Gargantua Clave Pedagogica

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2020

Gargantúa y
Pantagruel:
En Clave Pedagógica

SINDY JOHANNA CORREA ATUESTA


Universidad Distrital Francisco José de Caldas
01/01/2020
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GARGANTÚA Y PANTAGRUEL: EN CLAVE PEDAGÓGICA

Sindy Johanna Correa Atuesta


Código: 20102160036

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS


FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN


HUMANIDADES Y
LENGUA CASTELLANA
Bogotá, D.C.

2020
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Monografía

GARGANTÚA Y PANTAGRUEL: EN CLAVE PEDAGÓGICA

Sindy Johanna Correa Atuesta

Código: 20102160036

Director: Pedro Baquero Másmela

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS


FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN
HUMANIDADES Y
LENGUA CASTELLANA
Bogotá, D.C.

2020
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Agradecimientos

A mi madre, quien me ha llevado a comprender el valor irremplazable de la


libertad. A ella que no permite que me conforme, porque el camino siempre trae
más.

A mi padre que me ha demostrado que el amor no se trata de palabras sino de


hechos, a entender que lo más importante para los hijos es el buen ejemplo.

A mi hija Victoria, por su amor incondicional. A mi sobrina Laura, por su ternura


infinita. A ellas que son la fuerza.

A mi esposo Enrique Caballeros por llenar de esperanza mi vida: El amor siempre


será salvador.

A mi hermana Alexandra por su amistad. A ella quien ha caminado junto a mí


toda la vida.

A mis maestros Pedro Baquero, Alexis Rodríguez y Edgar Ramírez por su infinita
humanidad: una sola palabra puede cambiar una vida.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Resumen

La presente monografía muestra por medio de una lectura interpretativa de la obra


Gargantúa y Pantagruel de Françoise Rabelais, los aspectos pedagógicos y
educativos más importantes de este relato. Es un trabajo que, aunque pone en
primer plano la interpretación como método fundamental de su desarrollo, también
tiene un proceso exhaustivo de investigación teórica que recoge estudios previos y,
los confronta con las ideas propias y otras doctrinas contemporáneas de educación.
Este trabajo además rescata los vínculos estrechos de la Pedagogía con otro s
ámbitos (social, histórico, cultural, artístico), y de la misma forma nos muestra
espacios de la obra que a simple vista no podrían ser interpretados como
pedagógicos, pero que desde el análisis estructural e implícito del texto nos lleva a
otras conclusiones.
Palabras clave: Interpretación, pedagogía, teoría, educación, cultura, historia,
sociedad, arte, literatura.

Abstract

This monograph shows through an interpretative reading of the work Gargantúa


and Pantagruel by Françoise Rabelais, the most important pedagogical and
educational aspects of this story. It is a work that, although it puts interpretation in
the foreground as a fundamental method of its development, it also has an
exhaustive process of theoretical research that collects previous studies and
confronts them with its own ideas and other contemporary educational doctrines.
This work also rescues the close links of Pedagogy with other areas (social,
historical, cultural, artistic), and in the same way shows us spaces of the work that
at first glance could not be interpreted as pedagogical, but that from the analysis
structural and implicit of the text leads us to other conclusions.
Keywords: Interpretation, pedagogy, theory, education, culture, history, society,
art, literatura.
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TABLA DE CONTENIDO

PRESENTACIÓN. ___________________________________________________________8

INTRODUCCIÓN. __________________________________________________________10

JUSTIFICACIÓN. __________________________________________________________12

FORMULACIÓN DEL PROBLEMA___________________________________________13

OBJETIVOS_______________________________________________________________14

1. SEMBLANZA BIOGRÁFICA E HISTÓRICA-_______________________________16

1.1 La Educación Durante La Edad Media Y El Renacimiento__________________16


1.2 Françoise Rabelais. __________________________________________________18

2. MARCO TEÓRICO Y ESTADO DEL ARTE. _________________________20

2.1 MARCO TEÓRICO ____________________________________________20

2.1.1 Concepto de pedagogía


2.1.2 Noción del sujeto: Otra aproximación a la pedagogía
2.1.2.1 Regulación, determinismo y gubernamentalidad
2.1.2.2 Subjetividad e identidad
2.1.2.3 Poder, discurso y saber
2.1.3 Educación y Cultura
2.1.4 En la Obra
2.1.4.1 Los maestros
2.1.4.2 Los estudiantes
2.1.4.3 Currículo, evaluación y práctica

2.2 SOBRE LA OBRA (ESTADO DEL ARTE) ________________________41

CAPÍTULO I

3. ELEMENTOS PEDAGÓGICOS RABELAISIANOS____________________48

3.1 CONTENIDO Y MÉTODO______________________________________48


3.2 EL PROFESOR Y EL ALUMNO_________________________________53
3.2.1 Pantagruel
3.2.2 Gargantúa
3.3 DISPOSITIVOS PEDAGÓGICOS O DIDÁCTICA__________________58
3.3.1 Memoria
3.3.2 Disciplina
3.3.3 Dialéctica
3.3.4 Experimentación y Observación
3.3.5 Juego

CAPITULO II

4. SENTIDO ACTUAL DE LA OBRA__________________________________.65


4.1 ESTRUCTURA LINGÜÍSTICA__________________________________65
Gargantúa y Pantagruel: 2020

4.2 CARACTERES IMPLÍCITOS___________________________________75


4.2.1 Saber Popular y Educación
4.2.2 Humor Crítico y Estética
4.2.2.1. La Estética; Lo Cómico, Lo Humorístico y Lo Grotesco
4.2.2.2 Discurso Sarcástico
4.2.3 Ética
4.2.3.1 Thelema O De La Ética Rabelaisiana
4.2.4 Sujeto, Saber Y Poder

CAPITULO III

5. AGUA DE ELEBORO: DECONSTRUCCIÓN PEDAGÓGICA___________94

CAPITULO IV

6. SEMIOSFERAS__________________________________________________113
6.1 LAS FIGURAS Y LAS SIMBOLOGÍAS DEL GIGANTE____________113
6.2 EL PAPEL DE LA FAMILIA___________________________________115
6.3 LA ESCUELA________________________________________________118
6.4 LOS LIBROS_________________________________________________120
6.5 LA MUJER__________________________________________________121
6.6 LA RELIGIÓN_______________________________________________125
6.7 INDIVIDUALISMO___________________________________________128
6.8 LA NATURALEZA___________________________________________129

CONCLUSIONES______________________________________________________132

BIBLIOGRAFÍA_______________________________________________________135

TABLA DE ILUSTRACIONES

Ilustración 1. Maestro en una clase con la naturaleza. Johanna correa (2019) _________ 15

Ilustración 2. Gargantúa de niño. Johanna correa (2019) __________________________ 48

Ilustración 3. Monje franciscano. Johanna correa (2019). __________________________ 64

Ilustración 4. Pantagruel durante un banquete. Johanna correa (2019). ______________ 93

Ilustración 5. Grandgousier o grangáznate, padre de gargantúa. Johanna correa (2019)112

Ilustración 6. Reino de gargantúa. Johanna correa (2019). ________________________ 113


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GARGANTÚA Y PANTAGRUEL:
En Clave Pedagógica
“Un hijo no es un jarrón que pueda llenarse, sino un fuego que hay que prender.”

― François Rabelais
Gargantúa y Pantagruel: 2020

PRESENTACIÓN

La siguiente es una lectura interpretativa basada en la obra de François Rabelais,

Gargantúa y Pantagruel, compuesta de cinco libros escritos en el siglo XVI, entre

1532 y 1564. Una de las obras más importantes del humanismo francés, vetada por la

Sorbona en su época, por su estilo y su crítica a la sociedad y clases imperantes.

Como el título lo indica se trata de un trabajo que revisa la obra en clave pedagógica, es

decir, que escrute, rastrea, a través de los varios capítulos que contiene el libro, su valor

educativo, las ideas pedagógicas de la obra y el autor; de cómo desde allí podemos

extraer un aporte a la enseñanza y el aprendizaje. También advierte el papel que

sostiene Rabelais en la historia de la educación del mundo, y como se ve adelantado en

la reflexión formativa del periodo. Parecería una hazaña encontrar en la sátira, la

violencia, lo grotesco y escatológico, algo que rescatar en la labor docente o de

estudiante, pero la interpretación de esas historias fantasiosas siempre devela una

ambiente real que debió ser contado de tal forma por su sintomatología liberal.

Esta lectura se preocupa por aspectos de contenido social y pedagógico, sobre todo este

último, como parte de la reflexión contemporánea sobre la educación. Destaca así

mismo aspectos tales como los dispositivos pedagógicos y reflexiona sobre su entonces

y su ahora, y la valía que tiene mantener o rescatar cada uno de ellos en la labor

docente. Establece así mismo particularidades sobre la relación entre el maestro-

estudiante, enseñanza-aprendizaje y otro tipo reciprocidades en materia educativa.

Es además un buen pretexto para reconocer en la literatura, su aporte a la educación,

para volver a plantear y reforzar la idea de que el arte es también un enriquecedor


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cuando se quiere hablar de pedagogía. El arte permite la exploración de todo el saber,

concebir y vivir de la humanidad. Por lo que nos ceñiremos, sobre todo a la

comprensión crítica de la obra; como la manera de reforzar el sentido discerniente que

tenemos sobre las sociedades, y de las situaciones a las que cada individuo pueda verse

enfrentado.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

INTRODUCCIÓN

Cuando hablamos de estudios literarios casi siempre llegamos a pensar en análisis

ordenados y sistémicos de aspectos evidentes de una obra literaria tanto en contenido y

forma, lo que conlleva a resultados generales. Así por ejemplo encontramos estudios

que se van hacia líneas investigativas de marcos históricos o de características

materiales que acarrean datos evidentes de los textos. Pese a ello también existen formas

distintitas de ver la obra, que mantienen relaciones más íntimas entre el lector y el texto.

Encierra la posibilidad de ver la obra desde una mirada interpretativa y específica,

permitiendo al lector apreciar el texto desde otra perspectiva.

Aquella que pretendimos en este trabajo nace de una lectura inicial que reflejó dentro

del texto un propósito importante del autor. Françoise Rabelais diatriba en Gargantúa y

Pantagruel enviando un mensaje importante a sus lectores – es importante una reforma

pedagógica que lleve a la sociedad a un cambio más profundo y evidente-, ya que se

encuentran aún subyugados por los residuos de un pasado difícil y oscuro llamado Edad

Media. Pide de esa manera que la educación deje de ser un entorno enfermizo y deje de

fundar y recrear sujetos vacíos y prejuiciosos, herederos de la religión.

Esta misiva de gran valor para nosotros nos llevó a escudriñar la obra de Rabelais,

indagando en primer lugar esos consejos pedagógicos que esparce a través del relato y

que posteriormente nos sirvió como excusa para analizar la manera en que las ideas del

autor se pueden actualizar para poner en el contexto actual. Esta actualización no sólo

nos consintió contraponer las ideas del autor con las nuestras, sino que nos guio hacía

una serie de estudios anteriores posibilitando de esa manera la videncia de algunos


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puntos que otros teóricos no han podido declarar o que pasan por alto por no creer de

importancia.

Lo que se puede observar en esta monografía es una presentación de las ideas

pedagógicas de Rabelais; un rastreo importante de las estrechas relaciones que el autor

mantiene entre la educación y otros contornos, así conseguimos plasmar que la

pedagogía es perpendicular y bilateral o multilateral con ámbitos tales como el cultural,

político, social, artístico e histórico, etc. De la misma manera pudimos extraer otros

espacios que a simple vista no podrían considerarse de sentido pedagógico, pero que de

alguna manera pudimos relacionar gracias a esa relación que mantiene la pedagogía con

cada esfera de la vida humana. La expedición interpretativa no evito que rescatáramos la

genial estructura y la compleja riqueza lingüística de la obra, por eso tomamos algunos

de los más sobresalientes aspectos, como los estilos narrativos o géneros literarios, así

como el uso de neologismos y comparaciones tiempo-espacio entre el texto y el

contexto histórico. Reflexionamos finalmente con la idea de una deconstrucción

pedagógica, que revuelque los cimientos de las malas practicas pedagógicas, y de vía a

un nuevo concepto de pedagogía con nuevas sentencias que ayuden a establecer un

mejor quehacer docente y un mejor trabajo autónomo de aprendizaje, que involucra

todos los preceptos de Rabelais de la formación integral.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

JUSTIFICACIÓN

Este trabajo de investigación sobre la obra de Françoise Rabelais, Gargantua y

Pantagruel, permitirá evidenciar las propuestas pedagógicas del autor y la obra, a través

de una lectura hermenéutica, que pretende desde su enfoque interpretativo rescatar de

esta joya literaria aspectos pedagógicos esenciales en la historia de la educación y de la

actualidad. Se trata de una actualización de algunas de las apuestas teórico-pedagógicas

que propone Rabelais a lo largo de su libro, partiendo de la idea de que existen estrechas

relaciones entre las prácticas pedagógicas contemporáneas y las del momento histórico

en el que se escribe el libro. Es evidenciar además el propósito del autor, en donde la

obra no se vea solamente como una experiencia estética y unilateral, sino que su

intención va más allá, pues podemos declarar que dentro de la obra persisten

pensamientos de libertad, de crítica social fuerte, y la idea de anticipación del autor

respecto a las opiniones educativas, que podrían demostrar en algunas de ellas, que se

trata de un pensador contemporáneo.

Trata de aclarar también desde la revisión pedagógica del texto el intento de ser fiel con

la idea de la pedagogía como teoría de la cultura, talantes que sobresalen y componen

junto con la pedagogía, otras formas de interpretar el texto, es decir, aspectos como la

religión, la familia, y connotaciones como el lenguaje popular de la obra, entre otras;

formulan un análisis que relaciona diferentes cualidades del escrito, vitales en la

sustentación de la perspectiva pedagógica con la que se quiere trabajar la obra.


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FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

La literatura no puede comportarse únicamente como un texto escrito que usa el

lenguaje de manera estética; es una obra de arte que además de su belleza esta provista

de otros significados, como por ejemplo ser la representación de hechos históricos, o

ficticios mezclados con realidad, pero siempre con un propósito que muchas veces

cuesta develar fácilmente. Dentro de la obra de Rabelais, magnifica por su complejidad,

existen también códigos por descifrar y descubrir. Estudios previos sobre su libro,

demuestran que es una obra de crítica social, que se mueve en varios ámbitos humanos;

socio-políticos, económicos, culturales y educativos, entre otros.

Estos últimos son los que nos interesa indagar dentro de la obra de Rabelais,

interpretando entre líneas los propósitos pedagógicos del autor, e indagando por medio

de otras teorías, sí la idea planteada por él ha enriquecido la historia de la educación.

Finalmente cuál es la lectura pedagógica develada en la obra que hace pensar en un tipo

de práctica educativa.

Después de este planteamiento, el interés de este estudio es responder a las siguientes

preguntas: ¿Cuáles serían elementos de la obra de Rabelais que pueden ser interpretados

desde la perspectiva pedagógica a la luz de las teorías contemporáneas de educación?

¿Cuál es el posible sentido actual de la obra de Rabelais, Gargantua y Pantagruel, desde

la mirada pedagógica? ¿Cómo las ficciones que muestra el libro (en cuanto a relaciones

educativas construidas por el relato) podrían ser leídas en clave pedagógica a la luz de

hoy y como desde ese rastreo de ideas se podrían articular con las tradiciones

pedagógicas contemporáneas?
Gargantúa y Pantagruel: 2020

OBJETIVOS

General

1. Realizar una lectura interpretativa de la obra de Rabelais en clave pedagógica.

Específicos

1. Rastrear las principales ideas pedagógicas expuestas en el relato de Gargantua y

Pantagruel.

2. Inferir algunas categorías o problemáticas teóricas de la pedagogía que pudieran

subyacer de la obra Rabelesiana, y pudieran ser constantes históricas del debate

pedagógico.

3. Destacar algunos de los patrones que nacen de las ideas del autor sobre

componentes pedagógico, que nos aproximen a conceptos pedagógicos actuales.


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Ilustración 1. Maestro en una clase con la Naturaleza. Johanna Correa (2019)


Gargantúa y Pantagruel: 2020

7. SEMBLANZA BIOGRÁFICA E HISTÓRICA

7.1 La Educación durante la Edad Media y el Renacimiento

El Medioevo se divide en dos grandes momentos, la alta y la baja Edad Media, y

cuyas ideas educativas se distinguen por el gran sentido que se le daba a la religión,

debido en parte a la caída del Imperio Romano, pero sobre todo al mantenimiento

del poder de las grandes elites del imperio, que guardaron en la constitución de la

iglesia la manera de perpetuar esa hegemonía. La educación empezó a elaborarse

con los saberes elementales que incluían canticos, plegarias y lecciones de los

salmos bíblicos y la gramática. También se incluía la formación artística con

orientación teológica, por lo que las obras eran teocéntricas, pero además se crearon

escuelas que se enfocaban en estudios propedéuticos1 de interés particular para cada

una de ellas. En la educación superior igualmente, aunque no se habla esencialmente

de universidades, sino de monaquismo, se insiste de nuevo en mantener la filosofía

de la época, la que habla de la verdad absoluta e inviolable, y que no tenía en

consideración ninguna ciencia por fuera de la que habla de la ley de Dios. Por lo

tanto, durante la Alta Edad Media en especial en el periodo del Feudalismo, que

propuso un tipo de escuela de alineación al Clérigo, un tanto más fuerte a

comparación de la monástica, en la que se despreciaba la realidad inmediata del

sujeto, y se abandona cualquier idea del cuerpo, así que la adoración a la belleza

humana y la cultura física no tenía cabida. Políticamente se negaba cualquier tipo de

organización laica, negando al Estado y cualquier noción de ciudadanía. Todo era

establecido desde las doctrinas religiosas de iglesia. Fue un tiempo realmente

1
Propedéutico, ca. Enseñanza preparatoria para el estudio de una disciplina. Término. Real Academia
Española, 2019.
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exigente para las libertades y necesidades humanas, que fueron segregadas

duramente. Durante la baja Edad Media las condiciones culturales cambian por

fenómenos económicos y sociales, el surgimiento de la clase burguesa determina

nuevos parámetros pedagógicos menos estrictos y abiertos a más posibilidades

políticas; así los laicos no están en igual proporción obligados ante las demandas del

clérigo, y desde aquella pequeña liberta durante el siglo XII se crean pequeñas

escuelas que posteriormente serian la base de las escuelas laicas. En los clérigos se

fomenta el humanismo cristiano, la formación popular y la caballería, en aquel

formato dogmático nuevo. Ese cambio de paradigma suscita a una revolución

cultural y de ideas, que da partida al Renacimiento.

El Renacimiento toma a la educación como un tema vital, y de moda, por decirlo de

alguna manera, al ser tan apetecido por los sujetos, todos los intelectuales empiezan

a producir y las demás gentes a consumir cultura. Los jóvenes son en este periodo

un factor esencial. Pero lo más sobresaliente de esta época, sin duda alguna es la

idea de querer resucitar la cultura y pensamientos grecolatinos. Coexiste un

problema durante el renacimiento, y es la instalación constante de escuelas

religiosas, pero en este caso de los Jesuitas, que mantenían en su educación patrones

eclesiásticos heredados de la Edad Media.

Sin embargo, el humanismo fue un movimiento intelectual notable e importante que

irrumpe sobre los preceptos escolásticos medievales, yendo en contra de los

mandatos de la iglesia, ayudado en gran medida por las reformas que se dieron en

Alemania con Martin Lutero. Se redime ante el ansia de inquirir la naturaleza

humana y reconocer en la filosofía el sentido de la vida del ser. (Snyders, Léon, &

Vial, 1974).
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Cabe resaltar durante el Renacimiento en Francia principalmente, el papel las

instituciones dialécticas, dialéctica que era instruida no en base a los razonamientos

aristotélicos sino a los propios humanos, y por una reorganización didáctica de las

asignaturas elementales, que hacían más asimilables y ceñidas al propio contexto.

(Abbagnano & Visalberghi, 2001)

7.2 Françoise Rabelais

Nacido en cuna francesa, dos años después del descubrimiento de América (aunque

es incierta la fecha), en una familia letrada de Chinon, formado en la religión

católica de la orden de franciscanos y benedictinos; François Rabeláis mostro desde

siempre una actitud humanista consagrada a las lenguas antiguas. Aunque su

tendencia humanista es criticada, por el tipo lenguaje que uso en sus obras, siendo

este de corte popular, irrespetando, como lo dirían algunos críticos de la época - el

estudio clásico de las lenguas.

Quiso rescatar la palabra folclórica de los pueblos, e inclusive transgredir el

lenguaje, llegando desde la sátira a usar el humor escatológico y grotesco,

exagerado, que en el siglo XVI era visto con tabú. Pero la querencia del empleo de

este tipo de lenguaje no es inercia, sino que con propósito. Legible para los de abajo,

pero desde luego también para elites, que creemos que fue su principal objetivo a

llegar. Debemos resaltar que el espíritu libertario de Rabelais es lo que pone en la

cúspide su obra, es su conciencia rebelde la que hace que vaya en contra de los

pensamientos de su época, transgrediendo de manera constructiva los hechos

educativos, y otras tantas esferas. Su insubordinación le hizo abandonar los

pensamientos de dureza monacal que lo llevaron a encontrar en la ciencia otro

propósito humano, por lo que se convierte en médico.


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La vida de Rabeláis se desenvolvió durante el movimiento cultural denominado

Renacimiento, en la Europa Occidental, entre los siglos XV y XVI, transición que se

dio entre la Edad Media y la Moderna. Por lo tanto, además de su intención cómica

y crítica de la realidad descrita en la fantasía de sus escritos, es también una

radiografía de la cultura de los pueblos, y las relaciones humanas, e inclusive

individuales. Pero al mismo tiempo, es una búsqueda por potenciar ese humanismo

(que está ligado con el Renacimiento estrechamente), al exaltar el hambre que tenía

el hombre por el conocimiento.

Los cinco libros, que componen la obra de los gigantes Pantagruel y Gargantúa, su

trabajo cumbre, muestran además de la vida de estos seres extraordinarios, sus

pericias por el mundo, y el banquete humorístico; una crítica social importante. No

es en vano que él haya decidido esclarecer, escribiendo el prólogo de su mismo

compendio; únicamente no se trata de “mofas, embustes chistosos y tonterías”2 en

apariencia prima, sino en verdad, bajo de todo ello, debajo de lo que sugiere el

título, se esconde un trasfondo que toca varios ámbitos y esferas políticas, religiosas,

e inclusive económicas. Rabeláis nos cuenta historias fantásticas, que se convierten

a la hora de la verdad en máscaras que disfrazan la realidad de lo que quiere contar.

Pretextos de rebelión.

Es aquel espíritu rebelde del autor el que se refleja en su obra, es a decir verdad, en

muchos de los momentos de la historia de los gigantes una imagen viva de su

escritor. El hálito de Rabelais permanece en cada línea de la obra y la posiciona en

excepcional hasta nuestros días. Es sin lugar a dudas un pensamiento emancipador,

que desde su escritura y estudio ha conmocionado tanto a los que están en contra de

sus ideas, como a los que están de acuerdo.

2
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Prólogo del Autor. Pág. 10
Gargantúa y Pantagruel: 2020

8. MARCO TEÓRICO Y ESTADO DEL ARTE

8.1 MARCO TEÓRICO

Dado a que esta lectura se centra en una perspectiva pedagógica de la obra de

Françoise Rabelais es necesario indagar por las ideas pedagógicas de la historia

de la educación y será fundamental dar cuenta de la definición y

conceptualización que aquí se les atribuye. Por otro lado la necesidad de indagar

por los estudios teóricos hechos a la obra de los gigantes, sujetándonos a la

perspectiva pedagógica, que nos pudieran dar luz frente a los planteamientos

aquí expuestos previamente.

8.1.1 Concepto de pedagogía:

Dentro del contexto histórico, Gargantúa y Pantagruel, se ubica en el siglo

XVI de la historia, en Francia. El humanismo francés fecundó un

Renacimiento literario con un profundo interés educativo, uno de los

principales exponentes, sino es mucho decir el más, junto con Montaigne, es

Françoise Rabelais, a quien se le amerita haber sido un liberador del yugo

formal y libresco que tenía puesto la educación, y comprender la necesidad

de una educación real y práctica. Montaigne por su lado, aunque con la idea

rabelaisiana, promueve un pensamiento naturalista de la educación,

criticando fuertemente los castigos corporales, pues perjudicaban a la

naturaleza misma, un ideal de hombre completo, en cuerpo y alma. (Snyders,

Léon, & Vial, 1974).

"El niño no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que es preciso

encender". –Montaigne
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Rabelais es considerado un intuitivista, pionero en este método. Método el

cual se centra en las capacidades de comprensión sin la necesidad de razonar

a profundidad, una facultad humana innata, que provee al sujeto de

conceptos por medio de la intuición; de los cuales se desprenden las ideas de

Rousseau y Pestalozzi, y posteriormente otros métodos modernos como el

Montessori y la escuela de Decroly: propenden un proceso de construcción

cognoscitiva autónoma por medio de la observación, que debe procesarse

desde los sentidos y las experiencias tangibles, y finalmente llegar a ideas

indeterminadas. (Not, 1998)

Rabelais Rousseau Pestalozzi Montessori Decroly

“Tenían empleada “Nacemos “El fin es la meta “Montessori estaba “El conocimiento
su vida, no según las capacitados para que debemos convencida de la del medio natural y
leyes, estatutos ni aprender, pero no conseguir, el habilidad innata de humano en que
reglas, sino según su sabiendo ni método intuitivo es un niño de aprender vive, del que
franco arbitrio.”- conociendo” el camino correcto por la absorción depende y en el que
Rabelais que debemos inconsciente (y, debe actuar para
seguir” –Pestalozzi posteriormente, que sus
“Porque las gentes  La adquisición consciente) de la necesidades,
bien nacidas, libres de los realidad por el aspiraciones, fines
e instruidas y conocimientos  Sugiere un individuo.” e ideales se
rodeadas de buenas por voluntad y desarrollo cumplan.”
compañías, tienen por medio de la natural del
siempre un instinto y libertad. individuo que  Señala un
aguijón que les  Se da desde el debe ser respeto  Es para
impulsa a seguir la ejercicio de la respetado para importante Decroly
virtud y apartarse acción y no por que este hacia la esencial la
del vicio…”- el ejercicio de la evolucione de psicología observación
Rabelais palabra. la manera natural del como base en
 Su medio es la considerada. niño, quien es la adquisición
 Cuando se naturaleza, en  El intuitivismo autónomo de de cualquier
obliga a un donde el es su idea elegir, frente a conocimiento.
individuo a individuo fundamental, las actividades  El medio en el
hacer algo, se descubrirá y que le proveerá educativas. que se debe
pierde la construirá de al niño  Es también un promover tal
naturalidad, manera apreciaciones método que mecanismo
llevándolo a secuencial los correctas sobre pretende será el medio
desear cosas saberes su entorno y fortalecer en natural.
prohibidas. significativos situación. los niños la  Se debe tener
 Es la naturaleza (Rousseau, independencia en cuenta las
la primera 1971) y la libertad pretensiones
maestra del ser con límites. propias del
humano. (Dattari, 2019) sujeto y sus
 La libertad y la necesidades
Gargantúa y Pantagruel: 2020
voluntad como educativas.
herramientas (Rodriguez,
educativas. 1925)
(Rabelais, 2002)

Tabla 1. Semejanzas entre las ideas pedagógicas de Rabelais, Rousseau, Pestalozzi, Montessori y

Decroly.

En la actualidad las ideas pedagógicas se ubican en modelos pedagógicos.

Cada modelo muestra la forma en se relacionan criterios educativos, como la

correspondencia entre los contenidos y el método, o entre individuos,

maestro y alumno. En la propuesta de análisis hermenéutico de Rafael Flórez

Ochoa (1950), se definen parámetros de modelos y perspectivas de

enseñanza, precisando cinco de ellos por medio de la revisión juiciosa de

teorías contemporáneas; el tradicional, el conductista, el romántico, el

constructivista y el social-cognitivo.

Las ideas de Pantagruel y Gargantúa, se pueden ubicar en un modelo

pedagógico moderno; el romántico. Este modelo sugiere que la

potencialidad por el desarrollo del niño surge de su interior, y de allí

despliegue todas sus cualidades y habilidades, pero además, ese desarrollo

debe darse en un ambiente que le aporte flexibilidad y libertad, un desarrollo

natural, que es la meta y método a su vez, de este tipo de pedagogía. El

maestro se debe desapegar de los preceptos tradicionales de la educación

respetando esa sencillez con la que el estudiante aprende y se va formando,

ser más que un profesor, debe ser un compañero, un amigo que le inculque al

niño el deseo por la libertad y el auto cultivo (Ochoa, 1994). Al igual que

Rabelais estos aspectos educativos, junto con otros, como el contenido, el

método y la evaluación, son de corte cualitativo, siempre en la búsqueda de


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un despertar del individuo humano y autónomo, sin buscar encasillamientos,

se denota este camino de enseñanza emancipadora y autónoma a lo largo de

la obra de los gigantes.

Es vital, a pesar de la mención de Ochoa con los modelos pedagógicos,

sentarnos sobre los preceptos de Rousseau, ya que es él quien forja por

medio de su teoría un método más visible y apegado a las ideas educativas

rabelaisianas, también por ser el principal exponente del modelo romántico

pedagógico.

Rousseau hace una apología a la naturaleza tanto del hombre como del

entorno. La naturaleza maestra y leal para las condiciones del hombre ya que

se encuentra alejada de la corrupción de la sociedad, y así mismo la

naturaleza originaria del ser humano como recta y sin perversidad, por ello

se debe tomar al niño desde su más tierno momento y encaminarlo dejando

de lado las influencias de las convenciones sociales. La enseñanza de los

saberes se propone desde la observación, como herramienta primaria pada

adquirir conocimiento, sin importar cuanto tiempo use el niño para llegar a

conclusiones lógicas y/o abstractas de los fenómenos científicos o de otras

índoles, pues lo más esencial en el proceso será la comprensión y

aprehensión de las dinámicas.

“…mucho habrá que andar desde esta primera lección hasta conocer el

curso del sol y la figura de la tierra; mas como todos los movimientos

aparentes de los cuerpos celestes se basan en el mismo principio, y la

primera observación conduce a todas las demás observaciones, menos

cuesta, aunque sea necesario más tiempo, llegar desde una revolución
Gargantúa y Pantagruel: 2020

diurna al cálculo de los eclipses, que entender bien la causa de la

sucesión del día y de la noche.” - J.J. Rousseau

Sobresale también de las ideas románticas de este teórico la importancia de

centrar al niño, es este la figura más importante de las diplomacias

educativas, y por lo tanto durante el proceso es relevante atender a las

necesidades de los alumnos, tanto física, como espiritual y académicamente.

Se debe propender por una educación autónoma y libertaria que le dé al

individuo herramientas para la construcción propia y los elementos

necesarios para responder en una sociedad descompuesta. (Rousseau, 1971).

8.1.2 Noción del sujeto: Otra aproximación a la pedagogía:

Hemos observado cuando hablamos de pedagogía, que existen sobre ella una

serie de particulares por inquirir, cuya preocupación es resolver inquietudes

educativas en torno a mecanismos externos y responder preguntas

pedagógicas de tipo material. Es decir que indaga por los modos de

enseñanza y las configuraciones, buscando resultados que se acomodan a las

pretensiones sociales. Sin embargo, pocos teóricos se han aproximado a

otros ejes esenciales que trastocan la pedagogía, y que tal y como el

currículo o el método, deberían estar en la cúspide del análisis en materia.

La noción de sujeto, que en instancia prima se concibe como el portador

según Aristóteles, de alguna propiedad- estado y acción, es uno de esos

puntos vitales para poner en debate en la esfera pedagógica. Hemos

considerado, comenzando con esta concepción aristotélica del sujeto (como


P á g i n a | 25

una sustancia3), que al pasar de la historia y las filosofías, esta idea de sujeto

se ha ido transformando.

El sujeto entonces se ha conceptualizado de otras maneras, constituyéndose

por la experiencia histórica y social de la humanidad, así su construcción

únicamente se da por medio de la práctica activa frente a los objetos, en su

relación permanente con el poder, y en la manera en que el ser humano se

convierte así mismo en sujeto. Creemos que como Foucault4 lo determina,

existen nuevas formas de subjetividad que demandan ferozmente establecer

vínculos entre los condicionamientos sociohistóricos de la existencia

humana y el hombre.

Dentro de la obra de Françoise Rabelais, existe una fuerte carga filosófica

frente a la consideración de sujeto, la cual se encuentra determinada y

regulada desde varios planos en relación con el poder (política, institucional,

epistémica, ética) y que sale a la luz como un propósito indirecto del autor,

no en el sentido inconsciente, sino virgen de este vínculo. Intuimos de esta

manera la existencia de una clasificación del sujeto en variadas perspectivas;

el sujeto pedagógico, político, cultural, epistemológico, ético… regido a

través de construcciones subjetivas (y objetivas), reflejadas en marcos

identitarios.

Desde esta postura, encontramos en los recursos que utilizan los personajes

dentro de la obra, especialmente Pantagruel, una búsqueda constante por la

práctica de la libertad que es al mismo tiempo una construcción autónoma de

3
“Sustancia se dice de los cuerpos simples, tales como la tierra, el fuego, el agua y todas las cosas
análogas; y en general, de los cuerpos, así como de los animales, de los seres divinos que tienen cuerpo
y de las partes de estos cuerpos. A todas estas cosas se llama sustancias, porque no son los atributos de
un sujeto, sino que son ellas mismas sujetos de otros seres”. (Aristóteles, Metafísica, 2012)
4
“Las prácticas sociales pueden llevar a engendrar dominios de saber que no solo hacen que aparezcan
nuevos objetos, conceptos y técnicas, sino que hacen aparecer, además, formas totalmente nuevas de
sujetos” (Foucault, La Verdad y las Formas Jurídicas. Conferencia 1, 2010)
Gargantúa y Pantagruel: 2020

las subjetividades, por ende, de un sujeto legítimo. Aunque igualmente

evidenciamos otros tipos de sujetos que se acomodan y se conceptúan en el

desequilibrio de las relaciones de poder. Es el caso de Gargantúa, que se ve

atrapado en un ámbito sociohistórico diferente al de su hijo, aunque batalló

constantemente por el cuidado de sí5.

Tal inestabilidad de poder, las relaciones de dominancia transforman los

sujetos de manera externa; si se quiere de manera esclavista, mono

dosificador de conocimiento; la cual se controla, por ejemplo,

institucionalmente desde la escuela, a través de los planteamientos

curriculares. La cultura también termina siendo un moderador de estas

prácticas, acabando así de limitar las subjetividades. De la misma manera

otras relaciones, que intervienen en la vida humana que no pueden ser ajenas

en la coyuntura social, como la familia, el Estado, y otros núcleos, que hacen

parte de la valoración compartida de la realidad (objetividad). La pregunta

que surge aquí es cómo mantener la armonía de estas relaciones para tener la

capacidad de pensar en un sujeto libre, crítico y autónomo, como el ideal del

sujeto pantagrueliano, sabiendo que existen determinismos en la praxis

social que problematiza la formación de la realidad individual (subjetividad).

El discurso de la escuela parece estar configurado para expresar con altitud

tales propósitos libertarios, sin embargo, esta institución está regulada por

las condiciones políticas, históricas, sociales, y otros distintos ámbitos,

resultando ser un mecanismo que propaga las ideas externas, y se diría de

alguna manera objetivas de la realidad general, que se han ido formando a

5
“Foucault destaca que el cuidado de sí fue la manera como en el mundo grecorromano la libertad
individual se reflexionó como ética: ‘… en la Antigüedad, la ética, en tanto que practica reflexiva de la
libertad, giro en torno a este imperativo fundamental cuídate de ti mismo’” (Cubides, 2006)
P á g i n a | 27

través de la historia, cuyo imperio parece imposible de quebrar y ha

mantenido la figura del ser humano como un avatar. Si es claro que las

relaciones de poder se transmutan en relaciones toxicas de dominación, la

propuesta del autor del Gargantúa va encaminada a la formación individual,

como prioridad, aunque teniendo en cuenta al mismo tiempo la alineación de

los demás sujetos, es decir que una sociedad emancipada es libre solo

cuando los sujetos son conscientes de sí mismos.

De este camino que cuestiona el papel de la formación y visión del sujeto en

obra de Rabelais, sobre todo a lo respecta en el sentido de la regulación, la

subjetividad y el saber; encontramos que es necesario de igual manera

develar la representación de la identidad del individuo, como una constante

que se da directamente proporcional a la institución del sujeto, y que nos

puede esclarecer la labor de la cultura en aquella construcción. Aunque

tendríamos que tomar también la ideal de la identidad social, como la

cohesión de las individualidades de los sujetos puestas en un entorno común

y consensuado, estableciendo la diferenciación tanto del ser crítico como del

ser vinculado a, entendiendo que el sujeto como ya lo planteábamos al

comienzo de este apartado, se puede conceptualizar en diferentes esferas

bajo diferentes lecturas.

“El sujeto aún tiene un núcleo interior o esencia que es el “verdadero

yo”, pero éste se forma o modifica en un diálogo continuo con los

mundos culturales “de fuera” y las identidades que estos ofrecen” (Hall,

2010)

Destacamos desde estas aclaraciones, la existencia de nociones del sujeto y

de condiciones de formación a las que este se enfrenta en su continuo


Gargantúa y Pantagruel: 2020

desarrollo. Hemos elegido tres impresiones a desarrollar más adelante en

contraposición con la obra de Rabelais, para poder ilustrar de qué manera el

autor los recrea, siempre desde nuestra posición de asimilación pedagógica.

8.1.2.1 Regulación, determinismo y gubernamentalidad: estos tres conceptos es

su conjunto señalan la manera en que se establecen parámetros de poder de

unos sujetos sobre otros, o de instituciones sobre sujetos. Aunque cada uno

de ellos lo hace sobre particularidades. Así la regulación es aquella que pone

en orden, reglamenta o normativiza alguna situación. Se ejerce desde la

autoridad, quien se encarga de vigilar el cumplimiento de las leyes. Un

control constante respecto a lo que se hace y se dice en muchos casos. Es

además la regulación la encargada de ajustar alguna norma o ley que no

desempeñe, recapitulando entre las causas y los efectos la no funcionalidad

de las reglas preestablecidas.6

Dentro de la pedagogía, la regulación funciona como un mecanismo que

marca los enfoques que debe tomar la escuela, influenciadas por los

momentos sociales, políticos y/o históricos de la sociedad. No obstante, estos

momentos son modos de desarrollo definidos por las clases hegemónicas con

intenciones de dominar. La escuela tiene evidentemente un sistema escolar

que trata de homogenizar a los sujetos, en un principio con medidas

encauzadas en la clausura y prohibición; mientras en el mundo

contemporáneo con la instrumentalización, que gira alrededor del capital,

reduciendo a los individuos a intereses de productividad.

Justamente en este punto el determinismo entra en este juego regularizador,

puesto que, en un sentido filosófico del concepto, este sostiene que los

6
(Cubides, 2006)
P á g i n a | 29

acontecimientos están prefijados7, en un sentido bíblico de la palabra están

“destinados a ser”, por lo que no existe una libertad, ya que desde un

principio se han concretado, precisamente por las condiciones constantes del

control y manejo. Asimismo la pedagogía que se imparte en las instituciones

escolares procura por aquel futuro certero para los influjos del poder,

inconsciente e inocente para los sujetos normativizados. La negación de la

libertad, limitada por los intereses de grupos dominantes. Finalmente, el

concepto de gubernamentalidad8 señala como la regulación, de la que

hablábamos al principio, no se concibe únicamente sobre la individualidad

del sujeto, sino que además interviene en el medio, lo que quiere decir a

grandes rasgos es que estos grupos hegemónicos arbitran en las relaciones

entre los entornos (educativos, económicos, sociales, culturales, éticos, etc.)

y la población.

8.1.2.2 Subjetividad e identidad: Estos dos conceptos que circunscriben la

fundamentación del sujeto, transitan junto con la regulación y la

gubernamentalidad afectándose de manera importante. Lo que queremos

decir con esto es que tanto la subjetividad como la identidad son aspectos del

sujeto que se perturban cuando externamente se infligen medidas, afectando

la autonomía y libertad del hombre. (Foucault, La hermeneutica del sujeto,

2005).

Subjetividad, se determina según la RAE, como el punto de vista del sujeto

respecto a lo que percibe de su entorno, visión que se ve influida por los

deseos e intereses del propio sujeto, esto no quiere decir que sea incapaz de

tener una valoración sobre las unidades disímiles. Por otro lado la Identidad

7
(Objetivismo Internacional , 2009)
8
(Wayback Machine, 2006)
Gargantúa y Pantagruel: 2020

es un concepto que encierra el pensamiento y la expresión de las personas a

cerca de su idiosincrasia, en otras palabras, aquello que diferencia a un

individuo respecto a otro; también se puede hablar de identidad la

pertenencia a un grupo o la no pertenencia, así que los semblantes

concluyentes para la formación identitaria hacen un acopio cultural e

histórico.

8.1.2.3 Poder, discurso y saber: Creemos que en este punto es importante

encapsular los tres conceptos, ya que mantienen una conexión sobre todo en

el ámbito del análisis crítico del discurso. Dicho vinculo se da en medio de

códigos, ya sean lingüísticos, prácticos, culturales, psicológicos, epistémicos,

etc.; formando de una u otra manera modelos mentales escondidos detrás del

discurso, que a su vez, estructuran y legitiman acciones de los individuos o

de las instituciones. Aunque sería necesario aquí hablar un poco de la

disciplina como el mecanismo que controla el cuerpo, que luego manipularía

directamente la individualidad, entrenándoles y moldeándoles. Además de

ello, el sujeto se enfrenta tanto a la normalización (opaca las diferencias

individuales) que homogeniza al hombre, pero que igualmente se

individualiza (separación y jerarquización) al hombre. (Díaz , y otros, 1998)

8.1.3 Educación y Cultura:

Las ideas de Hans-Georg Gadamer (1900-2002) y su obra Estética y Hermenéutica

(1998), que responde al pensamiento sobre el texto desde la lectura, la comprensión

y la esencia artística de la pieza literaria. Estos puntos permiten ver la obra desde

puntos como la historicidad, y la pertinencia del sujeto lector en relación con el

texto y la historia. Estos procesos son experiencia estética. Esta experiencia no debe
P á g i n a | 31

ser llevada a la subjetividad ni a la supuesta objetividad del texto, sino en la

comunicabilidad, la comunicación como método de comprensión. De esta manera

leímos los capítulos de la obra de Rabelais, tratando de rescatar como lo hemos

dicho a lo largo de esta propuesta monográfica, las ideas pedagógicas del autor y su

obra. Cabe decir, que entre nosotros y el texto se establece una comunicación de

recepción desde la experiencia misma de la lectura.

Nos enfrentamos en este proceso de comunicación texto-lector, con una pregunta un

tanto difícil de responder, para pedagogos, estudiosos de la educación, filósofos,

sociólogos, y demás profesiones respecto a los conceptos y las relaciones de cultura

y educación. ¿Qué línea es aquella que divide un concepto del otro? Es decir cuál es

el momento que separa la cultura de la educación, en donde se mueven

indistintamente, como en un plano cartesiano, dos líneas que aunque paralelas no se

juntan o si por el contrario están tan ligadas una con la otra que son indivisibles en

un constante abrazo irrompible. No es una pretensión responder a ello, pero si es

una revisión teórica sobre el fenómeno.

Hemos encontrado a través de la lectura contenidos de diversas índoles, que parecen

no tocar la educación, teniendo en cuenta que es nuestro objetivo central del estudio,

pero que abordan las estructuras sociales y culturales que afectan directamente la

educativa, tal como el papel de la familia o de la mujer. Estos encuentros dentro de

la lectura nos llevan a pensar en lo que Gadamer menciona sobre la crítica a la

conciencia estética, es decir que la lectura no puede quedar únicamente en la

experiencia estética inicial o de búsqueda, sino que detrás, frente, y a los lados de

ella existen otras experiencias, no resultan como una verdad, ni como verdades; es

cuestión de interpretación, una reconstrucción de la realidad desde la comprensión

propia, sabiendo que en este proceso, el lector y el texto transfiguran, dando un


Gargantúa y Pantagruel: 2020

nuevo sentido y planteando de esta forma más cuestionamientos desde los múltiples

significados que se relacionan con la experiencia. Los riesgos de la interpretación

pueden llegar al error o la ilusión, por lo que se hace necesario el escrutinio riguroso

del texto. Sobre todo no buscar una universalidad en las interpretaciones que se

hacen de la obra. Nunca nada será comprendido en su totalidad. El texto y el lector

intérprete circulan en un sentido que reclama verdades absolutas. Pero no todo lo

que muestra el texto en su conjunto es todo lo que se pensó al hacerlo, pues el

lenguaje siempre se queda corto respecto a lo que la mente piensa. Desde este punto

de vista es necesario conversar con el texto y con las vivencias en las que existen

diferencias, pero deben llegarse a acuerdos de índole momentáneo, quizá también de

cualidad transformadora, dando lugar a nuevas formas de lenguaje y nuevas formas

de interpretación del texto. (Gadamer, 1998)

En la actualidad existe un divorcio evidente entre ambos conceptos: cultura y

educación. Se ve reflejado duramente mediante las dinámicas políticas, si se quiere

económica también del sistema mundo. Un mundo que se mueve diferente en gran

medida a comparación de épocas pasadas, pero que hace ya varias décadas viene en

auge y se mantiene en el modelo capitalista y consumista. Debido también a los

avances de tipo tecnológico y la hiperconectividad que dicta a la sociedad otros

tipos de comportamientos. Aquella crisis supone claramente la separación, en donde

se afectan los papeles culturales y educativos, y se manifiestan en otros ámbitos

como por ejemplo artísticos, con el crecimiento exponencial de la visión mercantil

de la obra o de la visión empresarial de los establecimientos educativos. Una única

manera de mirar la realidad, de la forma industrializada, “la necesidad por el objeto

y no por el sujeto” (Not, 1998)


P á g i n a | 33

La subvaloración y oscilación de los conceptos no parecen estar en una misma

balanza, o mejor, no parecen estar en igual equilibrio, ya que la cultura pareciese

tener más peso en la actualidad, relegando el papel educativo a un vano más

profundo. El papel del maestro se refleja en el sujeto que sabe todo, pero no conoce

el valor de nada. 9 Así mismo actúa el aula, y la sociedad en general. Conocimientos

efímeros, que solo se alimentan de lo momentáneo-novedoso, superficial siempre,

profundidad nunca. Aunque no es un problema que atañe únicamente al profesor, es

una problemática sujeta a todo el dinamismo socio-económico y socio- político,

como mencionábamos anteriormente que afecta al sujeto de una manera perversa.

La cultura se halla de esta manera en un simple concepto antropológico descriptivo

de productos y servicios, atravesada por los cambios bruscos. Por su parte la

educación es un oficio con rigidez senil que parece no cambiar, no guardar la

armonía y los procesos naturales que deberían seguir para su correcto

funcionamiento.

En la Grecia Antigua, el principio formativo, es decir la pedagogía era el elemento

esencial para la construcción del ideal cultural, principio mediante el cual la

humanidad transmite y conserva sus peculiaridades espirituales y físicas. Se advierte

un esfuerzo por la unión de los conceptos, pues es desde su desarrollo que se elevan

las capacidades y mejora la misma existencia. Por otra parte la educación no es un

bien individual sino colectivo, la educación es un bien de la comunidad, pues es ella

misma quien ejerce sobre los miembros una influencia, después se estructura así

misma por medio de las leyes y las normas, costumbres, que a su vez ligan a los

miembros. La cultura para los griegos era un alto concepto de valor, un ideal

consiente lleno de valores válidos, estables y armónicos, a los cuales sólo se llegaba

9
(Meireu, 1998)
Gargantúa y Pantagruel: 2020

por medio de la organización educadora. (Werner, 1962). En definitiva hay que

rescatar ese sentido de unión entre la cultura y la educación, pues desde la burguesía

se apuntaba a un ideal cultural desinteresado y elitista que atraso al mundo de

manera social y segrego de forma económica, con la colaboración del círculo

religioso, empobreciendo sin lugar a dudas las potencialidades del hombre, su

esfuerzo consciente y la voluntad dirigida hacia un fin. Conciencia Viva dice

Werner en la Paideia; es el aporte de la educación para con cultura; donde

pluralmente crea los cimientos de una sociedad, y de manera individual, estructura

al sujeto de modo interno y espiritual.

Aquel divorcio entre los conceptos que mencionábamos anteriormente, el cual se

debe a las nuevas dinámicas contextuales, igualmente lo es por el tradicionalismo

pedagógico que se niega a aceptar los nuevos movimientos o sentidos de ver la

educación en relación con los contextos socioculturales, que son necesarios para que

no permanezca tal separación, convirtiendo a la pedagogía en el camino para el ideal

cultural.

“La noción de pedagogía está ligada al clima social, cultural y educativo de

cada momento histórico, así como a contextos en los que surgen nuevas

concepciones y enfoques.” M. Díaz Villa.

Es así como se evidencia que la pedagogía se ha transformado, al desarrollarse en

medio de discursos y prácticas que le han resignificado desde afuera, y quizá

también esos mismos fenómenos culturales que han transformado lo pedagógico se

convierten en relevantes ante los procesos educativos, es decir también tienen la

cualidad de formar y dictar de alguna manera las formas en que se impone la

educación. De la misma manera en que la cultura media la educación, la pedagogía


P á g i n a | 35

media la cultura, pues ella plantea parámetros para los individuos y traza

circunscribas en la sociedad, lo que comprensiblemente la va moldeando. Es

entonces una relación equivalente, en el que la cultura y la educación se aportan

indistintamente factores y herramientas practica-discursivas. (Diaz Villa, 2019).

2.1.4. En la Obra:

Las observaciones hechas sobre la obra Gargantúa y Pantagruel enmarca aspectos

importantes de pedagogía y cultura que deben ser considerados y analizados, pues

son estos mismos talantes los que nos van a proporcionar el desarrollo de la lectura

en clave pedagógica, pero de qué elementos estamos hablando que hagan parte

valiosa del estudio, que evidencie a posteriori las ideas fundamentales y de

aspiración frente a los objetivos y problemáticas planteadas.

A ciencia cierta recurrimos a los semblantes más significativos del contexto

educativo que tuviera evidencias en la obra. Hallamos factores tales como: El

maestro, el estudiante, el currículo, la evaluación, la práctica, y otros, roles tales

como la mujer, la religión y la familia dentro de este entorno pedagógico-cultural.

Observamos que dentro del entramado educativo estos elementos son siempre

visibles e indispensables para el funcionamiento correcto de lo que llamamos

educación, es decir que la ausencia de uno de estos compendios básicos de

pedagogía nos haría pensar en que no es posible el proceso, y se trata de otro

fenómeno social; por ejemplo al ausencia del estudiante no es más que la erudición

individual de un sujeto que tampoco se puede llamar docente si no hay un sujeto para

enseñar o guiar, según la perspectiva; si se trata de la ausencia de contenidos, pues no

será más que una plática entre individuos sin razón de ser, y justamente sucede con

cada uno de los demás constituyentes.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

2.1.4.1 Los maestros

Los personajes de maestros que mencionan en la obra son alrededor de

nueve (Epistemón, Ponocrates, Holofernes, Bride, Bragmardo, Teodoro,

Gallet, Gaster, Villon, Rondibilis), unos intervienen con la educación de

Gargantúa y otros con Pantagruel, cada uno de ellos tiene singularidades

en cuanto a su manera de enseñar o de significar en distintos escenarios,

con características múltiples de ciencias y saberes (filósofos, pedagogos,

médicos) , aunque explícitamente el texto no muestra metodologías, se

puede inferir en la lectura un encasillamiento de un tipo de enfoque

pedagógico, es el ejemplo de los maestros primarios de Gargantúa,

Holofernes y Bride, que son típicos representantes de las ideas

pedagógicas del modelo tradicional:

“(Gargantúa) Tan bien aprendió que, cuando se lo preguntaban,

lo decía de memoria y al revés, y probaba con los dedos a su

madre que de modis significandi non erat scientia” (Rabelais,

2002)

Otros de naturaleza más emancipadora aparecen a lo largo de la obra,

como Ponócrates y Ulric Gallet, en donde el primero de ellos empieza a

develar las ideas Rabelaisianas de la educación en un medio natural y el

segundo es un hombre tan diplomático que puede mantener la paz en

medio de la guerra, como un docente dentro del aula. Y otros personajes,

que aunque no tienen la nominación de maestro profesor, podrían aportar

a las demandas de las situaciones, que merecen de inteligencia y otro tipo

de sabidurías, como es el caso del padre Hippothadee, que es llamado por

Pantagruel para que opine sobre la una situación marital que tiene
P á g i n a | 37

Panurgo, a la cual responde con mucha sapiencia, diciendo que para tales

asuntos es necesario escuchar a otros hombres, porque él nunca ha estado

casado, aunque es notable la religiosidad con la que maneja la situación,

esta respuesta está sujeta a la ética de la experiencia como maestra. O el

mismo Panurgo con su forma diferente de ver la vida, y por lo que

parece que Pantagruel le hizo su amigo, y que, a pesar de su ignorancia

financiera, patanismo y lascivia, se convierte en la mano derecha del

gigante, una figura que podría también enmascarar un tipo de reflexión

hecha por François Rabelais.

“(Pantagruel sobre Panurgo). A fe mía que solo es pobre en

cuanto a su suerte; yo os aseguro que su fisionomía la produjo

natura de noble y rico linaje; pero las aventuras y malos

encuentros lo han reducido a la indigencia y penuria” (Rabelais,

2002)

2.1.4.2 Los estudiantes

Cada uno en su época, únicamente nos vamos a concentrar en Gargantúa

y Pantagruel, ya que son ellos los principales personajes que somete el

autor a sus ideas: por un lado Gargantúa es una figura que Rabelais

doblega hacía la educación libresca y conservadora, es por decirlo de

alguna manera el mártir que tiene que vivir en medio de las ideas

retrasadas de la educación medieval, pero después es un héroe que crea la

Abadía de Thelema (anti-monasterio), y que hace conciencia en conexión

al sentido pedagógico de su vida, reivindicándose con su hijo, para que

no pase por la misma educación embrutecedora. Entonces es Pantagruel

el héroe que encarna los pensamientos y prácticas de la educación


Gargantúa y Pantagruel: 2020

libertaria, un gigante (más grande que un hombre corriente), pulido en

una educación natural e intuitiva, que le ha formado integro, es decir que

está completamente desarrollado en las tres esferas; física, espiritual, y

académica. (Rabelais, 2002)

2.1.4.3 Currículo, evaluación y práctica

Las ideas pedagógicas de Rabelais son una crítica directa del contexto

histórico del siglo XVI, que como hemos mencionado previamente,

seguía permeada de los pensamientos atrasados de la Edad Media. Era

imperioso para el autor modificar ese sin sentido que se seguía

sembrando.

En aquellas ideas que se encuentran desperdigas por doquier en los cinco

libros, se pueden encontrar indicios de las contrariedades pedagógicas

que se venían ejecutando por los monásticos, y hace criticas fuertes

frente a los contenidos curriculares, que señala de innecesarios,

presumidos y poco prácticos para la formación de los individuos.

“(Sobre su maestro Bride), que le hizo leer a Hugutio, Grecismo,

el Doctrinal… en los días festivos. Y muchos otros de la misma

calidad. De esta manera quedo tan sabio como antes de

comenzar.” (Rabelais, 2002)

Rabelais nombra un montón de autores y obras que a su parecer son

faltos de toda contextualización, no concuerda con aquello que debe

aprender un niño y un joven, además hace énfasis en los años que estuvo
P á g i n a | 39

Gargantúa sometido a esta clase de currículo, y el resultado simplemente

fue que no le sirvió de nada.

La definición de currículo según el Ministerio Nacional de Colombia:

“Currículo es el conjunto de criterios, planes de estudio, programas,

metodologías, y procesos que contribuyen a la formación integral y a la

construcción de la identidad cultural nacional, regional y local,

incluyendo también los recursos humanos, académicos y físicos para

poner en práctica las políticas y llevar a cabo el proyecto educativo

institucional.” -MEN

Propone entonces un currículo de sentido humanista, en el que el arte, las

letras la ciencia, y la gimnasia; son los contenidos más fundamentales y

prácticos que le servirán al individuo para un desarrollo real en la

sociedad. Advierte la necesidad de deconstruir10 las formas y los

contenidos a los que se someten al sujeto para limpiarse, volver a

comenzar, y lograr propósitos propios.

La práctica docente se ve plenamente afectada ante la inutilidad del

currículo, por eso Rabelais hace hincapié igualmente en la falta de

pragmatismo de los educadores en el momento de enseñar. Una

programación basada en el cumplimiento memorístico y la disciplina sin

causa, que crea en el alumno una esfera hermética que conseguiría

embrutecerlo, además de la prohibición, que juega en contra del niño por

tanto la autonomía y la libertad están en peligro.

10
Deconstruir: Deshacer analíticamente los elementos que constituyen una estructura conceptual.
Término. Real Academia Española, 2019.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

El entorno es un aspecto importante, dado que estudiar entre cuatro

paredes no es igual que una difusión en el entorno natural, brindando al

estudiante nuevas experiencias, que le provean de significados y

respuestas.

“(Sobre las clases del maestro Ponócrates y Gargantúa). Al

volver miraban si el estado del cielo había cambiado desde la

tarde anterior, y comprobaban en que signos iban a entrar ese

día el sol y la luna”

En cuanto a la evaluación están presentes dos tipos, la del método

tradicional, que mide en Gargantúa su habilidad memorística y oratoria,

además de la disciplina intachable con la que se debía estudiar, una

medición objetiva que trata de tener evidencias al final de la de los

procesos, es así como el gigante Gargantúa debía recitar al derecho y al

revés las lecciones de sus profesores sofistas. En cambio Pantagruel era

evaluado de manera subjetiva, un proceso libre en el que el ritmo de la

educación es inherente, pues vale más el desarrollo natural y practico,

que una acumulación de información. Se podría decir que Pantagruel no

es sometido desde esta perspectiva a ningún tipo evaluativo de terceros,

así que la valoración solo se puede hacer hacia sí mismo, es decir

autoevaluación.

En este punto establecemos que el currículo, según la noción de

Ministerio de Educación, es un concepto que sostiene tanto a la práctica

como la evaluación, pues a partir de allí se construye y configuran las

metodologías y las técnicas evaluativas que orientan la actividad


P á g i n a | 41

académica. Dentro de la obra podemos ver claramente dos tipos de

perspectivas curriculares, la de Pantagruel es una y la otra la de su padre.

Cada tiempo posee características de planeación y ejecución diferente,

tanto de aquellos que enseñan como del que reciben la educación. La

evaluación por su parte funciona más como un regulador que condiciona

y mantiene el orden, pero aquí nos parece muy importante enfatizar en

los contenidos con los que se ha fijado el currículo con la intervención de

la cultura. A lo que podríamos decir que según las condiciones culturales

de los sujetos, así mismo se conseguirá aplicar un tipo de currículo,

pudiendo estar valorado en evaluaciones de tipo autoevaluación y

medirse ante las pretensiones mismas del acto educativo y los fines

propios del alumno. La práctica que se regula conjuntamente con el

currículo, el contexto histórico y social, la practica continua y hasta

cuenta con la esencia del maestro.

2.2. SOBRE LA OBRA (ESTADO DEL ARTE):

Gargantúa y Pantagruel es una obra de la literatura francesa del siglo XVI

escrita por Françoise Rabelais (en sus primeros 2 libros bajo el seudónimo de

Alcofribas Nasier, anagrama de su nombre). Es una obra que ha hecho grandes

aportes a contextos educativos y culturales, gracias a sus contenidos

contestatarios en contra de las convenciones sociales de su época. Del mismo

modo ha sido sometida a estudios, que han tratado de traducir las ideas más

importantes que se pudieran acomodar de manera eficaz en la contemporaneidad,

y de estudios generales sobre el lenguaje burlesco y herético que utiliza al

escribir, o asuntos de pautas políticas y hasta militares. Estas últimas de gran

importancia para los cimientos revolucionarios de los años venideros, sobre todo
Gargantúa y Pantagruel: 2020

en la misma Francia, que tuvo en cuenta sus ideas de libertad y de voluntad,

igualmente sobre las ideas de la guerra y la justicia, que según los estudios de

algunos teóricos como Bajtín, tuvieron una gran jerarquía en este tipo de

movimientos sociales.

El cometido en la búsqueda de textos para la formación del estado del arte estuvo

en la indagación de estudios sobre la obra desde la perspectiva educativa y

cultural:

En François Rabelais, pionero de la educación “natural”, un artículo de la

revista Padres y Maestros, de Francia, escrito por la docente Ségolène Le

Mouillour, se resalta la idea rabelaisiana de la educación naturalista, que

propende una formación integra entre el cuerpo, el espíritu y la académica

además de resaltar el brío humanista que el autor mantiene frente al estudio de las

lenguas y la medicina. Es un artículo sencillo que engloba de manera general

alguna de las ideas educativas de Gargantúa y Pantagruel.

“A la educación de Gargantúa, basada en un gigantesco programa de

conocimientos que engullir, un festín de saberes enciclopédicos, Rabelais

opone un método de enseñanza humanista” - Le Mouillour (Pág.80)

La formación humanista y la cultura física en el pensador François Rabelais del

Doctor en Ciencias de la Cultura Física. Máster en Actividad Física en la

Comunidad, Reynier Rodríguez, vuelve a rescatar las ideas del cultivo del cuerpo

dentro de la formación humanista, importante para el pleno desarrollo del ser

humano, y destaca aquella importancia que también le da Rabelais, de traer de

vuelta la educación física como vital en la construcción individual. De la misma

manera aparece en la tesis doctoral El mundo Lúdico en la Literatura de

Rabelais, de Ricardo Navacerrada, que explica al juego y la ejercitación como


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como herramientas transcendentales en el desarrollo del niño, por lo que desde la

infancia debe ser explotada.

“Rabelais aconsejó la práctica de diferentes actividades como el salto, la

natación, el disparo de la honda y la flecha, el manejo de la espada, la

equitación, la lucha, el levantamiento de pesas y la gimnasia, así como el

ejercicio con carácter higiénico, los juegos, los pasatiempos y las

expediciones”- (Rodríguez 2014)

Otros estudios sugieren las ideas formativas de Rabelais como un verdadero modelo

educativo, que nos parece un poco arriesgado, ya que para nosotros lo que insinúa la

obra es más bien una crítica importante hacia el modelo social de la época, que

incluye la esfera educativa, pero no es propiamente la propuesta de normas a seguir

respecto al actuar pedagógico.

Marta Pastucha Niemiec, escribe Rabelais y Fernández de Lizardi: La Crítica a las

Convenciones Sociales de la revista de Estudios Interdisciplinarios sobre

Subjetividad y Civilidad, de México, un artículo que describe a Rabelais como un

hombre adelantado a su época, con cualidades que le hacen pensar y saber del

mundo de manera perfeccionada. Explaya así mismo la diferencia entre la educación

humanista de la cual hace ahínco Rabelais respecto a la católica, la cual continua en

el pensamiento del Medio Evo, manteniendo en atraso a la sociedad. Esa lucidez de

Rabelais, plantea Pastucha, al escribir su obra no solo está alimentada de la

erudición y del estudio de pensadores como Erasmo de Róterdam sino que también

se debe a una diversidad de actividades a las que se veía sujetado, que iba desde los

viajes hasta el teatro, y otras más, que le confirieron de saberes populares.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

“No cabe duda, Rabelais tuvo dos maestros e inspiraciones: la vida

misma con su lado chusco y carnavalesco y las grandes obras de Erasmo

de Rotterdam”- Pastucha

Ciertamente la obra ha sido criticada precisamente por el uso del lenguaje

popular dentro de la literatura, al pensar que esta era únicamente provechosa

para las grandes elites y por no ir abrazada con los convencionalismos del

gobierno.

La cultura de la risa en François Rabelais (2016), tesis magister, de

Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, de Lina María Ramírez

Cardona, comprende un conjunto de propuestas frente al lenguaje carnavalesco

de la obra Gargantúa y Pantagruel, y la reacción de los monásticos frente a ese

tipo de escritura. También propone el carnaval como una forma de liberación de

la sociedad medieval y la entrada a la sociedad renacentista, entre otras

propuestas que incluye la figura del infierno o los nacimientos extravagantes

como elementos literarios de intención filosófica.

“El carnaval es un elemento mencionado constantemente en la obra de

François Rabelais, tema empleado en varias oportunidades dentro de las

historias que narra el autor, con el fin de hacer énfasis en la burla y las

manifestaciones sociales. Era un espacio en el que el orden establecido

era revocado por el caos, el desorden, la ironía y la contradicción; se

daba total licencia a la locura para sanar de tanta estructura social al

pueblo. La risa era trasgresión de las más rígidas y sacras estructuras,

al menos por un breve tiempo.”- Ramírez


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Uno de los estudios más completos respecto a las ideas de Rabelais lo hace

Mijaíl Bajtín en La Cultura Popular en la Edad Media y en el Renacimiento: El

Contexto de François Rabelais (1987). Es un texto que habla esencialmente del

lenguaje burlesco y la importancia de la risa en el discurso rabelaisiano que se

arma de ello para ser un lenguaje revolucionario y agitador del sistema de la

época, encasillado en las ideas atrasadas del Medio Evo; expone la idea del

carnaval igualmente como un espacio para llegar a la conciencia popular, y

como una parte esencial de la expresión mordaz humana, que se puede expresar

libremente por medio del humor. Aunque Rabelais se da cuenta que este tipo de

expresión satírica es también para el conservadurismo de su tiempo un verdadero

acto de herejía.

“En la literatura rococó, las formas del carnaval fueron utilizadas con

otras finalidades artísticas. El tono alegre y positivo de la risa subsiste,

pero todo se vuelve mezquino, reducido y simplificado. La franqueza de

las plazas públicas adquiere una característica íntima, la obscenidad

asociada a lo «inferior» material y corporal se transforma en frivolidad

erótica, el alegre relativismo en escepticismo e indiferencia.” -M. Bajtín

Hace además un recorrido histórico de la importancia y trascendentalismo del

pensamiento rabelaisiano en diferentes etapas de la historia; por ejemplo durante

la Revolución Francesa, en donde Rabelais goza del prestigio de ser uno de los

precursores de la sedición, y le llaman el profeta de la revolución.

Evidentemente desde esta configuración Bajtín da cuenta de la relevancia

política y social de las ideas de Rabelais. Pero es esencial durante todo el libro la

jerarquía del discurso humorístico, en contraposición de la seriedad unilateral y

dogmática de la religión y la sociedad en general.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

El libro Rabelais: La Educación y El Renacimiento Francés (1986), de Josafat

Pichardo Paredes, alude a las ideas educativas de la obra llamándole audaces

gracias al estilo único y rico que estructuro desde el humor, y que le originó una

enérgica reyerta con los cánones sorbonistas, los cuales se empecinaban en

guardar los modos medievales y fanáticos del periodo.

“Es así como Rabelais educando por vocación se convierte en

educador”. -J. P. Paredes

Esa condición impar que se forjo desde lo popular y desde lo erudito, le

proporciono a Rabelais la cualidad creativa con la que fabrico su obra, y en la

que expuso sus habilidades lingüísticas, proporcionándole a su escritura una

riqueza inigualable, que nutrió con neologismos y narrativas intrépidas, gracias

desde luego a su conocimiento del griego y el latín, pues le brindaba una riqueza

inigualable para jugar con el lenguaje.

Como observamos los estudios que hemos indagado para la construcción de este

marco teórico, recogen en su análisis algunas ideas importantes que sobresalen

de la obra de Rabelais, y que se mueven en diferentes perspectivas. En resumen,

todos ellos resaltan las ideas educativas, pero se enfocan en un interés particular;

el compendio histórico, la idea del cultivo del cuerpo, las connotaciones socio-

políticas de la obra, el lenguaje pintoresco como vocero de la revolución, etc.


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Gargantúa y Pantagruel: 2020

Ilustración 2. Gargantúa de niño. Johanna Correa (2019)

Capítulo I

3. Elementos Pedagogicos
Rabelaisianos

3.1 Contenido y método

F rançoise Rabelais lucho en virtud del progreso del sistema de enseñanza y las

reflexiones sobre la misma en su época; su obra lo dicta, esencialmente por el

hecho de querer sobrepasar los patrones educativos que se imponían desde el Medioevo.

La mayoría de personas durante este periodo de la historia era analfabeta, la escuela

ofrecía su enseñanza a esa pequeña porción privilegiada, con cánones que giraban en

torno a una educación religiosa; episcopal y monástica, principalmente.11

Su pensamiento humanista contiene la imagen de la formación integral, que promueve

aspectos del individuo en ámbitos físicos, académicos y espirituales, que llevarían al

hombre a un tipo de perfección o ideal; pareciera que el autor estructurara un tipo de

hombre que debe conocer todo, una necesidad de alcanzar todo saber existente. A pesar

de que Rabelais fue un hombre educado en el monasterio, su lado humanístico siempre

fue superior a los credos que se impartían, esa rebeldía en contra de los fundamentos de

11
SALAS, José Alonso. Historia General de la Educación. Pág. 71
P á g i n a | 49

la escuela católica es una de los conceptos más sobresalientes de su pensamiento

pedagógico, el cual se basa de equivalente modo en la insubordinación, pues genera en

el hombre un desarrollo del pensamiento autónomo y crítico de su propia realidad.

Así como nos muestra a Pantagruel en sus biografías por el mundo, era su pensamiento

de cómo debería el sujeto adquirir el conocimiento; por medio de la experiencia y en un

contacto directo y constante con la naturaleza. La educación Pantagruelista se

evangeliza en una actitud filosófica y ética, en la forma de como afrontamos en mundo.

Se profundiza en el valor propio del ser humano y su proyección individual y colectiva,

que no se deja llevar de los demás, sino que se posiciona a través de la experiencia, el

pensamiento crítico y racional, en la duda y el enfrentamiento de los dogmas y la

superstición.

Se rompe a través de la narración los lazos que atan la educación formalista de la época

y se vislumbra entre cada línea un tipo de educación real, practica y provechosa. Los

pensamientos se configuran por medio del movimiento intelectual y se reafirman de

alguna forma la noción de libertad y progreso.

El pensamiento pedagógico ideal que describen las páginas de la obra se comporta igual

al que denominamos en nuestro tiempo modelo romántico12 o naturalista, en el que niño

desarrolla lo que nace en su interior, gracias a la característica flexible del proceso.

Adquiere habilidades y cualidades por medio de la experiencia, y explota ideas propias

convirtiéndolas en conocimientos y valores. Uno de los principales exponentes de este

tipo de educación es Jean Jaques Rousseau (1712-1778), quien se apoyó en las ideas de

François Rabelais.

12
GOMEZ. M, POLANIA. R. Estilos de Enseñanza y Modelos Pedagógicos. Pág. 59
Gargantúa y Pantagruel: 2020

“Haciendo que vuestro alumno esté atento a los fenómenos de la naturaleza,

bien pronto le haréis curioso; pero para nutrir su curiosidad, no os apresuréis

nunca a satisfacerla. Poned las cuestiones a su alcance, y dejadle resolverlas.

Que él no sepa nada porque se lo hayáis dicho, sino porque lo haya

comprendido por sí mismo; que no aprenda la ciencia, que la invente. Si nunca

sustituís en su espíritu la autoridad a la razón, él no razonará jamás;

únicamente será el juguete de la opinión de los demás.” (Rousseau, 1971)

Este enfoque educativo pone al niño, al estudiante, como el corazón del proceso de

aprendizaje, el maestro cumple un papel complementario, que honra la sensibilidad con

la que el alumno aprende del mundo que le rodea, la creatividad con la que inventa y

descubre, y la manera natural con la que se comunica. El educador por estas

características sensibles y libertarias es llamado romántico, además que debe olvidar las

convenciones cuadriculadas de la evaluación o valoración de las sapiencias que

adquiere el estudiante, ya que el saber que se obtiene de esa forma espontánea es

auténtico y valioso por sí mismo. Las disciplinas convencionales pierden niveles de

importancia, el lenguaje y las matemáticas no tienen el mismo valor, solo lo posee en el

momento en el que el individuo aprende su significación, su utilidad en la realidad.

En el capítulo VIII del libro segundo, relata sobre la escritura de una carta de Gargantúa

a Pantagruel, un conjunto de recomendaciones, halagos y reconocimientos de parte de

gigante para con su hijo. Aquella carta revela un sentido pedagógico importante dentro

de la obra. Las sugerencias de Gargantúa involucran opiniones de naturaleza política,

educativa y social. Lo interesante de todas ellas es que presentan un contenido curricular

definido:
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“Quiero que aprendas perfectamente las lenguas. […] Que no haya historia que

no conozcas a la cual te ayudara la Cosmografía.13 De las artes liberales,

geometría, aritmética y música te he dado nociones cuando eras pequeño, a la

edad de cinco o seis años; sigue estudiándolas y aprende todos los cánones de

la astronomía. Deja a un lado la astrología adivinatoria y el arte de Lullius14,

como cosas tontas y vanas. De derecho civil quiero que sepas todos los textos y

los compulses y comentes con ayuda de la filosofía” (Rabelais, 2002)

En los siguientes párrafos anota Gargantúa la necesidad de ejercitar el cuerpo y

adiestrarse militarmente para posibles contratiempos; la importancia de conocer sobre

derecho civil para aprender cómo se regulan los derechos y las obligaciones de cada

persona; y finalmente habla sobre la medicina como un saber indispensable. Estas

invitaciones del gigante son una reflexión acerca de la educación propia recibida, de la

cual se pudo emancipar gracias a uno de sus profesores, que precisamente le enseña a

Gargantúa los primeros indicios de la educación romántica.

“…en mi juventud se me prohibió estudiar las letras griegas y sin despreciarlas,

como Catón, no las he aprendido hasta después; hoy me deleito leyendo…”

(Rabelais, 2002)

El padre de Pantagruel enfrentó en su juventud metodologías perversas de educación, a

manos de los sofistas; maestros que le enseñaron el alfabeto, la escritura, la

memorización, la oratoria y repetición de textos; relación clara con el enfoque

tradicional educativo contemporáneo. (Ciertamente no podemos hablar de que el

modelo clásico de ahora sea el mismo que se ejerció en el siglo XVI y anteriormente en

13
Cosmografía: Del latín tardío cosmographĭa, y del griego κοσμογραφία kosmographía.
Descripción astronómica del mundo. Real Academia Española
14
Ramón Lullius: ‹‹…laico próximo a los franciscanos (pudo haber pertenecido a la Orden Tercera de San
Francisco), filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín. Fue declarado beato por «culto
inmemorial» ( Fundación Wikimedia, Inc., 2019)
Gargantúa y Pantagruel: 2020

el Medioevo, puesto que existe una evolución histórica que ha determinado

características diferentes. Pero estos modelos antiguos resguardan semejanzas que se

siguen apropiando en la actualidad, sobre todo en la modernidad, con la dictadura

educativa religiosa. En ese entonces la escolástica fue uno de los modelos educativos

imperantes, en especial para los monasterios franciscanos. La escolástica se basaba el

sustento de las ideas cristianas por medio de la filosofía, de la razón. Mantenían los

siguientes procedimientos didácticos: la lectio15, la collatio16, la glosa, el dictamen, el

dialogo, la discusión dialéctica, cuestiones disputadas, cuestiones quodlibet17, el uso de

la lógica, la demostración, la discusión y el debate público. Este último usado como

instrumento educativo flexible para estimular, probar y comunicar el progreso del

pensamiento en la filosofía y en la teología. (Sánchez, 2008))

Para Gargantúa la rutina con sus primeros maestros fue:

- Madrugar y comer un buen desayuno, y enclaustrarse en los libros.

Con Ponócrates, el gigante se comportaba así:

-Al levantarse después de que amaneciera, se adiestraba físicamente y después de ello,

desayunaba; con esa preparación, estaba listo para ir a la iglesia y estudiar los libros.

Luego Ponócrates incursiona al gran Gargantúa en otro arquetipo de dirección

pedagógica un poco más práctico y conversacional, retroaliméntativo, pero sin alejarse

de la disciplina, en el cual todo aquello que se estudiaba en los libros y hablaba sobre

15
Lectio:Discurso que en las oposiciones a cátedras o beneficios eclesiásticos y en otros ejercicios lit
erarios se compone, dentro de un término prescrito, sobre un punto, que de ordinario se saca por
suerte, y después se expone públicamente. Término. Real Academia Española, 2019.
16
Collatio: o colación a la descripción física de un texto, varía según los tipos de documentos que se esté
describiendo. Término. Real Academia Española, 2019.
17
Quodlibet: forma musical que combina diferentes melodías en contrapunto. Término. Real Academia
Española, 2019
P á g i n a | 53

los filósofos, posteriormente era evidenciado en la naturaleza, analizado en el diálogo y

agradecido a Dios-.

Es allí donde se axioma esa línea completa que pretendía Rabeláis, que tocaba todos los

ámbitos del ser; aunque es más incuestionable su intención con el gigante Pantagruel.

Paradójicamente el modelo educativo durante el Renacimiento y la Reforma fue

volviendo paulatinamente a las fuentes clásicas y a la visión pedagógica religiosa (la

verdad intocable), ensimismados en la idea de la formación sí o sí de la disciplina y el

carácter. Lo que si se evidencia es una disminución del papel autoritario del maestro.

(Ochoa, 1994). Así es que el texto no solamente se traslada en este prototipo

pedagógico romántico, sino que utiliza a su comparación otros patrones. El tradicional o

clásico, el estilo educativo que imperaba en la vida del hijo de Grandgousier. Un

modelo que en la actualidad, aunque no es funcional, sostiene muchas de sus formas de

enseñanza en la escuela, sobre todo en lo que tiene que ver con la formación

disciplinaria frente a los textos, y ya no mucho, frente a la formación o refortalecimiento

de mecanismos como la memorización. Aunque podemos encontrar instituciones

religiosas que refuerzan estos patrones.

3.2 El profesor y el alumno

Las relaciones de poder entre el maestro y el estudiante pueden tomar distintas formas,

de acuerdo con las naturalezas propias del ser, pero también a los caracteres móviles del

contexto. El profesor por su lado siempre mantiene sobre el alumno un poder más

significativo, pues es este quien trata de influir u orientar sobre el otro. Para Rabelais

este tipo de relaciones entre sujetos para que sea equilibrada debe darse en la libertad

consciente, en que la dominación se dé por una ética individual y un acuerdo

consensuado, y no por estrategias abusivas de control. Lo que esto devela sin embargo
Gargantúa y Pantagruel: 2020

es que no puede haber una formación esencial desde la uniformidad del ser, es

imposible la construcción individual y subjetiva o totalmente independiente. La

presencia de la figura del maestro es vital para los procesos de formación en los tres

campos (espiritual, académico y físico), y del mismo modo se comportan las relaciones

de poder entre los sujetos y la escuela, en las que deben nacer los debates sociales y las

aproximaciones de verdad a partir de consentimientos de las partes y el establecimiento

de normas y procesos. Una libertad indeterminada de la escuela y sus procesos sociales,

y una libertad de los sujetos en mediación con los contextos. (Ball, 1997).

3.2.1. Pantagruel es un viajero empedernido, libre, subjetivo aventurero, un

fiel representante de Thelema, acogido a la máxima, haz tu voluntad, haz

lo que quieras, pasaba los días aprendiendo de sus experiencias, con su

imparable habilidad de observación que le aportaba los conocimientos

necesarios para afrontar cualquier circunstancia. Su profesor no se

representa en un solo individuo, sino que todo aquello que le rodeaba lo

es, la naturaleza es una, quien a través de sus dinámicas le provee a

Pantagruel lecciones importantes. Las amistades, como las de Panurgo

también le contribuyen a Pantagruel otros signos para hacer frente al

mundo y de interpretarlo, (aunque muchas de las cosas que concebía

Panurgo eran contrarias a las éticas del gigante. Pero ese polo opuesto

también le plantea al protagonista un desafío encantador, en donde se

debe analizar con proeza cual no o cual si era la verdad, o la mejor

manera de comprender determinada situación.) 18 Pantagruel es un

estudioso, quien tiene las entendederas de doble fondo, es como una

18
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 4 Capítulo 18. Pág. 691
P á g i n a | 55

esponja con doble absorción, que comprende de inmediato todo lo que lo

que le es enseñado, y además percibe lo que sucede en el entorno en el

que se movía. Es casi inmortal, describe Rabelais. Pantagruel es el

modelo que demuestra esa educación efectiva y práctica.

3.2.2. Gargantúa tiene una educación diferente, es él quien le brinda a

Pantagruel la idea de la educación libre. Grandgousier, viendo que su

hijo Gargantúa poseía habilidades innatas e inteligencia, quiso ofrecerle

una enseñanza para alimentar y nutrirlas, y no perder esas facultades.

Equivocándose somete a su hijo a un adiestramiento tradicional que, por

el contrario, a su propósito, hacía del joven un estúpido vacío, y así fue la

educación del tierno gigante durante sus primeros veinte años, a cargo de

Túbal Holofernes, que entiende la educación como la repetición y la

memorización, sin ningún tipo de abstracción. Enseguida pasa lo mismo

con Jobelin Bridé, escogiendo Rabelais este nombre que tiene como

significado, hombre torpe y embrutecido, un calificativo designado

conscientemente. Este tardo pedagogo basaba su educación a manuales

escolares del Medioevo, otra de las críticas que hace el autor frente a la

educación de la época, pero que sorprendentemente es un anómalo que

sigue vigente en nuestro tiempo.

Grandgousier, se dio cuenta que a pesar de que Gargantúa pasaba sus

días y noches estudiando, no le era de provecho la forma en que

aprendía, y que sus maestros se equivocaban en la manera en que

enseñaban, por lo que decide conferir a su hijo a otros pedagogos.

Ponócrates es ese nuevo maestro, que descubre en Gargantúa un tipo de

estudiante bastante desaplicado, que malgasta su tiempo en la pereza, sin


Gargantúa y Pantagruel: 2020

darle ningún sentido a las rutinas que llevaba semana tras semana. Este

maestro decide observar por algún lapso la forma de ser y actuar de

Gargantúa, criticándole por dilapidar el oro que simboliza el tiempo. Es

así como posteriormente resuelve en disciplinar a su gigante alumno en

una práctica menos rutinaria a la de sus preceptores colegas, no lo hizo

de manera inmediata porque los cambios bruscos no tienen buenos

resultados, alegando que hacer cambios violentamente es perjudicial para

cualquiera. Le inculca al joven la importancia que en la antigua Grecia se

le consagraba a la belleza corporal por medio de ejercicios físicos que

iban desde los saltos hasta el adiestramiento en esgrima, a la higiene de

igual manera, tanto de su cuerpo como de aquello que consumía (comida,

bebida y sexo). Por medio de la observación, como más adelante

perfeccionaría Pantagruel con su profesor Epistemón, aprendió ciencias

naturales y astronomía al ver las flores del campo y las estrellas en el

cielo. Del mismo modo experimentó aritmética y geometría, con los

juegos de cartas, el gigante se instruyó en números. La lectura de textos

filosóficos, morales y clásicos enseña a Gargantúa otros tipos de

conocimientos, que son retroalimentados y reflexionados por medio del

dialogo entre el maestro y el alumno.

Finalmente, Gargantúa se refleja como un nuevo prócer de la educación

edificando la abadía de Thelema, en la que Pantagruel representara sus

ideas en la manera propia de vivir de acuerdo con los pensamientos que

su padre quiso resaltar allí. No se trata de ideales meramente académicos

sino que más bien éticos, y es aquello lo que irradia perfectamente el

humanismo de Rabelais. Gargantúa es también un maestro que le


P á g i n a | 57

aconseja a Pantagruel a llevar una vida digna, sin alejarse de la bendición

de Dios, dándole gracias siempre por los dones recibidos, le sugiere

además que no siga los caminos que cazaron sus antepasados al caer en

el pecado cuando se corrompe la mente y el corazón. De esta manera la

imagen de Pantagruel edificaría o por el contrario deshonraría la de su

padre. Estos reparos con su hijo son también parte de la educación del

maestro frente a su alumno, que se preocupa por el conocimiento, pero

también por la construcción de la virtud, como un componente vital de la

totalidad de un individuo. Esta fabricación ética es lo que produciría al

individuo a resaltar también en ámbitos sociales y políticos. De esta

manera el padre lanzaba a su hijo a aprovechar el goce que le da las

épocas distintas, puesto que él no pudo, a pesar del esfuerzo de

Grandgousier por darle educación, adiestrarse bajo la libertad y la luz,

con la que tiene que formarse Pantagruel. Epistemón, uno de los

preceptores de Pantagruel, que por medio de sus instrucciones y

ejemplos le enseña al gigante valiosas lecciones, que además de las

asignaturas imperativas, incide en la constitución artística del joven. Por

lo que la educación de Pantagruelista sería el perfecto de Rabelais.

En la obra se bosquejan estos tipos de maestros y alumnos, siendo los

primeros quienes más tienen responsabilidad en la cimentación integra y

total de los segundos; son los estudiantes un fuego que debe ser

encendido, y no un saco para llenar. Comprender que cada individuo

posee capacidades natas que con una buena educación podrían

convertirse en ese ser inmortal. No alejarlos de la naturaleza, pues ella

también es una maestra que constantemente está erigiendo saberes en su


Gargantúa y Pantagruel: 2020

simpleza. Encontrar la manera más adecuada de enseñar al otro, sin

importar la circunstancia, sencilla pero dinámicamente. Importante desde

luego resaltar la idea de la libertad como bandera de la educación

Pantagruélica, para no llegar a la deshonestidad es necesario una

alineación ética previa, que viene desde el hogar, con nuestros primeros

maestros, nuestros padres, y los entornos sanos en los que nos permitan

desenvolvernos consecuentemente.

3.3 Dispositivos Pedagógicos o Didáctica

Un dispositivo es un mecanismo que es utilizado con el propósito de llegar a un

resultado, en materia educativa significara una meta que demuestra un fin en cuanto

a procesos de enseñanza y aprendizaje. Dentro del libro podemos reconocer varios

dispositivos a los que se enfrentan los personajes, principalmente Gargantúa, quien

gracias a su formación educativa alterada constantemente puede dar visos de

aquellos componentes, para posteriormente enseñarle a su hijo Pantagruel a cumplir

con esos ideales pedagógicos con los que reta su vida, y que lo expresa en sus viajes

y aventuras.

La didáctica, que encerraría todos los métodos y técnicas de enseñanza es muy vaga,

como hemos mencionado no es factible hablar de un método propiamente, no

solamente en la historia de Gargantúa y Pantagruel, sino en la historia pedagógica

del Renacimiento. Conjuntamente se mantenían las formas de enseñanza de la Edad

Media, así que los principios didácticos contemplados en este periodo como en la

obra se podría decir que son aspiraciones y primeras normativas respecto al método.

(Civarolo, 2008)

Entre los principales dispositivos encontramos cinco:


P á g i n a | 59

3.3.1 Memoria: La memoria es para el autor un dispositivo que se aleja del

aprendizaje, cuando lo que se aprende y lo que se enseña no tienen una dinámica

correcta. Rabeláis la expone como una “atontadora”, ya que todo lo que

estudiaba el gigante Gargantúa no era puesto en práctica (además de pensar que

los libros que él estudiaba y sus autores eran del mismo corte bobalicón), recitar

al derecho y al revés no tiene sentido tampoco, si lo que se estudia no se

comprender, es decir que la memorización implica además otras funciones que

se dan en otros contextos, y no simplemente en repasar y repetir información;

como por ejemplo la experimentación, el percibir y reconocer lo que se está

estudiando para aplicarlo luego. La memoria debe ser un componente extra,

como lo es para Pantagruel, que sirva como un almacén, al que podamos acceder

cuando la necesitemos, no es algo innecesario, ya que es útil, y desarrolla otras

capacidades, como la concentración y la atención, empero no debe ser el único

método para aprender. Lo que le pasaba a Gargantúa era precisamente eso, un

enclaustramiento de veinticuatro horas, siete días a la semana, que no le permitía

ningún otro modo de ejercitación o de exploración de la creatividad.

3.3.2 Disciplina: Existen dos tipos de disciplinas dentro del texto; por un lado está la

disciplina de los primeros maestros de Gargantúa, que consiste en un ritual

enfermizo por el encierro y por la privación de cualquier placer, a lo que se

apuesta es a un proceso disciplinario que solo involucre la rutina y el sacrificio

de cualquier esparcimiento. Levantarse temprano, asearse, internarse, y meterse

de lleno a estudiar en la memorización de la doctrina, rezar, y así pasar todos los

días. Por otro lado, existe una disciplina de Ponócrates que consiste en buen uso

del tiempo y el orden, en la que se equilibra los contenidos que se deben

aprender con los placeres a suplir, hay cabida para la creatividad y la diversión.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

El ejercicio físico hace parte de igual forma de esa disciplina integral y

completa, la formación espiritual y la reflexión, sin la necesidad de reprimir

otros goces, que de una u otra forma son escenarios que aportan del mismo

modo a la construcción del ser y el conocimiento. Se le da un valor alto al

trabajo y se cuestiona y juzga severamente la pereza, en la que Gargantúa era

gran exponente, antes de conocer a Ponócrates. Por su parte Pantagruel lleva una

vida organizada y con metas que cumplir, por lo que la disciplina es inherente ya

en su modo de llevar la vida.

Estos dos iniciales dispositivos pedagógicos hablan de la educación monástica

de Gargantúa, con pintas más tradicionales, sugiera la educación de François

Rabelais, los siguientes, señalan la educación de Pantagruel y en parte de

Gargantúa, con el desarrollo del cuerpo, el juego, la observación y las infinitas

enseñanzas que la naturaleza le provee.

3.3.3 Dialéctica: Este dispositivo, uno de los mecanismos más antiguos en los

procesos de enseñanza y aprendizaje, empleado por Sócrates. La educación de

Gargantúa con Ponócrates, reflejaba ese sentido reflexivo y orientado hacia la

construcción personal de la verdad.

Al final de cada ilustración dada por el maestro, y la experimentación, se

sentaban a conversar, y a través del diálogo se retroalimentaban los saberes,

tanto el maestro como el gigante aprendían de aquellas tertulias. El

conocimiento surgía del fruto del descubrimiento y la conquista de saberes

gracias a las actividades que hacían en ambiente cotidianos. El encuentro de

experiencias en el momento de la perorata, también exhibe distintas formas de

comprensión e interpretación del mundo y la realidad. Pantagruel es un

protagonista que presenta al dialogo como un mecanismo recurrente para


P á g i n a | 61

encontrar respuestas, las pláticas con su compañero Panurgo, y con otros

actores, y entre otros personajes, como el sabio Trouillogan, el médico

Rondibilis, el mozo loco, el juez Bridoye, Tribouillte y su propio padre

Gargantúa, hablando de cosas tan habituales pero que carecen de análisis como

el matrimonio y la infidelidad

"La tengo, dijo, pero no es mía; la poseo, pero no me posee” (Rabelais, 2002)

Hasta situaciones más complicadas y profundas como los pleitos y la

justicia, 19se asemejan a veces a diálogos platónicos por su estructura, pero

contados de manera caricaturesca e irónica.

3.3.4 Experimentación y Observación: Tanto Gargantúa como Pantagruel

experimentaron: uno de esos momentos en los que Gargantúa investiga está en

el capítulo XIII del libro I, cuando él ingeniosamente inventa un limpiaculos, y

su padre Grandgousier vio lo prodigioso que era su hijo y el ingenio que tenía,

por lo que decide educarlo, y lo entrega a la pedagogía sofista. Por su lado

Pantagruel en sus viajes experimenta sobre las cosas que ve, y su valentía y

heroísmo lo hace cultivarse de las aventuras que vive.

La experimentación y la observación van de la mano; gracias a la observación se

recoge información que ofrece el medio, estudiando el curso natural de los

fenómenos, sin alterar las condiciones que caracterizan dicho entorno. Por otra

parte la experimentación si altera pero de manera controlada las condiciones

naturales.

Rabelais narra cómo Pantagruel arriba a la isla Sonante y emplea las mismas

tácticas de Cristóbal Colón o del descubrimiento, análisis y observación; El

viaje en busca de santa botella, es un dechado claro de estos mecanismos de

19
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 3 Capítulo 34 - 46. Pág. 327-360
Gargantúa y Pantagruel: 2020

aprendizaje, que resaltan características de un indagador formado con propiedad

en sí mismo, y no con cánones preestablecidos, vive de acuerdo a la naturaleza,

como lo propone el autor, y parece que surgiera una nueva ciencia que se da

mediante el detenimiento en los detalles. 20

Se puede advertir en esta instancia que Rabelais buscaba una combinación entre

la ciencia y el humanismo, “ciencia sin conciencia no es más que ruina del

alma” (Rabelais, 2002), una cultura que adquiriera un sentido humano desde la

sapiencia, que gracias al análisis ético de las circunstancias y los datos, se

puedan crear teorías y prácticas en pro del conocimiento, pero también en

beneficio del hombre. En el libro tercero, cuando Pantagruel conoce a Panurgo,

su gran amigo, este le habla al gigante y sus acompañantes en diferentes

idiomas, por lo que Pantagruel se maravilla al escuchar la erudición de aquel

sujeto, que en apariencia no parece un sabio, sino todo lo contrario. Su sabiduría

proviene de su trotar por el mundo y no de una educación institucional o

impartida. Es un conocimiento adquirido en la experiencia del viaje.

3.3.5 Juego: El juego es sin lugar a duda uno de los aparatos más recurrentes en los

cinco libros de Rabelais. Apostando a incluir el juego como una herramienta

educativa que favorece al aprendizaje, cabe señalar además que no solo los

gigantes juegan en su infancia, sino que, durante todos sus años, además otros

personajes como Panurgo también lo hacen.

Recitar juegos de palabras, o contar chistes, son unos de los tantos recreos a los

que el autor sometía a sus personajes, también el de cartas, dados y tableros. Así

mismo había otros que eran juegos de pelota o similares al tenis. Bailaban,

20
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 5 Capítulo 48. Pág. 1503
P á g i n a | 63

corrían, saltaban, se ponían a ciegas, se pellizcaban, se escondían, jugaban a la

suerte de la cara y la cruz, entre otros juegos.

A partir del juego los personajes acceden al conocimiento del mundo que les

rodea en otros códigos más relajados, es natural del sujeto y promueve esa

subjetividad, tan importante para Rabelais. Creemos que es desde este

dispositivo en el que el autor concreta y estimula su propuesta pedagógica, en el

que se aprenden prácticas físicas (motoras), del lenguaje y la cognición,

obteniendo habilidades y contenidos. Es el juego además una herramienta fácil

de asir, y ese análisis era bien considerado por el autor, pretendiendo que los

personajes por medio de la experiencia lúdica, en la que era necesario jugar en

diferentes contextos. Se trata de un juego con sentido, en el que cada recreo

aporte un nuevo o refuerce un saber.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

Ilustración 3. Monje franciscano. Johanna Correa (2019).


P á g i n a | 65

Capítulo II

4. Sentido Actual de la Obra

El siguiente capítulo se desarrolla en dos segmentos; el primero de ellos resalta algunas

propiedades de la obra de Rabelais en su forma estructural lingüística, evidenciando las partes

del libro que le dan valor a su plano morfosintáctico, semántico, e inclusive fónico, con el uso

de estilos narrativos y otros recursos sonoros del lenguaje literario. La segunda parte se trata del

importe del contenido, en la cual nos aproximamos un poco más a caracteres implícitos, tales

como la paremiología, el humor, la estética y otros. Aunque no es un análisis de la organización

de los contenidos, sino más bien un análisis y proceso que tienen que ver con el estudio

intrínseco de este trabajo.

“Disfruten sin ningún rebozo ni embarazo de esta obra áurea

y de sus innumerables maravillas,

que siguen y seguirán superando la prueba del tiempo”.

Vicente Luis Mora

4.1 Estructura lingüística

G argantúa y Pantagruel son dos de los personajes más importantes, exóticos y

heroicos de la literatura universal, pese a que son desconocidos por muchos

sectores, pues no gozan de la misma fama que el Quijote de la Mancha y su compañero

Sancho Panza. Y sin embargo simbolizan un humanismo e idealismo que hacen de los

gigantes un verdadero símbolo de emancipación. Es por medio de los personajes de


Gargantúa y Pantagruel: 2020

Rabelais que se encuentran dos tipos de épocas, la utopía de Thelema (Renacimiento) y

la conservación de cánones (Edad Media). Pero también se manifiesta como una de las

obras en la historia de literatura que mantiene ideas modernas.

La historia de los gigantes es una sátira que se concertó en una narrativa crítica de la

realidad, y sobresalió por su sentido revolucionario. Pero Gargantua y Pantagruel no es

una novela paradigmática únicamente por el hecho de su fama por su lenguaje

carnavalesco o por ser musa de inspiraciones y aspiraciones rebeldes después de su

publicación, o bien por la sugestión artística hacia grandes autores, sino que desde su

perspectiva estructural es una obra de diversidad lingüística y de innovación literaria.

Es una novela distinta por los temas diversos que toca y que profundiza sabiamente, a

pesar de su expresión humorística. Inserta problemas educativos, políticos, económicos,

sociales, de amor, de venganza, de aventuras, etc.

También podemos observar en el libro una variedad de estilos narrativos; prosa, verso,

diálogo, epístola, filosofía, entre otros:

Prosa (p. 363):

“Al entrar Pantagruel en la sala grande del castillo encontró al buen

Gargantúa que salía de su consejo y le conto sumariamente sus aventuras, le

expuso su proyecto y le suplico su consentimiento y su consejo para ponerlo en

ejecución.”

Verso (p. 299)

Tomadla, no la toméis.

Si la tomáis, bien esta.

Si acaso no la tomáis
P á g i n a | 67

Así obrareis con compás.

Id al paso, galopad,

Reculad, de hecho entrad.

Tomadla, no.

Comed doble y ayunad.

Diálogo (p.597):

“-Hermano Gorjeo, gorjeando, gorjea. ¿En dónde están las muchachas?

El hermano Gorjeo le contestó:-Abajo.

-¿Tenéis muchas aquí?

-Pocas

-¿Cuántas tenéis?

-veinte

-¿Cuántas quisierais tener?

-Ciento…”

Epístola (p.167):

“Mi querido hijo:

Entre los dones, gracias y prerrogativas de que el soberano hacedor, Dios todo

poderoso, ha rodeado y adorna la humana naturaleza en su principio, me

parece la más singular y excelente aquella por la cual puedes, siendo mortal,

adquirir una especie de inmortalidad y en el transcurso de ti vida transitoria

perpetuar tu nombre y tu simiente por medio de la generación del matrimonio

legítimo. […]

Tu padre,
Gargantúa y Pantagruel: 2020

GARGANTÚA”

Refranes (p.180-382-524)

5 “Quien bebe al comer la sopa después de muerto no me gota”

6 “Murió Patroclo que era hombre de bien, ¿Cómo no vas a morir tú también?

7 “El mal tiempo pasa y se convierte en bueno cuando se trinca alrededor de un gran

jamón”

De la misma manera géneros literarios; épico, lirico, burlesco…

Épico (p.459):

“Penetrando la ballena por entre las líneas y los ángulos de los navíos y

galeones, echaba en el agua a toneles sobre los primeros. Aquello parecía las

cataratas del Nilo, en Etiopia. Dardos, jabalinas, espolones, venablos, y

partesanas volaban sobre ella de todas partes. […]

Con tales dardos, de los que había buena provisión en el navío, al primer golpe

(Pantagruel) hirió a la ballena por debajo de la frente, de tal modo que le

atravesó las dos mandíbulas y la lengua, y después ya no abrió la boca y

después ya no eructo, y después ya no arrojo agua.”

Lírico (p.397):

De nada sirve el mango sin el hacha;

De nada sirve el hacha sin el mango.

Seas tú el hacha; sea yo tu mástil,

Y todo quedara bien arreglado.

Cómico (p. 53):


P á g i n a | 69

“Después, al cagar detrás de unos bojes, encontré un cachorro de marta y me

limpie (el culo) con él. Pero con sus uñas me ulcero todo el periné; para

curarme me limpié al día siguiente con los guantes de mi madre bien

perfumados de Benjuí”

Discursivo (p.302):

“¡Oh!, yo me enredo y me confundo en mis discursos. El diablo me lleve si voy

allí. ¡Virtud de Dios! La habitación esta ya llena de diablos; los he oído

repelarse y debatir en lenguaje diabólico quien ha de tomar el alma

raminagrobídica y quien se la ha de llevar colgada en el gancho del señor

Lucifer. Quitaos de allí. Yo de ningún modo voy…”

Trabaja conjuntamente con figuras retoricas como el hipérbaton, la hipérbole, y la

metáfora.

Hipérbaton21:

8 “Muy sorprendido Pantagruel cuando hubo leído el sobre” (Cuando Pantagruel

leyó el sobre quedó muy sorprendido.)

9 “Jamás tuvo el hombre los dioses tan de su mano que estuviese seguro de vivir

mañana” (El hombre jamás tuvo tan de su mano a los dioses para que estuviese

seguro de vivir mañana.)

10 “Siguiendo aquel ejemplo, me parece que ahora debéis petrificar ese zorro y ese

perro” (Ahora me parece que debéis petrificar ese zorro y ese perro, siguiendo aquel

ejemplo)

21
Hipérbaton. En retórica, ‘alteración del orden normal de las palabras en el discurso’. Existe también la
variante hipérbato. Término. Real Academia Española, 2019.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

11 “De las cosas mal adquiridas, el tercer heredero no gozara” (el tercer heredero no

gozara de las cosas mal adquiridas)

Hipérbole:

 “Su cinturón se hizo con trecientas varas y media de sarga de seda mitad

blanca y mitad azul…”

 “De pronto empezaron a salir comadronas de todas partes y tocándola debajo

del vientre encontraron algunos repugnantes rollos de piel y creyeron que fuera

el niño, pero era el fundamento que se le escapaba por efecto de la distención

del intestino recto.”

Metáfora:

 “El hermano Juan las miraba de lado, como el perro que se lleva un ave.”

 “Este noble mendigo me deja tan asombrado como si en pleno otoño el cielo

hubiese tronado.”

 “Tenía las manos llenas de sangre, las uñas de una arpía, el hocico en pico

de cuervo, los dientes de un jabalí de cuatro años, los ojos llameantes como

una boca del infierno…”

Lo que hace de la novela una verdadera joya de la literatura moderna, rica desde muchas

perspectivas.

Rabelais centra su atención en el personaje Pantagruel, protagonista en cuatro de sus

cinco libros. Un personaje dotado de sabiduría, racional, transgresor y libre, que

trasciende en la estructura del libro gracias al lenguaje pintoresco que le imprime el

autor. La obra no sólo se alimenta del genio de Rabelais sino que permite que se nutra a

través de la cultura popular, pastores y panaderos, vagabundos y maestros, filósofos y


P á g i n a | 71

pescadores, que le imprimen aún más multiplicidad a la novela. Así es como podemos

diferenciar en la lectura de la obra dos tipos de lenguaje, uno que contiene toda una

cultura elitista y otra que se recoge en una cultura popular. El genio del autor además de

su imaginación y conocimiento literario, radica en su poliglotismo, puesto que aparte de

su lengua materna, el francés, tiene un amplio saber lingüístico del latín y el griego,

igualmente de tecnicismos médicos que le proporcionaron a la historia otras

complejidades, como la invención de nuevos términos que mezclan los tres idiomas.

Neologismos22: los neologismos más destacables dentro del texto se encuentra en los

nombres de los personajes, así es como:

12 Gargantúa significa de gran apetito y sed: “Cuando Grandgousier, el gran hombre,

estaba bebiendo y divirtiéndose con sus amigos, oyó el horrible grito que su hijo

había lanzado al vislumbrar la luz de este mundo, pues bramo pidiendo de beber.

Entonces dijo ‘grande lo tienes’ (refiriéndose al gaznate). Al oír esto los allí

presentes, dijeron que debía llamarse Gargantúa…” (Rabelais, 2002)

13 Pantagruel significa todos sedientos: “Como en este día fue que nació Pantagruel,

le impuso el padre tal nombre, porque panta, significa todo y gruel, en lengua

agarena, significa sediento, queriendo decir con esto que en la hora de su

nacimiento todo el mundo estaba alterado y viendo en ello un espíritu profético que

le anunciaba que sería dominador de todos los alteramientos” (Rabelais, 2002)

Existe dentro de la obra una condición más. Tiene que ver con la retención que hace

Rabelais con su momento histórico y los lugares que acoge dentro de su obra, Bajtín

denomina esta conexión espaciotemporal cronotopo23, una relación que se asimila

22
De neo-, el gr. λόγος lógos 'palabra' e -ismo. Vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua. Término.
Real Academia Española, 2019.
23
La conexión esencial de relaciones temporales y espaciales asimiladas artísticamente en la literatura
[… El cronotopo] expresa el carácter indisoluble del espacio y el tiempo (el tiempo como la cuarta
Gargantúa y Pantagruel: 2020

dentro de la literatura, y que puede observarse dentro del texto como un cronotopo

histórico real. Son imágenes temporales que se atan en la realidad social francesa del

siglo XVI y la concepción medieval que persistía. El primero refleja un futuro asentado

en el Renacimiento y el Humanismo, que resaltará la humanidad y centrara al hombre, y

por otro lado la crítica a la Edad media de manera burlesca, queriendo la

descentralización teológica. (Bajtín, 1989).

Aunque hay vínculos de acciones de espacio y tiempo, no se trata en si de una

cronotopia, sino más bien de un disfraz puesto a la realidad, el reflejo de situaciones

reales contadas de manera ficticia, pero que no son directamente develadas en el escrito.

El rey Pricochole entienden los historiadores no es más que la parodia y caricatura del

rey Carlos V de España, que mantuvo guerras con Francia desde 1949 hasta 1559,

contra el monarca francés Francisco I, que podría bien representar al sabio Gargantúa,

que derroco al “rey malo” en el capítulo XLVIII, aunque en la vida real es el rey francés

quien pierde la batalla y debe abandonar su cargo. No es hasta 1544 que es derrocado el

soberano Carlos V y debe devolver a Francia territorios que le había hurtado. (Schaub,

2004)

Hay dentro de la obra elogios a la locura, que se advierte en los personajes titánicos e

irreverentes, también en Panurgo, personaje que refleja la decadencia del ser a causa de

los vicios o la mala toma de decisiones.

Se mueven todos los personajes en dinámicas morales, que al marchar dentro de la

lectura se logra observar aquella pedagogía, la cual hemos tratado de acopiar en este

trabajo en medio de ambientes dionisiacos exagerados, llenos de placeres; comida, sexo

dimensión del espacio). Entendemos el cronotopo como una categoría de la forma y del contenido de la
obra. (Bajtín, 1989)
P á g i n a | 73

(orgias), alcohol, y hasta cagar se convierte en un goce escatológico provisto de cierta

belleza humana.

Todos estos caracteres de la novela hacen que sea un trabajo que supere al tiempo, que

se mantenga en la memoria de los siglos, y mantenga una relación con la realidad de

aquella época, pero también con la realidad de nuestros días, por eso se le considera a

Françoise Rabelais un escritor adelantado en su tiempo. Son Gargantúa y Pantagruel

para la actualidad dos personajes cultos que aportan ideas esenciales en la construcción

ética y moral de los individuos, una gran contribución a la teorización de modelos

pedagógicos para los colegios, establece igualmente la importancia de conceptos como

la justicia y el derecho en esferas políticas y sociales. Pero sobre todo, la necesidad de la

independencia en la autoformación del individuo, que le brindaría a las personas y a las

sociedades un nuevo estilo de vida y de proceder ante ámbitos humanos numerosos.

Resolvemos que la obra de Françoise Rabelais sigue participando en el aporte de

valiosas piezas pedagógicas y literarias para el avance de la educación y el arte, aunque

depende bastante de la mirada lectora que se haga sobre el texto, del tipo de lector que

juiciosamente escruta cada uno de los capítulos que componen la obra, siempre de

manera abierta, puesto que suele confundir por su tipo de leguaje grotesco y su narrativa

descortés. Y es que Gargantúa y Pantagruel es una obra excepcional pero a la razón de

hoy mantiene estereotipos que son muy debatibles. La presente misoginia simbolizada

por Panurgo, al igual que la desaparición del rol femenino en donde las gigantes

Gargamell y Badebec, figuras maternas importantes, continúan en el padrón domestico

de la mujer habitual, aun en nuestro tiempo; el elitismo de Thelema, que promulga que

en aquella Abadía sólo es posible la entrada de gente letrada, cuando sabemos que las

personas mejor educadas se encuentran en los niveles sociales altos; y en algunos

capítulos se observan faces de racismo.(p. 560):


Gargantúa y Pantagruel: 2020

”Cierta joven muy tierna y muy rubita

Sin padre un hijo negro concibió:

Sin dolor y sin fatiga a luz dio;

Pero igual que la víbora maldita,

Al nacer un costado le comió.” (Rabelais, 2002)

Lo que supone que la crítica hacia la novela no torna únicamente buena sino que

también debe leerse en una crítica fuerte sobre estas ideas, ya que estas perspectivas

socioculturales pueden afectar la manera en que se desarrollan elementos destacables de

la educación.

Por otro lado, a condición más íntima, inspira a los docentes a sedición frente al sistema

tradicional conductual. A no dejar de lado las ilusiones que se disfrutan cuando se

estudia pedagogía, esos sueños de emancipar a la sociedad en pro del bienestar común, a

responder con agrado el para qué y el por qué se enseña, sin recurrir al arrepentimiento

por la historia denigrada de esta labor de enseñar: Nos inspira como estudiantes a

edificar en nosotros mismos una institución integra, que puede superar obstáculos y

dificultades, a preocuparnos no solo por almacenar información sino por poseer

conocimiento de verdad: Nos sugiere como humanos a no desaprovechar la naturaleza

como nuestra primaria maestra, a conservar la amistad y valorar las opiniones de los

demás; que es bueno correr la cortina en contra de lo que no es natural y parece serlo, a

descubrir que la libertad y la voluntad son virtudes que no tienen precio alguno: Nos

propone como sociedad valorar el papel que desempeña en nuestra formación la familia,

los profesores; apreciar así mismo la educación como madre de la civilización, a

alejarnos de estigmas impuestos por los de arriba, entre otras muchas enseñanzas.
P á g i n a | 75

4.2 Caracteres Implícitos

4.2.1 Saber Popular y Educación:

El valor social del saber popular fue muchas veces desechado por no ser

considerado un conocimiento científico sustentable, careciendo de toda base

docta para llegar a tener un lugar de reconocimiento en el campo

epistemológico. Sin embargo, las ciencias sociales y el estudio del lenguaje y la

comunicación han reconsiderado los refranes y proverbios populares como parte

importante de la cultura y por supuesto de la educación.

Los saberes populares brindan conocimientos que muchas veces son

desconocidos dentro de la esfera académica. Es así como campesinos y obreros,

pueden llegar a saber más en ciertos talantes, que un agrónomo, biólogo e

ingeniero; y eso se debe primordialmente a la práctica y experiencia, de la cuales

se desprenden los dichos populares. Son estos la forma sencilla (breve y rítmica)

y acostumbrada (uso habitual) de adquirir un conocimiento, sea una enseñanza a

nivel moral o a nivel efectivo natural, reproducida generacionalmente. Aunque

debemos resaltar que no todos los dichos son aciertos o que puedan acomodarse

a cualquier época o contexto, y es de ahí, donde los estudiosos se acogen para no

considerarlos como un fenómeno lingüístico relevante.

La literatura, sobre todo la de antaño, es una buena recolectora de saber popular,

un depósito de la sabiduría de un pueblo, de una cultura. El Quijote de la

Mancha es uno de esos libros que encierra saberes populares y que gracias a la

reproducción de sus escritos, han podido perdurar a través de la historia como un

bien cultural del pueblo español, que además los internacionalizo gracias a la

fama que adquiere la obra de Cervantes. Gargantúa y Pantagruel es un libro que

igual que el Quijote contiene saberes populares, describe de una u otra forma la
Gargantúa y Pantagruel: 2020

cultura francesa, en especial la cultura pública. Contiene varios ejemplos tanto

de proverbios como de refranes, cuya diferencia radica en que los primeros son

de sentido religioso, mientras que los segundos son de un matiz más común. Así

veremos en el capítulo VIII página 42:

“La caridad nunca labora en provecho propio.” (Proverbio)

Si te duelen las muelas

Ponte un reparo24;

Si no te hace provecho,

Tampoco daño. (Refrán)

Mientras el primero es un llamado religioso, de enseñanza moral hacia el bien

caritativo del individuo para con los demás sin beneficio personal, el segundo se

trata de un conocimiento medicinal popular para el dolor dental. El saber

popular, además tienen la capacidad de brindarnos el poder de ver de qué

manera veían el mundo en el pasado, y evidenciar la manera en que esas

costumbres han ido mutando o conservándose con el paso del tiempo, por otro

lado, poder evocar e interpretar las visiones de mundo tanto en el plano social

como existencial.

“Detestaré si puedo, si no, ameré a pesar mío” (Proverbio)

“Mujer loca en misa,

Mujer fácil de conquistar.” (Refrán)

24
Reparo: trapo de algodón o lana impregnado de vino añejo.
P á g i n a | 77

Estos dos ejemplos tomados de las páginas 191 y 351, el primero suena a una

frase en la que los sentimientos y emociones tienen un lugar fundamental. Y el

segundo es un dicho que podría sugerir una interpretación machista, en la que

las mujeres que no guardan la compostura dentro de la iglesia y en general sitios

públicos, son consideradas mujeres fáciles. Aunque ha cambiado, se puede

presentar aún hoy estos pensamientos conservadores respecto a las conductas de

una mujer.

Entonces entendemos que los saberes populares son las experiencias de un

pueblo que acuña en frases breves los modos de vida. Son parte vital de la

cultura, y evidencia la riqueza del lenguaje oral y una de las estrategias

lingüísticas que usaron las poblaciones para preservar y alargar la identidad de

su cultura y la identidad propia. Tradiciones genuinas transmisibles que nacen

de los saberes populares, un legado histórico y educativo que perdura por los

caminos grupales y las trayectorias personales del conocimiento. Los refranes y

proverbios, a quienes hemos dado un puesto cardinal en este estudio, entre otros

saberes populares, como los mitos y las leyendas, ayudan a la construcción

identitaria, al reconocimiento de las raíces propias de un lugar o de un pueblo y

la diferencia que se tiene respecto a otros.

La obra de Rabelais utiliza lo que llamaría Basil Bernstein; códigos, los cuales

son reguladores de los sistemas de significación: el código elaborado

(complejidad gramatical lingüística) y el restringido (simpleza, brevedad

lingüística), permitiendo que tanto los estudiosos como el público en general

entiendan la obra. No obstante este tipo de estudios sociológicos del uso

lenguaje se ahondan de manera más clara en escenarios de análisis distintos.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

4.2.2. Humor Crítico y Estética:

4.2.2.1 La Estética; lo cómico, lo humorístico y lo grotesco: Usaremos lo cómico;

del griego κωμός: representación alegre, banquete, cántico. (Rosental, 1968)

Se trata de una de las categorías estéticas de la filosofía que se resume en la

capacidad humana y de su psiquis para responder de manera divertida ante

aspectos o situaciones sociales diversas, en general como lo prescriben los

griegos, es la forma de enfrentar condiciones desagradables. (Aristóteles,

Poética, 2002)

Aunque esta teoría histórica de Aristóteles es una de las muchas que han

tratado responder al fenómeno de lo cómico y de la risa, en la que se sustenta

que el hombre el único capaz de reírse. Una de las cualidades de la risa,

expresamente, es su espontaneidad, es decir es un fenómeno súbito que nace

de la nada, aunque posteriormente debido al estudio filosófico del mismo, lo

cómico o humorístico es producido, elaborado para causar risa. Sin embargo,

sigue siendo la risa un mecanismo de respuesta natural.

Sería importante después de estas aclaraciones diferenciar entre el humor y

la comicidad: mientras que este último se da de manera superficial, puesto

que su trabajo esencial es hacer reír y entretener, y puede que se reproduzca

en un entorno original y se superponga de manera situacional, como hacer el

ridículo o actos absurdos sin ninguna profundidad; El humor por su parte

juega con el pensamiento humano, incluyendo nociones del sujeto en la que

intervienen formas subjetivas de ver el mundo, perspectivas y críticas. El

humor es una reflexión constante que ahonda en ámbitos propios del ser, así

que puede tocar esferas tales como la política, el arte, la guerra, el amor, etc.
P á g i n a | 79

Lo grotesco, que también es una categoría estética; deforma la realidad,

subraya talantes extravagantes, aporta valores exagerados y recrea aspectos

ridículos recargándolos. Tiene una estrecha relación con lo cómico, sin

embargo incluye dentro de su contexto formas acidas y amargas o

angustiosas, que podrían contrastar con otras categorías estéticas; como lo

feo, con la cual muchas veces es confundido, o con lo trágico. Lo grotesco

podría ser equivalentemente a lo monstruoso, falta de armonía, y

combinación sin proporción. El animalismo o el hibridismo son elementos

de lo grotesco, una naturaleza confusa o una creación artificial que adopta

formas irregulares de la realidad. (Estrada, 2012)

Dentro de la obra de Rabelais, Gargantua y Pantagruel, podemos ver

legiblemente estas dos categorías estéticas, lo cómico- humorístico y lo

grotesco, las dos fusionadas. Dentro de los cuadros literarios que nos

presenta el autor, que van desde el inicio, con la invención de personajes

protagonistas exagerados, los gigantes, podemos observar la categoría lo

grotesco, asociada constantemente con lo cómico y lo humorístico,

exponiendo a los personajes a contextos llenos de jocosidad y risa.

“Si cagaba, hongos y setas.

Si ventoseaba, coles en aceite

Si diarreaba, nieves de atún. […]

[…] ‘Caso extraño: cuando trabajaba, no hacía nada, y cuando

nada hacía, trabajaba’.”

(Capítulo 32. Libro V, pág. 456)


Gargantúa y Pantagruel: 2020

Pero los contextos no siempre se mezclan con lo cómico, sino también lo

meramente extravagante, o lo puramente cómico.

En el capítulo 25 del libro tercero, se sostiene un diálogo entre Her Trippa y

Panurgo, que es para nuestros días una conversación de sentido humorístico:

se trata de una querella de estos dos personajes, debido a que Panurgo le

pregunta a este hechicero si se iba a casar. Ha lo que este le responde que sí,

pero que va a ser un cornudo. Panurgo enojado empieza a desprestigiar de la

hechicería, y de la misma vida de Trippa, puesto existen rumores de que su

mujer le pone los cuernos. La manera en que el autor retrata este coloquio es

de manera muy graciosa, y lo más sorprendente es que se acomoda al

tiempo, además podemos observar la crítica que hace Rabelais respecto a las

artes adivinatorias, su contradicción con la ciencia y su mala reputación

frente a los aspectos religiosos.

“-Yo seré- dijo Panurgo- por las fiebres cuartanas, viejo, loco y repulsivo,

lo que tú eres. Cuando se reúnan en asamblea todos los cabrones

(cuernudos), tú llevaras el estandarte. Pero, ¿de qué me sale aquí este

asador entre los dedos? – Esto lo decía estirando en dirección a Trippa los

dos primeros dedos de la mano abiertos en forma de cuernos y cerrados en

el puño los demás. Después dijo a Epistemón: -Ved aquí al verdadero Ollus

de Martial, cuyos estudios se dirigían a ver y conocer los males ajenos

mientras su mujer tenía gálico…” (pág. 309)

A lo grotesco podemos recurrir a pasajes habituales dentro del libro. Los

ejemplos más claros son los nacimientos de Gargantua y Pantagruel, el

primero que nace de una oreja de la gigante y el segundo que al ser tan

grande y corpulento desgarra a su madre causándole la muerte. O el acto


P á g i n a | 81

grosero y exagerado de Panurgo para con la señorita de Paris, a quien baña

de tripas de perras en celo, para que todos los perros de la ciudad la

siguieran, porque lo rechazo como pretendiente. En si el libro recurre en su

mayoría a esta categoría estética, visiblemente por ser de gigantes la historia

que se cuenta, todo lo que se le añada se da de forma exagerada.

4.2.2.2 El discurso sarcástico: Leer el Gargantúa podría resultar en interpretación

de un humor grotesco y sin sentido en muchos de sus capítulos, que ofende y

maltrata muchas instancias, instituciones y personas, pero a nuestra

disquisición se trata de una ironía vivaz que, aunque algo exagerado de la

realidad, pues puede llegar a humillar e insultar, trata de reflexionar frente al

desagrado que el autor tiene en relación a su época y las dinámicas propias

del contexto.

Para el autor es el humor una herramienta innovadora en el contexto

académico del período, que estaba centrado en el conservadurismo y la

educación libresca. Es la ironía un aspecto importante y muy utilizado por

este maestro francés con múltiples finalidades, por ejemplo, él lo hace

vitalmente para establecer un proceso de comunicación con los lectores. El

acto de habla indirecto de valor irónico es recurrente y ha de ser aprendido

por el receptor para poder entender lo que ocurre en el libro, al igual que el

uso de las máximas conversacionales que Rabeláis maneja, que revelan un

lenguaje pragmático, comunicativo.

No es exagerado lo que dice Rabeláis, no está alejado de la realidad, como

muchos al leer lo piensen debido al uso de figuras literarias y retoricas y

categorías estéticas, que lo convierten en una joya de ficción más que una

descripción de la sociedad, entonces para los lectores es indispensable que


Gargantúa y Pantagruel: 2020

conozcan del contexto de la obra y de la vida del autor para no dejar la

lectura superficial.

Este texto el sarcasmo es un instrumento para aproximarnos a eso que

parece invisible, a esos valores íntimos de la sociedad que se promueven y

propagan silenciosamente.

4.2.3 Ética

4.2.3.1 Thelema o de la ética Rabelaisiana

“Aquí jamás entráis, odiosos santurrones,

Necios, hipocritones, crapulosos, beodos,

Aborrecidas bestias, golosos, rezongones,

Cabezas achatadas, bobos más que los godos

Y que os ostrogodos, que en todas las naciones

O fueron siempre todos. Miserables glotones,

Trapaceros, buscones, inmundos carcamales,

Marchad lejos, muy lejos a vender vuestros males.

Vuestros males impíos

Los dulces goces míos

Turbaran.

Secaran.

Las plantas y los ríos

Vuestros males impíos.”

(pág.130. Cap. 54- De la inscripción puesta sobre la gran puerta


de Thelema)
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Thelema, es una ética asentada en la fórmula ‹‹Haz tu voluntad››,

desarrollada por Rabeláis, aunque no se trata en si de un modelo pedagógico,

sino más bien filosófico, tiene mucha influencia en cuanto el cómo enseñar y

como aprender desde la autonomía y la crítica de los actos y pensamientos.

En su primer libro menciona la abadía de Thélême que es construida por el

gigante Gargantúa, y en la que expone toda una perspectiva de vida.

Empieza con la prohibición de entrar a la abadía o convento a cierto tipo de

grupos o personas; fariseos, hipócritas, usureros y clérigos falsos, entre

otros; y se les permite entrar a aquellos que quieran gozar de un verdadero

cristianismo y todo lo hermoso que es vivir al refugio del evangelio (resalta

allí de nuevo la idea de que el autor no abandona la religión a causa del

humanismo, sino que lo lee en otro sentido), en esta inscripción además

refleja las ideas que iban en contra de las instituciones católicas de Francia

en XVI.

Esta ética tiene unos vistos utópicos de una sociedad ideal, en la que el

sujeto desde su independencia y libertad es capaz de vivir conforme a los

designios de Dios y de la comunidad, sin hacerle mal al otro, y haciendo

siempre lo que su voluntad dicte. Los hombres que habían sido bien

educados y rodeados de buenas compañías son los que están en capacidad de

vivir alejados del vicio, siempre actuando de manera virtuosa, en ese proceso

el ser humano encontraría un escape a la esclavitud y la servidumbre,

convirtiéndolo en un individuo íntegro y superior, pero de igual forma

natural, que anhela cosas prohibidas y desea lo negado.

Esa misma ciencia moral es muy similar a la que propone el filósofo

contemporáneo Friedrich Nietzsche (1844-1900), con la máxima ‹‹la


Gargantúa y Pantagruel: 2020

voluntad de pujanza o de poder››, al señalar la voluntad como aquello que

permite actuar de determinado modo, respetando la naturalidad del hombre

por suplir deseos y necesidades, en contra del ascetismo o represión de esas

ambiciones originarias, por las que también Rabeláis discrepaba. Para

Nietzsche así mismo era vital la libertad en la toma de decisiones, alejado de

las leyes institucionales, respetando profundamente la ética innata humana.

El prototipo tanto para el autor como para el filósofo, el hombre es superior a

los demás en forma total, sabedor de todo conocimiento, y edificado por

medio de la experiencia. Es trascendental subrayar que, en el tiempo vivido

por Nietzsche, el cristianismo, encarnado en el catolicismo había pasado un

gran número de críticas germinadas a partir de puntos de vistas

incompatibles a posturas severas de la Iglesia, los mismos pensamientos por

los que Rabelais fue atravesado, y quiso resarcir con la obra de los gigantes,

demostrando así su humanismo.

La autoconstrucción, es la palabra perfecta en la que estos dos humanistas

impulsan su ética, y el modelo pedagógico indirecto que proponen en sus

obras, aunque ambos tienen creencias diferentes, apuestan los dos por la

experiencia sin límites y la naturaleza como principal maestra de todo

conocimiento. (Nietzsche, La voluntad de poder, 2018)

Estas ideas en suma son el sueño Rabelaisiano, de ahí el nombre de Utopía,

un país próspero, fértil y cómodo, como lo sería el paraíso judío, en este caso

no irrealizable, sino más bien difícil, pero no imposible de cumplir. Parece

una idea que tiñe al autor de elitismo, puesto que en la Abadía se notaban

síntomas de camaradería y de selectivismo. Los que allí entraban debían ser

bellos y buenos por naturaleza y crianza; qué pasaba entonces con los que no
P á g i n a | 85

lo eran. Resuenan así las ideas de que toda utopía sobre la humanidad,

también es exclusivo con quienes puedan disfrutar de ella, y esa idea ya no

conviene a la realidad contemporánea de la educación. Pero esa imagen tal

vez nazca de la cultura monástica, que siempre considero la utopía como una

manera de encasillar represivamente a los integrantes, y la libertad vuelve a

perderse cuando deben seguir reglas y aceptar ser iguales, no en equidad sino

en seguir las sistematizas.

Se parece a los idealismos políticos, que después de proponer un sinfín de

beneficios dulces y placenteros recaen, por cuartar la libertad, en simples

dictaduras. Se selecciona y luego se normaliza, un ejercicio que resulta luego

restrictivo, y que además olvida que hace parte de una realidad más grande y

necesitada. Aquí el sarcasmo, sin embargo, señala otra cosa, Thelema es un

sueño, pero también carece de carácter y tiene falencias, y la risa que el autor

formula se personifica en Pantagruel, quien a pesar de los pensamientos de

Gargantúa su padre, puede alejarse aún más de ese tipo de educación, de esa

selección y nuevo encasillamiento, este personaje es el que representa la

crítica constante de las concepciones educativas de la época.

No parece malo ser parte de Thelema, puesto que contiene ideas naturales y

románticas, sin embargo, también se entiende como opresor, portadora de

cadenas un tanto más invisible que en modelos tradicionales educativos, pero

de la forma que exponíamos, podría mutar en algo indeseable, cuando se

siente encadenado el hombre tiende a liberarse, y la emancipación debe ser

violenta.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

4.2.4 Sujeto, Saber y Poder

El Pantagruélico (sujeto): Quisiéramos en esta instancia hablar de un sujeto

que nace de la libertad y la autonomía, aquel que en su formación no se

cohibió de ningún placer, ni físico ni mental, puesto que entendía que la

experiencia, el conocimiento que se adquiere, solo se da en el contexto de la

práctica. El sujeto pantagruélico, es una humanidad gigante, que sobre pasa

los límites del humano promedio, lo llamaría el filósofo Nietzsche el

superhombre. Creemos que es una buena analogía, aunque difieren en puntos

esenciales como el religioso, puesto que el superhombre es un ateo que ha

matado a Dios; por su parte el pantagruélico mantiene una relación creyente.

Pero es la formación ética (ya anteriormente habíamos tocado el tema ético,

que se construye en una especie de normatividad sin norma en Thelema que le

aporta al sujeto tipos de subjetividades sociales.), identitaria y personal lo que

les da congruencia, podríamos decir que es un sujeto que se desenvuelve en

medio de la bifurcación de Dionisio y Apolo. 25

La imagen que Nietzsche dibuja en esta dicotomía es de dos tipologías, que

no son las mismas figuraciones de los dioses en Grecia antigua, sino de una

exégesis filosófica elaborada de dualidades; la una representa lo racional y

bello, y la otra, lo pasional y desatado, ambas componen el concepto inherente

de la vida humana. El gigante Pantagruel parece que se mueve en el espectro,

dentro de lo magno y lo grotesco, lo racional y lo animalesco. Lo apolíneo le

aporta la serenidad que necesita para comprender la vida y estar en armonía

con la naturaleza; lo dionisiaco es lo que le aporta la fuerza vital o el impulso

para aventurarse, sin ella no tendría el sujeto la potencia del acto.

25
(Nietzsche, El nacimiento de la tragedia griega en el espíritu de la música.Edición digital., 2019)
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La identidad y la personalidad de este sujeto, podemos revelarlo también a

través del nombre. Pantagruel se ha convertido en una palabra de culto entre

los lectores y es incluida en el diccionario de la Real Academia como un

término que refiere a lo excesivo, aunque lo señala como adjetivación de la

comida, pero para nosotros va mucho más allá que un banquete exagerado, es

decir en un adjetivo que funciona para engrandecer todo lo que se le antepone.

Con sujeto funciona de la misma manera, un sin fin de detalles y

características excesivas que se pueden aplicar tanto al saber, como al

comportamiento, y otras esencias humanas. Justamente lo pantagruélico es

una apostilla de perspicacia, singularidad, aventura, simpatía, amistad y

genuinidad, los mismos particulares del hijo de Gargantúa.

Respecto a las subjetividades que tiene el sujeto, es decir las representaciones

e interpretaciones que tienen sobre la realidad, su mundo social, cultural y

personal, vienen de la vivencia del gigante. Las realidades de la comunidad,

de su grupo de amigos y núcleos familiares, su país, de la sociedad en general,

del mismo saber que ha ido adquiriendo por el tipo de educación y otras

experiencias como los viajes, las guerras y las aventuras, le aportan a

Pantagruel un tipo de construcción subjetiva de mucho valor. La práctica y la

relación con la diversidad natural del mundo dota al gigante un magnifico

espacio de conocimiento, no esencialmente académico, sino de índoles que

trastocan la vida en su totalidad y la condición misma del ser; como ejemplo

la parte espiritual o de conciencia, que para el autor del Gargantúa es uno de

los pilares de la formación integral del individuo, involucrando la emoción y

el sentimiento.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Rabelais trata de neutralizar la imagen del hombre soberbio y egoísta, que es

el estado en el que se encuentra la masa, llegando ésta a proponerse objetivos

desviados e inadecuados que suelen estancar al hombre en una mezcolanza de

errores en contra de su naturaleza y la misma sociedad. Miles de formas

estereotipadas dentro de cánones establecidos y roles desatinados plegando al

hombre a la quietud y al encierro aplastante. No se trata, creemos, de una

forma de negar la sapiencia de los que imparten la educación, sino más bien,

de un camino que pretende ser cruzado con el verdadero valor del individuo

autónomo, luchando por sobre los escabullosos parámetros establecidos.

Es por eso que el autor, al parecer, lo que intenta es enaltecer el desarrollo

interior del personaje (Pantagruel), y esa debe ser la única exigencia que se le

debe impartir, más allá de los contenidos tradicionales de la educación,

respetando sobre todo al otro, al prójimo, al ser humano y por supuesto a la

naturaleza.

La libertad y la voluntad que forma las subjetividades que a su vez conforman

la propiedad del sujeto pantagruélico, es a nuestro parecer las dos propiedades

principales del sujeto ideal que plantea Rabelais. Dos valores que alimentan el

espíritu del hombre, cuyas ansias de devorar el mundo son ilimitadas, siempre

en búsqueda de un conocimiento que le vaya transformando. Sin embargo

todo este propósito de ilimitadas y fructosas realizaciones son truncadas por el

sistema que controla las formas en que debe impartir la educación, no

solamente en las instituciones, sino en la educación básica de la cuna, que

involucra la cultura, luego las subjetividades que constituyen al ser humano.


P á g i n a | 89

Establecemos que esta función del sistema es una idea pensada para controlar

los sujetos (mente y cuerpo), las sociedades y por ende el poder.

La sociedad se sirve en función de la burocracia e institucionalismo, buscando

potestad tanto de control como de criterio económico-elitista. Encuentran

mecanismos tales como la escritura, la violencia, la vigilancia, el castigo, el

miedo; con los que difunden los discursos por el mundo, se aprovechan de las

condiciones; rigidez y permanencia, y de esa forma, por medio de los

elementos físicos, ideológicos y psicológicos, el dominio es más fácil de

mantener, sustentar y justificar, todos aquellos preceptos emanados por y

desde el poder-sistema. Estas dinámicas además eligieron, separaron y

distanciaron los grupos elites de la demás población, dándole carácter de

privilegio a la educación (el conocimiento es para unos pocos), al acceso de la

escritura y la lectura, del conocimiento en general, sacralizando al cuerpo

erudito del clérigo, el cual es criticado fuertemente por Rabelais tanto en la

obra como en su vida personal.

Los desempeños orgánicos de la educación son entonces dos; la primera

permitir que grandes elites mantengan el poder por medio de normatividad,

saberes, contenido y normalización. Poder que se ejerce desde las

instituciones sobre los individuos y las comunidades; y la segunda jerarquizar

las poblaciones con la misma intención de dominancia. Vemos además que

Rabeláis trata de destapar aquellas infructíferas conveniencias educativas que

se dan en medio de los silencios sistematizados de la pedagogía y la nula

didáctica en la formación académica, silencios que se funden a través de

poderes y de intereses de las clases altas con pretensión dominante como

hemos venido mencionando.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

Leyendo atentamente la crítica satírica del autor podemos advertir que se

dirige en gran parte a la educación, estando al corriente de que la educación es

la que adapta a los individuos a una sociedad, y que no solamente toca los

aspectos meramente del saber o la academia, sino otros ámbitos también.

Para ese entonces es la religión (catolicismo) el ámbito más esencial y

proclive de críticas de Rabelais. Comprendemos que hoy en día la iglesia está

subordinada en cierta medida por otras instituciones, es decir, que podemos

observar en la actualidad que pasan cosas similares a las que sucedían en el

siglo XVI, pero con la diferencia que no es la iglesia quien esta dominando,

sino más bien la Tecnología y el Mercado, que son las nuevas realidades de

control de masas, de la familia, de la sexualidad, y de los fenómenos sociales

que transforman las culturas. En resumen poniendo en contexto actual la obra

de Rabelais, podemos inferir estos aspectos. Si bien la época en que se escribe

la obra es la potestad religiosa es quien dominaba las masas, ahora es el

dinero y su mecanismo de acción.

Declaramos así, como sujetos (consumidores) de esta nueva era, en la que

hemos llegado a pensar al otro como un bien que puede ser desechado,

descartado o consumido, y que obviamente se evidencia en las relaciones

sociales, la transformación de la sociedad, la cultura que cambio su estado

obrero a su estado consumista de valores inherentes, que se acomodan según

el producto, de la sociedad, pasando del valor por conocimiento, a la ética del

consumo. Reducidos y arrodillados todos, a la necesidad inexistente, al placer

inmediato, a la satisfacción contigua.

Es un cambio de paradigma ético, que ya ni siquiera toma a la escuela en

cuenta, o al menos no de la manera formativa, sino que hace parte de la venta


P á g i n a | 91

y compra de productos, en este caso de información y no de conocimiento.

Este fenómeno social, como bien decíamos se asimila a la sociedad de antaño,

la adquisición de información puede que sea la misma, el saber por el tener,

pero no el saber por el saber, sólo se trata de llenar las vasijas pero dejando

atrás lo artístico y humano del hombre. Sin embargo, si se trata de una

descripción asertiva de la visión del ser humano y su apariencia ante las

sociedades cambiantes.

Como lo señalábamos al principio, podemos ver como ese consumismo

absorbente llega incluso a las relaciones humanas e interpersonales, se busca

en las demás características, que nos satisfagan, que nos proporcionen

beneficios, minimizando costos, tal y como lo buscamos en cualquier otro

producto. Y así como un producto, descartamos personas, por lo que

consideramos que vale, o nos metemos en relaciones llenas de

insatisfacciones, tal cual algo que compramos, y que con el tiempo vemos que

no nos sirve, y lo botamos, lo olvidamos, lo regalamos, e inversamente nos

convertimos también en esos productos que son arrojados a la basura, porque

no se nos considera de una valor alto para el mercado.

No es ajena la idea del cambio de estado de la sociedad, pero si es

inconsciente ese comportamiento hedonista y momentáneo. Se trata de la

exposición de la vida como un producto, sujeto al comercial y a la

propaganda, que vende tanto el cuerpo, como las ideas, que nos coloca a todos

y a todo en una vitrina, sujetos a la oferta y a la demanda, a la caída o subida

de la “bolsa de valores”, suscritos a un precio, como la moneda y el petróleo,

trasladando lo que somos en una identidad sombría, de relaciones superfluas y

aparentes.
Gargantúa y Pantagruel: 2020
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Ilustración 4. Pantagruel durante un Banquete. Johanna Correa (2019).


Gargantúa y Pantagruel: 2020

Capitulo III

5. AGUA DE ELEBORO:
Deconstruccion Pedagogica 26

“El medico lo purgo canónicamente con eléboro de Antierya, y este

medicamento lo limpio de todas las alteraciones y perversas costumbres del

cerebro. Por este medio también, Ponocrates le hizo olvidar cuanto había

aprendido con sus antiguos preceptores, como lo hacía Timoteo con aquellos de

sus discípulos que habían estudiado antes con otro maestros de música.”

(Rabelais, 2002)

(Articulación de las ideas pedagógicas de Rabelais y las ideas pedagógicas

contemporáneas en el contexto latinoamericano)

R eflexionando en Gargantúa y Pantagruel, podemos observar que el autor, antes

que proponer unas pautas, pretendía darle una trascendencia significativa al

hecho de enseñar y aprender, un elogio que resalta la interacción propia e

importantísima del ser humano, perennemente en la búsqueda inagotable de un elixir

(no mágico), que sea capaz de ayudar a construir sujetos y a su vez sociedades, ética y

profesionalmente bien constituidos. Rabelais dibuja un estándar natural, donde la figura

del alumno se sitúa en el centro del acto educativo; un estudiante que es capaz de

formarse a sí mismo a partir de un esqueleto base de conocimientos y moral, construye

un cuerpo total e íntegro necesario y superior.

26
La deconstrucción se lleva a cabo evidenciando las ambigüedades, las fallas, las debilidades y las
contradicciones de una teoría o de un discurso. Lo deconstruido, en este marco, queda desmontado o
deshecho. (Porto & Merino, 2019)
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Es bastante dificultoso plantear un modelo pantagruélico a la luz de hoy, debido en gran

medida a las características contextuales e históricas de nuestros países

latinoamericanos, pero es ineludible pensar en una resignificación pedagógica que

permita en algunos aspectos mejorar y avanzar en ámbitos educativos. Trazar un

modelo pedagógico debe tener en cuenta elementos que respondan a las necesidades

educativas de la población, que además tenga en cuenta los escenarios posibles de las

dinámicas institucionales y los movimientos de los actores escolares.

Los procesos a los que se ve enfrentado el individuo en este ambiente, sugiere una serie

de reglamentos o normas que sistematicen los cómo, los por qué, los para qué, los qué;

y además de regular estas preguntas que deben ser respondidas por el sistema, den una

réplica que verifique si es positiva aquella incursión o propósito, y si a largo plazo

puede ser considerada una buena estrategia de formación, en el caso de Pantagruel, una

educación completa.

Una lectura interpretativa del entorno latinoamericano, nos diría que estamos sujetos

aun a tipos de metodologías que no se acercan a las ideas de Rabelais o de Rousseau, y

que permanecen más bien a pedagogías como la tradicional o conductista, o bien se

crean hibridaciones pedagógicas, que se asumen desde diversos métodos, los cuales

muchas veces no permiten ver claramente los propósitos educativos. Es necesario decir

que el modelo romántico es un modelo pensado en Rabelais, y edificado desde otros

autores como una posibilidad educativa, pese a ello, es un tipo de esquema que no ha

funcionado como una idea universal de educación, ni si quiera mancomunado en

algunas demandas tomando una valía importante.

América Latina. Un continente que a pesar de los avances pedagógicos sigue estancado

a nivel educativo, principalmente en la educación básica y media, que refuerza sus


Gargantúa y Pantagruel: 2020

prácticas escolares en un ir y venir de contenidos, de vacíos conceptuales, dificultades

procedimentales y ni se diga de las brechas actitudinales. Asimismo se desconoce tanto

en el maestro como en el estudiante, el valor de enseñar y aprender, desatendiendo el fin

e intención de la educación. Los educandos tanto en el espacio público como privado de

las instituciones de educación primaria y bachillerato, reflejan esta característica,

particularidad propia de la sociedad que cada día se recrea en círculos antiéticos, que

son al mismo tiempo resultados de nebulosos sociales más grandes, y que permean estos

entornos educativos.

La sociedad se empeña en mantener moldes que perpetúan condiciones sociales y

culturales, que además no posibilitan el avance mismo de la sociedad, pero también del

ser individual. Hablamos entonces de la necesidad de una deconstrucción pedagógica

paulatina que le ayude al estudiante, al profesor, a la escuela, y demás actores

educativos a construir nuevas maneras de hacer pedagogía.

La deconstrucción debe ser lenta, como bien lo decía Ponocrates, de formas en que no

se violente contra ninguna figura escolar, para que de esta manera serena se acojan a las

nuevas pautas y principios educativos. Se debe replantear el quehacer de la educación

en su totalidad, buscando por ejemplo formas de integrar la cultura y la educación en

una misma figura equivalente que aportan recíprocamente características, indagando

también por las necesidades reales del ser humano y proponiendo estrategias

pedagógicas que correspondan a esa escasez. La deconstrucción, aunque se traduzca

como quimera, debería empezar desde los cimientos, es decir desde la familia que es la

primera educadora y la forjadora de las virtudes y valores más fuertes del hombre. Pero

suponemos que aquel reto le compete a la escuela, pues es desde allí que se crean estas
P á g i n a | 97

reflexiones y debates, y que posiblemente a manera ilusoria podría funcionar para las

futuras generaciones.

Desde este enfoque sustentado por la mirada de Françoise Rabelais sobre la educación,

se plantearían las clases dentro de cada una de las aulas con unos métodos integrales

para una educación total, y progresiva, no ha de ser fácil separarse de las cátedras y las

exposiciones para encontrar otros tipos de metodologías y didácticas con el cual llevar

los temas y la motivación hacia los estudiantes, pero las lecciones pueden atender a

nuevas perspectivas según el trato que se le dé, y la paciencia que se le imprima,

“Cuando Ponocrates conoció la manera viciosa de vivir de Gargantúa, decidió

educarlo de otra forma; pero durante los primeros días todo se lo tolero,

considerando que la naturaleza no admite sino con gran violencia las

mutaciones repentinas.” (Rabelais, 2002)

La pregunta es cómo hacerlo, de qué manera quitamos el chip implantado desde hace

cientos de años y regeneramos una propuesta que nos permita concebir educandos de

tipo Pantagruel; un alumno autónomo y pendiente de su propia educación.

De manera general diremos que es una problemática que le corresponde a las grandes

entidades sociales y al Estado, puesto que son ellos quienes tienen la obligación de

proporcionar el derecho a la educación y vigilar que el derecho se cumpla, pero es

también compromiso de estos, el ofrecer a la población una educación completa y de

calidad y del mismo modo es su deber preocuparse por las precariedades que sostienen

los modelos pedagógicos contemporáneos y su correspondencia con la realidad. Esta

mirada nuevamente es onírica, pues bien sabemos de las condiciones de los países

latinoamericanos respecto a la corrupción, la violencia, el conflicto, etc., que en


Gargantúa y Pantagruel: 2020

resumidas cuentas nos parece más un problema ético de la humanidad, resulta una

imposibilidad.

Es entonces que de manera específica le corresponde directamente a la institucionalidad

y al profesor desde su formación ética y critica poder alcanzar en alguna medida los

propósitos de la deconstrucción pedagógica. Aunque ante la institucionalidad también

encontramos brechas similares a las que observamos frente al Estado y las entidades

gubernamentales al ser regidas por las mismas.

Hallamos de esta forma que los recursos se nos agotan cada vez más y las esperanzas

parecen nulas. Es claro que no podemos cargar la responsabilidad del cambio en un solo

ser, o sea el maestro, pero parece ser la opción más rentable ante el propósito

emancipador.

Los sujetos éticos y educados podrían ser la diferencia de la institucionalidad, cuando

son estos quienes hacen escuela. Por ejemplo la universidad (aunque debe ser

igualmente puesta en debate) puede reunir a personajes humanos éticos individuales

pero comprometidos con la sociedad para crear un espacio educativo de similares

características. Son los intelectuales los que podrían llegar a plantear cambios y desde

su poder, legislar nuevos patrones educativos. Si la formación del profesor en la

universidad se hace de manera deconstructiva y critica, en la cual se planten aquellas

nuevas condiciones pedagógicas, muy posiblemente llegar a la escuela con tal enmienda

pueda ser provechosa.

Descubrimos que es el salón de clases el sitio en que el proceso deconstructivo

pedagógico puede empezar a ser realidad aunque se necesite un poco de libertad por

parte de la ordenación institucional, pero es el lugar en que el maestro tiene un mayor


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control respecto a los métodos, a los contenidos, y en general al orden curricular que le

pueda ofrecer herramientas para los nuevos paradigmas.

Persistimos en la tendencia de tomar a Thelema y su ideal ético como principio en la

construcción de una pedagogía, en primera instancia deconstructiva y emancipadora, y

en segunda pretensión, formadora integral. A partir de este punto diremos que se trata

de una pedagogía autónoma e individual, pero que no deseamos que se convierta en un

egoísmo pedagógico, sino que sea un proyecto que constituya ética para brindar ética.

Acogiéndonos a las ideas de Rabelais, en primer lugar sabremos que el control del

procesos de aprendizaje pertenece al sujeto educando y después al sujeto educador, por

eso la necesidad de la ética, por el hecho de la honestidad consigo mismo, ya que no

existe un ente que controle, al menos no en totalidad, lo que el alumno concibe para sí.

Aquí entran necesariamente habilidades y conductas que deben ser asidas y aprendidas

por el estudiante, como una especie de receta que le permita obtener conocimientos de

manera independiente sin miedo a perderse o abandonar el cometido. La disciplina, el

trabajo autónomo, la autorregulación, la responsabilidad. Es importante resaltar la

disciplina la cual debe nacer de la voluntad de hacer las cosas, y del pensamiento

independiente de crear un orden conductual pero libre por el estudio, implica un

compromiso consigo mismo como lo podemos ver, que se ve reflejado en hábitos que

se van constituyendo en el aprendizaje, como lo es la visita a las bibliotecas como lo

hacía Pantagruel en las Librerías de parís. O la fijación de horarios de estudio, como lo

haría Gargantúa.

Diríamos así que esa tendencia autónoma por el aprendizaje que debe nacer del brío;

ayuda al individuo a fijar reglas indiscutibles, que le proporcionen un orden; tales leyes

deben también ser proporcionadas por el maestro, como ejemplo; la puntualidad o la


Gargantúa y Pantagruel: 2020

asistencia a una clase, de manera que se estime tanto la soberanía del alumno como el

papel vital del quien enseña. De la misma forma con ayuda del maestro diseñar un plan

de estudio y planes de mejoramiento que le permitan al estudiante avanzar en su auto-

cultivo, y que por medio del diálogo con el docente se llegue a la conceptualización de

los saberes y la crítica de la realidad. El reto se encuentra primariamente en la

sensibilización y la construcción ética del sujeto frente a su realidad y las realidades de

los demás, que sería en el caso del pensamiento pedagógico de Rabelais- el buen uso de

la autonomía por medio de la voluntad.

Decía Rabelais en su libro que había una naturalidad del ser pero también una crianza

en el bien del individuo, que hacía que fuese un ideal de estudiante puesto que su

formación previa (en virtudes y algunas destrezas) había sido excelente.

“Porque las gentes bien nacidas, libres, instruidas y rodeadas de buenas

compañías , tienen siempre un instinto y aguijón que le es impulsa a seguir en

virtud y apartarse del vicio; a este acicate le llaman honor.[…] Tan nobles

estaban educados, que entre ellos no había ni uno solo que no supiera leer,

escribir, cantar… Jamás se han visto caballeros tan discretos, tan galantes, tan

agiles a pie y a caballo. Tan fuertes para remar y para manejar todas las armas,

como los que allí había.” (Rabelais, 2002)

Emerge del contexto escolar latinoamericano constantemente estas problemáticas, es

decir el inconveniente radica en que el individuo antes de escolarizarse ya presenta

problemas disciplinarios y de valores, por lo que en la escuela se hace dificultoso el

poder intervenir en esa esfera. Se trata de una privación ética y cultural en la población,

una ausencia de sensibilización con el medio físico, natural y social. En este sentido

desde el punto de vista Rabelaisiano, el aula de clase latinoamericana carece de todas


P á g i n a | 101

las características de su pensamiento pedagógico; principalmente entenderíamos que

falta a las fórmulas de libertad y voluntad, pues es desde allí que el individuo puede

autoconstruirse y determinar el método.

Sumado a esto creemos que otra de las mayores imposibilidades dentro de la adaptación

de un modelo de ideas Pantagruélicas está en los contenidos, pues no se puede ir en

contra de la corriente, no se puede cambiar los planteamientos que otros estudios

pedagógicos han considerado importantes, y tampoco se puede estar de acuerdo con el

autor en su totalidad. Predominamos la idea de una cultura académica general que nos

permita conocer de todo un poco, pero estamos de acuerdo también en que es necesario

la separación de las asignaturas, no de una forma holista, sino que mantengan

relaciones; un camino, un movimiento conjunto, interdisciplinar y transdisciplinar, un

talante para adquirir conocimiento importante que forme al estudiante de manera íntegra

y con habilidades para enfrentar el mundo.

De la misma manera seria imperioso fundar técnicas procedimentales, esquemas de

acción que lleven a cumplir los objetivos de una clase, no olvidar la teoría y los

principios que son la base para cimentar cualquier saber. No por tener libertad hay que

perder las estructuras académicas y las sabidurías previas. Así los contenidos

particulares de cada asignatura son los que deben estar dotados de importancia y

pertinencia, ya sea frente al medio o frente a la naturaleza misma de la asignatura. De la

misma manera en cuanto al contenido que en mayor porcentaje debe ser elegido por el

estudiante con la guía del docente, se pueden crear panoramas dentro del aula de clase

que evidencien el interés por la observación y la interpretación, y que los puede llevar a

otros niveles en su formación independiente que sería la investigación, la cual esta

posibilitada por la libertad de experimentar y la actividad productiva. Si la utopía de la

obra pantagruélica se cumpliera en las aulas de los colegios públicos de Latinoamérica,


Gargantúa y Pantagruel: 2020

la formación del carácter investigativo del sujeto sería el momento en el que pondría a

funcionar los elementos éticos, corporales, conceptuales, prácticos y teóricos que se ha

adquirido empezarían evidenciarse y funcionar.

Este es un tema que pone en aprietos inclusive a las universidades, un desierto sin oasis,

negando la urgencia que representa la formación investigativa (tanto del estudiante

como del profesor) con miras a la calidad de vida y los aportes a la sociedad que

significan los proyectos de investigación. Si esta educación se diera desde los

primeros años escolares, las grietas científicas, académicas, sociales, tendrían buena

conducción, soluciones permanentes, siempre apuntando a la superación.

Este abismo se rellena en la escuela con la exploración y el contacto con la naturaleza,

es de esa manera en que el niño o el joven deben construir un concepto que lo conecte y

lo lleve a la idea y a la creatividad por edificar nuevos conocimientos.

“La educación nos viene de la naturaleza, de los hombres o de las cosas. El

desenvolvimiento interno de nuestras facultades y de nuestros órganos es la

educación de la naturaleza; el uso que aprendemos a hacer de este

desenvolvimiento o desarrollo por medio de sus enseñanzas, es la educación

humana, y la adquirida por nuestra propia experiencia sobre los objetos que nos

afectan, es la educación de las cosas” (Rousseau, 1971)

Françoise Rabelais los dibuja como el viaje y el juego, dos herramientas necesarias

dadas bajo la libertad y el gusto por hacer las cosas: el primero lo lleva a rutas

inexploradas, la sorpresa, y el segundo le da una dinámica y un goce, alimentando así la

voluntad.
P á g i n a | 103

Por otro lado, siguiendo la línea deconstructiva, debemos mencionar la cultura de la

educación física, como uno de las mayores malversaciones de los modelos pedagógicos

a la educación, porque ha sido sustraída de los currículos o puesta como relleno,

relegando su rol educativo. Desdeñar el cultivo del cuerpo es enfermar a una sociedad,

ya que no se trata de la formación de figuras de belleza o imágenes, como se ha pensado

sino que su objetivo se centra en la salud. Los griegos en la Paideia señalaban este

aspecto como uno de los más vitales gracias a todos los beneficios físicos y psicológicos

que le aportaban al hombre, pero después de la caída del Imperio Romano y el apogeo

de la Edad Media, con las ideas teocéntricas y el rechazo a la imagen humana y la

naturaleza, se negó esa posibilidad educativa. No es hasta el siglo XIX cuando se hace

decisiva la idea de implantar al menos en la escuela primaria los ejercicios físicos.

(Abbagnano & Visalberghi, 2001).

Sin embargo existe un gran vacío respecto a ello, y a decir verdad a pesar de que

aparecen en los currículos de las escuelas primarias y secundarias, en la universidad hay

una total ausencia, y nos parece indispensable que este tipo de estudios se den también

allí, puesto que ejercitarse además de salud, como lo mencionábamos anteriormente,

crea pautas disciplinarias, estimula la vida sana, no solo biológica sino que social y crea

conciencias de armonía y entornos de paz. Lo que con obviedad aportarían al

perfeccionamiento académico y ético, y en general al desarrollo íntegro del ser. En la

escuela a pesar de que esta en el currículo, la educación física parece un sin sentido, es

decir que no tiene propósito alguno para el estudiante, y se ha convertido en una

asignatura de ocio, pero no a la manera pantagruélica del juego sino de una forma ajena

a los objetivos de este tipo de enseñanza, a resumidas cuentas lo que tratamos de decir

es que el estudiante no entiende el propósito y la importancia que tienen el ejercitarse, y

por eso pasa a un tercer plano en la jerarquía de los saberes. En la línea pedagógica
Gargantúa y Pantagruel: 2020

rabelaisiana es obligatorio precisar el llamado que hace frente al cuerpo y la higiene, en

el que reza el antiguo refrán Cuerpo sano es mente sana.

Otro desafío de la deconstrucción se encuentra en el que denominábamos el posible

héroe que podría forjar la espada de la emancipación pedagógica. El maestro. El

maestro se debe rehacer en cuanto a su práctica pedagógica, en cuanto los imaginarios

que tiene sobre el rol del estudiante y el propio papel que desempeña en los actos

educativos, debe replantear supuestos a cerca de su propio adiestramiento, contemplar

formas novedosas de enseñanza, etc. Según Rabelais, un maestro eficaz es aquel que

puede comunicar y empatizar con el otro, para que exista entre el estudiante y el docente

reciprocidad y honestidad frente a lo que se aprende y lo que se enseña. Corresponde al

profesor también proponer estrategias que puedan llevar al alumno a descubrir en sí

mismo habilidades que le permitan generar conceptos y contextualizaciones, así que

directamente le compete también crear espacios para que el estudiante pueda florecer en

aquellos semblantes autónomos.

El cometido del profesor debe ser esencialmente proporcionar a los individuos una

intención y un sentido a lo que los alumnos proponen para su autocultivo. Después de la

constitución deontológica del ser, se sobreviene un compromiso máxime de parte del

docente, que por obviedad debe estar instituido con los mismos valores que pretende del

estudiante. El docente también debe tener una formación análoga, pues es un actor del

escenario educativo tan importante como el alumno. De igual forma que el estudiante,

es vital que desde el nacimiento del sujeto se forme en la integridad y las habilidades, de

aquella manera será más cómodo y factible recrear un sistema que pueda ejecutar las

ideas románticas de Rabelais y Rousseau. Esa responsabilidad convive en la forma de

enseñar, y de aprender de sus mismos alumnos.


P á g i n a | 105

Desde Gargantúa y Pantagruel apreciaríamos; la calidad de los temas por instruir, el uso

del dialogo como elemento propositivo y de análisis, la contextualización de lo

propuesto con la realidad, y la didáctica en la que los actores escolares puedan

experimentar con sus sentidos. Los modelos pedagógicos siempre han buscado la

centralización de uno de estos actores, y parecen equivocarse, pues después de un

periodo de aglutinación, y de bajar la balanza hacia uno de los lados se presentan fatuos,

y ausencias, evidenciando la falta del otro. El modelo romántico de Rousseau que

proviene en parte de las ideas de Rabelais supone como el cambio de un paradigma

pedagógico, que el docente deje de ser el centro del proceso educativo, y que sea el

estudiante quien tome ese lugar, pero este escudriñamiento nos ha llevado determinar

que ambos papeles son de suma importancia, ambos merecen ser la columna vertebral

de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Hemos observado que juntos se conjugan

en una concordancia paralela y simétrica, una correspondencia entre los elementos y las

características de las funciones que cumplen, dependen el uno del otro, se crean

estímulos de parte y parte para hallar resultados. Debemos entender que esa

correspondencia debe ser distinguida desde el punto de vista formativo y no personal,

pues que el trato personal se encuentra en otra esfera, aunque del mismo paquete. Un

profesor que no motive dentro del aula al estudiante perderá el dominio, y los

estudiantes que tomen el dominio internaran al maestro, lo mejor sería una clase

organizada de tal forma que de cada ángulo del aula se esté aportando algo significativo

en pro de la construcción del conocimiento. La armonía se presenta entonces cuando

tanto profesor como alumno protagonizan las escenas educativas, el equilibrio que se

da cuando el docente le enseña a su estudiante por medio de instrumentos pedagógicos a

pensar, y el estudiante por medio de esa herramienta realmente lo hace


Gargantúa y Pantagruel: 2020

La evaluación es otro elemento que contemplar, uno de los más importantes y espinoso

de esbozar. En América Latina la evaluación se acomoda al conductismo, donde los

resultados deben ser medibles y observables, evaluaciones que se fundan en exámenes

basados en objetivos propuestos, dado a ello se prescinde de otros procesos tales como

el cognoscitivo. El conocimiento se acumula en el estudiante como una bolsa que se

llena de información que reacciona específicamente, pero que fuera del contexto carece

de valor, es por ello que pensamos que este tipo de evaluación desecha la naturalidad, el

conocimiento innato que propone rescatar Rabelais, transformando al estudiante en una

animal que se reduce a hacer las cosas por premios, en este caso la nota, y se refuerza el

negativismo, también por medio de la valoración cuantitativa. 27

La evaluación Pantagruelista se fundamenta en valorar las potencialidades internas del

sujeto, se respeta el desarrollo espontaneo del estudiante y los conocimientos que

adquiere mediante las experiencias y el deseo por aprender. La libertad y la

individualidad son valores fundamentales, por lo que los programas que el docente

plantee, debe darse de común acuerdo. La autoevaluación sería entonces la única

evaluación posible, que además debe ser continua, y darse de forma reflexiva y

participativa, no únicamente apreciando las cosas positivas, sino las debilidades desde

luego, con el propósito de la mejora continua. También la libertad que se le suministra

al niño durante el proceso de enseñanza les provee condiciones independientes, que

facilita que el niño obedezca menos a otros para resolver problemas. Esto es muy

importante en los primeros años de vida respecto a las tareas básicas, comer o aprender

a vestirse; se dejaría de presentar dependencias tanto físicas como emocionales, y se

evitaría que el niño presente problemas en entornos en los que no estén sus padres o

27
BLANCO, Oscar. Tendencias en la Evaluación de los Aprendizajes. Revista de Teoría y Didáctica de las
Ciencias Sociales. 2004
P á g i n a | 107

protectores, teniendo un desenvolvimiento social propio y un carácter fuerte de las

situaciones huérfanas.

“Otra evolución hace que a los niños les sea menos necesario el quejarse: es la

del aumento de sus fuerzas. Poseyendo más poder para realizar las cosas por sí

mismos, tienen con menor frecuencia necesidad de recurrir a los demás.”

(Rousseau, 1971)

El maestro adjunto al equilibrio de la clase también debe someterse a la reflexión

interior de su papel en el aula. No olvidar por supuesto que existen reglas inmutables

que tienen mucho que ver en la autovaloración, y dependiendo de cómo se hayan

ejecutado así mismo tener la propiedad de evaluarse.

Sí es posible un espacio para este tipo de metodología dentro del aula, aunque es una

tarea cardinal del maestro como productor del saber, no es difícil pensar en llevar acabo

esta organización cuando se quiere renovar respecto a lo cotidiano, además es pertinente

cuando las necesidades educativas lo apremian. Aprovechar la libre catedra, pero tener

en cuenta que el sistema sugiere currículos, contenidos y compendios obligatorios, no se

trata de desechar, sino de acomodarlos de tal manera que funcione a la manera

pantagrueliana.

Otro de los propósitos pedagógicos se fija en el pensamiento crítico y político de la

realidad, el libro de Rabelais es en sí un llamado a la no conformidad de las leyes

frívolas de los gobiernos y los sistemas de control, apuntar a la formación de estrategias

de procesos colectivos, la sapiencia del derecho y el deber, la justicia como bandera, e

inclusive obtener conocimientos sobre el funcionamiento social y económico de la

realidad. Las circunstancias por las que atraviesa el estado colombiano por ejemplo en

donde la violencia, la ignorancia, la falsedad de la información, la cultura del


Gargantúa y Pantagruel: 2020

narcotráfico, el consumismo, el “no me importa nada”, la individualización, la sociedad

líquida, como lo describiera Bauman (1925-2017)28, el mal uso de la tecnología, la

reproductibilidad y mecanización de arte, una lista que se puede extender aún más; hace

que este designio sea muy difícil de manejar y desempeñar, y en general todos los

propósitos del patrón pedagógico de Rabelais lo son. La conciencia crítica debe ser

apoyada por el docente y demás compañeros, mediante la comunicación, por medio de

la cual se intenta razonar y analizar sobre circunstancias factibles, entender los

ambientes a los que el hombre se expone, enriquecer las posibilidades por medio de la

discusión, encontrar soluciones y verdades, respetar posturas, etc.

“…mi querido padre Grandgousier, de grata memoria, puso todo los medios

para que yo llegase a dominar con perfección el saber político…” (Rabelais,

2002)

Respecto al tipo de educación en la esfera privada o pública, indubitablemente, no

habría tal tipo de taxonomía educativa, ninguna clase de predilección o jerarquización

por el tipo de individuos que quisieran educarse. Es un método que debe darse mediante

un proceso incesante y continuo, descubriendo en todos los niños o jóvenes habilidades

natas que puedan explotar para adquirir los demás conocimientos con la guía del

maestro. El carácter de la educación actual se rige por la inclusión, la oportunidad para

cualquier sujeto sin importar sus características físicas, cognoscitivas, emocionales, etc.,

para acceder al sistema, por lo tanto es una educación que con conciencia debe tomar

esta diversidad y ponerla a funcionar a favor de los actos pedagógicos. Es al mismo

tiempo para el docente un desafío, pues erigir un buen plan de actividades que

28
“Estado fluido y volátil de la actual sociedad, sin valores demasiado sólidos, en la que la incertidumbre
por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos”. Revista Esfinge 2010.
BARRERO Cinta.
P á g i n a | 109

provoquen en el estudiante la autoformación, sabiendo las condiciones desiguales con

las que vienen los estudiantes al salón de clases, es tan solo un hueco que necesita de

tiempo para ser rellenado y de inteligencia para que no se hunda nadie cuando se pare

encima de él.

A todo lo anterior creeríamos que hay que imprimirle una cota de educación

comunitaria (o deconstrucción de pensamiento individualista de la educación), se habla

desde Rabelais de un educación individual, pero nos olvidamos de que en nuestra

realidad este tipo de pedagogías de a uno son esquivas, y que además perderíamos el

pensamiento científico – filosófico de la educación latinoamericana, en la que la

alteridad, u otredad como le llamarían otros, es vital para la construcción del sujeto. La

individualización muchas veces nos hace anti empatía, y suele ser este fenómeno social

uno de los más resaltantes, agresivos y peligrosos de la era. No instauramos la idea de

que Rabelais no creyera en los aportes de los sujetos alrededor, puesto que durante los

viajes de Pantagruel y los juegos de Gargantua, la presencia de las personas era vital,

pero nunca hubo un compañero o compañeros que siguieran esa misma vía educativa,

sino que se trató de un camino propio. Y bueno al final de todo se convierte en eso, un

camino único, para un solo individuo, de eso no hay duda, sin embargo el valor en el

aula se da también cuando escuchamos a los demás y en el caso de la estructura

Rabelaisiana en aprender de los procesos que utilizan los demás para solucionar,

resolver, indagar o encontrar nuevos tipos de saberes, y por medio de la conciencia

frente al conocimiento constituir humanidad.

El contexto latinoamericano precisa de la formación ética particular pero también

colectiva para el funcionamiento sabio de una sociedad; los problemas sociopolíticos y

económicos, se han encargado de minimizar los derechos de los demás, sobreponiendo

los propios, en un juego de supervivencia o de un honor errado, olvidando el ciudadano,


Gargantúa y Pantagruel: 2020

a vivir con el otro, siempre luchando por ganar, pero no por vivir en armonía. Ese

inequitativa conducta no solo se da entre pares, sino que permea inevitablemente en

otros campos, como el comportamiento con la naturaleza, los bienes públicos, y el

medio ambiente en general.

Hemos de tener en cuenta la deconstrucción del pensamiento hegemónico, la diferencia

entre europeos y latinoamericanos, que radica primordialmente en la cultura y la

educación. Aquel fue el primer choque (durante el “descubrimiento”); la incomprensión

de las cosmogonías indígenas, la ritualidad y la forma de llevar la vida, era un constante

incoherente para los europeos. Latinoamericanos adiestrados en la sumisión y la

negación de la identidad misma y la permanencia de los desequilibrios en las relaciones

de poder.

Plantear un camino ideal que permita derrumbar las columnas hegemónicas del poder y

de las estructuras educativas y culturales que lo sostienen, es una hazaña quimérica, casi

una imposibilidad. Sin embargo los esfuerzos pequeños en el propio espacio, terminan

haciendo grandes cambios en las personas. La escuela es entonces la esperanza mínima

que podría quebrantar en algún sentido ese ensañamiento histórico de las elites anverso

a las sociedades marginadas y segregadas, por las diversas situaciones factoriales del

sistema. Un auto-aprendizaje de los agentes escolares de adentro hacia fuera,

convocando nuevas formas de lectura y escritura, que desenmascaren las naturalezas

ajenas pero incorporadas de los centros epistémicos, y redescubriendo los saberes

identitarios de las propias culturas como lo propone Rabelais.

Despertar una pedagogía que derribe el pensamiento absolutista, el cual se enriquece de

sus supuestos históricos de formas ideales, originarias y verdaderas, excluyendo todos

los conocimientos adyacentes y clasificando de esa manera lo que es bueno y no es


P á g i n a | 111

bueno conocer. Este concepto dicotómico, de bueno y malo, arriba y abajo, es un

opuesto que ha mantenido el poder en las mismas instituciones y estados, por lo que la

enseñanza de la lectura debe ser primordial. El lenguaje al igual que las pretensiones

hegemónicas suelen ser ambiguas e ilegibles. En ese orden de ideas, a lectura de un

texto, (ya sea imagen, discurso oral o escrito, arte…) no debe ser en un sólo sentido,

debe ser releído, no quedándose con la primera figura o significado, sino que se repase,

de tal manera que se abran otras posibilidades, dejando de privilegiar el pensamiento

céntrico. Sin embargo este cometido puede jugar en contra, en la que aquellos nuevos

conocimientos se institucionalicen formando nuevas elites, marginando otra vez otros

saberes.

En Latinoamérica la educación está controlada con un sistema descompuesto y

conveniente, por lo que estos análisis pedagógicos no buscan unas consideraciones

generales del sistema, sino más bien una ventana abierta frente a las puertas que se

cierran. Deliberaciones más bien que se dan en el aula de clase, que competen a los

estudiantes y a los profesores, una mirada más específica de la posibilidad de adoptar

pensamientos pantagruélicos en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Reiteramos la

idea de que es difícil por todos los obstáculos a los que se ve sometido ese “repensar la

educación” del que se ha hablado por décadas, y del cual aunque se siga avanzando,

siempre suele sostener ideas que muchas veces no van con el correr de la sociedad y sus

dinámicas.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Ilustración 5. Grandgousier o Grangáznate, padre de Gargantúa. Johanna Correa 2019


P á g i n a | 113

Capitulo IV

6. SEMIOSFERAS 29

6.1 Las figuras y la simbología del gigante

stá proporcionalmente sujeta a la imagen del hombre, no en vano el autor ha

E escogido dos gigantes para ser los héroes de estas aventuras. La figura del

gigante representa a la humanidad entendida en términos instintivos, la humanidad

como lo animal que aun poseemos, y que está sujeta a inconscientes y a su propia

naturaleza.

¿Por qué Rabelais quiere mostrarnos este lado humano? Como diría Nietzsche es

para revelar el “espíritu libre” que brinda victorias en cada batalla, para liberarse de

lo que no nos pertenece naturalmente.

“Donde vosotros veis cosas ideales, veo yo - ¡cosas humanas, ay, sólo

demasiado humanas!”30 (Nietzsche, 2007)

Espíritus que vuelven a retomar autenticidad y autocontrol, que se ha ido perdiendo

por el problema del adoctrinamiento del hombre y de las críticas morales impartidas

desde las instituciones. El gigante esta hambriento de conocimiento, ávido de

mundo, quiere tragar de todo para saber de todo, no piensa dejar nada por ahí,

porque comer lo lleva a la experiencia de los sabores más sutiles y exóticos de la

razón.

29
La semiósfera es el espacio semiótico fuera del cual es imposible la existencia misma de la semiótica.
(Fundación Wikimedia, 2019)
30
NIETZSCHE, Friedrich. Humano, Demasiado Humano, Madrid, Akal, 2007. Traducción de Alfredo
Brotons.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

El gigante es más humano que los humanos, lleva consigo la consigna de ser el

representante más claro, el reflejo puro de nuestro cuerpo grotesco. No seríamos

capaces de llegar a un nivel humano sin antes reconocer que lo somos, que nos

equivocamos, y que es a partir de la experiencia y la crítica es que podremos

resucitar de entre los escombros de la sistematización de los saberes artísticos y de

la ciencia. Observamos que ese cambio de paradigma es muy notorio en la obra,

queremos pasar del clasista Gargantúa para darle pase al humanista Pantagruel, la

educación está llena de esos deseos de transformación.

Nos molesta la tradición y siempre estamos buscando estrategias de innovación para

la enseñanza. Pero nadie ha adoptado ni acogido las señales claras de este tratado de

educación, los síntomas siguen siendo claros, el diagnostico evidente, pero el

tratamiento está en veremos, porque han pasado ya siglos de siglos sobre estas

máximas educativas, y a pesar de entenderlas, nos empeñamos en resguardar lo que

nos hace daño. Es como un mal de amores esta pedagogía, seguimos con el

sufrimiento de lo que ya conocemos, y para no salir de la zona de confort seguimos

tropezando con la misma piedra, no hay un objetivo que no muestre el camino que

debemos seguir, no hemos puesto ante nuestros ojos la imagen de un ser normal

pero humano, siempre idealizando a través de los gravámenes, figuras alteradas de

nosotros mismos, pero moldeadas por las manos de otros. Las figuras de los

personajes sugieren eso, un ideal de hombre, caricaturesco en su forma de ser y

actuar, una exageración humana. Paradójicamente aquello parece no estar ligado a

las ideas del movimiento intelectual y cultural, pero es allí como interviene la

lectura y quien la hace, al interpretar lo que el autor trataba de esconder en su

escritura.
P á g i n a | 115

6.2 El papel de la familia

La identidad de cada individuo no se puede dar por sí sola, sino que como en la

vida, todos dependemos de los demás para tenerla, para estar en el mundo, y por

supuesto para mantenerse en él. Los adultos juegan un papel muy importante en la

educación de cada persona, ellos son los que nos instruyen, y lo hacen en el largo

camino de la vida y las generaciones.

Rabelais expone dos características de los seres humanos, la primera de ellas es el

aprendizaje y la segunda es la capacidad de la elección, de optar, estas dos

capacidades que ostenta el autor, son para él lo que realmente nos diferencia de los

animales y que determina nuestra libertad. La inteligencia formal e histórica, la

importancia de la educación y la importancia de cada una de ellas para el futuro y

resalta del protagonismo del educador en esta faena de construcción de mundos y

sociedades. La educación encierra todos los ámbitos del hombre; sociológico,

psicológico, pedagógico, además de códigos, leyes, normas, costumbres, en fin, todo

un universo cultural necesario para el sano desarrollo, por decirlo de alguna manera,

de la comunicación y convivencia en el entorno, no sólo en el que estamos

acostumbrados a vivir, sino en sus constantes y obvios matices.

Allí es cuando el autor nos habla de la primera educación, en donde se construye y

se condiciona todas las habilidades y la humanidad, y en la que una ineficacia o un

exceso son contraproducentes, pues han hecho que la sociedad no lleve un ritmo

armonioso ni estable, y el porvenir se vea algo opaco para los que vienen, uno en

cuanto a la pérdida de valores morales y por otra parte la automatización de la

educación.

De igual forma se resalta en gran medida la jerarquía de los adultos en la

adquisición de la educación,
Gargantúa y Pantagruel: 2020

“no hay ejemplo de un ser humano haya podido alcanzar el estatuto de adulto

sin que hayan intervenido en su vida, otros seres humanos adultos” 31


(Meireu,

1998)

Esta cita expresa muy bien la trascendencia del mayor, en términos de edad, y como

cada uno de nosotros ya mayores, tenemos a nuestra espalda la responsabilidad de la

formación. Todos somos adultos o lo seremos, por ende todos somos educadores, y

el rudimento de esa educación inicial nos compete a cada uno de nosotros, para

tener en cuenta la parte pedagógica que se le debe inculcar desde luego a aquellos

que escogimos esta profesión como nuestro que hacer dial de la vida y guiar a los

nuevos futuros adultos, mentores.

El padre de Pantagruel, sin embargo no significa que sea tradicionalista, más bien de

tradición, digamos que es el padre heroico que trata de no zafarse mucho de sus

cauces por ser el guía de su hijo, pero es también noble, pasivo y de ideales, es

gracias a Gargantúa que Pantagruel consigue ser quien es. La figura del padre es a

su vez la figura de la escuela, pero por supuesto es lo que es, o sea la figura de los

padres en la educación de los hijos. Este tipo de educación siempre implica en cierta

manera la perfección, en que hay que hacer de todo, pero hay que hacerlo bien,

desde el hábito más sencillo como es el de vestirse o el de asearse. También

podríamos interpretar el por qué la figura del padre y no de la madre, ya que en la

carta de Gargantúa a su hijo se siente un cierto aire de distancia entre la relación

paterno y filial, porque desde siempre se asiste de un tratado educativo, más que de

consideraciones hacia un hijo en ciertas circunstancias. Los medios para conseguir

esos saberes se dan través de la experiencia y el bagaje cultural, y se advierte muy

31
MEIREU Philippe; Frankenstein Educador, o el Mito de la Educación como Fabricación. Capítulo I. 1973. Pág.3.
P á g i n a | 117

bien que se trata de una cuestión muy seria usar esa sabiduría para llevar la vida

propia y en comunidad.

“Sus vidas iban pasando no en leyes, estatutos, o reglas, sino de acuerdo con su

propio libre albedrío y placer. Ellos se levantaban de sus camas cuando

juzgaban conveniente; ellos en efecto comían, bebían, trabajaban, dormían,

cuando lo desearan y estuviesen dispuestos a ello. Nadie les despertaba,

ninguno se ofrecía a limitarlos en su comida, bebida, ni en ninguna otra cosa;

pues así lo había establecido Gargantúa. En todo su dominio y estrictas formas

de su orden había tan solo una cláusula a ser observada: haz tu voluntad.” 32

(Rabelais, 2002)

Thelema se trata de una filosofía de vida que Rabelais proponía es la obra, cual

única regla era hacer lo que se sedease; Haz tu voluntad, claro está que los hombres

que vivían en el reino de Gargantúa tenían que tener de por sí ya una educación,

haber crecido y estar rodeado de buenas compañías, que sean virtuosos y por mérito

propio estuvieran alejados del vicio. A lo que el autor denomina honor. Cuando el

hombre es reprimido, busca la emancipación, trata de romper las cadenas que lo

subyugan, y trata de salir por su naturaleza animal del encierro. Parece que se tratara

de una filosofía que le hace oposición al cristianismo, de una crítica sobre el

ministerio católico, que trata de brindar una visión de libertad, de pensamiento y

sentimiento, en la cual el hombre siga su naturaleza, que es buena, su vida natural.

Con ayuda de la ironía Rabelais se burló de la abstinencia de la época, en cuanto

negar todo lo que el hombre es. A través de su verso y su prosa jocosa se burla de la

32
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 2 Capítulo 57. Pág. 160
Gargantúa y Pantagruel: 2020

iglesia, de la política, de ley y de la civilización. Su narrativa trata de enaltecer el

placer y la naturaleza humana como condiciones normales y de alto valor.

6.3 La escuela

La escuela debería relacionarse con el propósito de que los niños y hombres sean

libres en lo que quieran explorar, descubrir y aprender, de maneras fáciles y

espontaneas, que se den en momentos de elección y no de obligación. Los hombres

y los niños como protagonistas de su propia evolución y proceso de aprendizaje. La

libertad será el puente para que cada quien este en contacto consigo mismo, lo que

encamina a la conciencia y al actuar de buena forma con la sociedad. La libertad

inevitable es proporcional al respeto, juntas son una dimensión de estabilidad de la

comunidad basada en la verdad y la expresión, escuchar y ser escuchados construye

espacios de conformidad y armonía. La responsabilidad es también un acto del

buen manejo de la libertad, y es fundamental que se ejecute en todos los actos, ya

sean constructivos o no lo sean, actuar con responsabilidad es saber que cualquier

proceder tiene su consecuencia, y que ese proceso de afrontar y tomar decisiones

genera crítica, criterio, carácter, aprendizaje y establece límites, que no son

impuestos por los demás sino que se dan en conciencia propia. Una escuela basada

en la libertad, y en la voluntad propia no significa una escuela sin demarcaciones,

sino más bien una escuela sin represión, reprimenda.

Un sistema educativo basado en principios de libertad y de experiencia, en donde el

estudiante se desarrolle de una manera natural y aprenda de esas prácticas propias.

El profesor no sería una figura autoritaria, sino una guía que dirigiera al alumno ante

las necesidades del aprendizaje, pero que a su vez inculque en los otros un modelo a

seguir, no en pos de copia, sino en pos del buen gobernante.


P á g i n a | 119

Se trata de un plan de liberación autentica del hombre, como diría Paulo Freire, - un

hombre que pueda construir su realidad a partir de las circunstancias que generan las

experiencias cotidianas, que permitan reflexionar y analizar el mundo. Tomar

conciencia de la realidad y luchar frente a los opresores, y liberarse mediante la

praxis. Dejar de lado ese tradicionalismo de la educación que consiste en la

memorización y narración excesivas. (Freire, 2005). La esencia está en la crítica y el

análisis de los contenidos, despegarnos de la idea de que los estudiantes son

recipientes en donde se acumula la información y entender que ellos también son

portadores de conocimiento y verdad, es por eso la gran importancia de la

experiencia para desarrollar capacidades y afrontar con inteligencia los devenires de

la vida.

Por lo tanto la escuela es igualmente un espacio en el que se construyen identidades,

desde la socialización del individuo y el contacto abierto con la cultura. La cultura

de cada sociedad configura un tipo de escuela que se caracteriza por los códigos

particulares y la moldea, de tal manera que su ejercicio educativo sea para formar

los individuos que necesita. El reto de una escuela pantagruélica está en la

deconstrucción y posterior construcción de un ideal cultural que transforme al

mismo tiempo el currículo social que se mantiene en las instituciones, que muchas

veces, parece invisible, puesto que no resalta en ninguna malla de contenidos.

Si la escuela inculca tecnicismo o hace ahínco en la formación de mano de obra, el

hombre que podría salir a la sociedad, porque no es cien por ciento seguro, será un

hombre promovido al trabajo y al sometimiento, y si se introducen conjuntamente

valores de tipo competitivo o individual, estos patrones serán reproducidos.

Conviene entonces que esos principios socioculturales sean invertidos y que se

promulguen hacia la cimentación de valores comunales, ciudadanos, solidarios, pero


Gargantúa y Pantagruel: 2020

a su vez de conciencia crítica y libre. Si estos aspectos mejoran dentro de la escuela

se proyectaran comprensiblemente en la sociedad, y esta se establecerá

distintamente. Creemos son signos o propiedades de la escuela pública que aboga

por la equidad, en apoyo a la teoría de la educación como un derecho universal.

(Fernandez Palomares, 2003)

6.4 Los Libros

Los libros son una constante en los capítulos de la obra, los libros aparecen como

fuentes de conocimiento que puede instruir al individuo, pero también son fuentes

de desinformación, por lo que pide constantemente Rabeláis en el texto tener

cuidado con lo que se lee. Hay una disputa en la elección de los textos, pero también

dice que no puede el hombre enterrarse todo el tiempo y enteramente en los textos,

sino que es necesario el cultivo del aprendizaje en el exterior, pues enclaustrarse en

los libros desencadenaría una paradoja, en la que mientras se llena de información

la cabeza, tales conocimientos no son útiles para la realidad. Tal como le pasa a

Gargantúa;

“Entonces su padre diose cuenta de que, aunque verdaderamente estudiaba

mucho y gastaba en ello todo su tiempo en nada aprovechaba y, lo que es peor,

volviese simple bobalicón, muy meditabundo y atontado.”33 (Rabelais, 2002)

Pero también hace una crítica dura sobre el contenido de los libros, como lo

indicábamos, sobre todo de aquellos que pretenden contar una verdad, sin siquiera

estar fundamentados en la experiencia, o por lo menos en las teorías de autoridades

prestigiosas, o en la historia misma, por lo que señala así mismo, que los lectores

33
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 1 Capítulo 15. Pág. 52
P á g i n a | 121

que comprenden cuales son los buenos y los males libros con de carácter virtuoso,
34
puesto que entienden la naturaleza y con propiedad entienden lo que representan.

En el capítulo VII del libro II35, Pantagruel describe los libros de la biblioteca de

San Víctor en la Ciudad de París, que a diferencia de los anteriores eran hermosos

en contenido y resaltaba también a quienes los escribieron, lo que más resalta es su

variedad de saberes, pero también la posibilidad de que el descubrimientos de la

magnífica biblioteca haya sido por su propia pericia y voluntad, no es una

obligación leerlos, sino que se convierte en un placer.

Existen dos puntos que señalar aquí respecto a la manera en que el autor clasifica los

saberes y los libros, por una parte apunta a una especie de enciclopedismo por su

propósito de “saber total” que debía poseer el estudiante pero de carácter naturalista,

en el que el sujeto registrara en la memoria a manera de libro o enciclopedia los

conocimientos que iba adquiriendo de la naturaleza y de su capacidad innata de

razonamiento. Así que por ello debió ser muy importante para Rabelais pensar en

una división de libros malos y buenos, ya que todos no contribuyen de modo

semejante saberes para el sujeto.

6.5 La mujer

Para el siglo XVI este tema debió ser no muy tratado o tenido en cuenta ya que la

mujer durante el medioevo era sumisa y vuelta al encierro, aunque en el imperio

Romano gozaban de gran libertad, desde que Pablo de Tarso (san Pablo Apóstol)

toma las riendas de la iglesia aquella condición de la mujer cambia y se mantiene

posteriormente.

34
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 1 Capítulo 9. Pág. 37
35
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 2 Capítulo 7. Pág. 202
Gargantúa y Pantagruel: 2020

La mujer era representada como lo maligno y el pecado de la carne, se defiende por

ejemplo en las escuelas monásticas una segregación, y ante la sociedad los hombres

obtienen mayores beneficios. Si bien María se convierte también en un símbolo que

le da un lugar a la mujer dentro de la iglesia con propiedades morales, al mismo

tiempo enmarca una serie de normas y reglas que deben regular a la mujer; por lo

que la manera de vestir o el hecho de ser virgen o no, juegan un rol esencial dentro

de la vida social. Es así como la regulación se da a nivel de derechos y deberes de la

mujer en la sociedad, y no de una manera importante en el que la mujer aportara

ideas hacia la sociedad de manera filosófica o moral. (Snyders, Léon, & Vial, 1974)

La apariencia era allí lo importante. Esos pensamientos durante el Renacimiento,

pues no cambiaron sustancialmente, se podría resaltar que hubo un cambio en la

manera de admirar la belleza, por el requerimiento del humanismo de traer de nuevo

este aspecto grecolatino, pero era únicamente en la manifestación artística en el que

era posible tal enajenamiento, puesto que en la vida común de los pueblos el trato

hacia la mujer seguía siendo prácticamente el mismo. De allí para delante se nota el

semejante patrón. Solo hasta hace muy poco es que aquellas ideas misóginas han

sido puestas en debate, y han superado varias de las ideas preestablecidas desde el

surgimiento de la iglesia y de su poderío.

Rabelais nos enseña otras efigies de la feminidad, y aunque en algunos capítulos

menciona a la mujer como adivinadora aún, también la describe de maneras

positivas y naturales. Es ella quien da la vida, es autónoma, es amor y placer, es

madre, y locura en el buen sentido de la palabra.

“Cuando digo mujer, digo un sexo tan frágil, tan variable, tan inconstante e

imperfecto que me parece que, cuando la naturaleza hizo la mujer (dicho sea
P á g i n a | 123

con todo honor y respeto), se desvió de aquel sentido común con el que había

creado y formado todas las cosas.”36 (Rabelais, 2002)

Trata de manera natural, por ejemplo, el orgasmo de la mujer, que pareciese que al

tenerlo, toda furia era liberada, y esta volvía a su estado normal con tranquilidad,

puesto que el éxtasis la acercaba a la muerte, y tornaba con los apetitos saciados. La

señala también de cualidad del deseo, es ella, quien puede encender el pecado, y

hacer falsear al hombre, en los campos maritales, y sucumbir al pecado. - Diría

Nietzsche:

“El hombre ama dos cosas: el peligro y el juego. Por eso ama a la mujer, el más

peligroso de los juegos”-.

El carácter domestico del papel de la mujer siempre fue muy notorio, de las misma

forma que se daba en el contexto real, por llamar de alguna manera a la rulo fuera de

la obra; de manera que se sigue viendo a la mujer como la responsable de las tareas

del hogar, la fecundes y crianza, y en esa dinámica se movía siempre. Aunque los

otros tipos de mujeres que resultaban estériles tenían el papel doméstico como un

trabajo. Sin embargo en los libros de Rabelais el papel de la mujer parece ir más allá

de ese modelo estereotipado, en el que la mujer resulta inteligente y diestra para las

tareas, los idiomas y el arte. El cuerpo (la anatomía) y la belleza es otro rasgo que se

reseña, como importante, y en el que el autor describe con bastante poesía y música

dentro de la historia, si bien se trataban algunas de gigantes, también desde lo

grotesco se puede denotar esa estética frente a la mujer.

“Se murió la noble Badebec


Y su muerte causóme gran sorpresa
Porque tenía de rabel la cara

36
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 3 Capítulo 32. Pág. 326
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Cuerpo español y talle de holandesa.


Que la perdone Dios sin dar rodeos;
Los dolores del parto la mataron;
Yace su cuerpo, que vivió sin vicio,
Y murió el año y día que pasaron.” (Rabelais, 2002)

Otro punto de vista frente a la concepción de la mujer es la misoginia que era

representada por Panurgo, un personaje que simboliza la obscenidad, lascivia y anti

galantería:

“…porque conforme eran de horribles, así había que rodearlas de atractivos,

porque de otra manera ni el diablo hubiera querido levantarles la camisa”

(Rabelais, 2002)

Un hombre misógino que manifestaba su odio hacia la mujer refiriéndose a ellas

despectivamente y violentándolas. En las artes de conquistador terminaba siendo

petulante, grosero y abusivo, además vengativo con aquellas que no le prestaban

cuidado, como sucedió con la señorita de parís, que al rechazar a Panurgo, éste le da

de beber una poción hecha con la matriz de una loba en celo, al expedir el olor

llegaron los perros de la ciudad y le destrozaron las ropas. 37

“Mirad (mostrando su enorme bragueta: aquí está el maestro Juan Bastón que

pide alojamiento. –Después quiso abrazarla; pero ella comenzó a gritar, si bien

no muy alto. Entonces Panurgo se puso serio y le dijo: -¿No queréis dejarme

maniobrar un poco? Mierda para vos…” (Rabelais, 2002)

La mujer se presenta de varias formas en la obra, y reconocer esas figuras en el

contexto de la Edad Media y el Renacimiento resulta a veces sorprendente; ya que

37
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 2 Capítulo 21 y 22. Pág. 260
P á g i n a | 125

durante estos períodos, la imagen de la mujer como bien lo decíamos estaba

atravesada por estigmas que venían de las creencias y costumbres que nacían en

gran medida en la cuna religiosa de la iglesia romana.

6.6 La Religión

Es uno de los contenidos más relevantes de la obra de François Rabelais. Entre

líneas se deslumbra una composición basada en una formación religiosa, pues bien

sabemos que el autor viene de línea monástica. Sin embargo a ello, Rabelais parece

luchar con el ascetismo que le propugna la iglesia y el monasterio, con ideas

opuestas, escribiendo sobre libertad y placer.

El Ascetismo, es una filosofía de vida que se caracteriza por la sobriedad, un camino

que renuncia a la satisfacción de todo deseo y necesidad para alcanzar un ideal

espiritual. Basado en el ayuno, el rezo y la soledad, el ascetismo iba en contra del

cumplimiento de otras hambres físicas, considerándolas inferiores, de ese

pensamiento extremo nace el celibato posteriormente. Este ermitaño

comportamiento se dice que establece una relación más estrecha con Dios, al no

tener ningún contacto con la vida mundana y profana. 38

Rabelais manifiesta en el texto esa oposición acérrima frente a su adiestramiento

escolástico, viéndose reflejada la idea de la liberación y la experimentación, y de la

saciedad de cualquier deseo y necesidad. Este comportamiento rebelde no

únicamente se manifiesta en las aventuras de Gargantúa y Pantagruel, sino que en la

propia realidad del autor, quien no de acuerdo con el monasterio decide abandonarlo

y estudiar medicina, además de convertirse en padre de dos hijos.

38
ROSENAL. M.M y IUDIN. P.F. Diccionario Filosófico. Pág. 32.
Gargantúa y Pantagruel: 2020

Dentro del texto, Rabelais sigue un corte cristiano, no se aleja de la ética religiosa en

su totalidad, sino que le considera muy importante, sin embargo pretende

demostrar que no es lo único que se debe ofrecer dentro del campo educativo para la

formación del ser humano, puesto que necesita otras experiencias para su educación

integral y completa.

La Biblia se convierte dentro de la obra en un libro sabio, del cual se pueden extraer

enseñanzas y reconocer verdades en el mundo

“De blanco iban vestidos los ángeles que testimoniaron la alegría del universo

entero por la Resurrección de Salvador (San Juan XX)”39

Esta cita pertenece al capítulo 10, allí Rabelais nos ejemplifica por medio de

ejemplos de la biblia y otros, el significado de los colores azul y blanco. Y toma la

referencia del libro sagrado exaltando su antigüedad y la certeza de sus relatos. El

capítulo II, llamado Fruslerías con Antídoto, se comporta ante el lector como un

sumario de tipo religioso, inclusive los pies de página de la editorial así lo suponen,

aunque señalan también que se trata de un compendio inteligible, que se expone a

múltiples interpretaciones, y que es absurdo tratar de descifrar algo que el autor no

quería revelar.

“Y este tiempo de engaño durara mientras Marte este encadenado. Después

vendrá uno que a todos sobrepuja delicioso, grato y sin medida hermoso. Alzad

vuestro corazones, asistid a ese banquete mis vasallos todos, porque alguno de

los muertos no volvería por todo el bien del mundo, tanto se calmara entonces

por el tiempo pasado”40 (Rabelais, 2002)

39
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 1 Capítulo 10. Pág. 39
40
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 1 Capítulo 2. Pág. 18
P á g i n a | 127

Empero, cayendo en el tema exegético, este fragmento se considera como una

alegoría, un índice de partes de la escritura sagrada, por ejemplo el diablo corre la

misma suerte que Marte:

“y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él para que no

engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años, y después

será desatado por un poco de tiempo. (Apocalipsis 20:3)”

El que después vendrá se refiere en este mismo contexto de Apocalipsis capítulo 20

en los versículo 4 al 6, a la Resurrección de Cristo que traerá gran gozo para los

creyentes; en los versículos 12 y 13 sobre el retorno y juzgamiento de los muertos,

que no serán salvados por la nueva venida de cristo, lo que valdría representar las

últimas líneas del fragmento.

Los demás párrafos del capítulo II de la obra igualmente tienen alguna similitud con

otras historias de la biblia, tal como determina el enunciado 9 (les pidió que

entregaran su herencia o bien que hicieran el justo reparto de la misma con arreglo

a la ley que la tira a cordel, repartiendo un poco de potaje [lenteja], entre aquellos

de sus bellacos que le engañaron) 41 , que hablaría sobre la bendición de Jacob

(Génesis 27), en la que por medio de un engaño Jacob recibe la bendición de su

padre Isaac, (próximo a morir, queriendo dejar su herencia), quitándole la

primogenitura a Esaú, quien la vende por un “plato de lentejas”.

Así se refleja la estrecha relación que mantenía la obra de los gigantes con la Biblia,

del autor con la religión, hasta nos atreveríamos a decir que la narración se sujeta

también en algunas ocasiones al estilo del texto sagrado, aunque lo que incorpora,

asemeja todo lo contrario, por la inmoralidad que llevan sus personajes, pero como

ya lo hemos mencionado Rabelais lo hacía con propósito educativo y crítico de su

41
REBELAIS, François. Gargantúa y Pantagruel. Libro 1 Capítulo 2. Pág. 17
Gargantúa y Pantagruel: 2020

realidad, no meramente en contra del espíritu cristiano, sino de la institucionalidad

que lo representa.

6.7 Individualismo

Nos parece que la propuesta educativa de Rabelais va encaminada hacia un tipo de

enseñanza y aprendizaje además de autónomo individual, lo que nos hace pensar en

una crisis de factores directamente pedagógicos, que para la época del autor refieren

a una especie de relación más íntima entre el docente y el estudiante. Pero que a la

luz de nuestros días suena más como factores sociales, que debilitarían las

estructuras colectivas, que estarían más a favor de personajes singulares. Así que

este individualismo pantagruélico está en la vía hacia una calidad educativa, más

que a un egoísmo educativo.

Sin embargo, y poniendo de nuevo estas ideas en contexto la educación individual

esta sugerida únicamente a personas de capital, y se ignora esta oportunidad para las

sociedades menos pudientes. Las aspiraciones además se ven reflejadas en el apoyo

de políticas de restricción de libertad y la autorregulación, y privatización de la

educación. Advierte Lipovetsky citando a Neira42, que inclusive las manifestaciones

de movimientos sociales en su mayoría mantienen consignas a beneficio personal.

Con esto nos queremos describir que pensar en un método de enseñanza individual

para la época actual y la cultura actual es contraproducente, primero porque

reforzaría esas prácticas que debilitan los sentidos colectivos de la educación, y dos

porque es necesario contribuir a la construcción de un ideal cultural que involucre a

los individuos al menos de una manera general. Sabiendo que estas dinámicas que

se han recostado y afianzado gracias al capitalismo, como movimiento político y

42
(Neira, 1999)
P á g i n a | 129

socioeconómico, han ido destruyendo progresivamente la educación y la misma

cultura, convirtiendo ambas en mecanismos lucrativos, a merced del dinero y el

hedonismo particular.

6.8 La naturaleza

Concurren para Rabelais dos tipos de naturaleza. Uno de los conceptos es el

geodésico, es decir aquel que habla sobre los espacios o entornos en los que se

puede enseñar y aprender, que para el autor es esencial, sobre todo para razonar a

través de lo que enseña el ecosistema. Esta visión topográfica ubica representa el

vínculo básico entre la realidad y el conocimiento.

Pero ese razonamiento que utiliza el hombre para interpretar y adquirir los

conocimientos de las dinámicas físicas de la tierra, también se debe a la naturaleza

propia humana, complexiones que se dan desde el nacimiento y que en manos

erradas pueden trastornar ese camino.

“La de la naturaleza es el desarrollo interno de nuestras facultades y nuestros

órganos; la educación de los hombres es el uso que nos enseñan éstos a hacer

de este desarrollo; y lo que nuestra experiencia propia nos da a conocer acerca

de los objetos cuya impresión recibimos, es la educación de las cosas.”

(Rousseau, 1971)

Así es como esta teoría se afianzo durante algunos periodos de la historia de la

educación, e involucro otras esferas y ámbitos humanos, y desde allí se justificaron

e anexionaron tesis sujetas a pensar que exclusivamente desde la naturaleza humana

es posible llegar a la verdad.

Pero esta visión un tanto metafísica, se derrumba en cuanto el razonamiento mismo

se da cuenta que es capaz de intervenir sobre el orden natural, e inclusive


Gargantúa y Pantagruel: 2020

sobreponerse e instalarse encima de la naturaleza, lo que consigue establecer otro

tipo de realidades. Es por estas circunstancias que el modelo romántico ha sido

cuestionado, y por derecha algunas de las ideas pedagógicas rabelaisianas, las cuales

se han tenido que reformular. (Neira, 1999). Esto nos hace pensar que no se puede

caer en el error de la negación teórica, o de las realidades contrahechas, aunque

suena contradictorio, es decir no podemos desechar las realidades humanas como lo

pretende muy reforzadamente Rousseau, sino que aquellas esencias hoscas que

provienen de la corrupción humana, también son necesarias en la construcción

íntegra. Es por ejemplo que ante la formación crítica de los contextos sólo podamos

tener en cuenta aquella que prefijamos como buena sin conocer las otras versiones.

Pero si debe hacer hincapié en que la formación autónoma y ética nos puede alejar

de la corrupción y el vicio.

Por otro lado esta visión metafísica de la naturaleza humana y la naturaleza en

términos geodésicos, nos niega tipos de conocimientos de corte científico, que

incluye otros tipos de procesos. No obstante Rabelais no niega la importancia de

este saber, más bien creemos que lo impulsa hacia ellos, ya que contradice

incontables veces el tipo de educación acética que se vivía en los monasterios, la

cual se desenvolvía en el enclaustramiento y la didáctica deshumanizante del ser y

del saber.
P á g i n a | 131

Ilustración 6. Reino de Gargantúa. Johanna Correa (2019).


Gargantúa y Pantagruel: 2020

CONCLUSIONES

Gargantúa y Pantagruel es una obra que recoge un sinfín de significantes, es un universo

por ser descubierto. Ampliamente dotado de categorías estéticas, de sentidos, de

enseñanzas, puestos ahí pasa ser descubiertos. Aunque para nuestro hoy, pueda

considerarse como una obra compleja en su escritura, en su lenguaje y su humor un

poco imperceptible, no cabe duda de que el querer adentrarse entre las líneas del relato,

y valerse de recursos como ayuda para entender la narración, por ejemplo, acogernos un

poco a la historia, o valerse de un diccionario repetidamente, nos va a dirigir a una joya

de la literatura francesa y mundial.

Sabemos que la riqueza de esta obra, además de estructural o material, se encuentra

sobre todo en su acepción critica de la sociedad. Esta amonestación se fija en varias

esferas y pretende al menos una reflexión importante sobre las cosas que manejan el

mundo, hablamos del siglo XVI, pleno apogeo de Renacimiento en contraste con las

ruinas presentes y tediosas del Medioevo. Pero eso es precisamente otra cosa que

pudimos descollar de la obra de Rabelais: su capacidad de adelantarse en el tiempo, y

por lo tanto que sus ideas sobre la vida se pueden actualizar al pensamiento

contemporáneo.

Vimos además una gran fijación del autor en tratar la educación y la pedagogía como un

eje fundamental sobre el cual cimentar su obra y, es de allí donde nosotros quisimos

emprender el viaje que concluyo en este trabajo. Vimos convertir a los gigantes en dos

sujetos que nos demostraron los sabores y los sin sabores de la vida, desde muy
P á g i n a | 133

pequeños, hasta ya maduros y viejos. Nos expusieron a su visión, la forma en que se

debe formar al sujeto, teniendo en cuenta las particularidades y situaciones del camino.

Resaltamos la importancia que el autor se empeña en poner sobre los individuos,

hablamos de la libertad y la voluntad como la raíz que debe darle a la planta todos los

nutrientes que reciba del entorno. Un sujeto bien colmado de buenas enseñanzas y

propósitos es sin duda un sujeto ideal, un hombre (mujer) que llevara en sí las virtudes

sin afectar a los demás, y por el contrario haciéndoles bien, y haciendo bien en su propia

persona. La formación ideal y que Rabelais construye muy bien en el texto, está

expuesta en tres grandes ramas: la primera es la columna académica, que debe

involucrar una infinidad de saberes; la segunda es la física como el favorecedor de un

conocimiento sano y disciplinado; y el tercero el espiritual, que implica la formación

ética del individuo y a nuestro parecer la apuesta más completa del autor, porque desde

esta construcción es posible la creación de los demás aspectos.

De esta manera hemos podido descifrar, develar, descubrir, no sé si todas, o

parcialmente las ideas pedagógicas del Gargantúa y Pantagruel, y ponerlas en contraste

con teorías coetáneas, observando que son de gran utilidad para el quehacer docente y el

quehacer del estudiante, que son papeles en los que toda la humanidad nunca dejamos

de actuar, es decir que de alguna u otra forma estamos en constante formación, tanto

para aprender como para enseñar. En este punto es vital resaltar el punto en que

Rabelais defiende la idea de que la educación necesita urgentemente una

deconstrucción, que haga que los sujetos puedan llegar a descomponer los

conocimientos previos y las formas de llegar él, cuando estos presentan equívocos y

pueden acarrear vacíos de índole académico, ético y corporal.


Gargantúa y Pantagruel: 2020

Posteriormente, no olvidemos que la pedagogía, así como lo describió Rabelais, aunque

no estrictamente, sino que lo develamos con interpretación, permite redimir de cada

talante de la vida, de cada espacio de la existencia, una enseñanza. Es decir, cada

aspecto, costumbre, habilidad, formas de pensar de crear mundo, de comportamientos,

nos va a expresar convincentemente la manera en que los sujetos fueron construidos, y

de esta manera relacionar estrechamente la pedagogía con espacios culturales, sociales,

religiosos, estéticos, artísticos, etc.

Finalmente insisto en la importancia de la literatura para la educación, es una

herramienta magnifica que envuelve asombrosas sabidurías. La obra de Françoise

Rabelais es la prueba de la manifestación artística asentada en el uso de la palabra,

además de ser la imagen viva de una época y de los lugares que se describen allí, y

primordialmente la locución de un sentir, de una experiencia o pensamiento.


P á g i n a | 135

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