RENCA

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RENCA

Folklore Puntano
Instituto Nacional de Filología y Folklore

(Año 1956)

INDICE

ADVERTENCIA ................................................................................. 3

Primera Parte

GEOGRAFIA E HISTORIA ............................................................... 5


I. GEOGRAFIA .................................................................................. 5
II. NOTICIAS ARQUEOLOGICAS y PALEONTOLOGICAS ........... 8
III. TOPONIMIA.................................................................................. 9
IV. ANTECEDENTES HISTÓRICOS ................................................ 9

SEGUNDA PARTE

I. FOLKLORE .................................................................................. 12
a) Folklore Ergologico................................................................ 12
1. Técnicas Primarias y de Conservación y
Acondicionamiento .................................................................... 12
II. TÉCNICAS TRANSFORMADORAS........................................... 18
a) Materias primas. ..................................................................... 18
1. Cuero y Piel ............................................................................. 18
2. Textiles y Técnica Textoria.................................................... 19
3. Piedra ....................................................................................... 21
b) Complejos Culturales ............................................................ 23
1. Vivienda ................................................................................... 23
2. Vestimenta............................................................................... 29
3. Medios de Transporte ............................................................ 30
4. Apero de Montar ..................................................................... 33
C) Folklore Espiritual.................................................................. 35
1. Formas Literarias en Verso ................................................... 35
2. Canciones. Coplas.................................................................. 36
3. Cantares Infantiles.................................................................. 40
4. Adivinanzas ............................................................................. 41
III. FORMAS LITERARIAS EN PROSA.......................................... 45
1. Cuentos.................................................................................... 45
2. Leyendas ................................................................................. 52
3. Casos o Sucedidos................................................................. 55
4. Tradiciones.............................................................................. 56
IV. MUSICA y DANZAS .................................................................. 57
1. Canciones................................................................................ 58
2. Danzas ..................................................................................... 58
V. CREENCIAS y RITOS ................................................................ 60
1. Devocion Populares ............................................................... 60
2. Creencias y Supersticiones................................................... 61
VI. SABER POPULAR .................................................................... 62
MEDICINA POPULAR ................................................................. 62
VII. PASATIEMPOS Y JUEGOS..................................................... 64
1. Juegos de Adultos.................................................................. 64
2. Juegos Infantiles .................................................................... 67
3. Pasatiempos............................................................................ 67
HABLA POPULAR...................................................................... 67
MORFOLOGÍA ................................................................................ 73
LÉXICO............................................................................................ 77
VIII. USOS y COSTUMBRES.......................................................... 79
1. Actitud frente al visitante, distribución del día, diversiones,
trabajos y actividades ................................................................ 79
2. Aseo y arreglo de la persona ................................................ 80
3. Ciclo de la vida. Nacimiento, casamiento y muerte............ 81
IX. FIESTAS y CEREMONIAS........................................................ 82
BIBLIOGRAFIA ............................................................................ 87
ADVERTENCIA

En este tomo se reúne el material folklórico recogido durante dos viajes de


investigación, efectuados en 1956 a la localidad de Renca, por la señorita María
Mondragón, que pertenecía en esa fecha al personal técnico de la Escuela Nacional
de Danzas, y por cuatro investigadores del Instituto Nacional de Filología y Folklore,
anexo a la Academia Argentina de Letras: las señoritas Susana Chertudi y Ofelia B.
Espel y los señores Ricardo L. J. Nardi y José Augusto Rodríguez .
El primer viaje fué parte de uno más amplio organizado por el Seminario de Folklore
de la Facultad de Filosofía y Letras, bajo la dirección del profesor de la materia,
doctor Augusto Raúl Cortazar, y se llevó a cabo en la región serrana de la Provincia
de San Luis, en los meses de febrero y marzo. Tuvo dos fines: uno docente y otro
científico. Se procuró ahondar en el conocimiento de la vida popular tradicional de
las provincias argentinas, ejercitar a los participantes en la práctica, sobre el terreno,
de los métodos y técnicas de la investigación folklórica y, al mismo tiempo,
documentar el folklore regional mediante la anotaci6n directa, las grabaciones fono
eléctricas, la fotografía y la cinematografía. El personal que recorrió la zona de
Renca dedico a estas tareas los días 21, 22 Y 23 de febrero.
En vista de las posibilidades de trabajo que presentaba la citada comunidad rural, el
Instituto Nacional de Filología y Folklore dispuso la realización de otro viaje de
estudio. Se efectuó entre el 30 de abril y el 1 de mayo y permitió presenciar y estudiar
las fiestas del Señor de Renca.
La brevedad de ambas estadas, de tres y seis días, respectivamente, explica la
ausencia, en este volumen, de algunas observaciones, sobre todo las que se
relacionan con el folklore espiritual, cuyo conocimiento y documentación exigen, por
lo común, una larga permanencia en la región estudiada.
Para clasificar el material folklórico recolectado se han tenido en cuenta las
instrucciones de la Guía para la Clasificación de los Datos Culturales, publicada por
la Unión Panamericana 1, y el Manual Guía para el Recolector, editado por el
Instituto de la Tradición de la Provincia de Buenos Aires 2.
El estudio de los diversos aspectos de nuestra cultura tradicional se distribuyó entre
los diversos investigadores de acuerdo con el siguiente plan:

SUSANA CHERTUDI: geografía; cantares infantiles; formas literarias en prosa:


cuentos, leyendas, casos y tradiciones " música y danzas (en colaboración) "
devociones populares; pasatiempos y juegos (en colaboración).

1
Guía para la Clasificación de los Datos Culturales (Washington, Unión Panamericana, Oficina de
Ciencias Sociales, Departamento de Asuntos Culturales, 1954).
2
Encuesta Folklórica general del Magisterio. Manual-Guía para el Recolector. (La Plata, Instituto de la
Tradición, Provincia de Buenos Aires, Ministerio de Educación, 1951).
OFELIA B. ESPEL: técnicas primarias y de conservación y acondicionamiento:
alimentación, vestimenta; canciones, coplas, adivinanzas; usos y costumbres.

MARIA MONDRAGÓN: noticias arqueológicas y paleontológicas; antecedentes


históricos; medios de transporte; apero de montar; supersticiones; fiestas y
ceremonias.

RICARDO L. J. NARDI: toponimia; música y danzas (en colaboración) ; saber


popular: medicina; pasatiempos y juegos (en colaboración) ; habla.

José AUGUSTO RODRIGUEZ: técnicas transformadoras, materias primas: cuero y


piel; textiles y técnica textoria: piedra; complejos culturales; vivienda.
Al proyectar la publicación del presente trabajo, la Dirección del Instituto Nacional
de Filología y Folklore ha considerado, no sólo el mérito que posee en sí, como labor
que permite ir completando la visión hasta ahora fragmentaria de nuestro folklore,
sino también la necesidad de estimular a los jóvenes investigadores y, con ellos, a las
nuevas generaciones que vuelven con amor los ojos a las cosas de nuestra tierra, para
desentrañar de las manifestaciones tradicionales la esencia perdurable del alma y del
idioma de los argentinos.
Debemos, por último, poner de relieve, y nos complace hacerlo públicamente, el
hecho de que estas investigaciones pudieron darse a la estampa gracias a la
generosidad de quien las dirigió con singular acierto y competencia: el doctor
Augusto Raúl Cortazar donó, con tal objeto, los haberes que le correspondieron
durante su actuación como investigador del Instituto Nacional de Filología y
Folklore. En un medio, en el que las ciencias del espíritu no suelen recibir el estímulo
de la ayuda privada, la actitud del doctor Cortazar constituye una brillantísima
excepción y un noble ejemplo, digno de encomio y agradecimiento.

NOMINA DE INFORMANTES

Acosta, Amador
Acosta de Sosa, Dolores
Alfonso de Reta, Juana
Alturra, Jesús
Astorga, Juan
Barzola, Raimundo
Becerra, Antonio Aníbal
Cabrera, Antonio
Chavero, María
Ochoa, Luisa Vda. de
Pérez, Arturo
Polanco de Barzola, Ramona
Reta de Barzola, Clodomira
Reta, Lucio
Rodríguez, Julián
Santos, Hermenegilda do
Sosa, Estanislao
Sosa, Mirta
Sosa, Oscar
Sosa de Castro, Teresa
Tobares, Nicolás
Torres, Julia
Torres, N.

Primera Parte

GEOGRAFIA E HISTORIA

I. GEOGRAFIA

Localización:

El pueblo de Renca, situado entre 32° y 33° de latitud sur y 65° y 66° de
longitud occidental, se encuentra al NE. de la provincia de San Luis, en el
departamento de Chacabuco, partido de Renca, en la República Argentina.

Clima:

San Luis, situada en el centro de la República y alejada del litoral marítimo,


tiene clima continental. Está ubicada en una zona de transición hacia el clima
patagónico, entre la provincia de La Rioja, calurosa, y la provincia de La
Pampa. La región norte de San Luis tiene cierto clima serrano. La zona oriental
de la Sierra de San Luis y sus altiplanicies son frescas; Renca tiene una
temperatura media anual de 17°.
La precipitación es escasa en la provincia; las lluvias son más abundantes
durante la primavera y disminuyen considerablemente desde abril hasta
mediados de setiembre.
Los vientos son frecuentes, por lo general. Los del N. y NO., cálidos y
húmedos, producen baja presión barométrica; los del NO. suelen traer lluvias.
Los del E. y SE. son frescos, secos y producen ascenso en la presión
barométrica.

Caracteres topográficos:
Renca se encuentra en la zona SE. de la región serrana de la provincia de San
Luis, orillas del río Conlara.
La región montañosa o serrana de esta provincia está recorrida por tres
sistemas de sierras, más o menos paralelos, que constituyen las estribaciones
meridionales de los alineamientos oriental y occidental del gran grupo de las
sierras Pampeanas.
El sistema o cordón del este, orientado de N. a S.,es fronterizo con la provincia
de Córdoba y se denomina Sierra de Comechingones. El sistema central es:
conocido con el nombre de Sierras de San Luis y su orientación es de NE. a
SO.
Las sierras de San Luis están separadas de la sierra de Comechingones por el
valle de Concarán o del río Conlara, "de fondo no muy amplio, pero llano y
suavemente inclinado hacia el oeste a causa de los conos de deyección que
descienden de la Sierra de Córdoba, de modo que el río va orillando en todo su
recorrido la falda de la sierra puntana" 1.
En su parte sur la sierra de San Luis está mucho más separada de la de
Comechingones que en el norte; en el sur se levantan algunas sierras de
escasa altura (hasta 1000 m. sobre el nivel del mar o sea entre 250 Y, 300 m.
sobre el nivel de la llanura circundante), que son desprendimientos de la sierra
de San Luis hacia el este. Estas sierras -San Felipe, Carrizal y Tilisarao- cierran
el paso al río Conlara y determinan su cambio de curso, pues desde allí se
dirige al norte.
La sierra de San Felipe costea la orilla derecha del río Conlara; sus
ramificaciones se prolongan por la orilla izquierda del Conlara hasta las
cercanías de Renca.

Cursos de agua: el río Conlara:

Está formado por las corrientes superficiales y subterráneas que van a reunirse
en el extenso valle de Concarán. Las fuentes más occidentales surgen en la
pampa de los Cerrillos Blancos y corren de E. a O., reuniéndose después para
formar el arroyo Luluara. Éste toma luego rumbo al S. y al llegar a " Paso
Grande describe una gran curva hacia el NE.,debida a los accidentes de
terreno mencionados en el punto anterior.
Poco antes de Paso Grande comienza a llamarse propiamente río Conlara;
también recibe los nombres de río de Renca y de Santa Rosa al enfrentar estas
poblaciones ribereñas.
A 12 Km. aguas arriba de Renca se ha construido el dique San Felipe; en las
cercanías de dicha población existe además un dique nivelador.

1
EGIDIO FERUGLIO, Los sistemas orográficos de la Argentina, en Geografía de la
República Argentina, tomo IV, (Buenos Aires, Sociedad Argentina de Estudios
Geográficos GAEA, 1946), Pág 399.
Recursos minerales:

En las cercanías de Renca existen cuatro canteras en explotación; sólo se


extrae el mineral que aflora.
Los minerales existentes, según los informantes locales, son los siguientes:
Granito, de color gris; es el "granito de San Felipe". En la zona lo llaman
"piedra" o "mármol de San Felipe".
Berilo.
Feldespato -Cuarzo: Éstos se llevan a la vecina localidad de Tilisarao para su
molienda.
Chelita, schelita o scheelita (tungstato o wolframato de calcio).

Fauna:

Se citan seguidamente las especies más comunes, observadas en los


alrededores de Renca, y algunas pocas citadas por informantes.
Mamíferos: comadreja -zorro -zorrino -puma (lión) -liebre -vizcacha -peludo.
Aves: perdiz -martineta -paloma (tórtola) -tero -chimango -lechuzón -lechuza
de las vizcacheras -cata o cotorra -benteveo -golondrina -zorzal -calandria -
jilguero -cardenal -tordo.
Reptiles: víbora de coral -iguana -lagartija.
Batracios: sapo.
Peces: pejerrey.

Flora:

San Luis, como informa L. Hauman en su estudio 2, integra la más grande de


las tres provincias fitogeográficas exclusivamente argentinas:
la del "Monte" o del espinal. La región que se considera forma parte del Distrito
central de esa extensa provincia, caracterizado por el "monte arborescente, es
decir con estrato arbóreo (nunca muy elevado) dominando los arbustos, forma
la más hermosa en la que se nos presenta esta formación” 3.
De las especies características y dominantes de esta provincia fitogeográfica,
se hallan en Renca o sus alrededores: Chañar, Algarrobo blanco, Algarrobo
Negro, Caldén, Jarilla.
Además, las siguientes especies, más abundantes en el distrito central o
propias de éste: Tintitaco, Espinillo, Tala, Retama, Chilca, Poleo, Romerillo,
Cedrón, Poleo macho, Palque o duraznillo negro, Molle morado o de curtir,
Molle de beber, Acacio negro, Sauce-Aguaribay, Cortadera, Paja brava,
Carqueja, Peperina, Vira vira, Albahaca, Yerba de la oveja, Yerba de sapo,
Yerba de pollo, Yerba del venado, Beramota (Bergamota), Ruda, Menta,
Liguilla de chañar.
2
L. HAUMAN, Provincia del “Monte” (o del Espinal), en Geografía de la República
Argentina, tomo VIII (Buenos Aires, Sociedad Argentina de Estudios Geográficos
GAEA, 1947), págs. 208-249.
3
L. HAUMAN, Op. cit, pág. 218.
II. NOTICIAS ARQUEOLOGICAS y PALEONTOLOGICAS

El valle del Conlara estaba habitado por los llamados Huarpes Puntanos, grupo
que se incluye dentro de los Huarpes de Cuyo.
Estos últimos eran de alta estatura y de complexión delgada. Su piel era más
oscura y su desarrollo piloso era mayor que en la generalidad de los indios. El
tipo físico de los Huarpes dio el modelo para establecer el tipo racial Huárpido.
Cuando llegaron los españoles, los Huarpes hacían vida más o menos
sedentaria. Cultivaban el maíz y probablemente la quínoa. Utilizaban para su
alimentación, además de los dos productos mencionados, otros agrestes del
lugar, como la algarroba, que en épocas prehispánicas era más común. De la
algarroba obtenían el patay y la aloja. La caza y la pesca, en las que
empleaban métodos muy primitivos, les proporcionaban alimentos.
Sus viviendas eran de piedra, de quincha o de paja. Vestían la camiseta
andina. La cestería y cerámica eran de la mejor calidad.
Su organización social comprendía instituciones como el levirato, el sororato y
algunas ceremonias de iniciación.
Su divinidad central era Hunuc Huar, que tenía como morada la Cordillera y por
ello le hacían ofrendas (maíz, plumas de avestruz, chicha) cuan-
do la atravesaban. El sol, la luna, el lucero del alba, los ríos y los cerros eran
divinidades menores.
Aunque se admite como casi segura la existencia de una lengua particular de
los Huarpes Puntanos, no se tiene ninguna noticia concreta. Uno de los hechos
que hace suponer su existencia es que los nombres de los caciques llevan la
desinencia -unta. Esto no ocurre en los otros dos grupos huarpes ni entre los
demás pueblos vecinos.
Los muertos eran enterrados acostados, con, cabeza dirigida hacia la
cordillera. Los objetos personales, además de alimentos, eran colocados junto
al cadáver. Durante el entierro cantaban y bailaban; después bebían hasta
emborracharse. En señal de duelo se pintaban la cara y no se la lavaban por
algún tiempo.
En la actualidad, los Huarpes han desaparecido. La base física y cultural de
estos indios era antiquísima. Según Canals Frau, el tipo racial Huárpido
presenta afinidades antropológicas con el paleolítico superior europeo. Los
Huárpidos serían, pues, uno de los tres tipos raciales traídos por la primera
corriente de población llegada a nuestro territorio. Eran portadores de culturas
inferiores.
Los utensilios hallados en la región corresponden a tiempos muy remotos del
período paleolítico. Así lo hace pensar la forma tosca en que están fabricados.
Además, no se han hallado restos de alfarería. Gez induce que el hombre
primitivo de las sierras puntanas sería contemporáneo del de la región
cordobesa, aquel que Ameghino fija en el cuaternario superior de las cercanías
de Córdoba.
Contemporáneo del hombre primitivo es el megaterio. Huesos de este animal,
ahora extinguido, se han encontrado en Renca y en lugares más o menos
cercanos.
En 1901 se encontró un ilión de megaterio (Megatherium Americano) sobre la
margen izquierda del río Conlara, y en febrero de 1914 un esqueleto completo
en el Paso de los Algarrobos del río Conlara y al este del camino de La Toma a
Renca. Según Adaro, a cuatro metros de profundidad, en la barranca del río, se
dejaban ver los huesos fósiles del monstruo puntano. La armazón ósea
aparecía de costado y en un largo de seis metros. Fue enviada al Museo
Nacional, cuyo director, Ángel Gallardo, en nota del 22 de julio de ese año,
acusa recibo de dicho fósil. Más tarde se encontraron uñas, falanges, etc. en el
mismo lugar y fueron también enviadas al repositorio bonaerense.

III. TOPONIMIA

El nombre Renca, sin lugar a dudas, llegó de Chile junto con la imagen del
Señor. Los diccionarios chilenos anotan la voz renca como nombre vulgar de
varias especies vegetales; así, Rodolfo Lenz dice que es designación de varias
plantas "con cabezuelas amarillas de flores", Achyrophorus chilensis y otras
especies; Fr. P. Armengol Valenzuela
la consigna como nombre de una hierba ligulífera, Achyrophorus renca o
escorzonera; el P. Ernesto Wilhelm de Moesbach, al estudiar el topónimo
Renca, de Chile, dice que es nombre de una planta y flor compuesta
(Achyrophorus grandidentatus).
Éste debe ser el significado del topónimo puntano, pero no se ha podido
determinar con certeza la lengua de la cual deriva. Tal como supone Rodolfo
Lenz, debemos pensar que es voz araucana, a pesar de no figurar en los
vocabularios y diccionarios mapuches; apoya esta presunción la existencia del
antropónimo Rencanahuel, nombre de un cacique araucano que trae el P.
Armengol Valenzuela, en el cual se encuentra la palabra renca yuxtapuesta a la
conocida voz araucana nahuel (nawél 'tigre').
Urbano J. Núñez cree que Renca puede derivar de caren-caren abundancia de
caren'; caren sería el nombre que los indígenas de Chile dan a una hierba que
nace como el trébol y se conserva verde todo el año. Los vocabularios
araucanos más antiguos no registran la voz caren; eso sí, en ellos figuran la
voz karï verde y sus derivadas. De cualquier forma, la opinión de Núñez no
merece ningún crédito.

IV. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La propiedad territorial de la jurisdicción de San Luis fue distribuida, en forma


de mercedes Reales, durante la segunda mitad del siglo XVII.
Toda la extensa región que riega el río Conlara fue otorgada al maestre de
campo D. Andrés del Toro Mazote. A este conquistador perteneció, pues, el
lugar donde, según la tradición, en 1745 se detuvo la mula que cargaba la
milagrosa imagen del Señor de Renca, sin que se hallara medio de hacerla
emprender de nuevo la marcha.
Allí se levantó una capilla y desde entonces hasta nuestros días el lugar tiene
el nombre con que los devotos bautizaron a aquel Cristo que se apareció en un
espinillo del bosque chileno de Renca, y que eligió quedarse en la jurisdicción
de San Luis de Loyola.
Renca, en un principio pequeña población, adquirió pronto importancia por
estar situada en el camino que conducía a Córdoba y Buenos Aires.
Arrías y carretas de Mendoza y San Juan efectuaban el intercambio comercial
que fue dando cada vez más actividad a Renca, hasta llegar a ser la plaza
comercial más importante de San Luis.
El ganado salvaje que se criaba en abundancia gracias a los buenos pastos era
también el medio de vida de aquellos pobladores.
La amenaza terrible y constante fueron los indios. Ya en 1720, cuando los
ranqueles y pehuenches llegaron hasta Santa Bárbara, Renca (que aun no
llevaba este nombre) fue completamente arrasada.
Posteriormente, los indios asaltaron la villa en varias oportunidades, y esto trajo
como consecuencia pérdidas considerables.
No obstante, comienza el siglo XIX y la villa del Señor de Renca es una
importante población, centro de activo comercio.
Cuando se producen los acontecimientos de mayo de 1810 y el gobernador de
Córdoba no acata las órdenes de la Primera Junta, Renca y otras villas vecinas
son los lugares indicados para impedir la comunicación entre Córdoba y
Mendoza. Por eso, la nota de la Junta de Buenos Aires en la que se pide a los
habitantes no plegarse a las insinuaciones del gobernador rebelde, y la
contestación del Cabildo puntano, se hicieron conocer especialmente en Renca
y Piedra Blanca por D. José Domingo Arias, uno de los patriotas mandados de
avanzada sobre la frontera cordobesa.
Más tarde, triunfante la revolución pero en plena guerra de la independencia,
son los renqueños los primeros en contribuir a la causa patriota dando sus
propios hijos, víveres, tejidos, ganados.
Así quedaron en San Lorenzo, sepultados en el huerto del histórico convento,
los tres granaderos renqueños Jenuario Luna, Basilio Bustos y José Gregorio
Fredes.
Y cuando el gobernador Dupuy pidió una contribución patriótica para ayudar a
la formación del Ejército de los Andes, también las mujeres renqueñas
prestaron su apoyo. En las listas originales de los años 1814, 1815 y 1816
figuran como contribuyentes de Renca: Justa Alba, Candelaria Freitas y
Rosalía Guiñazú,y como donantes de caballos, mulas y novillos: Candelaria
Freitas y Manuela Franco.
En 1814 se habían confinado en Renca algunos realistas; por tal causa, el
gobernador Vicente Dupuy envió una proclama especial al vecindario,
advirtiéndole que estuviese prevenido "contra la propaganda dañina de esos
hombres ingratos, que faltaban a los deberes de la hospitalidad, pretendiendo
extraviar la opinión de los sencillos habitantes".
Al coronel Dupuy sucedió en el gobierno de la provincia el Dr. José Santos
Ortiz, nacido en Renca por el año 1785. Durante su gobierno, en el año 1821,
tuvo lugar la invasión del chileno José Miguel Carrera. El gobernador delegó el
mando para salir de campaña; en Renca preparó tropas y esperó la
incorporación de Quiroga. Mientras tanto, Carrera ocupó la ciudad de San Luis
y tuvo la cortesía de enviar a Renca a la esposa y la familia de Ortiz,
haciéndola acompañar con un oficial de toda confianza.
Cuando en 1827 la campaña se dividió en siete secciones o departamentos,
Renca formó parte del Quinto departamento, que comprendía además a
Conlara y Guzmán.
A este último partido vecino llevaron la imagen del Señor de Renca para
ponerla a salvo de los indios que en 1834 invadieron Renca.
El milagroso Cristo fue restituido a su capilla luego de pasado el peligro.
Alrededor de 1836 comenzó a tener lugar en San Luis el movimiento unitario.
En la campaña, los oficiales Alanis y Cabrera sublevaron el regimiento de
dragones que se hallaba en Renca al mando del coronel Pablo Lucero; éste
huyó. Pocos días antes, Benigno Domínguez había dejado la dirección de la
escuela de Renca para incorporarse al movimiento y se trasladó a Achiras.
Desde allí se puso en comunicación con Videla, que se encontraba en la
ciudad de San Luis. De Renca le comunicaron que podían contar con el coronel
Mercau, comandante José León Gallardo, capitán Tomás Alanis, teniente
Domingo Peralta y otros oficiales.
Entonces Domínguez se trasladó a San Luis donde se le dio el título de
comandante y la misión de ir a Renca para recoger el armamento, reunir los
soldados dispersos y conseguir caballos. Cumplida su misión, Domínguez se
marchó a Santa Bárbara dejando como jefe de las fuerzas a D. Epifanio
Quiroga y como segundo el capitán Alanis. En la campaña sólo quedaba la
fuerza de Mercau, quien se resistió a las tropas unitarias que hicieron una
rápida campaña por Renca y El Morro. El 2 de enero de 1841, con la derrota de
Las Quijadas, fracasó el movimiento unitario en San Luis. Domínguez, con
otros comprometidos, fue fusilado. En Renca se lloró su muerte; el cura párroco
compuso una oración y rezó un novenario por el sufragio de su alma.
En 1852 una nueva invasión de indios arraso la zona, desde las cercanías de
Renca hasta Conlara.
En los puestos del Manantial de Renca los vecinos resistieron a los indios.
Éstos se llevaron, además de gran cantidad de ganado, algunos cautivos de
Naschel, San Felipe y dos de una familia que iba del Morro a Renca. De la
invasión dio aviso al gobierno el comandante de Renca, don Victoriano Lucero.
El 27 de junio de 1853 se juró en Renca la Constitución Nacional, así como en
toda la provincia de San Luis.
En la iglesia de Renca, el día 12 de setiembre de 1856 ge enterrado el general
Lucero, que fue gobernador de la provincia durante varios períodos.
El gobierno de la Confederación le decretó honores.
El Fuerte Constitucional (antiguo cantón Las Pulgas y actual Mercedes) fue
fundado en ese mismo año de 1856. Los primeros pobladores fueron, en su
mayor parte, habitantes de Renca y del Morro.
Dos años más tarde, el gobernador Justo Daract, en su visita de campaña y
después de recorrer dicho fuerte y el Morro, llegó a Renca. Fundó una escuela
de varones, encargando la dirección a don Raymundo Pujador, y prohibió los
entierros de cadáveres en la iglesia o en la plazoleta.
La Sociedad de Beneficencia, creada ese mismo año -1858-, formó su
comisión en Renca con doña Petrona Calderón de Quiroga y Narcisa Vílches
de Ortiz. Propusieron, para fundar y dirigir una escuela de niñas, a Josefa
Carranza. El gobierno aprobó la designación y autorizó la educación de hasta
sesenta niñas, por cuenta del Estado.
Cuando estaba por terminar el período del gobernador Daract, se reúnen en
Renca los representantes de otros departamentos para apoyar la candidatura
del general Juan Esteban Pedernera, quien fue electo el 9 de abril de 1859. En
1861, después que los pueblos de la Confederación son derrotados en Pavón y
se prepara la reacción en San Luis, Echegaray debe caer sobre Renca,
convulsionar la población de la sierra y vencer a los "reaccionarios".
Desde el punto de vista cultural, Renca llegó a un alto nivel. Ya en 1826,
cuando Sarmiento fundaba su escuelita en San Francisco del Monte, también
se creaba otra en Renca. Unos años más tarde fue su director y maestro don
Benigno Domínguez, el que dejó el aula para luchar por sus ideales unitarios
en 1840. Fueron alumnos de dicha escuela: Santiago Derqui, Antonio Ignacio
Quiroga, los hermanos Saá, Rodríguez, Domínguez y otros hombres de
actuación destacada en la provincia. Cuando Derqui fue presidente de la
Confederación, tuvo como colaboradores a sus condiscípulos de la escuela de
Renca.
Ya hemos dicho que durante el gobierno de Justo Daract se fundaron las
escuelas de varones y de niñas.
En 1868 se formó una comisión popular, presidida por don Moisés Mendoza,
para gestionar ante el gobierno nacional la creación de un colegio o de una
escuela
superior. Avellaneda, ministro de Sarmiento, prometió ayuda siempre que el
pueblo
colaborara. Así "Renca no tendría una escuela del gobierno nacional sino una
escuela propia, testimonio y ejemplo de su anhelo en favor de la educación de
sus hijos".
Muy pronto la escuela fue inaugurada, con gran concurrencia de alumnos, no
sólo de Renca sino también de las poblaciones próximas.
Años más tarde, el gobernador Juan Agustín Ortiz Estrada subvencionó la obra
de la escuela superior con doscientos pesos.
También Ortiz Estrada se ocupó de los caminos de Santa Rosa a Renca y de
aquí a Larca y Piedra Blanca. Estos trabajos fueron confiados al agrimensor
Gorgorio Gutiérrez.

SEGUNDA PARTE

I. FOLKLORE

a) FOLKLORE ERGOLOGICO

1. TÉCNICAS PRIMARIAS Y DE CONSERVACIÓN y


ACONDICIONAMIENTO
ALIMENTACIÓN:

El pueblo, que va olvidando sus viejas canciones, que sólo en la memoria de


algunos de sus viejos conserva los cuentos que los entretuvieron en las
reuniones familiares, prepara en nuestros días platos que fueron la base de la
alimentación de sus antepasados. En casi todas las casas de Renca se puede
observar el mortero de algarrobo para moler el maíz y también la paila donde
se va a cocinar el arrope.
La vida moderna, que va invadiendo poco a poco los medios rurales,
proporciona algunos alimentos manufacturados, comprados en Tilisarao,
que se agregan a los tradicionales para constituir la alimentación diaria. Los
fideos, el arroz, la carne de vaca y hasta el mismo pan son llevados del pueblo
vecino.
Recolección de materias comestibles Durante el verano se recogen los frutos
del algarrobo y del chañar. La algarroba se seca en las ramadas y se emplea
en la fabricación del patay.
El fruto del chañar se recoge, una vez maduro (cuando está bien rojo),
sacudiendo el árbol. Con ese fruto se fabrica arrope.

Cría de animales:

Animales domésticos que se observan en las casas del pueblo: gallinas,


cerdos.
Animales domésticos que se observan en las casas alejadas del centro del
pueblo: además de los mencionados, vacas, cabras, caballos y mulas (para
transporte).

Agricultura:

Cultivos observados: maíz; pequeñas huertas (tomate, cebolla, ajo, zapallo,


remolacha, acelga, lechuga).
Conservación y acondicionamiento de alimentos
Charqueado. Preparan charqui de carne y de zapallo.
Para preparar el zapallo, se pela, se corta en mitades y se "amortigua" (se seca
un poco) al sol.
Luego se le sacan las semillas y fibras, y se corta en tiras, las cuales se ponen
a secar colgadas de una soga.
Almacenamiento de granos. El maíz cosechado no se vende, sino que se,
guarda para la alimentación de personas y animales.
Alimentación diaria
El escaso tiempo de que dispusimos no nos permitió hacer un estudio
exhaustivo de las comidas que forman el "menú" diario. En líneas generales,
puede decirse que por la mañana los mayores toman mate y los niños, además
de mate, leche y pan.
La comida del almuerzo suele ser sopa, puchero, asado, mazamorra. A la
tarde, los niños toman leche, y los mayores, mate. A la noche, comen guisos,
sopas, asados.
Comidas:

Carnes. Constituyen un renglón importantísimo dentro de la alimentación del


pueblo. El asado de carne de vaca, hecho al horno o a la parrilla, es muy
apreciado. La carne de vaca es un ingrediente de la carbonada y del relleno
para las empanadas; además, con ella se hace charqui.
La carne de cabrito se prepara asada; con los menudos de este animal se hace
chanfaina.
La vizcacha se descuera y limpia, y se deja al sereno durante la noche. Al día
siguiente se adoba con vinagre y sal, y se hace un estofado. De la vizcacha no
emplean el matambre porque es "muy fuerte".
Las aves son preparadas de diversas formas: al horno con papas, asadas, en
guiso con arroz, etcétera.
También se consume carne de cerdo, aunque no tuvimos noticias de que se
prepararan embutidos.
Recetas de platos preparados con carne:

Carbonada:

Sopa más espesa que la común.


Los ingredientes principales son: carne de vaca o de oveja, cortada en trozos,
papa, zapallo y batata.
Preparación: Se pone a calentar un poco de aceite o grasa de vaca en una olla
más bien grande.
Una vez caliente se "frita" cebolla picada y un diente de ajo. Luego se le pone
la carne, se fríe y se agrega el agua necesaria. Se deja hervir
aproximadamente durante una hora. Se le agregan papa, zapallo y batata,
convenientemente cortados, y los "mistos" (perejil, ají picante molido, cilantro,
orégano, etc.). En algunas partes también le ponen fideos.

Chanfaina:

Guiso que se prepara con sangre y menudos de cabrito. Al matar el animal se


recoge en un recipiente la sangre. Se sacan y limpian los menudos.
Preparación: En una olla con agua se ponen a hervir la sangre y los menudos.
Este hervor tiene por objeto quitar el gusto "fuerte" de los menudos. Se retiran
del fuego, se los deja enfriar y luego se pican en trozos pequeños. Aparte, en
una cacerola, se fríen en grasa de vaca, o aceite, cebolla, ajo, comino y
pimentón; es decir, se hace una salsa, en la cual se "largan" los menudos y la
sangre. Se agrega caldo, o simplemente agua, y se deja cocer hasta dar punto.
Si estuviera muy chirle, se lo espesa con un poco de harina.

Charquicán:

Guisado cuyo principal ingrediente es el charqui hecho con carne de pulpa.


Preparación: Se muele el charqui y se le agrega un poco de sal. Aparte se
prepara una salsa, y se echa el charqui. Se le agrega agua hirviendo y se deja
cocer. Para espesarlo, se le pone harina.

Empanadas:

La masa se hace con harina, un poco de azúcar, agua, grasa de vaca y sal.
El relleno se prepara con carne bien picada, a la que se agregan sal, azúcar,
comino, pimentón y ajo; se lo fríe en aceite, y se le añaden pasas de uva.
Una vez armadas las empanadas, se fríen en aceite o grasa de vaca.
Cereales. Muchas son las comidas que se preparan con harina de trigo o de
maíz. Saben hacer pan, aunque en general lo compran a una panadería que lo
lleva desde Tilisarao. También preparan "torta", que no es sino la tortilla de
otras provincias.

Pan:

Se pone a remojar la levadura de cerveza y se bate con agua. Con esta


levadura se hace la masa, agregándole harina, agua, grasa y sal.
Se amasa y se deja en reposo para que leude; se cuece en el horno.

Torta:

La masa se hace con harina, agua, sal y grasa. Se amasa, se le da forma


circular y se pone a cocinar al rescoldo. Cuando está cocida y dura por un lado,
se da vuelta y se cocina del otro.

Maíz:

Se emplea en la preparación de mazamorra y sanco.

Mazamorra:

La mazamorra se hace con agua y maíz. Sirve de plato principal o como postre,
agregándosele en este caso, un poco de leche y, a veces, azúcar.
Preparación: En la noche de la víspera se pone a remojar maíz blanco pisado.
Al día siguiente, se saca el maíz, se lo lava, se lo coloca en una olla con
bastante agua, y se lo deja hervir unas dos horas, hasta que esté cocido. Antes
de retirar la olla del fuego, se le agrega una pizca de bicarbonato de soda.

Sanco:

Comida de elaboración casera, preparada con harina de maíz.


Preparación: Se remoja el maíz y luego se lo muele en el mortero hasta
convertirlo en harina. Se cierne la harina.
Aparte se coloca en el fuego una olla con agua, un poco de aceite o grasa y los
"mistos". Se deja hervir y luego se va vertiendo la harina, cuidando
de revolver continuamente hasta que esté cocido, para evitar que se formen
grumos.
Sanco de maíz chileno. Difiere del anterior en la harina utilizada. Según dice la
gente del lugar, se emplea harina de "maíz chileno, que es más blandito".
Se coloca una olla de hierro en el fuego; en ella se pone el maíz y un poco de
ceniza fina. Se revuelve con un palo envuelto en un trapo, hasta que se tueste
el pellejo del maíz, cuidando que el interior del grano quede blanco.
Una vez tostado se lo saca del fuego y se avienta la ceniza. Luego se lo pela
en el mortero. Se cierne la harina y con ésta se prepara el sanco en la forma
conocida.

Humita:

Esta comida es preparada de dos maneras: humita en olla y humita en chala.


Humita en olla. Se rallan los choclos. Se ponen a freír en grasa o aceite
(mejor aceite), ají picante, pimentón, comino y sal. En esta salsa se echa el
choclo rallado y se cocina revolviendo. Si queda muy espeso se Le agrega
caldo. Humita en chala. Para las humitas en chala se prepara la misma pasta,
que debe ser espesa. Cuando está a medio cocer, se la retira del fuego.
Aparte se toman chalas sanas y limpias. En dos chalas se pone un poco de
humita, se envuelve y se forma un atado que se sujeta con tiras hechas
también con chalas.
En una olla se pone a hervir agua con un poco de sal y "mistos". Allí se colocan
las humitas y se las hace hervir hasta lograr su cocimiento.

Verduras y frutas:

Las verduras y frutas no abundan en Renca. En las


pequeñas huertas familiares se cultivan cebolla, tomate, remolacha, lechuga y
zapallo; se plantan también algunos árboles frutales.
Con el fruto del algarrobo se hace patay.
Entre las comidas que se hacen con legumbres se puede mencionar el
emporotado.

Emporotado:

Se cocinan porotos. Cuando están a punto se los retira y se los hace puré. Se
prepara una salsa como para sanco y en ella se fríe
la pasta de porotos.

Patay:

Se muele bien la algarroba, previamente secada al sol: Se cierne dos veces, la


segunda en un tejido de malla más apretada, para separar la harina de los
restos de vaina y semillas.
Se toma una "patayera" (molde), y sobre una capa de grasa fina se echa la
harina de la algarroba y se pisa con una cuchara.
Se pone en el horno de la cocina económica, apenas caliente, o al rescoldo.
Cuando está dorada se saca y se desmolda.
La elaboración del patay exige mucho cuidado.

Condimentos y salsas:

A los condimentos que se agregan a las comidas -ají, comino, pimienta,


cebolla, cilantro- los llaman "mistos".
La fritanga de tomates es una salsa que se prepara friendo tomate, cebolla y
ajo; se come con asado, sanco, etc.

Dulces:

Entre los dulces más apreciados se encuentra el arrope, especialmente el de


chañar.
Se prepara de la siguiente manera: se coloca la fruta machacada a hervir con
un poco de agua, hasta que se deshaga. Luego se cuela, primero en una
"bolsa" de malla abierta y luego en una de malla tupida.
El almíbar se hace hervir, revolviendo hasta que esté a punto. Se retira la
espuma que se va formando.
El arrope se hace en paila de cobre y se revuelve con un palo de madera, que
puede ser álamo, chilca, etc.
Es muy apreciado como postre; lo acompañan con queso o quesillo.

Leche y queso:

A la hora del desayuno se toma leche sola o acompañada de alguna infusión.


La gente fabrica queso de vaca y quesillos de cabra.
Para la elaboración de quesillos utilizan leche de vaca o de cabra. Para "cortar"
la leche emplean "leche de higuera". En un recipiente con leche se quiebran
una o dos ramitas de higuera, o más si hiciera falta, y cuando se empieza a
"cortar" se le coloca en el fuego para entibiarla. Luego se retira el recipiente del
fuego y se va sacando la cuajada, escurriendo el suero.
Se toma un pedazo de cuajada, se la amasa un poco, se la introduce en una
olla con agua caliente, se la retira y se le da la forma deseada. Hecho esto
último, se cuelga en una soga para que se oree.

Bebidas:

Las infusiones de té, café, peperina, poleo y yerba mate son tomadas después
de las comidas y a la tarde.
El mate con bombilla se toma amargo o dulce; a la yerba le suelen agregar
peperina.
Entre las bebidas alcohólicas se pueden mencionar el vino, que es llevado de
Tilisarao; la cerveza, sobre todo negra; caña, ginebra, etc.
II. TÉCNICAS TRANSFORMADORAS

a) Materias primas.

1. CUERO y PIEL

En esta región se va extinguiendo, lenta pero inexorablemente, una artesanía


otrora vigorosa: la de la elaboración del cuero, en especial, la del trenzado. En
la actualidad, los trenzadores de la zona trabajan únicamente por encargo,
pues se prefieren las piezas de procedencia industrial, que resultan más
económicas.
En casa de los trenzadores Lucio Reta y Raimundo Barzola se han
documentado algunos aspectos del trabajo que realizan.

Materiales:

Cueros de vacuno; eventualmente, de oveja y cabrito. Se utiliza con preferencia


cuero de animal carneado, que resulta más resistente que el “cuero mortecino”
(así llaman al de los animales que suelen hallar muertos).

Herramientas:

Leznas ("alenas") de dos tipos: rolliza y playa (plana). Para las "bombas" se
emplea una lezna larga y fina.

Compás:

Sirve para marcar cortes curvos (circulares y semicirculares, generalmente) y


cortes paralelos ("para cortar pareja una lonja").
Sacabocados, cuchillos, martillo, tenazas, pinzas.

Preparación del cuero:

Una de las formas más comunes de prepararlo consiste en estaquearlo y


dejarlo secar. En el caso de los pellones (o cojinillos), generalmente de cuero
de oveja, se soba el cuero y se lo emplea con la lana; pero en casi todos los
demás casos, debe ser pelado. Un procedimiento usual es cubrir el cuero con
ceniza y pelarlo con un palo afilado en sus extremos. Una vez pelado, hay que
sobarlo.

Usos:
Se emplea en forma de tientos, lonjas o en trozos grandes, según su destino.
El tiento fino se usa para coser, tejer y trenzar.
Las "bombas", adornos de tiento fino trenzado realizado sobre un cimiento, o
base de tiento grueso trenzado, se emplean en los bozales, cabezadas,
riendas, cabos de rebenque, etc. Con tiento fino se hacen también los tejidos
de adorno que se ven en cinchas, revestimientos de cabos de rebenque,
botones, etc. Se emplea también en costuras, ya sea para unir distintas piezas
o con fines ornamentales solamente. En las costuras, las puntadas a veces se
hallan ocultas en un corte superficial que se hace en el cuero a lo largo de la
línea que siguen los puntos, como pudo observarse en una cabezada rayada.
También se usa para trenzados de bozales, cabezadas o pretales de lujo.
El tiento grueso se emplea también para coser, trenzar y atar, como por
ejemplo en los ramales de las boleadoras, lazos, arreadores, azoteras (látigos
de varios ramales trenzados'), etc.
Las lonjas pueden ser graneadas (cuero natural, sobado) o sin grano; para
quitarles el grano, se alisa el cuero con una punta de "fierro". Con lonjas se
confeccionan riendas, bozales, cabezadas, maneas, trabas, cinchas,
encimeras, peguales, estriberas, taleros (rebenques de cabo grueso y hoja
ancha), guachas (rebenques de cabo grueso y hoja más corta y ancha que la
del talero), chasquillas y colgajes para las mulas de tiro, etc.
Los trozos grandes de cuero tienen distintos usos: para el apero de montar
hacen caronas y capachos para estribos, y con los cueros de oveja, sin
quitarles la lana, pellones (o cojinillos), como ya se ha visto.
En las casas de la zona tienen todavía plena vigencia los asientos de cuero
para sillas o bancos.
No ocurre lo mismo con otras piezas de cuero como maletas (alforjas), árganas
y noques, que en Renca ya no se fabrican; en otras zonas de la provincia se
mantiene su uso.

Colchas de cuero:

Se confeccionan con cueros de vizcachas y de chivitos, sin quitarles el pelo; el


cuero de animal nonato es más apreciado por su suavidad. El cuero se recorta
en piezas de forma cuadrada o rectangular, en número variable de acuerdo con
las dimensiones de la colcha y de las piezas que se han de emplear. Los trozos
de cuero se unen por los bordes y se cosen del revés (del lado sin pelo), con
hilo "lonero" (así llaman al hilo grueso, del tipo empleado para coser lonas) y
con punto cordón. Una vez unidos todos los trozos de cuero, suelen forrar la
colcha con una tela de algodón.

2. TEXTILES y TÉCNICA TEXTORIA


También el viejo y tradicional telar criollo ha debido ceder el paso a los
productos manufacturados en los modernos establecimientos textiles. Renca es
fiel testigo de lo que decimos. Hemos recorrido el pueblo y no hemos
encontrado ni un telar armado.
Lo único que hemos visto, en una casa a la vera del camino al dique San
Felipe, ha sido una "pala", resto de un telar que seguramente no se ha de
armar nunca más.
Lo más lamentable de esto es que el abandono del telar fijo de tipo español es
más bien reciente, pues nos hemos dado con varias personas conocedoras de
todos los procedimientos que abarcan desde la elección de la lana hasta la
terminación de las frazadas o telas. No sería difícil que de Renca hayan sido
algunas de las telas para los uniformes de los soldados del Ejército Libertador
del General San Martín; según la historia, han sido dichas telas parte de la
contribución de la provincia de San Luis para la campaña del Gran Capitán.
Más, a pesar de todo, algo hemos encontrado.
Tenemos la impresión de que, si bien es cierto que el telar grande ha sido o
está siendo abandonado, en su reemplazo hallamos el "ganchillo", que tiene
gran aceptación entre las mujeres renqueñas. Las piezas tejidas con "ganchillo"
son primorosas.
Veamos ahora cuáles son los distintos aspectos de la tejeduría doméstica
tradicional, tal como nos informaron en Renca.

Esquila:

No hay indicios de que los procedimientos empleados en el lugar difieran de los


de otras regiones del país; en consecuencia, los damos por sabidos.

Hilado:

Después de haber lavado prolijamente la lana con lejía (agua y ceniza), se


cuida de que la misma no sea "media lana" (lana corta), es decir, lana de
animal sarnoso o esquilado 2 veces al año; la "media lana" resulta muy
trabajosa para hilar.
Después se escarmena y se hace la rosca. Para ello se arrolla la lana en la
muñeca izquierda, en el sentido de las agujas del reloj, y se toma el extremo
entre los dedos índice y pulgar de la misma mano. Se estira la lana tomándola
con los dedos de la otra mano y se retuerce para hacer el hilo; su grosor
depende de la cantidad de lana que se utilice y de la calidad de la prenda para
la cual se destina. Por fin se hila con el huso, pendiente del hilo sostenido con
la mano derecha. El huso, de rústica fabricación casera, lo encontramos de
varios tamaños. Los hemos visto hechos de chilca, el palito, y la tortera (tejo,
como suelen llamarle) de madera, hueso, tierra cocida o piedra (como por
ejemplo la que llaman de carriscale). Para hacerlo girar, se toma el palito con la
mano derecha y se le imprime un movimiento de rotación.

Teñido:
Hay marcada preferencia por las anilinas de procedencia industrial, pero de
tanto en tanto se emplean las tinturas vegetales.
Como recipiente para teñir utilizan la "callana", olla de hierro, de tres patas.
Las plantas usadas para extraer tinturas son las siguientes: chilca, arbusto
cuyas flores tiñen de amarillo; fique, del cual se utiliza toda la planta y se
obtiene también color amarillo; retama, se emplea la raíz, que tiñe de color café
o rojo clarito, según la cantidad de raíz que se utilice; romerillo, cuyas ramas,
hervidas en agua, dan un tinte amarillo.

Tejido:
Como ya hemos dicho, el telar grande prácticamente no se utiliza.

Ganchillo:

Con ganchillo se confeccionan cubrecamas, cortinas y también las "huinchas" y


trencillas para las caronillas y los mandiles. Se emplean hilos de algodón, de
procedencia industrial, o lana hilada en la zona.
Bastidor. Lo llaman "bastidor de palo". Es un marco cuadrado hecho con cuatro
listones de madera, de unos 4 cms. de ancho por 70 cms. de largo.
En este marco se coloca la urdimbre y luego se teje.
Lo emplean para tejer caronillas y mandiles.
Telar de cintura. Otra técnica de dispersión americana y que en Renca se
mantiene sin ninguna alteración en su estructura es la que pasamos a describir;
se trata de una supervivencia del telar andino horizontal.
Se extiende la "urdida" (así llama nuestra informante a la urdimbre) entre dos
palitos paralelos.
Uno de ellos se ata a una estaca clavada en tierra y el otro, a la cintura de la
tejedora. Luego se separan los hilos pares de los impares (en la urdimbre), por
medio de otros dos palitos colocados paralelos entre sí, a unos pocos
centímetros de distancia; por entre los dos palitos va pasando la trama. El
tejido se aprieta usando como pala la hoja de un cuchillo a la que se le
envuelven trapos para evitar cortaduras. La parte tejida se va envolviendo en el
palito atado a la cintura. A medida que avanza el tejido, la tejedora debe
correrse hacia el lugar donde está clavada la estaca que sostiene el otro
extremo de la urdimbre. A veces el tejido se hace entre dos estacas. La
tejedora no da nombre especial a ninguna parte del telar; a todos los llama
palos, palitos o estacas.

3. PIEDRA

La explotación de las canteras de granito constituye un puntal de importancia


para la débil economía lugareña. Si bien es cierto que esta actividad no entra
en el terreno folklórico, no se la puede excluir por cuanto los métodos y
herramientas que se emplean son tradicionales.
Formulada esta salvedad, veamos cómo se realiza la explotación.

Ubicación:

Las canteras actualmente en explotación son cuatro y se hallan en los


alrededores de Renca. Únicamente se extrae la piedra que aflora. La
coloración del granito es gris; en Buenos Aires lo conocen con el nombre de
"granito de San Felipe"; en la zona lo llaman "piedra" o "mármol de San Felipe".
Cortador. Es el nombre que dan al trabajador que saca el bloque, de granito, el
que lo desprende del "macizo de mineral".

Facturante:

Es la persona encargada de labrar la piedra y convertirla en "piedra trabajada".


Herramientas. Pala, pico, martillo, maza, cuña, punta de acero, barreno y
"punchote", son las herramientas que se utilizan para la extracción y labrado
del granito.

Cortes:

Tres son los cortes más importantes y reciben la siguiente denominación:


"En seda", corte más o menos vertical, efectuado en la cantera siguiendo la
orientación de oriente a poniente.
"En trincante", más o menos vertical, de norte a sur.
"En levante", más o menos horizontal.
De los tres cortes, el más difícil de realizar es "en trincante", ya que "en seda" y
"en levante" son los que "largan" (se realizan) con más facilidad.
Para cortar los pedazos chicos utilizan "punchotes", Lo hacen de la siguiente
manera: con puntas de acero se practican una serie de agujeros, también
llamados "punchotes", siguiendo el corte. En cada una de las perforaciones se
colocan los "punchotes", es decir, puntas de acero que se han cortado para
hacerlas más manuables, de unos 10 cms de largo. Con una maza se golpean
los "punchotes" hasta que la piedra se corte siguiendo la dirección en que han
sido colocados. Con cuñas levantan o separan las piedras.
Para cortar los bloques grandes emplean el siguiente procedimiento: se hace
una perforación con un barreno, luego se emplea el llamado "raya" que es más
ancho en su extremo, para que "raje" la piedra y ésta se parta en el sentido de
la raya que ha quedado marcada y no en otro. En la perforación se coloca
pólvora y una mecha, las >cuales tapan con cartuchos de tierra (para los cortes
en levante).
Para apretar los cartuchos de tierra utilizan el "atacador", que es un palo de un
metro y medio, más o menos, de largo.
Realizada la tarea de sacar la piedra del "banco" (yacimiento o afloración), el
cortador entrega el material al "facturante".
El "facturante" usa punta y martillo. El mismo afila las puntas, cuando hace
falta. No le es tarea difícil y la realiza así: coloca las puntas en la fragua y
cuando están al rojo, con una pinza retira una punta, la coloca en el yunque y a
martillazos la estira y perfila, según el filo que quiera dar le; el temple es al
agua.
Cuando el granito va a ser utilizado para tumbas, el "facturante" le da forma de
láminas y bloques de sección rectangular. Se labran dos piedras para cada
tumba: una llamada "larguero" o lápida, y otra "cabecero" o pedestal. El
"larguero" se colocará horizontal, por este motivo se le deja una cara sin
trabajar, que es la que irá de base. Como el "cabecero" irá colocado
verticalmente, se lo trabaja en todas sus caras.
El facturante gana seiscientos pesos por el juego, "larguero" y "cabecero"; en
un mes alcanza a trabajar tres piedras, un juego y medio.
Cuando el granito es para zócalos, lo corta en láminas con "serrucho a
munición", instrumento que no se describe por no haberlo visto.

Transporte:

Para el transporte del granito desde la cantera hasta la estación de ferrocarril


se usan camiones.
Dado el gran peso de los bloques, acostumbran hacer planchadas de tierra
hasta la altura de la culata del camión. Para facilitar el desplazamiento
de los bloques emplean "rolos" (rodillos) de quebracho o de tala. Cuando no se
puede hacer la planchada o es poca la altura, utilizan el "gato".

b) Complejos culturales

1. VIVIENDA

El núcleo "urbano" ha sido levantado en torno a la plaza, aunque también hay


un intento de trazado de calles alrededor de la misma; algunas de estas calles
tienen una cuadra de longitud, más o menos.
Hay dispersos, en los aledaños, varias casas y ranchos, pero el pueblo
propiamente dicho es el que rodea la plaza.
Señalaremos primero tres edificios que se destacan del resto de la población:
la iglesia, la escuela y el de las oficinas provinciales (comisaría, registro civil,
etc.).
La iglesia es de estilo sencillo, que llamaremos colonial español; remata en dos
torres, una de ellas con campanario. La construcción es de una sola nave; en la
actualidad tiene techo de zinc, pero seguramente debió ser de tejas
primitivamente.
La escuela, que data de la presidencia de Sarmiento, es de sólida construcción,
de una sola planta, con patio interior y galería. Es difícil la denominación del
estilo; la llamaremos de tipo de ciudad de fines del siglo pasado.
El edificio de las oficinas provinciales, también de un solo piso, es de reciente
construcción Y de estilo español, con techo de tejas. Aclaramos que decimos
estilo en sentido muy amplio, pues en verdad los edificios citados carecen de
muchos de los detalles esenciales que caracterizan el estilo.
Hemos indicado estos edificios para puntualizar la diferencia que hay, en
primer término, entre ellos mismos, y luego con el resto de la población.
En verdad, no acertamos con la causa que explique el divorcio entre unas
construcciones y otras. Renca es una excepción con respecto a otros pueblos,
en los cuales la edificación se hace a semejanza de las construcciones
principales, o imitando algunos de sus motivos.
Desde este punto de vista, Renca tiene que ser estudiada con detenimiento.
También es necesario determinar el motivo o los motivos que han hecho perder
al renqueño su interés por la construcción de viviendas, situación que llega a
grado alarmante.
Prueba de ello es que algunos habitantes prefieren ir a vivir a otra casa antes
que reconstruir una pared o un techo, deteriorados o caídos por acción natural
del tiempo.
Otro detalle que nos llamó la atención es que, teniendo piedra en abundancia,
el renqueño casi no la utilice para la construcción de su vivienda. Hay en las
cercanías varias canteras de granito que son explotadas y que constituyen la
principal fuente de ingresos para el renqueño.
La variedad de las construcciones no es grande; en este sentido no se puede
elogiar la inventiva del artesano del lugar. Tampoco lo son los materiales
utilizados; en su mayoría los proporciona el medio.
Dado que Renca está en una zona de escasas precipitaciones y, además, poco
ventosa, las viviendas que se construyen con adobes son de gran duración.
Hemos visto construcciones de este material que datan de más de un siglo y en
la actualidad se hallan en buenas condiciones.
Nos parece que las casas no han sido construidas con un plano previo, sino de
acuerdo con las necesidades que han ido surgiendo. De esta manera
encontramos la casa constituida por una serie de habitaciones que se han ido
adosando a una primera. La distribución, generalmente, sigue la línea de un
ángulo recto; también hay construcciones con habitaciones al frente y en las
dos alas, con patio interior (lo edificado queda así en forma de U). Las
viviendas son más bien de tipo urbano, con habitaciones a la calle y patio
interior.
El rancho, en cambio, consta casi siempre de un solo recinto que sirve de
dormitorio, comedor, taller y en algunas oportunidades de cocina, inclusive. En
los dos casos existen construcciones subsidiarias.
Las siguientes observaciones ilustrarán algunos aspectos del pueblo y de sus
construcciones.

Ubicación:

Según relata la tradición, antes de 1720 se habría levantado una capilla


consagrada al Santo Cristo de Renca; en torno a ella se trazó el pueblo actual.
De tal manera, el emplazamiento no habría sido determinado por las
conveniencias más favorables del terreno.

Provisión de agua:
Se hace por medio de un molino de viento, con tanque australiano, instalado en
una esquina, dentro de la plaza. El agua para riego la levantan del río Conlara,
que corre a doscientos metros. También es potable y la suelen acarrear las
criaturas, en baldes hechos con envases de hojalata de procedencia industrial;
además, hemos visto un carrito con dos ruedas al que le colocaron encima un
barril de cien litros. Un par de criaturas lo hace rodar y es utilizado para el
transporte de agua. En algunas casas quedan todavía pozos que proveen de
agua.

Materiales de construcción:

Se utilizan principalmente los que provee el medio: piedra para cimientos;


madera de algarrobo para la carpintería y techos; pajas y ramas de jarilla para
techos, ramadas y gallineros. Se está generalizando el empleo de tejas,
ladrillos, chapas de "zinc", cemento de Portland y carpintería de fabricación
industrial.
Paredes. Como se ha dicho, en su mayoría las paredes son de adobes
(fabricados casi en el mismo lugar donde se levantará la pared); hay paredes
de ladrillos; los muros de piedra seca únicamente los construyen para los
corrales. También se ven algunas construcciones de quincha embarrada y, en
menor grado, las de paja embarrada.
La construcción de las paredes no es tarea complicada. Como es lógico,
empieza por el cimiento que tiene un metro más o menos. Excavan una zanja
de 30 cms. de profundidad y levantan el cimiento de piedra, que sobresale
otros 50 cms. del nivel del suelo; los huecos que quedan entre una piedra y
otra los rellenan con barro y piedras más chicas. Las piedras sirven de
protección contra la humedad y las lluvias; de no usarlas, el muro sufriría muy
pronto la acción de la humedad.
Encima del cimiento levantan la pared, usualmente de 40 cms. de ancho, el
largo de un adobe. Los adobes se fijan con barro. La altura de la pared varía
entre 2,50 m. y 3 m. Suelen terminar las paredes con revoque de barro o con
mezcla de cal y arena. No llevan molduras, son completamente lisas. Las
pintan a la cal, con colores claros, azul, amarillo, etc., algunas con guarda a
manera de zócalo, de un tono un poco más fuerte que el de la parte superior.
Techos. Hay techos de una y dos aguas; los primeros son los que más se ven.
La construcción de los mismos es relativamente fácil. Se coloca la armadura de
algarrobo, encima se cruzan varillas de jarilla u otro arbusto similar, de manera
de formar una malla sobre la cual irá una torta de barro mezclado con paja, o
sin ella. Los techos de dos aguas casi siempre rematan con paja embarrada;
los de una agua, con mezcla hecha de arena y cal.
La paja para los techos la recogen en los alrededores. Eligen las plantas más
altas, las arrancan de raíz, sacuden la tierra golpeando la planta y luego de
esto la acomodan en gavillas. Hay personas que se ocupan de esta tarea y
venden la paja a precio razonable.
En el techado de la vivienda todavía se conserva la tradicional costumbre de la
"minga", donde colaboran parientes y amigos. La tarea se distribuye por
grupos: unos se encargan de trabajar el barro, otros lo "bolean" y los restantes
techan; a éstos los llaman techadores. El techado lleva poco tiempo y el resto
del día lo emplean para divertirse.
En esta oportunidad el dueño de casa les ofrece una comida especial y bebidas
en abundancia.

Puertas y ventanas:

Las casas tienen pocas ventanas, la mayoría de las veces no más de una de
tamaño reducido. Los marcos son de algarrobo y la ventana propiamente dicha
de tablas de cajones.
Las puertas son de madera de algarrobo, miden un metro ochenta, más o
menos, de alto, y unos noventa centímetros de ancho. La fábrica es sencilla.
Los pocos herrajes que tienen son de procedencia industrial; en los ranchos no
los hay. En éstos, cuando llevan puertas, las aseguran con tientos o bien con
alambre.
Algunas puertas y ventanas tienen ranuras para la colocación de vidrios, pero
hasta la fecha no los han puesto y posiblemente no lo harán nunca.

Pisos:

La mayoría de los pisos son de tierra apisonada, más por el trajín


diario que por el trabajo de apisonado. En verdad, la construcción de los pisos
se limita al nivelado y regado para que se asiente la tierra.
Por cierto que en los edificios públicos que hemos citado hay pisos de
mosaicos y ladrillos.

Construcciones subsidiarias:

Hornos. Los hay en casi todas las casas, aunque día a día disminuye el
amasado casero. Son construidos de ladrillos, en su mayoría; también los hay
de adobes. Suelen revocarlos con mezcla de cal y arena. En cuanto a su
forma, no hay diferencia alguna con los conocidos en otras regiones del país.

Pozos de balde:

Hemos visto algunos, pero se nota que la gente va prescindiendo de ellos, por
cuanto en la actualidad se proveen de agua potable del molino que hay en la
plaza.
El brocal de los pozos está construido de ladrillos; no son pozos "calzados".
Para extraer el agua colocan, enterrados a cada lado del pozo, dos horcones
sobre los cuales ubican un travesaño. Tanto los horcones como el travesaño
son de algarrobo, sin labrar. En medio del travesaño pende una roldana con
una soga, que en uno de sus extremos tiene un gancho para asegurar el
recipiente.
Corrales. Los construyen de varios tamaños y emplean ramas, piedras,
troncos, etc. Consignamos en detalle uno, que quizá contenga todos los
elementos empleados para este tipo de construcción.
El observado tiene forma circular, con cerco de ramas de chañar, espinillo y
algarrobo.
Grandes piedras cierran una parte del corral y sirven de reparo a los animales;
junto a las piedras, una ramadita también da resguardo al ganado. La puerta
está formada por palos verticales movibles que encajan en dos horizontales
paralelos; éstos están atados con alambres. Para abrir el corral se quitan los
palos verticales (generalmente, no todos).

Cocinas:

En materia de cocinas, no es fácil hacer una síntesis, pues la variedad


es grande y los detalles y comodidades de las mismas dependen de la
inventiva del constructor.
Damos la noticia de una cocina de quincha, que no es de las más comunes en
la zona; por eso. Y por el parecido con las otras regiones del país, no
abundaremos en detalles.
Conviene destacar, sin embargo, que las paredes de quincha son solamente
dos; hay una tercera pared, pero más bien es un toldo o mampara de ar-pillera.
El recinto es una "ramada" que cumple funciones de cocina.

Fogón:

Apoyado en una de las paredes construyen el fogón de adobes, más o menos


de un metro de alto por un metro de ancho y unos setenta centímetros de
fondo.
La hornalla es de 35 centímetros por 20, ubicada en el centro del fogón. La
parrilla de la hornalla está hecha con dos barras de hierro colocadas
paralelamente.
El techo de la cocina descrita es de una agua, con paja embarrada; el piso, de
tierra.
Otro tipo de cocina es el siguiente: construcción estrecha, con muros de
piedras sin labrar, asentadas con barro. El techo es de paja embarrada, de una
agua. En una esquina superior de la construcción hay un agujero que sirve de
chimenea. En la actualidad está tapado y la única salida para el humo es la
puerta, razón por la cual las pocas ollas, frascos y botellas que integran el
"mobiliario" de la cocina están cubiertos por una espesa capa de hollín, que
prácticamente hace irreconocible la forma original de los utensilios.
El fogón está ubicado en el centro de la cocina.
Es un círculo de ochenta centímetros de diámetro, que ha sido trazado con
piedras enterradas que sobresalen unos veinte centímetros del nivel del suelo.
En el medio de este círculo colocan la "tregua" (trípode), encima de la cual
ponen el recipiente que necesitan hacer calentar o hervir.

Ramadas:

Las hay en todas las casas y su uso es múltiple. Consisten en un cobertizo


construido con troncos de algarrobo y techo de quincha.
La ramada que describiremos está hecha aprovechando una pared posterior de
la casa. A dos metros de distancia del muro han enterrado dos horcones, de un
metro noventa de alto y a dos metros de distancia entre sí. Calzado en las
horquetas de los horcones han colocado un travesaño, también de algarrobo,
pero más delgado que los horcones. En la pared practican cuatro agujeros, a la
misma altura que la horqueta de los horcones; los dos extremos están
separados por una distancia aproximadamente igual a la que media entre los
horcones (dos metros); entre los otros dos rige una separación de unos
cuarenta centímetros. En estos agujeros introducen los extremos de cuatro
tirantes, que se apoyan por el otro lado sobre el travesaño. Hecha esta
armazón, se colocan varillas de jarilla a manera de travesaños, para hacer un
techito de quincha; por último, lo tortean.
La ramada descrita está construida en el interior de un corral. Por cierto que no
es la única ubicación que tienen, pues las hay también en patios. Encima del
techo acostumbran colocar la algarroba para que se seque y ponerla fuera del
alcance de los niños y los animales.

Chiquero:

El observado se compone de una cerca y una ramada.


La cerca es de forma cuadrada, de 2 mts. de lado. Es del tipo llamado palo a
pique, hecha con troncos de 1 m. de alto, enterrados verticalmente y colocados
uno junto a otro, en fila. Están sujetos mediante dos alambres: uno pasa por
delante y otro por detrás de dicha fila; estos dos alambres están unidos entre sí
por medio de otros alambres, cada 4 ó 5 troncos.
En uno de los lados del cuadrado, en el frente, se halla la puerta. Se compone
de 5 troncos de igual grosor que los de la cerca, simplemente apoyados, sin
enterrar. Estos troncos se mantienen en dicha posición mediante dos ramas
horizontales, paralelas entre sí y colocadas a unos 70 cm. del suelo, una por
delante y otra por detrás. Las ramas están clavadas y sujetas con alambres a
los troncos fijos de la cerca. Para permitir el paso de los animales, los troncos
se levantan y retiran. Otro tronco atravesado y semienterrado en el suelo,
delante de los cinco mencionados, los mantiene en su posición y evita que los
animales puedan salir, empujándolos.
La ramada posee techo con pendiente, más alto en el frente del chiquero. Los
palos extremos de la fila frontal de la cerca son 2 horcones de 1,50 m. de
altura. Estos sostienen un travesaño de 2 m. de largo, sujeto con alambre.
Sobre la fila posterior de la cerca se apoya otro travesaño del mismo largo.
De uno a otro travesaño se extienden 5 vigas, que están atadas también
mediante alambres. Esta armadura soporta un "encañado" de ramas, sujetas
en grupos de 4 ó 5 con alambre. Por último, sobre el encañado hay una capa
de torta.

Excusado:

Construcción accesoria que existe en todas las casas que forman el núcleo del
pueblo; suele faltar en la mayoría de las casas aisladas, alejadas de aquél.
El observado es un tipo bastante corriente. Se trata de una construcción de
planta rectangular (1,80 x 1,30 m.), cuatro "paredes y techo a una agua.
Las paredes son de adobe, revocadas; las dos laterales tienen sendos
respiraderos de forma triangular, con base horizontal y de 25 cm. de lado.
La entrada es un vano rectangular (1,80 x 0,80 m.) que se encuentra en la
pared del frente; se cierra mediante una puerta de una hoja, provista de dintel,
jambas y umbral de madera. La hoja consta de 4 tablones clavados sobre un
bastidor reforzado por 2 listones transversales de madera; en la unión del
cuarto superior con los tres cuartos inferiores de uno de los tablones, hay una
abertura de unos 20 cm. de alto.
El techo está formado por tablones puestos uno junto a otro, apoyados sobre
las paredes laterales y sobre un madero longitudinal que va desde la pared del
frente hasta la posterior, por la línea media. Encima de los tablones hay una
capa de torta.
La boca del pozo está cubierta con una armazón de madera, de planta
rectangular (60 x 35 cm.) y de 30 cm. de alto, fijo al piso; las cuatro caras
laterales están cerradas y la superior posee una abertura ovalada.
Todo el piso, alrededor de la boca del pozo, está cubierto con una capa de
material.

2. VESTIMENTA

La vestimenta de hombres y mujeres renqueños es urbana.


Las mujeres usan el cabello corto y suelen ponerse en la cabeza un pañuelo
anudado atrás. Sólo las que viven en las afueras del pueblo se recogen el
cabello largo en dos trenzas, que les caen sobre los hombros.
Algunos hombres usan bombachas, sujetas en la cintura con faja de lana en
algunos casos y en otros mediante tirador con rastra; camisa de algodón;
pañuelo negro anudado al cuello; alpargatas negras. Es general el uso del
sombrero, a veces muy raído y ya sin color. Para defenderse del frío los
hombres se abrigan con ponchos de lana de alpaca o de oveja; doblados por la
mitad a lo largo, se los colocan sobre los hombros.
Para la fiesta de mayo hombres y mujeres visten sus mejores ropas. Desde la
mañana se les ve pasear por las calles del pueblo luciendo sus atuendos
ciudadanos.
El dos de mayo a la mañana vimos, en el terreno baldío donde se ubican los
carros que llegan para la fiesta, a un paisano que vestía bombachas de lana
gris, saco azul con cinturón atrás, prendido adelante con cierre relámpago,
camisa blanca y poncho verde con listas de colores; llevaba la cabeza cubierta
con una boina negra.
La vestimenta de los niños no presenta ninguna particularidad digna de
mención. Usan zapatillas con suela de goma o alpargatas negras, comunes.
Las prendas hechas con telas fabricadas en la casa y destinadas al uso diario
se van perdiendo poco a poco. Todo se compra en los negocios de los pueblos
vecinos. Sólo la lana de oveja, hilada en algunos hogares, sirve para tejer
algunas ropas de abrigo.
3. MEDIOS DE TRANSPORTE

Nos referiremos brevemente al transporte en general, para detenemos en


aquellos medios que representan formas típicas.
Recordemos que a Renca no llega ni el ferrocarril ni el ómnibus y nos daremos
cuenta del aislamiento de este pueblo, otrora importante posta y plaza
comercial de San Luis.
El viajero que desea llegar a Renca desde Tilisarao, se verá en serios aprietos
para conseguir uno de los pocos automóviles que hacen dicho viaje. Puede ser,
también, que consiga algún camión, chatita o sulky.
En cuanto a los propios habitantes de Renca, salvo unos pocos que poseen
automóviles, sulkys, caballos o bicicletas, tienen dificultades grandes para
conseguir un medio de movilidad.
El recurso más al alcance de todos es el recorrer las distancias a pie, y así lo
hacen cuando van al trabajo, a buscar agua al río, a recoger hierbas
medicinales o tintóreas, a visitar a parientes o amigos.
Algunos poseen caballos o bicicletas; estas últimas están sustituyendo a
aquéllos en la parte céntrica del pueblo y sus alrededores, aunque todavía se
ven pocas. En las sierras es muy usado el caballo.
Nos cuentan que, para asistir a la novena de San Roque de Las Mangas, los
novios llevan a sus prometidas "en ancas".
El hombre de a caballo se afana por tener un buen apero y un encasquillado
hermoso (véase: El apero de montar).
La mujer no desdeña el montar a caballo, pero no lo hace como el hombre sino
"a mujeriegas".
Muy usados son los sulkys, jardineras y carros.
Generalmente los dos primeros son arrastrados por caballos y los carros por
mulas. En sulkys y jardineras van las personas y se llevan las mercaderías.
Los carros los utilizan para transportar leña, tierra, ripio. Son totalmente de
madera, menos los ejes y las llantas. Las ruedas son grandes por lo común,
con camas (secciones del aro de la rueda) y rayos de madera. La caja de los
carros está cerrada en los costados y abierta en los frentes. Algunos se cierran
en la parte delantera por medio de una puerta enteriza que se abre de arriba
hacia abajo.
Los hay con una vara, pero generalmente tienen dos.
Hemos visto algunos carros en los que han colocado trozos de neumáticos en
cada uno de los extremos de las varas, y otro en el que las barandas eran
chapas de zinc y la vara un tronco de árbol. Así el dueño había reparado la
acción del tiempo y del uso en su medio de movilidad.
Para que el carro permanezca en el lugar donde lo dejó su conductor, éste
pone sendas piedras sobre el suelo, delante de cada rueda.
Uno o dos "muchachos" harán que el carro conserve su posición horizontal. Se
llama "muchacho" al palo que cuelga del tirante delantero o trasero del piso del
carro y que, colocado de punta contra el suelo, evita que aquél caiga hacia
adelante o hacia atrás.
Los carros cumplen una función especial durante la fiesta del Señor de Renca,
pues son los encargados de traer a la familia y, también, de servirles de
vivienda, despensa, local comercial, etcétera.
La mayoría de los carros llegan de la falda de la sierra y por eso los llaman
"carros falderos", para diferenciarlos de los "carros de promesantes", que sólo
conducen a personas que van a cumplir promesas.
Los "carros falderos" transportan productos para vender: vino en barriles y
damajuanas; uvas, granadas y pasas en canastos y cajones; nueces en bolsas,
etcétera.
Los continentes que acabamos de mencionar son todos de tipo industrial. Sólo
las alforjas, muy usadas para llevar mercaderías o provisiones cuando se viaja
a caballo, son la excepción. Se colocan en la parte posterior de la montura,
sujetas con unos correones colocados con ese objeto, o bien las ubican debajo
del cojinillo para que el jinete las sujete con su peso.
La alforja está hecha con un trozo de tela rectangular, doblada en sus dos
extremos para formar bolsillos, más bien grandes y generalmente cuadrados.
Uno de los bolsillos cae de un lado de la montura, y el otro del lado opuesto;
por eso es importante equilibrar el peso de ambos para evitar inconvenientes
durante la marcha.
No hemos visto en Renca alforjas confeccionadas con telas criollas y
primorosamente bordadas como en otros lugares de nuestro país. Allí la alforja
es una prenda útil para los viajes a caballo o mula y nada más.
Nos dicen que las árganas han sido muy usadas en otro tiempo. A propósito de
estos recipientes de cuero, que se llevan uno a cada lado de la montura,
recordamos cómo se efectuaba la colecta para la Cofradía del Rosario, allá por
el año 1766: "Un paisano, caballero en un asno, con grandes árganas, recorría
la ciudad y la campaña llevando una pequeña Virgen de plata, sostenida en un
mango de madera y rodeada por nardos, junquillos y otras flores de los jardines
locales" (Gez, Historia de San Luis).
Otro recuerdo histórico: cuando en 1815 el gobernador Dupuy pidió ayuda para
el Ejército de los Andes, los renqueños donaron caballos, mulas y burros con
sus aparejos correspondientes. Éstos transportaban el cuero, que abundaba, y
la bayeta que hacían las numerosas tejedoras renqueñas.
En la actualidad, burritos con sus aparejos llevan la leña desde la costa de la
sierra. Los aparejos usados son los ganchos de madera en su forma más
simple: la horqueta natural de una rama. Se colocan dos a cada lado de la
montura y unidas de a pares sobre el lomo del animal. Se las ata por medio de
sogas, tientos o cadenas. Dentro de las horquetas o ganchos se coloca la leña,
transversalmente; el total de la carga se asegura con sogas.
Según Alfred Dornheim, las horquetas "representan la forma original de los
mismos ganchos de la Europa latina, donde se usan todavía en muchas
regiones montañosas, en general bastante más perfeccionados. Los ganchos
llegaron con los primeros españoles de la época colonial".
Otra forma primitiva de transportar leña o ramas en general consiste en atarlas
previamente y luego llevarlas sobre el hombro o arrastrarlas, según el volumen
del atado o la naturaleza del terreno que se ha de recorrer.
Si se trata de pequeñas cantidades de leña o manojos de hierbas medicinales
o tintóreas, los niños se encargan de su transporte. Así, por ejemplo, el hijo de
doña María Chavero le lleva a ésta las ramas de fico que le sirven para teñir las
telas que ella teje.
También los niños son, generalmente, los encargados de llevar el agua hasta
sus hogares, desde los picos que hay en la plaza del pueblo o desde el río
Conlara. Con este fin utilizan baldes, o tachos a los que les han colocado
manijas hechas con alambre. Cuando quieren llevar varios recipientes a la vez,
se valen de un palo tomado en cada uno de sus extremos por los dos
portadores; de dicho palo cuelgan los baldes, latas, etcétera.
Se usa también el carrito aguatero. Es pequeño, bajo, con dos ruedas y una
sola vara; no tiene paredes laterales. Carga un barrilito de madera, de unos
cien litros de capacidad, en el que se trae el agua del río Conlara. Los chicos
se ocupan de esta tarea y según su propia expresión "uno lo tira y otro lo
pecha".
En cuanto al río Conlara, tan importante para la provisión de agua a los
renqueños, suele traerles serios inconvenientes cuando aumenta su caudal en
forma desmedida. En efecto, las crecidas del río Conlara impiden el paso del
viajero, ya vaya éste a pie o en un vehículo automotor. Si va en sulky o a
caballo, será más fácil que pueda cruzarlo, pues muy rara vez el agua llega a
tener tanta altura en el badén o corre con tanta fuerza como para impedir el
avance de la cabalgadura.
Cuentan que, antes de construirse el dique San Felipe, las crecidas del río
Conlara eran un espectáculo imponente y pintoresco. La fuerza de la corriente
era tal, que arrastraba cuanto encontraba a su paso. Para salvar a los animales
que llevaba el agua o aprovechar en lo posible sus restos (especialmente el
cuero), en el caso de estar ahogados, los vecinos los enlazaban desde la orilla.
Hasta dos días solía estar el río tan crecido en el badén que no se podía pasar.
Lo cruzaban a nado o a caballo.
Ahora, cerca del badén y en un lugar donde el río es muy poco profundo, han
construido un puente muy rústico pero muy útil. Han aprovechado
una piedra que ya estaba en el medio del río. En ella apoyan los extremos de
dos tablones, dirigidos cada uno hacia una de las orillas. Dichos tablones están
sujetos a la piedra mediante cadenas, grampas y tornillos, para que el agua no
pueda arrastrarlos.
Nos dicen que las ventajas del sencillo puente se aprecian más en invierno,
cuando el agua se escarcha. Pero todos los niños que, para ir a la escuela,
deben cruzar el río a pie, saben lo desagradable que resulta el agua
escarchada cubriendo los tablones.
Los que llegan a la escuela en sus burritos solo tienen inconvenientes cuando
el río está bastante crecido.
En cambio, el cruce del "paso del río" (así llaman al lugar donde se cruza) casi
nunca está impedido para los camiones. Estos rodados, grandes y pesados,
transportan la piedra desde las distintas canteras hasta Tilisarao.
Para cargar los bloques de piedra, así como para moverlos de uno a otro lugar,
en las canteras emplean el sistema primitivo de rodillos. Usan rolos (rodillos) de
quebracho o de tala. Proceden así: apoyan la piedra sobre dos rolos y la
empujan hacia el lugar a donde la quieren transportar. Cuando el segundo rolo
queda al descubierto, lo sacan y colocan adelante, de manera que en él vuelva
a apoyarse la piedra, y así sucesivamente.
Para emplear el mismo sistema, cuando se trata de cargar las piedras en un
vehículo, hacen una planchada de tierra que llega hasta el piso del camión.
Dejemos la piedra, importante renglón de la economía renqueña, y pasemos a
los animales que, con su carne, son parte valiosa en la economía familiar.
Hemos observado que se valen de aparejos para levantar el animal muerto, a
fin de faenarlo.
Los aparejos son sistemas de poleas; los renqueños las llaman roldanas. Los
aparejos van sujetos a un travesaño que se apoya sobre dos horcones.

Conclusiones: En Renca se conservan aún medios de transporte de los


primeros tiempos, pero junto a ellos algunos habitantes poseen vehículos
automotores. Los más corrientes son, sin embargo, el sulky y la jardinera, y el
caballo, la mula y el burro.

4. APERO DE MONTAR

El hombre de Renca ensilla su caballo con el apero de bastos, que está


formado por las siguientes prendas:
La abajera, colocada directamente sobre el lomo del animal, oficia de
sudadera. Por lo común, es una lona o arpillera.
El mandil es una pieza rectangular, tejida en telar criollo con hilo de lana grueso
y de color. La mayoría de las veces lleva un ribete o huincha que lo bordea
totalmente. La huincha es también tejida.
Por lo general, los mandiles van en número de dos y se colocan sobre la
abajera.
La carona está formada por dos partes simétricas, cuadrilongas e iguales,
unidas entre sí en la parte que corresponde al lomo del animal, desde la cruz
hasta el anca. Es de suela; se pone entre los mandiles y los bastos. Preserva el
resto de la montura del sudor del animal.
El basto, recado o media es una armazón de madera cubierta de suela. Consta
de dos almohadillas cilíndricas que forman el lomillo de la silla. A dichas
almohadillas corresponde propiamente el nombre de bastos que, por extensión,
se aplica a todo el recado. Van colocados sobre la carona y ajustados al animal
con la encimera y la cincha.
La encimera es una lonja de cuero que cruza sobre los bastos y llega hasta los
bordes de éstos.
Lleva una argolla en cada uno de los extremos; la del lado derecho está atada
permanentemente a una de las argollas de la cincha y la del lado izquierdo se
enlaza con la otra argolla de la cincha para ajustar la montura. Estas uniones
se realizan por medio de tientos o correones. De los lados de la encimera, en
su parte anterior, penden las estriberas.

La cincha es una faja tejida de tientos o piolines. Otras veces es de cuero


crudo, lona o arpillera. Lleva en sus dos extremos argollas proporcionadas en
tamaño al ancho de la cincha, que suele variar entre veinte y treinta
centímetros. Con la encimera ajusta las prendas ya colocadas sobre el cuerpo
del animal, ciñéndolo por detrás de los codillos o por debajo de la barriga. El
trenzador don Raimundo Barzola >llama a la cincha, pegual, y a la encimera,
yapa de pegual.
El cojinillo, generalmente, es de cuero de oveja. Suelen emplearse juegos de
tres piezas, pero a veces se usan solo uno o dos cueros. El cojinillo hace que la
montura sea mullida, por lo cual el jinete puede tolerar muchas horas de
marcha. Se coloca sobre los bastos y la encimera.
El sobrepuesto o carpincho se hace con un material suave, fresco y que no se
arrugue fácilmente.
El mejor es el cuero de carpincho y por eso a esta pieza de la montura se la
llama también con el nombre de dicho animal. El más ordinario es el de cuero
de chancho y el de escarne (parte interior del cuero vacuno de inferior calidad).
El sobrepuesto o carpincho coincide en forma y tamaño con los cojinillos y sirve
para cubrirlos.
La sobrecincha es una lonja de cuero de siete a diez centímetros de ancho que
remata en una argolla. Se coloca de manera que rodee el apero por
su parte media y ajuste el total de sus prendas al cuerpo del animal.
De acuerdo con lo que hemos visto, la disposición de las distintas prendas del
apero de montar es la siguiente:

Directamente sobre el lomo del animal va la abajera y en seguida los mandiles.


Sobre ellos va la carona y encima los bastos, ajustado todo con la encimera y
la cincha. Luego vienen los cojinillos, que se cubren con el sobrepuesto o
carpincho y se ajustan con la sobrecincha.
El apero se completa con los estribos. Estos cuelgan de lonjas de cuero
llamados estriberas que van unidas a la encimera. Los estribos son de metal,
madera o cuero. Los más usados son los semicirculares de cuero y los de
hierro de tipo industrial.
Además, el hombre de Renca usa el boleador (boleadoras) atado en la parte
anterior del recado, en los bastos o la encimera, y el lazo, colocado atrás, a la
derecha, y sujeto a la encimera de la montura.
El boleador sirve para prender animales. Consta de tres ramales (casi siempre
de tientos trenzados), que llevan sujetas en uno de sus extremos
sendas bolas de madera forradas con cuero. Otras veces dichas bolas son
reemplazadas por bolsitas de cuero que contienen "hierro molido" (limaduras
de hierro).
El lazo, importante elemento de trabajo para el hombre de campo, pues le sirve
para prender animales, mantenerlos sujetos, etc., es usado por muchos sólo
como prenda valiosa e infaltable en el apero. Es una trenza formada por
tientos, generalmente cuatro o seis. Su largo total puede llegar a veinte metros.
En un extremo termina en una argolla, por lo común de cuero. El trenzado de
un lazo es tarea que se aprecia en todo su justo valor.
Hemos visto lazos hechos con verdadera maestría por trenzadores de Renca.
Otro motivo de orgullo para el hombre de a caballo es el encasquillado de su
cabalgadura. Lo consideran hermoso y de valor cuando cabezada, riendas,
rebenque y pretal llevan adornos de cuero trenzado o de plata. Estos adornos,
cuando son de plata, van directamente aplicados sobre el material empleado
en la confección de la cabezada, pretal, etc. o en forma de bombas o sortijas.
Presentado el conjunto, veamos cada una de las piezas últimamente
nombradas:
La cabezada está formada por dos ramales largos que van desde las argollas
del freno hasta la parte superior de la cabeza, pasando por detrás de las orejas
del animal y se unen con nudo de tiento o hebilla. Ambos pueden, también, ser
enterizos.
Un ramal menor, llamado frentera, se une a aquellos dos, a la altura de la base
de las orejas, pasando por la frente del caballo. En los extremos de la frentera
se ata la gargantera, otro ramal que rodea la garganta del animal.
En las argollas de los extremos del freno se atan, según ya se ha visto, los
ramales largos de la cabezada y además la barbada y las riendas.
La barbada pasa por debajo del barboquejo del caballo, y es generalmente de
cadena; hay quien la hace de tientos.
Las riendas suelen ser trenzadas o tejidas de tientos.
El rebenque está formado por el cabo y la lonja o azotera. Los hay de variadas
formas. Algunas veces es sustituido por la prolongación de las riendas, y otras,
por una vara. No será éste el caso del hombre de a caballo que se precie,
quien, en cambio, se afanará por ser el feliz poseedor de un rebenque con
cabo de plata labrada o con incrustaciones de este metal, o recubierto de buen
cuero trabajado.
El pretal es una correa o faja de tres ramales que ciñe o rodea el pecho de la
cabalgadura. Dos ramales se sujetan por ambos lados a la parte delantera de
la silla de montar; el otro se une a la cincha en la línea media. Los hay con
adornos de plata y de cuero trabajado. Su misión es sujetar el apero impidiendo
que se corra hacia atrás.
Por último, nos quedan por ver las piezas que sirven para asegurar la
cabalgadura, una vez desmontado el jinete: el bozal, el maneador, la traba y la
manea.
El bozal está constituido por dos ramales laterales que pasan por la nuca del
animal y terminan abajo en una argolla, adonde llegan también los extremos de
la hociquera. A ésta se unen lateralmente otros ramales menores que se
cruzan en la frente y rematan en la frentera.
En la argolla del bozal se apresilla el maneador o cabestro, lonja de cuero,
larga (unos tres metros) y angosta, que sirve para tirar o atar alanimal, esté o
no ensillado. Cuando falta el maneador, las riendas ofician de tal.
La traba asegura las dos manos y una pata del animal, para impedir que
escape. Es más segura que la manea, la cual ata solamente las manos o las
patas.

C) FOLKLORE ESPIRITUAL

1. FORMAS LITERARIAS EN VERSO

Son muy pocas las especies poéticas populares conservadas en la tradición


oral del pueblo de Renca.
Sólo se pudo anotar una canción y algunas coplas y adivinanzas, lo que hace
pensar que estas formas literarias están en vías de desaparición. Las causas
que motivan este hecho son varias, lamentablemente, y no hay prácticamente
solución para evitarlo. Los pobladores están relacionados con parientes y
amigos que viven en Buenos Aires y en otros centros urbanos, o viajan a ellos.
También influye la celebración de las fiestas patronales, a la que acuden
numerosos fieles, y ellos son portadores de las últimas novedades musicales.
Por otra parte, Renca, aparentemente aislada del resto de la provincia por la
falta de medios de transporte regulares, se halla en comunicación directa con
Buenos Aires y otras ciudades por intermedio de la radiotelefonía. Esta vía de
penetración es la que va desterrando paulatinamente las expresiones
tradicionales de los repertorios populares.
Las composiciones documentadas constituyen testimonios valederos de la
existencia de un repertorio más rico que el actual.

2. CANCIONES. COPLAS

La canción recopilada tiene cuatro cuartetas de versos octosílabos,


consonantes los pares y los impares libres.

Corrió una carrera un sapo


con una tortuga vieja,
y el sapo se la ganó
apenas por una oreja.
La volvieron a correr
a orillas de una cañada,
pegó una rodada el sapo
y quedó a las garganteadas.
La volvieron a correr
a orillas de un cañadón,
pegó una rodada el sapo
y entonces quedó rabón.

La volvieron a correr
a orillas de un riachuelo,
pegó una rodada el sapo
y quedó barriga al suelo 1.

La canción siguiente es la letra de una tonada tradicional en toda la región


cuyana; está constituida por cuartetas octosilábicas de rima consonante en los
versos segundo y cuarto.

La mariposa:

Yo tuve dos mariposas;


las cuidaba con amor

1
J. A. Carrizo anotó otra versión de esta canción en el tomo II del Cancionero popular
de La Rioja, con el Nº 451.
La música con que canta es la siguiente ( la 2º voz marcha paralelamente a la 1º una
tercera abajo):
y en mi florido jardín
volaban de flor en flor.

¡Sí, ay dolor!
¡Qué linda es la mariposa!
La otra me la robaron
sobre de una blanca rosa (bis)
¡Ay, mi pobre mariposa!
Los jardineros cuyanos
preguntan de cuando en cuando
dónde está esa mariposa,
y se retiran llorando.
¡Sí, ay dolor! Etc.
Sus alas de tornasol,
perfumadas de jazmín,
no volverán a brillar
en mi florido jardín.
¡Si, ay dolor! Etc.

Coplas:

La mayoría de las coplas anotadas fueron dictadas como relaciones. Se han


reunido, también, algunos cogollos; la cantora los llamaba dedicatorias.

I
De la leña sale brasa,
de la brasa la ceniza.
Aquí está Julián Rodríguez
si para algo lo precisa 2.

II
Dicen que sos ariscona
para dejarte querer,
a mí son las arisconas
las que me gusta vencer.

III
El amor de los paisanos
es como perro sin dueño:
no come ni duerme a gusto,
se acuesta y no tiene sueño 3.

2
En el Cancionero Popular de La Rioja, de J. A. Carrizo, tomo III, se halla otra versión,
registrada con el Nº 1176.
3
Con el Nº 3207, Carrizo (Obra citada) trae una versión semejante:
El amor del hombre pobre
es como perro sin dueño:
quiere dormir y no puede
porque no le agarra el sueño.
En el Cancionero Popular de Tucumán, del mismo autor, tomo II, Nº 1842, se
menciona la misma copla IV.

IV
Mi padre se llama. Claro
y mi madre Claridad;
a mí me han puesto Clarita,
¡vea qué casualidad! 4

V
Si llegáramo' a casarnos,
tuviéramos un hijito;
como yo me llamo Hercoles
le pondremos Hercolito.

VI
Yo te quisiera decir,
pero no me determino;
yo te quisiera pedir.
la cosa es que no me animo.

VII
Yo quisiera que me des
sin que te cueste trabajo,
eso que echa la taba
cuando la suerte está abajo.

VIII
Yo no soy cantor del pueblo,
soy cantor de la campaña;
he cantado en otras tierras
porque en éstas no hago hazaña.

Coplas para relaciones:

IX
Él-
El cardo crece en el campo,
la flor morada en la loma;

4
J. A. Carrizo, Antiguos Cantos populares Argentinos (Cancionero de Catamarca), Nº
307.
¿en qué rincón de este pago
tenés tu nido, paloma? 5

El informante no supo decir la contestación de la mujer:

X
Él-
Siete leguas he corrido
solo por venirte a ver;
dame un jarrito de agua,
que ya me muero de sed.

Ella -
No tengo jarro ni jarra
ni vaso para beber;
toma un beso de mi boca
que es más dulce que la miel 6

ÉL-
Nace el cardo en la tapera,
la flor morada en la loma,
¿en qué rincón de estos pagos
tenés tu nido, paloma?

ELLA-
Buscá que no has de encontrar
el nido que te interesa,
que otro más zorro que vos
lo ha escondido en la maleza.
No tengo jarro ni jarra,
ni en qué darte de beber
pero tengo una boquita
que es más dulce que la miel.

Cogollos:

Los cogollos son coplas que se cantan para dedicar una tonada o canción a
alguno de los presentes.

XI.
Cantar me mandan que cante
sabiendo que no sé nada,
5
En el Cancionero popular de Jujuy, con el Nº 3636, J. A. Carrizo anotó la misma
copla con la contestación correspondiente.
6
J. A. Carrizo registró estas dos coplas en el Cancionero de Catamarca. La primera
lleva en el Nº 528 y la segunda en el Nº 503. Esta última presenta una ligera variante:
habiendo tantos cantores
de diferentes tonadas.

XII
Hermano Sosa, que viva,
atienda y ponga atención,
mire que le va cantando
un rendido corazón.

XII
Hermano Sosa, que viva,
discúlpeme, por favor,
quisiera la voz de un ángel
para yo cantar mejor.

XIV
Por segunda repetida
yo no he sido, yo no he sido,
la barra.-------------------
que le cante me ha pedido.

XV
Señor Fulano, que viva,
cogollito, cogollito,
mire que le van cantando
los queridos puntanitos.

XVI
Señor Fulano---------
yo no he sido el cooperante,
la barra------------------
me ha pedido que le cante.

XVII
Señora María, que viva,
gajito de verde pino,
se seca cuando no hay agua,
se marchita si no hay vino.

3. CANTARES INFANTILES

Los dos cantares anotados tienen enorme difusión; los niños los entonan en
sus rondas. En cada caso se citan otras versiones, registradas en distintas
zonas del país.
Arroz con leche 7
Arroz con leche
me quiero casar
con una señorita
de San Nicolás.
Que sepa tejer,
que sepa bordar,
que sepa abrir la puerta
para ir a jugar.
Yo soy la viudita
del conde Laurel
me quiero casar
y no encuentro con quién.
Elija a su gusto
que aquí tiene cien.
Con ésta sí,
con ésta no,
con esta señorita
me caso yo.

La Farolera8
La farolera "tropezó"
y en la calle se cayó,
y al pasar por un cuartel
se enamoró de un coronel.
Alcen la barrera
para que pase la farolera.
Dos y dos son cuatro,
cuatro y dos son seis,
seis y dos son ocho
y ocho dieciséis.

4. ADIVINANZAS

En este género se ha encontrado el mayor número de manifestaciones de


poesía popular. Si no se pudo documentar más adivinanzas no ge, sin duda,
porque no las hubiera. El folklore espiritual necesita un ambiente propicio para
manifestarse. A, veces resulta difícil buscar el momento oportuno para que el
informante, disipada toda desconfianza y prevención, cante una copla o
proponga una adivinanza.

7
Juan Alfonso Carrizo, Cancionero Popular de Salta, Nº 19 y 45. Cancionero Popular
de Tucumán, Nº 33. Cancionero Popular de Catamarca, Nº 1475. Orestes Di Lullo:
Cancionero Popular de Santiago del Estero, Nº 98 (p. 53) y 98- a (p. 54).
8
Cancionero Popular de Salta, Nº 32. Guillermo Alfredo Terrera, Primer Cancionero
Popular de Córdoba, Nº XXXVII (p. 162).
Las adivinanzas que a continuación se consignan, en su mayoría con rima
consonante o asonante, son conocidas también en el noroeste y centro de
nuestro país.

I
Largo y angosto
como el mes de agosto.
La acequia.

II
Largo como lazo,
redondo como cedazo.
La acequia y la represa 9.

III
Te da y no lo ve,
no lo ve pero te da.
El aire.

IV
Mete lo duro en lo blando
y los dos quedan colgando.
Los aros. 10

V
Una vieja con un diente
llama a toda la gente.
La campana. 11

VI
Dama es mi nombre,
Juana mi apellido.
La damajuana.

VII
Una señora muy aseñorada
entra a la quebrada
y sale descargada.
La cuchara 12.

9
J. A. Carrizo, entre las adivinanzas del Cancionero Popular de Jujuy, con el Nº 5764
trae la misma versión. Difiere sólo en la solución , pues se trata de La acequia y el
pozo.
J. Draghi Lucero, Cancionero Popular Cuyano, Nº 71, p. 427.
10
Cancionero Popular de Tucumán, tomo II, Nº 2338.
11
Cancionero Popular de Jujuy, Nº 3798. Cancionero Popular Cuyano, Nº 105. pág.
430.
12
Cancionero Popular de Jujuy, Nº 3790:
Una mulita cargada,
VIII
Entre dos paredes blancas
hay una flor amarilla,
que se puede presentar
al mismo rey de Castilla.
El huevo 13.

IX
En mi casa tengo
una pava echada
y llueva o no llueva
siempre está mojada.
La lengua 14.

X
En el campo verdea,
en la casa serpentea.
La jarilla 15.

XI
Peludo por dentro
peludo por fuera,
meto la mano
y lo saco afuera.
La media 16.

entra a la quebrada
y sale sin nada.
13
J. A. Carrizo, en el Cancionero popular de Jujuy, con el Nº 3750, trae la misma
composición.
14
Cancionero popular de la Rioja, tomo III, adivinanza Nº 4880:
Tengo una pava echada.
Llueva o no llueva
siempre está mojada
La lengua.
15
Cancionero Popular de Jujuy, adivinanza Nº 3745:
En el campo verdeguea
y en la casa culebrea.
La escoba.
16
J. A. Carrizo, en el Cancionero Popular de la Rioja, tomo III, con el Nº 4918 trae una
versión parecida:
Peluda por fuera,
peluda por dentro,
alzá la pierna
metela adentro.
Las medias de lana
XII
Un viejito gacho,
pero fortacho,
y salta lejos,
lo deja seco.
El revólver 17.

XIII
Usted pone el corto
yo pongo el largo,
meneando la cola
haremos algo.
El mortero 18

XIV
Vamos a la cama
a hacer lo que Dios manda,
a juntar pelo con pelo
y el peladito en el medio.
Cerrar los ojos para dormir.

XV
Redondejo, redondejo,
cara de indio viejo.
El quirquincho 19

XVI
Allá vienen nuestros padres
nuestros propios maridos,
padres de nuestros hijos
y maridos de nuestras madres.
Los viudos 20

17
En el Cancionero Popular de La Rioja, de J. A. Carrizo, tomo III, Nº 4799, se
encuentra una versión muy semejante:
Quebracho gacho
pe…fortacho
La escopeta.
18
Cancionero Popular de Salta, Nº 4306: Cancionero Popular Cuyano, Nº 32, pág. 424.
19
Cancionero Popular de Tucumán, tomo II, Nº 2214:
Ovillejo, ovillejo,
Cara de indio viejo.
El quirquincho.
20
El informante explica que dos damas iban caminando al encuentro de dos hombres.
Uno de ellos dijo la copla consignada. La solución es la siguiente: “Venían a ser dos
hombres viudos y el uno se casó con la hija del otro”.
J. A. Carrizo, en el Cancionero Popular de La Rioja, tomo III, trae esta adivinanza con
el Nº 5122:
Allá vienen nuestros padres
maridos de nuestras madres,
Vos tenis hondo
yo tengo largo,
movete un poco
hagamos algo.
El mortero y la mano.

.
.

III. FORMAS LITERARIAS EN PROSA

1. CUENTOS

Las tres versiones que se transcriben a continuación fueron narradas por una
niña de nueve años.Son todos temas tradicionales, conocidos en otras
regiones del país. Como pertenecen a distintos géneros, hacemos en cada
caso las indicaciones pertinentes.

Las tres hijas del diablo


Este relato, que debe incluirse dentro del género de los cuentos maravillosos
(Märchen), contiene el difundido tema de la Fuga mágica (Aarne Thompson
313-314) 1, y por su desarrollo corresponde al tipo 313. C: La doncella, auxiliar
del héroe en su fuga. Nuestra versión registra los cinco primeros episodios de
los seis del cuento tipo; son los siguientes:

(1) Antti Aarne-Stith Thompson, The Types 01 the Folk-Tale. A Classification


and bibliography. FFC Nº 74. Helsinki,1928.

l. El héroe cae en poder del ogro (diablo). El muchacho debe entregarse al


diablo como pago de una deuda de juego (S. 221.2) 2. En su camino ve tres
palomas que llegan a un arroyo y, transformadas en doncellas, se bañan en él
(D. 361.1).
II. Las tareas impuestas por el ogro. Asigna al joven tareas imposibles (tareas
que necesitan ayuda mágica o milagrosa: H. 1090 y ss.): poner tres árboles
raíz para arriba, sembrar, y cosechar lo sembrado en el mismo día, domar
cinco mulas -el mismo diablo y su familia transformados-. El héroe cumple las
pruebas impuestas con la ayuda mágica de la hija del diablo (H. 335 -H.
335.0.1).
III. La fuga. Durante la fuga, se transforman en distintas personas y cosas para
engañar al diablo y a su mujer (D. 671).

padres de nuestros hijos


y nuestros propios maridos.
IV. La novia olvidada. El joven la olvida (D.2003) cuando, contrariando su
consejo, se deja oler por un perro (D. 2004.2.1)
V. El despertar del olvido mágico. (D. 2006).

(2) La clasificación consignada entre paréntesis corresponde al catálogo de


Stith Thompson, Motif-Index of Folk- Literature. 6 vol. FFC Nº 106, 107, 108,
109, 116, 117. Helsinki, 1932-1936.
Una característica de este tipo de cuentos, que puede notarse muy bien en la
presente versión, es la abundancia de las repeticiones: en las tareas
impuestas, en las sucesivas transformaciones, en el diálogo de formas fijas (el
diablo y el joven; el diablo y su mujer).
La fórmula de conclusión es una de las más generalizadas en nuestros
cuentos.
Las versiones argentinas publicadas de este tipo de cuento son las siguientes:
Antología Folklórica Argentina (Para las escuelas de adultos). Consejo
Nacional de Educación. Buenos Aires, 1940. Pág. 31-37.
Juan Draghi Lucero, Las mil y una noches argentinas, Mendoza, 1940. Pág.
341-388.
Versión
Había un muchacho que sabía jugar y le ganaba la plata a todo el mundo. Dice:
-Si al diablo lo encuentro, al diablo lo voy a jugar.
Encontró un chañarcito y empezó a dar la baraja. Entonces salió el diablo y
dice:

-Vamos a jugar la vida.


Jugaron y ganó el diablo, que le dice al muchacho:
-Váyase por este caminito a aquellas casas blancas; ésa es mi casa.
El diablo se fue y el muchacho se puso a caminar. En una casa al lado del
camino había una viejita, que le preguntó al muchacho:
-¿P'ande va?
-Pa' las casas del diablo.
Si no quiere ir a las casas del diablo, vaya al arroyo y entierrese bajo la arena.
El muchacho se fue, empezó a cavar, cavar, y se enterró. Cuando se había
enterrado llegaron tres palomas, que eran las tres hijas del diablo, y se pararon
arriba de un monte. Dos palomas se bajaron y se desvistieron; la tercera quedó
arriba del monte.
-Bajate, Blanca Flor -decían las hermanas.
-Hay gente -contestó Blanca Flor.
Las hermanas pisaban al muchacho, pero no lo veían; Blanca Flor había
adivinado que estaba el muchacho. Por fin se bajó y se desvistió, y el
muchacho le agarró la ropa.
El muchacho entonces le dice:
-Si tu padre no me salva la vida, no te entrego la ropa.
-Yo te voy a salvar -dice Blanca Flor.
Se fueron las dos palomas y al último Blanca Flor, con la ropa.
El muchacho se fue entonces a la casa del diablo. Llegó y fueron a comer;
después el diablo le dio trabajo para el día siguiente. Le dice al muchacho:
-Dé vuelta tres chañares raíz p'arriba.
El muchacho se quedó muy triste, porque no podía hacer el trabajo. Blanca Flor
le había dicho que lo ayudaría; fue y le dio vuelta los chañares.
Después le dice Blanca Flor:
-Cuando venga el diablo, va a decir:
"Pu, pu, pu, por aquí ha andao mi hija". Y vos contestale:
"Yo no la he visto a su hija, ni su hija me ha visto a mí;
que el diablo la lleve a su hija y su hija me lleve a mí".
Vino el diablo, vio el trabajo hecho y le preguntó dos veces al muchacho:
-¡ Pu, pu, pu, por acá ha andao mi hija!
y el muchacho contestó:
"Yo no la he visto a su hija, ni su hija me ha visto a mí;
que el diablo la lleve a su hija y su hija me lleve a mí".
Entonces dijo el diablo:
-Vamos a comer.
Fueron a comer y después el diablo le dijo al muchacho que tenía que arar el
campo, sembrar y cosechar trigo, maíz y porotos, para molerlos y cocinar locro
al día siguiente.
Se fue triste el muchacho y vino Blanca Flor para ayudarlo; aró, sembró trigo,
maíz y porotos, cosechó todo, molió y la diabla hizo locro de porotos.
Blanca Flor le dice al muchacho:
-Va a venir el diablo y va a decir lo mismo; contestale también lo mismo.
Vino el diablo y dijo:
-¡ Pu, pu, pu, por acá ha andao mi hija! y el muchacho contestó:
-Yo no la he visto a su hija,ni su hija me ha visto a mí;
que el diablo la lleve a su hija y su hija me lleve a mí.
Entonces el diablo dice:
-Vamos a comer.
Fueron a comer y el diablo dice:
-Ud. me va a amansar cinco mulas.
Las mulas eran el diablo, la diabla, Blanca Flor y las otras dos hermanas.
Blanca Flor le dice al muchacho:
-Pedile al diablo un martillo de kilo y medio.
Ellos te van a querer echar a un tacho de agua hirviendo.
Primero vino el diablo, para echarlo al agua, pero el muchacho le dió un
martillazo y lo dejó medio loco; no pudo echarlo al agua, lo dejó y se volvió.
Después vino la diabla, con pies y manos, para echarlo al agua. El muchacho
le pegó un martillazo y dejó a la diabla medio muerta; entonces se volvió.
Luego vino una de las hermanas, con pies y manos, para echarlo al agua. El
muchacho le dio un martillazo y la dejó medio muerta. También vino la otra
hermana y le pasó lo mismo.
Al fin vino Blanca Flor y la agarró, pero ella fue al tacho y se volvió y no lo tiró;
entonces él no le pegó. Así agarró a todos los diablos.
Después se fueron adormir, pero antes Blanca Flor resolvió escaparse con el
muchacho y le dijo:
-Desgarroná la chancha y deja el chancho overo.
Así lo hizo el muchacho. Pero la diabla le dice al diablo.
-Levantate, viejo, que la Blanca Flor se va.
-Alcanzame el lavatorio -le contestó el diablo.
Durmieron un rato, y la diabla vuelve a decir:
-Levántate, viejo, que la Blanca Flor se va.
-Alcanzame el jabón -dijo el diablo.
Durmieron otro rato y dice la diabla:
-Levántate, viejo, que la Blanca Flor se va.
-Alcanzame la toalla.
Después de otro rato, dice la diabla:
-Levántate, viejo, que la Blanca Flor se va.
-Alcanzame el peine.
Por fin dice la diabla:
-Levántate, viejo, que la Blanca Flor se fue.
-Alcanzame el espejo -le contestó el diablo.
Blanca Flor y el muchacho se fueron en el chancho overo y dejaron los dos
chanchos chiquititos y la chancha desgarronada. La diabla empezó a perseguir
los y entonces ellos se transformaron: ella se hizo una osamenta y el
muchacho y el chancho unos jotes que estaban picando la osamenta. Pasó la
vieja y dijo:
-Pucha, si hubiera sabido, hubiera traído un pedazo de carne.
Y eran ellos.
La vieja se fue para las casas; cuando llegó, el diablo le dice:
-¿Qué encontraste?
-Una osamenta y unos jotes que la picaban.
-¡ Pero, zonza, ésos son! -dice el viejo.
Entonces salió el diablo, pero en el camino lo atajó un viento y una llovizna, y
no pudo pasar.
Se volvió y le contó a la vieja, y la vieja le dice:
-¡Ésos son!
Después se fue la vieja arriba de la chancha; en el camino encontró una flor y
un moscardón que volaba alrededor. Eran Blanca Flor y el muchacho.
Dice la vieja:
-A la vuelta la voy acortar.
Siguió y no encontró nada. Se volvió y quiso cortar la flor, pero el moscardón se
metió en la nariz de la chancha y ésta la golpiaba a la vieja.
Cuando la diabla volvió, le preguntó el diablo:
-¿Qué encontraste?
-Una flor con un moscardón.
-Ésos son -dijo el viejo.
Salió entonces el viejo, pero Blanca Flor se hizo un sol y el muchacho viento. El
viejo encontró un sol fuerte y gran viento, no pudo pasar y se volvió.

Fue después la vieja, pero ellos se volvieron a transformar; el chancho se hizo


iglesia, Blanca Flor la Virgen y el muchacho el cura. Llega la vieja y pregunta:
-Padre, ¿no ha visto una chica enancada con un muchacho?
-¿Qué dice? -preguntó el muchacho.
-Padre, ¿no ha visto una chica enancada con un muchacho? -insistió la vieja.
-¿Qué dice?
-Pero, padre, si no ha visto una chica enancada con un muchacho.
-¿Qué dice? -volvió a exclamar el muchacho.
-Pero, andate al diablo -dijo la vieja y se fue.
Por fin los diablos se cansaron y no volvieron más.
Siguieron el muchacho y Blanca Flor y se acercaron a una casa. Blanca Flor le
dice:
-No te vas a dejar oler con aquel perrito, si no, te olvidas de mí.
Pero el muchacho no hizo caso, se dejó oler y se olvidó de la Blanca Flor.
Había por allí una señora y Blanca Flor le preguntó qué podía hacer para que el
muchacho se acordara de ella. La vieja le dice:
-Eche cuatro granitos de maíz en un vaso de agua.
Blanca Flor echó los granitos en el vaso de agua y empezó a dar vueltas los
granitos. Cuando los granitos daban vueltas, el muchacho se empezó a
acordar, hasta que se acordó de todo.
Y un zapatito, lleno de porotitos, para que Ud. me cuente otro.

La mosquita:

Este es un cuento de fórmula (Formelmiirchen), del tipo acumulativo, pues


repite una fórmula que se extiende progresivamente; corresponde al Nº 2031
de Aarne-Thompson.
Las versiones argentinas publicadas Son las siguientes: Antología Folklórica
Argentina, p. 221-226.
Juan Alfonso Carrizo, Cancionero popular de Tucumán, tomo 1, Nº 91.
Juan Draghi Lucero, ob. cit., p. 331-332. Versión.

Había una vuelta muchas moscas. Dice una mosquita:


-Yo voy a salir.
Ninguna de las otras moscas quería salir, Porque había nieve; ella salió y la
nieve le cortó la patita. La mosca dijo:
Sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.

Nube que ataja sol,


sol Nube que ataja sol,
que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.

Viento que avienta nube,


nube que ataja sol,
sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.

Tapia que ataja viento,


viento que avienta nube,
nube que ataja sol,
sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.
Ratón que aujeria tapia,
tapia que ataja viento,
viento que avienta nube,
nube que ataja sol,
sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.

Gato que mata ratón,


ratón que aujeria tapia,
tapia que ataja viento,
viento que avienta nube,

nube que ataja sol,


sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.
Perro que mata al gato,
gato que mata ratón,
ratón que aujeria tapia,
tapia que ataja viento, ¡
viento que avienta nube,
nube que ataja sol,
sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.
Vizcacha que mata al perro,
perro que mata al gato,
gato que mata ratón,
ratón que aujeria tapia,
tapia que ataja viento,
viento que avienta nube,
nube que ataja sol,
sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.
Dios que mata a la vizcacha,
vizcacha que mata al perro,
perro que mata al gato,
gato que mata ratón,

ratón que aujeria tapia,


tapia que ataja viento,
viento que avienta nube,
nube que ataja sol,
sol que derrite nieve,
nieve que corta patita
sin sentir dolor.

Entonces dice Dios:


-Péguelen la pata a esa mosca para que se vaya.
Y salió la mosca y se fue volando.
Los dos hermanos
Cuento del ciclo de tontos; en su primera parte tiene semejanza con el tipo
1537* A, de la clasificación de Boggs S. El episodio de la puerta y los gauchos
corresponde al tipo 1653 B de Aarne- Thompson. (3) Ralph S. Boggs, lndex 01
Spanish Folktales, FFC Nº 90. Helsinki, 1930. Versión

Había una vez dos hermanos, uno discreto y otro zonzo. Tenían la madre
enferma; entonces el discreto dice:
-Yo voy a llamar al cura; vos quedate acá.
Se fué el discreto y el zonzo dice:
-Mi madre estará enferma de mucho; voy a curarla.
Agarró un tacho, hizo hervir agua y después la echó a la madre adentro. La
vieja empezó a patalear adentro del agua y el zonzo decía:
-¡ Vea como está viviendo mi madre!
La madre se murió; entonces el zonzo la sacó del agua y la puso en la cama.
Después le hizo un té y le dijo:
-Mama, tome el té.
La madre no contestó y el zonzo dijo:
-¡ Pero! La voy a dejar otro ratito, que está durmiendo.
Al rato dice:
-¡Pucha! Le voy a calentar el té y se lo voy a dar.
Lleva el té y le dice a la madre:
-Mama, tome el té.
La madre no contesta y el Zonzo dice:
-¡Pero, maté a mi madre!
Entonces fue a avisarle al discreto, para que no le dijera nada al cura y no lo
trajera, porque había matado a su madre.
El discreto se enojó mucho y lo retó al zonzo.
Después decidieron irse; el zonzo alzó la puerta de la casa y se fueron.
En el camino encontraron una casa donde vivían dos viejos; el viejo les dice:
-Pasen.
Pero el discreto contesta:
-No, mi hermano no puede pasar porque ha matado a mi madre.
-Pase, no más -repitió el viejo, y el zonzo pasó.
Era de noche; la vieja había hecho arrope y todos comieron. El viejo les decía:
-El que quiera más arrope, que diga.
-Yo, señor -dice el zonzo.
y el hermano le decía:
-Cállate.
Después de comer, ya tienen la cama y ya se acostaron. El zonzo se hacía el
dormido y estaba espiando. La vieja escondió el arrope bajo la cama.
Cuando se durmió, el zonzo se levantó y empezo a comer el arrope hasta que
se llenó. Después dice:
-Le voy a poner arrope en los bigotes de mi hermano para que no me echen la
culpa a mí.
Pero se arrepintió y dice:
-No le voy a poner nada; le voy a poner a la vieja.
La vieja estaba durmiendo cu... para arriba y el zonzo le puso arrope, mientras
decía:
-No sople, no sople, hermana, que está frío.
Después la vieja se despertó y dice:
-¡Viejo, me cagué!
-Anda a limpiarte, vieja sucia -le contesta el viejo.
La vieja se levantó y fue a limpiarse; entonces el zonzo le pegó un tinajazo, con
la tinaja donde estaba el arrope, y la mató. Fue a despertar al hermano, para
irse, y en cambio despertó al viejo. Éste, muy enojado, les dice:
-Mándesen a cambiar, si no los saco a palos.
Despertó el discreto y le dio un reto al zonzo; después se fueron de la casa y el
zonzo llevaba siempre la puerta.
Anduvieron por el campo y al llegar la noche subieron arriba de un monte alto,
donde se juntaban unos gauchos a contar la plata que habían robado. Vinieron
después los gauchos y estaban contando la plata; hicieron fuego y pusieron un
asado.
El zonzo le dice al discreto:
-Yo me caigo, hermano.
Y el otro lo sostenía. Vuelve a decir el zonzo:
-Hermano, ya se me cae la puerta.
Por fin se le cayó la puerta y los gauchos, asustados, dispararon. Entonces el
zonzo alzó toda la plata y el hermano se comió el asado.

2. LEYENDAS

Refieren, con precisión de época, lugar o personas, algún suceso pasado,


extraordinario o fantástico, que se considera verdaderamente acontecido.
El punto de partida es, pues, un acontecimiento real, ocurrido una vez y en
tiempos remotos, alrededor del cual se teje una trama fabulosa, pero que el
pueblo no considera ficticia.
La que se considera aquí pertenece al grupo de leyendas religiosas; es de
carácter local, pues se refiere a la imagen del Señor que se venera en el
pueblo de Renca.
La versión siguiente está integrada con los datos -muchos de ellos
coincidentes- suministrados por varios informantes.

El Señor de Renca:

En Renca (Chile), un leñador ciego corta un árbol. La savia le cae en los ojos y
al pasarse la mano para limpiarlos, comprueba que ha recuperado la vista. En
el tronco del árbol y en el lugar del hachazo ve la imagen de Cristo. El milagro
es conocido por muchos y el Señor de Renca es venerado.
Una reproducción de dicha imagen es traída desde Chile hasta la casa de la
familia Zapata, en Tilisarao. Las mulas que transportan la imagen se detienen
al llegar a estos parajes y no hay forma de conseguir que sigan su camino.
El Señor de Renca quiere quedarse en estos lugares; allí se funda el pueblo y
se construye la capilla.
En el año 1834 el cacique Yanquetruz entra en Renca y destruye la iglesia,
incendiándola. La imagen actual es una reproducción de la que quemaron los
indios.
Otra versión sostiene que el Señor de Renca estuvo oculto unos cuatro años
en San José de Paso Grande o Santa Bárbara (hoy San Martín) para salvarse
de los malones de indios que llegaron a Renca.
Esta leyenda no ha llegado hasta el presente sólo por tradición oral, sino que
ha sido recogida y publicada en varias ocasiones y con algunas variantes,
como se verá seguidamente.
En el año 1923 el presbítero Juan Francisco Suárez, cura párroco de Renca,
hizo reimprimir la Novena de Nuestro Señor de Renca; a continuación de la
misma figura un trabajo del mismo padre Suárez, titulado El Señor de Renca.
Su origen y tradición. Según informa el citado sacerdote, la novena reimpresa
se empleaba en Renca desde el tiempo del Pbro. Juan José Gil, nombrado
cura se esa parroquia en el año 1834. Los datos esenciales contenidos en
dicha novena, relacionados con la leyenda, son los siguientes:
El Señor de Renca se guarda y venera en su capilla desde 1753, año en que
quedó su imagen en las barrancas del Conlara; ella dio nombre y base al
pueblo que se formó a su alrededor, y aunque fue varias veces destruido por
los indios, se salvó siempre el trozo del espinillo en que estaba su imagen, a
semejanza del que en el valle del Limache (Chile) se venera desde su aparición
milagrosa, cuando el indio ciego que hachaba el espinillo, al primer golpe de su
hacha y al saltarle a los ojos la savia del árbol, exclamó: ¡Ay, Jesús! y vio la
imagen del Redentor en él grabada".(Pág. 4.)
Desde Chile, por el camino primitivo que une a las Provincias de Cuyo con la
de Córdoba, era llevado el trozo Sagrado del espinillo con la imagen del Señor
de Renca; pero al pasar el río Conlara una fuerza, que podríamos llamar
sobrenatural, detuvo allí a los que la conducían quedando enclavados sin poder
proseguir su camino." (Págs. 4-5).
El Señor de Renca "devuelve la vista a los ciegos y cura las heridas del cuerpo
y del alma".
El padre Suárez manifiesta después en su trabajo que no se sabe cómo llegó la
copia de la imagen a San Luis. Y agrega:
"En defecto de datos positivos, una tradición oral antigua asevera que,
personas devotas, deseosas de propagar el culto de la nueva imagen,
atravesaron la cordillera de los Andes siguiendo en piadosa romería por la
región de Cuyo, "Al llegar al paraje, entonces desierto, donde hoy se asienta el
viejo pueblo de Renca, una fuerza misteriosa hace detener la cabalgadura que
conducía el precioso tesoro, sin que fuerza humana lograra hacerla seguir
adelante.
"Convencidos entonces de que la voluntad de Dios disponía que la sagrada
imagen quedase en este lugar, desistieron del intento, fundando una humilde
capilla bajo la advocación del Señor de Renca.
"Alrededor de la capilla comenzó a agruparse la población, que tomó su
nombre del milagroso Señor que le brindaba la protección de la fe; población
que, nacida a la sombra de un prestigio parecido a otros varios acaecidos en
aquellos tiempos patriarcales, fue al poco tiempo la segunda parroquia de la
provincia de San Luis, desprendida de la única parroquia del entonces San Luis
de Loyola; población que acrecentada con el andar de los tiempos y merced a
un cúmulo de circunstancias favorables que no es del caso enumerar, vino a
ser el emporio comercial de la Provincia durante la segunda mitad del siglo diez
y nueve". (Págs. 28-30).
La novena mencionada -que en la actualidad ya no se reza en Renca, pues ha
sido reemplazada por otra- hace referencia a la quemazón de una parte de la
imagen del Señor, como consecuencia de un incendio de la iglesia. El padre
Suárez comenta al respecto que no hay pruebas de que la imagen haya sido
quemada durante las invasiones de los indios, ocurridas en los años 1832 y
1840; en este último año, el entonces cura párroco, padre Gil, documenta que
salió de la parroquia con la imagen del Señor y se dirigió a la capilla del Norte,
con motivo de una nueva invasión, regresando en el año 1841.
También el historiador puntano Juan W. Gez, en su Historia de la Provincia de
San Luis, consigna la leyenda en la forma siguiente:
"Según la tradición, un indio ciego hachaba un espinillo en el bosque de Renca,
curato de Limache (Chile), cuando sintió su rostro salpicado por la goma o
savia del árbol. Arrojó el hacha y se puso a buscar a tientas lo que le había
causado aquella sensación rara, tropezando con un pequeño Cristo en el
hueco carcomido del árbol que hería despiadadamente con su hacha. La
noticia de la milagrosa aparición cundió rápidamente en todo Chile afluyendo
mucha gente para dar fe del prodigio. Entonces, los más piadosos, resolvieron
hacerlo conocer en Cuyo o en Córdoba, poniéndose en marcha a través de la
Cordillera con el Cristo cargado sobre una mansa mula. En cada población
donde llegaba era colocado en la Iglesia y daba origen a grandes ceremonias
religiosas, al final de las cuales el Longino que había recuperado la vista, hacía
una colecta de dinero para erigirle un santuario. Al atravesar el río Conlara,
camino a Córdoba, la mula que cargaba la sagrada imagen se echó al repechar
un alto y de allí no hubo poder humano que la hiciera levantar.
Los creyentes interpretaron que allí quería quedarse el Cristo y se pusieron a
levantarle una capilla allá por el año 1745. Ese lugar tomó el nombre del Señor
de Renca que ha conservado hasta ahora. En una de sus terribles invasiones
los indios llegaron hasta asaltar esa villa y después de saquearla, buscaban
con afán, ese Señor y dando con Él, lo sacaron a la plaza, lo lancearon y por fin
lo degollaron arrojando sus pedazos. En cuanto se retiraron los invasores,
cuéntase que los piadosos vecinos, recogieron los restos dispersos del amado
Cristo y perfectamente reconstruido lo han conservado hasta el presente como
una reliquia sagrada e histórica. Cuando la invasión de 1834, encabezada por
Yanquetruz, los indios penetraron en Renca, Santa Bárbara y bajaron a
Carolina, atraídos por la fama de sus minas y de su comercio.
Los vecinos pusieron a salvo al Señor de Renca, llevándolo a Las Lagunas
(partido de Guzmán). Pasado el peligro el Señor de Renca volvió a su capilla".
No hace mucho tiempo, la Universidad Nacional de Cuyo publicó un trabajo del
señor Urbano J. Núñez, titulado Historia del Señor de Renca, en el que ha
procurado establecer, mediante documentos, los puntos verdaderos de la
leyenda. En dicho estudio hace referencia y comenta los trabajos del padre
Suárez; transcribe más adelante las noticias consignadas por el padre jesuita
Alonso de Ovalle, en su Histórica Relación del Reino de Chile, sobre la
aparición de la imagen en aquel país.
El señor Núñez, al referirse a la fecha de llegada del Señor de Renca a San
Luis, manifiesta que los datos conocidos hasta ahora no son concluyentes.
Sostiene, sí, que la población como tal era anterior al arribo de la imagen, pero
que dicha advocación del Señor fue la que dio luego nombre al lugar; además,
su llegada está vinculada con la obra desarrollada por los jesuitas en San Luis.
Con relación a las consecuencias de las invasiones de indios que asolaron a
Renca, expresa más adelante:
"La tradición de que se hace eco Gez, en el sentido de que en una de las
invasiones, la Imagen habría sido lanceada y degollada por los indios, y
posteriormente reconstruida por manos devotas, no resiste la elocuencia de los
documentos que conocemos". (Pág. 24).
En la leyenda puntana hay un motivo que aparece en relatos del mismo
género, documentados en muy diversas regiones: es la detención milagrosa o
sobrenatural del santo en un lugar determinado, clasificado por Stith Thompson
en el Motif-lndex of Folk-Literature (D. 1654. 0.1).
Como última referencia, cabe consignar que el poeta Leopoldo Lugones
recogió el tema en uno de sus Romances del Río Seco, justamente en el
titulado El Señor de Renca. En el mismo cuenta que la milagrosa imagen de
Cristo fue encontrada en tierras de Renca (San Luis) por un músico ciego que
estaba hachando un espinillo y que recobró la vista al mojarse sus ojos con un
goterón de sangre que saltó del árbol.

3. CASOS o SUCEDIDOS

Como se sabe, relatan acontecimientos notables referidos a alguna persona del


lugar o de las cercanías, y su acción tiene lugar en tiempo presente o en un
pasado inmediato.
Las supersticiones proporcionan materia abundante para estos relatos; los
casos supersticiosos, tipo al que pertenecen los registrados, son los más
numerosos. Una característica de los mismos, comprobada en esta ocasión, es
la creencia de los oyentes en la veracidad de lo referido.
Los informantes no los llaman casos o sucedidos, ni les dan otro nombre
especial. Se limitan a referir "lo que pasó a...".
Las versiones anotadas se relacionan con el animismo. Las tres primeras tratan
de condenados o almas en pena; las otras ejemplifican ritos supersticiosos
referentes a los muertos.

a) Yendo hacia una de las canteras más cercanas al pueblo se ve una casa de
piedra que está en ruinas. Cada vez que la han reconstruido se ha vuelto a
caer. En otro tiempo la habitaba un hombre solo, dueño de una hermosa
majada de ovejas y de gran cantidad de dinero. Este hombre era un solitario;
no gustaba del trato de familiares, vecinos o amigos. Se decía de él que tenía
tratos con el diablo y que sabía mucho de magia, embrujos y conjuros. Un día
lo encontraron muerto, mal tirado sobre su cama; le faltaba la lengua y tenía
toda la cara rasguñada. Dicen que murió luchando con el diablo.
Después de su muerte, se perdió toda la majada: muchas ovejas se murieron,
las otras desaparecieron. Cuando se pasa frente a la casa del hombre que
tenía tratos con el diablo, "asustan".
Un día un vecino, don Estanislao Sosa, pasaba a caballo frente a la casa y vio
que se le cruzaba en el camino un bulto con un poncho negro.
El caballo se asustó; don Sosa, a pesar de no creer en aparecidos, da fe del
encuentro.
Otro día Lidia Do Santos iba en sulky hacia su casa, en las sierras; la
acompañaba una hermana.
Al pasar por delante de la casa en ruinas el caballo se detuvo asustado.
Después de un tiempo (la joven no puede precisar si fue un minuto o una hora),
pudieron reanudar el viaje. La hermana le preguntó qué había pasado, pues no
se explicaba la detención del animal Lidia le contó que tres niños, que no
parecían de este mundo, habían cruzado el camino, uno detrás de otro, y luego
habían desaparecido.

b) Cerca de la casa de que hemos hablado hay otra que pertenece a la


hermana del que tenía tratos con el diablo. Es una hermosa casa en la que
nadie habita más que unos días. Varias personas la han alquilado, pero al poco
tiempo se van. Dicen que ocurren cosas muy raras; una de ellas es que de
noche se oyen ruidos misteriosos, como de almas en pena. Ahora está
deshabitada porque nadie se anima a vivir en ella.

c) Hace poco tiempo falleció uno de los maestros de la escuela. Algunas


personas aseguran que después de su muerte lo han oído escribir con tiza en
los pizarrones de la escuela.

d) Cuando murió un vecino, los miembros de su familia no le sacaron los


botones de la ropa ni los tacos de los zapatos. En los días siguientes oyeron
ruido de botones y taconeo, como si el finado anduviera por la casa.

e) A otro vecino, que murió cerca del dique San Felipe, lo enterraron con las
botas sin cortarle los tacos. Al día siguiente su mujer oyó los pasos del finado,
igual que cuando volvía del trabajo. La impresión fue tan real que la mujer
exclamó:"¿Quién viene ?". Cuando salió a ver, comprobó que no había nadie.
Finalmente, un caso de tipo policial:
Unas mujeres que vivían en El Jarillar mataron a un niño. Después, lo
arreglaron y adornaron como si fuera una imagen y se dedicaron a adorarlo.
No hubo forma de quitarles el niño y finalmente tuvo que intervenir la policía.
Las llamaron "las locas del Jarillar".

4. TRADICIONES

Configuran el recuerdo popular acerca de un suceso o de un personaje


histórico, cuya veracidad no siempre resulta probada, pero que se presenta con
los caracteres de un hecho cierto.
No es muy abundante el material que se ha podido documentar; pese a ello,
resulta de interés, pues en algunos casos presenta conexiones con tradiciones
corrientes en otras zonas del país.

a) En una casa ubicada en una de las esquinas de la plaza, que actualmente


hace cruz con el edificio ocupado por el correo, estuvo una vez Facundo
Quiroga. Perteneció al Dr. José Santos Ortiz, secretario de Quiroga y persona
muy instruida.
Facundo Quiroga es un personaje histórico que goza de un prestigio
legendario; son bien conocidos muchos relatos que refieren sus hazañas, y su
conducta ha permitido que la fantasía le atribuya toda clase de fabulosas
aventuras. En este caso sólo se lo menciona por su relación con el Dr. José
Santos Ortiz, que efectivamente vivió en Renca.

b) La Chapanay estuvo en Renca para un 3 de mayo. En otras oportunidades


también se la vio por esos lugares; se decía que iba para ver a un hombre de
quien estaba enamorada.
La tradición conserva en cuyo el nombre de Martina Chapanay, aguerrida mujer
que capitaneaba una partida de salteadores. Algunas versiones informan que
en sus últimos años cambió de vida y se dedicó al auxilio de viajeros
extraviados o en peligro.

c) Se acercaban las elecciones de 1874. Sarmiento, que era presidente,


auspiciaba la candidatura Avellaneda. Los vecinos de Renca deseaban la
creación de una escuela y Sarmiento prometió crearla si apoyaban a su
candidato. La propuesta fue aceptada y el pueblo votó por Avellaneda, con
siguiendo así su escuela.

d) En la época de las luchas civiles y de la guerra con los indios, los


reclutamientos eran forzosos. A los reclutas los llevaban a caballo, Con las
manos atadas a la espalda.

e) En los alrededores de Renca hay un lugar que se llama "El alto del Calvario".
Allí colgaban a los reos "durante la época de Rosas". Hasta hace algunos años,
la gente iba en procesión a dicho sitio para Semana Santa.

f) Hacia los años 1902 ó 1903 comenzaron los trabajos para tender la línea
férrea, que debía pasar por Renca. A un comerciante del pueblo, de apellido
Cámara, le pidieron que donara los terrenos necesarios; se negó a hacerlo
manifestando que él solamente vendía sus tierras.
Entonces el señor Cleofé Domínguez, de Tilisarao, prometió donar el terreno
para el ferrocarril.
La entrevista para concretar tal ofrecimiento tuvo lugar bajo unos algarrobos
situados a la salida de Renca, en dirección a Tilisarao. Como mediador en la
entrega de las tierras actuó don Eleodoro Lobos.
San Luis fue región de frontera con el indio y por consiguiente soportó
invasiones y mantuvo larga lucha. Como los datos recogidos al respecto tienen
siempre relación con la historia y la leyenda del Señor de Renca, se ha
considerado conveniente no separarlos; por ello no se incluyen en este punto.

IV. MUSICA y DANZAS


1. CANCIONES

De las especies líricas tradicionales, la más popular es la tonada. La cantan


casi siempre a dos voces -generalmente dos hombres, raras veces un hombre
y una mujer- aunque suele oírse también a un solo cantor; el acompañamiento
siempre es de guitarra.
Algunas tonadas escuchadas son tradicionales y ya están debidamente
registradas, como la tan conocida Pito Juan 1; con su música cantan siempre
coplas picarescas. Otras son de autores conocidos, pero aunque así ocurra, los
intérpretes desconocen, por lo general, el nombre del autor. En la Segunda
parte, b, 1, se ha consignado la letra y música de una tonada.

2. DANZAS

Las especies coreográficas cuya vigencia se ha documentado son dos: el gato


y la zamba, nombre éste con el cual designan la cueca. Si bien no bailan
exclusivamente estas danzas, es evidente que la mayoría de la gente sabe
bailarlas, aunque a veces se observa cierta timidez o falta de decisión para
iniciarlas. En las reuniones donde se las observó -todas con motivo de la fiesta
del Señor de Renca- los músicos eran de la provincia, pero no del lugar; los
instrumentos: guitarra y acordeón a piano, en un caso, y guitarra sola, en otro,
siempre con el canto correspondiente. En un solo caso un hombre joven pidió
un malambo y realizó tres mudanzas, bastante simples.
Además de las especies señaladas, bailan chamamé y ranchera, y bailes
ciudadanos (tango, milonga, pasodoble, vals, corrido, fox-trot). En estos casos
no se observa mayor variedad de pasos; bailan casi todo igual. Como
característica general, todas las parejas esperan unos 6 u 8 compases antes
de empezar a bailar; además, cuando la música termina, todos permanecen en
sus lugares y, ante el aplauso general, los músicos repiten la pieza, que todos
bailan nuevamente después de los compases de espera.
A continuación se detallan, separadamente, las observaciones acerca de las
dos danzas tradicionales registradas.

Zamba:

Dan este nombre a la cueca. Cuando los músicos interpretan una zamba, los
bailarines piden que aceleren el movimiento.
Música. Como en el caso del gato, no se escuchó ninguna versión tradicional.
Coreografía. En líneas generales se mantiene la coreografía tradicional:

Vuelta entera. . . . . . . . . . . . . . 8 compases

1
Alberto Rodríguez, Cancionero Cuyano (Canciones y Danzas Tradicionales). Buenos
Aires, 1938, Pág. 81.
Arrestos. . . . . . . . . . . . . . . . 4 "
Media vuelta. . . . . . . . . . . . . . 4 "
Arrestos. . . . . . . . . . . . . . . . 8 "
Media vuelta. . . . . . . . . . . . . . 4 "
Arrestos. . . . . . . . . . . . . . . . 4 "
Coronación. . . . . . . . . . . . . . . 4 "

Debe señalarse que, a veces, los arrestos continúan si los músicos no indican
la realización de otra figura (¡al otro lado! ¡vuelta!) .
Paso. El de la mujer ocupa medio compás y consta de dos movimientos; en
cada compás se realizan dos pasos. Generalmente es cruzado por delante en
los arrestos.
El hombre realiza el mismo paso que la mujer o bien zapatea, con figuras de
dos o tres movimientos cada medio compás.
Figuras. En las vueltas realizan a veces giro sobre la marcha, teniendo como
eje el lado derecho (igual que en el gato).
El zapateo de los arrestos suele ejecutarse en el mismo lugar, girando sobre el
lado derecho.
Posición de los brazos y uso del pañuelo. En general se le da poco movimiento;
se lo toma con la mano derecha. El hombre a veces coloca la mano izquierda
en la cintura. Durante el zapateo, pasa el pañuelo por debajo de las piernas,
que
levanta alternativamente. La mujer toma, en ocasiones, el pañuelo con las dos
manos y lo balancea.

Gato:

Bailan gatos de uno y dos giros, según sea la pieza interpretada por los
músicos.
Música. No se escucharon versiones tradicionales; las ejecutadas eran de
autores conocidos.

Coreografía.
Vuelta entera. . . . . . . . . . . . . . . . 8 compases
Giro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 "
Contra giro (en gatos de 2 giros o cuyanos). 4 "
Zapateo . . . . . . . . . . .. . . . . . . . 8 "
Media vuelta. . . . . . . . . . . . . . . . 4 "
Zapateo. . . . . . . . . . . . . . . . . . 8 "
Giro y coronación. . . . . . . . . . . . . . 4 "

Los bailarines se colocan enfrentados. Se observó bailar un gato de dos


parejas; los dos hombres se colocaron del mismo lado. Compartían la vuelta
entera y la media vuelta.
Paso. De tres tiempos, pero realizando dos movimientos por compás (el tercer
tiempo es de espera).
Figuras:

Vuelta entera y media vuelta: como característica, debe anotarse que en cada
media vuelta hacen un giro sobre la marcha, teniendo como eje el lado
derecho, y finalizan la figura retrocediendo.
Llevan los brazos en arco, sin hacer castañetas. Giro y contra giro: no realizan
giros completos, sino paseos hacia la izquierda y la derecha, respectivamente,
o bien una figura semejante a la del zarandeo.

Zapateo y zarandeo:

el zapateo es elemental, simple, generalmente arrítmico, de cinco o seis


movimientos por compás. Pueden comprender: saltos o movimientos de
cepillado; simples golpes de planta, alternando ambos pies; saltos sobre un pie
flexionando la otra pierna y palmoteando bajo la misma. También se ven
zapateos de dos movimientos por compás, generalmente de pie volcado. Para
el zarandeo se colocan los brazos en jarra; hacen dos figuras de cuatro
compases cada una, en forma de rombo.

Giro y coronación:

el hombre zapatea sin hacer giro y avanza hacia su compañera. La mujer hace
un giro y termina en el centro, frente al compañero.
En el gato, el hombre persigue abiertamente a la mujer; en el giro y contra giro
es más evidente el asedio. La mujer no corresponde al juego amoroso;
generalmente lleva la vista baja, mirando al suelo. El hombre acompaña su
desplazamiento con grandes oscilaciones del cuerpo y mucha mímica.

V. CREENCIAS y RITOS

1. DEVOCION POPULARES

San Roque:

Se trata de una devoción popular colectiva, pues no está oficializada por la


Iglesia y en la misma participa gran parte de la población.
En Las Mangas, paraje situado a unas dos leguas de Renca hacia el lado del
dique San Felipe y en la región serrana, vive la familia Olguín. Dicha familia
tiene una imagen muy antigua de San Roque, cuya característica es estar
vestido con poncho. Para la fiesta del santo (16 de agosto), la imagen era
llevada a pie hasta Renca; llegaba el 15 por la noche y regresaba el 16.
Acompañaban la procesión tocando la caja; el ejecutante la colgaba al cuello y
tocaba a dos manos, con dos palillos. A la caja se solía sumar también
acompañamiento de guitarras. Los habitantes de Renca esperaban al santo a
orillas del río Conlara; una vez atravesado éste, se unían a la procesión hasta
llegar a la iglesia. Algunos hacían la promesa de esperarlo en el camino para
acompañarlo así mayor trecho.
Muchos pobladores de las sierras participaban de la procesión uniéndose a la
misma a lo largo de su recorrido. Durante la noche del 15 al 16 de agosto se
realizaban bailes en el pueblo.
Hace algunos años, el obispo de San Luis, monseñor Tibiletti, prohibió tal
procesión, por el carácter de la fiesta que tenía lugar durante la noche citada.
La imagen objeto de esta devoción "no pudo ya cruzar el río" y la gente dejó de
ir al pueblo en la fecha señalada. Según informan, para atraer nuevamente a
los feligreses, se adquirió otra imagen de San Roque, que está actualmente en
la iglesia de Renca. Pero los devotos la desconocieron, pues esta imagen lleva
capa en lugar de poncho, y consideran que el otro San Roque es el milagroso.
Además de los festejos especiales realizados en el día del santo, la imagen es
sacada en cualquier época del año para cumplir promesas. En tal caso, sus
propietarios la ceden al promesante, que la lleva a su casa y la tiene durante
nueve días, para rezarle la novena. Mucha gente se traslada para participar de
estas procesiones y asistir a los rezos y festejos de la novena. Desde los
sierras van los mozos a caballo, y suelen llevar a sus novias en ancas. La casa
donde se realiza la novena se alumbra con velas o candiles. Terminados los
rezos, hay baile y cantos; con ese objeto contratan a un músico -un guitarrero,
por lo común- para que actúe durante las nueve noches.
San Roque es invocado principalmente para combatir o evitar enfermedades.
Los propietarios de la imagen reciben las ofrendas que hacen los devotos;
durante las fiestas cantan los "gozos de San Roque".

2. CREENCIAS y SUPERSTICIONES

Por formar parte del patrimonio espiritual del ser humano, no es fácil conseguir
información sobre creencias y prácticas que, rechazadas por la ciencia y la
Iglesia, viven profundamente arraigadas en el alma popular.
En algunos casos, sólo después de obtenida la confianza, que abre paso a la
conversación sobre temas más íntimos, se ha podido documentar algunas
supersticiones y creencias de los habitantes de Renca.
Entre otras, pueden citarse las siguientes:

El trece es un número aciago.


La herradura colocada en la pared, sobre el dintel de la puerta, trae buena
suerte.
Si se encuentra una herradura con siete agujeros, es buena suerte; si con
cinco, mala.
El peje o sombra de toro protege contra el rayo porque tiene las hojas en forma
de cruz.
Cuando se encuentra una mariposa que tiene un número en las alas, hay que
jugarle a dicho número, pues es seguro que sale premiado.
Hay personas que hacen "daño". Para conjurar el mal que ellas pudieran hacer,
hay que
tener agua bendita en las casas.
También se cuenta de una persona que duerme con las alpargatas colocadas
en cruz, debajo de la cama; no se ha podido averiguar el por qué de esta
práctica.
Hay varias supersticiones y creencias relacionadas con la muerte y con las
prácticas médicas populares que se incluyen en los artículos correspondientes.

VI. SABER POPULAR

MEDICINA POPULAR

Un estudio de las creencias y prácticas médicas de una comunidad que


pretenda ofrecer una visión panorámica completa y ordenada debería abarcar
los conocimientos anatómicos y fisiológicos, las nociones sobre etiología,
patogenia, diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades. Para
lograr tal propósito es necesario contar con buenos informantes y poder
convivir con ellos un tiempo suficientemente prolongado. Estos breves apuntes
tomados en Renca se hallan muy lejos de tal desiderátum.
El léxico del paisano renqueño posee voces o expresiones de contenido más o
menos amplio que se aplican a enfermedades de distinta naturaleza: sufrir
enfermo (por ej., "mi marío sufre enfermo"), tener mal de (por ej., estómago),
estar mal del (p. ej.,hígado), pasmo (inflamación aguda que se acompaña de
dolor y rubor, linfangitis troncular, laringitis con afonía, angina, disnea cardiaca -
pasmo al corazón-, etc.), debilez (por ej., al cerebro); también posee
designaciones menos generales, que se aplican a enfermedades, síndromes,
síntomas o signos particulares: ahogo (ahogo, o sea asma cardiaca o
bronquial), empacho (dispepsia gastrointestinal, gastroenteritis) , vinagrera
(ardor gástrico, acedía, pirosis), testes de sapo (verrugas vulgares o papilomas
hiperqueratósicos), etc.
En lo que respecta a la etiología de las enfermedades, se aceptan causas
internas (por ej., debilez) y externas (un aire, frío al estómago, vista fuerte), con
predominio de las últimas; entre estas también se acepta la actuación de
factores mágicos y animistas, como en la ojeadura (producida por la "vista
fuerte" de alguna persona) o en los testes de sapo (causados por el roce con
un sapo).
El diagnostico se basa principalmente en el interrogatorio y la observación del
sujeto; los espiritistas (curanderos con concepciones y practicas mágico-
animistas, que son diferenciados de los curanderos empíricos o médicos)
también hacen uso de procedimientos mágicos y adivinatorios.
Las practicas terapéuticas populares son las mas fáciles de documentar y
constituyen el aspecto mas conocido de la medicina folklórica. Ellas poseen
fundamentalmente una doble raíz: la tradición de origen indígena y la que
procede de la "ciencia" española de los siglos XVI y XVII; a estas se agregaron
posteriormente nuevos elementos curativos y, actualmente, continúan
incorporándose al patrimonio folklórico remedios de origen urbano.
Siguiendo una vieja costumbre, podemos dividir la terapéutica folklórica en
quirúrgica (por ej., incisiones, torniquetes, cauterizaciones, etc.) y medica
propiamente dicha; la segunda es la mas usual y emplea agentes de distinta
naturaleza: tísicos (frío, calor, etc.), químicos (fármacos; orgánicos e
inorgánicos), biológicos (secreciones, excreciones, tejidos y órganos animales
y vegetales), psíquicos (sugestión), mágicos (cura de palabra, rezos, ensalmos,
etc.). Es frecuente hallar en las recetas del folk remedios de I distintas
categorías; a veces se emplea alguna sustancia por el conocimiento empírico
de su acción farmacológica, pero con el agregado de algún elemento mágico,
que, en ocasiones, se descubre solo luego de un atento análisis. Los fármacos
de origen vegetal y los procedimientos mágicos son los agentes terapéuticos
mas utilizados. Los remedios se emplean por su acción local, sobre la piel,
mucosas y heridas (acción tópica), o por su acción general, la cual
comúnmente se ejerce por intermedio de la vía oral o respiratoria (esta en
inhalaciones o fumigaciones).
Las formas medicamentosas más empleadas son:
tisanas (obtenidas por infusión, decocción y maceración), soluciones, jarabes,
vinos, aceites, linimentos, pomadas, pastas, emplastos, polvos, humos,
vapores, etc.; también suelen usarse especialidades medicinales (patentadas)
y hasta formas oficinales. Los modos de empleo más comunes son: bebidas,
baños, fricciones, abluciones, embrocaciones, buches, colutorios, gargarismos,
tópicos, irrigaciones, instilaciones, colirios, compresas, fomentos, cataplasmas,
enemas, inhalaciones, fumigaciones, sahumerios, vaporizaciones, etc. El
paisano llama té a cualquier tisana y mistos a las mixturas.
La fitoterapia tiene un gran desarrollo; nadie ignora las propiedades curativas
de los yuyos; pero no se desdeñan los agentes de origen animal: leche de
vaca, de chiva, etc.; grasa de iguana o de lión ('puma'); miel; infundia
('enjundia') de gallina y otras aves; unto sin sal ('grasa subperitoneal, epiploica,
etc.') de vaca, cerdo, etc. Entre las sustancias de origen industrial se hallan el
azúcar, el aceite de oliva, la harina de trigo, el alcohol etílico, etc.
Algunas concepciones sobre farmacodinamia se infieren de juicios tales como:
"la cola de caballo depura la sangre"; "la beramota empaña las arterias del
corazón"; "un trapo blanco mojado y dejado al sereno refresca la vista"; "el té
de jarilla melosa con alcohol madura el resfrío"; "el té de peperina seca el
vientre"; "el tala limpia las arterias del corazón"; "las gotas (colirios que venden
las farmacias) cortan la vista"; etc.
Podemos citar algunos de los remedios tradicionales empleados en Renca;
comenzaremos por los de origen vegetal y uso interno. Para las enfermedades
del hígado se toman tisanas de liguilla de chañar (de flores blancas ; se
emplean 1as flores y brotes nuevos), peperina, carqueja, yerba del sapo, etc.
Por sus propiedades eupépticas y carminativas, tisanas de beramota
('bergamota'), yerba del venado, poleo, peperina (produce estreñimiento),
menta, limonillo, ruda, vira-vira, toronjil (según algunos daña al corazón), un
misto de menta, beramota y eneldo (semillas), etc.
Para el empacho se recomiendan tisanas de yerba del pollo, yerba del venado,
usillo, aguaribay (algunos lo llaman averiguay, cambio debido a la etimología
popular), etc., que poseen propiedades catárticas. Para los catarros
estacionales, bronquitis, tos, se emplean tisanas de carqueja con azúcar
tostada, jarilla melosa con alcohol, ajenco ('ajenjo'), etc.; también el arrope de
chañar y el de piquillín; estos últimos se usan, además, contra el asma
bronquial, sobre todo el arrope de chañar; "que es más remedio", ambos en
dosis diarias de una cucharadita en ayunas, durante varias semanas. Como
antidiarreico se utiliza mucho la cáscara de granada, en forma da tisana. Por
sus presuntas propiedades analépticas cardiocirculatorias se recomiendan
tisanas de tala, limonillo, un misto de cedrón, clavel amarillo y albahaca; como
hipotensor se emplea una tisana de liga de chañar (de flores rojas). Para la
cefalalgia, cefalea, jaqueca o hemicránea se usan tisanas de ruda o menta.
Para el reumatismo y las enfermedades de los riñones, una de cola de caballo,
que "depura la sangre".
Remedios de origen vegetal y uso externo son: la decocción de curalotodo para
las erupciones cutáneas; la decocción de tala y molle morado o de molle
morado con un poco de sal, como pediluvio para los "pies cansados"; la
decocción de carqueja para el lavado de cabeza. Con molle, tala y beramota se
prepara una pomada para los granos (acné).
Remedios de origen animal son: la grasa de lión y la grasa de iguana,
empleadas en fricciones para el reumatismo, con la acción complementaria del
calor local (una franela y ladrillo caliente, plancha caliente o porrón con agua
caliente). Producto de elaboración animal es la miel de abeja (en esencia,
néctar de flores sometido a la acción de fermentos digestivos del insecto y
luego regurgitado), la cual se utiliza, a veces mezclada con aceite de oliva, para
los catarros estacionales, bronquitis y tos.
Una receta mágica es el empleo de un trapo blanco mojado, expuesto al
sereno durante una noche, para curar la conjuntivitis pasándolo por los ojos;
otra es la cura de palabra de los testes de sapo, durante la cual el paciente no
debe volverse al oír pronunciar su nombre y, además, debe decir un ensalmo
todas las mañanas durante varios días. También tienen elementos mágicos la
aplicación local, sobre el tórax, de un cuero de gato negro, con el pelo para
afuera, para curar el asma bronquial; el empleo de tres piedras blancas
calentadas al fuego para luego, con ellas, hacer entrar en ebullición cierta
cantidad de leche de chiva en la cual se han echado trozos de corteza de
granada, y obtener así un remedio para la diarrea con sangre. Además, se nos
ha informado sobre la vigencia de la cura mediante rezos y otros
procedimientos mágicos.

VII. PASATIEMPOS Y JUEGOS

1. JUEGOS DE ADULTOS

a) Juegos hogareños

Juegos de prendas:

Se realizan con preferencia en las reuniones motivadas por los velorios de


angelitos.
Esconder el anillo. Uno de los jugadores coloca un anillo entre sus dos manos,
unidas por las palmas; el resto de los participantes, ubicados en rueda, esperan
el paso del primero con las manos dispuestas en igual forma. El jugador que
lleva el anillo pasa frente a cada uno de los restantes y simula, en cada caso,
depositar el objeto en las manos respectivas, hasta que lo hace realmente. Una
vez terminado el recorrido de toda la rueda, el mismo jugador pregunta a
cualquiera de los presentes quién tiene el anillo en ese momento. Si la persona
interrogada adivina, pasa a ocupar el lugar del que inició el juego; en caso
contrario debe pagar prenda y, en su momento, cumplir la penitencia que se le
imponga.

Vender el cordero:

El director del juego anuncia que va a vender el cordero; él se queda con la


cabeza y cada uno de los presentes compra una presa o un menudo del
animal. Cuando todos los jugadores han efectuado su compra, el director dice,
por ejemplo: -me duele la cabeza. Los demás deben repetir la frase,
sustituyendo en cada caso el nombre de la presa por el de la que han
comprado; así dirán:
-Me duele la pata;
-Me duele el corazón; etc.
El vendedor dirige siempre el juego; cuando todos terminan de repetir una
frase, el director dice otra.
Los jugadores no tienen que reírse al repetir las frases; si lo hacen, deben
pagar prenda. El director para originar la risa, dice a propósito determinadas
frases que dan lugar a combinaciones picarescas.

Penitencia para los juegos de prendas:

La mesa de truco. La persona que tiene que cumplir esta penitencia debe
apoyarse en el suelo, con pies y manos, para que su espalda oficie de mesa.
A su alrededor se ubican cuatro "jugadores de truco", que destacan las
alternativas del juego con fuertes golpes dados sobre la "mesa".
El mostrador. La posición es igual a la anterior.
Como se trata del mostrador de un boliche, sobre el mismo se apoyan, con
mayor o menor fuerza, vasos y botellas; se golpea para insistir en un pedido;
etc.
Este juego da lugar a bromas más pesadas o picantes, porque a veces deciden
abrir el cajón del "mostrador" para sacar la plata, o buscar la canilla del agua,
etc.
Es penitencia para varones.
Juegos de naipes
En la zona se juega al monte criollo y al truco, siempre por dinero y a veces por
sumas importantes.
Como el juego está prohibido, lo practican a escondidas.

b) Juegos al aire libre


Taba:

Se juega con un astrágalo de vacuno, en el cual convencionalmente se


consideran seis caras, que reciben nombres especiales. Tres caras se
consideran suertes y las otras tres azares, blancos o culos.
Las suertes son: una grande, que corresponde a la cara que posee una
concavidad en forma de S, y dos chicas, de las cuales una corresponde al lado
cóncavo del hueso y la otra a la punta más próxima a dicha concavidad. Los
azares son: uno grande, llamado también revés o culo, que corresponde a la
cara opuesta a la suerte grande, y dos chicos, de los cuales uno corresponde al
lado convexo, opuesto al cóncavo, y el otro a la punta más próxima al lado
convexo.
Algunas tabas suelen estar calzadas; se las llama así cuando poseen media
suerte grande y medio azar protegido mediante sendas placas de metal,
sujetas con un remache que atraviesa totalmente el hueso.
Las mitades cubiertas por las placas están en caras opuestas y no se
corresponden. Las placas metálicas pueden ser del mismo o distinto material;
en el caso observado, la suerte tenía una de bronce y el azar de hierro.
También hay tabas cargadas; llaman así a las que se les ha agregado peso de
un lado, intencionalmente. Esto se realiza poniendo una placa y remache más
gruesos en una de las caras, o bien colocando mercurio en el interior de un
orificio hecho ex profeso.

Cancha:

Se juega en lugar llano, sobre piso de tierra para señalar el lugar desde donde
se debe tirar; a seis pasos de distancia y trazan una línea en la tierra para
señalar el lugar desde donde se debe tirar.
Por detrás de cada línea, en el sitio donde debe caer la taba, se remueve la
tierra en una superficie circular de unos 30 cm. de diámetro y a veces se
remoja para que se clave la taba. El terreno así preparado recibe el nombre de
queso.
Juego. Para los lances del juego se suelen tomar como válidos los tiros en los
cuales queda hacia arriba la suerte o el azar grandes. En pocos casos, que
deben ser convenidos previamente, se concede validez también a las suertes y
los azares chicos.
Para la calificación de los lances se toma en cuenta la cara que queda hacia
arriba. Generalmente se juega a 10 suertes grandes. La taba se arroja de
vuelta y media; si es grande, de dos vueltas. Si sale suerte grande, se anota un
tanto para el tirante (tirador); si sale azar grande, el tanto corresponde al
contrario. Los tantos se anotan mediante señales hechas en la tierra; primero
trazan una línea que sirve de divisoria entre los campos donde se anotarán los
tantos de cada jugador. Cada tanto se marca con una línea perpendicular a la
anterior.
Cuando el terreno es blando y desparejo, la taba puede caer con inclinación
lateral; en ese caso se le llama taba acuñada. El tiro tiene validez si existe un
espacio entre el borde superior y el suelo.
También la taba suele enterrarse; en ese caso se le llama taba ahogada y el
tiro no vale.
Se juega por dinero, o por vino, asado, etc. En la actualidad es juego prohibido
y se realiza a escondidas.
Carreras cuadreras. Se realizan, por lo general, en días de fiestas patrias (25
de mayo, 9 de julio).
Atraen una concurrencia numerosa, pues se juega por dinero.

2. JUEGOS INFANTILES

a) De correr, saltar, etc.

Mancha:

Juegan a la "mancha agachada" y a la "mancha socorro".


Serenito. Así llaman al fideo fino. Dos niños, enfrentados, se toman de las
manos (derecha con derecha e izquierda con izquierda) y giran rápidamente,
alrededor del eje vertical que pasa por las manos enlazadas, en el mismo lugar,
hasta que "se emborrachan y se caen".

Escondite:

b) Con instrumentos: Bolitas. Se marca en el suelo un círculo de unos 25 cms.


de diámetro; dentro del círculo se colocan varias bolitas. Los jugadores deben
tirar, alternadamente, con otra bolita, para tratar de sacar las que están dentro
del círculo.
c) Rondas.Los niños, en círculo y tomados de las manos, entonan diversos
cantares. (Cf.I, 2).

3. PASATIEMPOS

Hamaca. Así llaman al balancín o sube-y-baja.


La improvisan con un tablón que apoyan sobre 1 cajón; sobre éste colocan una
tejuela (un ladrillo) que actúa como eje. El filo de la tejuela es punto de apoyo
para el tablón.

a) FOLKLORE SOCIOLÓGICO

l. HABLA POPULAR

Por varias razones, ha sido imposible profundizar el estudio del habla popular
de Renca en la medida deseada. La corta estada en el pueblo no hubiera
permitido siquiera contestar los 518 puntos del conocido cuestionario de Tomás
Navarro Tomás.
Nos referiremos brevemente a varios fenómenos registrados, todos ellos de
gran extensión en el norte de San Luis y, a veces, comunes a provincias
vecinas. FONÉTICA. Habla en inspiración.

Este fenómeno es frecuente en el habla rural de una gran parte de nuestro


país. Mientras el mecanismo común para la emisión de la palabra es la
espiración, en este caso se produce mediante una corriente aérea inspirada.

El habla en inspiración se manifiesta en el diálogo; no la hemos observado en


la narración de cuentos, 'casos', etc. Además, predomina entre mujeres y
niños; los hombres la emplean mucho menos.
Durante ella los sonidos normalmente sonoros (vocales y consonantes
sonoras) llegan a ensordecerse totalmente; sólo en casos de énfasis continúan
más o menos sonoros; las vocales son las últimas en ensordecerse.
Por lo común, abarca un grupo fónico ('parte de la elocución comprendida entre
dos pausas') o dos, rara vez más, pero siempre son contextos de corta
extensión; en pocas ocasiones se limita a la sílaba o sílabas finales de un
grupo fónico.
El sí inspirado es la forma de presentación más frecuente y general del
fenómeno; es la única manifestación que hemos documentado en varios
hombres luego de cierto tiempo de convivencia. La apertura del punto de
articulación aumenta con gran frecuencia, por ello, la consonante (s inspirada),
se suele transformar en lo que comúnmente se llama 'aspiración' (representada
h) y la vocal (i inspirada) suele cambiar en e cerrada o e abierta. Asimismo, el
ensordecimiento puede llegar a ser total.
Algunos otros ejemplos (las voces inspiradas se indican mediante bastardillas)
sonó(1):
1 Ver Apéndice, l.

éHtoh son íloH de bordár, tódoh éHto! pa la fiéHta del señór de jéGka ásen
empanádah; sí, ásen i bénden. (Para la fiesta del Señor de Renca hacen
empanadas; sí, hacen y venden).
sí, siémpre se nesesíta; sïémpre. palito e cílka. (Palito de chilca). xaríya.
(Jarilla).
En muy raras ocasiones obedece, en parte, a una razón fisiológica. Por lo
general es un acto automático que se acompaña de una gran tonalidad
afectiva.
Entonación
La entonación es la resultante de distintos factores, entre los cuales se
destacan la curva tonal, la curva de intensidad, la cantidad vocálica, las pausas
y el tempo o movimiento de la elocución. Su estudio integral exige el análisis de
trazados quimográficos o, lo que es mucho mejor, el estudio de trazados
obtenidos mediante el oscilógrafo de rayos catódicos y la cámara
cinematográfica. Debido a la carencia de estos importantes elementos técnicos
hemos tenido que apelar al sólo aproximado análisis auditivo, con sus
limitaciones en lo que respecta a diferenciación de pequeñas magnitudes y un
umbral de percepción mucho menor para los sonidos agudos que para los
graves (lo cual falsea la apreciación de las intensidades relativas de los
sonidos).
La línea melódica de los renqueños difiere de la de la gente culta de Buenos
Aires, especialmente por sus altibajos tonales, 'neoacentos' y alargamientos
vocálicos. Estos fenómenos se manifiestan casi siempre en palabras aisladas y
en las últimas palabras del grupo tónico, sobre todo si se acompañan de una
gran carga afectiva. Altura tonal, acento de intensidad y alargamiento vocálico
se hallan interrelacionados y ocupan una posición fija en circunstancias iguales;
tienen importancia el número de sílabas de las palabras o grupos intensivos (o
rítmico-semánticos) y la ubicación del acento primitivo (ya sea histórico o
desplazado por un cambio diacrónico). Las intensidades relativas del acento
primitivo y del neoacento son variables; a veces, el acento adicional iguala o
sobrepasa en intensidad al primitivo, pero el tono siempre es más alto en la
sílaba que lleva el acento primitivo (salvo en casos de curvas melódicas
especiales que aparecen casi siempre al final del grupo fónico) (2).
Palabras agudas de dos sílabas (ej.: planchar, vení, ayer): aparece en la
primera sílaba un acento adicional acompañado de alargamiento vocálico. La
fórmula sería: [-': -') (3).

2 Ver Apéndice, II
3 Ver Apéndice, III

Palabras agudas de tres sílabas (ej.: traba- ijar, capital): aparece en la primera
sílaba un acento adicional acompañado de alargamiento vocálico.
Fórmula: [-': --'].
Palabras graves de dos sílabas (ej.: palos, mama): se refuerza un poco el
acento y se alarga la vocal de la primera sílaba. Fórmula: [-': -].
Palabras graves de tres sílabas (ej.: gallina, empacho, pandito, baraja):
aparece un acento adicional con mayor alargamiento de la vocal en la primera
sílaba.
Fórmula: [-': -'o -].
Palabras graves de cuatro sílabas (ej.: sobrinita, necesario, embromaba,
acordaba): aparece un acento adicional y se alarga la vocal en la primera
sílaba. La curva melódica es muy típica: las palabras comienzan más altas que
en el habla de Buenos Aires, la segunda sílaba baja, la tercera sube más alto
que la primera, la cuarta baja más que la segunda. A veces los dos acentos
poseen igual intensidad, como en dos palabras yuxtapuestas (por ej., cuando
decimos: franco-ruso); otras veces se alargan ambas vocales acentuadas, etc.
Cuando la palabra comienza con vocal puede oírse un ataque fuerte (o hamza).
Fórmulas: [-': --'. -], [-': --': -],['. '].
Palabras graves de cinco sílabas (ej.: bicarbonato): aparece un acento
adicional y se alarga la vocal en la primera sílaba. Fórmula: [-': ---'o -].
También se observan variantes en la intensidad relativa de los acentos y el
alargamiento de ambas vocales acentuadas.
Palabras graves de más sílabas: aparecen dos acentos adicionales. Por ej. , en
momentáneamente (marcamos los dos acentos con que generalmente se la
pronuncia en Buenos Aires), voz en la cual el acento más intenso cae en la
tercera sílaba, se tiene la fórmula: [-': --'o --' -].
Palabras esdrújulas de tres sílabas (ej. gomito): se refuerza el acento y se
alarga la vocal de la primera sílaba. Fórmula: [-': --].
Palabras esdrújulas de cuatro sílabas (ej.: república): aparece un acento
adicional y se alarga la vocal en la primera sílaba. Fórmula: [-'. -'o -].
Palabras esdrújulas de cinco sílabas (ej.: tantisísimo): aparece un acento
adicional y se alarga la vocal en la primera sílaba. Fórmula: [-': --'. --].
En resumen, se puede decir que -de acuerdo con el material anotado-- en
todos los casos de neo-acentuación aparece un acento adicional en la primera
sílaba, generalmente de menor intensidad que el primitivo (aunque puede
igualarlo y rara vez sobrepasarlo), pero que siempre eleva el tono a menor
altura que éste (salvo casos especiales de curva melódica). Por ello, todas las
palabras con neoacen-to comienzan a una altura apreciablemente mayor que
en el habla porteña. Asimismo, no puede haber tres silabas seguidas sin
acento.
Vocales y consonantes
Mencionaremos sólo algunos fenómenos, varios de los cuales son formaciones
analógicas o arcaísmos cuyo estudio pertenece propiamente a la morfología o
a la lexicografía.

Vocales:

La /e/ generalmente se realiza como [e] en sílaba trabada por /-r/, ante [j] o en
el grupo [eï].
Trueque de vocal acentuada: amiénto (amianto), sabíh (sabés) , trabaçí
(trabajé), podímo (podemos).
Trueque de vocal inicial inacentuada: ampinándo (empinando) , imfúndia (enj
undia) , eGjíta (irrita).
Trueque de vocal interior inacentuada: sábena (sábana), náker (nácar), pirinóla
(perinola), bisíkula (vesícula), jaGkéño (renqueño) , meHtúra (mixtura), debisár
(divisar), lumbríh (lombriz), kubíxa (cobija), beíkolo (vehículo), xobentú
(juventud), kaloróso (caluroso).
Trueque de vocal final inacentuada: granáti (granate), bérdi(verde).

Reducción de diptongos:
tutáno / tútano (tuétano), jeFpetóso (respetuoso), floríta (fluorita), éla (hiela),
kéro (quiero), ketíta (quietita), tamén (también), írbe (hierve).
Diptongación de vocal inacentuada: kompromísio (compromiso), permísio
(permiso).
Diptongación de vocal en sílaba acentuada: diçiéron (dijeron), kombiérsa
(conversa), tiémple (temple), jüémpe (rompe), aflüéxa (afloja), küéna ((él)
cona).

Diptongación de hiato con cambio de acento:

málh (maíz), ál (ahí), báüle (baúl), áügo (ahogo), deLlélda (desleída).


Diptongación de hiato sin cambio de acento:kál (cae), tralrá (traerá), pellár
(pelear), jláleh (reales), plón (peón), llón (león), almüáda (almohada), küéte
(cohete).
También en fonética sin táctica se hallan diptongaciones: püakí (por aquí),
dlánde (de adonde), püél (por el).
Prótesis: afusilamlénto (fusilamiento), aléna (lezna), asegún (según).
Epéntesis: cákara (chacra), karbúGkulo (carbunclo).
Paragoge: báüle (baúl), nóne (non), kajihkále (carrascal).
Metátesis y permutación: cajuhklár (churrasquear), nálde (nadie).

CONSONANTES

b. Luego de nasal es oclusiva. En posición inicial absoluta es oclusiva cuando


la primera sílaba lleva el acento, cuando la pronunciación es lenta y esmerada,
o cuando la emisión de la voz es enfática; en caso contrario fluctúa libremente
con la bilabial fricativa. En las demás posiciones es fricativa. Por ello el fonema
bilabial sonoro debe ser considerado fricativo con un alófono oclusivo más
condicionado y con menor frecuencia de aparición.
Sufre algunos cambios: áüla (habla), diLlúmbre (vislumbre), mandolión
(bandoneón), gómito (vómito) ; la secuencia bue pasa a [güe] o más raras
veces a [üe].
La secuencia -bs más consonante se reduce a -s más consonante y esta -s
implosiva recibe el tratamiento que se indica más abajo.
d. Luego de Inl o 111 es oclusiva. En posición inicial absoluta se trata como la
b. En las demás posiciones es fricativa. El fonema es fricativo dental sonoro
con un alófono oclusivo.
Sufre algunos cambios: alberténsia (advertencia), alaméra (alameda),
jemoHtrasión (demostración). La -d final absoluta cae: mitá (mitad), sú (sud),
xobentú (juventud). La -d- de las terminaciones -ado, -ido desaparece: benáo I
benáü (venado), bokáo I bokáü (bocado), sío (sido), salpuyío /salpuyíu
(sarpullido). Pero, por ultracorrección, puede aparecer una -d- intervocálica en
los finales -ao, -ío: tilisarado (Tilisarao), baldído (baldío), basído (vacío). Se
hallan casos de d- inicial agregada: dentrada (entrada).
c (a, o, u), qu. El fonema es oclusivo velar sordo. Se realiza palatal entre
vocales anteriores.
g. Luego de /n/ es oclusiva. En posición inicial absoluta se trata igual que la b y
la d. En los demás casos es fricativa. El fonema es fricativo velar sonoro.
Adelanta su punto de articulación entre vocales anteriores.
Hay casos de pérdida de g: beramóta (bergamota), aúxa (aguja). El grupo -gn-
se reduce a [-n-]: jepunó (repugnó), inoránte (ignorante), indíno (indigno). A
veces la g pasa a b: butléjeh (Gutiérrez).
f. Es una fricativa labiodental sorda, pero, a veces, sobre todo en contacto con
[u], se realiza como bilabial. Ante la secuencia [-üé] o [-üí] se realiza como
fricativa velar sorda: xüé (fué), xüégo (fuego), xüénte (fuente), xüérsa (fuerza).
Lo mismo se registra en muchos casos ante [o] y [u]: xogón (fogón), xogeáo
(fogueado), xumár (fumar).
z, c (e, i). Se tratan como la S.
S. En posición explosiva es una fricativa predorsodentoalveolar sorda. Se
hallan algunos casos de ceceo en hombres.
Sólo registramos la pronunciación del grupo -sb- como [f] en jefalár (resbalar) y
sus derivadas. El grupo -sg- se realiza en muchos casos como [x] o [~]: jaxár
(rasgar), jaçído (rasguido),dixúHto (disgusto).
En los demás casos la -S implosiva abre su articulación para constituir lo que
comúnmente se llama 'aspiración' -en realidad, una resonante oral más o
menos fricativa según el medio fonético inmediato- y se asimila al punto de
articulación de las vocales precedentes (a veces también influye el de las
vocales siguientes) o de las consonantes que le siguen (también en fonética
sintáctica). En pronunciación muy lenta se puede oír, a veces, que comienza
como la resonante oral o vocal sorda correspondiente a la vocal precedente,
con ligera fricción -tanto mayor cuanto más alta es la vocal-, y finaliza como
una consonante fricativa sorda correspondiente a la consonante que sigue
inmediatamente, pero algo relajada.
El esquema es el siguiente:
s antes de [c, k, g, s, j, y, ~, x]: luego de [a, o, u] se realiza como una
aspiración' con tendencia .
a [x]; luego de [e, e] y, sobre todo, de [i] tiende a [ç]. La transcribimos [h] y [h],
respectivamente.
s antes de [p, b, f] : luego de [a, o, u] es una 'aspiración' con tendencia a [x] que
pasa a [f]; luego de [e, e, i], una 'aspiración' con tendencia a [ç] (sobre todo
luego de [i]) que pasa a [f]. La transcribimos [F].
s antes de [f]: es una 'aspiración' con tendencia a [x] o a [ç], según las vocales
precedentes, como en el caso anterior, que pasa a [f]. La transcribimos [F].
s antes de [t, d]: es una 'aspiración' con tendencia a [x] o [~], de acuerdo con
las vocales precedentes, que pasa a fricativa dental sorda. La transcribimos
[H].
s antes de [f]: se realiza como una [f] sorda, a veces ligeramente fricativa,
precedida por una breve 'aspiración' que tiende a [x] o [ç], según las vocales
precedentes. La transcribimos [L].
s antes de [m]: se realiza como una [m] sorda, precedida por una breve
'aspiración' con tendencia a [x] o [~], ,según las vocales precedentes. La
transcribimos [M].
s antes de [n, ñ] : se realiza como una [n] sorda ligeramente fricativa, precedida
por una breve 'aspiración' con tendencia a [x] o [ç], como en el caso anterior. La
transcribimos [N].
La S intervocálica en interior de palabra se articula como fricativa
predorsodentoalveolar sorda, salvo en algunas voces como, por ejemplo,
nohótro (nosotros). En fonética sintáctica, la -S final de una palabra que forma
un grupo rítmico-semántico con una voz que la sigue y comienza con vocal se
trata como una -S implosiva común: luego de [a, o, u] es una 'aspiración' que
tiende a [x], sobre todo ante vocal posterior; luego de [e, e, i] es una 'aspiración'
que tiende a [ç], sobre todo ante vocal anterior. Por ejemplo: loh ótro (los otros)
; loh ermáno (los hermanos); mah ánte (más antes) ; mih í~o (mis hijos).
La -S final ante pausa a veces cae; otras veces se reduce a una débil
'aspiración' (resonancia oral o 'fricción cavitaria'); en otros casos se reduplica la
vocal que le antecede y la S -ahora intervocálica- se trata como la S
intervocálica en fonética sintáctica: kapatáha (capataz), pokítaha (poquitas),éhe
(es), pérehe (Pérez), san lüíhi (San Luis), lóho (los), tódoho (todos), lúhu (luz).
La S pasó a /r/ en: márlo (maslo); cayó en:aléna (lezna).
y. Le corresponde una palatal fricativa sonora [y] o una semi consonante o
semivocal palatal sonora, sin fricción, [ï]. Generalmente es fricativa como inicial
de sílabas (grafías: y-, hi-); en esta ;posición y precedida por /n, l/ o inicial
absoluta en casos de énfasis llega a africarse. Los sonidos de ll y de y
castellanas se han reducido a /Y/.
Aparece una [y] intervocálica entre los dos segmentos de un hiato: séya (sea),
batéya (batea), bateyón (bateón) , díya (día), jíyo (río), fríyo (frío), tíyo (tío).
J El fonema es una fricativa velar sorda, pero j se realiza como una palatal
entre vocales palatales [e, e, i] o inicial ante vocal palatal. Pasa a [f] en imfúndia
(enjundia). En algunos casos se conserva
la 'aspiración' antigua de h procedente de f, pero cambiada en [x]: xüír (huir),
xodér (hoder).
m. Se desarrolla el grupo [mb] en algunos casos: lambér (lamer); en cambio,
este grupo se reduce a [m] en otras voces: tamén (también). Adición de [m] se
halla en: trompesó (tropezó).
n. Es una ápicoalveolar nasal sonora. Se articula bilabial ante [p, b, m];
labiodental, ante [f]; dental, junto a [t, d, s]; toma cierto contacto palatal ante [c,
ñ, y, i]; es nasal velar ante [k, g, x]; es una ápicoprepalatal, a veces retroflexa,
generalmente velarizada, ante [j].
En los casos de -n implosiva a veces no se eleva el ápice de la lengua, pero
baja el velo; en consecuencia, se nasaliza la vocal anterior y, además, se
alarga un poco, debido al zumbido nasal sin oclusión oral que reemplaza a la n.
Se palatíza ante [e] en: çiñébra (ginebra).
Adición de /n/ se halla en: eGjíta (irrita).
l. Es una lateral alveolar sonora. Se articula dental junto a [t, d, sJ; toma cierto
contacto palatal ante [c, ñ, y, i]; ante [j] el ápice se apoya un poco por encima
del alvéolo y la /1/ se realiza con un timbre velar.
r. Es una ápicoalveolar vibrante simple sonora.
Alterna con la fricativa correspondiente en la conversación rápida y
pronunciación poco esmerada.
En posición final absoluta se realiza muchas veces como una fricativa relajada
y ensordecida que llega a perderse.
Sufre algunos cambios: pelegrÍno (peregrino), klinúda " crin).
rr. En español general es una vibrante múltiple sonora qUe corresponde a las
grafÍas rr, r inicial y r luego de S, n, l; en Renca, como en una gran parte de la
Argentina, es una fricativa ápicoprepalatal sonora, rehilada, con el dorso de la
lengua cóncavo y tendencia a la etroflexión.
Metátesis y permutación de consonantes: kabréHto (cabestro), mugrióndo
(Murguiondo) , jedíten (derriten), jepisiénte (recipiente), empaderáo
(emparedado).

MORFOLOGÍA

Nombre:

alárme (la alarma), el konteHto (la contestación), el fiébre (la fiebre), el


intempérlo (la intemperie), el pinotéo (el pino tea), el urdlémbre (la urdiembre),
el bajéno (la barrena), el lagartíxo (la lagartija), la téça / el téço ('tortera').
Prefijos. Algunos casos de prefijación, sustitución o pérdida de prefijos:
apobradíto ('sencillo'< pobre), amoxosáo ('enmohecido' < moho), desobordináo
('insubordinado'), jelíndo ('muy lindo'), trapláo ('estropeado').
Sufijos. Muchos sufijos se emplean en la derivación nominal; citaremos algunas
voces derivadas:
animaláda, urdída ('urdiembre'), plantería, balerío, debiléh ('debilidad'),
konosénsia ('conocimiento'), sudadéra ('una jerga del apero de montar'),
kortadéra ('una gramínea), kolgá;e ('tira de cuero que pende de los arreos de
tiro de las mulas'), kontéHto ('contestación'), téca ('acción de techar'), písa
('acción y efecto de pisar'), multiplíko ('conjunto de las crías del ganado'),
grosúra, ortigamiénto ('comezón'), tiránte ('tirador'), laboríHta ('persona que
hace labores'), okujíHta ('ocurrente'), fayóso ('poco resistente'), atensióso
('atento'), eHtensióso ('extenso'), kajindáGga ('coche o carro viejo y
desvencijado'). Se emplea mucho el sufijo diminutivo [-íto], no sólo con
nombres sino también con pronombres, adjetivos, participios y adverbios:
todítoh, kurkuncíta ('corcovadita'), kosidíto, baHtantíto; en algunos casos se
emplea [-síto] : amorsíto, pojonsíto; mucho menos se usa [-esíto]: nïetesíto.
Con frecuencia se reduplica el sufijo diminutivo: toditítoh, cikitíto. Se conservan
muchas voces derivadas con el sufijo -illo [-íyo], pero han perdido su sentido
diminutivo; algunas son nombres de plantas: xaríya, ligíya, kadíyo, usíyo,
limoníyo, tabakíyo, jomeríyo, eFpiníyo; muchas otras designan prendas,
utensilios, animales, etc.: karoníya, k~iníyo, cahkíyah ('tiras de cuero que
penden de la cabezada de las mulas de tiro y sirven para espantar los
insectos'), kulebríya ('herpes zóster'), kesíyo ('una especie de requesón'),
mesíya ('meseta').
El sufijo superlativo [-ísimo] es muy Usado; a veces se afija a adverbios;
asimismo suele reduplicarse: blenísimo, mucisísimo, tantisísimo.
Pronombre
El voseo es general. Se emplea el pronombre vos [bóh] para la segunda
persona del singular; no se usan las formas tú ni ti; te se conserva. Para,la
segunda persona del plural se emplea ustedes
[uHtédeh] en lugar de vosotros; os se ha perdido.

Verbo:

Las terminaciones de la segunda persona del singular que se apartan de las


empleadas en la lengua literaria en el paradigma más importante de la
conjugación, son las siguientes -derivadas de la segunda persona del plural:
Modo Indicativo: Tiempo Presente.

1º conjugaCión -ás [áh].


2º conjugaCión -se / -ís [-éh / -íh].
3º conjugación -ís [-íh].
Pretérito Indefinido .

1 º conjugación -astes [-áHteh].


2º y 3º conjugaciones -istes [-íHteh].

Modo Imperativo
1 º conjugaCión -á [-á].
2º conjugación -é / -í [-é / -í].
3º conjugación -í [-í].

Modo Subjuntivo: Tiempo Presente

1º conjUgación -és / -ís [-éh / -íh].


2º y 3º conjugaciones -ás [-áh].

Las formas en -ís [-íh], -í [-í] de la segunda persona del singular en verbos de la
primera y segunda conjugaciones se oyen con mayor frecuencia entre los más
rústicos y los viejos.
Además, más raramente se hallan en el modo indicativo las terminaciones:

-imos [-ímoh]. 1 º persona del plural, presente, 2º conjugación.

-í [-í]. 1º persona del singular, pretérito indefinido, 1 º conjugación.


-ís [-íh]. 2º persona del singular, futuro, las tres conjugaciones.

Estos finales alternan con los morfemas de la lengua literaria, más frecuentes.
Para la segunda persona del plural se emplean las formas de la tercera
persona del plural.
Hay verbos que diptongan siguiendo un paradigma menor ('conjugación
irregular'), contra el uso correcto: eGjlédo (enredo), komblérso (converso),
enderléso (enderezo), ehküéndo (escondo), jüémpo (rompo). Otros verbos no
diptongan, apartándose también de la norma: apréto (aprieto),dehkórno
(descuerno).
Algunos verbos intercalan una [b] en el pretérito imperfecto, en las secuencias
aía, ía, oía, y dislocan el acento reuniendo las dos primeras vocales en una
sílaba: káïba (caía), tráïba (traía), jéïba (reía), óïba (oía).
Los viejos emplean algún pretérito indefinido arcaico: bíde (ví), trúxe (traje).

El presente del subjuntivo de haber posee formas analógicas: álga (haya), etc.
Los verbos en -ear, -iar se reducen a la forma[-lár] y muestran, además de los
rasgos morfológicos ya señalados para la segunda persona del singuIar, los
siguientes cambios vocálicos y acentuales:
Modo Indicativo: Tiempo Presente
1º persona del singular [' -ïo] (literaria, -eo).
3º persona del singular [' -ïa] (literaria, -ea).
2º y 3º personas del plural [' -ïan] (literaria, -ean).

Modo Subjuntivo:

Tiempo Presente
1 º y 3º personas del singular [' -ïe] (literaria, -ee).
2º y 3º personas del plural [' -ïen] (literaria,-eéis y -een).

Modo Imperativo:

2º persona del plural [' -ïen] (literaria, -een).

Se da también, por ultracorrección, el caso contrario en algunos verbos en -iar:


kambéa (cambia),baséa (vacia; vacía para algunos).
Hay neoformación de verbos. Con prefijo: afusilár < fusilar), amelkocárse <
melcocha), aflikár/ afrikár < fricar), eGkatrár < catre), emponcárse < poncho),
dehküerár < cuero), dehkarosár (< carozo), etc. Sin prefijo: fritár (freír), konár
('moler en la conana'; indigenismo), pordelantïár (llevar por delante), etc.
Hay verbos en [-ïár] que proceden de formas en -ar, como asadonïár
(azadonar), paHtïár (pastar).

Adverbio:

Se oyen entre viejos Y muy rústicos formas arcaicas tales como agora, ansina,
etc.
[áï] (ahí) es general [ánde] vale por 'adonde' y 'donde'
[tambïén] alterna Con [tamïén] y [tamén] , sobre todo en rústicos.
Los adjetivos lindo y feo funcionan, a veces, como los adverbios bien y mal,
respectivamente.

Preposición:

[de] toma la forma [e/ë] luego de voces terminadas en vocal: a xüérsa e púño (a
fuerza de puño), me alégro e bérlo (me alegro de verlo). A veces se cierra
hasta [ï]: kánca ï bóca (cancha de bochas).
Para generalmente tiene la forma [pa]; para el se contrae en [pal].
Según se oye: [según], [sigún], [asegún] o [asigún].
SINTAXIS.

Pronombre:

Se Usa mucho el reflexivo con complemento de interés (te me, se me, te nos,
se nos).
Se emplea el reflexivo con complemento especificativo de tercera persona (me
le, me les, te le, te les, Se le, se les, etc.).
Lo y la se usan como objeto directo; le, como objeto indirecto. Estas formas
pronominales se emplean mucho como expletivos.
Te se usa en algunas construcciones reflexivas con formas de la segunda
persona del plural o derivadas de ellas: ¡ aprétate! (¡ apriétate!), te sentáh (te
sientas).
Los pronombres enclíticos me, se, lo, la, le en las formas plurales exhortativas
tornan una -n: bayasén (váyanse), deçemén (déjenme),

Verbo:

Las construcciones perifrásticas son muy empleadas, Por ejemplo: báh a bér
(vas a ver 'verás'),á de yegár (ha de llegar 'llegará'), etc.
Adverbio
Recién se emplea antepuesto no sólo a participios sino también a formas
verbales y adverbios.
Nada refuerza las negaciones. no son nada; no bíno náda; no se murïó náda.
Se emplea mucho, con el mismo fin, la secuencia nada muy. nó se sïénte náda
muy bïén; nó lo kïéren náda eFpéso; no eN náda muï sérka.
Preposición
Se pierde de en frases tales como: ajíba ün tála (arriba (de) un tala); el bórdo el
jío (el bordo (del río).

LÉXICO

Tiene dos orígenes principales: el español y las lenguas indígenas americanas.


El léxico renqueño, como el habla rural de toda la Argentina, es esencialmente
la lengua rural de España con arcaísmos, voces provinciales españoles
(dialectalismos o regionalismos), voces castizas no empleadas en la lengua
general de la Argentina y voces españolas de la lengua general con cambios
fonéticos, morfológicos o semánticos; ya hemos visto varios ejemplos. En el
norte de San Luis, como en casi todo Cuyo, el oeste de La Rioja y Catamarca,
se nota un influjo chileno que aportó voces españolas modificadas e
indigenismos.
Las voces de filiación indígena no constituyen una proporción tan importante
del léxico como ocurre en el noroeste. Predominan los quechuismos, muchos
de los cuales han alcanzado gran extensión en América, como: achura, callana,
cancha, caracha, carancho, carpa, cóndor, cháguara, chala, chamico, charqui,
chaucha, chilca, chinita, chino, choclo, chucho, guacho, guanaco, guasca,
locro, mate, molle,
paico, pampa, pasparse, pichana, poroto, pupo, quincha, quirquincho, sanco,
vicuña, vizcacha, yapa, yuyo, etc. Otros quechuismos encontrados abarcan un
área menor: alpataco 'una planta', apachicado (ir apachicado 'ir sentado sobre
los hombros de alguno'), combo 'almádana de los mineros', canana 'un mortero
de piedra', curampín 'palito que sirve para extraer las larvas de las heridas
agusanadas de los animales', chasquillas 'tiras de cuero que penden de la
cabezada de las mulas de tiro y sirven para espantar los insectos', huincha
'ribete de la caronilla', pisingallo 'maíz córneo pequeño y puntiagudo que se
emplea para hacer rosetas', teste 'verruga', etc. Algunas pocas voces son de
origen araucano, como: cari 'gris plomizo', guata 'panza', 'vientre',palque 'una
planta', etc.
Existen varios indigenismos de filiación dudosa o desconocida: chañar, loconte,
piquillín, quimpe -todos nombres de plantas-; choco 'un perro pequeño',
matuasto 'un lagarto', patay 'pasta hecha con harina de algarroba', pioca 'una
paloma', etc.

Los guaranismos son los generales en la Argentina: aguaribay 'un árbol


medicinal', caracú 'tuétano', catinga 'olor a traspiración', tapera 'casa
abandonada', y algún otro. También son generales las pocas voces
procedentes de otras lenguas americanas como el náwatl, arawak, caribe, etc.
Para finalizar citaremos algunas voces españolas elegidas entre muchas que
poseen acepciones no registradas en la lengua literaria:

Bordo. masc. Orilla. Loma.


Pando, da. adj. Poco profundo.
Pelón. masc. Durazno pelado y secado al sol.
Proporción. fem. Cosa que se proporciona para un fin determinado.
Queso. masc. Terreno removido para clavar la taba al arrojarla.
Serenito. masc. Juego infantil denominado generalmente en la Argentina fideo
fino.

Apéndice

I. -Valor de los signos empleados en las transcripciones

/ / trascripción fonémica.
[ ] trascripción fonética (los corchetes se han empleado cuando se creyó que
eran necesarios, por razones de claridad).
Consonantes:

p -oclusiva bilabial sorda.


b -oclusiva bilabial sonora.
t -oclusiva dental sorda.
d -oclusiva dental sonora.
c -africada prepalatal sorda.
k -oclusiva velar sorda.
g -oclusiva velar sonora.
f -fricativa bilabial sorda.
b -fricativa bilabial sonora.
f -fricativa labiodental sorda.
d -fricativa dental sonora.
s -fricativa predorsodentoalveolar sorda.
r -fricativa alveolar sonora.
j -fricativa ápicoprepalatal sonora.
ç -fricativa palatal sorda.
x -fricativa velar sorda.
g -fricativa velar sonora.
F -`aspiración' con ligera fricción bilabiall sorda.
F -'aspiración' con ligera fricción labiodental sorda.
H -'aspiración' con ligera fricción dental sorda.
h -'aspiración' con ligera fricción palatal sorda.
h -'aspiración' con ligera fricción velar sorda.
M -nasal bilabial sorda.
m -nasal bilabial sonora.
m -nasal labiodental sonora.
n-nasal dental sonora.
N -nasal alveolar sorda ligeramente fricativa.
n-nasal alveolar sonora.
ñ -nasal palatal sonora.
G -nasal velar sonora.
l -dental lateral sonora.
L -alveolar lateral sorda ligeramente fricativa.
l -alveolar lateral sonora.
y -fricativa palatal sonora.
r -alveolar vibrante simple sonora.
Vocales:

a -central baja abierta.


e -anterior media abierta.
e -anterior media cerrada.
i -anterior alta cerrada.
o -posterior media cerrada.
u -posterior alta cerrada.
Semivocales, semiconsonantes o vocales no silábicas:

ë,ï,ö, ü.

No se indica el ensordecimiento de los segmentos sonoros inspirados.

II. Es de notar que el acento español, con excepción de los casos citados, es
intensivo-tónico; en dichas excepciones es sólo intensivo.

III.
-sílaba.
-.sílaba con vocal semilarga.
-: sílaba con vocal larga.
' acento intensivo-tónico principal.
' acento intensivo-tónico secundario.

VIII. USOS y COSTUMBRES

1. Actitud frente al visitante, distribución del día, diversiones, trabajos y


actividades

El aislamiento y la soledad de este pueblo dormido imprimen un sello


inconfundible al carácter de sus moradores.
Como toda la gente de campo, una vez vencida la natural desconfianza ante
personas extrañas cuya misión no entienden muy bien, abren las puertas de
sus casas y reciben al visitante con cordialidad y con menos reservas.
Con el clásico "reciban asiento" y el ofrecimiento del mate, comienza la
conversación sobre costumbres, comidas, remedios caseros, formas de trenzar
un lazo o de construir un apero de montar.
La vida tranquila de esta gente sólo se altera para mayo, cuando celebran la
fiesta del milagroso Señor de Renca.
Normalmente se levantan temprano, comen a las doce, no duermen la siesta y
a las veintiuna ya están descansando, después de comer a las veinte.
Las diversiones son escasas; casi no hay lugares ni ocasiones para ello (la
mayor fiesta del año es la del 3 de mayo; su descripción se hace por
separado).
En Renca los domingos por la tarde se hacen visitas o se realizan paseos por
el campo.
Algunos hombres se reúnen por la noche a jugar a las cartas.
En verano suelen ir a bañarse al río Conlara, y esta salida es motivo de
esparcimiento para grandes y chicos.
En las sierras se realizan reuniones en las cuales se hacen rifas. Los invitados,
al llegar, compran números de la rifa. Después se canta y se baila, con
acompañamiento de guitarra. Antes de finalizar la reunión, generalmente ya de
noche, se realiza el sorteo.
En carnaval concurren a los bailes que se efectúan en Tilisarao.
Algunos hombres trabajan en las canteras; salen de sus casas a la mañana y
regresan al anochecer.
Otros realizan tareas relacionadas con la construcción y cuidado de canales
para riego, y con la atención de los sistemas de regularización del caudal en los
diques y canales.
También emigran a Córdoba y Santa Fe en la época de la cosecha del maíz.
Son muy pocos los que viven de sus trabajos en cuero.
Según algunos informantes, se practica la forma de trabajo colectivo llamada
minga. Así suelen construir cada año la casa de un vecino.
Las mujeres se dedican a los quehaceres domésticos. La tarea de ordeñar las
vacas es propia de ellas; la realizan por la mañana temprano.
Los niños ayudan a sus madres en el barrido de las habitaciones y del patio, y
traen el agua de los picos de la plaza o del río.
En las afueras del pueblo, los niños son pastores y se encargan del cuidado de
cabras y ovejas.
Durante el tiempo de clases, van a la escuela a pie o en burritos. Los que viven
en las sierras deben atravesar el río. En el invierno, algunos vecinos les
ofrecen un vaso de leche caliente, al llegar al pueblo,
para mitigar en algo las consecuencias del intenso frío.
En algunas casas se cultivan hortalizas en pequeñas huertas y se crían
gallinas; los habitantes de los alrededores tienen, además, corrales para sus
cabras y ovejas.
Los días de fiesta, sábados y domingos, son aprovechados para sembrar maíz,
zapallo, y cuidar durazneros, ciruelos y nogales.

2. Aseo y arreglo de la persona

La dificultad para conseguir el agua y la falta de instalaciones adecuadas


influyen sobre las condiciones higiénicas de los renqueños.
En las galerías de las casas, sobre una mesita, se coloca una palangana con
agua. En la pared se cuelga un pequeño espejo y una cola de vaca con los
peines.
Niños y mujeres suelen peinarse a la tarde, y ofrecen un aspecto descuidado.
Sólo una o dos casas del pueblo tienen baño; las demás, un excusado, que se
halla en el patio, alejado de las habitaciones.
Durante el verano y aún en los días templados del otoño, la gente se baña en
el río.

3. Ciclo de la vida. Nacimiento, casamiento y muerte

a) Nacimiento y bautismo:

Cuando nace un niño, no lo bautizan de inmediato. Un vecino autorizado para


bautizar (según dicen, el cura le ha bendecido la mano), le echa el agua del
socorro.
Para buscar el padrino, preguntan a la persona elegida: "-¿Ud. lo va a alzar?"
Si los padres del niño cuentan con los medios necesarios, el día del bautismo
realizan una fiesta.

b) Casamiento:

Debido al escaso tiempo de permanencia en Renca, no se han reunido datos


acerca de costumbres típicas con respecto al casamiento.
La fiesta que celebra este acontecimiento depende de la posición económica
de los contrayentes.

c) Muerte:

Se han podido anotar algunas costumbres interesantes con respecto a la


muerte, velatorios de personas mayores y de "angelitos", y culto de los
muertos.
La gente dice que cuando "alguien está por cortarse", uno de los asistentes le
hace el signo de la cruz para que tenga un bien morir.
El cadáver es colocado sobre una mesa cubierta con una sábana. Después de
algunas horas lo ponen en el cajón.
En la cintura del muerto atan un cordón; en el mismo se pueden hacer hasta
veinticuatro nudos.
Es costumbre vestir al muerto con su mejor traje y colocar en el cajón ropas y
alhajas. Es necesario tener cuidado de no dejar en sus ropas ningún, botón y
cortar los tacos del calzado (zapatos o botas).
La gente cree que si así no se hace, después de transcurrido un tiempo los
botones hacen ruido y se oye taconear, pues el alma no descansa en paz.
El cajón es llevado a pie al cementerio. Si una persona lleva el ataúd de un
pariente, el "alma lo llama" y la persona muere al poco tiempo. Por eso, en
cuanto un deudo toma la manija del cajón. "corre un contribuyente" a sustituirlo.
Al muerto le hacen un novenario, que consiste en rezar durante nueve días el
rosario y la novena de las Ánimas.
El "novenario del alma fresca" (del muerto reciente) tiene que ser rezado justo
cuando "se clava el sol", explicó un informante, y agregó que al terminar el rezo
de la novena hay comida para todos los asistentes.
El día lunes se llevan flores a los muertos. También se encienden velas, no
enteras, sino de "cuatro dedos".

Velorio del angelito:

Llámase "angelito" a una criatura fallecida.


Para velar al angelito, se lo sienta en una silla.
En la cintura le atan un cordón qUe debe tener "nueve brazos y ser de hilo
retorcido". Brazo es la medida que corresponde a la longitud de ambos brazos
extendidos, del extremo de una mano al extremo de la otra.
En el cordón se pueden hacer hasta doce nudos.
Utilizan una técnica especial; tomando como eje el dedo índice, se dan dos
vueltas con el cordón a su alrededor, sin apretar mucho; después se pasa el
extremo del cordón por el centro de las dos lazadas.
"No puede ir un nudo encima de otro, porque el alma del angelito sufre".
Cuando muere la persona que ha hecho el nudo, su alma se apoya en éste y el
angelito la lleva al cielo.
Al angelito le ponen, además, alitas de papel y le hacen una corona de palma.
Para formar la corona, toman una rama y hacen con ella una vincha. En la
vincha sujetan otras dos, ramas en arco, que se cruzan perpendicularmente
formando bóveda. En la parte superior de la corona se coloca una crucecita de
palma y en las cuatro uniones de las ramas con la vincha, flores.
Cuando el angelito es colocado en el cajón, la corona se entrega a la madrina.
Como es típico en los "velorios del angelito" de todas las provincias, informan
que aquí también es alegre; se cuentan cuentos, se juega al anillo, a "vender el
cordero", y los que pierden deben pagar prenda.

IX. FIESTAS y CEREMONIAS

FIESTA DEL SEÑOR DE RENCA

De las fiestas religiosas que se celebran en la provincia de San Luis, no es


exagerado afirmar que la fiesta del Señor de Renca ocupa el primer lugar por la
cantidad de personas que congrega, por la resonancia en otras provincias y por
el número de años en que viene recordándose la hermosa tradición del Señor
del Espino.
Leopoldo Lugones, en uno de sus Romances del Río Seco -el que titula
precisamente "El Señor de Renca "-, nos dice:

Es de ver, para la fiesta,


la gente acampada al raso:
van fieles de todo Cuyo
y hasta porteños, de paso.

Las coplas con que se canta el gato "Criollo renqueño" nos dan la fecha de la
fiesta, cuando dicen:

Pa' los pagos de Renca


voy con mi bayo,
tres de mayo se acerca
fiesta del año.
Fiesta del año ¡ay sí!
de los puntanos;
de día promesando,
luego cantando

En efecto, como lo dice la copla, el 3 de mayo es el día del Señor de Renca. La


fiesta comienza el 24 de abril, primer día de la novena que se reza en honor del
milagroso Señor del Espino.

Preparativos:

Aun cuando ya se ha venido pensando en la fiesta desde bastante tiempo


antes del mes de mayo, los preparativos comienzan recién en los días que
corresponden a la novena.
Muchos vecinos hacen arreglos en sus viviendas; la mayoría las pintan.
En aquellas casas donde se "armará una carpa", se reúnen los dueños y
parientes para ponerse de acuerdo sobre la forma de prepararla y de conseguir
los materiales, proyectar las comidas que serán más convenientes, calcular la
cantidad de alimentos que se han de comprar, contratar a los músicos y
conseguir el permiso de la policía.

Carpas:

Las carpas son lugares cerrados y techados con lonas o arpilleras, en los que
se venden comidas y bebidas, se canta y se baila; no subsisten al terminarla
fiesta.
Se arman en los patios de las viviendas, en los terrenos vacíos de
construcciones que hay en las manzanas que rodean la plaza de Renca, y
entre los carros, camiones o sulkys que forman ángulo en el lugar denominado
"el baldío".
Algunas carpas limitan espacios pequeños (como las construídas frente a los
carros o entre los mismos); otras son muy amplias (como la armada en el patio
de la casa de la familia Sosa).
Para poder "armar la carpa" se necesita permiso de la policía. Llenado este
requisito, visitantes y vecinos de Renca se dedican a trabajar con entusiasmo
para tener lista su carpa durante los días de la novena.
Obtenidos los materiales, plantan los horcones o postes; a éstos atan los
travesaños con alambres. Si la carpa es muy grande, se cruzan alambres entre
los travesaños, para ayudar a sostener la lona o la arpillera que oficiará de
techo. Junto a las improvisadas paredes ponen tablones, apoyados sobre
cajones o troncos bajos, que se usan como asientos.
Como en casi todas las carpas se sirven bebidas, se instala en ellas un
mostrador, mesas y sillas (algunas plegables y de hierro). Se alumbran con
faroles de querosén.
Se ha dicho que las carpas también se instalan entre los carros, camiones o
sulkys que forman ángulo en el lugar llamado "el baldío". Éste ocupa una
manzana sin edificios, situada frente a una de las esquinas de la plaza.
En "el baldío" se ubican los vehículos, uno junto a otro, formando un ángulo
recto cuyo vértice señala la plaza. Entre uno y otro vehículo, o entre uno de
ellos y dos horcones, se extiende la lona o arpillera que techa la carpa y la
cierra en su parte posterior. Vehículos y carpas están orientados hacia el
interior de "el baldío".

Carros falderos:

Entre los medios de transporte nombrados más arriba se destacan los "carros
falderos", así llamados porque vienen de la falda de las sierras. Llevan a Renca
productos para vender: uvas, granadas, nueces, higos secos, orejones de
durazno, chorizos, fiambre de cerdo, pollos, carne para asar, vino criollo, y
también tejidos y baratijas.
Además transportan lo más indispensable para su permanencia y subsistencia
durante los días que estarán en Renca: mesa, bancos, utensilios de cocina y
de mesa, y bastante ropa, pues las noches son muy frías.
No siempre los dueños de "carros falderos" van a Renca sólo por interés
comercial. Los hay que van a cumplir promesas y, "de paso", llevan "algunas
cositas para vender", según su propia confesión.

Carros de promesantes:

El carro de promesante se distingue del carro faldero. Los promesantes se


ubican en el interior del "baldío"; van a Renca en cumplimiento de una
promesa, aunque ello les signifique muchas incomodidades y sufrimientos.
Llama la atención un viejo carro de ruedas más bien pequeñas; los costados de
la caja han sido reemplazados por chapas de cinc y su única vara es un tronco
de árbol al que se le ha quitado la corteza.
Debajo del carro los promesantes han armado una especie de habitación,
cerrando los lados con pedazos de arpillera. Sobre el suelo han improvisado
las camas con mantas, arpilleras y bolsas.
Cerca de los carros y hacia el lado que queda resguardado del viento, hacen el
fuego, directamente sobre el suelo. La leña la traen ellos mismos o la compran
en Renca.

Puestos:
Además de las carpas, en las calles adyacentes a la plaza se instalan
"puestos". Están formados por una mesa o mostrador, sobre el cual están
expuestos los artículos en venta: ponchos y chalinas; mates y yerberas de
algarrobo y de retamo; estampas; medallas y cuadros; baratijas, etc. En otros,
en cambio, hay una ruleta y premios para los ganadores.
Algunos puestos completan su instalación con una lona que hace las veces de
pequeño techo, y con tablas de poco espesor o cartones que cierran uno o
ambos costados, dejando libre el frente para los compradores y el fondo para
que se ubique el vendedor.
Los puestos más simples son los instalados directamente en el camión o carro,
que se ubica junto la plaza sin ningún agregado.
Entre los dueños de puestos está el que tiene una culebra, que utiliza para
llamar la atención de su posible clientela.

Comidas:

Entre los alimentos para los días de fiesta, la preparación de empanadas ocupa
un lugar importante. Generalmente, una o dos mujeres van a ayudar a la dueña
de casa para la preparación de las empanadas, que serán servidas en su
misma mesa, enviadas a las carpas o vendidas por las calles; en este último
caso, los chicos son los encargados de la venta.
Además de las empanadas, son comidas preferidas: el asado, los chorizos y
los pollos hervidos. Como se ve, buscan que los alimentos sean de sencilla
preparación, porque de lo contrario sería imposible preparar toda la comida
necesaria para la gran cantidad de personas que día a día han ido llegando a
Renca. Esto sin contar a los que han viajado en carros, sulkys y camiones,
quienes transportan y se preparan su propia comida.

Transporte:

Mucha gente llega en tren hasta Tilisarao desde Córdoba, Villa Mercedes y
otras localidades de la provincia de San Luis, Mendoza y aun de Buenos Aires.
Desde Tilisarao cubren la distancia que media hasta Renca en automóvil,
camión, chatita o sulky.
No faltan quienes recorren el camino a pie, ni quienes llegan desde más lejos
en bicicleta, como aquel peregrino que, habiendo salido de la ciudad de San
Luis y pasado por Villa Mercedes, encontramos ya próximo a Renca. También
llega gente a caballo.
Este año, para el transporte de pasajeros entre Renca y Tilisarao, se contó con
un "trencito" formado por un camión y dos acoplados, que efectuaba varios
viajes diarios.

Alojamiento:

Las casas de familia se ocupan con los parientes, amigos o conocidos. El


número de personas se acrecienta con los promesantes que van llegando
durante la tarde y la noche de la víspera de la fiesta. Todos los alojamientos
resultan insuficientes; hay quienes se conforman con un lugarcito bajo techo y
quienes duermen al raso, cubriéndose unos y otros sólo con algunas mantas.

La víspera:

En la noche de la víspera -el 2 de mayo- la fiesta ha llegado a su apogeo.


Renca ha adquirido un aspecto diametralmente opuesto al que le es habitual;
por todos lados se ve gente, luces, animación.
La novena está concurridísima y mientras se reza muy pocas personas andan
por las calles. Pero una vez concluida, una gran animación llena las calles y las
carpas. Es un ir y venir de personas que recorren los distintos lugares donde se
come Y se bebe. En muchas partes se canta y se baila al compás de guitarras,
bandoneones y orquestas de las conocidas con el nombre de "características"
y cuyos instrumentos (clarinete, batería, contrabajo, saxofón) y repertorio
(especies musicales foráneas) ponen una nota discordante en el tradicional
pueblo de Renca. Las orquestas actúan solo en dos carpas.
En otras, guitarras acompañan el canto nativo, especialmente las tonadas
cuyanas. Al compás de gatos, zambas y valses que interpretan guitarreros y
bandoneonístas, bailan algunas parejas. Pero la mayoría de los concurrentes a
las carpas prefiere escuchar o mirar mientras come algunos bocados,
acompañados por abundante bebida.
El ambiente de las carpas es, en general, tranquilo, aun en esta noche de la
víspera. No hay alegría desbordante, gritos, risas ni peleas. Sólo en el beber no
se tiene mesura, y jóvenes y viejos beben hasta no poder mantenerse
erguidos.
La noche del 2 de mayo casi nadie duerme.

El día de la fiesta:

El día 3, temprano, comienzan las misas. Todas están muy concurridas y la


iglesia resulta pequeña para albergar a tantas personas. Durante toda la noche
anterior y en la misma mañana del día 3 han seguido llegando promesantes,
devotos y viajeros.
Después de la misa solemne se realiza la procesión alrededor de la plaza. La
imagen del Señor de Renca es llevada en andas, las que han sido adornadas
con flores.
Urbano J. Núñez, en su Historia del Señor de Renca, al referirse a la procesión
realizada en 1860, cuenta que la imagen era llevada en andas al son de música
ejecutada con violines, triángulo y bombo.
En 1956 la procesión no llevó acompañamiento musical; en cambio, una
enorme cantidad de devotos acompañó al milagroso Señor del Espino.
Con la procesión terminan las ceremonias religiosas. Comienza luego el
regreso, aunque no todos se vuelven inmediatamente.
Muchos de los llegados esa misma mañana han traído lo necesario para el
almuerzo y se instalan en la plaza o junto al río Conlara. Durante toda la tarde
continúa el éxodo.
Comienzan a levantarse los puestos y a desarmarse las carpas. Al anochecer
ha terminado toda actividad. Los lugareños y los visitantes que aun
permanecen en Renca, rendidos de cansancio, se acuestan temprano.
Al día siguiente se van los últimos carros, y con ello Renca vuelve a retomar su
tono de vida.
Aunque no es exactamente nuestro caso, concluimos con los versos de

Lugones:

Cae la fiesta el tres de mayo,


y eso fue lo que yo vi,
una vez que en mis andanzas
llegué a pasar por allí.

BIBLIOGRAFIA

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Hispanoamericana, VI (Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto
de Filología, 1949).

*** FIN ***

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