políticas.

d) Las nuevas tecnologías

Las nuevas tecnologías que satisfagan las necesidades técnicas, socioeconómicas y


ambientales influirán en el desarrollo y el funcionamiento del sistema eléctrico de potencia.
Nuevos materiales, tales como superconductores, los aislantes basados en nanopartículas, un
mejor tratamiento de los polímeros, los sustitutos del aceite aislante, etc., darán lugar a un
equipo más optimizado y amigable con el medio ambiente.

Un mayor uso de sistemas computacionales, telecomunicaciones, sensores, electrónica de


potencia, contribuirán a un mejor diseño y control a nivel de equipos, así como a nivel del
sistema. El sistema y la seguridad cibernética tienen que abordarse por completo en este
contexto. Cables de potencia avanzados y líneas aisladas con gas (LAG; GIL en inglés) pueden
ser una alternativa aceptable a un costo razonable en un futuro próximo.

Los Smart Grid o redes inteligentes serán la repuesta a los requerimientos energéticos
incorporando intensivamente la tecnología digital para que haya una comunicación fluida
entre el productor y el consumidor.

Una smart grid se entiende es una red eléctrica que integra, de manera económicamente
eficiente, el comportamiento y las acciones de todos los usuarios conectados a la misma
(generadores, consumidores y productoresconsumidores) para garantizar un sistema
energético sostenible y económicamente eficiente, con pocas pérdidas y alto nivel de calidad,
protección y seguridad de suministro.

La generación distribuida o descentralizada puede tener un desarrollo espectacular debido al


fomento de las energías renovables y de la cogeneración que se está dando en el mundo
entero por consideraciones medioambientales, unido a los avances tecnológicos y a la
reducción de costos en la generación fotovoltaica, eólica y las micro turbinas o las células de
combustible.

e) Mantenimiento y expansión de los sistemas eléctricos de potencia existentes

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Los sistemas actuales con todos sus problemas económicos, ecológicos y técnicos tienen que
mantenerse y operarse con seguridad porque son los que garantizan el abastecimiento de la
demanda.

En muchos países industrializados, para el sistema o partes de él que alcanzan el final de la


vida útil (prevista originalmente cuando el equipo se instaló), deben desarrollarse estrategias
de mantenimiento óptimo, rehabilitación, rejuvenecimiento y reemplazo. El desafío a
encarar es el mantener o mejorar la fiabilidad/disponibilidad del sistema, sin dejar de dar
cumplimiento a los requisitos de la regulación y de hacer frente a los problemas propios de la
evolución de los mercados de la electricidad.

Finalmente, se deben tomar en cuenta varios factores de cambio que contribuirán para que la
red de distribución del futuro sea sustancialmente diferente a la actual.

a) El primero, son los medidores inteligentes, que siendo parte de las smart grids, juegan
un papel fundamental en el desarrollo de las mismas. Se trata de elementos clave, que
proporcionarán una valiosa información que podrá ser intercambiada entre el
consumidor y otros agentes del sistema. Además, estos medidores facilitarán la
participación activa de la demanda e inducirán a una mayor automatización de la red,
posibilitando la reducción de los costos operativos, y contribuirá con una potencial
reducción de costos para los consumidores.
b) El segundo, es el aumento de la generación distribuida y la participación activa de la
demanda. Los recursos energéticos distribuidos suponen también una oportunidad y un
reto, tanto para los diversos agentes del sistema como para el desarrollo de la
tecnología y para la gestión, operación y protección de la red. Su progresiva
incorporación en un entorno de redes inteligentes, permitirá mejorar la estabilidad, la
seguridad y, por tanto, la fiabilidad del sistema eléctrico. Además, los smart grids
permitirán integrar más generación renovable, reduciendo la necesidad de capacidad de
respaldo y facilitando el cumplimiento de los compromisos medioambientales.
c) El tercer factor es la política de mejora continua de la calidad de servicio, las inversiones
en smart grids contribuirán a mejorar la calidad, mediante la implementación de
sistemas de monitorización, supervisión y automatización, que son la base de las redes
eléctricas del futuro.

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