Hueso Húmero 5 6 - Watermark
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PRONTO E N LIBRERIAS
L a ópera de
los fantasmas
novela de
Jorge Salazar
Premio
SUMARIO
Héctor Manjarrez / Historia 3
Mirko Lauer / Sobre vivir 20
Julio Ramón Ribeyro / Atusparia 31
Raúl Deustua / Sueño de ciegos 39
Gyórgy Lukács / Dos reflexiones sobre literatura 45
Alberto Pimenta / De Bestiario, "lusitano 54
Néstor García Canclini / La participación social del
arte: el porvenir de una ilusión 60
José Kozer / De Jarrón de las abreviaturas 75
Alfonso Castrillón / Szyszto frente a la crítica 77
José Morales Saravia / Poemas 8S
Mario Montalbetti / Sobre fotografía peruana actual 90
Mariella Agois / Chorrillos 99
Preferencias en artes plásticas I Encuesta 109
Luis Loayza / Simbad el maligno 119
V. S. Kaipaul / Colón y Crusoe 124
Núñez Ureta, Ruiz Rosas, Ruiz Durand,
Tola / Constelaciones 129
Alberto Escobar / Una discutible edición de Vallejo 134
André Coyné / Vallejo: texto y sentido 141
Tomás G. Escajadillo / El indigenismo (no) ha
muerto: ¡viva el indigenismo! 155
Enrique Verástegui / Una demolición melancólica 166
Bibliografías / Tesis doctorales norteamericanas sobre
literatura peruana (1970-J973) ¡ Miguel Angel
Rodríguez Rea 170
En este número 175
Las viñetas de José Sabogal (originales y tomadas por él
de mates burilados) han sido reproducidas de diversos nú-
meros de Amauta.
HUESO HUMERO
es una revista trimestral de artes y letras que publican
Francisco Campodónico F. Editor
r
y
Mosca Azul Editores
sa, los cubría con una chaqueta. Cuando las piernas le in-
comodaban, enderezaba la columna: aunque el busto era
otra prueba de la inarmonía de su cuerpo, la mirada queda-
ba ganada, y ella lo sabía, por la soberbia de los pechos y
su olor a infancia. Sentado a su derecha, yo miraba la ra-
ya que los diferenciaba y los hacía gemelos. Eran entes
aparte, sometidos a reglas exclusivas de las que sólo tribu-
tariamente participaba el resto del cuerpo. Sus semejantes
eran los muslos y la amplia frente.
Era encantadora Mary Anne. Su mirada variaba entre la
vaciedad y la astucia cuando estaba observando. Todo te-
nía dos sentidos en Mary Anne. Se movía entré dos aguas,
dichosa mientras no tuviera que mirarse a sí misma. No era
ni ignorante ni culta, ni pobre ni rica, ni inteligente ni idio-
ta, ni bella ni fea, ni joven ni vieja. Sus sentidos iban ha-
cia lo bello, despiertos y llenos de gracia, pero sin aban-
donar el sentido común que la hacía tan inmaculadamente
convencional. 'Era capaz de decir cosas conmovedoras, o
por lo menos ciertas, en el tono de voz más falsamente na-
tural. E n la trivialidad cautivante de sus limitaciones, Mary
Anne era ella misma con una fuerza que no caracterizaba a
gente más interesante.
A veinte metros de nosotros, cruzando la calle, el pri-
mer edificio era la embajada francesa. Varios coches y sus
choferes aguardaban en las cercanías. Las nanas uniforma-
das empujaban grandes carriolas silenciosas. Los jinetes ga-
lopaban en Rotten Row. Frente a mi, cintilaba un lecho de
flores cuyos nombres estaban escritos en pequeños carteles
de madera. Mi corazón estaba lleno como pocas veces. Te-
nía una erección inmensa que me corría por et muslo iz-
quierdo. La sensación de cercanía íntima con el mundo era
también la sensación de una cierta distancia.
Las manos de Mary Anne eran cortas y muy blancas.
Hurgaban en su bolso. Las yemas de los dedos tentaban
y separaban los objetos. Mary Anne miró mis piernas de
reojo y contó con rapidez unas sesenta libras en billetes ca-
fé y azul de diez y cinco. Yo estaba en calma. Se me ocu-
rrió matarla. Para mí, era mucho dinero. Cuando se volvió
a mirarme, le sonreí. Ella vio mi sexo. Era un día tan be-
llo y tan pleno. En un día así, no me costaría ahorcarla.
Sería un acto solar; la naturaleza está llena de muertes así.
Con sesenta libras, yo podría hacer cosas. La cara me cam-
Historia 7
CUADRO 6
C A S A D E L S E Ñ O R MAGUIÑA
Es ocre el tiempo,
señal de fiera herida por la flecha
que está vibrando en el espacio.
El hombre
sueña que vive en su silencio, piedra
de toque de esta lengua muda, mira
y en su ceguera tiempla el arco puro
—flecha que desde siempre viene hiriendo
el aire.
El hombre ha sido rey y vive
consumido en su sombra, pero goza
de la primera ley: es sombra
y como tal se agita, como seres
volcados a la noche y en sus párpados
recoge ahora la luz de la mañana,
la delirante luz de otras mañanas.
En vano
la piedra engendra tumbas y la lluvia
borra las huellas de estos hombres, ciega
mis pasos que repiten otros ecos.
El ámbito imagino
de gigantescas manos donde el hombre
encierre el mundo y sólo sombras veo,
sólo hombres que en un árido banquete
disputan sus cenizas. .
Buüe el día y la luz revela
fonemas sordos que en el tiempo ruedan.
10
11
G E N E S I S Y VALOR D E LAS C R E A C I O N E S
LITERARIAS *
Toda reflexión marxista sobre la literatura tiene necesa-
riamente que considerar los productos literarios únicamente
como "parte integrante del desarrollo general de la socie-
dad". Este método es ciertamente el único que permite en
general comprenderlos como productos necesarios de un de-
terminado grado del desarrollo social. S i dejamos de lado
este método recaemos en las reflexiones mitologizantes de
la historia burguesa de la literatura que intenta explicar
las diversas épocas por las "grandes personalidades" y el
arte por la esencia del "genio". Huelga decir que, al pro-
cederse así, se cae en un círculo vicioso puesto que no
se puede explicar el genio sino por la obra de arte. Por
tanto, en historia de la literatura, lo m á s correcto es partir
de la situación de las clases que han creado la literatura
de la época en cuestión; y es igualmente correcto intentar
descubrir, detrás de la lucha de las diversas corrientes y
formas literarias, la lucha de aquellas capas sociales de cu-
yas formas de expresión ideológica se han servido estas
corrientes literarias. Sería, sin embargo, una ilusión creer
que este conocimiento (que para el marxismo, hasta aho-
ra, no ha sido desgraciadamente casi nada más que un pro-
grama para cuya real puesta en práctica —si exceptuamos
los aportes de Mehring y de Roland-Horst— casi nada se
ha hecho) puede bastar, por completo que él pueda ser,
para que nuestro conocimiento de la literatura sea cabal.
. Marx ha expresado con toda claridad en la introducción
a Contribución a la crítica de la economía política l a difi-
cultad que tiene que ser aquí formulada: " L a dificultad no
está, sin embargo, en que el arte griego y l a epopeya es-
tén ligados a ciertas formas del desarrollo social. L a difi-
cultad reside en el hecho de que ellos nos procuran toda-
vía goce estético y tienen aún para nosotros, en cierta ma-
nera, el valor de normas y de modelos inaccesibles". iNo
MARXISMO E H I S T O R I A D E L A L I T E R A T U R A *
1. El compromiso de Szyszlo
3. El arquetipo
A pesar de este reconocimiento no se le escapa al crí-
tico peruano, desde entonces, "la búsqueda inconsciente de
13
ciertas imágenes arquetípicas" en la pintura de Szyszlo
que interpreta no como el conocido "tema y variaciones",
"sino (como) diversas etapas en el esclarecimiento de la
visión". Westphalen cree que el arquetipo es un pretexto
para explicar el proceso, la búsqueda del cuadro ideal, e
indica, como una de las notas más íntimas y desconocidas
de la pintura de Szyszlo, su carácter "procesal" (el proce-
so que sigue la imagen en pos de su definición) y, valga
la expresión, su ser "conjuntual", es decir imágenes que
forman un conjunto donde pueden discrepar o complemen-
tarse. Una vez m á s l a realidad, llámese mercado o red de
distribución, destruye esta ingeniosa hipótesis: si l a inten-
ción es mostrar el proceso y el conjunto, vendidas por se-
parado las obras pierden el valor asociativo asignado pa-
17. Ibidem.
18. Ibidem.
Szyszlo frente a la critica 87
[De Pencas
Poemas 89
[De Orquídeas]
SOBRE FOTOQRAFIA PERUANA ACTUAL.
Posibilidades de superar una depresión /
MARIO M O N T A L B E T T I
A g o is / Chorrillos
Agois / Chorrillos
ENCUESTA / PREFERENCIAS EN
ARTES PLASTICAS
Las respuestas
que donde hay negros hay oro. Fuera de este acecho de-
caen las palabras y las percepciones. E l ruiseñor, abril en
Andalucía: recursos de una poesía ramplona empleados una
y otra vez hasta que carecen de sentido. L a expresión es
inferior aun al reciente "Wow" del astronauta: no encontra-
mos en Colón esta pura exclamación de gozo. Pasado el
descubrimiento las trivialidades del navegante en busca de
oro se repiten hasta que deshacen el encanto y empanan
la gran aventura. Un libro sobre Colón debe tener ilustra-
ciones y por eso es tan valioso el que ha publicado el Sr.
Landstrom.
¿La mentalidad medieval? L a Reina Isabel escribe, du-
rante el segundo viaje, preguntando cómo es el clima. No
le basta que le hablen de abril en Andalucía: quiere imá-
genes y detalles novelescos. Marco Polo, que Colón había
leído, sabía ser novelesco, como Américo Vespucio, quien
ha dado —y no es injusto— su nombre al continente. Ves-
pucio, para quien valía la pena señalar que los indios de
las islas y de Tierra Firme orinaban distraídamente en la
arena caliente mientras conversaban, sin apartarse un solo
paso; que las mujeres eran lascivas y empleaban cierto ve-
neno animal, a veces funesto para la virilidad, a fin de au-
mentar el tamaño del miembro masculino. Tal vez lo inven-
tara pero, aunque él también se mantenía atento y su pro-
pio viaje acabo en un provechoso comercio de esclavos,
siguió la tradición de los libros de viajes y contribuyó a
despertar la sensación de maravilla ante el Nuevo Mundo.
L a verdad sobre Colón se ha sabido siempre. E n todos
sus escritos y sus actos el egoísmo es una deformidad fla-
grante: el hombre se condena a sí mismo. Pero lo que ha
atravesado los siglos es la interpretación heroica, que ni
siquiera es suya. Cuando, en el primer viaje, la nave ca-
pitana encalló en Haití, los indios hicieron algo m á s que
prestarle ayuda y lloraron de compasión. Colón estaba aten-
to: observó que los indios eran "desnudos, sin armas y
muy cobardes fuera de remedio" y que sería fácil sojuzgar-
los. A l cabo eso fue lo que hizo. E l Sr. Landstrom pien-
sa que tan lamentable circunstancia no fue su verdadera
intención: es la interpretación heroica. E n el tercer viaje
Colón creyó haber descubierto el Paraíso Terrenal. E l Sr.
Landstrom, siguiendo otra vez la interpretación, recuerda
que por entonces Colón no se hallaba en buena salud. Sin
Colón y Crusoe 127
10 0
m ta 12
H H
CD m
A
m y-x m
f 6
Colegio-Universidad TEODORO
Años de maestro de NUÑEZ
Historia del Arte URETA
La filosofía desde la calle La organización viviente del paisaje
E l porvenir de los credos religiosos Mis relaciones con las cosas
E l acostumbramiento a la indignidad La estructura subterránea bajo el viento
Las transnacionales y la cultura Del análisis de la forma a la condición
humana
Las revoluciones socialistas
Hitler - Biafra
La Revolución S Q Í T I I
Militancia
política
yo Viajes
Muscos
Ciudades
Tú Odio
Injusticia
Guerra
Marx Picasso
Lenin Amistad Portinari
G. Lukács Maestro: Rivera
Brccht ( J . M . Ugartc Orozco
J . C. Mariátcgui Eléspuru) ALFREDO
Balzac RUIZ
Tolstoi ROSAS
Amor
Paz
Justicia Familia
Ciencia-ficción
Serie Noire
Fra Angélico
Rembrandt
Tintoreto
Rubens
Marxismo
César Vallejo
POESÍA COMPLETA. Edición crítica y exegética de Juan Larrea.
Barcelona, Barral Editores, 1978.
César Vallejo
POESÍA COMPLETA. Edición crítica y exegética de Juan Larrea.
Barcelona, Barral Editores, 1978.
1
A publicación casi simultánea, en España,
de las Obras Completas de Vallejo iniciada
por la Editorial Laia (Ediciones de Bolsillo) y
de su Poesía Completa por Barral Editores,
si bien ha de ampliar el público europeo de
este autor, no resuelve los problemas del tex-
to vallejiano sino que, por el contrario, los descubre para el
lector menos preparado, ya que ambas ediciones divergen
en su ordenación tanto como en las razones con que la jus-
tifican.
L a E d . Laia se atiene, salvando algún detalle, a lo dispues-
to en Lima, a partir de 1968, para la poesía {Obra poética
Completa, Fr. Moncloa E d . ) , y de 1973 para el conjunto de
la obra (Obras completas, Mosca Azul E d . ) , por Georgette
Vallejo, incluyendo (Tomo I I I ) los Apuntes Biográficos que
ésta redactó definitivamente en 1974 en abono de su criterio
editorial, a la vez que para impugnar, con sus propios recuer-
II
al que niega que tuvo Georgette como mujer, rebasa con mu-
cho el de simple testigo y, con todos los peros que nos me-
rece, ocupa el campo de la exégesis, desde que con su dis-
cutida y discutible Profecía de América, de todos modos, pro-
féticamente lanzó la gloria del peruano, muerto "práctica-
mente desconocido" —es cierto— "de su edad" y "de su
época".
A mediados de 1967, Larrea convocó en Córdoba, Argen-
tina, donde hace años que ejerce su magisterio vallejista,
unas Jornadas Vallejianas Internacionales, a las que f u i lla-
mado a participar. No bien llegué, me di cuenta de que el
Simposio todo había sido programado en función del organiza-
dor, quedando a su cargo los discursos de apertura y de clau-
sura, ambos se suponía muy por encima del nivel medio en
que se iba a establecer la discusión, con el f i n evidente de
esquivar cualquier tipo de observación. Las sesiones interme-
dias constituirían una especie de relleno, abandonado a los
"especialistas" de los estudios "estéticos", si bien necesarios,
según el criterio de Larrea, simultáneamente despreciables.
Ellos no harían sino destacar los dos momentos cumbres que
el flamante director de Aula Vallejo se reservaba para expo-
ner ex cátedra, con el apoyo de Vallejo, y subsidiariamente
de Darío, cuyo centenario coincidía, su peculiar visión de la
historia pasada, presente y porvenir, tal como ya la conden-
sara en su Teleología de la Cultura.
Aprovechando que J . L . acababa de reimprimir, con otros
ensayos suyos, su ya antiguo Surrealismo entre viejo y nue-
vo mundo, yo había elegido considerar en mi ponencia el po-
lémico tema Vallejo frente al Surrealismo. Pensaba que con
eso podría discutir con Larrea y que así saldríamos de las
consideraciones de detalle para entrar al terreno de los signi-
ficados generales, o sea propiamente culturales en la acep-
ción "larreana" del término. E n vista del clima que reinaba
confieso que forcé la dosis, pero ni aun así logré que J X .
aceptase bajar de su altura olímpica y someter a debate las
tesis que alimentan su crítica. Fue un diálogo de sordos y
nada salió de la reunión. L a cosa, sin embargo, no acabó
ahí, pues Larrea, en vez de preocuparse por publicar, como
le correspondía, las Actas de las Jornadas, se puso inmedia-
tamente a escribir la "respuesta" que se negara a darme de
viva voz.
LEBR09
151
reside la razón por la cual Aves sin nido (1889) para Cor-
nejo Polar significa el inicio de un proceso (no dice explí-
citamente que sea la primera novela indigenista). Dando
mayor importancia a otros rasgos fuera del de ser una "li-
teratura heterogénea" es posible llegar a otras propuestas.
La mía es que Cuentos andinos (1920) puede ser conside-
rada la primera obra narrativa verdaderamente indigenista.
A propósito de López Albújar, Cornejo cita la conocida fra-
se de Ciro Alegría para quien el autor de Cuentos andinos
fue el primero en crear personajes indígenas "de carne y
hueso"; sin embargo invalida parcialmente la obra de López
Albújar porque "en sus cuentos López Albújar toma en con-
sideración primeramente, según se ha repetido infinidad de
veces, su experiencia como juez; experiencia que, como es
obvio, no sólo recorta los límites de su conocimiento sino
que fuerza una perspectiva general sobre el asunto. Pese
a estas limitaciones, Tomás G. Escajadillo sostiene que con
Cuentos andinos comienza el indigenismo propiamente tal"
(p. 49). Yo considero que esto es así precisamente por-
gue no acepto tales limitaciones (la experiencia como juez
como único vínculo con el referente del indigenismo), por
más que hayan sido repetidas "infinidad de veces". López
Albújar trabajaba básicamente a la manera de un realista
tradicional: libreta en mano tomando anotaciones de la ve-
cina comunidad de Chupan. R. E. Cornejo estudió los con-
tenidos de esa libreta en su tesis doctoral sobre López Al-
bújar. Pero, además, en el prólogo de la primera edición
(que sólo se repitió en la segunda, de 1924) Ezequiel Ay-
llón se refiere al método de trabajo de López Albújar: de
ninguna manera se puede aceptar que el contacto de Ló-
pez Albújar con el referente del mundo indio haya sido ex-
clusivamente en su condición de juez. Estadísticamente la
novelización de casos penales en Cuentos andinos es im-
portante pero no determinante; recuérdese, por ejemplo, Los
tres jircas, quizás el cuento más antologado de López Al-
bújar, que tiene que ver con la recreación de leyendas mí-
ticas y nada que hacer con lo penal. Empero la caracteri-
zación final del indio de López Albújar es totalmente ade-
cuada: "el indio no es más ese ser inerte, mineral casi, que
prevalecía en muchos textos indigenistas. Es ahora un ser
viviente" (p. 51).
160 ESCAJJUHLLO
J . G . Cobo Borda
SALÓN DE TÉ. Instituto Colombiano de Cultura. Bogotá, 1979,
77 pp.
los amantes
se llaman por teléfono para escuchar,
tan solo, su propia respiración.
Bogotá desaparece.
Ya no es este bazar menesteroso.
Ni la palabra estrella, ni ta palabra trigo,
logran serte fieles.
TESIS DOCTORALES
BIBLIOGRAFÍAS /
NORTEAMERICANAS SOBRE LITERATURA
PERUANA (1970-1973) / M I G U E L A N G E L
RODRIGUEZ REA
EN ESTE NÚMERO
Antes de regresar a P a r í s , J U L I O R A M Ó N R I B E Y R O d e j ó en
L i m a u n a copia de Atusparia, obra d r a m á t i c a en quince cua-
dros, p a r a s u r e v i s i ó n por gente de teatro amiga. Ribeyro, cu-
y a n a r r a t i v a es u n a de las m á s valiosas con que cuenta e l
P e r ú , mantuvo durante u n largo tiempo e l proyecto de es-
c r i b i r u n a novela sobre l a r e b e l i ó n de A t u s p a r i a . Todo el
material reunido con ese p r o p ó s i t o d e r i v ó finalmente en l a
pieza de teatro de l a que ofrecemos u n adelanto.
De los cinco poetas que colaboran en este n ú m e r o ,
M I R K O L A U E R —actualmente en México, donde ha v i a j a d o
por unos meses a conducir un t r a b a j o de equipo en el
Instituto de Investigaciones E s t é t i c a s de l a U N A M — es y a co-
nocido por nuestros lectores. No en l a m i s m a medida —es
probable— R A Ú L D E U S T U A , escritor renuente a publicar, de
tan discreto con f r e c u e n c i a olvidado en los recuentos de
nuestra p o e s í a , e n l a que, s i n embargo, s u escasa obra
é d i t a merece u n lugar principal. " S u e ñ o de ciegos" es una
muestra reciente de la calidad que mantiene este poeta que
desde hace muchos a ñ o s reside en E u r o p a . Peruano como
los dos anteriores, JOSÉ MORALES SARAVIA viene de publicar
s u p r i m e r libro de poemas: Cactáceas. E s profesor de l i -
teratura en l a Universidad de S a n Marcos. A L B E R T O Pi-
M E N T A , u n o de los m á s notables poetas vivos de Portugal,
es poco menos que desconocido en nuestro medio. Bestia-
rio lusitano (Lisboa, Appia, 1 9 8 0 ) —de donde proceden las
p á g i n a s que publicamos— es su libro m á s reciente. JOSÉ
L U I S RIVAROLA, a quien se deben las versiones castellanas
y l a s e l e c c i ó n de los textos de P i m e n t a , tiene u n a cáte-
d r a de l i t e r a t u r a en l a Universidad C a t ó l i c a del P e r ú . JOSR
KO7.FR. cubano, vive en Nueva Y o r k desde 1 9 6 0 y en-
sena e s p a ñ o l y l i t e r a t u r a castellana en el Queens College.
H a publicado cuatro poemarios. uno de ellos en colabora-
ción con I s a a c Goldemberg: De Chepén a La Habana (Nue-
va Y o r k , 1 9 7 3 ) . Jarrón de las abreviaturas, libro a l que
pertenecen los poemas que damos, e s t á , hasta el momento,
inédito.
PRESENTA SU M A R C A
fiorimar
SARDINAS EN SALSA D E TOMATE
S A R D I N A S E N S A L S A D E MOSTAZA
SARDINAS EN A C E I T E
C A B A L L A EN A C E I T E
C A B A L L A EN AGUA Y SAL
J U R E L EN A C E I T E
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le pudo dar más
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Comprarlos a lo largo del año,
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DESARROLLO
PERUANO .
d a n m l m. s c h y d l o v v s l c y
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Próximas muestras
Sala I Sala I I
3 Sept. Luz Negib: pinturas Luz Negib: Gouaches
17 Sept. Mario Piacenza: acrílicos Múltiples en bronce
1 Oct. Carmen Jarque: acrílicos C. Jarque: gouaches
15 Oct. Eida Merel: pinturas E. Merel: pasteles
29 Oct. Benito Rosas: esculturas Maroé Susti: pasteles
12 Nov. • Teresa Alberti: pinturas T. Alberti: dibujos
26 Nov. Fernando D'Ornellas: pinturas F. D'Ornellas: dibujos
10 Die. Exposición de aniversario
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CENTRO DE ESTUDIOS P A R A E L D E S A R R O L L O
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JOSE C A R L O S M A R I A T E G U I
socialismo
y participación 11
Artículos:
José Aricó
MARIATEGUI Y L A FORMACION D E L
PARTIDO SOCIALISTA
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Carlos F r a n c o
SOBRE L A I D E A D E NACION E N M A R I A T E G U I
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A d e m á s otros a r t í c u l o s de i n t e r é s
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6 de Agosto 4 2 5 (Jesús M a r í a )
Teléfono 234423
Apartado 1, L i m a 4
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Y SU APLICACION LEGAL
9 ensayos críticos
L A NUEVA
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J O R G E AVENDAÑO Y SU
GUILLERMO BETTOCCHI APLICACION
HECTOR CORNEJO CHAVEZ LEGAL
HíNSAYOS CRITKXW
GUILLERMO FIGALLO
ALZAMORA VALDEZ
R O B E R T O MAC L E A N U . AVENDAÑO • BrTOCCIII
i (>K\I.|0 C H A V E Z • FKJALLO
MARIO PASCO M A C L E A N . R U I Z El D S S J G f i
PASCO • ZOLEZZI
ALBERTO RUIZ E L D R E D G E
'IHIBMII WmMB^PMi 114CJWIUÍ4.
ARMANDO Z O L E Z Z I
fei - CIC
F R A N C I S C O CAMPODONICO F., EDITOR • EDICIONES CIC
Aunque nunca se ha dado una Ley del Libro que
apoye y promueva la actividad editora nacional,
SÍ se ban dado algunas leyes favorables a ella:
la 13978
que liberó de derechos de importación de materiales
de imprenta a las empresas editoras (5.2.1962);
la 14920
que excluyó al papel para libros de los gravámenes
que establecía parala importación (28.2.1964);
la 15975
que convirtió en permanentes los estímulos de la ley 13978 y,
además, liberó de impuestos alas editoriales (14.1.1966);
la 15984
que excluyó al papel para obras científicas, culturales y pedagógicas
de todo tributo a la importación (15.9.1966);
PERO
torpes funcionarios del Tribunal de Aduanas interpretaron que
i estas leyes habían sido derogadas por la de Industrias
(D-L 18350), pese al parecer contrario de las asesorías legales
del Ministerio de Economía y del propio Ministerio
de Industrias. Así, una Resolución de un Tribunal menor
prevaleció sobre leyes dadas por el Congreso.
ESA A B E R R A C I O N
subsiste hasta hoy, contra la razón y el derecho
Más que indignados, avergonzados de que esto
suceda en nuestro país
EXIGIMOS
lo menos que puede exigirse:
QUE E L GOBIERNO A C T U A L R E S P E T E
Y HAGA R E S P E T A R L A L E Y
MAS
LIBROS
PERUANOS