Gris PJM JJK 161396437 - 230905 - 210512

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Gris [PJM+JJK]

Stigma

Published: 2020
Source: https://www.wattpad.com
[00]

Jeon Jungkook estaba a mitad de camino.


Perdido, entristecido, incompleto. Quizás, puede que sólo
era incomprendido. Como el hermano de en medio. Como el
moderador imparcial de los debates, quizás el secretario.
Como el sujeto condenado a la objetividad, por tanto su
opinión jamás sería expresada. Jungkook no estaba ni al
inicio donde la oscuridad era nula, ni al final donde la luz
alcanzaba su punto máximo. Él estaba en medio donde todo
era malditamente gris.
Desde niño, había escuchado como las personas
asociaban la negatividad a su color. El gris estaba falto de
pasión y emocionalidad. Jungkook lloró el día que descubrió
que el marchito, inestable e inseguro gris era
definitivamente su color. Pero los años trajeron consigo la
aceptación.
Jungkook había aceptado su solitaria vida, seguro de que
jamás habría alguien capaz de proclamar a viva voz su amor
por los días grises.
Hasta que conoció a Park Jimin.
Y aunque Jimin estaba lleno de preciosos colores como la
mayoría en el mundo, sólo necesitó un tiempo para amar
ese culposo gris. Tan serio, tan conservador, tan
exquisitamente inteligente. En pocos tonos resultando tan
calmo. En tantos tonos, en tantos contrastes, tan lleno de
personalidad y carácter como una bella fotografía en blanco
y negro; esa misma capaz de emocionar a todo corazón
humano. Porque, al fin y al cabo, el gris seguía siendo un
color. Un color que se volvió inigualable ante sus ojos.
Sí. Fue inigualable la manera en la que Jimin se enamoró
de Jungkook.
Nota:
Un estreno para darle la bienvenida a la primavera (8 (o al
otoño para la otra mitad del mundo).
Francamente, esta historia tocará cierto tema que me
hace sentir totalmente comprometida con ella. Hay un
grupito en especial al que espero llegar, y es por esos
quienes que necesitaba sacar sí o sí esta idea a luz,
trabajarla y (de verdad espero) concluirla.
Creo que con el paso de los capítulos lo entenderán mejor,
decir más sería dar mucho spoiler (?).
Playlist

· Canciones principales:
―Stop the rain, Day6 [Jungkook].
―My I, Seventeen Jun & The8 [Jimin].
―So cool, Day6 [Jimin – Jungkook].
―Colors, Day6 [Jimin - Jungkook].
―Rainbow, Kacey Musgraves [Jungkook – Jimin].
―Sorry, The Rose [Hoseok - Jungkook].
―Shoot me, Day6 [Taemin-Jimin].
―Help, 10cm [Taemin-Jungkook].
―Better better, Day6 [Yoongi – Seokjin].
―Hug, Seventeen [Namjoon – YooJung].
―I like you, Day6 [Jeonghwa – Taehyung].

Nota:
1. Las canciones extras serán agregadas a esta parte una
vez finalice la historia.
2. Hay dos canciones de Jimin a Jungkook, porque es el
periodo de transición en su relación (de parte de Jimin).
3. Si son nuevas o nuevos leyendo esta historia, no es
necesario que escuchen estas canciones para entenderla.
La lista de reproducción es sólo material extra para
comprender con mayor profundidad las relaciones entre
personajes.
[01]

Jimin se detuvo en la entrada de su facultad y miró hacia el


cielo, dejando escapar un pesado suspiro. El cielo estaba
gris, lleno de nubes oscuras que amenazaban con traer
lluvia a la ciudad, y él gimoteó debido a que ese día había
salido sin un paraguas. Negó con la cabeza, resignándose al
mal tiempo, y salió del edificio en dirección al comedor,
pues había quedado de almorzar junto a Taehyung.
Taehyung era el mejor amigo de Jimin. Se habían conocido
durante el instituto en primer año y se volvieron
inseparables a partir de entonces. A pesar de que
actualmente Taehyung estaba estudiando actuación teatral
y él danza, siempre intentaban encontrar huecos en sus
horarios para poder coincidir. Cualquiera de ellos podía
evitarse el ajetreo y almorzar directamente con sus
compañeros de la misma carrera, pero siempre las cosas
parecían ir mucho mejor cuando estaban juntos, por lo que
la dedicación lo valía.
Ingresó al comedor, sintiéndose súbitamente cansado al
ver lo lleno que estaba el lugar. Seguramente, debido al mal
tiempo, muchos estudiantes habían desistido de ir
demasiado lejos. Otra razón para odiar los días grises. Hizo
fila, intentando dar con el paradero de Kim, quien por
mensaje le había dicho que ya había reservado lugar para
ambos, y se encontró caminando por todo el comedor en
busca de aquel chico al no recibir respuesta cuando intentó
llamarle. Estaba comenzando a sentirse abrumado.
Sus ojos miraron de manera acusadora a su mejor amigo
cuando lo encontró a sólo unas mesas de distancia
hablando animadamente con alguien, pero toda muestra de
reproche se desvaneció al ver al desconocido que le
acompañaba. Probablemente era la primera vez que los ojos
de Jimin se abrían tanto. Y si ese encuentro hubiera sido
obra de cupido que había decidido enseñar sus flechas, de
seguro la bandeja habría resbalado de sus manos. Pero no,
él no estaba experimentando un flechazo y mucho menos
un amor a primera vista, simplemente se había topado con
el chico más precioso que había visto en la universidad
hasta entonces.
Se acercó cuidadosamente, tal como un depredador que
estudiaba el comportamiento de su presa antes de
atreverse a cazarla, y Taehyung sintió un escalofrío recorrer
su columna cuando una intensa mirada cayó sobre él.
―Jimin ―Le miró, deteniéndose en su particular sonrisa
que usaba cada vez que deseaba pedir algo; no necesitó ser
un genio para saber qué era lo que quería. ―Puedes tomar
asiento si gustas
―Si no es una molestia... ―Miró de reojo al castaño que
sólo comía en silencio y se sentó al notar que este no
agregaría nada.
Taehyung puso los ojos en blanco cuando el bailarín miró
descaradamente al joven frente a ellos, casi como si
exigiera que este le devolviera la mirada. Jimin jamás se
había caracterizado por salir con un montón de chicos, él lo
sabía, pero no podía negar que su mejor amigo era un
amante de la atención. Y sí, evidentemente, Park quería la
atención de Jeon.
Jimin peinó sus cabellos hacia atrás agraciadamente,
enseñando su sonrisa irresistible ante la idea de que el
desconocido se animaría a mirarlo en algún momento, y sus
labios rápidamente formaron una mueca cuando aquello no
sucedió. Pero bien, ¿la comida estaba tan buena como para
que ese chico sólo mirara su bandeja mientras continuaba
comiendo?
Jimin le lanzó una mirada interrogante a su amigo,
queriendo saber de dónde había sacado a ese lindo
espécimen, y este sólo negó con la cabeza, sin querer
hablar cuando Jungkook todavía estaba ahí, incluso si
estaba siendo completamente ajeno a ellos. El rubio suspiró
con cierta resignación, comenzando a comer de una vez, e
intentó conservar su línea aun si quería poner sus manos
sobre el lindo castaño. Ya habría tiempo para que sus
miradas coincidieran e hicieran conexión inminente, ¿no?
Taehyung sintió un segundo escalofrío al ver la sonrisa
maliciosa de Park mientras sus mejillas estaban rellenas de
comida. Dios, él conocía esa maldita sonrisa. Jimin sonreía
así siempre que parecía encapricharse con alguien.
―Entonces... ―Jimin tragó su comida, dándole una
simpática mirada al desconocido. ―¿Tú eres...?
―Jeon Jungkook ―Respondió Taehyung por él, consciente
de que el muchacho no respondería por sí mismo. Jimin
quiso darle un empujón por ser malditamente entrometido.
―El comedor estaba lleno cuando llegué y me ofreció
compartir mesa ―Intentó sonreír, pero era difícil hacerlo si
su mejor amigo miraba al castaño como si quisiera ponerle
una correa y llevárselo a casa.
―Oh ―Y eso era todo. Jimin no insistió y se dedicó a ver
curiosamente al chico que terminaba de comer.
Jeon Jungkook era precioso. Jimin no podía decirlo con
certeza debido a que estaba sentado, pero estaba seguro de
que el castaño tenía buen porte. Y buen cuerpo, para variar.
Su ropa era demasiado simple para hacerlo lucir, pero
presentía que él se escondía bien bajo ella. Sus cabellos
castaños oscuros parecían perfectos para enredar tus dedos
ahí y estuvo a punto de extender sus manos hacia él para
tocarlo y comprobarlo por sí mismo. Lamentablemente,
estaba seguro de que Taehyung lo golpearía por ser tan
jodidamente invasivo. Carraspeó, intentando llamar la
atención del desconocido, y su mirada se volvió filosa al no
conseguirlo ni en lo más mínimo. ¿Pero qué pasaba con él?
Jungkook terminó su comida y Jimin casi babeó sobre su
bandeja cuando el muchacho finalmente alzó su vista
después de lo que pareció una eternidad. Él tenía los ojos
más grandes y expresivos que en su vida había visto. Y su
rostro tenía un toque aniñado que te hacía querer llenarlo
de besos por todas partes. El rubio hubiera suspirado
embelesado ante su linda imagen si eso no le habría
expuesto demasiado ante su interés. Y Jimin se apegaba
completamente a esa regla: jamás se muestra demasiado
interés.
―Debo irme, Taehyung-ssi ―Habló, sin dirigirle en ningún
momento la mirada a su acompañante. ―Provecho ―Y sin
decir más, se levantó con su bandeja y se alejó del lugar.
La boca de Jimin cayó con incredulidad; aquel chico
definitivamente le había ignorado hasta el final. Giró
rápidamente hacia el joven de cabellos grisáceos, queriendo
llenarle de preguntas, pero se vio interrumpido por una
tercera persona que ruidosamente tomó asiento frente a
ellos.
―Oh, Dios, ¿de verdad Jeon Jungkook acaba de compartir
mesa con ustedes? ―Ambos chicos voltearon a ver a
Jeonghwa, quien les miraba con interés. ―Impresionante
Jimin alzó sus cejas, confundido. Jeonghwa era compañera
de Taehyung en actuación teatral y constantemente
compartía con ellos, pero era primera vez que le escuchaba
hablar de otro chico. ¿Y qué tenía de impresionante que
Jungkook estuviera con ellos, de todas formas? ¿Era alguien
famoso y sólo ahora se enteraba? El rubio estaba
completamente seguro de ser lo suficientemente bueno
para compartir mesa con quien sea. Y Jungkook eran lindo,
pero no de otro mundo.
―¿Por qué es impresionante? ―Preguntó finalmente al
notar que la chica estaba más interesada en comer.
―Difícilmente se le ve acompañado ―Tragó lo que tenía
en la boca.
―¿Qué es eso? ¿La gente lo sigue como para saber tal
cosa? ―La pelinegra sonrió.
―No diría que tiene acosadoras, pero definitivamente es
muy popular ―Afirmó con total convicción. ―Es el chico
más guapo del departamento de comunicación e imagen, es
una lástima que sea tan reservado ―Expresó con pena,
recuperando rápidamente su ánimo. ―Entonces, ¿lo
conocen?
―Le pedí un favor la semana pasada ―Taehyung
finalmente habló. ―El fotógrafo que iba a asistir a la fiesta
de aniversario de mis tíos tuvo problemas y canceló a
última hora. Le prometí a mi tía que le ayudaría a encontrar
a alguien, puesto que todas las personas que ellos conocían
ya tenían la agenda ocupada ―Aclaró su garganta al notar
que sus amigos le pedían con la mirada que llegara al
punto. ―Bien, había escuchado sobre Jeon, él es muy
famoso por sus fotos. Lo contacté mediante un amigo y
finalmente me acompañó el sábado a la fiesta de mis tíos
―Rascó su barbilla. ―Sólo eso
―Oh ―La chica asintió. ―Ahora que lo dices, también he
escuchado rumores de sus dotes como fotógrafo, parece ser
alguien con gustos peculiares ―Rió divertida, llenando su
boca de comida después.
―¿Qué gustos peculiares? ―Preguntó rápidamente Jimin,
pero ella sólo le lanzó una mirada maliciosa. ―¿Qué
significa eso?
―Como sea ―Kim intervino rápidamente. ―Lo mejor será
que desistas de él, he escuchado que no sale a citas
―¿Qué? ¿Ya le has puesto los ojos encima? ―Jeonghwa
masticó perezosamente su comida mientras miraba al rubio.
―Taehyung tiene razón, mejor tira la toalla ahora y no
pierdas el tiempo. Sé que él es guapo y, Dios, es un sí a
todo para la mayoría en este lugar, pero Jeon Jungkook no
es más frío sólo porque no es de Oymyakón ―Rió en voz
baja, recibiendo una mirada extraña de ambos chicos. ―El
pueblo más frío del mundo ―Aclaró.
―No eres graciosa ―Espetó Jimin, provocando que ella
entornara los ojos. ―¿Y de dónde nace toda esa falta de fe?
―Peinó su cabello con sus dedos. ―Ah, chicos, como si no
me conocieran ―Y ahora sonrió, rebosante de seguridad.
―Soy Park Jimin, todos caen ante Park Jimin
Y era cierto. Jimin no amaba la atención por nada, él la
amaba porque sabía que podía obtenerla con algo tan
sencillo como peinar su cabello con sus dedos. Chispas
salían en todas las direcciones cada vez que los ojos ajenos
se posaban en él. Las personas le miraban embelesadas
cada vez que sus pies tocaban un escenario. Jimin vivía por
ello; por la devoción del resto. Y si alguien resultaba ser un
hueso duro de roer, entonces se aseguraría de agregar una
sonrisa al movimiento agraciado de sus cabellos. Y no
porque él gustara de ese hueso, ¡por supuesto que no!
Sencillamente, Park no aceptaría que un corazón no se
sintiera encantado por él.
Todos, absolutamente todos, debían caer por él.
―Hmm, increíblemente hasta tú puedes sonar como un
idiota a veces ―Lo señaló con sus palillos su amiga. ―Mira,
él ha rechazado a una fila infinita de pretendientes. No está
ni remotamente cercano a mostrar interés en una mujer
―Bingo ―Chasqueó con los dedos. ―Tú lo dijiste:
mujeres. De seguro patea hacia el otro bando. ¿Y sabes
quién es hombre? ―Golpeó su pecho. ―Pues sí, Park Jimin
―Aish, deja de hablar de ti en tercera persona ―Se quejó
Taehyung. ―Y, en serio, deberías escuchar a Jeonghwa,
Jungkook no es fácil, y tú eres amante de las personas que
se dan fácilmente
Personas que se dan fácilmente, Jimin se hubiera sentido
agraviado con ese término si no hubiera sido tan
crudamente acertado. Porque sí, todos se daban fácilmente
ante él. ¿Era su culpa? Por supuesto que no.
―Eso puede sonar un tanto ofensivo ―Jimin frunció sus
labios. ―Es verdad que prefiero que mis objetivos vengan a
mí ―Habló francamente de los chicos en los que estuvo
interesado en el pasado. ―Pero también puedo poner de mi
parte ―Aseguró, llevando una mano a su pecho. ―No nací
como un chico lleno de encantos por nada
―¿De verdad estás diciendo que estás dispuesto a
esforzarte? ¿Por él? ¿Por Jungkook? ―Taehyung no daba
crédito de lo que oía. Su mejor amigo era demasiado
cómodo y orgulloso como para mover un dedo por alguien.
Usualmente bastaba con que él sonriera para tener a quien
quisiera a sus pies.
Y esa era la realidad, nadie jamás le diría que no a Jimin.
Por eso prefería que evitara a Jungkook pues, por lo poco
que sabía de él, aquel chico definitivamente huiría
despavorido. Y no sabía si Jimin estaba listo para
experimentar su primer rechazo.
―Evaluaré el terreno primero ―Corrigió el rubio ante la
mirada dudosa de Kim. ―Y si debo moverme un poco, ¿por
qué no? ¿Al menos le has mirado? Si él se ve así de bien
usando ropa fea, de seguro se verá mucho mejor sin ropa
―Jeonghwa cubrió su boca, falsamente escandalizada. ―Te
lo estás imaginando desnudo, ¿cierto? ―Sonrió
burlonamente hacia su amiga, quien agitó eufóricamente
con la cabeza en respuesta.
―Dios me libre, es un niño ―Dramatizó con una mano en
su corazón. ―De todas formas, él no viste feo, sólo
demasiado ordinario, las capuchas lo hacen ver un poco
sombrío. Obviamente, podría sacar más provecho de su
aspecto y... ¡no puedo creer que vayas a esforzarte sólo
porque quieres acostarte con él! ―Miró al de cabellos
cenizos. ―Kim Taehyung, ¿qué clase de pecador eliges por
mejor amigo?
Jimin rió en voz baja, divertido por la exageración de
Jeonghwa. Taehyung, por su parte, suspiró con aflicción
mientras escuchaba a ese par de lunáticos. ¿Por qué tenía
un mal presentimiento de todo eso? Incluso sabiendo de las
capacidades de su amigo, estaba mucho más seguro del
hecho de que Jungkook no era un objetivo sencillo. Y maldita
sea su descuido por juntar a esos dos esa tarde en la misma
mesa.
Aunque quizás, desde un principio, Park Jimin tenía que
saber de la existencia de Jeon Jungkook.
◆◇◆◇◆
―No te daré el número de Jungkook ―Fueron las primeras
palabras que dijo Taehyung cuando al salir de su salón se
encontró con el sonriente rostro de su mejor amigo.
La sonrisa de Jimin desapareció de su boca y su ceño se
frunció. Aunque había pasado días insistiéndole a Taehyung
en que le diera el número del castaño, este no estaba dando
su brazo a torcer. ¿Acaso él no podía entender que quería
contactarlo por razones profesionales? ¡Era injusto que
simplemente le negara la oportunidad!
―No sabía que eras tan egoísta, Tae ―Refunfuñó,
siguiendo sus pasos. El aludido entornó los ojos ante el tono
recriminatorio del mayor. ―Has sido un hermano para mí los
últimos años. ¿De verdad permitirás que un chico arruine lo
nuestro?
―Estás exagerando ahora ―Se detuvo, girándose a verlo.
―Y no te daré el número de Jungkook porque simplemente
está mal. ¡Tú no vas por ahí dando números ajenos!
―Bien ―Acomodó su bolso deportivo sobre su hombro,
sonriendo nuevamente. ―Entonces envíale un mensaje
hablándole de mí. Di algo como "mi mejor amigo está
interesado en una sesión fotográfica de tu parte, ¿está bien
si le doy tu número de contacto?", algo así. ¿No es
suficiente? ―Taehyung sólo le miró, inexpresivo. ―¿Qué?
―Rechistó. ―¿Cómo podría estar eso mal? ¿Acaso no hiciste
algo parecido?
―En realidad... alguien nos presentó ―Murmuró. ―De
acuerdo, sígueme ―Le dio la espalda, comenzando a
caminar apresuradamente.
Jimin no tardó en ir tras de él, preguntándose qué se le
había ocurrido. Se detuvo súbitamente cuando Taehyung
también lo hizo, justo frente a las grandes puertas del
teatro. Asomándose detrás de él cuando este empujó una
de las puertas, quiso saber qué era lo que buscaba su
mirada. Un chico de hombros anchos y cabellos azabaches
hablaba con sus compañeros antes de que girara a ver
quién había entrado. Taehyung saludó con una reverencia a
sus superiores, quienes rápidamente volvieron a su charla
tras corresponderle, y el chico de cabellos oscuros fue el
único que sonrió para dirigirse hasta él.
―Buenas tardes, hyung ―Saludó Taehyung. ―Espero no
estar molestando
―Qué va, la clase de creación escénica terminó hace unos
minutos. ¿Hay algo en que te pueda ayudar?
Taehyung asintió, apartándose para que el mayor pudiera
ver completamente al chico que le acompañaba. Jimin miró
con curiosidad al desconocido, ahora más de cerca.
Teniéndolo a sólo un paso de distancia, era imposible no
reconocerle. Kim Seokjin era un estudiante de octavo
semestre en actuación teatral y, aunque era conocido por
protagonizar muchas de las obras realizadas por la
universidad, lo cierto era que su cara había salido más de
una vez en revistas juveniles. Seokjin había comenzado a
trabajar como modelo desde hace unos años y no había
nadie en la universidad que no lo conociera.
Las miradas de ambos jóvenes se encontraron. La de
Seokjin curiosa y la de Jimin un tanto apenada; le
avergonzaba pararse con tanta confianza frente a un chico
que parecía estar listo para saltar al estrellato.
―Él es Park Jimin, mi mejor amigo ―Lo presentó Taehyung
al notar que había quedado mudo. Jimin no tardó en hacer
una pequeña reverencia. ―Estudia danza aquí. Resulta que
está interesado en unas sesiones fotográficas y he pensado
que Jungkook era el indicado para el trabajo ―Mintió sin
vergüenza. Jimin quiso chasquear con la lengua al recordar
que Taehyung desde un principio estuvo en desacuerdo con
aquel plan.
―Oh, un cliente, de acuerdo ―Sonrió con cierta diversión.
―Jungkook siempre parece muy ocupado, pero estoy seguro
de que podrá hacerse tiempo si se lo propone
―¿Es así? ―Taehyung pareció más relajado. ―Perdón por
venir a molestarte aquí con esto, quizás sólo debí darle su
número
―No, está bien que hayas venido por mí ―Rió
ligeramente. ―Jungkook no responde mensajes ni llamadas
de desconocidos, así que Jimin jamás habría obtenido
respuesta de su parte ―Les dio la espalda. ―Si no tienen
nada que hacer, pueden esperarme unos cinco minutos y
prometo llevarlos con Jungkook
―Muchas gracias ―Fueron las únicas palabras que
salieron de labios de Jimin. Seokjin le regaló una breve
sonrisa antes de regresar con sus compañeros.
Taehyung suspiró, apoyándose contra la pared. Jimin miró
con inquisición a los chicos mayores de actuación teatral
antes de girar hacia su mejor amigo.
―Dime algo ―Habló en voz baja. ―¿Qué tiene que ver
Seokjin con Jungkook?
―Es su mejor amigo
―Ah, los chicos guapos se llevan bien entre ellos
―Taehyung dio un golpe en su frente, preguntándose de
dónde nacían las conclusiones del rubio. ―¿Cómo se habrán
conocido?
―No lo sé, pero son compañeros de piso también,
supongo que esa es la razón ―La mirada de Jimin se
iluminó.
―¿Crees que nos lleve hasta su cuarto?
―¿Por qué sólo puedes pensar en eso? ―Contestó con
frustración. ―Escucha ―Chasqueó con los dedos frente a su
rostro, intentando despertarlo de su ensoñación. ―Jungkook
no parece ser del tipo comunicativo, ¿de acuerdo? Así que
no debes hostigarlo, él probablemente se negará a trabajar
contigo si resultas ser un pesado desde el primer momento
―Le advirtió. Jimin le miró con inocencia. ―Tienes suerte de
que Seokjin hyung actúe como intermediario para ti, estoy
seguro de que Jungkook sería un rotundo no si él no
estuviera de nuestro lado
―De acuerdo, le invitaré a beber algún día si es que
obtengo lo que quiero ―Sonrió tranquilamente, provocando
que el contrario suspirara.
Seokjin regresó con ellos al cabo de unos pocos minutos.
En el camino a las residencias estudiantiles, Jimin fue capaz
de intercambiar más palabras con el azabache, quien
resultó ser más amigable de lo que pudo imaginar. Aunque
Seokjin parecía ser totalmente consciente de sus encantos,
distaba mucho de ser un chico altivo o presumido;
sencillamente era la clase de persona que recibía a todos
con una sonrisa.
Jimin miró fijamente el edificio de residencias,
sorprendiéndose al notar que aquellos chicos estaban en el
edificio conjunto al suyo, y se sintió ansioso a medida que
subían hasta el quinto piso, donde estaba el cuarto de
Seokjin y Jungkook. ¿Había estado bien ir hasta ahí sin
avisar?
―Jungkookie, ya estoy aquí ―Anunció Seokjin apenas
abrió la puerta de la habitación.
Taehyung y Jimin entraron tras de él en completo silencio.
La habitación de esos chicos no era muy distinta a la del
resto. Jungkook estaba en su escritorio, ocupado con su
portátil, y ni siquiera prestó atención mientras sus dedos
seguían moviéndose rápidamente por el teclado.
―Bebé, ya estoy aquí ―Insistió Seokjin, quien había
lanzado su mochila sobre su cama y había ido hasta él,
asomándose por su costado para besar su mejilla. ―Tienes
visita ―Agregó.
Jungkook dejó de escribir de inmediato. Jimin habría
reaccionado ante la mirada que recibió del castaño al
instante si no hubiera estado demasiado aturdido con lo que
acababa de ver y escuchar. ¿Por qué Seokjin lo había
llamado por un mote cariñoso e inclusive había besado su
mejilla? Él definitivamente retrocedería si resultaba que el
castaño ya estaba saliendo con alguien. Involucrarse en una
relación no era su estilo.
―Buenas tardes ―Jungkook hizo una reverencia con su
cabeza antes de caminar hasta ellos, deteniendo su mirada
en el de cabellos grisáceos. ―¿Sucedió algo?
―En realidad, es mi amigo quien desea hablar contigo
―Taehyung tiró de la camiseta de Jimin, acercándolo más al
menor. ―Creo que ustedes necesitan hablar
Jungkook parpadeó y asintió brevemente, mirando con
interés al desconocido. Taehyung decidió que era buen
momento para dejar solo a Jimin y fue rápidamente hasta
Seokjin, quien parecía entretenido en observar todo a la
distancia.
―Jeon Jungkook ―Se presentó el menor, extendiendo su
mano. ―Estudiante de cine y televisión de segundo
semestre
―Park Jimin ―Intentó lucir sereno mientras estrechaba su
mano. ―Estudiante de danza de cuarto semestre
―Bien, sumbaenim... ―Jungkook aclaró su garganta,
soltándose de su agarre para dejar caer su brazo en su
costado. ―No estoy seguro sobre en qué podría ayudarte
―Admitió.
―He escuchado sobre tus habilidades ―Sonrió
suavemente. ―Dicen que eres realmente talentoso y estoy
interesado en unas sesiones fotográficas
―Verás... ―Frotó sus manos contra su pantalón,
incómodo. ―No soy un profesional aún, creo que sería mejor
si-
―Jungkook ―Interrumpió Seokjin, quien aún no había
apartado su mirada del menor. ―¿Por qué no le enseñas
algo de tu trabajo y lo dejas decidir sobre si tus habilidades
son lo que él busca?
Jungkook contuvo un suspiro y asintió, sin rechistar. Invitó
a Jimin a sentarse en su cama debido a que no encontraba
mejor lugar. Se sentó a su lado un minuto más tarde,
cargando consigo un par de carpetas. Jimin recibió una de
ellas con una sonrisa antes de animarse a verla. Incluso si
Jungkook no era tan genial como los rumores decían, le
daría una oportunidad de todas formas. Después de todo, él
no estaba interesado en su trabajo.
Y tal como ese pensamiento vino a su cabeza con certeza,
se desvaneció en un santiamén con aún más
arrepentimiento. Jimin se sintió mal al subestimar e incluso
querer pasar por alto el arte realizado por Jungkook. Las
fotos contenidas en la carpeta eran las más bellas que había
visto en mucho tiempo, como si nada tuviera que envidiarle
a los fotógrafos profesionales que trabajaban para
importantes revistas.
―Esa sólo contiene paisajes ―Murmuró el menor a su
lado, extendiendo otra carpeta hacia él. ―Puedes ir
concretamente hacia los retratos si ese es tu deseo
Pero Jimin no apartó su mirada de aquellas fotografías. A
medida que cambiaba de página, el deseo de estar en cada
uno de esos lugares lo inundó de una manera
extraordinaria. Jungkook tenía el talento para captar la
belleza del lugar y aquello nadie podía dudarlo. Miró al
castaño, quien conservaba una expresión neutral incluso si
un suave rubor decoraba sus mejillas, y dedujo que
simplemente debía de ser tímido.
Quizás la razón por la que Jeon Jungkook era la clase de
chico que huía, era porque sus habilidades sociales no eran
las mejores. La confianza de Jimin aumentaba a medida que
sacaba sus conclusiones.
Recibió la siguiente carpeta, esta vez sonriendo de una
manera más elocuente. Jimin se sintió satisfecho a medida
que veía a esas personas fotografiadas. Además de poder
obtener al lindo chico junto a él, él obtendría las mejores
sesiones de fotos que pudo haber imaginado. ¿No era ese
un premio doble?
―Quiero 7 sesiones ―Soltó sin más. Taehyung dejó caer
su boca mientras se preguntaba si realmente estaba
dispuesto a gastar tanto dinero sólo por querer obtener a
Jungkook. ―¿Es posible? ―Agregó luego, regalándole al
menor una expresión comprensiva.
―Puedo ordenar mis horarios, pero- ―Jimin chasqueó con
sus dedos, interrumpiéndolo.
―Bien, entonces en eso quedamos
―Pero aún no hablamos de precios y-
―Te pagaré la mitad de las sesiones por adelantado, si me
gusta el ritmo de trabajo, te pagaré el resto de las sesiones
al término de la tercera ―Habló tranquilamente. ―Y puedes
poner tu tarifa, alguien con este talento tiene todo el
derecho de poner su propia tarifa ―Le devolvió la carpeta,
pestañeando angelicalmente para él. Seokjin le miró con
interés al comprender por donde iba su querer; Dios, sí, ese
chico estaba intentando ligar con Jungkook.
―Ahm, debido a que no soy profesional, no soy realmente
caro... ―Respondió bajito, mirando sus carpetas. La sonrisa
de Jimin se volvió más ancha y maliciosa mientras que el
otro par suspiraba en silencio; por supuesto, Jungkook no
tenía ni idea de lo que estaba pasando.
―Elegiré los lugares entonces y los temas. ¿Está bien si
me das tu número ahora para mantenernos en contacto?
Jungkook asintió, levantándose para ir hasta su escritorio,
donde depositó las carpetas para luego tomar su celular. Lo
desbloqueó para Jimin y se lo extendió para que se
agregara. El rubio no perdió la oportunidad de enviarse un
mensaje a sí mismo en caso de que el castaño olvidara su
acuerdo.
―Bien ―Se levantó, extendiéndole el celular. ―Entonces
nos estamos comunicando. Te hablaré del primer lugar al
que deseo ir y me dirás si está bien para ti y el monto que
solicitas ―Tomó su mano, estrechándola una vez más.
―Gracias por tu disponibilidad, Jungkook-ah
El menor inclinó su cabeza, sin decir más. Jimin se
despidió de Seokjin antes de tomar el brazo de su mejor
amigo y arrastrarlo fuera de aquel dormitorio.
―Maldición, ¿de verdad acabas de pedirle 7 sesiones de
fotos? ¿Estás loco?
―Tengo dinero ahorrado, esto lo valdrá ―Lo tranquilizó,
golpeando su hombro ligeramente antes de comenzar a
caminar.
―Creo que es un exceso
―Por supuesto que es un exceso ―Aceptó Jimin. ―Estoy
seguro de mis habilidades, Jungkook no necesitará más de
dos sesiones para querer colarse en mi cuarto ―Habló con
convicción. Taehyung estuvo a punto de azotar su cabeza
contra una pared tras escucharlo. ―Pero, Dios, él es tan
lindo. ¡Acabo de verlo ruborizarse! ¿Cuántos chicos
universitarios se ruborizan, eh? Así que pedí 7 sesiones
porque no me molestaría verlo otro par de veces
―Humedeció sus labios, enseñando una sonrisa al final.
―Aprovecharé al máximo cada una de esas sesiones
―¿Planeas hacer una sesión en tu cama acaso? ―Bromeó
con ironía.
―Existe algo llamado sutileza, ¡planeo empezar con cosas
pequeñas! ―Respondió ofendido. ―Aumentaré el nivel de
dificultad si él pone trabas. Pero, te lo aseguro, él no pondrá
trabas. Un chico tímido no es un problema para mí
―¿Y qué si él no es solo un chico "tímido"? ¿Qué harás si
no le gustan los hombres? ―Jimin se detuvo en la entrada
del edificio, consternado tras haber olvidado un gran
detalle.
―Cierto ―Volteó a ver al chico más alto. ―¿Jungkook está
saliendo con Seokjin?
―¿Me estás escuchando al menos?
―Es decir, no me sorprendería, dos chicos guapos y...
woh, muy bien ahí, pero a mí no me beneficia. Así que,
¿están saliendo?
―¡Ellos no están saliendo! ¡Te estoy diciendo que ni
siquiera se sabe si a Jungkook le gustan los hombres!
―¿Cómo puedes saber que no están saliendo? ―Taehyung
golpeó su frente, superado.
―Seokjin hyung está saliendo con un chico del
departamento de música
―¡Entonces no hay nada de qué preocuparse! ―Celebró,
retomando su camino hacia el exterior.
―Te he dicho que no sabemos si a Jungkook le atraen los-
―Taehyung ―Interrumpió. ―Tengo confianza en mí,
puedo hacer dudar a un chico de su sexualidad
―No, no puedes ―Rechistó. ―A mí no me haces dudar
―Porque no lo he intentado contigo ―Se detuvo,
envolviendo uno de sus brazos. ―Eres como un hermano
para mí, estás condenado a ser mi mejor amigo, así que
puedes apegarte a tu heterosexualidad
―Ah, tú no deberías de ser tan frívolo con este tema
―Musitó.
Jimin se encogió de hombros, restándole importancia. Si
resultaba que Jungkook prefería a las chicas, era lo de
menos; el rubio no mentía al decir que confiaba al 100% en
sus encantos.
Nota:
Había dicho que el primer capítulo sería corto y
finalmente resultó no serlo, ups. Pero bien, así
empieza (8. Creo que ahora la portada es un poco
más clara (?) (la razón por la que Jungkook está con
una cámara gg). Jimin en este fic inicia siendo un
poco cofcofdemasiadocofcof superficial, I know, pero
así va la historia. Sé que lo amarán con todas sus
fallas (?) x'D
[02]

Cuando el sol resplandeció en el cielo por primera vez


después de varios días grises con lluvias ocasionales, Jimin
supo que había elegido el día perfecto. Ese otoño en
especial estaba siendo más frío y sombrío que los
anteriores, por lo que agradeció infinitamente cuando
aquella tarde pequeños y cálidos rayos quisieron hacerle
compañía en la que sería su primera sesión.
Jimin se había encontrado con Jungkook para dirigirse al
parque y, aunque había previsto que esa era la oportunidad
perfecta para conocerse más, el menor no hizo más que
contestar mediante monosílabos a sus preguntas
superficiales. En cambio, cuando la pregunta exigía una
respuesta más desarrollada, él apartaba la mirada como si
algo más hubiera llamado su atención. Y la pregunta se
perdía en el viento, al igual que el tiempo, volviendo al rubio
más pesimista. ¿Cuál era el problema del castaño? ¿Acaso
nadie le había señalado cuan aburrido podía llegar a ser por
su falta de interés?
Park se encontró sentado en una banca sonriendo
falsamente para él minutos más tarde. Su paciencia estaba
llegando al límite, él no se consideraba a sí mismo alguien
del todo tolerante (más bien, llegaba a ser incluso un
cascarrabias), pero si quería conseguir al joven, no podía
mostrar las malas facetas de sí mismo, por lo que se obligó
a sonreír para el chico al otro lado del lente.
Jungkook conservó una expresión imperturbable durante
las primeras tomas. Suponía que Jimin era un principiante y
por eso lucía tan rígido frente a la cámara, pero sus temores
crecieron de manera desproporcionada al comprender que
ese chico, sencillamente, no era fotogénico. ¿De verdad
podía existir alguien tan malo frente al lente?
Jimin siguió posando, dejando ir su enfado inicial para
dejar correr su plan. Su sonrisa se volvió coqueta mientras
sus pestañas revoloteaban bellamente tal como el vuelo de
una mariposa. Sus dedos peinaban sus cabellos hacia atrás
más veces de lo común y, así como Jungkook sintió temor
de estar frente a un robot en un principio, su miedo se
transformó en enfado ante el cambio de su cliente. Miradas
que derrochaban fingida dulzura, sonrisas exageradas y
movimientos poco naturales estaban lejos de ser sus
favoritos en el mundo. Jimin, definitivamente, no era su
cliente favorito entre todos.
Él era tan... tan... plástico.
Como una muñeca Barbie. Sonrisas, perfección, brillitos
aquí, más brillitos allá.
Y sus poses, maldición sus poses...
Jungkook incluso se sentiría mejor fotografiando a un
maldito maniquí.
Jimin supo que algo no iba bien cuando esa persona
inmutable frunció su ceño y murmuró algo entredientes, lo
cual no alcanzó a escuchar. Seguido de ello, vinieron las
peticiones. Por favor, ¿podrías poner tu brazo de esta
manera? Por favor, ¿podrías cruzar tus piernas de esta
forma? Por favor, ¿por qué no intentas poniendo tu mano en
esta posición? Y sólo poco después, las peticiones se
convirtieron en órdenes. Descansa tus manos en tu regazo.
Extiende tus piernas. Mira hacia la izquierda. No bajes la
mirada. Inclínate en mi dirección. Retrocede un paso. Piensa
en la comida más deliciosa que has probado. Piensa en el
momento más triste de tu vida. Y más, más, más. Jungkook
disparaba por aquí y por allá. Y por más que Jimin intentaba
llevar el ritmo de la sesión en la que se suponía él era el
protagonista, Jungkook no dejó de actuar como si fuera su
jefe y él tenía que obedecerle. Porque, aparentemente, no
podía llevar la sesión por sí mismo.
―Te he dicho que alces tu barbilla en dirección opuesta,
¿me estás escuchando al menos? ―Oh, maldito mocoso
quisquilloso.
Jimin se habría quitado su zapatilla y se la habría lanzado
de no ser porque deseaba colarse entre sus piernas. Y como
si ese pensamiento reanimara su ser, sus ojos viajaron de
inmediato hacia la entrepierna del menor, quien ahora se
tomaba un pequeño respiro para analizar las fotografías que
acababa de tomar. Mordisqueando su labio inferior, el rubio
se preguntó si sería buena idea invitarlo a comer luego de
esa ajetreada sesión. ¿Jungkook lo retribuiría con el delicioso
postre después de ello?
Jungkook suspiró por lo bajo, intentando encontrar algo
que rescatar. Si Jimin no estaba sonriendo como un maniaco
en las fotos, estaba con esa expresión de poco amigos que
de seguro era una consecuencia de sus muchas peticiones.
¿Pero qué más podía hacer? El chico estaba lejos de ser un
artista frente al lente, necesitaba un mínimo de orientación.
Regresando su mirada al rubio, mostró interés cuando al
encontrarse sus miradas un ligero rubor invadió el rostro de
este. Jimin apartó la mirada de inmediato, esperando
mantener en su cabeza sus sucios pensamientos. Jungkook,
en cambio, tomó su cámara con más confianza para obtener
la que sería la primera foto que lo dejaría satisfecho.
Park Jimin estando avergonzado mientras esquiva la
mirada era probablemente la toma más pura que obtendría
ese día.
―Oh, Jungkook, Jimin, están aquí ―Escucharon de repente
la voz de Taehyung.
Ambos voltearon, encontrando al chico de los cabellos
grises sosteniendo una correa con un pequeño perro. A su
lado, en tanto, una linda chica estaba colgada de su brazo.
Jungkook miró fijamente al lindo cachorro mientras Jimin
centraba toda la atención en su mejor amigo.
―¿Tae? ¿Qué haces aquí?
―Es un lindo día, SooYoung pensó que sería buena idea
dar un paseo por el parque junto a Yeontan ―Contestó con
una sonrisa. Jungkook alzó la vista, intercalando su mirada
entre Kim y la chica. ―Pero bueno, no queremos interrumpir
su sesión, así que será mejor-
―Espera, oppa ―SooYoung suspiró, poniendo expresión
de pena. ―¿Podemos descansar un momento? Mis pies
realmente duelen ―Se quejó, flexionando sus piernas antes
de tomar asiento en un extremo de la banca donde Jimin se
encontraba.
―Oh, lo siento, no pensé que ya estarías cansada ―Se
disculpó precipitadamente, ordenando sus cabellos con
gentileza.
―¿Podrías comprar agua para mí? ―Taehyung alejó su
mano, asintiendo mientras le extendía la correa de su
mascota.
―¿Está bien si te lo dejo mientras voy a comprar? ―La
chica recibió la correa, sin rechistar. Taehyung se fue
rápidamente a la tienda más cercana por agua.
Jungkook vio al chico alejarse, notando lo hechizado que
debía de estar para estar tan pendiente de la linda
desconocida. Regresando su mirada a ella, sus ojos se
conservaron analíticos al notar que su atención estaba
centrada en Jimin. El rubio también pareció darse cuenta y
Jeon sintió aún más interés ante la forma en que se agriaba
su expresión. Enfocando la cámara correctamente en ese
bello rostro empañado de molestia, sus dedos cosquillearon
al obtener la toma perfecta.
Esa expresión hastiada definitivamente era la segunda
mejor foto del día.
―¿Acabas de fotografiarme mientras no miraba? ―Jimin
giró hacia él, sorprendido. No esperaba que el contrario
hiciera tal cosa mientras estaba desconcentrado. ―Se
supone que debes sacar mejor provecho de mí. ¿No
prefieres fotografiarme mientras te miro? ―Y amplió su
mirada, provocando que Jungkook pusiera los ojos en
blanco. ―¿Eso es un no?
―¿Exactamente qué estás haciendo? ―Preguntó
finalmente la chica, disminuyendo poco a poco la distancia
que los dividía. Jungkook arrugó la nariz mientras intentaba
centrarse en el protagonista de su sesión. ―¿Hay una razón
en especial por la que este chico te está tomando fotos?
Y ahí estaba de nuevo; Jimin estaba haciendo una mueca
de disgusto con sus labios. Jungkook hizo un acercamiento
antes de atreverse a disparar una vez más, volviendo a
recuperar su atención.
―Hey, deja de hacer eso ―Intentó disimular la
incomodidad en su voz, pero el enojo terminó por
expandirse por su cuerpo cuando finalmente el brazo de esa
chica rozó sutilmente el suyo. SooYoung estaba a su lado.
―Jimin-ssi ―Llamó Jungkook, percatándose de cómo sus
manos se volvían puños. Oh, de seguro había algo mal entre
esos dos. ―Levántate y camina hasta esas flores, por favor
―Pidió, señalando unas flores que desconocía, pero a las
cuales agradecía por darle un poco de color al otoño.
―Disculpa ―Agregó cuando vio a la chica levantarse
también, dispuesta a seguir al rubio. ―¿Puedes mantener
distancia de él? Realmente estás entorpeciendo mi trabajo
ahora ―Habló con franqueza, manteniendo esa expresión
en blanco.
Y esas palabras bastaron para que el enojo de Jimin se
disipara. Sentándose junto a las flores, su expresión era
incluso cómica mientras dedicaba una mirada brillosa al
más joven. Ah, que chico más simpático, acababa de
convertirse en su salvador del día. ¿Y no era esa falta de
sutileza y tacto algo completamente encantador?
Jungkook tomó la cuarta buena foto del día al percatarse
de la expresión de Jimin. La quinta vino sólo un segundo
después cuando el rubio sonrió más ampliamente en
respuesta, sus ojos cerrándose de una manera bastante
dulce. ¿Por qué hasta hace un momento él estaba sonriendo
tan comercialmente cuando tenía esa sonrisa tan bonita?
Ahora el menor estaba lleno de cuestionamientos.
SooYoung miró al castaño, sintiéndose ofendida. ¿Pero
quién se creía que era ese chico para hablarle de manera
tan descuidada? Soltó la correa del can, sólo por su rabieta
pasajera, y Yeontan no tardó en acelerar sus pasitos hacia el
mejor amigo de su dueño, quien le quitó la correa antes de
recibirlo con los brazos abiertos.
―¡Tannie! ―Lo envolvió entre sus brazos, llenándolo de
besitos. ―¿Quieres tomarte fotos con tío Jimin también?
Jungkook sonrió por primera vez en toda la sesión. Hace
sólo unos minutos, estaba dispuesto a tirar la toalla con el
mayor; Jimin no era alguien fácil de fotografiar y él se sentía
demasiado perezoso e impaciente como para soportar más
de una sesión a su lado. Sin embargo, viéndolo actuar como
un niño mientras daba mimos al cachorro, las
preocupaciones pasaron al olvidó y tomó cuanta foto creyó
necesaria. El chico que sonreía tontamente por ver a un
animalito era por mucho mejor que ese que no dejaba de
tontear y hacerse el lindo frente a la cámara.
―Oh, supongo que Yeontan también quería lucir como una
estrella ―Comentó Taehyung con diversión tras volver.
―Es un buen modelo ―Admitió Jungkook, girando hacia
Kim, quien ahora lucía como un padre orgulloso.
―Oppa ―Llamó la chica, levantándose para tomar la
botella de agua de sus manos. ―Creo que finalmente estoy
demasiado cansada, ¿podrías llevarme a casa? ―Pidió.
Taehyung parpadeó, permaneciendo en un trance de
segundos antes de finalmente asentir. Se apresuró en
despedirse de ambos chicos y tomar a su cachorro para
luego seguir a SooYoung, quien ni siquiera había esperado
para comenzar a alejarse.
Jimin recuperó esa mirada agria mientras veía a la pareja
marcharse. ¿Por qué su mejor amigo tenía que seguir a esa
chica como un fiel perro? Dios, él se sacaría los ojos antes
de fijarse en una persona tan caprichosa. Regresó su mirada
al castaño, quien volvía a revisar sus tomas, e intentó
recuperar un poco de ánimo mientras su sonrisa se
ensanchaba con coquetería. Bien, a solas de nuevo, él por
fin estaba recuperando su momento.
―Entonces, ¿crees que eso ya esté listo? ― Jungkook no
tardó en alzar la mirada hacia él. ―Creo que también
merecemos un descanso por hoy, ¿no?
―En realidad, me gustaría tomar unas fotos más, ¿de
verdad tienes que descansar ahora?
―¿No hemos tenido suficiente? ―Preguntó sorprendido.
Jungkook lo había tenido haciendo toda clase de cosas por
una hora, ¿cómo podría querer más? ¿O acaso el castaño
estaba buscando una excusa para permanecer más tiempo
juntos? Oh, Jimin realmente podía darle excusas mejores.
―No ―Musitó. ―¿Podemos continuar?
―Jungkook ―El rubio se levantó, sacudiendo sus ropas.
―Estoy seguro de que sí hemos tenido suficiente. He
seguido tus instrucciones y me has tomado más fotos de las
que yo tomo en todo un mes. Puedes trabajar con eso, ¿no?
―Jungkook abrió su boca, queriendo decir que no, que no
estaba en absoluto conforme, pero Jimin volvió a mostrar
esa sonrisa molesta y de repente pasar más tiempo a su
lado para obtener un mejor resultado ya no le apetecía
tanto. ―¿Quieres ir a comer conmigo? Estoy seguro de que
debes estar hambriento. Vamos, hyung invita
El castaño presionó sus labios en una línea. Volteando
hacia el bolso que cargaba cada vez que salía a fotografiar,
guardó todas sus pertenencias bajo la mirada analítica de
Jimin. El rubio sonrió cuando finalmente el contrario
acomodó el bolso sobre su hombro, dirigiéndole una mirada,
pero esa sonrisa volvió a irse cuando el chico retrocedió,
luciendo esos bonitos ojos sin emoción.
―Puedes descansar y comer por ti mismo, sunbaenim. Por
mi parte, hay cosas que debo hacer antes de que el día
acabe. Hablamos luego
Y sin permitirle siquiera responder, se marchó de ahí sin
mirar atrás. Jungkook, sencillamente, no podía explicarse lo
mucho que le contrariaban ciertas actitudes de su cliente.
¿Qué eran todos esos movimientos excesivos y un tanto
grotescos? Jimin era atractivo, Jungkook podía verlo. Por
tanto, resultaba decepcionante para él que ese atractivo se
limitara sólo a su rostro. ¿No podía sacar mejor provecho de
sí mismo? Si Jimin al menos se relajara positivamente frente
a su cámara, el ambiente no sería tan deprimente para él.
Jungkook aún no se sentía capacitado para ser la clase de
fotógrafo que hacía lucir a todos bien. Las personas
necesitaban aprender a poner de su parte.
Y Jimin, viéndolo alejarse sin más, quiso arrancarse el
cabello ante la verdad: Jungkook se había ido, la primera
sesión había terminado y no había obtenido nada de él. Pero
quería ser un poco positivo. Quizás la segunda sesión sí
tendría un avance para ambos.
◆◆◆◆◆
―Jungkook está tardando ―Yoongi miró con atención la
cama vacía de su amigo. ―¿Crees que le haya ido bien?
―Jungkook es un excelente fotógrafo, sabe perfectamente
como resaltar lo mejor de todos, por supuesto que debe
estar haciéndolo bien ―Respondió Seokjin con total
convicción.
El menor frunció sus labios, cuestionándoselo. Confiaba en
el talento de su amigo, pero desconfiaba totalmente de su
cliente. Su preocupación se disipó un poco cuando una
pierna se encaramó en las suyas y finalmente el contrario lo
obligó a recostarse sobre su espalda mientras se inclinaba
sobre él.
Seokjin le miró atentamente desde arriba, sosteniendo su
propio peso con uno de sus brazos mientras con su índice
presionaba el entrecejo de su novio.
―Así que, realmente estás preocupado, ¿no? ―Le sonrió
con diversión. ―Hoy el día estuvo lindo, ¿te habría
tranquilizado ir al parque como muchas parejas hicieron?
Podríamos haber tomado un helado mientras supervisamos
a Kookie de lejos
―Vamos, esa es una exageración ―Seokjin besó su ceño,
las facciones de Yoongi finalmente se relajaron. ―Pero...
hmm... conozco a Park. Él constantemente está con
Taehyung cuando voy a visitar a Nam
―Y entonces... ―Lo invitó a seguir hablando.
―No es que él luzca como un mal chico ―Aclaró de
antemano. ―Pero, mierda, parece realmente frívolo. Él es
exactamente la clase de persona que estoy seguro Jungkook
querría evitar. Nuestro chico es demasiado sensible para
Park
―Oh, él lo es ―Aceptó. ―No he tenido la oportunidad de
tener una charla con Jimin, lo acabo de conocer. No
obstante, cuando estuvo aquí, fue evidente para mí que
estaba más interesado en Jungkookie que en su trabajo
―¿Y permitiste que Jungkook aceptara esas sesiones de
todas formas?
―Vamos, tú lo dijiste, no parece un mal chico. Si es amigo
de Taehyung desde hace tiempo, estoy seguro de que él no
puede ser tan malo ―Sonrió para tranquilizarlo.
―Francamente, sobre este intercambio entre Jungkook y
Jimin, me gustaría ser positivo. Ambos podrían aprender del
otro, ¿no crees? Quizás Jungkook deje de ser tan cerrado y
Jimin... bien
―Sólo bien, ¿eh? ―Sonrió burlonamente.
―Le daremos una oportunidad ―Acarició delicadamente
el rostro del contrario. ―Todos merecen una oportunidad.
Las personas no somos sólo blanco y negro, ¿no?
―No, no lo somos ―Susurró.
Seokjin sonrió tiernamente, acabando la distancia entre
sus labios. Yoongi enredó sus brazos en su cuello,
manteniendo sus bocas unidas, permitiendo gustosamente
que aquel chico lamiera y mordiera afanadamente sus
labios. Cuando finalmente se alejó y sus miradas volvieron a
encontrarse, la calidez invadió su corazón ante la mirada
amorosa que recibió.
―Precioso ―Susurró el mayor, volviendo a acariciar con
ternura su rostro. ―Voy a pedirle a Jungkook que haga una
sesión contigo. Realmente tengo que empapelar mi pared
con tu bonito rostro
―Seokjinie, eres tan tonto ―Yoongi rió, sintiendo
cosquillas cuando el contrario, en vez de quejarse, besó
repetidamente su barbilla. ―Compartes cuarto con
Jungkook, lo asustarás si empapelas una pared con mi rostro
―Oh, estoy seguro de que Jungkook estará agradecido de
poder apreciar a mi lindo novio todos los días ―Habló con
seguridad, repartiendo más besos por su cara.
Yoongi carcajeó, acallando sus risas cuando los labios del
mayor volvieron a tomarlo. Ni siquiera el sonido de la puerta
abriéndose los hizo distanciarse de aquel beso.
Jungkook miró fijamente la cama de su compañero, sin
sorprenderse de su hallazgo. Seokjin y Yoongi
frecuentemente pasaban el tiempo juntos y algo tan
inocente como arrumacos y besos cerca de él no podía
importarle menos. Tampoco le incomodaba, dándole un
punto a favor a sus amigos. Por el contrario, se sentía tan
tranquilo cada vez que les veía amarse sin reparos, que
inclusive se sentía un poco celoso. Se preguntaba si algún
día encontraría a su alma gemela, así como estaba seguro
de que Seokjin y Yoongi lo eran el uno para el otro.
¿Quizás sus padres le habían leído demasiados cuentos de
hadas cuando niño hasta el punto de convertirlo en un tonto
soñador?
Un suspiro inconsciente escapó de su boca mientras se
sentaba en su cama, llamando la atención de la pareja. Que
Jungkook suspirara tan profundamente como si cargara con
una gran mochila llena de piedras no era algo habitual en
él. El más joven, por lo general, era la personificación de la
dulzura y las buenas cosas. Así que no, para ninguno era
bueno escucharle suspirar de tal forma.
Seokjin y Yoongi se separaron, girándose al mismo tiempo
para ver al recién llegado. Jungkook frotó sus ojos con
cansancio antes de devolverles la mirada, sintiéndose un
poco intimidado. ¿Por qué ellos le miraban de tal forma?
―Oh ―Reaccionó, parándose de un salto. ―¿Tenían
planes? Porque puedo irme y volver dentro de un rato
―Señaló la puerta, dispuesto a escapar.
―Te estábamos esperando ―Aclaró el mayor antes de que
fuera capaz de alejarse, Jungkook giró a ver a la pareja,
sonriendo graciosamente.
―Hm, sí, puedo verlo ―Su sonrisa no escondió la burla.
―Hey, ¡estamos con ropa! ―Reclamó Kim, quitándose de
encima de su novio. Este último sólo rió mientras cubría su
boca.
―Sí, puedo verlo, gracias al cielo ―Murmuró Jungkook,
volviendo a sentarse pesadamente en su cama.
―¿Y bien? ¿Cómo te fue con Jimin? ―La expresión de
Jungkook se volvió desesperada. ―¿Tan mal estuvo? ¿Es por
eso que has demorado tanto?
―No, eso fue porque decidí pasar de inmediato al cuarto
oscuro ―Señaló, abriendo su bolso para comenzar a sacar
sus pertenencias. ―Sé que no debería hacer esto, porque es
un trabajo entre Jimin y yo, pero necesito que las vean
―Habló con suplicio, extendiendo a sus amigos sólo una
parte de las fotografías.
Seokjin se deslizó hacia la orilla de la cama, tomando
asiento para recibir las fotos. Yoongi imitó su acción y se
inclinó sobre él, queriendo averiguar qué había de mal con
la sesión. Una ligera risa escapó de su boca al percatarse
del problema: Jimin estaba sobreactuando.
―No es tan malo ―Seokjin intentó aligerar la carga del
menor. ―Es decir, él probablemente jamás sea contratado
como modelo profesional, pero funcionaría muy bien para el
teatro cómico
Jungkook cubrió su rostro con sus manos; por supuesto
que esas palabras no lo hacían sentir mejor.
―Así que, ¿planeas renunciar después de esto?
―Preguntó finalmente Min al ver la expresión acomplejada
de su amigo. ―Ya sabes, parece que ustedes no tienen
conexión
―Uhm, bueno, eso no es todo ―Admitió Jungkook,
bajando sus manos mientras su expresión se suavizaba.
―Tengo otras fotos, mucho mejores que esas, por cierto.
Serán las que les voy a entregar ―Frotó sus manos contra
sus jeans, impaciente. ―Pero es algo poco. Sólo 1/4 de las
fotos que he tomado han sido... decentes. Me siento
frustrado ―Rió amargamente. ―Hyungs, sé que puedo
sacar buenas fotos, pero Jimin es tan exasperante, ¡es como
si él quisiera lucir mal frente a mí apropósito! ―Exclamó.
―Y yo no soy Dios, ¡no puedo hacer milagros por él!
―Oh, bebé ―Seokjin le extendió las fotos de regreso,
sonriéndole amablemente. ―Quizás las cosas están
demasiado frías entre ustedes aún. ¿Por qué no lo intentas
una segunda vez? Estoy seguro de que alguien con tus
aptitudes conseguirá resultados más grandes
Jungkook frunció sus labios, haciendo un puchero
inconsciente. Él había trabajo antes con personas a las que
no conocía y los resultado jamás habían sido así de
nefastos. Sin embargo, su orgullo estaba en juego y quería
creer en su amigo; quizás realmente la segunda
oportunidad sería para él.
―De acuerdo ―Aceptó en un suspiro.
―Ese es mi Jungkookie ―Seokjin aplaudió. ―¿Te hará
sentir mejor si te invito a cenar carne? ―Jungkook sonrió
instantáneamente, sus ojos brillando mientras miraba al
mayor. ―Eso es un claro que sí, lo sé ―Giró hacia su novio.
―¿Vamos a cenar, cariño?
Yoongi asintió perezosamente. Aunque él prefería pedir
comida, suponía que por esa oportunidad lo mejor sería
seguir a su novio y a su amigo, quien parecía necesitar
apoyo después de un día frustrante. Seokjin rió a su lado
graciosamente, llamando su atención, y sus mejillas se
ruborizaron un poco cuando el azabache peinó su
desordenada cabellera oscura con sus dedos.
―Eso es, no dejemos que el resto piense que recién te
estás levantando ―Murmuró, dando un rápido beso sobre
sus labios. ―Por cierto, Jungkookie ―Se giró hacia el
castaño, quien les miraba con atención. ―¿Te molesta si
lleno mi pared con fotos de Yoongi?
―¿Por qué me molestaría? ―Sonrió con diversión.
―¡Ah! ¿Ves? ―Se levantó, dando un apretón en el hombro
de su novio. ―Está decidido, vamos a hacer una sesión para
llenar este cuarto de tu bonito rostro
Yoongi puso los ojos en blanco, sin poder creer sus
ocurrencias. Seokjin bailó y tarareó por la habitación para ir
hacia su mochila donde recordó había dejado su billetera.
Jungkook sólo rió mientras veía a su mayor celebrar para sí
mismo.
―¿Sabes? Lo consientes demasiado ―Murmuró Yoongi,
parándose a su lado.
―Y él a mí, es un buen trato ―Jungkook se levantó,
guiñándole el ojo. ―Además, me gusta ver tu rostro aquí
también. Tenerlo en una fotografía cuando estés ocupado
con algo más, será tranquilizador para ambos
Yoongi resopló, intentando ocultar una sonrisa. Tirando del
brazo del más joven, lo guío hasta la puerta cuando Seokjin
comenzó a hacer señas para que se apuraran antes de que
muriera de hambre. Min se puso sus zapatos, alzando la
mirada cuando su novio dejó caer un abrigo sobre sus
hombros. Jungkook mordió su labio inferior al verles
intercambiar dulces miradas para luego entrelazar sus
manos.
Se preguntó si realmente llegaría el día donde dejaría de
sentirse sólo como un extra, por más que esos momentos
junto a sus mejores amigos llenaban su corazón. Y es que,
de vez en cuando, Jungkook de verdad quería experimentar
un poco de ese tipo de amor.
Como si fuera posible para alguien como él...
Nota:
Vieron que Jimin jamás piensa con la cabeza correcta
(?) ahre.
Me gusta pensar en Jungkook como el bebé del
Yoonjin, eso es todo lo correcto en este mundo <3 <3
Esto lo escribí hace unos días y recién lo subo bc no
había podido acceder a Wattpad desde la laptop unu
[03]

―¿Por qué no te has reunido con Jungkook esta semana?


―Aún no estoy seguro del lugar donde haremos la
segunda sesión ―Confesó. Taehyung le sonrió con burla tras
recordar que era un total de 7 sesiones. ¿Acaso su mejor
amigo no debió pensar en eso antes? ―No te rías, es algo
de fácil solución ―Soltó con ligereza. ―Podríamos ir al río
Han o, aún mejor, podríamos ir al parque botánico, ¿no
suena bonito? Estoy seguro de que él se sentirá flechado
por mí luego de verme rodeado de flores. ¿No se supone
que la naturaleza debe de darme una mano?
―¿Y si él es alérgico a las flores?
Jimin frunció el ceño, preguntándose si existía esa
posibilidad. Quizás debía preguntarle a Jungkook, después
de todo. Ya era jueves y él estaba ansiando poder reunirse
con Jungkook ese fin de semana, por lo que necesitaba fijar
su segundo encuentro antes de que el menor hiciera planes.
―¿Irás a la fiesta que realizará Taemin mañana?
―Preguntó Kim de repente, deteniéndose unos pasos antes
de llegar al café.
―Uhm, no creo ―Admitió, frunciendo sus labios.
―¿Quieres ir?
―Tengo que estudiar
Jimin asintió, satisfecho con la respuesta. Si resultaba que
Taehyung decidía ir, él obviamente le seguiría, sobre todo
porque su mejor amigo no era muy tolerante con el alcohol
y quería asegurarse de enviarlo en una pieza a casa. Sin
embargo, si la fiesta era en casa de Taemin, la idea ya no
era tan satisfactoria para él.
Durante su primer año de universidad habían tenido
varios encuentros por dos meses hasta que dejó de
interesarle. Y no, no era que la relación entre ambos
actualmente era mala o Taemin se resintió luego de que
Jimin perdió el interés, pero este último tendía a desechar
de su vida a los chicos con los que había estado y por los
que nunca sintió algo más que atracción.
Era aburrido para él fingir querer continuar una amistad
que desde un principio jamás pretendió. Sencillamente, ¿por
qué habría de hacerlo? Ni siquiera se imaginaba siendo
verdaderamente cercano al chico popular de octavo
semestre.
Sacó a Taemin de sus pensamientos, siguiendo a Kim
cuando finalmente este decidió entrar al café. Ambos
contuvieron un suspiro al ver que el lugar estaba abarrotado
de estudiantes que, tal y como ellos, buscaban un sitio
donde refugiarse del frío y el mal tiempo. Jimin maldijo por
lo bajo ante la idea de tener que salir y caminar unas
cuadras más para llegar al próximo café. ¿Acaso no podían
abrir locales más cercanos a la universidad?
―Bueno, es comprensible que esté así, ¿quién no ama
una bebida caliente en otoño? ―Taehyung escondió sus
manos en sus bolsillos, repasando con la mirada el lugar.
―Quizás pronto se vacíe una mesa y-oh, genial, mira ahí
―Señaló disimuladamente hacia un puesto. Jimin miró con
curiosidad a los tres conocidos.
―Oh, el chico bonito está ahí ―Sonrió instantáneamente
al ver a Jungkook bebiendo un café mientras escuchaba a
Yoongi y Seokjin, quienes estaban sentados frente a él.
―¿Min es cercano a ellos también? ―Preguntó con sorpresa.
―Es el novio de Seokjin hyung ―La boca de Jimin se abrió
con impresión mientras se aferraba al brazo del contrario.
―Estoy seguro de que te lo dije
―Me dijiste que estudiaba música, composición o algo así,
¡jamás me dijiste que se trataba del amigo de tu primo!
―Chilló en voz baja, asegurándose de hablar cerca de él.
―No creí que los gustos de Seokjin fueran tan simples. Es
decir, ropa normal, rostro normal, personalidad... ¿él no luce
un poco flojo? Digo, es un buen chico, pero... ―Taehyung le
dio una mirada seria. ―¿Qué?
―Espero que no vayas por ahí hablando descuidadamente
de las parejas de los demás
―Dios, eres tan grave ―Puso sus ojos en blanco. ―¿Por
qué no usas tus encantos sociales y nos ayudas a que
Seokjin nos invite a compartir mesa con ellos? Pido el lugar
junto a Jungkook ―Fijó de inmediato.
―Eh... Jimin...
Taehyung volvió a mirar la mesa y Jimin lo imitó. Jungkook
hacía una reverencia con la cabeza mientras sostenía su
vaso de café y finalmente se retiraba, caminando
justamente en dirección a ellos que aún seguían de pie
cerca de la entrada. El castaño, al verlos, hizo un
asentimiento, dispuesto a pasar de largo, pero giró
rápidamente sobre sus talones para detenerse en el rubio,
quien le miraba hipnotizado.
―Sunbaenim ―Llamó. ―¿Esta semana no querrás una
sesión?
―¿Uhm? Por supuesto que sí, sólo estaba evaluando las
opciones. ¿Te parece si más tarde te mando un mensaje
para acordar?
―Está bien. Hasta entonces
Jimin quiso lloriquear sobre el hombro de su mejor amigo
cuando Jungkook simplemente se fue después de ello. ¿Por
qué el joven no podía mantener su atención sobre él por un
minuto siquiera? Por supuesto, él lo había hecho con su
cámara en las manos, pero Jimin necesitaba atención
verdadera. ¿Es que acaso el castaño no podía apreciar al
gran hombre que tenía cerca?
Taehyung suspiró a su lado, arrastrándolo hasta la caja
para pedir por ambos. Jimin ni siquiera supo en que
momento tomaron asiento frente a la pareja, pero de
repente tenía al sonriente rostro de Seokjin y sus ojos
chispeantes en él y supuso que el azabache quería algo.
¿Qué era exactamente?
―Gracias por permitirnos sentarnos aquí, chicos
―Agradeció Taehyung al ver que Jimin seguía vagando en
sus pensamientos sobre el desinterés de Jungkook.
―Está bien, además, no nos falta mucho por terminar
―Seokjin giró hacia Min, quien se conservaba en silencio
mientras comía una rebanada de pastel. ―Al menos que
quieras algo más, Yoongi
―No, pediré un café para llevar ―Contestó, tomando un
trozo de pastel para luego mirar a su novio. ―¿Estás seguro
de que no quieres probar?
―Estoy seguro de que mi agencia no estará muy feliz con
el hecho de que coma dulces ―Admitió.
Yoongi arrugó su nariz, preguntándose por qué
últimamente Seokjin era más estricto con su dieta. El
contrario dio un besito en su sien al notar que era lo que le
molestaba.
―Está bien, no tengo hambre ―Susurró cerca de él,
dando otro besito antes de girar hacia sus invitados.
―Entonces, chicos, ¿han tenido una buena semana?
―Ambos asintieron a la vez, mirando con atención la
dulzura que emanaba la pareja. ―¿Disfrutaste tu primera
sesión, Jimin? ―Se atrevió a preguntar luego, intentando
disimular su interés.
―Oh, bueno, fueron más fotos de las que creí, pero lo
disfruté ―Mintió un poco. Por supuesto, él habría disfrutado
más la compañía de Jungkook si este hubiera conservado la
boca cerrada para luego aceptar sin rechistar ir a comer con
él. ―En realidad, creo que Jungkook y yo nos
complementamos bien, ¿sabes? Estoy seguro de que los
resultados fueron excelentes ―Habló con confianza. Ante
todo, era bueno causar una buena impresión con los amigos
del chico.
Yoongi alzó sus cejas mientras centraba su mirada el Park,
preguntándose cómo el chico no estaba enterado de lo
nefasta que había sido verdaderamente esa sesión. Seokjin,
por su parte, presionó sus labios con fuerza para no ponerse
a reír de tales palabras. ¿Jimin era ingenuo o
extremadamente positivo?
―Hyung, ¿te quieres reír? ―Preguntó Taehyung, dando
una rápida mirada a la mesera que finalmente llegó con su
orden. ―Gracias ―Aceptó el pedido, volteando rápidamente
hacia su superior. ―De verdad pareciera que quieres reír
―Volvió a señalar.
Seokjin sonrió, mirando con diversión al par de amigos
que le miraba con intriga. Lo mejor sería ser sincero con
ellos, ¿no? Quizás eso ayudaría a Jungkook con la próxima
sesión.
―Verás, Jimin ―Aclaró su garganta. ―Puede que Jungkook
y tú no estén en la misma sintonía ―Jimin frunció el ceño,
sin tenerlo claro. ―Francamente, sus pensamientos sobre la
primera sesión... no son ni remotamente cercanos
―¿Qué dices? Él me adelantó un poco de la primera
sesión, de verdad lucía bien ―Señaló. ―Soy un chico guapo,
por supuesto que iba a salir bien ―Añadió con convicción.
―Pues bien, chico guapo, el atractivo no es suficiente
―Interfirió Yoongi de inmediato, mirándole inexpresivo.
―Siendo honesto, no eres un buen modelo, Jungkook puede
confirmártelo. El adelanto que te dio deben ser algunas de
las pocas fotos salvables que obtuvo de ti ―Jimin conservó
su expresión en blanco, intentando no mostrarse ofendido.
―Verás, Jimin ―Intentó explicar más amablemente el
mayor. ―Eres muy exagerado frente a la cámara
¿Exagerado? ¿Qué parte de él había sido exagerada?
¿Lucir genial frente al lente no era lo que todos hacían?
―Oh, Dios ―Taehyung lo codeó. ―No me digas,
¿intentaste impresionarlo y terminaste haciendo el ridículo?
―Las mejillas de Jimin se encendieron de inmediato. ¡Por
supuesto que él quiso impresionarlo, pero no sabía que
estaba haciendo el ridículo! ―¡Lo hiciste! ―Taehyung
aplaudió y rió de sólo imaginar el arduo trabajo de Jimin. Él,
más que nadie, sabia lo poco sutil que podía llegar a ser el
rubio.
―Te daré un consejo ―Habló Seokjin, intentando no reír.
―No eres la primera persona en intentar impresionar a
Jungkook. Sin embargo, si realmente quieres hacer las cosas
fáciles para él, deberías ser natural y dejar que él se
encargue del resto. Estoy seguro de que estará mucho más
agradecido contigo de hacerlo así
―Eso es, escucha lo que dice hyung ―Taehyung palmeó
su hombro. ―Además, Jungkook no parece ser fácil de
impresionar, así que no pierdas tu tiempo actuando como
un tonto ―Habló con franqueza.
―Que suerte, tienes un amigo honesto ―Murmuró Min
antes de dar unos últimos sorbos a su café.
Jimin tensó la mandíbula, sintiéndose ridiculizado. ¿Qué
pasaba ahí con todos? ¿Dónde estaba su tacto? ¿Y por qué
Jungkook jamás le habló de lo mal que había resultado la
primera sesión? ¡Él no habría actuado con tanta confianza
de haberlo sabido! Oh, Dios, ¿era por eso que aquel chico
no dejaba de molestarlo durante las fotos?
―Las cosas estaban saliendo bien entre nosotros
―Intentó defenderse, mirando a su mejor amigo. ―Si no
hubieras llegado a molestar con tu noviecita, el ambiente no
se habría roto ―Quiso culparlo.
―¿Disculpa? Nosotros sólo estuvimos en el parque, en
ningún momento interferimos entre ustedes ―La alegría se
fue de su rostro. ¿Por qué Jimin no podía asumir que había
fracasado como modelo y ya?
―Bien, sólo debieron pasar de largo ―Rechistó. ―Estoy
seguro de que el resultado habría sido mejor sin SooYoung
ahí
―SooYoung no hizo nada malo, ella sólo se sentó a
descansar mientras yo iba por agua ―Jimin apartó la
mirada, haciendo oídos sordos. ―Intentas tapar tus fallas
usando a SooYoung sólo porque no te agrada
―Tú no puedes saber si molestó mientras no estabas
―Volvió a mirarlo, ahora su enfado yendo en otra dirección.
―Por supuesto que SooYoung para ti es un ángel, después
de todo, estás cegado por esa chica caprichosa
―Ella no es caprichosa
―Te arrastra a todas partes, gastas dinero en ella y ni
siquiera tienes el derecho de llamarla novia ―Evidenció con
molestia en la voz. La pareja no apartó la mirada de los
amigos incluso si se estaban sintiendo incómodos. ―¿Y
sabes qué es lo peor? Que ni siquiera son algo, Taehyung,
¿realmente eres tan ciego?
―Nos estamos conociendo ―Respondió entredientes.
―Hace cuatro meses ―Le miró como un fenómeno.
―Ustedes no son pareja, pero ella actúa como si ya te
hubiera puesto un collar con su nombre. Es decir, que no
obtienes nada de ella y tampoco puedes obtener algo de
alguien más porque la estarías engañando. ¿Cómo defines
esa relación?
―No estábamos hablando de mí ―Apartó la mirada.
―Pues bien, es buen momento para hablar de ti
―Prosiguió. ―Ni siquiera alcanzan para una relación abierta
o amigos con ventaja, ¿por qué no te deshaces de ella?
―Sólo... no está preparada para una relación seria aún
―Murmuró.
―Y para una no sería tampoco, ella ni siquiera te deja
hacer más que besarla ―Taehyung presionó sus labios,
mirándole con decepción. ―Mierda, ¿de qué te sirve atarte
por 4 meses a una persona si esta ni siquiera puede
satisfacerte? El sexo es algo básico entre las personas que
se gustan, si ella no te lo da, es porque no tiene real interés
en ti. Deja de ser un idiota, Taehyung
El de cabellos grisáceos se levantó, tomando su vaso para
marcharse. Y aunque Jimin llamó su nombre queriendo
decirle que dejara de sobreactuar, sólo jaló de sus cabellos
cuando fue ignorado por su mejor amigo que prontamente
desapareció del local.
―¿Sabes, Jimin? ―Seokjin le miraba metódico. ―El sexo
es algo genial, ¿no? ―Sonrió sin emoción. ―Por supuesto
que lo es. Sin embargo, ¿de verdad crees que es lo
primordial en una relación? ―El azabache se levantó.
―Supongo que nunca has tenido algo serio en tu vida,
intento ser compresivo. Sería bueno que tú lo fueras con tu
mejor amigo también
El azabache depositó unos billetes sobre la mesa,
tomando la mano de su novio que le dio una mirada muerta
al tercero antes de alejarse. Jimin miró extraño como la
pareja también se retiraba para dejarlo completamente solo.
¿Cuál era el problema de todos ahí?
Era natural querer sexo. Las personas frecuentemente
estaba buscando el contacto, sentirse bien. ¿A quién no
podría gustarle? Si alguien que decía quererte no estaba
dispuesto a entregarse por ti, ¿podía tener sentido al
menos? Por supuesto que no. Tenías que ser un bicho raro
para creer que eso sí podía ser normal y, aparentemente,
ese día él estaba rodeado de bichos raros.
Sacudió la cabeza, quitándole importancia al asunto. Sí,
probablemente Taehyung estaría enojado por hacer
semejante escena junto a personas que no tenían nada que
ver con el tema, pero ya se aseguraría de mandarle un
mensaje como disculpa. Por lo pronto, pensaría mejor sobre
qué hacer con Jungkook.
Ahora que Jimin sabía que la primera sesión no había sido
tan impresionante como creyó, se aseguraría de dejar
boquiabierto al castaño en esta nueva oportunidad. Jeon
Jungkook, definitivamente, jamás volvería a pensar en él
como un chico poco agraciado.
◇◆◇◆◇
Jungkook tenía su ceño fruncido mientras contestaba el
mensaje de Jimin. Luego de haberse encontrado con aquel
chico el día anterior, esperaba que este le enviara su
mensaje horas más tarde, por lo que no creyó que
finalmente se comunicaría con él aquel viernes. El menor
incluso había comenzado a hacer planes en su mente al
deducir que el rubio sencillamente estaría ocupado y dejaría
esa semana pasar, pero no, aparentemente sí tenía algo en
mente. Y la elección no podía dejar de sorprenderle.
―¿Qué pasa? ―Seokjin apartó su mirada de su libreto
cuando escuchó al menor suspirar.
―Jimin me pidió que hiciéramos la segunda sesión esta
noche ―Respondió, dejando caer su celular en la cama.
Tomó una toalla de su mueble y ropa interior para luego
caminar hasta el baño.
―¿Y no puede ser mañana durante el día?
―No, quiere que sea durante la fiesta que hará un
conocido esta noche ―Abrió la puerta. ―Así que me daré
una ducha y me cambiaré de ropa
―¿Has aceptado esto? ―Seokjin estaba sorprendido.
―Me están pagando por ello ―Le recordó, dando por
acabada la conversación para meterse al baño.
Yoongi, que estaba usando el escritorio de su novio, alzó
la vista hacia este que parecía más que sorprendido. La
curiosidad aumentó en él al verlo levantarse de su cama
para caminar hasta el armario.
―¿Qué haces?
―Intentaré combinar algo para Jungkook. Su ropa es
simple, pero sé que podemos sacar algo bueno de ello
―Revisó la ropa del menor bajo la mirada analítica del
contrario.
―Pensé que después de lo de ayer desistirías de la idea
de Jimin y Jungkook compartiendo juntos. ¿No quedó claro
que son como el agua y el aceite?
―Por supuesto que lo son, pero quiero aferrarme a la idea
de que la gente cambia y se puede sacar buen provecho de
las experiencias, de todos modos ―Tomó una camisa azul,
holgada y de material sedoso y brillante. ―Él se verá bonito
en esta, ¿cierto?
―Él podría ponerse una bolsa de basura y verse bonito
―Seokjin sonrió. ―¿Pero por qué quieres hacerlo lucir?
―Porque Park quiere meterse en sus pantalones y tendrá
que quedarse con las ganas ―Yoongi alzó sus cejas.
―¿Qué? Él merece sufrir un poco viendo lo que,
definitivamente, no se le dará fácilmente ―Presumió,
volviendo al armario para ahora buscar unos jeans.
―No pongas en aprietos a Jungkook ―Sólo advirtió. ―Por
cierto, ¿lo que estás estudiando te complica mucho?
―No, ¿por qué? ―Dejó la ropa sobre la cama, mirándole
con atención.
―Creo que necesito ayuda con mi trabajo de inglés
―Señaló su cuaderno. Seokjin no tardó en ir hasta él e
inclinarse sobre la hoja para ver de qué se trataba.
―Puedo ayudarte, no cursé cuatro semestres de inglés
por nada ―Le sonrió gentilmente.
―Por supuesto, mi chico aprobó inglés avanzado ―Lo
felicitó, mirándole atentamente. ―Sin embargo, planeaba
pedirle ayuda a Nam luego. ¿Por qué mejor no
aprovechamos la noche y hacemos nuestros propios planes?
―Invitó.
Seokjin sonrió, acomodando perfectamente las pocas
mechas azules en el oscuro cabello de su novio. Yoongi
cerró sus ojos cuando juntó sus labios en un tierno beso.
―Me parece perfecto
◆◆◆◆◆
Jungkook no necesitó revisar la dirección una vez más
para cerciorarse de que había llegado al lugar indicado. La
casa de Lee Taemin era enorme y podía comprender ahora
los rumores que corrían sobre lo increíble que solían ser sus
fiestas. ¿Quién no se divertiría en una casa con piscina?
Bueno, incluso si parecía mala idea meterse ahí a esa fecha.
Marcó el número del mayor, queriendo saber su paradero.
Aunque habían quedado de encontrarse cerca de la entrada,
no había rastro de Jimin y eso fácilmente le molestó. ¿Para
qué fijas un punto de encuentro si no estarás ahí a la hora?
Desistió de la idea de seguir llamándole ante el explosivo
sonido de la música proveniente del interior y guardó su
celular, aferrándose a su bolso para lidiar con las personas
en la entrada. Suponía que su única opción sería buscar al
chico por sí mismo.
―Disculpen ―Elevó su voz por sobre la música hacia un
grupo que estaba a sólo un metro de la puerta. ―¿Han visto
a Park Jimin por aquí?
―Entró hace un rato. ¿Eres su amigo? ―Contestó una
desconocida, mirándole de pies a cabeza. Jungkook asintió
inexpresivo al ver como los ojos de ella parecían
encenderse. ―Oh, cariño, puedo ayudarte a buscarlo
entonces ―Envolvió su brazo repentinamente, recargándose
en él. ―Vamos, te daré una mano
―No, gracias, puedo hacerlo por mí mismo ―Apartó
delicadamente a la chica, haciendo una reverencia con la
cabeza luego. ―Disfrute de la fiesta, señorita
Jungkook pudo sentir perfectamente una mirada filosa
posada en su espalda mientras se alejaba. Suspiró con
cansancio, adentrándose más en el lugar, y comenzó a
sentirse sofocado rápidamente ante la gran cantidad de
personas. Sus ojos comenzaban a picar debido a la gran
mezcla de olores también. Dios, ¿por qué su nariz tenía que
ser tan sensible justo ahora? Frotó sus ojos como un niño
pequeño que estaba a nada de llorar y se sobresaltó cuando
al apartar su brazo se encontró con un chico alto frente a él.
―¿Estás perdido, niño? Luces acomplejado ―Jungkook
llevó su bolso hacia adelante y negó con la cabeza, dándose
la vuelta. ―Puedo ayudarte, si gustas ―Intentó
convencerlo, deteniéndolo con su mano en su cintura. ―Es
más, estoy seguro de que te gustará ―Habló cerca de él
antes de presionar su pecho contra su espalda.
El estómago de Jungkook dio un vuelco cuando el
desconocido se frotó descaradamente contra su trasero. Y
antes de que este pudiera siquiera esperarlo, ya estaba
contra la pared mientras su brazo era torcido tras su
espalda en una llave.
―Voy a cortar tu maldita garganta si vuelves a hacer un
movimiento como ese ―Advirtió.
El desconocido se quejó, Jungkook hizo más presión antes
de soltarle, y un segundo más tarde lo vio huir sin voltear
mientras lanzaba maldiciones al aire.
Genial, menos de 5 minutos ahí y una chica ya había
presionado sus senos contra su brazo mientras otro idiota se
había frotado contra su trasero. ¿Es que no había seres
racionales en esa fiesta?
―Oh, Jungkook, estás a- ―Las palabras de Jimin se
cortaron cuando el castaño volteó a verle con una mirada
enfurecida. ―¿E-Estás enojado?
―Dijimos que nos encontraríamos en la entrada ―Le
recriminó.
―¡Estuve ahí! Pero me encontré a un amigo, me arrastró
para saludar a otros chicos y... ―Jungkook seguía serio.
―¡Juro que ahora me dirigía a buscarte! ¡Sólo debiste
esperarme ahí! ―Se defendió. ―Dios, debes odiar las
fiestas, ¿cierto? Ninguna persona normal tiene una
expresión tan mala durante una fiesta
―¿Estarías feliz si alguien invadiera tu espacio personal?
―Jimin sonrió automáticamente.
―Por supuesto, es lo que hacen todos aquí, ¡es lo
divertido de las fiestas! Beber mucho, bailar mientras te
frotas con desconocidos, ya te digo ―Chasqueó con los
dedos, Jungkook comenzaba a sentir jaqueca. ―¿Quieres
bailar conmigo? ―Preguntó inmediatamente después.
Jungkook cubrió su rostro con su mano, superado; Jimin
simplemente no sabía leer el ambiente, era demasiado
ingenuo o demasiado imbécil. El rubio, por su parte, bajó su
mirada por el cuerpo del castaño velozmente, agradeciendo
el maldito conjunto elegido. Esa camisa holgada metida
dentro de esos ajustados jeans rotos lo hacía ver delicioso.
Si Jungkook no tenía problema con ello, él encantado lo
presionaría contra una pared en ese instante.
O podrían buscar un cuarto y hacer las cosas más
entretenidas, eso parecía aún mejor.
―¿Dónde quieres tu sesión? ―Preguntó finalmente
Jungkook con evidente cansancio, bajándolo de su nube.
―¿Qué?
―Tu sesión, dijiste que querías hacer tu sesión aquí ―El
menor miró panorámicamente el lugar, arrugando su nariz
con molestia. ―Lamento decirte esto, pero el sitio está
atestado. Dudo de que pueda hacer buenas tomas sin que
alguien te tape o termine por empujarme y llevarse mi
cámara al piso en el proceso
―Hey, pensé en todo ―Se paró erguido, recibiendo una
mirada desconfiada en respuesta. ―Bien, casi en todo
―Admitió. ―¿Crees que la falta de luz nos juegue en
contra? O sea, por supuesto que habrá luces, muchas luces,
pero el lugar sigue siendo un poco oscuro y no es algo que
pueda mane-
―Sólo dame una buena ubicación ―Le cortó.
―Correcto, eso sí lo tengo ―Sonrió, tomando su mano.
Jungkook estuvo a punto de quejarse, pero Jimin ya había
comenzado a arrastrarlo con él. ―No te sueltes, no voy a
perderte en el camino. Ahora, espero que estés listo para lo
que verás, porque planeo llevarte a donde está la verdadera
fiesta, Jungkookie
Así que él tomaba su mano y lo llamaba dulcemente como
si nada, ¿no? El castaño entornó los ojos mientras se dejaba
guiar por el bailarín, quien agraciadamente se deslizaba a
través del gentío sin ni siquiera rozarlos. ¿No lucía Jimin
como alguien experto en ese tipo de ambientes? Jungkook
mordisqueó su labio mientras intentaba recordar cuándo fue
la última vez a la que asistió a una fiesta como esa.
Por supuesto: nunca.
Los ojos de Jungkook se abrieron con impresión cuando
Jimin lo dirigió a una gran sala. La música provenía de ahí y
por tanto se escuchaba mucho más fuerte, provocando
incluso que los vidrios vibraran. Personas bailando llenaban
absolutamente todo el lugar y su mirada se detuvo en tres
pequeñas plataformas ubicadas en el centro del lugar,
distribuidas de tal modo que formaban un triángulo.
¿Realmente eso era una casa?
―Y es por esto que todos dicen que las fiestas de Taemin
son las mejores ―Elevó la voz Jimin para que fueran
capaces de escucharse. ―Mansión por casa, padres de
viaje, ¡hola, paraíso juvenil!
―Sí, no estoy seguro de que esto sea un paraíso ―No
para él, al menos. Jungkook era por mucho un chico
hogareño.
Jimin rió, volviendo a tirar de él para llevarlo ante una de
las plataformas. Jungkook alzó la mirada con curiosidad
cuando el rubio se apoyó contra ella.
―¿Te molesta un poco de atención? ―Jungkook negó con
la cabeza, realmente le daba igual. ―Eso es bueno, porque
te pediré que te subas aquí
―No voy a bailar
―Lamentablemente no, no lo harás ―Tomó la cinta negra
de su cuello, jugando con ella para luego acercar sus rostros
bajo la excusa de que necesitaba ser escuchado. ―Iré a otra
plataforma y me tomarás fotos desde aquí, ¿de acuerdo? No
habrá gente interponiéndose. Sólo seré yo, brillando en la
plataforma del frente, y tú, capturando mis impresionantes
movimientos ―Lo soltó. ―Jungkook, hoy vas a ver al
verdadero Park Jimin en acción
Jungkook no contestó, sólo le vio sonreír con absoluta
confianza antes de escabullirse entre las personas. Era la
primera vez que le veía sonreír con tal determinación y le
fue imposible no sentir que aquello había sido
verdaderamente atractivo en él. Un chico con confianza en
sus pasos siempre era increíble, así que esperaba no
equivocarse con él esta noche.
Subió a la plataforma, recibiendo más de una mirada
curiosa. Era sabido que tenías que tener falta de pudor (o
mucho alcohol en la sangre) para subirte a una plataforma
donde te prestabas a ser el centro de atención, pero poco le
importaba lo que pudieran pensar de él. Se quitó su bolso,
buscó su cámara e ignoró las miradas en su espalda.
Jungkook iba a ser lo más profesional posible.
Jimin apareció en la plataforma del frente un minuto
después, dando un brinco y agitando su mano en dirección
al menor. Este rió y ajustó la cámara, aumentando el zoom
mientras enfocaba a su cliente. Las luces de colores daban
un aspecto peculiar, pero incluso si aquel chico ni siquiera
había comenzado a bailar, ya lucía como alguien cuyos pies
estaban sobre el lugar correcto.
El rubio comenzó a bailar entonces, con movimientos
suaves que fueron tomando fuerza. Los ojos que en un
momento estuvieron sobre el fotógrafo, ahora se habían
perdido en el joven bailarín que destacó por sobre todos.
Jungkook sintió su corazón agitarse mientras tomaba fotos
de él, admirándolo. Y es que por fin había comprobado que
Park era un chico de escenario. Ahí, brillando, encantando,
flechando, volviéndose dueño del mundo. Las personas a su
alrededor queriendo besar sus pies mientras la única que
realmente podía tocarlo era la música.
Sí, Jimin había hecho la elección correcta esa noche.
Jimin dejó de bailar después de una tercera canción,
esperando una señal. Las personas a su alrededor aplaudían
pidiendo un número más, pero no era la aprobación de ellos
la que deseaba. Jungkook bajó su cámara, sus miradas
conectándose bajo luces de colores que jamás los bañaban
de igual manera, pero Jimin sonrió y celebró cuando el
menor levantó su pulgar en alto y luego le indicó que quería
una canción más. Y Jimin bailó una cuarta canción con aún
más pasión de la que tuvo en las anteriores.
Él era bailarín, vivía por su baile, por los escenarios, por
las luces, por los aplausos; habría sido un golpe a su
corazón no gustarle a Jungkook en aquel lugar donde
siempre dejaba hasta su alma.
Jimin se bajó de la plataforma minutos después. Jungkook,
tras guardar sus pertenencias, hizo lo mismo. Elevando su
mirada entre el gentío, esperó que el rubio llegara hasta él,
y sonrió con más tranquilidad cuando finalmente lo
encontró.
―¿Entonces? ―Preguntó alegremente. ―¿He aprobado en
esta sesión?
―Has estado increíble, hyung ―Admitió.
Jimin tocó sus mejillas, sintiéndolas más calientes que
hace un rato. Aunque bailar había provocado que se elevara
su temperatura corporal, eran esas palabras las que lo
habían desestabilizado. ¿De verdad Jungkook acababa de
llamarlo hyung?
―Oh, lo siento, sunbaenim ―Corrigió rápidamente al
notar su error.
―Hyung está bien, yo-ah... necesito usar el baño ―Señaló
para luego huir.
¿Por qué se avergonzaba con tal poca cosa? Se cuestionó
mientras corría a toda velocidad hacia las escaleras, pues
prefería usar el baño del segundo piso que estaba más
marginado. Él estaba acostumbrado a recibir cumplidos y
motes cariñosos, algo tan simple como un hyung de parte
de ese chico no era nada para impresionarlo. Pero, claro,
sus lindos ojos estaban tan llenos de éxtasis, que su corazón
se sentía dichoso con tal atención.
Hola, sí, ¿Park Jimin? ¡Estás adentro, campeón! Hoy su
admiración. Y mañana...
Jimin rió por lo bajo antes de meterse al baño para
refrescarse un poco. Tristemente, toda felicidad fue drenada
de su cuerpo cuando al salir del baño se encontró con cierta
chica recargada en la pared, esperando obviamente por él.
―Vi el espectáculo que diste allá abajo ―SooYoung
sonreía. ―Como era de suponer, destacas a donde sea que
vayas, eres increíble ―Lo alabó.
El rubio puso los ojos en blanco. Aunque él amaba la
atención, habían ciertas personas de las que no le
interesaba en absoluto, y este grupo estaba compuesto por
personas con pareja o personas del interés de sus amigos.
Las últimas, sobre todo, eran un no rotundo. Por tanto, no
podía explicarse por qué SooYoung seguía siendo tan
insistente después de meses en los que estaba en una
pseudo relación con Taehyung.
―¿Taehyung está aquí contigo? ―Preguntó, sólo para
confirmar.
―No, tenía que escribir un ensayo ―Sonrió, acercándose
a él. ―Entonces, ya que él no está aquí, ¿por qué no me
haces compañía? Estoy segura de que cuidarás muy bien de

―¿Por qué crees que querría pasar tiempo contigo, en
primer lugar? ―Disparó de inmediato, enfadado. ―No me
agradas, ni siquiera un poco. Por otro lado, noticia para ti,
niña, me gustan los hombres ―SooYoung rió, como si se
tratara de un chiste.
―Lo dices porque seguramente no has estado con una
chica antes ―Se recargó contra él, pestañeando
coquetamente en su dirección. ―Las chicas somos por
mucho la mejor opción. Delicadas, lindas. Y estoy segura de
que olemos mucho mejor que la mayoría de los chicos aquí
―Entornó los ojos graciosamente.
―Oh, ¿es así? ¿Las chicas son así de geniales?
―SooYoung asintió. ―¡Tienes razón! ¿Por qué no vas por
una chica entonces y dejas de molestarme?
SooYoung abrió la boca, más que molesta, pero las
maldiciones se quedaron ahí cuando escucharon un ruido
cerca. Ambos voltearon a ver a Jungkook, quien acomodaba
su bolso en su hombro mientras sentía que había sido
pillado en un mal momento. ¿Por qué no pudo ser más
silencioso?
―Ah, Jungkook ―Jimin suspiró con alivio y apartó a la
chica, caminando hasta el menor. ―¿Me has venido a
buscar? Siento la tardanza ―Deslizó su brazo por su cintura,
obteniendo una mirada analítica del menor.
―Sí, no te preocupes... ―Murmuró, leyendo
perfectamente sus intenciones. ―¿Nos vamos?
―¿A dónde? ―SooYoung interrumpió antes de que fueran
capaces de escapar. ―¿Por qué están juntos de nuevo?
¿Estás saliendo con él? ―Preguntó recelosa mientras lo
señalaba con el dedo.
―Uhm, no sé, ¿seré tan afortunado como para salir con el
chico más bonito de comunicación? ―Preguntó con una
sonrisita maliciosa, inclinándose sobre el castaño. ―Eso
espero, porque, cariño, hueles tan delicioso ―Agregó tras
haber inhalado el suave aroma de su cuello.
SooYoung caminó hasta ellos, empujándolos a ambos para
pasar entre los dos. Jungkook se aferró a su bolso mientras
veía a la chica marcharse en medio de maldiciones, y giró
tímidamente hacia Jimin, cuya expresión cambio
drásticamente de una divertida a una cansada.
―Así que... ―Carraspeó, peinando sus cabellos
nerviosamente hacia atrás. ―Oíste todo eso, ¿no?
―Jungkook asintió. ―Mierda...
―Tú... uhm... ¿quieres hablar? ―Preguntó con empatía al
verle acomplejado. Jimin lo miró sin parpadear. ―Si no te
molesta hacerlo en el patio para evitar al gentío ―Agregó,
señalando el pasillo. ―Y me siento incómodo dentro de la
casa de alguien más ―Admitió con bochorno.
―¿Tienes tiempo para eso?
―Hmm, sí, Seokjin y Yoongi tenían planeas, así que no
creo que les moleste si me tardo un poquito más ―Sonrió
suavemente. ―¿Vamos?
Jungkook no esperó respuesta, sólo adelantó su paso y ya.
Odiaba ver a una persona con problemas y esperaba servir
un poquito de ayuda, si es que podía.
Jimin mordió su labio, observando su bonito caminar. Esos
jeans se ajustaban tanto a sus deliciosos muslos, que le fue
imposible no sentir que su boca se volvía agua mientras su
imaginación volaba. Dios, esas piernas se verían perfectas
alrededor de su cintura. Él quería alzarlo y sostener ese
pequeño y firme trasero con sus manos.
―¿Sunbaenim? ―Llamó el menor al notar que este no le
seguía.
Jimin agitó la cabeza, alejando esos pensamientos antes
de que su sangre comenzara a viajar hacia al sur. Al menos
por esa noche alzaría la bandera blanca frente a su
conquista e intentaría llevar una charla civilizada con aquel
chico. ¿No sería bueno ganar puntos con él y desahogarse
de paso?
[04]

Jungkook estiró sus piernas mientras miraba el jardín


completamente vacío. Las pocas personas que habían
estado ahí habían decidido entrar para refugiarse del
inmenso frío y la llovizna que había comenzado hace unos
minutos, dejándoles el sitio completamente a su disposición.
Agradecía que así fuera, porque de verdad necesitaba
apartarse un poco del ambiente tan cargado de hormonas
allá dentro de la casa. Al menos ahora podía decir con total
honestidad que las fiestas en grande no eran algo para él.
Suspiró, extendiendo su mano para tocar la lluvia, pues la
parte techada en la que se encontraba lo cubría lo suficiente
para apartarle de esta. Una sonrisa pequeña se delineó en
sus labios cuando el agua hizo contacto con su piel. Le
gustaban esos días; un poco más como él. Se preguntaba si
por ahí cerca habría alguien que los apreciara realmente.
Después de todo, las personas que decían amar la lluvia y
los días nublados, por lo general solían refugiarse en su
caluroso hogar mientras bebían una taza de café
Pseudo amor, al fin y al cabo; amor a la imagen tras el
cristal, no a pisar charcos de agua y luchar contra el viento.
Las personas que continuamente se fijaban en él, no eran
diferente de ellos.
―¿Te gusta la cerveza? ―Jimin apareció finalmente,
enseñando dos latas antes de tomar el lugar junto a él.
―No en horario de trabajo ―El rubio rió, golpeando
amistosamente su brazo.
―Afortunadamente para ti, ya terminaste tu trabajo por
hoy
Jungkook tomó la cerveza, aceptándola con un
asentimiento. Jimin dio varios tragos a su lata antes de que
el castaño decidiera hablar.
―Entonces... ―El rubio le miró fijamente. ―Sobre esa
chica...
―SooYoung ―Comentó al entender que el joven
desconocía el nombre.
―SooYoung, sí ―Aclaró su garganta. ―¿Es la novia de
Taehyung?
―Uhm, algo así ―Terminó de beber todo el contenido de
un golpe, sintiéndolo más amargo de lo normal. ―Está
cursando su primer año en la misma carrera de Tae, es así
como se conocieron. Ella de repente se enganchó a él como
una garrapata y finalmente comenzaron una... relación
―Hizo énfasis en la última palabra. ―Es decir, Taehyung la
lleva a citas, le compra regalos y ella le permite tomar su
mano y besarla ―Rió con ironía al final.
―Suenan como novios ―Una relación un poco superficial,
pero novios de todas formas, pensó.
―Pero SooYoung no lo piensa así. Ella siempre le dice a
Taehyung que aún están en proceso de conocerse y ese tipo
de mierdas
―Conocerse suena bien...
―No cuando es una excusa para cubrir tus verdaderas
intenciones ―Gruñó. ―Ella lo está usando
―Puedo inferirlo... ―Musitó. ―Entonces, ¿sólo lo ocupa
como medio para llegar a ti? ―Jimin peinó sus cabellos
hacia atrás, maldiciendo por lo bajo.
―Ella no puede entender un rechazo. No importa cuántas
veces le diga que no tiene oportunidad conmigo, ella
siempre regresa. Incluso si me gustaran las mujeres, estoy
seguro de que estaría lejos de ser mi tipo ―Chasqueó con la
lengua, enarcando sus cejas hacia el menor. ―No tienes un
problema con eso, ¿cierto?
―¿Con tu atracción hacia los hombres? ―Jungkook soltó
una ligera risita mientras abría su cerveza. ―No es como si
realmente importara mi opinión al respecto, ¿no? Son tus
gustos y al resto debería darle igual ―Habló con franqueza,
tomando un gran trago luego. ―Sin embargo, si te
tranquiliza, por supuesto que no podría importarme menos
―Añadió antes de dar otro trago.
―Genial ―Fue lo único que se sintió capaz de decir.
Genial, sí. Quizás para Jungkook podía parecer todo muy
obvio, pero para él no lo era tanto. A lo largo de su vida,
había conocido a homosexuales que rechazaban a otros
homosexuales. También había conocido gente que apoyaba
a sus cercanos, pero expresaba aversión por los
desconocidos. Existiendo en ese mundo tantos locos
sueltos, ¿cómo no iba a dudar de quien tenía a su lado? Por
suerte para él, Jungkook había dado luz verde.
―¿Has hablado con Taehyung al respecto? ―Preguntó
finalmente.
―He intentado hacerle razonar. SooYoung ha demostrado
varias veces no ser digna de él, pero parece no querer verlo.
Ella puede ser la chica más caprichosa del mundo y él ni
siquiera lo aceptará, siempre tendrá una excusa para su
comportamiento
―No hay peor ciego que el que no quiere ver.
Lamentablemente, parece que él aún está al inicio de su
enamoramiento ―Sonrió tristemente, mirando al rubio.
―¿Por qué no eres más honesto con él? ―Jimin frunció el
ceño. ―Ella está coqueteando contigo. Contigo, quien es el
mejor amigo de su "novio". Creo que Taehyung merece
saber esto
―Es complicado ―Apartó la mirada hacia la llovizna. ―Sé
que en el fondo Taehyung es consciente de las
imperfecciones de SooYoung, pero está ilusionado y cree
que una relación entre ellos puede llegar a funcionar.
Prefiero hacerle ver que en realidad sus personalidades no
son compatibles a que sepa que... que ella ni siquiera lo
está intentando ―Su voz tembló al final. ―Tae es increíble,
se merece algo mejor que esto. Él se sentirá destrozado si
se entera de que SooYoung le está coqueteando a alguien
más mientras lo hace esperar. Y será aún peor cuando sepa
que... que ese otro chico soy yo ―Miró al menor. ―Sólo
quiero protegerlo del dolor, Jungkook
El castaño bebió lo que quedaba de cerveza, sin apartar
sus ojos de los del contrario, los cuales estaban llenos de
aflicción. Dejando la lata a un lado, pasó su lengua por sus
labios mientras pensaba en una solución. Para él, la
honestidad siempre estaba en primer lugar, sobre todo
cuando se trataba de la gente que amaba. Tristemente, eso
no quitaba el hecho de que probablemente Taehyung se
sentiría devastado.
―Sunbae- ―Comenzó a decir, negando con la cabeza
luego. ―Hyung ―Se corrigió a sí mismo, intentando volver
su conversación algo más de confianza. ―Puedo entender
tus preocupaciones y tu amor por Taehyung, sin embargo, si
él es tan ciego como dices, no creo que puedas hacerlo
desistir de esta relación como lo has hecho hasta ahora
―Admitió con pena. ―Además, él merece saber la verdad
incluso si es dolorosa. Si yo tuviera a alguien especial y esta
persona realmente no está interesada en mí, me dolería ser
consciente de todo el tiempo que pasé soñándola mientras
sólo jugaba conmigo, eso es por mucho más doloroso. ¿No
sería así para ti?
―Eso creo... ―Susurró.
―Por otro lado, no puedes ocultar algo por demasiado
tiempo ―Razonó con voz suave. ―Tarde o temprano, todo
sale a luz, siempre. Y SooYoung tampoco es muy sutil
cuando está cerca de ti
Jimin mordió su labio inferior, pensando al respecto. En
realidad, él creía que se podía mantener algo oculto todo el
tiempo que quisieras, siempre y cuando pudieras
controlarlo, no obstante, Jungkook tenía razón al decir que
SooYoung no era sutil. Maldición, sencillamente eso no
estaba en sus manos.
―Sólo quiero un poco más de tiempo para hacerlo a mi
manera ―Susurró finalmente, bajando un poco la mirada.
Aun si eso no era lo más acertado, lo prefería mucho más
que decirle la verdad a Taehyung.
―Es tu decisión ―Respondió comprensivamente el
castaño, acercándose más a él. ―Fuera de eso, hyung,
nadie puede negar que quieres mucho a Taehyung ―El
contrario alzó la mirada. ―Así que no te sientas mal por
algo que no estuvo bajo tu control, ¿sí? ―Pidió.
Jimin abrió la boca, queriendo responder, mas las palabras
se quedaron ahí cuando Jungkook extendió su mano hacia
su rostro para secar una pequeña lágrima en su ojo que ni
siquiera sabía que estaba ahí. El castaño sonrió para él
entonces, derrochando una pureza excesiva para cualquier
joven adulto, y su corazón golpeó como un loco dentro de él
ante el maravilloso chico que tenía cerca.
Bien, Jungkook sí lucía malditamente increíble, más que
cualquier chico que él había conocido; ya no podía actuar
como si no se tratara de la gran cosa. Él, sencillamente, era
demasiado bonito y sus ojos excesivamente brillantes.
―Ti-Tienes tu mano fría ―Fue todo lo que pudo decir.
―Oh, lo siento ―Jungkook apartó su mano, avergonzado;
su intención no había sido molestar.
―No te disculpes, tan solo... ―Jimin lo miró atentamente,
frunciendo su ceño. ―Mierda, ¿de verdad sólo has venido en
esa camisa? El material ni siquiera luce cálido
―No lo es ―Afirmó con una risita, abrazándose a sí
mismo con uno de sus brazos. Quizás debió protestar
cuando Seokjin decidió sobre su ropa, pero él jamás tendía a
contradecir al resto.
Park agitó con la cabeza, en desacuerdo por la elección de
vestuario. Aunque él mismo había disfrutado viendo lo bien
que se le ajustaba ese estilo al menor, ahora mismo no
podía dejar de ser consciente del frío que hacía ahí afuera.
Quitándose su propia chaqueta para quedar sólo en
camiseta, Jungkook le miró sorprendido cuando se la
extendió.
―Es un par de tallas más grandes, estoy seguro de que te
quedará ―Lo animó, agitando la prenda frente a él.
―Pero tú...
―Jungkook, soy un chico caliente, los chicos calientes no
necesitan tanta ropa ―Presumió. ―Bueno, chico de sangre
caliente ―Corrigió, pensando en ello unos segundos antes
de añadir: ―En realidad ambas cosas suenan mal, ¿cierto?
Lo dejaré a tu libre interpretación ―Rió divertido, sonriendo
coquetamente al final. ―Vamos, mocoso, debes permitir
que tu hyung cuide de ti
―Mocoso ―Repitió entredientes, tomando la chaqueta.
―Pensándolo bien, voy a irme ahora, así que esto es mala
idea
―Me iré contigo, tomaremos el mismo taxi
―¿Vives cerca de las residencias, hyung? ―Accedió
finalmente, poniéndose la chaqueta mientras le miraba con
interés.
―Vivo en el edificio al lado del tuyo, somos vecinos ―Rió,
provocando que el menor frunciera el ceño.
―¿Por qué has decidido que nos juntáramos aquí
entonces?
―Hoy no pasé por mi cuarto, lo siento
―Uh ―Frunció sus labios. ―¿Y no prefieres quedarte por
más tiempo en la fiesta? Parece que tiene para largo.
―Nah, sólo quería venir por la sesión, prefiero ir a la cama
y descansar ―Tomó las latas vacías. ―Iré a tirar esto y
vengo, ¿de acuerdo? No tienes que acompañarme y dar la
vuelta larga si no quieres, ya comprendí que este no es tu
ambiente predilecto
Jungkook sonrió tímidamente, viendo como Jimin
desaparecía. Poniéndose de pie de manera inmediata, tomó
su bolso, el cual había resguardado en la parte techada,
para acomodarlo en su hombro. Quizás sería bueno pedir el
taxi por su cuenta también.
―Jeon Jungkook ―Escuchó una conocida voz desde la
puerta corrediza, él dejó de mirar su celular mientras se
congelaba. ―Así que realmente estás aquí
El castaño alzó la mirada, encontrándose con el sonriente
rostro de Taemin. ¿Era adecuado actuar sorprendido de su
presencia ahí? Es decir, era el anfitrión, el dueño de casa,
por supuesto que no debía ser una sorpresa. Sin embargo,
cuando Jungkook escuchó el nombre de Lee Taemin, de
verdad no esperaba que fuera el mismo chico que había
conocido años atrás. Después de todo, el 15% de la
población se apellidaba Lee. ¿Y cuántos Taemin había ahí
afuera? Muchísimos también, estaba seguro de ello.
―¿Por qué luces como si estuvieras viendo a un
fantasma? ―Rió ligeramente el bailarín.
―Ah, lo siento. Buenas noches, hyung ―Saludó con voz
monótona, aun mirándolo analíticamente. Taemin alzó
graciosamente sus cejas antes de pararse frente a él.
―Woh, realmente sorprendente ―Le miró a los ojos. ―Tú
sabes, te conocí cuando tenías 13 años. Si me hubieran
dicho que ese niño se transformaría en este gran chico, no
lo habría creído ―Relamió sus labios, aún divertido. ―Y
lucían tan lindo entonces. Bueno, aún eres lindo ―Corrigió.
―¿Cuántos años tenías la última vez que te vi? ¿15? ¿16?
―Jungkook sólo asintió con la cabeza, sin detallar. ―Sigues
siendo alguien de pocas palabras
―Sí
―¿Estás feliz de verme?
―No esperaba verte de nuevo ―Admitió. ―Así que
responder que pensé en ti sería mentir. Decir que estoy feliz
de verte, también es una mentira. Sólo estoy gratamente
sorprendido, supongo
―Supones ―Enterró sus dedos en sus costillas, queriendo
hacerlo reír.
―Puede que sólo sorprendido ―Corrigió, apartando
delicadamente la mano del mayor. ―Pero siempre es bueno
ver que uno de mis conocidos está bien
―Es mi mejor momento ―Asintió, sin quitar sus ojos del
rostro inalterable de Jungkook. ―He escuchado de ti, el
chico más guapo de la facultad de comunicación ―Jungkook
arrugó la nariz. ―Tus superiores hablan de ti también, el
chico que dejó boquiabierto a todos con su talento en
imagen ―Carraspeó. Jungkook ahora sí se sintió más
orgulloso de sí mismo. ―Me sorprendí también. ¿Cómo
terminaste en Cine y TV? ¿Fue por eso que dejaste la
academia? ―El brillo particular de los ojos del menor se
apagó al escuchar la última pregunta. ―Eras el bailarín con
más potencial de tu generación
―Ya no bailo
―Puedo verlo, es lamentable ―Taemin retrocedió,
mirándole amablemente. ―Pero bueno, incluso si me habría
gustado que siguieras mis pasos, es tú decisión ―Jungkook
asintió. ―¿Aún hablas con Hoseok? ―El menor presionó sus
labios en una línea, negando con la cabeza. ―Eran muy
cercanos
―Lo fuimos, sí, pero los lazos se rompen
―Le ha ido bien en Estados Unidos, aún mantengo
contacto con él ―Inclinó su cabeza, curioso. ―Dijiste que
los lazos se rompen, pero también se reconstruyen. ¿Te
gustaría que te diera su número?
―Hyung ―Su voz salió plana. ―Fue Hoseok quien rompió
los lazos, respeto su decisión
―No es algo normal en Hoseok. ¿Quieres contarme la
historia?
Jungkook tensó la mandíbula, creyendo firmemente que
ese encuentro, ahora más que nunca, no era agradable para
él. Había estudiado con Taemin en la misma academia. Lo
respetaba y admiraba. Pero ellos habían sido compañeros,
no amigos, y ahora mismo no le estaban gustando ciertas
atribuciones del mayor.
Como comportarse como un maldito entrometido luego de
3 años sin verse, por ejemplo.
―Jungkook, lo siento, me encontré con unos chicos y-
―Jimin se quedó mudo al ver quien acompañaba al menor.
Taemin giró, lanzándole una mirada estudiosa a Jimin. La
expresión de este era completamente neutral mientras él no
podía dejar de sentirse interesado. Cuando vio que Jeon
Jungkook estaba fotografiando a Park Jimin hace un rato,
quiso pensar en ello como una simple coincidencia, pero
ahora evidente que había algo más entre esos dos.
¿Exactamente qué?
―Hyung ―Jimin hizo una reverencia para él por simple
cortesía, volteando luego hacia el menor. ―Siento la
tardanza, Jungkook, ¿estás listo para irte? ―El aludido
asintió. ―Vamos entonces, pediré un taxi ahora
―¿Se van tan temprano?
―Estamos cansados ―Respondió Jimin, marcando un
número. ―De todas formas, buena fiesta, hyung ―Felicitó
pobremente antes de darle la espalda y comenzar a hablar
por celular.
Taemin no pudo evitar seguir mirando a Jimin. Mientras
había pasado tiempo con él el año pasado, había
descubierto cuanto amaba ese chico las fiestas hasta el
amanecer, llevando el estilo de vida más movido entre los
estudiantes. ¿Cómo era que ahora se iba sin más? Jimin dio
la dirección, intercambiando miradas con Jungkook, y
confirmó que sólo un tonto no podría interpretar
correctamente la sutil sonrisa que el rubio le lanzó al
castaño en ese instante.
Estaba interesado en él.
El ardor se instaló en la boca de su estómago al descubrir
tal hecho.
―Bien, espero que lleguen bien a casa entonces
―Murmuró, llamando la atención del menor, quien le miró
desentendido cuando se acercó a él y tiró ligeramente del
cuello de su chaqueta. ―Deberíamos encontrarnos pronto,
Jungkookie, estoy seguro de que hay mucho de qué hablar
―Añadió, dándole una sonrisa sugerente.
Jimin cortó la llamada, mirando rabiosamente al coqueto
bailarín que se retiraba altivamente, así como si nada. ¿Qué
estaba intentando demostrar? Si Park hubiera sido un poco
más salvaje, se habría asegurado de marcar al joven para
hacerle entender a Lee que ya había puesto sus ojos en él.
Simplemente odiaba la idea de alguien más revoloteando
alrededor de su objetivo. ¿Había sido así antes? Por
supuesto que no, pero el resto no había puesto tantas
trabas como Jungkook. Claro, debía ser por eso.
Jungkook, por su parte, arrugó su nariz mientras se
preguntaba qué pasaba con Taemin. Era primera vez que él
le sonreía y se le acercaba de esa forma. ¿Era porque ahora
eran mayores o había pasado por alto algo?
―¿Lo conoces? ―Preguntó con cierto recelo Jimin.
Claramente, no se iba a quedar con la duda.
―Lo conocí hace unos años, sí ―Frotó la parte posterior
de su cuello, intentando ocultar su incomodidad. ―Ambos
somos de Busan
Jimin cambió de inmediato su expresión, mirando al
menor con cierta sorpresa. ¿Era de Busan también?
¿Conocía a Taemin de ahí? ¿Habían estudiado juntos o había
una conexión diferente entre ellos? Estudiar juntos... no, no,
imposible, la diferencia de edad no les habría permitido
encontrarse al menos que se tratara de la primaria.
¿Entonces en qué punto coincidían? ¿Sería bueno intentar
sacarle más información al respecto? Quizás debería
empezar con un sutil "oh, ¿en serio? ¡Yo también nací en
Busan!". Pero entonces...
Sólo negó con la cabeza, desechando la conversación
mientras se decía a sí mismo que no debía indagar
demasiado en la vida de alguien que recién estaba
conociendo. Aún así, muy a su pesar, que Jungkook y
Taemin se conocieran no podía dejar de lucir ante sus ojos
como una desagradable coincidencia. ¿Qué podrían tener en
común alguien que parecía lo más cercano a un ángel con
alguien que en el fondo sabía podía ser un demonio?
◆◇◆◇◆
Jimin inhaló profundamente cuando por fin estuvo de pie
frente a la casa de los Kim. Taehyung no había contestado
ninguno de sus mensajes o llamadas desde su altercado del
jueves y él había comenzado a sentirse ansioso al razonar y
aceptar que se le había pasado un poquitín la mano. Bien,
quizás fue más que un poquitín, ¿pero qué con ello? ¿Acaso
no había estado en lo cierto?
Negó con la cabeza, golpeó su frente y se dijo a sí mismo
que era momento de ceder. No, él no se pararía frente a su
mejor amigo y le diría "sabes que tengo razón". Por esa vez,
él se disculparía y volvería a tener a su amigo de regreso.
¿Acaso Taehyung no lo extrañaba siquiera?
―Taehyunggie ―Habló con voz dulzona, haciéndole ojitos
a su mejor amigo cuando este, afortunadamente, fue quien
le abrió la puerta.
Taehyung puso los ojos en blanco y le dio la espalda,
sabiendo que sería en vano decirle que no quería hablar en
ese momento. Ahora que Jimin había comprobado que él
estaba ahí, seguro estaría dispuesto a armar un escándalo
para obtener su atención, y lo que menos deseaba él en ese
minuto era llamar la atención de los vecinos.
El de cabellos grisáceos arrastró sus pies hacia la sala, en
donde se encontraba viendo una serie con su primo, y
Namjoon les lanzó una mirada curiosa al ver la expresión de
cada uno.
―No me digan. ¿Se han peleado de nuevo?
―Hey, lo haces ver como si lo hiciéramos seguido ―Jimin
se quejó de inmediato, ofendido. Gimoteó cuando Taehyung
se dejó caer junto a Namjoon en el sofá, sin permitirle ni un
poco de espacio. ―¿De verdad vas a actuar así?
―¿Uhm? ¿Qué es eso? ¿Escuchas algo, hyung?
―Taehyung miró a su primo, quien le miraba extraño.
―Supongo que no. ¿Seguimos con nuestra serie?
―¡Taehyung! ―Jimin se arrodilló frente a él, tomando sus
manos mientras hacía su mejor expresión dramática.
―Somos mejores amigos desde hace más de 4 años, ¿cómo
puedes actuar tan indiferente? Vine a disculparme, ¿sí? No
puedes negarte a mí, estoy perdido sin ti ―Lloriqueó
falsamente, abrazándolo por las piernas.
―Maldición, él es horrible, es un alivio que estudia danza
y no actuación ―Murmuró Namjoon, viendo como el rubio
seguía aferrándose a las piernas de su primo. ―¿Qué hizo
esta vez?
―Opinar públicamente sobre mi vida sexual ―Rechistó.
―Hey, para el carro, yo no hice eso. Para empezar, tú
nunca has tenido vida sexual ―Defendió, recibiendo una
mirada amenazadora de parte de su mejor amigo. ―¡Lo dije
por tu bien! ¿Qué si el mundo se acaba y tú mueres virgen?
―Dios, ¿por qué no solo me haces un favor y le pones un
calcetín en la boca? ―Pidió Taehyung, cubriendo su rostro.
―En serio, este imbécil jamás podrá decir cosas coherentes
en su vida, sólo piensa con su jodido pene
Jimin retrocedió en la alfombra, mirándole más que
indignado. Namjoon miró entre ambos amigos, buscando
cómo calmar los ánimos entre ellos.
―Jimin, realmente no debería importarte si Taehyung es
virgen. Hay tiempo para todo, hombre ―Intentó hacerle
razonar. ―Y sobre todo, si tu problema es cómo lleva su
relación, pues es eso, su relación
Jimin quiso protestar, haciendo una lista mental de por
qué SooYoung en realidad era la peor de las opciones para
sostener una relación, pero terminó mordiendo su lengua al
aceptar que Taehyung no daría su brazo a torcer hasta que
él mostrara verdadero arrepentimiento.
―Lo sé, lo siento ―Murmuró a regañadientes, Taehyung le
miró fijamente.
―¿Lo sabes de verdad? Porque bloquearé tu número por
un mes si vuelves a interferir
―¡Lo he entendido! ―Se cruzó de brazos, volteando hacia
la tele, completamente enfurruñado. ―Uno intenta dar un
buen consejo y así es como se lo pagan
―Sí, por supuesto, tus consejos siempre son los mejores
―Ironizó el de cabellos grisáceos, finalmente calmándose.
―Así que, ahora que has aceptado tu error, ¿podrías
decirme qué hacías en la fiesta de Lee Taemin anoche? Me
dijiste que no asistirías ―Jimin lo miró. ―Los rumores corren
rápido y tú no pasaste inadvertido
―Sí, supongo que no lo hice ―Sonrió presumido.
―Alguien te grabó bailando sobre la plataforma
―Mencionó ahora Namjoon, provocando que el rubio riera;
no le sorprendería que el resto enloqueciera sólo por él.
―¿De quién intentabas llamar la atención? ¿Planeas flechar
a tu ex de regreso?
―¿Ex? Yo no tengo ex ―Le miró extraño.
―Lee Taemin...
―Hey, tener sexo casual con alguien un par de veces no
lo hace mi pareja, ¿ok? Cuando encuentre a un chico que
valga la pena, él tendrá todo el derecho de llamarse el
primer novio de Park Jimin, así que no existe ex ―Aclaró.
―¿Es así? Pensé que no creías en las relaciones serias
―Se mofó Namjoon, apagando la televisión al entender que
esa charla sería más entretenida que cualquier serie.
Y es que eso parecía razonable para Namjoon. Jimin no
salía con medio mundo, por supuesto que no, era un chico
bastante selectivo, pero jamás permanecía junto a alguien
por demasiado tiempo, parecía aburrirse demasiado rápido
o quién sabe qué. Cuando lo conoció el año pasado gracias
a su primo, pues ambos jóvenes habían llegado a Seúl para
unirse a su misma universidad, Jimin ni una sola vez había
actuado serio respecto a alguien. ¿De verdad el chico
libertino podía pensar en una relación formal?
―Bien, quizás no lo parece ―Interfirió Taehyung. ―Pero
Jimin es bastante soñador, más allá de ser un idiota
atrevido. Estoy seguro de que cuando se enamore, él querrá
construir un castillo para esa persona y pasar a recogerlo en
un blanco corcel
―Por supuesto, seré un príncipe para mi futuro novio
―Jimin sonrió de manera ladeada. ―Hey, seré un
romántico, pero con el chico indicado ―Afirmó.
―¿Y en todos estos años no has conocido nadie que luzca
como el indicado?
―Nop ―Respondió honestamente, peinando sus cabellos
con sus dedos. ―Sólo caras bonitas. Si quisiera ver sólo una
cara bonita a diario, entonces bastaría con verme a mí en el
espejo. Mi chico tiene que ser un 10 en todo
―Ah, él es exigente ―Namjoon rió, recostándose contra el
sofá.
―Sí, creo que alguien morirá solo ―Apoyó Taehyung,
lanzando una carcajada al final.
Jimin rió falsamente junto a él, mirándoles con molestia.
En el fondo, le angustiaba imaginar que no había ningún
chico ahí afuera que realmente fuera para él. ¿Era
demasiado pedir a alguien que no fuera como todas sus
anteriores citas? O al menos diferente del idiota de Lee
Taemin, como mínimo.
―Pero entonces, si no intentabas impresionar a Taemin,
¿qué hacías ahí? ―Regresó la curiosidad de Namjoon.
―Estaba haciendo una sesión fotográfica con Jungkook, el
espectáculo fue para él ―Sus ojos se iluminaron mientras
volteaba hacia su mejor amigo. ―¡Y esta vez sí fue
increíble! ¡Él incluso me ha felicitado! ―Comentó tal como
un niño que había recibido una carita feliz en su examen.
―¿Jeon Jungkook? ―Jimin asintió animadamente cuando
Namjoon pidió confirmación. ―¿Estás haciendo sesiones con
él?
―Él intenta engatusarlo para llevarlo a la cama ―Explicó
Taehyung.
―Así es, ¿lo conoces? ―Jimin miró curiosamente al mayor
de los Kim.
―Por supuesto que sí, es amigo de Yoongi, incluso hemos
bebido juntos ―El rubio hizo una mueca con los labios.
¿Cómo es que todos ahí conocían a Jungkook y él apenas se
había enterado de su existencia hace unas semanas?
―Hermano, estás perdiendo tu tiempo, Jungkook no va a
acostarse contigo ―Habló con convicción.
―¿Por qué todos aquí son tan negativos? ―Chasqueó con
la lengua.
―Mira, el chico es como un imán ―Siseó. ―A donde sea
que vaya, siempre hay alguien queriendo ir por él, incluso
creo que por ello intenta esconderse tanto ―Rió levemente.
―Pero, el problema es que Jungkook jamás le ha prestado
atención a alguien. Él es muy respetuoso con las personas
que le coquetean, pero no se muestra interesado. Nunca
―Garantizó.
―Es porque sólo le coquetean simplones, seguro ―Peinó
sus cabellos hacia atrás. ―No es mi caso, por supuesto. ¡Es
más! Nosotros realmente nos conectamos anoche, ¿saben?
―Comenzó a parlotear emocionado. ―Luego de la sesión,
nos sentamos a hablar un rato afuera mientras
compartíamos una cerveza. ¡Pasamos tiempo juntos! ¡Y él
fue increíblemente lindo conmigo! No fue el mocoso
engreído de haz esta pose, sunbaenim. No, él fue un
encanto, yo incluso quería llenarlo de besos por todo su
lindo rostro ―Se tiró sobre la alfombra, alucinado. ―Y me
dejó prestarle mi chaqueta. Y tomamos el mismo taxi de
regreso. Él me sonrió dulcemente y me llamó hyung. Jesús,
él fue tan lindo
Namjoon y Taehyung intercambiaron miradas, intentando
comprender por qué el chico que usualmente era un
pervertido, estaba suspirando como una colegiala mientras
hablaba de su crush.
―Por tanto ―Namjoon aclaró su garganta. ―¿Él te
agrada? ―Jimin se reincorporó en la alfombra, asintiendo
con fervor. ―Ese no parecía ser un requisito para ti antes
―No lo era, pero Jungkook por sí mismo es un encanto
―Sonrió con dulzura.
―¿Y aun así sólo deseas sexo con él? ―Jimin parpadeó,
sin comprender esa pregunta. Jungkook era un sí a todo, por
supuesto que quería sexo con él. ―¿Sólo eso? ―Insistió.
―Es decir, ¿un buen revolcón y luego levantarse y seguir
con sus vidas?
―Bien, ¿más de un revolcón? ―Contestó con inseguridad.
―Él es bueno, algo de una noche no es suficiente. Vuelve a
preguntarme esto después de unas 10 veces, ¿sí? ―Sonrió
angelicalmente, como si eso fuera lo más natural del
mundo.
Namjoon llevó una mano a su frente, superado. ¿Jimin se
escuchaba a sí mismo a veces? Para su suerte, antes de
tener que cuestionarse qué clase de fenómeno elegía su
pequeño primo por mejor amigo, el timbre de casa sonó y el
aprovechó de marcharse a toda velocidad para atender.
―Namjoon es tan extraño ―Murmuró viendo la entrada.
―Sólo quiero saber... ―Taehyung abandonó su sitio en el
sofá, sentándose con él en la alfombra. ―En el caso
hipotético de que Jungkook cediera a acostarse contigo, ¿te
gustaría quedarte a su lado después del sexo y charlar?
―¿Qué clase de pregunta es esa? ―Rió.
Demasiado íntimo, pensó. Jimin jamás se quedaría en la
cama después de tener sexo casual. Porque era eso, casual,
nada más que un vínculo superficial para un interés en
común: placer. ¿Charlar después de eso? ¿Acurrucarse?
Demasiado romántico para él. Y si Taehyung lo insinuaba...
―Mierda, ¿intentas decir que tengo un interés amoroso
por Jungkook? ―Reaccionó finalmente, casi horrorizado.
―No, no, no. Yo dije que él era un buen chico, pero estoy
seguro de que mi único deseo es darle la mejor jodida
noche de su vida ―Habló con convicción, humedeciendo sus
labios al final. ―Bueno, y la mía de paso, yo incluso llegué a
soñar con él anoche. Se veía tan delicioso en esa ropa
―Suspiró, cerrando sus ojos.
―Buenas tardes, Taehyung-ssi, Jimin-ssi ―Saludó una
dulce voz femenina desde la entrada. Taehyung miró con
pesar a la novia de su primo, quien miraba con curiosidad al
otro invitado. ―¿Sucede algo con él?
―Tú sólo haz como si no existiera, ¿sí, YooJung? ―Pidió,
provocando que ella riera.
―Vamos arriba, bebé, Tae tiene razón, Jimin te contagiará
su estupidez si te quedas demasiado tiempo cerca
Jimin abrió sus ojos, lanzándole una mirada severa a
Namjoon, quien reía mientras se alejaba del lugar tomado
de la mano de su dulce novia.
―Ah, ellos siempre van arriba... ―Murmuró. ―Tae,
deberías aprender de-¡ay! ―Se quejó cuando el contrario lo
pellizcó antes de que pudiera terminar.
―Espero que no hagas ese tipo de insinuaciones con
YooJung presente, la pondrías incómoda y Namjoon te
golpearía ―Advirtió. El contrario sólo resopló. ―Ahora bien,
tengo una buena noticia para ti
―¿De qué se trata?
―Un amigo de mi tío trabaja en el parque de diversiones y
le ha dado cupones que podemos canjear por entradas.
¡Son 10 cupones, Jimin! Aunque tenemos que usarlos antes
de que llegue diciembre ―Jimin ladeó su cabeza,
interesado. ―Tú sabes, mis tíos no van a ese tipo de lugares
y nosotros no somos tantos
―¿Entonces...?
―¿Por qué no invitas a Jungkook? ―Sonrió. ―Nam dijo
que invitaría a Yoongi y Seokjin también, así que
difícilmente él dirá que no, ¿cierto? Estoy seguro de que
Jungkook estará agradecido de ver el lado tuyo que puede
divertirse como un niño ―Le guiñó un ojo.
―Oh, Tae ―Se lanzó encima de él, abrazándolo con
fuerza. ―¿Te he dicho que te amo? Porque de verdad te
amo. ¡Sabía que finalmente recapacitarías y me ayudarías
con Jungkook!
―¡Hey, te estoy ayudando desde un principio! ―Defendió.
―Por supuesto ―Besó su cabello, distanciándose de él.
―Tienes razón, le mostraré a Jungkook una versión más
fresca y relajada de mí, divirtiéndome. Él tendría que ser
ciego si no queda prendado de mí después de eso ―Sonrió
con confianza.
Taehyung entornó los ojos, riendo cuando Jimin volvió a
abrazarle después de ello. Sencillamente, él no podía
molestarse con ese chico por demasiado tiempo.
Nota:
Vieron que en el capítulo anterior pasé a poner a
Yoongi como ex novio de Seokjin cuando sólo era
novio JAJAJAJAJA. Lo siento, el ex estaba demás, no sé
qué pasó por mi cabeza (?). Ustedes sabrán
entenderme unu <3 <3
[05]

Jimin hizo una mueca con sus labios cuando Jungkook no


contestó su llamada. A pesar de que había pasado toda la
tarde enviándole mensajes para hablarle de su próxima
sesión, el menor no daba señales de vida. Creyó que sería
mejor llamarle entonces, sin embargo, el resultado siguió
siendo igual de nefasto. Jungkook, sencillamente, era
imposible de contactar.
¿Era extremista si él pasaba por su cuarto antes de
dirigirse a su propio edificio? Por supuesto, era miércoles y
aún faltaba para el sábado, pero temía que el castaño
hiciera planes para ese día cuando él ya había acordado
reunirse con sus amigos para ir al parque de diversiones.
Jimin estiró sus piernas, guardando el celular en el bolsillo
de su buzo, y bebió su botella de agua mientras se decía a
sí mismo que descansaría unos 5 minutos más y luego
volvería a las residencias. Ya había trotado suficiente por el
día.
Y su plan hubiera quedado intacto de no ser por cierta
persona.
―¡Abuela ChaOk! ―Gritó en cuanto vio a la viejecilla con
su carrito. La mujer volteó para ver al joven trotando hacia
ella. ―¿Sucedió algo con su pie?
Kim ChaOk era la abuela de la novia de Namjoon. Jimin no
conocía muy bien la historia, pero por alguna razón YooJung
había llegado a vivir con sus abuelos paternos desde hace
unos años. Su padre había muerto cuando ella era niña y su
madre actualmente vivía con otro hombre, por lo que infería
que ella sólo había decidido seguir por su cuenta. En los
últimos dos años, desde que Taehyung y él habían llegado a
estudiar a Seúl, la anciana los había tratado como si fueran
sus propios nietos. O lo más cercano a ello, por lo menos.
―No, estoy completamente bien ―Ella le dio la espalda,
empujando de su carro lleno de mercancía. Jimin sonrió con
malicia al verla cojear.
Se preguntaba si todos los ancianos eran igual de
testarudos. La señora ChaOk tenía un pequeño puesto de
artesanías en el otro extremo del parque y el último tiempo
había estado teniendo problemas por diversos dolores
musculares. Llevarla con un doctor parecía una tarea casi
imposible; ella siempre sería un rotundo no.
―Vamos, abuela ChaOk ―La animó, siguiéndole el paso.
―Sólo vive a unas pocas cuadras de aquí, ¿por qué no me
permite llevar el carro por usted? Es más, ¡incluso podría
cargarla a usted en mi espalda!
―Dios mío, muchacho ―Ella se detuvo, mirándole de pies
a cabeza. ―Estás tan delgaducho, ¡por supuesto que no
dejaré que tú me cargues! Deseo llegar viva a mi casa
Jimin hubiera protestado si una dulce e infantil risita no
hubiera llegado a sus oídos en ese momento. Giró hacia la
tercera persona, la ofensa desapareciendo de su expresión
al encontrar a Jungkook de pie a sólo dos pasos de él,
sosteniendo su mismo bolso de siempre. El castaño le sonrió
con amabilidad cuando sus miradas se encontraron,
provocando que el rubio se sintiera lo más cercano a un
helado bajo el sol.
―Hey, tú ―Jimin intentó recuperarse de la impresión,
fingiendo indignación mientras lo señalaba con el dedo.
―¿De dónde vienes? ¡He intentado contactarme contigo
toda la tarde!
―Estuve sacando fotos a los alrededores, lo siento ―Se
disculpó, ligeramente abochornado. ―Acabo de revisar mi
celular, tiendo a dejarlo en silencio la mayoría del tiempo.
Pero apenas te he visto, he decidido venir aquí a
disculparme apropiadamente ―Hizo una pequeña
reverencia con la cabeza. ―Lo siento, hyung, intentaré ser
más atento contigo a partir de ahora
―Ah, él es lindo ―Jungkook giró hacia la pequeña mujer al
escuchar ese comentario. ―Lindo en personalidad y muy
guapo también. ¿Qué le dan de comer a los jóvenes hoy en
día? Debieron darles lo mismo en mi generación, siento no
haber corrido con esa suerte ―Suspiró con dramatismo.
―¡Abuela! ―Se quejó Jimin. ¿Qué era esa falta de pudor?
―Gracias, supongo ―Jungkook sonrió con dulzura,
escondiendo sus manos en sus bolsillos. ―¿Son familia?
―La señora ChaOk es la abuela de la novia de Namjoon
―Explicó. ―Kim YooJung, ¿la conoces?
―Sí, hemos salido en grupo un par de veces ―Jimin quiso
hacer un pataleta al escucharle. ¿Dónde había estado él
durante esas salidas? ¿Por qué Namjoon nunca le había
presentado a ese joven tan precioso? ―¿Y hay una razón
por la que se hayan detenido aquí?
―Parece que ella tiene problemas con su tobillo, pero no
me deja ayudarle ―Park estuvo a punto de mostrarle la
lengua a la mujer al escucharle rechistar.
―Este chiquillo es tan exagerado ―Ella volvió a darles la
espalda para tirar de su carrito. ―Esta vieja tiene mucha
vitalidad aún, no se preocupen
―Pero, sabe ―Jungkook caminó a la par de ella al verificar
las palabras de Jimin. ―Mis padres me enseñaron que
aceptar ayuda de vez en cuando no está mal. Además, ¿no
sería más problemático si su tobillo empeora?
―No iré con un doctor, tengo mucho por hacer. Además,
ellos siempre recetan lo mismo, es completamente inútil
―Uhm, puedo entenderlo ―Jungkook asintió, intentando
ser condescendiente con ella. ―Afortunadamente para
usted, sé algo de primeros auxilios. Si no es nada grave,
podría revisar su tobillo ―La mujer le miró. ―Y para no
seguir forzándolo, ¿por qué no me permite llevarla hasta su
hogar? Me veo joven, pero soy realmente fuerte
La mujer le miró fijamente, comparándolo mentalmente
con Park. Jimin quedó boquiabierto cuando ella finalmente
cedió, ganándose una sonrisa del menor.
―¿Es en serio? ¿Le permite a él que la cargue y a mí no?
¿Qué hay con todo este tiempo de conocernos? ―Cuestionó,
ayudándola de todas formas a subirse a la espalda del
menor.
―Muchacho, sabes que te aprecio. Pero este niño parece
tener más masa muscular que tú, eso me da seguridad
―Jungkook rió por lo bajo. ―Y él tiene esos ojos bonitos
también. Tengo un corazón débil, no puedo decirle que no a
unos ojos bonitos
―¡Aish, abuela, en serio! ―Jimin golpeó sus zapatillas
fuertemente contra el cemento mientras tomaba el carrito
para tirar de él.
Jungkook le miró de reojo, con una sonrisa delineada en
sus finos labios, y la frustración se fue mucho más rápido de
lo que vino. La abuela tenía razón, ¿quién podía negarse a
esos lindos ojos? ¿Y cómo es que ella era tan afortunada
para ir en la espalda del chico bonito de la universidad?
Quizás él podría fingir una caída y esperar a que Jungkook le
ofreciera su espalda también.
Ah, pero eso sonaba tan problemático. Quizás estaba bien
si sólo le envidiaba hasta que cosas mejores llegaran para
él. Jimin estaba seguro de que sería cosa de tiempo para
que pudiera obtener un montón de atención del joven
fotógrafo.
―Chicos, abuela, ¿ha sucedido algo? ―YooJung miró
inquietamente a los recién llegados al abrir la puerta, mas
intentó calmarse cuando Jimin alzó su mano como si nada
para agitarla en manera de saludo. ―¿Entonces...?
―Su tobillo está lastimado. ¿Tienes un botiquín?
―Preguntó el castaño.
YooJung asintió, permitiéndoles el paso para ir
rápidamente en busca del botiquín. La anciana puso los ojos
en blanco cuando, ya en el salón, la muchacha no dejó de
regañarla por sus descuidos mientras Jungkook revisaba y
vendaba su pie.
―Sabe que no tiene que ir a trabajar si no se siente
completamente bien. Es más, ¡debió llamarme y hubiera ido
por usted!
―Sólo me apoyé mal. Además, dijiste que los muchachos
vendrían a cenar y prepararías la comida, no quería
molestarte ―La chica estuvo a punto de reclamar, pero la
anciana volvió a poner los ojos en blanco. ―Hija, eres
demasiado nerviosa para tu edad, deberías relajarte
―Y tú eres demasiado descuidada para tu edad ―Dijo
alguien más. Jimin se levantó al ver al señor DalPyeon
entrar. ―Gracias por traerla, chicos ―Agradeció,
estrechando la mano de Park.
―Está bien, no hay nada que agradecer
―Y tú, muchacho... ―El hombre mayor miró al chico que
cerraba el botiquín. Jungkook se paró precipitadamente para
extenderle su mano.
―Jeon Jungkook, señor, soy amigo de ellos también
―Gracias por tu ayuda, Jungkook ―El hombre estrechó su
mano también. ―¿Su pie está muy mal?
―No, parece ser un esguince leve, su tobillo está un poco
hinchado. Sería bueno que descansara y aplicara hielo en la
zona
―¿Escuchaste, mujer? Descanso, a nadie le hace mal un
descanso ―Le dijo a su esposa, quien le miraba con el ceño
fruncido. ―Agregaré dos puestos a la mesa. Espero que no
tengan nada que hacer, muchachos, porque se quedarán a
cenar con nosotros ―Dictaminó.
YooJung rió ante el tono autoritario empleado por su
abuelo. El hombre salió del salón sin que nadie pudiera
responder.
―¿No estamos molestando? ―Preguntó el castaño.
―No. Nam y Tae vendrán a comer también, y los abuelos
dicen que mientras más seamos, mucho mejor ―Le
tranquilizó la muchacha.
―Eso es. Además, nos gusta ver que nuestra nieta tiene
amigos tan confiables ―La anciana presionó el brazo de la
chica. ―¿Sabes, niña? Este chico es realmente fuerte,
debiste presentármelo antes. ¡Él me ha cargado desde el
parque hasta aquí sin detenerse en ningún momento! Y ni
siquiera se ha quejado
―Hey, yo pude hacer eso también ―Intervino Jimin. ―Es
más, ¡yo me ofrecí a hacerlo antes de que él llegara! Pero
usted rechazó mi ayuda insensiblemente
―Jimin, cariño, ya te lo dije; eres demasiado frágil, no
debes cargar con más de lo que puedes sostener
YooJung le miró con diversión, a sabiendas de que estaba
dañando el orgullo del bailarín. Jungkook, por su parte,
cubrió su boca para no reír; era hilarante la expresión
ofendida de su mayor. Cuando Jimin se percató de que a
todos les causaba gracia las palabras dichas con completa
seguridad por la anciana, no dudo en plantarse frente al
menor, quien descubrió su boca y le miró con curiosidad
debido a la seriedad en su expresión.
―¿Hyung?
―Dame un minuto
Y sin darle oportunidad de preguntar qué pasaba, Jimin se
agachó lo suficiente para abrazar los muslos del menor y
alzarlo. Jungkook sintió su cara teñirse de un potente rojo
mientras Jimin le sonreía presumidamente desde abajo.
―¡Hyung! ―Se quejó.
―¿Pueden verlo? Me escondo realmente bien bajo la ropa,
¿saben? ―Dio vueltas con el menor, quien tenía deseos de
esconder su cabeza en una bolsa de papel. ―Jungkook
parece más grande que yo, pero podría tomarlo incluso con
un dedo
―Estás exagerando ahora ―YooJung rió. En todo su
tiempo conociendo a Jungkook, era primera vez que le veía
así de avergonzado.
―¡Por supuesto que no! ―Volteó a ver a la anciana.
―Vamos, abuela, dígalo: Park Jimin, eres un chico realmente
fuerte
―Eres fuerte, de acuerdo ―Ella sonrió con malicia.
―¿Pero por cuánto tiempo planeas tener a ese muchacho
en tus brazos? ¿No lo estás disfrutando demasiado?
Jimin alzó la vista, encontrándose con la mirada tímida de
Jungkook. Su sonrisa de volvió maliciosa mientras el menor
ponía sus manos en sus hombros, esperando que lo bajara.
Cundo finalmente el rubio decidió que era buen momento
para terminar con su demostración, lo soltó
cuidadosamente hasta que sus pies volvieron a tocar el
piso. Sin embargo, las manos de este no se retiraron de sus
hombros.
―Lo siento, ¿te sorprendí? ―Jimin tocó ligeramente su
cintura mientras le miraba a los ojos.
―Digamos que no estoy acostumbrado a que otro chico
me tome en brazos ―Murmuró.
―Podrías acostumbrarte a mis brazos entonces ―Rió
suavemente, bajando la voz al aproximarse. ―Es decir, son
un buen lugar, ¿no?
Jungkook volvió a buscar su mirada, sorprendiéndose
cuando su corazón dio un salto. Por supuesto que él había
sido consciente del indudable atractivo de Jimin, pero era
primera vez que se sentía cohibido por él. ¿Por qué estaba
siquiera cohibido, de todas formas? No era su belleza ni esa
sonrisa de chico lindo. Había algo en sus suaves ojos y la
manera en que lo observaba, que hacía dar a su corazón
pequeños saltitos.
―Ah, es bueno ser joven. Ellos coquetean frente al resto
sin siquiera preocuparse ―Suspiró dramáticamente la mujer
mayor.
Jimin se alejó del menor, soltando una carcajada. Jungkook
apartó la mirada mientras aún sentía sus orejas arder.
Namjoon y Taehyung llegaron sólo unos minutos después,
sorprendidos con la presencia de sus amigos ahí.
Aparentemente, los padres del mayor de los Kim tenían una
cena con unos colegas esa noche y por eso habían ido a
casa de YooJung, quien no había dudado en invitarlos a
comer.
Jungkook se encontró sonriendo cuando finalmente todos
se reunieron en la mesa. Antes de su llegada a Seúl, él ni
siquiera podía imaginarse rodeado de un gran grupo de
amigos que le hiciera sentir como en casa. No obstante, ahí
estaba ahora, escuchando las risas compartidas por los
primos Kim mientras hablaban con la agradable familia de
YooJung. Y, claro, también estaba Jimin. Le fue difícil no
fijarse en él, quien participaba animadamente de la
conversación.
Park Jimin era un chico singular. La primera impresión no
había sido del todo buena para Jungkook, y no porque Jimin
pareciera un mal chico, sencillamente, él era demasiado
llamativo. Jungkook siempre fue todo lo contrario. Aunque él
había destacado en un montón de áreas académicas y
artísticas, obteniendo la atención de un montón de
personas, estas jamás lo definieron como alguien que lucía
brillante. Él era brillante, dotado de exquisitos talentos. Y,
aparentemente, se había convertido en alguien atractivo
también. Pero sólo era eso. Siempre había sido sólo eso.
El resto jamás dijo que Jungkook se veía como una estrella
titilante. Más bien, él era un poco opaco a pesar de sus
capacidades. Discreto, introvertido, de pocas palabras; no
importaba cuan increíble eras, si tu personalidad no sacaba
provecho de tus habilidades, para el resto sólo eras una
silueta del montón. Y Jungkook se sintió de esa forma en
Busan; como una mancha gris fuera de lugar. Las personas
que le rodearon en ese entonces eran tan distintas de él,
que se sintió acomplejado.
No así ahora, pues ya no le parecía malo vivir de esa
forma. A Jungkook le gustaba como era. Siempre fiel a sí
mismo, si alguien lo aceptaba, tenía que ser tal y como era.
Afortunadamente, había encontrado amigos dispuestos a
quererlo a pesar de todo. Y Jimin... se preguntaba qué
pensaba Jimin de él. Para alguien tan extrovertido y amante
de la atención, ¿no pensaría acaso que él era aburrido?
―¿Tengo algo en la cara o sólo te parezco lindo?
―Preguntó Jimin con una bonita sonrisa al percatarse de la
atención del menor sobre él.
Y estaba eso también: Jimin parecía estar tan lleno de
confianza. Jungkook se sentía un poco abrumado cuando
esta parecía pasarle la cuenta. Para su suerte, había
aprendido a apreciarlo luego de aquella primera desastrosa
sesión.
―Me pareces lindo ―Admitió sin recelo, cohibiendo al
contrario. ―Pero sólo me he quedado pensando mientras
miraba un punto fijo, hyung ―Aclaró, provocando que todos
en la mesa rieran.
Jimin puso los ojos en blanco incluso si también sonrió. Si
supuestamente Jungkook era un chico tímido, ¿cómo podía
confesar tal cosa como si nada? Quizás, también, era
demasiado honesto.
A Jimin no le molestaba recibir sus cumplidos incluso si eran
dichos de manera indirecta.
―Entonces, ¿estás emocionado por la ida al parque de
diversiones, Jungkook? ―Preguntó Taehyung, llamando la
atención del menor. ―Espero que no te den miedo los
juegos extremos
―Lo dice el que tiene problemas con las alturas
―Comentó Namjoon, provocando que su primo le diera un
codazo. ―Hey ―Se quejó.
Jungkook enarcó una de sus cejas, mirando a ambos
primos antes de voltear a Jimin, quien parecía querer su
atención.
―Era por eso que quería hablar contigo ―Explicó. ―¿Está
bien si la próxima sesión la hacemos en el parque de
diversiones? Los padres de Namjoon hyung tenían boletos y
planeamos ir este sábado. Creí que podría ser un buen
lugar, pero me gustaría saber tu opinión también
―Lo importante es que sea bueno para ti, ¿no? No te
preocupes por mí, me gustan los parques de diversiones. Y
creo que podríamos obtener buenas tomas de ti
divirtiéndote, en vez de obligarte a hacer poses que,
claramente, no son para ti
Jimin sonrió abochornado, incluso si le animaba escuchar
a Jungkook; era bueno ver que ellos finalmente estaban en
la misma sintonía.
―¿Estás haciendo sesiones con él? ―Preguntó YooJung
con curiosidad, recibiendo un asentimiento de parte del
castaño. ―Oh, ¡eso es genial! Tuve que trabajar en una
revista una vez y Jungkook me ayudó con las fotografías, él
estuvo fantástico
―¿Así que ha sido este muchacho? ―Su abuelo miró al
más joven de los chicos. ―Nuestra YooJung nos ha
enseñado su revista, ha sido maravillosa
―En sí, yo sólo tomé las fotografías, ella hizo todo el
trabajo ―Sonrió suavemente.
―Niño, no tienes que ser tan humilde ―Reprochó la
anciana, provocando que las mejillas de Jungkook se tiñeran
de un suave rosa. ―¿Jimin también tiene que hacer una
revista?
―No, ¡a mí sólo me gusta mucho ser fotografiado!
―Intervino el rubio, sonriendo presumidamente. El resto rió
mientras Jungkook le miraba con diversión.
―Y, por supuesto, hay chicos que necesitan un poco de
humildad ―Carcajeó la anciana, negando con la cabeza.
Jimin se encogió de hombros, conforme con su forma de
ser. Además, no admitiría abiertamente que su interés
estaba, por sobre todo, en el lindo fotógrafo. Es decir, él
podía decirlo descaradamente frente a sus amigos, pero no
frente al chico en cuestión. ¿Qué pasaría si él cancelaba el
resto de sesiones por su imprudencia?
―Pero esto es bueno, ya todos han confirmado para ir al
parque ―Celebró Taehyung, juntando sus manos.
―¿Todos? ―Jimin le lanzó una mirada.
―Nosotros, Seokjin y Yoongi ―Jungkook le miró con
interés ante la mención de sus mejores amigos. ―Jeonghwa,
SooYoung...
―¿Invitaste a SooYoung? ―Jimin ni siquiera podía
disimular la decepción en su voz.
―Por supuesto que la invité, es mi... uhm... novia
―Murmuró, chasqueando con los dedos después. ―Bien, es
como una cita para nosotros, por supuesto que la invitaría.
¡Ella estuvo muy feliz luego de escuchar que saldríamos en
grupo! Pasaremos una agradable tarde, ¿sí? ―Sonrió
brillantemente.
Jimin puso cara de súplica mientras la mayoría ahí parecía
estar de acuerdo con Taehyung. ¿Cómo podía ser el único
capaz de ver a través de la máscara de SooYoung?
Intercambiando una mirada con el castaño, intentó
calmarse cuando sus ojos mostraron empatía. Si estaba él,
no todo podía estar todo perdido, suponía.
Cuando la cena acabó, Jungkook se ofreció a ayudar a
limpiar y fue imposible sacarlo de la cocina por más que los
ancianos Kim le dijeron que los invitados no necesitaban
preocuparse de ese tipo de cosas. Lamentablemente para
ellos, el joven estaba demasiado arraigado a sus buenas
costumbres y DalPyeon terminó cediendo a recibir su ayuda
mientras su esposa se iba finalmente a descansar.
―Entonces ―YooJung sonreía brillantemente para Jimin,
quien había tomado asiento en el sofá frente a ella. ―¿Te
gusta Jungkook?
Jimin, que estaba ocupado jugando con su celular
mientras esperaba al menor, alzó su mirada confundido al
escuchar tal deducción.
―Define gustar
―¡Tú sabes! ―Ella saltó en el sofá, emocionada.
―Mariposas cuando él sonríe, cosquillas cada vez que sus
manos rozan, incluso si es de manera casual... ¡el no dejar
de pensar en él! Y...
―Eso es estar enamorado ―Interrumpió el rubio. ―Y
Jungkook me atrae, es diferente. Atracción física y-
―Taehyung lo codeó cuando intentó terminar su frase.
―No ―La chica agitó su mano, mirándole con desacuerdo.
―Tú no actúas con él como si fuera alguien del montón,
realmente pareces encantado cada vez que giras a verlo.
¡Estuve a punto de ponerte un babero durante la cena!
―Está bien, bebé ―Namjoon abrazó a su novia por los
hombros, besando dulcemente su sien. ―Jimin es un poco
lento con este tipo de tema, no hagas trabajar demasiado a
su cerebro
―No soy lento ―Él les miró ofendido. ―Ustedes están
viendo cosas donde no las hay. Tengo más que claro que es
lo que deseo de Jungkook
―Pero él parece agradarte demasiado ―Insistió ella,
abriendo sus ojos lo más que podía para enfatizar.
―Por supuesto que él me agrada mucho, pero eso es
porque él es un buen chico. A los buenos chicos nos
agradan los buenos chicos ―Taehyung rió al escuchar eso
mientras que su primo sonreía con diversión.
―Bien ―YooJung tocó su barbilla, mirándole con una
sonrisa tierna. ―Pero, si quieres mi opinión, Jungkook es
increíble, creo que podrían ser compatibles
―Oh, bebé, pareces conocer muy bien a Jungkook
―Felicitó Namjoon, acariciando la suave cabellera de su
novia.
―Pero no conoces muy bien a Jimin ―Agregó Taehyung en
un murmullo, recibiendo un manotazo de su mejor amigo.
Jungkook apareció poco después, sonriendo felizmente
mientras se despedía de todos. Acomodando su bolso en su
hombro, miró con curiosidad a Jimin al notar que este le
había esperado para irse juntos. El rubio intentó ignorar las
sonrisas cómplices de todo su grupo cuando finalmente
consiguieron dejar la casa de los ancianos. Se preguntaba
por qué últimamente sus amigos estaban actuando como
locos.
―¿No crees que es un poco extraño? ―Preguntó Jimin
luego de que ambos acordaran volver a las residencias
caminando. ―Es decir, conoces a mis amigos. Conozco a tus
amigos también. Pero nosotros... ¿cómo es que tardamos
tanto en coincidir? Sé que este es tu primer año, pero... ―Le
miró. ―Han sido meses sin saber del otro
―Sólo conocía a Namjoon y YooJung ―Corrigió. ―Sabía de
Taehyung, pero no hablé con él hasta que me pidió lo de la
sesión. Luego de que Seokjin hyung nos presentara y
eventualmente supiéramos que coincidíamos también por
Namjoon, él se la pasó toda la fiesta peleando con él por no
recurrir a mí antes ―Rió divertido.
―Ah, Namjoon también puede ser un tonto ―Murmuró
maliciosamente. ―Pero, como sea, sigue siendo extraño que
no coincidiéramos antes
―Quizás sólo no estábamos listos para conocernos
―El destino, ¿no? ―Rió ligeramente. ―¿Crees en ese tipo
de cosas?
―Uhm, ¿algo así? Me gusta imaginar que hay personas
destinadas a ser parte de nuestra vida ―Jimin le miró
atentamente, deteniéndose en el brillo soñador de sus ojos.
―Sólo... supongo que es romántico pensar de esa forma. Me
gusta creer que los amigos que he conocido estaban
esperando su debido momento para ser parte de mi vida
―Miró a Jimin. ―Quizás es así porque de verdad creo que
llegaron en el momento exacto
―Hmm, no sé si pensar de la misma forma respecto a
Taehyung ―Murmuró, regresando su mirada hacia el frente.
―Es decir, creo que mi adolescencia habría sido mejor si él
hubiera llegado antes
Jungkook parpadeó, notando cierta melancolía en las
palabras del rubio. ¿Y no estaba poniendo Jimin una
expresión triste también? Como si su vida antes de
Taehyung realmente hubiera sido lamentable.
Jungkook no era la clase de persona que escarbaba en el
pasado de las personas descuidadamente.
―Taehyung luce como un buen amigo ―Intentó centrar la
conversación en eso en vez de ir más atrás.
―Oh, buena persona y excelente amigo, ¡te lo doy por
firmado! ―Recuperó inmediatamente su expresión alegre.
―Cuando llegué a la misma secundaria que él, a pesar de
ser el primer día, él parecía conocer a todo el mundo. Bien,
supongo que resultaba a su favor haber crecido en Daegu,
¡por supuesto que conocía a más de uno! Pero, incluso así,
él lucía como la clase de chico que era amigo de todos,
demasiado sociable ―Rió. ―Yo no era así y temía no
encajar, pero cuando Taehyung notó que estaba solo y que
venía de otra parte por mi acento, no dudó en integrarme
―Jimin giró a verlo con una sonrisa. ―La secundaria alta se
volvió más fácil gracias a él y nunca volvimos a separarnos
―¿Así que han estado juntos los últimos 5 años? ―Jimin
asintió. ―Incluso se vinieron a Seúl juntos
―Prometimos que intentaríamos entrar a la misma
universidad, fue un gran logro para ambos ―Comentó con
orgullo. Jungkook sonrió suavemente mientras miraba la
acera. ―¿Qué hay de ti?
―Tenía un grupo en Busan ―Murmuró. ―Pero no fueron
mis amigos, en realidad, yo sólo me reunía con ellos porque
eran los amigos de... mi mejor amigo. Sólo lo tuve a él,
desde los 12 años. Fue quien siempre estuvo para mí y en
quien más confíe
―¿Todavía tienes contacto con él? ―Jungkook negó con la
cabeza.
―Dejé de saber de él a los 17 años ―Aclaró su garganta.
―Era mayor que yo. Ya estaba en la universidad y decidió
tomar una beca para irse lejos. Él pensó que lo mejor para
nosotros era... simplemente dejarlo hasta ahí ―Rió con
incomodidad, frotando la parte posterior de su cuello para
luego encontrarse con la mirada analítica de Jimin.
―Supongo que suena lamentable considerando que él fue
todo lo que tuve, pero... cuando pienso en ello... creo que
son cosas que pasan
―No lo entiendo ―Admitió Jimin, su expresión
completamente en blanco. ―Dices que fue tu mejor amigo...
¿y él sólo se fue?
―Hubo un par de cosas de por medio ―Suspiró. ―Pero
bien, ya no importa, guardo lindos recuerdos de él, al menos
―Sonrió con más ánimos. ―Y aunque creí que sería difícil
para mí vivir aquí en Seúl, lo cierto es que afortunadamente
tengo al mejor compañero de piso del mundo. Y su novio
terminó siendo uno de los chicos más increíbles que he
conocido también ―Escondió sus manos en sus bolsillos, su
sonrisa volviéndose más brillante. ―Por tanto, me puedo
considerar muy afortunado, ¿no?
―Eres positivo, es un poco inesperado ―Jungkook le miró
con intriga, sin comprender sus palabras. ―Es decir, te ves
serio, por lo que pensé que eras más del tipo realista como
mínimo. Mírame, supongo que el resto me ve brillante y
positivo, pero lo cierto es que dejo que las cosas pasadas
me atormenten fácilmente ―Agitó la cabeza con molestia.
―Luces brillante ―Afirmó Jungkook. ―Pero no por ello
pienso que deberías ser positivo. No creo que sean cosas...
que van de la mano ―Admitió.
Jungkook se preguntó si se estaba dando a entender
realmente. Bajo su punto de vista, Jimin era
resplandeciente, vivo y lleno de colores, pero había cierta
fragilidad en su personalidad, y no en su físico, que le hacía
cuestionarse muchas cosas; como si él se adaptara al resto
para mostrar su lado más genial. Sin embargo, el castaño
no lo señalaría inescrupulosamente considerando que aún
no había excesiva confianza entre ambos. Quizás, cuando se
conocieran más a fondo, él podría entender esa pequeña
contradicción en algunos aspectos de aquel chico.
―¿Es así? Suena razonable ―Aceptó Jimin. ―Por ejemplo,
pensé que eras del tipo tímido también, pero luego de verte
hablar tan fluidamente con los señores Kim y con todos ahí,
comienzo a pensar que sólo eran ideas mías
―No, creo que tienes razón ―Sonrió ligeramente. ―Pero
en Busan vivía con mi abuela y mis padres, por lo que me es
fácil entenderme con gente mayor. Sobre los chicos...
supongo que el crédito se los doy a ellos. Namjoon tiene una
manera de hablar bastante envolvente. Taehyung, tal como
dices, es la clase de persona que te da comodidad y te hace
sentir un amigo, incluso si se conocen hace poco. Y
YooJung... ella es extremadamente gentil, me hace sentir
bien ―Le miró de reojo. ―No soy yo intentando
desesperadamente encajar, son ellos los que me reciben
agradablemente. En sí, creo que son el estereotipo de
persona que he formado para seleccionar a mis amigos
―Admitió, levemente avergonzado.
―Porque se parecen a ti ―Concluyó Jimin.
―Siempre es más fácil entenderse con personas similares
a ti, ¿no?
―¿Y qué hay de mí? ―Jungkook le miró con curiosidad.
―¿Hay algo en común que tengas conmigo? Porque mírate,
estás siendo un chico realmente sociable en este momento
―Creo que tú y yo somos como el agua y el aceite
―Confesó, provocando que el contrario frunciera el ceño.
―Es más, nuestras personalidades parecían chocar tanto
cuando te conocí, que pensé en tirar la toalla incluso
sabiendo que nuestros encuentros sólo eran con un fin
profesional
―¿Es en serio?
―No podía manejarte ―Murmuró, apartando la mirada.
―Y, hyung, se sentía como si yo era más una molestia para
ti que alguien de ayuda
―Eso no es... ―Jimin calló, sabiendo que estaba en lo
cierto; él había pensado que Jungkook era molesto, aburrido
y sólo esperaba meterse en sus pantalones para tener que
dejar de aguantarlo.
Dios, pensándolo así, ¿no sonaba como un chico horrible?
Pero, claro, él aún deseaba meterse en sus pantalones.
―Pero cuando te vi bailar e hice esa sesión contigo, sentí
que valía la pena intentarlo ―Jungkook volvía a sonreír
brillantemente bajo la mirada cautelosa del rubio. ―Lucías
tan seguro de tus pasos, tan enamorado de la música y
adepto al escenario, que sólo pude pensar "ah, este hyung
es increíble" ―Lo miró. ―Por lo que poder sostener una
conversación contigo después de ello, me hizo sentir que no
estaba errado, que de verdad podíamos entendernos y
trabajar bien incluso si no somos ni remotamente parecidos
―¿Así que fue mi baile?
―No tu baile, sino que la clase de persona que eres
cuando bailas ―Corrigió. ―Pareces mucho más honesto y
despreocupado respecto al resto cuando bailas, hyung
―Jungkook trotó unos pasos más adelante, volteándose a
verle con una gran sonrisa. ―Me gusta eso. Aún creo que
somos muy diferentes, pero eso ya no tiene relevancia para
mí, al menos no en este plano. Estaré esperando ansioso
ver una nueva faceta tuya en el parque de diversiones este
sábado, ¿sí? ―Jimin se detuvo. ―Nos veremos entonces,
hyung
Jimin vio al menor alejarse para entrar a su edificio y por
primera vez miró su alrededor, preguntándose en qué
momento el camino de regreso se había hecho tan corto.
¿Acaso habían corrido en un momento y él no lo notó? ¿Se
teletransportaron? ¿Por qué las distancias se volvían más
cortas durante conversaciones amenas? Maldición, ni
siquiera llegó a pasar por su cabeza que sería tan agradable
conversar con ese chico.
Si él conseguía su objetivo y terminaban enredándose en
las sábanas, ¿volverían a tener esas agradables charlas
incluso después de haber tenido sexo? Jimin no quería
perder a un amigo; porque sí, lamentablemente para él, su
lazo con Jungkook se estaba fortaleciendo más de lo debido.
¿Valía la pena perder la que podía ser una bonita amistad
sólo por el placer de una noche?
Jimin cerró sus ojos, pensando en el castaño. En sus
cabellos desordenados, en su sonrisa adorable y esos ojos
tan brillantes. Claramente, también pensó en sus deliciosas
piernas fundidas en esos jeans rasgados y su delicada figura
cuando la camisa se ceñía a su cuerpo. Y entonces lo supo:
él definitivamente lo necesitaba en su cama. Park podía
sentir un problema allí abajo con sólo pensar en él. Incluso
en sus sueños podía verse a sí mismo besando todo su
perfecto cuerpo. Jungkook de seguro era majestuoso bañado
en una fina capa de sudor mientras tímidos gemidos
escapaban de su boca. Tímido; ¿cuándo había estado
siquiera con un chico tímido? Pero Jungkook lo parecía. Jimin
suplicaba para que el menor fuera pudoroso y le mostrara la
perfecta imagen de un chico inocente. Él podría enseñarles
muchas cosas buenas entonces.
―Oh, mierda ―Se dijo a sí mismo con incomodidad
cuando sus fantasías comenzaron a afectarle, y
rápidamente entró a su edificio para ir a su habitación.
Si había un Dios, que lo perdonara, pero él
definitivamente no renunciaría al que podía ser el mejor
sexo de su vida. Habiendo disfrutado lo suficiente, Jimin
intentaría recuperar el vínculo amistoso con Jungkook
después de eso. Si Jungkook no involucraba sentimientos,
no había nada por lo que preocuparse; él sólo debía
permitirle ser tomado y ya.
Cuando sus deseos murieran, podrían ser buenos amigos.
Podrían serlo, ¿cierto?
Nota:
Siento que Jimin es la clase de personaje que comenzarán a
amar al notar que es bueno y que odiarán al segundo
después porque su cabeza parece no funcionar
correctamente (?) JAJAJA. Pero, hey, esto mejora, ¡esperen
por ver la tercera sesión!
[06]

Jimin se reunió con Jungkook y sus amigos ese día sábado


para irse juntos al parque de diversiones, donde habían
acordado juntarse con el resto. El rubio quiso bailar de dicha
cuando en el viaje en bus la pareja se sentó junta,
permitiéndole paso libre con Jungkook. Su mirada contuvo
más emoción que nunca cuando el castaño, muy por el
contrario de su primera sesión, inició la conversación para
saber cómo había estado su semana. Jimin se conservó
risueño mientras intercambiaba una agradable plática con
él. ¿Cómo no tener esperanza en ese día si comenzaba tan
bien?
Seokjin y Yoongi, que se habían sentado más atrás porque
no había más asientos disponibles cerca de los menores,
observaron con detenimiento como esos chicos compartían
como amigos de toda la vida; e incluso más.
―Francamente... ―Susurró Seokjin, notando la mirada
afectuosa que le dirigía Jungkook a Jimin. ―¿No te resulta
sorprendente los avances de Jimin con Jungkook? Luego de
lo que sucedió con Taehyung en el café, de verdad creí que
sus personalidades chocarían por mucho más tiempo
―Supongo que es una especie de don ―Yoongi chasqueó
con la lengua. ―O bien, sabe manejar bien su faceta de
buen chico frente a Jungkook ―Rodó los ojos.
―Oh, no seas tan duro con él. Admito que puede ser un
idiota, pero él no es un mal chico ―Seokjin tomó su mano,
sin quitar su mirada del dúo. ―Veo a Jungkook bastante
feliz, creo que Jimin le hace bien. Es decir, por lo general
Kookie siempre está animado y es un encanto, pero me
preocupa que sea tan reservado. Es bueno que expanda un
poco sus horizontes
―Uhm
―Min Yoongi, no seas tan celoso con tu mejor amigo
―Señaló.
―No estoy celoso ―Giró a verlo, enarcando sus cejas.
―Pero, Seokjinie, sigo teniendo un mal presentimiento sobre
esto. Tengo un sexto sentido para estas cosas y mi sexto
sentido dice que él aún quiere meterse en sus pantalones.
Las cosas se volverán un desastre cuando Jimin quiera
conseguir, abiertamente, sexo con Jungkook. La única razón
por la que ahora existe calma, es porque Park no ha sido lo
suficientemente directo
―Vamos, estoy seguro de que Jungkook podrá manejarlo
―Yoongi suspiró, más pesimista. ―Además, mira a Jimin
―Giró nuevamente hacia los jóvenes.
―Veo a Jimin, de acuerdo ―Yoongi fijó sus ojos en él.
―¿Qué hay con ello?
―Él está sonriendo como un niño tonto mientras escucha
a Jungkook ―Rió suavemente. ―Creo que le gusta en serio
―Volteó hacia su novio. ―Y si resulta que Jimin termina
siendo serio respecto a nuestro Jungkookie, ¿por qué no
darle una oportunidad? Quizás podríamos llevarnos una
sorpresa ―Yoongi abrió la boca, apunto de protestar.
―Bueno, sólo si Jungkook termina enamorado de él
también, por supuesto
―Se verá entonces
Seokjin presionó sus labios, intentando no reír por la
expresión seria del menor mientras decía esas palabras.
Siendo alguien que conocía el verdadero vínculo entre
Yoongi y Jungkook, podía entender por qué lo sobreprotegía,
pero no podía evitar que todo le causara gracia. Ver a
Yoongi actuando como un hermano mayor para el castaño
era, simplemente, adorable.
―Luces como un gatito gruñón ahora, eso es tan dulce
―Seokjin susurró a su oído.
Yoongi borró su mala cara, las dulces palabras
cosquilleándole en la piel. Recostó su cabeza en el hombro
de su novio mientras intentaba relajarse para disfrutar del
resto del día. Seokjin tenía razón, él tenía que dejar de ser
tan pesimista respecto a Jungkook. Además, su amigo ya no
podía seguir siendo el mismo adolescente perdido de hace
dos años, ¿no? Esperaba que algo hubiera aprendido de su
primer fracaso amoroso.
Jimin intentó mantener la sonrisa en sus labios cuando
finalmente estuvo todo el grupo reunido. Por más que el día
anterior había suplicado que SooYoung se excusara para
faltar, fue el primer rostro con el que se encontró apenas
llegó donde Taehyung. La chica sonrió al verle,
aparentemente satisfecha de que se presentara, mas pudo
vislumbrar cierta chispa de molestia en sus ojos al ver quien
más le acompañaba.
―Hey, chicos, chicas ―Jungkook agitó su mano
amigablemente para todos, enseñando una suave sonrisa.
―Aww, tan lindo ―Jeonghwa fue rápidamente hasta él,
mostrándose resplandeciente. ―Soy Jeonghwa, estudiante
de artes escénicas de segundo año, compañera de
Taehyung ―Extendió su mano hacia él. ―Es primera vez
que nos vemos, ¿no? Ansiaba conocerte, ¡he escuchado
mucho de ti!
―¿Lo has hecho? ―Jungkook tomó su mano, ligeramente
confundido. La sonrisa de ella sólo se ensanchó más.
―Por supuesto, hay rumores sobre ti. Aparentemente, has
dejado impresionado a más de uno a pesar de ser sólo de
primer año ―Soltó su mano. ―Y, Jeon Jungkook, ¡las
personas dicen también que eres el chico más guapo de la
facultad de comunicación!
Jungkook sonrió tímidamente, sintiendo sus mejillas
calentarse. Hubiera rogado para que sus amigos le salvaran
de ese momento incómodo, pero parecían ocupados
hablando con los Kim.
―Oh, ¿él es Jeon Jungkook? ―SooYoung, que se había
separado de Taehyung, interfirió, dándole una mirada de
pies a cabeza al chico de la cámara. ―Hmm, creo que los
rumores exageran un poco, él es... ya sabes, normal
―Murmuró. ―Sin ofender
Jungkook negó con la cabeza, sin darle importancia, pero
era difícil ignorar la falsedad en su sonrisa y la malicia en
sus ojos. SooYoung quiso poner los ojos en blanco ante la
agradable reacción del castaño, ¿cuál era su problema? No
se suponía que reaccionaras tan bien luego de que alguien
intentara echarte hacia abajo. Lo miró una vez más, esta
vez de mala gana, y tuvo que morder su lengua tras aceptar
que sus palabras eran una vil mentira. Jeon, claramente, era
guapísimo. Pero ella no diría maravillas del chico que no
dejaba de pasar tiempo con Jimin. ¿Por qué ellos tenían que
estar juntos siempre?
Encontrándose con la mirada de Jungkook, se dio la vuelta
molesta para volver con Taehyung. Después buscaría
tiempo para estar con Jimin, cuando ese niño de cara bonita
no estuviera ahí interfiriendo.
―Dios, ¿quién invitó a la loca? ―Jeonghwa habló en voz
baja, mirando con recelo a la chica que acababa de alejarse.
―En serio, no entiendo que ve Taehyung en ella ―Suspiró
con molestia, viendo a ambos chicos. ―Por cierto, me
alegra que estén aquí. La mayoría está en pareja y ya
estaba temiendo tocar el violín
―Bueno, nosotros igual necesitaremos espacio ―Jimin
sonrió con burla, entrelazando su brazo con el de menor.
―Después de todo, Jungkook estará sacándome fotos. Seré
su centro de atención el día de hoy
―Eres tan egoísta ―Jimin le enseñó la lengua, soltando
una carcajada cuando la chica se dio la vuelta para caminar
por delante de él.
―Supongo que tienes una aliada ―Murmuró el menor,
viendo a Jeonghwa.
―Oh, ella definitivamente lo es. Taehyung no es bueno
eligiendo amores, pero definitivamente es bueno eligiendo
amigos ―Jungkook dejó escapar una risita. ―Y no le hagas
caso a SooYoung, tú no tienes nada de ordinario
―En realidad, no es como si me importara mucho. Es
vergonzoso que el resto me llame el chico guapo de
comunicación
―El chico más guapo de comunicación ―Corrigió. ―Y lo
eres, así que ten más confianza en ti. Ya desearía yo ser
llamado el chico más guapo de danza
―Bueno, yo creo que eres bastante guapo ―Confesó el
menor con tranquilidad.
Jimin presionó sus labios y le miró de reojo, intentando no
sentirse cohibido por su franqueza. ¿Era muy exagerado si
él se ponía a dar brinquitos sólo porque Jungkook lo había
halagado una vez más?
―Sí, uhm... ―Jimin rió en voz bajita, soltado su brazo.
―Entonces espero hacer una buena sesión para ti el día de
hoy. Intenta resaltar mis buenos rasgos, ¿sí? ―Pidió,
peinando su cabello con sus dedos. Jungkook rió dulcemente
al notar que sus mejillas estaban cubiertas de un adorable
rubor.
El grupo tuvo problemas para decidir a qué atracción irían
primero. Mientras algunos estaban listos para empezar por
lo más extremo, otros no eran los mayores fans de la
adrenalina y preferían buscar opciones más tranquilas. Jimin
estuvo a punto de ser parte del segundo grupo, pero al
notar la mirada interesada de Jungkook sobre la montaña
rusa, lanzó su comodidad lejos e infló su pecho con falsa
valentía.
Sin embargo, Jungkook parecía querer negarse a subirse a
la montaña rusa cuando finalmente estuvieron en la fila. El
castaño no dejaba de insistir en que él estaba ahí para
hacer fotografías, no para divertirse, pero Jimin terminó
arrastrándolo con él bajo la excusa de que quería divertirse,
pero necesitaba apoyo a su lado. Fue Taehyung quien se
quedó con la cámara del menor mientras este emprendía su
aventura con Jimin. Y aunque Jungkook efectivamente
disfrutó de la velocidad, las vueltas y la altura, el rubio con
suerte pudo mantenerse de pie cuando le fue permitido
volver a tierra.
―Hyung, ¿estás bien? ―Jungkook, que hace sólo un
segundo sonreía como un niño entusiasmado, le miró con
preocupación al notarlo tan blanco como un papel. ―Ven
aquí ―Tiró de su brazo sobre sus hombros, permitiendo que
apoyara su peso en él.
El corazón de Jimin dio un brinco mientras volteaba hacia
el menor, deseando no estar tan mareado. Él lucía tan
preocupado, que estuvo a punto de vomitar mariposas
debido a la felicidad. O quizás de verdad eran náuseas,
¿cómo saberlo?
―Vaya. ¿No quisiste fingir valentía mientras te subías?
―Taehyung le sonrió burlón al verle llegar. YooJung, quien
había desistido de subir y se había quedado con Tae, hizo
espacio para él en la banca de inmediato al verle tan débil.
―Oh, Dios, ¿debería traer algo para ti? ―Se levantó
preocupada cuando Jimin tomó asiento. ―¿Ustedes están
bien? ―Giró hacia el resto de sus amigos.
Todos asintieron, algunos más motivados que otros.
Jungkook se arrodilló frente al rubio, intentando buscar su
rostro, pues ahora estaba cabizbajo. Jimin sintió el mundo
detenerse cuando se encontró con los lindos ojos del
muchacho.
Maldición, si todo a su alrededor desaparecía de esa
forma, él definitivamente había quedado muy mal.
―¿Quizás debería llevarte a enfermería? ―Jungkook
sostuvo sus manos, mirándole con preocupación. ―O al
baño, si lo prefieres. ¿Debería ir por agua? ¿Algo con
azúcar? Quizás-
―Jungkook ―Jimin rió suavemente, enternecido. ―Sólo
estoy mareado, creo que las cosas extremas no son para mí
―Pues tú votaste por ello ―Le recordó Taehyung a su
lado.
Jimin le hubiera lanzado un golpe de no ser porque estaba
más entretenido observando la preocupación del menor.
―De acuerdo, mareado ―Murmuró Jungkook, sin dejar de
mirarle. ―¿Quieres quedarte aquí hasta reponerte
entonces? ¿O está bien para ti si te cargo?
El grupo miró con atención como Jimin extendía su brazo,
pasando su mano por los sedosos cabellos castaños para
luego sostener el rostro del joven, inclinándose ligeramente
sobre él. Mierda, ¿por qué ellos lucían tan íntimos? Seokjin y
Yoongi se sentían extraños y curiosos. Los primos Kim
estaban boquiabiertos por el evidente avance para Jimin.
Jeonghwa y YooJung sonreían con complicidad y SooYoung
apartó la mirada con molestia. Jimin y Jungkook pasaron
todo por alto mientras sólo se miraban el uno al otro.
―Tan lindo ―Murmuró el rubio, pellizcando su mejilla.
―¿Él siempre es así de considerado con todos? ―Preguntó,
alzando su mirada hacia los amigos cercanos del menor,
quienes asintieron automáticamente. ―Ah, siempre es
bueno tener a un chico como tú cerca, Kookie ―Volvió a
acariciar sus cabellos.
―Uhm, ¿por qué no vamos al carrusel ahora? ―YooJung
envolvió el brazo de su novio, sonriendo dulcemente. ―De
verdad quiero subirme ahí. Jimin y Jungkook podrán
alcanzarnos pronto, ¿cierto? Vamos a hacer la fila por
mientras ―Y abrió sus ojos más de la cuenta para que
Namjoon entendiera el mensaje.
―Por supuesto, bebé, vamos al carrusel ahora ―Besó
brevemente sus labios, tomando su mano después.
―Chicos, nos vemos ahí. No tarden demasiado, ¿ok?
Y el grupo se fue sin más. Jimin estuvo a punto de poner
los ojos en blanco cuando Jeonghwa le guiñó un ojo antes de
marcharse.
―¿Estás seguro de que no debería traer nada para ti?
―Jungkook atrajo su atención de nuevo, aún de rodillas
frente a él.
―No, en serio, sólo quiero descansar un poco hasta que
deje de darme vueltas la cabeza ―Jimin golpeó suavemente
el espacio a su lado. ―Ven aquí, no tienes que quedarte ahí
de cuclillas
Jungkook se levantó, soltando sus manos de paso. Un
rubor infantil cubrió sus mejillas al notar que en ningún
momento había soltado las manos de Jimin, hasta ahora, y
conservó su mirada en un punto fijo del piso mientras se
sentaba a su lado. Jimin miró sus manos, aun sintiendo el
cosquilleo de la suave piel de aquel chico, y suspiró en voz
baja para girar a verlo. Su garganta se secó al encontrarlo
cohibido.
Jimin no entendía muy bien a Jungkook. Él,
evidentemente, era tímido, pero parecía actuar por inercia
como hace un rato. Jamás habría pensado que ese chico se
arrodillaría frente a él y tomaría sus manos mientras le
miraba con esos ojos de cachorro preocupado. Su corazón
pareció latir gustoso ante toda esa atención.
―¿Puedo recostarme sobre tu hombro? Creo que necesito
algo de apoyo
―¿Ah? Uhm, sí ―Aceptó, asintiendo levemente. Jimin no
dudó en recargar su cabeza sobre su hombro entonces.
Jungkook estaba tenso, Jimin podía sentirlo, pero ni
siquiera eso lo haría desaprovechar esa gran oportunidad.
Inhalando y exhalando suavemente, fingiendo que su
recuperación tardaba más de lo normal, sus ojos se
centraron en las manos del menor, las cuales ahora estaban
vueltas puños, descansando sobre sus piernas. Una de sus
manos de deslizó hasta su puño para envolverlo,
sobresaltando un poco al contrario.
―Está bien, relájate ―Jimin mantuvo su mano sobre la de
él. ―Sostenías mis manos hace un rato, no es necesario que
sobrerreacciones ahora
―Pensé que te había incomodado ―Admitió en voz baja.
―Me estabas ayudando. Además, tienes manos cálidas y
suaves, no hay manera de que esto me moleste ―Murmuró.
―¿No te molesto yo a ti al actuar de esta forma? ―Preguntó
en cambio. ―Estás realmente tenso, lo siento ―Intentó
alejarse.
―No, está bien, puedes quedarte ahí ―Jimin no se hizo de
rogar y rápidamente regresó su cabeza al hombro del
menor, provocando que este soltara una ligera risa. ―Tan
solo... es extraño que alguien se recueste en mi hombro.
Seokjin siempre es cariñoso conmigo, e incluso Yoongi tiene
sus momentos, pero aparte de ellos... ―Aclaró su garganta.
―No sé, supongo que es raro
―Por tanto, tu molestia no reside en el hecho de que yo
sea un chico, ¿cierto? ―Quiso cerciorarse.
―Hyung ―Jungkook volteó a verlo, su ceño fruncido.
―Esta es la segunda vez que haces un comentario como
ese. ¿De verdad luzco como la clase de chico que tiene algo
contra los homosexuales?
―Hey, espera ―Jimin se distanció un poco de él. ―De
acuerdo, tienes razón, hablamos de esto antes, tú no tienes
un problema con ello. Pero mi pregunta no iba en esa
dirección. Francamente, incluso si tú no tienes nada en
contra, eso no significa que te agrade la idea de un hombre
siendo pegajoso contigo, ¿no?
―Ahm, supongo ―Murmuró. Jimin se encogió de hombros.
―Entendería si te incomoda ―Siguió manipulando el
camino de la conversación, mojando sus labios antes de
agregar un: ―Porque, de todas formas, estoy seguro de que
preferirías a una chica sobre tu hombro
Y ahí estaba, finalmente había lanzado sus cartas. Ahora
lo único que necesitaba era que Jungkook hiciera su jugada
y le confirmara lo único que le estaba molestando desde
hace un rato: ¿él podría llegar a interesarse en un hombre?
¿Cuánto esfuerzo tendría que agregar a sus intentos si el
menor resultaba siendo heterosexual?
―No es... no es como si tus intenciones fueran en ese
sentido, ¿no? ―Rió suavemente. ―Sólo te recargaste en mí
por apoyo, no por una clase de interés en especial ―Apartó
la mirada, divertido.
Oh, Dios, él era tan inocente. Jimin no sabía si quería llorar
de frustración o adoración por él. ¡Por supuesto que lo había
hecho por interés! ¿Acaso Jungkook no podía notar cuando
alguien tenía dobles intenciones con él? No era bueno ser
tan ingenuo. De seguro alguien podría aprovecharse de él el
día de mañana.
―Pero, como sea ―Jungkook se quedó mirando un punto
fijo, pensativo. ―Ya sea que se trate de un hombre o una
mujer, da igual, no es como si me afectara ―Frotó la parte
posterior de su cuello. ―Quiero decir, sobre las chicas,
jamás... jamás he sentido interés por ellas ―Confesó,
incómodo.
―¿Y los hombres?
―Sólo... uhm... estuve enamorado de uno una vez
―Admitió, sonando un poco ausente.
―Oh
Jimin quiso prestar atención al sentimiento en su voz, esa
extraña melancolía expresada en un triste vacío.
Lamentablemente para él, su parte un poco más loca y
superficial, estaba celebrando en su interior la luz verde que
acababa de recibir.
Jungkook no tenía interés en las mujeres. Jungkook había
estado enamorado de un hombre. No tenía que preocuparse
de un chico heterosexual y eso era lo único que importaba.
―¿Te sientes mejor? Creo que deberíamos ir al carrusel
ahora ―Jungkook se levantó, señalando el lugar por donde
se había ido al grupo. ―Si puedes soportarlo, creo que
podría obtener unas buenas fotos de ti allá arriba
Jimin sonrió, asintiendo con ánimo. Su cabeza no dejaba
de repetir la reciente conversación con Jungkook y estaba
listo para sacar todas sus armas. Él volvería a Jungkook loco
en un chasquido de dedos. Quizás el castaño volvería a
arrodillarse para él el día de mañana, pero con intenciones
completamente diferentes.
Sacudió su cabeza al notar que sus pensamientos lo
estaban llevando por el peor camino en un lugar erróneo.
Jungkook se sintió tranquilo cuando, tras reunirse con el
grupo, Jimin pareció estar mucho más alegre con la idea de
subirse al carrusel. Aparentemente, este sí era su tipo ideal
de atracción, y el castaño adoró tomar fotos de él
divirtiéndose como un niño pequeño.
Fueron a varias atracciones y juegos después de ello.
Jimin intentó no mostrarse decepcionado cuando Jungkook
entró a su modo profesional y dejó de caminar a su lado
para revolotear alrededor de él captando distintos ángulos.
Por supuesto, él amaba toda esa atención de parte del
chico, pero había adorado más el caminar a su lado
mientras mantenían una agradable conversación. Habría
sido una buena oportunidad para conocerse mejor.
Cuando finalmente decidieron que era buen momento
para comer, Jungkook se sorprendió al encontrarse falto de
apetito, ahí, sentado junto al resto de sus amigos. A lo largo
de la salida, mientras fotografiaba a Jimin, había sido difícil
no notar que a su alrededor parecía estar lleno de parejas. Y
Jungkook siempre se sentía un poco melancólico cuando
veía parejas.
La idea de disfrutar de esa manera con alguien parecía
tan lejana, que un sabor amargo llenaba su boca. ¿Por qué
su tonto y soñador corazón no dejaba de exigirle un nuevo
amor? Jungkook prefería aferrarse a la idea de poder vivir su
soltería por el resto de su vida sin nada por lo que
lamentarse. Pero, tristemente, no era así.
Jimin dejó de escuchar a Jeonghwa, quien estaba sentada
a su izquierda mientras contaba una anécdota para la mitad
del grupo, y giró hacia Jungkook, quien ocupaba el otro
asiento a su lado. Tenía deseos de compartir con él, pero la
sonrisa se borró de su boca y la curiosidad se plantó en su
mirada al notar como el menor miraba atentamente a
Namjoon y YooJung al otro extremo de la mesa. La pareja
cuchicheaba, reía y compartía mimos mientras parecían
completamente ajenos al mundo.
Jungkook suspiró, regresando su mirada a su bandeja de
comida. Y, al alzar la vista, siguió teniendo la misma mirada
sin emoción mientras miraba ahora a sus mejores amigos,
sentados justamente frente a él.
―Vamos, come un poco ―Yoongi le extendía una
hamburguesa al mayor, quien sólo había pedido una bebida.
―No puedo, estoy a dieta ―Le recordó.
―Seokjin, comer una hamburguesa no hará que aumentes
5 kg ―Protestó, frunciendo sus labios cuando su novio sólo
lo miró. ―No has comido nada, vamos, necesito ver que te
estás alimentando. Además, estás en buen estado,
comprobamos tu peso recientemente. Tu agencia tendría
que estar loca si hace un reclamo por ello
Seokjin miró la hamburguesa, claramente planteándose la
idea. Yoongi sonrió abiertamente cuando finalmente el
mayor cedió y dio un gran mordisco a la hamburguesa.
―Esto es tan bueno ―Murmuró emocionado, terminando
de masticar.
―Lo es, por supuesto ―Yoongi dejó la hamburguesa en la
bandeja, acercándola más a él. Seokjin no demoró en darle
otra mordida mientras el contrario tomaba una servilleta.
―Te ves tan feliz cuando comes, amor. Haré un curso de
cocina sólo para llenarte de comida deliciosa cuando
finalmente nos casemos
Seokjin volteó hacia él, terminando de tragar mientras sus
ojos brillaban con agitación. Yoongi rió y limpió sus labios
con una servilleta antes de depositar un pequeño beso
sobre ellos.
Jungkook volvió a bajar la mirada mientras sentía sus ojos
picar.
Dios, él tendría que nacer de nuevo para que alguien
llegara a amarlo de esa forma.
Jimin tomó una papa frita de la bandeja del menor,
acercándola a su boca. El castaño volteó a verlo
rápidamente cuando la papa chocó contra sus labios.
―Vamos, Kookie, di ahh~ ―Le indicó. Jungkook abrió
tímidamente la boca para él, sin poder negarse. ―Eso es,
mastica bien. ¿No están deliciosas? ―Jungkook asintió, sin
quitar sus ojos de él. ―Eres el único que está quedando
atrás con la comida. Un chico en crecimiento como tú,
debería alimentarse adecuadamente
―No estoy seguro de que esto sea lo adecuado entonces
―Soltó una ligera risita, volviendo a abrir la boca cuando
Jimin acercó más papas a su boca. ―Y no sé si seguiré
creciendo, realmente
―Eso sólo lo dije por decir, no quiero que sigas creciendo
―Habló con recelo. Jungkook rió con mucho más ánimo
antes de aceptar más comida de parte de Jimin.
Jimin le miró con cariño, aliviado de que él recuperara esa
linda expresión. Aún no entendía por qué Jungkook ponía
esos ojos tristes cada vez que miraba una pareja, pero
estaba seguro de no querer verlo así nuevamente. Mientras
lo alimentaba, podía notar ese brillo juguetón en los ojos
oscuros del joven y fue imposible no sonreír también,
adorando la belleza en ellos. Jungkook volvió a sentir su
corazón dar saltitos cuando Jimin le enseñó la misma mirada
suave y cálida de hace unos días.
No podía comprenderlo. De verdad no podía comprender
por qué Jimin le estaba mirando así en ocasiones. Pero
estaba comenzando a teorizar la razón de por qué su
corazón estaba reaccionando a ello e intentó lanzar los
pensamientos lejos, porque no quería preocuparse por eso
ahora. Jungkook de verdad quería disfrutar de la compañía
de Jimin sin tener que preocuparse de sus suaves ojos ni de
su propio atolondrado corazón.
―Daré una vuelta con Jungkook para completar la sesión
que tenemos, espero que no les importe ―Anunció Jimin
cuando terminaron de descansar. ―Los llamaré para volver
a reunirnos de nuevo, ¿de acuerdo? ―Y sin permitirle al
grupo responder, tiró del brazo del menor para llevárselo
consigo.
Jungkook tampoco protestó, al fin y al cabo, él también
quería un tiempo a solas para trabajar con su cliente. Jimin
soltó su brazo, caminando por delante de él con un poco
más de confianza mientras hacía el tonto frente a la
cámara, y Jungkook rió agradecido de las facetas que el
rubio mostraba cuando no estaban todos ahí. Le gustaba
mucho ese Jimin; más despreocupado y natural. Se
preguntaba por qué no actuaba así cuando había mucho
más público presente, pero podía deducirlo.
Era fácil ser juzgado cuando no intentabas encajar.
Dando un extenso paseo por el parque para finalmente
subirse a las tazas giratorias, Jungkook sostuvo su cámara
felizmente mientras veía a Jimin carcajear y divertirse más
que en todas las atracciones anteriores. Al mayor ni siquiera
pareció importarle volver a marearse un poco tras dejar el
juego atrás.
―Ven, siéntate aquí ―Jungkook lo arrastró hasta una
banca. ―Para ser malo con las atracciones, ¿no eres un
poco imprudente?
―Jungkook, lo divertido de estos juegos es que te dejen
mal ―Asintió con convicción, provocando que el contrario
riera. ―Pero dime, he estado bien, ¿no? Creo que merezco
un premio
―Oh, ¿en serio? ―Jimin asintió una vez más, poniendo
expresión seria. ―Tienes razón, has sido un buen chico. Me
has dado buenas tomas y has soportado un montón de
juegos por hoy, así que definitivamente te mereces un
premio ―Park sonrió como un niño que había obtenido una
carita feliz en su examen. ―¿Qué te parece si descansas un
minuto aquí mientras yo voy por algodón de azúcar?
―¿El algodón de azúcar es mi premio?
―Te concederé una comida también cuando finalmente
tenga listo tu álbum con nuestras primeras tres sesiones
―Le guiñó un ojo juguetonamente.
―Hey, el algodón de azúcar ya era bastante convincente,
pero si quieres invitarme a comer, estoy 100% disponible
para ti ―Sonrió también, sus ojos cerrándose
instantáneamente. ―Ve por ese algodón. En cuanto a mí,
aprovecharé de refrescarme un poco en el baño y volveré a
la banca
Jungkook miró hacia el frente, donde justamente se
encontraban los baños. Tomando en cuenta que estaban tan
cerca, era imposible para él perderse o algo por el estilo,
¿cierto?
―Estaré bien, Kookie, ve en paz ―Jimin se levantó,
palmeando su espalda.
―Vendré en un momento
Jimin agitó su mano, permitiéndole irse para dirigirse al
baño.
Mojando su cara para eliminar el rastro de sudor de un
gran día, observó su reflejo en su espejo con una sonrisa.
Peinó sus rubios cabellos con más confianza que nunca,
adorando la imagen ante sus ojos. Si Jungkook podía verlo
igual de bien a como se sentía en ese momento, era cosa de
poco tiempo para que cayera por él. Habían pasado otra
agradable sesión y la seguridad inundaba su ser; Jimin
estaba seguro de haber hecho conexión con el menor.
Porque, ¿no estaban demasiado cómodos el uno con el otro?
Eso debía de significar algo. Se preguntaba si esa invitación
a comer traería buenas noticias para él.
Jimin regresó a la banca, esperando por el menor, quien
no debía de tardar en volver, al menos que hubiera
demasiadas personas antes que él en el puesto. Mirando en
dirección por donde el castaño se había ido, su sonrisa se
esfumó cuando se encontró con una persona conocida.
Desvió la mirada, ignorándola mientras rogaba en sus
adentros que ella no le hubiera visto también, pero supo
que estaba pidiendo demasiado en el momento en que esa
chica tomó asiento junto a él.
―Dime algo, ¿crees en el destino? ―SooYoung habló con
elocuencia cerca de él. ―Porque el hecho de que te
encontrara solo aquí, justo cuando me he separado del
grupo, de seguro significa algo para nosotros
―No me llenes de tu basura, SooYoung ―Jimin bufó,
girando hacia ella. ―¿Por qué no estás con el resto? ¿Me
estás siguiendo?
―Tranquilo, es sólo una buena coincidencia ―Sonrió.
―Necesitaba usar el baño y tú estabas aquí, así que me
acerqué. Ya te lo dije, debe ser el destino confabulando a
nuestro favor ―Pestañeó encantadoramente para él.
―O el diablo, de todas formas ―Chasqueó con la lengua,
claramente irritado. ―Ve al baño y haz lo que tengas que
hacer, luego regresa con el resto. Estoy ocupado aquí y no
vas a arruinarlo
―Estás solo
―Jungkook está por volver, así que desaparece antes de
que él pueda comprobar una vez más la clase de persona
que eres
―Comprobar ―Ella rió entredientes. ―Si él fuera un buen
chico, ya habría ido a hablarle a Taehyung sobre lo que vio
en la fiesta, ¿no? ―El semblante de Jimin era serio. ―Si tú
no quisieras mi atención, también hablarías con él.
Admítelo, te encanta esto ―Se inclinó sobre él, sin dejar de
sonreír.
―Vete
―No, deja atrás a ese chico aburrido y ven a dar una
vuelta conmigo ―Ella se levantó, tirando de su brazo. ―En
serio, no tienes que fingir que estás interesado en él sólo
para ignorarme
―Mierda, SooYoung, ¿acaso no hablamos el mismo
idioma? ―Se levantó. ―No estoy interesado en ti y jamás lo
estaría, no me atraen las chicas. En cuanto a Jungkook, él
no tiene la culpa de haber nacido hombre y tener cosas
buenas por montón, así que puedes marcharte ahora ―Ella
le miró con molestia. ―Estoy teniendo un gran momento
junto a ese chico y tú no vas a arruinarlo
―Dios ―Ella puso sus ojos en blanco, tomándolo por la
chaqueta. ―Tienes que poner más de tu parte. Tú crees que
no te gustan las mujeres. Te demostraré lo agradable que
puede ser esto y no volverás a pensar en Jungkook ―Jimin
abrió la boca, apunto de maldecir. ―Y si tu preocupación es
Taehyung, puedes pasar de ello. Él es tan bueno, que
incluso si le afecta lo nuestro al principio, terminará
cediendo. Bien para ambos, ¿no?
Jimin sostuvo su brazo, alejando esa mano de él.
SooYoung se quejó mientras miraba fijamente sus ojos, los
que estaban claramente furiosos.
―Deja de hablar de Taehyung como si fuera un tonto. La
única estupidez que ha cometido en su vida ha sido fijarse
en ti
SooYoung protestó, hablándole de su falta de delicadeza
para tratarla. Si Jimin no hubiera estado en contra de la
violencia toda su vida, de seguro la habría golpeado de
verdad.
―¿SooYoung? ¿Jimin? ―El rubio se congeló al escuchar
esa voz. ―¿Qué está sucediendo aquí?
Jimin soltó a SooYoung, volteando hacia su mejor amigo,
quien tenía una extraña expresión en su rostro. A solo un
paso de él, Jungkook sostenía dos algodones de azúcar
mientras le miraba intrigado, pero eso ahora no podía
importarle menos.
―Taehyung- ―Intentó decir, mas ni siquiera sabía por
dónde empezar. ¿Qué tan mala impresión acababa de
causar? ¿Él lucía lo suficientemente molesto como para
parecer dispuesto a desquitarse con SooYoung?
―¿Taehyung qué? ―Él comenzaba a impacientarse.
―Vine aquí porque SooYoung se estaba tardando en el baño
y ¿qué me encuentro? ¿La estabas reteniendo?
―¿Qué? Mierda, Tae, yo no-
―Taehyung ―SooYoung interrumpió, yendo rápidamente
hasta el de cabellos grisáceos. ―Siento que tengas que
enterarte de esta manera, de verdad no quería que lo
supieras así ―Su voz sonó ahogada mientras se aferraba al
abrigo de su pareja. ―Jimin no ha dejado de coquetear
conmigo este último tiempo. Cuando nos hemos encontrado
hace un minuto y lo he ignorado, él lo ha tomado bastante
mal ―Balbuceó.
―¿Coquetear con...? ―Taehyung negó con la cabeza y
tomó a la chica por los hombros, distanciándola de él.
―SooYoung, eso no tiene sentido, Jimin no tiene interés en
las mujeres ―Intentó hacerle ver, desesperándose aún más
cuando los ojos de ella se llenaron de lágrimas.
―Eso es lo que dice, supongo que es verdad. ¿Pero
realmente crees que hay una diferencia para él? ―Secó sus
lágrimas. ―A Jimin no le importa si se trata de un hombre o
una mujer siempre que pueda llamar la atención. Él vive de
eso, de la atención de todos, ama que el resto bese sus
pies. ¿Cómo crees que se siente cuando alguien no está
volviéndose loco o loca por él? Por supuesto, su orgullo
debió de ser herido, así que el vino a mí para recuperarlo
Jungkook miró fijamente a Jimin, quien sólo miraba
fijamente a la pareja mientras apretaba sus puños,
intentando controlar la frustración. ¿Por qué él no estaba
hablando? ¿Por qué no intentaba defenderse?
―No te ciegues sólo porque es tu amigo, oppa―Prosiguió
ella, sus palabras cada vez más afiladas. ―Él no es un buen
chico. No tendría consideración ni siquiera por ti, porque el
centro de este universo es él
Taehyung miró fijamente a Jimin, dedicándole una mirada
llena de decepción, y el contrario quiso llorar ante la forma
en que su mejor amigo le miró. Kim dio un paso atrás,
alejándose más de la chica, y apartó sus manos cuando ella
intentó alcanzarlo una vez más.
―Yo... necesito estar solo ahora, volveré a casa ―Y sin
mirar a nadie, se marchó.
SooYoung secó sus lágrimas teatrales al ver la figura de
Taehyung hacerse pequeña, y suspiró con recelo para luego
girar hacia el rubio.
―Bien, hice el trabajo pesado por ti, puedes
agradecérmelo ―Soltó con ligereza. ―Ya no tienes que
preocuparte por Taehyung, ¿no? ―Jimin le miró
rabiosamente, más molesto que en toda su vida,
provocando en ella un escalofrío. ―De acuerdo, supongo
que no puedes verlo ahora, así que me retiraré por hoy.
Búscame cuando hayas enfriado tu cabeza ―Y tan
engrandecida como siempre, también se fue segura de sí
misma.
Jimin inhaló y exhaló, intentando contener todo lo que
estaba sintiendo. Las voces del resto del grupo se
escucharon aproximándose y Jungkook intentó hablar, pero
fue interrumpido por sus amigos, quienes estaban
claramente confusos por toda la situación.
―Hey, acabamos de encontrarnos con Taehyung y luego
con SooYoung, pero ni siquiera nos han prestado atención,
¿ha sucedido algo? ―Preguntó Jeonghwa. Jimin agitó la
cabeza y también se marchó, sin contestar. ―¡Hey! ―Gritó
al verle irse. ―¿Qué pasa con todos? ―Volteó hacia
Jungkook, al igual que el resto del grupo.
―Esto es... es complicado, creo que sólo los involucrados
deberían de hablar ―Murmuró, observando los algodones
de azúcar. ―Jeonghwa, YooJung, ¿quieres esto? ―Le ofreció
el dulce a cada una de las chicas, quienes los aceptaron
mientras le miraban curiosas. ―Taehyung se fue a casa,
supongo que SooYoung también. Jimin... necesito ir por
Jimin, no tienen que esperar por nosotros ―Se quitó la
cámara, girando hacia su compañero de piso. ―Hyung,
¿está bien si te dejo esto? Te lo explicaré más tarde
―No te preocupes, te veo más tarde en la habitación,
Kookie ―Tomó la cámara, haciéndole un gesto para que se
fuera.
Jungkook hizo una reverencia para el grupo, tomando el
camino por donde Jimin se había ido. Esperaba que no
estuviera demasiado lejos.
Nota:
Ihhh, bueno, pasó lo que tenía que pasar, ustedes ya saben
que no se puede esconder algo por demasiado tiempo (?).
¿Ya escucharon el mixtape de nuestro bebé? ;-;. Me siento
tan orgullosa (╥﹏╥) ♥♥
[07]

Jungkook quizás debía rendirse, lo sabía. Había pasado una


hora desde la última vez que había visto a Jimin, no lograba
contactarlo, el cielo se había vuelto oscuro en un parpadeo
debido a la época, pero, incluso sabiendo que ya no había
caso, no quería desistir en su búsqueda. Cada vez que el
castaño recordaba los ojos llenos de decepción del rubio, su
corazón latía con apremio ante las ansias de ir con él.
Necesitaba encontrarlo.
Caminó sobre sus propios pasos, recorriendo los mismos
lugares una y otra vez, llenándose de desesperanza. Mas
sus ojos se iluminaron cuando encontró a Jimin sentado solo
en una banca, mirando fijamente el carrusel que ahora
estaba lleno de brillantes luces que destacaban en la
oscuridad. Se dirigió hasta él, preguntándose cuanto tiempo
llevaba ahí, pues estaba seguro de que media ahora atrás
había revisado bien, mas le quitó importancia a esa duda en
cuanto tomó asiento a su lado.
Jimin se mostró escéptico cuando finalmente sus miradas
se encontraron.
―Jungkook ―Murmuró. ―¿Qué haces aquí?
―Te estaba buscando. Intenté comunicarme contigo, pero
tu celular está apagado
―Nos separamos hace más de una hora ―Señaló,
claramente sorprendido. Agitó su cabeza y apartó la mirada
mientras intentaba quitarle importancia a ese gran detalle.
―No tenías que buscarme, estoy bien
―Estuviste llorando
Jimin presionó sus labios en una línea, maldiciéndose a sí
mismo por no soportar sus lágrimas. Frotó sus ojos,
esperando que no quedara rastro de ellas, y se mantuvo en
silencio porque no sabía que decir. ¿Negar lo evidente?
¿Admitirlo? Nada de eso era necesario.
―¿SooYoung volvió a molestarte? ―Jimin bufó. ―Lo
siento, debí quedarme contigo, quizás-
―No, eso no importa ―Interrumpió. ―Tenías razón, esto
era algo que iba a pasar tarde o temprano
―Pudiste... pudiste decirle la verdad ―Se atrevió a decir.
―Debiste hacerlo, de hecho. ¿Por qué has dejado que ella
se saliera con la suya?
―Taehyung no estaba en condiciones de oírme ―Suspiró.
―Y, seamos realistas, lo que dijo SooYoung no es del todo
una mentira ―Cerró sus manos en su abrigo, molesto
consigo mismo. ―Conozco la impresión que tiende a tener
el resto de mí, ¿de acuerdo? Y sé que es mi culpa también
por siempre estar alimentando mi propio ego. Las personas
no se equivocan al decir que me gusta la atención del resto.
Jungkook, de verdad necesito esa atención, ¿sí? ―Giró hacia
él. ―En el pasado, no fui más que un chico insignificante,
pero ahora todos son conscientes de mí. Quiero que el resto
me vea y sepa quién es Park Jimin, esa es la verdad
Jungkook mordisqueó su labio inferior y miró el piso,
comprendiendo finalmente la parte de Jimin que le resultaba
contradictoria; el chico llamativo con desbordante
confianza, parecía tener una autoestima frágil.
―¿Crees que soy alguien desagradable por eso?
―Preguntó en voz baja.
―No ―Musitó. ―Honestamente, ¿a quién no le gustan los
halagos? El hecho de que seas la clase de persona que
gusta de ello, no te hace alguien malo ―Admitió. ―Lo único
que temo, es que eso pueda ser desventajoso para ti. ¿Qué
harías si la atención no fuera siempre positiva? Eso sería
duro si dependes tanto de la manera en que ellos te ven
―Giró nuevamente hacia él, más serio y preocupado. ―Está
bien tu forma de ser. Está bien si te gusta ser admirado. No
eres mejor ni peor por eso. Pero, hyung, de verdad espero
que no dependas únicamente de esto. Me gustaría que
fueras consciente de que el resto te admira porque eres
genial y no que eres genial porque el resto te admira
Jimin sintió un nudo formarse peligrosamente en su
garganta, aumentando su deseo de llorar. Considerando
como él había actuado con Jungkook en un principio, este
tenía todo el derecho de tratarlo como un frívolo idiota. Pero
el menor no estaba tirando de él hacia abajo, por el
contrario, le extendía su mano para sacarlo del agujero en
que había caído, y sus ojos se llenaron de lágrimas sin
poder contenerlo por más tiempo.
Todas las personas que querían besar sus pies o caminar a
la par de él, ¿realmente le estaban mirando con buenos
ojos? ¿No le veían como SooYoung lo había descrito? Si en
su pasado las personas hubieran sido igual de consideradas
que Jungkook, él no habría tenido que preocuparse por ese
tipo de cosas.
―Regresando al tema de SooYoung ―Jungkook aclaró su
garganta. ―Ella retorció el asunto a su favor y Taehyung
aún merece saber la verdad. Por supuesto que él está
herido, porque estaba ilusionado con algo que no tiene
futuro, pero tú eres más parte de su vida de lo que una
ilusión lo es y mereces ser escuchado. Por tanto, espero que
vayas a buscar a Taehyung mañana y hables seriamente
con él al respecto ―Jimin giró hacia él, su labio temblando.
―Es tu mejor amigo. Si Taehyung es realmente el chico que
crees conocer, te dará una oportunidad porque también
sabe la clase de persona que eres
―Es por eso que temo de ello ―Su voz salió
conmocionada. ―¿Y si su enojo nubla su juicio y no logra
recordar quien realmente soy? Jungkook, creo que puedo
aceptar malas miradas del resto, pero definitivamente no
soportaré ver una mala mirada de Taehyung ―Sollozó. ―Es
un hermano para mí y me amó incluso antes de que el resto
me considerara alguien, no podría soportarlo
―Te amó desde antes ―Jungkook repitió aquel dato,
extendiendo su mano hacia él para apartar las lágrimas.
―Con más razón él va a escucharte, hyung
Jimin inhaló dolorosamente, recordando la fría mirada de
su mejor amigo. Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas
una vez más y Jungkook, al notar que no bastaría con
secarlas ahora, prefirió cerrar el espacio entre sus cuerpos
para abrazarlo. Jimin lo envolvió con sus brazos en
respuesta inmediata mientras escondía su llanto en su
hombro.
―Shh, está bien ―Jungkook acarició sus espalda en
consuelo. ―No hiciste nada malo, así que no te sientas
culpable de esto
Jimin pudo confirmar que la sola existencia de Jungkook
era más cálida que un día de verano. Su presencia, su
toque, sus palabras, cada parte de él tenía el poder de
envolverte en un suave abrigo que te resguardaba del mal.
Era extraordinario que existiera alguien con tal habilidad.
¿Aquel joven era siquiera consciente del bondadoso corazón
que poseía?
Cerró sus ojos, suspirando cuando finalmente las lágrimas
se detuvieron. Sus brazos aún seguían alrededor del menor
y quería conservarlo ahí, en sus brazos, por mucho más
tiempo. Jimin por primera vez pensó en lo agradable que
sería pasar una noche abrazado a él, durmiendo sólo para
obtener los sueños más bonitos de su vida. Y, notando la
dirección de sus pensamientos, se distanció un poco
confuso respecto a sí mismo. ¿De verdad había pensado en
dormir con Jungkook? Su cabeza volvió a quedar en blanco
en cuanto se encontró con la oscura mirada de aquel chico.
―Hey ―Jungkook enseñaba una linda sonrisa. Sus manos
viajaron hasta su rostro para secar sus lágrimas. ―Es bueno
poder verte de nuevo ―Admitió juguetonamente.
―Yo-ah... igual-digo... gracias ―Murmuró.
Jungkook retrocedió un poco, buscando algo en su bolsillo.
Jimin le miró con atención cuando le fueron extendidos unos
pañuelos.
―Creo que los necesitas ―Señaló el menor con ligereza.
Jimin sintió sus mejillas acalorarse y le arrebató los
pañuelos en un santiamén, dándole la espalda para poder
limpiarse la nariz. Dios, ¿qué tan desastroso lucía en ese
momento? ¿Su nariz estaba sucia y sus ojos hinchados?
¿Acaso había dejado su hombro lleno de lágrimas y mocos?
Eso no era ni remotamente encantador, maldición,
¡Jungkook huiría lejos ante la primera oportunidad!
Sin embargo, volteando de regreso hacia él, lo encontró
con esa bonita sonrisa en sus labios y esos ojos brillantes y
traviesos. ¿Ese chico tenía idea de lo precioso que lucía a
todo momento?
―¿Mejor? ―Jimin asintió.
―Siento... uhm... haber llorado sobre ti
―Está bien, mis hombros estarán disponibles para cuando
gustes ―Le aseguró.
―¿Y qué hay de tus brazos? ―Preguntó tentativamente.
Jungkook, que se levantaba mientras estiraba sus ropas, dio
un leve asentimiento en su dirección. ―¿Y tus manos? ―El
castaño le miró fijamente entonces, sin siquiera pestañear.
―¿Mis manos?
―Quiero decir, bien... ―Aclaró su garganta,
preguntándose por qué su boca no podía callarse a tiempo.
―Bueno... ―Volvió a balbucear, levantándose también.
―¿Sí? ―Jimin sólo le miró, repentinamente con una
expresión en blanco. ―¿Quieres esto? ―Extendió una mano
hacia él, mirándole curioso.
―¿Puedo? ―Preguntó, sus ojos brillando con astucia. ―La
cosa es, realmente tengo frío en las manos ―Añadió
rápidamente.
―Si te sirve de algo...
Jungkook ni siquiera alcanzó a agregar algo más cuando
Jimin ya estaba entrelazando su mano con la suya. El rubio
tiró de él, una sonrisa inundando el rostro que hace sólo
unos minutos era invadido por la pena, y su corazón
comenzó a latir irregularmente nuevamente al encontrarse
con sus dulces ojos.
―Por lo tanto, no te molesta caminar de la mano con un
hombre, ¿no? ―Jungkook negó con la cabeza, apartando la
mirada cuando sintió su cara enrojecer. ―Eso es bueno,
porque soy un chico muy de piel. Ya que me has dado
confianza para ello, Jungkookie, me temo que me
aprovecharé un poco de ti ―Tiró de él para caminar más
cerca el uno del otro y volteó hacia el frente. ―¿Regresamos
a nuestras residencias?
―¿Uhm? Sí ―Murmuró, cohibido, dejando que esa mano
le guiara mientras era incapaz de poner atención a algo más
que no fueran sus latidos.
Jimin le miró de reojo, preguntándose si en el fondo se
sentía incómodo por su descaro. Mas, cuando comprobó el
nuevo tono en su rostro, tuvo que morder su labio para
contener una carcajada. Lindo; Jeon Jungkook era tan lindo.
Si él no estuviera haciendo suficiente por un día, habría
intentado llenar su rostro de besos.
Suspiró, más confiado en el mañana, y sonrió satisfecho
por al menos poder contar con ese chico a su lado. Si tenía
el apoyo de Jungkook, quizás las cosas no podían ir tan mal
como él creyó que serían.
◆◇◆◇◆
―¿Está Taehyung en casa?
Namjoon miró fijamente al bailarín, respondiendo en un
leve asentimiento. Había escuchado algo de la situación de
labios de su primo y, aunque sabía que no debía de
interferir, estaba dispuesto a ponerse del lado de Jimin. Lo
conocía lo suficiente para saber que aquel chico jamás
intentaría seducir a la novia de su mejor amigo. Es más,
aquello no tenía ni pies ni cabeza.
―¿Está muy mal? ―Preguntó con preocupación el rubio
cuando su amigo lo guío a través de las escaleras.
―Él no ha querido comer el día de hoy ―Murmuró.
―Sinceramente, ni siquiera sé si esté listo para hablar
contigo, pero estoy seguro de que no está molesto por ti,
Jimin ―Comentó con seguridad. ―Él me habló de lo
sucedido, pero jamás se refirió a ti de manera acusadora.
Supongo que su corazón solamente está roto por lo nefasto
que ha resultado esto ―Se detuvo frente a la puerta de
Taehyung. ―Intenta ser comprensivo con él, ¿sí? ―Pidió.
―Es un chico sensible
―Lo sé
Namjoon se retiró, regresando a su cuarto con la
esperanza de que Jimin pudiera hacer recapacitar al menor.
El rubio golpeó ligeramente la puerta y llamó el nombre de
su amigo, esperando su respuesta positiva para pasar. Se
sorprendió cuando fue el mismo Taehyung quien abrió la
puerta para él, enseñando sus ojos ojerosos y tristones.
―¿Podemos hablar?
Taehyung asintió, permitiéndole el paso para volver a su
cama. Jimin cerró cuidadosamente la puerta para caminar
hasta él, sentándose a su lado en el colchón.
―Entonces... ―Comenzó a decir, aclarando su garganta.
―Aunque dije que quería hablar contigo, no sé por dónde
empezar ―Admitió.
―¿Alguna vez coqueteaste con SooYoung? ―Preguntó,
recostándose sobre su costado mientras le miraba
fijamente. Jimin negó enérgicamente con la cabeza,
poniendo mala cara. ―Está bien, eso es todo lo que
necesitaba oír ―Lo tranquilizó.
―¿Qué?
―Jimin, puede que ella me guste y yo sea un poco lento,
pero no soy tonto ―Rió desanimado. ―Siempre que
estábamos juntos y tú estabas cerca, SooYoung hacía todo
lo posible para pasar más tiempo en el mismo espacio que
tú. Cuando yo quería ir a verte a tus prácticas, ella se
pegaba a mí diciendo lo mucho que disfrutaba ver de los
bailarines, cuando realmente se estaba fijando en ti ―Jimin
le miró boquiabierto.
―¿Y continuaste esto siendo consciente de ello?
―Intenté engañarme a mí mismo ―Admitió, su voz rota.
―Yo... quería pensar que si trabajaba lo suficiente en mí,
quizás podría obtener más atención de ella de la que tú
obtenías. Pero... ya ves, no fue suficiente
―Pensé-Pensé que estabas molesto conmigo ―Jimin
balbuceó. ―Ayer me miraste decepcionado y luego sólo te
fuiste
―Jimin ―Taehyung se reincorporó en la cama,
presionando el puente de su nariz. ―Por supuesto que
estaba molesto y decepcionado. A pesar de saber que
llamabas la atención de SooYoung, jamás llegué a pensar
que ella estaba intentando algo contigo. ¿Cómo crees que
eso se sintió para mí? Fue duro y no entendía por qué lo
estabas escondiendo ―Retiró su mano de su rostro,
mirándole herido. ―Pero, mira, no era contra ti, ¿sí? Jamás
creería lo que dijo SooYoung. Eres mi mejor amigo, te
conozco desde los 15 años y sé la clase de persona que
eres. El resto ahí afuera puede tratarte como alguien
superficial, y en momentos incluso te prestas a las
malinterpretaciones, pero la verdad es que tú eres un chico
bueno y honesto y pondría mis manos al fuego por ti
―Extendió su mano, tomando una de las del rubio. ―No
tienes que venir a mí desesperadamente, porque de verdad
creo en ti
Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas, el peso sobre
sus hombros desapareciendo mientras se sentía realmente
amado. Antes de que Taehyung pudiera decir cualquier otra
cosa, el mayor ya se encontraba abrazándole efusivamente
mientras sollozaba contra él.
―Estaba asustado ―Confesó llorosamente. ―No sé qué
sería de mí sin ti, Tae. Eres mi mejor amigo y te amo, me
destrozaría saber que has perdido tu confianza en mí
Taehyung respiró pesadamente, deslizando su mano por la
espalda de aquel chico. Jimin había cambiado mucho esos
últimos años, pero su mente siempre guardaba celosamente
la imagen de ese primer día de clases hace 5 años. Jimin
recientemente había llegado desde Busan y parecía un
animalito asustadizo fuera de su hábitat. Taehyung lo había
encontrado mirando nerviosamente en todas las direcciones
mientras intentaba refugiarse de alguna forma, volviéndose
más y más pequeño en su asiento. Decidió sentarse con él
aquel día y, sin pretenderlo, no pudo separarse de él
después de eso.
Jimin había sido tímido al principio. Reservado, de pocas
palabras; aparentemente el chico no estaba acostumbrado
a hablar con personas de su edad. También era
excesivamente amable; Taehyung se había asegurado de no
permitir que nadie ahí se atreviera a abusar de sus buenas
intenciones. Entonces, él decidió unirse al club de danza.
Jimin tomó más confianza cuando después de su primer
show, varias chicas comenzaron a revolotear a su alrededor.
Y cuando en segundo año uno de los chicos populares puso
sus ojos en él hasta obtenerlo, Jimin pareció llegar a la cima
de la montaña de popularidad.
Jimin jamás volvió a ser el chico al que él conoció aquel
primer día.
Pero Taehyung sabía que seguía ahí, escondido
temerosamente en alguna parte. El autoestima de Jimin
seguía siendo tan frágil como su corazón y eso nadie podía
cambiarlo. Ver al rubio lleno de confianza mientras vivía
plenamente le hacía feliz, porque sabía que en el pasado no
parecía estar conforme consigo mismo.
Estaba bien que Jimin actuara como un rey ante el resto
mientras a su lado siguiera siendo solo él, el chico amable
de Busan que llegó a Daegu por una segunda oportunidad.
―SooYoung es una tonta ―Lo escuchó quejarse cuando
por fin dejó de llorar. ―Ella pudo tener en sus manos al
mejor chico del universo y lo ha echado a perder. ¿Pero qué
tiene en la cabeza?
―¿El mejor chico del universo? ¿Estás hablando de mí
ahora? ―Taehyung bromeó con una sonrisa débil, sintiendo
sus ojos escocer.
―Lo eres. Mi Taehyunggie está lleno de cosas buenas
―Habló apresuradamente, distanciándose de él para verle a
la cara.
―No nos engañemos, Minie ―Sus ojos estaban
empañados con tristeza. ―Entre los dos, tú siempre has
sido el favorito entre las chicas
Jimin chasqueó con la lengua, irritado ante tales palabras.
Él no quería la atención de las chicas, pero había resultado
de esa forma. Como si no fuera suficiente, en todos los años
de conocerse, Taehyung parecía sentirse especialmente
atraído por las chicas malas; todas sus elecciones habían
sido horribles.
―Tienes que cambiar tus gustos ―Habló con recelo.
―Hay un montón de chicas buenas allá afuera. ¿Por qué no
aprendes de tu primo? Namjoon tiene una novia dulce,
bonita, talentosa, buena... ―Comenzó a enumerar.
―¡Agradable! ―Abrió sus ojos todo lo que pudo,
amenazadoramente. ―¿Qué tiene de bueno SooYoung, eh?
Ella no es diferente de una rosa; bonita y llena de espinas
―Taehyung rió en voz baja. ―Hombre, es en serio, hay más
flores bonitas, debes deshacerte de las rosas. Eres guapo,
talentoso, amable... ―Suspiró. ―Diablos, habría que ser una
idiota para no verlo. Sobre todo, mereces a alguien que te
ame de la manera en la que tú amas
―¿Y ahora eres experto en amor, eh? ―Lo picó con sus
dedos en las costillas, Jimin se retorció mientras le daba una
mirada filosa.
―A partir de ahora, tendrás que buscar mi aprobación
cuando te fijes en alguien ―Lo señaló con el dedo índice.
Taehyung puso sus ojos en blanco. ―Entonces, ¿qué
planeas hacer con SooYoung?
―Me reuniré con ella mañana y... acabaré correctamente
con esto ―Murmuró, las lágrimas sin querer llenando sus
ojos. ―Esto es una mierda, ¿sabes?
―Es para mejor, sabes que lo es ―Jimin sostuvo su rostro,
secando sus lágrimas con cariño.
―Me gustaría enamorarme algún día, de verdad
―Vas a hacerlo, de la persona correcta ―Lo tranquilizó.
―Pero no puedes ir por la vida buscando a esa persona.
Todo a su debido tiempo, Tae ―Sonrió suavemente para él.
―Y si no llega, aún estás invitado a pasar el resto de tu vida
conmigo, hasta que seamos viejitos. No puedo darte un
amor memorable, pero siempre tendrás mi amistad
―Ah, Jimin ―Soltó una risita ronca, rodeándolo con sus
brazos. ―A veces eres más ingenuo que yo, ¿cierto? Porque
en este preciso momento, dudo que llegues solo a la vejez
Jimin frunció sus labios, sin comprender. Pero abrazó a
Taehyung de regreso porque eso era todo lo que necesitaba
ahora. Se quedaría ahí todo el tiempo que él lo necesitara.
◆◇◆◇◆
Jimin se cruzó de brazos sobre el pecho mientras miraba a
Jeonghwa a través de sus gafas de sol. La chica había
tomado asiento frente a él, mirándole como un bicho raro
mientras bebía su taza de café, y comenzaba a preguntarse
por qué ella estaba ahí, en primer lugar.
―Puedo entender el cubreboca ―Ella agitó su mano en el
aire mientras le daba un sorbo a su café. ―Pero, Jimin, estás
dentro de un café, tú no usas cubreboca cuando quieres
beber café ―Puso los ojos en blanco. ―¿Y gafas de sol?
¡Está lloviendo afuera! ―Exclamó. ―Sé que intentas espiar
a Taehyung, pero eso ni siquiera está bien
―¿Lo dice la chica que me siguió luego de enterarse de
que vendría a este café a espiarlo? ―Cuestionó. ―Y no, no
voy a escuchar su conversación a escondidas, simplemente
planeo estar aquí para ser su pañuelo de lágrimas cuando
finalmente termine con SooYoung
―Nada de lágrimas, creo que nosotros deberíamos hacer
una fiesta ―Sonrió brillantemente. ―Estoy dispuesta a
pagar por nuestras bebidas, dile eso a Tae
―¿Por qué siento que eres la más feliz con esto? ―Jimin
se quitó el cubreboca para que su voz saliera más clara,
inclinándose sobre su taza de café. ―¿Quizás este quiebre
te deje el paso libre con Taehyung? ―Sonrió traviesamente
mientras ella sólo le miraba, sin pestañear. ―Lo has seguido
desde primer semestre
―Yo no hago esas cosas ―Apartó la mirada.
―Si quieres enterrar tus garras en él, tienes mi bendición
―Le aseguró, tomando sus manos sobre la mesa. ―Sólo
trátalo con mucho amor, él aún es nuevo en esto de las
relaciones, pero es excesivamente cariñoso con aquellos a
los que ama
―¡Jimin! ―Se quejó, soltándose de su agarre.
La puerta del café se abrió, por tercera vez desde que
ellos llegaron, y Jimin supo quiénes eran al ver como
Jeonghwa subía su capucha a toda velocidad, volviéndose
pequeña en su asiento. El rubio volvió a ponerse su
cubreboca mientras lanzaba una mirada a la mesa que la
pareja había tomado. Maldición, ellos no estaban
especialmente cerca y él no sabía leer los labios todavía.
¿Nadie notaría si intentaba moverse más cerca, cierto?
Taehyung presionó el puente de su nariz mientras
esperaba que sus amigos no montaran un escándalo ahí
sólo por querer escucharlo. ¿Por qué les había dicho donde
llevaría a SooYoung?
―¿No vas a pedir nada? ―Preguntó el chico tras haber
pedido un chocolate caliente, mirando fijamente a su
compañera.
―No, ¿por qué habría de hacerlo? ―Miró a la mesera
retirarse y giró hacia él, ligeramente ofuscada. ―¿Quieres
alargar esto? ―Taehyung no pudo ocultar la decepción en
sus ojos, provocando que ella suspirara con cansancio.
―Mira, lo siento, ¿sí?
―¿Exactamente qué, SooYoung? ―Preguntó en una
amarga risita. ―¿Por haberme dado esperanzas? ¿O por
coquetear con mi mejor amigo a mis espaldas mientras me
decías que aún no estabas lista para una relación y querías
conocerme mejor?
―¿Quieres que sea sincera? ―Ella le miró desesperada.
―Tuve una buena impresión de ti, ¿de acuerdo? Taehyung,
probablemente eres el chico más guapo de tu generación.
Además, parecías bastante sociable, reías y eras amigo de
todos. Esa parte de ti que es tan fácil de tratar, me gustó
muchísimo ―Admitió. ―Pero, después de estar contigo,
noté que no tienes lo que busco en un hombre
―¿Y qué buscas? ―Se atrevió a preguntar.
―Seguridad ―Respondió al instante. ―Eres maravilloso,
como persona, pero como hombre... no eres interesante
―Taehyung bajó la mirada, sintiendo su mirada escocer.
―Eres demasiado amable, suave. No pareces poder
manejar bien los problemas. Vacilas y eres inseguro. Quiero
alguien que me haga sentir protegida, no un niño del que
cuidar
―Ya...
―Y Jimin ―Aclaró su garganta. ―No debería decirlo frente
a ti, pero él es... woh. Su confianza es desbordante y es
capaz de ponerte la piel de gallina. Por supuesto, el resto
puede pensar en él como alguien frágil debido a su físico o
su elección universitaria, pero su personalidad no es una
broma ―Agitó su mano. ―Así que, ¿quieres que te dé un
consejo? Las mujeres preferimos a ese tipo de chicos,
fuertes y confiados. Quizás podrías tomarlo en cuenta para
el futuro, cuando quieras intentar salir con otra chica
Taehyung presionó labios en una línea, siéndole imposible
emitir una palabra incluso cuando la mesera depositó la
taza de chocolate frente a él. Sus ojos escocían cada vez
más y lo que menos deseaba era hacer el ridículo con
SooYoung ahí.
―Siento no ser lo que esperabas ―Fue lo único que pudo
murmurar al final.
―Lo mismo digo ―Miró ligeramente hacia un lado. ―Por
último, ¿podrías confirmarme algo? ―Taehyung alzó la
mirada hacia ella, esperando. ―¿De verdad Jimin es gay? ¿O
sólo lo ha inventado para alejarme de él?
Dios, ella no tenía corazón incluso en ese punto. Taehyung
cerró sus ojos fuertemente, volviendo a agachar la cabeza.
―Pierdes tu tiempo ―Respondió, sobresaltándose cuando
alguien más se paró junto a su mesa.
―Eso es, pierdes tu tiempo ―Jeonghwa puso sus manos
en sus caderas, mirándola con una sonrisa burlona.
―Incluso si sucediera un milagro y Jimin comenzara a
desear a las chicas, te aseguro que tú ni siquiera podrías
estar en su lista de opciones. ¿La razón? Te las digo: no eres
su tipo. Le gustan las personas suaves, consideradas, muy
amables. Como Jungkook, por ejemplo. ¡Ni siquiera naciendo
de nuevo podrías tener algo con él! ―SooYoung se levantó,
mirándola rabiosamente. ―Y, niña, me gustaría decir no es
tu culpa, pero definitivamente es tu culpa ser una vil perra
Taehyung abrió su boca todo lo que pudo. Jimin, que había
tomado su café y había avanzado poco a poco a la mesa de
su mejor amigo, casi dejó caer la taza ante lo que escuchó.
Y SooYoung, incluso si estaba lo suficientemente molesta
como para golpear a la otra chica, sólo se retiró lo más
rápido que pudo del lugar, esperando no haber llamado la
atención del resto; eso habría sido tan malditamente
vergonzoso.
Jeonghwa suspiró profundamente mientras se dejaba caer
en uno de los asientos vacíos frente a Taehyung.
―Dios, necesito una cerveza
―Estamos en un café, aquí no hay cerveza ―Señaló Jimin,
tomando otro de los asientos. ―Ella realmente dijo la
palabra con p, ¿eh? Fuerte y claro
―Fuerte y claro ―Repitió Taehyung, aún sorprendido.
―Sí, eso estuvo mal, ¿no? Me he comportado como la
mayoría de la gentuza. Pero, no se preocupen, chicos, una
vez no le hace mal a nadie ―Les guiñó un ojo
juguetonamente. ―De todas formas, es bueno que pusieras
punto final, Tae. Creo que es buen momento para decirte:
no, no eres un chico aburrido y hay muchas babosas en
nuestra facultad esperando poder salir contigo
―Hmm, ¿entonces he sido lo suficientemente ciego como
para no notarlo? ―Preguntó con una sonrisa cansada.
―Es que, maldición, lo eres ―Ella se levantó. ―Supongo
que es muy pronto para algo nuevo, pero deberías estar
más alerta a tu alrededor, ¿sí? Hay varias chicas que valen
la pena que darían lo que fuera por pasar una tarde contigo
―Presionó su hombro dulcemente, mirándole con empatía.
―Los dejaré solos, chicos
Jeonghwa sonrió para ambos, agitando sus manos
animosamente para retirarse del lugar. Jimin chasqueó con
la lengua cuando ella desapareció por la puerta y Taehyung
le miró con curiosidad ante su mala cara.
―¿Qué?
―Ella no pagó por su café. ¡Tendré que pagar por su café
ahora! ―Protestó, provocando que el contrario riera. ―Pero,
bien, debe considerarse afortunada, porque hoy me siento
un buen chico ―Llevó su mano a su corazón, mirando
directamente a los ojos de su mejor amigo. ―¿Alguna vez te
hablé de mi primer amor?
―No. ¿Cuándo fue eso? ―Taehyung dio un sorbo a su
chocolate, mirándole con atención. Él ni siquiera sabía si
Jimin había tenido a alguien antes de su primer novio,
porque Park no era el tipo de persona que traía el pasado a
sus conversaciones.
―A los 12 años ―Sonrió con amarga nostalgia. ―Me
llamaron la atención otros chicos antes, pero creí que podía
estar confundido. Él fue el primer chico que me hizo decir:
woh, realmente siento esto por los hombres ―Taehyung
comenzó a reír. ―Pero, hey, no fue tan malo, ¿sabes? Saber
que me gustaban los hombres, quiero decir
―¿Entonces? ¿Por qué has decidido hablar de esto?
―Preguntó con intriga. ―No sueles hablar de tu vida en
Busan
―Entonces ―Aclaró su garganta. ―La razón por la que no
hablo de ello, es porque me trae malos recuerdos. Este
chico era increíble para mí, lo admiraba mucho, pero
terminó siendo un idiota del montón. Me hizo sentir poca
cosa tras rechazarme y creí que era mi culpa por no cumplir
con sus estándares. Quise cambiar debido a él, Tae
―Confesó. ―Afortunadamente, reaccioné a tiempo para
darme cuenta de que los cambios debía hacerlos por mí y
no por él, un pobre imbécil que sólo se interesa por esto
―Sacudió su mano sobre su cara. ―¿Entiendes el mensaje
ahora?
―Eso... eso creo ―Musitó.
―Tae ―Tomó una de sus manos por sobre la mesa. ―Está
bien la manera en la que eres. Incluso si SooYoung dijo toda
clase de cosas para hacerte responsable por lo que no
funcionó, no es tu culpa ―Señaló. ―Tu personalidad no es
mala. Es normal querer ser mejores personas cuando nos
enamoramos, pero hay una gran diferencia entre ser
mejores y convertirnos en algo que no somos. No necesitas
engañarte a ti mismo para gustarle a alguien más, ¿sí?
―¿No crees que soy aburrido? ―Preguntó con pena.
―No ―Sonrió. ―Estoy seguro de que hay alguien ahí
afuera deseando escuchar de tus artistas favoritos, las
películas que te encantan y tus gustos en moda y música
―Presionó su mano. ―Pero por hoy, ¿por qué no le dedicas
otra tarde a tu mejor amigo? Al menos yo sé a qué lugares
llevarte para hacerte sentir mejor
Taehyung rió ligeramente, aceptando su compañía,
porque seguramente se habría puesto a llorar de nuevo de
no ser por Jimin. Soltó la mano del rubio, sosteniendo su
taza con ambas manos, y le lanzó una mirada curiosa a su
amigo al notar algo.
―¿Jimin? ―Park sólo le miró. ―¿Es mi idea o llevas más
de un día pensando verdaderamente con tu cerebro?
―Aish ―Se irguió en la silla, mirándole con falsa molestia.
―¿Qué dices? Uso mi cabeza todo el tiempo
―No la correcta ―Rió, quejándose cuando recibió una
patada por debajo de la mesa. ―¿Hay una razón por la que
estés actuando como un chico correcto últimamente?
―Siempre he sido un chico correcto ―Apartó su mirada,
sonriendo por reflejo ante un recuerdo. ―Es más, el otro día
Jungkookie me permitió caminar sosteniendo su mano y yo
no intenté sobrepasarme, ¿dónde te quedó el ojo? Soy una
persona muy decente
Taehyung le miró fijamente, las palabras quedándose en
su boca. Jimin le miró extrañado ante su expresión.
―¿Qué? ―Preguntó.
―Nunca te he visto caminar de la mano con una de tus
conquistas ―Habló con seguridad. ―Es más, tú ni siquiera
dejaste que tu novio de secundaria tomara tu mano por los
pasillos
―Uhm, ¿fue así? ―Peinó su cabello con sus dedos.
―Pues... no sé... sólo se dio la oportunidad, supongo.
Jungkook tiene manos bastante suaves para ser un chico y
es... cálido. Me gusta
―¿Jungkook?
―Sus manos ―Corrigió de inmediato.
Taehyung presionó sus labios, intentando no reír. ¿Jimin se
estaba negando a lo evidente o su cerebro ya había
funcionado más allá de su capacidad?
◆◆◆◆◆
Seokjin no pudo evitar mirar a Jungkook al escucharlo reír
desde su cama. El menor sostenía su celular mientras
escribía lo que parecía ser un mensaje y eso no podía ser
más extraño. Sí, su amigo era un aficionado de la tecnología
y no era raro verle usar un celular, pero por lo general él no
se perdía a sí mismo entre risitas risueñas mientras
observaba la pantalla. Jungkook no estaba viendo algo
interesante; estaba hablando con alguien de su interés. Y el
bichito de la curiosidad estaba picando firmemente en el
azabache.
Apenas el joven terminó la conversación y dejó el celular
sobre su mesa de noche, Seokjin no tardó de saltar sobre él
para hacerse un espacio en su cama, sonriendo
dentalmente para él.
―¿Qué? ―Preguntó el castaño, arrinconándose para dejar
más espacio libre para su amigo.
―¿Estabas hablando con alguien?
―Jimin ―Comentó tranquilamente. ―Ha solucionado las
cosas con Taehyung, me alegra por ellos
―Me alegra por ellos también ―Rascó su barbilla. ―Por
tanto, ¿has comenzado a mensajearte con Park Jimin? ―El
menor sólo le miró, sin comprender por qué tanto interés.
―Jungkook, eres la clase de persona que difícilmente
atiende una llamada o un mensaje, pero tú estás hablando
de cosas personales con Jimin. Personales, no profesionales
―Recalcó mediante una risita.
―Bueno... creo que... uhm... ―Rascó su brazo. ―Él me
agrada mucho
―¿Sólo eso? ―Jungkook asintió, mirando el techo para no
tener que ver el rostro del contrario.
―Hyung, en el caso hipotético de que Yoongi coqueteara
conmigo a tus espaldas, ¿creerías en mí si te lo digo?
―Bebé, seamos honestos ―Seokjin rió, abrazándolo por el
costado. ―Es más probable que yo intente seducirte a que
Yoongi lo haga. Aunque, por supuesto, eso no quiere decir
que Yoongi no sepa apreciar a una belleza como tú ―Besó
juguetonamente su mejilla.
―¡Hyung! ¡Te estás desviando del problema! ―Se quejó,
volteando a él para enseñar un puchero.
―Uhm, sería complicado ―Admitió. ―El novio que amo y
el amigo que amo, prefiero no imaginarme en ese tipo de
situación
―Es así, ¿cierto? ―Habló con pena. ―Por lo que, aunque
no me gustó que Jimin callara todo este tiempo la verdad,
creo que puedo entenderlo. Debe ser difícil estar en sus
zapatos sabiendo que sólo una palabra podría romper el
corazón de tu mejor amigo
―Así que... ―Meditó. ―¿Crees que está bien ocultar la
verdad dependiendo de las razones?
―Eso es... es complicado ―Murmuró.
―¿Perdonarías a un amigo si es que te está ocultando
algo importante sólo porque lo creyó correcto?
―Ah, ¿por qué te pones tan serio de repente? Supongo
que todo depende, ya sabes
Seokjin asintió vagamente, notando como el menor volvía
a apartar la mirada. Le aliviaba el hecho de que él se
perdiera rápidamente en sus pensamientos, porque
definitivamente había seguido un mal camino para esa
charla.
―¿Crees que Jimin es un buen chico? ―Preguntó de
repente, peinando su flequillo tímidamente con sus dedos.
―¿Jungkook? ―Seokjin se reincorporó en la cama. ―¿Qué
ha sido ese tono? ¿Me estás pidiendo mi aprobación para
algo?
―No, no, yo no... ―Rió abochornado. ―Yo no creo, no...
―Seokjin enarcó una de sus cejas. ―Sólo... no lo sé. Me he
dado cuenta de que me gusta pasar tiempo con él
―Te gusta
―¡Pasar tiempo con él! ―Insistió.
―Jungkook, está bien si él te gusta
―No, eso no es cierto ―Le miró con tristeza, dándole la
espalda de manera inmediata. ―Jamás ha sido bueno
cuando alguien me gusta. Lo eché a perder antes y... lo
seguiré echando a perder en el futuro. Prefiero a Jimin como
un buen amigo, nuestro vínculo será más fuerte si solo
somos amigos ―Murmuró. ―Y no es que piense en él como
algo más, ¿eh? No me gusta... no me gusta Jimin ―Declaró.
Seokjin acarició su brazo antes de inclinarse sobre él,
depositado un suave beso en sus cabellos.
―Está bien si dudas al principio, bebé, a muchos nos
cuesta ver que alguien está poniendo nuestro mundo de
cabeza ―Habló dulcemente cerca de él. ―Pero si lo
confirmas el día de mañana, espero que corras en la
dirección correcta y no de regreso en busca de una salida.
Como mínimo, deseo que hables con alguien de lo que te
aqueja, ¿sí? Tu corazón se sentirá más liviano y tu visión
será más clara entonces
Jungkook no respondió, sólo cerró sus ojos. Seokjin volvió
a dejar un pequeño beso en su cabeza para luego volver a
lo que hacía, sabiendo que su amigo necesitaba un tiempo
para sí mismo.
El castaño suspiró silenciosamente, recordando la suave
mirada en ojos de Jimin durante sus últimos encuentros.
¿Por qué su corazón tenía que reaccionar ante ello? Volvió a
suspirar, esta vez un poco más hastiado, y se preguntó si
era buen momento para volver a abrir su correo y enviarle
un mensaje al único chico que él sabía podía entenderlo.
Seguramente Gloss estaría dispuesto a darle un consejo.
Nota:
Entonces, ¿quién creen que será el primero en aceptar que
comienza a tener sentimientos por el otro? ¿Jungkook o
Jimin? Hagan sus apuestas (?)
En cuanto a Gloss, estoy segura de que más de una persona
aquí sabrá quién es. Y, si es así, es posible que también esté
muy confudida JAJAJA. Pero ya se aclarará todo... en algún
momento (8
[08]

Jimin agitó su mano hacia sus compañeros en cuanto estos


se despidieron de él, retirándose para ir hacia los
vestuarios. El rubio les hubiera seguido hasta las regaderas
de no ser porque esa tarde había quedado de encontrarse
con Jungkook para obtener la entrega de sus 3 primeras
sesiones. Evidentemente, él no desaprovecharía tal
oportunidad para mostrar lo mejor de sí, por lo que tiró
todas sus pertenencias al interior de su bolso mientras se
decía mentalmente que alcanzaba perfectamente a volver a
su cuarto, darse una ducha y elegir ropa mejor que su
conjunto deportivo.
―¿Tomando una práctica extra? ―Escuchó una voz desde
la puerta.
Jimin se irguió, mirando a través del reflejo del espejo la
persona que se encontraba a metros de él. Tiró de su bolso
por sobre su hombro, evitando rodar los ojos al encontrar a
Taemin ahí. ¿Por qué ese chico estaba ahí, de todas formas?
―No, me voy ahora ―Avisó, pasando por su lado con un
respetuoso asentimiento de cabeza para luego evitarlo.
―Te ves apurado ―Taemin cerró la puerta de la sala,
yendo tras de él. ―No hemos hablado desde mi fiesta, creí
que sería bueno ir por algo de comer y charlar, ¿qué dices?
Yo invito
―Taemin-ssi, no fui a esa fiesta por ti, he cambiado
completamente de página y pensé que lo habías
comprendido ―Se detuvo, girando hacia él con los labios
fruncidos en una mueca. ―¿Qué deseas exactamente? Si
quieres dirigirte a mí como tu compañero de carrera,
adelante, puedes hacerlo. Pero no somos amigos como para
que me trates con confianza
Taemin ladeó su cabeza, mirándole analíticamente. ¿Era
su idea o Park lucía más serio que hace un año?
―Bueno, nosotros definitivamente tuvimos algo ―Señaló
con voz neutral. ―¿Dormir juntos no me ha dado puntos de
confianza?
―La cosa es... ―Jimin bajó la voz, caminando hasta él
para desaparecer la distancia. ―El sexo es sólo eso. Puedes
tener sexo con cualquiera, sin formar ningún vinculo en
especial. No intentes meter confianza en algo que desde un
principio fue simple interés sexual. Si quisiera darle mi
confianza al chico con el que comparto cama, entonces
estaría pensando en él como alguien serio y no como un
revolcón
La mirada del mayor se volvió más aguda mientras las
comisuras de sus labios se elevaban en una sonrisa
presuntuosa. Simple interés sexual, él había sido sólo eso
para Jimin. ¿Lo sabía? Por supuesto, Park era un chico claro
y honesto, incluso si sus palabras eran rudas. ¿Pero no
había pensado en él ni siquiera un poco después de eso?
Jimin no se había involucrado con nadie después de él,
hasta donde sabía. ¿Por lo que era correcto aceptar que
aquel chiquillo que le acompañaba en su fiesta hace unas
semanas era realmente su nuevo objetivo?
―¿Qué hay de Jungkook? ―Se atrevió a preguntar,
negándose a quedarse con la duda. ―¿Qué intentas con él?
―No es de tu incumbencia
―¿No lo es? ―Jimin le dio la espalda, dispuesto a dejarlo
hablando solo. ―Puedo entender que quieras tirártelo, él es
un niño bonito. Es más, Jungkook es bastante agradable y la
clase de persona que el resto debería calificar como buen
amigo. Sin embargo, Jimin, te diré esto porque te aprecio:
ríndete con él ―El rubio empuñó sus manos, dirigiéndose
hacia la escalera. ―Recuerda mis palabras, Jungkook no te
dará lo que quieres. Él no tendrá sexo contigo. Puede tener
cien puntos a favor, pero no sabe cómo complacer a un
hombre
―Deja de hablar de él como si lo conocieras ―Advirtió,
lanzándole una mirada molesta.
Taemin se encogió de hombros aireadamente, como si
poco le importara el tono de su voz.
―Más que tú, probablemente. Sólo no quiero que pierdas
tu tiempo yendo tras un imposible
Jimin rodó los ojos, bajando las escaleras a toda velocidad
para dejarlo atrás.
¿Imposible? Él no veía nada imposible entre ellos.
Además, Jungkook y él tenían química, podía sentirlo. ¿Que
el chico no sabía complacer a un hombre? ¿Cómo podía
saber Taemin eso siquiera? ¿Acaso había intentado
insinuársele a Jungkook en el pasado y el resultado fue una
decepción? Maldición, probablemente él sólo estaba
intentando fundirle el foco. No tenía que pensar demasiado
en eso.
―Hey, Jimin, ¿quieres ir por algo de comer? ―Taehyung
saltó por delante de él apenas atravesó la entrada del
edificio.
―Oh, lo siento, Tae, he quedado con Jungkook para una
hora más ―Hizo un pequeño puchero. ―¿Puedes
entenderlo, cierto? Prometo compensarte con tiempo luego
―Está bien, ni siquiera tienes que decirlo ―El de cabellos
grisáceos rió ligeramente. ―¿Así que otra sesión?
―Preguntó, siguiéndole el paso.
―No. Nuestro acuerdo decía que haríamos 3 sesiones
antes de decidir seguir con el resto, así que hoy me
entregará el material. Me ha invitado a comer para charlar
sobre ello
―Oh, suena como una cita ―Jimin sonrió con confianza,
subiendo y bajando sus cejas sugestivamente. ―Imagino
que planeas seguir con tu plan independientemente del
resultado de esas sesiones, ¿no?
―Estoy seguro de que él hizo un trabajo estupendo. Pero
sí, tienes razón, planeo seguir con esto hasta conseguir mi
objetivo ―Taehyung suspiró profundamente.
―Como sea, si esto te hace feliz... ―Suspiró una vez más,
sabiendo que era imposible negociar con él o hacerle ver
que tenía más que un simple capricho por el castaño. ―Sólo
no lo lastimes por ir actuando egoístamente, ¿sí? Es un
buen chico
―Sé que lo es ―Mordió su labio, pensando en él. ―Seré
suave con él, Tae
―Mierda, no estoy hablando de sexo ahora ―Golpeó su
frente.
―Yo tampoco ―Fingió inocencia, soltando una risita.
Taehyung agitó su cabeza en negación, dándole un
empujoncito amistoso para luego despedirse de él,
deseándole suerte en su cita.
Jimin se precipitó en irse a su edificio para hacer todo en
tiempo record. Ducha, ropa, perfume y una sonrisa de
comercial de pasta dental le dijeron frente al espejo que
estaba más que listo para juntarse a solas con el castaño.
Abandonando su edificio, se preguntó por qué Jungkook no
lo citó ahí mismo para ambos irse juntos, pero
probablemente el menor se encontraba haciendo algo más
en ese momento.
Cuando finalmente llegó al lugar donde le había citado el
menor, observó con curiosidad como este venía caminando
en la dirección contraria mientras hablaba con su mejor
amigo. Jimin alzó su mano, intentando llamar su atención.
Yoongi, que parecía más atento, golpeó ligeramente el brazo
del castaño para hacerle notar a su cita. El rubio casi se
derritió cuando aquel chico giró hacia él, sus labios
enseñando la sonrisa más exquisita del mundo.
Jimin ya ni siquiera recordaba haber tenido una
desagradable conversación con Taemin hace menos de una
hora.
―Hey, hyung ―Jungkook llamó alegremente,
deteniéndose frente a él. ―¿Llevas mucho tiempo aquí?
―Recién llegué, no te preocupes ―Miró de reojo al
acompañante del menor. ―Hola, hyung
―Hola ―Le miró brevemente, regresando su mirada hacia
Jeon. ―Entonces, ¿me dirás si necesitas ayuda en algo más?
―No creo que la necesite, pero te avisaré en caso de
cualquier cosa ―Sonrió con dulzura. ―Por cierto, ¿está bien
si te dejo esto? ―Preguntó, tocando el bolso que siempre
llevaba consigo.
―Lo devolveré a tu cuarto ―Asintió, recibiendo el bolso
del menor.
Jungkook agradeció por ello, despidiéndose
eventualmente de él. Jimin miró con curiosidad la espalda
de Jungkook cuando este dijo que sería mejor entrar y se
adelantó a él, balanceando un poco la mochila que colgaba
de sus hombros.
―¿Por qué estabas con tu cámara? ―Se atrevió a
preguntar cuando finalmente se ubicaron en una de las
mesas. ―¿Estuviste sacando fotos? Pensé que estarías en
clases
―Ambas cosas ―Acomodó su mochila en el asiento libre
junto a él. ―Tuve clases y luego me reuní con Yoongi para
tomarle fotos
―¿Te pidió una sesión? Él no luce como el tipo de persona
fotogénica ―Jungkook inclinó su cabeza, mirándole con
diversión. ―Quiero decir ―Corrigió. ―Él no luce como la
clase de chico que gusta de ser fotografiado
―Hmm, sí, es un poco así, en realidad ―Admitió, fijando
su mirada en el menú. ―Pero Seokjin estará de cumpleaños
pronto, así que le regalaremos fotografías de él
―¿En serio? ―Jungkook rió ante la incredulidad en su voz.
―Muy en serio. Su sueño es tener una pared llena de
fotografías de Yoongi, porque dice que él es muy bonito. Es
más, incluso me lo ha dicho muchas veces, así que decidí
mover los hilos por mí mismo
―Quizás es cosa mía ―Murmuró Jimin, volteando hacia un
mesero cuando Jungkook alzó su mano. ―¿Pero no es
espeluznante tener una pared llena del rostro de alguien?
―Creo que es diferente cuando estás enamorado ―Sonrió
con dulzura, bajando su mano. ―Porque cuando estás
enamorado, no hay nada mejor que poder apreciar el rostro
de quien amas siempre que quieras
Jimin le miró fijamente, intentando imaginar algo como
ello. Incluso si había estado enamorado hace mucho, no
recordaba haber tenido tal fijación por su primer amor. ¿O
realmente fue así y sólo había bloqueado el recuerdo por lo
nefasto que resultaba su pasado? Tocó su barbilla,
preguntándose si algún día querría llenar de fotos de
alguien la pared de su cuarto también.
Luego de que ellos pidieran su comida, no dijeron nada
más hasta que los platos estuvieron sobre la mesa.
Jungkook hubiera hablado, pero notó al mayor perdido en
sus pensamientos y se limitó a observarlo en silencio. Jimin
era lindo cuando parecía centrarse demasiado en algo.
―¿Jungkook? ―Se atrevió a decir después de un rato.
Jungkook siguió masticando su comida mientras posaba sus
ojos en él. ―¿Puedo preguntar sobre algo personal? ―Y
ahora el menor asintió. ―¿Eras muy cercano a Taemin?
―¿Lee Taemin? ―Tragó lo que tenía en la boca,
parpadeando. ―Uhm... no especialmente, sólo conocidos
―La incomodidad comenzaba a florecer en él. ―Es decir, no
es como si él me desagradara, nuestra relación era bastante
neutral. Hablábamos mayoritariamente por un amigo en
común ―Explicó, volviendo a llenar su boca para no agregar
más.
―Me lo encontré hoy antes de venir aquí, parecía curioso
luego de vernos juntos en su fiesta. Y, bueno, él hablaba
como si te conociera bien
―Hmm, no diría que él me conoce realmente ―Rió
apenas, conservando su mirada en su comida. ―¿Dijo algo
sobre mí?
―Sólo que eras un buen tipo ―Simplificó, ocultando el
resto de la conversación al notar la incomodidad del menor.
―Ya ―Volvió a mirarlo. ―¿Y por qué hemos llamado su
atención, si puedo saber? ¿Eres muy cercano a él?
―Jungkook se estaba retorciendo en su interior. ¿Cuánta
mala suerte debía tener para que justamente Taemin fuera
cercano a Jimin también?
―Cercanos es una palabra curiosa para definir lo nuestro
―Soltó una risa. ―Es mi superior, un gran bailarín, y lo
respeto como tal. No somos amigos. Nosotros solo...
tuvimos algo el año pasado
―¿Fueron novios?
―Novios es algo tan formal ―Volvió a reír, mirándolo a los
ojos luego. ―Sólo la pasamos bien por un tiempo
―Oh
Jungkook esperó conservar su expresión imperturbable. Él
de verdad esperó que sus ojos no lo delataran. ¿Pero cómo
poner cara de poker cuando él mismo se sorprendía de la
decepción que lo invadió tras escuchar esas palabras?
Pasarla bien sin estar en una relación estaba bien. Sólo
sexo estaba bien.
Maldición, Jungkook, eso está bien.
Jimin bebió de su vaso de jugo mientras veía la pequeña
mortificación en los ojos del menor. Sí, quizás él no debía
dar detalles sobre sus andanzas con Taemin, pero era
momento de que Jungkook entendiera correctamente por
donde iban sus intereses. El castaño no podría hacerse el
desentendido después cuando finalmente decidiera
envolverlo en su dedo meñique. Park sería honesto con él y
ya.
―¿Te genera un problema el sexo sin compromiso?
―Preguntó finalmente ante el silencio que se extendía entre
los dos.
―No ―Su respuesta fue rotunda, sin vacilación. Pero él ya
no estaba sonriendo. ―Las personas son libres de
experimentar sin ataduras
―Mente abierta ―Murmuró Jimin, bajando el vaso.
―Pero ―Agregó rápidamente, luciendo más relajado. ―El
hecho de que lo entienda, no significa que sea una de esas
personas
Jimin suspiró silenciosamente, tomando sus palillos, sin
quitar la mirada de él. Bien, eso había sido como un rotundo
no a cualquier intento de saltar sobre él. Pero no importaba,
si había algo en lo que él era bueno, era en hacer cambiar
de opinión al resto. Incluso si tomaba un poco más de
tiempo, Jimin conseguiría que Jungkook se abriera lo
suficiente como para al menos intentarlo una vez. Con él.
Y se aseguraría de que le gustara tanto el sexo sin
compromiso, que después el castaño rogaría por una
segunda vuelta.
―¿No crees en el compromiso? ―Soltó de repente el
menor, tomándolo por sorpresa.
―En las relaciones, en las formalidades, en el
compromiso, en todo, Jungkook ―Aseguró, sonriendo
instantáneamente. ―Encontraré a un chico que me vuelva
loco, lo sé. También soy un tonto soñador que cree en
cuentos de hada, en serio. Pero hasta que eso pase, me
gusta la idea de vivir libremente
―Entonces... es por ahora ―Musitó más para sí mismo.
Jimin asintió con energía.
―Es lindo imaginarse enamorado de sólo una persona por
toda la vida, ¿no? ―Rió dulcemente, sus ojos
desapareciendo en dos líneas. ―Eso es tan cursi como un
libro de amor. Me gustan las historias de amor. Mamá y
papá son la clase de personas que lucen más enamorados
cada día y siempre he creído que sería lindo obtener algo
como eso, alguien que me ame más al pasar el tiempo, por
más imposible que parezca
Alivio. Jungkook no recordaba haber sentido tanto alivio
antes. Y se sintió hasta tímido ante la expresión inofensiva
de Jimin en ese momento. ¿Cómo un hombre tan atractivo
podía lucir tan endemoniadamente lindo con sólo sonreír?
La conversación se retomó fácilmente a partir de ese
momento. Jungkook había intentado centrarse en el fin de
esa junta y no en detalles innecesarios. Se suponía que todo
estaba relacionado al ámbito profesional, ¿entonces por qué
se permitía tanto el divagar por las palabras que el mayor
decía?
Cuando los platos fueron retirados y decidieron pedir algo
para el postre, el castaño deslizó sus manos hacia su
mochila con más confianza, revisando su interior. Jimin se
mostró intrigado cuando le fueron extendidos 3 álbumes.
―Ahí está todo ―Aclaró su garganta en cuanto el
contrario recibió los álbumes. ―Espero que el diseño de
cada uno sea de tu agrado. Me tomé la libertad de hacer
algo más por mí mismo y-
―¿Tú hiciste el diseño? ―Jimin alzó la mirada hacia él
sorprendido antes de devolverla a los álbumes. Cada uno
era diferente y llamativo por sí mismo, dándole un encanto
particular. El rubio habría pensado que estaría bien con solo
recibir algo comprado. ―Así que... tienes un montón de
talentos, por lo que veo ―Rió suavemente, abriendo el
álbum correspondiente a la primera sesión.
Jungkook se había encargado de que cada álbum fuera
representativo al ambiente en que se desarrolló cada
sesión. El diseño original parecía resaltar el contenido y
Jimin se encontró sonriendo mientras veía las fotografías.
No pudo evitar fruncir ligeramente el ceño al ser consciente
de un gran detalle.
―Están incluidas las fotos que me sacaste mientras no
veía ―Murmuró, deteniéndose en una donde se encontraba
mirando hacia un lado notoriamente avergonzado.
―Creo que fueron las mejores tomas que conseguí ese día
junto a las de Yeontan ―Se inclinó un poco, queriendo ver
que había llamado la atención del mayor. ―Luces dulce ahí
Jimin mordió su labio para ahogar la carcajada que quería
salir. ¿Jungkook pensaría en él como un chico dulce si
supiera el tipo de pensamientos que corría por su mente en
ese momento? Mirándole con afecto, se sintió enternecido
por su joven fotógrafo. Él ni siquiera parecía poder ver
malas intenciones en otros.
―Creo que a Tae le gustará ver esto ―Murmuró,
observando las fotos que incluían a la mascota de su amigo.
―Es un gran modelo ―Acotó Jungkook, provocando que el
contrario entornara los ojos. ¿Por qué un perro obtenía más
cumplidos que él en su primera sesión?
Jimin tomó el segundo álbum, desconcentrándose
únicamente cuando el empleado vino para depositar los
platillos con el postre en la mesa. Le dedicó un leve
asentimiento para luego fijar sus ojos de regreso al álbum,
su boca abriéndose con sorpresa al ver aquellas fotografías.
Increíble.
Jimin había pensado que el primer álbum era bueno, pero
definitivamente estaba a años luz de competir con el
segundo. Sus ojos brillaron con ilusión mientras veía las
fotos de sí mismo bailando sobre la plataforma. ¿De verdad
él lucía tan genial haciendo lo que amaba? Sabía que tenía
cierto brillo que enceguecía al resto, pues todos ahí solían
mostrarse maravillados después de sus presentaciones. Sin
embargo, le emocionaba verse a sí mismo. Jungkook había
capturado perfectamente la pasión, belleza y el amor en sus
movimientos.
―De verdad... de verdad eres bueno en esto ―Dijo
maravillado, sus ojos sin despegarse de las fotos.
Jungkook sonrió abochornado por el cumplido y se encogió
en su asiento, esperando que el rubor de sus mejillas no
perdurara el tiempo suficiente para que Jimin fuera capaz de
notarlo.
Pero fue Jimin quien sintió sus mejillas calentarse cuando
finalmente revisó el tercer álbum. Sus dedos temblaron
cuando al cambiar de página todo en esas fotografías se
volvía más y más... íntimo. El rubio no recordaba haber
reído tanto y haber hecho el tonto frente a él durante toda
la salida. ¿O acaso lo hizo inconscientemente? Su corazón
se volvió loco al saberlo ahora. Le había mostrado su cara
más real a Jungkook y ahora todo estaba grabado en ese
álbum.
―¿Qué sucede? ―Jungkook habló con preocupación
cuando Jimin se quedó en completo silencio y la sonrisa
desapareció de sus labios. ―¿No te gustó? ―Preguntó ahora
con más precaución, un poco temeroso.
―Es solo que... ―Su voz salió tímidamente sin que
pudiera controlarlo y señaló una de las fotos. ―Hice una
cara tonta frente a ti ―Hasta sus orejas enrojecieron.
―Hiciste más de una cara tonta ―Corrigió, sonriendo con
alivio. ―Fuiste tan simple y divertido ese día, hyung, fue
encantador ―Admitió. ―Me gustó verte divertirte como un
niño, saliendo un poco de tu genialidad. El Jimin que ríe por
todo y corre por el parque de diversiones es mucho más
genial, de hecho
―¿Lo es? ―Alzó la mirada hacia él, cohibido. ―¿Me veo
genial en estas fotos para ti?
―Sí ―Afirmó, incluso asintiendo. ―Genial y lindo
―Ahm, los chicos no se sienten especialmente bien
cuando son llamados lindos ―Murmuró con una risita,
apartando la mirada al sentirse aún tímido.
―No me molestaría que un chico me llamara lindo
―Confesó con voz calma, provocando que los ojos de Park
inmediatamente le buscaran con intensidad. ―¿Qué?
―Jungkook, eres el chico más lindo que he conocido en mi
vida. Creo que es bueno que lo sepas y... seas consciente de
ti mismo
Jungkook le miró atentamente, sintiendo el rubor
invadiéndole nuevamente. Maldición, eso era tan
vergonzoso, ¿por qué no podía controlar sus emociones?
Tocó sus mejillas instintivamente, queriendo ocultarse, y
Jimin rió alegremente ante la imagen frente a él. ¿De verdad
el castaño sólo era un año menor que él? Porque su
personalidad era tan pura...
―El punto es ―Intentó devolver la conversación a donde
debía. ―Estoy feliz de que te hayas comportado tan
libremente ese día en el parque. Me hizo sentir como si
confiaras un poquito más en mí
―Adorable ―Murmuró Jimin, cerrando el último álbum
mientras sus ojos seguían admirando al menor.
―Entonces... ―Se removió en su silla, inclinando su
cabeza como un cachorrito confundido. ―¿Mi trabajo ha
sido de tu agrado? ¿Debería cambiar algo? ¿O ese álbum ha
sido nuestro último trabajo?
―Dios, por supuesto que no, estás condenado a estar
conmigo por cuatro sesiones más ―Aseguró. ―De hecho,
luego de ver todo lo que hiciste, siento que debería pagarte
más
―¿De casualidad vienes de una familia adinerada? ―Jimin
soltó una carcajada, extendiéndole los álbumes de regreso.
―No, pero tengo buenos ahorros ―Sonrió. ―¿Podrías
guardar esto por mí? He venido con las manos vacías y
odiaría que se estropeara
―Por supuesto ―Tomó los álbumes para regresarlos a su
mochila. ―Te los devolveré cuando regresemos a nuestras
residencias y- ―Se detuvo súbitamente, girando hacia él.
―Al menos que no regreses conmigo, entonces te los
llevaré la próxima vez que nos encontremos y-
―Jungkook, está bien, volveré contigo ―Lo interrumpió en
cuanto comenzó a hablar rápido, como si le avergonzara
haber asumido que volverían juntos. ―¿Deberíamos fijar las
siguientes sesiones?
―Sobre eso, creo que podría ser problemático para ambos
tomando en cuenta las fechas ―Señaló. ―No falta mucho
para que noviembre acabe, hyung. Tendremos nuestros
exámenes y estoy seguro de que tú estarás ocupado para la
presentación de navidad, ¿no?
Jimin sonrió cansino, habiéndolo olvidado por completo.
Luego de que los exámenes de fin de año terminaban, justo
antes de las vacaciones, la universidad celebraba navidad
con un gran evento. Había presentaciones de todos los
departamentos del área artística e inclusive se hacía una
gran fiesta durante la noche. Él incluso ya había asumido un
papel para la obra que presentarían. Sus pies ya dolían de
sólo pensar en todas las prácticas exhaustivas que le
deparaban, pero le entusiasmaba esa fecha. Navidad en la
universidad era definitivamente la mejor celebración.
¿La mala noticia? Probablemente con suerte tendría
tiempo para respirar.
―Y vendrán las vacaciones después, no podremos
vernos... ―Murmuró Jungkook, pensativo. ―Creo que esto
nos tomará más tiempo del que pensamos
―Probablemente ―Sonrió. ―Lo arreglaremos de alguna
forma que sea cómoda para ambos, ¿sí? Evidentemente,
nuestras actividades académicas siempre estarán en primer
lugar
Jungkook asintió, en acuerdo. Jimin intentó no pensar
demasiado en las palabras recientemente dichas por el
menor. ¿Cómo pudo pasar por alto incluso las vacaciones de
fin de año? ¡Serían dos semanas sin verlo! ¿Podría conseguir
un avance significativo con él antes de esa fecha?
Cuando finalmente la comida terminó, Jungkook pagó la
cuenta. Jimin había intentado pagar su parte, pero el menor
había insistido en hacerlo tras haber prometido que le
invitaría a comer. Ambos salieron del local después,
dirigiéndose a la parada para tomar el autobús que les
llevaría hasta las residencias en solo unos minutos. El cielo
se veía amenazante y Jimin, en especial, no estaba de
ánimos para ser empapado por la lluvia.
―Ha comenzado a llover, justo a tiempo ―Jimin y
Jungkook miraban por la ventanilla, sentados al final del
bus.
―Traigo un paraguas, si es que eso te tranquiliza ―Habló
el menor con cierta diversión en la voz.
―Oh, chico precavido ―Lo codeó ligeramente.
El autobús se llenó sólo dos paradas después. Jungkook y
Jimin vieron con curiosidad a YooJung, quien caminaba
rápidamente con intención de alcanzar el bus,
aparentemente. El menor se mostró incómodo al ver a un
hombre caminar sólo a un paso de ella.
―¿Ella no nos ha visto? ―Preguntó el rubio, inclinándose
para buscar a YooJung, quien acababa de subir. Agitó su
mano en su dirección cuando finalmente la encontró
esquivando a algunas personas para encontrar un espacio
más vacío en el pasillo. ―Ella no mira hacia acá. Podríamos
darle el asiento si ella girara solo un poco ―Bajó su mano.
―¿Debería gritarle?
Jungkook hubiera sonreído de no ser porque había algo
inquietándole en el comportamiento de YooJung. Ella estaba
notoriamente tensa y se aferró con fuerza a la manilla en
cuanto el autobús partió.
―¿Jimin? ―Llamó al rubio, quien parecía ocupado con su
celular. ―¿YooJung no luce extraña? Su expresión no es
buena ―Advirtió.
Jimin dejó de escribir el mensaje para su amiga y volteó a
verla, notando como su rostro mostraba signos de luchar
contra el llanto. Giró hacia Jungkook, cuyo semblante ahora
era más serio, y ni siquiera alcanzó a hacer un comentario
cuando este ya había abandonado su asiento.
―¡Jungkook! ―Llamó, desocupando su lugar también.
Ira invadió al menor cuando pudo ver perfectamente
como el hombre ubicado junto a YooJung, presionaba
ligeramente su cuerpo contra el de ella mientras una de sus
manos descendía a través de su trasero.
―¿¡Cuál es tu maldito problema!? ―En solo un segundo,
el muchacho ya se había abierto paso entre todos para
capturar la mano del acosador.
YooJung giró rápidamente, enseñando una mirada
sorpresiva y asustada. El caos rápidamente se desató al
interior del autobús cuando el castaño comenzó a forcejear
con el hombre, quien intentaba escapar a como diera lugar.
El desconocido empujó a las personas a su paso, queriendo
llegar a la puerta. Jungkook no dudó en ir tras de él mientras
Jimin tocaba impulsivamente el timbre para la puerta
trasera. En menos de un minuto, todos los involucrados se
habían bajado en la parada siguiente mientras el resto de
pasajeros miraba desde las ventanillas como el jovencito
abordaba al abusador, lanzándolo al piso de un solo
movimiento.
―¡Jungkook! ―Volvió a decir Jimin, yendo directamente a
él.
―¡La estaba tocando, Jimin! ―Defendió con furia,
manteniendo los brazos del hombre tras su espalda.
―Maldito hijo de puta, realmente voy a- ―Apretó su
mandíbula, queriendo golpearlo como un loco. ―¡Voy a
llevarte a una comisaria, maldito enfermo! ¡Romperé tu cara
si intentas correr lejos de aquí!
Jimin miró hacia todas partes, preguntándose si había un
policía cerca. Su estómago se contrajo al notar que el
conductor del bus sólo había decidido partir, dejándolos
atrás, mientras toda la gente a su alrededor les dirigía una
mirada curiosa para luego seguir en sus propios asuntos.
Sencillamente, ese no era el problema de ellos.
―Jungkook, no ―Habló finalmente YooJung, quien había
bajado junto a ellos y se aseguraba de tomar distancia. ―No
tienes... no tienes que hacer todo esto ―Su voz tembló
mientras sus ojos estaban húmedos.
―¿De qué estás hablando? ―Giró rápidamente hacia ella.
―Es una mala persona, YooJung. Además, las penas para
pervertidos han empeorado, estoy seguro de que le espera
un castigo mejor que- ―Se detuvo, notando como las
lágrimas amenazaban en los ojos de su amiga. ―Mierda,
YooJung, por favor ―Rogó, pero ella solo negó con la
cabeza.
Jungkook era bueno leyendo las expresiones del resto. Él
podía ver perfectamente la vergüenza y el miedo en
YooJung, quien aparentemente se sentía culpable de todo lo
que estaba pasando. Soltó al hombre de mala gana, yendo
rápidamente hasta ella, y YooJung tiritó cuando finalmente
los brazos del joven la sostuvieron.
―Lo siento, lo siento tanto, no deseaba exponerte ―Se
disculpó. ―Pero no es tu culpa, YooJung. Jamás es culpa de
la víctima
YooJung intentó recordar esas palabras. El hombre, que
finalmente se había levantado del piso, miró rabiosamente
al chiquillo que lo había retenido y caminó hasta él, con su
puño alzado en una clara intención de golpearlo. Fue Jimin
quien intervino, tomando su brazo.
―¿Qué mierda crees que estás haciendo? ―Preguntó con
voz grave y molesta, los menores rápidamente giraron al
escucharlo. ―Tienes suerte de que te estén dejando ir sin
más, pero si te atreves a poner sólo un dedo sobre ellos, voy
a patearte hasta suplicar ―Revisó su bolsillo con su mano
libre, ignorando al desconocido que tiraba de él, intentando
liberarse. ―Bien ―Y sin agregar más, tomó una foto de él
antes de soltarlo. ―Me aseguraré de enseñar tu cara en
todas mis redes sociales. ¿Lo sabes? La gente ahí ama
compartir fotos de tipos como tú. Sabrás de que se trata
esto cuando finalmente te encuentren ―El hombre
retrocedió un paso, incrédulo. ―No tendrás suerte la
próxima vez
Jimin hubiera reído cuando el hombre salió corriendo,
como si eso le sirviera de algo ahora, pero aún sentía su
boca amarga por la insatisfacción. Ellos no habían podido
llevarlo ante la policía y ninguno de los presentes había
intentado ayudarlo tampoco. ¿Qué tan jodido estaba el
mundo?
Giró hacia los menores, notando como YooJung aún seguía
en los brazos del castaño, y sonrió con cierta dulzura ante la
imagen. Al menos ella estaba en un buen lugar ahora.
◇◆◇◆◇
Taehyung dio un ligero apretón en el hombro de YooJung
antes de depositar una taza de té frente a ella. La chica
intentó sonreír para él, agradeciendo el gesto y la atención,
y posó su mirada en la bebida, siendo invadida por cierta
tristeza.
Jimin y Jungkook, que se conservaron en silencio cerca de
la estufa para secarse, miraron con curiosidad a Taehyung
cuando este negó con la cabeza, haciéndoles saber que la
chica aún no se encontraba mejor. La situación la había
sobrepasado por completo.
―Gracias por acompañarla hasta aquí ―Habló en voz baja
hacia ello. ―Le hablé a Nam y él ya debe estar por llegar
Y como si sólo decirlo fuera suficiente, los tres se
sobresaltaron cuando alguien cruzó la entrada a toda
velocidad. Namjoon miró al trío de chicos que estaba en la
sala y rápidamente volteó hacia la puerta que lo guiaba a la
cocina cuando todos señalaron en esa dirección. El mayor
recuperó cierta tranquilidad cuando finalmente vio a
YooJung por sí mismo.
―Namjoon ―Pronunció ella con voz ahogada,
levantándose tras verlo.
―Bebé ―Fue rápidamente hasta ella, envolviéndola en
sus brazos. Su corazón dolió al escucharla sollozar. ―Está
bien, amor, estoy aquí, puedes llorar todo lo que quieras
El resto, que se había asomado desde el salón para ver
qué pasaba, retrocedió automáticamente al ver a la pareja
salir para caminar hasta las escaleras. Taehyung dejó
escapar un suspiro de alivio cuando finalmente pudo volver
al sillón, lanzándole una mirada curiosa al par que tomaba
el sitio frente a él.
―Diré esto, sin querer sonar como un insensible ―Habló
con franqueza el rubio, su voz con evidente malestar.
―Comparado con muchas, ¿esta situación no le afecta más
de lo normal?
Taehyung sonrió con tristeza, más comprensivo. Dando
una ligera mirada hacia la entrada, sabiendo que era
imposible que la pareja lo oyera, devolvió su mirada hacia
sus amigos, quienes parecían buscar respuesta.
―Supongo que es una forma de verlo ―Admitió con voz
suave, sabía que Jimin no tenía malas intenciones al
preguntar. ―Y sé que esto no deberían escucharlo de mí,
pero ya que están aquí y estuvieron involucrados, creo que
sería mejor si son conscientes de esto ―Humedeció sus
labios, los cuales se sentían resecos. ―La razón por la que
YooJung se vino a vivir con sus abuelos, es porque en su
ciudad natal solía ser acosada. Ella se volvió muy temerosa
y desconfiada después de ello, hasta que Nam... bueno,
hasta que él la ayudó ―Sonrió ligeramente. ―Aún teme de
las personas que desconoce, sé que este episodio es
bastante fuerte para ella. Gracias por haberla ayudado y no
forzar las cosas, chicos, significa mucho para nosotros
―¿Estará bien? ―Preguntó el menor, evidentemente
preocupado.
―Lo estará, tómenlo con calma ―Suspiró. ―Por mientras,
¿qué les parece si pido pizza? Se está haciendo tarde y
deben estar hambrientos
Estaba claro que Taehyung quería acabar el tema de esa
forma, por lo que ninguno insistió después de ello. Pidieron
las pizzas y comieron cuando finalmente llegaron, hablando
de cosas varias mientras se reían de Yeontan, quien
jugueteaba alrededor de ellos. Taehyung se mostró
particularmente feliz al ver la sesión de fotos que
correspondía a su mejor amigo y su mascota.
―Sólo míralo, él se robó toda la pantalla ―Habló con
orgullo, volteando hacia el cachorro. ―¿No es así, Tannie?
Luces mil veces más brillante que Jimin
―Hey, que el protagonista soy yo ―Protestó el aludido.
―Bien, no estoy seguro de ello ―Enseñó la lengua,
devolviendo su mirada al álbum.
Jungkook rió, girando hacia a la entrada al oír pasos
aproximándose. Al ver que la pareja estaba de regreso,
Taehyung se precipitó en devolverle su álbum a Jimin para
correr hacia la cocina bajo la excusa de calentar pizza para
ellos.
―Chicos, de verdad estoy muy agradecido con ambos
―Dijo honestamente Namjoon, dándoles una mirada suave.
―Supongo que la mayoría prefiere no meterse en los
problemas de otro
―Ni siquiera tienes que decirlo, hombre ―Jimin agitó la
mano en su dirección, restándole importancia. ―¿Estás
mejor ahora, YooJung? ―Ella asintió. ―¿Ves? Eso es lo que
importa
YooJung sonrió para ambos, haciendo una reverencia con
su cabeza después mientras les agradecía una vez más.
Namjoon inhaló profundamente y giró hacia la entrada, la
duda plantándose en su rostro.
―¿Sabes? No estoy muy seguro de dejar a Taehyung en la
cocina ―Admitió, yendo rápidamente hacia la puerta.
―Sinceramente, ambos en la cocina son incluso una peor
combinación ―Rió ligeramente ella, yendo tras de él, quien
se puso completamente rojo mientras tomaba su mano para
ir juntos.
Jimin sonrió con ternura; ellos eran una de las parejas más
bonitas que había conocido. Volteando hacia el castaño, se
sorprendió al encontrarlo con una mirada apagada.
―¿Qué sucede? ―Se atrevió a preguntar, recuperando su
atención.
―Sólo... esta situación... ―Murmuró, notoriamente
incómodo. ―¿Por qué me hace sentir tan molesto?
―Preguntó. ―Habían más personas ahí alrededor de ella, es
imposible que nadie más lo hubiera notado. ¿Qué tan
egoísta e insensible tienes que ser para permitir que alguien
lo pase mal frente a ti? No lo entiendo
―Estás decepcionado...
―Por supuesto que lo estoy ―Su voz salió ahogada. ―¿Y
qué tan asqueroso puedes ser como para sentir satisfacción
en hacer sentir mal a otros? Maldición, tan solo... ―Negó
con la cabeza, superado.
―Kookie ―Llamó, posando su mano sobre la de él,
intentando calmarlo. ―Jungkookie, eres un chico tan bueno.
También estoy decepcionado de la mayoría ahí afuera,
¿sabes? También me pregunto constantemente en qué
momento todos se volvieron tan egoístas. Sin embargo,
cuando me encuentro personas como tú, me digo que vale
la pena conocer más gente ―Alzó su mano libre,
amoldándola a su mejilla. ―Si encuentro un buen corazón
como el tuyo, entonces esto no puede estar tan jodido.
Estoy seguro de que aún podemos retomar el buen camino
mientras existan personas como tú
―Me estás engrandeciendo ―Musitó.
―Eres demasiado humilde ―Rió, acariciando su rostro.
Jungkook se relajó ante el dulce toque. ―De verdad
estuviste genial ahí. Si hubieras sido mi héroe en el pasado,
probablemente me habría enamorado de ti al instante
―¿Estás seguro de no estar exagerando ahora?
―Preguntó con cierta diversión, una sonrisa dulce en sus
labios.
―En absoluto ―Su mirada viajó desde sus ojos hacia sus
finos labios, sintiendo su propia boca secarse. ―Más bien...
parece ser fácil enamorarse de ti
Jungkook contuvo la respiración cuando la mano del
contrario se deslizó por su mejilla, su pulgar presionando
ligeramente sobre sus labios. Le miró aturdido, intentando
procesar qué pasaba, y Jimin también le miró a los ojos al
comprender lo que estaba haciendo y diciendo.
Dios, él quería besarlo.
Tenía a Jungkook ahí, su rostro a centímetros de distancia, y
quería besarlo y abrazarlo como un loco. ¿Por qué su
corazón era el que impulsaba sus acciones latiendo
desenfrenadamente? Eso no era normal.
―Chicos, YooJung dice que necesitamos comida de verdad
y- ―Taehyung se quedó en silencio al ver la cercanía de sus
amigos.
Jimin dejó caer su mano, volteando a él con una expresión
en blanco. Jungkook cerró los ojos y suspiró en silencio
antes de mirar al de cabellos grisáceos, quien se encontraba
notoriamente sorprendido. ¿Por qué lo estaba? ¿La posición
de verdad había sido tan comprometedora?
―¿Qué decías? ―La voz de Jimin salió plana.
―Que YooJung quiere cocinar para nosotros algo más
saludable que sólo pizza ―Intentó recuperarse. ―Ella quiere
que ustedes nos acompañen
―Por supuesto ―Jungkook se levantó tranquilamente.
―Veré si puedo darle una mano, con permiso ―Agregó
antes de salir.
Taehyung se aseguró de verle desaparecer antes de correr
a toda velocidad a Jimin, quien seguía con su cara de poker.
―Maldición, ¿interrumpí un beso o alcanzaste a hacer
algo antes de que llegara? ―Preguntó en voz baja, pero
alterada.
―No íbamos a besarnos
―Hombre, lucías tan hambriento mientras lo mirabas, no
puedes negar eso ―Jimin puso los ojos en blanco,
levantándose. ―¿Has hablado con tu corazón últimamente?
―Él no es un tipo hablador ―Murmuró, dando una
palmadita sobre su pecho para luego encogerse de
hombros.
Diablos, ¿qué había sido todo eso?
Nota:
Vieron que están re coquetos. Ksi.
Me gusta como va esto, sé que les gustará también unu
[09]

―¿Qué quieres decir con que pasaremos las fiestas en


Busan?
―Quiero decir exactamente lo que has escuchado ―La
voz de su madre era dulce y cantarina, expresando
felicidad. ―Hablé con tu tía y ambas coincidimos en que ha
pasado mucho tiempo desde que celebramos las fiestas
todos juntos. Así que nos reuniremos allá para pasar las
vacaciones de invierno, ¿no es estupendo? ―Jimin peinó sus
cabellos ansiosamente hacia atrás, sin responder. ―No
pisas Busan desde los 15 años, bebé, estoy segura de que
apreciarás darte una vuelta por allá
―Supongo...
―Dejé el horno encendido y el pan se quemará si
continúo hablando contigo, así que me iré ahora. ¡Sigue
trabajando duro, mamá te dará mucho amor cuando nos
reunamos de nuevo!
―Gracias, mamá...
La llamada se cortó, Jimin habría lanzado su celular lejos
de no ser porque necesitaba de él. ¿Por qué su madre tenía
que tomar una decisión como esa sin consultarlo? Vale, por
supuesto, era su madre y ella tenía todo el derecho de
decidir e ir a ver al resto de la familiar, pero...
¿Pisar de nuevo Busan? Esa línea ni siquiera estaba en su
lista de deseos.
Jimin, sencillamente, no tenía buenos recuerdos de Busan.
A pesar de que el lugar era bonito y él amaba el mar, esos
detalles se volvieron mínimos ante su mala vida allá.
Cuando se mudó a Daegu a los 15 años debido al trabajo de
su padre, sabía que no amaría el lugar tanto como amó
Busan, pero se adaptó al nuevo ambiente y,
definitivamente, se encontró a personas extraordinarias que
le hicieron olvidar todo lo demás.
Y tenía que volver a Busan ahora.
Pero bien, noviembre recién estaba acabando. Él tendría
tiempo para lamentarse después de la quincena de
diciembre, cuando todo lo referente a la universidad
acabara.
―¡Hey, hadita, buenas tardes! ―Jimin volteó como la niña
del exorcista al oír ese burlón apodo.
Taehyung y Jeonghwa estaban ahí, sorprendiéndolo justo
cuando su práctica había terminado hace sólo 5 minutos. Él
ni siquiera podía entender cómo sus compañeros se habían
retirado tranquilamente a almorzar cuando había tanto por
hacer aún. ¿Es que nadie tenía ahí un calendario? ¡Eran
poco más de dos semanas las que quedaban para la
presentación!
―Luces tenso ―Los estudiantes de teatro entraron, sin
esperar a que el bailarín los invitara a pasar. Este último
suspiró cansino al verlos sentarse en el piso, dejando un
montón de bolsas ahí. ―Supuse que estarías tan ocupado
que te saltarías la comida, así que vine con Jeonghwa a
traer refuerzos
―Eso es, ven aquí ―Ella palmeó el piso animadamente,
recibiendo una expresión malhumorada del rubio. ―Dios
mío, ¿él siempre es así en estas fechas? ―Preguntó
entredientes hacia su otro amigo, quien soltó una corta
risita.
―Es exigente consigo mismo, se animará después de
comer un poco ―Lo tranquilizó.
―Son demasiadas cosas juntas ―Terminó por ceder,
uniéndose a ellos para comer de lo que habían traído.
―Mamá acaba de llamar para decirme que pasaremos las
vacaciones en Busan ―Revisó una de las bolsas, enarcando
sus cejas. ―¿En serio? ¿Le traen pollo frito a un bailarín en
entrenamiento?
―Y pizzas individuales ―Habló con la boca llena la chica,
mirándole con interés. ―¿Busan, dices? Siempre supe que
eras de ahí, tienes un acento gracioso ―Jimin sonrió con
molestia, llenando su boca con comida sólo para no darle
una respuesta mordaz. ―Taehyung, él es horrible en estos
días ―Tragó. ―Recuérdame por qué me trajiste aquí
―Tú te colaste cuando dije que venía ―Respondió
calmadamente, abriendo una bebida. El rostro de la
muchacha se iluminó ante el recuerdo y asintió, volviendo a
comer. ―Así que, ¿realmente irás a Busan? Eso es tan
extraño, hemos pasado mi cumpleaños juntos desde los 16
―Habló con melancolía.
―Lo siento
―Está bien, tienes familia allá, ya es hora de un
reencuentro ―Sonó más bromista, empujando una de las
cajas con pizza para él.
―Gracias por entenderlo y traerme comida, Tae, eres el
mejor ―Sonrió dulcemente para su mejor amigo. Jeonghwa
fingió atragantarse para llamar la atención. ―No te diré
gracias a ti ―Gruñó.
―¿Estás resentido conmigo porque te hice pagar mi
cuenta? Jimin, no creí que eras tan tacaño
―¡No soy tacaño! ¡Intentó controlar mis gastos ahora que
tengo un fotógrafo!
―Hablando de él... ―Jeonghwa limpió sus manos,
sonriendo con malicia. ―Tengo algo para ti, después de
esto, probablemente me amarás ―Celebró, buscando su
celular en su bolsillo. ―Está bien, aquí está y ahora... ―El
celular de Jimin, que estaba en el piso junto a él, sonó
debido a una notificación. ―De nada
Jimin miró su celular, abriendo el mensaje que tenía de su
amiga. Sus ojos brillaron como las estrellas cuando verificó
que se trataba de una foto de Jungkook y él en el parque de
diversiones. Taehyung se inclinó sobre él para comprender
el entusiasmo en su expresión.
―¿Cómo es que...? ―Comenzó a decir el rubio.
―Soy una gran paparazzi, ¡y tengo algo más! ―Volvió a
enviar otro mensaje. Ahora los chicos miraron con atención
el vídeo que se reproducía. ―De nada, de nada, de nada
―Habló con falsa modestia.
Taehyung frunció ligeramente el ceño al ver de qué se
trataba el vídeo. En él, Jimin alimentaba a Jungkook en la
boca mientras le miraba suavemente y sonreía como un
tonto. Por otro lado, el menor estaba notoriamente cohibido,
pero risueño, aceptando lo que el rubio tenía para darle.
Arrastrándose disimuladamente de regreso hasta su amiga,
intercambió una mirada con ella antes de que ambos
miraran al protagonista del vídeo, quien volvía a
reproducirlo mientras parecía derretirse de ternura.
―Jungkookie es tan bonito ―Dijo, reproduciendo el vídeo
por tercera vez, su mirada sin poder ser apartada de la
pantalla. ―¿Pueden verlo? Es tan obediente. Me siguió el
juego incluso si actuó todo tímido. Él es bastante bonito
cuando actúa tímidamente, ¿no es así? ―Alzó la mirada
hacia sus amigos, su sonrisa ensanchándose en sus labios.
―Es decir, él siempre es precioso, sé que lo saben, pero en
este vídeo... ―Suspiró. ―Maldición, es tan adorable ―Casi
chilló, volviendo a reproducir el vídeo.
Bendita sea Jeonghwa y sus impertinencias.
―Se lo voy a decir... ―Susurró Taehyung.
―Ni se te ocurra ―Jeonghwa palmeó ligeramente su
brazo, sonriendo con diversión hacia el chico que seguía
babeando sobre su vídeo.
◇◆◇◆◇
Jungkook observó fijamente la dirección de email de su
viejo amigo. Aunque habían pasado días desde que había
decidido comunicarse con él en busca de un buen consejo,
aún no se había atrevido a escribir ese mensaje. Porque,
¿exactamente qué le diría? Temía que las palabras
expresadas finalmente lo arrastraran a la realidad que más
temía. Así que quizás, era mejor si tan sólo lo evitaba. ¿Y si
al final era su mente la que retorcía todo a favor de su alma
soñadora?
Cerró los ojos y suspiró recostándose contra el respaldo
del asiento; todo parecía tan difuso dentro de su cabeza.
Giró instantáneamente cuando la puerta del cuarto fue
abierta bruscamente, dejando ver a su compañero de piso,
quien estaba evidentemente malhumorado. Se encogió aún
más en su asiento cuando el pelinegro azotó la puerta,
caminando con molestia hacia su cama.
―¿Hyung? ―Llamó cuidadosamente. ―¿Has tenido un
mal día en el trabajo?
Y esa pregunta fue suficiente para detonar la bomba. La
mirada del mayor se encendió con furia al recordar su día
en la agencia.
―¡Son unos imbéciles! ―Bramó. Jungkook le miró
sorprendido, poco acostumbrado a ver esa faceta de él.
―¡Dijeron que tenía que bajar de peso! ¿¡Puedes creerlo!?
¡Bajé 5 kg la última vez! ¡Estoy bajo de mi peso ideal sólo
para cumplir con sus estúpidos deseos! ¡Si llevo mi dieta a
un extremo, mi salud estará en riesgo! ¿¡Cuál es su maldito
problema!? ―Soltó las palabras rápidamente mientras su
rostro enrojecía. ―Ellos dijeron, "Seokjin, el público prefiere
los cuerpos más delgados" y, ¿estás malditamente
enfermo? Quiero decir, ¿cuánto más delgado, Jungkook?
¡Ellos por poco me señalan como si estuviera obeso! ¿Qué
hay de sus estúpidos estándares de belleza? ¡No pueden
dejar a alguien en los huesos sólo porque este país está
obsesionado con la perfección en estereotipos! ¿Eso es más
importante que la salud? Quiero decir, hay cuerpos
naturalmente más delgados y eso está bien, ¡pero no
puedes forzar a alguien de otra contextura a terminar de
esa forma! Y, Dios, ¿ellos de verdad insinuaron que estoy
gordo? ―Continuó.
Jungkook abrió la boca, queriendo dar su opinión al
respecto, pero se quedó callado cuando su amigo siguió
reclamando y maldiciendo al aire. Su mirada se desvió
inmediatamente a la puerta un minuto más tarde, cuando
Yoongi finalmente hizo acto de presencia. Era evidente para
el menor que Seokjin ya lo había puesto al tanto de la
situación.
―Espero que vayan a la banca rota, todos ellos y su
maldita revista. Si sus políticas de belleza seguirán siendo
tan enfermizas, ni siquiera merecen guiar esta industria
―Siguió refunfuñando, peinando sus alborotados cabellos
con sus dedos. ―Por mí, pueden irse al demonio. Cuando
termine este ciclo en la universidad, comenzaré mi práctica,
por lo que no los necesito. ¡Se arrepentirán de haberse
metido conmigo! ¡Esta temporada fue la última en que
tuvieron el honor de tenerme, porque definitivamente no
planeo renovar contrato para invierno!
Yoongi se acercó silenciosamente a su novio,
arrodillándose frente a él para tomar una de sus manos,
llamando su atención. Jungkook cerró su portátil y caminó
hasta la puerta al deducir que sería mejor dejarlos un
momento a solas. Si Yoongi no podía calmar a Seokjin,
entonces nadie lo haría.
―Yoongi, ellos son tan idiotas... ―Escuchó a su
compañero decir una vez más, ahora más afectado.
―Lo sé, amor, ellos lo son ―Yoongi besó su palma
cariñosamente, alzando su mirada hacia él. ―Son ellos los
que se pierden a un perfecto modelo como tú
Seokjin, que tenía sus facciones tensas debido a la
frustración y la rabia, súbitamente se relajó al escuchar eso.
Yoongi besó su mano una vez más, sin dejar de mirarlo, y un
rubor infantil se asomó en las mejillas del mayor mientras
sus ojos miraban dulcemente a su novio.
Jungkook salió del cuarto con esa última imagen en su
memoria.
Adoraba tanto ver a sus amigos juntos como así le dolía.
Era extraño simplemente no poder controlar sus emociones
cada vez que estaba cerca de una pareja que parecía
amarse intensamente, como si estuvieran unidos por el
legendario hilo rojo.
Cuando Jungkook era apenas un niño cuyos padres le
leían cuentos antes de dormir, siempre le habían llamado la
atención las parejas de los libros. Tan enamoradas, sin
complejos, con devoción eterna. Felices para siempre
sonaba en su cabecita como algo a lo que todos estaban
destinados. Pero, claramente, la perfección sólo estaba en
esos libros y la realidad no era ni remotamente cercana. Su
primer amor había tardado menos en irse que en llegar, y él
se encontró decepcionado y dolido cuando aquel suceso
sacudió sus sueños, rompiendo su corazón.
Su primer amor no fue para toda la vida como los
romances de los libros. Y siendo consciente de sí mismo y la
clase de persona que era, él ni siquiera parecía estar
destinado a vivir un buen amor. Jungkook se veía a sí mismo
siendo el culpable de todos sus futuros fracasos amorosos,
si es que estos llegaban a darse. Porque él era la clase de
chico al que nadie querría para algo serio, indudablemente.
Un corazón soñador, pero apasionado, no parecía ser
suficiente para nadie ahí afuera.
Se paró en la entrada de su edificio, lamentándose por no
haber tomado un abrigo o como mínimo su cámara para
pasar el rato, por lo que arrastró sus pies con pesar hasta
una banca, esperando que 15 minutos fueran suficientes
para que Yoongi pudiera mimar a Seokjin hasta que el dolor
en su corazón disminuyera. Ya era tarde, la noche más
oscura de lo usual, como si faltara poco para ponerse a
llover, y no quería pasar demasiado tiempo ahí,
arriesgándose a pescar un resfriado.
Por supuesto, él pudo quedarse dentro del edificio
esperando en el pasillo, pero eso parecía incluso más
lamentable para él que estar ahí afuera apreciando el
exterior, por más frío que este fuera.
―¿Jungkook? ―Levantó distraídamente su cabeza al oír
esa voz. ―¿Qué haces aquí?
El menor parpadeó, viendo a Jimin de pie a solo un paso
de él. El chico usaba ropa deportiva y su bolso colgaba de
su hombro, dejándole claro que ese día se había quedado
hasta tarde ensayando. Una sonrisa inconsciente se asomó
en sus labios cuando se encontró con sus dulces ojos.
―Yoongi y Seokjin están hablando, así que... salí un rato
―Comentó, vaho escapando de su boca.
Jimin estrechó su mirada bajo la luz del faro que lo
iluminaba. Los labios de Jungkook lucían un poco morados y
su nariz había comenzado a enrojecer a causa del frío.
¿Cómo esos chicos lo habían mandado afuera para hacer
sus cosas? ¡Eso era desnaturalizado!
―Salí de ahí por voluntad propia, quería darles su espacio
―Aclaró el menor, deduciendo qué pasaba por la cabeza del
mayor al notar la disconformidad en su expresión.
―Honestamente, da igual eso. ¡No puedo creer que te
hayan permitido salir para-para-hacer... eso! ―Chasqueó
con la lengua al final, mirando ofendido al castaño cuando
soltó una gran carcajada. ―¿Qué?
―Hyung, no creo que ellos estén haciendo nada de lo que
estás pensando ―Su risa se volvió más tierna, como la de
un travieso niño. ―Seokjin hyung tuvo problemas en su
trabajo, renunció, y Yoongi ha venido para contenerlo, eso
es todo
―Oh ―Jimin asintió más comprensivo, mirando
fugazmente hacia su edificio. ―De todas formas, no me
gusta que estés aquí. ¿Qué dices sobre tomar un café? La
cafetería cercana todavía está abierta y me vendría bien
comer algo dulce luego de un día estresante ―Jungkook le
miró en silencio. ―Claro, sólo si quieres
―No salí con mi billetera ―Murmuró avergonzado.
―Dios, te estoy invitando ―Rió divertido, mirándole con
efecto. ―Además, han pasado varios días desde la última
vez que pasamos tiempo juntos, ¿no? Hemos estado
ocupados con nuestros exámenes y los eventos, un café no
nos dañará
―Entonces está bien, te invitaré la próxima vez ―Aceptó,
levantándose con más ánimo.
―Pero antes de ello, pasaremos por mi cuarto ―Le dio la
espalda, comenzando a caminar hasta su residencia.
―Dejaré mi bolso ahí y tú te abrigarás un poco, no permitiré
que te enfermes justo en el peor momento del año
Jungkook sonrió aún más, siguiéndole el paso. Su corazón
estaba siendo abrazado por su amabilidad y no quería
confundirse nuevamente con esos latidos, por más gustoso
que le hicieran sentir.
El cuarto de Jimin estaba en el quinto y último piso de la
residencia. Mirando con curiosidad como el lugar era
completamente igual a su propio edificio, Jungkook se sintió
aún más intrigado cuando al ingresar al cuarto lo encontró
un poco frío y vacío.
Jimin dejó caer su bolso en su cama, caminado
directamente hacia el armario para remover en sus
pertenencias. Girando hacia Jungkook que estaba en
silencio, lo encontró mirando analíticamente la otra cama.
―¿Sucede algo? ―Preguntó, regresando su mirada dentro
del armario.
―La cama luce como si no hubiera sido ocupada en
mucho tiempo ―Murmuró vagamente.
―Desde julio ―Aclaró, obteniendo la atención del castaño.
―Tenía un compañero de cuarto, jamás hablamos mucho, él
era muy reservado. Estudiaba danza, pero sufrió de una
lesión algo grave y... bien ―Susurró.
―Eso suena horrible ―Jungkook parecía horrorizado. Jimin
sonrió escasamente, tomando finalmente un abrigo y una
bufanda para lanzarlos sobre su cama.
―Lo es. Siempre he tenido miedo de ello, de tener un
accidente, un descuido, una mala caída y... ―Sacudió su
cabeza, intentando eliminar el pensamiento de su cabeza.
―En fin ―Suspiró. ―Prefiero no pensar en ello ―Confesó.
―Sobre mi compañero... él sólo se fue y ya, por supuesto,
pero ni siquiera se despidió, supongo que no llegué a
importarle ―Se encogió de hombros, sonriendo un poco.
―Extrañamente, su ausencia se nota incluso si no fuimos
amigos
―Es normal, te acostumbraste a que estuviera aquí
―Jungkook se acercó a él. ―¿Y no te han designado un
nuevo compañero?
―Como fue a mediados del ciclo, ellos no enviarán a
nadie nuevo hasta que se cierre este último semestre.
Probablemente tenga a un novato como compañero el
próximo año ―Tomó la bufanda, envolviéndola en el cuello
de Jungkook, quien intentó controlar el rubor en su rostro
ante la repentina cercanía de ambos. ―Espero que sea un
buen chico. Sería agradable tener a alguien que diga
"bienvenido, hyung" y "¿cómo estuvo tu día?"
―No soy tu compañero de cuarto ―Murmuró el castaño,
mirando a los ojos del mayor. ―Pero, si eso realmente te
hace feliz, hyung, podría escribir mensajes como esos para
ti todas las noches
Jimin ladeó su cabeza, sin dejar de admirar ese lindo
rostro. ¿Cómo era posible que incluso palabras tan bellas
salieran de esos bonitos labios? Un chico atractivo, atento y
talentoso era más difícil de encontrar que una aguja en un
pajar, por lo que él no se explicaba que ahora tuviera a Jeon
Jungkook justo frente a él.
―Lo siento ―Se apresuró a decir con bochorno Jungkook
al no obtener una respuesta. ―¿Quizás sólo debería hacerlo
en vez de mencionarlo?
Jimin rió, finalmente soltándolo. Entregándole el abrigo
más grande que encontró en su ropero, lo invitó a usarlo
para luego salir del cuarto antes de que quisiera agarrarlo a
besos y no soltarlo hasta unas horas más.
Café y pastel; ese era su objetivo ahora, lo que había
prometido, no una sesión de besos que probablemente
sabrían más dulces que aquello que elegiría para comer.
Jungkook parecía algo distraído mientras caminaban al
café. En realidad, Jimin se había dado cuenta mucho antes
de que el menor vagaba en sus pensamientos más de lo
normal, después de todo, él ni siquiera pareció notarlo hace
un rato cuando se acercó. Creyó que el café y la tarta de
frutas traerían de vuelta su atención, pero incluso en aquel
lugar cálido y agradable, el castaño parecía afectado por
algo. Lo encontró mirando de reojo una pareja a unas mesas
de ellos, demasiados acaramelados en su propio mundo
como para notar la atención del menor, y alzó con
curiosidad una de sus cejas al verle suspirar en silencio.
¿Era su idea o Jungkook siempre parecía deprimirse
cuando había parejas cercas? Él había actuado así también
en el parque de diversiones, no podía tratarse sólo de una
coincidencia.
―¿Jungkook? ―El aludido apartó la mirada de su taza,
mirando sin emoción al chico frente a él. ―¿Sucede algo?
―El castaño negó con la cabeza. ―Bien, no quiero sonar
impertinente, ¿pero no te sientes constantemente molesto
cuando hay una pareja a tu alrededor? ―La mirada del chico
finalmente se amplió, luciendo sorprendida y asustadiza.
―¿Tengo razón?
―No es molestia ―Aclaró, sintiéndose avergonzado por
exponerse a sí mismo. ―Es sólo... ¿envidia sana? Quizás no
tanto ―Confesó, apartando la mirada. ―No sé. ¿Jamás has
visto a una pareja y has pensado "quiero algo como eso"?
Porque seguidamente pienso en ello, hasta el punto en que
me resulta mentalmente agotador ―Sonó deprimido.
―Desearía no dar tantas vueltas al respecto, pero no puedo
evitarlo
―¿Quieres... algo serio? ―Preguntó cuidadosamente,
intentando entenderlo.
―Algo serio es lo único que puedo ofrecer, lo he dicho
antes ―Le recordó. Jimin presionó sus labios, pensando en
aquella charla. ―Me gustaría gustarle a alguien, hyung. Sé
que suena ridículo, quizás ni siquiera debería decirlo, pero...
―Mordió con fuerza su labio inferior, bajando la mirada con
tristeza. ―¿Qué tan mala opción soy para el resto?
―No, no, espera ahí ―Jimin agitó su mano, sin creer lo
que escuchaba. ―No eres una mala opción. Y, ¿Jungkook?
¿Es en serio? Estoy seguro de que hay decenas de personas
en la universidad que querrían salir contigo. En resumen, ¡le
gustas a muchas personas!
―¿Les gusto yo o la idea que tienen de mí? ―Preguntó
con recelo, volviendo a alzar la vista hacia él. ―Es más,
ellos ni siquiera se hacen una idea, las personas que
constantemente están coqueteando conmigo lo hacen
incluso sin saber mi nombre. ¿Por qué? Porque
aparentemente soy un chico lindo ―El malestar era notable
en su voz. ―Y no quiero salir con alguien sólo porque me ve
como un chico lindo. ¿Cómo es que eso es lo único bueno en
mí? ¿Tan poco interesante parezco? ¿O es que no hay nadie
que tenga en consideración mis sentimientos?
Jimin luchó por no hundirse en su asiento, sintiendo esas
palabras como un golpe certero hacia su persona.
Sí, él lo había fijado como objetivo antes de siquiera
conocer su nombre. Sí, él lo había seguido por su buena
apariencia. Sí, Jimin no había idealizado al chico, pues poco
le importaban los detalles cuando su único deseo había sido
llevarlo a la cama. Pero él conocía un poco más a Jungkook
ahora, sabía que era un chico sensible y bondadoso, siendo
su introversión la que lo alejaba un poco del resto. Pero él
no era malo, ni tan simple, ni tan poca cosa como
aparentemente el resto lo hacía sentir. ¿Acaso así de
deplorable luciría ante ojos de Jungkook si este supiera la
realidad?
Maldición, él aún lo deseaba como un loco, pero ahora
sabía que Jungkook era la clase de chico con la que valía la
pena quedarse a charlar en la cama luego de una
placentera ronda de sexo.
Esperen...
―Lo siento, ¿te estoy poniendo incómodo con mis quejas?
―Preguntó tímidamente el menor al verle con una expresión
en blanco. Jimin intentó sonreír e ignorar el hecho de que su
corazón estaba latiendo desenfrenado, reaccionando a sus
propios pensamientos.
―No, mira ―Intentó razonar con él, encontrando su voz.
―Ellos no se han dado el tiempo de conocerte, Jungkookie.
Si es importante para ti, tienes todo el derecho de negarte a
las personas que sólo te quieren por tu apariencia. Estoy
seguro de que encontrarás a alguien que se interese en ti
por la persona que eres y no sólo por tus bonitos ojos y... y
todo eso ―Terminó en un murmullo, sintiéndose
avergonzado.
¿Bonitos ojos? ¿Él de verdad lo había dicho?
―¿Gracias? ―Jungkook apartó la mirada, sintiéndose
avergonzado e inseguro. ¿Cómo tenía Jimin la capacidad de
soltar cumplidos entre oraciones con tal facilidad?
―Lo que intento decir es que... te he conocido lo
suficiente ―Intentó retomar el hilo. ―Lo suficiente para
saber cuán increíble eres. Cualquiera debería sentirse
afortunado de tener al menos una oportunidad contigo
―Hyung ―Se atrevió a mirarlo una vez más, apenado.
―Eres tan amable y considerado, es probable que por eso
quieras animarme. Pero creo que las personas huirán de mí
tras conocerme. Jamás... jamás he cumplido las
expectativas para nadie
―¿De dónde nace esa inseguridad? ―Preguntó con cierta
molestia en la voz. Maldición, Jungkook podía ser
introvertido, pero definitivamente a Jimin jamás le había
parecido alguien con problemas de autoestima como para
despreciarse a sí mismo ahora. ―¿Tuviste una mala relación
acaso? ―El fugaz dolor en la expresión del contrario le dijo
lo que tenía que saber. ―¿Hace cuánto?
―Dos años ―Su voz tembló cuando por fin lo dijo.
―Dos años ―Repitió. ―No es reciente, Jungkook. Tienes
que cerrar esa herida o no podrás empezar algo nuevo. De
hecho, creo que tu forma de aferrarte al pasado es lo único
que te retiene actualmente
―La situación no es tan fácil ―Sonó algo desesperado.
―Fue mi amigo, ¿sí? Fue mi primer y único amigo por años.
Lo conocí en la etapa más compleja de mi vida, cuando más
inseguro me sentía alrededor del resto. Él fue mi apoyo y...
sólo lo fue todo ―Su mirada era opaca, como si quisiera
llorar. ―Sabía todo de mí. Me pidió ser su novio aun
sabiendo todo de mí. Pero sólo unos meses después me
dejó y... ¿qué se supone que debo pensar, hyung?
―Preguntó. ―Si el chico que fue la persona más cercana a
mí por 5 años terminó por cansarse, decidiendo de un día
para otro que no estábamos funcionando... ¿qué puedo
esperar del resto? ¿Alguien que recién conozco será tan
comprensivo conmigo?
―Todas las personas son diferentes, no puedes
predisponerte sólo porque deduces que todo acabará igual o
peor a como fue con tu ex ―Jungkook bajó la mirada,
pensativo. ―Tienes que darle la oportunidad al resto de
conocerte, Jungkook ―Jimin extendió su mano sobre la
mesa, alcanzado la del menor para sostenerla. ―No
permitas que el miedo te niegue la oportunidad de
encontrar una joya. Porque, te lo dije antes, ¿no? Es fácil
enamorarse de ti ―Ambos se miraron. ―Dudo en que yo
sea la única persona capaz de ver al maravilloso chico que
tengo frente a mí
La mirada de Jungkook se suavizó, inyectándose de una
dulzura y apreciación extraordinaria para sus grandes,
oscuros e inocentes ojos. Jimin hubiera temblado como
gelatina ante esa bonita mirada de no ser porque estaba
demasiado ocupado pensando en sus manos unidas sobre la
mesa. ¿La mano de Jungkook siempre era así de cálida? ¿Por
qué estaba pensando en lo gratificante que sería sostenerla
por todo el largo invierno que se acercaba e incluso a través
del cambio de estaciones?
Maldición, ¿eso no era extraño?
―Eres tan lindo, hyung ―Finalmente dijo Jungkook,
volviendo a sonreír. ―Desearía que existieran más chicos
como tú
Jimin estuvo a punto de negar con la cabeza, diciéndole
que bastaba con uno solo, sólo él, Park Jimin. Porque, ¿cómo
lidiaría con más molestos chicos rodeando a su Jungkook? Él
lo había visto primero, no necesitaban a nadie más entre
ellos.
¿Su Jungkook, eh?
―¿Hyung? ―El menor llamó ante su silencio, pero este
sonrió y apartó su mano, como si no tuviera nada que decir.
Quizás porque realmente no tenía algo para decir. Jimin
ahora estaba demasiado ocupado con sus pensamientos. Y
su confusión mental y silencio se extendió por tanto tiempo,
que tras terminar de comer y pagar, tuvo que excusarse con
necesitar usar el baño para intentar refrescarse un poco. Su
cabeza iba a explotar.
Regresando con Jungkook luego, incomodidad lo abordó al
verle de pie en la entrada hablando con la mesera que los
había atendido. Jimin había querido ignorar las miradas
apreciativas de la desconocida hacia su acompañante las
veces que se había acercado a la mesa, pero ahora era
imposible ignorarla por más tiempo. ¿Por qué le irritaba
tanto que Jungkook sonriera gentilmente para ella mientras
la escuchaba?
Diablos, eso era horrible. ¿Acaso estaba... celoso?
―Jungkook, vámonos ―Habló apresuradamente,
esquivando a ambos para salir sin siquiera esperarlo. Se
sentía demasiado avergonzado como para mirarle a la cara.
Jimin maldijo por lo bajo cuando al poner un pie fuera del
local una ventisca lo golpeó, pequeñas gotas cayendo sobre
él.
―¡Hyung! ―Jungkook llamó tras de él, tensándolo. ―¿Ha
sucedido algo? ¿Por qué has salido así? ―El rubio giró
cuando la lluvia dejó de caerle, descubriendo como el
menor sostenía un paraguas sobre él.
―Lo siento, parecías ocupado y... necesitaba algo de aire
―Se excusó, intentando sonar calmado. Sus orejas
enrojecieron ante la mirada llena de preocupación que el
contrario le dirigió. ―¿De dónde has sacado este paraguas?
―Ella me lo ofreció cuando se dio cuenta de que no
llevaba uno. Aparentemente, las personas constantemente
suelen dejarlos olvidado aquí ―Rió ligeramente.
―Ella es agradable contigo ―Murmuró, Jungkook asintió.
―¿Son cercanos?
―No, pero vengo siempre a este lugar, supongo que soy
para ella un cliente frecuente
―No me pareció que te miraba como un simple cliente
―Comentó tajantemente, sin poder evitarlo.
―Eso no es algo que esté bajo mi control ―Respondió
cuidadosamente, ladeando su cabeza. ―¿Por qué? ¿Estás
celoso? ―Bromeó, enseñando una sonrisa dulce.
Jimin apartó la mirada y maldijo por lo bajo, dándole la
espalda para comenzar a caminar de regreso a los edificios.
―Sólo volvamos ahora, antes de que la lluvia empeore
―Suspiró exasperado. ―Odio los días así
―¿Hmm? ―Jungkook finalmente caminó a la par de él, sus
hombros casi rozándose mientras se aseguraba de cubrirlos
a ambos con el paraguas. ―A mí me gusta mucho la lluvia,
parece tener el poder de juntar más a las personas ―Rió
ligeramente.
Jimin giró hacia él, siendo consciente de la escasa
distancia entre ambos. Su corazón latió con júbilo y se
preguntó cómo no pudo notarlo antes. La razón por la que
estaba tan cerca de Jungkook, sintiendo su calidez y brillo,
era porque estaba lloviendo ahora y sólo ese simple
paraguas los protegía. Él habría querido incluso que este
fuera más pequeño.
―Hace frío ―Murmuró, sin quitar sus ojos de él mientras
caminaba. ―¿Puedes tomar mi mano? ―Pidió.
Jungkook también lo miró, un poco sorprendido por la
petición, pero sin poner resistencia. Jimin sintió una sonrisa
tatuándose en sus labios cuando la cálida mano del
contrario sostuvo finalmente la suya, cosquilleándole
agradablemente la piel ante el tacto. Adoraba esa sensación
y ahora lo entendía. ¿Cómo no pudo ver antes que aquel
chico estaba ocupando sus pensamientos por demasiado
tiempo? Ese intenso deseo de abrazarlo y besarlo jamás
había sido tan extraordinario.
―Gracias por el café, hyung ―Agradeció el castaño
cuando finalmente estuvieron fuera del edificio de Park. ―Y
gracias por escucharme también, me gusta pasar tiempo
contigo
―Me gusta también ―Sonrió para él, negándose a dejar ir
su mano.
―Sobre tu ropa...
―Ya podrás devolvérmela luego ―Aseguró. Jungkook le
miró tímidamente, agradecido. ―Regresa con cuidado, ¿eh?
―Advirtió.
―Mi edificio está aquí al lado, no pasará nada ―Rió
enternecido, sus ojos arrugándose de la manera más
adorable posible mientras enseñaba sus incisivos.
Jimin tenía que besar esa sonrisa. Su corazón estaba
exigiendo tomar las riendas de la situación para besar de
una vez esa preciosa sonrisa. Sus ojos se mantuvieron sobre
los labios de Jungkook más de lo que ameritaba y el castaño
dejó de reír, sintiéndose cohibido al notar donde estaba la
atención de su mayor. Humedeció sus labios de manera
inconsciente, mariposas revoloteando por su estómago, y
suspiró profundamente cuando el rubio se inclinó sobre él.
―¿Nos vemos pronto? ―Preguntó antes de que Park
pudiera hacer algo más.
Jimin parpadeó, pasando finalmente la mirada a sus
brillantes ojos. Jungkook lucía nervioso y asustado, por lo
que presionó su mano dulcemente para devolverle la
confianza.
―Pronto suena bien para mí ―Humedeció sus labios
también, intentando recuperarse de sus impulsos. ―Nos
vemos, Kookie
Jimin soltó su mano y abrió la puerta del edificio,
dedicándole una linda sonrisa al castaño antes de
finalmente irse. Habiendo desaparecido por completo de su
vista, no tardó en correr como un loco a su cuarto para
lanzarse sobre la cama, marcando rápidamente el número
de su mejor amigo.
―¿Jimin? ―Taehyung sonaba cansado. ―Creí que estarías
durmiendo, dijiste que irías directo a la cama después de
tus prácticas y... ―Bostezó. ―Estoy intentando no dormirme
mientras estudio, ¿sí?
―Sucedió algo ―Taehyung se conservó en silencio,
intrigado por el tono apremiante de su mejor amigo. ―Creo
que me gusta Jungkook
―¿Crees? ―Jimin ni siquiera pudo percibir la ironía en su
voz.
―Creo que estoy enamorándome de Jungkook ―Cubrió su
boca, queriendo morder sus uñas debido a los nervios y la
impresión.
―Finalmente... ―Suspiró con alivio, provocando que el
rubio frunciera el ceño. ¿Qué significaba "finalmente"?
―Jimin, llevas semanas actuando como un idiota alrededor
de él. Y no digo idiota obsesionado por el sexo, sino que el
tipo de idiota que sólo piensa en él, solo habla de él y... creo
que debería comprarte un balde, porque no dejas de babear
cada vez que lo ves ―Golpeó su frente.
―¿Estás bromeando? ―Estaba anonadado. ―¿Notaste
que estaba teniendo un serio flechazo por Jungkook y no me
lo dijiste? ¿Qué habría pasado conmigo de haber seguido
haciendo el tonto, eh? ¡Casi arriesgo todo esto! ¡Si hubiera
tenido sexo con él, probablemente ya no podría mirarlo a la
cara por darme cuenta de mis sentimientos demasiado
tarde! ―Reclamó.
―Pero lo bueno es que eso no ha pasado, ¿cierto? Ahora,
cuando vayas seriamente con él y finalmente obtengas el
sexo que tanto deseabas, podrás acurrucarte con el chico
de tus sueños sin ningún inconveniente ―Sonó alegre.
―No hables tan despreocupadamente de nosotros. Para
empezar, si él me gusta, ¡ya ni siquiera será sexo! ―Jimin
seguía sorprendido de sí mismo. ―Dios, ¿es en serio? ¿De
verdad me gusta un chico? Quiero decir... ¿es por eso que
he estado de malhumor estos días? ¿Porque no podía verlo?
―Comenzó a reír. ―Esto es una locura, de verdad... de
verdad me gusta
―¿Por qué te escuchas tan feliz?
―¡Porque me gusta Jungkook! ―Exclamó. ―¿Sabes qué
significa eso? Que tengo un excelente gusto por los
hombres. Ahora sólo debo dar el último paso para hacerle
ver que mis brazos son lo mejor que encontrará en este
mundo. Le daré mucho amor después de eso
―Ew, ya no quiero escuchar más, volveré a estudiar
―Te dejaré ser el padrino de nuestra boda ―Suspiró con
ensoñación.
―¡Ni siquiera son novios, no planees una boda todavía!
―Pero Jimin sólo rió. ―Felicidades por tu descubrimiento,
Jimin, suerte con tu plan de conquista
―Estoy en ello, espero que puedas dormir
Taehyung suspiró y cortó la llamada. Jimin observó su
fondo de pantalla con Jungkook ahí y rodó por su cama,
queriendo golpearse a sí mismo por no haberlo notado
antes. ¿Cuántas veces en el pasado había puesto a una de
sus conquistas como fondo de pantalla? Nunca. Jimin jamás
sintió tanto interés por alguien. ¿Y aun así no pudo ver lo
coladito que estaba por su lindo fotógrafo?
―Dios, soy un tonto ―Abrazó su almohada, risueño.
¿Siempre había sido tan gratificante tener un interés
amoroso en su corazón? Porque en ese preciso momento,
Jimin estaba a punto de explotar de felicidad.
◇◆◇◆◇
Jungkook abrió cuidadosamente la puerta de su cuarto,
mirando con diversión a sus amigos al encontrarlos
inundados con comida chatarra. Yoongi le dio una mirada
interesada mientras Seokjin llenaba su boca con papas
fritas, sonriendo a pesar de todo.
―Bebé, que bueno que estás de vuelta, ven y
acompáñanos a comer ―Lo invitó, tragando lo que tenía en
la boca sólo para volver a llenarla.
―Supongo que él ya está mejor... ―Murmuró, quitándose
el abrigo.
―¡Me recupero fácilmente! ―Habló con orgullo. ―Es
decir, ahora podré comer todas las cosas deliciosas que yo
quiera, ¡es estupendo! ―Su mirada se volvió curiosa
mientras estudiaba a su compañero. ―¿De quién es ese
abrigo? ―Preguntó finalmente lo que Yoongi se había estado
cuestionando desde que lo vio entrar.
―Jimin. Me lo encontré fuera del edificio, me lo prestó y
fuimos por un café juntos ―Guardó la ropa, dirigiéndose a
su portátil luego.
―¿Jimin? Ustedes de verdad son muy cercanos, ¿no?
―Señaló con elocuencia, viendo como el castaño sólo
apartaba la mirada para dejarse caer en su asiento. ―¿No
comerás?
―Necesito enviarle un correo a un amigo, ya voy
Seokjin y Yoongi intercambiaron miradas, sabiendo lo que
eso significaba. Min intentó centrarse en la comida cuando
la incomodidad comenzó a sobrepasarlo un poco.
―Jungkook, estaba pensando, sobre mi cumpleaños...
―Continuó hablando el azabache. ―Quiero hacer una fiesta
con los chicos. Algo pequeño como... cervezas y mucha
comida. Estás dentro, ¿cierto? ―El castaño giró hasta él.
―Sólo seremos nosotros, Taehyung, Jimin y Namjoon. Y será
de noche, para que no tengas que preocuparte de perder
tiempo valioso debido a la fecha. Un respiro nos vendrá bien
a todos, ¿no?
―Suena bien
El mayor sonrió, ocultando perfectamente sus maliciosas
intenciones mientras su pequeño compañero regresaba su
mirada a la pantalla. Yoongi le lanzó una mirada de
advertencia al comprender por dónde iban sus planes, pues
su expresión decía a gritos que ansiaba mover unos cuantos
hilos para que cierta pareja comenzara a funcionar.
¿Debía hacer algo para que su novio desistiera de la idea,
sabiendo los riesgos que conllevaba? ¿O sería mejor sólo
observar de lejos y esperar a ver cómo todo se desenvolvía?
Nota:
¿Pueden creer que el G.C.F in Tokyo ya cumpla un
año? ;-;
Respecto al fic, cuando pregunté sobre cuál de los
chicos sería el primero en aceptar sus sentimientos
oalgoasí, los resultados fueron: 35 votos para
Jungkook y 28 para Jimin.
Felicitaciones para las personas que votaron por
Jimin (8. Se ganaron una estrella (๑•ㅂ•)‫✧و‬
Francamente, estuvo más peleado de lo que creí, ya
veía que sólo JK obtendría votos JAJAJA (la falta de fe
en Jimin, sad).
[10]

De: dboy.gloss@...
Para: goldenboy@...
Asunto: Avanza
Hey, Golden, ha sido un tiempo.
No te he visto participando del foro desde hace mucho, por
lo que creí haberte perdido la pista. Honestamente, no es
como si pudiera culparte, yo también he estado bastante
ocupado este último tiempo y las cosas van con mucha más
calma que hace unos años.
Respecto a tu correo, me gustaría poder guiarte
correctamente con este chico del que me hablas.
Así que, antes que todo, deberías hablar contigo mismo y
preguntarte qué está pasando por tu mente cada vez que él
está cerca. Un "encontré a un chico y creo que es bueno" no
dice mucho. Pero si cambiaras tus palabras por un "me
afecta como hace tiempo nadie hace", podría hablar
abiertamente de esto contigo, sin el temor a equivocarme.
Golden, puedo intuir que estás confundido, pero eres el
único que a su vez puede descubrir qué siente
exactamente. Plantéatelo, por favor. Y si resulta que al final
este chico te gusta, desearía que corrieras riesgos por él.
Una relación no se desarrollará contigo estancado en el
mismo lugar. Atrévete y déjate llevar un poco, tienes
derecho a sentir tanto como los demás y llevar las cosas a
tu ritmo.
Ahora, si incluso así estás aterrado y necesitas una charla
más profunda que un simple correo, sabes que podemos
reunirnos en Seúl cuando gustes. El día que estés listo para
esto, dejaré mi horario libre para ti.
Quien espera que tomes las riendas de tu vida, tu amigo
que te quiere,
Gloss.

Jungkook leyó el mensaje por enésima vez desde que lo


recibió. Habían pasado días desde ello, pero aún quedaba
en blanco cada vez que lo repasaba. "Déjate llevar",
¿exactamente cómo alguien meticuloso que quería tener
todo bajo control se dejaba llevar? Y él dijo que pensara
adecuadamente en sus sentimientos por Jimin. El problema
para Jungkook era que temía de la dirección de sus
sentimientos. Gustar de alguien, enamorarse de alguien, no
parecía un buen presagio. Pero, ¿y si Gloss tenía razón y
sólo debía avanzar, esperando que todo ahora fuera
diferente?
Ah, como si tuviera tanta suerte...
Jimin entró al local, su cabeza girando en todas las
direcciones hasta clavar sus ojos en Jungkook, quien parecía
concentrado en su celular, ignorando a sus amigos sentados
frente a él. Peinando su cabello con sus dedos, giró hasta
los Kim para saber qué tan bien lucía. Cuando estos, en
cambio, sólo les miraron divertidos, rodó los ojos y caminó
con confianza hasta el castaño.
―Hey, chico bonito ―Jungkook se sentó erguido al
escuchar eso y alzó su mirada hacia el rubio, quien tomaba
asiento a su lado.
―Me estás... ¿me estás hablando a mí? ―Preguntó con
desconfianza.
―Por supuesto, cariño, ¿no te has visto en un espejo? ―Le
sonrió brillantemente.
Yoongi enarcó una de sus cejas mientras le miraba raro.
Seokjin, en cambio, se inclinó hacia Taehyung mientras se
aseguraba de bajar la voz.
―Oh, Dios, ¿él está ebrio? ―Preguntó.
―No, sólo un poco enamorado
Namjoon rió a su lado, queriendo obtener una reacción de
Jungkook mucho más hilarante que esa extraña expresión
llena de confusión.
―Oh... ―El entusiasmo de Jimin disminuyó un poco,
mirándole analíticamente. ―¿Acabo de ponerte incómodo?
―Más bien... ―El castaño devolvió su celular a su bolsillo.
―¿Qué hay con ese saludo? Ha sido tan extraño ―Rió
tímidamente, girando su rostro hacia el otro lado,
escondiéndose.
―Jungkookie ―Jimin se inclinó sobre él, buscando su
mirada. ―Realmente eres un chico precioso. Es un
desperdicio ver a alguien tan bonito como tú y no decírselo
―Gracias entonces, supongo ―Giró hasta él, su sonrisa un
poco vergonzosa antes de agregar: ―También creo que tú
eres atractivo
Todos en la mesa creyeron que Jimin en cualquier
momento saltaría sobre el menor para besarlo, pero se
sorprendieron cuando, por el contrario, sólo sonrió
dulcemente para él, sus ojos volviéndose dos líneas.
Jesús, él iba a sufrir un ataque al corazón si Jungkook
pretendía devolverle sus cumplidos.
―¡Feliz cumpleaños, Seokjin hyung! ―Giró hasta el
mayor, intentando controlar los latidos de su corazón bajo
una distracción.
―Él no está de cumpleaños ―Señaló Namjoon.
―¿No? ―Miró a todos confuso. ―¿Pero no hemos venido
aquí a celebrar su cumpleaños?
―Sólo un poco adelantado ―Seokjin sonrió. ―Mi
cumpleaños es mañana, pero he reservado el día para estar
con el lindo chico junto a mí ―Abrazó al menor por su
costado, besando dulcemente su mejilla. Yoongi se limitó a
sonreír mientras giraba hacia él, besando suavemente sus
labios en respuesta. ―Pero gracias por estar aquí, creo que
a esta altura del año a todos nos vendría bien una noche
libre ―Suspiró, distanciándose de su novio.
Jungkook estaba completamente de acuerdo. En realidad,
él estaba cumpliendo adecuadamente con sus proyectos y
exámenes antes de la llegada de vacaciones, pero su
cabeza se había mantenido demasiado ocupada con temas
que quería evitar y eso lo estaba agotando más rápido de lo
que deseaba. Jimin no pudo ignorar el pequeño rastro de
pesar dejado por un suspiro del chico junto a él, sin
embargo, decidió no entrometerse en su vida ahí frente a
todos y disfrutar de la comida que estaba pidiendo ahora el
cumpleañero.
La mesa estuvo llena de botellas y una gran cantidad de
comida en cosa de minutos. La conversación se mantuvo
fluida entre todos y Jimin no comprendía cómo habían
esperado tanto para reunirse. ¿Por qué casi al final de su
cuarto semestre recién estaba compartiendo con esas
personas? Ahora que había encontrado a Jungkook, ni
siquiera quería recordar la monotonía de su vida antes de
él.
El castaño había desestabilizado por completo a su
persona, y de una manera bastante agradable. El apremio
en los latidos de su corazón sólo aumentaba la emoción de
Jimin. ¿Se sentiría Jungkook igual de emocionado algún día
ahí, junto a él? Por supuesto que sí. Tenía que ser así. Si él
se estaba volviendo loco por ese chico, se encargaría de
volverlo loco también. Era lo justo.
Jungkook se sentiría agradecido de caer enamorado por él
cuando lo tuviera entre sus brazos, llenándolo de palabras
bonitas y un amor desmedido.
Dios, él se estaba volviendo cursi en tan poco tiempo... ¿o
siempre lo fue?
―Hyung, escuché que este año los estudiantes de artes
escénicas quieren recrear su propia versión de Un cuento de
navidad ―Dijo Namjoon en medio de la charla. ―Obtuviste
el protagónico, ¿no?
―Lo hice ―El pecho de Seokjin se inflaba con orgullo,
aunque su sonrisa era humilde.
―¿No te intimida hacer el papel de un viejo egoísta? Por
más que lo piense, no tienes nada similar con el personaje
de Ebenezer Scrooge
―Gracias, me alegra saber que no me ves como un mal
tipo, Namjoon ―El azabache puso los ojos en blanco,
Namjoon rió avergonzado. ―Pero, francamente, no me
siento intimidado por esto. Soy un actor estupendo y me
dieron el protagónico por algo, por supuesto que tengo
confianza en mí ―Sonrió brillantemente, su expresión
tornándose extraña luego. ―Aunque... me pregunto qué tan
bueno será el maquillaje ―Giró hasta su novio. ―Irás a
verme ese día, ¿cierto? No tienes permitido huir de mí sólo
por tener arrugas falsas
―Seokjinie, se necesita más que arrugas para espantarme
―Le aseguró, tomando delicadamente su mano. ―Te querré
incluso cuando tu cabello se vuelva blanco o... bien, se
caiga, ¿quién sabe? ―Y sólo eso bastó para que Seokjin lo
empujara y Yoongi riera, divertido con la imagen en su
mente.
―Tendré juventud eterna, ¿de qué estás hablando?
―Reclamó, agitando su cabeza para voltear a Taehyung,
quien parecía concentrado en la comida. ―De todas formas,
¡me alegra que este año compartamos escenario, Tae! Estoy
seguro de que serás un excelente fantasma
―Hyung, no hables de eso, yo sí estoy nervioso
―Lloriqueó, llenando su boca de comida para no hablar al
respecto.
―Hmm... ―Jimin miró atentamente al menor del grupo,
quien hasta ahora había comido en silencio. ―¿Qué hay de
ti, Jungkook? ¿Vas a participar de una de las actividades
navideñas de tu carrera?
Seokjin y Yoongi sonrieron a la vez, viendo como el
castaño se hundía en el asiento mientras se tensaba. Para
Jimin esto no pasó desapercibido.
―No... no... yo no me inscribí en nada ―Murmuró, más a
regañadientes. ―¿Qué hay de ti, hyung? ―Se irguió en el
asiento, intentando desviar la atención. ―¿Participarás del
acto de tu carrera?
―Oh, ¡él lo hará! ―Taehyung saltó en su asiento. ―Los de
danza están preparando dos bailes y Jimin será una de las
figuras principales en una de ellos. ¡Será el hada más bonita
entre todos sus compañeros!
Jimin gruñó, lanzándole una mirada asesina. Taehyung se
encogió en su asiento y volvió a llenar su boca de comida,
prometiendo silencio. Tristemente, Namjoon pareció tomarlo
con gracia.
―Un hada, eso está bien ―Namjoon rió. ―Considerando
la celebración, pudo ser peor que eso. ¿Te imaginas siendo
uno de los duendes de Santa Claus?
Y ahora toda la mesa de llenó de risas. Jimin sintió su cara
enrojecer por completo mientras quería golpear a sus
amigos. ¿Por qué ellos eran tan habladores? Él ni siquiera
era tan excesivamente pequeño.
―Un hada... ―Jungkook murmuró, llamando la atención
del rubio. ―Creo que se adapta a ti. Las hadas son criaturas
bellas dotadas de talento en las artes, así que... ―Sonrió
dulcemente, sus ojos deteniéndose en los del contrario. ―Es
un poco como tú, ¿no, hyung? Me gustaría verte ese día
―Puedes verme ―Respondió instantáneamente. ―Quizás
porque es tu primera navidad aquí que no lo sabes, pero el
show está abierto para todos aquellos estudiantes que
decidan asistir. Es igual con el baile de noche
―Y... uhm... ¿está bien si tomo fotos de ti durante tu
presentación? ―Preguntó en voz más baja, con timidez.
―Me gustaría que lo hicieras ―Se acercó más a él. ―Es
más, deberíamos asistir a la fiesta de cierre esa noche,
compartir un rato y luego... hacer una sesión, ¿no te
parece? ―Sonrió ladeado. ―No hemos tenido tiempo para
fotografías, quizás ese sea nuestro momento
―Nuestro momento ―Repitió, sintiéndose cohibido por lo
íntimo que se oía eso. ―Parece una buena idea
Jimin suprimió un grito de victoria mientras extendía su
mano hacia él, acariciando fugazmente su barbilla para
luego distanciarse. Las mejillas de Jungkook se llenaron de
rubor y todos en la mesa intentaron ignorar lo cercanos que
estaban actuando.
―De todas formas, ya quiero que lleguen las fiestas
―Seokjin suspiró, recuperando la atención. ―Podremos
comer y beber todo lo que queramos sin preocuparnos de
exámenes por dos semanas ―Celebró, llevando una copa a
sus labios para beber el contenido con gusto.
―Ahm, sí ―Jimin ya no parecía tan contento, más bien, su
sonrisa ahora era un tanto amarga. Jungkook hubiera
preguntado qué pasaba de no ser porque Taehyung se
adelantó a hablar.
―¿Tu familia se queda aquí durante las fiestas, hyung?
―Seokjin miró fijamente a su dongsaeng. ―¿No te aburre
pasar las fiestas aquí? Incluso si se trata de Seúl... ―Divagó.
―Hey, yo me quedo en Seúl ―Protestó Namjoon.
―Pero a veces vas con tus padres a Daegu con nosotros
―Señaló. ―Y Seokjin hyung... ―Regresó su atención a él,
quien le miraba con una sonrisa amable. ―Creo que toda tu
familia está aquí, ¿cierto? Me pareció oír que tu familia era
dueña de una empresa, eso se oye complicado. ¿Las
familias ricas celebran navidad como el resto de las familias
o lo hacen más a lo grande?
―¡Taehyung! ―Reprochó Namjoon al notarlo un
entrometido. ―Lo siento, hyung, su curiosidad es peor que
la de un niño
―Está bien, estamos en confianza ―Se encogió de
hombros. ―Pero siento decepcionarte, Taehyung, no hay
mucho que decir de mis fiestas familiares. Han pasado años
desde la última vez que pasé una navidad con mi familia
―Giró hasta su novio, quien sólo le miraba. ―Este año iré
con la familia de Yoongi ―Tomó su mano delicadamente,
sonriéndole con cariño.
―Así es ―El menor presionó su mano, dándole confianza.
―Seokjinie no habla con sus padres, así que es inútil
preguntar al respecto
―Oh... ―Taehyung parecía sentirse culpable. ―Siento
haberme entrometido, hyung
―No es nada malo ―Seokjin lo tranquilizó. ―No es que
tengamos una mala relación, pero mi familia no está muy
de acuerdo con mi elección universitaria. Estoy seguro de
que lo entenderán algún día ―Sonrió. ―Además, no es
como si estuviera solo. He pasado mis vacaciones con
Yoongi los últimos 3 años y la última vez incluso fuimos a
Busan con Jungkook ―El aludido sonrió alegremente,
observando a sus amigos. ―La familia de Jungkook es un
cielo, creo que son las personas más agradables y gentiles
que he conocido
―Mis padres también estuvieron felices de conocerlos
―Agregó el castaño.
―Los padres de Jungkook son como una versión
extrovertida de él ―Seokjin carcajeó mientras el menor
rodaba sus ojos. ―Su hermano, en cambio, tiene una
personalidad parecida a la de él, pero se vuelve bromista
una vez que toma confianza
―¿Tienes un hermano? ―Jungkook asintió hacia Jimin.
―Mi hermano mayor está haciendo el servicio
actualmente, por lo que nuestra casa se sentirá un poco
vacía esta navidad ―Sonrió débilmente. ―Supongo que
volverás a tu casa estas fiestas, ¿cierto, hyung?
―No realmente ―Jimin chasqueó con la lengua.
―Pasaremos nuestras fiestas donde mis tíos en Busan
―Siendo Busan un lugar tan bonito, no luces del todo
contento ―Señaló Seokjin con interés.
―Me gusta mi familia y me gusta Busan, pero esperaba
unas vacaciones más... tranquilas ―Musitó. ―La casa estará
llena y probablemente compartiré cama con mis primos
pequeños que sueñan con ser futbolistas durante la noche.
Los moretones no se ven muy bien en mis piernas, ¿saben?
―Todos rieron. ―O quizás... puede que mis padres paguen
un hotel por unos días, pero no creo que eso suceda si
planean quedarse dos semanas completas ahí
―Puedo entenderlo, creo que todos queremos un
descanso real en vacaciones ―Murmuró Namjoon. ―Por
ejemplo, si voy a Daegu, sé que los hermanos de Tae me
usarán como columpio
―¡Hey! ―El resto rió mientras Taehyung le daba un golpe
a su primo. ―¡Mis hermanos son unos angelitos!
―Desearía que lo fueran, en serio ―Frotó su brazo que
acababa de ser golpeado.
―Ahm... pero... sobre eso... ―Jungkook intervino de
manera vacilante, mirando de reojo al chico junto a él.
―Soy de Busan también, así que... ―Su voz fue
disminuyendo debido a los nervios. ―Si estás de acuerdo,
es decir, si no te molesta, uhm... yo podría... ehm... invitarte
a dormir en mi casa ―Todos miraron fijamente al menor,
quien intentaba mirar a los ojos del rubio. ―Sé que a nadie
en casa le molestará, por el contrario, probablemente les
guste conocerte. Puedes permanecer ahí los días que
desees e ir a casa de tus tíos específicamente para las
fiestas o... o... como gustes ―Musitó al final.
Jungkook estaba demasiado nervioso para que eso se
tratase de una simple invitación, el resto lo sabía. Cuando
Seokjin y Yoongi habían ido a pasar sus últimas vacaciones
a Busan con el menor, este había actuado feliz y entusiasta,
pero ahora era algo similar a una gelatina de frambuesa.
Jimin se quedó en silencio, estudiando el ansioso
movimiento de sus manos mientras analizaba su invitación,
y la sonrisa se extendió en sus labios al comprender el
significado de ello.
Podría pasar sus vacaciones al lado de ese chico.
―¿Es así? ―Jimin volvió a inclinarse sobre él, sin dejar de
sonreír. ―¿Me darías el honor de salir contigo entonces? Me
vendría bien dar un paseo por Busan en compañía de
alguien tan agradable
―Me gustaría salir contigo también ―Jungkook ni siquiera
parpadeaba, hipnotizado por el chico de ojos sonrientes.
―Y a mí me encantará quedarme en tu casa y conocer a
tu familia, Jungkookie ―Aseguró, posando su mano en su
pierna para presionar su rodilla en confianza.
Jungkook enseñó una adorable sonrisa dental, haciendo al
corazón de Jimin latir desbocado en respuesta. Él no estaba
seguro de poder sobrevivir a esas vacaciones si Jungkook
estaría a su lado sonriéndole así de bonito.
La burbuja se rompió para ambos cuando Seokjin
comenzó a narrar sus últimas vacaciones junto a sus
amigos. Eso dio hincapié al resto para contar sus propias
anécdotas y las botellas se fueron vaciando entre risas y
recuerdos hasta embarazosos. Para cuando la comida acabó
y algunos pensaron que sería suficiente, Seokjin, un poco
pasado de copas, se levantó alegremente diciendo que la
noche aún era demasiado joven. Y, habiendo pagado la
cuenta, no tardó en dirigir al grupo hacia un local de
karaoke, pues tenía deseos de cantar.
Jungkook estaba seguro de que era primera vez que le oía
desafinar de aquella manera, pero su amigo lucía feliz
mientras cantaba una balada junto a Taehyung. Cuando la
pista que eligieron más tarde fue una de hip hop, Namjoon
fue quien tomó el micrófono junto a su hiperactivo primo
que intentaba seguir la velocidad de sus palabras. El resto
se retorció de risa en los asientos mientras escuchaban
nada más que balbuceos.
―Él es horrible ―Murmuró Yoongi observando al menor de
los Kim, quien no dejaba de tropezar con sus propias
palabras.
―Hmm... ―Seokjin se recostó sobre su hombro, mirándole
con una sonrisa boba. ―Él se ve adorable mientras intenta
imitar a Namjoon ―Admitió, provocando que su novio
volteara a verle con el ceño ligeramente fruncido.
―Cariño... ―Sostuvo su mejilla, rozando sus labios con los
de él. ―Ve ahí y enséñales a rapear, ¿quieres? ―Dio un
fantasmal beso en su boca, distanciándose con una sonrisa
presuntuosa.
Yoongi rió, levantándose para adueñarse del micrófono.
Cuando los Kim regresaron a sus asientos, Namjoon rió al
ver a su primo boquiabierto por la demostración de Yoongi
en ese momento.
―Woah ―Fue todo lo que salió de la boca de Taehyung.
―Sí, woah ―Repitió Seokjin, admirando con ensoñación a
su novio mientras no dejaba de sonreír. ―Él me ha vuelto
loco por completo. Sinceramente, ¿no creen que tengo un
novio completamente increíble? ―Presumió felizmente.
Jungkook rió en voz baja, despegando la mirada de sus
amigos para voltear hacia Jimin. Su expresión se llenó de
intriga al notar que el chico a su lado, quien bebía una lata
de cerveza, tenía sus ojos fijos en él, ignorando todo lo
demás.
―Hyung, ¿no vas a cantar? ―Preguntó.
―No ―Negó con la cabeza, dejando la lata sobre la mesa.
―Siento mi garganta algo irritada ―Mintió.
Bien, quizás su garganta sí estaba un poco irritada, pero
no era nada grave. Simplemente, Jimin no tenía confianza
en su voz. Aun cuando varios cercanos le habían dicho que
cantaba bien, él no podía creerlo tan fácilmente, y se
negaba a desafinar desastrosamente con el chico de sus
sueños presente en ese lugar.
―Es una lástima, me hubiera gustado escucharte ―La
decepción fue visible en sus bonitos ojos.
Tal vez Jimin podría practicar para algún día cumplirle ese
deseo, ¿por qué no? Si las cosas resultaban bien, cantaría
canciones de amor para ese chico cada día de su vida.
―¡Oh, ahí viene Min Yoongi, el chico de mis sueños!
Jimin y Jungkook voltearon hacia la pareja, notando como
Yoongi se avergonzaba mientras retomaba su lugar junto a
su novio, quien claramente a esa altura ya no tenía ni un
poco de pudor. Los primos Kim no dudaron en correr de
regreso a los micrófonos mientras reían de la empalagosa
pareja.
―Seokjinie, creo que ya has bebido suficiente ―Señaló
gentilmente el menor, quitándole la cerveza que sostenía
para ponerla sobre la mesa.
―Claro que no, sólo han sido tres latas ―Protestó.
―¿Quieres que te recuerde todo lo que has bebido en el
local de comida? ―Alzó una de sus cejas.
―Ok, chico listo ―Enredó sus brazos en el cuello del
contrario, sonriendo para él mientras se acercaba. ―¿Por
qué no usas esos deliciosos labios para otra cosa?
―Ronroneó cerca de él.
Jungkook apartó la mirada cuando el azabache se
abalanzó sobre el de mechones azules, devorando su boca.
―Ellos son apasionados ―Murmuró Jimin con una risita,
sosteniendo una nueva cerveza. ―Siempre creí que eran del
tipo pudoroso ―Admitió, girando hacia el castaño. ―Quiero
decir, los he visto caminar de la mano y actuar
melosamente con el otro, pero siendo de esta manera...
―Volvió a reír. ―Definitivamente no, no parece muy de ellos
―Bueno, supongo que suelen reservar ciertas facetas
para la intimidad ―Jungkook bufó. ―Pero Seokjin hyung se
pone excesivamente amoroso cuando está ebrio y Yoongi
hyung tiene nula resistencia ante él
―No lo culpo, creo que para todos es difícil controlarnos
cuando se trata de la persona que nos gusta, y el alcohol
elimina la timidez de la mayoría
―Has bebido mucho esta noche ―Señaló el menor. ―¿Te
sientes menos tímido?
―Yo nunca soy tímido, Kookie ―Sonrió de manera
irresistible, mirándole con intensidad.
―Hmm... ―Jungkook frotó sus manos contra la tela de sus
jeans, sintiéndose cohibido bajo su atenta mirada.
―Sinceramente, me parece que hay algo diferente en ti
esta noche ―Mordisqueó su labio inferior, sosteniendo su
mirada con timidez. ―Eres más atrevido
―¿Te gusta que sea atrevido? ―Preguntó en cambio,
humedeciendo sus labios. Jungkook lo meditó unos
segundos antes de asentir muy apenas, haciéndole soltar
una risita. ―Vaya... ―Extendió su mano hacia él,
sosteniendo su mejilla. ―¿Es porque sólo actúo así contigo?
―Lo estás asumiendo ―Musitó nervioso, intentando
resistirse al impulso de apoyar su rostro contra esa cálida
mano.
―Estoy diciendo la verdad ―El castaño presionó sus
labios en una línea, un poco tenso. ―Tienes esos ojos... tan
bonitos
―¿Los tengo? ―Jimin asintió, acariciando su mejilla
mientras su mirada bajaba hasta sus labios.
―Y tus labios... ―Sus dedos serpentearon por su rostro,
su pulgar presionando contra los finos labios. ―Me
recuerdan a una cereza. Tan rojos y... apetecibles a la vista
―Jungkook sintió que su respiración se cortaba cuando Jimin
volvió a mirar sus ojos. ―Si los muerdo, ¿serán así de
dulces, Jungkook?
―Sabes la respuesta a eso ―Tomó su mano, con intención
de alejarla, pero su cuerpo no respondía a sus órdenes
mientras por dentro sólo creía que iba a enloquecer.
―No lo sé ―Respondió, disminuyendo la distancia entre
sus rostros mientras ladeaba su cabeza, su voz volviéndose
un murmullo. ―Es por eso que necesito comprobarlo
Jungkook sintió su respiración volverse pesada debido a la
ansiedad. Él no creía que era un buen momento para un
beso, pero Jimin estaba ahí, diciéndole que este era su
deseo, y su corazón saltaba con alegría ante solo
escucharlo.
Maldición, él era feliz.
Jungkook era feliz sólo porque el chico junto a él quería
besarlo, y él ya no podía ignorar el significado de eso.
―¡Jungkook! ―El castaño se sobresaltó cuando Seokjin
gritó repentinamente su nombre. Jimin maldijo por lo bajo
mientras se distanciaba. ―¡Es mi cumpleaños y aún no
cantas ninguna canción para mí! ―Refunfuñó.
―Oh, lo siento, hyung ―Se levantó de inmediato, aliviado.
―¿Tienes alguna preferencia?
―Sólo canta una de esas canciones en inglés que tanto te
gustan ―Sonrió para él. ―Quiero escucharte, bebé
Jungkook asintió, aceptando el micrófono de parte de
Namjoon. Jimin dejó ir su mala expresión mientras leía el
nombre de la canción que el menor había seleccionado
luego de un repaso meticuloso. Su cabeza quedó en blanco
en el momento en que aquel chico comenzó a cantar.
―Me gusta ser independiente, no hay que invertir mucho,
nadie que me diga qué hacer. Me gusta estar solo, sin tener
que entretener a nadie más, ni a nadie que responder. Pero
a veces sólo quiero a alguien a quien abrazar, alguien que
me dé su chaqueta cuando hace frío, con quien tener ese
amor joven incluso cuando seamos viejos. Sí, quiero a
alguien que me tome de la mano, me levante, me acerque a
él, que sea mi hombre; te amaré hasta el final
Jimin se preguntó si ellos estaban pensando lo mismo en
el momento en que Jungkook apartó la mirada de la pantalla
para mirarlo a él, con ojos brillosos y labios temblorosos que
no dejan de seguir melodiosamente aquella canción.
Y es que Jungkook no podía ignorar que el rubio era el
chico que había puesto una chaqueta sobre sus hombros los
días de frío, ni mucho menos olvidaba aquel día que este lo
alzó frente a YooJung y su abuela, presumiendo de su
fuerza.
―Así que si estás allí afuera, juro que seré bueno contigo
―Una sonrisa se esbozó en labios de Jimin, dedicándosela
exclusivamente a él ―Pero estoy harto de buscar a mi
futuro alguien. Porque cuando sea el momento correcto, tú
estarás aquí. Querido nadie, esta es tu canción de amor
Jungkook regresó su mirada a la pantalla, terminando la
conexión. Los latidos de su corazón aún estaban fuera de
control y podía sentir la intensa mirada de Jimin sobre él.
―En realidad no me gustan las grandes multitudes, tiendo
a rechazar a las personas; me gusta mi espacio, sí. Pero me
encantaría tener un alma gemela. Dios me lo dará algún día
y sé que valdrá la pena la espera
Las palabras se repiten mientras en su cabeza Jungkook
intenta recordar que Jimin y él no son los únicos ahí. Sus
amigos lo están escuchando, lo están viendo reaccionar, y
exponerse a sí mismo no dejaría oportunidad de dudas
respecto a sus sentimientos. ¿Él siquiera dudaba de cómo
se sentía cerca de Jimin a esa altura de las cosas?
Poco antes de terminar la canción, el menor volvió a girar
al escuchar una puerta abrirse y cerrarse, descubriendo que
había sido Jimin quien había salido. No pudo ocultar la
decepción en sus ojos mientras alejaba el micrófono de sus
labios.
―Waaah, ¿vieron eso? ―Seokjin aplaudía con fervor
mientras el castaño caminaba hasta él con una sonrisa
pudorosa. ―Ese es Jeon Jungkook, señores, mi niño dotado
de una infinidad de talentos
―Hyung, estás exagerando ahora ―Pero Seokjin sólo
sonreía, orgulloso de él. ―Por cierto, iré al baño ahora
―Murmuró, señalando hacia la puerta.
El resto asintió mientras lo veían salir.
―Ah, la tensión entre ellos me estaba poniendo la piel de
gallina ―Taehyung se abrazó a sí mismo, fingiendo un
escalofrío. ―Este lugar se volvió demasiado íntimo de
repente
―¿A Jimin de verdad le gusta Jungkook? ―Preguntó
Yoongi, con una expresión analítica.
―Por supuesto que sí, ¿no se le nota lo suficiente? ―El de
cabellos grisáceos hizo una mueca con sus labios. ―Él me
manda mensajes todos los días hablando de Jungkook.
Antes parecía hacerlo de manera inconsciente, pero ahora
que ha aceptado sus sentimientos, creo que está dispuesto
a volverme loco ―Se quejó.
―¿Qué dices? Siempre pareces feliz cuando recibes sus
mensajes. Sonríes como un tonto cada vez que Jimin te
habla ―Se burló su primo.
―¡Es porque estoy feliz por él! ¡Ni siquiera creía que
llegaría a enamorarse de Jungkook! ―Admitió por medio de
una carcajada. ―Pero me alegra, es un buen chico, creo que
serán algo positivo en la vida del otro
―¿Ves? Es lo que yo decía ―Seokjin codeó a su novio.
―Creo que es cosa de tiempo para que tengamos una
nueva parejita entre nosotros ―Celebró.
Yoongi se mostró pensativo. Si Jungkook aceptaba sus
sentimientos por Jimin también, entonces no había manera
de que eso resultara mal. Esperaba que su amigo fuera
capaz de dejar ir sus inseguridades y vivir el amor que tanto
había anhelado desde su adolescencia.
Jimin mojó su cara un par de veces, repasando su reflejo
en el espejo. Dios, si él se hubiera quedado un segundo más
ahí adentro, de seguro habría sucumbido a sus impulsos y
habría tomado al menor frente a todos para besarlo y
presentarse como su alma gemela o, bien, como su querido
nadie. Recordando la bella voz de Jungkook mientras
cantaba, rió soñadoramente mientras daba vueltas
mentalmente.
Maldición, ¿qué más perfecto que eso podía ser? Jungkook
era un completo 10 en todo.
Salió del baño, mucho más relajado, y se detuvo
súbitamente al encontrar a Jungkook a sólo pasos de él,
recargado contra la pared del pasillo mientras veía el piso.
Él lucía un poco perdido ahí. ¿Y por qué estaba afuera, de
todos modos?
―Se te ha perdido el caballo, mi príncipe azul ―Disparó
en dirección al menor, quien rápidamente alzó la vista,
aturdido. ―Espera... ―Frunció el ceño. ―Eso sonaba mejor
en mi cabeza ―Aseguró, deteniéndose frente a él. Jungkook
intentó no reír mientras le dirigía una mirada insegura.
―¿Estás bien, hyung? ―Preguntó. ―Te has levantado de
repente, sin decir nada
―El llamado de la naturaleza, eso es ―Chasqueó con sus
dedos. ―Y no iba a interrumpirte sólo para decir que iba al
baño. Cariño, tienes una voz demasiado preciosa como para
permitir que algo te interrumpa ―Extendió su mano hasta
su rostro, sus dedos paseándose por su suave mejilla.
―Hyung, no quería decir esto directamente, pero...
―Humedeció sus labios con nerviosismo, intentando no lucir
ansioso por las suaves caricias en su rostro. ―¿No crees que
tu actitud ha cambiado conmigo el día de hoy? ―Preguntó.
Jimin sólo lo miró con una expresión en blanco. ―¿Estás
coqueteando conmigo?
―Gracias por notarlo, me preocupaba estar siendo
demasiado sutil ―Rió en voz baja, acariciando sus labios
con su pulgar.
―¿Por qué? ―La pregunta salió temblorosa de su boca.
―He hecho unos hallazgos recientemente... ―Lo miró a
los ojos, sin dejar de acariciar sus labios. ―Así que voy a
tratarte de esta forma a partir de ahora, no tengo intención
de esconder todo lo que pienso del chico precioso que tengo
frente a mí
Jungkook sostuvo su mirada un momento mientras un
suave rubor se apoderaba de sus mejillas. Dándose por
vencido frente a él, terminó por girar su cabeza, incapaz de
ver su rostro por el siguiente minuto. Jimin rió y apoyó su
frente contra su hombro, permaneciendo ahí
tranquilamente.
―¿Estás bien? ―Preguntó en voz baja el castaño,
preocupado por su repentino silencio.
―Sí... ―Murmuró. ―Quizás estoy un poco mareado
―Admitió por medio de una risita.
Jungkook suspiró, alejándolo de su cuerpo sólo para pasar
su brazo por sus hombros luego, ayudándolo a sostenerse
para guiarlo de regreso a la sala de karaoke. Jimin no quiso
decirle que estaba lo suficientemente bien para caminar por
sí mismo, porque era gratificante sentir esa cálida presencia
tan cerca de él.
La fiesta acabó cuando el cumpleañero estuvo demasiado
ebrio como para ser capaz de decir algo coherente, pues
todo se había vuelto balbuceos y risas. Taehyung, por su
parte, estaba incluso peor, y fue Namjoon quien tuvo que
arrastrarlo hasta un taxi mientras se despedía del grupo.
El resto volvió a sus residencias. Jungkook rió cuando vio a
Yoongi servir de apoyo para su novio, caminando hasta su
edificio con dificultad.
―¿Estás seguro de que puedes encargarte por ti mismo?
―Preguntó el menor en un tono elevado, haciéndose
escuchar por sobre los disparates de Seokjin.
―Él aún puede caminar, no te preocupes ―Agitó una
mano en su dirección, restándole importancia. ―Puedes
encargarte de Park
Jungkook volteó hacia Jimin, a quien había dejado sentado
en una banca y ahora sonreía tontamente hacia él. En
realidad, el rubio sólo intentaba aguantarse las risas. Antes
de salir del karaoke, se había caído en el pasillo y Jungkook
no había tardado en aferrarse a él para asegurarse de que
sus pasos fueran los correctos.
Jimin no había querido decirle que en verdad sólo tenía
tendencia a resbalarse y no estaba tan ebrio como
aparentaba. ¿La razón? El castaño parecía estar dispuesto a
llevarlo hasta su habitación y él no iba a rechazar las
buenas intenciones del joven.
―Ven aquí, hyung ―Jungkook se agachó frente a él,
dándole la espalda. ―Puedes subirte
―Siento las molestias ―Se disculpó antes de obedecer,
riendo en voz bajo cuando el menor se levantó, sosteniendo
sus piernas para empujarlo hacia arriba. ―Pero estoy siendo
cargado por un chico lindo, esta noche ha valido por
completo la pena
Jungkook rió, poniendo sus ojos en blanco mientras
entraba al edificio. Y aunque acostumbraba a usar las
escaleras, esta vez optó por el ascensor ante el miedo de
perder el equilibrio y poner en peligro el estado físico de
Jimin. No ayudaba el hecho de que aquel chico canturreara
sobre su espalda mientras intentaba asfixiarlo con sus
brazos, su nariz olisqueando alrededor de él.
―Hyung, deja de olfatearme ―Pidió avergonzado.
―¿Por qué? Me gusta como hueles
―Estuvimos en un lugar de comida y luego en un karaoke,
dudo que huela bien a esta altura de la noche ―Jungkook
arrugó la nariz al sentir su ropa pasada a comida y aceite.
Probablemente incluso cerveza.
O quizás su nariz tenía buena memoria y no le ayudaba a
superar los olores recientes.
―Uhm... ―Jimin enterró su nariz en su cuello, respirando
profundamente. ―Bebé. Hueles a colonia de bebé ―Señaló
por medio de una risita, la cual se transformó en una
carcajada cuando, luego de presionar un beso en el cuello
del contrario, este se sobresaltó de inmediato.
―¡No hagas eso! ―Protestó.
―Adorable ―Ronroneó cerca de su oreja, tocándola con la
punta de su lengua. El menor maldijo por lo bajo y Jimin rió
al escucharlo.
Jungkook se sintió aliviado cuando finalmente estuvieron
en el cuarto del rubio y lo ayudó a desvestirse.
―¿Vas a quitarme mis pantalones también? ―Preguntó
Jimin con una sonrisita traviesa. Jungkook ya había
eliminado sus zapatos, calcetines, abrigo y sudadera. No le
molestaba seguir restándole ropa a su cuerpo.
―Creo que es incómodo dormir en esos jeans, ¿no? ―El
menor no le miró a los ojos mientras tiraba de la prenda,
desasiéndose de ella en un santiamén para luego tirar la
sábana sobre él.
―Hey, pudiste tomarte tu tiempo para una apreciación
―Se quejó, pero guardó silencio cuando Jungkook negó con
la cabeza dulcemente y puso más mantas sobre él.
―Hace frío, no intentes destaparte ―Advirtió, sentándose
a su lado para mirarlo con atención. ―¿Crees que estarás
bien, hyung? ¿Tu estómago no está reclamando por tus
excesos de esta noche?
―Estoy bien ―Aseguró. ―Y el baño está a una puerta de
distancia también, así que puedes ir a descansar, cariño
Jungkook presionó sus labios en una línea, maldiciéndose
mentalmente por sentir su rostro calentarse por enésima
vez esa noche. Jimin sólo sonrió mientras le veía apartar la
mirada, temía que al abrir la boca terminara por pedirle que
se quedara con él esa noche. Y no es que Jimin no quisiera
quedarse con Jungkook, por supuesto, pero no podía negar
que ambos habían bebido varias copas y él quería recordar
su primera noche juntos de una manera más digna y
romántica.
Además, parecía que el castaño necesitaba un poco de
tiempo para analizar todo lo que estaba pasando entre
ellos, y Jimin estaba dispuesto a dejarle descansar por
ahora.
―Entonces... supongo que me iré ahora ―Musitó el
menor, levantándose.
―Jungkookie ―Lo detuvo el dueño de la habitación,
golpeando su propia mejilla con su dedo cuando obtuvo su
atención. ―Beso
―¿Uhm? ―Lo miró con confusión.
―Aquí ―Giró su rostro, señalando su mejilla. ―Un beso.
Te faltó darme un beso
―¿Qué? ―La mirada de Jimin era insistente. ―¿De verdad
quieres un beso? ―Y ahora él asintió. ―De acuerdo...
Jungkook pareció vacilar mientras se inclinaba sobre él,
sus labios rozando la piel de la mejilla del mayor con
extrema delicadeza. Jimin suspiró y no dudó en sostener su
rostro antes que se alejara, depositando en respuesta un
beso sobre su frente.
―Hyung... ―Jungkook se distanció, mirándole aturdido.
―Buenas noches, Jungkookie ―Jimin sonreía dulcemente
para él. ―Espero que sueñes con los angelitos esta noche.
Yo, obviamente, me aseguraré de soñar contigo
Jungkook sonrió, dándose la vuelta para salir rápidamente
de ahí antes de que Jimin fuera capaz de escuchar los
latidos de su corazón. El rubio rió y rodó sobre su cama con
felicidad, memorizando la linda expresión del castaño antes
de huir. Y, Dios, él aun podía sentir esos suaves labios
contra su mejilla.
Yoongi giró automáticamente hacia la puerta cuando vio a
entrar a su amigo, completamente sobrellevado.
―Conseguiste-conseguiste que hyung se durmiera ―Su
voz tembló mientras intentaba sonreír de manera
convincente.
―Sí ―Alzó una de las cejas mientras veía al menor
quitarse nerviosamente sus zapatos y abrigo,
acomodándolos para luego correr a su cama.
―¿Pasarás la noche aquí?
―Son casi las 3, no quiero molestar a mi compañero
llegando a esta hora. Eso no te molesta, ¿no?
Jungkook negó con la cabeza, quitándose el resto de ropa
hasta sólo quedar en ropa interior y camiseta. Yoongi
conservó su mirada sobre él cuando lo vio meterse bajo sus
sábanas distraídamente, sus oscuros ojos evidenciando un
mar de dudas en contra.
―Hyung, la cosa es... ―Finalmente dijo, sin mirar a su
amigo. ―Me gusta Jimin ―Confesó.
―Pude notarlo ―Jungkook cerró sus puños en las mantas,
mirando hacia la pared con ansiedad. ―¿Qué piensas hacer
al respecto?
―No estoy seguro ―Murmuró. ―Sólo... no quiero alejarlo
de mí, de ninguna manera. Ha pasado un tiempo... desde
que me sentí así por alguien ―Llevó una mano hasta su
corazón, suspirando dolorosamente.
―Sabes que Jimin no es Hoseok, ¿cierto? ―Le recordó,
Jungkook le miró con tristeza. ―Las cosas no funcionaron
con tu primer novio, pero pueden funcionar con Jimin si lo
intentas. ¿Quieres intentarlo?
―Eso es... me gustaría decir que no ―Admitió, enseñando
una sonrisita al final. ―Pero cuando él me mira como si
quisiera besarme, de verdad me siento feliz ―Tapó su
rostro, emocionado. ―Soy feliz cuando él está cerca, hyung.
Entonces, ¿cómo negarme esta felicidad? ―Preguntó en voz
baja. ―Si realmente somos compatibles... me gustaría
averiguarlo
―Entonces hazlo ―Lo impulsó, Jungkook le dedicó una
mirada. ―Seokjin y yo estaremos aquí en caso de que lo
necesites ―Prometió.
Jungkook sonrió un poco en agradecimiento, recostándose
en el colchón para abrazar su almohada. Si dejarse llevar y
correr riesgos era lo que necesitaba, él estaba dispuesto a
hacerlo ahora. No había razón para creer que Jimin no era
su persona indicada.
Alguien que hacía latir su corazón de tal forma luego de
una gran decepción, no podía ser el equivocado.
Nota:
Sí, ustedes pueden preguntarse por qué esto parece ir
demasiado bien JAJAJA. Pero, honestamente, Jimin y
Jungkook de este fic son unos románticos, así que no se
sorprendan tanto (?). Ya verán bien~
Por cierto, planeo comenzar a hacer dedicaciones desde el
próximo capítulo (eligiendo al azar entre los comentarios).
Dejo el aviso por si alguien le llega una notificación al
respecto gg.
¡Espero estén teniendo una bonita semana! 💕
[11]

Jimin tenía una expresión impasible mientras calentaba para


su número de baile. Hace sólo media hora, había visto a Min
Yoongi colarse por el pasillo de los camerinos para dirigirse
a aquel destinado para los estudiantes de teatro. Ya que él
lo había encontrado de casualidad, decidió ayudarlo a llegar
a su destino, y envidia de la buena golpeó su corazón
cuando vio al mayor reunirse con su novio, quien ya estaba
maquillado de su personaje y parecía un poco horrorizado
de ser visto por Min antes de la obra.
Sin embargo, Yoongi rió con dulzura mientras le extendía
un ramo de rosas rojas, murmurando después palabras
bonitas llenas de los mejores deseos. Seokjin había tenido
que abanicar sus ojos para no ponerse a llorar por el
maravilloso novio que tenía.
Mientras tanto, Taehyung parecía querer mofarse de él por
su evidente decepción al notar que Jungkook todavía no
había llegado. Y aunque él había preguntado a los amigos
del menor por su ubicación, estos sólo se miraron con
complicidad antes de que Seokjin avisara que pronto estaría
ahí. Yoongi se despidió de ellos diciendo que iría con
Namjoon para obtener unos buenos asientos en primera fila.
Ahora Jimin se preguntaba si Jungkook ya estaba ahí
sentado, esperando por el show mientras sus dedos jugaban
impacientemente con su cámara. Él se aseguraría de brillar
esa noche sólo para que su chico comprobara que era lo
más semejante a una estrella.
―Disculpen, ¿de casualidad está Park Jimin aquí?
El rubio dejó de hacer estiramientos apenas escuchó esa
bonita voz. Esquivando una fila de vestimentas y a sus
compañeros que terminaban de prepararse en el fondo, se
detuvo a pasos de la puerta cuando vio a Jungkook ahí. El
aire se atoró en sus pulmones ante la imagen de ese
momento.
Jungkook lo miró fijamente, con esos tímidos y brillantes
ojos que parecían querer admirarlo sin sentir pudor. Su
selección en vestuario no era muy distinta a lo que
comúnmente usaba, por no decir que era lo mismo de
siempre, sin embargo, sus cabellos color chocolate habían
sido reemplazados por unos rojos color cereza bastante
llamativos. Ni siquiera había imaginado que el menor podría
aventurarse de tal manera respecto a tintes de cabello.
―Wouh ―Fue todo lo que Jimin pudo decir, terminando
con la distancia entre ambos. ―Tu cabello...
―Lo sé. Idea de Seokjin hyung ―Interrumpió,
ruborizándose. ―¿Se ve muy mal?
―¿Qué dices? ―Jimin extendió su mano hacia él, jugando
con los cabellos que se sentían sedosos entre sus dedos.
―Luces increíble. Me gusta
―¿Es así? Temía resaltar demasiado ―Admitió
tímidamente. Jimin tuvo que morder su lengua para no
decirle que efectivamente era de esa manera. ―Hyung, yo-
uhm... compré esto para ti ―Extendió sus brazos hacia él.
La boca de Jimin se abrió en una "o" cuando por primera
vez notó el ramo de flores que cargaba el menor. Había sido
encandilado por su cambio de look de tal manera, que su
corazón casi escapó de su pecho al comprender que aquel
joven había traído flores para él.
Era primera vez en su vida que Jimin recibía flores que no
eran de parte de su familia como manera de felicitarlo tras
sus presentaciones. Y, sobre todo, era primera vez que
alguien le daba un ramo de flores de azahar.
―¿Sucede algo? ―La voz del menor salió como un
temeroso murmullo cuando Jimin se quedó en silencio
mirando las flores.
―Sólo... es primera vez que alguien me trae flores
―Acercó el ramo a su rostro, aspirando el aroma. ―Son tan
preciosas, Kookie. Tú eres tan precioso también ―Sostuvo el
ramo contra él, mirándole con emoción desbordando de sus
ojos mientras sonreía feliz. ―Me has desarmado por
completo y se siente bien. Me gusta esto. Gracias... por
venir aquí
―Me hace feliz que te gusten, hyung ―Sonrió más
risueño, aliviado del resultado. ―Estoy seguro de que tu
presentación irá de maravilla. Yoongi y Nam han conseguido
buenos asientos, por lo que estaré fotografiándote desde
primera fila. Deslumbra a todos esta noche, ¿sí?
―Lo haré
Los ojitos del menor se arrugaron de felicidad, adorando al
chico confiado frente a él. Jimin se inclinó sobre el más
joven, empujando suavemente su hombro hacia abajo para
besar dulcemente su mejilla antes de que fuera capaz de
irse. Jungkook hizo una rápida reverencia con su cabeza
para salir huyendo segundos después, avergonzado por la
pequeña muestra de afecto.
Jimin hubiera durado más en su mundo de sueños si no
fuera porque sus compañeros empezaron a lanzar bromas y
comentarios en su dirección apenas el estudiante de
comunicación salió de sus vistas.
―No puedo creerlo, ¿estás saliendo con Jeon Jungkook?
―Jimin escondió su sonrisa detrás del ramo de flores,
observando juguetonamente a Hyerin, quien le miraba
sorprendida. ―Oh, Dios, ¡le gustan los hombres! ―Añadió
después, aturdida.
―Eso explica porque te rechazó sutilmente cuando
coqueteaste con él en el comedor el semestre pasado
―Minhyuk rió a su lado, provocando que Jimin enarcara una
de sus cejas.
―Hey, compañero, tranquilo ―Ella levantó sus manos.
―Es tuyo, está ocupado, me ha quedado claro ahora. No
voy por imposibles ―Le tranquilizó risueñamente.
―De todas formas, ¿por qué flores de azahar? ―Preguntó
Minhyuk con una expresión extraña. ―Es una elección...
bastante particular
―Tienen efectos calmantes, ¿no? ―Hyerin señaló.
―Quizás Jungkook quería decirle de manera indirecta que
todo estaría bien, que no había razón para ponerse nervioso
―Quizás... ―Ella aceptó la idea.
―¿O directamente espera que él haga agua de hiervas
con ellas? ―Hyerin le miró como si fuera un lunático, pero
Jimin sólo rió.
Sin importar la razón, encontraba tierna la primera
explicación. Que Jungkook fuera meticuloso incluso para
elegir las flores era aún más adorable.
―¿Vas en serio con él? ―Escuchó la voz de Taemin detrás
de él mientras depositaba delicadamente el ramo sobre uno
de los muebles. ―Vas en serio con él ―Volvió a decir, ahora
como afirmación.
―Sí, voy en serio con él ―Volteó hacia su mayor,
sonriendo con honestidad. No había nada que pudiera
arruinar su humor ese día.
―Y tú le gustas ―Dijo con seguridad, mostrándose
meditabundo. ―Jungkook no te habría traído flores de no
sentir interés por ti ―Ahora miró el ramo, intentando no
hacer una mueca de desprecio con sus labios. Flores de
azahar... a pesar de los años, Jeon seguía siendo un mocoso
cursi. ―Supongo que felicitaciones ―Sonrió para el rubio
con tranquilidad, dándole la espalda después. ―Mientras te
dure, Jimin
El menor puso los ojos en blanco, dejando su comentario
pasar. Si Taemin le guardaba rencor no le importaba en lo
más mínimo, él no iba a permitir que las malas vibras de
ese chico le afectaran. Conocía a Jungkook y eso era todo lo
que importaba, no los estúpidos comentarios de alguien que
decía saber más del joven sólo por conocerlo desde mucho
antes.
El número del grupo de Jimin fue el primero. Jungkook
sostuvo su cámara con seguridad cuando el bailarín salió a
escena, dejándolo sin aliento. Anteriormente, cuando había
visto a Jimin, este sólo vestía un traje ligero de color blanco
dándole un aura bastante pura, pero ahora que dos
pequeñas alas decoraban su espalda mientras daba saltos
elegantes a través del escenario, se dijo que
definitivamente ese chico no era un hada.
Jimin parecía un ángel. Con esa expresión tan suave, esa
mirada hipnotizante y esos pasos encantadores, él lucía
más extraordinario que cualquiera de sus compañeros que
vestían igual. Quizás era el corazón de Jungkook el que
hablaba y no su razón, pero no importó. Él tomó decenas de
fotos añorando al hermoso joven del escenario. No podía
creer que finalmente conociera a alguien que lo hiciera
sentir tan vivo y afortunado.
Jimin era tan bello como un arcoíris después de la
tormenta. Jungkook se preguntó si los días grises se
acabarían a su lado.
Para cuando todos los números acabaron, con cada
participante dejando el detrás de escena para proseguir con
la gran noche de baile que se avecinaba, Jimin se mostró
intrigado cuando no encontró a Jungkook entre sus amigos.
―Hey ―Se dirigió a Namjoon y Yoongi. Ya se les habían
unido Jeonghwa, YooJung y Taehyung, quienes también
habían participado del número de teatro. ―¿Dónde está
Jungkook?
―Hola, mejor amigo, me alegra verte también, hiciste una
gran presentación, me hace feliz que también te haya
gustado la mía ―Habló Taehyung entredientes, enseñando
una sonrisa irónica al final.
―¡Hiciste una gran presentación! ¡Eres el mejor fantasma
de todos los tiempos! ―Aseguró. ―¿Pero dónde está
Jungkook?
―Se ha ido con Seokjin a su cuarto, tenía que prepararse
―Respondió finalmente Yoongi. Y antes de que Jimin pudiera
preguntar de a qué se refería, las chicas del grupo ya
estaban frente a él mirando encantadas el ramo de flores
que cargaba.
―¡Bueno, qué tenemos aquí! ―Jeonghwa sonrió
maliciosa. ―¿Una admiradora te ha dado este regalo,
hadita? Supongo que has anotado un punto hoy ―Lo codeó.
―No fue una admiradora, fue Jungkook ―Corrigió. Sus
amigos sonrieron a la vez mientras le miraban con
diversión.
―Pero que te diera flores de azahar... ―Murmuró
Taehyung, haciendo una mueca mientras apreciaba el ramo.
―Es decir, huelen bien y son bonitas, pero es una elección
un poco... rara
―¡Estás celoso porque nadie te dio flores! ―Jimin le
mostró la lengua, abrazando su ramo con recelo.
―¡Quizás tiene un significado secreto! ―Jeonghwa saltó.
―¿Los ramos de las novias no suelen tener flores de
azahar? ―Preguntó dubitativa. ―¿Quizás indirectamente te
está pidiendo matrimonio? ―Se mostró sorprendida, pero
Jimin sólo negó con la cabeza, viéndolo imposible.
―En realidad... ―YooJung habló, observando con una
sonrisita dulce el ramo. ―En el lenguaje de las flores, las
flores de azahar representación la pureza de una relación, la
inocencia de las personas y... ―Aclaró su garganta. ―El
amor eterno. Aunque, claro, puede que se trate de una
coincidencia ―Cubrió su boca con una risita.
Jimin miró fijamente el ramo, procesando el significado de
aquellas flores. ¿Jungkook realmente se había guiado por el
lenguaje de las flores para seleccionarlas? Y si era ese su
significado, entonces...
―De todas formas ―YooJung recuperó su atención. ―Creo
que le gustas mucho si él ha conseguido esas flores para ti.
Por lo que sé, sólo crecen en primavera, y difícilmente en
octubre y noviembre. Considerando que ya es diciembre, es
un caso extraño
Jimin tocó delicadamente uno de los pétalos, sonriendo
como un tonto. Sí, no era posible que Jungkook eligiera esas
flores por mera coincidencia, no cuando incluso estaban
fuera de temporada.
Namjoon aclaró su garganta y tomó la mano de su novia,
centrando las miradas en él.
―Como sea, chicos, creo que debemos caminar al
gimnasio ahora ―Sonrió. ―No querrán perderse la
presentación de los reyes, ¿no?
Las chicas asintieron, entusiastas. Jimin se bajó de su
nube y murmuró que ya los alcanzaría, queriendo regresar
rápidamente a su habitación para dejar sus flores en agua y
cambiarse de ropa. Tenía que lucir impecable esa noche si
es que quería bailar con Jungkook.
Para cuando se reunió con sus amigos 30 minutos más
tarde, se sorprendió de encontrar a Seokjin con ellos, pero
no a Jungkook. El lugar era bastante bullicioso debido a la
próxima presentación de los candidatos a reyes de la
universidad, por lo que Jimin ni siquiera parecía ser
escuchado mientras preguntaba por el menor. ¿Es que
finalmente había decidido no asistir? ¿Cómo manejaría él la
decepción de no verle? ¿Y por qué no respondía Jungkook
como mínimo sus mensajes?
Se cruzó de brazos, enfurruñado por ser ignorado por sus
amigos, y chasqueó con la lengua cuando las chicas lo
tomaron de ambos brazos y lo arrastraron a través de la
gran masa de estudiantes, queriendo quedar lo más cerca
posible del escenario. Aparentemente, la elección de los
reyes era un tema de interés para ellas.
Todos los años, durante el mes de diciembre, cada
facultad de la universidad elegía a un hombre y una mujer
para representarlos en sus respectivas áreas. Los
estudiantes más atractivos y destacados eran seleccionados
para pararse en ese escenario durante la fiesta de navidad.
Sólo había un requisito: ninguno de los candidatos podía
estar participando ese año en una de las actividades
relacionadas a la festividad. Los candidatos serían
presentados sólo durante la fiesta, sin ninguna clase de
campaña previa. Durante la fiesta, se habilitaría la
plataforma virtual para votar por los favoritos.
Al fin y al cabo, un concurso de popularidad.
Los ganadores se convertirían en el rostro de la
universidad por todo el año siguiente. Panfletos, fotos de la
plataforma online, avisos publicitarios para postular a la
universidad; sus rostros estarían en todas partes. Además,
el departamento correspondiente a los reyes ganaría una
fiesta exclusiva para ellos. Comida y diversión gratis
siempre eran un buen incentivo para esforzarse.
Jimin estaba seguro de que su rostro se habría visto bien
para representar a la universidad. Sin embargo, él prefería
bailar durante el festival de navidad que ser alabado por
temas de belleza.
―¿Crees que Jungkook esté nervioso? ―Escuchó la voz de
Yoongi cerca de él, sacándolo de sus pensamientos. ¿De qué
hablaban?
―No hay razón para que él lo esté, te lo aseguro. Esta es
su noche ―Seokjin rió ligeramente, confiado.
Jimin abrió la boca, queriendo intervenir en la charla para
saber qué estaba pasando, pero enmudeció en el momento
en que las luces del lugar se apagaron mientras el escenario
brillaba, provocando que los presentes gritaran con
emoción. Centrando su mirada en el animador de ese año,
casi bostezó cuando por fin comenzó a presentar a los
candidatos de cada departamento. Sus ojos salieron de
orbita cuando escuchó el nombre de Jungkook entre ellos,
viéndolo aparecer a través de una cortina acompañado de
una linda chica.
Su corazón casi olvidó cómo funcionar cuando lo vio de
pie en el centro, luciendo como un bello ángel que
descendía desde el cielo. Jungkook vestía un traje
completamente negro, pero no uno formal como
normalmente se esperaba de los candidatos, sino que de
una ropa fina con vuelos combinada con transparencias,
haciéndolo lucir como un mágico personaje sacado de un
libro de fantasías. Sus cabellos rojos, alborotados, en vez de
dar una imagen descuidada, lo hacían resaltar entre todas
las personas del escenario. La chica a su lado, con quien
tenía su brazo entrelazado, usaba ropa similar a la de él,
luciendo como una linda y oscura hada.
Maldición, él iba a morir de envidia ahora.
―Creo que tenemos a un ganador ―Jeonghwa miraba
hipnotizada al menor, quien sonreía gentilmente al público a
pesar de parecer cohibido por la atención.
―Por supuesto que Jungkook va a ganar. He combinado su
belleza con mis dotes artísticas, no hay nadie más bello que
él esta noche ―Habló Seokjin con completa seguridad.
―Espera... ―Taehyung volteó hacia él, estupefacto.
―¿Ayudaste al candidato de otra facultad para lucir
fantástico?
―Primero, él siempre luce fantástico ―Jimin y las chicas
asintieron a la vez cuando Seokjin se mostró ofendido.
―Segundo, ¡por supuesto que sí! Los reyes de la
universidad deben ser estudiantes destacados, con una
imagen atrayente. La facultad a la que pertenecen no tiene
nada que ver con eso ―Puso los ojos en blanco.
―Bueno... ―Taehyung miró a su mejor amigo, quien aún
miraba fijamente al menor mientras parecía estar a punto
de inundar el gimnasio con su saliva. ―Estoy seguro de que
al menos alguien estará feliz de ver el rostro de Jungkook en
todas partes
―Puedes estar seguro, varios lo disfrutarán, no sólo Jimin
―El aludido bufó al escuchar la honestidad de Namjoon.
―Pero me parece increíble que Jungkook decidiera
participar de esto
―Sus superiores lo obligaron ―Yoongi rió entredientes.
―Y, lamentablemente, no hay mucho que hacer cuando
tienes a 50 tipos siguiendo tus pasos, porque
aparentemente eres el estudiante revelación de la facultad
y las chicas te elegirían sin dudarlo
El resto rió, guardando silencio cuando la presentación a
los candidatos acabó para mostrar en pantalla el sistema de
votos. Sólo había un total de 10 minutos para votar; ese
debía ser el tiempo suficiente. Todos los asistentes sacaron
sus teléfonos antes de que el tiempo comenzara a correr,
accediendo a sus perfiles académicos para la comprobación
de datos. Claramente, por un tema transparencia en la
votación, debían asegurarse de que los votantes fueran
alumnos de la universidad.
Cuando el tiempo acabó y los datos fueron compartidos,
Jungkook quedó ciego por un momento cuando una luz cayó
directamente sobre su acompañante y él, el recinto
llenándose de aplausos mientras el presentador repetía a
todo pulmón los nombres de los reyes de ese año.
Recuperándose un poco de su encandilamiento, sonrió al
vislumbrar a su grupo de amigos desde el público,
aplaudiendo eufóricamente por él. Sus mejillas se decoraron
de un suave rubor cuando una corona fue puesta sobre su
cabeza, fijándose en la sonrisa que Jimin le dedicaba
después; él parecía orgulloso.
―¡Muy bien, chicos, un aplauso más para nuestros nuevos
reyes, los representantes de la facultad de comunicación!
―Las personas siguieron aplaudiendo y gritando en
respuesta, sobre todos aquellos pertenecientes a la facultad
ganadora. ―Y como la tradición indica, ¡llegó el aclamado
vals entre los ganadores! ¡Vamos, chicos!
Oh, cierto. La sonrisa de Jimin se desvaneció cuando los
estudiantes comenzaron a separarse, permitiéndoles el
paso a los nuevos reyes que descendían de la plataforma.
Parándose en el centro de la multitud, Jungkook hizo una
reverencia a su compañera mientras extendía
elegantemente una mano para ella. La música de un
agradable vals llenó el recinto mientras la chica sonreía
felizmente, aceptando su mano.
Jimin quiso retorcerse de celos en su sitio cuando los vio
bailar mágicamente ese vals con sus manos tomadas. La
mano restante de Jungkook en la cintura de ella mientras
que ella sostenía su hombro, hizo que Park quisiera
arrancarse los ojos. De acuerdo, estaba exagerando. En
realidad, Jimin aceptaba que hacían una pareja adorable y
se complementaban adecuadamente, pero su pequeño lado
egoísta lloraba en el fondo por haber perdido la oportunidad
de tener el primer baile con el menor.
Jungkook dio vueltas con la chica, sosteniéndola con
delicadeza mientras hipnotizaban a los presentes, y Jimin
suspiró, convenciéndose de que luego vendría su
oportunidad. Cuando el vals tradicional de los reyes llegara
a su fin y pasaran unas canciones lentas antes de que la
gran bomba de diversión explotara, él se aseguraría de
pegar a Jeon con él para empezar su noche de ensueño. No
había razón para cambiar los planes a este punto.
El vals terminó, los asistentes volvieron a aplaudir. La
reina tomó los costados de su vestido e hizo una reverencia
frente a su rey, agradeciendo el acompañamiento. Jungkook
sonrió para ella y le correspondió, despidiéndose con un
movimiento de mano cuando la música prosiguió y todos los
presentes regresaron a su propio mundo, emparejándose.
Ya era hora.
Namjoon le ofreció su mano a su novia, quien la aceptó
felizmente, y no tardaron en ir con el resto de las parejas
para comenzar a bailar su esperada canción lenta.
―Espero que Nam no pise sus pies ―Murmuró Yoongi,
provocando que Seokjin sonriera a su lado.
―Como sea, ¡vamos a bailar! ―El mayor se animó,
provocando que su novio volteara a verlo con la nariz
arrugada.
―Seokjinie, no quero desilusionarte, pero ni tú ni yo
tenemos madera de bailarines, sólo haremos el ridículo ahí
―Yoongi, por favor ―Seokjin hizo un gesto con la mano,
restándole importancia al asunto. ―Nuestro país está lleno
de bailarines talentosos. Gente como nosotros ha nacido
para equilibrarlo todo, ¡deberían de estar agradecidos! ―Se
paró frente a él, rodeándolo con sus brazos para alzarlo.
―Vamos, voy a sostenerte y dar vueltas contigo ―Prometió,
girando sobre sus talones mientras el menor comenzaba a
reír.
―De acuerdo, lo entiendo, bájame ahora ―Pidió, aún
riendo. Y cuando Seokjin lo bajó, no tardó en tomar su
mano. ―Vamos a hacer el ridículo juntos, amor. O, como
dices tú, a equilibrar este país
Ambos prontamente desaparecieron entre el resto de las
parejas con sus manos entrelazadas.
―¿Y bien, compañero? ―Jeonghwa golpeó amigablemente
el hombro de Jimin, señalando al pequeño rey que se había
quedado en el centro del lugar observando a las parejas
bailar a su alrededor. ―Tu chico te espera, no pierdas el
tiempo aquí
―¿Van a quedarse aquí? ―Preguntó Jimin, mirando a su
mejor amigo de reojo.
―¡Por supuesto que no! ¡No somos tan aburridos!
―Respondió la chica al instante, extendiendo su mano hacia
el de cabellos grisáceos. ―Taehyung, sácame a bailar.
―... ¿qué? ―La pregunta apenas salió de su boca.
―¡A bailar! ―Tomó su mano a la fuerza, arrastrándolo
junto al resto. ―¡El hecho de que estemos solteros, no
significa que no vamos a divertirnos! ¡Vamos por ello!
―Gritó animadamente, sin siquiera permitirle a su amigo
expresar su opinión.
Jimin rió entredientes, agitando su cabeza para luego
caminar hasta el joven rey que parecía esperar por algo... o
por alguien. Jungkook, que dio un respingo cuando alguien
tocó su hombro, enseñó una hermosa sonrisa cuando se
encontró con los ojos de Jimin.
―Hyung ―Llamó suavemente, un poco avergonzado por
su reciente presentación.
―Es un gusto poder contar con su presencia, majestad
―Jimin le guiñó juguetonamente un ojo, provocando que el
menor cubriera su rostro, sintiéndolo acalorado.
―No digas eso, ni siquiera pretendía participar de esto
―Gimoteó abochornado.
―¿Qué dices? Ese lugar era para ti, has brillado frente a
todos aquí y has bailado un perfecto vals ―Lo felicitó.
Jungkook apartó sus manos de su rostro y le miró con más
confianza, enarcando una de sus cejas graciosamente.
―¿Por qué repentinamente me miras como si quisieras
reírte de mí? ―Preguntó extrañado.
―Tal vez... ¿porque luces extrañamente más alto hoy?
―Señaló con una risita, bajando la mirada. ―Hyung, ¿estás
usando zapatos con plataforma? ―Y ahora rió con más
ganas.
―¡Hey, mi cara está aquí arriba, así que concéntrate en
ella! ―Reprochó ligeramente avergonzado, el menor sólo le
miró juguetonamente. ―Son zapatos con plataforma, sí,
pero nada exagerado
―Tenemos la misma estatura ahora ―Murmuró Jungkook,
mirándole fijamente.
―Bien, eso es bueno, ¿no? ―Chasqueó con su lengua,
queriendo olvidar como sus amigos solían bromear con su
estatura. ―Jungkook, ¿cuánto mides?
―1.79
―Mido 1.74... aproximadamente ―Aclaró su garganta.
―¿Qué son 5 cm de diferencia, eh?
―Nada
―Nada, exacto, hay chicos en este lugar mucho más
bajos que yo ―Jungkook sonrió divertido, arrugas
formándose alrededor de sus ojos. ―Ahora, ¿será que el rey
de la universidad me concede esta pieza? ―Preguntó
finalmente.
―Me gustaría bailar contigo, hyung ―Aceptó. Sus mejillas
volviendo a calentarse cuando Jimin ni siquiera esperó por
pasar sus manos por su cintura, atrayéndolo a su cuerpo.
―Y... sobre tu altura... ―Murmuró. ―No te sientas incómodo
con ello, todo está bien ―Puso sus manos sobre sus
hombros, mirándole con cariño. ―Y ya sea que decidas usar
plataformas o no, también está bien. Tu altura no te
favorece ni te desfavorece, tú... me gustas sin importar ese
detalle
Jimin le miró fijamente, llevándolo a través de un suave
vaivén, siguiendo el lento ritmo de la música. Jungkook
además de llevar ese traje tan bonito, también estaba
usando una ligera capa de maquillaje en su rostro. Pequeños
brillos cubrían de manera ligera sus mejillas, dándole un
aspecto adorable, y sus labios brillaban de un color más rojo
de lo usual. Sus ojos estaban pintados de una manera más
natural, asegurándose de volver su mirada nada más que
atrayente. Nada exagerado. Jungkook por si solo era arte.
―Me gustas de todas las formas también ―Jimin ni
siquiera se detuvo a pensar si las palabras del contrario o
las suyas sonaban como una clase de confesión. ―Luces
precioso esta noche, mi rey
―Oh Dios, no me llames de esta forma ―Rió
avergonzado, apoyando su cabeza contra el hombro del
contrario para ocultar sus rojas mejillas.
―Pero eres un rey ahora ―Señaló con diversión.
―Sólo para la universidad. Está bien si para ti sólo soy
Jungkook. Además... rey es un poco excesivo. No es un
apodo muy bonito ―Murmuró.
―Sólo Jungkook está bien ―Le dio la razón. ―Tu nombre
es bonito ―El menor se distanció, mirándole con atención.
―Pero, ¿qué te parece si cuando estemos solos te llamo mi
pequeño príncipe? Realmente luces como alguien de la
realeza, y suena bonito en ti
―Me llamarás así incluso si digo que no, ¿cierto?
―Preguntó con una sonrisita tímida. Jimin asintió.
―Supongo que está bien mientras estemos solos
Jimin sonrió, humedeciendo sus labios mientras apreciaba
ese rostro de cerca. Los ojos del menor brillaban más que
nunca y sus labios entreabiertos parecían estar pidiendo
que lo besara.
―Sabes... ―Susurró, sintiendo su corazón ser oprimido
por ese sincero amor. ―Si me hubieran dicho hace unos
años que llegaría el día en que el chico más bonito del
mundo estaría así, entre mis brazos, probablemente me
habría vuelto loco de incredulidad ―Rió despacio. ―Es un
sueño que alguien tan increíble como tú haya aceptado
bailar conmigo, Jungkook. Es como si Dios hubiera incluido
todas las cosas buenas al momento de crearte
―Eres alguien increíble también ―Jungkook parpadeó,
confundido.
―Me pregunto si es del todo cierto. Supongo que el resto
dirá que sí, sólo porque luzco bien ahora. No era tan
agraciado antes de la pubertad ―Confesó, riendo
entredientes.
―Honestamente, sería estúpido dejarse guiar por la
apariencia cuando te acercas a alguien ―Jungkook frunció
sus labios pensativo, sonriendo al final. ―Siendo el humano
un ser tan capacitado, sería una lástima si nos quedamos
solamente con lo que ven los ojos
El rubio sintió un ligero nudo formarse en su garganta
antes de que fuera capaz de sonreír con alivio, sumamente
feliz. ¿Así era como se sentía encontrar a la persona
indicada? ¿Él había sido recompensado por fin luego de
tantos malos años durante su infancia y adolescencia? ¿Lo
merecía realmente? Lo último no le importaba. Él sólo
quería tomar a ese joven, darle su corazón y no dejarle ir
jamás.
Jimin estaba seguro de que no encontraría a nadie como
Jungkook el día de mañana, por lo que no podía dejar ir esta
oportunidad.
―Y hyung ―Prosiguió Jungkook con delicadeza. ―No sé si
realmente sientes confianza en ti o tienes inseguridades
como cualquiera, pero me gustaría hacerte saber que eres
la persona más bella que he visto pisar un escenario
―Admitió. ―Lucías como un ángel para mí durante tu
número de baile. Fuiste la estrella de la presentación,
incluso sin pretenderlo. Alguien con tu capacidad para
enamorar al público... puede sentirse orgullo de sí mismo
―Aseguró.
Jimin contuvo un suspiró y humedeció sus labios,
asintiendo levemente para él, mirándole agradecido;
alguien capaz de apreciar su pasión por el baile era más que
magnifico. Y cuando Jungkook volvió a sonreír, con sus
bonitos ojos arrugándose una vez más, no dudó en
inclinarse sobre él para besar sus labios, como tanto había
querido. El menor cerró los ojos en respuesta y se relajó
bajo el roce mágico de los labios del contrario, adorándolo,
queriéndolo.
Había olvidado lo increíble que se sentía besar a alguien
capaz de controlar los latidos de su corazón.
Jimin presionó la pequeña cintura, sus dedos acariciando
delicadamente la piel por encima de la delgada tela.
Jungkook enredó cuidadosamente sus brazos en el cuello del
contrario cuando no existió distancia entre sus cuerpos. El
suave movimiento de sus labios continuó por varios
segundos mientras veían estrellas dentro de su cabeza.
Cuando se separaron al final del beso y Jungkook abrió sus
ojos tímidamente, encontrándose con la sonrisa de Jimin,
supo, en definitiva, que estaba con la persona correcta.
Jimin subió una mano hasta su rostro, acariciando su
mejilla para luego volver a besar sus dulces labios, en una
muestra breve, pero amorosa.
―Ojos bonitos ―Susurró cerca de él.
Jungkook rió bajito y apoyó su frente contra la de él,
sonriendo mientras terminaban de bailar aquel lento. Estaba
en el paraíso. Los brazos de Jimin alrededor de él sólo
podían tratarse del paraíso.
Jimin cerró los ojos y pensó exactamente lo mismo
mientras era atrapado por su cálida presencia. Alguien tan
precioso como Jeon Jungkook era incluso más de lo que
había esperado recibir en esa vida. Y ahora que lo tenía ahí,
correspondiendo abiertamente a sus sentimientos y
demostraciones, se aseguraría de valorarlo debidamente.
Quizás, al final, ambos eran material para un amor
perfecto de cuento de hadas. O lo más cercano a ello.
No importaba, mientras estuvieran juntos y sus
sentimientos fueran recíprocos.
Nota:
Sorpresa~. Me estaba riendo porque el primer beso
en "¿Me odias?" (mi otro fic Jikook) también fue
durante un baile JAJAJA. Como sea, que bonito,
espero les haya gustado unu
[12]

Jungkook se miró al espejo mientras retocaba su bálsamo


labial. Mirando su rostro en el proceso, se sintió ligeramente
avergonzado de lucir tan... lindo.
Le gustaba verse lindo, pero Seokjin parecía haberlo
llevado a un extremo. Con sus cabellos rojos desordenados,
la sombra de ojos, el brillo y los labios color cereza, su
rostro se veía más infantil de lo usual. Pero a Jimin le
gustaba incluso así. Jungkook presionó sus labios al recordar
como hace sólo unos minutos aquel chico lo había sostenido
de la cintura y había besado sus labios con cariño.
Cada segundo de ese beso se sintió para Jungkook como
un me gustas.
Pero, ¿ahora qué? Jungkook no creía estar listo para una
charla profunda sobre sus sentimientos por Jimin justo
después de su primer beso. Él sólo quería disfrutar el resto
de la noche, sin pensar demasiado las cosas.
Y así, un poco más decidido en dejar las cosas fluir,
abandonó el baño para volver a la fiesta, pues había
quedado de reunirse con Jimin, quien había dicho que iría
por ponche mientras él iba al baño.
―Luces lindo esta noche, Jungkook ―El pelirrojo se detuvo
al oír aquella voz y no tardó en girar hacia su superior.
―Bien, en realidad, creo que ambos somos conscientes de
tu belleza como para decir que se trata sólo de esta noche,
no obtuviste esa corona por nada. No obstante, en esta
fiesta en especial, pareces estar en tu mejor momento
―Taemin sonrió.
―Gracias, hyung ―Musitó entre la timidez y la
incomodidad. En el pasado, había recibido muchos halagos
de aquel chico, pero luego de tanto tiempo, sintiendo ahora
cierta tensión de por medio, no era del todo grato
escucharlo. ―Luces guapo también, como siempre
Taemin sonrió ladeado, acercándose más a él. Jungkook se
mantuvo erguido mientras el mayor les inspeccionaba
cautelosamente.
―Te vi con Jimin hace un rato ―Jungkook lo miró
fijamente. ―Supongo que te has vuelto todo un hombre.
Cuando eras menor, solías huir de cualquier muestra de
afecto, pero ahora dejas que un chico te bese en medio de
la pista ―Su mirada se volvió más estrecha, conteniendo
cierta malicia. ―¿Eras así de abierto con Hoseok también?
―Oh ―Jungkook intentó sonreír. ―Así que lo sabes.
Quiero decir... sobre lo mío con Hoseok. La primera vez que
nos vimos, fingiste que no estabas al tanto
―Es mi mejor amigo, estoy muy al tanto ―Se cruzó de
brazos sobre el pecho, esperando intimidar de alguna
manera al menor. ―¿Entonces?
―No importa cómo fue mi relación con Hoseok, porque ya
pasó ―Respondió monótonamente. ―El tiempo, el lugar, las
circunstancias, son diferentes. Jimin es diferente
―¿Crees que Jimin será mejor opción que Hoseok? ―Rió.
―Kookie, entonces no conoces a Jimin. Hoseok es una de las
mejores personas que conocerás en tu vida. Demasiado
empático, de hecho. Él se derretía por ti hasta el punto de
sacrificarse a sí mismo ―Jungkook se tensó. ―¿Crees que
Jimin lo hará también? ―El menor no respondió. ―¿De
verdad crees que Jimin querrá entenderte?
―Él me escucha ―Murmuró, bajando la mirada.
―Por supuesto, él lo hace, Jimin no es malo... a pesar de
parecer un poco egoísta a veces ―Comentó. ―Pero si
quieres mi consejo, tienes que reventar tu burbuja ahora.
No serás feliz con él. Él no te querrá tal cual eres. ¿Te has
preguntado siquiera de qué está hecho ese chico? ―Lo miró
de arriba hacia abajo, tomando su barbilla cuando el
pelirrojo se negó a mirarlo. ―Si él se fijó en ti... es por
razones bastante específicas ―Habló con seriedad.
―Hyung ―Jungkook se atrevió a volver a hablar, mirando
fijamente sus ojos. ―En realidad, dices todas estas cosas
porque te gusta Jimin, ¿cierto? ―El contrario
automáticamente lo soltó. ―Ustedes anduvieron juntos, él
me lo dijo. ¿Puede que en realidad desarrollaste
sentimientos por él?
―Eso no es de tu incumbencia ―Respondió al instante.
―Esto tampoco es de tu incumbencia ―Contraatacó. ―Te
aprecio y te respeto, pero eso es todo. Estoy enamorado de
Jimin y estoy seguro de que a él le gusto, así que me
mantendré cerca de él ―Alzó su barbilla. ―Será él quien
decida si tengo lo que busca en una pareja o no. Yo veré
también si él es adecuado para alguien como yo
―Estás perdiendo tu tiempo ―Murmuró.
―Pero es mí tiempo ―Sonrió. ―Yo veré qué hago con él
Taemin negó con la cabeza, haciendo una mueca con sus
labios cuando el menor pasó por su lado sin decir más.
―Jungkook ―Dijo antes de que este pudiera ir más lejos.
―No importa cuán increíble seas como persona, ambos
sabemos que nadie querría un novio como tú
Jungkook mordió su labio, intentando ignorar las palabras.
Sin embargo, Taemin supo que estas habían causado el
efecto esperado tras ver desaparecer al menor de su vista
casi con desespero.
Estaba bien, sería cosa de tiempo, ellos no tenían futuro.
Jimin resopló cuando el grupo de estudiantes que ocupaba
el lugar junto a la mesa de ponche se alejó. Aparentemente,
algunos estaban sedientos esa noche. Tomó dos vasos,
llenándolos para él y su acompañante, y miró su alrededor
para verificar si el menor ya estaba cerca. Pero no, no lo vio.
En cambio, en las gradas, su mirada se topó una chica que
miraba con tristeza a todos bailar.
Ella estaba sola.
Por experiencia en los bailes, Jimin sabía que había gente
que asistía y ni siquiera se movía de su asiento porque le
molestaba la idea de moverse al ritmo de la música. Eran
los personajes más extraños en una fiesta, bajo su punto de
vista, porque no entendía a aquellos que preferían quedarse
sentados en vez de divertirse con el resto.
Sin embargo, dejando de lado eso, estaba seguro de que
ella no pertenecía a este grupo. La mirada triste en sus ojos
era la mejor evidencia de ello. Quizás ella esperaba que
alguien la sacara a bailar. Quizás aún nadie la había invitado
porque...
Jimin se reprochó mentalmente cuando una vocecita en su
cabeza dijo "no es tan agraciada como las otras chicas".
El rostro de Jimin ensombreció al recordarse a sí mismo
antes de la pubertad. Él no había sido la octava maravilla
del mundo y varios se habían asegurado de recordárselo
muy a menudo. A medida que los años pasaron y él cambió,
ganándose la aceptación del resto, se dio cuenta que ser un
chico feo (como lo habían llamado reiteradas veces), no era
lo mismo que ser una chica fea. Las chicas siempre tenían la
peor parte.
La sociedad en la que vivía se aseguraba de enaltecer los
estereotipos de belleza, sobre todo en mujeres. Chicas
delicadas con cuerpos definidos y facciones dulces eran el
sueño de todo hombre... aparentemente. En los
comerciales, en la televisión, en todas partes, las chicas
más bonitas siempre eran las con ojos más grandes y piel
más pálida. Como si tuvieran que avergonzarse de sus
verdaderas raíces.
Y entonces... él escuchó una vez decir a alguien que no
importaba si el hombre no cuidaba de su aspecto, era gordo
o era feo, porque era hombre. Pero una chica que no era
bonita definitivamente no tenía perdón.
Las chicas no debían ser descuidadas con su aspecto o
físico.
Porque eran chicas.
Viendo a la solitaria chica a sólo metros de él, comprobó
una vez más que esos dichos, aunque lamentables, eran la
base de la sociedad en la que él había crecido.
Una grandísima mierda. Y él no estaba haciendo nada
para cambiarla.
―¿Hyung? ―Jimin giró cuando escuchó esa dulce voz.
―¿Sucede algo? Luces... molesto ―Musitó.
Jimin miró fijamente al chico a su lado. Jungkook era
precioso, probablemente el chico más bello en aquel lugar.
Él podía perfectamente mirar desde arriba al resto y señalar
sus imperfecciones físicas, porque, aparentemente, las
personas dotadas de belleza exterior nacían con el derecho
de sentirse superiores al resto. Sin embargo, el menor no
estaba mirando a nadie por sobre su hombro. Él no se
estaba jactando de nada. Él los miraba como... si todos
fueran iguales.
"Siendo el humano un ser tan capacitado, sería una
lástima si nos quedamos solamente con lo que ven los ojos."
¿Por qué las personas no intentaban cambiar su
pensamiento a ese? ¿Por qué él había tardado tanto en
escuchar esas palabras de alguien?
―Esa chica... ―Finalmente dijo, regresando su mirada a la
solitaria joven. ―Ella lleva un rato ahí sentada mirando al
resto, pero nadie se ha acercado a ella ―Comentó.
Jungkook miró a la desconocida, quien por cada segundo
que pasaba era lo más semejante a una flor marchita. Jimin
dijo algo a su lado, extendiéndole el vaso de ponche que
había tomado para él, y él lo bebió sin apartar la mirada de
aquella chica. El líquido parecía volverse espeso cada vez
que tragaba, esperando algún cambio. Pero no hubo cambio
ante sus ojos.
―Hyung, vengo en un momento ―Avisó de repente al
rubio, entregándole su vaso vacío.
Jimin parpadeó confundido cuando lo vio meterse entre
las personas para ir directamente al escenario para hablar
con el DJ. El chico asintió, cambiando la música
bruscamente, y Jimin hizo una mueca con sus labios cuando
todo el recinto pasó de ser alegre a uno íntimo nuevamente.
Otra canción lenta.
Jungkook bajó del escenario, bajo la mirada de más de un
curioso, y Jimin mordió su labio cuando lo vio caminar con
seguridad hacia la desconocida. A esa distancia, con la
gente de por medio y las luces bajas, Jimin no estuvo seguro
de la expresión que ponía la chica de las gradas, pero ella
definitivamente debía de estar sorprendida mientras el rey
de la universidad hacía una reverencia frente a ella,
extendiéndole caballerosamente su mano.
Hubo cierto atisbo de duda mientras ella la aceptaba.
El pelirrojo la llevó a través de la gente, deteniéndose en
la pista. Tomando su mano delicadamente, la guió hasta su
propio hombro, dándole instrucciones para bailar. Ella
asintió tímidamente para él, dejándolo marcar el paso, y
Jungkook sonrió cuando finalmente comenzaron a moverse
lentamente al ritmo de la música.
Jimin miró a las personas cerca de ellos, notando algunas
miradas atentas, otras de disgusto y otras incluso
envidiosas, porque no todos podían explicarse que hacía el
chico bonito de la universidad bailando con ella. Pero
Jungkook estaba tranquilo, llevando a un mundo de ensueño
a su compañera, tal como había hecho hace un rato con su
reina.
Era un encanto extraordinario el que él poseía. Para Park,
Jungkook era la clase de persona capaz de resaltar la
belleza de otros. La chica que bailaba con él ahora, lucía tan
bella como una princesa. Feliz, cómoda, resplandeciente.
Era natural que tantos ojos estuvieran sobre ellos.
Cuando la canción terminó y el pelirrojo hizo una
reverencia para ella, dedicándole luego una sonrisa, Jimin
vislumbró perfectamente la emoción en el rostro de la chica.
Ella caminó con más confianza entre las personas,
moviéndose ahora al ritmo de la alegre música, llenándose
del ambiente festivo y sus ganas de disfrutar de la noche;
porque era eso, su noche. Y Jungkook pareció orgulloso de
verla antes de caminar de regreso hasta él.
―Yo... ―Comenzó a decir cuando estuvieron uno frente al
otro. ―Lo siento, sé que estaba contigo, pero ella... ella
también... ―Balbuceó tímidamente, avergonzado de no
haberle avisado a su compañero sobre sus intenciones.
Jimin dejó los vasos sobre la mesa, haciendo un gesto
para el menor para que disminuyeran la distancia. Tomando
el rostro del joven, sonrió al sentir lo caliente que estaban
sus mejillas.
―Estás al tanto de que eres increíble, ¿cierto? ―Murmuró
cerca de él. ―Ni siquiera puedo entender cómo existe
alguien tan bueno y sólo recién lo conozco
―Eso es... ―Titubeó. ―Ser bueno... no debería ser algo
increíble ―Musitó.
Jimin sonrió, la inesperada respuesta cosquilleándole
agradablemente el corazón. Juntando sus labios con los del
pelirrojo, saboreó la cereza de sus labios mientras intentaba
hacerle entender, mediante ese gesto, cuan loco estaba por
él.
―Vamos ―Respiró sobre su boca, tomando su mano.
―Bailemos por otro rato y luego tengamos esa sesión de
fotos ―Y volvió a besarlo.
Jungkook inhaló y exhaló aturdido cuando Jimin se
distanció, arrastrándolo hasta la pista. Él incluso había
olvidado la sesión de fotos. Rió en sus adentros al entender
cuan de cabeza ponía Jimin su mundo.
◇◇◇◇◇
Jimin respiró el frío antes de sonreír. Luego de una noche
maravillosa bailando con Jungkook, su corazón latía con
apremio debido a que el tiempo a su lado parecía aún no
terminar. Habían decidido hacer una sesión de fotos en la
azotea de su edificio. El frío y la noche pudieron ser un
impedimento para seguir, pero ninguno dio su brazo a
torcer al respecto, y eso le gustó.
Mientras Jungkook iba por su cámara, él se había
asegurado de subir hasta la azotea con una manta y un
termo de café; quizás el menor se lo agradecería luego.
Poniendo sus manos en su cintura, observó con atención el
sector iluminado por faroles y sonrió. Estaba seguro de estar
en el lugar indicado.
―Ya estoy aquí ―Anunció Jungkook, pareciendo haber
atravesado una eternidad cuando sólo se había ido por unos
minutos. ―Disculpa la demora, tuve que esquivar las
preguntas de Seokjin y mandarlo a los brazos de Yoongi
para poder salir
―Ellos cuidan de ti como si fueras su niño pequeño, eso
es dulce ―Jimin tomó asiento en el piso, el cual había
cubierto previamente. ―¿Está bien aquí?
―Está bien ―Jungkook se quitó su bolso, haciendo una
mueca con sus labios. ―¿No tienes frío? ―Pero Jimin sólo
sonrió, como si nada le afectara.
Park nuevamente estaba usando el traje que había
utilizado durante la obra. Completamente de blanco, en
medio de la oscuridad, para Jungkook lucía como un
verdadero ángel luchando en las penumbras. Temía que su
ángel pescara un resfriado sólo por querer lucirse frente a la
cámara.
―Kookie, estoy bien ―Le aseguró apaciblemente, y el
contrario asintió.
Jungkook había tomado un par de lámparas que
funcionaban a batería en caso de que la iluminación del
lugar fallara. Arreglando el sitio para que fuera el adecuado
para la sesión, Jimin sonrió bobamente mientras lo veía ir de
un lugar a otro, aprovechando sus pocos recursos. Cuando
el pelirrojo pareció satisfecho, tomó una primera foto para
asegurarse de tener el resultado adecuado. Jimin supo que
así debía ser, cuando luego de un minuto, vino otro flash.
Jungkook no le dio instrucciones esta vez. Él se movió
instintivamente, con su expresión relajada, esperando
cumplir con los verdaderos deseos de su joven fotógrafo;
ser sólo él, tal cual. Cuando le dio la espalda un momento,
mirando hacia el cielo nocturno, rió cuando al girar lo
encontró prácticamente tirado sobre el suelo,
fotografiándolo desde ese ángulo.
―¿Qué estás haciendo? ―Preguntó mediante una risa.
Ese chico debía estar loco si se tiraba al frío piso sólo para
conseguir una buena toma.
―Mi trabajo ―Respondió instintivamente, levantándose.
―Hyung, ¿puedes apoyarte contra el soporte? ―Finalmente
pidió.
Jimin asintió, apoyando parte de su espalda contra el
soporte mientras una brisa fría le cosquilleaba en el cuello.
Jungkook tomó un par de fotos; con él encogiéndose por el
frío, con él cruzándose de brazos para intentar entrar en
calor, pero sonriendo de todos modos.
―La primera vez que te fotografié... ―Comenzó a decir,
sin dejar de tomar fotos. ―Tu sonrisa no era buena, parecías
estar forzándote a sonreír para mí
―Oh ―Jimin se mostró ligeramente avergonzado mientras
hacía una mueca con sus labios, pero eso no detuvo a
Jungkook de seguir tomando fotos. ―Pensé que tenía que
imitar a las personas de las revistas ―Jungkook rió.
―Tenías una sonrisa comercial, sí
―Eso no se oye bien ―El rubio hizo un puchero
inconsciente. Jungkook se derritió por dentro mientras le
fotografiaba.
―Tienes una sonrisa bonita, así que debería de estar bien
―Las mejillas de Jimin se sonrojaron al oírle. ―Pero no era lo
que buscaba ―Admitió. ―En cambio ahora, sonríes
naturalmente a la cámara, supongo que ya te has
acostumbrado ―Lo felicitó.
―Jungkookie ―Jimin sonrió con dulzura, sus ojos
cerrándose. ―Honestamente, estás equivocado ―Confesó.
―Durante la primera sesión, sonreí para la cámara porque
quería lucir grandioso para ti. Yo no me acostumbré a ello...
tan sólo... ahora estoy sonriendo directamente para ti
―Jungkook dejó de tomar fotografías. ―Eres tú. Sonrío por
ti. La razón por la que esto luce natural... es porque te estoy
mirando a ti
Jungkook ahogó un suspiro, su dedo temblando cuando se
atrevió a sacar otra foto. Jimin siguió mirándole con cariño
incluso si sus labios ya estaban morados por el frío y su piel
más pálida de lo usual.
―Terminamos
El rubio ladeó su cabeza, confundido por el repentino final.
Su boca se abrió cuando el pelirrojo caminó directamente a
él, desabotonando su abrigo para pasarlo por sobre sus
hombros.
―Jungkook-
―Estás congelado ―Rechistó, ayudándolo a ponérselo. La
mirada de Jimin se dulcificó mientras el menor abotonaba la
prenda. ―Tenemos fotos suficientes, así que está bien ―Le
aseguró. ―Pero no estaría bien si tú te enfermas justo ahora
que empiezan las vacaciones, no me lo perdonaría
Jungkook se distanció, caminando hasta su bolso para
guardar su cámara. Jimin observó el cielo tras de él,
verificando como esa oscura noche de finales de otoño, en
vez de estar nublada, permitía ver unas cuantas estrellas.
Siempre era difícil ver estrellas en Seúl, pero la noche
parecía haberse arreglado para ellos.
Abrió la mochila que había traído consigo, tomando la
manta y el termo de café con los vasos. Jungkook aún
llevaba su vestuario de aquella noche y lo más razonable
habría sido enviarlo directamente a su cuarto, queriendo
cuidar de él, pero Jimin aún quería mantenerlo un momento
más a su lado, y eso era todo lo que tenía.
―¿Quieres un café? ―Le ofreció.
Jungkook cerró su bolso y giró hacia él, confundido. Viendo
la taza que se le extendía, caminó hasta el mayor para
sentarse a su lado, musitando gracias. Sonrió tímidamente
cuando aquel chico también tiró de la manta por sus
hombros, cubriéndolo.
―Ya que mañana debemos irnos a Busan, quizás sea
buena idea descansar ―Aceptó Jimin, sirviendo café para él
también. ―Pero, ¿por qué no disfrutamos un poco más esta
noche bebiendo un buen café? Podremos regresar a
nuestras habitaciones al terminar
―Está bien ―Jungkook dio un sorbo al café, disfrutando la
bebida caliente. ―Me gusta la idea ―Aceptó.
Jimin notó cierta vacilación en el menor a su lado, como si
no supiera si acercarse más o mantener la distancia. Rió
bajito antes de tirar de él, permitiéndose recargarse en su
costado. Las mejillas de Jungkook se inundaron de rojo
mientras sostenía su taza con ambas manos, ocultándose
tras de ella mientras seguía dando sorbos a su café.
―¿Por qué no me comentaste que te habían nominado
para representar a tu facultad como rey?
―Eso es vergonzoso ―Murmuró. ―Saber que ahora seré
el rostro de la universidad, tampoco me tranquiliza. Estoy
acostumbrado a tomar fotos de las personas, pero no suelen
tomarme fotos a mí. Será incómodo
―Creo que las estudiantes de nuevo ingreso no tardarán
en buscar tus redes sociales al ver tu linda cara en todas
partes ―Jimin rió entredientes, bebiendo su café,
sintiéndolo más amargo de lo usual. ―Te volverás aún más
popular
―Afortunadamente, no tengo redes sociales ―Frunció sus
labios. ―Y no quiero ser popular ―Musitó, mirándole de
reojo. ―Ni siquiera estoy seguro de poder hacer esto, no
tengo madera para representar a la universidad. El sólo
pensarlo, me hace querer huir ―Admitió, mirando el interior
de su taza. ―Estoy seguro de que tú serías un mejor rostro
para la universidad
―Tu rostro es perfecto ―Señaló.
―No creo que un buen rostro sea suficiente. Las personas
que se vuelven reyes... adquieren reconocimiento ―Suspiró
con pesar. ―Y yo no tengo una buena presencia; jamás la
he tenido. Las personas me hacen sentir un poco incómodo
―Creo que tienes madera de líder ―Jimin insistió,
frunciendo sus labios en una mueca graciosa al final.
―¿Crees que yo sí tengo una buena presencia?
―La tienes ―Afirmó. ―Llamas la atención del resto y
sabes cómo manejarlo a tu favor. Sólo basta que muevas un
dedo para que las personas giren hacia ti ―Jimin apoyó su
rostro contra una de sus palmas, sonriendo complacido
mientras le escuchaba. ―Tienes algo especial, hyung. Tu
mirada es gentil, pero tiene cierta intensidad intrigante,
seductora. No puedo explicarlo... pero no necesitas hacer
mucho para volver al mundo loco ―Giró hacia él,
sintiéndose cohibido ante la mirada atenta del contrario.
―E-Es decir... yo creo... creo que es algo increíble en ti
―Apartó la mirada rápidamente, ocupándose de terminar su
café.
Cuando Jungkook tenía 12 años, ingresó a una academia
de baile. Empezando desde cero en el arte, él escaló más
rápido que cualquiera de sus compañeros, mostrando
desplante, habilidad y pasión, sin embargo, el resto siempre
señaló su falta de emocionalidad.
Al momento de verlo, las personas a su alrededor
pensaban que él era increíble, pero sus corazones no se
mantuvieron agitados más allá de eso. A su alrededor había
bailarines tan grandiosos, que incluso al término del show
aún te hacían sentir vivo, emocionado; cerrabas los ojos y
los veías a ellos bailando. Pero él no fue uno de ellos.
Pasaron años antes de que Jungkook consiguiera
permanecer en el corazón de una audiencia.
Muy por el contrario, Jimin parecía poseer de manera
natural todo lo que él, cuando adolescente, tuvo que
trabajar. Se preguntaba si el rubio entendía cuán grande era
su potencial en un mundo tan difícil y competitivo como lo
era el del baile.
―Jungkook, ya no queda café en tu taza ―Señaló el rubio
cuando el pelirrojo, perdido en sus pensamientos, siguió
sorbiendo el recipiente vacío.
―Oh ―Él alejó la taza de sus labios, abochornado.
―¿Necesitas algo? ¿Quieres más café? ―Ofreció, pero el
menor sólo negó.
―Estoy bien ―Limpió sus labios con el dorso de su mano,
mirándole tímidamente. ―Sólo estaba pensando
―Te pierdes mucho en tus pensamientos ―Jimin terminó
de beber su propio café, curioso. ―¿Quizás hay algo que
quieras decirme?
―Lucías como un ángel sobre el escenario ―Admitió en
voz bajita, provocando que el contrario riera.
―Aumentas mi ego cada vez que me halagas ―Dejó su
taza da lado, llevando su mano hasta la mejilla del menor.
―Pero si yo lucía como un ángel, ¿con qué debería
compararte, Jungkook? ―Preguntó. ―Porque tú lucías
increíblemente hermoso bajo los reflectores, con esa corona
sobre tu cabeza
―Los chicos que competían conmigo eran guapos
también ―Le recordó, encogiéndose con timidez.
―Nunca como tú, príncipe
Jungkook negó levemente con la cabeza, divertido.
Mirando al contrario mientras pequeñas arrugas se
formaban alrededor de sus ojos, Jimin se quedó sin aliento
ante lo adorable que era. Se inclinó sobre él, buscando su
tibia boca. El sabor a café pasó a segundo plano mientras su
mano sostenía su nuca, impidiéndole alejarse. Pero él no
quería escapar. Jungkook suspiró contra su boca mientras
correspondía dulcemente a sus besos.
Se mantuvieron minutos en ello. Sólo besándose,
acariciándose con timidez y presionando sus cuerpos contra
el del otro todo lo que la incómoda posición les permitía.
Jungkook tembló cuando el rubio succionó suavemente su
labio antes de distanciarse.
―¿Tienes frío? ―Preguntó suavemente mientras
acariciaba su mejilla. Jungkook evitó responderle que en
realidad sólo estaba nervioso por poder estar cerca de él.
―Quizás debas volver a tu cuarto ―Dijo con pesar, sin
poder ocultar la decepción en sus ojos.
―Ahm... ―Jungkook rió bajito. ―En realidad, antes de
irme, Yoongi y Seokjin se estaban besando, así que...
―Murmuró. ―Me asusta un poco ir e interrumpir algo
―¿Es idea mía o ellos siempre están haciendo sus cosas
ahí? ―Frunció el ceño. ―Hey, está bien que seas amigo de
ellos, pero es tu cuarto también
―Hyung, no sé realmente si ellos están haciendo algo
―Rió. ―Pero prefiero prevenir. Hay cosas para las que mi
mente no está preparada aún
Jimin rió, pensando en lo inocente que se oía eso. Él
estaba seguro de haber perdido su última pizca de
inocencia cuando a sus 16 años, durante una fiesta,
encontró a sus compañeros teniendo sexo en un baño. Sí, él
tampoco necesitaba ver eso. Y se prometió a sí mismo que
cerraría la puerta durante situaciones así para que nadie
jamás le viera en una situación comprometedora.
Mirando a Jungkook fijamente, probablemente él ni
siquiera llegaría a ese tipo de conclusiones estando en sus
zapatos, y se sintió avergonzado de sus propios
pensamientos.
Haciendo cosquillas en la barbilla del menor mientras
volvía a besar cariñosamente sus labios, se separó al
instante cuando una idea cruzó por su mente.
―¿Por qué no pasas la noche conmigo? ―Ofreció. ―Hay
una cama disponible, así que no veo el problema
―¿No te molestaría?
―¿Por qué habría de molestarme? ―Rió, tomando su
mano para ayudarlo a levantarse. ―Vamos, tomemos esto y
vayamos
Recogieron sus pertenencias. Jimin lo guió al interior del
edificio hasta su cuarto, comenzando a sentir la ansiedad
florecer en él. ¿De verdad había invitado al menor a dormir
en el mismo lugar? ¿Quizás iba demasiado rápido? Bien,
ellos no iban a hacer nada, ¿pero cómo explicarle eso a su
corazón, que ahora latía como un loco?
―Hogar dulce hogar ―Jimin abrió su puerta,
permitiéndole al pelirrojo entrar primero.
―Parece que siempre mantienes todo muy ordenado
―Jungkook se quitó sus zapatos, caminando hacia el interior
con una mirada curiosa. ―Es tercera vez que estoy aquí y
todo sigue en su lugar
―Hago lo que puedo, no puedo descansar tranquilo
sabiendo que todo está desordenado ―Admitió, quitándose
el abrigo. ―¿Te molesta si me doy una ducha? ―Preguntó.
―Hyung, esa pregunta es extraña ―Jungkook giró hacia
él, sonriendo divertido. ―Puedes darte una ducha si ese es
tu deseo
―De acuerdo ―Dejó sus pertenencias en su escritorio,
caminando directamente hacia el joven. ―Puedes ponerte
cómodo por mientras. Si quieres algo para dormir, no tengo
problema con que revises mi ropero. Soy más bajo que tú,
pero estoy seguro de que encontrarás algo ―Se paró frente
a él, haciéndole un gesto para que se inclinara debido a que
sus alturas volvían a ser diferentes ahora que estaban
descalzos.
―¿Qué? ―Preguntó confuso, sus ojos manteniéndose
abiertos cuando el rubio tomó su rostro para dejar otro beso
sobre sus labios.
―Estaré aquí en unos minutos ―Dijo, distanciándose con
una sonrisa.
Jungkook se ruborizó mientras lo veía tomar unas prendas
para luego meterse en el baño. Intentando despertar de su
ensoñación, caminó al ropero para buscar ropa para dormir.
Se conformó con unos pantalones de pijama y se desvistió
rápidamente, dejando su ropa prolijamente doblada sobre
su bolso para luego caminar hasta la cama desocupada.
Tomando su celular, se aseguró de escribir un mensaje para
su compañero de piso para que no se preocupara por su
ausencia.
Abandonó su celular sobre la mesita de noche, sin
molestarse en esperar una respuesta. Observando el techo
de la habitación, chasqueó con la lengua al recordar que no
llevaba un cepillo de dientes consigo; se preguntaba si Jimin
tendría uno extra. Giró sobre su cuerpo, descansando sobre
su costado, y cerró los ojos mientras pensaba en los últimos
acontecimientos de su vida, escuchando el agua de la
regadera de fondo.
Tocó sus labios al recordar los besos de Jimin. Dios, ellos
realmente se habían besado un montón de veces. Se
sonrojó ante el atrevimiento de esa noche. Pero, ¿qué más
podía hacer? Había decidido dejarse llevar y no había
manera en la que pudiera negarse a los besos del mayor.
Cada vez que Jimin le besaba con tanto cariño, Jungkook
podía sentir un te quiero salir a luz.
Suspiró relajado, sonriendo tontamente como un niño
enamorado. Repentinamente, la energía había sido drenada
de su cuerpo y sus párpados pesaron. Luchó para
mantenerse despierto, queriendo ver a Jimin antes de
dormirse, pero, aparentemente, ya había recibido su cuota
de emociones por un día. Necesitaba descansar.
Jimin frotó sus cabellos con shampoo mientras sentía su
cuerpo temblar. El agua estaba tibia, perfecta para él, pero
no era frío lo que estaba sintiendo, sino que adrenalina. No
podía ignorar el hecho de que el chico de sus sueños se
encontraba sólo al otro lado de la puerta y pasaría la noche
con él. Estarían juntos, en el mismo cuarto. Su garganta se
secó mientras quitaba el shampoo de su cabello y el jabón
de su cuerpo.
¿Cómo se suponía que debía de actuar? ¿Debería intentar
llevar una charla agradable con él o estaría bien sólo
besarlo? Porque, maldición, él de verdad quería besarlo.
Hasta el momento sólo habían movido sus labios con el del
otro cariñosamente, todo demasiado inocente para él.
¿Jungkook se molestaría si él intentaba usar su lengua
ahora? Y tocarlo... sus manos picaban ante el deseo de
tocarlo. Él intentaría no ir muy rápido, pero necesitaba
acariciarlo un poco, sentir que era real. Quizás podría
recorrer su torso y saltar hasta sus deliciosos muslos, como
tanto había soñado. Y luego...
Y luego...
Jimin miró hacia abajo, queriendo golpear su cabeza
contra las baldosas al confirmar la erección que tenía. Eso
era tan vergonzoso. Por supuesto, él era un chico de
naturaleza caliente, pero había pasado un tiempo desde la
última vez que había tenido una erección sólo por pensar en
alguien. ¡Y ni siquiera había soñado demasiado!
Aumentó la potencia del agua, esperando que esta
cubriera cualquier ruido cuando comenzó a tocarse a sí
mismo. Por cierto, era primera vez que se sentía
avergonzado de masturbarse también. Pero el chico de sus
deseos estaba a una puerta de distancia y eso
definitivamente era humillante. Jungkook se había mostrado
adorable y controlado durante todo ese tiempo, ¿por qué no
podía ser más como él?
Park Jimin, experto en acabar con situaciones románticas,
indudablemente.
Intentó alejar sus pensamientos penosos mientras volvía a
llenar su mano de jabón tras correrse. Y había durado tan
poco, maldición, él se sentía más pequeño a medida que
sus pensamientos avanzaban. No era un niño plena
pubertad, demonios, ¡era un adulto!
Manteniendo su cabeza bajo el agua, intentó
tranquilizarse, convenciéndose de que era natural ser tan...
desastroso cuando se trataba de la persona que te gusta. Sí,
seguramente era eso, él recuperaría su confianza luego de
acostumbrarse.
¿Uno se acostumbraba siquiera?
Cerró sus ojos, eliminando nuevamente los restos de
jabón. De acuerdo, incluso si uno no se acostumbraba a ser
un tonto cuando se enamoraba, al menos podía contar con
que no sería el único así. Es más, ¿Jungkook no estaría
ansioso también, rodando por la cama ante los nervios de
pasar una noche junto a él?
Sí, justo así.
Su seguridad regresó a su cuerpo mientras cortaba el
agua, tomando la toalla con rapidez para ser capaz de
secarse y ponerse el pijama rápidamente. Cepilló sus
dientes con más esmero del usual. Tenía que volver con
Jungkook y lucir impecable.
―Jungkookie, ¿quieres-? ―Las palabras se quedaron en su
boca cuando se encontró con el menor.
Jungkook dormía profundamente, completamente ajeno al
mundo. Vestía unos pantalones grises mientras su torso
estaba completamente expuesto. Caminó hasta él, tocando
su hombro levemente, pero el menor estaba perdido en sus
sueños. Jimin quiso reír al comprender que había sido el
único volviéndose loco mientras el contrario hace minutos
se había despedido del día.
Pero, de todas formas, él lucía tan adorable.
Jimin tiró de las mantas, temiendo despertarle, pero no
hubo reacción. Lo arropó cuidadosamente, negándose a
caer en la tentación de rozar su espalda desnuda. En
cambio, lo tapó hasta el cuello y se arrodilló a su lado,
apreciándolo de cerca mientras acariciaba sus sedosos
cabellos.
―Eres injusto ―Susurró junto a él. ―¿Cómo puedes
dormir mientras yo estoy al borde de una crisis? ―Preguntó
con una risita.
Bajó su mirada hacia sus labios entreabiertos, los cuales
lucían como una cereza. Mojó sus propios labios, deseando
besarle, pero negó con la cabeza y besó su frente con
cariño.
Él tendría todas sus vacaciones para besar esos deliciosos
labios.
―Dulces sueño, pequeño príncipe ―Se despidió con
cariño cerca de él, presionando otro beso sobre sus
cabellos.
Estaba bien, sólo iban a dormir. No es como si ellos fueran
a dar un gran paso directamente la primera noche. Pero,
incluso sabiéndolo, Jimin no pudo dormir. Su corazón se
mantuvo agitado tras el paso de las horas y, cuando el
cansancio fue demasiado pesado como para soportarlo, su
cuerpo finalmente cedió.
Mas su mente no dejó de pensar en Jungkook incluso en
sus sueños.
Nota:
¿Saben? Debido a que siempre estoy contra el tiempo, yo
dificilmente reviso las cosas que escribo, pero me vi en la
necesidad de hacer una lectura rápida con este capítulo
porque en varias ocasiones puse "castaño" en vez de
"pelirrojo". JAJAJA, la costumbre ;-;. Bueno, si aún así se me
pasó más de un error, ups, lo siento.
Al menos ya está la actualización unur
[13]

Jungkook abrió lentamente los ojos, un poco desorientado.


No había una cama a su izquierda y eso no tenía sentido, se
suponía que Seokjin debía estar ahí. Sentándose de golpe,
frotó sus ojos bruscamente y miró atentamente el lugar
donde se encontraba. Entonces recordó.
Estaba en el cuarto de Jimin.
Miró su torso desnudo, recordando como la noche anterior
sólo había tomado prestado unos pantalones para dormir.
Su ceño se frunció al recordar que se había dormido sobre
las mantas, ¿acaso Jimin lo había tapado? Bostezó
perezosamente, girando a su derecha, y mantuvo su mano
sobre su boca al recordar un importante detalle: él no había
cepillado sus dientes antes de dormir. Y había bebido café.
Jungkook no estaba de ánimos de abrir la boca por el
momento. Él necesitaba una ducha y aliento de menta si
quería dirigirse a Jimin. Incomodidad le abordaba de sólo
imaginar que se vería poco presentable para él. Y de seguro
su cabello era un desastre; este siempre estaba levantado
al apenas despertar.
Evitando gimotear con frustración, se levantó de la cama,
mirando fijamente al dueño de la habitación.
Aparentemente, Jimin aún dormía profundamente, así que él
se vestiría a toda velocidad y dejaría una nota por escrito.
La solución perfecta.
Caminó silenciosamente hasta el escritorio, donde había
dejado su bolso con su ropa doblada. Tomando una de las
prendas, su tarea quedó en suspenso cuando sus ojos se
fijaron en las flores que estaban ahí. Sonrió como un niño
tonto al ver que Jimin las había dejado en agua.
Jimin abrió sus ojos cautelosamente, asegurándose de no
hacerse notar. Acomodándose en el colchón, vio a Jungkook
inclinarse para olfatear las flores, y le fue inevitable no
sonreír. El menor dejó de apreciar las flores después de un
minuto y volvió a la tarea de vestirse. Jimin, que había
estado dando una mirada apreciativa a su espalda desnuda,
intentó no suspirar con decepción cuando el joven se puso
su camisa. El ánimo rápidamente regresó a su cuerpo en un
golpe cuando Jungkook tiró del pijama, dejándolo caer al
piso. Su boca se abrió al ver sus piernas desnudas y su
trasero envuelto en un bóxer negro.
Ese definitivamente sería un día extraordinario.
Jungkook se puso los pantalones, deteniendo los
pensamientos de Jimin, y cuando giró, dio un respingo al
encontrarse con los ojos atentos del rubio.
―Estabas despierto ―Murmuró. Jimin asintió. ―¿Me
estabas viendo?
―Sí
Jungkook sonrió ladeado; él al menos era honesto.
Caminando hasta la mesita de noche para recuperar su
celular, Jimin frunció el ceño al no obtener una reacción más
hilarante de su parte. Si de repente Jungkook venía a él
diciéndole que lo vio mientras se cambiaba de ropa, no
había duda en que él tendría una mejor reacción. Es decir,
era caliente sólo pensarlo. Es más, él tenía ganas de
desvestirse ahora mismo y pasearse en ropa interior frente
a él, queriendo ver si lograba empatizar con él.
Quizás Jungkook no era del todo caliente al iniciar la
mañana.
Bueno, él podría cambiar eso con el tiempo.
―¿Te estás yendo? ―Jimin le miró sorprendido cuando lo
vio caminar directamente a su bolso para tomarlo. ¿Qué era
eso? ¿Por qué se iba sin más? ¿Y el beso de buenos días? ¿Y
las palabras cariñosas al despertar? ¿Era el único que
esperaba algo más?
―Ahm, sí, yo... ―Sostuvo su bolso, mirando hacia la
puerta. ―Quiero ducharme y cambiarme de ropa
―Okay ―Jimin dio una palmada sobre el colchón. ―Pero
antes, ven aquí, ¿de acuerdo?
Jungkook dejó su bolso cuidadosamente en el piso y
caminó hasta él, sus mejillas ruborizándose tiernamente
cuando se sentó a su lado. Jimin le miró de cerca, repasando
sus facciones tras recién despertar. Él era el chico más
bonito incluso en ese momento.
―¿Dormiste bien? ―Preguntó. Jungkook asintió, bajando
la mirada hasta sus manos.
―Sí, gracias por encargarte de mí anoche ―Susurró.
―Espero no haberte causado demasiadas molestias
―Despertar y ver tu cara a primera hora está lejos de ser
una molestia ―Extendió su mano hacia él, acariciando sus
cabellos. ―Así que, necesito saber... ¿seguimos en la misma
sintonía el día de hoy? ―Jungkook alzó la mirada hacia él.
―¿Quieres besarme incluso hoy? ―El menor asintió
lentamente, con timidez. ―Eso es bueno, porque yo
también quiero besarte, justo ahora ―Murmuró, tomando su
barbilla para acercarse.
―La cosa es... ―Interrumpió, poniendo una mano entre
sus bocas. ―No he cepillado mis dientes aún ―Se obligó a
recordarle.
―Yo tampoco ―Jimin sonrió, apartando su mano. ―Por lo
tanto, es muy equitativo, ¿no?
Jungkook abrió la boca, queriendo protestar, pero Jimin fue
más rápido el robarle un beso. Su cara se volvió
completamente roja mientras el rubio se distanciaba,
aparentemente satisfecho.
―Nada terrible, ¿cierto? ―Rió divertido, acariciando su
mejilla. ―Buenos días, su alteza. Espero que mi aspecto
desaliñado de chico que acaba de despertar no sea una
imagen terrible para ti ―Bromeó.
―¿Qué dices? Luces lindo al despertar ―Jungkook movió
su mano por inercia, delineando con su índice bajo los ojos
del mayor. ―Tus ojos son más pequeños ahora, pero
definitivamente son los más bonitos. Y eres realmente
atractivo con aspecto desordenado. Ya que no luces así a
menudo, supongo que guardaré esa imagen recelosamente
para mí ―La sonrisa de Jimin se volvió dulce, su mirada
cariñosa.
―Voy a guardar la imagen tuya para mí también ―Tomó
su mano, dando un beso en su dorso.
―Sí, bueno... ―Él rió. ―En realidad, no es como si el
aspecto mañanero fuera algo extraordinario en mí. Mamá
suele decir que yo parezco un vago. Algo irónico
considerando que ella en su tiempo libre viste como una
hippie ―Jimin le miró atentamente, analítico. ―Oh, no lo
tomes a mal, ella no lo dice de mala forma, sólo... cree que
tengo que sacar más ventaja de mí mismo, resaltar ―Rió en
voz bajada, cohibido. ―Pero no soy bueno en ello
―No me pareció así anoche ―Jungkook sonrió con sus
labios juntos, abochornado. ―Estoy ansioso por conocer a
tus padres
―Estoy seguro de que ellos lo están también. Les gusta
conocer a las personas que se relacionan conmigo
―Observó sus manos tomadas, su corazón latiendo
desbocado. ¿Era su idea o ese encuentro con sus padres le
ponía más nervioso que a Jimin? ―Ya podrán verse esta
tarde
―Cierto ―Jimin presionó su mano, sonriendo como un
niño bobo al recordar que sus vacaciones habían
comenzado y las pasaría junto a él.
―Creo que debemos tomar desayuno ―Lo miró a los ojos.
―Suelo desayunar con Yoongi y Seokjin, pero puedes
unírtenos a nosotros, si deseas
―Es una buena idea ―Aceptó.
―¿Nos encontramos abajo en media hora? ―Preguntó.
―Media hora es más que perfecto ―Dejó un beso en su
frente. ―Te veré ahí, Jungkook
Jimin soltó su mano, Jungkook caminó de regreso hasta su
bolso, yendo hasta sus zapatos después. Parándose en la
puerta del dormitorio, le dedicó una sonrisa al rubio antes
de marchar.
Bien, él necesitaba hacer las cosas en tiempo record
ahora. Media hora era más que suficiente, pero temía tener
que pelear con Seokjin para poder ocupar el baño primero.
◆◆◆◆◆
Seokjin revisó la hora en su celular mientras bostezaba.
Eran más de las 11 y su estómago gruñía exigiendo el
desayuno; por lo general él obtenía su primera comida del
día mucho más temprano.
Revisó sus mensajes, cerciorándose de que su compañero
de cuarto no había escrito nuevamente, y frunció sus labios
al comprobar que, efectivamente, no había más mensajes
ahí.
―¿Por qué tienes esa cara? ―Preguntó Yoongi con voz
ronca, abriendo sus ojos muy apenas. ―¿Sucedió algo?
―Jungkook no me ha vuelto a escribir ―Apartó su celular,
deslizándose por el colchón para quedar cara a cara con su
novio.
―Es un chico grande, Seokjinie, no te preocupes tanto por
él ―Yoongi estiró su mano, acariciando su rostro. ―Además,
estoy seguro de que llegará en cualquier momento, él
necesita un cambio de ropa
―Cierto ―Seokjin volvió a reincorporarse, Yoongi suspiró
con cansancio. ―Por lo tanto, creo que sería buena idea que
tú por lo menos te pusieras ropa interior ―Se levantó,
comenzando a recoger la ropa tirada en el piso.
―¿Te preocupa que nos vea desnudos? ―Yoongi se sentó
en la cama, soltando una risita. ―Amor, te aseguro que él
ha visto más desnudos que tú y yo juntos. O por lo menos
mucha piel
―Y yo estoy seguro de que entre esos desnudos o
semidesnudos no estaban sus mejores amigos ―Arrojó el
bóxer en su dirección. ―Póntelo
Yoongi suspiró, obedeciendo. Sonrió un minuto más tarde
cuando Seokjin volvió a saltar sobre él, envolviéndolos a
ambos con las sábanas antes de capturar sus labios.
―Ahora sí ―Volvió a besarlo. ―Buenos días, gatito
―Buenos días, bebé
Amoldaron sus cuerpos, volviendo a besarse. Los dedos
de Yoongi se enredaron en los oscuros cabellos del mayor
mientras le besaba dulcemente. Como siempre, el ruido de
la puerta no fue suficiente distracción para hacerlos
distanciarse.
―Ustedes están usando ropa ahí abajo, ¿cierto?
―Preguntó escépticamente el chico que acababa de llegar.
La pareja se separó, girando a verle para asentir
automáticamente. Jungkook suspiró con alivio mientras
dejaba su bolso sobre la cama.
―Voy a darme una ducha y-
―Alto ahí, jovencito ―Seokjin se quitó de encima de su
novio, acomodándose en el colchón con los brazos
cruzados. ―Anoche te hice una pregunta y tú sólo huiste de
aquí. Sabes cuánto odio repetir las cosas ―Jungkook le miró
fijamente, sin siquiera parpadear. ―Te vimos besándote con
Jimin anoche en más de una ocasión, incluso pasaste la
noche con él, ¡en su cuarto! ¿Hay algo que quieras
compartir con nosotros?
―Sí, bueno... ―Rascó su cabello. ―No mucho ―Admitió.
―Nos besamos y fue agradable, así que... bien
―¿Sólo agradable? ―Seokjin enarcó una de sus cejas.
―Más que agradable ―Mordisqueó su labio inferior. ―Él
es fantástico ―Murmuró.
―Entonces, ¿están en una relación ahora?
―Nosotros no hemos hablado de eso ―Le dio la espalda,
yendo hasta su mueble para buscar ropa interior limpia.
―¿Por qué no?
―No se ha presentado la oportunidad, supongo
―¿Tienen tiempo para besarse y no para hablar de sus
sentimientos? ―Jungkook gimoteó con frustración. ―Estoy
hablando muy en serio contigo, Jeon Jungkook. La forma en
la que miras a Jimin no es ni remotamente parecida a como
has mirado a cualquier persona antes. Por supuesto, no es
como si en nuestro tiempo de conocernos te haya visto
interesado en alguien, pero sé perfectamente diferenciar la
atracción del bichito del amor y, tú, amigo mío, estás
enamorado de él ―El menor no lo negó. ―No quiero que te
rompan el corazón sólo porque no te animas a definir esta
relación
―Hyung, lo sé, te preocupas por mí ―Giró hacia él. ―Y
por supuesto que quiero definir esto. Ser su novio... suena
increíble para mí ―Se sonrojó. ―Pero recién nos besamos
anoche, no quiero presionarlo
―Le gustas también ―Seokjin dijo con seguridad.
―Sí, eso parece ―El pelirrojo sonrió suavemente. ―Pero
él tampoco lo ha dicho. Y yo... creo que necesito hablar
ciertas cosas con él antes de pensar en una relación. Por
otro lado, jamás me he confesado a alguien, así que cuando
lo pienso... creo que voy a vomitar de los nervios ―Su
sonrisa tembló.
―Oh, bebé ―El mayor salió de la cama, yendo
directamente a él para abrazarlo. ―Eres tímido, lo sé. Pero
si Jimin no se atreve a dar este paso, tendrás que hacerlo
tú. No pueden estar mucho tiempo jugando sólo porque no
saben cómo empezar una relación
―Lo tendré en cuenta ―Seokjin tomó su rostro, dando un
beso en la punta de su nariz. ―Gracias, hyung
―No hay nada por lo que agradecer ―Le aseguró.
―Y, por cierto... ―Se distanció de él, mirando hacia la
puerta del baño. ―Le dije que nos reuniríamos todos en
media hora para desayunar, así que sería bueno si ustedes
dejan la cama ahora ―Rió entredientes, escabullándose
rápidamente hacia el baño.
Seokjin frunció los labios cuando la puerta del baño fue
cerrada. Yoongi lo vio pasearse en ropa interior por el
cuarto, para comenzar a arrojarle su ropa.
―Ya escuchaste, cariño ―Los jeans volaron hasta su
cabeza, Yoongi alcanzó a tomarlos antes de que aterrizaran
ahí. ―Vístete y usa el baño de tu cuarto, hay demasiada
gente aquí y poco tiempo para arreglarse
―Tú no necesitas arreglarte ―Yoongi se levantó,
poniéndose rápidamente sus jeans.
―Ya que vamos a desayunar con Jimin, ¿deberíamos
lanzarle indirectas para que se confiese a Jungkook? Porque
así como lo veo yo, nuestro chico no dará el primer paso
―Ten fe en él ―Se puso su camiseta, caminado hasta él.
―Además, él dijo que necesitaba hablar de algo con Jimin,
así que no presiones. Deja que se sienta cómodo para
hablar de eso, ¿de acuerdo?
Seokjin frunció sus labios una vez más, no muy de
acuerdo. Relaciones sin nombre no eran algo bueno, pero
tomando en cuenta que los sentimientos de ambos chicos
eran recíprocos, suponía que no había mucho por lo que
preocuparse. Ellos tendrían que dejar los términos claros en
cualquier momento.
―Eso es, dejemos las cosas fluir ―Presionó un beso
contra su boca. ―Te veré en media hora, Seokjinie
El mayor asintió.
Jungkook se aseó rápidamente, saliendo del baño para ir
directamente por ropa limpia. Cuando Seokjin salió del baño
tras haber tomado su turno en la ducha, miró con interés al
menor, quien sonreía al espejo mientras peinaba
meticulosamente sus cabellos hacia un lado con ayuda de
sus dedos.
Jungkook miró su perfil pensativo, queriendo hallar una
imperfección. Sonriendo para confirmar su blanca sonrisa,
se relajó para luego poner bálsamo en sus labios. El mayor
intentó no reír mientras terminaba de vestirse; era primera
vez que le veía tan preocupado por su aspecto.
34 minutos fueron los que tardaron en total para bajar. Se
encontraron con Yoongi en el ascensor y, una vez que
estuvieron afuera, divisaron a Jimin, quien parecía jugar con
su celular. Jungkook llamó su nombre tímidamente,
acercándose a él con pasos vacilantes. El rubio arrojó su
teléfono al interior de su abrigo para girar hacia él,
dedicándole una dulce sonrisa. El rostro del menor enrojeció
cuando una mano le fue extendida.
―No te molesta si tomo tu mano, ¿cierto? ―Preguntó.
Jungkook negó con su cabeza, sintiéndose su corazón
saltar cuando el contrario entrelazó sus dedos para luego
esconder ambas manos en el bolsillo de su abrigo,
refugiándoles del frío. La sonrisa de Jimin no tembló ni
siquiera cuando se encontró con las miradas interesadas de
los mayores, por el contrario, les saludó alegremente como
si fueran amigos de toda la vida.
Era gratificante ver que las cosas entre los cuatro no eran
incómodas, a pesar de las primeras impresiones.
Los cuatro fueron al café para desayunar. La conversación
fue fluida mientras Seokjin intentaba sacarle más palabras a
Jimin, intentando conocerlo de manera más personal. El
rubio se mostró confiado y amable todo el tiempo, diferente
al joven presuntuoso de hace dos meses. Y ni siquiera
parecía avergonzarle las muestras de afecto en público,
pues se pasó casi todo el tiempo intentando alimentar a
Jungkook en la boca. El menor se encontró constantemente
con la mirada baja al ser consciente de que estaba rojo
hasta las orejas.
―¿Qué opinas? ―Preguntó Seokjin cuando la nueva
pareja se quedó por más tiempo dentro del café para pedir
algo para llevar. Al parecer, Jimin le haría una visita a
Taehyung.
―Ellos son... uhm... ―Yoongi frunció sus labios. ―Igual de
cursis ―Admitió, casi con recelo.
―Exacto. Jamás pensé que Park Jimin sería del tipo cursi.
Es más, temía que fuera más como el lobo yendo detrás de
la pobre caperucita
―Bueno, ellos aún están en la etapa de la luna de miel,
puede que estemos hablando demasiado pronto ―Meditó el
menor. ―De todas formas, espero que no nos
equivoquemos sobre Park. Ser cursi es lo mejor que puede
hacer si quiere iniciar adecuadamente con Jungkook
―¿Crees que...? Ahm... ―Se interrumpió así mismo,
sonriendo nerviosamente hacia un lado. ―¿Jungkook
aproveche este tiempo juntos para hablarle de eso? ―Y se
aseguró de bajar la voz para no correr riesgo de que lo
escucharan.
―Me gustaría pensar que sí, Jinie ―Aceptó, tomando su
mano con cuidado.
Ambos voltearon hacia la puerta, viendo como los jóvenes
finalmente salían. Jimin abrazaba una bolsa de papel
mientras sonreía tal y como estaba haciendo desde
temprano.
―Bueno, realmente fue agradable pasar el rato con
ustedes, pero debo ir con Tae y Nam ahora ―Giró hacia el
menor. ―¿Nos reunimos a las 2:30 para ir a la estación?
―Jungkook asintió. ―Okay, te estaré escribiendo ―Empujó
de su hombro levemente hacia abajo, dejando un pequeño
beso en su mejilla. Jungkook le miró atontado mientras el
rubio giraba hacia la pareja. ―Hasta luego, chicos
Seokjin y Yoongi se despidieron con un leve asentimiento,
viéndolo marchar. Jimin volteó una vez más hacia el menor,
lanzándole un beso para finalmente irse. Jungkook cubrió su
rostro con vergüenza mientras sus amigos reían tras de él.
Fue Namjoon quien abrió la puerta para Jimin. Caminó
hasta la cocina con él, pues aparentemente recién estaban
desayunando, y se mostró curioso al encontrar a su mejor
amigo a punto de quedarse dormido sobre un tazón de
leche con cereal. Taehyung lucía como alguien que no había
dormido en semanas.
―Buenos días, niños. Su querido Jimin les ha traído
muffins ―Anunció, dejando la bolsa en el centro de la mesa.
―¿Qué pasa con él? ―Preguntó al mayor cuando el de
cabellos grisáceos con suerte reaccionó.
―Jeonghwa lo hizo bailar toda la noche ―Respondió con
una risita, sacando un muffin de la bolsa. ―Gracias, Jimin
―Gracias, Jimin ―Dijo también el menor, sacando
lentamente un muffin para él, masticándolo perezosamente
después. ―Esa chica es horrible, ¿sabes? No sé cómo puede
tener tanta energía. ¡Me obligó a bailar con ella hasta el
final de la fiesta! ¡El final! ¡Fuimos los últimos en quedarnos
en la pista! Yo ni siquiera siento mis pies ahora ―Lloriqueó.
―Bailar siempre es una bendición, Tae ―Sonrió
divertidamente. ―Podrás dormir en tu viaje en tren ―Miró a
Namjoon. ―Por cierto, ¿dónde están tus padres?
―Trabajando ―Respondió monótonamente.
―¿¡Un sábado!?
―En realidad, salieron a una comida con otros profesores
―Rió entredientes. ―Es la ley de la vida, Jimin, los
profesores siempre salen después que nosotros y entran
antes que nosotros. La buena noticia es que, en cuanto
ambos queden libres finalmente, nos iremos a Japón por una
semana a disfrutar de nuestras vacaciones. ¿Puedes
creerlo? ―Y sonrió brillantemente, sus hoyuelos
marcándose.
―Oh, debes tomar muchas fotos
―Sí, lástima que realmente no soy un gran fotógrafo. Me
gustaría meter a Jungkook en mi equipaje de ser eso posible
―Disculpa, pero he reservado al chico para mí durante
estas vacaciones. Lo siento, Nam ―Se disculpó con falsa
humildad.
―Ahora que lo dices... ―Taehyung se enderezó en su
asiento, recuperándose. ―Estuviste con él anoche. ¡Los vi
besándose en medio del gimnasio! ―Chilló el menor.
―Estoy seguro de que serán la comidilla de sus facultades
en cuanto regresemos a clases. Es más, ¡quizás todos en la
universidad hablen de ustedes! ¡Estás saliendo con el rey!
¿Y cómo es que has dejado pasar más de 12 horas sin
contarme nada? ¡Siempre presumes de tus hazañas!
―Primero, no los culpo si hablan de nosotros, dos chicos
increíblemente guapos estando juntos es algo de lo que
todos desean hablar ―Dijo con tranquilidad, sus amigos le
miraron con diversión. ―Y, Tae, me he separado de él hace
sólo un rato, por supuesto que no iba a hablar contigo. No
tuve oportunidad ―Rió alegremente.
―¿Hace un rato? ―Kim menor no entendía.
―Nos escapamos de la fiesta a medianoche y luego
tuvimos una agradable sesión fotográfica en la azotea de mi
edificio. Jungkook se quedó a dormir conmigo después de
eso
―¿Ustedes...? ―Estaba shockeado. ―¿Ustedes lo
hicieron?
―Nop ―Negó con la cabeza. ―Sólo dormir ―Aseguró.
―¿Puedes hacer eso también? ¿Sólo dormir? Increíble
―Namjoon sonreía burlonamente.
―Él estaba cansado ―Señaló. ―Pero no estuvo mal,
quiero decir, realmente fue una noche increíble. Bailé junto
a él un montón de lentos y lo besé un montón de veces
también, así que no puedo quejarme ―Suspiró
soñadoramente.
―Ah, él de verdad lo consiguió... ―Murmuró Taehyung,
mirándolo fijamente. ―Cuando ustedes se conocieron, podía
jurar que serías un rotundo no en la vida de Jungkook, hasta
hubiera apostado por ello. Pero lo conseguiste. Siempre lo
consigues
―Fue un poco difícil, pero sí ―Sonrió tímidamente. ―Creo
que sólo hacía falta conocernos más. Jungkook es precioso,
y parece ser que yo le gusto tal cual soy ―Taehyung y
Namjoon sonrieron a la vez, con calma. Era primera vez que
Jimin irradiaba tal felicidad mientras hablaba de alguien.
Usualmente las personas en su vida eran para usar y
desechar, de una manera bastante recíproca, por lo que no
había nada extraordinario en sus ojos cuando hablaba de
ellos.
―Así que, de verdad te gusta, ¿no? ―Jimin asintió sin
dudarlo. ―¿Y están saliendo oficialmente?
―Oh ―Hizo una mueca con los labios. ―No hemos
hablado de eso... todavía. ¿Exactamente cómo te le
confiesas a alguien? ―Preguntó con una risita nerviosa,
frotando sus manos contra su pantalón.
―Le gustas también, por lo que sólo tienes que ser
honesto ―Habló apaciblemente Namjoon. ―Dudo que él se
lo tome mal
―Sólo pregúntale para ser tu novio, estoy seguro de que
Jungkook dirá inmediatamente que sí, se le nota en la cara
―Apoyó Taehyung.
―Uhm, supongo que buscaré el momento indicado allá en
Busan. Quiero tener una buena atmosfera alrededor
nuestro, ¿sí? Que no tengamos que preocuparnos de nada ni
de nadie ―Sonrió, apartando la mirada. ―Será mágico
―Él es cursi ―Murmuró el mayor, su primo asintió en
medio de una risita.
―De todos modos ―Jimin reaccionó de repente. ―¿Creen
que Jungkook sea virgen?
―Y él acaba de abandonar su cabeza correcta
nuevamente... ―Dijo ahora Namjoon. El menor volvió a
asentir, con más pesar.
―Es un tema serio, chicos ―Abrió sus ojos
escandalosamente. ―¿Qué haré si Jungkook es virgen?
Tendremos mucho tiempo libre estas vacaciones, así que
claramente las pasaremos juntos y... tendrá que darse en
algún momento, ¿no? ―Los Kim pusieron los ojos en blanco.
―Jungkookie parece ser inocente en muchos sentidos,
odiaría darle una mala primera experiencia. Lo malo es que
yo jamás lo he hecho con un chico virgen y... ―Chasqueó
con sus dedos, señalando a su mejor amigo. ―Taehyung,
eres mi salvación. ¿Qué espera para tu primera vez?
―¿¡Por qué asumes que soy el único virgen aquí!? ―Se
sobresaltó.
―Elemental. Namjoon tiene novia ―Se cruzó de brazos,
convencido de sus argumentos.
Namjoon apartó la mirada, negándose a decir algo a favor
o en contra de esa teoría; él no hablaría de algo que
involucraba a su novia íntimamente. Taehyung, por su parte,
frunció sus labios con molestia mientras pensaba en qué
responder.
―Honestamente, no es como si pensara mucho en ello,
¿de acuerdo? ―Dijo finalmente, levemente irritado. ―¿Y de
verdad hay gente que fantasea con un tipo de primera vez?
¿Fuiste tú esa clase de chico, Jimin?
―¿Hmm? No realmente ―Recordó, rascando su barbilla.
―Ahora que lo dices, mi primera vez sólo fue un arranque
de hormonas ―Y rió al final, sacudiendo su cabeza luego.
―Pero esto es diferente, no es sólo que quiera sexo,
¿entienden? Me gusta Jungkook, quiero hacerlo sentir bien y
especial
―Si eres el chico que le gusta, no hay forma de que sea lo
contrario a eso ―Dijo Taehyung. Jimin meditó al respecto,
mirando hacia la pared. ―¿De verdad crees que él querrá
tener sexo contigo estas vacaciones?
―No lo llames así, decir sólo sexo es demasiado frívolo
―Lo miró fijamente, con una mueca en los labios. ―Y por
supuesto que querrá. Sé perfectamente qué puntos tocar,
así que no te preocupes, él no se negará a mí luego de que
le dé una probada de todo lo que tengo para darle ―Afirmó
con convicción.
Namjoon y Taehyung intercambiaron miradas, esperando
que la seguridad de Jimin no fuera un arma de doble filo. A
su vez, esperaban que las cosas realmente funcionaran bien
para ellos en esas vacaciones.
◆◆◆◆◆
Jimin se separó de Taehyung, girando hacia Jungkook. El
menor estaba siendo aprisionado por un fuerte abrazo por
Seokjin, y rió entredientes al ver como el mayor regaba un
montón de besos por todo su lindo rostro, como si de verdad
le costara distanciarse de él por esas dos semanas. Luego
de una despedida claramente dramática, fue Yoongi quien
revolvió cariñosamente el cabello de su amigo mientras le
deseaba unas buenas fiestas. Los tres voltearon hacia ellos
tras haber terminado.
―¿Todo listo? ―Preguntó Jimin. Jungkook asintió.
―Cuida bien de él ―Dijo Seokjin cuando el menor fue
hasta Park. Este rió.
―Hyung, no necesito que cuiden de mí ―Se quejó el
pelirrojo, abultando inconscientemente su labio en un
puchero.
―No te preocupes, hyung ―Jimin tomó la mano del
adorable joven. ―Cuidaré debidamente de él. Que tengan
un buen viaje
Jungkook agitó su mano libre, dejando atrás a Seokjin,
Yoongi y Taehyung que tomarían otro tren. Mirando a su
acompañante, sonrió levemente para él cuando sus miradas
se encontraron.
Oficialmente, ellos estaban dando inicio a sus vacaciones.
Juntos.
El viaje de tres horas no fue tan tedioso como pensaron.
Pasaron gran parte del tiempo durmiendo contra el otro,
permitiéndose un descanso. Jimin despertó poco antes de
llegar a la estación de Busan, alejándose del hombro que lo
sostenía para mirar a su dueño. La respiración de Jungkook
escapaba suavemente de sus labios entreabiertos, y él miró
hacia los asientos cercanos, cerciorándose de que nadie lo
veía, antes de atreverse a presionar un beso en sus rojizos
labios. Jungkook abrió los ojos lentamente mientras el color
rosa se plantaba en sus mejillas.
―Estamos por llegar, creí que sería bueno despertarte
―Avisó animadamente Jimin.
Jungkook asintió vagamente, bajando su mirada para
comprobar que sus manos estaban tomadas. Sus dedos
probablemente estaban entumecidos, pero su corazón
estaba tan feliz que no importaba. Volteando de regreso
hacia su acompañante, sonrió dulcemente cuando este
atrapó su rostro con su mano libre para hacerle cariño.
―¿Estás feliz porque dentro de unos minutos por fin
estarás en casa? ―Preguntó el rubio.
Jungkook asintió, queriendo devolverle la pregunta, pues
probablemente la familia de Jimin ya estaba en Busan
también, pero sólo cerró los ojos cuando el contrario volvió
a cerrar el espacio entre sus bocas. Ellos se besaron
apaciblemente durante los pocos minutos que quedaban
para llegar a la estación.
Con sus bolsos en mano, decidieron tomar un taxi para ir
hasta el hogar del menor. Jungkook tocó sus labios
pensativamente cuando por fin estuvo frente a la puerta,
cuestionándose su aspecto. ¿Sus padres y su abuela sabrían
la clase de relación que llevaba con Jimin con sólo verlos?
Temía ser demasiado evidente.
Mirando de reojo hacia su superior, descubrió que este
igual le miraba con interés. El rubio le guiñó un ojo
traviesamente, dándole confianza. Dejó ir sus
preocupaciones mientras tocaba el timbre de la casa.
―¡Jungkookie! ―El pelirrojo ni siquiera alcanzó a abrir la
boca cuando su madre ya le estaba dando un asfixiante
abrazo, meciéndolo en todas las direcciones. ―Mi niño
bonito, ¡estás tan guapo y grande!
―Hola, mamá ―Saludó tímidamente en medio de una
risa. ―Sólo han pasado unos meses, estás exagerando
sobre lo de crecer
―¡Por supuesto que no! ―Se distanció de él, mirándolo
fijamente mientras lo sostenía por los hombros. Jungkook
sonrió adorablemente cuando su madre se detuvo varios
segundos en sus llamativos cabellos. ―Seokjin me habló de
esto ―Entrecerró los ojos. ―Él me envió un mensaje ayer
advirtiéndome que había hecho arte con tu cabello. Insistí
en que me enviara una foto y me dijo que tendría que
esperar hasta hoy, ¡en serio!
―Oh, mamá, ¿ustedes de verdad están intercambiando
mensajes sobre mí? ―Jungkook cubrió su rostro
avergonzado cuando su madre asintió frenéticamente. Jimin
dio un pequeño respingo en su lugar cuando la mirada de la
bella mujer cayó sobre él de manera inquisitiva.
―Woah, otro chico guapo ―Soltó de inmediato,
impresionada.
―¡Mamá!
―¡Te he educado bien! ―Felicitó con una palmadita sobre
su hombro, tomando rápidamente al invitado de su hijo para
estrecharlo en un firme abrazo.
Jimin se quedó inmóvil y aturdido mientras se dejaba
abrazar, recibiendo un montón de halagos que salieron tan
seguidamente y con tanta rapidez, que ni siquiera los pudo
captar en su totalidad. Jungkook suspiró con rendición
mientras su madre seguía sosteniendo a Jimin; ella había
hecho exactamente lo mismo con Seokjin y Yoongi cuando
los trajo a casa. Supuestamente, la mujer había aceptado no
acribillar a sus invitados nuevamente de esa manera, pero
estaba claro que ni siquiera recordaba tal promesa.
―Me alegra tanto que estés aquí ―La mujer se distanció,
sonriendo brillantemente mientras sostenía sus manos.
―Nuestro bebé no solía traer amigos, pero lleva unos meses
en Seúl y ya nos ha traído a tres personas. ¡Eso es tan
maravilloso!
―Mamá...
―Cierto ―Ella soltó a Jimin, dándoles la espalda. ―Entren,
chicos, vamos al salón
Jimin le lanzó una mirada curiosa al menor cuando la
madre de este caminó frente a ellos, guiándolos. Jungkook
le sonrió en manera de disculpa por la efusividad de la
mujer, quizás había tenido que advertirle debidamente de
su comportamiento.
―Oh, cariño, ¿quién te ha tirado un balde de pintura en la
cabeza? ―Preguntó en un suspiro triste su abuela apenas
ingresó al salón.
Jungkook rió avergonzado y corrió hasta su abuela,
inclinándose para darle un abrazo. Jimin miró atentamente a
la anciana al notar que ella no tenía ni un solo rasgo
asiático.
―Sólo mírate ―Pasó los dedos por el cabello del joven,
apenada. ―Dime quien lo hizo y me aseguraré de que lo
paguen. Nadie daña el cabello de mi nieto y se sale con la
suya
―Mamá, es tintura para el cabello, nadie le ha lanzado
pintura encima ―Aclaró la señora Jeon.
―Pero él luce como un fósforo ahora, ¿qué sucede con las
modas de hoy en día? ―Cuestionó extrañada, volteando
hacia el otro joven que le miraba. ―Oh, así que has traído a
otro chico guapo de Seúl. ¡Ese es mi nieto! ―Lo felicitó,
palmeando fuertemente su espalda.
―¡Abuela! ―Se quejó.
Pero la mujer siguió felicitándolo, dejándolo ir después
para saludar al otro joven. Jimin intentó no reír mientras la
anciana se presentaba, sin dejar de añadir comentarios que
incomodaban a su nieto. El señor Jeon ingresó sólo un
minuto más tarde, saludándolo también, y dedujo que
probablemente él era el más tranquilo de la familia.
―Hijo, lleva a Jimin para que se instale, prepararemos la
cena con tu madre
Jungkook asintió hacia su padre, aliviado de poder escapar
un momento de su familia. Lo que menos deseaba era que
Jimin se sintiera atosigado debido a ellos.
―Siento si ellos te han hecho sentir incómodo...
―Murmuró mientras subían las escaleras.
―¿Hablas en serio? Ellos son excesivamente agradables.
Más que cualquier familia que haya conocido, en realidad
―Admitió.
Sí, las familias de sus conocidos eran agradables, pero
nunca un ambiente se había sentido tan familiar.
―Como podrás notar, mi abuela no es coreana ―Comentó
el menor, caminando por el pasillo del segundo piso. ―Ella
es muy cariñosa y extrovertida, creo que eso le gustó a mi
abuelo. Mamá es exactamente igual a ella y papá... bien,
también se enamoró de mamá así tal cual es ―Se detuvo
frente a la puerta, girándose a verlo con una sonrisita.
―Supongo que no somos la familia tradicional coreana que
se espera, pero no es malo, ¿cierto?
―No lo es ―Lo tranquilizó el mayor.
―De todas formas, si te incomoda que sean demasiado
pegajosos o abiertos, pueden decírmelo, hablaré con ellos
para que intenten ser más prudentes ―Prometió.
Jimin rió y negó con la cabeza, dejándolo pasar. Le
sorprendía que Jungkook fuera tan tranquilo habiendo
crecido en el ambiente que acababa de apreciar.
Dejó de pensar en esa clase de detalles cuando al entrar
al cuarto, encontró dos camas ahí.
La habitación era bastante espaciosa, por no decir
enorme. Un extremo estaba lleno de repisas repletas de
comics, mangas y figuritas, mientras el otro lado estaba un
poco más vacío, con murales y medallas llenando más de
un espacio.
―Solía ser sólo mi cuarto ―Murmuró Jungkook, dejando su
bolso sobre su cama. ―Sí, lo sé, bastante impresionante
para un niño, ¿no? ―Rió cuando Jimin volteó a verlo con
ojos enormes. ―Pero el cuarto de mi hermano era igual.
Cuando hace unos años mi abuelo murió, decidimos que la
abuela viviría con nosotros, así que le pasamos el cuarto de
Junghyun. Él está haciendo el servicio ahora y no tenemos
cuarto de invitados, así que... ―Miró la cama, sintiéndose
tímido de repente. ―Puedes usar su cama. Espero que no te
moleste compartir cuarto conmigo
―Me dejas quedarme gratis y hasta me permites usar la
cama de tu hermano ―Jimin dejó su bolso sobre la cama,
caminando hasta el menor. ―¿De verdad crees que podría
quejarme de tener la oportunidad de estar más cerca de ti?
―Supongo que no ―Susurró.
―Correcto ―Jimin tomó su barbilla, depositando un
pequeño beso en sus labios. ―Estoy ansioso por estos días
juntos
―Yo también ―Admitió con una sonrisita tonta,
esquivando el deseo de esconder su cabeza para que no le
vieran sonrojado. ―Sobre tu familia...
―Ellos llegaron a Busan esta mañana, ya hablé con ellos
―Lo tranquilizó. ―Prometí que iría a verlos mañana.
¿Quieres acompañarme?
―Ahm, había prometido acompañar a mi familia a una
convivencia mañana por la tarde, planeaba invitarte
―Musitó. ―Pero si quieres, puedo cancelar y...
―Shhh, nada de eso ―Interrumpió. ―No canceles a tus
padres, puedo ir por mi cuenta, ya habrá oportunidad para
que conozcas a mi familia ―Jungkook asintió. ―Y podremos
pasar tiempo juntos después de estar con nuestras familias,
¿no? ―El menor volvió a asentir. ―Entonces, todo está bien
Jungkook sonrió, cerrando sus ojos cuando Jimin volvió a
atraerlo en un beso. Ellos se besaron un momento,
manteniendo sus cuerpos juntos mientras saboreaban los
labios del otro. El rubio tuvo que morder su lengua para no
protestar cuando el pelirrojo repentinamente se distanció.
―Quizás deberíamos bajar ―Murmuró en una risita.
Jimin suspiró, asintiendo. Rozando sus manos por un
segundo para luego poner distancia, ambos sonrieron a la
vez mientras salían de cuarto. Tenían mucho tiempo por
delante para pasarlo juntos, así que el mayor decidió que
estaría bien permitir que su chico pasara al menos un
tiempo con su familia. Además, él definitivamente quería
conocerles también.
Algo en su corazón le decía que esas serían las mejores
vacaciones que había tenido en mucho tiempo.
Nota:
Estuve muy ocupada, pero finalmente estoy aquí. ¿Pueden
creer que tardé más de una semana en escribir esto?
Usualmente, cuando dispongo de tiempo, escribo el capítulo
en dos días. Pero ahora avanzaba 500 palabras por día y a
veces nada.
Hoy final tengo un respiro, y a su tiempo perfecto, de
todos modos, ¡feliz navidad!
٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
[14]

Jungkook y Jimin habían sido expulsados de la cocina en


cuanto ingresaron con intención de ayudar. Los adultos
parecían querer encargarse de la cena por sí mismos y el
menor había salido tras su madre cuando esta dijo que
decoraría el árbol de navidad, el cual aún estaba
completamente vacío.
Jimin rió mientras veía a la señora Jeon revolver entre
decorativos mientras Jungkook estaba empecinado en
desenredar las luces. El rubio ni siquiera había podido poner
una mano sobre las cajas cuando la madre del más joven ya
le estaba diciendo que los invitados sólo debían permanecer
sentados.
Estaba seguro que sería cosa de tiempo para convencerla
de que decorar todo era mucho trabajo y él estaría
encantado con ayudar. Aun así, aprovechó el tiempo libre
para revisar la repisa con fotos, llevándose unas cuantas
sorpresas.
―¿Prácticas artes marciales? ―Preguntó sorprendido al
encontrar una foto de Jungkook usando el equipo de
Taekwondo. Aún era un niño en la toma y sonreía
brillantemente hacia la cámara.
―Practicaba ―Corrigió el pelirrojo, más concentrado en el
juego de luces.
―Cuando Jungkook era pequeño, era demasiado enérgico
―Explicó la madre al ver que su hijo no diría más. ―Era
como tener un pequeño tornado dentro de casa. Aunque
todos jugábamos con él intentando agotar sus excesivas
energías, siempre terminábamos cansados antes que él
Jimin miró fijamente al menor, quien lucía ligeramente
avergonzado. Ni siquiera se imaginaba a ese chico siendo
un niño revoltoso, así como decía su madre.
―Nos recomendaron que hiciera algún deporte y él eligió
taekwondo ―Prosiguió. ―Tenía sólo 4 años cuando entró,
pero a medida que crecía, demostró ser alguien increíble.
Sus maestros casi lloraron el día en que Jungkook decidió
dejarlos. Tenía 12 años en ese entonces
―¿Cómo es que perdiste el interés luego de 8 años?
―Preguntó Jimin sorprendido, caminando hasta él para
tomar asiento a su lado. ―Aunque, ahora que lo pienso,
debí intuir que practicabas artes marciales. Cuando
derribaste a ese tipo del bus, pareció ser verdaderamente
fácil para ti
―¿Qué tipo? ―La señora Jeon miraba con ojos curiosos a
los jóvenes frente a ella.
―Había un pervertido en el bus ―Explicó rápidamente
Park. ―Jungkook se enfrentó a él y lo derribó de un solo
movimiento, ¡fue impresionante!
―Oh, ¡ese es mi chico! ―Ella aplaudió, emocionada. ―¿Lo
golpeaste debidamente? Debiste cortar su-
―Mamá ―Jungkook cubrió su rostro. ―Y no,
lamentablemente, no había mucho que hacer con él. Ya
sabes cómo son las cosas ―Bufó.
―Al menos lo has intentado, bebé ―Intentó animarlo con
una sonrisita. ―No te preocupes, mamá te apoya. ¡Te dejaré
vencer a todos los malos que desees! Estoy muy orgullosa
de ti ―Aseguró. Las mejillas del menor se tornaron rojas
mientras Jimin reía levemente.
―Entonces, sobre el taekwondo... ―Insistió el rubio,
queriendo saber la historia por completo.
―No es que dejara de gustarme ―Murmuró Jungkook.
―Sólo descubrí nuevos intereses
―¿Y eso sería...? ―El pelirrojo apartó la mirada,
aparentemente incómodo. Jimin ladeó su cabeza con
confusión al no recibir respuesta.
―Baile ―Intervino la madre, provocando que el menor
suspirara con molestia. ―Vamos, Kookie, no debe darte
vergüenza decirlo. ¡Eras un bailarín muy impresionante
también! ―Jimin estaba boquiabierto mientras los
escuchaba, ni siquiera podía parpadear mientras observaba
al muchacho. ―Cuando Jungkook tenía 12 años, vio a un
grupo de baile callejero hacer un acto y quedó
completamente flechado. Fue la primera vez que lo escuché
decir algo con tanta seguridad como "mamá, quiero entrar a
una academia de baile". Así que lo hicimos, buscamos la
academia, él hizo una prueba y fue enviado al grupo de
principiantes ―Rió suavemente, recordando la decepción
pasajera que sufrió su hijo cuando fue enviado al grupo de
los novatos. ―Espera, tengo muchas fotos de esa etapa ―Y
apartando los decorativos, se levantó rápidamente para
buscar los álbumes de fotos que guardaba con orgullo.
Jimin siguió mirando al menor mientras su madre iba por
las pruebas. Jungkook seguía esquivándolo, fingiendo
desenredar las luces que ya estaban en perfectas
condiciones, y no se explicaba cómo aquel chico pudo
mantener oculto tan importante dato. ¿No pensó acaso que
para ambos ese era un gran interés en común?
―¡Aquí están! ―Ella volvió corriendo mientras cargaba un
par de álbumes. ―Tenemos muchísimas fotos de él en ese
entonces. Jungkook perteneció por 5 años a esa academia y
fue parte de muchas presentaciones, sobre todo después de
sus 15 años. Nos aseguramos de tomar varias fotos e
incluso grabarlo, estábamos fascinados ―Comentó con
emoción, entregándole los álbumes al amigo de su hijo.
Jungkook miró fijamente el piso, sintiéndose desanimado.
Los ojos de su madre siempre brillaban cuando le
comentaba a alguien que él había sido bailarín y por eso le
dolía el corazón intentar pedirle prudencia respecto al tema.
En ese entonces, cuando había sido un adolescente iluso
con ganas de brillar en los escenarios, su madre había sido
su mayor fan y apoyo. Todavía podía sentir la decepción
provenir de ella el día que decidió dejar la academia junto a
su sueño de estudiar danza en la universidad.
Afortunadamente, no le fue difícil encontrar otra pasión en
su vida. Pero todo lo pasado antes de que su cámara se
convirtiera en su mejor amiga, aún le lastimaba al
recordarlo.
Jimin abrió el primer álbum, en el cual Jungkook
probablemente tendría unos 13 años. En cada foto, él
parecía esforzarse de sobremanera, incluso si lucía cansado.
El cansancio nunca fue una razón para desvanecer la
sonrisa de sus lindos labios. Y sus ojos, un poco más
inocentes, brillaban llenos de amor cada vez que miraba
hacia la cámara.
―Fue su primera presentación ―Dijo ella, mirando con
nostalgia hacia el álbum. ―Estaba tan nervioso ese día,
pudimos notarlo incluso en sus pasos. Pero él continuó
hasta el final. Sabíamos que él no renunciaría fácilmente
después de eso. Siempre trabajó fervientemente para ser
uno de los mejores
Jimin abrió otro álbum, estando seguro de que Jungkook
ahí debía tener 15, como mínimo. Su postura expresaba
más seguridad a cuando era niño. Cambiando las páginas,
sus latidos se congelaron un segundo al detenerse en una
foto grupal con rostros demasiado familiares. Cambiando
página a página, fueron más fotos con las mismas personas
las que se encontró. Jungkook estaba ahí, por supuesto.
Acompañado por Taemin y todos sus amigos de ese
entonces.
Así que por eso se conocían. Ellos habían asistido a la
misma academia, habían bailado juntos. Jimin hubiera reído
amargamente por lo pequeño que era el mundo. Podía
entender porque Jungkook había ocultado la verdad sobre
Taemin, después de todo, él no estaba actuando distinto del
menor.
Llegando a la última página, sonrió más relajado al
encontrar una foto de Jungkook donde estaba parado sobre
sus manos, sonriendo a la cámara aun estando de cabeza.
―Lindo ―Murmuró, mirando con cariño la foto. Jungkook,
que había escuchado el murmullo, volteó a verlo con
interés. ―¿Por qué no me lo dijiste? ―Preguntó finalmente,
volteando hacía él. El menor se sintió intimidado cuando sus
miradas se toparon. ―¿Por qué no me dijiste que eres un
bailarín?
―Lo era ―Corrigió. ―No he bailado en años, hyung. Así
que... no creí que fuera importante ―Ni siquiera le gustaba
recordar esa etapa, realmente.
―Eres mi no- ―Jimin se mordió la lengua, su rostro
calentándose ante el error que estuvo a punto de cometer.
―Mi amigo ―Corrigió, queriendo golpearse a sí mismo. Los
ojos de Jungkook eran excesivamente grandes e incluso
podía sentir la intensa mirada de la madre de este sobre
ellos. ―Cualquier cosa respecto a ti me interesa, Jungkook
―Yo... uhm... lo tendré en cuenta, hyung ―Aceptó con una
sonrisa tímida, sintiendo el rubor colorear sus mejillas.
La mujer frente a ellos carraspeó, llamando su atención.
Ambos se sentaron erguidos al encontrarse con su sugestiva
sonrisa. Oh oh.
―Con permiso, iré a ver cómo va la cena ―Se excusó,
guiñándoles un ojo para retirarse rápidamente.
Jungkook gimoteó y cubrió su rostro, completamente
avergonzado. Jimin miró hacia la entrada y luego giró hacia
el menor, sentándose más cerca de él.
―Entonces, ¿crees que metí la pata? ―Preguntó en voz
baja y Jungkook volteó a verle. ―Ella probablemente está
pensando que algo pasa entre nosotros, ¿no?
―Probablemente ―Afirmó, frunciendo sus labios. ¿De
verdad Jimin casi lo había llamado novio? Dios, iba a
volverse loco, él ni siquiera sabía con exactitud qué eran.
―¿Te molesta la idea de que nos relacionen? ―Jungkook
negó suavemente con la cabeza. Sí, estaba seguro de que
su familia lo acribillaría con preguntas en cualquier
momento, pero no tenía intención de ocultar
permanentemente su gusto por el rubio. Él siempre había
sido alguien honesto en cuanto a sus sentimientos. ―Bien,
eso me quita un peso de encima ―Sonrió felizmente.
―¿Sí?
―Sí, porque quiero besarte ahora mismo ―Tomó su
barbilla, acercándose a él. ―¿Puedo besarte, Jungkook?
Pero el aludido sólo cerró los ojos, respondiendo de
aquella manera. Jimin besó sus labios por segundos para
luego distanciarse, verificando nuevamente la entrada.
Comprobando que los pasos de la señora Jeon ni siquiera
estaban cercanos a oírse, no tardó en regresar a los dulces
labios del menor. Jungkook suspiró contra su boca,
satisfecho mientras le correspondía.
―Ellos están saliendo, ¿cierto? ―Fue la primera pregunta
que escuchó la señora Jeon apenas entró a la cocina.
―Hmm, puede que ellos lo estén ―Sonrió
confidentemente, tomando asiento para mirar a su marido,
quien estaba concentrado revolviendo algo. ―¿Qué opinas,
cariño?
―Ese chico no puede apartar sus ojos de Jungkook
―Apoyó.
―Exacto ―Juntó sus manos, dichosa. ―¿Y pueden verlo?
Jungkook también lo mira con cariño. Soy su madre, puedo
sentirlo. Así que, ¿se ha enamorado? ¿Debería tener una
charla con él? Ha pasado tanto tiempo desde la última vez...
―Elizabeth, sólo deja al niño en paz ―Dijo su madre,
quien cortaba unos vegetales. La mujer hizo un mohín al
escucharla. ―A nadie le gusta que lo acribillen. Deja las
cosas fluir. Y si resulta que Jungkook quiere conversar con
ustedes al respecto, entonces estará bien, pero no lo
fuercen a hablar si ese no es su deseo
―Oh, mamá, pero Jungkookie no ha estado con nadie
desde lo de Hoseokie ―Murmuró en un suspiro. ―Me alegra
tanto que finalmente haya alguien que le guste, de verdad
deseo- ―La mujer mayor le miró atentamente. ―De
acuerdo, no haré nada. Pero es una buena oportunidad para
saber de Jimin, ¿no? ―Sonrió caprichosamente, como una
niña. Su esposo rió mientras negaba con la cabeza.
Para cuando el momento de la cena llegó, Jimin sintió un
inusual cambio de ambiente en la mesa. Los padres de
Jungkook, e incluso su abuela, estaban poniéndole atención
en demasía y sabía que eso significaba algo. Ellos no
estaban siendo demasiado sutiles. Intercambiando miradas
con el más joven del hogar, pudo notar como este le
dedicaba una mirada suplicante que pedía comprensión.
Para suerte de él, Jimin disfrutaba de la atención.
―¿Entonces estudias danza? ―Elizabeth estaba
encantada. Jimin asintió mientras sonreía. ―¿Ya lo has visto
bailar, Jungkook? ―Giró hacia su hijo.
―Sí. Bastante impresionante ―Aceptó para luego llenar
su boca de comida. Si él se ponía hablar de Jimin sobre un
escenario ahora, seguramente nunca terminaría. Era muy
consciente de su manía de hablar demasiado cuando algo le
gustaba.
―¡Ah, es por eso que ustedes tienen una conexión!
―Jungkook se atragantó. Su padre le pasó rápidamente un
vaso con jugo, dando ligeras palmadas en su espalda.
―Quiero decir, es por es que se han hecho buenos amigos
tan rápidamente, sí ―Corrigió rápidamente Elizabeth,
sonriendo con algo de torpeza.
―Uhm, ¿será eso? ―Jimin miró de reojo a Jungkook,
divertido. ―En realidad, nos conocimos gracias a mi mejor
amigo. Necesitaba a un buen fotógrafo y bueno... Jungkook
ha superado por creces mis expectativas. Además, como si
no fuera suficiente, he ganado un buen compañero ―Y
guiñó un ojo en dirección al menor.
―Oh, nuestro Jungkook es muy bueno en todo lo que
hace, ¿no? ―El pecho de Elizabeth se llenó de orgullo
mientras miraba con amor a su hijo.
Jimin miró fijamente al pelirrojo, deteniéndose en sus rojos
labios para humedecer instintivamente los suyos. Sí,
Jungkook eran bueno en muchas cosas. Estaba ansioso por
descubrir las otras partes buenas de él también.
―Tengo entendido de que eres de Busan también. ¿Estoy
en lo correcto, Jimin? ―El joven asintió cuando el padre del
menor fue quien habló. ―¿Asististe a una de las academias
de baile cercanas?
―No, señor ―Sonrió, un poco más débil. Para Jungkook no
pasó desapercibido. ―Me interesé en el baile desde niño,
pero no fue hasta la escuela media que de verdad quise
intentarlo. Incluso así, no me uní a ninguna academia ni
club ―Admitió. ―Luego de graduarme, mi familia se mudó a
Daegu. Me uní al club de mi secundaria entonces. Pero
antes de ello, sólo bailaba por mi cuenta
Bien, eso era sorpresivo para Jungkook. Siendo Jimin
alguien tan talentoso, era increíble que por años hubiera
avanzado sin nadie que lo instruyera. Suponía que eso era
realmente un artista innato.
―¿Y no has venido a Busan desde entonces? ―Ahora la
anciana preguntó. Jimin asintió. ―¿No extrañaste Busan?
―No mucho. Supongo que, hasta ahora, no tuve razón
para volver
―Oh, pero Busan es tan bonito ―Elizabeth volteó hacia su
hijo, quien tenía las mejillas rellenas de comida. ―¿A dónde
lo llevarás esta noche?
―¿Uhm? ―Jungkook tragó lo que tenía en la boca,
mirándola raro. ―¿Qué quieres decir?
―Tu amigo no ha estado en Busan en años. Como buen
anfitrión, tienes que salir con él a recorrer la ciudad
―Lo entiendo, pero, ¿esta noche? ―Miraba a su madre
como si fuera un bicho raro. ¿Quién salía a recorrer la
ciudad de noche? Quizás los jóvenes, pero...
―¡Una noche de sábado es perfecta para salir! ―Ella
abrió mucho sus ojos. ―Tienes 19 años, Jungkook. Eres
joven y estás lleno de vida, y Jimin también. Estoy seguro de
que él está ansioso por ir a dar un recorrido por la vida
nocturna, ¿no es así? ―Giró hacia su invitado.
―Honestamente, creo que me apetece bailar ―Confesó
con una sonrisa caprichosa.
―¿En serio? ―Jungkook le miraba fijamente, incrédulo.
―Sí, ¡siempre hubo un lugar al que quise ir! Pero en ese
entonces era demasiado pequeño como para ir por mi
cuenta ―Ladeó su cabeza, batiendo sus pestañadas
encantadoramente. ―¿Vas a acompañarme, Jungkookie?
Tenemos el permiso de tu madre y cuidaré bien de ti. Estoy
ansioso por probar tus verdaderos pasos de baile en una
pista real, ayer me he quedado con ganas de más
Jungkook suplicó para que el calor que sentía en sus
mejillas no fuera sinónimo de un rostro completamente rojo.
¿Por qué Jimin decía las cosas con tal ligereza? Lo que
menos deseaba era que sus padres malinterpretaran algo,
pero, por sus miradas de interés, supuso que estaban
dispuestos a preguntar.
―¿Ustedes bailaron ayer? ―Preguntó la anciana
finalmente, debido a que el par de adultos no dejaba de
mirarse como si esperaran que el otro abriera la boca para
entrometerse.
―¡Lo hicimos! ―Contestó animadamente el rubio.
―Jungkookie es el mejor compañero de baile, fue un
encanto. Lamentablemente, no lo pude acaparar sólo para
mí. Como rey de la universidad, tuvo que bailar con su reina
primera ―Su voz al final salió semejante a la de un niño
berrinchudo.
El menor abrió la boca cuando todas las miradas cayeron
sobre él. Demasiada información. Él no había dicho nada
sobre ser un rey aún. Y Jimin parecía haber decidido no ser
sutil sobre ellos. Sin embargo, ¿por qué no podía
molestarse? Intercambiando una mirada con el otro chico,
su corazón parecía derretirse de amor al ver su dulce
sonrisa.
Jungkook se sentía débil y atontado cada vez que veía a
Jimin.
―Así que rey, ¿eh? ―Su madre enseñó una sonrisa
ladeada, queriendo saber más. ―¿Es por eso que Seokjinie
te hizo un cambio de look?
―Mis superiores me obligaron a participar, yo no quería
―Aclaró de inmediato, un puchero formándose de manera
inconsciente en su labio inferior. ―Tuve que intentar lucir
bonito frente a todos, mamá. ¡Me hicieron pararme en un
escenario bajo los reflectores!
―Tú no intentaste nada. Ya eres bonito, Jungkook
―Corrigió Jimin, llevando comida a su boca para dejarlo
proseguir.
―Gracias, hyung... ―Musitó, chasqueando con la lengua
al sentirse avergonzado por la intervención. ―El punto es,
por mayoría de votos salí elegido el rey de la universidad.
Ahora seré el rostro por un año ―Cubrió su rostro, agobiado.
―¡Oh! Nuestro hijo es el más guapo ―Elizabeth aplaudió
delicadamente, girando hacia su marido. ―¿Ves eso,
EeJoon? Nuestro hijo sacó lo mejor de los dos ―El hombre
rió al escucharle.
―Mamá... ―Jungkook llamó, suplicante. Ella siempre lo
estaba alabando, todo el tiempo. ¿No se cansaba?
―¡Es la verdad! ―El pelirrojo miró a su abuela en busca
de ayuda e hizo un puchero cuando esta sólo le sonrió.
―Entonces, ¿bailaste mucho con mi hijo, Jimin? ―Regresó
su interés hacia el rubio, sonriendo con malicia. El joven se
limitó a asentir. ―¿Qué tipo de canciones? ¿Hubo lentos?
―Subió y bajó sus cejas sugestivamente.
―¡Hey! ¿Por qué le haces todas esas preguntas a Jimin
hyung? ―Finalmente reclamó el menor, rojo hasta las
orejas.
―¿Tú me lo dirías? ―Preguntó ella, ladeando su cabeza
mientras le miraba de la manera más angelical posible.
―Ah-eso-uhm... ―Balbuceó. ―Sí... sí hubo lentos
―Susurró.
―¿Es seguro que ustedes duerman en la misma
habitación, chicos? ―Preguntó la anciana finalmente,
metódica.
Y ahora fue la sonrisa de Jimin la que se esfumó mientras
su rostro enrojecía. Estaba más que comprobado que la
familia de Jungkook no tenía filtro para tratar su vida
personal.
―Son jóvenes responsables y confiamos en ellos ―Habló
EeJoon con tranquilidad.
―¿Gracias? ―Jimin rió suavemente, aún cohibido. ―Pero
nosotros... ―Miró al menor. ―Aún vamos a salir esta noche,
¿cierto? ―Sus ojos brillaron con deseos de un sí.
―Si eso es lo que quieres... ―Jungkook se encogió de
hombros.
Elizabeth aplaudió una vez más y la sonrisa de Jimin se
ensanchó. Jungkook había sido mucho más fácil de
convencer de lo que creyó. ¡Y él sí podría tener su noche de
alocada vida joven, después de todo!
◆◆◆◆◆
Jungkook arrugó su nariz ante la mezcla de olores que lo
golpeó apenas ingresó al club junto a Jimin. Atravesando un
largo pasillo tras haber mostrado sus identificaciones, dejó
que el mayor tomara su mano y lo guiara a través del
gentío. Después de todo, él no era bueno manejando las
multitudes.
―No pareces ser alguien que nunca ha venido aquí
―Murmuró Jungkook mientras ambos subían una escalera
de caracol.
―No te dejes engañar. Supongo que es fácil adaptarse
cuando acostumbras a ir a lugares así ―Rió ligeramente.
Claro, Jungkook no debía sorprenderse de las palabras de
Jimin, pero a veces olvidaba por completo que la clase de
vida que llevaba el rubio era completamente opuesta a la
que él había llevado hasta ahora. Jimin era más del tipo
alocado. No tenía inhibiciones al hablar de ciertas cosas y
adoraba las fiestas. Podía verlo ahora que el mayor se
meneaba al ritmo de la estrepitosa música mientras lo
guiaba a uno de los lugares vacíos para sentarse.
―No sabía que existía un lugar tan... liberal en Busan
―Confesó el menor, apartando la mirada al descubrir a una
pareja de chicas besándose afanadamente en un puesto
cercano, manoseándose.
―Supe de él durante la escuela media y siempre quise
venir ―Jimin miró el entorno con una gran sonrisa,
sintiéndose más vivo que nunca. Jungkook prefirió no hacer
comentarios al ver su felicidad. ―Pero, como sea, iré a
buscar tragos para nosotros ―Volvió a mirar al contrario.
―¿Qué te traigo, principito?
―Uhm, creo que necesitaré algo fuerte si quiero sobrevivir
a esta noche ―Admitió, dejando caer su boca cuando una
chica pasó en brasier a sólo un metro de él. ―Algo muy
fuerte ―Corrigió.
Jimin rió, depositando un rápido beso en sus labios con la
promesa de tardar lo menos posible. Valoraba el hecho de
que Jungkook hubiera decidido acompañarle a pesar de no
ser ese su ambiente favorito.
Jungkook sacó su celular de su bolsillo en cuanto Jimin se
fue, decidido a jugar algo mientras esperaba su regreso.
Aunque los primeros minutos parecieron ir bien para él,
supo que su suerte se había acabado en el momento en que
alguien se deslizó en el sitio junto a él. Ni siquiera
necesitaba levantar la cabeza para saber que esa persona
no era Jimin.
―Hey ―La voz de un chico le llamó, aparentemente un
poco bebido. ―He visto que el chico con el que has llegado
se ha ido hace un rato. ¿Puede que te ha dejado plantado?
―Jungkook no hizo caso. ―Porque puedo hacerte compañía
si ese es el caso
Jungkook suspiró con molestia, devolviendo el celular a su
bolsillo. Frunciendo sus labios con irritación, por primera vez
se atrevió a mirar a su nuevo acompañante. Un chico,
veinteañero, le enseñaba una sonrisa perfecta mientras le
miraba con aprecio. Y, Dios, él no quería ser antipático ni
pelear con nadie, pero no estaba seguro de que las buenas
palabras sirvieran para el tipo que intentaba coquetear con
él. ¿Podría intentarlo al menos?
―Verás... ―Aclaró su garganta. ―Honestamente, no estoy
interesado en la compañía de alguien más. ¿Nos estamos
entendiendo?
El desconocido, que no dejó de mirar sus labios mientras
hablaba, subió su vista hasta sus ojos y negó con la cabeza,
provocando que el menor suspirara una vez más.
―No estoy interesado en ti ―Dijo más concretamente, su
mirada seria en él.
―¿Te han dicho que tienes los labios más apetitosos del
mundo? ―El chico tomó su barbilla y presionó su pulgar
contra los labios rojizos, encantado. ―Porque, maldición, los
tienes. Podría comerte la boca ahora mismo. Y luces tan
bonito cuando haces esas muecas
Jungkook tensó la mandíbula y apartó su mirada,
empuñando sus manos. Sólo un movimiento más y él
terminaría estrellando su puño contra ese chico. De verdad
no deseaba recurrir a la violencia.
―Vete―Bramó, aún sin mirarlo.
Pero el desconocido se inclinó sobre él, aprovechando el
acceso a su cuello para enterrar su nariz ahí, inhalando su
frágil perfume. La piel del menor se puso de gallina
mientras su corazón se paralizaba por un momento.
―No te hagas el difícil ―Murmuró contra su piel. ―Voy a
recorrerte con mi lengua tan exquisitamente, chico lindo. Y
nadie se ha quejado de mi boca antes. Podrías
acompañarme al baño para que te dé una demostración de
lo bueno que puedo ser
Jungkook volteó, dispuesto a tomarlo por la camisa y
lanzarlo lejos, mas su mano quedó suspendida en el aire
cuando una voz familiar se escuchó de una manera más
gruesa de lo usual.
―Hey, idiota ―Ambos voltearon para encontrarse con
Jimin, quien sostenía dos copas mientras sus ojos estaban
crispados de furia. ―¿Eres tan patético que no puedes
entender cuando alguien no quiere algo contigo? ―Dejó las
copas en la mesa, dispuesto a iniciar una pelea de ser
necesario.
―Oh ―El chico se distanció de Jungkook, mirando
fijamente al rubio. ―¿Por qué te alteras, compañero? ¿No
prefieres unirte a nosotros? ―Envolvió uno de los brazos del
menor, sonriendo en demasía. ―Podemos compartirlo.
Estoy seguro de que él puede con dos folladas a la vez y
más
Jungkook hubiera hecho una mueca de asco de no ser
porque Jimin se llevó toda su atención cuando de un solo
movimiento tomó por la camisa al desconocido, alzándolo
sin dificultad. La sonrisa del chico se desvaneció ante la
mirada rabiosa que se posó en él.
―Vas a escucharme ahora, hijo de puta ―Dijo el rubio con
voz ronca y marcado acento. ―Vas a disculparte con mi
chico debidamente o me aseguraré de romperte las piernas
en este preciso momento
Jungkook miró entre ambos, expectante. En cuanto el
molesto desconocido volteó a él con expresión aterrada
mientras balbuceaba una disculpa, no pudo evitar sentirse
mal por él. Parecía estar a punto de hacerse en los
pantalones.
―¿Eso es suficiente? ―Preguntó Jimin en su dirección, aun
sosteniendo al chico. ―¿Necesitas más, Jungkook?
―Está bien, déjalo ir
Jimin asintió de mala gana, soltando al muchacho
bruscamente para luego verle correr lejos de ellos. Peinando
sus cabellos rubios hacia atrás, se dejó caer pesadamente
junto a su compañero, quien seguía mirándole fijamente.
―Bien... ―Rió avergonzado, calmándose poco a poco.
―Eso definitivamente es una de las partes malas de mí que
no tenías que ver aún ―Cubrió su rostro.
En realidad, ni siquiera recordaba haber estado tan furioso
antes. ¿Se le había pasado la mano? Por supuesto que no,
ese tipo merecía como mínimo un golpe por haber
molestado a Jungkook. Había corrido con demasiada suerte
al salir ileso.
―Gracias por protegerme ―Dijo Jungkook calmadamente
a su lado, tomando una de sus manos para apartarlas de su
rostro. ―Pero de verdad, no tienes que volver a hacer algo
como eso. Creo poder controlar la situación por mí mismo
―Fue asqueroso como la mierda, Jungkook ―Dijo de mala
gana. Jungkook quiso sonreír al comprender lo mucho que
Jimin se preocupaba por él.
―Lo fue y, de nuevo, te agradezco por cuidarme
―Presionó su mano. ―Pero no quiero que golpees a otros
por mí
―Estoy en contra de la violencia también, ¿lo sabes? Pero
él superó los límites ―Se defendió con el ceño fruncido.
Jungkook rió levemente al comprender que sería en vano
pelear con él. ―Siento haberme tardado
Jungkook negó con la cabeza, inclinándose sobre él para
besar dulcemente sus labios. Jimin se relajó mientras movía
sus labios contra los de él, sintiéndose necesitado, adicto.
―Okay ―Jungkook se distanció, tomando ambas copas
que habían quedado olvidadas. ―Ahora vamos a beber y
olvidar el mal rato, ¿de acuerdo? Es nuestra primera vez en
un club de Busan y vamos a pasarla bien
―Suena bien para mí ―Jimin recibió la copa. ―Por una
gran noche ―Deseó, chocando levemente su copa con la de
su compañero.
Jungkook asintió, llevando la copa a sus labios para dar un
trago. Su rostro se arrugó por completo al sentir el
contenido quemando toda su garganta.
―¿Qué es esto? ―Preguntó inmediatamente, mirándolo
con asco.
―Dijeron que era la especialidad de la casa. Me dijeron lo
que tenía, pero como estaba apurado, puede que no haya
escuchado realmente ―Sonrió avergonzado. Jungkook le
miró inexpresivo. ―¿Es tan malo?
―Bueno...
Jimin lo probó para comprobarlo, comprendiendo la
expresión del menor después del primer trago. Era
asqueroso. Y fuerte. Podía sentir su interior quemando luego
de sólo una probada. Para él, que realmente estaba
acostumbrado a beber, posiblemente lo sobrellevaría luego
de unos minutos. ¿Pero qué había de Jungkook? ¿No sería
malo para él?
El menor había demostrado tener buena tolerancia
anteriormente durante la fiesta de Seokjin, pero no es como
si ellos hubieran variado mucho.
―En fin ―Jungkook suspiró, resignado. ―¡Hasta el fondo!
Y Jimin dejó caer su boca cuando el joven simplemente
bebió todo el contenido de golpe, cerrando sus ojos
fuertemente después, limpiando sus labios. Imitando su
acción para luego sentirse un poco mareado, sacudió su
cabeza para mirar fijamente a su compañero, quien lucía un
poco desorientado.
―¿Estás bien? ―Jungkook asintió. ―¿Quieres bailar?
―Ofreció, y el menor fue el primero en levantarse.
Jungkook estaba bien, de verdad. O, bueno, él no estaba
muriendo ni tenía deseos de devolver el trago... todavía.
Pero definitivamente se estaba sintiendo demasiado
mareado, tanto, que probablemente chocaría con todos a su
paso de no ser por la mano de Jimin que lo guiaba. Las luces
coloridas del lugar lo marearon aún más, irritándole la vista,
pero se dejó llevar en la pista para comenzar a bailar al
ritmo de la alegre música.
No, eso no estaba nada mal. Él ni siquiera recordaba la
última vez que se había divertido tanto bailando.
Jimin no sabía cuánto tiempo pasaron bailando
alocadamente, pero supo que necesitaba un descanso
cuando sus piernas suplicaron por ello. Además, estaba
sediento y acalorado.
Para su sorpresa, Jungkook decidió seguir bailando
mientras él decidía ir hasta la barra para obtener una
botella de agua.
―Su trago especial no incluye drogas, ¿cierto? ―Preguntó
a la chica que le atendió, la cual sonreía alegremente.
―Lo siento, lindura, pero no. Eso nos metería en
problemas
Jimin rió, abriendo su botella de agua para dar un corto
vistazo a Jungkook quien, para su suerte, aún estaba dentro
de su parámetro de visión. Jamás creyó que sólo un trago
sería suficiente para que el menor se desenvolviera por
completo. Pero le gustaba también así, despreocupado y
enérgico.
―¿De verdad estás bebiendo agua en un lugar así?
―Escuchó una voz a su lado. Jimin volteó para encontrarse
con un chico bastante guapo. ―¿Por qué no me dejas
invitarte un trago de verdad? ―Sonrió coquetamente para
él, inclinándose más en su dirección.
Jimin bebió hasta la última gota de agua, pasando su
lengua por sus húmedos labios para luego deshacerse de la
botella. Quiso reír cuando el chico a su lado casi se puso a
babear sobre el piso.
―Lo siento, amigo ―Dio un toque en su barbilla,
obligándolo a cerrar la boca. ―Ya tengo compañía
―¿Hablas del chiquillo pelirrojo? ―Buscó al muchacho con
la mirada, largando una carcajada. ―Bueno, no creo que él
te extrañe mucho
Jimin frunció sus labios, buscando a Jungkook con su
mirada. Él casi no se había movido de su sitio y seguía
balanceando sus caderas de aquí para allá, pero su sangre
hirvió con enojo al ver a un chico mucho más alto
acercándose al joven por detrás, tomándolo por las caderas
para pegarse a él. Jungkook llevó instintivamente sus manos
hacia las del desconocido.
―Ahí va, otro más ―Jimin bufó, peinando sus cabellos
húmedos por el sudor hacia atrás. ¿Cuántos imbéciles ahí
habían puesto sus ojos en Jungkook?
―Parece que tu amigo es bastante solicitado. Quizás
podrías evitarte los problemas y hacerme compañía un rato
―Extendió su mano hacia él, deslizándola por su brazo.
―No, gracias
Jimin escuchó claramente la risa de la chica que le atendió
mientras se levantaba, caminando con pasos seguros hacia
donde estaba el menor. No tardó en tomar uno de los brazos
del grandulón para apartar su mano de Jungkook.
―¿Cuál es tu problema? ―Bramó el desconocido. Jimin
miró rabiosamente hacia arriba, porque ni siquiera sus
plantillas lo ayudaban a alcanzar el 1.80 que ese chico sin
duda sobrepasaba.
―Estás molestándolo. No lo toques sin su permiso ―Dijo
con seriedad.
―Él no se ha quejado ―El chico sonrió altaneramente
mientras Jimin se enojaba cada vez más.
―Oh, yo lo hice ―Aclaró Jungkook. ―Hola, amigo, no te
conozco, quita tus manos de mí, por favor, gracias ―Asintió
vagamente, sin mirar a ninguno de los dos porque seguía
bailando como si nada.
Jimin abrió la boca, estando de acuerdo en que Jungkook
de verdad estaba ebrio. El grandulón simplemente se fue
cuando su orgullo fue herido por el pequeño.
―Hey, tú ―Jimin se cruzó de brazos, observando al chico
que estaba de espaldas. ―Pudiste haberle practicado una
llave si hubieras querido. ¿Por qué le has pedido las cosas
amablemente? ―Frunció su ceño. Dios, él iba a volverse
loco. Aún más al escuchar la risa infantil del menor por
sobre la música. ―¡Jungkook!
―Él apareció detrás de mí, de la nada ―Se encogió de
hombros. ―Así que intenté hablar con él civilizadamente,
porque en este preciso momento no puedo hacer grandes
movimientos ―Admitió. ―¿Sabes? Estoy muy muy muy
mareado. Creo que si intento voltear a ti, mi cabeza caerá
de mi cuerpo y rodará por la pista
―No necesitaba esa imagen mental ―Puso los ojos en
blanco, acercándose más a él.
―¿Creepy, eh? ―Rió ligeramente, suspirando con
comodidad cuando las manos de Jimin tomaron sus caderas
y su espalda chocó contra su pecho. ―Uhm, sí. Este sí es mi
Jimin
Una sonrisa tonta se plantó en labios del mayor al
escucharlo. <<Mi Jimin>>, era primera vez que lo llamaba
sin honoríficos y además agregaba un "mi" antes.
Lamentaba que se tratara sólo del alcohol inhibiendo sus
sentidos, pero quizás el día de mañana esas palabras
volverían a ser pronunciadas en un mejor estado y sin pudor
alguno.
Se mecieron al ritmo de la música otro rato, con sus
cuerpos totalmente pegados. Jungkook dejó caer su cabeza
hacia atrás, apoyándola contra él, y Jimin dejó pasar unos
cortos minutos antes de atreverse a buscar su cuello.
Olfateando su agradable aroma, su lengua no tardó en
aparecer para lamer la piel, hambriento de él.
Jungkook abrió los ojos, confuso mientras las luces
terminaban de marearlo aún más. ¿Por qué Jimin lamía su
cuello cuando él estaba completamente sudado? Eso debía
de ser asqueroso, suponía. Pero por lo fascinado que parecía
el rubio mientras lo probaba, parecía ser que no era así para
él.
―Hyung ―Llamó después de un rato. ―Estoy demasiado
mareado
Jimin se alejó, haciéndolo girar. Jungkook parecía un poco
enfermo y no dudó en llevarlo hasta uno de los sofás.
Sentándose él primero, no dudó en indicarle al menor su
regazo para que descansara ahí.
―Ven aquí, Kookie ―Lo ayudó a acomodarse. Jungkook se
apoyó contra él mientras su respiración se regularizaba.
No entendía muy bien qué pasaba consigo mismo, pero se
sentía algo desorientado. Su cabeza daba vueltas más que
antes y su cuerpo estaba lleno de sudor frío, como si
estuviera enfermo. Distanciándose para ver los ojos de su
acompañante, sonrió perezosamente para él al encontrar
preocupación en su mirada.
―Estoy bien ―Murmuró, alzando su mano para acariciar
su mejilla. ―No te preocupes, hyung
Jungkook rozó suavemente sus labios, en una muestra de
cariño sumamente inocente. Distanciándose para ver al
rubio luego, se sintió extraño al encontrarse con sus oscuros
ojos. Jimin tomó su barbilla y volvió a besarlo poco después,
mucho más ansioso. Lamiendo sus labios, su lengua entró a
su cavidad apenas encontró la oportunidad. Jungkook, un
poco aturdido todavía, frotó su lengua flojamente contra la
de él mientras los brazos del mayor se cerraban con más
ímpetu en su cuerpo.
Maldición, Jimin quería poner sus manos en todo su
cuerpo. Quería presionar ese firme trasero ahora mismo.
Necesitaba colar sus manos bajo esa ropa y acariciar cada
milímetro de su piel. Su boca era exigente mientras el
menor seguía siendo lo más cercano a un inocente niño.
―Hyung ―Dijo Jungkook respirando pesadamente contra
su boca. ―Necesito usar el baño ahora ―Declaró
avergonzado.
Jimin, que tenía su mano bajo su camiseta para acariciar
su espalda baja, rápidamente la apartó mientras la nube de
pasión que había nublado su juicio desaparecía. Jungkook
lucía peor que antes y no tardó en ayudarle a levantarse,
guiándolo hasta los baños con suma rapidez.
Sólo 3 minutos después, se encontró apoyado contra uno
de los cubículos mientras Jungkook finalmente vomitaba lo
que había bebido. Viéndolo salir como un zombie, sonrió
apenado mientras el menor enjuagaba su boca.
―Lo siento ―Murmuró el pelirrojo. Jimin negó con la
cabeza, apoyando su mano en la parte baja de su espalda.
―¿Estás mejor?
―Creo que sí, parece que sólo necesitaba sacarlo de mi
sistema ―Hizo una mueca con los labios. ―Muy literalmente
Jimin rió, obligándolo a pasar su brazo por sus hombros
para que se apoyara en él. Jungkook sonrió débilmente
como agradecimiento.
―Bueno, su alteza, creo que ha sido suficiente por hoy.
Llamemos a un taxi y vayamos a casa, ¿sí? ―El menor hizo
un puchero, sintiéndose culpable por acabar la fiesta de esa
manera. ―Tendremos más tiempo para salir, Kookie
―Tienes razón ―Asintió vagamente. ―Vamos a casa,
hyung
En el taxi, Jungkook recargó su cabeza en el hombro de
Jimin, quien sostuvo su mano y la acarició delicadamente
durante todo el trayecto. El rubio pudo notar una mirada
extraña de parte del chofer, pero sólo sonrió para seguir
consintiendo prudentemente al menor. Quizás para la
próxima debían beber lo de siempre.
―¿Jungkook? ¿Estás ebrio? ¿En serio? ―Jimin quiso reír
cuando al atravesar la puerta fue el padre del chico el que
los encontró.
―¿No? ―Miró a su padre con ojos de cachorro. ―¿Quizás
un poquito? Papá, aún recuerdo mi nombre y mi dirección
―Oh, y eso es algo para estar orgulloso, ¿cierto? ―Los
jóvenes asintieron, provocando que el adulto soltara un
suspiro. ―De acuerdo, chicos, me alegra ver que han
regresado en una pieza, pueden irse a dormir ahora
―Buenas noches, señor Jeon ―Se despidió el invitado.
Jungkook sonrió perezosamente a su padre para luego
subir la escalera con ayuda de Jimin. Llegando a su cuarto,
se sintió aliviado cuando finalmente pudo dejarse caer en su
cama.
―Hogar dulce hogar ―Dijo felizmente, cerrando
inmediatamente los ojos.
―Jungkookie, creo que será incómodo para ti dormir en
esa ropa ―El menor no respondió. ―Hey... ―Dio un toque a
su pierna, pero el contrario sólo gimoteó y volvió a quedar
medio muerto. ―Bien...
Así que él tendría que hacerlo, ¿no?
A Jimin no le molestaba la idea de desvestirlo, pero su
boca se secaba de solo pensarlo. Intentando actuar como
una persona adulta y razonable, le quitó los zapatos para
luego proseguir con sus calcetines. Eso, por supuesto, era la
parte más fácil. Los problemas llegaron para él cuando tuvo
que desabrochar los pantalones del chico.
No pudo evitar recordar todas las veces que fantaseó con
ese momento. Con Jungkook sobre una cama,
completamente a su merced, permitiéndole desvestirlo.
Alzándolo un poco con dificultad para dejar su trasero libre
de esos ajustados jeans, quiso llorar porque aún quedaba
todo el recorrido de las piernas.
Y, joder, cuando decía que esos jeans eran ajustados, de
verdad quería decir que eran demasiado ajustados. No se
suponía que retirar la ropa debía de ser algo tan difícil.
Llevó sus dedos hasta los bordes, sosteniéndolos para
comenzar a bajar. Sus dedos rozaban la piel de sus piernas
en el proceso de liberarlas y un problema comenzaba a
aparecer dentro de sus propios pantalones mientras más
bajaba. Se avergonzó de sí mismo por desear tanto el
cuerpo de alguien quien ni siquiera era consciente de lo que
pasaba.
Tirando finalmente los jeans al piso, miró fijamente al
chico semidesnudo frente a él. Sus labios entreabiertos, su
pecho que subía y bajaba tranquilamente en cada
respiración, y el bóxer color rojo que era la única prenda que
cubría su parte inferior. Escaso vello cubría sus piernas,
provocando que su cabeza se llenara solamente de más
preguntas que ansiaba responder.
Jungkook se quejó de repente, gimoteando mientras se
movía un poco en el colchón, aparentemente por el frío.
Jimin tragó saliva con dificultad, preguntándose si sus
quejidos serían similares una vez pudiera estar dentro de él.
¿Jungkook pronunciaría su nombre en ese momento?
Mirando una vez más al menor, repasando sus muslos, se
imaginó a sí mismo con su rostro enterrado entre sus
piernas. Lamiendo, marcando, chupando. Reclamando.
Tiró rápidamente todas las mantas que pudo sobre el
muchacho y corrió al baño que, para su fortuna, era
contiguo a la habitación. Se metió bajo el agua fría incluso
sabiendo cuán estúpido era eso para esa época del año.
Temblando de frío, pero con un problema menos ahí abajo,
secó su cabello y cepilló sus dientes, regresando al cuarto
después para ponerse su pijama con cansancio.
―Hey, Kookie ―Se agachó frente a él. ―De verdad estoy
intentando hacer las cosas bien contigo, ¿sabes? Así que,
por favor, no seas tan duro conmigo ―Pidió, casi suplicó.
Evidentemente, Jungkook no respondió. Pero Jimin pareció
satisfecho mientras acariciaba sus cabellos para luego
meterse a su propia cama, apagando la lámpara a su lado.
Su corazón latió desenfrenadamente por amor hasta que el
sueño le venció, finalmente.
Y esa sólo era la primera noche, ¿eh?
Nota:
¡Primera actualización del año para Gris! Y bien, ¿cómo
empezaron su 2019? Espero que bien unu
[15]

Jimin abrió sus ojos lentamente, sintiendo la vista irritada


por la luz que entraba por la ventana. Para su suerte, su
cuerpo no parecía presentar grandes signos de debilidad
tras haber bebido anoche. Pero, por supuesto, no es como si
él hubiera bebido más que esa maldita copa que hizo a
Jungkook vomitar.
Recordando al menor, se sentó para mirar hacia la otra
cama, encontrándola ya vacía. Estiró sus brazos y movió su
cuello mientras se preguntaba si Jungkook ya estaría mejor.
La respuesta fue fácil de deducir al escuchar la puerta del
baño y verlo salir.
Lamentablemente para Jimin, Jungkook ya estaba vestido,
así que no habría un espectáculo a primera hora de la
mañana. El pelirrojo secaba enérgicamente su cabello con
una toalla cuando sus miradas se encontraron. Park le
sonrió brillante por reflejo, apreciándolo. Jeon le sonrió
dulcemente en respuesta.
―¿Te sientes mejor? ―Preguntó el mayor.
―Hmm, la cabeza me duele un poco, pero creo que estaré
mejor luego de tomar algo
―Supongo que los peores síntomas se fueron en la noche
―Jungkook sonrió avergonzado, Jimin extendió su mano
hacia él. ―Ven aquí, Kookie
Jungkook obedeció, sobresaltándose cuando Jimin en vez
de presionar su mano, tiró de él. Su cuerpo aterrizó en la
cama, la toalla cayó en un lugar cercano y, dando vuelta
sobre sí mismo, su mirada se amplió al encontrarse con el
rostro del rubio cerca de él.
―Lo siento, he sido algo brusco ―Se disculpó, acariciando
los cabellos que aún estaban un poco húmedos. ―¿Te
divertiste anoche? ―El menor asintió. ―¿A pesar de todo?
―A pesar de todo
Jimin sonrió, bajando más su cabeza para terminar el
recorrido hasta sus labios. Jungkook cerró los ojos y
correspondió con movimientos lentos, soltando una risita
después cuando el contrario se distanció para olfatear su
cuello, dejando un pequeño beso ahí.
―Hueles delicioso, Kookie ―Volvió a enterrar su nariz en
el hueco de su cuello, provocando en el menor cosquillas
que lo hicieron reír como un niño. Jimin dejó más pequeños
besos ahí, olvidando la manera en que la noche anterior
había lamido esa piel, sólo porque ahora estaba más
concentrado en esa adorable risa.
―Hyung, mírame ―Pidió. Jimin se apartó de su cuello y
miró su rostro fijamente, sintiendo su corazón acelerarse
ante cada nuevo latido, pues la sonrisita de Jungkook era la
más preciosa que había visto. ―Gracias por cuidar de mí
anoche
―No hay nada que agradecer, amor ―Las palabras
salieron por si solas, sintiéndose hechizado por sus oscuros
ojos.
La mirada del menor pareció brillar más a la vez que
extendía su mano hacia él, ahuecándose su mejilla. Jimin
quiso ronronear como un gatito cuando Jungkook acarició
tiernamente su rostro, mirándole lleno de amor.
―Me gustas, Jimin-ssi ―Dijo ahora.
―También me gustas, Jungkook-ah
Jungkook mordió su labio inferior, aguantando la emoción
del momento. Estirándose unos segundos más tarde, no
dudó en besar los labios ajenos cariñosamente. Jimin
depositó más besos sobre su boca apenas este intentó
distanciarse.
―Debería-Debería ir a preparar el desayuno ―Susurró
Jungkook, posando su mano en el hombro del rubio.
―Hmm, supongo que tiene que ser así ―Aceptó,
liberándolo finalmente.
Jungkook se levantó y recogió la toalla que había caído al
piso, girando a ver a Jimin después, porque el chico no había
quitado la mirada de él. Sonriendo dulcemente, se inclinó
sobre él una vez más para besar sus labios.
―Te estaré esperando abajo ―Dijo sobre su boca, dejando
otro beso fugaz para luego salir rápidamente del cuarto.
Jimin tuvo que contenerse para no gritar de felicidad, y se
dejó caer en el colchón, girando sobre él. Ese sólo podía ser
el paraíso.
◇◇◇◇◇
―Cariño, ¿no hay nada que quieras compartir con mamá?
―Jungkook, que estaba poniendo la mesa, giró hacia su
madre al escuchar su voz llena de curiosidad. ―¿Nada?
―Insistió, batiendo sus pestañas encantadoramente.
―Él llegó ebrio a casa anoche ―Acusó el padre, quien
tenía su mirada fija en el periódico.
―¡No hablaba de eso! ―Su esposa se quejó. ―Hablaba de
Jimin. ¿De verdad no quieres hablarme de Jimin?
―Elizabeth... ―Llamó la mujer mayor, reprochando la
actitud de su hija.
―Es mi hijo. ¿No puedo tener curiosidad respecto a la vida
de mi hijo? Los buenos padres se interesan en la vida de sus
hijos ―Estuvo a punto de hacer un mohín. Jungkook rió en
voz baja y revisó la mesa, asegurándose de que no faltara
nada. ―Bebé...
―Jimin es un buen chico ―Respondió.
Jimin, que estuvo a punto de entrar al comedor, se detuvo
al escuchar su nombre.
―¿Y...? ―Ella le miró expectante. ―¿Sólo eso?
―Mamá, si ya lo sabes, ¿por qué lo preguntas? ―Jimin se
asomó por la puerta con prudencia, mirando al pelirrojo,
quien tenía sus ojos puestos en su madre. ―Por supuesto
que me gusta Jimin
―¡Y tú le gustas también! ―Ella dio un brinquito.
Jungkook cubrió su rostro, avergonzado por el
comportamiento de su madre. ―Por lo tanto, ¿están
saliendo, no? ¿Cómo te atreves a traerlo a casa y
presentarlo como un amigo cuando es tu novio? Nosotros no
te hemos criado de esa manera. No es como si fuéramos a
dejar al muchacho en la calle sólo porque está yendo tras
de ti ―Le miró con una ceja alzada.
―Déjalo en paz, mujer ―La anciana volvió a hablar.
―Quizás ellos tengan esas relaciones... esas... esas que
tienen los jóvenes de hoy, ¿cómo era? ―Pensó por un
momento, tocando su barbilla. ―¡Amigos con beneficios!
Eso es ―EeJoon, que seguía mirando el periódico, soltó una
risa al escucharla.
―¿Eh? Pero eso no es romántico, y las miradas que ellos
intercambian parecen decir más ―Elizabeth sonaba
decepcionada. ―¿De verdad tienes ese tipo de relación con
Jimin, Jungkook?
―Nosotros no estamos saliendo ―Fue lo único que aclaró.
―Así que, si me quieren, me gustaría que no asumieran
cosas que podrían hacer sentir incómodo a Jimin hyung
Park, que había regresado a su escondite, se apoyó contra
la pared, pensativo. A él no le incomodaba, ni le molestaba,
que la familia de Jungkook los emparejara. Quizás debía
decírselo a Jungkook. Porque, de todas formas, ¿no se
transformarían en una pareja formal en algún momento?
Evadir el tema no era necesario.
―Bueno, ahora la entrometida seré yo ―Habló la anciana.
―No creo que a Jimin le moleste las suposiciones de tu
madre, Jungkook. En realidad, creo que las disfruta bastante
―Jimin asintió, muy de acuerdo. ―Y si disfruta de esa
atención, puede que sea porque realmente quiere salir
contigo ―Jimin asintió una vez más, con energía. La abuela
de Jungkook definitivamente era una mujer sabia. ―¿Así
que te confesarás a él o tendré que decirle a ese muchacho
que se ponga las pilas contigo? ―Cuestionó con seriedad.
―Porque puedo hacerlo. No te preocupes, niño, la abuela se
encargará de esto ―Le aseguró, y Jimin sólo tragó saliva
con nerviosismo.
―Ah, de tal palo, tal astilla ―EeJoon finalmente quitó su
mirada del periódico, volteando hacia ambas mujeres.
―Dejen a los chicos en paz. Ellos sabrán cómo llevar su
relación, ya sea formal o no, y no hay nada que ustedes
deban determinar al respecto. Además, ¿no están un poco
grandes para meterse en asuntos de jóvenes?
Jungkook rió entredientes cuando su madre llevó una
mano a su corazón. Su abuela, en cambio, bufó y apartó la
mirada.
―¿Sabes? ―Insistió la mujer mayor. ―En mis tiempos,
cuando una chica quería que un hombre se quedara a su
lado, sólo tenía que embarazarse
―¡Mamá, eso es terrible! ―Elizabeth le miró
escandalizada.
―Lo es, ¿no es así? Es lo que digo, los viejos tiempos eran
una locura. Matrimonios obligatorios por aquí y por allá.
Entonces, ya que los tiempos han cambiado, sólo deberías
relajarte y dejar las cosas fluir, muchacho ―Le aconsejó al
joven. ―O, bueno, si crees en los métodos arcaicos de mis
tiempos, aún puedes conseguir un cachorro y dárselo a
Jimin. Ustedes estarán obligados a verse si es que
comparten un cachorro
―Quizás Jimin no quiera un cachorro ―Cuestionó
Elizabeth.
EeJoon rió, preguntándose por qué cada mañana en ese
hogar tenían que intercambiar una charla así de
disparatada. Jungkook, en cambio, pasó una mano por su
rostro, sin poder creer que estaban comparando bebés con
cachorros. Porque lo estaban haciendo, ¿cierto? Quizás Jimin
pensaría en ellos como bichos raros de estar oyendo aquella
charla.
―Buenos días ―Se escuchó la alegre voz de Jimin de
repente, y toda la familia giró hacia el invitado.
―Buenos días, cariño ―Elizabeth le sonrió
maternalmente. ―¿Te divertiste anoche con Jungkook?
―Por supuesto, Jungkook es un boleto seguro a la
diversión ―Guiñó un ojo en dirección al menor, quien sintió
su rostro calentarse inmediatamente. ―¿Estás bien, Kookie?
―Preguntó inocentemente, acercándose a él para tocar su
mejilla. ―Estás ardiendo
―Sólo tengo hambre ―Intentó desviar la atención de él.
―¿Desayunamos ahora?
―Bueno, el hambre no explica por qué... ―Sus palabras
quedaron a medias cuando el menor abultó su labio en un
puchero inconsciente, molesto. ―Eres tan lindo ―Rió en voz
baja, apartando la mirada.
Jungkook también bajó la mirada, habiendo escuchado
ese último comentario perfectamente. Sabía que su familia
también debía de haberlo hecho, pues las miradas no se
apartaron de ambos en ningún momento. Para su suerte, su
familia no tiró tantas indirectas en esa oportunidad.
◆◆◆◆◆
Jimin saludó a su tía cuando esta le abrió la puerta.
Caminando por el pasillo, en dirección a la cocina,
aprovechó de saludar a sus primos que encontró durante el
camino, corriendo y peleando por ahí. Los mayores estaban
en el salón, hipnotizados con videojuegos, e incluso su
hermano menor le ignoró tras decir hola. En la cocina,
encontrándose con la espalda de su madre, no tardó en
correr a ella para abrazarla.
―¡Hola, mamá! ―Saludó alegremente.
―¡Jimin! ―Ella giró, presionando a su hijo en un abrazo
mucho más fuerte. ―Oh, cariño, ¿cómo lo haces para
ponerte cada día más bonito, eh? ―Pellizcó sus mejillas,
provocando que el joven se quejara. ―¿No te da vergüenza
venir a ver a tu madre un día después de llegar a la ciudad?
―Acusó, soltándolo.
―Agh, mamá ―Frotó su rostro, poniendo voz de niño.
―Llegué tarde ayer de mi viaje, estaba tan cansado...
―Dramatizó. La mujer le miró sin ninguna expresión. ―De
acuerdo, ¡de verdad tengo una buena razón para no volar
hasta aquí y verte!
―¿Sí? ―Enarcó una de sus cejas. ―¿Y esa razón es un
chico, de casualidad?
―Por supuesto que... ―Abrió sus ojos sorprendido. ―Sí.
¿Cómo lo sabes?
―Honestamente, parece estar escrito en tu frente ―Se
cruzó de brazos sobre el pecho, repasando a su hijo con la
vista. ―Cariño, tienes cara de idiota. Esta vez te golpeó
fuerte, ¿cierto? Pobre bebé ―Dio palmaditas sobre su
cabeza, fingiendo lástima por él.
―¡Mamá! ―Jimin se alejó de ella, mirándole ofendido.
―No tengo cara de idiota. Y no, no es nada malo tampoco.
Jungkook es... ―Pensó por un momento. ―El chico más
maravilloso que podría haber en este mundo. Él ni siquiera
parece real ―Y sonrió tontamente.
―Ya... ―Ella sólo le miró con una sonrisa divertida.
―¡Hablo muy en serio! Él es inteligente, fuerte, talentoso,
amable y excesivamente precioso. ¿Puedes creerlo? De
verdad conseguí a un chico así. Él es tan genial, que incluso
ha sido elegido como el rey de la universidad ―Su madre
conservó su mirada incrédula. Él chasqueó con la lengua.
―¿No me crees? Jungkook es... él... ―Bufó. ―Su cabello
siempre está suave. Tienes ojos muy grandes y oscuros,
realmente impresionantes. Su piel es bonita, a pesar de que
tiene una cicatriz en su mejilla. Sus labios son deliciosos y-
y... él tiene un lunar aquí, justo abajo de sus bonitos labios,
y otro lunar aquí, justo en su nariz ―Se señaló a sí mismo.
―Y otro lunar aquí, otro aquí y... bueno, aún no he podido
conocerlos todos, pero pronto lo haré y-
―Jimin, cariño ―Ella lo interrumpió. ―Mamá no necesita
saber eso, ¿sí? ―Le sonrió dulcemente.
―¿No? Supongo que no ―Aceptó meditabundo. ―¡Oh,
espera! ―Rebuscó rápidamente en su bolsillo, revisando su
celular para mostrar una de las fotos que tenía de Jungkook.
―Aquí, aprécialo por ti mismo
La mujer rió en voz baja, tomando el celular sólo para
hacer feliz a su hijo. Su risa fácilmente se esfumó al ver al
joven que se había ganado el corazón del muchacho. Este
infló su pecho con orgullo ante la reacción.
―Oh, pero él es precioso ―Aceptó, girando hacia el rubio.
―Entonces, ¿te estás quedando en la casa de él? ―Jimin
asintió con fervor, recibiendo su teléfono cuando su madre
se lo entregó. ―Jimin, sé que él es bonito y, al parecer, te
gusta mucho. Pero no hagas cosas inapropiadas en casa de
otras personas, ¿me escuchas? ―Le advirtió de inmediato,
su expresión siendo seria. ―Eso no es de buena educación.
Quiero que te comportes
―No le pidas imposibles ―Jimin, que había estado a punto
de protestar por la falta de fe de su madre, giró al escuchar
la voz de su hermano menor. ―Hyung es un sinvergüenza
―Hola, Jihyun, gracias por venir a recibir a tu hermano
―Respondió con ironía el mayor, ignorando las palabras de
su hermanito. ―¿Quieres conocer a Jungkook, Jihyun?
―Preguntó luego, extendiendo el celular hacia él ahora. ―Él
tiene tu edad, pero probablemente es mejor que tú en todo.
Sabe bailar, es un fotógrafo excepcional, tiene buena voz,
es gentil, se preocupa por el resto, tiene ojos bonitos, y su
cuerpo es...
―Dios. No, no, no. No necesito escuchar eso ―Jihyun
cubrió sus orejas, negando con la cabeza. La señora Park rió
mientras veía a sus hijos.
―Sólo iba a decir que tiene un cuerpo precioso también,
bebé llorón ―Se quejó, sacudiendo el celular frente a él.
―¡Míralo, Jihyun! ―Insistió.
―Hyung, a mí no me gustan los hombres ―Le recordó,
tomando el celular de mala gana. ―Así que no esperes
que... ―Quedó en completo silencio al ver al chico de la
foto. ―Tú... ¿estás saliendo con este chico? ―Jimin asintió
con orgullo. Salir no era la palabra correcta, pero podría
arreglarse pronto. ―No puedes salir con este chico
―Dictaminó de inmediato.
―¿Qué? ¿Por qué? ―Su expresión se agrió.
―¿Ves esos ojos? ―Enseñó la foto, señalando los ojos
oscuros del menor. ―Son ojos que no conocen las
perversiones de este mundo, hyung, puedo verlo. Él
probablemente es un ángel. Alguien como tú,
personificación de los siete pecados capitales, no merece
salir con este chico
Jimin se puso rojo, arrebatándole el celular para luego
darle un empujón al menor. Jihyun se retorció de risa
mientras su hermano mayor no dejaba de maldecirlo en voz
baja.
―¡Jungkook me quiere tal cual soy!
―Es porque él no te conoce bien ―Se burló. ―De seguro
lo espantas en cuanto saques tus verdaderos colores
―Niños, niños ―Su madre les llamó la atención. ―No
peleen por cosas tontas. Jihyun, no hables de la pareja de tu
hermano de esa forma. Jimin, si ese chico te hace feliz,
entonces está bien. Pero no puedo creer que tengas novio y
no lo hayas traído hasta aquí para que lo conozcamos
―Reprochó.
―Oh ―Sonrió avergonzado. ―Es que en realidad... no
somos novios todavía. ¡Pero me encargaré de ello! ―Dijo
antes de que alguien interviniera o, mejor dicho, su
hermano volviera a burlarse. ―Por cierto, ¿dónde está
papá?
―Salió a comprar con tu tío
―¿Y te han dejado trabajando en la cocina a ti sola?
―Jimin frunció el ceño, no muy feliz. ―Hey, mamá, pensé
que estábamos viniendo aquí por vacaciones. ¿Entonces por
qué estás en la cocina?
―Eso. Le dije lo mismo ―Apoyó Jihyun, quien llenaba un
vaso de jugo.
―Para empezar, no estoy trabajando ―Aclaró. ―Sólo
estoy preparando cosas para comer y, honestamente, en
esta casa soy la mejor cocinera, ¿no? ―Ambos jóvenes se
miraron. ―Y estoy preparando algunas cosas para que
lleves a la casa de tu amigo también, quiero que sepan que
estoy agradecida de que cuiden de ti. Ya habrá mucho
tiempo para descansar
―Oh, mamá... ―El rubio suspiró. ―De acuerdo, pasaré al
baño y luego te vengo a ayudar, ¿sí?
―No es como si fueras de mucha utilidad ―Murmuró
Jihyun.
―Mocoso... ―Jimin chasqueó con la lengua antes de
desaparecer.
La familia de Jimin tenía una pastelería en Daegu. Sus
padres, por igual, pasaban la mayor parte de su año en una
cocina y les iba bastante bien.
Desde que se habían mudado, era primera vez que ellos
cerraban la pastelería durante las festividades de fin de año
y por eso no le gustaba mucho la idea de ellos cocinando.
¿Qué clase de descanso era ese si al final se encerrarían en
el mismo lugar de siempre?
―¿Acabas de recordar que tienes un mejor amigo, Jimin?
―El rubio puso los ojos en blanco al escuchar la voz de
Taehyung al otro lado de la línea. Lo había llamado tras
encontrar unas cuantas llamadas perdidas de su parte. ―¡Te
estoy enviando mensajes desde anoche! ¿Por qué no
contestabas?
―Estuve ocupado ―El contrario gruñó en respuesta. ―¡En
serio! He ido a bailar con Jungkook anoche, fue increíble.
Aunque él se ha quedado dormido apenas ha tocado la
cama y no hemos hecho mucho, pero... ―Rió. ―Esta
mañana nos besamos y él dijo que le gusto, ¿puedes
creerlo? Es tan bonito, Taehyung ―Suspiró.
―¿Y le preguntaste si quería ser tu novio?
―Nop
―Te gusta perder el tiempo, ¿no es así?
―Hey, no es como si Jungkook fuera a ir lejos de mí estas
vacaciones ―Jimin se miró al espejo, peinando sus cabellos
hacia atrás. ―¿Tu viaje estuvo bien, Tae? ¿Todo está bien en
tu casa?
―Sí y sí, pero no era eso por lo que quería hablar contigo.
De hecho, ni siquiera estaba en mis planes preguntarte
cuántas veces has besado a Jungkook, gracias ―Había
ironía en su voz.
―No he sido tan específico ―Rió. ―Pero si me dejas
tomarme mi tiempo para calcular, entonces...
―El punto es... ―Interrumpió. ―¿Sabías que hay vídeos
de ustedes durante el baile de navidad?
―¿Los hay?
―Sí, algunos estudiantes los vieron y pensaron que sería
bueno grabarlos para el chisme del momento. Es más, te
enviaré un vídeo que he descargado y... ―Suspiró. ―Eso no
es lo importante. Pero, Jimin, ellos...
―¿Están diciendo cosas desagradables de nosotros?
―Preguntó con voz plana.
―Un poco, quizás ―Murmuró. ―Lo de siempre, ¿no? Pero
no tan terrible como imaginas. Más bien, es como "¡el nuevo
objetivo de Park!" o "¿Jeon Jungkook es realmente gay?" y
"¿cómo se sentirán las chicas con esto luego de haberlo
elegido rey? Jajaja" ―Jimin presionó el puente de su nariz; la
gente siempre tenía comentarios estúpidos para hacer.
―También está el típico comentario de: y son tan guapos,
que desperdicio que sean gays
―Como si siendo hetero me fijaría en una de ellas ―Habló
entredientes.
―Correcto
―En fin, ¿sabes qué pienso? ―Jimin suspiró, recuperando
su buen ánimo. ―Que de seguro Jungkook y yo nos vemos
increíble en esos vídeos. Como almas gemelas, el uno para
el otro. El resto amaría estar en nuestros zapatos
―Supongo... ―Taehyung rió despacio. ―Y sí, tienes razón,
ustedes no se ven distintos de una pareja normal. Lucen
felices y enamorados ―Jimin sonrió al escucharlo. ―Y,
punto a tu favor, quizás hayan menos idiotas merodeando
alrededor de Jungkook ahora, porque el rumor trata de que
ustedes son pareja. Pero el problema es, ¿cómo decirlo?
―Ahora su risa fue más nerviosa. ―A ti te gusta la atención,
Jimin, por eso sé que esto no es un gran problema para ti.
¿Pero qué hay de Jungkook?
―¿Qué quieres decir?
―Es introvertido, bastante tímido ―Señaló. ―Él no es
activo en redes sociales, probablemente pase por alto esto.
Pero cuando regresen a la universidad, más de alguien
estará hablando de ustedes. ¿Crees que se sienta cómodo
con esto? Quizás... deberías ponerlo al tanto y preguntarle
cómo se siente al respecto ―Jimin no respondió. ―Sólo
quiero que las cosas vayan bien para ustedes, Jimin.
Empieza bien tu relación con él, ¿sí?
―Lo haré, Tae ―Sonrió. ―Y gracias por preocuparte por
nosotros
―Sí, eres mi amigo, no hay nada que agradecer ―Habló
alegremente. ―Hablamos luego, ¿eh? Y no ignores mis
mensajes, imbécil
―No lo haré. Te quiero
―También te quiero
Jimin cortó la llamada. Observando su pantalla fijamente,
no pasó ni siquiera un minuto antes de que recibiera un
vídeo de parte de su amigo. Una sonrisa tonta se plasmó en
su boca al ver el recuerdo de la noche en que había bailado
con Jungkook y había besado sus labios por primera vez.
No había manera de que un momento tan increíble como
ese fuera un problema. Estaba seguro de que Jungkook no lo
tomaría a mal.
◆◆◆◆◆
Para cuando Jimin volvió a casa de los Jeon, eran poco
más de las 9. Elizabeth fue quien lo recibió, con esa sonrisa
alegre que parecía no desaparecer nunca. Él le extendió una
bolsa de dulces, enviada por sus padres, y la mujer la
aceptó agradecida mientras le decía que los comerían a la
mañana siguiente. Despidiéndose después de pasar a la
cocina, lanzó un beso hacia la sala para marchar hacia su
cuarto.
Jimin se asomó con curiosidad por la sala, descubriendo a
Jungkook ahí, mirando atentamente la televisión. Un
programa de supervivencia para idols pasaba a esa hora y
el menor parecía bastante interesado en la coreografía
realizada por los novatos.
―Aish, te equivocaste en tu posición ―Se quejó con uno
de los participantes, frunciendo sus labios.
―¿Puedo acompañarte? ―El pelirrojo se sobresaltó al
escuchar esa voz y rápidamente apagó la televisión. ―Hey,
¿por qué actúas como si estuvieras viendo algo indebido?
―Rió con diversión.
―No era nada interesante ―Respondió de manera
automática.
―Sí, no pareció que fuera así para ti mientras corregías al
bailarín
Jungkook puso los ojos en blanco y apartó la mirada,
fingiendo que no era nada importante. Y aunque Jimin
estaba curioso por el comportamiento del menor, quien
parecía empecinado en no ser relacionado al baile, prefirió
sentarse a su lado y tomar su barbilla, obligándolo a verle.
―¿Me extrañaste? ―Preguntó.
―Sólo un poco ―Sonrió suavemente.
Probablemente ellos estaban siendo demasiado cursis
cuando sólo esa misma semana se habían besado por
primera vez, pero a ninguno le importaba mucho. Jimin se
inclinó sobre él y besó cariñosamente sus labios, como si
fueran una vieja pareja de casados que se encontraban
finalmente en la noche luego de un largo día de trabajo.
―Ojos bonitos ―Lo llamó cuando al distanciarse sus
miradas volvieron a encontrarse. La sonrisa de Jungkook se
volvió más ancha cuando él depositó un beso en la punta de
su nariz. ―Te ves lindo en pijama. ¿Planeas irte a dormir
ahora?
―No, sólo es más cómodo ―Extendió su mano hasta él,
acariciando su rostro. ―Ya que ayer salimos, ¿qué te parece
si hoy sólo vemos una película? Algo más hogareño y
tranquilo ―Propuso.
―¿Cómo tú? ―Jungkook parpadeó angelicalmente, Jimin
rió y le robó otro beso. ―De acuerdo, iré a ponerme pijama
también
Jungkook celebró, distanciándose de él para levantarse de
un salto, avisando que iría por comida a la cocina. Jimin
sonrió y se fue al cuarto que compartían, cambiándose
rápidamente de ropa para volver con el menor.
Llegó primero al salón y tomó asiento, notando por
primera vez que el árbol de navidad ya estaba
completamente decorado. El lugar también estaba bastante
ambientado a la fecha.
―¿Sucede algo? ―Jungkook dejó una fuente llena de
papas fritas sobre la mesa de café, extendiéndole luego una
lata de bebida al mayor.
―Nada, sólo miraba ―Aceptó la lata, sonriendo cuando
Jungkook tomó una manta y la tiró sobre él. ―¿Les fue bien
en su almuerzo?
―Sí ―Jungkook volvió a tomar la fuente y se sentó junto a
él, sonriendo con agradecimiento cuando el contrario
también lo cubrió con la manta, compartiéndola. ―En
realidad, siempre es agradable. Hemos tenido estas
reuniones desde que tengo memoria
―¿De qué se trata? ―Jimin abrió su lata de bebida y dio
un sorbo. Jungkook, en cambio, se concentró en elegir una
película.
―Papá trabaja en una pequeña editorial. Todos los años
las familias de los trabajadores se reúnen y tienen un
almuerzo para esta fecha ―Enseñó una sonrisa ladeada.
―Es bonito. Se siente como si en realidad todos fuéramos
una gran familia
―Me imagino...
―¿Te gustan las películas de superhéroes? ―Jimin asintió.
Jungkook puso a reproducir una y luego se apoyó contra el
respaldo. ―¿Dijiste que tu familia tiene una pastelería?
―Sí
―Ellos deben estar muy ocupados, ¿cierto? ―Volteó hacia
él, mirándole con empatía.
―Cuando recién abrieron, fue así ―Admitió. ―Pero ahora
tienen a dos personas más trabajando para ellos; les ha ido
bien. Aunque no me parecía del todo que quisieran pasar las
vacaciones aquí en Busan, me hace feliz que cerraran la
tienda por al menos unos días. Lo merecen
―¿Busan fue tan malo para ti, hyung?
―Quizás no tan terrible como lo recuerdo y, en sí, lo que
sucedió me ayudó a madurar ―Jimin pasó su brazo por sus
hombros, llevando sus manos a sus cabellos para
acariciarlos. ―Algún día te hablaré de ello, cuando esté listo
―Prometió.
―Está bien, no tienes que forzarte a hablar ―Jimin sonrió
débilmente, mirando con atención los bonitos ojos que no se
habían apartado de él. ―Pero, sea lo que sea que hayas
pasado, me gustaría que lo superaras debidamente. Las
cosas que no son superadas, siempre vuelven a nosotros
―Y ya que lo dices... de casualidad, ¿el baile es un tema
delicado para ti, Jungkook? ―El mencionado ni siquiera
parpadeó. ―Nunca hablaste de ello. ¿Es porque no era
importante? ¿O acaso era tan importante que es doloroso
sólo recordarlo?
―También-También te hablaré de ello algún día
―Prometió mediante un balbuceo, abriendo su lata de
bebida.
―Y esperaré por ti el tiempo que necesites, Kookie, en
serio ―Aseguró. ―Pero luego de ver tus álbumes de fotos,
¿me permitirías hacerte unas preguntas al menos?
―Jungkook sólo esperó. ―Lee Taemin, lo conociste en esa
academia, ¿cierto?
―Era mi superior
―De casualidad... ¿alguna vez se te insinuó? ―Los ojos de
Jungkook se abrieron a la par mientras giraba hacia el rubio.
―¿Ese es un no?
―Hyung, te dije que nosotros no fuimos muy cercanos,
¿no es así? Que teníamos un amigo en común ―Jimin
asintió. ―Bien, en realidad, puede que yo haya pasado
bastante tiempo con Taemin, lo admito, pero no fuimos
amigos, sólo conocidos que se llevaban bien y tenían un
gusto en común ―Aceptó. ―Taemin no fue mi persona de
confianza, y yo no lo fui para él, pero siempre fue amable
conmigo y me trató como un hermano menor. Aunque...
puede que las cosas sean diferentes ahora ―Rió
avergonzado, dando un sorbo a su bebida mientras
pensaba. ―Él no parece feliz de verme contigo
―¿Te ha molestado? ¿Quieres que hable con él?
―Preguntó de inmediato.
―Hablamos de esto, puedo solucionar las cosas por mí
mismo ―Insistió. ―Y sobre Taemin, intento no tomar sus
palabras a mal, él sólo está celoso porque estoy cerca de ti.
Creo que le gustas mucho
―Jungkook ―Rió. ―Lee Taemin no es la clase de chico
que sufre por otros. No puede amar a nadie más que a sí
mismo. Honestamente, si él intenta interponerse, debe ser
porque su orgullo está herido, pero definitivamente no tiene
sentimientos por mí
Jungkook presionó sus labios en una línea y observó su
lata de bebida. No sabía qué tanto conocía Jimin a Taemin,
ni mucho menos cuánto había cambiado este último a
través de los años que no supo de él. Sin embargo, la
descripción que recibía de Jimin sobre Lee, no era acertada
al bailarín que recordaba.
Sí, Taemin era un chico confiado y a veces presumido,
puede que también poseía actitudes un tanto egoístas.
Pero su mundo no giraba en torno a sí mismo.
Taemin tenía tanto corazón como cualquiera. De otra
forma, él no habría sido el buen hyung que lo guió cuando
era un niño inexperto en temas de baile y tampoco habría
sido el fantástico amigo que siempre estuvo para Hoseok.
―¿Jungkookie? ―Llamó el rubio al ver al menor distraído.
―No te preocupes por Taemin, ¿sí? Si dice algo molesto,
sólo pasa de él. Y, sobre todo, recuerda que eres tú el único
que me gusta
Bien, Jungkook no estaba dudando ni un poco de eso. Pero
ahora que Jimin lo decía en voz alta, era imposible no
sonrojarse.
Jimin rió, dejando un beso en su sien, y giró hacia la
pantalla para ver la película que hace ya un rato había
pasado de la introducción. Una sonrisita se formó en sus
labios cuando sintió el peso de la cabeza del menor sobre su
hombro.
Jungkook estuvo atento a la pantalla por el resto de la
película, haciendo comentarios de vez en cuando. Jimin, en
cambio, estuvo más interesado en acariciar los cabellos del
menor y disfrutar de la cálida sensación de su cabeza
reposada en él. Su corazón estaba disfrutando
excesivamente de la romántica escena, diciéndole que
debían parecer una perfecta pareja de enamorados.
Para cuando la película terminó, Jungkook siguió haciendo
comentarios incluso tras haber acabado de ordenar e irse al
baño para cepillarse los dientes. Jimin intentó no reír
mientras veía al pelirrojo cepillar afanadamente sus dientes,
intentando hablar con la boca llena de espuma sólo para
que salieran palabras inentendibles. Al menos había
confirmado la fascinación del joven por esa clase de
películas.
―Bueno, su alteza ―Detuvo sus palabas cuando
estuvieron en el cuarto. ―Es hora de dormir ―Le recordó.
Jungkook frunció sus labios, corriendo hasta su cama para
envolverse con las mantas. Jimin puso los ojos en blanco y
rió, caminando con tranquilidad hasta su propio lugar y
dando una mirada hacia el menor antes de atreverse a
apagar la luz.
Jungkook le estaba dando una mirada de cachorro
moribundo, como si esperara algo más. Y sí, Jimin sabía qué
era ese algo, pero esperaba que el muchacho se animara a
actuar por sí solo o como mínimo lo pidiera. Él adoraría
escuchar su vocecita pidiendo por un beso de buenas
noches.
No obstante, la luz se apagó y la petición nunca llegó.
Jimin hubiera suspirado con decepción y se habría insultado
mentalmente de no ser por su celular que vibró justo en ese
momento, llamando su atención.
Su alteza real JK ღ
Por cierto, olvidé mencionarlo: ¡Bienvenido a casa, hyung!
¿Cómo estuvo tu día?
Jimin rió en voz baja, preguntándose por qué Jungkook
estaba diciendo ahora. Aunque el menor había prometido
enviarle mensajes como ese el día que dijo extrañar tener
un compañero de habitación, ¿no era extraño hacerlo
incluso cuando estaban bajo el mismo techo?
Jiminie hyung ☔❣
Fue un buen día, extrañaba estar con mi familia
Les mostré una foto de ti, ¿sabes? Y todos coincidieron en
que eras el chico más bonito que ha nacido en la Tierra
Su alteza real JK ღ
Aghhh, ¡estás exagerando! ¡No vayas enseñando fotos de
mí como si nada!
Jiminie hyung ☔❣
No seas egoísta, Kookie. ¡Todos merecen ver a alguien tan
bonito como tú!
Dios, en serio, ¿por qué eres tan bonito?
Su alteza real JK ღ
Harás que me sonroje...
Jiminie hyung ☔❣
Estás hablando conmigo. Mi misión en esta vida es hacerte
sonrojar, principito
De todas formas, ¿me hablabas sólo para preguntar eso?
Su alteza real JK ღ
Era algo importante, ya que olvidé mencionarlo
Y...
Bueno
También te quería preguntar algo
Jiminie hyung ☔❣
Te leo
Su alteza real JK ღ
¿Por qué no vienes aquí?
Jiminie hyung ☔❣
¿A tu cama?
Su alteza real JK ღ

Pensé que sería una buena idea, porque hace frío... y esas
cosas
Y estar juntos es la solución perfecta para el frío
Además
Jungkook dejó de escribir, Jimin giró sobre su cuerpo y alzó
la cabeza para encontrar el rostro de Jungkook siendo
iluminado por la luz de la pantalla de su celular.
Jiminie hyung ☔❣
¿Además qué?
Su alteza real JK ღ
No me diste un beso de buenas noches
Y de verdad quiero abrazarte
Bastó de un segundo para que Jimin dejara en el olvido su
celular, abandonando su sitio para ir hasta el menor.
Jungkook le hizo espacio y rió cuando Jimin apareció ante él
en un parpadeo.
―Hola ―Saludó, su sonrisa viéndose escasamente gracias
a la luz que entraba por la ventana. ―Tu calefactor personal
ha llegado, Kookie. Ven aquí y deja que hyung se encargue
―Extendió sus brazos.
Jungkook rió, metiéndose entre sus brazos para
resguardarse ahí. Su brazo también le rodeó cómodamente
y, sin intercambiar más palabras, sólo se besaron como si
eso fuera todo lo que necesitaran en ese momento.
―Podría acostumbrarme a esto ―Murmuró Jimin contra su
boca, en un respiro.
Jungkook lo besó una vez más, estando de acuerdo. Él
podía acostumbrarse a esos deliciosos besos y a esos
abrazos antes de dormir. También estaba seguro de poder
acostumbrarse a compartir su cama con alguien y despertar
junto a la persona que quería. Sólo pensarlo lo llenaba de la
más genuina felicidad.
―Dulces sueños, hyung ―Susurró, dejando otro besito
sobre su boca para luego acomodarse contra él.
―Dulces sueños, Jungkookie
Jimin acarició sus cabellos, como tanto le gustaba. Y
acoplando su cuerpo al del chico lo más que pudo, cerró los
ojos, aceptando lo fácil que era enamorarse de esa
sensación.
Aceptando lo fácil que era enamorarse de Jeon Jungkook.
Nota:
Un capítulo tranquilo... bc también puedo escribir capítulos
tranquilos (?)! Un poco, jé.
No se acostumbren (8
[16]

Jungkook hizo una mueca con sus labios al sentir el peso de


un brazo cayendo sobre su cintura. Abriendo sus ojos con
desconcierto, el calor brindado por el cuerpo a sus espaldas
lo llenó de entendimiento, recordándole como la noche
anterior le había pedido a su invitado que durmiera junto a
él.
Un suave calor invadió sus mejillas, sin poder creer sus
propios actos. ¿De dónde había nacido el valor para pedirle
a Jimin que le acompañara en la cama?
Suspiró silenciosamente, disfrutando del calor y el
resguardo que le proporcionaba el otro cuerpo de todos
modos. Llevando una mano hasta donde la de Jimin
descansaba, una sonrisita se curvó en sus labios al ser
capaz de sostenerla. La felicidad que sentía en ese
momento ni siquiera podía ser expresada en palabras.
El cuerpo de Jimin presionó más el suyo, alertándolo. Y
sintió cosquillas al percibir un cálido aliento a la altura de su
nuca.
―Estás despierto ―Murmuró en una afirmación.
―Lo estoy, sí ―La voz de Jimin salió ronca. ―¿Dormiste
bien, Jungkookie?
―Sí. ¿Lo hiciste tú? ―Preguntó dubitativo. ―No te causé
problemas, ¿cierto?
―En absoluto
Quizás, él no estaba siendo del todo sincero. Jimin había
tenido más problemas para conciliar el sueño, porque
simplemente no concebía la idea de estar descansando
junto al chico que le gustaba. Hace sólo unos minutos, tras
haber despertado, lo había mirado con detenimiento como
si no existiera nada mejor que eso. Apreciar a Jungkook en
silencio podría convertirse fácilmente en una de sus cosas
favoritas.
―¿Sabes? ―Jimin se acopló más a su cuerpo, como si
aquello fuera posible en la estrecha cama. ―Es increíble,
pero acabas de obtener una de mis primeras veces
―¿Lo hice?
―Sí ―Afirmó, sus labios contra la parte posterior del
cuello del menor. ―Es primera vez que duermo junto a un
chico ―Jungkook se quedó en silencio. ―Bueno, eso si
descontamos a Jihyun
―¿Jihyun?
―Mi hermano menor ―Rió en voz baja. ―Cuando tenía
pesadillas, solía correr a mi cama
―Él debe ser adorable ―Murmuró con una sonrisita.
―No dirás lo mismo cuando lo conozcas ―Bufó. ―Él tiene
tu edad, por cierto. Pero, puedo jurarlo, Jungkookie, él no es
ni remotamente adorable. Si de personas adorables
hablamos, tú eres la única en la que puedo pensar
―No soy adorable ―Gruñó.
―Lo eres, amor ―Rebatió.
Jungkook entornó los ojos, cerrándolos cuando Jimin besó
su nuca sin aviso. Quiso reír, porque aún sentía cosquillas,
pero intentó controlarse mientras el contrario seguía
repartiendo besos por su piel. Jimin se inclinó, buscando la
curva de su cuello para seguir besando. Jungkook abrió los
ojos cuando el rubio tiró del cuello de su pijama,
descubriendo su hombro para dejar otro beso ahí.
―¿Qué haces? ―Preguntó con curiosidad, sin comprender
por qué Jimin estaba empecinado en regar besos por todas
partes.
―Te beso ―Contestó con obviedad. ―Es lo que voy a
hacer desde ahora, Jungkook. Cada milímetro de tu piel que
quede expuesto, será reclamado por mis labios ―Prometió.
Jungkook soltó una sonora carcajada, dando la vuelta para
poder encararlo.
―Mi hombro no estaba expuesto ―Acusó con una sonrisa
adorable.
―No ―Le dio la razón, enredando sus dedos entre los
cabellos rojizos. ―Pero a veces me gusta hacer trampa
Jungkook frunció sus labios un momento, no muy seguro
de que hacer trampa fuera algo bueno. Sin embargo,
cuando Jimin se inclinó sobre él en busca de sus labios,
sonrió como un niño y fue a su encuentro con felicidad. El
rubio lo besó con lentitud mientras aprisionaba con más
fuerza su cuerpo.
Las piernas enredadas bajo las sábanas, su brazo que
aprensaba esa pequeña cintura y esos labios que incluso en
la mañana sabían a paraíso era todo lo que Jimin quería
inmortalizar. Sus momentos serían eternos. Él se encargaría
de que fuera así.
Jungkook se distanció, mordisqueando su labio inferior con
timidez cuando Jimin le miró fijamente. Este humedeció sus
labios mientras se decía que no era el mejor momento para
saltar sobre el menor y ser él quien lo mordiera. Dios, él
quería devorarlo.
―Ah, es extraño... ―Jungkook no pudo impedir que un
rubor infantil invadiera sus mejillas. ―Despertar junto al
chico que me gusta es tan extraño, hyung ―Admitió con voz
queda. ―Tanto, que estoy a punto de saltar fuera del
colchón para encerrarme en el baño ―Jimin soltó una risita
al oírle.
―Uhm, creo que eso será un problema entonces
―Murmuró el rubio con confianza, acercándose a él para
rozar sus dientes contra su mentón. ―No te dejaré escapar
tan fácilmente, principito
Jungkook fingió indignación y Jimin rió una vez más, dando
un mordisco al aire cuando Jungkook le miró con una ceja
alzada. Acompañándolo en sus risas luego, el joven chilló
cuando el mayor simplemente se abalanzó sobre él,
repartiendo más besos por su piel mientras sus manos
viajaban, intentando descubrir sus puntos débiles. Jungkook
rió y se retorció, frunciendo sus labios cuando poco después
se encontró bajo el cuerpo de Jimin, quien había apresado
sus muñecas contra el colchón a la altura de su cabeza.
―¿Te digo algo, hyung? ―Aclaró su garganta y puso una
expresión seria ante la sonrisa autosuficiente del contrario.
―Si quisiera, podría lanzarte lejos de un solo movimiento.
Tengo este rostro bonito, pero soy bastante fuerte también
―Abrió más sus ojos, enfatizando.
Jimin sonrió ladeado, admirándole en silencio. Las muecas
que hacía Jungkook mientras alegaba eran preciosas y lo
único que sus rojizos labios parecían decir era "bésame
hasta que no sienta mis labios, Jimin". O algo así.
―De acuerdo ―Aceptó sus palabras, enternecido con que
se llamara bonito a sí mismo. ―¿Y por qué no me has
lanzado lejos todavía? ―Cuestionó.
―Porque soy un buen chico y te doy la satisfacción de la
victoria ―Jimin enarcó sus cejas con diversión. ―Y porque
me gustas y no podría lanzarte como si nada
―Lo último se escuchó más convincente. ¿Por qué no le
hablas a hyung de lo mucho que te gusta, Jungkook?
―Sugirió.
―Libera mis manos y me lo pensaré
Jimin rió bajito, liberándolo, pero manteniendo su cuerpo
sobre el de él. Apoyando su peso con ayuda de uno de sus
brazos, usó una de sus manos para apartar los revoltosos
mechones rojos que entorpecían el precioso rostro frente a
él. Fue Jungkook quien extendió su mano hacia él cuando su
toque terminó.
―Eres el chico más precioso que he conocido ―Confesó
Jungkook, tomándolo desprevenido. Su expresión quedó en
blanco y sus ojos se conservaron estudiosos mientras los
dedos del menor delineaban sus ojos. ―Tienes ojos
pequeños que desaparecen cada vez que ríes o sonríes
mucho. Cada vez que lo haces, veo sinceridad en ti;
felicidad que escapa fuera de tu control y no teme
mostrarse al mundo ―Su mirada se dulcificó, deteniéndose
intensamente en sus ojos. ―Me gustan tus ojos por eso
―¿Siendo tan comunes? ―Murmuró.
―No, Jimin-ah ―Sostuvo su mejilla. ―No todos son
capaces de sonreír con los ojos
Jungkook se reincorporó un poco tras decir aquello,
queriendo alcanzar con sus labios su rostro. Jimin cerró los
ojos y su corazón se agitó cuando sus párpados fueron
besados amorosamente.
―Fingiste sonrisas para mí durante tu primera sesión
―Susurró con voz plana. ―Fuiste tan superficial, intentando
impresionarme ―Rió con voz queda mientras Jimin se
quedaba congelado. ―No necesitas hacerlo nunca más, no
conmigo. Me gusta tu sonrisa, hyung. Recuérdalo ―Pidió.
―Amo tu sonrisa
―¿Sólo mi sonrisa, Jungkook?
Pero el menor no respondió y Jimin suspiró contra su boca
cuando este lo besó, tirando su brazo por su cuello para
atraerlo. El rubio se presionó contra él, queriendo invadir su
boca, pero se limitó a mover sus labios ansiosamente
mientras las palabras de Jungkook removían todo en él.
Ningún hombre dijo antes amar su sonrisa, al menos no la
que Jungkook había descrito. Él sonreía coquetamente al
resto, dejando claras sus intenciones, y ellos habían caído
por él. Pero Jungkook no.
Jungkook era como un joven inocente hablándole de
detalles dulces y no del atractivo que todos solían ver.
La cabeza del menor volvió a estar contra la almohada.
Jimin besó firmemente su boca. Jungkook respiró
profundamente tras su liberación y su corazón dio un brinco
cuando el rubio, no satisfecho, dejó un beso húmedo y
caliente en su mejilla. Park se apartó bruscamente de su
cuerpo inmediatamente después, dedicándole una sonrisa
temblorosa ante su mirada sorpresiva.
―Se está haciendo tarde ―Se justificó, esforzándose para
que su voz saliera natural. ―No te molesta si entro a la
ducha primero, ¿cierto?
Jungkook negó con la cabeza, viéndolo marchar con
rapidez. Y cuando la puerta del baño se cerró, llevó sus
dedos hasta su mejilla, donde aún había restos de saliva.
En el baño, Jimin miró hacia abajo, avergonzado. Primera
hora de la mañana y él ya estaba teniendo problemas
consigo mismo. No estaba seguro de cuánto más podría
controlar sus propios impulsos. ¿Cómo haría para estar tan
cerca de Jungkook y no pensar en lo mucho que quería
empujarlo contra el colchón, desvestirle y hacerle el amor?
Tuvo que sacudir la cabeza en su pobre intento de apartar la
escena que su mente estaba creando y, a regañadientes, se
metió bajo la regadera.
Jungkook no dijo nada cuando minutos más tarde salió,
sino que sólo le dedicó una sonrisa para luego meterse al
baño. Jimin se vistió y secó su cabello, perdiéndose
completamente en sus pensamientos mientras escuchaba al
menor tararear bajo el agua. Dejándose caer en su cama,
frotó su rostro con cansancio para luego tomar su celular.
Jiminie
Dime que estás despierto
Estoy a punto de perder la cabeza, así que envíame un
golpe desde Daegu
Taehyunggie
Completamente despierto
Podría enviarte un golpe, pero no sé si llegará a tiempo
¿Cuál es el problema?
Jiminie
Salgo con el chico más precioso que existe en el mundo
¡En toda la extensión de la palabra!
Taehyunggie
Eso no se lee como un problema
Entonces, ya le pediste salir, ¿no? ¡Te dije que saldría bien!
Jiminie
No he hablado con él al respecto todavía...
Taehyunggie
Oh, sigues perdiendo el tiempo
Jiminie
Quiero acostarme con él
Taehyunggie
No te lo pregunté
Jiminie
Preguntaste por mi problema. Ese es mi problema.
Quiero
Acostarme
Con
Él
Taehyunggie
Te estás quedando en casa de sus padres. ¿Eso no es lo
suficiente matapasiones? ¿No tienes decencia?
Jiminie
¿Qué con los padres? Son adultos, ellos más que nadie
deben saber lo increíble que es el sexo
Taehyunggie
Claro, ¿has escuchado a tus padres tener sexo alguna vez?
Porque te aseguro que para ellos será así de increíble
escuchar como te follas a su hijo
Jiminie
...
Ellos aún pueden salir y dejarnos a solas por un rato,
¿cierto?
Su padre trabaja los días de semana, todavía no sale de
vacaciones
Así que podría conseguir que su madre y su abuela vayan a
dar un paseo por una tarde...
Si eso no pasa, todavía podemos intentar ser discretos
¡Quizás Jungkook es del tipo que disfruta ser amordazado!
Maldición, pero de verdad quería escucharlo...
Taehyunggie
Jimin, regresa a ti.
A tu cabeza de arriba.
Jiminie
Lo estoy intentando
Taehyunggie
¿En serio? ¿Al menos sabes lo que Jungkook quiere? Dijiste
que él podría ser virgen. ¿Acaso no planeabas darle un
momento especial?
Jiminie
¿No habíamos quedado que mientras nos queramos será lo
suficientemente especial?
Taehyunggie
¡Aún tienes que saber si él está listo para esto, imbécil!
Jiminie
Uh
Taehyunggie
No conozco a Jungkook lo suficiente, pero sé que es un
chico sensible. ¿De verdad piensas echarlo a perder sólo
porque estás caliente?
Tú no quieres eso
Jiminie
Correcto
Taehyunggie
Además, si quieres llegar tan lejos, ¡como mínimo deberías
pedirle que sea tu novio! ¿Qué harás si saltas sobre el
primero y Jungkook se siente como otro del montón para ti?
Jiminie
Oh...
Taehyunggie
¿Oh, cierto? ¿Estás regresando a tu cabeza correcta ahora?
Jiminie
¿Crees que Jungkook quiera hacer el amor conmigo si le
pido antes que sea mi novio?
Taehyunggie
JIMIN
El rubio no tenía cómo saberlo, pero estaba seguro de que
Taehyung debía de estar echando humo por las orejas en
ese momento. Golpeó su frente, intentando ser razonable y
seguir los consejos de su mejor amigo, pero su mente pasó
a blanco cuando Jungkook salió con sólo una toalla
rodeando su cintura.
―L-Lo siento ―Balbuceó con algo de vergüenza. ―Olvidé
llevar la ropa adentro, supongo que me acostumbré a vivir
con Seokjin
Jimin, que estaba seguro de estar babeando, sintió la
excitación ser drenada de su cuerpo al escuchar ese
comentario.
―¿Dejas que Seokjin te vea desnudo? ―Él intentó poner
una voz neutral, de verdad se esforzó por ello, pero su
interior estaba carcomiendo debido a los celos.
Sí, quizás Seokjin tenía novio y Jungkook sólo era su
adorable amigo. Pero, maldición, ¡Kim seguía teniendo ojos
y siendo completamente gay!
―En realidad, llevo ropa interior bajo la toalla ―Soltó una
risita divertida, dirigiéndose a su ropero.
Bueno, esa seguía siendo mucha piel a la vista.
―¿Quieres que salga para que te vistas tranquilo?
―Preguntó el rubio, haciendo un ademán para levantarse,
pero quedó como estatua cuando Jungkook volteó a verle,
confuso.
―¿Uhm? No realmente. No es como si me incomodara
vestirme delante de alguien ―Admitió.
"Delante de alguien". De alguien. Viendo como Jungkook
le daba la espalda de nuevo, su expresión fue
completamente desencajada. Él no era sólo alguien, ¿cierto?
¡Jungkook no tenía que actuar tan naturalmente frente a él
mientras iba semidesnudo!
―Pensé que eras más vergonzoso ―Casi gruñó de mala
gana.
―Solía serlo cuando niño ―Aceptó. ―Pero han pasado
años, he compartido vestuario con muchos chicos. Y ellos...
no tienen nada que yo no tenga, de todos modos ―Soltó
una carcajada. ―No podría importarme menos, ya sea
verlos o que me vean
Jimin hizo una mueca tosca con sus labios. Por supuesto,
él también compartía vestuario con muchos chicos. Y sí, no
podrían interesarle menos sus propios compañeros. Pero su
relación con Jungkook no era algo como lo que tenía con sus
compañeros.
¿Jungkook era un niño tonto o en realidad estaba
intentando provocarlo? Porque, de ser la última opción, él
estaba a punto de ceder y comenzar a lamer las gotas de
agua que rodaban por su espalda.
Jungkook se secó rápidamente, motivado por el frío, y no
tardó en ponerse una camiseta para luego apartar la toalla
de su cintura. La mirada de Jimin ascendió por sus piernas,
dando una especial apreciación a sus muslos para lamer sus
labios al ver su trasero oculto tras la ropa interior.
Necesitaba morderlo, lamerlo y...
Jiminie
Sé honesto conmigo
¿Te pasearías en ropa interior frente a la chica que te gusta?
Taehyunggie
¿Qué? ¡No!
Muy vergonzoso
Jiminie
Joder, Taehyung, no pienses como monja, ¡piensa como
humano!
¿Por qué te pasearías en ropa interior frente a la persona
que te gusta?
Taehyunggie
Estoy pensando como humano. ¡No quiero que ella me vea
en ropa interior!
¿No necesitamos llegar a un punto de confianza para ello?
Espera
¿Jungkook está en ropa interior?
Jiminie
NO PIENSES EN ÉL USANDO ROPA INTERIOR
VOY A GOLPEARTE SI TE ATREVES A IMAGINARLO EN ROPA
INTERIOR
Taehyunggie
Mira, no es como si me importara, imbécil
Y bueno, ¿por qué él está usando ropa interior frente a ti?
Jiminie
Ha olvidado llevar ropa al baño y ha salido envuelto en una
toalla
Taehyunggie
Es razonable. ¿Por qué te calientas la cabeza con eso?
Jiminie
Me está provocando
Taehyunggie
¿Qué eres? ¿Un maldito animal?
Jiminie
No
Taehyunggie
Correcto, así que deja de justificar tus deseos con sus actos,
porque estoy seguro de que él está lejos de intentar
provocarte
Jiminie
¡No es como si pensara hacer algo contra él!
Puede que pienses que soy un pervertido, ¡pero nunca le he
hecho a alguien algo que no ha querido!
Taehyunggie
Más te vale
Jiminie
Hey, tú, ¿de quién eres amigo?
Taehyunggie
De la razón
Jiminie
Has pasado mucho tiempo con Namjoon, ¿no?
Taehyunggie
Mira, sólo no quiero que arruines esto
Es primera vez en mucho tiempo que te veo tan feliz, Jimin
Es decir, tú siempre estás relajado y tienes esa personalidad
de "hola, chico genial aquí, todo perfecto para mí"
Pero en primera vez que de verdad luces feliz con tu vida,
sólo porque Jungkook es parte de ella
No actúes imprudentemente y arriesgues algo que te hace
bien
Porque sí, Jungkook te hace bien
Jiminie
Ok, entendido, modo razonable
He regresado a la cabeza correcta
Sólo es difícil, ¿sabes? Él está actuando lindo y diciendo
cosas increíbles todo el tiempo
Y yo estoy cada vez más enamorado de él, tocando fondo
Y la intimidad es... no sé
Siento que será especial
Taehyunggie
Y lo bueno se hace esperar, ¿no?
Jiminie
Correcto, de nuevo
Intentaré recordarlo, Tae
Taehyunggie
Por favor
Jiminie
Gracias
Taehyunggie
Sí, para eso estoy
Jimin suspiró, más calmado, y giró hacia Jungkook, quien
ya estaba vestido y aplicaba una crema en sus cabellos con
extremo cuidado. Habiendo acabado, volteó hacia él con
una media sonrisa, y sus ojitos mostraron confusión cuando
sus miradas se toparon.
―¿Sucedió algo? ―Jungkook avanzó hasta él, sentándose
a su lado. ―Pareciera que algo te preocupa
―¿Hm? No realmente, sólo estaba pensando en algo que
me dijo Tae ―Extendió su mano hacia él, tocando uno de
sus mechones. ―Así que, ¿eso usas en tu cabello? Ahora
entiendo por qué siempre es tan suave
―Seokjin me lo dio luego de haber teñido mi cabello
―Arrugó la nariz. ―Dijo que si no lo usaba, mi pelo no
tendría nada que envidiarle a un estropajo usado ―Jimin
tocó su propio cabello, enarcando una de sus cejas cuando
Jungkook rió.
―¿Acabas de lanzarme una indirecta? ―El menor negó
rápidamente con la cabeza. ―¿Debería volver al negro?
―Se vería muy bien en ti ―Jungkook sonrió. ―Aunque
estoy seguro de que cualquier color viene contigo, hyung
Jimin rió ligeramente, sosteniendo su mentón para dejar
un tierno beso en sus labios. Jungkook sonrió aún más y
tomó su mano para arrastrarlo fuera del cuarto, diciéndole
que era momento de desayunar.
Cuando llegaron abajo, Jungkook miró con curiosidad a su
abuela, quien se dirigía a la puerta principal. Al parecer, la
mujer quería comprar algo antes de desayunar y Jungkook
le murmuró a Jimin que vendría pronto para salir tras su
abuela, diciéndole que le acompañaría.
Jimin quiso reír al notar que el menor lo había dejado a
solas con su madre. ¿Qué clase de chico hacía eso sabiendo
cuán peligrosas podían ser las madres? Ellas siempre
hablaban demás. Y Jimin, por supuesto, no desaprovecharía
la oportunidad.
―¿Señora Jeon? ―La mujer dio la vuelta para encontrarse
con su invitado. ―¿Puedo hablar algo con usted?
Elizabeth asintió vagamente, claramente curiosa. Jimin
tomó asiento frente a ella mientras le dedicaba una sonrisa.
―Verá ―Aclaró su garganta. ―Es sobre Jungkook
―Me sorprendería que no fuera sobre él, Jimin ―Admitió
con una risita.
―Cierto ―También rió, avergonzado. ―Es sólo que... no
deja de inquietarme el hecho de que él dejara de bailar
―Ella inclinó su cabeza, esperando. ―Como he dicho, soy
estudiante de danza. Desde que nos conocimos hace unos
meses, fue lo primero que le dije a Jungkook al presentarme.
Él me ha visto bailar
―Uhm, estoy segura de que eso te ha hecho ganar puntos
con él ―Murmuró con una sonrisa complaciente. Conocía a
su hijo; sus ojos siempre habían brillado cada vez que veía a
un artista apasionado.
―¿Eso cree? ¿Los bailarines son su tipo? ―Ella rió,
apartando la mirada, no muy segura de que Jimin quisiera
saber cuán acertada era su pregunta expresada más como
una broma. ―El punto es, jamás mencionó nada sobre ser
bailarín. Me habló de sus gustos e incluso de su ex, pero
jamás... jamás digo nada sobre el baile. Siendo que
compartimos la misma pasión, ¿por qué no hablarme de
ello?
―Te habló de su ex ―Repitió, frunciendo sus cejas.
―¿Qué te dijo de él?
―Sólo que fue la persona más cercana a él por años y de
un momento a otro le dejó
―De acuerdo, ya que sabes lo básico, supongo que puedo
decirte esto ―Suspiró. ―Jungkook amaba bailar, Jimin,
todos podíamos verlo. Estar en un escenario parecía ser su
razón para vivir en ese entonces. Pero un día, cuando tenía
17 años, él simplemente llegó a casa y se encerró en su
cuarto, sin decirnos nada. Luego, durante el desayuno del
día siguiente, anunció que se retiraría de la academia, sin
darnos razones. Poco después... supimos que su novio se
iría del país
―¿Insinúa que Jungkook dejó de bailar por él?
―Me gustaría saberlo con certeza, Jimin ―Confesó con
pesar. ―Hasta el día de hoy, todavía me cuesta asimilar que
el chico que solía soñar con volverse bailarín profesional,
renunció tan... fácilmente ―Su voz se apagó al final. ―¿Y
por un chico? Ni siquiera lo hubiera imaginado de Jungkook,
pero supongo que pasé por alto cuán fácil era lastimarlo
―Jimin sintió pena al oír eso último.
―¿Está decepcionada? ―Se atrevió a preguntar. ―Sobre
su renuncia, quiero decir
―No. Lo habría estado si después de ello Jungkook
hubiera elegido una carrera al azar sólo para obtener un
título, pero sé que él encontró algo nuevo que de verdad
ama. Quizás no como el baile, pero incluso nuestras
pasiones no son iguales en esta vida ―Sonrió con un poco
más de alegría. ―Eso sí, fue una gran sorpresa para todos
cuando él decidió irse a Seúl. Es un chico de casa y nuestro
niño consentido, incluso su hermano mayor lo siguió hasta
la estación el último día preguntándole "¿estás seguro de
que quieres ir allá?" y "llama a hyung si nos extrañas,
investigaré sobre traslados" ―Ambos rieron. ―Pero creo que
él lo está haciendo bien allá, ¿me equivoco?
―No, no se equivoca ―Jimin enseñó una gran sonrisa.
―Jungkook es impresionante, muchos conocen sus dotes y
se habla de él por varios rincones del campus. Ahora que es
el rostro de los estudiantes, estoy seguro de que ganará
sólo más fans
―Uhm, ¿y eso no supone un problema para ti? ―Le miró
con diversión.
―Él es precioso, puedo entender que el resto quede
flechado con sólo verlo, así que intentaré ser comprensivo y
no actuar demasiado protector con él
―Oh, Jimin ―Ella rió. ―Eres tan transparente, ¡al menos
pudiste hacerte el desentendido! ―Y rió aún más por la
franqueza del joven.
―Su hijo me gusta mucho ―Confesó sin inhibiciones.
―Lo sé, siempre lo miras como si fuera muy valioso para
ti ―Suspiró. ―Y eso me tranquiliza. Cuidarás muy bien de
él, ¿cierto?
―Es lo que planeo
Elizabeth continuó sonriendo y extendió la mano hacia él,
llamando su atención. Las mejillas del muchacho se
calentaron un poco cuando la hermosa mujer presionó su
mano con cariño, apoyándolo.
―Mi Jungkookie es un chico honesto y de buenos
sentimientos, Jimin, pero a veces de verdad le es difícil
hablar de sí mismo. Incluso si es difícil, ¿podrías ser
cuidadoso al respecto? Jamás lo lleves a un extremo. Sé que
con el debido tiempo, querrá enseñarte todo de él y, quizás,
puede que incluso te hable de por qué dejó el baile y mucho
más. Todo a su tiempo, Jimin
―Lo tendré en mente ―Sonrió con agradecimiento,
mirando la entrada del lugar cuando se escuchó la puerta
principal y voces acercarse. ―Gracias por hablar conmigo
La mujer asintió, soltando su mano. Jungkook, que venía
acompañado de su abuela, miró curioso a Jimin cuando este
le sonrió en demasía.
―¿Sucedió algo? ―Preguntó el menor, tomando el asiento
a su lado.
―Nada, sólo no puedo dejar de sonreír cada vez que veo
tu bonito rostro
Jungkook volteó a verlo, sintiendo sus mejillas enrojecer.
Jimin rió en voz baja y le lanzó un sutil beso, provocando
que se avergonzara aún más. Mirando hacia su madre,
cubrió su rostro cuando la encontró con una sonrisa de oreja
a oreja; por supuesto, ella los había visto.
Pero, ¿qué importaba de todos modos? Sus abuelos y sus
padres le habían enseñado que no había razón para ocultar
el amor que sentías por alguien. Y, en ese preciso momento,
agradecía que Jimin le mirara con tanto cariño sin importar
quienes le rodearan.
Finalmente, ¿no era Jimin el chico que sólo esperó en sus
sueños?
◆◆◆◆◆
Jungkook y Jimin pasaron el resto de la mañana revisando
los mangas de Junghyun. El menor se apoyó contra el
hombro del rubio cuando este, tras entretenerse con One
Piece, decidió tomar los tomos de Hunter x Hunter.
―Honestamente, ¿no crees que Gon es un poco molesto?
―Jungkook parpadeó, girando su rostro hacia el rubio. ―Él
es egoísta a veces
―Es egoísta todo el tiempo ―Corrigió. ―Pero no puedes
esperar mucho de un intensificador
―Oh, lo dices como si despreciaras a los intensificadores
―Rió.
―No los desprecio, eres tú quien dijo que le molestaba la
personalidad de Gon ―Jimin torció el gesto, continuando la
lectura.
―Si fuera un usuario Nen, ¿cuál crees que sería mi tipo
según personalidad? ―Jungkook guardó silencio. ―¿Kookie?
―Insistió.
―... intensificador ―Murmuró.
―¿¡Qué!? ―Jimin se sobresaltó, irguiéndose rápidamente
en la cama. ―¿Cómo es que yo sería intensificador?
¿Intentas hacerme enojar? ―Jungkook rió al escucharle usar
su acento. ―¡Hey!
―Eres tan simple, hyung, creo que eso pega mucho con
un intensificador ―Explicó. ―Dices las cosas sin reparos,
como si no tuvieras nada por lo que avergonzarte. Y...
honestamente... pareces del tipo egoísta también ―Jimin
arrugó su frente, sin saber cómo argumentar. ―Aunque,
bueno, quizás me equivoque, ¿quién sabe? Podrías resultar
siendo un transformador y dejarme sin palabras ―Se
encogió de hombros. ―No entiendo bien esto
Jimin rió, pasando su brazo por sus hombros para volver a
atraerlo a él. Jungkook volteó curiosamente para
encontrarse con su sonrisa.
―¿Qué sucede? ―Quiso saber.
―Eres tan bonito, nunca creí que pudieras ser un otaku
―Comenzó a reír.
―¿¡Qué clase de estereotipo tienes!? ―Se quejó. ―¡Y no
soy un otaku! ¡Yo no soy quien ha corrido hacia los estantes
de mi hermano para ver qué mangas tenía!
―Yo no soy otaku ―Jimin abrió mucho sus ojos, fingiendo
seriedad. ―Pero todos saben que los mejores shounen de
todos los tiempos son parte de la cultura general. ¿Qué
clase de infancia has tenido si no conoces al menos uno de
estos, eh?
―Ah, ¿qué estás diciendo? ―Rió, dando un manotazo
sobro su pecho. ―Eres un otaku, es increíble
―No soy tan apasionado ―Bufó. ―Ya quisieran los otakus
lucir tan geniales como yo ―Jungkook rió aún más cuando lo
vio peinar sus cabellos hacia atrás. ―Además, ellos se
enamoran de personajes, eso es una locura. Yo, en cambio,
estoy enamorado de ti. ¿No es mucho más increíble eso,
Jungkook? ―Preguntó con una sonrisita, dejando caer el
tomo cuando se aproximó al menor.
―Aish, en serio... ―Murmuró, poniendo una mano sobre
su pecho cuando su cuerpo casi lo aplastó. ―¿Se supone
que eso tenía que sonar romántico? ―Se burló mientras sus
ojitos se arrugaban.
―Sí. ¿No sonó así? ―Rió.
Jungkook también rió y cerró sus ojos cuando Jimin lo
besó. Le gustaban tanto los besos de Jimin, que agradeció
que este dejara por fin la lectura para besarlo dulcemente.
Jimin lo apoyó contra el colchón y continuó el beso,
enredando sus dedos entre las suaves hebras de cabello.
Jungkook suspiró contra su boca y él sonrió, frotando su
nariz contra le mejilla del menor en un dulce gesto.
―Las personas reales son mucho mejores, ¿no?
―Preguntó Jeon en voz baja.
―Es lo que yo digo ―Besó su mejilla. ―Mírame ―Pidió,
dando un toque en su otra mejilla para que el pelirrojo
volteara a verle. ―¿Me permites hacer algo, Jungkook?
―¿Uhm? ―Parpadeó, sin comprender. ―¿Cómo puedo
permitirte hacer algo que ni siquiera sé que es? ―Enseñó
una sonrisa, divertida.
―Bien, no es algo malo... ―Acarició su rostro. ―Lo hemos
hecho antes ―Jungkook abrió la boca, queriendo preguntar.
―¿Puedo besarte?
―¿Ahora pides permiso para hacerlo?
Jimin sonrió, asintiendo levemente la cabeza para volver a
besarle. Moviendo sus labios suavemente sobre los del
contrario, esperó un momento antes de atreverse a atrapar
su labio inferior entre sus dientes. Jungkook jadeó con
sorpresa cuando el contrario se atrevió a chupar su labio
cuidadosamente, disfrutándolo.
Ahora podía entender mejor la petición de Jimin.
―Kookie ―Se distanció de él, atreviéndose a tocar con su
índice el rojizo y húmedo labio. ―Abre tu boca para hyung,
¿sí? ―Pidió con una mirada intensa.
―Esto sería menos vergonzoso si no lo pidieras
―Rechistó.
―¿Por qué? ¿Qué piensas que haré contigo? ―Sonrió
angelicalmente, pero su mirada no fue menos maliciosa.
―Por favor
Jungkook entreabrió sus labios, sintiéndose tímido, y
respiró nerviosamente cuando Jimin retiró su dedo y pasó la
lengua por sus labios antes de deslizarla al interior de su
boca. Su corazón golpeó ansioso al cabo de unos segundos.
Aunque recordaba perfectamente haberse besado con Jimin
de aquella forma en el club, era terriblemente vergonzoso
repetir la experiencia completamente consciente.
Él había dado besos con lengua antes. Pero incluso así,
sus experiencias previas con Hoseok no parecían ni
remotamente cercanas a lo que sucedía con Jimin. Hoseok
siempre había sido un chico dulce y cuidadoso, mientras
que Jimin...
Demasiado intenso.
Jimin chupó, mordió y lamió los labios ajenos a su gusto.
Apoderándose del interior de su boca, su lengua marcó
dominio mientras Jungkook intentaba corresponderle
torpemente. No importaba, él le enseñaría. Abriendo su
boca todo lo que podía, escuchó al menor gemir mientras le
besaba hambrientamente. Atrapó su lengua y la chupó
deseoso, sintiendo como su temperatura corporal subía.
Apartándose poco después, ignoró las mejillas rojas de
Jungkook y su extraña mirada para poner dos de sus dedos
en la boca del chico, cuyos ojos se ampliaron ante esa
acción.
―Chupa, Jungkook ―Indicó.
El pecho de Jungkook subió y bajó bruscamente, debido a
la ansiedad y no el deseo. Él era un poco lento y hasta
inocente, pero no un idiota, sabía perfectamente lo erótico
que podía resultar lo que le pedía Jimin. Y él se estaba
sintiendo incómodo ahora, incluso si una parte de su
corazón quería darlo todo para complacer al rubio.
Complacerlo para que no se alejara.
―¿Jungkook? ―Llamó el mayor, con voz ronca y ojos aún
más deseosos.
Así que lo hizo.
Jungkook sabe que no tiene que hacer cosas que no
quiere. También sabe que no debe sentir ni culpa ni miedo
por decir que no.
Lamentablemente, debido a que su cabeza le recuerda
constantemente cuál es el verdadero problema, decidió
suprimir su fidelidad a sí mismo y eligió dejarse llevar.
Como nunca hizo antes, por Jimin, decidió dejarse llevar.
Jimin miró fijamente al menor, absorto por la manera en
que chupaba sus dedos y movía su lengua; algunos restos
de saliva en sus comisuras y labios. Acariciando vagamente
sus cabellos que caían sobre la almohada, humedeció sus
labios resecos, sin dejar de admirarle. No eran sus dedos lo
que quería meter en su boca, pero le dejó el resto de trabajo
a su imaginación. Por ese día, eso sería suficiente.
―Incluso en este momento luces precioso, ¿sabes?
―Murmuró con una mirada apreciativa.
La respiración de Jungkook, pesada, se cortó al escuchar
tal halago. Haciendo un esfuerzo, alejó los dedos de su boca
y lamió sus labios con nerviosismo, sin poder sostener la
mirada sorpresiva de Jimin debido a su acción.
―Lo siento, estoy cansado ―Susurró, soltando su mano.
Jimin rió ligeramente, enternecido. Plantando un suave
beso sobre la boca del menor, le miró con cariño cuando sus
miradas se encontraron.
―¿Estás asustado por esto? ―Decidió preguntarle,
queriendo saber qué pasaba por su mente.
Jungkook negó con la cabeza, sin saber qué decir. Él no
tenía miedo, al menos no por las razones que Jimin
imaginaba. Las ventajas de Jimin cuando se trataba de
experiencia no le intimidaban, pero sí sus expectativas.
En el fondo, Jungkook sabía que no podría cumplir sus
expectativas.
Así que cerró sus ojos, queriendo ocultarse de él y darle lo
que podía, y Jimin regresó a su boca al entender la señal.
Intercambiando más besos que no conservaban ni pizca de
inocencia, se detuvieron sólo cuando escucharon la voz de
Elizabeth desde el primer piso, anunciándoles que el
almuerzo ya estaba listo.
―Uh, supongo que habrá que posponer esto ―Jimin lo
besó una vez más, sin estar satisfecho. ―Pero tendremos
más tiempo a solas para continuar, ¿no?
El rubio sonrió, reincorporándose para liberar el cuerpo
del menor. Este se sentó aturdido en la cama, secando sus
labios, y miró con cierta inquietud como Jimin se agachaba
para recoger el tomo que había dejado caer a su suerte,
dándole la espalda.
―Hey, Jungkook, necesito pasar al baño. Bajaré en un
momento, ¿sí?
Jungkook asintió apenas, sintiendo su boca secarse.
"Supongo que habrá que posponer esto", su respiración se
tornó pesada mientras las palabras rebotaban dentro de su
cabeza. "Pero tendremos más tiempo a solas para
continuar, ¿no?". ¿Continuar, eh? ¿Continuar qué?
―Hyung ―Llamó antes de que este pudiera ingresar al
baño. ―¿Por qué no salimos a dar un paseo después de
almorzar? Creo que es un desperdicio pasar todas nuestras
vacaciones dentro de casa, ¿no crees?
Jimin le miró por sobre su hombro, pensativo.
―¿Eso quieres? ―Jungkook asintió. ―Bueno, será como
desee, su alteza ―Intentó guiñarle un ojo juguetonamente,
sin dejar de sonreírle. Jungkook sintió que el aire volvía a
sus pulmones al verlo desaparecer tras la puerta.
Bien, todavía no estaba completamente arruinado. Aún no
pasaría nada entre ellos. Él todavía tenía tiempo para
hablarle a Jimin sobre eso.
Jungkook caminó hasta la puerta de su cuarto, pasando
una mano por su rostro con aflicción.
Siendo honesto consigo mismo, él ni siquiera sabía cómo
le hablaría de eso.
Nota:
Me da risa publicar Gris, porque creo que todo el mundo
espera que les explote una bomba en la cara (?). Deberían
relajarse y leer con gusto, jé.
Si no conocen HxH, les dejo este dato extra para entender
la referencia a las personalidades (todo auspiciado por la
Wiki gg):
•Intensificadores: Son determinados y simples. La
mayoría de ellos nunca mienten ni ocultan nada. Sus
palabras y acciones son a menudo dominados por sus
sentimientos. Por lo general, son muy egoístas y centrados
en sus metas.
•Transformadores: Son mentirosos y caprichosos.
También tienen actitudes únicas, y muchos son
considerados como bichos raros o tramposos. Ellos rara vez
revelan sus verdaderas intenciones.
JK señala a Jimin como intensificador debido a su
honestidad, sin embargo, luego menciona a los
transformadores porque él mismo dijo ser un tramposo.
Esa ha sido mi explicación y dato otaku del día ԅ(¯﹃¯ԅ)
[17]

Jimin observó la espalda de Jungkook cuando este comenzó


a pedalear. Luego de haber almorzado y descansado un
poco, habían decidido ir a dar una vuelta al parque. El sitio
no estaba realmente cerca de la casa de los Jeon, pero
Jungkook había conseguido convencerlo de ir en bicicleta,
prestándole la de su hermano mayor.
Si Park hubiera sabido que Jungkook sonreiría tanto sólo
por ir a dar un paseo en bicicleta hasta el parque, lo hubiera
propuesto desde el primer día en que llegaron.
―¿Jungkook? ―Lo llamó cuando ambos se detuvieron
frente a un semáforo. El menor lo miró por sobre su hombro.
―Puede que dejé Busan hace años y quizás las cosas han
cambiado un poco, pero aún podemos avanzar una cuadra y
tomar la curva, ¿cierto? ―Jungkook sólo parpadeó.
―Cortaremos camino si lo hacemos de esa forma
―¿Quieres cortar camino? ―Su voz salió plana.
―¿No es lo ideal? ―Jimin rió.
―De acuerdo
El mayor percibió cierta extrañeza en la mirada de su
acompañante, pero no preguntó por ello. En su lugar, tomó
la delantera en cuanto el semáforo cambió. Pensó que
quizás Jungkook diría algo, lo interpretaría como una
competencia o por lo menor reiría, pero el pelirrojo se
conservó en silencio, pedaleando prudentemente tras de él.
A medida que la nostalgia embargaba a Jimin a través de las
calles, su mente fue iluminada con comprensión al recordar
un importante detalle.
En esa dirección, 5 calles antes de llegar al parque, estaba
la academia de baile a la que Jungkook había asistido. Jimin
lo podía concluir luego de haber visto las fotos del menor
junto a su grupo.
Aproximándose a la academia, frenó cuando finalmente
estuvieron frente a ella. Volteó hacia Jungkook, quien lo
había imitado, y sonrió como disculpa ante su inexpresivo
rostro.
―Lo siento, tengo curiosidad ―Admitió. ―Estudiaste aquí,
¿cierto? ―Jungkook asintió vagamente. ―Entonces, el
mundo es realmente pequeño. Cuando tenía 13 años,
intenté hacer mi audición para entrar aquí también ―Los
ojos del joven por primera vez mostraron interés.
―¿Y por qué nunca te vi?
―Porque no me admitieron ―Su sonrisa fue un poco
amarga mientras volteaba hacia la academia, admirando su
grandeza. ―Es la mejor academia de la zona y yo no fui
admitido. De haberlo sido, ¿nos hubiéramos conocido en ese
entonces, Jungkook? ¿Qué tan diferentes serían nuestras
vidas de habernos cruzado cuando apenas comenzábamos
nuestra adolescencia?
―¿Qué quieres decir con que no te admitieron?
―Jungkook estaba estupefacto, sin comprenderlo.
―Es complicado ―Murmuró. ―Supongo que fue para
mejor ―Apartó la mirada.
―¿Jimin?
―No creo que te hubieras acercado a mí en esos años,
Jungkook ―Confesó decaído.
Y es que Jimin no había sido ni la sombra de lo que
actualmente era. Nadie volteaba a verlo antes, ni mucho
menos recibía halagos. Habiendo visto los álbumes de fotos
de Jungkook hace unos días, podía inferir en que parte de la
pirámide social se había ubicado el menor. Jungkook había
estado en la cúspide y él debía sentirse afortunado de al
menos pertenecer a la base.
Porque se había sentido incluso menos que eso.
Jeon abrió la boca, queriendo rebatir tal suposición, mas
su atención fue desviada hacia un grupo de niñas que salió
justo en ese momento del lugar. Las escuchó reír y hablar
mientras sus padres llegaban a buscarlas, trayéndole ciertos
recuerdos de su propia adolescencia; esos días felices
donde creía que podía pertenecer a un grupo. Los días
donde junto a sus amigos solían orientar a los más
pequeños como si fuesen sus hermanos.
Renunciando a su pasado, intentó centrarse nuevamente
en Jimin para seguir su trayecto, pero la mirada de este se
había perdido en una pequeña que permanecía al lado de la
puerta, apartada del grupo.
Sus ojos tristes parecían pedir por algo.
―Vámonos ―Dijo finalmente el rubio, por minutos que
parecieron eternos. Incluso la mayoría se había ido, a
excepción de unas niñas que aún parecían esperar por sus
tutores.
Jungkook asintió, no tan convencido. La mirada de Jimin
contenía tanto, que hubiera preferido bajarse de su
bicicleta, empujarlo a la acera y descansar con él un rato
para hablar de lo que le atormentaba.
¿Por qué era Jimin quien lucía tan decaído cuando eran
sus recuerdos los que estaban en ese lugar? ¿Era debido a
su admisión rechazada? ¿Y cómo era eso al menos posible?
Nadie que pudiera ver podía rechazar a alguien tan
apasionado por el arte como Jimin.
―¿Qué haces aquí? ―Jungkook descartó la idea de
pedalear cuando escuchó la voz de una niña, con bastante
prepotencia. ―No eres estudiante de esta academia, no
tienes derecho de estar aquí
Ambos jóvenes voltearon para ver a la solitaria niña de
hace un momento, ahora siendo rodeada por otras tres.
―Só-Sólo quería ver ―Balbuceó con nerviosismo, dando
un paso hacia atrás.
―Tampoco puedes ver ―Dictaminó la que parecía ir al
mando, mirándole con repulsión en su bonito y pequeño
rostro. ―No te sirve de nada ver, jamás podrás entrar aquí.
Las niñas gordas no pueden bailar ballet
―Pero-
―¡Vete, cerda! ―Y entonces la empujó.
La niña cayó sentada al piso, sus ojos llenándose de
lágrimas. Jimin dejó su bicicleta y fue rápidamente hasta
ella, intentando ignorar las risas de quienes parecían estar
orgullosas de sus actos.
¿Cómo niñas que no parecían llegar ni siquiera a los 10
años podían ser tan crueles? En el fondo, él sabía la
respuesta. El rubio sabía que el mundo siempre había sido
de esa manera.
―Hey, pequeña, ¿están bien? ―Preguntó amablemente,
pero la niña continuó llorando.
Jimin la miró con aflicción, intentando secar sus lágrimas.
Le rompía el corazón no ser capaz de hacer nada por ella.
Recordándose a sí mismo cuando sólo tenía 13 años, no
pudo evitar rememorar los incontables rechazos que
obtuvo. No quería que nadie más sintiera ese dolor y
frustración, porque había sido tan difícil combatir contra
ello. Las personas jamás eran conscientes del gran daño
que podían causar.
―Hey, ustedes ―Jimin, que había conseguido levantar a
la niña y calmar sus sollozos, dio la vuelta al escuchar la
seria voz de Jungkook. ―¿Cuáles son sus nombres? ―Le
preguntó a las tres abusivas.
―No tenemos que decírtelo, ni siquiera te conocemos
―Respondió una de ellas, alzando su barbilla altivamente
mientras le miraba con desdén.
―Acaban de agredir a una de sus compañeras y son lo
suficientemente grandes para saber que eso no está bien.
Ahora, si no me dicen sus nombres, yo mismo me encargaré
de hablar con su maestra. ¿Puedo suponer que la señorita
Anna está a cargo de ustedes? ―Las tres pequeños abrieron
ampliamente sus ojos, asustadas por el desconocido que
parecía conocer a su maestra.
―¡Ella no es nuestra compañera! ¡Las personas gordas no
pueden bailar! ―Vociferó una de las pequeñas,
completamente roja debido al enojo.
Jungkook frunció sus labios, consciente de cuán inútil sería
pelear con un grupo de niñas, pero no podía irse y dejar las
cosas así. Si ellas eran así a tan temprana edad, ¿cómo
serían en el futuro?
―Oppa ―La niña que estaba con Jimin tiró
repentinamente de su mano, llamando su atención. ―Está
bien, no importa, ellas dicen la verdad
―¿Cuál es la verdad? ―Jungkook se agachó frente a ella,
retirando sus lágrimas, e intentó no voltear cuando el
pequeño grupo simplemente se alejó del lugar. ―Escucha,
sé que ellas dijeron cosas horribles, pero nada de eso es
verdad. Todos podemos bailar ―Ella negó con la cabeza.
―¿Por qué...?
―Ella rechazó mi solicitud de admisión ―Nuevas lágrimas
se acumularon en sus ojos. ―La directora dijo que alguien
como yo tenía que olvidarse de bailar, porque no estoy
capacitada
Jungkook alzó la mirada, buscando a Jimin. Este le miró
con pena, diciéndole a través de sus ojos todo lo que
necesitaba saber, y el aturdimiento duró sólo segundos
antes de que llegara el enojo.
¿Era en serio? ¿La academia todo ese tiempo había estado
rechazando a quienes no eran delgados? ¿Tenía eso al
menos sentido? Jungkook hizo memoria, recordando a todos
los estudiantes con los que compartió por años, cada uno
luciendo como los niños o jóvenes por los que el resto
pagaría para ver en un comercial y empapelar las calles con
sus rostros.
Maldición, él estaba sintiendo náuseas.
―Tengo que irme ―Murmuró el pelirrojo, levantándose de
inmediato para caminar hasta la entrada del lugar.
―Jungkook ―Jimin fue tras de él. ―¿Qué pretendes hacer?
¿Quejarte? Es una pelea perdida, sólo vámonos de aquí ―El
menor no respondió, sólo continuó caminando. ―Las
personas gordas no pueden asistir a clases de baile, ¿y qué
importa? Es por lo que nos regimos, así fuimos criados. Hay
personas con buena voz que serán cantantes. Si tú no
tienes buena voz, vas a olvidarte de ello. Hay personas que
son buenas para pintar. Si tú no lo eres, entonces no
esperes demasiado. Y así, todo se repite, siempre es el
mismo maldito círculo interminable. ¿Por qué incluso ante
estos casos tienes que ser tan idealista? ―Preguntó con
exasperación.
―¿Idealista? ―Jungkook giró a verlo, contrariado. ―¿Ser
cantante para ti es sólo tener buena voz, Jimin? No importa
cuán privilegiada sea tu voz, si eso es todo lo que tienes,
entonces no serás nada extraordinario. ¿Si no puedes pintar,
solo te olvidas de ello? No, practicas hasta que tus manos
duelen. Las personas que están lejos de escribir como lo
han hecho sus ídolos, ¿se rinden sólo por eso? No, escriben
y leen por horas a diario. ¿Las personas gordas no pueden
bailar? ―Rió. ―Hey, sé que nos regimos por estereotipos,
Jimin. Pero, ¿te digo algo? No porque lo han normalizado,
significa que está bien. Nadie tiene el derecho de
arrebatarle a alguien su sueño. No puedes decirle a alguien
que es incapaz de hacer algo cuando ni siquiera le has
permitido intentarlo, es tan simple como eso. Si mis
pensamientos son idealistas para ti, entonces adelante,
puedes etiquetarme. Pero si mis pensamientos son una
molestia para ti, puede que tú y yo no seamos tan buena
combinación después de todo
Jimin permaneció en silencio, sin saber cómo responderle.
Jungkook parecía herido y él no pretendía ir en contra de sus
pensamientos. Sin embargo, toda su vida se basaba en
escapar de los problemas. Los problemas siempre eran una
molestia, entonces, si podías evitarlos, ¿por qué estabas
corriendo hacia ellos?
Observando la espalda de Jungkook alejarse, supo la
respuesta: Las causas justas no ganarían contigo cerrando
los ojos.
―Estoy justo detrás de ti, Jungkook ―Le aseguró en voz
baja, sosteniendo su mano antes de que el aludido se
detuviera frente a una puerta.
Jungkook sonrió un poco, presionando su mano
ligeramente antes de dejarla ir. Y, reuniendo el valor que
había dejado ir años atrás junto a sus sueños, tocó la puerta
de la persona que aceptó su solicitud cuando era un niño.
―Señora Jang ―Dijo el joven tras abrir la puerta.
―¿Jungkook? ―La mujer le miró sorprendida. ―Querido,
¿qué haces aquí?
Jimin, que por un momento pensó que sería más prudente
permanecer al otro lado de la puerta esperando, continuó su
camino cuando Jungkook tiró levemente de él, indicándole
que lo siguiera. Ambos se sentaron frente a la señora Jang.
Mientras Jimin permitía que el más joven llevara el ritmo de
la charla, miró de reojo a la mujer frente a él, quien
probablemente estaba en sus 50 años.
Todavía recordaba su rostro. Todavía recordaba sus
palabras. Dando un vistazo hacia el pasado, todavía se
recordaba a sí mismo en ese lugar siendo rechazado para la
academia porque, aparentemente, no cumplía con sus
expectativas. El sabor amargo llenó su boca cuando, por la
forma en la que aquella mujer miraba a Jungkook, podía
deducir que su chico había sido un caso completamente
distinto al de él.
Por supuesto, Jungkook si había cumplido con esas
expectativas. Él había sido adorado desde el primer
momento.
―Creo que esto se trata de un malentendido, Jungkook
―Jimin quiso reír con molestia ante el empalagoso tono
empleado por aquella mujer. ―Nosotros jamás
rechazaríamos una solicitud de ingreso por razones tan
llanas
Jungkook miró a su acompañante, preguntándose si este
quería decir algo, pero abordó el tema con empatía al notar
que Jimin prefería morderse la lengua.
―¿Debo concluir entonces que las niñas que he
encontrado hace solo un momento estaban mintiendo?
―Sabes cómo son los niños, Jungkook ―Intentó explicar
con simpleza. ―Ellos exageran todo
Jimin mordió su labio con fuerza. ¿Él también había
exagerado? La razón por la que en ese entonces había
dolido el rechazo, ¿era porque sólo era joven y susceptible?
Hubiera preferido quedar sordo que oír tal disparate.
Su corazón no se había roto porque era débil, sino que
ellos habían sido insensibles al tratarlo.
―Señora Jang ―La voz de Jungkook sonó juiciosa. Jimin le
miró fijamente cuando su mano fue sostenida por él,
aprovechando que el escritorio no permitía ver el encuentro
entre ambos. ―Siento decir esto, pero no quiero subestimar
a los niños. Si es cierto que esta academia todo este tiempo
ha cometido discriminación arbitraria, entonces me temo
que tendré que hacer algo al respecto
―Jungkook, esa es una acusación muy seria ―Ella parecía
indignada.
―Sé que lo es, por eso pedía más de su parte ―Su ceño
se frunció ligeramente. ―De casualidad, ¿conoce al señor
ShinIl? Es el director del periódico local y un amigo muy
cercano de mi padre, estoy seguro de que estará muy
interesado cuando le dé información de este caso. Siendo
un tema que afecta a la comunidad, y sobre todo a niños y
jóvenes, probablemente dé mucho de qué hablar
―¡Jeon Jungkook! ―La mujer se levantó, molesta.
Jungkook soltó la mano de Jimin cuando la mirada de ella
cayó furiosamente sobre él. ―Fuiste uno de los grandes
estudiantes que pasó por aquí y te respetamos como a cada
una de nuestras estrellas, pero eso no te da el derecho de
cometer tal impertinencia
―No intento dejarla sin trabajo, señora Jang ―Admitió con
voz plana. ―Pero si no es capaz de asumir lo que está mal
en este lugar, entonces tendré que mostrárselo por la
fuerza. No puedo tomar acciones judiciales al respecto,
porque sé que probablemente no llegaremos a ningún lado,
pero el mundo mediático dejará caer el peso de las malas
acciones por su cuenta ―Se levantó. ―Habiendo dicho eso,
espero que lo piense dos veces antes de decirle a un niño
que no puede bailar. Con su permiso, señora Jang
Jungkook caminó hasta la puerta, sin tener nada más que
decir. Jimin sintió su pecho llenarse de orgullo mientras iba
tras de él.
―Son casos contados ―Dijo la mujer en voz baja,
ofuscada por la situación, sin querer terminarla de esa
forma.
―¿Casos contados? ―Park volteó inmediatamente tras oír
aquello. ―¿Y qué significa eso? ¿Las cifras son lo
importante? Entonces, según usted, sólo porque han sido
pocos los perjudicados, ¿el daño es menor? ―Tensó su
mandíbula, contrariado. ―Pensé que las palabras de
Jungkook serían suficientes, señora, pero ahora puedo
comprobar que usted ni siquiera ha entendido el peso de la
situación. Si mi propia experiencia servirá para sacarla de
su puesto, entonces también hablaré
―¿Tu propia experiencia?
―Park Jimin, en ese entonces 13 años ―Sonrió con sorna.
―Le dijo al niño gordo que no podría ser bailarín. Pero,
¿cómo se lo explico? Tengo la satisfacción de decirle que soy
el mejor estudiante de mi generación en la universidad
artística más prestigiosa de Seúl. Eso realmente debe ser
una molestia para usted, ¿no?
Jungkook miró a Jimin fijamente, comprendiendo mejor la
situación ahora que él la confirmaba. Jimin apartó la mirada,
abandonando el sitio sin decir más mientras la carga que
había sostenido por años finalmente se iba.
Él le había demostrado a esa mujer que podía valerse por
sí mismo. A ella ahora. ¿Mañana? Esperaba que el resto del
mundo recordara su nombre.
―¿Estás sorprendido? ―Preguntó cuando, junto a
Jungkook, caminó hasta la salida. ―Quiero decir... del hecho
de que fui rechazado por ser una bolita de grasa
―¿Honestamente? ―Jungkook se detuvo. ―Sólo lamento
no haberte conocido en ese entonces. Es decir, si tenías
13... fue en la época en que yo ingresé. Me gustaría haber
hecho las cosas diferentes para ti, incluso si siendo un niño
no sería del todo escuchado
―De sólo imaginarte con 12 años y defendiéndome, ya es
bastante impresionante ―Jimin se paró frente a él.
―Estuviste bastante impresionante ahí adentro también.
Cada día me demuestras que contigo me he sacado la
lotería, Jungkook. Incluso si no fui capaz de encontrarte en
mi infancia, me siento bastante agradecido de que seas
parte de mi presente
Jungkook sonrió tímidamente, apartando la mirada. Jimin
rió por su reacción y tomó su rostro, obligándolo a girar para
dejar un amoroso beso en sus labios.
―Me gustas tanto, Jungkook
―También me gustas, pero no creo que... uhm... sea
buena idea besarnos aquí, donde puede pasar una de mis
antiguas profesoras y... bueno... ―Cubrió su rostro,
avergonzado, provocando que Jimin volviera a reír.
―¡Tenemos que ir por las bicicletas! ¿Cómo hemos podido
dejarlas tirada en la calle? ―Se excusó, dándole la espalda
para irse.
Jimin lo observó alejarse, sintiéndose enternecido. ¿Cómo
podía Jungkook lucir como un gran hombre y pasar
inmediatamente a ser ese chico extraordinariamente dulce
del cual él se había enamorado? Pero ambas partes eran
completamente fascinantes, ciertamente.
Adelantó el paso, queriendo alcanzar al chico que había
desaparecido de su vista luego de atravesar la salida, pero
se detuvo cuando una conocida canción empezó de repente.
Mirando hacia todas partes, confirmando el pasillo vacío, no
pudo ignorar la curiosidad que sentía y se acercó a la sala
de dónde provenía la música. Observando por la ventanilla,
se sorprendió de encontrar a un chico haciendo una
coreografía impecable.
Y a pesar de que era difícil ver su rostro debido a la gorra
y el cubreboca que usaba, había algo en él que se le
resultaba bastante familiar.
―¡Hyung! ―Jimin se sobresaltó cuando escuchó la voz de
Jungkook desde la entrada, llamándole. ―¡Apúrate, quiero ir
al parque! ―Reclamó.
―¡Ya voy, su alteza! ―Respondió al instante, corriendo
hacia él. Rió cuando Jungkook arrugó su nariz con clara
molestia.
Bien, quizás sólo había sido su imaginación. No había
ningún nombre que viniera a su mente ahora.
Hoseok dejó de bailar cuando la puerta de la sala se abrió.
Deteniendo la música, miró con curiosidad a uno de sus
viejos amigos que ahora trabaja como ayudante en la
academia durante sus ratos libres.
―¿Qué sucedió? ―Quiso saber al notarlo medio afligido.
―La señorita Anna me pidió que le diera un mensaje a la
señora Jang, pero cuando he ido a su oficina, estaba
completamente furiosa ―Fingió un escalofrío, como si
estuviera aterrado por ello. ―Estaba hablando con otro
maestro. ¿Puedes imaginar quién acaba de salir de esta
academia hace sólo un momento?
―¿Quién? ―Preguntó, más para seguirle la conversación
que por interés.
―Jeon Jungkook ―Hoseok dejó sus estiramientos apenas
escuchó ese nombre. ―El hijo prodigo regresó, pero parece
que sólo de visita, y no una muy agradable ―Rió. ―¿Puedes
creerlo? Primero tú y ahora él, supongo que es el destino.
Ustedes estuvieron pegados desde que él ingresó y ahora
coinciden incluso en tiempos de visita ―Dijo con diversión,
pero Jung pasó de largo hasta la puerta. ―¿Hobi? ―Llamó
confundido.
Pero el joven no escuchó, sino que salió corriendo del
lugar para ir hasta el exterior, queriendo comprobar las
palabras de su amigo. Deteniéndose en la entrada, miró en
todas las direcciones, y maldijo para sí mismo al no ver
rastro del menor.
Quizás, sólo no era el momento. Él no planeaba forzar los
tiempos.
Hoseok se dijo a sí mismo que pronto llegaría su esperado
reencuentro.
◆◆◆◆◆
Jimin sonrió abiertamente mientras caminaba en el
parque junto a Jungkook. Luego de que ambos se detuvieran
en el cicloparqueadero, fueron directamente a un puesto de
bungeoppang que había en el parque. A pesar que el lugar
no estaba tan lleno debido a la fría fecha, caminaron por los
alrededores buscando un sitio más tranquilo para ambos,
sin nadie que pudiera molestarlos o escandalizarse por su
afectuoso comportamiento.
Jimin no pudo evitar pasar confiadamente su mano por su
cabello cuando un par de chicos pasaron por su lado,
mirándole sin tapujos, como si se tratara de un ángel que
acabara de descender del cielo. Por más que intentaba
controlar su propio ego, siempre disfrutaría de la atención
del resto.
―Le gustas mucho a los chicos ―Murmuró Jungkook a su
lado, sobresaltándolo. Su expresión se llenó de pánico al
notar que había pasado por alto su compañía.
―Ellos me miraron sin que les coqueteara ―Se defendió
de inmediato, incluso sin recibir una acusación.
―Lo sé, lo vi. Por eso digo que le gustas mucho a los
chicos ―Sonrió un poco, apartando su mirada.
¿Era su idea o Jungkook estaba incómodo? ¿O quizás eran
celos? Sus ojos brillaron con astucia de solo pensarlo. Así
que el chico pacífico también podía sentir celos, ¿no?
―Oh, ahí ―Jungkook señaló un frondoso y alejado árbol.
―Aunque, pensándolo bien, puede que el césped esté
húmedo. ¿Te molestaría...?
―¡No, vamos! ―Y sin siquiera dejarlo terminar, Jimin tomó
su mano para arrastrarlo hasta el árbol.
Jimin agradecía que ese día no estuviera lloviendo, porque
de seguro habría sido un total desperdició. Quitándose su
chaqueta bajo la mirada sorprendida de Jungkook, la tiró al
césped sin cuidado para señalarla.
―Ahí, siéntate ―Señaló.
―¿Hablas en serio?
―Sí. Estoy cuidando tu trasero... literalmente ―Sonrió
brillantemente. Jungkook puso sus ojos en blanco mientras
obedecía. ―Hey, tu trasero es muy importante para mí
―¿Sólo eso? ―Frunció sus labios, ruborizándose cuando el
contrario le miró fijamente. ―Es decir... ―Aclaró su
garganta. ―¿Por qué hablamos de mi trasero? Ven aquí
Jimin le miró con incredulidad cuando Jungkook se recostó
contra el árbol, golpeando el espacio vacío entre sus
piernas. Aún escéptico con la posición, decidió complacerlo
al menos por esa vez, y se sintió extrañamente confortado
cuando el menor tiró de él más cerca de su cuerpo,
incitándolo a recostar su espalda contra su pecho.
―¿Qué es esto? ―Rió un poco cohibido, sacando su
bungeoppang para comenzar a comerlo.
―Un abrazo por la espalda ―Contestó con obviedad,
cierta picardía en su voz. ―Siento que constantemente
intentas recordarme que eres el mayor entre los dos. Y
siempre estás usando esos zapatos altos sólo para que
nuestras alturas no sean tan distintas. Sabes que realmente
no es importante si yo me veo un poco más grande que tú,
¿cierto?
―¿Eso crees? ―Jimin rió con incomodidad, dando una
mordida a su comida.
―No lo creo, sé que es así ―Aseguró. ―Porque, hyung,
aunque soy más pequeño que tú en edad y experiencia,
también puedes depender de mí. Tú no te ves menos
confiable para mí sólo por tu físico, así que puedes estar
tranquilo al respecto. Sé que me abrazarás fuertemente el
día en que lo necesite ―Sonrió.
Jungkook sacó su propio bungeoppang para darle una
mordida, dejando a Jimin con las palabras en la boca. Sin
importar la personalidad que el rubio tenía, no habían
faltado personas tratándolo como alguien frágil por parecer
más delgado o pequeño, y eso siempre había sido un golpe
a su orgullo. Que Jungkook le dijera que podía relajarse al
respecto, era música para sus oídos.
Porque sí, él quería ser tratado como el chico grande que
era. ¿Pero no tenía razón Jungkook al decir que él también
merecía ser cuidado y todo lo demás? Eso no lo haría débil.
Y a él también le gustaban los mimos.
Jimin se apoyó más contra el menor, recostando su
cabeza contra él mientras continuaba comiendo felizmente.
Sí, estar en esa posición no lo convertiría en un chico frágil.
No frágil. No débil. No sumiso.
Él, como cualquiera, quería recibir atención y cariños de su
pareja también.
―Tu pecho es agradable ―Murmuró Jimin, llenando su
boca de comida.
―Sí, eso fue lo que pensé esta mañana cuando desperté
entre tus brazos ―Rió bajito. Jimin sonrió dichoso con su
respuesta.
Continuaron comiendo en silencio, disfrutando del ruido
de los alrededor que en su mayoría eran niños jugando en la
zona de juegos. Habiendo terminado un momento después,
Jimin rió cuando Jungkook lo abrazó con ambos brazos,
presionándolo contra su cuerpo.
―No creí que fueras tan cariñoso ―Se burló.
―Te protejo del frío. Es una locura que te hayas quitado el
abrigo ―Reprochó. ―Pero sí, en realidad puede que sea más
cursi de lo que piensas ―Confesó, dejando un ligero besito
en su mejilla.
―¿Puedo tomarnos una foto? ―Preguntó de repente Jimin,
revisando su bolsillo. ―No tenemos ninguna juntos, eso es
triste
Jungkook asintió, sonriendo cuando Jimin los enfocó a
ambos con la cámara del celular. El rubio comenzó a reír
cuando la sonrisa del menor se volvió extraña.
―¿Qué estás haciendo? ―Las risas no paraban.
―Estoy sonriendo ―Habló entredientes.
―¡Es terrible!
―¡Hey, nunca dije que fuera bueno frente al lente! ¡Yo
usualmente estoy desde el otro lado! ―Hizo un puchero
inconsciente, transformándolo en una mueca cuando el
mayor lo fotografió haciendo su mohín. ―¡Hyung!
―¿Qué? Eres adorable ―Sonrió. ―Vamos, inténtalo de
nuevo. Sonríe como lo haces cada vez que me ves ―Indicó,
y Jungkook instantáneamente sonrió con dulzura. ―¿Ves?
Eres el más bonito
Jungkook entornó los ojos, ligeramente avergonzado. Jimin
rió y volteó lo suficiente para capturar sus labios, dejando
que el automático hiciera el resto de trabajo con las fotos.
―Dios ―Jungkook intentó esconderse detrás de Jimin
mientras revisaban las fotos, notando incluso aquellas
donde se besaban. ―Esto es vergonzoso ―Cerró los ojos.
Jimin, que estaba entretenido con los filtros, bloqueó su
celular al escuchar aquel comentario. Jungkook, que abrió
los ojos justo después, se inclinó por sobre su hombro para
buscar su expresión.
―¿Hyung? ―Llamó, confuso por su actuar.
―Verás, había olvidado hablarte de esto ―Rió nervioso,
desbloqueando su celular nuevamente para buscar un
vídeo. ―La cosa es, Kookie, algunos estudiantes... uhm...
nos grabaron en el baile de navidad ―Comentó de mala
gana.
El rubio decidió reproducir el vídeo, tragándose las
maldiciones. Para su sorpresa, su propio rostro se calentó de
vergüenza al verse a sí mismo bailar cercanamente al
menor para luego besarlo.
Maldición, ese momento era tan íntimo, ¿por qué los
fisgones no podían entenderlo?
Al menos ellos no habían escuchado su conversación, pero
eso no aligeraba las cosas.
―Entonces... ―Murmuró cuando el vídeo acabó. ―Muchos
están hablando de esto; de nosotros... estando juntos
―Frunció sus labios. ―Algo como oh, el rey de la
universidad es gay. O... ah, Jimin cazó a alguien más. O
simplemente... es un desperdicio que dos chicos guapos
sean gays ―Repitió algunos de los comentarios. ―Bueno,
algunas chicas dicen que hacemos linda pareja ―Agregó en
un susurro. ―¿Kookie? ―Llamó al no obtener ninguna
respuesta.
―Uhm ―Jungkook seguía mirando la pantalla, ahora
apagada. ―En realidad, nos vemos bien juntos, ¿cierto?
―Sonrió un poco.
―¿Esta situación no te molesta? ―Jimin se distanció de él
para girar a verlo, sorprendido al verle negar. ―¿En serio?
―Bailamos y nos besamos en medio de una fiesta donde
desde el inicio fui el centro de atención ―Rió con diversión.
―¿Debo sorprenderme entonces? No lo creo. Además,
Seokjin me habló de ello también, aunque no creí que sería
tan mediático ―Admitió en un burlón resoplido.
―Y sus comentarios...
―Da igual
―¿No te molesta que el resto sepa que te gusta los
chicos? ―Jungkook sonrió.
―Sinceramente, eso abarca mucho. En este preciso
momento, sólo me gustas tú, hyung ―Jimin ni siquiera pudo
parpadear. ―Y no, me da igual lo que el resto piense de mí.
En lo personal, soy bastante feliz en este momento ―Sus
ojos se arrugaron tiernamente. ―Esto está bien para ti
también, ¿cierto?
―Lo está ―Sonrió con alivio. ―Así que... no te molestarás
conmigo si quiero compartir fotos de nosotros juntos, ¿no?
―Jungkook enarcó una de sus cejas, una sonrisita alzándose
en las comisuras de sus labios. ―Siento ser de esta forma,
pero de verdad quiero presumirte; a ti y el hecho de que me
haces feliz
―Si eso es lo que quieres... ―Asintió, soltando una
carcajada cuando Jimin lo empujó hacia un lado. ―¡Hyung!
―Se quejó al quedar de espalda en el césped, pero el
contrario parecía más entretenido en subirse sobre él y
enfocarlo con la cámara de su celular. ―¿Qué haces?
―Capturo la belleza de mi chico, por supuesto, todo el
mundo merece apreciarla ―Dijo, tomando un montón de
fotos seguidas de su rostro.
"Mi chico". Jungkook le miró con curiosidad mientras las
palabras rebotaban dentro de su cabeza. ¿Él realmente era
el chico de Jimin? ¿En qué momento habían acordado eso?
¿Acaso habían asumido algún tipo de relación y él no se
había enterado? ¿Debía de preguntar? ¿Y si lo hacía y sólo
los llevaba a un punto incómodo por tocar? Entonces...
¿quizás lo mejor sería pedirle a Jimin noviazgo para no dejar
cabos sueltos? Oh, pero él ni siquiera sabía por dónde
empezar.
¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo? Su mayor deseo era dejar de
cuestionárselo y sólo avanzar.
―¿Te diviertes? ―El menor rió cuando Jimin acercó el
celular a sus labios.
―Es necesario fotografiarte de cerca también. El lunar
bajo tus bonitos labios es uno de tus mejores ángulos
―Aseveró, acercando luego el celular a su nariz. ―Y el lunar
de tu nariz ―Guió el celular a su mejilla. ―Y esa pequeña
cicatriz... y tus bonitos ojos y...
Jimin se enderezó tras haber tomado una foto de los
oscuros ojos que adoraba, y regresó el celular al interior de
su ropa, subiendo luego su capucha.
―¿Qué sucede? ―Preguntó Jungkook con curiosidad
cuando el rubio miró su alrededor, asegurándose de que no
hubiera nadie demasiado cerca.
―Es una escala del 1 al 10, ¿qué tanto te molestan las
demostraciones de afecto en público?
―0, ni siquiera entro en la categoría ―Sonrió dulcemente.
―Mamá es muy abierta, al igual que la abuela. Ellas me
enseñaron que el amor no se oculta, al menos que cruces la
línea de lo prudente. Hay un par de cosas íntimas que el
resto definitivamente no debe ver
―¿Besarse en público es prudente? ―Jimin se inclinó
sobre él.
―Bueno... ―Meditó un segundo, humedeciendo sus labios
por reflejo. ―Lo es en mi familia
Jimin sonrió, acabando la distancia entre ellos para
acariciar el labio inferior del menor con su propia lengua.
Jungkook suspiró y abrió la boca, entendiendo el mensaje,
en espera de un beso. Sus brazos se enredaron en el cuello
del rubio cuando sus lenguas se encontraron.
Y los segundos avanzaron, transformándose en minutos,
con ellos escondidos mientras continuaban besándose como
si se acercara el fin del mundo y ese era el último deseo de
sus vidas.
Villancicos se escucharon a lo lejos, recordándoles a
ambos que esa semana ya sería navidad.
Quizás la navidad más dulce de sus vidas.
Nota:
Y finalmente~, terminó febrero y con ello mi descanso (?).
Aclarando las cosas para quienes están perdidas...
He tenido problemas con Wattpad. En realidad, han
intentado hackearme y estuve al menos un par de semanas
con avisos de seguridad en mi correo, agh. Pero,
aparentemente, la situación está mejor ahora ¿? (se
abuerrieron, idk). De todos modos! Aunque voy a seguir la
historia por aquí, en el futuro también subiré esta historia
a otra plataforma (asianfanfics, mi user es
ITellYouSomething también) para tener un respaldo.
Dicen que más vale prevenir, ¿no? Y al menos sabrán donde
encontrarme en caso de cualquier cosa.
Pero, insisto, seguiré actualizando aquí.
AHORA. Otro aviso importante. Como vuelvo a la
universidad en estos días, he decidido en establecer días de
actualización. En el caso de Gris, la historia será
actualizada dos veces por semana (idealmente).
Uno de estos días será el viernes, por eso estoy aquí (8.
Y el segundo...
Necesito que voten: ¿Lunes o martes? (estás son las
opciones porque tampoco quiero que queden los dís muy
seguidos gg)
Habiendo dicho eso, creo que no se me queda nada.
Les dejo una foto del bungeoppang, por si quedaron con la
duda xd.
¡Espero que marzo esté iniciando bien para ustedes!
[18]

―Recuérdame otra vez por qué estamos haciendo las


compras de navidad a última hora ―Gruñó Jungkook tras de
él luego de ser empujado por una persona.
Jimin rió, enternecido con su repentino mal humor. La
semana había pasado como miel sobre hojuelas y ambos
habían tenido que bajar de su nube amorosa al recordar que
estaban a un día de la víspera de navidad y no habían
comprado regalos para nadie de su familia. Increíblemente
para ellos, si se habían encargado del regalo del otro desde
hace mucho antes. Ahora Jungkook sólo podía sentirse
malditamente frustrado por tener que esquivar a personas
que, como ellos, recién estaban completando sus listas
navideñas.
―Deja de hacer pucheros, Kookie ―Dijo Jimin
divertidamente, guiando el camino.
―No me estás viendo, ¡no estoy haciendo pucheros! ―Se
defendió.
Jimin volvió a reír, tirando de su propia ropa para hacerle
entender al menor que la sostuviera para no perderse.
Jungkook obedeció mientras se sonrojaba, sintiéndose como
un niño pequeño.
―¡Ah, ansiada libertad! ―Jimin respiró profundamente
cuando consiguieron salir de la tienda y volteó a ver al
menor. ―¿Todo es mejor ahora, cierto? ―Jungkook lo soltó,
asintiendo. El rubio sonrió alegremente y sostuvo su mano,
obligándolo a caminar. ―Sólo me falta el regalo de mi
hermano, creo que iré por un videojuego. ¿Vamos por algo
de comer después de ello?
Jungkook asintió vagamente, perdido en sus propios
pensamientos. Jimin bailó mentalmente al ver que la
atención del menor estaba en sus manos entrelazadas.
Además, él no lo estaba apartando. ¿No se sentía increíble
caminar de la mano junto a la persona que te gusta?
―Tu mano es pequeña ―Dijo Jungkook de repente; una
pizca de diversión en su tono.
―Es lo único pequeño en mí ―Se defendió de inmediato,
sintiéndose ligeramente atacado.
―Uhm... ―El pelirrojo alzó la vista hacia él, repasándolo
con la mirada mientras sonreía como un niño travieso.
―¡Aish, Jungkook! ―El chico rió cuando fue golpeado con
las bolsas de compras. ―No me subestimes. Soy muy
impresionante
―Yo estaba pensando en tu altura, pero ahora no estoy
seguro de que estemos en la misma sintonía ―Jimin le
dedicó una sonrisa sugerente, él agitó su cabeza y apartó la
mirada. ―Pero si tú dices que eres impresionante,
probablemente sea así, hyung
Jimin rió al ver el rostro inalterable del menor. Habría
querido agregar un comentario como "puedes comprobarlo
por ti mismo", pero creyó que sería mejor darle un respiro
por ahora. Aun así, no dejaba de preguntarse cuándo darían
el siguiente paso. Ellos habían estado besándose hasta
dormir, compartiendo la misma cama. Despertaban en los
brazos del otro para una nueva sesión de besos. Habían
salido por las tardes, sólo para horas después volver a
encerrarse en el cuarto y seguir acariciándose y besándose.
Bien, quizás Jungkook seguía siendo el más tímido y
prudente, pero él sí había vuelto provechoso sus momentos.
Algunos besos eran mucho menos inocentes que otros. ¿No
era normal esperar más a esa altura o era él quien iba
demasiado rápido?
Jimin jamás había tenido una relación seria antes, por lo
que no se sentía muy bien orientado. El único chico con el
que había salido había sido durante secundaria y, pensando
en ello, él interés entre ambos siempre había sido
netamente físico. A él le había gustado presumir que uno de
los chicos populares estaba babeando por él, así que el
título de novio servía sólo en esos casos. ¿Había tenido su
primera vez con él? Sí, y muchas más después de eso.
Había sido sexo. Sólo sexo. Divertido y sin los extras
repulsivos de un noviazgo, lo que debería considerarse el
sueño de cualquier adolescente hormonal.
Con el tiempo, cuando esa relación terminó, se dijo así
mismo que ni siquiera necesitaba llamar novio a alguien
para continuar teniendo ese tipo de diversión. Y no, nunca
había estado demasiado metido en ello tampoco, pero
cuando le tomaba gusto, lo hacía durar lo que valiera la
pena.
Pero él ya no era un adolescente, ni un estudiante de
primer año. Le gustaba divertirse por montones todavía,
pero sabía cómo centrarse y, porque no podía faltar, estaba
enamorado profundamente del chico que caminaba a su
lado.
Quizás Taehyung tenía razón y tenía que preocuparse de
formalizar esa relación. Todo lo demás podría verse
después, ¿no?
Miró a Jungkook de reojo, quien estaba concentrado en el
camino, y quiso explicarle a su propio corazón que debía de
mantener la calma por aquel chico. No podía ponerse
ansioso cada vez que sus manos rozaban. Jimin se perdía a
sí mismo sólo pensando en él. Las noches a su lado, que
eran un sueño, también se volvían tortuosas cuando su
cabeza comenzaba a fantasear demasiado.
¿Era normal sentir tanto por una persona? ¿Y qué había
del gran deseo que parecía más un tormento? Nunca se
había sentido tan hambriento de alguien y temía llevar la
situación fuera de su control. Por supuesto, había veces que
Jungkook le miraba con una sonrisita y él sólo quería
encerrarlo en una cajita y protegerlo del mundo. Pero eran
más las veces en las que no se sentía del todo orgulloso con
el camino de sus pensamientos.
¿Quizás sólo era porque había pasado bastante tiempo
desde la última vez? ¿Jungkook, en el fondo, sentiría la
misma ansiedad que él?
―Me gustas mucho ―Dijo de repente, sólo porque le
nació.
―¿Uh? ―Jungkook giró a verlo, sorprendido, pero
recuperándose súbitamente para dedicarle la más dulce de
las sonrisas. ―También me gustas mucho
Jimin se detuvo, tirando de él lo suficientemente rápido
para robar un pequeño beso de sus labios. Observando sus
ojos después, sonrió abiertamente para él, expresando toda
la felicidad que sentía. Mientras el mundo siguiera
desapareciendo a su alrededor sólo por estar con Jungkook,
no había mucho por lo que preocuparse. El resto de las
personas nunca habían importado tan poco antes.
Por la forma en que Jungkook sostenía su mano con fuerza
y le sonreía también, sabía que compartían el mismo
sentimiento.
―He estado pensando... ―Murmuró luego de un rato
Jungkook mientras ambos continuaban caminando. ―Sobre
nosotros...
―¿Tocas la guitarra? ―Interrumpió Jimin, deteniéndose
frente a una tienda de música. ―Hay una guitarra en tu
cuarto, así que me lo he estado preguntando
Jungkook giró hacia la vitrina, observando las guitarras
mientras se preguntaba si había sido interrumpido
apropósito. Jimin presionó su mano ligeramente al notar que
había perdido su atención, esperado que el menor no
tomara a mal la interrupción.
Simplemente, ¿no era un mal lugar para hablar de su
relación? El rubio esperaba algo mucho más romántico que
un acuerdo a mitad de la ajetreada calle.
―Es de mamá ―Respondió finalmente el menor. ―Pero le
falta una cuerda... y afinarla. Supongo que podría arreglarla
fácilmente ―Murmuró, viendo el letrero de Abierto.
―¿Sabes tocarla?
―Un poco
―Me gustaría escucharte ―Jungkook volteó a verlo,
sonriendo ladeado.
―Bueno, podría darte el privilegio, pero primero necesito
comprar esas cuerdas
Jimin rió, arrastrándolo al interior del local. Al menos había
confirmado que Jungkook no estaba molesto con él.
―¿Sabes? Ahora que he disfrutado estos días contigo, me
he dado cuenta de que realmente si he extrañado mucho
Busan ―Admitió el rubio mientras Jungkook se cuestionaba
qué cuerdas comprar. ―Es una lástima que estemos en
invierno, habría sido hermoso ir a la playa contigo
―Aún podemos ir a la playa, no es como si cerrara sólo
por ser invierno ―Murmuró el pellirrojo mediante una risita.
―Por supuesto, sólo que no habrá trajes de baños, sol,
helado... ―Comenzó a enumerar.
―Pero todavía estará el mar, la arena y, como a mí me
gusta, mucha paz
―¿Indirectamente me estás invitando a la playa,
Jungkook? ―Jimin alzó sus cejas, sonriendo.
―Bueno, estaremos ambos, y eso para mí es suficiente
―Murmuró. ―Además, aún te quedan tres sesiones, así que
podríamos aprovechar la instancia, ¿sabes? Un cielo
nublado es mi mejor aliado
―A la playa en invierno, suena como una locura ―Rió.
―Una locura a la que, por supuesto, me uniré si estás tú.
¿Que sea después de navidad?
―Después de navidad ―Confirmó, satisfecho con la
aprobación de Jimin.
Jungkook eligió unas cuerdas y se dirigió a la caja después
de ello. Jimin, por su parte, sonrió soñadoramente mientras
veía al joven pagar. ¿Quizás la playa sí era la oportunidad
que estaba buscando? De ser así, esperaba que esos días
de fiesta pasaran rápidamente.
◆◇◆◇◆
Jimin se marchó temprano a casa de sus familiares el día
de víspera de navidad. El día pasó volando entre
preparaciones para la cena y más. Y aunque sabía que al
día siguiente podría estar nuevamente con Jungkook, eso no
le impidió intercambiar mensajes con el menor a cada
momento.
Por eso nadie se sorprendió cuando al día siguiente, justo
después del desayuno, el chico anunció que volvería a la
casa de los Jeon. Ni siquiera intentaron retenerlo al ver la
sonrisa boba en sus labios y los ojos entusiastas que
disparaban corazones en todas las direcciones.
Jihyun fue el único que dijo cuán asquerosamente cursi
era mientras le veía marchar. Aparentemente, aquel otro
chico traía a su hermano comiendo de la palma de su mano;
algo que nunca creyó que podría presenciar en su vida.
Jungkook dejó de ver la pantalla de la televisión al
escuchar el timbre de su casa. Mirando hacia la entrada del
salón con expectación, dejó que su madre fuera a abrir
cuando esta se levantó precipitadamente, lanzándole una
sonrisa caprichosa. Obviamente, ella siempre quería ir a la
cabeza cuando de ser entrometida se trataba. Y él tampoco
quería lucir tan desesperado por ver a Park.
―Chicos, Jimin nos ha traído más dulces, creo que él
quiere que engordemos ―Anunció Elizabeth ingresando al
salón mientras cargaba unas bolsas. Jimin rió tras de ella
mientras hacía una reverencia para todos.
―Engordar es una cosa. Me preocupa más que
terminemos siendo diabéticos ―Bromeó EeJoon.
―Bueno, mi reloj biológico dice que merezco disfrutar lo
que me queda de vida. Trae aquí esos dulces, Elizabeth
―Extendió sus manos la anciana.
Jimin negó con la cabeza, acompañando las risas del resto
para luego voltear hacia el menor. Sus ojos terminaron de
desaparecer cuando finalmente pudo encontrarse con él.
―Hey, ojos bonitos ―Jimin caminó hasta él, pasando su
mano por sus cabellos para revolverlos. ―¿Me extrañaste?
―Jungkook presionó sus labios en una línea que
desapareció, sintiéndose avergonzado por la atención que
estaban recibiendo. ―¿Está bien si lo secuestro por un
momento? ―Preguntó de repente, volteando hacia el resto
de la familia, y tomó el brazo del chico cuando nadie se lo
negó.
Jungkook volvió a escuchar las risas de todos mientras era
arrastrado por Jimin hasta afuera. Este tomó un paquete, el
cual había dejado anteriormente en el pasillo, y se apresuró
con él por las escaleras para ir en dirección del cuarto.
Cerrando la puerta para volver a dejar el paquete en el
olvido, prácticamente se lanzó sobre el menor en busca de
sus labios.
Jungkook dejó escapar pequeñas risas mientras era
dirigido a la cama, donde finalmente cayó de espaldas.
―¡Hyung! ―Chilló.
―Di que me extrañaste ―Exigió con voz caprichosa,
encerrándolo con su cuerpo.
―Pero, ¿y si no lo hice? ―Cuestionó con sus cejas
enarcadas. ―Después de todo, sólo fue un día
―¡No dejé de pensar en ti todo el día! ―Jungkook sonrió
con autosuficiencia. ―No, no sonrías así, no puede ser
posible que sólo yo te echara de menos
―¡Fue un día! ―Rió como un niño. ―Hyung, comienzo a
cuestionarme tu dependencia, eso podría ser un problema
―Jungkookie ―Se inclinó sobre él, observando su rostro
de cerca. ―Hemos dormido juntos toda la última semana.
¿No fue solitario para ti despertar esta mañana y notar que
yo no te estaba abrazando ni llenándote de besitos?
―Bueno... ―Jimin delineó sus facciones con paciencia
mientras un puchero inconsciente se formaba en su labio.
―Fue extraño, de hecho. ¿No es problemático que me haya
acostumbrado tan rápido a ti?
―Mientras sea recíproco, ¿es realmente un problema?
Jungkook sonrió suavemente, negando con la cabeza, y
cerró sus ojos cuando el rostro de Jimin estuvo más cerca,
hasta que sus respiraciones se mezclaron. Jimin le besó
castamente antes de atreverse a ir más lejos, acariciando
sus labios con su lengua casi con timidez. Un suspiro escapó
de él cuando sus lenguas se encontraron, frotándose sin
apuro.
Jimin sostuvo la mejilla del menor y ladeó un poco más su
cabeza, aumentando la intensidad. Su mano terminó
buscando la nuca del contrario mientras presionaba y lo
incitaba a abrir más la boca. Jungkook pareció temblar
mientras llevaba su mano hasta su pecho, en un gesto que
podía interpretarse tanto como una invitación o una petición
a detenerse.
Claramente, el mayor eligió su opción más grata y lamió,
mordió y succionó tanto como pudo. La respiración de
Jungkook era pesada para cuando por fin se distanció. Sus
labios rojos e hinchados brillaban por los restos de saliva y
tuvo que hacer un esfuerzo para no volver a ellos.
―Bien, esto es bueno ―Aceptó, limpiando los labios con
su pulgar mientras le daba una mirada cálida. ―Pero es
navidad y aún tengo un regalo para ti, así que vamos a
detenernos un momento
Jungkook juntó sus labios, tragando saliva con dificultad.
Jimin se quitó de encima de él y fue por la bolsa,
dedicándole una sonrisa al menor cuando lo vio
reincorporarse en el colchón, peinando agitadamente sus
cabellos con sus dedos.
―El aspecto desaliñado es tu fuerte ―Le aseguró,
sentándose junto a él.
―Si tú lo dices... ―Suspiró, enseñando una sonrisita
cuando la bolsa le fue extendida. ―Muchas gracias, hyung
Jimin prestó especial atención mientras Jungkook sacaba
su regalo de la bolsa, rompiendo el papel después. Sus ojos
brillaron con alegría, y aún más curiosidad, al comprobar
que se trataba de un bolso bastante bonito.
―Sé que ya tienes un bolso ―Habló el rubio antes de que
fuera capaz de preguntar. ―Pero pensé que te vendría bien
tener uno nuevo más a la moda ―Aclaró su garganta
cuando la mirada de Jungkook pasó del bolso a él. ―Bueno,
eso es lo que debo decir como el chico genial que soy, pero
la verdad es que tú casi siempre llevas tu cámara hacia
todos lados y... pensé que sería lindo que también llevaras
contigo algo que yo te regalé ―Confesó.
―Bien... ―Jungkook se inclinó sobre él, rozando sus labios
contra su mejilla. ―Me gusta más la última respuesta, en
realidad. ¡Definitivamente lo llevaré a todos lados y no
dejaré de pensar en ti! ―Prometió.
Jimin rió en voz baja, sintiéndose cohibido cuando
Jungkook dejó un pequeño beso en sus labios. El pelirrojo no
tardó en apartar su regalo para ir por el que él había
conseguido.
―Quizás es un poco cursi... ―Le extendió la caja. ―Pero
espero que sea de tu agrado
Jimin tomó la caja de regalo, abriéndola para encontrar en
su interior una caja de madera. Tomándola con cuidado,
miró absorto los detalles tallados en ella; ni siquiera
recordaba haber visto antes una caja tan preciosa.
Intercambió una mirada con el menor, quien mediante un
gestó le invitó a proseguir. Jimin acomodó delicadamente la
caja en sus piernas para levantar la tapa. Sus ojos brillaron
con emoción cuando la pequeña figura de un chico se alzó,
comenzando a bailar apenas la delicada música comenzó a
sonar.
Una caja de musical.
―Es primera vez que veo a un bailarín en vez de una
bailarina ―Confesó mediante un risita delicada, sintiendo
sus ojos picar al ver al chico bailar.
―Sí, siempre son bailarinas ―Jungkook frotó su cuello,
observándole retraído. ―Así que... bueno... le pedí ayuda a
un conocido de mamá para... arreglarla para ti ―Musitó.
―Incluso la música la he elegido yo
―¿Kiss the rain? ―Jimin le miró fijamente. Jungkook
apartó la mirada y asintió con fervor, sintiendo sus orejas
enrojecer. ―Dios... ―Estaba anonadado. Ni siquiera
esperaba que alguien le pusiera tanta dedicación a un
regalo.
Jimin volvió a ver la caja y Jungkook volvió a mirarlo a él.
Semanas atrás, cuando le había ofrecido a ese chico
alojamiento en su casa para las fiestas y había aceptado sus
sentimientos por él, se había apresurado en arreglar con el
amigo de su madre aquel regalo de navidad. Había temido
que los arreglos no estuvieran a tiempo, pero finalmente las
cosas habían salido a su favor. Él mismo había quedado
fascinado con los resultados cuando el día de ayer el
presente estuvo finalmente en sus manos.
―Por cierto, por si no lo has notado, es un joyero ―Aclaró
su garganta, recuperando la atención del rubio. ―Ahí, abre
ese compartimento ―Indicó, quitando el pequeño seguro.
Jimin lo deslizó hacia afuera para inspeccionarlo.
―Oh ―Sólo se vio más sorprendido al descubrir un arete
ahí.
Jungkook pasó una mano por su cabello, sonriendo
nerviosamente. Como había temido que el regalo no
estuviera a tiempo, había decidido asegurarse. Esperaba
que Jimin no viera todo como algo excesivo.
―Tienes muchas perforaciones, así que pensé... no sé,
que podría gustarte
―¿Y un colibrí? ―Jimin lo tomó, decidido a ponérselo.
―Me recuerdas a uno ―Admitió.
―Así que, todo lo que haces tiene un significado, ¿no?
―Sonrió, señalando su oreja. ―¿Me veo bien? ―Jungkook
asintió. ―De acuerdo, ven aquí ―Señaló con su dedo,
obligándolo a inclinarse.
Jungkook sintió una pacífica felicidad cuando Jimin tomó
su barbilla y besó sus labios con amor.
―Gracias por esto, es realmente increíble. Prometo que el
próximo año me esforzaré más al elegir algo para ti
―Tu regalo es perfecto, tonto ―Fue él quien le robó un
pequeño beso ahora. ―Me hace feliz que te haya gustado
Jimin sonrió, descansando su cabeza sobre su hombro
para volver a ver su caja. Su sonrisa se volvió más ancha
cuando Jungkook lo abrazó por los hombros.
Sí, esa era la mejor navidad.
◆◇◆◇◆
―Me sigue pareciendo un poco imprudente que pasen la
noche en la playa ―Dijo EeJoon mientras veía a los jóvenes
ir de un lado a otro, organizando su viaje. ―Es invierno.
Probablemente llueva. Además, podrían pescar un resfriado.
Y Jungkook es muy pequeño para conducir ―Se cruzó de
brazos sobre el pecho, escuchando en el fondo la risa de su
hijo, quien terminaba de hacer la comida con ayuda de su
abuela.
―Jungkook tiene licencia ―Le recordó Elizabeth. ―Y ya
tiene 19 años, hay que darle ciertas libertades. Pasar un día
afuera con su novio es una de estas, ellos también merecen
tiempo a solas y pasarlo bien
―Mamá ―Gruñó el pelirrojo, agradeciendo que Jimin
saliera de la cocina sólo un minuto antes para ir al cuarto.
―Y ya que hablamos de diversión, espero que ustedes
tomen los cuidados pertinentes ―Agregó la anciana,
guardando los pocillos en una bolsa. ―¿Debería hablar con
tu novio, Jungkookie?
―¡Él no es mi novio!
―¿Quién no es tu novio? ―Jimin entró a la cocina,
portando una burlona sonrisa.
La familia rió cuando Jungkook apartó la mirada,
recibiendo las bolsas que le extendía su abuela.
―Bien, Kookie ―Jimin se dirigió a él. ―Tenemos la tienda,
los sacos de dormir, mantas extras, la guitarra, la cámara,
ropa, almohadas... ―Miró las bolsas del menor. ―Y,
aparentemente, comida por una semana
―Tienen que asegurarse en alimentarse bien. No se
salten las comidas sólo por querer hacer otras cosas ―Avisó
la anciana, dando un golpecito en la espalda del rubio para
luego ir a sentarse.
―No se preocupen ―El mayor sonrió para todos.
―Prometo que cuidaré muy bien de Jungkookie
―Puedo cuidarme solo ―Se defendió con una mueca en
los labios.
Jimin sonrió, dándole una mirada afectuosa. Ambos se
fueron en cuanto terminaron de despedirse y Elizabeth le
entregó las llaves del auto a su hijo.
Tal como habían pronosticado, la playa estaba desierta en
esa fecha. Fueron pocas las personas que aparecieron, pero
su presencia nunca se extendió por demasiado tiempo.
Jungkook y Jimin, ignorando el frío y las amenazantes nubes
grises, se mantuvieron ocupados en una larga sesión de
fotos que empezó con el menor centrándose en Jimin, y
terminó con este sosteniendo su celular para capturar los
recuerdos de ambos de aquel día.
El día pasó volando entre risas, halagos, bromas y besos.
Y, antes de que la noche cayera, encendieron la fogata que
les ayudaría a soportar mejor el gélido tiempo. Jungkook
miró el mar mientras su experiencia le confirmaba que
seguramente aquella madrugada llegaría la lluvia.
―Esto es vida ―Dijo en un suspiro de satisfacción Jimin
mientras daba un golpecito a su estómago, habiendo
acabado su comida. ―Una gran fogata, el ruido del mar,
una buena comida y un chico lindo como compañero. ¿Qué
más podría pedir? ―Se estiró, observando el cielo por unos
segundos. ―Bien, en realidad, se me ocurre algo para
mejorar la noche ―Admitió.
―¿Qué cosa? ―Preguntó el menor, devolviendo los
pocillos vacíos a la bolsa.
―Escucharte cantar ―Señaló. ―Esta no será una
acampada real si no hay alguien con una guitarra
cantándole a la fogata
Jungkook rió, entrando a la carpa para tomar la guitarra
que había dejado ahí. Acomodándose luego cerca del
mayor, le dedicó una sonrisa antes de que sus dedos se
deslizaran por la guitarra, comenzando poco después a
cantar. Jimin le observó absorto mientras su pequeño
repertorio variaba entre canciones en inglés y coreano. Su
dulce voz sólo derretía un poco más su corazón.
―¿Hyung? ―Llamó en voz baja Jungkook luego de 6
canciones, mirando fijamente al chico que le escuchaba con
una sonrisita tonta. ―¿Podrías cantar algo para mí también?
―Pidió tímidamente.
―¿Yo? ―Jimin se irguió, Jungkook asintió. ―No soy tan
afinado como tú
―Tendré que averiguarlo, ¿no? ―Un adorable puchero se
formó en su labio. ―¿Por favor? ―Sus ojitos brillaban con
insistencia.
―Ahm, okay ―Aceptó, aclarando su garganta. ―¿Sabes
tocar You're my? ―El menor asintió con una sonrisa
deslumbrante. ―Sé mi acompañamiento entonces
Jungkook continuó agitando su cabeza en afirmación,
concentrándose luego en recordar los acordes de la canción
pedida. Deslizando sus dedos por las cuerdas de forma
azarosa mientras recordaba, hizo un gesto cuando
finalmente se sintió listo. Y comenzó a tocar.
La voz de Jimin salió tímida al principio, como si realmente
le dificultara ser escuchado por alguien más. Pero a medida
que pasaban los segundos, su voz fue tomando más
confianza. Observando al chico de la guitarra, las palabras
escaparon de sus labios melodiosamente mientras sólo
podía centrarse en él, en Jungkook, quien no había dejado
de mirarlo con sus brillantes ojos, encantado con su
interpretación. ¿Cómo no enamorarse de aquel que le
miraba con tanta admiración y cariño?
―Eres mi dulce; un caramelo dulce. Realmente quiero
besarte. Realmente quiero amarte. Realmente quiero...
Cuando Jungkook dejó de tocar y Jimin dejó de cantar, sus
miradas aún estaban sosteniendo la del otro. El menor
mordisqueó su labio con cierto nerviosismo, sintiéndose
cohibido por el íntimo momento que compartían. Su
respiración sólo se cortó cuando el rubio se inclinó sobre él,
arrebatándole la guitarra con cuidado para apartarla,
buscando su mano silenciosamente después.
Jimin bajó la mirada a sus manos entrelazadas y sonrió un
poco, presionándola con más fuerza. Dios, él sólo quería
sostener esa mano por días interminables.
―Nunca he hecho esto antes, así que no estoy seguro de
por dónde empezar ―Confesó Park con voz calmada.
―Cuando te conocí, sólo eras un chico lindo para mí,
Jungkook ―Alzó la mirada hacia él. ―Probablemente el
chico más guapo que había visto en el último tiempo. Pero,
a pesar de ello, tú no ibas por ahí como si fueras el dueño
del mundo. Soy guapo, me gusta recordárselo al resto ―Rió.
―Pero tú eras silencioso y parecías empecinado en pasar
inadvertido. ¿Sabes cuán extraño es eso para alguien que
destaca sólo por existir?
―¿Quizás estás siendo un poco subjetivo? ―Murmuró con
timidez.
―No ―Jimin sonrió. ―Tú eres precioso, pero nunca
presumiste de ello. Honestamente, jamás me había llamado
la atención un chico como tú, por lo general sólo me fijo en
aquellos que son más como yo ―Humedeció sus labios.
―Pero fijé mi condena el mismo día que te pedí hacer
sesiones conmigo. Conocerte de verdad era todo lo que
necesitaría para que comenzaras a gustarme
Jimin soltó su mano y la llevó a su cabello, peinándolo
hacia atrás como siempre hacía. Pero una sonrisa temblaba
en sus labios casi con vergüenza y el corazón de Jungkook
latió desbocado al comprobar cuán expuesto se estaba
sintiendo el mayor.
―Eres una persona maravillosa, Jungkook. Cada minuto
que pasé contigo, lo demostraste más y más. Sé que sólo
nos conocemos desde hace unos meses, pero en este corto
tiempo, sólo he llenado mi cabeza más de ti. Comenzó de
manera sutil, conmigo pensando en ti y esperando nuestras
salidas. Y luego... sólo quería hablarte y verte todos los días.
Creo que lo hice demasiado evidente para ti cuando
finalmente acepté mis sentimientos, ¿no? ―Volvió a reír
abochornado y Jungkook sólo asintió. ―Sé que estas
palabras no sonarán tan increíbles como lo son para mí,
pero la verdad es que... me haces sentir normal, Jungkook
―Mordió su labio, obligándose a sostener su mirada. ―Sé
los motivos por los que el resto se acerca a mí, pero esos no
fueron tus motivos para quedarte a mi lado. Tú no me
miraste raro cuando comencé a mostrar más de mí. Tú
jamás te has avergonzado de mí, ni me has criticado. Soy
real contigo. Y me gustas por eso, porque aun siendo sólo
un chico corriente, tú me demuestras que me quieres y que
soy especial para ti. Porque lo soy, ¿cierto?
Jungkook sabía que tenía que pensarlo más antes de
responder. Sabía que aún había temas pendientes que debía
de hablar seriamente con Jimin. Pero mirando los ojos
ilusionados de aquel chico, expresándole un amor honesto y
dulce, se sintió imposibilitado para pensar con condura. Él
sólo quería asentir y darle su sí a todo.
Jungkook, sencillamente, quería dárselo todo.
―Estoy enamorado de ti, Jimin-ah ―Fueron las únicas
palabras capaces de salir de su boca.
Jimin inhaló el aire frío, sintiendo sus ojos escocer de
emoción. Quería llorar, reír, saltar, todo a la vez. Hace un
tiempo, ni siquiera habría pensado que el amor se sintiera
de esa forma tan loca e intensa, pero ahora que tenía a
Jungkook, sólo quería vivirlo. Independiente de todo, él
quería amar a ese chico.
―Entonces... ―Se atrevió a proseguir luego de un
afectuoso intercambio de miradas. ―Jungkook, ¿quieres ser
novio? ―Finalmente pidió.
La sonrisa de Jungkook se ensanchó mientras asentía con
fervor. Su cabeza sólo detuvo la agitación cuando las manos
de Jimin la atraparon, sus labios fundiéndose en un deseoso
beso. Respirando aún en la boca del otro, sus ojos se
abrieron lentamente para encontrarse con los de Jimin,
antes de que este juntara sus frentes y hablara contra sus
labios.
―Eres precioso. Te quiero tanto, Jungkook
―También te quiero, Jimin
El aludido habrá reído por la falta de honoríficos, pero
decidió sólo continuar besando los apetitosos labios del
chico como si aquel fuera su último día de vida y esos labios
su único deseo. Tendiéndose en la manta después,
intercambiaron más besos dulces y lentos como bienvenida
al inicio de su relación.
―Jamás tendré suficiente de esto ―Jimin dejó un rápido
beso en su boca, reincorporándose después. ―Pero, por
ahora, creo que deberíamos apagar esto y entrar a la
tienda. Está haciendo más frío aquí afuera
Jungkook asintió, de acuerdo con ello. Ordenando sus
pertenencias mientras el otro se encargaba de la fogata,
ambos se metieron a la carpa para descansar. Jungkook,
que se había quitado su abrigo, se recostó sobre su saco
mientras Jimin ajustaba una pequeña lámpara que
funcionaba con baterías.
―Así estará bien ―Jimin se recostó a su lado, tirando
mantas sobre ambos. ―¿Soy el único sintiendo mariposas
en el estómago? ―Preguntó, apoyándose en su costado
para mirar al menor.
―Uhm... ―Jungkook mostró una sonrisa perezosa.
―Reemplazaría las mariposas por un zoológico ―Admitió,
provocando que el contrario riera.
―Sí, supongo que un zoológico es más adecuado
―Extendió su mano hacia él, acariciando su rostro. ―¿Ya te
dije que eres precioso? Cada vez que te miro, no puedo
dejar de pensar en ello
―Sí, lo dijiste ―Rió divertido.
―Supongo que seré un disco rayado entonces. Eres
precioso, Jungkook
Los ojos de Jungkook se arrugaron mientras enseñaba su
sonrisa, y Jimin lo besó, adorando cada gesto de él.
Como cada vez que empezaban, ninguno estaba seguro
de cómo terminar. Jimin lo besó apaciblemente por un largo
rato mientras su cuerpo se acercaba más al de él, su mano
deslizándose por su cintura para finalmente acabar en su
espalda, donde acarició por sobre la ropa. Debido a que eso
se había vuelto una rutina para ellos, antes de dormirse y al
despertar, no fue una gran impresión para Jungkook, hasta
que la mano del rubio se deslizó lo suficientemente abajo
para colarse tranquilamente bajo sus capas de ropa. Un
pequeño jadeo escapó de su boca al sentir el contacto piel
con piel.
―Lo siento ―Murmuró Jimin pesadamente contra su boca.
Jungkook muy apenas negó con la cabeza, restándole
importancia.
Sólo era una caricia. No había nada malo en ese tipo de
caricias. Sólo que Jimin nunca retiró su mano y, sus labios,
mucho más hambrientos que hace un minuto, se volvieron
demandantes al próximo beso. Bastó un par de
respiraciones erráticas, y el chasquido de sus besos y saliva
en conjunto, para que Jimin pronto tuviera parte de su
cuerpo sobre el de él, la mano en su espalda ejerciendo más
presión entre ambos cuerpos.
―Todo está bien ―Aseguró Park cuando, al distanciarse,
percibió una mirada extraña del menor. ―¿Confías en mí,
amor?
Jungkook confiaba en Jimin, por eso fue que guardó
silencio. Sin embargo, hubo cosas por decir y se recriminó a
sí mismo por guardárselas. Sus labios se entreabrieron con
apremio cuando Jimin terminó de acomodarse entre sus
piernas y su húmeda boca fue desde su mejilla a su oreja,
de su oreja por la línea de su mandíbula, hasta que
finalmente los labios carnosos estuvieron sobre su cuello.
Jungkook cerró sus ojos, permitiendo los avances,
recordándose a sí mismo que su cuerpo respondería a los
estímulos por sí solo. Por supuesto, eso sería todo. Su
cuerpo aún estaba vivo. Más allá de su sexualidad, él aún
era un chico normal. Definitivamente normal. Él aún podía
tener sexo, y hasta podía gustarle.
Él podía tener sexo con Jimin si eso era lo que este
buscaba.
Él podía. ¿Pero lo quería?
Mordió su labio con ansiedad cuando finalmente Jimin
deslizó el cierre de su sudadera para ayudarlo a quitársela.
Su cuerpo tembló un poco por el frío y la situación cuando,
inmediatamente después, el mayor sostuvo los bordes de su
camiseta para tirar de ella hacia arriba, dejando su torso
completamente desnudo. Empujándolo de regreso sobre el
sitio acolchonado, Jungkook respiró pesado cuando Jimin le
miró desde arriba, sentado sobre él mientras la admiraba.
―Eres increíble ―Sus ojos miraron absortos la piel
desnuda, permitiendo que sus dedos sucumbieran a sus
deseos y delinearan el abdomen tonificado.
Jungkook tembló, nervioso. Era primera vez que alguien lo
miraba como Jimin. El chico tenía la mirada de un hombre
que estaba muriendo de hambre mientras la comida
esperaba a sólo un metro de él. Nadie le había mirado tan
lleno de afán. Y su corazón dolió un poco al recordar un par
de ojos dulces que no pertenecían al chico sobre él, su
actual novio.
No tenía que comparar. Tenía que luchar para no
comparar. Hoseok sólo había sido Hoseok y Jimin sólo
estaba siendo Jimin; ambos completamente opuestos. Pero
buenos, eso era lo importante. El bueno y apasionado Jimin
era el chico al que quería ahora.
Jimin dejó de apreciarlo y, en cambio, dirigió sus dedos
curiosos hasta los pezones del menor. Pellizcando uno de
ellos, sonrió complacido cuando el joven se retorció un poco.
Jungkook intentó cubrirse por reflejo, y él tomó su brazo y lo
besó mientras le miraba apasionado. El pelirrojo dejó de
respirar cuando finalmente el contrario lo soltó y se inclinó
sobre él para atrapar una de las protuberancias entre sus
labios.
Jungkook cubrió sus ojos con su antebrazo, sin querer ver
la cabellera rubia inclinada sobre él. Jimin lamió y chupó
ambos pezones, permitiendo que su lengua se entretuviera
por un buen tiempo en la tarea. Creyendo que por el
momento había tenido suficiente de ello, continuó lamiendo
el abdomen del menor, besando y marcando, aun cuando ni
siquiera él era fan de ello. Odiaba las marcas y, sin
embargo, ahora soñaba con dejarlas en todo ese cuerpo.
Alzando la vista para buscar al menor, sonrió al
encontrarlo con sus ojos tapados. ¿Quizás era demasiado
vergonzoso para él? Se reincorporó, apartando el brazo para
encontrarse con sus ojos sorprendidos, y le sonrió
traviesamente antes de volver a su boca. Su lengua
arremetió en la caliente cavidad intentando tomar todo
cuanto podía.
Le besó apasionadamente, queriendo que se olvidara
hasta de su nombre. Presionó su erección contra él,
haciéndole saber cuánto lo deseaba. Jungkook cerró los ojos
con fuerza cuando Jimin continuó restregándose contra él
mientras sus húmedos labios hablaban contra su mejilla.
―Maldición, te deseo tanto, Kook ―Declaró con voz ronca.
Deseo. Jungkook quiso reír hasta volverse loco. Él jamás
había deseado a nadie. Jamás había deseado frotarse
morbosamente contra alguien ni tener sexo. ¿Cómo iba a
explicárselo? Jimin no lo entendería.
El rubio soltó el botón del pantalón del menor, abriendo la
cremallera. Jungkook gimoteó cuando finalmente la mano
de Jimin se deslizó dentro de su ropa interior.
En realidad, nadie lo entendería.
―No ―Su voz apenas salió. La burbuja entre ambos se
rompió cuando sus manos empujaron del cuerpo ajeno casi
sin fuerzas, pero lo suficientemente claro para dar a
entender que necesitaba distancia. ―No puedo
Jimin retiró su mano, distanciándose de él con la pasión
abandonando sus ojos para ser reemplazada por
incertidumbre. La mirada de Jungkook era tristona mientras
su labio no dejaba de temblar.
―¿Kookie? ―Llamó, queriendo alcanzarlo, pero este sólo
negó con la cabeza y se apartó, tomando su camiseta para
ponérsela. ―Hey, ¿qué sucede? Puedes hablar conmigo ―Le
aseguró, preocupado. ¿Quizás se había excedido?
Pero Jungkook siguió en silencio, abrochando su pantalón,
recuperando su sudadera, abrigo y zapatos para salir de la
carpa. Jimin se asomó por la abertura, viéndolo terminar de
vestirse apresuradamente para comenzar a alejarse.
―¿Jungkook? ―Salió tras de él. ―¿Qué estás haciendo?
Vuelve aquí, hace demasiado frío ahora ―Se abrazó a sí
mismo, siendo ignorado por el menor. ―¿Voy demasiado
rápido para ti? No tienes que preocuparte, no voy a
obligarte a hacer nada que tú no quieras ―Aseguró.
―Hyung, vuelve a la carpa ―Pidió, aguantando sus
lágrimas. ―Necesito un tiempo a solas ahora
Jungkook apresuró su paso lejos de él. Jimin lo vio
desaparecer entre las sombras antes de volver a la carpa,
completamente sobrellevado. ¿Acaso lo había echado a
perder?
Un nudo se formó en su garganta.
No, el menor sólo necesitaba un tiempo a solas y luego
podrían hablar, no había nada por lo que preocuparse.
Seguramente después de charlar, podrían comprenderse
mejor. Ellos recién estaban iniciando y tenían mucho que
aprender del otro todavía. Sólo era eso.
Pero aunque la noche avanzó y Jimin esperó a Jungkook,
este no llegó. Agotado física y mentalmente, terminó por
dormirse en la espera. Y aunque se suponía que esa noche
volvería a dormir junto al chico que finalmente era su novio,
sólo la lluvia le acompañó.
Nota:
Woooooouh, pues se vienen por fin ciertas respuestas para
el fic, como podrán ver (8. El próximo capítulo iniciará con
un recuerdo~.
¿Es posible hacer cambios tan drásticos en la historia en un
mismo capítulo? Pues, por supuesto que sí, ¡más que
comprobado!
Vamos, sonrían y escuchen Kiss the Rain de Yiruma
unu.
https://youtu.be/imGaOIm5HOk
Puro arte ;-;
[19]

2 años antes, Busan.


Jungkook aparcó su bicicleta fuera de la academia como
cada miércoles desde que tenía 12 años. Vistiendo ropa
ligera, a pesar del frío otoño, atravesó la entrada del edificio
que para él era su segundo hogar. Saludó a quienes
encontraba a su paso, un poco extrañado de ver a todos
cuchichear sobre lo que parecía ser un evento importante.
Pero, tan reservado como era, ni siquiera se atrevió a
preguntar.
De ser una gran noticia, de seguro se terminaría
enterando de todos modos.
―Minki hyung, ¿has visto a Hoseok? ―Preguntó a uno de
los chicos del grupo del bailarín, quien estaba estirando
junto al resto.
―Lo ha mandado a llamar el profesor de baile urbano
hace unos minutos, supongo que es para felicitarlo ―El
menor le miró sin comprender al escuchar aquello.
―Quizás... ¿todavía no lo sabes?
―¿Saber qué?
―Hoseok ha obtenido una beca para pasar una
temporada en una universidad de danza en New York
―Jungkook se conservó inexpresivo. ―Él dejará Corea,
Jungkook. ¿De verdad no lo sabías?
Jungkook no respondió, sólo se dio la vuelta para salir
corriendo del lugar, yendo directamente a la sala de baile
urbano. Asomándose por la puerta, sonrió nerviosamente
cuando su profesor justamente salió. Dedicándole un
asentimiento, se encontró prontamente de cara con Hoseok.
La expresión del mayor estaba llena de calma mientras le
estudiaba.
Y eso era extraño. Hoseok, cuando no estaba bailando,
siempre lucía completamente radiante y entusiasta.
Calmado no era una palabra con la que él le definiría.
―Ya lo sabes ―Dijo Jung con certeza tras un breve
silencio.
―Minki me lo ha dicho ―Aclaró con voz temblorosa,
intentando sonreír. ―Esto es tan sorprendente, ¿de verdad
vas a ir a New York? ―Hoseok se conservó en silencio. ―No
creí... que quisieras ir tan lejos ―Admitió. ―Es decir, sé que
quieres llegar lejos, pero no pensé que escalarías tan
rápido, justo ahora. ¿Cómo es que te ofrecieron una beca
así, hyung? ―Se acercó a él, aún inseguro de cómo actuar.
¿Debía abrazarlo? ¿Felicitarlo? ¿Celebrar con él? ¿Llorar?
Su novio se estaba yendo. El bailarín más sorprendente que
había conocido hasta el momento, se iría lejos y él ni
siquiera sabía cuánto tiempo les quedaba juntos antes de
que dejara Corea.
―Postulé hace un tiempo, hice un vídeo para audicionar
―Confesó, un atisbo de culpabilidad brillando en sus ojos,
aunque intentaba ocultarla.
―Oh ―Jungkook pasó una mano por su cabello, riendo
apenas. ―No me lo dijiste
―No pensé que me aceptarían a mi primer intento
―¿Desde cuándo esa falta de fe? Eres increíble, ellos se
habrían perdido de un gran bailarín de no haberlo hecho
―Finalmente sonrió, cerrando el espacio entre ellos para
abrazarlo. ―Felicitaciones, hyung
Pero Hoseok no dijo más, él ni siquiera le regresó el
abrazo. Su cuerpo se conservó tieso mientras Jungkook se
preguntaba qué andaba mal. Usualmente, si extendía sus
brazos hacia el mayor, este lo recibiría cariñosamente y no
le soltaría hasta varios minutos más tarde. Hoseok amaba
aprisionarlo en sus brazos y hablarle con voz mimosa como
si fuera un niño. Él lo llenaría de besos por todas partes y
Jungkook reiría e intentaría escapar de su agarre.
Distanciándose de él para ver su rostro, intentó averiguar
lo que estaba mal. Pero no había nada; él no sabía cómo
leer esa expresión donde escaseaba su hermosa sonrisa.
―¿Por qué no estás enojado conmigo? ―Preguntó
finalmente Hoseok, su voz saliendo particularmente tosca.
―Todos se han enterado antes que tú. ¿Por qué no estás
molesto por ello? Eres mi novio, Jungkook
―Es una estupenda noticia ―Parpadeó confundido. ―Por
supuesto que me toma por sorpresa, ¿pero cómo voy a
estar molesto? ¡De verdad estoy muy feliz por ti! Ahora,
claramente voy a extrañarte y probablemente será difícil
llevar una relación a distancia, pero...
―No seguiré siendo tu novio, Jungkook ―Lo interrumpió.
El menor aflojó su agarre alrededor de él, sintiéndose
aturdido. Hoseok respiró con fuerza y terminó por apartarlo,
pasando una mano por su rostro con frustración.
―¿Crees que no funcionará? ―La voz de Jungkook salió
apenas. Lo extrañaría muchísimo, pero podía intentarlo y
esperar por él; lo sabía.
―No está funcionando ahora, ¿crees que va a funcionar a
distancia? No te rías de mí, Jungkook ―El menor le miró
sorprendido, sin saber qué decir. ¿Ellos no estaban
funcionando? Era verdad que hace un tiempo las cosas
estaban tensas entre ambos. ¿Pero no estaba todo bien
ahora?
¿Hoseok ya no lo quería?
―La cosa es, tengo 19 años, Kook ―Señaló. ―19 años y
un montón de cosas por vivir. Te acepté sabiendo todo de ti,
me gustaste sabiendo todo de ti, pero fui iluso al creer que
podría quererte... así como eres. Quiero vivir, ¿de acuerdo?
Quiero dejar de preocuparme por si mis acciones te
incomodan y quiero estar con alguien que no tenga un
problema con el sexo. ¿Estoy siendo claro ahora?
―El sexo no es mi problema. No tengo un problema con el
sexo ―Habló en voz baja, abatido y hasta avergonzado de
ser expuesto de esa manera.
―¿Entonces cómo lo llamarías? No estás interesado en
ello
―Dijiste-Dijiste que lo entendías ―Su voz tembló mientras
sus ojos comenzaban a escocer.
―¿Cómo podría entenderlo? ―Rió amargamente. ―Iré a
New York y conoceré mucha gente increíble, así que no voy
a seguir atado a ti. Este es el fin, estoy terminando contigo
Jungkook miró sus zapatillas, tragando saliva con
dificultad mientras luchaba contra sus lágrimas. ¿Había sido
un novio tan terrible para Hoseok? De otra forma, no se
explicaba aquel tono tan hastiado; esa mirada tan hiriente.
―De verdad te amo, hyung ―Susurró bajito, siendo
honesto hasta el final.
―Pero yo a ti no, al menos no lo suficiente. Lo siento
Jungkook frotó sus ojos, alzando la mirada hacia él para
regalarle una sonrisa rota. Hoseok le miró con pena
mientras le veía retroceder.
―Que tengas éxito en New York, hyung
Esas fueron sus últimas palabras. Hoseok tampoco lo
llamó cuando decidió salir corriendo del lugar. Jungkook
abandonó la academia ese día con el corazón roto y
lágrimas que no pudo soportar. ¿Había sido demasiado
ingenuo? ¿Qué había pensado Hoseok de él en realidad?
Nunca lo supo. Porque ese día fue la última vez que pisó
aquella academia como un estudiante. La última vez que
también vio a Hoseok.
◇◆◇◆◇
Jungkook abrazó sus piernas mientras observaba el mar,
el cielo finalmente comenzando a aclarecer. La lluvia caía
suave sobre él, pero su corazón se sentía a la deriva en una
tormenta. Secó las lágrimas en sus ojos, como había hecho
cientos de veces durante la noche, y suspiró dolorosamente
al pensar en su primer amor.
Hoseok había sido el primero en todo. El primero que le
tendió una mano al llegar a la academia. El primero en
convertirse en su guía, y poco después, en su amigo; la
persona más confiable que había conocido hasta entonces.
Cuando los años pasaron sobre él, dejando en evidencia las
diferencias que tenía con el resto de las personas, Hoseok
fue el primero en escuchar sus inquietudes y jamás lo juzgó.
Hoseok no lo trató como un bicho raro, a pesar de haberse
sentido como uno.
Fue entre sus 12 y 13 años, cuando los compañeros de
Jungkook comenzaron a interesarse en temas menos
inocentes. La pubertad trajo consigo los famosos cambios
hormonales y, en su caso, no vio mayores alteraciones que
a las del ámbito corporal. Los otros chicos, en cambio, se
vieron interesados en lo que para cualquiera debería ser
común.
Sexo.
Él aún recordaba a sus compañeros trayendo a
escondidas revistas para adultos, volviéndose locos por ver
mujeres exuberantes en ropa reveladora y provocativa, y
otras tantas, hasta desnudas.
Al principio, supuso que él simplemente no estaba
interesado en las chicas, pero no era como si los chicos
causaran gran impresión en él. Mujeres y hombres por igual,
no le despertaron ni el más mínimo de interés. Mientras sus
compañeros admiraban vídeos pornográficos como si estos
fueran la última película de Dragon Ball, él intentó
empatizar con sus gustos.
Lamentablemente, no lo consiguió. Jungkook sólo pudo
pensar cuán asqueroso y grotesco eran esos vídeos. ¿De
verdad alguien podía calentarse viéndolos? ¿Por qué la
gente consumía tal basura? Y todas las personas que
trabajaban en esa industria, ¿cuánto debían de soportar?
¿qué había de los abusos? Por supuesto, a tan temprana
edad y con esa clase de cuestionamientos, también intentó
convencerse de que sólo lo estaba pensando demasiado;
que su mente aún no podía entenderlo y que su cuerpo
estaba de acuerdo en ello.
Entonces, poco después de los 15 años, los vídeos
perdieron valor para pasar a las experiencias. Escuchar las
experiencias sexuales de sus compañeros comenzó a
taladrar una inquietud para él. ¿Por qué no podía sentirse
interesado? Ellos hablaban de masturbación como si fuera
algo cotidiano. Pero si él era un adolescente tan sano como
ellos, ¿por qué ni siquiera había intentado tocarse?
Jungkook jamás sintió la necesidad, ni el deseo, ni la
curiosidad de explorar su propio cuerpo. Y quiso
convencerse de que no era algo extraño, pero mientras más
escuchaba del resto, mayor era su incomodidad. Incluso una
vez, olvidando tocar la puerta del cuarto de su hermano, lo
encontró justamente masturbándose mientras reproducía
un vídeo porno. Y aunque había cerrado la puerta espantado
y creyó que sería vergonzoso volver a verle la cara, su
hermano mayor había intentado calmarlo con total
naturalidad diciendo "siento eso, pero eres un chico, tú lo
entiendes".
Y no podía estar más errado.
Incluso a las chicas que fingían ser más reservadas en
esos aspectos, las escuchó hablar sobre fantasías y deseos.
Hombres y mujeres por igual, parecían sólo pensar en ello.
¿Y qué había de él?
Fue en ese momento cuando decidió buscar información
al respecto. Aparentemente, personas como él eran las que
otros llamarían asexuales. Y aunque Jungkook no era fan de
las etiquetas, porque consideraba estúpido simplemente
encasillar a las personas en grupos, aceptó que asexual era
posiblemente lo más cercano a lo que se identificaría; sólo
por la necesidad de identificarse con algo.
Comenzó a participar activamente de un blog donde se
hablaba de asexualidad, motivado por el propio Hoseok,
quien siempre se mantuvo a su lado durante aquella etapa
de descubrimiento. Y finalmente, Jungkook se sintió menos
solo mientras hablaba con todos esos desconocidos que
compartían puntos en común con él, aún sin ser del todo
iguales. Gloss fue uno de esos chicos. El joven había lucido
tan perdido como él durante ese entonces y fue un alivio el
tenerse el uno al otro para compartir sus experiencias.
Jungkook, después de mucho tiempo, comenzó a sentirse
como alguien normal de nuevo. Después de todo, él lo era.
Ser asexual no le impidió desarrollar sus sentimientos por
otros. Y Hoseok, fue en toda la extensión de la palabra, su
primer amor.
Jungkook ni siquiera dudó en convertirse en su novio
cuando fue este quien se le declaró.
Todo fue perfecto entre ellos. Hoseok era el chico más
dulce que alguien podría pedir. Abrazos, besos, mimos,
Jungkook tenía la relación de sus sueños. La familia de
Hoseok lo adoraba, y su familia también adoraba a Hoseok.
Confiaban en el otro plenamente, se apoyaban y cuidaban.
Hasta que un día, justo cuando cumplió sus 17 años, decidió
que estaba listo para dar el gran paso en la relación.
Jungkook tendría su primera vez con Hoseok.
A diferencia de lo que muchos creían, una persona
asexual no estaba incapacitada para tener sexo. Jungkook
había conocido a varias personas en la comunidad que, a
pesar de no sentirse atraídas sexualmente por otros,
llevaban una vida sexual bastante activa. Por curiosidad, por
experimentar, por complacer, pero lo hacían; sus razones
podían variar siempre. Al fin y al cabo, en lo que implicaba
relaciones amorosas, no todos los asexuales terminaban
saliendo con asexuales; la vida no era tan fácil como salir a
la calle y preguntarle al otro sus gustos para decidir
enamorarse de él.
Así que Jungkook creyó con fervor que, aunque no tenía
interés en el sexo ni mucho menos había visto a Hoseok con
deseo en su vida, quería hacer el amor con él.
Y lo hizo.
Y no fue ni tan morboso, ni tan grotesco, ni tan ordinario
como creyó que sería ante su falta de interés sexual.
Hoseok fue el chico más tierno mientras cuidó de él en todo
momento. ¿Vergonzoso? Por supuesto que sí, porque estaba
permitiéndole a su primer amor que le conociera incluso en
la intimidad. Pero era por su amor por Hoseok, que se
atrevió a dar ese paso tan importante.
Jungkook no recordó el sexo como una experiencia
extraordinaria, aunque sí buena. Él no ansió repetirlo. Su
perspectiva sobre Hoseok tampoco cambió después de ello
y continuó viéndolo solamente como su persona amada, su
interés amoroso. Sin embargo, en aquella ocasión, cuando
al terminar Hoseok lo atrajo a su pecho y besó con dulzura
su rostro, diciéndolo que lo amaba al menos unas cien
veces, guardó ese momento en el rinconcito más
privilegiado de su corazón.
Porque no, él seguía sin entender al resto. Pero,
definitivamente, encontró su propia respuesta cuando
finalmente decidió unirse a su más grande amor.
Las cosas fueron en decline a partir de entonces,
irónicamente. Hoseok, que había actuado bastante
afectuoso después de aquella primera vez, de repente
comenzó a alejarse. Ellos aún caminaban de la mano y se
despedían con un beso, pero había cierto abismo
formándose entre ambos. Jungkook intentó luchar contra
ello y, a falto de respuestas de parte de su novio, se
convenció de que el pobre sólo estaba atareado por su vida
universitaria.
Hasta que Hoseok finalmente lo dejó.
<< Te acepté sabiendo todo de ti, me gustaste sabiendo
todo de ti, pero fui iluso al creer que podría quererte... así
como eres.>>
Enjuagó sus lágrimas al pensar en Jimin. Por supuesto, él
había sido iluso al pensar que ahora si funcionaría.
Jungkook podía deducir la clase de vida que llevaba el
rubio. Si Jimin llevaba una vida sexual tan activa, ¿cómo
había pensado que lo querría a él? Jungkook no se
imaginaba dándole al mayor todo lo que este deseaba.
Sí, podría acostarse con él. ¿Y luego qué? ¿Por cuánto
tiempo? ¿Cuántas veces? ¿Cuánto tendría que complacerlo
sólo para que no se desgastara su relación? ¿Él tenía
derecho a decir que no estaba interesado en el sexo? Pero,
incluso existiendo ese derecho, ¿cuántas veces podría
rechazar a su novio antes de que este se cansara de él?
Jungkook no juzgaba a Jimin, maldición. Pero teniendo esa
gran diferencia entre ambos, ya ni siquiera podía soñar con
un gran mañana. Él quería caminar de la mano con el rubio,
besarlo en la puerta de su residencia y compartir con él su
vida actual, y quizás, si todo funcionaba, también el futuro.
Irían lento, disfrutando cada paso. ¿Pero Jimin quería lo
mismo? La mirada en sus ojos la noche anterior no parecía
decir lo mismo.
Y una relación donde ambos esperaban algo distinto,
estaba destinada a fracasar.
Se levantó a duras penas, sintiéndose consumido. Y
prometiéndose que no lloraría frente a Jimin, emprendió el
camino de regreso.
―Mierda, Jungkook, ¿dónde estabas? ―Jimin lo estaba
esperando afuera, con un montón de capas de ropa sobre
él, pero sus mejillas rojas por el frío. ―¡Estaba preocupado
por ti! ¿Cómo te atreves a desaparecer toda la noche? ―Su
voz dejaba a luz su desesperación. ―Sé que fui demasiado
rápido y lo siento, ¡pero no puedes correr lejos sólo por eso!
―¿Podemos irnos? ―Pidió en un murmullo, tosiendo
después.
―¿Estás bien? ―Jungkook no respondió, sólo apartó la
mirada. ―Llevemos las cosas al auto
Jungkook frotó sus ojos y miró al rubio, quien ya se había
adelantado en ordenar. El nudo en su garganta creció
mientras pensaba en lo que tendría que decirle.
El viaje a casa fue silencioso, con él rogando por no
terminar por estrellar su cabeza contra el volante. Se sentía
mareado y adolorido, pero temía preocupar más a Jimin.
Poniendo toda su atención en el camino, agradeció cuando
finalmente pudo estacionar el auto fuera de casa. Jimin
suspiró, dándole una mirada extraña. Intercambiando
miradas por un breve segundo, quiso llorar como un bebé
cuando los ojos del perfecto chico a su lado mostraron pena.
―Jungkookie, escucha ―Pidió. ―No medí mis actos
anoche, estaba emocionado. Me gustas mucho y... me dejé
llevar. Sé que puede sonar como una mala excusa, pero esa
es la verdad. Cada vez que te veo, sólo puedo pensar en lo
mucho que deseo tocarte y besarte, por todas partes
―Confesó. ―Quiero hacer el amor contigo, y creí que
anoche... sería nuestra noche, pero supongo que lo
malinterpreté. Lo siento por ello. Si aún necesitas un tiempo
para dar ese paso, puedo esperar
Jungkook humedeció sus labios resecos, girando a verlo.
Jimin lucía aterrado y expectante en espera de su respuesta.
Y, maldición, ¿realmente era él quien debía disculparse?
¿Por qué Jungkook sólo podía sentirse peor al ver su rostro
bañado en preocupación?
―Olvidemos todo esto ―Sentenció.
―Eso es ―Jimin asintió, de acuerdo. ―Olvidemos esto,
hagamos como si no pasó. Te daré un buen inicio, Jungkook,
a partir de ahora ―Prometió, tomando su mano con dulzura.
―No, hyung, no es eso ―Jungkook negó con la cabeza,
apartando su mano. ―Hablo de todo, ¿de acuerdo?
Olvidémonos de todo. Sobre lo que sucedió en la carpa,
sobre nuestro paseo en la playa, de todo ―Pasó una mano
por su rostro. ―Sigamos siendo amigos, ¿sí?
―¿Qué estás diciendo de repente? ―Su voz tembló. ―Me
confesé y somos novios, ¿recuerdas? Dijiste que estabas
enamorado de mí también. ¿Estás terminando conmigo sólo
unas horas después? ¿Es en serio? ¿Sólo porque te toqué?
―Es más complicado que eso ―Le miró con aflicción. ―No
vamos a funcionar, hyung
―¿Cómo puedes saberlo si ni siquiera lo hemos
intentado? ―Estaba exasperado. ―Eres mi novio, Jungkook
―El menor negó con la cabeza. ―Eres mi novio o no somos
nada ―Dictaminó con voz gruesa.
―No estás pensando con claridad...
―Tú no estás pensando con claridad ―Le miró herido. ―Te
confesé mis sentimientos, ¿y te atreves a pedirme una
amistad? No te rías de mí, Jungkook. ¿Estuviste jugando
conmigo todo este tiempo? ―Jungkook volvió a negar con la
cabeza, casi desesperado. ―¿Te gusto?
―Por supuesto que sí ―Las palabras salieron por si solas.
―Pero no quieres estar conmigo ―Rió con amargura,
abriendo la puerta del auto. ―No me jodas, Jungkook
Jimin salió del auto y tocó el timbre de casa, consciente de
que la familia del menor ya debía estar despierta.
Dirigiéndole un leve asentimiento al padre del chico, pasó
por su lado para ir directamente a las escaleras, buscando
todas sus pertenencias.
¿Amigos? Jungkook era un maldito insensible si se atrevía
a proponer esa locura.
EeJoon miró a su hijo, quien caminó lentamente hasta la
entrada de casa, dándole una mirada cansada y tristona.
Los pasos de Jimin se escucharon de regreso y el joven ni
siquiera pudo sonreír al ver a la señora Jeon caminar hasta
la entrada, queriendo saber qué pasaba.
―Gracias por la estadía, señores Jeon, pero tengo que ir a
casa ahora. Espero que tengan un buen año nuevo ―Se
despidió de ambos, sin dejarles responder. Ni siquiera volteó
hacia Jungkook cuando pasó por su lado.
Jungkook mordió su labio, teniendo deseos de sollozar.
Mirando con pena a sus padres, negó con la cabeza para
luego dirigirse a la escalera, por donde desapareció en
pasos torpes y pesados.
―Deja que yo me encargue, tienes que llegar a tiempo al
trabajo ―Le dijo Elizabeth a su esposo, presionando su
hombro. ―Te mantendré al pendiente, ¿sí? ―Prometió,
yendo rápidamente hasta el cuarto de su hijo.
El corazón de Elizabeth se rompió cuando al entrar al
cuarto, encontró al menor en su cama, vuelto un ovillo.
―¿Quieres hablar de ello? ―Preguntó con suavidad,
sentándose a su lado.
―Lo he arruinado de nuevo, mamá ―Sollozó.
―Oh, bebé, estoy segura de que no es así ―Extendió su
mano hacia él, acariciando sus cabellos para calmarlo.
―Sea lo que sea que haya pasado entre ustedes, estoy
segura de que podrán arreglarlo, sólo dale tiempo
―Jungkook giró para verla, enseñándole sus ojos llenos de
lágrimas. ―No hay nada que no tenga solución en esta vida,
Jungkook. Sólo la muerte ―Le recordó.
―No merezco a Jimin ―Ella sonrió con tristeza.
―Mereces el cielo, y no digo esto porque soy tu madre,
sino porque sé la gran persona que eres ―Secó sus
lágrimas. ―Además, amar a alguien y ser amado, no se
trata de merecerlo, ¿lo sabes, Jungkook? No hay condiciones
cuando se trata de amor. Sé que lo entenderás algún día
―Jungkook se conservó en silencio, ella apartó su mano
preocupada luego de haberla posado en su frente. ―Dios
mío, Jungkook, estás ardiendo en fiebre. ¿Dónde has estado
metido? ―Cuestionó con inquietud, levantándose. ―Espera
aquí, iré por medicamentos
Su madre se retiró, dejándolo solo. Jungkook miró con
tristeza la cama que ahora estaba vacía en el otro extremo
de la habitación.
¿No era demasiado pronto para comenzar a extrañar a
Jimin?
◇◆◇◆◇
Jimin evitó todo lo que pudo las preguntas de sus
familiares tras su repentina llegada a casa. Sus padres le
habían acribillado e incluso su hermano estaba bastante
interesado en saber qué había pasado, pero él se negaba a
comentarlo. ¿Qué les diría exactamente? ¿Qué la relación
que tanto había esperado había durado sólo unas horas?
Jimin se sentía patético. Había olvidado la última vez que
se había mirado a un espejo y había sentido tanto odio por
sí mismo. ¿Era él quien lo había arruinado? ¿Jungkook había
terminado de notar que no eran compatibles porque él no
era lo suficientemente bueno? No podía entenderlo y la
incertidumbre sólo terminaba por consumirlo.
Su autoestima estaba pagando las consecuencias del
rechazo.
Queriendo escapar un poco del ambiente familiar y su
propio silencio, Jimin decidió viajar la mañana del 30 hasta
Daegu para visitar a Taehyung. Aunque hace unos días su
mejor amigo había intuido que había algo mal al escucharlo,
todavía no le había dicho la verdad, y Jimin sentía que
pronto se ahogaría entre sus tristes pensamientos si no
hablaba de ellos en voz alta.
―Siento haber venido sin avisar ―Dijo el rubio cuando
Taehyung lo llevó hasta su habitación. ―Y siento no haber
traído un regalo para ti, Tae
―Con esa cara, me sorprende que incluso recordaras que
hoy es mi cumpleaños ―Jimin le miró con pena, el menor
cerró la puerta y caminó hasta la cama, invitándolo a
sentarse. ―Ven aquí, Minie
Por primera vez desde el quiebre con Jungkook, Jimin no
se hizo de rogar y fue en busca de consuelo. Sentándose
junto a él, miró sus manos con vergüenza, sin saber cómo
empezar.
―Pasamos el día en la playa y fue increíble ―Comentó
con una sonrisa triste. ―Cuando la noche llegó, comimos y
cantamos. El momento se volvió lo suficientemente íntimo y
romántico, y supuse que era buen momento para
declararme oficialmente ―Miró a su amigo. ―Y Jungkook me
aceptó
―Bien... ―Taehyung rascó su barbilla. ―Si es así, no lo
estoy entendiendo en absoluto
―Ese es el problema, Tae, yo tampoco lo entiendo. Si todo
estaba saliendo bien, si ambos estábamos felices, ¿por qué
me ha dicho a la mañana siguiente que no funcionaríamos?
Eso no tiene sentido
―¿Él tuvo un cambio drástico de la noche a la mañana?
¿En serio?
―Bueno... ―Aclaró su garganta, avergonzado. ―Puede
que yo lo haya gatillado ―Taehyung enarcó una de sus
cejas. ―Me dejé llevar un poco
―Explícate
―Sólo pretendía besarlo, ¿sí? Es lo que hacíamos cada
noche antes de dormir, ¡besarnos! ¡No iba a hacer nada
diferente de eso! ―Expresó exasperado. ―Pero estaba feliz
y oficialmente éramos novios, así que pensé... creí que
podríamos avanzar un poco ―Titubeó. ―Comencé a quitarle
la ropa, lo besé en partes nuevas y...
―Sabes que usualmente no te pediría detalles, ¿cierto?
―Jimin se calló al ser interrumpido. ―Pero, siendo honesto,
que digas esto me inquieta. Probaste cosas nuevas porque
así lo querías. ¿Pero Jungkook lo quería también? ―El rubio
continuó en silencio. ―¿Se lo preguntaste?
―No se negó
―Quizás no lo hizo porque tenía miedo de rechazarte
―Mierda, ¿y acaso tengo que ser un puto adivino ahora?
―Preguntó con molestia. ¿Jungkook no podía ser más simple
y expresar abiertamente cómo se sentía?
―Mira, no estoy diciendo que es tu culpa, ¿vale? Porque
sí, habría sido más fácil si Jungkook hubiera hablado. Sin
embargo, si él te importa, deberías ser más precavido
también. Si Jungkook nunca mostró grandes avances en
este ámbito, ¿por qué pensaste que daría un gran salto en
solo una noche? ―Jimin presionó sus labios, sin saber qué
responder. ―No intento hacerte sentir mal, sólo intento
ayudarte a que lo veas desde el lado de Jungkook. Quizás si
lo consigues, te sea más fácil hablar con él
―Pero él no me está hablando, Tae ―Su voz se rompió.
―Ni siquiera está respondiendo a mis mensajes. Pensé que
si le daba un día para calmarse, él se retractaría de su
decisión y hablaríamos de ello, pero ni siquiera ha visto todo
lo que le he escrito ―Sus ojos escocieron. ―¿Qué haré? Yo
sólo quiero llorar cuando pienso en que he metido la pata
demasiado hondo
―Estoy seguro de que hay solución ―Taehyung lo abrazó.
―Sólo dale más tiempo. ¿Qué tan terrible fue, de todos
modos?
―Bueno... uhm... ―El volumen de su voz disminuyó.
―Metí mi mano bajo su ropa interior ―Taehyung suspiró con
agotamiento. ―¡Quería hacerlo sentir bien! ¿Cómo iba a
saber que eso le afectaría tanto? ―El contrario se distanció
de él, mirándolo fijamente. ―A todos los chicos nos gusta
que nos den una mano ahí abajo, ¿cierto?
―Aparentemente no
Jimin gruñó, empujando a Taehyung lejos, sintiéndose
molesto de repente. ¿De verdad Jungkook era tan
susceptible? Claro, había tenido la intención de masturbarle
para poner más caliente las cosas, ¡pero eran novios! Los
novios hacían esas cosas.
Las hacían, ¿no? Sería un problema si no lo hacían.
―¿Crees que soy un pervertido? ―Preguntó deprimido,
pensando en lo que le había hecho a Jungkook. ¿Cómo algo
que había hecho con la intención de hacerlo disfrutar se
había convertido en una acción tan horrible?
―Eres un pervertido ―Confirmó Taehyung, riendo
escasamente. ―Pero no eres malo, sólo piensas todo el
tiempo en sexo y ahora... te dejaste llevar con la persona
equivocada
―Nunca me habían rechazado ―Jimin miró el piso,
sintiéndose herido. ―Los chicos siempre quieren sexo
conmigo. Jungkook dijo que estaba enamorado de mí, pero
ha huido a la primera oportunidad ―Frotó sus ojos,
reprimiendo el deseo de llorar.
―¿Pero no fue esa una de las razones por las que te
enamoraste de él también? ―Preguntó el de cabellos
grisáceos. ―Para todos siempre eres el gran Jimin, el chico
encantador, atractivo, sensual. Todos quieren ir a parar a tu
cama, tú lo has dicho. ¿No te gustó Jungkook por el hecho
de que jamás te trató como el resto? ―Jimin lo miró. ―Así
que, ¿puede que tu error haya sido intentar tratarlo como
has hecho con los demás también?
―Jungkook es importante para mí, mi intención no es
tratarlo como a los demás ―Se defendió. ―Por supuesto
que quiero acostarme con él. Incluso ahora que estamos
peleados, pienso en lo mucho que deseo estar con él y
besar todo su maravilloso cuerpo. Pero no lo es todo, ¿de
acuerdo? Con Jungkook el sexo jamás lo ha sido todo. Hay
más, mucho más, que quiero establecer con él
―Es bueno que lo tengas claro ―Taehyung presionó su
hombro, dedicándole una sonrisa. ―Ánimo, tonto, estoy
seguro de que lo arreglarán. Apuesto a que Jungkook
volverá a tus brazos en cuanto le digas lo que acabas de
decirme, él quizás sólo está algo asustado ―Se levantó.
―Ahora, iré por algo de comer, ¿sí? Debes tener hambre
luego de venir hasta aquí
Jimin observó a su amigo dejar el cuarto, sin poder decirle
que en realidad lo que menos deseaba era comer. Desde lo
sucedido con Jungkook había estado cuestionándose hasta
su aspecto y estaba seguro de que también debía hacer
algo al respecto. Después de todo, siendo el chico atractivo
del que todos hablaban, él había sido rechazado.
¿Y si en el fondo Jungkook, más allá sobre ir rápido o
lento, se había sentido incómodo con su aspecto? ¿O su
cuerpo? ¿Tal vez pensó en él como alguien desagradable?
¿Cómo saberlo? El menor siempre era demasiado amable.
¿Y si eso lo llevó a limitarse sólo para no hacerlo sentir mal?
Jimin mordió su pulgar, sintiéndose enfermo. ¿Acaso todo
lo vinculado a él estaba mal? Si no había respuestas
concretas de parte del menor... ¿existía la posibilidad de que
tanto su personalidad como su físico fueran el problema? En
el pasado, incluso si él no fue el chico más simpático para el
resto, nadie dudó en acostarse con él. El Jungkook que él
conocía, probablemente no podría interesarse menos en el
aspecto de alguien. ¿Pero y si realmente nunca llegó a
conocer al menor?
Jimin se dejó caer en el colchón, observando al techo.
¿Cuándo había sido la última vez que se había sentido tan
miserable y poca cosa? Cuando tenía 13 años.
Rió con dolor, sintiendo las lágrimas en sus ojos; él no
quería volver a sentirse como a sus 13 años.
Park, definitivamente, se estaba derrumbando ante el
nuevo rechazo.
Nota:
Bueno, para entender un poquito mejor a Jungkook y cómo
llegó hasta este punto (?). Las pocas ocasiones en que JK
llegó a comparar entre Jimin y Hoseok, muchas personas
pensaron que era porque él no había superado a Hobi y lo
extrañaba. Creo que debería ser más conscientes de que, la
razón por las que los compara es porque "si Hoseok era de
tal modo, pero terminamos así, ¿qué me asegura que no
sucederá con Jimin?" (considerando que, por la descripción,
Jimin es mucho más activo que Hoseok). Así que,
básicamente, está aterrado ¿?.
De todas formas, lo irán entendiendo mejor con el tiempo
unu. Los personajes aún necesitan hablar más de sí
mismos~
[20]

Jungkook pasó su última semana de vacaciones en cama


debido a la gripe. Durante año nuevo se había quedado en
pijama y ni siquiera la visita de su hermano mayor consiguió
animarle. Nadie en casa insistió respecto a Jimin y eso le
trajo un poco de tranquilidad, pero los mensajes en su
celular poco a poco se la arrebataron. Él no estaba seguro
de ser capaz de hablar con Jimin, a pesar de la insistencia
de este.
―¿Dónde te habías metido? ―Jungkook se sobresaltó
cuando, al atravesar la puerta de su cuarto, la voz de
Seokjin estaba cargada de reproche. ―Con Yoongi
queríamos invitarte a cenar. ¿Era tan difícil contestar tu
celular?
Jungkook dejó su bolso sobre la cama y caminó hasta su
escritorio, buscando en su gaveta el teléfono que había
conservado apagado esos últimos tres días. Desde su
regreso a clases, ya no podía soportar ver el nombre de
Jimin en el identificador; lo estaba consumiendo.
―No puedo creerlo ―Seokjin le miró anonadado. Jungkook
caminó de regreso a su cama, manteniendo la mirada baja.
―¿De verdad vas a llegar hasta este extremo, Jungkook?
¿De qué te sirve un celular si lo vas a mantener apagado
sólo para evitar a un chico? ―Suspiró, exasperado. ―¡Sólo
bloquéalo si no le vas a contestar!
―Pero no quiero bloquearlo... ―Musitó avergonzado. ―Él
no merece eso
―¿Pero sí merece que no contestes sus llamadas ni
mensajes? ―Preguntó. Jungkook miró con tristeza su bolso
para luego abrirlo. ―Llevamos sólo 3 días desde que
retomamos las clases, Jungkook, no puedes continuar de
esta forma. ¿Planeas esconderte hasta que él termine su
carrera? Porque lamento recordarte que sólo va en su cuarto
semestre
―Ya está bien ―Lo detuvo, sacando unos sobres de su
bolso.
―No está bien y- ―Miró lo que tenía su amigo en las
manos, curioso. ―¿Qué es eso?
―Son las últimas sesiones que hice con Jimin. Fui a
revelar las fotos para poder ordenar sus álbumes y
entregárselos
―¿Y planeas dejárselos a la entrada de su cuarto para no
tener que mirarlo? ¿Le harás devolución de las sesiones
restantes también? ¿Sin decirle nada? ―Jungkook tragó
saliva con nerviosismo, alzando su mirada hacia su mejor
amigo para enseñarle sus ojos empañados. ―Dios mío,
sabes que no soportas estar lejos de él, deja de hacerte esto
―Le pidió, ahora más calmado para ir hasta él.
―Pero estoy asustado, hyung ―Frotó sus ojos, alejando el
deseo de llorar. ―Jimin quiere que sea su novio y yo no
estoy capacitado para serlo
―¿Qué es eso de estar capacitado? ¿Las personas hacen
un tipo de curso para poder conseguir pareja? ―Jungkook
hizo un puchero inconsciente y Seokjin lo atrajo a sus
brazos. ―Sé que eres más valiente que esto. Y Jimin merece
que al menos le hables. No llegarás a ningún lado si te
escondes
―No quiero que él me odie ―Susurró.
―Bebé, no vas a evitar eso si sigues dándole la espalda
de esta manera ―Se distanció de él, sosteniendo su rostro
para acariciarlo. ―Reúnete con él, ¿de acuerdo? No te
martirices de esta forma. No te estoy diciendo que le vayas
con él y le digas que sí a todo, sólo que, quizás, deberían
escucharse adecuadamente
Jungkook suspiró, asintiendo con decaimiento. Él no quería
perder a Jimin. Si existía la remota oportunidad de al menos
permanecer como amigos, iba a intentarlo. Esperaba que el
rubio estuviera lo suficientemente tranquilo para escucharlo
también.
◇◆◇◆◇
Jimin dejó la última práctica del día completamente
hastiado. Su humor empeoraba con el paso de los días y
temía comenzar a desquitarse con sus compañeros.
Mantener la calma y usar el baile para despejar su mente
habría sido lo ideal, pero era difícil ser ajeno a los
cuchicheos de todo a su alrededor.
Porque todos, absolutamente todos, hablaban del vídeo
del baile de navidad.
―Hey, Park, ¿qué se siente estar cogiendo al niño bonito
de la universidad? ―Dijo uno de los chicos del grupo
mientras usaban el vestuario. ―Te lo tenías bien guardado,
¡felicitaciones, campeón!
Jimin abandonó el lugar, ignorando los comentarios. Por lo
general, sus compañeros eran buenos chicos y él tenía
buena relación con la mayoría, pero nada impedía que a
veces se comportaran como imbéciles. ¿Qué era lo gracioso
en eso?
―¡Jimin! ―El rubio se detuvo en el pasillo cuando escuchó
una voz tras de él. Otro de los chicos de su clase corría en
su dirección. ―Pues, verás... ―Tomó un respiro cuando
estuvo a solo dos pasos de él. ―Te he visto solo esta
semana, así que saqué mis conclusiones y... bueno ―Se
encogió de hombros. ―¿Quieres ir a comer conmigo hoy?
―Jimin enarcó una de sus cejas, preguntándose si había una
doble intención ahí.
―¿Sólo comer?
―Bueno, el resto lo dirás tú ―Soltó una risa. Jimin
comenzó a irritarse ante la insinuación. ―Como dije, te he
visto solo, y pensé que quizás el terreno estaba libre.
Honestamente, eres un chico lindo y me gustas. ¿Podríamos
divertirnos juntos, no? ―Habló con ligereza.
Oh, lo que faltaba, un imbécil aprovechador de la
situación.
―¿Qué te hace pensar que podría acostarme contigo,
JoonSoo? ―Respondió con molestia. ―Piérdete
―Oh, ¿así que de repente te has vuelto exclusivo? ―La
sonrisa que en un principio fue amable, se volvió burlona.
―Supongo que es verdad que estás saliendo con Jungkook
entonces. ¿Te sientes demasiado genial para el resto ahora
que sales con el chico bonito de la universidad? ―Alzó su
barbilla con suficiencia. ―¿Ahora nos mirarás en menos? No
te creas la gran cosa cuando sólo eres un superficial del
montón
Jimin pasó una mano por su cabello, harto. ¿Las personas
se habían puesto de acuerdo para molestarlo? ¿Y por qué
ese imbécil repentinamente fingía estar interesado en él?
Claro, porque era la comidilla de la facultad actualmente, y
los chismosos hacían de todo por un poco de atención.
―Realmente no conoces la vergüenza si tratas a Jimin de
superficial ―El rubio se irguió al escuchar esa voz
defendiéndole y sus ojos rápidamente buscaron a Jungkook,
quien caminaba a ellos con una expresión de infinito
desprecio. ―¿Qué hay de bueno en ti, desconocido?
―Jungkook se paró frente a él, dándole una sonrisa
socarrona. ―¿No quieres salir con Jimin sólo porque es un
chico atractivo también? ¿Al menos sabes algo más de él
además de la forma en la que luce? Deja de dar pena,
imbécil
Jimin le miró sorprendido al escuchar el crudo tono de voz
empleado. Mirando a su alrededor, quiso maldecir al notar
que los estudiantes habían comenzado a detenerse para
prestar atención a la discusión.
―Jungkook, no vale la pena ―Lo llamó. La expresión del
menor rápidamente se relajó mientras volteaba a verlo.
―Sólo vámonos, ¿sí?
Jungkook asintió y fue hasta él, mirándole con timidez
para comenzar a caminar hasta la entrada del edificio. Sin
embargo, el otro chico, con su orgullo herido, no quiso
terminar las cosas ahí.
―No te sientas tan especial, Jeon ―Habló en voz alta
JoonSoo. ―Sólo eres su juguete nuevo. Todos saben que
Jimin no es diferente de una perra en celo
Usualmente Jimin habría ignorado ese tipo de
comentarios. Él había estado con chicos, pero aún podía
contarlos con los dedos de su mano. E incluso si no pudiera,
¿qué le importaba al resto su vida sexual? Era innecesario
para él pelear con idiotas. Pero eso no impidió que Jungkook
sólo se tomara un segundo para empujar al chico
bruscamente contra una pared, manteniéndolo inmóvil con
ayuda de su brazo.
Los ojos de JoonSoo se abrieron con impresión cuando el
pelirrojo lo miró como si estuviera planeando su muerte.
―Discúlpate ―Bramó.
―Jungkook, él no lo hará, no pierdas tu tiempo ―Jimin lo
miró cansado, incluso si en el fondo se sentía feliz por la
defensa.
―Entonces supongo que estará aquí por el resto del día
―Respondió con molestia, sin quitar sus ojos de aquel que
le miraba furioso e intimidado. ―Discúlpate ―Repitió.
Con su orgullo doblegado y sintiéndose como el más
grande imbécil, JoonSoo escupió la disculpa con sumo
recelo. Jungkook lo soltó, mirándole con la nariz arrugada y
clara repugnancia en los ojos. Y Jimin se preguntaba cómo
alguien que la mayoría del tiempo lucía como un ángel,
podía sacar un lado tan oscuro de sí mismo.
Maldición, Jungkook se veía caliente con esa expresión
amenazante.
―Si me entero de que estás molestando a Jimin de nuevo,
no seré tan amable contigo ―Le advirtió, dándole la espalda
después de un último escrutinio.
Jimin miró a JoonSoo, luciendo una sonrisa autosuficiente.
Yendo detrás del menor, infló el pecho mientras repartía
miradas a los curiosos, como si quisiera afirmar con orgullo
que efectivamente él, Park Jimin, tenía a ese chico por
novio.
Con la diferencia que él no estaba seguro de que así
fuera. Y el solo recordatorio de aquel gran detalle, hizo que
su rostro se arrugara con frustración mientras sus filosos
ojos se detenían en la espalda del otro chico. ¿Por qué
estaba Jungkook ahí, de todos modos? ¿No había estado
evitándolo por días? ¿Acaso pretendía venir a él como si
nada luego de haberlo ignorado?
Oh, no, él no había llorado por ese chico en vano. Merecía
una explicación.
―Jungkook ―Se detuvo a mitad del campus con él, su voz
saliendo más molesta de lo que pretendía. ―¿A dónde
vamos?
―¿Uhm? ―El menor giró a verlo, luciendo un poco
abochornado. ―Pensé en invitarte a un café para charlar.
¿Quieres ir?
―¿Hablas en serio? ―Dio un paso lejos de él, mirándole
como a un fenómeno. ―Me apartas de ti, ignoras mis
mensajes y llamadas, ¿y ahora pretendes aparecer en mi
facultad, dártelas de héroe e invitarme a un café como si
todo estuviera bien entre nosotros?
―Sé que no actué bien. Sé que las cosas no están bien
entre nosotros. Por eso es que quiero charlar, ¿de acuerdo?
El café es solo... para no quedarnos aquí parados ―Apartó
la mirada, bajando la voz. ―¿Qué tiene de malo un café?
―Susurró.
―Que probablemente lo lanzaré sobre tu cabeza si me
haces enfadar ―Respondió cortante. Jungkook suspiró con
intranquilidad, mirándole con ojos de cachorro herido. ―No
iré a ninguna parte contigo si no me das las explicaciones
que quiero. ¿Viniste a buscarme porque estás arrepentido
de tus actos? ―Preguntó. ―Si es así, te dejaré disculparte.
Hazlo ahora
―¿Arrepentido? ―Repitió más para sí mismo. ―Hyung, no
es... no es arrepentimiento. Quiero decir, si es sobre lo que
sucedió al final de nuestro paseo, no me arrepiento de ello.
Aún mantengo mi palabra sobre no querer una relación
contigo ―Habló claramente. ―Pero sé que he sido un patán
y un cobarde, eso es por lo único que me arrepiento. Siento
haberte ignorado, hyung. Ahora, ¿está bien para ti si
volvemos a empezar? ―Se acercó a él, mirándole
suplicante. ―¿Aún podemos ser amigos?
―¿Te estás riendo de mí? ―Jungkook negó con la cabeza,
decaído. ―¿De verdad quieres ser mi amigo?
―No quiero perderte ―Confesó. ―Sé que fui yo quien lo
arruinó. Pero aún-creo que aún puedo ser un buen amigo
para ti ―Su voz tembló. ―Haré todo lo posible para ser un
amigo digno de ti. Siento... siento no poder ofrecerte más
que eso
Jimin le miró, escéptico, sin poder creer las palabras que
salían de su boca. ¿Me gustas mucho? ¿Estoy enamorado de
ti? ¿Dónde mierda habían ido a parar esas palabras?
¿Jungkook de verdad estaba jugando con él?
Peinó sus cabellos hacia atrás, riendo con amargura, como
si estuviera a punto de colapsar. No entendía nada, pero sus
emociones hablaban por sí solas; estaba enojado. Se sentía
malditamente frustrado y con ganas de romperlo todo.
Nunca antes un chico lo había hecho sentir tan furioso. Y
viéndolo ahí de pie, a solo dos pasos de él, mostrándole sus
bonitos ojos decorados con ojeras de cansancio, quiso
odiarlo porque incluso así lucía malditamente perfecto.
Él, que se había enamorado del menor, se había vuelto un
completo desastre. ¿Y Jungkook? Jungkook seguía luciendo
como un maldito Dios.
Jimin quería tomar su corazón y hacerlo añicos, tal como
se sentía ahora. Tal como Jungkook había hecho con él.
―Olvídalo ―Finalmente dijo, terminado su risa
abruptamente para mirarlo a los ojos. ―¿Amigos? Jungkook,
desde un inicio ese ni siquiera fue el plan ―Confesó, las
comisuras de sus labios alzándose mientras desaparecía la
distancia entre ambos. ―Mi chico bonito, ¿cómo puedes ser
tan ingenuo? ¿Por qué me acercaría a alguien por amistad?
Ya tengo mis propios amigos, no necesito más que ellos
―Pero-
―¡Eh! ―Puso su índice contra sus labios, callándolo.
―Entonces, ¿por términos profesionales? Por supuesto que
no. ¿De verdad me creíste cuando dije que requería tus
servicios? No me interesan tus fotos, idiota, me interesas tú
―Aclaró. ―No me importa lo que haces. Honestamente,
todo en ti luce como un chico aburrido, y es un poco
exasperante ―La expresión del menor ensombreció. ―Así
que, al final del día, sólo eres un chico caliente para mí,
Jungkook. Me acerqué a ti por sexo, me quedé a tu lado por
sexo. Si no vas a dármelo, entonces esto llega hasta aquí.
No fuiste un amigo. Y, actualmente, ni siquiera sirves para
pasarlo bien ―Se distanció de él, mirándole con falsa
empatía. ―Es una lástima, ¿eh? Quizás un par de cogidas te
habrían quitado lo mojigato
Jimin volvió a pasar una mano por su cabello, sintiéndose
satisfecho. Sin embargo, tras darle la espalda, no pudo
evitar dar el último golpe.
―Oh, y, Jungkook ―Le miró por sobre su hombro. ―Te diré
esto en compensación por el tiempo que estuvimos juntos,
¿eh? ―Agitó su mano. ―Nadie se enamorará de ti, jamás.
Las personas no se enamoran de personas guapas, se
enamoran de su cara. Siempre serás sólo eso, el chico
bonito, el rey de la universidad; las personas que te
busquen lo harán por tu aspecto. ¿Ver más allá de ti? Nadie
hace eso. Deja de soñar despierto, es asqueroso
Y ahora sí, no tuvo más que decir. Alejándose con la
certera victoria de haber lastimado al chico que lo dañó,
intentó sentirse orgulloso de ello. Tristemente, ¿por qué
fueron sus lágrimas las que escaparon mientras su corazón
se sentía cada vez más pesado?
◇◇◇◇◇
Los primos Kim miraron fijamente a Jimin, quien se
encontraba encorvado en el sillón del frente luciendo
completamente lamentable. Desde que había llegado hace
media hora, había conservado aquella expresión de perro
moribundo y ninguno de los dos sabía cómo iniciar una
conversación con él. Por lo general, era Jimin el que llegaba
a casa y hablaba hasta por los codos, dando detalles de su
vida personal que a ninguno de los dos les importaba.
Entonces, ¿qué tenían que hacer ahora que sólo parecía un
fantasma?
Habían fracasado incluso viendo la televisión, porque
nadie podía poner atención con Jimin suspirando cada 2
minutos.
―Ya basta ―Namjoon apagó la televisión, harto. ―¿Nos
vas a decir cuál es tu problema? Sé que las cosas no andan
bien con Jungkook, pero en vez de estar ahí sentado
lamentándote, ¿no deberías ir a hablar con él? ―Le
cuestionó al rubio.
―Ya hablé con él, me buscó
―¿Sí? ―Taehyung se irguió, sorprendido por la noticia. Si
Jimin aún mantenía su cara larga, eso significaba que el
resultado no había sido bueno. ―¿Qué te dijo?
―Pura mierda ―Chasqueó con la lengua. ―Lo siento y
cosas estúpidas, sólo para poner la guinda del pastel
proponiéndome ser amigos. Sólo amigos ―Miró a los Kim.
―¿Pueden creerlo? Está malditamente loco. He coqueteado
con él por meses y, desde hace un tiempo, eso parece
hacerle especialmente feliz. ¡Actuamos como una pareja por
casi dos semanas! ¿Y de repente me dice que quiere ser mi
amigo? ―Su rostro enrojeció de pura frustración.
―¿Amigos? Los amigos no hacen las cosas que nosotros
hicimos. Dormí con él, compartí con su familia, paseamos de
la mano y besé lugares que no son exactamente amistosos.
Si él cree que podemos ser amigos después de eso,
realmente es un desquiciado
―Bien, él acaba de vomitarlo todo y dar los detalles que
no pedimos ―Murmuró Namjoon mediante un suspiro
cansino.
―¡Los detalles son importante! ―Se exaltó. ―Al menos
que tengamos una relación sexualmente conveniente, no
debimos hacer nada de eso. ¡Jungkook me dijo claramente
que él no era la clase de chico que haría eso con cualquiera!
¿Y ahora pretende desecharme como si nada? ¿No ha sido
un insensible al darme alas? Puta mierda, ¡le pedí que fuera
mi novio y él dijo que sí! ¿Qué clase de persona cambia de
opinión sólo un par de horas después?
―Alguien indeciso ―Respondió el mayor del grupo.
―Pero, personalmente, creo que la historia entre los dos
tiene ciertos huecos, como si te faltaran cosas por saber de
él. Así que, reitero, ¿no puedes ir y hablarle
civilizadamente?
―¿Le preguntaste cuál era el problema? ¿Por qué estaba
cambiando de opinión sobre ustedes? ―Jimin miró fijamente
entre los primos Kim. ―No lo llevaste a un extremo, ¿cierto?
¿Fuiste amable con él?
―¿Me rompió el corazón y debo ser amable con él?
―Preguntó con amargura.
―Debes serlo si quieres llegar a entenderlo. A los gritos
no lograrás que confíe en ti ―Jimin hizo una mueca con los
labios. ―Oh, mierda, ¿qué le dijiste? ―Preguntó Taehyung,
sintiendo miedo de repente. La expresión de Jimin no decía
nada nuevo, y aunque podía comprender que estaba dolido,
no le gustaba imaginar un peor panorama.
―Puede que me haya dejado llevar por mi enojo
―Murmuró. ―Así que le dije que desde un principio yo sólo
pretendía follarlo, para que no se sintiera tan especial
―Namjoon le miró con pena mientras Taehyung maldecía y
cubría su rostro, sobrellevado. ―Le dije que nadie le querría
jamás, que siempre se acercarían a él por su rostro bonito
―¿Cuál es tu problema? ―Preguntó con exasperación el
menor. ―Dices que estás enamorado de él, ¿y le dices
cosas tan crueles? ¿Cómo te sentirías si te dijeran lo mismo
a ti? ―Jimin bajó la mirada. ―Mira, puedes estar todo lo
molesto que quieras, pero nada justifica lo que le has dicho
―Estaba herido ―Musitó.
―Bueno ―Namjoon rascó su barbilla. ―Ahora los dos lo
están. ¿A eso llamas justicia, Jimin?
―Sé que no estuvo bien, ¿de acuerdo? Jungkook es
maravilloso, cualquiera que tuviera la oportunidad de
conocerle sabría que es mucho más que un chico atractivo.
¿Pero qué se supone que debo hacer?
―Retractarte, buscarlo, ser honesto con él ―Señaló
Namjoon, levantándose al oír el timbre. ―No creo que eso
suponga una gran dificultad para ti si realmente quieres
tener una relación con él. Si explotas al primer problema,
hermano, te aseguro que jamás conseguirás una relación
estable y duradera
Jimin mordisqueó su labio, viendo al mayor salir del salón.
Girando desesperadamente hacia su amigo, este se encogió
de hombros, sin saber qué más decirle. Taehyung golpeó el
espacio vacío junto a él al ver que el rubio estaba a punto
de largar lágrimas.
―De verdad quiero estar con él ―Dijo el mayor,
refugiándose en él.
―Sé que es así, pero Namjoon tiene razón también.
Tienes que volver a hablar con él, Jimin ―Taehyung acarició
sus cabellos. ―Y vas a disculparte también. Aunque
Jungkook te haya lastimado también, tienes que saber
aceptar tus propios errores
Jimin suspiró con fuerza, asintiendo desganado mientras
frotaba sus ojos, alejando el prominente deseo de llorar. Él
nunca había sido un llorón y tampoco pretendía comenzar
ahora.
Dirigió una mirada muerta a las nuevas visitantes en
cuanto estas atravesaron la entrada, con Yeontan corriendo
alrededor de ellas para saludarlas.
―¡Buenas noticias, chicos! ―Anunció Jeonghwa
alegremente, deteniéndose al ver al rubio. ―¿Aún tienes
esa cara de funeral?
―Buenas tardes para ti también, Jeonghwa ―Contestó
con un chasquido, volteando hacia Namjoon y su novia,
quien se agachaba para tomar a Yeontan en brazos. ―Hola,
YooJung
―Hola, Jimin-ssi ―Sonrió con empatía, inclinando su
rostro. ―¿No has conseguido hablar con Jungkook aún? ―El
rubio se encogió en su sitio, sin querer responder.
―Uh, hombre, no seas tan lamentable ―Jeonghwa fue
hasta él, empujando a ambos amigos para sentarse entre
ellos. ―Tengo la solución perfecta para las caras largas. Mis
padres saldrán de viaje mañana temprano. ¿Saben que
significa eso? ¡Qué haremos la mejor fiesta de regreso a
clases! ―Abrazó a ambos chicos por los hombros,
sacudiéndolos.
―Que llames a tu fiesta una fiesta de regreso a clases ya
es bastante asqueroso, paso ―Gruñó el rubio, soltándose
del agarre.
―Hey, tú amas las fiestas ―Contestó sorprendida y,
cuando no obtuvo ningún comentario de su parte, volteó
hacia su otro amigo. ―¿Tae? Tú también crees que Jimin
necesita mover un poco sus caderas, ¿cierto?
―¿Lo necesita? Él probablemente lo hace todo el tiempo
en sus prácticas de danza ―El resto rió. Taehyung se sintió
un poco cohibido cuando la pelinegra le miró con un
puchero en los labios. ―Tienes razón. Jimin, una fiesta te
animará, siempre lo hace. Y tenemos que ir a la casa de
Jeonghwa, he escuchado que es impresionante
―¡Además! ―La chica brincó en su sitio, recuperando su
sonrisa. ―Ya he invitado a Seokjin y a Yoongi, me los he
encontrado con YooJung en la facultad antes de venir ―Rió
victoriosa. ―¡Les he dicho que trajeran a Jungkook también!
―A Jungkook no le gustan las fiestas ―Murmuró Park de
mala gana, observando la alfombra.
―Pero es mi fiesta. Si yo le simpatizo, él tendrá que asistir
―Respondió con convicción. ―Entonces, cuando se
encuentren ahí, ustedes se mirarán, recordarán que son el
uno para el otro, se jurarán amor eterno, y bailarán bajo las
luces mientras se besan. La mejor historia de amor jamás
contada ―Asintió, pegándose más a Taehyung para alejarse
de Jimin cuando este se abrazó a sí mismo, hundiendo su
cara en sus rodillas para comenzar a dramatizar lloriqueos.
―Jesús, dile algo, él es un desastre
―Jungkook me va a rechazar ―Lloriqueó el rubio.
―Jungkook es un gran chico ―Intervino YooJung,
dedicándole una sonrisa tranquilizadora. ―Estoy segura de
que él verá lo triste que luces y estará dispuesto a hablar
adecuadamente contigo
Jimin la miró fijamente y asintió, intentando confiar en su
palabra. Quizás YooJung tenía razón; probablemente
Jungkook querría escucharle. ¿Pero cómo sería capaz de
lidiar con la espera y el pesimismo?
◆◆◆◆◆
Jungkook miró las fotografías regadas en su cama,
intentando ordenarlas. Luego de su encuentro con Jimin
aquella tarde, ni siquiera imaginó que verlo a través de una
fotografía sería tan doloroso. Juntó todas las fotos,
intentando ignorar los increíbles pasos de algunas, su brillo
personal en el escenario, su sonrisa deslumbrante en la
azotea y... los momentos compartidos en la playa. Todo
quedó guardado en sobres que abandonó a la suerte en su
escritorio. De regreso en su cama, apoyó su rostro contra la
almohada mientras luchaba contra sus pensamientos.
"Pero si quieres mi consejo, tienes que reventar tu
burbuja ahora. No serás feliz con él. Él no te querrá tal cual
eres. ¿Te has preguntado siquiera de qué está hecho ese
chico? Si él se fijó en ti... es por razones bastante
específicas."
Taemin no podía tener razón. Sus palabras no le habían
hecho dudar ni un poco en el pasado. La manera dulce en la
que Jimin le miraba, jamás pensó en ella como simple
atracción física o un deseo superficial. Sin embargo ahora...
"Nadie se enamorará de ti, jamás. Las personas no se
enamoran de personas guapas, se enamoran de su cara.
Siempre serás sólo eso, el chico bonito, el rey de la
universidad; las personas que te busquen lo harán por tu
aspecto. ¿Ver más allá de ti? Nadie hace eso. Deja de soñar
despierto, es asqueroso."
―Razones bastante específicas... ―Susurró, sentándose
en su cama para tomar su teléfono, activando la cámara
frontal. Miró con desinterés su propio rostro
Así que... Jimin lo había llamado sólo un chico bonito. De
verdad lo había hecho. Había sido tan cruel, él ni siquiera
imaginó que el rubio podría llegar a serlo. Pero, ¿y si sólo
estaba cegado por la rabia del momento? ¿Y si Jimin
realmente le quería y había dicho esa clase de cosas como
una clase de mecanismo de autodefensa?
Jungkook no iba a justificarlo; sus palabras habían dolido
horriblemente. Pero él no podía creer que el chico que actuó
amorosamente con él por un tiempo, sólo estaba jugando
para llevarlo a la cama. Jimin no podía ser así. Si su Jimin
era realmente tan frívolo, eso significaba que él jamás había
llegado a conocerle, y Jungkook se negaba a creer que esa
era la verdad.
Park Jimin no era un mal chico.
Se escuchó la puerta del cuarto seguida de las voces de
sus amigos. La alegría pareció esfumar de ellos cuando lo
encontraron en su cama, luciendo como un alma en pena.
Jungkook ni siquiera pudo fingir una sonrisa para aparentar
que todo estaba bien con él.
―Hey, ¿por qué esa cara larga? ―Preguntó Seokjin,
dejando sus pertenencias sobre su cama. ―¿No has
conseguido hablar con Jimin?
―No es eso ―Musitó, dejando su celular sobre la mesa de
noche. ―Hyung, ¿soy lindo?
―¿Uhm? ―La mirada del mayor se amplió. ―Por supuesto
que lo eres; eres el chico más bonito de toda la universidad.
¿No es así, Yoongi? ―Miró a su novio, sonriente. Yoongi
asintió automáticamente en respuesta. ―¿Ves? ―Volvió a
girar hacia su amigo, quien en un suspiro exhaustivo se dejó
caer de espaldas en el colchón. ―¿Bebé? ―Llamó
confundido. ¿Acaso había dicho algo malo?
―Sé que no debería decir esto... ―Su voz salió ahogada
sin que pudiera controlarlo. ―Pero si mi rostro es todo lo
que el resto puede ver, entonces desearía haber nacido
como lo que algunos llaman un chico feo. ¿Las personas
tomarán más en cuenta mis sentimientos si yo dejo de tener
un buen aspecto? ―Cubrió su rostro.
―Hay belleza para todos los gustos ―Murmuró Yoongi.
―Objetivamente, todos podrán asumir que eres guapo, es
innegable. Pero, subjetivamente, no significa que esa
belleza sea del gusto de todos. No deberías calentarte la
cabeza por ello ―El menor descubrió su rostro, observando
el techo. ―Y, ¿Jungkook? Independientemente de nuestra
apariencia, independientemente de si gustamos o no a la
vista, siempre existirá quien pueda lastimarnos
―Tienes razón ―Susurró.
―¿Acaso Jimin te ha dicho algo al respecto? ―Preguntó
Seokjin con inquietud, sentándose al lado de su amigo.
―Él dijo que se acercó a mí sólo porque quería llevarme a
la cama ―La pareja intercambió miradas. ―Y ya que le pedí
que fuéramos amigos, me dijo que ya no tenía sentido estar
juntos... o algo así. Si no iba a conseguir lo que quería, ya
no valía la pena. Y que el resto... ellos siempre se acercarían
a mí sólo porque soy un chico bonito, que nadie me querrá
nunca para algo serio
La habitación se quedó en silencio mientras Jungkook
giraba, dándoles la espalda a sus amigos, sintiéndose
avergonzado. ¿De qué? No estaba seguro, pero era
humillante reconocerles a sus amigos que había estado
suspirando como un tonto por alguien que... que...
Lo hizo sentir tan insignificante.
Seokjin mordió su pulgar, observando la mirada muerta
de Yoongi. Ambos estaban molestos, pero el último lo
estaba más. No había recriminación en su expresión, pero
Seokjin podía escuchar sus pensamientos gritándole un "¡te
lo dije!". Pero no se suponía que iba a ser así, ¿no? Jimin
estaba enamorado de Jungkook, ambos lo habían visto. No
podía ser posible que ahora sólo escupiera esa clase de
palabras.
―¿Crees que él hablaba en serio cuando dijo esas cosas
crueles, Jungkook? ―Cuestionó Min. El menor negó con la
cabeza, aún sin mirar. ―Pero no por eso duele menos,
¿cierto? ―Y ahora el joven asintió.
―Oh, Jungkookie ―Seokjin se acostó a su lado,
abrazándolo por la espalda. ―No voy a justificar a Jimin,
porque incluso con sólo escuchar esto tengo deseos de
golpearlo, pero si él habló desde su rabia, es porque
probablemente está muy herido también
―Lo lastimé ―Susurró.
―No es tu culpa
―Le dije que estaba enamorado de él, acepté cuando me
pidió ser su novio y ahora sólo le ofrezco amistad, por
supuesto que es mi culpa
―¿Por qué no sólo eres honesto con él? Estás asustado.
¿Por qué no se lo dices, Jungkook? ―El menor dio la vuelta,
mirándole con los ojos empañados. ―Jimin te entenderá
Oh, él no lo haría; Jungkook estaba seguro de que no lo
haría. Seokjin era amable y sólo estaba siendo demasiado
positivo. Taemin tuvo razón al decir que nadie querría un
novio como él.
Al fin y al cabo, Hoseok tampoco lo quiso.
―Jeonghwa hará una fiesta mañana, estoy seguro de que
Jimin irá ―Anunció el mayor.
―Seokjin ―Llamó con reproche su novio.
―Sólo lo estoy poniendo al tanto de ello. Creo que
Jungkook merece tomar la decisión por sí mismo, ¿no?
―Acarició los cabellos rojizos, mirando atentamente el
rostro deprimido de su amigo. ―Además, él puede asistir a
la fiesta incluso si no desea hablar con Jimin. Jimin no es el
centro del universo ―Les recordó.
Sin embargo, Jungkook no podía darle la razón. Aun
sabiendo que Jimin no era el centro del universo, su corazón
estaba completamente a merced de él.
Era horrible la sensación de que su corazón pertenecía a
alguien más.
Nota:
Vieron que las cosas siempre pueden ir un poco peor (?). ¡Se
nos viene una nueva fiesta!

💔
Siento no poner dedicatoria en estos últimos capítulos, pero
publico desde la app y ahí no está la opción
[21]

Jimin miró fijamente el interior de la casa de Jeonghwa.


Tomando en cuenta que la chica era bastante normal y
trataba a todos como un igual, ni siquiera habría imaginado
que vivía tan cómodamente.
Y, claro, él podría estar disfrutando de la gran fiesta que
estaba en pleno auge alrededor de él, pero era difícil no
sentirse decepcionado si veía hacia todas las direcciones y
Jungkook todavía no entraba en su campo de visión. Y en
caso de aparecer, ¿qué le diría exactamente? "Lo siento, me
extralimité, no quería decir eso, pero sigo sin querer ser tu
amigo"; no estaba seguro de que esa fuera la solución.
―¿Vas a quedarte aquí parado toda la noche? ―Preguntó
Taehyung a su lado. Jimin lo miró cuando su voz le sonó un
tanto extraña.
―¿Estás ebrio?
―Nop ―Y dio un sorbo a la lata de cerveza. ―No lo
suficiente ―Rió como un niño que hacía una travesura.
―Taehyung-
―Vamos, Jimin, nada te impide divertirte en lo que llega
Jungkook. Además, ni siquiera estás seguro de qué vendrá.
Has pasado media hora ahí de pie, quita esa cara larga y
muévete un poco ―Pidió.
―Empiezas a sonar como Jeonghwa, basta
Taehyung frunció su ceño, queriendo rebatir, pero la idea
se perdió cuando trastrabilló debido a que alguien más se
había colgado por su espalda. Jimin alcanzó a sostenerlo
antes de que ambos chocaran.
―¡Taehyung! ―Jeonghwa chilló, descolgándose de él para
hacerlo girar. ―¡Vamos a bailar!
―Pero estoy bebiendo y-
―¡Ahora! ―Y sin darle opción, le quitó la lata para dársela
a Jimin y luego arrastrarlo hasta la muchedumbre.
Jimin suspiró, terminando lo que quedaba de cerveza en la
lata de Taehyung. Quizás lo mejor sería ir por más hasta ver
alguna señal de Jungkook en el lugar.
―¿Estás seguro de que Jungkook vendrá? ―Preguntó
YooJung, quien bailaba tranquilamente junto a su novio.
―Lo hará, Yoongi me lo dijo ―Namjoon la atrajo a su
cuerpo cuando una persona estuvo a punto de empujarla
entre el desorden del lugar. ―Mantente cerca de mí, ¿eh?
―No estoy segura de poder mantenerme más cerca de ti
―Rió dulcemente a través de la ruidosa música, deslizando
aún más sus brazos por el cuello de su novio para atraerlo a
ella, dejando un pequeño beso en sus labios. ―Una gran
fiesta no es exactamente mi lugar favorito, pero lo es
cuando estoy contigo. Me gustaría que Jungkook se sintiera
así con Jimin en caso de aparecer
―Espero lo mismo ―Besó su frente, presionándola en un
abrazo. ―Pero mi sexto sentido me dice que Jimin podría
arruinarlo
―Vamos, hay que ser positivos. Jimin quiere a Jungkook,
¿por qué habría de arruinarlo? Eso es autosabotaje
―Namjoon sonrió ladeado, sin saber cómo explicarle a su
novia que probablemente Jimin había pasado demasiado
tiempo actuando frívolamente como para ser
completamente racional de un día para otro. Los cambios
iban de pequeños pasos, no de manera tan drástica.
―¡Hey, tortolos! ―Jeonghwa apareció junto a ellos,
arrastrando a Taehyung consigo. ―¿Lo están pasando bien?
―Ambos asintieron, viendo lo atareado que parecía el de
cabellos grises.
―Me sabe mal dejar a Jimin solo. ¿Por qué no lo invitamos
a bailar también? ―Gimoteó el chico.
―¡Ni hablar! Estás conmigo ahora y Jimin tiene que
esperar a Jungkook, él no morirá por estar un rato solo ―Le
aseguró. ―Además, él fácilmente se hace amigos en la
fiestas, ¿no? No es como si lo estuviéramos dejando a la
deriva. Jimin es un chico de fiestas
Taehyung suspiró, sobresaltándose cuando Jeonghwa pasó
sus brazos por sus hombros, mirándole con una sonrisa
embelesada.
―No están pasando ningún lento ―Murmuró
avergonzado.
―Bueno, eso no parece un problema para ellos ―Rió
ligeramente, mirando de reojo a la pareja junto a ellos.
Taehyung miró a su primo, quien parecía haber regresado
a su pequeño mundo donde YooJung era su centro; ellos
siempre lucían increíblemente enamorados cuando se
miraban a los ojos. Regresando la mirada a Jeonghwa, sintió
su rostro enrojecer cuando esta le guiñó coquetamente.
¿Por qué se estaba sintiendo como una gelatina? Quizás era
por el alcohol.
―Taehyung ―La pelinegra hizo un gesto con la cabeza,
invitándolo a inclinarse para hablarle más de cerca. Sin
embargo, cuando él obedeció y ella se puso en puntillas
para alcanzarlo, sus labios lo encontraron antes que las
palabras.
La música dejó de tener sentido y su estómago se
retorció. Sin embargo, esta vez, Taehyung no pudo culpar al
alcohol. Mientras presionaba a su amiga entre sus brazos y
descubría su dulce boca, su mente supo que su reacción no
era culpa del alcohol.
Pero el alcohol siempre sería la mejor excusa para salir
del paso.
Jimin perdió la cuenta de la cantidad de latas que bebió,
pero para cuando Jungkook llegó, su mundo ya estaba
girando más de lo usual. Se irguió en su sitio, justo al otro
extremo de donde el menor se encontraba junto a sus
amigos. Prestando atención a ellos, vio al joven despedirse
para dejarlos marchar, pues probablemente Seokjin y Yoongi
tenían su propia fiesta por disfrutar.
El rubio humedeció sus labios, reuniendo valor al ver
como su objetivo quedaba solo. Lo siguió con la mirada
cuando se mezcló entre la multitud para tomar asiento en
un taburete, luciendo fuera de lugar, encogido en su sitio y
claramente incómodo. Rió en sus adentros, ¿por qué
Jungkook había decidido asistir siendo que ese tipo de
ambientes lo asfixiaban? ¿Era egocéntrico pensar que el
muchacho había aparecido ahí sólo para encontrarle?
Se metió entre las personas que bailaban, queriendo
llegar a él, mas su camino quedó a medias cuando de la
nada un chico se dirigió a Jungkook, tomando asiento en el
lugar junto a él. Jimin sintió su boca secarse cuando, en vez
de rechazarlo o fingir sordera, el menor le miró con interés y
luego le sonrió.
Maldición, ¿por qué le sonreía de esa manera a otro chico?
Siguió maldiciendo mentalmente, contando hasta 10 para
que Jungkook echara a volar al desconocido con su
particular amabilidad. Pero el chico no desapareció ni con el
paso de los segundos y Jimin decidió dar el caso por
perdido.
Si Jungkook podía disfrutar de esa fiesta junto a un
extraño, él también podía hacerlo. Después de todo, Jimin
era experto en ello. Las personas siempre parecían
desesperadas en obtener aunque sea un mínimo de su
atención, y él abusaría de ese poder.
―De verdad siento estar molestándote con un tema así
durante una fiesta ―Se disculpó el chico que Jungkook
acababa de conocer. ―Pero mi aniversario será pronto, y mi
novia admira mucho tu trabajo
―Me siento halagado ―Admitió, luciendo un poco
cohibido por las alabanzas. ―Sé que es difícil ponerse de
acuerdo en un sitio así, y también debes querer disfrutar la
fiesta, así que, ¿por qué no me pasas tu celular? Registraré
mi número ahí, envíame un mensaje para cuando estén
disponibles
El chico asintió, entregándole el celular. Jungkook guardó
su número para luego devolverle el teléfono, despidiéndose
de él cuando el chico hizo una reverencia de
agradecimiento. Giró hacia la multitud entonces, un poco
feliz de que su trabajo fuera comentado incluso fuera de su
facultad; el dinero extra nunca estaba demás. Sin embargo,
esa felicidad rápidamente se fue cuando sus ojos se
encontraron con los de Jimin. El mayor le miraba fijamente
desde su sitio mientras bailaba pegado a alguien más.
Jungkook no pudo apartar la mirada ni siquiera ante lo
doloroso que fue ver al rubio restregándose contra otra
persona, con completa naturalidad. Además, el chico
sonreía como si se estuviera burlando de él. ¿Lo estaba
haciendo acaso?
Jungkook dio por hecho que ellos no podrían hablar esa
noche. Bajó la mirada y clavó sus dedos en sus jeans
mientras resistía el impulso de levantarse y correr lejos de
ahí. No quería preocupar a sus amigos para terminar por
arruinarles la fiesta.
Escuchó el ruido de la silla a su lado, siendo arrastrada
más cerca de él, volviendo la distancia inexistente. Dejó
escapar un silencioso suspiro cuando un aliento pasado a
alcohol inundó sus fosas nasales.
―Hey ―El desconocido habló cerca de su oreja. ―¿Por
qué tan solo, eh?
Jungkook giró a verle y el chico se echó un poco hacia
atrás para que pudieran mirarse mejor. La mirada
desenfocada y la sonrisa tonta en sus labios le hizo
cuestionarse si su problema era únicamente el alcohol, pues
no lo parecía. Él no estaba seguro de poder tratar con
alguien que lucía un poco fuera de sí.
―Me gusta estar solo ―Respondió con voz neutral,
inexpresivo.
―Los chicos bonitos no nacieron para estar solos,
Jungkook ―Negó con la cabeza suavemente.
―¿Te conozco? ―Al menor le sorprendía escuchar su
nombre de alguien que estaba seguro jamás había visto.
―No lo creo ―Rió. ―Pero a ti, chico lindo, todos en la
universidad te conocen. Después de todo, eres el rey
―Relamió sus labios, observando los ajenos. ―Y desde que
te vieron con Park Jimin, también te convertiste en el sueño
de todo chico gay de la universidad ―Volvió a reír. ―¿Quién
diría que alguien como tú le fuera al otro bando?
―¿Eres uno de esos chicos gay?
―Bingo ―Habló felizmente, tocando su barbilla.
―Lo siento, pero no estoy interesado ―Jungkook apartó la
mirada, frunciendo sus labios cuando, incluso tras el
rechazo, el desconocido no se marchó.
―Siendo honesto, muchos estudiantes creyeron que ibas
en serio con Park ―El chico suspiró, girando hacia la pista
mientras apoyaba su cabeza sobre su hombro, tensándolo.
―Pero, míralo, si él fuera en serio contigo, no estaría con
otros ahora ―Rió entredientes. ―Así que ustedes no son
pareja, ¿eh? Mejor para todos; para mí especialmente.
¿Quieres acompañarme al baño? ―Jungkook lo empujó lejos
de su hombro. ―De acuerdo, un baño es demasiado sucio
para el rey. ¿Quieres ir hasta mi cuarto? No vivo muy lejos
de aquí y ando en mi auto
―¿Piensas conducir en ese estado? ―Le miró como si
estuviera loco, más preocupado por ese dato que por
cualquier propuesta.
―Oh, rey, te preocupas por mí ―Tiró sus brazos alrededor
de él. ―Entonces podemos hacerlo en los asientos de atrás.
Odiaría ensuciar mi auto nuevo, pero no me molestaría
hacerlo si es por ti. Sé que podría resultar algo incómodo,
pero te haré sentir tan bien, que ni siquiera te importará
―Jungkook le miró inexpresivo. El desconocido acarició sus
cabellos, sin dejar de apreciarlo. ―¿Te gusta que te hablen
caliente? Porque te diré todo lo que te haré
―Mira, de verdad no quiero pelear ―Habló con toda la
paciencia que le quedaba. ―Estás ebrio y tengo ventaja
sobre ti. No quiero golpearte
―Pero yo sí quiero golpearte ―Enterró su rostro en el
hueco de su cuello, aspirando. ―Quiero ver tu piel
enrojecida por mis golpes, herirte. Voy a lamer tus heridas y
te gustará tanto ―La respiración de Jungkook se cortó
cuando el desconocido puso uno de sus dedos presionando
contra su garganta. ―Voy a marcarte, Jungkook. Cuando
vuelvas a mirarte frente a un espejo, sólo pensarás en mí y
en lo mucho que te gustó ser follado por mí. Voy a correrme
dentro de ti
―Aléjate ―Murmuró a secas.
―Voy a follarte con mi lengua también ―Rió roncamente.
Jungkook llevó una mano hasta la que hacía presión contra
su garganta, amenazándolo. ―Tengo una cuchilla en mi
bolsillo, ¿quieres verla? ―Preguntó ligeramente, y eso bastó
para que el menor dejara caer su propia mano. ―Buen chico
―Felicitó, distanciándose de él lo suficiente para verlo a los
ojos. ―Ahora, dile a hyung lo mucho que te calienta
imaginar su lengua empujando dentro de ti ―Jungkook no
respondió. ―Si no ocupas tu boca para hablar, tendrás que
hacerlo para otra cosa, Jungkook ―Advirtió.
Los labios de Jungkook temblaron mientras los separaba
para contestar, pero se negaba a complacerle, él sólo quería
defenderse. Tristemente, ¿cómo verificar que realmente ese
chico no escondía algo? Lucía como un desquiciado y él
temía empeorar la situación. Jungkook sintió sus ojos
escocer por frustración cuando, cumpliendo su palabra, el
desconocido le dio otro uso a su boca.
El beso, que era más un desagradable intento del
contrario en meter su lengua en su boca, acabó sólo
segundos después cuando alguien pateó la silla del chico,
haciéndolo perder el equilibrio hasta terminar en el piso.
Jungkook respiró pesadamente y quitó los restos de saliva
de sus labios, aún asustado, viendo al extraño gimotear
desde el piso y a Jimin de pie cerca de él, sus fosas nasales
contrayéndose al respirar con furia.
―¿¡A quién crees que estás besando, imbécil!? ―Vociferó.
El chico se sentó con torpeza, poniendo los ojos en blanco.
La música disminuyó de repente e incluso las luces se
encendieron, todos atentos a la situación.
―Estabas bailado con otros ―Respondió el chico con
ligereza, sin dejar de sonreír. ―Así que puedo tomar a
Jungkook para mí, ¿no? Mientras no lo estés usando, el paso
está libre para el resto ―Argumentó con tranquilidad, aún
sin levantarse.
―¿Qué estás diciendo sobre usar? ―Seokjin llegó hasta el
lugar del altercado. ―Jungkook no es un objeto que está a
disposición del primero que lo encuentre. Ni Jimin, ni tú, ni
nadie, tienen derecho sobre él. Voy a romperles los dientes
si vuelven a decir una mierda de ese tipo ―Amenazó con
molestia.
―Uh, una gran amenaza ―El desconocido se levantó con
esfuerzo, suspirando profundamente cuando pudo
mantenerse de pie. Su sonrisa se volvió mucho más ancha
al girar hacia el menor. ―Bueno, Jungkook, seguiremos con
esto otro día. Tus amigos rompieron el ambiente y no quiero
lastimarlos ―Dio un toque en su barbilla.
―Mantén tus manos fuera de él ―Escupió Jimin,
apartando la mano ajena con brusquedad.
―Hmm ―El desconocido llevó una mano a su bolsillo,
mirándolo menos amistoso. ―Park, no sabes cerrar la boca,
¿cierto?
―Ya basta ―Fue Jungkook quien se levantó, parándose
entre los dos. ―Vete ahora. Jeonghwa llamará a la policía si
no te vas ―Advirtió.
El chico quitó su mano de su bolsillo, sonriéndole burlón.
Mojando sus labios con la punta de su lengua después, le
dio un guiño para luego retirarse sin más. Incluso él parecía
consciente de poder perder si seguía alargando la situación
ahora que todos los ojos estaban puestos sobre él.
Jungkook suspiró, revolviendo sus cabellos con
nerviosismo. Estuvo a punto de hablarles a sus amigos, pero
se sobresaltó cuando alguien tiró de su brazo desde atrás,
haciéndolo girar.
―Jimin... ―Comenzó a decir.
Pero el mayor fue más rápido en tomar su rostro y besarlo
posesivamente, reclamando su boca. El ajetreo alrededor de
ambos empeoró y Jungkook le dio un fuerte empujón para
alejarlo, haciéndolo trastrabillar. De no ser por Namjoon,
quien justo apareció detrás de él para sostenerlo,
seguramente habría terminado en el piso.
―¿Cuál es tu problema? ―Jungkook tenía el rostro
completamente rojo, sintiéndose expuesto frente a las
miradas de todos. Limpiando sus labios con su mano, se
preguntó con cuántos tipos ebrios más tendría que lidiar esa
noche. El rubio no hacía diferencia para él sólo por tratarse
de la persona que quería.
―¿Mi problema? ―Jimin se soltó del agarre de Namjoon,
irguiéndose. ―¿Cuál es tu maldito problema, eh? ¿Vienes a
mí soltando toda clase de mierda cursi y luego vas y le
coqueteas a otros? ¿Me dices que quieres ser mi amigo,
pero aceptas al primer idiota que conoces en una fiesta?
―Escupió. ―¿Te gusta la atención, Jungkook? ¡Pues mira,
eres el centro en este momento! ―El pelirrojo tensó la
mandíbula, sin saber cómo tratar con él. ―¿Intentas
castigarme por alguna razón, Jungkook? Porque me estás
jodiendo aquí, ¿sabes? ―Señaló su cabeza. ―¿Te molesta
mi reputación? ¿Es eso?
―No ―Fue todo que pudo responder.
―No, pero me rechazas y te vas con otros ―Rió.
―Yo no he-
―Shh ―Lo detuvo, sonriendo amargamente. ―Deja de
jugar a la mosquita muerta conmigo, no cuando estabas
actuando como una puta dispuesto a abrirle las piernas al
primero que te echó el ojo
Algunos exclamaron cuando lo próximo que siguió a eso
fue un empujón a Jungkook para apartarlo del camino y un
puñetazo de parte de Yoongi para Jimin, quien llevó su mano
a su rostro entre quejidos.
―¿A quién crees que le hablas, hijo de puta? ―Yoongi se
paró frente al rubio, mirándole furioso. ―Jungkook hizo lo
correcto al no involucrarse con una mierda como tú
Jimin se llenó de furia, intentando abalanzarse sobre el
mayor para responderle al golpe. Sin embargo, Namjoon fue
más rápido en atraparlo, reteniéndolo. Seokjin igual tuvo
que sostener a su novio cuando este amenazó con volver a
golpear a Jimin, asegurando que era la única solución para
devolver su cerebro a la parte correcta. YooJung tomó la
mano de Jungkook, quien parecía querer interferir por
ambas partes también, y negó con la cabeza, haciéndole
saber que no debía involucrarse.
―¡Bueno! ¿Qué escándalo hay aquí? ―Apareció
finalmente la dueña de casa, abriéndose paso entre las
personas. ―¿Jimin? ¿Yoongi? ―Miró entre ambos chicos que
seguían escupiendo garabatos al aire. ―Bien, suficiente, ¡la
fiesta ha terminado! ¡Todos fuera! ―Declaró entre gritos,
haciendo gestos con las manos para despachar a sus
invitados que parecían decepcionados. ―¡Y ustedes dejen
de gritar, maldita sea! ―Recriminó luego al par.
Taehyung apareció también, ayudando a la pelinegra a
sacar a la gente de la casa. YooJung acompañó a Jungkook
hasta la puerta mientras Seokjin le marcaba a un taxi y
regañaba a su novio, quien seguía blasfemando.
―Dios, lo siento tanto ―Murmuró con pena, abrazándose
a sí misma debido al frío de la noche. ―Esto no tenía que
resultar así, él de verdad tenía intención de arreglar las
cosas, Jungkook ―El pelirrojo sólo le miró, sin querer hablar.
―Pero puedes estar todo lo molesto que quieras ahora.
Jimin dijo cosas crueles y tienes el derecho de no dirigirle la
palabra nunca más. Ni siquiera el alcohol puede excusar
algo como esto
Jungkook bajó la mirada, sintiéndose consumido. YooJung
suspiró y presionó su hombro, sin saber qué más decir.
―Independientemente de lo que piense el resto de ti
ahora, recuerda que eres un chico maravilloso, ¿sí?
Probablemente eres uno de los mejores hombres del lugar
―Gracias, YooJung ―Agradeció finalmente, con una
sonrisa rota. Dejando un pequeño beso en la frente de su
amiga, la empujó con delicadeza hasta el interior de la casa.
―Vuelve adentro ahora, hace frío aquí
YooJung obedeció cabizbaja, sabiendo que no había nada,
que ella dijera, que aliviaría el pesar en el corazón de
Jungkook. Regresando a la casa, escuchó a los primos Kim
discutir desde el salón mientras Jeonghwa estaba en el
recibidor, comprobando su aspecto desaliñado en su
cámara frontal.
―Tienes el maquillaje corrido ―Señaló la menor,
parándose frente a ella con el ceño fruncido.
―Sí, bueno, es una fiesta ―Se excusó, guardando su
teléfono para luego pasar su mano por sus labios,
esperando retirar los restos de labial.
―Desapareciste con Taehyung y él no luce mejor que tú
―Jeonghwa peinó sus cabellos con sus dedos
nerviosamente, sin contestar. ―Unnie ―Llamó con
reproche.
―¡Vamos a ver a los chicos antes de que se maten!
―Habló precipitadamente, caminando hasta la entrada del
salón. YooJung suspiró y siguió sus pasos.
―¿A eso llamas resolver las cosas? ―Era Namjoon quien
hablaba, exasperado. ―¿En qué lugar del mundo llamas
puta a la persona que te gusta, idiota? ¿Y cómo has podido
hablar con él en ese estado tan deplorable? ¡Estás
completamente ebrio!
―Shh ―Lo mandó a callar, quejándose cuando su mejor
amigo aplicó hielo en su pómulo.
―Nada de shh, te mereces que Yoongi te haya golpeado.
Incluso merecerás que Jungkook no quiera saber nada más
de ti en la vida
―No quiero saber nada de él tampoco, maldito infiel
―Balbuceó con molestia. ―¿Cómo se atreve a coquetear
con otros frente a mí, eh? ¿¡Cómo se atreve a besar a otro
hombre frente a mí!? ¡Y luego me rechaza! ¡Idiota
insensible!
Namjoon abrió la boca, desencajado, ya sin saber qué
decir. YooJung suspiró con la misma exasperación mientras
miraba al rubio.
―Para empezar, ¿no fue ese chico el que besó a
Jungkook? Dudo que haya sido al revés ―Señaló ella.
Jeonghwa asintió en acuerdo; no había estado presente,
pero Jungkook no parecía el tipo de chico que coquetearía
con alguien más, estando enamorado de Jimin.
―Lo defendió cuando quise golpearlo ―Chasqueó con la
lengua. ―Si a él no le importaba, debió dejarme golpearlo
―¡Estabas armando un escándalo! ―YooJung gritó, pero
Jimin sólo se encogió de hombros.
―Chicos, ya está bien. Jimin ha sido un imbécil y todos
nos avergonzamos de él, incluyéndome ―Habló Taehyung,
presionando con más fuerza el hielo sobre el pómulo de su
amigo, quien chilló en respuesta. ―Lamentablemente, él
está lo suficientemente ebrio como para no entender
nuestros reclamos ahora. ¿Por qué no lo dejamos para
mañana, por favor? ―Pidió cansado. ―Les permitiré hacerlo
mierda mañana. Es más, prometo no interferir a favor de él
El grupo de amigos intercambió miradas. Taehyung alejó
la bolsa de hielo del rostro de Jimin mientras este le miraba
con los labios fruncidos.
―Lo siento ―Susurró, apartando los cabellos húmedos de
su frente. ―Te quiero, pero de verdad metiste la pata a
fondo hoy
Jimin guardó silencio por primera vez en la noche,
permitiendo que Taehyung volviera a aplicarle hielo. Y entre
ideas difusas y sentimientos contradictorios, se preguntó
por Jungkook, aun sin querer pensar en él.
***
Jungkook se desvistió desganado, cepilló sus dientes y
regresó a la cama, cubriéndose con sus mantas mientras se
transformaba en un ovillo. Lo que sucedió durante la fiesta
seguía taladrando en su cabeza y tragó saliva con dificultad,
queriendo dormirse. Estaba mentalmente agotado y, como
si no fuera suficiente, Seokjin y Yoongi parecían estar en
malos términos ahora. De otra forma, no se explicaba que
se quedaran hablando fuera del edificio mientras lo
mandaban al cuarto como a un niño pequeño.
Al parecer, las cosas siempre podían empeorar.
―Perdón, ¿sí? ―Yoongi giró hacia Seokjin cuando tras un
par de respiraciones molestas, este finalmente habló.
―Asumiré mi culpa. Jamás debí de haber impulsado a
Jungkook para estar con Jimin, no siendo consciente de lo
que este buscaba en él
―¿Por qué te disculpas por eso? ―Preguntó con molestia.
―No le hablaste bien de Jimin a Jungkook. No lo lanzaste a
sus brazos, no disparaste flechas a ninguno de los dos. No
fuiste cupido, Seokjin. Sólo permitiste que las cosas fluyeran
entre ellos, sin interferir
―Sabía lo que buscaba Jimin, desde el primer día
―Aclaró. ―Pero no se lo dije a Jungkook y ahora ha salido
lastimado
―Mira ―El menor agitó su mano, suspirando cansino.
―Creo que estamos de acuerdo en que queremos lo mejor
para Jungkook, porque lo amamos, pero tenemos que
dejarlo vivir. Aunque inicialmente no me agradó la idea de
Jimin cerca de él, incluso yo noté los cambios que él tuvo
por Jungkook. No fue tu idea, Seokjin, ese imbécil de verdad
se enamoró de él y ahora ni siquiera sabe cómo manejarlo
―¿Entonces no estás molesto conmigo? ―Se miraron
fijamente. ―No hablaste en todo el camino y pensé que-
―¿Qué quería reprochártelo? ―Interrumpió. ―Seokjin, no
hablé porque estaba avergonzado, monté un escándalo al
golpear a Jimin y creí que te avergonzabas de mí
―¿Cómo podría avergonzarme de ti? ¡Estoy muy orgullo
de ti! ―Aclaró, recibiendo una sonrisa de parte de Yoongi.
―Pero no me gusta verte pelear, no quiero que alguien te
lastime
―Así que, sólo es eso, ¿no? ―Extendió sus brazos hacia
él. ―Ven aquí, tonto
Seokjin bufó, permitiendo que su novio lo abrazara. Le
correspondió con fuerza mientras respiraba su característico
perfume. De verdad había temido que las cosas estuvieran
mal entre ellos.
―No sé qué aconsejarle a Jungkook ―Admitió en un
murmullo el mayor, deprimido. Yoongi acarició su espalda
dulcemente en consuelo. ―Aunque Jimin mañana se
retracte de lo que ha dicho, el daño ya está hecho. Si antes
tenía una posibilidad, puede que esta ahora sea muy lejana
―Jungkook es demasiado blando, me temo que lo
perdonará fácilmente, aunque lo recordará por un largo
tiempo también ―Yoongi se distanció de él, tomando su
rostro. ―Jimin tendrá que hacer méritos. Y, aunque yo no
debería decir esto luego de haberlo golpeado, no vamos a
interferir entre ellos, ¿de acuerdo? Aconsejaremos a
Jungkook si lo necesita, pero no lo forcemos, no quiero
hacerlo sentir ahogado
―Está bien ―Se inclinó sobre él, rozando sus labios.
―¿Nos separamos esta noche?
―Eso creo ―Sonrió un poco. ―No es momento de actuar
como una pareja acaramelada cerca de Jungkook
―Tienes razón, iré con él ―Seokjin volvió a besarlo, esta
vez por más tiempo. Su lengua jugó con la de su novio casi
con pereza y dejó otro beso más en su boca antes de
separarse, sonriendo al ver al contrario saborear sus labios.
―Te amo
―También te amo, Seokjinie
Entrelazaron sus dedos, ingresando a su residencia, y se
separaron en el ascensor, pues el cuarto de Yoongi estaba
un piso más abajo.
Seokjin entró silenciosamente a su dormitorio,
encontrando a Jungkook volteado hacia la pared y con los
ojos cerrados. Dejando escapar un suspiro, se dirigió al baño
para asearse y luego se cambió de ropa lo más rápido
posible. Levantando las sábanas de su amigo, ni siquiera
preguntó cuando decidió colarse en su cama. Jungkook, que
insistía en fingir dormir, se tensó cuando el mayor lo abrazó
por la espalda.
―Está bien ―Habló suavemente para él, su voz saliendo
como una caricia. ―Estoy aquí, Jungkookie
―¿Has peleado con Yoongi?
―No, todo está bien con Yoongi ―Aseguró, intentando
ignorar el temblor en su voz; lo que menos quería era
obligarlo a hablar. ―¿Quieres que te abrace esta noche?
―... apaga la luz, hyung
Seokjin estiró su brazo, apagando el interruptor de la
lámpara, quedando a oscuras. El menor se dio la vuelta
después de ello y se acopló a él, respirando pesadamente,
buscando refugio. El azabache acarició sus cabellos hasta
que el pequeño temblor en su cuerpo se detuvo.
Y si Jungkook lloró hasta dormirse o no, no lo supo, pero
se aseguró de no soltarle ni siquiera cuando el sueño le
ganó a él también.
***
Jimin no recordaba la última vez que despertar había sido
tan horrible. Y no era el dolor de cabeza la principal causa,
ni la sensación de ardor en el estómago, ni mucho menos
sus dolores musculares, sino que todos parecían estar
molestos con él. Y, siendo completamente consciente de lo
sucedido la noche anterior, estaba incluso molesto consigo
mismo.
Jimin jamás se había sentido tan miserable, lo que era
increíble considerando que el último tiempo sólo se sentía
de esa manera. La culpa pesaba en cada uno de sus huesos
y estaba pensando seriamente en ir hasta el puente más
cercano y lanzarse de una vez por todas. ¿Qué tan mal de la
cabeza tenía que estar?
Se saltó el desayuno y ayudó silenciosamente a limpiar la
casa de Jeonghwa. Durante el almuerzo, su estómago se
quejó cuando decidió tomar sólo un vaso de jugo. De todas
formas, él había pasado los últimos días sin apetito y ahora
la sensación parecía empeorar. La preocupación respecto a
su relación con Jungkook lo estaba consumiendo.
Podía recordar al primer chico que tomó asiento junto a
Jungkook la noche anterior. Recordaba la sensación de
malestar que lo abordó y su idea de llamar la atención del
menor devolviéndole la jugada. Sin embargo, cuando el
primer chico se fue y vino el segundo, su mente se nubló
incluso más de lo provocado por el alcohol.
Él nunca se había sentido tan lleno de rabia y celos antes.
¿Iba a ser así siempre? Tendría que aprender a controlarlo.
¿Pero y si Jungkook decidía no perdonarlo? Para empezar,
Jungkook nunca debió permitir que otro tipo le besara.
Bien, sí, él había bailado con otros tipos descaradamente
frente a él, ¡pero no había pasado de eso! ¿Cómo Jungkook
pudo permitir que un idiota cualquiera lo besara? La rabia
volvía a recorrer su cuerpo por culpa de sus memorias. El
sentir que el chico le pertenecía no era lo correcto. No
obstante, le preocupaba mucho más el sentirse tan
desgraciado por un tercero.
¿Qué más sucedía? Oh, claro, Jungkook le había rechazado
cuando lo besó. Pero intentaba comprenderlo; él había
actuado como un imbécil. Nada de lo que el menor había
hecho le serviría como excusa para sus actos.
Había sido despectivo con Jungkook, lo había lastimado, y
ahora su vida se había reducido a un túnel sin final. Tan
malditamente oscuro, negro.
―Tienes que comer algo ―Taehyung se sentó junto a él
cuando lo vio mirar el jardín, como si él fuera parte de la
decoración. ―No desayunaste, no almorzaste. Si no comer
es tu forma de autocastigarte, lamento decirte que tendrás
que buscar otra forma que no perjudique tu salud ―Señaló.
―Me estás hablando ―Habló distraídamente. Taehyung
dejó caer sus hombros.
―Nadie está molesto contigo aquí ―Intentó animarlo,
recibiendo una mirada escéptica del rubio. ―Bueno...
―Bufó. ―Todos estamos un poco molestos, pero no lo
suficiente para aplicarte la ley del hielo por el resto de
nuestras vidas. Jeonghwa no habla contigo porque parece
estar en su propio mundo. Namjoon y YooJung están más
decepcionados que molestos y, principalmente, creo que
están tristes por Jungkook. Él parecía un muerto viviente
anoche antes de dejar la casa
―Mierda... ―Jimin pasó sus manos por su rostro, sin saber
cómo lidiar con el dolor que se había asentado en su
corazón. ―No estabas ahí cuando dije todas esas palabras
vomitivas, ¿cierto? ―Taehyung suspiró, negando con la
cabeza. ―Pero te haces una idea del peso
―Yoongi te ha golpeado, y él es bastante pacífico a pesar
de sus ironías ―Humedeció sus labios. ―Así que puedo
imaginarme el nivel de idioteces que has soltado si él ha
interferido por su amigo
―Lo llamé puta, Taehyung ―Su voz apenas salió. ―Lo
sabes, ¿no? Puedo contar a los chicos con los que me he
acostado con los dedos de mi mano, pero debido a mi
personalidad, hay muchos refiriéndose a mí como una puta.
Creo que no merezco ser llamado así, pero resultó de esa
forma e intento ignorarlo, ¿qué importa lo que dicen
desconocidos, eh? Pero entonces... le dije esto a Jungkook y
quiero darme un tiro ―Sus palabras comenzaron a temblar.
―Yo no soy cualquier persona para él, lo sé, ¿cómo se
estará sintiendo por mi culpa? Además, a pesar de que he
dicho eso porque me molestó verlo con otro chico, lo cierto
es que estoy seguro de que Jungkook está lejos de irse con
el primero que se cruza en su camino. Mírame, me entregué
en bandeja a él desde el primer día y no obtuve un primer
beso hasta dos meses más tarde. ¡Dos malditos meses!
Puede que sea una maldita piedra ―Maldijo.
―Jimin ―Reprochó.
―Lo siento, es que sólo no lo entiendo ―Suspiró
exasperado. ―Él me mira como si me quisiera. Me mira
como... como si yo fuera especial. Nadie me había mirado
así antes, sé que él es diferente. Sé que las palabras que
me ha dicho son sinceras. Pero, ¿por qué no estamos juntos
ahora, eh? ―Cuestionó con tristeza. ―¿Es porque intenté
tener sexo con él? Entonces sólo debió decirme que
necesitaba un poco más de tiempo para ese paso, no tenía
que terminar conmigo tan rápido. Yo lo hubiera entendido,
te juro que lo habría hecho ―Su voz finalmente se rompió.
―Mierda, por supuesto que quiero hacer el amor con él,
pero puedo esperar. Puedo esperar si es por él
―Dile eso ―Taehyung pasó su mano por su espalda,
acariciándolo en un acto confortante.
―Ya lo arruiné ―Volvió a cubrir su rostro con sus manos,
preguntándose por qué quería llorar como un bebé.
―No, estoy seguro de que aún hay solución ―Palmeó su
espalda. ―Pero tienes que ser humilde con él. Deja de
actuar como si tuvieras que estar por arriba de él para no
perder tu confianza. Y deja de actuar como si fueras dueño
del karma. No devuelvas mal si, para empezar, el otro
nunca ha intentado lastimarte. Deja de asumir que esas
fueron sus intenciones ―Jimin bajó la mirada. ―Mira, no soy
experto en relaciones tampoco, pero si algún día nuestra
amistad parece peligrar por razones no claras, me gustaría
preguntarte por ello y escucharte. Necesitas dejar ver tus
miedos y permitirle que hable
―¿Y debería buscarle ahora? ―Preguntó temeroso.
Taehyung sólo sonrió suavemente.
―Quizás podrías enviarle un mensaje, para empezar. Y
decirle que quieres hablar con él para cuando esté listo para
ello
―Lo haré ―Lo miró fijamente. ―Gracias, Tae, no sé qué
haría sin ti
―Sí, yo tampoco ―Revolvió un poco los cabellos rubios,
abrazando luego al mayor.
Jimin cerró los ojos durante el abrazo. Y pensó que, quizás,
él no estaría completamente perdido en el mundo mientras
pudiera conservar a su valioso mejor amigo.
Nota:
Holi, estoy enferma, así que hoy no haré muchos
comentarios (?). No se preocupen si me ven ausente, quizás
no pueda actualizar el lunes:(
[22]

Jimin dejó su grupo de amigos luego de la charla con


Taehyung. Con manos temblorosas escondidas en sus
bolsillos, decidió regresar a su residencia a pie, por mucho
que tardara. Necesitaba tomar algo de aire fresco y quizás,
si no perdía demasiado el tiempo, llegaría a su dormitorio
antes de que comenzara a oscurecer.
Sus dedos picaban con el deseo de escribir un mensaje
para Jungkook, pero su mente se negaba a entregarle las
palabras correctas para dirigirse al menor. Nada parecía lo
suficientemente bueno, aun sabiendo que lo importante era
hacerle saber que necesitaba hablar con él y que esperaría
todo el tiempo que este estimara suficiente para volver a
encontrarse. ¿Pero sería efectivo expresarlo así sin más?
¿No sería descarado de su parte hacerlo luego del
espectáculo montado la noche anterior? Y también estaban
todas esas palabras horribles que había soltado el jueves en
la universidad.
Cada vez se hundía más a sí mismo, eso era definitivo.
Sentándose media hora más tarde en la banca del parque
donde tuvo su primera sesión, dejó escapar vaho por su
boca y sacó el celular de sus bolsillos, queriendo probar.
Quizás en ese lugar podría llegarle un poco de luz, ¿por qué
no?
"Jungkook, lo lamento tanto, estaba ebrio y fui un idiota
contigo, ¿podríamos hablar al respecto un día de estos
cuando estés listo?"
Suspiró y borró el mensaje tras leerlo; parecía que él sólo
intentaba excusarse.
"Fui un completo imbécil anoche y terminé de arruinarlo,
lo sé. Pero, ¿podrías darme sólo una oportunidad para
hablar contigo? Estaré bien con el día que elijas."
Negó con la cabeza.
"Perdón perdón perdón. Comprendo si no quieres hablar
conmigo ahora, ni siquiera lo merezco, pero necesito tanto
que me escuches, Jungkook"
Patético.
"Nada de lo que dije estos últimos días era cierto, sólo
estoy molesto por cómo han resultado las cosas contigo y
he explotado de la peor manera posible. Lo siento, no
merecías nada de lo que dije, pero aún necesito hablar
seriamente contigo, si es que me lo permites."
Y eso sonaba perfectamente como: patéame lejos de ti,
tengo la culpa, pero como el incongruente que soy, te pido
también que me escuches.
"Me equivoqué, pero no mentí al decir que estoy
enamorado de ti. ¿Podríamos hablar al menos una vez
más?"
Jimin quiso volverse bolita sobre la banca y llorar justo
después de borrar ese último mensaje. Cualquier cosa que
intentara escribir sería terrible. En el lugar de Jungkook, él
probablemente ni siquiera abriría un mensaje con su
nombre.
Frotó sus ojos con cansancio y alzó la vista, mirando a la
gente alrededor, ajena a sus preocupaciones. Su corazón
dio un brinco cuando unos metros más allá, vio a Jungkook
junto al primer chico de la noche anterior. Sin embargo, no
tuvo tiempo para lamentarse o molestarse, pues una
tercera persona les acompañaba; una linda chica sostenía la
mano del desconocido.
La mente de Jimin se iluminó al ver a Jungkook dando
indicaciones alrededor de ellos mientras sostenía su
cámara. Una sesión. Eso había sido todo; estaban
acordando una maldita sesión. El rubio se encorvó en la
banca mientras les seguía con la mirada todo el tiempo que
ellos estuvieron paseándose en su campo de visión.
Cuando vio que la pareja comenzaba a despedirse del
menor, no tardó en levantarse, sintiéndose nervioso
mientras más se aproximaba al pelirrojo, quien había hecho
una pausa en sus actividades para guardar las pertenencias
en su bolso. Sus manos sudaban e intentó no sentirse
decepcionado al verle ocupar su viejo bolso de siempre en
vez del que él le regaló. Tocando su oreja, se sintió
avergonzado de, en cambio, llevar el aro que él le había
obsequiado.
Había actuado tan orgulloso, pero ni siquiera podía
deshacerse de los regalos que le había hecho ese chico.
Eran demasiado valiosos para él.
―¿Jungkook? ―Llamó tímidamente cuando por fin estuvo
a un paso de él.
Jungkook se irguió al instante, notablemente tenso.
Girando sobre su hombro, dio una mirada cauta antes de
cerrar el bolso y acomodarlo sobre su hombro.
―Sunbaenim ―Su voz no contenía ni la más mínima
alteración. Jimin enterró sus uñas en sus palmas de lo fuerte
que cerró sus puños al escuchar tal honorífico. ―Lo siento,
estoy ocupado ahora, tengo que revelar unas fotos ―Se
excusó, dándole la espalda.
―Jungkook, por favor ―Insistió, siguiéndole el paso. No le
importaba cuan ridículo o desesperado luciera, no le
importaba si esa era la forma correcta o no, él necesitaba
más que respuestas por cortesía. ―Por favor ―Su voz tiritó
en un hilo suplicante.
Jungkook se detuvo y volteó a verlo, su máscara de
inexpresividad cayendo al instante para ser reemplazada
por incomodidad, contradicción; como si quisiera quedarse
ahí por una vida y, a la vez, correr a esconderse para no
salir nunca más. Sus ojos opacos fue todo lo que Jimin
necesitó para comprobar cuán decepcionado estaba.
―Por todo lo que dije anoche... lo lamento ―Dijo
finalmente. ―Por lo que dije el jueves en la universidad, lo
lamento también. No hay manera en la que piense cosas
malas de ti, Jungkook, pero me cegué y fui completamente
despreciable, soy consciente de ello ahora ―Jungkook
apartó la mirada, presionando sus labios fuertemente en
una línea. ―Me sentí lastimado por ti y creí... creí que debía
lastimarte también. Lo siento, fui impulsivo y rencoroso. Me
siento como una mierda. Y no digo esto para que sientas
pena por mí y... ―Se detuvo al ver que el menor comenzaba
a negar con la cabeza. ―Jungkook...
―De verdad quiero escucharte ―Su voz apenas salió e
intentó mirar hacia su rostro, incluso si era difícil. ―Y sé que
puedo estar luciendo como un imbécil dramático ahora,
pero de verdad duele ―Sus ojos se humedecieron. ―No me
hagas hablar contigo mientras me siento así, hyung
―Suplicó.
Jimin dio un paso hacia atrás, escondiendo avergonzado
sus manos en sus bolsillos. Mirando desesperadamente en
todas las direcciones, terminó por agachar la cabeza, con la
sensación de asfixia encarcelando su corazón. Finalmente,
¿eso era todo? ¿Había terminado de arruinarlo?
Jungkook frotó sus ojos, tomando un par de respiraciones
silenciosas para controlar sus emociones. Dando una mirada
a Jimin, su corazón se quebró un poquito más al verlo tan
pequeño y frágil; el chico del que se había enamorado,
hasta el momento sólo le había mostrado excesiva
confianza, al menos la mayoría de tiempo. Se sentía
culpable por cómo habían acabado las cosas, pero ni
siquiera eso le quitaba peso a las palabras que había tenido
que escuchar esos últimos días de parte del rubio.
―Hyung ―Llamó despacio, apartando su mirada del
bonito aro que llevaba en su oreja. Jimin se tensó en su
lugar a pesar de lo suave que salió la voz de Jungkook.
―Deja que me despeje ahora, ¿sí? ―Pidió. ―Al menos este
fin de semana... no aparezcas frente a mí, por favor
―¿La próxima semana? ―La pregunta salió
precipitadamente de su boca, mirándole en busca de una
oportunidad.
―La próxima semana, lo intentaré ―Asintió vagamente,
mirándole hacia un lado. ―Conservo tu horario, así que...
hmm... te buscaré cuando me sienta más tranquilo. Sé que
te debo una conversación también
Jimin se hubiera abalanzado sobre él y lo hubiera besado
de no ser porque sabía que aún era demasiado pronto. Así
que, con una mirada cargada de agradecimiento, asintió y
se despidió sencillamente de él, dejándolo alejarse. Ver a
Jungkook dándole la espalda, desesperado por agrandar la
distancia entre ambos, dolió más de lo que imaginó que
dolería.
Sin embargo, al menos ese día, confirmó que no todo
estaba perdido.
◇◆◇◆◇
Jimin miró atentamente su reflejo en la sala de ensayos
mientras hacia sus estiramientos. Era miércoles, en su
última clase del día, y aunque intentaba manejar su
irritación, eso no estaba resultando. Verse a sí mismo lo
estaba molestando. Dormía mal, se alimentaba mal y
pasaba más tiempo pendiente de su teléfono de lo que
quería admitir. Pero Jungkook aún no se había comunicado
con él desde el sábado y ellos ni siquiera se habían cruzado
casualmente, a pesar de vivir uno al lado del otro.
¿Y si al final Jungkook decidía no volver a dirigirle la
palabra? ¿Y si sus palabras despreciables habían apagado
todos los sentimientos bonitos que ese chico llegó a sentir
por él?
―Luces como un zombie ―Jimin miró a través del espejo
a uno de sus entrometidos compañeros. ―No me mires así.
Si tratar mal a tu noviecito te iba a afectar tanto, ni siquiera
debiste hacerlo, para empezar ―Rió entredientes.
―Vete a la mierda ―Escupió.
Algunas risas se escucharon. Él ni siquiera recordaba
llevar una mala relación con algunos de sus compañeros
hasta ese momento, pero varios parecían estar disfrutando
su situación. Bufó, tocando la punta de sus pies, y suplicó
que su profesor llegara pronto, que la clase terminara en un
parpadeo y él pudiera reunirse con Taehyung.
―¡Buenas tardes, chicos! ―Jimin se levantó con
curiosidad por el tono alegre de su profesor. ―Quiero
presentarles a alguien hoy, así que dejen lo que están
haciendo y acérquense, es importante
Todos obedecieron. Los estudiantes rodearon a su
maestro, quien aún seguía a pasos de la puerta sonriendo
orgullosamente. Jimin sintió que olvidaba cómo respirar en
el momento en que el hombre dio el visto bueno para que
alguien entrara.
―Les presento a Jung Hoseok ―Un chico atractivo de
cabellos castaños y sonrisa contagiosa se paró frente a
ellos, mirándoles con simpatía. ―Hoseok es de Busan,
estudió en la universidad artística de allá por un año antes
de que le dieran una beca para ir al extranjero. Hoseok
estuvo dos años estudiando en una de las universidades
más importantes de New York y hace poco ha regresado al
país ―Jimin comenzó a sudar frío, intentando volverse
pequeño para esconderse entre sus compañeros. ―A partir
del próximo ciclo, se integrará a la carrera como estudiante
de cuarto año ―Anunció. ―Y a partir de ahora, él estará
presente en mis clases como mi nuevo ayudante. No duden
en dirigirse a él en caso de necesitar orientación ―Bien,
ahora definitivamente Jimin quería cavar un agujero y
enterrarse. ―¿Quieres decir algo, muchacho? ―Preguntó a
su ayudante.
―Ah, esto es raro, lo siento... ―Rió ligeramente. ―He
bailado por más de la mitad de mi vida, pero es primera vez
que estaré ayudando activamente con un grupo, es un gran
honor para mí ―Admitió. ―Espero poder ser realmente de
ayuda para todos, pondré todo de mí para ser un buen guía
―Prometió.
El maestro presionó su hombro, dándole confianza.
Hoseok hizo una reverencia ante el grupo, quienes no
tardaron en aproximarse a él, queriendo llenarlo de
preguntar por al menos los próximos 5 minutos. Jimin fue el
único que se quedó apartado de todos, luciendo como un
fantasma.
―Él es joven, pero tenle confianza ―Habló su maestro a
su lado tras verlo solo. ―No tengo duda en que Hoseok se
convertirá en uno de los coreógrafos más alabados de la
industria. Es una dicha que haya elegido nuestra
universidad para retomar sus estudios en Corea
Jimin asintió vagamente, excusándose con que necesitaba
usar el baño para escapar por un momento de aquel
ambiente.
Jimin conocía a Hoseok; sabía que el chico era
prometedor. Aunque había intentado mantener la
información para sí mismo, lo cierta era que, al inicio de su
adolescencia, cuando era un estudiante de escuela media,
conoció a Taemin, Hoseok y a varios del grupo.
Por eso le sabía mal que ese fuera el grupo de Jungkook
en su academia.
Taemin y Hoseok habían sido prácticamente celebridades
dentro de la escuela. Las chicas habían babeado por ellos y
los chicos querían ser sus amigos. Él había sido sólo otro de
los que habría dado su peso en oro por estar cerca de ellos.
Pero Taemin lo había rechazado, y ahora el chico ni siquiera
recordaba al niño gordito al que había pisoteado.
¿Hoseok? Era un tema aparte. A pesar de que esos dos
eran mejores amigos, distaban mucho de ser semejantes.
Más allá del baile, no tenían nada en común. Taemin
siempre había sido demasiado bueno para el resto, mientras
Hoseok trataba a todos como si fueran excepcionales. Aún
recordaba la mirada de disculpa que le dirigió Jung cuando
su mejor amigo lo hizo sentir insignificante.
¿Y si Hoseok, a diferencia de Taemin, podía recordarlo?
Jimin había cambiado extraordinariamente los últimos
años. Si él llegó a cruzarse con sus compañeros de escuela
primaria o media, estos jamás llegaron a reconocerlo. Pero
quizás Hoseok podía hacerlo, ¿cómo saberlo? Y él temía que
le dijera la verdad a Taemin.
Taemin ahora lo tenía en una clase de podio. Jimin, a
pesar de que no necesitaba de Taemin en su vida, odiaba la
idea de volver a caer desde ahí, tocando fondo. Él jamás
volvería a ser visto como un niño insignificante por Lee
Taemin.
Lavó su cara y tomó un par de respiraciones, regresando a
su sala después de eso. Lamentablemente, no podía huir
por mucho que quisiera. Sólo tendría que probar suerte.
―Oh, Hoseok ―Jimin quiso correr cuando su profesor le
hizo un gesto para que se acercara al ayudante. ―Te
presento a Park Jimin, es uno de los mejores de su
generación ―Habló con orgullo el hombre, y Jimin ni
siquiera se inmutó por las miradas envidiosas que cayeron
sobre él.
―¿Jimin? ―Hoseok le miró fijamente, como si intentara
recordar algo, pero sólo terminó sonriendo mientras le
extendía su mano. ―Mucho gusto, Jimin, espero poder ver
tus dotes por mí mismo
―Lo mismo digo ―Murmuró, dándole un leve apretón.
Bien, todo parecía tranquilo de momento.
Jimin intentó dejar ir la tensión durante el resto de la
clase. Hoseok estuvo alrededor de ellos todo el tiempo,
aprendiendo y conociéndolos, pero no se mostró
especialmente interesado en él, por lo que decidió pensar
que era un punto a su favor. Taemin estaba fuera al término
de la clase, pero su atención fue completamente tomada
por Hoseok, así que se escabulló discretamente hasta el
vestuario mientras dejaba al par de amigos atrás.
Verlos juntos, después de pensar que eso jamás pasaría,
de alguna forma lo llenó de agotamiento mental. Ni siquiera
creyó que seguirían siendo amigos después de tanto
tiempo.
―¿Dónde estás? ―Jimin, que se estaba terminando de
vestir tras haberse dado una rápida ducha, frunció su ceño
al escuchar el impaciente tono de Taehyung.
―En los vestuarios, obviamente ―Siseó. ―Al menos que
me quieras sudado y apestoso cerca de ti, deberías ser
paciente y mostrarte agradecido ―Rió ligeramente,
mirándose en el espejo para secar sus cabellos con la toalla.
―Pues, cambio de planes, no saldré contigo ―Jimin abrió
la boca, queriendo reclamarle por ser dejado sin ninguna
razón, pero Taehyung fue más rápido en proseguir.
―Jungkook está aquí
―¿Qué? ―La boca de Jimin cayó, incrédulo.
―Eso. Estaba caminando para esperarte fuera de tu
facultad y él está ahí, parado cerca de la entrada y en todo
su esplendor. Hombre, creo que tu día a llegado, ¡no lo
eches a perder haciéndolo esperar más!
Jimin cortó la llamada sin siquiera despedirse. Lanzando
sus pertenencias dentro de su bolso a la velocidad de la luz,
se dio un vistazo en el espejo para asegurarse de lucir
decentemente y no haber olvidado ninguna prenda en
medio del apuro. Salió del vestuario convertido en un
tornado y corrió por los pasillos y escaleras para detenerse
justamente en la puerta principal. Revisó su aliento, peinó
sus cabellos hacia atrás y golpeó sus mejillas, dándose un
último impulso para finalmente dejar el edificio.
Jungkook estaba a unos pasos de las escalerillas,
observando distraídamente su celular. Intentó llamarlo,
desesperado por su atención, pero volvió a cerrar la boca al
notar algo extraño. Todos, absolutamente todos los que
pasaban cerca del menor, giraban a verlo. La gente
cuchicheaba cerca de él, sin pudor alguno, y él supo de
antemano de dónde nacía esa excesiva atención.
Era su culpa.
Jungkook había ganado muchísima más fama tras
convertirse en rey. Seguidamente de ello, las redes
colapsaron un poco al descubrirse que era gay. Y,
finalmente, los chismes corrían rápido y muchos hablaron
de la pelea más reciente entre ellos.
No se había detenido a pensarlo antes, porque él sabía
cómo manejar la atención, fuera positiva o negativa, y
comenzó a sentirse mal al exponer al menor también.
¿Jungkook estaba manejándolo bien en realidad? ¿Y si el
resto iba por ahí repitiéndole todas las palabras horribles
que él dijo?
―Oh, hyung ―Jungkook guardó su celular en su bolsillo
cuando escuchó pasos acercarse y mostró una expresión
amigable al encontrarse con el rubio. ―Lo siento, quizás
debí avisarte que vendría. Hace un momento he visto a
Taehyung correr hasta detrás de los árboles, ¿tenías planes
con él?
Jimin giró automáticamente hacia los árboles, queriendo
golpearse en la frente al ver a su amigo asomado
ligeramente desde un gran tronco, intentando espiarlos.
Ahora podía estar seguro de que nadie en su grupo era lo
bastante discreto.
―No te preocupes por él ―Le tranquilizó, haciendo una
mueca con los labios cuando, al devolver su vista hacia el
joven, este le miraba con extrañeza. ―¿Qué?
―¿Sucedió algo contigo? Pareciera que algo te molesta
―Jimin se tensó, sintiendo su corazón dar golpecitos
inquietos ante lo bien que Jungkook lo leía. ―¿Quizás sí
estoy siendo inoportuno? ―Su voz se apagó.
―No es eso ―Le corrigió de inmediato, peinando sus
cabellos con impaciencia. ―Sólo, acabo de notar que las
personas te están mirando demasiado y me temo que es mi
culpa. ¿Has estado bien, Jungkook? ¿Alguien te ha
molestado?
―No directamente, al menos ―Sonrió escasamente.
―Realizo mis actividades con normalidad, eso es lo que
importa. Si el resto quiere hablar de mí o no, no puedo
controlarlo, pero tampoco podría importarme menos ―Se
encogió de hombros. ―Me gustas, y eres un hombre, yo soy
un hombre. No planeo privarme de mi libertad sólo para
buscar aceptación. De todas formas, no es como si yo fuera
alguien socialmente muy popular ―Ahora sonrió más, sus
mejillas tornándose rojas ante la mirada atenta de Jimin.
―Oh ―Repasó sus propias palabras, sintiendo pánico. ―Tu
golpe casi no se nota ―Intentó desviar rápidamente la
atención.
―Increíblemente ―Murmuró, tocando su pómulo. ―Aún
dices que te gusto ―Señaló, sin permitirle salir del paso.
―¿Vamos a hablar de eso?
―Creo que tenemos que hacerlo, sí ―Frotó sus manos
contra su pantalón, ansioso. ―Por eso estoy aquí
―¿Y porque ya no estás molesto conmigo, Jungkook? ―El
menor no respondió. ―Y no has hecho mención sobre si el
resto te ha molestado por lo que sucedió en la fiesta, sólo te
has referido al hecho de que somos hombres
―Eso no importa ―Susurró, cada vez más incómodo.
―Importa si yo soy el responsable de ello. ¿Qué te han
dicho? ¿Quiénes fueron? Sé que es hipócrita de mi parte
querer hacer algo siendo que yo lo empecé, pero no dejaré
que el resto vaya por ahí diciendo cosas de ti y-
―Basta, ¿sí? ―Su voz salió exasperada y tiritona. ―Dijiste
lo que dijiste, ¡no puedes solucionarlo! ¡El resto no dejará de
hablar de ello sólo porque te retractes o los amenaces!
¿Qué tanto puedes hacer, Jimin? ―Lo enfrentó, sintiéndose
levemente irritado. Jimin le miró con tristeza mientras daba
un paso hacia atrás.
―Perdón ―Musitó.
Jungkook pasó una mano por su rostro. Los últimos días,
no había sido atacado directamente ni había recibido burlas
del resto, al menos no de alguien de su clase. Pero todos
estaban hablando de él. Todos se estaban preguntando si su
comportamiento era tan deplorable como Jimin lo había
descrito y él había decidido no pensar demasiado en ello.
No mejoraba la situación que Jimin quisiera hacer algo luego
de detonarlo.
Miró hacia el lado, notando como todos seguían su paso,
pero sin dejar de darles miradas curiosas, como si quisieran
saber todo del chisme del momento. Bajó la mirada con
agotamiento al estar ahí. Entendía la molestia de Jimin con
el resto, pero más allá de ellos, él aún se sentía un poco
herido.
Sí, Jungkook podía manejar la curiosidad y comentarios de
desconocidos, pero aún luchaba consigo mismo por mejorar
todo lo que se relacionaba con Jimin.
―Tenemos-tenemos que hablar de eso, de nosotros ―Se
atrevió a decir. Jimin suspiró.
―Por supuesto, todo el tiempo que necesites ―Asintió
para él, comenzando a caminar. ―Vamos, te invitaré a
comer
Jungkook levantó la mirada, respirando pausadamente
para seguirle el paso, cuestionándose cuál sería el futuro de
su relación después de esa charla. De lo único que estaba
seguro era que de verdad quería hablar con Jimin; era su
prioridad.
―¡Jungkook!
Pero su mente pasó a blanco en menos de un segundo.
Jimin fue el primero en girar, preguntándose quién osaba
interrumpirlos en medio de un asunto importante, pero su
expresión se volvió metódica al ver a Hoseok bajando los
escalones a toda velocidad, con Taemin pisándole los
talones. Conectando los puntos rápidamente, recordó un
importante detalle: Jungkook había sido parte del grupo de
ellos en su academia de baile, por lo que no debía ser una
sorpresa que tuviera relación con el recién llegado.
Giró hacia el menor, queriendo hablarle, y las palabras se
quedaron en su boca al verle petrificado. Si no fuera por sus
manos, que sostenían fuertemente la correa de su bolso,
habría pensado que el menor era víctima de Medusa o algo
por el estilo. Era primera vez que le veía en tal estado de
shock.
―Jungkook ―Volvió a decir Jung, conservándose a dos
prudentes pasos de él. El menor finalmente decidió voltear,
casi robóticamente. Jimin tuvo que ir hasta su lado para
comprobar su expresión desconcertada. ―De verdad-De
verdad eres tú
Jungkook no respondió. Analizando lo más rápido que
podía, Jimin se dijo que no era desconcierto lo que había en
el rostro de Jungkook. En realidad, el menor parecía estar
peleando con todas sus emociones, las cuales estaban a
punto de explotar. Y eso no podía significar algo bueno,
¿cierto?
―Estás tan cambiado ―Hoseok sonaba conmocionado.
―Quiero decir, demonios, has crecido tanto. Eras apenas un
adolescente y ahora... tu cabello... ¿qué sucedió con él?
Quiero decir, te ves estupendo, pero no pensé que fueras
tan arriesgado ―Rió entrecortado. ―Y...
―Volviste ―La voz de Jungkook por fin salió,
completamente plana, sin emoción, muy diferente a todo lo
que distaba su lenguaje corporal.
―Estoy en casa
Más silencio. Jimin por primera vez volteó hacia Hoseok,
queriendo darle una mirada filosa por estar retrasando su
salida. Sin embargo, se sintió nervioso al detenerse en su
rostro. Los ojos de Hoseok sólo miraban a Jungkook. Y su
mirada no era la clase de mirada que le dabas a un viejo
conocido o a un amigo. Los ojos de Hoseok brillaban como
un cielo bañado de estrellas y parecía incluso a punto de
llorar. La emoción en su expresión era indescriptible. El
cariño que emanaba, casi irreal.
El estómago de Jimin cayó, viendo venir un mal presagio.
No, no podía ser eso.
―¿Tienes algo que hacer? ―Finalmente Hoseok retomó la
conversación, entendiendo que Jungkook no hablaría con él,
al menos no ahí. ―Han pasado años y pensé... pensé que
podríamos hablar, ya sabes, sobre... sobre todo y... ―Su
sonrisa tembló. ―¿Puedo invitarte a comer? Ahora... de
verdad necesito tener una conversación contigo
Jungkook miró a Jimin después de lo que pareció una
eternidad. Park podía leer la duda en sus ojos, y aunque
quiso negar desesperadamente con la cabeza en
desacuerdo y recordarle que estaba ahí por él, no pudo
hacerlo. Dios, él no sabía sí tenía que actuar como un idiota
poco comprensivo ahora. Ellos se conocían y no se habían
visto por años, era normal que quisieran hablar.
―Puedes ir con él si quieres, voy a entenderlo
No, eso no era lo que quería decir. Jimin sólo estaba
siendo amable. Jungkook tenía que leer la desesperación en
sus ojos, la preocupación en medio del mensaje, y decir
"hey, lo siento, pero ya he quedado con él". Tristemente
para Park, Hoseok soltó una exclamación de alivio y se
acercó a él, dando palmadas en su hombro como si fueran
amigos de toda la vida.
―Gracias por entenderlo, chico ―Y esa había sido su
condena.
Hoseok se despidió de Taemin, cuya presencia Jimin
incluso había olvidado. Jungkook hizo una reverencia ante
ellos, aun luciendo distraído. El corazón del rubio fue
oprimido cuando tuvo que ver a su amor irse con alguien
más, cuando no debía de ser así.
Jungkook había ido hasta ahí por él, no por Hoseok.
―¿Qué fue eso? ―Taehyung llegó hasta su lado,
extrañado. Taemin rió tras de ellos, llamando su atención.
―Eso, chicos, fue un encuentro emocional entre dos
amantes ―Agitó su mano. Jimin quiso negar con la cabeza y
decirle que no quería escuchar sus estúpidas bromas, pero
los rostros de Hoseok y Jungkook habían hablado por si
solos. ―Genial, ¿no?
―¿De qué estás hablando? ―Taehyung gruñó, molesto
por la burla en su tono.
―Oh, ¿quieren la historia larga? ―Taemin frotó sus
manos, animoso. ―Jungkook comenzó a ir a una academia
de danza desde los 12 años, la más prestigiosa de Busan.
Donde, por cierto, Hoseok y yo iniciamos ―Habló con
orgullo. ―Desde ese entonces, Hoseok siempre estuvo a su
lado, ellos se volvieron inseparables y, luego de unos años,
dieron el gran paso a su relación: se convirtieron en novios
―Aplaudió. ―La pareja de ensueño, por cierto. Había
corazones y tonos pasteles por todos lados cuando ellos
estaban ahí ―Rió. ―Por cosas del destino, ellos lo dejaron
cuando Hoseok tuvo que irse a estudiar al extranjero hace
dos años. Pero, ¡buenas noticias! Él ha regresado y esta vez
para quedarse ―Sonrió abiertamente. ―Y, aparentemente,
aún guarda sentimientos por Jungkook. Genial, ¿no? Como
amigos de ellos, ¡esperemos que las cosas les resulten bien
y sean muy felices!
Taehyung miró a Jimin, quien no era ni la sombra del chico
brillante que vio salir del edificio hace apenas unos minutos.
Taemin se despidió de ellos, tarareando felizmente, pero
ninguno le prestó atención. Kim ni siquiera se explicaba
cómo él podía hablar tan ligeramente siendo plenamente
consciente de los sentimientos de Jimin.
Cualquiera que viera a Jimin, podía saber que se trataba
de un hombre enamorado. Un hombre enamorado cuyo
corazón estaba peligrando.
―Hey, ellos fueron novios, ¿y qué con eso? ―Preguntó el
menor, intentando animarlo. ―Es pasado, Jimin. Han pasado
dos largos años, según palabras de Taemin. ¿Y qué si ese tal
Hoseok aún quiere algo con Jungkook? Lo importante es que
Jungkook te quiere a ti, sabes que es así ―Jimin giró a verlo,
impávido. ―Eres el mejor, Jimin
¿Lo era? Jimin no lo sabía. Pero sí sabía que Hoseok tenía
todas las cualidades con las que el resto enumeraría a su
hombre perfecto. Extrovertido, apasionado, amistoso,
empático, atractivo, amable, amoroso. Alguien, además,
increíblemente talentoso. Hoseok siempre había sido un 10.
Un 10 había sido el primer amor de Jungkook, su primer
novio.
Y Jimin no se sentía capaz de competir contra ello.
Nota:
Bueno, ya era momento de que Hoseok llegara a cumplir su
papel en la historia (8.
Bebés, tengo que solucionar unas cosas pendientes, así que
este lunes tampoco habrá actualización:(. A este paso, si
siguen surgiendo cosas, creo que la actualización tendrá
que quedar obligadamente sólo para los viernes, pero ahí
les avisaré en caso de un cambio definitivo.
¡Tengan un buen fin de semana!
PD: Varias veces han preguntado por la cantidad de
capítulos que tendrá este fic. Como no los tengo escritos, no
puedo definirlo con exactitud, pero mentalmente calculo
unos 35, 40 a lo mucho (?). Igual, no confien muchos en mis
cálculos gg. Obviamente les avisaré cuando estemos
entrando a la parte final, así que todo tranqui unu.
[23]

Jungkook hizo una reverencia con su cabeza cuando la


mesera trajo su café y el de Hoseok. Alzando la vista con
timidez, miró al chico que estaba frente a él; silencioso y
horriblemente nervioso, o al menos eso dejaba a luz su
tiritona sonrisa.
No habían intercambiado palabras después de su
encuentro en la universidad. Mientras el mayor parecía
estar asfixiado por cosas que quería decir, él no tenía nada
de qué hablar. Su cuerpo estaba ahí, pero no su mente. ¿Por
qué Hoseok le había mirado con esos ojos suplicantes, en
primer lugar? Habían pasado dos años. Ellos no tenían nada
de qué hablar. ¿O sí?
El menor bajó la mirada hasta su taza, la cual tomó para
soplar el café antes de beberlo. Hoseok ni siquiera respiraba
mientras lo veía atento a aquella pequeña tarea.
Jungkook estaba incluso más precioso que en sus
recuerdos. Algunas facciones infantiles seguían ahí,
enterneciéndole, pero gran parte de él lucía como todo un
hombre. Hoseok había rememorado constantemente al niño
que conoció a sus 14 años; al del cabello despeinado que
caía sobre sus brillantes ojos. Al niño juguetón, pero
responsable, con muchas ganas de aprender. Pero él ya no
estaba ahí. Y, en su lugar, ahora había un apuesto joven
cuyos años no habían pasado en vano sobre él.
Cada parte del chico de 19 años era extraordinaria. Y
Hoseok suspiró cuando, al encontrarse sus miradas, al
menos la dulzura de sus ojos aún seguía ahí. Físicamente,
Jungkook pudo haber cambiado, pero sus ojos seguían
siendo aquellos amables y brillantes de su primer amor.
Su único amor.
―Mi tiempo en el extranjero terminó ―Dijo finalmente
Hoseok, dejando de lado sus pensamientos. Tomó con cierta
inquietud su taza de café. ―Tenía que volver a la
universidad y he terminado por pedir un traslado aquí. A
nivel profesional, Seúl siempre es una mejor opción ―Dio un
sorbo.
―Lo sé. Por eso me sorprendió que hace unos años no
fuera Seúl tu primera opción
Hoseok tragó con dificultad, manteniendo su mirada en su
taza mientras la bajaba. Hace unos años, cuando Taemin
había postulado a la universidad artística de Seúl, diciéndole
que tenía los profesores más increíbles en la rama, él ni
siquiera la había considerado como opción. Había
comenzado una relación con Jungkook y lo único que quería
era mantenerse cerca de él. Además, la academia en la que
creció siempre lo acogió como uno de sus mejores
ayudantes.
No le faltaba nada. Su vida había sido plena en ese
entonces. Y aunque despedirse de su mejor amigo no había
sido fácil, tampoco supuso un cambio drástico en su vida.
Taemin y él jamás perdieron el contacto.
―Yo... uhm... supongo que necesitaba más tiempo para
hacerme la idea de ir lejos de mi familia ―Mintió,
levantando la vista. ―Pero luego de vivir en el extranjero, sé
que podré sobrevivir por mi cuenta, así que aquí estoy
―Sonrió, más tranquilo. ―He conseguido mucha
experiencia, he aprendido mucho y mis superiores me han
halagado bastante también. Con todas las recomendaciones
que obtuve, ni siquiera tuve que hacer una audición cuando
pedí el traslado
―Estoy feliz por ti
La sonrisa de Hoseok se debilitó un poco, entendiendo lo
incómoda que era la situación. Jungkook jamás había sido
demasiado hablador, pero tampoco había dado respuestas
tan simples y cortas. El menor siempre había dado lo mejor
de sí para mantener el ritmo de las conversaciones cuando
ellos estaban juntos.
―Entonces... ―Hoseok golpeó sus dedos contra la taza,
sin saber cómo proseguir. Aunque él había sido el de la idea
de reunirse, sabía que había sido más una precipitación del
momento. ―Taemin me dijo que eras estudiante de cine
ahora ―Jungkook asintió, bebiendo su café. ―No creí que
terminarías de esa forma ―El menor ahora se encogió de
hombros, claramente sin querer aportar más. ―Jungkook
―Llamó con más seriedad ahora.
―¿Hmm? ―Mantuvo sus labios en la taza, bebiendo,
mientras sus ojos le miraban distraídamente.
―Perdón ―Jungkook dejó de beber. ―Hace unos años, la
última vez que nos vimos, te dejé creyendo que era lo mejor
y-
―¿Lo mejor para quién? ―Por fin apartó su taza. ―¿Para
ti?
―... sí ―Musitó avergonzado.
―Entonces está bien, si era por ti, tenías que hacerlo ―Se
encogió de hombros. ―No te mantienes cerca de alguien
sólo por pena, eso a la larga terminaría por desgastarte
―No estuve contigo por pena ―Refutó de inmediato.
―Maldición, Jungkook, ni siquiera terminé contigo por
haberte dejado de amar
―Querías conocerlo todo y yo te estaba reteniendo. Lo
entiendo, está bien, espero que hayas vivido todas esas
increíbles experiencias en New York ―Hoseok le miró,
herido. ―No estoy intentando ser duro contigo. Aunque tus
palabras me dolieron, no te guardo rencor. He podido
sobrellevarlo, te he dejado ir. Estoy feliz de poder mirarte
sin sentirme lastimado, porque hace unos años no podría
haber visto ni siquiera tu foto ―Sonrió escasamente.
―Bienvenido a Corea, hyung. Te deseo todo el éxito del
mundo en esta nueva etapa de tu vida
Jungkook se levantó, seguro de que no tenía nada más
que decir. Quizás aún era buena hora para volver con Jimin
y tener una charla. Había sido cruel de su parte ir hasta ahí
y dejarlo plantado, pero no había podido negarse a ese
reencuentro tampoco.
―Yo no he terminado, Jungkook ―Interrumpió Hoseok
cuando el menor hizo ademán de sacar su billetera. ―Por
favor, ¿podrías volver a sentarte? ―Y Jungkook obedeció,
porque aunque estaba pensando en Jimin ahora, no quería
que eso pareciera una huida. ―¿De verdad no me
desprecias? ―Preguntó conmocionado.
―Fuiste la persona más especial para mí por años. Mi
mejor amigo, mi compañero, mi guía ―Le miró fijamente,
con aprecio y conmoción. ―Nuestro final no fue bueno, pero
definitivamente hay un montón de cosas por las que te
agradezco y te quiero. Voy a quedarme con eso ―Sonrió
como un niño inocente. ―¿No es mejor si nos seguimos
llevando bien, hyung? Quizás, si trabajamos un poco en ello,
aún podamos ser amigos y-
―Te amo
Jungkook cerró la boca, analizando las palabras,
preguntándose si había oído bien. Ladeando un poco su
cabeza, enseñó una sonrisa temblorosa hacia su
acompañante.
¿Estaba jugando acaso? ¿Cómo él podía llegar después de
dos años y sólo decir eso?
―No te superé, Jungkook ―Admitió, intentando hablar con
claridad. ―Cuando salí contigo, era demasiado inmaduro
como para entenderlo, pero cuando comencé mi vida en
New York, pude verlo ―Sostuvo su mirada. ―Conocí a un
montón de chicos, pero ninguno me hizo sentir como tú.
Ninguna persona me ha dado tanta felicidad como tú. Creí
que no debía amarte porque eras diferente de mí, el resto
me dijo que lo eras. Pero entonces... ya no me importa si es
así. Busqué entre cientos de personas las razones por las
que debía de enamorarme de ellos, pero al final del día, sólo
estaba pensando en ti. Cada noche de mi vida, sólo estoy
pensando en ti. Desde que te conocí sólo has sido tú,
Jungkook
―Hyung, creo que es demasiado pronto para-
―¿Pronto? ―Interrumpió. ―¿Necesito dejar pasar más de
dos años para verificar que eres a quien amo? Jungkook,
estoy hablando en serio, eres una de las razones por las que
estoy aquí
―Ya no me siento de esa forma respecto a ti ―Respondió
suavemente, como un triste murmullo.
Oh, por supuesto, Hoseok sabía que eso podía pasar.
Luego de encontrar las respuestas que necesitaba en New
York, se había pasado el resto del tiempo martirizándose
sobre la vida de Jungkook. ¿Y si el chico lo había superado?
¿Y si además había encontrado a alguien más? Se habían
tenido el uno al otro por años, se habían proclamado amor y
habían diseñado un futuro juntos. Habían sido sólo jóvenes
soñadores, pero absolutamente apasionados.
Así que una parte de él sentía que aún se pertenecían;
que un amor como ese era imposible de superar. Otra parte
de él, más racional, le recordaba que quizás, para Jungkook,
ya no existía nada. ¿Pero sólo por haberlo pensado era
mucho menos doloroso de saberlo? Por supuesto que no.
―Pero me amaste antes ―La voz de Hoseok tembló. ―Me
amaste antes y como un loco, podía sentirlo, sólo tenías
ojos para mí ―Jungkook presionó sus labios, sin saber qué
decirle. ―Si fue así antes, ¿qué te impide amarme ahora?
El pelirrojo desvió la mirada, afligido. Hoseok tenía razón
al hablar de un amor tan inmenso, y era por ese amor que
no era tan fácil hablar de ello ahora. Su corazón se agitó
cuando el contrario alcanzó una de sus manos por sobre la
mesa, presionándola para traer de regreso su atención, y tal
vez incluso su confianza.
―Sé que te lastimé. La forma en la que rompí contigo fue
cruel, porque sólo pensé en mí. Pero ya no soy el mismo de
antes, Jungkook. Si aún puedes recordar las partes de mí
que amaste, puedo asegurarte que ahora soy mucho mejor.
No soy aquel idiota inmaduro que te dejó. Si tengo que
mover el mundo por mí mismo para que vuelvas a
quererme, entonces voy a hacerlo. Haré todo lo que sea
necesario para recuperar lo nuestro
Jungkook observó sus manos unidas, sin saber cómo
sentirse. Había extrañado su tacto y presencia un montón
de veces. Como un niño iluso, pensó en la posibilidad de
que Hoseok volviera por él, retractándose de su final para
amarse una vez más. Lamentablemente, aunque ahora
estaba sucediendo lo que un día fue sólo un sueño, el efecto
ya no era el esperado.
Levantó su mirada hacia el castaño, reteniendo un suspiro
al encontrarse con los amorosos ojos de los que se había
enamorado cuando adolescente. Hoseok seguía luciendo
como alguien grandioso, dulce, confiable. Él aún era
brillante y le enceguecía sólo con su presencia. Pero
Jungkook ya no quería correr a sus brazos como había hecho
en sus sueños.
Hoseok era alguien a quien había amado hace tiempo, y
ahora su corazón estaba desesperado por correr en
dirección contraria, hacia su otra mitad.
Hacia su nuevo amor.
―Hay alguien más, ¿cierto? ―Preguntó cuidadosamente
el mayor ante ese extendido silencio. Sin embargo, se negó
a dejar ir su mano. ―¿Estás saliendo con alguien más,
Jungkook?
―¿Salir? ―Repitió con amargura. ―¿Por qué alguien
querría salir conmigo? ―Lo miró. ―No te disculpes, hyung, y
tampoco te retractes. Tenías razón cuando dijiste que no
podrías quererme así como era, porque nadie que sea
normal puede hacerlo
―¿Qué estás diciendo ahora? No hay nada anormal en ti
―Le miró con pesar. ―Ese sólo fui yo siendo un idiota y
olvidando que una relación era más que solo sexo. Si te
ofrezco todo lo demás, ¿podrías al menos planteártelo?
―Jungkook no respondió. ―Creo que podría convertirme en
el mejor novio del mundo
―No quiero un novio ―Sonrió débilmente. ―¿Por qué
tienes que hacerme esto? ―Se atrevió a preguntar. ―¿No
podías hacerlo más fácil para mí, cambiar de página y sólo
intentar ser mi amigo como en ese entonces?
―Pero no es una amistad lo que deseo de ti ―Jungkook
mordió su labio, recordando las palabras de Jimin. ¿Estaba
siendo un insensible incluso ahora? ―Pero empezamos
como amigos, ¿cierto? Entonces también puedo hacer eso
―Le aseguró, dándole una sonrisa tranquilizadora.
Sonaba como una locura, y Jungkook temía al futuro. No
obstante, el hombre frente a él le miraba con un cariño
inexplicable y se sentía despiadado por cerrarle las puertas
incluso a una amistad.
¿Pero funcionaba siquiera una amistad entre ex novios?
◇◇◇◇◇
Jungkook dejó que Hoseok lo acompañara hasta su
residencia cuando este usó la excusa de necesitar conocer
el lugar, pues dentro el próximo ciclo comenzaría a vivir ahí
también. Se despidieron en la entrada del edificio, sin
mayores inconvenientes, y el menor se aseguró de hacer
una reverencia con la cabeza cuando el contrario se mostró
claramente confundido sobre cómo decir adiós. ¿Un abrazo?
¿Un apretón de manos? ¿Un beso en la mejilla? Nada de
eso. Jungkook limitó el contacto físico entre ellos todo lo que
pudo.
Se apoyó contra la puerta de su dormitorio cuando
finalmente estuvo libre, suspirando profundamente. Se
encogió en su lugar cuando al alzar la mirada se encontró
con las miradas atentas de sus amigos. Seokjin estaba
apoyado contra el respaldo de su cama mientras Yoongi
estaba sentado entre sus piernas, sosteniendo una portátil.
Aparentemente, habían estado viendo una película antes de
que él llegara a interrumpir.
―Bien... ―Seokjin habló cuando el menor no lo hizo.
―¿Qué significa ese suspiro? ¿Las cosas no resultaron del
todo bien con Jimin? ¿Se disculpó?
―Lo intentó cuando me vio, pero ese no es el punto
―Dejó su bolso sobre su cama, tomando asiento. ―Me
encontré con Hoseok en la facultad de danza. Al final, he
tomado un café con él y no he tenido oportunidad de hablar
debidamente con Jimin
―Espera ―Yoongi cerró la laptop y la apartó, enfocando
toda su atención en él. ―¿Hoseok? ¿Tu ex novio? ―Jungkook
asintió automáticamente. ―¿Qué hace él aquí? ―La pareja
estaba consternada, como si lo que escuchaban no tenía
sentido.
―Comenzará a estudiar aquí a partir de marzo. Y, por lo
que me dijo, será ayudante de uno de los profesores
también, completamente increíble ―Rascó su barbilla, sin
saber qué pensar.
―Dios... ―Seokjin le miró con empatía, Jungkook parecía
estar en otra galaxia mientras buscaba un punto qué mirar.
―¿Ha sido difícil para ti verlo? ―El menor giró hacia él.
―Fue tu primer amor, creo que es natural si te sientes...
extraño ―Musitó, sin saber qué palabra usar.
―Extraño ―Repitió. ―Es así, es extraño ―Confesó.
―¿Saben? Por mucho tiempo sólo pensé en él, en lo mucho
que le amaba y lo infeliz que era por no poder ser un buen
novio para él. Estuve lleno de dudas y me sentí tan triste
cuando me dejó... ―Humedeció sus labios, nervioso. ―Y
aunque después de un tiempo sentí que lo había superado,
en el fondo siempre me preguntaba si yo volvería a perder
los nervios al reencontrarme con él. Pero ahora... ¿todo se
siente bastante lejano? Algo así ―Apartó la mirada. ―No
queda nada entre los dos
―¿Por lo que definitivamente tus sentimientos están con
Jimin, no? ―Se atrevió a preguntar Yoongi. Jungkook le
sonrió decaído en respuesta.
―Pero eso es bueno, ¿no? Es decir, sobre lo de Hoseok
―Señaló Seokjin, sin entender por qué su amigo lucía tan
desorientado tras su reencuentro. ―Superar es bueno,
Jungkook
―Lo sé, pero lo dije, es extraño. Volver a verlo... es
extraño. No me siento triste por el hecho de que nuestra
relación fracasó... o eso creo. Pero hay algo... un poco
molesto aquí ―Llevó una mano a su corazón, pensativo. ―Y
puede que extrañé su amistad también
―Hay ex novios que se convierten en amigos, ¿no?
―Preguntó Yoongi, con inocencia. Seokjin, en cambio, puso
los ojos en blanco, pensando que sólo un loco podría ser
amigo de su ex. Independientemente de que no hubiera
sentimientos, siempre habría historia.
―La cosa es... Hoseok dijo que aún está enamorado de mí
―Juntó sus manos, comenzando a jugar con sus dedos
nerviosamente.
―Pasaron dos años ―Comentó el mayor de todos,
sorprendido. ―Estoy seguro de que él no se ha conservado
solo y casto por dos años ―Bufó.
―Tienes razón. Pero a su vez, él dice que estar lejos le
ayudó a entender que era yo a quien quería... o algo así. Y
se disculpó por como hizo las cosas también. Espera que...
uhm... volvamos a intentarlo ―Pronunció contrariado.
―Bien, tu ex es un idiota ―Respondió Kim de inmediato,
recibiendo una mirada de reproche de parte de su novio.
―¿Qué? Es verdad. Han pasado dos años. Dos malditos
años. Él lo terminó, Jungkook ya superó. Si él vio a Jungkook
bien, entonces debería ser un poco más amable y dejarlo
ser feliz, tal como están las cosas ―Miró a su amigo.
―Supongo que le dijiste que había alguien más, ¿no?
―Jungkook se mantuvo en silencio. ―Kook
―¿De qué serviría? ―Bajó la mirada. ―Mejor... debería ir
a hablar con Jimin ―Se levantó, caminando hasta la puerta.
―Los veo después, chicos
Seokjin abrió la boca, queriendo protestar, pero Jungkook
ya había abandonado el dormitorio.
―Maldición, él está siendo completamente negativo de
nuevo, pensé que ya habíamos superado esa etapa
―Seokjin chasqueó con la lengua. ―Cariño, necesitas
hablar con él. La razón por la que es tan negativo es porque
se siente solo
―¿Y por dónde empiezo exactamente? ―Murmuró Yoongi,
aun observando la puerta. ―Le he ofrecido a Jungkook una
infinidad de veces reunirnos, sabe que puede confiar en
Gloss, pero siempre dice que no ―Suspiró.
―Es demasiado tímido como para reunirse con un chico
con el que sólo ha hablado por correo ―Le recordó. ―Si te
cuesta ser Gloss para él, ¿por qué no solo eres Yoongi?
―¿Entonces voy y le señalo su sexualidad así sin más?
―Seokjin puso los ojos en blanco. ―Bebé, eso es
demasiado, no todas las personas son abiertas al respecto y
no quiero hacer sentir a Jungkook intimidado o asfixiado. Si
siendo sus amigos más cercanos aquí, no ha querido hablar
con ambos de esto, entonces tampoco lo podemos forzar. Él
merece decidir por sí mismo su momento indicado, no es un
tema fácil para él
―No es un tema fácil para él porque su primera relación
fracasó. Si ese chico hubiera usado las palabras correctas
para terminar, Jungkook no cargaría con la culpa hasta
ahora ―Yoongi lo miró fijamente, comprendiendo su
molestia. ―¿Entonces qué? ¿También permitiremos que ese
tipo merodee cerca de él con intenciones de algo más?
Hoseok ni siquiera lo merece como amigo
―Escucha ―El menor siseó. ―Es decisión de Jungkook,
Seokjin. No importa si nosotros vamos donde Jimin y lo
empujamos para hacerlo reaccionar. No importa si vamos
donde Hoseok y lo golpeamos por lastimar a Kook. Al final,
no está en nuestras manos nada de esto ―Seokjin hizo una
mueca con los labios. ―Ten paciencia. Jungkook está
pasando por un momento crucial y necesita tiempo, pero sé
que finalmente decidirá lo mejor para él y se enfrentará
adecuadamente al problema
―Por lo tanto, mientras esperamos, ¿debería morderme
las uñas y arrancarme el cabello? Porque estoy a punto de
hacerlo ―Se quejó.
―No seas tan ansioso ―Yoongi se apoyó contra su pecho
y tomó dulcemente sus manos, sonriendo cuando el mayor
dejó besos sobre su mejilla. ―Jungkook no podrá
permanecer en silencio por mucho tiempo, lo sé
―¿Lo sabes? ―Rió.
―Se volvió difícil para mí luego de conocerte ―Volteó
ligeramente, buscando sus ojos. ―Sé que es difícil para él
ahora que se ha enamorado de Jimin. No podrá manejar la
situación a su antojo, porque su corazón no lo permitirá, y
tendrá que recurrir a la verdad. Si las cosas resultaron para
mí, puede que resulten para Jungkook ―Rozó su nariz con la
del contrario. ―Aunque, claro, Jimin no es ni remotamente
parecido a ti, pero confío en que pueda ser comprensivo
―Confiemos entonces ―Besó suavemente sus labios.
―Me haces sentir especial cada día. Sé que Jimin entenderá
en algún momento que Jungkook puede hacer lo mismo por
él y que el resto de detalles son cosas menores
Yoongi sonrió, besando los labios de su novio una vez
más. Seokjin se dejó caer hacia atrás, todavía presionando
su cuerpo mientras continuaba besándole con amor.
Él no había sido diferente de Jungkook. Yoongi también
creía estar destinado a días solitarios antes de conocer a
Seokjin. Había pasado su adolescencia sintiéndose
incomprendido, fuera de lugar, incómodo. No había persona
en el mundo que llamara su atención hasta ese entonces, ni
románticamente, ni sexualmente. Algo raro aparentemente
para un chico de casi 19 años. Pero entonces, hace 3 años,
conoció a Seokjin.
Seokjin, que cargaba con dos relaciones fallidas, había
sido su perdición. Y pensó que él no le querría, por miedo a
un nuevo fracaso. Pensó que él no lo querría, por tener
ciertas diferencias. Pero Seokjin se enamoró de él de todos
modos, tratándolo como un igual. Y Yoongi, por primera vez
en su vida, dejó de sentirse como un extraño.
Jungkook, el chiquillo que había conocido en el foro y dos
años más tarde había aparecido como compañero de
habitación de su novio, tendría que dejar de pensar en sí
mismo como un ser extraño también, a su debido momento.
Él lo entendería. Quizás, Jimin le ayudaría a entenderlo. O
eso era lo que él esperaba.
◆◆◆◆◆
Jimin frotó su cuello mientras ingresaba a su edificio, casi
arrastrando sus pies. Sus músculos estaban tensos, se
sentía adolorido y además hambriento. Luego de quejarse
por tiempo suficiente con Taehyung por lo desgraciada que
era su vida y como la mala suerte le perseguía, había
decidido volver a su dormitorio para descansar, a pesar de
la invitación de los Kim para cenar.
Jimin tenía hambre, pero no quería cenar; el nudo en su
estómago aún no había desaparecido. Observando la
pantalla de su celular mientras el ascensor subía hasta su
piso, intentó no sentirse decepcionado por no encontrar un
mensaje de Jungkook. Es decir, ¿qué esperaba? El menor no
le había contestado ni un solo mensaje por semanas. Él no
le respondería mágicamente sólo por sentirse culpable tras
abandonarlo.
¿Y si ahora estaba divirtiéndose con su ex?
Dios, él iba a vomitar.
―¿Se te ofrece algo? ―Jimin se detuvo fuera de su
dormitorio, estupefacto al encontrarse con Hoseok ahí,
revisando su celular y la placa con el número
alternativamente.
―Oh, Jimin ―El chico sonrió deslumbrantemente cuando
giró hasta él, provocando que el menor quisiera arrancarse
los ojos. ¿Por qué él lucía tan brillante y agradable? Era
escalofriante. ―¿Vives aquí también? ¡El mundo es muy
pequeño!
―Vivo aquí, sí, estás frente a mi dormitorio, ¿me permites
el paso? ―Pidió con tosquedad, sin poder ocultar su
malhumor.
―Ups, lo siento ―Jimin se encogió de hombros, sacando
sus llaves del bolsillo para abrir la puerta. ―Por lo tanto,
¿vendrías siendo mi compañero? ―Y ese comentario fue
suficiente para que las llaves escaparan de sus manos.
Hoseok las levantó por él y se las extendió con amabilidad.
―Gracias... ―Sacudió su cabeza. ―Espera, ¿de qué estás
hablando?
―Tengo un cupo para vivir en los dormitorios de la
universidad, pero dijeron que no podía trasladarme hasta la
última semana de febrero ―Señaló la puerta. ―No me
darán la llave hasta entonces, pero me dieron el número.
Estoy aquí también. ¡Mucho gusto, próximo compañero!
Oh, así que su día podía ir peor, ¿cierto?
Por supuesto, siempre podía ser peor.
Jimin quiso golpearse contra la puerta, sin poder creer lo
que oía. Primero, el ex de Jungkook volvía y arruinaba sus
planes. ¿Y pronto tendría que soportarle como compañero
también? ¿El mundo confabulaba en su contra? ¿Acaso el
diablo se estaba riendo de él? ¿Dios lo estaba castigando
por alguna razón en especial?
¿Qué más faltaba? ¿Que Jungkook y Hoseok anunciaran su
nuevo noviazgo? ¿Acaso Hoseok empezaría a traer a
Jungkook al cuarto y él tendría que vivir con el miedo de
abrir la puerta y encontrarlos en una mala posición?
¿Ya había dicho Jimin que quería vomitar? Porque la sola
imagen de Jungkook con otro hombre lo estaba abrumando
de sobremanera.
―No luces muy bien... o feliz ―Murmuró Hoseok, dando
un paso hacia atrás. Jimin suspiró y agitó con la cabeza,
asegurándose de abrir la puerta esta vez.
―No es eso, lo siento, sólo me había acostumbrado a
estar solo, supongo ―Bien, ¿qué más podía decir? El chico
no había sido descortés con él, así que no podía tratarlo mal
por nada. Jimin quería darse un tiro, y otro a Hoseok de
paso, pero aún tenía modales.
―Oh, no te preocupes, estoy seguro de que nos
llevaremos bien ―Jimin acomodó su bolso sobre su hombro,
dándole una sonrisa torcida un tanto falsa. ¿Hoseok no
podía notar que él sólo quería entrar y cerrarle la puerta en
la cara? ―Así que... ¿eres amigo de Jungkook? Es decir,
estabas con él en la salida, fue un poco sorprendente.
Conozco a Jungkook desde hace años, y siempre fue
demasiado tímido al momento de hacer amigos. Por lo
general, era yo quien lo lanzaba cerca del resto ―Rió
ligeramente, recordando.
―Jungkook puede hablar apropiadamente con las
personas ahora y tiene buenos amigos también, no tienes
que preocuparte por cuidar de él ―Habló secamente.
―Estás a la defensiva, ¿eh? ―Volvió a reír.
―Taemin dijo que eres su ex ―Finalmente soltó, sin
querer acabar esa conversación hasta haber resuelto sus
dudas.
―Ah, es eso ―Le miró con comprensión. ―Taemin no
debería ventilar información de otros con esa facilidad, me
encargaré de hablar con él. Sobre lo otro... ¿supongo que
eres su amigo y estás preocupado de que lo lastime?
Puedes relajarte, mis intenciones con Jungkook son buenas.
Realmente adoro a ese chico ―Confesó con voz suave.
―Ya no le gustas a Jungkook ―Dijo con seguridad.
―Es algo que puedo arreglar ―Jimin tensó su mandíbula,
mirándole con molestia. ―Tomando en cuenta tu reacción,
¿vas a seguir mirándome así y desviándote del tema o me
dirás directamente que estás interesado en él? ―Sonrió un
tanto burlón.
―Lo sabes
―No eres sutil, compañero ―Dio una palmadita en su
hombro, silbando cuando Park lo apartó de un manotazo.
―No sobrerreacciones
―No volverás con Jungkook ―Sentenció. ―No me importa
lo que ustedes tuvieron hace unos años, tu momento ya
pasó, estoy aquí ahora. Jungkook se convertirá en mi novio,
lo sé con seguridad ―Hoseok rió, como si se tratara de una
broma. ―Solo sal del camino si no quieres que tu orgullo
salga lastimado
―Jimin, no vine a pelear ―Negó con la cabeza. ―No
conozco tu relación con Jungkook, pero sé que él está solo,
por lo que no me estoy metiendo en medio de nada. ¿Chicos
alrededor de él? No importa, siempre fue popular, aunque
no fuera consciente de ello ―Se encogió de hombros.
―Conozco a Jungkook más que cualquier otra persona y él
lo sabe. Él me amó antes cuando yo era un chiquillo
inmaduro y podrá amarme ahora que estoy dispuesto a
ofrecerle el mundo. ¿Salir del camino para no lastimar mi
orgullo? Voy a llegar hasta donde sea si es por él. Esto no se
trata de orgullo ―Agitó su mano. ―Nos vemos en la
facultad, Jimin
Hoseok se fue y él ni siquiera pudo rebatir. Las palabras se
atoraron en su boca y cerró la puerta con más fuerza de la
que debía, comenzando a maldecir. Tiró su bolso a su
suerte, se hundió en la cama, y gritó contra la almohada en
su deseo de liberar toda su rabia contenida.
¿Quién se creía Hoseok que era para irrumpir en sus vidas
con tanta confianza? ¿Y si la tranquilidad que emanaba se
debía a que su charla con Jungkook había resultado
favorable para él? ¿Quizás Jungkook sí le quería todavía?
Jimin permaneció en su cama, preguntándose por qué
tenía que experimentar la parte amarga de enamorarse tan
pronto. Las cosas estaban bien hace unas semanas, ¿no
podían volver acaso? ¿No pudo haber controlado mejor sus
impulsos?
Hubiera permanecido el resto del día divagando de no ser
porque media hora más tarde alguien golpeó su puerta.
Arrastrando sus pies hacia la entrada, se preguntó quién
podría ser a esa hora. No era tan tarde, pero ya había
oscurecido. Los estudiantes que vivían a la par de él no
solían ir a saludarlo tampoco.
―Hyung, ¿estás ahí? ―Llamó Jungkook desde el otro lado,
y Jimin hubiera arrancado la puerta de un tirón si hubiera
sido lo suficientemente fuerte.
―Jungkook ―Lo llamó, sorprendido por encontrarlo ahí de
pie, frente a él. El menor sonrió tímidamente mientras
alzaba unas bolsas con compras.
―Siento haberme ido así durante la tarde. ¿Está bien si
hablamos ahora? Traje comida
El estómago de Jimin gruñó en respuesta y Jungkook rió
cuando lo vio apartarse de la puerta, avergonzado. Jungkook
se quitó sus zapatos, yendo hasta el centro de la habitación.
Jimin desplegó una pequeña mesa y tiró cojines en el piso
para que ambos pudieran sentarse. Sus ojos estaban
inyectados de amor mientras veía al pelirrojo sacar la
comida de las bolsas, hablando de quién sabe qué, porque,
como siempre, estaba más concentrado en el movimiento
de sus lindos labios que en sus palabras.
Lo importante era que Jungkook había ido a buscarle. ¿No
era eso bastante significativo?
―Sé que es comida basura, pero una vez a las miles no
hace mal. Además, ¿a quién no le gustan las papas y el
pollo frito? ―Alzó la mirada hacia él, ladeando su cabeza.
―¿Hyung?
―Me alegra que estés aquí. De verdad me hace feliz que
hayas venido, Jungkook ―Habló con honestidad, mirándole
con cierto pesar.
―Te debía una charla...
―Pero me porté mal contigo, era normal si preferías
ignorarme ―Jungkook intentó hablar, pero Jimin sacudió su
mano frente a él, pidiéndole que guardara silencio. ―Sé que
dije esto antes, y sé que no es suficiente, pero de verdad
estoy arrepentido, Jungkook. Me fijé en ti porque eres un
chico lindo, pero me quedé a tu lado porque comenzaste a
gustarme. Dije un montón de estupideces hace días, pero
sigue siendo cierto el hecho de que estoy enamorado de ti.
Por favor, necesito que me creas ―Tomó su mano,
sobresaltándolo. Las orejas del menor enrojecieron cuando
Jimin puso su mano contra su corazón para que lo sintiera.
―Pierdo el control de él cada vez que estás cerca, Jungkook
―Hyung, yo- ―Balbuceó. ―No sé si te conozco lo
suficiente. No sé si debo creer en todo lo que dices ―Jimin
le miró con aflicción, soltando su mano. ―Pero tengo una
idea de quién eres y... el chico que actuó impulsivamente y
dijo esas cosas terribles, no pueden ser del todo tú. Pero
eres tú, al fin y al cabo ―Rió con incomodidad, bajando la
mirada.
―¿Qué significa eso?
―Que dijiste cosas que realmente no pensabas ni sentías,
confío en ello. Pero eso no quita que seas impulsivo y...
celoso
―Dejaste a ese chico besarte ―Habló monótonamente,
Jungkook resopló. ―N-No intento sacártelo en cara, pero...
fue impactante para mí, ¿de acuerdo? Eres mi adoración y
te vi con alguien más
―Dios, no lo digas de esa forma ―Pasó una mano por su
rostro, avergonzado. ―Él me besó, Jimin. Yo no quería, pero
él... ¿estaba ebrio y drogado? O algo así, porque parecía
fuera de sí. Dijo toda clase de cosas asquerosas y hasta
habló sobre llevar una cuchilla en su bolsillo ―Tiró del cuello
de su camiseta, sin querer recordarlo.
―... ¿qué? ―Jimin no daba crédito de ello. ―¿Por qué no
intentaste inmovilizarlo?
―No lo sé, estaba asustado ―Murmuró. ―Si él decía la
verdad, temía que la situación fuera peor
―Él te amenazó ―Su expresión se llenó de enojo.
―Mierda, no debí permitir que se acercara a ti, ¿cómo
puede asistir alguien así de enfermo a la universidad? Me
aseguraré de encontrarlo y- ―Jungkook negó con la cabeza.
―Se aprovechó de ti
―No quiero que te lastimes por esto ―Mordió su labio,
nervioso. ―¿Podrías mantenerte fuera de problemas por mí?
Jimin chasqueó con la lengua, sin saber cómo decirle que
no a ese par de ojos. Suspirando con exasperación, rodeó la
pequeña mesa para ir hasta él, rodeándolo en un abrazo.
Jungkook dejó de respirar cuando el rubio intentó
confortarlo.
―Lo siento tanto, Kookie ―Acarició su espalda. ―No
merecías pasar por eso, no merecías mi reacción. Estabas
teniendo una noche difícil y sólo lo hice peor. Aunque ahora
no soy del todo confiable luego de lo que hice, prometo que
me encargaré de que nadie vuelva a dañarte
Jungkook sonrió un poco, odiando que fuera tan débil ante
Jimin. Incluso si había decidido olvidarse de sus
sentimientos por el chico, su cuerpo le pedía
desesperadamente quedarse junto a él, disfrutando de su
calor corporal y sus dulces palabras. ¿Por qué no podía
hacerlo feliz?
Jimin se distanció de él, sus miradas encontrándose a
escasa distancia. La respiración de Jungkook se volvió
nerviosa cuando el rubio llevó su mano hasta su mejilla,
acariciándolo, sin dejar de apreciarlo. Era difícil no notar los
pequeños vistazos que dedicaba a sus labios, deseándolos.
―Ahora te toca ser honesto conmigo ―Murmuró Jimin,
deteniéndose en sus ojos. ―¿Mentiste al decir que yo te
gustaba, Jungkook? ―El menor negó con la cabeza.
―Entonces, ¿estás enamorado de mí también? ―Le tomó
un poco más de tiempo, no por duda, sino por miedo a
sentir, pero asintió de todas formas. ―Bien ―Jimin relamió
sus labios con ansiedad, sonriendo un poco ante la
confirmación. ―¿Quieres besarme?
―No debo hacerlo ―Respondió de inmediato, siendo
consciente de como una cosa llevaba a la otra y como,
probablemente, sólo terminaría por huir una vez más.
―¿No? ―La sonrisa de Jimin se apagó. ―¿Es por Hoseok?
―¿Por qué estas...? ―Se detuvo, gruñendo al final.
―¿Taemin, cierto?
―Hoseok es tu primer amor, no es necesario que me
mientas si es que su aparición te ha afectado ―Dejó de lado
a Taemin, sonando casi lamentable.
―No se trata de Hoseok ―Habló con certeza.
―¿No?
―No. Hoseok apareció, y es extraño verlo después de
tanto tiempo, me siento extraño con él cerca, pero no de la
manera en que imaginas ―Aseguró. ―¿Sobre nosotros? Ahí
el único problema soy yo
―Me quieres también. ¿Cuál es el problema ahí,
Jungkook? ―Preguntó sin entender.
―La noche que te confesaste... ―Su voz tembló. ―Estaba
tan feliz, porque me gustas tanto. Así que te acepté sin
pensar en nada, y ese fue mi error. Hyung, no me siento
capaz de tener una relación ahora. Ni siquiera me siento
capaz de sostener una relación en el futuro ―Confesó.
Jimin alejó su mano de su rostro y en cambio buscó su
mano, presionándola, distanciándose más de él para mirarle
metódicamente. Jungkook no podía comprender qué pasaba
por su mente.
―Puedo esperar a que estés listo ―Dijo finalmente el
rubio.
―Terminarás por cansarte, Jimin ―Expresó casi
desesperado. ―Lo que buscas, no puedo dártelo. Estoy
asustado y me siento incapaz de hacerte feliz. Lo arruiné
antes, voy a arruinarlo ahora también
―No me compares con tu ex novio ―Jungkook negó con la
cabeza, queriendo decirle que no se trataba de eso. ―Voy a
esperarte ―Dictaminó.
―Será más doloroso para ti, hyung. Sé que es mi culpa
por dejar que esto avanzara, pero te digo esto ahora para
que no sigas gastando tu tiempo en mí y-
Jungkook se quedó inmóvil, como piedra, su respiración
tornándose pesada cuando Jimin presionó sus labios contra
los de él. Lo correcto era apartarlo, advertirle sobre los
desastrosos resultados, pero él quería llorar como un bebé
mientras Jimin tomaba su labio entre los de él,
succionándolo suavemente mientras apoyaba su mano
contra su pecho, buscando sus latidos. No había apuro, no
era grotesco, ni demasiado intenso. Jimin fue dulce y
cuidadoso incluso cuando acarició sus labios con su lengua
en un tímido permiso para entrar a su boca.
Y Jungkook no supo cómo decir que no.
Abrió la boca para él, permitiendo el encuentro de sus
lenguas. Abrazos, besos, lo que fuera, él sentía que podía
permitirlo siempre y cuando se tratara de Jimin. Iba a darlo
todo por Jimin. Y luego...
Su estómago cayó. Porque luego él se sentiría un bicho
raro de nuevo, se sentiría inadecuado para Jimin de nuevo y
huiría lejos de él.
Jimin dejó ir su boca, en una respiración inestable y labios
húmedos que pedían por más. Sin embargo, se limitó a
abrazar al chico con fuerza mientras Jungkook se apoyaba
contra su hombro, aparentemente contrariado.
―También lo sentiste, ¿cierto? ―Preguntó Jimin, aspirando
con fuerza la delicada esencia del joven. ―Creo que
nacimos el uno para el otro. Me siento increíble contigo. Sé
que te sientes así conmigo también ―Habló con completa
seguridad, presionándolo más contra su cuerpo. ―Dime
algo, Kook
―Las sesiones... ―Balbuceó. ―Te entregaré las dos que
tengo y te devolveré el dinero de las otras dos, ya no
tendremos que vernos y-
―No ―Jimin lo tomó por los hombros, alejándolo para
darle una mirada severa. ―No estoy renunciando a ti.
Vamos a terminar adecuadamente esas sesiones y
despejaré cualquier duda que tengas respecto a ti mismo
―Jungkook abrió la boca, queriendo contradecirlo, pero
Jimin solo puso su índice contra sus labios. ―Vamos a comer
ahora
Jungkook tragó saliva con dificultad, viendo como Jimin se
levantaba para volver a su sitio, sonriendo al ver la comida.
Jungkook mordisqueó su labio con ansiedad, perdiendo su
apetito, pero sintiéndose incapaz de romperle el corazón o
hablarle de su verdadero problema. No estaba listo para
recibir una mala mirada de su parte.
―¿Qué sucede? ―Preguntó Jungkook cuando el mayor se
removió con incomodidad, quejándose en voz baja.
―Los dolores en la espalda van a matarme un día de
estos ―Suspiró, tomando un puñado de papas fritas. ―Pero
está bien, es lo de siempre
―¿Quieres que te dé un masaje? ―Jimin tragó lo que
comía, dándole una sonrisa torcida.
―Eso suena estupendo. Enséñale a hyung lo maravilloso
que puedes ser con las manos ―Le invitó con una sonrisa
juguetona.
Jungkook suspiró, levantándose para tomar asiento detrás
de él, permitiéndole al rubio acomodarse entre sus piernas.
Jimin sonrió dichoso y siguió comiendo, haciendo
comentarios apreciativos para las manos de Jungkook y
suspirando muy de vez en cuando.
―Estoy seguro de que esto se sentiría mejor si me quito la
camiseta ―Dijo Jimin de repente, provocando que Jungkook
se tensara. ―¿Puedo hacerlo?
Jungkook murmuró un sí, recordándose a sí mismo que
Jimin no estaba intentando seducirlo, sólo estaba adolorido
y realmente necesitaba de un masaje. Jimin conservó sus
comentarios sucios para sí mismo mientras continuaba su
comida, pensando en lo que increíble que sería ver a
Jungkook brillando gracias a un aceite corporal. Chupó sus
dedos mientras intentaba orientarse a sí mismo.
―Hyung, usa las servilletas ―Se quejó el menor.
―¿Uhm? No es por nada, pero sueles comer como un
cerdo. ¿Por qué yo no puedo hacerlo, eh? ―Protestó.
Jungkook puso los ojos en blanco y siguió trabajando con
sus manos. ―¿Estás molesto porque te llamé cerdo?
―Preguntó luego, preocupado. ―Porque me gusta que
comas por montones. Es más, cuando seamos novios, voy a
llenarte de comida todos los días. No importa si engordas,
hyung te llenará de amor de todas formas ―Prometió.
―No planeas hacerlo fácil para mí, ¿cierto? ―A Jungkook
le preocupaba la seguridad con la que decía las cosas.
―Espera, ¿te lo estás planteando sólo porque te propuse
comida? ―Se burló.
―Hyung ―Gimoteó en medio de un berrinche, alejando
sus manos de él. Jimin rió y volteó a verlo, sus ojos
conservándose traviesos. ―No bromees conmigo, acabamos
de hablar ―Frunció sus labios.
―Pero no estás escapando ―Tomó su camiseta, volviendo
a ponérsela. ―Puedes ser honesto conmigo, no te soy ni
remotamente indiferente. Acabo de pillarte babeando por mí
―Eso no pasó ―Apartó la mirada.
―Sólo acompáñame en comer, alteza ―Hizo cosquillas en
su barbilla, intentando animarlo. Jimin se apartó para darle
espacio frente a la mesa, señalando la comida. ―Vamos,
come
―Voy a lavar mis manos primero ―Avisó, levantándose
para dirigirse al baño.
―No estoy tan sucio ―Se quejó el rubio. Jungkook rió y
escapó de él.
Saliendo del baño sólo un minuto más tarde, miró con
atención a Jimin que revisaba su mini nevera, rescatando
dos latas de bebida. El rubio lucía cansado de repente e
incluso se quejó en voz baja cuando terminó de
enderezarse, dando toquecitos a su propia espalda.
Jungkook no sabía cómo alejarse de él cuando todo lo que
podía sentir era preocupación y amor. Por alguna razón, el
estado del mayor le parecía diferente al de unas semanas
atrás y eso le inquietaba. ¿Cómo alejarse y ser indiferente si
no podía dejar de pensar en él? ¿Cómo ignorar lo sofocante
que era para sí mismo no verlo luego de unos días?
Necesitaba a Jimin, tan malditamente mal.
―¿Por qué te quedas ahí parado? ¿Soy demasiado
impresionante, Jungkook?
El menor se sonrojó un poco y Jimin volvió a reír, relajado,
feliz, como se sentía cada vez que el chico de sus sueños le
acompañaba. Jungkook no pudo evitar perderse en su
bonita sonrisa cuando este le hizo señas para volver a la
mesa, extendiéndole una de las latas.
Él podría deshacerse de ese amor. Jungkook podía cerrar
las puertas por más doloroso que resultara.
Sin embargo, él no quería hacerlo.
Nota:
Este capítulo quedó un poco más largo gg (8. Ahí verán
ustedes si ahora tienen un poco más de esperanza (?). Ya se
confirmo al menos que Yoongi es Gloss unu
Por cierto, mi horario en la U a sufrido cambios esta última
semana y ya (oficialmente) no podré actualizar los lunes bc
estaré desocupándome muy tarde:(. Les avisaré si fijo otro
día más, pero por ahora el viernes sí queda como día
definitivo ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
Buen fin de semana, a mí me toca estudiar unu
[24]

Jimin no pudo quitar su mala cara durante toda la clase. Ver


a Hoseok yendo en todas las direcciones, ayudando a sus
compañeros y corrigiéndoles, era definitivamente molesto.
Para su suerte, el chico no había ido a molestarle, pero aún
no sabía cómo lograría aguantarle por un largo tiempo.
Chocando miradas de vez en cuando, tuvo que resistir el
impulso de darle un puñetazo cada vez que el castaño le
sonreía como si fueran amigos de toda la vida.
Hoseok era demasiado agotador.
―Hey, Jimin ―Lo llamó una de sus compañeras mientras
él revisaba su celular, buscando una canción. ―El rey está
afuera
―¿Jungkook? ―La muchacha asintió, los ojos de él
brillaron. ―Dile que pase, por favor
No es que Jimin no pudiera ir a su encuentro, claramente.
Pero había decidido alargar su práctica tras el término de la
clase y Hoseok estaba ahí también, planeando quién sabe
qué. Quizás era un buen momento para demostrarle al chico
que Jungkook ya lo había superado, ¿no?
¿Qué si eso era infantil? Por supuesto que lo era, pero a
Jimin no podía importarle menos.
Jungkook se asomó tímidamente por la puerta cuando los
estudiantes dejaron de salir, y aunque se fijó en la presencia
de Hoseok ahí, sólo asintió discretamente para él,
caminando después hacia Jimin. Hoseok frunció el ceño al
ver al menor ignorándole por completo.
Bien, él no le había ignorado, pero al menos pudo decirle
hola. ¿Desde cuándo se saludaban mutuamente sólo con un
gesto de cabeza?
―Hey, ojos bonitos ―Jimin estaba sentado en el piso,
sonriendo espléndidamente. ―¿Qué te trae por aquí?
―Hyung, no empieces ―Sus mejillas se tornaron un poco
rojas y se agachó junto a él, haciendo una mueca con sus
labios. ―Pensé que esta había sido tu última clase, no
planeaba molestarte
―No molestas, alteza ―Estiró su mano hacia él,
revolviendo sus cabellos. ―Y sí era mi última clase, sólo
estoy tomando un tiempo extra. Hay una rutina que
necesito perfeccionar
―¿Tiempo extra? Tu estado físico no es el mejor, deja de
llevarte al límite ―Cuestionó con disconformidad.
―Mi estado físico es muy impresionante, ¿de qué hablas?
―Alejó su mano de él, riendo entredientes. ―Dime para qué
has venido, Kook
―Pasé por la farmacia ―Quitó la mochila de sus hombros.
―Compré parches para el dolor y algunas cremas que
servirán para aliviarte, pero supongo que será en vano
ponerlas ahora si dentro de un rato planeas ducharte
―Oh, Jungkookie ―Jimin sostuvo su rostro, mirándole de
cerca. ―Realmente te preocupas por mí, ¿cierto? ¿Así de
mucho te gusto?
―Hyung ―Gimoteó. ―Si digo que me preocupo por ti,
¿podrías tomarte libre el resto del día? De verdad me
preocupa tu condición
Jimin sonrió, dejando un beso en su mejilla y otro en su
nariz. Jungkook le dedicó una mirada de cachorro cuando se
levantó.
―Tú ganas, iré a los vestuarios por una ducha rápida
―Acomodó su bolso deportivo sobre su hombro y miró
atentamente al menor cuando este hizo ademán de
levantarse. ―Hey, no puedes seguirme a los vestuarios
―¿Por qué no? Es de chicos, soy un chico ―Se quejó.
―Pero es malo seguir a ese tipo de lugar al chico que está
enamorado de ti, ese es el punto ―Jungkook bufó,
acomodándose en el piso. ―Volveré aquí en menos de 10
minutos y me darás un masaje ―Aplaudió, dándole la
espalda.
―No se supone que ese sea el uso que le das a una sala
de prácticas ―Acusó.
―¿Y qué? Sólo estamos nosotros. Además, tú viniste a mí
―Le sonrió ladeado, saliendo del lugar.
Jungkook volteó hacia el lugar donde vio a Hoseok,
sorprendiéndose de que no estuviera ahí. ¿Cuándo se había
ido?
Jimin, por su parte, sonrió al encontrar a su superior
afuera, de brazos cruzados, y claramente molesto.
Regalándole una sonrisa presumida, se alejó a toda
velocidad por el pasillo, sabiendo que Jung había
presenciado todo.
¿Él? 1. ¿Hoseok? 0, definitivamente.
―Vi a Jimin dirigirse hacia los vestuarios ―Apareció
Taemin junto a su amigo, quien lo había estado esperando.
―¿Peleaste con él y por eso tienes esa cara? Hermano, las
únicas veces que te he visto con esa expresión es cuando
alguien comete un error en la coreografía ―Carcajeó
alegremente, apoyándose contra la pared.
―Oh, así que debo tener una razón para estar molesto
con él, ¿no? ―Taemin dejó de reír abruptamente, mirándole
con curiosidad. ―Sé que sabes algo, Taemin, dímelo ahora
―Pidió con impaciencia.
―Primero, cálmate un poco ―Golpeó ligeramente su
hombro. ―Segundo, explícame por qué estás de mal humor.
¿Jimin hizo algo malo durante la clase?
―Él baila bien, ese no es el problema ―Frunció sus labios.
―¿Acaso es tu amigo? ¿Qué hay con esa familiaridad?
―No es mi amigo, pero estuvimos juntos un tiempo
―Hoseok abrió su boca, sorprendido. ―Nada serio, Hoseok,
sólo beneficios. Ahora, ¿qué esperas para proseguir?
―Jungkook está ahí adentro ―Señaló la sala con un gesto,
suspirando cansino. ―Pensé que estaba ahí para saludarme,
pero él ha ido directamente hasta Jimin. Podía suponer que
eran amigos tras encontrarlos juntos ayer en la salida, pero
ahora... Dios, ellos son horribles ―Pasó una mano por su
rostro. ―Jungkook lo miraba como... uhm... como si fuera la
cosa más bonita que ha visto en su vida, la cual desea
proteger entre sus manos. Y Jimin parecía bastante
orgulloso de ello, es un idiota presumido
―Oh...
―Jungkook me dijo que no estaba con nadie, ¿qué
significa esto? ―Bajó la mirada hasta sus zapatillas,
decepcionado. ―Además, acabas de decir que Jimin tenía
una relación beneficiosa contigo. ¿Por qué Jungkook estaría
con alguien así, eh? No son su tipo. Jungkook es un chico
serio, no le daría su corazón a un jugador
―Vamos por parte ―Suspiró, más empático. ―Para serte
franco, Jimin sí es un jugador, él ama la atención, así que
también me parece raro lo que hay entre ellos ―Admitió.
―¿Sobre tener una relación? No lo creo. Ellos pasan
bastante tiempo juntos, hay rumores y últimamente
parecen haber tenido problemas, pero no me parece que
hayan definido lo suyo. Jimin no intentaría mostrarte los
colmillos si ellos fueran novios
―Eh, ¿con qué clase de chico se ha envuelto Jungkook?
¿No ha evaluado las consecuencias de involucrarse con un
tipo de esa calaña? ―Frunció su ceño. ―Sé que cometí
errores al final, pero siempre fui serio respecto a él. ¿De
verdad crees que me ha olvidado por completo? ¿Cómo es
posible al menos? Estos dos años... sólo he podido pensar
en él ―Titubeó al final, avergonzado de sí mismo.
―Bueno, tú lo dejaste ir primero, Hoseok, Jungkook tenía
derecho a continuar ―Taemin escondió sus manos en sus
bolsillos, incómodo. ―Y no creo que haya sido tan fácil para
él, considerando que incluso dejó de bailar luego de que
terminaste con él. Ese chico tenía todo para ser un grande,
pero renunció por un corazón roto, o al menos eso es lo que
podemos inferir ―Rió desganado al final.
―Estás de su lado ―Murmuró Hoseok, sin recriminación
alguna. ―Siempre he pensado en esto, pero nunca te lo
pregunté. Lo cierto es que quieres mucho a Jungkook,
¿cierto? ―Lee giró a verlo, sorprendido. ―Cuando le dije al
grupo que terminaría con Jungkook, todos me impulsaron a
hacerlo, diciendo que merecía vivir más y que Jungkook era
un pésimo novio, pero tú fuiste el único que no apoyó la
idea, como si supieras que estaba cometiendo un error
―Porque así se sintió ―Confesó. ―Eres mi mejor amigo y
te adoro, pero no estabas pensando con la cabeza. Estimo a
Jungkook como mi hoobae, quien siempre fue amable y
esforzado. Pero, cuando se trata de ti, Jungkook para mí era
la persona que te hacía más feliz que cualquiera, casi tanto
como el baile, si es que no era por igual ―Afirmó. ―Y
Jungkook te amaba también, podía verlo cada vez que él te
miraba. Sin importar las circunstancias o que él me
parezca... raro, siempre estaré agradecido con él. Sé que es
un buen chico
―Hubieras insistido en ese entonces ―Taemin sonrió
decaído, negando con la cabeza.
―Lo sabías mejor que yo, Hoseok ―Le recordó. ―Si
hubieras pensando que tu decisión era la correcta, no me
habrías hablado esa noche para llorar desde tu
arrepentimiento. Pero, ¿qué iba a decirte entonces? Tus
razones para dejarlo también eran entendibles. Querías
conocer el mundo, descubrir lo que querías. No habrías
podido encontrarte a ti mismo en New York si mantenías
una relación a distancia con Jungkook
―Tienes razón ―Aceptó con pesar. ―Pero mis
posibilidades con él están lejos por lo mismo
―Puedes intentarlo ―Presionó su hombro. ―Maldición,
eres un chico maravilloso, él tendría que estar ciego para no
verlo
―O enamorado de alguien más ―Señaló con una sonrisa
apagada.
―Ellos no están juntos ―Dijo con confianza. ―Y, hombre,
conociendo a Jimin, él ni siquiera podrá estar con Jungkook.
Cuando sepa que el chico no estará dispuesto a realizar sus
fantasías, lo desechará peor que a un estropajo viejo. Jimin
adora el sexo, él es increíble en la cama, y Jungkook...
―Jungkook no lo odia, Taemin, y tampoco está
incapacitado ―Hoseok puso los ojos en blanco,
interrumpiendo las palabras de su amigo. ―Además, el sexo
es bueno con él
―... pero él definitivamente no es una máquina, ¿no?
―Jung le miró, inexpresivo. ―Jungkook es demasiado
sensible para Jimin. Uno es emociones y el otro sensaciones,
están destinados a fracasar ―Aseguró.
―Entonces...
―Voy a darte un empujón ―Dictaminó, encaminándose
hacia la sala.
―¿Qué? ―Hoseok fue detrás de él. ―Dios, no vayas a
decirle algo idiota
―Hey, ¿cuándo he dicho cosas idiotas? Tenme confianza,
puedo hacer un buen trabajo ―Sacudió sus cabellos,
ingresando al lugar junto a Hoseok, quien pisaba sus
talones.
Jungkook, que parecía entretenido jugando a algo en su
celular, levantó la vista al escuchar el sonido de la puerta,
preguntándose si Jimin había llegado mucho más rápido de
lo previsto. Sin embargo, ladeó la cabeza adorablemente al
encontrarse con sus antiguos compañeros de la academia.
Hoseok quiso dar vueltas en el piso y chillar ante lo bonito
que lucía. ¿Cómo había hecho Jungkook para crecer como
todo un hombre y conservar esos rasgos aniñados que lo
hacían ver adorable? Anhelaba acabar la distancia con él y
besarlo por todas partes para volver a escuchar sus
adorables y tímidas risitas.
―Taemin hyung, Hoseok hyung ―Llamó, interesado.
―¿Necesitan usar la sala? Porque puedo irme y-
―Hey, tranquilo ―Taemin se sentó frente a él, sonriendo
con amabilidad. Jungkook no pudo evitar pensar en el
sunbae que hace años solía tratarlo con gentileza; Taemin
había actuado diferente desde que le había visto con Jimin.
―Vengo a hacerte una invitación
―¿Invitación? ―Enarcó una de sus cejas, confundido. ―¿A
qué?
―Una fiesta en mi casa, por supuesto ―Jungkook abrió la
boca de inmediato, dispuesto a decirle que sus fiestas no
eran exactamente su tipo. Aunque apreciaba al mayor, sus
fiestas eran demasiado grandes y ruidosas para él. Además,
luego de su última experiencia, no se sentía especialmente
atraído por la palabra fiesta. ―No será la gran cosa,
Jungkook ―Aseguró antes de que este pudiera rebatir.
―¿No? ―Jungkook y Hoseok preguntaron al mismo
tiempo, pero sólo el último recibió un codazo de parte de su
amigo para que guardara silencio.
―No ―Repitió. ―Es una fiesta de bienvenida para Hoseok.
Luego de estar años fuera del país, creo que merece una
cálida recibida, ¿no es así? Por lo que estoy invitando a todo
nuestro círculo cercano. Tú estás incluido en el grupo, por
supuesto
Jungkook presionó sus labios en una línea, pensando al
respecto. En realidad, Taemin y Hoseok tenían muchos
amigos; él lo sabía. Pero no tantos como para armar un gran
caos en la casa del mayor. Por otro lado, hace tiempo que
no veía al resto del grupo. ¿Pero no sería incomodo verlos si
la mayoría había seguido la línea de baile mientras él sólo
había escapado?
―Vamos, no lo pienses tanto ―Taemin posó su mano
sobre la de él, dándole un apretón. ―Es por Hoseok, sé que
estás feliz por su llegada también. ¿No lo estás?
Jungkook intercambió miradas con Hoseok. El chico
parecía un poco avergonzado de las palabras de su amigo y
le sonrió tímidamente, como si intentara disculparse. A
pesar de los años que habían pasado, no parecía que su ex
novio hubiera tenido un gran cambio. Seguía siendo
atractivo, seguía sonriendo mucho y sus ojos seguían siendo
amables. Jungkook no le guardaba rencor ni nada por el
estilo. ¿Quizás sí existía una oportunidad para reconstruir un
poco de lo que fue su amistad? Porque no había forma en la
que él no quisiera tener a Hoseok en su vida.
Hoseok siempre sería especial para él.
―Estoy feliz con su regreso ―Admitió. ―Y mucho más de
conocer sus logros ―Agregó con una sonrisita, provocando
que Hoseok le viera con corazones formándose en sus ojos.
―Iré a la fiesta, hyung. ¿Cuándo es?
―El sábado, te estaré enviando más detalles por mensaje
―Se levantó, sacudiendo su ropa.
―No tienes mi número
―Jungkook, puedo obtener lo que sea, por supuesto que
puedo obtener tu número ―Hizo un gesto con la mano,
dándole la espalda. ―Estamos hablando
Hoseok rió divertido, viendo la expresión extraña del
menor mientras veía a Taemin salir del lugar. Aclarando su
garganta luego para obtener su atención, extendió su
celular hacia él con cierta vacilación cuando sus ojos le
miraron.
―Creo que será mejor si me das tu número, ¿no? Yo te
avisaré. Taemin aún no sabe que encontrar tu información
privada es realmente trabajo de profesionales ―Jungkook
sonrió, enseñando sus incisivos. ―Claro, si es que sigues
siendo tan cuidadoso con tus datos ―Murmuró.
―Aún lo soy ―Admitió, tomando el celular para guardar
su número.
Hoseok sonrió, viendo como el pelirrojo anotaba y
guardaba rápidamente sus datos. Le miró con confusión
cuando unos segundos después sus dedos dejaron de
moverse y sus ojos se clavaron en la pantalla, sin
parpadear.
―¿Sucede algo? ―Hoseok estiró su cuello, buscando lo
que había llamado la atención del menor. ―Oh ―Y su rostro
se puso completamente rojo al descubrirlo.
Su fondo de pantalla era una foto de ellos, un poco más
jóvenes. La foto había sido tomada en la academia, con
ambos sentados en el piso. Hoseok lo abrazaba por detrás
mientras Jungkook estaba recostado contra su pecho,
fingiendo dormir. Él lo había llamado su bebé, y su
compañero de clases, Minki, había reído mientras los
fotografiaba.
Fotos de ese entonces, aún había por montón. Él,
sencillamente, no se sintió capaz de borrarlas. Por el
contrario, sólo las había respaldado, apreciándolas cada vez
que se sentía cansado o solo. Jungkook había sido en parte
su fuerza incluso sin estar ahí, en un lugar desconocido lejos
de casa.
―Lo siento ―Susurró cuando Jungkook le devolvió el
celular.
―Sólo es una foto, no hay nada malo con ello ―Jungkook
pasó una mano por su cabello, luciendo retraído. ―Pero me
sorprendió que la conservaras. Pensé que borrar nuestras
fotos era lo primero que harías después de terminar
conmigo
―No pude hacerlo ―Confesó en voz baja. ―¿Lo hiciste tú?
―Se atrevió a preguntar, y el menor le sonrió débilmente.
―Después de unos meses ―Admitió.
Hoseok tragó con dificultad y asintió, fingiendo que lo
entendía. Jungkook no tenía que guardar sus fotos juntos, no
después de que él le había roto el corazón. Pero tal vez... si
tan sólo él las hubiera conservado...
Hoseok habría tenido un poco más de esperanza en ellos.
―Jungkookie, ya estoy- ―Jimin se quedó en silencio
cuando al empujar la puerta los encontró a ambos. ―Espero
no estar interrumpiendo una charla importante ―Dijo,
intentando sonar agradable, pero siendo carcomido por la
inseguridad en su interior.
Jungkook no respondió, Hoseok sólo negó con la cabeza.
Este último, sabiendo que por ese día había hecho
suficiente, le dedicó un asentimiento al menor para luego
levantarse y salir del lugar.
Y Jungkook se sintió un poco mal, por no decir del todo la
verdad. Porque aunque pasados los meses él había borrado
las fotos de su celular y computador, aún había quedado
mucho más. Sus álbumes de fotos grupales habían sido
guardados en los estantes de sus padres. Mientras que las
fotos que había compartido con Hoseok, habían ido a parar
al fondo de un baúl.
Pero aunque el baúl estaba escondido, aunque
probablemente estaba lleno de polvo, aún existía. Sus fotos
aún existían. Y él no creía que sería bueno dar esa
información. Ya no.
Sólo eran recuerdos. Ellos juntos eran pasado.
―Entonces, ¿quieres hablar de por qué luces tan pálido o
prefieres proseguir a jugar al doctor? ―Preguntó
empáticamente Jimin a su lado, dando un golpecito en su
rodilla para traerlo de regreso al mundo real.
Jungkook negó con la cabeza, mostrándole la bolsa con
sus compras. Jimin asintió para él y le dio la espalda,
quitándose su camiseta para ayudarle a que la tarea fuera
más fácil. Y aunque quiso bromear y ponerlo de nervios, no
lo hizo, porque sabía que su mente ya no estaba del todo
con él.
Jimin tragó amargamente cuando los ojos de Jungkook le
dijeron lo que necesitaba saber.
Su antiguo amor aún dolía.
Y si dolía, era porque aún importaba, aunque fuera un poco.
◇◆◇◆◇
Cuando el sábado llegó y Jungkook se dirigió solo hasta la
casa de Taemin, intentó no sentirse nervioso al
reencontrarse con viejos conocidos. Todos le saludaron, de
buena gana o más por respeto, y él se hundió en uno de los
sofás cuando poco después de su llegada quedó
completamente solo, otra vez. El personaje principal de la
fiesta, aparentemente, aún no había hecho su aparición, y
eso reducía sus opciones para acompañantes.
La única razón por la que Jungkook obtuvo un grupo en el
pasado, era porque Hoseok estaba actuando de
intermediario.
―Hey, Jungkook, luces deprimente ahí, hombre ―Taemin
se sentó a su lado, sosteniendo un par de copas para
extenderle una de ellas. ―Sostén esto, Hoseok está por
llegar y haremos un- ―La sala se llenó de gritos de repente
y ambos giraron hacia la entrada, donde el castaño sonreía
felizmente al ver a sus amigos reunidos ahí. ―Y haremos un
brindis ―Presionó su hombro. ―Venga, vamos
Jungkook asintió en silencio, siguiéndole el paso. Todos los
presentes tuvieron una copa en sus manos al cabo de un
minuto y Taemin se paró en el centro de la sala, sosteniendo
su copa en alto mientras llenaba de halagos y felicitaciones
al joven que había regresado de New York. Los gritos de los
demás no faltaron y Hoseok sólo permaneció en silencio,
sintiendo su pecho llenarse de orgullo. Intercambiando una
mirada con Jungkook, este igual le sonrió, feliz por todo lo
que había construido.
Hoseok merecía todo ese reconocimiento y más.
El brindis llegó luego, algunas copas chocando. Jungkook
bebió el contenido y arrugó la cara, escuchando algunas
risas de quienes estaban atentos a él. Hoseok apareció a su
lado en un parpadeo, atrapando su mano para invitarlo a
bailar, y él ni siquiera alcanzó a responder cuando Taemin
ya le estaba quitando su copa, incitándolo a divertirse.
Taemin se alejó para escribir un mensaje mientras
Jungkook terminaba en el centro del salón, la música
estallando a su alrededor mientras luces de colores
comenzaban a viajar en todas las direcciones. Hoseok había
comenzado a bailar frente a él, pavoneándose un poco, y él
rió y decidió disfrutar de esa noche. Tenía que perder la
vergüenza y timidez con quienes habían sido su grupo por
un largo tiempo.
Sólo era una noche de amigos, nada por lo que
preocuparse.
Quizás estaba siendo demasiado ingenuo.
Los minutos avanzaron, siendo todo diversión y risas.
Bailando con el resto de sus amigos, Jungkook pensó en
Jimin, en el club al que habían ido juntos allá en Busan y la
gran noche que habían tenido, a pesar de los
inconvenientes. Sabía que Jimin no tenía nada que hacer en
una fiesta para Hoseok, pero incluso así no pudo evitar
desear su presencia ahí.
¿Por qué no podía dejar de pensar en él?
Hoseok, que había estado moviéndose alrededor del salón
haciendo ruido, se detuvo al percatarse de que los
movimientos de Jungkook se volvían un tanto extraños. El
menor caminó hasta uno de los muebles de repente, entre
pasos torpes y tropiezos, y él alcanzó a llegar a su lado para
atraparle cuando casi terminó en el piso.
―Hey, Jungkook ―Hoseok lo hizo girar de un movimiento,
sosteniéndolo entre sus brazos para que no cayera. ―¿Qué
sucede?
Jungkook agitó su cabeza, balbuceando algo sobre tener
mucho calor. Tirando de su brazo sobre sus hombros,
Hoseok lo arrastró fuera del lugar para dirigirlo al baño,
ayudándole a entrar. Obteniendo tranquilidad y una
iluminación adecuada, miró con horror como el chico había
comenzado a sudar por montones, luciendo también
desorientado. Humedeció su rostro, intentando ayudarlo,
pero su piel ardía como si estuviera afiebrado. Llevando una
mano hasta su corazón, tensó su mandíbula al sentir sus
rápidos latidos. Era cierto que ellos habían estado bailando,
pero no era normal que su corazón latiera como si acabara
de correr una maratón.
El menor comenzó a sacudirse después de un rato,
mirando desesperadamente en todas las direcciones
mientras respiraba entrecortado, como si estuviera aterrado
por una razón desconocida. Hoseok dio un paso atrás
cuando el chico se abrazó a sí mismo y le miró con
desconfianza.
―Taemin ―Habló al teléfono, gruñendo por el ruido de
fondo. ―¡Ven aquí ahora mismo, maldición!
Y ese grito sí que lo pudo oír. Taemin apareció por la
puerta del baño luciendo desconcertado al ver a Hoseok
luchando contra Jungkook para intentar bajar su
temperatura corporal.
―¿Qué sucede? ―Preguntó. ―¿Hay un problema con él?
―¡Eso debería preguntarlo yo! ―Volteó hacia él, furioso.
Taemin se pegó a la puerta con nerviosismo, pues nunca le
había visto de ese modo. ―¿Qué le dieron a Jungkook
mientras yo no estaba?
―¿Uhm? Sólo una copa por el brindis, ¿qué más pude
haberle dado?
Jungkook gimoteó, mirando entre ambos. El chico
continuaba hecho un ovillo que se balanceaba de un lado
hacia el otro, ansioso. Taemin ni siquiera pudo hablar
cuando Hoseok lo sacó del baño de un solo empujón,
arrinconándolo contra una pared.
―Vas a decirme la verdad ahora ―Su tono fue
amenazante.
―No fue con mala intención, Hoseok ―Aseguró, luciendo
finalmente arrepentido. ―Es verdad que puse algo en su
copa, pero no pensé que terminaría así. Leí sobre la droga
del amor en internet y pensé-
―¿Hablas de éxtasis? ―Hoseok lo soltó, pasando sus
manos por su rostro. ―¿Drogaste a Jungkook sólo porque la
droga del amor sonaba lo bastante convincente para ti? ¿La
has usado alguna vez?
―¡Por supuesto que no! ―Se defendió. ―¡Y me informé
sobre ella antes de dársela! ¡Decían que no generaba
adicción, al menos no de la manera que se espera!
―Hoseok giró a él, no menos furioso. ¿Su amigo siempre
había sido así de imbécil? ―¡Se suponía que debía ponerlo
feliz! ¿Okay? Todo es más intenso, pero agradable en gran
medida, ¡él tendría que estar disfrutando de esta maldita
fiesta y pegarse a ti como un chicle! ¿No se supone que se
volvería loco por contacto físico?
―Sé cómo funciona, Taemin. Las fiestas de la fraternidad
no eran fiestas si no había drogas incluidas ahí. ¡Pero ni
siquiera buscaste efectos adversos y toda esa mierda! ¿En
qué clase de mundo las drogas son la solución? ¿Sabes qué
tan enfermo es lo que acabas de hacer? ―Taemin guardó
silencio, encogiéndose en su sitio. ―Jungkook está teniendo
un mal viaje. Él confía en ti porque eres su superior y te has
aprovechado de ello para drogarlo
―Sólo quería que se acercara a ti ―Murmuró.
―No así, Taemin. Aprovecharse de un chico que ha sido
drogado es asqueroso ―El mayor bajó la mirada, Hoseok
empujó la puerta del baño con molestia y decepción. ―Lo
llevaré hasta tu cuarto ―Avisó.
Hoseok no se sorprendió de ver a Jungkook levantarse de
un salto cuando fue a su encuentro. El menor le miraba
como si él intentara llevarlo a un lugar oscuro y macabro, y
prácticamente tuvo que arrastrarlo hasta el cuarto.
Jungkook estaba lejos de parecer emocional y sociable como
Taemin había esperado. Él, sencillamente, estaba
demasiado alterado.
―Está bien, Jungkook ―Hoseok se acomodó con él en la
cama, intentando calmarlo. ―Sólo soy yo ―Dio un toque en
su mejilla, haciéndolo estremecer.
―Me siento mal ―Su voz salió rasposa. ―Hyung...
Jungkook con suerte terminó de hablar cuando ya había
girado sobre su cuerpo, vomitando a la orilla de la cama.
Hoseok se levantó precipitadamente, sabiendo que era
demasiado tarde para buscar una solución, así que sólo
frotó su espalda con delicadeza antes de que el menor
volviera a caer rendido contra el colchón.
Hoseok se metió al baño para buscar algo que sirviera
para limpiar, aunque aún estaba preocupado por Jungkook.
Si el joven tenía un golpe de calor, habría que llevarlo a un
hospital lo antes posible, pero ni siquiera estaba seguro de
por dónde empezar para que la situación no escapara de
sus manos. El uso de drogas los metería en serios
problemas, pero ellos no podrían mantener a Jungkook por
demasiado tiempo si su estado empeoraba.
◆◆◆◆◆
Jimin atravesó la puerta de la casa de Taemin cuando uno
de los chicos le abrió la puerta. Caminó apresuradamente
por el pasillo, yendo hasta donde resonaba la música, y
buscó desesperadamente a Jungkook con la mirada. ¿Por
qué no se había enterado de esa fiesta antes? ¿Y por qué
Taemin había decidido comunicárselo hablando de lo bien
que lo estaba pasando el menor junto a su ex novio? Iba a
perder los estribos.
Sí, había sido impulsivo de su parte ir hasta ahí
inmediatamente después de recibir el mensaje. Jungkook
tenía todo el derecho de divertirse si ese era su deseo. Pero
algo no concordaba en su mente luego de la última
experiencia que se había llevado el menor en casa de
Jeonghwa. Tampoco podía negar que le descolocaba pensar
en el chico compartiendo con su ex novio.
―¡Hey! ―Taemin, que estaba solo mientras lucía
pensativo, alzó la mirada al escuchar esa voz. ―¿Dónde
está Jungkook? ¿Por qué Hoseok no está aquí? ―Pidió
explicaciones de inmediato.
―Estás aquí ―La voz del mayor salió sin emoción. ―No
vienes a mi casa si te invito, pero escribo el nombre de
Jungkook y no tardas en correr a encontrarlo
―Taemin-ssi, no tengo tiempo para tus lamentos ―Dijo
con cansancio. ―Dime dónde está Jungkook
―En mi cuarto, con Hoseok ―Sonrió ladeado. ―Podrías
sorprenderte, ¿sabes? ―Y rió desganado cuando Jimin se dio
la vuelta, saliendo del salón hecho un torbellino.
Taemin siguió sus pasos de mala gana al ver su plan irse
directo al desagüe. Se suponía que Jimin llegaría ahí para
encontrar a Jungkook siendo un chico pegajoso con Hoseok,
riendo como un niño tonto y disfrutando de todo lo que su
ex le proporcionaba. La situación no tenía que terminar con
un chico que ni siquiera podía parecer hacerlo bien con las
drogas.
Es decir, ¿cuántas personas tenían un mal viaje la primera
vez? Eso sonaba patético.
¿O quizás él se había excedido con la dosis?
Aunque se negaba a admitirlo, la culpa sí estaba en él.
―¿Qué mierda ha sucedido con él? ―Taemin se apoyó
contra su puerta, suspirando al ver el rostro de Jimin
enrojecer de enojo. ―¿Por qué está inconsciente? ¿Está
ebrio? ―Miró entre ambos amigos. ―¿¡Le han dado de
beber para traerlo hasta aquí!? ¡Realmente son unos-!
―Está drogado ―Corrigió Hoseok, terminando de limpiar.
―¿Y quién te ha mandado a llamar? Estoy seguro de que no
estás invitado, porque es mi fiesta. Déjame cuidar de él y-
―¿Drogaste a Jungkook? ―Los ojos de Jimin se
encendieron mientras giraba hacia Hoseok, con claros
deseos de golpearlo. ―¿Cómo te atreves a estar cerca de él
siquiera, maldito enfermo? ―Hoseok tensó su mandíbula,
levantándose. ―Me llevaré a Jungkook conmigo
―El efecto no pasará hasta en unas horas más, no servirá
de nada que te lo lleves
―Lo haré, y yo cuidaré de él, ustedes ni siquiera merecen
que les vuelva a dirigir la palabra
Hoseok se mordió la lengua, sin saber cómo contradecirle.
Quizás él no había sido el causante del estado de Jungkook,
pero se sentía un descuidado. Dirigiendo una mirada hacia
su mejor amigo, vio como este agachaba la cabeza, sin
querer enfrentarlo. Como si no fuera suficiente, ¿además
había llamado a Jimin para que fuera por Jungkook? Hoseok
no podía creerlo.
Jimin llamó a un taxi y se sentó junto al menor mientras
esperaba. Aunque inconsciente, el cuerpo del chico no
dejaba de ser sacudido por pequeños escalofríos mientras
su piel ardía. Gotas de sudor se deslizaban lentamente por
su frente mientras sus labios estabas secos y agrietados.
―Tráeme algodón y una botella de agua ―Señaló el rubio
hacia Taemin, quien obedeció rápidamente sin rechistar.
Jimin vertió agua en el algodón y levantó un poco la cabeza
del menor, llevando el algodón a sus labios. ―Sé que estás
débil, pero necesitas beber agua, Jungkook ―Suplicó.
El menor abrió un poco los ojos, cerrándolos rápidamente
por la molesta luz. Se sentía mareado cada vez que abría
los ojos y la sensación en su cabeza empeoraba cuando
escuchaba al resto hablar. Sus voces eran fuertes y algo
difusas, y él estaba asustado, aunque no estaba seguro de
qué. Sólo quería que su corazón se calmara, que su
alrededor lo hiciera. La ansiedad lo estaba carcomiendo por
dentro ante lo extraño que parecía el mundo ahora. Y las
miradas de todos sobre él eran tan espeluznantes. No las
veía, pero podía sentirlas. ¿Acaso estaban planeando algo
contra él?
Su respiración volvió a tornarse más pesada ante la idea
de que querían lastimarlo.
―Jungkook, respira ―Jimin sostuvo su mano incluso si el
menor intentó huir de su tacto. ―Sólo soy yo, amor. No voy
a lastimarte
Hoseok apartó la mirada, intentando ignorar el mote
cariñoso empleado por el joven, quien seguía intentando
calmar al menor. Taemin, en cambio, no dejó de ver a la
pareja. ¿Jimin alguna vez le había hablado con esa dulzura a
alguien más? ¿De verdad le había llamado amor, aun siendo
consciente de que ellos estaban ahí?
Jimin había sido sólo uno más para él, así como él lo había
sido para Jimin. Pero su corazón estaba doliendo ahora y eso
no estaba bien.
Cuando Jimin recibió un mensaje del taxi que había
solicitado, no demoró en levantar a Jungkook. Sosteniéndolo
en su espalda y sujetándolo con confianza, caminó hasta la
puerta, ignorando completamente a Hoseok. A Taemin, por
el contrario, le dirigió una mirada muerta mientras
pronunciaba claramente un "hablaré contigo después". Y en
un parpadeo, los chicos habían dejado el cuarto.
Hoseok gruñó, dejándose caer en el sillón que ocupaba
espacio en el dormitorio. Taemin también tomó asiento, sin
saber por dónde comenzar. Quizás no tenía perdón.
―Siento arruinar tu fiesta ―Murmuró.
―¿Eso es todo lo que sientes? ―Hoseok giró hasta él,
estupefacto. ―Drogaste a Jungkook, ¿no sientes eso?
Además, ¿sabes lo peligroso que han sido tus actos? ¡No
debes mezclar éxtasis con alcohol! Has llevado las cosas a
otro nivel ―Siguió reprochando. ―¿Y a quién le has
comprado eso, de todas formas? ¿Ni siquiera desconfiaste
de él? ¡Pudieron darte cualquier cosa, Taemin!
―Hoseok, basta, te entendí a la primera ―Empuñó sus
manos, conteniendo su propio enojo.
―No, tú basta ―Hoseok se levantó, parándose frente a él.
―Has hecho cosas idiotas antes. Has dicho y hecho cosas
malas, pero nunca pensé que llegarías a esto. ¿De verdad
estabas intentando ayudarme, Taemin? ―El contrario no
respondió. ―¿No lo hiciste por ti realmente?
―¿Qué estás insinuando? ―Contestó a la defensiva,
levantando la vista hacia él.
―Te vi ―Señaló. ―Vi tu expresión cuando Jimin fue hasta
Jungkook. Vi la cara que pusiste cuando él lo llamó amor
―Torció el gesto. ―Maldición, dijiste que era algo sin
importancia, sólo una relación beneficiosa. Pero lo cierto es
que estás pillado, ¿cierto? No querías ayudarme con
Jungkook, ¡llamaste a Jimin porque querías que me viera con
él! ¡Quieres que él tire la toalla!
―Basta ―Taemin se levantó. ―No digas idioteces
―Sabes que tengo razón, te conozco mejor que nadie
―Sacudió su cabeza. ―Jamás has deseado algo serio en tu
vida, pero tus sentimientos están cambiando y estás
entrando en caos. Déjame decirte, hermano, que esa no es
la manera ―Reprochó. ―No vas a obtener a Jimin haciendo
esto con Jungkook. ¡No seguiré siendo tu amigo si eres así
con Jungkook!
―¿Estás hablando en serio? ―Le miró pasmado.
―¿Vas en serio tú? ―Hoseok lo tomó por la camiseta,
atrayéndolo más cerca de él. ―Conoces a Jungkook desde
que él tiene 12 años. Pasaste años a su lado. Lo trataste y
cuidaste como a un hermano menor. ¿Te has enceguecido
por un chico y le has restado valor a alguien que no ha
hecho nada contra ti? Reacciona, Taemin
―No quería lastimarlo ―Murmuró.
―Pero lo estás haciendo ―Hoseok lo soltó. ―No te
sorprendas si no vuelve a dirigirte la palabra nunca más.
Pero, conociéndolo, él te perdonará ―Hizo una mueca
lastimosa con sus labios. ―No confiará en ti, no se acercará
a ti, pero te perdonará. Felicitaciones, Taemin, así es como
pierdes a uno de los pocos que probablemente ha visto más
de ti de lo que el resto ve
Hoseok salió del cuarto, terminando la conversación.
Taemin volvió a hundirse en el sillón mientras pasaba sus
manos por su rostro.
¿Enamorado de Jimin? No, eso no se sentía como amor.
¿Quizás un capricho? Parecía más acertado.
Sencillamente, no podía creer que el chico había
cambiado de página fácilmente con él para caer rendido
ante alguien más. Jimin no era ese tipo de persona. En su
tiempo juntos, Taemin había alabado a Jimin por ser como
era. Un hombre confiado y sin apegos. Alguien que sabía lo
que quería y cómo obtenerlo.
Jimin era como él.
Pero Jimin ya no estaba siendo demasiado como él.
―Jungkook... ―Susurró, pensando en su hoobae.
Años atrás, cuando Taemin se cruzó a ese niño en la
academia, había rescatado cierta particularidad de él.
Jungkook, aunque tímido y hasta retraído, tenía el poder de
sacar lo mejor del resto. Hoseok, su mejor amigo, hacía
brillar todo sitio por el que se desplazaba. Pero Jungkook,
mucho más impresionante, hacía brillar a las personas.
Y por eso Jungkook no debía estar con Jimin. Porque el
Jimin que ahora existía a causa de Jungkook, no era el chico
decidido que conoció. Él ahora lucía brillante; demasiado
feliz y amoroso cada vez que acompañaba al menor. Pero a
su vez, tan débil. Personas como Jimin no tenían que
mostrarse débiles. Si la confianza era su punto fuerte, todo
estaría arruinado tras perderla.
Jimin se perdería a sí mismo por ese amor.
Nota:
Este capítulo es para confirmar que las fiestas en este fic
son sinónimo de problemas para Jungkook (?). Y entre otras
cosas...
•Sobre el éxtasis, droga del amor o MDMA:
Quien consume MDMA puede experimentar los efectos
embriagadores de la droga alrededor de 45 minutos
después de tomar una sola dosis. Esos efectos incluyen una
intensificada sensación de bienestar, mayor extroversión,
calidez emocional, empatía hacia otros y la disposición a
conversar sobre recuerdos con gran carga emocional.
Además, la gente reporta la intensificación de la percepción
sensorial como una marca distintiva de la experiencia con
MDMA.
Sin embargo, la MDMA también puede causar varios efectos
secundarios agudos. Por ejemplo, si bien las sobredosis
letales de MDMA no son comunes, pueden potencialmente
poner en riesgo la vida, con síntomas como presión arterial
alta (hipertensión), desfallecimiento o mareos, ataques de
pánico y, en casos graves, pérdida del conocimiento y
convulsiones.
•Sobre el bad trip (mal viaje):
Término que designa una crisis psicodélica, es decir, una
experiencia inquietante por lo general asociada al uso de
una droga. Sus manifestaciones pueden variar desde
sentimientos de vaga ansiedad y alienación hasta profundos
estados trastornados de terror descontrolado, de
aprisionamiento.
Puede que ya hayan leído de estos términos antes,
pero creo que la información nunca está demás.
Nos estamos leyendo ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
[25]

Jimin observó fijamente al chico que dormía junto a él.


Había sido una noche larga. Luego de que pudiera llegar
con Jungkook hasta su dormitorio, había buscado toallas
húmedas para intentar bajar su temperatura. Jungkook
había sudado por un largo tiempo y había permanecido
inquieto, pero con el paso de las horas los efectos fueron
desapareciendo, como debía ser.
Jimin estuvo despierto toda la noche, ayudándole a beber
agua para hidratarlo y cambiando las toallas húmedas.
Incluso se aseguró de enviarle un mensaje a Seokjin, para
que no esperara por él, preocupado. Cuando la temperatura
comenzó a descender, decidió quitarle la ropa y
reemplazándola por un pijama un poco pequeño para su
talla. Ya de mañana, se acomodó en la orilla de la cama
mientras le apreciaba, acariciando con cuidado sus cabellos.
Había estado asustado. Jimin no tenía experiencia ni
conocimiento en drogas. Siendo honesto consigo mismo, ni
siquiera tenía claro por qué el estado de Jungkook parecía
tan deteriorado. Lo único que sabía con certeza, era que
necesitaba averiguar qué había pasado, con exactitud. Si
ellos se atrevieron a drogar a Jungkook, ¿era por qué
querían aprovecharse de su estado para propasarse? No
podía ni siquiera creerlo. ¿O es que sólo esperaban reírse de
él y hacer las cosas más divertidas?
Miró con pena al menor, preguntándose cómo alguien
podía atreverse a hacerle algo como aquello. Jungkook no
merecía que le pasaran cosas malas. Sí, había ido a una
fiesta solo, pero sus conocidos estaban ahí, no se suponía
que él tuviera que desconfiar de ellos. Le dolía el corazón
sólo pensar lo mucho que eso lastimaría al joven una vez
estuviera completamente consciente de ello.
Y, de todas formas, ¿de dónde habían conseguido droga?
Las fiestas de Taemin tenían alcohol por montón, pero él
nunca había visto nada demasiado turbio. ¿Quizás sólo lo
pasó por alto? ¿Esa era la clase de chico con la que se había
involucrado?
Jungkook respiró con fuerza, moviendo un poco sus ojos.
Jimin intentó sonreírle cuando con dificultad él terminó de
abrirlos, luciendo aún adormilado.
―Hyung... ―Llamó con voz ronca.
―Hey ―Jimin volvió a tocar su cabello, acariciándolo con
dulzura. ―¿Cómo estás?
―Me siento... extraño ―Admitió. La sonrisa de Jimin se
debilitó ante lo apagada que estaba su voz y lo tristes que
lucían sus adormilados ojos. ―No me gusta esto, hyung
―Lo sé, Kookie ―Suspiró. ―Ven aquí, amor
Jimin se movió un poco más cerca de él, atrayéndolo a su
cuerpo en el corto trecho de distancia. Aprisionándolo en
sus brazos, Jungkook no dudó en esconder su rostro contra
su ropa, respirando pesadamente mientras sus ojos
picaban.
―Gracias por quedarte conmigo y cuidarme ―Habló con
voz ahogada.
―Está bien ―Apoyó sus labios contra su frente. ―Sabes
que podrás contar conmigo siempre. Ahora descansa. Aún
es temprano, y además es domingo, así que puedes
permanecer aquí todo el tiempo que quieras
Jungkook intentó respirar pausadamente, buscando un
poco de paz. Estaba con Jimin, y debía sentirse protegido
por ello, pero una nube gris se había extendido dentro de su
cabeza. Estaba cansado y entristecido, como si todas las
cosas positivas hubieran sido absorbidas de él y sacadas de
su sistema. Ni siquiera tenía deseos de dormir.
Cerró sus ojos, rodeando con su brazo el cuerpo ajeno,
presionándose más contra él. Jimin, aún con los párpados
caídos por el cansancio, tarareó para él y acarició su
espalda, buscando hacerle sentir mejor. Aún entre
emociones divididas, Jungkook estaba seguro de estar
cayendo aún más por él.
―Te quiero ―Susurró bajito, esperando que fuera
imperceptible, pero no lo fue.
―También te quiero ―Susurró en respuesta Jimin, dejando
su mano descansar sobre su espalda.
Y aunque Jungkook no volvió a dormir, sonrió débilmente
por ser capaz de mantener a Jimin junto a él.
◆◆◆◆◆
Jimin no quiso insistirle a Jungkook en quedarse cuando,
luego de descansar, el joven decidió volver a su dormitorio.
El chico lucía como si necesitara su propio espacio y,
aunque él sólo deseaba tomar su mano y no dejarle ir
mientras buscaba la manera de animarle, sabía que eso era
desconsiderado con el sentir del contrario.
Acompañó al menor hasta la puerta de su dormitorio, aun
cuando este no lo pidió. De pie en ese lugar, Jungkook siguió
mirando distraídamente hacia la nada como si no fuera
consciente ni siquiera del espacio. A Park comenzaba a
inquietarle su falta de atención y vida. ¿Y qué haría con la
rabia que sentía contra Hoseok y Taemin por provocar ese
daño en Jungkook? Había tenido que resistir el impulso de
quitarle su celular al pelirrojo cuando esa mañana, tras
encenderlo, no tardaron en llegar las llamadas y mensajes.
Hoseok había intentado comunicarse con él.
Afortunadamente, Jungkook sólo había silenciado el celular
tras enviarle un mensaje a Seokjin, sin siquiera detenerse a
verificar los mensajes.
―Hey ―Lo llamó, deseando su atención. Jungkook giró a
él de manera mecánica. ―¿Estás seguro de que no quieres
pasar el día conmigo? ―Preguntó lo más comprensivo que
pudo, sin parecer desesperado por su respuesta positiva.
―Lo siento, hyung ―Musitó. ―Pero gracias por... por todo
eso, uhm... ―Relamió sus labios, intentando sonreír, sólo
para fracasar. ―Significa mucho para mí
―Siempre estaré para ti, Jungkook. También cuidaré de ti
―Le aseguró, extendiendo su mano para acariciar su mejilla
con delicadeza. ―Jamás dudes en que puedes confiar en mí
Jimin necesitaba decírselo. Luego de la gran decepción por
la que estaba pasando el menor, necesitaba hacerle saber
que definitivamente existía alguien dispuesto a ser
diferente. Y puede que él cargaba con sus propios errores y
su actitud por momentos no era la mejor, pero estaba
dispuesto a mejorar. Sobre todo, jamás quería volver a
lastimarlo a consciencia. Y ni siquiera él podía verse a sí
mismo cayendo tan bajo por su desesperación.
Si su corazón estaba con Jungkook, ¿por qué habría de
querer obtener al otro a la fuerza? ¿Eso era amor?
Jungkook miró los ojos de Jimin, notando como algo le
inquietaba a pesar de querer contenerlo. Saber que Jimin
estaba tan preocupado por él, sólo provocaba que se
sintiera peor. El mayor le había demostrado cuánto le
quería, así que, ¿por qué no solo podía atreverse a dar el
último paso hasta él?
―¿Hyung? ―Dijo en voz bajita, provocando que Jimin le
mirara con interés. ―Jamás te aprovecharías de mí, ¿cierto?
Jamás me obligarías a hacer algo que no quiero, sólo porque
tú sí quieres, ¿no es así?
El aludido pudo sentirse ofendido por esa falta de
confianza, pero sabía que Jungkook tenía el derecho a
presentar inseguridades después de lo ocurrido.
―Nunca, Kookie. Te quiero y te respeto. Incluso si el día de
mañana somos oficialmente novios y tenemos desacuerdos,
quiero que hablemos de ello en vez de precipitarnos. Eres
importante para mí. Sé que... cometí ciertos errores
―Reconoció con vergüenza. ―Pero quiero intentarlo mejor
ahora. Tampoco me atrevería a usar tus debilidades en tu
contra
Jungkook parpadeó, como si sus ojos picaran e intentara
alejar el deseo de llorar. Humedeció sus labios cuando
volvió a sentirlos resecos, y abrió la boca para intentar
hablar sobre lo que le aquejaba, pero las palabras
simplemente no salieron.
Todo se escuchaba demasiado perfecto cuando Jimin lo
decía. Pero Jungkook temía que la realidad no sería así de
perfecta. Quizás el mayor realmente no le querría después
de decirle la verdad. Quizás...
―¿Jungkook?
Quizás Jimin diga poder aceptarlo sólo para después
desecharlo, pues se daría cuenta que sólo había sido un
soñador al creer que funcionarían.
―Hey... ―Jimin presionó su mejilla, mirándole con
preocupación.
Porque tenía que ser así, ¿no? Y él tenía la culpa.
―Y-Yo... uh... voy a entrar ahora ―Balbuceó, dando un
paso hacia atrás. ―Gracias por acompañarme hasta aquí,
hyung
Jimin asintió apenas, casi de mala gana por tener que
dejarlo ir. Sosteniendo su rostro entre sus manos, tiró de él
para dejar un suave beso en su frente. Jungkook sonrió
torpemente y dio la vuelta, intentando poner su llave en la
cerradura. Sus ojos estaban húmedos para cuando lo logró,
por lo que agradeció poder refugiarse en su cuarto, lejos de
la mirada del rubio. No quería que este se preocupara aún
más por él.
Seokjin no estaba en el dormitorio, así que supuso que
andaba de compras. Aprovechando la ausencia de su
compañero, se desvistió letárgicamente para dirigirse a la
ducha. Jungkook pasó varios minutos bajo el agua tibia,
sintiéndose consumido. Apenas encontró ánimos para
vestirse y luego arrastrar sus pies descalzos hasta la cama.
¿Por qué tenía que sentirse tan mal? Se apoyó contra su
almohada, mirando la pared. En su mente, se convenció de
que sólo necesitaba descansar y que ya mañana estaría
bien; que él podría lidiar con la decepción hacia su superior,
con el regreso de su ex novio y su falta de valor hacia su
nuevo amor.
Él podría lidiar con ese nuevo amor, con ese dolor.
Pero, en el fondo, no se sentía realmente capaz.
Jungkook frotó sus ojos con cansancio cuando alguien
golpeó la puerta del dormitorio. Quizás Seokjin había
olvidado su llave. Quizás Yoongi venía de visita. Fuera lo que
fuera, se obligó a sí mismo a levantarse para ir a abrir. El
nudo creció en su garganta cuando la imagen que se
encontró frente a él no estaba contemplada entre sus
opciones.
―Jungkook ―El rostro de Hoseok pasó de uno preocupado
al alivio inmediato. ―Maldición, Jungkook, he estado
intentando comunicarme contigo durante toda la mañana
y... ―Suspiró, cansino. ―¿Podemos hablar?
Jungkook vaciló un poco antes de dar un paso hacia atrás,
asintiendo. A Hoseok le sorprendió que el chico se diera la
vuelta, dándole el paso libre para ingresar al cuarto, pero
viendo como se escabullía rápidamente hasta su cama
como si buscara confort en ella, entendió por qué él había
decidido permanecer adentro en vez de charlar en el pasillo.
El menor parecía a punto de desvanecerse.
―¿Te sientes mal? ―Preguntó Hoseok tras cerrar la
puerta, caminando inmediatamente hasta él. Jungkook le
miró inexpresivo cuando giró a verlo.
―¿Para qué viniste?
―Te lo dije en mis mensajes, ¿ni siquiera los has leído?
―Jungkook desvió su mirada hacia su celular, el cual había
sido abandonado a su suerte.
―¿Cómo sabías que este es mi dormitorio? ―Prosiguió
monótonamente.
―Pregunté. ¿Podríamos hablar de lo importante ahora?
―Jungkook bajó la mirada, como si su cobertor de repente
se volviera más interesante que seguir el hilo de la
conversación. ―No quise que esto pasara, Jungkook ―Su
voz estaba llena de arrepentimiento. ―Te amo, quiero estar
contigo, pero jamás llegaría tan lejos sólo para conseguirte
―Lo sé ―Murmuró.
―¿Lo sabes? ¿Realmente lo sabes? ―Hoseok lucía
exasperado y no dudó en acabar la distancia, tomando
asiento a su lado. ―¿Y si lo sabes por qué no me miras?
¿Por qué confías ciegamente en mí mientras actúas como si
tuvieras un problema conmigo? ―Jungkook no respondió.
―Y no digas que lo sabes, maldición, ¡han sido dos malditos
años, Jungkook! Pude cambiar en esos 2 años, ¿sabes?
¿Cómo puedes escucharme y creerme sin cuestionarme?
¡No seas tan ilógico!
―Pero quieres que crea en ti ―Susurró, aún sin mirarlo.
―No quiero que lo digas sólo porque es lo que quiero
escuchar ―Ahuecó su mejilla, obligándolo a levantar la
mirada, encontrando sus ojos aguados. ―Soy feliz de que
tengas un buen concepto de mí incluso ahora. Pero si esto
te duele, necesito que me lo digas. No seas amable
conmigo. Grítame si eso te hace sentir mejor. Merezco que
me grites cuando ni siquiera pude cuidar de ti
―No pasó nada ―Insistió en escapar.
―¿Se siente como si hubiera sido nada para ti, Jungkook?
Hoseok lo miró a los ojos, como si pudiera ver a través de
él. Las lágrimas brotaron cuando Jungkook aceptó que,
incluso después de dos años, Hoseok sí podía ver a través
de él. Había sido así desde el primer momento y era así
incluso ahora. Su llanto se volvió pronunciado y su cuerpo
se sacudió entre sollozos cuando Hoseok finalmente decidió
abrazarlo para contenerlo.
¿Por qué Hoseok había tenido que privarlo de esos
abrazos por dos largos años? ¿Qué era lo que había estado
tan mal en él?
―Confiaba en Taemin, hyung... ―Murmuró entre sus
lágrimas. Hoseok lo apretó más fuerte mientras suspiraba.
―Lo sé, Kookie. Siento que él te haya herido de esta
forma ―Jungkook se distanció, con un puchero en su labio
inferior. Hoseok sonrió con dulzura mientras intentaba secar
su rostro.
―No te involucres entre nosotros ―El mayor se detuvo en
su tarea, sin dar crédito de lo que oía. ―Sé que es difícil,
porque él es tu mejor amigo, pero no te involucres entre
nosotros. Los problemas que hay entre nosotros, son
nuestros. No te enojes con él por esto, no interfieras por mí
―Jungkook, esa petición es irracional, él-
―Es tu mejor amigo ―Interrumpió.
Hoseok frunció sus labios. Por supuesto que Taemin era su
mejor amigo, pero eso no le quitaba peso a la situación; él
aún estaba molesto. Odiaba que Jungkook le mirara como si
intentara recordarle que Taemin era el que lo necesitaba
ahora y no él.
La puerta del cuarto se abrió, llamando la atención de
ambos. Seokjin cargaba un par de bolsas y permaneció
estático en la entrada al ver a aquel invitado. Su cabeza
hizo las conexiones demasiado rápidas para su gusto, pues
no cualquier chico iba por ahí tocando a Jungkook con tanta
confianza. Su voz salió más molesta de lo que pretendía
usar.
―Oh, disculpa, ¿tú eres...? ―Se dirigió al castaño,
escrutándolo con la mirada.
―Jung Hoseok ―El joven se alejó de Jungkook para
ponerse de pie, extendiendo su mano hacia el desconocido.
―Mucho gusto
Seokjin dejó sus bolsas sobre su cama, recibiendo su
mano. Hoseok le miró inexpresivo cuando el guapo chico
ejerció más presión de la necesaria.
―Kim Seokjin, compañero de cuarto de Jungkook y su
mejor amigo. Así que, Jung, ¿terminaste de hacer con
Jungkook lo que sea que estaban haciendo? Porque me
gustaría tener algo de privacidad en mi cuarto ahora
―Indicó, soltando su mano.
―Yo-uhm-sí, lo siento ―Murmuró con incomodidad,
girando levemente hacia Jungkook. ―Me iré ahora, Kook.
Llámame si me necesitas
―La puerta está por allá ―Indicó Seokjin ligeramente al
percatarse de que el menor estaba a punto de abrir la boca
para responder. Lo que menos quería era alargar esa
despedida.
Hoseok se inclinó, murmurando un hasta pronto para irse
rápidamente, comprendiendo que su presencia ahí no era
bien recibida. No necesitaba ser un genio para deducir que
Seokjin debía de conocer la historia de trasfondo entre ellos,
y hasta entendía por qué este la tomaba en su contra.
Probablemente él reaccionaría igual de estar en su lugar.
Maldición, él se odiaba a sí mismo de sólo recordar cómo
acabó esa relación hace dos años.
Jungkook miró con desconcierto a su amigo cuando
finalmente estuvieron solos.
―Acabas de correrlo de nuestro cuarto
―¿Y qué querías? ¿Qué le pusiera una alfombra?
Escuchame bien, Jungkook ―Seokjin se sentó a su lado.
―Puedes traer a la persona que quieras aquí, pero Lee
Taemin y Jung Hoseok están definitivamente en la lista
negra. Me enojaré seriamente contigo si tú intentas traerlos
―Pero Hoseok... él no hizo nada ―Musitó.
―Es tu ex novio. Te rompió el corazón ―Le recordó.
―Pero no es bueno guardar rencor ―Su voz salía cada vez
más baja. ―Y es un buen chico, sólo estaba preocupado por
mí y-
―No se trata de rencor, ni tampoco de que sea un buen
chico. No estoy cuestionando eso, Jungkook ―Lo
interrumpió. ―Pero, independientemente de que creas que
él es bueno, nada quita que él sea un completo hijo de puta.
¿Vuelve dos años después para estar contigo sin siquiera
considerar lo que tú quieres? Ya hablamos de esto. Es
desconsiderado de su parte actuar como si hubieran roto en
buenos términos, porque tú sabes que no fue así ―Jungkook
bajó la mirada, mordisqueando su labio inferior. ―¿Te hizo
algo ahora? ¿Por qué has estado llorando? ―Seokjin tocó su
rostro, intentando verlo mejor. ―Yoongi vendrá en un rato y
comeremos juntos, ¿sí?
―Está bien
Seokjin suspiró, atrayéndolo a sus brazos. Jungkook se
refugió en él como un niño y el azabache acarició sus
cabellos delicadamente, sabiendo que el pobre estaba
pasando por mucho en demasiado poco tiempo; era normal
que sus ideas y emociones estuvieran tan revueltas.
―Siento ser demasiado tosco ―Murmuró. ―Pero al menos
aquí, Kookie, hay sólo gente que te ama. Yoongi y yo
siempre velaremos por ti. Puede que el mundo esté lleno de
cosas feas allá afuera, pero prometo que nosotros seremos
tu refugio sin importar qué
Jungkook sonrió débilmente, abrazándole con más fuerza.
Ojalá su mundo se redujera a ese cuarto con esas dos
personas. Su corazón no dolería tanto entonces.
◆◇◆◇◆
Jimin intentó contener todo el enojo acumulado desde el
día sábado, al menos lo más que pudo. Ya era lunes, su
última clase antes del almuerzo había terminado unos 5
minutos antes y ahora esperaba que la clase de su superior
terminara para intercambiar palabras con él.
Jimin ya había escuchado la versión de Jungkook el día
anterior. El chico había bebido únicamente una copa de
alcohol ofrecida por Taemin mientras esperaban la llegada
de Hoseok para hacer un brindis por él, así que ni siquiera
había pensado en rechazar la copa y mucho menos había
visto malas intenciones en eso.
Jungkook lucía deprimido mientras comentaba los hechos,
decepcionado de que alguien en quien confiaba le había
hecho algo como aquello. Y, como si fuera poco, Taemin ni
siquiera se había pronunciado al respecto.
Ni siquiera él podía creer el extremo que había alcanzado
Lee.
―Sunbae ―Llamó Jimin con voz gruesa cuando vio a
Taemin salir de su sala de clases.
El mayor, que estaba acompañado de sus amigos, dijo
que después les alcanzaría para caminar hasta Park. A
diferencia de lo que siempre hacía, se aseguró de conservar
un paso de distancia de él y no bromear, porque era
demasiado obvio que el rubio no estaba de humor. Él
tampoco se sentía de ánimos para hacer el tonto, de todos
modos.
―Hablé con Jungkook ―Sus manos se habían cerrado en
puños, luchando contra el impulso de abalanzarse sobre el
chico frente a él. ―Caminas por ahí tan tranquilo, ni siquiera
te preocupa su estado
―Sólo fue una dosis, Jimin ―Suspiró cansino, apartando la
mirada. ―Ya pasó, sólo fue un mal viaje, Jungkook no está
muerto. Además, no es a ti a quien le debo explicaciones
Y si Jimin pretendía comportarse como alguien civilizado,
sus intenciones murieron ahí mismo. Tomando al chico por
la chaqueta, lo giró de un movimiento y lo estampó contra
la pared con brusquedad. Los estudiantes que caminaban
por el pasillo giraron a ver sorprendidos el altercado que
comenzaba a desarrollarse.
―No juegues conmigo, idiota ―Jimin escupió las palabras
con rabia. ―Me enviaste un mensaje esa noche hablándome
de como Jungkook se estaba divirtiendo con Hoseok. Me
provocaste para que fuera allá y lo viera por mis propios
ojos. ¡Usaste artimañas para que Jungkook se fuera con él!
―Taemin tensó la mandíbula, deteniéndose en la mirada
encendida del contrario. ―¿Qué querías, eh? ¿Qué se
enredaran y llevarme hasta ellos? ¿Ser mi pañuelo de
lágrimas después? ―Rió amargamente. ―No, tú no quieres
ser mi pañuelo de lágrimas, sólo intentas arruinarme por
elegir a Jungkook
―No conseguirás nada de él ―Murmuró.
―Abre los ojos. No intento conseguir cosas de él, voy tras
él porque me he enamorado. ¿Pero qué vas a saber tú de
eso? ―Le soltó en un empujón, distanciándose de él.
―Supongo que solía lucir tan penoso como tú ―Taemin le
miró molesto, pero sintiéndose incapaz de decir algo en
contra. ―Mira, está bien si yo no te agrado. Está bien si
quieres hacerme mal, pero no metas a Jungkook en esto
―No intentaba hacerle un mal, imbécil ―Se defendió con
molestia. ―No estoy en buenos términos con él ahora, pero
me arrancaría las manos antes de intentar lastimarlo ―Jimin
rió, poniendo los ojos en blanco.
―Eres un hipócrita
―Piensa lo que quieras ―Alzó su barbilla. ―Jungkook
necesitaba soltarse un poco y yo intentaba darle una mano,
eso es todo ―Jimin le miró con una sonrisa irónica, sin creer
ni una sola de sus palabras. ―¿Sólo venías a eso? Porque
debo ir a almorzar
―Quería preguntarte sobre tu vendedor ―Taemin torció el
gesto, alzando la mirada para asegurarse de que nadie
estaba prestando atención. Afortunadamente, como no
habían llegado a los golpes, los pocos curiosos que se
habían detenido a mirar ya habían seguido su propio
camino.
―Escucha ―Siseó, bajando la voz. ―Para empezar, es la
primera vez que compro, no consumo drogas ―Aclaró. ―Le
pedí a alguien de mi grupo que lo hiciera por mí. En
realidad, las compras se hacen en anónimo, no debería
haber riesgos, pero prefiero no involucrarme dema- ―Se
detuvo, pensando al respecto. ―Espera, ¿por qué preguntas
esto? ¿Planeas comprar? ―Jimin bufó. ―Supongo que no
―Quien sea que le esté vendiendo a descerebrados como
tú, es un peligro ―Afirmó bajo la mirada recelosa de Taemin.
―Así que dime quién es. ¿Es un estudiante de la
universidad? ―El mayor dudó un poco antes de asentir.
―Hombre, ¿y puede ir tan tranquilo por ahí? ¿Cómo un tipo
así ha terminado aquí?
―Jimin, eres demasiado ingenuo. Chicos como él se
meten todo el tiempo en lugares como este, los estudiantes
son clientes muy potenciales ―Taemin sacó su celular de su
bolsillo, revisándolo. ―¿Conoces a HyoSik de la facultad de
comunicación? Luce como un tipo irrelevante hasta que lo
encuentras ebrio en una fiesta
―¿A qué quieres llegar?
―Es él ―Taemin le extendió su teléfono, enseñándole un
perfil. ―Como verás, luce como un estudiante cualquiera,
así que supongo que nadie sospecharía de él
Jimin sintió su boca secarse al ver la foto. Revisando más
fotos del chico, su enojo se avivó al reconocerlo. El chico
que había molestado a Jungkook durante la fiesta en casa
de Jeonghwa.
―¿Así que realmente planeas actuar como el héroe de la
buena convivencia y echar su pequeño negocio abajo?
―Preguntó Taemin cuando su celular le fue regresado.
―¿Jimin?
―¿Dijiste que es de comunicación? ―El mayor asintió.
―Es del departamento de Jungkook, pero él no lo conoce...
―Por favor, hablamos de Jungkook ―Taemin revolvió sus
cabellos, un poco harto. ―Ese chico siempre está mirando el
piso y esquivando los ojos de todos, me sorprende que
conozca a más de 5 personas. Todos conocen a Jungkook,
porque él llama la atención, pero él no conoce a nadie,
siempre ha sido así ―Jimin enarcó una de sus cejas. ―Como
sea, sobre HyoSik, es de tercer año, pero de la carrera de
periodismo. Si eso es todo, me iré ahora
Jimin vio a Taemin marcharse, quedando con mal sabor en
la boca al no haber hecho algo respecto a él. Sin embargo,
parecía tener un pase directo para deshacerse de otro
problema que le había estado molestando desde que
Jungkook le había comentado de cierto desconocido que lo
había amenazado para propasarse con él.
Peinando sus cabellos hacia atrás, decidió seguir la voz de
la razón antes de actuar por su cuenta, y por eso es que se
dirigió sin más preámbulos al comedor de la universidad.
―Pensé que no vendrías a almorzar ―Taehyung guardó
silencio cuando Jimin tomó asiento a su lado, con una
mirada seria. ―¿Y tu almuerzo?
El rubio sacudió la cabeza, viajando su vista entre los
ocupantes de la mesa. Al otro costado de Taehyung estaba
Jeonghwa y YooJung al de esta. Namjoon frente a ella y, a su
izquierda, Yoongi acompañado de Seokjin. Aparentemente,
se había reunido todo el grupo en su ausencia. O casi todos.
―¿Dónde está Jungkook? ―Preguntó de inmediato.
―Tenía una sesión fotográfica ―Respondió Seokjin. ―Por
lo de ser el nuevo rostro de la universidad ―Agregó cuando
el rubio le miró confuso.
―Oh ―Jimin sonrió al imaginar la universidad empapelada
con el rostro de Jungkook, seguramente sería un paraíso.
Regresando al mundo real segundos más tarde, su
expresión volvió a agriarse mientras miraba al grupo.
―Bien, es bueno que él no esté aquí, porque necesito
hablar de algo importante. Antes que nada, ¿hay alguien
aquí que no sepa lo que sucedió el sábado? ―Todos
guardaron silencio. ―Hombre, ¿cómo es posible? ¿Jungkook
se lo contó a todos?
―Jungkook sólo habló con Yoongi y conmigo ayer ―Señaló
Seokjin, mirando curioso al resto.
―Bueno, tú me llamaste a mí... ―Murmuró Taehyung para
Jimin, tirando del cuello de su chaqueta. ―Y estabas
histérico, quejándote de todo y maldiciendo. Puede que
Namjoon haya escuchado tus quejas también. Y puede que
yo casualmente se lo haya comentado a Jeonghwa durante
la clase de la mañana ―La chica rió, divertida.
―Y puede que yo se lo haya comentado a YooJung ―La
menor sonrió tímidamente mientras Jimin suspiraba.
―Es por eso que no se pueden mantener secretos, ¿eh?
Pero vale, de todas formas pensaba comentárselos ahora.
¿Recuerdan la fiesta de Jeonghwa? ¿Al idiota que besó a
Jungkook?
―¿Al que empujaste para luego montar un espectáculo?
Mira, ni siquiera lo recordaba ―Soltó Min con ironía,
llevando una lata de bebida a sus labios.
―Bueno, no estamos aquí para recordar mis errores,
gracias ―Respondió a la defensiva, recibiendo miradas de
reproche de parte de todos. ―Ya arreglé las cosas con
Jungkook. ¿Podemos centrarnos en esto ahora? ―Pidió
suplicante. ―¡Ese chico amenazó a Jungkook y lo besó a la
fuerza!
―¿Qué quieres decir con que lo amenazó? ―Preguntó
Seokjin de inmediato. ―¿Y cómo sabes eso?
―Jungkook me lo dijo
―¿Y por qué no me lo ha dicho a mí? ―Seokjin había
comenzado a alterarse.
―Porque habrías ido donde ese imbécil y lo habrías
colgado, y yo te habría ayudado ―Respondió Yoongi con
molestia.
―Entonces por fin nos estamos entendiendo ―Jimin juntó
sus manos, aliviado. ―Hoy hablé con Taemin y descubrí algo
interesante. El chico que vende drogas es un estudiante
como nosotros. Es del edificio de comunicación, estudia
periodismo, en tercer año. Su nombre es HyoSik. Y, como si
no fuera suficiente, es el idiota de la fiesta de Jeonghwa
―Hombre, siento pena por Jungkook, indudablemente es
un imán de idiotas ―Jeonghwa negó con la cabeza,
suspirando.
―Sí, él lo- ―Jimin cortó sus palabras, girando hacia ella.
―Hey, no nos metas a todos en el mismo saco
―Es por ti por quien también hablo, cariño ―Le guiñó un
ojo juguetonamente, provocando que el rostro del rubio
enrojeciera por el enojo.
―Bien, he sido un idiota también, pero estoy intentando
arreglarlo, ¿vale? De verdad quiero cuidar a Jungkook. No
hay forma en la que permita que Taemin vuelva a ponerle
un dedo encima y, sobre todo, voy a deshacerme de ese
otro idiota también. No puedo encerrar a Jungkook en una
burbuja y protegerlo de todos los que quieran lastimarlo,
porque es imposible. Pero al menos me aseguraré de que
ninguno de los que le han dañado salga invicto de esto
―Aseguró con confianza, frunciendo el ceño cuando una
ligera sonrisa apareció en labios de Seokjin. ―¿Por qué
estás sonriendo?
―Porque jamás creí que el chico que entró a nuestro
cuarto hace unos meses para pedirle sesiones a Jungkook
mientras se lo comía con la mirada, demostraría
abiertamente haber desarrollado un interés genuino por él
―Jimin presionó sus labios, sintiéndose descubierto. ―Sigo
molesto contigo. Estoy feliz de que Yoongi te haya golpeado
ese día. Pero estoy agradecido de que estuvieras para
Jungkook el sábado. Gracias por ello, Jimin
―¿Cómo está él? ―Preguntó. ―Le envié un mensaje esta
mañana y dijo estar bien, pero es fácil mentir por mensaje
―Él está bien, físicamente hablando. Creo que tendrá que
lidiar con la decepción a su tiempo ―Respondió
apaciblemente. ―¿Entonces? ¿Qué haremos con el chico?
―Bien, si por mi fuera, lo metería dentro de una bolsa de
basura y lo arrojaría al río, pero supongo que no es tan fácil
como decirlo ―Torció el gesto.
―¿Así que vas a proponer una paliza en cambio?
―Taehyung se apoyó en su codo, lanzándole una sonrisa
burlona.
―Creo que una golpiza es lo mínimo que merece. Él no
puede tocar a Jungkook y salir ileso ―Se cruzó de brazos.
―Ugh, Park ―YooJung llamó la atención de todos,
arrugando su rostro. ―Tienes información del chico, así que
tienes que hundirlo, no golpearlo. Tus manos se conservarán
limpias y no te envolverás directamente en el caso
―Eso es ―Namjoon tomó la mano de su novia por sobre
la mesa, dedicándole una sonrisa. ―Probablemente ustedes
no lo sepan, pero hace 3 años, cuando con Yoongi recién
llegábamos a la universidad, alguien creyó que sería
divertido pintar uno de los muros de la facultad de música
―Oh, cierto ―Yoongi asintió vagamente, recordando.
―Fue catalogado de vandalismo, obviamente. Pero como
era difícil obtener información sobre los culpables y las
cámaras habían grabado a personas caminando por la zona,
pero eran demasiadas como para registrar entre todas, la
universidad abrió un tipo de buzón anónimo para presentar
la "denuncia" ―Rascó su barbilla. ―Así los testigos no se
verían expuestos y los casos serían investigados,
reduciendo las opciones
―¿Entonces? ¿Qué sucedió con ellos? ―Jimin le miró con
interés.
―Fueron 2 chicos, también estudiantes de la universidad.
Sus matrículas fueron canceladas debido a ello, aunque no
se presentó ninguna orden en contra por lo que hicieron.
Supongo que la expulsión fue castigo suficiente ―Suspiró.
―Sin embargo, ya que este tema es más serio, puede que
este chico tenga que prestar declaración a la policía. No lo
tendrá fácil
―¿Así que vamos a denunciarlo? ―Taehyung preguntó de
inmediato, un poco incómodo. ―Eso no es... ¿demasiado?
―El chico está vendiendo drogas dentro del campus, él no
está limpio y conoce los riesgos que corre. Alguien así no
merece nuestra compasión ―Dictaminó Jeonghwa, girando
hacia su amigo. ―Hey, sé que esto suena mal, pero lo que
está haciendo es algo grave. ¿Sabes qué pasará cuando su
negocio crezca dentro del campus? Creo que todos
merecemos estudiar en un lugar adecuado
Taehyung asintió, entendiendo. Él no simpatizaba con el
chico ni creía que sus actos eran adecuados. Es más, tras
conocer lo sucedido con Jungkook, también se sentía
molesto. Pero su corazón pesaba un poco ante las
consecuencias. Odiaba sentirse demasiado blando.
―Hey, me encargaré del aviso ―Aseguró Jimin,
apoyándose contra él. ―No te preocupes por esto
―Nosotros también nos encargaremos ―Habló YooJung.
―Mientras más avisos lleguen al buzón, probablemente más
rápido trabajen en esto. Tenemos que intentarlo
―¿Y si no funciona? ―Preguntó Taehyung, ahora
sintiéndose inseguro.
―Entonces le haremos caso a Jimin e iremos a golpearlo
como actividad grupal ―Respondió Yoongi con tranquilidad.
―Sea como sea, ese chico tendrá su escarmiento
Jimin sonrió. Por el momento, él no hablaría con Jungkook
de lo que había averiguado, pero quizás en un futuro
próximo, cuando tuviera la certeza de que no tendría que
preocuparse de ese molesto tipo nunca más, él podría
decírselo. Estaba seguro de que el menor estaría más
tranquilo al tener una carga menos.
◇◇◇◇◇
Jimin ya se había acostumbrado a tener que soportar a
Hoseok en su última clase del día. O casi. Pero estaba
aprendiendo a lidiar con ello. Ese día, en general, el mayor
ni siquiera le había mirado. Quizás estaba avergonzado de
lo que había sucedido el sábado, y Jimin creía que era mejor
de ese modo. Si fuera por él, no intercambiaría ni la más
mínima palabra con Jung.
―Chicos, chicas, reúnanse aquí ―Llamó su profesor
cuando la clase estuvo a punto de llegar a su fin. ―Como
muchos habrán notado, si es que prestan atención al
calendario, ya es 16 de enero. El evento de final de ciclo de
este año se desarrollará el 14 de febrero, lo que nos vendría
dejando casi un mes para prepararnos
Jimin ni siquiera parpadeó mientras observaba a su
profesor, su mente viajando a otra galaxia. El evento de
final de ciclo se hacía como una pequeña previa de lo que
les depararía a los próximos estudiantes de primer año,
quienes estaban invitados a una orientación antes de iniciar
sus clases en marzo.
El programa para el anfiteatro de la universidad incluía a
todas las áreas artísticas. Y, al menos en danza, cada
generación de estudiantes presentaba un número grupal y
otro solista o en dúo. Sólo los mejores, aquellos que habían
demostrado más avances y talento que cualquiera, era a
quienes se destinaba una apuesta de uno o dos. Y Jimin, a
pesar de ser catalogado uno de los favoritos desde su
ingreso, no lo había obtenido hace un año.
Era su sueño.
―Supongo que no se sorprenderán si la temática de este
año es amor ―Sonrió con cierta burla hacia sus estudiantes,
quienes habían comenzado a cuchichear. Jimin, en cambio,
infló su pecho. ¡Él estaba muy enamorado ahora! Era
perfectamente su tema. ―No se inquieten, muchachos. El
amor tiene muchas representaciones e involucra más que
emociones dulces, así que tendrán mucho para variar. Dicho
eso, quiero anunciarles el solo de este año
La sala se quedó en completo silencio. Jimin dejó de
respirar, controlando el deseo de mordisquearse los dedos.
Dios, ¡él no se mordía las uñas! ¿Por qué quería hacerlo
ahora?
―Park Jimin, tendrás tu propio número
Los aplausos llenaron el lugar, unos más fuertes, otros
más débiles, otros más honestos que otros, pero todos
aplaudían. Jimin agradeció que uno de sus compañeros
cercanos apareciera detrás de él para darle apoyo antes de
que se desmayara de la emoción. Su número; él finalmente
lo estaba obteniendo. Mirando hacia su profesor con
emoción para luego girar hacia el chico a su derecha, su
ayudante, se sorprendió cuando este inclinó levemente la
cabeza frente a él, en reconocimiento.
Jimin estaba delirando.
―Como sabes, tienes el derecho de escoger una pareja
como apoyo si te es necesario, pero necesito que me avises
lo antes posible de ser el caso, tenemos que organizar el
programa ―Avisó, y Jimin sólo asintió una y otra vez, aún
anonadado. ―Este año estaré a cargo de dos generaciones,
dirigiré y haré las coreografías para la solista de primero y
este grupo. No obstante, será Hoseok quien se encargue del
grupo de primero y este solo, así que desde ahora estarás
trabajando con él
Y eso bastó para que Jimin bajara de su nube y se
estrellara contra el piso. No dudaba de las capacidades de
Hoseok, él sabía que su superior era un bailarín
extraordinario. Sin embargo, era irónico el contar los
segundos para terminar la clase e irse lejos de él y que
ahora le dijeran que trabajarían juntos. ¿De verdad tendría
que comenzar a codearse con ese chico? ¿Y cómo haría
para no querer asesinarlo durante las prácticas?
De acuerdo, Hoseok se comportaba profesionalmente
dentro de la sala de clases. ¿Pero lo haría sin el profesor
ahí?
Jimin decidió dejar de dar tantas vueltas cuando la clase
llegó a su fin. Dirigiéndose hasta su profesor, le agradeció
personalmente la oportunidad mientras el hombre
palmeaba su espalda y lo felicitaba, diciéndole que él se lo
había ganado y no tenía nada que agradecer. Sus profesores
habían llegado al consenso de que ese era su mejor
momento y eso era todo, Jimin merecía ese número.
Jimin ordenó sus pertenencias después, pensando en
todas las personas a las que les daría aviso. Se lo
comentaría a sus padres, a su hermano, a sus amigos, a sus
seguidores, ¡a todos! Necesitaba compartir esa felicidad con
el mundo. Saliendo de la sala apresuradamente, sus ojos
sólo dispararon más corazones al ver a Jungkook ahí
esperando.
―¡Jungkookie! ―Gritó, provocando que el menor le mirara
sorprendido. Apareciendo frente a él en un segundo, rodeó
su cintura con sus brazos mientras su sonrisa cubría todo su
rostro. ―Felicítame
―Felicitaciones, hyung ―Dijo automáticamente,
observando con dulzura los ojos sonrientes de Jimin.
―¡No, tonto! Al menos deberías preguntarme por qué me
estás felicitando ―Se quejó, haciendo un mohín con sus
labios.
―¿Por qué te estoy felicitando? ―Preguntó, apartando los
cabellos rubios que caían sobre su frente.
―Sé que eres de primer año, así que, ¿conoces el evento
que se hace como una bienvenida a los de nuevo ingreso?
―Yoongi me comentó de ello, creo que este año ha sido
seleccionado para un número musical
―Pues, ¡adivina quién más ha obtenido su propio número!
―Jungkook inclinó su cabeza, mirándole fijamente. ―¡No
estaré en un grupo, Jungkook! ¡Tendré mi propio número!
Tendré ayuda en ello, ¡pero seré parte de la organización
también! ¡Ahora tengo voz y decisión! ―Jungkook sonrió,
enseñando sus dientes. ―¡Aish, haz algo más además de
mirarme!
―Lo siento, es que me gusta cuando luces así de feliz
―Sus ojitos se arrugaron aún más.
Jimin abrió y cerró la boca como un pez, subiendo sus
manos hasta el rostro del contrario para jalarlo en un beso.
Jungkook se tensó bajo su toque, sus brazos permaneciendo
caídos y sus ojos semi abiertos, sin saber cómo reaccionar.
Estaba claro para él que no tenían que besarse, pero era
incapaz de apartar a Jimin, mucho menos cuando la
felicidad escapaba por sus poros. El mayor succionó su labio
suavemente, así como tanto le gustaba, y Jungkook suspiró
silenciosamente cuando el chico, en vez de alejarse, lo
envolvió en un nuevo abrazo.
―Estoy tan feliz ―Murmuró, queriendo agregar que sería
mucho mejor si él ponía más de su parte, pero se mordió la
lengua para no forzar al menor. Después de todo, él dijo que
esperaría. Quizás Jungkook le permitiría más de sus
deliciosos besos en un futuro muy cercano.
Jungkook suspiró bajito de nuevo, dejando un beso en su
frente para aprovechar la falta de plataformas en los pies de
Jimin. El rubio rió entredientes y alzó su rostro, esparciendo
besos en la línea de la mandíbula del menor. La
incertidumbre lo llenó cuando Jungkook dejó de responder
con dulces risitas, pues alguien había carraspeado cerca de
ellos, reventando la burbuja. Su expresión pasó a blanco y
Park se vio obligado a girar para encontrarse con Hoseok.
―Hey ―El mayor los estaba mirando con una extraña
sonrisa, bastante amarga. ―Ya estás aquí ―Se aproximó
más a ellos, o específicamente a Jungkook, provocando que
Jimin enarcara una de sus cejas.
―Espera, ¿no has venido por mí? ―Preguntó de
inmediato. Jungkook parpadeó confuso, girando hacia él.
―Lo siento, hyung, hoy no. Hoseok hyung me ha llamado
para hablar y-
―Y tú solo irás ―Interrumpió, alejándose un paso de él,
molesto.
―Es importante y-
―¿Por qué le estás dando explicaciones? ―Intervino
Hoseok, su voz saliendo inalterable a pesar de la frialdad de
sus ojos. ―Puedes elegir con quien estar, Jungkook ―Le
recordó. ―Entonces, ¿podemos marcharnos ahora?
Jimin estaba con expresión neutral, fingiendo indiferencia.
Jungkook comenzó a sudar al ver a Hoseok alejarse luego de
decirle a Jimin que pronto hablaría con él. Su vista viajó de
la silueta que se alejaba al chico junto a él, y se sintió mal al
encontrarse con sus ojos cargados de reproche.
―Dejó que te drogaran ―Señaló con rabia. ―¿Cómo
puedes irte con él como si nada? ¿Por qué le permites la
palabra, Jungkook? ―Reclamó.
―Hoseok no hizo eso, él es incapaz de hacer algo así
―Intentó explicarle. ―Lo aprecio, hyung, y dijo que
necesitaba hablarme de algo importante, así que iré con él
ahora
―También te estoy hablando de algo importante
―Empuñó sus manos. ―¡También te necesito aquí! ¿Por qué
sigues corriendo tras tu ex novio, eh? ¿Por qué lo eliges
sobre mí?
―No es... no se trata de eso, hyung ―Le dedicó una
mirada herida, sin saber cómo explicarse. ―No tengo
sentimientos por él, en serio ―Jimin presionó sus labios en
una tensa línea, sin saber qué pensar. Quizás Jungkook
decía la verdad, quizás sí había superado a su ex. ¿Pero
cómo manejarían su enfermiza amabilidad y su deseo de
hacer a todos felices? Jimin no podía soportarlo.
―Celebraremos tu logro otro día, ¿sí?
―Sí, como sea, puedes irte
Jungkook le dedicó una mirada triste, pero de todas
formas se fue. Jimin acomodó la correa de su bolso
deportivo mientras lo veía desaparecer de su vista.
¿Cómo podía irse tras Hoseok luego de aquella
conversación? Lo estaba anteponiendo, maldición. Él
siempre estaba siendo desplazado. ¿Y si al final Jungkook
había mentido al decir que no sentía nada por él y en
verdad había sido rechazado por los sentimientos que aún
albergaba el menor por su ex?
Jungkook era un idiota cuando quería.
Y él, desde hace un tiempo, demasiado negativo.
Nota:
Ese final era para ponerle la guinda al pastel (?). Y sí,
pueden estar sad por Jimin. Y molestas/molestos con JK por
no hablar~. Pero todo tiene su razón de ser, jé.
Por cierto, un favor. Eviten mandarme/publicarme
mensajes "recordándome" que tengo que actualizar. Son
innecesarios y desgastantes, honestamente. Y hasta me
dan ganas de no actualizar.
Pueden estar en paz, mi memoria aún funciona (este
mensaje va para un grupo de personas en específico, siento
que tengan que recibirlo todas/todos).
En fin, ¿qué opinan del comeback? ¿ya tiene
canción fav del disco? Todo es tan precioso ;-;
[26]

Jungkook tomó su bebida en silencio mientras Hoseok


hablaba. El mayor le comentaba con lujo de detalles como
sus superiores lo habían elegido para coordinar dos
coreografías, y por su expresión podía deducir que había
alcanzado el punto máximo de felicidad. La sonrisa en sus
labios era tan brillante y contagiosa, que él mismo terminó
sonriendo mientras su mirada se dulcificaba.
Siempre supo que Hoseok llegaría lejos a temprana edad.
El muchacho había avanzado a grandes pasos toda su vida,
impresionando a todo aquel que tenía en frente, y por eso
unos años atrás tampoco dudó en que New York sería sólo el
inicio de sus grandes éxitos. Hoseok había regresado con
mucho más reconocimiento y nadie ponía en duda el juicio
de quienes habían sido sus maestros.
Todas las oportunidades que tenía ahora eran
indudablemente producto de sus prácticas sin descanso. Si
existía alguien apasionado en el mundo, ese
definitivamente debía ser Hoseok. Y a pesar de sus
ocupaciones, sus estudios, sus bailes exhaustivos, él
siempre le dedicó tiempo también. Hoseok estuvo ahí para
ayudarlo a mejorar y ser su amigo. Así que ahora le
satisfacía poder ver sus logros por sí mismo. Ni siquiera
había imaginado que volvería a estar presente en su vida
para acompañarlo en momentos como ese.
―¿Te quedarás solo mirándome? ―Preguntó Hoseok de
repente, provocando que el menor parpadeara aturdido,
recordando a Jimin.
―Lo siento, estaba un poco encandilado ―Apartó su
bebida y frotó sus ojos. ―Estás brillando más de lo normal
―Hoseok comenzó a reír, lleno de felicidad; cuando
Jungkook decía palabras con esa facilidad, poniendo su
atención en él, ni siquiera podía recordar las cosas que le
aquejaban. El menor apartó su brazo y le sonrió dulcemente
al ver su felicidad desbordarse de su cuerpo.
―Felicitaciones, hyung. Sé que has trabajado duro toda tu
vida, así que mereces esto y más
―Muchas gracias, Kookie ―La sonrisa no desaparecía. ―Y
gracias por reunirte conmigo hoy, de verdad creí que no
querrías verme... al menos no ahora
―Hablamos de esto ayer. Lo que sucedió el sábado no es
tu culpa. Por supuesto que me siento mal al respecto, pero
no estoy tirando el peso sobre ti ―Sonrió con incomodidad.
―Por otro lado... siento haber arruinado tu noche
―Jungkook desenvolvió su hamburguesa, dándole un gran
mordisco para no tener que agregar más.
―¿De verdad te estás disculpando por algo que ni siquiera
estuvo en tus manos? ―Estaba anonadado y un poco
molesto de sólo escucharle disculparse. ―No fue tu culpa,
Jungkook. Taemin es el único que ha hecho algo horrible, así
que quita cualquier idea de tu cabeza que te haga
responsable de lo sucedido ―El menor masticó con más
pereza, sintiendo un agujero en su estómago de sólo
recordar lo ocurrido. ―Por cierto, ¿Taemin ha intentado
comunicarse contigo? ¿Se ha disculpado? ―Ahora el
contrario negó con la cabeza, intentando restarle
importancia, pues no quería empañar la felicidad del
momento. Lamentablemente, Hoseok no iba a ceder tan
fácilmente, pues su expresión rápidamente se agrió. ―Es un
imbécil
―Es tu mejor amigo ―Terminó de tragar, dando otro
mordisco.
―Lo que no quita que sea un imbécil ―Bufó. ―Sé que
Taemin hace cosas tontas a veces, pero jamás pensé que
llegaría a este extremo. De haber sabido que estaba tan
loco, ni siquiera hubiera permitido que se acercara a ti
―Jungkook sonrió un poco, aun teniendo sus mejillas
rellenas de comida. ―Está irreconocible
―Está enamorado ―Señaló entredientes, dando un sorbo
a su bebida luego.
―Oh, así que también lo piensas, me alegra saber que no
me he vuelto un idiota que ve cosas donde no las hay
―Suspiró con cansancio, recordando su charla con su
amigo. ―Creo que le gusta Jimin y no lo quiere admitir.
Cuando se trata de amor, es un completo novato ―Jungkook
continuó comiendo, sin aportar nada. ―Y respecto a ti...
¿qué sucede con Jimin? ―Se atrevió a preguntar
directamente, tal como tanto había deseado. El menor tragó
con un poco de dificultad y se encogió de hombros. ―Los vi
besándose fuera de la sala ―Se vio en la obligación de
señalar. ―¿No quieres hablarme de ello?
―No realmente ―Admitió, apartando lo que quedaba de
hamburguesa en un profundo suspiro.
―No quiero sonar insistente, Jungkook, pero de verdad me
gustaría saber si él... uhm ―Chasqueó con la lengua al final,
sin querer pronunciar las palabras.
―¿Si él me gusta? ―Sonrió con amargura. ―Porque sí, me
gusta. No le permitiría acercarse a mí de esa forma de no
ser ese el caso, y lo sabes ―Hoseok lo miró directamente,
intentando no mostrar lo frágil que se sentía de repente por
esa conversación. Sin embargo, Jungkook lo conocía
demasiado bien para saber que sus palabras sí le habían
afectado. ―En fin... ―Murmuró, desviando la mirada. ―¿Por
qué hablamos de él, de todas formas? ¿No es incómodo
para ti?
―Incómodo como la mierda ―Respondió de inmediato.
―Pero creo que hay temas de los que tenemos que hablar si
es que quiero obtener otra oportunidad contigo ―Jungkook
negó con la cabeza, dándole una mirada insegura. ―Le
gustas también. ¿Puedo saber entonces por qué ustedes no
están juntos?
―¿Fue para esto que me llamaste? ―Jungkook
comenzaba a perder los nervios; Hoseok sabía que había
tocado un tema delicado. ―¿No estamos aquí para celebrar
tus logros?
―Nada de eso ―Finalmente se rindió, sabiendo que no
conseguiría mucho de Jungkook en ese momento; el joven
parecía a nada de dejarlo todo tirado y correr lejos. ―¿De
casualidad tienes libre 4 tardes a la semana? ―El menor
enarcó una de sus cejas. ―Tengo un trabajo para ti
―¿Qué estás diciendo de repente? ―Rió, confuso.
―Es sobre las prácticas ―Intentó explicarse. ―Estoy a
cargo de dos presentaciones y me gustaría tener a alguien
que pudiera grabar las prácticas. Creo que si los chicos son
capaces de ver sus errores además de escucharme, podría
ser beneficioso para todos. Podría sólo acomodar una
cámara y ya, pero estoy seguro de que tú harás un trabajo
mucho más prolijo; no pasarás nada por alto
―Oh, vas muy en serio ―Jungkook le miró con
admiración. ―Si esto te servirá de algo, entonces puedo
disponer de mi agenda para ti. Intentaré ser tu apoyo,
hyung
―Pero hay algo más ―Aclaró su garganta. ―Mis números
a cargo son el grupo de primer año y el solo de segundo.
Puedo recurrir al profesor cuando se trata del grupo, pero el
solo dispondrá de más atención. ¿Sabes lo que significa
eso? ―La boca de Jungkook cayó. ―Jimin, exacto, estaré
trabajando con él. Tú también estarás trabajando con
nosotros si es que aceptas. Así que, si es incómodo para ti,
puedo entenderlo y-
―¿Qué hay de ti? ―Lo interrumpió.
―Respeto a Jimin como bailarín. Lo he visto durante
clases y creo que es impresionante. Nuestros estilos no son
similares, pero sé reconocer a alguien talentoso y
trabajador, y él definitivamente lo es. No diré que me
fascina la idea de pasar horas extras con él, pero ser su guía
en este evento no tiene que ver con nuestra situación
personal, es todo netamente profesional y así se
conservará. Mi única preocupación en este momento es
hacer un número brillante. Y un solo siempre supone un
gran reto
―Tienes tu respuesta entonces ―Jungkook sonrió.
―Quiero ayudarlos, a ambos. No presenciaré sus prácticas
porque tengo tiempo libre, lo haré porque quiero ayudarles
a cumplir su objetivo. También puedo ser profesional, hyung
―Entonces, sobre el dinero...
―No voy a cobrarte ―Respondió de inmediato.
―Jungkook, pasarás mucho tiempo con nosotros. Gastarás
tiempo valioso en el que podrías obtener un trabajo mejor,
estudiar o hacer deberes. No puedes decirme que no vas a
cobrarme. Esto no es un favor
―No es un favor, es un regalo ―Corrigió. ―Ya que es tu
primera tarea como coreógrafo, voy a darte una mano.
Estuve a tu lado por años, y estuviste para mí también, esto
es lo mínimo que puedo hacer y no quiero que intentes
convencerme de lo contrario ―Extendió su mano hacia él.
―Harás que Jimin brille ese día, ¿sí? Lo harás brillar tanto,
que no habrá persona en el público que no lo ame. Y todos
podrán confirmar que indudablemente el trabajo que hiciste
detrás también fue maravilloso
Hoseok mordió su labio, estrechando la mano del menor.
Su corazón se agitó un poco cuando el joven le sonrió con
dulzura para luego continuar comiendo, esta vez asaltando
su porción de papas fritas. Y aunque él tenía hambre y quiso
comer también, no pudo centrarse en otra cosa que no
fuera él.
Siempre le había gustado mirar a Jungkook. Aunque el
menor tenía sólo 12 cuando se conocieron, y él 14, había
quedado completamente encantado con él. Y le había
costado asumirlo, aceptarlo, pero los años le dieron
tranquilidad en cuanto a sus emociones. Aceptó ese amor
sin poner más trabas.
Jungkook le había gustado saliendo de la ducha y oliendo
jabón, tanto como le había gustado completamente sudado
después de una presentación. Le había gustado luciendo
como un chico tranquilo incapaz de alzar su voz, y también
luego de tomar confianza y hacer travesuras por montón. Le
había gustado el chico caballeroso que esperaba por la
comida, para luego reír al verlo devorando todo a su paso,
siendo un pozo sin fondo. Con grandes pasos, con caídas,
con cortes de pelo cool o un poco ñoño, con el rostro
brillante y otras veces sucio, él le había querido de igual
manera.
Con pros y contras, él lo había amado de todas formas.
Sin embargo, por influencia de unos cuantos amigos, le
había dejado ir. Y ese, hasta ahora, había sido su mayor
arrepentimiento.
Hoseok no podía comprender cómo había sido tan
influenciable en el pasado, siendo que siempre había sido
capaz de elegir por sí mismo. Y no era mejor para su
corazón descubrir que incluso después de dos años y un
quiebre tormentoso, el menor no le guardaba rencor. ¿Cómo
no amar a un chico así?
―¿Por qué me miras tanto? ―Preguntó Jungkook antes de
llenar su boca con tantas papas fritas, que Hoseok no se
habría sorprendido de que se atragantara.
―Porque sigues siendo el chico más bonito que he
conocido en mi vida ―Jungkook dejó de masticar, mirándole
con las mejillas rellenas. Hoseok rió ligeramente y se inclinó
sobre él, retirando restos de salsa de la comisura de sus
labios. ―Y además, estás ensuciando tu cara
Jungkook se puso completamente rojo y tragó lo que
mantenía en su boca, tomando una servilleta a toda
velocidad para pasarla por sus labios. Hoseok sonrió y lamió
su pulgar, sin poder apartar sus ojos de la boca ajena.
El amor era tan doloroso. Pero, incluso así, estaba feliz
con lo que sentía. Mirar a alguien y desear besarlo era, para
él, algo de lo más fascinante.
◇◆◇◆◇
Cuando Jimin se enteró de que había sido una chica la
seleccionada para el número solitario de primer año, decidió
que recurriría a Minhyuk para que participara junto a él en
su número. Había pensado en actuar completamente solo
en un inicio, porque a pesar de codearse con varias
personas, no estaba seguro de confiar en cualquiera algo
tan importante. Por otro lado, ser el único dueño del
escenario también tendría sus ventajas. Pero,
planteándoselo seriamente, un compañero siempre podía
ser una buena opción.
Y Park Minhyuk, para él, era la mejor opción. El chico
había ingresado sólo ese año a la carrera y era uno de los
más grandes descubrimientos en el área artística, a su
parecer. Hip hop, ballet, danza moderna y más, no había
estilo imposible de dominar para el joven. Además, era un
creativo innato, por lo que le sorprendía que no fuera el
representante de su generación. Y cuando se animó a
hablar con él, esperando que no estuviera ya de lleno
metido en una presentación grupal, quiso llorar de alegría
cuando el chico lanzó un grito al aire y dijo que sí al menos
un millón de veces.
Así que él tenía pareja ahora.
Jimin frunció sus labios cuando sus pensamientos se
desviaron por un momento hacia Taemin. El mayor habría
sido una gran pareja si no estuvieran en malos términos. De
todas formas, había escuchado que el chico se encargaría
de su propio número, así que no se estaba perdiendo de
nada. Minhyuk era la elección indicada.
Y las cosas habrían terminado siendo casi perfectas, de no
ser porque se encontró con Jungkook en la sala de prácticas
aquel día miércoles. Después de haber estado evitándolo
como la peste tras haberse molestado con él, lo que menos
esperaba era encontrárselo en una de las salas de su
facultad.
―Jimin, Minhyuk, sé que probablemente ustedes ya lo
conocen, pero él es Jeon Jungkook ―Presentó Hoseok a su
ex ese día, dirigiéndose sobre todo al menor de los
bailarines. ―Jungkook es de la facultad de comunicación y
desde hoy, hasta el final de nuestras prácticas, estará aquí
presente para grabarlos. Jungkook trabajará en estudiar su
proceso de estas semanas, pero si consideran que la idea es
un tanto invasiva, estoy dispuesto a escuchar otra
propuesta ―Minhyuk negó con la cabeza, mirando con
atención al chico de la cámara. Jimin, en tanto, se quedó
completamente quieto, sin objetar. ―Entonces supongo que
la idea es bien recibida. Sé que en conjunto podremos llegar
a mucho, chicos ―Aseguró, dedicándoles una sonrisa.
Hoseok estaba un poco nervioso, Jungkook podía notarlo.
Sin embargo, fingiendo que estaba acostumbrado a dirigir,
Hoseok se desenvolvió perfectamente frente a sus hoobaes
mientras le enseñaba distintas pistas que había elegido con
diferentes estilos, queriendo considerar el gusto de los
menores y sus fuertes. Jimin y Minhyuk debatieron por unos
minutos pro y contras de cada estilo, siendo finalmente más
arriesgados que cualquiera cuando expresaron con
seguridad que no podían sólo determinar uno. Hoseok se
sintió un poco descolocado mientras les escuchaba
parlotear sobre mezclas como si quisieran hacerlo todo.
Porque eso, definitivamente, era demasiado trabajo para
tan poco tiempo. Y, aun así, decidió apoyarlos. Hoseok podía
verse a sí mismo en ellos, siendo un chico con hambre de
aprendizaje y aplausos. Podía entenderlos.
Jungkook sonrió desde su lugar, sintiéndose nostálgico.
¿Así habría sido su vida de haber seguido en el mismo
rubro?
Las demostraciones comenzaron, sacándolo de sus
pensamientos para tomar su cámara, en espera del
verdadero show. Hoseok les había preguntado a los
bailarines si habían bailado juntos previamente y, cuando
estos dijeron que sí, les pidió que bailaran para él.
Hoseok los estudió con una expresión impasible y ojos
filosos. Y Jungkook, un tanto curioso, vio como los chicos
repetían una rutina que había presenciado durante navidad.
Pero había algo raro ahora. Cuando ellos habían trabajado
con el resto del grupo, lucían brillantes. Sin embargo
ahora...
Había coordinación. Había habilidad. Pero ellos no estaban
conectando. Jimin y Minhyuk eran extraordinariamente
buenos, pero cada uno por su lado. No se complementaban.
Hoseok mantuvo los suspiros para sí mismo mientras
pedía más y más coreografías de parte de ellos, sin
comenzar aún con su propio reto. Y Jimin, aunque
subordinado y respetuoso, comenzó a verse irritado.
Jungkook se preguntó si el rubio se sentía como un tipo de
espectáculo de circo para el mayor.
―Disculpa ―Finalmente Park interrumpió en medio de
una coreografía. ―¿Se supone que esto es calentamiento?
Porque de ser así, ¿por qué está durando tanto? ―Se atrevió
a preguntar a su superior. ―Hemos estado... ¿cuánto? ¿40
minutos haciendo esto? ¿Tenemos tanto tiempo para
perder?
―¿Crees que estás perdiendo el tiempo? ―Preguntó
Hoseok con monotonía en la voz, y Jungkook dio un brinco
ante su reacción. Oh, él había entrado en su papel y lo
mejor sería detener a Jimin antes de que le hiciera enojar.
Las personas siempre temblaban como cachorros bajo la
lluvia cuando Hoseok se enojaba. ―Estoy verificando un par
de puntos con ustedes
―¿Qué puntos?
―Aquí ―Jungkook intervino rápidamente entre ambos
cuando Jimin caminó hasta Hoseok. ―Por favor, revisen una
de las grabaciones ―Pidió, extendiéndoles su cámara.
Jimin la tomó, yendo hasta Minhyuk para que ambos
pudieran revisar. Hoseok rascó su barbilla y giró hacia su
ayudante, dándole una mirada de agradecimiento. Él ni
siquiera le había pedido a Jungkook que comenzara a
grabar, así que era bueno que el menor hubiera tomado la
iniciativa por sí mismo. Minhyuk y Jimin eran talentosos,
pero necesitaban un empujoncito.
La confianza excesiva en uno también podía jugar en
contra de vez en cuando.
―Oh ―Minhyuk levantó la mirada tras reaccionar,
buscando a su sunbae. ―Quizás... ¿lo que transmitimos no
es lo adecuado? ―Hoseok sonrió.
―Ustedes, chicos, lucen demasiado ambiciosos, buscando
aprobación ―Admitió. ―¿Recuerdan cuál es el tema de este
año?
―Amor ―Respondió Minhyuk automáticamente. Jimin
seguía con sus ojos pegados a la grabación.
―Amor ―Repitió Jung. ―El amor abarca mucho y tiene
más de una dirección. Pasión, intensidad, energía, miedo,
tristeza, odio... está bien si ustedes hacen sentir a su
público así, e inclusive más. Pero ustedes no me están
haciendo sentir ahora. Yo sólo puedo pensar, ah, ellos son
tan buenos. Pero no están moviendo algo aquí ―Señaló su
corazón, fijando su mirada en Jimin al ver que este seguía
sin prestarle atención. ―¿Quieren una demostración?
Y esa pregunta sí trajo a Jimin de regreso. Minhyuk asintió
frenéticamente, con deseos de aprender. Jimin, por su parte,
se preguntó si después de años por fin podría ver a Hoseok
bailar nuevamente. Estaba seguro de que el chico había
mejorado un montón en ese tiempo.
―Jungkook, ¿recuerdas el número que bailamos en la
primavera de hace 3 años? ―Preguntó repentinamente
Hoseok, girando hacia el pelirrojo. Jimin se quedó congelado
al ver el camino que tomaría esa conversación. ―¿Podrías
bailar conmigo entonces? ―Pidió cuando el muchacho
asintió.
―¿Y-Yo? ―Sus ojos se abrieron más de lo habitual.
―Hyung, no he bailado en años, estoy desgastado y-
―Estoy seguro de que recuerdas la coreografía, siempre
has tenido una memoria increíble para esto ―Presionó su
hombro. ―Hazme este favor, ¿sí?
Jungkook asintió, incapaz de negarse cuando sabía que
Hoseok se lo pedía por una buena razón; él sólo quería
hacerles una demostración a sus pupilos.
Jimin y Minhyuk se apartaron, dejándoles el espacio para
bailar, y el mayor de ellos torció el gesto cuando Hoseok le
dio play a una canción que conocía a la perfección. Perfect
man de Shinhwa. Icónico, por supuesto. Y aunque él había
deseado ver a Jungkook bailar antes, su estómago se
revolvió al ver que su acompañante era su ex novio.
Hoseok y Jungkook se complementaban a la perfección.
No importaba si Jungkook había dejado de bailar y ni
siquiera había calentado. No importaba si ellos no habían
coincidido en años. Sus cuerpos aún se movían
exactamente igual, con el mismo vigor, con la misma pasión
y deseo. Estaban entregados completamente al tema. Y,
más importante aún, Jungkook lo estaba disfrutando.
Por eso, aunque al término de la canción Minhyuk
aplaudió fascinado, Jimin sólo pudo clavar sus ojos en
Jungkook, en la bonita sonrisa en sus labios y en sus ojos
que no lo miraban a él. Sólo Hoseok estaba ahí.
―¿Ves? No estás tan desgastado, tonto ―Hoseok golpeó
amistosamente en brazo del menor, quien rió ligeramente.
―Pero tu resistencia no es mejor ―Se burló al notar que se
había cansado.
―Es la emoción ―Se excusó, enseñándole la lengua como
un niño pequeño. Jimin rodó los ojos y ni siquiera pudo fingir
una sonrisa cuando Jungkook volteó a verlo, fijándose en la
cámara en sus manos.
―Toma ―Se la extendió, intentando sonar amable cuando
agregó: ―Eso estuvo bien
Jungkook tomó su cámara, haciendo un gesto con la
cabeza en agradecimiento, y regresó a su sitio como un
simple espectador. Jimin volvió a centrar su atención en
Hoseok y su compañero, comprendiendo ahora lo que le
decía el mayor. Tenía que conectarse con Minhyuk. Ellos
estaban compartiendo escenario, no compitiendo por él.
Después de más demostraciones, consejos y correcciones
de parte de Hoseok, el dúo se retiró, acordando que
elegirían las canciones esa misma noche para hacérselas
saber al mayor. Ya tenían la base, pero tendrían que elegir la
música si querían ordenarse. Jimin lamentó lucir distraído
por seguir pensando en Jungkook. ¿Tendría que verlo junto a
Hoseok casi todos los días de la semana a partir de ahora?
¿Quizás debió objetar en cuanto se le presentó la
oportunidad? Pero él también estaba feliz de ver a Jungkook.
Sólo que con Hoseok ahí...
―Hoseok sunbaenim es bastante increíble, ¿no crees?
―Minhyuk caminaba a su lado hacia los vestuarios. ―Me
alegra que sea él quien nos ayude. Ha llegado hace poco,
pero ya he escuchado bastantes cosas impresionantes sobre
él. Es casi como una celebridad dentro de nuestra facultad.
¿Puedes creer que pasó dos años en una universidad de
New York? No cualquiera consigue una beca así y... ―Guardó
silencio al ver que Jimin seguía con la misma expresión.
―No te gustó verlos bailar juntos, ¿cierto?
―¿Uhm? ―Finalmente reaccionó, girando hacia él. ―¿De
qué hablas?
―Jungkook. Por cierto, no sabía que bailaba ni mucho
menos esperaba que fuera conocido de Hoseok sunbaenim
―Miró el pasillo. ―Por cómo han bailado, parecen haber
compartido escenario por mucho tiempo. O quizás tienen un
gran vínculo ―Se encogió de hombros. ―¿Estás celoso por
eso?
―No estoy celoso ―Contestó tajante.
―Entonces, ¿no te estás lamentando internamente por el
hecho de que estás caminando junto a mí mientras ellos
han quedado solos? ―Sonrió un poco, mirándole de reojo.
―¿No te sientes mal por haber ignorado a Jungkook al salir?
―Es su culpa por estar demasiado ocupado con- ―Se
detuvo, consciente de sus propios celos; ¿no había estado
molesto con Jungkook desde que hace unos días decidió irse
con Hoseok? Miró a Minhyuk, quien parecía casi divertido.
―Ellos lucen bien juntos, ¿no? ―Bajó la voz.
―No lo sé ―Admitió. ―Pero sí sé que Jungkook te llevó
flores durante el evento de navidad. Y en la noche, durante
el baile, estuvo contigo y se besaron en la pista. Ustedes
incluso pasaron sus vacaciones juntos. Y tengo entendido
que él te ha defendido cuando uno de tus compañeros se ha
molestado porque no quisiste salir con él
―Estás bien informado... ―Enarcó una de sus cejas.
―Hyung, has publicado fotos, y todos hablan de ustedes.
Dudo que haya alguien en la universidad que no sepa de
ustedes, y eso es bastante impresionante considerando los
miles de estudiantes que hay. Por supuesto, es una
desventaja también que Jungkook sea el nuevo rostro de
nuestra universidad ―Arrugó su nariz, girando a verlo.
―¿Debo aceptar que los rumores de su pelea son ciertos
también? Porque de verdad eres un tonto. Cualquiera
notaría que le gustas a Jungkook
―¿Sí?
―Sí ―Asintió. ―Jungkook es... como una leyenda en la
universidad. Le gusta a muchísima gente, es por eso que
fácilmente ha sido elegido rey. Pero antes de ti, él siempre
estaba rechazando a todos. Incluso mis compañeras han ido
tras de él antes, y él sólo las ha rechazado con una amable
sonrisa. ¿No dice eso mucho entonces? ―Sonrió
ligeramente. ―Así que al terminar la práctica de hoy, en vez
de ignorarlo, debiste decirle: Jungkookie, ¿quieres que
volvamos a los dormitorios juntos? O algo así ―Jimin se
detuvo. ―Irás por él, ¿cierto?
―Lo haré ―Afirmó, dando un paso hacia atrás.
―¿Hablamos más tarde por lo de las canciones?
―Sí. Buena suerte, hyung
Jimin sonrió, dándole la espalda para correr de regreso a
la sala. Bajando el ritmo de sus pasos, se detuvo frente a la
puerta al comprobar que aún se escuchaban las voces de
ambos chicos ahí. Empujando la puerta para buscar a
Jungkook, se detuvo en el marco al comprobar que el menor
estaba concentrado en su cámara mientras Hoseok estaba a
su lado, también observando.
―¿Qué piensas de ellos? ―Preguntó el castaño,
interesado.
―Son grandiosos. Puedes estar orgulloso de tus primeros
pupilos ―Jimin sonrió, escondiéndose detrás de la puerta
para seguir escuchando los halagos. ―Sé que ellos no
conectan todavía, y por tanto no logran crear una gran
atmósfera, pero están iniciando, no seas demasiado duro
con ellos ―Hoseok rió. ―Pones una cara escalofriante
cuando los miras
―Es mi cara habitual ―Jungkook giró hacia él, enarcando
una de sus cejas. ―Mi cara habitual cuando estudio el baile
del resto ―Corrigió.
―Como sea, hyung, ellos son buenos ―Hoseok asintió.
―Para mañana ya estará la música definitiva. Quizás
después de ello puedan hacerlo mejor, también es
importante elegir el tema indicado ―Jungkook volvió a
reproducir uno de los vídeos que había grabado. Hoseok,
por el contrario, mantuvo su mirada sobre él. ―Quizás es
demasiado pronto para decir esto, pero me alegra estar
aquí. Se siente... familiar ―Murmuró.
―Sigues siendo un gran bailarín ―Halagó. Jungkook
suspiró pesadamente y se levantó, ignorando sus palabras.
―¿No acabas de decir que estabas feliz? ―Bromeó. ―¿O
suspiras por otra cosa? ¿Quizás porque Jimin te ha
ignorado? ―Jungkook guardó su cámara en su bolso y luego
miró su alrededor, buscando su abrigo. Jimin aguantó la
respiración, conservando su ojo en la rendija. ―¿Vas a dejar
de hablarme sólo porque te he hecho un cumplido?
―Preguntó finalmente, más serio.
―Lo siento ―Giró a verlo tras haber recogido su abrigo
del piso. ―Sólo es incómodo, ¿de acuerdo? Supongo que fui
un buen bailarín, pero nada extraordinario
―Sabes que no fue así, todos esperaban que llegaras
lejos ―Jungkook presionó sus labios y Hoseok se levantó,
caminando hasta él. ―Tenías todo para llegar lejos,
Jungkook ―Le aseguró.
―Lo dejé ―Le recordó.
―Y no me lo explico ―Revolvió su cabello, comenzando a
exasperarse. ―Lo amabas, Jungkook. Y después de hoy,
puedo decir que aún lo haces. ¿Por qué te niegas a ti mismo
algo que amas? ―El menor bajó la mirada. Y aunque Jimin
quería entrar y protegerlo de las preguntas que lo estaban
lastimando, también quería saber la verdad. ―¿Es mi culpa?
―¿Por qué sería tu culpa? ―Murmuró.
―Porque lo dejaste apenas terminé contigo. Porque no
volviste a pisar la academia después de ese día, ni siquiera
luego de que yo dejara el país. Podía entender que no
quisieras encontrarte conmigo, ¿pero por qué no volviste?
¿Por qué no regresaste? ―Tomó su barbilla, obligándolo a
sostener su mirada. ―Puedes confiar en mí, Jungkook, no te
juzgaré
―¿No? ―Sonrió con amargura.
―No. Sólo quiero saber por qué el chico que amaba el
baile con su vida, decidió dejarlo por completo y dedicarse a
algo más. Y quiero saber que no fue por mí, ni porque el
resto hablaría de nosotros. El Jungkook que yo conozco no
habría abandonado su pasión por ese tipo de cosas
―Me estás juzgando al decir eso ―Señaló, riendo
desganado. ―Y no me conociste lo suficiente entonces,
hyung, porque no soy tan fuerte como crees
―Lo eres ―Jungkook negó con la cabeza. ―¿Entonces fue
por mí? ―Se atrevió a preguntar.
―Quería olvidarte ―Confesó, su voz rompiéndose al final.
―Y si tenía que dejar todo lo que me recordara a ti para
conseguirlo, entonces iba a hacerlo
―Mierda, Jungkook...
Hoseok abrazó al menor, cuyos ojos se llenaron de
lágrimas que no se derramaron. Y aunque desde esa
posición Jimin no pudo ver la tristeza en sus ojos, si pudo
sentir el dolor en su voz. Su mano perdió la fuerza para
empujar la puerta ante lo íntima que se había vuelto la
situación.
Jungkook aún sufría por su ex, el mismo que ahora lo
abrazaba como si estuviera sosteniendo el mundo. Pero
Hoseok había dañado ese mundo también y este no volvería
a ser el mismo sólo con arrepentimiento.
―Lo siento, lo siento tanto ―Se disculpó el mayor,
distanciándose de él para tomar su rostro, secando las
lágrimas en sus ojos. ―Pero aún estás a tiempo de cambiar
esto. Puedes volver a bailar si aún lo quieres. Puedes estar
sobre un escenario si ese es tu sueño. Voy a estar contigo,
Jungkook, tal como antes
―Antes... ―Repitió, la palabra sintiéndose amarga.
―Voy a enseñarte, orientarte, apoyarte ―Aseguró.
―Jungkookie, aún puedo-
―Espera-
―Amarte. Tal y como antes
Jungkook le miró con confusión en sus ojos,
preguntándose si Hoseok era consciente de lo que decía. Él
había jugado sus cartas y no había vuelta atrás. Las cosas
habían pasado por una razón.
Las manos de Hoseok temblaron, poniéndolo nervioso. Y
de un segundo a otro, los labios ajenos ya estaban
presionando los suyos en un tierno beso. La respiración se
atoró en su garganta y su mano fue directo al pecho del
contrario, empujándolo suavemente con su mano para
alejarlo. Jung le miró confuso ante su acción.
―Si vamos a seguir trabajando en esto... ―Dijo el menor.
―Entonces haremos como si esto no acaba de pasar, ¿de
acuerdo?
Y lo soltó, escapando de sus manos. Hoseok se conservó
aturdido y hasta herido mientras el joven iba hasta su bolso,
colgándolo en su hombro para caminar hasta la puerta,
murmurando un adiós.
El alivio que pensó que obtendría al salir, sólo se volvió en
más tensión al descubrir a Jimin ahí de pie, mirándole
fijamente, completamente inexpresivo.
―Jimin, yo- ―Comenzó a decir, incluso si el rubio no
estaba pidiendo explicaciones. ―Bien ―Suspiró, pasando
una mano por su cabello, ansioso. ―Sólo creo que debes
dejar de pensar en mí como tu futura pareja
Jungkook pasó por su lado, sin decir más. Jimin sonrió un
poco, sin saber cómo sentirse, y giró en su dirección.
―Si no es por él, ¿por quién es? ―Preguntó en voz alta,
pero Jungkook se fue sin responderle.
Por mí, pensó el pelirrojo mientras salía del edificio. Yo soy
el problema.
Y, aparentemente, Hoseok había regresado en el momento
indicado para recordárselo.
―Así que estabas espiando ―Hoseok se paró en el marco
de la puerta al encontrar al rubio de pie afuera. ―Entonces,
¿supongo que el marcador vuelve a estar en cero? ―Cerró
la puerta, girando la llave.
―Él te rechazó ―Murmuró decaído, sintiéndose molesto.
―Él no te aceptó ―Contraatacó, girando a verlo con una
sonrisa débil.
―Al menos él no se apartó de mí ―Escupió, provocando
en Hoseok una tosca mueca.
―Nos vemos mañana, Jimin ―Finalizó.
Jimin maldijo, golpeando la puerta innecesariamente
debido al enojo. ¿Por qué Hoseok había tenido que aparecer
justo ahora?
Nota:
Seguimos en la mala racha del fic (?). Por cierto, sobre
Minhyuk, es el chico de Astro unu
Hoy actualizo temprano sólo porque no tengo clases ( ˘ ³˘)♥
[27]

Jimin bostezó mientras ingresaba a su facultad. La noche


anterior había rodado por su cama un sinfín de veces, si
conciliar el sueño, y era tormentoso aceptar que ni todo el
cansancio del mundo le permitiría olvidar lo sucedido entre
Hoseok y Jungkook.
El menor ni siquiera había intentado hablar con él, y él
tampoco había querido contactarlo y lucir como un caso
desesperado, aunque lo era. Había tantas preguntas
martillando en su cabeza. ¿Qué sentía Jungkook por
Hoseok? Esa era la más importante. No podía confiar en las
palabras del menor, quien decía quererlo, cuando seguía
rechazándolo. Además, parecía ser feliz cada vez que se
encontraba con su ex novio.
Chasqueó con la lengua, doblando en un pasillo para ir
hasta su sala, y sonrió con ironía al encontrarse Taemin y
Hoseok hablando cerca del lugar. Ellos no parecían estar
enemistados. Y claro, ¿por qué estarlo?
―Hey, Jimin ―Llamó Lee cuando pasó por su lado.
―Felicitaciones por tu número
―Sí, como sea, felicitaciones para ti también ―Respondió
entredientes, sin detenerse. Bufó con molestia cuando
escuchó a Hoseok despedirse de su amigo para seguirle el
paso. ―¿Se te perdió algo? ―Preguntó, sin voltear a verlo.
―Minhyuk me habló anoche para informarme de las
canciones. Me preguntaba si estabas seguro sobre usar
complementos durante el baile, porque no hay manera en
que podamos dejarlos fuera ―Jimin no respondió, sólo
continuó su camino hasta las escaleras. ―Esto es sobre tu
número, así que no pretendas ignorarme. Pensé que eras
más profesional que esto
―¿Disculpa? Tengo 5 minutos para llegar a clases, me
preocuparé de mi número más tarde ―Respondió molesto,
volteándose a verlo. ―Y si eres tan profesional como
piensas ser, podrías saltarte la parte de coquetear con tu
ayudante durante nuestras prácticas ―Hoseok rió de
inmediato.
―No coqueteé con él durante la práctica, sólo bailamos
―Su sonrisa se volvió más ancha. ―Aunque, claro, no
podemos negar que estábamos en completa sintonía. Pero
esa no es nuestra culpa, por años hemos sido el uno para el
otro
―Desaparece, Jung ―Hizo un gesto con la mano,
volviendo a darle la espalda.
―Jimin, si voy a regresar con Jungkook, espero que esto
no sea un impedimento para ti en seguir con tus ensayos.
Tienes que ser fuerte, hombre, a veces la vida es así. Eres
más profesional que esto ―Habló calmadamente,
haciéndole enfurecer más.
―¿Cuál es tu problema? ―De nuevo giró a verle, esta vez
desapareciendo la distancia entre ambos. ―¿Lo besas y ya
actúas tan confiado? ¿Al menos eres capaz de recordar que
él fingirá que nada ha pasado? Eso quiere decir que no has
podido ser más insignificante para él, ¡estás siendo ridículo!
―Escupió bajo la mirada resentida de Hoseok. ―He besado
a Jungkook también, he conocido a su familia, he dormido
en su casa y hasta hemos compartido su cama. ¿Eso me
está dando puntos? ¿Es así cómo funciona?
―¿Conociste a su familia? ―Preguntó, entre sorprendido y
aturdido.
―Y ellos definitivamente me han adorado ―Llevó una
mano hasta su pecho, orgulloso, sin dejar de sonreír. ―No
pierdas tu tiempo creyendo que él volverá contigo. Y no
pierdas tu tiempo haciéndome enfadar. ¿Por qué mejor no
regresas con tu amigo, eh? ―Hoseok presionó sus labios,
sin saber qué decir. ―Ni siquiera sé cómo puedes ser
cercano a alguien así. ¿Se te ha olvidado que hace sólo unos
días drogó al chico que te gusta? ¿O acaso estás de acuerdo
con sus actos? ¿Te hubiera gustado tener a Jungkook
completamente entregado para ti, cierto?
―No te metas en ese terreno, Jimin. Taemin no tiene nada
que ver con lo que estábamos hablando
―¿No? Porque no me creo que no hayas estado al tanto
de lo que Taemin hizo cuando sigues actuando como si no te
importara ―Hoseok tensó su mandíbula, fijándose en los
filosos ojos del menor. ―¿No has confabulado con él? ―Bajó
la voz cuando algunos estudiantes pasaron por su lado.
―¿Eres tan poco hombre que tienes que drogar a alguien
para llevarlo a la cama? ¿Estás molesto conmigo porque he
interrumpido tu momento?
―Estás especulando ―Respondió en un chasquido. ―¿Y
no es un poco hipócrita de tu parte opinar de mi amistad
con Taemin cuando tú solías acostarte con él? ¿Sigues
siendo mejor que yo?
―No conocía a Jungkook en ese entonces. Y Taemin no era
tan idiota antes
―¿En serio? ―Rió desganado. ―¿Hablamos del mismo
chico al que te declaraste durante la escuela media y el que
te respondió despectivamente por tu aspecto? ―Jimin sintió
su sangre congelarlo tras oírle. ―Porque puedes haber
cambiado extraordinariamente, Jimin. Y puede que Taemin
se olvide fácilmente de la gente que no tuvo importancia en
su vida, pero ese no es mi caso. Te recuerdo a ti, Park Jimin,
el chico de primero que quedó llorando luego de que Taemin
lo rechazó. ¿Te acostaste con él años más tarde aún con
todo eso? ―Sonrió. ―Compañero, no tienes nada de amor
propio
Jimin retrocedió instintivamente, como si quisiera buscar
un escudo para resguardarse, pero ya era demasiado tarde
para ello. Hoseok lo recordaba. Él sabía que habían
estudiado en el mismo lugar. Peor aún, él recordaba el
horrible momento en que había sido rechazado por su
primer amor. Hoseok todo ese tiempo tuvo más poder del
que él sabía y ahora estaba aterrado, porque comenzaba a
sentirse aún más insignificante cerca de él.
Hoseok lo vio palidecer y comprobó la hora en su reloj de
pulsera, sabiendo que no debía alargar más esa
conversación. No había pretendido ser tan directo con el
chico, ni siquiera planeaba sacar a relucir su pasado, pero
necesitaba ponerlo en su lugar antes de que el rubio
siguiera avanzando. Hoseok ya no quería pelear ni lidiar con
él.
―No pretendo recordárselo a Taemin, no mientras no me
molestes ―Aclaró. ―Y, ¿sobre Jungkook y Taemin? Es
problema de ellos, deja de interponerte y jugar al
superhéroe. Jungkook es lo suficientemente grande y fuerte
para resolver sus propios conflictos ―Suspiró. ―Y, si quieres
mi consejo, Jimin, Jungkook no es para ti. Él probablemente
sea demasiado bueno para ti
―¿Pero suficiente para ti? ―Preguntó con amargura,
mirándole herido.
―No, yo todavía tengo que reparar ciertos daños, pero
estoy seguro de que soy más para él de lo que tú llegarás a
ser ―Dijo con confianza. ―Ya estuve con él, Jimin. A la edad
en que tú eras rechazado por tu primer amor, yo ya estaba
construyendo mi relación con Jungkook. Puedes hacerte una
idea de nuestro tiempo juntos, ¿no? Hemos pasado por
todo, tanto como amigos como pareja. Dijiste que conociste
a su familia y que compartieron la misma cama, pero
nosotros hicimos más que eso, mucho más ―Sonrió,
golpeando ligeramente su hombro en un gesto amistoso
lleno de malicia. ―Y no puedes cambiar eso. Siempre seré
su primero en todo. He marcado su vida y él ha marcado la
mía. Y solíamos planear nuestro futuro juntos. Así que ahora
iré con él y le daré ese futuro, tal como siempre debió ser
Hoseok se retiró y él no intentó detenerlo. Mordisqueando
su labio inferior con más fuerza de la que debía, se tragó su
enojo y el deseo de llorar.
Así que ellos lo habían compartido y vivido todo. Hoseok,
por supuesto, había llegado mucho más lejos que él. Quizás
Jimin no debía sentirse tan especial, pero para él, Jungkook
sí suponía un montón de primeras experiencias. ¿Llegaría
algún día a ser realmente especial para Jungkook? Él no
podía serlo si el pelirrojo le cerraba las puertas.
Revisó la hora, consciente de que iba atrasado, e intentó
darse ánimos incluso si se sentía mucho peor que cuando
salió minutos atrás de su dormitorio. Él sólo quería regresar
sobre sus pasos, lanzarse a su cama y olvidarse de los
demás.
◆◆◆◆◆
Durante el almuerzo, Jimin se dedicó a jugar con sus
palillos en vez de comer. Con la mirada perdida y el espíritu
marchito, intentó prepararse mentalmente para el hecho de
tener que preparar su número más tarde. Taehyung, frente
a él, parecía ocupado contestando mensajes, mientras
Jeonghwa, al lado de este, estaba más que impaciente.
Suponía que cada uno debía cargar con sus problemas.
―¿Puedes dejar de hablar con ella? ―Soltó
repentinamente la pelinegra, exasperada. Jimin bajó un
poco de su nube para prestarles atención.
―¿Quién es ella? ―Preguntó.
―SooYoung ―El rostro de Jimin se desfiguró. ―Ha
comenzado a hablarle a Taehyung de repente y este imbécil
le está respondiendo ―Giró a verlo. ―Hola, amigo, ¿todo
bien en casa? ―Estrechó su mirada. ―¿Recuerdas lo que te
hizo esa chica o es necesario que te lo repita por enésima
vez en el día?
―Sólo estamos hablando, como amigos ―Se excusó
tímidamente, dejando su celular sobre la mesa.
―Mierda, Tae, dime que no piensas volver con ella ―Jimin
le miró suplicante.
―No es eso, pero... ―Balbuceó el de cabellos grisáceos.
―Ella dice que me extraña. ¿Eso no significa algo?
―Jeonghwa rodó los ojos.
―Taehyung, ella sólo no ha encontrado a alguien que la
soporte, realmente no te extraña ―Taehyung frunció sus
labios, cuestionándoselo. Jeonghwa tomó el celular cuando
volvió a vibrar.
―¡Hey! ―Se quejó, pero Jeonghwa ya estaba escribiendo
un mensaje en respuesta, acabando con la conversación
para luego guardar el celular ella misma. ―No tienes que
meterte en esto ―Se quejó.
―Y luego nosotros tenemos que actuar como tu pañuelo
de lágrimas, ¿no? ―Señaló con molestia.
―Ya les he dicho que no pienso volver con ella. Pero me
da pena, pasa mucho tiempo sola últimamente, ni siquiera
YooJung se reúne con ella, y YooJung jamás le da la espalda
al resto. Además, se ha disculpado conmigo por su actitud,
creo que está siendo honesta ―Se removió incómodamente
en su asiento, dándoles una sonrisa apenada. ―Siempre
podemos ser amigos, ¿cierto?
―¡Te rompió el puto corazón! ―Exclamó exasperada,
llamando la atención de más de una persona a su alrededor.
Maldijo molesta para luego lanzar un golpe hacia Taehyung,
quien frunció sus labios mientras frotaba su brazo.
―Jeonghwa tiene razón, no intentes nada, Taehyung
―Jimin suspiró, aún decaído. ―En serio, ¿quién sería tan
tonto como para volver con su ex? ¿Acaso no lo han pasado
lo suficientemente mal? ¿Les gusta sentirse como una
mierda? ―Preguntó amargamente.
―Uh, hombre ―Jeonghwa masticó su comida
perezosamente. ―Sé que estamos hablando de la estupidez
de Taehyung ahora, pero tu cara no dice especialmente
estoy muy preocupado por el imbécil de mi amigo ―Kim
frunció sus labios ante la forma en que se referían a él.
―¿Problemas desde tu lado del charco? ―Preguntó.
―Me asusta que Jungkook quiera volver con su ex
―Admitió. ―Ya los vi besándose ayer, podrían ir a más
―Bueno, yo también estaría preocupada con ese galán
cerca. Digo, amigo, afírmate ―Rió divertida, apagando sus
risas ante las miradas muertas de sus amigos. ―Ustedes no
son divertidos, ¿saben? ―Se quejó. ―Y además, ¿qué con el
beso? ¿Jungkook se ha vuelto un charco después de ello?
¿Se ha afianzado a sus labios como si estuviera probando el
néctar de los dioses? ¿Has apreciado una gran batalla,
Jimin? ¿Mucha lengua e intercambio de saliva? ―Enarcó una
de sus cejas.
―Mierda, Jeonghwa, por supuesto que no, mi Kookie sólo
besa dulcemente ―Le miró con una mueca llena de asco,
queriendo eliminar la imagen mental gatillada por la chica.
―Y no, él no se volvió un charco, más bien, lucía más como
un zombie después de ello
―Entonces no hay nada por lo que tengas que
preocuparte. Tú no recibes un beso de la persona de tus
sueños y actúas como un zombie ―Contestó con obviedad,
metiendo comida en su boca.
―Pero quizás sólo era el shock del momento, ¿no? ―Su
rostro expresaba desesperación. ―Vamos, ellos han vivido
muchas cosas juntos, entendería que Jungkook no le fuera
indiferente. Hoseok es... su primero en todo ―Jeonghwa
dejó de masticar y Taehyung ladeó su cabeza, consciente de
que había una insinuación ahí. ―Chicos, creo que Jungkook
no es virgen
―Es un maldito Dios griego, Jimin, yo tampoco sería
virgen siendo él ―Rió histéricamente la chica. ―Y salió con
otro Dios griego, maldición, ¡premio doble! ―Taehyung
cubrió su rostro con sus manos, negando con la cabeza.
―¿Qué es esto? ¿Te estoy avergonzando? ―Le miró
ofendida.
―No estás ayudando, Jeonghwa ―La chica giró hacia su
otro amigo, quien lucía como un fantasma.
―Jimin, honestamente... ―Chasqueó con la lengua. ―¿Por
cuánto tiempo dices que han estado juntos? ¿Un par de
años? Entonces, ¿qué esperabas, eh? Los humanos no son
de piedra, creo que eres muy consciente de ello. Si ellos
fueron pareja, naturalmente habrán tenido sexo
―Pero Jungkook no luce como si... ―Suspiró. ―Él me
rechazó a mí, ¿de acuerdo? Y pensé que lo hacía porque era
demasiado tímido con el asunto y jamás había llegado
demasiado lejos, pero si él ha tenido sexo antes... ¿qué lo
detiene? ¿Soy un mal partido? ―Torció el gesto.
―Honestamente, no soy tan feo, ¿cierto? ―Señaló su cara.
―Uhm, para mi gusto, Taehyung es más atractivo que tú
―Jeonghwa frotó su barbilla y Taehyung sonrió, sin querer
reírse de la aflicción en el rostro de su amigo. ―Mira,
¿quizás has sido demasiado entusiasta?
―¿Qué quieres decir con eso? ―Jimin se enderezó, sin
saber si sentirse ofendido o no.
―Jimin, sólo piensas en sexo. Saltas sobre tu presa sin
pensarlo ―Taehyung asintió en acuerdo, hasta que escuchó
lo demás. ―Y Jungkook quizás es del tipo que necesita un
proceso más lento. En vez de lucir desesperado, ¿por qué no
haces que él se te acerque? ¡Sedúcelo!
―Sí, miren, no creo que esa sea la solución ―Murmuró
Taehyung con incomodidad, pero toda la atención de Jimin
estaba en la chica.
―¿Seducirlo? ―Cuestionó. ―Pensé que yo era coqueto
por naturaleza, ustedes siempre lo dicen. Jungkook debería
estar besando mis pies ahora si ese fuera el caso
―Eh, tú no te has visto junto a él, ¿cierto? Siempre
quieres ponerle las manos encima, eso no es sutil.
Coqueteas y luces genial con el resto, pero cerca de él te
derrites y babeas como un idiota ―Jeonghwa agitó su
cabeza. ―¿Por qué no intentas con una sesión? Ustedes
todavía hacen ese tipo de cosas, ¿no? ¡Ahora intenta con
algo más íntimo!
―Jeonghwa... ―Comenzó a decir Taehyung, sintiéndose
nervioso por el camino que estaba tomando la
conversación.
―A Jungkook le gusta retratar desnudos, quizás esa sea tu
solución ―Dijo con una confiada sonrisa.
Jimin le miró desencajado, preguntándose si había oído
bien. Taehyung pasó su mano por su rostro, cuestionándose
dónde estaba el filtro de esa chica. ¿Por qué todos los
amigos que elegía eran así?
―¿Qué quieres decir con que a él le gusta retratar
desnudos? ―Pidió una explicación el rubio.
―¿No lo sabes? Fue esa una de las razones por la que su
fama se expandió ―Se encogió ligeramente de hombros.
―Creo que se trataba de un proyecto, él tenía que
fotografiar personas y expresar sus emociones o... ese tipo
de cosas ―Sacudió su mano, quitándole importancia. ―El
punto es, que él eligió representar la fragilidad. Y,
aparentemente, cree que las personas desnudas son
exactamente eso, frágiles. Él fue mucho más allá de lo
literal
―Por una parte, lo haces sonar un poco morboso
―Murmuró Taehyung, negando con la cabeza. ―Jeonghwa
tiene razón, Jungkook intentó demostrar la fragilidad del ser
humano y Seokjin fue su modelo ―La boca de Jimin cayó.
―Pero él no estaba desnudo, mas bien... ¿con poca ropa? La
sesión la hicieron en una habitación y Seokjin se cubría con
una cobija luciendo... triste y solitario. Si quieres mi opinión,
fue un trabajo bastante increíble. No fue sucio, no fue
morboso, más bien, te hacía sentir algo aquí ―Golpeó su
dedo a la altura de su pecho. ―Y el trabajo fue tan
comentado, que al menos todos en comunicación y
actuación lo saben, por eso su popularidad fue en ascenso.
Es más, creo que después de eso, muchas personas llegaron
a Jungkook buscando una sesión de ese tipo
―¿Y él se las dio? ―Sus amigos se encogieron de
hombros, sin saberlo.
―Puede que al final haya sido algo exclusivo para Seokjin,
no lo sé ―Admitió la chica. ―Pero, ¿qué pierdes con
intentarlo? Quizás ustedes puedan conectar mejor después
de ello ―Juntó sus dedos índices, sonriendo satisfecha.
Jimin apartó la mirada, planteándose la idea. Una sesión
íntima con Jungkook, al menos en su mente, sonaba como
una gran idea.
Taehyung, por su parte, no estuvo muy seguro de ello. No
si Jimin no podía comprender el verdadero valor que tenía
esa sesión para Jungkook.
◆◆◆◆◆
Jimin se sintió decepcionado cuando, tras pasar por la sala
de prácticas, encontró la puerta cerrada. Ese día el ensayo
había sido más tranquilo, con Jungkook conservándose lejos
de ello, haciendo su propio trabajo. Y creyó que quizás
podría intentar hablar con él al finalizar, pero el menor se
había mantenido ocupado hablando con Hoseok y él decidió
que quizás podría darse una ducha antes de intentar
regresar a su plan de conquista.
Estando más tranquilo después de su ducha, creyó que
era el momento indicado para hablar.
Pero aparentemente se había equivocado.
Suspiró cansado, caminando por el pasillo mientras
flexionaba sus brazos, sintiéndolos entumecidos. Sus
dolores musculares iban en aumento con su insomnio y
temía ceder ante el agotamiento. Sin embargo, se mantenía
positivo. La próxima semana se vendrían las vacaciones de
año nuevo lunar y podría regresar a su casa para descansar
adecuadamente, si es que su hermanito no se mantenía a
su alrededor molestándole.
Se detuvo en la entrada de la facultad, reconociendo la
figura de un chico, y aunque quiso correr hasta él y
abrazarlo por la espalda, decidió que lo indicado era no
abusar de la situación. Quizás Jungkook ni siquiera lo estaba
esperando a él.
―¿Jungkook? ―Llamó. El menor se volteó
automáticamente, con el rostro inexpresivo que
últimamente enseñaba a menudo. Jimin no podía evitar
rememorar sus primeros encuentros; cuando eran un par de
extraños sin interés en el otro. ―¿Qué haces aquí? Pensé
que te irías con Hoseok o algo así ―Pasó una mano por su
cabello, incómodo.
―Sólo iba a irme al dormitorio ―Murmuró. ―Pero, hyung,
está lloviendo ―Giró, mirando hacia el exterior. Jimin se
posicionó a la par de él, sorprendiéndose de no haber
notado que había comenzado a llover. ―Y tú no tienes
paraguas ―Finalizó.
Jimin giró a verlo, bajando la mirada hasta sus manos,
viendo como de una de ellas un paraguas era sostenido con
fuerza. Alzando la vista de nuevo, sonrió al verificar que su
mirada había logrado intimidar al menor, pues había
comenzado a ruborizarse.
―No quiero que te enfermes. Y vivimos en la misma
dirección. Así que pensé... sólo pensé... ―Balbuceó.
―¿Que está bien si compartimos paraguas, cierto?
―Jungkook asintió lentamente, apartando la mirada. ―Me
gustaría compartir paraguas contigo, Jungkook ―Cedió.
Jungkook mordisqueó su labio, abriendo su paraguas para
luego mirar a Jimin, invitándolo con una mirada a entrar
bajo su protección. La sonrisa de Jimin se dulcificó mientras
comenzaba a caminar a la par de él, sus brazos rozándose
de vez en cuando, y de repente, ni sus miedos, ni sus
problemas, ni sus preocupaciones parecieron demasiado
grandes. En el pasado, él habría maldecido por tener que
soportar la lluvia. No obstante, justo en se momento,
agradecía que ella les acompañara, dándoles un
empujoncito para volver a estar cerca del otro.
Jungkook tenía razón al decir que la lluvia unía a las
personas.
―Siento lo de ayer... ―Murmuró Jungkook de repente.
―Sé que soy injusto contigo. Si acepté ayudar a Hoseok con
esto, no es porque mis intenciones son malas. Quiero ser un
apoyo para ustedes. Y... ¿puede que siga siendo injusto al
decir esto? ―Preguntó, mirándole de reojo. ―Porque te digo
que dejes de pensar en mí, pero voy y aparezco a tu lado
―Sí, eso suena muy injusto
―¿Debería renunciar solamente? ―Volvió a mirarlo,
humedeciendo sus labios al ver que el mayor negaba con la
cabeza. ―¿Entonces qué debería hacer?
―Quizás... ¿decirme que soy el único para ti? ―Rió
ligeramente, apagado. ―No quiero reclamarte por lo de
ayer, pero es doloroso verte ser besado por alguien más
―No estoy interesado en Hoseok, en serio ―Jimin no
respondió, manteniendo su inseguridad para sí mismo. ―Y,
hyung, de verdad creo que no debes esperar más de mí. No
seré un buen novio para ti y-
―Ya hablamos de esto ―Le interrumpió. ―¿Fue Hoseok
quien te hizo creer que no puedes ser un buen novio?
Porque de ser así, ¿qué tanto te ha lastimado para darte
esas inseguridades? ―Se detuvo, provocando que el
pelirrojo también lo hiciera. ―No quiero que estés cerca del
chico que te hizo eso
―Sólo es un viejo amigo ahora ―Insistió en voz baja,
tristón.
―¿Y? ―Jimin extendió su mano hacia él, posándolo en su
rostro para sostener su mirada. ―¿También quieres que sea
un amigo? ¿No será un poco egoísta para mí y para ti?
Porque te quiero, y dices quererme también ―Jungkook
intentó soltarse de él para apartar la mirada, pero su agarre
se volvió más fuerte. ―Dije que iba a esperarte, pero no
permitiré que huyas de mí
―Pero si huyo, ¿no será más rápido para nosotros?
―Preguntó en un murmullo. ―Si no lo hago, igual
terminarás por cansarte, aunque sea más tarde que
temprano
Jimin ladeó su rostro, sin dejar de ver sus facciones. Se
preguntó si aquel chico era masoquista. ¿Por qué otra razón
se negaría tanto a ser feliz tras haber encontrado el amor?
¿Qué era lo que habían traído de regreso sus recuerdos para
que sufriera ese cambio?
―¿Quieres que te bese? ―Preguntó de repente,
provocando que la respiración del menor se agitara. ―Tu
lenguaje corporal suplica por ello. Pero no lo haré al menos
que tú me lo pidas ―Aclaró.
Los ojos de Jungkook bajaron hasta los labios ajenos, un
ligero rubor cubriendo sus mejillas. Él quería los besos y
abrazos de Jimin. Su tacto siempre se sentía dulce, especial,
y lamentaba haberse acostumbrado a él. Pero si lo estaba
rechazando, no tenía derecho a pedir desesperadamente
por él; era incongruente. Jungkook sabía que, simplemente,
no podría obtener todo lo que quería, no cuando lo que
pretendía era renunciar a él.
Jimin suspiró con aceptación cuando el pelirrojo bajó la
mirada, dejando clara su respuesta. Alejándose lo suficiente
de él, señaló el camino para invitarlo a continuar, sin
hacerlo sentir más incómodo de lo que probablemente
estaba.
―¿Tienes tiempo libre después del ensayo de mañana?
―Preguntó, intentando traer la conversación de regreso.
―Será viernes, así que pensé que no tendrías mucho que
hacer
―¿Quieres salir? ―Preguntó tímidamente.
―No, es otra sesión ―Jungkook frunció su ceño,
recordando que el ensayo de mañana terminaría
probablemente cuando ya hubiera oscurecido. ¿Qué tenía
planeado Jimin? ¿Otra fiesta? ―Será en mi cuarto ―Agregó.
―¿Tu cuarto? ¿En qué estás pensando?
―En algo más... uhm... personal ―Se encogió ligeramente
de hombros. ―Escuché que podías hacer algo como eso
―Oh, ¿están esos rumores de mí todavía? ―Preguntó con
voz plana, sin emoción.
―Dicen que hiciste un trabajo impresionante con Seokjin
―Sí, supongo que fue bueno, a todos les gustó ―Le miró
de reojo. ―¿De verdad quieres te fotografíe así, hyung?
―Por supuesto, creo que es bueno variar, y estoy curioso
al respecto. ¿Tienes algún inconveniente con ello? ―Lo
miró, y aunque Jungkook pareció pensárselo, sonrió al ver
que negaba con la cabeza. ―Iremos a mi dormitorio
mañana entonces
―Ahá
Jimin ladeó su cabeza, preguntándose por qué Jungkook
parecía ido de repente. Pero, pensando en ello, Jungkook
constantemente parecía tener la cabeza en otro lugar, así
que no le prestó mayor importancia. Si él había aceptado,
era porque no habría inconvenientes.
Claro, si es que él no generaba esos propios
inconvenientes.
◇◆◇◆◇
Jungkook hojeó el primer álbum de fotos que diseñó
cuando recién comenzaba su primer semestre en la
universidad. En ese entonces, había decidido tomar un
electivo referente a la fotografía y el primer tema que le
habían dado era el ser humano al natural.
Sus compañeros habían fotografiado a muchas personas.
Riendo, divirtiéndose, luciendo perdidas en sus
pensamientos, molestas, y mucho más. Pero él parecía
haberlos sacado a todos de su zona de confort cuando
presentó su tarea, la cual, admitía, se había tomado con
demasiada seriedad para tratarse sólo de la introducción a
la clase.
Jungkook había fotografiado a Seokjin. Semidesnudo, sin
maquillaje, indefenso y algo desaliñado. Seokjin había
aceptado amablemente a su petición para ser modelo y
Jungkook había conocido mucho más de su compañero de
cuarto durante esa sesión.
Seokjin se había mantenido en su cama, cubriendo con
una sábana sus piernas mientras hablaba de su vida.
De sus malas relaciones pasadas, luciendo nostálgico, triste
y hasta molesto.
De cómo había encontrado hace años al que declara ahora
su más grande amor: Min Yoongi. Y sus ojos habían brillado
mientras su sonrisa parecía volverse eterna.
Sus ojos se habían apagado un poco de nuevo cuando trajo
a colación el tema de sus padres. Encorvado, con la mirada
en sus manos y palabras que salían casi en susurros,
Jungkook lo había fotografiado mientras lo escuchaba decir
que ellos no estaban felices con su elección universitaria y,
que desde que había dejado la casa, no habían vuelto a
dirigirle la palabra.
Ese día, Seokjin no se había desnudado físicamente ante
él, en realidad. Si no que había bajado sus escudos para
enseñarle su corazón. Jungkook había capturado
perfectamente su torso semidesnudo que llegó a expresar
tanta fuerza como debilidad, sólo por su lenguaje corporal
cada vez que hablaba; sólo por el cambio en sus
expresiones. Y todos habían quedado fascinados con ello.
Seokjin solo era una pieza de arte. Y Jungkook, con sólo
una pieza, había logrado crear la más exquisita de las
exposiciones.
El mayor no se sintió tímido cuando, dejado a luz el
proyecto de su compañero de cuarto, el reconocimiento vino
a él. En cambio, se sentía orgulloso de sí mismo. Y Jungkook,
en vez de ver el resultado de su trabajo como un triunfo
frente a todos, se dijo que su logro era, más bien, mucho
más personal. Porque supo ese día que había ganado
realmente un amigo.
Seokjin grabó su nombre ese día en un rinconcito de su
corazón.
Sin embargo, no todos entendían el verdadero significado
de esa sesión. Luego de que el rumor se hubiera expandido
y él ganara la atención del estudiantado, sobre todo de los
que estudiaban actuación, muchas personas habían llegado
a buscarle para obtener su propia sesión. Pero él había
terminado por cerrar las puertas cuando la mayoría había
ido hasta él sólo para pavonearse frente a sus ojos, en
busca de atención e intimidad que no estaba dispuesto a
dar.
Jungkook no se sintió como un fotógrafo profesional
entonces. Porque el resto sólo le trató como el chico lindo
que sabía usar una cámara; el chico lindo que valía mucho
más la pena que su cámara.
Y ahí estaba ahora, cuestionándose si Jimin sería como los
demás. Sus sospechas iban mal encaminadas cuando al
intentar enseñarle la famosa sesión de Seokjin al mayor,
este sólo le había mirado superficialmente para decirle que
lo mejor sería comenzar pronto. Y dejándolo con el álbum en
las manos, se encerró en el baño diciéndole que necesitaba
preparación.
Jimin se miró a sí mismo frente al espejo. Usando una
camisa blanca y abierta, dejando sólo su ropa interior negra
en la parte inferior de su cuerpo, se preguntó si luciría bien
para Jungkook. Peinó sus cabellos hacía atrás, haciéndolos
lucir más desordenados, y le sonrió a su reflejo, intentando
retomar la confianza que había perdido con el paso de los
días desde que el menor le había rechazado. Quizás la
historia cambiaría ahora.
Jungkook apartó la mirada del álbum cuando escuchó la
puerta del baño abrirse y cerrarse. Jimin apareció ante él,
luciendo brevemente cohibido, pero luchando por lucir
sereno mientras caminaba hasta su cama. El menor tomó su
cámara e intentó mantener una expresión impasible
mientras comenzaba con sus instrucciones.
La sesión estaba siendo mucho más prometedora de lo
que pensó que sería.
―¿Puedo preguntarte algo? ―Dijo Jimin de repente, con
una sábana cubriendo sus piernas, las cuales abrazaba.
―¿Por qué decidiste hacer algo como esto para tu primer
proyecto? ¿No fue demasiado arriesgado de tu parte? La
gente puede ser... demasiado conservadora. ¿Qué
intentabas demostrar?
―Es fácil fotografiar a gente riendo o disfrutando del
momento ―Jimin giró hasta él, mostrando una mirada
confusa mientras su espalda se encorvaba un poco más.
―¿Lo es, Jungkook? ¿Es tan fácil sonreír y disfrutar? ¿Eso
es lo que crees?
―No es eso lo que intentaba decir ―Se agachó un poco,
cambiando constantemente de posición para capturar los
distintos ángulos de su modelo. ―Pero en todo el mundo, la
gente se obliga a enseñar una sonrisa frente a la cámara.
Cuando alguien va a tomarle la foto a un grupo, es probable
que digan: sonrían, o algo similar. Cuando vez que eres
enfocado, intentas lucir bien ―Dejó de tomar fotos,
revisando lo que había obtenido hasta ahora. ―Es fácil
hacer que el resto sonría a la cámara. Que sea espontaneo
u honesto, es algo distinto
―¿Y por eso fotografiaste a un chico semidesnudo?
―¿Qué hay de malo en estar semidesnudo? ¿Hay algo por
lo que avergonzarse? ―Rió ligeramente. ―Por cierto,
¿puedes girar tu cabeza hacia la derecha un poco? Sí,
exactamente así ―Sonrió, volviendo a fotografiarlo. ―Las
personas se disfrazan todo el tiempo. Al menos en nuestro
país, la gente más bella es la con ropa más costosa y el
maquillaje más profesional. Hemos sido criados teniendo
ese pensamiento como base. Mientras fotografiaba a
Seokjin, mientras te fotografío a ti, me pregunto si podría
hacerles ver al resto que esto también es hermoso ―Jimin
giró a verlo, sabiendo que Jungkook no se lo había pedido.
―Tú eres precioso, hyung, sin tu ropa a la moda y el
delineador en tus ojos
Jungkook tomó una última fotografía, apreciando la
mirada fija de Jimin en él y el rubor casi imperceptible en
sus mejillas. Saliendo de su trance, el rubio se removió de
repente, llevando sus dedos hasta su camisa.
―Voy a quitarme esto ―Avisó. Jungkook tragó saliva con
nerviosismo cuando, tras haber dejado caer la prenda al
piso, el mayor se recostó sobre el colchón. ―¿Podrías
tomarme una foto desde este ángulo? ―Pidió, señalando
hacia arriba.
El pelirrojo asintió, queriendo cumplir con sus exigencias.
Moviéndose hacia la cama, maldijo en sus adentros tener
que encaramarse en ella para buscar el ángulo que el
mayor le pedía. La sábana ahora tapaba discretamente
hasta las caderas del rubio, mientras su torso estaba
completamente expuesto. Para Jungkook no pasó
inadvertida la sonrisa coqueta que le dedicó el chico cuando
sus miradas se encontraron, pero sus preocupaciones la
dejaron pasar por completo alto.
Había algo diferente en Jimin, en su cuerpo. Jungkook lo
había notado desde el inicio de la sesión, pero no había
notado cuán grave era el asunto hasta que el mayor había
terminado de despojarse de su ropa. Jimin estaba mucho
más delgado de lo que recordaba. Quizás no había visto a
Jimin de esa manera antes, pero era obvio para sus ojos que
el rubio había estado perdiendo peso. Además, el tono de su
piel, un poco más pálido, y las ojeras en sus ojos que lo
hacían lucir agotado, no le daban ni un respiro.
Jimin parecía enfermo. Y Jungkook no sabía cómo sacar el
tema a colación sin hacer sentir al contrario agredido.
La sesión continuó, con más cambios de posiciones
mientras Jimin sutilmente descubría más su cuerpo,
apartando la sábana hasta que finalmente sólo lució su ropa
interior. Con los labios entreabiertos y una mirada profunda,
Jimin intentó llamar la atención del pelirrojo, cuyas manos
se habían vuelto un tanto nerviosas mientras intentaba
proseguir con sus fotografías.
¿Acaso su idea estaba dando frutos? ¿Jungkook estaba
luchando contra sus deseos sólo por profesionalismo?
―Creo que ya es suficiente ―Dijo Jungkook de repente,
enderezándose mientras apagaba su cámara. Jimin dio un
brinco en su cama, sorprendido por la drástica decisión.
―¿En serio? Hemos tardado mucho menos que en el resto
de sesiones
―Puedo trabajar con lo que tengo ―Aseguró, abriendo su
bolso para guardar su cámara. ―¿Quieres comer algo?
―Preguntó rápidamente después, congelándose cuando al
voltear se encontró con el rubio ahí de pie, a menos de un
paso de él. ―Hyung...
―Esa es una buena pregunta ―Jimin pasó sus brazos por
su cuello, obligándolo a inclinarse sobre él. ―Tengo mucha
hambre
―Puedo pedir-
―Jungkook ―Interrumpió. ―Puede que seas lento, pero no
eres un tonto, ¿cierto? ―El menor no respondió. ―La sesión
terminó, y sólo estoy usando un bóxer frente a ti. Dices que
te gusto, así que aprovecha tu momento ―Dictaminó. ―No
tienes que seguir jugando al chico inocente conmigo, he
visto como me miras
―Lo estás malinterpretando ―Murmuró, su voz saliendo
casi imperceptible.
―Sé cuándo un chico me desea ―Dijo con confianza,
rozando su nariz con la de él. ―Así que, ¿te doy las
opciones? ¿Quieres tomarme? ―Jungkook no respondió.
―¿O prefieres que yo te tome? Porque puedo hacerlo, y los
disfrutarás tanto ―Susurró.
―¿Entonces se trataba de esto? ―Su voz salió más fuerte.
Jimin se distanció lo suficiente para ver su rostro, el cual
expresaba decepción. ―¿Pediste una sesión así para
intentar seducirme? ¿Eso es todo?
―¿Qué otra razón tendría? ―La mandíbula de Jungkook
tembló. ―Dios, Jungkook, por supuesto que disfruto tus
sesiones, amo tus fotografías, pero esto también es
importante para mí. Te he hecho entrar en confianza, no te
sientes incómodo con mi cuerpo, ¿cierto? Te estoy
ayudando. Déjame terminar el trabajo ahora
―¿Soy tan fácil para ti? ―Jimin se separó de él, lazando
un bufido. ¿Por qué él no sólo ponía de su parte y ya?
―¿Crees que eres el primero en desvestirse frente a mí
creyendo que sería así de fácil?
―¿Qué? ¿Por qué estás siendo dramático ahora?
―Preguntó con molestia. ―¿Es ofensivo para ti que el resto
quiera tener sexo contigo? Y, mira, tampoco quiero que me
compares con ellos. ¡No soy un desconocido para ti y he
dicho claramente que me gustas! ¿Esto no es natural
entonces?
―No me importan los deseos de mierda del resto
―Respondió tajante, su mirada volviéndose aguada
mientras sus palabras temblaban con frustración. ―Pero no
mezcles mi trabajo con esto. ¿Al menos te das cuenta de
que eres peor que los otros que han hecho esto? Porque
sabes cuán importante es la fotografía para mí, pero sólo la
has usado como un medio para llegar a mis pantalones
―Mierda, Jungkook ―Jimin pasó una mano por su cara,
hastiado. Habían terminado la sesión bien, ¿por qué él
seguía quejándose?
―Me gustas, Jimin, es por eso que duele más. ¿Por qué no
puedes verlo? ―El rubio no respondió. ―¿Dices que ceda
ante ti? ¿Que es natural? ¿Que te deseo? Entonces has
interpretado mal mis señales también, porque en ningún
momento de esta noche he deseado que saltes sobre mí y
me hagas tu hombre
―¿Es así? ―Descubrió su rostro, parándose frente a él.
―¿No te gusto? ―Jungkook no respondió. ―Si no es deseo...
¿qué sucede contigo después de verme, eh? ¿Sientes asco
de mí? ―El menor tomó su bolso, dirigiéndose hacia la
puerta. ―¿Sólo te irás? ¿No planeas ser honesto conmigo?
¿Cuán bajo me harás caer por ti?
―Te dije que no hicieras esto, tú creíste que podías
esperar ―Murmuró, abriendo la puerta. ―Pero si lo que
buscas es sexo, no lo vas a encontrar conmigo. Eres libre,
siempre lo has sido, puedes buscar a un chico que cumpla
tus expectativas en la cama
―No quiero a otro chico en la cama que no seas tú
―Escupió con molestia. Jungkook negó con cabeza y dio un
paso fuera de la puerta. ―Jungkook, si te vas, no esperes
que te perdone fácilmente por esto
Jungkook sonrió con amargura, terminando de cerrar la
puerta para largarse. Jimin maldijo en voz alta y sacudió sus
cabellos, dando vueltas en su habitación, volviéndola un
desastre. Parándose frente al espejo de nuevo, en busca de
respuestas que le hicieran saber por qué Jungkook se había
ido, sólo pudo darse una mirada de asco a sí mismo.
Por supuesto que Jungkook no desearía ese cuerpo. Nadie
con ojos buenos sentiría deseo por alguien así. ¿Que
Jungkook lo había llamado hermoso? Mierda, él sólo estaba
siendo amable. Todo lo que Jungkook decía, siempre era por
amabilidad.
Jimin comenzaba a odiar su amabilidad.
Nota:
Bieeeeeeeen, estoy tan cansada que no diré mucho (?). Sólo
que, debido a que estaré muy ocupada la próxima semana,
no habrá actualización. Nos volveremos a leer para el 10, si
es que no hay mayor inconveniente unu
[28]

―¿De casualidad estás haciendo dieta? ―Preguntó


Taehyung durante el almuerzo al ver que su amigo sólo
había comprado una botella de agua.
―No tengo hambre ―Se excusó monótonamente,
ordenando los apuntes en su cuaderno.
―No me has hablado en todo el fin de semana ―Insistió el
menor, intentando llamar su atención, pero Jimin sólo tenía
ojos para su cuaderno.
―Se está terminando el mes, Tae, y en febrero cerraremos
ciclo. Creo que no soy el único ocupado estudiando, ¿cierto?
―Le miró de reojo, siguiendo con sus apuntes. ―Terminaré
con teoría de la danza moderna y teoría del ballet y luego
me preocuparé de mi laboratorio de composición. Son mis
asignaturas con más créditos, aparte de mis prácticas, y no
puedo sólo darlo todo en mis ensayos y descuidarme con el
resto ―Suspiró, sin dejar de escribir.
―Bien, puedes estudiar, no estoy diciendo lo contrario
―Continuó. ―Pero no es propio de ti no hablarme en días y,
además, llevas semanas sin comer nada contundente
durante el almuerzo. No estarás con una dieta extrema,
¿cierto? ―Insistió. Jimin no respondió. ―Soy tu mejor amigo,
sabes que puedes hablarme de tus problemas
―Pero últimamente son sólo problemas, Tae... ―Murmuró,
cansado.
―¿Y sólo por eso te daré la espalda o me aburriré de ti?
―Extendió su mano por sobre la mesa, tomando la de su
amigo. ―Vamos, Jimin, déjalo salir. No te lo guardes si sabes
que te lastima
―Es Jungkook ―Dijo, y Taehyung sonrió un poco triste, ya
acostumbrado a ese nombre. ―Él me rechazó de nuevo el
viernes
―¿Románticamente hablando o sexualmente? ―Se
atrevió a preguntar, apartando su mano de él para tomar
sus palillos, probando su comida antes de que comenzara a
enfriarse.
―¿No son las dos igual de malas? ―Murmuró apenado.
―Seguí el consejo de Jeonghwa. Hicimos la sesión y él dijo
que era hermoso, pero no quiso acostarse conmigo. ¿Eso
tiene sentido para ti?
―Para empezar, deberías plantearte los consejos de
Jeonghwa al menos unas 10 veces antes de seguirlos. Ella
es impulsiva y sabemos que las cosas no han funcionado
actuando de esa manera ―Jimin hizo una mueca con los
labios. ―Y, ¿por qué te molesta tanto que Jungkook no
quiera acostarse contigo?
―Porque si él está enamorado de mí, ¿no es natural que
quiera hacerlo? ―Preguntó. ―Puede que él al final no esté
siendo honesto, Tae
―Hemos hablado de esto, quizás él sea del tipo que le
gusta ir lento. Quizás quiere acostarse contigo, pero está
asustado... o inseguro. ¿Quién sabe? ―Hizo una mueca
molesta con sus labios, apartando los vegetales de su
comida. ―Los chicos pueden sentirse así también respecto
al sexo, aunque eso parezca increíble para ti
―Pero él tuvo sexo con Hoseok ―Murmuró con tristeza.
―Hermano, saca eso de tu sistema ―Negó con la cabeza,
suspirando. ―Ni siquiera sabes si eso es cierto. Y de serlo,
¿qué importaría? Él es su pasado, Jimin. Te acostaste con
otros chicos también antes de conocer a Jungkook.
Entonces, lo que intento decir es que Hoseok es una historia
aparte. Quizás Jungkook confiaba más en... ―Se detuvo al
percatarse de que Jimin podía malinterpretar sus palabras y,
fijando sus ojos en él, supo que había acertado. ―Dios, no
intento decir que él desconfía de ti
―Por supuesto que fue eso lo que intentaste decir ―Abrió
su botella, bebiendo su agua con molestia.
―Dijiste que serías paciente con él ―Le recordó. ―Pero
Hoseok dice o hace un par de cosas, y ya pierdes los
estribos
―Jungkook no pone de su parte. Incluso me ha enviado a
acostarme con otros chicos, diciendo que no obtendré sexo
de él. ¿Mandarías a la persona que te gusta a acostarse con
otros? Por supuesto que no. Yo cortaría mi lengua antes de
decirle a Jungkook que puede ir por otros chicos ―Taehyung
pasó una mano por su rostro, superado. ―Como sea, quizás
le haga caso
―Hey, estamos conversando para mejorar las cosas, no
para que vuelvas a dejarte llevar por tu enojo ―Cuestionó.
―Quizás Jungkook sólo ha sido lastimado. Intentaste
acostarte con él luego de una sección de fotos, algo que es
muy importante para él. Sé que tus intenciones no eran
malas y que no intentas aprovecharte de él, pero quizás...
¿sintió que no tomabas en serio su trabajo? ―Suspiró. ―Y
las personas decimos cosas sin sentido en medio de
nuestros arrebatos, creo que lo sabes ―Jimin apartó la
mirada. ―Tú no quieres a otro chico, lo quieres a él
―Pero no somos nada ―Murmuró. ―Si fuéramos novios,
yo podría esperarlo, porque tendría la certeza de que algún
día podrá confiar plenamente en mí y permitirme dar el
gran paso. Pero actualmente, siendo nada, ¿no soy el único
que pierde? No le debo fidelidad, él lo ha elegido así. Si él
quiere que vaya por otro, voy a hacerlo
―Por favor, escúchate, ¿sí? Y piensa bien antes de actuar,
Jimin ―Suplicó el menor. ―Desearía que Jeonghwa estuviera
aquí, ella probablemente sabría hacerte recapacitar
―Sus consejos no siempre son buenos ―Chasqueó con la
lengua, recordando como el último plan había sido un
fiasco.
―No he dicho lo contrario, pero definitivamente sabe
cómo darle una sacudida al cerebro del resto ―Rió entre
dientes.
―¿Dónde está ella, de todas formas?
―Se ha ido con otras chicas de la clase ―Se dejó caer de
hombros. ―Me ha visto hablar con SooYoung en la salida y
se ha molestado
―Mierda, ¿de verdad piensas volver con ella? ―Taehyung
negó rápidamente con la cabeza. ―¿Y por qué estás
hablando tanto con ella últimamente? ¿Sólo porque eres
idiota?
―Ya te lo dije, ella está arrepentida. Y dice que lamenta
no haber notado antes cuán increíble soy
―Taehyung, no puedes ir tras la primera persona que te
habla bonito
―Es fácil para ti decirlo, porque hay un montón de
personas señalando lo grandioso que eres
―¿Lo grandioso que soy? ¿En qué sentido? ¿Es tan
relevante en este punto? ―Preguntó cansado. ―Y también
hay un montón de personas tras de ti, cegatón ―Puso los
ojos en blanco.
―¿Y por qué jamás se han acercado?
―Porque intimidas ―Respondió automáticamente,
provocando que Taehyung frunciera el ceño. ―¿No te das
cuenta? Siempre estás rodeado de personas, todos quieren
ser tus amigos. El momento del día en el que más solo
estás, es únicamente cuando vas al baño, y puedo decir con
confianza que incluso ahí te pones a hablar con el tipo que
está haciendo sus necesidades al lado ―El menor sonrió un
poco avergonzado, sin poder negarlo. ―¿Cómo esperas que
una chica se acerque a ti si siempre estás rodeado?
Cualquiera se cohíbe
―¿En serio?
―Sí. Si tú no te hubieras acercado a mí primero,
probablemente hoy ni siquiera seriamos amigos ―Admitió.
―Oh... ―Rió. ―Pero Jeonghwa sí se acercó a mí el primer
día de clases, a pesar de que yo estaba arrastrando a todos
los chicos hacia mí
―Es porque Jeonghwa es así. Ella tiene una gran
personalidad
―La tiene, ¿cierto? ―Sonrió con dulzura. ―Ella es
bastante genial ―Bajó la mirada hasta su comida.
Jimin frunció sus labios, recordando como hace casi dos
años Taehyung llegó a él para hablarle de las personas que
había conocido durante su primer día en la universidad.
Jeonghwa estaba en la lista, y Taehyung por poco se había
puesto a enumerar todas las cosas que parecían hacer de
esa chica un ser humano deslumbrante. Jimin había
pensado que su amigo había sido flechado por cupido en
ese entonces, pero a medida que pasó el tiempo, no hubo
ninguna prueba de ello.
Taehyung siempre se comportó con Jeonghwa sólo como
un amigo. Y, viéndolo ahora mientras hablaba de ella, la
duda de ese entonces volvió a surgir dentro de él. ¿Por qué
el Taehyung del pasado, al que le brillaban los ojos hablando
de una mujer, había terminado siendo sólo un amigo? ¿Era
amistad lo que realmente había querido y aún deseaba
conservar?
Taehyung era del tipo que hablaba hasta por los codos,
pero nunca cuando se trataba de sus sentimientos. Y si no
estuviera enredado en su propio lío amoroso, hubiera
deseado armar el rompecabezas que su amigo había dejado
sin resolver. ¿Quizás era cosa de tiempo?
◇◇◇◇◇
A pesar de que Jimin sacó adelante su ensayo como
normalmente haría, le fue difícil ignorar lo distante que
Jungkook se comportó con él aquel día. Entendía que
estuvieran en malos términos tras lo ocurrido el viernes,
pero ninguno de sus anteriores inconvenientes había
provocado que el menor le negara incluso la mirada. Y sí,
había sido él quien había asegurado que no le perdonaría
fácilmente por su negativa días atrás, pero aun así renunció
a su propio orgullo al intentar hablar con él tras el término
de la sesión. Sólo consiguió que Jungkook le diera la espalda
mientras murmuraba un rápido adiós para todos.
Incluso Hoseok y Minhyuk notaron que algo no iba bien
entre ellos, pero para su suerte, no preguntaron al respecto.
Jimin sabía que lo que menos necesitaba ahora era más
palabras de consuelo de parte de un amigo o, por el
contrario, palabras burlonas de a quien él consideraba su
enemigo.
Tomó más tiempo del necesario bajo la ducha, queriendo
ahogarse bajo el agua. La semana recién comenzaba y no
tenía nada de prometedora. Necesitaba recordarse a sí
mismo que pronto llegaría su fin de semana largo en familia
y quizás podría conseguir despejar su mente. Mas sabía que
no sería así de fácil. Pero tendría a Taehyung; al menos
podría dar un paseo por Daegu junto a su mejor amigo para
no hundirse en su miseria.
―¿Jimin? ¿Ya terminaste tu ensayo? ―Escuchó la voz de
su mejor amigo al otro lado de la línea, justo cuando había
acabado de vestirse.
―Estoy secando mi cabello ―Murmuró, tirando la toalla
sobre su cabeza para comenzar a secar. ―Si eso no
responde aún a tu pregunta, te lo traduzco: acabo de salir
de la ducha
―Bien... ―Hubo un poco de silencio. Jimin intentó prestar
atención al oír la voz de Namjoon en el fondo. ―Tengo
noticias
―Tu voz está temblando, no me parece que sean positivas
―Frunció sus labios.
―Pues... depende de cómo las veas ―Rió nervioso. ―La
cosa es, acabo de recibir una llamada de papá. Él me ha
dicho que la familia vendrá a Seúl a pasar el fin de semana
largo
―¿Qué? ―Jimin dejó de secar su cabello. ―Pero pensé
que volverías a casa, ¡incluso he comprado los boletos de
tren!
―Lo sé, lo sé, te juro que yo también lo pensaba, es decir,
¡fue así el año pasado! Pero... bien, mis tíos han invitado a
mi familia y parece ser que yo era el único que no lo sabía
―Habló entredientes. Jimin volvió a escuchar la voz de
Namjoon en el fondo. ―Claro, primito, eres el mejor dando
recados
―¿Así que viajaré solo?
―Puedes pedir devolución por tu dinero. Siento que haya
resultado así ―Se disculpó. ―Pero lo importante es que
estarás con tu familia, ¿no? ―Intentó animarlo.
―Sí
―Lo siento, Jimin ―Murmuró. Jimin suspiró cuando
Namjoon volvió a decir algo. ―Mi primo dice que puedes
venir a cenar con nosotros si es que eso te hace sentir
mejor
―No se preocupen, compraré algo para comer y
continuaré estudiando ―Les tranquilizó. ―Provecho, chicos.
Nos vemos mañana
Cortó la llamada apenas escuchó a ambos chicos gritar
adiós. Riendo con amargura, envió su celular directo al
interior de su bolsillo y guardó su toalla también. ¿Por qué
se sentía tan alterado?
Jimin no lo entendía bien, pero se estaba sintiendo
malditamente solo. Taehyung siempre tenía a Jeonghwa en
sus clases y a Namjoon en casa. Jungkook tenía a Seokjin y
Yoongi, quienes siempre estaban metidos en el dormitorio
consintiéndolo. ¿Y él qué? Tenía amigos en la carrera, por
supuesto, pero él no era realmente cercano a nadie. Y
Taehyung no estaba todo el tiempo con él, ni mucho menos
Namjoon, quien, obviamente, tenía que pasar sus ratos
libres con su novia. ¿Y él? ¿Dónde quedaba él?
Taehyung cenaría con Namjoon. YooJung estaría con sus
abuelos, si es que no estaba con su novio. Jeonghwa tenía a
sus padres. Jungkook debía estar con sus amigos. ¿Y él?
Volvería a su dormitorio para encontrarse con la soledad de
frente. Ni siquiera había entendido cuán solo se sentía hasta
notar que no había nadie esperando por él. Ya ni siquiera
podía aferrarse a la esperanza de conseguir un buen
compañero de cuarto, porque dentro de un mes hasta esas
cuatro paredes se volverían una pesadilla con Hoseok ahí.
Y pensó que podría aprovechar esos días festivos junto a
su mejor amigo y su familia, pero ni siquiera eso había
resultado. ¿De qué le había servido adelantar sus estudios
como un loco para disponer de tiempo ese fin de semana?
Dios, él no estaba molesto con Taehyung; el chico merecía
estar con su familia. Pero eso no lo hacía sentir mejor.
Jimin quería volver al tiempo donde era más fácil llenar los
espacios vacíos. Esos tiempos donde las fiestas
desordenadas le divertían por montón así como coquetear
con otros chicos, los cuales le seguirían como perros fieles
por el resto de la noche. Lamentablemente, su corazón se
había vuelto quisquilloso y ahora anhelaba la compañía de
personas específicas. Jungkook por sobre todas ellas.
―¿Por qué llevas esa cara larga? ―Escuchó una voz
apenas salió de los vestuarios. Parpadeando hacia el chico
que tenía en frente, suspiró sin ánimos de pelear con él.
―No estoy de humor, sunbaenim ―Dijo de inmediato,
comenzando a caminar hacia la salida del edificio.
―Puedo verlo, Jimin ―Aseguró, siguiendo su ritmo.
―Hoseok me dijo que lucías algo deprimido al terminar tu
ensayo, así que decidí esperarte para ver si podía ayudarte
en algo ―Jimin no respondió. ―Hablábamos antes,
¿recuerdas? No nos llevábamos mal. No tenemos que
llevarnos mal ahora. Mis problemas con Jungkook son míos
―Como sea, no quiero hablar de Jungkook tampoco
―Murmuró.
―Por lo tanto, el problema es él, ¿no? ―Inclinó su cabeza,
buscando la mirada del rubio. ―¿Por qué te desgastas, eh?
¿Por qué te haces esto? ―Preguntó. ―No sufres por nadie,
Jimin, esa es tu regla. Tú te diviertes y vives sin
preocupaciones. Tu vida era mejor antes de que pusieras tus
ojos en Jungkook
―Él es... diferente ―Intentó explicarse, sintiéndose un
tonto. En el fondo, temía que las palabras de Taemin fueran
ciertas; que su vida era indiscutiblemente mejor antes de la
llegada de Jungkook.
―Sólo es lindo ―Taemin se encogió de hombros. ―Y
demasiado amable. Pero él es amable con todos. Sabiendo
eso, ¿te sigues sintiendo especial para él? ―Jimin se detuvo,
girándose a verlo. ¿Cómo hacía Taemin para meter
justamente el dedo en la llaga? ―¿No quieres acompañarme
a casa, Jimin?
―Tus padres...
―Ellos no están
Por supuesto: los padres de Taemin nunca estaban. A Jimin
le había parecido raro al principio, pero luego de un tiempo,
dejó de pensar en ello. Recordando su propia soledad que le
embargaba, se preguntó si Taemin lo buscaba porque se
sentía de la misma forma. ¿Quizás él también intentaba
llenar sus propios vacíos? Fue por eso que no pudo negarse
a su invitación.
Jimin fue hasta casa de Taemin, como solía hacer hace un
año. La casa era grande y silenciosa, con los pasos de ellos
llenando un poco el lugar mientras avanzaban por las
escaleras. Él no dudó cuando entró al cuarto del mayor y
este pareció satisfecho por ello. Mas sí dudó un poco cuando
el chico le extendió una copa con alcohol.
―Ah, ¿de verdad no confías en mí, cierto? ―Intentó
sonreír con diversión, enseñando más una mueca.
―Drogaste a Jungkook ―Le recordó.
―Jungkook necesitaba dejar de ser tan inhibido ―Explicó,
aun sosteniendo la copa frente a él. ―Y ambos sabemos
que tú no necesitas de eso, Jimin. Vives tal y como quieres,
eso es lo que te hace grandioso
Jimin tomó la copa, intentando convencerse de que
aquello sonaba razonable. Porque sí, Jungkook sí era
demasiado cerrado y recto. Él también se cansaba de verlo
actuar tan prudente y correcto. Si Jungkook se hubiera
dejado llevar solo una vez, como el siempre hacía, la
historia habría sido diferente. Ellos probablemente estarían
cenando juntos ahora y besándose como un par de tontos
enamorados en vez de estar lejos del otro, sin saber cómo
se sentían.
Bebió el alcohol, escuchando en el fondo lo que Taemin le
decía. El mayor había comenzado a hablar sobre el show
que estaban preparando y de su propio número, y él
también se animó a hablar de su propio trabajo. Había
olvidado que en realidad no era tan desagradable compartir
una charla con Taemin. Cuando el chico no estaba rodeado
de gente, era mucho más fácil de tragar.
Taemin no intentaba ser una estrella inalcanzable cuando
ambos estaban solos.
―Luego de como saliste de aquí la última vez, jamás creí
que volvería a tenerte en mi cuarto ―Admitió por medio de
una risita.
―Honestamente, hasta la semana pasada, yo ni siquiera
pensaba volver a pisar tu cuarto ―Admitió con una mueca
en sus labios.
―¿De qué hablas? Amabas pasar tiempo aquí ―Se burló.
―¿De verdad no pretendías volver? ¿Estuviste fingiendo
mientras estabas conmigo?
―Me divertí contigo ―Humedeció sus labios. ―Pero fue
sólo por un rato, no suelo volver sobre mis pasos ―Explicó
tranquilamente. ―Sabes eso
―Esperaba ser tu excepción ―Admitió.
―¿Esperabas que fuera serio contigo? ―Le sonrió
presumidamente.
―No serio, pero sí que me buscaras siempre que lo
necesitaras ―Dejó su copa sobre la mesilla, largando un
suspiro. ―¿No estás aquí por esa razón?
―¿Crees que te seguí porque te necesito? ―Rió.
―Por supuesto ―Taemin se inclinó sobre él. ―Porque
puedes tener muchas quejas respecto a mí, pero al menos
no pondrás en duda que, entre todos, soy yo quien te ha
hecho sentir más especial, ¿no? ―Sonrió, tomando su
barbilla. ―Esto es lo que adoras, Jimin. Te encanta la
atención y que el resto bese tus pies. No te declararé amor
eterno, pero gustosamente cumpliré con el otro par de
cosas ―Dijo juguetonamente.
―¿Y sólo con ese par de cosas será suficiente? ―Preguntó
con voz apagada.
―Lo será para ti ―Dijo con seguridad. ―Porque eres como
yo. Y nunca hemos necesitado más
Jimin hubiera negado con la cabeza de estar seguro de
que no era así, pero ya no lo estaba tanto. Taemin tenía
razón al decir que él quería atención y adoración del resto.
Su pecho se inflaba de alegría cada vez que alguien ahí
afuera se derretía por él. Y Taemin era uno de esos tipos
ahora, así que no se negó a él cuando sus labios lo tomaron.
Cerró sus ojos, correspondiendo a su beso con ansiedad.
Sus manos fueron directamente a los cabellos ajenos y sus
dedos se enredaron ahí, exigentes. Su cuerpo tembló con
deseo cuando las manos de Taemin, en cambio, se
deslizaron por su pecho para luego apresar su cuerpo. Sus
lenguas batallaban en busca de dominación y él estaba
encantado, porque hace tiempo que no obtenía nada como
aquello.
¿Qué tan difícil había sido para Jungkook actuar así al
menos una vez? Taemin le demostraba segundo a segundo
cuanto lo ansiaba y deseaba. Pero Jungkook, quien decía
quererlo, no lo había hecho ni una sola vez.
Jimin gimió en la boca del contrario, distanciándose en un
nuevo gemido cuando la mano de Taemin bajó hasta su
erección. Respiró pesadamente, pidiendo por más. Y aunque
estaba avergonzado de lucir tan necesitado al apenas
empezar, supo que estaba valiendo la pena ser tan honesto
con su cuerpo cuando Taemin saltó fuera del sofá, tirando
de él.
Se levantó con torpeza, cediendo a su reclamo. Los dedos
de Taemin desabrocharon sus jeans y bajaron la cremallera,
queriendo deshacerse de la prenda. Su ropa interior
también fue bajada durante el paso y él sintió un escalofrió
cuando su erección fue finalmente liberada. El mayor la
tomó entre sus manos, fascinado, y Jimin se sintió
satisfecho cuando este le miró por un momento con ojos
hambrientos.
Sí, eso era lo que necesitaba.
Taemin metió la punta en su boca, llevándolo al cielo.
Jimin llevó su mano hasta su cabeza y sostuvo sus cabellos,
acariciándolos suavemente, como si intentara felicitarlo por
el gran trabajo que estaba realizando con su lengua.
Mirándolo fijamente mientras este daba húmedos besos en
su longitud, le fue imposible no imaginar a Jungkook en su
lugar.
Se imaginó a Jungkook tomándolo con nerviosismo,
avergonzado en lo que podría ser su primera vez haciendo
un oral. Se imaginó como sacaría tímidamente su lengua
para probar, cediendo a ponerle más ganas mientras él le
miraba. Jungkook metería sólo la cabeza a su boca y
permanecería así un rato, desquiciándolo. Haría un camino
lento por su pene y se atrevería a más sólo cuando él
finalmente suplicara. Y Jungkook sí lo tomaría, mientras él
enredaba sus dedos en sus rojizos cabellos. Él intentaría
controlar sus vaivenes sólo para terminar follando su boca,
ya sin poder retenerlo por más tiempo. Quizás se correría
dentro si Jungkook se lo permitía, dándole a probar su
semen. O, bien, él podría esperar hasta la próxima vez si
era demasiado pronto para eso.
Jimin se corrió en la boca de Taemin, con esa imagen en
su mente. Y los hermosos ojos de Jungkook le persiguieron
incluso después de su orgasmo.
Así que él estaba totalmente atrapado.
Subió su ropa con torpeza, dejándose caer en el sofá para
comenzar a pasar sus manos por su rostro, angustiado.
¿A quién intentaba engañar? Por increíble que pareciera,
el sexo con otra persona ya no le llamaba la atención como
antes. Taemin le había dicho que él sólo necesitaba atención
y adoración para sentirse lleno, pero ya no era así. Él jamás
olvidaría lo feliz que se sentía cada vez que Jungkook le
decía palabras amorosas acompañadas de la más preciosa
sonrisa. Jimin no podía olvidar la dulzura inyectada en sus
ojos y el sabor a cereza de sus labios. Mucho menos podía
olvidar lo real que se había sentido cada te quiero y me
gustas. Jimin no quería reclamarle el no ser como el resto de
los chicos que habían pasado por su cama, porque sólo
siendo él, estaba bien.
Y aun así, deseaba tanto su aceptación. Necesitaba tanto
su adoración, sus ganas de más. Él jamás se sentiría
completamente amado por Jungkook si este no le
demostraba necesidad de él.
Taemin limpió sus labios, frunciendo su ceño al ver lo
mortificado que lucía el rubio. Se suponía que después de
esa fantástica experiencia, ellos continuarían con el resto en
la cama para llegar hasta el final, pero ahora no estaba
seguro de que eso sucedería. ¿Qué idiota tenía una crisis
existencial después de un orgasmo?
―Jimin... ―Comenzó a decir.
―No puedo ―Lo interrumpió antes de que fuera capaz de
decir más. ―Estoy pensando en Jungkook. No puedo
terminar esto si estoy pensando en él
―No me importa que pienses en él mientras lo mantengas
para ti mismo ―Habló con voz plana, tomando su brazo.
―Ven, vamos a la cama, te sentirás mejor después de esto
―Jimin se soltó de su agarre. ―Hombre, ¿qué se supone
que debo decirte? ―Finalmente soltó con molestia. ―Creo
que es mucho mejor para ti follar a otros chicos imaginando
a Jungkook, que follar a Jungkook. El tipo es un plasta
―¿Te has acostado con él como para decirlo? ―Taemin
tensó su mandíbula. ―No hables entonces
―¿De verdad es tan importante para ti tener sexo con él?
―Jimin no respondió, sólo miró sus manos, abatido. ―De
acuerdo
Taemin caminó hasta su escritorio, revisando una de las
gavetas. Tomando un sobre de ella, lo lanzó hacia el rubio,
quien se sobresaltó para después tomarlo, queriendo saber
de qué se trataba.
―Sildenafilo ―Leyó. ―¿Viagra? ¿Por qué tienes viagra? Tú
no tienes problemas ahí, ¿cierto? ―Jimin bajó su mirada,
notando la creciente erección bajo el pantalón del contrario.
Evidentemente, alguien no tenía problemas.
―Sí, mira, concéntrate aquí ahora ―Chasqueó con sus
dedos, trayendo la atención de regreso a su rostro. ―Invita
a Jungkook a comer y disuelve esto en agua, jugo, lo que
sea, mientras no lo note. Él difícilmente se resistirá a ti si
carga con un problema ahí abajo
―Pero... eso es jugar sucio ―Musitó.
―Lo es, ¿pero qué importa mientras puedas obtener lo
que quieras? Además, él será completamente consciente de
lo que suceda, si permite el gran paso será bajo su
responsabilidad ―Puso los ojos en blanco. ―Sinceramente,
esta era mi opción principal para él durante la fiesta.
Hubiera sido más fácil sólo dársela y que luego Hoseok se
encargara del resto, pero supuse que lo estaría llevando a
un extremo inadecuado ―La mirada de Jimin se endureció
mientras Taemin se encogía de hombros. ―Pero,
supuestamente, tú le gustas, así que supongo que es menos
terrible si las usa contigo, ¿no? Follen como conejos y
abúrrete de él luego, te estás volviendo demasiado soso
para mi gusto
―No puedo hacerle esto ―Murmuró.
―Pero quieres hacerlo, y creo que eso dice mucho
―Taemin sonrió con ironía, quitándole el sobre para meterlo
en el bolsillo de su abrigo y luego extendérselo. ―Ahora,
ponte esto, toma tu bolso y vete ―Indicó. ―Ya que tu
cabeza no está funcionando correctamente, tendré que
encargarme de mi problema yo solo
―Taemin-
―Ve por Jungkook, Jimin ―Le dio la espalda, dirigiéndose
al baño. ―Y espero que corras mejor suerte con él ahora
Jimin tragó saliva con dificultad, escuchando la puerta
cerrarse poco después. Poniéndose su abrigo y tomando su
bolso, se apresuró en salir de casa de Taemin para ir hasta
su dormitorio. Una de sus manos se mantuvo cerrada
alrededor del sobre de pastillas que había en su bolsillo y se
cuestionó seriamente su uso durante todo el trayecto.
¿Valía la pena intentarlo? ¿Y cómo se sentiría después de
ello?
◆◆◆◆◆
―Ya estoy aquí ―Anunció Seokjin, entrando al dormitorio
mientras se deshacía de sus zapatos y abrigo. ―¿Comiste
algo, Jungkook? ―Preguntó a su compañero, quien giró
sobre su silla para enseñarle un recipiente de fideos
instantáneos, sus mejillas aún rellenas de comidas. ―Dios,
nos hubieras acompañado a comer algo más contundente
Jungkook tragó sus fideos y negó con la cabeza, volviendo
a girar su silla para dejar el recipiente de lado, centrando su
atención en la pantalla de su portátil. La comisura de su
labio se alzó en una media sonrisa cuando su compañero
apareció por detrás, dejando una seguidilla de besitos en su
mejilla.
―¿Qué es tan importante como para que no salgas a
cenar con nosotros, eh? ―Preguntó acusadoramente.
―Estoy terminando mi último trabajo de escritura
creativa, hyung ―Explicó, moviendo sus dedos ágilmente
por el teclado. ―¿Yoongi no te acompañará esta noche?
―Hey, sé que él pasa mucho tiempo aquí, pero igual
necesitamos nuestro espacio, ¿sabes? ―Jungkook rió ante lo
ofendido que pretendía estar el mayor.
―Sólo di que él también tiene que preparar sus proyectos
y exámenes finales ―Se burló.
―De acuerdo, tenía que terminar su proyecto para la
clase de composición ―Admitió. ―Y yo tengo que terminar
con mi curso de investigación aplicada. ¿Puedes creer que
en marzo finalmente comenzaré mi práctica? Pero podré
seguir viviendo aquí por un año más, no dejaré que te
deshagas de mí tan rápido ―Explicó precipitadamente.
Jungkook le miró por sobre su hombro, sonriendo. ―¿Crees
que paso demasiado tiempo con Yoongi?
―¿Por qué preguntas eso de repente? ―Rió infantilmente,
continuando con su trabajo.
―Porque él pasa casi la mitad de su tiempo libre acá. Y le
queda un año más que yo para graduarse. ¿No lo estoy
malacostumbrando a mí presencia?
―¿No te estás malacostumbrando tú? ―Rió. ―O, peor
aún, ¿no me están malacostumbrando a mí? Todavía me
quedan 4 años aquí, hyung, ustedes son tan crueles
―Gimoteó con falsa tristeza.
―Oh, bebé ―Seokjin fue rápidamente hasta él,
abrazándolo por detrás para descansar su barbilla en su
hombro. ―Incluso si nos graduamos y obtienes un nuevo
compañero de cuarto, siempre podrás contar con nosotros.
¡Nos quedaremos en Seúl! ―Le aseguró, volviendo a dar
besitos sobre su mejilla. ―¿Pero de verdad estoy
malacostumbrando a Yoongi? ―Insistió. ―¿O quizás lo estoy
ahogando?
―Él es feliz pasando su tiempo contigo, no lo estás
ahogando ―Lo tranquilizó. ―Y ya que están aún más cerca
del verdadero mundo adulto, creo que es bueno que
aprovechen el tiempo juntos. No te contengas
―Cierto ―Se distanció de él. ―¿Te dije que pasaremos las
fiestas en casa de mi hermano?
―¿Las cosas están mejor con él?
―Bien, no es que antes hubieran estado mal, pero él
intenta no involucrarse demasiado en mi vida además de
encargarse de mis asuntos académicos ―Explicó. ―Pero me
llamó durante navidad y dijo que quería conocer a Yoongi.
Después de 3 años, él por fin mostró interés por mi novio.
¿No es un gran paso?
―¿Así que te quedarás con Yoongi en Seúl este fin de
semana? ―Giró en su asiento de nuevo, viendo como el
mayor asentía.
―¿Y qué harás tú? ¿Ya compraste tu boleto para ir donde
tus padres?
―Ellos estarán fuera, celebrando su aniversario
―¿Tus padres se casaron en año nuevo? ―Jungkook rió.
―Sí, lo hicieron. Supongo que parecía una buena idea,
pues siempre tocaría feriado para que ellos pudieran
celebrar. Pero entonces fueron padres y en cada aniversario
iría sumada la familia ―Volvió a reír. ―Me alegra que este
año planearan finalmente algo por su cuenta, lo merecen
―¿Y qué hay de tu abuela?
―Ella pasará el fin de semana con una amiga
―Waah, quiero ser como tu abuela cuando llegue a viejo.
Si me siento solo, iré a colarme a tu casa entonces
―Aseguró, provocando que la risa de Jungkook aumentara.
―¿Así que te quedarás en el dormitorio?
―Así parece
―Siempre puedes acompañarme a la casa de mi
hermano, ¿sabes?
―Sí, bueno... ―Arrugó su nariz dulcemente. ―Creo que
necesitas tiempo con él y con Yoongi, honestamente
―Seokjin abrió la boca, queriendo protestar. ―Lo veré
cuando llegue el viernes, hyung. De todas formas, sé que
podré mantenerme ocupado ―Aseguró.
Seokjin suspiró, no tan satisfecho con la respuesta, pero
sin querer insistirle de momento. En el fondo sabía que,
llegados los días festivos, él sería incapaz de dejar a su
amigo solo, así que encontraría la forma de arrastrarlo
consigo. Yoongi obviamente estaría de su lado.
El celular de Jungkook vibró de repente, provocando que
ambos voltearan a verlo. Jungkook extendió su mano hacia
él en un suspiro, leyendo el nombre en el identificador.
Seokjin enarcó una de sus cejas cuando el menor no hizo
nada más que eso.
―¿No planeas contestar? ―Jungkook no respondió. ―Es
Jimin, ¿no?
―Lo es ―Aceptó, mordiendo su labio inferior cuando el
celular finalmente dejó de vibrar. ―Pero no estamos en
buenos términos y- ―Su celular interrumpió al entrar una
nueva llamada.
―Y él probablemente siga insistiendo. Sólo dile que estás
ocupado ahora y que no quieres hablar con él. Si no logra
entender ese mensaje, será su problema
Jungkook asintió vagamente, aceptando por fin la llamada.
Su rostro se arrugó cuando escuchó al rubio al otro lado de
la línea hablando entre balbuceos y risas, diciendo que lo
invitaba a beber. Seokjin sonrió con ironía cuándo escuchó
al pelirrojo preguntar por la ubicación mientras guardaba su
archivo en la portátil.
―Iré para allá ―Avisó antes de cortar.
―Oh, Dios, ¿ese ha sido tu intento de rechazo? ―El
azabache preguntó de inmediato. Jungkook cerró su laptop y
caminó hasta el perchero, tomando su abrigo. ―¿Por qué
estás yendo donde él?
―Porque está ebrio, en su cuarto, y suena como un
lunático ―Suspiro pesadamente, poniéndose la prenda bajo
la mirada analítica de Kim.
―Te peleas con él constantemente, pero siempre terminas
corriendo en su dirección a la primera oportunidad ―Le
señaló. Jungkook se calzó sus zapatos en silencio, sin poder
rebatir. ―Sólo di que estás loco por él también, no necesitas
seguir negándolo y pasando malos ratos
―No somos el uno para el otro ―Murmuró.
―Kookie, Jimin tiene actitudes que no lo hacen del todo un
santo de mi devoción, pero sé que te ama e intentará dar lo
mejor para ti
―Amar es algo fuerte ―Rió con amargura, abriendo la
puerta.
―No sabrás si son o no una buena pareja, si ni siquiera te
permites intentarlo. Eso es lo único que tengo para decir.
Buena suerte allá, Kook
Jungkook asintió, cerrando la puerta. Necesitaría más que
suerte para poder mejorar su situación con Jimin. ¿No habría
sido todo mejor si simplemente no hubiera dado un paso
hasta él? Quizás ni Jimin ni él lo estarían pasando tan mal
ahora.
Pero, claramente, no servía de nada lamentarse.
Nota:
Extrañaron esto la semana pasada, i know (hablo del fic, no
de las malas decisiones de JK y Jimin JAJAJA). Bueno, ¿qué
hará Jimin ahora? Hagan sus apuestas, nos leemos el
próximo viernes (8
Oh, y el dato del capítulo.
Probablemente la mayoría sepa lo que es la disfunción
erectil, pero si no: "es la incapacidad persistente para
conseguir o mantener una erección que permita una
relación sexual satisfactoria.". El sildenafilo es un fármaco
que ayuda para el tratamiento (y Viagra es una de las
marcas que lo comercializa).
Creo que no me queda nada por decir, además de que la
clasificación de este fic acaba de cambiar por culpa de este
capítulo ¿? JAJA. Ups, no se desilusionen (por lo sucedido con
Taemin), son cosas que pasan (sí, en realidad, ese no es un
buen consuelo 😂).
Tengan un buen fin de semana ( ˘ ³˘)♥
[29]

Jungkook miró fijamente a Jimin cuando este, tras haber


abierto la puerta, se dejó caer sentado sobre un almohadón,
apoyando su espalda contra la cama. Su mano fue
directamente a una lata de cerveza a medio servir y el
menor frunció el ceño al percatarse de que había otras 5
completamente vacías tiradas sobre el mesón.
De todas formas, Jimin tenía a su disposición otras seis
que esperaban por él.
Se sacó su abrigo y zapatos rápidamente, yendo hasta él
después. Sentándose a su lado, le arrebató la lata que
bebía, provocando que él parpadeara confuso mientras
giraba a verle. A pesar de ello, Jimin no se mostró molesto,
sino que le enseñó una sonrisa tonta cuando sus miradas se
encontraron.
―Bebí en casa de un amigo, pero tuve que irme, así que
pasé por un puesto y bebí solo ―Comenzó a parlotear.
―Pero quería verte y que bebieras conmigo, así que compré
cervezas. ¿Quieres beber una cerveza, Kookie? ―Invitó.
―Por lo tanto, ¿cuánto has bebido? ―Solo preguntó,
luciendo descontento.
―No lo suficiente ―Suspiró. ―No lo suficiente para dejar
de pensar en ti ―Jungkook se estiró, dejando la lata casi
vacía sobre la mesita. Jimin, por su parte, se apoyó
nuevamente contra la cama mientras cerraba los ojos,
cansado.
―¿Has cenado? ―Él no respondió. ―No bebas con el
estómago vacío. Es más, ni siquiera deberías estar
bebiendo, mañana tienes clases ―Reprochó. ―¿Qué haces
embriagándote un día lunes? ¿Te has vuelto loco?
―Desde que te conocí ―Respondió de manera
automática, abriendo sus ojos para girar hasta él. ―¿Te has
vuelto loco tú también, Kookie? Porque eres demasiado
incongruente. Dices que no estarás conmigo y que debemos
alejarnos, pero siempre terminas corriendo hacia mí. Y
cuando lo haces, yo me enamoro otro poquito más de ti
―Hyung...
―¿Qué hago con esto, eh? ―Golpeó a la altura de su
pecho, sus ojos mostrándose suplicantes. ―¿Cómo le
explico a mi corazón que no tiene que doler el hecho que tú
me ignores? ¿Cómo le explico que hay más chicos allá
afuera que seguramente sí querrán dar el mundo por mí?
¿Cómo lo explicarías tú? ―Jungkook bajó la mirada,
sintiéndose avergonzado. ―No crees que yo sea lo mejor
para ti
―No es eso...
―Por supuesto que lo es, todos piensan que eres
demasiado bueno para mí ―Jungkook agitó la cabeza,
negándolo. ―Si no soy suficiente para ti, deberías estar
buscando a otro chico también. ¿Pero por qué no lo estás
haciendo? ¿Por qué te estancas tanto como yo? ―El menor
alzó la mirada, mostrándose tristón. ―Me miras como si me
quisieras. Te lastimo y te hago enojar, y dices que no
aceptarás mi amor, pero me miras como si me quisieras
―No puedo controlar eso ―Murmuró, mordiendo su labio
cuando Jimin tomó su rostro con su mano dulcemente.
―Tampoco puedo controlarlo ―Suspiró. ―Estoy cansado
de siquiera intentarlo
Jungkook intentó tragar el nudo que se había formado en
su garganta. Apoyando su rostro contra la mano de Jimin, se
sintió avergonzado de buscar su sustento, su calor. El rubio
se inclinó un poco más sobre él, observando sus labios, y él
cerró los ojos, permitiendo el encuentro entre ambos. El
beso de Jimin fue suave y amargo. Él se distanció en una
respiración pesada, apartando la mirada luego.
Se sentía mal consigo mismo ahora.
―Ten ―Dijo Jimin a su lado, extendiéndole una lata
abierta. ―Bebe un poco, Jungkook. Te ayudará a calmar un
poco los nervios
Jungkook rió entredientes, tomando la lata para darle un
sorbo. Si había ido hasta ahí para ayudar a Jimin, ¿por qué
había terminado por unirse a su miseria? No quería hablar
de su corazón roto.
―Te he extrañado ―Murmuró el rubio, abrazándolo por el
costado. Jungkook continuó bebiendo su cerveza, sintiendo
cosquillas cuando el contrario comenzó a olisquear el hueco
de su cuello, dejando ahí un lengüetazo.
―No hagas eso ―Pidió. ―No me ducho desde anoche
―Confesó avergonzado.
―No importa, me gusta tu sudor ―Inhaló profundamente,
enderezándose para alcanzar uno de sus lunares. Lo
mordisqueó suavemente por un rato antes de intentar
llamar su atención de nuevo. ―Jungkook...
El aludido se removió con incomodidad, volteando a verle.
Jimin sostuvo su rostro y tomó sus labios una vez más,
forzando un poco entre ellos para conseguir acceso a su
boca, la cual degustó desesperadamente en
reconocimiento. El pelirrojo no cerró los ojos, ni siquiera
reaccionó. Su mano se limitó a presionar la lata, negándose
a soltarla y hacer un desastre mayor. Park respiró con fuerza
cuando finalmente lo liberó.
―Te hice caso ―Dijo repentinamente, dejando un
pequeño beso en su boca.
―¿Sobre qué? ―Preguntó confundido.
―Me lié con alguien más
Jungkook se distanció, procesando. Jimin volvió a sentarse
en su sitio, suspirando con molestia para abrir otra lata,
llevándola a su boca.
―Alguien me hizo un oral, uno muy bueno ―Prosiguió,
girando lentamente en busca de una reacción. ―¿Te
molesta pensar en ello?
Jungkook no contestó. Aunque quería decir que no, sabía
que, más que molesto, estaba un poco dolido. Pero no haría
ni un reclamo. Jimin tenía todo el derecho de salir e ir por
otros chicos. ¿Quién era él para retenerlo habiéndolo
rechazado? No era tan descarado e inconsecuente. Dolía,
pero no iba a decirlo.
―¿Te sientes mejor después de ello? ―Fue, en cambio, lo
que se atrevió a preguntar, dando un largo trago a su
cerveza después.
―No, fue realmente un asco ―Rió con amargura.
Jungkook lo miró. ―Se suponía que sería bueno, pero sólo
estaba pensando en ti. Ahora sólo puedo arrepentirme, ¿no?
―Preguntó con decaimiento.
Jungkook terminó su cerveza y aplastó la lata, sin saber
qué decir. ¿Jimin de verdad estaba arrepentido? ¿Por él? Giró
a verlo, viendo como estiraba su mano para alcanzar su
abrigo que estaba en la cama. Tirando de él, se puso a
revisar sus bolsillos, extendiéndole un sobre después.
―¿Por qué me estás...? ―Comenzó a decir, deteniéndose
al leer el nombre del medicamento. ―¿Tienes disfunción
eréctil?
Jimin giró a verlo, con el rostro completamente arrugado.
La mirada de Jungkook era tan inocente mientras sostenía el
sobre, que le fue imposible no comenzar a reír.
―¿Cómo puedes pensar que son para mí? ―Negó con la
cabeza, intentando calmarse. ―Se supone que son para ti
―¿Qué? ―La pregunta apenas salió de su boca. ―Yo no
tengo-
―Bueno, ¿cómo quieres que lo sepa? ―Agitó su mano,
suspirando con fuerza. ―Mi amigo... él dijo que te diera una
sin que tú lo notaras ―Confesó, provocando que Jungkook
soltara el sobre de la impresión. ―Pero, ¿qué puedo decir?
No es lindo si lo hago de esa manera. Más bien, es una total
mierda incluso pensarlo. Por supuesto que quiero acostarme
contigo, pero no usando métodos tan... bajos ―Giró a verlo,
encontrándolo con la mirada perdida. ―¿Jungkook?
―¿Por qué me estás diciendo esto? ―Preguntó con una
expresión agria.
―Porque he terminado de perder la razón ―Jungkook
presionó sus labios en una línea, tenso. ―No pretendía
ofenderte al decir esto, Jungkook, sólo...
―¿Dices que no caerías tan bajo y, sin embargo, has
guardado el sobre? ―Lo interrumpió. ―¿Y qué pretendes al
entregármelo? ¿Qué decida probar con uno y así finalmente
tener sexo contigo?
―¿Harías eso? ―Lo miró impávido.
―¡No! ―Jungkook se levantó, tirando las pastillas sobre la
mesa. ―No soy impotente, ¡mi pene no es el puto
problema! ―Los ojos de Jimin permanecieron sobre su
entrepierna, provocando que se enfadara aún más. ―¿Por
qué siempre tenemos que terminar nuestras conversaciones
de este modo? ¿Por qué siempre estás pensando en sexo?
―¿Qué hay de malo con el sexo? ―Murmuró, apartando la
mirada.
―Si eso es lo único que esperas de mí, entonces todo está
mal con ello ―Caminó hasta la puerta, poniéndose sus
zapatos.
―No es solo eso, Jungkook, en serio ―Su voz salió
suplicante, pero el contrario sólo tomó su abrigo. ―No te
vayas, ¿sí? ―Pidió cuando sus miradas se encontraron. ―No
me dejes solo, Kookie. Quédate conmigo esta noche y
háblame de las cosas que te gustan de mí, prometo que no
necesito que digas o hagas más que eso ―Habló
desesperadamente.
―No tengo muchas cosas buenas que decir en este
momento, Jimin ―Habló decepcionado, saliendo de la
habitación. ―Te veo mañana en el ensayo
Jungkook cerró la puerta, sin permitirle hablar, tal como
venía haciendo en las últimas oportunidades. Jimin se
abrazó a sí mismo y lloró, odiando su situación.
Siempre podía salir más lastimado, ¿cierto?
◇◆◇◆◇
Jimin estaba feliz de que finalmente llegara el jueves. Esa
semana en especial había sido más dura que las anteriores,
y aunque había intentado concentrarse en sus estudios y el
próximo show, el agotamiento estaba comenzando a
pasarle la cuenta. Él sólo quería que acabara el día, dormir,
tomar el tren a Daegu durante la mañana y seguir
durmiendo ahí; algo increíble para alguien que
generalmente aguantaba el día con 2 horas de sueño.
Estaba claro que sus hábitos del sueño estaban cobrando
factura a esa altura del ciclo.
Para empeorar la situación, Jungkook no le había vuelto a
dirigir la palabra. Y aunque él había intentado comunicarse
mediante mensajes con el menor, la respuesta jamás llegó.
Al final, puede que él se sintiera resentido también. Park no
había intentado ni deseado usar las malditas pastillas y
Jungkook tenía que ser consciente de ello. ¿Entonces por
qué lo trataba como si hubiera cometido un gravísimo error?
Jungkook apartó su mirada de su cámara para buscar a
Jimin, quien ahora estaba tomando agua. El rubio parecía
completamente agotado a pesar de sólo llevar 15 minutos
practicando y eso no eran usual en él. Mordió su labio,
cuestionándose el acercarse para preguntarle por su estado
de salud. ¿Y si sólo terminaba por arruinar el ambiente y de
paso el resto del ensayo? Quizás Jimin no quería escucharlo
justo en ese momento.
El ensayo continuó, por consiguiente. Y, cuando
finalmente acabó, Jimin fue el primero en retirarse mientras
Hoseok aún les deseaba a ambos bailarines un buen fin de
semana largo. Mientras aún estaba bajo el agua de la
regadera, escuchó a Minhyuk despedirse desde afuera. Su
respuesta fue corta mientras se recargaba con su mano en
el muro, sintiendo sus piernas temblar. ¿Por qué su cuerpo
se sentía como si no le perteneciera?
Pasó por fuera de la sala de ensayos, como ya estaba
acostumbrado a hacer. Abrió la puerta lentamente,
queriendo cerciorarse de que Jungkook ya no estuviera a
solas con Hoseok. Sabía que no podía hacer nada al
respecto, pero su estómago se revolvía ante la
incertidumbre. Preferiría ser arrollado por un auto antes de
ser capaz de ver que el pelirrojo estaba regresando con su
ex.
―¿Ya te vas? ―Hoseok miraba a Jungkook, quien
ordenaba sus pertenencias. ―¿No quieres ir a cenar
conmigo?
―¿No tienes que ir a Busan con tu familia?
―Tomaré el tren de noche ―Jimin intentó no recargar su
peso contra la puerta al sentirse mal. ¿Entonces ellos no se
habían puesto de acuerdo para viajar juntos? ¿No dormirían
ese par de horas recargados uno en el otro o hablando de
todo el tiempo que pasaron extrañándose mientras estaban
lejos? ¿Debía sentir aliviado por ello? ―¿Cuándo es tu viaje?
―No iré a Busan, mi familia está afuera estas vacaciones
y permaneceré aquí ―Explicó. ―Entonces, espero que
tengas un buen descanso, hyung ―Jimin se alejó de la
puerta cuando Jungkook hizo ademán de voltear.
―¿Eso significa que estás rechazando mi invitación para
cenar?
Jungkook se detuvo, manteniendo sus ojos sobre él. En
realidad, ir a cenar con un amigo no era la gran cosa, así
que quizás él podía tomar esa opción antes de ir con los
tortolos que tenía por mejores amigos.
Jimin, por su parte, decidió alejarse del lugar antes de que
lo descubrieran espiando. Aunque quería saber si Jungkook
iría con Hoseok a cenar, no quería lucir demasiado
interesado en descubrirlo. Mantuvo su mano sobre la pared,
usándola como sustento mientras intentaba avanzar por el
pasillo. Sus piernas seguían temblando y ahora su cabeza
daba vueltas, por lo que lo único que quería era llegar a su
dormitorio y recostarse.
―¿Jimin? ―Escuchó la voz del menor tras de él. ―¿Estás
bien?
Intentó girar, con esfuerzo. Ignorando a Hoseok que
estaba al lado de su gran amor, sonrió escasamente al
encontrarse con los ojos preocupados del joven. Intentó dar
un paso hasta él, queriendo ver de cerca esos bonitos ojos,
pero su cuerpo se sintió más pesado y Jungkook fue lo
suficientemente rápido para sostenerlo antes de que se
estrellara contra el piso. Y aunque Jimin quiso aspirar su
perfume y agradecer el hecho de estar finalmente en sus
brazos, no pudo hacerlo.
Todo el mundo se volvió completamente negro.
◆◆◆◆◆
Jungkook fingió escribir en su celular mientras escuchaba
a la enfermera de la universidad hablar con Jimin al otro
lado de la cortina. Hoseok se había ido hace un rato, debido
a que tenía que tomar su tren a Busan, y Jimin había
despertado recientemente.
El pelirrojo no había escrito un mensaje a nadie más que a
Hoseok, quien le había pedido que se comunicara con él
para saber del estado del bailarín. Había decidido que
hablarle a los Kim, siendo tarde, podría traerles sólo una
preocupación, y tampoco se había comunicado con Seokjin
y Yoongi.
Ahora, la razón por la que estaba fingiendo estar
concentrado en su teléfono, sólo era porque la conversación
al otro lado de la cortina no parecía realmente buena, y él
no quería parecer demasiado metiche si es que la mujer le
encontraba atento a la situación.
Jungkook no lo sabía hasta entonces, pero los estudiantes
relacionados a cualquier disciplina que involucrara actividad
física, tenían chequeos mensuales de forma general.
Aparentemente, los superiores querían prevenir en caso de
cualquier inconveniente. Su estómago se revolvió al
escuchar a la enfermera decirle a Jimin que había bajado un
total de 6 kg desde su último chequeo el mes pasado.
Jimin se había descompensado a causa de un desorden
alimenticio. Jungkook se sentía culpable por no haber
intervenido cuando notó que las cosas estaban diferentes
en él. Su mandíbula estaba más perfilada que antes de
navidad y en su cuerpo también se notaba la pérdida de
peso, pero él no había querido molestarlo cuando su
relación estaba pendiendo de un hilo. ¿Y qué importaba si
Jimin terminaba por molestarse aún más con él? No debió
quedarse de brazos cruzados.
La cortina fue deslizada nuevamente, dejando ver a la
enfermera. Jungkook se puso de pie cuando ella pasó por su
lado, casi ignorándolo.
―Ah, sigues aquí ―La mujer observó la hora en su reloj
de pulsera. ―Eso es bueno, de todas formas. Tu amigo está
estable, pero creo que sería bueno que lo acompañaras a
casa. Ahora le estoy administrando un suero, pero podrá
irse dentro de un rato. Iré por unos papeles y vuelvo, ¿de
acuerdo? Puedes pasar a verlo
Jungkook asintió, escuchando la puerta cerrarse. Dándose
valor para enfrentar a Jimin luego de las múltiples peleas
que habían tenido ese último tiempo, se golpeó
mentalmente mientras se repetía que las diferencias debían
dejarse a un lado.
Jimin giró a verlo apenas atravesó la cortina. Y aunque sus
ojos seguían mostrando cansancio, parecían mucho más
vivos que durante esa tarde. Su piel había recuperado algo
de color y ahora estaba sonriendo.
―Hey ―El rubio llamó. Jungkook arrastró una silla hasta
su lado para poder sentarse. ―Gracias por acompañarme.
No tenías que hacerlo
―¿Entonces debí dejarte tirado en el pasillo de tu
facultad? ―Preguntó. Jimin rió escasamente mientras
descansaba contra la almohada. ―¿Quieres hablar de ello?
El mayor lo pensó por un momento antes de negar
suavemente con la cabeza, un poco afligido. Había cosas
que quería comentarle a Jungkook, porque quizás ya era
tiempo de confiar plenamente en él, pero no quería hacerlo
bajo esa situación. Él quería estar tranquilo y no con una
intravenosa conectada a su brazo.
Jungkook, como se esperaba, le miró con empatía. Aunque
probablemente el chico había estado escuchando sobre sus
kilogramos perdidos, no lo estaba acribillando con
preguntas, y Jimin agradecía eso, que le diera su espacio.
Sus ojos se humedecieron un poco cuando el menor se
inclinó sobre el colchón, envolviendo su mano entre las de
él. Debido a la intravenosa, Jimin sentía su mano fría y
entumecida, por lo que el tacto de Jungkook era todo lo que
necesitaba.
Le había extrañado tanto.
―Puedes irte, ¿sabes? No te preocupes por mí ―Dijo Park
en voz bajita, queriendo ser amable con él, pero, en el
fondo, deseando que se quedara ahí.
―Voy a esperarte, no hay apuro ―Aseguró, dando un
beso en su mano. ―Te acompañaré a tu dormitorio y
cenaremos juntos, ¿de acuerdo?
―¿Ya no estás enojado conmigo?
―Un poco, honestamente. Pero no lo suficiente como para
fingir que no me importas ―Lo miró a los ojos.
―No pareces ser la clase de persona capaz de fingir eso,
Jungkook
El aludido sonrió, extendiendo la mano hacia él para
ordenar sus cabellos. Jimin quiso apoyarse contra su palma,
hambriento de su tacto. Si Jungkook lo hubiera abrazado en
ese instante, probablemente su corazón no lo habría
soportado.
―Descansa un poco, hyung. La enfermera vendrá dentro
de poco
Y así fue. Cuando la enfermera volvió, Jungkook acompañó
a Jimin hasta su dormitorio, tal como prometió. Lo dejó un
tiempo a solas mientras se iba bajo la excusa de comprar
algo de comida.
Jungkook pasó fugazmente por su propio dormitorio para
dejar su cámara ahí y avisarle a Seokjin que pasaría la
noche fuera. Y aunque el azabache quiso llenarlo de
preguntas al escuchar el nombre de Jimin es su breve
explicación, tuvo que dejarlo ir al notar lo apurado que
estaba.
Jungkook pasó por la farmacia y una tienda de comida,
donde ya había dejado su pedido, para volver donde Jimin
luego de una media hora que pareció eterna para él. Jimin
se sorprendió al encontrarlo en la puerta de su habitación
respirando con fuerza, recuperando el aliento.
―¿Has corrido hasta aquí? ―Jungkook no respondió, sólo
pasó por su lado, quitándose los zapatos. ―¿Te preocupa
dejarme solo?
―¿Debo responder eso? ―Dejó las bolsas sobre la mesa,
quitándose su abrigo. ―Ven, hyung, traje arroz thai
Jimin se sentó frente a él, viendo como sacaba la comida
de la bolsa. Una sonrisa apareció en sus labios mientras
aceptaba los palillos, y su estómago gruñó ante lo delicioso
que olía todo. En el último tiempo, las únicas oportunidades
en las que se había sentido realmente con deseos de comer,
era cuando Jungkook le acompañaba.
―Siento que tuvieras que cancelar tus planes con Hoseok
por mí ―Dijo de repente Jimin, provocando que Jungkook
quitara su atención de la comida para mirarlo. ―Escuché
que él te invitó a cenar hoy. Seguramente eso habría sido
mejor que cuidar de mí
―Lo dices como si estar aquí fuera una obligación para mí
―Jungkook extendió su mano hacia él, quitando un grano de
arroz de sus labios. ―Me gusta comer contigo. Y Hobi y yo
íbamos a comer como compañeros, no era algo excepcional
―Sí, intenta convencer a él de eso ―Dijo entredientes.
Jungkook apoyó su barbilla en su mano, observando
fijamente al chico frente a él. Le sorprendía un poco el
hecho de que este fuera más celoso de lo que creyó.
―¿De verdad no irás a Busan? ―Jungkook asintió. ―¿Así
que estarás solo? Eso es triste...
―Seokjin y Yoongi se quedarán en la ciudad, no es tan
malo ―Murmuró. ―¿Cuándo te vas a Daegu?
―En la mañana ―Jimin masticó lentamente su comida
antes de agregar un: ―Uhm, me sobra otro pasaje, por
cierto. Inicialmente volvería con Tae a casa, pero él se
quedará acá y todavía no he pedido mi devolución
―Oh...
¿Sólo "oh"? ¿Jungkook no estaba entendiendo su
invitación? ¿Acaso estaba siendo demasiado sutil? Pero
tampoco quería lucir desesperado al preguntarle
directamente si quería ir con él a Daegu. Ellos habían tenido
problemas durante todo el mes, ¿por qué Jungkook querría
viajar con él? Había demasiadas cosas por arreglar y aclarar.
¿Pero si ese viaje era justamente lo que necesitaban?
―Por cierto, pasé por la farmacia, así que luego te daré un
masaje y voy a ponerte parches, ¿de acuerdo? ―Jimin le
miró atentamente, preguntándose cómo podía existir
alguien tan atento. ―Ahora que tendrás este fin de semana
largo, de verdad espero que obtengas un merecido
descanso, hyung
―Es una lástima que no puedas estar conmigo
cerciorándote de que no me esté extralimitando, ¿cierto?
―Sonrió burlón y Jungkook frunció el ceño. ¿Ahora sí había
captado el mensaje?
―Confío en que conoces tus límites ―Jimin llenó su boca
de una gran porción de comida para evitar correr y
estrellarse contra una pared. ―¿Puedo quedarme aquí esta
noche?
Jimin se atragantó con su comida. Jungkook rápidamente
le extendió una lata de jugo mientras le veía preocupado.
Recuperándose poco después, el rubio intentó ocultar lo
avergonzado que se sentía por haber escupido su comida.
―¿De verdad quieres quedarte aquí conmigo? ―Preguntó,
su voz saliendo lo más calmada posible mientras limpiaba
su boca delicadamente con una servilleta.
―No quiero dejarte solo ―Confesó.
Jimin presionó sus labios, queriendo llorar como un bebé.
Quizás Jungkook no tenía ni idea de cuánto significaba su
preocupación para él, pero de verdad era a un nivel
extraordinario. Se había sentido solo y vacío por días y, de
solo pensar que ese sería el chico que le haría compañía, la
felicidad le embargaba hasta dejarlo sin aire.
Sin embargo, volviendo a tomar sus palillos, metió unos
granos de arroz a su boca y asintió con la cabeza lo más
tranquilo que pudo fingir estar. No quería que Jungkook
viera a través de él su desesperación o tristeza. No ahora, al
menos. Jimin no quería hablar de sus problemas. Y tampoco
quería que el contrario sintiera pena de él.
Cuando la comida terminó, Jungkook le dio un masaje tal
como prometió. Jimin se recostó sobre su abdomen mientras
permitía a esas increíbles manos presionar en los puntos
indicados. El chico parecía realmente un experto con sus
manos y él suspiró embelesado más de una vez, disfrutando
del alivio proporcionado, del calor. Intentó fervientemente
no desviar sus pensamientos hacia zonas peligrosas para no
arruinar esa noche. Lo que menos deseaba era iniciar otra
disputa entre ellos y que finalmente el pelirrojo le dejara
una vez más.
No más rechazos. Jimin no quería repetir ese dolor.
Jungkook puso parches para el dolor en la espalda de
Jimin, esperando poder mejorar su estado físico. Las cosas
entre ellos estaban un poco más tibias, pero aún era
demasiado temprano para forzar al rubio a hablar más
sobre sí mismo. Podía notar en ciertas miradas y gestos de
Jimin que había algo arrastrándolo hacia abajo, pero él no
iba a entrometerse hasta estar seguro de que merecía la
confianza del mayor.
Él tenía que aprender a esperar. Y, para su suerte, había
nacido dotado de paciencia en ese aspecto.
Jimin agradeció en voz bajita a Jungkook cuando este
terminó. Yendo al baño para cepillar sus dientes, le dio su
tiempo a solas al menor para que pudiera cambiarse de
ropa. Este entró al baño apenas él salió.
Se metió bajo las sábanas, preguntándose si Jungkook
ocuparía la cama de al lado o se animaría a recostarse a su
lado. Quizás ellos tenían mucho por lo que hablar todavía,
pero ¿qué tanto daño hacía algo de intimidad? Tampoco
esperaba que Jungkook pusiera una alfombra para él y le
besara los pies, sólo porque no parecía estar en su mejor
momento. Pero una palabra de apoyo, un abrazo, cualquier
detalle, mientras fuera de su parte, llenaría su corazón.
¿Era demasiado pedir más de él cuando el chico ya le
había dado de comer e incluso le había hecho un masaje?
Jungkook salió del baño, yendo directamente hasta la
cama vacía. Jimin se tragó la decepción y le respondió
cuando este le deseó dulces sueños. La luz de cada lámpara
fue apagada y él respiró pesadamente, intentando conciliar
el sueño. Estaba tan cansado, ¿entonces por qué no
conseguía dormirse de inmediato?
Escuchó el ruido del colchón vecino y seguido a ello unos
suaves pasos. Sacando su cabeza de debajo de las mantas,
sus ojos se encontraron en la penumbra con la silueta del
chico que le estaba robando el sueño.
―¿Puedo dormir contigo? ―Preguntó el menor en voz
baja.
Jimin no respondió, sino que de inmediato hizo un espacio
para él, levantando las sábanas. Jungkook se coló en su
cama y él dudó un poco antes de acercarse más a su
cuerpo, agradeciendo cuando el pelirrojo tiró de su brazo
sobre él para atraerlo por completo, envolviéndolo en su
calor.
―Lo siento ―Lo escuchó decir. ―No estoy seguro de
cómo actuar contigo. Te he rechazado, pero sigo viniendo
donde ti. No me gusta ser tan incongruente ―Admitió con
tristeza.
―¿Qué es lo que realmente quieres, Jungkook?
―Preguntó, su respiración cosquilleándole en la cara.
―Estar contigo ―Confesó. ―Sólo quiero estar contigo,
hyung. Quiero abrazarte tanto como deseo que me abraces.
Pero... ―Su voz se quebró al final, sus palabras quedaron a
medias.
―También hay algo atormentándote, ¿cierto? ―Jungkook
no respondió. Jimin llevó una mano hasta su rostro para
acariciar su mejilla. ―Háblame de ello cuando estés listo. Te
hablaré de lo que sucede conmigo cuando esté listo
también. No estás solo en esto, Kookie ―Le aseguró. ―¿Por
qué no solo nos queremos? Ven conmigo a Daegu unos días
y olvídate de lo demás. ¿Puedes dejar a tu corazón ganar
por esta vez?
―¿De verdad quieres que vaya contigo? Estará tu familia
ahí y-
―Jungkook, de querer ir solo, no te habría estado
lanzando indirectas, ¿cierto? ―Jungkook musitó un pequeño
no, con timidez. Jimin sonrió y pasó su brazo por su cuerpo
también, abrazándolo de regreso. ―Voy a sostenerte tan
fuerte como tú lo hagas conmigo, ¿sí? ―Prometió. ―Gracias
por quedarte esta noche
Jungkook tragó saliva con nerviosismo y asintió.
Sintiéndose un poco más valiente, se inclinó sobre el
contrario, queriendo encontrar sus labios, pero ambos rieron
cuando en cambio encontró su nariz. Jimin dejó otro par de
besos fugaces en su barbilla y labios antes de sentirse listo
para dormir.
Y el chico que le quitaba hasta el sueño era, irónicamente,
el mismo capaz de hacerle dormir.
Nota:
Ihhh, últimamente no tengo tiempo de nada, pero al menos
pude tener este capítulo a tiempo (?). Para que vean que
puedo calmar las cosas en un parpadeo (8. Ahora, ¿cómo
creen que resultarán las cosas en Daegu?
Por cierto, aviso de antemano, habrá otro viernes en el
que no podré actualizar, pero aún no estoy segura si será el
último de mayo o el primer viernes de junio. Inicio mi
próxima ronda de certámenes pronto, pero las fechas no
están del todo definidas, así que todo dependerá de eso gg.
Espero ponerles al tanto de ello en la próxima actualización
unu.
[30]

Yoongi tuvo que abrazar a Seokjin para mantenerlo dentro


de la cama cuando esa mañana Jungkook llegó hablando
sobre un viaje a Daegu con Jimin.
Aunque él estaba igual de curioso respecto a la pareja, no
quería agobiar al menor antes de su viaje. Quizás esos dos
necesitaban un tiempo a solas de nuevo para saber lo que
querían y si estaban preparados para formalizar. Yoongi
deseaba que Jungkook pudiera ser más honesto con Jimin
también.
―¿Estás seguro de que ustedes no intentarán arrancarse
los ojos el uno al otro si están allá? Porque, aunque no
quiero arruinar la diversión, como tu amigo debo recordarte
que hace sólo unos días llegaste molesto luego de pasar un
rato con él
Yoongi suspiró y se cubrió con las sábanas cuando Seokjin
por fin consiguió salir de la cama, paseándose en ropa
interior por el cuarto mientras comenzaba a enumerar los
inconvenientes que podría traer ese viaje.
―Y, Jungkookie, estas son tus vacaciones, no se supone
que debas pasar molesto tus vacaciones ―Continuó
mientras el menor guardaba ropa limpia en su bolso.
―Me dijiste que lo intentara ―Le recordó.
―Sí, bebé. Eso fue justamente antes de que fueras con él
a intentarlo y llegaras furioso por quién sabe qué ―Agitó su
mano al aire. Yoongi rió en voz baja ante lo dramático que
se escuchaba. ―Nada debe arruinar tu humor antes de los
exámenes de la próxima semana
―Estoy completamente preparado para ello. Mi vida
amorosa no interfiere con mi vida académica,
afortunadamente ―Volteó a verlo, posando sus manos en
sus hombros. ―Hyung, tengo 19 años, no soy un bebé. Iré
con Jimin a Daegu y pasaré un buen rato, tal como lo
hicimos en Busan antes de que yo lo arruinara. Ahora, si
resulta que me siento incómodo o al final las cosas no son
como espero, compraré un boleto para regresar antes o
dormiré en un hotel. Puedo hacer eso por mi cuenta
―Aseguró, tirando de él en un abrazo después. ―Disfruta
tus días con Yoongi, hyung. Sé que todo irá maravilloso con
tu hermano
Seokjin siseó, frunciendo sus labios mientras dejaba al
contrario abrazarlo. Sin embargo, cuando el menor se
distanció, enseñándole sus ojos brillosos, fue imposible no
derretirse por él. Todos tenían una debilidad por sus ojos y
Kim no iba a ser la excepción.
―Cuídate mucho, Kookie ―Acarició su rostro. ―Y no
hagas cosas para complacer a Jimin si es que te sientes
incómodo
―Sí, ya hablamos de esto... ―El azabache puso sus ojos
en blanco, dejando un besito en su nariz. ―Me iré ahora.
Adiós, Yoongi hyung ―Agitó su mano en su dirección y este
sólo hizo un gesto con la cabeza.
Seokjin pasó una mano por su cabello, viendo al menor
desaparecer por la puerta. Volteando hacia su novio, caminó
hasta él con el ceño fruncido cuando este levantó las
sábanas, invitándolo a volver a la cama.
―Podríamos dormir por otro rato ―Lo incitó.
―¿No estás preocupado? ―Se deslizó entre las sábanas,
acomodándose a su lado.
―No creo que sirva de mucho pasar nuestro fin de
semana preocupados por él. Además, Jungkook tiene razón,
es un chico grande y puede cuidarse solo. No actúes como
su hermano mayor
―Oh, me hizo mal pasar tiempo con los Jeon, ¿no? Pero
Junghyun me lo ha encargado, al igual que el resto de su
familia, y me gusta sentir que soy parte de ellos también
―Sonrió finalmente, abrazando el cuerpo del contrario.
―Jungkook es el bebé de ellos y yo prometí cuidarlo. Ahora
es mi hermanito también
―Jungkook estará bien, puedo verlo, él parecía más
confiado ―Lo tranquilizó. ―En tu lugar, estaría más
preocupado por tu hermano real
―No, no hay que preocuparse por él ―Rió, besando su
frente. ―Mi hermano te amará
―Eso espero...
―Eres fácil de amar, Yoongi
―Lo dice alguien que está muy enamorado de mí. No eres
muy objetivo ―Se burló.
Seokjin rió entredientes, inclinándose sobre él para
besarlo. Yoongi enganchó su pierna en la cadera del mayor
para impedirle poner distancia.
―¿Por qué no pasamos toda la mañana aquí? ―Propuso
con una sonrisita. ―De hambre no te dejaré morir
―Tú sólo quieres quedarte en la cama ―Acusó el mayor
con diversión, llevando su mano hasta su pierna para
acariciarla.
―Contigo. No valdría la pena si no es contigo
Seokjin volvió a reír, atrayéndolo en un nuevo beso.
Tirando del menor hacia abajo después, obligándolo a
recostarse en el colchón, se movió entre sus piernas
mientras continuaba el beso. Yoongi rió cuando poco
después el contrario comenzó a hablar del maravilloso novio
que tenía mientras dejaba un camino de besos en su rostro,
hombros y cuello.
Al menos él estaba seguro de que tendría un fin de
semana muy feliz. ¿Era mucho pedir que para que Jungkook
también resultara bien?
◇◇◇◇◇
Jungkook y Jimin llegaron durante la tarde a Daegu.
Dejando en el salón sus bolsos, y comprobando que no
había nadie en casa tras llamar, Jimin invitó a Jungkook a
salir en dirección al negocio familiar, donde probablemente
todos debían de estar. Sus padres no solían tomar días
libres, y ni siquiera el fin de semana libre haría la excepción.
Seguramente habían arrastrado a Jihyun al trabajo tras
darle el día libre al otro par de trabajadores que poseían.
―Lo siento por arrastrarte a esto durante tus vacaciones
―Se disculpó Jimin de antemano mientras caminaban hasta
el local. ―Pero mis padres deben estar encerrados en la
cocina y Jihyun debe estar volviéndose loco con los pedidos
y la caja. No soy tan mal hermano como para dejarle toda la
carga
―Puedo ayudar también ―Respondió con tranquilidad,
provocando que Jimin volteara a verle con una sonrisa
ladeada.
―Sí, estoy seguro de que mis padres lo agradecerán.
Además, ganarás puntos con ellos
―No estoy intentando ganar puntos ―Frunció ligeramente
su ceño.
―Por supuesto, Kookie ―Tomó su mano dulcemente,
presionándola. ―Tú no necesitas ganar puntos, eres de pies
a cabeza un encanto ―Aseguró.
Jungkook apartó la mirada, queriendo ocultar el suave
rubor en sus mejillas. Jimin rió y tiró de él para apurar el
paso, queriendo sacar de apuros a su hermano menor lo
antes posible.
El pelirrojo aguantó la respiración por un momento antes
de atreverse a dar un paso dentro de la pastelería de los
Park. Por lo general, no se sentía intimidado al tener que
interactuar con adultos, pues estaba acostumbrado a los
amigos y compañeros de trabajo de sus padres, los cuales
eran excesivamente sociables para su gusto. Sin embargo,
esta vez se trataba de los padres de Jimin, los mismos que
probablemente habían visto llegar a su hijo después de
navidad con la cara larga y el corazón roto. Eso no dejaba
una gran impresión.
Jimin soltó la mano de Jungkook cuando vio a su hermano
atendiendo a un cliente para luego alzar la vista.
Intercambiando miradas, el menor parecía aliviado de ver
ese rostro familiar. Jungkook se quedó un paso atrás,
sorprendido con la similitud entre ambos hermanos. Jihyun
parecía una réplica de Jimin, pero con rasgos ligeramente
más adorables e infantiles, aunque un aire extrañamente
más serio. El chico también le miró a él, haciéndole sentir
intimidado cuando enarcó una de sus cejas, repasándolo.
―¿Así que este es tu novio? ―Preguntó directamente,
mirando a su hermano mayor.
―Oh, no, o sea... ―La sonrisa de Jimin tembló mientras
tomaba a Jungkook del brazo, tirando de él hacia el frente.
―Él es Jungkook. Kookie, él es Jihyun, mi hermano menor
―Mucho gusto ―Jungkook hizo una pequeña reverencia
con la cabeza, pero Jihyun apenas le prestó atención
mientras volvía a mirar al mayor.
―Sí, como sea, mamá y papá están atrás. ¿Podrías
apurarte en ir con ellos y darme una mano acá? ―Pidió casi
exasperado, reemplazando su cara de sufrimiento por una
sonrisa cuando una anciana llamó su atención, queriendo
hacer su compra.
―Sí, vengo enseguida... ―Murmuró Jimin, volviendo a
tomar la mano de Jungkook para guiarlo hasta la cocina.
Habiéndose alejado lo suficiente de la caja, miró de reojo a
su acompañante para sonreírle con empatía. ―Él no suele
ser así de descortés, sólo debe estar estresado ―Intentó
excusarlo.
―No te preocupes, puedo entenderlo ―Respondió.
Aunque, en el fondo, Jeon sentía cierta espina comenzando
a molestarle. Jihyun no parecía solamente estresado.
Jimin entró a la cocina, saludando alegremente a sus
padres, quienes también parecían bastante atareados.
Jungkook se quedó inmóvil en la puerta mientras veía al
rubio pasearse por todo el lugar para dedicarle un abrazo a
sus padres, quienes ni para eso dejaron de trabajar.
―Oh, cariño, así que has traído a tu chico ―Jimin se paró
erguido al escuchar por segunda vez en el día algo como
ello. Temía que Jungkook comenzara a sentirse ahogado de
repente. ―Mucho gusto, Jungkook ―Saludó la señora Park,
demasiado ocupada decorando unos pastelitos. ―Te daría
un abrazo si tuviera mis manos libres ―Aseguró en medio
de una risita.
―No te preocupes, mamá, ya habrá tiempo para
presentaciones ―La tranquilizó. ―Con Jungkookie queremos
ayudar. ¿Por dónde empezamos?
―Bien, es bueno escuchar eso ―El señor Park miró a
ambos jóvenes, deteniéndose en el invitado de su hijo
mayor. ―¿Has trabajado atendiendo gente alguna vez,
chico?
―No realmente... ―Murmuró. ―Pero creo que puedo
hacer un buen trabajo ―Intentó mostrarse confiado.
―Entonces te pediré que te encargues de entregar los
pedidos de los clientes. Jimin, te encargarás de la caja. Dile
a Jihyun que venga aquí a ayudar ―Jimin asintió, tomando
un delantal para Jungkook. ―¿Crees poder controlar todo
allá afuera?
―Papá, dejaste a dos chicos guapos a cargo de la gente,
creo que incluso recibirás el doble de clientela ―Rió
presumidamente, pasando el delantal por el cuello del
menor. El hombre suspiró mientras su mujer reía de la
confianza de su hijo. ―Vamos, Kookie, nos espera una gran
tarde ―Envolvió su cintura tras haber amarrado el delantal,
dirigiéndolo hacia el exterior.
Los señores Park intercambiaron miradas interrogativas
cuando ambos jóvenes estuvieron fuera de su vista.
―¿Tú qué piensas? Al menos en apariencia, él luce como
un buen muchacho, ¿no? ―Preguntó el señor Park.
―Es un joven muy atractivo, incluso más que en las fotos
que Jimin me mostró. Y no parece muy hablador, más bien,
parece ser alguien de trato suave. Seguramente tiene una
personalidad bastante dulce
―Él luce demasiado perfecto, no me fio en absoluto ―Se
escuchó una tercera voz de repente, y ambos adultos
giraron a ver al menor de sus hijos, quien aparentemente
había huido de la clientela tras encontrar el reemplazo de
Jimin y Jungkook. ―Ya que son sus padres, deberían poner
un ojo en la pareja de hyung. Los chicos que lucen perfectos
siempre son los peores
―¿Estás siendo extremista ahora, Jihyun? ―Su madre se
burló. ―No puedes juzgar a un chico sólo porque luce
tranquilo. Además, puede que él sólo se sienta intimidado
porque recién nos está conociendo, no hagas prejuicios
―Todo lo contrario de mi hermano, ¿no? Estoy seguro de
que él se aseguró de flechar a los padres de ese chico
durante el tiempo que pasó en su casa ―Puso sus ojos en
blanco, tomando un delantal para comenzar a trabajar. ―De
todas formas, les recuerdo que ese chico fue el que provocó
que hyung pasara deprimido el resto de las vacaciones de
invierno, así que no deberían ser tan indulgentes con él
―Chasqueó con la lengua.
La mujer frunció sus labios, un poco extrañada con la
actitud tomada por el menor de sus hijos. Anteriormente,
Jihyun jamás había mostrado interés en la vida personal de
su hermano, por lo que le sorprendía que estuviera en alerta
ahora que Jimin finalmente traía a alguien a casa.
De todas formas, ya tendrían tiempo para saber la clase
de persona que era Jungkook, el primer chico en robar
verdaderamente el corazón de Jimin.
◇◇◇◇◇
Jungkook no estaba seguro de cómo había hecho para no
volverse loco con todos los pedidos. Y, sobre todo, no
entendía como Jihyun había estado manejando todo por si
solo antes de que ellos llegaran. La pastelería no se había
vaciado en ningún momento del día y, cuando finalmente
llegó la hora del cierre, un poco más temprano a lo que
normalmente era debido a los festivos, se encontró apoyado
contra la pared mientras respiraba aliviado tras la jornada
superada.
―Hey, ojos bonitos, lo hiciste bien hoy ―Jimin se paró a
su lado, sonriéndole dulcemente. ―Parece que el rumor de
que un chico guapo estaba trabajando aquí se extendió,
porque es primera vez que veo tantas chicas jóvenes
queriendo comprar nuestros pasteles
―Y supongo que por chico guapo hablas de ti mismo
―Murmuró con una sonrisa divertida.
Jimin rió, negando con la cabeza, aunque Jungkook no
entendía cómo podía negarlo. Aparentemente, el rubio era
bastante popular en la zona, porque durante la tarde habían
aparecido un montón de personas aprovechando de verlo
además de comprar. Jimin parecía toda una celebridad,
incluso entre adultos y ancianos.
―¿Recuerdas la chica bonita que tardó demasiado tiempo
eligiendo qué comprar? ―Preguntó de repente Jimin,
tomando un par de galletas que habían quedado en el
mostrador. ―Es una excompañera. Ella era el sueño de todo
hombre del instituto
―¿El tuyo también? ―Preguntó el menor, recordando
perfectamente a una linda joven de cabello largo, mirada
dulce y sonrisa perfecta.
―Hombre hetero ―Corrigió entredientes, metiendo una
galleta en su boca después. ―Pues... uhm... pensó que eras
un trabajador nuevo. Y se quedó dando vueltas por el local
porque quería intentar conseguir tu número por si misma
luego de que yo le dije que no podía darle tus datos sin tu
consentimiento
―Oh...
Ambos intercambiaron miradas. Jimin lucía inexpresivo
mientras metía otra galleta en su boca y Jungkook ni
siquiera sabía si tenía que responder a ese dato.
―¿Debí darle tu número? ―Preguntó Jimin. Jungkook puso
los ojos en blanco. ―Eso pensé ―Suspiró con más
tranquilidad, parándose frente a él.
―Dios, ¿de verdad pensaste que iba a interesarme en
ella? ¿contigo aquí?
―¿Lo hubieras hecho sin mí aquí? ―Preguntó indignado.
Jungkook arrugó la nariz con molestia, provocando que el
contrario riera. ―De acuerdo, lo entiendo, sólo tienes ojos
para mí. Sin embargo, no me gusta que el resto te vea como
si fueras más delicioso que los dulces que hacen mis
padres. Lamento decirte que tendré que despedirte
―¿Y me pagarás por mis horas trabajadas? ―Jimin
levantó una galleta frente a su rostro, sonriendo.
―Galletas de vainilla bañadas en chocolate, son la
especialidad de papá ―Jungkook abrió la boca, permitiendo
que el mayor le diera de comer. Este rió cuando el pelirrojo
suspiró embelesado en respuesta. ―Muy increíble, ¿no es
así?
―Mejores que las de mamá, pero no le digas ―Siseó tras
tragar. Y sonrió tiernamente cuando Jimin continuó riendo.
―Dios, no me hagas esto, Kook. Me dan ganas de besarte
cuando me sonríes de esa forma tan bonita ―Le tocó la
barbilla. ―El problema es que me molesta pedirte que te
inclines y sería más vergonzoso pararme en puntillas. ¿Por
qué me puse zapatos planos hoy?
―Tienes un serio complejo con tu altura
―Le quita encanto, ¿no crees? ―El menor parpadeó un
par de veces, pensativo, y sonrió maliciosamente antes de
rodear al contrario para alzarlo. ―¡Hey! ¡Eres menor que yo!
¡No sostengas a tu hyung de esa forma!
―Pero eres más alto ahora ―Le enseñó la lengua.
―¡Mientras me sostienes en tus brazos! ―Posó sus manos
en sus hombros, mirando desde arriba al menor. ―No
presumas de tu fuerza, te recuerdo que yo también puedo
sostenerte
―Oh, eso me ha quedado claro ―Musitó de mala gana.
Jimin rió, recordando como había tomado a Jungkook en
brazos hace bastante tiempo frente a YooJung y su abuela.
Jungkook volvió a mirarle con cariño y cerró sus ojos cuando
finalmente el mayor dejó ir sus prejuicios para tomar su
rostro, inclinándose sobre él para capturar sus labios. Sus
lenguas se encontraron instantáneamente para degustar de
la boca del otro. Jungkook bajó al mayor lentamente,
permitiendo que sus pies volvieran a tocar el piso, pero ni
siquiera eso impidió que Jimin continuara el beso. Sus dedos
se enredaron con firmeza en los cabellos ajenos mientras
comenzaba a chupar codiciosamente su lengua. Tras
haberse sentido privado de momentos íntimos como ese,
sentía que ya no podría obtener suficiente.
Jungkook se sintió cohibido cuando escuchó a alguien
carraspear cerca de ellos. Jimin succiónó su labio por última
vez, soltándolo. El menor quiso desaparecer cuando al girar
se encontró con la expresión imperturbable de Jihyun.
―¿Qué sucede, Jihyun? ―Jimin limpió ligeramente sus
labios, retirando los restos de saliva mientras fingía que
nada había pasado cuando su hermano evidentemente
había presenciado todo.
―Mamá y papá están terminando de ordenar allá adentro.
¿Podemos terminar aquí también? ―Preguntó, intentando
no mirar con atención los labios rojizos e hinchados. Jimin
asintió y giró hacia Jungkook, dándole instrucciones para
salir del paso.
Y mientras Jungkook barría el local antes de cerrar, intentó
no cuestionarse nuevamente el hecho de que Jihyun parecía
querer evitarlo como la peste.
◇◇◇◇◇
Jungkook permaneció sentado en un taburete que
encontró en el balcón. El cuarto de Jimin correspondía al
tercer piso de la casa, la azotea, y se sintió curioso cuando
minutos atrás el mayor tiró de un cordel para hacer
descender la escalera, recordándole un poco al cuarto
soñado de Hey, Arnold!
La cena con los Park había sido tranquila. Los padres de
Jimin eran dulces y amables, y él se había sentido cómodo
estando con ellos. Jihyun, por otro lado, no había sido
demasiado hablador, y Jungkook temía estar siendo algo
invasivo al decidir venir a última hora.
Suspiró, observando la oscura noche frente a sus ojos, y
se irguió completamente cuando alguien sopló en su oreja.
Girando sobre el asiento, encontró a Jimin riendo por su
reacción.
―¿En qué piensas tanto, eh? ―Cuestionó.
―¿Uhm? Nada, nada ―Se apresuró en levantarse,
señalando el asiento. ―Vamos, puedes usarlo
―Jungkook, no me trates como si estuviera débil, puedo
permanecer de pie, ¿sabes? ―El menor sólo le miró con un
puchero formándose en su labio inferior. ―Aish, ven aquí
Jimin tomó asiento, arrastrando a Jungkook consigo de un
tirón. Dándole una mirada casi amenazante, lo obligó a
sentarse en sus piernas. Jungkook sintió sus orejas
calentarse mientras el mayor le rodeaba con sus brazos
como si se tratara de un niño.
―Soy muy pesado ―Gimoteó, queriendo liberarse de su
agarre sin tener que usar la fuerza.
―Por supuesto que no, tonto ―Jimin dejó un fugaz beso
en su barbilla. ―Ahora quédate quieto si no quieres que
ambos terminemos en el piso
Jungkook dejó de moverse, amoldándose a él. Jimin olía a
jabón y shampoo y él lo adoraba. Permaneciendo un rato en
silencio mientras observaban en cielo. Jimin regresó su
atención al menor cuando este suspiró acomplejado.
―¿Qué sucede, amor? ―Preguntó dulcemente, llevando
su mano hasta la cabeza ajena para acariciar sus cabellos.
―¿Crees que le he agradado a tus padres?
―¿Estás preocupado por eso? Porque ellos no han dicho
nada contra ti. Creo que, si hubieras causado una mala
impresión, ni siquiera estarías aquí ―Rió levemente,
recibiendo una mirada de cachorro triste de parte del
pelirrojo. ―¿Qué te preocupa?
―Ellos saben que peleamos después de navidad. Tú te
fuiste a casa de tus tíos cuando se suponía que pasarías las
vacaciones conmigo, está claro que han inferido que la
culpa fue mía
―Ellos no saben la historia, Jungkook, porque no se las
conté. Por supuesto que harán sus propias suposiciones,
pero también entienden cómo funcionan las relaciones. A
veces hay desacuerdos y ya, no es el fin del mundo, no
tachas a otro como un monstruo solo por eso ―Jungkook
mordió su labio inferior con nerviosismo y Jimin dejó de
acariciarlo. ―Uhm... bien... siento no haber aclarado que no
estamos en una relación, de todas formas
―No importa ―Susurró.
Jimin tuvo que morder su lengua cuando la inquietud
sobre qué eran lo golpeó de sobremanera. Jungkook parecía
distraído, y hasta preocupado, así que no deseaba hacerlo
huir despavorido al tocar un tema que parecía delicado.
Pero ya que él necesitaba seriamente definir esa relación,
tampoco podría posponerlo por demasiado tiempo.
Necesitaba introducirlo en el tema adecuadamente.
―No le agrado a tu hermano ―Dijo el menor de repente
en un murmullo.
―Dios, no, por supuesto que le agradas, Jungkook ―El
aludido le miró, no muy de acuerdo. ―Supongo que él sólo
está incómodo porque nos vio besándonos. Lo siento, no
debí besarte de esa forma sabiendo que estaba mi familia
cerca
―Sí, bueno, eso fue vergonzoso ―Jungkook mantuvo la
cabeza gacha, observando una de las manos de Jimin para
comenzar a jugar con sus dedos. ―Pero creo que hay algo
más. Él me mira extraño
―Es porque eres demasiado diferente a los chicos que
solía frecuentar ―Admitió Jimin, obteniendo por fin una
mirada de Jungkook. ―Jamás traje un chico a casa, pero
Jihyun sabe cómo soy fuera de aquí. Él conoció a los chicos
con los que me involucré. Creo que está acostumbrado a los
tipos tontos demasiado relajados y que no tienen intención
de ir en serio conmigo ―Jungkook lo miró a los ojos, y Jimin
acarició su mejilla mientras sonreía con timidez. ―También
he sido tonto y desinteresado, Jungkook. Jamás he sido
serio. Jihyun, más que cualquiera en mi familia, lo sabe. Y de
repente me enamoro y decido traerte aquí. Y, para su
sorpresa, eres todo lo contrario de lo que siempre elegí.
Dulce, introvertido, humilde. Increíblemente precioso
también, pero demasiado inocente para encajar con el que
solía ser mi tipo ―Rió de mala gana. ―Así que él debe estar
intentando procesarlo
―¿Por qué yo? ―Preguntó en voz baja, meditabundo.
―¿Por qué no serías tú, Jungkook? ―Jimin rió, acariciando
su barbilla. ―Eres la persona más exquisita que he conocido
en mi vida, dejando de lado a quienes quiero como amigos.
Me encantas a niveles estratosféricos. No eres como los
otros chicos que he conocido. Pero quizás esa sea la razón
por la que no he sido serio con ellos mientras he caído
completamente enamorado de ti
Jungkook tomó una bocanada de aire y apartó la mirada,
sintiendo su mirada escocer de repente. Jimin lo apretó más
contra su cuerpo mientras se preguntaba si había dicho algo
que le pudiera hacer sentir mal.
―Pero no todo es blanco... ni siquiera en el amor ―Dijo de
repente el pelirrojo, parpadeando seguidamente para alejar
el deseo de llorar. ―No te gusta todo de mí, ¿cierto? ―Giró
a verlo, deteniéndose en sus ojos. ―Quiero saber de las
partes de mí que no te agradan, hyung
―Oh ―Jimin sintió su garganta secarse, y tuvo que
carraspear antes de decir: ―¿Esto es por todo lo que dije
cuando estábamos peleados? ¿Cuándo estaba ebrio?
¿Todavía te sientes herido por ello?
―Te perdoné, y cambié de página, pero todavía lo
recuerdo, y cuando lo recuerdo, todavía duele ―Jimin le
miró con tristeza. ―¿Qué había de verdad en todo lo que
dijiste? Sé que hablamos de esto antes, pero no estoy del
todo convencido. No puedes decir que todo era falso,
porque las personas decimos cosas hirientes cuando nos
enojamos y no sabemos manejarlo, pero siempre hay
verdad ahí
―Bien... ―Relamió sus labios, nervioso. ―Es cierto que
pensé que eras un chico aburrido y estirado cuando te
conocí. Pero en mi defensa, sólo dabas órdenes y no
interactuabas conmigo, eso era malditamente irritante
―Jungkook torció el gesto. ―Y fue cierto que me acerqué a
ti sólo porque creí que eras caliente como el infierno. Te
quería en mi cama, y las personas no suelen despreciarme
cuando se trata de esas cosas, así que... ¿estuviste
golpeando mi orgullo de alguna manera cada vez que
pasabas de largo como si yo no estuviera a tu altura?
―Ambos se miraron a los ojos. Jimin parecía desesperado.
―Eso es, sentí que te mostrabas demasiado genial para
alguien como yo
―No era mi intención... ―Murmuró.
―Jungkook, te estoy diciendo claramente que cuando te
conocí quería usarte y desecharte, no se supone que
respondas sintiéndote culpable por tu actitud ―Expresó casi
exasperado. ―Y sí, por supuesto que no era tu intención,
porque luego de la fiesta en casa de Taemin, te quedaste
conmigo y fuiste dulce y comprensivo. Me buscaste también
ese día en el parque de diversiones. Me escuchaste cuando
estaba pasando por problemas. Tú no eras un mal chico,
sólo te costaba socializar, y me gustaste cuando me
trataste como si pudieras confiar en mí. Mi impresión sobre
ti no importa al lado de lo que descubrí tras conocerte,
Jungkook. Y quiero que sepas eso, que creo que eres
maravilloso, a pesar de que detesto que seas tan amable
―Oh, ¿así que te molesta eso de mí? ―Sonrió ladeado.
―Mucho. El resto saca demasiado provecho de ti. Por
ejemplo, en tu lugar, ya habría pateado lejos a Hoseok. El
tipo se aparece como si nada luego de lastimarte y volverte
inseguro, y tú sólo lo aceptas y ya ―Bufó. ―Y ahora no son
mis celos hablando, ¿sí? De verdad odio la idea de que su
sola presencia te lastime. Porque tú no pareces cargar del
todo bien con eso y él ni siquiera te da un respiro
―Jungkook levantó su mano, dándole una mirada empática
mientras acariciaba sus rubios cabellos. ―Bien... creo que
fue bueno ser honesto. ¿Hay algo que tú quieras decirme?
―¿Disfrutaste tu último encuentro con Taemin? ―Jimin
casi se atragantó con su propia saliva tras escucharle. ―¿Él
te hizo sentir bien?
―Nunca mencioné a Taemin
―Ya, ¿y crees que soy un pobre idiota, Jimin? ―El aludido
abrió y cerró la boca, sin saber cómo responder a esa
mirada fría. ―Dilo, recurriste a Taemin ―Dijo con certeza.
―Jungkook, es incómodo hablar de esto... ―Admitió
nervioso, pero el rostro inexpresivo del menor no le daba
muchas oportunidades de escapar. ―Estoy molesto con
Taemin por lo que te hizo. Honestamente, no quería verlo ni
en pintura. Pero estaba teniendo un mal día, y tú me habías
dicho que buscara a otros chicos y... ¿suena como una mala
excusa? Por supuesto que lo es, yo estaría arrancándome en
cabello si tú te hubieras involucrado con alguien más y-
―Jimin ―Llamó en voz bajita, esperando que se calmara
un poco.
―Me corrí mientras pensaba en ti, mierda... ―Terminó por
escupir. Jungkook cubrió su cara con una mano mientras
intentaba no reír. ―Maldición, ¿de verdad te estás riendo?
¿sabiendo lo que hice con otro?
―Maldito idiota ―Los ojos de Jimin se abrieron
desmesuradamente al oír el insulto. ―Tenías derecho de
estar con quien quisieras, no me debías fidelidad. Pero me
sentí malditamente mal luego de que me contaste lo que
hiciste, ¡y ni siquiera podía decir algo en contra!
―Descubrió su rostro. ―¿Y ahora vas y dices que estabas
pensando en mí mientras te corrías?
―¿En quién más si no? ―Presionó su cintura, intentando
contenerlo. Jungkook hizo una mueca tosca con sus labios.
―Lo siento, fui un imbécil
―No, yo fui el imbécil por querer convencerme de que
estaría bien viéndote con alguien más ―Suspiró cansado,
apoyándose contra él. ―No quiero verte con alguien más.
Mucho menos con Lee Taemin, ¡se supone que debemos de
estar molestos con él!
―Y lo estamos ―Jungkook bufó, sin mirarlo.
―¿Y follas la boca de todos los tipos con los que te
molestas? ―Preguntó irritado, pasando una mano por su
rostro cuando Jimin no respondió y la culpa vino a él.
―Mierda, yo... lo lamento. No es sólo es el hecho de que
estoy celoso, ¿de acuerdo? Sino que él me drogó y pensé...
creí que eso sería suficiente para detenerte de acercarte a
él íntimamente. Cualquier chico hubiera dolido menos que
Taemin
―Lo siento ―Jimin no sabía que más decir. ―No tengo
excusas, Jungkook. Me sentía herido y malditamente solo, y
Taemin estaba ahí. Y ya hemos comprobado que tomo
decisiones terribles cuando no estoy bien emocionalmente.
Además, no es un punto a favor que Taemin me conozca
bien y sepa como usar las cosas a su favor ―Jungkook
siguió jugando con una de sus manos, sólo escuchándolo.
―Y no debí conservar las pastillas tampoco. No debí
permitir que él me hiciera creer que ese sería el único modo
en que decidieras estar conmigo
―Pues, al parecer, él no sólo usa las cosas que sabe de ti
a su favor ―Murmuró con pena.
―Kookie, no estés triste, por favor ―Pidió, besando su
mejilla es busca de atención. ―Taemin es un imbécil y he
recuperado mi cordura. No le permitiría volver a mi vida ni
siquiera para amistad superficial
―¿Estás seguro de que no sientes nada por él? ―Preguntó
suavemente, volteando a verle. Jimin sólo asintió. ―Siento
haberte mandado a buscar otros chicos, hyung. Aunque en
realidad mereces salir con quien se te dé la gana, fue
insensible de mi parte hacerlo sabiendo tus sentimientos.
Fue insensible incluso conmigo mismo ―Admitió.
―Bien, ahora que lo dices, es algo que podemos
solucionar ―Aseguró, abrazándolo. ―Pero todo depende de
ti, Jungkook. Sé que dije que esperaría por ti, pero tampoco
puedo hacerlo por demasiado tiempo, porque me lastima.
No voy a poner en juego mi corazón, no más de lo que ya he
hecho, ni siquiera por ti. Seré comprensivo si aún necesitas
un tiempo para confiar plenamente en mí y contarme todo
de ti, porque también hay partes de mí que me cuesta
enseñar, pero que en algún momento te hablaré de ellas.
Sin embargo, no soporto la incertidumbre del ser y no ser.
¿Me estoy dando a entender? ―Jungkook se distanció de él,
buscando sus ojos. ―Kookie, quiero que seas mi novio.
Hemos tenido un montón de días malos desde navidad, pero
creo que podemos hacerlo funcionar si estamos juntos. ¿No
están las cosas mejor ahora que nos estamos sincerando?
Jungkook respiró con dificultad, intentando enseñar una
sonrisa confiada que sólo terminó en una mueca. Mirando
hacia un lado, despavorido, sintió sus ojos picar cuando
Jimin tomó su barbilla, obligándolo a sostener su mirada una
vez más.
―¿Crees que no soy suficiente para ti? ―Se atrevió a
preguntar.
―Mamá dijo... que el amor no se trata sobre merecernos o
no ―Murmuró. ―Y creo que lo entiendo un poco mejor
ahora. Porque me has lastimado, y aun te quiero. Porque te
he lastimado, y aún me quieres. Porque a veces sólo pasa y
no podemos esperar cumplir todas las expectativas del otro,
¿no? Es parte de... estar en una relación. Aceptarnos. Y
mejorar ―Mordisqueó su labio, nervioso. ―¿Pero y si de
repente cambias de idea y ya no me quieres?
―Jungkook ―Jimin negó con la cabeza, comprensivo, y
acarició su mejilla con dulzura. ―Deja de pensar en Hoseok,
porque sé que lo dices por él. El hecho de que él te haya
dejado de un día para otro, no significa que yo también lo
haré. Por supuesto que los sentimientos cambian, pero si se
trata de ello, yo estoy tan asustado como tú de que llegue
el día en que no quieras estar conmigo ―Acercó su rostro
más al suyo. ―Pero vamos a intentarlo. Durará lo que tenga
que durar. Meses, años, o toda una vida, no importa. Sólo sé
que quiero que sea contigo, aunque duela. Confía en mí,
¿sí?
Meses, años o toda una vida. Jungkook tenía en la punta
de la lengua el asunto que había gatillado en primer lugar
su separación y ahora ni siquiera se sentía capaz de decirlo.
Porque, en el fondo, el presentía que todo ese tiempo del
que Jimin hablaba, acabaría ahí mismo si se sinceraba por
completo. ¿Estaba poniéndose en el peor de los casos? Por
supuesto que sí. Pero luego de un doloroso primer amor, él
aún no podía mirar con claridad las cosas.
Él, para siempre, se sentiría culpable de esas fallas.
―Kookie... ―Llamó suavemente Jimin, temiendo la
respuesta negativa.
―Te quiero ―Susurró Jungkook.
Jimin sonrió, buscando sus labios para besarlo
amorosamente. Jungkook se dejó ir en el calor de sus brazos
y el sabor a menta de su boca mientras le correspondía. Las
manos del mayor subieron y bajaron por su espalda, sobre
las ropas, intentando hacerlo entrar en calor tras sentirle
temblar. Y se distanció sólo cuando la respiración del menor
se volvió agitada y el agarre de sus manos en sus hombros
algo inestable. Jungkook lucía perdido en otra galaxia para
cuando volvió a encontrarse con sus ojos.
―Vamos adentro ―Dictaminó.
Jungkook asintió, levantándose para volver al cuarto. Jimin
flexiono sus piernas y lo vio irse, sonriendo al verte
trastrabillar de los nervios. Cerrando la puerta corrediza que
llevaba hacia el balcón, miró con atención al menor cuando
este comenzó a revolver su bolso, en busca de algo.
―Hyung, hoy te esforzaste mucho a pesar de que tenías
que descansar ―Comenzó a decir con reproche. ―¿Podrías
quitarte la camiseta? He traído conmigo algunas cosas. Me
gustaría darte un masaje y ponerte parches nuevos, si es
que la idea no te molesta
Jimin se quitó la camiseta sin rechistar, acomodándose en
la cama. Una sonrisa se curvó en sus labios cuando
Jungkook se posicionó tras de él, haciendo magia con sus
manos. Así que, oficialmente, ¿ellos volvían a ser novios?
Porque él se estaba sintiendo increíblemente afortunado de
tener ese chico para sí solo. Pasarían mil años antes de que
alguien pudiera encontrar a alguien tan increíble como
Jungkook.
―¿Tienes sueño? ―Preguntó el menor cuando tras el
masaje tomó los parches para el dolor para ponerlos en la
espalda del contrario, quien parecía a punto de irse de cara.
―Bueno, cualquiera se relajaría después de un masaje, y
hoy fue un día largo ―Volteó a verlo, enseñando una sonrisa
perezosa. ―¿Dormirás conmigo, su alteza?
―Tus padres me han dado un colchón inflable y mantas
que, por cierto, he ubicado justo al lado de tu cama. Así que
estaré bien
―Mis padres no sabrán que hemos dormido juntos, no te
preocupes ―Estiró sus brazos hacia él, rodeándolo. ―Son
demasiado flojos para subir tantas escaleras. Prometo que
no nos encontrarán en una situación comprometedora
―Aseguró juguetonamente.
―No lo sé ―Jimin hizo un puchero como un niño pequeño.
Jungkook rió y dejó un fugaz beso en su boca. ―Ponte la
camiseta y recuéstate, me daré una ducha si no te importa,
siento que huelo a dulces ―Explicó, levantándose.
―Uhm, sí. Esencia de vainilla, chocolate, ralladura de coco
y un montón de cosas ―Jimin se puso la camiseta,
dejándose caer de espaldas en un suspiro de satisfacción.
―Pero siempre hueles dulce y delicado, así que no es para
tanto ―Jungkook volteó a verle con los labios fruncidos y
Jimin estiró sus labios, lanzándole un beso. ―Encontrarás
todo lo que necesitas en el baño, pero no tardes demasiado,
quiero que te acurruques conmigo
Pero incluso si Jungkook no tardó demasiado bajo la
ducha, Jimin se quedó dormido demasiado pronto. Para
cuando Jungkook regresó al cuarto, Jimin ya estaba en el
tercer sueño, hecho un ovillo de mantas en su cama.
El menor terminó de secar su cabello y tomó su celular,
acercándose a él. Se arrepentía de haber dejado su cámara
en Seúl, pero al menos se aseguraría de tomar fotos del
mayor con su celular.
Jimin era incluso más precioso cuando dormía. Sin
preocupaciones y sin bromas, Jungkook hubiera deseado
que esa fuera del todo su realidad. Pasó minutos a su lado
sólo apreciándolo y guardando recelosamente la imagen
para sí mismo. Estiró su mano tímidamente hacia él
después de un rato, peinando sus cabellos rubios hacia
atrás. La acción no inmutó al mayor ni siquiera un poco y él
continuó haciéndole cariño con delicadeza, sin querer
interrumpir su sueño. Y de repente, ya no se sentía tan bien.
De repente, ver a Jimin dormir dolía. Tan ajeno al mundo, a
ellos. Jungkook no sabía si, una vez despierto, Jimin podría
ser igual de feliz a su lado.
Y se odiaba a sí mismo por no ser del todo honesto; por
estar tan asustado, por fingir que todo iba bien cuando, en
realidad, dentro de él todo era un caos. Jimin poco a poco
terminaba de desnudarse ante él, mostrando sus
debilidades, y él aún no había podido retirar ni siquiera la
primera capa.
Apagó la luz de la lámpara, arrastró sus pies de regreso al
balcón. Tomando un par de respiraciones, sus dedos
temblaron cuando se impulsó a abrir su bandeja de correo,
queriendo escribirle a la única persona que le entendería. Y
aunque intentó ser fuerte y convencerse de que todo iría
bien mientras mantuviera sus inquietudes enterradas entre
las sombras, se dio cuenta, mientras escribía el mensaje,
que quizás no podría hacerlo. Que quizás, no podría
engañarse a sí mismo por demasiado tiempo. Y que,
lamentablemente, ya no sólo quería a Jimin.
Lo amaba.
Y por eso lloraba. Porque ahora que lo aceptaba, sabía
que el amor sólo podría arrastrarlo hasta el cielo o el
infierno. Y mientras el cielo estaba a millas de distancia de
sus pies, el infierno, tristemente, estaba justo en la tierra.
Nota:
He estado más de una hora peleando con Wattpad para
subir este capítulo, porque cada vez que pegaba el texto me
separaba los párrafos </3. Pero al fin todo está en orden!
La próxima semana no habrá actualización, así que nos
leemos en junio~. ¡Tengan un buen fin de semana!
[31]

Jungkook abrió sus ojos lentamente cuando sintió un curioso


dedo pasearse por su cara, repasando sus facciones.
Encontrándose muy apenas con el rostro de Jimin, cubrió su
boca cuando en vez de hablar sólo pudo bostezar. Jimin
retiró su dedo y le miró con cierto reproche, haciéndole
sentir confundido.
―¿Qué sucede? ―Preguntó aún adormilado.
―Es lo que quiero saber. ¿Por qué no dormiste conmigo?
―Hizo un puchero con su labio inferior, su voz volviéndose
infantil. ―Hoy desperté y quería abrazarte y llenarte de
besos, pero tú estabas en este feo colchón
―Es cómodo ―Musitó.
―Hubieras estado más cómodo justo a mi lado
―Chasqueó con la lengua.
―Pero te quedaste dormido antes y no quería
molestarte... ―Se excusó. ―Además, tus padres...
―¿Los ves aquí? ―Interrumpió, agrandando sus ojos.
―No, ¿cierto? Entonces no aceptaré excusas esta noche. Si
vas a pasar el fin de semana largo en mi casa,
definitivamente tendrás que dormir conmigo o no será lo
suficientemente provechoso ―Dictaminó. ―¿Por qué no te
preocupaba que tus padres nos encontraran juntos, pero sí
que mis padres nos encuentren?
―Mis padres nunca van a despertarme...
―Pues a mí tampoco, así que no habrá problema ―Sonrió,
viendo como el menor asentía mientras se reincorporaba.
―¿Dormirás conmigo esta noche?
―Será como tú quieras, hyung
Jimin celebró internamente, estirando sus manos para
tomar el rostro ajeno y plantar una seguidilla de besos en
los labios del menor, siendo el último uno mucho más largo.
Jungkook terminó de despertar finalmente, observando con
ojos grandes al contrario cuando este se distanció,
aparentemente satisfecho.
―Extrañaba verte despertar. Y extrañaba besarte por las
mañanas ―Relamió sus labios, enseñando una sonrisita.
―¿Has dormido bien? ―De repente le miró con
preocupación. ―Tus ojos lucen algo hinchados
―Quizás he dormido demasiado ―Intentó sonreír,
tomando una de las manos del contrario para besar su
palma. ―También extrañé toda tu excesiva atención de las
mañanas, hyung
―La llamas excesiva, pero nunca te has quejado
―Reclamó. Jungkook soltó una risita infantil en respuesta.
―El negocio familiar no abre hoy, pero mamá y papá han
ido de todos modos porque deben entregar un pedido
especial, probablemente estén de regreso para después del
almuerzo ―Explicó. ―Y Jihyun se ha encerrado en su cuarto
con comida. Así que, ¿te parece si te cambias de ropa y nos
encontramos en la cocina? Prepararé el desayuno para ti
―Nunca has preparado el desayuno para mí
―Bueno, sí, tampoco esperes maravillas ―Rió
vergonzosamente, inclinándose sobre él para rozar sus
labios una vez más. ―Te espero abajo
Jungkook no tardó demasiado en vestirse, pues no tenía
demasiadas opciones para variar. Escuchando la dulce voz
de Jimin, quien tarareaba desde la cocina, se asomó por la
entrada para comprobar que este estaba picando una gran
variedad de frutas en dos cuencos. El mayor le miró cuando
se acercó sigilosamente para robar un trozo de manzana.
―Espero que no estuvieras esperando nada demasiado
elaborado ―Murmuró Jimin, viéndolo probar otra fruta.
―Preparé sándwiches también, ya están en la mesa. Pudo
ser peor, a Jihyun sólo le daba leche y cereal ―Jungkook rió
entredientes, acercando un trozo de manzana a la boca del
contrario. Jimin lo recibió y su corazón se derritió cuando
Jungkook le sonrió dulcemente.
―Tienes que alimentarse bien ahora, hyung ―Le recordó.
Jimin bajó la mirada de regreso a los cuencos y los siguió
llenando, sintiéndose algo cohibido. Un manto de
tranquilidad lo envolvió cuando Jungkook lo abrazó por
detrás, apoyando su mentón en su hombro. ―¿Te gustan los
panqueques?
―¿Quieres prepararme panqueques? ―Preguntó,
intentando mirarlo de reojo.
―Una torre de ellos, si es que tienes los ingredientes
―Jimin asintió automáticamente. ―Entonces me pondré
manos a la obra
Jungkook dejó un beso suave en su mejilla, distanciándose
de él para buscar los ingredientes. Jimin le dio instrucciones
y regresó a lo suyo después de ello, lanzando miradas
curiosas a Jungkook de vez en cuando.
Minutos más tarde, un plato lleno de panqueques fue
depositado frente a él cuando por fin estuvieron en la mesa.
―Sale una torre de panqueques para el chico más bonito
de Daegu ―Dijo el menor, dejando un dulce beso en sus
cabellos antes de sentarse frente a él.
―¿Sólo de Daegu? ―Preguntó con falsa ofensa,
provocando que el menor abriera la boca para responder.
Sin embargo, volvió a cerrarla cuando Jimin no tardó en
probar su creación. ―Hmm, sólo por el sabor podría
perdonar tus errores
―No, esa ha sido una falta grave, chico más lindo del
mundo ―Jimin tragó lo que tenía en la boca, comenzando a
reír al ver que el rostro del menor enrojecía al corregirse a sí
mismo. ―Uhm, sí, es vergonzoso decirlo, creo que esto roza
a lo asquerosamente cursi
―¡Por supuesto que no! Me alegra saber que soy el chico
más lindo del mundo para ti ―Le aseguró, sonriendo para
él. ―Pero creo que mereces ese puesto más que yo, de
todos modos. Todos caen por ti, Jungkook. Tú eres el chico
más precioso del universo ―Dictaminó, tomando su mano
por arriba de la mesa para presionarla con cariño. Jungkook
se sintió pequeño ante la mirada llena de amor que recibió.
―Eso es tan subjetivo ―Murmuró, cohibido. ―Eres el más
atractivo para mí
―¿Más que tu ex novio? ―El rostro de Jungkook se arrugó
completamente mientras Jimin usaba su mano libre para
llevar otro bocado a su boca. ―Mi inseguridad acaba de
arruinarlo, ¿eh? ―Comentó avergonzado, intentando reír,
pero el resultado fue nefasto.
―Hoseok es atractivo, no intentaré negar lo innegable
―Siseó. ―Pero estoy loco por ti, no por él. Cuando entro a la
sala de prácticas, estoy nervioso por ti, no por él. Y mis ojos
te buscan a ti, no a él ―Jimin lo miró directamente a los ojos
tras oír eso último. ―No puedo cambiar el hecho de que él
haya estado antes de ti, hyung. Lo que vivimos, lo que
fuimos y cuanto lo amé, no puedo cambiarlo. Pero
definitivamente puedes ser mi todo ahora, si es que me lo
permites
―Yo-lo siento, no es que no confíe en ti, Kook, sólo-Dios,
él... sé que es increíble, ¿sí? Puedo verlo, todo el tiempo, y
eso me hace sentir terrible ―Se atrevió a confesar. ―Saber
que esa clase de chico fue tu primer amor, me hace
cuestionarme seguidamente el por qué no vuelves con él,
cuando aún dice amarte, mientras... mientras estás aquí
diciendo quererme
―¿Hoseok parece demasiado increíble para ti, Jimin? ―El
rubio asintió. ―Pero que él lo sea, no significa que tú no lo
seas
―Somos muy diferentes, Jungkook. Entonces, ¿por qué...?
―Eres un chico dulce y honesto. Me haces sentir especial
todo el tiempo. Cada parte de ti es preciosa. Tienes tus
fallas, pero todos las tenemos. Y en el baile, destacas tanto
como él. Pero son diferentes y tienes razón. Sus
personalidades, como se expresan, su arte, todo en ustedes
es diferente. Y ser diferente no significa que esté mal. Creo
que puedo estar bastante orgulloso de mi gusto con los
chicos, ¿sabes? ―Sonrió tímidamente. ―Porque no hay
forma en la que me arrepienta de estar enamorado de ti. No
necesitas competir contra nadie, hyung, porque mi corazón
ya te eligió
Jimin sintió su mirada escocer y la apartó por un
momento, intentando alejar el deseo de llorar. Jungkook
presionó su mano con ternura y se inclinó sobre la mesa,
llevando los dedos ajenos a sus labios para besarlos con
amor. El rubio lo miró con ojos brillosos cuando sus miradas
se volvieron a encontrar.
―Siento haber alimentado tus inseguridades al no hablar
contigo ―Jungkook se disculpó con una voz increíblemente
suave. ―Quizás mi error fue permitir que Hoseok actuara
demasiado confiado conmigo, cuando ya no somos así de
cercanos. Pero no estoy cerca de él porque lo necesite como
el oxígeno, sino, no puedo pasar por alto que hace mucho
tiempo fue para mí un valioso amigo ―Su mirada contenía
tristeza y cierto dolor, pero Jimin no quiso interrumpirlo.
―Intentaré ser más claro a partir de ahora. Y espero que
podamos conversar de todo lo que nos aqueja, creo que lo
necesitamos
Jungkook intentó no morder su propia lengua al final,
consciente de que probablemente él era el menos honesto
de los dos. Jimin demostraba su disgusto y su dolor todo el
tiempo; quizás no siempre de la forma correcta, pero lo
hacía. ¿Y él qué?
Se miraron a los ojos por un minuto más. Jimin recuperó
su sonrisa, mirándole nuevamente con ese amor dulce
inyectado en su mirada, y Jungkook perdió el aliento cuando
el mayor se apartó de su mano para ser capaz de tocar su
rostro.
―Gracias por esto, Kookie ―Sus ojos se cerraron
adorablemente. ―Acabas de quitar un peso enorme de mis
hombros
Jimin dejó de acariciar su rostro, regresando a sus
panqueques como si no acabaran de tener una charla un
tanto sentimental. Jungkook sintió su corazón ser
presionado cuando el rubio recuperó cierto brillo en los ojos
antes de comenzar a engullir su comida como si hubiera
pasado bastante tiempo desde que había comido. Y habló
más, bromeó más también. Se comportó como el chico
caprichoso y travieso de siempre mientras coqueteaba
descaradamente con él. Y aunque Jungkook se sintió
aliviado de su regreso, no pudo superar la culpa.
No pudo olvidar que el chico frente a él estuvo a punto de
lanzarse a un vacío sólo por él.
¿Qué tan roto había estado para perder toda confianza en sí
mismo?
♢♢♢♢♢
Luego de ordenar la cocina, Jungkook se encontró dando
vueltas por el salón mientras Jimin parloteaba desde el sofá
sobre ver una película para pasar el rato. El menor estudió
con curiosidad las fotos enmarcadas en la pared e intentó
no preguntar al ver que de Jimin sólo había fotos de bebé y
de su adolescencia, como si nunca hubiera existido una
infancia o una preadolescencia. Alguien sopló en su oreja de
repente, sobresaltándolo, y giró rápidamente al encontrarse
a Jimin de pie a su lado, sonriendo con diversión.
―¿Qué haces? ¿Al menos me estás escuchando?
―Preguntó acusadoramente.
―Lo siento ―Se disculpó, girando hacia una foto donde él
posaba con el que debió ser su grupo de baile durante la
secundaria. ―Es sólo que he quedado completamente
flechado luego de verte usando mallas
Jimin se puso rojo hasta las orejas, tomando la fotografía
en un rápido movimiento.
―¡Mamá tiene un pésimo gusto para elegir fotografías de
exhibición! ―Se quejó, provocando que Jungkook
comenzara a reír como un niño orgulloso de su travesura.
―¡Y estoy seguro de que si hablo con tu madre, ella me
ayudará a conseguir fotos tuyas en mallas y hasta en tutú!
―Nunca bailé ballet ―Contestó Jungkook rápidamente
ante el escrutinio de su novio. ―En tutú, al menos
―Corrigió, apartando la mirada.
―¿Seguro? ―Jimin sonrió con malicia, picando sus
costillas con su dedo para molestarlo. ―Puedes ponerte un
tutú para mí si quieres, prometo que no se lo contaré a
nadie
―¿Te gustan esas cosas? ―Jungkook giró hacia él,
formando una perfecta "o" con su boca mientras sus ojos se
abrían más de lo normal.
―Dios mío, Jungkookie, ¿qué estás pensando? ―Preguntó
falsamente escandalizado y el contrario puso sus ojos en
blanco. ―Si digo que me gustan, ¿me dejarás vestirte?
Jungkook tragó saliva con dificultad, girando hacia él
lentamente. Jimin sonreía con tal tranquilidad, que ni
siquiera sabía si se trataba de una broma o no. ¿Ellos
estaban hablando realmente de fetiches sexuales? ¿Y Jimin
hablaba en serio sobre querer vestirlo?
―Estás palideciendo ―Señaló Jimin, apunto de reír.
―Maldición, no es como si yo fuera a obligarte a usar encaje
o algo demasiado estrafalario
―¿¡Estabas pensando en eso!? ―Y Jimin ahora sí que rió.
Jungkook sólo agitó la cabeza en negación, caminando hasta
el sofá para hundirse en él, completamente contrariado.
―Por lo tanto ―Jimin se dirigió a él cuando pudo dejar de
reír. ―¿Puedo inferir que no eres fan de los extras durante el
sexo?
Jungkook se tensó, comenzando a sentirse intimidado por
el vuelco de la conversación. Girando de manera robótica,
su corazón se congeló al ver al mayor mirándole con sumo
interés, como si de verdad quisiera hablar sobre sexo.
Y él no era el mejor para hablar de sexo.
―Yo-uhm-no tengo mucha experiencia como para hablar
de esto ―Murmuró, queriendo zafarse.
―Pero tienes, ¿no? Se puede inferir de tus palabras
―¿A qué quieres llegar? ―Preguntó con cierta
impaciencia, pues no era mejor para él notar que Jimin
estaba repentinamente serio.
―¿Eres virgen, Kook? ―El pelirrojo suspiró,
comprendiendo por fin el punto. Negó suavemente con la
cabeza luego de segundos que parecieron eternos. ―Y fue
con... ―Jungkook siseó antes de que pudiera terminar. ―De
acuerdo ―Asintió, girando hacia el televisor apagado,
inexpresivo.
―¿Esperabas que fuera virgen? ―Se atrevió a preguntar
el menor, deseando que el contrario fuera honesto con él.
―¿Te molesta que no lo sea?
―¿Siendo honesto? Siempre pensé que eras virgen. Sin
ofender, pero no pareces del tipo experimentado, te cohíbes
con demasiada facilidad ―Señaló. ―Y no, no me molesta,
es normal que hayas tenido sexo. Probablemente lo extraño
habría sido lo contrario. Habría sido un despedicio-
―Una vez ―Interrumpió.
―¿Una vez qué? ―Le miró con una ceja alzada.
―Hoseok y yo. Sólo lo hicimos una vez ―Aclaró, jugando
con sus manos distraídamente, sin mirarlo. ―Tienes razón
sobre tus suposiciones, al menos la mayoría de ellas. Fue
después de mi cumpleaños 17 y sólo lo hicimos una vez
Jimin volvió a mirar la pantalla, su mente completamente
en blanco. ¿Cómo era posible que ellos sólo lo hicieran una
vez? En el lugar de Hoseok, el probablemente se habría
vuelto un maniaco del sexo habiendo tenido a Jungkook.
Pero claro, si Jungkook decía que no...
Jimin lo miró nuevamente al sentir que estaba cerca del
verdadero problema.
―¿Él es tan malo? ―Jungkook cubrió su cara, comenzando
a reír ante lo estúpido que sonaba eso. ―¡Estaba hablando
en serio!
―¿Por qué asumes eso? ¿Y por qué no puedo se yo el
malo? ―Preguntó aún entre risas, aliviado de que la
conversación hubiera tomado esa dirección. ―Sólo no se dio
la oportunidad, ¿sí? Nos distanciamos después de ello y
luego terminamos
―¿Te dejó después de tener sexo contigo? Mierda. ¿Cómo
siquiera puedes dirigirle la palabra? ―Jimin puso cara de
asco. ―Pero él no te lastimó, ¿cierto? Durante tu primera
vez... ―Jungkook negó con la cabeza. ―Bien
―¿Bien?
―Temía que él te hubiera dado una primera mala
experiencia ―Admitió, extendiendo su mano hacia él para
acariciar sus cabellos. Jungkook se removió incómodamente
en el sofá, queriendo alejar la atención de él.
―¿Qué hay de tu primera vez?
―Fue con mi primer novio... si es que se puede llamar así.
No lo consideré uno, en realidad ―Jimin alejó su mano,
soltando una risita. ―Él era popular y estúpidamente guapo,
así que no dudé en salir con él cuando me lo propuso. Nos
embriagamos en una de sus fiestas y terminamos
enredándonos en su habitación. Tenía 16 en ese entonces
―Jungkook le miró de tal manera, que él ni siquiera lo pudo
interpretar. ―¿Qué? ―Se atrevió a preguntar.
―Es sólo que... se escucha un poco triste ―Admitió. ―Y
vacío, muy vacío. ¿Alguna vez has hecho el amor, hyung?
―Preguntó tímidamente.
―Eso suena un poco cursi para alguien como yo...
―Contestó con una sonrisa vergonzosa.
―No es cursi para nadie, es lindo ―Corrigió, sonriendo
con dulzura. ―Es increíble... sentirse amado a ese nivel
Escuchando a Jungkook decir tales palabras, Jimin podía
comprender un poco mejor por qué había personas que
usaban la expresión hacer el amor en vez del simple y
ordinario sexo. Decir sólo sexo cuando había sentimientos
de por medio, no parecía suficiente. Y él comenzaba a
cuestionarse qué tan excepcional era sentirse amado de esa
forma.
La conversación tomó un nuevo camino después de ello.
Dejando atrás el recuerdo de sus primeras experiencias,
Jimin sonrió cuando Jungkook, en vez de elegir una película,
preguntó sobre sus presentaciones de baile. Y él quiso llorar
cuando aquel chico le habló como un niño mimado mientras
le pedía que por favor le enseñara todo el material que
tuviera.
Su corazón saltó en reconocimiento al ver a Jungkook
ensimismado en sus vídeos mientras hacía observaciones y
le aplaudía como si él hubiera estado ahí en esos
momentos, siendo parte del público, venerándolo y
enamorándose de él. Los halagos llegaron como una lluvia
sobre su persona a medida que terminaba la mañana y
avanzaban por la tarde. Ni la hora de almuerzo ni la llegada
de sus padres, fue un impedimento para que ambos
continuaran viendo las presentaciones.
Jihyun dejó su cuarto mucho más tarde, cuando las bolsas
con frituras que había llevado consigo finalmente
terminaron. Bajando las escaleras, olfateó intentando
descifrar la cena que estaban preparando sus padres. Se
detuvo súbitamente antes de llegar al salón cuando escuchó
la voz de su hermano y su invitado con el ligero ruido de la
televisión de fondo.
―Me gustan esos pasos ―Jihyun se pegó a la pared,
preguntándose si ellos lo notarían en caso de asomarse
para espiarlos. ―Luces como si fueras capaz de flotar, tus
pies nunca están demasiado tiempo en el piso ―Jungkook
parecía impresionado.
―Kookie, todo lo que has dicho el día de hoy mientras ves
mis presentaciones es me gusta ―Jimin rió. ―Podrías
simplificarlo y decir con franqueza que soy yo el que te
gusta
Jihyun hizo una mueca, asomándose ligeramente para ver
al par. Sintió un escalofrío al comprobar que los jóvenes
intercambiaban miradas afectuosas que no tenían nada que
envidiarles a los protagonistas de una asquerosa película de
romance.
―Me gustas un montón también, lo sabes ―Señaló
suavemente.
―No me queda claro ―Jimin toco su labio con su índice,
pestañeando encantadoramente para él. Jungkook puso los
ojos en blanco en medio de una risita al comprender lo que
deseaba.
El pelirrojo se inclinó sobre el rubio, presionando un ligero
beso en su boca. Jimin lo tomó por sorpresa cuando en
respuesta lo rodeó con un brazo, incitándolo a subirse a su
regazo. Jungkook sintió sus orejas calentarse mientras
posaba sus manos en sus hombros.
―Bien... ―Aclaró su garganta. ―Se supone que debería
ver tus presentaciones, es difícil hacerlo si me tienes en
esta posición ―Señaló.
―¿Mis piernas no son cómodas? ¿No es mejor apreciarme
directamente que a través de un vídeo? ―Jimin agrandó sus
ojos y Jungkook sonrió con diversión. ―Te daré una copia de
mis presentaciones
―¿Lo harás? ―Sus ojos brillaron instantáneamente al
escucharlo.
―Por supuesto ―Jimin acarició sus cabellos, mirándole
curioso ante la manera en que sonreía. ―¿Eso te hace tan
feliz?
―Me gusta mucho verte bailar. Luces brillante y feliz cada
vez que estás en el escenario, y eso me hace feliz también
―Sus ojos se llenaron de pequeñas arrugas mientras
hablaba.
Jimin mordisqueó su labio ligeramente, emocionado.
Rodeando la cintura del menor con sus brazos, lo atrajo a su
cuerpo en busca de sus labios. Jungkook lo abrazó por el
cuello mientras respondía dulcemente a sus besos.
Jihyun apartó la mirada y caminó hasta la cocina, un poco
extrañado con la situación. Había algo que aún le inquietaba
de la pareja y no podía simplemente aceptarla sin más. El
hecho de que su hermano mayor mirara a ese chico como si
estuviera muriendo de amor por él, no le daba más
confianza, sino todo lo contrario. Y era un poco molesto ver
al rubio derrochar tanta miel por alguien, sobre todo porque
no sabía nada de ese alguien.
―Mamá ―Llamó al entrar a la cocina. ―¿Dónde está
papá?
―Lo he mandado a comprar, la cena ya está casi lista
―Señaló, dejando lo que hacía para mirar a su hijo, quien
no parecía muy contento. ―¿Te ha sucedido algo?
―Hyung se está besando con su novio en el sofá
―Bien... ―Ella parpadeó. ―Ellos sólo están haciendo eso,
¿cierto? ―Enarcó una de sus cejas. ―Porque tendré que
tirar las orejas de Jimin si él se atreve a hacer algo
inadecuado con nosotros aquí
―No, ellos sólo están besándose... por ahora ―Sacudió la
cabeza, tomando asiento en un taburete. ―Mamá, ¿de
verdad no encuentras nada extraño en esto? Hyung trata a
ese chico como si fuera una joya muy lujosa. Usualmente, él
sólo estaría inflando su propio ego
―Jimin está aprendiendo a amar a alguien más, Jihyun, no
hay nada raro en eso ―Le sonrió dulcemente, intentando
tranquilizarlo. ―Personalmente, me gusta ver este lado de
él. Tu hermano siempre ha sido un chico dulce, pero desde
hace un tiempo parecía preocupado por cosas más
superficiales. Él necesita regresar sus pies a la Tierra. Y
sentir. Sentir le hará bien
―Eso podría ser contraproducente ―Murmuró de mala
gana. ―Si ese chico lo lástima, no sólo sus pies estarán en
el suelo ―La mujer le miró con atención. ―Él ya lo lastimó
antes, mamá, ¿recuerdas? Después de navidad
―Y sólo sabemos una parte de la historia ―Le recordó.
―Quizás ambos cometieron errores y están intentando
arreglarlos, eso es algo que sólo puede decidir ellos, Jihyun.
¿Y qué si duele? Es amor, por supuesto que va a doler. ¿Y si
resulta bien? Mejor aún. Si quieres que sea honesta contigo,
me alegra ver que Jimin ha encontrado alguien que aprecie
lo que hace ―Miró hacia la entrada. ―Cuando hemos
llegado con tu padre, escuchamos como Jungkook
enumeraba un montón de cosas que le parecían increíbles
de tu hermano. Al menos sé que él está intentando
entender sus pasiones. Y creo que eso ha tranquilizado un
poco a tu padre también
Jihyun suspiró, preguntándose por qué su madre era tan
flexible y suave; eso no siempre podía ser algo bueno.
Esperaba que al menos su padre conservara un poco de
buen juicio, después de todo, el hombre siempre había sido
el fan n°1 de Jimin; él tenía que ser más estricto en cuanto a
Jungkook.
Cuando la hora de la cena llegó, Jihyun quiso bufar al
menos unas cien veces al ver a la pareja sentada
justamente frente a él. Las manos de Jimin parecían picar
por los deseos de alimentar al pelirrojo y él no podía creer
que su hermano mayor no sintiera ni un poco de pudor
frente a sus padres. No así Jungkook, que miraba entre los
adultos con cierta vergüenza para luego mirar tímidamente
a Jimin cada vez que este le extendía sus palillos.
―Hyung, basta ―Pidió luego de un rato al notar que Jimin
parecía más concentrado en llenarlo de comida que
alimentarse a sí mismo.
―Estás en crecimiento, es necesario ―Se excusó,
provocando las risas de sus padres.
―Jimin, cariño, creo que Jungkook ha crecido incluso más
que tú. Y él es el menor, ¿no? ―Señaló la mujer.
Jimin le miró indignado por el comentario, aumentando las
risas en la mesa. Jungkook aprovechó su momento
dramático para llenar su plato de comida, recibiendo una
mirada curiosa después de ello.
―¿Qué estás haciendo?
―Tienes que centrarte en ti mismo ahora. Come, hyung
―Señaló. ―Todo está delicioso, es un desperdicio que sólo
me estés dando de comer. Además, tú también eres un
chico en crecimiento. Y necesitas comer adecuadamente
para conseguir grandes pasos de baile
―Eso es cierto ―Apoyó el señor Park. ―Además, ¿no
luces más delgado que la última vez? ¿Has estado
trabajando demasiado, Jimin?
―Yo-uhm... un poco ―Tomó un bocado, sin querer mirar a
su padre. ―Supongo que me he pasado un poco con las
prácticas, pero me aseguraré de no saltarme ninguna
comida a partir de ahora ―Prometió. ―Es más, visitaré a la
nutricionista de la universidad para asegurarme de obtener
una dieta balanceada
Jungkook lo miró fijamente, preguntándose si era
adecuado que Jimin no les contara la verdad a sus padres
sobre su desorden alimenticio. De todas formas, era bueno
escuchar que él planeaba comenzar una buena dieta.
Incluso si eso no le parecía suficiente, al menos sí era un
buen inicio.
―Sé que el número que estás preparando es importante
para ti, Jimin, pero tu salud siempre está primero ―Le
recordó su padre. ―¿Estás nervioso por tu presentación?
―No mucho, las prácticas van muy bien. Minhyuk es un
buen compañero ―Sonrió suavemente.
―Es una lástima que no podamos verte ese día ―Se
lamentó la mujer en un suspiro.
―Quizás no es suficiente, pero... ―Jungkook se atrevió a
intervenir. ―Yo podría encargarme de grabar la
presentación
―¿Sí? ―Ella sonrió brillantemente. ―Te lo agradeceríamos
mucho. Siento que nos hemos perdido demasiado de él
desde que dejó Daegu. Antes de ello, siempre nos
asegurábamos de apoyarlo. Al menos ahora consiguió un
buen novio que se encargará de acompañarlo ―Celebró.
―Oh, mamá ―Jimin pasó una mano por su rostro al
escucharla. ―No lo digas así, lo harás sentir presionado.
Jungkook también tiene sus propias ocupaciones y-
―Pero yo te acompañaré ―Jimin giró a él al ser
interrumpido. ―Amo verte bailar, por supuesto que no me
perderé ninguna de tus presentaciones
―¿Y me llevarás flores nuevamente?
―¡Muchas de ellas! ―Aseguró, casi ofendido por el hecho
de que lo dudara.
―Jungkookie, eres el novio más lindo del mundo, ¿lo
sabes?
Jungkook abultó su labio y bajó la mirada, avergonzado de
escuchar eso cuando el resto de los Park estaba ahí
también. Le miró de reojo cuando el mayor sostuvo su mano
por sobre la mesa, presionándola con cariño.
―De todas formas... ―Sonrió ligeramente, pensativo.
―Estaba esperando que tomaras fotos ese día, supongo que
ya no podrá ser así
―Oh, ¿él fue quien hizo esos álbumes de ti, cierto?
―Ambos giraron hacia la mujer, separando sus manos un
poco cohibidos al notar que las tres miradas estaban sobre
ellos.
―Sí, Jungkookie es mi fotógrafo personal ―Bromeó
alegremente. ―¡Y tomó fotos para el festival de navidad
también! Estoy seguro de que han salido grandiosas
―Tú luces grandioso ―Señaló Jungkook en voz bajita,
llenando su boca de comida después al notar que todos lo
escucharon. Jimin le regaló una sonrisa ladina y no pudo
despegar sus ojos de él. ―Y... uhm... ―Tragó. ―El álbum de
la sección de navidad está listo, pero lo he dejado en mi
dormitorio de Seúl, me aseguraré de entregártelo pronto
―Hey, hay tiempo ―Lo tranquilizó.
―... y puedo tomar fotos de tu presentación de final de
ciclo si realmente lo quieres ―Aseguró. ―Puedo pedirle a
alguien más que grabe, así definitivamente me aseguraré
de obtener las mejores tomas de ti ―Prometió.
―Siempre obtienes las mejores tomas de mí ―Sonrió,
girando hacia su familia. ―Entonces es un hecho, tendrán
fotos y vídeos de mi presentación, no tendrán excusas para
no llenar el salón con mi cara
―Tu cara es la que más se repite ―Murmuró Jihyun,
provocando que Jimin le enseñara su lengua. ―Ya que falta
tan poco para tu presentación, espero que cuides mejor de
ti mismo
Jimin le miró confundido, preguntándose de dónde nacía
ese comentario. Jungkook miró con atención a Jihyun, quien
parecía especialmente analítico. Para el chico no había
pasado desapercibido los pequeños cambios en Jimin y eso
daba cuenta de lo mucho que el mayor le preocupaba,
aunque no lo demostrara abiertamente. Jeon se encogió un
poco en su lugar cuando el chico frente a él le apartó la
mirada, como si no tuviera relevancia.
Bien, definitivamente no tenía su aprobación.
―¿Van a designarte un nuevo compañero de dormitorio a
partir del próximo ciclo, hijo? ―Jimin giró robóticamente
hacia su madre al oír esa pregunta. ―La otra vez dijiste que
se sentía un poco solitario no tener un compañero, espero
que el chico nuevo sea un buen apoyo para ti ―Ella sonrió
con dulzura.
―Uhm, la verdad... ya me han designado un compañero
―Jungkook volteó hacia él, sorprendido. ―Pero su matrícula
está en proceso, así que sí, comenzará a convivir conmigo a
partir del próximo ciclo
―¿Cómo es que ya conoces a tu compañero? ―Preguntó
Jungkook rápidamente. ―Usualmente, los chicos de primer
año no conocen su asignación de dormitorio hasta el primer
día y-
―Él no es de primer año ―Lo interrumpió, sintiéndose
incómodo cuando todos lograron notar que algo no andaba
bien con el tema. ―Es... uhm... Hoseok. Lo han designado
como mi compañero
―¿Por qué no me lo dijiste antes? ―Jungkook estaba
consternado.
―Sólo lo olvidé ―Murmuró.
―¿Quién es Hoseok? ―Preguntó el señor Park, consciente
de que había algo perturbando al rubio.
―Es el ayudante del profesor de baile y la persona a
cargo de mí en la presentación ―Respondió
monótonamente.
―¿Y por qué pareces tan molesto con la idea de tenerlo
de compañero? ¿Acaso te hizo algo? ―Prosiguió su padre.
―Jimin, si ese chico ha hecho algo, sólo tienes que-
―No, papá ―Lo interrumpió. ―Hoseok es un buen chico.
Él sonríe mucho y se lleva bien con todo el mundo. Estuvo
en New York una temporada y todos han enloquecido con su
presencia en la facultad de danza, porque es realmente
increíble, incluso yo soy capaz de reconocerlo. Ese no es el
problema
―¿Cuál es el problema?
―No hay un problema ―Respondió con recelo.
―Dijiste que ese no era el problema, por lo que debe
haber otro problema ―Insistió su madre. ―¿Jimin? ―Llamó,
al verlo enfurruñado. ―Si no tienes un problema con él,
¿puede que sea él quien tiene un problema contigo?
―Intentó sacarle información. ―¿Hiciste algo que le
molestara?
Jihyun se inclinó sobre la mesa, curioso por el escrutinio
de sus padres sobre su hermano, sobre todo porque el
nombre de Hoseok parecía vagamente familiar en sus
recuerdos. Girando hacia el novio del mayor, alzó una de
sus cejas al verle igual de incómodo.
―Jimin hyung no ha molestado a Hoseok ―Intervino
finalmente Jungkook, queriendo eliminar la tensión del
tema. ―Ellos sólo... no congenian, pero no es nada tan
grave ―Miró a su novio, esperando que realmente fuera así.
―No tienen que preocuparse por Hoseok, porque él no hará
nada contra hyung. El hecho de que ambos no sean amigos,
no es nada tan grave. Por lo general, Jimin es bastante
alabado por su entorno, ¿saben? La gente aspira a ser como
él o ser cercanos a él. Pero supongo que al final del día no
podemos... ser amigos de todos ―Terminó, preguntándose
si había usado las palabras correctas.
―¿Piensas así de mí, Jungkook? ―Jimin le miraba
fijamente.
―Definitivamente. A la mayoría nos gustas un montón
―Afirmó, provocando que el contrario sonriera.
―¿Escucharon eso? Nada por lo que preocuparse ―Le
aseguró a su familia, relajándose. ―Sólo estoy un poco
celoso de la excesiva glorificación hacia Hoseok, pero él no
es un mal chico y yo tampoco lo soy, podemos estar en la
misma sala sin pasar a llevar al otro ―Aseguró.
―Está bien, pero si él intenta molestarte, recuerda que-
―Papá, todo está bien ―Interrumpió Jimin. ―Ahora, ¿por
qué no continuar con el postre? ―Cambió rápidamente de
tema.
Jimin se levantó, sin esperar por una respuesta. Su padre
desde siempre había sido demasiado sobreprotector y no
quería alargar más el tema. Intercambiando una mirada con
Jungkook, le sonrió levemente para hacerle saber que todo
estaba bien. Aparentemente, había más de una persona
inquieta por su nuevo compañero de cuarto.
Y por supuesto que él seguía odiando la idea, pero no
quería exponerse demasiado. ¿No sería inmaduro de su
parte hacer un berrinche por su mala suerte?
♢♢♢♢♢
Jimin salió a dar un paseo con Jungkook después de la
cena, casi como si quisiera huir de la atención de sus
padres. Ambos se entretuvieron en el parque, jugando como
niños y tomando fotografías, para luego regresar a casa y
darse una ducha.
Dejó a Jungkook en el baño mientras se escabullía hasta la
primera planta en busca de un vaso de agua. Pasando por
fuera del salón, se detuvo un minuto frente a la entrada al
recordar como esa mañana el menor había estado
demasiado interesado observando sus fotografías. Su labio
inferior tembló levemente y lo mordisqueó con nerviosismo
al inferir los cuestionamientos que su novio no reveló.
No había fotos de su infancia hasta sus 15 años.
Suspiró, inquieto por ello. ¿Quizás ya era momento de
hablar al respecto?
―¿Jimin? ―El joven dio un respingo al escuchar la voz de
su madre. ―¿Qué haces de pie en el pasillo? ¿Y Jungkook?
―Se está duchando ―Volteó hacia ella, quien tenía una
sonrisa extraña. ―Mamá ―Gruñó.
―No he dicho nada ―Se defendió. ―¿Él durmió bien la
noche anterior? Porque hay una cama extra en el cuarto de
tu hermano, estoy seguro de que él podría permitírsela si-
―¡No! ―Interrumpió demasiado rápido para su propio
gusto. Jimin se puso completamente rojo cuando su madre
le miró de manera perspicaz. ―Es mi novio, mamá. No
puedes dejar a mi novio durmiendo con mi hermano menor
mientras yo quedo abandonado en la tercera planta ―Hizo
un puchero con su labio inferior.
―Supongo que no te has atrevido a dormir con él, ¿cierto?
Porque estoy confiando plenamente en ti al dejar a tu novio
en tu mismo cuarto ―Le advirtió, aunque no parecía
realmente amenazante. Jimin podía ver en sus ojos la
diversión.
―Jungkook es un buen chico, no te preocupes
―¿Y qué hay de ti? ―Picó con su índice sus costillas,
provocando que Jimin riera ligeramente. ―Ahora, dejando
de lado que luces como un niño cursi muy enamorado, ¿me
dirás qué sucede con tu nuevo compañero de habitación?
―Y eso bastó para que la sonrisa de Jimin se esfumara.
―Mamá, no-
―Nada de mamá no ―Tomó su brazo, arrastrándolo hasta
el salón para obligarlo a sentarse. ―Sé que escondes algo y
te cuesta hablarlo frente a tu padre, porque él siempre se
preocupa demasiado por todo y puede llegar a ser algo
extremista con las soluciones ―Lo miró. ―Y sé que yo
parezco un poco más relajada, pero eres mi hijo y necesito
saber qué pasa con ese tal Hoseok. Todo lo que te afecta me
involucra también, Jimin
―No es nada importante ―Murmuró. La mujer enarcó una
de sus cejas. ―Él no es un mal chico, en serio. Hoseok es
brillante, todos lo admiran y quieren ser sus amigos. La
gente siempre lo está alabando y los profesores lo adoran.
Jamás he escuchado a alguien quejarse de él. Y él me trata
bien... profesionalmente. Es un buen instructor también
―Y entonces... ―Ella agitó sus manos, impulsándolo a
proseguir.
―Es... uhm... el ex novio de Jungkook ―La mirada de la
mujer se volvió compasiva cuando la máscara de
tranquilidad de su hijo cayó. ―Lo odio tanto, mamá
―Admitió, su voz volviéndose un murmullo. ―Él es
malditamente perfecto en todo. Y estudió en el extranjero y
es mejor que yo en el baile. Y aún... aún está enamorado de
Jungkook ―Chasqueó con la lengua. ―¿Puedes creer que
incluso le ha pedido ayuda con las presentaciones? Odio ver
a Jungkook interactuando con él en cada práctica. Odio ver
que-que lucen tan bien juntos ―Balbuceó al final.
―Tú eres así de increíble también ―Ella extendió la mano,
acariciando los cabellos de su hijo. ―Y a ti te cerraron las
puertas para bailar y eso no impidió que te convirtieras en
un bailarín muy talentoso. Tus oportunidades fueron
limitadas y has llegado tan lejos... ―Suspiró, secando una
pequeña lágrima que escapó del ojo del joven. ―Y yo creo
que ustedes lucen bien también. Jungkook se ve feliz a tu
lado y tú te ves feliz con él. ¿Crees que tu padre no habría
interferido de pensar que ese chico no está loco por ti?
―¿Papá lo aprueba? ―Su voz salió ahogada y quiso llorar
cuando su madre asintió. ―Nunca me había sentido así por
nadie, mamá, y estoy tan aterrado. Porque Jungkook es
increíble y merece a alguien increíble también. Y yo... he
cometido errores y... ―Frotó sus ojos. ―No quiero que
piense que no soy lo mejor para él
―Quizás es momento de que te sinceres con él, ¿no?
―Jimin apartó sus manos para mirarla. ―Háblale de ti,
Jimin; del verdadero Jimin. Del niño que lloró el día que le
dijeron que no podría asistir a la academia de sus sueños,
pero, que días después, decidió que cambiaría las cosas
―Acarició su mejilla. ―Porque hay mil cosas de las que
puedes estar orgulloso, cariño. Y estoy segura de que
Jungkook sabe que tú vales oro
Jimin inhaló profundamente, asintiendo, y dejó que su
madre le abrazara dulcemente cuando esta lo atrajo a sus
brazos.
Definitivamente, había llegado el momento.
Nota:
Por fin pude actualizar ;-;. Quise mostrar un poco más de la

El próximo capítulo se viene bueno 🙊


familia de Jimin, ya que ya conocemos a la familia de JK (?).
(y sí, buenas noticias,
tengo casi listo el próximo capítulo, así que no faltará
actualización para el próximo viernes).
Gracias por la espera! Tengan un buen viernes ( ˘
³˘)♥
[32]

Jungkook dejó sus cabellos caer revoltosamente en todas las


direcciones luego de haber aplicado crema. Mirándose a sí
mismo en el espejo por más tiempo del necesario, enseñó la
sonrisa más grande de todas para comprobar que sus
dientes estaban bien. Dio una vuelta sobre sus talones,
observando su pijama, y golpeó su rostro suavemente tras
decirse mentalmente que no había nada por lo que
preocuparse, porque ya había dormido con Jimin antes.
Pero, claro, ellos no habían oficializado lo suyo antes.
Bajó la mirada, recriminándose a sí mismo por la manera
en que hacía las cosas. El adolescente honesto e inocente
que alguna vez fue, había sido desplazado por un joven con
inseguridades que ni siquiera habría imaginado. Y lleno de
miedos, por sobre todo. ¿Dónde había quedado su valentía?
¿Por qué le había permitido al pesimismo ganar la batalla?
Quería morder sus uñas al pensar en que llegaría el día en
que Jimin cambiaría de opinión sobre él.
Cada respiración a su lado era un latente recordatorio de
que él no lo había dicho todo y, por tanto, el rubio en
cualquier momento podría notar la verdad y apartarlo. Y
Jungkook odiaba admitir que estaba desesperado por
extenderlo todo; por hacer de ese amor algo duradero.
¿Jimin le querría después de confesarle su propia verdad?
Salió del baño, sintiendo sus hombros un poco pesados,
pero intentando disimularlo. Alzando la vista, se encontró a
Jimin en la cama sosteniendo lo que parecían ser unos
álbumes de fotos. La preocupación que sentía por sí mismo
dio un vuelco entonces, desvaneciéndose, y se acercó
curioso hacia el mayor, quien le miraba con una tranquilidad
extraña para su temblorosa sonrisa.
―Hey, ven aquí, hay algo que quiero que veas ―Jimin se
apartó, dejando un espacio para él a su lado. Jungkook se
acomodó en el colchón, sin despegar sus ojos de los
álbumes. ―Te vi estudiando las fotos del salón esta
mañana, así que supuse que estarías interesado por ver un
poco más de mí. ¿Recuerdas que te mencioné una vez que
yo era muy distinto a como soy ahora? ―Jungkook ahora
giró hasta él. ―Pues creo que sería bueno que vieras por ti
mismo el gran cambio
―Hyung, no tienes que sentirte obligado a- ―Jimin negó
con la cabeza. Jungkook cerró la boca cuando el chico
simplemente abrió el álbum y lo empujó hasta él.
Y ahí estaba Jimin, quien probablemente no pasaba de los
8 años. Su cara era completamente redonda y sus mofletes
se veían más grandes debido a la sonrisa que portaba. Jimin
tampoco había exagerado al decir que él tenía varios
kilogramos demás en ese entonces. Sin embargo, Jungkook
aún intentaba comprender la magnitud de esa imagen para
él.
―Los adultos decían que yo era un pastelito ―Continuó el
mayor a su lado mientras él revisaba el resto del álbum.
―Demasiado dulce y blando, así es como me describían. No
obstante, mis compañeros... ―Formó una mueca con los
labios. ―Puede que ellos hayan sido un poco más duros al
respecto
―¿Te molestaban? ―La pregunta apenas salió de su boca.
―Sí ―Afirmó. ―Ellos inventaban apodos crueles y no me
dejaban unirme a ellos en los juegos ―Contó con más
tristeza que amargura. ―A veces hacían excepciones, como
cuando decían que yo era perfecto para el arco porque era
capaz de taparlo ―Mordisqueó su labio con fuerza. ―Y ese
tipo de cosas que dicen los niños. Pero no me sentía
realmente atacado, ¿sabes? Es decir, me sentía mal en el
momento, pero era capaz de sobrellevarlo y volver a reír por
las cosas que me hacían feliz. Era más fácil en ese entonces
―Jungkook lo miró fijamente, encontrándose con sus suaves
ojos. ―Hasta que llegué a la escuela media
Jimin tomó un segundo álbum, apartando el primero para
que prosiguiera. En este, Jungkook pudo confirmar como
Jimin estaba comenzando su camino a la pérdida
adolescencia. Él ya no era tan gordito cómo solía ser de
niño, sin embargo, comparado con el resto de los
preadolescentes, probablemente aún marcaba demasiado la
diferencia.
―Vi una presentación de baile del equipo de danza poco
después de haber ingresado a la escuela media ―Comentó
Jimin mientras Jungkook cambiaba las páginas del álbum,
notando como en esas fotografías el mayor parecía más
incómodo con el hecho de ser enfocado por la cámara.
―Creo que fue mi primer amor, honestamente. Luego de
ver a los chicos bailar, ansié en convertirme en un bailarín
también, pero estaba demasiado avergonzado con mi
aspecto físico como para intentar ingresar ―Admitió
avergonzado. ―Los chicos del club de danza de la escuela
eran el sueño de cualquiera. Ellos eran los más populares e
inteligentes, y todos, por supuesto, lucían como malditas
estrellas de la televisión. ¿Entiendes por qué no podía
acercarme a ellos? ―Jungkook lo miró. ―Yo sólo era el niño
gordito y simpático, y ellos... ellos eran todo. Sólo podía
quedarme fuera de la sala de prácticas para admirarlos y
lamentarme por no poder estar en el mismo lugar
Jimin tomó el álbum que le había entregado a Jungkook,
evaluándose a sí mismo. Intercambiando miradas con el
menor, cerró el álbum mientras sonreía lleno de pudor.
―Y fue cuando comenzaron mis inseguridades. Yo...
uhm... intenté esforzarme en comer menos cosas deliciosas
―Chasqueó con la lengua. ―Algo bastante difícil
considerando que mis padres son reposteros. Pero lo logré.
Y como me sentí orgulloso de mi mismo al comprobar que
había perdido 3 Kg al terminar el mes, pensé... pensé que
podría acercarme a ellos. Pensé que si me esforzaba así
cada mes... ellos no tendrían problemas en aceptarme. Pero
antes... ―Su respiración se volvió inestable a la vez que
tomaba un tercer álbum, el que parecía ser un anuario.
―Había un chico que me gustaba ―Confesó. ―Él era un
bailarín increíble atractivo y yo me sentía hechizado por él.
Cuando pasaba por su lado en los pasillos, sentía que sólo
podía babear y actuar como una colegiala ―Sus orejas se
pusieron rojas de la vergüenza. ―Así que antes de intentar
entrar al club de danza de la escuela, primero quise
sincerarme con este chico para que me resultara menos
difícil compartir el mismo ambiente que él
Jimin abrió el anuario, recorriendo las hojas en busca de
alguien. Su rostro se arrugó por un momento al dar con su
resultado y Jungkook ladeó su cabeza, en espera. Pudo
vislumbrar cierto remordimiento en los ojos del mayor
cuando este por fin volvió a verlo, extendiéndole el anuario
mientras señalaba una foto. El pelirrojo sintió que su
respiración se cortaba al comprobar de quién se trataba.
―Lee Taemin, estudiante de último año ―Murmuró Park,
dejando el anuario en manos de Jungkook, cuya expresión
estaba en blanco. ―Lo siento por no decírtelo antes,
Jungkook. Honestamente, ni siquiera Taehyung, que es mi
mejor amigo, lo sabe. Solo... no quería traer el tema de
vuelta, ¿sabes? ―Jungkook no despegaba la mirada del
anuario. Sus dedos se movieron nerviosos para retroceder
en las hojas, buscando a alguien más, y Jimin quiso llorar
por lo relevante que parecía para él encontrar al mejor
amigo del chico. Hubo un pequeño silencio extendiéndose
cuando el menor finalmente halló la foto de su ex novio.
―Jung Hoseok, segundo año, el mejor amigo de Taemin
incluso desde ese entonces... ―Jungkook volvió a alzar la
mirada hacia él. ―Pero supongo que eso siempre lo has
sabido ―Sonrió débilmente.
―¿Le confesaste tus sentimientos a Taemin? ―Jimin
asintió mecánicamente. ―¿Qué pasó?
―Fui después de una de sus prácticas y le pedí que
habláramos, pero como sus amigos esperaban por él, me
obligó a apurarme mientras miraba su celular como si este
fuera mucho más interesante que yo. Aunque, por supuesto,
lo era ―Chasqueó con la lengua. ―Le hablé de cuanto
admiraba su baile, lo mucho que me había inspirado y lo
mucho que me gustaba también. Así que él me miró
seriamente por primera vez, de pies a cabeza, y comenzó a
reír como un desquiciado ―Jungkook empuñó sus manos,
comenzando a sentirse irritado al escuchar el dolor en la voz
de Jimin. ―Él giró hacia sus amigos y les gritó que un chico
gordo y feo se le estaba declarando. Todos comenzaron a
reír entonces, excepto... excepto Hoseok ―Su voz se quebró
al recordar la mirada compasiva del chico. ―Hoseok me
miró como si estuviera muy avergonzado del
comportamiento de su amigo y lo arrastró lejos de mí,
obligando a todos a seguir su camino y hacer... hacer como
si yo nunca hubiera cometido el gran error de declararme a
un imbécil
Jungkook bajó la mirada hacia el anuario, observando la
foto de Hoseok de cuando tenía 14 años, exactamente la
misma edad a la que le había conocido en aquella academia
de baile. Y no quería pensar demasiado en ello, pero no
podía evitar sentir cierto alivio al escuchar a Jimin decir que
Hoseok no había sido como los otros. Porque si Hoseok
había sido así en el pasado, ¿qué tan mal había estado su
juicio?
Jimin apartó la mirada, consciente de que la mirada de
Jungkook sobre la foto de Hoseok sólo podría significarse
una cosa. No podía creer que el chico que había apaciguado
en ese entonces un poco su humillación y a quien había
agradecido eternamente, terminaría siendo el mismo a
quien odiaría años más tarde. Él sólo quería tomar el
maldito anuario, arrancar la foto de Hoseok y que Jungkook
lo mirara a él.
Sólo a él.
Jungkook volvió a cambiar las hojas, retrocediendo en
busca del grupo de primer año. Deteniéndose en la foto de
Jimin, sonrió con algo de pena al ver el rostro inexpresivo
del chico cuya edad no debía ser más de 13 años. Tocó la
fotografía, pensando en la historia narrada por el mayor, y
su corazón pesó cada vez más. ¿Por qué Jimin había estado
tan solo? ¿Por qué había sido rodeado de ese tipo de
personas? Si tan sólo él hubiera estado en ese entonces...
Jimin se sintió sorprendido cuando los ojos del pelirrojo se
llenaron de diminutas lágrimas, las cuales apartó
rápidamente en lo que intentaba ordenar sus ideas.
―Dime algo ―La voz del menor salió suavemente, sin
ninguna recriminación. ―¿Puedo inferir que ninguno de ellos
te reconoce ahora? ―Lo miró. ―Taemin, Hoseok, ¿ellos no te
recuerdan?
―Sólo Taemin. Hoseok sabe quién soy, pero finge que lo
ignora ―Jungkook asintió pausadamente, pensativo.
―Entonces... ¿por qué? ―Se atrevió a preguntar,
confundiendo al mayor. ―¿Por qué has estado con Taemin?
Él te lastimó tanto y... ―Su voz tembló. ―No lo entiendo. En
tu lugar, odiaría estar con él
―Sí, supongo que es difícil de entender ―Jimin peinó sus
cabellos hacia atrás, nervioso. ―Pero... supongo que sólo
estaba llenando mi ego. Taemin me rechazó por ser gordo y
feo, pero años después, él pareció volverse loco cuando nos
encontramos en el pasillo de la facultad. Lo detesto por lo
que me hizo, pero cuando él no pudo apartar la mirada de
mí ese día... me sentí bien conmigo mismo ―Confesó. ―Él
me miró como si fuera alguien extraordinario. Él me
deseaba. Si tanto había cambiado su perspectiva de mí, es
porque yo había conseguido algo grande. Así que le permití
acercarse a mí porque... porque me siento bien conmigo
mismo cada vez que él pierde la cabeza por mí, mientras él
ya no me causa nada. Tengo el poder ahora, Jungkook, ¿no
puedes verlo? ―El contrario negó con la cabeza.
―Jungkook...
―¿Para quién has llegado tan lejos, hyung? ―Preguntó.
―¿Por qué decidiste hacer una dieta? ¿Por qué decidiste
hacer deporte? ¿Fue por Taemin? ―Jimin negó intensamente
con la cabeza. ―¿Por quién?
―¡Por mí! ―Respondió con obviedad. ―Por supuesto que
lo de Taemin fue un factor, ¡pero nunca fue lo primordial! No
me di por vencido después de eso, ¿de acuerdo? Cuando me
di cuenta de que no podría entrar a ese maldito club, fue
cuando decidí ir a la mejor academia del lugar. ¿Y qué me
dijeron ahí? ¡Que los niños gordos no deben bailar! ¿Y sabes
qué tan difícil fue sentir que nunca podría encajar?
―Jungkook tensó la mandíbula al ver la mirada cristalina del
mayor. ―Lloré y me lamenté por días, por supuesto, pero
sabía que no estaba consiguiendo nada, así que decidí
cambiar. Comencé a controlar debidamente mis comidas, fui
con un nutricionista para obtener una dieta balanceada y
comencé a hacer deportes. Por dos años, lo único que hice
fue bailar a solas viendo vídeos mientras me decía que
saldría algún día allá afuera y no habría nadie que me
juzgaría. ¡Y lo conseguí cuando finalmente entré a la
secundaria! Todos se volvieron locos por mí en secundaria.
Fui protagonista de todos los números que deseé. Todos
sabían mi nombre y querían ser mis amigos. Nunca más
volví a estar solo y nunca más volví a ser rechazado.
Obtuve... obtuve todo lo que quería. Entré a la universidad
de mis sueños y lo hice por mí
―Lo hiciste por ti ―Repitió, inclinándose sobre él. ―Pero
no se escucha como si lo hicieras por ti, hyung ―Jimin abrió
la boca, dispuesto a discutir, pero se calmó cuando el menor
tomó su rostro entre sus manos, sosteniendo su mirada.
―Seguiste tu sueño. Te esforzaste y luchaste más que
muchos. Te cerraron las puertas y búscate más alternativas.
Saliste adelante y eso te hace increíble. Y sé que lo sabes,
sé que sabes que, efectivamente, tú has hecho todo esto.
¿Pero sabes la importancia que tiene esto también? Eres
una de las personas más capaces que he conocido en mi
vida, hyung, y a veces siento que no lo valoras tanto como
deberías; que no te valoras tanto como deberías ―Jimin
sintió sus ojos escocer al oír lo último. ―No necesitas gente
que te venere. No necesites que te besen los pies. Que las
personas hagan estas cosas, no hablan verdaderamente de
ti ―Le recordó. ―Taehyung se convirtió en tu amigo porque
eres confiable y tienes un gran corazón. Namjoon y YooJung
están cerca de ti porque saben que eres un buen chico. ¿Yo?
Estoy contigo porque estoy enamorado de ti. Y no son sólo
tus pasos grandiosos, ni tu cabello a la moda, ni tu
capacidad para atraer a la gente. No eres sólo tú, siendo
atractivo. Es la persona que eres. Es como me cuidas, como
me quieres y cómo me haces feliz. ¿Qué es todo eso
comparado a tu atractivo? Porque, mira, Taemin es muy
atractivo, y no podría ser más vacío ―Los ojos del contrario
finalmente se llenaron de lágrimas. ―No necesitas la
aprobación de nadie
―Pero el resto... ―Jungkook negó con la cabeza. ―No lo
entiendes, Jungkook. Soy quien soy gracias al resto
―Eres quien eres gracias a ti ―Corrigió, secando sus
lágrimas. ―Y lo dije antes también, que espero que sepas
que el resto te adora porque eres genial, y no que eres
genial porque el resto te adora ―Lo atrajo a sus brazos,
brindándole su consuelo. ―Y siento que hayas tenido que
pasar por todo esto. Siento no haber sido consciente de tu
dolor, hyung
―No sabías ―Murmuró, escondiéndose en la curva de su
cuello mientras lloraba. ―¿Puedo decir algo más?
―Preguntó, sin esperar una respuesta. ―De verdad odio a
Hoseok
―Sí, digamos que tenía esa corazonada ―Rió levemente,
abrazándolo con más fuerza, pero Jimin golpeó ligeramente
su pecho en reprobación.
―¿No me vas a juzgar por odiarlo? Porque él fue bueno
conmigo
―¿Y debo alabarlo por ser una buena persona? ¿Por
conservar sus valores? ―Bufó para sorpresa de Jimin. ―¿Por
qué lo odias?
―Porque siempre tuvo todo lo que quise ―Murmuró.
―Porque, aunque era Taemin el que me gustaba, sabía que
Hoseok era el mejor. Él era amigo de todos, el resto siempre
decía cosas buenas de él, incluso hasta hoy. Y Hoseok es
amable y buen compañero. Y Hoseok tiene un montón de
oportunidades esperando por él. Y lo odio... lo odio porque
te enamoraste de él. Te enamoraste de un chico increíble
que incluso hasta hoy siento que va metros por delante de
mí ―Jungkook se distanció de él lo suficiente para buscar su
mirada. ―Te enamoraste de un gran chico y-
―Y ahora me enamoré de otro gran chico ―Le miró con
cariño, peinando sus cabellos hacia atrás. ―Ya hablamos de
esto. Ustedes no son ni remotamente similares, pero me
enamoré de ti. No intento buscar a Hoseok en ti, hyung. Me
gustas por ser tú
―Pero aún me siento inseguro cada vez que te veo sonreír
junto a él ―Insistió. ―¿Estás seguro de que no quieres
volver con él? Porque lo entendería. Entendería si él te
parece más capaz, agradable, atractivo y- ―Sus palabras se
desvanecieron cuando el menor presionó un suave beso
contra su boca. ―Tengo miedo ―Murmuró con dificultad.
―Yo también ―Afirmó con pena. ―Pero al menos te
puedo asegurar que jamás me perderás, no por Hoseok, al
menos ―Volvió a dejar otro delicado beso en su boca. Jimin
subió su mano hasta su rostro y se aseguró de sostenerlo
para que el beso durara un poco más.
―¿De qué tienes miedo tú, Jungkook? ―Se atrevió a
preguntar.
―De no cumplir tus expectativas ―Susurró. Jimin negó
con la cabeza y tomó su rostro entre ambas manos,
besándolo con más firmeza.
―Te quiero, eres perfecto para mí, así que no vuelvas a
alejarte sólo por pensar que no eres suficiente para mí ―Le
pidió, apoyando su frente contra la de él.
―Te quiero y también eres perfecto para mí ―Respondió
suavemente. ―Así que no te autodestruyas por mí, nunca
más ―Jimin se distanció, buscando sus ojos. ―Eres la
persona más importante para ti. Tienes que quererte un
poquito más cada día, si queremos que esto funcione. Yo te
querré por montones cada día de mi vida también, así que
no tienes que preocuparte por eso. Pero vamos a trabajar en
esto, ¿sí? Haremos una lista de cosas buenas de Park Jimin
cada día, porque sé que son interminables
Jimin rió ligeramente, lloroso, pero feliz. Atrayendo al
chico hacia sí mismo para besarlo una vez más, se preguntó
por qué había tardado tanto en encontrarlo. ¿Por qué nadie
había intentado hacerle sentir así de especial antes? Claro,
él había tenido a sus padres y Taehyung aplaudiendo sus
logros, pero nadie había ido tan lejos como Jungkook. Nadie
le había recordado lo que era el mundo real como Jungkook.
Y nadie se había metido bajo su piel de esa forma, ni mucho
menos lo había llevado hasta arriba.
―¿Me habrías querido antes, Jungkook? ―Preguntó en
una pesada respiración cuando se distanció del menor.
Jungkook también respiró, sin aliento, buscando sus ojos
cuando el contrario tomó su rostro. ―¿Cuando no era nadie?
―Siempre has sido alguien ―Murmuró en respuesta. ―El
de hace 8 años y el de ahora, siempre has sido tú, Park
Jimin. Mi Jimin ―Sus palabras rozaron cariñosamente sus
labios.
Mi Jimin. El aludido volvió a tomar otra bocanada de aire
antes de sonreír, parpadeando para alejar las lágrimas, y
buscó desesperadamente los labios del contrario,
hundiéndose en el colchón mientras se llevaba a ese chico
consigo.
Y si los álbumes cayeron con el movimiento de la cama,
realmente no importo. A Jungkook tampoco le importó que
Jimin le besara con ansiedad, con dolor, con cariño; como si
quisiera probarlo, como si necesitara comprobar que él,
efectivamente, lo estaba eligiendo.
Jungkook sostuvo su propio peso, permitiendo el toque de
reconocimiento, el hambre de amor. Distanciándose en
busca de aliento, pudo comprender un poco mejor al chico
bajo él. Y mirando sus ojos cristalinos, también supo con
certeza que él no podría cambiarlo. Que no importaba
cuanto trabajara para hacer cambiar a Jimin de opinión
respecto a sí mismo, nada cambiaría si él no lo intentaba.
Pero estaría ahí para sostenerlo, apoyarlo, guiarlo, si era
necesario.
Sólo esperaba que Jimin le permitiera ese lugar.
―Ojos bonitos ―Susurró Jimin, mirándole con amor
mientras enredaba sus dedos en los rojizos cabellos. ―Mis
ojos bonitos. Me gusta la manera en la que me miras. Siento
que veo tu corazón a través de tus ojos cada vez que me
miras así
―¿Y qué dice mi corazón? ―Preguntó.
―No lo dejes ir, nunca ―Respondió de inmediato,
provocando que el menor riera.
―Nunca ―Repitió, dejando un besito en su nariz.
Jimin se retorció, riendo por las cosquillas, pero ese no fue
un impedimento para que Jungkook siguiera depositando
suaves besos por todo su rostro. Sus labios apenas
presionaban contra la piel cálida mientras descendía por su
cuello, acabando con las risas del mayor.
―Lindo ―Jungkook lo besó. ―Hermoso ―Y ahora besó
cerca de su clavícula, deteniéndose para alzar la mirada
hasta él. ―Hyung, yo... ¿puedo verte? ―Preguntó con
suavidad.
Park sintió el aire atorarse en sus pulmones, demasiado
sorprendido por esa petición. Porque en el pasado, habría
visto esa petición como algo iluso para lo que terminaría en
otra cosa. Porque durante aquella sesión donde decidió
mostrar más de sí, Jungkook no había parecido realmente
interesado en su cuerpo. Sin embargo, ahora sus ojos
brillaban de manera peculiar mientras la petición era hecha
con la más pura inocencia. Y aunque él no se sentía cómodo
mostrándose a sí mismo después de sus problemas
alimenticios, asintió sin pensarlo más, retirando la camiseta
por sí mismo.
Jungkook vio la piel desnuda de Jimin, quien dejaba caer la
camiseta al piso. El rubio dio un par de respiraciones
nerviosas antes de atreverse a mirarle y sonreírle,
denotando su inseguridad. Jungkook, en su lugar, sonrió con
tranquilidad para volver a inclinarse sobre él, besando sus
labios con dulzura. Jimin se relajó entre sus besos y caricias
que parecían más el comienzo de una obra de arte. Los
dedos de Jungkook se deslizaron por su torso expuesto
como un artista que llenaba con delicadeza su lienzo.
―¿Puedo besarte? ―Preguntó en un susurro el pelirrojo
contra su boca, sus dedos aun trazando líneas imaginarias
sobre la piel.
Jimin asintió, viendo como Jungkook se distanciaba para
apreciarlo mejor. Sus dedos hicieron un camino sobre sus
lunares y sonrió como un niño antes de atreverse a besar
uno de ellos. El mayor, que en ese punto temblaba mientras
sentía esos labios quemar su piel, se preguntó seriamente
cómo Jungkook podía volver algo tan íntimo, algo tan
alejado de lo carnal. Porque no, el menor no lo tocaba ni
besaba como quien estaba sediento de él, más bien, parecía
querer grabarlo en su memoria mientras le hacía sentir
especial.
Jungkook dejó una seguidilla de besos alrededor de su
ombligo; besos suaves que se asemejaban al roce del pétalo
de una rosa. Jimin quiso llorar cuando luego de ser bañado
de eso mágicos besos, el menor volvió a aparecer frente a
él con una sonrisa cariñosa, y esta vez fue él quien lo atrajo
para besarlo, más ansioso de lo que hubiera deseado
mostrarse.
―¿Puedo? ―Preguntó tras separarse, sosteniendo el
primer botón del pijama. ―Quiero verte también ―Admitió.
―Pero si no te sientes cómodo...
―Está bien ―Jungkook lo interrumpió. ―Hazlo, hyung
Jimin intentó luchar contra su torpeza mientras
desabotonaba el pijama, dejando su pecho al desnudo para
finalmente dejar caer la prenda. Jungkook tembló
suavemente por el cambio de temperatura e intentó
esconder el pudor mientras se recostaba en el colchón,
permitiendo al mayor continuar con la etapa de
descubrimiento. Los ojos de Jimin barrieron sobre la piel
desnuda antes de que sus miradas se encontraran y pudo
ver la inseguridad en sus ojos, como si temiera el cometer
un error nuevamente.
Tomando una de sus manos, el pelirrojo besó sus dedos
amorosamente para luego sonreírle, haciéndole saber que
todo estaba bien. La sonrisa volvió al rostro de Jimin antes
de decidirse a explorar.
Jimin también lo tocó, por todas las partes accesibles a él.
Sus dedos, muchos más anhelosos, recorrieron cada
milímetro de piel para luego ser acompañado por sus labios.
Y Jungkook supuso que al final esa sería una de las grandes
diferencias entre ellos. Que mientras él era capaz de
tomarse las cosas con calma, Jimin siempre necesitaba un
poco más. Pero no estaba mal. Su toque, aunque famélico,
no contenía menos cariño. Sus besos, más fogosos, no
significaban menos.
Él podía llevar el ritmo de esa relación. Jungkook lo amaría
como era, apasionado y loco; ese era Jimin, al fin y al cabo.
Y Jimin lo amaría a él. Quería confiar en que Jimin lo amaría
a él.
Jungkook había dejado a su corazón ganar una vez más.
Jimin besó sus labios y probó su boca. Su mano sostuvo la
parte baja de su espalda mientras intentaba eliminar la
distancia entre sus cuerpos. Y entonces...
Jungkook abrió sus ojos cuando fue consciente de algo
más. Y Jimin, demasiado avergonzado de sí mismo, lo soltó
en un santiamén para alejarse de él, casi despavorido.
Jungkook se impulsó con sus manos en el colchón para que
sus miradas se encontraran y no supo si reír o morir de
ternura por el rostro mortificado del mayor.
―Lo siento
―Hyung-
―De verdad lo siento ―Repitió apresurado, lleno de
arrepentimiento. ―Todo estaba tan bien y yo-yo lo he
arruinado. Mierda, ¿siempre lo hago, cierto? De verdad no
pretendía-
―Es una maldita erección, Jimin ―Lo interrumpió,
mirándole con empatía. Porque sí, Jimin se había distanciado
de él sólo por el problema que ahora cargaba abajo. ―Es
una respuesta natural. ¿Cómo podría enojarme contigo por
esto? ―Intentó calmarlo al ver que estaba a punto de
perder los nervios.
Jungkook era asexual, bien. Y, pensando bien al respecto,
él nunca había conseguido una erección sólo por besar a
alguien. Si por cosas más intensas, pero no besos. ¿Otros?
Probablemente sí. Además, Jimin había estado demasiado
acalorado hace sólo un minuto y no podía sorprenderse.
¿Juzgarlo? Era una locura.
No se suponía que Jimin debía sentirse mal por conseguir
una erección en medio de la intimidad.
―Yo-uhm... ―Jimin volvió a balbucear después de un rato,
mirando hacia un lado. ―Creo que iré al baño. Lo siento
Jungkook mordió su labio con fuerza, pensando
rápidamente. Y apenas Jimin hizo ademán de levantarse, no
pudo evitar abalanzarse sobre él, cogiendo su mano para
detenerlo. El mayor le miró contrariado ante su repentino
movimiento.
―¿Jungkook? ―Llamó extrañado. Dios, él quería quedarse
más tiempo con él en la cama, pero lo mejor sería retirarse
si no quería cometer un error. Se sentía demasiado caliente
y adolorido como para tener una charla ahora.
―De-Déjame hacer algo ―Jimin dejó caer su mandíbula,
sorprendido. ―¿Puedo? ―Sus ojos de cachorro no daban
lugar a una negativa.
El rubio volvió a recostarse en el colchón, ya menos
avergonzado respecto a sí mismo. En cambio, el interés lo
invadió cuando Jungkook estiró el elástico de su pantalón de
pijama, como si se planteara seriamente lo que haría a
continuación.
―Kookie... ―Intentó decir, pero el menor siseó,
haciéndole callar.
Jungkook casi no tenía experiencia en sexo. No obstante,
él sí sabía mucho de sexo, en teoría. Sobre posturas, sobre
puntos erógenos, sobre higiene, sobre enfermedades.
Quizás su interés sexual era nulo y, ciertamente, el chico
junto a él jamás despertaría su atracción en ese ámbito,
pero él aún podía darle buen sexo.
Jungkook tiró del pantalón hacia abajo seguro de que
podría hacer sentir a Jimin en la cima, o al menos lo más
cercano. Lo intentaría. Él no se estaba volviendo loco por el
sexo, pero aún podía hacer sentir a su pareja bien.
O eso esperaba.
Porque las consecuencias serían catastróficas de otra
manera.
La respiración de Jimin se cortó cuando su pijama fue
arrojado al piso, y se volvió agitada cuando Jungkook
descendió sobre su cuerpo. El menor volvió a besar su
abdomen, pero con intenciones menos castas que las de
antes. Su mano, insegura, fue hasta la erección escondida
bajo la ropa interior para comenzar a tocar. Un primer
gemido escapó de su boca y se apoyó contra la almohada,
observando el techo mientras Jungkook lo seguía
acariciando con demasiada lentitud, aún en un pudoroso
reconocimiento. Escalofríos fueron por todo su cuerpo
cuando repentinamente el menor pasó su dulce lengua por
su ombligo, curioseando en él. Quiso lloriquear y pedir por
más cuando su lengua empujó y su mano finalmente se
decidió a aventurarse bajo la tela.
Jungkook abandonó la zona un poco después,
aparentemente irritado por cómo se interponía la ropa, así
que Jimin no se sorprendió cuando el chico finalmente se
decidió a quitar el bóxer del camino. El menor lo masturbó
con paciencia mientras sus labios, húmedos, regaban besos
por sus muslos. El aliento del mayor se atoró en su garganta
cuando sintió la caliente respiración cerca de su pene.
Jungkook se detuvo antes de llegar a su objetivo,
comenzando a dudar. Él nunca había hecho una felación y
estaba jodidamente aterrado ahora. ¿De verdad pondría eso
en su boca? ¿Y si lo hacía mal?
Jimin se reincorporó un poco, queriendo saber qué estaba
sucediendo ahí abajo para que el menor se detuviera. Quiso
reír enternecido cuando encontró a su novio acariciando su
pene mientras le miraba con interrogación. La escena era la
más extraña que había experimentado durante el sexo y,
sin embargo, sólo podía sentirse feliz.
―Jungkook ―Llamó, aclarando su garganta para que su
voz no saliera como un desesperado jadeo. ―No tienes-No
tienes que hacer esto ―Le recordó.
Pero sus palabras dieron el efecto contrario, porque
Jungkook no dudó un segundo más en sacar su lengua y
lamer la longitud. Jimin cubrió su rostro y se retorció,
extasiado. Jungkook continuó lamiendo cada milímetro,
empapándolo con su saliva, y tomó una respiración antes de
atreverse a cerrar su boca en el glande, donde su lengua
jugó, probando el presemen. Jimin gimió y Jungkook fue más
lejos, metiendo más a su boca, tanto como podía.
Demasiado impaciente e inexperto, terminó ahogándose sin
querer y rápidamente sacó el pene de su boca, comenzando
a toser.
Jimin se removió inquieto al escucharlo.
―¿Estás bien? ―Le preguntó. Encontrándolo con las
mejillas rojas, los labios hinchados y los ojos llorosos. ―Aún
podemos parar ―Le recordó suavemente. Y al diablo que no
quería parar, pero le preocupaba que Jungkook pasara un
mal momento sólo por complacerlo.
―Estoy bien ―Se defendió, avergonzado de su desliz.
―Puedo hacerlo ―Dijo con convicción, casi como si quisiera
morderlo y decirle que se callara de una vez. Jimin abrió y
cerró su boca, sorprendido con el cambio de humor del
menor, quien ahora acariciaba sus testículos con interés
mientras hacía un puchero inconsciente.
―Mierda, Jungkook... ―Jadeó.
Jungkook tragó saliva, sin dejar de acariciarlo mientras
miraba los lugares que sus dedos torturaban. Sus dedos
viajaban por el vello púbico y lamió sus labios resecos
cuando, sintiéndose preparado nuevamente, regresó su
boca al pene del mayor. Sus dedos siguieron masajeando la
base. Su respiración se volvió inestable mientras seguía
probando con su lengua. Abriendo su boca todo lo que
podía, volvió a intentar abarcar la longitud hasta el final,
con mucho más cuidado. Aparentemente, ya sabía cómo
hacerlo sin ahogarse y se preguntó si era un poco tonto
sentirse orgulloso de sí mismo en una situación así. Pero los
gemidos de Jimin se sentían como halagos y él quiso llorar
por eso.
Su cabeza bajó y subió entre sus piernas, permitiendo a la
longitud entrar y salir de su boca en un movimiento
constante que iba acelerando con el paso de los segundos.
Jimin comprendió sus intenciones y llevó una mano a sus
cabellos, acariciándolos. Jungkook ronroneó como un gatito,
volviéndolo loco. Después de eso, se encontró a sí mismo
moviendo sus caderas para hacerlo tragar su pene. Jimin
folló su boca hasta que sintió que no lo soportaría más.
Intentó apartar al menor, sin embargo, este volvió a poner
la punta en su boca, sobre estimulándolo con su lengua.
Jimin se corrió mientras maldecía y llamaba a su nombre.
Jungkook se apartó inmediatamente cuando se dio cuenta
de que estaba siendo demasiado ambicioso y
definitivamente no podría tomarlo todo. El semen escurrió
de sus labios mientras tragaba lo que mantenía en su boca,
su expresión amargándose.
Mala idea. Muy mala idea.
El reflejo de asco vino a él por un segundo, pero lo
mantuvo para sí mismo mientras intentaba terminar con lo
que tenía en su boca. Su lengua limpió los restos de semen
de todas formas, convenciéndose a sí mismo de que, en
realidad, no era tan malo. Él podría soportarlo. Sólo un par
de veces. No siempre.
Jimin subió su ropa interior cuando Jungkook finalmente
dejó de limpiarlo como un gatito. El menor se vio
sorprendido cuando el chico se sentó, jalando de él.
―Ven aquí ―Jimin lo arrastró hasta su regazo,
presionando su nariz contra su cuello cuando finalmente lo
tuvo ahí, cerca de él. Jungkook olía a jabón y sexo. Él quería
lamer su sudor. Dios, él quería poner su lengua en todas
partes, en realidad. Sin embargo, se sorprendió cuando el
menor lo evitó al intentar besarlo. ―¿Kookie?
―No estoy seguro de que quieras besarme ―Murmuró,
tomando una de las manos de Jimin para jugar con sus
dedos, centrando la mirada en ellos.
―Por supuesto que quiero. No importa lo que pongas en
tu boca, yo definitivamente siempre querré besarte
―Aseguró. Jungkook arrugó todo su rostro mientras
volteaba a él. ―No te ha gustado tragarlo, ¿eh? ―Se burló.
―Lo siento ―Murmuró.
―Jungkook, no tienes que disculparte por esto, yo ni
siquiera esperaba que tú lo tragaras ―Rió en voz baja.
―¿Debería cambiar mi dieta? ―Jungkook dio un respingo y
abrió más sus ojos hacia él. ―Niño travieso, en realidad
sabes lo que eso significa, ¿cierto? ―Se burló.
―Podríamos-Podríamos intentarlo ―Aceptó. Jimin se
preguntó qué tan inadecuado sería ponerse a chillar de
emoción. ―Lo siento
―¿Y ahora por qué? ―Jimin acarició sus cabellos con su
mano libre, pues la otra seguía ocupada con el juego de
dedos de Jungkook.
―Porque yo-uhm-sé que no fui bueno ―Habló apenas.
―En un momento no podía respirar e hice que te
preocuparas. Probablemente fui más una molestia que...
algo bueno. Y bien, yo no lo había hecho antes, así que no
estaba seguro de cómo hacerlo, pero de verdad quería
hacerte sentir-
Sus rápidas palabras fueron cortadas por Jimin, quien
atrapó sus labios en un beso. Jungkook, que estaba
horriblemente tenso, respiró con más tranquilidad mientras
abría su boca, permitiendo al mayor entrar. Sus lenguas se
encontraron perezosamente, saboreándose, y le miró
avergonzado cuando al distanciarse Jimin lamió sus propios
labios.
―Acabas de darme una de tus primeras veces ―Murmuró.
―Y casi me vuelves loco en el proceso. Jungkook, yo no
podría amar más tu boca de lo que ya lo hago ―El menor
enarcó una de sus cejas. ―Es mi forma de decir que eso fue
muy increíble
―¿Aunque casi me ahogo?
―Un detalle menor
Jungkook sonrió, más sosegado. Soltando la mano de
Jimin, acarició su mejilla mientras admiraba el brillo en sus
ojos, y es que el muchacho parecía tan inmensamente feliz.
Depositó un montón de besitos sobre su boca mientras
deseaba hacerlo sonreír así de mucho siempre.
No había duda, él podía complacer a su chico también.
―Así que... estaba pensando... ―Murmuró Jimin después
de compartir muchos más besos dulces. ―¿Yo podría...?
―Bajó la mirada, sus dedos paseándose delicadamente por
uno de los muslos ajenos. ―¿Podría hacer algo por ti?
―Finalmente preguntó.
La expresión de Jungkook pasó a blanco de manera
inmediata, porque había pasado por completo alto que Jimin
querría corresponderle. Se había imaginado que todo
terminaría tras darle placer a Jimin y sintió un poco de
pánico al caer en cuenta de que, obviamente, el rubio
querría hacerle sentir bien también. Con la diferencia de
que Jungkook no se sentía especialmente deseoso de recibir
esa atención. ¿Cómo le diría que en realidad estaba bien,
justo ahora?
―Está bien si no quieres... ―Murmuró Jimin al no obtener
una respuesta.
El cerebro de Jungkook trabajó a toda velocidad entonces.
Él no estaba esperando sexo. Él no esperaba reciprocidad en
el sexo. Pero, naturalmente, todos querían hacer sentir bien
a su pareja. Así que ahí estaba, con la suave mirada de Jimin
sobre él mientras le ofrecía más.
―Yo no-Yo nunca... ―Intentó explicarse.
―No iré demasiado lejos, Jungkook ―Le aseguró,
arrepintiéndose de sus palabras inmediatamente al sentir
que de alguna manera lo estaba presionando. ―Puedes
decir que no, amor, en serio. Sé que esto es nuevo para ti,
puedo esperar. Incluso si se trata sólo de tocarte, voy a
esperar ―Prometió, rozando sus labios contra su mejilla con
dulzura.
Eso es, Jungkook sólo había tenido sexo una vez en su
vida. Jimin comprendía si él era más tímido y pudoroso
respecto a sí mismo. Sin embargo, luego de llegar a su
orgasmo, no podía evitar desear hacer sentir al menor de la
misma manera.
―No, está bien ―Susurró el menor finalmente, sonriendo
nerviosamente. ―Tócame, hyung ―Pidió.
Jungkook se avergonzó de sí mismo por decir tales
palabras. Jimin tomó una bocanada de aire y sonrió,
buscando sus labios para besarle largamente. Y mientras
sus lenguas volvían a probarse, llevo su mano hasta el
borde del pijama del menor, deslizándose por debajo de la
ropa interior.
Jungkook reaccionó inmediatamente, retorciéndose. Jimin
calló sus jadeos con su propia boca y lo besó con más fuerza
mientras acariciaba su intimidad. El pene de Jungkook
estaba semi erecto y él lo masturbó, haciéndolo crecer en
su mano. Su boca se volvía agua de sólo pensar en ir más
lejos.
Sólo que ese no era el día.
Sintiendo que la ropa se volvía una molestia, alzo el
cuerpo del chico el tiempo suficiente para ayudarlo a bajar
las prendas, liberando su intimidad.
Jungkook se volvió más inquieto, gimiendo tímidamente
mientras él aumentaba la velocidad en su mano. Sin poder
controlar su boca, Jimin prefirió regar besos por su cuello y
mordisquear la sensible piel mientras disfrutaba de las
fuertes respiraciones del menor. Mientras Jungkook se
alzaba sobre él, perdido, aprovechó de llevar uno de sus
dedos a su entrada, tocando superficialmente. Sus dedos
picaban ante la idea de sumergirse, pero devolvió la
atención a la erección para decidirse a experimentar con
otras zonas. Su boca se cerró en las pequeñas
protuberancias del joven, haciéndolo lloriquear.
Jungkook estaba gimiendo, completamente a su merced.
Se retorcía cada vez que sus pezones eran torturados por su
boca y Jimin supo que este había tenido suficiente cuando el
cuerpo del joven se tensó. Volvió a sus labios, intentando
acallar sus dulces gemidos. Jungkook se corrió en su mano
poco después, temblando como una gelatina.
No se escuchó nada después de eso, además de la
respiración inestable del menor. Este se apoyó contra él,
buscando apoyo, y Jimin lamió las gotas de sudor de su piel,
sin apuro. Apartando su mano de la longitud, llevó sus
dedos a su boca para probar el semen del menor. A
diferencia de su novio, estaba seguro de querer seguir
probándolo en el futuro. De no ser porque el chico
descansaba en su regazo, probablemente habría metido su
cabeza entre sus piernas para tomarlo directamente con su
lengua.
Jungkook abrió los ojos, despertando un poco de su
ensoñación, aturdido. Mordiendo sus labios con nerviosismo,
su corazón latió en reconocimiento de los hechos. Acababa
de ser masturbado. Acababa de correrse en la mano de su
novio. Y acababa de tener un orgasmo. Para alguien que a
sus 19 años solía ignorar este tipo de cosas, era extraño
verse repentinamente en esa posición. E intentó recordar si
era normal sentirse tan soñoliento y feliz luego de algo así.
Cierto; endorfinas.
―Ven ―Jimin empujó su barbilla, obligándolo a mirar.
Lamió los labios del muchacho y metió su lengua a la
cavidad, compartiendo el sabor en su boca. ―Es tu sabor
―Señaló al distanciarse.
―Pues tienes gustos extraños ―Murmuró mirándole raro.
Jimin rió y se estiró en busca de los pañuelos que siempre
dejaba en su mesita de noche, tomándolos para limpiar los
restos de semen. ―Tendré que tomar otra ducha
―De nada
Jungkook puso los ojos en blanco, riendo en voz bajita.
Subiendo su pijama tras haber sido limpiado, de dejó caer
en el lado vacío del colchón, completamente exhausto. Jimin
apagó la lámpara, lo abrazó por la espalda y besó la curva
de su cuello mientras murmuraba palabras dulces llenas de
dicha.
―¿Hyung? ―Llamó cuando finalmente el mayor se calló.
―¿Eso estuvo bien? ―Quiso saber.
―Grandioso, Kookie ―Aseguró, besando su hombro.
―Gracias por esta noche, de verdad ha significado mucho
para mí
―¿Parecemos una pareja, cierto?
Jimin arrugó su nariz, inclinándose sobre él para buscar su
rostro en las penumbras, y besó su mejilla repetidas veces
antes de corregir: ―Somos una pareja, amor
Jungkook sonrió y cerró los ojos, feliz de escuchar tal
corrección. Por alguna razón, se sentía más esperanzado
esa noche, un poco más valiente también. Y por la manera
en la que Jimin le abrazaba, podía jurar que ahí estaba la
razón de su confianza.
Mientras lo intentara, mientras pusiera de su parte, las
cosas podrían marchar bien.
Nota:
Ihhhhhhh. Bueno, aquí vamos, pasito a pasito (8. Este
capítulo quedó más largo que los otros, pero porque no
podía cortarlo de la nada (?) JAJAJA. Ah, sigue el mini arco en
Daegu, vamos a ver que nos espera gg.
Tengan bonito finde unu
[33]

Jimin abrió lentamente los ojos cuando percibió una tibia


respiración cosquilleándole en el rostro, y sonrió al
encontrar al responsable de ello. Jungkook había girado
durante la noche, pues ahora se encontraba dándole la
cara, respirando suavemente mientras sus dulces labios
parecían formar un puchero. Extendió la mano hacia él,
recorriendo sus facciones, y retiró su tacto a toda velocidad
cuando el menor gruñó entre sueños y giró sobre su cuerpo,
dándole la espalda. Jimin rió en voz bajita tras salir de su
impresión.
Bien, aparentemente alguien deseaba dormir más.
Se asomó por sobre el hombro del joven, queriendo
encontrar algún signo de haberle despertado, pero no, él
seguía profundamente dormido. Abrazándolo por la espalda,
se dedicó a dejar besitos sobre su cabello mientras se
preguntaba cómo le despertaría. Él se sentía incapaz de
interrumpir su sueño.
Jimin acarició su abdomen tímidamente, recordando la
noche anterior. Hubiera rodado por su cama de haber tenido
la oportunidad, así que, en cambio, sólo hundió su rostro en
la curva del cuello del contrario, donde besó con dulzura.
¿Era mucho pedir despertar con ese chico entre sus brazos
cada día de su vida? ¿No era demasiado joven para tener
esa clase de sueños? Pero, diablos, estaba tan enamorado.
Escuchó un ruido abajo, sacándolo de su ensoñación.
Seguido a ello, unos pasos vinieron y, antes de que pudiera
sucumbir a la preocupación, alguien ya estaba retirando la
parte corrediza de su piso, la cual bloqueaba el acceso a la
escalera. Jimin sintió su sangre congelarse, sólo para
sentirse aliviado al ver a su hermano haciendo acto de
presencia.
―Hyung, papá dice que ya deben levantarse porque-
Jihyun cerró su boca cuando finalmente estuvo de pie en
el cuarto. Observando prendas de ropa regadas en el piso,
levantó la mirada cuidadosamente para encontrarse a su
hermano mayor abrazando a su novio. Y no sólo eso, Jimin
tenía el torso descubierto. Por el escenario, podía deducir
que él no estaba exactamente vestido bajo las sábanas.
Pasó una mano por su rostro mientras sacaba sus propias
conclusiones.
―¿De verdad tenías que hacer esto con nosotros en casa?
―¿Hacer qué? ―Jimin se aseguró de subir las sábanas
todo lo que podía, tapando a Jungkook hasta el cuello para
que su hermano no fuera capaz de verle. ―¿Escuchaste
algo anoche? ¿O en qué basas tu acusación?
―¿Crees que nací ayer? Es obvio que ustedes han tenido
sexo ―Jihyun miró fijamente al chico durmiente. ―Y él luce
bastante agotado. Buen trabajo, hermanito. No conoces la
vergüenza, ¿cierto?
―Primero, baja la voz, despertarás a Jungkook ―Siseó con
molestia. ―Segundo, ¿una vida sexual activa es algo de lo
que debería avergonzarme?
―Mamá y papá están aquí ―Chasqueó.
―Al menos de que realmente hayamos hecho une
escándalo anoche, mamá y papá no tienen que enterarse
de lo que yo hago con mi novio ―Respondió cortante.
Jungkook se removió incómodo entre las sábanas,
alertándolo de inmediato. ―Shh... ―Su voz se redujo a un
murmullo mientras volvía a abrazar al chico. ―Sólo duerme,
cariño ―Y la dulzura en su voz bastó para que el menor
volviera a calmarse.
―Dios, ¿te das cuenta de lo asquerosamente cursi que
estás siendo? ―Jimin siguió acariciando al menor,
asegurándose de que Jihyun no lo perturbara.
Probablemente el chiquillo se volvería un cachorro
asustadizo de ver a un invitado a primera hora de la
mañana. ―Él te lastimó antes, ¿recuerdas? ―Empuñó sus
manos. ―Lo que dejas pasar, se repetirá. Jugó contigo antes
y está jugando contigo ahora. Nunca has sido más que una
entretención para ellos, Jimin
―Ellos ―Repitió monótonamente.
―Chicos como él que no aportan nada a nuestra sociedad,
sí. Porque eres experto en fijarte en imbéciles. Y está bien,
puedes fijarte en todos los imbéciles que quieras, pero no
los traigas a casa ni mucho menos los presentes frente a
nuestros padres. Eres el único que saldrá mal de esto. No
debes tomar en serio a quien nunca te verá de la misma
manera
―No sabes de lo que hablas ―Murmuró, volteando hacia
él. ―No conoces a Jungkook, no te permito hablar tan
ligeramente de él. Mantén distancia mientras él esté aquí,
porque al menos que aprendas a comportarte, no quiero
que sigas haciéndolo sentir como una molestia. Jungkook
puede ser asquerosamente amable, pero definitivamente
puede ver cuando alguien no lo quiere cerca
Jihyun tensó su mandíbula, queriendo responder con
maldiciones, sin embargo, sintiendo su orgullo herido por el
hecho de que su hermano se pusiera de lado del recién
aparecido, sólo se apresuró en salir, bloqueando con
brusquedad la entrada.
Jungkook dio un respingo en la cama cuando escuchó el
golpe.
―¿Q-Qué ha sido eso? ―Preguntó desorientado,
intentando reincorporarse.
―Sólo mi hermano haciendo un berrinche ―Jungkook
parpadeó, aún confundido, Jimin lo abrazó por su cintura y
le obligó a recostarse nuevamente. ―¿Te he dicho que eres
el más bonito con esos ojos soñolientos?
Jungkook sonrió instantáneamente, permitiendo que el
mayor lo arrullara entre sus brazos. Sus piernas se
enredaron bajo las sábanas y sus brazos se mantuvieron
juntos mientras Jimin le daba los buenos días con una
seguidilla de besos sobre sus labios.
―Hyung ―Rió cuando el mayor mordió ligeramente su
barbilla. ―¿No te sientes exageradamente feliz esta
mañana? ―Preguntó, deteniéndose en los ojos sonrientes
que adoraba.
―Siempre soy así de feliz cuando estás cerca, ¿qué estás
diciendo?
Jungkook bufó divertido, inclinándose sobre él para
besarlo amorosamente. Jimin lamió sus labios mientras sus
dedos se paseaban delicadamente por la estrecha cintura
del contrario. Este se distanció después de unos segundos,
mostrándose extrañamente perturbado.
―¿Jungkook? ―Llamó, retirando los mechones rojos que
estorbaban en sus ojos.
―¿Es idea mía o acabas de decir que Jihyun estuvo aquí?
―Jimin asintió. ―Oh, mierda... ―Palideció, provocando en el
contrario una divertida sonrisa. ―Él no ha sospechado nada,
¿cierto? ―Jimin sólo parpadeó. ―¿No le dirá a tus padres
que hemos dormido en la misma cama? Espera... ¿¡y si en
realidad fuimos demasiado ruidosos y ahora...!?
Jimin se abalanzó sobre él, callándolo con un beso.
Jungkook quedó sin aliento cuando él prácticamente fue
encerrado contra el colchón y ese cuerpo. Respirando
nerviosamente, intentó no mostrarse intimidado por la
intensa mirada que le dedicaba el mayor. ¿Por qué él lo
estaba mirando como un hombre hambriento, de todas
formas?
―Todo está bien, Jungkook ―Le aseguró con suavidad,
tocando sus cabellos ligeramente. ―Jihyun no dirá nada
sobre vernos juntos. Ahora, puede que mis padres
comiencen a sospechar de nosotros si pasamos demasiado
tiempo en la cama, se supone que nos están esperando
para desayunar porque vamos a pasar el día afuera
Jungkook suspiró, asintiendo mientras se removía bajo de
él, buscando su liberación. Jimin rió al verlo salir de la cama
con un salto, revolviendo sus cabellos con inquietud para
dirigirse al baño. Su espalda desnuda era definitivamente la
mejor forma de empezar el día.
―Me daré una ducha rápida, muy rápida ―Prometió.
―De acuerdo, te sigo ―Jimin también salió de la cama.
Jungkook frenó y volteó a verle con ojos gigantes. ―No
entraré a la ducha contigo, Kookie, pero necesito asearme
también. ¿Puedo usar la otra parte del baño mientras te
escondes detrás de la cortina, cierto?
―Oh, sí... ―Musitó, sintiéndose avergonzado de repente.
―¿Al menos que realmente quieras meterte bajo el agua
conmigo? ―Murmuró con una sonrisita traviesa. Jungkook
estuvo a punto de quejarse, pero se quedó sin habla cuando
el rubio se detuvo junto a él, su ceño frunciéndose al
mirarlo. ―Sí, bueno... más importante aún, creo que te
dejaré maquillaje para que tapes eso
Jungkook le miró confundido e ingresó al baño para poder
repasarse frente al espejo. Sus ojos dieron una mirada
compasiva a las marcas cerca de su clavícula, hombros y
cuello.
―Lo siento ―Susurró Jimin a su lado, revolviendo un
cajón. ―Yo no suelo ser así, en serio. Pero tienes una piel
bonita y me dan ganas de morderla, chuparla y... debería
parar ahí ―Siguió murmurando más para sí mismo,
volteando tímidamente a verle. ―Lo siento, prometo no
hacer más cosas como esas. No se ven bonitas, y estoy
seguro de que te sentirás incómodo si alguien más las ve y-
―Hyung ―Jungkook interrumpió. ―Sólo déjame el
maquillaje. Entraré a la ducha ahora
―¿No estás molesto?
―Te habría detenido anoche de haber estado molesto
―Puso los ojos en blanco. ―No te preocupes por
pequeñeces, ¿sí? ―Pidió, rozando un beso en su mejilla para
luego meterse a la ducha.
Jimin creyó que se volvería un charco ahí mismo mientras
se cuestionaba cómo podía ser tan afortunado.
Park fue el primero en estar listo, apresurándose en ir
hasta el comedor para no levantar sospechas por su
demora. Sonriendo convincentemente, intentó no mostrarse
demasiado juguetón cuando encontró a su padre
terminando de servir la comida mientras su madre hablaba
con alguien por teléfono. Jihyun estaba de brazos cruzados,
claramente irritado, pero nadie parecía prestarle demasiada
atención.
―Bien, al menos alguien sí despertó de buen humor ―Su
padre palmeó su espalda, incitándolo a sentarse. ―¿Dónde
está tu novio? ―Jimin sonrió hasta que sus comisuras
dolieron al oír la palabra novio de boca de su padre.
―Su sueño es un poco más pesado, pero ya debe estar
por bajar ―Lo excusó, intentando ignorar a su hermano
cuando este viró exageradamente los ojos. ―¿Necesitas
ayuda en algo, papá? ―Preguntó, pestañeando dulcemente.
―Está bien, Jimin, has llegado un poco tarde ―Rió. ―Ven,
sólo toma asiento ―Jimin no se hizo de rogar,
acomodándose. El mayor de los hombres Park giró hacia su
otro hijo cuando lo vio haciendo muecas. ―¿Tienes algún
problema, Jihyun? ―Preguntó.
―No le hagas caso, él sólo está celoso de que alguien
más tenga la atención de su hermano ―La mujer intervino,
tomando asiento mientras dedicaba una sonrisa a Jimin.
―¿Todo estuvo bien anoche, cariño?
―Muy bien ―Musitó, intentando no revelar más de la
información que ellos necesitaban saber. Era obvio que su
madre preguntaba por la charla, era innecesario dar más
detalles al respecto. ―¿Saben algo, familia? Creo que
pueden estar tranquilos respecto a mi relación, yo de
verdad he conseguido a un chico increíble como novio
Los adultos se miraron, preguntándose cómo una persona
podía hacer tan feliz a su hijo. Un aura radiante iluminaba al
chico mucho más de lo normal y, aunque quizás Jihyun tenía
razón al decir que eso era peligroso, querían dejarlo vivir. Si
Jungkook era el indicado o no, lo descubrirían con el tiempo.
Jungkook entró al comedor en ese instante, sintiéndose
algo intimidado cuando todas las miradas se centraron en
él. Musitando un buen día, tomó asiento en el lugar vacío
junto a Jimin, dedicándole una sonrisa tímida cuando este
también le sonrió. La señora Park intentó mantener su
curiosidad para sí misma al notar que el joven parecía haber
salido recientemente de la ducha. Centrándose más en las
miradas que compartía la pareja, alzó sus cejas al ver a su
hijo mayor luciendo especialmente travieso.
Oh, por supuesto, ella sabía claramente lo que estaba
pasando. Jungkook no estaba bajando la mirada cohibido
por nada. Y cuando finalmente Jimin volvió a mirarla, intentó
creer en su fachada angelical. El chico siempre sabía cómo
salirse con suya. Incluso si ella intentara hacerle hablar,
estaba segura de que el pequeño descarado inventaría una
muy buena excusa para no exponerse frente a ellos.
―Entonces, Jungkook... ―Carraspeó ligeramente,
intentando tomar la atención de su invitado. ―¿Has dormido
bien en el colchón que te dejamos? ―Jungkook abrió la
boca, intentando responder. ―Porque, de no ser el caso, aún
podemos pasarte la cama que está en el cuarto de Jihyun.
Estoy segura de que Jihyun entenderá que necesitas
descansar bien ―Jihyun hizo una mueca desaprobatoria con
sus labios.
―Jungkook duerme muy bien en mi cuarto, mamá, no hay
necesidad ―Se apresuró en responder el rubio, su ceño
ligeramente fruncido. Jungkook lo codeó disimuladamente
ante su reacia reacción.
―Estoy bien, señora Park, gracias por su hospitalidad
―Sonrió dulcemente. Sintió que comenzaría sudar como un
loco cuando la mujer siguió mirando analíticamente entre
ellos.
―Oh, mamá, por favor ―Se quejó el rubio. ―Papá no está
haciendo preguntas y usualmente él toma ese papel ―El
hombre alzó una de sus cejas, desentendido. ―Mejor, ¿por
qué no nos dicen a dónde iremos hoy? ¡Me hace muy feliz
que por fin podamos tener un día en familia!
Y ahí estaba de nuevo, Jimin sonriente y entusiasta,
ganándose fácilmente el apoyo de su padre. La mujer puso
los ojos en blanco y le dejó hablar hasta los codos, sabiendo
que no obtendría demasiada información de él. Quizás era
ella quien se estaba pasando películas mientras su hijo
actuaba responsablemente en compañía de su novio.
¿Pero qué padres podrían quedarse tranquilos mientras
dejaban a dos jóvenes, en plena edad hormonal, dormir en
el mismo cuarto?
Mirando a Jungkook de nuevo, se convenció de que el
chico lucía más como un niño bobo y enamorado que como
alguien que quería sacar provecho de su hijo.
El destino de la familia Park luego del desayunar fue el
templo de Donghwa, uno de los principales lugares
turísticos de la zona. Recorriendo el templo, Jungkook se
lamentó más de una vez por no llevar su cámara, pues en
ningún momento pensó siquiera en tener la oportunidad de
visitar sitios como ese. Jimin se la pasó arrastrándolo de un
lugar a otro, contándole historias sobre el lugar mientras
intentaba animarlo diciéndole que ya podrían volver en otra
oportunidad. Aprovechó la instancia para tomar fotos con su
propio celular, mientras veía a Jungkook perderse más de
una vez en el paisaje o haciendo pucheros de decepción por
sólo contar con un celular.
―Hey ―Jimin llamó cuando lo vio estirar sus labios por
enésima vez en una mueca decepcionante. El joven se
sobresaltó cuando el chico pellizcó sus labios. ―Luces como
un bebé llorón
―Soy un chico grande, es imposible para mi lucir como un
bebé llorón ―Contradijo de inmediato, ligeramente
ofendido.
―Mi Kookie... ―Jimin rió, tomándolo por la barbilla.
―Prometo que te haré un tour por toda la ciudad durante
vacaciones, ¿sí? Sólo seremos nosotros y tu cámara, así que
deja de entristecerte por nada
―No me incomoda que tu familia esté con nosotros
―Musitó, consciente de que los Park hablaban a sólo unos
pasos de ellos.
Jimin sonrió, inclinándose sobre él para besar fugazmente
sus labios. El puchero en su labio inferior se convirtió en una
sonrisa mientras giraba ligeramente, asegurándose de que
nadie los hubiera visto. El rubio lo sorprendió con más besos
sobre su mejilla mientras entrelazaba sus manos.
―Ven, van a dejarnos atrás si es que seguimos
coqueteando ―Tiró de él con una sonrisita maliciosa.
―Yo no te estoy coqueteando ―Respondió aireadamente,
mirando hacia el frente.
―Por supuesto que no, sólo estás haciendo berrinches
para obtener mi atención
Jungkook arrugó la nariz adorablemente, lanzándole una
mirada de falso reproche. Jimin tuvo que contenerse para no
lanzarse sobre él y llenarlo de besos, intentando hacerle
caso a la voz de su madre, quien los apuraba mientras les
decía que ya habría tiempo para seguir haciendo el tonto. El
pelirrojo estaba sonriendo torcidamente bajo las risas de los
adultos.
Luego de pasar el día haciendo paradas turísticas, Jimin
no creyó que harían algo más tras pasar a un lugar para
cenar. Jihyun, siendo el menos atlético entre los tres,
parecía hastiado como para seguir con otra actividad, mas
la joven pareja intercambió miradas entusiastas cuando los
adultos anunciaron que pasarían por la pista de patinaje
sobre hielo.
Jihyun siguió hundiéndose en su asiento mientras se
preguntaba cuánto tiempo más tendría que aguantar esa
supuesta salida familiar. Fijando su mirada aburrida en el
invasor, quiso bufar al encontrarlo con sus ojos sobre Jimin,
quien parecía emocionado ante la idea de patinar. Y luego el
rubio estaba recostando su cabeza sobre su hombro, como
si poco le preocupara la presencia de sus padres frente a él
o el hecho de estar en un sitio público.
Por supuesto que a Jimin no le iba a importar; nunca lo
había hecho. Lo raro era que a Jeon también le
despreocupara. El chico era un espécimen o estaba
demasiado interesado en complacer a Jimin. ¿Y qué buscaba
en su hermano alguien que cedía desesperadamente a
todo? Jihyun había formulado su propia hipótesis.
Ellos se dirigieron al centro de patinaje después de eso.
Jimin se encontró positivamente sorprendido al descubrir
que Jungkook, para variar, también era bueno patinando.
Sus padres usualmente renunciaban fácilmente y su
hermano era más quejas que actividad, pues era un chico
bastante sedentario.
No era el caso de Jungkook, por supuesto.
El joven no mantenía un buen físico a base de milagros y
Jimin sintió sus ojos brillar con ilusión al ver a su novio
deslizarse por el hielo con el mismo encanto de un
profesional. Jungkook giró, yendo de espaldas sólo para
dedicarle una mirada ante su tardanza. Una sonrisa
irresistible se estiró por sus labios y el contrario casi cayó de
cara por estar demasiado embobado en su camino hacia él.
Aunque hubiera temido hacer el ridículo, cualquier
malestar dejó su cuerpo cuando Jungkook lo recibió en sus
brazos antes de que fuera capaz de caer.
―Hey ―El menor lo sostuvo, sin dejar de sonreír
enternecido. ―Luces como un ciervo bebé
―¡Tú luces como un ciervo bebé! ―Se defendió de
inmediato, soltándose de su agarre. ―Para tu información,
soy un patinador bastante impresionante, sólo acabo de
tener un desliz porque un chico demasiado bonito me ha
encandilado
―Uh, ese chico es realmente horrible ―Rió en voz bajita.
―Supongo que tendrá que salir del paso si queremos que
Park Jimin nos demuestre como se patina en realidad, ¿no?
―Correcto ―Picó sus costillas con sus dedos,
molestándolo. ―Me adelantaré, su alteza. Puede que tú
termines en el piso ahora que irás detrás de mí
Jungkook agitó la cabeza en negación, sin dejar de sonreír.
Jimin dejó una caricia en su mejilla antes de apartarse de él
y comenzar a patinar, sintiéndose libre y feliz. A pesar de
haber estado todo el día haciendo un montón de cosas, no
se sentía ni un poco cansado al pensar que cada uno de
esos momentos los estaba viviendo con Jungkook.
El pelirrojo lo siguió con la mirada, lamentándose, como
tantas veces en el día, por no tener su cámara a mano. Una
sesión fotográfica de Jimin girando sobre la pista de hielo
habría sido espectacular. En realidad, cualquier idea parecía
impresionante mientras Jimin estuviera incluido. Jungkook
podía comprender perfectamente a Seokjin cuando este dijo
con emoción querer llenar su pared con fotografías de
Yoongi.
Dios, él se sentía tan enfermo de amor.
Jimin giró, preguntándose por qué el menor no le seguía, y
le hizo señas para acercarse antes de volver a pavonearse
con sus movimientos, bastante orgulloso de lucir como un
brillante bailarín incluso sobre el hielo. Bien, quizás él no
estaba ni remotamente cercano a ser un patinador
profesional, pero estaba seguro de que sus habilidades
estaban por sobre el promedio. Por ejemplo, observando a
Jihyun a lo lejos, él definitivamente era la definición de
ciervo bebé. Esperaba que su hermanito no sintiera mucho
dolor después de tantas caídas.
―Eres muy lento ―Acusó el rubio cuando su novio por fin
estuvo con él. Tomándolo por las manos, lo miró con
atención mientras giraban. ―¿Quieres bailar conmigo?
―¿¡En patines!?
―¿Tienes miedo? ―Se burló. ―Sólo tienes que seguirme,
amor ―Prometió.
Jungkook suspiró, rindiéndose ante él. Jimin lo arrastró por
todo el lugar, haciendo giros bastante agraciados mientras
el contrario intentaba imitarlo. Tomando al joven
desprevenido, lo rodeó con su brazo antes de hacerlo girar
sobre sí mismo en un impulso. Jimin rió divertido cuando las
vueltas terminaron y Jungkook se encontró desorientado,
aterrizando en sus brazos.
―¡Te tengo! ―Comentó felizmente, sosteniéndolo por la
cintura. Jungkook posó sus manos en sus hombros ante la
sensación de mareo. ―¿Estás bien, Kookie? ―Preguntó con
más preocupación.
Jungkook asintió, recargándose en él mientras esperaba
que el peso no lo hiciera trastrabillar. Pero Jimin, más fuerte
de lo que representaba, lo sostuvo con facilidad mientras
envolvía su cuerpo con cariño. Jungkook olisqueó su cabello
y se frotó en él, olvidando por completo dónde estaban.
―Sabes... ―Comenzó a decir el mayor, aún abrazándolo.
―Me hace feliz cuando actúas tan cariñoso, pero creo que
todos nos están mirando aquí. ¿Eso no te supone un
problema?
Jungkook se distanció, mirando por sobre el hombro del
rubio. Las miradas de todos ahí eran más curiosas que
reprobatorias y sonrió suavemente, buscando el rostro del
chico que aún lo apresaba por la cintura.
―Creo que ellos sólo piensan que somos extravagantes
―Arrugó la nariz. ―Finjamos que estamos preparando un
acto muy importante, eso no lo haría tan raro ―Jimin rió,
dejando un besito en su nariz. ―Hey, te estás saliendo del
guion ―Reclamó.
―Por supuesto que no, esa es mi línea, está justo al final:
Jimin dio un montón de besos a Jungkook ―El aludido rió,
intentando escapar. ―Voy a seguirte hasta el fin del mundo,
Jungkook ―Advirtió, yendo tras de él cuando el chico
comenzó a patinar rápidamente, alejándose.
―No necesitas ir tan lejos
Jimin lo atrapó por detrás, haciéndolo chillar. A ninguno
pareció importarle comenzar a tironearse como niños antes
de terminar en el piso, donde estallaron en risas.
Levantándose con algo de dificultad, intentaron guardar el
resto de risas cuando, al fijarse en la gente a su alrededor,
estos rápidamente apartaron las miradas de ellos.
―Creen que somos raros ―Susurró Jungkook en voz
bajita, entrelazando su mano con la del mayor.
―Bueno, al menos mamá y papá están riéndose ―Dijo
feliz, haciendo una seña a sus padres. ―Y Jihyun sigue en el
piso
―Parece de mal humor. ¿Por qué no te acercas e intentas
ayudarlo? No es lindo que seamos los únicos divirtiéndonos
aquí ―Jimin le miró fijamente. ―¿Qué?
―Eres demasiado lindo, no es bueno para mi corazón
―Dramatizó, besando sus nudillos. ―Ven, acompáñame
Sólo que Jungkook soltó la mano de Jimin unos metros
antes de que fueran capaces de llegar a Jihyun.
Considerando la mirada que le dedicaba el chico, prefería no
invadir su espacio más de lo que ya había hecho.
Quedándose de pie a solas mientras veía a Jimin intentando
convencer a su hermano de levantarse, casi tropezó consigo
mismo cuando al girar, un par de chicos estaban ahí de pie,
observándole con curiosidad.
―Hey, Jungkook ―El más alto de ellos sonrió. ―Es una
sorpresa encontrarte aquí en Daegu
Jungkook también enseñó una pequeña sonrisa,
musitando un hola antes de que ambos conocidos
comenzaran a hablar hasta por los codos. BumJoon y
YoungHoon habían sido sus superiores en la academia de
baile y amigos de Hoseok, así que él constantemente los
había frecuentado también. Aún así, no dejaba de sentirse
incómodo cada vez que se encontraba con un antiguo
compañero de baile.
―Así que estamos aquí de paso por las vacaciones y...
¡hey! ―BumJoon golpeó amistosamente el hombro de
Jungkook, cuya sonrisa tembló avergonzada. ―Andas en las
nubes, hombre, no has cambiado nada ―Comenzó a reírse.
―¿Qué dices? Él está lejos de parecerse al niño que
conocimos ―YoungHoon lo escaneó sin temor. ―Si me lo
preguntas a mí, siempre supe que crecerías para convertirte
en un hombre atractivo. Siempre tuviste esa cara bonita
―Hizo cosquillas en su barbilla, sus ojos conteniendo cierta
picardía.
―Sí, gracias... ―Musitó el menor, apartando
delicadamente la mano. No recordaba haberles permitido
esa clase de acercamientos en el pasado y mucho menos
iba a hacerlo ahora.
―Entonces... te vimos en la fiesta de Hoseok ―Continuó
BumJoon. ―Quisimos hablar contigo, pero estuviste
pasando el tiempo con él, bailando, y luego sólo
desapareciste. Ni siquiera te despediste del grupo
―No me sentía muy bien, lo siento ―Rascó su cabello,
incómodo. El resto no necesitaba conocer los detalles de
esa noche. Ni siquiera él quería recordarlos.
―Fue lamentable, después de tanto tiempo sin que dieras
señales de vida, estábamos buscando la primicia
―YoungHoon puso los ojos en blanco al oír a su amigo. ―Así
que, ¿has regresado con Hoseok? ―La sonrisa en labios de
Jungkook desapareció. ―Supongo que no, porque estarías
con él en Busan de ser el caso, ¿no?
―BumJoon ―Chistó su compañero, callándole. ―Hay
cosas que no nos conciernen. ¿Cierto, Jungkook? ―El menor
asintió, claramente incómodo. Su mirada se detuvo en el
chico que lo defendía cuando este se acercó sutilmente a él,
rozando su brazo. ―De todas formas... aprovechando que
estás aquí, quizás podríamos salir juntos. Te invitamos a
beber algo, si no estás demasiado ocupado
―Eso es. Siempre hay tiempo para los viejos amigos, ¿no
es así, Kookie? ―Agregó BumJoon alegremente.
Jungkook intentó mirar de reojo en dirección a Jimin,
después de todo, el chico estaba a unos pocos metros de él.
Su cuerpo se relajó un poco al notar que el rubio se
acercaba, siendo seguido por su curioso hermano menor.
―¿Jungkook? ―Llamó YoungHoon, insistente.
―No creo que sea posible, sunbaenim. Es bueno ver que
están bien luego de todos estos años, pero debo volver con
mi novio ahora ―Hizo una pequeña reverencia con la
cabeza, abriéndose paso entre ellos para dirigirse a Jimin.
El rubio se detuvo, haciendo una mueca con los labios
cuando vio a uno de los chicos intentar detener al menor.
Sin embargo, era difícil dar un paso más al reconocer sus
caras. Amigos de Taemin y Hoseok. Jimin odiaba que el
tiempo no fuera suficiente para olvidar. Él se sentía un
perdedor siempre que veía a tipos como esos cerca.
―Son los de la escuela media, ¿no? ―Musitó Jihyun en voz
baja tras de él. ―Parecen muy interesados en tu novio.
Divertido, ¿no crees? ―Se mofó.
―Jihyun ―Regañó entredientes, su mirada suavizándose
cuando Jungkook llegó hasta él, demostrando inquietud.
―¿Kookie?
―Vámonos de aquí ―Murmuró rápidamente, tomando su
mano. mas suspiró con molestia cuando escuchó a sus ex
compañeros llamándolo mientras le seguían el paso.
―¡Hey, creo que has olvidado darnos tu número!
―Jungkook le dio una mirada cansina a Jimin antes de
voltear hacia los mayores. ―¿Es ese tu novio? ¿Por qué no
nos presentas? ¿Y quién es el pequeñito que se esconde
tras de él?
Jihyun torció el gesto mientras su cara se volvía roja. Sólo
era un poco más bajo que Jimin, ¡y si estaba sujetándose de
él era porque aún le costaba mantenerse de pie! No era su
culpa que la mayoría ahí nacieran con pasos agraciados y
siendo unos malditos gigantes. Porque sí, probablemente los
invitados desagradables de Jungkook bordeaban el 1.85.
¿Qué les habían dado de comer?
―Él es Jimin ―Jimin intentó conservar su expresión en
blanco, esperando que nadie, además de Jihyun, se
percatara de que había comenzado a temblar debido a la
ansiedad del reencuentro. Ellos no iban a reconocerlo, no
importaba. ―El de atrás es Jihyun, su hermano. Estamos
algo ocupados aquí, como verán. Lo siento, chicos
―Jungkook intentó librarse una vez más.
―Jimin ―YoungHoon miró con interés al rubio antes de
lanzar una mirada divertida a su amigo. ―Hey, BumJoon,
¿no se parece al chiquillo que solía espiar nuestras prácticas
de baile en la escuela media? ―Jimin se puso pálido
mientras Jungkook miraba entre ellos, sorprendido; había
pasado por completo que aquellos chicos habían estudiado
junto a Taemin y Hoseok.
―¿Hablas de la bolita de grasa? ―BumJoon rascó su
barbilla, evaluando al joven frente a él. ―Dios, no puede
ser... ―Sus ojos se abrieron más. ―Hombre, ¿pasaste por
una cirugía? ¡Porque es imposible que eso se haya
convertido en esto! ―Rió, señalándolo sin pudor.
Jimin bajó la mirada, sintiendo un nudo formarse en su
garganta. Por supuesto que nadie tenía cambios así de
extraordinarios, por eso él tenía la esperanza de que ellos
no le reconocieran, así como Taemin. ¿Qué tan
desafortunado era para que su día se arruinara así?
Jihyun les lanzó una mirada venenosa mientras se
mentalizaba para ir tras de ellos sin caerse en el proceso.
Maldito patinaje sobre hielo.
―Sabes, Jungkook, quizás no nos creas, pero tu novio de
verdad era- ―Comenzó a decir BumJoon, su diversión
apagándose al ver el rostro del menor. ―¿Jungkook?
―Discúlpate con él ―Bramó.
―... ¿qué?
―Acabas de ser hiriente. ¡Discúlpate con él ahora!
―Exigió, su voz elevándose un poco debido al enojo.
―Jungkook, BumJoon sólo ha señalado un hecho, Jimin no
era exactamente un chico agraciado ―Defendió
monótonamente YoungHoon. ―Pero tranquilo, podemos
entender por qué te has fijado en él ahora
―Ustedes me dan asco ―La expresión de YoungHoon
pasó de la indiferencia a la molestia al escuchar tales
palabras. ―Si no van a disculparse con Jimin, entonces
podrían salir de mi vista ahora. Los golpearé la próxima vez
que vuelva a cruzarme con ustedes ―Escupió, tomando la
mano de su novio una vez más, con más firmeza.
―¿Nos estás amenazando? ―YoungHoon rió, rabioso.
―No, sólo estoy dejando las cosas claras: yo no me junto
con la basura, la limpio
BumJoon empuñó una de sus manos, dispuesto a ir tras el
menor para darle un escarmiento, más se detuvo cuando
YoungHoon intervino, negando con la cabeza.
―Pensamos que eras más que esto, Hoseok jamás le dio
la espalda a un amigo ―Fue lo último que dijo el mayor. ―Él
estaría decepcionado
No más de lo que yo estoy, pensó Jungkook, sosteniendo
la mano de Jimin con fuerza mientras lo conducía fuera de la
pista. Jihyun, que miraba por sobre su hombro a los
grandulones, repitió aquel último nombre en su mente.
Ahora lo recordaba.
―No tenías que hacer esto ―Murmuró Jimin cuando Jihyun
se alejó de ellos, dándoles su espacio. ―Son tus amigos,
Jungkook ―Le recordó.
―Y no puedo creer que nunca me di cuenta de la clase de
personas que eran ―Bufó. ―Maldición, por supuesto que
golpearé a cualquiera que intente hacerte sentir mal. Siento
que hayas tenido que pasar por esto
Jimin negó con la cabeza, encerrándolo entre sus brazos.
Su corazón se derritió al alzar la vista y encontrarse con los
ojos de cachorro herido de Jungkook. Era evidente que el
menor se sentía responsable de lo sucedido.
―Está bien, estoy bien ―Le aseguró. ―Tengo a un buen
hombre conmigo ―La mirada de Jungkook se iluminó un
poco e instantáneamente lo rodeó con sus brazos,
enseñando una sonrisa torcida.
―Bien, no es que quiera sacártelo en cara, ¿sabes? Pero
es gracioso ―Jimin enarcó una de sus cejas, sin saber a lo
que se refería. ―Me llamaste mocoso tras nuestra segunda
sesión
―Dios, ¿de verdad recuerdas cosas como esas? ¿acaso
herí tu ego? ―Jungkook arrugó su nariz. ―Eres un mocoso,
Jungkook
―¿De nuevo? ―Sonrió, rozando su nariz con la de él. ―De
acuerdo, como sea, no eres el primero en tratarme como un
niño ―Jimin rió suavemente en respuesta. ―Pero me
convertiré en un hombre capaz de cuidarte, hyung, lo
prometo. No hagas caso de gente idiota, yo aún estoy
bastante impresionado de que te fijaras en mí
―Mi niño tonto ―Se burló, subiendo sus manos hasta su
rostro para sostenerlo. ―¿Cómo no enamorarse de ti?
Jungkook mordió su labio inferior, sintiéndose tímido de
repente ante la mirada afectuosa de Jimin. Este volvió a reír
debido a su reacción y no tardó en besarlo, olvidándose del
lugar.
¿Cómo no iba a amarlo?
Nota:
Capítulo tranquilo... creo (?). Jihyun está haciendo de las
suyas conectando los puntos, así que ya veremos
próximamente qué sucede con eso. Ando apurada, así que
no agregaré más, ¡tengan bonito fin de semana! ( ˘ ³˘)♥
[34]

Seokjin dejó de preparar la comida cuando su hermano pasó


por fuera de la cocina, anunciando que tenía una cita con su
prometida y probablemente no volvería hasta muy tarde.
Limpiando sus manos, se dirigió curioso hasta Yoongi, quien
estaba sentado revisando su celular con una extraña
expresión.
―¿Sucede algo? Pensé que podrías ponerte feliz por pasar
algo de tiempo solos ―Murmuró falsamente ofendido,
sentándose junto a él. El contrario sonrió un poco, pero esa
felicidad no llegó a sus ojos. ―¿Cariño? ―Insistió.
―Jungkook me ha enviado un mensaje hace unas noches
―Respondió finalmente, suspirando con cansancio.
―Bueno, a Gloss ―Corrigió.
―¿Y es tan malo?
Yoongi levantó la mirada, haciendo una mueca con sus
labios, sin saber cómo responder a eso. En su lugar, prefirió
entregarle el celular a su novio, sintiendo que necesitaba
ponerlo al tanto de la situación. Seokjin no sabía qué
esperar tras leer el asunto.
Voy a tocar fondo.
"Hey, Gloss. Sé que ha sido un tiempo... nuevamente,
pero de verdad necesitaba contactarte. Espero que no
sientas que te busco sólo porque necesito algo de ti.
La cosa es... está este chico. Jimin, el chico del que te hablé.
Aunque intenté mantener las cosas bajo control... ¿puede
que eso ya esté fuera de mis manos?
No puedo manejarlo. Él no sólo me gusta demasiado.
Incluso decir querer me parece insuficiente. Y estoy
aterrado de esto, porque yo no he sido del todo sincero,
porque aún no le digo que soy asexual y porque siento que
él me dejará apenas lo sepa.
Se supone que no debería pasar por esto. Me acepté hace
mucho tiempo. Pero ahora estoy aquí, llorando a escondidas
porque... ¿es como si me odiara a mí mismo por ser de esta
forma? No quiero sentirme así.
Además de mi familia y mi antiguo círculo, eres el único que
sabe de mi sexualidad. Eres el único en que confío. Y
también eres el único que conoce mi historia con Hoseok
por completo. Sabes todo lo que dolió y cuán difícil para mí
fue salir de ello. Y no quiero que se repita con Jimin, pero
estoy hasta el cuello.
Lo amo, hyung.
Y creo que no seré capaz de sobrellevarlo. ¿Qué haré
cuando él decida que no soy lo que busca y me rompa el
corazón? No quiero eso y, sin embargo, no puedo alejarme
de él.
Desearía que fuera más fácil. Desearía que esto durara,
aunque puede que no lo merezco.
Perdón por recurrir a ti para desahogarme, pero aunque
amo a Jimin, siento que me lastimo a mí mismo mientras
más alargo esto."
Seokjin terminó el mensaje y dejó el celular sobre la mesa
silenciosamente. Jungkook era un chico de pocas palabras,
pero en ese mensaje, lucía como alguien que había
vomitado lo que había mantenido por demasiado tiempo.
Observando a Yoongi, se preguntó qué pasaba por la mente
de este, quien parecía perdido en sus propios
cuestionamientos.
―¿Por qué no intentas convencerlo de que se lo diga a
Jimin? ―Propuso, recibiendo una mirada sin emoción de
parte del menor. ―Quizás si se lo dice Gloss...
―Jungkook confía en Gloss, pero no creo que esté
dispuesto a seguir sus consejos ―Admitió en un murmullo.
―Sencillamente, siento que es imposible convencerlo de
decirle la verdad. Sólo míranos a nosotros ―Seokjin se
inclinó, confundido por las palabras. ―Somos sus mejores
amigos, Seokjin, en la vida real, y Jungkook nunca se ha
atrevido a decirnos que es asexual por miedo de que lo
juzguemos. Si no nos lo dice a nosotros, ¿de verdad crees
que estará dispuesto a decírselo Jimin?
―¿Entonces qué? ―Yoongi se dejó caer de hombros.
―¿Sólo lo dejaremos seguir lastimándose a sí mismo? Es
una maldita bomba de tiempo
―Lo es ―Asintió. ―Así que esto no da para más. Por lo
que veo, Jungkook intentará estar con Jimin hasta que la
verdad termine por explotarle en la cara, y ni siquiera será
feliz en el proceso. ¿Sabes por qué? Por su predisposición al
final ―Torció el gesto. ―Él jamás será feliz porque está
convencido de que en cualquier momento Jimin pateará su
trasero lejos. La gente que se queda estancada en el pasado
y la que piensa en los problemas a futuro, siempre son los
que están lejanos a ser felices, y Jungkook está ahí ahora
―Jungkook piensa demasiado las cosas y difícil cambiarlo
―Admitió apenado. ―¿Tú crees que Jimin lo deje? Sé que no
lo conocemos lo suficiente, pero... Dios, Jungkook sigue
siendo Jungkook y su sexualidad no hará la diferencia
―Sí, pero no todos lo entienden tan fácilmente como tú,
Jinie ―Yoongi sonrió con tristeza, acariciando ligeramente la
mejilla de su novio. ―Las personas ahí afuera se ríen de la
asexualidad, esa es la verdad. Y si no se burlan, su
ignorancia puede más que su intención por entenderlo. Si
Jimin toma una de estas posturas, será un desastre, porque
lo lastimará. Y yo no puedo salvar a Jungkook de salir
lastimado
Seokjin bajó la mirada, preocupado por el desenlace de
esa relación. Él podía intentar ir con Jimin y explicarle un
poco lo que estaba sucediendo, pero no podía hacer tal
movimiento sin exponer a Jungkook en el proceso. Y era
Jungkook quien debía decirle la verdad, no ellos.
―Aún intentaré convencerlo por mensaje, pero...
―Murmuró Yoongi. ―Él se debe sentir tan solo en este
momento, me siento un pésimo amigo. No pude ayudarle
cuando sucedió lo de Hoseok y-
―La historia no se repetirá, Yoongi ―Intentó ganar
confianza para transmitirla a su novio, tomando su mano
por sobre la mesa. ―Si Jimin lo ama lo suficiente, lo
entenderá
―Sería más fácil si todos los chicos fueran como tú
Seokjin enseñó una suave sonrisa, deslizando su silla
hacia atrás para hacerle una seña al menor, invitándolo a
sentarse en su regazo. Yoongi no se hizo de rogar y se
acomodó en sus piernas, mostrándose repentinamente
demasiado entristecido.
―¿De verdad estás bien conmigo, Jinie?
―Desde el primer día ―Lo rodeó con sus brazos,
apoyando sus labios contra su sien. ―Mi primera pareja fue
una chica y ella solía presumirme con sus amigas como si
yo fuera un costoso bolso que sus padres le habían
regalado. Era una niña mimada usándome sólo por mi
imagen y mi familia ―Suspiró. ―Mi segunda pareja, fue un
chico que siempre se aseguró de hacerme saber que yo era
el ser más hermoso que Dios había creado
―Y no se equivocó...
―Pero ―Seokjin siseó. ―Nunca se interesó realmente en
mí. Para él, cada encuentro se trataba sobre sexo, sobre
poner sus manos sobre mí y... llenar su propio ego ―Ambos
intercambiaron una mirada. ―¿Y debería preocuparme de
que tú seas asexual?
―Es normal esperar que tu pareja te desee ―Murmuró
avergonzado.
―Pero eso no vale nada comparado a lo feliz que me
haces ―Sonrió con dulzura. ―Me demuestras que me amas,
que te importo y que sueñas un futuro conmigo. Consientes
mis caprichos y no me has privado de ti. ¿Cómo podría
quejarme cuando eres lo más correcto que me ha sucedido
en la vida?
El labio de Yoongi tembló, transformándose en una
pequeña sonrisa. Un asexual debe relacionarse con otros
asexuales, había pensado años atrás. Sin embargo, ahí, en
brazos de la persona que amaba, podía dejar de lado ese
tipo de prejuicios. Eso era correcto porque ellos habían
trabajado en esa relación. Se conocieron y derramaron sus
verdades y miedos. Si aún se amaban después de eso,
podían superar lo que fuera.
―Te amo, Jinie ―Murmuró, abrazándolo de regreso
mientras dejaba un dulce beso en sus labios. Seokjin sonrió
y presionó otro beso contra él.
Correcto.
♦♦♦♦♦
Jimin se dejó caer al colchón largando un profundo
suspiro, completamente agotado. Su corazón se sentía lleno
después de un grandioso día, pero con suerte podía
mantener sus párpados abiertos. Escuchando los pasos de
su invitado, se obligó a buscar fuerzas para abrir los ojos y
ver qué estaba haciendo el chico. Un pequeño subidón de
energía lo recorrió al ver a Jungkook deshaciéndose de sus
prendas, sin ningún pudor. Acomodándose en el colchón
para apreciar mejor su sólido cuerpo, sonrió como un niño
travieso mientras veía al menor rebuscar en su bolso sus
prendas para dormir.
¿Era demasiado saltar fuera de la cama e intentar morder
sus muslos? Porque Jimin de verdad quería morderlos. O
quizás podría conformarse con sólo besar su espalda
desnuda.
Maldición, cualquier tipo de contacto, ¡pero él lo quería!
Jungkook se puso su pantalón, apagando en parte sus
deseos. Abotonando la parte superior de su pijama, el
pelirrojo le miró con curiosidad cuando al girar se encontró
con un rostro lleno de decepción.
―¿Sucede algo? ―Preguntó, desconcertado.
―Tienes un lindo cuerpo ―Jimin chasqueó con la lengua,
sentándose en la orilla de la cama con molestia.
―Oh... ¿y eso es malo? ―Inquirió con una ceja alzada.
Jimin no parecía en absoluto contento.
―No es malo, es sólo que... ―Suspiró. ―Ven, acércate
―Le pidió, haciendo un gesto con la mano.
Jungkook obedeció, deteniéndose frente a él. Su rostro se
llenó de consternación cuando Jimin alzó un poco su pijama,
inspeccionando su abdomen.
―¿Me dejas probar algo? ―Preguntó. Jungkook abrió y
cerró la boca, sin encontrar una respuesta inmediata. ¿Ellos
iban a probar cosas esa noche también? Porque no había
pensado en nada para la ocasión; probablemente
comenzaría a sudar de los nervios si tenía que pensar en
algo ahora. ―¿Jungkook? ―Llamó, alzando una mirada
curiosa hacia él. Este sólo asintió con rapidez, sin querer
hacerlo retroceder.
Jimin relamió sus labios, inclinándose sobre él para besar
su abdomen. Jungkook mordió su labio inferior para no reír
por las cosquillas que eso le provocaba, pero su ceño se
frunció un poco cuando el rubio lamió la línea desde el
límite de su pijama hasta su obligo, donde dio especial
atención. Intentó esconder su timidez, pero era difícil pensar
teniendo la lengua del contrario curioseando ahí adentro. Él
lo había hecho la noche anterior para hacer sentir bien a
Jimin, ¿pero no era un poco extraño? ¿de verdad le había
gustado eso?
―¿Por qué tengo la sensación de que esto no te gusta
tanto como esperé que te gustara? ―Jimin se distanció de
él, alzando la vista para mirarlo con diversión, pero en su
tono podía percibir que estaba un poco ofendido.
―Lo siento, es sólo que... es raro ―Se encogió
ligeramente de hombros, sintiéndose avergonzado por no
entenderlo. ―¿Te gusta esto? ―Jimin parpadeó. ―¿Qué te lo
haga y hacerlo?
―Diablos, sí, ayer estuviste estupendo ―Sonrió
finalmente, sus ojos brillando. ―¿Te gustó hacerlo?
―Jungkook asintió. ―¿Entonces puede que prefieras estar
desde el lado emisor? ―Acarició la línea bajo el ombligo, el
contrario no pudo evitar dar un respingo. ―Camino a la
felicidad
―No lo llames así ―Expresó avergonzado, un puchero
formándose inconscientemente en su labio.
―Pero lo es ―Su sonrisa seguía siendo brillante. ―Ya que
hiciste cosas por mí ayer, estaba pensando... ―Carraspeó.
―¿Qué te parece si yo...? ―Bajó la mirada, relamiéndose los
labios. ―¿Puedo...? ―Señaló su entrepierna, sin necesitar
de mayores detalles. Jungkook dio un paso atrás
instintivamente, enseñando una extraña expresión.
―¿Jungkook? ―Jimin volvió a mirarlo. ―¿En realidad puede
que te desagrade la idea del sexo oral? ―Cuestionó.
―Me gustó hacértelo ―Respondió rápidamente, pero el
mayor no pareció convencido considerando lo ansioso que
se mostraba. ―De verdad, ¡de verdad me gustó hacértelo!
―Insistió, rojo hasta las orejas. ―Bueno, puede que la parte
final no me haya gustado tanto, pero podemos mejorarlo,
¿eh? Estuve investigando sobre la alimentación y-
―Jungkook ―Interrumpió mediante una risita, sintiéndose
enternecido súbitamente. ―Amor, agradezco que pienses
en mí y definitivamente me encantó follar tu boca, pero esto
es ahora sobre ti, ¿sabes? ―Jungkook apartó la mirada.
―¿No quieres que te haga sexo oral?
Es innecesario, quería decir, pero sonaba tan extraño en
su mente. Jungkook no había conocido a ningún chico que
no haya deseado una boca para follar. Maldición, ¿cómo iba
a explicárselo?
―Es que yo nunca... ―Intentó excusarse.
―Con más razón, ¿no te gustaría intentarlo? ―Insistió con
cierta decepción en la voz y Jungkook le dedicó una mirada
analítica. ―Diablos, no es que esté desesperado por chupar
tu pene. ¿Por qué me haces sentir tan obsceno? ―Cubrió su
rostro, sintiéndose avergonzado consigo mismo. Sólo había
intentado hacerle sentir bien, ¿así que por qué la idea
parecía tan sucia ahora?
―Está bien, puedo entender que lo haces por mí
―Murmuró Jungkook, eligiendo las palabras con cuidado.
―Pero en este momento... no me siento listo para ello
―Admitió. ―Hyung, ayer las cosas se dieron de esa forma y
no me arrepiento de ello, pero hoy... tu hermano nos ha
encontrado juntos y de alguna manera me siento
demasiado consciente del hecho de que tu familia está aquí
Jimin descubrió su rostro, comprendiendo finalmente el
punto. Jungkook mordió su lengua mientras se pateaba
mentalmente por no ser completamente sincero. Por
supuesto que se sentía avergonzado por ser consciente de
la familia de Jimin, pero esa no era su razón principal.
―Sí, lo siento, olvidé eso ―Jimin suspiró. ―Pero aunque
no hagamos nada, aún planeas dormir conmigo, ¿cierto?
―Preguntó, mostrando la expresión más inocente que pudo.
―No podré dormir sin ti, Kookie
―Dormir suena bien ―Sonrió tímidamente. Jimin sonrió
satisfecho por la resolución.
Pero incluso si ambos terminaron en pijama y
acurrucándose en la misma cama con intenciones
netamente inocentes, Jungkook no pudo encontrar paz
mental. Era difícil tener a Jimin acompañándole en silencio
mientras su mente aprovechaba de hacer todo el ruido
posible, repitiéndole todo lo que hacía mal. Jimin cayó
rápidamente dormido tras un intenso día y él, en cambio,
sólo pudo observar el techo mientras sentía el calor del
contrario, quien se recargaba sobre él.
¿Sería así cada noche después de que las luces se
apagaran?
Jungkook se deslizó fuera de las sábanas, comenzando a
sentirse ahogado. Tomando su abrigo y calzando sus
pantuflas, decidió salir del cuarto y dirigirse al jardín. En
realidad, una vocecita en su cabeza, esa influenciada por el
miedo, le decía que tomara sus cosas y huyera de aquel
hogar. ¿Pero cómo le explicaría a Jimin luego? El rubio no
merecía ser abandonado por segunda vez.
Jungkook se apoyó contra un muro, respirando el aire frío
que congelaba su rostro. Inhalando y exhalando, intentó
volver a sí en vez de sucumbir a la ansiedad. ¿Por qué
estaba escondiendo su verdad cuando jamás había sido un
buen mentiroso? Lo lamentaba y dolía, pero no se sentía
listo aún. No quería arruinar algo tan bonito al apenas
comenzar. No quería perder su segunda oportunidad de
amar. Pero, ¿y si al final no conseguía ser feliz con Jimin
tampoco?
Sería su culpa, por supuesto.
Frotó sus ojos, convenciéndose de que era inútil llorar
cuando sólo pagaría la consecuencia de sus errores. Quizás,
para algunos, su problema no era la gran cosa. Pero el resto
probablemente no tenía ni la mínima idea de lo que era
estar en sus zapatos.
Revisó su celular, preguntándose si finalmente había
recibido una respuesta de Gloss, sin embargo, el mensaje
no fue tan alentador. Su amigo lo estaba impulsando a ser
sincero y eso era exactamente lo que él quería evitar.
Era más fácil sólo decirlo, ¿no?
―¿Te estás escondiendo de mi hermano? ―Jungkook se
sobresaltó al escuchar una voz cerca y rápidamente bloqueó
la pantalla de su celular. ―¿Estabas hablando con alguien
con quien no deberías? ―Preguntó Jihyun con una sonrisa
molesta cuando sus miradas se encontraron.
―¿Hay alguna razón por la que debería rendirte cuenta de
mis actos? ―Respondió tajante, conservando una expresión
neutral mientras deslizaba su celular en el bolsillo de su
abrigo. ―Y hasta donde sé, no tengo ningún tipo de
prohibición para hablar con las personas. Ni siquiera mis
padres llegarían tan lejos en incoherencias, ¿crees que tu
hermano lo haría? ―Rodó los ojos, claramente un poco
harto.
Jihyun siguió sonriendo, estrechando la mirada. Jungkook
por primera vez se estaba mostrando un tanto a la
defensiva y eso era bueno, a su parecer. Finalmente, el
chico no era sólo azúcar, flores y muchos colores;
demasiado repugnante.
―Voy a volver a la cama, Jihyun, buenas noches
―Jungkook agitó su mano, pasando por su lado para
meterse a la casa de regreso, mas se detuvo cuando el
contrario dio un tirón a su abrigo. ―¿Qué? ―Giró a verlo,
confundido.
―¿Cuánto más planeas seguir engañando a mi hermano?
―Jihyun ―Jungkook se soltó de su agarre, presionando el
puente de su nariz. ―No sé por qué crees que estoy
engañando a Jimin, y no sé por qué tu imagen de mi es tan
mala, pero si se trata sobre mis sentimientos por Jimin, no
hay nada de lo que tengas que preocuparte ―Suspiró. ―Soy
fiel a él, voy en serio con él ―Jihyun se cruzó de brazos,
luciendo más molesto. ―No me importa si no puedes
creerlo, Jihyun
―Y si vas en serio con mi hermano, ¿por qué pasas
tiempo con tu ex novio? ―El rostro del pelirrojo se arrugó,
sin comprender cómo Jihyun había obtenido esa
información. ―No te sorprendas, con todas las redes
sociales que existen actualmente, es imposible no obtener
acceso a información personal con facilidad. Por ejemplo, sé
que estudiaste en la academia que rechazó a Jimin. Sé que
eras del grupo de Lee Taemin y sé, perfectamente, quién
era tu ex novio. Yo también alcancé a estudiar en el mismo
lugar que ellos, ¿sabes? ―Sacó su celular de su bolsillo,
revisándolo. ―Y, que adorable, si revisas las redes de
Hoseok, ¡él aún tiene fotos tuyas y hasta hay algunas
recientes en las salas de prácticas!
―Estás loco ―Murmuró.
―No, intento ver la calidad de tipo con la que ha decidido
salir mi hermano ―Corrigió, aun jugando con su celular. ―Y
resulta que eres cercano a los tipos que solían burlarse de
él. Dime con quién andas y te diré quién eres, Jungkook ―El
aludido mordió su labio, ¿de qué le servía decir que él ni
siquiera era consciente de todo lo que hacía su grupo lejos
de sus ojos? ―¿El show que hiciste hoy con tus viejos
amigos fue para quedar como un tipo de héroe? Hey,
incluso yo quedé conmovido ―Lo felicitó falsamente.
―Ellos no son mis amigos
―Y... ―Enseñó la pantalla de su celular, mostrando el
perfil de uno de los chicos del grupo. ―Mira, hay un vídeo
de hace unas semanas, estás en una fiesta con ellos y luces
muy cómodo bailando con tu ex ―Continuó sonriendo.
―Entonces...
―Sólo déjalo ahí, Jihyun, en serio ―Lo cortó, bastante
irritado. ―Jimin sabe de esa fiesta, él fue por mí, de hecho.
Y Jimin sabe que estuve en ese grupo, así como sabe de mi
antigua relación con Hoseok. ¿Por qué intentas
chantajearme con este tipo de mierda?
―No eres tan perfecto, ¿uhm? ―Jihyun guardó su celular,
mostrándose más serio. ―Lastimaste a mi hermano durante
navidad y volverás a hacerlo, porque eres ese tipo de
persona. No eres alguien de fiar. Jimin luce como alguien
capaz de poseer el mundo, pero, en realidad, es demasiado
blando y tú lo tienes encandilado. Aléjate de mi hermano
antes de que empeores las cosas. ¿No te has saciado ya de
él?
―Saciarme ―Repitió, casi gruñendo.
―Sexo, Jungkook. No es como si no supiera la razón por la
que descerebrados como tú lo buscan a él
Jungkook tensó la mandíbula, sintiéndose demasiado
molesto como para contenerlo todo por demasiado tiempo.
No obstante, no dejaba de ser consciente de que ahí sólo
era un invitado y el chiquillo mal hablado frente a él era el
hermano de Jimin.
―Puedo seguir recolectando información tuya, Jungkook
―Avisó. ―Así que, si no dejas esto por las buenas, me
encargaré de romper la fachada que te has creado. Al resto
le gustará ver que el niño bonito es sólo un jugador más del
montón
Jungkook rió entredientes, pasando una mano por sus
cabellos, intentando dejar ir su frustración. Fijando sus ojos
en Jihyun, su sonrisa se volvió más ancha cuando este le
miró como si fuera un fenómeno.
―Francamente, no eres más que un imbécil que cree
saberlo todo ―Pronunció las palabras sin atisbo de enojo en
la voz. Jihyun empuñó sus manos al oírle. ―Tu hermano tuvo
un mal amor una vez y crees tener derecho a cuestionar sus
próximas elecciones. Puedes cuidar de él si quieres, Jihyun,
pero deja de subestimarlo y llenarlo de tanta mierda. Jimin
es un chico inteligente y sabrá elegir lo que es mejor para él
―Se acercó, plantándole cara. ―¿De verdad piensas que
me asusta la información que puedas encontrar y publicar
sobre mí? Porque mira, hasta donde sé, mis manos están
limpias. ¿Un vídeo personal o una foto vergonzosa crees que
harán efecto en mí? ―Rió. ―Y, ¿dejar a tu hermano por las
buenas? ¿sólo porque tú lo dices? Ni siquiera me esforzaré
en ser simpático contigo, porque, francamente, no podría
importarme menos tu aprobación. Jimin me ha elegido y no
necesitó consultártelo a ti
Jungkook dio un paso atrás, enseñando una sonrisa
torcida. Jihyun lo hubiera golpeado de haber estado seguro
de tener oportunidad, pero considerando lo atlético que
lucía el novio de su hermano, prefirió tragarse el malestar.
―No mereces a Jimin ―Escupió por último cuando
Jungkook decidió retirarse. ―No hay nada que los una. Tu
vida ha sido un cuento de hadas al lado de la de él. Jamás lo
entenderás, porque has vivido en un puto podio con una
corona sobre la cabeza toda tu vida ―Siguió soltando con
más furia. ―Alguien que lo ha tenido todo y no sabe lo que
es el rechazo, no lo merece. Jimin merece algo que más que
un chico que finge ser una persona de bien y comprensiva,
sólo para construir su maldita imagen. Jamás podrás
entenderlo
Jungkook no contestó, sólo se apresuró por el pasillo para
llegar a las escaleras. No era como si él no supiera que
parte de esas palabras contenían una gran verdad: su vida y
la de Jimin no tenían punto de comparación. Cada vez que él
miraba hacia atrás, podía ver sólo amor, sueños
prometedores y halagos por montón. Oportunidades,
amigos, reconocimiento; él siempre lo había tenido todo.
¿Jimin? Era un caso aparte, el chico había tenido que escalar
grandes montañas para llegar hasta donde estaba.
¿Pero por qué debía sentirse culpable de haberlo tenido
más fácil? ¿Y no era Jimin el actual bailarín estrella mientras
que él...?
Mientras que él...
―¿Jungkook?
... lo había dejado todo.
Jungkook alzó la mirada tras llegar al tercer piso. La
lámpara estaba encendida y Jimin estaba sentado en el
colchón, observando con ojos adormilados y una mueca en
los labios. Sonriendo un tanto contrariado por haber sido
pillado en su salida nocturna, Jeon bloqueó el acceso a la
escalera y se deshizo de su abrigo, corriendo de regreso a la
cama.
―¿Dónde estabas? ―Jimin cuestionó, recostándose de
regreso mientras fruncía el ceño. ―No puedes decir en el
baño, porque hay un baño justo aquí al lado y- ―Se detuvo
cuando el menor se abalanzo sobre él, escondiendo su
rostro en su pecho. Park suspiró y lo envolvió con sus
brazos, frotando su espalda con dulzura. ―Estás tan frío.
¿Estuviste afuera? ―Jungkook con esfuerzo musitó un sí.
―¿Qué anda mal, amor? ¿Tuviste una pesadilla? Debiste
despertarme
Jungkook negó con la cabeza, distanciándose de él. Jimin
ahuecó su mejilla y le miró analíticamente, preguntándose
por qué sus ojos lucían como si estuviera aguantando las
ganas de llorar.
―¿Qué sucede? ―Preguntó en voz bajita, acariciando su
rostro.
―Eres un chico fuerte y con mucho coraje ―Jimin sonrió
levemente, incluso si no entendía de dónde nacían tales
halagos. ―Y yo estoy lejos de ser una persona valiente. ¿Me
quieres incluso así, hyung?
―Te quiero ―Aseguró. ―Pero, ¿sabes? Creo que tú eres
un chico muy valiente. Cada vez que pones tus buenos
valores sobre los abusivos, pienso que eres alguien
increíble. Quizás aún necesito conocer más de ti para
entender de dónde nacen tus inseguridades, pero no eres
una persona débil, Jungkookie
―Hay cosas de las que me cuesta hablar ―Susurró.
―Sobre mis sentimientos... no siempre soy del todo honesto
Lo sé, es lo que quiere decir Jimin. Después de todo,
alguien como Jungkook quien siempre parece querer
esconderse y mantener las cosas bajo control, ¿cómo podría
ser del todo honesto? Era evidente que a veces se esforzaba
por retener sus emociones, muy a diferencia de como él
hacía.
―¿Eres honesto sobre lo que sientes por mí? ―Preguntó
en cambio.
―¡Por supuesto que sí! ―Se apresuró en contestar, casi
indignado. Jimin rió bajito y rozó su nariz dulcemente con la
de él tras escucharlo.
―Entonces seguiré contigo, Kookie. Si me quieres, me
tendrás justo aquí. Si crees que necesitas ser más honesto,
te ayudaré con ello, poco a poco. Pero nunca te exigiría que
lo fueras de la noche a la mañana. Sé que eres reservado,
sólo... vamos a trabajar juntos para que esto resulte bien
Los ojos del menor brillaron una vez más, como si de
verdad necesitara llorar. Pero tal como las veces anteriores,
parpadeó y eliminó la emoción a punto de desbordarse.
Jimin acarició su mejilla y besó sus labios tiernamente,
queriendo confiar en que algún día lo lograría.
Jungkook, más tarde que nunca, tendría que llorar, reír y
enojarse cuando se le apeteciera. Quizás sería más fácil
exteriorizar sus pensamientos y enfrentar sus miedos
cuando ese día llegara.
♦♢♦♢♦
Jimin acarició el rostro de Jungkook mientras este dormía
profundamente. Aún era temprano y podía acurrucarse
junto a él un rato más, pero siendo ese su último día en
casa, esperaba como mínimo ser capaz de prepararle el
desayuno a su familia.
Suspiró, distanciándose del menor cuidadosamente para
no despertarlo. Quitando las sábanas del camino, intentó
huir hasta el baño por una ducha, sin embargo, no pudo dar
ni siquiera un paso fuera de la cama cuando se encontró
con alguien tirando de su camiseta. Volteando de inmediato,
una sonrisa iluminó su rostro al encontrar a Jungkook con los
ojos apenas abiertos mientras le sostenía.
―Lo siento, ¿te desperté? ―Jungkook asintió, sin intentar
mentir al respecto. Jimin se deslizó de regreso junto a él y lo
rodeó con sus brazos, besando su rostro mientras soltaba
risitas. ―Perdón, Jungkookie, pero planeaba preparar el
desayuno para todos. Está bien si te dejo un rato solo,
¿cierto?
―¿Puedo ayudarte? ―Preguntó con voz ronca, frotando
sus ojos para alejar el sueño.
―¿De verdad prefieres seguirme que quedarte un rato
más en la cama? ―Jungkook asintió una vez más, aún con
los ojos medio cerrados. ―¿Quieres que te ayude a
despertar?
―Eso estaría bien, pero no suena muy bien ―Murmuró,
ocultando un bostezo tras su mano. Un pequeño grito
escapó de su boca cuando Jimin tiró de él con una facilidad
extraordinaria, acomodándolo sobre su cuerpo. Jungkook
despertó de golpe y se retorció, intentando buscar sustento
en sus manos para no dejar caer todo su peso sobre el
mayor.
―¿Despierto ahora?
―Muy despierto. ¿No podías despertarme de una forma
que no implicara ser aplastado por mí?
―Me gusta tu cuerpo, tu calor... ―Su mano se deslizó
desde su espalda hasta su nuca. ―No me molesta, amor
Jungkook arrugó la nariz adorablemente, provocando en
Jimin una sonrisa antes de que se animara a atraerlo a su
boca. El pelirrojo suspiró, correspondiendo amorosamente
para luego ocultar su rostro en el cuello del rubio. Jimin
esperó hasta que su respiración se calmara mientras
acariciaba dulcemente su espalda.
―Tomaré una ducha y te esperaré abajo, ¿sí? ―Murmuró.
Jungkook rodó hacia un lado de mala gana, intentando
esconder su capricho de querer permanecer en esos brazos
por un tiempo más. Jimin rió cuando su mirada de cachorro
fue demasiado honesta y se inclinó sobre él una vez más,
dejando una seguidilla de besitos en su boca antes de
finalmente salir de la cama.
Jungkook se dio una ducha después que Jimin,
apresurándose en secarse y vestirse para ir a ayudarle en la
cocina. El mayor lo recibió con una sonrisa y ambos se
pusieron manos a la obra en elaborar el banchan.
Afortunadamente, habiéndose levantado temprano, el
tiempo estuvo a favor de ellos y la señora Park no se asomó
por la cocina hasta que casi todo estaba listo. La mujer se
detuvo silenciosamente en la entrada, escuchando el
parloteo de los jóvenes que ni siquiera notaron su presencia
mientras llenaban los platos. Una sonrisa dulce se asomó en
sus labios cuando se percató que su hijo miraba a su pareja
como si este fuera lo más bonito que había visto en su vida;
él parecía capaz de ponerse a babear en cualquier momento
y fue imposible no reír enternecida.
―¡Mamá! ―Jimin fue rápidamente hasta ella, sonriendo.
―El desayuno está casi listo, ¿papá ya está despierto?
―Ella asintió. ―Entonces me aseguraré de avisarle a Jihyun,
vengo en un momento ―Besó su mejilla antes de salir
apresuradamente del lugar.
Jungkook vio a Jimin desaparecer antes de girar hacia la
mujer, dedicándole una suave sonrisa acompañado de un
saludo.
―¿Necesitas ayuda en algo, Jungkook? ―El menor negó
con la cabeza. ―No era necesario que prepararan el
desayuno para nosotros, ¿sabes? Me gusta consentir a Jimin
cuando está en casa ―Admitió, viendo todos los platos con
cierta nostalgia. ―A veces me pongo a pensar en lo mucho
que me habría gustado que él eligiera la universidad de
Daegu, así como Jihyun
―Pero probablemente eso no le habría gustado a Jimin
―Murmuró inconscientemente, abriendo sus ojos al notar
que lo había dicho en voz alta. No obstante, la mujer en vez
de molestarse, rió y palmeó su espalda con afecto.
―Tienes razón, cariño ―Aceptó. ―Jimin necesitaba
desplegar sus alas. Seúl es para él
―Yo... uhm... ¿puedo decir algo? ―Preguntó un tanto
apenado y ella asintió. ―Creo que Seúl también es pequeño
para Jimin; preferiría señalarlo como el primer paso. Sé que
los padres aman a sus hijos y por eso son aprensivos, pero
Jimin... puede que nunca vuelva aquí ―La miró. ―Él es la
clase de artista que merece ser conocido por el mundo, sólo
Corea queda demasiado pequeño
―¿Me estás diciendo que debo acostumbrarme a la idea
de que mi hijo jamás volverá a vivir conmigo? ―Enarcó una
de sus cejas, intentando lucir molesta, aunque estaba
gratamente sorprendida de que Jungkook fuera capaz de
decir tales palabras sin siquiera titubear.
―Es una forma de verlo, sí ―Aceptó con franqueza.
―¿De verdad crees que él pueda llegar así de lejos?
―A veces creo que ni siquiera nosotros somos conscientes
de todo el potencial que tiene, señora Park, porque él es la
clase de persona que no deja de sorprender ―Admitió,
curvando una sonrisita. ― Jimin está hecho para grandes
escenarios, no tengo duda de ello
La mujer se quedó en silencio, observando analíticamente
al joven junto a ella, y aunque quiso alargar esa
conversación, decidió ponerle punto final cuando Jimin
regresó, prácticamente corriendo hacia el pelirrojo. Los ojos
de Jungkook rápidamente le buscaron también y su sonrisa
se volvió más cariñosa mientras sus ojos brillaban.
Se querían. Quizás más que eso. Fuera como fuera, la idea
de que Jimin hubiera encontrado a alguien que le valoraba
tan extraordinariamente, le llenaba de calma.
♢♢♢♢♢
Jungkook mantuvo la cámara de su celular enfocada en
Jimin mientras este hacía el tonto frente a él luego de que
salieran al patio a recostarse en el césped. Intentando
ponerse serio un poco después, puso una de las canciones
que bailaría durante su show para lucirse, sin embargo, un
puchero se formó en su boca al darse cuenta de algo.
―Hey, no tengo pareja ―Se quejó. ―Y es un baile en
pareja, no puedo hacer esto solo
―Puedes adaptarlo para ti mismo ―Jungkook movió su
mano, incitándolo a moverse al ritmo de la música.
―Vamos, baila para mí, lo estabas haciendo hace un rato
―Rió como un niño al ver al contrario cruzar sus brazos,
enfurruñado. ―No he bailado esto antes, hyung ―Se
excusó, cortando el vídeo al entender que Jimin no desistiría
fácilmente.
―Pero me has visto bailarlo junto a Minhyuk muchísimas
veces, no dudo en que hayas aprendido nuestra rutina
―Jungkook desvió la mirada, sin querer admitir que incluso
inconscientemente él había comenzado a imitar sus pasos
cuando estaba a solas. ―Vamos, quiero verte bailar ―Pidió,
usando un tono medio meloso para convencerlo.
―Ya me has visto bailar ―Musitó.
―Sí, con Hoseok, gracias por recordármelo ―Bufó.
Jungkook regresó la mirada hasta él, haciendo una mueca
con los labios. ―Antes de que tengas el descaro de
preguntarlo, sí, estoy celoso. ¿Por qué bailas íntimamente
con él, pero no conmigo? ―Cuestionó.
―Bailé sólo para hacer una demostración, esto no se trata
de Hoseok ―Los ojos del rubio fueron acusadores y
Jungkook decidió levantarse para pararse frente a él. ―No
es contra ti, hyung. A mí... ugh ―Pasó una mano por su
cabello, frustrado. ―No me gusta cómo luzco cuando bailo
―¿Perdón? ―Enarcó una de sus cejas. ―Luces feliz,
Jungkook
―Exactamente
Jimin inclinó su cabeza, intentando comprender el punto.
¿Jungkook no bailaba con él porque bailar lo hacía feliz? ¿Se
había enamorado de un masoquista acaso?
―De acuerdo ―Asintió, comprendiendo el punto. Jungkook
se sobresaltó cuando el mayor presionó sus hombros.
―Ahora que hemos aclarado en punto, baila Black or White
conmigo
―Pero dije que-
―Escuché lo que dijiste, Kookie, pero no permitiré que mi
novio se prive de sus gustos artísticos sólo porque parece
querer autocastigarse por decidir dejarlo ―Dio un paso
hacia atrás, sacando su celular de su bolsillo para buscar la
canción. ―Ahora, baila para mí ―Ordenó.
Jungkook miró hacia un lado cuando la música comenzó a
sonar. Regresando temerosamente sus ojos hacia el mayor,
se encogió un poco en su lugar al encontrarlo con una
mirada que no parecía permitir más opciones. Jimin sintió su
corazón abatido cuando Jungkook le dio una de las miradas
más tristes que había visto, de su parte, hasta el momento.
Él quería impulsarlo a avanzar, no hacerlo sentirse mal,
¿entonces por qué ahora se estaba sintiendo culpable?
Dejando el celular en el suelo, como si ahora poco
importara, pasó sus brazos por la cintura del chico,
envolviéndolo en un agradable abrazo a medida que se
mecían a un ritmo un tanto descoordinado.
―Esto no es una balada ―Murmuró Jungkook contra él.
―No, pero es un comienzo ―Se distanció lo suficiente
para buscar sus ojos. ―¿Quieres bailar, Kookie?
―¿Seriamente? ¿Lo merezco? ―Preguntó aturdido.
―Todos pueden bailar si es que lo quieren
―Pero, sabes, estaba pensando en esto... ―Jungkook
envolvió el cuello de Jimin, rozando sus dedos contra los
rubios cabellos. ―Me siento avergonzado frente a ti al saber
que tuve tantas oportunidades y aun así renuncié. Luzco
como un niño caprichoso a tu lado
―El hecho de que yo lo haya tenido más difícil, no
significa que no merezcas esto, Jungkook ―Señaló.
―Honestamente, me hace feliz saber que la música aún te
hace cosquillas en los pies ―El menor soltó una risita,
sintiéndose cohibido. ―¿Bailarías conmigo? ¿Para ayudarme
a practicar? ―Pidió.
―Pensando en ello, no has cumplido nada de tu descanso,
¿eh? ―La mirada de Jimin se volvió más insistente. ―De
acuerdo, Black or White, pero sólo una vez
―Sólo una vez
Pero, obviamente, ellos no bailaron sólo una vez. Mientras
la canción se repetía automáticamente una y otra vez,
también los hacían los pasos de ambos, quienes
comenzaron bailando como si se trataran de un reflejo. La
sonrisa de Jimin fue tan ancha como resultado, que
Jungkook no pudo renunciar a continuar después de ello.
Amaba la sonrisa de Jimin. Amaba compartir su pasión.
Jungkook, en el fondo, sabía que su corazón había elegido a
la persona correcta; Jimin era alguien extraordinario.
Quería que todos lo supieran también.
―¿Vas a estar mucho rato mirándome como si tuviera
algo en la cara? ―Preguntó Jimin cuando, decidido su
descanso, recostó su cabeza en el regazo de Jungkook
mientras este sólo le miraba.
―Lo siento, estaba pensando ―Sacudió su cabeza,
estirando su mano para acariciar la cabellera rubia.
―Lo sé, siempre pones una cara graciosa cuando lo haces
―Se burló, provocando que Jungkook pusiera los ojos en
blanco. ―¿Entonces?
―Nada en especial, además de que me gustas mucho
―Admitió en un murmullo. Jimin intentó no retorcerse de
felicidad. ―Y también... estuve pensando sobre su
compañero de cuarto
―Oh ―Su sonrisa de borró. ―¿Cómo es que siempre
terminamos hablando de tu ex novio? ―Preguntó con el
ceño fruncido.
―¿Por qué siento que eres tú quien tiene un trauma con
mi ex novio? ―Se burló, y Jimin bufó en respuesta,
haciéndole reír. ―Esto es serio, hyung
―No he dejado de escucharte ―Se defendió.
―La cosa es... ―Aclaró su garganta. ―¿Sabías que
últimamente paso mucho tiempo con los directivos debido a
que soy la nueva cara de la universidad? He tenido
reuniones y sesiones fotográficas, es algo bastante caótico
―Jimin sonrió, imaginando lo bonita que se vería la
universidad empapelada con el rostro del menor, ¡lo estaba
ansiando! ―Así que, en ese ir y venir, conocí al encargado
de los dormitorios y nos llevamos bien. Y bueno... uhm...
―Relamió sus labios. ―Creo que podría convencerlo de
enviarte otro compañero de dormitorio ―La mirada del
rubio se amplió. ―Estoy seguro de que aún no organizan la
asignación de dormitorios para los de primer año y, de
haberlo hecho, la entrega no será hasta marzo, así que eso
nos da cierto plazo, ¿no? ―Bajo su mirada. ―Por supuesto,
yo no puedo prometerte nada, pero...
―¿Harías eso por mí? ―Jungkook se calló. ―Hablar con el
encargado e intentar convencerlo, ¿lo harías?
―Por supuesto que sí ―No dudó. ―Es importante para mí
que tu estadía en Seúl sea buena, hyung. No quiero que te
sientas atareado por tener que convivir con Hoseok
Jimin se reincorporó rápidamente, sorprendiendo a
Jungkook cuando se abalanzó sobre él. El menor ni siquiera
alcanzó a hablar cuando el contrario ya estaba besándolo
con entusiasmo. Una risita salió entremedio del beso y lo
abrazó, besándolo también.
―¿Sabes? Estoy comenzando a ver las ventajas de tener
por novio al rey
―Oh, Dios, deja de llamarme así ―Gimoteó frustrado,
sintiendo sus orejas calentarse.
Pero Jimin rió, inclinándose sobre él una vez más para
capturar sus labios. Jungkook cerró los ojos
instantáneamente, y ni quiero los abrió cuando Park volvió a
distanciarse.
―¿Sabes que estoy loco por ti, cierto? ―Preguntó el rubio
junto a su oreja antes de mordisquearla.
Loco no era la palabra que Jungkook ocuparía en su caso.
Abriendo los ojos para encontrarse con la mirada intensa de
Jimin, sólo pudo respirar pesadamente contra sus dedos
cuando estos se deslizaron sobre sus labios, quitándole
cualquier vaga respuesta que se hubiera formado en su
cabeza.
―Te quiero ―Susurró en cambio, como si doliera, como si
el sentimiento pesara demasiado.
―Te quiero más ―Respondió, sonriendo con dulzura por
ser correspondido.
Jungkook sonrió también, esperando que esas palabras
fueran ciertas y que esta vez fuera Jimin quien lo quisiera
más. Porque si Jimin lo quería más de lo que él lo hacía,
entonces no habría lágrimas que derramar.
Nota:
Ya había olvidado lo que era actualizar tan tarde (?) JAJAJA.
Lo siento, mi internet se fue y volvió hace unos minutos, por
eso no había podido subirlo antes:(. Pero finalmente está
aquí unu. ¡Y este es el último capítulo en Daegu, en el
próximo ya volverán a Seúl!
Por cierto, mencioné esto por IG y también quiero repetirlo
aquí: la próxima semana no habrá actualización de Gris.
Para que lo tengan en cuenta y no estén pendiente en vano:
(. Que les vaya bonito ( ˘ ³˘)♥
[35]

Jungkook acomodó su bolso en su hombro, esperando en la


puerta de la casa. Los padres de Jimin le observaban en
silencio mientras el chico había subido las escaleras en
busca de su hermano menor, quien se negaba a bajar para
despedirse. Pero, ¿qué más podía esperar? Era obvio que
Jihyun no quería seguir viéndole la cara.
―Lamento que Jihyun se comporte de esta manera
―Habló apenada la señora Park. ―Por lo general él es muy
maduro, no entiendo por qué ha tomado esta clase de
comportamiento contigo
―En realidad, creo que sí lo entiendo ―Murmuró el menor
con una pequeña sonrisa, mirando entre ambos adultos.
―No se molesten con Jihyun. Es una pena que no le guste
mi relación con Jimin, pero tampoco puedo forzarlo a
aceptarme
―Tienes razón, no podemos forzarlo ―Aceptó el hombre
mayor. ―Sin embargo, él conoce la palabra respeto, no
educamos a ninguno para que actuaran de esta forma
―Jungkook apartó la mirada con cansancio, preguntándose
si Jihyun estaría en problemas una vez ellos se fueran.
―¿Puedo preguntarte algo, muchacho? ―Jungkook volvió su
atención a él. ―Jimin ha tenido problemas de salud, ¿cierto?
―Cierto ―Asintió, sin querer mentirles.
―Él suele descuidarse a sí mismo. Jamás me ha hecho
feliz la idea de que estudie fuera de la ciudad, porque me
inquieta no enterarme de todo lo que sucede. Jimin es
reservado cuando se trata de sus problemas, él sólo dirá
que todo está bien y ni siquiera dirá que nos necesita,
porque se niega a preocuparnos ―Jungkook les miró con
tristeza, comprendiendo el punto. ―Sé que debo confiar en
él, es un buen chico. Pero ya que estás con él... ¿podrías
cuidarlo, Jungkook? Jimin y Jihyun lo son todo para nosotros.
No te pido que vivas pendiente de todo, pero si llegas a ver
que algo anda raro en él, nos gustaría saberlo
―Me comunicaré con ustedes si veo que algo anda mal
―Prometió.
Jungkook miró hacia el fondo cuando Jimin apareció de
repente, con una mueca en sus labios. Dando un paso hacia
atrás, se preguntó si el chico les había escuchado de
casualidad.
―Jihyun no va a bajar ―Avisó. ―Él está demasiado
ocupado con sus berrinches, así que nos iremos antes de
que se nos haga tarde para tomar el tren ―Pasó entre sus
padres, volteando hacia ellos. ―Los veré dentro de unas
semanas, papá y mamá ―Sonrió.
Jimin los abrazó a ambos, prometiéndoles que les
mandaría un mensaje cuando finalmente estuviera en Seúl.
Jungkook se despidió de ellos antes de tomar la mano de
Jimin para dirigirse a la parada de autobuses.
―¿Escuchaste nuestra conversación? ―Jimin asintió con
tranquilidad. ―Ellos sólo se preocupan por ti, es lo normal
―Creo que les he hecho perder un poco la confianza en
mí... ―Musitó entristecido. ―Mamá y papá temen por mi
salud, porque suelo descuidarme a menudo. Jihyun
desconfía de mis decisiones, porque nunca le he
demostrado que soy capaz de elegir correctamente. Me
gustó un idiota una vez, salí con otros idiotas después y
ahora...
―Él cree que soy un idiota también ―Terminó Jungkook,
provocando que Jimin se encogiera en su lugar. ―Está bien
―No está bien, Jungkook. No quiero que mi hermano crea
tener el derecho de hablar mal de ti. No eres un mal chico
―Supongo que lo seré hasta poder demostrar lo contrario
―Jimin tensó su mandíbula, mirándole en desacuerdo.
―Hey, tú lo sabes ―Se detuvo justo antes de llegar a la
parada.
―¿Qué cosa? ―Suspiró, deteniéndose frente a él.
―Que no soy un mal chico ―Presionó la mano del
contrario con más fuerza. ―Mejorarás, hyung, sé que lo
harás. Tus padres podrán confiar plenamente en ti,
eventualmente. Pero ellos seguirán pendientes de ti, porque
te aman, y preocuparse es lo que hacen los padres ―Sonrió
suavemente, encogiéndose de hombros. ―Y quizás logre
agradarle a Jihyun... algún día ―Chasqueó con la lengua.
―¿Qué importa? Puedo vivir con no caerle bien a todo el
mundo ―Aseguró.
―Jungkookie ―El rubio rió, sosteniendo su rostro con su
mano libre. ―Pero tú sólo mereces ser amado
Jungkook arrugó su nariz dulcemente, inclinándose sobre
él para besar sus labios. Jimin tuvo que esforzarse para
poner distancia entre ellos luego de unos segundos, o
probablemente estaría dispuesto a perder el tren sólo por
devorar su boca.
―Está bien si tú me quieres ―Susurró el menor sobre sus
labios.
―Entonces ya has ganado ―Sonrió, rozando
cariñosamente sus labios una vez más.
Ambos se distanciaron, mirando su alrededor antes de
volver a sonreírse. Sosteniendo la mano del otro con fuerza,
a ninguno pareció importarle realmente lo que el resto
podría pensar de ellos.
♦♦♦♦♦
Para cuando llegaron a Seúl, ya había oscurecido.
Jungkook comenzó a parlotear sobre repasar un rato antes
de irse a dormir y Jimin tuvo que morder su lengua ante la
idea de invitarlo a dormir.
Ellos habían estado durmiendo juntos, ¿así que no era raro
distanciarse ahora como si nada? ¿O él estaba resultando
demasiado asfixiante? Pero Jimin se sentía más ansioso a
medida que se acercaban a los dormitorios; como si
estuviera aun viviendo en un sueño y pronto tendría que
despertar.
Maldición, no quería despertar.
―Jimin hyung ―El rubio giró hacia el de cabellos rojizos,
quien le miraba confundido. ―Ya estamos aquí ―Park miró
su alrededor, preguntándose si quizás habían caminado
demasiado rápido. ¡Ni siquiera había conseguido llegar a
una conclusión! ―¿Todo está bien?
―Sí, sí ―Sonrió, aclarando su garganta. ―Así que... bien.
¿Supongo que nos separamos aquí? ―Miró la entrada del
edificio, intentando ocultar su decepción. Estuvo a punto de
poner los ojos en blanco cuando Jungkook asintió.
―¿Quizás quieras decirme algo? ―Enarcó una de sus
cejas, divertido.
―¿Puedo besarte?
―¿Realmente estás pidiendo permiso? ―Rió.
Jimin suspiró, pasando una mano por la nuca del contrario
para atraerlo a él, callando sus risas con un beso que fue
seguido por uno nuevo. O quizás fueron 10 besos. O quizás
más de 10. Pero para cuando consiguió dejar los labios
ajenos, Jungkook estaba apoyándose contra uno de los
muros y su bolso deportivo se había deslizado por su
hombro. Sus ojos oscuros lucían más grandes de lo normal,
su respiración era irregular, sus labios estaban hinchados, y
él se sintió avergonzado por dejarse llevar demasiado.
―Entonces ―Jungkook intentó aclarar su garganta y
relamió sus labios al sentirlos un tanto adoloridos; a Jimin le
gustaba morder. ―¿Vas a besarme así cada vez que
tengamos que despedirnos? ―Intentó bromear, tocando sus
mejillas para intentar reducir el calor en ellas.
―En realidad, podría seguir besándote ―Admitió en voz
bajita. ―Lo siento, me dejé llevar ―Se disculpó, viendo
como el menor tocaba su labio inferior, como si algo le
molestara. ―Mierda, ¿te mordí demasiado fuerte? Porque no
era mi intención, ¡mi cerebro no es del todo funcional
cuando estás cerca! ―Jungkook alzó una de sus cejas. ―Lo
sé, mala excusa, soy un desastre, lo siento ―Y ahora sonó
casi lamentable.
―Está bien ―Lo calmó, lamiendo inconscientemente la
herida antes de bufar; le desagradaba el sabor. ―Me gusta
cuando me besas, hyung ―Aseguró.
Jimin sonrió, considerando esas palabras como un permiso
para volver a disminuir la distancia entre ambos. Jungkook
abrió la boca inmediatamente para él, dándole acceso, y a
Park poco le importó presionar aquel cuerpo contra la pared
mientras el chasquido de sus besos se volvía cada vez más
obsceno. El pelirrojo cerró sus manos en el abrigo del
contrario cuando este presionó sus caderas contra él.
―Quizás... quizás podríamos ir a mi dormitorio ―Murmuró
finalmente el rubio contra su oreja, sus dientes rozando
ligeramente en ella. ―Finalmente estaremos solos y-
―No... ―Jimin se quedó quieto al escuchar tal murmullo.
―Es decir, sí, pero ahora no ―Intentó explicarse
rápidamente ante la reacción del mayor. Este se distanció
para buscar su rostro. ―Mañana tengo examen, hyung, y de
verdad necesito repasar ―Intentó excusarse. ―Es más, ¿no
hay nada que tú tengas que estudiar?
―S-Sí... ―Aceptó, dando un paso hacia atrás. ―Lo siento,
olvidé que tenías que estudiar ―Jungkook negó con la
cabeza, restándole importancia. Jimin se sintió atormentado
al notar que al menor le costaba mirarlo a los ojos. ―Kookie
―Llamó. ―¿Estás seguro que no quieres ir a mi habitación
debido a los exámenes? ¿No es por algo más? Porque no
intentaba llevarte a un extremo, sólo pensé que quizás...
quizás...
Quizás podrían tener sexo, sí. ¿A quién intentaba
engañar?
―No importa, hyung, subiré a mi piso ahora ―Murmuró,
alzando la vista. Su corazón pesó al ver esa mirada algo
atormentada. ―Desayunemos juntos mañana, ¿sí?
―Acarició su mejilla, intentando aliviarlo. ―Y prometo que
pasaré la noche contigo también
―¿En serio? ―Sus ojos recuperaron inmediatamente su
brillo.
―Muy en serio ―Sonrió, dando un ligero beso sobre su
boca. ―Te veo mañana, hyung. Asegúrate de descansar
adecuadamente
―Hasta mañana, amor
Jungkook recogió su bolso y caminó hasta la entrada,
asegurándose de sonreírle a Jimin por última vez antes de
atravesar la puerta. A medida que se aseguraba de haberlo
perdido de vista, su cuerpo comenzó a sentirse pesado. Eso
había estado cerca. Aún estaba cerca.
Seguiría estando cerca.
―Oh, bueno, mi hombrecito finalmente está dando
señales de vida ―Seokjin se levantó inmediatamente al ver
al menor entrar al dormitorio.
―¿En qué momento dejé de ser un bebé y me convertí en
tu hombrecito? ―Preguntó, extendiendo sus brazos cuando
Seokjin fue rápidamente hasta él para abrazarle.
―Llegas a mí oliendo a otro hombre, los bebés no hacen
esas cosas ―Reprochó. Jungkook rió avergonzado cuando su
amigo se distanció para escrutarlo con la mirada. ―¿Por qué
luces tan desordenado? ―Cuestionó, intentando peinar sus
cabellos. ―Tus labios me dicen que tu novio tiene un serio
problema con ellos
Jungkook gimoteó, apartándose para quitarse su abrigo.
Seokjin volvió a sentarse en su cama mientras estudiaba
sus movimientos. Para ser un chico enamorado comenzando
una relación, Jungkook no lucía exactamente como alguien
en la etapa de luna de miel. Si de deducir se trataba, podía
jurar que el joven aún no había sido honesto con Jimin.
―Sí están saliendo, ¿cierto? ―Quiso confirmar. Jungkook
asintió con la cabeza mientras se cambiaba a su pijama.
―¿Y quieres compartir conmigo qué es lo que está mal
entonces?
―Nada está mal ―Contestó demasiado rápido,
mordiéndose la lengua cuando volteó a ver a su mejor
amigo. ―Soy feliz, hyung ―Seokjin sólo le siguió
observando, sin parpadear. ―Quizás estas fueron las
mejores vacaciones de mi vida ―Prosiguió, intentando
convencerlo, intentando convencerse, pero la expresión del
contrario no cambió. ―Quiero a Jimin ―Su voz estuvo a
punto de quebrarse al final.
―Pero... ―Agitó su mano, invitándolo a proseguir.
Seokjin estaba seguro de que en cualquier momento
explotaría y diría lo que él quería escuchar. Sin embargo, no
contaba con que Jungkook sólo retiraría las prendas
superiores en silencio, exponiendo su torso desnudo. Sus
ojos se fueron inmediatamente hacia sus hombros y
clavícula.
―Oh... ―Jungkook se sentó en su cama pesadamente,
apartando los restos de maquillaje de su cuello. ―Él
probablemente es una bestia en la cama, ¿eh? ―Rascó su
barbilla, intentando hacerlo reír, pero el menor sólo bajó la
mirada; por supuesto que no había sido gracioso. ―¿Te
obligó a tener sexo con él, Jungkook? ―El aludido negó con
la cabeza. ―¿Entonces qué? Porque no puedes esperar que
yo descifre todo esto ―Señaló, un poco exasperado.
―No tuvimos sexo, no... no ese tipo de sexo ―Jungkook
tocó los hematomas, bajando la voz. ―Le hice sexo oral
―¿Y lo odiaste? ―Jungkook no respondió. ―Kookie, no a
todos les gusta el sexo oral ―Intentó calmarlo.
―Me gustó el sexo oral ―Corrigió. ―Me gustó hacérselo
―Agregó inmediatamente, trayendo a Seokjin comprensión.
―Él me masturbó después y... bien, creo que se excedió un
poco con las mordidas ―Dejó caer sus hombros, restándole
importancia. ―Está bien, no duran para siempre, lo sé
―Lo sabes ―Repitió. ―Y sabes también que él quiere
tener sexo contigo, ¿cierto? ―Jungkook lo miró. ―Y hablo de
tomar el recorrido completo ahora. El punto es, ¿quieres
tener sexo con él?
―Creo... creo que no estoy listo todavía ―Seokjin abrió la
boca, intentando preguntar por más. ―Sí quiero tener sexo
con él ―Se apresuró a decir.
―¿Entonces por qué me estás hablando de esto?
―Finalmente preguntó. ―¿Por qué luces tan inquieto
hablándome de esto si tú también quieres tener sexo con
él? ―Su tono fue casi agresivo. ―No tienes que intentar
convencerme de esto, Jungkook, y no tienes que
convencerte a ti tampoco. Está completamente bien decir
que no quieres. Estás en todo tu derecho de decir que no.
¡No hay nada malo en no querer sexo!
―¡Habría que ser un fenómeno para no querer sexo con
tu novio y yo no soy un fenómeno! ―Se levantó alterado.
―Jungkook-
―Sólo olvídalo, ¿quieres? ―Caminó hasta el baño,
dándole la espalda. ―Olvida esta estúpida conversación,
tienes razón, no tiene sentido. Todo está bien conmigo,
supongo que sólo estoy preocupado porque ha pasado
demasiado tiempo desde la última vez ―Se excusó con una
risita rota, casi histérica, encerrándose en el baño segundos
después.
Seokjin pasó una mano por su rostro, sintiéndose abatido;
él estaba mucho peor de lo que había imaginado.
♢♦♢♦♢
Jungkook se encontraba más tranquilo al día siguiente, o
eso aparentaba. Seokjin no hizo más preguntas y Yoongi
también evitó atosigarlo cuando finalmente se encontraron
en el ascensor. Jimin esperaba fuera del edificio y la pareja
sólo sonrió cuando la sonrisa más grande que habían visto
en el rubio se extendió por todo su rostro. El mayor del
grupo no ignoró el brillo en los ojos de Jungkook cuando su
novio tomó con dulzura su mano, rozando sus labios en un
ligero beso.
―¿Cómo haces para verte cada día más bonito? ―Jimin
acarició fugazmente su cabello, sin poder apartar la mirada
de él.
Y sí, eso era nuevo para Seokjin en Jungkook. Su
compañero siempre había sido extraordinariamente
atractivo, no por nada había ganado el reinado de la
universidad hace un tiempo, pero esa mañana parecía estar
especialmente preocupado de lucir bien. Jungkook se había
parado frente al espejo por minutos, peinando sus cabellos
con sus dedos y aplicándose bálsamo labial.
Maldición, por supuesto que Jungkook estaba muy
enamorado de Jimin. A Seokjin le hubiera gustado decir que
el joven sólo se estaba preocupando de sí mismo, pero hace
sólo unos días este era capaz de salir en pijama a comprar.
Jungkook quería lucir bien para Jimin.
Jungkook quería complacer a Jimin.
Jungkook quería hacer feliz a Jimin.
¿Pero él estaba bien con los cambios?
―No te atormentes ―Susurró Yoongi a su lado,
observando a la pareja charlar frente a ellos, perdidos en su
propio mundo. ―Ellos se ven felices ―Señaló.
―Hasta que Jungkook tiene tiempo de pensar en sus
problemas ―Casi gruñó, poniendo los ojos en blanco. Giró a
su novio cuando este suspiró. ―Sólo-
―Estás preocupado, y yo también ―Interrumpió en voz
baja. ―Pero no puedes tomar las riendas de su vida, Seokjin
―Me preocupa que él se cause un daño irreparable
―Yoongi negó con la cabeza, volviendo a mirar a Jungkook.
Este miraba a Jimin, quien no dejaba de hablar y hacer
mohines por quién sabe qué, pero parecía gustarle mucho al
menor. ―Jungkook conoce sus propios límites ―Dijo con
convencimiento.
¿Los conocía?
Los cuatro desayunaron en una cafetería cercana a la
universidad. Hablaron de sus días libres y lo pesada que se
venía la semana de exámenes. Cuando terminaron de
comer, Jimin se ofreció a acompañar a Jungkook hasta su
facultad y ambas parejas se separaron entonces.
Jungkook intentó no ponerse ansioso cuando, caminando
de la mano de su novio por el campus, comprobó aterrado
que la publicidad en la que él era rostro finalmente había
salido. Su cara estaba repartida por toda la zona y quiso
poner una bolsa de papel en su cabeza cuando la gente
comenzó a mirarlo al pasar, como si se tratara de una
celebridad.
―Oh, Dios, luces tan bonito en todas esas fotos. ¡Esto es
como un sueño! ―Jimin estaba a punto de dar brinquitos a
su lado. ―Siento que me llena de energía ver tu cara en
todas partes, incluso podría- ―Calló al mirar al menor.
―¿Esto de incomoda?
―El resto ―Siseó. ―Ellos me miran como si fuera
importante
―Bueno, eres su rey, eso es algo bastante grande
―Sonrió cuando escuchó al contrario bufar. ―¿Preferirías
que soltara tu mano entonces? Quizás te incomode que el
resto empiece a hablar de esto, ¿no?
―Eres mi novio, hyung, no voy a esconderte ―Contrapuso
de inmediato, provocando que la sonrisa del mayor se
ensanchara. ―Está bien, puedo lidiar con esto, sólo tengo
que soportar ser el rostro por un año, ¿no? ―Su voz salió
suplicante mientras le ponía ojos de cachorro al rubio.
―Amor, creo que las agencias de modelaje podrían
intentar contactarte, si te soy honesto ―Rió.
―No, eso es una exageración ―Jimin negó con la cabeza.
―Sé que soy bonito ―Admitió, provocando que el mayor
mordiera su labio mientras giraba a verlo nuevamente.
―Pero no eres objetivo, ¡tú eres mi novio! ―Señaló con
obviedad. ―Te gusto incluso al recién despertar, y eso ya
dice mucho
―Eres la cosita más bonita del mundo cuando acabas de
despertar, ¿qué estás diciendo? ―Preguntó, abriendo
pronunciadamente sus ojos. ―Las personas caerían como
moscas por ti si vieran tus ojitos de sueño y tu cabello
enmarañado ―Dijo con total convicción, provocando que el
menor riera. ―Afortunadamente, soy el único que puede
darse el lujo de verte así
―Seokjin hyung me ve así todas las mañanas y desde
mucho antes ―Se mofó.
Jimin hizo un mohín al notar que había olvidado por
completo ese detalle. Jungkook rió y besó su mejilla,
obligándolo a apurar el paso antes de que decidiera hacer
un berrinche. Él no lo había notado antes, pero el mayor
realmente podía ser como un niño berrinchudo a veces.
Se detuvieron en la entrada de la facultad de
comunicación. Mirándose a la cara por un par de segundos,
Jungkook bajó la mirada hasta los zapatos de Jimin sólo para
comprobar sus plataformas; el chico había vuelto a crecer
unos centímetros milagrosamente. Enarcando una de sus
cejas, Jimin pellizcó sus mejillas antes de que fuera capaz de
hacer un comentario.
―Siempre luzco así de alto ―Se defendió, presionando un
beso en la boca del contrario cuando casi pudo escuchar su
"es porque usas zapatos como esos todo el tiempo". ―Soy
más grande que tú, Jungkook, no lo olvides
―¿Estás intentando tomar el dominio devuelta?
―Preguntó inocentemente y Jimin abrió la boca, casi
ofendido de que el joven pensara que había tenido una
mínima oportunidad de marcar el paso. ―No me gusta
―¿Qué cosa? ―Preguntó, abrazándolo por la cintura.
―Que te sientas indefenso a mi lado sólo por tener unos
centímetros menos que yo ―Jimin rodó los ojos. ―No quiero
ser tu chico consentido sólo porque crees que serlo te hace
sumiso de alguna forma, hyung. Yo también puedo
consentirte, y cuidarte, y abrazarte, y...
―Lo entiendo ―Interrumpió, presionando un beso en el
puchero que se formó en el labio inferior del menor.
―Entiendo lo que intentas decirme, amor, y te juro que me
estoy deshaciendo de ciertos prejuicios gracias a ti
―Jungkook se inclinó sobre él, rozando su nariz contra la de
él dulcemente. ―Pero es esto, ¿sabes? Me das mucha
atención, también quiero darte mi atención a veces. Déjame
ser el chico grande ahora, ¿sí? Hyung te llenará de mucho
amor hoy y te cuidará, puesto que mi bebé está intentando
sobrellevar la atención mediática
Jungkook puso los ojos en blanco por lo exagerado que
sonaba eso, pero permitió a Jimin ser el que lo consintiera
esta vez; le gustaba cuando Jimin lo mimaba. Pasando los
brazos por los hombros de su novio, dejó que este diera un
montón de besitos en su boca; las cosas eran tan fáciles
cuando todo se sentía como miel sobre hojuelas.
―Te quiero tanto ―Jimin presionó un beso sobre su
mejilla. ―Nos veremos más tarde, ¿sí? Espero que tu
examen sea un éxito
―Lo mismo espero para ti, hyung
Jimin sonrió, acariciando su mejilla con dulzura, sin querer
soltarlo realmente. Dando un paso atrás con esfuerzo, su
ceño se frunció cuando los ojos de Jungkook se desviaron
hacia algo atrás de él y su expresión se descompuso.
―¿Jungkook? ―Llamó y, cuando intentó girar para
comprobar que se había llevado la atención del menor, este
rápidamente lo retuvo. ―¿Qué sucede? ―Preguntó al notar
la incomodidad del joven, quien sostenía su rostro.
―Yo-uhm... ―Balbuceó. ―Puede que haya olvidado
comentarte algo ―Jimin le miró confuso. ―¿Recuerdas al
tipo que me besó en la fiesta de Jeonghwa? Pues me lo he
topado en la facultad un par de veces, él estudia aquí y...
justo ahora... ―Aclaró su garganta. ―Pues está a unos
pasos de nosotros
―¿Y por qué no quieres que voltee?
―No me gusta la forma en la que él nos mira ―Admitió en
un murmullo.
Jimin se soltó de las manos de Jungkook, girando de todas
formas para hacer de frente al lunático. HyoSik estaba
apoyado contra un muro, fumando un cigarrillo con
tranquilidad y mirándoles con descaro. Encontrándose sus
miradas, una sonrisa se curvó en sus labios antes de
repasar al pelirrojo con la vista. Sacó el cigarrillo de su boca
y relamió sus labios, enseñando sus dientes en una sonrisa
casi sádica.
―No ―Dijo Jungkook cuando lo vio tensarse. ―Es
peligroso, no vas a pelear con él por nada
―Te está mirando como si fueras su comida ―Gruñó con
recelo, tomando su mano precipitadamente. ―Ven, te iré a
dejar hasta tu aula. Si él llega a hablarte, sólo ignóralo, ¿me
escuchas? ―Lo arrastró hacia el interior del edificio, sin
darle tiempo de protestar.
―Tengo sentido común, Jimin ―Dijo molesto.
―Y también un maldito sentido de la justicia, Jungkook.
No dudo en que seas capaz de meterte en una pelea y,
como has dicho, no es un buen tipo. Él juega sucio
―¿Por qué se siente como si supieras más de él que yo?
―Preguntó, obligando a Jimin a detenerse cuando
finalmente estuvieron fuera de su sala.
Jimin lo miró, sin querer confesarle que en realidad había
estado dando datos del tipo y denunciándolo
constantemente para apresurar el proceso de investigación.
Jungkook no necesitaba saber que HyoSik era incluso peor
de lo que pensaba, ¿o sí?
―Escucha ―Su voz se suavizó. ―Sólo sé que él es malo,
¿sí? Así que no permitas que se te acerque, ni siquiera para
saludarte. Haz de cuenta de que no existe ―Le pidió.
―Sólo si tú haces lo mismo
―De acuerdo ―Jimin asintió, satisfecho con la resolución.
―Nadie se involucrará con chicos malos. Ahora entra a tu
sala y espera al profesor, yo también tengo que irme a mi
facultad
Jungkook asintió, besando a Jimin en los labios antes de
adentrarse en el salón. Jimin tocó sus labios e intentó no
sonreír presumidamente cuando la gente se le quedó
mirando.
¿Él? ¿Saliendo con el rey de la universidad? ¿Saliendo con
el chico más increíble del maldito universo? Por supuesto
que sí.
Jimin dio un ligero vistazo al salir de la facultad,
asegurándose de que HyoSik ya no estuviera.
Lamentablemente, el tipo seguía ahí y tuvo que pelear
contra sí mismo para no dirigirse a él cuando este le sonrió
amistosamente, tirando la colilla de cigarro al suelo. Se
sobresaltó cuando, al intentar alejarse, el chico le silbó,
exigiendo su atención. Mirando sobre su hombro, vio como
el mayor le hacía un gesto con la cabeza para que le
siguiera.
Park sabía que no debía ceder a sus provocaciones, pero
luego de recordar todo lo que el tipo le había hecho a
Jungkook, la rabia tomó la decisión por él. Rodeando el
edificio hasta la zona de áreas verdes, su respiración se
volvió pesada cuando se encontró con HyoSik a sólo unos
pasos de distancia.
―No pensé que serías tan obediente ―Admitió en medio
de una carcajada. Jimin preparó sus puños para abalanzarse
contra él en cualquier momento. ―Jungkook y tú son
divertidos, ¿sabes? Con todo ese ir y venir. Conozco los
rumores que corren de ti, Jimin. Supongo que Jungkook ha
sido una bestia en la cama si es que no puedes mantenerte
alejado de él por demasiado tiempo. Pobre cosita ilusa ―Se
burló.
―Jungkook es mi novio ―Anunció bajo la mirada divertida
del mayor. ―Y no me importa quién mierda eres, voy a
golpearte si te atreves a hacer un comentario de él y
hostigarlo ―Amenazó. ―Podría dejarte en el hospital si
vuelves a mirarlo como hiciste hace un rato
―Niño, estoy seguro de que no le he mirado muy
diferente a como tú lo miras ―El estómago de Jimin se
revolvió al escuchar tal comentario. Él quería a Jungkook, ¡él
no lo estaba mirando así! ―Y lamento decirte que la cara de
tu noviecito está en todas partes ahora también. Habrá
varios hablando de lo genial que sería coger al niño de cara
bonita ―Rebuscó en su bolsillo, lanzándole una bola de
papel al rubio. ―Mira, informativos con su cara en la
portada ―Las manos de Jimin temblaron mientras revisaba
el papel. ―Estoy seguro que muchos se darán una mano
mientras piensan en lo bonito que sería correrse en su cara.
Yo lo haría
Jimin no esperó más, sólo se abalanzó sobre él, llevándolo
directamente al suelo. Sin embargo, aunque alzó su puño
dispuesto a golpearlo, el contrario sólo estalló en una nueva
carcajada.
―¿Acaso no tienes un número en el próximo show?
―Continuó riendo. ―Si me golpeas y te denuncio frente a
dirección, tu número es historia, Jimin ―La sangre del rubio
se heló mientras lo miraba a los ojos. ―Así que, ¿así se
siente la impotencia? Voy a follar a tu novio tan bien, Park. Y
tú te mantendrás lejos de mí si no quieres arruinar tu única
oportunidad de ser conocido por algo más que por actuar
como una puta
Jimin se levantó, sintiendo un nudo formándose en su
garganta. HyoSik se levantó también, estirando sus ropas y
sonriendo presumidamente, como si realmente tuviera el
poder entre ambos. Sólo hizo falta de un segundo para que
Jimin lo lanzara contra la pared antes de dar un fuerte
puñetazo contra su ojo, haciéndolo gritar. Dando un
rodillazo en su estómago después, tuvo que controlar el
deseo de patearlo hasta la inconciencia cuando el chico se
dobló sobre sí mismo, terminando de rodillas en el piso.
―No me contendré, hijo de puta ―Le aseguró, su voz
conteniendo más rabia de la que había sentido en toda su
vida. ―¡Me aseguraré de que estés detrás de las rejas!
¡Jamás tocarás un pelo de Jungkook o cualquiera!
Jimin no esperó que HyoSik fuera capaz de contestar.
Alejándose del lugar a zancadas, se resistió para no regresar
y terminar lo que había empezado.
¿De verdad ese imbécil pensó que su show sería
suficiente para darle acceso a Jungkook? HyoSik aprendería
por las malas que había personas con las que no podía
meterse.
♦♦♦♦♦
Jungkook salió de su sala apresuradamente en dirección al
baño. Había pasado toda la mañana concentrado en sus
exámenes y ahora sólo quería vaciar su vejiga antes de
dirigirse al comedor. Chocó con un chico que iba saliendo y
musitó una disculpa, avergonzado, antes de pasar por su
lado y escuchar la puerta cerrarse.
Finalmente.
Jungkook dejó escapar un suspiro de alivio mientras
orinaba. El baño estaba vacío, aparentemente, y eso le daba
cierta calma. Las personas de su facultad lo estaban
mirando más de lo normal ese día y, de sólo imaginar que
pondrían los ojos encima de él incluso en el baño, le ponía
bastante nervioso.
Subió su cremallera, yendo directamente al lavabo.
Alguien entró, pero no le tomó importancia mientras
enjabonaba bien sus manos. Sin embargo, cuando ese
alguien lo encerró contra el lavabo, inmediatamente alzó la
vista, encontrando en el reflejo del espejo al chico de la
fiesta de Jeonghwa. HyoSik sonrió y llevó un dedo a su boca,
indicándole que guardara silencio.
―Haremos esto ―Habló en voz baja cerca de su oreja.
―Te llevaré a uno de los cubículos e intentarás no meter
mucho ruido. No queremos que alguien se entere de lo que
hacemos, ¿cierto?
Jungkook reaccionó entonces, dando un fuerte codazo en
su estómago, aprovechando su desconcentración para
tomar su brazo, doblarlo y golpearlo contra la pared. El
golpe resonó en el interior del baño mientras Jungkook
miraba al chico que ahora se encontraba sentado en las
baldosas y con la vista baja. Sus risas exageradas llegaron
poco después.
―Así que sabes pelear ―Se levantó con un poco de
esfuerzo, alzando su rostro hacia el menor. Este no pudo
ignorar su ojo morado; aparentemente, el chico había
perdido en otra pelea recientemente. ―No averigüé tu
maldito horario para perderte el paso, Jungkook,
¿comprendes? No saldrás de este maldito baño hasta que
me des lo que quiero
―¿Sexo? ―Jungkook rió, más molesto que asustado.
―¿Por qué crees que tendría sexo contigo? Te advierto,
HyoSik, que, si no me dejas salir de aquí, te dolerá más a ti
que a mí ―Amenazó, empuñando sus manos.
―Sexo ―Repitió, enseñando una sonrisa torcida. ―Por
supuesto que es sexo. ¿Por qué otra razón el resto se
acercaría a ti, cariño? ―Se acercó a él. ―¿O es que has
comenzado a sentirte especial por conseguir un novio? ―El
labio de Jungkook tembló al oír aquello. ―Jimin también está
contigo por sexo. Cualquiera estaría contigo por sexo.
Honestamente, ni siquiera tienes derecho de poner tantas
trabas, ¿sabes? ―Se paró frente a él, mirando
detenidamente su rostro. ―Es tu culpa por ser tan bonito.
No vayas por ahí provocando a otros y esperando no pagar
por ello
Jungkook tragó saliva con dificultad, intentando no sentir
esas palabras. No tenían que doler. No tenían que
enfurecerle. Convenciéndose de aquello, tomó una
respiración antes de asentir sumisamente, relajando su
expresión. HyoSik le miró con curiosidad cuando el chico le
miró como si fuera a llorar.
―Lo siento, hyung ―Su voz tembló mientras bajaba la
mirada, fingiendo temer. ―Tienes razón
HyoSik sonrió, satisfecho. Era divertido lo fácil que podía
intimidar a alguien; apostaba que el maldito mocoso aún
estaba aterrado desde que la vez pasada lo amenazó con
una cuchilla. Hubiera reído de no ser porque parecía mucho
más interesante ocuparse del chico frente a él.
―Está bien ―Lo envolvió con su brazo, acercando su
rostro al de él. ―Obedece a hyung y no tendrás que
preocuparte por nada
Jungkook asintió, presionándose contra él. HyoSik respiró
el dulce aroma de su cuello y Jungkook rozó su mano en su
entrepierna, sintiendo asco al notar que ya estaba excitado.
Maldito enfermo. Distrayendo al chico con sus toques
mientras este comenzaba a besar su cuello, aprovechó que
el mayor estaba lo suficientemente ocupado jadeando en
respuesta para levantar su pierna, dando un fuerte rodillazo
a su entrepierna.
HyoSik gritó, doblegándose de dolor. Jungkook lo arrastró
hasta el cubículo más cercano y lo lanzó a su interior,
inclinándose lo suficiente para tomarlo por el cuello
mientras el chico no era capaz de hablar aún.
―Te irá peor la próxima vez que intentes tocarme
―Advirtió en voz baja junto a su oreja.
―Eres-Eres un maldito hijo de puta ―Consiguió escupir.
Jungkook lo soltó, alejándose para verificar que aún se
retorcía y había lágrimas en sus ojos.
―Ya no soy tan bonito, ¿eh? ―Se burló, cerrando la
puerta.
Jungkook lavó sus manos nuevamente, sin temer que
HyoSik saliera del cubículo, pues aún parecía demasiado
ocupado maldiciendo y chillando. Otro chico entró al baño, y
se encogió de hombros hacia él cuando los quejidos
siguieron llenando el lugar.
―Un tipo raro ha estado haciendo eso desde que entré, yo
que tú me apuro y no me acerco mucho ―Advirtió al
desconocido antes de salir.
Jungkook frotó su cuello cuando salió del baño, aun
sintiéndose asqueado. Su corazón rápidamente comenzó a
sentirse pesado a medida que caminaba hasta la entrada y
las palabras de HyoSik se repetían en su mente.
¿Por qué quería llorar si supuestamente había conseguido
controlar la situación?
―¡Jungkook! ―El menor se detuvo cuando unos pasos
después de salir de la facultad, escuchó una voz familiar.
―Hey, te estaba esperando y- ―Hoseok se calló cuando al
tocar el hombro del menor, este le mostró una mirada
cristalina. ―¿Te ha sucedido algo?
Jungkook negó con la cabeza, intentando sonreír y musitar
un no. Tristemente, sólo una mueca se formó en ellos
mientras diminutas lágrimas se acumularon en sus ojos.
Hoseok le abrazó antes de que la situación empeorara.
―No estoy llorando ―Habló ahogado contra él.
―Por supuesto que no ―Cedió.
Y no, Jungkook de verdad no permitió que las lágrimas se
derramaran, pero sí permitió a Hoseok sostenerlo por un
rato más. Separándose un poco después, era imposible salir
del paso luego de la escena que había montado, y con
dificultad tuvo que darle al mayor un pequeño resumen de
la situación.
―Eso es acoso sexual, Jungkook ―Señaló inmediatamente
Hoseok, molesto. ―¿Ese tipo sigue ahí? Iré con él y...
―¡Hyung! ―El mayor tensó su mandíbula, sintiéndose
impotente por no poder darle una solución.
―Entonces iremos a denunciarlo ―Jungkook negó con la
cabeza, dándole la espalda. ―Él probablemente volverá a
hacer algo como esto, Jungkook, es importante que dejes
una constancia y-
―Soy un chico ―Interrumpió, volviendo a mirarlo. Hoseok
le miró sin comprender. ―Maldición, hyung, ¡soy un
hombre! ¿Sabes qué pasará si voy a la estación y le digo a
los policías que un tipo me está acosando sexualmente?
¡Ellos se reirán de mí!
Hoseok apartó la mirada, abatido. Maldición, quería
contradecir eso, pero ¿cómo? Jungkook probablemente tenía
razón. Mirando al menor, quien mordisqueaba su labio
inferior con nerviosismo, quiso volver a rodearlo con sus
brazos y protegerlo del mundo. Temía que la situación se
volviera a repetir.
―Estaré bien ―Murmuró suavemente Jeon al notar la
inquietud del contrario. ―Sé defenderme, sabes que sí. Por
supuesto que esto me hace sentir mal, y me asusta pensar
que él podría molestar a alguien más, pero-pero...
―Chasqueó con la lengua, cansado de intentar excusarse o
buscar una solución. HyoSik lo tenía marcado y nadie podría
ayudarle.
―No hagas caso de lo que dice, ¿me escuchas? ―Hoseok
tomó su mano, presionándola con confianza al verle afligido.
―Él sólo intenta fundirte el foco para tener el paso libre, no
permitas que haga eso. Eres un chico fuerte, eres más que
una cara bonita, no todos van por la vida pensando con su
jodido pene y.... ―Bufó. ―Maldición, ¿de verdad que no
quieres intentar lo de la policía? ―Jungkook le miró
suplicante. ―Prométeme que lo harás si él vuelve a
aparecer. Incluso si ni siquiera se acerca a ti, dímelo,
Jungkook. Él parece un tipo peligroso
―Está bien ―Susurró, bajando la mirada hasta sus manos
tomadas. ―¿Hyung?
―L-Lo siento ―Lo soltó, rascando su cabello con
nerviosismo. ―Honestamente, ya que no habrá ensayo hoy,
venía a... hm... invitarte a almorzar ―Admitió. ―La última
vez íbamos a cenar juntos, pero ocurrió lo de Jimin. Así que,
dejando de lado el mal rato, ¿estás disponible? ―Sonrió
para él, un tanto avergonzado.
―Pretendía reunirme con mis amigos en el comedor
―Musitó apenado. ―Te invitaría a unirte a nosotros, pero...
―Guardó silencio, sin querer señalar el evidente hecho de
que eso sería un rotundo no para Seokjin, y él no quería que
el ambiente fuera tenso en la mesa.
―No le agrado a tu amigo ―Completó Hoseok, riendo un
poco. ―Entiendo. Pero, de hecho, probablemente ellos ya
estén comiendo, ¿no? ―Jungkook lo miró. ―Estoy seguro de
que no les molestará que te vayas conmigo
―Hyung-
―No es que quiera ser insistente, Kook, en serio. Pero
desde la última vez quedé con ganas de comer a solas
contigo, creo que sería bueno para ambos estar-
―Eso ya no podrá ser, hyung ―Lo interrumpió. Hoseok le
miró sin entender a qué se refería. ―Conozco tus
intenciones conmigo, ¿de acuerdo? Te quiero y te respeto,
pero no puedo almorzar contigo a solas sabiendo que... que
intentas algo conmigo ―Musitó.
―Hemos salido antes, ¿no? ―Señaló, confundido. ―Eso
no parecía serte un problema
―Pero estoy con Jimin ahora ―Finalmente dijo. La
expresión de Hoseok ensombreció. ―Y no es justo de mi
parte hacerle esto. Las cosas serían diferentes si tú fueras
mi amigo, pero no lo eres. Y respeto mi relación con Jimin
―¿Por qué? ―Jungkook pasó una mano por su rostro,
sintiéndose un poco estresado. ―Nosotros aún podemos-
―Pero ya lo elegí a él ―Las palabras salieron
precipitadamente de su boca, mirando los ojos del contrario.
―Me importas y no quiero lastimarte, pero tienes que saber
esto, hyung, lo elijo a él. Ahora, estoy enamorado de él
―¿De verdad? ―Hoseok no quería aceptarlo. ―¿No estás
saliendo con él sólo porque estás preocupado por su salud?
―Sabes que yo no soy así ―Le miró decepcionado. ―Me
iré ahora, lo siento
―Jungkook-
El menor negó con la cabeza, dándole la espalda para
marcharse, sin detenerse para escucharlo o mirarlo una vez
más. Eso había sido todo; eso era lo correcto. Él ya no
amaba a Hoseok, amaba a Jimin, y su ex tendría que
entenderlo. Dolía la idea de lastimarlo, pero no iba a ocultar
sus sentimientos.
Jungkook tampoco volvería a alimentar las inseguridades
de Jimin nunca más.
Nota:
Tienen que saber que, si me doy el trabajo de darle el
nombre a un personaje, es porque saldrá más de una vez en
el fic (?). Como es el caso de HyoSik JAJAJA.
Quería avisarles que estoy armando la playlist de Gris.
Pensaba subirla esta semana, pero aún me falta la canción
para un personaje, así que probablemente lo dejaré para la
próxima unu.
Nos leemos en una semana más ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
[36]

Taehyung y Jeonghwa miraron atentamente a Jimin, quien


comía felizmente su almuerzo. Su aura era resplandeciente,
e intercambiaron miradas antes de comenzar a sentirse
encandilados. ¿Acaso el chico no estaba pasando por un
cambio drástico?
―Así que... ―Jeonghwa aclaró su garganta. ―¿Ahora sí
estás saliendo con Jungkook? Porque la cantidad de fotos
que has subido de él estos días no pueden significar nada,
¿cierto?
―¿No somos la pareja más bonita del mundo? ―Preguntó
bastante orgulloso. Jeonghwa rió y Taehyung suspiró,
aliviado de ver a su antiguo amigo de regreso. De hecho,
no, ese tampoco era el antiguo Jimin, sino que una versión
bastante mejorada. ―Tuve el mejor fin de semana largo de
mi vida ―Admitió antes de volver a llenar su boca.
Todos voltearon para saludar cuando YooJung y Namjoon
aparecieron, tomando asiento al lado del rubio. Seguido a
ello, hicieron señas a Seokjin y Yoongi cuando también los
visualizaron buscando un lugar.
―¿Jungkook no está con ustedes? ―Preguntó
inmediatamente Jimin cuando la pareja tomó los asientos
sobrantes frente a él.
―Romeo, ¿no puedes estar un minuto sin tu novio? ―Se
burló Seokjin. ―Quizás sólo se le ha hecho tarde, dale un
minuto
Jimin hizo un puchero, continuando con su comida. Su
grupo de amigos comenzó a hablar sobre cómo había sido la
primera ronda de exámenes, pero él estaba mucho más
preocupado de la llegada del menor. Estirando su cuello
para prestar atención al ajetreado lugar, su cara se iluminó
al ver a Jungkook aparecer con una bandeja en sus manos.
El chico estaba evitando a las personas y mesas mientras
todos los ojos se fijaban en él y eso le hizo sentir un tanto
apenado. Esperaba que la excesiva atención no fuera
demasiado dura para Jungkook.
―Hyung, estás aquí también ―Los ojos del menor
rápidamente se iluminaron al encontrar a Jimin. El rubio
sonrió y golpeó el único asiento vacío junto a él, invitándolo
a sentarse.
Bastó para que dejara su bandeja sobre la mesa y tomara
asiento, para que Jimin le envolviera dulcemente en sus
brazos, dejando besitos en su mejilla.
―¿Todo bien, amor? ―Preguntó, buscando sus ojos. ―¿La
gente te ha molestado mucho ahora que tu cara está en
todas partes?
―No, está bien ―Musitó, volteando hacia él para
presionar un suave beso en sus labios. Jimin se hubiera
aferrado a su boca de no ser porque la gente en la mesa
carraspeó. ―Uh-hola, chicos ―Murmuró después,
sintiéndose avergonzado al voltear hacia sus amigos.
―Ah, ustedes están en plena luna de miel, ¿no? ―Se
burló Jeonghwa, provocando que el rostro del menor
enrojeciera aún más. ―Respira un poco, Jungkook ―Rió
enternecida. ―Me alegra ver que las cosas finalmente están
resultando para ustedes, en serio. No sabes lo horrible que
es escuchar las quejas de Jimin durante cada almuerzo
El resto rió por primera vez de lo que hace días era en
realidad una preocupación. Jungkook miró ligeramente a su
novio, quien se encogió de hombros como si no importara.
Sonrió al verlo llevar comida a su boca y su felicidad creció
al notar que su bandeja estaba repleta de comida.
―Y entre otras cosas buenas, alguien tiene muy buen
apetito hoy ―Taehyung sonrió, viendo a Jimin tragar.
―Necesito mucha energía para hoy ―Rió entredientes.
―Jungkook cenará conmigo y pasaremos la noche en mi
dormitorio, así que necesito mantenerme con vida para no
perderme ningún segundo de su bonito rostro hasta que se
duerma. Él es la cosita más linda mientras duerme, ¿ya se
los he dicho?
―Hyung, no hables de mí como si no estuviera aquí
―Jungkook negó con la cabeza, prefiriendo concentrarse en
la comida. Luego de pasar unos días con los Park, había
descubierto que en realidad el rubio no sabía cómo callarse
respecto a él. Sus padres no fueron la excepción a ello.
¿Y cómo iba a enojarse cuando Jimin hablaba con tanto
amor de él? Era un poco vergonzoso, pero no malo.
―¿Vas a dormir fuera hoy? ―Preguntó Seokjin, mirándolo.
Por su ceño fruncido, Jungkook sentía que no estaba del
todo de acuerdo con la idea. ―No me lo has comentado
―Olvidé hacerlo ―Musitó. ―¿Hay una razón por la que
deba permanecer en el dormitorio hoy? ―Preguntó sin
recriminación alguna por la molestia de su amigo.
―Bueno... ―Seokjin chasqueó con la lengua cuando todas
las miradas se posaron en él. ―Recién estamos empezando
la semana de exámenes, ¿no sería mejor que estudiaras,
Jungkook? Pasaste todos estos días con Jimin, dudo que
hayas estudiado estando con él ―La expresión del menor se
conservó en blanco y el mayor comenzó a perder la
paciencia. ―¿No sería bueno para ustedes darse un
espacio? Creo que pasar tanto tiempo juntos podría ser-
―Seokjinie ―Lo detuvo Yoongi. El mayor calló cuando lo
vio negar con la cabeza para que se rindiera. Entendía lo
que intentaba tan desesperadamente, pero probablemente
terminaría enojando a Jungkook si llevaba la conversación
por esa dirección.
―He estado estudiando desde mucho antes, hyung ―Lo
tranquilizó Jungkook, incluso si estuvo a punto de decirle
"pero tú estás todo el tiempo con Yoongi hyung también".
―Y sólo iré a dormir con Jimin. Anoche me sentí solo por no
dormir con él
Jeonghwa cubrió su boca con sus manos, ahogando un
chillido por esa brutal honestidad. Todos los Kim estaban en
shock, Yoongi conservó su cara de póker y Jimin, que hace
sólo un rato se sintió un poco amenazado por las palabras
de Seokjin, sonrió embobado al escuchar a su novio.
―Eso es, necesito llenar a su alteza de mimos para que
tenga un sueño feliz ―Jimin extendió su mano, acariciando
los cabellos pelirrojos. ―No te preocupes, hyung, Jungkookie
está en buenas manos ―Le aseguró a Seokjin.
Seokjin asintió, bajando la mirada a su bandeja para no
demostrar que estaba igual de inquieto. Le aterraba que
Jungkook cometiera un error fatal sólo por complacer a
Jimin, pero ¿cómo podría ayudar al menor si este parecía
empecinado en correr contra una pared? Yoongi tomó su
mano por sobre la mesa, presionándola con dulzura. Y
cuando Seokjin se encontró con sus ojos, deseó tener la
confianza que Yoongi ponía en la nueva pareja.
Confiaría en que Jungkook conocía sus propios límites. Y
confiaría en que Jimin no se molestaría por recibir un no.
♢♢♢♢♢
Cuando los deberes estudiantiles de ese día terminaron,
Jungkook y Jimin fueron a cenar juntos en un local cercano.
Jungkook pagó esta vez, recordándole a Jimin que siempre
corría con los gastos y por una vez quería hacerlo él. Este
sonrió el resto de la cena mientras ambos compartían
comentarios sobre su día y anécdotas que surgían en el
camino.
Se dirigieron a los dormitorios después de ello, pasando
primero por el de Jungkook, quien necesitaba de unas cosas.
Jimin intentó no sentirse intimidado por la forma en que los
amigos del menor le miraban, como si estuviera llevándose
a su pequeño hijo después de haberle ofrecido caramelos.
Jungkook se despidió de ambos con una leve sonrisa,
asegurándoles que se encontrarían al día siguiente para
desayunar, y salió del cuarto sin esperar respuesta o, peor
aún, una contradicción.
Entrando al dormitorio del mayor, ambos se deshicieron
de sus bolsos, abrigos y zapatos. Jimin, quien se encargó de
colgar los abrigos, miró con curiosidad al menor al
encontrarlo frente a su escritorio, observando con especial
cariño la cajita musical.
―¿Sucedió algo? ―Jimin caminó hasta él, curioso.
―Nada, sólo es que... ―Rió suavemente, avergonzado.
―Después de todos los desacuerdos que hemos tenido y de
cómo te rechacé... creí que preferirías mantener esto lejos
de tu vista ―Admitió. ―Me alegra saber que en realidad la
conservas cerca de ti
―Pues, para que sepas, su música fue exactamente lo
que consiguió darme un poco de paz los días que todo
parecía ir de mal en peor ―Jimin lo abrazó por la espalda,
sonriendo cuando Jungkook abrió la caja por un momento
para envolverles con la música. ―Es tu regalo, Kookie, por
supuesto que es especial para mí. Me hizo feliz ver que hoy
llevabas el bolso que te di también
Jungkook cerró cuidadosamente la caja, girando sobre sus
talones para encontrarse el rostro de Jimin muy cerca de el
de él. Sus dedos fueron directamente a su oreja y una
sonrisa se plasmó en sus labios al comprobar el arete que
usaba.
―También estás usando el colibrí ―Señaló felizmente.
―Todo lo que me haga sentir un poquito más cerca de ti,
amor ―Aseguró, sin querer decirle que incluso el ramo de
flores de azahar, tras haberse secado, fue guardado
delicadamente entre las páginas de un libro. ―Estoy feliz de
tenerte aquí ―Expresó con honestidad.
Jungkook pasó sus brazos por sus hombros, mirándole con
cariño. Jimin no esperó más por besar sus labios cuando
estos se alzaron en una hermosa sonrisa. Lo besó
dulcemente, disfrutando del momento con lentitud, sin
embargo, poco a poco el roce inocente de los labios se
convirtió en una degustación. Jimin se apoderó de su boca
mientras aplastaba su cuerpo contra el de él. Jungkook
jadeó cuando las manos del rubio bajaron hasta su trasero,
llegando hasta sus muslos para alzarlo, ayudándolo a
sentarse sobre el escritorio.
Jungkook se alejó de su boca, volteando aturdido para
comprobar que no había pasado a tirar nada. Jimin rió ante
la confusión en sus ojos y se coló entre sus piernas,
recuperando su atención. Tomando la barbilla del contrario,
volvió a su boca inmediatamente, sin darle tiempo de
recuperarse.
―Sostente, amor ―Gruñó un minuto más tarde sobre su
boca antes de atreverse a continuar.
El pelirrojo obedeció, rodeándolo con sus piernas mientras
sus brazos aún estaban enredados en su cuello. Abrió los
ojos instantáneamente cuando Jimin lo sostuvo en el aire,
enseñándole una sonrisa preciosa mientras lo dirigía con
extrema lentitud a la cama.
―Oh, mierda ―Jungkook bajó la mirada hasta él,
sonrojándose hasta las orejas. ―No puedo creer que me
estés cargando. ¿Sabes lo vergonzoso que es esto?
―¿Te molesta?
Jungkook negó con la cabeza, decidido a ser sincero.
Aunque le avergonzaba que Jimin le cargara de esa forma,
no podía evitar sentirse enternecido. La risa del mayor llenó
sus oídos por un momento cuando lo dejó caer sobre el
colchón, abalanzándose sobre él inmediatamente después
para que sus labios volvieran a encontrarlo en un
santiamén.
Mientras Jimin dejaba un camino de besos por el cuello de
Jungkook hasta su mandíbula, se cuestionó qué tan lejos
llegarían esa noche. Aprovechando que estaban solos,
quizás podría experimentar con el menor para complacerlo.
Su boca se hacía agua al imaginarse a sí mismo lamiendo
todo ese cuerpo, recorriéndolo. Guardaba lubricante y
preservativos en la mesa de noche, pero no estaba seguro
de que su novio quisiera tomar todo el recorrido. Quizás sólo
sexo oral y bastante manoseo estaba bien. Dios, sus manos
estaban ansiosas ante el deseo de volver a acariciarlo como
noches atrás.
Volvió a su boca una vez más, encerrando sus muñecas
contra el colchón. Moviéndose ligeramente sobre él,
intentando restregarse, silenció sus jadeos con sus propios
besos. Jimin llevó lejos su lengua, saboreándolo y
dominándolo, succionando la lengua contraria después.
Sintiendo la saliva derramarse por la comisura de sus labios,
se distanció sólo para permitirle al menor respirar,
consciente de que probablemente había subido
drásticamente la intensidad.
Jungkook mantuvo sus ojos cerrados, respirando
agitadamente. Abriendo sus ojos cuando Jimin no volvió al
ataque, miró ligeramente confundido al chico que le
observaba desde arriba. Park sintió su corazón ser oprimido
cuando la mirada confusa se volvió una dulzona,
acompañada de una pequeña sonrisa. El menor se liberó del
agarre en una de sus muñecas sin esfuerzo, extendiendo su
mano hacia el rostro del contrario, el cual acarició con
ternura.
Jimin quiso llorar, porque cada gesto, cada mirada, cada
sonrisa dedicada por Jungkook, contenían el más puro amor.
Él podía verlo y hasta sentirlo. Incluso en una situación
acalorada como esa, su novio estaba actuando
adorablemente.
<<Estoy seguro de que no le he mirado muy diferente a
como tú lo miras>>
¿Acaso ese chico tenía razón? ¿Él no miraba a Jungkook de
la misma forma en que este le miraba? Cuando los ojos de
Jungkook brillaban derramando dulzura sobre él, ¿de verdad
no le estaba correspondiendo con ese dulce amor?
¿De verdad el resto pensaba que estaba con Jungkook por
razones superficiales y egoístas?
―¿Hyung? ―Llamó en voz bajita el menor, confundido por
su silencio y su mirada fija.
Jimin volvió a acortar la distancia, besándole en la boca.
Sin embargo, el beso fue suave, otra vez. Su lengua acarició
sin apuro los labios ajenos antes de atreverse a atraparlos
con delicadeza. Jungkook suspiró satisfecho cuando el beso
terminó.
―Hey, amor ―Jimin recargó su peso en uno de sus
brazos, manteniendo sus rostros a escasa distancia, pero lo
suficiente para que pudieran mirarse a los ojos. ―¿Puedes
ser honesto conmigo? ―Jungkook asintió, aun acariciando
su mejilla. ―¿Alguna vez has sentido que la única razón por
la que estoy contigo es por esto?
―¿Esto? ―Musitó, confundido. ―¿Qué es esto,
exactamente? ¿Besos? ¿A lo que esperas llegar después de
ello? ―Jimin asintió levemente, mostrándose claramente
afectado. ―No entiendo muy bien tu pregunta... ―Admitió.
―¿En serio? Porque creo que es bastante clara
―No, no lo es ―Sonrió levemente, tocando sus labios con
sus dedos. ―Desde que entré a la universidad, he
conseguido cierta popularidad demasiado rápido. En mi
primer mes, ya varias personas se me habían insinuado.
Algunas chicas me invitaban a salir, otras directamente se
recargaban contra mí para que las... apreciara ―Aclaró su
garganta, avergonzado. ―Y algunas personas incluso fueron
más lejos al decirme que sería divertido pasar una noche
conmigo. Desde que llegué a Seúl, la palabra sexo se
convirtió en algo frecuente de escuchar ―Rió ligeramente.
Jimin se tensó ante la franqueza de sus palabras. ―Y
también te acercaste a mí por eso, ¿no? ―Lo miró a los ojos,
sin esperar su respuesta. ―No creo... no creo que debería
molestarme por este tipo de cosas ―Susurró. ―Creo que es
normal desear sexo con alguien. Creo que es normal
acercarte a alguien... teniendo sólo ese interés. Está bien,
mientras no hagas al otro sentir mal. Pero en mi caso, ha
habido personas que hacen comentarios obscenos o me
miran... raro... y... sobrepasa la incomodidad ―Confesó con
pesar. ―Pensar que es lo único por lo que han volteado a
verme, es un poco triste ―Rió apenas. ―Así que, está bien
si me deseas, hyung, es algo natural. Pero me sentiría mal si
no tuvieras consideración por mí
―¿Y te he hecho sentir así? ―Preguntó. ―¿He sido
desconsiderado contigo, Jungkook? ¿Te he mirado como algo
menor a un ser humano?
―Uh, esa es-esa es la palabra, ¿eh? Menos que un ser
humano ―Repitió en balbuceo, sintiéndose contrariado. ¿Por
qué había gente ahí afuera haciendo sentir a otros como si
fueran un mero modelo de exposición fabricado para su
disfrute? ―Puede que-que sí. Fue un poco... un poco como
eso, sí, en algunas ocasiones ―No se atrevió a mirarlo a los
ojos. ―Hubo veces... que parecía tratarse más de ti que de
ambos
―Oh, Jungkook... ―Jimin no recordaba haberse sentido
tan culpable por desear a alguien antes. Ni siquiera sabía
que decir.
―Está bien, hyung ―Volvió a mirar sus ojos. ―Fue en el
pasado. En este preciso momento, cuando me tocas y me
besas, sé que es diferente. Me quieres y te preocupas por
mí, puedo sentirlo. Es por eso que te has detenido para
preguntármelo, ¿no? ―Sonrió con dulzura. ―¿Temías que
pensara que eras igual al resto? Porque no estaría contigo
de ser así, hyung. Me gustas, porque las cosas son
diferentes contigo
Jimin no supo qué decir, así que escondió su rostro en el
cuello del contrario, deseando que este no le viera por el
momento. Se sentía vulnerable y algo tonto; a veces no
estaba seguro de hacer sentir a Jungkook tan especial como
para él era. Sus ojos picaron cuando el menor sólo lo
envolvió con sus brazos dulcemente, pasando sus dedos por
las hebras de su cabello gentilmente. Considerando que
Jungkook estaba al tanto de sus motivos para acercarse en
una primera instancia, aún no podía comprender por qué él
no lo juzgaba.
Jungkook tenía todo el derecho de tacharlo de frívolo,
porque lo había sido.
―¿Sabes que te quiero y que eres la persona más
especial para mí, cierto? ―Susurró cerca de su oreja.
―Yo también estoy enamorado de ti, hyung ―Respondió
al instante, provocando que el contrario sonriera.
Jimin se distanció una vez más, buscando sus ojos.
Acarició su mejilla con dulzura y rozó su nariz contra la de
él, haciéndolo reír como un niño. Quería hacerle el amor,
todavía. Pero era difícil poner sus pensamientos en orden si
Jungkook presionaba sus labios con los suyos en besos que
sabían a inocencia.
Siempre era un poco extraño cuando era el menor iniciaba
las muestras de afecto. Jimin estaba seguro de que nunca
nadie le había besado o tocado como hacía Jungkook. Y
quería ser diferente también. Quería que aquel chico notara
que ese sentimiento especial que le demostraba, era
completamente mutuo.
―¿Kookie? ―Jimin aplastó delicadamente los labios ajenos
con su índice, impidiéndole al joven besarlo una vez más.
―¿Confías en mí?
―Si lo preguntas de repente, me da un poco de miedo
―Admitió con una sonrisa torcida, bastante temblorosa.
―¿Vas a proponerme algo?
―¿Algo así? ―Rió tímidamente, peinando el flequillo
pelirrojo para descubrir su frente. ―Quiero hacerte sentir
especial esta noche, ¿me lo permites? ―Jungkook sólo le
miró. ―Podrías considerarlo unos pasos pequeños, amor.
Tan solo... me diste una noche mágica antes, desearía hacer
lo mismo por ti ahora. Quiero hacerte sentir tan feliz como
tú me hiciste sentir a mí
―Pero me siento feliz ahora, hyung ―Musitó afligido,
notando la inquietud en los ojos del contrario. ―Confío-
Confío en ti ―Se atrevió a decir, siendo honesto, por más
que le inquietaba la dirección de los pensamientos de Jimin.
Mas, cuando este sonrió al escucharlo, no pudo arrepentirse
de dejar el paso libre.
―Eso es
Jimin rozó sus labios en un delicado beso, dándole uno
más profundo después. Dejando atrás la desesperación de
una primera instancia, saboreó con cuidado la boca de su
novio, jugando con su lengua sin apuro. Su mano se coló por
debajo de su camiseta y lo sintió temblar bajo su tacto, pero
eso no le impidió seguir degustando sus labios. Jungkook le
miró con curiosidad cuando se alejó de repente, mirándole
con cariño, y asintió suavemente cuando el rubio mediante
un gesto le pidió que se incorporara.
El mayor tomó los bordes de la camiseta, deshaciéndose
de ella. Sentando sobre los muslos del menor, sus manos
abarcaron su pecho con cuidado, apreciándolo antes de
volver a empujarle contra el colchón. La espalda de
Jungkook aterrizó suavemente en las mantas y se convenció
de relajarse cuando Jimin comenzó a besar la piel expuesta,
por todas partes. Cualquier lugar parecía buena opción
cuando se trataba de recorrerlo con sus labios.
―Estoy sintiendo un déjà vu ―Admitió el menor en voz
bajita, sintiendo cosquillas por todo su torso. ¿Así se había
sentido Jimin noches atrás cuando él le había besado?
―¿Se siente bien?
―Se siente lindo
"Lindo" era una palabra curiosa para definir la situación,
según Jimin. Sin embargo, para Jungkook, "lindo" era la
palabra indicada; sentir como Jimin lo trataba con cuidado
sólo para hacerle sentir bien, definitivamente era lindo. Se
sentía importante y querido.
―Oh...
Jimin rió al escucharlo jadear de repente. Su lengua había
comenzado a jugar con uno de sus pezones y eso parecía
haberlo tomado por sorpresa. Jungkook miró el techo
fijamente, haciendo una mueca con sus labios. ¿A Jimin le
gustaba eso? ¿No era un poco extraño? Se sentía un poco
extraño, en realidad. Húmedo y... sólo extraño.
Jungkook no entendía la fijación de algunos con los
pezones. Y, definitivamente, los suyos no eran
especialmente sensibles, o sino probablemente su reacción
habría sido diferente.
―Son bonitos ―Murmuró Jimin, soplando una de las
mojadas protuberancias. Jungkook sintió un escalofrío
recorrer su columna ante la sensación fría. ―Muy bonitos
―Aseguró, antes de volver a envolverle con su lengua,
chupándolo.
―¿No son todos iguales? ―Jungkook parecía casi
desinteresado con el tema.
―¡Por supuesto que no! ―Jimin soltó el pezón, casi
ofendido. ―Su forma, su color, ¡no todos son iguales! ¡Y los
tuyos definitivamente son perfectos!
―¿Okay...? ―Su risa estaba llena de vergüenza. ―Es el
halago más extraño que me han hecho, pero gracias ―Y
continuó riendo.
Jimin rodó los ojos, preguntándose por qué a Jungkook le
parecía divertido cuando él estaba siendo completamente
serio. Pasando al otro pezón, lo estimuló con su lengua,
endureciéndolo para chupar a gusto de él. El cuerpo de
Jungkook parecía tenso de repente y dejó de pellizcar el otro
pezón para bajar su mano sutilmente por su abdomen,
llegando hasta el botón de sus jeans. Los ojos del menor se
cerraron y su boca se entreabrió en una respiración pesada
cuando aquella mano se coló por debajo de su ropa interior,
envolviendo su pene sin más preámbulos.
Jimin siguió chupando y masturbando a la vez. Jungkook
no tenía una erección y se concentró en obtener una
mientras intentaba no pensar demasiado. En el fondo, se
cuestionaba la forma en que reaccionaba el cuerpo del
joven. En su lugar, probablemente él ya habría estado
suplicando por correrse.
¿Quizás todo el tiempo había estado llevando las cosas
demasiado rápido? No lo creía, pero sí sentía que con
Jungkook podría disfrutar mucho mejor del acto sexual. Jimin
ansiaba hacer de sus momentos juntos algo duradero.
―No tienes-No tienes que hacerlo ―Le recordó el pelirrojo
con dificultad cuando bajó las prendas para liberar su
erección.
―Quiero hacerlo ―Aclaró, sin dejar de acariciarlo. Mirando
hacia Jungkook, sonrió al encontrarlo con el rostro
enrojecido y pequeñas gotas de sudor en él. ―Déjate llevar,
Jungkookie ―Lo incitó, escabullándose entre sus piernas
para finalmente pasar su lengua por su prepucio.
Jungkook jadeó, recostando su cabeza contra la almohada
y cerrando los ojos. Después de la primera lamida, la lengua
de Jimin simplemente fue hacia todas partes. El chico seguía
masturbándolo, pero parecía bastante entretenido en
curiosear más allá. El menor gimió y sintió su mirada
nublarse cuando su novio pasó su lengua por sus testículos
antes de finalmente cerrar su boca en su glande. Podía
sentir la lengua de Jimin estimulando la pequeña abertura y
no sabía cómo no hacer un escándalo por ello.
Odiaba que su cuerpo se sintiera tan sensible. Y al mismo
tiempo, con Jimin chupando cada vez más lejos, aquello se
sentía tan íntimo. Esa era su parte favorita de todo: sentir
que, por más absurdo que pareciera, ellos estaban
conectándose. Jimin quería hacerlo sentir bien porque lo
amaba.
Esa era la razón, ¿cierto? Porque Jungkook también quería
hacerlo sentir bien porque lo amaba. En el futuro, quería
hacer el amor con Jimin porque eso hacían las personas que
se aman; entregarse en toda la extensión de la palabra.
Su cuerpo, su corazón, su alma, se lo daría todo, en el
sentido más romántico existente. Jungkook no quería llamar
a Jimin como suyo, porque la palabra le parecía un tanto
insípida y egoísta, pero quería sentir que sus sentimientos
estaban con él y viceversa.
"Me tienes. ¿Te tengo también?", hubiera preguntado de
no tener miedo de espantarle.
Jimin se apartó un momento, quitando por completo las
prendas inferiores del menor cuando estas se volvieron un
estorbo a mitad de camino. Abriendo más las piernas del
chico, metió el pene a su boca tanto como pudo. Jungkook
no intentó tomar su cabello para forzar la situación.
Jungkook ni siquiera estaba moviendo sus caderas,
obligándolo a tragar más de lo que podía. Jimin se sintió
algo aturdido al pensar en sus experiencias pasadas, pues,
aunque amaba el sexo, probablemente la parte de hacer
orales era la que le parecía más desagradable, la mayoría
del tiempo.
Los chicos con los que estuvo buscaban su propio placer,
no el de él. Y Jungkook...
―Hyung... ―La voz del menor salió apenas, rota. ―Voy a-
Jungkook cubrió su boca cuando lo único que pudo salir de
ella fue un gemido. Jimin no había notado que, hasta el
momento, el chico se había esforzado por no resultar
ruidoso ni inquieto. Pasando por alto su advertencia, chupó
con más vehemencia. Los jadeos del joven escaparon entre
sus dedos cuando la situación finalmente salió de su control,
corriéndose por la sobre-estimulación. El mayor tragó y
limpió con su lengua, riendo enternecido cuando el contrario
lo obligó a distanciarse, avergonzado por su actuar.
―No tenías que tragarlo ―Siseó, mirándole exaltado y
con la cara completamente roja.
―Quería hacerlo
Jungkook frunció sus labios y Jimin repasó sus facciones;
las mejillas acaloradas, la mirada cristalina y los labios
mordidos. Algunos mechones de pelo se habían pegado a su
frente debido al sudor. El pelirrojo lucía adorable incluso
después del acto, tan inquieto, avergonzado y desastroso.
Park rió antes de abalanzarse de él para llenarlo de besos.
Dios, él quería tomarlo y amarlo por horas incontables.
―Entonces... ―Comenzó a decir Jimin, su mano
deslizándose por la espalda desnuda del contrario. ―¿Te
gustó?
―Devuélveme mi ropa interior y quizás te conteste
―Gruñó el menor, haciéndolo reír. Jimin se levantó de un
salto para tomar el bóxer, ayudándolo a ponérselo. Jungkook
parecía a punto de hacer un berrinche mientras esquivaba
su mirada. ―Bien, creo... ―Aclaró su garganta, sin mirarlo.
―Creo que prefiero yo hacértelo, honestamente
―¿En serio?
Jungkook asintió de manera automática, aún sin dirigirle la
mirada. Jimin buscó sus ojos ante lo extraña que le
resultaba su respuesta; por lo general, nadie rechazaría una
buena mamada. ¿O acaso no había estado tan bien como el
suponía? Porque ni siquiera recordaba haberse esforzado
tanto antes.
―Pero me gustó ―Se apresuró en decir Jeon al
encontrarlo con una mirada aturdida. Sólo no era necesario,
era lo que deseó haber agregado. ―Se sintió bien ―Jimin
sonrió al escucharlo.
―Es la idea, amor ―Tomó su barbilla, besando con cariño
sus labios. ―Siempre te haré sentir bien, sólo déjamelo a mí
Jimin se levantó, notablemente contento mientras se
estiraba, a pesar que el sonido de sus huesos no era
especialmente agradable. Jungkook abrazó sus piernas unos
segundos y lo miró estirar, recordando lo que había
programado para esa noche. Sin embargo, era difícil seguir
sus planes al pie de la letra notando cierto detalle abultado
en los pantalones del chico.
Jungkook se deslizó silenciosamente por la cama,
gateando por el piso hasta colocarse de rodillas frente a
Jimin. Este se sobresaltó al sentir unas manos
desabrochando sus jeans y rápidamente bajó la mirada,
sorprendido de encontrar al menor ahí.
―¿Jungkook? ―Llamó.
―¿No te sientes incómodo? ―Preguntó, tirando de la ropa
hacia abajo para liberar la erección.
―Estoy aprendiendo a cargar con ella desde que te conocí
―Pretendió burlarse, pero por la manera en que le miró el
menor, su broma no pareció ser tan divertida. ―Bien,
supongo que eso sonó mal
―Muchas de las cosas que dices suenan mal ―Se encogió
de hombros, acariciando sus testículos.
―No es que quiera tener sexo contigo todo el tiempo,
Jungkook ―Mentira. ―No soy un caso desesperado
―Intentó convencerlo, su respiración agitándose.
―Maldición, esta noche es sobre ti, no tienes que hacer esto
―Es sobre ambos. Siempre tiene que ser de ambos
―Corrigió el pelirrojo. ―No te contengas conmigo, hyung
―Pidió.
Jungkook no continuó hablando y ni siquiera quiso pensar
sobre el fondo de la problemática por el extraño cuidado
que estaba poniendo Jimin ese día. Tomando la erección con
su boca, se aseguró de volver loco al mayor con su lengua
antes de que pudiera presentar algún otro reclamo. Jimin
respiró con fuerza mientras miraba fijamente los revoltosos
cabellos rojizos agitarse cada vez que Jungkook tomaba y
soltaba. A ese punto, no aguantaría mucho. Enredó su mano
en los cabellos del menor, deteniendo el movimiento de su
cabeza. Este miró hacia arriba, confuso cuando el mayor
deslizó su pene fuera de su boca.
<<Estoy seguro que muchos se darán una mano mientras
piensan en lo bonito que sería correrse en su cara. Yo lo
haría.>>
Él no había tenido esos pensamientos. Él no era como
ellos. ¿Pero por qué seguía sintiéndose tan mortificado
mientras Jungkook le miraba aún con esos ojos
horriblemente inocentes y perdidos?
―No tienes que-No tienes que seguir ―Sus palabras
temblaron. ―Puedo hacerlo por-¡Jungkook! ―Gimió su
nombre cuando el joven, sin dejarlo terminar, empujó sus
caderas hacia adelante, volviéndolo a tragar hasta el fondo.
Las piernas de Jimin se volvieron gelatina y sus ojos se
humedecieron cuando ya no pudo más y se corrió dentro de
su boca.
Jungkook lo dejó ir, tragando lo que pudo. Jimin tuvo que
retroceder y apoyarse contra un mueble cuando el orgasmo
casi le hizo perder el equilibrio. Subió sus pantalones con
dificultad, observando al chico reincorporarse mientras aún
parecía saborear sus labios. Intercambiando miradas con él,
se preguntó por qué lucía como alguien que se iba a poner a
reír.
―No querías que hiciera esto, pero, ¿has comido algo
diferente hoy, hyung? ―Cuestionó burlonamente.
―Ese fue mi inconsciente ―Se defendió de inmediato.
Jungkook abrió la boca, queriendo preguntar con exactitud
qué era lo que mantenía a Jimin en estado de alerta. No
obstante, decidió que podría averiguarlo un poco más tarde,
cuando acabara con lo que se había propuesto.
―De acuerdo ―Se inclinó sobre él, depositando un beso
en sus labios. ―Espérame aquí, tengo en mente algo para ti
Jimin parpadeó, preguntándose porque Jungkook sonreía
mientras tomaba su bolso y se iba dando brinquitos hacia el
baño. ¿Exactamente qué había preparado? ¿Acaso ese sólo
era el comienzo de la noche? Él no se estaría poniendo un
disfraz allá adentro, ¿cierto? Sacudió su cabeza antes de
conseguir una nueva erección.
Maldición, su problema sí era serio. ¿Cómo defendería a
Jungkook del resto cuando ni siquiera él conseguía
mantener sus pensamientos firmes sobre el menor?
Jimin se sentía un poco asqueado de sí mismo. Su deseo
por Jungkook era sano. Su amor era real. Pero algo no se
sentía correcto. ¿Quizás era porque Jungkook no parecía
disfrutarlo tanto como debería? ¿No había algo raro en eso
también? ¿Y si Jungkook se estaba sintiendo usado?
Jungkook salió del baño minutos más tarde, aun portando
una dulce sonrisa y entusiasmo en sus brillantes ojos. Jimin
intentó mostrarse más relajado cuando el chico se acercó a
él para tomar su mano, arrastrándolo hasta el baño con él.
Sus ojos fueron directamente a la tina de baño.
―Es un baño de espuma con sales aromáticas ―Señaló
Jeon, bastante orgulloso de sí mismo. ―Sé que tu carrera te
exige mucho físicamente, así que busqué algo que podría
relajarte. ¿Por qué no te desnudas y te metes por un rato?
Te daré el mejor masaje de tu vida
Jimin lo miró, boquiabierto. Jungkook estaba contento y ni
siquiera parecía avergonzarle pedirle directamente que se
desnudara. Deshaciéndose de sus prendas para hundirse en
la bañera, un suspiro de satisfacción salió de su boca ante lo
agradable que estaba el agua. Sus músculos se relajaron y
el aroma dulce llenó sus fosas nasales, casi como si lo
invitaran a dormirse ahí mismo.
Jungkook se posiciono en uno de los bordes, alcanzando
sus hombros para comenzar a masajear la zona hasta su
cuello. Él cerró los ojos y quiso llorar por lo afortunado que
se sentía; no podía creer que incluso para esas cosas el
menor fuera tan detallista. El chico masajeó su cuero
cabelludo también, tarareando una canción con dulzura.
Jimin sentía que podía entregarle su corazón y alma en ese
mismo instante. Jungkook era un sí a todo.
―¿Esto se siente bien, hyung? ―Preguntó en voz bajita,
sin querer sobresaltarlo.
―Magnífico ―Admitió en un suspiro y Jungkook sonrió.
―¿Sería muy abusivo de mi parte pedirte algo más, Kookie?
―Jimin volteó ligeramente, viendo al menor negar con la
cabeza. ―¿Por qué no vienes aquí conmigo?
―¿No es muy pequeño para dos personas?
―Podemos solucionarlo, de alguna manera
Jungkook alejó sus manos de Jimin, sintiéndose un poco
cohibido ante la idea. Dejando caer su única prenda al piso,
intentó no reír ante lo descabellado que le parecía meterse
en la pequeña bañera también. Los baños del dormitorio no
eran especialmente espaciosos, después de todo.
El agua rebalsó un poco. Jimin intentó hacer espacio
suficiente para que el menor se recostara contra él.
Jungkook se sintió extraño cuando su espalda quedó contra
el pecho de Jimin y este le rodeó con sus brazos,
abrazándole bajo el agua. Nuevamente, todo parecía
demasiado personal, y le gustaba. Sonrió ante lo agradable
que se sentía, aunque quizás no pasara mucho hasta que el
agua comenzara a enfriarse.
―¿Cómo puede un hombre ser tan afortunado, Jungkook?
―Preguntó, tomando una de sus manos. ―Aún parece un
sueño el hecho de que estés aquí ―El pelirrojo sonrió,
dejando caer su cabeza hacia atrás. Rió cuando Jimin besó
su sien en respuesta. ―Pero, arriesgándome a reventar la
burbuja, tengo que hacer una confesión
―¿Sucedió algo malo?
―¿Sí? ―Contestó dudoso. ―Golpeé a HyoSik, el chico que
te molestó durante la fiesta de Jeonghwa. Él estaba
haciendo comentarios estúpidos respecto a ti cuando salí de
la facultad y...
―Eso estuvo mal ―Jimin se calló ante el reproche en la
voz de su novio. ―No puedes meterte en problemas, hyung,
pronto tendrás una presentación. ¿Qué pasaría si las
autoridades se enteran y deciden castigarte quitándote tu
número?
―Ningún número es más importante que tú
―Es por lo que has trabajado ―Le recordó, besando sus
dedos. ―Ten un poco más de respeto por tu trabajo ―Jimin
abrió la boca, dispuesto a protestar, pero guardó silencio
cuando Jungkook continuó hablando. ―Aun así, supongo
que no soy el mejor para decirte que no pelees. Yo también
me lo he encontrado y lo he golpeado después de ti
―Admitió abochornado.
―¿Lo golpeaste? ¿Te hizo algo?
―Él sólo fue el mismo imbécil de la vez anterior y yo sólo
golpeé sus pelotas, está bien ―Le restó importancia,
dejando a Jimin estupefacto. ―No soy muy agradable
cuando estoy molesto, ¿sabes?
―Eres increíble cuando estás molesto ―Corrigió,
recordando las veces en que Jungkook le había defendido. El
menor bufó y él lo abrazó con más fuerza, repartiendo
besos por su cuello y mejilla. ―Me saqué la lotería ―Mordió
su oreja, haciéndolo reír.
―Nada de lotería. No nos meteremos en más problemas
de este tipo, ¿okay? ―Jimin sólo continuó besando su piel.
―No sé muy bien cuál es su problema, pero sé que es un
tipo peligroso. Afortunadamente, parece no pasar mucho
tiempo en la facultad. Así que olvidemos este incidente, ¿sí?
―Sí, no te preocupes, amor ―Ahora con más razón Jimin
pondría más empeño en encerrarlo tras las rejas. ―Él no se
sabe con quién se está metiendo
Jungkook giró con algo de dificultad, resultándole un tanto
divertido el tono amenazante de su novio. Inclinándose
sobre él, besó sus labios con dulzura, agradecido de su
preocupación. No le gustaba que Jimin peleara, pero había
cierta satisfacción en saber que él era el responsable del ojo
morado de HyoSik. Jimin recorrió su torso con sus manos y
lo besó por más tiempo, aceptando su dulzura. Fue una
lástima que tuvieran que salir un poco después cuando el
agua terminó por enfriarse.
Jimin se recostó en la cama cuando consiguió secarse,
ponerse un pijama y cepillarse los dientes. Jungkook salió
del baño después que él, yendo directamente hasta los pies
de la cama. Se sobresaltó cuando de improviso el pelirrojo
tomó uno de sus pies.
―¿Qué haces? ―Preguntó, reincorporándose para verlo.
―Continúo con la sesión de masajes, obviamente. Tus
pies se sentirán agradecidos después de recibir un masaje.
Mañana estarás renovado, hyung ―Prometió.
Jimin sólo lo miró, sintiéndose extraño. Jungkook siempre
se preocupaba excesivamente por él. También, siempre lo
estaba alabando por su baile y cuidando de sus pasos. Si
Jimin tuviera que ponerlo de alguna manera, Jungkook
parecía, además de un novio, un ferviente fan. Y era lindo
saber que la persona a la que amaba compartía su pasión
con él. ¿Pero al menos una vez hizo sentir a Jungkook de la
misma forma?
―Lo siento ―Dijo de repente. Jungkook dejó de mirar los
pies que masajeaba por un minuto para mirarlo a él,
confundido. ―Siempre me apoyas y me haces sentir valioso
en mi disciplina, pero yo no creo haberlo hecho por ti antes
―No tienes que sentirte forzado ―Regresó la mirada a los
pies.
―No, no se trata de sentirme forzado ―Negó. ―Siempre
he creído que eres un fotógrafo increíble y nunca te lo he
hecho saber. Me he perdido demasiado en mis intereses
personales y hasta he pasado a llevar los tuyos, como
cuando te pedí una sesión solo para... para seducirte
Jungkook mordió su labio inferior, pero no dejó de
masajear. Él ni siquiera buscó los ojos de Jimin después de
eso.
―Fui un imbécil ―Murmuró.
―Lo fuiste ―Aceptó. ―Pero es bueno que al menos lo
asumas ―Rió escasamente. ―Tomar fotografías... es algo
significativo para mí. Hubo un tiempo en que creí que el
baile era mi todo, pero jamás me sentí lo suficientemente
bueno. Cuando lo dejé, me martiricé a mí mismo, de todos
modos. Los días en que necesitaba despejarme e ir lejos de
casa, tomaba mi cámara y pasaba días completos
fotografiando todo y nada ―Alzó su mirada hacia él. ―Y me
enamoré de eso. Cuando le mostraba mis fotografías a mi
familia, me enamoré de eso ―Confesó. ―La manera en que
ellos las admiraban, me hizo sentir que... que realmente
estaban viendo el mundo con mis ojos. Que estábamos
conectando, ¿sabes? ―Su mirada brilló, humedeciéndose.
―Yo no soy como tú, hyung. Jamás pude hacer que alguien
sintiera algo por mi baile, sin embargo, pude hacerlo a
través de las fotografías. Me conecté con otros por medio de
mis fotografías y eso para mí fue... lo fue todo
―¿Hay algo en especial que quieras decir luego de
hacerme fotografías, Jungkook? ―Preguntó en voz baja.
―Hay muchas cosas que he conseguido en seis sesiones
contigo, hyung ―Admitió con una sonrisita, dejando sus pies
para gatear por la cama hasta él. ―Pero, si me pongo a
hablar de cada álbum, puede que termine por amanecer. De
momento, estoy seguro de qué quiero decir para tu última
sesión
―¿El día de mi presentación? ―Jungkook asintió, sus ojos
brillando más que nunca. ―¿Qué es?
―Este es Park Jimin, el chico del que me he enamorado
―Jimin tocó su mejilla, sintiendo el nudo formarse en su
garganta. ―Y comprendería si, luego de esta presentación,
le adoraran tanto como yo
Jimin respiró pesadamente, estrechándolo entre sus
brazos. Jungkook sintió sus ojos escocer ante la posesividad
y amor contenidas en un simple abrazo. Jimin lo sostenía
como si no quisiera soltarle más; como si la idea de alejarse
era más dolorosa que la muerte.
―¿Eres consciente de que te pertenezco por completo,
Jungkook? ―Le preguntó en voz bajo.
Lo tenía. Jungkook lo tenía. Intentó no a ponerse a llorar
como un bebé ante la idea de ser correspondido. Siempre
había sido consciente de que, amando tan intensamente,
era mucho más fácil que le rompieran el corazón. Pero iba a
arriesgarse por Jimin. Si dolía, habría valido la pena, porque
finalmente se había enamorado.
Incluso alguien como él tenía una segunda oportunidad en
la vida, ¿no?
―Eso no suena bien, hyung ―Susurró, con una sonrisita
en los labios. ―Me conformo con la mitad de tu corazón
―Jimin rió levemente ante aquella respuesta. ―Sostendré la
mitad de tu corazón tanto como pueda
―Tendrás problemas si la dejas caer ―Advirtió
divertidamente, besando con dulzura sus labios. ―Vamos a
dormir ahora, ojos bonitos, hoy ha sido un día largo y
mañana también lo será
Jungkook asintió, metiéndose bajo las sábanas al igual que
Jimin. Luego de que el rubio apagara la luz, se sintió
complacido de que este le permitiera esconderse en su
pecho. Jungkook amaba ese lugar. Amaba estar cerca de los
latidos de su corazón mientras Jimin le envolvía
cariñosamente con sus brazos. Ninguna adversidad parecía
demasiado horrible estando ahí.
―¿Hyung? ―Llamó. Jimin sólo hizo un sonidito para
confirmarle que aún estaba despierto. ―Sé que a veces
actúo o digo cosas extrañas, pero tú siempre intentarás
entenderme, ¿cierto?
―Sé que eres raro, Kookie ―El menor gimoteó y él sólo
rió, abrazándolo con más fuerza. ―Siempre intentaré
comprenderte, amor. ¿Qué clase de novio sería si no?
―Prometo entenderte también ―Murmuró.
Jimin acarició sus cabellos, preguntándose qué pasaba por
su cabeza, pero prefirió guardar silencio cuando el menor
tampoco volvió a hablar. Su respiración pareció apaciguarse
contra su pecho y cerró los ojos también, permitiéndose ser
vencido por el sueño. Con ese chico a su lado, de seguro
que incluso dormido habría sólo felicidad.
Jungkook levantó un poco la cabeza cuando la respiración
de Jimin también cambió. Secando las pequeñas lágrimas en
sus ojos, sonrió a su rostro durmiente en la penumbra.
Volvió a ocultarse contra su pecho y beso su piel
delicadamente, antes de decidir cerrar los ojos e intentar
dormir.
―Te amo, hyung ―Susurró, rendido.
Nota:
Se supone que los capítulos de este fic deben tener 5000
palabras aprox, pero con este me pasé por mucho, ups (?).
De todas formas, no podía cortarlo KJAGDJHAGDSFA.
Jimin está comenzando a darle más vueltas a las cosas y a
evaluar el comportamiento de Jungkook. Jungkook, por
supuesto, sigue con su remordimiento por no ser
completamente honesto. La gran pregunta aquí es: ¿Jimin lo
descubrirá primero o Jungkook finalmente cederá?
Hagan sus apuestas unur
[37]

Jimin se mantuvo en la entrada de su facultad, escuchando


el parloteo de Taehyung cuando, después de su último
examen, este dijo que lo estaba esperando afuera. Sin
embargo, no esperaba que su mejor amigo fuera hasta allá,
una hora antes de su práctica, sólo para decirle lo ofendido
que estaba con Jeonghwa por dejarlo colgado esa tarde
cuando le propuso irse a la biblioteca un rato para estudiar
para los exámenes de mañana.
Peor aún, Jeonghwa no le había cancelado por estar
aburrida de estudiar, ¡sino porque había escuchado que
poco después, él pretendía irse con SooYoung por algo de
beber, ya que ella le había invitado! ¿Y cómo él, todo un
caballero, rechazaría la amable invitación de una amiga?
Jimin se sentía mareado de sólo oírle decir tales
estupideces. Taehyung por lo general era bastante
perceptivo, ¿así que por qué no estaba usando su cerebro
adecuadamente ahora? ¿Y por qué insistía en ver a la chica
que le había roto el corazón cruelmente? Jeonghwa tenía
todo el derecho de estar molesta. ¡Hasta él lo estaba! Si no
le daba un buen puñetazo en el rostro para que guardara
silencio, era sólo porque le quería demasiado.
―¡Hyung! ―Y la expresión de Jimin cambió por completo
al oír ese grito.
Giró, buscando al dueño de la voz. Su corazón se agitó y
la sonrisa boba se extendió en sus labios al ver al pelirrojo
apresurarse por los escalones, deteniéndose uno antes de
llegar a él, marcando la diferencia de altura. Jungkook
apartó el cabello de sus ojos y alzó la vista, enseñándole su
sonrisa, y Jimin olvidó por completo que estaba ahí para
escuchar los dramas de su mejor amigo.
―¿Cómo te ha ido en tus exámenes de hoy? ¿Te diste un
descanso para almorzar? ¿Por qué estás aquí afuera sin tu
abrigo? Podrías enfermarte y-
Jimin rió enternecido, sosteniendo el rostro del jovencito
para callarlo de un beso. Jungkook cerró los ojos y permitió
que Jimin le diera todos los besitos que quisiera, después de
todo, él también le había extrañado. Una risita escapó de su
boca cuando el rubio lo rodeó con sus brazos y besó
también su rostro por todas partes.
―¡Hyung! ―Chilló.
―Ojos bonitos ―Jimin presionó otro beso contra su boca.
―¿Sabes cuán ansioso estaba porque llegara esta parte del
día? Incluso mientras bailaba sólo pensaba en ti y en lo
increíble que se sentía mi cuerpo sólo por tus mágicas
manos ―Volvió a besarlo.
―Sí, miren, demasiada información por aquí ―Taehyung
habló, llamando la atención de la pareja. Jungkook giró a
verlo, sonriéndole con inocencia por haber olvidado
saludarle, y Jimin siguió ignorándole para seguir mimando
su novio.
―¿Jeonghwa noona no está contigo, hyung? ―Preguntó.
―Hey, ¿por qué lo llamas hyung? Ni siquiera a mí me
llamas hyung, al menos no todo el tiempo ―Se quejó el
rubio.
Jungkook puso los ojos en blanco, tocando su barbilla para
depositar un delicado beso contra su boca. Jimin suspiró
satisfecho y siguió regando besos por su mejilla y cabello.
―Oh, Dios, son tan cursis ―Se quejó Taehyung, sobre
todo impactado; no esperaba que Jimin fuera del tipo
excesivamente cariñoso estando enamorado. ―Todos los
están mirando, ¿saben?
―Es mi facultad, Taehyung, soy popular aquí. ¿Y
Jungkook? Jungkook es popular en toda la maldita
universidad. No esperaré a estar en mi dormitorio para
saludar debidamente a mi novio ―Respondió el mayor,
abrazando más fuerte al pelirrojo. ―Y, por cierto, Jeonghwa
le ha dejado plantado. No ha querido irse con él a estudiar
―Lo echó al agua, mostrándole la lengua cuando Kim le
miró ofendido.
―No suena como algo que ella haría ―Habló sorprendido
el menor.
―No, ella no lo haría, pero Tae pensó que sería una
brillante idea salir con su ex
―¿SooYoung? ¿Después de todas las cosas que hizo?
Bueno, yo también me llevo bien con mi ex, pero... ―Jimin
bufó al escucharlo. ―El punto es ―Carraspeó, avergonzado.
―Pensé que la habías superado y que ibas en serio con
Jeonghwa, es decir, ella te gusta, ¿no?
―¿Jeonghwa? ―La risa que soltó Kim fue tan exagerada
que evidentemente era forzada. ―No, no, por supuesto que
no, no ―Repitió un montón de veces. ―Ella es mi amiga
―¿Y eres del tipo que prefiere perder la oportunidad de
estar con una gran chica sólo porque temes perder su
amistad?
Taehyung abrió y cerró la boca, sin saber cómo responder,
porque, aunque Jungkook siempre hablaba con amabilidad,
no esperaba que fuera tan directo. ¿Dónde estaba el chico
reservado que había conocido meses atrás? Observando a
su mejor amigo, quiso rodar los ojos al verle sonreír con
orgullo y burla.
Por supuesto, cualquiera perdería la timidez con
semejante novio.
―¿Por qué me miras como si fuera una mala influencia?
―Preguntó Jimin a la defensiva, tomando el rostro del
menor para hacerlo girar a él. ―Mi novio tiene razón, ¿no?
Por eso te enfadas ―Miró al pelirrojo. ―Amor, me encantas,
estoy muy orgulloso de ti
―Deja de burlarte de él, hyung ―Ahora Taehyung rió
mientras Jimin hacía un mohín. ―No quiero apresurar esta
charla, ¿pero podríamos entrar ahora? ―Preguntó, alzando
una bolsa. ―Pasé a comprar sándwiches y varias cosas
livianas para que puedas comer antes de la práctica, y a
este ritmo no podrás descansar adecuadamente después de
comer
―Oh, Jungkookie... ―Jimin dio un beso en sus labios. Y
otro. Y otro. ―¿Ves eso, Tae? He conseguido el mejor novio
del mundo
―Sí, me ha quedado claro, ahora me iré antes de tener
que seguir viéndolos por más tiempo ―Sacudió la cabeza.
―¿No quieres comer con nosotros? ―Jungkook le miró
amablemente y Taehyung volvió a negar.
―Chicos, ustedes son tan cursis que me dan nauseas,
prefiero dejarlos solos, pero gracias de todos modos ―Y
aunque hizo una mueca de asco para expresar lo harto que
estaba de presenciar todas esas muestras de amor, la
pareja vio perfectamente la sonrisa que se deslizó en sus
labios antes de marcharse.
Jungkook y Jimin se dirigieron a la sala de prácticas,
encontrándola vacía debido a la hora. Acomodándose en el
piso, ambos comieron mientras compartían su día, el cual
había sido mucho más tranquilo que el anterior. Jimin
escuchó atentamente a Jungkook parlotear sobre uno de sus
proyectos mientras una sonrisa lo iluminaba y su propio
corazón dio saltos de emoción, por la simple razón de poder
apreciarlo.
Era extraño lo que el resto llamaba amor.
Esa mañana había despertado con ese chico entre sus
brazos y lo había besado apenas abrió los ojos. Los 5
minutos más de cada mañana, se volvieron 15 entre
caricias y más besos. Si no estuvieran en periodo de
evaluaciones, seguramente se habría quedado pegados a
las sábanas por el resto del día. Maldición, ¿qué se sentiría
estar todo un día con él en la cama? Simplemente haciendo
nada más además de quererse. En el pasado, eso habría
sonado como el panorama más aburrido del mundo, pero
ahora lo único que ansiaba era tiempo a solas con él.
―Me miras como si estuviera diciendo lo más interesante
del mundo, pero a la vez no pareces estar escuchándome,
¿sabes? ―Jungkook se burló con una sonrisita,
despertándolo de sus pensamientos.
Pero Jimin sólo rió y se hizo el tonto, invitándolo a
continuar hablando mientras terminaban de comer. Sentado
en el piso, se tomó un descanso después de haber llenado
su estómago, viendo como Jungkook se deshacía de la
basura, pues se había negado a recibir ayuda. El muchacho
volvió a su lado después de eso, sorprendiéndolo cuando se
deslizó por su regazo descaradamente, conservando su
sonrisa de niño.
Jimin lo abrazó por la cintura mientras se preguntaba
cómo alguien con 19 años podía lucir tan inocente.
―¿Puedo estar aquí?
―¿Pides permiso después de hacerlo? ―Enarcó una de
sus cejas y Jungkook no pudo evitar hacer un puchero.
―Te traje comida, merezco un trato especial ahora ―Tocó
el cabello del rubio dulcemente. ―Y me gusta tu regazo
―Susurró, como si estuviera compartiendo un secreto.
―Te has vuelto un niño mimado con facilidad ―Lo acusó
entre risas. Jungkook se hubiera quejado si el mayor no
hubiera besado su mentón después de ello. ―¿Ya te dije que
luces precioso?
―Sí, hasta me enviaste un mensaje repitiéndolo ―Rodó
los ojos, retorciéndose en risas cuando Jimin atacó con
besos su cuello. ―¡Basta! ―Pidió.
―Lo siento, te he confundido con el postre ―Presionó su
nariz contra su cuello en una risita. Jungkook bajó la mirada,
buscando su rostro. ―¿Qué sucede, ojos bonitos?
―Preguntó al encontrar al menor mirándole fijamente.
―¿Me quieres mucho?
―¿Aún tienes dudas? ―Abrió sus ojos exageradamente,
fingiendo estar indignado. ―Mi amor por ti da la vuelta al
mundo, Jungkook
―Nuestro mundo no es tan grande, hyung ―Frunció sus
labios.
―Aish, estás intentando hundirme, ¿no? ―Jungkook sonrió
al notar lo frustrado que lucía. Acariciando sus cabellos, se
inclinó sobre él para darle un beso esquimal.
―Te quiero muchísimo, Jimin-ah ―Susurró sobre su boca.
―Me gustas muchísimo. Y siento haber tardado en dar este
paso
―De hecho, nosotros originalmente deberíamos cumplir
más de un mes de relación, ¿sabes? ―Respondió,
provocando que Jungkook se distanciara con el ceño
fruncido. ―No es que me esté quejando
―Jimin-
―También te quiero muchísimo, Jungkookie ―Aseguró,
acariciando su mejilla. ―Eres el chico más precioso para mí.
Es una fortuna que seas tan brillante, porque con lo ciego
que soy, de seguro no habría podido encontrarte en medio
de la multitud
―¿Se supone que eso tenía que sonar bonito? ―Jimin
asintió, luciendo angelical. Jungkook rió en voz bajita
mientras se apoyaba contra la palma de su mano. ―Es una
fortuna que estés tan lleno de colores, porque siento que
dejas un poco de ti en mí, cada vez que me tocas. Creo que
mi vida estaba siendo demasiado monocroma antes de ti,
hyung, así que desde ahora sólo agradeceré el hecho de
que hayas llegado
Jimin quería saber por qué esa confesión se sentía tan
especial, como si Jungkook deseara expresar mucho más de
lo que decía. Apartando los cabellos de su frente,
encontrándose fijamente con sus ojos, pudo apreciar que
estos brillaban como si esperaran algo de él y lamentaba no
saber exactamente qué era.
Jungkook sonrió, no especialmente feliz, más bien un
tanto nervioso, y aunque Jimin quiso preguntar
directamente si algo estaba sucediendo con él, su mente
pasó a blanco cuando el joven acabó la distancia entre sus
labios. Y después de eso, todo se volvió besos y risas una
vez más.
Se separaron cuando fue estrictamente necesario. Apenas
Minhyuk los encontró acaramelados, se distanciaron a
sabiendas de que era el momento de calentar para el
ensayo, agradeciendo la prudencia del chico que sólo les
sonrió con complicidad, sin hacer demasiadas preguntas.
Jungkook tomó su cámara y se ubicó lejos de ellos cuando
Hoseok llegó para comenzar. A pesar de que pensó que el
ambiente podría ser un poco tenso, se relajó cuando Jung
actuó tan profesionalmente como siempre, sin mezclar su
vida personal con los ensayos. Jimin tampoco hizo
comentarios y esa fue la combinación perfecta. Sin
embargo, con la presentación a sólo dos semanas de
distancia, se preguntaba si Hoseok pondría fin a sus
servicios.
Después de todo, a este punto, no parecía haber errores
graves entre Jimin y Minhyuk; los chicos se
complementaban a la perfección.
¿Pero cómo se sentiría él saliendo de los ensayos tan
repentinamente? Lo había vuelto parte de su rutina.
Además, el maldito reloj parecía estar corriendo en su
cabeza cada vez que los ojos dulces de Jimin le buscaban,
como si en cualquier momento sus secretos marcarían la
fecha de caducidad.
Era difícil ser consciente de que, mientras su pareja era
completamente honesta, él aún estaba intentando acumular
lo máximo de basura posible bajo la alfombra.
¿Por qué está viviendo tan mal? Su yo de la adolescencia
probablemente estaría horriblemente decepcionado por la
manera en que manejaba las cosas.
Hoseok miró fijamente a la pareja cuando, tras terminar el
ensayo, Jimin besó la mejilla de Jungkook, avisándole que
tomaría una ducha rápida para no hacerle esperar
demasiado. El rubio desapareció con su compañero de baile
por la puerta, a la misma velocidad que se esfumó la
sonrisa del pelirrojo. Jung se había negado a señalarlo en
medio del ensayo, pero para él era evidente que algo
sucedía con el menor. Su ansiedad salía hasta por sus poros
cada vez que sus ojos buscaban a Jimin; lucía simplemente
desesperado. Y aunque los jóvenes varias veces habían
intercambiado sonrisitas sutiles, Jungkook volvía a
marchitarse cada vez que la concentración de Jimin
regresaba al baile.
Él, por supuesto, tenía sus suposiciones.
―¿Podemos hablar? ―Jungkook, que estaba revisando el
ensayo del día, volteó confuso hacia el mayor. ―Hablemos,
Jungkook
―¿De qué tenemos que hablar? ―Apagó su cámara,
prestándole intención. ―Si es sobre Jimin y yo...
―Es sobre Jimin y tú ―Lo interrumpió. Jungkook quiso
protestar, diciéndole que lo que sea que quisiera decir, no
era de su incumbencia, mas fue incapaz de pronunciar las
palabras cuando el contrario le dirigió una mirada
completamente seria; eran contadas las ocasiones en las
que él había recibido esa mirada de su parte. ―¿Por qué
estás con él, Jungkook? ¿Por qué de esta forma? ¿Qué
pretendes?
―No sé a qué te refieres...
―¿Estás seguro? ―Parecía cada vez más exasperado.
―Porque tuve que pasar sólo una hora con ustedes aquí
para notar que algo no está bien contigo. ¿Hablarás
conmigo o tengo que decirlo yo? ―Jungkook lo miró, en
silencio. ―No le has dicho que eres asexual
―No tienes forma de probar eso ―Su voz salió contenida,
sin querer ir a la defensiva.
―¿Entonces debería ir con él y preguntarle cómo se ha
tomado el hecho de que eres asexual? ―El labio de
Jungkook tembló y sus hombros cayeron, viéndose
inmediatamente frágil al sentirse señalado. ―No entiendo
qué está pasando por tu cabeza, en serio, ¿cómo es posible
que no se lo hayas dicho aún?
―No es el momento... ―Murmuró.
―¿No lo es? ―Rió, negando con la cabeza. ―¿Y cuándo
será el momento, Jungkook?
―Eso no importa, ¡esto no te importa! ―Respondió
finalmente, exasperado. ―¡Es mi relación, mantente fuera
de esto!
Hoseok frunció sus labios, sin imaginar que algún día
podría ver a ese chico alzándole la voz. Jungkook le miraba
con tanto resentimiento, que era difícil actuar de inmediato.
El joven guardó su cámara, acomodando su bolso sobre su
hombro con la intención de marcharse, mas él reaccionó lo
suficientemente rápido para tomarlo del brazo, empujándolo
sin cuidado contra la pared.
Jungkook maldijo, queriendo golpearlo, pero su rabia se
disipó al fijarse en la expresión furiosa de Hoseok. Si eran
contadas las ocasiones en la que el mayor le había mirado
tan serio, era incluso más increíble verle tan molesto.
Hoseok no se enojaba con él.
―Puedes conseguir un nuevo novio ―Las palabras fueron
prácticamente escupidas. ―Puedes rehacer tu vida y no
tengo derecho a reclamarte, porque fui yo el que te dejó.
Conozco mi posición. No importa cuánto diga que te amo,
Jungkook, porque si tú no lo consideras cierto, entonces no
servirá de nada. Planeo rendirme contigo si tu deseo es ser
feliz con alguien más ―Jungkook intentó apartar la mirada,
pero Hoseok tomó su rostro con rudeza para obligarlo a
mirarle a los ojos. ―Pero yo definitivamente no me
mantendré lejos de ti si pretendes lastimarte de esta forma.
No es por Jimin, ¡es por ti, maldita sea!
Jungkook sintió su boca secarte y sus ojos picar. No quería
llorar, pero siempre era demasiado transparente cuando se
trataba de Hoseok. Inhalando con dificultad, Hoseok casi
sintió pena de él al verle en ese estado; nunca le había visto
tan débil e inseguro.
―Jamás te avergonzaste de ti mismo ―Intentó hacerle
razonar.
―No es vergüenza ―Susurró. ―Pero estoy asustado.
Tengo miedo de que él me deje ―Confesó. ―Me asusta que
él me trate diferente, que piense que hay algo mal conmigo
―No hay nada mal conmigo ―La expresión de Hoseok
ahora estaba llena de tristeza. ―Eres un gran chico. Sé que
no soy el indicado para decir esto después de lo que te hice,
pero nada cambia el hecho de que es una fortuna tenerte,
Jungkook ―El menor apartó la mirada, sintiendo sus ojos
aguarse. ―Si él te ama, se quedará contigo ―Sus palabras
estaban llenas de calma. ―Si él te ama, y no es un imbécil...
―Ahora había amargura en su voz. ―Intentará
comprenderte. Intentará saber de ti, no te juzgará, no te
tratará diferente ―Jungkook negó con la cabeza. ―Admito
mis errores, pero no todos ahí afuera deben ser como yo. Si
lo estás eligiendo a él, espero que sea mejor que yo
Jungkook continuó negando con la cabeza, sólo para
terminar sollozando. Hoseok lo abrazó, sintiendo su corazón
hecho pedazos mientras intentaba reconfortarle, pero no
estaba sirviendo de mucho.
El menor sabía que Hoseok y Jimin eran personas
diferentes. Sabía, por tanto, que sus reacciones serían
diferentes. Y, lamentablemente, también intuía que lo que
había aquejado a Hoseok hace años, no era lo mismo que
aquejaría a Jimin una vez se enterara. Y mientras lo de
Hoseok había sido algo con posibilidades de una solución, lo
de Jimin se veía más como un futuro incierto, pero con sabor
a un mal final.
Otro maldito mal final.
―Dolerá ―Sollozó mientras Hoseok daba palmaditas
sobre su espalda. ―Soy feliz, quiero ser feliz con él
―Quieres serlo, pero no lo estás siendo. No te mientas a ti
mismo y no le mientas a él. No hay nada mal contigo, así
que deja de cargar con esto ―Lo presionó con más fuerza.
―Es por ti, ¿me escuchas? Se amable con tu corazón y
hazlo por ti ―Pidió. ―No me hagas tomar una decisión
drástica, Jungkook. Porque, aunque quiero que me quieras,
no podré callar esto por demasiado tiempo mientras te vea
autodestruyéndote. Le diré la verdad, incluso si después de
ello terminas por odiarme
Quizás Jungkook debió revisar la fecha de caducidad ese
día.
Dolía oírlo del chico que por mucho tiempo fue su centro,
pero tenía razón, se estaba engañando a sí mismo. Lo sabía,
por supuesto que lo sabía. ¿Pero cómo poner las cartas
sobre la mesa si cada vez que se encontraba con Jimin este
le sonreía como si nada más importara? Y quería ver esa
sonrisa por más tiempo. ¿Había estado mal querer
extenderlo?
¿Le había dado muchas vueltas?
¿Y si solo estaba lamentándose por nada? ¿Y si Jimin lo
entendía y no le tomaba importancia, aun tratándolo como
un igual? ¿Y si al final su novio era tan comprensivo y
maduro como lo era el novio de su amigo Gloss? Las cosas
habían resultado bien para él. ¿Por qué aquí no lo sería?
¿Por qué desde un principio había sido tan pesimista?
Jungkook se distanció de Hoseok, tomando bocanadas de
aire y asintiendo, cediendo finalmente, para su propia
sorpresa. Se sentía tan consumido a ese punto, que él
podría hacerlo. Y si dolía, pues pasaría. Si Jimin no lo
entendía, intentaría explicárselo. Quizás la primera opción ni
siquiera sería una ruptura inminente, porque Jimin le quería
y no lo soltaría fácilmente.
El chico que la noche anterior le había sostenido como si
fuera su todo, no le abandonaría por algo así. Por lo que,
volviendo esa convicción su coraje, mantuvo su frente en
alto cuando Hoseok se retiró.
―No lo hará, no lo hará. Él no te dejará ―Se repitió a sí
mismo una y otra vez entre murmullos.
Pero, si no lo haría, ¿por qué estaba volviendo a llorar?
Ahora estaba solo. Y era esa soledad la que le asfixiaba y le
llevaba de regreso a su oscura realidad.
Jimin le dejaría.
Por supuesto que Jimin le dejaría.
―¡Hey, Kookie! Estaba pensando en esto. ¿Por qué no
vamos a cenar y luego te pasas a mi dormitorio, igual que
ayer? No importa si tienes que estudiar, puedes llevar tus
apuntes y hasta podría ayudarte. En serio, ¡no seré ninguna
molestia! Pondré de mi parte y luego-
Jimin, que se había acercado mientras hablaba hasta por
los codos, se detuvo cuando Jungkook no alzó la mirada
hasta él. El menor secó rápidamente sus lágrimas,
intentando recuperar la compostura, pero ya era demasiado
tarde. El rubio ya estaba de cuclillas frente a él, luciendo
más que preocupado.
―¿Kookie? ―Tocó su mejilla, inspeccionándole. ―¿Qué
pasó, amor? ¿Has estado llorando? ¿Sucedió algo malo?
¿Hoseok te dijo algo mientras yo no estaba? ―Jungkook sólo
negó con la cabeza, sin encontrar valentía para abrir la
boca. ―Dime qué anda mal. Lo que sea que te esté
afectando, sabes que te ayudaré a solucionarlo, ¿cierto? No
llores, por favor
―Está bien ―Intentó sonreír, fallando horriblemente. ―No
es nada, hyung
Otra mentira más.
Jimin le miró con desaprobación, provocando que el dolor
aumentara en su pecho. ¿De verdad creyó que podría
extender más la llegada de ese momento cuando
obviamente el rubio había aprendido a ver a través de él?
Jungkook sollozó, Jimin lo abrazó. Y aunque ese abrazo
debió significar consuelo, sólo hacía la carga más pesada.
Jeon inhaló con fuerza; el muchacho olía a jabón, shampoo y
perfume, y él lo amaba. Su esencia, su calor, su voz, lo
amaba. Se arrepentía de haber llevado todo tan lejos. De
haberle dicho la verdad antes de que su corazón le ganara,
entonces no habría sido tan difícil.
Si hubiera sido honesto desde un principio, no habría
tenido que soportar el dolor de que le arrancaran las alas.
―No he sido honesto contigo, hyung ―Su voz salió raposa
cuando finalmente se atrevió a hablar. ―Lo siento
Jimin se tensó, distanciándose de él, pues las palabras le
sonaban a un mal presagio. Mirando directamente el rostro
acomplejado del joven, se preguntó en qué le había
mentido. ¿Y qué tan grave era como para lucir de esa
forma?
―¿No me quieres? ―La pregunta salió de su boca antes
de que fuera capaz de pensarlo seriamente. ―¿Mentiste al
decir que me querías? ¿Has estado siguiéndome el juego?
¿Has cambiado de idea respecto a mí? Porque podría-
―Te quiero ―Lo interrumpió, mirándole con dolor. Jimin
sintió que volvía a respirar tras escucharle; mientras
Jungkook lo quisiera, el resto era completamente
insignificante. ―Jamás jugaría con tus sentimientos. Te
quiero, te quiero tanto ―Le aseguró.
―¿Entonces de qué se trata? ―Extendió su mano hacia él,
acariciando con dulzura sus cabellos. ―No importa lo grave
que sea, intentaré escucharte. Así que confía en mí, ¿de
acuerdo?
¿Confiaba en él? Jungkook quería decir que sí, con
completa seguridad. Confiaba en él. El problema era que,
luego de conocerle más a fondo, podía suponer cada una de
sus reacciones. Jimin era en realidad tan complejo, que su
confesión no lo sería menos.
―¿Recuerdas...? ―Relamió sus labios, intentando
controlar sus nervios. ―¿Recuerdas la primera vez que
deseaste a un chico? ¿Qué edad tenías en ese entonces?
―¿Uhm? ¿Por qué estás...? ―La expresión de Jungkook
estaba en blanco cuando alejó su mano de él. ―... 14 años
―¿Cómo supiste que lo deseabas?
―¿Qué quieres decir con eso? Yo sólo lo sentí ―Murmuró
con incomodidad, aclarando su garganta cuando el menor le
siguió mirando en silencio. ―Ya sabes, es sólo esa sensación
de que... ¿no está haciendo mucho calor aquí? ―Peinó sus
cabellos hacia atrás, riendo nervioso. ―Quería meterme a
su cama, o donde fuera, mientras estuviera entre sus
piernas ―Chasqueó con la lengua. ―¿De verdad quieres
escuchar esto?
―¿Te masturbas a menudo pensando en chicos que te
gustan? ―Ignoró la pregunta, intentando no perder el hilo
de la conversación.
―... lo normal ―Frunció su ceño cuando el menor no
siguió hablando. ―¿De verdad quieres saber la cantidad
exacta a sabiendas que esto te involucra a ti? Porque, amor,
de verdad estoy perdiendo la cuenta, ¿sabes? ―Respondió
con exasperación.
―¿Tienes sueños húmedos?
―¿¡Estás intentando exponerme!? ―Jimin se levantó,
sintiendo sus orejas calientes. ¿Por qué Jungkook estaba
hablando de su intimidad justo en ese momento? ¿Y el lugar
era el adecuado al menos? ¿A dónde quería llegar? ―Tengo
sueños húmedos a veces, pero no es como si lo pudiera
controlar. ¿Puedes dejar de mirarme así? Soy un hombre
sano, Jungkook
El menor sonrió débilmente tras oír lo último, bajando la
mirada hasta el piso con tristeza.
―¿Quieres tocarme, hyung? ―Su voz bajó. ―En el sentido
más obsceno de la palabra. ¿Quieres tocarme? ¿Quieres
joderme?
―Lo haces sonar vulgar y me estás haciendo enfadar
―Reconoció, viendo como el joven se ponía de pie para fijar
sus ojos en los de él. ―Pero sí, conoces la respuesta. ¿Todo
tipo de cosas sucias? Quiero hacerlas contigo. Mis manos
están desesperadas por tocarte, Jungkook, todo el tiempo,
pero tengo un buen control de ello, así que no te preocupes.
Sin embargo, me ayudarías de alguna forma si no me
obligaras a decir mis pensamientos en voz alta ―Soltó a
regañadientes.
Jimin sabía que no debía molestarse, pero era difícil no
hacerlo. Jungkook no podía esperar que le hablara de sus
fantasías sexuales y que luego actuara natural mientras
películas se reproducían en su mente.
―Jamás he querido tocarte, hyung ―Admitió
repentinamente el menor, desestabilizándolo.
―¿Qué...?
―Jamás he querido tocarte porque lo ansiaba en un
sentido lujurioso ―Jimin quiso reír por como sonaban esas
palabras. ―Jamás he tenido un sueño húmedo en mi vida. Y,
lo siento, pero jamás me he tocado pensando en ti. Cuando
te veo, me siento feliz y pleno, y quiero compartir eso
contigo, porque te quiero. Pero, desde que te he conocido,
jamás te he deseado de la manera en la que tú me deseas
―Lo que estás diciendo no tiene sentido, Jungkook
―Escupió, sintiéndose malhumorado.
―Soy asexual, Jimin
Jungkook guardó silencio, esperando su reacción. Jimin
frunció sus labios, pasando de molesto a confundido, y su
expresión no ocultó sus emociones. El pelirrojo empuñó sus
manos ante el terror que lo llenaba en ese momento.
Ya no había vuelta atrás.
―¿Intentas decirme que no te gusta el sexo?
―No se trata sobre si me gusta o no. No se trata sobre
sexo. Pero, si tuviera que ponerlo de alguna manera,
supongo que puedo vivir perfectamente sin él
Jimin estaba estupefacto.
―¿Vivir sin sexo? ¿Algo así como ser célibe? ¿Practicas
algún tipo de religión que te obliga a abstenerte?
―Tú eliges el celibato ―La voz de Jungkook comenzaba a
temblar. ―El compromiso es opcional. Yo no elegí ser
asexual
―Estás diciendo que puedes vivir sin sexo, Jungkook.
Ninguna persona de nuestra edad haría tal declaración
―Ahora era Jimin el que reía con nerviosismo, intentando
comprender. ―La asexualidad no existe, ¿lo sabes, cierto?
Surge desde otra problemática, Jungkook, así que, ¿podrías
ser honesto conmigo? ―Pidió, tomando sus manos para
brindarle su confianza. ―¿Por qué te molesta todo lo que
respecta al sexo? ―Jungkook negó con la cabeza, sintiendo
que sus palabras habían sido lanzadas al aire. ―Dímelo,
Kookie, por favor. ¿Alguien te lastimó? ¿Te hicieron daño?
¿Qué tan terrible fue? ―Los ojos del menor se aguaron al
escucharlo. ―Oh, mierda, ¡Jungkook! ―Exigió respuestas,
esperando lo peor.
―¡Nadie me hizo nada, Jimin! ―Se soltó de sus manos,
herido.
―¿¡Entonces qué!? ―Había terminado por perder los
nervios. ―¿Alguien te hizo creer que practicar sexo es
malo? ¡Porque no lo es, Jungkook! ¡Puedes tener todo el
maldito sexo que quieras y con quien quieras! ¡Esa es tu
decisión! ¿Quién ha intentado lavarte el cerebro de esa
forma?
―¿Así que primero insinúas que me violaron y ahora
deduces que me han lavado el cerebro? ―Preguntó con
amargura. ―¿Buscar razones para justificar mi sexualidad
es todo lo que puedes hacer?
―Yo sólo-
―Sólo estás siendo igual que el resto ―Dio un paso atrás,
tomando su bolso. ―¿No puedes pensar que simplemente
soy de esta manera? ―Su voz salió ahogada, dolida.
―¿De qué manera, Jungkook? ―Sus manos temblaban
con ansiedad. ―A todos nos gusta el sexo
―Es atracción sexual, ¡no siento atracción sexual!
―Corrigió con exasperación.
―Pero sales conmigo ―Jimin se señaló. ―Sales conmigo,
no puedes no sentir atracción sexual. ¿Por qué saldrías
conmigo si no la sientes?
―Porque estoy enamorado de ti ―Cubrió su rostro, sin
querer mostrar las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.
―Me enamoré de ti, lo dije antes. Jamás te he deseado y
nunca se ha tratado de sexo. Sólo estoy enamorado de ti
Silencio. Jungkook descubrió su rostro cuando los
segundos pasaron sin escucharse siquiera una respiración.
Encontrándose con Jimin, el rubio sólo le miraba como si
fuera un fenómeno y su corazón terminó por romperse.
No, Jimin no.
―Kookie... ―Llamó el mayor cuando lo vio dar un paso
atrás. ―No es que no te entienda, ¿de acuerdo? Porque de
verdad lo estoy intentando y sólo... lo que dices no tiene
sentido ―Rascó su cabello, nervioso. ―¿Quizás sólo estás
confundido? Porque es normal estarlo. Tal vez... tal vez no
has experimentado lo suficiente y es por eso que lo dices.
Tienes 19 años, aún estás a tiempo de experimentar
muchas cosas. Y si después de eso aún te sientes...
extraño... aún podemos ir con el médico, ¿no? Porque podría
estar relacionado a una enfermedad. No tienes que-No
tienes que preocuparte ―Le aseguró, queriendo dar
palmaditas en su hombro para calmarle, pero se mostró
acomplejado cuando el pelirrojo se apartó. ―Kookie...
―No he experimentado lo suficiente, ¿eh? ―Rió,
lastimado. ―Por supuesto, puedes decirle a un asexual que
quizás le falta probar y está completamente bien. ¿Pero es
ofensivo si yo te digo a ti, un chico homosexual, que no
puede definirse como tal siendo que nunca ha probado
tener sexo con mujeres?
―¡Es diferente!
―¿¡De qué forma!?
―¡He sido así desde siempre, Jungkook! ¡Jamás me han
interesado las mujeres y no necesito probar para saberlo!
Sólo no me calientan y ese es mi maldito problema. La
homosexualidad ha existido desde siempre. Y una cosa es
decir que te atraen las personas de tu mismo sexo, y otra
muy distinta es decir que no te- ―Jungkook pasó por su
lado, precipitándose por la entrada. ―¡Jungkook, no hemos
terminado de hablar!
―¡Quiero estar solo! ¡Entrega la llave de esta sala y no
me sigas, Jimin! ―Sus pasos vacilaron en la entrada, y tomó
una bocanada de aire antes de agregar: ―Puede que tú
también necesites tiempo para pensar a solas
Jimin tensó su mandíbula, viendo como el menor se
marchaba apresuradamente. ¿Cuál era su maldito
problema? ¿Y por qué luego de haber soltado tal estupidez
incluso lo dejaba solo, haciéndolo sentir un imbécil?
♦♦♦♦♦
―¿Cómo es que me estás honrando con tu presencia tan
temprano hoy, su alteza? ―Se mofó Seokjin cuando su
compañero de habitación irrumpió repentinamente, mas la
sonrisa burlona se esfumó de su boca al encontrarse con
sus ojos llenos de lágrimas. ―¿Jungkook? ―Se levantó
precipitadamente de su escritorio, yendo hasta él. ―¿Bebé?
¿Sucedió algo malo?
―Él no lo entendió, hyung ―Sollozó, abrazándolo en
busca de refugio. ―Dijo que me quería, pero ni siquiera
intentó entenderme
―¿De qué estás hablando? ―Lo abrazó también.
―Jimin ―Su voz salió ahogada contra su hombro. ―Le dije
que era asexual y él sólo... sólo dijo incoherencias, ni
siquiera me dejó explicarle y- ―Seokjin lo distanció,
buscando su rostro. ―¿Estás enojado porque no te dije que
era asexual, hyung?
―No, Jungkook, no se trata de eso ―El menor secó sus
lágrimas, preguntándose por qué el mayor le estaba
mirando extraño entonces. ―Pero, Dios... ―Rió, nervioso.
―Si Jimin sobrerreaccionó, ¿no crees que es normal?
―... ¿qué?
―Es decir ―Carraspeó. ―No es como si todos supieran lo
que es la asexualidad, Jungkook. Su comunidad está
completamente invisibilizada y, honestamente, incluso
entre minorías sexuales no son tomados en cuenta más que
para burlas ―Jungkook le miró fijamente. ―No intento
ofenderte, ¿sí, Kookie? Pero no puedes esperar que tu novio
lo entienda tan... fácilmente
―¿Entonces estás de acuerdo con él al decir que la
asexualidad no existe?
―No he dicho eso ―Se apresuró en decir. Jungkook sólo
pasó por su lado, tomando su bolso viejo para comenzar a
meter ropa y libros adentro. ―Mierda, Jungkook, ¿puedes
escucharme? Te entiendo, de verdad lo hago
―No lo haces
―¡Sólo intento ponerte en los zapatos de él, Jungkook!
―El menor tomó su bolso, colgándolo en su hombro para
dirigirse a la puerta. ―No estás pensando claramente
ahora, estás molesto y herido, ¿así que podrías tomar
asiento y esperar a calmarte, por favor? Quizás podremos
hablar bien después de-
―Pasaré la noche afuera, hyung ―Anunció, abriendo la
puerta.
―¡No tienes a nadie más aquí, Jungkook! ―El pelirrojo
atravesó la puerta, sin hacer caso. ―¡No es momento de
actuar irracionalmente sólo por una rabieta! ¡Tú no eres así!
―Y tú no eres al que su primer amor dejó sólo por ser
asexual ―Volteó a verlo, rojo del enojo. ―¡Tú no eres a
quien han tratado como un chico enfermo! ¿Alguien te
preguntó si fuiste abusado sexualmente sólo por decir que
eres bisexual? Y si sólo te gustaran los chicos, ¿te haría
gracia que el resto te dijera que te falta follar con chicas
antes de decir que no te sientes atraído por ellas? ¡Las
cosas desde un principio han sido más fáciles para ustedes!
―Jungkook-
―Y yo de verdad, de verdad, me cansé de ustedes
―Finalizó, cerrando la puerta para no permitir que el otro le
viera llorar.
Por supuesto, nada pasaría luego de confesar su
asexualidad.
Otra mentira más que había intentado creerse.
Nota:
Wuuuuuuuuuuuh, por fin ha llegado este momento del fic!
La mayoría el capítulo anterior dijo que Jimin sacaría sus
conclusiones, pero al final Jungkook lo ha soltado, ¡así son
las cosas! Y aunque muchas personitas esperaban una
buena reacción de Jimin, pues aún nos faltan cosas por
ver~. ¿Qué creen que pasará?
Mi internet ha andado mal toda la semana, pero por fin
conseguí que cargara esto, disculpen la tardanza unu. Les
tengo una mala noticia, de todas formas (?). La próxima
semana me ausentaré totalmente, lo que implica que no
habrá actualización de Gris:(. De momento, nos volvemos a
leer el 16 de agosto si es que todo marcha como
corresponde unu. ¡Hasta entonces!
[38]

Iba a llover.
Jungkook se encogió en la banca del parque, sintiéndose
un gran tonto. Lo había arruinado todo y ni siquiera tenía
amigos a los que recurrir. No culpaba a Seokjin de lo
sucedido, pero sí se sentía herido. Ir con Yoongi no era una
opción, porque obviamente este le mandaría de regreso con
Kim para solucionar el problema. Y entonces Jungkook
dejaba de contar a sus personas de confianza en Seúl.
Jungkook se llevaba bien con los primos Kim,
especialmente con Namjoon, con quien se había reunido en
varias oportunidades por medio de Yoongi. Sin embargo, ir
con Namjoon significaba ir con Taehyung también.
Probablemente el chico le haría una llamada a Jimin para
avisarle de su estadía ahí, y los sucesos todavía eran
demasiado recientes como para encontrarse con su novio.
Hoseok también estaba en Seúl, pero no era una opción.
¿Taemin? Desde el incidente de la fiesta, ya no se fiaba de
él.
Quizás sólo tenía que pagar por un cuarto y ya. De todas
formas, el dinero no faltaba en sus bolsillos.
Pero, claro, se sentía tan solo. Incomprendido. Odiaba
sentirse perdido. Un solo golpe bastaba para mandar sus
esfuerzos al desagüe. Jungkook no había tenido problemas
en aceptarse a sí mismo durante su adolescencia. Se había
tomado las cosas con calma, aceptando que, simplemente,
cada persona vivía su sexualidad a una manera distinta. Él
era distinto, pero eso no significaba que estaba mal. Las
cosas habían parecido fáciles en ese entonces, hasta que
Hoseok lo dejó.
Todo se volvió un torbellino de confusión y contradicciones
en él, luego de que Hoseok lo dejó. Jungkook sentía que, en
cualquier momento, quienes decían comprenderlo y
quererlo, le darían la espalda también.
Hoseok había vivido ese importante autodescubrimiento
con él, le había tendido una mano y más tarde le había
ofrecido sus brazos. El mayor era quien había dado el gran
paso en esa relación, consciente de la clase de persona con
la que se estaba involucrando. Él le había dicho que lo
amaba, tal y como era, para decirle más tarde que no le
amaba lo suficiente. A Jung le tomó meses de relación darse
cuenta de que no lo amaba lo suficiente. Quizás el resto
diría que lo entendía por pura complacencia, y luego le
lanzarían la verdad en la cara. Tal inquietud había terminado
por envenenarlo y odiaba sentirse así, tan marginado del
resto.
―Hey, muchacho ―Jungkook secó sus ojos antes de
levantar la vista, sintiéndose intimidado al encontrar a
YooJung y su abuela ahí. ―¿Qué haces ahí sentado?
Comenzará a llover pronto y tendrías que estar cenando
―Hola, abuela ChaOk, YooJung ―Saludó con un leve
asentimiento, intentando sonreír. ―Sólo estaba aquí
tomando un poco de aire fresco ―Se excusó.
―Eres muy mal mentiroso, niño ―La anciana miró el bolso
junto a él, repasando luego en su expresión entristecida.
―¿Has escapado de casa?
―Abuela... ―Llamó la jovencita delicadamente,
avergonzada de que la mujer fuera tan entrometida. Sin
embargo, volteó hacia su amigo cuando este rió
amargamente en respuesta, enseñando una triste sonrisa al
final que nunca había visto en él.
―Escapar de casa... supongo que es una forma de verlo
―Aceptó.
―Bien ―Ella se dio la vuelta, tirando de su carrito
mientras hacía señas a ambos jóvenes. ―Entonces vamos a
casa para que pueda darte de comer. No dejaré al niño
bonito, que me ayudó con mi tobillo, congelarse aquí afuera
―No es necesario, abuela ChaOk ―Jungkook se paró
precipitadamente, yendo tras de ella. Dio un respingo
cuando la mujer le miró seriamente, sin permitir objeciones.
―¿Quiere que lleve el carro por usted?
YooJung rió suavemente ante el intercambio entre el joven
y su abuela. Viendo a Jungkook tirar del carrito en silencio y
con la mirada baja, se entristeció al sentirlo más parecido al
chico introvertido que conoció hace un año, al chico que
ahora sonreía por montones mientras sus ojos brillaban.
Algo estaba mal con Jungkook.
Jungkook no fue hablador durante la cena con los Kim.
Aunque efectivamente él nunca se había mostrado
demasiado participativo en grupo, lucía más distraído que
de costumbre. Jungkook por lo general escuchaba con
atención y reía, pero ahora parecía sumido en un mundo
fuera del alcance del resto. Se ofreció a limpiar después de
la cena, conservando siempre sus buenos modales, pero
terminó siendo despachado por la anciana hasta el cuarto
de invitados en respuesta.
―Luces enfermo, muchacho. No dejaré que trabajes
luciendo como un fantasma ―Acusó la anciana,
empujándolo fuera de la cocina. ―Enviaré a YooJung con un
té de manzanilla para ti, de seguro eso te hará sentir mejor
Jungkook quiso reclamar, asegurando que no estaba
enfermo y que no era necesario que YooJung llevara un té
hasta su cuarto. No obstante, era difícil discutir contra Kim
ChaOk. Tuvo que bajar la mirada obligadamente y agradecer
antes de marcharse.
―No sea tan dura con él, abuela ―Lo defendió YooJung en
cuanto quedaron solas. ―No parece estar pasándolo bien. Si
sólo quiere darle una mano con la limpieza, ¿por qué no
dejarlo? Quizás necesita tener su mente ocupada
―Eso sólo lo haría huir de sus problemas. Creo que le
hará bien estar solo y pensar adecuadamente en lo que
hará ―Defendió su punto. ―El chico sufre de mal de
amores, YooJung. Y los problemas en una relación no se
solucionan escondiéndose ni dejándolos estar, se hablan. Le
servirá como lección ―Aseguró.
―¿Y cómo está tan segura que es un mal de amor?
―Negó con la cabeza, preparando el té para Jungkook.
―Conozco esa cara larga ―Dijo con total convicción. ―Y
también conozco al mocoso en cuestión que se hace llamar
su novio ―YooJung le miró sorprendida. ―Me encontré con
Jimin ayer. Él estaba haciendo ejercicio por el parque antes
del almuerzo. Cuando me vio, lo primero que hizo fue
comentarme que tenía novio. ¿Puedes creer que ni siquiera
me ha preguntado por mi salud? Es un mocoso egoísta
―Él quería compartir su felicidad con usted, abuela ―Rió.
―¿Por qué siempre se hace la difícil con Jimin? No hay razón
para ocultar que le agrada
―Es porque él no tiene los pies en la Tierra ―Acusó.
―Siempre está tan en su nube de todo lo puedo, que siento
que a veces pasa a llevar a los demás. Lo quiero, pero es un
poco tonto también ―YooJung comenzó a reír. ―Y él ha
hecho llorar al niño bonito que curó mi tobillo, no lo puedo
perdonar así de fácil
―No sabemos qué sucedió, abuela ―Suspiró.
―Por supuesto ―Asintió. ―Pero entonces, ¿por qué él se
está quedando aquí en vez de ir con su pareja?
La sonrisa divertida de YooJung se desvaneció,
comprendiendo el punto. Si el problema de Jungkook era
Jimin, eso significaba que había una gran probabilidad de
que el rubio estuviera en la casa vecina ahora. Jimin
siempre buscaba a Taehyung cuando algo iba mal.
―Ellos recién empezaron... ―Murmuró. ―Y sé que Jimin
quiere a Jungkook
―Pude notarlo el día que estuvieron aquí, sí. Si te soy
honesta, por ese día, deduzco que incluso Jimin fue el
primero en enamorarse. Pero eso no tiene valor alguno, mi
niña ―YooJung tomó la taza de té, mirando a su abuela.
―Sólo querer, no es suficiente para una relación exitosa
YooJung asintió, saliendo de la cocina en dirección al
cuarto donde se encontraba Jungkook. Abriendo la puerta
tras haber recibido el permiso pertinente, negó con la
cabeza cuando el chico giró hacia ella, mostrando una
expresión culpable.
―Antes de que lo digas, jamás serías una molestia,
Jungkook ―Interrumpió su discurso, dejando la taza de té
sobre la mesa de noche. ―Dejaré esto aquí. Si necesitas
algo más, avísame ―Jungkook susurró un agradecimiento,
bajando la mirada.
YooJung estuvo a punto de preguntarle qué estaba
sucediendo, pero, sintiendo que los acontecimientos eran
demasiado recientes, prefirió salir del cuarto en silencio,
dándole su espacio. Escuchando el timbre de la casa, se
precipitó en avisar que ella abriría, pues seguramente se
trataba de su novio, quien había quedado de venir.
―Hey, bebé ―Namjoon se sorprendió cuando YooJung lo
recibió con un abrazo, escondiendo su rostro contra su ropa.
―¿Ha sucedido algo?
―Me encontré a Jungkook hace rato en el parque ―Habló
en voz baja, tomando su mano para invitarlo a entrar. ―Él
está decaído
―¿Jungkook? ¿Sabes dónde está ahora? ―Namjoon
preguntó precipitadamente. ―Yoongi me ha enviado un
mensaje hace un rato, preguntándome si lo había visto. Al
parecer, ha decidido salir del cuarto y sin planes de volver,
ni siquiera contesta su celular ―YooJung presionó sus labios,
preguntándose qué estaba pasando por la mente de Jeon.
―¿No crees que es extraño? Jungkook no es la clase de
persona que actuaría de esta forma. Además, ¿pelearse con
Seokjin? Te aseguro que jamás me hubiera imaginado que
podría pasar algo así. Ellos se adoran, simplemente no tiene
sentido
―Sí, sobre eso... él está aquí ―Siseó.
―¿Aquí?
―Mi abuela quiso traerlo y él no se pudo negar ―Namjoon
enarcó una de sus cejas. ―¿Podrías decirle a Yoongi que él
está bien? También puedes decirle que está aquí, pero, por
favor, que no venga. Creo que Jungkook quiere estar solo. Y
a mis abuelos no les molesta su estadía aquí, así que todo
estará bien
―De acuerdo ―Musitó, aún algo extrañado con la
situación. ―¿Qué crees que haya pasado? Creo que el
problema principal es con Jimin, probablemente se han
peleado. Él ha llegado hace una hora a casa y se ha
encerrado con Tae en su dormitorio, pero no me explico por
qué Jungkook se ha molestado con Seokjin también
―Bueno, él no quiere hablar ―Habló apenada. ―¿Qué
crees que pase con ellos? Recién están comenzando su
relación y ya parecen ir mal
―Les queda un largo camino ―Namjoon intentó
tranquilizarla, presionando con cariño su mano. ―Admito
que el panorama es malo y que no es normal que una
pareja se pelee tan luego... ―Rió ligeramente. ―Pero confío
en que, sea lo que sea que haya pasado, sabrán manejarlo.
De no ser así, supongo que simplemente no son
compatibles o no desean esforzarse por el otro, lo que sería
realmente triste ―YooJung bajó la mirada, desanimada. ―Ya
veremos, YooJung. Es la primera relación de Jimin, creo que
es normal si no sabe cómo llevar las cosas, pero aún nos
tiene a nosotros para aconsejarlo, ¿no?
―Sería más fácil aconsejarlos si al menos supiéramos qué
sucede con ellos ―Bufó.
Namjoon rió, atrayéndola a sus brazos. YooJung se refugió
en él y cerró los ojos cuando su novio besó dulcemente su
frente.
Dios, esperaba que Jungkook y Jimin tuvieran más
momentos como ese, que vivir de desacuerdos.
♦♦♦♦♦
Taehyung estaba jugando con Yeontan en su cama
mientras escuchaba a Jimin hablar sin ninguna pausa,
notablemente frustrado. El rubio iba de un lado para otro,
dando demasiadas vueltas para su gusto, y él comenzaba a
sentirse mareado mientras esperaba que se calmara. No
entendía como el chico podía tener problemas amorosos tan
pronto, ¿acaso no lo había visto actuando junto a Jungkook
como un par de tortolos hace apenas unas horas?
―Entonces él va y me dice que es asexual. ¿Puedes
creerlo? ¡Asexual! ¿Qué sentido tiene eso? ¿Desde cuándo
alguien usa siquiera esa palabra? ¿Y por qué suelta tal
disparate de la nada? ¡Incluso se ha molestado cuando he
intentado razonar con él y-!
―¿Jungkook es asexual? ―La mandíbula de Taehyung
cayó en impresión.
―¡Es lo que estoy diciendo! ¡Llevas 10 capítulos de
retraso, hombre! ―Se detuvo, mirándole con molestia.
―¿Qué pasa con él?
―Espera, ve más lento, déjame entender... ―El menor
sacudió su cabeza, uniendo los puntos. ―¿Jungkook te dijo
que era asexual y tú intentaste razonar con él? ¿Qué
quieres decir exactamente con razonar?
―Pues, ya sabes... ―Taehyung negó con la cabeza, sin
comprenderlo. ―Pienso que él puede estar confundido, así
que intenté hacer que se abriera a mí para solucionar el
problema
―¿Confundido sobre su sexualidad? ―Jimin asintió.
―¿Crees que alguien que usa semejante término para
definirse podría estar confundido sobre su sexualidad?
―¿Por qué no habría de estarlo? ―Preguntó a la
defensiva. ―Es fácil confundirse y cualquiera puede llegar y
definirse de una manera, sin siquiera ser de esa forma
―Sí, mira, quizás no soy el indicado para decir esto, pero
soy heterosexual. Y es fácil para mí decir que lo soy, porque
nuestra sociedad se rige por la heteronormatividad. La
gente no me mirará mal, ni extraño, por ser heterosexual.
Ellos tampoco intentarán hacerme razonar, ¿cierto? ―Jimin
asintió, sin comprender su punto. ―Entonces, luego hay
chicos como tú, abiertamente homosexuales, bien. Pero el
hecho de que no tengas problemas para aceptarte,
¿significa que no tienes problemas para reconocerlo frente a
otros? Te juzgarán, y puedes decir que no te importa, pero
eso no significa que deje de ser una gran mierda, ¿me
equivoco?
―¿A dónde quieres llegar?
―Que, si en esta sociedad es difícil decir que eres
homosexual, ¿por qué sería fácil decir que eres asexual?
¿Crees que fue fácil para él decírtelo? ¿Crees que no siente
miedo de las consecuencias? La asexualidad es mucho
menos frecuente y, hasta donde sé, se ríen de ellos. Todos
se ríen de ellos. ¿Por qué tú, siendo parte de otra minoría,
no lo tomas en serio tampoco? ¿De verdad has intentado
razonar con él? ―Taehyung estaba estupefacto.
―Mi intención nunca ha sido hacerlo sentir incomprendido
―Murmuró, yendo a sentarse a la cama. ―Pero, maldición,
no tiene sentido ―Llevó sus manos a su cabello, tirando de
él con frustración. ―Es normal si tú dices que te gustan las
chicas, los chicos o ambos. Pero la asexualidad no existe,
Taehyung, ahí reside la diferencia entre ambos
―¿No existe? ―El menor le miró impasible.
―A él le gusta chupar penes, no puede decir que es
asexual ―El rostro de Kim se arrugó. ―Creo que es algo
lento en el terreno sexual, pero eso no lo hace asexual. ¿Un
principiante? Definitivamente, pero no asexual
―Estás hablando de tu novio ―Jimin giró a verlo. ―No
reveles su intimidad de esa manera, no si es un tema
delicado para él. Soy tu mejor amigo, pero incluso conmigo
debes tener límites, si es que lo respetas. No lo llames
banalmente un chupapollas tampoco. ¿Te hace gracia que te
digan a ti así?
―No quería que se entendiera de esa forma ―Ahora
estaba rojo de enojo. ―Sólo intento señalar que hay razones
de sobra para decir que no es asexual
―Jimin, soy algo ignorante respecto al tema ―Admitió.
―Pero, por lo que veo, tú lo eres aún más ―El rubio le miró
indignado. ―Hasta donde sé, ser asexual no es un "no me
gusta el sexo". Ellos sólo no sienten atracción sexual.
Jungkook podría ser la persona más sexualmente activa que
has conocido en tu vida, pero, si no siente atracción sexual,
sigue siendo asexual. No habrá diferencia, sea un
chupapollas o no
―No se puede no sentir atracción sexual ―Fue a la
defensiva, provocando que el menor suspirara hastiado.
―Es involuntario. No manejas la atracción sexual. A veces
miras a una persona atractiva, o llamativa, o que huele
bien, o que se mueve bien, y tú simplemente... ―Movió sus
manos, intentando explicarlo. ―Lo sientes. Lo sientes,
¿cierto? ―Miró desesperadamente hacia él. ―¿Nunca has
mirado a una chica y has querido frotarte contra ella?
¿Nunca has deseado tener sexo con una persona, incluso
desconociendo todo de ella? ―Taehyung se puso
completamente rojo y apartó la mirada. ―Correcto, es
normal. Nuestro cuerpo reacciona y nuestra mente vuela, no
nos pueden culpar por ser así. Siendo así, ¿cómo alguien
podría no sentirse de esta forma? En antinatural. Entendería
si él dijera que no todos le calientan, porque quizás es un
poco estirado, pero de ahí a decir que nadie le atrae
sexualmente, es una estupidez
―No sé qué decirte...
―Además ―Prosiguió, su voz volviéndose cada vez más
nerviosa. ―En el caso hipotético de que existan estos seres
excepcionales... ―Su voz se volvió despectiva al final.
―Jungkook definitivamente no puede ser uno de ellos
―¿Por qué?
―Porque es mi novio. Mi novio no puede no sentir
atracción sexual
―¿Pero y si no la siente? ¿Qué harás si él no está
confundido y realmente es un ser excepcional?
Jimin presionó sus labios, pensando seriamente al
respecto. Aunque quería llegar a una respuesta positiva, la
verdad era que no podía imaginarse a Jungkook siendo
asexual. No tenía sentido. Él, teniendo un novio asexual,
no tenía sentido.
―Intentaré arreglarlo ―Dijo con convicción.
―Como a un juguete roto, ¿eh? ―Comentó Taehyung
decepcionado, recibiendo una mirada molesta de Jimin.
―Quizás él sólo no ha conocido a la persona correcta.
Somos novios, pero aún no lo he jodido, así que él aún
puede cambiar de opinión
―Ya...
―Le demostraré que soy la persona correcta y luego todo
estará bien. Nosotros seremos felices y este episodio será
olvidado. Jungkook se obsesionará tanto conmigo, que se
reirá de sí mismo por pensar que es asexual ―El menor sólo
le miró en silencio. ―¿Qué?
―Haz lo que creas mejor, Jimin ―Aceptó. ―Pero, si
quieres mi consejo, las cosas no terminarán muy diferente a
como han terminado ahora. Si de verdad quieres solucionar
esto, creo que te haría bien informarte antes de hablar con
él. O, bien, puedes permitirle a él que te lo explique
adecuadamente, sin intentar imponer tus suposiciones ―El
rubio negó con la cabeza. ―Jimin...
―Jungkook sólo está sensible, con los días se le pasará y
todo estará bien de nuevo
―¿Estás intentando convencerte? ―Preguntó con tristeza.
Jimin sólo sonrió, bajando la mirada. Él no iba a decir que
en realidad las inseguridades lo estaban carcomiendo por
dentro. Se aferraría a la idea de que un par de días serían
suficientes para que Jungkook recapacitara. El chico estaba
confundido, pero él le ayudaría a encontrar el camino de
regreso. Ellos podrían seguir siendo una feliz pareja después
de eso.
Porque, obviamente, su novio no podía ser asexual.
♦♢♦♢♦
Viernes.
Jungkook ya había pasado dos noches en casa. YooJung
sabía que no había intentado contactar a sus amigos y
estos, deseando darle su espacio, tampoco lo buscaron. Sin
embargo, durante el almuerzo había visto sus caras largas
tras la ausencia del menor y era casi imposible no querer
intervenir. Jungkook tampoco había estado bien; pensativo y
distante, no pensó que podría verlo tan cabizbajo en su
vida. Y al parecer, Jimin tampoco había intentado buscarle.
Tocó la puerta del cuarto donde se quedaba, esperando
obtener su consentimiento para pasar, no obstante, este
jamás llegó. Abriendo de todas formas, asomó su cabeza
para verificar la presencia de su amigo. Jungkook estaba
sentado en la cama, mirando su celular sobre la mesita de
noche, y parecía incluso más deprimido que hace dos días,
como si estuviera esperando algo.
Era insoportable verle de esa forma.
―¿Jungkook? ―El joven alzó la cabeza de manera
mecánica al escuchar esa voz. ―Ha dejado de llover, ¿te
parece salir conmigo a dar un paseo o algo así? Es viernes y
los exámenes han acabado, ¿no es un buen momento para
salir? ―Lo invitó con una sonrisa, intentando animarlo.
―Lo siento, YooJung, no estoy de ánimos ―Se disculpó
apenas en un murmullo. YooJung suspiró y estuvo a punto
de salir, pero él volvió a hablar. ―Debe ser molesto tener
que tratar conmigo, ¿eh? De verdad lo siento
YooJung cerró la puerta del cuarto, pero permaneció
adentro. Jungkook miró su rostro y un pequeño escalofrío le
recorrió al verle tan seria.
―Jungkook, ¿sabes por qué estás aquí en este momento?
―El chico no respondió. ―Es porque eres mi amigo. Si
fueras un completo desconocido, no estarías aquí. Si no me
importaras, yo no estaría aquí. Y hay un par de personas ahí
afuera también esperando por ti, ¿sabes?
El labio del pelirrojo tembló y YooJung se sorprendió al
verlo cubrir su rostro, como si se estuviera esforzando para
no llorar. Su respiración era fuerte y ella corrió a su lado,
intentando entender qué andaba mal.
―He sido malo con mis hyungs ―Declaró con voz
quebradiza, apartando sus brazos para enseñarle una
mirada húmeda. ―Todo se está viniendo abajo por mi culpa.
Me he molestado con Jimin, porque soy un tonto. Y como no
he podido terminar de desquitarme con él, lo he hecho con
Seokjin hyung. Soy decepcionante ―Frotó sus ojos, aun
reprimiéndose. ―Desearía que todo estuviera bien, YooJung
―Si asumes que cometiste un error, sólo queda
disculparte, Jungkook ―Tomó una de sus manos,
presionándola con dulzura. ―Ellos te aman, por supuesto
que las cosas se solucionarán. No estarás haciendo una
tormenta en un vaso de agua, ¿cierto? ―Le sonrió con
confianza, intentando calmarlo.
Jungkook miró el piso, perdiéndose en sus pensamientos.
La sonrisa de la chica se debilitó al comprender que su
acompañante no estaba viendo luz del todo.
―Yo... ―Comenzó a decir. ―El miércoles... el miércoles le
dije a Jimin que... hmm... ―Rió nervioso. ―... soy asexual
―Apenas murmuró, lo suficientemente alto para que su
amiga lo escuchara.
―Por lo que, eso quiere decir que jamás te has sentido
atraído sexualmente por él, ¿cierto? ―Quiso confirmar.
Jungkook soltó el aire que había retenido y asintió,
agradeciendo que YooJung fuera más acertada en preguntar.
―Supongo que él reaccionó mal
―¿Honestamente? ―Mordisqueó su labio con nerviosismo.
―Él no reaccionó realmente mal. Jimin tenía una excusa
para romper conmigo o enojarse, porque no he sido
completamente honesto con él. Es decir, ¿no es este el tipo
de cosas que deberías decir antes de empezar una relación?
―La expresión de la chica estaba bañada de tristeza.
―¿Entonces qué estuvo mal?
―Sé que... que no debía tener expectativas ―Su voz
tembló. ―No tenía que esperar que él fuera totalmente
comprensivo y se quedara en silencio, escuchándome. Pero
eso quería, de todas formas, y él no lo fue ―Rió
amargamente. ―No lo entendió muy bien y, en vez de
preguntar, sólo comenzó a decir... toda clase de cosas.
Sobre si fui abusado, sobre si lavaron mi cerebro, sobre
poder estar confundido o... enfermo ―Su mirada se
humedeció y parpadeó una y otra vez, luchando contra el
deseo de llorar. ―Quería que él se callara. Quería tan
malditamente que guardara silencio y me diera mi espacio.
Él no tenía que aceptarlo y hacer como si todo fuera natural
y no había nada molestándole, pero no debió... no debió
decir todas esas cosas ―Sus ojos finalmente se llenaron de
lágrimas. ―Dolió
Dolió, por supuesto. Jungkook aún se sentía herido cada
vez que su mente repetía las palabras de Jimin. Hubiera
preferido que Jimin lo golpeara por considerarlo un
fenómeno, a que dijera toda clase de disparates. Jimin era
ignorante y, bajo el punto de vista de Jungkook, la gente
ignorante tenía sólo dos opciones dignas: informarse o
guardar silencio.
Jimin no eligió ninguna de esas opciones. Y dolió.
Jungkook volvió a alzar la mirada cuando una mano
dulcemente se posó en su mejilla, obligándolo a mirar.
YooJung le regaló una sonrisa cálida y secó las pequeñas
lágrimas, como si entendiera su dolor, y los deseos de llorar
sólo aumentaron debido a ello.
―Lo dejé hablando solo, porque me estaba volviendo loco
―Admitió con la voz rota. ―Y me desquité con Seokjin
hyung, porque fue el primero a quien encontré. Habría sido
cualquiera, en realidad, sé que él no intentaba lastimarme
―Y probablemente él también sabe que no intentabas
lastimarlo, Jungkook ―Terminó de secar sus lágrimas. ―¿Por
qué tardaste tanto en decírselo?
―Tengo miedo de que él me deje ―YooJung lo miró con
pena. ―Primero intenté alejarme y no funcionó. Luego,
simplemente lo acepté y preparé una cuenta regresiva en
mi mente ―Rió amargamente.
―¿De verdad crees que Jimin va a terminar contigo? Sé
que se dicen muchas cosas sobre él, pero Jimin... él no es un
mal chico. Es un poco tonto a veces, pero no es malo
―Jungkook negó con la cabeza. ―¿Entonces?
―Al principio sí lo vi un poco de esa forma ―Confesó con
una sonrisita apenada. ―Sentía que, hiciera lo que hiciera,
jamás podría cumplir sus expectativas. Puedo tener sexo
con Jimin, pero temía que no fuéramos tan compatibles en
la cama como él parecía esperar. La manera en que me
miraba y trataba no era exactamente sutil... ―Murmuró
avergonzado y YooJung rió ligeramente. ―Pero lo conocí
más. Mucho más. Y cumplir expectativas sexuales... parece
que será lo de menos ―Bajó la mirada. ―Ahora... sólo
siento que realmente no soy lo que busca. Puede que yo...
no sea bueno para él
―¿Porque el sexo no significa para ti lo que significa para
él? ―Jungkook asintió lentamente, a pesar de estar seguro
de que YooJung no sabía el verdadero trasfondo del asunto.
―Supongo que la única forma de saberlo es hablándolo con
él
―Él cree que soy un fenómeno en este momento
―Sacudió la cabeza. ―Piensa que tengo un problema con el
sexo. Me da miedo que piense que no he querido tomar el
recorrido completo con él sólo porque odio el sexo. Yo no
odio el sexo
―¿No?
―Soy asquerosamente cursi, YooJung. No tengo interés en
el sexo, pero imaginar a Jimin derritiéndose por mí es
bastante bueno. Quiero hacer el amor con él, porque...
confío en él y lo amo ―Susurró. ―Quiero que Jimin lo sienta
también. Creo que él no lo ha experimentado antes, así que
deseo... deseo hacérselo saber. Físicamente no me estoy
volviendo loco por él, pero emocionalmente... él me tiene.
De verdad me tiene ―La miró, ligeramente avergonzado.
―¿Demasiados detalles? Quizás... quizás suene estúpido,
¿eh? El sexo es sólo sexo para la mayoría, uhm
―Yo lo entiendo ―Aseguró, mostrando una fina sonrisa en
sus labios, casi triste. ―¿Sabes por cuánto tiempo he salido
con Nam? ―Levantó sus dedos, bastante orgullosa. ―3
años, Jungkook. Y no hemos tenido sexo todavía ―El
pelirrojo ni siquiera intentó esconder su sorpresa.
―¿Demasiado tiempo, eh? Puedes decirlo
―No es-No es... ―Balbuceó. ―Tienes el derecho de
esperar el momento indicado para ti, YooJung ―Ella asintió,
apartando la mirada, metódica.
―Es lo que él dice, siempre. No soy asexual, Jungkook. Yo
sólo... tengo un problema serio con el sexo ―Rió
nerviosamente, clavando sus uñas en sus jeans. ―Papá
murió cuando yo era niña y mamá rehízo su vida tiempo
después. Tenía 14 años cuando... ese hombre abusó de mí
―Observó sus manos, inexpresiva. ―Cuando se lo dije a
mamá, ella dijo que sólo estaba intentando arruinar su
oportunidad para ser feliz de nuevo. Me vine a vivir con mis
abuelos bajo la excusa de que prefería que mamá rehiciera
su vida sola ―Cubrió su rostro. ―Y estaba tan, tan
asustada, de todo y de todos. ¿Crees que sobrerreaccioné
con el acosador del bus? Hace unos años yo habría
terminado en un ataque de pánico sólo con un chico
tocándome por casualidad
Permanecieron en silencio en un instante. Jungkook
apenas respiraba, sin saber cómo reaccionar o qué hacer.
YooJung temblaba débilmente, ocultando sus lágrimas, y
luego de un minuto respiró con fuerza, recuperándose con
rapidez.
―Namjoon lo sabe. Él estuvo ahí... siempre. Todos mis
avances, él fue parte de ellos ―Giró a ver a su amigo, sus
ojos aún con lágrimas, aunque sonreía. ―Siempre tuve
miedo y me sentí culpable. Cuando comencé a salir con
Nam, mis avances no se sentían significativos,
constantemente pensé que lo estaba arruinando. Por un
tiempo, sólo podíamos tomarnos las manos. Creí que se
cansaría de mí y me martirizaba por ello. Él es un chico
fabuloso y sentía... sentía que se iría con quien pudiera
ofrecerle algo mejor
―Lo amas ―Susurró. ―Lo amas tanto como él a ti. ¿Quién
podría ofrecerle algo mejor?
Los ojos de YooJung volvieron a llenarse de lágrimas y rió,
entre la diversión y el dolor. Un amor correspondido y
absoluto, ¿quién podría ofrecerle algo mejor?
Jungkook se acercó a ella silenciosamente, acariciando
sus cabellos con delicadeza, intentando no sobresaltarla. La
chica sólo volvió a secar sus lágrimas y se apoyó contra su
hombro, sonriendo un poco.
―¿Quién podría ofrecerle a Jimin tanto como tú, Jungkook?
―Preguntó, y el pelirrojo dejó de acariciar su cabello. ―Creo
que el sexo es importante. Algún día... confío en que dejará
de ser un problema para mí. Estoy segura de que quiero
tomar el recorrido completo con Namjoon, porque lo amo
tanto ―Sonrió, secando una última lágrima. ―Sólo... en
algún momento. Y será especial. Nuestros casos no son
similares, Jungkook, pero supongo que... cada uno vive su
sexualidad a su manera. Cada uno tenemos nuestros
propios complejos. Nadie puede forzarte. Si Jimin intenta
cambiarte, entonces no eres lo que él busca. Y puede que
duela, pero no puedes adaptarte a él. No debes apresurarte
por él. Tómate tu tiempo y vela por ti. ¿Quién lo hará si no?
YooJung se distanció de él, ofreciéndole una bonita
sonrisa. Jungkook se sintió pequeña cuando ella tocó su
mejilla con dulzura, como si fuera su hermanito menor.
―Gracias por confiar en mí. Y gracias por escucharme
―L-Lo mismo digo... ―Balbuceó. ―¿Está bien que yo sepa
tu secreto, YooJung? ―Se atrevió a preguntar.
―Está bien ―Lo tranquilizó. ―Siempre me persigue, pero
quiero dejar de pensar que fue mi falta. Hace un tiempo, me
dijiste que jamás era culpa de la víctima, así que quiero
dejar de sentirme avergonzada y débil. Supongo que este es
un paso para encontrar mi valentía ―Sonrió apenada.
―Espero que no te des la espalda a ti mismo, Jungkook. Sé
que encontrarás tu respuesta
Jungkook tomó su mano, presionándola y asintiendo.
Murmurando un agradecimiento, permitió que la chica
saliera del cuarto, sin agregar más.
Así que sólo quedaba enfrentar el mundo real, ¿no? Tomó
su celular, queriendo contactar a alguien, mas sólo quedó
en una intención al encontrar un curioso mensaje en su
bandeja.
Habría que cambiar de planes.
♦♦♦♦♦
Jungkook escaneó nerviosamente el lugar, antes de
devolver su mirada a la pantalla. Gloss le había enviado un
mensaje, citándolo por primera vez desde que se
conocieron, y tenía los nervios de punta. No entendía por
qué su amigo quería reunirse tan de repente, pero sintió
que no tenía opción de negarse cuando el chico especificó
en su mensaje que no se movería de la cafetería hasta
verlo. Incluso aseguró que se quedaría fuera del local,
esperando, si este terminaba por cerrar y él aún no
aparecía.
Así que ahí estaba ahora, dando sorbos a un café sólo
para mantenerse ocupado. Aunque tenía curiosidad por
conocer a Gloss en persona, nunca tuvo la intención de
llevarlo a cabo. Conocer a un contacto de internet no le
entusiasmaba mucho, por muy cercanos que fueran. Sobre
todo, él era un poco malo desenvolviéndose con la gente.
Desde que había llegado a la universidad, habían sido
Seokjin y Yoongi los que estaban dándole empujoncitos para
hacerle notar.
Dios, lo que menos quería era tener algo más por lo que
preocuparse. ¿Por qué Gloss tenía que hacerle esto justo
ahora?
Miró el fondo de su taza de café, afligido. Su cuerpo se
tensó por completo al escuchar el ruido de una silla
deslizándose, pasando a la incredulidad cuando al alzar la
vista no fue a un desconocido al que se encontró. Yoongi
tomó asiento frente a él, mostrándose inexpresivo. Jungkook
sonrió nerviosamente, sintiéndose atrapado.
―Hola, hyung ―Musitó. ―Sé que probablemente hay
mucho que deba explicarte, pero este no es el momento
indicado. Estoy esperando a alguien, ¿sabes? De verdad he
quedado con un amigo aquí ―Intentó convencerlo de ello,
porque sus palabras parecían más una excusa para salir del
paso. ―Así que, ¿podríamos encontrarnos más tarde?
―Pidió.
―Está aquí ―Jungkook enarcó una de sus cejas, sin saber
a lo qué se refería. ―Tu amigo está aquí, Jungkook
―Es considerado de tu parte mencionarlo ―Rió
tímidamente. ―Pero no te estoy esperando a ti, hyung
―Apartó la mirada hacia la puerta, preguntándose si Gloss
aparecería en cualquier momento.
―Estoy seguro que podrías replanteártelo, Golden
Jungkook negó con la cabeza, congelándose al percatarse
de la clase apodo que acababa de usar Min con él.
Volteando nuevamente hacia su amigo, lo vio rascar su
oreja tímidamente mientras le miraba con algo de
arrepentimiento. El menor quiso explotar en una carcajada,
admitiendo que esa había sido una buena broma, sin
embargo, estaba seguro de jamás haber mencionado su
seudónimo ante sus amigos. Porque, por supuesto, él ni
siquiera les había hablado de un foro para personas
asexuales.
―Oh, mierda...
Yoongi le miró fijamente, incluso si le era difícil darle la
cara. Se sentía culpable por guardar la información tanto
tiempo para sí mismo y temía que su amigo se alterara y lo
mandara a volar también, mas se sorprendió cuando la
expresión de Jungkook no parecía realmente molesta. El
joven sólo lucía aturdido.
―Intenté decírtelo ―Continuó hablando cuando no
consiguió más de Jungkook. ―Sabes que intenté hacerlo,
¿cierto? ―Insistió desesperado. ―Luego de que te mudaste
a Seúl y uní las piezas, intenté reunirme contigo siempre,
pero tú insistías en esquivarme. No querías saber de Gloss
en persona, ¿sabes cuán aterrado estaba de decirte
directamente que se trataba de mí? Estaba esperando tu
consentimiento, Jungkook ―Aseguró, pero el chico sólo le
siguió mirando en silencio. ―No he intentado jugar contigo.
Te conozco desde que eres un crío y te quiero como mi
hermano, no oculté esto con intención de lastimarte. Sabes
que-
―¿Eres asexual? ―Fue todo lo que pudo decir.
―¿Eso es todo lo que tienes para decir? ―Preguntó
estupefacto.
―Fui yo quien no quiso reunirse contigo antes, lo asumo.
Y sé que me quieres y eres incapaz de lastimarme, no
necesitas dar tantas explicaciones ―Habló
apresuradamente. ―Pero, todo este tiempo, ¿has sido
asexual?
―Al menos que creas que puedo convertirme así de la
noche a la mañana... ―Murmuró burlonamente y Jungkook
cubrió su boca. ―¿Es tan impresionante para ti que yo sea
el chico asexual saliendo con un tipo bisexual? ―Rió.
―Porque, Kook, no has terminado muy distinto de mí
―Por un momento llegué a pensar que me estabas
escribiendo una historia bonita para hacerme sentir mejor...
―Susurró, sintiendo sus ojos escocer. Yoongi no pudo
reclamarle su falta de confianza al verle esforzarse por no
llorar. ―¿Entonces lo tuyo de verdad ha funcionado, eh? ―El
mayor asintió. ―He sido un imbécil
―¿Exactamente por qué?
―Porque le he gritado a Seokjin hyung, como si él no lo
entendiera, cuando por años ha estado en el lugar de Jimin
―Secó las pequeñas lágrimas que se acumularon en sus
ojos y respiró con fuerza, intentando recuperarse. ―Soy un
mal amigo
―No ―Yoongi extendió su mano, tomando la de él por
sobre la mesa para presionarla. ―Sólo eres alguien a quien
han lastimado. Cualquiera se volvería desconfiado en tu
lugar, Jungkook ―Le aseguró, y el menor le miró
entristecido. ―Vamos a nuestro hogar, ¿sí? Podrás hablar
con Seokjin adecuadamente ahí y podremos explicarte
cómo han ocurrido las cosas también
Jungkook asintió, pidiendo la cuenta para poder pagarla.
Saliendo del local en compañía de Yoongi, se sobresaltó un
poco cuando este tomó su mano, dedicándole una mirada
afectuosa.
―Lamento que tuviéramos que llegar a esta instancia
―Murmuró con arrepentimiento. ―Pero no estás solo, ¿de
acuerdo? Si hay alguien aquí capaz de entenderte, ese
definitivamente seré yo. No tienes que seguir escondiéndolo
todo dentro de ti, Jungkook. Es por eso que he venido hoy
aquí, necesito que seas consciente de que puedes contar
conmigo
Jungkook sonrió débilmente en agradecimiento y apartó la
mirada, deseando encontrar su fuerza de nuevo. No
quedaba confianza en él, ni esperanza. No había futuro
prometedor frente a sus ojos. Pero, existiendo alguien como
Yoongi, quizás podría cambiar de parecer. Quizás, si se
esforzaba de nuevo, podría ver luz al final del túnel.
Jungkook no quería quedarse a mitad de camino.
Nota:
Aquí estamoooooos. Aún estoy en tiempo de exámenes,
pero al menos pude darme tiempo esta semana para
escribir unu. Luego del capítulo anterior, creo que es normal
que más cosas sigan saliendo a luz (?). ¿Cómo ven las cosas
para esta pareja?
Por cierto, la próxima semana nuevamente no habrá
actualización. Tengo 3 examenes, así que debo
concentrarme en ello. La buena noticia es que son los
últimos, así que después de eso, probablemente no tenga
una próxima ronda hasta finales de septiembre, por lo que
debería haber actualizaciones normales por un mes al
menos ;-;. Por lo tanto, nos leemos a fin de mes!
[39]

Jimin miró incómodamente hacia el espejo para luego


continuar con sus estiramientos. Minhyuk ya estaba ahí,
calentando junto a él, y había visto a Hoseok entrar y salir,
pero Jungkook aún no había dado señales de vida. Suspiró
con desánimo cuando Hoseok volvió a aparecer, dispuesto a
comenzar el ensayo, sin Jungkook todavía ahí.
Dejando de estirar, bajo la mirada curiosa de su
compañero de baile, no puso resistir el impulso de caminar
hasta el mayor. Jungkook no había dejado un mensaje en
días y él tampoco le había escrito, así que no se sentía
adecuado preguntarle directamente por su paradero.
Hoseok, que estaba escribiendo en una agenda, le miró con
una ceja alzada cuando carraspeó a su lado.
―¿Sí? ―El castaño parecía bastante sorprendido de que el
rubio siquiera intentara intercambiar palabras con él.
―¿Tienes algún problema por resolver antes de iniciar
nuestro ensayo, Jimin? ―Pregunto cuando el chico no habló.
―Te he visto algo flojo. ¿No has descansado
adecuadamente por los exámenes? ¿O acaso tienes alguna
dolencia física? Porque debemos solucionar eso lo antes-
―Estoy bien ―Le interrumpió, sintiéndose cohibido por el
hecho de que Jung se preocupara honestamente por él. Por
supuesto, era parte de su trabajo, pero cualquier cosa
positiva que viniera de Hoseok le resultaba escalofriante.
―No se trata sobre mí. Quizás, ¿Jungkook ha hablado
contigo para no presentarse hoy?
―Oh ―Hoseok cerró su agenda, más interesado. ―Sí, él
me ha dicho que no se presentaría hasta el lunes. ¿Tienes
problemas de comunicación con tu novio, Jimin?
Jimin rió entredientes, queriendo escupir maldiciones
contra él. ¿Por qué Hoseok era tan agradable con todos,
pero era tan jodidamente molesto a su alrededor? No
importaba si Jungkook era su ex novio, ellos habían
terminado hace dos años y alguien ahí realmente
necesitaba superar, aparentemente.
―Seguramente anda muy ajetreado y por eso ha olvidado
avisarme. Nuestra relación va perfectamente encaminada,
si es que estabas al pendiente ―Contestó aireadamente,
dándole la espalda. ―Incluso puede que vaya mucho mejor
de lo que pudieron ir ustedes ―Se burló al final, deseando
hacerle enfadar, pero Hoseok sólo rió amargamente en
respuesta.
―Si tú lo dices, compañero ―Se mofó de regreso. ―Pero
al menos él me tenía la suficiente confianza para hablarme
de todo. No es tu caso, evidentemente
Jimin volvió a calentar unos minutos más, intentando
dejar ir la rabia que le provocaba escuchar tales palabras.
¿Hoseok sabía sobre la asexualidad de Jungkook? ¿Y cómo
se lo había tomado él? ¿Lo habrá sabido desde el principio?
Recordando todas sus charlas con el menor, podía inferir
que en realidad Hoseok sí tenía bastante alcance a todos
sus secretos.
Inhaló y exhaló, intentando relajarse y concentrarse.
Hoseok no importaba. La supuesta asexualidad de Jungkook
tampoco importaba. Ya habían pasado un par de días, así
que quizás ya era momento de contactar al menor. Le
escribiría para reunirse mañana y arreglarían las cosas. De
paso, le ayudaría a soltarse para solucionar su problema.
Y su relación seguiría siendo fructífera después de ello.
♦♦♦♦♦
Jungkook con suerte había alcanzado a atravesar la puerta
de su dormitorio cuando unos brazos lo recibieron. Seokjin
lo estrujó en un fuerte abrazo y él tímidamente le
correspondió, aun sintiéndose culpable por haberle hecho
sentir mal. El mayor le miró con empatía cuando finalmente
se distanciaron para mirarse a los ojos.
―Quita esa cara ―Tomó sus manos, presionándolas con
cariño. ―Sé que ha sido difícil para ti, en ningún momento
te he culpado de ello
―Perdón por lastimarte, hyung ―Murmuró.
―No me lastimaste, Jungkook. Sólo casi muero de
preocupación por no poder estar para ti ―Rió levemente,
girando hacia la cama. ―Pero he ido por tus cosas a casa de
YooJung mientras esperabas por Yoongi, así que está bien.
¡No te dejaré escapar tan fácil esta vez! Y he agradecido
debidamente a los Kim por su hospitalidad
Jungkook sonrió levemente, quitándose los zapatos para ir
hasta su cama. Seokjin volteó hacia Yoongi y lo abrazó
también, depositando un suave beso en sus labios.
―Gracias por traerlo de regreso
Yoongi sonrió, besándolo con cariño. Jungkook se quitó su
abrigo y se acomodó en el colchón mientras les veía
perderse en sí mismos. Un chico asexual y un chico
bisexual. Le había interesado tan poco saber los
pormenores, que ni siquiera se habría imaginado ese giro de
los acontecimientos.
La pareja dejó de besarse, girando hacia el menor, y se
sintieron por primera vez un poco avergonzados de la
mirada curiosa sobre ellos. Jungkook lucía como un niño
viendo a adultos besarse por primera vez y eso era un tanto
intimidante. Parecía que el chico estaba lleno de pregunta y,
sobre todo, no parecía tener intención de retenerlas por
demasiado tiempo.
―Ustedes tienen sexo, ¿cierto? ―Y ahí empezó.
Seokjin se apartó de Yoongi, caminando hasta su cama
para acomodarse. Yoongi, por su parte, intentó ocultar su
pudor mientras escarbaba en el armario bajo la excusa de
guardar su abrigo. Jungkook no se estaba yendo por las
ramas.
―Puedo hablar de esto, ¿cierto? ―Yoongi asintió. No le
molestaba el tema, sólo se le hacía extraño hablar
abiertamente de su vida sexual. Vida sexual sonaba
particularmente gracioso dentro de su cabeza. ―Tenemos
sexo, sí
―¿A menudo?
―Depende de lo que consideres a menudo ―Seokjin rió
entredientes. ―¿Unas cuantas veces a la semana, quizás?
No es todos los días, pero... ―Jungkook arrugó su nariz
graciosamente, mirando hacia Yoongi.
―¿Y te gusta eso? ―Quiso confirmar.
―Todo lo que lo involucre a él me gusta, Jungkook
―Afirmó, tomando asiento junto a su novio. Este sonrió
cuando entrelazó sus manos, presionando. ―Seokjin es...
bastante activo ―Carraspeó mientras el mayor ahogaba
una carcajada. ―Y yo he descubierto cierta satisfacción
personal en darle placer, así que... bueno... ¿eso nos ha
hecho compatibles en la cama, supongo? ―Murmuró,
rascando su oreja. ―Sé que probablemente suena como una
locura, pero pasé toda mi adolescencia pensando que los
asexuales sólo podían ser un desastre en la cama, así que-
―Eres increíble en la cama. Oh, mierda, ¿de verdad te
preocupabas por eso? ―Interrumpió el mayor, sorprendido.
―¿Gracias? ―Todo su rostro estaba volviéndose
completamente rojo y miró desesperadamente en dirección
a su amigo. ―Quizás no lo entiendas, lo siento, estoy
hablando demás. ¿De verdad es la parte del sexo por donde
quieres comenzar?
Jungkook sonrió un poco, sin saber si compadecerse de
sus nervios o decirle que realmente lo entendía. La primera
vez que le había hecho sexo oral a Jimin, se había sentido
orgulloso de sí mismo también. Y sonaba como una mierda
loca en su mente, pero quizás él no estaba tan loco como
creía, ¿no?
¿No era normal sentir satisfacción al descubrir que puedes
darle placer a tu pareja? Jungkook quería ver eso como su
punto a favor.
―¿Jungkook? ―Llamó Min, preguntándose qué pasaba por
su cabeza.
―En realidad, me alegra que puedas disfrutar a tu propia
manera tu vida sexual, hyung. Y me alegra que ustedes lo
hayan hecho tan bien hasta ahora. Así que no, no es su vida
sexual por donde realmente quiero comenzar ―Admitió.
―Llevan 3 años de relación. Desde que los conozco, han
sido un ejemplo para mí. Se ven felices y sanos, y sabiendo
esto de ustedes... ¿cómo han hecho para conseguirlo, eh?
―Se atrevió a preguntar. ―¿Fue difícil al principio? ¿No te
costó decirle la verdad sobre ti?
―Bien, sobre eso... ―Miró de reojo a su novio. ―Conocí a
Seokjin en mi primer día en la universidad. Estaba perdido y
él me enseñó el camino a mi dormitorio, luego me llevó
incluso hasta mi facultad. Como si fuera obra del destino,
nos topábamos con frecuencia en el edificio, y terminamos
compartiendo almuerzos y cenas juntos. Probablemente te
habré escrito de esto ―Se encogió ligeramente de hombros,
su rostro comenzando a enrojecer. ―Enamorarse de él... fue
algo fácil, sorprendentemente. Nadie me había gustado
antes, pero en poco tiempo me encontré contando los
segundos para reunirme con él. Seokjin es amable y la clase
de persona que te hace sentir cómodo, así que... todo fue
fluido junto a él
―Uh, es bueno escuchar todas esas cosas buenas de mí,
¿sabes? ―Seokjin le guiñó juguetonamente un ojo antes de
voltear hacia el menor. ―Fue así para mí también.
Honestamente, no tenía intención de comenzar una relación
seria después de dos fracasos amorosos, pero entonces me
topé con este chico bonito y me sentí muy atacado ―Hizo
un puchero, provocando que Min entornara los ojos.
―Yoongi es un pedacito de cielo. Él es todo azúcar y flores.
Se ve serio, pero es un amor, tan considerado y bueno...
―Suspiró. ―¡Así que decidí que lo tomaría para mí antes de
que alguien más lo intentara! Bien, yo hubiera golpeado a
cualquiera que lo intentara
―Sí, probablemente eso no hubiera funcionado, no eres
demasiado intimidante ―Rió entredientes Yoongi, recibiendo
una expresión ofendida de su pareja. ―Seokjin me invitó a
salir. Me besó en nuestra primera cita. Y él era todo...
―Aclaró su garganta. ―Chico caliente y experimentado, sí
―Rascó su oreja con incomodidad. En ese entonces tenía 19
años y ese había sido su primer beso, se había sentido
avergonzado de sí mismo. ―Creo que él notó que yo... no
estaba listo para eso todavía ―Le miró de reojo. ―Lo
notaste, ¿cierto?
―Lo hice. Estaba lo suficientemente aterrado de haberlo
echado a perder demasiado pronto ―Rió. ―Así que después
de eso, seguí saliendo contigo, esperando que fueras tú
quien diera el siguiente paso
―Pero como él estaba siendo demasiado prudente...
supuse que era mi culpa ―Miró a su amigo. ―Y supe que si
quería comenzar una relación con él... tenía que ser honesto
sobre mi sexualidad ―Rascó su oreja, sintiéndose tímido y
nervioso tal y como en ese entonces. ―Estaba asustado de
su reacción, pero hablé con él de todas formas. Y Seokjin...
―Giró a su novio, quien tenía una sonrisa en los labios. ―Él
guardó silencio durante toda mi explicación. Me miró
atentamente, sin contraponer, sin juzgar, sin siquiera...
presentar sus dudas ―Musitó. ―Y cuando terminé y le dije
que entendía si yo no era lo que esperaba, él solo... solo...
―Su rostro enrojeció. ―Dijo ―Aclaró su garganta. ―Pero,
¿tú todavía puedes quererme, cierto?
Jungkook volteó hacia el mayor de sus amigos, el que
ahora rodeaba los hombros de su novio y lo calmaba con un
beso en la sien. Seokjin parecía tranquilo y feliz, y se
preguntó cómo alguien podía tener una reacción tan...
apacible. Porque eso no era lo normal, ¿o sí?
―Quiero aclarar algo ―Dijo Kim, girando a ver a su joven
amigo. ―Tenía un vago concepto de la asexualidad en ese
entonces. Y cuando Yoongi dijo tal cosa, sólo me aterraba
meter la pata de alguna forma. Desde que lo conocí, mi
único deseo era no espantarlo por mi forma de ser
―Declaró entre una risita avergonzada. ―Así que guardé
silencio por respeto a él. Porque lo vi, y supe que era un
tema importante para él. No sabía bien lo que era la
asexualidad, pero estaba dispuesto a entenderlo si era por
él ―Presionó la mano de su novio, quien ahora le miraba
atentamente. ―Salí de dos malas relaciones, se los dije,
¿no? Y Yoongi me hizo sentir valioso. Al final de esa charla,
lo único que me interesaba era que él fuera capaz de amar
a alguien como yo
La mirada de Seokjin se humedeció al decir eso último y
esta vez fue Yoongi quien lo abrazó. Jungkook miró la
alfombra mientras sus amigos intercambiaban miradas
afectuosas que para ellos parecía significar todo.
―Jungkook ―La voz del mayor del grupo lo llamó luego de
unos segundos, pero él no levantó la cabeza. ―Todos somos
diferentes, reaccionamos diferente y... ―Suspiró con pesar
al no conseguir su atención. ―¿Qué sucedió con Jimin?
―Él cree que debería visitar a un médico... ―Rió
entredientes, alzando la vista con incomodidad para ver a
sus amigos. ―Está bien ―Agregó al ver el rostro de Yoongi
agriarse.
―No, no está bien. Por algo has reaccionado mal también,
¿no? ¿Qué otra estupidez ha dicho?
―No puede ser todo tan malo, ¿cierto? ―Seokjin le miró
desesperadamente, intentando rescatar algo favorable, pero
Jungkook sólo se dejó caer de hombros y volvió a apartar la
mirada.
―Gracias por compartir algo tan importante conmigo,
chicos ―Murmuró. ―Me alegra saber que las cosas
resultaron bien para ambos. Quizás... con algo de esfuerzo...
puedan resultar para mí ―Soltó una risita amarga. ―No
creo, pero... ―Su voz se apagó y volvió a mirarlos,
intentando sonreír. ―Estaré bien
―¿Por qué estás siendo tan pesimista? ―Seokjin se
levantó, yendo hasta él. ―Bien, Jimin fue un estúpido. Pero,
francamente, él ha sido un completo imbécil desde el
principio y ha mejorado bastante también. ¿Por qué no
podría seguir mejorando por ti?
Jungkook cubrió su rostro y continuó riendo, negando con
la cabeza. ¿Jimin era un imbécil? Ni siquiera había pensado
así de él antes. Un poco superficial y frívolo, sí, también
testarudo e impulsivo; pero siempre sintió que debía haber
un buen chico debajo de todo ese aire de genialidad. Así
que, el problema no era que su novio era un imbécil.
El problema era... su autoestima.
―¿Jungkook? ―Llamó el mayor a su lado.
―Es que... él ya no tiene que hacerlo por mí ―Susurró,
pasando una mano por su cabello con nerviosismo. ―Hay
cosas de Jimin que ustedes no saben. Hay razones... por las
que él es de cierta manera, justo ahora. No puedo
decírselas, porque creo que un tema íntimo para él, pero
pensando en ello... conociéndolo... no creo que quiera tener
como novio a alguien como yo
―Él te ama, Jungkook ―Seokjin lo abrazo por los hombros,
atrayéndolo a él. ―Cuanto te mira, puedo verlo también, te
ama ―Dijo con total seguridad. ―Y porque te ama,
intentará entenderte y se quedará contigo. Lo hará. Si su
amor es más grande que cualquier cosa que esté pasando
por su cabeza, entonces ustedes permanecerán juntos
―Dejó un beso en su cabeza. ―Es decir, yo no habría tirado
a mi bebé a brazos de un mal hombre, ¿cierto? ―Intentó
animarlo.
Jungkook sonrió un poco, intentando sentirse contagiado
de su seguridad. Seokjin lo envolvió con fuerza y repartió
besos por su rostro, prometiéndole que todo estaría bien y
sólo tenía que tener un poquito más de confianza. Y aunque
Yoongi quiso estar de acuerdo con su novio, lo cierto era
que no se sentía tan confiado como él. Si Jungkook estaba
actuando tan extraño ante la situación, no podía ser sólo
por ser demasiado susceptible. Había algo más. Y era ese
algo más lo que podía echarlo a perder todo.
Esperaba que Seokjin tuviera razón. Pero temía aún más
que las cosas empeoraran en vez de mejorar.
―Todo estará bien, ¿no es así? ―Seokjin miró hacia su
novio, esperando su apoyo moral para el pequeño también.
―Lo estará ―Dijo, deseando no equivocarse.
Probablemente no sabría cómo cargar con la falsa ilusión de
cosas que no estaban en sus manos.
Jungkook sonrió para ambos, un poco más calmado. Aún
quería hacerles muchas preguntas sobre su relación, pero
quería darles un respiro antes de continuar. Quizás sus
vivencias y problemáticas a través de esos 3 años podrían
servirle como un tipo de lección para todo lo que podría
tocarle atravesar junto a Jimin.
Su celular sonó de repente, llamando la atención de los
tres, y se separó de su amigo para poder revisar sus
bolsillos. Un nudo se formó en su estómago debido a los
nervios que le provocó ver el nombre de Jimin en la pantalla.
―¿Es Jimin? ¿Qué dice? ―Seokjin intentó ver el mensaje,
pero Jungkook sólo volteó para escribir una respuesta.
―Quiere encontrarse conmigo mañana
―¿Aceptarás? ―Preguntó Yoongi, aún dudoso, y suspiró
cuando Jungkook volteó hacia él, enseñándole una sonrisa
resignada.
Por supuesto, no había nada más por extender.
♦♢♦♢♦
El sábado en la mañana Jimin salió temprano a su facultad
para seguir practicando su rutina de baile. Ayer, luego de
enviarle un mensaje a Jungkook para reunirse, se había
quedado hasta tarde leyendo sobre asexualidad en internet.
Siendo honesto consigo mismo, lo que menos deseaba era
aventurarse en el tema, pero luego de que Hoseok señalara
la falta de confianza en su relación, sintió que no podía
seguir vendando sus ojos sólo por lo mucho que le
desagradaba la idea.
Su adversidad no era por la asexualidad en sí.
Averiguando más al respecto y leyendo experiencias de más
personas, podía empatizar con ellos. Más que empatizar, él
no quería juzgarlos nuevamente por ser diferentes a él. Sin
embargo, aún se negaba a que Jungkook fuera uno de ellos.
La idea de que su novio no sintiera atracción sexual aún
seguía siendo amarga y no la aceptaría fácilmente. Jimin
tenía esperanza de que el menor aún pudiera estar
confundido respecto a sí mismo.
Pero, aun aferrándose a la idea, fue difícil conciliar el
sueño para él. Y no podía negar que la ansiedad en su
interior iba creciendo a medida que trascurría el día, fue por
eso que no se negó a almorzar con Taehyung y Jeonghwa
cuando estos lo llamaron al final de su práctica.
―Eso es, hadita ―Jeonghwa estaba frente a él,
aplaudiendo alegremente para cuando finalmente se
reunieron. ―Ya que has peleado con tu novio, me toca a mí
asegurarme de que estás cumpliendo con tus 3 comidas al
día, ¡así que aliméntate bien!
―No he peleado con Jungkook ―Bufó, sonriendo de todas
formas cuando su amiga puso más comida en su plato.
La conversación fue fluida, como cada vez que estaba con
ellos. Jimin agradecía que Jeonghwa no fuera del tipo que
insistía cuando él no quería tocar un tema, pues la mayoría
de sus amigos sí parecía juzgarle con la mirada a pesar de
guardar silencio. Taehyung, que por lo general era quien le
aconsejaba, sólo intentó mantenerlo distraído hasta que su
atención fue tomada por alguien más justo cuando estaban
terminando de comer.
SooYoung había aparecido a unas mesas de ellos y
Taehyung de disculpó con ambos para levantarse e ir a
saludarla, dejándoles aturdidos.
―Maldición, ¿qué pretende? ―Jimin miró de reojo a su
mejor amigo sonreírle a su ex. ―Ellos no pueden volver, no
después de todo lo que pasó, pero cuando lo veo actuar así
de estúpidamente bueno, sólo puedo pensar que- ―Se
detuvo al ver que su amiga sólo miraba las sobras en su
plato. ―Lo siento
―¿Por qué? ¿Porque tu mejor amigo es un estúpido? ―Rió
amargamente, alzando la mirada. ―Está bien, es su
elección, no podemos hacer nada si a él le gusta la mala
vida ―Se encogió de hombros.
―¿De verdad fingirás conmigo que no te afecta lo que
haga Taehyung? Porque puedes engañarlo a él, pero no
puedes engañarme a mí, Jeonghwa
La chica dejó los palillos sobre su plato, mirándole
inexpresiva antes de que una sonrisa tiritona se deslizara
por sus labios. Jimin no recordaba haberla visto tan hastiada
alguna vez desde que la conoció. Por lo general, ella
siempre era la más animada y superaba fácilmente los
malos ratos.
―No me mires como si sintieras lástima por mí ―Le pidió.
―Puede que me guste... sólo un poco Taehyung ―Chasqueó
con la lengua. ―Pero desde un principio he sabido que no
tengo oportunidad, ¿de acuerdo? Así que está bien, no
somos compatibles, no soy su tipo ―Rió nefastamente.
―¿No eres su tipo?
―No me parezco a SooYoung ―Bufó. ―Maldición, Jimin,
hasta YooJung podría tener más oportunidad que yo, ¡y es la
novia de su primo! ―Frunció sus labios, pensando
seriamente. ―Pero, puede que no tenga sentido decirlo,
porque yo también la amaría si fuera un chico ―Asintió con
convencimiento. ―Maldición, es tan linda ―Cubrió su cara.
―No estamos hablando de la novia de Nam ―Le miró
extraño. ―Y ahora mismo no sonaste muy heterosexual
―Las mujeres sabemos reconocer a una mujer grandiosa,
lo siento. No es mi culpa que los hombres tengan una
masculinidad tan frágil que no pueden alabar a los suyos
―Entornó los ojos. ―¿Estás seguro de que eres gay?
―¡Jeonghwa! ―La chica le sonrió maliciosamente en
respuesta. ―El punto es, ¿crees que me parezco a Hoseok?
―Preguntó con seriedad. ―Porque un tipo como él, es el ex
de mi novio. Si Jungkook se ha enamorado de mí, siendo lo
opuesto a su primer amor, ¿por qué Taehyung no podría
enamorarse de ti?
La chica lo miró fijamente, desviando la mirada luego
hacia Kim, quien aún charlaba con su ex entre risas. Jimin
quiso ir a golpear a su amigo cuando vio la expresión de
Jeonghwa decaer una vez más.
―Como sea ―Musitó. ―No me estoy sintiendo muy bien,
creo que la comida me cayó mal
―Jeonghwa-
―Dejaré mi parte aquí ―Revisó su billetera, sacando
dinero. ―Necesito descansar, Jimin, de verdad no me siento
muy bien. Espero que tu charla con Jungkook sí vaya bien.
No metas la pata, ¿me escuchas? Porque sé que lo quieres y
sé que él te quiere, pero tienen una tendencia horrible a
complicar las cosas, sobre todo tú cada vez que abres la
boca. Y aunque no entiendo realmente que les ha hecho
pelear, sé que no será más importante que lo sienten por
ambos. Se bueno con él, ¿eh? Te hace bien ―Sacudió su
cabello afectuosamente, regalándole una sonrisa cansina.
―Te veo el lunes
Jimin le vio irse apresuradamente y volteó nuevamente
hacia Taehyung, quien ni siquiera parecía haberse dado
cuenta de su ida. Una chica llegó poco después a
acompañar a SooYoung y el de cabellos grisáceos
finalmente se despidió, regresando a su lugar.
―¿Dónde está Jeonghwa? ¿Se ha ido al baño? ―Preguntó,
tomando asiento.
―No se ha sentido bien, así que se fue a descansar
―Taehyung torció el gesto, buscando su celular para poder
enviarle un mensaje. ―¿Qué pretendes, Tae?
―Voy a escribirle y-
―No. ¿Qué pretendes siendo amigo de tu ex? ¿De verdad
crees en ella y vas a darle una segunda oportunidad?
―Taehyung le miró fijamente, sin saber qué decir. ―¿Aún te
gusta? Estamos hablando de la chica que decía quererte
mientras me coqueteaba a tus espaldas, y que además tuvo
el descaro de culparte a ti por ello
―Lo sé ―Musitó. ―Y no me gusta... no de esa manera.
Tampoco planeaba volver con ella
―¿Entonces qué?
―Sólo no sé llevarme mal con el resto... ―Susurró
avergonzado, bajando la mirada.
―Noticias para ti, Taehyung ―Jimin se levantó, dejando su
parte del dinero sobre la mesa. ―No puedes llevarte bien
con todos. Y definitivamente no puedes conservar a ese tipo
de personas en tu vida. La gente que lastima
conscientemente, sin importarle el peso de sus actos y
palabras, serán una mierda toda su vida
―¿Estás-Estás enojado? ―El menor le miró con ojos de
cachorro triste. ―¿Vas a dejarme solo porque hablé con
ella?
―Terminamos de comer y no te estoy dejando por eso
―Suspiró. ―Estoy molesto contigo, pero no lo suficiente
para darte la espalda. Pero ahora... tengo que ir con
Jungkook. Le he pedido que viniera a mi cuarto
―Oh... ―Taehyung le miró fijamente, inseguro. ―Intenta...
intenta entenderlo, ¿sí? ―Pidió. ―Él te quiere, Jimin
Jimin asintió, musitando un adiós.
Jungkook lo quería, el resto lo sabía, él lo sabía, y se
suponía que debía ser lo único que importaba. Así que
esperaba que eso fuera suficiente para arreglar lo que sea
que estuviera mal.
♦♦♦♦♦
Jungkook dio un par de vueltas en el pasillo antes de
atreverse a tocar la puerta del mayor. Se había cuestionado
un poco el punto de encuentro, pero al final había aceptado
que el cuarto de Jimin era probablemente el lugar más
privado al que podrían acceder. No quería imaginar esa
charla terminando mal, pero en el peor de los casos, una
escena en público no era algo por lo que se arriesgaría.
Alzando la mirada cuando la puerta fue abierta, no supo que
había estado conteniendo el aire en sus pulmones hasta que
finalmente se encontró con los ojos de Jimin.
Fue un alivio que sus ojos estuvieran llenos de amabilidad
en vez de seriedad, o probablemente él habría dado un paso
atrás en vez de avanzar. Jimin le sonrió levemente,
invitándolo a pasar, y él se quitó sus zapatos y le entregó su
abrigo para luego ir silenciosamente hasta la cama, donde
tomó asiento.
Jimin guardó el abrigo de su novio y luego giró a verlo,
percatándose inmediatamente de la ansiedad que le
corrompía. El chico no dejaba de jugar con sus manos y
frotarlas contra su ropa, intentando eliminar el sudor de
ellas, y se sentía mal por ponerlo en esa posición. No había
pensado que Jungkook se encontraría tan nervioso debido al
tema. Viéndolo ahí, tan pequeñito, lo único que deseaba era
abrazarlo y decirle que sentía no haberlo contactado antes.
Había sido extraño no hablar con él por días.
―¿De verdad crees que es buen momento para hablar,
Jungkook? ―Quiso saber, obteniendo la atención del menor
cuando se sentó junto a él. Este no tardó en asentir. ―Luces
aún más bonito hoy ―Agregó, intentando calmarlo.
Jungkook pasó una mano por su cabello, el cual acababa
de retocar, musitando gracias. Y aunque intentó mirar a los
ojos de Jimin y decir cumplidos para él también, el terror lo
arrastró de regreso hacia abajo, manteniendo la mirada en
sus manos. Jimin suspiró con pesar al verlo tan alterado.
―Lo siento ―Comenzó, tomando por sorpresa al pelirrojo.
―Hace unos días... temo que mi reacción no ha sido del
todo buena, ¿no? ―Jungkook por fin lo miró, sin poder creer
que Jimin asumiera la culpa. ―Me precipité al hablar,
Jungkook, y lo lamento. Lo cierto es que te he hecho sentir
mal, ¿cierto? ―Extendió su mano hacia él, capturando una
de las suyas para apretarla.
―Lo hiciste ―Afirmó en un susurro. ―Las palabras que
usaste... me hicieron sentir mal. No quería enojarme
contigo, pero me estabas volviendo loco, así que sólo se me
ocurrió irme ―Había dolor en su voz. ―Estoy cansado de
decir que está bien, cuando no lo está. De verdad fue malo
para mí, hyung ―Se atrevió a reconocer.
Jimin le miró con arrepentimiento. Sabía que la reacción
de Jungkook se debía también a su propia reacción, pero no
había esperado que sus palabras realmente le afectaran
tanto.
¿Tan mal había estado?
Se acercó más a él, intentando encontrar una disculpa
apta para curar un poco las heridas, pero siguió en silencio
cuando fue el menor quien sostuvo sus manos con fuerza,
mirándole con una expresión nerviosa.
―Lo siento ―Sus disculpas salieron torpemente de sus
temblorosos labios. ―Puede que tus palabras me
lastimaron, pero debo asumir mi propia culpa también. No
debí ocultarte esto por tanto tiempo y lo lamento, hyung. Ha
sido un tema difícil para mí desde hace un tiempo y temía
que dejaras de quererme por esto, yo no-no podría
soportarlo, pero si decides que es lo mejor, entonces...
―¿Cómo podría dejar de quererte tan fácilmente? ―Le
interrumpió, contrariado. ―¿Has estado conmigo cargando
con ese tipo de pensamiento todo este tiempo? ―Jungkook
abrió la boca, queriendo disculparse una vez más por su
falta de fe, pero Jimin sólo sacudió con la cabeza.
―Maldición, ven aquí, tonto
Jimin lo arrastró hacia su regazo, obligándolo a sentarse
así. Abrazándolo con fuerza, su corazón recuperó calma
cuando Jungkook le correspondió con la misma intensidad,
ocultando su rostro en él. El cuerpo del joven se sacudió en
pequeños espasmos y su corazón se rompió al comprender
que estaba llorando.
―No estoy enojado contigo ―Acarició su espalda,
intentando calmarlo. ―Jungkook, desde un principio he
sabido que había algo molestándote y de lo cual no estabas
listo para hablar. No pongo en duda tu confianza hacia mí,
sólo me lastima saber que te has sentido inseguro todo este
tiempo a mi lado
―¿De verdad me quieres tanto, hyung? ―Jungkook se
distanció de él para verlo a los ojos.
―Muchísimo. Pensé que ya lo sabías, amor
Jimin secó las pequeñas lágrimas en sus ojos, sonriéndole.
Jungkook acarició su mejilla de regreso y besó sus labios con
dulzura, llevándolo al cielo. Había extrañado sus besos y sus
abrazos. ¿Por qué tenían que hacer las cosas tan difíciles?
―Seré un mejor novio para ti, hyung ―Prometió cuando
se distanció de él. ―Seré totalmente honesto a partir de
ahora. Te diré si algo anda mal. Te escribiré muchos más
mensajes bonitos. Yo-Yo te voy a explicar todo lo que no
entiendas, ¿sí? ―Su voz se volvió impaciente mientras lo
miraba. ―Puedes preguntarme todo lo que quieras. Puedes
confiar en mí también. Seré paciente y comprensivo. Sé que
la asexualidad puede resultar desconocida para ti, pero...
Jimin dejó de escuchar después de eso, sólo viéndolo
mover sus labios. Se había concentrado tanto en hacer
sentir mejor al menor, que casi había olvidado el punto que
esperaba tocar esa tarde. Y Jungkook pareció notar que algo
le estaba molestando cuando fue una mirada perdida la que
recibió.
―¿Hyung?
―En realidad... seré honesto contigo también ―Jimin
aclaró su garganta, intentando sonar firme en su postura.
―Estoy un poco más abierto respecto al tema de la
asexualidad. He averiguado un poco por mi cuenta... y creo
entenderlo ―Jungkook sonrió, feliz de escucharlo. ―Pero
aún no puedo creer que tú seas de esa forma
―¿D-De esa forma? ―Balbuceó confundido, intentando
mantener la sonrisa en sus labios.
―Aún creo... que puedes estar confundido, Jungkook
―Admitió, y Jungkook ya no puso sostener más su sonrisa.
―¡No te lo tomes a mal! ―Se apresuró a decir ante el
cambio en su expresión. ―Por supuesto que tienes derecho
a definirte como desees, pero insisto en que podría haber
otras alternativas. Eres joven y aún hay mucho por probar, y
tu experiencia... no es realmente extensa, ¿no? Sólo has
estado con Hoseok, y quizás él no era para ti, así que-
―Hyung
―¡Así que estuve pensando! ―Continuó, sin dejarle
interrumpir. ―Que quizás no has estado con el chico
correcto. Por supuesto, el sexo es sólo sexo, y deberías
disfrutarlo sin importar la persona, pero como eres más del
tipo emocional... ¿puede que necesites realmente estar con
alguien que te quiera y quieras? Y puede... puede que
resulte entre ambos, ¿no? Yo definitivamente te haré sentir
excepcional, Jungkook. ¡Te haré sentir tan bien, que no
habrá nada por lo que preocuparse después! ―Le aseguró.
Un vacío se instaló en el estómago de Jungkook. Quería
enojarse por lo que estaba escuchando, pero viendo la
desesperación en ojos de Jimin, sólo pudo sentir pena. Su
novio estaba luchando desesperadamente por demostrar
algo que no tenía lugar entre ambos. Él no iba a desear
mágicamente a Jimin, pero este aún parecía aferrarse a su
última esperanza, y eso era lamentable. Jungkook quiso
llorar al comprender que sólo había sido estúpidamente
optimista con esa charla, porque realmente no estaban
yendo a ningún lugar.
Jimin no quería un novio asexual.
―Por lo tanto... ―Habló con delicadeza, intentando que su
voz no se quebrara. ―¿Puede que tú seas el correcto para
mí? Si hago el amor contigo... quizás... las cosas cambiarían,
¿cierto?
―No es que quiera darme aires, pero... sí ―Musitó,
ligeramente avergonzado. ―Sé que podré ayudarte,
Jungkook. Haré todo lo posible para arreglarlo, así que no
tienes nada por lo que preocuparte
Arreglarlo.
―¿Aún crees que la asexualidad no existe, hyung? ―Se
atrevió a preguntar en un murmullo.
―Puede que exista, pero probablemente no sea tu caso,
Kookie, así que no te preocupes ―Insistió, acariciando su
espalda con gentileza.
No te preocupes. ¿Era él el preocupado?
Jungkook se levantó y le dio la espalda, mordisqueando
sus dedos con nerviosismo mientras evaluaba la situación.
Jimin aceptaba la asexualidad, pero no si era su caso. Jimin
creía poder arreglarlo. Jimin, quien ahora se mostraba
incluso más ansioso que él, esperando su respuesta, en
realidad estaba desesperado por cambiarlo. ¿La razón?
"No puedes no sentir atracción sexual."
Correcto. Jungkook estuvo a punto de reír histéricamente
hasta las lágrimas al comprenderlo todo. Él, el novio de
Jimin, no podía no sentir atracción sexual. Porque todos,
absolutamente todos los chicos que se fijaban en Jimin, eran
un simple interés sexual.
Mirando al rubio, que ahora lucía frágil y diminuto ante
sus ojos, sintió compasión. Y deseó, por primera vez, no
poner en juego su propio corazón por un amor.
Se preguntaba si esto lo salvaría o terminaría por
ahogarlo.
―¿Tienes...? ―Comenzó a decir, sin poder creer en sus
propias palabras. ―¿Tienes lubricante? ¿Preservativos?
―Jimin asintió, un poco aturdido. ―De acuerdo
―¿Quieres hacerlo ahora? ―Jungkook asintió, quitándose
su sudadera. ―¿Có-Cómo quieres...? ―Balbuceó, viendo al
menor tirar la prenda al piso. ―Tú... o yo... ―Maldición, ¿por
qué él se sentía tan nervioso de repente? No esperaba que
Jungkook le diera el sí tan fácilmente.
―Iré abajo ―Tomó su camiseta por los bordes para
quitársela también. ―No lo he hecho de otra forma y no
quiero lastimarte con mi inexperiencia. Además, estás
ocupado con tus prácticas, lo que lo haría aún más molesto
para ti ―Sus dedos fueron hasta el botón de tus jeans.
―Confiaré en ti
―Entonces ―Lo detuvo antes de que pudiera seguir
quitándose la ropa. ―¿Podrías dejarme terminar de
desvestirte? Porque de verdad me gustaría hacerlo
Jungkook tragó saliva con nerviosismo y asintió, yendo a
recostarse en la cama cuando Jimin se la señaló. Jimin retiró
sus prensas superiores también, deseando acabar con la
incomodidad que le abordaba. Siempre que había tenido
sexo, las cosas no habían sido tan frías. Había estado
demasiado caliente junto a sus compañeros como para
pensar siquiera en llegar hasta un cuarto. Antes de tocar
una cama, él ya había tenido sus manos por todas las
partes del otro cuerpo. Él probablemente habría recibido
incluso una buena mamada. Pero ahora...
Respiró nerviosamente, aproximándose a su cama. Ahora
que tenía la oportunidad de hacerle el amor al chico de sus
sueños, este no parecía tan emocionado como cualquiera de
sus conquistas. Maldición, los chicos suplicaban por ser
jodidos por él, ¿así que por qué Jungkook lucía como alguien
que sólo se estaba organizando para hacer un trabajo en
equipo?
Quizás sólo necesitaba relajarlo. Quizás sólo necesitaba
encender las cosas entre ambos.
Él era bueno en eso. Podrían disfrutar de buen y caliente
sexo después de eso.
Jungkook miró fijamente el rostro de Jimin cuanto este
finalmente estuvo sobre él. La mano del rubio se deslizó por
su mejilla seductoramente y cerró sus ojos cuando en un
rápido movimiento los labios ajenos estuvieron sobre los
suyos. Jungkook abrió su boca, esperando que la tensión en
su cuerpo no fuera evidente para Jimin. Pero, incluso si este
la notó, no pareció darle mayor importancia, al menos al
inicio.
Jimin sabía que a Jungkook le gustaba ser besado. El
menor siempre tenía una sonrisa boba en los labios después
de cada beso, así que parecía una buena opción empezar
por ahí para mejorar el ambiente. Los que usualmente
habrían sido besos desordenados con mucho intercambio de
saliva, fueron más bien besos apasionados con sabor a una
invitación. Jimin recorrió su boca con ambición, robándole el
aliento, mientras su mano descendía por su pecho desnudo.
Si Jungkook no estaba poniendo trabas, era porque
probablemente él también pensaba que podía cambiar, ¿no?
Chupó su labio inferior antes de distanciarse de él y le
sonrió coquetamente cuando se encontró con su oscura
mirada. Jungkook relamió sus labios adoloridos y respiró
agitadamente, intentando recuperarse. Le inquietaba un
poco la determinación de Jimin en darle placer, porque,
¿qué haría él si no obtenía las reacciones que esperaba?
―Eres tan precioso, Jungkookie ―La mano del rubio se
enredó en sus cabellos, tirando de él para volver a cubrir su
boca con la suya. ―Bésame ―Exigió.
Jungkook, que había conservado sus manos aferradas al
cobertor, sostuvo el rostro de Jimin al escuchar su reclamo.
Sin embargo, el rubio se tensó cuando lo que recibió fue un
amoroso beso en vez de uno salvaje. Jungkook lo besó con
lentitud, cariño, paciencia; sus manos acariciaron su rostro y
sus dedos se enredaron en sus cabellos, los cuales fueron
masajeado con delicadeza. Y eso no era lo que él quería.
Ahora que conocía su verdad, cada gesto dulce del menor
parecía un recordatorio de su sexualidad. Porque Jungkook
no estaba devorando su boca ni frotando
desesperadamente sus manos contra él, con hambre de
posesión.
Jimin se distanció de él y le miró fijamente. Una sonrisita
se extendió en los labios del menor mientras sus dedos
continuaban delineando con cariño sus facciones. Y, oh,
Dios, él comenzaba a odiar esa mirada llena de miel y esa
sonrisa inocente. Jimin no quería ese afecto desmedido
saliendo por sus poros, él sólo quería confirmar que podía
sentirse deseado. Y Jungkook no estaba poniendo de su
parte.
―Los ojos de Jimin hyung son los más bonitos ―Susurró el
pelirrojo, sin dejar de apreciarlo.
―Jungkook ―Gruñó. ―Deja de tocarme de esa manera,
maldición ―Soltó con molestia, sin poder controlarlo.
La mirada del joven se amplió mientras dejaba caer sus
manos nuevamente sobre el colchón. Sin comprender su
error, optó por guardar silencio y darle más espacio a Jimin
cuando los labios de este fueron directamente hacia su
cuello. Pero la sensación de haber hecho algo mal no dejó
de ser amarga.
Jimin besó y mordió su cuello, asegurándose de no hacerlo
lo suficientemente fuerte para dejar marcas en él. Su mano
se deslizó por el torso expuesto, frotándose
descaradamente contra él, y pronto su lengua encontró un
camino sobre la piel desnuda. Su boca se detuvo en las
pequeñas protuberancias y jugó con ellas mientras su mano
bajaba la cremallera de los jeans para colarse debajo de la
ropa interior. Jungkook volvió a tensarse, pero él no quitó la
mano de la zona, sino que siguió acariciando con más
vehemencia.
―¿Te gusta? ―Alzó la mirada hacia él, buscando una
reacción. ―Dímelo, Jungkook. ¿Te gusta esto? ―Su dedo
jugó en la punta, pero el menor sólo respiró pesadamente
mientras sus manos se aferraban con más fuerza al
cobertor. ―¿Quieres que lo chupe? ―¿Por qué él no estaba
respondiendo?
Jimin no quería admitirlo, pero comenzaba a perder los
nervios. No era así como se había imaginado su primera vez
con Jungkook. Se suponía que las manos del menor estarían
por todas partes mientras no dejaba de gemir, pero ahora...
él parecía un muerto que sólo de vez en cuando abría los
ojos para verlo.
Iba a volverse loco.
Había sido fácil follar con sujetos sin importancia. ¿No
tenía que ser más fácil ahora si se trataba del chico que
amaba?
―Jungkook ―Se arrastró de regreso por sobre él, quitando
su mano de su ropa interior. Jungkook abrió los ojos cuando
los labios húmedos de Jimin presionaron contra su mejilla.
―Jungkook, tócame también, por favor ―Y sus palabras
sonaron más a una súplica.
Jungkook posó sus manos en su pecho, sin saber cómo
continuar. Mirando el tonificado cuerpo de su novio, buscó
desesperadamente sus ojos, esperando una señal de cómo
proseguir, porque temía volver a cometer otro error. Jimin
quiso llorar ante la confusión en su mirada.
―Acaríciame, Jungkook ―Pidió, y aunque el menor deslizo
sus manos gentilmente por su cuerpo para luego acariciar
su espalda, todo parecía más un gesto de consuelo que
deseo sexual. ―¡¿No puedes intentarlo mejor!?
Jungkook inhaló dolorosamente e intentó retener las
lágrimas, abrazando el cuerpo ajeno con fuerza para ocultar
su rostro en el hueco de su cuello.
―Jungkook ―Llamó, intentando alejarlo. ―Sé que puedes
hacerlo mejor que esto. Te pertenezco. Sólo-Sólo tienes que
usarme ―Insistió. ―Soy tuyo, úsame, Jungkook ―Pidió.
―¿Marcas? Puedes dejarlas. ¿Golpes? Puedo soportarlo.
¿Cualquier cosa que crees que podría gustarte? Hazla
conmigo. Pídeme lo que quieras. Haré lo que sea, si es que
puedes disfrutarlo. Para eso estoy
―¿Qué estás diciendo? ―Finalmente sollozó, aferrándose
más a él. ―Es tu cuerpo y te pertenece. No me lo entregues
como si no tuviera valor
Jimin se distanció de él, luchando contra el escozor en sus
ojos. Sentándose en el colchón, de repente ya no se sentía
tan cómodo exponiéndose a sí mismo, no cuando Jungkook
sólo era capaz de darle una mirada compasiva en vez de la
hambrienta que había deseado. Apartó la mirada un minuto,
intentando normalizar su respiración, y volvió a mirar a
aquel que estaba arrodillado frente a él. Jungkook parecía
preocupado, y aunque había intentado secar las lágrimas en
sus ojos, podía notar que estos aún estaban aguados.
―Jungkook, tú... tú alguna vez... ―Carraspeó, siéndole
difícil articular las palabras. ―Alguna vez, desde que nos
conocimos... ¿me has mirado y has deseado tener sexo
conmigo? Honestamente... ―El menor negó con la cabeza.
―¿Ni una sola vez?
―Jamás he buscado eso de ti, hyung
Jimin volvió a apartar la mirada, cerrando sus manos en
sus jeans cuando estas comenzaron a temblar. Le era tan
difícil entenderlo.
―¿No me deseas? ―Preguntó en un murmullo, volviendo
a mirarlo. ―Mírame, Kookie. ¿No puedes desearme, aunque
sea un poco? Sólo-Sólo un poco ―Pidió.
―No te veo de esa forma, lo siento ―Susurró apenado.
―¿Ni en lo más mínimo? ―Una amarga risa salió de su
boca. ―Acabas de aceptar tener sexo conmigo... ¿pero no
me deseas? ¿Cómo...? ¿Por qué harías eso, Jungkook?
―Porque te amo ―Jimin dejó de respirar después de oírlo.
―No te deseo, es cierto. La manera en la que tú me
quieres... no es la manera en la que yo te quiero. Sé que me
deseas, y eso está bien para mí. No me siento atraído
sexualmente por ti, pero aún quiero hacer el amor contigo,
porque te amo ―Sonrió entristecido. ―Sólo te amo
Jimin lo miró fijamente, intentando contenerse. Era
primera vez que alguien decía amarlo, pero en vez de sentir
felicidad, dolía. Ojalá Jungkook no hubiera pronunciado esas
palabras, pues habría sido más fácil para él aclarar su
mente sin tener que repetirlas.
―Creo... creo que he hecho las cosas mal aquí ―Aceptó,
levantándose. ―Vístete, Jungkook, y vete después de eso
―La mirada del menor contenía desesperación para cuando
giró a verlo. ―No es que quiera echarte, pero... necesito
estar solo ahora. Necesito pensar ―Se acercó a él,
acariciando su mejilla para calmarlo. ―Te quiero. No voy a
dejar de quererte ―Le aseguró.
―¿Nos veremos el lunes? ¿Me llamarás si quieres verme?
Jimin sonrió apenas, dejando un beso suave en sus labios.
―Lo haré, Jungkookie
Jungkook asintió, levantándose para tomar su ropa, e
intentó no mirar a Jimin cuando este se encerró en el baño
sin decir más. Sintiéndose incluso más aterrado que cuando
entró, abandonó el cuarto apenas terminó de vestirse,
esperando que lo que sea que decidiera Jimin, fuera lo
correcto.
Jimin permaneció quieto bajo el agua tibia, sintiéndose
acabado. Escuchando la puerta de su cuarto cerrarse a
través del ruido del agua, de repente sintió el peso de sus
hombros tirarlo fuertemente hacia abajo. Y antes de poder
controlarlo, él ya había comenzado a llorar.
No podía arreglarlo.
Había sido tan iluso al creer que podría arreglarlo.
Jimin odiaba regresar sobre sus pasos, sobre sus
recuerdos, pero en una situación como esa, sólo podía mirar
hacia atrás para verse a sí mismo.
A él, con 13 años, revisando las calorías en los envases de
comida ante el terror de estar comiendo demás. A él,
reduciendo sus porciones de comida mientras les mentía a
sus padres diciendo que había almorzado en la escuela
cuando realmente había tirado su comida. A él, saliendo a
trotar cada noche para luego encerrarse en su cuarto y ver
vídeos de baile que intentaría imitar. Y cuando el día llegara,
volvería a esconderse en ropas grandes, esperando que sus
compañeros no le miraran para criticarlo una vez más.
Porque estaba cansado de las miradas, de las risas, de los
sueños pisoteados. Y por dos años, su rutina de los
domingos terminaba con él de pie frente a la báscula que le
diría si lo estaba haciendo bien o no.
Por dos años rió frente al resto y escondió su disgusto por
no parecer suficiente para nadie. Él sabía que las chicas de
su salón no lo pondrían primero en la lista de los chicos más
guapos del lugar. Y, por supuesto, también sabía que ningún
chico querría robarle su primer beso.
Hasta que dejó Busan a los 15 años. Con menos peso, con
más estatura, pero los mismos complejos. Decidido a
comenzar de nuevo, no dudó en inscribirse en el club de
danza cuando Taehyung, su nuevo amigo, lo impulsó al ver
su interés. Y por primera vez la gente alucinó al verlo, y él
ya no tuvo que esconderse por miedo de que se burlaran de
sus sueños, de su cuerpo.
Jimin se acostumbró a las cartas de amor en su casillero.
Se acostumbró al cuchicheo de las personas cuando él
caminaba por los pasillos como si fuera dueño del lugar. Era
una locura, pero se acostumbró a que chicas de otros
salones esperaran por él fuera del baño sólo para verlo. Y
cuando chocó con un chico de último año en los pasillos y
este le miró como si fuera un ángel, dejó que este besara
sus pies frente a todo el mundo. Su primer beso, su primera
vez, se las cedió al primer hombre que perdió la cabeza por
él. O por su cuerpo. ¿Había diferencia?
Y así continuó hasta que terminó el instituto. Él diría que
sí a todo, siempre y cuando recibiera adoración. Jimin se
sentía orgulloso cuando imbéciles babeaban por él y se
doblegaban por un poco de atención. Se sentía especial
cuando chicos lo miraban como si quisieran lanzarlo sobre
una cama, porque nadie le había deseado antes.
Se adaptó tanto a esa forma de vida, que, en su primera
semana de universidad, cuando se encontró con Taemin, su
primer amor, en vez de repudiarlo por el pasado, se sintió
importante por su atención. Porque en esa fiesta de
bienvenida para los de primer año, Jimin sintió como el
mayor lo desnudaba con la mirada y su satisfacción
personal se elevó hasta las nubes. El chico que le había
despreciado hace años, terminó de rodillas frente a él en un
baño ordinario mientras chupaba su pene como si este
fuera lo mejor que había probado en la vida.
Y Jimin enloqueció con toda esa atención.
Ya no sólo era Lee Taemin. Todos, absolutamente todos,
caerían por él. Heterosexual u homosexual, le importaba
una mierda. Al final del día, todos estaban queriendo
ponerle las manos encima, y él aceptaría a algunos de su
interés y se reiría de otros tantos mientras pateaba su
dignidad lejos. Porque, aunque brillante, aún debía
conservarse un tanto inalcanzable.
Hasta que conoció a Jungkook.
Jimin debió saber que estaba encaminándose a su
perdición en cuanto ese chico le prestó más atención a su
comida que a su presencia. Debió saber que era él quien
estaba cayendo de rodillas cuando fueron sus ojos los que
les buscaron en todas partes, en vez de los de Jungkook.
Debió aceptar que el amor le estaba haciendo perder la
razón cuando comenzó a cambiar su visión del mundo sólo
por un chico.
Y Jungkook no fue como el resto. No endulzó sus palabras
con la pura intención de envolverlo en su dedo meñique. No
puso una alfombra en sus pies, haciéndolo sentir de la
realeza. Jungkook no le miró como un moribundo
hambriento de aprobación. Jungkook lo apoyó, elogió y
aconsejó, sin esperar nada a cambio.
Jungkook se enamoró de él.
¿De qué parte de él exactamente?
Jimin salió del agua, arrastrando sus pies hasta detenerse
frente al espejo. Ahí, en su reflejo, estaba todo por lo que
había trabajado y luchado en años. Ese era el fruto de su
esfuerzo. ¿Esfuerzo para quién?
"Lo hiciste por ti. Pero no se escucha como si lo hicieras
por ti, hyung."
Era cierto. Se había vuelto loco por la aprobación del
resto. El chico frente al espejo era todo lo que tenía, todo lo
que podía ofrecer, pero la persona que amaba no lo estaba
deseando. Ese cuerpo, no era lo que Jungkook quería.
Y si no era eso, ¿qué le quedaba para ofrecer?
Jimin lloró por el resto del día cuando comprendió que lo
único que tenía para ofrecer era, exactamente, lo que
Jungkook no necesitaba.
Mientras que lo que Jungkook le ofrecía, era lo único que no
había buscado.
Nota:
Bieeeeeeeen, finalmente, estamos de vuelta con las
actualizaciones (8. Creo que en este punto de la historia,
comprenderán que realmente no nos quedan muchos
capítulos ¿?. Así que nada, planeo organizar bien la
cronología por capítulo para decirles la próxima semana
exactamente cuánto nos faltaría para el final.
Sobre la playlist que pensaba hacer, algunas canciones se
sienten como spoiler, así que por eso no la he publicado
JAJAJA. Probablemente la suba cuando estemos a nada del
capítulo final, o ahí veré, les avisaré.
No espero que entiendan en su totalidad a Jungkook y
Jimin, a decir verdad (?). Pero después de este capítulo, si
desearía que empatizaran un poco más con la clase de
"persona" que es Jimin. A su debido momento, supongo que
será el turno de Jungkook también para dejarlo salir todo
(porque sí, todavía no llegamos a su climax personal). Y eso,
nos leemos el próximo viernes si no hay inconvenientes,
¡hasta entonces! ¡buen finde! ( ˘ ³˘)♥
[40]

Jungkook intentó mantener la calma hasta que el lunes


llegó. Ese día se reincorporaría en las prácticas de baile y
Jimin ya no podría seguir evitándole. Bien, quizás Jimin no lo
estaba evitando, pues había dicho que necesitaba un
tiempo a solas, ¿pero de qué otra manera llamar al hecho
de que él no le contactara desde el sábado? Esperaba que
por lo menos pudiera llegar a una conclusión.
Jimin cruzó el umbral luciendo tan perfecto como la
mayoría del tiempo. Sin un atisbo de desconfianza o
cansancio, el mayor saludó a Minhyuk con una sonrisa antes
de girar hasta él. Jungkook le sonrió tímidamente y se
acercó, esperando no parecer demasiado acelerado.
Sencillamente, no podía actuar como si no estuviera
preocupado por su novio.
―Buenas tardes, Jungkookie ―Jungkook respiró con más
calma cuando Jimin lo saludó con la misma voz dulce de
siempre. ―¿Has empezado bien tu semana?
―Creo que sí ―Jimin asintió, apartando la mirada.
―¿Tienes algo que hacer más tarde, hyung? Porque pensé
que quizás podríamos cenar juntos. Hace días que-que no
pasamos tiempo juntos y... ―Balbuceó, bajando la mirada.
―Y extraño pasar tiempo contigo. Quizás... ¿quizás estaría
bien si paso esta noche en tu cuarto también? Por si quieres
hablar y... bien. Nosotros podríamos-podríamos...
―Llegó Hoseok ―Lo interrumpió. Jungkook levantó la
mirada lentamente para encontrarse con Jung, mirándoles
curiosos desde la entrada. ―Tengo que calentar ahora, no
puedo retrasar la práctica. Hablemos después, ¿eh? ―Y
dando un toque tierno en su barbilla, se alejó de él para
hacer estiramientos.
La sonrisa de Jungkook se esfumó tal y como su confianza.
Aunque por fuera Jimin parecía llevar el mismo buen control
de sus emociones, era obvio que seguía sintiéndose tenso
cerca de él.
―Él está actuando raro hoy ―Escuchó a Hoseok
murmurar a su lado. ―¿Todo está bien entre ustedes?
―Uh... ―Jungkook pasó una mano por su cabello,
incómodo. ―Me gustaría pensar que sí ―Admitió.
Hoseok le dio una mirada compasiva y presionó su
hombro, queriendo ser de alguna forma su apoyo. Jimin
luchó por no entornar los ojos mientras los veía a través del
reflejo. No creía estar listo para soportar más momentos
como esos. Recapacitando en sus propios pensamientos, su
expresión ensombreció mientras la carga se volvía pesada
sobre sus hombros.
¿Tenía derecho a reclamar por la atención que otros le
daban al menor siquiera?
La práctica transcurrió sin ningún inconveniente. Jungkook
apagó su cámara al comprobar que ambos bailarines hacía
un trabajo estupendo y ya no había nada que realmente él
pudiera hacer por ellos. Los chicos que habían comenzado
bailando cada uno por su cuenta, ahora se complementaban
a la perfección, y sabía que dejarían al público
completamente encantado. Además, sería una buena
oportunidad para ambos. Tanto Jimin como Minhyuk tenían
un futuro prometedor en la danza.
Los bailarines abandonaron la sala después de una hora,
dirigiéndose a los vestuarios. Hoseok se disculpó con
Jungkook, porque necesitaba entregarle unos formularios al
profesor antes de que este se fuera, y finalmente el menor
quedó limpiando el lugar solo.
Jimin, que había regresado para encontrarse con él, se
detuvo en la entrada al escucharlo tararear dulcemente
mientras trapeaba el piso. Jungkook estaba absorto en
quitar una manchita y el corazón del mayor se derritió al
verle tan concentrado, sin dejar de cantar. Y de repente, ya
no fue tan fácil tan sólo mirarlo. Park quería abrazarlo por la
espalda y besar su hombro, su cuello, su rostro. Quería que
Jungkook volteara a verle con esa sonrisa de incisivos
pronunciados y arruguitas en los ojos. Y quería decirle que
le quería, que también quería cenar con él y permitirle
dormir en su cuarto para dormir en los brazos del otro. Pero
las cosas no eran tan fáciles en su mente, como lo eran en
su corazón.
El chico bonito que limpiaba el salón no era sinónimo de
alivio para él. Y el dolor se volvería insostenible si intentaba
seguir soportándolo. Jimin no se sentía capaz de lidiar con el
peso de su pasado.
―Jungkook ―Llamó, entrando al salón. El menor dejó de
limpiar y giró rápidamente hasta él, curioso.
―¿Hyung? ¿Ya te duchaste? ―El contrario negó con la
cabeza. ―¿Sucedió algo?
―Quería hablar contigo ―Se detuvo frente a él.
―Estaba bien si ibas a los vestuarios, te iba a esperar de
todas formas ―Sonrió dulcemente, mirándole con cariño.
―¿De qué quieres hablar?
―Sobre nosotros... sobre lo sucedido el sábado... ―Aclaró
su garganta, pasando una mano por su cabello con
nerviosismo. ―Jungkook, desde que te vi... no ha habido
otro chico para mí ―Confesó. ―No se suponía que este
flechazo iba a ser tan serio para mí desde el principio, pero
meditando al respecto, lo fue ―Rió suavemente. ―Desde
que te conocí, sólo tengo ojos para ti. Nadie ha podido
desviar mi atención de ti. Maldición, ni siquiera me imagino
enamorado de alguien más, no como lo estoy de ti. Todo es
tan nuevo para mí y me aterra tanto echarlo a perder...
―Jungkook le miró con pena ante la aflicción en su
expresión. ―Pero entonces, tú dijiste que eras asexual y...
lamento haber pensado que podía cambiarte, Jungkook
―Está bien, hyung ―Murmuró.
―No, no está bien, deja de decir que está bien ―Le pidió.
―Ni siquiera entiendo cómo puedes permitirme llegar tan
lejos, sólo por ser yo. No quiero que hagas esas cosas,
¿entiendes?
―No las hago porque me has forzado. Las hago porque te-
―Jungkook ―Lo interrumpió. ―Necesito-Necesito decirte
esto primero, ¿sí? ―Le pidió y el menor guardó silencio. ―El
tema de la asexualidad... soy un ignorante al respecto.
Como habrás notado, ni siquiera es algo de lo que me
fascina estar enterado ―Rió nerviosamente. ―No es que no
pueda entenderlo, simplemente no quiero. Pero si se trata
de ti... no puedo sólo fingir estar ciego. Y le di tantas, tantas
vueltas a esto. En la forma en la que eres y en la forma en
la que yo soy. Estuve cuestionándome si realmente
podíamos funcionar, y supongo que podría, pero... no creo
estar listo para algo así
Jimin suspiró, mirando fijamente los ojos del contrario.
Aunque lo que menos deseaba era ver los ojos que adoraba,
no quería huir de ellos tampoco. La situación era lo
suficientemente mala como para además no afrontarla
debidamente.
―Te deseo. Te he deseado desde el principio. Y esperaba...
esperaba que te sintieras de esta forma también. No espero
que lo entiendas, porque eres diferente de mí, pero esto es
algo importante mí, Jungkook ―Admitió con pesar. ―Me
gustas, pero no quiero estar con un chico que no sienta por
mí lo mismo que yo siento por él. Dijiste que debía cuidar mi
corazón, entonces eso es lo que haré. Estar contigo, así
como eres, probablemente me hará más mal que bien, y no
quiero eso. Necesito-Necesito reciprocidad ―Declaró. ―En
absolutamente todos los aspectos. Y tú no puedes
cumplirlos todos, ¿cierto? ―Jungkook negó con la cabeza,
conservando una expresión neutral. ―Lo siento, Jungkookie.
Te quiero, pero... pero puede que no lo suficiente como para
estar con alguien como tú. Así que estoy terminando
contigo
Así que lo dijo. Jungkook estuvo a punto de bajar la
mirada, pero, en cambio, asintió e intentó sonreír. De nuevo.
Intentó sonreír de nuevo.
―Y-Yo... aún creo que eres un buen chico, Jungkook. Sé
que eres maravilloso. Sólo... no somos compatibles
―Murmuró, intentando no hacerle sentir mal.
―Lo entiendo ―No lo hacía. ―Lamento haber llevado las
cosas a este extremo. Quizás... si yo hubiera sido honesto
desde un principio... no habrías tenido que pasar por todo
esto. Lo siento, hyung ―Susurró.
―Probablemente ―Rió amargamente, dando un paso
atrás. ―Pero se dio de este modo, ya no te martirices por
ello ―Señaló la puerta. ―Tengo que ir a los vestuarios
ahora. He quedado de cenar con los Kim, así que debo
apresurarme ―Jungkook asintió. ―Hasta luego, Jungkook
―Que te vaya bien, hyung
Jimin salió de la sala, sin esperar más. Con la respiración
agitada y la vista nublada en lágrimas, se aseguró de
escabullirse lo suficientemente rápido hasta el vestuario
para que nadie lo viera. ¿Por qué le dolía su propia decisión?
"Te quiero, pero... pero puede que no lo suficiente como
para estar con alguien como tú."
¿A quién intentaba engañar? Lo amaba. Por eso estaba
aterrado. Por eso dolía. Amar a Jungkook intensamente, tal y
como era, lo hacía sentir miserable. Y Jimin no quería
sentirse así.
Jungkook inhaló y exhaló suavemente, manteniendo su
respiración mientras continuaba limpiando el lugar,
concentrando en no perder la compostura.
―¡Ya estoy aquí! ―Hoseok entró alegremente al lugar,
deteniéndose al encontrar a Jungkook limpiando
insistentemente una mancha en el piso. ―¿Jungkookie?
¿Quieres que te ayude con eso? ―El menor no respondió.
―Hey, pareces un zombie justo ahora ―Rió con
incomodidad, yendo hasta él para dar un toque a su
hombro. ―¡Jungkook!
El menor giró hasta él, mostrando un rostro que no
expresaba nada en absoluto. Hoseok sintió su estómago
revolverse, sabiendo perfectamente que algo no andaba
bien.
―¿Sucedió algo mientras hablaba con el profesor?
―Jimin... él vino hasta aquí ―Murmuró. ―Terminó
conmigo
Hoseok quitó su mano de su hombro, perturbado por el
desenlace. Jungkook volvió a mirar el piso, intentando
limpiarlo, y el mayor tiró de sus propios cabellos al ver su
reacción. Porque él no estaba llorando. Era el mismo rostro
inalterable de hace dos años y esos malditos ojos
desesperados por llorar, pero él no estaba llorando.
―Está bien ―Continuó hablando el menor con cuidado
cuando el ambiente se volvió incómodo entre ambos.
―Estaba preparado para esto ―Asintió con convicción,
volteando hacia él con una sonrisa. ―Está bien, hyung
Y la misma maldita sonrisa de hace dos años.
Hoseok quiso llorar al ver al mismo chico de 17 años con el
que había terminado cruelmente hace más de dos años.
Aquel que sonrió, lo aceptó y le deseó éxito como si no
acabaran de romperle el corazón. ¿Es que nada había
cambiado en él?
―Terminaré la limpieza solo ―Dijo, arrebatándole los
útiles de aseo. ―Vuelve a tu cuarto y descansa, ¿quieres?
Jungkook no se opuso. Tomando su bolso en silencio,
caminó hasta la salida para irse, sin embargo, se devolvió al
recordar un último asunto.
―Hyung ―Llamó, pero Hoseok no se sintió capaz de girar
y verlo de nuevo. ―Después de ver la práctica de hoy, creo
que mi presencia aquí ya no es necesaria. Está bien si no
me paso por aquí de nuevo, ¿cierto? ―Hoseok asintió.
―Gracias. Sé que lo harán bien. Lo has hecho bien, hyung
Hoseok sintió sus ojos humedecerse y asintió de nuevo,
sólo porque le era difícil hablar con él, enfrentarlo. No tenía
corazón para girar a verlo y encontrarlo destruido por
segunda vez. ¿Por qué no podía devolver el tiempo y
arreglar lo que había hecho mal?
Jungkook se retiró, sin decir más. Sus pasos se volvieron
cada vez más rápidos a medida que se alejaba de la
facultad de baile. Las lágrimas entorpecieron su visión y se
detuvo para secarlas, dejando finalmente el dolor fluir.
Jimin había terminado con él.
♦♦♦♦♦
―¿Crees que Jungkook haya ido a cenar con Jimin? Quizás
debimos comprar algo para él
―Bien, él no contestó nuestra invitación a cenar, así que
probablemente esté con Jimin ―Seokjin rió ligeramente,
pensativo. ―¿Qué crees que haya pasado el sábado entre
ellos, de todas formas? Jungkook dijo que hablaron, pero no
dio detalles sobre ello. Si hoy fue a encontrarse con él en su
ensayo, es porque las cosas deben estar bien encaminadas,
¿no?
―¿Por qué siempre eres tan optimista? ―Yoongi salió del
ascensor, tomando su mano para caminar hasta el
dormitorio de su pareja.
―Las cosas funcionaron entre nosotros
―Afortunadamente, eres una persona muy empática,
Seokjinie. ¿Jimin lo es?
―Bueno, no sabemos mucho de Jimin, pero el resto del
grupo habla muy bien de él. Y lo he visto tratar a Jungkook
como un bebé, así que-
―También lo hemos visto tratarlo mal ―Interrumpió.
―Él estaba ebrio
―¿Me tratarías como una puta sólo por estar ebrio?
―... y enojado. Él estaba muy enojado ―Yoongi hizo una
mueca inconforme con sus labios. ―De acuerdo, estás
recordándome por qué he estado tan molesto con él y
conmigo mismo por permitirle acercarse tanto a Jungkook
―No es algo que estuvo en tus manos ―Resopló. ―Y Jimin
sí ha mejorado desde que conoció a Jungkook, te lo juro.
Conozco al chico desde el año pasado y era un desastre
andante, siempre me ha parecido que no sabe lo que quiere
y es demasiado influenciable. Con Jungkook pareció
encontrar su confianza... o como mínimo su voz
―Y Jungkook se ha soltado un poco también, ¿no? Ha
dejado de esconderse y se ríe mucho más que antes
―Revolvió su bolsillo, buscando sus llaves. ―Así que
quedémonos con lo positivo. Van a funcionar
―Van a funcionar ―Repitió.
Pero, claro, ellos no contaban con que, al abrir la puerta,
se encontrarían a Jungkook sentado en el piso, con botellas
de alcohol cubriendo toda la mesa.
Seokjin se agachó cuando las llaves resbalaron de sus
manos debido a la impresión. Jungkook, alertado por el
ruido, volteó a ellos torpemente para regalarles una sonrisa
boba. Yoongi se apresuró en quitarse los zapatos e ir hasta
él para comprobar que la mayoría de las botellas ya estaban
vacías.
―¿Jungkook? ¿Has bebido todo esto tu solo? ¿Estás loco?
―Él menor negó con la cabeza, sorbiendo después un
pequeño vaso. ―¿Cuál es tu problema?
―Bebé, creo que ya has tenido suficiente ―Seokjin se
acercó a él, intentando quitarle el vaso, pero se alejó
cuando el menor comenzó a hacer berrinche. ―¡De
acuerdo! Es el último, ¿me escuchas? ―Pero Jungkook sólo
lo ignoró. ―¿Te has saltado la cena? ¿Por qué no nos
llamaste? ¿Por qué has comprado todo esto?
―No quería molestarlos ―Balbuceó.
―¿Sucedió algo con Jimin hoy?
Jungkook dejó el vaso vacío sobre la mesa, mirándolo
como si fuera muy interesante. La pareja intercambió una
mirada cuando notaron sus ojos llenarse de lágrimas.
―Terminó conmigo ―Finalmente dijo, tomando una
respiración para no ponerse a llorar. ―Y, ¿les cuento algo
gracioso? Él dijo que no me quería lo suficiente para estar
con alguien como yo ―Rió, abrazando sus piernas para
ocultar su rostro en ellas. ―Se sintió como... tener 17 años
de nuevo. Hoseok dijo lo mismo cuando me dejó. Así que
me rompieron el corazón de la misma forma, ¡y Jimin decía
que ellos no tenían nada en común! ―Continuó riendo,
sollozando.
Seokjin se sentó a su lado, atrayéndolo a sus brazos
cuando las risas cesaron y sólo el llanto prosiguió. Yoongi se
quedó frente a él, viéndolo llorar, sin saber de qué manera
ayudarlo. Nadie le había roto el corazón antes. Había tenido
desacuerdos con Seokjin, pero ni siquiera habían llegado a
discutir. Seokjin jamás había sido hiriente, ni mucho menos
le había dicho que se arrepentía de salir con alguien como
él. Y, por supuesto, su novio jamás le había dicho puede que
no te ame lo suficiente. Por el contrario, su amor era
desmedido, y la sola idea de recibir esa clase de palabras,
ya era lo suficientemente tormentosa.
No era el caso de Jungkook. Yoongi recordaba
perfectamente el día en que, en noviembre hace más de
dos años, recibió un mensaje de su amigo Golden
avisándole que su novio había cortado con él. Y Hoseok lo
había hecho sentir como si él fuera el problema. Jungkook
se pasó días preguntándole si realmente algo iba mal en él.
Y aunque luego dejó de preguntarle, Yoongi sabía que
probablemente el menor cargaría con el fracaso de su
primer amor hasta el final.
Cuando las horas transcurrieron, Seokjin se recostó en la
cama, casi obligado por el menor, quien decía no necesitar
más de su atención. No obstante, Jungkook continuó
sentado sobre un almohadón, llenando otro vaso con soju.
Yoongi permaneció en silencio, aún frente a él, sin siquiera
ser capaz de detenerlo. Quizás esa era su forma de
combatir contra su dolor. Quizás debía dejarle
emborracharse y llorar por una noche. ¿Qué importaba?
Quería respetar su dolor, aunque odiara verlo
desmoronarse.
―Hyung... ―Yoongi miró fijamente sus ojos cuando el
menor dejó el vaso sobre la mesa y lo miró con una
expresión soñolienta. ―Está bien
―¿Qué cosa, Jungkook?
―Que mis parejas me dejen ―Musitó, mirando el vaso
ahora. ―Es porque soy de esta forma
―Soy de la misma forma ―Le recordó, haciéndolo reír.
―Es porque Seokjin hyung es muy increíble ―Aseguró,
apartando las lágrimas que habían escapado de sus ojos.
―Pero, como sea, no odio a Hoseok o a Jimin. Todos deben
buscar lo que les haga mejor, y yo no lo fui para ninguno de
los dos. Me gustaría pensar que no soy un mal chico, pero
eso... supongo que no es suficiente ―Carraspeó. ―Así que...
me siento egoísta por siquiera intentarlo. Debí renunciar a
ellos y no ir tan lejos. Cometí ese error con Hoseok, hasta
que él huyó de mí. Entonces, ¿por qué repetí el error con
Jimin? ―Cubrió sus ojos. ―Lo intenté, ¿sabes? De verdad
intenté negarme. No importaba si yo ya estaba enamorado
de él, de verdad iba a alejarme, por su bien. Pero terminé
aceptándolo... y lo lastimé por ser yo
―No fue así, Jungkook
―Pero él me miró como si tuviera la culpa ―Secó sus
lágrimas. ―Intentó no culparme de ello, pero sus ojos
decían que me estaban odiando por dejarle ir lejos conmigo
―No fue tu culpa ―Repitió. ―¿Lastimarlo por ser tú?
Jungkook, no hay nada malo contigo. Si Jimin cree que lo
hay, entonces está bien que el corra como el maldito
imbécil que es. Te mereces algo mejor que eso
―Jimin no es un maldito imbécil, sólo es un poco tonto
―Lo defendió entre balbuceos. Yoongi tiró de sus propios
cabellos ante su pobre defensa. ―Eligió lo mejor para él. Y
yo no lo era. Es bastante simple, por mucho que duela
―Murmuró. ―Quizás es mi momento de comprender que...
no debería volver a tener pareja
―Estás siendo extremista ahora
Jungkook continuó mirando su vaso vacío por más tiempo.
Yoongi se preguntó si ya era el momento de intentar
meterlo a la cama para que dejara de balbucear y
lamentarse.
―Hyung ―Volvió a llamar de repente, y Yoongi dejó de
mirar su reloj para fijarse en él. ―Hay algo que no te dije...
hace dos años
―¿De qué se trata?
―Cuando Hoseok terminó conmigo... ―Relamió sus labios,
nervioso. ―Hablé con mamá sobre mi asexualidad. Yo- ―Rió
un poco. ―Le pedí que me llevara con un médico ―Confesó,
tomándolo por sorpresa. ―Desde el comienzo de mi
adolescencia, fui diferente al resto de las personas, lo sabía.
Encontrar el foro para mí, me hizo sentir que no estaba solo.
Hoseok siempre me apoyó, y me trató como un igual, así
que jamás dudé... de que yo fuera normal. Me acepté y era
tan feliz, sin importar lo que otros dijeran o pensaran, pero...
cuando fue el mismo Hoseok quien me hizo sentir como...
un bicho raro... ―Su voz se quebró. ―Perdí mi confianza y
deseé, por primera vez, no ser de esta manera. Me pregunté
si realmente había un problema conmigo, así que le pedí a
mamá que me llevara con el médico porque... ¿quién sabe?
¿quizás podría ser algo hormonal? ¿una enfermedad? Yo
sólo quería saberlo ―Sus ojos se llenaron de lágrimas.
―Pero, hyung, sin importar cuantos exámenes me
realizaran, ellos sólo pudieron comprobar que yo era un
chico muy sano. Soy un chico... muy sano
―Y eso es bueno, Jungkook
―Pero el resto piensa que estamos enfermos ―Sollozó.
―Y hubiera deseado estarlo de verdad, mientras hubiera
manera de curarme. Pero no la hay. Y este soy yo. Y estoy
cansado de sentir que es mi maldito problema
Yoongi se levantó, rodeando la pequeña mesa para ir
hasta él y abrazarlo por los hombros. Jungkook se recargó
contra él y lloró en silencio, sin sentirse capaz de continuar.
―No estamos enfermos ―Murmuró Yoongi a su lado,
presionándolo con más fuerza. ―No hay un problema con
nosotros. Probablemente, hay personas que sí tengan
razones para no querer tener sexo, o que efectivamente
tengan un problema que les impida sentir atracción sexual,
y estará bien también, porque este maldito mundo es tan
diverso ―Rió sin ganas. ―Así que eso no significa que
seamos como ellos. Usamos las etiquetas todo el tiempo,
pero pertenecer a un grupo no significa que todos ahí sean
una copia del otro. Eres asexual, y yo lo soy también, y aun
así probablemente incluso entre nosotros habrá diferencias,
y estará bien. Y yo no seré más normal que tú por eso, ni tú
lo serás tampoco, Jungkook. Todo está bien en nosotros
―¿Lo está? ―Yoongi asintió calmadamente. ―¿Cómo
crees que se sienta la atracción sexual?
―Se lo pregunté a Seokjin una vez. Él dijo que era como
tener tu plato favorito frente a ti y estar muy hambriento
―Dijo eso sólo porque ama la comida ―Jungkook rió,
desganado. ―No me imagino a Jimin como unas brochetas
de cordero
―No, yo tampoco imagino a Seokjin como unas brochetas
de cordero, en serio ―Ambos se miraron. ―Supongo que es
más difícil de explicar de lo que pensamos. Y aunque lo
intentaran, no podríamos terminar de entenderlo. Vamos a
vivir con esto, ¿eh? ―Yoongi revolvió sus cabellos
dulcemente. ―Vamos a la cama ahora, Jungkook
El menor asintió, levantándose con dificultad. Yoongi lo
ayudó a desvestirse y a recostarse, asegurándose de
cubrirlo después. Jungkook le miró con ojos adormilados
cuando el mayor apartó el cabello de su cara, dándole una
sonrisa gentil.
―Estaré justo aquí, Jungkook. Así que llámame si
necesitas algo
Jungkook asintió levemente, cerrando sus ojos. Yoongi
apartó una última lágrima de su rostro y besó su cabeza,
deshaciéndose de sus propias ropas para luego apagar la
luz y meterse en la cama de su novio. No se sorprendió
cuando Seokjin se dio la vuelta para abrazarlo, pues había
presentido que todo ese tiempo se encontraba realmente
despierto, escuchando.
―Eres más que un plato de comida para mí ―Le aseguró
con voz débil. Yoongi buscó su rostro con su mano y secó las
lágrimas, consciente de que había estado llorando.
―Lo sé, Seokjinie ―Aseguró.
―Y jamás he creído que hay algo mal contigo o con
Jungkook
Yoongi sonrió entristecido y le abrazó de regreso,
ocultando sus propias lágrimas.
―Y no sabes cuánto lo agradezco ―Susurró, cerrando los
ojos.
Pero había de todo en el mundo, ¿no? Y al final, Jimin no
había sido como Seokjin.
♦♢♦♢♦
A Taemin le parecía curioso la manera en que las noticias
se propagaban fácilmente en la universidad, a pesar de
tener tantos estudiantes en tantas áreas. Pero luego de que
Jimin comenzara a quitar las fotos de Jungkook de su perfil
en Instagram, fue imposible detener los rumores, sobre todo
en la facultad de danza. En los pasillos y en las salas, todos
estaban teorizando la ruptura de la pareja. Ni siquiera pensó
que les importaría tanto.
Revisando el perfil de su hoobae también, confirmó lo que
el resto decía; no había rastro de Jungkook ahí. Era casi
irónico para él lo fácil que cambiaba de opinión Jimin
respecto a su amor. ¿Se había esforzado tanto, había dicho
tanto, sólo para terminarlo rápidamente? ¿Por qué había
presumido ese noviazgo siquiera? Patético.
Taemin se detuvo en medio del campus cuando divisó a
Jungkook bastante concentrado fotografiando una hilera de
árboles. Algunos le miraban de lejos, otros hasta
cuchicheaban, pero ninguno parecía afectarle realmente.
Sólo era él, su cámara y sus lúgubres pensamientos, porque
no había forma de que una expresión tan sombría reflejara
cosas positivas dentro de su caos mental. El mayor
apostaría a que el joven había sido abandonado por
segunda vez.
Porque, claro, era el resto el que tenía un problema con
Jungkook, no al revés.
Jungkook era el chico iluso que creía en los amores sanos y
duraderos. El resto se encargaría de devolverlo a la
realidad.
Intentó pasar de largo, ignorando al menor para dejarle en
paz con su tristeza. Sin embargo, fue difícil no notar a cierto
individuo que no despegaba la mirada de él. Un chico
estaba sentado en el pasto, a varios metros de él, pero aun
así su celular parecía seguirle. ¿Fotografías? ¿Vídeos? Lo
que sea, era simplemente irritante.
―Hey ―Taemin le habló al chico, reconociéndolo más de
cerca. ¿Por qué no le sorprendía encontrarse con HyoSik en
esa posición? ―¿Qué estás haciendo?
―¿No es evidente para ti, compañero? ―HyoSik siguió
grabando al menor a distancia, intentando enfocarlo
adecuadamente. ―No quiero escuchar tu voz de fondo
mientras esté trabajando en esto, así que puedes largarte.
Ni siquiera creo tener tratos contigo... ¿o ahora sí? ―Y le
miró de reojo, con una sonrisa torcida.
―Escuché lo que pasó contigo en la fiesta de Jeonghwa, la
chica de teatro ―Rió de malagana. ―¿Así que al final de
verdad estás yendo detrás de Jungkook? ¿Crees tener una
oportunidad con él? Borra eso y deja de dar pena. Pasarán
mil años antes de que ese chico te considere al menos
decente
HyoSik se levantó, tirando su celular al interior de su
bolsillo. El enojo creció en él cuando, a pesar de superar a
Lee por una cabeza, este no pareció ni un poco intimidado.
―Mira, Lee Taemin ―Arrastró el nombre con desdén.
―Hago lo que quiero, así es como funcionan las cosas en
esta universidad. ¿Te pregunté si necesitaba tu opinión para
grabar a ese chico? No realmente, así que sólo tenías que
seguir tu camino y no venir a joderme ―Empuñó su mano.
―No sé si conoces a Jungkook. Espera, todos aquí lo
conocen, en realidad, porque su cara bonita está colgada en
todas partes. Así que será mi maldito problema si quiero
fotografiarlo, si quiero grabarlo, o si quiero joderlo. Si no
necesito su aprobación, ¿por qué me interesaría la tuya?
―Oh, ¿así que vas a tomarlo a la fuerza? ―Taemin sólo
rió. ―El chico te dará una paliza. Y de paso, yo te daré algo
mucho peor ―Aseguró con una sonrisa sádica.
―¿Eres su amigo?
―Lo que importa aquí es que es algo para mí, ¿no? Y tú
sabes quién soy yo ―Golpeó su hombro. ―Así que no me
pongas de malas, HyoSik. La razón por la que no me estás
golpeando ahora, es porque sabes que soy más poderoso
que tú. ¿Crees que una pequeña mierda como tú, sin
verdaderos contactos y un negocio pobretón, es un
problema para mí? Te pondré tras las rejas antes de que te
atrevas a dar un paso hacia él, imbécil
HyoSik se apartó, mirándole encolerizado. Tomando su
mochila que había dejado en el piso, la colgó en su hombro
para poder largarse, pero era difícil mantener silencio
cuando estaba tan furioso.
―¿Te crees la gran cosa? ―Giró a verlo, caminando de
regreso hasta él. ―¿Sólo porque vives en una puta
mansión? ¿Porque el resto te tiene miedo? No importa
cuánto dinero o poder tengas, todos saben que no eres más
que un pobre infeliz. La gente finge ser tus amigos porque
les das cosas gratis. Y tus papis te abandonaron en una
casa gigante llena de regalos, para mantener al mocoso
callado, porque obviamente querían deshacerse de ti. ¿Y
puedes mirar por sobre otros? ―Taemin asintió,
conservando su expresión imperturbable.
―Puedo hacerlo. Soy un pobre infeliz, de acuerdo. ¿Mis
padres no me quieren? Sí, lamentable. Pero ellos siguen
siendo jodidamente ricos. Y siguen teniendo un montón de
contactos. Si yo quiero algo, me lo darán de inmediato para
que no se vuelva una molestia. Y si yo hago algo mal, ellos
lo tapan. Si tú haces algo mal, ¿a quién tienes? ―Sonrió.
―Voy a arruinarte. Así que mantén tus manos fuera de él,
infeliz
HyoSik dio un paso hacia atrás cuando sus manos no
fueron capaz de alcanzar a Taemin. El chico rió cuando lo vio
encorvarse y alejarse, saliendo de su vista. Regresando la
mirada hacia Jungkook, su sonrisa burlesca desapareció al
encontrarlo ahora sentado en el césped, revisando su
cámara.
Hablando de chicos infelices...
―Te estabas tardando ―Taemin miró a Hoseok cuando lo
encontró 5 minutos más tarde en la entrada del campus.
―Impresionante, ¿no? ―El contrario sonreía mientras
señalaba un gran cartel con los rostros de los reyes de ese
año.
―Asqueroso ―Murmuró, pasando por el lado de Hoseok
para encaminarse a un lugar de comida.
―Jungkook es precioso, eres el único que diría que es
asqueroso ver su cara en un cartel gigante ―Se quejó. ―Y
hasta donde recuerdo, tú siempre pensaste que era
atractivo también
―Puedo ver su atractivo, lo que me parece asqueroso es
ver su cara en todas partes ―Hoseok abrió la boca,
queriendo reclamar. ―¿No te molesta esto? Cualquier
lunático o lunática puede verlo. Jungkook no es la clase de
chico que debe ser expuesto, porque ni siquiera le gusta la
atención
―Oh, es por eso ―Suspiró. ―Sí, tienes razón, me gusta
ver su cara, pero no me gusta tener que compartirla con
otros. De repente él se volvió demasiado popular, y no todas
las personas que le siguen tienen sus tornillos bien puestos
―¿Qué quieres decir?
―Hay un chico acosándolo. Jungkook lo enfrentó hace días
en los baños de su facultad, pero él no quiso que lo
denunciáramos. Tenía miedo de que se rieran de él
―Yo me río de él todo el tiempo y no lo veo con miedo
―Murmuró y Hoseok entornó los ojos. ―Así que, ¿HyoSik
quizás? Parece haberle tomado manía. Lo encontré hace un
rato grabándolo a escondidas
―Espera. ¿Te encontraste con él? ¿Lo estaba siguiendo?
¿Por qué no has hablado con Jungkook? Nosotros
deberíamos-
―Me encargué de ello ―Interrumpió. ―Terminaré de
encargarme de ello, de hecho. Sé que Jimin ha estado
presentando denuncias ante las autoridades desde hace un
tiempo, así que probablemente él esté siendo investigado.
Yo... veré si puedo agilizar el proceso ―Chasqueó con la
lengua.
―A veces dices cosas tan lindas ―Lloriqueó falsamente,
abrazándolo por el costado. ―Gracias por cuidar de
Jungkook, en serio
―¿Debí invitarlo a comer con nosotros?
―No realmente ―Se distanció de él, riendo con
nerviosismo. ―Jimin terminó con él ayer, así que preferiría
no comer con él justo en este instante. Es incómodo
―¿Porque Jimin probablemente fue tan idiota como tú? ¿Y
porque Jungkook es demasiado blando como para
enfurecerse? ―Hoseok suspiró, apartando la mirada.
―Jungkook sabía que esto sucedería. Yo se lo dije.
Obviamente, Jimin ha terminado por enterarse de su
asexualidad, ¿no? ¿y pensó que no pasaría nada después de
eso?
―Oh, sabías que él no lo sabía ―Lo miró. ―¿No es
extraño? Nunca mantuvo esto como un secreto antes
―Hasta que se convirtió en un problema ―Hoseok se
preguntó si estaba entendiendo bien el mensaje tras esas
palabras. ―¿No deberías estar feliz de tener el paso libre
hacia él?
―¿Estás feliz tú por tener a Jimin libre, Taemin?
―Preguntó seriamente.
―Por supuesto, hermano. Yo no tengo tiempo para
lamentarme por otros, ¿sabes? ―Rió.
Hoseok le miró con lástima, pero no lo juzgó, como
siempre. Quizás sus palabras eran duras, Taemin había sido
así desde un principio, pero no era un mal chico. No del
todo, al menos. ¿No era esa la razón por la que había
decidido que alejaría a ese chico de Jungkook?
―Por cierto... ―Murmuró Jung de repente, sonando casi
temeroso. ―¿Jungkook se veía muy mal?
Taemin no lo miró. Rememorando el tiempo en donde
Hoseok terminó con Jungkook, recordó como el resto
comenzó a hablar abiertamente de Jungkook luego de que
su mejor amigo dejara el país y se concentrara en su nueva
vida. Daba pena. Taemin, desde Seúl, fue muy consciente
de la persona lastimera en la que se había convertido el
menor luego de la ruptura. Los chicos de la academia
habían reído por mensaje, diciendo que lucía como una
novia abandonada en el altar. De repente, todos habían
acordado que el joven era demasiado emocional para
Hoseok, quien tenía un futuro bastante prometedor, más
digno de un amor. Patético se convirtió en un adjetivo
recurrente para describirlo. Y como todos notaban cuánto
Jungkook había adorado a Hoseok, su intenso amor se volvió
objeto de burlas, porque el dolor ajeno siempre era un buen
cotilleo, en vez de algo digno de admirar o replicar.
Pobre tonto, enamorarse tanto con tan sólo 17 años. ¿De
verdad creyó que Hoseok iría en serio con él?
―Él se veía igual que siempre ―Respondió finalmente.
Igual que siempre, por supuesto. Porque Hoseok no
conocía al Jungkook que había sido lastimado
profundamente.
Nota:
Ihhh, se suponía que les diría cuántos capítulos faltan, pero
aún no organizo bien la cronología por capítulo, así que
tendrán que esperar otra semana más para ello (?).
En realidad, no estoy segura de si ustedes sabían que al
final Jimin tomaría esta decisión, pero así es la vida
KSKLHDKA. Yastá, hay que continuar, y veremos que sucede
con estos chicos el próximo viernes unur
¡Hasta entonces! ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
[41]

Jimin miró fijamente su bandeja de comida cuando Seokjin y


Yoongi pasaron junto a la mesa que compartía con sus
amigos. Probablemente los amigos del menor estaban
enfadados con él y lo que menos deseaba ahora era un
enfrentamiento. Lamentablemente, quiso estrellar su rostro
contra su comida cuando Taehyung de todas formas los
llamó, como si no fuera suficientemente obvio que estaban
intentando evitarlo.
―¡Vamos, chicos! ―El menor señaló los asientos vacíos
junto a YooJung y Namjoon. ―Hay espacio suficiente para
ambos. Jimin y Jungkook no están juntos, pero todavía todos
somos amigos, ¿cierto? ―Y su vocecita fue suplicante, como
si de verdad esperara que no hubiera un quiebre en esa
amistad.
Seokjin suspiró, haciéndole una señal a Yoongi para que
tomara el lugar junto a Namjoon. Jimin quiso desaparecer
cuando Seokjin quedó justamente frente a él, sin intentar
disimular su expresión seria. Y no era muy usual ver a
Seokjin siendo serio.
―¿Jungkook se está saltando el almuerzo? ―Preguntó
suavemente YooJung desde un extremo, queriendo saber
por su amigo.
―Lo está haciendo. Pero, viendo con quien tenemos que
compartir mesa, supongo que ha tomado la decisión
correcta ―Respondió de malagana el mayor, comenzando a
comer. Yoongi lo imitó, sin querer agregar nada por él ni
mucho menos reprocharle.
―Entiendo que sean amigos de Jungkook, pero ustedes no
tienen el derecho de mirarme como alguien insignificante
sólo porque he terminado con él ―Se defendió finalmente el
rubio, recibiendo la atención de todos.
―Correcto ―Aceptó Seokjin, dejando de comer. Tomando
su mochila para rebuscar en su interior, Jimin se sorprendió
cuando unos álbumes le fueron extendidos. ―De todas
formas, necesitaba verte para entregarte esto. Jungkook me
ha pedido que te los diera en su lugar
―Pudo habérmelos entregado él mismo en nuestra
siguiente práctica ―Musitó, tomándolos para guardarlos de
inmediato, pues temía que se dañaran con comida.
―Jungkook ya le ha dicho a Hoseok que no participaría
más de ellas ―Jimin casi escupe su comida al escucharle.
Taehyung, a su lado, golpeó ligeramente su espalda para
calmarlo. ―No sé qué te sorprende. ¿No es lo mejor para
ambos? Siempre es una molestia ver a la persona con la
que rompiste recientemente
―Yo no lo estoy evitando, él lo está haciendo ―Se
defendió de inmediato. ―Obviamente, no podemos actuar
como amigos, no es este preciso instante. Pero yo no le
estoy negando el saludo, ¿cuál es el problema con ustedes?
―Jungkook quiere saber si aún deseas tu última sesión de
fotos o prefieres que te haga un reembolso ―Prosiguió
Seokjin, ignorándolo completamente.
―Hicimos un trato. Esto no tiene que ver con nuestra
relación, así que querré esa sesión de todas formas. Sé que
Jungkook es lo bastante profesional como para separar las
cosas ―Gruñó.
¿Acaso el menor pretendía dejarle solo el día del show?
¿Después de haber participado de todo el proceso para
llegar hasta ahí? La boca del estómago de Jimin ardía sólo
de enojo.
―Correcto ―Volvió a decir Seokjin motonamente, tal y
como un robot.
―Y dile a Jungkook que, si quiere hablar conmigo, lo haga
directamente. No importa lo mal que se encuentre, él no es
un maldito niño para actuar de esta forma ―Comenzó a
exasperarse.
―Jungkook no es un maldito niño ―Ahora fue Yoongi el
que interfirió, dejando de comer. ―Él podría hacer las cosas
solo, pero hemos decidido que nos encargaríamos de ello
para quitarle un peso de encima. Y sí, Jimin, tú eres una
jodida carga para él ahora. Así que, si aún le tienen un
mínimo de consideración, mantén distancia hasta que esté
listo para verte
Jimin tensó la mandíbula, furioso. ¿La razón? No estaba
seguro, pero de un momento a otro tenía ganas de gritar y
tirarlo todo. ¿Por qué lo estaban haciendo sentir como el
villano? ¿Por qué creían que era Jungkook el único que
sufría? Para empezar, las cosas estaban así por él. ¡Por él!
¿Por él?
―Sé que intentan dejarme mal parado frente a mis
amigos... ―Comenzó a decir rabiosamente, y Taehyung
cubrió su rostro cuando sintió que se aproximaba una
estupidez de su parte; Jimin tenía tendencia a decir cosas
en medio de arrebatos para más tarde terminar por
arrepentirse. ―Pero yo no soy el que cometió el primer error
aquí. Fue Jungkook. Fue su problema
―¿También lo culpaste ayer cuando terminaste con él?
―Seokjin le miraba boquiabierto.
―¡Por supuesto que no! ―Se defendió. ―¡No importa lo
mucho que lo considere culpable, yo no se lo diría de esta
forma! ―Se quejó. ―¡Pero nadie puede negar lo que es
cierto y ustedes lo saben! Si Jungkook fuera normal-
―¡Él lo es! ―Seokjin interrumpió, completamente harto.
―¡Él no lo es, maldita sea! ―Contrapuso. ―¡Es asexual!
¡Cualquiera pensaría que es un fenómeno! ¡Y si él me lo
hubiera dicho desde un principio, yo ni siquiera habría
intentado llegar a este punto con él! ¡Obviamente habría
corrido lejos de él! ―Explotó, provocando que la mayoría de
los presentes dejaran incluso de respirar.
―¿Es un maldito fenómeno por su sexualidad? ―Pero
Seokjin no se calló. ―Amigo, eres un maldito chupapollas.
¿Quién eres tú para hablar de normalidad? ¡De ser así,
Taehyung, Namjoon, Jeonghwa y YooJung son las únicas
personas en esta mesa que podrían jactarse de ser
normales! ¿Tú? ¡Sólo otro fallo de la naturaleza!
―¡Seokjin! ―Yoongi llamó cuando elevó demasiado la voz,
pero el mayor sólo se levantó, aún furioso.
―Lo siento, chicos, pero no puedo compartir mesa con
Jimin, es demasiado gay para mí ―Hizo una mueca de asco,
largándose del lugar, y Yoongi no demoró en salir corriendo
tras de él.
La mesa se quedó en silencio después de eso. El rostro de
Jimin estaba completamente rojo mientras no dejaba de
darle vueltas a la reciente charla. ¿De verdad acababa de
irse contra Jungkook? ¿Y de verdad Seokjin lo había llamado
despectivamente chupapollas? No sabía quién estaba más
loco, pero su cabeza estaba completamente bloqueada
luego de ser tratado como alguien antinatural por una
persona que tenía por pareja a otro hombre.
Simplemente wouh.
¿Había sonado así de lunático cuando él fue igual de
despectivo respecto a la asexualidad? ¿Por qué nadie ahí lo
estaba golpeando?
―¿Terminaste con Jungkook porque es asexual? ―Fue
YooJung la que se atrevió a romper el silencio. ―Era algo
importante para él... ¿y tú sólo lo gritas aquí y además lo
minimizas?
―¿Así que tú también lo sabías? ―Preguntó
amargamente.
―Sí, y hubiera deseado no tener tanta fe en ti ―YooJung
también se levantó. ―Lo siento, chicos, ya he terminado
YooJung se retiró, sin esperar que nadie respondiera. A
Jimin no le sorprendió ver a Namjoon dándole una mirada
extraña antes de salir tras su novia.
―Entonces... ―Jeonghwa finalmente habló cuando solo
quedaron en silencio. ―¿Jungkook no puede tener sexo?
―Jungkook puede tener sexo, sólo no siente atracción
sexual ―Corrigió Taehyung, cansino.
―¿Y por qué terminaste con él? ―Preguntó al rubio, sin
comprenderlo. ―Lo amas y pueden tener sexo. Dime cuál es
el problema
―Él no me desea ―Respondió con obviedad.
―Sí, mira... no lo entiendo ―Admitió en medio de una
risita incómoda, pasando una mano por su cabello. ―Me
gusta el sexo también, Jimin. Y me gusta sentirme deseada
por el chico que me gusta ―Aseguró. ―Tienes razón,
entiendo tu punto, para ti es importante. Pero, ¿más
importante que todo lo demás? Te veías tan feliz con él... ¿y
eso fue suficiente para terminarlo? ―Jimin no respondió y
ella suspiró, tomando su bolso. ―Sólo dime algo. No
pensarás que realmente te enamoraste de un fenómeno,
¿cierto? Porque él sólo es... diferente a ti. Y, mira, ¿quién en
esta mesa no lo es? ―Rió desanimada, levantándose.
―Creo que me iré también, chicos
Taehyung la siguió con la mirada, preguntándose por qué
Jeonghwa lucía tan apagada esos días. Girando hacia su
mejor amigo, sólo terminó de sentirse peor al encontrarlo
con la mirada cristalina fija en la bandeja con restos de
comida.
―Siempre eres el mejor en empeorar las cosas, ¿sabes?
―Lo abrazó por los hombros y Jimin se recargó contra él.
―No abras la boca si no pensarás en tus palabras. Seokjin
hyung estaba muy molesto porque definitivamente has sido
ofensivo con Jungkook, y él no tiene la culpa de ser asexual,
Jimin ―Le recordó. ―¿O te gustó cuando Seokjin te ha dicho
que eres demasiado gay?
―Bueno, yo lo soy ―Rió de malagana, secando sus
lágrimas. ―Pero tienes razón, comprendo lo que intentaba
hacer. Yo-uh- no-no pretendía... no... ―Balbuceó. ―No
pretendía decir cosas crueles de Jungkook, en serio, pero
cuando pienso en nuestra ruptura... ¿por qué tengo esta
necesidad de culparlo? ―Cubrió su rostro.
―Porque siempre vuelves tus problemas sobre los otros
―Murmuró Taehyung. ―Es más fácil culpar al resto de lo
que salió mal. Eras feliz con Jungkook antes de que te
confesara su asexualidad, y tiraste tu relación por la borda,
sólo porque aparentemente no puedes terminar por
comprenderlo. ¿Qué es tan difícil para ti, Jimin?
―Estoy enojado con él por ser como es ―Confesó dolido.
―Sé que no es su culpa, pero es así. Y tienes razón, no
terminé con Jungkook por ser asexual, terminé con él
porque yo no soy capaz de aceptarlo, ¿y qué clase de
relación tendríamos si me obligara a mí mismo a ignorar ese
gran detalle? ¿cómo se sentiría él al ser ignorado?
Maldición, no puedo sólo poner una venda en mis ojos
―Intentó no sollozar. ―¿Por qué es tan difícil aceptarlo?
―¿Esa pregunta no deberías hacértela a ti mismo?
―Sólo quería... quería ser especial para él. Quería que me
mirara y me hiciera sentir especial
―¿Nunca lo hizo?
Jimin guardó silencio. Porque sí, Jungkook lo hizo. Cada
vez que el menor le miró, lo hizo sentir valioso y amado. Los
ojitos brillantes de Jungkook, que contenían las mismas
estrellas, sólo tenían adoración por él.
―No de la forma en la que yo esperaba... ―Susurró, muy
a su pesar.
♢♢♢♢♢
―Dios, sé que dije demasiado ahí adentro, ahora deja de
mirarme así ―Se quejó Seokjin, caminando rápidamente
hacia su facultad mientras su novio le pisaba los talones.
―Ni siquiera sabes cómo te estoy mirando ―Yoongi rió,
apresurándose para poder caminar a la par de él. El mayor
bufó y tomó su mano, girándose a verlo avergonzado.
―Siento no esperarte ―Yoongi se encogió de hombros,
aún con una expresión relajada. ―¿Qué es lo que te hace
sonreír?
―Tú ―Respondió sin vacilar, el contrario sólo puso los ojos
en blanco. ―Vamos, fue divertido
―Gatito, me escuché como un asqueroso homofóbico y
ahora estoy caminando de la mano contigo
―Bueno, tú no eres tan gay como Jimin ―Lo codeó entre
risas y Seokjin hizo un puchero con los labios. ―Nadie
piensa mal de ti, Seokjinie, sólo explotaste ―Lo tranquilizó,
apretando más su mano. ―Y está bien, porque él tenía que
experimentar de primera fuente lo que era ser señalado. La
otra opción era que yo lo golpeara, y con lo próxima que
está su presentación, habría sido malo para él salir a bailar
con un ojo morado. Es demasiado dependiente de su
imagen
―¿Lo es?
―Maldición, sí, el chico es inseguridad andante ―Suspiró
con pesar. ―Lo conozco desde hace tiempo debido a los
Kim. Y sí, no hemos compartido mucho, pero soy bueno
leyendo a las personas
―Entonces él no es muy distinto de Jungkook ―Murmuró.
―Probablemente. Sólo que sus inseguridades residen en
ámbitos distintos ―Besó su mano. ―Jungkook conoce su
valor, pero sus parejas lo han hecho sentir mal por algo que
no pudo elegir. ¿Jimin? Es un chico hambriento de
aprobación. Está muy seguro de cumplir en el terreno
sexual, pero se esfuerza desesperadamente en todo lo
demás, como si jamás fuera suficiente. Él suda ansiedad
―Rió entredientes, con amargura.
―Eso es triste ―Seokjin se mostró pensativo. ―Sabía que
eran diferentes, pero no sabía que hasta el punto de ser
blanco y negro
―Blanco y negro es una buena apreciación, a decir
verdad... ―Enseñó una sonrisita ladeada, girando a verlo.
―No te martirices, ¿de acuerdo? Es en serio, inseguro y
todo, él necesitaba una sacudida. Jimin no puede pretender
que las cosas siempre sean sobre él y... ―Cerró la boca
cuando vio una silueta familiar caminando hacia ellos. ―Y
no vamos a decirle a Jungkook nada respecto a esto, ¿sí?
―Habló en voz baja, sonriendo cuando el pelirrojo levantó la
mano para saludarles a unos metros.
―Por supuesto
Jungkook trotó hasta ellos, sonriendo como si nada, y el
agarre en sus manos se volvió más fuerte mientras
intentaban descifrar si esa era una sonrisa honesta. Lo
parecía, claramente, pero el cansancio en sus ojos no era
exactamente esperanzador. Sin embargo, tampoco podían
ignorar que Jungkook había despertado vomitando en la
madrugada y no había amanecido especialmente bien.
¿Pero quién despertaría bien luego de beber tanto?
―¿Vienen de almorzar, hyungs? ―Preguntó el más joven
apenas estuvo frente a ellos.
―En realidad venimos del comedor, pero, ¡puedes
sorprenderte! No quedaba comida ahí ―Mintió Seokjin.
―¿Por qué? ¿Has cambiado de parecer de repente y has
decidido almorzar?
―¿Honestamente? Sí ―Llevó sus manos a su estómago,
haciendo un puchero. ―Aún me siento un poco mal después
de beber tanto anoche, pero creo que puedo soportar algo
de comida. Creo que me sentiré peor si sigo con el
estómago vacío, no soy bueno tolerando el hambre
―Te acompañaremos entonces, también estamos
hambrientos ―Seokjin se aferró a su brazo y lo arrastró con
ellos en dirección a las tiendas. ―Tienes hambre, ¿cierto,
Yoongi? ―El aludido asintió, pues ni siquiera había
alcanzado a terminar su comida.
―Es extraño que se haya acabado la comida del comedor
tan temprano ―Musitó el menor, pensativo, pero el par lo
ignoró. ―¿Se encontraron con Jimin ahí y sólo han decidido
evitarlo, cierto? ¿Me están arrastrando con ustedes a comer
por lo mismo?
―¡De verdad no hemos almorzado! ―Defendió el mayor.
―Aunque, por supuesto, eres bastante intuitivo. Nos hemos
encontrado con Jimin y le he entregado los álbumes por ti.
También ha dicho que aún está interesado en su última
sesión, pero no es necesario que ustedes se encuentren
hasta ese día ―Yoongi enarcó una de sus cejas mientras
giraba a ver a su novio.
―Oh... de acuerdo ―El pelirrojo asintió, mirando hacia el
frente. ―Por cierto, mañana tengo una junta con el decano,
pues tenemos una reunión donde me entregará las
invitaciones para la fiesta de la facultad. Este año mis
superiores han decidido mandar a imprimir entradas extras
para vender a estudiantes de otras facultades, porque creen
que será bueno para nuestros fondos para becas. ¿Quieren
ir? ―Preguntó. ―El stock es limitado, así que podría guardar
algunas para ustedes
―¿La fiesta es este viernes, cierto? ―Jungkook asintió.
Había tenido que preocuparse de ayudar en la organización
y de alguna forma era un alivio que quedara tan poco para
salir del asunto. ―Iremos para acompañarte, obviamente. Y
le preguntaré a Jeonghwa también si quiere una reserva
para ella, sé que ama las fiestas y últimamente la veo
desanimada
―¿Sucedió algo con ella? ―Preguntó el menor,
preocupado.
―Taehyung ―Respondió la pareja a la vez, provocando
que el joven chasqueara con la lengua.
―Entiendo, se ha estado encontrando con su ex, así que
yo también me sentiría decepcionado en su lugar ―Pasó
una mano por su cabello, su expresión arrugándose.
―¿Jimin se habrá sentido así cuando me veía junto a
Hoseok? ―Los mayores giraron a verlo. ―Pero Hoseok no es
un mal tipo
―Lo miras con tus ojos de bambi, Jungkook, todo es
bueno a través de esos ojitos. Pero el Hoseok que terminó
contigo es el Hoseok que Jimin ve, así que no le verá nada
de buen tipo ―Jungkook bajó la mirada, sintiendo las
palabras del mayor como un sermón. ―Pero, ¿qué importa
Jimin a este punto? A la mierda Jimin
―Estás grosero hoy ―Murmuró Yoongi a su lado, con una
sonrisita.
―Estás grosero todos los días, Yoongi
―Les recuerdo que soy el menor aquí, así que están
quebrantando mi inocencia cada vez que dicen palabrotas
―Se quejó Jungkook, tapando sólo uno de sus oídos porque
su otro brazo aún era sostenido por Seokjin.
―Oh, Min Yoongi, estamos corrompiendo a nuestro bebé.
Se acabaron las palabras feas, ¿me escuchaste?
―Reprendió el azabache.
―Por supuesto, amor, no queremos que nuestro niño
crezca mal ―Se mofó.
Seokjin rió, Yoongi también, y una sonrisa dulce cubrió el
rostro del menor cuando el mayor de todos lo abrazó por los
hombros antes de lanzarle un beso. A diferencia de su vida
hace dos años, sabía que tenía buenos amigos que no le
dejarían hundirse nunca más.
♦♦♦♦♦
Cuando finalmente Jimin estuvo en su habitación, lo
primero que hizo fue dejarse caer en la cama. Había sido un
día tedioso y había tenido que fingir que no le
desequilibraba la ausencia de Jungkook durante el ensayo,
así como tampoco le importaba lo que pudiera estar
pensando Hoseok respecto a su quiebre; ni Hoseok, ni todos
los que giraron a verle cada vez que él intentó caminar por
los pasillos de su facultad.
Jimin no estaba bien, pero el resto no tenía que saberlo.
No iba a arrastrar su pena y su rabia por todo el lugar, pero
había perdido los estribos durante el almuerzo. Él había
terminado con Jungkook, así que quería dejar de verlo como
un culpable, ¿pero por qué era tan difícil? ¿y cómo se
encontraba él siquiera?
Rebuscó en su mochila, revisando los álbumes que no
había tenido la oportunidad de ver. El primero de ellos era
del día de la presentación de navidad y dolió recordar que
también fue el día donde se besaron por primera vez. Jimin
se preguntó en qué momento Jungkook había armado los
álbumes, porque era difícil ignorar que ahora había incluido
pequeños mensajes en las hojas. Halagos y palabras
cariñosas, el menor no se privó de ellas. Jimin quiso saber si
él había brillado así de increíblemente en el escenario, o su
fotógrafo sólo estaba enamorado. Quizás, un poco de
ambas.
El segundo álbum, el cual había sido en la playa el día que
le pidió ser su novio por primera vez, no lo hizo sentir mejor
que el primero. Si antes se había mostrado como una
estrella, ahora lucía como cualquier joven enamorado y
feliz. Había reído y sonreído por montones aquel día. Había
corrido con Jungkook, descalzos por la arena, ignorando por
completo el inicio del invierno. El mar era amenazante en el
fondo, pero la cámara que lo había seguido estaba llena de
templanza y calidez. Jimin tuvo que hacer una pausa antes
de continuar, porque simplemente era insoportable verse a
sí mismo siendo tan feliz.
¿Quién diría que las fotos que hace mucho pidió sólo por
capricho, se volverían tan significativas para él? No se
suponía que tenía que enamorarse, pero lo hizo, y ahora el
amor se estaba desbordando, inundando el lugar hasta
ahogarlo.
Jimin se recostó en su cama, recordando cómo sólo hace
unas noches había tenido a ese chico entre sus brazos.
Jungkook se había acoplado a él, como el niño consentido
que a veces era. Durante la mañana, había sido una misión
casi imposible sacarlo de la cama, porque el menor sólo
pedía 5 minutos más mientras seguía aferrándose a él con
todas sus fuerzas. Y, claramente, no había sido difícil
convencerlo, así que Jimin no reclamó cuando Jungkook se
recostó contra su pecho y su mano buscó sus latidos, sino
que acarició sus cabellos, dichoso de sentir el calor de su
cuerpo. Tampoco se quejó cuando el joven se arrastró sobre
él y le besó en los labios, tomándolo por sorpresa. Y aunque
Jungkook chilló y rió cuando fue atacado con más besos en
respuesta, tampoco se quejó, sino que, recostado contra el
colchón, envolvió el cuerpo de su persona amada con sus
brazos y correspondió a cada uno de sus besos.
Y eso había significado el mundo para Jimin.
Besos, abrazos y risas por la mañana era algo a lo que no
debió de acostumbrarse tan rápido.
¿La profundidad de un amor se medía con el tiempo?
Porque de ser así, Jimin quería saber cómo 5 meses habían
bastado para que ese chico le arrebatara el corazón.
Su celular comenzó a sonar y suspiró al comprobar en el
identificador de llamadas que se trataba de su hermanito.
Secó con molestia las pequeñas lágrimas que habían
escapado, porque no podía ignorar a Jihyun y siempre era
demasiado difícil mentirle a su familia.
―Hola, Jihyun ―Respondió con voz neutral. ―¿Estás bien?
¿Necesitas algo? ―Quiso apresurar el punto de esa
conversación.
―Estoy bien. ¿Así como necesitar-necesitar? No
realmente, pero ha pasado algo curioso ―El menor sonaba
completamente interesado. ―No has publicado nada en tus
historias el día de hoy, así que me asusté. ¿Mi hermano, el
chico obsesionado con las redes sociales y las fotos, no ha
subido una historia? Temía tener que darles malas noticias a
nuestros padres, hyung, así que investigué tu perfil y...
¡sorpresa! No sólo no publicaste nada, ¡sino que borraste
cosas también!
―Las archivé ―Corrigió en un gruñido. ¿Es que no podía
pasarlo por alto? Aparentemente ni siquiera tendría la
necesidad de mentir.
―El punto es, tu perfecto novio no está en tu perfil, como
tanto presumías, así que... ¿ups, cierto? ¿Ya terminaron?
―No les digas a nuestros padres, ¿quieres? ―Pidió, su voz
perdiendo su fuerza. ―Sé que a ellos, a diferencia de ti, sí
les agradó Jungkook. Y cometí el grave error de mostrarme
demasiado enamorado de él, porque, maldita sea, sí lo
estoy, y no quiero que se preocupen por mí. Esto ya es lo
suficientemente malo y no necesito de ti hablando demás,
¿me escuchas?
―Por supuesto, te dejaré a ti decírselos cuando vuelvas a
casa la próxima semana ―Lo tranquilizó. ―Pero no puedo
evitar decirte esto y lo sabes. Yo tenía razón, ese chico no
era para ti
―Basta, Jihyun ―Pidió.
―Completamente incompatibles ―Prosiguió. ―Era solo
cosa de verlos, hyung, en serio. Son como el agua y el
aceite. Y él es el aceite, por supuesto, porque siempre
tienes este pésimo gusto con los hombres. ¿Cómo hiciste
para tener un flechazo más severo con él? Has sido un
idiota ―Jimin no respondió. ―¿Hyung?
―Sí, fui un idiota ―Su voz se rompió e intentó secar sus
lágrimas. ―¿Estás feliz ahora? ¿Es lo que querías escuchar?
Porque voy a cortar entonces
―Espera, ¿estás llorando? ―El menor se escuchaba
contrariado. ―Porque no quería hacerte sentir mal, en serio,
sólo-no creí-oh, mierda, ¿de verdad es así de importante
para ti? Jamás has llorado por un chico antes y-
―Jihyun ―Llamó, cansado.
―Lo siento, hyung. Lo entiendo, te dejaré ahora ―Musitó
apenado.
Jimin apagó el celular luego de que Jihyun cortara la
llamada. Eso había sido tan innecesario; no quería pelear
con su hermano menor nuevamente por ser tan descortés al
hablar de Jungkook.
Tomó el tercer álbum, abriéndolo con manos temblorosas,
y las lágrimas volvieron a acumularse en sus ojos al haber
olvidado esa sesión. Era él, seductor y semidesnudo en ese
maldito cuarto. O se suponía que seductor era como él
había intentado lucir, pero viéndose a sí mismo en las fotos,
Jimin finalmente comprendía por qué Jungkook lo había
rechazado ese día.
Frágil. Él lucía tan frágil y diminuto en esas fotos. Tan
delgado y enfermizo. Jungkook parecía haber colgado la
advertencia de cuidado, no tocar, en cada una de las tomas.
Pero entonces, avanzando más en las páginas, las tomas
dejaron de ser de todo él y se dirigieron a puntos
específicos. Jungkook seleccionó partes de su cuerpo,
agregando notas en cada pie, tal como había hecho
anteriormente. Jimin rió en medio de un sollozo cuando
encontró la foto de un lunar que, según la descripción, era
el favorito de Jungkook. Y las lágrimas salieron con mucha
más facilidad al encontrar una foto de sus pies y el mensaje
de "¡los pequeños y hábiles pies de mi amado hyung!". Una
foto de sus ojos sonrientes, los cuales eran descritos como
los más bonitos del mundo. Y una foto de sus manos, las
cuales decía querer sostener por una eternidad. Y así,
Jungkook construyó un rompecabezas de ese frágil cuerpo
que al parecer significaba mucho más para él de lo que
Jimin pensó.
Jimin cerró el álbum cuando en la última página encontró
una foto de él, por completo, en cuyo pie resaltaban las
palabras de un te amo. Jungkook le había escrito que lo
amaba.
"No me siento atraído sexualmente por ti, pero aún quiero
hacer el amor contigo, porque te amo. Sólo te amo."
Jimin dejó los álbumes sobre su escritorio, abriendo la
cajita musical para ver a su pequeño bailarín danzar.
"Este es Park Jimin, el chico del que me he enamorado. Y
comprendería si, luego de esta presentación, le adoraran
tanto como yo."
Jimin cubrió su rostro y continuó llorando, deseando que el
sonido de la caja musical fuera más fuerte que sus
pensamientos sobre él.
Habría dado lo que fuera por retroceder el tiempo y
haberse asegurado de que Jungkook no pudiera enamorarse
de un tipo como él.
♦♢♦♢♦
Jungkook sonrió cuando al entrar al decanato, se encontró
con HeeBong, el encargado de la administración.
Acercándose a él para saludarle debidamente, miró de reojo
hacia la secretaria del decano, quien parecía haberse
ausentado.
―Está ocupada con el decano ―Le dijo el hombre al
encontrarlo con la mirada curiosa, pero Jungkook sólo
terminó por enarcar las cejas. ―Hijo, ¿todos los jóvenes son
tan malpensados ahora?
―No he dicho nada, señor ―Le devolvió la mirada, casi
indignado. ―Sólo supongo que he llegado demasiado
temprano
―No, tú estás a tiempo, pero han surgido ciertos
inconvenientes el día de hoy ―Rió entredientes con
amargura, como si realmente algo malo estuviera pasando.
―¿Tu reina no te acompaña hoy, muchacho?
―MinJi noona tuvo que rendir un recuperativo, pero
probablemente estará aquí pronto. Supongo que es bueno
que el decano esté ocupado ―Sonrió amigablemente. ―En
realidad, quería hablar a solas con usted
―¿Qué podrías querer tú de mí, Jungkook? ―El hombre
rió, divertido.
―Bien... usted... ¿sabe quién se encarga de la asignación
de dormitorios?
―¿Quieres cambiar a tu compañero?
―No, no, hyung está bien ―Negó de inmediato. ―Pero,
uhm, en marzo un chico llegará al dormitorio de un amigo y
ellos no son... muy compatibles ―Musitó. ―Así que, como
aún estamos a tiempo de hacer un cambio, pensé que
quizás podríamos intentarlo, ¿no? La convivencia es muy
importante para los jóvenes, señor HeeBong. ¿Se imagina
cómo sería para esos pobres chicos vivir juntos por varios
años cuando apenas se soportan? Eso podría repercutir en
su estado anímico
―Estás recurriendo a tus favoritismos por ser el rey de
este año, ¿es eso? ―El rostro de Jungkook se puso rojo ante
la acusación. ¿Era necesario llamarlo un favoritismo? ―Si te
ayudo, ¿asistirías a la boda de mi hija menor? Se casará a
inicios de primavera y me gustaría llevarle a un fotógrafo de
confianza. Eres joven, pero conozco tu talento, sé que ella
estará encantada contigo
―Oh, bueno, usted está obteniendo algo a cambio
entonces ―Rió, y el hombre sólo puso los ojos en blanco, sin
poder ocultar su sonrisa.
―Escríbeme el nombre del chico que quieres cambiar
para programar la reasignación, Jungkook ―Pidió.
―Necesito hacer esto antes de que llegue el viernes, porque
el ciclo cerrará oficialmente entonces y el lunes todos los
nuevos tendrán su asignación
―Entendido, señor
Jungkook se dirigió a los asientos en la parte de espera
para sacar una libreta de su bolso. Anotando los datos de
Hoseok en una hoja, esperó que este no fuera inconveniente
para él. Pero, considerando su relación con Jimin, ¿no
debería verlo como un alivio? Eso era lo que quería pensar,
pero en el fondo sabía que estaba velando únicamente por
Park. Había dicho que le ayudaría y mantendría en pie su
promesa incluso si el chico había terminado con él.
Arrancando la hoja de la libreta, alzó la vista al escuchar
unos pasos, pensando que quizás se trataría de su
compañera, pero la sonrisa gentil se borró de su rostro
cuando se encontró con HyoSik mirándolo. Girando hacia el
administrador, este ni siquiera pareció prestarles atención
mientras escribía unos datos en el ordenador. Jungkook se
aferró a la idea de que HyoSik no le haría nada mientras
estuvieran en el decanato.
―Bien, supongo que no es tan malo que tuviera que venir
hasta acá ―HyoSik tomó asiento a su lado, chocando su
hombro adrede, pero Jungkook sólo conservó su buena
postura. ―¿Estás en problemas, Jungkookie? ¿Quizás no has
rendido bien y tienes que hablar con los superiores para
conservar tu alegre estadía aquí? ―Se burló.
―¿Es tu caso? ―Jungkook respondió monótonamente, aun
conservando su vista al frente.
―Lo mismo de siempre ―El chico se cruzó de brazos y
suspiró, completamente desinteresado al respecto. Jungkook
se preguntó cómo podía fingir tan bien que ambos eran
cercanos, pero eso no pareció gustarle del todo a HeeBong
cuando les miró de reojo. ―Escuché de tu ruptura con Jimin.
No quiero hacerte sentir mal, pero era obvio que esto iba a
pasar. ¿No te lo dije? Los chicos como él sólo buscan una
cosa de ti
―Y tú eres diferente
―No, pero soy claro en mis intenciones, al menos que tú
quieras algo distinto ―HyoSik lo miró intensamente y
Jungkook intentó no encorvarse en su lugar. ―Eres precioso,
¿lo sabías?
―Desde que nací, de hecho. Tengo espejos en mi hogar,
así que puedo apreciarme perfectamente, gracias ―Escupió.
―Lo sabes, por supuesto ―Rió entredientes. ―Es
lamentable que desde que sales con Jimin, tu imagen se ha
echado a perder ―Jungkook no pudo evitar girar a verle.
―Eras bello e intocable antes de él, Jungkook, pero dejaste
que ensuciara tu imagen por la de un chico tonto y fácil.
¿Aún recuerdas como te trató en esa fiesta? Porque la gente
sigue murmurándolo por los pasillos ―Deslizó su mano
hasta su pierna, presionando. ―Nosotros empezamos mal,
pero podría darte un lugar mejor. Nadie te molestará si sales
conmigo
―No me importa que el resto piense que soy un chico
tonto y fácil, sunbaenim, porque lo cierto es que no soy lo
suficientemente tonto para salir con tipos así, ni lo
suficientemente fácil para abrirme a cualquiera que crea
que estoy hambriento de amor ―Le sonrió con
autosuficiencia. ―Maldición, tengo esta cara bonita y un
montón de amor propio, así que probablemente volveré a
golpear tus pelotas si crees que palabras dulces bastan para
llamar mi atención ―Gruñó.
La sonrisa de HyoSik se desvaneció mientras el menor
volvía a girar hacia el frente, tratándolo como si fuera
insignificante. Rodeando su muñeca con fuerza, miró al
administrador para asegurarse de que este no le viera
cuando se acercó a la oreja del muchacho, susurrándole con
voz molesta.
―Intenté ser amable contigo y tampoco funcionó
―Jungkook sólo permaneció inmóvil. ―Así que estaré afuera
esperándote cuando hayas terminado aquí lo que sea que
tengas que hacer. Y me importa una mierda si traes
compañía, sabes que no me gusta que me molesten, así
que te irás conmigo cuando decida llevarte
―Kwon HyoSik ―El chico se distanció del menor cuando
la secretaria finalmente salió de la oficina, llamándolo.
―Puedes entrar ahora, te están esperando. Jungkook,
puedes esperar con MinJi un momento, ¿cierto? Entrarán
después que él
Jungkook asintió, dejando escapar un suspiro cuando
HyoSik desapareció de su vista. El administrador le dirigió
una mirada analítica cuando se acercó a él para entregarle
el papel con los datos.
―¿Ese chico suele molestarte a menudo? No lucías muy
cómodo con él ―Jungkook se encogió de hombros,
restándole importancia. ―Por tu bien, mantén distancia de
tipos como él, Jungkook ―Le sugirió, pero no alcanzó a
responder cuando unos rápidos pasos se escucharon tras de
él y luego sintió un peso en su espalda.
―¡Jungkookie, mi lindo dongsaeng, ya estoy aquí! ―MinJi
se asomó tras de él, enseñándole una gran sonrisa al
administrador. ―Buenas tardes, señor HeeBong
―Buenas tardes, MinJi. ¿Te ha ido bien en tu recuperativo?
La chica asintió, pidiendo permiso para tomar la mano de
Jungkook y arrastrarlo de regreso a los asientos para
esperar. Dando una mirada panorámica al lugar, el menor
se preguntó por qué su compañera de mandato lucía
particularmente inquieta en ese momento.
―Hey, escucha esto ―Se acercó a él, cuchicheando.
―Justo cuando estaba entrando al edifico, un carro de
policías se ha estacionado afuera, lo que es bastante
impresionante para mí en los tres años que llevo aquí.
Aparentemente alguien está en problemas, y espero que no
seas tú
―Ah, ¿por qué estaría en problemas? ―Rió, intentando
ignorar sus propias dudas. ―¿De verdad crees que han
venido por alguien? ―MinJi se encogió de hombros, mirando
fijamente a la secretaria cuando esta levantó el teléfono
para hacer una llamada.
―Es extraño, de todas formas... ―Murmuró. ―Que la
policía esté aquí justo una semana antes de la recibida para
los de nuevo ingreso, es un poco... digamos que no da
buena imagen para la universidad, sobre todo para nuestro
departamento, ya que ellos están aquí. Así que... ¿supongo
que es algo serio? ―Giró hacia el menor. ―Como sea, ¿tú
has estado bien? Tu nombre se repite mucho en los pasillos
estos días. ¿Es verdad que has terminado con tu novio?
―Sí, y me alegra que al menos tú tengas la decencia de
preguntarlo ―Bufó, recibiendo una sonrisa apenada de la
chica.
―Oh, Jungkookie... ―Tomó su mano, intentando brindarle
su confianza. ―Desde que llegaste a este lugar ha sido
difícil para ti y lo sé. Destacaste demasiado en el primer
semestre y tu popularidad ha explotado desde que fuiste
elegido rey. Lamento que mis compañeros te arrastraran a
esto. Y lamento que tengas que encargarte del tema de la
fiesta cuando tienes tus propios problemas
―Está bien, esto terminará pronto
―Sí, mira... nuestra cara aún estará por todas partes por
lo que resta de año, y aún estamos en febrero ―Rió
entredientes. ―Y sé que no es fácil. Cuando expones tu
imagen, la gente toma cierto sentido de la pertenencia. Los
desconocidos siempre creen tener el derecho de hablar de
ti, de pedirte fotos y hasta de pedirte tu número sólo porque
eres popular
―¿Los chicos te han estado molestando?
―Con más frecuencia desde que mi cara está colgada en
carteles gigantes ―Admitió.
―Lo lamento, noona ―MinJi hizo un puchero, abrazándolo
por el costado.
―Está bien, al menos te tengo a ti para compartir esta
molestia. Aunque pedí disculpas por permitir que te
arrastraran a esto, me alegra que tú seas mi pareja,
Jungkookie. De todos los chicos que he conocido, eres el rey
más amable que pude haber pedido
Jungkook rió ligeramente, su risa cortándose
abruptamente cuando más personas irrumpieron en el lugar.
Su compañera se aferró más a él al comprobar que eran los
policías de los que habían hablado, y no les daba total
calma ver que la secretaria se había levantado para
atenderlos, guiándolos hasta la oficina del decano.
―¿Jungkook...? ―MinJi se enderezó, sin dejar de mirar
hacia la puerta. ―¿Uno de nuestros compañeros está ahí
adentro?
Jungkook no tuvo la necesidad de responder. Entre
forcejeos y palabras agresivas, los policías terminaron
sacando a HyoSik de la oficina, bajo la mirada expectante
de los presentes. La secretaria volvió a encerrarse en el
lugar cuando su jefe la llamó y MinJi no tardó en levantarse
para ir hasta el administrador, queriendo saber qué ocurría.
El menor, en cambio, se aferró a su asiento mientras un
peso caía de sus hombros.
Se lo habían llevado. ¿La razón? No la sabía. ¿Por cuánto
tiempo? Mucho menos. Pero HyoSik no estaría ahí,
esperando por él a la salida, y eso era lo único que le
importaba. Jungkook ni siquiera sabía que había estado tan
asustado hasta que finalmente lo llevaron lejos de él.
♢♢♢♢♢
―Tengo las entradas para la fiesta del viernes ―Anunció
Jungkook al apenas entrar a su dormitorio.
Seokjin aplaudió mientras Yoongi bostezaba, sin fingir
interés. Sin embargo, su curiosidad sí despertó al ver a
Jungkook guardando su abrigo distraídamente.
―¿Y hay algo más que quieras compartir con nosotros?
Porque estás en la luna ahora, Jungkook
―¿Oh? ―Giró hacia ambos, quienes parecían
impacientarse. ―En realidad, cuando estaba allá esperando,
ha llegado la policía y se han llevado a... uhm... ¿recuerdan
al chico de la fiesta de Jeonghwa? ¿El que me besó? Pues a
él ―La boca de Seokjin se abrió con sorpresa. ―Justo estaba
molestándome antes de que se lo llevaran, y todo ha
sucedido tan rápido que... ―Se encogió de hombros,
soltando una risita nerviosa. ―Escuché decir a nuestro
administrador que encontraron drogas entre sus
pertenencias y, aparentemente, el chico no es solo un
simple consumidor, así que... ¿estoy algo shockeado?
Porque él ha estado siguiéndome desde ese día. Y no sabía
que realmente... estaba en algo mucho peor
―¿Te ha estado siguiendo desde ese día y sólo ahora que
lo han arrestado nos lo dices? ―Preguntó Yoongi, bastante
molesto. ―¿Significa mucho para ti el encargarte de ti
mismo, Jungkook? Porque quien estaba detrás de ti es un
tipo peligroso. ¡Estamos hablando de un traficante!
―Y él ya fue arrestado ―Le quitó importancia, abriendo
sus cajones para guardar las entradas de la fiesta.
―Sí, después de cientos de denuncias, probablemente
―Ahora se quejó Seokjin. ―Me alegra que Jimin nos alertara
sobre él. Pero si no lo hubiera hecho y él hubiera conseguido
hacerte algo, ¿pensaste que nosotros sólo íbamos a dejarlo
pasar?
―¿Jimin sabía sobre esto? ―Giró hacia ellos, pasmado.
―¿El éxtasis que te dieron en la fiesta de Taemin? Él fue el
vendedor, Jungkook
―Oh, mierda, ¿Taemin le compró? ¿saben lo malo que
será eso para él? ¡Probablemente investiguen a toda su lista
de clientes! ¡Echarlos de la universidad es poco comparado
a lo que hará la policía cuando tengan sus nombres!
―¿Te estás escuchando? ¿Realmente te estás
preocupando por el tipo que te drogó? ―Jungkook pasó una
mano por su rostro, lanzando las entradas al interior del
cajón para voltear a verlos.
―Me drogó. Lee Taemin me drogó y yo ni siquiera he
querido verle la cara desde ese día ―Aceptó. ―Pero... crecí
con él, ¿de acuerdo? Mi adolescencia fue junto a él. Y dice
cosas horribles, y hace actos horribles, pero él no es
totalmente una horrible persona
―Tu percepción sobre la gente siempre es demasiado
positiva ―Respondió con amargura Min. ―Y, de todas
formas, dudo que Taemin sea lo suficientemente tonto para
comprar directamente drogas. Debió usar un intermediario
para no ensuciar sus manos, y nadie se meterá con un niño
rico tampoco
Jungkook asintió, encontrándole sentido a eso; Taemin era
retorcido, pero lo suficientemente inteligente para salir
intacto de todo. Quiso volverse diminuto cuando las miradas
de sus amigos siguieron siendo molestas hacia él.
―De acuerdo, me equivoqué al no decirles sobre HyoSik,
lo lamento ―Finalmente dijo. ―Pero es incómodo confesar
que hay un tipo obsesionado contigo y que sólo sabe hablar
de sexo. Él era asqueroso, pero sentí-sentí que podía
encargarme de él por mis medios ―Murmuró. ―Ustedes
también debieron advertirme sobre sus actividades,
supongo
―Correcto, y también estuvo mal, pero temíamos que eso
terminara por asustarte lo suficiente como para no ir hasta
tu facultad ―Jungkook suspiró, apartando la mirada. ―Me
alegra que él ya no pueda estar cerca de ti, Jungkookie.
Dudo que pueda acercarse a este sitio por un tiempo
―Si la policía hace bien su trabajo, supongo... ―Asintió,
volteando hacia el cajón para cerrarlo, mas se quedó
pasmado al ver cierto contenido que no se suponía que
debía estar ahí. ―¿Seokjin hyung?
―¿Uhm?
―Le entregaste los álbumes que te pedí a Jimin, ¿cierto?
―El azabache asintió, frunciendo el ceño cuando Jungkook
giró con unos álbumes en su mano. ―Pero están aquí
―Jungkook, de verdad se los he entregado ―Yoongi
asintió, confirmando. ―¿Acaso hiciste dos de cada uno?
Jungkook palideció, devolviendo los álbumes a su cajón.
Por supuesto que él había hecho dos álbumes de cada
sesión, pero si esos estaban ahí, entonces Seokjin había
entregado justamente los que se suponía que Jimin no
tendría que ver.
Jungkook había creído que sería bueno agregarles un
toque personal a los álbumes y por eso había llenado de
mensajes bonitos los álbumes que en un principio quería
regalarle a Jimin. Ellos se habían convertido en pareja, y
había pensado que eso sería especial para su novio. Pero
Jimin terminó con él y Jungkook tenía que retomar el
profesionalismo. En realidad, ni siquiera debió perderlo.
Sólo que Seokjin había entregado los álbumes cursis en
vez de los originales. Jimin probablemente ya lo había visto
todo, ¿no?
―¿Acaso los otros estaban mal, Jungkook? ―Continuó
preguntando el mayor al verlo acomplejado. ―¿Debería
intercambiarlos con Jimin? Estoy seguro de que él entenderá
―N-No ―Sonrió, sintiéndose un tonto. ―Está bien, no es
nada grave ―Y cerró su cajón.
Si Jimin ya lo había visto, entonces no había razón para el
intercambio. Jungkook sólo esperaba que sus sentimientos
no se volvieran una molestia para él, porque así se había
sentido cuando Jimin lo terminó; como si este quisiera
retroceder el tiempo y no haber puesto nunca los ojos
encima de él.
No obstante, Jungkook, más que nadie, sabía que el
arrepentimiento no era una vía. Y que, lamentablemente, el
amor no era algo que podía manejar a su antojo. Por lo que,
por más que ese amor fuera lanzado a la nada, se negara o
ultrajara, nada impediría los pensamientos tormentos ni las
huellas del amargo dolor. Si Jimin lo amaba, viviría el duelo
tanto como él. Fotos o no, mensajes de amor o no, su sola
existencia era un recordatorio permanente de lo que fueron.
De lo que salió mal. O de lo que pudieron ser.
Nota:
Hola, de nuevo no les traigo la cuenta de capítulos que
quedan JAJAJA. Lo siento, la universidad me ha mantenido
ocupada, pero aprovechando las fiestras patrias sí me daré
el tiempo de calcular. No quiero llegar un viernes diciendo
SABEN, la próxima semana se termina esto ASKDGJAGDHA.
Les avisaré con anticipación unu.
Ahora, supongo que el personaje de Jimin es una
contradicción andante y confirmo (?). Creo que cualquiera
que ha llegado a este punto de la historia, verá que en
realidad siempre ha sido así. Que piensa algo, dice otra
cosa. Es su mecanismo de autodefensa. Uno bastante malo,
a decir verdad, y en el que tendría que trabajar, jé.
Por cierto, mientras escribía este capítulo, no lograba
recordar si le había dado un apellido al personaje de HyoSik,
así que si se lo puse y llegué a cambiarlo, ups, perdón (8.
¡Nos leemos el próximo viernes!
( ˘ ³˘)♥
[42]

<<7 años atrás>>


Taemin caminó por los solitarios pasillos de la academia,
preguntándose donde se había metido Hoseok. Su mejor
amigo era horriblemente escurridizo y tardaba demasiado
en revisar el celular. Voces, que identificaba como las de
algunos compañeros, se escucharon justo al doblar y se
preguntó si ellos sabrían el paradero de Jung. Sin embargo,
sus pies instintivamente le obligaron a retroceder cuando
escuchó su nombre en medio de la conversación.
―Los profesores estaban hablando de ello ―Dijo uno, el
enojo evidente en su voz. ―Taemin será promovido a la
clase más avanzada de danza moderna. A él no le bastaba
tomar lugar en otras disciplinas, sino que ahora estará en la
cúspide de todo este maldito lugar. En serio, ¿para qué
siquiera nos esforzamos?
―Exacto, ahí radica el problema, no importa cuánto nos
esforcemos, no podemos competir contra su dinero ―El otro
bufó. ―Él jura ser un bailarín de calidad, pero sólo es un
pobre imbécil con dinero en los bolsillos. Estoy seguro de
que no pasaría de la clase general si sus padres no
estuvieran pudriéndose en dinero. ¿Y tiene cara para
llamarse a sí mismo un bailarín? Debería darle vergüenza
―Y, ¿no están al tanto de todo? Incluso quieren ponerlo
como apoyo para los novatos. ¡Es hilarante!
Taemin observó sus zapatillas, aun preguntándose por el
paradero de Hoseok. De repente, ya no parecía tan buena
idea preguntar, porque él quería pisotearlos. Tenía dinero,
sí, ¿y cuál era el problema? ¿Cómo eso lo hacía menos
talentoso? ¿Podían decir esa clase de cosas a sus espaldas y
luego tratarlo como un amigo cercano? Dios, la gente era
tan patética, arrastrándose para besar sus pies y teniendo
veneno en la lengua. ¿Y después se preguntaban por qué él
los odiaba a todos? Simplemente eran unos niñatos
hipócritas.
―Bien, esto va a pasar, estaremos en esa clase algún día
también ―Uno intentó calmar al par. ―Ustedes tienen que
calmarse, porque a ninguno nos beneficia que Taemin la
tome contra nosotros. Aún hay bastantes ventajas de ser
sus compañeros, así que no vamos a perder de vista
nuestros objetivos. Cuando lleguemos más lejos que él, no
habrá nada que perder
Taemin hubiera salido a enfrentarlos de no ser porque
justo en ese instante la puerta de la sala se abrió y un niño
se topó de frente con el grupo. El chico, que parecía mucho
más joven que el resto, les dio una mirada molesta para
sorpresa de todos.
―¿Hola? ¿Sunbaes? Estoy intentando ensayar aquí
―Señaló el interior de la sala, claramente enfadado.
―¿Disculpa? ¿Nos hablas a nosotros, renacuajo? ―Uno de
los mayores se paró frente a él. ―¿Estás llegando recién y
crees poder dirigirnos la palabra?
―¿Creo? Yo no creo, yo puedo dirigirles la palabra. Porque,
de todas formas, ¿quiénes son ustedes? ―Los señaló. ―Si
tienen tanto tiempo para hablar mal de uno de sus
compañeros, quizás también tienen tiempo de ensayar para
poder ser mejores que él. Lamentablemente, los veo
atascados, ¿saben? Y ya que ustedes son pobres,
¡probablemente permanezcan ahí por mucho tiempo!
Taemin se dirigió a ellos cuando uno de los chicos, rojo de
furia, terminó tomando al pequeño por la camiseta. Pero el
desconocido ni siquiera pareció intimidado por ello.
―Hey ―Volvió a hablar. ―He derribado a tipos más
grandes que tú, no me hagas reír ―Una sonrisa burlesca se
asomó en sus labios justo después. ―La cosa es... chico
grande... soy nuevo aquí y no tengo interés en meterme en
problemas. Pero tú... ¿cuántos tienes? ¿15? ¿16? Y estás en
grupo, así que estoy totalmente en desventaja. Me
aseguraré de llorar muy convincentemente para que los
superiores no te den oportunidad, ¿vale? Golpéame ahora
El chico lo soltó, guardándose sus maldiciones. Taemin rió
tras de ellos, consiguiendo finalmente su atención, solo para
verles comenzar a temblar como animalitos aterrados.
―Hey, amigos ―Taemin los saludó con una sonrisa falsa.
―Al chico, este, no se le acerquen, ¿de acuerdo? ―Señaló al
menor.
―¿Y lo haremos sólo porque tú lo dices? ―Lo enfrentó uno
de ellos, incluso si estaba retrocediendo.
―Sí. Porque tengo padres ricos que los borrarán del mapa
si se los pido. Ahora, salgan de mi vista ―Indicó, su
expresión endureciéndose.
Ellos no necesitaron que Taemin se los repitiera. El menor
miró con curiosidad como sus superiores se apresuraban por
el pasillo para desaparecer de su vista.
―Así que... ¿tú eres el chico rico del que hablaban? ―Giró
a verlo. ―Porque no luces muy rico e intimidante
―Y tú no luces como si pudieras derribar a chicos más
grandes que ellos, así que deberías cuidar más tus palabras,
cachorro ―El menor abrió la boca para defenderse,
congelándose cuando el mayor tomó su barbilla mientras le
inspeccionaba. ―Mira, si todavía debes tener dientes de
leche
―¡Y un puño muy fuerte! ―Le dio un manotazo,
sorprendiendo a Taemin. ―Mamá dijo que podían tocarme
sólo bajo mi consentimiento. Y tú no tienes mi
consentimiento
―Novato, ¿cuál es tu nombre?
El menor le miró de pies a cabeza, arrugando la nariz
mientras se preguntaba si debía revelarle información al
desconocido. Sin embargo, no tuvo tiempo de decidirlo,
porque de repente un chico apareció por el pasillo, gritando
su nombre para saltar sobre él.
―¡Jungkook, ya estoy aquí! ―Hoseok prácticamente lo
alzó en un abrazo antes de permitirle volver a tocar el piso.
―Estaba charlando con un profesor y, ¡wah! Ya conoces a
Taemin también ―Habló alegremente.
―¿Lo conoces? ―Taemin no dejó de mirar al pequeño,
quien de repente se había quedado mudo.
―Es Jeon Jungkook, el último chico que entró a la clase de
los novatos. ¡Tendrías que verlo ensayar! ¡Es realmente muy
apasionado!
―Y con dos pies izquierdos... ―Susurró el menor.
―¡Pero sobre todo apasionado! ―Sacudió su cabello,
dándole apoyo. ―Así que prometí que lo ayudaría. ¿Por qué
no lo haces tú también? Sé que a Jungkook le gustará verte,
él reconoce a los buenos bailarines ―Le guiñó un ojo,
soltándolo para entrar a la sala. ―¡Vamos, chicos!
Jungkook dio un paso hacia adelante, queriendo seguirle,
pero volvió a su sitio cuando una mano lo jaló desde atrás,
deteniéndolo.
―Soy Lee Taemin ―Se presentó finalmente el mayor. ―Y
soy exigente, así que en tu lugar me lo pensaría antes de
pedirme ayuda
―Estaré bien ―Se soltó de su agarre, encogiéndose de
hombros.
―Y no le dirás a Hoseok lo que has escuchado de esos
chicos ―Ahora Jungkook lo miró fijamente, sin comprender.
―¿Por qué?
―Porque a él le agradan ―Fue su simple respuesta,
pasando por su lado. ―Tampoco vuelvas a interferir por mí.
No necesito que un niño me defienda
―¿Sabes? La gente por lo general sólo dice gracias
―Murmuró, adelantándose a él. ―Creo que sería bueno
para ti que no los escucharas, de todas formas. Gusto en
conocerte, sunbaenim, espero aprender mucho de ti
Jungkook hizo una reverencia ante él, dedicándole una
sonrisita infantil luego. Taemin lo vio correr hacia Hoseok
después de eso, quien parecía haber elegido la canción más
explosiva de su repertorio para comenzar. Cerrando la
puerta y tomando asiento para verlos, sonrió secretamente
al ver la cara de súplica del menor mientras Hoseok
comenzaba a hacer una coreografía como si esta fuera la
más fácil del mundo.
Taemin no olvidó los fantásticos pasos de Hoseok ese día,
ni las palabras de sus compañeros que más tarde fingiría
que nunca ocurrieron. Pero, lo que más recordó, fue el
nombre de aquel niño de cabello desordenado y
determinación en sus inocentes ojos.
Jeon Jungkook.
La perdición de algunos.
La salvación de otros.
♢♦♢♦♢
Jimin no sabía si era idea suya o los pasillos parecían más
ajetreados ese día. El ciclo escolar terminaba oficialmente
mañana, y entendía que muchos estuvieran volviéndose
locos mientras las últimas calificaciones eran publicadas,
pero presentía que el desorden no venía exactamente de
ello.
Bajo la ducha después de estar ensayando solo durante
toda la mañana, intentó relajarse ante los próximos eventos.
No importaba lo que el resto dijera y no importaba el estado
actual de su corazón, lo único que importaba realmente era
el hecho de haber aprobado todo y que faltaban sólo días
para su show. Probablemente después de eso volvería a
Daegu y pasaría sus vacaciones durmiendo. No había ganas
de más.
Cortando el agua, preparándose para salir de la ducha, se
conservó en su sitio cuando escuchó a un grupo entrar a los
vestuarios. Por las voces, no parecían ser más de 3 chicos,
pero su estómago se revolvió cuando comprendió de dónde
nacía todo el alboroto de ese día.
Jeon Jungkook.
¿Por qué los chicos de su facultad hablaban de Jungkook?
Podía comprender que quisieran hablar de él, perteneciendo
a la misma área, pero estaba cansado de que usaran el
nombre del menor como si realmente lo conocieran.
―Así que, sobre el vídeo, todos han quedado
completamente locos ―Jimin dejó de respirar, a punto de un
ataque de nervios. ¿Exactamente de qué vídeo hablaban?
―Él está en uniforme, así que es de cuando estaba en el
instituto. Sus antiguas compañeras han comenzado a hablar
de él luego de verlo en los carteles de nuestra universidad
―El desconocido comenzó a reír. ―Esa mierda cursi que
cantó, ¿la han escuchado? ¡Se la estaba dedicando a su ex
novio!
―¿Y el resto está hablando de eso porque...? ―Quiso
saber el otro, aún sin tomar el hilo.
―Ahí está lo divertido del asunto, algunas personas
comentaron que solía salir con un tal Jung Hoseok. ¿Les
suena el nombre, chicos?
―¿¡El que llegó de New York!?
―¡El mismo! ¡Incluso encontrarás fotos de Jungkook en su
perfil! ―Parecía bastante animado. ―Así que ahí no
termina. Resulta que Jungkook salió con Jimin, el chico de
segundo año. Y Jimin tiene un número en el show y Hoseok
es su tutor. Y Jungkook ha estado ayudando en el número
también, haciendo tomas. Así que es muy probable que él
haya estado enredándose con Hoseok mientras tenía por
novio a Jimin
―¿Así que Jungkook terminó siendo el jugador? ―Ahora
todos estaban riendo. ―Hombre, siento pena por Park,
ahora entiendo por qué ha terminado por arrojar a ese niño
lejos. ¿Pretendía que no se daría cuenta de que mantenía a
su amante en la misma sala? Es asqueroso
Jimin empuñó sus manos, pero no encontró el valor para
salir. No es cierto, era lo que quería gritarles. Jungkook no le
había engañado. Él sabía que Hoseok era su ex novio desde
un principio, y Jungkook nunca tuvo un acercamiento a él
más que amistoso. Jungkook fue fiel y dijo que le amaba. Y
él lo terminó sólo porque no pudo hacer las cosas bien. ¿Por
qué la gente hablaba mal e intentaba encontrar un culpable
tras el quiebre? Pero no había sido Jungkook. Ellos no eran
nadie para ensuciar el nombre de Jungkook.
―Uh, chicos, ustedes están sonando como unas malditas
víboras ahora ―Jimin se tensó al escuchar la voz de Taemin
de repente. ¿Había estado ahí todo el tiempo?
―Park se deshizo de ti a la velocidad de la luz. No es
sorprendente para ninguno de nosotros que te pongas
contra él
Jimin tragó saliva con nerviosismo cuando la risa de
Taemin resonó en todo el lugar, llena de falsedad y burla.
―Acuerdo mutuo, chicos. Jamás fuimos más que
compañeros de cama ―Se mofó. ―¿Vieron mi foto en su
perfil? ¿Caminé de la mano con él alguna vez? ¿Nos
besamos frente a la facultad? No, porque no fuimos ninguna
mierda cursi, y Jeon sí lo fue. Pueden decir lo que quieran,
pero cualquiera que conoce un poco a Jimin sabe que
Jungkook es diferente para él ―Jimin cubrió su boca cuando
el nudo en su garganta comenzó a atormentarlo.
Jungkook fue diferente para él.
―Y Jimin fue el idiota de Jungkook ―Rieron los demás,
mientras el rubio negaba con la cabeza, queriendo quedar
sordo.
Él fue especial para Jungkook. Sus ojos se aseguraban de
decírselo siempre. Su toque. Sus palabras. Todo él era un
completo amor.
¿Por qué todo se había vuelto tan insostenible?
―Y cualquiera que conociera a Jungkook, sabría que no es
la clase de tipo que comenzaría una relación sólo porque sí
―Comentó amargamente.
―¿Quizás te estás poniendo de su lado porque el otro
involucrado es Jung Hoseok? No es como si no los
hubiéramos visto juntos ―Lo encaró otro. ―¿Ocultas bajo la
alfombra la mierda de tu amigo? Eso es adorable
Jimin se sobresaltó cuando escuchó un estruendo justo
después de esas palabras; alguien había sido empujado
contra los casilleros.
―No me pongas de mal humor, Kim ―Amenazó Taemin.
―Ustedes no van a condenar a Jungkook sólo por haber
tenido un novio antes de conocer a Jimin. Si eso lo convierte
en un jugador, ¿qué son ustedes ahora, hijos de puta? ―Su
voz, además de contener ira, estaba llena de una retorcida
diversión. ―Si creen que es tan fácil salir con él, ¿por qué
no van y le besan los pies al mocoso? Les encanta
humillarse solos, ¡así que les vendrá bien ser pateados por
él mismo! ¡No tienen nada de dignidad por perder!
―¿Esto es por él? ¿Eres su amigo?
―¿Te importa? ―Rió. ―Compañeros, vamos a dejar las
cosas claras aquí mismo, si los escucho decir algo más en
contra de él, no se las dejaré fácil, ¿me escuchan? ―Otro
golpe contra los casilleros. ―Presentaré acciones legales
por difamación
―¡Todos están hablando de él!
―Pero ustedes son los que están escupiendo mierda
frente a mí
El lugar se quedó en silencio unos segundos y, de repente,
los pasos se apresuraron por el lugar y Jimin escuchó
puertas abrirse y cerrarse. Temblando de frío, se asomó por
la abertura para comprobar que los chicos que estaban
hablando mal de Jungkook ahora estaban encerrados en las
duchas. Y, efectivamente, no se sorprendió de encontrar
solamente a Taemin ahí de pie, demasiado serio.
―¿Estabas escuchando a escondidas?
―Estaba aquí desde antes ―Se defendió, escabullándose
rápidamente para alcanzar sus pertenencias y comenzar a
vestirse.
Taemin se dio la vuelta, comenzando a desvestirse
mientras Jimin apartaba la toalla que había puesto alrededor
de su cintura. El ambiente era incómodo entre ambos, así
que agradecía el ruido de las duchas en el fondo. Aun así,
no podía evitar las dudas que lo atacaban tras escuchar esa
conversación. ¿De verdad Taemin acababa de ponerse de
lado de Jungkook? Jamás le pareció que este fuera santo de
su devoción. Por la forma en que siempre intentaba
convencerlo de no ir tras el menor, habría jurado que tenía
algo contra él.
―Creo que alguien está intentando hacerte ver como un
mártir ―Dijo Taemin de repente junto a él, sobresaltándolo.
Jimin miró de reojo al chico de torso desnudo que ahora le
extendía un papel. ―Alguien ha publicado un vídeo de
Jungkook, quizás podrías buscarlo. Entenderás porque de
repente todos parecen tan interesados en ustedes, al menos
más de lo usual ―Agitó el papel frente a él.
―¿Qué es esto? ―Jimin tomó el papel, comprobando su
contenido. Su expresión ensombreció al ver que se trataba
de una entrada para la fiesta de los reyes.
―Tu rey tendrá su fiesta este viernes y comunicación hizo
un stock aparte para los estudiantes ajenos a su
departamento. Se han agotado rápidamente, así que
déjatela
―¿Por qué querría ver a Jungkook justo ahora?
―¿Por qué querría verlo yo? ―Se burló, dándole la
espalda. ―Sólo las conseguí para algunos amigos y esa
sobró. Y tú tienes cara de estar dispuesto a hacer lo que sea
con tal de mirarlo, aunque sea desde lejos, porque tus
acciones y tus deseos son dos cosas malditamente
incongruentes
―¿Yo soy malditamente incongruente? ―Le miró con
molestia. ―Eres tú quien siempre ha estado en contra de
nosotros y ahora finges que te preocupas por él. Jungkook
no necesita a alguien como tú en su vida. Él ni siquiera te
ha perdonado por lo que le hiciste
―Él no me necesita, nunca lo ha hecho, pero tomando en
cuenta que le has dejado de inmediato, eres el menos
indicado para señalarme con el dedo. He estado en contra
de algo que no iba a funcionar, ¿y me equivoqué? ―Se
mofó. ―No necesito fingir preocupación por nadie, Jimin
El rubio tomó su bolso, arrojando la entrada junto al resto
de sus pertenencias para dirigirse a la salida. Simplemente
ya no podía soportar a alguien como Taemin. Sus palabras,
acertadas o no, siempre hacían un caos en su mente.
―Por cierto ―Llamó el mayor, antes de que fuera capaz
de salir. ―HyoSik fue arrestado ayer, así que puedes dormir
en paz
Jimin cerró la puerta tras de sí, incluso si quiso correr de
regreso para saber los detalles. No sabía que sus piernas
estaban temblando como gelatina hasta que necesitó
apoyarse contra una pared. ¿HyoSik había sido arrestado?
¿Finalmente? El alivio se convirtió en lágrimas que
entorpecieron su visión, pero rápidamente las secó.
Jungkook estaría bien. No había ningún loco por el que
preocuparse ahora. Ese chico no volvería hostigarlo nunca
más y él no volvería a escribir otra denuncia con la marchita
esperanza de que le tomaran en cuenta.
Jimin permaneció un minuto calmándose, para luego
caminar hasta la salida del edificio. Namjoon y Taehyung
estaban esperando por él para almorzar, y se sorprendió
cuando no encontró a las chicas con ellos. Las cosas habían
estado un poco tensas desde su ruptura con Jungkook, pero
no quería creer que sus amigas estaban lo suficientemente
decepcionadas como para darle la espalda incluso para
comer.
―¿Dónde están YooJung y Jeonghwa?
―YooJung me ha dicho esta mañana que ayudaría a
ordenar el almacén con disfraces ubicado en el teatro
―Namjoon revisó su celular. ―Le he enviado un mensaje,
pero no ha contestado. Supongo que todavía está allá
―Así que iremos hasta allá para comprobarlo ―Jimin miró
fijamente a Taehyung, quien lucía como un zombie mientras
comenzaba a caminar en dirección al teatro. ―Jeonghwa no
responde mis mensajes y llamadas desde ayer. Creo que
está enojada conmigo. En realidad, ¿no creen que ella ha
estado actuando extraño este último tiempo? ―Preguntó,
mirando entre su amigo y su primo, quienes sólo apartaron
la mirada. ―Estoy preocupado por ella, tampoco luce muy
bien
―¿Por qué no intentas hablar con ella? ―Señaló Namjoon
la obviedad.
―Porque me está evitando. ¿No me estoy expresando
adecuadamente con ustedes? ―Preguntó, revolviendo sus
cabellos con exasperación. Su mirada se detuvo en Jimin y
suspiró al verle caminar con el celular en la mano. ―Por
favor, no quieres ver eso
―¿Qué cosa? ―Ahora Namjoon giró hacia el rubio,
curioso.
―El vídeo de Jungkook. Es eso, ¿cierto? ―Cuestionó el
menor de todos, mirando con desaprobación a su mejor
amigo. ―Es inútil, no tienes que verlo, ¡terminaste con él!
¿Es tu manera de superarlo?
―¿No es muy pronto para superarlo, acaso? Mi maldito
corazón decidirá cuándo soltarlo, Taehyung ―Respondió
tajante Park, preguntándose cuál era el perfil donde estaba
el dichoso vídeo. Taehyung suspiró y revisó su propio
celular, mandándole el link por mensaje para atraer su
atención de vuelta.
―Si realmente quieres saberlo... ―Comenzó a decir
Taehyung. ―Leí algunos comentarios de personas que
estudiaban con él en ese entonces. Aparentemente, sus
compañeros lo obligaron a subirse al escenario, porque
tiene una buena voz y le gusta a las chicas, nada muy
diferente de todo el rollo de la competencia de reyes. Y
entonces... ¿era como una competencia de talentos para las
alianzas? Así que él cantó esa canción ―Hizo una pausa
cuando el rostro de su amigo ensombreció. ―Nothing like us
―Murmuró. ―El perfil que la subió dice que la cantó para su
ex novio, pues habían terminado hace poco y todos ahí lo
sabían. Creo que incluso en el instituto la gente amaba
seguir la vida amorosa de Jungkook
―¿Y por qué ese vídeo está circulando ahora? ―Preguntó
Namjoon, sin entender por qué la gente intentaba traer de
regreso el pasado del menor.
―Porque a la gente le gusta hablar, sobre todo cuando se
trata de algo malo. El resto se ha enterado de que Jung
Hoseok es su ex novio y están seguros de que Jimin ha
eliminado las fotos de Jungkook, porque él le ha engañado
con su tutor de baile
Namjoon abrió la boca, sorprendido por los rumores; sólo
un loco podría creer que alguien como Jungkook podría
hacer tal cosa. Girando hacia Jimin, no tuvo tiempo de
preguntar qué pasaba por su cabeza, pues este ya estaba
reproduciendo el vídeo, torturándose a sí mismo.
La gente había tenido razón, la voz de Jungkook era
preciosa. Pero el dolor que había en ella, definitivamente no
era una dedicación al aire. La estaba sintiendo; el dolor de
la ruptura, la perdida, lo inevitable. Jungkook,
efectivamente, le estaba cantando a su antiguo amor. Y
Jimin lo comprobó mientras frotaba sus ojos, diciéndose a sí
mismo que no había razón para llorar.
Pero, ¿por qué había tenido que ser Hoseok y no él?
Hoseok lo había tenido todo. Había sido el primero en
romperle el corazón. Jimin no quería escuchar de un amor
tan devoto como el de Jungkook por su primer amor. ¿Lo
que decía sentir por él podría asemejársele siquiera? No era
su problema, ciertamente. Él había renunciado. Pero quería
correr a su cuarto y llorar al pensar en Jungkook regresando
con Hoseok.
¿Acaso no existía esa posibilidad ahora? Ambos estaban
solos y tenían toda una historia. Hoseok aún le amaba como
un loco. ¿Jungkook podría amarle de regreso también? ¿No
decían todos que el primer amor era inolvidable e
insuperable?
―Todos creen que no hay otro más después del primero,
Jimin ―Murmuró Taehyung al verlo tan decaído, como si
pudiera leer sus turbios pensamientos. ―Jungkook amó a
Hoseok, ¿y qué? Lo soltó, sabes que lo hizo, se enamoró de
ti ahora
―Y tú decidiste que no funcionarían juntos ―Agregó
entredientes Namjoon, apartando la mirada cuando su
primo le miró amenazante. ―Está siendo injusto con el
chico ―Chasqueó con la lengua.
―Sé que lo soy. Sé que es mi problema. Sé que no soy
Hoseok y sé que no soy el primero para Jungkook ―Guardó
su celular, secando unas lágrimas que se le habían
escapado. ―Pero es una mierda comprobar lo que significó
para él, ¿saben? Porque siempre he sentido que Hoseok es
mucho mejor prospecto que yo, y quería pensar que de
todas formas él no había sido tan grandioso para Jungkook.
Y me equivoqué. Siempre me equivoco ―Suspiró con
molestia. ―Ojalá fuera más fácil no sentirse mal por esto.
Soy un estúpido por odiar a su ex novio y un amor que ya
no está, pero no puedo evitarlo. Y como si no fuera
suficiente, ellos están hablando mal de Jungkook ahora, sólo
porque fui lo suficientemente idiota para quitar las fotos de
mi perfil y darles una razón para hablar e investigar de él
―No puedes evitar que la gente hable, Jimin ―Le recordó
con pena el mayor. ―Puedo preguntarle a Yoongi cómo está
tomando Jungkook esto, si eso te tranquiliza de alguna
forma ―Jimin asintió, volviendo a frotar sus ojos para
intentar soportar el escocer. Jungkook era un chico fuerte,
pero después de tantas cosas, le dolía pensar que hasta el
más ligero golpe sería capaz de derribarle. ―Pero hay una
buena noticia, ¿sabes? Yoongi me ha dicho que HyoSik ha
sido arrestado ayer
―Sí, yo... escuché de ello en los vestuarios ―Rió
desanimado, intentando reír. ―No todo puede ir tan mal,
supongo
Namjoon asintió, dando una palmadita en su espalda para
animarlo. Taehyung le miró con tristeza al saber que no
sería suficiente con sólo un gesto. Aunque llevaba años de
amistad con Jimin, aún no era capaz de comprender por qué
para el chico había resultado una calamidad que Jungkook
fuera asexual, y esperaba que su amigo se decidiera a
hablar de ello. Porque no podía ser solo por sexo, ¿cierto?
Debía haber algo más. Jimin no era tan superficial como la
mayoría pensaba. Y él de verdad lucía perdidamente
enamorado del menor.
No terminas con quien amas sólo porque sí.
Namjoon sacó su celular cuando estuvo frente a las
puertas del teatro, cerciorándose de si había obtenido una
respuesta de su novia, pero ella aún no había dicho nada.
Mirando a sus acompañantes, les hizo una señal para
hacerles saber que entraría, y ellos no tardaron en seguirle.
Taehyung tomó la delantera al conocer el sitio de memoria y
levantó el pulgar cuando al abrir la puerta por el pasillo a
camerinos, pudo escuchar perfectamente una voz femenina.
Sin embargo, no era sólo una voz.
―¿Quién es esa? ¿Es Jeonghwa? ―Preguntó Jimin, quien
era el último en entrar.
―Bien, ella no contesta mis mensajes, no se aparece por
la universidad, pero sí tiene tiempo para andar aquí, ¿eh?
―Rió entredientes, un poco molesto.
El mayor del grupo entornó los ojos mientras atravesaba
el pasillo. Aparentemente, no había nadie más además de
las chicas en ese lugar. Abriendo una puerta cualquiera,
Taehyung rió de él en voz bajita al equivocarse,
recordándole que en realidad no sabía cuál era la habitación
de los disfraces y ni siquiera era lo suficientemente suspicaz
para seguir el murmullo de las voces.
―Ilumíname ―Pidió, señalándole el pasillo, y el menor
volvió a caminar por delante de él.
―Jeonghwa, me estás poniendo ansiosa ―Namjoon sonrió
al escuchar la voz de su novia a solo una puerta de
distancia. Esta estaba entreabierta y se preguntó si tendrían
que golpear de todos modos. ―Dijiste que vendrías aquí
porque querías ayudarme, ¿así que por qué estás dando
vueltas en círculo? El lugar es pequeño y me está dando
claustrofobia ―Oh, ella sonaba dulce incluso cuando estaba
ofuscada.
―Tengo un problema ―Taehyung empujó la puerta
ligeramente, saltándose las formalidades. ―Creo que podría
estar embarazada
Y la reacción de todos fue demasiado rápida entonces.
YooJung volteó alarmada, queriendo encontrarse con una
mueca divertida, pero no había nada de divertido en la
expresión afligida de su amiga. La mirada de Namjoon se
amplió, Taehyung dejó de respirar, y el ambiente se quebró
por completo cuando Jimin empujó a sus amigos para entrar
primero, completamente alterado.
―¿¡Estás embarazada!? ―Y sin sutileza, por supuesto.
Jeonghwa volteó mecánicamente, encontrándose con los
tres hombres a la entrada del lugar. Su rostro se volvió
blanco, como si hubiera visto un fantasma, y Taehyung salió
de su shock en el momento justo para sostenerla antes de
que trastrabillara. Jimin tenía sus manos cubriendo su boca
mientras intentaba mantener su sobresalto para sí mismo,
aunque ya fuera inútil.
―¡Oh, Dios, chicos! ―La mirada de reproche de YooJung
fue desde Jimin a su novio, quien lucía como un cachorro
triste. ―¿Nadie les ha enseñado a tocar la puerta? ¡Estamos
teniendo una conversación de chicas aquí!
―Lo siento... ―Murmuró Namjoon, bajando la mirada.
―Yo no lo siento. Nuestra amiga podría estar embarazada,
¿y nos están dejando fuera de esto? ―Jimin aún estaba
alarmado mientras comenzaba a girar sobre sí mismo.
¿Cómo era posible que Jeonghwa pudiera estar
embarazada? ¿Estaba saliendo con alguien y no se los había
dicho? ¿El chico no se estaba haciendo responsable? ¿¡No se
habían cuidado!?
Los ojos del rubio se abrían y cerraban mientras su cabeza
seguía llenándose de más y más preguntas. YooJung, por su
parte, suspiró antes de voltear a la chica que lucía a punto
de desmoronarse.
―Ven, siéntate aquí ―YooJung tomó su mano, ayudándola
a sentarse en un taburete. Taehyung dio un paso atrás
mientras les miraba afligido. ―¿Quieres que los chicos se
vayan para que podamos hablar de esto?
Los ojos de Jeonghwa se llenaron de lágrimas mientras
miraba de reojo entre sus amigos, deteniéndose unos
segundos más en Taehyung antes de volver hacia YooJung.
―Tengo un atraso de más de dos semanas, YooJung
―Finalmente dijo, su voz saliendo contenida. ―Y aunque he
tomado las pastillas por años, es primera vez que esto pasa.
Creo-Creo que podría haber tomado los anticonceptivos a la
hora equivocada o quizás los olvidé un día, no sé, a veces
estoy atareada, ¿sabes? Y yo... ―Llevó sus manos a su
rostro, temblando. ―Me he sentido mal desde hace días. Y
estoy malditamente asustada. No quiero ir con el médico,
no quiero comprar una prueba de embarazo, no quiero...
hacer esto sola ―Sollozó. ―Ellos me mirarán como si
hubiera cometido una calamidad. No estoy preparada para
esto
YooJung se inclinó a su lado, rodeándola con sus brazos
mientras intentaba calmarla. Por un minuto sólo se escuchó
su llanto ahogado mientras los chicos no tenían claro qué
hacer. Namjoon se estaba arrepintiendo de haber ido sin
avisar y Jimin creía que quizás sí necesitaban estar a solas.
Sin embargo, Taehyung no dejó de mirar a Jeonghwa con
impotencia, y Jimin se preguntaba si acababa de recibir un
golpe bajo, finalmente. Debía ser un shock para él que ella
estuviera manteniendo relaciones con otro chico, ¿no?
Incluso si estaba en todo su derecho.
―¿Por qué no me buscaste? ―Preguntó de repente
Taehyung cuando el llanto dejó de oírse. ―Es a mí a quien
tenías que buscar, no a YooJung
―¿Qué sabes tú de esto, Taehyung? ―La chica secó sus
lágrimas, mirándole con molestia.
―¡Tuvimos sexo, Jeonghwa! ¡Cualquier cosa que esté
sucediendo, soy tan responsable como tú!
Los ojos de Jimin se agrandaron desmesuradamente.
YooJung se levantó y empujó suavemente a su novio,
dándole a entender que era el momento de dejarlos solos.
La mente de Jimin trabajó a mil por hora mientras era
arrastrado por la pareja hacia el exterior.
―Oh, maldición, ¿¡Taehyung ya no es virgen!?
―Prácticamente gritó.
Taehyung pasó una mano por su rostro mientras le puerta
era cerrada, dejándole a solas con Jeonghwa. Una fina
sonrisa, un tanto amarga, había aparecido en sus labios
como reacción.
―No se lo dijiste ni a tu mejor amigo, ¿eh?
―Era sobre ambos ―La voz de él se suavizó mientras la
miraba. ―Actuamos como si nada al día siguiente, así que
pensé que eso había sido todo. Si lo que querías era pasar
de página y seguir siendo amigos, iba a respetarlo y no se lo
contaría ni siquiera a Jimin ―Se encogió de hombros. ―¿No
era eso lo que querías?
―Sólo lo estabas deduciendo, ni siquiera lo preguntaste
―Secó sus lágrimas. ―No tuvo importancia para ti
―Ambos bebimos esa noche, pero no lo suficiente para
justificarlo con el alcohol. Sabíamos lo que hacíamos y
estuvimos de acuerdo. Me sentía atraído por ti, y tú te
sentías de la misma manera por mí. Fuiste la primera en
besarme, Jeonghwa ―Le recordó. ―Y ha sido la primera y
única vez que he estado con una chica. Así que, ¿de verdad
creíste que fue insignificante? Sé que no fue ni el lugar ni el
momento más propicio. No fue romántico, si lo miramos de
esta forma. Pero fue especial para mí, porque eras tú. No
me acosté contigo porque estaba caliente, lo hice porque
me gustas ―Su voz se rompió. ―Y lamento no habértelo
dicho en ese momento
Jeonghwa miró sus manos, sintiendo sus ojos escocer de
nuevo. Había odiado sentirse como una niña tonta e ilusa;
esa no era ella. Se negaba a que su corazón fuera roto por
un chico, y había sido más fácil fingir que no había dolido
hacer como si nada hubiera pasado entre ellos. Pero dolió,
sobre todo cuando Taehyung siguió reuniéndose con su ex
como si no le importaran ni es lo más mínimo sus
sentimientos.
Todo se había sentido como un constante recordatorio de:
fue algo de sólo una noche, porque estoy interesado en
alguien más.
―¿No estás intentando hacerme sentir mejor sólo porque
podría estar embarazada? ―Murmuró.
―Lamento confesarme bajo estas circunstancias
―Admitió avergonzado, arrodillándose frente a ella para
tomar sus manos. ―Pero quiero pensar que no es
demasiado tarde. Tenemos tiempo para hablar de cómo nos
sentimos el uno por el otro, ¿cierto? ―Preguntó. ―Pero,
justo ahora, puede que sea más importante saber qué está
pasando contigo
―No tienes que acompañarme
―Lo haré ―Presionó más sus manos. ―No dejaré que el
resto hable de ti. Yo... fui un estúpido al no cuidar de ti, de
nosotros
―Lo hiciste―Susurró. ―Yo te dije que no te preocuparas
―Debí ser más precavido ―Insistió. ―Perdón, Jeonghwa.
Sabes que no te dejaré sola en esto, ¿cierto?
―No quiero ser madre, Taehyung ―Sollozó una vez más,
comenzando a temblar. Taehyung volvió a levantarse y la
ayudó a ponerse de pie, atrayéndola a sus brazos.
―No lo sabemos todavía ―Le reconfortó. ―Y pase lo que
pase, te apoyaré
Jeonghwa se distanció de él, reuniendo valentía. Sabía
que quizás se estaba adelantando a los hechos, pero el
futuro parecía demasiado terrorífico de repente. Taehyung
tomó su mano con fuerza y la impulsó a salir,
tranquilizándola cuando se encontró con el resto de sus
amigos afuera. YooJung y Namjoon le brindaron sonrisas de
confianza y Taehyung se aseguró de darle una filosa mirada
a su mejor amigo antes de que este dijera algo inoportuno.
Habría tiempo para aclararlo todo, pero ese no era el
momento.
Taehyung se encargó de comprar la prueba de embarazo.
Jimin se conservó de pie junto a él y le mandó una mirada
seria a la chica que le atendió, pues parecía escandalizada
con lo joven que lucía su comprador. Su amigo casi tuvo que
arrastrarlo fuera de la farmacia cuando lo vio dispuesto a
mostrarle la lengua a la cajera, como si estuviera realmente
ofendido y esa fuera la mejor manera de defenderlo.
―Hombre, la gente no tiene que abrir la boca para hacer
notar lo prejuiciosa que es ―Comenzó a decir Jimin mientras
ambos caminaban hasta la casa de los Kim, donde el resto
estaba esperando. ―¡Ella parecía dispuesta a preguntar por
tu pareja incluso si ni siquiera la conoce! Lo que hay que
ver... ―Chasqueó con la lengua.
―Jimin-
―Pero, ¿cómo has podido tener sexo sin preservativos?
¿No has aprendido nada de mí en todos estos años?
¡Siempre debes cargar con uno! ―Continuó hablando. ―¡Y
ni siquiera me has dicho que has dejado de ser virgen!
―Tiró de sus cabellos, aún en shock.
―Era algo entre Jeonghwa y yo, Jimin ―Insistió, cansado.
―Siempre pensé que soñabas con una primera vez
bastante cursi. Con velas aromáticas, pétalos de rosas, y
toda esa mierda cursi ―Murmuró, mirando la calle.
Taehyung sólo rió entredientes.
―¿Era eso lo que tú soñabas cuando te imaginabas con
Jungkook?
Jimin quería decir que no. Él no se había imaginado las
velas y los pétalos de rosas, pero definitivamente si había
pensado en un lugar íntimo. Ellos estarían solos, en un
cuarto, sin preocuparse de nada. Nada de fiestas en el piso
de abajo ni alcohol en la sangre. Jimin deseaba estar
completamente consciente y recordarlo detalle a detalle.
Nadie irrumpiría en su momento. Sería algo duradero. Lo
harían lentamente, sin apuro, y no habría lugar en el cuerpo
de Jungkook que sus labios no hubieran besado. Se habrían
acurrucado más tarde mientras se decían lo mucho que se
amaban hasta que el sueño les venciera. Y quizás él ni
siquiera habría dormido de lo emocionado que estaría, tal
como había sucedido la noche de su primer gran paso.
Habría sido lo ideal.
Había sido sólo un tonto sueño.
―Tu cara habla por sí sola ―Señaló el menor al verle
perdido en sus pensamientos. ―¿Sabes? Aún estás a tiempo
de hacerlo realidad. Quizás es malo todo este ir y volver,
pero creo que ustedes ni siquiera deberían ir en ambas
direcciones. Se quieren, así que...
―Ya no importa, Tae ―Interrumpió en un suspiro. Y
aunque el contrario quiso insistir una vez más, guardó
silencio cuando Jimin siguió hablando. ―Si te ha gustado
todo este tiempo Jeonghwa, ¿por qué has esperado llegar a
este punto? ―Preguntó. ―Es difícil para mí entenderlo.
Cuando acepté mis sentimientos por Jungkook, yo sólo fui
por él
―No tenías nada que perder ―Jimin le miró de reojo, sin
comprender. ―Desde un principio has tenido claras tus
intenciones con Jungkook. Quizás al inicio era sólo sexo,
pero luego agregaste el factor amor, y de alguna forma las
cosas iban de la mano ―Rió entredientes. ―No es mi caso
con Jeonghwa. Tuve una clase de crush con ella cuando la
conocí, porque era demasiado genial como para no notarlo.
Pero ella... ―Rodó los ojos. ―Es amigable con todos los
chicos. Golpeaba mi hombro y se reía de mí. Me trataba con
mucha confianza. Con el tiempo no me sentí tan especial,
sino que como un amigo más, y eso estuvo bien, porque era
la clase de persona que quería mantener en mi vida de
todas formas ―Suspiró. ―Así que arranqué la flecha y se la
devolví a cupido
―Era tu amor platónico... ―Jimin le miró consternado.
―Siempre lo negaste ―Taehyung se encogió de hombros.
―¿Y ahora?
―Ella me gusta, mucho. Pero estaba arriesgando mi
amistad. Jungkook tenía razón cuando dijo que yo era la
clase de tipo que prefería no correr riesgos. Fui un cobarde y
la dañé
―Y le hiciste creer que aún tenías sentimientos por tu ex
―Dedujo, golpeando su hombro cuando su expresión
ensombreció. ―Pero estás a tiempo de arreglarlo
―El tiempo podría volverse nuestro aliado o nuestro
enemigo, Jimin ―Murmuró con una sonrisa débil.
Y Jimin no quiso preguntar a qué se refería.
Nota:
Había olvidado mencionarles que este capítulo empezaría
con un recuerdo (?). Este capítulo tenía que ser subido el
viernes, pero Wattpad ha estado dando problemas y
finalmente he terminado por subirlo hoy. La buena noticia es
que el fic cumple exactamente un año y no ha faltado la
actualización unur
Además, subiré la playlist dentro de un rato! Así que
si les llega otra notificación, será por eso. La mandaré al
inicio del libro, por cierto. Justo después de la intro.
Y por último, el dato que había quedado pendiente.
Quedan 6 capítulos para que este fic termine. Aún no
he decidido la cantidad de extras que agregaré, así que
obviamente estos no están considerados aquí, así como el
epílogo (y el epílogo será subido después de todos los
extras).
¡Nos leemos el próximo viernes! (Si Wattpad y el internet
no me fallan). Gracias por este tiempo leyendo Gris
٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
[43]

Jimin tomó la mano de Taehyung mientras con el resto


esperaban en el salón a que Jeonghwa saliera del baño.
Yeontan dormía plácidamente junto a él, ajeno a la tensión
en el ambiente, y miró de reojo la cara de todos los
presentes, sin saber cómo animarles.
―Hey, hacer sonreír a las personas es cosa de los perros.
¿Qué haces durmiendo cuando tienes que trabajar? ―Se
quejó en voz baja hacia el can que sólo movió sus patitas,
aparentemente comenzando a correr en sus sueños.
―¡Tannie!
―Shh, déjalo dormir ―Se quejó el dueño, poniendo sus
ojos en blanco mientras ocultaba una sonrisa. Suspiró con
cierto sosiego cuando Jimin se recargó más contra él,
recordándole de alguna forma que no estaba en solo. En
realidad, estaba bastante acompañado.
―Conserven la calma, chicos ―YooJung decidió hablar,
mirando entre todos. ―Quizás ella sólo está estresada
―¿Las chicas sufren atrasos por estrés? ―Jimin le miró
sorprendido.
―¡Todo el tiempo! ―YooJung se cruzó de brazos,
pensativa. ―Entiendo que Jeonghwa esté asustada, creo
que cualquiera lo estaría en su lugar, pero lo que sea que
haya provocado su atraso, no necesariamente debe ser por
un embarazo. Acabamos de terminar un periodo de
exámenes y sus relaciones intrapersonales han estado un
poco... ―Aclaró su garganta, intentando no mirar a
Taehyung. ―Han sido un poco inestables. Si al final resulta
que esto no es nada por lo que preocuparse, espero que les
sirva como una lección ―Y ahora sí dedicó una mirada filosa
hacia el primo de su novio.
―Lo que ella dijo ―Aportó Namjoon, presionando la mano
de su novia mientras su mirada iba desde su acomplejado
primo hasta la chica. ―Pero no le mires así ahora, ¿sí? ―Le
pidió. ―Está un poco susceptible
YooJung puso los ojos en blanco, poniéndose de pie
cuando Jeonghwa ingresó al salón. La chica sostenía la
prueba de embarazo con una sonrisita temblorosa y ojos
suplicantes.
―Sólo hay que esperar ―Murmuró.
Los minutos nunca habían resultado tan eternos. Cuando
el cronometro se escuchó, haciéndoles saber que ya habían
esperado el tiempo suficiente, nadie se movió de su lugar.
Jeonghwa sostenía fuertemente la prueba en su mano, pero
no se atrevía a abrir los ojos. Taehyung se soltó de Jimin y
cuidadosamente tomó su mano, trayendo su atención hasta
él.
―¿Qué pasará si...? ―Comenzó a decir en un susurro,
pero Taehyung sólo negó con la cabeza.
―Primero vamos a ver, ¿de acuerdo? ―Tocó ligeramente
su mejilla, calmándola.
Jeonghwa inhaló y exhaló, descubriendo la prueba para
poder mirarla. Taehyung chasqueó con la lengua al notar
que en realidad no sabía cómo funcionaban esas pruebas y
se alteró cuando la chica junto a él simplemente comenzó a
llorar.
―Oh, Jeonghwa, no llores, podemos con esto, te dije que
te apoyaría en todo. ¿Quieres tener al bebé? Entonces
estará bien. ¿No quieres tenerlo? Eso es-yo buscaré una
solución. Pero estaré contigo, siempre. Juro que-
Las palabras apresuradas de Taehyung se vieron
interrumpidas cuando los sollozos de la chica se volvieron
risas un tanto histéricas, y se congeló cuando ella
simplemente le abrazó, mojando su camiseta.
―Eres un idiota tan dulce, te odio tanto ―Taehyung puso
sus manos en sus hombros, sin saber qué decir. ―Es
negativo, Tae. Sólo estoy demasiado aliviada ―Se distanció
de él, secando sus lágrimas.
El color volvió al rostro de Taehyung y ahora él la abrazó.
YooJung y Namjoon volvieron a respirar, mirándoles en
silencio, y Jimin abrazó a Yeontan mientras miraba a su
mejor amigo y Jeonghwa. Ellos lucían tan unidos de un
momento a otro, que incluso si sonrió feliz por ambos, su
corazón no pasó por alto las enredaderas llenas de espinas
en las que parecía encontrarse apresado.
Eran tan jóvenes. Ni siquiera habían terminado la
universidad. Pero, en el futuro, ¿quizás sí querrían formar su
propia familia?
Jimin siempre se había imaginado a sí mismo formando
una familia con la persona de la que se enamorara como un
loco, pero la había dejado ir. Sus planes, repentinamente,
parecían más un sueño utópico. ¿Por qué se había
imaginado amando a alguien intensamente y siendo
correspondido, si no sabía manejar una relación? No sabía
dar amor. No sabía aceptarlo. Toda su vida se había
engañado soñando con cosas que desconocía.
Vaya ironía.
―¿También estás emocionado por mí? ―Taehyung se rió
al encontrarlo con los ojos llorosos y Jimin apartó las
lágrimas, escapando de sus pensamientos para sonreír.
―Correcto, soy demasiado joven para que me conviertas
en tío. Espera a que tenga dinero suficiente para consentir a
los niños, ¿sí? ―Bromeó.
Taehyung sonrió abiertamente, girando hacia Jeonghwa.
La chica estaba brillando en toda su magnitud, tal y como
siempre, y le alegraba tenerla de vuelta.
―Eso es ―Jeonghwa pasó sus manos por su rostro,
sonriendo a todos. ―Siento-Siento haber hecho de esto algo
grande, no quería arrastrarlos conmigo y- ―YooJung negó
con la cabeza, restándole importancia. ―De verdad
agradezco poder contar con ustedes. Supongo que la
ansiedad me ha ganado esta vez
―No es para menos ―Rió entredientes Jimin, haciéndole
cariño a Yeontan. Jeonghwa le mostró la lengua
graciosamente y volvió a mirar hacia el resto.
―Supongo que iré a la clínica para consultar por mi atraso
de todas formas. Ahora, en realidad, estaba esperando
verlos para un motivo diferente ―Rió avergonzada. ―¿Están
al tanto de que la fiesta de comunicación es este viernes?
―Espera, ¿por qué estás cambiando de tema tan
drásticamente? ―Taehyung le miró sorprendido. ―¿Es
momento para pensar en fiestas? Dijiste que irías a la
clínica, así que quizás debería a-
―¡Es el momento perfecto, hombre! No es el fin del
mundo por un atraso. En cambio, terminamos nuestros
exámenes y no estoy embarazada. ¡Eso es motivo suficiente
para celebrar! ―Taehyung cubrió su rostro, avergonzado de
que ella dijera tan abiertamente eso; era un alivio que sus
tíos no estuvieran presentes. ―Por lo tanto, ¡Seokjin-ssi ha
conseguido entradas para mí! ¿Vamos a ir, cierto? ¡No
pueden dejarme con las entradas en las manos!
La pareja asintió de manera automática y Taehyung
suspiró, sin poder negarse. Todos giraron automáticamente
hacia Jimin, cuya expresión ahora era neutral, y la sonrisa
de Jeonghwa se volvió incómoda cuando sus miradas se
toparon.
―En realidad... ―Aclaró su garganta. ―Seokjin sólo me ha
reservado 4 entradas ―Admitió. ―Él sabe que siempre
somos nosotros 5, así que supongo que... uhm...
discretamente me está pidiendo que elimine a uno de
ustedes del grupo ―Musitó con pesar, sus ojos aún sobre
Park.
―No, somos 5, no podemos dejar a Jimin afuera sólo
porque Jungkook estará ahí también ―Se precipitó en decir
Taehyung. ―Seokjin hyung está siendo realmente injusto.
¿Aún podemos conseguir otra entrada, cierto?
―Se agotaron ―Jeonghwa pasó una mano por su cabello.
―Lo siento, Jimin
―No te preocupes, tengo una ―Se encogió de hombros,
bajando su mirada hacia Yeontan, que intentaba
mordisquear sus dedos.
―¿¡Has conseguido una entrada solo para ti!? ―Y ahora la
chica parecía indignada.
―Taemin me la ha dado hoy en los vestuarios. No estaba
interesado, honestamente, pero la he guardado de todas
formas ―Chasqueó con la lengua.
―¿Así que no piensas ir? ―Preguntó solemnemente
Namjoon. ―Es decir, acabas de decir que no estás
interesado, ¿no?
―No lo estaba, tiempo pasado. Yo iré ―Corrigió, tomando
por sorpresa a todos. ―Saben que jamás rechazaría una
fiesta, chicos ―Agregó sin darle mucha importancia.
YooJung tocó su barbilla, mirando fijamente al rubio, quien
fingía ignorarles. Taehyung miró a su amigo, esperando que
agregara algo más, pero renunció después de unos
segundos para mirar a Jeonghwa, ligeramente avergonzado.
―Nosotros-uhm... ¿está bien si hablábamos en mi cuarto
a solas? ―Preguntó.
―Hablar suena bien ―Musitó con una sonrisa apenada,
yendo tras de él cuando Taehyung le hizo un gesto para que
le siguiera.
Jimin esperaba que ellos pudieran llegar a un acuerdo o,
quién sabe, incluso comenzar a salir. El dolor volvió a su
corazón, como pequeñas espinas clavándose, y la imagen
de Jungkook llenó su mente. ¿Quién se creía que era Seokjin
al intentar privarlo de él? ¿Por qué no intentaba echarlo de
la universidad también?
―¿Vas a ir a esa fiesta para ver a Jungkook, cierto?
―Preguntó YooJung, sin poder callar más.
Pero Jimin sí calló. Fingiendo sordera, sólo siguió jugando
con la mascota de su amigo, sin levantar la vista ni una sola
vez. Porque no quería hacerle saber al resto que estaba
enfadado con Seokjin. Porque no quería hacerles saber que
estaba celoso de las buenas relaciones. Y, sobre todo,
porque no quería que ellos vieran sus ojos y supieran que
estaba desesperado por ver a Jungkook, aunque fuera a
metros de distancia.
No importaba si dolía o se metía en problemas por
intentarlo, él se aseguraría de ver con sus propios ojos al
menor.
♢♦♢♦♢
Jimin se sentía tenso para cuando se reunió con el resto
del grupo, dirigiéndose juntos al lugar de la gran fiesta. Se
había cuestionado a sí mismo un sinfín de veces si era
adecuado presentarse ahí, pero no había podido juntar
suficientes razones para quedarse en su dormitorio. Estaba
desesperado por ver a Jungkook, sabiendo todos los
rumores que corrían de él últimamente, y nada era
suficiente para mantenerlo al margen de ello. Sólo quería
verlo y comprobar que todo estaba bien; que los
comentarios de terceros no lo estaban destruyendo y que
seguía siendo el chico con confianza en sí mismo.
Jungkook no acostumbraba a desanimarse por
comentarios malintencionados y rogaba para que esta no
fuera la excepción. Además, sentía que debía disculparse
con él por permitir que los rumores se salieran de control.
―¿Qué estás haciendo aquí? ―Jimin se congeló cuando,
poco después de haber atravesado la entrada junto a sus
amigos, se topó con Seokjin y Yoongi. ―No entregué una
invitación para ti
―La conseguí por mis medios ―Murmuró, sintiéndose
pequeño bajo la molesta mirada del mayor. Seokjin jamás lo
había mirado como si quisiera sacarlo a patadas del lugar.
―Es una fiesta libre. Puedo pasar un buen rato junto a mis
amigos, ¿cierto?
―Mierda, es que ni siquiera conoces la vergüenza ―El
azabache escupió antes de reír amargamente.
―Seokjinie, vámonos de aquí ―Yoongi intentó calmarlo,
tomándolo por el brazo.
―¡No! ¡No quiero que él esté aquí! ―Seokjin señaló a
Park, quien comenzaba a desear que lo tragara la tierra.
―¡Si te atreves a dar sólo un paso cerca de Jungkook esta
noche, me aseguraré de que seas hombre muerto!
―Amenazó.
―¡Seokjin! ―Yoongi tiró de él inútilmente, pues el chico
era más fuerte que él.
―Hyung, ya basta ―Taehyung intervino por su mejor
amigo ante el silencio sepulcral del resto. ―Jimin tiene
razón, esta es una fiesta y él es libre de andar por aquí. Ha
conseguido su entrada limpiamente y no tienes derecho a
sacarlo de aquí ―Se cruzó de brazos. ―¿Y qué si quiere
hablar con Jungkook? ¿Lo golpearás si es Jungkook quien
viene a él?
―¡Jungkook no se acercaría a él! ¡Sólo Jimin podría ser lo
suficientemente cruel para acercarse poco después de esa
ruptura!
―¡Su ruptura es problema de ellos! ―Taehyung también
levantó la voz. ―¡Deja de ser tan inmaduro, intentando
cubrir a tu amigo de esto! ¡No tienes nada que hacer entre
ellos!
―¡Es fácil para ti decirlo, porque no tiraste a tu mejor
amigo a brazos de un imbécil, Taehyung! ―La boca del
joven cayó mientras los ojos de Jimin se abrían con sorpresa
hacia el furioso Seokjin. ―¡Le dije a Jungkook que le diera
una oportunidad! ¡Lo incité cientos de veces a acercarse a
él, creyendo que podrían ser algo bueno en la vida del otro!
¡Tuve fe en ti, maldita sea! ―Ahora dirigió su ira hacia el
rubio. ―¿Sólo para qué? ¿Para que rompieras con él tan
cruelmente? ¿Cómo pudiste decir tan fácilmente que
estabas enamorado de él? ¿¡Cómo pude ser lo
suficientemente idiota para creer que eras un buen tipo!?
―Yo-Lo-lo siento ―Balbuceó Jimin, sin saber qué decir. Las
miradas habían comenzado a posarse en ellos y Seokjin rió
roncamente, soltándose de su novio para darle una mirada
denigrante al chico frente a él.
―Deja de mentir, imbécil. No has sentido ni una mierda.
Conocerías tu lugar, de ser así
Seokjin se dio la vuelta, largándose. Yoongi murmuró una
disculpa antes de ir tras de él, quien se había alejado a un
paso apresurado.
Taehyung volteó hacia Jimin alarmado, escondiéndolo con
su cuerpo al notar que sus ojos comenzaban a lagrimear.
―Sólo está enojado, no lo escuches ―Intentó calmarlo
entre sus brazos, dándole una mirada al resto del grupo
para que prosiguieran sin ellos. ―Supongo que Jungkook
está triste y a nadie le gusta ver a un amigo triste. No es tu
culpa, Jimin, sólo-
―Es mi culpa ―Respondió con voz ronca, distanciándose
de él para apartar las lágrimas. ―Está bien. Estoy bien. Iré
por un trago
Taehyung mordisqueó su labio, dejándolo ir para luego
girar hacia Jeonghwa, quien le esperaba a unos pasos de
distancia con una mirada llena de preocupación. De
repente, a ninguno le parecía buena idea haber llevado a
Jimin ahí, pero el chico había insistido en que todo estaba
bien y necesitaba divertirse un rato, como en los viejos
tiempos.
¿Se podía volver a los viejos tiempos?
―Seokjin... ―Llamó Yoongi al chico que seguía caminando
apresuradamente sin ninguna dirección. ―¡Maldición,
Seokjin! ―Alcanzó su mano, obligándose a detenerse.
―Lo sé, perdí los estribos de nuevo ―Reconoció con voz
quebrada, sin dirigirle la mirada.
―No, no es eso ―Tiró más de él, su mano yendo hasta su
barbilla para obligarlo a girar, sin sorprenderse con las
lágrimas en sus ojos. ―¿Cómo has podido culparte de esto?
―Tiré a Jungkook a sus brazos, Yoongi ―Insistió
conmocionado y Yoongi negó con la cabeza. ―Jungkook
quería renunciar después de la primera sesión, y yo lo
incentivé a intentarlo una vez más. Sabía la manera en la
que Jimin lo veía, y lo hice vestirse bonito para reunirse con
él. Y dejé que ellos pasaran tiempo juntos en el parque de
diversiones. Incluso invité a Jimin a mi cumpleaños para que
se vieran. Cuando las cosas no estaban funcionando, le dije
a Jungkook que volviera a intentarlo y- ―Negó con la
cabeza, retirando rápidamente sus lágrimas. ―Y salió
lastimado. Jungkook lloró por él y es mi culpa. Sin tan sólo
no hubiera interferido-
―No estaba en tus manos ―Corrigió. ―No importaba
cuanto hicieras para juntarlos, Seokjin, si entre ellos no
había química, no iba a funcionar. Pero, ¿qué sucedió? Se
enamoraron el uno del otro, independientemente de si eso
saldría bien o mal. No se enamoraron porque tú creíste que
funcionaría, Seokjin, eso jamás estuvo en tus manos
―Pero aún se siente como si fuera mi responsabilidad
―Oh, Seokjinie... ―Yoongi lo atrajo a su cuerpo en un
dulce abrazo. ―De lo único que eres responsable es de
haber deseado la felicidad de tu amigo, pero a veces las
cosas no salen como queremos. Y Jungkook está mal ahora,
pero no lo estará por siempre. Quizás tarde en superarlo,
pero estará bien. Si él decide no guardarle rencor a Jimin, no
hay razón para que te envenenes tú
Seokjin se distanció de él, asintiendo mientras secaba las
lágrimas que habían quedado. Aún se sentía impotente por
no poder hacer nada para aliviar el dolor de su amigo, pero
Yoongi tenía razón; no ayudaría en nada envenenarse a sí
mismo por las cosas que no funcionaron.
Jimin miró su copa a medio beber mientras la música de
fondo parecía más un murmullo para sus oídos. Era su
tercera copa y era demasiado pronto para embriagarse,
pero había permanecido sentado en vez de ir a bailar con el
resto de sus amigos, quienes habían desistido de arrastrarlo
a la pista tras un montón de rechazos. Afortunadamente no
se había vuelto a topar con Seokjin o Yoongi, pero tampoco
había divisado a Jungkook hasta el momento. Sin embargo,
él tenía que estar ahí, ¿no? Porque era su fiesta. Los reyes
no debían ausentarse en su fiesta.
La música se detuvo de repente, alertándolo. Jimin giró
hacia el escenario cuando las luces se enfocaron en él y su
garganta se secó al ver a Jungkook ahí de pie. Abandonó su
bebida, se apresuró a través del lugar y se metió entre las
personas, sólo con la intención de poder apreciarlo más de
cerca. La gente, mayoritariamente de la facultad de
Jungkook, había comenzado a aplaudir y vitorear a sus
reyes, los responsables de aquella fiesta, y él sólo quería
obtener un poco más del chico. No importaba la persona
que estaba animando o la linda chica junto a él. Jungkook;
Jimin sólo necesitaba ver a Jungkook.
Su aliento se quedó atrapado en su garganta cuando
finalmente pudo verlo mejor. El chico sonreía, más por
cortesía a los presentes que por otra cosa, y Jimin deseaba
traer de regreso la sonrisa que amaba. Jungkook vestía unos
ajustados jeans negros rasgados y una holgada camisa
blanca metida bajo los pantalones. Los primeros botones de
la camisa estaban traviesamente desabrochados y podía ver
perfectamente la piel de sus clavículas. Su cabello rojo era
revoltoso y combinaba a la perfección con el color de sus
labios que debían saber a cereza.
Todo en él era tan simple y a la vez majestuoso. Jimin
quería hacer una reverencia frente a él y besar sus pies,
como si realmente se encontrara frente a un rey.
―Jungkook-ssi, últimamente la gente ha enloquecido
luego de ver un vídeo tuyo cantando ―Jimin volvió a sus
sentidos y comenzó a sudar frío cuando el animador, quien
parecía ser un superior de Jungkook, pasó su brazo por los
hombros del joven, sonriéndole. ―¿Por qué no deleitas a tus
compañeros con tu hermosa voz, eh? ―Le propuso. ―¡Estoy
seguro de que todos aquí quieren escuchar la voz de su rey!
―No tengo una pista... ―Comenzó a decir al chico.
―¡Pero sólo tu voz está bien, hombre!
Jungkook miró a su reina, como si esperara que esta la
ayudara a salir del paso, pero la chica sonreía y animaba en
conjunto con todos los demás, y de repente el lugar se
volvió un coro de personas forzando al menor a cantar. Jimin
miró desesperadamente a todos, preguntándose si era el
único que notaba la incomodidad del joven, y deseó tener
una voz lo suficientemente fuerte para mandarlos a todos a
callar. Pero no la tenía. Y Jungkook lucía mortificado
mientras era empujado al centro del escenario con un
micrófono en mano.
La gente dejó de gritar cuando Jungkook finalmente
comenzó a cantar la misma canción del vídeo que había
estado circulando esos días.
La canción era demasiado triste para la ocasión, según
Jimin. El sentimiento expresado por Jungkook a medida que
avanzaba, era más triste aún. Jimin se preguntó si el joven
estaba rememorando su primer amor de alguna forma, y se
sintió peor al recordar el significado de la canción.
Siguió la mirada de Jungkook, la cual se había conservado
en un mismo punto al avanzar los segundos, y su mandíbula
se tensó al encontrarse a Hoseok a metros de él,
prácticamente de pie frente al escenario. Sus miradas
estaban conectadas y Jimin juró que Jungkook estaba
cantando para él. Diciéndole cuanto lo había amado y lo
especial que había sido. Afirmando, sin pudor, que jamás
habría nadie como Hoseok en su vida. Y Jimin volvió a
meterse entre la gente y alejarse del tumulto, antes de que
la canción terminara, porque no quería verlos a ellos ni
escuchar su historia de amor.
Cuando la canción terminó, la gente volvió a aplaudir y
gritar. Los reyes fueron alabados una vez más y la música
volvió poco después. Jimin se quedó a distancia viendo
como Jungkook abandonaba el escenario para despedirse de
su reina y luego acompañaba a su superior hasta un grupo
que parecía esperar por él. La manera en la que Jungkook se
movía por el lugar, lleno de confianza y atrayendo las
miradas de todos, le hizo recordar a Jimin que, el chico del
que se había enamorado, era todo lo que en su
adolescencia había soñado con ser.
Jungkook era popular. Jungkook sabía que estaba en la
cúspide, sus movimientos lo dejaban claro. Jungkook sonreía
amigablemente al resto, sabiendo que las personas se le
acercaban porque aspiraban a ser como mínimo sus amigos.
Jungkook era brillante sin esfuerzo alguno. Y luego estaba
él, completamente lejano a esa realidad. Incluso en la
actualidad, Jimin sólo podía ver de lejos a alguien como
Jungkook. Y lo peor era notar que, a diferencia de todos los
chicos populares que había conocido antes, el menor no
había necesitado caminar sobre nadie para llegar al lugar
más alto. La razón por la que había sido fácil enamorarse de
él, era porque Jungkook no era el tipo de persona que se
sentía superior o menospreciaba al otro.
¿Por qué el resto no había podido ser como él? Jimin sintió
su garganta secarse mientras lo veía sonreír a sus
superiores. ¿Por qué no había podido conocerle antes?
Siempre que Jimin se hizo esa pregunta antes, supuso que
Jungkook jamás podría haberse enamorado de un tipo
insignificante como su yo de la adolescencia. Sin embargo,
justo en ese momento, conociendo el corazón del menor,
sabía que su apariencia no habría supuesto un cambio;
quizás Jungkook sí le habría querido. Pero no servía nada
inventar un pasado como autoconsuelo. Y tampoco
entendería a una persona como su amado, quien era
incapaz de despreciar a otros.
―Hombre, es que eres bueno en todo, ¡no dejas de
sorprender! ―Jungkook sonrió en agradecimiento al chico
que lo halagaba. ―Sé que los rumores que corren sobre ti
en este momento no son muy buenos, ¡pero sabes que
puedes contar con nosotros! ―Golpeó ligeramente su
hombro. ―Park Jimin es probablemente el único tonto que
ha perdido algo aquí
La sonrisa de Jungkook se desvaneció al oír tal
comentario.
―Ni que lo digas ―Apoyó otro. ―Con la reputación que se
carga, seguramente a tergiversado la situación para
volverla contra Jungkook. Pero no te preocupes, tus
superiores pondrán a cualquiera que te moleste en su lugar
―Jimin no es esa clase de persona ―Señaló, intentando
no sonar molesto.
―Ah, nuestro Jungkook es un chico enamorado ―El menor
se tensó cuando uno de ellos deslizó su mano por su
espalda. ―Lo mejor será que superes rápido a ese chico, no
es para ti. Probablemente ha usado palabras bonitas contigo
jurando que eras el único, ¿no? Pero Park Jimin no es así
―Todos rieron. ―Te ha usado, así que no vale la pena
entristecerse por él ―Ahora uno de sus dedos trazó círculos
en su espalda. ―Ni siquiera es tan guapo. El resto lo toma
porque es fácil, no porque es impresionante. Tú, por
supuesto, puedes tomar a quien quieras
Jungkook apartó la mano de su superior, murmurando una
seca disculpa para largarse. Aunque había querido callar a
todos ahí, no podía ignorar su deseo de usar sus puños y
eso probablemente le traería problemas. Por lo general no
era un tipo agresivo, pero él no era especialmente pasivo
cuando lo hacían enojar.
Pidiendo un trago en la barra, su rostro terminó por
descomponerse cuando el chico que lo había tocado con
demasiada confianza tomó el asiento junto a él. NamSoo era
un estudiante de tercer año de su misma carrera y era uno
de los que más había insistido en poner la corona sobre su
cabeza, así que eso era suficiente para hacerlo sentir
incómodo. Jungkook odiaba la manera en que lo miraba o
siempre intentaba poner sus manos sobre él.
―Siento si te incomodamos ―Dijo el chico y Jungkook se
esforzó por no entornar los ojos mientras una copa era
puesta frente a él. ―Tu ruptura es reciente, es normal que
no quieras comenzar una relación justo ahora. Pero siempre
es bueno relajarse y pasarla bien, ¿sabes? Te ayuda a liberar
estrés. Y luces muy estresado justo ahora
Jungkook bebió su copa, el alcohol quemándole la
garganta. El chico a su lado carraspeó al sentirse
completamente ignorado por aquel que parecía querer
perderse en la bebida.
―Tienes derecho a disfrutar, Jungkook, nadie te criticará
por ello ―Insistió, atreviéndose a estirar su mano hasta su
pierna cuando el menor continuó ignorándole. ―Sé cómo te
sientes, he estado en tu lugar antes ―Su pulgar se frotó
suavemente contra la pierna y Jungkook dejó su copa sobre
el mesón. ―Es por eso que sé que podría hacerte sentir
mejor ―Y su voz disminuyó.
―¿Tener sexo contigo, por ejemplo? ―Volteó a verle, sin
expresión alguna.
―Bien, no esperaba que fueras del tipo directo ―Rió un
poco. ―Si es lo que quieres...
―Es lo que tú quieres ―Corrigió. ―¿Y podrías dejar de
tocarme sin mi consentimiento? Es asqueroso ―Escupió,
provocando que el chico se apartara e irguiera en su
asiento.
―Estás algo alterado, ¿eh? Sólo es sexo
―Y no quiero sexo contigo ―Dijo firmemente, viéndole
con desdén. ―Sé que le gusto a la gente, porque soy
demasiado increíble para ser real. Dios, no puedo evitar ser
de esta forma ―Arrastró las palabras con burla.
―Lamentablemente para ti, no estoy ni remotamente
interesado en tener sexo con cualquiera, así que puedes irte
por donde llegaste, sunbae
―Soy tu superior, Jungkook ―Le recordó ante su agresivo
tono de voz.
―Lo sé, sunbaenim ―Rió con ironía. ―Ahora lárgate de
aquí y no me molestes
La mandíbula del chico tembló con furia antes de
levantarse y decidir largarse. Jungkook puso los ojos en
blanco y pidió otro trago, queriendo olvidar el mal rato.
―¿Hola? ¿Bebé? Acabo de escuchar cómo has tratado a
ese chico ―El menor suspiró con fuerza cuando escuchó a
Seokjin cerca de él. Su mirada no contenía ni pizca de
interés mientras miraba a sus amigos. ―Sé que él te
molestó, pero usualmente no eres tan agresivo para
rechazar a alguien
―Sí, como sea ―Contestó, haciendo un gesto con la
cabeza al chico que le había entregado su bebida.
―¿Ha sucedido algo? ―Le preguntó Yoongi, preocupado
por su actitud.
―El resto sigue hablando de Jimin y de mí, y estoy
cansado es escuchar sus versiones extremistas sobre
nuestra ruptura. O yo lo engañé o él sólo jugó conmigo,
ellos son tan graciosos ―Rió con ironía, tomando su copa.
―Y creen que estoy lo suficientemente lastimado como para
decir, oh, sí, estoy tan necesitado de amor, por favor,
fóllame aquí mismo frente a todos ―Escupió.
―Bien, creo-creo que no es buena idea que tú bebas esta
noche ―Musitó Seokjin, nervioso por su comportamiento.
―No golpearé a nadie, hyung. A nadie que no lo merezca,
al menos ―Chasqueó con la lengua, su expresión
relajándose un poco cuando al girar hacia sus amigos estos
le miraban con preocupación. ―Sólo estoy un poco harto,
no es la gran cosa. También me canso del resto de vez en
cuando, pero no es que me afecte a gran escala ―Le restó
importancia, porque en realidad, no estaba dolido, solo
cansado. ―Déjenme aquí y vayan a divertirse, ¿sí? ―Les
pidió. ―Ya han pasado demasiados días girando alrededor
de mí. Y necesito un tiempo a solas también
Ese último comentario fue suficiente para hacerlos desistir
de quedarse con él. Aunque para ninguno de los dos fue
fácil alejarse y fingir que no seguían preocupados,
decidieron darle el espacio que pedía. Jungkook no habría
pedido estar solo si no lo hubiera necesitado.
Jimin intentó disfrutar de la fiesta, por su parte. Había
visto a sus amigos divertirse y había decidido tomar
distancia de ellos para no mostrar su cara larga. Uniéndose
a donde se concentraba la mayor parte de la gente, intentó
moverse al ritmo de la música, incluso si esta sólo le parecía
un murmullo ruidoso. Se sentía cansado e infeliz.
Desesperado, en gran medida. Hace unos meses, con solo
cerrar los ojos en medio de la pista, habría bastado para
dejarse llevar, pero las cosas se habían complicado en su
cabeza.
Inhaló y exhaló. Cerró los ojos. Intentó, con todas sus
fuerzas, sentir la música cosquillear en sus pies. Deseó que
el calor del lugar y sus luces le hicieran sentir vivo. Quizás
faltaba más alcohol en su sistema para aturdirlo. O quizás
ya no era el mismo de antes. Su cuerpo, que había
disfrutado de la invasión ajena cada vez que bailaba, ahora
se sentía frágil y pequeño en medio de todos esos
desconocidos. Prácticamente tembló cuando alguien se
acercó a él por detrás, pegándolo contra un fuerte y caliente
pecho. El aire se volvió pesado mientras abría los ojos y
llevaba sus manos hasta las que apresaban con fuerza sus
caderas.
―No estoy de ánimos para esto ―Elevó su voz lo
suficiente para que el chico tras de él lo soltara.
―Jimin, ¿no? ―El desconocido se rió contra su oreja, Jimin
cubrió su nariz al sentir el alcohol en su aliento. ―Siempre
estás de ánimos, todos lo saben. No intentes tomar el
camino largo esta noche
Jimin apartó las manos con fuerza, ignorando las
maldiciones del desconocido. Metiéndose entre la gente
para alejarse de todo, retuvo un grito de sorpresa cuando en
cambio sostuvieron su muñeca con fuerza y fue arrojado sin
esfuerzo contra una pared. Respiró con fuerza, intentando
recuperarse de la impresión y el dolor, y se retorció aún más
cuando el chico de hace un momento ahora estaba encima
de él, aplastándolo contra la pared y besando su cuello. Las
grandes manos se colaban por debajo de sus ropas y nunca
se había sentido tan insignificante en su vida. Porque él era
más fuerte. Porque el resto ni siquiera les prestaba
atención. Y, sobre todo, porque ese chico no parecía
conformarse con una negativa.
Jungkook. Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas
mientras el desconocido cubría su boca, acallando sus
reclamos. Jungkook. Jimin quería gritar su nombre, sabiendo
que, sin importar la actualidad, el menor igualmente
correría hacia él. Y quería su calor y su toque, no eso. Jimin
comenzaba a sentirse sucio mientras el tipo restregaba su
erección contra él.
No sabía qué tan cansado estaba de ese tipo de vida
hasta que el pánico lo volvió preso de sí mismo.
―¡He dicho que no quiero, hijo de puta! ―Empujó al chico
con todas sus fuerzas, haciéndole trastrabillar hasta
terminar en el piso. Jimin secó sus pocas lágrimas con furia
mientras lo miraba con asco. ―He dicho que no. No te
permito que me toques, ¡no puedes ni siquiera respirar
cerca de mí! ¿¡Cómo has podido pensar por un segundo que
tenías una oportunidad conmigo, pequeña mierda!?
El desconocido rió, levantándose con esfuerzo debido a su
estado de ebriedad. Jimin empuñó sus manos mientras se
preguntaba qué era tan gracioso para él.
―¿De verdad te crees la gran cosa? ―Le miró de pies a
cabeza despectivamente. ―Amigo, parece que no te has
enterado, pero no eres conocido por tu buena imagen, es
sólo porque eres tan desesperado como una maldita perra
―Continuó riendo. ―¿Y de repente se te han subido los
humos a la cabeza? ―Extendió su mano hacia él, tomando
su barbilla con fuerza. ―Sólo eres lo que está al alcance,
Park. Porque si cualquiera pudiera elegir, entonces yo
estaría follando al bonito rey y no a ti. Jungkook es el sueño,
no tú. No te sientas superior al resto por haber estado con
él, porque la basura seguirá siendo sólo eso por más que la
limpies
―Entonces tú eres peor que la basura ―Murmuró, sus
ojos completamente negros.
El desconocido dejó de reír, su rostro crispándose de furia
antes de escupir sobre el rubio. Jimin fue arrojado de un
brusco empujón al piso mientras el chico le daba la espalda,
maldiciendo en voz alta.
―Conoce tu lugar, perra
Jimin limpió su rostro, sintiéndose sucio. La música
retumbaba dentro de su cabeza y se levantó con dificultad,
sintiéndose impotente, marchito y usado.
No se había acostado con tantos chicos como el resto
decía. Había coqueteado con todo a su paso, hambriento de
atención, pero él no había tenido sexo con todos ellos. Su
cuerpo no estaba lleno de huellas de otros. Su cuerpo no era
algo para usar y desechar como ellos estaban diciendo.
Jimin había jurado hace un tiempo que sus encantos lo
habían llevado a la cima, ¿pero en realidad todo ese tiempo
la gente había pensado tan mal de él?
Se miró a sí mismo, delgado y tembloroso. Abrazándose,
giró en todas las direcciones, aterrado de las miradas
juiciosas que podría haber sobre él. Jimin corrió por el lugar,
esquivando a las personas, yendo hasta donde había visto a
Jungkook por última vez. Sabía que no tenía que ir a
buscarle. Sabía que lo había lastimado. Pero Jungkook
parecía ser la única persona, ajena a sus amigos y familia,
capaz de mirarle sin repudio o altives en los ojos.
Jungkook. Su Jungkook. Siempre mirándole con tanto
amor; a pesar de que no lo merecía, a pesar de que no
sabía cómo manejarlo. Jungkook, inalcanzable para otros,
pero a sólo un paso de distancia de él. ¿Qué había visto
Jungkook en él para permitirle ese lugar?
Se detuvo a unos pasos de la barra, viendo fijamente el
perfil del menor, quien había estado bebiendo durante toda
la fiesta. Sin embargo, antes de poder acabar la distancia
que les dividía, su poca valentía se vio aplastada al ver a la
persona que le acompañaba. Hoseok estaba junto a él,
aparentemente sosteniendo su mano, y Jungkook le miraba
sin mover los labios.
Jimin no tenía nada que hacer entre ellos.
Mirando hacia la pista, preguntándose por el paradero de
sus amigos, renunció a buscarles y se dirigió al baño. Ya no
quería escuchar la explosiva música ni ver a Jungkook
mucho mejor con alguien más. Tampoco quería arruinar la
noche del resto. Así que sólo se encerraría, para que nadie
le molestara, y pudiera llorar en paz.
Nota:
Aproveché que tenía una hora libre para no publicar este
capítulo tan tarde (?). Pero ahora debo irme a trabajar, así
que no diré mucho akjdhjagsad.
Las fiestas siempre son un problema en este fic, ¡deberían
saberlo! ¿Y ahora qué?
Nos leemos la próxima semana (8
[44]

Jungkook había perdido la cuenta de la cantidad de


personas que se habían sentado a su lado con intención
hacer plática. También había perdido la cuenta de las veces
que pidió que llenaran su copa. La música se estaba
volviendo irritante en el fondo, tanto como las voces de las
personas, y se cuestionaba seriamente si era buena idea
buscar a sus amigos para que lo acompañaran de regreso al
dormitorio. La verdad era que, aunque no estaba del todo
seguro de mantenerse de pie todo el camino por sí mismo,
tampoco quería arruinar la noche del resto. A lo lejos había
vislumbrado perfectamente a Seokjin haciendo movimientos
raros mientras Yoongi intentaba seguirle el ritmo, siendo
más risas que movimientos.
¿Cómo interrumpir una escena así? ¿Pero quién más se
aseguraría de que su cara no terminara contra el piso?
―Estás bebiendo demasiado ―Escuchó a su lado y
suspiró al reconocer la voz de Hoseok. ―Ni siquiera te
gustan los tragos fuertes, así que, ¿qué se supone que estás
haciendo ahora?
―Déjame en paz, hyung ―Gruñó, llevando su mano hacia
la copa para tomarla una vez más.
―Deja de hacerte esto, Jungkook ―Pidió el mayor,
tomando su mano para bajar la copa. La sostuvo con fuerza
para evitar que el joven intentara beber más. ―Dudo que te
hayas embriagado hasta la inconsciencia antes. ¿Haces esto
por Jimin? ¿Por mí?
―Hyung, tienes una buena impresión sobre ti mismo ―Rió
entredientes, girándose a verle con una sonrisa boba.
―¿Qué haces aquí, siquiera? Aún no debes tener tu pase de
universidad, porque no inicias hasta marzo. Y no se podían
comprar entradas sin autenticar que eras estudiante de la
universidad
―Taemin me la dio ―Musitó. ―Se suponía que él vendría
también, pero ha dicho que no a último momento y yo ya
estaba aquí ―Se dejó caer de hombros, cansado. ―Quería
saber cómo estabas
―Estupendamente
―No tienes que mentirme a mí ―Jungkook sólo lo miró en
silencio. ―Lamento que el resto haya inventado todos esos
rumores sobre nosotros. Supongo que los estoy alimentando
de alguna forma al estar cerca de ti, pero... ―Sus palabras
se desvanecieron ante la atenta mirada del menor. ―Perdón
―Ya
―Por todo, Jungkook ―Insistió bajo esa mirada sin
emoción. ―El vídeo que circula sobre ti... la canción que
cantas... ¿la elegiste al azar o de verdad pensabas en mí?
―El menor siguió sin responder. ―Lamento todo lo que te
hice pasar, yo-
―Quiero ir al baño
Hoseok dejó de hablar, viendo como el menor se soltaba
de su agarre para ponerse de pie. Viéndolo tambalearse de
un lado a otro, le siguió mientras este murmuraba que
necesitaba refrescarse. Jungkook pensó que usar el baño
sería excusa suficiente para alejar a Hoseok de él, pero era
una lástima que ambos fueran hombres y el mayor no
tuviera ni un mínimo de consideración por él.
―Tu aspecto no es muy bueno, ¿sabes? ―Señaló Jung
mientras Jungkook dejaba el agua correr y mojaba su cara.
―¿Quieres que te acompañe hasta tu dormitorio? Creo que
necesitas descansar, has bebido suficiente por hoy
―Ya te lo he dicho. Déjame en paz, por favor ―Gimoteó
una vez más, dándose la vuelta para apoyarse contra el
lavabo. ―¿Por qué me has seguido hasta aquí, eh? ¿No es lo
suficientemente evidente para ti que quiero estar solo?
―Pero luces triste y temo que alguien intente
aprovecharse de tu estado ―El menor rió amargamente,
negando con la cabeza. ―¿Podrías darme una oportunidad?
―Te estoy escuchando ahora
―Sabes de lo que hablo ―Chasqueó con la lengua,
mirándole desesperado, pero volvió a recibir una mirada
muerta a cambio. ―Cantaste esa canción para mí,
Jungkook. Me amabas tanto. Era todo para ti, ¿puedes
recordarlo siquiera? Y yo te amaba también. Aún te amo
―Sostuvo sus manos húmedas, temiendo que el chico
huyera al oírle. ―Dijiste que nuestro amor era algo grande,
así que sé que sabes que no tendrás nada como esto otra
vez en tu vida. Perdiste la cabeza por mí y tú has sido mi
todo, incluso si los años han pasado por nosotros. ¿Por qué
no me amas de regreso una vez más? ¿Por qué no lo
intentas? Si crees que pido demasiado, haré que te
enamores de mí nuevamente. Te haré más feliz de lo que
has sido en toda tu vida
―Hobi hyung...
―Y todo en nuestra relación se hará como tú quieras
―Dictaminó, asintiendo con convencimiento. ―Olvida lo
que dije en el pasado, ¡tendré suficiente si eres tú! ¿Sexo? A
la mierda el sexo, ¡me basta con que me ames como yo te
amo!
―Al parecer no soy el único que ha bebido ―Murmuró
divertido, su sonrisa desvaneciéndose ante la expresión
seria del contrario. ―Hablas en serio
―Lo hago
―Hyung, nosotros-nosotros rompimos hace dos años ―Le
recordó, soltando una risita rota. ―¡Hace más de dos años!
¿Y aún eres lo suficientemente iluso para venir a mí y decir
con tal facilidad que no importa el sexo? ¡Terminaste
conmigo porque no teníamos sexo!
―He cambiado
―¡Y sigues deseándome, maldita sea, no puedes cambiar
eso! ―Le gritó. ―¿Cómo no puedes verlo? ¡Lo dije en ese
entonces! ¡Mi problema jamás ha sido el sexo! ¡Pero tú no
diste ningún paso y pensé que estabas bien conmigo, tal y
como era! ―La expresión del contrario se llenó de dolor.
―De acuerdo, el sexo no es tu problema ―Repitió. ―Pero
si es incómodo para ti practicarlo, porque jamás me has
deseado, entonces podemos saltarnos esa parte, ¿no?
―Preguntó con desesperación. ―Se hará como tú quieras.
No necesito nada más que a ti ―Repitió.
Jungkook rió con amargura. Aún con el alcohol en la
sangre, todo sonaba como una mierda bastante loca y
patética. ¿Cómo Hoseok llegó a pensar que era el tipo de
persona que lo obligaría a reprimir su apetito sexual sólo
para estar juntos? ¿Eso había pensado hace dos años y eso
seguía pensando incluso ahora?
Ah, pobre idiota.
Jungkook lo tomó por la chaqueta, jalándolo con fuerza
para estrellar sus labios contra los de él. Y aunque Hoseok
estaba sorprendido por la acción, no demoró en cerrar los
ojos, hambriento de él, permitiendo que el joven
mordisqueara sus labios, para después probar con su lengua
el interior de su boca. Hoseok tembló ante la intensidad de
Jungkook en el beso. El chico era caliente como el infierno, y
él comenzaba a excitarse sólo con el movimiento de sus
labios y la atención de su lengua. Ni siquiera sabía que el
menor podía besar así; este nunca había sido tan atrevido
durante su adolescencia. Mientras Jungkook lamía y
chupaba como si lo quisiera todo, Hoseok no pudo evitar
imaginarlo de rodillas frente a él.
Y luego...
Tomó su rostro, intentando tomar el dominio del beso. Los
ojos de Jungkook, que se habían mantenido abiertos, se
entrecerraron cuando Hoseok empujó su lengua dentro de
su boca y el baño se llenó de chasquidos y el obsceno ruido
del intercambio de saliva. Jadeó cuando, saliéndose la
situación de su control, Hoseok lo arrimó contra el mueble
del lavabo, sin poder despegarse de él. Las manos del
mayor recorrieron desesperadamente parte de su cuerpo y
Jungkook cerró sus ojos con fuerza cuando Hoseok comenzó
a moverse entre sus piernas mientras liberaba su boca para
comenzar a besar su cuello, dejando un rastro de saliva en
él. Una de sus manos se enredó en sus cabellos, forzando su
cabeza hacia atrás, y Jungkook tembló cuando la lengua del
contrario recorrió el largo de su cuello antes de que su boca
volviera a reclamarlo con ansiedad.
El chico se había vuelto loco sólo por una pequeña
muestra de todo lo que podía tener.
Jungkook pasó sus manos por su pecho, ejerciendo
presión contra él, intentando empujarlo. Aquella mano
estaba fuertemente aferrada a su nuca, exigiendo su boca,
y él comenzaba a sentirse aún más mareado entre los
tragos y el calor. Y, maldición, sólo había querido burlarse
de él, así que, ¿por qué el chico actuaba como si deseara
arrancarle los pantalones ahí mismo? Una risa amarga,
completamente rota, salió de su boca cuando Hoseok
entendió finalmente las señales para separarse.
Con la mirada confusa, Hoseok respiró pesadamente
mientras veía al joven frente a él reírse, como si fuera un
desastre, como si todo ahí doliera. Sus manos le soltaron
como si su tacto fuera fuego y Jungkook le dio una mirada
herida cuando finalmente estuvieron a un paso de distancia.
Labios rojos e hinchados. Mirada cristalina. Cabello
despeinado. Ropa desordenada. Hoseok sintió sus piernas
como gelatina cuando la realidad lo golpeó y se dio cuenta
de lo que había hecho.
―Jungkook, lo siento, yo no- ―Comenzó a decir,
queriendo excusarse.
―Tú sí ―Lo interrumpió, bajándose del mueble mientras
estiraba sus ropas con torpeza. ―Dices que puedes vivir sin
esto y luego no puedes controlarlo ―Se mofó. ―¡Quieres
tener sexo conmigo! Te gusto tanto. Sé cuándo un hombre
me desea, así que es desagradable escuchar de tu parte
que podrías privarte de sexo toda una vida con tal de estar
conmigo ―Su expresión se transformó a una furiosa.
―Jamás te pedí eso. ¡Incluso si jamás me he sentido ni
remotamente atraído por ti en ese aspecto, fui feliz de hacer
el amor contigo! ¿¡Por qué tenías que tratarme como un
cristal a punto de romperse!?
Hoseok bajó la mirada, sin saber qué decir. Jungkook
inhaló y exhaló, intentando recuperarse, y sacudió la cabeza
para luego caminar hasta la puerta.
―Estoy mareado. Volveré al dormitorio ahora ―Anunció.
―Te acompañaré
Y aunque Jungkook no cedió, poco importó. Hoseok salió
tras de él antes de que el chico tropezara con sus propios
pies. Y este, de todas formas, ya no quiso pelear con él.
Demasiado cansado y dolido, todo a su alrededor perdió
importancia mientras pensaba en lo mucho que deseaba
correr lejos de todos, cerrar los ojos y dormir una larga
temporada.
♦♦♦♦♦
Seokjin dejó de reír cuando, mirando hacia la barra, no
encontró a Jungkook ahí. Dándole aviso a Yoongi para que
ayudara a buscarle entre la gente que bailaba, no encontró
mayor rastro de él. Pero, ¿por cuánto tiempo le había
perdido de vista? ¿20 minutos? ¿Media hora, quizás?
¿Alguien se había atrevido a llevárselo? Jungkook no era
completamente inconsciente cuando bebía, pero tomando
en cuenta su estado de ánimo, los mayores lo encontraban
por mucho impredecible. ¿Dónde estaba ahora y por qué no
les había avisado de ello?
―Hyung ―Seokjin, que caminaba por todo el recinto en
compañía de Yoongi, se detuvo al escuchar la elevada voz
de Taehyung en su dirección. Volteando a verlo, se preguntó
por qué el joven lucía agitado mientras pedía permiso para
pasar entre las personas, con Jeonghwa pisándole los
talentos. ―Lo siento, quizás no deba preguntarte esto a ti,
pero de todos modos... ¿has visto a Jimin? ―Se detuvo
frente a él, luciendo preocupado. ―No logro contactarlo por
celular y lo he perdido de vista hace bastante rato. Nam y
YooJung tampoco saben de él
―¿Él también? ―Yoongi fue quien respondió. ―No
sabemos dónde está Jungkook. ¿Ustedes le han visto? ―La
pareja negó con la cabeza a la vez.
―¿Creen que ellos estén juntos? ―Preguntó la única
chica. ―Quizás se han encontrado y-
―Jimin no puede pretender hablar con Jungkook después
de lo que ha sucedido con ellos. ¿Es que no siente
remordimiento? ―Respondió tajantemente el mayor del
grupo, sintiéndose rápidamente enfadado ante la idea de
Jungkook y Jimin juntos. ―Preguntémosle a otros si les han
visto. Nos avisaremos mutuamente si sabemos de
cualquiera de ellos. Si es cierto que han acabado juntos,
supongo que vale la pena preguntar ―Entornó los ojos.
Taehyung asintió sin ánimos, dándole la espalda para
tomar la mano de Jeonghwa y volver a colarse entre la
gente. Debido a que la fiesta era principalmente de los
estudiantes de comunicación, sería un poco difícil encontrar
un conocido en común con Jimin, pero al menos lo
intentaría. Quizás Seokjin y Yoongi podrían correr mayor
suerte.
―Luces asustado ―Dijo Jeonghwa a su lado luego de que
le preguntaran a una chica por Park.
―Desde un comienzo él no se ha encontrado bien.
Esperaba que se limitara a beber, pero... ―Rió ansioso.
―Dios, no debí perderlo de vista, Jeonghwa. Él luce tan
afectado estos días, que no sé qué tan lejos es capaz de
llegar. ¿Y si se ha ido con alguien más? ¿Y si ha bebido hasta
no recordar ni su nombre? ¿Y si se ha ido en ese estado?
Soy su mejor amigo y- ―Jeonghwa presionó su mano,
intentando calmarlo. ―Debí decirle que no viniera, no si
esto lo iba a lastimar
―Esperaba que él se rindiera luego de que Seokjin
intentara sabotearlo, pero Jimin quería venir a ver a
Jungkook, Taehyung, lo sabes ―Intentó calmarlo. ―Terminó
con Jungkook, pero está desesperado por verle, y no puedes
combatir contra ello. Puedes decirle, no hagas esto, te estás
lastimando, pero no puedes retenerlo. Lo intentaste,
sabemos que lo has hecho
Taehyung suspiró, intentando que la ansiedad no nublara
su juicio. Dando otra vuelta por el lugar, sintió que recuperó
algo de esperanza al encontrarse con un grupo que
reconocía como los compañeros de Jimin.
―Hey, chicos ―Los llamó, interrumpiendo su plática.
―¿De casualidad han visto a Jimin por aquí?
―¿Ha venido? No me lo he topado ni una sola vez en la
noche ―Respondió uno de los chicos.
―Oh, ¡hace un rato, cuando salía del baño, lo he visto
meterse al baño de hombres! ―Respondió una de las
chicas. ―Quería invitarlo a compartir mesa son nosotros,
pero se ha apresurado tanto, que he perdido oportunidad
―Rió. ―Lo siento, ha sido hace bastante, así que supongo
que estará en otro sitio ahora
―Si lo ven, ¿podrían decirle que lo busco? ―Pidió, y todos
en el grupo corearon un sí. ―Gracias
Taehyung se dio la vuelta, encaminándose hacia el baño
mientras sacaba su celular para escribirle un mensaje a su
superior.
―¿Vas a buscarlo en el baño? Pero ella ha dicho que ha
sido hace un rato, así que no puede estar aún ahí, ¿cierto?
―Jeonghwa le siguió de cerca.
―Lo sé, pero es el único lugar que no hemos revisado y
tiene sentido. Se lo diré a Seokjin hyung, si es que le sirve
como una pista. Quizás Jungkook podría estar cerca también
―De ser así, espero que ellos no hayan vuelto a pelear
―Murmuró.
Taehyung envió el mensaje, metiéndose por el pasillo
hacia los baños. Deteniéndose frente a la puerta del baño
de hombres, le dio una sonrisa tímida a Jeonghwa antes de
decirle que esperara ahí. La chica entornó los ojos mientras
veía a su novio empujar la puerta y gritar el nombre de
Jimin.
Nadie respondió cuando Taehyung gritó. Sin embargo, un
desconocido si salió de uno de los cubículos y miró extraño
hacia el fondo, antes de lavar sus manos e irse
apresuradamente. Kim se preguntó qué era lo que le había
incomodado, pero guardando silencio, pudo percibir
perfectamente sollozos.
Taehyung miró hacia la entrada, desde donde Jeonghwa le
esperaba interrogante. Se apresuró en caminar hacia el
lugar de donde provenía el llanto al ver a Seokjin aparecer
con la misma expresión amarga; de repente no parecía tan
buena idea haberle contactado, incluso si era para ayudarle
a descubrir el paradero de Jungkook. El mayor lucía como si
estuviera dispuesto a golpear a Jimin para obtener
respuestas, por lo que sería mejor adelantarse a lo que sea
que estuviera sucediendo. Él estaba rezando en su mente
para que el chico encerrado no fuera su mejor amigo.
Porque, ¿qué hacía ahí llorando, de todos modos?
Llamó una vez más, con voz más calmada, y golpeó la
puerta, a pesar de que esta no tenía el seguro puesto.
Rindiéndose bajo la amenazante mirada de su superior,
terminó por abrir para comprobar si su amigo estaba ahí. Su
corazón se sacudió dolorosamente al encontrarlo hecho un
ovillo mientras no dejaba de temblar y llorar, como si
hubiera presenciado algo horrible o alguien importante
acabara de dejarle.
―Oh, mierda, ¿qué te ha pasado? ―Taehyung se arrodilló
frente a él, preguntándose incluso cómo Jimin podía estar
sentado sobre las baldosas. Comúnmente, él era más
cuidadoso con el contacto en los baños. ―¿Jimin? Hey,
Jimin, soy yo, reacciona ―Lo sacudió un poco, intentando
tomar su rostro para levantarlo cuando eso no funcionó.
Jimin no lo miró, sólo se sacudió de su agarre y continuó
llorando. Taehyung no recordaba haberle escuchado llorar
con tanto dolor en todos sus años de conocerlo y poco a
poco comenzaba a desesperarse. ¿Qué haría con él? ¿Qué
había sucedido? Al menos Seokjin se estaba manteniendo al
margen detrás de él, pero aun así...
―Jimin ―Insistió. ―Dime qué te ha sucedido, ¿sí? ―Pidió,
sobando su espalda para tranquilizarle también. ―Soy tu
mejor amigo. Cualquier cosa que te afecte, podemos
intentar solucionarla juntos ―Le aseguró.
―No tiene arreglo, Tae ―Finalmente respondió, su voz
completamente rota. ―No tengo arreglo. Déjame solo, no
quiero hacerte perder tu tiempo
―¿Sabes que me estás rompiendo el corazón? ―Preguntó
dolido. ―No es como si estuviera aquí porque me siento
obligado, idiota
Jimin permaneció quieto. Despegando su rostro de sus
rodillas, mostró sus rojizos ojos a su mejor amigo, luciendo
lamentable. Se sentía tan patético y marchito, como si nada
tuviera solución.
―Un chico quería acostarse conmigo, pero como no he
querido, me ha escupido en la cara y me ha llamado perra
―Soltó finalmente, provocando que Taehyung tensara su
mandíbula con rabia. ―Y, ¿sabes qué? Hace un tiempo eso
podría haber sido gracioso para mí. Porque sé que tengo
derecho a decir que no, y que un chico se moleste por un
rechazo sólo evidencia que he golpeado su orgullo, pero...
―Su voz comenzó a temblar. ―Esta vez dolió tanto. Porque
ahora sé que el resto me ve así. Porque soy fácil, porque no
valgo nada, y porque para lo único que alguien podría
quererme... es para eso ―Rió con amargura, sus ojos
llenándose de lágrimas.
―¿Qué estás diciendo? Lo has dicho, lastimaste su orgullo
y él ha intentado herirte. ¡Las palabras que te diga alguien
así no valen nada! ―Jimin negó con la cabeza. ―¡Vales el
mundo, Jimin!
―No lo valgo, Tae ―Volvió a abrazar sus piernas, su voz
saliendo rasposa. ―Toda mi vida he sido un perdedor. Solía
ser el niño gordo del que se burlaban y luché por ser algo
más, alguien más. Me conociste entonces, y yo me volví tan
increíble ―Rió entre lágrimas. ―Le gusté a las personas y
mi ego creció. Cuando el resto me dice que soy
extraordinario, me convierto en alguien especial. ¡Nadie
relacionaría a alguien extraordinario con un niño gordo y
feo! ―Taehyung negó con la cabeza, sin comprender sus
palabras. ―Las personas que me rechazaron, ¡se volvieron
en quienes quieren acostarse conmigo! Es una locura, ¿no
es así? ―Comenzó a reír aún más. ―Me desean. Oh, mierda,
ellos lo hacen. Y yo me convertí en alguien gracias a ellos.
Yo... finalmente... soy alguien por ellos y ahora...
―¡Jimin! ―Taehyung lo detuvo, tomando su rostro para
obligarlo a mirar sus ojos. ―¿Puedes escuchar lo que estás
diciendo? ¡Siempre has sido alguien, hombre!
―¡Es porque tú no me conociste cuando era un perdedor,
Taehyung! ―Gritó, apartando sus manos. ―¡Te han querido
toda la vida! ¡Los que dicen ser tus amigos, jamás se han
reído de ti! ¡Nadie te ha dicho jamás que preferiría besar la
cabeza de un cerdo que a ti! ―Se levantó, aún más furioso.
―¿¡Qué hizo la pubertad por ti, Taehyung!? ¡Te dio un
estirón, el perfil de un Dios y una voz que hace que las
piernas de las chicas tiemblen! ¿Yo? ¡Estuve matándome de
hambre para convertirme en esto! ―Taehyung se puso de
pie, dando un paso hacia atrás ante la mirada dolida de
Jimin. ―¡No comí! ¡Me ejercité como un loco! ¡Entrené por
mi cuenta hasta que mis pies dolían! ¡No pude dormir
pensando en todas las cosas que quería y a las que el resto
me cerraba las puertas! ¡Y por ese insomnio de mierda,
seguí luchando, maldición! ¿Qué debo aceptarme tal y como
soy? ¡Esa mierda cursi es para quienes no quieren llegar
lejos en su vida!
―Jimin-
―Porque si al resto no les gustas, tú no llegas lejos en
esta vida
Taehyung se quedó en silencio. Jimin respiraba con fuerza,
completamente furioso, pero sólo unos segundos bastaron
para que toda la rabia contenida en su alma se derramara
hasta sólo quedar una profunda tristeza. Sus ojos volvieron
a llenarse de lágrimas, sus labios volvieron a temblar
mientras él intentaba combatir contra sus emociones, y
Taehyung aún no sabía si era el momento de acortar el paso
de distancia para abrazarlo y no soltarle más.
¿Por qué en todos esos años no había visto ese gran peso
en su corazón?
―Jungkook lo echó a perder todo ―Finalmente dijo, con
una sonrisa rota y la mirada vidriosa. ―Estaba orgulloso de
todo lo que había alcanzado, hasta que lo conocí. Este
cuerpo... ―Bajó la mirada hacia sí mismo, sintiéndose
acomplejado. ―Es todo por lo que he trabajo. Es todo a lo
que me he dedicado. Y tuve la aprobación de todos, pero no
la de él. Él dice que me ama, pero no quiere esto ―Sollozó.
―¿Por qué no? Si es todo lo que tengo... ¿qué más puedo
darle, Tae? ―Hipó, como un niño que había roto su juguete
favorito. ―No tengo nada más para él. No soy digno de él.
Si él no ama esto... entonces ya no hay nada
Jimin volvió a sentarse en el piso, comenzando a llorar
una vez más. Taehyung miró hacia el lado, recordando la
presencia de Seokjin, y no se sorprendió de encontrarlo
realmente aturdido. Porque, ¿quién no lo estaba? Él mismo
tuvo que secar sus propias lágrimas mientras volvía a
arrodillarse frente a su mejor amigo, buscando palabras que
pudiera servir para recuperarlo. Jimin parecía al borde de la
perdición.
―Has trabajado por esto ―Concordó, tomando una de sus
manos para presionarla. ―Pero esto no lo es todo, ¿sabes?
Jimin, eres más que este cuerpo
―No lo soy ―Negó con la cabeza, negándose a escuchar.
―Maldición, te amo, ¿no puedes verlo? ―Jimin le miró con
dolor. ―Eres mi mejor amigo, conozco tu corazón, la
persona que eres es alguien maravillosa. Sé que te es difícil
verlo, porque el resto siempre busca lo equivocado de ti,
pero yo me he quedado con lo correcto y estoy seguro de
que Jungkook también lo hizo. Él, sobre todos, ¿no ama la
persona que eres?
―Él lo dijo ―Susurró. ―Dijo que me amaba a mí, Park
Jimin. Pero Park Jimin no es tan bueno como él cree
―Sollozó una vez más y Taehyung finalmente se atrevió a
abrazarlo. ―Y estoy malditamente asustado de sólo tener
esto para ofrecer y que él diga que no lo necesita. Nunca-
Nunca nadie se ha acercado a mí por algo que no sea mi
cuerpo. Yo-Yo... ―Balbuceó, llorando más fuerte mientras
Taehyung lo presionaba con más intensidad. ―¡Sólo soy
esto!
―No, ¡no! ¡Deja de hacerte esto! ―Insistió, pero el mayor
no le escuchaba. ―¿Hablaste con él de esto? ¿Él conoce tu
pasado?
―... lo sabe todo ―Murmuró, cerrando sus manos con
fuerza en la ropa ajena. ―Se lo he dicho todo, en Daegu. Y
él me apoyó, me consoló, y nos besamos después de eso. Y
fue la noche más mágica de mi vida, porque estaba con él,
pero yo no sabía-aún no sabía que él era asexual y que...
que todo... ―Su voz comenzó a temblar de nuevo. ―No
tiene arreglo. ¡No tengo arreglo! ¿Qué hago? ¡No valgo, Tae,
yo-! ―Taehyung suspiró, queriendo intervenir, pero Jimin
continuó hablando como si tuviera mucho por lanzar.
―¡Hoseok es mejor opción para él! ¡Y Jungkook le ha amado
un montón! ¿No has visto la manera en que le ha mirado
mientras cantaba?
―Te ha elegido a ti ―Se distanció de él, queriendo hacerle
recapacitar, pero Jimin siguió negando con la cabeza.
―¡No! ¡Su corazón está mejor con él! ¡Hoseok puede
amarlo como es! ¡Hoseok puede-! ―Se detuvo. ―Hoseok
puede... puede darle todo lo que necesita. Y yo soy un
problema. Porque me da miedo que él sea asexual, pero
Hoseok no tiene miedo. Porque me da miedo intentarlo y a
él no le da miedo intentarlo una y otra vez. Y-
―Jimin
―Y Jungkook le ha besado aquí hace un rato ―Finalizó,
bajando la mirada. ―Y Hoseok le ha correspondido. Él... ha
tomado su oportunidad mientras yo... sólo podía
esconderme aquí y sentir lástima por mí. Porque siempre
siento lástima por mí. Porque soy tan lamentable y...
―¿Qué ha sucedido con ellos, Jimin? ―Interrumpió
Taehyung.
―Jungkook ha dicho que quería volver a su dormitorio
―Sorbió por la nariz. ―Y Hoseok le ha seguido. Ellos deben
estar juntos ahora
Taehyung escuchó unos pasos alejarse, sabiendo que
Seokjin había escuchado finalmente lo que quería.
Observando la marchita imagen de su amigo, lo ayudó a
levantarse para luego permitir que se apoyara en él.
―Soñaba con ser más que esto, Tae ―Susurró el rubio
mientras lo sacaba del baño, y los ojos de Taehyung se
llenaron de lágrimas al sentir su dolor. ―De verdad-De
verdad quería ser una buena persona ―Continuó, ignorando
completamente la presencia de Jeonghwa, quien le miraba
preocupada. ―A veces, cuando bebo antes de dormir, sueño
con esto. Conmigo, teniendo 13 años de nuevo, y siendo
aceptado en la academia de baile con la que soñaba. Quizás
habría conocido a Jungkook en el grupo de novatos. Quizás
a él no le habría importado que yo fuera gordo y feo,
¿sabes? Porque a Jungkook... a Jungkook no le importan esas
cosas ―Balbuceó. ―Y como no le importan, no me habría
mirado con burla si me acercaba a él. Y quizás habría sido
mi mejor amigo... o tal vez mi primer amor ―Su voz se
rompió. ―Y si hubiera apartado a Hoseok del camino, él
habría tenido ojos para mí. Y como iba a ser un mejor chico,
él podría haberme amado así. Y hubiera sido su primer
beso, y hubiéramos caminado de la mano hasta su casa, y
sus álbumes de fotos con recuerdos... tendrían mi cara. Y
seriamos... seriamos tan felices ahora... ―Se distanció de él,
dándole una sonrisa rota. ―Pero este... este soy yo ―Se
señaló a sí mismo. ―Y me odio a mí mismo por seguir
soñando
Taehyung volvió a sostenerlo con sus brazos antes de que
tropezara e intercambió una mirada con Jeonghwa. Jimin
volvía a llorar una vez más, mencionando el nombre de
Jungkook, y ambos sabían que no había mucho más por
hacer. Que por mucho que doliera verle en ese estado, no
había mucho que pudieran hacer para reparar la autoestima
de alguien que por años había fingido sentirse el dueño del
mundo, cuando realmente su imagen sólo era un frágil muro
construido por fragmentos de comentarios superfluos que
habían terminado asesinando al que alguna vez fue.
♢♢♢♢♢
Hoseok ayudó a Jungkook a abrir la puerta de su
dormitorio cuando este ni siquiera fue capaz de poner las
llaves en su lugar. El menor se sacó sus zapatos en la
entrada y arrastró sus pies hasta su cama, intentando
deshacerse torpemente de sus capas de ropa. Hoseok tragó
saliva nerviosamente al verle luchar contra sus jeans, los
cuales eran demasiado apretados y, por tanto, difíciles de
bajar. ¿Por qué el chico se desvestía sin pudor frente a él?
Suspiró al verle tropezar y caer al colchón, aún con los jeans
a mitad de camino.
―Dios, Jungkook... ―Suspiró una vez más, yendo a
auxiliarlo.
Lo ayudó a sentarse en la cama y a deshacerse de la
prenda, tirando de ella lo que quedaba de camino por sus
piernas. Hoseok intentó no detenerse a mirar lo tersa que
lucía su piel, libre de vello y moretones. No era una sorpresa
que Jungkook fuera quisquilloso con el tema del vello
corporal. Sin embargo, los moretones en sus piernas
siempre habían estado ahí.
Jungkook siempre practicaba arduamente, sin importar
caídas o golpes. Piernas libres de moretones le hacían
recordar lo que había dejado atrás.
―Estás tardando demasiado ―Murmuró el menor,
sacándolo de sus pensamientos.
La cara de Hoseok enrojeció mientras se apartaba de él.
Jungkook suspiró y se recostó en su cama, bostezando. Al
ver que el joven no haría ni un esfuerzo por cubrirse,
Hoseok volvió a acercarse para cubrirlo con las mantas,
sentándose luego a su lado. La mirada cansada de Jungkook
expresaba perfectamente lo que pensaba para cuando
finalmente se miraron a los ojos.
―Gracias por traerme aquí. Pero... sabes... este es el
momento donde tienes que irte ―Susurró.
―Sobre lo que sucedió en el baño...
―Hyung ―Lo interrumpió. ―No te besé porque quisiera
hacerlo. No des vueltas en ello ―Pidió. ―Quería provocarte
y lo conseguí, eso es todo. No estás en mi corazón
actualmente ―La boca de Hoseok se secó y sus ojos se
aguaron, sin quitar su mirada del muchacho. ―Hay alguien
más ahí ahora. Por favor, entiéndelo
―Él te rechazó ―Le recordó.
―Y tú también lo hiciste
Hoseok pasó una mano por su cabello, sintiéndose harto.
Levantándose para irse, su molestia fue más grande que lo
correcto y regresó su camino hasta él, prácticamente
subiéndose a la cama para encerrarlo. Y quería que el
menor demostrara algo por él; nerviosismo o incluso miedo,
lo que sea, sólo una reacción por tenerlo cerca. Pero
Jungkook no estaba sorprendido ni perturbado. Él seguía
mirándole como si ya no significara nada.
―Piénsalo mejor ―Suplicó, su mano yendo hasta su rostro
para acariciar su mejilla. ―Solías amar esto, ¿recuerdas?
Decías que alcanzabas el cielo cada vez que te tocaba. Eras
tan feliz con mi atención, Jungkook. Cada vez que te
abrazaba y besaba, sonreías como si no hubiera nada mejor
en el mundo. ¿No quieres sentirte así de nuevo? ―Preguntó.
―Porque puedo ayudarte a sentir de nuevo. El cielo se
quedará pequeño con todo lo que alcanzarás si me das otra
oportunidad
Jungkook presionó sus labios en una tensa línea recta, aún
sin responderle. La mirada en sus ojos era tan extraña, que
Hoseok permaneció un momento en silencio mientras
seguía recorriendo sus facciones. El menor pareció poco a
poco relajarse mientras las delicadas caricias, en conjunto
con el alcohol, parecían adormecer sus sentidos.
―¿Recuerdas nuestro primer beso? ―Prosiguió el mayor
cuando el menor se mostró lo bastante dócil. ―Estábamos
en la academia, después de una práctica. Te dije que me
gustabas, y tú me preguntaste si hablaba en serio.
¿Recuerdas lo que te respondí? ―Jungkook negó
suavemente con la cabeza. ―Que me gustaste desde el
primer momento en que te vi, pero que sólo éramos unos
niños y no había tenido el valor de decírtelo. Dijiste que te
habías enamorado de mí también, con el tiempo
―Hyung-
―Fui el primero en quererte y luché para que te fijaras en
mí. Puedo luchar de nuevo, Jungkook ―Aseguró.
―¿Recuerdas que sucedió después de que me
correspondieras?
Jungkook guardó silencio, recordando. Tal y como en esa
ocasión, Hoseok tomó su rostro cuidadosamente y juntó sus
frentes. Su respiración se volvió inestable debido a los
nervios y, de repente, el chico encima de él era el
adolescente al que alguna vez amó. Hoseok no perdió su
oportunidad de unir sus labios en un beso, así como en ese
entonces. Y luego otro. Y otro. Porque Hoseok le había
besado un montón de veces aquel día y Jungkook,
demasiado enamorado, le había correspondido
tímidamente, mientras luchaba contra el rubor en sus
mejillas.
Jungkook suspiró con fuerza cuando Hoseok fue lo
suficientemente lejos como para lamer sus labios. Abriendo
la boca para quejarse, todo lo que recibió fue su lengua. Sus
ojos se cerraron con fuerza mientras sus lenguas se
reconocían y la incomodidad le abordó. Porque no quería
eso. Porque se sentía confundido y totalmente indefenso.
―Eso es ―Hoseok respiró sobre su boca, depositando un
ligero beso en ella. ―Recuérdalo, Jungkook. Esta era la
manera en la que te sentías por mí ―Su mano se posó a la
altura de su corazón, donde este latía rápidamente.
―¿Recuerdas cuando hicimos el amor? ―Preguntó ahora.
―Diste el primer paso y estaba tan sorprendido, porque no
creí que pasaría. Mis padres estaban en el trabajo y nos
encerramos en mi habitación... ―Acarició su cabello,
sosteniendo su rostro nuevamente cuando Jungkook intentó
apartar la mirada. ―Sabía que ni siquiera habías intentado
tocarte a ti mismo, pero te toqué esa tarde. Y te gustó,
porque lo vi en tu rostro ese día, amabas que mis manos te
descubrieran ―Los ojos del menor se llenaron de lágrimas.
―Era mi primera vez e intenté ser cuidadoso. Los dos
éramos torpes y estábamos asustados, pero tú confiabas en
mí, estando yo tan ansioso... ―Rió levemente. ―Te hice el
amor, Jungkook. Y te acurrucaste en mí después de eso,
diciéndome cuanto me amabas y lo feliz que eras conmigo.
¿Acaso no lo recuerdas?
―Basta ―Susurró.
―No ―Hoseok negó, atrapando sus muñecas cuando vio
su intención de escapar. ―Mírame, Jungkook, soy al chico al
que te entregaste. Me entregué a ti también ―Su voz salió
llena de molestia. ―Y no me importa si hay alguien más
ahora. Pondré mis manos al fuego y diré que Jimin jamás ha
podido darte algo como lo que tuvimos. Olvídate de él y
elige lo que es mejor para ti. Yo soy lo mejor ―Insistió.
―¡Maldición, puedes usarme para olvidarlo si es lo que
necesitas! ¡Pero terminarás amándome de regreso algún día
de nuevo, sé que puedo conseguirlo!
―¡No! ¡No volveré a amarte nunca más! ―Finalmente
gritó, empujándolo con todas sus fuerzas. ―¡No serás tú de
nuevo, Hoseok! ¡Preferiría no amar de nuevo a tener que
estar contigo otra vez! ―Hoseok le miró sorprendido.
―¿¡Sabes cuán difícil fue para mí superarte!? ¿¡Por qué
querría estar contigo después de todo lo que luché para
dejarte atrás!?
―Jungkook-
―¡Me hiciste pedazos y ni siquiera te arrepientes, hijo de
puta! ―Explotó, levantándose en medio de la adrenalina.
Hoseok nunca le había visto tan lleno de rabia y rencor.
―¡Dijiste que no podías estar con alguien como yo! ¿Sabes
cuánto daño me causaste? Siempre que me imaginaba
enamorándome de nuevo, ¡tuve miedo al pensar que las
cosas terminarían como fue contigo! ¡Que, por mi culpa, mis
relaciones jamás serían exitosas, por ser de esta forma! ¡No
le dije a Jimin que era asexual, porque temía que él se fuera
lejos como lo hiciste tú! ¿Y sabes cómo resultó?
―¡No puedes culparme a mí de eso! ―Se defendió,
poniéndose de pie. ―¡Él ha sido el imbécil que no ha podido
ver lo que tenía en frente!
―Él ni siquiera habría dado un paso hacia mí si yo hubiera
tenido la confianza de decirle que era asexual ―Los ojos de
Jungkook se llenaron de lágrimas. ―¡Rompiste mi confianza!
¡No era inseguro antes de ti! ¿¡Dices que Jimin no vio lo que
tenía en frente!? ¿¡Quién eres tú para decir eso!?
―Cuestionó, empujándole. ―¡Sabías que eras el primero!
¡Sabías que estaba perdidamente enamorado de ti! ¡Pero te
deshiciste de mí como si no hubiera tenido valor en tu vida!
¿Sabes cuántas noches lloré, esperando que te retractaras?
¡Contaba los días antes de tu ida, esperando que tocaras el
timbre de mi casa y dijeras que te habías equivocado! ¡Que
no había un problema conmigo y que me amabas lo
suficiente! ¡Que tú me amabas lo suficiente, Hoseok!
Hoseok retrocedió cuando Jungkook avanzó hasta él, su
mirada llena de dolor. Y aunque quiso abrazarle y suplicar
perdón, sabía que ese chico no lo aceptaría de vuelta nunca
más. Ni su compasión, ni su amor.
―Y cuando te fuiste a New York ―Prosiguió. ―Esperé tu
llamada por meses. Hablaba conmigo mismo,
consolándome, diciendo que llamarías en cualquier
momento para decirme que me extrañabas, que te hacía
falta. Ibas a pedirme perdón, ibas a decirme que, aunque los
amores a distancia sonaran como una gran mierda, ibas a
intentarlo por mí, porque no podías vivir sin mí. Pero hiciste
nuevos amigos, saliste con más chicos, y yo seguía llorando
a escondidas en mi cuarto mientras veía como publicabas tu
feliz nueva vida. ¿Arrepentimiento? ¿Remordimiento? ¡No
sentiste ni una mierda por mí, Hoseok!
―Te extrañé...
―¡No lo suficiente! ―Lo empujó. ―¡Acabaste conmigo!
¡Me hiciste feliz y luego lo arruinaste todo! ¡Me hiciste sentir
que no valía la pena! ¡Pasé un año esperándote y
lamentándome! ¡Dejé de ir a la academia, porque no
soportaba recordarte! ¡Todo lo que se relacionara a ti, se
volvió inmanejable! Y me aferré tanto, tanto a la idea de
que algún día me contactarías, hyung, pero no lo hiciste
―Jungkook comenzó a llorar. ―No me amaste lo suficiente.
Ni siquiera tuviste la consideración para pedir perdón.
Estaba bien si tú ya no me querías o si yo ya no era bueno
para ti, pero tú no pediste perdón. No te disculpaste cuando
aún dolía. No te disculpaste... cuando me hiciste sentir que
yo era el culpable. Y he vivido los dos últimos de mi vida
sintiendo eso. ¿Y de repente vienes, pisoteándome una vez
más, hablándome de amor? A la mierda ―Rió, sobrecogido.
―Vete a la mierda. Preferiría morir antes de ser tu novio
otra vez. Y tú no puedes tomar el lugar de Jimin, porque no
es la forma en la que este mundo funciona. No reemplazas a
un amor, Hoseok ―Le miró molesto. ―Así como Jimin jamás
fue un reemplazo de ti. Me enamoré de nuevo, Hoseok. Hay
alguien más en mi corazón ahora y ese no eres tú
Hoseok abrió la puerta, sus ojos llenándose de lágrimas
mientras repetía una y otra vez perdón, pero Jungkook
volvió a sentarse en su cama, blasfemando contra lo que
fueron sin dejar de llorar. Y con esa dolorosa imagen y las
palabras repitiéndose una y otra vez en su cabeza, Hoseok
cerró la puerta y se marchó de ahí, esta vez sin volver atrás.
¿Cuánto mal le había hecho?
―¿Hoseok? ―Taemin le respondió al segundo tono. ―¿No
estás en la fiesta?
―Tenías razón ―El chico secó sus lágrimas mientras se
apresuraba hacia la calle. ―No debí dejarlo, no así, lo
lastimé tanto y... ya no puedo repararlo ―Sollozó.
―Jungkook no me amará de nuevo, Taemin. Le hice tanto
daño... y él no me amará de nuevo
―... ven a casa, Hoseok
Taemin cortó la llamada, sabiendo que su mejor amigo le
haría caso. Dando vueltas en su cuarto mientras esperaba,
tomó uno de los tantos álbumes que llenó mientras era un
bailarín de la academia de Busan. La mayoría de las fotos
que había conservado, no eran de su grupo de amigos, sino
que de Hoseok y Jungkook. Habían alcanzado a compartir
por 3 años con el menor, pero había sido el tiempo
suficiente para saber cuán feliz hacía este a Hoseok.
Hoseok, el chico amable y amigable, parecía ser capaz de
reír junto a cualquiera, pero había sido Jungkook quien había
hecho al amor desbordar fuera de él.
Todo era más brillante desde que Jungkook había
aparecido en sus vidas. Así que, dos años atrás, cuando
Hoseok le hizo saber mediante un mensaje que pretendía
acabar esa relación, no pudo comprenderlo del todo y
mucho menos apoyarlo.
Sin embargo, aunque se sentía con el derecho de
recriminar, no lo hizo. Cuando Hoseok llegó una hora más
tarde a su casa, simplemente llorando, lo abrazó y lo llevó
hasta su cuarto para que se desahogara. Pero no importó
cuanto Hoseok lloró y se lamentó en sus brazos esa noche.
Tampoco importó si se arrepentía de todo lo que había
gatillado su ruptura o la forma en la que había actuado.
Ambos sabían, perfectamente, que no había vuelta atrás
para esa relación.
Jungkook, quien siempre había sido demasiado amable,
todo ese tiempo le había guardado rencor al que por mucho
tiempo fue su primer amor. Y había cosas que ni con el
mejor de los corazones podías ignorar.
Seokjin tampoco se sorprendió cuando al volver a su
dormitorio, encontró a su compañero ahí. Con Yoongi a su
lado, ambos permanecieron en silencio mientras lo
escuchaban sollozar y maldecir a la persona que amó.
Hoseok había sido tan injusto, repitió cientos de veces, y el
mayor del grupo se limitó a abrazarle y darle la razón.
Injusto por hacerlo esperar, por ilusionarle, por romperle
el corazón, una y otra vez.
Jungkook, por primera vez, no escondió su dolor con
sonrisas y palabras de resignación.
Porque quería dejarlo ir.
Esta vez, sí le había dejado ir.
Nota:
Disculpen si se me pasaron unos errores, ando media
dormida (?) JAJAJAJA.
Jimin explotó y Jungkook también gg, así que todo va bien
(8. Algunas personas llegaron a pensar que Hoseok
realmente tenía oportunidad aquí y me resultó un poco
curioso ¿?. Porque no, en realidad nunca la tuvo, y creo que
en este capítulo ha quedado claro.
¡Se terminó la fiesta! Ya no quedan más fiestas.
Nos leemos el próximo viernes unu♥
[45]

Jimin abrió lentamente los ojos cuando escuchó el sonido de


las cortinas deslizarse y luego la luz del día llenó el lugar.
Retorciéndose en el colchón, cubriendo sus ojos para que la
luz no le molestara, se acostumbró luego de un rato y
apartó sus manos al escuchar la voz de Taehyung. El chico
estaba de pie junto a él, sosteniendo una bandeja de
comida mientras sonreía amablemente.
―¿Tae?
―Buenos días, Jiminie, te he traído el desayuno
―Anunció. Jimin se sentó y Taehyung dejó la bandeja sobre
la cama, mirando la comida. ―Me gustaría decir que lo hice
yo, pero no es así. Mi tía me ha dicho que te lo trajera
―Dios, no quería molestarlos, lo siento tanto ―Se
disculpó, sintiéndose mal.
―Le dije que no te sentías bien y por eso te he traído acá,
está bien, es la verdad ―Murmuró. Jimin tomó un vaso de
jugo y dio un sorbo, apenado, recordando cómo había
llorado como un bebé durante todo el trayecto hasta ahí.
Le había contado todo a Taehyung, finalmente. Sobre su
infancia, la escuela, Taemin y su grupo, Hoseok en él, la
academia y lo que sentía por Jungkook. La historia se había
extendido hasta la madrugada entre silencios dolorosos y
sollozos que no se podían retener, pero Taehyung jamás le
interrumpió. Sólo se quedó a su lado y le abrazó hasta que
el cansancio le ganó.
―¿Puedo preguntar algo? ―Jimin miró a Taehyung, quien
lucía algo incómodo. ―¿Por qué no me lo dijiste antes?
Todo... todo por lo que pasaste
―No quería que pensaras que fui alguien patético ―El
menor hizo una mueca con los labios, notoriamente
ofendido. ―Sé que no eres esa clase de persona, pero
quería dejar mi vida en Busan atrás. Si tenía que
escondértelo incluso a ti para conseguirlo, entonces iba a
hacerlo. No había nada necesario de rememorar
―Pero se lo dijiste a Jungkook ―Jimin se dejó caer de
hombros, suspirando. ―Maldición, ¿no lo ves? Estás loco por
él. ¿Cómo no estarlo cuando le has hablado de todo esto? Te
desnudaste ante él, Jimin, en el sentido más cursi de la
palabra ―Rió en voz baja, desanimado.
―Supongo que lo hice... ―Admitió, mirando la bandeja.
―Sentía... que debía hacerlo para que él me entendiera y
nuestra relación funcionara. Quería que funcionara, de
verdad. Quería que supiera... porque me era tan difícil verle
cerca de Hoseok
―Y él lo entendió ―Jimin frotó tus ojos, negándose a llorar
luego de esa terrible noche. ―Jimin, cuando te conocí, no
eras como ahora, ¿recuerdas? Aun lucías intimidado e
inseguro, como si estuvieras buscando tu confianza, el suelo
fijo por el que pisar ―Chasqueó con la lengua. ―Después de
tu salto de popularidad en el instituto, te convertiste en
alguien bastante extrovertido, pero te he querido incluso
desde antes, porque sabía que eres un buen amigo ―El
contrario lo miró. ―Es lo mismo para Jungkook. No es tu
genialidad, ni lo que el resto piensa de ti, ni tu cuerpo. Si
tan sólo... si tan sólo pudieras verte a ti mismo...
―No me gusto ―Susurró.
―¿Nada de ti?
―A Jungkook le gustan mis ojos, dice que ellos también
sonríen cuando yo lo hago
―¿Y a ti te gustan?
―Son muy pequeños... ―Miró su reflejo en el vaso,
sintiéndose extraño. ―Jungkook me mira con amor, creo
que me falta mucho de eso
―Podemos trabajar en eso ―Taehyung extendió la mano
hacia él, presionando la suya. ―No será fácil, pero podemos
conseguir ayuda, si estás dispuesto a recibirla ―Jimin le
miró herido, incluso si su dolor no era en contra de él.
―He pasado casi la mitad de mi vida viviendo de esta
forma, Taehyung, y estoy aterrado ―Confesó. ―Luché por
ser alguien, y cuando creí que lo conseguí, hice sentir a
muchos como si no valieran la pena, porque estoy por
encima de ellos ―Su voz se rompió. ―He tenido
pensamientos despreciables, he dicho cosas despreciables.
La gente que ha estado en mis zapatos no me ha
importado, porque incluso si los vi, no hice nada por ellos,
porque creí que era lo que merecían, algo por lo que debían
pasar ―Taehyung le miró con tristeza. ―Mi corazón no es
completamente bueno y mi cuerpo ya no lo es todo.
Jungkook me demostró eso y yo-yo...
―Lo odias por eso ―Completó.
Jimin apartó la mirada, sin negarlo. Había intentado volver
a Jungkook culpable por arruinar su trabajo. Por arruinar su
relación. Por no tomar lo que ofrecía. Odiaba a Jungkook por
ser él y empujarle al mundo real. Se sentía miserable y lo
culparía de llevarlo a su perdición. Su amor lo quebró.
No, su amor le recordó que estaba roto. Y Jimin no era
bueno armando rompecabezas; realmente ni siquiera lo
había intentado.
―Yo seguiría viviendo una falsa felicidad de no ser por él
―Finalmente respondió. ―¿Lo odio porque duele? Sí. Pero lo
amo más, mucho más ―Suspiró con pesar. ―Me hizo sentir
real, siempre, y fueron por mucho los momentos más felices
de mi vida. Pero... pero... ―Negó con la cabeza. ―¿Qué haré
si decido estar con él y no funciona, eh? No se trata de sexo,
es el hecho de que él no quiere esto ―Se señaló a sí mismo,
con asco. ―¿Y si de verdad no puedo manejarlo? Jamás me
he involucrado con alguien que... que quiera algo más de mí
―Sabes que él no desprecia tu cuerpo, ¿cierto?
―Preguntó suavemente. ―Su amor es absoluto. El hecho de
que no pueda desearte, no significa que no reconozca tu
atractivo. Él sabe que eres hermoso, aún puede verte
―Jimin se mantuvo en silencio, con la mirada baja. ―Te
apoyaré en lo que decidas hacer, Jimin. Si te sientes listo
para hablar de esto con alguien más, te ayudaré a buscar a
ese alguien. Si no quieres hablar con Jungkook, lo
entenderé. Pero si crees que puedes intentarlo... entonces
necesitarás tener otra charla profunda con él también
―Murmuró. ―Y aunque no quiera presionarte, ¿recuerdas lo
que te dije del tiempo? Es tu aliado o tu enemigo, y no
puedes... no puedes esperar que su corazón se quede
contigo por el resto de su vida. Es injusto para él
Jimin asintió, intentando sonreír cuando se encontró con
los ojos de su mejor amigo. Taehyung le recordaba
constantemente que él no estaba solo y lo necesitaba.
Odiaba sentirse solo.
Cuando minutos después Taehyung salió de la habitación
cargando la bandeja, Jimin salió de la cama y caminó hasta
el espejo. Empuñando sus manos, se detuvo frente a él para
verse.
Las raíces negras comenzaban a verse en su rubio y
estropeado cabello. Sus ojos estaban hinchados. Sus labios
resecos y partidos. Su cuerpo de repente lucía diminuto.
Jimin ni siquiera parpadeó mientras intentaba encontrar
algo rescatable en el desastre que se había convertido.
"Eres el chico más precioso que he conocido. Tienes ojos
pequeños que desaparecen cada vez que ríes o sonríes
mucho. Cada vez que lo haces, veo sinceridad en ti;
felicidad que escapa fuera de tu control y no teme
mostrarse al mundo. Me gustan tus ojos por eso."
"¿Siendo tan comunes?"
"No, Jimin-ah. No todos son capaces de sonreír con los
ojos."
Era imposible que esos cansados ojos pudieran sonreír
ahora.
"Mis ojos bonitos. Me gusta la manera en la que me miras.
Siento que veo tu corazón a través de tus ojos cada vez que
me miras así."
"¿Y qué dice mi corazón?"
"No lo dejes ir, nunca."
"Nunca."
Jimin cerró los ojos, recordando su risa infantil, sus
pequeños besos. La expectación en sus ojos cuando...
"Hyung, yo... ¿puedo verte?"
Volvió a mirar su reflejo. Se lo había mostrado todo a él;
su alma, su cuerpo. Jungkook había abrazado a ambos como
si fueran su todo.
―Lo siento ―Susurró, para la persona que más amaba y
para sí mismo.
Sentía haberle prometido que le escucharía cuando le
había dejado ante el primer problema. Sentía haberle
llamado amor para luego rechazar sus sentimientos.
Lamentaba haber creído que todo sería fácil, con sólo tener
sentimientos recíprocos. Era difícil ahora que lo demás
parecía diferente. Le entristecía que su cielo se sintiera
mucho más estrecho.
Pero, sobre todo, lamentaba no conocer su propio valor.
Porque de conocerlo, seguramente no habría temblado de
inseguridad al descubrir que no había nada más en él
además del cascarón.
♢♢♢♢♢
Jungkook agradeció que sus amigos no le siguieran
cuando, luego de que estos le ayudaran con su resaca,
anunció que iría a visitar a su hermano. El viaje en tren fue
eterno y tedioso debido a los malestares físicos, pero su
mente lo mantuvo lo bastante ocupado, recordándole los
acontecimientos de la noche anterior.
Junghyun, poco acostumbrado a las visitas de sus
familiares en la base, le esperó con una enorme sonrisa al
verle caminar a metros de distancia. Sin embargo, la sonrisa
se transformó en una mueca de insatisfacción al notar la
expresión consumida del menor. Jungkook había sido un
niño ruidoso y alegre toda su vida, así que era extraño verle
con la cara larga. Viéndolo así, tan débil, fue como volver a
la etapa de su adolescencia donde su primer amor le dejó.
―¿Sabes? Podrías fingir al menos que estabas
entusiasmado por verme ―Se quejó.
―Pero estoy feliz de verte, hyung ―Se ofendió, haciendo
un puchero.
Junghyun extendió sus brazos en medio de una risita,
permitiendo que su hermanito fuera hasta sus brazos, y lo
presionó con fuerza cuando las manos de este se aferraron
desesperadamente a sus ropas y su rostro se ocultó en su
hombro, sus lágrimas humedeciendo rápidamente el lugar.
Su cuerpo tembló en medio de silenciosos sollozos y
Junghyun no preguntó qué pasaba ni perdió la paciencia,
sino que sólo lo consoló hasta que estuvo demasiado
cansado como para seguir llorando.
Era curioso ver a Jungkook llorar, en su caso. Jungkook no
había sido un bebé llorón. Cuando aprendió a caminar,
nunca lloró al tropezar, sino que volvía a apoyarse en sus
manitos para levantarse y correr a brazos de papá.
Jungkook tampoco lloró cuando por equivocación alguien lo
golpeó en un juego o raspó sus rodillas. Jungkook odiaba al
dentista, pero jamás lloró por culpa de él tampoco, a
diferencia de muchos niños. Las vacunas nunca fueron un
problema.
Y Jungkook no lloró frente a nadie cuando Hoseok lo dejó.
Así que esa tarde, Junghyun escuchó atentamente a su
hermano cuando, luego de llorar, este comenzó a contarle
lo que acontecía su vida. El regreso de su ex, los
comentarios de la gente en la universidad y su nuevo amor.
Y aunque Junghyun se imaginó a sí mismo golpeando a un
par de personas por lastimar a su hermano, no lo dijo,
porque sabía que Jungkook prefería llevar su propio control.
Sólo lo dejó ir, por al menos una vez.
¿Cuántas cosas podía guardar ese corazón?
―¿Qué es tan genial en ese Park Jimin? ―Preguntó
Junghyun luego de un minuto de silencio donde Jungkook
parecía demasiado interesado en el césped. Quiso reír
cuando los ojos grandes y brillantes de su hermano le
miraron fijamente.
―N-No estoy-No estoy seguro ―Admitió, su rostro
enrojeciendo. ―¿Todo? ―Junghyun enarcó una de sus cejas.
―Cuando me mira, cuando me toca, todo es cálido ―Sonrió
avergonzado, volviendo a bajar la mirada. ―Lo siento aquí,
no puedo explicarlo ―Puso su mano a la altura de corazón.
―Lo miro y él es hermoso, como si estuviera frente a la
aurora boreal. No puedo dejar de verlo. Quiero verlo todo de
él y fotografiarlo, recordarlo siempre, rememorarlo
―Estás obsesionado ―El mayor se burló.
―Estoy enamorado ―Corrigió, sintiendo sus orejas
calientes. ―Y él... me habla diferente, ¿sabes? ―Junghyun
puso los ojos en blanco ante lo cursi que sonaba eso. ―Su
voz se vuelve más dulce cuando me habla, como si quisiera
tomarme con pinzas, es tan raro ―Comenzó a reír. ―Los
chicos intentan parecer grandiosos ante mí, pero él... él es
tan dulce y tonto, hablándome como si fuera un bebé
―¡Te gusta porque es mayor! ―Lo acusó.
―¡No es cierto! ¡Es porque él me hace feliz! ―Un puchero
infantil se formó en su labio. ―Cuando me mira, cuando me
habla, cuando me toca... él me hace feliz, puedo sentir que
me quiere ―Insistió. ―Puedo jurarlo, hyung, Jimin no es del
tipo que de buenas primeras impresiones. Puede parecer
superficial, pero una vez que lo conoces... sabes que estás
frente a un chico muy fuerte, lleno de convicciones y un
profundo amor por lo que hace. No es lo que vi en él, es lo
que descubrí. Amo cada una de las cosas que he
descubierto en él
―Pero él no ha amado cada una de las cosas que ha
descubierto de ti, Jungkook ―El menor volvió a bajar la
mirada; la verdad ya ni siquiera se asemejaba a un balde de
agua fría, porque era demasiado consciente de ello. ―Mira,
no digo que debas estar contra él, pero tienes el derecho de
estar molesto, ¿sabes? ―Jungkook continuó en silencio.
―¿Recuerdas el primer kínder al que participaste?
―¿Por qué preguntas eso de repente? ―Alzó la mirada
hasta él. ―Apenas duré dos semanas ahí, hyung
―¿Y recuerdas por qué duraste sólo dos semanas ahí?
―Jungkook torció el gesto. ―Tu maestra llamó a nuestros
padres diciéndoles que eras un niño demasiado enérgico
que desconcentraba a sus compañeros, así que estabas
retrasando a todos. Por tu culpa los niños no le obedecían,
porque querían jugar al verte jugar
―Era un niño problema ―Musitó.
―Jungkook, sólo eras un niño ―Rió. ―Y ella una hija de
puta, está bien ―Jungkook le miró con reproche. ―Así que
mamá se enojó y decidió sacarte de ahí. Papá decidió que
hicieras una actividad extra y tú elegiste taekwondo.
Después de eso, cuando empezaste la escuela, yo visitaba
tu aula y siempre estabas como una estatua. Y, ¿recuerdas
qué me dijiste cuando te pregunté por qué no jugabas?
―Jungkook negó con la cabeza. ―Que no querías causar
problemas
Jungkook frunció sus labios, recordando aquellos años. Era
verdad que recordaba a sus padres sentirse heridos y
molestos por la mujer que lo señaló como un niño problema.
Pero había olvidado la actitud que había tomado tras de ello.
―Así que te volviste un niño ejemplar después de eso
―Suspiró. ―No sé si lo has hecho consciente o
inconscientemente, pero pareces empecinado en no actuar
y no hablar cuando algo te molesta, como si odiaras la idea
de que el resto te mire mal
―Sólo... no quiero ser una molestia ―Susurró.
―Jungkook, no puedes guardarlo todo. Está bien estar
dolido, está bien estar molesto. Dile al resto que te ha
hecho daño, diles por qué te han hecho enfadar. ¿Por qué
eres tú quien debe ser siempre tan condescendiente? No
dejarás de ser un buen chico por esto, en serio ―Le
aseguró, presionando su hombro con dulzura. ―Así que, si
tienes oportunidad, dile a ese tal Park Jimin que te ha
lastimado. No se lo dijiste a Hoseok cuando debías y sufriste
guardándolo por años ―Jungkook lo miró apenado. ―¿Y
sobre Hoseok? Oh, mierda, puedes escupirle si quieres
―¡Hyung! ―Chilló.
―Me agradaba Hoseok y lo sabes, pero él hizo las cosas
mal. Sé que sabes perfectamente lo que debes hacer con él,
Jungkook ―Golpeó su mejilla ligeramente. ―Lo sabes,
¿cierto? ―Jungkook asintió lentamente. ―Se hará como tú
quieras entonces. Si él dice no, entonces responde con más
fuerza. Lo que quieres para ti es por mucho más importante
que lo que el resto quiere de ti. Basta de complacer y basta
de disculparte por cosas que no están en tu control. Este
eres tú y el resto verá si lo acepta o se marcha
Jungkook volvió a asentir, bajando la mirada
nerviosamente a sus manos después. Junghyun le miró con
compasión y lo abrazó por los hombros, desordenando su
cabello de paso. Sabía que su hermano menor podía
exceder los límites de amabilidad, pero también era
consciente de que dentro de él había un chico con una voz
bastante firme, así que esperaba que la usara cuando se
tratara de sí mismo. Jungkook no podía seguir señalando las
injusticias cometidas contra otros mientras permitía que las
cosas le lastimaran a él.
―No quiero que salgas con Park Jimin si él realmente no
es capaz de comprender lo que te ha hecho ―Jungkook lo
miró de reojo, sin saber qué decir. ―Si para él eres tan
especial como dices, sé que te buscará de nuevo. Jamás
perdones a alguien que no sabe en qué consiste el perdón
―Eres muy duro ―Susurró. ―Hubiera deseado que
conocieras a Jimin en vacaciones de fin de año
―¿Para que lo golpeara?
―Yo lo herí en ese entonces, no él a mí ―Entornó los ojos.
―No, de seguro lo estás encubriendo, porque comienzo a
sospechar que tienes un pésimo gusto para los chicos
―Jungkook rió en voz bajita al recordar al hermano de Jimin.
―¿Eso es algo para reírse, Jungkook? ―Reprochó.
―No, hyung
―Correcto, no lo entiendo, de verdad ―Ahora el menor
bufó. ―Me gustan Seokjin y Yoongi, sobre todo Seokjin, ¡él
es tan divertido! ¿Por qué no sales con él?
―Es el novio de Yoongi hyung
―¿Y a él no le enseñaron a compartir? ―Jungkook volteó a
verlo, con la nariz arrugada y el ceño fruncido. ―De
acuerdo, ¿y por qué no pides que te incluyan en su relación?
Ya no sería sólo compartir. Y ellos lucían como si no tuvieran
problemas en admitirte
―¡Hyung! ―Se quejó, completamente rojo. ―No me
busques un novio, ¡no quiero! ¡Y no hables de una relación
polígama con mis amigos como si fuera muy fácil hacerlo!
¡Sólo imaginarlo es vergonzoso!
―Pensé que era lo de la actualidad ―Fingió estar
ofendido, riendo cuando su hermano hizo un puchero, y no
tardó en abrazarlo. ―Ten un buen viaje de regreso, ¿sí? Y no
llores por quien no lo vale. Las lágrimas de mi hermanito
son demasiado valiosas para llorar por cualquiera
Jungkook asintió y se apoyó contra su hombro un rato
más, esperando que las palabras de su hermano fueran
suficiente para mantenerlo a raya. Él tampoco quería seguir
llorando en vano. Y todo lo que mantenía para sí mismo, ya
no quería seguir sosteniéndolo. No importaba cuán tarde
fuera, Jungkook lo dejaría ir y continuaría, tal como siempre
debió hacer.
♢♢♢♢♢
Hoseok se sintió tenso cuando vio a Jungkook atravesar
las puertas de la cafetería. Cuando el menor le envió un
mensaje hace una hora, tanto como no esperaba ese
mensaje, mucho menos esperaba que le contactara para
reunirse. El semblante del joven era neutral, a pesar del
cansancio en su expresión, y aunque intentó invitarlo a
tomar un café junto a él, el chico se limitó a pedir un vaso
de agua. Hoseok podía deducir que lo que sea que tuviera
que decir, no duraría mucho tiempo.
Jungkook primero bebió su agua, combatiendo contra la
sequedad en su boca producida por los nervios. Ocultando
después sus sudorosas manos, ni siquiera se esforzó en
sonreír al chico frente a él. Hoseok se mostró aturdido por
su sola atención y Jungkook quiso reír al verle tomar
apresuradamente su taza de café, como si intentara
esconderse tras de esta. El ambiente era tan jodidamente
incómodo. De sólo recordar que anoche se habían besado, y
él lo había permitido, hacía que su estómago se contrajera y
quisiera devolver la comida.
Se sentía enfermo. No porque besarlo fuera malo, sino
porque sentía que había quebrantado sus códigos
personales. Jungkook no quería besar a alguien por quien no
tenía sentimientos, pero la noche anterior había sido
extraña entre sus emociones inestables y las copas de
alcohol en su organismo.
―Lo siento ―Fue Hoseok el primer en hablar, a pesar de
que él lo había citado. ―No debí besarte anoche mientras
estabas ebrio, Jungkook ―Se mostró arrepentido, mirándole
a los ojos con pesar.
―No, no debiste ―Concordó. ―No debiste besarme
mientras estaba ebrio y tampoco debiste intentar
convencerme de estar contigo conociendo mi estado ―Las
palabras salieron con enojo de su boca. ―Sí, rompí
recientemente con Jimin, lo sabes. Pero el hecho de que
esto no haya funcionado, el hecho de que mi visión del
amor parezca venirse abajo, no te da el derecho de usar eso
en mi contra. Me siento débil, hyung, pero no desesperado
por sentir que alguien me ame
―No pensé en ti como alguien desesperado, Jungkook
―Contrapuso. ―Era yo el desesperado, ¿sí? Ambos lo
sabemos. Te amo y era mi oportunidad
―Jamás tuviste esa oportunidad
Hoseok cerró la boca, sin saber qué decir. Jungkook
suspiró angustiado y dio otro sorbo a su agua antes de
impulsarse a proseguir, sintiendo sus ojos escocer.
―Te amé demasiado ―Reconoció. ―Y digo demasiado,
porque creo que te amé más de lo que podía soportar. Las
cosas que dije anoche antes de que te fueras de mi
dormitorio, eran ciertas. Me volví un desastre por ti. Lloré
por ti. Y te esperé por un año completo, decidiendo que salir
de Busan era lo único que podía hacer para dejar de esperar
por ti ―Le dolió decir. ―Ese fui yo, hyung, el niño tonto que
te hubiera perdonado sin pensarlo. Porque te amé
demasiado ―Repitió. ―Y ya no. Pero cuando te miro,
recuerdo lo lastimoso que fui. Cada vez que me repites que
aún me amas, recuerdo que yo también te amé y que fui lo
suficientemente estúpido por alejarme de cosas que quería,
sólo porque me recordaban a ti
―Lo siento...
―No sirve sentirlo ahora ―Le interrumpió, mirándole
directamente a los ojos. ―Hyung, no te odio y no te deseo
mal, ¿sabes? Pero me lastimaste, y volviste a hacerlo al
volver a mí y decir que aún me amas. Si hubieras tenido
consideración por mí, habrías respetado al chico que soy
ahora. Si tuvieras consideración por mí, no habrías tenido el
descaro de decirme que me amabas luego de romper mi
corazón ―Sonrió herido. ―Debiste dar un paso atrás y no
causarme problemas al ver que había alguien más. Respeta
mis sentimientos. Respeto los tuyos, pero ya no son algo
que me involucre, porque te he rechazado. No es no. No
ahora, no mañana, no nunca
Las manos de Hoseok temblaron, incapaces de volver a
tomar la taza para intentar escapar de su atención.
Jungkook estaba serio, herido, y no escatimaba de hablar de
sus sentimientos. Hoseok jamás creyó que volver por él le
sería tan doloroso. A pesar del final que él dio, no creyó que
después de dos años todo eso tuviera tanto peso.
―Después del show en el que te ayudé, no volveremos a
reunirnos. Voy a saludarte si me encuentro contigo de
casualidad, y puedes saludarme también, pero mientras
mantengas sentimientos amorosos por mí, no habrá nada
más de lo que hablar ―Dictaminó. ―Pensé que podíamos
ser amigos, pero no puedo ser amigo de alguien que no
acepta una amistad. Vamos a poner un fin a esto, ¿sí?
Mantén la distancia de mí un tiempo, por favor, tengo
suficiente con mi corazón, como para tener que lidiar con el
tuyo también. Eso es todo lo que tengo para decir
Jungkook se levantó, haciendo una reverencia con la
cabeza, pero no alcanzó dar un paso lejos cuando Hoseok
tomó su brazo precipitadamente, deteniéndolo.
―Espera, sólo un minuto ―Pidió. ―Siento haber
terminado contigo de esa forma. Siento haberte dicho
palabras despreciables. Los momentos más felices los pasé
junto a ti, Jungkook
―Hyung... ―Comenzó a decir, queriendo detenerlo.
―No fuiste tú el del problema, fui yo. No sabía cómo
hablar contigo, porque temía lastimarte. Acumulé tantas
inseguridades a lo largo de nuestra relación por mi miedo a
hablar, que al final devolví todo contra ti, culpándote de las
cosas que yo no pude hacer. El problema no fue tu
sexualidad, ni todo lo que conlleva, yo simplemente no
confíe en ti, ni en mí, ni en nuestra relación ―Confesó
apresuradamente. ―Y lo siento. Siento no haberte buscado
antes de irme para despedirme. Siento no haberte llamado
para pedir perdón. Me arrepentí cada día después de eso,
Jungkook, pero ese arrepentimiento no es válido si no lo hice
llegar a ti. Perdón, perdón por hacerte esto, por hacernos
esto ―Presionó su mano con más fuerza. ―Perdón por
volver y buscarte, creyendo que todo había quedado atrás.
Acepté que lo habías superado, que me perdonarías, y mi
error fue asumir y no preguntar. Perdón por no respetar el
hecho de que hay alguien más en tu vida. Pero yo de
verdad, de verdad, Jungkook, te amo y deseo que seas feliz.
No quiero ser el culpable de que no puedas ser feliz
Hoseok soltó su mano, rebuscando algo en el bolsillo de
su chaqueta. Jungkook inhaló y exhaló, controlando sus
emociones mientras el mayor le extendía un sobre.
―Es el dinero por lo que has trabajado, tómalo ―Le pidió.
―Era un re-
―No obsequias tu trabajo, Jungkook ―Le obligó a tomar el
sobre. ―Tienes razón, no puedo seguir viéndote, fue un
error forzarte a pasar tiempo conmigo ―El menor lo miró a
los ojos, encontrándole con la mirada aguada. ―Después
del show, no volveré a molestarte
Jungkook asintió, incluso si dolía. Jamás creyó que volvería
a experimentar el sabor amargo de una despedida con
Hoseok, pero tenía que hacerlo por el bien de ambos. No
importaba cuanto cariño guardara por ese chico, o cuanto le
admirara y quisiera ayudarlo en alcanzar sus sueños, ellos
no podían trabajar juntos o ser amigos, justo ahora.
Jungkook volvió a hacer una reverencia ante él,
prometiéndole que se verían el día del show, antes de
escabullirse. Y Hoseok volvió a sentarse para terminar su
café, intentando tragarlo mientras las lágrimas escapan sin
su consentimiento.
Amargo. El sabor era amargo; su amor había terminado en
eso. Hoseok no dejaría de llorar, porque, oficialmente, le
había puesto fin a su primer amor. El ciclo que debió cerrar
hace dos años, cuando el dio la declaración para el final,
terminaba realmente hoy con la honesta brutalidad de aquel
que había terminado antes que él.
Jungkook ya no le amaba.
♢♢♢♢♢
Para Jimin fue casi una misión imposible poder irse de
casa de los Kim. Agradecía la preocupación de sus amigos, y
le había servido pasar todo el día con ellos, pero después de
la cena, se había excusado con los padres de Namjoon para
volver a su dormitorio. Él aún sentía que necesitaba un
tiempo a solas para sí mismo. No fiestas, no amigos, sólo un
momento para él y su compleja mente, aún si estar a solas
con sus pensamientos le aterrorizaba.
Necesitaba llegar a algún lugar.
Caminando por el solitario camino de regreso a los
dormitorios, su cuerpo quedó estático cuando pudo
visualizar una espalda familiar. Jungkook estaba ahí, a
metros de él, regresando tarde a su propio dormitorio por
alguna razón. La imagen de Hoseok besándolo en los baños
apareció espontáneamente en su cabeza y fue como volver
a sentir su corazón romperse. Luego de estar todo el día con
sus amigos, ni siquiera se había detenido a pensar en qué
había sucedido después de eso.
¿Hoseok sí lo había acompañado a los dormitorios? ¿Y qué
había pasado ahí? ¿Había vuelto a besarlo? ¿Jungkook había
decidido darle otra oportunidad? El menor podía estar
enojado, pero uno nunca sabía.
Una vocecita en su mente le gritaba que corriera hacia él
y le preguntara; que corriera y le dijera que no, que no
podía desplazarle tan fácilmente. Pero su razón lo mantuvo
de pie en el mismo sitio y no dio otro paso hasta él.
Jungkook desapareció en la entrada de su edificio y, poco
después, él se apresuró para correr hacia su propio
dormitorio antes de que el arrepentimiento viniera.
Porque no, no buscaría a Jungkook.
―¿Jihyun? ―Jimin se detuvo, sorprendido al encontrar a
su hermano recargado contra su puerta mientras jugaba con
su celular.
―¿Es en serio? ―El menor se levantó, claramente
molesto. ―¿Dónde has estado todo el día? ¡Llegué esta
tarde y te he estado llamando y enviándote mensajes!
¿Tanto te costaba revisar?
Jimin presionó sus labios al recordar que había apagado su
celular. Luego de todo el caos en redes sociales, sentía que
lo más sano era desconectarse por un tiempo, y mantener
el celular encendido no sería de ayuda para alguien
obsesionado en revisar notificaciones como lo era él.
―Lo he tenido apagado, lo siento ―Murmuró apenado,
buscando sus llaves para entrar. ―Pero, ¿qué haces aquí?
¿Ha sucedido algo con mamá y papá?
―Ellos están bien ―Se encogió de hombros. ―No sé si te
lo dije, pero participé de un concurso de robótica con los
chicos del club al que pertenezco en la universidad. Hemos
ganado y el lunes en la mañana nos entregarán nuestro
premio aquí en Seúl
―¿Y has llegado hoy sábado?
―Estoy arrendando por unos días con los chicos, ellos
creyeron que era un buen momento para recorrer Seúl. Nos
iremos el lunes en la tarde, así que no podré ver tu
presentación, lo siento. El decano de la facultad desea
invitarnos a una cena el lunes como felicitación por el logro
que hemos sumado ―Entornó los ojos. ―Vine aquí en la
tarde, pero no estabas. Llegué hace un rato y todavía no
respondías. Creí que pudo sucederte algo
―¿Y por eso te has quedado ahí sentado? ―Jihyun asintió.
―Lo siento, puedo pedirte algo para comer si quieres
―Abrió la puerta, invitándole a entrar.
―No importa, me iré pronto, mis compañeros quieren ir a
un arcade ―Jimin arrugó su nariz. ¿Un grupo de
universitarios venía hasta Seúl para un arcade? ¿No para un
club? ¿Qué seguía para el panorama de mañana? ¿Un
museo? ―¿Por qué tienes apagado el celular?
―No tengo ánimos de revisarlo, las redes se han vuelto un
desastre desde hace unos días ―Respondió con molestia,
sentándose en su cama.
―¿En serio? ―Sin embargo, Jihyun lucía radiante. ―¿De
qué hablan? ¿De tu ruptura con Jungkook? ¿O están
hablando exclusivamente de él? ¿Ya hablan de su ex novio?
―¿Cómo estás al tanto de esas cosas? ―Le cuestionó,
pero el joven cubrió su boca y rió. ―Oh, mierda, dime que
no has sido tú, por favor ―Jimin comenzaba a palidecer
ante su rápida deducción.
―¿De qué hablas? ―Fingió inocencia, sacando su celular
de su bolsillo para ver los estragos que había causado.
―¡Publicaste ese vídeo y la información de Jungkook!
―Oh, eso, por supuesto que lo hice ―Continuó riendo,
victorioso. ―Él es un mal tipo, así que lo merece. Le dije que
no se atreviera a lastimarte y fue lo primero que hizo, así
que no puede decir que no estaba advertido ―Se encogió
de hombros.
―¡Pero no fue él quien terminó conmigo, Jihyun! ¡Fui yo!
―La mirada del menor fue directamente hacia él, sin
comprender. ―¿Cómo has podido pensar que ha sido su
culpa?
―Porque estabas llorando. ¿Por qué llorarías si fue tu
decisión?
―¡Terminé con él porque...! ―Se detuvo, sin saber cómo
explicarlo.
―¡Ves! ¡No tienes nada que decir! No intentes defenderlo,
hyung ―Se molestó. ―Él te lastimó y merece esto. Fuiste un
tonto en confiar en un chico que sólo quería usarte, pero él
aún merece que le pasen cosas malas. A diferencia del resto
de idiotas que frecuentas, se ha atrevido a fingir ser un
buen chico, ¡y eso es imperdonable! Ahora todos saben de
qué está hecho. Serás el mártir por un tiempo, quien sólo
fue usado y tirado, ¡pero él será el chico infiel que jugó a
dos bandos! ―Se mofó.
―No, no, ¡no digas eso! ―Terminó por explotar.
―¿Usarme y tirarme? ¡Él sería incapaz de hacerme eso!
―Tuvieron sexo en casa y te dejó al volver aquí. Maldición,
eres realmente tan ingenuo... ―Le miró extrañado.
―¡Es que no tuvimos sexo, Jihyun! ¡No lo hemos hecho ni
una sola vez! ¿La razón por la que terminamos? ¡Es porque
luego de estar en casa, él me ha confesado que es asexual!
―¿Qué mierda estás diciendo de repente? ―Jihyun se
levantó precipitadamente, luciendo alterado. ―¡Él no puede
ser asexual!
―¡Lo es! ¡Terminé con él porque lo es! ―Jihyun no podía
dar crédito de lo que oía. ―¿Cómo has podido hacer esto sin
consultármelo? ¿Sabes lo mal que están hablando todos de
él? ¡En mi facultad creen que ha estado acostándose con
Hoseok mientras decía ser mi novio! ¡Incluso si se diera que
Jungkook era un mal chico, no tenías derecho de ensuciar su
imagen de esa forma! ¡Hacer esas cosas está mal, Jihyun!
―Le reprochó.
―¿Y cómo podía saberlo? ¡Es tu culpa por no ponerme al
tanto antes! ―Jimin negó con la cabeza. ―¡Estaba
intentando hacerte sentir mejor! ¡Si las cosas han llegado a
este punto es por ti!
―Debes estar bromeando...
―¡Intentaba hacer una buena acción! ―Insistió.
―¿Terminar con tu novio por ser asexual? ¡Fue tu maldito
error, no el mío! ¿Cómo has podido dejarle sólo por eso?
¡Ahora resulta que era él el que te amaba mientras tú no le
has tomado en serio!
―Jihyun, no se trata de eso ―Bajó la voz, dolido por lo
que decía.
―¡Es eso! ¡Eres tú y tu maldita manía de echarlo todo a
perder! Los chicos siempre te han buscado por interés y,
cuando uno te quiere de verdad, vas y lo arruinas. ¡Adoras
que los chicos te traten mal! ¡Arruinaste esto y yo lo he
empeorado por tu culpa! ¿Y vienes a reclamarme además?
¡Eres tú quien ha hecho las cosas mal desde un principio!
Jimin se quedó en silencio, sin poder creer que toda la
culpa recayera en él. Jihyun le miró con decepción y enojó
antes de caminar de regreso a la puerta, haciéndole sentir
aún más miserable. Quiso llorar cuando lo escuchó hablar
una vez más.
―No puedo creer que el sexo sea tan importante para ti.
Terminar con él por eso... ¡es que es demasiado! Intenté
defenderte de un mal tipo, sólo para que terminaras siendo
tú la clase de persona que detesto. ¡Ni siquiera sé cómo
puedes ser mi hermano! ¡Nuestros padres estarían
decepcionados de saber la clase de persona que eres! Si
acostarte con cualquiera es lo que quieres, entonces ve y
deja que el resto te lastime, no volveré a preocuparme por ti
nunca más ―Escupió las palabras, cerrando con brusquedad
la puerta.
Jimin miró sus pies, luego su escritorio. Tocando su oreja
con nerviosismo, donde aún llevaba el aro que Jungkook le
había regalado, se lo quitó para guardarlo en su caja
musical. La melodía llenó el lugar, como tantas veces venía
haciendo ese último tiempo, e intentó no llorar al recordar
las palabras de su hermano.
¿Cómo había terminado por decepcionarle incluso a él?
¿De verdad Jihyun lo veía como alguien tan horrible?
―Perdón ―Murmuró, sentándose en la cama mientras
secaba sus lágrimas. ―Es mi culpa, perdón
Pero Jihyun ya no le podía escuchar. Jihyun, incluso de
haber estado ahí, habría ignorado tanto sus disculpas como
su dolor.
Nota:
Hoy fue el capítulo sobre los hermanos (?). ¿Alguien supuso
que era Jihyun quien había causado el escándalo de JK? O
sea, lo tenía amenazado, pero igual JAJAJA. Como pueden
ver, su personaje es impulsivo y rencoroso, no se
sorprendan~.
Bueno, ahora vienen las malas noticias, tinini. Estoy en
tiempo de exámenes. Un largo y muy tedioso tiempo de
exámenes. Así que me ausentaré por DOS SEMANAS.
Ustedes deberían agradecer que son exámenes y no
prácticas/internado, o sino directamente ni aparecería por
aquí (?) JAJAJA. Pero ya, hablando en serio, no habrá
actualización hasta el 1 de noviembre:(. Muchísimo tiempo, i
know, pero quiero creer que se pasará volando.
Hasta entonces, gracias por todo unu
¡Tengan un buen fin de semana!
( ˘ ³˘)♥
[46]

Jimin pidió permiso para ocupar una de las salas de ensayos


de su facultad esa mañana. Había dormido mal, el desayuno
le había revuelto el estómago, y lo único que deseaba ahora
era bailar hasta que sus pies no pudieran sostenerlo.
Quizás, si se concentraba sólo en el show, en sus
movimientos y en la música de fondo, no tendría tiempo
para las distracciones. Tristemente, el primer tema de su
número traía de regreso a su memoria su visita a Daegu
junto a Jungkook, mientras que el segundo era difícil de
practicar sin su pareja.
Finalmente, se sintió más como ejercitar que como
practicar. Y no quería molestar a Minhyuk cuando habían
quedado el día siguiente de ensayar.
Jimin se sentó en el piso cuando el reloj marcó pasado del
mediodía. Tenía hambre y estaba exhausto, pero no tenía
ánimos de ir por una ducha y comida. Bebiendo un trago de
agua, se dejó caer de espaldas en el lugar mientras
observaba el techo iluminado. Había soñado con focos sobre
él desde que había decidido convertirse en bailarín. Había
soñado con bailar, ser la estrella principal, que el resto le
alabara. Y ahora, que casi podía saborear sus metas, no era
feliz.
Se sentía tan vacío. No quería creer que su vida
profesional era lo único de lo que podría sentirse orgulloso
en un largo tiempo. ¿No existía un equilibrio adecuado en el
mundo, acaso? ¿Necesariamente algo saldría mal si otra
cosa salía bien?
Jimin suspiró, girando sobre su cuerpo para apoyarse en
su costado. Casi dormitando, se sobresaltó cuando escuchó
la puerta de la sala abrirse. Se sentó inmediatamente al ver
a Lee Taemin entrando, deteniéndose al encontrarle ahí.
―Supongo que está ocupado ―Murmuró el mayor, pero
no se movió.
―No importa, planeaba irme pronto, de todas formas
―Jimin se reincorporó, deteniendo la música para tomar su
bolso y guardar sus pertenencias.
―No tienes que dejar tu sitio sólo porque he venido ―Pero
Jimin sólo lo ignoró. ―¿Has pasado toda la mañana aquí?
¿No prefieres acompañarme a comer?
―¿Qué intentas? ―El rubio soltó su bolso bruscamente,
caminando molesto hasta él. ―¿Por qué actúas como si
fuéramos cercanos?
―Dímelo tú ―La mirada del mayor era seria. ―La última
vez que pasamos tiempo juntos, no dudaste en seguirme a
casa y no te quejaste cuando tiré de tus pantalones. En
realidad, parecías bastante desesperado por meter tu pene
en un lugar ―La cara de Park se volvió completamente roja
de enojo mientras Taemin hacía un ruido obsceno con la
boca, mirándole con arrogancia. ―¿Ahora te haces el
ofendido?
―Fue un error. Seguirte ese día fue un error
―Buscaste en mí lo que no podías conseguir en el chico
de tus sueños ―Se burló. ―Y aparentemente, tampoco te
fue bien luego de que él te aceptara como su novio, ¿no?
Por eso lo terminaste ―Rió. Jimin intentó volver por su
bolso, pero Taemin fue más rápido en tomar su brazo. ―Te
dije que no funcionaría, pero no te gusta escuchar a las
personas que quieren ayudarte
―¿Ayudarme? ―Jimin se soltó de su agarre. ―Nunca has
deseado nada bueno para mí, Taemin, sólo puedes
preocuparte por ti mismo. Alejarme de Jungkook para que
yo estuviera contigo, sólo es uno de tus muchos caprichos.
Soy tu capricho ahora, lo he sido por un largo tiempo, pero
tú ya no eres el mío, así que déjame en paz
―¿Y qué harás? ―Preguntó. ―¿Quedarte solo? No te
gusta ese tipo de vida. No sirves para estar en una relación,
pero te desesperas fácilmente si alguien no besa tus pies.
Eres tan incongruente ―Se mofó. Jimin intentó no hacer
caso de su provocación. ―Aún puedes venir conmigo si es
que no puedes soportarlo
―Incluso si fueras la última persona en el mundo, no
volvería a recurrir a ti ―Intentó hablar con seguridad, pero
su voz temblaba. ―Jamás te perdonaré por haber drogado a
Jungkook
―Ese no fue un problema antes ―Rió.
―Sí, cometí un grave error y no dejaré de lamentarme por
ello ―Reconoció con dolor. ―Me sentía perdido en ese
entonces, y me siento perdido incluso ahora, pero he
abierto los ojos lo suficiente para saber que no eres tú a
quien debo buscar cuando me sienta mal ―Taemin le miró
en silencio, estudioso. ―Desaparece de mi vista ahora. Vete
Lee se encogió de hombros, volteándose hacia la puerta
para retirarse. Jimin se hubiera dejado caer al piso debido al
cansancio psicológico, de no ser porque el chico retrocedió
de repente, mirándole con altivez.
―Me buscarás ―Dijo con seguridad, queriendo
quebrantar su voluntad. ―Y te recibiré. No vas a cambiar,
Jimin ―Sonrió. ―Este eres tú, perdido y necesitado. No
sabes decir que no. No sabes cómo vivir sin hacer al resto
parte de lo que eres. Puedes fingir que eres valiente o que
has cambiado, pero ambos sabemos que no es así. No
cambiaste por quien decías amar, ¿y lo harás ahora que no
tienes ningún motivo? No me hagas reír ―Se burló.
―Amigo, no has nacido para amores memorables. Todo en ti
es superfluo, como yo. Es por eso que desde el principio
debiste conformarte con esto. Llámame cuando te des
cuenta de que esto es todo lo que tienes, porque, aunque
aspires a más, no serás capaz de sostenerlo
Jimin tragó saliva con dificultad, mirándole herido, pero
aún más asustado. ¿Y si Taemin tenía razón? ¿Y si al final
terminaría por hundirse más y más, hasta que aceptara que
eso era todo lo que podría conseguir en su vida? ¿Seguir
saliendo con el chico que le despreció y que ahora le
buscaba sólo por ser un poco más bonito? Jimin frotó sus
ojos, luchando contra las lágrimas de rabia cuando Taemin
finalmente salió.
Y quiso correr hacia él, golpearle, decirle que se
equivocaba, sólo para sentirse mejor consigo mismo. Pero
su mano quedó suspendida en la manilla de la puerta
cuando una voz demasiado familiar gritó el nombre de
Taemin, llenando el pasillo.
Jungkook estaba a una puerta de distancia.
―¿Qué haces aquí? ―La mano de Jimin tembló mientras
se apoyaba contra la puerta, intentando escucharlo todo.
Sí, ¿qué hacía Jungkook ahí? ¿Por qué buscaba a Taemin?
¡Taemin era la última persona en el mundo al que debía de
acercarse!
―Fui a buscarte a tu casa ―El menor respiraba agitado,
como si hubiera corrido para llegar ahí. ―Uno de tus
empleados me ha dicho que venías a la universidad.
Necesitaba hablar contigo
―Bien, estoy aquí ―Taemin miró fijamente la expresión
agria del menor. ―¿Hay algo que tengamos pendiente,
siquiera? Tus problemas son con Hoseok y Jimin, que yo
suela estar entre ambos, no me vuelve parte del problema
―Se burló. ―¿Y bien? Tengo un ensayo pendiente, así que
habla rápido
―Eres tú él que no me deja hablar ―Jungkook se
recuperó, sonando sílaba a sílaba más y más enojado. ―No
quería verte, ¿sabes? Desde tu maldita fiesta, quería
evitarte como si fueras la peste. Ilusamente creí que quizás
podrías sentirte culpable de lo que me hiciste y que
vendrías a disculparte, y quizás yo te perdonaría porque es
difícil guardarte rencor después de tantos años
compartiendo juntos, pero estoy cansado de esperar cosas
buenas de ti ―Confesó. ―Siempre espero demasiado de ti,
y siempre lo arruinas mucho más. ¡Estoy tan harto de ti! ¡Ni
siquiera sé cómo pude defenderte tantas veces!
―¿Hiciste un viaje hasta mi casa y de regreso sólo para
decirme que te he hartado? ―Rió. ―Eres tan gracioso,
Jungkook. No eres el primero al que no le agrado, no lloraré
por ti. ¿Los años que compartimos significan algo para ti?
Esa no es mi culpa, cachorro ―Se mofó. ―Ahora, ve a hacer
algo por tu lastimosa vida, porque no me quedaré aquí
escuchando cuanto me detestas. Escribe una carta y
envíamela a mi mansión, quizás la lea cuando esté aburrido
―Golpeó su hombro ligeramente, pasando por su lado.
Jimin se sobresaltó cuando, dichas esas palabras, se
escuchó el ruido de un cuerpo chocando contra la pared.
Jungkook tenía a Taemin encarcelado, tomándole por el
cuello de la camiseta, y la sonrisa del mayor por primera
vez se debilitó en presencia de esos ojos llenos de rencor.
Así que de verdad le había lastimado.
―No vas a mirarme así ―Dijo ahora con seriedad Lee, su
sonrisa transformándose en una mueca ofuscada. ―No vas
a mirarme como si te hubiera fallado, Jungkook. Tú fuiste él
iluso que confió en mí. Cualquier persona prudente sabe
que no debe confiar en mí. No somos amigos, no esperes
cosas de mí ―Jungkook sonrió, herido. ―Si te ha molestado
tanto, ¿por qué has esperado tanto para decírmelo, eh?
―De verdad-De verdad esperé que me contactaras
―Confesó dolido, avergonzado de sí mismo por haber sido
lo suficientemente iluso.
―Fue tu error ―Y Taemin no vaciló ni un poco al
señalárselo, aun cuando este se mostraba tan frágil ante él
por primera vez; era extraño ver a ese chico como si
estuviera a nada de ponerse a llorar.
Jungkook asintió, aceptándolo; Taemin no se arrepentía de
lo que había hecho. Soltándolo finalmente, el mayor intentó
recomponerse mientras lo escrutaba con la mirada, y
Jungkook rápidamente dejó sus propias emociones de lado
también, para pasar a un asunto más importante.
―No vine sólo por mí ―Dijo, llamando su atención. ―Es
por Jimin también. No quiero que vuelvas a acercarte a él
―No tienes poder sobre eso. Él elige con quien
involucrarse. Si te desechó a ti y me busca a mí, es su
problema ―Rió con desdén.
―Sí, es su elección, es su problema ―Aceptó. ―Pero yo
aún te buscaré y te golpearé si te atreves a acercarte a él.
Una palabra, un toque, lo que sea que le hagas, te golpearé
sin pensarlo. Y no me importa tu nombre, tus influencias o
quienes sean tus padres. No me asustas, Taemin ―Le
advirtió, mirándole con ojos cristalinos, pero fuertes.
―No sabía que fueras del tipo celoso ―Se burló, hablando
en serio. Jungkook no parecía del tipo capaz de perder la
cabeza por celos enfermizos, pero sonaba un poco como eso
ahora.
―Estaré celoso si él está con alguien más que no sea yo.
Celoso y herido ―Admitió. ―Pero jamás golpearía a alguien
por ese tipo de razones, imbécil. Te golpearé simplemente
por ser tú, ¿no lo entiendes? Le haces mal, así que aléjate
de él
―Le hago mal ―Repitió.
―Sé que sabes de lo que hablo ―Jungkook le miró con
rabia. ―Lo recuerdas, ¿cierto? Es por eso que insistes tanto
con él. ¡Recuerdas quién es y lo que le has hecho! ―Jimin
sintió que su corazón se detenía al escuchar eso. ―¿Cómo
has podido buscarle aun sabiéndolo? ¡No me importa si
actualmente tienes sentimientos por él, no dejaré que esto
funcione para ti, porque no lo mereces!
―Perceptivo ―Murmuró. ―¿Recordarlo? Por supuesto, no
tengo tan mala memoria. Me gusta recordar los rostros de
las personas a las que hago llorar ―Rió con diversión.
Jungkook empuñó sus manos y se esforzó por no lanzarle un
golpe. ―Me reí de él. Lo degradé. ¿Qué importa? Cuando
estás en mis zapatos, es necesario recordarles a las
personas que no te llegan ni a la suela. ¿Cómo pudo ser tan
estúpido como para creer que yo me rebajaría por él? No
construí mi imagen a base de emocionalidades ―Sonrió
sádicamente. ―¿Por qué me involucré con él? No me
importa su pasado. Él ahora es lindo, así que me es
suficiente
―Eres asqueroso ―Escupió el menor.
―Y, aun así, es más probable que él me busque a mí que
ti ―Se encogió de hombros. ―Mira, él corre a mí por un
poco de sexo y palabras bonitas. No le importa si yo fui
malo con él, siempre y cuando sea capaz de llenar su
maldito ego y complacerlo en la cama. ¿En qué posición
estás tú, Jungkook? Huyó de ti ―Las palabras salieron
filosamente de su boca. ―Tener un buen corazón no te ha
llevado a nada. Tratar a las personas como si estuvieran a tu
nivel, les ha hecho creer que pueden pisotearte, hablando
mal de ti. ¿Tus sentimientos bonitos? ¿Tu preocupación por
el resto? Han valido una mierda. Siempre he ganado más
que tú por esto ―Señaló. ―Y, ¿qué importa? Deja de ir tras
de él, chico tonto. No sé cómo puedes preocuparte por
alguien que terminó contigo sólo porque no eres partidario
del sexo
―No fue por sexo ―Respondió de inmediato, entristecido,
ignorando como sus valores habían sido rebajados a
defectos. ―Me rechazó porque aún cree erróneamente que
la única razón por la que alguien podría quererlo, es por su
cuerpo. Personas como tú le han hecho sentir así ―Su voz
estaba llena de rencor. ―Pero no es así, Jimin es más que
eso. Y quizás yo no fui suficiente para hacérselo saber, pero
confío en que lo notará algún día. Quizás... quizás alguien
mejor que yo, llegué para él algún día
Taemin miró hacia la puerta, preguntándose si Jimin
estaba escuchando. Porque, de haberlo hecho, ¿qué hacía
escondido aún? ¿No eran ese tipo de palabras por las que
cualquiera se derretiría y entregaría su corazón?
Lastimosamente para Jungkook, parecía no ser suficiente
para Jimin.
Jungkook seguía siendo el chico idiota que amaría y daría
más por quienes no le devolverían ni la mitad de lo que
ofrecía. Y eso le enfurecía.
―Alguien mejor que tú, concuerdo, le has lastimado
también ―Taemin alzó su barbilla, altivo. ―No eres invicto
en esta historia, Jungkook
El menor miró hacia sus zapatos, sintiéndose tonto y
diminuto. La sensación de insuficiencia siempre sería difícil
de combatir. Que Taemin fuera tan inescrupuloso para
señalarlo, tomando en cuenta la clase de persona que era,
lo hacía aún peor.
―¿Por qué me odias tanto? ―Preguntó de repente el más
joven y la sonrisa de Taemin se desvaneció. ―¿Fue algo que
dije o hice? ―Le miró.
―¿Crees que te odio?
―Lo haces. ¿Por qué actuarías así conmigo si no?
―Cuestionó. ―Hacías lo mismo cuando recién nos
conocimos. Cuando estábamos solos, eras bueno conmigo,
pero siempre que venía Hoseok, me ignorabas y me hacías
sentir como si mi existencia no te importara. Me mirabas
enojado y- ―Se detuvo, sus ojos ampliándose. ―Espera, ¿es
por Hoseok? ―Taemin no respondió. ―¿Es porque te
gustaba Hoseok? ¿Por eso te molestabas conmigo cuando él
se unía a nosotros? ¿Tengo culpa de eso al menos?
―El sólo hecho de nacer te vuelve lo suficientemente
culpable para mí, Jungkook ―Se mofó de él.
―Eres-Eres... ―Jungkook revolvió sus cabellos, harto.
―Disculpa si tu primer amor fracasó por mi causa, ¡pero no
puedes seguir lastimándome por eso! ¡Han pasado años!
―Taemin le miraba con molestia. ―¡Ya está! ¡Esto ha
terminado! ¡Ve con Hoseok si eso te hace feliz, porque he
cortado cualquier tipo de lazo con él!
―Bien por ti
―¡Y yo tampoco volveré a buscarte en mi vida! ¡No tengo
nada que ver contigo! ―Taemin le siguió con la mirada
cuando este se dio la vuelta. ―¡Pero volveré si me entero de
que te atreves a molestar a Jimin! ¡Eso aún no ha cambiado!
Deja de joderme, ¿me has escuchado?
El pasillo se quedó en silencio cuando Jungkook
desapareció por las escaleras. Taemin parpadeó
seguidamente, intentando ignorar el escozor en sus ojos.
¿Odiarlo? ¿Él pensaba que lo odiaba? Correcto. Lo detestaba
tanto.
Volteando hacia la puerta de la sala de prácticas cuando
esta fue abierta, sonrió cuando Park le miró enojado,
entristecido y confuso. El chico parecía una bomba a punto
de explotar.
―Estabas escuchando. Sabía que lo hacías ―Se encogió
de hombros. ―¿Qué se siente tener a alguien tan fiel tras de
ti? No te sientas muy especial, él es así cuando se enamora.
Apasionado, entregado e iluso. Es por eso que rompiste su
corazón
―Lo hice ―Aceptó con amargura. ―Y él rompió el tuyo
―La sonrisa de Taemin desapareció al escucharlo. ―No
actuabas diferente con él porque te gustaba Hoseok, lo
hacías por él. ¿No es así? ―Jimin estaba sorprendido de su
propia deducción. ―Eras bueno con él sin Hoseok ahí,
porque le querías. Pero sabías que Hoseok lo hacía también
y, cuando él se interponía entre ambos, te desquitabas con
Jungkook, porque tú no ibas a hacerle una mala jugada al
único que consideras tu verdadero amigo. ¿Me equivoco? Te
conozco lo suficiente para saber que Hoseok es la única
persona con la que jamás jugarías sucio ―Y ahora el rostro
del contrario comenzaba a agriarse. ―¡Odias a Jungkook por
fijarse en Hoseok! ¡Le has guardado rencor todo este
tiempo! Sin embargo, ¿no puedes evitar guardarle estima,
cierto? Porque él ha sido bueno contigo. Como lo odias,
hablas mal de él y lo haces sentir insignificante. Pero como
también lo quieres, ¡lo defiendes cuando alguien se mete
con él! ―Taemin no respondió. ―Tú eres el incongruente
aquí
―Cállate ―La palabra fue arrastrada con rabia.
―Te ríes de mí y me haces sentir mal. Te has burlado de
mí incluso al fingir que no me reconocías ―Rió con
amargura. ―Me miras en menos, pero no has sido mejor
que yo. No sé amar, Taemin, sé que lo sabes. ¿Pero tú? Tú
eres mucho peor que yo, y no quiero seguir
contaminándome contigo. Jungkook tenía razón, me haces
mal, siempre lo he sabido. Y aunque sea difícil para mí
mantenerme alejado, sé que no quiero terminar como tú
―Lo miró directamente a los ojos. ―No me busques nunca
más
―Jimin-
―Incluso tú tienes corazón, ¿eh? ―Rió, aferrándose a su
bolso con todas sus fuerzas. ―Pero no me importa. Si tiene
sentimientos por mí o no, no me importa. Si aún no has
cerrado tu episodio con Jungkook, tampoco me importa.
Pero yo también me molestaré si te atreves a hacerle otra
jugarreta más. No permitiré que vuelvas a lastimarle de
nuevo
Taemin le miró con amargura, como si quisiera decir un
montón de cosas, pero ya no valía la pena. Manteniendo su
cabeza en alto por primera vez, Jimin se dio la vuelta y lo
dejó atrás.
Lee Taemin definitivamente era parte de su pasado y no
sería él quien lo traería de regreso.
♦♦♦♦♦
Jungkook suspiró mientras abría la puerta de su
dormitorio. Había pasado la noche dando vueltas en su
cama mientras se preguntaba si debía buscar a Taemin y,
ahora que finalmente lo había hecho, no estaba seguro de
que el peso en sus hombros fuera más ligero. Le había dicho
lo que sentía, cierto, pero algo en su mente no dejaba de
dar vueltas con incomodidad.
Enfrentar a Lee Taemin no había sido tan satisfactorio
cómo creyó que sería.
¿Quizás porque en algún momento lo considero como lo
más cercano a un amigo? Pero no se suponía que eso
interferiría en su juicio. Taemin los había lastimado, tanto a
Jimin como a él, y había cosas que ni Jungkook era capaz de
omitir.
―Oh, ya estás aquí ―Jungkook miró fijamente a su
compañero de piso cuando este se dirigió a él en voz suave
y con una sonrisa torcida.
―¿Qué sucede? ―Preguntó, acercándose a él. Su
expresión estaba llena de incomodidad.
―Bueno ―Se cruzó de brazos y aclaró su garganta,
dándole una mirada molesta a la puerta del baño. ―Lo
creas o no, una versión mucho más pequeña de Jimin acaba
de presentarse aquí hace unos minutos. El chico no ha
querido irse sin hablar contigo y ahora se encuentra en
nuestro baño, ¿puedes creerlo? Es un maleducado. Y Park
Jimin tiene cientos de defectos, pero no es un maleducado
―Pero sigue teniendo cientos de defectos ―Respondió
una tercera voz, y Jungkook giró instantáneamente para
encontrarse con Jihyun, quien no perdía su expresión seria.
―Hola, Jungkook
Jungkook abrió la boca, dispuesto a saludarle, pero la
cerró cuando las palabras no salieron. ¿Qué hacía Jihyun en
su habitación siquiera?
―Bien, supongo que él no ha venido hasta aquí en vano,
así que seré lo suficientemente empático y le permitiré
tener una charla contigo a solas ―Murmuró Seokjin,
tomando a su amigo por el brazo para hacerlo girar hacia él.
―Pero eso no quita que Jimin chibi luzca ligeramente más
desagradable que su hermano. Asegúrate de patearlo fuera
de nuestro cuarto si él ha venido sólo a molestarte, ¿sí? Me
encargaré de él personalmente si es que vino a fastidiarte
―Te estoy escuchando ―Se quejó el menor, mirándole
con desagrado.
―Lo sé, mocoso, te estoy haciendo una advertencia
―Contestó mordaz hacia él, dando una ligera caricia en el
rostro de su amigo después. ―Volveré dentro de unos
minutos y nos iremos a almorzar. ¿Okay?
Jungkook asintió, sonriendo un poco cuando Seokjin le
lanzó un beso antes de salir. Viendo a Jihyun una vez más,
no se sorprendió de encontrarlo con el ceño fruncido, pero
no era como si hubiera visto demasiadas sonrisas de ese
chico, de todas formas.
―Compartes cuarto con Kim Seokjin, esto es una locura
―Escupió. ―¿Acaso los chicos guapos sólo se juntan con sus
pares?
―No sé, ¿te juntas con muchos chicos guapos? ―Se burló
y el contrario enrojeció por completo, pues la gente solía
fijarse más en el atractivo de Jimin que en el de él, incluso si
eran parecidos. ―¿Cómo conoces a hyung? ―Quiso saber.
―Mi amiga se desvive por él ―Puso los ojos en blanco.
―Ella de verdad lloró luego de que su revista anunciara que
se retiraba del modelaje
Jungkook rió entredientes. Pasaba tanto tiempo con
Seokjin, y este lo trataba tan amable y cariñoso, que por
momentos olvidaba que su compañero había pasado los
últimos años de su vida como un modelo de portadas de
moda. Ni siquiera se había interesado en ver la reacción de
sus fans luego de que este decidiera abandonar el
modelaje, a fin de cuentas, él estaba bastante contento de
que su mejor amigo renunciara a ese ambiente.
―Entonces... ―Jungkook se dirigió al punto, sin sentirse
paciente. ―¿Qué haces aquí? Porque sé con seguridad que
estás al tanto de que mi relación con tu hermano ha
terminado, por lo que no tenemos nada de qué hablar
―Chasqueó con la lengua. ―Honestamente, deberías estar
celebrando los acontecimientos, ¿no? Ver mi cara no es lo
más inteligente de tu parte
―¿Por qué estás tan seguro de qué estoy enterado?
―Contrapuso. ―¿Mi relación con mi hermano es tan buena
para que me lo cuente todo?
―Ambos sabemos que no lo es ―Respondió con una
solemnidad extrañamente dolorosa. ―Pero tú estás
intentando hundirme en redes sociales, así que no puedes
fingir demencia
Jihyun palideció al instante en que fue señalado. Jungkook
suspiró y guardó su abrigo, para luego comenzar a ordenar
su parte de la habitación. En realidad, no había querido
culpar a Jihyun inescrupulosamente, pero era demasiado
consciente de lo sucio que había resultado el chico como
para no notar que esa clase de artimañas sólo podían ser
usadas por él. ¿Quién más estaba lo bastante loco como
para rebuscar en su información personal e intentar
hundirlo?
―Perdón ―Musitó Park, atormentado.
―No es suficiente ―Pronunció Jungkook, terminando de
estirar su cama para girar hacia él, quien lucía como un
niño. ―Si los comentarios tuvieran peso para mí, ni siquiera
habría sido capaz de salir de mi cuarto. Todos en los pasillos
hablan de mí como si me conocieran y aseguran que he
engañado a tu hermano. Y no sólo me metiste a mí en esto,
sino que incluso a personas que no tenían nada que ver en
mi relación con Jimin. ¿Hoseok? ¿Es en serio? Sí, es mi ex
novio, y parte del grupo que molestaba a tu hermano, y lo
lamento, pero no tenías de hacer que el resto hablara
bajezas de él
―¿Por qué siquiera lo defiendes?
―Porque yo sí tengo en orden mis valores, Jihyun. Y puede
ser que Hoseok y Jimin no se toleren actualmente, pero su
relación fue bastante neutral en el pasado ―Lo miró con
molestia. ―¿Tienes algo más que decir, además de
disculparte? Porque no eres muy bueno en ello y estoy lo
suficientemente cansado como para tener esta clase de
conversaciones
―Jimin no tiene que ver con esto ―Comentó,
confundiéndole. ―Él no me pidió que intentara hundirte, lo
hice yo solo. No le guardes rencor por esto, ¿sí?
―Jamás he visto a tu hermano como el blanco
―Respondió calmado.
La idea ni siquiera había pasado por su mente. Quizás
Jimin podía cometer muchos errores, pero no podía
imaginarlo propagando un rumor tan ruin como una
infidelidad.
―¿Entonces aún puedes perdonarlo? ―La mandíbula de
Jungkook cayó con sorpresa ante lo que escuchaba. ―Sé
que él te terminó. Y sé que probablemente te lastimó
mucho. Pero él jamás intentó manchar tu imagen y siempre
intentó hacerme razonar sobre ti, ¿sabes? Te defendió. Así
que, ¿no podrías perdonarlo? ―Volvió a pedir, sonando
incluso desesperado. ―Porque vine a verlo y peleé con él. Y
lo culpé de su ruptura. Y le dije que siempre toma malas
decisiones mientras me molestaba con él por sonar como
un imbécil. Pero ahora estoy más calmado y pienso... ¿por
qué él habría llorado de haber creído que tomó la decisión
correcta? Él sólo ha sido un tonto de nuevo, pero te quiere
y-
―Jihyun ―Llamó, intentando frenarlo.
―Y no puedes dejarle ―Su voz salió ahogada.
―Él me dejó
―Él no sabe lo que hace ―Frotó sus ojos. ―Inténtalo una
vez más, ¿sí? Por favor, Jungkook. No lo dejes tú a él
Jungkook tensó su mandíbula mientras el muchacho
parecía al borde de las lágrimas. No podía creer que el
mismo chico que había asegurado que lo alejaría de su
hermano, ahora estaba pidiéndole que fuera por él y lo
convenciera de intentarlo una vez más. ¿Acaso no se veía
lastimado también?
―Escucha ―Jungkook se paró frente a él, intentando no
sonar molesto y herido. ―Eres un idiota ―Jihyun abrió sus
ojos con sorpresa, alzando la vista hacia Jeon. ―No sé lo
que sucedió entre Jimin y tú, pero si cometiste el error de
lastimarlo, entonces no me uses a mí como medio para
arreglar las cosas. ¿Jimin se enteró de tu perfil falso y cómo
has usado mi información? Entonces es tu problema, ¡ve y
discúlpate con él por haberte metido en un asunto que no te
concernía! ―Escupió. ―Jimin quizás cometió un error, ¡pero
soy yo a quién le debería doler, no a ti! Jamás has intentado
entender a tu hermano y te crees dueño de la verdad, ¿y
aún te preguntas por qué no confía en ti? Lo juzgas, pero no
eres capaz de escucharlo. No importa si eres su hermano
menor, ¡intenta ser un apoyo para él también! Cada vez que
lo sobreproteges, cada vez que determinas algo y lo pasas a
llevar, sólo estás pisoteando su corazón, no le haces un bien
Jihyun dio un paso hacia atrás, mirando hacia el suelo con
incomodidad. No quería escuchar esas palabras de un
extraño, mucho menos si ese extraño era el mismo chico al
que había amenazado sobre herir a su hermano.
―Lo siento ―Jungkook rodó los ojos y le dio la espalda, sin
querer escuchar otra penosa disculpa. ―Sólo no lo entiendo,
somos tan diferentes. No logro comprender por qué hace y
dice ciertas cosas. Él... no lo entiendo ―Musitó. Jungkook se
dejó caer sentado a su cama, sin saber qué decir. ―Sólo soy
un año menor que él. He estado presente en su vida todo el
tiempo y he escuchado la forma en que la gente ha hablado
de él. Pero Jimin parecía bastante orgulloso de lo que se ha
convertido, y extraño al hermano que no era tan superficial.
Yo aún sigo intentando entender porque ha salido con los
mismos chicos que le han lastimado. Y como él no es capaz
de cuidarse, creí...
―Que tenías que hacerlo tú ―Lo cortó. ―Pero todo lo que
sucede con Jimin es mucho más complejo que sólo una
seguidilla de malas decisiones, ¿sabes?
Jihyun presionó sus labios y se sentó a su lado, luciendo
como un niño regañado. Jungkook odiaba que, a pesar de
que ellos tuvieran la misma edad, el contrario lucía como
alguien a quien debías de cuidar y orientar. Se suponía que
tenía que sentirse molesto con él.
―Lo traté mal ―Susurró, sonando acongojado. ―No podía
creer que él te dejará sólo porque eres asexual ―Jungkook
cubrió su rostro por reflejo, suspirando con fuerza.
―Supongo que no tenía que saber eso ―Musitó mirándole,
aún más avergonzado.
―No importa ―Jungkook retiró su mano, sacudiendo su
cabeza. ―No solía esconderlo antes de llegar acá
―No creí que tú... ―Dejó las palabras incompletas. ―No
luces como... ―Y volvió a callar.
―Sé lo que piensas de mí, creíste que intentaba joder a tu
hermano ―Señaló en un bufido, provocando que el menor
enrojeciera.
―Y resultó de esta forma ―Dijo, avergonzado.
―Sí. ¿Por qué te molestaste con él por haberme
terminado por esto? ―Quiso saber, mirándole con interés.
―Es su problema, de todas formas
―Supongo que me sentí atacado ―Confesó, rascando su
cabello con incomodidad. ―Es decir, en casa él actuó como
si estuviera completamente enamorado de ti, pero te
terminó por eso. Y yo... no soy asexual, creo, no sé, no me
intereso mucho en las personas, prefiero los videojuegos
―Admitió, mirando a sus manos. ―Así que, si él, amándote,
te dejó por ser asexual, me hizo preguntarme si de alguna
forma siempre me ha visto como un fenómeno también.
Jimin siempre hace una mueca extraña cuando me junto
para jugar con mis amigos en vez de ir a una fiesta
―Probablemente él piensa que eres extraño ―Corroboró
con una sonrisita. ―Pero sigues siendo su hermano, tonto.
Jimin no te crucificará por no ser como él ―Se dejó cae de
hombros, apartando la mirada. ―Mi hermano es un
aficionado de las caricaturas japonesas y, extrañamente
para la mayoría, un casanova. Se enamora y desenamora
en un parpadeo. Probablemente ha tenido más novias que
amigos ―Suspiró. ―Pero ese es él. Y a mí me gustan los
deportes, y las historias de amor cliché como creer en el
hilo rojo del destino. Pero ese soy yo, y él no me quiere
menos, ni yo le quiero menos. Jimin no espera que seas
como él, Jihyun. Él sólo desea compartir sus momentos
felices contigo y que le escuches también
―Intentaré esforzarme ―Respondió en voz bajita. ―Pero
no soy tan agradable como él. Tampoco tengo paciencia y
soy algo... explosivo
―Sí... Jimin también lo es ―Chasqueó con la lengua,
apartando la mirada.
―Quizás nos parecemos más de lo que creí ―Rió
entredientes, mirando fijamente al pelirrojo. ―Tú...
¿volverías a darle una oportunidad?
―Eso ya es tema aparte ―Murmuró con tristeza, girando
a verle. ―Entiendo tus intenciones, y entiendo que quieras
verle feliz. Y, mira, hasta me halaga que creas que yo puedo
hacerlo feliz. Pero, como dije, él me terminó ―Le recordó.
―Y estoy molesto con él, justo ahora. Tu hermano me
lastimó, incluso si no era su intención ―El rostro de Jihyun
ensombreció. ―Aunque mis sentimientos por él estén
intactos, no voy a arriesgarme por alguien que no lo haría
por mí. Estoy en primer lugar en mi lista de prioridades,
Jihyun. Y no puedes esperar que yo vaya y repare el corazón
de tu hermano, porque eso jamás ha estado en mis manos
―Se levantó. ―Perdón
Jihyun asintió, comprendiendo. Aunque había ido hasta
con la intención de revertir la situación sentimental de su
hermano, tenía que aceptar que esa relación no estaba en
sus manos. Disculpándose con Jungkook una vez más,
agradeció que el chico no le mirara con desdén mientras le
acompañaba hasta la puerta. Ni siquiera podía entender
cómo él le dirigía la palabra luego de sus acciones.
Jihyun lamentó no haberle dado una oportunidad antes.
De haberlo hecho, quizás habría apoyado a su hermano
mayor adecuadamente y no se habría sentido tan mal por
sus propias malas decisiones.
♦♦♦♦♦
Jimin caminó hasta el ascensor de su edificio mientras
revisaba un mensaje enviado por su mejor amigo. YooJung
había pedido permiso a sus abuelos para hacer una cena
con sus amigos y Kim no había dejado de enviarle stickers
para convencerlo de que su presencia ahí era crucial.
Aparentemente, la chica pensaba que pasar tiempo juntos,
cuando faltaba tan poco para su gran show, le vendría bien.
Y así sólo tendría que descansar después de la práctica de
mañana para estar renovado para el martes.
Jimin sonrió un poco, aceptando la invitación al entender
la preocupación de sus amigos por él. Era verdad que las
cosas habían estado tensas incluso con ellos, pero ninguno
había estado lo suficientemente molesto con él como para
pasar más de una hora sin dirigirle la palabra. Y todos
habían estado comunicándose con él luego de la fiesta.
―¿Hyung? ―Jimin guardó su celular en su bolsillo cuando,
al llegar a la puerta de su dormitorio, se encontró a Seokjin
mirando fijamente su puerta. ―¿Me estabas buscando?
Seokjin giró mecánicamente hasta él, como si no esperara
encontrarlo ahí, a pesar de haber ido a buscarle. El mayor
abrió y cerró la boca repetidas veces, como si quisiera decir
algo, pero nada salió. Jimin odiaba el incómodo ambiente
entre ambos y estaba a punto de pedirle amablemente que
le permitiera el paso para entrar, pero el mayor se movió
para bloquearle por completo la entrada.
―Aguarda ―Tomó una profunda respiración, intentando
calmarse antes de hablar. ―Sobre el día de la fiesta...
―Me dijiste que no me acercara a Jungkook y no lo hice.
¿Por qué has venido aquí? ―Increpó. ―No tengo ganas de
pelear
―Yo tampoco, pero... ―Pasó una mano por su cabello,
incómodo. ―Escuché todo lo que dijiste en el baño. No
parecías ebrio, pero sí lo suficientemente herido como para
notar algo más que tu dolor ―La expresión de Jimin
ensombreció al escucharlo; por supuesto que había olvidado
ese importante detalle. ¿No había visto a Seokjin a sólo un
paso de Taehyung acaso? ―Creo que te debo una disculpa
―¿Por qué?
―Porque todo este tiempo no te he dado la oportunidad
de... expresarte ―Chasqueó con la lengua. ―Mierda,
hombre, yo todavía estoy molesto contigo. Y,
¿honestamente? Nada de lo que acontezca tu vida es una
excusa para hablar mal de Jungkook. Porque lo hiciste, te
desquitaste con él por ser asexual y hasta tuviste la
desfachatez de decírselo a todos cuando el con suerte
acababa de confiárnoslo a nosotros ―Jimin quiso apartar la
mirada avergonzado al escuchar eso, pero no lo hizo. ―No
sé si seas bueno para él. Y con todo lo que sé ahora, ni
siquiera sé si él sea bueno para ti ―Admitió en una risita
amarga. ―Pero, si fueras capaz de verlo por ti mismo y dar
tu último esfuerzo, supongo que no intervendría, porque
entendería que de verdad... estás intentándolo. Si puedes
dejar de ver hacía atrás y aceptarlo a él, sabré que al menos
lo quieres lo suficiente para que tus problemas no sean más
grandes que lo que sientes por él
―¿Me estás diciendo que vaya por él?
―Te estoy diciendo que tienes una oportunidad, justo
ahora ―Corrigió. ―Y tú decidirás si te sigues lamentando o
haces un cambio, imbécil ―Jimin se sorprendió ante la
agresividad en su tono. ¿Acaso no había ido hasta ahí para
disculparse? ―Jungkook te quiere, sabiendo todo de ti, y
supongo que eso debe significar algo. Sólo me pregunto si
tú podrías quererlo sabiendo todo de él ―Apartó la mirada.
―Si no, supongo que eso es todo. Espero que puedas hacer
algo por ti mismo, incluso si no vuelves con Jungkook. Hasta
luego, Jimin
Seokjin hizo una reverencia con la cabeza, sin darle
oportunidad de responder, aunque ni siquiera tenía algo
para decir. Vio al mayor ir hasta el ascensor y frunció el
ceño cuando de este salió su hermano pequeño,
intercambiando una mirada con su superior. No pudo evitar
sentir que esa no era la primera vez que se veían, aunque el
tema rápidamente perdió valor cuando Jihyun se apresuró
hasta él.
No tendría un descanso, ¿cierto?
―Jihyun... ―Comenzó a decir. ―Acabo de pasar toda la
mañana practicando, de verdad no quiero pelear con-
―Jamás has peleado conmigo ―Lo interrumpió el menor,
de pie frente a él. ―Siempre soy yo, hablando hasta por los
codos, y tú, tratándome como un niño con el que no vale la
pena discutir. Ni siquiera puedes molestarte conmigo. He
hecho y dicho lo suficiente para lastimarte, pero tus
palabras jamás atacan en mi dirección. ¿Por qué tienes que
ser un idiota incluso conmigo? ¡Haz algo por tu vida!
Jimin le miró sorprendido, mirando hacia el pasillo. ¿Pero
qué pasaba con él ahora? Abriendo la puerta de su
dormitorio, tomó el brazo de su hermano y tiró de él al notar
en su rostro que no tenía intención de marcharse.
―Escucha... ―Intentó hablar el mayor.
―No, tú escucha ―Lo cortó Jihyun, cerrando la puerta.
―He crecido justo detrás de ti, porque soy el menor. He
visto al resto ser malo contigo, así como te he visto
convertirte en una celebridad. Y en todo este tiempo, jamás,
jamás te he visto defenderte del resto. ¿Sabes lo molesto
que me ponía cada vez que alguien creyó tener el poder
para hablar de ti? ¡Si hubieras velado por ti mismo desde un
principio, jamás hubiera pensado que yo debía de
protegerte! ¡Siempre creí que estaba haciendo las cosas por
tu bien!
―Espera ―Lo detuvo, confundido. ―Tú... ¿estabas
cuidando de mí?
―¿Crees que estoy en contra de tus relaciones sólo
porque tengo demasiado tiempo libre? ―Contestó con
molestia. ―Sé que fue mi error, ¿de acuerdo? Pero eres mi
hermano mayor y siempre me has tratado bien. No importa
si soy amargado, si no quiero salir contigo o no te presto
atención, tú siempre eres gentil conmigo. Alejar a los idiotas
de ti era lo mínimo que podía hacer por ti, porque jamás has
parecido ser consciente de como ellos te lastiman en vez de
ayudarte a crecer
Jimin cerró la boca, queriendo saber por qué tenía que
soltarle todo eso justo ahora. Sabía que su hermano no
tenía nada contra él, pero jamás imaginó que realmente
había estado tan preocupado; el actuar de Jihyun era tan
tosco que la mayoría del tiempo se sintió más como un
ataque que como una ayuda, y odiaba no haberse dado
cuenta de que hasta su hermano estaba escéptico de sus
juntas mientras él permitía que el resto golpeara su
autoestima una y otra vez.
―Esta es... es mi vida ―Musitó, dejándose caer sentado
en su cama. ―Y agradezco que me quieras lo suficiente
como para cuidar de mí, pero me duele que no confíes en
mí también, Jihyun ―Admitió. ―Tomo malas decisiones. Me
hiero a mí mismo una y otra vez. Pero es mi vida y no quiero
que te involucres. ¿Qué si me rompen el corazón? Entonces
quédate ahí para darme una mano y apoyarme, pero no
señales mis errores como si no los conociera. No... no luches
por mí ―Le pidió.
Jihyun se sentó a su lado, intentando apartar las pequeñas
lágrimas que se habían escapado de sus ojos. Si hubiera
sabido que estaba hundiendo más a su hermano en vez de
hacerlo reaccionar, ni siquiera habría llegado tan lejos.
―Perdón ―Jimin dio palmaditas en su pierna, intentando
calmarlo. ―No quiero que el resto te vea como su juego
―Sí, también me cansé de eso ―Sonrió con tristeza,
esperando hacerle entender que tendría un poco más de
cuidado a partir de ahora.
―También hablé con Jungkook y me disculpé con él ―El
rostro de Jimin automáticamente palideció al escuchar eso.
―De verdad lo hice
―Sí, tú no eres muy bueno disculpándote ―Murmuró
inquieto. ―¿Él estaba molesto? Él... ¿cómo está?
―Él estaba molesto, sí ―Suspiró con pesar. ―Y sabía que
había sido yo, es decir, tenía la sospecha. Es increíble que te
hayas fijado en un tipo inteligente y guapo, por lo general
esas cosas no pegan ni con cola ―Rió ligeramente,
provocando que Jimin pusiera los ojos en blanco. ―¿De
verdad es tan malo para ti que él sea asexual? ―Se atrevió
a preguntar.
―Bueno... sólo comencé a gustarle a la gente después de
cambiar mi aspecto, así que es difícil para mí entenderlo
―Intentó explicarlo de manera simple para el menor, pero
este siguió mirándolo como si no lo comprendiera.
―Pero... tú lo quieres, ¿no? ―Jimin sólo le miró en silencio.
―Y él está herido, pero todavía te quiere. No podrías...
¿darle una oportunidad? ―Se atrevió a preguntar.
―¿Jungkook no vale la pena en riesgo para ti? Porque
actuabas como si él lo valiera completamente todo
―Es difícil para mí ―Murmuró con incomodidad.
―¿Pero es más difícil esto que verlo en un futuro
encontrar a alguien más? ―Preguntó. ―Porque no podrás
quejarte entonces, hyung. Podrás lamentarte todo lo que
quieras, pero tuviste tu momento y no lo aprovechaste. No
conozco a Jungkook, y hemos tenido desacuerdos, pero creo
que es lo bastante justo que él viva, incluso si no eres parte
de su vida. ¿Vas a quedarte quieto de todas formas?
¿Queriéndole... desde lejos?
Queriéndole desde lejos. La mente de Jimin quedó en
blanco al reconocer que el dolor que estaba sintiendo por su
relación fallida, no tenía fecha de caducidad. El rostro de
Jungkook seguiría colgado por los rincones de la universidad
por el resto del año. Jungkook volvería a pararse en un
escenario para navidad, entregando su reinado a una nueva
generación de reyes. El resto seguiría hablando de Jungkook
después de eso, simplemente porque el chico era popular.
Jungkook seguiría viviendo en el edificio de al lado y ellos se
toparían más de una vez. Seguían teniendo amigos en
común también. ¿Acaso tendría que darle la espalda cuando
lo encontrara hablando con Namjoon o YooJung? ¿Cambiaría
de página, le saludaría y fingiría que no le dolía verlo y no
poder tocarlo?
¿Cuánto tardaría en superar? ¿Cuándo dejaría de doler?
¿Cómo sería cuando pudiera amar a alguien más, si es que
llegara a hacerlo? ¿Repetiría la misma historia?
¿Lo dejaría ir?
―Creo... creo que necesitas tiempo a solas, hyung
―Murmuró Jihyun, levantándose. ―No volveré a molestarte
por ahora, espero que tu presentación del martes resulte
bien y... te veré en casa en unos días ―Jimin sólo lo miró,
aún demasiado inmerso en sus pensamientos como para
reaccionar. ―Hablemos mejor cuando estés más calmado,
¿sí? Puedes... uhm... confiar en mí ―Musitó. ―Sé que tengo
menos experiencia que tú, y que no entiendo de amor, ni
sexo, ni relaciones, pero... aún puedo escucharte e intentar
cerrar mi boca si es lo más pertinente
―Lo último será difícil para alguien como tú ―Rió
entredientes.
―Pero podría intentarlo por ti ―Aseguró avergonzado,
volteando hacia la puerta. ―Hasta luego, hyung
―¿Jihyun? ―Llamó Jimin, antes de que el menor pudiera
salir. ―Gracias... por preocuparte por mí ―El joven giró a
verlo. ―Siento ser un hermano mayor por el que debas de
cuidar, en vez de yo cuidar de ti
―Está bien ―Sonrió un poco. ―La relación entre
hermanos no debería ser unilateral, ¿cierto? Está bien si
cuidamos el uno del otro a partir de ahora
Jimin sonrió débilmente y asintió, queriendo que así fuera,
por más que el camino pareciera difícil. Adoraba a su
hermanito, pero no podía tapar con un dedo el hecho de que
ellos constantemente chocaban. Quizás también era su
momento de entenderlo, después de todo.
Jihyun hizo un gesto con la cabeza, desapareciendo por la
puerta mientras le murmuraba éxito por última vez. Jimin se
dejó caer de espaldas en su cama y suspiró profundamente,
aún sorprendido de que alguien tan testarudo como Jihyun
le buscara para disculparse.
Y él incluso había hablado con Jungkook.
―Jungkook...
"¿Vas a quedarte quieto de todas formas? ¿Queriéndole...
desde lejos?"
Jimin quería saber por qué repentinamente el camino fácil
parecía volverse el más difícil.
¿De verdad podría seguir viviendo de esa forma?
Nota:
Holaaaaaaa, tanto tiempo sin estar aquí (8. Les tengo que
decir algo aunque probablemente se rían de mí (?). Si
alguien lleva la cuenta, deberían faltar dos capítulos para el
final de Gris, ¿cierto? El punto es, mientras escribía esto, me
di cuenta de un error en mi cronología de capítulos, uh.
Estaba contando el último capítulo como si fuera el epílogo
y el epílogo como si fuera un extra. En términos simples, en
realidad esto debería tener un capítulo más de lo que dije.
Así que siguen faltando 3 capítulos para que termine (?).
Oficialmente la historia tendrá 49 capítulos + epílogo. En IG
había dicho que serían 7 extras, pero como enredé las
cosas, prefiero comprobar nuevamente todo y la próxima
semana confirmarles la cantidad de extras que tendrá la
historia unu (en teoría debería ser uno menos de lo que dije,
pero como siempre cambio de planes o termino agregando
cosas, pues no me fio de mí misma JAJAJAJA).
Bueno, eso lo que respecta la finalización de la historia.
Queda poquitooooo.
Por cierto, este es el capítulo más tranquilo entre los
capítulos finales gg.
Respecto a lo que acontece la historia, en realidad no
espero que entiendan al personaje de Taemin, porque es
probablemente uno de los más complejos del fic (?). Y
Taemin parece malo (y es malo JAJAJA), pero no es
completamente malo. Jamás quise que fuera visto como el
villano, sólo un hdp (miren, hay diferencia en mi mente
KHSAJDJAGDA). Y no tengo ni idea de si alguien esperaba
que tuviera sentimientos por Jungkook. De todas formas, si
alguien piensa que tiene sentimientos por Jimin, también
está en lo correcto.
Antes de seguir confundiendo más la situación, me
retiraré (?).
Si todo sale bien, nos leemos la próxima semana unu.
[47]

―¡Hey, hadita, ya estás aquí! ―Jimin intentó no poner los


ojos en blanco cuando fue Jeonghwa quien abrió la puerta
para él. La chica prácticamente tiró de su brazo,
arrastrándolo hacia el interior mientras comenzaba a
parlotear. ―YooJung está terminando de preparar la cena
con ayuda de sus abuelos y los chicos están ayudando en
poner la mesa
―¿Y tú...?
―¡Soy la coordinadora! ―Contestó de inmediato.
―Namjoon y Taehyung en realidad ni siquiera saben poner
la mesa, ¿puedes creerlo? Puedo notar el parentesco ―Jimin
rió entredientes, recibiendo una mirada atenta de su amiga.
―Tú... ¿estás mejor? ―Se atrevió a preguntar.
―Físicamente lo estoy. Anímicamente... supongo que será
cosa de tiempo ―Jeonghwa frunció sus labios, deteniéndose
cuando su amigo también lo hizo. ―En realidad... antes de
que vayas con los chicos... quería disculparme contigo
―Confesó en voz baja.
―¿Por qué?
―La fiesta... ―Carraspeó. ―Era tu primera salida con
Taehyung desde que ustedes son oficialmente novios.
Siento haber arruinado tu noche
―Jimin, si Taehyung fuera la clase de persona que elige
una fiesta por sobre un amigo, entonces él ni siquiera sería
mi novio en este momento ―Dijo con calma, provocando
que Jimin le mirara con una media sonrisa. ―Además,
nosotros pasaremos San Valentín juntos, así que eso
funciona para mí ―Apartó la mirada un poco cohibida.
―Cierto, San Valentín... ―Murmuró.
―¡Es el día de tu presentación! ¿Así de fácil lo has
olvidado? ―Rió. Y Jimin no quiso decir que, debido a eso
mismo, la celebración había pasado completamente a
segundo plano. Ni siquiera tenía una razón para celebrar tal
fecha.
Jimin siguió a Jeonghwa hasta el comedor, donde se
encontró con sus amigos. YooJung apareció con sus abuelos
sólo unos minutos después, avisando que comenzarían a
servir, y fue cosa de poco tiempo para que todos estuvieran
en la mesa cenando. El rubio no aportó mucho a la
conversación, pero intentó distraerse mientras sus amigos
reían e intentaban llamar su atención. Los abuelos de
YooJung estaban interesados por su próximo número y él se
sentía agradecido de toda esa preocupación, era difícil no
notar que esa cena se había organizado sólo con la atención
de distraerlo.
Aún así, en momentos como ese, tan rodeado de gente,
Jimin se preguntaba por qué de todas formas olvidaría tan
fácilmente esa atención para darle lugar a la soledad. Sólo
quería tomar todos sus sentimientos negativos y arrojarlos
lejos de él, consciente de que había muchas personas que sí
se interesaban en él honestamente. Su pesimismo lo había
bloqueado en demasiadas oportunidades.
YooJung miró de reojo hacia la sala, donde ahora estaban
sus invitados, para luego meterse en la cocina. Sus abuelos
se habían ido a descansar mientras Namjoon y ella se
hacían cargo de los platos sucios.
―¿YooJung? ―La mirada de Kim viajó entre ella y el resto
de platos que aún faltaban por enjuagar. ―¿Sucede algo?
―Cortó el agua, esperando. La mirada en sus ojos no podía
ocultar el caos en su mente.
―En realidad... ―Ella hablaba en voz baja, jugando con
sus manos. ―¿Por qué no me dejas terminar con esto
mientras vas y tienes una charla privada con Jimin?
―¿Qué clase de charla privada?
―Quizás... ¿ayudarlo a recapacitar? ―Namjoon suspiró.
―De acuerdo, esa no es la palabra. ¿Qué hay de una charla
informativa? ―Y ahora el chico enarcó una de sus cejas.
―Sinceramente, aún estoy un poco molesta por el hecho de
que Jimin terminara con Jungkook ―Confesó, bajando la
mirada con tristeza. ―Porque fui lo suficientemente
entrometida como para decirle a Jungkook que confiara en
Jimin
―No sabías que esto sería tan difícil para Jimin, YooJung
―Intentó apaciguar su malestar.
―Correcto, y también le dije a Jungkook que Jimin no sería
para él si no era capaz de aceptarlo ―Asintió para sí misma,
levantando la vista. ―Así que sólo debería dejar las cosas
fluir, ¿no? Que Jungkook continúe su camino, sin buscar a
Jimin, como ha hecho hasta ahora. Y que Jimin... siga
luciendo triste, a pesar de que él decidió ―Se cruzó de
brazos. ―¿Pero por qué me siento tan incómoda de todas
formas? Independiente de las razones que haya tenido Jimin
para no aceptar a Jungkook, creo que él aún tiene que
intentar comprender un poco el trasfondo de sus diferencias
―¿Y crees que yo soy el mejor para ir y explayar sus
"diferencias"? ―Cuestionó, y YooJung asintió
automáticamente. ―No creo ser el mejor en materia de
sexualidad, YooJung ―Admitió cohibido.
―Tienes una fuente cercana, ese es un punto a favor. Que
Jimin confíe en ti lo suficiente como para escucharte, es el
segundo punto
Namjoon abrió y cerró la boca, sin poder negar ninguno de
esos puntos. Él sabía que su mejor amigo, Yoongi, era
asexual. Y él había estado ahí también mientras el chico se
enamoraba de Seokjin y atravesaban toda su relación,
incluso hasta ahora. Y YooJung sabía detalles, pero,
claramente, no lo sabía todo. Así que, si no era Yoongi quien
intentaba hablar con Jimin, ¿quién más lo haría? Tampoco
podía pedirle algo así a su amigo luego de cómo habían
terminado las cosas.
Era comprensible que Yoongi no quisiera ver a Jimin ni en
pintura luego de ese nefasto almuerzo donde el chico fue lo
suficiente impertinente como para exponer a Jungkook.
―Es muy... es muy importante para ti, ¿eh? ―Preguntó en
voz bajita, rindiéndose.
―Creo que es aún más importante para él ―Susurró,
mirando hacia la puerta; Namjoon sabía que hablaba de
Jimin.
―Tú no crees que Jimin merezca a Jungkook ―Le recordó,
abandonando los utensilios de limpieza para dar un paso
atrás.
―No con su mentalidad actual ―Reconoció. ―Pero si
pudieras ampliar sólo un poco su horizonte... entonces
quizás sea posible ―Sonrió suavemente. ―Confío en ti,
oppa
Dios, Namjoon estaba a punto de volverse un charco.
Besando la frente de su novia, le aseguró que haría su
mejor esfuerzo mientras salía en busca de Jimin. Y no es que
Namjoon no haya querido tener esa charla con Jimin, pero
siempre le costaba saber si estaba siendo oportuno o
demasiado entrometido. No le gustaba interponerse en un
tema que era delicado para su amigo, sobre todo cuando ni
siquiera conocía los detalles de trasfondo.
Sin embargo, no podía permitir que sólo Taehyung
intentara ayudar a Jimin, ¿cierto? Porque mejores amigos o
sólo amigos, ellos seguían siendo cercanos también.
―¿Hyung? ―Jimin giró hacia él al notar que estaba solo.
―¿Y YooJung?
―Terminando de ordenar
―¿Necesitas a-? ―Jimin, que se estaba levantando para ir
hasta su amiga, se detuvo al ver a Namjoon mover la
cabeza.
―En realidad, ¿podríamos hablar un momento? ―Pidió.
Jeonghwa y Taehyung giraron automáticamente hacia
Namjoon al escuchar su petición. La chica estaba
completamente curiosa, queriendo saber por qué el mayor
lucía tan serio, mientras Taehyung tenía la ligera sospecha
de que se venía una charla a la que sólo su primo podría dar
sentido. Había palabras a las que tomabas peso sólo si
venían de la persona indicada y, para el menor de los Kim,
Namjoon era siempre esa persona. Esperaba que para Jimin
también lo fuera.
Jimin siguió en silencio a Namjoon hasta el cuarto de
YooJung, extrañado, preguntándose si hacía bien en entrar
al cuarto de la chica sin su autorización. El mayor tomó un
cuaderno entre el librero de su novia y lo abrió en una hoja
en blanco, tomando también un lápiz de su escritorio antes
se sentarse en la cama, indicándole con la mirada a Jimin
que lo imitara.
―¿Conoces el triángulo de AVEN? ―Preguntó, dibujando
un triángulo invertido en la hoja.
―¿Qué? ―Jimin simplemente no tenía ni idea de qué
significaba eso.
―Correcto ―Namjoon rió suavemente, uno de sus
hoyuelos marcándose más de lo normal. ―The Asexual
Visibility and Education Network, investigué de él cuando...
―Namjoon calló al recordar que quizás no debería revelar
que había investigado sobre el tema sólo para saber más de
Yoongi. ―Cuando tuve curiosidad ―Aclaró su garganta
torpemente.
―Hyung, no sé inglés ―Y ahora el mayor puso los ojos en
blanco.
―De acuerdo, de la manera más simple ―Namjoon pintó
desde la cúspide con fuerza, suavizando los trazos a medida
que llegaba al centro del triángulo. Jimin simplemente no
terminaba de entender por qué estaba pintando de repente.
―Tú estás aquí ―Namjoon dibujó un punto en la parte
blanca, en el extremo superior izquierdo. ―Esa es la
homosexualidad ―Jimin sólo enarcó su ceja en respuesta.
―Yo estoy aquí ―Ahora dibujó un punto en el extremo
derecho. ―Heterosexualidad. También hay personas como
Seokjin, que se encuentran justo en el centro... ―Dibujó un
punto entre ambos. ―Y eso es bisexualidad
Jimin miró fijamente el dibujo, aún sin comprender por qué
un triángulo, pero no quería parecer impaciente al
preguntar.
―Hay más sexualidades ―Murmuró de repente,
preguntándose en qué parte del triángulo se encontrarían.
―Es bueno que lo aceptes ―Namjoon sonrió mientras
dibujaba un gran punto en la esquina negra. ―Pero, en este
preciso momento, este es el que más me interesa
―¿Por qué?
―Es la asexualidad ―Jimin sintió que su estómago se
contrajo sólo de escucharlo. ―Si estudiamos la sexualidad
como un espectro, personas como nosotros nos
encontramos en el extremo blanco. Pero también hay
personas como Jungkook, quienes se encuentran en el
extremo negro. Mientras más avanzas hacia el área oscura,
más baja es la atracción sexual del individuo. Nuestro
mundo es tan diverso, que la sexualidad también es única
para cada uno, pero en términos generales, puedes verlo de
esta forma ―Namjoon puso el cuaderno con el dibujo en sus
manos. ―Ustedes son completamente opuestos
Jimin miró el cuaderno fijamente, preguntándose cuál era
el fin de esa charla. Si Namjoon pretendía hacerle sentir
mejor de alguna forma, estaba fallando horriblemente.
Después de todo, sabía de antemano que ellos eran
completamente opuestos.
―Pero incluso la asexualidad es diversa ―Namjoon
continuó ante su silencio. ―Las personas asexuales aún
pueden sentir atracción romántica o estética. Jungkook
puede reconocer tu belleza tanto como puede amarte, Jimin
―Esto no va a funcionar, Nam ―Murmuró, levantándose.
―Escucha ―Namjoon lo detuvo, sentándolo de un tirón.
―Las relaciones son más que todo lo que has creído hasta
ahora, Jimin ―Intentó hacerlo razonar. ―Comunicación,
confianza, apoyo, diversión, hay un sinfín de cosas que
necesitas para construir una relación sana. ¿Sexo? Para ti es
importante también, y es completamente aceptable, por eso
confío en que Jungkook también lo sabe. ¿Y no es
significativo que incluso él lo sepa? ―Cuestionó, pero Jimin
se conservó en silencio. ―Hay personas que sólo pueden
sentir atracción tras crear un fuerte vínculo emocional. Hay
otras personas que sienten una escasa atracción sexual,
pero no lo suficientemente fuerte para llevar a cabo sus
deseos. Puede que Jungkook no sea ninguna de estas, y
seguirá... seguirá estando bien. ¿Ustedes han intentado dar
un paso más lejos?
Jimin sintió sus orejas enrojecer y bajó la mirada. Nunca le
había avergonzado hablar de su vida sexual, pero ahora
mismo no dejaba de sentirse expuesto.
―Algunos asexuales prefieren no involucrarse con
personas como nosotros y buscan otros asexuales ―Susurró
Kim. ―Y hay personas como Jungkook, que intentan luchar
contra este tipo de inconvenientes, y explotarán su vida
sexual por su pareja
―No quiero que él se sienta obligado, hyung ―Murmuró
con pesar.
―No creo que él haya hecho cosas contigo por obligación,
Jimin ―Intentó calmarlo. ―Porque sin importar nuestra
sexualidad, todos tenemos necesidades emocionales.
Quizás el sexo para Jungkook no significa lo mismo que para
ti, pero eso no quiere decir que no pueda disfrutarlo. Lo
único que podría hacerlo sentir presionado, serían tus
expectativas. ¿Nunca pensaste que él llegó a este punto
contigo, que estaba dispuesto a explorar, porque te amaba?
Jimin sintió sus ojos escocer al escuchar tales palabras.
Luego de descubrir la sexualidad de Jungkook, se había
cuestionado seriamente los momentos donde lo había
hecho sentir incómodo. ¿Expectativas? Por supuesto que las
tenía. Jimin quería todo, sin saber que Jungkook prefería el
camino largo. Jungkook le había confesado claramente que
no estaba en contra del sexo, mientras fuera con él. Pero
Jimin no podía ver más allá de su emocionalidad y su propio
pesar.
Jimin no podía entender que Jungkook quisiera sexo por
amor y no por deseo. Algo irónico, tomando en cuenta que
él mismo había reemplazada la insípida palabra de sexo por
hacer el amor con él. Pero el hecho de que ahora se sintiera
emocionalmente ligado al muchacho, no significaba que su
deseo por él había muerto. Tanto atracción romántica como
sexual se habían entrelazado, finalmente, porque se había
enamorado. Y lo que había aceptado como una obviedad de
la vida cada vez que encontrabas a la persona indicada, se
había convertido más en algo convencional cuando
Jungkook reveló su asexualidad.
―Olvidándonos de lo que significa el triángulo...
―Prosiguió cuidadosamente Namjoon al ver que había
tocado un punto sensible en Jimin. ―Nada quita que
ustedes estén en ambos extremos ―Y volvió a señalar el
punto en el área blanca y el otro en el área negra. ―Y sé
que es más fácil decirlo que aplicarlo, pero creo que este
chico... ―Namjoon señaló el punto en el área negra,
trazando una línea hacia el punto blanco. ―Recorrió su
camino para hacerlo funcionar, justo aquí. Ustedes no
podrían haberse enamorado hasta este punto, acercarse
hasta este punto, si alguien no salía de su zona de confort.
Pero no puedes esperar que él haga todo el recorrido por su
cuenta ―Lo miró a los ojos ahora. ―Quizás el chico en la
parte blanca deba tomar la otra parte, ¿eh? Y si ambos
entregan partes iguales... se encontrarán justo a mitad de
camino
Jimin quiso reír en medio de un sollozo cuando Namjoon
dibujó inocentemente dos puntos en el área gris. Jungkook
era negro, él blanco, y juntos hacían gris. ¿Cómo es que el
maldito espectro del que Namjoon hablaba, posicionaba a
su amado Jungkook en la parte más oscura mientras él
estaba en la más clara?
―Jimin, no tiene que ser Jungkook ―Namjoon presionó su
hombro con gentileza. ―Si quieres hacer un cambio en tu
vida, no tiene que ser por él. Puedes buscarlo o no. Puedes
pelear con lo que sea que molesta en tu mente o no. Pero,
sin importar lo que elijas, lo tienes que hacer por ti. Cuando
estés listo. No te estoy diciendo: por favor, reacciona y haz
tu vida en función de esta persona. Porque no, no quiero
que te lastimes a ti mismo, incluso si sé que ese chico te
ama, pero... ahora mismo, me gustaría que supieras que
incluso los opuestos pueden concordar. Algunos lo tienen
difícil, y otros aún más difícil, pero nada es imposible
cuando ambos ponen de su parte
Namjoon se levantó, sacudiendo sus cabellos antes de
salir de ahí, dándole un tiempo a solas. Jimin siguió mirando
el cuaderno y secó sus lágrimas, deseando que el punto en
el área blanca fuera un poco más valiente.
Algún día, quería encontrar a su compañero a mitad de
camino.
Namjoon sonrió cuando las tres personas en el salón
voltearon a verle. Yendo directamente donde su novia, la
envolvió en sus brazos y besó su mejilla, apartando la
atención de la nueva pareja de inmediato, quienes volvieron
a enfrascarse en lo que parecía un juego de celular.
―¿Y? ¿Estuvo bien? ―Preguntó YooJung en voz bajita,
mirándole a los ojos.
―Eso creo
YooJung sonrió abiertamente, depositando un suave beso
en sus labios. Namjoon se sorprendió de que ella lo hiciera
con más personas en el salón, así que no pudo evitar sonreír
hasta que sus comisuras dolían.
―Sabes... ―Comenzó a decir delicadamente la chica,
tocando con dulzura sus hoyuelos. ―Mis abuelos viajarán el
14. Mis tíos les han comprado pasajes para visitar su ciudad
natal, celebrarán San Valentín ahí ―Namjoon sólo la miró,
pensando en lo bonito que debía ser pasar tantos años con
la persona que amabas. ―Así que... uhm... bueno... estaba
pensando que... ―Comenzó a balbucear, su voz
convirtiéndose en un murmullo. ―Ahm...
¿quieresquedarteadormiraquí? ―Soltó rápidamente.
Namjoon primero se preguntó si había oído bien, pues era
fácil confundirse si YooJung hablaba tan precipitadamente.
Sin embargo, viendo sus mejillas sonrojadas y el
nerviosismo en sus ojos luchaban por mirarlo a él, su
corazón prácticamente saltó.
―¿Do-Dormir? ―Fue lo único capaz de decir.
―O... quizás... ―Guardó silencio, sintiendo sus orejas
calientes. ―Puede que yo me arrepienta a último momento,
pero... ―Namjoon comenzó a reír. ―¡Oppa! ―Chilló,
cubriendo su boca cuando las risas llamaron la atención de
la pareja frente a ellos, despertando su curiosidad. ―¿Por
qué te estás riendo? ―Preguntó ofendida.
―Mi bebé ―Namjoon la abrazó con dulzura. ―Está bien,
sólo dormir está bien ―Le aseguró.
―Pero tú...
―Yo te abrazaré toda la noche para que sólo sueñes cosas
bonitas, YooJung ―Aseguró.
YooJung sintió sus ojos escocer, pero no lloró. En cambio,
se refugió en su pecho y suspiró.
―En realidad, sólo sueño cosas bonitas desde que te
conocí ―Y ahora Namjoon sonrió enternecido al escucharla.
Jimin se paró en la entrada del salón, viendo a Namjoon
abrazar a YooJung como si esta fuera su mundo. Volteando
hacia Taehyung y Jeonghwa, rió para sí mismo al verlos
concentrado en la pantalla del celular antes de que la chica
prácticamente tirara del sofá a su novio por perder.
Ambas parejas eran tan diferentes. Suspiró con pesar al
imaginar la clase de pareja que pudo ser con Jungkook.
♢♦♢♦♢
Hoseok masticó su comida con pereza mientras miraba
fijamente a su mejor amigo. No era raro ver a Taemin
perdido en sus pensamientos, pero algo en su expresión
había cambiado. Desde que habían sido niños, había
conocido sus facetas más amargas, sin embargo, los
comentarios ácidos de Taemin y su mal temperamento
siempre iban dirigidos a un público en general.
Su mal humor actual, en cambio, tenía escrito el nombre
de alguien en su cara. Sólo que Hoseok no sabía quién era
ese alguien.
―¿Te has encontrado con Jimin? ―Se atrevió a preguntar,
provocando que el mayor volteara a verle con una sonrisa
socarrona estirándose en sus labios.
―¿A quién le importa ese perdedor?
¿Eso era un sí o no? Hoseok ladeó su cabeza, intentando
comprenderlo. A Taemin le gustaba Jimin y también lo
detestaba; se preguntaba por qué todo en él tenía que ser
tan contradictorio.
―¿Crees que merezco a Jimin? ―Preguntó de repente y
Hoseok intentó no atragantarse con su comida.
―Ahm... algo así como merecer... uhm... ―Tosió. ―No
creo que ustedes sean compatibles, honestamente ―Rascó
su cabello, sin querer decir que en realidad Jimin tenía que
conseguir algo mejor que el chico que se había reído en su
cara debido a su aspecto.
―No estoy interesado en él, de todas formas ―Se aseguró
de resaltar con desdén y Hoseok sólo suspiró. ―Lo único
divertido en Jimin era lo influenciable que era. Si él
comienza a pensar por sí mismo, entonces ya no es
divertido ―Entornó los ojos.
―No es bueno usar a las personas, Taemin ―Reprochó,
intentando razonar con él. ―Cuando te gusta alguien, eres
bueno con esa persona. Tienes que empezar las cosas bien
si deseas dar un paso
―¿Parezco la clase de persona que odio a todos, Hoseok?
―Se atrevió a preguntar.
―No a todos ―Sonrió. ―A mí me tratas bien ―Rió. Taemin
volvió a poner los ojos en blanco al escucharle. ―Y solías
ser amable con Jungkook también... ―Y su mandíbula se
tensó al escuchar ese nombre. ―Entonces, estoy seguro de
que puedes ser amable con la gente, si lo intentas. Además,
tú no sueles ser malo todo el tiempo, ¿no? Desinteresado sí,
pero no malo ―Intentó tranquilizarlo, sonrojándose ante el
escrutinio de su amigo. ―¿No usé las palabras correctas?
―Creo que se te hace tarde para tu ensayo ―Fue su
respuesta.
―Correcto, lo entiendo ―Hoseok se levantó, mirándole.
―¿Vuelves conmigo? ¿No tienes que ensayar también?
―Haré una parada en otro lugar y luego ensayaré, te
buscaré más tarde
―De acuerdo
Taemin miró a Hoseok dejar el lugar. En realidad, había
temido que a su amigo le costara más reponerse tras lo
sucedido con Jungkook, pero este había resultado por ser
más fuerte de lo que pensaba. Lucía cansado y en ocasiones
se quedaba mirando la nada con tristeza, pero Taemin
confiaba en que en un tiempo más volvería a verle sonreír
por todo. Ese era su Hoseok, después de todo. La felicidad
de Hoseok siempre era honesta, comparado a la mayoría
que había conocido, así que empatizaría con su dolor por
todo el tiempo que durara. Prefería a un chico abiertamente
melancólico que a uno que escondía las cosas sólo para no
preocuparle.
Taemin se dirigió a las residencias estudiantiles después
de acabar su comida. Sabía que corría el riesgo de
encontrarse con Jimin al vivir en esa zona, pero esperaba
que el muchacho se hubiera adelantado a su ensayo para
no topárselo a mitad de camino. Él ya estaba lo
suficientemente harto como para tener que soportar el
estallido de confianza que había tenido Park.
Un chico bonito ponía su fe en él y el chico ya creía que
podía comerse el mundo. Ridículo. Jimin era ridículo. Jimin y
cualquiera que se creía una mejor persona sólo por ser el
destinatario del amor de Jeon Jungkook.
―¡Ya voy! ―Lee arrugó el rostro cuando se escuchó la voz
del compañero de Jungkook luego de que él golpeara la
puerta. ―¿Jungkook? ¿Acaso has...? ―El azabache
permaneció en silencio cuando al abrir se encontró con tal
sorpresa. ―Taemin
―Seokjin ―Sonrió al ver la expresión sombría del
contrario. ―No es necesario que pongas esa cara. Eres
demasiado guapo como para resultar mínimamente
escalofriante. Te juro que hay muchas cosas que haría
contigo, pero huir de ti no es una de ellas ―Se mofó,
provocándolo.
La sonrisa de Taemin no se borró ni siquiera cuando el
chico que siempre estaba junto a Seokjin apareció justo ahí,
mirándole con molestia disfrazada de desinterés. La gente
era realmente graciosa cuando se metían con su pareja.
―¿De verdad crees que estás usando las palabras
correctas? ―Preguntó Yoongi, sonando amenazante. Taemin
se limitó a mirarlo como si se tratara de un miserable
insecto. Porque, obvio, lo era. ¿Por qué ese chico creía poder
dirigirse a él, siquiera?
―Afortunadamente para ti, extraño, no vengo por tu novio
hoy ―Cortó de inmediato, sin querer desperdiciar su
tiempo. ―¿Podrían pedirle a Jungkook que deje de
esconderse y venga a hablar conmigo?
―Ustedes no tienen nada de qué hablar ―Respondió
Seokjin, pero el contrario lo miró sin alteración alguna.
―Escucha, sé que estás acostumbrado a obtener todo lo
que quieres, pero eso no funciona conmigo. Tienes padres
asquerosamente ricos y tengo padres asquerosamente
ricos, así que tus miradas de rey no funcionan conmigo.
Vete de aquí si no quieres que corte tus piernas ―Amenazó.
―Sigues siendo un caramelo, Jinie. Pero dudo mucho que
tus padres te saquen de problemas luego de que decidiste
abandonar tu casa, así que mejor no me hagas enfadar
―Dijo con toda la calma que tenía.
Yoongi torció el gesto, odiando la confianza con la que el
chico se dirigía a su novio. No le sorprendía que ellos se
conocieran, pues había nacido en la misma esfera y
seguramente habían tenido que codearse más de una vez
en el trascurso de su infancia-adolescencia, pero no dejaba
de ser shockeante que el chico que todos odiaban tuviera
ese tipo de trato con Seokjin.
―¿Qué haces aquí? ―Seokjin quiso estrellar su rostro
contra la puerta cuando Jungkook apareció por el pasillo,
mirando fijamente a Taemin. ¿Por qué él había tenido que
llegar justo ahora?
―Oh, no estabas escondido ―Una sonrisa, que parecía
más una mueca, se extendió en los labios del bailarín. ―He
venido a buscarte
―¿Sí? Pues piérdete. Creo que fui lo bastante claro ayer
―Jungkook lo empujó fuera del camino, queriendo llegar al
interior de su dormitorio. Tanto Seokjin como Yoongi
adoraban el hecho de que nada en Taemin intimidara al
menor.
―Eso es, es lo que dije ―Apoyó Seokjin, tirando del brazo
de su amigo. ―No fue un gusto verte, Taemin-ssi. No
vuelvas a visitarnos y mantente lejos de nosotros, gracias
―Estoy hablando con Jungkook ―Taemin puso su pie
antes de que Seokjin pudiera cerrar la puerta. ―Tengo un
trabajo para él ―Y ahora el menor volteó hacia él,
mirándole con un extraño interés destellando en sus bonitos
ojos.
―Oh, mierda, Jungkook, no necesitas ese dinero
―Comenzó a quejarse Seokjin, pero Yoongi tiró de su mano
para que no interfiriera.
―No, no lo necesito ―Aceptó el menor, dando un paso
hacia Taemin para ignorar las expresiones de sus amigos.
―Así que, ¿por qué ahora, eh? ¿Por qué me buscas justo
cuando he decidido que ya no quiero involucrarme nunca
más contigo? ¿Por qué necesitas mi cámara?
―Es justamente porque no quieres involucrarte más
conmigo ―Respondió con obviedad. ―No puedo terminar mi
relación contigo sin que me hayas fotografiado. ¿No sería
una lástima que yo, Lee Taemin, no haya sido fotografiado
por el novato prodigio de comunicación? ―La expresión de
Jungkook era seria para cuando el mayor se inclinó sobre él,
bajando la voz. ―Así que toma esa cámara y sígueme hasta
mi facultad, porque prometo que no volveré a buscarte
después de esto
―Espera, ¡¿realmente estás confiando en su palabra!?
―Seokjin se exaltó al ver al menor entrar por su bolso.
Yoongi cubrió su rostro y negó con la cabeza al comprender
que no serviría de nada hablar. ―¡Jungkook!
―Vuelvo dentro de un rato, hyung
Taemin sonrió para la pareja, guiñándole juguetonamente
un ojo a Kim antes de cerrar la puerta. No esperaba que
Jungkook fuera tan fácil de convencer, pero ahora que tenía
lo que quería y sabía para donde iba, la sonrisa de
satisfacción volvió a ser reemplazada por su rostro serio
mientras el chiquillo junto a él se mantenía en silencio.
―Para ser alguien que quería borrarme de su vida, no
eres lo suficientemente duro ―Murmuró mientras salían del
edificio. ―He decidido hacer mi último ensayo hoy y he
pedido una de las salas de la facultad. Sólo seremos
nosotros dos ―Avisó de antemano. ―¿Alguna objeción?
―Sólo acabemos rápido con esto
Taemin chasqueó con la lengua y apartó la mirada hacia el
camino, sintiéndose furioso. No era con esa clase de
sentimientos que quería bailar, pero Jungkook siempre había
sabido como avivar el fuego en él, en todos los sentidos
posibles. Odiaba su amabilidad y buena disposición. Incluso
si estaba ansioso por llevarlo con su cámara hasta ese
último ensayo, hubiera deseado que el menor le obligara a
luchar un poco más para conseguir su objetivo. Como
mínimo habría querido que el menor dudara ante la idea de
encontrarse a Hoseok y Jimin ahí. ¿Acaso no podía pasar por
su cabeza que él lo llevaría a la boca del lobo para que este
lo despedazara de una vez por todas?
Jeon Jungkook era, en definitiva, el imbécil más grande
que había conocido en su vida. Y él tenía una lista
interminable de imbéciles, de todas formas.
Su silencio era tan molesto como su existencia.
―¿Está bien que bailes en ese estado? ―Preguntó
Jungkook de repente cuando por fin estuvieron en la sala,
sobresaltándolo. ¿Acaso se había aburrido de ser una
sombra? ¿Y qué era ese repentino interés? ―Estás tenso. Si
estás enojado... entonces deberías pausar esto antes de
lastimarte a ti mismo
―¿Estás preocupado por mí, después de todo? ―Taemin
se mofó de él en cambio. ―No necesito esa mierda ridícula,
Jungkook. Sólo toma tu cámara y haz lo que mejor sabes
hacer
Jungkook suspiró, sabiendo que pelear era en vano.
Taemin siempre estaba alterado a su alrededor y un poco de
tiempo no sería suficiente para apaciguarlo. Sabía que era
su culpa por seguirle el juego e ir hasta ahí, pero su petición
no dejaba de ser una gran sorpresa para él. Jungkook no
confiaba en la promesa de su superior, pero estaba lo
bastantemente interesado en ver su baile y fotografiarlo
como para negarse.
Bien, sí, sus razones para seguirle eran estúpidas, pero
sus pasiones siempre nublarían su juicio. Al fin y al cabo,
Lee Taemin seguía siendo el sunbae que se tomó la molestia
de enseñarle a bailar cuando era apenas un niño. Sin
embargo, él no diría en voz alta que admiraba lo suficiente
al bailarín como para seguirle el juego, por lo que conservó
su expresión neutral mientras encendía su cámara. Si
Taemin podía fingir que odiaba todo el mundo, entonces él
podría fingir que no le importaba nada.
―Pero... ―Sin embargo, no pudo evitar preguntar. ―¿Por
qué yo? ―Quiso saber, alzando la mirada hacia él, quien
estaba flexionando. ―Dudo que me consideres un prodigio
en algo, Taemin-ssi. Podrías contratar perfectamente a
alguien que esté más a tu nivel ―Se atrevió a señalar.
―Sí, pero es algo gracioso esto que he escuchado...
―Taemin le dio una mirada muerta. ―Escuché que los
buenos fotógrafos no fotografían a las personas que tienen
frente al lente, sino que a sus propias emociones. Sé un
buen chico y enséñame la manera en la que me estás
viendo, ¿de acuerdo?
Jungkook bajó su cámara cuando sus manos temblaron en
respuesta. Viendo la sonrisa burlesca que se deslizaba en
labios de Taemin, se preguntó si este lo estaba poniendo a
prueba. ¿Qué era lo que él esperaba ver en esas fotos?
Taemin se tomó su tiempo en calentar antes de poner la
canción que había seleccionado para su solo. Jungkook
frunció sus labios al escuchar la triste letra que comenzaba
a reproducirse, recriminándose a sí mismo por haber
olvidado un importante detalle del bailarín.
El mayor jugaba todo el tiempo con los sentimientos del
resto. Pisoteaba corazones con facilidad. Tenía un problema
de superioridad incontrolable y sed de poder. Muchas cosas
que se decían de Taemin y había escuchado en los pasillos
durante su adolescencia eran ciertas. Él podía ser bastante
cruel. Pero, contradictoriamente a todo ello, también había
otro montón de cosas de Taemin que el resto estaba
inventando. El resto también había sido cruel con él. Y el
chico odioso, rodeado siempre de gente, era un alma
bastante solitaria.
La falta de amor y la desesperación a causa de la soledad
era de lo que hablaba esa canción.
Y Taemin la había seleccionado y la bailaría como si esa no
fuera verdaderamente su historia. Como si sus pasos y
emociones fueran una invención para ganarse la adoración
del público, y no su manera de liberarse.
Tan triste.
Jungkook no recordaba la última vez que había tomado
tantas fotos. Aunque Jimin había sido su modelo principal
ese último tiempo, la desesperanza en el baile de Taemin
habían eclipsado la belleza en los elegantes pasos de Jimin.
En Park encontrarías belleza de principio a fin, pero para
Taemin, las emociones iban en torbellino siendo lanzadas en
cada nuevo paso, atacándote, culpándote de su dolor.
Así que su corazón era un gran desastre.
Taemin terminó de bailar, de rodillas en el piso y con el
pulso disparado. Se odiaba a sí mismo por ser tan
apasionado en un miserable ensayo con sólo un espectador,
pero desde adolescente una de las pocas cosas que había
amado era impresionar a Jungkook.
Los ojos de Jungkook brillaban cada vez que veía a Hoseok
bailar y había querido ser merecedor de esa admiración
también.
Alzando su mirada para encontrar el rostro imperturbable
del menor, quien probablemente debía estar intentando
controlar sus emociones, su expresión se distorsionó cuando
en su lugar se encontró con un par de ojos llenos de una
profunda pena. Su fotógrafo lo odiaba y Taemin esperaba
algo similar a ello, que lo aborreciera a pesar de haberle
admirado alguna vez, por lo que la compasión en su rostro
hizo que la rabia sólo creciera.
―No te permito que me mires de esa manera
―Dictaminó, levantándose para ir hasta él. ―Si esa es la
única cara que puedes poner después de esa pieza,
entonces algo no está saliendo bien. Vamos a repetirlo
―Dijo con firmeza.
―Taemin-
―Te pagaré todas las veces que lo hagamos, así que sólo
mantente ahí y haz tu trabajo
―No ―Contradijo de inmediato. ―Eso es todo, vi lo
suficiente, te pasaré tu álbum lo antes posible ―Prometió.
―No he terminado, Jungkook ―Insistió, pero el menor
tomó su bolso del piso, muy dispuesto a guardar su cámara
y largarse. ―Déjame ver lo que has hecho ―Exigió,
extendiendo su mano hacia él.
Jungkook miró entre su mano y su mirada amenazante,
dudando. Quitándose la cámara, la depositó
cuidadosamente en manos de Taemin, quien no tardó en
revisar las fotografías tomadas. Su mandíbula se tensaba
más con el paso de los segundos y Jungkook estaba seguro
de que él mayor habría disparado dardos por sus ojos, de
haber tenido esa posibilidad.
―¿Te estás riendo de mí? ―Taemin preguntó, agitando la
cámara con rudeza frente a él y Jungkook no perdió ningún
segundo en quitársela. ―Ese no soy yo
―¿Qué estás diciendo ahora? ―Murmuró, agachándose
junto a su bolso para poder guardar su cámara. ―Has sido
tú todo este tiempo
―¿En serio? ―Una risa sarcástica resonó en todo el lugar.
―Estoy molesto, ¡sólo había rabia en mí, Jungkook! ¿Pero
cómo has hecho para hacerme ver miserable? ¿Cuál es esa
maldita manía tuya en intentar mostrar a la gente muchos
más hermosos de lo que podrían llegar a ser en sus vidas?
Incluso tus fotografías son una mierda patética ―Jungkook
se detuvo, alzando la mirada hacia él con sorpresa. ―No
intentes hacerme ver como algo mejor de lo que soy
―Nunca hice eso ―Contestó. ―Sólo vine aquí y tomé
fotos de ti, así como querías. No tengo el poder de hacerte
ver mejor. Yo no cambio a la gente
―¿No? ―El mayor se acomodó en cuclillas frente a él,
sonriendo amargamente. ―Ni siquiera necesitas una
cámara para ello, ha sido tu personalidad toda tu vida. ¿O
ya has olvidado lo que hiciste con Hoseok? ―Jungkook se
mantuvo en silencio. ―Puedo decirlo, él ha sido mejor
persona que cualquiera de los imbéciles con los que me he
codeado. Y Hoseok es agradable y trata a la gente como un
igual, incluso si no lo merecen. ¿Qué pasó después de que
entraste en su vida, Jungkook? ―Cuestionó con molestia.
―Hoseok creyó tener el derecho de juzgar mis malas
acciones. Él siempre sintió pena de mis blancos, pero él no
los cuestionaba. ¿No fue por ti que se volvió de esta forma?
―Jungkook negó con la cabeza. ―Y mi mejor amigo podía
divertirse con todos, pero reía más si estabas tú ahí. Y él
brillaba y parecía dueño del cielo cada vez que tú le mirabas
―Chasqueó con la lengua. ―Asqueroso. Mi chico tonto se
volvió en eso por ti
―No fui yo ―Insistió.
―Y Jimin ―Ahora mencionó, riéndose cuando Jungkook lo
miró molesto. ―¿No lo cambiaste a él también, Jungkook?
¿Crees que ese chiquillo plástico recordaba lo que era tener
corazón antes de ti? ―Se inclinó sobre el menor, bajando la
voz. ―¿Usar a la gente para sentirse bien consigo mismo? Él
lo hizo. ¿Despreciar a los que le recordaban a su lamentable
infancia? También lo hizo. Pero se enamoró de ti y
mágicamente se convirtió en un chico con valores. ¿No
hiciste eso en él? ―Taemin lo tomó por la barbilla cuando
sólo recibió una mirada llena de resentimiento. ―Siempre
vas por la vida creyendo que tu amabilidad es suficiente.
Abres la boca, hablas bonito, y crees que las personas
cambiarán por ti. Me repugna la parte de ti que cree poder
manejarlo todo a su favor. ¿Estás intentando cambiarme
también, Jungkook? Porque yo no soy tan débil como
Hoseok o Jimin. ¡Incluso si te hubiera tenido, seguiría siendo
el de ahora!
Jungkook lo miró fijamente, aún sin contraponer, pero lo
bastante orgulloso de sí mismo como para bajar la mirada y
ceder ante las palabras, así que Taemin se enfureció aún
más con él. Taemin besó al chico frente a él con rabia,
recordando al niño de 12 años que lo defendió de sus
estúpidos compañeros, como si no tuviera miedo de las
consecuencias.
Era cierto, ¡había odiado esa defensa! ¡Él no necesitaba
que el resto le defendiera! ¡Jungkook tenía que tener miedo
de quienes tenían más poder que él y no tratarlo como un
igual!
Se había equivocado. Eso fue lo primero que Jungkook
pensó cuando Taemin finalmente lo besó. No había sido por
Hoseok, después de todo. Y aunque Jungkook permitió que
Taemin tomara todo cuanto quisiera en ese beso, eso sólo
fue un premio de consuelo para todo lo que aún tenía que
decir. Porque el mayor se había equivocado al decir que él
siempre podía ser amable.
Taemin se había equivocado al creer que podía besarlo y
convertirlo en el blanco de su dolor.
Taemin se distanció, respirando pesado y aún molesto.
Observando el rostro imperturbable frente a él, quiso reír
como un loco al no conseguir una reacción mejor que esa.
Quería destrozar esa bonita cara, esa paz artificial, esas
emociones que eran como el agua mientras él era el fuego.
Incluso después de ese beso, Taemin prefería morder su
lengua hasta sentir el sabor a sangre en su boca, en vez de
reconocer que esa clase de persona era su primer amor.
Había sido otro tonto que quedó atrapado en su red.
―No fui yo ―Dijo repentinamente el menor, rompiendo el
silencio. ―Nadie se ha convertido en una mejor persona
luego de conocerme, Taemin-ssi ―Sonrió. ―¿Hoseok y
Jimin? Todo el tiempo que pasé con ambos, sólo los hice
sentir seguros. Ellos sabían que podían ser honestos
conmigo, porque yo no los juzgaría ―Se aproximó más a él,
respirando contra su boca. ―¿No fue así para ti también,
siempre que te quedabas a solas conmigo?
Jungkook se alejó de Taemin, tomando su bolso y
levantándose tras decir aquello. Y esta vez el mayor no lo
detuvo, sino que se quedó en el mismo lugar, sintiendo la
rabia picar en sus ojos. Porque lo había olvidado. Había
olvidado que él también había reído despreocupadamente
mientras pasaba tiempo a solas con Jungkook en la
academia en espera de Hoseok. Se había alejado cuando el
resto llegaba, pero lo buscaba inconscientemente cuando el
resto se iba. Y Taemin había dicho que él no cambiaría por
Jungkook, incluso si algún día este se atrevía a mirar en su
dirección.
Pero Taemin estuvo esperando que esa mano se
extendiera para él cada día desde que lo conoció, sólo para
descubrir que, en realidad, Jungkook no tenía el poder para
ayudarlo.
Bien, que lamentable era, después de todo.
Jungkook salió de la facultad, sintiendo amargura en su
boca también. ¿El resto cambiaba por él? Esa era otra
maldita mentira más. No podías cambiar por otros. ¿A quién
intentaba engañar?
♢♢♢♢♢
―Jimin, ¿puedo hablar contigo un momento?
Jimin se detuvo en su camino a la entrada cuando Hoseok
repentinamente lo llamó. Girando hacia su compañero de
baile, le hizo una seña para que se adelantara, y Minhyuk se
despidió de ambos antes de salir. Park frunció su ceño
cuando el mayor dio golpecitos en el piso junto a él,
ofreciéndole una botella de agua.
―¿Qué sucede contigo? ―Preguntó de inmediato,
aceptando la botella mientras tomaba asiento. El ensayo
había estado bien y los desacuerdos con Hoseok estaban en
segundo plano, así que no podía comprender la razón por la
que el mayor le retenía.
―Está bien si bajas un poco tu escudo, ¿sabes? ―Hoseok
rió ligeramente, abriendo su propia botella de agua. Jimin no
pudo evitar notar lo triste que había sonado su risa o lo
cansado que lucía su superior. ―Minhyuk y tú han hecho un
trabajo increíble, estoy seguro de que mañana todos
quedarán encantados con ustedes
―Eso espero ―Apartó la mirada con incomodidad, ya sin
querer mirarlo. ―Entonces...
―¿Sabes por qué terminé con Jungkook?
―Porque eres un gran imbécil ―Respondió de inmediato,
sintiendo sus orejas arder. ―Y yo también lo soy ―Agregó,
bajando la voz con molestia. ―¿Por qué decides hablarme
de esto de repente? El hecho de que tengamos el corazón
roto por el mismo chico, no significa que repentinamente
nos hemos vuelto amigos
―No somos amigos ―Aceptó solemnemente. ―Pero te
equivocas en algo grande, Jimin. No fue Jungkook rompiendo
nuestro corazón. Fuimos nosotros rompiendo el de él y su
seguridad de paso ―Hoseok rió amargamente, chocando su
botella de agua con la de él. ―Así que brindo por lo
perdedores que somos
Hoseok bebió su agua después de eso. Jimin se mantuvo
observando su botella mientras la tensión estaba a punto de
arrastrarlo hasta el suelo. Por supuesto, él había roto el
corazón de Jungkook. Probablemente había muchos más
estragos causados que ni siquiera era capaz de ver.
―A diferencia de ti, supe desde un principio que mi novio
era asexual ―Murmuró Hoseok de repente, pensativo. ―Y
yo lo apoyaba, o eso creía. Jamás toqué a Jungkook más allá
de lo prudente. Jamás lo obligué a hacer cosas que
probablemente ni siquiera pasaban por su cabeza ―Aclaró
su garganta. Y Jimin se cuestionaba si salir corriendo de ahí
o escuchar hasta el final. ―Pero, sorpresivamente para mí,
Jungkook decidió el siguiente paso en nuestra relación.
Nosotros lo hicimos y...
―No necesito los detalles, Hoseok ―Cortó Jimin,
provocando que el mayor riera.
―Cierto, eso sería incomodo ―Asintió. ―El punto es...
todo se salió fuera de control en mi mente después de eso
―Confesó. ―Ya que Jungkook me había dado paso libre, me
cuestionaba qué tantas libertades me concedía eso.
Pensaba en tocarlo y acapararlo todo el tiempo. Cada vez
que lo miraba, quería hacer el amor con él ―Jimin torció el
gesto, harto, incluso si lo comprendía. ―Pero Jungkook
jamás me miró como si después de eso estuviera
desesperado por repetirlo. Jungkook no comenzaría a
desearme mágicamente después de eso. Y luego de una
etapa donde yo estaba siendo demasiado pegajoso con él,
creí que... que lo mejor sería tomar distancia antes de
hacerle algo de lo que luego podría arrepentirme
Jimin giró hacia Hoseok, encontrándolo avergonzado de
sus recuerdos mientras rascaba su cabello tímidamente. Eso
había sido hace dos años, ¿no? Hoseok debía estar cursando
su primer año universitario y Jungkook estaba en plena
adolescencia. Tener sexo a esa edad era completamente
normal y no podía juzgarlo por quererlo. Pero el hecho de
que Jungkook fuera asexual fue lo que pasó su factura.
―Cometí el gran error de comentárselo a mis amigos
cuando las cosas se pusieron tensas entre nosotros
―Suspiró. ―Y ellos dijeron que, si Jungkook no podía tener
sexo conmigo, entonces yo sólo debería ir y joder a otras
personas. ¿No era lo justo? Jungkook era el gatillante de ello
―Ahora miró hacia el techo, pensativo. ―Pero ellos sabían
también que yo no sería capaz de engañarlo. Sabían que
para mí sólo existía él. Así que por un tiempo... mis días se
convirtieron en ellos insistiendo en que Jungkook era el mal
novio que no sabía cómo hacerme sentir especial. Y luego
de eso... estaba tan enojado de que Jungkook no notara lo
afectado que estaba, que devolví toda mi furia contra él y lo
terminé ―Sonrió amargamente. ―Pero no encontré a
alguien mejor que a él
Jimin jugó con su botella de agua, pensando en la
situación. Si Hoseok hubiera recurrido a las personas
correctas, probablemente el desenlace habría sido
diferente. Si Hoseok hubiera hablado sobre sus deseos con
Jungkook, probablemente habrían llegado a un acuerdo en
el que ambos se sintieran cómodos y felices. Pero Hoseok
había querido proteger los sentimientos de Jungkook, sólo
para que al final todo le explotara en la cara.
Que fácil era acabar una hermosa relación, ¿eh?
―¿Por qué me estás diciendo esto a mí y no a él? ―Quiso
saber.
―Es demasiado tarde para decírselo a él ―Hoseok giró a
verlo. ―Ahora que he vuelto, tuve que darme cuenta de
algo terrible: es demasiado tarde para mí ―Jimin también lo
miró ante la amargura en su voz. ―¿Y sabes qué es lo más
horrible de todo esto Jimin? Que, si yo hubiera vuelto sólo
un poco antes, quizás la historia sería diferente. Si yo le
hubiera llamado antes de tomar mi avión a New York, quizás
él me querría aún. Si le hubiera escrito antes de que él te
conociera, su corazón aún estaría esperándome ―Su rostro
expresaba dolor y enojo, pero no contra su compañero, sino
que contra sí mismo. ―Y tenía que darme cuenta de esto
demasiado tarde
―Hoseok-
―Y lo hice llorar ―Ahora la voz del mayor se rompió.
―Jungkook no llora frente a otros, pero él lloró frente a mí.
No hay vuelta atrás para mí, Jimin. Él acabó el capítulo de su
vida donde yo era su mundo, y yo tengo que acabar mi
propio capítulo ―Hoseok se levantó. ―Pero estoy harto de
sentirme en deuda con él por hundirlo. Estoy harto de
odiarme por haber roto su corazón y su confianza. Y si tengo
que decirte esto para hacerme sentir un poco mejor,
entonces voy a hacerlo ―Hoseok golpeó su pecho con su
índice, lleno de rabia. ―Estás cometiendo mi maldito error.
¿Crees que él te amará por el resto de su vida? Ese no es
Jungkook. Él continúa, aunque duela. Y tú jamás serás su
maldito mundo, pero puedes ser parte de él, si sabes cómo
hacerlo feliz. Lamentablemente, el tiempo está corriendo
para ti también, y puedes actuar ahora o arrepentirte
mañana. Te aseguro que, si es mañana, él no mirará hacia
atrás por ti. Porque nadie es indispensable para la vida de
Jeon Jungkook
Hoseok tomó sus pertenencias, dirigiéndose a la salida
después de esas palabras. Jimin se apresuró en levantarse y
seguirle el paso, queriendo defenderse de alguna forma,
aunque no existieran palabras a su favor. Sin embargo,
guardó silencio cuando al atravesar la entrada se encontró a
Taemin ahí. El chico estaba recargado contra la pared de al
frente, moviendo impacientemente sus pies, y Jimin hubiera
maldecido su sola presencia de no ser porque Hoseok no
tardó en ir hasta él.
―¿Taemin? ―Llamó Jung, sabiendo que algo no andaba
bien.
Lee alzó la mirada, mostrando una expresión
extrañamente pacífica mientras sus ojos se habían vuelto
completamente negros.
―Hey, Hoseok... ―Llamó con una sonrisa suave que se
convirtió en una mueca cuando sus ojos se llenaron de
lágrimas.
Pero Jimin no pudo ver nada más de él, después de eso.
Porque Taemin se aferró al cuello de su mejor amigo,
llorando en silencio mientras Hoseok lo protegía con su
cuerpo, impidiendo que alguien pudiera ver cualquier indicio
de debilidad.
"Incluso tú tienes corazón, ¿eh?"
Por supuesto que lo tenía. Y como Jimin también sentía su
propio corazón latir contra su pecho, respetó su dolor y dio
la vuelta, abandonando el lugar. Porque sin importar la clase
de persona que era Taemin, Jimin sabía lo que era querer
huir y esconderse cuando el peso se volvía insostenible.
Nota:
Bueno, ya expliqué por qué estoy subiendo esto antes, así
que nada (?).
En el próximo capítulo finalmente se viene el baile y por
obligación Jimin y JK no podrán seguir evitándose gg. Así
que supongo que se viene un momento crucial para muchos
(8.
Por cierto, el separador y la portada del fic siempre fueron
muy spoiler, ¿no?
Una cosa más, cabe aclarar que existen muchos
triángulos de AVEN, pero este es en términos (bastante
generales) el de la sexualidad.
Si no hay ningún inconveniente, nos leemos la próxima
semana unu.
Espero que les esté yendo bonito
( ˘ ³˘)♥.
A mi gentecita de Chile les mando todos mis ánimos 💪
[48]

Seokjin abrió los ojos lentamente al escuchar ruido en el


dormitorio. Yoongi seguía durmiendo en sus brazos, pero
Jungkook parecía haber despertado con bastante energía. El
mayor estaba seguro incluso de haber escuchado la puerta
abrirse y cerrarse hace un rato, así que esta vez luchó
contra el sueño para ver qué pasaba con su compañero de
piso.
―¿Jungkook? ―Llamó, intentando reincorporarse en su
cama sin perturbar el sueño de su novio, cuyos brazos y
piernas estaban enredados en su cuerpo. ―¿Dónde has
estado? ―Bostezó, girando hacia el reloj. Iban a ser las 10 y
el show no era hasta la 1.
―Lo siento, hyung, ¿te desperté? ―Jungkook giró hasta él
luego de mirarse en el espejo. El sueño que quedaba en
Seokjin se disipó de inmediato al notar que el menor lucía
completamente renovado. Todo él, de pies a cabeza, gritaba
chico guapo listo para las andanzas. Sus cejas se enarcaron
al comprobar que incluso una ligera capa de maquillaje
cubría su rostro.
―¿Sí? ―Rascó su cabello. ―¿Por qué luces tan bonito hoy,
eh? ―Cuestionó con malicia en la voz.
―Él luce bonito todo el tiempo ―Contrapuso con voz
ronca Yoongi contra su pecho, sobresaltándolo.
―Oh, de acuerdo ―Seokjin rió, acomodando al chico en
sus brazos, haciéndolo suspirar soñoliento. ―Luces bonito
todo el tiempo, sí, ¿pero a quién estás intentando
impresionar hoy? ―Quiso saber mientras el menor peinaba
su cabello con sus dedos.
―A mí mismo ―Contestó con simpleza. ―Sólo me miré al
espejo y pensé, soy tan guapo, es un desperdicio no sacar
provecho de ello
Yoongi rió contra el pecho de Seokjin, quien sonrió en
respuesta. Les gustaba ver que Jungkook se esforzaba por
avanzar. Era evidente que Jimin aún daba vueltas por su
cabeza y ese día probablemente sería caótico considerando
que ellos tendrían que verse la cara, pero confiaba en que
todo saldría bien y el menor podría tomar su bolso e irse a
la estación antes del anochecer.
―¿Cenarás con nosotros? ―Preguntó Seokjin al verle
tomar el bolso donde guardaba su cámara.
―Ugh ―Jungkook arrugó su rostro, mirándole con
diversión. ―¿Y ser el mal tercio en su cita de San Valentín?
No, gracias ―Seokjin hizo un puchero en respuesta. ―Ni
siquiera alcanzaré a cenar, hyung, sólo eso. Estaré en el
tren para ese entonces ―Acomodó su bolso sobre su
hombro, sonando aliviado. ―Iré a la facultad de danza
ahora, los chicos tendrán su último ensayo previo al show y
me gustaría verlos. Los veré dentro de un rato, ¿sí? Hyung,
¡recuerda que me prometiste grabar la presentación!
―Seokjin asintió. ―Por cierto, encargué un ramo en el local
cercano a la cafetería. ¿Está bien si pasas a buscarlo por
mí? Ya está pagado
―De acuerdo... ―Jungkook abrió la puerta, sin voltear.
―Nos vemos más tarde, Kookie ―Y el menor musitó un
hasta pronto antes de cerrar.
Yoongi despegó su rostro del pecho del mayor, alzando la
mirada para buscar la expresión de este. Seokjin enarcó una
de sus cejas cuando sus miradas se encontraron.
―Ese ramo no es para mí, ¿cierto? ―Preguntó Yoongi y
Seokjin comenzó a reír, volviendo a recostarse junto a él
para abrazarle con fuerza.
―Me temo que no. Pero tu novio promete regalarte flores
también ―Besó su nariz con dulzura. ―¿No crees que
Jungkook está actuando algo extraño luego de irse con
Taemin ayer? Y ha regresado tan tarde anoche...
―Mientras no sea nada malo ―Suspiró. ―Aunque no sé
qué esperar de ese chico, es tan raro. Su dinero no es una
excusa para su manera de actuar. Estoy seguro que ha
habido más de un imbécil queriendo ir tras de ti sólo por
status
―Más de los que puedo contar ―Susurró. ―Pero, ¿sabes?
Tomamos nuestras propias elecciones. Taemin eligió vivir de
una forma y yo de otra, es bastante simple. Tienes razón al
decir que no tiene excusas para ser un hijo de puta ―Rodó
los ojos.
Yoongi rió entredientes, besándolo en los labios después.
Seokjin le correspondió y lanzó fuera de su mente cualquier
inquietud para esa jornada. El show saldría bien para todos,
Jungkook volvería a Busan, él tendría una cita con Yoongi, y
la vida seguiría su curso.
♦♦♦♦♦
Jimin se paró frente al gran espejo una vez su ensayo con
Minhyuk terminó y se dieron espacio para un descanso. Eran
las 11 de la mañana y Jungkook aún no había dado señales
de vida, hecho que le perturbaba tanto como lo
tranquilizaba. Quizás Jimin no se sentía listo para verle cara
a cara, pero probablemente se sentiría decepcionado si al
final el menor rompía su promesa y no iba a verle.
Jungkook recordaba que ese día terminarían sus sesiones,
¿cierto? Era la única excusa a la que podía aferrarse. Pero
en el futuro, cuando quisiera verlo de nuevo, ¿a qué
recurriría? ¿Era momento de cortar por lo sano y ya?
―Oh, Jungkook, estás aquí
La sangre de Park se heló cuando Minhyuk se dirigió
alegremente hacia Jungkook, quien acababa de llegar.
Mirándolo a través del reflejo, un nudo se formó en su
garganta al vislumbrarle en todo su esplendor. Tan hermoso.
Jimin quería correr a él y tocarlo para confirmar que era real.
¿Cómo explicarle a su corazón que tenía que dejar de
acelerarse por él? Jimin estaba cansado de extrañarlo y
desearlo. Sus manos sudaban y temblaban sólo por su
deseo de tocarlo, aunque se tratara de la más inocente
caricia.
―Buenos días ―Escuchó a sus espaldas.
Jimin volteó mecánicamente, empuñando sus manos para
enfrentarle. La expresión de Jungkook era neutral, sus ojos
desinteresados, y quiso golpearlo al traer de vuelta a su
cabeza los días donde acababan de conocerse. Jungkook
había sido serio y distante en ese entonces y Jimin no lo
quería de vuelta. Sin embargo, ¿cómo iba a reclamarle?
―Buenos días. Es bueno tenerte aquí ―Jimin murmuró,
pero el menor ya se encontraba mirando hacia otro lado.
―Hoseok ha ido a hablar con el profesor. ¿Necesitas algo de
él?
―No ―Su respuesta fue contundente mientras volvía a
mirarle. Jimin sintió que se derretía incluso si sus ojos
estaban lejos de transmitir calidez. ―Tinturaste tu cabello.
Se ve bien en ti
Jimin tocó un mechón de su cabello ahora negro,
recordando cómo durante su instancia en casa de Jungkook
le había hablado sobre volver a su color natural. Se
preguntaba si Jungkook recordaba momentos insignificantes
como ese o estaba luchando en demasía en bloquearlo de
su mente.
―Las chicas querían que me retocara el rubio antes de la
presentación, pero estoy cansado de preocuparme por ese
tipo de cosas ―Admitió con una sonrisa amarga. ―Así que
supongo que me veré así desde ahora
―Está bien ―Jimin comenzaba a odiar la monotonía en su
voz. ―Usar el cabello negro, como la mayoría, no te
transformará en un chico ordinario. No es tu color de cabello
lo que te hace destacar, de todas formas... ―Murmuró,
dándole la espalda. El mayor sintió sus ojos escocer y sus
manos picaron ante la idea de alcanzarle y abrazarle por la
espalda. ―¿Han comido algo? No creo que sea buena idea
de que se sobreesfuercen. Sé que están listos para el día de
hoy, así que, ¿qué les parece si los invito a comer?
Jimin miró hacia su compañero, cuyos ojos se iluminaron
ante la mención de la comida. Suspirando con resignación,
tomó su abrigo y siguió a Jungkook cuando este salió de la
sala. Esperaba que su estómago estuviera de su lado ese
día y no gruñera con malestar ante la idea de compartir
mesa con su persona amada y no poder tocarla. Jimin quería
vomitar sólo del estrés.
Jungkook se detuvo en el pasillo para intercambiar unas
palabras con Hoseok cuando finalmente se encontraron.
Jimin pasó por el lado de ambos, con Minhyuk pisándole los
talones, negándose a escuchar esa conversación, incluso si
consistía en algo tan trivial como invitarlo a comer antes del
gran show.
―¿Estás bien? ―Su compañero le habló en voz bajita
mientras bajaban las escaleras. ―Luces algo pálido
―Sólo estoy un poco nervioso, nada por lo que
preocuparse ―Intentó sonar calmado. ―¿Qué hay de ti?
¿Listo para el gran día?
Minhyuk abrió la boca, dispuesto a responder, pero ambos
voltearon cuando escucharon a alguien correr en su
dirección. Antes de que pudieran entender qué sucedía, un
chico avanzaba hacia ellos y Jimin sólo reaccionó a pegarse
al barandal. No así Minhyuk, quien fue apartado
bruscamente del camino en medio de un disculpa que no
contenía ni la más mínima pizca de arrepentimiento. Jimin
sintió que las cosas pasaban en cámara lenta frente a sus
ojos mientras escuchaba los gritos de algunos estudiantes y
Minhyuk perdía el equilibrio, cayendo por las escaleras.
―¿¡Qué mierda acabas de hacer!? ―Un estudiante retuvo
al agresor en cuanto este intentó escapar hacia la salida.
Jimin se apresuró por las escaleras al ver a Minhyuk en el
piso. La altura de la caída no había sido verdaderamente
horrible, para su suerte, pero el menor parecía encontrar
dificultades para levantarse. Jimin sintió su desesperación
como propia al ver sus ojos llenos de lágrimas mientras
comenzaba a tocar su pie.
Un esguince.
―No, no... ―Minhyuk intentó levantarse ante las miradas
de los presentes. ―Estoy bien, no hay nada que ver aquí.
¿¡Por qué ustedes me están mirando!? ―Gritó el menor,
exasperado.
―Minhyuk, tenemos que ir a enfermería ―Jimin intentó
razonar con él al ver sus esfuerzos en vanos de apoyarse
con su pie. ―¡Te lastimarás más si haces eso, Minhyuk!
―¿¡Puede lastimarme más, hyung!? ¡Nuestro número...!
―Jimin simplemente lo sostuvo en sus brazos cuando las
palabras se transformaron en un sollozo.
Porque dolía, por supuesto.
Porque su número acababa de perderse por completo.
―¿¡Cuál es tu maldito problema!? ―Jimin giró en busca de
Jungkook al escuchar su voz llena de rabia. Sólo en ese
momento pudo identificar a JoonSoo, uno de sus
compañeros que había sido rechazado por él, sonriendo
socarronamente frente al menor. ―¡Lo has hecho adrede,
imbécil! ¡Pretendías empujarlos a los dos!
―¿Tienes alguna forma de probarlo, rey? ―Se mofó de él.
―Ha sido un accidente. Es una pena que el niño no pueda
bailar ahora, pero a cualquiera puede ocurrirle. Quizás todos
aquí deberían cuidar más el lugar por donde pisan
―Aconsejó aireadamente.
Jungkook lo tomó por el cuello, encolerizado. No era una
sorpresa que nadie en el lugar quisiera intervenir entre
ellos.
―Es una mala suerte para ti que tenga tan buena
memoria ―Escupió el menor. ―¿O crees que no sé las
razones por las que intentas arruinar el número de Jimin?
―Eso no importa ahora ―Murmuró con simpleza.
―Porque no pueden tocarme. ¿Todas las personas que ves
aquí, Jungkook? Son chicos que dependen de su show de
hoy para obtener un poco de atención. Así que nadie
arriesgará su nombre sólo para retener a un idiota como yo,
¿cierto?
Jungkook lo soltó al escuchar eso, volteando a ver a los
demás. Los engranajes en su cabeza terminaban de
responder al entender por qué todos ahí miraban y no
actuaban, prefiriendo fingir demencia antes que
involucrarse en una pelea y perder todo por lo que habían
trabajado. JoonSoo rió al ver que el muchacho por fin lo
entendía.
―Tampoco puedes tocarme, rey ―Amenazó con burla al
verle empuñar sus manos.
―Sí, sólo hay un error de cálculo en tu cabeza ―Jungkook
rió, dando un paso hasta él. ―Porque a diferencia de todos
aquí, yo no tengo nada que perder, hijo de puta ―Y diciendo
esas palabras, Jungkook lanzó un fuerte puñetazo contra su
rostro en un golpe que definitivamente todos pudieron oír.
Sangre. El estómago de Jimin se revolvió mientras JoonSoo
gritaba, pero nadie corrió para ayudarle. Jungkook
probablemente acababa de romperle la nariz, pero nadie ahí
estaba lo suficientemente interesado.
―Ups... ―Jungkook rió divertido mientras bajaba la voz
hacia JoonSoo. ―Lo siento, quizás algunas personas aquí
deberían cuidar más el lugar por donde pisan. ¡Te has
ubicado justo frente a mi puño!
―Jungkook, suficiente ―Llamó Hoseok, sonando cansado.
―Alguien acompañe a JoonSoo a enfermería, ajustaremos
cuentas sobre su comportamiento después de que reciba
ayuda ―El mayor se dirigió hacia Minhyuk, quien aún lucía
demasiado herido como para reaccionar. ―Vamos, Minhyuk,
te cargaré hasta enfermería. Coincido en que ambos
queremos hacer algo por tu pie lo antes posible, ¿cierto?
Minhyuk alzó la vista, asintiendo levemente. Jimin lo
ayudó a subirse a la espalda de Hoseok para luego
seguirlos, con Jungkook cerca de ellos. Fue difícil no girar a
verlo para saber cuál era su estado, ni siquiera recordaba
verlo tan enojado antes. No obstante, toda la rabia se había
disipado, siendo desplazada por una profunda pena en sus
ojos.
―¿Jungkook? ―Llamó en voz bajita, viéndolo sostener su
mano ensangrentada. ―¿Estás bien?
―¿Uhm? ―Jungkook miró su mano, la que aún estaba
adolorida. ―Lo siento, exploté ―Se disculpó en un
murmullo.
―Bien, fue un golpe bastante impresionante para tratarse
de un pacifista como tú ―Intentó hacerle reír, pero Jungkook
sólo enseñó una incómoda sonrisa. ―Gracias
―¿Por qué?
―Porque yo también quería golpearlo
Jungkook bajó la mirada y asintió, aceptando su
agradecimiento. Jimin escondió sus manos en sus bolsillos al
ver lo triste que lucía y, para no hacer un mal movimiento,
decidió girar hacia Minhyuk y Hoseok. El miedo envolvió a
su corazón al recordar que no tenía ni idea de lo que
sucedería ahora.
♦♦♦♦♦
Jimin miró por la ventana de la enfermería cuando los
resultados apuntaron a qué pasarían semanas antes de que
Minhyuk pudiera volver a bailar. Por otro lado, Jungkook
definitivamente había roto la nariz de JoonSoo, pero en un
momento como ese Jimin deseaba que el menor hubiera
roto sus brazos e incluso sus piernas. Se sentía tan furioso e
inútil.
Furioso, porque faltaban menos de dos horas para el
comienzo del show.
Inútil, porque no había forma en la que pudiera animar a
Minhyuk.
¿Por qué su compañero había terminado pagando las
consecuencias de que él hubiera rechazado a un imbécil en
el pasado? ¿Por qué JoonSoo había llegado a ese extremo
sólo por un rechazo? Sabía que su compañero no estaba
alegre por su solo, él ni siquiera había fingido aplaudir al
momento del anuncio, pero no esperaba que este planeara
tomar cartas en el asunto el mismo día del show.
Maldición, la envidia era una mierda retorcida.
―Voy a romperte la columna si sigues lloriqueando
―Escupió repentinamente Jungkook, enardecido. A Jimin le
sorprendía que él siguiera ahí estando tan enojado con el
chico que estaba siendo atendido.
―Voy a demandarte ―Respondió tajantemente JoonSoo.
―Voy a cortar tu lengua y tus manos antes de que
siquiera puedas volver a comunicarte con otros ―La
enfermera lanzó una extraña mirada al joven, quien sólo se
removió incómodamente en su asiento, sin quitar su mirada
de JoonSoo. ―Voy a cortar tus pelotas también, intento de
hombre. ¿Fuiste a llorar con tu mamá luego de que Jimin te
rechazara? Pobre bebé inútil, bubu
El rostro de JoonSoo estaba rojo de enojo, pero no se
movió de su sitio, muy consciente de que no tenía ninguna
oportunidad contra el menor. Todos voltearon hacia la
entrada de la enfermería cuando escucharon pasos
acercarse, viendo como Hoseok volvía acompañado por
Taemin.
―Escuché a alguien hablar de demandas aquí ―Taemin
entró con su sonrisa arrogante correspondiente. ―¿Kim
JoonSoo? ―Se dirigió al chico de la nariz fracturada. ―Me
aseguraré de comunicarme con nuestro decano para
ponerlo al tanto de la situación. Espero que pongas de tu
parte si no quieres extender tu tiempo de suspensión
―Avisó antes de voltearse hacia Minhyuk, quien sólo miraba
el piso. ―Park Minhyuk ―Llamó. ―Un auto te esperará en el
estacionamiento dentro de 20 minutos, así que mandará a
unos chicos para que te acompañen. El papeleo de la
universidad es demasiado tedioso, así que te trasladaré a
una clínica para un mejor servicio
Ah, debía ser divertido ser el representante estudiantil de
la carrera y además contar con tanto dinero. Sin embargo,
Jimin acalló ese pensamiento y agradeció el poder de
Taemin para casos como ese. El hecho de que la mayoría
temiera a Taemin tenía que tener su aspecto positivo
también.
Taemin salió de la enfermería después de decir eso. Jimin
miró fijamente a Jungkook cuando este se levantó, como si
estuviera pensando en seguirlo. La duda sólo duró unos
segundos antes de que el menor se aferrara a su bolso y
corriera fuera del lugar. ¿Por qué estaba siguiendo a
Taemin?
―Minhyuk, serás acompañado por uno de nuestros
profesores hasta la clínica ―Hoseok se paró frente a su
pupilo, tranquilizándolo. ―He visto muchos esguinces en mi
vida, y estoy seguro que el tuyo no es de los graves, así que
no pongas esa cara, ¿sí? ―Intentó animarlo, tomando su
rostro, pero su confiable sonrisa se desvaneció al
encontrarse con los ojos llorosos de su menor. ―Está bien,
tienes razón, tienes todo el derecho de sentirte molesto y
herido. No está mal llorar, Minhyuk ―Sacudió sus cabellos
con dulzura, como si se tratara de un niño.
―De verdad-De verdad quería bailar, hyung ―Sollozó.
El corazón de Jimin se rompió cuando Hoseok abrazó a su
compañero, confortándolo. Y esta vez los sollozos de
Minhyuk llenaron absolutamente todo el lugar mientras la
enfermera se retiraba en silencio y JoonSoo por primera vez
mostraba algo de culpa, apartando la mirada con
vergüenza.
Maldito imbécil, como si eso bastara.
―Eres uno de los bailarines más brillantes de primer año,
sé que habrá muchas oportunidades para ti, Minhyuk
―Hoseok sobó su espalda, consolándolo. ―Y por supuesto
que conozco tu esfuerzo tras de esto. No dejaremos que un
idiota eche todo esto por la borda ―Le aseguró. ―Pero
ahora debes descansar, ¿de acuerdo? Nosotros nos
encargaremos del resto
Hoseok se distanció de él, secó sus lágrimas y sonrió.
Jimin caminó hasta Minhyuk y apretó su mano, intentando
transmitirle algo de confianza. Era el peor momento para
perder los nervios. Había perdido a su pareja de baile, pero
Hoseok tenía razón al decir que no podían tirar todo por la
borda a esa altura.
―¿Y tú qué? ―Ambos jóvenes voltearon hacia Hoseok
cuando este se dirigió a JoonSoo. ―¿Puedes llamarte a ti
mismo un bailarín? Sabes lo importante que es nuestro
cuerpo, pero has atentado contra tus compañeros. No tienes
ni el más mínimo de criterio ―Escupió. ―Me pregunto si una
suspensión es suficiente para devolverte el cerebro a su
lugar, porque por primera vez Taemin está siendo
demasiado blando. Cualquiera que atente contra la
integridad de otro, debería ser simplemente expulsado de
este lugar ―Ahora giró hacia Jimin, quien estaba
gratamente sorprendido por sus palabras. ―Esperaremos a
que llegue el profesor y nos reuniremos con el resto del
grupo de danza. Buscaremos una solución y para eso
necesito que Jungkook vuelva también
―¿Por qué Jungkook? ―Se atrevió a preguntar. Pero
Hoseok no respondió y Minhyuk murmuró algo por lo bajo
que no pudo escuchar.
¿Dónde estaba Jungkook, de todas formas?
―¡Taemin-ssi! ―El mayor suspiró al escuchar el trote de
Jungkook tras de él. ―¡Espera!
―Tengo que pasar por el decanato y luego debo hacer un
último ensayo de mi número, Jungkook. Hicimos un trato
ayer, así que ni siquiera deberías buscarme
―No finalizamos el trato ―Taemin se detuvo, girando
hacia él. ―Espera ―El menor abrió su bolso, rebuscando en
él. ―Traje tu álbum de fotos, eso debería bastar ―Y ahora lo
extendió a él. Taemin lo tomó con duda, preguntándose por
qué pesaba tanto en sus manos. ―Tiene más fotos de lo
planeado. Como finalmente lo hice a mi manera, supongo
que pasa por un regalo. Me comuniqué con papá ayer y le
pedí que me enviara unas fotos que tomé durante nuestra
estadía en la academia. Las recogí esta mañana ―Aclaró su
garganta. ―¿La forma en la que te miro? Supongo que esto
es todo. Mucho éxito en tu número, sé que lo harás bien
Jungkook no le permitió responder, sólo le dio la espalda y
corrió de regreso a la enfermería. Taemin frunció sus labios
y abrió el álbum, queriendo saber por qué había sido
necesario incluir más fotos de las había pedido. Su boca se
secó al notar que, en la mayoría de esas fotos de su
adolescencia, Hoseok estaba ahí. Y ambos reían y
disfrutaban del momento; Taemin ni siquiera recordaba
haberse sentido tan en paz sólo por compartir con su mejor
amigo.
"Sé que lo harás bien."
Por supuesto que lo haría bien. Taemin cerró el álbum y se
aferró a él mientras caminaba hasta el ascensor que lo
llevaría a la oficina. Se preguntaba si Hoseok estaba
pensando en la misma resolución que él.
♦♦♦♦♦
Jungkook intentó volverse pequeño mientras escuchaba a
los estudiantes de danza pelear. La sala se había vuelto un
caos luego del accidente y todos, tanto representantes
como estudiantes, parecían querer dar su opinión para una
solución. Mientras había un número de personas diciendo
que debían cambiar el programa para omitir el solo de
segundo año, había un resto que insistía en que no era
necesario llegar a ese extremo y Jimin tenía la capacidad de
sacar su baile adelante por sí mismo, haciendo una
adaptación de último momento. Jungkook miró con empatía
a Park, preguntándose cómo podía mantener esa expresión
calmada mientras todos parecían querer tirar de sus
extremidades hasta romperlo.
¿Y cómo hablaban tan fácilmente de adaptar un baile en
pareja en cosa de minutos?
―Trabajó para este día tanto como ustedes. Con o sin
Minhyuk, no permitiré que ustedes dejen a Jimin fuera de
esto ―Defendió Hoseok.
―Concuerdo con él. Además, todos saben que es el
ganador del solo de este año. Tendríamos que disculparnos
con los asistentes si lo cancelamos, la popularidad de Jimin
no es una broma ―Argumentó una de las compañeras de
Park.
―De acuerdo, ¿y qué hay de un reemplazante? ―Sugirió
uno de los chicos y Jimin por primera vez parpadeó.
―Considerando que las prácticas se han hecho en solitario,
supongo que el único capaz de seguirle el ritmo serías tú,
¿no, sunbaenim?
La sala se quedó en silencio cuando todas las miradas se
posaron en Hoseok. Jungkook vio al mayor apoyarse contra
la pared, buscando resguardo, y giró hacia Jimin para
intentar saber qué pensaba. La tensión en sus facciones
eran un rotundo no a todo, incluso si no tenía la confianza
para decirlo.
―Soy sólo un ayudante aquí, chicos ―Finalmente
respondió Hoseok.
―¡Eres un estudiante estrella, no vengas con esa mierda!
―Contestó el chico, recibiendo una mirada amenazante de
su compañero. ―Te necesitamos aquí ahora. Jimin te
necesita ―Señaló al menor, quien seguía sin abrir la boca.
―Supongo que todos aquí sabemos que ustedes tienen
serios problemas personales por culpa de Jeon, pero un lio
amoroso no afectará su profesionalismo, ¿cierto?
―¿Por qué estás metiendo a Jungkook en esto? ―Jimin
finalmente habló, levantándose enojado. ―Estamos
buscando una solución para no arruinar del show, ¡es
divertido que tengan tiempo para hablar de la vida amorosa
de otros!
―¿Sabes qué es divertido? Que puedas sentarte como si
nada junto al tipo que te puso los cuernos. ¡Deberías tener
algo de amor propio!
―¡Jungkook no es ese tipo de persona! ¡Romperé tus
dientes si vuelves siquiera a insinuarlo! ―Amenazó el
pelinegro, tomando a su compañero por la camiseta.
El lugar prontamente se llenó de personas peleando
mientras intentaban separarlos. Jungkook tomó el brazo de
Jimin y lo obligó a sentarse junto a él otra vez, negando con
la cabeza en reproche. Sencillamente, era inútil pelear
contra los rumores.
―Está bien, Jimin tiene razón, no podemos perder tiempo
en comentarios innecesarios ―Intervino una de las chicas,
girando hacia Hoseok. ―¿Hoseok-ssi? ¿Puedes tomar el
lugar de Minhyuk o no?
―No ―Su respuesta fue inmediata. ―Lo siento, chicos,
incluso si conozco la coreografía, lamento decirles que no
soy lo suficientemente profesional como para hacer de lado
mis diferencias con Jimin ―Admitió, sonriendo con
amargura. ―Nosotros no conectamos. Probablemente sería
menos patético para él bailar solo que bailar conmigo
―Jimin asintió, sintiéndose aliviado de que Hoseok haya
rechazado la oferta para ser su compañero, incluso si el
resto hablaría mal de él como consecuencia ―Aunque hay
alguien aquí que quizás podría cubrir el lugar
Jungkook se tensó cuando Hoseok y Jimin lo miraron
simultáneamente. Sólo ese gesto bastó para que todos los
imitaran.
―Jungkook estuvo en nuestros ensayos y fue parte de
todo el proceso creativo ―Habló Hoseok.
―Debes estar bromeando ―Hoseok quiso poner los ojos
en blanco cuando el mismo idiota volvió a hablar. ―No
meteremos a un chico de comunicación en nuestro show.
Esto pertenece netamente a los grupos de danza y música.
¡Muchos han trabajado por llegar hasta aquí y algunos ni
siquiera han podido llegar al sitio en que está Park! ¿Y tú
pretendes dárselo a este chico sólo porque presenció sus
ensayos?
―Bien, si hay alguien en este lugar que tenga la
capacidad de memorizar y ejecutar dos coreografías en sólo
una hora, entonces es buen momento para decirlo
―Respondió con firmeza Hoseok, mirando al grupo. ―¿Qué?
¿No tenemos ningún genio aquí? ―Rió con ironía.
―Entonces no importa cuánto les moleste la situación, si
Jungkook puede salvar este número, entonces sólo deberían
permitírselo. Es Jimin quien finalmente decide a quien
quiere para su número y a quién no
―Pero sigue siendo cierto que sólo es un chico de
comunicación... ―Murmuró alguien. ―Y cualquiera puede
ver coreografías, eso no significa nada
―Jungkook es un ex bailarín ―Finalmente intervino Jimin a
favor de la idea. ―Y él practicó conmigo una de las
coreografías. Él la memorizó sólo viéndola, así que estoy
seguro que sabe la segunda parte también. ¿No es así? ―Y
volteó desesperadamente hacia el menor, quien sólo miraba
el suelo. ―Jungkook, te necesito ahora
Tenía que decir eso. Las manos de Jungkook temblaron y
las aferró a sus jeans, deseando que todo se tratara de una
pesadilla y los ojos no estuvieran puestos sobre él. Jimin
tomó su mano cuando notó que la ansiedad estaba a nada
de atraparlo y arrastrarlo lejos de él.
―Sé que no tengo derecho a recurrir a ti. Y sé que estás
lastimado y probablemente pienses que esto no va a
funcionar, pero necesitamos intentarlo como mínimo, ¿no?
Jungkook, baila conmigo. Necesito que hagas esto por mí
―La sesión... ―Comenzó a decir como excusa.
―¡Te necesito en el escenario, Jungkook, no en el público!
¡Tienes que estar junto a mí en esto! ¡No te quedes
mirándome desde lejos cuando te necesito!
Pequeña mierda egoísta. Jungkook quiso reír como un loco
cuando esas fueron las primeras palabras que pasaron por
su mente. Sacudiendo la mano de Jimin lejos de él, se
levantó y caminó hasta la puerta bajo las miradas
expectantes de todos.
―Vamos a ensayar ―Anunció.
Jimin prácticamente corrió hasta él, dando saltitos de
alivio, y Hoseok sonrió a sus compañeros, quienes ni
siquiera se atrevieron a presentar una queja. Ya no había
tiempo para eso.
♢♢♢♢♢
Jimin miró al menor a distancia, preguntándose si estaba
bien. A pesar de que habían ensayado tanto como pudieron
dentro su limitado tiempo, las cosas no parecían marchar
muy bien. Jungkook efectivamente había memorizado el
número por completo, pero la tensión contenida en sus
pasos no le permitían entregar lo mejor de sí. Jimin odiaba
que el chico se sintiera tan responsable de lo que sucedería
dentro de unos minutos cuando finalmente tuvieran que
pararse en el escenario. Aunque sus amigos habían hablado
con él durante una llamada para animarlo luego de que les
explicara la situación, nada parecía poder liberarlo del peso
sobre sus hombros.
―No pongas tanto sobre ti ―Jimin se paró frente a él
luego de vacilar demasiado. Jungkook le miró pálido, apenas
parpadeando cuando su superior se atrevió a tomar su
rostro con sus manos. ―Confío en ti
―No lo hagas ―Pidió.
―Jungkook, sé que llevas mucho tiempo sin pararte en un
escenario para bailar, está bien tener miedo ―Le aseguró,
acariciando sus mejillas. ―Por eso agradezco que, a pesar
de todo, lo estés enfrentando por mí. Eso para mí significa
mucho más que los resultados. Brillemos o no, conectemos
o no, estaré pisando ese escenario gracias a ti
Jungkook cerró los ojos cuando Jimin besó dulcemente su
frente. Jimin quiso llorar cuando, en cambio, el menor
abrazó su cintura y escondió su rostro en su camisa blanca,
respirando contra él. Permanecieron así unos segundos
hasta que Jungkook finalmente le soltó, murmurando una
disculpa para luego caminar hasta una ventana. El chico se
quedó mirando la lluvia que había comenzado a caer,
mientras el mayor quería reír ante lo irónico de la situación.
Porque estaba lloviendo afuera, igual que el día en que se
conocieron. Porque Jungkook estaba completamente vestido
de negro y él de blanco, trayendo a su mente la charla que
hace poco había tenido con Namjoon. Todo en su entorno
parecía un constante recordatorio de su marchita relación.
―El solo de segundo debe prepararse
Hoseok, que había estado hablando con Taemin, se dirigió
a Jimin ante el anuncio. Jungkook caminó hasta ellos sin
expresión alguna, llamando la atención de ambos al
percibirlo más como un alma en pena que una persona.
―Lo harán bien ―Hoseok intentó calmarlos, palmeando el
hombro de ambos. ―Aman los escenarios, ¿cierto? Y aman
que el resto reconozca su talento, así que salgan ahí y
déjenlo todo. Esto no vale la pena si no significa algo para
ustedes ―Y ahora sus ojos se posaron en el menor, quien
alzó la vista hacia él. ―Gracias por esto, Jungkook. Recuerda
que hace mucho dejaste de ser un novato
Jimin hizo una mueca con los labios, preguntándose si era
bueno poner ese tipo de presión sobre Jungkook, pero el
menor sólo asintió mecánicamente y giró a verlo a él,
haciéndolo sentir como una gelatina.
―Vamos a hacerlo, hyung ―Dijo con firmeza.
Era tan fácil sólo decirlo.
No pasó mucho tiempo antes de que el turno de ambos
llegara y tuvieran que salir al escenario. Dirigiéndose a
entradas diferentes, Jimin rozó la mano de Jungkook antes
de verle desaparecer por el otro extremo. La música de
Black or White dio su inicio, dándoles la señal para salir, y
Jimin abandonó cualquier preocupación mientras se
centraba en lo único que le importaba: su baile.
Mientras el mayor daba un salto enérgico en su entrada,
Jungkook no necesitó mirar directamente hacia el público
para saber que el anfiteatro estaba lleno. Los ojos de los
espectadores parecían quemar sobre él, quien miraba el
piso, e intentó no perder la coordinación de sus pasos a
medida que se dirigía al centro del escenario, donde tenía
que encontrarse con Jimin. Girando hacia el público
finalmente, sus facciones se conservaron en calma mientras
la música llenaba su cabeza.
Sólo eso. Él sólo tenía que escuchar la música, hacer sus
pasos, no estorbar a Jimin, y todo estaría bien.
Jimin escondió su sonrisa mientras ambos estaban
completamente sincronizados, aunque quiso comenzar a
reír cuando sus chaquetas fueron lanzadas fuera y los gritos
de algunas chicas rompieron su concentración.
Dios, eso era tan divertido, ¿cómo no podía disfrutarlo?
Jungkook esperó que nadie viera el potente rojo en sus
orejas a medida que las chicas enloquecían. ¿Por qué ellas
estaban gritando, siquiera? Eso era completamente
innecesario. ¿Cómo alguien podía concentrarse mientras el
público gritaba?
El tema de entrada acabó tan rápido que Jungkook se
sintió un poco aturdido cuando los bailarines de apoyo
aparecieron frente a ellos en medio de un instrumental.
Jimin tiró de él, incitándolo a esconderse detrás, y las
camisetas que se habían ajustado a sus pantalones para dar
un aspecto más seductor, cayeron fuera de sus jeans para
volverse holgadas. Jungkook respiró con nerviosismo cuando
una cinta envolvió su mano y volvió a pararse en medio del
escenario, con la espalda de Jimin recargada en la suya.
Podía sentir su calor corporal enviando corrientes eléctricas
a su corazón y luchó contra la humedad en sus ojos cuando
la mano libre de Jimin presionó con fuerza la suya,
entrelazando sus dedos por los cortos segundos que los
separaban de la segunda parte del show.
¿Por qué tenía que tomarlo de esa forma si de todas
formas iba a soltarlo?
La fuerza de la música cambió, una nueva melodía, más
calmada, tomó lugar. Los bailarines que los cubrían
desaparecieron con la misma velocidad en que llegaron, y
My I comenzó justo después de eso, a su vez que Jimin lo
soltaba.
Jungkook no había bailado muchas veces ese tema,
lamentablemente. Pero el resto no tenía que saber de su
inexperiencia. Así que, juntando el poco valor que le
quedaba, recordó las palabras de Jimin sobre necesitarlo y
extendió la cinta desde un extremo mientras Jimin hacía lo
propio. El verdadero show, el acto principal que Jimin había
seleccionado, comenzó justo después de eso.
El anfiteatro quedó en silencio cuando ambos jóvenes se
movieron en completa sintonía unidos por una cinta. Negro
y blanco se sincronizaban, siendo uno solo, para después
parecer luchar entre ellos.
"Si doy un paso para acercarme, aparecen espinas en un
camino de flores."
Jungkook tiró de la cinta cuando quiso que su compañero
volteara hacia él. Sus ojos grandes brillaron y su aliento se
perdió cuando Jimin acarició su rostro y lo miró
directamente en vez de mirar al público, como
originalmente era la coreografía.
"En ese momento, extendiste tu mano para salvarme."
Volvieron a distanciarse, siendo una copia del otro. Los
latidos del corazón de Jungkook eran tan fuertes, que estos
parecían bloquear incluso la música. La adrenalina del
escenario, los espectadores, las luces y la presencia de Jimin
parecían querer arrastrarlo cuesta abajo, pero sus pasos
continuaron incluso si todo lo que quedó dentro de su
cabeza fue su propia voz diciendo que huyera.
"¿Cuándo crecerán las pequeñas alas que hay en mis
huesos? Cuando mi propio viento sople, ¿seré capaz de
extender esas alas? Cuando cierro mis ojos, cuando respiro,
si no me engaño, no estaré perdido ni triste."
Jungkook manejó a Jimin con la cinta, renunciando poco
después para darle la espalda y caer de rodillas. Sólo
esperaba que nadie en el público hubiera notado que había
sido demasiado precipitado con su último movimiento.
"Hey, si te encuentro una vez que el tiempo pase, sabré
que eras mi futuro y que yo fui tu pasado.
Si te encuentro una vez que el tiempo pase, sabré que me
protegiste y que te quise."
Volvieron a ser uno, reuniéndose en el centro poco
después para soltar la cinta que los unía. Jungkook hizo
piruetas en el piso, dejando al resto boquiabierto, y Jimin
hizo su propio espectáculo después de ello. Para cuando
ambos volvieron a reunirse de rodillas en el centro,
volviendo a tomar la cinta, Jungkook quiso llorar cuando la
música terminó, los aplausos prácticamente explotaron, y lo
único que él pudo ver fue la sonrisa de Jimin.
―Gracias ―Sus labios apenas modularon.
Había terminado. La presentación más larga en la vida de
Jungkook había acabado y su corazón se sentía hecho
añicos, porque había descubierto algo: ya no quería estar
cerca de Jimin, no si cada fibra de su ser pedía morir por un
poco de su atención. Eso dolía tanto.
―¡Buen trabajo, chicos! ―La voz de Hoseok resonó por
todo el lugar cuando ambos bailarines volvieron a la sala de
espera. ―¿Ves, Jungkook? Te dije que no había nada por lo
que preocupar-
Las palabras de Hoseok quedaron en el aire cuando todo
lo que pudo escuchar fue un sollozo del menor como
respuesta. El chico había comenzado a llorar, superado por
el estrés, y todos en el lugar voltearon a verle en shock, sin
comprender del todo sus emociones. Jimin le miró con los
ojos completamente abiertos, queriendo alcanzarlo con sus
brazos, pero Hoseok fue más rápido que él en arrastrarlo
hasta su pecho y confortarlo.
―Está bien. Lo hiciste bien ―Le aseguró con dulzura.
―Sabía que podías hacerlo. ¡Nuestro Jungkookie siempre ha
sido el mejor hoobae!
Taemin asintió desde su lugar, haciendo estiramientos
antes de su número. No podía creer que Jungkook llorara
después de una presentación igual que hacía durante sus
primeros años. Jimin se limitó a escabullirse por su cuenta
para buscar agua y quizás algún dulce. Se preguntaba si eso
haría sentir mejor a su compañero, quizás ellos podrían
hablar calmadamente después de eso. De paso se
comunicaría con Minhyuk para saber su estado y
tranquilizarlo.
Sólo que Jungkook había desaparecido por completo para
cuando Jimin volvió.
Jimin miró la hora con impaciencia, preguntándose si
volvería, porque aparentemente él ni siquiera había dicho
algo antes de marchar. Los últimos números se presentaron
después del suyo y todos los artistas tuvieron que salir al
escenario para una reverencia grupal, pero Jungkook
tampoco apareció en ese momento. La sala se llenó de
personas felicitando a sus pares después de eso y él se
sorprendió cuando en compañía de sus amigos encontró a
Yoongi y Seokjin.
―¡Has estado espectacular! ―Jeonghwa fue la primera
que se lanzó sobre él, sin dejar de aplaudir.
―Honestamente, Jungkook parecía un poco tenso al
principio, ¡pero parece haber bloqueado sus temores por
completo! ¡No puedo creer que ustedes brillaran tanto
juntos!
―Ella fue de las que gritó por ustedes ―Murmuró
Taehyung junto a ella, sonriendo burlonamente.
―¡Estaba esperando que lo besaras en el escenario
cuando le has acariciado el rostro! ¡Eso habría sido
fantástico!
Los primos Kim suspiraron, preguntándose por qué ella
había tenido que decir eso en voz alta cuando los amigos de
Jungkook también estaban ahí. YooJung sonrió con
incomodidad y miró el lugar, buscando como desviar la
atención.
―¿Dónde está Jungkook? ―Preguntó.
―Creo-Creo que él se ha ido apenas le he perdido la vista
―Admitió apenado. Ni siquiera había podido agradecerle
debidamente por su ayuda.
―Oh, es eso ―Seokjin finalmente habló, observando el
ramo en sus brazos. ―Entonces supongo que tendré que
darte esto en su lugar ―Chasqueó con la lengua con
incomodidad, extendiendo el ramo para Park. ―Jungkook
me ha pedido que grabara tu número para que se lo enviara
a tus padres, así que probablemente te lo mandaré en la
noche. También ha encargado esas flores para ti, pero como
no está aquí... sólo tómalas
―¿Po-Por qué? ―Titubeó, tomándolas con nerviosismo.
¿Por qué el menor estaba siendo gentil incluso ahora?
―Supongo que él lo prometió ―Respondió Yoongi,
observando su reloj. ―Considerando la hora, él debería
estar en el dormitorio arreglando sus cosas. No falta mucho
para que su tren salga ―Seokjin volteó hacia él sorprendido,
preguntándose por qué le estaba dando esa información si
ni siquiera lo había preguntado. ―Ahora, si nos disculpan,
tenemos una cita por San Valentín. Buen trabajo, Jimin
―Yoongi... ―Pero el menor comenzó a hablar de la
deliciosa cena que les esperaba mientras alejaba a su novio
del grupo.
―Ah, eso definitivamente fue un empujón ―Murmuró
Taehyung, volteando a ver a su mejor amigo, quien estaba
perdido en el ramo de flores. ―¿Jimin?
―Él-Él les prometió a mis padres que grabaría la
presentación para que no se la perdieran ―Dijo de repente,
su voz sonando rota. ―Y dijo que se aseguraría de llevarme
flores a mis presentaciones. Pero nosotros no somos novios
ahora y no-no entiendo por qué... ―Sus ojos se llenaron de
lágrimas. ―¿Por qué su amabilidad me duele más de lo que
me hace feliz?
―¿Quizás porque es la última vez que él será así de
amable contigo? ―YooJung respondió, llamando la atención
de todos. ―Lo siento, Jimin-ssi, pero después de hoy, ya no
hay nada por lo que Jungkook deba sentirse atado a ti
No era cierto. Jimin miró a sus amigos, esperando que
alguien le dijera a YooJung que su suposición era errónea,
pero nadie lo hizo. Su corazón perdió cualquier atisbo de
paz ante ese escenario y rápidamente se hizo paso a través
del gentío para comenzar a correr, evitando cualquier
pregunta sobre lo que pensaba hacer.
Había un montón de cosas por las que Jungkook y él
estaban unidos; Jimin no quería un final con tantos
sentimientos de por medio. Era verdad que él había puesto
el punto final a esa relación, supuestamente, pero Jimin no
esperaba que Jungkook le diera la espalda e hiciera su vida
por su cuenta. ¿Es que no había nada más en la historia de
ambos?
Jimin tenía que encontrar a Jungkook antes de que se
fuera. Necesitaba disculparse con él por arrastrarlo hasta
ahí. Por amarlo en silencio, mientras el menor lo había
hecho a los gritos. Jungkook le había dicho te amo sólo con
el hecho de ponerse de pie en ese escenario mientras sus
piernas temblaban de miedo y su cabeza no dejaba de
recordarle que había sido un cobarde por abandonar ese
futuro.
Jimin sabía que Jungkook tenía miedo y aun así le pidió
que fuera su salvavidas ese día.
Jimin no podía dejarle ir como si nada luego de haber
llegado a ese extremo. No podía dejarle ir, por el simple
hecho de que su inminente perdida ahora sí se sentía real. Y
él no quería un mundo donde Jungkook no le mirara.
―¿Jungkook? ―Jimin golpeó la puerta del dormitorio del
menor una y otra vez. ―¡Jungkook! ―Insistió, usando más
de la fuerza necesaria en cada golpe.
El pelinegro se sentía al borde de un ataque de nervios. Si
Jungkook ya estaba en la estación, eso sería un gran
problema. Jimin sentía que esas dos semanas de vacaciones
serían suficientes para que el chico decidiera hacer borrón y
cuenta nueva. ¿Y si iba a buscarlo hasta su casa? ¿El joven
sería capaz de cerrarle la puerta en su cara? Su respiración
comenzó a normalizarse drásticamente cuando la perilla
comenzó a girar y finalmente alguien abrió.
Jungkook estaba ahí de pie, frente a él, con el cabello
húmedo y la ropa un tanto desarreglada, como si se hubiera
apresurado en salir de la ducha.
―¿Jimin? ―El menor lo escaneó de pies a cabeza. Sus
ropas blancas y delgadas estaban estilando mientras se
aferraba a su ramo de flores. ―¿Qué mierda...?
Jungkook lo tomó por un brazo, arrastrándolo al interior de
su cuarto. Quitándole el ramo para dejarlo sobre su
escritorio, se apresuró en buscar unas toallas para
envolverlo, pues el chico no dejaba de temblar debido al frio
y la ropa húmeda pegada a su cuerpo.
―¿Acaso has corrido hasta aquí? ¿Qué tienes en la
cabeza? ¿Tanto te costaba ir directamente a tu habitación y
tomar una ducha caliente? ¿Por qué incluso ahora vienes a
molestarme a mí? ¿Es que no te he dado suficiente ya?
―Las palabras salieron precipitadamente de su boca
mientras buscaba ropa de cambio y Jimin sintió su corazón
apretarse al escucharlo. ―Yo-Yo no... ―Balbuceó, su enojo
convirtiéndose en incomodidad. ―¿Qué quieres? ¿Por qué
has venido? ―Se atrevió a preguntar, extendiéndole una de
sus camisetas.
―¿Tienes que irte? ―Jungkook apartó la mirada cuando
Jimin se deshizo de su camisa, secándose rápidamente para
ponerse la ropa seca. ―¿Cuánto tiempo tengo?
―Mi tren sale en dos horas... ―Rascó su cabello,
volviendo a girar hasta él. ―Lo que no significa que usaré
esas dos horas contigo. ¿A qué has venido? ―Lo apresuró
en escupir. ―Si es para agradecerme, yo no-
―Te amo
El rostro de Jungkook quedó en blanco. Jimin tensó su
mandíbula, sorprendido de sus propias palabras, pero no
apartó su mirada de él. Quizás no era la forma de comenzar.
En realidad, ni siquiera sabía con certeza que había ido a
buscar ahí. Pero sabía que lo amaba, con absoluta devoción,
y era momento de que Jungkook lo supiera, fuera pertinente
o no.
Jimin no volvería a arrepentirse nunca más.
―Me amas ―La voz de Jungkook apenas salió,
acompañada de una risa dolorosa. ―Así que, ¿comparto
escenario contigo y repentinamente me amas? Porque no es
la manera en la que funcionan las cosas
―Te he amado desde antes, Jungkook ―Habló con
firmeza, sin permitir que los nervios del menor lo hicieran
sentir ansioso también.
―¿Desde antes? ―Jungkook se paró frente a él, su
expresión endureciéndose. ―¿Antes cuándo? ¿Cuando yo
todavía no era un fenómeno para ti, Jimin? ¿Cuando me
obligaba a esconder mi sexualidad por el miedo de
perderte? ―Jimin no supo qué contestar. ―Porque, ¿debo
recordarte esto también? ¡Fuiste tú quien dijo que no me
quería lo suficiente!
―Jungkook-
―¡Y no puedes pretender venir aquí y decirme que me
amas como si esa fuera la maldita solución! ―Gritó,
enfurecido. ―¡Siempre soy yo el imbécil que tiene que
entenderlos! ¡Soy yo, el que acepta palabras amorosas, que
en menos de un segundo se volverán despreciables! ¡Si ese
es el amor que tienes para mí, entonces no lo quiero! ―Se
negó. ―¡No actúes como si yo no tuviera una razón para
estar enfadado contigo!
Jimin se sentó en el piso para no humedecer el cobertor
con sus jeans empapados. Apoyado contra la cama, observó
sus pies descalzos antes de atreverse a alzar la vista hacia
el menor, quien ahora cubría su rostro en un pobre intento
de esconder sus lágrimas. ¿Enojo? El dolor en el corazón de
Jungkook parecía mucho más profundo que cualquier tipo de
rencor.
Lo había lastimado.
―Te amo tanto ―Reconoció, aun ocultándose tras sus
manos. ―Y quise creer que serías diferente. Sabiendo todo
de ti, conociendo tus problemas de autoestima, quise
apostar a que serías diferente. Yo iba a luchar por ti, Jimin,
de verdad que iba a hacerlo. Pero tú ni siquiera intentaste
salir a buscarme ―Sollozó, sentándose en la cama cuando
sus piernas comenzaron a temblar. ―Conozco tu dolor y
empatizo con él. Pero no quiero salir con alguien que no
puede empatizar conmigo. Estoy cansado de intentar
rescatar las cosas buenas y bloquear las malas, sólo para
salir más herido. Si tengo que elegir entre nuestro amor y
yo, entonces voy a elegirme a mí ahora. Vete de aquí y
déjame avanzar
―Tienes razón ―La voz de Jimin se rompió mientras
reconocía su culpa. ―Soy egoísta y sólo puedo ver mi propio
dolor. Te mentí cuando dije que podría comprenderlo todo si
se trataba de ti. Te mentí cuando dije que te apoyaría y
escucharía sin importar qué. Sabía que había algo que te
atormentaba y decidí esperarte para brindarte mi mano,
pero la alejé antes de que fuera yo quien se quemara
―Jungkook secó sus lágrimas, mirando hacia él. ―Ese soy
yo, Jungkook. Ese es el chico del que te enamoraste.
Obtengo lo que quiero y pisoteo los corazones del resto si es
que hay que llegar a ese extremo. Odio mirar hacia atrás,
pero vivo atormentándome a mí mismo por mi pasado cada
día de mi vida y he olvidado por completo lo que es ser
humano ―Rió con amargura. ―Pero tú eres bueno,
Jungkook. E incluso los chicos malos como yo, se enamoran
de los chicos bonitos como tú. Perdón por no haber luchado
por ti cuando debía
Jungkook miró el piso, sintiéndose herido. Jimin parecía
haber aceptado su marchito corazón, pero no estaba ni
remotamente cercano de decir las cosas que él realmente
había querido escuchar. ¿Así que resignación era todo lo que
había en él? ¿Jimin de verdad seguía siendo el mismo chico
frívolo que conoció hace meses?
―Jungkook ―El menor volvió a mirarlo al escuchar su
nombre. ―Estoy aterrado ―Reconoció finalmente, sin
querer dejar ese cuarto mientras se ahogaba en sus
sentimientos. ―No quiero perderte, Jungkook ―Sollozó,
deseando no mostrarse tan débil, pero ya no había ruta de
escape para él.
―Jimin-
―Desde que te conocí, mis pies están tocando tierra de
nuevo, y de verdad odio este mundo ―Confesó dolido.
―Estoy cansado de las personas que creen poder hablar de
mí. Desde que soy un niño, todos creían tener el derecho de
criticarme, y odio que esos comentarios vuelvan a tener
valor para mí. Hay días que sólo quiero correr y
esconderme, porque ya no me gusta la persona en la que
me he convertido. Solía adorar que el resto girara a verme,
porque creía que yo les gustaba, pero ahora se siente como
si todos tuvieran el derecho de juzgarme. Siento sus ojos
sobre mí y todo es tan sucio y nauseabundo... ―Se abrazó a
sí mismo, llorando. ―Y ya no quiero esto. Ya no quiero que
ellos tengan poder sobre mí ni que duela. Quiero aceptarme
y continuar, pero es tan malditamente difícil. Pero si no lo
hago, ¿cómo podría pretender siquiera volver a estar
contigo? La persona que soy ahora... no es lo que tú
necesitas, tienes razón. Huiré de ti ante el primer problema
que se me presente, porque escapar de la realidad es lo
único que he aprendido en años
Jungkook guardó silencio, escuchando sus sollozos llenar
el lugar. Secando sus propias lágrimas escurridizas, se odió
a sí mismo por perder esa lucha. Jungkook no quería pelear
ni contra su corazón ni contra su mente, así que sólo caminó
hasta el mayor y se sentó a su lado, usando como respaldo
la cama. Ni siquiera esa acción fue suficiente para traer de
regreso a Jimin.
―Solía pensar que lo tenía todo, antes de ti ―Jimin
continuó, temblando y sollozando. ―Solía pensar que mi
nueva vida era brillante, que mi futuro lo era. Pero me
enamoré de ti y... todo se llenó de colores. Dijiste una vez
que yo pinté de colores tu vida, pero no fue así. Si nosotros
estamos ubicados en ambos extremos del espectro,
entonces es probable que tú seas blanco y yo sea negro. Y
en la síntesis aditiva del color, el blanco resulta de la
superposición de todos los colores, Jungkook
―¿Qué estás diciendo de repente? ―Jungkook rió entre
lágrimas, sin comprender ni en lo más mínimo las palabras
que salían de su boca. ¿Por qué hablaba de colores en un
momento como ese?
―Que tú eres mi maldito arcoíris, idiota ―Jimin intentó
secar sus lágrimas. ―¿Acaso no aprobaste artes visuales en
la primaria? La luz blanca se descompone en colores cuando
pasa a través de un prisma y... ¡te estoy diciendo que tú
eres blanco, porque tienes todos los colores en ti! ¡No estás
en el extremo negro, Jungkook! ¿Que eres diferente de mí?
¡Por supuesto que sí! ¡Pero no eres menos humano sólo por
ser asexual!
―¿Entonces ya no te importa que sea asexual? ―Quiso
saber.
―No... ―Susurró, con la mirada baja. ―Me importa más
de lo que desearía. Perdón por ser de esta forma ―El menor
asintió, sabiendo de antemano que esa sería la respuesta.
―¿Así que te resignarás? ―Se atrevió a preguntar ahora,
tomando por sorpresa al mayor.
―No ―Su respuesta fue rotunda, girándose hacia él. ―No
quiero seguir viviendo de esta manera tan lamentable,
Jungkook, eso es lo que te estoy intentando decir. Yo voy a
cambiar y-
―¿Por quién?
―¡Por mí! ¡Porque quiero ser feliz! ―Elevó su voz,
alterado, y Jungkook finalmente pudo sonreír. ―¡Tengo
miedo! ¡Hago las cosas mal! ¡Te lastimé y perdí toda mi
confianza! ¡Pero no quiero quedarme aquí!
Ambos se miraron a los ojos. La rabia que Jimin sentía
contra sí mismo se disipó y apartó la mirada hacia el frente,
sintiéndose repentinamente pequeño.
―Eres consciente de que... de que no te has vuelto más
humano por mí, ¿cierto? ―Murmuró Jungkook junto a él y no
se sintió capaz de mirarlo. ―¿Cambiar por mí? No lo hiciste,
y está bien, porque no quiero que cambies por mí
―Confesó. ―No soy tu salvavidas, Jimin. No quiero ser tu
excusa ni tu razón para hacer las cosas. ¿Estar contigo justo
ahora? No hay manera en que lo haga, tienes razón en eso
―El mayor bajó la mirada. ―Te amo, pero no voy a hacerme
esto y tampoco te lo haré a ti. Actualmente, no estás en
posición de estar en una relación, y puede que hasta yo
necesite un tiempo para calmarme ―Admitió. ―Pero si tú...
si tú realmente quieres recibir ayuda y mejorar... seré tu
apoyo
Jimin levantó la mirada lentamente, preguntándose si
había oído bien. Girando hacia Jungkook con temor, su
corazón latió desenfrenado cuando recibió una mirada
dulzona cubierta de lágrimas.
―Te escucharé, te sostendré y lloraré contigo, si me
necesitas ―Murmuró. ―Voy a esperarte, justo a mitad de
camino, tanto como mi corazón resista su amor por ti. Te
amo y no te dejaré solo ―Jungkook extendió su mano,
acariciando su rostro delicadamente. ―No seremos novios
bajo estas condiciones, pero si algún día este amor parece
correcto para ti...
Jungkook se detuvo cuando Jimin en respuesta lo envolvió
con sus brazos, llorando como un bebé. Arrastrándolo hasta
su regazo, el menor le correspondió con la misma fuerza
mientras su dolor y miedo eran derramados una vez más.
Finalmente, sus brazos y su pecho era lo único que tenía
para ofrecer.
―Voy a esforzarme ―Jimin aseguró, aun sollozando. ―Voy
a buscarte, Jungkook ―Prometió. ―Pero puede que tome
tiempo y...
―Mientras mi corazón este contigo, hyung ―Lo
tranquilizó, secando sus lágrimas. ―Gracias por buscarme
―Agregó con una sonrisa rota al final.
Así que él lo había estado esperando, ¿eh?
Jimin besó su frente y volvió a abrazarlo, esperando
sostenerlo también. Y el abrazo fue largo, tanto como el
llanto y las palabras de consuelo.
Estaban juntos de nuevo.
Nota:
Yastá. Este es el capítulo más largo que he subido de Gris,
pero era imposible dejarlo a medias. Por cierto, si aún no
revisan la multimedia, es muy necesario que vean el vídeo
de "My I" si realmente quieren entender el baile kahjsdkjga
(si es que no conocen el tema).
Llegado a este punto, estaba la constante pelea de quién
debía buscar a quién. Pero, como podrán notar, JK siempre
estuvo esperando que Jimin reaccionara, porque al fin y al
cabo era una iniciativa que tenía que partir por él (?). No del
modo de "bueno, cambiaré, seamos felices", sino que
pusiera de su parte en vez de hundirse a sí mismo gg. El
problema del Jimin de este fic siempre ha sido que le cuesta
ver más allá de sí mismo. Y eso es una condena personal,
jé.
Así que, bueno, ellos no son lo que se llama una pareja,
pero están dispuesto a intentarlo (ambas partes) unu.
Y eso es Gris (?).
Ahora nos queda sólo un viernes de Gris!
Sobre los extras, confirmo, serán un total de 6. Sin
embargo, no serán actualizados cada viernes como he
intentado hacer hasta ahora, sino que yo designaré cuándo
publicarlos de acuerdo a mi tiempo para escribir. Avisaré
cada vez que tenga uno listo, así que no se preocupen (?)
(en teoría, intentaré no tardar más de una semana en subir
cada uno, pero a veces puede que pase más o menos
tiempo entre cada extra).
Para el epílogo, que será publicado después de los extras,
también daré una fecha exacta, llegado el momento.
Nos leemos en el último capítulo, espero ٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
[49]

[31 de diciembre de 2022]


<<5 años y 10 meses después>>
Jimin abrió los ojos con pesar cuando el celular comenzó a
sonar. Soltando el cuerpo que aprisionaba, estiró la mano
hasta la mesa de noche para tomarlo y desactivar la alarma.
Respirando contra la espalda desnuda de Jungkook, volvió a
abrazarle por otro minuto, adorando la sensación de tenerlo
entre sus brazos. Deslizándose a través del colchón hacia
arriba, se inclinó por sobre su hombro, queriendo saber si la
alarma le había perturbado. Por supuesto, no lo hizo.
Rió para sí mismo y besó su hombro antes de besar su
mejilla con dulzura, deshaciendo el abrazo una vez más
para finalmente dejar el colchón. Lo mejor sería ponerse
manos a la obra antes de que la tentación fuera más grande
y terminara por dormirse junto a ese chico de nuevo. Debido
a que habían regresado tarde a casa el día anterior, luego
de celebrar el cumpleaños de Taehyung, comprendía que el
contrario quisiera alargar su tiempo en la cama todo lo
posible.
Caminó hasta el baño y se apresuró en tomarse una
ducha, suspirando con satisfacción al sentir el agua tibia
deslizándose por su piel. Habiendo acabado después de
unos minutos, se afeitó, cepilló y volvió al dormitorio por
ropa.
Jimin se vistió perezosamente mientras se paseaba por la
habitación, esperando despertar al menor con el ruido, pero
este seguía durmiendo como un tronco. Después de 2 años
conviviendo, no había nada de sorprendente en su sueño
pesado.
Terminó de vestirse, volteando hacia el joven de nuevo,
pero simplemente no había respuesta de su parte. Las
comisuras de sus labios se alzaron en una sutil sonrisa al
verlo removerse de repente, provocando que la sábana se
deslizara sutilmente hacia su cintura. Jimin tomó su cámara
instantánea de su mueble y caminó hacia él en silencio,
aprovechando de fotografiar sus labios entreabiertos y su
mejilla aplanada contra la almohada. Deslizando la sábana
sutilmente hasta su cadera, rió como un niño travieso antes
de tomar la segunda foto. Dos más a su colección.
Dejando la cámara de regreso en su sitio, Jimin depositó
las fotografías sobre el escritorio, prometiéndose que se
encargaría de ellas después. Se preguntaba si aún quedaba
espacio en su último álbum, después de todo, desde el
comienzo de su relación, ambos se habían encargado de
llenar una cantidad interminable de álbumes con ellos
juntos, los cuales iban terminándose cada vez más rápido.
La mayoría de ellos estaban incluso resguardados de los
ojos ajenos, siendo ese su pasatiempo más íntimo.
Jungkook gimoteó de repente, trayendo la atención de
Jimin de regreso a él. El chico se estaba retorciendo debido
al frío, pero en vez de intentar cubrirse, sólo se recostó
sobre su abdomen, tiritando. Jimin rió divertido y corrió para
saltar sobre la cama, recostándose sobre su espalda para
compartirle algo de su calor.
―Jungkookie ―Llamó juguetonamente en su oído.
―Vamos, amor, hoy es un día largo ―Intentó animarlo.
―5 minutos más... ―Pidió, su voz saliendo ahogada
contra la almohada.
―Nuestras familias esperan vernos, Jungkook ―Le
recordó.
Jungkook lloriqueó falsamente, girando su cabeza con
esfuerzo para conseguir respirar. Jimin rió cuando este se
retorció bajo él.
―¿Sabes? Esto no está funcionando ―Gruñó el menor.
―No puedo moverme si estás sobre mí, hyung. Creo que
tendré que quedarme en cama
―Oh, no, no me uses de excusa ―El azabache se levantó
de inmediato, destapándolo por completo. ―Arriba o te haré
conducir de ida y vuelta
Jungkook rodó sobre su cuerpo, mostrando un puchero
mientras las ondas de sus largos cabellos estorbaban sus
chantajistas ojos, provocando que el resultado fuera
igualmente adorable a la vista. Jimin rió y se agachó a su
altura, peinando los cabellos hacia atrás para descubrir su
rostro y besar con dulzura sus labios.
―Buenos días, futuro esposo ―Murmuró sobre su boca,
esparciendo más besos por toda su cara. ―Date una ducha
rápida mientras hyung se encarga del desayuno, ¿de
acuerdo?
Jungkook suspiró, estirándose para poder obtener otro
beso antes de que Jimin finalmente le dejara en medio de
una risita. Sonriéndole de regreso, se levantó de un salto y
caminó directamente hacia el baño, dándole una agradable
vista al contrario de su cuerpo solamente cubierto por su
ropa anterior. Jimin hubiera ido tras de él, incitándolo a
compartir la ducha, de no ser porque realmente tenían que
viajar y no era momento de entretenerse.
Para cuando Jungkook estuvo en la cocina, Jimin estaba
terminando de preparar el desayuno. Su rostro concentrado
se volvió en una sonrisa cuando Jungkook lo abrazó por la
espalda, dejando un rastro de delicados besos en su mejilla.
Su corazón se derretía cada vez que ambos tenían el día
libre y, por tanto, tiempo suficiente para dedicarle al otro,
todo lo que quisieran. Jungkook siempre era dulce, pero en
mañanas como esas era extremadamente meloso, de una
buena manera.
―Ve a sentarte ―Jimin lo codeó. ―Esto estará listo en un
segundo
Jungkook se distanció, obedeciendo. Jimin apagó el fuego
y depositó los últimos platillos sobre la mesa, viendo como
el joven no esperaba ni un segundo para comenzar a comer,
sin ninguna preocupación. Jimin, en tanto, se sentía
atareado sólo de pensar en cómo estaría el tránsito aquel
día; esperaba no estar llegando muy tarde a Busan, donde
se suponía que se reunirían con sus familiares.
―¿Le dijiste a tus padres que no nos quedaremos en su
casa? ―Jungkook asintió, aún con la boca llena. ―¿No están
molestos porque hemos decidido arrendar una cabaña en la
playa?
―Ellos sólo piensan que estamos locos ―Tragó
rápidamente, intentando hablar. ―¿Por qué ustedes tienen
que ir a la playa en pleno invierno? ¿Y además en la noche?
¿Acaso no aprendiste nada de la última vez? ―Jungkook
imitó perfectamente a su padre. Jimin sonrió al pensar en la
primera y única vez que habían visitado la playa bajo esas
condiciones climáticas. ―Así que yo les dije que íbamos ahí
para reemplazar eso por un recuerdo bonito, antes de
nuestra boda. Mamá me ha apoyado completamente
después de decir eso ―Rió entredientes, como un niño
malcriado.
Tenía sentido; la señora Jeon probablemente había sido
engatusada por lo romántico que eso había sonado. Y, de
todas formas, Jungkook tenía 25 años. Si no habían podido
convencerlo 6 años atrás de no ir a la playa, menor podrían
convencerlo ahora que se sentía como un adulto.
El azabache dio sorbos a su café mientras sus ojos
evaluaban al hombre que comía felizmente. En realidad, era
bastante fácil mantener a Jungkook contento. Jimin
difícilmente recordaba algún momento donde esos grandes
ojos le hubieran mirado con descontento personal en los
últimos 6 años. Sólo había amor y felicidad desbordante
brillando en ellos. Y hubo días con cansancio y tristeza
también, pero eso nunca duró demasiado mientras
encontraban apoyo en el otro.
Eso era, ellos jamás habían peleado seriamente y por eso
Jimin estaba seguro del paso que daría. Habían construido
una relación desde los cimientos, y el gran fuerte de
ladrillos se sentía invencible. Su corazón se aceleró sólo con
detenerse a mirar la mano de su prometido; las bonitas
uñas pintadas de negros y el anillo que decoraba su dedo
anular. Siendo más exacto, su corazón había estado latiendo
como un loco desde que hace unas semanas había decidido
proponerle matrimonio.
―¿Qué sucede? ―Jungkook finalmente quitó su atención
de la comida, centrándola en él. ―¿Por qué no estás
comiendo también? Usualmente tienes tan buen apetito
como yo ―Frunció sus labios. ―¿Estás nervioso de ver a
nuestra familia? ¿Es porque esta será la primera vez, desde
que anunciamos nuestro compromiso? Ellos estaban ahí, no
es como si hubiera algo por lo que sorprenderse
Jimin enseñó una sonrisa ladeada, sin saber cómo
expresar lo que sentía. Había tanto que quería decir cada
vez que sus ojos le encontraban. En ese mismo instante,
mientras Jungkook le miraba con atención, su pulso se
disparó al verle deslizar su silla hacia atrás, enseñándole su
regazo en una clara señal. En sólo un segundo estuvo
sentado ahí, sintiéndose dichoso cuando el menor volvió a
tomar los palillos para esta vez alimentarlo a él.
Jungkook intentó no curiosear demasiado mientras veía al
azabache masticar felizmente. Había pasado la última
semana sintiendo algo raro en Jimin, más allá del
compromiso, pero suponía que este aún necesitaba
encontrar un buen momento para hablar de lo que sea que
lo mantenía distraído.
―Podría acostumbrarme a esto ―Jimin rió dulcemente,
abrazándole por el cuello antes de besar su sien.
―Descansar en tu regazo, que me alimentes... ―Suspiró
con satisfacción. ―Perfecto después de una noche agitada
―Una sonrisa maliciosa se extendió por sus labios al notar
un frágil rubor amenazar las mejillas del joven. ―¿Te he
dicho que eres adorable, Kookie? Cuando te vi, me
impresionó que un universitario tuviera la capacidad de
sonrojarse. Pero tienes 25 años y sigues sonrojándote cada
vez que intento bromear contigo ―Carcajeó. ―Adorable,
adorable ―Repitió, besando su rostro.
Jungkook suspiró, intentando terminar el desayuno y
llenar de paso el estómago de su prometido. Este siguió
permitiéndose ser consentido mientras sus ojos viajaban
extasiados desde las bonitas muecas del menor hasta sus
increíbles facciones. Sus cejas, su nariz, sus grandes ojos,
su dulce labio superior más fino que su delicioso labio
inferior, la pequeña marca en su mejilla, el lunar bajo su
labio, ese otro en la nariz, y más, más, más.
Tan guapo, tan expresivo, ¡tan complaciente! ¿Se había
sacado la lotería? ¿Cuántas otras personas afortunadas
contaban con alguien como Jungkook a su lado? Jungkook
era la clase de novio que, si le pedías que te comprara algo
a las 3 de la mañana, lo haría. Jungkook esperaba por él
fuera del trabajo, aún si su propia jornada había terminado
hace horas. Jungkook le daba masajes a diario y lo llenaba
de cosas deliciosas para consentirlo. Y, en el ámbito físico,
los años no habían pasado en vano sobre él tan poco.
Jungkook cuidaba de sí mismo, incluso más de lo que se
cuidaba Jimin a veces, siendo que su profesión le exigía
mucho más movimiento de lo que la profesión del menor
exigía.
Así que, de nuevo, ¿cuántas personas ahí afuera tenían a
alguien como Jungkook, eh? Jimin aún estaba
completamente impresionado de poder contar con tal
pareja. Y se enamoraba otro poco más cada vez que
recordaba que aquel impresionante hombre, le había dado
el sí sin siquiera pensarlo.
¡Jungkook estaba increíblemente enamorado de él
también!
―Hyung, deja de mirarme y abre la boca ―Gimoteó el
menor, sosteniendo los palillos frente a él. ―Tendrás todo
un viaje a Busan para mirarme como un bobo. Incluso me
aseguraré de ponerte un babero
Jimin sonrió caprichosamente antes de aceptar la comida,
sólo para no responder que, en realidad, el babero se lo
había puesto él mismo desde que le había conocido.
―Ojos bonitos ―Susurró a su oído. Y Jungkook sólo rió y
negó con la cabeza, estrechando con más fuerza su cintura.
♢♢♢♢♢
Jimin miró su reloj, notando que faltaban 15 minutos para
medianoche, pero había perdido de vista a la persona con la
que deseaba comenzar su nuevo año.
La llegada a Busan no les había dado un respiro. Tanto los
Park como los Jeon se habían reunido en la casa de su tía, y
entre preparativos e interrogatorios por su compromiso,
apenas habían pasado tiempo juntos. Todos tiraban del uno
y el otro, queriendo hacer su propia propuesta de cómo
debía programarse una boda, y ellos sólo habían intentado
zafarse de las incesantes preguntas diciendo que ni siquiera
había decidido la fecha, pero que definitivamente sería en
otoño.
¿Por qué otoño? Había preguntado su madre mientras lo
arrastraba a la cocina, donde también estaba su padre
terminando de preparar la comida. Aparentemente, ambos
pensaban que la primavera era una estación mucho más
colorida y cálida para un evento de tal magnitud. Jimin
había tenido que cortar sus argumentos sobre la preciosa
primavera, confesando que, sencillamente, ellos se habían
conocido en otoño. Y no hubo más debates después de eso,
porque su madre se cubrió el rostro como si quisiera llorar
por lo empalagoso que acababa de sonar su hijo mayor.
Nos conocimos en otoño, en octubre, y estaba lloviendo.
Jimin había enrojecido hasta las orejas al susurrar que no
había días insuperables desde entonces.
Así que el otoño era perfecto.
La cena había sido bastante movida, después de eso.
Entre bromas, comentarios, pequeños accidentes, Jungkook
y Jimin apenas habían intercambiado palabras, incluso si
estaban sentados junto al otro. Sólo habían presionado su
mano por debajo de la mesa un momento, mirándose de
reojo con una sonrisa tímida, mientras la madre del menor
brindaba a viva voz por su compromiso. Las copas chocaron
y las felicitaciones llovieron sobre ellos una vez más. Pero,
después de eso, habían vuelto a distanciarse cuando
Jungkook se ofreció a limpiar y Jimin había sido retenido por
sus primos.
―Chicos, ¿han visto a Jungkook? ―Preguntó a su hermano
y Junghyun, quienes parecían llevar una seria charla sobre
el shonen de la temporada.
―¿No puedes estar un minuto sin él? ―Respondió Jihyun
con una mueca de asco.
―Un comentario divertido para alguien que se puso a
llorar luego de que Sohye le anunciara que pasaría las
fiestas con sus padres fuera del país ―Se burló de regreso.
Jihyun se hundió en el sillón, combatiendo contra el
puchero que quería formarse en su labio al recordar que
luego de haber soñado que pasaría por primera vez sus
fiestas junto a su pareja, esta se disculpó porque estaría
afuera. Junghyun rió entredientes al ver su estado,
preguntándose por qué Jihyun, teniendo la misma edad que
su hermano menor, lucía incluso más pequeño.
―Vamos, hombre, volverá en unos días ―Le recordó,
dando palmaditas en su espalda para luego voltear hacia su
cuñado. ―No seas cruel con él, estarías llorando también si
de repente Jungkook te dice que pasará dos semanas lejos
de ti
―A veces él se va por días debido a su trabajo
―Contrapuso, apartando la mirada para que su expresión
no lo delatara.
En realidad, Jungkook jamás había estado afuera por más
de 3 días, pero eso había sido lo suficientemente terrible.
―Días ―Remarcó el mayor burlonamente, haciendo al
azabache bufar. ―¿Ya has intentado buscarlo en la cocina?
Los bocadillos se acabaron y Jungkook no puede estar sin
comer
Jimin agradeció el dato, yendo directamente a la cocina
mientras evitaba a sus familiares. Se detuvo en la entrada
al comprobar que, efectivamente, Jungkook estaba sentado
en un taburete, escribiendo en su celular con una mano
mientras la otra no dejaba de robar bocadillos desde una
bandeja. A pesar de que su cabello estaba atado en una
cola, su flequillo estorbaba en sus ojos de vez en cuando, a
lo que él lo soplaba en respuesta. Jimin sonrió ante el gesto,
repasando su imagen en silencio.
Jungkook lucía mucho más adulto, como cualquiera con 6
años más sobre él. Sin embargo, comparado con el
jovencito de 19 años demasiado recto, lucía más relajado y
desordenado a sus 25. Jimin amaba su cabello castaño difícil
de peinar, las múltiples perforaciones en sus orejas y los
diseños en sus uñas, a veces demasiado empalagosos,
cortesía siempre de una de las clientes del menor.
Jimin rió al recordar cuando hace 3 años, Jungkook llegó
por primera vez con sus uñas pintadas en un rosa chillón y
una expresión de horror. Park se había reído toda la tarde,
escuchando como la hija de su jefe, JinSol, pensó que eso se
vería bien en él, y no supo decir que no. Jungkook tampoco
dijo que no a todas las sesiones siguientes.
―¿De qué te estás riendo? ―Preguntó Jungkook, dejando
el celular sobre el mesón.
―De ti ―Caminó hasta él, mirándole enternecido. ―¿Has
venido aquí para comerte todo eso tu solo? ―Señaló la
bandeja.
―Sólo venía a contestar unos mensajes con tranquilidad y
la comida estaba ahí, no fue mi culpa ―Formó un puchero,
girando sobre su taburete cuando Jimin se ubicó tras de él.
Este rió cuando el menor lo abrazó, hundiendo su rostro en
su suéter, ronroneando como un gatito al recibir caricias en
su cuello. ―Namjoon compartió en el grupo una foto de los
chicos jugando con Nambyul. Se quejó porque Taehyung y
Jeonghwa no dejan dormir a su hijo y dijo que ellos deberían
tener su propio bebé ―Jimin rió, pensando en la cara de
Jeonghwa al escuchar tales palabras. ―Iba a buscarte de
todos modos, ya casi es medianoche. Tienes que ser el
primero en abrazarme, besarme, y ofrecerme una pieza de
baile ―Le recordó.
―Por supuesto, para eso he venido ―Confirmó,
acariciando su barbilla para alzar su rostro. Sus labios
buscaron los del más joven antes de que este pudiera
pensar una respuesta.
Se besaron ahí, en la cocina, sin importarles la rapidez
con la que se iban los últimos minutos de aquel fantástico
año. Por el contrario, cuando la música se detuvo en la sala
y de repente la gente comenzó a contar la cuenta regresiva,
Jimin sólo se distanció para presionar un suave beso en su
cuello antes de susurrar contra su boca un feliz año nuevo,
justo cuando el reloj marcó la medianoche. Jungkook habían
abandonado el taburete, abrazándole por el cuello para
volver a buscar sus labios con cariño, y Jimin había
aprisionado su cintura mientras saboreaba su tierna boca.
―De verdad, ¿es necesario que sean así de pegajosos
incluso hoy? ―Jimin no se despegó de los labios de su
prometido, aún si la irritante voz de su hermano menor se
dirigía a ellos. ―¡Basta de tanto besuqueo! ¡Los estamos
esperando en la sala para brindar juntos!
Jimin lamió la boca ajena, distanciándose para darle una
mirada desinteresada a su hermano. Jungkook, en cambio,
rió y tomó su mano, tirando de él.
―Vamos, debe ser mamá ―Lo arrastró junto a él mientras
Jihyun asentía.
―¿Es idea mía o ella brinda demasiado? ―Preguntó Jimin
con diversión.
―La abuela era así también ―Compartió con una sonrisita
honesta, incluso si las palabras sonaban melancólicas.
―Los extranjeros y sus raras costumbres ―Murmuró
Jihyun, caminando frente a ellos. ―Brindan por todo, se
dejan crecer el cabello, y se pintan las uñas llamativamente
―Le sonrió a su cuñado burlescamente. ―¿Todavía no ha
comenzado a pesarte la cabeza, Jungkook? ¿No consideras
cortar tu cabello? ―Cuestionó.
―No. ¿Pero a ti quizás sí te duele el cuello cada vez que
me miras, Jihyun? Lo siento, mis genes me hicieron
demasiado alto
Jimin rió al ver a Jihyun empuñar sus manos y desaparecer
rápidamente de la vista de ambos. Jungkook sacudió su
cabeza, apartando el flequillo de sus ojos, y le enseñó una
sonrisa divertida también. ¿Por qué después de tantos años
Jihyun seguía metiéndose con él, sabiendo que Jungkook
siempre encontraría la forma de tener la última palabra?
―Deberías dejarlo ganar alguna vez. Él se aburrirá
después de eso ―Aconsejó.
―Cuando me saludó esta tarde, dijo que yo lucía como
una chica sólo por dejarme crecer el cabello ―Hizo una
mueca con los labios. ―Eso fue descortés con nuestros
ancestros ―Jimin comenzó a reír ante tal ocurrencia. ―Y él
no deja de mirar mis uñas. No es mi culpa que luzcan más
bonitas y limpias que las de él. Tampoco es mi culpa que la
hija de mi jefe me arrastre todas las semanas a su sesión de
manicure
―Te gustan tus sesiones de manicure ―Le recordó y el
menor sonrió abiertamente, sin nada que esconder.
―Mis manos se sienten como las de un bebé, ¿no te gusta
eso a ti también? ―Le guiñó juguetonamente un ojo.
Jimin aprovechó que sus manos iban unidas para
levantarla y besarla.
―Me gusta todo de ti, Jungkook
El menor se limitó a apartar la mirada, deseando saber
por qué aún no conseguía dejar de sonrojarse cada vez que
Jimin le miraba con tanta devoción. Le avergonzaba admitir
que, a pesar de pasar poco tiempo con su familia durante el
año, incluso en un momento como ese deseaba escabullirse
con el hombre junto a él y simplemente acurrucarse en su
pecho.
♢♢♢♢♢
Eran pasadas de las dos de la mañana cuando la pareja se
retiró de la fiesta para dirigirse al lugar que habían
arrendado. Jimin y Jungkook, aun con el frío calando sus
huesos, caminaron de la mano por la playa donde se habían
convertido en novios. Poco les importaban los zapatos llenos
de arena y el rostro congelado debido al viento, sino que
rieron y pasearon por la orilla, recordando tiempos que no
eran tal lejanos, pero que habían quedado atrás con una
rapidez abrumadora.
Jungkook aún podía recordarse a sí mismo, con 19 años,
sosteniendo una guitarra frente a una fogata mientras Jimin
cantaba para él, antes de confesarle sus sentimientos por
primera vez. Y recordaba perfectamente como dos
estaciones más tarde, se habían hundido en las olas, riendo
como niños, para después acabar en la arena húmeda,
diciéndose que se amaban bajo el cielo nocturno y
besándose como si hubieran esperado una vida por el otro.
Los ojos de Jimin mantenían el mismo calor que hace casi 6
años. Pero quizás había más confianza ahí también. Más
seguridad, mucho más amor.
―Estás temblando ―Jimin rió, descubriendo su boca para
sonreírle con ternura, sus manos enfundadas en guantes
tomando las suyas. ―¿Deberíamos ir a la cabaña ahora?
Quizás una ducha tibia nos hará bien. No podemos
arriesgarnos a enfermarnos con el trabajo esperando por
nosotros, ¿cierto?
Jungkook también descubrió su boca, permitiendo al vaho
escapar por ella en medio de una fría respiración.
Inclinándose sobre su prometido, besó sus labios, sellando
su silenciosa promesa personal. Luego de que Jimin le
propusiera matrimonio, lo único que había deseado era ir
hasta esa playa con él y sellar el siguiente paso en el lugar
donde oficialmente todo comenzó. Los ojos de Jimin se
mostraron expectantes para cuando se distanció de él con
una sonrisa.
―Te amo, hyung
Jimin tomó un respiro que le congeló hasta los pulmones,
pero no pudo evitar reír tontamente en respuesta,
abalanzándose sobre él en busca de otro beso para susurrar
contra su boca que lo amaba también. Ellos corrieron con
las manos tomadas, camino a la cabaña, después de eso.
Las ropas cayeron con rapidez en el baño. Jungkook
desató su cabello y fue el primero en saltar dentro de la
ducha, suspirando con satisfacción ante el agua tibia
deslizándose sobre su cuerpo. Jimin observó las gotas
recorrer su piel mientras extendía sus músculos y se
relajaba finalmente. Pequeñas marcas de uñas y dedos aún
quedaban en su espalda, producto de la noche anterior, y
sus ojos bajaron a través de sus piernas para ver las marcas
en sus muslos que empezaban a desaparecer.
―Hyung ―Jungkook gimoteó, abriendo los ojos mientras
giraba hacia él. ―No me molesta que me veas desnudo,
pero se siente raro si te quedas ahí de pie mirando en vez
de entrar ―Peinó sus húmedos cabellos hacia atrás,
extendiéndole la mano luego. ―Ven, te daré un masaje
Jimin rió, amando la naturalidad con la que Jungkook le
ofrecía un masaje a cada momento del día. Uniéndose a él
en la ducha, lo besó antes de que otra palabra escapara de
su boca. Lamió sus labios, recorrió su boca. Jungkook se
limitó a masajear con sus dedos enjabonados sus brazos y
hombros, provocando que se separara para suspirar.
Abriendo los ojos, se perdió por completo en los del menor,
quien lo miraba con cariño mientras sus dedos seguían
deslizándose y presionando por sus músculos.
―Pásame el shampoo ―Pidió Jeon de repente. Jimin
reaccionó apenas, alargando la mano para tomar el
recipiente, viendo como Jungkook dejaba un rastro en sus
manos, antes de deshacerse del bote y hundir sus manos en
sus oscuros cabellos. Pequeñas arrugas llenaron con dicha
sus ojos al masajear el cuero cabelludo de su prometido.
―¿Se siente bien?
―Hmm...
Jungkook rió cuando Jimin besó su sonrisa, perdiéndose en
todos los besos que vinieron después de ese.
Por lo general, ambos estaban tan ocupados con sus
respectivos trabajos, que difícilmente podían pensar en
tomar un baño juntos. Las funciones de Jimin actualmente
tenían un éxito demoledor, agotando entradas en el teatro,
mientras las cartas de fans llenaban su buzón. Más fechas
habían llenado el calendario en el último semestre y los
ensayos de baile habían sido tan extenuantes, que el
pelinegro llegaba a su departamento sólo para dormir.
Jungkook lo recibía con la misma dulzura de siempre,
masajeando sus hombros mientras le daba palabras de
aliento, y Jimin hubiera deseado tener más concordancia en
los calendarios de ambos.
Jungkook también tenía que encargarse de su propia
agenda, al fin y al cabo, un poco mejor establecida que la
suya. Después de sus pasantías, el menor había aceptado
un contrato con una revista de moda donde se le había
designado como fotógrafo principal para la sección juvenil.
Sus superiores habían descubierto que Jeon tenía cierta
popularidad entre los jóvenes, más difíciles de manejar para
la mayoría ahí. Jimin había tenido que pararse en la puerta
de casa más de una vez, con los brazos cruzados y un
puchero en los labios, cada vez que Jungkook tomaba su
maleta y avisaba que tenía que viajar por una sesión fuera
de la ciudad y, a veces, incluso fuera del país.
Ambos habían comenzado a estrujar cada minuto libre
después de eso, esperando que el excesivo trabajo para el
camino al éxito no afectara ni en lo más mínimo esa
relación. Jimin agradecía poder dormir acurrucado junto a
ese chico la mayoría de las noches, pero todavía deseaba
un horario fijo para pasar más tiempo con él y no sentir
tanta necesidad de su tacto.
El mundo adulto asustaba todavía. Pero cada vez que el
miedo daba vueltas en su mente, Jungkook había aparecido
en el momento exacto para recordarle que estaban pasando
por ello juntos.
Jimin deslizó una de sus manos por la espalda del menor,
apartando los restos de jabón que en ella quedaban. Aun
besando su boca, su mano descendió por la curva de su
trasero, presionando más de la cuenta. Jungkook dio un
respingo, separándose de él para mirarle, y Jimin rió cuando
vislumbró el entendimiento en su expresión. Jungkook cerró
sus ojos fuertemente cuando un dedo del mayor se deslizó
superficialmente entre sus nalgas, buscando después su
esfínter. Apoyó su cabeza contra el hombro del contrario y
exhaló al sentir un dedo empujando suavemente dentro de
él, sin llegar a introducirse por completo, pero sí haciendo
círculos en su interior.
―De acuerdo ―Jimin susurró, besando delicadamente su
cuello mientras deslizaba su dedo fuera de él. ―Creo que la
ducha terminó
Jungkook se mordió la lengua para no responder que
probablemente tendría que volver a la ducha luego de un
rato. Mirando la sonrisa divertida de Jimin, le enseñó la
lengua antes de darle la espalda, siendo el primero en salir
de la ducha. El mayor sólo rió, cortó el agua y salió tras de
él, tomando una toalla para poder secarse.
Pero Jimin no saltó sobre Jungkook justo después de eso.
En cambio, ambos terminaron de secarse y se pusieron ropa
interior, dirigiéndose a la cama. Jimin se sentó con las
piernas extendidas, indicándole al menor que se sentara
entre ellas, y Jungkook obedeció emocionado al ocupar el
lugar. Jimin se aseguró de secar su cabello con una toalla al
no poseer un secador en ese lugar, pues temía que el
menor resfriara sólo por dormirse con el cabello húmedo.
―¿Es un problema que mi cabello esté así de largo?
―Preguntó Jungkook de repente mientras sus dedos se
deslizaban por las piernas de su prometido, aprovechando
su posición para masajear en pequeños círculos. ―El resto
suele tratarme como un vago sólo por dejarlo crecer ―Jimin
comenzó a reír ante tal ocurrencia.
―Bueno, vistes como un vago a veces ―Se burló,
provocando que el menor hiciera una mueca de disgusto
con los labios. ―No sé cómo trabajas en el mundo de la
moda
―Me escondo detrás de una cámara. No necesito lucir
bien para ello ―Se defendió.
Pero, para Jimin, Jungkook definitivamente lucía más bien
que cualquiera. Su prometido lucía más como alguien que
debía posar en la portada de la revista de moda más
prestigiosa del país, en vez de esconderse detrás del lente o
pasar horas en la computadora trabajando en edición. Sin
embargo, Jungkook parecía bastante feliz de no poseer un
trabajo que suponía tener los ojos del resto sobre él, muy
por el contrario de su pareja. Había cosas que sencillamente
no iban a cambiar, y Jungkook seguía siendo el mismo
chiquillo que hace años miraba con horror los grandes
carteles con su cara, regados por la universidad, porque
realmente odiaba ser el centro de atención.
Jimin apartó la toalla cuando creyó que era suficiente. Los
cabellos castaños del menor caían en pequeñas ondas hasta
sus hombros, donde cosquilleaban sobre la piel. Sin poder
resistirlo, apartó los mechones para poder besar su nuca,
sus labios deslizándose por la blanca y delicada piel de su
cuello. Tenían un acuerdo mutuo de no marcar lugares
visibles para el público, pero él aún podía pasar su lengua
por esos pequeños lunares si así lo quería.
―¿Para qué me he duchado si tú estás babeando sobre
mí? ―Preguntó con falsa molestia en su voz. Jimin rió
mientras lo abrazaba por su cintura, permitiéndole
recostarse contra su pecho. ―Siempre haces lo mismo
―Y tú siempre me dejas ―Le recordó, esperando que el
castaño girara su rostro para besar con ternura su nariz.
Jungkook rió ante el inocente gesto, tomando con su mano
su barbilla para besar sus labios en respuesta. Se besaron
pausada y tiernamente una y otra vez, hasta que el menor
terminó escapando de su abrazo para subirse a su regazo,
abrazándole por el cuello. Los brazos de Jimin volvieron a
sostenerlo mientras admiraba el brillo en sus juguetones
ojos.
―Te amo ―Susurró Jungkook, bajando su cabeza para
encontrarse con los labios de Jimin a mitad de camino.
A veces no podían comer juntos. A veces se dormían
esperando al otro. Pero Jungkook siempre, siempre, le diría
que lo amaba como mínimo 10 veces al día.
―Te amo ―Respondió, devolviéndole el beso.
Y Jimin siempre luchaba por decírselo al menos una vez
más que él.
Jimin empujó suavemente el cuerpo ajeno al colchón. Sus
manos fueron directamente hacia la ropa interior de este,
tirando de ella para desnudarle. Jungkook se mantuvo
atento mientras veía al mayor levantarse, deshaciéndose de
su propio bóxer, para luego dirigirse a su bolso, sacando un
tubo y una caja que obviamente no había olvidado en llevar.
Una sonrisa burlesca se asomó en sus labios cuando Park
tiró todo sobre la mesita la noche antes de abalanzarse
sobre él. Pero en vez de molestarle por haber planeado todo
de antemano, recibió sus labios con el mismo afán que este
poseía, y deslizó sus manos por su piel, amando la
sensación de ese cuerpo contra el suyo.
Porque en brazos de Jimin siempre se sentía muy seguro.
Jimin no lo tocó más abajo de sus caderas. Nunca lo hacía
al apenas comenzar. En esos años, había aprendido a
acariciarlo y besarlo antes de lanzarse de cabeza, porque
Jungkook prefería el camino largo. Hacer el amor siempre
empezaba con un beso en los labios y terminaba de la
misma manera. Jimin besaría su rostro, su cuello, sus
hombros, su pecho, su abdomen. Besaría sus brazos y sus
dientes se cerrarían suavemente en su muñeca mientras le
lanzaba una mirada burlona. Jungkook intentaría tocarlo por
todas partes también, si su posición era un poco más
limitante. De otra forma, también besaría a Jimin hasta la
punta de los pies en esos días que el hombre quisiera ser
todo el centro de atención. Y se perdería un minuto entero
en sólo delinear su tatuaje, perdiéndose un poco en los
recuerdos.
En esos días, como aquella primera experiencia que
tuvieron meses después de comenzar, Jimin se dejaría
llevar, sin confesar a viva voz que Jeon Jungkook, el chico
que había rechazado tener sexo con él, le había enseñado a
hacer el amor.
Era irónica la manera en que todo se desenvolvía.
―Están comenzando a desaparecer ―Murmuró el
pelinegro cuando sus dedos finalmente de atrevieron a
tocar el interior de los muslos de su pareja.
―Nunca terminan de hacerlo, en realidad ―Respondió
Jungkook con voz queda, apoyándose en sus codos al
escuchar la risa de Jimin y verle desaparecer entre sus
piernas.
Jimin mordió su piel, como tantas veces, succionado hasta
que parecía ser suficiente. Repitió la acción una y otra vez,
marcando los lugares de Jungkook que nadie vería. El menor
suspiró, aún un tanto curioso por la fascinación que ponía
Jimin cada vez que manoseaba sus piernas y hundía sus
dientes en ellas. Probablemente lo llamaría un fetiche. Pero,
hasta la fecha, Jungkook no había descubierto nada como
eso en su caso, así que aún le era difícil de comprender.
Pero no dejaba de sentirse bien sólo porque no lo entendía.
Jungkook se apoyó contra la almohada cuando sus brazos
comenzaron a temblar. Jimin había comenzado a rozar su
erección, y dio vuelta hasta recostarse en su abdomen
cuando este se lo pidió. Rió y se retorció un poco cuando,
después de eso, Jimin comenzó a regar besos por su
espalda, provocándole cosquillas. Jimin humedeció sus
labios y acarició su cuerpo, preguntándose, como tantas
veces, cómo alguien podía ser tan adorable en un momento
así. Las risitas infantiles de Jungkook eran como música
para sus oídos, llenando de calor su corazón y desplazando,
muy de vez en cuando, la lujuria por una dulzura extrema.
Jimin se estiró para besar su mejilla y deslizó su mirada
por su cuerpo luego de ello. Los hombros de Jungkook lucían
más anchos, su espalda fuerte, pero su cintura seguía
siendo estrecha. Masajeando su trasero, impulsó este más
hacia arriba, deslizando su dedo por la línea. Jungkook
tembló y jadeó cuando, poco después, sintió la lengua del
mayor tocando superficialmente su orificio. Su respiración
no volvió a coordinarse después de eso.
Jimin siguió lamiendo la misma zona, sin apuro, a pesar de
que una de sus manos había encontrado el pene del menor
y había comenzado a masturbarlo. Jungkook se removía
inquieto y gemía, y Jimin disfrutó cada segundo que este
suspiró su nombre, cohibido, pero expectante. Apartándose
de él cuando estuvo completamente duro, tomó el tubo con
rapidez y vertió lubricante en sus dedos, insertando uno de
ellos en la pequeña abertura. Jungkook dejó de removerse,
pero su respiración era pesada mientras aplastaba su
mejilla contra la almohada.
―¿Estás bien? ―Preguntó Park cuando se atrevió a
empujar un tercer dedo después de un rato. Jungkook
respondió con un entrecortado sí, haciéndolo sonreír. ―Sólo
un poco más, Kookie ―Dijo de todas formas, moviendo sus
dedos dentro de él a la vez que lo calmaba con suaves
besos sobre sus hoyuelos.
―Quiero verte ―Pidió apenas, su voz saliendo reprimida
contra el colchón.
Jungkook siempre quería verlo; no existía ni una sola vez
en que ellos hubieran hecho el amor sin mirarse.
Jimin quitó sus dedos, ayudándole a girar. El rostro de
Jungkook estaba cubierto de sudor, sus mejillas rojas y los
ojos llenos de lágrimas que aún no se habían derramado.
Jimin tomó un preservativo y lo miró con atención, buscando
algún atisbo de duda en él.
―¿Estás listo? ―Preguntó. Jungkook asintió mientras abría
más sus piernas. ―De acuerdo
Jimin rompió el sobre con los dientes, poniéndose el
preservativo. Jungkook rió en voz bajita y rasposa cuando el
mayor tiró de sus piernas por sobre sus hombros, con una
facilidad extraordinaria. Jimin le lanzó una sonrisita coqueta
a la vez que alineaba su pene en el orificio, comenzando a
empujar en él. La mente de Jungkook pasó a blanco y sus
ojos, aún llorosos, no perdieron de vista a Jimin mientras
este empujaba suavemente dentro de él.
Jimin era precioso, pensaba Jungkook cada vez que sus
ojos se perdían en él. Sus facciones se tensaban, el sudor
hacía brillar su rostro y sus labios se fruncían mientras
empujaba. Pero cuando el recorrido terminaba y Jimin
buscaba sus ojos, podía sentir la dicha en ellos. El azabache
besaba su piel con ternura y esperaba una señal de su parte
antes de comenzar a moverse de nuevo. Así que Jungkook
olvidaba el ardor y el temblor en sus piernas, y sonreía para
él, permitiéndole seguir. El lugar se llenaba de gemidos de
ambos justo después.
Jimin salía y entraba, golpeando cada vez con más fuerza.
Sus caderas se movían sin compasión, mientras el choque
entre ambos retumbaba en sus oídos. Todo se volvía un
poco difuso en ese momento. Jungkook podía escuchar la
voz de Jimin llamándole con cariño y sus dedos se torcían y
aferraban a las sábanas con fuerza, como si las embestidas
fueran a romperlo. Pero cuando el orgasmo se aproximaba y
el cansancio en sus músculos comenzaba a pasar factura,
las piernas del menor caían a sus costados, abrazando el
cuerpo del mayor con ellas, exigiendo más de él. La boca de
Jimin se unía a la suya, sin dejarle respirar, y sus dedos
ahora se aferraban a sus hombros y brazos, queriendo
fusionarse con él.
Sí, Jungkook amaba abrazarse a Jimin con fuerza cuando
su orgasmo terminaba de construirse. Respirando
erráticamente, sus labios buscaban los de Jimin mientras
aún temblaba y este siempre le correspondía, aun perezoso.
Pegajosos y acalorados, se perdían en una nueva sesión de
besos antes de pensar en separarse. Jimin aplastaba su
cuerpo con el suyo, aún dentro de él, posando sus labios por
aquí y por allá, lamiendo de vez en cuando, pero el castaño
sólo sonreía y lo dejaba ser. Jimin repetía al menos unas 100
veces "mío" en su mente, antes de alejarse de él.
Porque sí, para Jimin, Jungkook era suyo. Esa mirada
dulzona, esa sonrisa amorosa, esos labios hinchados, eran
suyos. Ese hombre que le amaba desmedidamente, sólo con
los ojos, era suyo. No importaba cuán loco u obsesionado
sonara, Jimin no podía soltarlo, no después de descubrirlo. Y
a veces temía que una declaración tan contundente como
esa espantara a su amado, así que en cambio sólo volvía a
sus labios, esperando que este le correspondiera. Y
Jungkook siempre le correspondía, presionándolo contra él.
¿No significaba eso todo?
Viendo su cabello regado sobre la almohada, Jimin acarició
su nuca y saboreó su boca por última vez, decidiendo de
malagana salirse de él. Jungkook gimoteó en respuesta y
deslizó sin querer sus dedos por su abdomen lleno de
semen, arrugando la nariz con asco. Jimin rió mientras se
deshacía del preservativo, corriendo por algo para limpiar.
Jungkook seguía haciendo una mueca de decepción para
cuando acabó.
―Nos ducharemos mañana, ya es demasiado tarde
―Jimin intentó razonar con él, metiéndose en la cama para
atraerlo a sus brazos. ―Limpiaremos todo este desastre
adecuadamente al amanecer, ¿sí? Quita esta cara ―Lo
abrazó por la espalda, regando besos por su hombro y
cuello.
―Huelo mal ―Se quejó el menor.
―Hueles a mí ―Refutó, un tanto indignado.
―Exactamente ―Soltó con burla.
Jungkook se retorció cuando en respuesta Jimin lo pellizcó.
Otra seguidilla de besos de disculpa vino luego de ello, y
terminó suspirando con comodidad cuando Jimin acarició su
abdomen y se acomodó en la curva de su cuello. Sus
párpados comenzaron a pesar, sin poder resistir el
cansancio por mucho tiempo más.
―¿Amor? ―Escuchó un murmullo en su oído, trayéndolo
de regreso. ―Realmente, hay algo que tengo que hablar
contigo
Jungkook abrió los ojos, mirando la nada. El tono que
usaba Jimin daba mucho para pensar y sabía que finalmente
había llegado el momento en que este le dijera que era lo
que lo traía dando vueltas. Girando sobre su cuerpo, miró
atentamente el rostro del contrario, cuyos ojos derrochaban
preocupación, aún si intentaba mantener sus facciones en
calma.
―No te lo dije antes, pero... ―Aclaró su garganta. ―La
semana pasada, un importante bailarín francés fue a ver
nuestra presentación ―Jimin deslizó sus dedos por las
hebras de cabello castaño mientras hablaba. ―Él quedó
muy impresionado con mi trabajo
―Estoy muy orgulloso de ti, Jiminie ―Jungkook sonrió con
dulzura, posando sus manos en su torso, donde acarició con
cuidado.
―Gracias. Él-Él es muy reconocido, realmente increíble
―Titubeó un poco, sonriendo. ―Su academia en París es
una de las más importantes en el país. Y él... ―Sus palabras
vacilaron mientras miraba atentamente los ojos del menor.
―Él cree que podría ser un buen ejemplo para sus
estudiantes
―Oh... ―La mirada de Jungkook se amplió. ―¿Él quiere
contratarte como profesor?
―¡Sería un contrato de un año! ―Se apresuró a decir. ―Es
decir, él planea renovarlo indefinidamente si todo sale bien,
pero... un año es un buen intento, ¿no? No es que yo quiera
ir o algo por el estilo, pero es París y- sé que no tengo
experiencia como profesor, pero- ―Siguió balbuceando.
―Pero es una gran oportunidad ―Finalmente completó.
Jungkook asintió, entendiéndolo. En realidad, se
preguntaba como Jimin intentaba minimizarlo, cuando
obviamente el entusiasmo escapaba hasta por sus poros. No
importaba cuanto balbuceara o fingiera que no era la gran
cosa, sus ojos siempre lo delataban, y él estaba en
completo éxtasis por la proposición. ¿La razón por la que
fingía modestia? Jungkook podía presentirla.
Después de todo, ¿Jimin no actuaba como si esperara su
autorización?
―¿Aceptaste?
―No ―Musitó. ―Él estará aquí otra semana más, así que
me dejó su información de contacto mientras... mientras me
lo pensaba ―Susurró. ―No viajaría hasta el segundo
semestre de este año, de todos modos. Eso me daría tiempo
para tomar un curso intensivo de francés y organizarme.
Pero no es como si esté planeando aceptar
―¿No?
―Es un año, Jungkook ―Repitió con una sonrisa
temblorosa, sus ojos llenos de pena.
―Sería más de un año si logras integrarte bien ―Le
recordó, provocando que la sonrisa de Jimin terminara de
desvanecerse. ―El segundo semestre es... es bueno, se
supone que fijaríamos nuestra fecha de matrimonio ahí
―Rió en voz baja. Jimin sintió su corazón ser oprimido ante
el curso de la conversación. ¿Qué significaban sus palabras?
¿Planeaba posponer su boda? ―¿Sabías que en Francia el
matrimonio homosexual es legal? No tendría validez en
Corea, pero mientras estemos allá...
―¿Estemos? ―Preguntó Jimin, sus ojos abriéndose con
sorpresa.
―No podremos estar un año o más separado del otro, y tú
no puedes renunciar a esta oportunidad ―Señaló con
obviedad. ―Así que iré contigo, por supuesto
―Pero tu trabajo...
―Está bien ―Jungkook sonrió, tranquilizándolo. ―Tomé mi
trabajo sólo porque me lo ofrecieron al terminar mis
pasantías, había pensado en aventurarme más en la edición
que en la fotografía ―Admitió. ―Supongo que puedo probar
suerte en París también. Quizás no vaya tan bien como aquí
al principio, pero... ―Jungkook hizo una pausa al ver los ojos
de Jimin humedecerse. ―Pero puedo escalar, hyung
―Aseguró.
―¿Por qué harías eso? ―Preguntó. ―¿Por qué irías tan
lejos como para dejar tu trabajo e incluso tu hogar? Nuestra
familia, nuestros amigos, todo está aquí, Jungkook ―Intentó
razonar con él.
―Y mi lugar está junto a ti, desde que acepté convertirme
en tu esposo ―Jungkook sonrió con gentileza, abrazándole.
―Te apoyaré en tu sueño, Jimin. No estoy renunciando a
nada imprescindible por ti. Aún puedo comunicarme con la
gente que amo, y aún puedo intentar conseguir un trabajo
nuevo ―Rozó sus labios contra los de él. ―Pero, incluso si
es difícil adaptarse, haré esto porque te amo. Sólo eso. ¿No
soy yo, quien por sobre todos, debo ayudarte en alcanzar
tus sueños? Y siempre supe que habías nacido para cosas
más grandes, bobo
Jimin apartó una lágrima antes de abrazarle con todas sus
fuerzas, agradeciéndole y repitiéndole que le amaba una y
otra vez. Jungkook rió y se escondió contra su pecho,
disfrutando la manera en la que Jimin besaba su cabeza
muy de vez en cuando, volviendo a decirle lo magnifico que
era.
Y esta vez, con el corazón más en calma, sí cerró los ojos.
Porque sabía que estaba haciendo lo correcto. Porque, en el
fondo, ansiaba tanto como Jimin abrirse su propio camino,
estuviera donde estuviera. Jungkook era capaz de
enfrentarlo todo, mientras tuviera el apoyo de su otra
mitad.
Nota:
Probablemente yo nunca lo aclaré, pero todo el fic (al
menos desde el primer capítulo hasta el anterior) se
desarrolla entre octubre de 2016 y febrero de 2017.
Habiendo dicho eso, quiero informarles que los extras
serán publicados siguiendo un orden cronológico, y estarán
ubicados entre el capítulo anterior (48) y este (49). Así que
básicamente en ellos podrán ver algunos de los
eventos importantes ocurridos desde el baile hasta
este salto temporal unur.
Probablemente ahora esté ocupada con mis estudios,
porque debería tener exámenes, así que no sé cuándo
subiré el primer extra (?). Pero les avisaré de antemano~
¡Gracias por llegar hasta aquí!
٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
Extra 1: Quédate conmigo

[7 de julio de 2017]
―Salen dos batidos para mis bailarines favoritos. Hoy
invita la casa
Jimin miró atentamente mientras Jungkook depositaba los
batidos sobre la mesa, sonriéndoles abiertamente a la vez
que Minhyuk agradecía. Encontrando su mirada después,
quiso retorcerse en su asiento cuando el castaño le guiñó
descaradamente el ojo antes de ir a atender otra mesa.
Habían pasado más de 4 meses desde aquel lluvioso San
Valentín, y ahora las personas vestían más ligero, dejando
en el olvido el invierno. Como las estaciones, las cosas
estaban cambiando alrededor de ellos también, y la vida de
Jungkook parecía haber tomado especialmente otro rumbo.
Jungkook seguía siendo popular, por supuesto. Jimin lo
comprobaba sólo con ver las sonrisas coquetas que las
clientas le dedicaban cada vez que él se apresuraba en
atenderlas con desbordante amabilidad. Sin embargo, todo
en la universidad era diferente. Luego de que ese día
Jungkook había quebrado la nariz de JoonSoo, había recibido
una amonestación, y los superiores habían decidido que su
actuar no era el que se esperaba del rostro estudiantil. Su
bonita cara todavía aparecía junto a la de su reina en el sitio
oficial de la universidad, no obstante, la publicidad había
sido retirada del campus antes del inicio del nuevo ciclo y el
joven había sido vetado incluso de los eventos que
involucraban su reinado, incluyendo la próxima fiesta de
navidad donde se suponía debía entregar su corona a una
nueva generación.
No había importado las opiniones divididas que tenían los
presentes, si JoonSoo iba a tener problemas por empujar a
uno de sus compañeros por las escaleras, lo justo era que
Jungkook también enfrentara el escrutinio de quienes
estaban al mando. Y luego de que el joven permaneciera en
silencio como habían ordenado sus superiores, en vez de
ofrecer una disculpa, esa había sido la resolución final.
El título de rey para Jungkook duró sólo un suspiro.
Pero Jungkook parecía particularmente tranquilo luego de
ser vetado de sus obligaciones como rostro estudiantil, y las
cosas no habían cambiado sólo en ese aspecto.
Las personas aún estaban atentas al joven. Algunos aún
guardaban sus fotos en su celular, suspirando por lo guapo
que era, porque no le habían elegido por nada. Sin
embargo, la gente optó por guardar silencio sobre su vida
personal cada vez que este estaba presente. Luego de lo
sucedido con JoonSoo, muchos pensaron que Jungkook no
era la clase de persona a la que debías enojar. Y Jungkook
optó, finalmente, por dejar sus pequeños trabajos como
fotógrafo por una temporada y, en cambio, buscar un
empleo de medio tiempo.
Así fue como terminó trabajando en el café donde una
conocida le consiguió amablemente un cupo. Jimin había
tenido que morder su lengua al ver que esa "conocida" era
la misma chica que siempre le hacía ojitos a Jeon cuando se
pasaban por el local.
―Él también es popular aquí ―Murmuró Minhyuk, dando
un sorbo a su batido mientras sus ojos seguían a Jungkook.
Jimin, en cambio, apartó la mirada cuando vio a una chica
deslizar sutilmente un papelito hacia el castaño. ―Increíble
―A él no le gustan las personas ―Comentó tajantemente
Jimin, tomando su batido para intentar centrar su atención
en él. ¿Y acaso estaba mintiendo? Se necesitaba mucho
más que un papelito para atraer a Jungkook. Ser hombre,
ser mujer, ser guapo o guapa, nada de eso afectaba ni en lo
más mínimo al joven. Jimin reía en sus adentros, lleno de
burla, a aquellos que creían tener una oportunidad con él.
¿Se había visto así de iluso y arrogante cuando lo
conoció?
―¿Y qué son Hoseok hyung y tú? ―Respondió
burlonamente el menor, volteando hacia él. Jimin no
entendía la necesidad de mencionar a Hoseok. ―¡Y yo!
―¿Y tú? ―Preguntó lleno de incredulidad.
―Creo que le gusto mucho a Jungkook ―Confesó,
sonriendo con dulzura. ―Es decir, me regaló un batido
―Señaló con obviedad, y antes de que Jimin pudiera decir
que también le dio uno a él, agregó: ―Y él no golpeó a
JoonSoo cuando te molestó, pero sí lo hizo cuando me
lastimó ―Le recordó victorioso.
―No lo golpeó porque yo se lo pedí ―Defendió. ―Si lo
hubiera detenido ese día también, tampoco lo habría hecho
―Uhm, sí, tan confiado ―Rió, su risa apagándose cuando
giró a ver a Jeon por un segundo. ―Pero me siento culpable,
¿sabes? Por todo lo que le sucedió después de eso
―Suspiró. ―Cuando al principio del semestre JoonSoo
estuvo fuera por su suspensión, el resto dijo que él se había
retirado porque Jungkook le había roto una pierna. ¿Cómo
pudieron tergiversar todo de esa forma? ―Entornó los ojos.
―Y aunque JoonSoo volvió, algunos aún dicen que Jungkook
solía ser un matón durante sus días de secundaria
Jimin también miró a Jungkook, preguntándose si esos
rumores, e incluso más, llegaban a sus oídos. Desde que se
habían conocido, el menor no dejaba de ser el festín de las
malas lenguas, y podía sentir cierto grado de
responsabilidad. ¿Infiel? ¿Matón? Nadie usaría esas palabras
para describirlo si realmente lo conocieran. Pero cada vez
que le preguntaba al joven si todo andaba bien en su
entorno, este sólo reía y decía que no importaba; como si
aceptara, de antemano, que la gente se aburriría de hablar
de él tarde o temprano.
¿Lo harían? ¿La gente se aburría de hablar del resto?
―¿Pasarán el verano juntos, cierto? ―Interrogó el menor
con interés y Jimin volvió a mirarlo. ―Digo, lo escuché por
ahí ―Sonrió con falsa inocencia.
―Iremos con todo nuestro grupo de amigos, no te hagas
ideas ―Jimin le reprochó con suavidad. ―No estamos
volviendo, Minhyuk
―No entiendo por qué terminaron, para empezar
―Murmuró, dando sorbo tras sorbo antes de seguir
cuestionando a su superior.
―¿Qué harás tú?
―Cenaré con Hoseok hyung esta noche ―Comentó
alegremente. ―Y me iré a Jinju mañana
―¿Cenarás con Hoseok? ―Jimin le miraba estupefacto.
―¿Por qué?
―Lo invité porque es un buen hyung ―Continuó
sonriendo. ―Es lo mínimo que puedo hacer por él, luego de
lo mucho que se ha preocupado por mí
Jimin asintió en silencio, entendiendo su punto, incluso si
la situación se le hacía rara. Luego del accidente de
Minhyuk, Hoseok se había preocupado de comunicarse cada
día con el menor para saber el estado de su lesión. Mucho
más impresionante aún, Hoseok había conseguido una plaza
durante las festividades de verano para que Minhyuk
pudiera presentar el número al que había tenido que
renunciar meses atrás. Así que el día anterior ambos habían
brillando en conjunto en un escenario con muchos más
espectadores de los que había durante San Valentín.
Por eso habían ido hasta ahí ese día también, porque
Jungkook quería felicitarlos por su fantástica presentación.
Minhyuk aún estaba en una nube por poder presentar el
número que, creyó, nunca vería luz desde sus zapatos. Pero
la gente sí le había aplaudido. Meses después de lo
estimado, pero lo había hecho. Y a Jimin aún le sorprendía
que Hoseok hubiera movido los hilos, sólo para hacer feliz a
Minhyuk, como si se sintiera responsable del asunto. No es
como si el mayor lo hubiera tenido fácil. Luego de haber
empujado a Jungkook al escenario, sus superiores no habían
demorado en regañarlo por autorizar que un estudiante de
otra facultad usara el lugar de un estudiante de danza,
independientemente de si este sabía bailar o no. No sólo
eso, ellos habían señalado su falta de profesionalismo por
no poder tomar el lugar del chico accidentado, y hasta
habían dicho que no podían confiarle otro grupo hasta que
pensara con la cabeza fría.
Sí, todo había tenido repercusiones, y Hoseok había tenido
que ganarse la confianza de sus superiores de nuevo,
incluso si no parecía muy arrepentido de su decisión de
aquel día.
―Anoche comparé el vídeo de nuestra presentación con la
presentación que hiciste con Jungkook ―Dijo Minhyuk de
repente, tomándolo por sorpresa. ―Es decir, yo vi el vídeo
de ustedes una y otra vez después de ese día ―Confesó por
medio de una risita. ―Pero ahora que tengo nuestra
presentación para comparar, creo que... creo que entiendo
los comentarios que hicieron algunas personas después de
la presentación de ayer ―Murmuró con una sonrisita tímida.
―No tienes que hacer caso del resto, Minhyuk ―Aconsejó.
―Pero, hyung, hay que saber aceptar las críticas, es parte
del medio ―Señaló. ―Y, además, ¡todos dijeron que mis
habilidades y desplante son impresionantes!
―¿Entonces por qué te has quedado pensando en ello?
―Porque me gustó más tu presentación con Jungkook
―Aceptó con calma. ―Bailo mejor que Jungkook, hyung. Y él
se veía nervioso, al principio. Lo hizo bien, pero mientras yo
bailo todos los días, él no lo había hecho por mucho tiempo,
así que tenía todo a mi favor, ¿no? ―Sonrió. ―Pero ayer
algunos estudiantes dijeron que ustedes tenían el toque
especial
―Toque especial ―Repitió de manera automática.
―Química ―Minhyuk chasqueó con los dedos. ―¿Has
visto esos dramas donde los protagonistas son excelentes
actores y, por tanto, todos esperan que hagan un fantástico
trabajo juntos? Pero, sin importar lo buenos actores que son,
no se ganan la aprobación de todo el público si no hay
química entre ellos ―Se encogió de hombros. ―Así que
nosotros fuimos esos actores ayer. Mientras que Jungkook y
tú... no ganaron el premio a mejor actor del año, pero sí a la
mejor pareja ―Rió divertido mientras Jimin le miraba
estupefacto. ―Creo que por eso Hoseok hyung tomó el
riesgo de mandar a Jungkook al escenario. Después de notar
eso, decidí que trabajaré mucho mejor en mi interpretación.
Quizás, si volvemos a bailar en el futuro, les haga creer a las
personas que estoy enamorado de ti ―Asintió con
convencimiento.
Jimin rió en voz bajita, desviando la mirada en busca del
menor, pero este ya no estaba ahí. Hubiera deseado que
escuchara las palabras de Minhyuk, porque quizás se habría
sentido tan contento como él del lazo que definitivamente
los unía. ¿O quizás se sentiría incómodo considerando que
actualmente no eran pareja? El ceño del azabache se
frunció a la vez que Jungkook volvía a aparecer, ya sin su
delantal.
Tanto Minhyuk como él terminaron sus batidos después de
ello, retirándose del local. Minhyuk se despidió de ambos,
deseándoles unas buenas vacaciones de verano, para irse
en otra dirección. Ellos, en cambio, se dirigieron juntos a la
estación, donde debían de estar esperándoles el resto del
grupo para tomar el tren que les llevaría a Busan.
―Me alegra ver a Minhyuk tan feliz ―Dijo Jungkook
mientras caminaban hacia la parada. ―Era momento de
que le pasaran cosas buenas. Todo su trabajo no podía
quedarse en nada
Jimin asintió, mirándole fijamente mientras hablaba con
tranquilidad. Su mirada se desvió hacia la mano del menor,
a sólo centímetros de la suya, y se preguntó qué tan
extraño sería tomarla. ¿Era mucho desear estar un poco
más cerca? ¿O eso aún no estaba permitido? Estuvo a punto
de estirar su mano hacia él, sin embargo, se sorprendió
cuando Jungkook fue más rápido en atraparlo, obligándole a
correr, pues el bus acababa de detenerse y aún podían
alcanzarlo.
No era un gesto romántico en absoluto, pero Jimin aún
podía escuchar los propios latidos de su corazón por sobre
el ruido de la ciudad. ¿Era demasiado descabellado de su
parte intentar algo con él, justo en ese momento? ¿Cómo
saber cuál era el momento indicado?
♢♢♢♢♢
La cabaña en la playa que todos arrendaron en conjunto
para pasar unos días tenía 3 dormitorios; un cuarto
matrimonial, un cuarto para dos personas y otro, con literas,
un poco más grande que el anterior. Recordando que habían
ido hasta ahí para pasar tiempo entre amigos, nadie refutó
cuando Jeonghwa tomó la mano de YooJung, anunciando
que ambas tomarían el cuarto matrimonial. Y nadie
tampoco se quejó cuando el resto decidió jugar piedra,
papel o tijera para ver quién usaría el cuarto para dos.
Así que ahora Jungkook estaba compartiendo lugar con
Yoongi.
Yoongi miró fijamente a su amigo mientras este se ponía
un traje de baño, anunciando su deseo de ir nadar. Todo en
Jungkook parecía relativamente en paz, pero a veces
dudaba de toda esa aura llena de tranquilidad. Verlo llegar
junto a Jimin, por ejemplo, mientras ambos compartían
sonrisas y bromas, le inquietaba un poco. Porque Jungkook
siempre tenía esa mirada brillante en los ojos cuando
miraba a Park. Y no es que Jimin no mirara a Jungkook como
un tonto enamorado, pero todos en el grupo sabían que
ellos habían tenido momentos difíciles luego de San
Valentín, sobre todo los primeros dos meses.
Había días que Seokjin y él habían encontrado a Jungkook
sentado en su cama, mirando fijamente su celular. Poco
después escucharían de su boca que, sin una razón
aparente, Jimin había dejado de contestar sus mensajes y
llamadas, o que Jimin no había llegado al lugar donde
habían acordado reunirse.
Jungkook había sido plantado durante el habitual
almuerzo en el comedor de la universidad, tanto como
había sido plantado en el café, en el centro comercial, en el
cine. Sin una razón, sin una excusa.
Pero Jungkook nunca se había enojado con Jimin, hasta
donde ellos habían visto. A veces pasaba una tarde y otras
veces pasaban días, pero Jungkook siempre había
conservado una mirada amable y un suave tono de voz,
cada vez que Jimin decidía volver a aparecerse ante él o
llamarle. Nunca hubo reproche. Y aunque las cosas parecían
haber mejorado considerablemente, y había pasado un
largo tiempo desde la última vez que Jimin evitó al menor, él
aún no podía negar su preocupación.
Porque, ¿cómo Jungkook podía seguir confiando en Jimin?
¿Cómo podía mirarle con tanto amor, aún cuando no había
certeza de que Jimin no volvería a darle la espalda? Yoongi
había visto a Seokjin mordisquear sus uñas mientras le oía
murmurar que le asustaba que ellos comenzaran a salir de
nuevo. A Jungkook ya le habían roto el corazón dos veces y
una tercera quizás le pasaría de la cuenta, sobre todo si esa
tercera era gatillada por la misma que le rompió el corazón
la última vez.
¿Qué haría Jungkook si después de volver a tomar la mano
de Jimin, este volvía a decir que quizás se había precipitado
y que definitivamente no lo quería lo suficiente?
Que no lo quería lo suficiente; Yoongi sentía nauseas de
sólo recordar las palabras que habían usado los ex de
Jungkook para terminar con él.
―¿Jungkook? ―Yoongi llamó suavemente, viendo al joven
revolver su bolso en busca de bloqueador. ―¿Puedo
preguntarte algo personal?
―¿Uhm? ―El castaño alzó la mirada hacia él, casi
divertido. ―Somos buenos amigos, no tienes que pedirme
permiso si es que quieres hablar de algo personal ―Rió.
―¿Incluso si es de Jimin? ―Y aunque el menor perdió todo
rastro de diversión en sus ojos, no perdió su sonrisa
inocente. ―¿Sigues esperando que Jimin decida volver
contigo?
―Sí ―Respondió de inmediato.
―¿Incluso si al día siguiente decide terminar contigo?
―Cuestionó. ―¿O a la semana? ¿O al mes? ¿Un lapsus de
tiempo tan mínimo que te haga reconsiderar el por qué
esperaste tanto por él?
―No ha sido tanto ―Murmuró, intentando bromear, pero
hizo una pausa al notar la seriedad que contenía la gentil
mirada de su amigo. Así que él realmente estaba
preocupado, ¿no? ―Creo que estará bien para mí, incluso si
hoy dice que me ama y mañana decide que no soy lo que él
quiere ―Confesó, bajando la mirada. ―Al menos lo habré
intentado, tanto como podía. Dicen que siempre habrá algo
por lo que arrepentirse, tomes la decisión que tomes, así
que prefiero arrepentirme de intentarlo y no de vivir
cómodamente. ¿Qué relación empieza con la certeza de que
durará? Nadie lo sabe, así que asumimos el riesgo. Hace un
tiempo, hubiera huido de cualquier decisión que pudiera
ocasionarme dolor, pero ya no quiero ser así
―¿Por él?
―Porque lo amo ―Rió en voz bajita, avergonzado.
―Incluso si Jimin puede amarme como yo lo amo sólo por
un segundo, entonces habrá valido la pena ―Giró hacia el
mayor, sonriendo nuevamente. ―Y si duele, me repondré,
porque soy un chico fuerte. Me daría pena ser la clase de
persona que deja de creer en el amor, sólo porque sus
relaciones no funcionan. Yo no soy tan lamentable, hyung
Yoongi permaneció en silencio, sin poder sostener una
mirada tan honesta, así que bajó la cabeza. Antes de
Seokjin, no había nadie para él. Tampoco podía imaginarse
un futuro sin él. No podía imaginar lo duro que era una
relación fallida que siempre pareció ser correcta. Tal vez por
eso le era difícil entender a su amigo, quien parecía
dispuesto a arriesgarse por todo o quizás nada. Pero, ¿no
sonaba razonable lo que decía, de todos modos? Porque si
no era Jimin, quizás habría alguien más en el futuro. ¿Y
quién le aseguraba a Jungkook que ese alguien no lo
lastimaría?
―Hyung ―Yoongi dio un respingo cuando la cama se
hundió a su lado y se encontró con Jungkook ahí. ―No te
preocupes por mí. Ni siquiera te preocupes tan
anticipadamente ―Rió bajito, apoyándose en su hombro.
―Puedes preocuparte sólo si es que sale mal, no antes, no
vale la pena sentirse mal por nada
Yoongi asintió, de acuerdo con eso. Terminó riendo en voz
baja cuando Jungkook acarició dulcemente su cabello, como
si fuera él quien necesitara contención y no al revés.
―Sólo quiero que seas feliz ―Murmuró, rascando su oreja
con timidez.
―Soy muy feliz justo ahora, hyung ―Aseguró, arrugando
la nariz adorablemente.
El mayor sonrió suavemente, renunciando a sus
preocupaciones por un instante. Si Jungkook podía sonreír
mientras sus ojos brillaban tanto, era imposible no creer en
él, así que sólo le cuidaría en silencio.
♢♢♢♢♢
Jimin no pudo despegar la mirada de Jungkook por el resto
de la tarde. El menor había arrastrado a Seokjin hasta el
mar, incluso si este se quejaba a los gritos, pero ni siquiera
Yoongi fue a su rescate. Él había permanecido a distancia,
riendo junto al resto, mientras Jungkook y Seokjin corrían
por la zona, intentando mojar al otro. El juego se acabó
cuando el momento de la cena llegó, pues habían llegado
demasiado tarde como para disfrutar bien el día, pero
sabían que mañana sería diferente.
Jimin se conservó en silencio incluso durante la cena,
mientras Jungkook llenaba su estómago como un pozo sin
fondo. Él parecía tan entusiasmado en su burbuja, que no se
atrevió a dirigirse a él. Jungkook lucía demasiado feliz
compartiendo con sus amigos, así que ¿por qué romper ese
agradable ambiente con miradas anhelantes y deseos de
atención? Jimin sabía que había ciertas cosas que, por más
que aspirara a ellas, no le pertenecían.
Pero cuando la noche llegó y todos se reunieron alrededor
de una fogata, su interés por el menor se derramó de
manera absoluta sobre él. Mientras Seokjin tocaba la
guitarra y Jungkook tarareaba para comenzar su propia
versión de "Only then", Jimin sentía que el resto del grupo
desaparecía y sólo quedaban ellos, como si el tiempo
regresara a ese diciembre donde confesaron abiertamente
sus sentimientos por el otro por primera vez.
―La forma de amarme no es difícil, sólo abrázame fuerte
como ahora. No sabemos lo que nos sucederá después,
pero me gusta que no haya nada decidido. ¿A quién le
importa lo que digan los demás? No podemos vivir el uno
sin el otro, ¿cuál es el problema entonces? Podemos estar
más enamorados juntos
Jimin abrazó sus piernas con fuerza, mirando tímidamente
a Jungkook cantar, mientras intentaba esconder su rostro lo
más que podía. Todos estaban en silencio, encantados con
su interpretación, y él estaba haciendo un esfuerzo por no
romper en llanto y llamar la atención de todos. ¿Cuál era el
problema entonces?
―Si empieza a gustarte alguien más, si me acostumbro a
no estar contigo, cuando llegue ese momento, cuando sea
ese momento, sólo entonces podemos romper ―Jimin sintió
su vello erizarse cuando Jungkook, quien cantaba con los
ojos cerrados, de repente lo buscó con la mirada. ―La forma
de amarte no es difícil si sonrío otra vez y me preocupo más
por ti. La forma en la que nos amamos no es difícil si
siempre que nos miramos es como la primera vez
El corazón de Jimin latía fuertemente mientras esas
palabras salían melodiosamente de los labios que adoraba.
Y, por la manera en que Jungkook lo miraba tan
profundamente, podía sentir su amor siendo enviado en
olas, aun cuando por meses el joven jamás había pasado el
límite de lo amistoso con él. Desde que Jimin le había
pedido tiempo, Jungkook lo había respetado y apoyado cada
día, y era difícil ver como ahora ese chico apartaba la
mirada, sonriendo como si nada, mientras continuaba la
canción.
No importa; parecía que decían sus acciones llenas de
calma.
Pero me importas; decía muy contrariamente su mirada.
Jungkook no cantó más canciones de amor después de
finalizar aquella y Jimin intentó ignorar los codazos
persistentes de Taehyung a su brazo, quien quería
recordarle que esa canción no estaba siendo cantada al
cielo.
Cuando todos estuvieron demasiado cansados como para
seguir charlando, decidieron que lo pertinente era apagar la
fogata y volver a la cabaña. Sin embargo, Jungkook dijo que
se quedaría un rato más ahí, y el grupo no tardó en alejarse
mientras Jimin iba tras de ellos, pero siguiendo con la
mirada la silueta del menor. Prontamente se encontró
apartado del grupo mientras sus ojos miraban anhelosos al
muchacho que ahora se zambullía en el agua, sin importarle
que fueran más de la 1 de la mañana.
Jimin se acercó lentamente, como si fuera hechizado por
él. Su corazón latía con inseguridad y sus manos sudaban,
recordando el abrazo que se habían dado ese día de San
Valentín y todas las veces siguientes que Jungkook le prestó
su hombro, sin esperar nada a cambio. Jimin no le había
vuelto a decir te amo después de eso. Tampoco alabó todas
las partes de él que tanto le encantaban. Jimin se mantuvo
completamente al margen, reprimiendo sus sentimientos
por él, mientras Jungkook se aseguraba de recordarle lo
excepcional que era.
¿Eso era justo, realmente? ¿Era justo que él deseara
iniciar una relación con Jungkook, a pesar de que le dio la
espalda más de una vez, consumido por el miedo?
Porque Jimin tenía que ser honesto consigo mismo
también; él había querido rendirse al menos unas cien
veces. Abandonar siempre parecía el camino más fácil
cuando sentía que su batalla personal terminaría por
ganarle.
Jimin tenía muchos buenos días. Días donde comía con
tranquilidad y reía abiertamente, seguro de sí mismo y
conforme con todo lo que conseguía. Pero también había
días donde ya no se gustaba tanto a sí mismo, físicamente
hablando. En esos días, bailaba hasta que sus pies dolían y
su mente sólo repetía la música de fondo. E, increíblemente
al terminar, aún con el corazón atormentado, encontraría a
Jungkook esperándole fuera de su facultad. Jungkook lo
invitaría a comer con una sonrisa y le ofrecería un masaje,
sin forzarlo a hablar. Ambos caminarían hasta su dormitorio,
donde se encontrarían con el nuevo compañero de
habitación de Jimin, a quien Jungkook también invitaría a
comer. Hablarían en conjunto, mientras Jimin encontraba
refugio en la charla. Y cuando por fin descansaba en su
cama, con las manos de Jungkook presionando dulcemente
en sus lastimados pies, se daría cuenta de que la noche
había llegado y, por tanto, había terminado exitosamente
ese día. Jungkook siempre se retiraba cuando Jimin era
vencido por el cansancio, asegurándose de acobijarlo antes
de despedirse en voz baja del compañero del mayor.
Pero a veces ni siquiera Jungkook podía salvarlo de esa
negatividad.
Esos eran los días donde Jimin miraba entre ambos y
sentía que la distancia que los dividía era abismal. Jimin
miraba a Jungkook y se preguntaba seriamente si algo entre
ambos, siendo tan diferentes, realmente podría funcionar.
¿Y si había alguien ahí afuera mejor para él?
Definitivamente lo había. Jimin repetía día tras día cada uno
de los errores que había cometido en contra de Jungkook;
las veces que lo degradó y las veces que minimizó sus
sentimientos y palabras. Sentía que seguía siendo de ese
modo cada vez que el menor le ofrecía el mundo con sus
gestos, mientras él no le correspondía. Así que, ¿cómo podía
imaginar una relación duradera con Jungkook?
¿Cómo resultaría una relación mientras él permanecía
aterrado? ¿Por qué estaba haciendo esperar al chico
maravilloso junto a él?
Así que esos días Jimin no contestaría ni sus mensajes ni
sus llamadas. Si Jungkook lo esperaba fuera de su facultad,
él se escondería y fingiría no haberle visto. Si el miedo
aparecía a mitad de camino, Jimin no llegaría a su encuentro
y ni siquiera se excusaría con él. Quizás si lo hacía de ese
modo, Jungkook se daría cuenta de que ambos eran un caso
perdido; que él se estaba esforzando demasiado por un
amor que no valía la pena.
Sólo que Jeon Jungkook era el idiota más grande del
universo.
Porque cada vez que Jimin se arrepintió, cada vez que su
miedo a perderlo fue más grande que su miedo a tenerlo,
volvió a buscarle. Y Jungkook siempre sonrió y lo aceptó de
regreso, sin reclamar ni juzgar, preguntándole si estaba
bien.
¿Así que podía seguir siendo egoísta y amar a ese chico,
tal como este le amaba? ¿Podía seguir alimentando la
esperanza en ellos?
―¿Hyung? ―Jungkook no se dio cuenta de la presencia de
Jimin, hasta que este estuvo en la orilla, mirándole fijamente
jugar con el agua. ―¿Qué haces ahí parado mirándome?
Luces como un zombie, tan raro ―Rió en voz bajita,
sintiéndose tímido por alguna razón.
―No sé ―Admitió, sin poder esconder una suave sonrisa.
―Sólo te vi y lucías tan lindo, que me vi atraído como una
polilla hacia la luz
Jungkook dejó de reír, incluso de sonreír. Su expresión era
algo incómoda e intentó disimularlo apartando la mirada,
sin contar con que Jimin avanzaría hasta él, sin importarle
mojarse hasta la cintura. El castaño volvió a mirarlo con
timidez cuando repentinamente el contrario tomó su mano,
exigiendo su atención. La mirada seria de Park no ayudaba
en el control de sus emociones.
―¿Podemos hablar? ―Pidió el azabache en voz bajita.
―¿Te molesta si nos sentamos un rato?
Jungkook negó con la cabeza, permitiendo que Jimin lo
guiara fuera del agua. Sentados en la arena, Jungkook se
abrazó a sí mismo, arrepentido un poco de haberse mojado
de pies a cabeza. El viento soplaba en ese momento y él
comenzaba a sentirse entumecido.
―Uh... uhm... es raro volver aquí juntos, ¿no? ―Jimin rió
con nerviosismo, rascando su cabello mientras miraba el
mar, porque estaba demasiado avergonzado como para
mirar a Jungkook.
El menor asintió, abrazándose aún más, agradeciendo que
fuera de noche y Jimin no pudiera ver el rubor en sus
mejillas. A partir de la fogata, él no había dejado de pensar
en cómo meses atrás se había encontrado en la misma
posición junto a Park, con un clima mucho más frío, pero
con las emociones a flor de piel. Su amor no era tan fuerte
como en la actualidad, él todavía estaba viviendo el inicio
de un todo, pero había sido maravilloso. Y ahora que estaba
completamente perdido por ese chico, las cosas se
mantenían un poco confusas.
Por ejemplo, en ese momento, ¿por qué Jimin se había
quedado con él? ¿Sólo quería revivir memorias, como él?
―Kookie, estás temblando ―Señaló Jimin, sorprendido al
notarlo. ―Perdón, no me di cuenta y-¡mierda! Los chicos se
han llevado las cosas, así que... ―Las palabras se perdieron
en su boca mientras el menor le miraba de soslayo. ―¿Está
bien si me acerco a ti? ―Se atrevió a preguntar.
―Eso sólo haría que tú te mojaras más ―Negó con la
cabeza, intentando restarle importancia, pero su mirada se
amplió cuando Jimin se levantó de todas formas. ―Hyung-
Jungkook volvió a callar cuando Jimin se ubicó detrás de
él, invadiendo su espacio. El mayor tiró de él hacia atrás,
atrayéndolo a su cuerpo, y él se congeló cuando su húmeda
espalda chocó contra su pecho. Jimin lo arrulló en sus
brazos, permitiéndole usar el espacio entre sus piernas, y
sus ojos picaron un poco cuando aquel chico se atrevió a
tomar sus frías manos entre las suyas.
―Te estoy mojando ―Intentó quejarse en voz baja. ―No
tienes que-
―Lo hiciste por mí antes ―Lo cortó Jimin, apoyando su
frente contra él, provocando que Jungkook dejara de
removerse con inquietud. ―En San Valentín me abrazaste
fuertemente y me mantuviste junto a ti, incluso si yo estaba
mojado de pies a cabeza. ¿Cómo no haría lo mismo por ti?
―Su voz se rompió. ―¿Cómo podría no abrazarte por un
inconveniente tan pequeño?
Jungkook presionó sus labios y miró hacia el cielo,
confuso. Las ideas comenzaron a tomar forma en su cabeza
a medida que las manos de Jimin presionaban más fuerte
las suyas y sus cálidas lágrimas dejaron un rastro en su
cuello.
―Quédate conmigo ―Pidió el mayor después de un rato.
―No me he ido ―Respondió, bajando la mirada hacia sus
manos tomadas. ¿Cómo podía intentarlo siquiera?
―Te amo, Jungkook ―Confesó sus sentimientos una vez
más y el aludido dejó escapar un pequeño suspiro mientras
su propia mirada comenzaba a arder. ―Y todavía tengo
miedo, porque todavía hay cosas en mí con las que debo
luchar, pero te amo. Te amo más de lo que temo, Jungkook-
ah. ¿Eso está bien para ti? ¿O todavía no es suficiente?
―Preguntó temeroso.
―¿Dices que me amas más de lo que temes? ―Repitió,
girando hacia él para verle asentir. ―Bueno... te he amado
así por un largo tiempo ―Admitió en una risita amarga.
―También tengo miedo, hyung, al fracaso y al dolor. Me
pregunto constantemente qué será de nosotros, pero yo...
todavía te amo mucho más ―Sus ojos se llenaron de
lágrimas y sonrió. ―Así que, ¿qué debería hacer con esto?
Jimin peinó sus cabellos húmedos hacia atrás, apartando
los mechones rebeldes de su bonito rostro. Jungkook cerró
los ojos, ansioso por la más pequeña caricia, y las lágrimas
se derramaron por sus mejillas cuando finalmente el
contrario se atrevió a besarlo. El beso fue tímido, sólo un
roce de labios que podía ser tan correcto como equivocado,
pero, ¿qué beso con Jungkook había sido erróneo? Porque
Jimin no podía recordarlo. Mientras besaba esos labios, él no
podía pensar en nada malo, fue por eso que el roce tímido
se convirtió en un redescubrimiento anheloso.
Esos eran los labios que quería besar. Esa era la boca del
chico que amaba. Jimin tomó su rostro, se fundió en el beso,
y lloró por haber olvidado lo maravilloso que se sentía besar
a alguien que lo amaba; porque Park Jimin había sido
besado con deseo un millón de veces, pero, antes de
Jungkook, nunca con amor.
¿Cómo podía pensar en perder la batalla cuando su
corazón le exigía reconocer la fuerza de sus sentimientos
por ese joven? Porque los pensamientos pesimistas podían
estar ahí lastimando algunos días, pero lo que sentía por
Jungkook jamás desaparecía. Fuera un buen día o fuera uno
malo, su corazón seguía sobresaltándose cuando se
encontraba con el castaño; sus ojos seguían buscándole
desesperadamente cuando no podía encontrarle.
―Te amo ―Jimin repitió contra su boca, secando las
lágrimas del menor e ignorando las suyas. ―Y-Y necesito-
necesito intentarlo ―Balbuceó, sobrecogido. ―Déjame
intentarlo. Por favor, Jungkook, permíteme intentarlo
―Suplicó, su frente apoyada contra la de él mientras
respiraba con fuerza. ―Estoy asustado de perderte si me
arriesgo, pero necesito sostenerte de esta forma. Necesito-
Necesito sentir que somos un nosotros. Necesito llamarte
amor y no morderme la lengua cada vez que te miro y sólo
puedo pensar en lo mucho que te amo, yo-yo...
―Jimin ―Lo detuvo, acariciando su rostro con calma en un
intento de tranquilizarlo. ―Está bien, está bien ―Repitió,
como si de una promesa se tratara.
―Vas... ¿Vas a quedarte conmigo? ―Se atrevió a
preguntar, distanciándose de él para buscar sus ojos.
―Mientras te ame lo haré ―Sonrió dulcemente, secando
su rostro.
―¿Podrías amarme toda una vida, Kookie? ―Preguntó.
Jungkook rió en voz bajita y lo abrazó, siendo correspondido
con aún más fuerza. ―Es sólo que yo... no recuerdo como se
sentía mi vida antes de ti
Y era verdad. Jimin podía recordar la clase de persona que
era antes de conocer a Jungkook, pero no podía imaginarse
ni sentirse como el Jimin de ese entonces. Esa persona
frívola parecía una entidad fuera de él y, por más que a
veces era difícil avanzar, había más probabilidad para él de
quedarse estancado que de retroceder. La persona que el
resto había moldeado era lo más cercano a un monstruo y
Jimin ya no lo sentía como él. Herir al resto, poner su ego
por sobre su bienestar, ¿cómo podías hacer cosas así luego
de volverte consciente de ti mismo?
Jungkook se separó de él, notando la seriedad en su
expresión, pero sonrió al ver que había dejado de llorar.
Tocando su rostro una vez más, con absoluta delicadeza,
hizo que las facciones del mayor se relajaran
inmediatamente, ocasionándole una sonrisa. Jimin besó con
dulzura sus dedos cuando estos se posaron en sus labios
por un segundo, y ambos sonrieron a la vez mientras se
miraban con amor.
Estaba bien, iban a intentarlo otra vez, ya que todavía se
amaban. Y siempre había posibilidad de una ruptura, pero
se asegurarían de vivir su amor tanto como podían. Altos o
bajos, los tratarían con el tiempo. Y si las estadísticas
estaban más en contra que a favor, pondrían el punto final
antes de lastimar irremediablemente al otro. Entonces, y
sólo entonces.
Pero si ese entonces no llegaba, si ellos eran más fuertes
que cualquier contratiempo, entonces sólo serían felices
junto al otro.
―Eres mi novio ahora ―Anunció Jimin después de un
minuto de sólo mirarse con intensidad, su sonrisa
ensanchándose cuando el joven retiró sus dedos de sus
labios y rió, sacudiendo su cabeza.
―Ya ni siquiera te esfuerzas en pedirlo ―Se burló,
mirándole con diversión y una sonrisa dental. ―¿Qué?
―Preguntó cuando el contrario permaneció mirándole
embobado.
―Sólo que es de noche... ―Contestó, sonriendo
enternecido. ―Pero tus ojos brillan incluso más que las
estrellas
Jungkook arrugó la nariz, cohibiéndose por el repentino
halago. Un gritito escapó de su boca cuando Jimin
repentinamente lo abrazó, llamándole melosamente ojos
bonitos. Y aunque Jungkook fingió querer escapar de su
agarre y sus palabras, con los segundos terminó por
aferrarse a él con la misma fuerza, permitiendo que, por
primera vez después de un largo tiempo, fuera Jimin quien
le permitiera sentir su amor.
Jungkook deseó, desde lo más profundo de su corazón,
que día a día Jimin le permitiera sentir su amor.
Nota:
Hay un capítulo de Gris, donde Jimin y Jungkook están en
Daegu y descansan luego de bailar. Jungkook le dice a Jimin
que lo quiere y este le responde que lo quiere más. Como
en ese tiempo JK aún no habla de su sexualidad, en sus
pensamientos desea que Jimin tuviera razón y fuera él quien
le quisiera más (para que fuera capaz de aceptarlo una vez
la verdad fuera dicha). Así que, después de eso, creo que
pueden conectar correctamente tales pensamientos con el
final de este extra (?).
Y bien, este es el extra de como regresaron uwu. No les
haré spoiler de qué tratará el siguiente, así que sólo les toca
esperar por ver, jé.
Espero que su semana esté yendo bien~ ( ˘ ³˘)♥
Extra 2: Déjalo ir

[20 de octubre de 2017]


Jimin se detuvo en la entrada de su facultad cuando al
salir percibió una silueta bastante familiar. Despidiéndose
silenciosamente de sus compañeros, no tardó en ir hasta el
menor, quien estaba sentado de espaldas mientras parecía
entretenerse en su celular. Jungkook se irguió cuando
repentinamente alguien lo abrazó desde atrás y unos labios
rozaron su oreja, pero no había forma en que no reconociera
ese perfume y ese toque tan personal.
―¿El chico más bonito de la universidad ha decidido venir
por su novio? ―Preguntó juguetonamente Jimin.
―Es viernes, así que pensé... no sé. No hay nada que nos
retenga para cenar juntos, ¿cierto? ―Jungkook volteó a
verlo, enseñando una sonrisa. ―Hola, hyung, ¿cómo estuvo
tu día?
Jimin no respondió, sino que se apresuró en besar sus
labios. Tras el final de vacaciones, mientras actuaban
abiertamente acaramelados, los rumores sobre su regreso
habían encendido las alarmas de sus compañeros
nuevamente, pero se cansaron de hablar escandalosamente
de ello prontamente. Jimin aún podía oír susurros en los
pasillos de personas etiquetándolo como "ese chico gay" y
algunas personas también habían expresado abiertamente
su desagrado por demostrar públicamente su amor con su
pareja, sin embargo, le importaba tan poco. La gente jamás
entendería lo fantástico que se sentía ver a la persona que
amas esperando por ti luego de una intensa jornada, para
besarlo y abrazarlo, descartando los malos ratos.
¿Por qué habría de limitar esa posibilidad? No había mejor
remedio que besar los labios de Jungkook.
―Estuvo bien ―Jimin acarició su mejilla y depositó otro
suave beso contra su boca. ―Ha mejorado
extraordinariamente justo ahora
Jungkook rió en voz bajita, levantándose para guardar su
celular y extenderle su mano. Jimin entrelazó sus dedos y
dejó que este lo guiara a través del campus, preguntándole
también por su día mientras ignoraba las miradas de todos
ahí. Quizás algún día se acostumbrarían, y si no, ellos aún
podían sólo girar la cabeza y hacer como si no existieran.
Jimin no se dirigió a su propio dormitorio. YeonJun, su
compañero de habitación, jamás había mostrado adversidad
por su relación con Jungkook, sin embargo, Park aún
deseaba algo de privacidad y le avergonzaba ser demasiado
cariñoso con su pareja frente a su hoobae, es por eso que
no rechistó cuando Jungkook lo guio a su edificio.
Seokjin había estado bastante ocupado ese año debido a
sus prácticas, las cuales acabarían a finales de mes. El
mayor del grupo se estaría titulando el próximo mes y Jimin
sabía que ya estaba buscando su propio lugar para vivir, si
es que no lo había encontrado ya. Por supuesto,
probablemente Jungkook se sentiría solo tras la inminente
salida de su amigo de los dormitorios. No obstante, para
Jimin era difícil esconder su sonrisa al pensar en todos los
meses que podrían disfrutar de ese cuarto a solas, antes de
que empezara el nuevo ciclo y un nuevo compañero llegara
para Jungkook.
―¿Qué es ese bolso sobre la cama de Seokjin? ―Preguntó
inmediatamente Jimin al entrar. ―¿Ya se está mudando?
―No aún ―Jungkook arrugó la nariz, dejando sus
pertenencias sobre su escritorio. ―Mañana es la boda de su
hermano en Jeju, así que viajará hoy junto a Yoongi
―¿Estará todo el fin de semana fuera? ―La mirada de
Park prácticamente se iluminó mientras Jungkook asentía,
antes de dejarse caer a la cama en un suspiro. ―Por lo
tanto, ¿no hay ningún problema si decido quedarme aquí y
hacerte compañía, cierto? ―Preguntó, apresurándose en
saltar sobre la cama. Jungkook le hizo un hueco junto a él,
dedicándole una sonrisa divertida. ―¿Qué?
―No es que quiera romper tus ilusiones ―Extendió su
mano hacia él, acariciando su mejilla. ―Pero necesito
recordarte que trabajaré este fin de semana
―Está bien. Puedo hacer mis propios deberes y pasar la
noche contigo todavía, ¿no? ―Sonrió abiertamente,
inclinándose sobre él. ―Dormiremos juntos este fin de
semana. Y si quedo inconforme con eso, pretendo venir a
colarme a tu dormitorio una vez Seokjin se marche. Quizás
traiga la mitad de mi ropa también
―Mi mejor amigo está a punto de dejarme y tú ya estás
planeando tu propia fiesta ―Fingió indignación, apartando
su mano de él.
―¡Estoy planeando hacerte compañía para que no te
sientas solo! ¡Los buenos novios hacen eso! ―Contestó en
su defensa, abrazándole. ―Me dejarás quedarme aquí,
¿cierto? ―Preguntó luego con voz mimosa, rozando su nariz
dulcemente contra la mejilla del más joven.
―Si digo que sí, sospecho que luego no saldrás de aquí.
¿Para qué tus padres están pagando tu dormitorio?
Jimin rió entredientes, buscando sus labios para dejar de
escuchar sus peros. Jungkook suspiró ligeramente contra su
boca, relajándose por completo, para aceptar su beso.
―Me quedaré aquí ―Dijo con total convicción el
azabache. El contrario rió bajito y negó con la cabeza,
lanzando un gritito cuando Jimin en respuesta se subió
sobre él, encerrando sus manos contra el colchón. ―Así. Me
quedaré aquí, de esta manera ―Pero Jungkook continuó
negando con la cabeza y riendo como un niño pequeño.
―¿Por qué no?
―Aún necesito algo de privacidad de vez en cuando
―¡Por supuesto que no! Soy tu novio, así que puedes
hacer de todo en mi presencia ―Jungkook arrugó la nariz,
mirándole con diversión. ―Te amo. No hay desencantos si te
amo
―¿Qué intentas decirme? ―Agrandó sus ojos.
―Amándome o no, nadie se desencanta de mí
―Uh, ¿quién te enseñó esa línea? ¿Seokjin? ―Se burló,
pero Jungkook sólo continuó riendo. ―Sé que quieres dormir
conmigo tanto como yo, así que no te hagas el difícil, tus
ojos no pueden mentir
―Quizás debería cerrar los ojos entonces
Jimin rió cuando Jungkook cerró sus ojos, fingiendo
seriedad. Besando su ceño fruncido, se dirigió a sus labios
cuando los vio curvarse en una sonrisita. Pasó su lengua por
ellos como advertencia y disfrutó del resultado cuando
Jungkook entreabrió su boca. Los siguientes minutos se
basaron sólo en ellos besándose empedernidamente,
mientras Jimin soltaba sus manos, permitiéndole al menor
abrazarle por el cuello. Park sentía cosquillas cada vez que
los dedos del joven recorrían con delicadeza su nuca.
―¿Ya te he dicho que eres el chico más bonito que he
conocido en mi vida? ―Susurró Jimin a su oído, presionando
después un beso contra su mejilla, provocando que el
contrario se retorciera en una nueva risita. ―También eres
la cosita más adorable del mundo ―Agregó observando su
rostro, dejando un beso en la punta de su nariz cuando lo
vio arrugarla. ―Te amo
―Hyung, no hagas eso ―Pidió, sintiendo sus orejas
calentarse debido a la vergüenza.
―¿Ya no puedo decirte que te amo? ―Jungkook presionó
sus labios en una línea mientras delineaba sus facciones
con sus dedos. ―¿Por qué estás siendo tímido de repente?
―Se burló.
―Cállate
Jimin rió, volviendo a besarle. Amaba decirle cosas bonitas
a ese chico, sobre todo si este se cohibía de tal manera.
Abrazándolo con fuerza, esparció más besos por su rostro y
cuello, haciéndole cosquillas de vez en cuando y
repitiéndole una y otra vez sus sentimientos mientras
Jungkook sólo se quejaba o reía.
―¡Hyuuuuuung! ―Jungkook alargó, queriendo empujarlo
lejos de él, pero este rió victorioso mientras dejaba de caer
su peso sobre él. ―¡Jimin!
―¿Estás llorando? ―Jimin se impulsó sobre él para ver su
rostro, descubriendo sus ojos llorosos. El menor negó con la
cabeza inmediatamente, porque él no estaba llorando, ¡eso
era culpa de las cosquillas! ―¿Así de mucho me amas,
Jungkook? ¿Hasta las lágrimas?
―Recuérdame por qué acepté salir contigo ―Gruñó,
intentando deslizarse por el colchón, mas sólo terminó
recostado sobre su abdomen con el peso muerto de Jimin
sobre él otra vez.
―Es que no lo hiciste, Kookie. Yo decidí que serías mi
novio y terminó de esta manera ―Jungkook bufó contra la
almohada, girando su rostro en busca de aire. ―De todas
formas, tienes nula resistencia ante mí
―¿La tengo? ―Su tono fue burlón.
―La-tie-nes ―Aseguró sílaba a sílaba, besando su mejilla.
Jungkook rió en voz bajita cuando luego besó su nuca y,
cuando Jimin por fin le permitió volver a girar, no tardó en
alcanzar sus labios en un rápido beso que el contrario
recibió y continuó gustoso. Para Park era difícil distanciarse
del menor cada vez que este tomaba la iniciativa.
―¿Les digo algo? Lo bueno de encontrarlos en situaciones
como estas, es que puedo empatizar con Jungkook cada vez
que era él quien entraba al dormitorio y me encontraba con
Yoongi ―Escucharon una tercera voz de repente.
Jimin dejó de besar a Jungkook, girando a ver a Seokjin,
quien estaba de pie en la entrada junto a su novio.
Sonriendo enternecido al sentir al menor escondiendo su
rostro contra su pecho, lo abrazó contra sí mientras miraba
directamente a ojos de superior.
―Hyung, considerando que tus días aquí están contados,
creo que es un poco tarde para empatizar con mi novio. ¿No
crees?
Seokjin sonrió con ironía, yendo hasta su cama para tomar
una almohada y tirarla directamente contra el rostro de
Jimin, quien se quejó en voz alta. Jungkook se distanció de él
y se levantó rápidamente, caminando hasta sus amigos.
―¿Ya se van? ―Preguntó al ver que Yoongi venía con su
bolso. ―Pensé que podríamos cenar juntos
―Hey, hombre convaleciente aquí ―Se quejó Park, pero
Jungkook sólo le hizo un gesto con la mano, sin prestarle
atención.
―Es tu último fin de semana aquí antes de la mudanza
―Señaló Jungkook. Jimin se reincorporó al notar la mirada
apenada de Seokjin sobre el menor.
―Lo siento, Kookie, pero tenemos que irnos ―Presionó
dulcemente su hombro. ―Aún me quedaré unos días aquí
en cuanto vuelva, así que cenaremos juntos entonces. Y
aunque me mude, todavía tendrás a Yoongi en este edificio
para que te haga compañía ―Intentó animarlo.
―Y nosotros aún podemos ir a colarnos a su
departamento ―Agregó Yoongi confiadamente, provocando
que su novio le lanzara una sonrisa mordaz mientras la
atención de Jungkook iba hacia él. ―Y Seokjin podrá cocinar
para nosotros, algo que no puede hacer aquí por la falta de
cocina. ¿No es mucho mejor? ―Dio una palmadita en su
brazo, causando una sonrisa en el menor.
―No lo había pensado así, ¡hyung va a cocinar para mí!
―Por supuesto, lo haré, cocinaré para todos ―Afirmó
rendido, sonriendo al ver al castaño recuperar su ánimo.
―Adiós, Jungkookie, te veré el domingo ―Se despidió de él
con un abrazo antes de tomar su bolso.
Jungkook abrazó a Yoongi después, pidiéndole que le
trajera un recuerdo, mientras Seokjin intercambiaba
palabras silenciosas con Jimin. Park se limitó a asentir al
entender que debía cuidar del más joven, y le deseó un
buen viaje a la pareja antes de que atravesaran el umbral.
―Entonces... ―Jungkook volteó hacia él cuando
finalmente estuvieron solos. ―¿Qué vas a pedir para la
cena, hyung? Porque ya tengo hambre ―Sobó su abdomen,
haciendo un puchero. ―Hoy fue un día largo, necesito
mucha comida. Mi corazón necesita mucha comida también,
¡y muchos abrazos!
―¿Por qué estás actuando tan dulce ahora? ―Jimin rió,
levantándose para ir a rodearle con sus brazos. ―Por
supuesto, tu hyung cuidará de ti en ausencia de tu
compañero, no te preocupes
Jungkook sonrió, besando su mejilla para luego dirigirse al
baño, diciendo que necesitaba una ducha tibia para liberar
su estrés. Jimin pasó una mano por su cabello, observando
el dormitorio vacío, sintiéndose extrañamente tímido. ¿Hace
cuánto que no estaban completamente solos para dormir?
Pero, claro, incluso si estaban en esa situación, no
significaba que algo ocurriría.
Jimin tomó y botó aire, volviendo a sí mismo. Sólo dormiría
con Jungkook y eso era más que suficiente.
♢♢♢♢♢
Jimin acomodó su barbilla en el hombro del menor
mientras este estaba recostado contra su pecho. Luego de
cenar, habían decidido ver una película antes de dormir, y
Jungkook parecía bastante entretenido mientras no dejaba
de hundir su mano en un tazón lleno de palomitas. El
mayor, en cambio, hace bastante había perdido el hilo de la
película mientras sólo podía inspirar silenciosamente,
sintiéndose atontado por el agradable olor del cuerpo
pegado al suyo. El shampoo de Jungkook era tan delicioso
como el delicado aroma de su jabón. Jimin observó la
pantalla fugazmente e hizo más presión en su abrazo
inconscientemente, anheloso de su calor corporal. Presionó
su nariz contra la curva del cuello del joven ligeramente,
alejándose de su espacio personal cuando este
inmediatamente se encogió por las cosquillas.
Siempre eran las reacciones del cuerpo de Jungkook las
que mantenían su cabeza fría y Jimin se sentía confiado de
sí mismo luego de meses sin dar ningún paso en falso. Y no
es que no quisiera tener sexo con Jungkook; él también
había manejado sus deseos personales para sí mismo en la
intimidad más de una vez. Sin embargo, al inicio de todo,
Jungkook le había confesado no sentirse listo para ese paso
y él lo había comprendido, por eso se esforzaba tanto en
respetarlo.
Si Jungkook pudo esperarle a través de su indecisión,
problemas y miedos, ¿quién era él para exigirle apuro? Jimin
estaba dispuesto a esperar todo lo que fuera necesario.
Ya había pasado... ¿cuánto? ¿un año desde la última vez
que realmente había tenido sexo? Si alguien como él podía
soportar tal cantidad de tiempo, ¡podía esperar otro año
perfectamente! ¿Podía? ¡Podía!
―¿Hyung? ―Jimin parpadeó al oír la voz de Jungkook. ―Te
pregunté qué te pareció la película ―Ahora el mayor miró
directamente la pantalla, viendo los créditos en ella.
―Uh-Uhm... he visto mejores ―Murmuró, soltándole.
Jungkook apartó la portátil y le lanzó una mirada extraña,
poniéndole los pelos de punta. ―¿Qué? ¿Por qué me miras
así?
―No es nada ―Sonrió torcido. ―Vamos a cepillarnos los
dientes para dormir, debes estar cansado después de tanto
bailar ―Se levantó, dejando el tazón vacío sobre el
escritorio para luego meterse al baño.
Jimin lo siguió en silencio, de acuerdo con su resolución. Él
estaba cansado por sus ensayos, pero no estaba seguro de
que pudiera dormir fácilmente. Quizás había sido tonto de
su parte en insistir dormir ahí sabiendo lo mucho que le
afectaba la cercanía de su novio, no obstante,
probablemente habría sido más difícil dormir con la
sensación de haber desaprovechado la oportunidad de
compartir la cama con él. No importaba lo mucho que
deseara a ese chico, para Jimin aún significaba mucho
descansar y despertar a su lado.
¿La gente tenía idea de lo maravilloso que era despertar y
encontrarte con el rostro de la persona que amas?
Cuando finalmente estuvieron en la cama y Jungkook
apagó la luz de su lámpara, Jimin lo abrazó por la espalda y
lo atrajo a su cuerpo para poder descansar cerca de él. Pero,
a pesar de que consiguió mantener su respiración calmada
y sus pensamientos fijos en la idea de dormirse, se vio
obligado a abrir los ojos en medio de la penumbra cuando,
minutos más tarde, Jungkook comenzó a jugar con sus
dedos que descansaban sobre su abdomen. El castaño
siempre era el primero en dormirse, así que la situación era
un tanto inusual para Jimin. ¿Quizás había algo
inquietándole? ¿Qué otra razón tendría Jungkook para no
estar durmiendo aún?
―También estás despierto, ¿cierto? ―Preguntó en voz
bajita el menor.
―Sí ―Afirmo. ―¿Sucede algo, amor? ―Su voz era tan
suave como una caricia y Jungkook amoldó su cuerpo más
al suyo en respuesta, bastante mimoso. ―¿Por qué no
puedes dormir?
―Es porque no viste la película conmigo ―Jimin suspiró
ante la respuesta y besó su nuca, preguntándose si algo tan
mínimo podría mantenerle fastidiado.
―Lo siento, tengo la cabeza en otra parte, prometo que
mañana veré otra película contigo ―Prometió.
―¿Tienes problemas en la universidad? ―Preguntó en
cambio, queriendo saber qué pasaba por su mente. ―¿Tus
compañeros te están molestando? Diles que tu novio es un
cinturón negro bastante temido
―Nada de eso ―Jimin rió, volviendo a besar sus cabellos.
―Todo marcha bien este semestre, Kookie. Sólo me he
quedado pegado pensando en lo afortunado que soy de
tenerte en mis brazos
―Oh ―Jungkook dejó de jugar con sus dedos, pensativo.
―También he pensado en eso y... en otro par de cosas
―Murmuró. ―Así que quería pedirte algo
―¿Pedirme algo? ¿De qué se trata?
Jungkook carraspeó, girando sobre su cuerpo, en busca de
los ojos del contrario. La mirada de Jimin podía transmitir
calidez aún en plena oscuridad y eso le encantaba.
―Hazme el amor, hyung
Silencio; absoluto silencio. Los ojos de Jimin se ampliaron
y sus brazos perdieron fuerza en su agarre, mientras se
preguntaba si había oído bien. Nervios, ansiedad,
conmoción; las emociones se amontonaron dentro de él, sin
ayudarle a saber cómo reaccionar. Él aún se preguntaba si
era correcto revisar sus oídos. ¿Y si en realidad se había
quedado dormido y ese era el sueño más lúcido de su vida?
¿Debería intentar despertar o seguir el curso? Terminó por
encandilarse cuando, ante su falta de palabras, Jungkook
decidió volver a encender la luz.
―¿Por qué tienes esa cara? ―Preguntó el menor,
abrazando sus piernas con vergüenza. Jimin parecía más un
muerto que alguien contento. ¿Había hecho mal en imaginar
que el mayor le correspondería sin dudar? ¿Y no había
estado Jimin deseando hacer el amor con él también, cada
vez que le tocaba de esa manera tan personal o lo
olisqueaba mientras él pretendía no darse cuenta?
Estaba bien, Jungkook tenía que ser honesto consigo
mismo: no sabía exactamente cómo actuaba la gente ante
la atracción sexual. Pero si el comportamiento un tanto
singular que Jimin adoptaba con él no era deseo, ¿entonces
qué? Él no iba por la vida obsesionándose con el aroma de
otros o queriendo lamerlos. Porque sí, ¡Jimin incluso había
llegado a lamer los lunares de su cuello como si eso fuera
cotidiano! Y había querido reír enternecido por la manera en
que su mayor se distanciaba de él, buscando su cordura
después.
¿Cómo no amar al chico que se preocupaba tanto por él?
¿Cómo no querer dar el gran paso junto a la persona que
esperaba por él, sin exigir?
―L-Lo siento, es sólo que... ―Jimin tomó asiento, riendo
nerviosamente. ―No tienes que presionarte por mí,
Jungkook ―Finalmente dijo, dejando escapar un suspiro.
―Cuando comenzamos de nuevo, me dijiste que
necesitarías un tiempo antes de tener relaciones conmigo.
Dijiste que... necesitabas estabilidad primero, antes de
atreverte a llegar a más, porque esto es importante para ti.
Así que-
―Pero las cosas están bien entre nosotros ―Lo
interrumpió el menor. ―Todo ha ido bien hasta ahora. No te
diría que quiero hacer el amor contigo de no estar seguro de
esto, ¿sabes? ―Jimin sólo lo miró. ―Te amo, hyung, y me
siento bien cuando estoy contigo. Sé que podrías hacerme
sentir aún mejor
―Ah-eso es... ―Balbuceó, sintiendo caliente sus orejas.
―No sé, no creo, yo-
―Pensé que también querías ―Se atrevió a decir,
abrazando sus piernas con más fuerza mientras escondía su
rostro en sus rodillas. ―Pensé que estábamos... en la misma
sintonía. Si sólo ha sido idea mía y no lo quieres, entonces...
está bien, perdón por adelantarme ―Tragó saliva con
esfuerzo, recolectando su valentía para ponerse de pie.
―Diablos, esto debe ser incómodo para ti, supongo que
dormiré en la cama de Seokjin hyung
Jungkook le dio la espalda, sintiéndose tonto y pequeño.
Lo único que deseaba era lanzarse sobre la otra cama y
taparse hasta la cabeza para olvidar ese desliz. Sin
embargo, Jimin fue más rápido en tomar su mano para
retenerlo. Mirándole de reojo, intentó interpretar la
expresión temerosa en su rostro.
―Nunca he deseado tanto a alguien en mi vida, Jungkook
―Confesó. ―Y nunca antes había estado enamorado hasta
este punto ―Ahora rió tímidamente. ―Así que estoy
nervioso, sólo eso, no quiero que me malinterpretes. Te
deseo y... quiero hacerlo contigo también ―Aclaró su
garganta. ―Podemos hacerlo ahora si quieres, por
supuesto, pero... uhm... no venía preparado para esto
―Volvió a reír torpemente, soltando su mano.
Jungkook parpadeó, sintiendo su propio rostro enrojecer
ante lo avergonzado que parecía Jimin. Pensando en sus
palabras, su cabeza hizo clic en un instante y no tardó en ir
hasta la mesa de noche de su compañero, rebuscando en
ella. Jimin le miró con ojos grandes cuando este se devolvió
hasta él, sosteniendo unos preservativos y un tubo de
lubricante.
―Está bien, no creo que ellos lo noten ―Rió como un niño
que hacía una travesura, dejando los objetos sobre su
propia mesa.
―Jungkook, ¿de verdad quieres hacerlo así de mucho, eh?
―Se atrevió a bromear finalmente, sonriendo con picardía.
―Mírate, robando las pertenencias de tu amigo, realmente
eres un niño malo ―Lo picó con sus dedos en las costillas y,
cuando el castaño le miró con el rostro completamente
enrojecido y el ceño fruncido, sólo pudo reír. ―Maldición,
ven aquí ―Tiró de él.
Jungkook mantuvo sus ojos completamente abiertos
cuando, después de incitarlo en acomodarse en su regazo,
los dedos de Jimin fueron directamente a los botones de su
pijama. El mayor dejó caer la prenda, invitándolo a imitar su
acción, así que él también se atrevió a tomar los bordes de
la camiseta del contrario para tirar de ella hacia arriba,
arrojándola al piso después. Jimin lo abrazó y besó sus
labios, haciéndole sentir increíble por el contacto piel con
piel.
Jungkook se dejó llevar completamente. Ya que Jimin tenía
más experiencia, le permitiría llevar las riendas de la
situación. Pero, por más que intentara apagar su cerebro y
disfrutar el momento, era difícil no sentirse curioso,
encantado o sorprendido cada vez que el mayor daba paso
a un sinfín de primeras veces. Porque, aunque Jungkook ya
había tenido su primera vez, lo suyo no había sido más que
un inocente descubrimiento entre adolescentes, mientras
que ahora el chico experimentado junto a él parecía
deseoso de hacerle experimentar mucho más. Jungkook se
aferraba a él, esperando enseñarle un par de cosas a Jimin
también.
Jimin besó y tocó el cuerpo ajeno sin inhibiciones.
Centrado en probar a ese maravilloso joven, se sorprendió
cuando este, de vez en cuando, tomaba la iniciativa y le
correspondía con el mismo fervor. Jungkook también parecía
ansioso de recorrerlo con las manos y labios, y Jimin rió
enternecido antes de empujarle sobre el colchón. ¿Por qué
en una situación que antes hubiera considerado netamente
fogosa, ahora su corazón se estaba derritiendo de dulzura?
La sonrisita que su novio le dedicaba en ese momento era
una de las razones por las que sólo podía sentirse
perdidamente enamorado.
Jimin tomó los bordes del pantalón del menor, tirando de
la ropa para terminar de desnudarlo. Bajo su atenta mirada,
se deshizo de sus propias prendas, para acomodarse entre
sus piernas. Jungkook barrió su torso desnudo, antes de
detenerse en sus ojos cuando finalmente este se inclinó
sobre él. Un jadeo escapó de su boca al sentir la erección
del contrario y enrolló sus brazos en su cuello por inercia,
tirando de él para poder besarle. Jimin lo besó con fervor
mientras sus caderas seguían un vaivén, frotándose contra
él. Su cuello, sus pezones, su pecho, fueron invadidos por
más besos, sorprendiéndose cuando el menor, con la
respiración agitada, presionó su hombro en busca de
atención.
―Tócame ―Pidió con voz temblorosa.
Jimin bajó su mirada un momento, mirando el pene semi
erecto del menor. Sintiéndose un tanto cohibido por la
petición tan directa, soltó una risita baja para luego deslizar
su mano hasta él y tomarlo. Devolvió su mirada hacia el
rostro del castaño, quien había cerrado los ojos
nuevamente. Acariciándolo de arriba hacia abajo, se detuvo
un momento para hacer círculos en su abertura, provocando
que pequeños gemidos salieran de su novio mientras sus
dedos se doblaban. La tensión que Jungkook había estado
conteniendo, la dejó ir mientras se rendía ante esos toques.
Jimin volvió a besarlo, sin dejar de acariciarlo ante el deseo
de hacerle sentir placer. Le satisfacía ver lo que podía
causar en aquel chico.
―Uhm-¿Uh? ¿Hyung? ―Jungkook abrió los ojos cuando el
mayor dejó de tocarlo y una interrogante cruzó su expresión
al ver que este sostenía el lubricante. ―¿Vas-Vas a hacerlo
ahora? ¿Ya? ―Jimin le miró fijamente, sin decir nada,
poniéndolo aún más nervioso. Sus ojos se volvieron más
grandes cuando, luego de lo que pareció una eternidad, el
azabache tomó su mano para depositar el tubo en ella.
―¿Q-Qué...?
―Hazlo tú
―¿Quieres que me-me...?
―No, prepárame tú, Jungkook ―Lo interrumpió, sonriendo
con cariño cuando la expresión del menor cambió
drásticamente a una aterrada. ―Haz esto por mí, ¿sí?
―Pidió, quitándose de encima de él.
―Pero-Pero... ¡hyung! ―Chilló cuando Jimin se recostó
junto a él. ―Nunca he hecho... nunca he hecho esto antes
―Intentó recordarle. ―No quiero lastimarte, no sé cómo
hacerlo, ¡para mí está bien si soy el que-!
―Lo sé ―Tomó su mano, intentando calmarlo. ―Y
también deseo hacerlo de esa forma, Kookie, pero no esta
noche ―Le soltó. ―Ha pasado mucho tiempo... desde la
última vez que lo hice. Siento que he acumulado tanto mis
deseos por ti hasta ahora que... simplemente meteré la pata
―Rió con nerviosismo. ―No soy un chico dulce, Jungkook. Y
no quiero ser rudo contigo, no en nuestra primera vez. No
me importa si no tienes experiencia, sé que aún serás lo
suficientemente bueno conmigo, ¿no? ―Sonrió dulcemente
y Jungkook sintió sus ojos escocer. ―Nadie lo hizo antes, así
que enséñamelo tú, amor ―Pidió.
Rápido y duro, esas eran las palabras con las que Jimin
definiría sus antiguos encuentros sexuales. Desde su
primera experiencia, nadie había cuidado de él, y él había
normalizado que tampoco tendría que cuidar de nadie,
porque el sexo sólo se trataba de disfrutarlo por su parte.
Por supuesto, Jimin llenaría su ego si alguien después decía
que él era bueno en la cama, pero lo principal siempre había
sido hacerlo para su propio disfrute. Así que no estaba
seguro de poder ser lento, en esta ocasión. Por mucho que
amara a Jungkook, sentía que debía aprender ciertas cosas
desde el principio, todo de nuevo, ¿y quién mejor que el
menor para enseñarle? Jimin confiaba plenamente en el
castaño que ahora estaba entre sus piernas, abriendo el
tubo con dedos temblorosos, pero aun así entendiendo su
corazón.
Detalles como una simple posición habían perdido valor
en su mente, mientras sólo deseaba sentir su amor.
―Está bien, Kookie ―Jimin extendió sus piernas. ―No me
voy a romper ―Le aseguró con una mirada afectuosa,
deseando que esta fuera suficiente para que su novio dejara
de mirar sus dedos empapados como si estuviera a punto
de llorar.
―Perdón ―Se disculpó en voz bajita, presionando uno de
sus dedos ligeramente contra su orificio, y fue Jimin quien
deseó pedirle perdón de regreso al notar lo mucho que esa
situación lo asustaba.
Es que Jungkook sí tenía miedo. Por mucho que el final
resultara placentero, sabía que el recorrido hasta allá en
realidad era bastante incómodo. Hacer sentir incómodo a
Jimin o lastimarlo era de las últimas cosas que desearía en
el mundo. Sólo quería cuidarlo, amarlo, ¿entonces cómo
había terminado en esa posición? Se sentía patético por
querer llorar mientras preparaba a su novio, porque estaba
seguro de que ninguna persona normal lloraría en una
situación así.
Ah, después de todo, puede que él aún era demasiado
tonto e inocente, ¿eh? Pero incluso un chico tonto e
inocente, tenía el deseo de hacerle el amor al hombre que
jamás fue amado.
Jungkook, completamente atento a su tarea, notó el
cuerpo de Jimin tensarse bruscamente cuando intentó
empujar un segundo dedo. Buscando su rostro, se detuvo en
su mandíbula apretada y sus ojos fervientemente cerrados.
Necesitaba algo para distraerlo del ardor y dolor que
probablemente estaba sintiendo, así que ni siquiera dudó
cuando acercó su cabeza a su entrepierna.
Jimin abrió los ojos y respiró con fuerza cuando sintió la
lengua de Jungkook en su erección. Había pasado mucho
tiempo desde la última vez que el joven había tenido tal
atrevimiento y se impulsó en sus manos para poder apreciar
mejor como la cabellera castaña se movía entre sus piernas.
Jungkook lamía la longitud por completo, succionando de
vez en cuanto en la punta, y Jimin intentó no gemir en voz
alta cuando, yendo mucho más lejos, el menor lamió sus
testículos. Maldita sea, ya ni siquiera podía pensar en esos
dedos dentro de él, si ese chico se atrevía a llegar así de
lejos.
Jimin volvió a recostarse, gimiendo sin pudor ante la
atrevida lengua del menor. Sintió su mano libre acariciar su
base, jugueteando entre los vellos, y prácticamente se
retorció cuando finalmente deslizó el pene en su boca. Sus
caderas se movieron por si solas, queriendo llegar más
lejos. Jungkook luchó por manejar su respiración mientras
sus dedos se movían más rápidos dentro de él,
aprovechando su éxtasis. Casi perdió su coordinación
cuando el mayor tomó repentinamente su cabello,
deslizando su pene fuera de su boca para volver a
empujarlo dentro. Repitió la acción, tanto como aceleró el
vaivén de sus caderas y aumentó la fuerza en el agarre de
sus cabellos, pero Jungkook siguió trabajando con sus dedos
rogando para que sus reflejos no terminaran por arruinar el
momento. Jimin lloriqueó cuando Jungkook chupó de él con
fuerza y, contraria a todas sus acciones anteriores, tiró de
ese pelo castaño para alejarlo de él en vez de acercarlo.
―Vas a hacer que me corra demasiado pronto ―Se quejó
abiertamente. Jungkook respiró fuertemente, intentando
recuperarse, y quitó sus dedos de él para reincorporarse.
―Vamos a hacerlo, ¿sí? ―Pidió, alcanzado un preservativo
de la mesa para extendérselo.
Jungkook asintió aturdido y abrió el preservativo
cuidadosamente. Jimin apartó los cabellos que se pegaban a
su frente y observó fijamente como, con manos
temblorosas, el menor intentaba ponerse el preservativo.
Esa debía ser su primera vez, ¿no? No sabía que podía
sentirse enternecido de algo así.
―Jungkook-ah ―El castaño alzó la vista cuando Jimin
acarició su brazo delicadamente. ―Relájate
―¿Estás seguro de esto? ―Jimin asintió, inclinándose
sobre él para besar sus labios dulcemente. ―Intentaré ser
bueno ―Susurró tímidamente, provocando que el contrario
riera con ternura.
―Eres tú, eso ya es bueno ―Acarició su rostro,
recostándose en el colchón nuevamente. ―Vamos
Jungkook inhaló y exhaló, controlando sus nervios
mientras se posicionaba sobre Jimin. Besó sus labios con
parsimonia, acomodándose entre sus piernas para después
empujar suavemente dentro de él. Jimin se separó de su
boca y respiró con fuerza al sentirlo finalmente. Abrió sus
ojos, buscando su expresión. El menor trabajaba
lentamente, sin apuro, mientras le miraba fijamente con el
rostro contraído. Park tocó su rostro dulcemente,
conteniéndolo, al notar que el miedo aún estaba ahí.
―Está bien ―Susurró con una media sonrisa. ―Lo estás
haciendo bien
―Si lo dices es más vergonzoso ―Admitió, sintiendo su
rostro volverse rojo por completo.
Jimin rió delicadamente y él sonrió al verlo tan feliz. El
azabache se quedó sin aliento cuando Jungkook acarició su
rostro repentinamente, secando el sudor en su frente.
Mirándolo directamente a los ojos, su corazón se sintió
extrañamente oprimido ante su mirada cariñosa.
―Te amo ―Susurró el menor antes de besarle.
Ah, era eso. Jimin cerró sus ojos y lo besó de regreso,
sintiéndose eufórico. El menor continuó moviéndose
lentamente y, cuando finalmente estuvo adentro por
completo, quiso llorar ante la manera en que este besó su
rostro por todas partes, desapareciendo la tensión es sus
facciones producto del dolor. El azabache intentaba no
pensar en el pasado, pero era difícil no hacerlo si no
recordaba a nadie que hubiera sido tan amable con él.
Jungkook continuó besando su cuello, sus hombros, su
clavícula, y él sólo pudo entreabrir los ojos con la
apremiante sensación de ahogo debido al llanto. Pidió más,
seguro de que eso era lo que quería, y gimió en voz baja
cuando el contrario salió y empujó suavemente dentro de él,
repitiendo la acción cuidadosamente una y otra vez.
Jimin lo envolvió con sus piernas, queriendo sentirlo más y
más. Abriendo sus ojos para buscarlo de nuevo, pudo ver la
difusa imagen de un rostro que portaba una sonrisa
perezosa, pero una mirada intensa. Y Jimin siempre creyó
que él sólo podría sentirse insignificante en esa posición y
pequeño ante una mirada tan fuerte, sin embargo, fue todo
lo contrario. Se sintió grande y tan jodidamente amado. Las
embestidas, las caricias, la mirada amorosa, todo lo estaba
intoxicando del más puro amor. Nunca se había sentido tan
pleno en su vida, y la emoción terminó por desbordarse
fuera de él, convirtiéndose en lágrimas. Jimin se rompió y
lloró, queriendo saber por qué había tardado tanto en
experimentar algo tan mágico como lo que sentía. Jimin
lloró, adolorido emocionalmente por desperdiciar tantos
años llenando su corazón con emociones aún más vacías.
Dolía. ¿Por qué había permitido que doliera?
Se había perdido. ¿Por qué se había permitido perderse a sí
mismo?
¿Por qué había desperdiciado su adolescencia anhelando
cosas dañinas cuando sólo quería ser tan malditamente
amado?
―Shh... ―Jungkook susurró tiernamente, besando las
lágrimas de sus mejillas. ―Está bien, estoy contigo, sólo
déjalo ir, hyung
Y Jimin continuó llorando en sus brazos, aferrándose a él
con todas sus fuerzas. Sin sentirse tonto o ridículo, lloró
oculto en el hueco de su cuello, hasta que el dolor de su
corazón lo dejó. Y se sintió tan amado y enamorado del
joven que le hacía el amor, que suspiró su amor por él hasta
que finalmente se corrió. Jungkook empujó un par de veces
más, antes de correrse también. Y permanecieron
abrazados incluso después de eso.
Jungkook se retiró al rato, estirándose y tirando el
preservativo a la basura. Sintiendo sus propias piernas
como gelatina y sus músculos consumidos, tomó con
timidez papel para limpiar los restos de semen que
quedaron en ellos. Jimin se quedó en silencio, sonriendo
solamente cuando el castaño por fin estuvo de regreso junto
a él, mirándole interrogante.
―¿Estás bien? ―Preguntó en voz bajita.
―Muy bien ―Afirmó. ―Pero estaré aún mejor si ahora me
abrazas hasta que amanezca
―Uhm, sí, pero... sabes... aún estamos desnudos
―Murmuró, intentando no mirar hacia abajo, pero Jimin
carcajeó y tiró de la sábana sobre ellos, atrayéndolo a él.
―Puedo vivir con eso ―Por supuesto que Jimin podía vivir
con eso, ¡era Jungkook el que estaba demasiado
avergonzado de la excesiva intimidad! ―Gracias ―Susurró.
―¿Por qué? ―Jungkook miró fijamente su rostro, curioso.
―Por amarme tanto
Jungkook parpadeó un par de veces, sonriendo cohibido
después. Estirando su brazo para alcanzar el interruptor de
la lámpara, la apagó para luego envolver con sus brazos el
cuerpo ajeno, permitiendo a Jimin acurrucarse contra él.
―Y te amaré más mañana, hyung. Recuerda eso a diario
―Susurró, besando su cabeza con dulzura.
Jimin besó su pecho en respuesta, cerrando sus ojos para
finalmente descansar. Y, tal como le dijo Jungkook, recordó
sus palabras al día siguiente, y todos los que vinieron
después de ese.
Nota:
Yo iba a subir esto unas horas atrás, pero me pidieron ayuda
en algo y recién recuperé mi libertad (?). Respecto al fic,
sentía que era necesario que supieran cómo surgió/se
desarrolló su primera vez unu.
Lo gracioso de esto, es que en los primeros capítulos de
este fic siempre hay gente peleando sobre si esto es Jikook
o Kookmin. Bien, no es ni Jikook ni Kookmin, habría
especificado en el título como he hecho con el resto de mis
historias que sí tiene un top y bottom definido (?). Si
ustedes han leído hasta este punto de Gris, de verdad
esperaba que entendieran que esta pareja no es mucho de
encasillarse o etiquetarse. En más de un capítulo Jungkook
recalcó que Jimin no debería de sentirse menos por recibir
ciertos tratos, así como Jimin reconoció para sí mismo que él
no sería más débil o vulnerable sólo por permitir que
Jungkook cuidara de él también; este extra es la prueba de
su propio "crecimiento como personaje". No hay roles aquí y
fin de la historia. Estereotipos de rol mucho menos.
Y eso es todo. Admito que me dio flojera revisar esto, así
que espero que no se me hayan pasado muchos errores
JAJAJA.
¡El próximo extra se centrará en el JinSu! Hasta
entonces~
( ˘ ³˘)♥
Extra 3: Correcto

[20 de octubre de 2017]


―¿Pediste una suite para nosotros? ¿Es en serio?
―Seokjin giró hacia su hermano mayor luego de que este
les abriera la puerta del que sería su dormitorio. ―Una
habitación normal con dos camas hubiera sido suficiente
―Ustedes son pareja, ¿por qué dormirían en camas
separadas? ―Yoongi sintió sus orejas calentarse, pero fingió
estar entretenido en explorar la habitación en vez de
prestar atención a la charla de esos hermanos. ―Seokjin,
eres un adulto, me da igual lo que hagas en tu intimidad, no
actúes tan recatado conmigo. ¿De verdad prefieres una
habitación con dos camas?
Seokjin hizo una mueca con los labios, buscando con la
mirada a su novio. Este seguía mirando un punto fijo,
jugando con sus manos, y sabía que no emitiría ninguna
opinión al respecto. No le molestaba compartir cama con él,
era lo que hacía con frecuencia, pero se cuestionaba cuál
sería la reacción de sus padres si comenzaban a indagar
sobre su estadía. Él ya se sentía lo suficientemente tenso
con sólo el hecho de tener que verlos.
―No te preocupes por mamá y papá ―Murmuró
Sunghyun, como si fuera capaz de leer sus pensamientos.
―Has llegado lejos sin el apoyo de ellos, Seokjin, así que
eres dueño de tu vida totalmente. Por lo demás, déjamelo a
mí ―Presionó su hombro ligeramente, sonriendo con
confianza. ―Te veré mañana, descansa. Buenas noches,
Yoongi
El menor giró en el momento exacto para despedirse de
él, viendo como cerraba la puerta. Sus ojos se desviaron
hacia Seokjin cuando este caminó hasta el sofá, dejándose
caer pesadamente en él. Difícilmente le había visto tan
estresado desde que lo conoció, así que no sabía
exactamente qué hacer.
―¿Sabes por cuánto tiempo han estado comprometidos?
―Preguntó de repente el mayor. Yoongi negó con la cabeza
y se acercó a él con cuidado. ―Un año. Y antes de ello, han
estado en una relación por 3 años. Conociendo a mi
hermano, él se habría casado hace mucho, pero... ―Sacudió
su cabello, ofuscado. ―Creo que él lo pospuso para
tenernos a todos aquí. Mis padres jamás han querido verme
desde que dejé nuestro hogar, así que la única forma en la
que compartamos en el mismo espacio es porque él ha
logrado convencerlos después de todo este tiempo. Odio
que haga eso
―¿Qué cosa? ―Yoongi se sentó junto a él. ―¿Que sea
considerado? ¿Que luche para unir a su familia en el que
podría ser el día más importante de su vida? ―Seokjin lo
miró. ―No digas que odias su esfuerzo y su tiempo, porque
sabes cuánto significa esto para él. Recuerda que estamos
aquí por él, ¿sí? ―Pidió, dando palmaditas en su rodilla.
―¿Por qué incluso para reprocharme mi mala actitud,
terminas siendo tan agradable? ―Cuestionó agitando su
cabeza, pero Yoongi sólo rió por su dramatismo. ―¿Podría
pedirte un favor? ―Su voz se suavizó luego.
―¿De qué se trata?
―A mi hermano no le preocupa mi sexualidad ―Señaló lo
evidente. ―Pero su boda sigue siendo un evento importante
y odiaría llamar la atención, los focos no son para mí en su
noche. Así que, ¿podríamos ser prudentes el uno con el
otro? ―Pidió, sus ojos expresando pena. ―No lo pido porque
intente ocultarte, es sólo que...
―Soy un hombre inteligente, Seokjinie ―Lo interrumpió.
El azabache sonrió abiertamente y rozó sus labios
amorosamente contra su sien.
―Lo eres, por eso estoy tan enamorado de ti ―Yoongi
entornó sus ojos mientras sentía más besos ser repartidos
por su rostro. ―Ahora, vamos a darnos un baño. El viaje ha
sido duro ―Tomó su mano, tirando de él. ―Pediremos
servicio a la habitación después de eso. Voy a llenarte de
comida, porque la comida es equivalente al amor
Yoongi rió y se dejó guiar por él. Si un baño y comida
harían que Seokjin se tranquilizara por un momento,
entonces eso estaba bien para él. Yoongi no admitiría que
estaba tan nervioso como Seokjin de estar ahí, pues,
después de todo, probablemente él también tendría que
encontrarse de frente con los padres del chico.
Sólo que la calma en el mayor de los dos, duró lo que duró
la comida. Aún con las luces apagadas y el silencio total,
Yoongi se quedó observando el techo fijamente, sin conciliar
el sueño, mientras su novio daba vueltas sobre sí mismo
más de una vez.
Nunca había sido tan difícil dormir antes. Por lo general,
ellos sólo se abrazarían y rápidamente llegarían al mundo
de los sueños. Pero ahora ni siquiera estaban abrazados,
porque Kim estaba demasiado inquieto. Yoongi terminó
suspirando mientras se preguntaba cómo podrían salir de la
cama mañana.
―Lo siento ―Murmuró el azabache de repente,
quedándose finalmente quieto mientras observaba el techo
como él. ―¿Qué pasa si no voy?
―Ya llegamos hasta aquí ―Le recordó. ―Y es la boda de
tu hermano. Estaré ahí contigo ―Buscó su mano por debajo
de las sábanas, tomándola con fuerza.
―Estoy nervioso ―Admitió. Y fue tan evidente, que Yoongi
rodó los ojos. ―Tan nervioso, que ni siquiera puedo comer
en paz
―Bebé, repetiste dos veces esta noche
―Dije que no podía comer en paz, no que no podía comer
―Se quejó rápidamente, ofendido. ―¿Sabes lo que es
comer cuando estas nervioso? Tu cerebro no lo procesa bien
y tienes problemas de digestión ―Yoongi comenzó a reír.
―¡Hey! ―Volvió a quejarse, pero se calmó cuando Yoongi
rodó sobre su costado para buscarle con la escasa luz
proveniente del balcón.
―¿Te sientes mal? ―Preguntó, acariciando sus cabellos.
―Ando con mi botiquín, sé que debo tener algo ahí que
pueda servir
―Estoy bien, sólo estaba exagerando un poquito
―Confesó tímidamente. Yoongi sonrió y buscó sus labios,
rozándolos con gentileza. ―En realidad quiero verlos,
¿sabes? Pero me asusta que ellos no quieran verme a mí. He
sido un hijo desagradecido
―¿Por qué piensas eso?
―Siempre me dieron todo lo que quería y se preocuparon
mucho por mí, no son realmente malos... ―Murmuró. ―Sólo
no estaban de acuerdo con mi elección universitaria, pero
yo he dejado la casa sin siquiera dudarlo. Hasta hoy, jamás
los he buscado ni llamado
―Creo que llevaron la situación a una extremo
innecesario ―Admitió. ―Pero está bien que tomaras las
riendas de tu vida, tienes que hacer algo que te haga feliz
―Lo apoyó. ―Respecto a tus padres, sólo queda intentar
arreglarlo. Si ellos son buenos, pondrán de su parte también
―Hmm... ―Seokjin pasó sus brazos por su cuerpo,
atrayéndolo a él y besando sus labios. ―Seré más optimista
―Yoongi asintió, besándolo de vuelta. ―Y no es que quiera
cambiar de tema, pero Jungkook no ha contestado mis
mensajes
―Está con Jimin ―Acarició su mejilla. ―Déjalo tranquilo
―Creo que ellos lo han hecho ―Yoongi comenzó a reír.
―Hey, ¡estoy hablando en serio! Jungkook me ha
mencionado hace unos días que quería hacerlo con él, ¡así
que mi ausencia ahí era su oportunidad perfecta!
―Jungkook no es un niño virgen, si él eligió hacerlo, no
hay nada de qué preocuparse ―Guardó silencio unos
segundos, pensativo. ―¿Has dejado tus cosas en el mueble,
cierto?
―Sí
―Entonces estará bien ―Sonrió. Seokjin bufó y Yoongi
volvió a reír, tocando delicadamente sus labios. ―No te
pongas nervioso por Jungkook. En realidad, pareces experto
en ponerte nervioso por todo. En nuestra primera vez
también eras el más nervioso de los dos, y es necesario
recordarte que yo era el sujeto sin experiencia
―¡Estaba nervioso porque tenía que hacerlo muy especial
para ti! ―Yoongi continuó riendo y Seokjin mordió uno de
sus dedos, provocando que el contrario cortara su risa en un
quejido. ―¡Deberías agradecer por tener un novio tan
atento!
―Mi novio atento casi me arranca el dedo
―¿¡Por qué estás siendo así de exagerado!? ―Yoongi
sonrió.
―Estoy pasando demasiado tiempo contigo
Seokjin puso los ojos en blanco, buscando la mano que su
novio había apartado. Besó dulcemente su dedo como
compensación por su supuesta agresividad.
―No puedes sanar mi corazón con un beso, Seokjinie
Seokjin comenzó a reír ruidosamente, adorando lo
enfurruñado que se escuchaba Yoongi en ese momento. Por
lo general, su novio era bastante maduro, así que adoraba
cuando actuaba algo caprichoso. Yoongi torció el gesto
cuando Seokjin volvió a tomar su dedo entre sus dientes,
esta vez cerrando su boca alrededor de él para chuparlo.
―Seokjinie... ―Comenzó a decir, pero enmudeció cuando
el mayor soltó su dedo con un ruido obsceno.
―No puedo dormir cuando tengo hambre, Yoongi
―Empujó suavemente de él, obligándolo a recostarse sobre
su espalda. ―Así que voy a comerte esta noche y luego
dormiremos como angelitos, ¿te parece? ―Sonrió
abiertamente, tirando de la sábana lejos y subiéndose sobre
él.
―Pensé que habías dejado las cosas para Jungkook
―Murmuró, soltando una risita tímida cuando sintió sus
húmedos labios contra su cuello.
―Soy un hombre preparado. ¿Cómo puedes pensar que
vendría un fin de semana a la isla y no aprovecharía el
momento? ―Contestó indignado, pero sonrió cuando Yoongi
rió en respuesta. ¿Por qué él siempre tenía que actuar tan
lindo? ―¿Te divierto, Min Yoongi?
―Me haces feliz, idiota
Respuesta correcta. Seokjin besó sus labios
amorosamente y descendió por su cuerpo, tirando de sus
prendas inferiores para desnudarlo. Yoongi cerró sus ojos y
se aferró a la cama cuando Seokjin simplemente lo tomó
con su boca, sin esperar. Seguramente la noche sería más
larga de lo planeado, pero sonrió internamente ante la idea
de que, definitivamente, después descansaría como un
angelito.
Siempre que hacía el amor con Seokjin, sólo había
felicidad.
♢♦♢♦♢
Yoongi perdió a Seokjin luego de la ceremonia. Debido a la
fiesta, varias personas habían estado interponiéndose en el
camino del mayor para saludarle y saber de él, y llegó a un
punto en que Yoongi, por guardar distancia, simplemente lo
perdió de vista.
La mayoría ahí lucía como si tuvieran mucho dinero,
usando trajes costosos y joyas, haciéndolo sentir fuera de
lugar. Y no es que Yoongi no estuviera luciendo un traje
también, pero se sentía intimidado al ver a los invitados,
sobre todo considerando que él no era el tipo de persona
que asistía a ese tipo de eventos. Mirando su celular con
inquietud, suspiró con pesar al notar que Seokjin aún no
había respondido su mensaje. Aunque sólo habían pasado
10 minutos, él podía sobrevivir un poco más solo, ¿cierto?
Mientras el resto no lo notara, estaría bien. Yoongi no
quería responder preguntas de dónde venía y mucho menos
estrechar la mano de desconocidos mientras sus propias
manos sudaban.
―Luces como un tomate, ¿estás bien? ―Yoongi dio un
respingo cuando escuchó la voz del hermano de Seokjin.
―Tranquilo, ten esto y relájate un poco ―Sunghyun rió un
poco mientras le extendía una copa, pero Yoongi se limitó a
negar con la cabeza, rechazándola. ―¿Supongo que mi
hermano ha sido secuestrado y por eso estás solo? Perdón
por eso, ha pasado tanto tiempo desde que él ha asistido a
una fiesta, que seguramente todos lo busquen para saber
de su vida
―Sé que eso no le gusta, pero él es bueno tratando con la
gente ―Murmuró.
―Seokjin siempre ha sido el más carismático de la familia,
creo que por eso nuestros padres se decepcionaron al
escuchar que él quería ser actor, en vez de ayudarnos en
nuestras relaciones públicas. Habría sido un socio elocuente
al momento de negociar ―Rió entredientes, pero calló al
notar que Yoongi continuaba pensativo. ―No tienes que
preocuparte, Yoongi, la noche marchará bien ―Lo
tranquilizó, palmeando amigablemente su hombro.
―Y supongo que tú eres el optimista de la familia
Sunghyun rió, asintiendo despreocupado. Yoongi sintió
que palidecía más de lo usual al ver a las personas que se
dirigían a ellos, mientras su cuñado continuaba parloteando
junto a él.
Los padres de Seokjin.
―Sunghyun ―El hombre guardó silencio y se giró hacia su
madre con una sonrisa, incluso si esta lucía seria. ―¿Qué
haces dando vueltas por ahí? Deberías estar con tu esposa
―Acabo de casarme, mamá, tenemos toda una vida por
delante para estar juntos ―Respondió con ligereza, sin
perder su buen humor. ―Además, tengo derecho a hablar
con mis invitados, ¿no? ―Y ahora rodeó al joven por los
hombros. ―Este es Min Yoongi, se los presento
―Eres el muchachito que ha llegado con Seokjin ―Yoongi
se tensó mucho más cuando el padre de los chicos lo miró
fijamente, como si lo estudiara.
―Es su novio ―Agregó Sunghyun, su sonrisa
ensanchándose más y más.
―Bien, otro ―La mujer intentó no rodar los ojos mientras
pasaba su atención desde el desconocido hasta su hijo
mayor.
―No digas otro, mamá, haces sonar a Seokjinie como un
casanova y no es cortés con su pareja aquí ―Sunghyun
habló sin perder la suavidad en su tono. ―Ellos van en serio,
así que podrían comenzar a intentar componer esta familia
en vez de separarla más
―Sunghyun-ssi... ―Comenzó a decir Yoongi, demasiado
incómodo entre todos. ¿Dónde estaba Seokjin? ¿Por qué
Sunghyun había tenido que presentarlo sin consultárselo?
―Es tu hermano el que no quiere que esta familia se
componga ―Respondió tajantemente la mujer. ―Comenzó
esto al irse de casa. Ha demostrado con creces no saber
comportarse como un adulto
―Pero irse de casa para estudiar lo que ha elegido no lo
vuelve alguien inmaduro ―Defendió Yoongi sin pensarlo. Ni
siquiera volvió a sentirse intimidado cuando todas las
miradas se posaron en él. ―Creo que se necesita un mínimo
de valentía para dejar una vida llena de comodidades y
reemplazarla por un pequeño dormitorio estudiantil. Y no
sólo eso, sino que él lo ha hecho solo hasta el final. Por
supuesto que Sunghyun-ssi ha estado ahí, pero él es su
hermano, no sus padres. ¿Cómo pueden pensar bajo de
alguien que el próximo mes estará obteniendo su título por
mérito propio? ¿Los padres no deberían estar orgullosos de
los logros de sus hijos? No todos tienen la voluntad para
llegar tan lejos
―Yoongi- ―Quiso interrumpirlo Sunghyun, pero el menor
continuó. Si ya había comenzado, sólo iba a terminarlo.
―Seokjin-ssi es un chico fantástico, y ningún trabajo o
título puede cambiar eso, incluso si el resto no sabe darle el
valor que merece
―Eres su pareja ―El mayor de los hombres lo interrumpió,
conservando una expresión solemne y una mirada analítica.
―Ninguna de sus parejas se ha atrevido a ser tan
impertinentes con nosotros antes
―Bueno ―Yoongi arrastró una risita amarga,
encogiéndose de hombros. ―Salgo con su hijo. Debo
gustarle a él, no a ustedes. Y debo apoyarlo a él, no al resto
Sunghyun cubrió su boca, intentando no reírse
escandalosamente por la manera en que sus padres
miraban al pequeño chico junto a él. Finalmente, él era más
que un cachorro asustadizo, ¡era bueno ver lo mucho que
quería y apoyaba a su hermano! Cada minuto que pasaba
conociendo a Yoongi, le simpatizaba más. Él no tenía que
preocuparse por el futuro de su hermano si en ese futuro
había un chico que lo apreciaba correctamente por lo que
era.
―Ah, él es tan encantador, por eso mi hermanito lo quiere
tanto ―Sunghyun palmeó amigablemente el hombro de
Yoongi por enésima vez y luego alzó su rostro sonriente.
―Por cierto, Seokjinie, ¿cuánto tiempo piensas quedarte ahí
mirando?
Yoongi parpadeó aturdido, quitando su mirada de los
padres de su novio para girar en busca de este. Había
estado tan centrado en la charla, que ni siquiera había
notado su llegada.
―Sí, lo siento ―Seokjin murmuró, parándose frente a sus
padres cuando estos giraron a verlo. ―Mamá, papá ―Hizo
una pequeña reverencia para ellos. ―Me alegra ver que
están bien ―Actuó naturalmente, como si no hubieran
pasado más de 4 años desde la última vez que se había
reunido con ellos.
―Y aparentemente, tú también lo estás ―Seokjin se
enderezó, enseñando una sonrisa relajada a su padre.
―¿Cuándo es tu graduación?
―17 de noviembre ―Respondió, inclinando su cabeza
hacia un lado, luciendo más angelical. ―¿Por qué? ¿Están
planeando ir? Soy un buen chico, podría darles invitaciones
si lo piden humildemente
Su padre negó con la cabeza, rendido. Su madre le dio la
espalda para irse, dando la conversación por terminada.
―Hablemos mañana ―Dijo el señor Kim, girando hacia
Yoongi, quien había permanecido como estatua. ―¿Cómo
dijiste que te llamabas, muchacho?
―Min Yoongi
―Min Yoongi, de acuerdo. Llévalo a almorzar con nosotros
mañana ―Le dijo al menor de sus hijos.
―¿A mí? ―Yoongi apenas habló, asustado. ―Pero yo-
―Eres su novio, así que tienes que acompañarlo
―Interrumpió la señora Kim, tomando la mano de su esposo
para apurarlo. ―Y tú, Sunghyun, regresa con tu esposa
ahora, se supone que es su noche especial
―Ya escuché, noche especial, de acuerdo ―Se marchó
junto a ellos, aun riendo y bromeando.
Yoongi dejó escapar el aire que había retenido, girando
hacia Seokjin, quien miraba fijamente a su familia alejarse.
Tras verle desaparecer entre los invitados, giró hacia él para
enseñarle una sonrisa.
―Hey, lo siento por perderte, el resto me ha retenido
demasiado tiempo ―Se acercó al menor, acariciando
dulcemente su mejilla. ―Es sorprendente, creo que ellos no
están enojados, sino que fingen estarlo. Son tan orgullosos
―Rodó los ojos.
―¿Por qué quieren que almuerce con ellos? ―Preguntó en
voz baja, aún nervioso. ―No fui muy encantador
―Te escuché, fuiste mucho más que encantador ―Rió
abiertamente y Yoongi bufó. ¿Por qué todos en esa familia
eran tan raros? ―Mis anteriores parejas se preocupaban
más de agradarles a mis padres que a mí, supongo que ha
sido una sorpresa para ellos. Si te invitan a comer es porque
les caes bien, ya te he dicho que el camino al corazón es el
estómago
―Ah, entonces es de familia arreglar todo con comida
―Murmuró.
Seokjin asintió, lanzándole un beso. Yoongi sintió su rostro
enrojecer, pero no permitió que eso lo desestabilizara. El
parloteo del lugar subió su volumen y ambos giraron para
ver como la gente se dispersaba para darle espacio a los
novios, quienes caminaban hasta el centro para bailar.
―He estado pensando en esto todo el día ―Yoongi dejó de
mirar a la bonita pareja para ver a su novio. ―¿Vas a
casarte conmigo, cierto?
―¿No es demasiado pronto para pensar en eso? ―Rió en
voz baja, apartando su rostro con timidez. ―Creo que
primero debemos establecernos y luego preocuparnos de
ese tipo de cosas. Además, no es como si pudiéramos
casarnos aquí
―¿Entonces qué? ¿Debería esperar hasta los 40 años? ¿O
hasta que un matrimonio entre nosotros sea legal aquí?
―Preguntó con seriedad.
―¿¡Por qué tardaríamos 20 años en establecernos!?
―Sobrerreaccionó y Seokjin comenzó a reír. ―¿Y los 40 años
no es algo viejo? No, no podemos esperar a que las reglas
se cambien aquí o quizás moriremos sin casarnos
―Amo tu optimismo, Yoongi ―Tomó su mano. ―Entonces
te raptaré e iremos a un país donde sea legal, incluso si no
sea legitimo una vez volvamos. Puedo vivir con eso ―Ahora
Yoongi rió. ―Y será a los 30. ¿Quieres casarte conmigo
cuando cumpla 30 años?
―¿Me seguirás amando en 7 años más? ―Lo miró
fijamente.
―Mientras sea correcto hacerlo ―Sonrió juguetonamente.
―Pero todo a tu lado es correcto, así que por ti creeré
incluso en la reencarnación, porque planeo amarte incluso
en nuestra próxima vida
Yoongi lo miró en silencio, sin saber cómo responder.
Seokjin sonrió con dulzura y lo atrajo a sus brazos,
presionándolo amorosamente contra él. La mayoría estaba
entretenida observando a los novios, así que poco
importaba las muestras de afecto entre ambos. Y si los
miraban, ¿qué importaba? Ese chico pertenecía a sus
brazos.
―Te amo ―Susurró a su oreja. Yoongi suspiró y escondió
su rostro contra él, feliz de no tener que mostrar su rubor.
―Te amo también ―Se aferró a él con fuerza. ―Así que
tienes que casarte conmigo en 7 años más
Seokjin apoyó sus labios contra su frente, susurrando una
promesa. Y mientras cerraba sus ojos, sólo por un segundo,
imaginó un futuro donde eran ellos los que decían sus votos
matrimoniales.
♢♦♢♦♢
Seokjin se detuvo en el marco de la puerta cuando, tras
abrirla, encontró que su dormitorio estaba siendo ocupado
por dos personas. Y no es que fuera sorprendente ver a
Jungkook y Jimin pasando tiempo juntos, pero se suponía
que su compañero debía de estar tomando su turno en el
café hasta el cierre. En cambio, estaba durmiendo
profundamente acurrucado contra su novio, quien despegó
sus ojos de su celular al ver quienes habían llegado.
―¿Qué haces aquí? ―Fue lo primero que preguntó
Seokjin, dejando caer su bolso en el piso. Yoongi ingresó,
acomodando su propio bolso sobre la cama de su novio,
como si la otra pareja no estuviera ahí.
―Hola para ti también, hyung, me alegra ver que han
llegado bien de su viaje ―Jimin sonría burlonamente. ―Y,
bueno, mi novio vive aquí, así que le estoy haciendo
compañía
―¿Y qué hace Jungkook aquí? Tenía turno completo hoy
―Le recordó de brazos cruzados. Yoongi aprovechó que
estaban enfrascados en la conversación para revisar
sigilosamente la mesa de noche de Seokjin y, tras cerrar el
cajón, volteó hacia Jungkook que seguía durmiendo.
―Sólo trabajó medio turno, hizo un cambio con su
compañera
―¿Por qué?
―Porque quería pasar la tarde conmigo. ¿Por qué haces
tantas preguntas? ―Jimin rió en voz baja mientras
acariciaba la revoltosa cabellera castaña escondida contra
él.
―De acuerdo ―Seokjin enarcó sus cejas mientras miraba
al menor. ―Jungkook, despierta, estoy aquí ―Llamó.
―Jungkook, vamos a cenar, no es momento de dormir
―Elevó su voz, pero el menor siguió durmiendo
profundamente. ―¿Hay una razón para estar tan cansado al
menos? ―Cuestionó, señalándolo con el dedo. Yoongi se
apresuró en ir hasta él para bajar su dedo acusador e
intentar convencerlo de salir. ―¡Sólo estoy intentando
despertarlo!
―Estás actuando sobreprotector, no lo hagas con
Jungkook despierto
―¡Pues él aún está dormido!
Jimin siguió riendo, encontrando la situación cómica. ¿Por
qué Seokjin lo miraba como si acabara de hacer algo
horrible? ¿Qué era lo que hacían los novios cuando estaban
a solas? Ese no era su problema.
―Hey, Jungkookie ―Fue él quien llamó esta vez, dando
palmaditas en su espalda. ―Tus amigos están aquí e iremos
a cenar, así que despierta. No vas a perderte la comida,
¿cierto?
Jungkook se removió, aplastando más su rostro contra la
playera del contrario al sentir las palmaditas en su espalda.
Intentando despejar su sueño, se separó de él y miró hacia
arriba, buscando su rostro. Jimin lo miraba con una sonrisa y
él también sonrió, arrastrándose hacia arriba para alcanzar
sus labios en un dulce beso. Seokjin quiso cubrir sus ojos
ante los brillos que parecían desprender ambos a su
alrededor.
―Oh, por Dios, basta, los esperaremos afuera ―Jungkook
se separó de Jimin, frotando sus ojos. Miró con curiosidad a
sus amigos cuando finalmente se encontró con los rostros
expectantes de estos. ―Vístanse rápido para ir a comer, ¿de
acuerdo? Es mi último domingo aquí, así que yo invito ―Giró
sobre sus talones, arrastrando a Yoongi consigo.
―Pe-Pero... ―Jungkook levantó el cobertor, mirando lo
que había bajo este. ―Hyung, estamos vestidos
―¡Sólo apúrense!
Seokjin cerró la puerta mientras escuchaba la divertida
risa de Jimin. Intercambiando una mirada con Yoongi, ambos
asintieron con convencimiento ante lo obvio. Ellos habían
perdido la última gota de pudor entre ambos.
―Jungkook tiene 20 años ―Dijo discretamente Yoongi. ―Y
Jimin parecía feliz
―Yo también estaría feliz en su lugar ―Rió entredientes,
sacudiendo su cabeza. ―Así que todo salió bien entre
ambos, como sea, es un alivio ―Lo miró fijamente. ―Ahora
no me sentiré tan culpable por decir esto
―¿Decir qué? ―Yoongi lo miró sin comprender.
―Ven a vivir conmigo a partir de tu próximo ciclo ―Soltó
sin más y la expresión del menor quedó en blanco. ―¿Las
ventajas? Nos veremos todos los días, probablemente mi
departamento esté más cerca del lugar donde harás tus
prácticas, cocinaré para ti y tu familia no tendrá que seguir
costeando el dormitorio
―¿Y las desventajas?
―Estaba pensando en que Jungkook estaría solo aquí y
eso nos haría sentir mal, pero, ¿quieres que sea honesto?
Creo que él estará bien por su cuenta ―Sonrió nostálgico.
―Seguiremos viéndolo, pero tiene otra persona además de
nosotros. Creo que podemos confiar en Jimin ―Yoongi
permaneció en silencio. Seokjin tomó sus manos entre las
suyas, fijando sus ojos en los de él. ―Puedo esperar 7 años
por una boda, Yoongi, pero si puedo tenerte cerca de mí,
entonces quiero que sea cuanto antes. ¿Crees que puedas
vivir conmigo?
―Bueno, creo que he estado viviendo contigo desde que
te conocí ―Admitió en voz bajita, pues pasaba más tiempo
metido en el dormitorio de su novio que en su propio
dormitorio. ―Yo-uh... hablaré con mis padres para mudarme
Seokjin sonrió, abrazándolo con fuerza para luego besar
su frente con ternura. Yoongi suspiró, intentando recordar
como era su vida antes de él, pero simplemente no pudo.
Amaba a ese chico y no recordaba cómo se vivía sin amor.
Tampoco quería recordarlo, de todos modos. Así que, si
Seokjin le pedía que vivieran juntos, iba a hacerlo, porque
su corazón le decía que era lo correcto.
Y desde que conoció a Seokjin, su corazón jamás se había
equivocado.
Nota:
Con este extra se confirma que el SIN está viviendo juntos,
por más obvio que sea uwu. De hecho, fueron los primeros
en convivir. Y bueno, la relación de Seokjin con su familia sí
marchó bien.
Iba a subir esto más temprano, pero se me presentaron
unos problemas, así que aquí está. En este lado del mundo
ya es viernes, así que consideraré esto un viernes de gris (?)
JAJAJA.
Extra 4: Enhorabuena

[17 de abril de 2020]


―¿Vas a pasar la noche afuera, hyung?
Jungkook dejó de ordenar su bolso para girar hacia
Jaemin, su compañero de dormitorio que acababa de llegar,
cargando unas bolsas con compras. Le dedicó una sonrisa
tímida en respuesta ante la curiosidad en sus ojos, como si
este supiera de antemano cuál era su destino.
―Sí ―Finalmente dijo, cerrando su bolso. ―En realidad,
estaré fuera todo el fin de semana. Jimin no tiene
presentaciones y yo voy bien con mis prácticas, así que
aprovecharemos el tiempo ―Acomodó el bolso en su
hombro, volviendo a mirarle. ―¿Estarás bien sin mí?
―También soy relativamente un adulto, ¿sabes?
―Contestó, dejando sus bolsas sobre su escritorio para
luego buscar algo en su cajón. ―Eso es genial, quiero decir,
pasar un fin de semana con la persona que te gusta. Los
superiores hablan de ustedes todo el tiempo, son tan
populares ―Jungkook suspiró silenciosamente,
preguntándose cómo la gente seguía hablando de ellos
incluso tras la graduación de Jimin. Quizás no era de mucha
ayuda que este siempre publicara fotos y vídeos de ambos
en sus redes sociales. ―Envíale mis saludos a hyung y...
aquí ―Jaemin giró sosteniendo un sobre, el cual le extendió.
―Tomé la correspondencia hoy. Me dijiste que tirara las
cartas de tus admiradores, pero creo que esto es algo
diferente
Jungkook rió en voz baja, sintiendo un poco culpable por
como sonaban esas palabras. Su popularidad no había
decrecido con sus años ahí y el inicio de cada ciclo era
sinónimo de cartas de chicas, y a veces hasta de chicos, en
su buzón. Él no fingiría estar interesado cuando no lo
estaba, así que Jaemin, desde su llegada, había estado
deshaciéndose de las cartas y recordándole a las personas
que su compañero estaba felizmente en pareja.
Tomando finalmente el sobre, su sonrisa se esfumó al ver
el remitente.
―¿Hyung? ―Llamó Jaemin al notar el cambio en su
reacción.
―No es nada, yo-debo irme ahora ―Murmuró, tirando el
sobre al interior de su bolso. ―Nos vemos el domingo, no te
saltes las comidas
―Hasta entonces, hyung
♢♢♢♢♢
―¿Por qué quieres venir a ver el lugar donde vivo?
―Preguntó Jimin al celular, apagando la olla al notar que los
fideos ya debían estar en su punto. ―Mamá, es un lugar
pequeño, mejor ven cuando me mude a un lugar más
grande, hasta podría hacerte un tour ―Bromeó al final,
apoyándose en la encimera.
―¿Llevas unos meses viviendo solo y ya planeas
mudarte? ¿Tan bien te está yendo en el trabajo? ―Jimin
peinó sus cabellos hacia atrás, riendo.
―Me alcanza para vivir decentemente, no para un lugar
más grande ―Admitió. ―Pero cuando me mude con
Jungkook, podremos pagar un lugar a medias. ¡Así que
pasaré sólo unos meses aquí hasta que él termine sus
prácticas y encuentre un trabajo! Es el mejor en el ranking,
y está haciendo sus prácticas en un lugar grandioso, sé que
tendrá ofertas de trabajo incluso antes de la graduación
―Habló con orgullo.
―¿Ya decidieron que vivirán juntos después de que él se
gradúe? Ustedes no están perdiendo el tiempo
―Bueno ―Jimin carraspeó, soltando una risita nerviosa.
―Así como decidir... pues no ―Musitó. ―Pero Jungkookie es
mi novio y no puede vivir sin mí, sé que él estará de
acuerdo con la idea de vivir juntos
―¿No serás tú el que no puede despegarse de él? ―Se
mofó. ―De todas formas, faltan meses antes de que
Jungkook se gradúe, así que igual te visitaré para saber
cómo vives ―Jimin abrió la boca, intentando contradecirle,
pero su madre fue más rápida en continuar. ―Sé que te has
vuelto independiente desde hace tiempo, pero no es lo
mismo un dormitorio en la universidad que esto. Tienes el
día libre mañana, ¿cierto? Compraré un boleto de tren y-
―Mañana no ―Interrumpió de inmediato, sintiéndose
avergonzado un segundo más tarde por lo ansioso que
había sonado. ―Es que-yo... ―Balbuceó. ―Pasaré mi fin de
semana con Jungkook. Lo siento, sé que debo sonar como
un hijo terrible, pero de verdad ya había planeado dedicarle
este tiempo, mamá ―Hizo un puchero, incluso si ella no lo
veía. ―¡Mejor ven la próxima semana y hasta almorzamos
juntos!
―¿De verdad me estás desplazando por tu novio, Park
Jimin?
―No es que quiera desplazarte, mamá ―Sonrió. ―Es sólo
que mi novio puede cubrir necesidades que una madre
jamás podrá. Tienes que aceptarlo, es parte de crecer
―Habló con inocencia.
―Sí, no quiero detalles sobre la vida de mi hijo
―No he hecho nada que tú no has hecho ya ―Se burló,
sobresaltándose al escuchar golpes en la puerta. ―Él está
aquí, ¡te hablo después!
―Sí, sí, como si fueras a recordarme con Jungkook ahí.
Déjale mis saludos y dile que almorcemos juntos el próximo
fin de semana
Jimin se despidió con el sonido de un beso, dejando el
celular en el olvido para colar los fideos. Haciendo todo en
cosa de segundos, se apresuró hacia la entrada para
encontrarse con Jungkook. La sonrisa se plantó en su boca
cuando sus miradas se toparon.
―Estás aquí
―¿Sí...? Tú me invitaste ―Le recordó, soltando una risita.
―Así que estoy aquí
Jimin tiró de él, parándose en puntillas para alcanzar sus
labios. En situaciones como esas recordaba lo mucho que
odiaba los botines de Jungkook que lo hacían ver incluso
más alto de lo que era, y tampoco ayudaba que él se
encontrara sólo en pantuflas. Quizás podría reemplazar sus
botines por zapatillas de ballet cuando durmiera, así al
menos se aseguraría de reducir unos cuantos centímetros la
distancia que los separaba.
―Vamos adentro, preparé la cena
Jungkook cerró la puerta tras de sí y se quitó sus botines,
dejando incluso su bolso tirado en la entrada. El camino de
Jimin hacia la cocina se vio interrumpido cuando el menor lo
abrazó por la espalda, escondiéndose en su cuello.
―¿Jungkookie? ―Llamó confundido por su actitud. El
castaño solía actuar mimoso, pero no cuando la comida
esperaba por ellos. ―¿Sucedió algo?
―Quiero estar contigo ―Murmuró.
Jimin giró, obligando a Jungkook a separarse de él. El
menor estaba haciendo pucheros, atacando su corazón, y
decidió que podrían tomarse unos cortos minutos antes de
cenar. Retrocediendo hasta toparse con su sofá, sonrió
cuando al sentarse, Jungkook rápidamente captó el
mensaje, subiendo a su regazo y enganchándose de su
cuello.
―¿Qué sucedió, amor? ―Preguntó suavemente,
acariciando sus cabellos. Jungkook estaba entretenido
rozando sus narices en un beso esquimal. ―¿Algo salió mal
en tus prácticas? ¿La hija de tu jefe ha decidido que pintarte
las uñas no es suficiente y que deberías comenzar a llevar
vestido? ―Bromeó.
―Hyung ―Gruñó, distanciándose de él. ―Mis uñas son de
color vino esta noche, ¿ya te fijaste? ―Le mostró una de sus
manos, haciéndole reír. ―Y no hay nada de vestidos aún, no
llames a la mala suerte
―Pero eres el más bonito en vestido, Kookie ―Besó su
barbilla con dulzura, pero este sólo rodó los ojos.
―No me has visto con vestido
―No ―Aceptó, una sonrisa maliciosa deslizando por sus
labios. ―Pero te he visto en tutú
Jungkook rió en voz baja, separándose de él para mirarle a
los ojos. Podía ver que una idea estaba pasando por su
cabeza y se lamentaba, vagamente, por tener tan poca
fuerza de voluntad contra el mayor. Jimin podría llegar a él
proponiéndole vestirse de la forma más extraña y él diría
que sí sólo por ver su sonrisa y, secretamente, mera
curiosidad.
También podía ser un curioso, ¿no?
―No, no harás que me ponga un vestido, no estamos
hablando de eso ahora, pervertido ―Frunció sus labios.
―No, no lo estamos ―Reconoció, su sonrisa borrándose.
―Si no es el trabajo, ¿qué ha pasado?
Jungkook presionó sus labios en una línea, sintiendo el
pesar instalarse en su estómago. ¿Se lo decía él o buscaba
la invitación que le había llegado para que lo entendiera por
sí mismo? ¿Cómo reaccionaría Jimin? ¿Qué pensaría? Ya
habían pasado años, pero...
―Jungkook ―Llamó el azabache al ver que su novio no
respondía. ―Dime
―No, no es nada ―Negó con la cabeza, intentando relajar
su expresión. ―¿Podemos ir a tu cuarto? ―Cambió de tema,
presionando su nariz contra su mejilla. ―Me has hecho falta,
te necesito
―No quiero arruinar el ambiente, pero usualmente esa es
mi línea ―Jungkook tomó su rostro entre sus manos,
enseñándole una sonrisa perezosa.
―Hazme el amor ―Pidió, rozando sus labios en un
pequeño beso. ―Una ―Beso. ―Dos ―Beso. ―Tres-
―No cuentes después de tres ―Lo detuvo,
interrumpiendo el camino a sus labios con su mano.
Jungkook mantuvo sus ojos abiertos y sin parpadear. ―No
sabes lo que te espera si dices esas cosas. Y ten un poco de
consideración por mí, me das demasiado trabajo
―¿Qué estás diciendo? ―Rió contra su mano,
apartándola. ―Eres joven, ¿cómo no puedes darme más? Y
te estoy dando mi todo esta noche, ¡así que deberías ser un
novio agradecido! Ahora ve y ámame hasta joderme los
sesos
―¡Jungkook! ―Llamó sorprendido, pero el joven se
levantó, dándole la espalda para caminar aireadamente
hacia su cuarto. ―Tengo una debilidad por ti y obviamente
quiero seguirte hasta la cama, pero no lo haré ―El menor se
detuvo, mirándole por sobre su hombro con incredulidad.
―Primero, ¡he preparado la cena! ¡No me he esforzado en
hacerla por nada! ―Se cruzó de brazos. ―Siempre dices
que deberíamos dejar de comprar comida preparada o
comida a domicilio, ¡de verdad me estoy esforzando esta
noche! ―Y ahora el castaño caminó hasta él.
―¿Qué hiciste?
―Spaghetti ―Jungkook ladeó su cabeza, enseñando una
sonrisita. ―Y antes de que pienses que cualquier puede
poner fideos en agua, déjame decirte que he preparado la
carne y la salsa yo solito, y que me gustaría poder servir los
platos antes de que todo termine por enfriarse
Jungkook se inclinó sobre él, besando su mejilla con
dulzura. Los ojos de Jimin dispararon corazones cuando el
joven tomó su mano para guiarlo hasta la cocina, aceptando
cenar con él.
―Vamos, quiero probar lo que has cocina ―Habló
alegremente.
―De acuerdo ―También sonrió. ―De todas formas, ya
tenía planeado lanzarte en mi cama después de comer,
unos minutos no me afectarán
Jungkook rió y sacudió la cabeza, buscando los platos en
el estante. Se sintió cohibido cuando al voltear hacia Jimin,
este le miraba fijamente.
―Pero aún me gustaría saber lo qué te pasa ―Dijo
finalmente. Jungkook aclaró su garganta mientras le
extendía los platos para que sirviera.
―Comamos primero, no es la gran cosa
Sólo sí que parecería ser la gran cosa, de otra forma,
Jungkook no se habría conservado nervioso a través de la
cena. Jimin lo encontró distraído más de una vez y Jungkook
también se disculpó cada vez que parecía perder el hilo de
la conversación.
―Jungkook-ah ―El castaño despegó su mirada de su plato
de comida que acababa de ser llenado otra vez. ―Confías
en mí, ¿cierto?
―¿Por qué estás preguntando eso ahora? ―Rió en voz
baja, llenando su boca con comida. Masticando con
tranquilidad, suspiró después de tragar cuando Jimin lo
siguió mirando. ―Es una tontería
―Déjame decidir a mí si es una tontería, ¿bien?
―Es que- ―Volvió a suspirar, rendido. ―No es la gran
cosa, en serio. Sólo había una invitación en mi buzón y-
―¿Invitación? ¿Invitación de qué?
―¿Sabías que Taemin y Hoseok abrirán su propia
academia de baile aquí en Seúl? ―Jimin lo miró en silencio.
―Por supuesto que lo sabes, eres bailarín, deben tener
conocidos en común ―Bufó. ―Pero está bien, quiero decir,
estoy feliz por ellos, pero no hablamos desde... desde ese
show en San Valentín ―Rió desganado. ―Entonces, ¿por
qué me están invitando a la inauguración? Y no ha sido
Hoseok, ¡ha sido Taemin!
―Ya ―Jimin sacudió su cabeza, aún algo aturdido. ―Sí,
sabía que una academia se iba a abrir, pero no sabía los
detalles. Y no pensé... no pensé que Taemin te buscaría
tampoco ―Ahora su voz salió levemente irritada. ―¿Qué
pretende?
―Ya no somos unos niños, no creo que él intente hacer
algo malo, así que quita esa cara ―Jimin se encogió de
hombros, tomando su vaso con jugo para no tener que
hablar. ―Soy muy consciente de todo el mal que te hizo
Taemin, hyung. Pero-
―Pero ―Lo detuvo. ―Pero es el hyung que te enseñó a
bailar, ¿eso es lo que me vas a decir?
―Hyung, por favor... ―Suplicó por su comprensión. Jimin
suspiró al ver su expresión acomplejada y no tardó en tomar
su mano por sobre la mesa. ―No planeo ir hasta ahí y fingir
que somos amigos de toda la vida, pero me gustaría-me
gustaría felicitarles personalmente por esto ―Admitió.
―Conozco el trabajo de ambos. Sé cuánto han soñado por
esto. Y si Taemin me invitó, es porque no tiene nada contra
mí, ¿cierto? Tampoco hay rencor en mí
―Ni siquiera conoces el rencor, Jungkook ―Entornó los
ojos y el menor bajó la mirada ante su tosco tono.
―¿Cuándo es?
―El próximo sábado ―Jimin asintió, presionando más su
mano para traer su atención de vuelta.
―No estoy invitado, supongo que no soy tan importante
―Bromeó con una media sonrisa. ―¿Pero qué hay de ti?
¿Crees que puedas llevarme como tu compañero?
―La invitación es con acompañante ―Sus ojos brillaron.
―¿De verdad quieres acompañarme?
―¿Por qué dejaría ir a mi bonito novio solo cuando tengo
tiempo disponible para acompañarlo? ―Preguntó, soltando
su mano. ―Está bien, ellos fueron tus amigos en algún
momento, puedes ir a felicitarlos si ese es tu deseo. Y puede
ser que no sean santos de mi devoción, pero Taemin y
Hoseok no fueron un dolor de cabeza para mí todo el
tiempo, también fueron mis superiores y, profesionalmente
hablando, unos buenos tipos ―Argumentó con tranquilidad.
―Gracias, hyung ―Jungkook enseñó su sonrisa infantil y
Jimin también sonrió, volviendo a fijarse en su comida.
Estaba bien, ¿cuánto tiempo podría durar una fiesta de
ese estilo?
♢♦♢♦♢
Jimin jamás se había sentido tan fuera de lugar en su vida,
mucho menos durante una fiesta, incluso si se trataba de
una inauguración. Varias de las personas que veía por ahí
eran ex compañeros de la universidad, pero también había
otros tantos que Jungkook conocía desde su academia. Ver
como se acercaban al menor para saludarlo no era
especialmente agradable y, aunque conservaba la calma,
tenía muchos deseos de dar la media vuelta y marcharse.
―Acabo de ver a Taemin ―Jungkook dijo de repente,
sosteniendo su mano. ―Vuelvo en un minuto, ¿de acuerdo?
El mayor no alcanzó a responder, pues su novio ya había
besado sus labios antes de salir corriendo. Haciendo un
puchero inconsciente, se tragó el amargo sabor de su corta
ausencia con una copa de champán.
―Ah, hyung, ¡estás aquí! ―Jimin giró sobre sus talones
para encontrarse con los entusiastas ojos de Minhyuk.
―¡Pensé que no te habían invitado!
―Minhyuk ―Finalmente sonrió, dándole un apretón de
manos. ―Tampoco sabía que estarías aquí, aunque era
mucho más probable que tú recibieras una invitación a que
yo lo hiciera ―Rió entredientes.
―Oh, pero Hoseok hyung quería invitarte, sólo pensó que
probablemente intentarías sacar a Jungkook de la ciudad si
lo hacía ―Sonrió angelicalmente, sin malicia alguna, pero
Jimin entornó los ojos al escuchar su comentario.
―Sí, me vi tentado a hacerlo, no puedo creer que pospuse
un almuerzo con mi madre por esto ―Suspiró con pesar,
deseando que ya fuera mañana para almorzar con su madre
en vez de estar de pie ahí, esperando a que su novio
volviera. ―¿Van bien tus prácticas?
―Sí, aunque a veces desearía saltarme unos días
―Admitió en voz baja, como si corriera el riesgo de que
alguien lo escuchara. Jimin rió y lo miró con curiosidad
cuando la atención de Minhyuk se desvió y una sonrisa más
cariñosa se asomó en su boca. ―¡Hyung, aquí! ―Llamó el
menor, haciendo una seña con la mano. Jimin no alcanzó a
girar para ver a quien llamaba, pues esta persona ya había
aparecido frente a Minhyuk para sostener sus manos.
―Hey, ¿por qué llegas tan tarde? ―Acusó Hoseok, incluso
si su voz seguía siendo amable. ―Es de mala educación
dejarme tanto tiempo solo, estoy al borde de una crisis de
pánico
―¿De qué estás hablando? Todo está bien ―Minhyuk rió y
lo abrazó dulcemente, confortándolo.
Jimin abrió y cerró su boca, dando un paso lejos de ellos.
Ellos no se habían llamado por un mote cariñoso todavía, ni
siquiera se habían besado o habían hecho algo llamativo en
público, pero todo a su alrededor gritaba la palabra
"íntimo". A pesar de haber visto a Hoseok y Minhyuk hablar
cientos de veces antes, jamás se había sentido tan
desencajado cerca de ellos ni mucho menos había visto
química más allá de lo profesional.
No de parte de Hoseok, al menos, porque era evidente
para Jimin que Minhyuk había tenido un crush con su
superior cada vez que sus ojitos brillaban con admiración
para él.
Oh, Dios, ¿era en serio?
―¿Jimin? ―Hoseok finalmente notó su presencia y Jimin
intentó recuperar la compostura, cosa que perdió
rápidamente cuando el mayor golpeó amigablemente su
espalda como si fueran amigos de toda la vida. ¿Por qué él
seguía actuando así después de tanto tiempo? Jimin seguía
odiando su simpatía. ―¡Hombre, no pensé que vendrías!
―Su sonrisa entusiasta se esfumó al decir tales palabras.
―Espera, eso suena mal, porque sé que no te mandamos
invitación y, en mi defensa, ni siquiera sé dónde vives y no
conozco tu número, así que-
―¿Por qué intentas justificarte? ¿Me veo ofendido?
―Contrapuso, enarcando una de sus cejas. ―Vine con
Jungkook, Taemin lo invitó
―¿Taemin qué? ―Y ahora parecía más aturdido. ―Ah, así
que él está aquí ―Rió nervioso, apartando la mirada
disimuladamente, buscándolo. ―Y... ¿cómo está?
―Excelente, conmigo, todavía
Hoseok volvió a mirarlo, con una sonrisa ancha en los
labios, y Jimin hizo una mueca cuando el mayor carcajeó al
mismo tiempo que Minhyuk.
―¿Escuchas eso? Él todavía está celoso por mí, es un
hoobae tan adorable ―Continuó riendo Hoseok, pasando su
brazo por los hombros de Minhyuk. ―Aunque preocupante,
a Jungkookie no le gustan los tipos celosos. Supera lo
nuestro, Jimin ―Le guiñó juguetonamente un ojo.
―¡Está superado! ¡Yo no actúo celoso con Jungkook! ―Se
defendió ante esas burlonas sonrisas. Él no era un novio
celoso, ¡pero si un chico algo resentido! ¡No podían culparlo
por hacer muecas al ver a Hoseok! ―¿Y qué pasa con
ustedes? ―Preguntó finalmente, mirando entre ambos.
―¿Están juntos?
―Sí, ¿por qué? ¿debo pedirte permiso si quiero salir con él
también? ―Contestó Jung, burlón.
―Lo seguí por un tiempo, valió la pena ―Minhyuk se
encogió de hombros, sonriendo dulcemente cuando Hoseok
rozó sus labios en su sien en respuesta.
―Resulta que no aprendo del todo de mis errores
―Reconoció Hoseok, girando hacia Jimin con una sonrisa
honesta. ―¿Sabías que me fui al extranjero después de
graduarme? ―Jimin asintió, era imposible no enterarse de la
vida de los superiores de su facultad, todos parecían querer
seguir los pasos de Taemin o Hoseok. ―Pues lo extrañé
mucho, fue un poco impactante para mí darme cuenta de
eso. Así que cuando volví hace unos meses para afinar
detalles sobre la academia, lo busqué y le pregunté si
estaba solo. Esta vez corrí mejor suerte ―Rió ligeramente,
tomando la mano del menor.
―Estoy sintiendo náuseas ―Murmuró Jimin, incluso si
estaba sobreactuando, en realidad seguía gratamente
sorprendido.
―Nunca dije eso cuando te veía con Jungkook y tenía
razones de sobra para decirlo ―Se defendió Minhyuk,
provocando que Jimin se encogiera en su sitio. ―Se un
hyung respetuoso y bendice mi relación
―¿Qué soy? ¿Tu padre?
―No, pero tú nos presentaste para ayudarte en tu número
―Le recordó con las comisuras alzadas.
Jimin rió y negó con la cabeza, sin poder creer que lo que
él había comenzado hace años terminaría de esa forma. En
ese tiempo estaba tan centrado en obtener la atención de
Jungkook y sacar del camino a Hoseok, que ni siquiera pudo
ver lo que sucedía para Minhyuk; i siquiera cuando aquel
número terminó y Minhyuk siguió encontrándose con
Hoseok mientras que él se limitaba a saludarlos por los
pasillos cuando los veía.
―Felicitaciones, chicos ―Dijo con sinceridad, recibiendo
sonrisas felices en respuesta.
♦♦♦♦♦
―Luces como un pajarito desorientado
Jungkook, que había estado caminando por el salón
mirando en todas las direcciones, giró al escuchar esa voz.
Lee Taemin estaba de pie junto a él, vistiendo un elegante y
costoso traje que probablemente lo hacía destacar por
sobre todos ahí. Su cabello rubio le daba un aspecto
refinado y, aunque su mirada seguía siendo filosa, la
suavidad en sus facciones no fue algo que pasó
desapercibido.
―Taemin-ssi... ―Jungkook inclinó su cabeza.
―Felicitaciones por tu academia, me alegra saber que estás
cumpliendo tu sueño
Jungkook dio un respingo cuando la mano del mayor se
posó en su barbilla, obligándolo a alzar la mirada.
―Saltémonos las formalidades, no quiero que me
reverencies ―Lo soltó, mirándole con una sonrisa torcida
que rozaba la incredulidad. ―Luces bien, como siempre.
¿Qué mierda llevas en tus uñas? ―La pregunta salió por si
sola al ver el esmalte en las uñas del menor.
―¿Qué? ¿No está de moda en las fiestas? ―Movió sus
dedos, enseñándolos. ―A Jimin le gustan
―Ah, sigues con él, yo me preocuparía de sus gustos
estrafalarios en tu lugar ―Jungkook negó con la cabeza,
enseñando una sonrisa inocente. ―Me enteré del lugar
donde estás haciendo tus prácticas. Son personas muy
famosas y... ligadas a mi familia ―Golpeó ligeramente su
hombro. ―Dime si te están dando problemas
Jungkook suspiró, siguiéndole el paso cuando este
simplemente comenzó a caminar entre la gente.
―Gracias por venir, por cierto ―Dijo de repente el rubio.
―Hoseok quería invitarte, pero tenía miedo de que tú no
llegaras, ya que eso lo habría decepcionado mucho. Le dije
que era una estupidez y que ustedes no habían terminado
mal, pero ya ves ―Se encogió de hombros.
―Oh, así que me invitaste por Hoseok ―Taemin se detuvo
para voltear a verlo. ―¿No querías verme tú también?
―Me gustas ―Dijo con simplicidad, mirándole de pies a
cabeza. ―Pero no así de mucho. Sólo agradable a la vista,
no hay nada que puedas presumir. Así que no, no te invité
para verte
―Cierto, sólo por Hoseok ―Lo apoyó con una media
sonrisa. ―Después de todo, siempre es todo por Hoseok.
Tienes una debilidad horrible por él, hyung, yo me lo
cuestionaría también
Taemin rió entredientes, preguntándose quién le había
dado pase libre para bromear con él. Pero todo en Jungkook
era tan honesto y espontaneo, que lo dejó pasar. No diría
que también quería verlo y mucho menos diría que quería
escucharlo, pero admitiría para sí mismo que era agradable
tener a alguien cerca que no cuidara sus palabras como si
temiera decir algo incorrecto.
―¿Y estás saliendo con alguien? ―Se atrevió a preguntar
Jungkook. ―Luces más relajado
―¿Por qué tener pareja debería hacerme sentir relajado?
―Preguntó. ―Son un problema. No te recuerdo
especialmente feliz al inicio de tu relación con Jimin
―Nosotros generamos los problemas ―Inclinó su rostro,
mirando fijamente los ojos ajenos. ―¿Estás seguro de que
me querías aquí sólo por Hoseok? Porque no lo parece
―Tengo una pregunta ―Jungkook asintió, dándole
hincapié a proseguir. ―¿Alguna vez me perdonaste por lo
que te hice?
―Te perdoné al entregarte esas fotografías ―Admitió con
una sonrisa suave. ―¿Por qué? ¿Querías disculparte
oficialmente conmigo para avanzar? Porque has tardado un
poco, eres afortunado en que mi corazón sea tan bondadoso
Taemin sonrió con falsedad, intentando mirarlo con
desdén. Sin embargo, no lo consiguió, pues Jungkook tomó
su mano, sonriéndole con simpleza.
―Estoy, sinceramente, feliz por ti. Enhorabuena, hyung
―Taemin desvió la atención hacia sus manos. ―Jimin está
conmigo, ven a saludarlo también
―Estás loco ―Intentó soltarse, pero Jungkook lo tomó con
más fuerza, arrastrándolo consigo.
―Se bueno con mi novio, hyung ―Pidió con una risita
caprichosa. ―La mitad de mi corazón está con él y la mitad
de su corazón está conmigo. Así que cuando alguien nos
daña, el otro recibe la mitad de ese daño ―Explicó, luciendo
una sonrisita infantil. ―Lo entiendes, ¿cierto? Es importante
que lo entiendas ―Miró a su acompañante.
―¿No te cansas de ser asquerosamente cursi? ―El menor
negó con la cabeza, apurando el paso.
Jungkook se detuvo a unos pasos de llegar a Jimin cuando
notó quien le estaba acompañando. Como si Hoseok fuera
consciente de su mirada, volteó hacia él, encontrándolo. El
menor ladeó su cabeza, meditabundo, y la sonrisa se
ensanchó en su boca con felicidad mientras sus ojos
adquirían ese brillo tan característico de él. Soltando la
mano de Taemin, no tardó en aproximarse a Hoseok, quien
reaccionó inmediatamente para recibirlo en sus brazos.
―¡Hey, pero miren que bailarín más impresionante
tenemos aquí! ―La sonrisa de Jungkook era inmensa
mientras se separaba de él. ―Tu propia academia, ¡debes
estar en tu cielo!
―¡Shh, no seas tan escandaloso! ―Rió, tomando sus
manos. ―¿Cómo es posible que luzcas tan guapo y varonil,
eh? Solías ser un niño flacucho que se escondía detrás del
flequillo
―Lo sé, soy este tipo de hombre ahora, totalmente
impresionante ―Intentó poner una voz más elocuente,
riendo cuando Hoseok lo soltó, mirándolo con burla. ―Estoy
tan feliz por ti, hyung, ¡podrías haberme invitado por ti
mismo!
―Perdón, soy un tonto, pensé que ya sabías eso ―Hizo un
puchero para él. ―Gracias por venir, de verdad es muy
especial para mí tenerte aquí. Después de todo, solías
aguantar mis desvaríos sobre el futuro cuando éramos unos
críos
―No eran desvaríos, hyung ―Jungkook sonrió con
dulzura, mirando de reojo a Taemin, quien se había
acercado con su expresión imperturbable. ―Los dos, lo
hicieron bien, espero sigan creciendo
Hoseok volvió a agradecerle por sus palabras,
atreviéndose a tirar de Minhyuk después para resaltar su
presencia ahí. Jungkook tomó distancia con ambos al
escuchar que se habían convertido en novios, queriendo
llenarlos de preguntas.
Jimin se mantuvo serio, mirándole a esos pasos de
distancia, cuestionándose cómo no pudo notar antes la
ilusión que le hacía a Jungkook estar ahí. Al principio había
pensado que había ido solo por compromiso, pero viéndolo
reír tan feliz, era un hecho que Jungkook había decidido sólo
guardar las mejores partes de su amistad con Hoseok y
Taemin.
―Ya no arrugas el rostro cuando lo ves junto a Hoseok
―Murmuró Taemin junto a él, llamando su atención.
―No hay razón para arrugar mi rostro ―Rió levemente.
―Y vamos a cumplir 3 años, se necesita mucho más para
hacerme perder los estribos. Una relación como la que
tenemos no se arriesga por niñerías ―Reconoció,
escondiendo sus manos en sus bolsillos.
―Hoseok lo ha halagado
―Ha señalado un hecho, Jungkook probablemente es el
chico más atractivo de este lugar ―Señaló con obviedad y
Taemin puso los ojos en blanco ante lo asquerosamente
enamorado que se oía. ―Reconoce sus encantos
―No vengo a alabar a tu novio, Jimin ―Gruñó.
―¿Y qué haces aquí a mi lado entonces? ―Cuestionó,
mirándolo.
―Sólo quería ver cómo estabas ―Jimin rió con sarcasmo.
―Y luces bien
―Luzco extremadamente bien ―Corrigió. ―Y tú...
supongo que luces bien también, menos insoportable
―Bufó, girando en busca de su novio de nuevo; él parecía
bastante entretenido escuchando a Minhyuk. ―¿De verdad
no has venido a verme sólo por Jungkook? Conociéndolo,
quizás todavía espera que te disculpes por lo que me
hiciste. Él jamás comprenda que vives sin arrepentimientos
―Me arrepentí de algo una vez ―Admitió con suavidad,
mirando a sus amigos también.
―¿De qué?
―¿Te interesa?
―Es primera vez que oigo algo como eso
―Bien ―Chasqueó con la lengua. ―De ellos ―Señaló
disimuladamente en dirección de Hoseok y Jungkook.
―Después de que Hoseok terminó con Jungkook, tuve la
oportunidad un montón de veces de convencer a Hoseok de
replanteárselo y, luego, de buscar a Jungkook cuando
comenzó a arrepentirse de su decisión. Si lo hubiera hecho,
hubieran tenido una segunda oportunidad ―Ahora miró a
Jimin. ―Pero no lo hice, porque, aunque los quería a ambos,
los prefería por separado
―¿Entonces por qué te arrepentiste?
―Porque ambos salieron lastimados. El tiempo me hizo
sentirme arrepentido, porque no sabía si podrían curarse
―Sonrió al final, extraño. ―Pero entonces, me equivoqué.
Jungkook encontró a alguien más y Hoseok se dio cuenta de
que la vida sigue. Mi arrepentimiento se fue por completo
―Carcajeó y Jimin le miró estupefacto. ―Así que en vez de
disculparme contigo por lo que hice, tú tendrías que
agradecerme por ayudarte a estar con él
―No hiciste nada por mí, Taemin-ssi ―Dijo entredientes.
―Por supuesto que sí, acabo de decírtelo, no los junté de
regreso ―Chasqueó con los dedos. ―De nada
―No conoces la humildad ―Apartó la mirada.
―La humildad es para los débiles ―Jimin rió en voz baja,
sin sorprenderse de tales palabras. ―En realidad, sí quería
decirte algo
―¿Qué?
―No eres como yo ―Jimin volteó a verle nuevamente,
sorprendido. ―Enhorabuena para ti, Jimin
Taemin palmeó su hombro tranquilamente, dándose la
vuelta para marcharse. Jimin vio cómo se reunía con
algunos invitados antes de girar hacia Jungkook, quien había
regresado solo hasta él, enganchándose de su cuello.
―¿Qué? ―Preguntó, sonriéndole dulcemente. ―¿Por qué
me miras con esos ojos de cachorro? ―Lo abrazó por la
cintura, besando su nariz.
―¿Taemin ha sido bueno contigo?
―Sí, algo como eso, él siempre es extraño ―Rió
ligeramente. Jungkook sonrió abiertamente al comprender
que, por su estado de humor, algo había salido bien en esa
conversación. ―Hoseok también ha sido amable, por si
querías saber. ¿Te sorprende lo de Minhyuk y él? ―Jungkook
negó con la cabeza. ―¿Estás feliz por ambos?
―Sí. Creo que ha sido bueno venir
Jimin asintió, finalmente de acuerdo con ello. La sonrisa se
mantuvo en su boca mientras Jungkook la besaba una y otra
vez, dejando un rastro de pequeños besos en sus labios.
―Te amo de aquí al cielo, hyung, y todo el camino de
regreso ―Susurró contra su boca, volviendo a besarle. Y
Jimin se limitó a aceptar gustosamente el sabor cereza de
sus labios, el cual siempre relacionaba a la palabra felicidad.
Nota:
Mi Jikook shipper favorita estuvo de cumpleaños ayer, así
que intenté apurarme con este extra (?). Con un día de
retraso, pero igualmente vale unu
Extra 5: Gran paso

[10 de octubre de 2020]


Jimin perdió el hilo de la conversación de sus amigos
mientras revisaba la hora en su celular y después los
mensajes, preguntándose por qué Jungkook aún no llegaba
y tampoco le había escrito para avisarle de su retraso.
Debido a lo ocupados que estaban, habían decidido
celebrar su cumpleaños por adelantado en el departamento
de Seokjin y Yoongi. Sin embargo, Jungkook había tenido
que asistir a sus prácticas incluso un sábado, mientras que
Jeonghwa había quedado de pasar por YooJung, quien
estaba ocupada con lo mismo. Conociéndolas, ellas
terminarían perdiendo el tiempo en el centro comercial, más
por iniciativa de la novia de Taehyung que por la de
Namjoon, pero Jungkook no era así. Por tanto, ¿dónde
estaba?
La pequeña celebración no comenzaría hasta la noche,
pero habían acordado en encontrarse ahí inmediatamente
después del trabajo. Jimin estaba prácticamente haciendo
pucheros frente a la pantalla de su celular.
―Hombre, dale un respiro ―Seokjin depositó unas
bebidas en la mesa de centro, antes de tomar su lugar junto
a Yoongi, abrazándolo por los hombros. ―Él se vuelve más
pegajoso con Jungkook a través del tiempo, se supone que
ya debieron superar la etapa de la luna de miel
―No eres la persona correcta para decir eso, hyung
―Murmuró Taehyung, observando fijamente su vaso.
―Ninguno de ustedes aquí, en realidad. Cada vez que los
veo, se vuelven más y más jodidamente cursis
El salón se quedó en silencio tras escuchar la amargura
con la que Taehyung dejó escapar sus palabras. Jimin
incluso guardó su celular, fijando su atención en su mejor
amigo. ¿Pero qué le sucedía de repente?
―¿Estás teniendo problemas con Jeonghwa? ―Se atrevió
a preguntar Yoongi, sus ojos con honesta preocupación.
―Ustedes siempre son de empujarse el uno al otro, así que
no estoy seguro de cuando pelean a cuando bromean
―Admitió, rascando su oreja. Seokjin se quedó prendado
observando ese bonito gesto que hacía cada vez que algo
parecía ponerlo nervioso.
―Estamos bien ―Taehyung frunció sus labios. ―Es sólo
que... como que no avanzamos ―Y ahora miró entre todos
sus amigos, preguntándose si estos los entendían. ―Yoongi
hyung, comenzaste a vivir con Seokjin hyung poco después
de que este se graduara ―Ahora volteó hacia Namjoon. ―Y
tú te fuiste de casa después de graduarte y a inicios de este
año invitaste a YooJung a vivir contigo
―Fue para facilitar su vida, hombre ―Argumentó de
inmediato. ―Mi departamento está más cerca de su
agencia. Ella ya iba a estar demasiado ocupada con sus
prácticas como para tener que aguantar el transporte a
casa también, ¿no?
―Sólo querías vivir con ella ―Chasqueó con la lengua,
mirándole como un niño molesto al que habían intentado
engañar. ―El punto es, ¿y yo qué? ―Se sentó erguido. ―Me
quedo en Seúl, porque es donde tengo las oportunidades de
surgir, y me voy de casa de mis tíos porque, obviamente,
debo independizarme. Pero resulta que mi primo tiene novia
y, claramente, no me quiere ahí. Y luego está mi supuesto
mejor amigo que ni siquiera me dejó proponerle arrendar
juntos, ¡porque dice que necesita privacidad para estar con
Jungkook!
―¿Que no te dejé proponerlo? ¡Ni siquiera lo preguntaste!
―Se defendió Park.
―¿Entonces puedo vivir contigo? ―Jimin no respondió.
―¡Ves! ¡Si hubieras querido vivir conmigo, habrías tomado
la iniciativa tú mismo!
―Es que ya no es tiempo, Tae ―Peinó sus cabellos hacia
atrás, sonriendo apenado. ―Las prácticas de Jungkook
terminan en dos semanas, ¡su graduación es el mes que
viene! ―Le recordó. ―Así que viviremos juntos a partir de
entonces. ¿Qué sentido tendría que ahora te vinieras a vivir
conmigo? ―Le preguntó en medio de una risita.
―¿Planeas vivir con Jungkook? ―Seokjin le miró fijamente.
―Él no nos ha dicho nada al respecto
―Bueno, no hemos hablado de ello todavía, porque está
demasiado atareado con sus prácticas como para ponernos
a buscar un lugar para ambos, pero por supuesto que será
así ―Se encogió de hombros. ―Sólo queremos exprimir
cada minuto juntos, así que sería inútil no vivir juntos
―Eso es de lo que hablo ―Taehyung regresó la atención
hacia él, sonando ofendido. ―Todos ustedes ya están
planeando su vida en pareja, su matrimonio, los niños, los
gatos, los perros, ¿y yo qué?
―Tú has tenido pequeños papeles en dramas, ¿no?
―Intentó animarlo Namjoon, golpeando ligeramente su
hombro. ―¿Ves? A nada de volverte protagonista
El resto rió cuando el comentario de Namjoon sólo hizo
que Taehyung se hundiera en el sofá en vez de alegrarlo. En
realidad, comparado con algunos compañeros, le estaba
yendo muy bien. Y comparados con otros, no tan bien. Por
ejemplo, Jeonghwa estaba trabajando en una compañía de
teatro, y Seokjin había tomado clases de canto después de
graduarse, para sumergirse en el teatro musical. Ellos
parecían bastante establecidos. ¡E incluso YooJung, sin estar
oficialmente graduada, había pasado de participar como
extra en comerciales para dar un gran salto a la
protagonista de una propaganda sobre el peligro de
conducir bajo los efectos del alcohol! Y su actuación de
verdad había sido comentada por ponerle a todos los pelos
de punta.
Pero ese no era el asunto, de todas formas. Taehyung
seguía audicionando para poder ingresar, realmente, a la
pantalla chica, y eso no era un tema que le complicaba
todavía. La razón por la que estaba de mal humor cerca de
sus enamorados amigos era porque...
―No se trata de mi vida profesional ―Suspiró. ―Es sobre
mi relación, ¡es sobre Jeonghwa! Ella no quiere vivir
conmigo
―¿Se lo preguntaste? ―Seokjin cuestionó, poniendo los
ojos en blanco cuando Taehyung negó tímidamente con la
cabeza. ―¿Entonces cómo sabes que no quiere vivir
contigo?
―Intuición ―Musitó, y todos en el grupo resoplaron. ―Ella
es demasiado independiente. Le gusta hacer las cosas por
su cuenta, no depender de mí, no buscar mi apoyo, ni... ni
nada ―Jugó con sus dedos. ―Nuestra relación va bien, pero,
por ejemplo, ella jamás pasará más de dos días junto a mí,
como si la idea de la rutina le espantara. Somos jóvenes,
entiendo sus sentimientos, pero puede-puede que yo sea
más del tipo comprometido, mientras ella aprecia mucho su
libertad
―Vivir en pareja no es renunciar a tu libertad, Tae
―Intentó instruirlo Namjoon. ―Por supuesto, renuncias en
parte a tu intimidad y aceptas que estás compartiendo tu
vida con el otro, mucho más seriamente de lo que pudiste
llegar a imaginar, pero no se supone que las relaciones te
encarcelen ―Rascó su barbilla, pensativo. ―¿No le estarás
dando demasiadas vueltas? ¿Quizás estás asustado del
resultado? Porque el principio siempre es difícil y extraño,
para todos. No importa cuán acostumbrado estés a estar
con alguien, pasar tiempo juntos no es lo mismo que
convivir
―Namjoon tiene razón ―Aportó Yoongi. ―Y, sobre todo,
no es bueno que des por sentado que ella no quiere vivir
contigo. Puedes preguntarle y, si quiere, bien, y si no, aún
hay tiempo
Taehyung hizo un puchero, pensativo. Era verdad que no
perdía nada con preguntarlo, pero tenía que admitir para sí
mismo que una negativa lo haría sentir terriblemente
decepcionado. Y él no quería que Jeonghwa lo viera
decepcionado, porque entonces notaría la importancia que
tenía para él una respuesta favorable.
Pasó sus manos por su rostro cuando se escuchó el
timbre, pero se relajó inmediatamente cuando segundos
más tarde fue Jungkook quien apareció en vez de las chicas.
Él no estaba listo para mirar a Jeonghwa todavía, no si el
tema de su futuro juntos lo mantenía tan ansioso.
―Buenas tardes, chicos ―Saludó Jungkook con una
sonrisa perezosa al grupo, yendo directamente hasta el
pequeño hueco junto a su novio.
Jungkook tomó asiento, girando hacia Jimin para
encontrarse con sus brillantes ojos. Sosteniendo su mejilla
con cariño, se inclinó en busca de un beso que fue
inmediatamente correspondido. Jimin buscó un segundo
beso, sin encontrarse del todo satisfecho, y ambos
ignoraron a su grupo de amigos mientras finalizaban su
saludo con un beso esquimal. Jungkook, que había llegado
casi sin energías, se sintió un poco mejor mientras se
apoyaba en el hombro del mayor, quien lo abrazó
tiernamente por los hombros.
―Luces terrible ―Dijo Seokjin abiertamente, provocando
que Jungkook riera en voz baja mientras Jimin le fruncía el
ceño, sin entender cómo alguien podía ver al menor terrible.
―¿Por qué te han hecho salir más tarde? Eso no está bien
―Salí a la misma hora de siempre, pero mi jefe quería
hablar conmigo y luego MinSuk se ha colgado de mí en el
pasillo, diciendo que deberíamos usar disfraces de pareja
para Halloween ―Cerró sus ojos por un momento, aclarando
su garganta cuando segundos después se encontró con las
miradas interrogantes de sus amigos. ―Termino mi práctica
en dos semanas, pero la compañía está organizando una
fiesta de Halloween y desean que yo asista. MinSuk, uno de
los modelos, cree que deberíamos formar pareja ―Rió
entredientes.
―MinSuk, un mocoso de 16 años que tiene un flechazo
con él y se cree lo suficientemente encantador para ir tras
alguien 7 años mayor ―Agregó Jimin en un suspiro,
poniéndolos al tanto. Había visto al adolescente en portadas
más de una vez y, aunque era irritantemente atractivo,
seguía siendo sólo un niño ante sus ojos. ―¿Vas a usar
disfraz de pareja con él? ―Preguntó repentinamente,
mirándole con interés.
―Dios, no, lo peor que puedo hacer es alimentar sus
ilusiones, si es que puedo llamarlo de esa manera ―Rió
escasamente, pasando una mano por su cabello. ―Quizás le
deje a JinSol vestirme, como sea, eso la haría feliz ―Se
encogió de hombros, pensando fugazmente en la dulce hija
de su jefe. ―Pero ya no quiero hablar de trabajo. ¿De qué
están hablando ustedes? ―Preguntó curioso, abrazando a
Jimin por el costado, quien gustosamente permitió que se
acurrucara a su lado. ―Taehyung tiene una cara rara
―Es porque ustedes me dan náuseas ―Murmuró con una
mueca en la boca. Jungkook arrugó la nariz en respuesta,
sin llegar a sentirse ofendido.
―¿Problemas en el paraíso? ―Infirió el menor y el resto
del grupo rió.
―Él quiere vivir con Jeonghwa, pero tiene miedo de que
ella lo rechace ―Lo puso al tanto Jimin, acariciando sus
castaños cabellos.
―Bueno, yo lo estaría en tu lugar también ―Admitió con
suavidad, llamando la atención de todos los presentes.
―Vivir en pareja no es algo que puedas tomar a la ligera.
Comprendería si Jeonghwa no estuviera preparada aún,
porque me es más fácil ponerme en sus zapatos. Convivir
con alguien es sinónimo de renunciar y aceptar ciertas
cosas en tu vida, que no todos pueden manejar
Jimin dejó de acariciar su cabello y el resto no supo dónde
poner sus ojos ante lo incómodo de la situación. Jimin había
sonado tan seguro hace un rato sobre vivir con Jungkook,
que podían ver el balde de agua fría cayendo perfectamente
sobre él. Incluso Taehyung dejó sus complejos para mirar
con pena a su amigo, cuya felicidad se había drenado de su
cuerpo. Fue una suerte que el celular de Jungkook sonara
justo en ese momento y él se disculpara para ir a atender a
la cocina, o probablemente habría notado el ambiente
incómodo también.
―¿Estás bien? ―Preguntó Taehyung en voz bajita hacia su
mejor amigo.
―S-Sí ―Musitó. ―Yo-uh-aún creo que vale la pena
preguntar, ¿sabes? ―Dijo, intentando sonar convincente,
pero su expresión no dejaba de ser decaída. ―Iré por un
vaso de agua, ya vuelvo ―Se excusó, siguiendo los pasos
de Jungkook.
Jimin escapó rápidamente de las miradas de empatía que
recibió de parte de todo el grupo. Quizás podía sentirse
ridículo por hablar con tanta seguridad de su futuro con
Jungkook hace un rato, pero eso era lo de menos. Jimin
estaba triste. Muy triste. Desde que se habían vuelto novios,
sus pensamientos sobre esa relación siempre parecían
seguir la misma línea, así que, ¿cómo no había previsto que
Jungkook quería vivir solo, en vez de vivir con él? ¿Podían
intentar al menos charlarlo? ¿Valía la pena después de
escuchar sus pensamientos al respecto?
―Lo escuché de tu padre, JinSol ―Jimin se detuvo un
momento en la entrada de la cocina al escuchar que el
menor hablaba con la hija de su jefe. ―¿No lo sabías? Sí...
bien ―Hizo una pausa mientras llenaba un vaso de agua.
―Lo pensaré, ¿bien? Honestamente, no es lo que tenía
pensado, pero... ―.... ―También me agradas, JinSol, lo
sabes y... ―... ―Gracias. Te veré el lunes
Jungkook cortó la llamada, guardando el celular en su
bolsillo para después tomar su agua de un golpe. Sus
músculos se tensaron y se relajaron en menos de un
segundo cuando unos brazos lo rodearon por detrás y un
cálido cuerpo se acopló al suyo. Dejando el vaso en la
encimera para dar la vuelta, abrazó de regreso a Jimin,
dedicándole una sonrisa.
―¿Estás bien? ―Preguntó el azabache, sus ojos
mostrando preocupación. ―Luces estresado
―Un poco, sí, estoy cansado ―Admitió, acariciando su
mejilla con dulzura.
―Podemos dejar la celebración para otro día si deseas
descansar, no hay apuro por mí ―Propuso. Jungkook negó
con la cabeza, tirando sus brazos esta vez por sus hombros
para abrazar su cuello y besar su frente.
―Estoy bien ―Murmuró contra su piel. ―Quiero celebrar
tu cumpleaños, bobo, nuestros amigos están aquí y es tan
jodidamente difícil reunirnos todos ―Rió en voz bajita,
mirándolo a los ojos. ―Luces precioso hoy
―Tú luces precioso ―Respondió, tomando su rostro entre
sus manos. ―Incluso con ojeras y ojitos de sueño, sigues
siendo el más precioso ―Jungkook enseñó una media
sonrisa, intentando besar sus labios, pero se detuvo cuando
Jimin cubrió su boca con su mano. ―¿No me vas a decir que
ha sucedido con tu jefe? Sé que eso te trae dando vueltas
―Nada excepcional ―Retiró la mano del mayor,
suspirando. ―Quiere que me quede en su compañía. Adiós
pasantía, hola contrato real
―¡Pero eso es increíble! ―La mirada de Jimin se amplió.
―¿Por qué luces tan decaído entonces?
―Porque no se siente como si fuera un mérito propio
―Confesó con una sonrisa amarga mientras apoyaba sus
manos contra la encimera. ―Su hija me adora
―Todos te adoran, esa no es tu culpa ―Contradijo de
inmediato, molesto por su pensamiento. ¿No había sido
Jungkook alabado por sus superiores todos esos años
estudiando? ¿Por qué dudaba ahora de sus capacidades?
―Ellos me quieren en la compañía sólo porque puedo
manejar a los modelos rebeldes
―¿Y eso no es un mérito para ti? Si ellos te respetan, es
porque reconocen tu talento y profesionalismo ―Jungkook
apartó la mirada, ausente. ―Hey, escucha ―Volvió a tomar
su rostro, obligándolo a mirar sus ojos. ―Eres Jeon
Jungkook, el mejor estudiante de tu generación. Nadie te
está regalando el trabajo
―Sí... todavía no estoy seguro ―Susurró, intentando
sonreír. ―Mejor volvamos con los chicos, ¿sí? ―Tomó su
mano, obligándolo a salir de la cocina. ―Sé que esta es una
gran oportunidad para mí, pero pensaré en ello luego
Jimin le miró decepcionado, preguntándose donde había
ido a parar su seguridad. Incluso personas como Jungkook,
que continuamente eran alabados por hacer todo bien,
podían dudar de sí mismos, ¿no? Pero él no se sentía
cómodo mientras su novio no era capaz de ver el fruto de su
esfuerzo.
♢♢♢♢♢
―En serio, no lo entiendo, ¿estoy dando mal las señales?
―Preguntó Jeonghwa, dando un gran sorbo a su batido,
luciendo molesta. ―Después de la graduación, estaba
esperando que Taehyung nos propusiera vivir juntos, ¡pero
ha pasado un año y nada! ¡Él todavía se queja conmigo
porque Jimin no lo ha invitado a vivir con él! Y, en serio, es
obvio que la razón es Jungkook, porque ellos desean su
privacidad también. ¿Entonces cómo no puede notar que yo
también quiero estar más cerca de él? ¡Si tanto quiere a
Jimin, debió pedirle a él ser su novio y no ir tras de mí!
―Concluyó, cruzándose de brazos ofuscada, pero la
molestia se desvaneció rápidamente al percatarse de que la
otra chica no la escuchaba. ―¿YooJung?
La menor reaccionó al llamado de su nombre, dejando su
batido sobre la mesa mientras le dedicaba una mirada
perdida a su amiga. Jeonghwa se removió con incomodidad
en su asiento, viajando su mirada desde el batido intacto a
la expresión ausente de la joven. ¿Qué pasaba con ella?
―¿Estás bien, cariño? ―Preguntó seriamente preocupada.
―Luces como un fantasma. ¿Me has estado escuchando al
menos?
―Lo siento ―Se disculpó apenada. ―Estoy bien, ¿qué
decías?
―¿Debería preguntarle a Taehyung directamente si quiere
buscar un lugar para que vivamos juntos o me estoy
precipitando demasiado, considerando que él no ha dado
señal de querer vivir conmigo? ―Preguntó rápidamente.
YooJung apenas pudo procesar la pregunta. ―Es decir, me
gusta vivir con mis padres, pero tengo 24 años y un novio
encantador. ¿Es normal que una chica de 24 años con un
novio encantador desee vivir con él, cierto? ―La menor
sonrió enternecida por la pregunta. ―Tienes 23 años y ya
vives con tu novio, quien, por cierto, tiene su mismo
encantador ADN. Seguramente me comprendes, ¿no?
―Unnie ―YooJung rió. ―¿Por qué te complicas? Sólo
díselo. Taehyung obviamente te escuchará, porque, como
has dicho, es un novio muy atento
―Pero él quiere vivir con Jimin, no conmigo ―Argumentó
de malagana. ―Y, sinceramente, no sé qué tiene Jimin que
no tenga yo. Ambos podemos llegar a ser un maldito grano
en el trasero, lo que debería ser bastante equitativo para
Tae
―Bueno, me alegra ver que eres muy consciente de tus
encantos ―Se burló, negando con la cabeza.
Jeonghwa sonrió para ella con dulzura, pero su sonrisa se
esfumó luego de que la chica diera un sorbo a su batido y
rápidamente lo apartara, como si se sintiera asqueada.
YooJung de verdad lucía algo enferma.
―¿Realmente estás bien? ―Insistió. ―¿Estás estresada
por el término de tus prácticas? Porque, joder, has hecho un
trabajo alucinante, ¿sabes? ―Quiso concientizarla al
respecto, pero sólo provocó que la joven juntara sus labios
en una tensa línea recta. ―¿YooJung?
―No es el trabajo, es-todo, en realidad, yo- ―Balbuceó, su
voz rompiéndose. ―Me emborraché para el cumpleaños de
Namjoon, tan mal
―Todos hemos perdido la cabeza en un momento, date un
respiro ―Intentó calmarla, presionando su mano por sobre
la mesa. ―Además, déjame recordarte, Namjoon no estaba
mejor esa noche. Fue un alivio que ambos volvieran sanos y
salvos a casa ―Rió divertida al recordar a la pareja.
―Ahá ―YooJung siguió mirando su batido, todavía tensa.
―Nosotros lo hicimos...
―De hecho, lo están haciendo desde San Valentín de hace
3 años, no es momento de actuar como una niña virgen
―Intentó bromear para animarla, dando palmaditas en su
mano.
―... sin protección
Jeonghwa detuvo su nefasto consuelo, procesando la
información. Sus ojos se abrieron de manera impresionante
ante lo que podía inferir.
―¿YooJung, tú...?
―Tengo un atraso de 10 días ―Finalmente fue clara. ―Es
primera vez que no usamos protección, ¿cómo es posible
que-? ―Respiró entrecortado. ―¡Por supuesto, sé que es
posible! Pero, Dios, esto es tan jodido ―Cubrió su rostro.
―¿Lo has hablado con Nam? ―La menor negó con la
cabeza. ―¿Te hiciste la prueba?
―No ―Su voz salió rota mientras descubría su rostro.
―Estoy asustada. Me gustan los niños y siempre he soñado
en formar una familia con él, pero... ―Se dejó caer de
hombros, vencida. ―No se suponía que sería tan pronto,
apenas me gradúo el próximo mes. Ni siquiera me he
casado, sus padres lo matarán y mis abuelos se volverán
locos ―Volvió a cubrir su rostro, imaginándolo. ―Y Nam...
Dios, ¿cómo lo tomará él? Apenas está tomando su lugar en
la industria. Sé que tiene un futuro prometedor como
letrista, pero está en su inicio y yo-se siente como si fuera a
arruinarlo todo para él, para ambos
―YooJung, Dios ―Jeonghwa se levantó, yendo hasta ella
para destapar su rostro y secar las pequeñas lágrimas que
habían descendido por sus mejillas. ―Aún no sabemos si
hay un bebé en camino o no. Y si lo hay, ¿qué importa?
¿quieres tenerlo?
―Es mi bebé ―Sus ojos siguieron lagrimeando. ―Es mi
bebé, y de Nam, por supuesto que quiero tenerlo, de verdad
quiero tenerlo ―Sollozó. ―Pero me asusta el futuro,
Jeonghwa
―Mira ―La abrazó, poco importándole que llamaran la
atención del resto de clientes. ―Son tan jóvenes, pero no
son unos niños, sé que saldrán adelante con esto. Es normal
estar asustada, cariño ―La consoló con dulzura. ―Y no
puedo prometerte que sus familias no enloquecerán, y sé
que será difícil trabajar con un bebé en camino, pero algo
que doy por firmado es que Namjoon babeará por ese bebé.
¿Enojarse? Maldición, YooJung, ni siquiera me imagino a
Nam molesto contigo
YooJung secó sus lágrimas, imaginando el rostro de su
novio. Desde que se habían conocido, Namjoon siempre la
había mirado con ojos inyectados de gentileza y amor. En el
fondo, sabía que con su apoyo podría atravesarlo todo,
porque siempre había sido así.
―Vamos a comprar esa prueba, ¿de acuerdo? ―Jeonghwa
le extendió la mano, sonriéndole con confianza. ―Me
acompañaste cuando lo necesité, así que tampoco planeo
dejarte sola en esto
YooJung tomó una fuerte respiración y aceptó la mano que
le ofrecían. Teniendo la prueba en las manos, vería si
sentirse aliviada o correr en busca de su novio para darle la
gran noticia.
♢♢♢♢♢
Jimin había conseguido convencer a Jungkook de dormir
un poco mientras las chicas llegaban, pues estaban
tardando más de lo que estimaron. A pesar de que Namjoon
y Taehyung estaban intentando comunicarse con sus
respectivas novias, las llamadas eran inmediatamente
desviadas al buzón de voz.
Tomándose las cosas con calma mientras el resto se
desesperaba, Park intentó mantener su mente ocupada
pidiendo comida a domicilio y ayudando a Yoongi y Seokjin a
decorar el lugar. Habían pensado en salir esa noche como
primera opción, pero él mismo había optado por una
celebración más personal, sólo con sus amigos, mucha
comida, alcohol, pelucas y disfraces, y karaoke. No quería
llevar a Jungkook a un lugar grande y ruidoso sabiendo cuán
cansado se sentía últimamente.
―Deberías hablar con él ―Dijo repentinamente Seokjin
junto a él mientras llenaban recipientes con frituras. ―Así
como Taehyung debería hablar con Jeonghwa, tú deberías
hablar con Jungkook de tus planes sobre vivir juntos. Él te
ama, no se lo tomará mal, incluso si convivir no es su deseo.
Sé que llegarán a un acuerdo ―Intentó animarlo.
―Lo sé, hyung ―Murmuró. ―Sólo que quizás entiendo a
Taehyung más de lo que me gustaría. Ya estoy
decepcionado de saber lo que piensa sobre convivir, así que
me decepcionaría aún más si el rechaza la idea cuando nos
afecta directamente ―Reconoció con una risita desganada.
―Maldición, he estado soñando con esto por todo el último
año, hasta el punto de comentárselo a mi familia ―Confesó
avergonzado, cubriendo su rostro con una mano.
―Hace años, también temía de la respuesta de Yoongi
―Admitió. ―Así que decidí que sólo dispararía directamente
y ya. ¿Qué puedo decir? Fue un acierto ―Enseñó una
sonrisa ancha. ―Por lo tanto, sería más fácil para ti si solo
dejas caer la bomba y luego sales adelante ―Golpeó
amigablemente su hombro. ―Vamos, casi cumpleañero,
pongamos esto en su lugar y- ―El timbre sonó de repente,
provocando que ambos intercambiaran miradas. ―¿El
repartidor o las chicas?
―¿¡Dónde estaban!? ―Escucharon el grito de Taehyung
desde la otra habitación y los dos sonrieron.
―Las chicas, sí
Jimin y Seokjin tomaron los recipientes que habían
llenado, queriendo llevarlas al salón, pero tuvieron que
retroceder en la pequeña cocina cuando repentinamente
Yoongi entró, siento empujado por Jeonghwa, quien traía
también a Taehyung arrastrado desde un brazo.
―¿Chicos? ―Seokjin volvió a depositar las cosas en la
encimera. ―¿Qué están haciendo aquí? ¿Este lugar parece
ser lo suficientemente amplio para 5 personas? ―Se quejó.
―Hey, al menos tienes una cocina de verdad, yo me las
arreglo usando una habitación para todo ―Rió en voz baja
Jimin, hundiendo su mano en un recipiente con papas fritas
mientras miraba a sus amigos. ―Entonces, ¿por qué nos
estamos encerrando aquí?
―Porque YooJung tiene algo serio que hablar con Nam y el
rey estaba durmiendo en el cuarto. Era esto o el baño
―Respondió la chica. Jimin parpadeó, confundido.
―¿Por qué ellos tendrían que hablar en privado?
―Cuestionó Seokjin, dudoso.
―No lo sé, pero YooJung lucía... como si hubiera estado
llorando ―Murmuró Taehyung preocupado, encogiéndose en
su sitio cuando su novia le lanzó una mirada filosa. ―Hey,
¿por qué me miras así? No contestas mis llamadas, ni mis
mensajes y hasta me arrastras hasta aquí con rudeza. ¿Por
qué estás molesta conmigo? ¿Por qué me tratas así? ―Se
quejó como un niño al que habían regañado por algo que no
hizo.
―¿No eres tú el que está actuando raro conmigo este
último tiempo? ―Contestó a la defensiva. ―Huyes de mí, te
pierdes en tus pensamientos cuando estamos juntos,
apenas me escuchas, ¡pero te ofendes si apago mi celular
por una tarde! También quiero tener una tarde con mi
amiga, ¿sabes? Yo no me molesto cuando sólo hablas de
Jimin
―Hey, ¿por qué me están metiendo a mí en sus líos
amorosos? ―Cuestionó Park, sorprendido. ―Estamos aquí
para celebrar mi cumpleaños y todos actúan tan extraños,
aish
―Sí, no puedo creer que ustedes estén discutiendo sobre
su vida amorosa en nuestra cocina. Ni siquiera tienen
respeto por las propiedades ajenas, es entendible que con
ese comportamiento aún no sean capaces de vivir juntos
―Murmuró Yoongi, escondiendo su rostro en la camiseta de
su novio cuando Jeonghwa volteó a verle completamente
roja. ―Incompatibles ―Tosió lo suficientemente alto,
achispando más el ambiente.
―Shh, basta, ya introdujiste el tema, es suficiente
―Susurró Seokjin únicamente para él, abrazándolo al ver la
amenazante mirada de Jeonghwa sobre su novio. ―Hey, no
mires así a novios ajenos, es de mala educación ―Defendió.
Jimin se limitó a continuar comiendo, preguntándose dónde
estaba el repartidor y si realmente ambas parejas se
pondrían a pelear en ese pequeño espacio con él en medio.
¿Y YooJung y Namjoon? ¿Estaban peleando también ahí
afuera? ¿Querría Jungkook también pelear con él?
Fantástico, él tenía que haber imaginado que no tenía nada
de bueno adelantar una celebración de cumpleaños, ¡su
madre siempre le había dicho que era de mala suerte!
―Pues dile a tu novio que es de mala educación hablar de
la vida en pareja de otros ―Chasqueó la chica.
―Maldición, ¿por qué andas tan nerviosa y alterada?
―Intervino Taehyung. ―¿Y cómo puedes hablar de vida en
pareja? ¡No es como si tuviéramos una!
―¡Pues podríamos tener una si tú dejaras de perder el
tiempo, haciéndome esperar!
―Espera, ¿¡cómo es que yo tengo la culpa!? ―Se señaló a
sí mismo sorprendido, su ceño frunciéndose luego. ―Espera
―Repitió. ―¿Me estás culpando de que no estemos viviendo
juntos?
―¿No es evidente? ¡He intentado de todo para darte
señales, pero has ignorado incluso mis señales de humo!
―Taehyung estaba boquiabierto. Yoongi y Seokjin estaban
intentando no reír, muy a diferencia de Jimin que se
permitió carcajear animadamente.
―Maldición, Jeonghwa, eres más inteligente que esto.
Creo que todos conocemos a Taehyung lo suficiente para
saber que no entiende indirectas ―Dijo Jimin.
―¿Qué? ―Jeonghwa miraba anonadada a su novio. ―¿De
verdad no entendías cada vez que veía un anuncio de
arriendo y te decía que sería bonito vivir ahí?
―Pensé que planeabas salir de casa de tus padres o sólo
hablabas por hablar ―Admitió, encogiéndose de hombros.
―Jamás pasó por mi mente que quisieras vivir conmigo
Jeonghwa hizo una mueca en sus labios que más tarde se
convirtió en puchero. Taehyung la envolvió dulcemente con
sus brazos cuando ella disminuyó la distancia entre ambos,
escondiéndose en su cuello. El resto de los chicos se habría
sentido enternecido de verlos entenderse por fin, de no ser
por Namjoon que de repente lanzó un grito al aire que
probablemente escucharían incluso las personas del edificio
de al lado.
―Oh, Dios, él ya se enteró ―Murmuró Jeonghwa,
separándose inmediatamente de su novio.
―¿Enterarse de qué? ―Preguntó Taehyung, confundido.
―¡Chicos, voy a ser papá! ―Gritó Namjoon a todo pulmón
desde el salón y fue cosa de un segundo para que todo el
lugar se convirtiera en un desastre.
Taehyung salió corriendo de la cocina, preguntándose si
había comenzado a delirar y ya estaba escuchando cosas
raras, pues eso explicaría que Jeonghwa aceptara vivir con
él y Namjoon se convirtiera en padre. Seokjin y Yoongi lo
siguieron de cerca, mirando estupefactos a Namjoon, quien
tenía lágrimas en los ojos, mientras no dejaba de abrazar
fuertemente a su novia, quien estaba mucho más llorosa
que él.
Jimin, que había estado comiendo y, por tanto, se
atragantó con la noticia, fue auxiliado por Jeonghwa,
reuniéndose después con el resto en el salón. Sus ojos
fueron desde la feliz pareja hasta Jungkook, quien yacía en
el marco del dormitorio, luciendo soñoliento y demasiado
desorientado como para comprender la situación.
―¿¡Seré tío!? ¡Seré tío! ―Taehyung estaba dando saltitos.
―Espera, ¿los hijos de mi primo son mis sobrinos, cierto? ¿O
no lo son? ¿O son mis primos también? ¡No importa, porque
tendrá que llamarme tío! Y hablando de tíos, ¿¡mis tíos ya lo
saben!? ¡No te preocupes! ¡Ya los llamo y-!
―¡Taehyung! ―Jeonghwa se lanzó sobre su novio antes de
que este alcanzara a desbloquear su celular. ―¡Cálmate un
poco, deja que sean ellos quienes digieran la noticia
primero!
―Jeonghwa ―El chico miraba a su novia con ojos
brillosos. ―¡Seremos tíos! ―Anunció, abrazándola
emocionado.
Seokjin rió, preguntándose si él había lucido tan
ridículamente entusiasta como Taehyung, luego de que su
hermano mayor le anunciara que se convertiría en padre
unos meses atrás. Yoongi se quedó en blanco, aún sin poder
creer que Namjoon, el chico tímido que conoció en su
primer año de universidad, se estaba convirtiendo en padre.
Y Jimin se saltó las felicitaciones, dándoles su espacio a
Namjoon y YooJung, para dirigirse a Jungkook, quien aún
parecía completamente perdido. El castaño le miró con una
sonrisa perezosa cuando este lo guio de regreso al
dormitorio.
―¿Me he perdido la fiesta, hyung? ―Preguntó Jungkook,
recostándose nuevamente en la cama. Sonrió como un niño
cuando Jimin lo imitó y le permitió esconder su rostro en su
pecho, protegiéndolo en un abrazo. ―Todos parecen
haberse vuelto locos allá afuera, ¿por qué no me has
despertado? ―Cuestionó con un puchero, envolviéndolo
también con su brazo.
―No ha empezado la fiesta. En realidad, creo que no
comenzará hasta en otra media hora, cuando todos
consigan calmarse ―Rió divertido, recibiendo una mirada
confusa de Jungkook a cambio. ―Resulta que Jeonghwa sí
quiere vivir con Taehyung. Y viene un bebé en camino
―¿¡De Jeonghwa y Taehyung? ―Jimin negó con la cabeza.
―¿Entonces? ―El azabache sólo sonrió, deslizando su mano
desde su espalda hasta su vientre, donde acarició en
círculos. ―No, nuestro no es ―Aseguró. ―No he conseguido
uno todavía
―¿Todavía, eh? ―Rió, ahora subiendo su mano hasta su
cabeza, donde acarició con dulzura sus cabellos. ―Es de
YooJung y Namjoon, Kookie ―La boca del menor formó una
perfecta "o". ―Increíble, ¿no?
―¿Ellos están bien?
―A mí parecer, ansiosos y asustados, pero sobre todo
felices. Supongo que el camino será difícil, pero se tienen el
uno al otro, y también nos tienen a todos nosotros
Jungkook sonrió abiertamente, volviendo a esconder su
rostro en el pecho de su novio. Dios, ¿cómo se sentiría tener
un hijo? La idea era inimaginable. Él se sentía tan joven
todavía, que no podía ponerse en los zapatos de YooJung y
Namjoon, quienes tendrían que aceptar la responsabilidad
más grande de sus vidas.
―Es extraño, me dan cosquillas en el estómago cuando
pienso en esto ―Rió cohibido, aplastando su rostro contra el
pecho de Park para esconder su vergüenza. ―Algún día,
muy a futuro, te daré un cachorro también
―Se dice bebé, amor ―Corrigió con una risita.
―No, no, hablo de un cachorro, un perro bebé ―Aclaró,
alzando su rostro hacia él para enseñar sus brillosos ojos.
―La abuela dijo que debería darte uno para atarte a mí
―Sí, recuerdo algo como eso ―Enseñó una sonrisa
torcida. ―Pero, aunque me gustaría compartir un cachorro
contigo, no es necesario que lo lleves así de lejos. Nosotros-
Nosotros podemos estar juntos sin una excusa de por
medio, ¿sabes? ―Jungkook parpadeó, confuso. Jimin peinó
los cabellos revoltosos mientras suspiraba. ―Hey,
Jungkookie, ¿de verdad no quieres vivir conmigo? ―Se
atrevió finalmente a preguntar. Si todas las parejas ahí
afuera estaban bien, ¿por qué ellos no?
Jungkook dejó de sonreír, dejando el espacio junto a él
para sentarse en la cama, inexpresivo. Jimin se enderezó
también, viéndolo jugar con sus dedos mientras sus labios
se estiraban en una trompita de vez en cuando, haciéndolo
lucir adorable. Al menos el castaño no lucía molesto, pero su
rostro era tan difícil de descifrar, que no sabía si estaba
considerando su propuesta o sólo estaba buscando las
palabras correctas para rechazarlo.
―Era-Era eso lo que te estaba molestando desde esta
tarde, ¿cierto? ―Preguntó el menor, buscando sus ojos con
dificultad. ―Cuando llegué y estaban hablando de eso... te
pusiste raro después de que diera mi opinión ―Sonrió con
incomodidad. ―¿Habías planeado vivir conmigo, hyung? ¿En
serio?
―¿Hice mal? ―Preguntó con tristeza.
―Pensé que funcionábamos bien viviendo por separado
―Admitió. ―Pasamos la mayoría de los fines de semana
juntos
―Pero no es lo mismo
―No, no lo es ―Aceptó. ―Convivir es mucho más
complicado que eso
―¿Es por eso que no quieres vivir conmigo? ¿Por qué
piensas que vivir conmigo sería complicado para ti?
―Preguntó, su voz saliendo inestable, sin poder esconder su
decepción al escucharlo. ―¿Jungkook? ―Maldición, nunca
una conversación entre ambos se había sentido tan nefasta
y amarga.
―Quiero vivir contigo ―Contradijo, sin mirar sus ojos.
―¿Pero? ―Preguntó. ―Dime por qué dudas, Jungkook, por
favor ―Suplicó.
―Es demasiado importante para mí, ¿bien? ―Finalmente
alzó la mirada hacia él, mostrándose acomplejado y sincero.
―No sé lo que piense el resto de convivir, pero para mí es
más que simplemente vivir con mi pareja actual, con el
chico del que estoy enamorado. Es más, mucho más que
eso ―Jungkook tomó su mano, nervioso. ―Es un
compromiso, Jimin. Si vas a vivir conmigo, es porque vas en
serio conmigo, es porque estás planeando un futuro junto a
mí, es porque-porque nos imaginas pasando el resto de
nuestra vida juntos. Si mi pareja, si la persona con la que
quiero vivir, no piensa en grande junto a mí, entonces no
viviré con ella. No daré un paso tan grande y significativo
con alguien que aún no está seguro de querer mantenerme
en su vida
―¿Y crees que yo no estoy seguro de querer mantenerte
en mi vida, Jungkook? ―Preguntó con voz cortante y
Jungkook le enseñó una sonrisa rota.
―No lo sé ―Admitió, tocando su mejilla con dulzura,
intentando relajar sus facciones. ―Es sólo que... cumplirás
24 años en unos días. Entendería si soy demasiado intenso
para ti. Es normal que mi pensamiento pueda hacerte sentir
acorralado, así que comprenderé si vivir por separado te
hace sentir mejor
―Pero te amo, Jungkookie ―Jimin tomó su mano que
cubría su mejilla, presionándola con fuerza. ―Te amo
muchísimo. Y si quiero vivir contigo, es porque me siento
como tú. Quiero que seas parte de mi vida, completamente.
Quiero dormir y despertar junto a ti, y quiero planear ese
bonito futuro del que hablas. ¿Que cómo me veo de aquí a 2
años más? Contigo. ¿En 50 años? Todavía contigo, amor
Jungkook exhaló, sonriendo cuando Jimin se inclinó sobre
él para atrapar sus labios en un dulce beso. Aferrándose a
él, deseó que este sintiera lo fuerte que era su amor. Si
Jimin decía querer formar un futuro junto a él, entonces no
había mucho más de lo que preocuparse. Correría el riesgo,
creyendo plenamente en su pareja.
―¡Chicos! ¿¡Pueden salir de ahí ya!? ―Seokjin golpeó la
puerta. ―¡Las pizzas se están enfriando! ¡Y más les vale
que no estén haciendo cosas sucias en mi cama! ¿¡No
estamos celebrando un cumpleaños acaso!?
Jungkook se separó de su novio, volteando hacia la
puerta. Intercambiando una mirada con él, compartieron
una sonrisa antes de tomar la mano del otro con absoluta
seguridad. Ahora sólo tenían que seguir trabajando para, en
un futuro lejano, continuar tomando la mano del contrario
con la misma fuerza y confianza que había en sus jóvenes
corazones.
Y vivir juntos, sólo era otro gran paso más.
Nota:
Holi, espero estén teniendo una bonita navidad uwu
Extra 6: La manera en que lo mira

[28 de octubre de 2021]


Jimin no dejó de bailar ni siquiera cuando sus compañeros
decidieron tomarse una pausa para comer. Las audiciones
de la compañía para el acto de navidad estaban a sólo una
semana de distancia y él no planeaba tomarse ningún
respiro. En realidad, la mayoría ahí sabía que Park sería el
siguiente en conseguir un gran solo, sin embargo, eso no le
daba una razón para relajarse.
Si realmente Jimin iba a tener un gran solo en diciembre,
entonces se aseguraría de que fuera perfecto. Los
espectadores jamás lo olvidarían después de verlo.
Apoyándose en la punta de sus pies, Jimin hizo un
perfecto attitude. La mirada de orgullo de Jungkook se cruzó
por su mente por un segundo y rió tontamente cuando esto
lo hizo perder el equilibrio. Debería ser malo, pero nada
relacionado a Jungkook era malo para él. De sólo pensar en
su pareja viéndolo desde primera fila y aplaudiendo por su
gran baile y desplante escénico, sentía cosquillas en el
estómago.
Tomando un par de profundas respiraciones, intentó
concentrarse de nuevo en la pista de música, pero fue inútil
cuando el coreógrafo a cargo entró sin avisar, caminando
directamente hasta él. Jimin intentó fijarse únicamente en
su reflejo, pero las cosquillas que había sentido hace un
momento se convirtieron en malestar y su expresión
ensombreció cuando el hombre se posicionó detrás de él,
prácticamente respirándole en la nuca.
Jimin odiaba tanto a HwiKyung. Había llegado hace solo
dos meses para reemplazar al coreógrafo estrella anterior y,
aunque increíblemente bueno, su encanto personal no era
proporcional a su talento. HwiKyung sabía que estaba a
cargo de las cosas y, en especial esas últimas semanas,
parecía haberla agarrado contra él.
―Estás respirando de manera inestable ahora, está
perjudicando tu postura ―El hombre deslizó su mano hasta
su abdomen, aplanándolo a la vez que Jimin tomaba una
respiración pesada. ―Tus hombros no deben caer de esa
forma, es tan poco agraciado, haz algo con ello ―Jimin
obedeció, mordiéndose la lengua. Él lo soportaría por un
momento y volvería a relajarse y seguir con su ensayo
después de eso, no había nada por lo que preocuparse.
―Eso es, alza la barbilla ―Park miró directamente su reflejo,
su expresión neutral y su mandíbula apretada mientras se
encontraba con la mirada del coreógrafo. ―Así está bien,
eres tan hermoso, debes usar eso a tu favor ―Felicitó,
presionando su hombro.
―Este tipo de trato exclusivo podría dejarme mal parado
frente a mis compañeros, está bien si sigo practicando solo
―Murmuró, queriendo librarse de él.
―Vamos, todos saben que el solo es tuyo ―Rió
entredientes, con su mano aún en el hombro ajeno,
haciendo círculos que debían relajarlo, pero Jimin sólo se
tensó más. ―Si pones suficiente de tu parte, por supuesto
―Ahora bajó la voz, murmurando cerca de su oreja.
Jimin perdió su posición mientras el contrario daba un
paso atrás. Mirando de reojo hacia la puerta semi abierta,
giró sobre sus talones para enfrentarse al hombre que tenía
una sonrisa autosuficiente en sus labios. A Park no le
agradaba. Esa sonrisa y esa mirada no le daban buena
espina.
―Seguiré practicando ―Fue todo lo que respondió.
―Ambos sabemos que no es práctica lo que te falta
―HwiKyung tomó su camiseta entre sus dedos, jalándolo
más cerca de él. ―Podría ayudarte a conseguir tu solo, Jimin
―No me gusta lo que insinúas. Puedes olvidarte de lo que
sea que estés pensando ―Respondió con una sonrisa falsa,
su mirada conservándose dura.
―Pensé que eras más profesional que esto, es una lástima
Jimin se soltó de su agarre, intentando que no le afectaran
sus palabras. Después de todo, quizás debió seguir al resto
del grupo en vez de permanecer ahí y matarse de hambre.
Sólo que sus intenciones de salir de la sala se vieron
entorpecidas cuando la puerta fue cerrada frente a su cara y
su cuerpo arrojado con suma facilidad contra ella. HwiKyung
estaba presionando su cuerpo sobre él, mirándole con una
expresión tranquila, y Jimin odió sentirse tan malditamente
pequeño. Ni siquiera podía golpearlo sin conseguir grandes
problemas a cambio.
―Escucha ―El hombre siseó. ―Toda persona que quiera
ascender profesionalmente, necesita hacer pequeños
sacrificios, sobre todo en este medio ―Lo puso al tanto.
―¿De verdad crees que sólo bailar bien es suficiente? Tú no
eres un hombre estúpido, Park ―Jimin lo miró a los ojos,
conteniendo su ira. ―Tienes un cuerpo encantador, si fueras
inteligente, sabrías usarlo a tu favor ―Su mano se deslizó
desde su espalda a su trasero, donde presionó con fuerza.
―Te daré más que un estelar si te portas bien
Jimin lo empujó lejos, completamente rojo. Dándose la
vuelta para marcharse, su enojó incrementó cuando el
hombre se atrevió a hablarle por última vez.
―Piénsalo, cariño, es un ganar-ganar ―Aseguró. ―Porque
no obtendrás nada aquí mientras yo esté al mando, no
importa cuánto creas merecerlo ―Y ahora rió.
Jimin cerró la puerta, apresurándose en ir hacia los
vestuarios por sus pertenencias. No le sorprendía que
HwiKyung estuviera tras de él; desde su llegada, había
sentido la mirada caliente del hombre sobre su espalda.
Siempre lo miraba como si lo desnudara con los ojos, sin
disimularlo, pero él había decidido ignorarlo. Siendo honesto
consigo mismo, jamás pensó que el tipo llegaría tan lejos
como para chantajearlo.
Jimin decidió terminar con la práctica antes de tiempo. Ni
siquiera podía pensar con claridad sobre su futuro ahora. La
idea de estar perdiendo su solo, y todos los próximos, lo
estaba poniendo de nervios. ¿Pero hacer un sacrificio cómo
podría ser lo correcto?
Excusándose con sus compañeros cuando se los encontró
a la entrada del edificio, decidió que quería ver a Jungkook
y, por tanto, se dirigiría a su trabajo. La frustración que
sentía amenazaba con convertirse en lágrimas, así que
ahora más que nunca necesitaba ver a su novio y recordar
cuál era el camino que quería seguir.
♢♢♢♢♢
―¿Por qué no asistirás a la fiesta de Halloween de la
compañía? ―Preguntó MinSuk, atrapando a Jungkook
justamente en el momento que este cerraba la oficina para
marcharse. ―El año pasado prometiste que serías mi
acompañante. No puedes retractarte ahora
―MinSuk ―Jungkook suspiró, mirando con amabilidad al
enfurruñado adolescente. ―No hice tal promesa y lo sabes.
Dije que estaba bien si me hacías compañía, mas no
mencioné nada de ser tu compañero ―El menor abrió la
boca, dispuesto a discutir, pero Jungkook no perdió su
oportunidad para hablar. ―Honestamente, no soy el tipo de
hombre que disfruta de grandes fiestas, lo siento ―Y dicho
eso, decidió continuar su camino a la salida.
―Estás más cerca de tus 20 que de tus 30, no hables
como un anciano. Además, ¡todos saben aprovechar una
oportunidad cuando la ven! Conocerías a más de un imbécil
importante ahí ―Se quejó, yendo tras de él cuando Jeon lo
ignoró por completo. ―No puedes hacerme esto, ¿sabes? El
año pasado usaste un estupendo disfraz de spider man que
me tuvo fantaseando todo el año. ¡Otro apretado traje de
superhéroe era justo lo que necesitaba para esta ocasión!
―No seas descarado ―Gruñó.
―Tengo 17 años, hyung ―MinSuk lo sobrepasó,
aprovechando que Jungkook se despedía educadamente del
personal que encontraba en el camino. ―Soy un chico
saludable que sabe reconocer lo que hay frente a sus ojos.
Por si no lo notas, ese eres tú, y no soy el único idiota en
este lugar suspirando por ti ―Jungkook se detuvo cuando
MinSuk tomó sus brazos, mirándolo a los ojos. ―Pero sé que
eres gay, así que tengo más oportunidad, ¿cierto?
Jungkook negó con la cabeza, dirigiéndose al ascensor.
Cuando había llegado a ese lugar, MinSuk apenas estaba
por cumplir los 16 y para todos era el mayor dolor de
cabeza del mundo. Caprichoso, obstinado y muy, muy,
grosero. Tristemente para muchos, el adolescente era
guapísimo, popular y ridículamente rico, así que tenían que
morderse la lengua cuando de trabajar con él se trataba.
Como pasante, Jungkook tuvo que sufrir con lo que se decía
"el trabajo que nadie quiere tomar" y así terminó
conociendo a MinSuk, quien, para sorpresa de todos, se
volvió en un cachorro dócil para él.
Y MinSuk incluso había dejado de tratar al resto como sus
sirvientes gracias a Jungkook, así que nadie dudaba en tirar
al joven a sus brazos. Jungkook lo adoraba, la mayoría del
tiempo, pues era como tener un hermanito menor. Pero
entonces MinSuk decía algo desatinado, recordándole la
odiosa personalidad de Jimin cuando apenas se conocieron,
y podía deducir un poco como funcionaba la vida para ese
chico.
No muy bien, precisamente.
―Hyung, por favor ―Jungkook mantuvo sus labios
presionados en su línea mientras esperaba el ascensor,
ignorando por completo al chico que le abrazaba por la
espalda. ―Si no vas a venir a la fiesta, al menos
acompáñame a casa, ¿sí? ―Pidió como un niño consentido.
―Tengo una sala de cine, ¡podemos ver una película y
después-!
―No
Jungkook se soltó del abrazo y entró al ascensor, sin
sorprenderse de que el jovencito le pisara los talones. Quiso
reír al verlo rojo de frustración.
―Acuéstate conmigo ―Disparó sin más.
―Dios, MinSuk, tienes 17 años, basta con eso ―Pidió.
―¡Y tú 24! ¡Me he acostado con hombres incluso mayores
que tú! ―Jungkook hizo una mueca con los labios,
mirándole suplicante. Odiaba cuando él decía cosas que
realmente sonaban terribles a sus oídos.
―Y eso no está bien, MinSuk ―Insistió, poniendo su mano
en su hombro. ―Sal con chicos de tu edad, no con hombres
mayores. Para ellos sólo eres un niño fácil de engañar, no
caigas en el juego de ellos, personas así son asquerosas
MinSuk hizo un pronunciado puchero, sus ojos brillando
como si estuviera a punto de llorar debido a su enojo.
―Si no me das lo que quiero, yo-yo- ―Balbuceó, sus
palabras tiritando cuando dijo: ―Le diré a tus superiores
que intentaste aprovecharte de mí. No volverás a conseguir
trabajo después de eso
Jungkook miró fijamente los números cambiar en el
ascensor, en completo silencio. Había descubierto algo
realmente turbio después de comenzar a involucrarse
directamente en el mundo adulto y eso era que la gente con
más poder, la mayoría del tiempo, intentaba pasar por
sobre ti. Sólo que Jungkook había sido educado para no
permitir que el resto lo pisoteara y recordar siempre sus
valores.
―Está bien ―Murmuró cuando las puertas se abrieron y
MinSuk lo miró sin parpadear. ―Puedes amenazarme, pero
todavía no estoy haciendo nada contigo, MinSuk
Jungkook salió del ascensor, completamente tranquilo.
Sabía que el joven no llegaría así de lejos por un capricho. O
quizás él era demasiado tonto para confiar ciegamente en
quienes le agradaban, pero no importaba, confiaba en
MinSuk. Camino al estacionamiento, supo que su
razonamiento había sido el acertado cuando unos
apresurados pasos fueron tras de él y unos delgados brazos
volvieron a rodearle desde atrás, deteniéndolo.
―No lo haré, perdón, me equivoqué ―Su voz salió rota.
―Es sólo que me gustas mucho, hyung, por favor. Siempre
eres quien mejor me trata y te preocupas por mí. No me
alejes
Jungkook giró hacia él, encontrándose con sus ojos
brillantes cuando este se distancio. MinSuk parecía tan
hambriento de amor y aprobación, que su estómago se
revolvió. De verdad no quería comparar al niño con Jimin,
pero, de nuevo, el chico era tan ridículamente como Jimin
cuando apenas se conocían. Quizás por eso él tenía una
debilidad por él. Jungkook hubiera deseado hacer algo por
él.
―Hey ―Tocó su mejilla gentilmente, secando una lágrima.
―Tratar bien a otros es lo que humanamente hacemos, no
se supone que sea algo excepcional. Y yo te quiero, pero
eres como un hermano para mí. Dejemos estas peleas que
no van hacia ningún sitio, ¿quieres? ―Pidió, sacudiendo su
cabello antes de separarse de él.
―Pero seré un adulto algún día ―Insistió. ―Si mi edad es
incorrecta para ti, ¡sólo es cosa de unos años para que no
haya problema!
―Tengo novio
―No es un problema para mí
Jungkook rodó los ojos, deteniéndose en el
estacionamiento cuando, justo al lado de su auto, encontró
a Jimin. La sonrisa apareció instantáneamente en sus labios
y MinSuk arrugó la nariz cuando los pasos del castaño se
apresuraron hacia su novio.
―Hey, Kookie ―La sonrisa de Jimin era perezosa cuando
extendió sus brazos hacia el menor, quien no dudó en
abalanzarse sobre él. ―Mi chico precioso ―Lo apretó en un
fuerte abrazo, respirando hambrientamente en la curva de
su cuello, como si quisiera intoxicarse de él.
―Pensé que no te vería hasta la noche ―Su voz rebosaba
de alegría y Jimin se sintió más tranquilo sólo con
escucharlo.
―Me salí un poco más temprano hoy ―Jungkook se
separó lo suficiente para mirarlo y Jimin le enseñó un
puchero. ―Es que no dejaba de pensar en lo mucho que
quería abrazarte y darte besitos
Jungkook rió en voz bajita, enternecido. Jimin se alimentó
de su aniñada imagen; esos ojos brillantes llenos de
arruguitas y esa enorme sonrisa dental. Dio uno, dos, tres
pequeños besos en su boca antes de conseguir soltarlo.
Entonces Jungkook dio un respingo y giró su cabeza, como si
acabara de recordar algo importante.
―Sí, sigo aquí ―Murmuró el adolescente y Jimin lo miró
con curiosidad, pues ni siquiera lo había notado. ―Me iré a
casa, disfruten su velada
―MinSuk ―Jungkook lo detuvo. ―¿Dónde está tu chofer?
―Le dije que no viniera por mí, porque tú me llevarías a
casa
―Nunca acordamos eso ―Frunció su ceño, mirándole con
recriminación.
―¡Se suponía que aceptarías mi invitación al cine, pero
eres demasiado fiel! ―Se indignó. Jimin se limitó a enseñar
una sonrisa torcida, preguntándose cómo alguien tan joven
podía ser tan desvergonzado. ―No importa, saldré y
buscaré un taxi
―Maldición, me enteré de que unas chicas intentaron
colarse en tu camerino la otra vez, ¿cómo puedes andar ahí
tan tranquilamente? ―Jungkook lo tomó por el brazo,
tirando de él. ―No me haré responsable si te sucede algo.
Sube al auto, te llevaré a casa
―Tu novio no quiere ―Señaló, intentando escapar.
¿Aguantar una pareja cursi todo un viaje? Era un no rotundo
para él.
―Su novio es comprensivo y cree que tiene razón
―Corrigió Jimin, aún con una sonrisa irónica. ―Ven con
nosotros
―Bien ―El joven no se hizo más de rogar. ―Pero iré de
copiloto ―Decidió por sí mismo, dirigiéndose al auto.
Jungkook dirigió una mirada suplicante hacia su novio, y
este se encogió de hombros, dejando al mocoso ser feliz por
un momento.
Jimin se tomó ese viaje para pensar. MinSuk estaba ahí, al
lado de Jungkook, intentando llamar su atención y tocándolo
en un montón de ocasiones, pero nada perturbó al hombre.
Viendo lo bien que Jungkook manejaba al menor,
manteniéndolo a raya, lo hacía sentir incluso envidioso.
Ojalá el tuviera el mismo control contra quienes deseaban
estresarlo. Pero, bueno, MinSuk seguía siendo un
adolescente, por lo que era más comprensible su
comportamiento, no así el de HwiKyung. Jimin se hundió en
su asiento y se sintió mal al recordar su propio problema.
Jungkook siempre había sido abierto, sobre todo. Siempre
había dicho directamente cuando alguien había intentado
coquetear con él e incluso llevar la situación más lejos. Sin
embargo, Jimin no era bueno en eso. Menos si la situación
actual parecía querer arrastrar problemas serios para él,
profesional y personalmente hablando.
―Has estado muy callado durante el trayecto ―Murmuró
Jungkook tras de él, luego de que ambos atravesaran la
puerta de su departamento. ―Siento si MinSuk es tan
pegajoso e impertinente, pero en realidad es un buen chico,
¿sabes? ―Jimin volteó, viéndolo quitarse sus zapatos y
colgar su abrigo. ―Él sólo-
―Está bien ―Interrumpió. Jungkook pasó sus ojos desde
sus pantuflas hasta el rostro de su novio. ―¿Está bien se
pedimos la cena por hoy?
―¿De verdad no sucede nada? Luces un poco... alterado
―Musitó confuso. El viaje con MinSuk no podía ser la causa,
¿cierto? ―Puedes decirme si hay algo molestándote. En
realidad, me sorprendió que pasaras por mí al trabajo, eso
sucede pocas veces. Si hay algo de lo que quieras hablar-
Jungkook se calló cuando Jimin avanzó un paso hasta él,
tomando su rostro para besarlo abruptamente. Aunque
intentó distanciarse luego de unos segundos para continuar
la charla, eso fue en vano cuando Jimin siguió buscando su
boca, y finalmente se rindió ante sus besos. El mayor no
dejó de besarlo ni siquiera mientras lo guiaba hasta el
dormitorio, donde la espalda de Jungkook chocó con la
puerta antes de que Jimin consiguiera abrirla.
―Hyung ―Intentó hablar, pero el azabache sólo abrió la
puerta con torpeza, obligándolo a retroceder hasta el
interior. Los ojos de Jungkook se mantuvieron abiertos
incluso cuando fue empujado sobre el colchón para que
eventualmente Jimin trepara sobre él, cubriendo su boca
con la de él una vez más. ―E-Espera ―Pidió con torpeza,
poniendo sus manos en los hombros ajenos para obligar a
Park a distanciarse. ―No hagas esto. No me beses cuando-
cuando siento que estás enojado conmigo
Jimin parpadeó y el humo que bloqueaba sus
pensamientos se disipó. Jungkook lucía preocupado y se
odiaba a sí mismo por ponerlo en esa posición.
―No estoy enojado contigo ―Aclaró, acariciando su
mejilla con dulzura.
―Pero no me respondías y... estabas siendo rudo
―Murmuró.
―No es primera vez que soy rudo contigo ―Intentó sonar
bromista, pero Jungkook siguió haciendo pucheros. ―Lo
siento. No estoy molesto con MinSuk ni contigo, Jungkook.
Llevarlo a casa fue una buena decisión, porque tienes razón,
él no debería andar solo por ahí si es peligroso ―Su tono fue
condescendiente mientras acariciaba sus cabellos
delicadamente. ―Tuve un día agotador en los ensayos. Algo
así como... mal
―¿Y no quieres hablar de eso conmigo? ―Sus dedos
dibujaron sobre su camisa, cosquilleándole incluso si el
contacto no era directo. ―Soy tu novio, siempre voy a
escucharte ―Le recordó.
Jimin continuó mirando esos brillantes y amables ojos por
otro minuto que pareció una eternidad. A veces, cuando el
resto conseguía hacerle sentir insignificante y volvía a
encontrarse al final del día con Jungkook, se sentía extraño
ante esa mirada. Jimin aún no podía creer que cuando niño
se había acostumbrado a las miradas burlescas e incluso a
las llenas de desdén. Más tarde, se acostumbró a aquellas
deseosas y otras tantas envidiosas. Hubo muchas miradas
amistosas y otras tantas meramente interesadas. Pero no
hubo miradas como las de Jungkook, nunca.
Jungkook siempre, siempre le miraría con amor. No
importaba si el menor se enojaba con él por pequeños
desacuerdos, el amor prevalecía por sobre todo. No
importaba si Jungkook tenía sus momentos de atrevimiento
o decía palabras que jamás imaginó que saldrían de su
boca, él aún le miraría con amor. Incluso durante el sexo, el
chico lo estaba mirando perdidamente enamorado. Y el
deseo que una vez Jimin esperó de él, pasó completamente
a segundo plano, porque su corazón se sentía lleno. Su
cuerpo, su alma, estaban en paz consigo mismo.
Jungkook lo hacía sentir tan valioso, que odiaba cuando el
resto intentaba hacerlo sentir menos que eso. Odiaba
cuestionar la mirada amorosa de su novio, sólo porque el
resto se había atrevido a rebajarlo.
―Oh, hyung... ―Jungkook llevó sus manos hasta su rostro,
sus dedos delineando sus húmedos ojos. Jimin no notó sus
propias lágrimas hasta ese momento.
Jungkook tiró de él en un fuerte abrazo, poco
importándole ser aplastado por su cuerpo. Jimin se escondió
en su cuello y sollozó en silencio, dejando la frustración
salir. Sus pies dolían a causa de los ensayos interminables
que supuestamente lo llevarían a la cima, pero él acababa
de ser pateado de regreso al primer peldaño. Jungkook
mordió su labio, tragándose sus palabras, mientras lo
escuchaba murmurar en voz bajita y ahogada aquello que lo
acomplejaba.
¿Por qué siempre tenía que existir gente intentando
ensuciar tu trabajo? Hace sólo unos días Jimin le había
comentado con total seguridad que obtendría un gran solo
para el número que su compañía organizaba por navidad.
Jungkook incluso había prometido ir a verlo, desde primera
fila. Pero todo sonaba como un sueño después de ese día.
―¿Qué piensas hacer? ―Se animó a preguntar Jungkook
después de un rato. Ahora ambos se encontraban sentados
uno frente al otro y sus dedos presionaban ligeramente los
dedos de los pies de su novio. ―¿Hyung? ―Alzó la mirada
tímidamente para él.
Jimin se mantuvo en silencio, observando las dulces
manos que masajeaban sus pies. No sabía cómo mirar al
menor. No se atrevía a mirarlo a los ojos y confesarle que él
no quería dejar su compañía de danza. Jimin no caería tan
bajo como para ceder ante HwiKyung. Amaba lo suficiente a
Jungkook como para llegar siquiera a dudar sólo por el bien
de su carrera artística. Sin embargo, él aún quería
pertenecer a ese lugar, incluso si su papel no era el
principal. Había conseguido entrar a una de las mejores
compañías de danza, cuyas presentaciones podían durar en
las carteleras del mejor teatro en el centro de Seúl incluso
mes. No podía renunciar a eso. No quería. ¿Valía la pena el
sacrificio? Porque, al final, tenías que sacrificar algo de
todas formas, ¿no?
―Hey ―Llamó el menor, luchando por obtener su
atención. Se esforzó por sonreír cuando finalmente Jimin le
enseñó sus ojos llenos de vergüenza y temor. ―Sea lo que
sea que decidas, confío en ti ―Aseguró.
En realidad, Jungkook quería pedirle que renunciara. El
instinto más primitivo de Jungkook, quería buscar a ese
hombre y quebrarle una pierna para que no volviera a bailar
nunca más. Su instinto más caprichoso, quería exigirle a
Jimin que renunciara, porque no soportaba la idea de que él
trabajara con un tipo que lo instaba a serle infiel. Sólo que,
en realidad, Jungkook podría quebrarle la nariz a alguien,
pero nunca una pierna. Y Jungkook podía sentir celos, pero
seguía siendo sensato y prudente. Por eso se obligó a
sonreír. Porque, aunque tenía miedo y estaba preocupado,
aún quería pensar que el chico frente a él encontraría la
solución más razonable a su problema.
Jimin tenía que encontrarla.
―¿D-De verdad? ―Preguntó el mayor, su voz temblando.
―Te apoyaré siempre, hyung ―Prometió.
Jimin secó las lágrimas, casi secas, de sus mejillas, y se
inclinó sobre él, buscando sus labios para besarlo con
ternura. Empujándolo para obligarlo a recargarse en el
colchón, Jungkook se limitó a respirar contra su boca y
acariciar dulcemente su espalda.
―Te amo ―Le recordó en un susurro al mayor, porque a
veces de verdad se sentía como si este pudiera llegar a
olvidarlo.
―Te amo más, Kookie ―Aseguró, besando con dulzura su
nariz. ―Te amo muchísimo
♢♦♢♦♢
Tanto Seokjin como Yoongi valoraban que Jungkook pasara
una noche con ellos al menos una vez al mes. Por lo
general, ellos hablarían de su trabajo, su vida, su familia,
sus proyectos, pero difícilmente de sus problemas.
Probablemente porque ni Jungkook ni Seokjin eran la clase
de persona que daban vueltas sobre un problema, por el
contrario, ellos siempre los pisoteaban hasta volverlos
insignificantes. Y si había que llorar, lo harían en su
momento y luego seguirían. Mientras tanto, Yoongi
aprovecharía los malos ratos para volcarlos en su música,
así que tampoco se permitiría volverse una masita
deprimente. Pero ese sábado fue bastante excepcional.
Porque Jungkook estaba triste.
Ellos lo supieron apenas el menor cruzó la puerta. Su
sonrisa era torpe, su postura incómoda y él fue
directamente hacia las botellas del alcohol, en vez de la
comida. Para suerte de ellos, Jungkook era un hombre
honesto con sus amigos, sobre todo después de unas
bebidas. Y escucharon con atención como este maldecía a
un tal HwiKyung repetidas veces, mientras les comentaba
de los problemas de Jimin en el trabajo.
―Bueno, gran mierda, nada nuevo en nuestro mundo
―Seokjin llenó su vaso con soju, ofuscado. ―Jimin sólo
debería renunciar y ya. Si ya lo marcaron, no hay vuelta
atrás para él. Ese tipo lo hostigará hasta al final y, si él es
tan importante como dices, una denuncia no servirá de
nada. Primero, el resto sólo pensará que es un asqueroso
conflicto entre gays. Y, segundo, se reirán de un hombre
siendo acosado sexualmente por otro hombre, porque,
repito, eso es tan ridículamente mari-
―Seokjin ―Yoongi interrumpió, mirando el rostro
enrojecido de su novio, sin saber si era por el enojo o por el
alcohol. ―Cálmate ―Le pidió, dando palmaditas en su
mano.
―Sólo digo que Jimin tiene todas las de perder ―Gruñó.
―Si tuviera algo de amor propio, renunciaría
Si tuviera algo de amor propio. Las palabras viajaron por
la mente de Jungkook, revotando en cada espacio de su
cabeza. Jimin tenía amor propio, sólo estaba asustado de las
consecuencias. Eso era normal, ¿cierto? ¡Jimin conocía su
valor! ¡Él no tenía nada que ver con el jovencito inseguro de
hace años!
―Jungkook ―El menor miró a Yoongi, quien le regalaba
una mirada compasiva. ―¿Por qué no hablas con Jimin?
―Aconsejó. ―Dile que te molesta que él permanezca ahí,
porque es obvio que tú también esperas que se salga
―¿Quién soy yo para pedirle eso? ―Preguntó con
amargura, llevando el vaso con alcohol a su boca.
―Su novio, Jungkook
―Bien, no suena como si fuera suficiente ―Murmuró.
Y nada lo era, en realidad. No para Jungkook. Él no quería
tomar las decisiones por Jimin. Jungkook no quería poner su
chaqueta sobre los charcos para Jimin, porque él también
necesitaba salpicarse de vez en cuando. Dicho de otro
modo, él siempre estaría para cuidar a Jimin, pero no podía
hacer todo el trabajo solo. El mayor tenía que encontrar sus
propias soluciones y no depender tanto de él. Jungkook no
podía fijar el camino de su pareja, sólo para que este no
saliera lastimado. ¡Maldición, eran adultos, Jimin tenía que
aprender a velar por sí mismo también!
―Estás llorando ―Dijo Seokjin en voz baja, mirándole
atentamente. Jungkook apartó su vaso y hundió su rostro
entre sus brazos, escondiéndose contra la mesa, porque ya
no podía detener las lágrimas. ―Oh, bebé ―Intentó
alcanzarlo, sin llegar a tocarlo por miedo de su reacción.
Yoongi se conservó igual de quieto junto a él. ―Jimin te ama
muchísimo, Kookie. Si te preocupa que él de su brazo a
torcer con ese tipo, será mejor que lo olvides. Jimin jamás te
sería infiel, menos por razones tan bajas como un estúpido
papel
―Es que ni siquiera me importa, ¿sabes? ―Confesó,
enseñando su rostro lleno de lágrimas. ―Ese es el
problema, hyung, que ni siquiera me importa por las
razones correctas―Intentó secar torpemente sus lágrimas
mientras sus amigos lo miraban sin comprender. ―Debería
dolerme sólo imaginar un escenario donde él me es infiel
por una razón tan banal. Debería odiarlo a él, si esto llegara
a pasar. Pero en realidad-en realidad ―Hipó. ―Yo sólo
estaría triste, porque si él lo hiciera, significa que piensa
que no puede conseguirlo de otra manera. Significa que-que
de verdad no tiene fe en sí mismo y yo- ―Volvió a
esconderse, sollozando una vez más. ―Odio a las personas
que lo desvalorizan. Me duele cuando él se desvaloriza
Seokjin y Yoongi intercambiaron miradas, sin saber cómo
responder ante esa declaración. Jungkook estaba tan
perdidamente enamorado, que sus palabras eran crudas
para ambos. Sabían que Jimin no había hecho nada por lo
que debían de recriminarle, pero a veces lo odiaban, sólo
por ser él. Por supuesto, con el tiempo le habían tomado
cariño y lo consideraban incluso un amigo, pero en
momentos como ese, les molestaba ver lo mucho que
afectaba a Jungkook.
―Ya está ―Seokjin finalmente se levantó, rodeando la
pequeña mesa para ir hasta su amigo y abrazarlo por la
espalda. ―Shh, está bien, ya no llores. Jimin hace tiempo
dejó de ser ese chiquillo estúpido que nos daba dolores de
cabeza, él definitivamente llegará a la respuesta más sabia
para él y su relación ―Intentó animarlo. ―¿No es así,
gatito? ―Miró de reojo a su novio, suplicando por su apoyo.
Yoongi arrugó la nariz, odiando, como siempre, que
Seokjin pidiera su respaldo cuando no estaba seguro de
nada. Ya lo había hecho varias veces a lo largo de esos años
y más de una vez se habían equivocado, así que detestaba
las palabras de consuelo lanzadas al aire. Sin embargo, tan
débil como era ante ese hombre, murmuró un sí bastante
desabrido. Y Jungkook sorbió por la nariz y rió apenas,
mirándolo con lagrimitas en los ojos al saber que odiaba
seguirle el juego al mayor, pero seguiría haciéndolo. Por
extraño que fuera, sólo verlos lo reconfortaba.
♦♦♦♦♦
Jimin miró la hora tras escuchar la puerta de entrada
abrirse. Unos pasos torpes se dirigieron hacia el dormitorio y
él sacó la cabeza de entre las mantas, esperando que
Jungkook cruzara el umbral. Miró con atención como el
castaño caminaba hasta la cama, tambaleándose de un lado
a otro, antes de ceder en el colchón a peso muerto. Park se
reincorporó inmediatamente, sorprendido con su estado,
pues pocas veces había visto al menor tan ebrio.
―¿Kookie? ―Llamó, tocando su hombro. ―¿Estás bien?
―Jungkook sólo gimoteó, sin siquiera conseguir levantar la
cabeza. ―Dios
Jimin saltó fuera del colchón, rodeando la cama para
conseguir llegar a los pies de Jungkook. Sus botines seguían
ahí y, con más dificultad de la que esperaba, los quitó para
arrojarlos a su suerte. El mismo destino recibieron sus
calcetines y sus jeans. Luchando contra los deseos de
Jungkook por mantenerse medio muerto en la cama, lo alzó
el tiempo suficiente para quitarle también la chaqueta y el
resto de ropa que cubría su torso. El menor odiaba dormir
con ropa, pero en ese estado, poco podía hacer por sí
mismo.
Jimin agradeció que, a pesar de ser más pequeño que
Jungkook, su estatura no fuera proporcional a su fuerza, o
sino probablemente le habría sido imposible recostar
adecuadamente el cuerpo del menor en el colchón, justo a
su lado, como debía ser. Buscó su celular y se aseguró de
enviarle un mensaje a Seokjin, descubriendo que este
también le había escrito, quejándose porque Jungkook había
hecho una rabieta cuando intentó meterse al taxi para
acompañarlo. Así que al final el pequeño borracho había
tomado el taxi solo mientras Seokjin pedía que le avisara
cuando llegara en una sola pieza. El azabache rió
entredientes, agradeciéndole su preocupación y
asegurándole que todo estaba bien, antes de deshacerse
del celular y recostarse junto a su novio.
―¿Por qué has bebido tanto? ―Preguntó en voz bajita,
peinando sus cabellos para que no cosquillearan en su
rostro. Jungkook suspiró, aparentemente aún lo
suficientemente consciente. ―Está bien ―Murmuró,
apartando su mano e inclinándose sobre él, rozando sus
labios en su frente. ―Intentemos dormir ahora
Jimin apagó la luz, deslizándose por el colchón hasta
apoyar su cabeza en la almohada. No obstante, se
sorprendió cuando inmediatamente después, Jungkook rodó
sobre su cuerpo, encogiéndose para acurrucarse junto a él.
Su cabeza quedó posicionada justamente bajo la barbilla de
Jimin, quien intentó adaptarse a la oscuridad del dormitorio
mientras el cuerpo del joven se estremecía.
―¿Amor? ―Llamó en voz baja, queriendo saber qué
sucedía. ―¿Jungkookie?
Jungkook no respondió. Jimin extendió su brazo, buscando
el interruptor de la lámpara una vez más para volver a
encenderla. Parpadeó un par de veces antes de poder mirar
bien el encorvado cuerpo a su lado.
―Hey ―Intentó tocar su rostro, queriendo saber si estaba
afiebrado, pero se sorprendió cuando, aún con los ojos
cerrados, Jungkook movió su rostro lo suficiente para que el
toque de su mano cayera contra sus labios. Sus labios
rozaron la palma de su mano con tal delicadeza, que el
corazón del mayor salió disparado, como si se estuviera
enamorando de él una vez más.
Y es que con Jungkook siempre había algo que te hacía
caer aún más profundo.
―Está bien, hyung ―Susurró contra su palma, abriendo
sus cansados ojos muy apenas. ―Voy a protegerte
―... ¿qué?
Jungkook sonrió torpemente, volviendo a bajar la mirada
para esconder su rostro contra su pecho.
―Porque te amo, siempre voy a protegerte ―Repitió en
un murmullo ahogado, frotando su rostro contra su pecho.
―Así que los malos nunca volverán a ser un problema para
ti ―Prometió.
Jungkook suspiró y permaneció en silencio después de
eso, sus parpados cerrándose. Jimin rodeó su cuerpo con su
brazo e intentó ignorar el nudo que se había formado en su
garganta. Odiaba imaginar que su novio estaba en ese
estado sólo por el estrés de la situación, pero después de
escucharlo, podía concluirlo. Y a veces, él realmente
deseaba ser quien protegiera a Jungkook y no al revés.
Jimin quería aprender a defenderse de las personas malas,
para así en el futuro poder proteger a su chico amado
también. ¿Por qué los años de vida no aseguraban tu
fuerza?
―Lo sé ―Aseguró con la voz quebrada por la conmoción,
dejando caer un beso sobre sus cabellos. ―Sé que jamás
permitirás que me pase algo malo. Es una de las razones
por las que te amo, Jungkook ―Lo abrazó con más fuerza,
respirando contra él, sin siquiera importarle si ya dormía o
no. ―Es por eso que-que a veces te veo y tengo
pensamientos egoístas. Porque yo-yo de verdad... creo que
eres mío y yo soy tuyo. Perdón por seguir siendo el malo
entre los dos
Permanecieron en silencio. Jimin intentó sostenerlo contra
su cuerpo, todo lo que su fuerza la permitía. Quería sentirlo
de todas las formas posibles. Quería encerrarlo en una
burbuja y apartarlo del mundo. Odiaba cuando nada parecía
suficiente si se trataba de Jungkook. Temía la intensidad de
su amor. Pero la mayoría del tiempo todo era cálido y sus
pensamientos se bloqueaban cuando tenía a ese hombre en
sus brazos.
―Hmm... ―El menor se quejó y Jimin lo liberó de su fuerte
agarre, queriendo darle su espacio. ―Náuseas
El azabache rió en voz bajita, ayudándolo a levantarse
para dirigirlo al baño. Arrodillándose junto a él frente a la
taza, sostuvo su cabello que había comenzado a crecer más
allá de lo normal, y frotó su espalda con cariño mientras el
joven devolvía el alcohol que había bebido. Y como ya había
hecho en más de una oportunidad, limpió su boca y secó su
sudor con cariño, como si nada fuera suficiente para hacerlo
apartar la mirada. Porque Jimin había dicho la verdad hace
mucho tiempo; con su amor no había desencantos. Y
después de escuchar los murmullos de Jungkook esa noche,
podía ver que incluso esa parte de su amor era
completamente recíproca.
♢♦♢♦♢
Jungkook dio un vistazo a la oficina de Taemin. Era lunes y
había aprovechado su hora de almuerzo para ir hasta la
academia de baile. Si se hubiera tratado de sí mismo, él
jamás habría buscado a Taemin por su cuenta, pero esto se
trataba de Jimin, y Jungkook estaba dispuesto a todo por
Jimin. Jungkook sabía que, si había alguien que tenía
contactos e influencias, ese era Taemin, así que era un
desperdicio no recurrir al hombre. Sólo que no contó con
que Hoseok lo encontraría justo en el pasillo, arrastrándolo
a la oficina para que comiera algo junto a ellos.
―Jungkook ―Llamó Hoseok, quien se había mantenido en
silencio observando el rostro pensativo de Taemin. ―¿Por
qué Jimin quiere cambiar de trabajo? Su compañía de danza
es una de las mejores, ¿y no le está yendo bien ahí?
Jungkook hizo una mueca con los labios, sabiendo que no
sería suficiente ir hasta ahí y no dar detalles del problema,
pero de verdad había esperado que los bailarines
respetaran su prudencia al respecto.
―Jimin no quiere cambiar de trabajo ―Corrigió. ―Sólo...
ha tenido ciertos problemas, ya lo he dicho ―Aclaró su
garganta.
―¿Problemas tan grandes como para abandonar su
compañía? ―Preguntó Hoseok, sorprendido. ―Porque si los
problemas son para ti y no para él, entonces no deberías
involucrarte. No vuelvas sus problemas algo personal,
Jungkook-ah. Hay una razón por la que él sigue ahí, ¿no?
Eres su novio, respeta su decisión
Jungkook se hundió en su asiento, mirando hacia abajo. Él
respetaba la decisión de Jimin y no planeaba obligarlo a
renunciar a su trabajo, pero si podía tener una oportunidad
bajo la manga, entonces iba a buscarla. Él sólo quería estar
preparado en caso de que Jimin cambiara de opinión sobre
mantenerse en su compañía.
―Hoseok tiene razón ―Finalmente habló Taemin, su voz
saliendo neutral. ―Cualquiera puede pasar por problemas y
eso no nos hará renunciar de inmediato. El trabajo supone
pequeños sacrificios ―Sólo que el ambiente laboral de Jimin
no parecía un "pequeño sacrificio" para Jungkook
actualmente. ―Eres bueno pensando con la cabeza fría,
entonces, ¿por qué has venido hasta aquí a pedir mi ayuda?
¿Qué tan grave puede ser lo que sucede?
Jungkook no respondió. Hablar sobre el acoso sexual que
estaba recibiendo otra persona no debía ser un tema de
conversación que tirabas a la ligera, ¿no? Él respetaba a
Jimin. Y entendía si Jimin sentía que tenía todas las de
perder, por más lamentable que fuera. No quería obligarlo a
volver la situación más grande tampoco, así que, si podían
arreglar todo lo antes posible, él lo intentaría. Un nuevo
lugar de trabajo sonaba como lo mejor por el momento, al
menos en su mente.
Hoseok y Taemin intercambiaron una mirada incómoda
cuando todo lo que reflejó el rostro del menor fue una
profunda tristeza.
―Hey ―Hoseok llamó, intentando animarlo. ―¿Y Jimin no
ha pensado en dejar los escenario y participar más del
proceso? Quiero decir, ¿no está interesado en ser
coreógrafo? Es un bailarín de alto nivel, eso ya es bastante
llamativo para las compañías ―Sugirió con una sonrisa. ―O
un profesor de baile, ¡muchos novatos se sacarían la lotería
con él!
―Él no planea abandonar el centro en los escenarios por
lo pronto... ―Murmuró el castaño. ―Le gusta cuando la
atención está sobre él ―Añadió con una media sonrisa,
pensando en lo mucho que Jimin disfrutaba de las miradas
de admiración y aplausos del público.
―Sí, una pequeña cosa narcisista ―Taemin chasqueó con
la lengua, recibiendo una mirada de pocos amigos de
Jungkook. ―No creo que haya un trabajo para él a esta
altura del año, Jungkook ―El menor suspiró,
comprendiendo. ―No en Seúl, al menos. Pero si él está
dispuesto en ir un poco más al sur...
―¿Hacia el sur? ¿Sunwo, quizás? ―Taemin asintió bajo la
mirada entusiasta de Jeon.
―Hay una buena compañía allá, la maneja uno de
nuestros conocidos y es un tipo limpio, no creo que Jimin
tenga que preocuparse del grupo ―Lee pasó una mano por
su cabello, pensativo. ―En unos días tendrán una audición.
Planean presentar El cascanueces este año, quizás a Jimin
podría interesarle, si de verdad está interesado en cambiar
de aires. Con su desplante, estoy seguro de que le irá bien
―Jungkook sonrió mientras sus ojos volvían a brillar con
ilusión. ―Supongo que el único problema es la distancia. En
autobús él tardaría dos horas en llegar, pero si toma el
metro o el tren, será menos de una. Pero el viaje es lo de
menos si puede hacer lo que le gusta, ¿cierto? ―Jungkook
asintió. ―Anotaré los datos para ti entonces. Si llegas a
hablarle de esto a Jimin, no digas que yo te di la información
Taemin se levantó, caminando hasta su escritorio para
escribir sobre un papel. Si hubiera sido cualquier persona,
se habría negado a encontrar una solución, pero el rostro de
Jungkook era tan evidente sobre la complejidad del asunto,
que podía imaginar cuál era problema de Jimin con su
trabajo. Además, él se lo debía también, ¿no? Esperaba que
Park fuera lo suficientemente inteligente para notar que
lugar era para él y cuál no. Quizás al final todo se trataba de
una prueba personal para saber reconocer lo que era bueno
para él.
Jungkook repitió como cien veces gracias mientras
guardaba el papel en su bolsillo un minuto más tarde. Y
Hoseok y Taemin intercambiaron miradas, mucho más
tranquilos entre ellos ahora que Jungkook volvía a sonreír.
♢♢♢♢♢
Jimin pausó su ensayo cuando HwiKyung se asomó por la
puerta. Debido a que una de sus compañeras aún estaba
ahí con él, no se habría preocupado, pero le fue difícil
ocultar la mueca de desagrado en sus labios cuando el
hombre consiguió sacarla de la sala, bajo la excusa de que
la estaban llamando.
El pelinegro inhaló y exhaló, intentando mantener sus
emociones en calma para volver a practicar. Había decidido
que ese sería su último show en la compañía y luego
intentaría encontrar otro trabajo, aprovechando las ofertas
laborales de inicio de año. Por lo tanto, ahora sólo tenía que
mentalizarse para llegar hasta el final, incluso si terminaba
en un papel que no merecía por la involucración de un
tercero. Jimin quería pensar que existía tal cosa como la
justicia, pero por la mirada que recibía de HwiKyung a través
del reflejo, todo apuntaba a que lo más probable era que él
lo hundiría tanto como pudiera.
―¿Has pensado en lo que te dije, Jimin? ―Preguntó el
hombre. Park luchó por ignorarlo. ―Puedes empezar por
acompañarme a cenar esta noche en mi casa, si es que
sabes lo que es conveniente para ti ―El menor se mantuvo
en silencio, repitiendo sus pasos una y otra vez. ―No
llegarás lejos ignorándome, Jimin ―Insistió.
―No voy a acompañarte ―Su voz salió ronca y llena de
ira contenida. ―Vete
―Escuché que tienes novio, así que me animé a revisar tu
perfil ―Jimin trastrabilló al escucharlo. ―Es un hombre
guapo, comprendo que temas echarlo a perder, pero no
tienes que preocuparte ―Se acercó a él. ―Lo nuestro
quedará entre nosotros. Me haces feliz un par de horas,
obtienes un gran papel y vuelves a casa con tu novio para
seguir tu perfecta vida, todos ganamos
Jimin volteó a verlo directamente por primera vez desde
que apareció. El hombre estaba apenas a dos pasos de él,
mirándole como si él fuera un caramelo mientras su postura
era la de alguien que rebosaba confianza en sí mismo. Él
también quería confiar en sí mismo. Sobre todo, quería alzar
su puño y lanzarlo contra su cara para dejar de sentir su
desagradable mirada.
―No me mires así ―HwiKyung acortó la distancia entre
ambos. ―Cualquiera en tu posición se sentiría afortunado
de contar con esta oportunidad, Jimin. Y deberías estar
agradecido con tu apariencia ―Tomó su barbilla con fuerza,
deteniéndose en sus ojos. ―Porque en este mundo no
avanzas sólo con talento, así que deja de retrasar lo
inevitable. ¿Quieres avanzar? Entonces toma lo que hay
Jimin sostuvo su mirada, sin parpadear, hundiéndose en
sus pensamientos. Él era talentoso y eso tenía que ser
suficiente. Nadie que se respetara a sí mismo, y sus
habilidades, caía tan bajo como para venderse. Nadie que
tuviera seguridad en sí mismo, al menos. Y puede que esta
le fallaba a veces, y también sentía miedo de vez en
cuando, pero mantendría su orgullo intacto esta vez. Si él
pensó que podría soportarlo hasta final de año, sabía que se
había equivocado, porque no podía permitir que ese hombre
lo hiciera sentir tan insignificante.
Él no era un bailarín, ni una persona, insignificante.
―Acompáñame ―Susurró HwiKyung sobre su boca.
Jimin posó su mano en su pecho, empujándolo lejos de él
antes de que fuera capaz de llegar a sus labios. Riéndose
con molestia, peinó sus cabellos hacia atrás para luego
dirigirse a la puerta. Su voz hizo eco por la sala y los pasillos
cuando gritó, sin miedo, que él era un grandísimo hijo de
puta y que estaba renunciando. No bajo la cabeza ni
siquiera cuando más de alguien ahí lo miró con sorpresa,
sino que se limitó a buscar sus pertenencias para poder
marcharse.
Ya estaba hecho.
♢♢♢♢♢
Jimin se quedó mirando la puerta de su departamento un
minuto antes de atreverse a poner la combinación. Se quitó
sus zapatos y caminó hasta la cocina al escuchar el dulce
tarareo de su novio, sonriendo al encontrarlo balanceando
sus caderas de un lado a otro mientras cortaba vegetales.
Al menos alguien ahí lucía muy feliz.
Caminó hasta él, abrazándolo por la espalda. Jungkook
dejó de cantar y se removió por las cosquillas causadas por
Jimin cuando este se asomó por su cuello, dejando un par
de besos ahí.
―¿Escuchaste que llegué e inmediatamente intentaste
seducirme, eh? ―Lo acusó burlonamente.
―No es cierto, ¡sólo estoy preparando la cena! ―Se
defendió. ―Has llegado temprano hoy, ¿ha sucedido algo?
Jimin dio un paso atrás, soltándolo. Jungkook lo miró de
reojo antes de tomar la tabla de picar, dirigiéndose a la olla
para agregar los vegetales. Se deshizo de los utensilios de
cocina, puso la comida a fuego lento, y tomó la mano de su
novio para encaminarlo hacia el sofá.
―Tenemos tiempo ―Lo empujó sobre el sofá,
acomodándose junto a él mientras mantenía su mano
presionada. ―¿Él te está molestando demasiado?
―Digamos que no vale la pena aguantar el mal trago
―Jimin volteó hacia su novio, encontrándolo con una
expresión confusa. ―Renuncié, Jungkook
―... ¿qué? ―La mirada del menor se amplió al oírlo.
Incluso si estaba esperando que sucediera algo así, no creyó
que sería tan rápido.
―Sólo... no iba a soportarlo ―Reconoció, sintiéndose
tonto. Jungkook lo miró con tristeza cuando este bajó la
mirada, como si quisiera esconderse incluso de él. ―No me
gustó como él me hacía sentir. Pensé que, si lo ignoraba,
podría aguantar hasta enero, pero no puedo. Probablemente
yo hubiera terminado envuelto en una pelea si seguía
respirando el mismo aire que él ―Rió apenas, buscando la
mirada de su novio. ―Yo-lo siento ―Murmuró. ―Sé que es
irresponsable de mi parte sólo llegar y renunciar, pero tengo
dinero ahorrado, así que incluso si no encuentro un trabajo
de inmediato, aún puedo-
―¿Por qué me importaría el dinero, Jimin? ―Interrumpió.
―Ganó suficiente como para mantenernos a ambos
―Lo sé ―Volvió a bajar la mirada. ―Pero... se siente como
si te estuviera dando problemas ahora. Y no me gusta no
tener trabajo, me siento... me siento como si fuera inútil.
También me siento algo susceptible. Sé que no soy el
primero en pasar por algo así, pero probablemente soy la
persona que más rápido a tirado la toalla. Soy un-
―Eres una persona que sabe lo que le conviene
―Intervino, tomando sus manos con más fuerza. Jimin lo
miró con extrañeza. ―Si renunciar es lo que te hace sentir
mejor, entonces está bien. Incluso si sólo tuviéramos para
comer fideos o arroz blanco por meses, lo haría si eso
mantiene tu corazón a salvo ―Los ojos del mayor se
humedecieron. ―Quería que renunciaras, ¿no lo ves? No
quiero que estés con personas que no valoran tu trabajo. Me
hierve la sangre de rabia de sólo pensar... en que alguien ha
intentado aprovecharse de ti. No es justo
―No lo es ―Jimin sonrió amargamente, mirándolo con
amor. ―Pero a cambio de una que otra injusticia en mi vida,
he recibido a un maravilloso novio, ¿sabes? Gracias por
estar aquí, Jungkook
El castaño suspiró, abrazándolo para confortarlo. Jimin
escondió su rostro en él, respirando su aroma como tantas
veces, e inmediatamente se sintió mejor consigo mismo,
hasta el punto en que ni siquiera lloró. En realidad, no se
sentía mal. Se sentía libre y amado, justo en esos brazos.
―Tengo algo para ti ―Murmuró Jungkook, distanciándose
de él. Jimin secó las lágrimas que habían quedado en sus
ojos y prestó atención al papel que el menor había sacado
de su bolsillo. ―Estuve averiguando por mi parte y me
enteré de que una compañía de danza en Suwon estará
haciendo audiciones esta semana para presentar El
cascanueces
―¿En Suwon? ―Jimin tomó el papel, revisándolo con los
ojos iluminados.
―Sé que no es tan grande como el centro de Seúl, pero...
―Relamió sus labios, buscando como convencerlo. ―Aún es
bueno, ¿no? ―Buscó sus ojos, sin saber qué agregar.
―Dicen que el grupo es bueno. Planean presentar la obra
por todo diciembre, así que probablemente los ensayos
serán extenuantes. Y sé que está lejos, pero-pero-¡te dejaré
mi auto! ―Jimin por fin despegó los ojos del papel para
mirarlo a él. ―Será mucho menos de una hora en auto.
Trabajo cerca, así que estará bien para mí tomar el autobús
―Sonrió con torpeza. ―No-No es seguro que obtengas el rol
principal, pero... sé que lo harás bien, porque eres tú
Diablos, él quería llorar de nuevo. El corazón de Jungkook
fue oprimido cuando Jimin tomó su rostro, besándolo sin
inhibiciones. Hasta se sentía un poco tímido con lo intenso
que estaba siendo el mayor en el beso, como si quisiera
derramar todas sus emociones sobre él.
―¿Vas a intentarlo? ―Se atrevió a preguntar contra sus
labios cuando el contrario se distanció.
―Lo haré ―Presionó otro beso más corto sobre su boca.
―Por supuesto que lo haré ―Ahora lo atrajo a sus brazos,
presionándolo con fuerza. ―Gracias por esto, mi amor. Eres
el mejor novio del mundo. Te amo tanto
―También te amo ―Susurró. ―Muchísimo
"Lo sé", quería decirle. Jimin sabía muy bien cuanto
Jungkook lo amaba. Así que, separándose de él para buscar
sus dulces ojos, sonrió al encontrarlos.
Esa mirada tan amorosa era todo lo que él necesitaba. Un
amor como ese era todo lo que merecía.
Nota:
Aquí un extra muy largo (?). Se suponía que este extra era
para demostrar que no todo en su vida, luego de volverse
pareja, es completamente vainilla uwu. Y, sobre todo, para
demostrar el crecimiento del personaje de Jimin~.
Finalmente, he decidido agregar el extra que estaba
insegura de escribir, así que queda un extra más y el
epílogo. No tengo ni idea de si este extra me quedará largo
o corto, o si resultará tan bonito como me lo imagino, pero
lo haré de todas formas (? JAJAJA. Les mantendré al tanto
sobre cuando lo publicaré uwu. Este mes estaré MUY
ocupada, así que espero no tardar demasiado.
¡Hasta entonces! ¡Feliz año nuevo, un poco tardío!
٩(๑❛ᴗ❛๑)۶
Extra 7: Tú eres yo, yo soy tú

[25 de noviembre de 2022]


―Vamos, Nambyul, ¡saluda a tío Jimin!
Namjoon miró de reojo a su amigo mientras este jugaba
con el pequeño Nambyul. Revisando su reloj, se acomodó en
el sofá en un suspiro al ver que eran pasadas de las 9 y
YooJung todavía no llegaba a casa. Desde que había vuelto
al trabajo hace unos meses, había días donde la jornada se
alargaba para ella y Nambyul, con su año y medio, aún no
conseguía dormirse sin su madre arropándolo. Él a veces se
sentía mal por no saber cómo hacer dormir a su propio hijo.
―¡Imin! ―Jimin rió mientras el niño apretaba uno de sus
dedos fuertemente con su manito. ―¡Imin!
―Jimin
―¡Imin!
―Jimin
―¡Imin!
―Ji-
―¿Por cuánto tiempo estarás haciendo eso? ―Interrumpió
Namjoon, mirándolos con atención. ―No dejas de pedirle
que pronuncie tu nombre desde que llegaste, dale un
descanso
Namjoon se estiró, intentando quitar el niño de su regazo,
pero Jimin se aferró al pequeño que reía, divertido con toda
la atención. Jimin rió para sí mismo al recordar como Kim
hace poco más de un año por poco y se ponía a llorar cada
vez que tenía que tomar al bebé en sus brazos, pues temía
hacerlo mal, lastimarlo o incluso llegar a tirarlo. Fue una
lucha darle un poco de confianza y, una vez que aprendió
mejor el arte de sostener a un niño, era difícil quitar a
Nambyul de sus brazos.
―No seas egoísta ―Jimin le enseñó la lengua a su amigo,
dejando que Nambyul jugara con los dedos de su mano.
―¡eista! ―Repitió Nambyul.
―¿Escuchas eso? Creo que Nambyul ha salido tan
inteligente como sus padres, quizás a los dos años ya sea
capaz de decir palabras complicadas ―Miró con atención al
pequeño. Namjoon percibió el brillo particular en sus ojos al
instante.
―Hey ―Aclaró su garganta. ―Honestamente, ¿por qué te
has pasado por aquí tan tarde? ―Ahora Jimin lo miró. ―No
es que me moleste, pero... mañana es tu gran día. ¿No
prefieres ir con Jungkook y descansar? ¿O por qué has
elegido visitarme a mí en vez de a Taehyung? No es que
quiera cobrar sentimientos, pero suele ser tu primera opción
―Rió despacio.
―Lo siento ―Jimin sonrió avergonzado. ―Es sólo que...
creo que tú comprendes mejor mi situación actual. Después
de todo, YooJung y tú son los únicos de nuestro grupo que
se han casado
―Bueno, el embarazo de YooJung apresuró un poco
nuestros planes ―Namjoon sonrió perezoso, recordando
cómo sus familias los habían presionado para casarse. Ellos
habrían objetado de no encontrarlo adecuado, pero estaban
bastante convencidos de que querían dar el gran paso con o
sin un bebé en camino. ―No estés nervioso, Jimin ―Intentó
tranquilizar a su amigo cuando lo vio perderse en sus
pensamientos.
―Estoy un poco asustado ―Confesó. ―He preparado esto
desde hace mucho, pero todavía me pregunto si lo estoy
haciendo bien. Jungkook... no es el tipo de persona que
espera cosas a lo grande, así que puede que esté metiendo
la pata
―Yo creo que, en este punto, Jungkook está demasiado
enamorado de ti como para siquiera importarle quien mire
―Sí, puede que tengas razón... ―Jimin miró fijamente al
niño. ―¿Qué dices, Nambyul? ¿Tío Jungkook le dará el sí a
tío Jimin? ―Preguntó.
―Gug
Jimin rió, simplemente enternecido. Abrazó al niño con
cuidado y lo dejó ir cuando finalmente una atareada YooJung
atravesó las puertas del departamento. Nambyul comenzó a
llamar a su madre de inmediato, estirando sus bracitos, y
rió alegre cuando finalmente fue sostenido por ella. Jimin
permaneció sentado mientras veía a Namjoon besando la
frente de su hijo, deseándole dulces sueños.
El corazón de Park se derretía sólo de imaginarse a sí
mismo teniendo a un bebé, su propio bebé, en brazos. De
seguro Jungkook sería un caramelo de padre, y él se
enamoraría más al verle ser protector y dulce con un niño.
Ese era el futuro que les esperaba, ¿no? Si tan solo Jungkook
respondía que sí.
―¿Él ya se durmió? ―Namjoon miró sorprendido a
YooJung cuando esta volvió con ellos 5 minutos más tarde.
―Usualmente está dormido a esta hora, estaba cansado
―Explicó.
―Intenté hacerlo dormir, de verdad ―El hombre dijo casi
con lamento.
―Sé que lo intentaste ―YooJung besó dulcemente su
mejilla. ―Es mi culpa por haberlo malcriado demasiado, ya
se acostumbrará, siento llegar tarde ―Y ahora apoyó su
cabeza contra su hombro. Namjoon la abrazó y besó sus
cabellos en respuesta. ―Siento no haberte saludado antes,
Jimin ―Se disculpó con su invitado después, enseñando una
sonrisa tímida.
―Está bien, lo entiendo ―La tranquilizó de inmediato.
―Siento pasarme por aquí tan tarde ―Se disculpó en
cambio.
―En realidad, me parece extraño que estés aquí
―Confesó ella con una risita. ―¿No deberías estar
descansando? Mañana es tu gran día ―Jimin hizo un mohín
con la boca, provocando que ella lo mirara con interés. ―No
estarás pensando en dar un paso atrás luego de todo lo que
has trabajado a escondidas, ¿cierto? ―Cuestionó. ―Porque
incluso estás trayendo a sus familias desde Busan para
esto, ¡y has arrendado ese lugar sólo para tu propuesta!
―Lo hizo recapacitar.
―Y ya nos organizamos para ir también y dejar a Nambyul
con mis padres mañana ―Agregó Namjoon.
―Hey, de acuerdo, no estoy retrocediendo ―Respondió
casi ofendido. ―Sólo estoy asustado. Si Jungkook me
rechazara-
―Ni en tus peores pesadillas pasaría algo así, Jimin-ssi
―YooJung rió. ―Intenta relajarte, estaremos ahí para darte
apoyo moral, y todo, absolutamente todo, saldrá según lo
planeado ―Le aseguró.
Jimin asintió, intentando convencerse de ello. Usualmente
todo lo que decía YooJung era razonable, y ella era cercana
a Jungkook, por lo que debía tratarse de una fuente
confiable. Incluso hasta Seokjin y Yoongi lo estaban
apoyando, así que, ¿no debería de sentirse lo
suficientemente confiado si todos los amigos cercanos al
menor le estaban brindando su apoyo?
Jimin se despidió de sus amigos después de conseguir
relajarse, agradeciéndoles por recibirlo incluso si era tarde.
De regreso a su propio departamento, no se sorprendió de
que el salón estuviera vacío y Jungkook ya estuviera
dormido. Debido a lo poco que faltaba para fin de año, el
trabajo se volvía más tedioso en esa parte del año y al
menor le costaba permanecer despierto en su espera. Y es
que Park no había dejado de llegar tarde desde hace un
tiempo, todo por su trabajo y los preparativos a parte en su
plan de pedir la mano de Jungkook.
Se desvistió en silencio, intentando no alertarlo.
Quedándose sólo en ropa interior, se saltó la parte de
ponerse pijama y se deslizó a través de las sábanas,
convencido de que el calor corporal del menor sería
suficiente para él. Una sonrisa tonta se deslizó en sus labios
cuando, en respuesta, Jungkook rápidamente se dio la
vuelta, buscándolo medio dormido. Acomodando su cabeza
bajo su barbilla, el menor respiró contra su piel,
envolviéndolo con uno de sus brazos y una de sus piernas.
―Lo siento ―Jimin se disculpó después de esforzarse en
alcanzar el interruptor para apagar la luz. ―¿Te desperté?
―Preguntó en voz bajita, abrazándole de regreso.
―Te estaba esperando con los ojos cerrados ―Se excusó
con voz somnolienta. Jimin rió y acarició sus cabellos,
enternecido.
―De seguro debes estar cansado...
―No más que tú ―Murmuró. ―Trabajas tanto, hyung. Es
bueno y no me gusta a la vez ―Confesó apenado.
―Pronto terminará el año, amor ―Intentó animarlo con
dulzura. ―Y ahora que empiecen mis números por navidad,
sólo trabajaré para la compañía 3 veces a la semana. Podré
cenar y salir contigo el resto de los días ―Prometió.
―Mejor descansas y te hago masajes, muchos, muchos
masajes ―Rozó sus labios contra su piel en un beso
inocente.
―O mejor te hago el amor, muchas, muchas veces
―Jungkook rió, presionando su rostro contra su pecho aún
más.
―Pero por cada vez que hagamos el amor, te hago un
masaje y dormimos un rato
―Por supuesto, necesitamos un descanso, ya no estoy tan
en forma
Jungkook rió más fuerte, alzando su rostro para buscar el
de su novio en la penumbra. Deslizándose por el colchón
hacia arriba, alcanzó sus labios para besarlo con amor. Jimin
presionó su cuerpo más al suyo, robándole el aliento hasta
el punto en que Jungkook volvió a esconderse en su pecho,
respirando pesadamente contra él.
―Te amo ―Susurró el menor, acariciando su espalda sólo
con sus dedos. ―No estés nervioso por tu presentación de
mañana. Estaré ahí apoyándote y brillarás como la estrella
que siempre has sido
Jimin sonrió, sintiendo sus ojos escocer, pero sólo besó los
cabellos castaños y cerró los ojos, convencido de que
estaba haciendo lo correcto. El chico que estaba en sus
brazos y siempre deseaba lo mejor para él, era el camino
que había elegido. Independiente de la respuesta de
Jungkook el día de mañana, Jimin sabía con certeza que ese
hombre lo amaba.
―También te amo, Jungkook ―Respondió antes de
quedarse dormido.
♢♦♢♦♢
Jungkook observó su reloj, suplicando por no estar
llegando tarde. Quizás había sido mala idea pasar a comprar
flores después del trabajo, pero jamás había llegado a una
presentación de Jimin con las manos vacías y esa no sería
su primera vez. Y aunque quiso pasar al camerino de su
novio para desearle éxito, supo que ya era tarde para eso
cuando encontró a sus amigos esperando por él fuera del
teatro. Él apenas había alcanzado a decir "hola" cuando
Seokjin ya lo estaba tomando por el brazo, diciéndole que
se estaba haciendo tarde.
Jungkook tomó asiento en primera fila, viendo como el
lugar se oscurecía por completo para dar énfasis en el
escenario. Sabía que el resto de sus amigos probablemente
estaba en los asientos cercanos a él, pero decidió buscarlos
después y centrarse en la realización del show. Aún le
parecía impresionante que todos, absolutamente todos,
hubieran conseguido tiempo en sus apretadas agendas para
ir a apoyar a Jimin, pero sentía cosquillas en el estómago al
imaginar lo feliz que debía de sentirse el azabache. Park
había dicho al menos unas cien veces que esa presentación
era un nuevo salto en su vida y Jungkook se llenaba de
emoción al ver que quería compartirlo con todos. Jimin
había trabajado tanto ese último mes, y había mantenido
todo tan cautelosamente organizado, que estaba ansioso
por saber por qué ese número era incluso más excepcional
que todas sus otras presentaciones.
Sólo que Jungkook esperaba un salto en la vida
profesional del mayor y no lo que vino justo después.
Jungkook había visto a Jimin ser parte de El lago de los
cisnes, El cascanueces, Romeo y Julieta, Coppélia, entre
otros ballets clásicos, pero lo que estaba pasando frente a
sus ojos no tenía relación alguna con su pequeño
conocimiento sobre danza. Jimin era el bailarín principal ahí,
haciendo una introducción maravillosa que daba hincapié a
lo que parecía ser una historia fuera de lo tradicional, pero
con la misma emocionalidad de cualquier obra famosa.
Quizás hasta más.
Un Jimin solo, talentoso, que transmitía melancolía con su
baile. Un Jimin lleno de confianza, que se pavoneaba con
sus elegantes pasos de baile entre el resto de bailarines que
deseaban ser como él. Pero toda esa vanagloria que el actor
principal presumía se terminó cuando se presentó el que
parecía ser su coestrella.
Los ojos de Jungkook se abrieron desmesuradamente al
ver de quien se trataba: Park Minhyuk.
Jungkook no recordaba haber visto a Minhyuk antes en la
compañía. Es más, estaba seguro de que Jimin se lo habría
dicho de haberlo tenido como compañero. Sin embargo, el
rompecabezas comenzó a tomar forma en su cabeza al
comprender que estaba sucediendo. Por una razón que le
sorprendía, tanto como le intimidaba, Minhyuk estaba
fingiendo sostener una cámara mientras bailaba alrededor
de Jimin.
Jungkook miró hacia el lado, buscando a Seokjin, y vio que
este le dedicó una sonrisa de soslayo, invitándolo a seguir
viendo el show. Y entonces, todo lo que se reprodujo ante
ojos de Jungkook, fue una película de su vida después de
conocer a Jimin. O, bien, una película de la vida de Jimin,
después de conocerlo a él.
Jimin convirtió en un baile cada fragmento importante de
su relación. Desde los conflictos, desacuerdos e
incomprensión de los primeros meses, al amor inseguro y
frágil que prosiguió, hasta llegar al amor intenso y honesto
que ambos proclamaban. Las sesiones que los habían unido
estaban ahí; la representación de ese baile de navidad y las
fotos angelicales sobre la azotea que siguieron después. Las
fotos en la playa, las fotos a su alma; Minhyuk siguió
fingiendo ser un fotógrafo mientras Jimin dejaba a luz cada
faceta de él. Y ellos bailaron en sintonía después, vistiendo
de blanco y negro, tal como en sus recuerdos.
Jungkook no calculó el tiempo que transcurrió. Él ni
siquiera pudo imaginar cómo Jimin podía seguir
permaneciendo de pie ahí, luego de protagonizar acto tras
acto. Su corazón sólo pudo rebosar de alegría, sintiendo que
estaba recibiendo el más bello de los regalos, y esa alegría
hizo escocer sus ojos cuando el último acto llegó. Porque
Jimin ya no estaba interpretando una de sus vivencias
juntos, sino que ahora se había arrodillado frente al
fotógrafo, en una clara propuesta de matrimonio.
El show terminó justo en ese momento. El lugar se llenó
de aplausos y, cuando las luces volvieron al lugar, Jungkook
miró anonadado su alrededor, notando que las personas ahí
no eran cualquier tipo de espectador, sino que todas
aquellas personas que habían conocido a través de su
relación. La voz de Jimin se escuchó en los altavoces y él
volvió a girar, aferrándose al ramo de flores al ver como los
bailarines que acompañaban a su novio hacían una
reverencia, mientras este sostenía un micrófono, mirando
en su dirección.
―Jungkook-ah ―Jimin esperó que sus compañeros se
retiraran para poder dirigirse a su novio. ―¿Estás
sorprendido? ―Pero Jungkook ni siquiera se movió. ―Estuve
pensando en esto por mucho tiempo, ¿sabes? ―Confesó.
―Desde que te conocí, me has hecho sentir valioso. Desde
que confesaste tus sentimientos por mí, has demostrado
amarme con cada una de tus acciones. Para ti siempre soy
el mejor, el más brillante, el más talentoso. Para ti siempre
soy el número uno. Y a veces pienso que quizás sólo estás
demasiado enamorado de mí, pero me hace feliz que esa
sea nuestra realidad. Me hace feliz ser la persona que tanto
amas, Jungkook ―Los ojos de Jungkook se llenaron de
lágrimas. ―Pero, siempre me das tanto, que quería hacer
algo grande para ti también. Pensé en cientos de maneras
en las que podía hacerte sentir mi amor, pero ninguna fue lo
suficientemente grandiosa para una persona como tú. Así
que hoy... hoy de verdad lo intenté ―Su voz se quebró un
poco. ―E independientemente de lo que respondas, estaré
satisfecho con el hecho de que estés aquí. Te amo mucho,
amor ―Sonrió. ―Así que, ya que eres el verdadero
protagonista, es tu respuesta la que necesito ahora
―Humedeció sus labios, reuniendo todo su valor. ―¿Quieres
casarte conmigo para compartir juntos todo lo que nos
queda de vida, Jungkook?
Jungkook asintió desde su asiento, sin conseguir ponerse
de pie. Las lágrimas estorbaban en sus ojos y poco
importaron las voces de celebración del resto. Jimin dejó
rápidamente el escenario, recibiendo una caja de parte de
Seokjin, y el castaño sollozó cuando finalmente su novio
estuvo frente a él, arrodillándose para poner un anillo en su
dedo anular. Jimin besó sus dedos con ternura y rió con ojos
llorosos al verlo esconderse tras un gran ramo de flores,
avergonzado de que le vieran llorar, pero de todas formas lo
animó a levantarse para poder abrazarlo con todas sus
fuerzas.
La sala se llenó de aplausos una vez más. Después de un
largo tiempo donde Jimin había pedido ayuda a compañeros
de danza y amigos, por fin estaba dando el gran paso que
había deseado. Caprichoso como solía ser, había traído
incluso a sus familias al lugar y sonrió para ellos cuando los
vio varios puestos atrás, levantando sus pulgares en alto
para él. Amigos y familiares, seguían aplaudiendo por la
escena, pero él se limitó a sostener al joven en sus brazos,
pues este no dejaba de temblar y sollozar, repitiéndole que
lo amaba.
―Fe-Felicitaciones por tu exitoso número, Jimin-ah
―Murmuró finalmente le menor cuando consiguió calmarse,
extendiendo el ramo de flores hacia su novio. Y Jimin lo
recibió y besó dulcemente sus labios, agradeciéndole su
presencia, tal y como siempre.
Las cosas se calmaron alrededor de ellos, paulatinamente.
Tanto Jimin como Jungkook recibieron un montón de buenos
deseos mientras ambos agradecían la asistencia y apoyo de
cada uno. Sus amigos más cercanos los felicitaron y
bromearon, prometiendo ir a celebrar cuando volvieran a
reunirse unos días más tarde para el cumpleaños de
Seokjin. La recién pareja de prometidos se retiró con sus
familias para ir a cenar juntos y celebrar el exitoso
compromiso de los jóvenes.
Para cuando Jimin y Jungkook volvieron a su
departamento, ya era pasado de medianoche. El mayor de
los dos hubiera ido directamente a la cama debido al
cansancio que se suponía debía de sentir, pero la adrenalina
aún estaba corriendo por sus venas, manteniéndolo
despierto. Además, aún quería tomar una ducha, debido a
que apenas había tenido tiempo de cambiarse de ropa al
finalizar el show.
Jungkook lo siguió hasta el baño en silencio, llamando su
atención, pero él no se quejó cuando al quitarse la ropa y
saltar al interior de la ducha, el menor lo imitó. Jimin hubiera
reído como un loco de no ser porque los ojos de Jungkook
estaban nuevamente empañados de lágrimas.
―Oh, Dios, ven aquí ―Tomó su rostro, limpiándolo con el
agua tibia que caía sobre ambos. ―¿Por qué sigues llorando,
amor?
―No lo sé ―Hipó, llorando aún más. ―Es como... si
estuviera tan lleno de amor, que este se está desbordando
fuera de mí ―Jimin sonrió de soslayo, mirándole con
dulzura. ―Hyung...
―Vamos a casarnos, Kookie ―Le recordó sólo porque sí,
peinando sus largos cabellos hacia atrás. Jungkook asintió
mientras permitía que el mayor lo tocara. ―Eres mi
prometido ahora
―Estoy tan feliz... ―Sollozó una vez más y Jimin rió,
atrayéndolo a sus brazos.
En realidad, el azabache esperaba que el menor se
emocionara, pero no esperaba llevarlo hasta ese extremo
de lágrimas. Sin embargo, mientras lo escuchaba hipar
contra su hombro, hasta él sentía ganas de llorar sólo
porque sí. Los brazos de Jungkook se cerraron alrededor de
él y Jimin respiró fuertemente, conteniendo sus propias
lágrimas mientras se impregnaba de su esencia y calor. Una
ducha tibia, con ese cuerpo desnudo presionado junto al
suyo, era justamente lo que necesitaba.
―Eres tan lindo ―Susurró, acariciando su espalda. Sonrió
cuando Jungkook se separó lo suficiente para mirarlo a los
ojos.
―Quiero decir algo ―Su voz salió raposa a causa del
llanto y Jimin asintió, esperando. ―De verdad te amo
muchísimo, Jimin-ah. Eres la persona más preciosa para mí.
Mi amor por ti es tan grande, que incluso si se desborda,
aún quedará lo suficiente para continuar amándote en otra
vida
Jimin tomó su rostro, besándolo con fuerza,
preguntándose todavía cómo alguien podía amar con esa
intensidad. Pero entonces recordaba que él también estaba
loco por ese hombre y las cosas volvían a tener sentido.
Todo aquello que hace 6 años no tenía ni pies ni cabeza
para él, ahora lo tenía. Quizás su yo de 20 años había sido
demasiado ignorante para comprender que el chico que
ahora le acompañaba aún podía amarlo, a pesar de sus
diferencias, y agradecía haberle dado una oportunidad a esa
relación en la que su pobre yo de ese entonces había
perdido su fe.
Jimin no había podido cambiarlo. Incluso si había hecho el
amor cientos de veces con Jungkook, no había podido
cambiarlo. El menor, aunque más atrevido, seguía siendo
suave y lleno de amor hacia su persona, y eso no cambiaría.
La mirada que hace años rechazó, y ahora adoraba, jamás
había cambiado. Jungkook jamás le había mostrado deseo, o
algo similar, y eso había perdido importancia, porque al
final, no era el menor quien debía cambiar.
Era él quien había necesitado crecer. Y Jimin estaba
seguro de que, la razón por la que había llegado tan lejos,
era porque había tenido el apoyo correcto. Jungkook no se
rindió con él. Su Jungkook era la pieza clave, a quien
deseaba hacer infinitamente feliz ahora y amarlo tal y como
él hacía.
―Te amo ―Murmuró Jimin contra la boca del contrario,
apenas.
Y cuando Jungkook rió, sólo de felicidad, Jimin cortó el
agua y poco le importó que ambos estuvieran mojados, sino
que rió con él y cogió su mano para llevarlo corriendo hacia
el dormitorio. Jungkook cayó sobre el colchón, aun
sonriendo, y chilló con diversión cuando el mayor
simplemente se abalanzó sobre él. Su cuerpo fue llenado de
besos, tal como él hizo con el cuerpo de Jimin después. Y
volvió a llorar cuando Jimin le hizo el amor con fuerza, sin
poder ocultar la emoción en su corazón. Porque cada vez
que hacían el amor, se sentía como recibir un trocito del
corazón del otro. Un intercambio equivalente, quizás.
―Te amo ―Repitió Jimin, besando sus lágrimas. Y
Jungkook suspiró y recitó las mismas palabras en respuesta,
una y otra vez.
Como si fueran parte del otro, en realidad.
Nota:
Este es el extra que en un principio dije que no sabía si
publicar, pero al final aquí está (?). Es cortito, pero soft, así
que quería que lo leyeran uwu. Como verán, es el último
extra, así que ya sólo nos queda el epílogo.
He decidido que el epílogo será publicado el viernes
31 de enero, si no hay mayor inconveniente. Estoy
ocupada con la universidad, pero en dos semanas debería
tenerlo listo, pongo mi fe en ello (?. Espero que todo esté a
mi favor para esa fecha unu.
En fin, espero que les esté yendo bonito. Yo estoy
atareada con examenes, pero el próximo comeback de los
bebés me tiene bastante animada (Y BLACK SWAN ES
AHHHHHHHH). Así que todo bien, ¡nos estamos leyendo!
Epílogo: Gris

[7 de octubre de 2023]
―Jungkook, no arrugues la nariz, intento terminar de
maquillarte
―Él ni siquiera necesita maquillaje ―Murmuró Yoongi.
Jungkook rió en voz bajita cuando Seokjin le dedicó una
mirada mordaz a su prometido. Regresando la mirada hacia
él, el mayor delineó sus labios y aplicó lápiz labial para
resaltar el rojo de sus labios, tal como hizo aquella noche
hace muchos años, antes de presentar su candidatura para
rey de la universidad.
―Así es, siempre se puede lucir más hermoso ―Dijo Kim
con total convicción, distanciándose de su amigo, quien se
miró al espejo con cierta timidez. ―Eres el novio más bonito
del mundo, Jungkookie ―Le aseguró, acomodando las ondas
de su castaño cabello sobre sus hombros.
―Espera, falta algo ―Yoongi dejó su asiento, saliendo de
la habitación.
Jungkook alzó la mirada hacia Seokjin, preguntándose qué
faltaba, mas la respuesta rápidamente llegó cuando Yoongi
regresó sosteniendo una corona de flores con un velo
blanco. Kim la tomó con una sonrisa resplandeciente
mientras Jungkook sentía sus mejillas calentarse,
preguntándose por qué tenían que llevar las cosas a ese
nivel. ¿No era suficiente con su traje? Jimin se vestiría de
negro y él de blanco, ese era el acuerdo, así que no
esperaba que sus amigos llegaran con un velo.
―Sé que las reconoces ―Seokjin acercó la corona a
Jungkook, quien sintió sus ojos picar un poco al notar que
eran flores de azahar. ―Jimin la ha preparado para ti, quería
que fuera una sorpresa ―La acomodó delicadamente sobre
su cabeza. ―Según él, hoy oficialmente te conviertes en
rey, pues serás desposado ―El castaño rió al escuchar tal
ocurrencia. ―Después de decir esa tontería, ha dicho que
sólo quería darte flores por una vez, pues siempre era al
revés. Y estas son muy especiales, ¿no? ―Se volvió a alejar
de él, alzando su pulgar. ―Perfecto
Jungkook se puso de pie, observándose en el espejo de
cuerpo completo. Su elegante traje blanco le quedaba a la
medida, e incluso sus uñas, cortesía de JinSol que había
llegado el día anterior para verlo, combinaban a la
perfección en un juego de blanco y negro. El maquillaje era
sutil, sólo acentuando sus facciones, y la corona era
preciosa. Su corazón se sintió oprimido de repente, al
pensar que en menos de dos horas estaría oficialmente
casado con Jimin. Que sus familiares y amigos viajaran
hasta Francia sólo para acompañarlos lo volvía incluso más
especial.
―Vamos, no llores ―Yoongi presionó su brazo con
amabilidad, dedicándole una sonrisa. ―Te ves bonito así
―Hey ―Seokjin sonó casi ofendido. ―Yo tampoco quiero
que llore, pero es el día de su boda, ¡un paso muy
importante! Me enojaré contigo si no lloras en nuestra boda,
Yoongi
Jungkook rió, recuperando la compostura. Yoongi estaba
arrugando la nariz, pero se relajó de inmediato cuando
Seokjin lo rodeó con sus brazos, dejando besos sobre su
cabello.
El tiempo había pasado volando.
¿Cómo estaría Jimin ahora que faltaba tan poco para la
ceremonia?
♢♢♢♢♢
―En una escala del 1 al 10, ¿cómo luzco? ―Jimin dio
vueltas sobre sus talones, modelando para sus amigos en
una espera apremiante.
―Como si quisieras esconder tu pequeñez ―Murmuró
Taehyung, observando sus zapatos que le daban varios
centímetros extras.
Jimin no tardó en alzar su pie, dando una certeza patada
en su trasero. Taehyung se quejó y salió corriendo de la
habitación, diciendo que prefería estar con Nambyul, quien
sí lo quería.
―Deja de estar tan nervioso ―Namjoon lo aconsejó,
viendo como Jimin peinaba su cabello con sus dedos por
enésima vez. ―A Jungkook le gustas, y tú siempre luces
bien
Jimin sonrió de soslayo, agradecido por las palabras.
Mirándose a sí mismo una vez más, se aseguró de que su
traje luciera impecable para la ceremonia. Un novio tan
bonito como Jungkook, sólo merecía a un increíble novio a
su lado.
―¡Chicos, tengo al bebé! ―Taehyung reapareció por la
puerta, cargando a Nambyul.
Namjoon suspiró, preguntándose por qué todos luchaban
por acaparar al pequeño. Desde que habían llegado el día
anterior, el pobre Nambyul había pasado de mano en mano,
siendo llenado de mimos y atención por todos, tanto
amistades como familiares de los novios. Y aunque su hijo
adoraba la atención, también necesitaba un descanso.
―¡Papi!
Nambyul estiró sus brazos al ver a su padre y Taehyung
tuvo que liberarlo para dejarlo caminar hasta él. Namjoon se
derritió por completo al ver al pequeño avanzar con pasitos
rápidos y tambaleantes en su dirección, hasta finalmente
llegar a él. Nambyul rió y se retorció cuando Namjoon lo
abrazó con dulzura y besó su mejilla.
―¿Dónde está mamá, Nambyul? ―Preguntó, peinando su
cabello.
―Tía Hwa ―Respondió. ―¡Haba mucho!
―¿Tía Jeonghwa habla mucho? ―Preguntó Taehyung,
viendo al pequeño asentir. ―Dios, no lo soporto, es tan lindo
―Y ahora el hombre cubrió sus ojos, queriendo llorar por lo
adorable que era su sobrino.
―¿Y qué piensas de tío Jimin, Nambyul? ―Ahora Park hizo
gesto para llamar su atención. ―¿Tío Jimin es genial?
―Quiso confirmar con el niño.
―Jimin wouh ―Respondió en cambio, aplaudiendo. ―Tío
Gug dil Jimin wouh ―Jimin lo miró con un puchero, sin
comprender.
―Nambyul dice que Jungkook dijo que Jimin es wouh
―Tradujo Namjoon por él, y Nambyul volvió a reír y repetir
un montón de veces Jimin wouh. ―Ustedes quieren tener
hijos y ni siquiera pueden entender a los niños ―Se burló.
―Me esforzaré por entender a mis hijos, no te preocupes
―Jimin se encogió de hombros. ―Y Jungkook es bastante
bueno con los niños también, ¡seremos un súper equipo! ―Y
ahora giró hacia su mejor amigo, quien lucía deprimido.
―¿Qué pasa contigo?
―Te casas hoy ―Jimin aún no comprendía. ―Seokjin y
Yoongi se casarán en febrero. Y todos están haciendo planes
de familia y-
―Ah, me dan escalofríos, nuestras conversaciones con él
siempre terminan en un círculo vicioso ―Interrumpió Jimin,
negando con la cabeza. ¿No se sentía como un déjà vu?
―Vichosho ―Nambyul asintió también, mostrando una
expresión seria al ver que su padre igual la tenía. ―Tete e
vichosho, feo feo
―¿Él al menos sabe lo que significa vicioso? ―Jimin rió,
preguntándose cómo alguien tan pequeñito podía imitar tan
bien la expresión de un adulto. Era adorable la manera en
que Nambyul siempre intentaba lucir como su padre.
―Él lo sabe, ¿acaso no lo escuchas? ―Namjoon miró a su
hijo. ―Vicioso es algo feo, ¿no?
―¡Feo! Tete feo ―Confirmó.
―¡Hey! ―Nambyul rió y se aferró al cuello de su padre
cuando su tío lo miró con una cara graciosa. ―¡No le
enseñes palabras feas! ¡Y no estoy en un círculo vicioso!
―Lo estás ―Rebatieron Namjoon y Jimin a la vez. ¿No era
siempre la misma conversación sobre su futuro poco claro?
―Esto es culpa de ustedes ―Se quejó. ―Sobre todo tuya
―Y ahora señaló a su mejor amigo, quien le miró indignado.
―¿Por qué tenías que hacer una propuesta de matrimonio
tan increíble? ¿Y por qué te estás casando en Francia?
Jeonghwa me ha dicho que, si no tengo preparado algo
mejor de lo que tú has hecho, será mejor que ni planee
pedirle matrimonio
―Hombre, ella sólo se está riendo de ti, ¿por qué te tomas
todo tan en serio? ―Jimin rió.
―¿Eso crees? ¿No habla en serio? ―Le miró suplicante.
―Por supuesto que no, porque nadie podrá hacer una
propuesta tan increíble como la mía ni en los próximos mil
años ―Dijo Park con total humildad.
Namjoon rió, preguntándose por qué él tenía que darle
esperanzas para luego destruirlas. Taehyung cubrió su
rostro, dramatizando un llanto, y Nambyul miró con ojos
muy abiertos a su tío, preguntándose qué pasaba.
―Nooo ―Se removió de brazos de su padre. ―Llolal no
―Sus ojos igual se llenaron de lágrimas. ―¡No tes tiste!
―¡No, no, no! ¡No estoy llorando! ¡No llores, Nambyul!
―Se retractó de su dramatismo inmediatamente, yendo por
el niño. ―Perdón, bebé, tío está feliz, ¡muy feliz!
Taehyung alzó al pequeño en sus brazos, intentando
calmarlo. Nambyul hizo pucheros y tocó sus mejillas,
comprobando que las mejillas de su tío estaban secas. Jimin
sonrió tontamente al ver la escena, comprendiendo un poco
el dramatismo de Taehyung sobre su futuro.
Aparentemente, luego de que Namjoon se convirtiera en
padre, todos ahí se estaban preguntando quiénes serían los
siguientes en dar ese paso.
Seokjin y Yoongi no parecían tener planes por el
momento, mucho más allá de su boda dentro de unos
meses. Taehyung y Jeonghwa ni siquiera habían hablado de
formalizar hasta ese punto, pero Jimin sabía que sería cosa
de poco tiempo, sólo que ambos parecían actualmente muy
enfocados en avanzar en sus carreras actorales. Así que
todo se resumía finalmente a Jungkook y él.
En más de una oportunidad, luego de hacer el amor y
planear toda su vida juntos entre las sábanas, habían
permanecido mirando el techo, imaginando su propia
familia. Ahora que el día de la boda había llegado, parecían
estar un paso más cerca de todos esos sueños que hasta el
momento sólo se habían hablado con la almohada. Jimin
sentía que su respiración se cortaba cada vez que recordaba
la grandeza de ese día.
―¿Estás bien? ―Preguntó Namjoon a su lado, en voz baja.
Jimin giró hacia él y sonrió, secando sus ojos al sentirlo
húmedos.
―Sí ―Aclaró su garganta, avergonzado. ―Sólo un poco
emocionado. Pero es lo normal, ¿cierto?
―Lo es ―Namjoon sonrió con amabilidad hacia él, dando
palmaditas en su espalda. ―Te espera un gran día, Jimin
Sí, quizás el más maravilloso de su vida, al menos hasta
que Jungkook le trajera otra increíble memoria, como venía
haciendo desde que se conocieron. Cada día al lado de
Jungkook, parecía estar lleno de cosas preciosas. Y Jimin
estaba ansioso por descubrirlas todas.
♢♢♢♢♢
Aunque Jungkook y Jimin intentaron que sus emociones no
se salieran de control durante la ceremonia, fue un tanto
difícil para ambos al verse el uno al otro, mientras sentían
las miradas de todos sobre ellos a la distancia. Jimin intentó
mantenerse de pie, escondiendo el temblor de sus piernas,
y Jungkook mantuvo sus ojos completamente abiertos,
luchando contra las lágrimas, como si parpadear significara
perder contra ellas. Para cuando finalmente las palabras
fueron dichas, los papeles firmados y los anillos
intercambiados, las personas aplaudieron a los recién
casados que ya no pudieron esconder por más tiempo sus
nervios y felicidad. Jungkook sostuvo a Jimin en sus brazos,
consciente de su temblor, y Jimin tomó su rostro entre sus
manos, al tanto de sus lágrimas.
Sus amigos les observaron con dulzura cuando Jungkook
fue lo bastante lejos como alzar a Jimin en brazos, y este rió
libremente, mientras insistía en secar las lágrimas del
menor, quien le miraba desde abajo en medio de sollozos.
Acomodando el velo y la corona sobre su cabeza, volvió a
secar las lágrimas de sus mejillas mientras negaba
dulcemente con la cabeza.
―Está bien, majestad ―Le habló con suavidad. ―Ya no
llores, amor
―Es-Es oficial ahora, ¿cierto? ―Consiguió pronunciar y
Jimin asintió. ―Eres mi esposo ahora
―Eres mi esposo también
Jungkook sonrió entre sus lágrimas, permitiéndole a Jimin
volver a tocar el piso. El pelinegro atrajo su rostro y besó
sus labios, repitiéndole que lo amaba entre cada muestra de
amor, y el barullo en el sitio sólo aumentó debido a los
recién casados que no conseguían abandonarse.
Jungkook buscó los labios de Jimin una última vez, quien lo
recibió ansiosamente, y se miraron una última vez a los ojos
antes de dar un paso hacia atrás. Girando hacia sus
invitados, sonrieron al mismo tiempo que se aferraban a la
mano del otro.
Era oficial.
La pareja se aseguró de saludar a sus invitados durante la
fiesta después de superar el shock inicial. Jimin saludó a sus
amigos que habían viajado sólo para verlo, e incluso se
detuvo un momento para intercambiar palabras con Hoseok
y Taemin, quienes habían sido invitados especialmente por
Jungkook. Si le hubieran dicho algún día que tendría a ese
par en su fiesta de matrimonio, lo habría considerado una
ironía, pero la vida parecía tomar rumbos impredecibles a
veces. Jungkook estaba en buenos términos con los chicos
que fueron parte de su adolescencia y Jimin había decidido
dejar el pasado atrás también.
Jungkook saludó a su antiguo jefe y a la hija de este
después. Ambos lo habían apoyado durante su traslado y
agradecía contar con ellos incluso en ese momento, aun
cuando con ellos estaba la compañía de MinSuk, quien no
parecía tan contento como todos ahí. El joven aprovechó la
primera distracción de su jefe para colgarse de Jungkook,
recriminándole el haberle invitado a su boda luego de
haberlo rechazado al menos unas cien veces, como si no
tuviera ni la más mínima consideración por su persona.
MinSuk incluso se aseguró de reprocharle, como tantas
veces, haber dejado la compañía, y a él, sólo para
marcharse al extranjero con su ahora esposo. Y Jimin se
limitó a escucharlo a hablar hasta por los codos mientras
Jungkook lo miraba, aceptando sus alegatos en silencio,
como si supiera de antemano que cualquier lucha contra
ese caprichoso chico sería una derrota.
―Pero aún puedes buscarme si llegas a pelearte con él,
¿sabes? ―Dijo MinSuk de repente tras haberse calmado.
―Tomaré el primer vuelo a Francia si es que me lo pides ―Y
ahora sonrió coquetamente para él.
Jungkook rió cuando Jimin carraspeó, recordándole al
joven su presencia ahí, y tuvo que despedirse rápidamente
cuando fue arrastrado lejos, dirigiéndose ahora hasta sus
amigos y familiares. El más joven de la familia Jeon había
sido capturados por sus suegros, quienes no tardaron en
abrazarlo con fuerza, deseando aún más felicidad para Jimin
y para él. Jimin, por su parte, tuvo que soportar los gruñidos
de su hermano menor por ser obligo a vestir formal
mientras su cuñado golpeaba su espalda, preguntando por
sus futuros sobrinos. Y fue justamente ese último tema el
que hizo que la madre de Jungkook interfiriera, siendo
seguida por su esposo que parecía querer calmarla para no
alarmar a los recién casados.
―Pero sí planean tener hijos, ¿cierto? ¡Sé que harían un
trabajo estupendo! ―Insistió, viendo de reojo como su hijo
menor ahora estaba entretenido con Nambyul en brazos,
agradeciéndole el haber viajado tantas horas sólo para
verlo.
―Mujer, acaban de casarse, ¿por qué no los dejas respirar
un poco? ―Intentó hacerle ver su esposo.
―Además, ellos todavía necesitan práctica ―Interfirió
también Junghyun a favor de los menores.
―¿Para criar niños? ―La mujer volteó hacia su hijo mayor,
mirándole extraño.
―Para hacer bebés ―Corrigió, recibiendo rápidamente un
golpe de su madre. ―¿¡Es que no quieres nietos bonitos,
mujer!?
Jimin cubrió su rostro, escuchando a sus familiares reír
mientras Elizabeth miraba a Junghyun como si fuera un
desubicado. Pero entonces Jihyun creyó que era buen
momento para impartir clases de biología básica y ambas
familias, Jeon y Park, terminaron enfrascándose en una
conversación sobre cómo hacer bebés con él en medio.
Jungkook, que aún estaba jugando con Nambyul mientras
hablaba con la familia Kim, aprovechó la desconcentración
de su propia familia para devolver a Nambyul a brazos de su
madre y escabullirse hasta sus mejores amigos, quienes le
esperaban a distancia.
―¿Está todo listo? ―Les preguntó, y estos compartieron
sonrisas cómplices con él, alzando sus pulgares en alto.
―Me encargaré del resto, así que pueden tomar posición,
sé que lo harán bien ―Seokjin los abrazó a ambos antes de
tomar su propia dirección.
El lugar se llenó de silencio cuando repentinamente las
luces se apagaron y una gran pantalla se iluminó, llamando
la atención de todos. Jimin miró a su alrededor cuando una
pista comenzó a reproducirse, identificándola como una de
las canciones que Jungkook solía escuchar, pero fue extraño
no encontrar a su pareja cerca. Regresando su mirada a la
pantalla, avanzó hasta ella cuando una cuenta regresiva en
blanco y negro comenzó. El cero trajo consigo la voz de la
cantante; Rainbow de Kacey Musgraves.
Jimin pensó que había hecho un buen trabajo todo el día
al conseguir no llorar. Sin embargo, viendo la pantalla, el
picor de sus ojos finalmente ganó. Jungkook había editado
un vídeo lleno de momentos de ellos, pero sobre todo de él.
Jimin se vio a sí mismo riendo por todo y nada, en una
seguidilla de clips en blanco y negro. Él bailando, cocinando,
haciendo muecas, sonriendo, perdiéndose en el paisaje, sólo
para volver a mirar con amor al chico detrás de la cámara.
Entonces, los vídeos se detuvieron y la pantalla se volvió
negra con letras blancas que decían "Si pudieras ver lo
mismo que yo, quedarías deslumbrado por los colores". Las
personas alrededor se emocionaron cuando una explosión
de colores vino justo después, y los vídeos de matices grises
se llenaron de vida y risas de ambos opacando la música.
La presentación terminó con un vídeo de ambos,
hablándole a la cámara, el día que pisaron Francia por
primera vez. Jimin recordaba haber hablado hasta por los
codos, queriendo decirles a sus padres lo genial que era
todo, sólo para ser interrumpido por Jungkook, quien besó
su mejilla para traer su atención de regreso. La inscripción
de "Cariño, solo intento decirte que siempre ha habido un
arco iris sobre tu cabeza" apareció antes de que la canción
finalizara.
Los asistentes aplaudieron a tan bonito regalo,
centrándose en el hombre que secaba rápidamente las
lágrimas de sus ojos, intentando hacerlas pasar
inadvertidas. Que un piano se escuchara justo en ese
momento, llamando nuevamente la atención de todos, fue
perfecto para que Jimin se repusiera. Sólo que el azabache
no podía creer que Min Yoongi ahora estuviera tocando el
piano como acompañamiento para Jungkook, quien había
aprovechado la atención de los presentes en el vídeo, para
pararse en el escenario sin que nadie lo notara.
―Uhm, en primer lugar... ―Habló Jungkook, aclarando su
garganta luego de la introducción de su amigo. ―Agradezco
que todos vinieran aquí para acompañarnos en un momento
tan importante para ambos ―Sonrió, deslizando su mirada
desde su familia hasta su pareja. ―El día que Jimin me pidió
matrimonio, fue muy especial para mí. Todo fue tan
extraordinario, que pasé días completos, y semanas, e
incluso meses, preguntándome si podía hacer algo especial
para él también ―Admitió. ―Mi talento... está enfocado en
un área distinta a la de él, pero espero haber tocado un
poquito su corazón ―Jimin sonrió con dulzura cuando
Jungkook apartó la mirada un segundo, luchando contra su
timidez. ―Jimin-ssi ―Consiguió decir, regresando su mirada
a él. ―Nuestra vida juntos está llena de momentos que
atesoro y esta es sólo una muestra de todo lo que hemos
vivido. Ya sea hoy, como en nuestro futuro, sólo deseo
seguir haciendo hermosas memorias contigo, porque
realmente te amo. Lo he dicho tantas veces, que sé que lo
sabes también. Sin embargo, hay miles de maneras en las
que podría hablarte de este amor, y esta noche te enseñaré
una de ellas ―Sonrió con confianza. ―Así que, Yoongi
hyung, ¿me harías el favor? ―Pidió a su amigo.
Jimin miró a Yoongi cuando este comenzó a tocar el piano
nuevamente. Jungkook sostuvo el micrófono con más fuerza
de lo normal, delatando su nerviosismo por cantar en
público después de tanto tiempo, pero sonrió con dulzura
cuando sus ojos se encontraron con los de Park una vez
más.
―Cuando despierte ―Comenzó. ―Bueno, sé que seré,
seré el hombre que despierte a tu lado ―Jimin sonrió
instantáneamente después de la primera línea. ―Cuando
salga, sí, sé que seré, seré el hombre que vaya contigo. Y
cuando llegue a casa, sé que seré, seré el hombre que
llegará a casa contigo. Y cuando esté soñando, bueno, sé
que soñaré, soñaré con los momentos en los que estoy
contigo. Pero caminaría 500 millas, y caminaría 500 más,
solamente para ser el hombre que caminaría 1000 millas
para caer en tu puerta
Jimin se sintió pequeñito cuando Jungkook lo miró con
intensidad, como si intentara decirle que incluso 1000 millas
no eran nada, si se trataba de él. Y Jimin rió en su mente al
imaginar a ese chico cruzando el océano sólo por él. Porque
Jungkook era capaz de hacerlo; por él lo era.
―Cuando trabaje, sí, sé que seré, seré el hombre que
trabaja duro por ti. Y cuando tenga el dinero que hago por el
trabajo, te daré casi todos los centavos. Y cuando esté solo,
bueno, sé que seré, sé que seré el hombre que está solo sin
ti. Y cuando envejezca... ―Jungkook sonrió. ―Bueno, sé que
seré, sé que seré el hombre que envejecerá contigo
Jimin permaneció hipnotizado el resto de la canción, en su
mente fabricándose todo un futuro junto al hombre que lo
miraba únicamente a él, desde el escenario. Y cuando la
presentación terminó, ya ni siquiera se esforzó es esconder
las lágrimas que había derramado por su interpretación que
era más bien una promesa, sino que extendió sus brazos
hacia él, haciéndole saber que lo quería justo ahí, en el
lugar donde pertenecía. Jungkook abandonó el escenario
bajo la mirada de todos, casi corriendo a los brazos de su
esposo, quien lo abrazó con fuerza y lo besó con cariño,
agradeciéndole y diciéndole que lo amaba. Las personas
dejaron de prestarles atención, dándoles su espacio, para
concentrarse en la música que volvía al lugar.
―Vas a envejecer junto a mí, lo has prometido ―Le señaló
Jimin, pellizcando su mejilla con cariño.
―Lo acepté junto al anillo de bodas ―Confesó con una
sonrisita, girando un momento cuando la canción de fondo
cambió drásticamente.
―Esa es... ―Jimin prestó más atención, sus ojos
abriéndose más de lo normal. ―¿Es la canción que bailamos
para la fiesta de navidad? La canción de-
―Nuestro primer beso ―Confirmó Jungkook, girando de
regreso a él. ―Yo-ah-le pedí-le pedí a los chicos que la
pusieran para nosotros, así que-bueno- ―Tomó su mano,
mostrándose repentinamente avergonzado. ―¿Quieres
bailar conmigo? ―Preguntó en un murmullo.
―¿Por qué estás actuando tan tímido de repente? ―Jimin
rió, arrastrándolo hasta el centro. Le divertía ver el potente
rojo en las orejas de Jungkook. ―Ya no somos unos niños
―Le recordó.
―Sí, pero... aún es extraño tener tantos ojos sobre
nosotros. Ha pasado un largo tiempo desde la última vez
―Arrugó adorablemente su nariz. Jimin lo miró con cariño y
tomó sus brazos, obligándolo a pasarlos por sobre sus
hombros.
―Así está bien ―Lo abrazó por la cintura. ―Justo como en
ese entonces
"Parado junto a ti, me falta el aliento. A esta altitud, estoy
fuera de mí, como si el mundo tuviera sentido desde el
asiento de tu ventana. Eres hermoso de una forma que
jamás había visto."
Sí, justo como en ese entonces. Los zapatos altos de Jimin
aún le sacaban una sonrisa y sus brazos aún se sentían
inmensamente cálidos. Como en ese entonces, los ojos de
Jungkook aún brillaban con emoción y sus labios rojos
seguían llamándole. Y cuando Jimin los besó, tal como hace
7 años, sus labios aún le recordaban al sabor de las cerezas.
Tal como hace 7 años, el corazón de cada uno seguía
latiendo con apremio sólo con el hecho de poder besarse.
"Parado junto a ti, me falta el aliento. Anda, ríete, incluso
si duele, continúa y tira de la cuerda. ¿Qué pasaría si
pudiéramos arriesgar todo lo que tenemos y solo dejar que
nuestras paredes de derrumben?"
Jungkook dio vueltas con Jimin, recordando al joven
vestido de blanco que lucía como un ángel para él en ese
entonces. Y Jimin recordó también al chico vestido de negro
que lucía como el perfecto príncipe inalcanzable sobre el
escenario. Sólo que él consiguió tomar su mano, justo
después de eso. Y su mundo colapsó sólo por ese primer
beso. Las paredes de su corazón se quebrajaron en medio
de un terremoto de emociones, que trajo su pasado de
regreso para ser presentado ante ese chico, quien decidió
amarle incluso después de eso.
Y entonces no hubo amor más real para él, que el que
esos oscuros ojos compartían.
"Seré la peligrosa saliente y tú el paracaídas. El azul y
verde allí abajo son una obra de arte..."
―Creo que somos el uno para el otro ―Murmuró Jimin
sobre los labios del más joven, quien rozó su nariz contra la
de él cariñosamente en respuesta, enseñando una sonrisa
divertida después.
―¿Es hasta ahora qué te das cuenta?
"...pero eres hermoso de una forma que jamás había
visto."
No, no ahora. Jimin rió y negó con la cabeza, besando el
puchero que había comenzado a formarse en su labio
inferior.
En realidad, puede que él lo supiera desde antes, desde
mucho antes. Quizás, puede que lo supiera desde ese
primer instante, cuando el cielo gris de octubre hace 7 años,
que amenazaba con traer lluvia, obligó a los estudiantes a
refugiarse en el comedor. Quizás lo supo desde que las
mesas se encontraron abarrotadas en la universidad y a su
mejor amigo no le quedó otra opción que compartir la mesa
con ese chiquillo silencioso. Sí, tal vez fue ese momento.
Porque, mirando hacia el pasado, Jimin no recuerda a
Jungkook fuera de sus pensamientos luego de ese primer
encuentro.
Como si estuviera destinado sólo para ese hombre. Como
si su caprichoso ser, supiera muy en el fondo, que Jungkook
era para él. Un poco mal al principio, un tanto superficial,
sobre todo incompatible, porque blanco y negro estaban
destinados a vivir sólo en extremos. Y gris, el punto de
encuentro más cercano para ambos, no era su tonalidad
favorita. Pero el amor terminó siendo más que un ideal
prefabricado para sus mentes.
Jimin mira a Jungkook a los ojos, perdiéndose en ellos
mientras se pregunta cómo pudo pensar siquiera en
renunciar a eso. Como si el esfuerzo no valiera la pena,
como si el miedo importara más que todo lo que sentía por
ese joven. Pero no fue así. De pie ahí, sosteniendo al menor
en sus brazos, sabía que el largo camino había valido
completamente la pena.
―Ojos bonitos ―Llamó, el menor dejó de jugar con sus
cabellos, mirándole sin parpadear. ―Creo que-creo que
nuestro amor a veces aclara y a veces oscurece ―Dijo de la
nada, provocando que Jeon inclinara su cabeza, un tanto
confundido. ―Antes de ti, creo que mi corazón, mis
pensamientos, eran pobres. Pero me siento una mejor
persona ahora, gracias a que pude contar contigo. Fue mi
lucha, pero-pero estuviste ahí ―Pronunció con dificultad, su
sonrisa tiritando. ―Gracias por estar aquí, Jungkook
―Uhm... ―El castaño acarició dulcemente su nuca con
sus dedos, sonriendo gentilmente para él. ―Siempre
contarás conmigo, Jimin. ¿Dices que nuestro amor a veces
aclara y a veces oscurece? De eso se trata, en las buenas y
en las malas, lo hemos prometido el día de hoy ―Sus ojitos
se arrugaron sólo de felicidad. ―No temas al futuro. Yo no lo
haré mientras estés conmigo. Sin importar lo que pase a
partir de ahora, vamos a encontrarnos a mitad de camino,
¿sí? Encontraremos el camino de regreso a casa juntos,
después de eso
Jimin asintió, sin poder pronunciar más, y Jungkook secó
una pequeña lágrima traicionera que se deslizó por su
mejilla.
―Te amo, Jiminie ―Susurró el menor, sin dejar de mirarlo.
―Y yo a ti, Jungkookie
Jungkook rozó su nariz con la de él, sin esconder su
sonrisa. Jimin lo abrazó con más fuerza y él también rodeó
su cuello con más ímpetu, sintiéndolo. Ambos susurraron
cuanto se amaban una vez más antes de volver a besarse,
como si eso significara todo; como si sellaran una promesa.
Así que cuando los años pasaron y por algunos momentos
el camino de regreso pareció infinito, Jimin agradeció tener
a Jungkook encontrándolo en la zona gris; buscándole,
esperándole y amándole tal como prometió. Y Jimin se
aseguró de ir por él también, cuando este lo necesitó.
Porque el amor que ellos profesaban no iba sólo en una
dirección. Porque las personas no podían limitarse a los
extremos de un espectro. Porque gris, bien podía ser, el
símbolo de su unión.
Gris fue justamente su definición del amor.
~FIN~
Nota:
Antes que todo, las canciones ocupadas durante el
final fueron:
―Canción del vídeo que hizo Jungkook: Rainbow, Kacey
Musgraves.
―Canción que JK cantó para Jimin: I'm gonna be (500
miles), Sleeping at last.
―Canción que bailaron: Heart, Sleeping at last.
Ahora sí, no sé por dónde comenzar. Siendo honesta con
ustedes, Gris, inicialmente, fue un proyecto que iba a ser
desechado por mí JAJAJA. Y no es que la idea era mala para
mí, pero temía no poder hacer un buen desarrollo,
considerando la temática que tocaba. Gris fue por mucho,
muchísimo tiempo, un mero borrador de ideas que cada
cierto tiempo le comentaba a mí amiga, entre un ¿será o no
será?
Entonces, un día, por casualidad terminé llegando a una
publicación donde se hablaba de las minorías sexuales y
muchas respuestas eran de personas, de la misma
comunidad, burlándose de la gente asexual (por no decir
que TODAS las respuestas eran así). No fue shockeante para
mí, pero sí un tanto decepcionante ver los niveles de
ignorancia de la gente. Comenté esto con un grupo de
personas asexuales y me hablaron de los comentarios
(negativos) que más solían marcarles. Fue cuando, después
de dar esas mil vueltas, decidí que Gris tenía que
publicarse.
Estaba pasando por un proceso donde realmente no
quería escribir más longfics (en realidad, Gris es mi último
longfic, lo he dicho antes). Mi vida personal era un desastre,
mentalmente estaba cansada, pero aún quería ver si podía
hacer algo positivo para las personas que me siguen o me
encontrarían con el tiempo. Incluso hasta el día de hoy me
cuestiono si el mensaje ha sido bien recibido. Pero, si han
llegado hasta aquí, espero haberles informado o
sensibilizado sobre el tema, si es que no sabían de él. La
asexualidad es un tabú para muchos, para la mayoría
inexistente, y "estadísticamente" solo el 1% de la población
pertenece a este grupo. Si me preguntan a mí, en realidad
creo que la gente sólo no tiene mucha información al
respecto. Espero que seamos más empáticos y cuidadosos
con nuestras palabras entonces, después de esto.
Entendamos que, al fin y al cabo, todos somos diferentes, y
lo que tú vives y sientes, no es lo que todos viven y sienten.
Y finalmente, si aún quedan dudas, el nombre
"Gris" ha nacido más por un complemento. Definí el
amor como Gris, considerando el espectro del que Namjoon
habló en un capítulo, porque era mi forma de decirles que
las relaciones son bidireccionales. Es decir, no es sólo tú,
dándolo todo, sino que son ambas partes, poniendo su
granito de arena. Y a veces es más blanco que negro, y a
veces más negro que blanco, pero en el conjunto siempre
será Gris, con las personas encontrándose la una a la otra.
Porque no amas quedándote en el mismo lugar, como
demostraron Jimin y Jungkook de la historia.
Por supuesto, esta es solo mi representación del amor.
Agradezco infinitamente el apoyo que he recibido
hasta ahora. Ojalá Gris haya sido tan especial para
todas, como lo fue para mí escribirlo. Les mando un
abrazo grande y espero que tengan un hermoso año,
después de todo, este sólo está comenzando uwu.
Muchos ánimos, mis mejores deseos para ustedes ❤

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