Antropologia Biologica
Antropologia Biologica
Antropologia Biologica
BIOLÓGICA.
Un libro publicado bajo los auspicios de la Asociación Latinoamericana de
Antropología Biológica (ALAB).
Editado por:
Lorena Madrigal Díaz y
Rolando González-José
ISBN 978-987-33-9562-8
Libro escrito, editado, producido y puesto en línea gratis y sin fin de lucro. Ninguna parte del libro puede
venderse.
Diseño de portada: Mirsha Quinto Sánchez (Instituto Patagónico de Ciencias Sociales y Humanas, Centro Nacional
Patagónico-CONICET)
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1
Índice
Página
1. INTRODUCCIÓN
Como hemos visto en capítulos previos, uno de los objetivos de la Antropología Forense es
auxiliar en la determinación de la identidad de un cadáver, a través del estudio de las variaciones
cualitativas y cuantitativas de los caracteres humanos (Costa y Costa, 2011). Desde el siglo 19 se
utiliza el sistema de huellas digitales (revisado en Hazarika y Russell, 2012) para la identificación civil
y criminal de las personas. El análisis de ADN, más reciente, sólo se lleva a cabo en casos criminales
más complejos, sobre todo cuando los exámenes dactiloscópico u odontológico no pueden aplicarse.
En comparación con otros métodos, el análisis de ADN requiere mayor cantidad de tiempo y resulta
más costoso. Además de la identificación criminal, existe una interesante discusión en la literatura
científica sobre la utilización del perfil de ADN para la identificación de la población civil (Johnson y
Williams, 2007).
ejemplo). El objetivo es lograr una identificación única de la víctima examinada, sin ambigüedades y
con la máxima seguridad, utilizando cuantos métodos fuesen necesarios para obtener resultados
consistentes (Prinz et al., 2007).
procesos judiciales, la defensa de los derechos humanos y la restitución de la identidad de los bebés
secuestrados durante ese período, ayudando en el reencuentro con sus respectivas familias biológicas
(Corach et al., 1997; Penchaszadeh y Schuler-Faccini, 2014;
http://www.abuelas.org.ar/english/history.htm). Para lograr una identificación eficaz en tragedias y
desastres en masa, hay protocolos rígidos y bien estandarizados que deben seguirse. En este capítulo
serán mencionados algunos, además de dar una introducción general al análisis de ADN como
herramienta de auxilio en la identificación humana.
Los STRs presentan algunas ventajas en relación a los VNTRs. Por ejemplo, el menor tamaño
del fragmento y la mayor capacidad de amplificación a través de la reacción en cadena de la
polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés, Polymerase Chain Reaction), lo que permite trabajar a
partir de muestras de ADN incluso con relativo nivel de degradación (Budowle y Van Daal, 2008;
Goodwin et al., 2010). El principio básico del estudio de repeticiones consecutivas es que son
altamente polimórficas en las poblaciones humanas, de forma que el análisis forense de varios loci
hace que sea estadísticamente improbable encontrar dos individuos con el mismo perfil genético. Para
más detalles al respecto de marcadores polimórficos para identificación humana, consultar Butler
(2009) o Goodwin et al. (2010).
Además de los STRs, otra alternativa en los test de identidad genética son los polimorfismos
de un solo nucleótido (SNP, por sus siglas en inglés Single Nucleotide Polymorphism). Estos
marcadores pueden ser autosómicos, informativos de ancestralidad y permitir la definición de los
linajes uniparentales, tanto del ADN mitocondrial como del cromosoma Y e incluso brindar información
para la predicción de fenotipos (Budowle y Van Daal, 2008; Kayser y Kniff, 2011; Phillips et al., 2012;
Cho et al., 2014). Haciendo una comparación de los diferentes polimorfismos de análisis del ADN, la
tipificación empleando VNTRs utiliza cerca de 6 loci, en promedio, con un excelente poder de
diferenciación; en la tipificación por STRs se emplean de 10 a 22 loci y se estima que para obtener el
mismo poder de diferenciación sería necesario analizar entre 20 a 100 SNPs (Dixon et al., 2005;
Budowle y Van Daal, 2008; Pakstis et al., 2010; Cho et al., 2014). Los SNPs tiene bajo poder de
diferenciación inter-individual (Goodwin et al., 2010), sin embargo, esta desventaja parece ser
superada, ya que se han establecido y validado algunos kits de SNPs para identificación (Børsting et
al., 2009; Pakstis et al., 2010; Wei et al., 2012) con excelentes parámetros de eficiencia forense (ver
Box 1). Los SNPs requieren para la amplificación por PCR apenas de un fragmento de 60-80 pares
de bases, mientras que para analizar STRs se necesita un fragmento de ~100-400 pares de bases
(Budowle, 2004; Divne y Allen, 2005; Butler, 2009). La cantidad de ADN necesaria para algunos SNPs
es del orden de los 100 picogramos o menos (Walsh et al., 2013) mientras que para STRs es de cerca
de 0,5-1 nanogramos y para VNTRs de 10-25 nanogramos (Giusti y Budowle, 1995). Estas diferencias
suelen volverse extremamente importantes al momento de analizar muestras muy degradadas, como
las que se obtienen en contextos de desastres en masa y catástrofes naturales. Considerando sus
beneficios, se han planteado discusiones en la literatura científica sobre la posible sustitución del uso
265
de STRs por SNPs en los bancos de datos policiales (Pakstis et al., 2010; Kayser y Knijff, 2011;
Schneider, 2012), algo de que debe ser mejor discutido y evaluado, ya que las bases de datos forenses
en todo el mundo se construyen desde hace años con perfiles de STRs.
Como los bancos de datos policiales y/o civiles son alimentados con perfiles del STRs, para
estudiar muestras degradadas se desarrollaron marcadores miniSTRs (para mayor información,
acceder al sitio http://www.cstl.nist.gov/biotech/strbase/miniSTR/timeline.htm). La idea general es
llevar a cabo la amplificación por PCR de productos más pequeños usando primers más cercanos a
266
la región de repetición del STR, disminuyendo el tamaño del amplicón (Wiegand y Kleiber, 2001; Butler
et al., 2003; Dixon et al., 2006; Hill et al., 2009) y reteniendo la misma información que el STR
convencional. Esta técnica ha mostrado mejores resultados en la recuperación del perfil genético de
muestras degradadas (Butler, 2007). Alternativamente, existe también el nuevo kit con 23 Y-STRs
(Thompson et al., 2013), muy útil para dilucidar los casos de mezclas de ADN de ambos sexos. Para
obtener información más detallada acerca de los miniSTRs y STRs en general, a través del sitio
http://www.cstl.nist.gov/strbase/, se puede acceder a la base de datos de los STRs, con informaciones
actualizadas acerca de estos marcadores genéticos utilizado ampliamente en la ciencia forense. Para
datos acerca de los STRs exclusivos del cromosoma Y, puede consultarse el sitio http://yhrd.org/.
FP puede calcular RMP = 1/FP. Para conocer el RMP de cada locus, simplemente se calcula 1/FG. El
poder de discriminación (DP) se define como la probabilidad de que dos individuos tomados al azar
tengan diferentes genotipos y se calcula también a partir del FP (DP = 1 - FP), siendo también posible
calcular este poder por locus. Por lo general, el DP se multiplica por 100 para expresarlo en porcentaje.
Es importante saber que estos cálculos matemáticos presentan ciertas limitaciones y se aplican
usualmente correcciones, pero este tópico está fuera del alcance de este capítulo. Por lo tanto, para
obtener más informaciones y conocer acerca de otros análisis relacionados con casos más complejos,
por favor consulte Butler (2009) o Goodwin et al. (2010).
En un análisis de paternidad se calcula el Índice de paternidad (IP) para cada locus analizado,
el Índice combinado de paternidad (ICP) y la probabilidad acumulada positiva de la paternidad (W). IP
es igual a X dividido por Y, donde X es la probabilidad de transmisión del alelo materno (m) multiplicado
por la probabilidad de transmisión del alelo obligatorio paterno (p) e Y es la probabilidad de transmisión
del alelo materno (m) multiplicada por la frecuencia del alelo paterno en la población del mismo origen
(f). (Fórmula: IP = X / Y o IP = m.p / m.f ). Las probabilidades de transmisión de alelos "m" o "p" pueden
tener valor 1 (cuando la madre o el padre son homocigotos) o 0,5 (cuando la madre o el padre son
heterocigotos). Ejemplo: Si un padre alegado en particular es homocigoto y la madre es homocigota y
la frecuencia de un alelo particular (considerado alelo paterno obligatorio) en una región (estado, país,
etc) es de 0,125, entonces: IP = 1.1 / 1.0,125 = 8. Si el supuesto padre es heterocigoto para ese mismo
locus, entonces: IP = 1.0,5 / 1.0,125 = 4.
El Índice combinado de paternidad (ICP) se calcula multiplicando el índice de paternidad (IP)
para varios loci genéticos. Ejemplo: ICP = 8.4.3.2.3.1,5.2.3.1,5 = 7776 para 9 loci. El Índice de
paternidad puede ser fraccionado. Para calcular la Probabilidad acumulada de paternidad (W) se usa
la Probabilidad a priori de la paternidad (PP) y el Índice combinado de paternidad (ICP). La
probabilidad a priori de la paternidad es de 0,5 (o 50%) y se refiere a la probabilidad de 50% de que
el padre alegado sea realmente el padre biológico del niño en cuestión, un valor que garantiza la
imparcialidad. Ejemplo utilizando el ICP de 7776, previamente calculada: W = (PP).(ICP) / [(PP).(ICP)
+ (1 - PP)] = (0,5).(7776) / [(0,5).(7776) + (1 - 0,5)] = 0,99987 o 99,987% (en porcentaje). El valor
obtenido en el ejemplo indica que es prácticamente seguro que el padre alegado sea realmente el
padre biológico.
A nivel internacional, se acepta como "paternidad probable" un porcentaje entre 90 a 94,9%;
como "fuerte indicio de paternidad", entre 95-99% y como "paternidad muy cierta", por encima del
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99%. Si en un locus no se genotipa uno de los alelos del supuesto padre no se puede calcular IP y por
lo tanto se considera exclusión de paternidad. W e IP también pueden conocerse utilizando los
parientes del padre alegado, cuando este no se encuentra o ha fallecido. En estos casos, el cálculo
puede diferir de la fórmula dada anteriormente. Estos cálculos también pueden ser útiles para
comparar el ADN extraído de restos humanos en desastres naturales y tragedias con ADN de los
familiares de las víctimas. En general, si un perfil de ADN consiste en una combinación de genotipos
extremadamente raros, diríamos que la evidencia es muy fuerte. Si el perfil no es raro, se supone que
la suerte puede ser responsable por la coincidencia de los perfiles genéticos. Para obtener
informaciones más detalladas, por favor consulte las referencias citadas anteriormente en este Box o
Jobim et al. (2012).
Texto modificado de "Como interpretar os cálculos de um teste de paternidade", escrito por Caio Cesar
Silva Cerqueira y disponible en http://www.portaleducacao.com.br/biologia/artigos/23853/como-
interpretar-os-calculos-de-um-teste-de-paternidade.
Hoy, la única información fenotípica que puede obtenerse a través de un perfil convencional
de STR es el sexo biológico. Uno de los loci analizados es el de la amelogenina, que está presente
tanto en mujeres como en hombres, pero la copia en el cromosoma X, a diferencia de la del
cromosoma Y, posee una deleción de 6 pares de bases, haciendo posible diferenciar entre un cariotipo
270
4. PIGMENTACIÓN HUMANA
De todas nuestras características físicas visibles, se espera que los rasgos de pigmentación,
especialmente de los ojos y el cabello, sean los más promisorios para la predicción de fenotipos a
través del ADN (Kayser y Schneider, 2009; Branicki et al., 2011; Draus-Barini et al., 2013; Walsh et
al., 2013). En la literatura científica ya se propusieron algunos métodos para dicha predicción. En
Cerqueira et al. (2012), se estudiaron más de 120 SNPs a partir de diferentes secuencias genéticas
publicadas online. Algunas de ellas corresponden a renombrados investigadores, tales como James
Watson y Craig Venter, quienes donaron voluntariamente su material genético y la información se
encuentra disponible en forma pública. Mediante un simple análisis con marcadores de tipo SNPs,
pudieron estimarse rasgos físicos como el color de la piel, de los ojos, del cabello y la presencia o
ausencia de pecas. Posteriormente, se comparó la estimativa con las características físicas reales de
los investigadores a través de fotografías también disponibles en internet. El fundamento de este
método es la verificación del efecto aditivo funcional de cada base nucleotídica estudiada. Aunque
simple, este procedimiento ya fue utilizado por otros grupos de investigación para intentar predecir el
aspecto físico de homínidos arcaicos (Meyer et al., 2012; Raghavan et al., 2014).
Un grupo de investigadores del Instituto Erasmus de Holanda (Walsh et al., 2013) describió
un protocolo de análisis simultáneo de 23 SNPs y 1 INDEL (polimorfismo del inserción-deleción) y su
271
correspondiente poder de predicción para el color de ojo y cabello. Los autores presentan una tabla
en la que es posible colocar el genotipo de un individuo para los 24 marcadores y, a partir de esos
datos, generar un output indicando cuál es la característica de pigmentación más probable. Esta
tecnología, llamada “HIrisplex”, está patentada. Holanda fue el primer país del mundo en permitir,
regulado por ley desde 2003, la predicción de EVCs a partir de ADN para casos forenses (Kayser y
Schneider, 2009). Más recientemente, el consorcio VisiGen (International Visible Traits Genetics)
presentó la primera herramienta de diagnóstico all-in-one para área forense, es decir, un chip que
permite inferir simultáneamente la ascendencia biogeográfica, el sexo, la apariencia y el posible
parentesco de la muestra estudiada (Keating et al., 2013). Sin duda, la expectativa de poder conocer
rasgos fenotípicos a través del análisis de ADN se está volviendo cada vez más real y para las
características de pigmentación las estimaciones son cada vez más exactas.
finales del proceso de glicación avanzada (Petrovic et al., 2005; Pilin et al., 2007); c) la cuantificación
de una deleción de 4.977 pares de bases en el ADN mitocondrial, debido a la acción continua de los
radicales oxidativos (Meissner et al., 2008; Ye et al., 2008); y d) la disminución de los telómeros por
cada división de las células somáticas (von Zglinicki y Martín-Ruiz, 2005; Cawthon, 2009). Existen
varias limitaciones asociadas y para su efectiva aplicación se recomienda una padronización rígida de
los numerosos protocolos existentes. Entre las limitaciones principales, podemos citar la posible
interferencia por algunas enfermedades del individuo en estudio (Polisecki et al., 2004; von Figura et
al., 2009) o el nivel de degradación pos-mortem del material biológico (Meissner et al., 1999). Algunas
diferencias en la estimación de edad también dependen de diversos factores ambientales a los que el
cuerpo pudo haber estado expuesto (Berneburg et al., 2004; Dobberstein et al., 2008), así del
procedimiento técnico utilizado (Meissner y Ritz-Timme, 2010). A pesar de ello, cada una de las
técnicas han demostrado buenos niveles de correlación (r) con la edad al momento de la muerte: 0,87
para el análisis de ADN mitocondrial; 0,83 para el análisis de longitud de los telómeros; 0,99 con la
racemización del ácido aspártico y 0,90 con el análisis de productos finales de glicación avanzada. A
partir de estas correlaciones se derivan fórmulas matemáticas para estimar la edad, tal como se
presenta en el trabajo de Tsuji et al. (2002). Los valores de r mencionados antes dependen mucho de
la calidad del material biológico usado (Meissner y Ritz-Timme, 2010).
Otros dos métodos propuestos más recientemente son la estimativa de edad a partir de
moléculas de ADN episomales provenientes de re-arreglos del material genómico en regiones
codificantes de los receptores de células T y la estimativa a través de mecanismos epigenéticos. El
análisis de episomos fue propuesto en 2010 (Zubakov et al., 2010) y consiste en su cuantificación, ya
que el número disminuye linealmente con la edad. Los métodos epigenéticos son discutidos desde el
año 2006 (Wojdacz y Hansen, 2006) y el último propuesto (Yi et al., 2014) consiste en cuantificar el
nivel de metilación de las bases citosina en puntos específicos del genoma. La adición de grupos
metilo es el principal mecanismo epigenético y disminuye o aumenta con la edad, dependiendo de la
región del genoma analizada. Este método de estimación posee una buena exactitud (91,8%) y parece
ofrecer grandes perspectivas. Todos los métodos aquí resumidos son alternativas posibles para
estimar la edad de un individuo, pero es necesario destacar que ninguno de ellos se aplica en la
práctica y aún están sujetos a ajustes.
273
Entre otros fenotipos foco de estudios de predicción podemos citar la calvicie (Hillmer et al.,
2008; Richards et al., 2008), la forma del cabello (Fujimoto et al., 2008; Medland et al., 2009) y ciertas
características faciales (Liu et al., 2012; Paternoster et al., 2012; Claes et al., 2014). A pesar de los
muchos avances, aún es necesaria una extensa validación de los diversos protocolos existentes y
estudios más específicos que concreten las perspectivas.
El trabajo desarrollado por el consorcio CANDELA es uno de los ejemplos de estudios para
avanzar en la aplicación del fenotipado forense (http://www.ucl.ac.uk/silva/candela). Este proyecto
tiene como objetivo analizar la diversidad biológica de las poblaciones latinoamericanas, a fin de
274
8. ASPECTOS ÉTICOS
Un interesante hecho a ser mencionado sobre la predicción de características físicas es la
discusión ética que suscita. A los ojos de un especialista en derecho y legislación, pero lego en
genética, cualquier conexión entre el ADN y los caracteres fenotipícos puede acarrear una
preocupación inmediata sobre la eugenesia y otros problemas históricos de segregación asociados al
mal empleo de datos biológicos, por lo menos en sociedades donde el estado de derecho no está
plenamente garantizado. Una comisión de genética humana del Reino Unido elaboró un informe que
plantea cuestiones éticas sobre el uso de la información genética para predecir las características
físicas de una persona. Algunas de estas consideraciones fueron mencionadas por Tully (2007),
Kayser y Schneider (2009) y Schneider (2012). El principal argumento a favor del fenotipado forense
a través del ADN es que la pigmentación de la piel, ojos y cabellos, por ser características visibles
externamente, no necesitarían de confidencialidad, son fenotipos obvios que cualquier persona puede
percibir (Budowle y Van Daal, 2008). Además, el fenotipado forense (que se basa principalmente en
el uso de SNPs) sería una poderosa herramienta de investigación policial (Budowle y Van Daal, 2008;
Kayser y Knijff, 2011). En la realidad la discusión es un poco más compleja, pues muchos genes de
pigmentación son también predictores de susceptibilidad al cáncer de piel y otras patologías y tiene
275
impacto sanitario. Sin embargo, también es razonable suponer que una prueba técnico-científica (perfil
de un sospechoso generado a partir de un test de fenotipado a través del ADN colectado en la escena
de un crimen, por ejemplo) está menos sujeta a errores que un retrato hablado, generado a partir de
la descripción subjetiva de los testigos (Spinney, 2008). En este aspecto, puede preverse que serán
cometidas menos injusticias y se optimizaran recursos públicos en la búsqueda de criminales cuando
las técnicas de predicción de fenotipos se utilicen a diario en la rutina forense. Para finalizar, es
importante destacar que muchos obstáculos técnicos están siendo superados para que la predicción
fenotípica para uso forense sea un hecho y que los aspectos éticos y legales relacionados al tema
deben siempre ser discutidos y aprobados por foros especializados y por la sociedad civil.
AGRADECIMIENTOS
A los peritos Médico Legista Aluisio Trindade Filho (Policía Civil del Distrito Federal, Brasil),
los Peritos Criminales Guilherme da Silveira Jacques (Policía Federal Brasilera), Rhonan F. Silva
(Policía Científica del estado de Goiás, Brasil) y a Talita Lima de Castro (Policía Científica del estado
de Rondônia, Brasil) por el intercambio de experiencias e informaciones con respecto al uso de
técnicas antropológicas en la policía científica brasileña. A Víctor Acuña-Alonzo por la revisión y
traducción del portugués.
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