Libro Del Curso
Libro Del Curso
Libro Del Curso
DOCTRINA DE LOS
ACONTECIMIENTOS
FINALES
DOCTRINA DE LOS
ACONTECIMIENTOS FINALES
Doctrina de los acontecimientos finales
Esta es una Obra Colectiva
© Editado por: Seminario Bíblico Elim
Av. Mariano Cornejo 1009, Pueblo Libre
Lima - Perú
Primera edición digital - Julio 2021
Libro digital disponible en www.sbelim.org
ISBN: 978-612-5046-22-2
05 Lección 1
INTRODUCCIÓN A LA
ESCATOLOGÍA 74 Lección 7
EL ANTICRISTO
14 87
Lección 8
Lección 2 EVENTOS EN LA
LA ESCATOLOGÍA
PERSONAL SEGUNDA VENIDA
DE CRISTO
25 Lección 3
LA ESCATOLOGÍA
GENERAL
97 Lección 9
LA RESURRECCIÓN
33 Lección 4
LA SEGUNDA
VENIDA DE CRISTO
109 Lección 10
EL MILENIO
44 Lección 5
EL RAPTO DE LA
IGLESIA 120 Lección 11
LOS JUICIOS
59 Lección 6
LA TRIBULACIÓN
134 Lección 12
DESTINOS FINALES
Lección 1
INTRODUCCIÓN A
LA ESCATOLOGÍA
CONTENIDO
Introducción
I. Definición de escatología
II. La escatología y la interpretación de la Biblia
III. La escatología y Jesucristo
IV. Importancia de la escatología
I. DEFINICIÓN DE LA ESCATOLOGÍA
El término escatología viene de dos palabras griegas eschatos que significa
‘último’ y logos que significa ‘materia, tema’; de allí que, la escatología es
el estudio doctrinario que trata con los últimos eventos de la historia,
incluyendo todo lo que está más allá de esta vida y era, además de los
eventos finales de esta era presente.
Sin embargo, el término “escatológico” se aplica frecuentemente a esta era
en su totalidad, porque:
• Pedro, en el día de Pentecostés, declaró que el derramamiento del
Espíritu cumplía la profecía de Joel respecto a los “postreros días”
(Hch. 2:16–21).
• La iglesia ya disfruta ciertos poderes de la era del reino y del mundo
(la era) por venir (Lc. 17:21; Mt. 16:19; Heb. 6:5).
• Ya que la iglesia espera en cualquier momento la venida del Señor,
todo momento es “escatológico” (Rom. 8:23; 1 Cor. 1:7; Lc. 12:35, 36;
1 Tes. 1:10).
• Ya que Cristo, el Hijo de Dios, es el “fin” o la “meta” de todas las cosas
en el plan de redención de Dios, la venida del Hijo encarnado
introdujo los “postreros días”: “… en estos ‘postreros días’ nos ha
hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo …” (Heb.
1:2).
• Debido a que el espíritu del Anticristo ya está obrando en
anticipación al conflicto final, Juan dijo: “Hijitos, ya es el último
tiempo; y según vosotros oísteis que el Anticristo viene, así ahora han
surgido muchos Anticristos; por esto conocemos que es el último
tiempo” (1 Jn. 2:18).
CONTENIDO
I. La muerte
II. El estado intermedio
III. La resurrección
I. LA MUERTE
Las Escrituras enseñan lo que la mayoría sabe por intuición: la muerte es el
destino de los seres humanos. Aunque todos reconocen la contundente
realidad de la muerte, solo la Biblia revela su origen, su relevancia y lo que
debe suceder para que sea derrotada.
La muerte no es la no existencia. El principal significado de la muerte es
separación. Así, Génesis 35:18 declara respecto a Raquel: “al salírsele el
alma (pues murió)”. Tras la muerte, su alma siguió viviendo, aunque
separada de su cuerpo.
Las Escrituras hablan de tres clases de muerte: la muerte física, la muerte
espiritual y la muerte segunda o muerte eterna.
A. LA MUERTE FÍSICA
La muerte física es cuando se separa el alma del cuerpo y constituye la
transición del mundo visible al invisible.
En este punto ocurre una separación entre el cuerpo de la persona y su
alma/espíritu.
Santiago declaró: “El cuerpo sin espíritu está muerto” (Stg. 2:26).
Respecto a la muerte física, Eclesiastés 12:7 explica: “El polvo [cuerpo]
vuelve a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio”.
Para el creyente, la muerte física:
• Marca su entrada al paraíso y a la presencia de Cristo Jesús (2 Cor.
5:1–8; Fil. 1:23);
• Es el efecto final del pecado y el último efecto del pecado a ser
cancelado por la obra redentora de Cristo (Rom. 5:12–15; 1 Cor.
15:26).
• Aunque todos los hombres mueren físicamente, para el creyente la
muerte y resurrección de Cristo le robó a la muerte su aguijón (1 Cor.
15:54–57; 2 Ti. 1:10; Heb. 2:9, 14–15; 9:15),
• Y más aún, el creyente puede triunfantemente declarar que para él
“el morir es ganancia” (Fil. 1:21).
DOCTRINA DE LOS ACONTECIMIENTOS FINALES – L02 La escatología personal 15
Para el incrédulo, la muerte es su entrada al Hades (Lc. 16:22, 23; Mt. 10:28;
Ap. 20:13). La muerte física no es el final de la existencia, sino solamente un
cambio en el estado de existencia.
B. LA MUERTE ESPIRITUAL
La muerte espiritual implica la separación de Dios. Una persona puede estar
físicamente viva, aunque muerta en espíritu.
Por ejemplo, Adán “murió” como resultado de su desobediencia de
acuerdo con la advertencia de Dios: “… porque el día que tú comas, ese día
morirás” (Gn. 2:17) Sin embargo, su muerte (excluido del jardín) no
consistió en su muerte física inmediata, pese a que su estado de mortalidad
comenzó, su muerte fue muerte espiritual.
Cuando Jesús dijo “dejad que los muertos entierren a los muertos” (Mt.
8:22), quiso decir, “deja que los espiritualmente muertos entierren a los
físicamente muertos”. Por espiritualmente muerto hizo referencia a
aquellos separados de Dios por la incredulidad.
Pablo, escribiendo a los efesios, dijo: “Y él os dio vida a vosotros, cuando
estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Ef. 2:1). Anteriormente,
como pecadores, ellos existían en la “muerte” espiritual; mas cuando
vinieron a conocer a Cristo, fueron hechos vivos. Cuando uno viene a la
comunión con Dios por medio de la fe en Cristo, pasa de “muerte a vida” (1
Jn. 3:14).
En el juicio final de los incrédulos ante “El Gran Trono Blanco”, el cual toma
lugar después de los mil años (milenio), los muertos malvados todavía
existirán y estarán ante Dios en juicio; y aunque podrán estar en juicio, su
estado se llama de “muerte” porque están enajenados de Dios (Ap. 20:13–
15). (Vea también Ap. 3:1; 1 Ti. 5:6).
C. LA MUERTE ETERNA
La muerte eterna es el castigo y exclusión de la presencia de Dios por toda
la eternidad. Esto les ocurre a quienes mueren físicamente mientras están
espiritualmente muertos.
a) Los incrédulos experimentarán una separación eterna y consciente
de la presencia de Dios (2 Ts. 1:9).
b) Santiago se refiere a esta muerte, explicando cómo puede ser
prevenida: “Sepa que el que haga volver al pecador del error de su
camino, salvará de muerte un alma …” (Stg. 5:20).
III. LA RESURRECCIÓN
Dios creó a los seres humanos como una unidad compleja de cuerpo y alma.
En este siglo, la muerte física resulta en la separación del cuerpo de la
persona de su alma. Sin embargo, este estado no dura para siempre. Todos
están destinados a una resurrección del cuerpo adecuada para su destino
eterno.
Dado que la mayoría de las personas mueren físicamente antes del regreso
de Jesús, se suele referir a la resurrección como una salida de la tumba. Por
ejemplo, Daniel declaró que tras un “tiempo [específico] de angustia […]
muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos
para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua” (Dn. 12:1-
2). Los que han muerto y han sido sepultados, “serán despertados” un día.
Es una resurrección física del cuerpo.
Jesús afirma esta misma verdad:
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que
están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán
a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación”. Juan 5:28- 29
En una sección posterior explicaremos el momento y las fases del programa
de resurrección de Dios, pero aquí el enfoque está en lo que la resurrección
significa tanto para los creyentes como para los incrédulos. La resurrección
se produce para ambos grupos, pero no todos despiertan al mismo destino.
Dado que las Escrituras proporcionan más detalles sobre la resurrección de
los creyentes, iniciaremos aquí nuestra exposición.
A. LA RESURRECCIÓN DEL CREYENTE
Los creyentes en Dios están destinados a la resurrección del cuerpo. Una de
las figuras bíblicas más tempranas, Job, expresó confianza en la
resurrección:
“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y
después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”. Job
19:25-26
Job sabía que su “piel” sería “deshecha” (muerte física), pero que esto no
sería el fin. Su “Redentor” pondría sus pies en la tierra y, al final, Job vería
CONTENIDO
I. Eventos que rodean el final de la edad de la iglesia
II. El rapto de la iglesia
III. El periodo de la tribulación
IV. La aparición del anticristo
V. El día del Señor
VI. Eventos en la segunda venida de cristo
VII. El milenio
VIII. La sublevación final de Satanás
IX. El estado eterno
VII. EL MILENIO
El milenio es el reino venidero de mil años de Jesús y de sus santos en la
tierra después de esta era presente y antes del estado eterno. Tiene lugar
poco después de la septuagésima semana de Daniel y del regreso de Jesús,
y es el momento en que la humanidad, por medio del postrer Adán, Jesús
cumple el mandato de gobernar y subyugar la tierra con éxito en nombre
CONTENIDO
I. La importancia de su venida
II. La naturaleza de su venida
III. El momento de su venida
IV. Las señales de su venida
CONTENIDO
I. Definición y descripción del Rapto
II. Puede acontecer en cualquier momento
III. Puntos de vista del Rapto
IV. Diferencia entre el Arrebatamiento y la Segunda Venida
CONTENIDO
I. Su singularidad
II. El principio de la Tribulación
III. La naturaleza de la Tribulación
IV. La fuente de la tribulación
V. Los juicios de los sellos, las trompetas y las copas
VI. Los redimidos de la Tribulación
VII. El propósito de la Tribulación
CONTENIDO
I. La palabra anticristo en la Escritura
II. La identidad del anticristo
III. Precursores del anticristo
IV. Carisma y procedencia del anticristo
V. La “parousía” del anticristo
VI. El fin del anticristo
VII. Los títulos del anticristo
VIII. Las obras del anticristo
IX. Contrastes entre Cristo y el anticristo
CONTENIDO
I. La Segunda Venida de Jesús
II. La iglesia en el cielo
III. Armagedón
IV. Profecías del Antiguo Testamento acerca de la Segunda
Venida
V. La Segunda Venida de Cristo en el Nuevo Testamento
VI. Algunos de los propósitos del Señor al venir a la tierra por
segunda vez
III. ARMAGEDÓN
La palabra "Armagedón" es una palabra compuesta por dos palabras
hebreas: "Ar" y "Megiddo". "Ar" significa "Monte" y "Megiddo" es el
nombre de una antigua ciudad en Palestina, fundada en un monte de poca
altura en la entrada por el camino desde el sur a la gran llanura de Jezreel,
la cual se extiende desde las montañas de Gilboa, al norte de Samaria, hasta
el Mar Mediterráneo, junto al Monte Carmelo.
La palabra "Megiddo" no solo es el nombre de una ciudad, pero también,
literalmente significa "cortar", "separar", "matar".
DOCTRINA DE LOS ACONTECIMIENTOS FINALES – L08 Eventos en la
91
Segunda Venida de Cristo
"Armagedón", pues, significa el lugar, pero también, los hechos y
acontecimientos pasados, como también los futuros que se producirán en
la conclusión de la Gran Tribulación.
De este evento especial, el Dr. C. l. Scofield escribe:
Armagedón (el antiguo monte y valle de Megido, al oeste del Jordán en
el llano de Jezreel) es el lugar señalado para el principio de la gran batalla
en la cual el Señor, al venir en gloria, librará al remanente fiel de los
judíos, sitiado por el poder mundial de los gentiles bajo la dirección de
la Bestia y el Falso Profeta (Ap. 16:13-16; Zac. 12:1-9). Aparentemente
las huestes sitiadoras, cuyo acercamiento a Jerusalén se describe en
Isaías 10:28-32, alarmadas por las señales que preceden la venida del
Señor (Mt. 24:29, 30), han retrocedido hasta Megido, después de los
eventos de Zacarías 14:2, y allí comienza su destrucción, que es
consumada en Moab y en los llanos de Idumea (ls. 63: 1-6). Esta batalla
es el primer evento en "el día de Jehová" (ls. 2: 12, refs.), y el
cumplimiento de la profecía de Daniel 2:35 en cuanto a "la piedra
cortada no por mano". (Biblia Anotada de Scofield, p. 1305).
CONTENIDO
I. El hecho de la resurrección
II. La naturaleza de la resurrección
III. El tiempo de la resurrección
IV. Resurrecciones
I. EL HECHO DE LA RESURRECCIÓN
El hecho de la resurrección está enseñado tanto en el Antiguo como en el
Nuevo Testamento. Veamos…
A. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1. Por afirmación: “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el
polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios”
(Job 19:25, 26). “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho
cuando despierte a tu semejanza” (Sal. 17:15). (Vea también Sal. 16:9–11;
Dn. 12:2.)
2. Por profecía: “Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad
y cantad moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y
la tierra dará sus muertos” (Is. 26:19). (También Os. 13:14.)
3. Por tipología: eventos tales como la liberación de José de la cisterna son
típicos de muerte y resurrección (Gn. 37:20–36), como lo es el regreso de
Isaac del altar de sacrificio (Gn. 22:5–14), y la liberación de Jonás del gran
pez (comúnmente llamado, ballena) (Jon. 2; Mt. 12:40).
4. Por ejemplo: El Antiguo Testamento contiene varios ejemplos de
personas que fueron levantadas de los muertos: 1 R. 17:17–24; 2 R. 4:32–
35; 13:20, 21. Aunque estos son casos de resucitación más bien que
resurrección (porque aquellos que fueron “resucitados” por el poder de
Dios, luego murieron de muerte natural). Esto demuestra la disposición y
poder de Dios para vivificar a los cuerpos muertos.
B. EN EL NUEVO TESTAMENTO
1. Por afirmación: “Así es también la resurrección de los muertos. Se
siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible; se
siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual; se siembra en
IV. RESURRECCIONES
En vez de una sola resurrección general, las Escrituras presentan varias
resurrecciones, algunas de las cuales se encuentran en el pasado, otras
separadas por largos periodos tales como las resurrecciones que preceden
y siguen al reinado de Cristo de mil años.
A. LA RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO
En el orden de las resurrecciones, la primera es la de Jesucristo, anunciada
en la profecía del Antiguo Testamento (como en Sal. 16:9-10), presentada
históricamente en los cuatro evangelios, y tratada teológicamente en el
Nuevo Testamento a partir del libro de los Hechos. Indudablemente, la
doctrina de la resurrección de Cristo es una doctrina de importancia central
sobre la que descansa toda la fe y esperanza del cristiano, como expone
extensamente Pablo en 1 Corintios 15. En consideración de los hechos que
apoyan la conclusión de que hay más de una resurrección, es importante
notar que todos deben estar de acuerdo en que la resurrección de Cristo es
un acontecimiento distinto y que ya ha ocurrido.
CONTENIDO
Introducción
I. La duración y el carácter literal del Milenio
II. Designaciones del Milenio
III. Carácter terrenal del Milenio
IV. El gobierno del Milenio
V. Las características del Milenio
VI. Vida y condiciones sobre la tierra milenial
VII. Lo que el Milenio significará para Cristo
VIII. Puntos de vista en cuanto al Milenio
CONTENIDO
Introducción
I. El juicio de Dios contra la nación de Israel
II. El juicio contra los gentiles
III. El juicio contra los ángeles caídos
IV. El juicio del gran trono blanco
CONTENIDO
Introducción
I. El destino futuro de los impíos
II. El destino final de Satanás, los ángeles caídos y el anticristo
III. El estado futuro de los justos