El Fogon 31

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 10

r im e r E R IO JICO C r io LLO

DIRECTOR
ALCIDES DE-MARÍA
COLABORADORES: VARIOS AVENTAJADOS LITERATOS¡NACIONALES
A dm inistrador y redactor: E. DE-M ARIA
Sale á luz todos los D om ingos

Suscrición mensual. . . . 50 cents.


Número s u e lto ..........................16 *
» atrasado . . . . 20 «•
Avisos y otras publicaciones convencioual.
estancias, y una hornada de pasteles crio­
llos de los que suelen hacerse pa las yerras.
Mientras que muchos de ustedes se dan
ese alegrón, echándole leña al fuego para
que se haga fogata, y meterle quizás algún
con cuero, vamos prendiéndole al mate y
tabiando sobre güeyos perdidos.
Ano I Montevideo, Abril 5 de 18S6 3- N. 31 Güeyes perdidos, paisanos, pueden lla­
marse ahora los derechos y las prerrogati­
8UMARIO D E L NUMERO 3 1 - Domingo
de Pascua. — Al amigo Pedro VI. Berm udsz .—
vas del gaucho, de que ya solo nos van
C arta de u n soldado viejo.— Hateando.— G loria quedando las mentas.
al trabajo. —Verdades.— 'Jn amigo oaiabsra. —
En el Teatro Solis.—Dos dos...—Si duende de la Los caudillos de nuestra nacionalidad,
Union. —Cosas criollas. como Artigas, que fue para mi gusto el Cristo
que mas se sacrificó por redimirla del poder
DOMINGO DE PASCUA extranjero, trabajaron al ñudo para legar­
nos libertad.
Y los patriotas que como Suarez, Muñoz,
Varaos á echar un párrafo, paisauos, so­ Ellauri, Perez y otros, nos dejaron como
bre cosas del dia, vale decir sobre el do­ joya de inapreciable valor ese librito tan
mingo de pascua, que no es seguramente pequeño eu tamaño como grande ea conte­
para nosotros los criollos, ningún domingo nido, á que llamamos Constitución de la
siete. República, trabajaron de igual manera al
Hoy es dia de farra, y podemos tabiar en santo cohete para darnos coa él derechos y
tiro largo al calor del fogon, mientras que garantías.
se preparan los churrascos. —Cristo, paisanos, puso su fé, su inteli­
Después de tantos dias de atacar el cañón gencia y su sangre al servicio de la huma­
con bacalao y porotos, que es carga medio nidad y la humanidad le pagó como paga el
pesada, porque como decia el finao Figue­ diablo á quien bien le sirve, y entre ella al­
roa, suelen causar sus compromisos y albo- guno de sus mismos apóstoles.
ros, es cosaque alegra las entretelas un Los caudillos de nuestra independencia,
puchero de caracules y de aujas, un cos­ y nuestros primeros legisladores, pusieron
tillar ensartao en el asador al uso de las del mismo modo su fé, su inteligencia y su
sangre al servicio de la patria, y la patria, I mente alegres, mientras llega la resurrec­
ó sus malos gobiernos, les pagaron como ción de la patria; y entonemos la siguiente
la humanidad á Jesucristo, destruyendo sus plegaria:
obras, y aun hay aquí, entre los destruc­ Señor! tú que ya en la gloria
tores, descendientes de aquellos grandes sin el enemigo bando,
patricios. estás la dicha gozando
La religión del mártir del Calvario, y la lejos de la humana escoria;
religiou de la patria, ya no merecen respeto no borres de la memoria
como en tiempos antiguos. á esta patria infortunada
Cualquiera las discute y las critica, las donde la pobre majada
desconoce y las niega, y hasta el mas igno­ del pueblo trabajador
rante y atrevido, por aquello de que nada vuelve á ser por su pastor
hay mas atrevido que la ignorancia, rasga cada vez más esquilada.
sus evangelios con ¡a autoridad del despo­ Y a está tan flaco el carnero
tismo. y levanta eJ chicote del amo para cas­ y tan falto de vellón
tigar con insolencia al incauto que se escuda que no tiene, en conclusión,
con ellas. más que los huesos y el "cuero.
La fuerza bruta y el desenfreno de la No se manda al matadero
ambición, predominan sobre la fuerza de porque no cubre el impuesto,
la moral y la justicia. y el pastor, á pesar de esto
Los derechos naturales é individuales del porque así le dá la gana,
hombre están abajo de los derechos bruta­ le esquila la última lana
les del poder, porque eJ hombre, que tiene conque engorda el presupuesto
opcion á ejercerlos, se somete sumiso al ¡Pobre carnero, que pasta
peso de los ullimos. en un campo sin pastura,
Figuraos un caballo brioso á quien ensi­ sin más lana ni gordura
lla y monta un paisano resuelto, pero que que la pezuña y el asta!
no es domador. que el último aliento gasta
Al principio lo saca medio despacio y en reclamar aflijido
hasta medio trabao, por miedo que coreo- la gordura que ha perdido
y el vellón que le robaron
bee, pero una vez que se va acostumbrando los que jamás escucharon
á montarlo, le va bajando el rebenque, y ni escucharán su balido!
■ termina por sobajearía é su gusto hasta Tras de tanto vapuleo,
hacerlo mancarrón aguacero. por imitarte ¡oh Jesús!
El paisano que ya no recela nada como en á cuesta lleva la cruz
los primeros galopes, Jo ensilla de cualquier que nos pintó el «Timoteo».
modo y lo obliga á rastriar el barril á rigor Que es pesada, bien lo veo,
de cnirlazos. y tan pesada, Dios mió,
Pero sucede que un dia la rastra se em­ que gravita en el vacío,
pantana en cualquiera sanjita y al pegar el (tan falto de fuerza está)
tirón siente el caballo la cincha en la veri­ y no lo levanta yá
ja. El animal corcobea, dá al hombre con­ ni el mismito café frió.
tra el suelo, larga barril y quillangas, y ga­ Señor! Señor! tanta afrenta
na al campo relinchando, como quien re­ no es digna de sus acciones.
cupera nuevamente sus bríos y libertad. ¡Que á lo menos los sayones
Pues igual cosa sucede con el pueblo, que no se lleven la osamenta!
en ese caso es el caballo que cincha la rastra, Si la majada revienta
y el gobierno que es el paisano que lo que reviente en el chiquero,
ensilla y lo monta. y que sepa el ovejero
La religión y la patria tienen su semana cuando llegue fa mañana,
santa, en que se medita sobre los mártires que no se carga la lana
ue se sacrifican por ellas, y se vive la vida el que asesina al carnero.
elas vigilias. Tú recorriste el Calvario
Después tienen sus pascuas de resurrec­ en bien de la humanidad,
ción, que llegan siempre para los que no y el pueblo por libertad
pierden la fó que los conforta. cae envuelto en su sudario.
Festejemos, paisanos, la resurrección del No dejes pues que el corsario
Cristo, churrasquiando en el fogon, relativa­ que hace presa en los corrales,
las majadas orientales
destruya insensato y fiero, enderecé á una rubia, con cara de viernes
* y enséñales el sendero Santo, y le dije, si me quería acompañar
para evitar tantos males. en el bailable.
La rubia me contestó: «son cuadrillas;»
yo no le retruqué, porque no le entendí la
AL AMIGO PEDRO W. BERMUDEZ indireta, y le acomodé un tirón juerte,
por si se hallaba pesada con la comida, ó
por si tenía pega-pega en la silla.
Estimado compañero: Zambullo la plu­ dome Me cuadré con disimulo, arremangán­
ma en el aujerito del tintero de mi molle­ que melas bombachas angostas, para
ra, para ponerlo al corriente de que me gos, y vieran el lustrecito de los taman­
estoy deslustrando al roce del cajetillaje chapona,dispués de desabrocharme la
ciudadano, que tiene por divisa las modas da que mepara lucir una guasquita dora­
asujetaba el relós, le relinché
y por religión el dinero.
Yo, como usté sabe, no me había cal- resto: Asujetate,intención
á la rubia, con de echarle el
Catalina, que vamos á
zao. en mi vida más que algunas zapati­ galopiar!
llas bordadas, de esas de á medio peso, Todos largaron la risa, porque de fijo,
y ahora, don Pedro, uso tamangos finos, entendieron la intención, del relincho, y
con botoneitos y género que se estira el bruto de José Luis, se me vino metién­
como gomas de cajas de fósforos! dome la trompa por las orejas diciéndo-
¡Si viera como escarceo! Camino con me:
las puntúas de los pieses, y gasto la mar Denohay* se pase al patio compadre.
empezó el preludeo, de la ci­
de pañuelos para sacar la derrita que me güeña del escritorio,
empaña el brillo de los tamangos, de á go Pedro! En lugar y... ¡asómbrese, ami­
de hacer un frente
cuatro pesóles la collera!
La bombacha en estos pagos, es más con launo contraria, como en todo pericón,
angosta que la nuestra, y por abajo se sale de los cajetillas, con cara de
deja suelta, sin duda para poderse espul­ perro cansao, haciendo piruetas y salu­
dos á lo adulón, y dándole vueltas á la
gar con comodidá.
Los cuellos, no le digo nada, ya me compañera, como agarrándola pa la bu­
han pelao todo el cogote, y tengo que an­ tifarra. *
dar como criatura recien nacida, con pol­ á No me gustó la compadrada, y le dijo
mi rubia: arrollemos el lazo si gusta y
vos de palo para la irritación.
Con esos diablos de collares como de pasemos a pialar en otra yerra.
La.rubia, no me entendió ni jota, y se
perros mastines, y corbata de seda con conformó con cdetestarme con una son­
pinche en la enlazada, ando con el mate risita más agria. <#3 vinagre ordinario. '
tieso, como milico de corbatín á la anti­
gua, por miedo de ensuciar el collar y la En ese moníéiito se me acercó mi
seda con la porquería del sudor. aparcero JosétLuis,.y sacándome la rubia
De esta manera empilchao, como santo de la collera: de mi brazo, me dijo medio
en procesión, me doy mis variaditas por atufao-, prdbabléiífenle al santo cohete:
la Plaza Independencia con un paisanito «Cuando se convencerá (pie no está en
llamao José Luis Misa, rubio, algo barri­ sus pagos.»
gón, y muy caliente pa jugar al truco has­ Yo me hice él chiquito sin saber por­
ta el dos, según el almacenero D. Juan. qué lo había diágustáo al hombre, y me
José Luis, será muy caliente en el jue­ •retiré á sentarme en un banquito adornao
go, pero es muy güen amigo; de esos de pura seda, pura aprovechar la bolada
que no miran la amista por el c'añuto de y pelarme un tamango que me apretaba
la explotación, y por lo tanto, me está los callordas.-
destruyendo en las costumbres puebleras Todos me miraban, cuando' me pelaba
y apresentándome á la mejor suciedá el tamango, talvez porque oreerian que
Montevideana. no tenía inedias nuevas, ó que no me
El sábado pasao, me llevó á una riu- había labao los‘quesos; pero se chinga­
nión, donde me dijeron que se casaba ron, viejo, porque todo estaba arreglao
un hijo de la gran familia de Monga. como pá poder mostrarlo.
Dispués que entramos y saludamos, saludo»’ De ay, hicieron la mar de firuletes, de
empezó á preludiar en un escritorio con resortes, ydecortesías, como muñecos de
esos^que se manejan con
palitos blancos y negros, ui» típito con
figura de cigüeña muerta de hambre, por cuerditas, y todo se volvió avanzar al
lo flaco y estirao. tranquito y volverse de reculada para
Se trenzaron las yuntas, y se pusieron comenzar con lomesmo.
frente en batalla, como pá comenzar un Cuando acabaron lo que ellos llama­
pericón. ban baile, mi amigo José Luis, me dijo,
Como en eso, me llamaban á mi juego, I dispués de sacarse el sudor que le cho-
rríaba como goteras de rancho viejo, que nos dirigimos con mi amigo la fonda,
lo acompañara á remojar el garguero. de donde le escribaneo la presente, para
¡Viera, Don Pedro, que mostrador mas dirlo poniendo al corriente de las cos­
paquete! Habia de todo como en botica. tumbres de estos pagos, y para que usté
Redepente y sin que yo lo pidiera, me no caiga de misto si es que alguna vez
trajeron en un plato de loza, hechura de se le ocurre destapar el barrilito de su
hoja parra, una cosa parecida á manteca, antojo y largarse hasta Montevideo.
Lo saluda su aparcero y amigo
pero mas resbalosa, que comensé á re­ P.
volver con una cuchara, zambulléndome el de D.—Recuerdos del rubio Eduardo,
la golilla escocesa, que no lo ha ido
en seguida una güeña porción en la boca. áj visitar,
¡Oigale el duro! Pegué un corcobo co­ eron lossegún dice, por que se le rom-
mo bagual que le castigan las verijas, pmingueras. fundillos de las bombachas do­
porque aquello, Don Pedro, estaba mas
trio que madrugada de invierno! Euqirne.
Largué la mantequilla, diciéndome: pa CARTA DE UN SOLDADO VIEJO
los pavos, que yo ya soy matrero resa­
biado y no es fácil que me agarren del
pico. F lo r id a , M a rz o 3 i de 4896.
Mientras yo soplaba para sacarme el Amigaso de E l F ogon,
ardor de la trompa, otros tipetes hacían si no le halla inconveniente
sonar las coscojas del treno mulero y en que un ratito me siente
engullían como perros muertos de ham­ y éntre en la conversación,
bre, ó como quien voracéa con !b ajeno. ahi le mando mi opinión
Díqs les conserve el apetito, murmu­ retrucando á un gacetero
raba yo entre dientes mientras el dueño de Buenos Aires, que el cuero
de la casa le decia á José Luis en voz le ha pretendido lonjiar
baja: «¡Les alabo la poca vergüenza!» como gaucho y militar
Después de bailar unas cuantas colle­ á don Frutos el guerrero.
ras de piezas y de repetir el engullimiento
cinco ó seis veces, tocaron retirada y Como casi una insolencia
¡preparóse, Don Pedro, que le voy á con­ ha dicho su redacción,
tar lo más lindo!
Se armó un gran alboroto porqué á yo defiendo en la ocasión
uno le habían raspao el sobrepuesto, á al que nos dió independencia.
otros las budineras, y álos dueños de Si pica, tengan pasencia;
la casa, frasquitos de agua de olor, otros nosotros como orientales
muchos cachibaches del lavatorio y has­ á nuestra patria leales,
ta la tasa mas grande, del servicio de cumplimos con el deber
la patronal de salir á defender
Y no crea que se conformó con. eso nuestras glorias nacionales.
el cajetillaje revoltoso: Redepente queda­
mos todos á' oscuras, sin que me pueda Partidario declarao
esplicar como hicieron para apagar todas de los caudillos de nota
las luces á un tiempo, y sin siquiera so­ que en época no remota
plarlas. en mi tierra han descollao,
Lo cierto fuó^que en el entrevero, mé me he sentido lastimao
reventaron los callordas, y me hicieron
relinchar como potrillo mamón que lla­ al leer, paisano, un escrito
ma á la madre. que el diario El Siglo ha trascrito
Yo no tuve más tiempo que acomodarle de la portería Nación,
un reves al primero que se me cruzó, y sobre la Cívica Union
fué con tan mala suerte, que se lo atraqué Gomo nuevo partidito.
á una vieja que á la cuenta tenía los dién-
tes muy flojos, porque se los hice volar No voy aquí á criticar
toditos; y lo mas raro fué que cuando los la opinión del ciudadano
encontró estaban todos pegaos. que pretenda del hermano
¡Con que fuerza le atracaría el revés! á la opinión inclinar,
Enseguida vino, José Luis, y pegándole
una cuartiada á mi osamenta, me sacó á * rencillas llegue
para que
y
á olvidar
disecciones
rempujones del bailable, diciéndome unas que mantienen en fracciones
cuantas alabanzas, como, ¡ qué bárbaro los hijos del Uruguay,
habia sido, paisano!
De ay, me pelé los tamangos, porque * donde tantas cosas hay
ya se me habían fermentao los quesos, y que hacer por sus poblaciones.
Libre al hombre se concibe con valor y patriotismo
en tierra civilizada, inició nueva campaña
mas su opinión moderada para resistir la saña
debe de ser cuando escribe, del altanero mandón,
no despreciando al que vive luchando por su nación
de la tradición ó idea y defendiendo la estraña.
que defendió en la pelea
con buena ó mala fortuna; Y en esa lucha, ese oleaje
y no hallo razón ninguna que al Plata en sangre bañó,
pa juzgar su causa fea. el que mas bravo luchó
Y menos cuando un guerrero sin amenguar su coraje,
en cien combates la vida fué ese valiente gauchaje
por la libertad querida que hoy amenguan sin reparo
ha expuesto, y al extranjero los que pidieron su amparo,
que cadenas altanero y á quienes dió, en su orfandad,
á su patria remachaba, la luz de la libertad
en lucha leal derrotaba como luminoso faro.
obligándolo á emigrar, El hombre que se cree honrao
y exclamaba sin cesar por venerar la memoria
¡primero muerta que esclava! de los que en la patria historia
Artigas fué el gaucho bravo cuaquen os han figurao,
que el primer grito pegó, merece ser respetao
y que en su patria quebró ya sea solo ó en unión
las cadenas del esclavo. de los que su tradición
Fué gefe del que en Guayabo conservan con juicio reto,
nos demostró su pujanza, siempre que guarde respeto
del que no rindió su lanza al contrario en opinión.
ni cuando por las traiciones Naides asi se propasa,
vió Artigas á sus legiones y quien á su suelo quiera
perdidas con su esperanza. puede dentrar en carrera
Artigas al Paraguay .con el progreso que pasa,
desalentado partió, sin que me le ponga tasa
y un solo gefe quedó á idéa civilizada,
luchando en el Uruguay. aunque ella sea lanzada
«Si traidores ruines hay, por un sujeto contrario,
se dijo el gaucho Rivera, si le enseña al mandatario
será la lucha más fiera á cumplir la ley jurada.
porque no ha muerto la fó Pero nuestra tradición
con que á mi patria daré nos enseña á respetar
independencia y bandera.» al que tuvo que pasar
Por eso su fama y prez tantas noches de fogon;
en la patria se venera, al que peleó como un león
que ese Fructuoso Rivera en Rincón y Sarandi,
fué el gaucho que en su altivez en las Misiones, y asi
volvió á lanzarse otra vez defendiendo su bandera
para libertar su tierra, de independencia altanera
el que mantuvo la guerra dió tantas pruebas aqui.
con su valor y pericia; Ese gaucho que con chinas
la espada de la justicia supo en Misiones triunfar,
brillando sobre la sierra. fue quien enseñó á pelear
Ese Rivera fué el mismo á entidades argentinas;
que cuando el porteño hermano, el que clavó entre las rumas
por un sangriento tirano de libertad la bandera
iba empujado al abismo, cuando la hueste extrangera
pisaba los patrios lares; chos españoles, don Calisto, pero habria
el que encendió en sus altares que apartar mucho de ese rodeo, porque
el fuego patrio:—Rivera. no todos son de la misma cría ni de la
misma marca.
Fíjese sino, viejo, en el que lo reven-
queó por la versada, echándola de pa­
triota, y que se hizo ciudadano argen­
tino.
(ENTRE EL VIEJO CALISTO Y UN LETRADO V.—¿Y que le ha visto á la pelada?
DE CAMPANILLAS) L,—Nadita, si Dios quiere. Que el hom­
bre resuella fuelle después de difuntiarse
Letrado.—Está bueno el amargo, don con la ciudadanía; porque hay que tener
Calisto. Hágase ver con otro, que se me presente que un español al hacerse ar­
va resecando el tragadero. gentino , escupe al cielo para que le caiga
Viejo.—Ahívá, dotor, y me alegro que en la cara.
se le cuelen tan fácil.—Vaya nomás em­ V —No coceo el motivo de la escupida.
buchando para que siga largando; que no L.—Es que usté no se acuerda de aque­
hay nada como el mate para prosiar lla estrofa del himno:
bien á gusto. «Coronada su sien de laureles,
El mate nuestro, se entiende; no aquel Y á sus plantas rendido un león.»
del cocimiento de plantas cefálicas que se Figúrese como le quedará la fisonosu-
toma en una taza, generalmente de coco, ya al paisano del Cid cuando se saque el
según dicen los maestros de la lengua. sombrero para saludar esa estrofa del
L.—¡Ah viejo cascarilla! ¿y todavía se himno de su patria adoptiva, donde el
acuerda de toda esa jerigonza que tanto león se rindió á las plantas del gaucho !
lo divirtió la vez pasada? V.—¡La gran flauta! dotor, sabe que
V.—Ya lo vé por la nuestra, y se me tiene razón.
hace que lo del chiripá es otra costalada L.—¿Y como nó? si eso es como ca­
por el estilo, de que van á salir revolcaos chetearlos y largarlos después con la
los catedráticos. marca caliente.
L.—Seguramente, viejo, porque aun­ V.—Y que me dice, dotor, de una riso-
que es verdad que en los tiempos en que 1ución que, á sigún he oido contar ha to-
usté era muchacho, había algunos gau­ mao estos dias el gobernador de la isla,
chos pobres que usaban el chiripá en esa para obligarlos á pelear á los revolucio­
forma (aunque no solamente de bayeta) narios ?
lo llevaban también, y ero lo más gene­ L —Lo que hay sobre eso, don Calisto,
ral, como lo llevan hasta ahora. según dicen los diarios, es que el general
Y en cuanto á que la gente de chiripá Weyler acaba de expedir un decreto por
es la canalla ó gentuza del Plata, es tan toda la isla, ordenando que las bandas de
verdad como que los andaluces ó vizcaí­ insurrectos que eludan el combate, y co­
nos por el hecho de usar montera y al­ metan incendios ó se hagan culpables de
pargatas, son la canalla ó la gentuza" de cualquier otro crimen, serán tratados co­
España. mo bandidos, no rigiendo con ellos las
V —Ciertamente, unas guayabas ma­ consideraciones prometidas por el gene­
chazas, Pero no hay que estrañar desde ral á los que caen prisioneros en una ac­
que por allá abundan los andaluces, y ción campal.
pueda ser qne haiga algunos entre los V.—¿Y á que santo habrá largao ese
que se ocupan de escrebir esas cosas pa­ decreto el general, si los revolucionarios
ra engañar á los zonzos. no han de peliar sino cuando les conven­
L.—Más de cuatro, paisano; y lo peor ga?
•es que esa costumbre andaluza se ha he­ L.—Según creen los cubanos, ese ban­
cho entre los españoles enfermedad de do es solamente un pretexto para poder
contagio. fusilar impunemente á los que agarren.
V.—Pues entonces, dotor, quizás sea V.—¡Si será el general hombre de ma­
lo meior no hacerles caso. las pulgas!
L.—Mire, paisano; no seria mal reme­ Pero ni al diablo le ocurre, estando en
dio, porque trabajo le mando al que se sano juicio, dar un decreto obligando al
meta a convencer á los zonzos cuando enemigo á que pelee Jcuando no le con­
se les aparece algún difunto. venga y pueda librar el bulto.
V.—Y zonzera es dotor, meterse á cues­ L.—Pues por ahí verá, viejo, como ese
tionar sobre lo que no se entiende, por general tiene ocurrencias peores que las
solo buscar camorra, y darse corte de del diablo; porque, como usté dice, ni al
inteligentes y patriotas. diablo se le ocurre lo que se le ha ocurri­
L —Patriotas é inteligentes, hay mu­ do al general.
V.*—Pero se me hace, dotor, que los re­ Güeno; vamos á ver, ¿que es lo que
volucionarios no lian de tragar el anzue­ cuentan por sus pagos de tuitos esos en-
lo, peliando en cualquier vuelta, si saben riedos de eleciones con que alborotan
que van al muere. Más cuenta les ha de las gacetas?
hacer el continuar gambeteando, porque L.—¿Que quiere que cuenten, viejo, si
de tiritas maneras, si caen en manos del todo eso es puro ruido para entretener la
gato, no ha de pasar la cosa de entregar gente.
el rosquete, como lo entregarían peliando V.—¿Como, ruido, paisano? Y ese mon­
con desventaja. tón de eluses de tuitas marcas y pelos,
L.—Tal creo, amigo Calixto; de modo de que hablan las gacetas, son al santo
que el general, si no trata de acorralarlos boton?
de veras, se quedará afeitado y sin visita. L.—Todo es jarabe de pico; puro corte
V.—Y eso ha de venirle bien, porque con quebrada, y al último usté va á ver
sigún un retrato (pie venden por la calle como nadies se mueve, porque ya están
á dos vintenes, ese general, de apelativo convencidos que no hay gente, paisano,
inglés, usa patillas toreras, y tiene nece- para matar tanto gato.
sidá de que lo afeiten. V.—Pero hay hombres de puños com­
L .—¿Y usté á visto el retrato? pañero, en esos eluses, que si menearan
L.—Y hasta lo be compran degusto, macana en las gateras, cuando menos
para que vean en campaña como los es­ habían de auyentarlos mucho á esos ga­
pañoles son mas gauchos que nosotros, tos.
pues manejan sus caballos sin riendas, Lo malo es que no se entienden, y que
aunque sean ariscones, como le sucede les sacan el cuerpo muchos de ellos, por
al general con el oscuro que muenta. causa de compromisos, que cada cual
L.—¿Y como lo han pintao al general aprecea á sigun le acomoda.
don Calisto? L.—En eso hay mucho de cierto, don
V.—Como á pruebista de circo: con la Calisto, y hasta hay viejos de aquellos
bandera española en una mano y en la del sitio grande, como uno que yo co­
otra el sombrero; dejando sueltas las nozco, que después de haberle prestado
riendas. á su partido durante tantos años, servi­
L.—Voy á decirle paisano. Yo he leído cios de importancia, con la mayor abne­
no sé en que libro, que don Juan Manuel gación y patriotismo, ahora le saca el
Rosas, cuando era joven y gaucho, se le cuerpo entrando á figurar ála vejez en­
sentaba á un bagual á la salida del corral, tre los turronistas.
en pelos y sin riendas, y después de ga- V.—¡Que quiere, dotor! será quizás el
lopiarlo á su gusto lo enderezaba al cor­ contajio. Aquellos polvos train estos lo­
ral á cachetadas. dos, como dice el refrán, y por esa razón
iQuien sabe, don Calisto, si ese gene­ ya no están todos los que son ni son to­
ral YYeyler no es de los de la escuela dos los que están.
de aquel gaucho argentino, para ginetear L.—¡Ah viejo lindo! si á veces es mas
sin riendas. ladino que predicador de cuaresifla.
V . —¡De ande yerba! dotor. Lo que á Pero por hoy corto el chorro para se­
mi me parece es que el retrato ha de ha­ guirlo otro dia, porque se va haciendo
ber sido pintao por algún maturrango, de tarde y tengo que dar la vuelta hasta mis
esos qué pintan al ñudo y sin otro interes pagos.
que sacar cobres. V.—Como guste dotor. Yaya ese otro
Pero, dejando, dotor, esa cuestión, que cimarrón pa el estribo, y acuérdese que
ya no vale la pena, ¿que noticias me da lo aguardo para seguir la tabiada.
sobre las cosas de casa?
L.—La de la mona, don Calisto.
V.—Ahora si que me ha fumao, por­
que no entiendo. G L O R IA AL T R A B A J O
L.—Quiero decir que están verdes. Con permiso del autor, á quien no te­
V.—¿Las noticias? nemos el gusto de conocer, y del maestro
L.—Las cosas, don Calisto.
V.—Pues vea el diablo, dotor; á mí se Tijera, ofrecemos A los lectores de E>-
me hace que hay algunas que ya se cain F ogon la siguiente versada que vale la pena
de maduras. de leerse por lo buena y por la linda.
L.—También puede que acierte—Vaya
largando jareta, y echele agua á la pava gloria al trabajo
como para seguir las ensilladas. Detrás de una larga siesta
Y.—¡Oigalé el duro! que parece que le dicen que al mundo miró,
ha gustao el convite. que el trabajo inventó
Todavía no han comenzao las partidas, ios en un día de fiesta.
y ya quiere que le baje el rebenque.
Oyó al hombre bostezar, Que al andamio sube en calma
de aburrimiento, de Ajo, y el sol de cara recibe
y el Eterno Padre dijo: y por unos reales vive
«¡Yo te daré que rascar!» espuesto á romperse el alma?..
Echó en la fragua carbón, Qué bien premian sus desvelos!
le dióal fuelle, ardió el hornillo, Que dulce es ver en su afan
y fundió un yunque, un martillo que no tiene para el pan
dos palas y un azadón. de sus pobres pequeñuelos!
Mil herramientas al vuelo ¿Y el que por todo favor
forjó el Todopoderoso, solo acertó á conseguir
y las echó cariñoso una vara de medir,
desde la gloria hasta el suelo. y detrás del mostrador,
Lijero como un flechazo sin que á cosa alguna atienda
aquel regalo cayó, sino al trabajo constante,
yhubo hombre que se quedó ve que no gana bastante
sin nariz de un martillazo. para el ministro de Hacienda,
y víctima siempre en todo
Oyóse una carcajada va caminando á su ruina?...
allá en la mansión divina. ¡Es una cosa divina
La broma era peregrina, el trabajar de ese modo!
pero un poquito pesada. ¡Eso si que es divertido!...
«El trabajo es la alegría,» ¡Trabajar y trabajar!...
dijo el hombre.- «¡No hay temor! ¡Lo que es lo de pasear
¡Ea! á regar can sudor en coche es muy aburrido!
nuestro pan do cada día! Eso es cosa que da horror
¡El más torpe y el más ducho el tener oro que sobre,
á echar el pulmón de cuajo!...» y que dicha es el ser pobre,
¡Es muy hermoso el trabajo!... ser pobre y trabajador !
¡Pero muy hermoso!... Mucho!» ¿Pues y el que en vez de una azada
La tierra, la dulce amiga logró una pluma alcanzar
del hombre, su fruto encierra y se tiene que ganar
y hay que desgarrar la tierra la existencia afortunada ?...
para que brote la espiga. Escribir siempre afanoso
Y hay que regarla después sin salir de la pobreza....
y echar en el surco el grano ¡El trabajar de cabeza,
para luego en el verano eso si que es delicioso!
segar de raiz la mies. ¡El trabajo es vida y ser
Qué hermosa la rubia alfombra de este mundo bendecido!...
¡Qué descansado el arar, ¡Yo, trabajando me olvido
y qué Jrescura el segar muchas veces de comer!
en Enero, allí... á la sombra! Soñar dorados portentos
¡El sudor que al rostro anega y al acabar la Acción
y aquel sol que deja ciego!.., morir de una indijestíon
¿Qué seria del labriego de ideas y pensamientos.
si no fuera por la siega? Gloria al Señor quenos trajo
Y ehan el quilo á destajo distracción tan singular!...
bajo el sol canicular... ¡ Qué hermoso es el trabajar!..
¡Que hermoso es el trabajar!.., ¡Bendito sea el trabajo!
¡Bendito sea el trabajo!
¿ Pues y el feliz carpintero
quesierra alegre y sin queja VERDADES
y el mejor dia se deja
una mano en un madero? En un tiempo, cuando era
¿Pues y el dichoso albañil el criollo poco ilustrado,
que trabaja hora tras hora se mostraba encariñado
y se levanta á la aurora con su patria y su bandera,
en Diciembre y en Abril?... y hoy que en esta banda impera
la luz de la ilustración, y á manos llenas tener
van perdiendo la afición dinero que manotiar.
y olvidan indeferentes
las glorias tan elocuentes Patriotismo? Letra muerta.
que guarda la tradición. Integridad? ¡Qué zonzera!
La patria es una tapera
Los hombres de aquel entonce por todas partes abierta.
que hicieron tantas hazañas Andará de puerta en puerta
en las sangrientas campañas quien dedique su atención
donde se batían el bronce; á encarrilar la Nación
que el espinazo sin gonce en la vía del progreso...
tenían, por ser altivos, se creerán que pide queso
hoy encuentran enemigos y lo juzgarán mamón.
entre sus mismos hermanos, Dionisio Claro.
que se muestran inhumanos
sin tener justos motivos.
Aquellos que las cadenas
de la esclavitud rompieron UN AMIGO CALAVERA
y de un pueblo chico hicieron Vino de viajar un tipo
una nación de las buenas, de una familia decente,
en que las horas serenas y creyó que aquí á la gente
han sonado, y las amargas, se boleaba como á un mico.
noches muy breves, y largas Puro meter el ocico
de afrentosa tiranía; en cualquier conversación,
maldicen la apostasía y echar cada guayabón
de esas raquíticas larvas. de esos que yo no me trago,
por presumir aquel bravo
Hoy todo está dividido, de ser muy calaverón.
fraccionado todo está; Dice que el mundo ha corrido
á cada fracción se oirá porque estuvo en el Rosario
darse cortes de partido, y con un escapulario
y cuando vean perdido - en Córdoba se ha lucido.
por torpeza á su país, ' Allá anduvo desvalido
pretenderán el cariz entre puros Cordobeses;
de la cuestión enmendar, una porción de reveses
y medio no han de encontrar de la fortuna sufrió,
si el mal está en la raiz. y es por eso que emigró
antes de cumplir dos meses.
Y el mal que persigue al hombre Parece el mozo un paisano
también llega á la mujer, con aire de cajetilla,
que deseosa de tener dice que él usa golilla
muchas pilchas y renombre como todo ser cristiano;
para que suene y asombre que es bastante campechano,
á los grupos de su seso, que sabe domar baguales
deja que cualquier exceso y que muy pocos iguales
haga el marido en su afán: habrá entregáuchos como él.
no le importa el que dirán Es el mozo un cascabel
con tal de tener el queso. y el diablo que lo embozale!
Me gusta á mí el Rosarino
Asi es que hasta los nenitos por lo taita y presumido,
apenas largan la teta pues desde que él ha venido
ya se enhenan la maleta me hahecho torcer de camino;
con ejemplos tan bonitos, yo que jugaba al casino
y en llegando á grandecitos ahora anclo jugando al mus,
empiezan tientos á echar y créame que ¿1 Jesús
para tratar de alcanzar no me sale de la boca;
un puestito en el poder, juego con él y me toca
■que me ganen, y con luz.
Presume de jugador Que creo no les disguste
y en ese juego del mus A los viejos y muchachos!—
dispara como avestruz También en la compañía
si le envidan con calor, Está Félix Mesa, el maneo,
aunque le sienta el olor Aquel que en el Pabellón
á una mentira fíeraza Se hizo el actor mas simpático,
que más grande que una casa, El concuñado de Gil,
leeche el contrario en el juego; El mimoso de estos pagos,
y si hago señas de ciego Que viene de Buenos-Aires
se le sube la mostaza. Según ya rumores varios,
En lo que es más advertido Con un nuevo repertorio,
y menos disparador, Muy bonito y muy barato !
es en el mus del amor ¿Quién no concurre á Solis
que sabe bien de corrido. Que es sin duda el primer Teatro
^MÉftido le dicen envido Que existe en Montevideo,
casi siempre dice quiero, Por la mitad de un morlaco?—
y solo que sea muy fiero ¡Quién no ve á la GeralcUni
el envite, ó muy perdido, Apuntarnos como al blanco
el mozo medio encogido Con la niña de sus ojos,
recula como el carnero. Y acertarnos el flechazo,
Ahí anda medio enredao Solo por cinco realitos?. •.
con una rubia machasa, ¿Quién tendrá gusto tan raro,
y como dentra en la casa De no preferirlo á Mesa,
el juego 1c lia maliciao. Que hace reir hasta llorando,
Dice que una vez casao Que discurre, que improvisa,
cambiará de rumbo y traje. (Y á veces se pasa al patio,)
Yo creo que, sin ultraje, Para ir, á otras diversiones
es balaquear al botón, Que cuestan mucho mas caro
cine quien nace barrigón Y que á la fin y á la postre
es al ñudo que se faje. Suelen ser un macanazo?
Eso es mi amigo: el chichón Si hay muchos de mi opinión
que pesca con aparejo, Como ya conozco varios,
y cuyo tipo en bosquejo Habrá noches en Solis
le mando para «El Fogón.» De andarla gente áponchases
Puede que en otra ocasión Por cazar localidades,
lo pinte con más relieve; Y el que las caze, arañando,
ahora tengo que ser breve » Si no pega un madrugón
porque está el mozo en la cancha. Tiene que ser mas que gaucho.
Viene á buscar la revancha Seguro que de esta vez
de un partido que me debe. Resulta chiquito el teatro,
Abril 2i9C
Taquito. Y hará la bolsa Pastor,
El simpático empresario
Que nos trajo la Dolores
EN E L T E A T R O S O L I S
Sin marca «falsicaclo.»
¡Cordoneros, aguateros,
El empresario Pastor, Del centro, y los otros barrios;
Pa Solís, hermoso rancho, Pobres, ricos, y por fin,
Ha traído una compañía, Gente del pueblo y del campo,
Que hará furor en el pago! Extrangeros y cricllos,
Hombres, mujeres, muchachos
Figura la GeralcUni, Forasteros y de casa,
Bonita como un encanto, Gente de á pié y de á caballo;
Que hace cosas muy difíciles, Ya llegó la Geraldina
Según se ve en los retratos. Ese fenómeno extraño
En uno, con escopetas De hermosura; y aquel Mesa
Están ella y el hermano, Que mesas anda buscando
En la posición precisa Porque, desgraciadamente
Que toma el que lira al blanco. Dicen que come el cuitado^
En otro, está vestidita ¡Oído á la caja! señores;
Con un traje de verano — No hay mas que cerrar el rancho

También podría gustarte