Tarea M1-1
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FINANZAS APLICADAS
Introducción
A los bancos centrales les interesa el buen funcionamiento de los mercados de dinero y
de divisas, y del mercado secundario para valores públicos. Los mercados financieros
eficientes apoyan al banco central tanto en su objetivo de estabilidad monetaria como
de estabilidad financiera, y en forma más amplia deberían promover el desarrollo
económico. El buen funcionamiento de los mercados de dinero apoya la transmisión de
una política monetaria basada en la tasa de interés y puede proveer de información al
banco central. Los mercados de divisas líquidos pueden ayudar a estabilizar el tipo de
cambio y reducir los costos de transacción del comercio y las transferencias
transfronterizas. El desarrollo de estos mercados dará sostén a la introducción posterior
de mercados financieros relacionados como el de reportos y el de derivados, lo que a su
vez deberá llevar a un mejor manejo de riesgos y a la estabilidad financiera, y a un mayor
bienestar económico. La liquidez y estabilidad de precios en los mercados de tasas de
interés de corto plazo pueden favorecer la creación de mercado, y por ende su liquidez,
en el mercado de valores.
Mercados Primarios vs Mercados Secundarios
“Los mercados financieros son un espacio virtual o físico, que se utiliza para comprar,
vender o intercambiar activos financieros entre agentes económicos y en los cuales se
marcan los diferentes precios de estos activos”.
El mercado financiero es uno de los elementos de mayor importancia dentro del sistema
económico de cualquier país. Los mercados son el punto de encuentro entre los
compradores y los emisores, y ambos se relacionan para buscar financiación o inversión,
respectivamente.
Los mercados financieros pueden clasificarse según varias funciones: por activos
negociados (mercado monetario o de capitales), en función de las autoridades (libre o
regulado), por mercado (directo, intermediario o de subastas) o en función de la fase de
negociación de activos financieros (primario o secundario), entre otras.
Qué es el mercado primario
El mercado primario, también conocido como mercado de emisión de activos
financieros, es “el mercado de emisión de valores o títulos financieros de nueva
creación”. En este tipo de mercado, las empresas, instituciones gubernamentales o
entidades financieras, necesitan conseguir financiación de forma rápida a través de la
emisión de bonos o valores de deuda, acciones o valores de riesgo, momento en el que
una empresa que sale a cotizar a bolsa o cuando se produce una emisión de bonos
corporativos y gubernamentales, son ejemplos de mercados primarios.
En el mercado primario los títulos financieros se negocian una sola vez y siempre entre
un emisor y un primer comprador. En el caso de que este primer comprador quiera
vender dicho título a un segundo comprador, entonces tendrá que acudir a un mercado
secundario. Este tipo de mercados dejan de operar cuando se ha concretado la emisión
y pasa al mercado secundario.
El éxito de un mercado primario se basa en la liquidez de los títulos que se colocan.
Podemos llevar a cabo la colocación de acciones o títulos de dos formas diferentes:
Colocación directa. La tramitación y transmisión de los títulos financieros se
realiza sin la necesidad de un intermediario financiero. Cuando se emiten los
valores dentro del mercado primario, estos pueden ser una oferta pública de
valores (dirigida a todo el público) o una oferta privada de valores (limitada a un
grupo cerrado de inversores). La colocación directa se caracteriza por tener una
mayor rentabilidad, ya que no existen compañías que quieran cobrar por
asegurar la totalidad o parte de esta misma.
Colocación indirecta. A diferencia de la colocación directa, la colocación
indirecta depende de intermediarios financieros que, en este caso, son las
sociedades de valores o las entidades financieras. Este tipo de colocación
consiste en la venta que utilizan los diferentes intermediarios para poder realizar
la inversión.
Mercado primario
Ofertas públicas de suscripción de valores: Captación de fondos del público por
parte de una empresa mediante la emisión de nuevos valores. Los inversores
obtienen títulos recién creados, que adquieren directamente del emisor (por
contraposición a los mercados secundarios, en los que se negocian títulos ya
emitidos con anterioridad que estaban en poder de otros inversores).
Ofertas públicas de venta son operaciones sobre valores ya existentes. Se
realizan con el fin de vender una parte o la totalidad del capital social de una
compañía al público en general; permite diseminar la propiedad, para garantizar
la liquidez antes de su admisión a cotización, o incrementarla si ya cotiza.
El llamado “mercado primario” NO es un lugar o entorno concreto SINO un
conjunto de normas de protección del inversor en los supuestos de adquisiciones
de valores negociables en “oferta pública” que no se realizan en un mercado
secundario
Qué es el mercado secundario
El mercado secundario, de negociación o transacción de operaciones, es “el mercado
donde se negocia cualquier título financiero de renta fija, variable, mixto o de activos
del mercado monetario con la capacidad de convertirse fácilmente en dinero”. En este
mercado, tanto compradores como vendedores pueden participar directamente a
través de un corredor de bolsa o un agente de valores.
El objetivo del mercado secundario no es otro que proporcionar liquidez a los activos
financieros y llevar a cabo una correcta valoración de estos mediante su precio. A
diferencia del mercado primario, el mercado secundario tiene muchas más funciones y
una mayor actividad. En este sentido, atrae en mayor medida a los inversores.
Mercado primario vs. Mercado secundario
En los mercados primarios se emiten los activos financieros y en los mercados
secundarios se negocian e intercambian los activos financieros que previamente han
sido emitidos. Esta es la principal diferencia entre ambos tipos de mercados.
A continuación, vamos a enumerar las principales diferencias entre el mercado primario
y secundario:
Las ventas en el mercado primario cumplen la función de cubrir el déficit financiero del
gobierno. El mercado secundario de valores comprende la comercialización de valores
posterior a su emisión y antes de su redención.
No se requiere que el emisor participe como contraparte en las transacciones
secundarias, aunque es posible que ello suceda. Las autoridades no pueden ser
vendedores netos de valores en el mercado secundario, aunque pueden ser
compradores netos, ya que sólo pueden vender en el mercado secundario los valores
que hayan recomprado con 5 anterioridad en dicho mercado.
Por lo tanto el mercado secundario no puede usarse para financiar un déficit fiscal; pero
puede emplearse para el manejo de liquidez. Dado que las operaciones del mercado
secundario, salvo aquellas que tienen como contraparte al emisor, no tienen un impacto
directo en el costo de la deuda ni en su vencimiento, las autoridades podrían
simplemente dejar el desarrollo del mercado secundario a sus participantes. Puede
resultar subóptimo restringir las actividades del gobierno a la emisión primaria de deuda
y dejar el desarrollo de las operaciones secundarias al sector privado y a las fuerzas del
mercado, en términos de lo que usualmente constituyen los objetivos principales de la
emisión.
En el caso de los valores públicos, el objetivo suele ser minimizar en el largo plazo el
costo de atender las necesidades de financiamiento del gobierno. En el caso de los
valores del banco central, probablemente consista en apoyar el manejo de la liquidez.
Algunos bancos centrales y ministerios de finanzas se encuentran con que el dominio
del sector financiero por parte de un número reducido (quizás 2 ó 3) bancos implica que
haya competencia insuficiente, y por lo tanto las fuerzas del mercado por sí solas son
demasiado débiles para proveer los incentivos necesarios para un desarrollo fuerte del
mercado. Adicionalmente, puede haber un interés más amplio en asegurar la liquidez y
eficiencia del mercado secundario para sus valores: con frecuencia se sugiere que este
es el mercado que actúa de cimiento para todos los demás mercados de valores de renta
fija, con su curva de rendimiento fungiendo de referente para la determinación de
precios a lo largo de la curva global de créditos. Además, como se señaló bajo la
definición de mercados de dinero, los bancos centrales suelen utilizar valores públicos
al implementar sus operaciones monetarias.
El mercado secundario presenta elementos tanto de mayoreo como de minoreo.
Mientras que las principales contrapartes del gobierno en su papel de emisor son
participantes mayoristas, el sector minorista también es importante ya que aumenta la
demanda (disminuyendo el costo) y también puede desempeñar una función social
(poniendo a disposición del público instrumentos de ahorro libres del riesgo de 6
crédito). Pero para el banco central, cuyo interés está en operaciones garantizadas con
la banca comercial, en el manejo de la liquidez, en la disponibilidad de garantía y en el
contenido informativo de la curva de rendimiento, el mercado mayorista es el de mayor
atención. De hecho, suele suceder que sólo se le permita a los bancos, y quizás algunas
instituciones financieras no bancarias, comprar y tener letras de banco central, según
los distintos motivos de su emisión
La liquidez
El concepto de liquidez puede descomponerse en distintos factores:
1 estrechez, profundidad y resiliencia.
Estrechez: el costo de dar vuelta una posición en un período corto. Un indicador de
estrechez podría ser el margen entre el precio del comprador y el precio del vendedor
en el mercado. Típicamente, este margen en términos de precio, y posiblemente
también en términos de rendimiento, será más estrecho en la parte corta de la curva de
rendimiento (salvo quizás el margen de las colocaciones overnight si existen problemas
de manejo de liquidez) o para activos que tienen mayor demanda. En el mercado de
divisas, por ejemplo, suele suceder que el margen entre precio del comprador y del
vendedor de la moneda nacional contra el dólar estadounidense (USD) es bastante
menor que para otras divisas, reflejando el uso generalizado y la familiaridad con el USD
en comparación con otras monedas extranjeras (en algunos mercados el euro resulta un
segundo cercano) y una relativa facilidad en la cobertura de posiciones. En los mercados
de valores, los valores referenciales (los de emisión más reciente dentro de su clase y
vencimiento) suelen operarse con un margen más fino que otras emisiones de similar
vencimiento.
Profundidad: el tamaño de negociación requerido para variar el precio en un monto
dado. Un margen entre precio 1 Sugerido en Kyle (1985), Econometrica, vol. 53. 7 del
comprador y del vendedor estrecho sólo es útil a los participantes si logran realizar
operaciones a los precios indicados. Si sólo son válidos para montos reducidos, entonces
el mercado es menos líquido. En muchos mercados, las transacciones pequeñas
(minoristas) enfrentarán un margen más ancho que las pequeñas transacciones
mayoristas, pero luego el margen se ensanchará nuevamente en la medida que el
volumen crece (las economías de escala pueden verse superadas por el riesgo adicional
de asumir una posición grande).
Resiliencia: la rapidez con que los precios se recuperan de un choque aleatorio no
informativo. Todos los mercados son proclives a reaccionar frente a choques: incluso la
información básicamente irrelevante puede aumentar la incertidumbre y así mover los
precios hasta que el mercado se da cuenta que es irrelevante (o hasta errónea). En un
mercado profundo los precios retornarán rápidamente a su equilibrio anterior, pero en
un mercado ralo el regreso puede ser lento o el mercado hasta puede estabilizarse en
un nuevo nivel.
En un mercado de valores, si la oferta en el mercado es inferior a la demanda generada
por necesidades regulatorias y de inversión, los valores pueden ser mantenidos con
firmeza, es decir, transados con baja frecuencia. El mercado podría ser relativamente
ilíquido. Pero una mayor necesidad de financiamiento por parte del gobierno,
suponiendo que sea cubierta por la venta de valores transables, ¿tendería a aumentar
la liquidez del mercado? Quizás no: un aumento neto del gasto público puede generar
una demanda adicional por instrumentos de ahorro (por ejemplo, si el gobierno
consume más recursos, quedan menos para consumir por el resto de la economía, por
lo que debería aumentar la demanda por el ahorro). Aún cuando promoviera la liquidez
del mercado, ello no justificaría incurrir en un déficit mayor, dado que los beneficios de
un mercado más líquido serían más que compensados por costos totales más altos. Para
un administrador de deuda, la liquidez es útil en la medida que reduce el costo de
emisión en el largo plazo: esto no tiene un beneficio per se.
Sin embargo algunos gobiernos han apuntado a mantener un nivel mínimo de emisión
bruta, incluso acumulando activos, antes de reducir el monto circulante de valores por
debajo del nivel objetivo. En algunos casos, esto es así porque esperan necesitar el
mercado en el futuro, o porque creen que existen beneficios más amplios para la
economía a raíz de la existencia de al menos un pequeño mercado de valores públicos.
Resumen
1. Mercado Primario
Es en este mercado donde se hace la emisión inicial de acciones, obligaciones o títulos
valores. Allí acuden las empresas o los estados en búsqueda de recursos que poseen los
inversionistas y que requieren para financiar sus proyectos, los cuales se pueden
negociar una sola vez. Por lo general hacen transacciones de largo plazo, en las cuales
se involucran altas sumas de dinero. En este mercado los recursos pueden obtenerse de
dos modos:
Emisión de acciones: Las empresas ponen en el mercado títulos de renta variable, a
través de los cuales amplía su capital y a su vez contará con nuevos accionistas por
objeto de la compra de las acciones.
Emisión de bonos: Las empresas o los estados emiten al mercado valores de renta fija,
que no son otra cosa que deuda de corto, mediano y largo plazo que estos emisores
adquieren con quienes los compran. Estos generan al inversionista un rendimiento
financiero también conocido como intereses o cupones hasta su respectivo
vencimiento.
La emisión de los activos y obligaciones en los mercados primarios se puede hacer
mediante:
Venta directa: En este caso el mercado de valores no requiere de un intermediario para
la venta de títulos. Puede ser a través de una Oferta Pública de Valores (OPV) o una
oferta privada que se hace directamente invitando a grandes inversionistas, tales como
entidades financieras, fondos de pensiones, fondos de seguros, fondos de empleados,
entre otros.
Venta indirecta: Se realiza a través de la intermediación de entidades financieras, tales
como los bancos de inversión, quienes se encargan de la promoción y venta de las
acciones u obligaciones, a cambio de una comisión. También hacen las veces de asesores
financieros para efectos del precio y la oportunidad de las emisiones.
2. Mercado Secundario:
Se encarga de realizar la compra y venta de los títulos entre los inversores, títulos que
fueron antes emitidos en el mercado primario. Estos títulos pueden ser vendidos o
comprados múltiples veces y de manera muy rápida. Básicamente, es un mercado de
reventa. Requiere de alta liquidez, con el fin de garantizar el flujo adecuado de negocios
entre compradores y vendedores.
Las bolsas de valores son quizá los actores más importantes del mercado secundario,
dada su organización y regulación. Es a través de ellas que se logra la velocidad, liquidez,
transparencia y, en general, el buen funcionamiento del mercado secundario de valores,
aunque también existen transacciones que se hacen fuera de bolsa de manera particular
y que se hacen por acuerdo y a la medida de los vendedores y compradores.
En el mercado secundario, a través de bolsa, los inversores (compradores y vendedores)
suben sus órdenes a través de plataformas de e-trading o comunicándose con su
corredor de bolsa.
Conclusiones
El progreso de estos mercados deberá estar acompañado del desarrollo de una
infraestructura de mercado apropiada que incluya un robusto sistema de pagos y
liquidaciones y un marco legal favorable.
Muchas economías en desarrollo se caracterizan por la iliquidez de estos mercados
básicos, y en la mayoría de los casos por un exceso de dinero primario, en la forma de
saldos en exceso de la banca comercial en el banco central.
El mercado primario es el mercado en el que se negocian activos financieros
como los bonos, acciones, obligaciones, y papel comercial, entre otros de
reciente creación, por lo que, en este mercado, ocurre una sola vez, al
momento de su emisión. También se conoce como mercado de emisión
La mayoría de los bancos centrales opera en los mercados de dinero como parte de
sus operaciones de política monetaria y por lo tanto tienen un especial interés en
asegurar que estos mercados operen de manera efectiva.
El mercado secundario es en el que se negocian activos financieros
previamente emitidos y cambian su titularidad, en esta negociación el dinero
recibido en contraprestación del título no termina en la sociedad emisora
(empresa). Para poder participar en este mercado los títulos han de cumplir el
requisito de ser negociables legalmente.
Existen varias áreas donde la intervención del banco central puede fortalecer
sustancialmente el desarrollo de los mercados secundarios; a su vez un sólido mercado
secundario debería fortalecer la canalización de las operaciones de política monetaria,
dar sostén a la estabilidad de los mercados financieros y, en el caso de los mercados de
valores, reducir los costos del financiamiento del gobierno, a la vez que brinda
beneficios más amplios a la economía en su totalidad.
Bibliografia
(STONE, Amey y Mike Brewster., Rey del capital. Aguilar, España, 2003.)
(KOLB, Roberto W.,, 1999.)