Una Mirada Al Estado Actual de La Poesía

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MEMORIA VIRTUAL DEL COLOQUIO DE OTOÑO

UNA MIRADA AL ESTADO


ACTUAL DE LA POESIA

POETAS EN CONSTRUCCION
NOVIEMBRE 20124
CONFERENCIA MAGISTRAL DE LA POESÍA ACTUAL
Porfirio García Trejo

…pero como dijo Dios,


cruzándose de piernas:
veo que he creado muchos poetas
pero no tanta poesía.
(Charles Bukowski, “a la puta que se
llevó mis poemas”)

Como todos sabemos, la palabra poesía viene del griego Poiesis, que es un término
griego que significa «creación» o «producción», derivado de ποιέω poieō , «hacer» o
«crear». Por sí misma esta definición etimológica, nos da la mayor característica, la
más profunda y sustancial de lo que entendemos actualmente por poesía, la novedad,
la autenticidad, la originalidad, no la repetición, no la copia burda…, la creación, a
partir de nuestra sensibilidad y de nuestra preparación, de nuestra inteligencia.
Así, podemos, considerando los elementos enumerados anteriormente,
intentar una definición, arbitraria y parcial como todas, de lo que es y ha sido
históricamente, la poesía. Desde la clásica, simple y bella de Gustavo Adolfo Bécquer,
“poesía eres tú”, hasta la que Paz externa en uno de los libros más brillantes que se
hayan escrito sobre este tema, El arco y la lira (1956): “La poesía es la perpetua
tensión del poeta hacia un absoluto del lenguaje, en la esperanza de cautivar la
realidad, lo efímero, eso mismo que se desvanece en el momento en que uno lo
piensa, da un paso, con palabras que no se esperan y milagrosamente se ordenan,
gracias a la cadencia que el mismo artista vacila en considerar como el fruto de su
paciente trabajo”. Aunque muchos, seguramente estamos de acuerdo con lo que dijo
Cortázar, “no hay una definición de la poesía que a mí me convenza y sobre todo que
convenza a un poeta”, seguramente hay aspectos que reconocemos como propios de
este género: es un fenómeno psicológico que se activa como respuesta a ciertos
estímulos externos o internos al poeta (los temas), ese algo que se percibe, motiva
dicha respuesta emocional que muchos llaman inspiración, dicho estímulo se concreta
y se manifiesta mediante la palabra oral o escrita; al plasmarla se procuran ciertas

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características que, la experiencia, ha demostrado que son propias de este género: el
buen manejo del idioma, la belleza o el efecto estético que el poeta desee, la emoción,
la perfección, el sentimiento, la imaginación, el genio (que no el ingenio), la
sugerencia, el manejo de ciertas técnicas, ajenas y propias, que le den autenticidad,
originalidad y calidad al producto, que, además, debe imbuirse del ritmo propio del
idioma en que se concibe, o bien, de un ritmo musical perfectamente definido por
quien lo piensa. La estructura que deberá seguirse sea en verso medido, libre, o en
prosa, debe corresponder a dicho ritmo esencial, artístico, y al propósito comunicativo
del poema, nombre que damos al producto mismo. Ahora bien, al nacer del
subconsciente del hombre, de su imaginación, de su conciencia y de su sensibilidad,
de lo más brillante de su inteligencia, la poesía, como dijo Paz, en la última entrevista
que concedió, en 1997, a Guillermo Sheridan, “es aquella parte secreta del alma de
cada uno y del alma de los pueblos”, es decir que refleja la parte más pura, íntima y
sensible de quien la escribe, y, a través de él, de su entorno social. La poesía, como
que es un fenómeno psicológico, al mismo tiempo que social, filosófico, político,
lingüístico, artístico, etc. da mucho para meditar, de modo que, considero, que sería
difícil llegar a acuerdos en este momento, a unificar criterios en torno a ella, más
correcto sería, tal vez, decir que existen tantas definiciones y apreciaciones sobre la
poesía, como poetas y estudiosos existen, la exigencia sería entonces, que cada uno
de nosotros tuviera la capacidad de definir, de delimitar, nuestra propia concepción,
nuestra propia fórmula de renovación y nuestro propósito esencial al concebirla.
Estaremos de acuerdo, sin embargo, al considerarla una necesidad del ser
humano, durante todos los tiempos, es decir desde su origen en Ur, Mesopotamia,
hace más de siete mil años, hasta nuestros días. Parece, por ejemplo que ninguno de
los que estamos aquí, estaríamos dispuestos a renunciar a ella, a vivir sin escribirla,
a no leerla, a no promoverla, he descubierto, sin embargo, a lo largo de mi vida como
poeta, que hay mucho amor hacia la poesía, por parte de quienes la escriben, de
quienes la estudian, de quienes la leen y promueven, podría decir que hay más amor
que compromiso para con ella (por supuesto, con sus respectivas excepciones) Por
ejemplo, se le promueve más de lo que se le escribe, y se escribe más de lo que se
le enriquece, leemos poetas que hace veinte años escribían cosas semejantes a las
que escriben actualmente, o que a los cincuenta años de edad, no han alcanzado aún
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un punto de desarrollo deseado. Muchas veces la preparación académica de los
autores deja mucho que desear. Ya se ve que ser escritor, en general, y poeta en
particular es una carrera como cualquiera otra, hay que prepararse, he ahí que
eventos como este que hoy vivimos, son buenos porque nos obligan a pensar, a
analizar, a definir la materia que desempeñamos diariamente. Aquí podríamos recitar
el epígrafe de Bukoswki que utilicé: Dios hizo muchos poetas y poca poesía, es decir,
a pesar del amor por la poesía, no es éste un elemento que se les dé de manera
regular a muchísimos autores. Lo sabemos, leemos cien poetas, y nos impacta la obra
de uno o dos de ellos. Creo que hay exceso de confianza, y de autocomplacencia.
La poesía, ya se ve, es un organismo vivo que sufre los mismos procesos que
sus congéneres: nace, crece, se reproduce y muere. Claro que, a diferencia de ellos,
tiene uno más, igualmente importante: se renueva, rejuvenece, se perfecciona, se
modifica. Es esta una actividad que, lógicamente, debe llevar a cabo el poeta, el
creador, el ejercitador de la poiesis, de ahí que lo dicho anteriormente, cobre
relevancia absoluta: ser escritor, en general, y poeta en particular es una carrera como
cualquiera otra, pero hay que prepararse. Como en todas las profesiones, se aprende
de los que van adelante de nosotros, los maestros, vivos permanentemente, a través
de sus obras: Vallejo, Guillén, Neruda, etc.
Cada cierto tiempo la poesía sufre un decaimiento natural que la obliga a
transformarse, a renovarse para no desaparecer, o al menos, para seguir teniendo el
valor social que, en diversas épocas y en diversos sitios, ha tenido (dice Marcela de
Juan en el prólogo a su compilación Poesía China, que “la poesía ha presidido con
inquebrantable persistencia, la varias veces milenaria civilización china” Era “el medio
indispensable para llegar a los primeros puestos del Estado”. Esto mismo hemos
podido verlo en culturas antiguas como Persia, India, Tenochtitlan, Texcoco, Mayas,
etc. En la actualidad podemos ver que, en ninguna parte del mundo tiene vigencia
dicha práctica).
La poesía actual atraviesa por una grave crisis cualitativa (que no cuantitativa)
y tal vez de contenido, sin que se ve un afán exitoso de renovación, como ha ocurrido
siempre en épocas pretéritas (en México llegamos al colmo cuando el individuo que
no pudo siquiera nombrar tres libros fundamentales en su vida -no ya de poesía- llegó
después a ser presidente)
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Todas las corrientes artísticas de la historia, han nacido contra sus
precedentes, por considerarlas agotadas, repetitivas, poco genuinas, y poco artísticas:
neoclasicismo contra Barroco, Romanticismo contra Neoclasicismo, etc). Todas, sin
excepción, implican un intento de renovación, de continuidad (aunque en teoría son
un rechazo, una condena), de autentificación. Así, por ejemplo, a fines del siglo XIX
(1888)
Rubén Darío renovó la poesía de habla hispana, que había caído en una
pobreza extrema, en aspectos como el temático, el estructural o formal y de contenido,
por no nombrar el uso de recursos retóricos universales que tienden a desgastarse
cuando se abusa de ellos, todo esto supuestamente en contra del Romanticismo (que
en realidad nunca ha desaparecido de nuestro suelo, porque como el mismo Darío
dijo: “¿Quién que es no es romántico?”) que a principios de ese mismo siglo, había
renovado la poesía que el clasicismo, mediante el uso de la filosofía, había
empobrecido alarmantemente. Darío aprovechó que, en aquel momento, se vivía en
Francia una revolución poética que hoy conocemos como Simbolismo y
Parnasianismo, para refugiarse, tomar ejemplo e iniciar su propia revolución, es decir,
agregar sus propias aportaciones, a lo que hoy conocemos como Modernismo (que
fue el primer movimiento cultural nacido en América, que al decir de los críticos, envío
las carabelas de regreso a España, es decir que nos liberó de la influencia europea)
al cual muchos autores jóvenes de América y de España se adhirieron. Treinta años
después el Modernismo también se había agotado, a pesar de haber sido modelo
creativo, en diversos países e idiomas, principalmente, como ya dije, en España y
América Latina.
Otro ejemplo, hace cien años, el mundo entero se conmocionaba con el
advenimiento de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) que, entre muchas cosas,
originó una renovación artística en el mundo, revolución guiada por jóvenes artistas
que, mediante el arte condenaron la actitud irresponsable, criminal, prepotente, de los
adultos que habían llevado al mundo a una situación tan lamentable. En el arte y en
particular, en la literatura, surgieron las llamadas escuelas de vanguardia, también
conocidas como -ismos (En Europas las principales fueron: Cubismo (Francia, 1907),
Futurismo (Italia, 1909), Dadaísmo (Alemania, 1916), Ultraísmo (España, 1918),
Surrealismo (Francia, 1920), etc.
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En América: Estridentismo (México 1921), Contemporáneos (México, 1928), Feísmo
(Argentina ¿), Negrismo (Puerto Rico, 1920), Creacionismo (Chile, 1916), etc.), que
se iniciaron durante la primera década del siglo, y se extendieron por el mundo a lo
largo de tres décadas más. Los primeros veinticuatro años del siglo XXI, comparados
con el mismo número de años del siglo pasado, revelan una pobreza enorme de la
poesía mundial actual, pues mientras la de entonces se revolucionaba, se renovaba
contundentemente, la de ahora parece atorada en un estilo único, en una serie de
recursos comunes, gastados, repetidos hasta el cansancio. Prueba de ello es que
muchos autores de entonces nos siguen sonando tan actuales (Pablo Neruda, T. S.
Eliot, Maikoswski, García Lorca, Alberti, Odiseas Elytis, Octavio Paz,,) porque
evolucionamos a partir de ellos, de su revolución, y no hemos sido capaces de originar
estilos nuevos, diferentes, propios. Ellos lograron el verso libre, por ejemplo, el poema
en prosa, el verso blanco, la imagen absurda, pero sugerente, donde se unen
elementos naturalmente distantes, es decir, un simbolismo propio, propusieron el no
usar signos de puntuación, crear neologismos, etc).
Cierto, la poesía actual, a partir de los años 40 del siglo pasado, volvió a cierta
estabilidad, a cierta tranquilidad que dejó atrás la ebullición, vanguardista, sin
renunciar, por supuesto, a las conquistas de aquellos, y creo que en eso seguimos,
después de más de ochenta años, sin embargo, resulta verdaderamente exagerado
de parte mía, negar tan rotundamente la falta de un afán renovador, por parte de todos
los poetas actuales, cuando en realidad hemos visto que sí hay un afán de renovación
y búsqueda que, sin embargo, no ha dado los frutos deseados, y a eso me refiero
cuando afirmo que la poesía actual está entrampada.
Realmente la poesía actual está entrampada, no tiene caminos, a pesar de que
los tiene todos, es decir, a pesar de su espíritu natural de renovación, de innovación,
de originalidad, no se ve que encuentre, aunque debemos aceptar que la búsqueda,
en ocasiones existe, es mínima, pero, sobre todo, que no ha encontrado lo que busca.
Hacia donde los autores caminan, pretendiendo ser originales, dan con un
antecedente, es decir, algo que ya está hecho, que años atrás, e incluso siglos atrás,
alguien desarrolló de manera perfecta. Así, por ejemplo, el caso del argentino
Francisco Luis Bernárdez, quien pretendió hacer un tipo de poesía barroca, dentro de
la escuela conceptista de Francisco de Quevedo, adornar la poesía en base a las
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ideas, a los conceptos, a las antítesis, las paradojas, los contenidos, y no a las figuras
retóricas que utilizó Luis de Góngora, padre del culteranismo, hasta el cansancio:
prosopopeya, metáfora, alegoría, símil, hipérbole, etc.
Me parece que las siguientes son propuestas que algunos autores se han planteado
pretendiendo ser originales, hallar caminos novedosos para su poesía, sin embargo,
como podemos ver, ya fueron utilizados con anterioridad, con mayor o menor éxito:
-Ir al pasado, tanto occidental (Grecia, Roma, Bizancio, Constantinopla, la Edad
Media, el Renacimiento, el Barroco, el Romanticismo, el simbolismo, el
Parnasianismo, en Modernismo, Vanguardismo, trascendentalismo, existencialismo,
etc. como oriental, es decir, a las culturas sobresalientes en la poesía, como China,
Persia, India, etc. El regreso es más bien formal, no tanto de contenidos.
Al estilo de el Neobarroco de Cuba, México y Perú.
-Incluir la vulgaridad (La antipoesía de Nicanor Parra, en México el infrarrealismo).
-Ir a la comicidad, vía epigrama y la ironía, el sarcasmo. Héctor Carreto
-El oscurantismo, vía el absurdo, a la manera de José Lezama Lima.
-Fugarse de la realidad, hablando de cosas que no existen, tanto temas, como
imágenes.
-Ser muy filosóficos, al estilo de cierto Octavio Paz y de cierto Jorge Luis Borges.
-Proponer nuevos temas o poco comunes en la poesía, al estilo de Neruda en las
Odas elementales.
-Buscando la claridad, la lógica, pero, sobre todo, la sencillez al estilo de la poesía
centroamericana.
-Hacer uso de las figuras literarias de siempre, o rehuirlas.
Lo que debemos resaltar es que nuestra poesía contemporánea sigue siendo muy
humana ( al estilo de César Vallejo), y prueba de ello es que la poesía amorosa, la
religiosa, la de denuncia social, no desaparecen. No son ni pretenden ser nuevas,
pero sí existir y ser propositivas, frescas, indispensables.
Tampoco se ve que la poesía como género, tienda a desaparecer, si bien tiene pocos
lectores, al grado de que hay quien afirma que sólo entre poetas nos leemos, somos
demasiados y creo que, por el momento, está segura, no desaparecerá, si bien no es
actualmente, como podemos darnos cuenta, una necesidad social. La gente común
no la busca, no la requiere para estimular sus proyectos, para sobrevivir a sus
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problemas cotidianos, incluidos los más íntimos, no, no es una necesidad social y lejos
está de ser un requisito para quienes pretendan gobernar a un país. Con todo, su
futuro está asegurado, al menos en editoriales marginales, como ya dijimos, que
buscan promoverla, preservarla, no enriquecerla, ni enriquecer a sus autores,
simplemente preservarla.
Creo que la búsqueda actual de la poesía no es por su preocupación de
poderse extinguir o de ya no ser necesaria socialmente, sabe que está segura, y busca
no ya la originalidad, que por lo visto es muy difícil proponer, sino la autenticidad, es
decir, llevar a la perfección y a la grandeza, lo que ya se tiene, aquello con lo que ya
se cuenta.
La calidad literaria, renovación consistente y constante, para ello, de acuerdo a lo
anteriormente expuesto, cuanta con la totalidad, de lo que la poesía ha sido siempre,
en todas las épocas, tiene la libertad y el derecho para hacerlo, traer, por ejemplo, a
Li Tai Po y unirlo a Walt Whitman, o bien utilizar la poesía prehispánica, y fusionarla
con el estridentismo, todo, porque, por suerte, la poesía nunca ha sido una mercancía
que esté subordinada a las leyes del mercado. Nada rechaza, ni debe rechazar en la
actualidad, porque no combate contra nada. Y está bien que se le promueva, que se
le publique, que se lleve a centros educativos, que aborde temas sociales que la
vuelven, de pronto, imprescindible en velorios, en bodas, en graduaciones, en luchas
de agrupaciones sociales, porque tiene todo el derecho de existir, mientras cientos,
miles, de súbditos, existan en el mundo. La poesía es un ser natural que lleva implícita
la capacidad creativa del universo, por eso puede crear imágenes nuevas, realidades
novedosas, como decía Huidobro (el pájaro anidado en el arcoíris),
Además, es hija, de lo más profundo y limpio, como también dijimos, de la
espiritualidad del ser humano, de lo mejor de nuestra especie, de lo más sensible y
positivo que tenemos, ejemplos sobran, poetas que, a través de su poesía, han dado
la vida misma, para que los pueblos crezcan, mejoren, se preserven, sean libres y
exitosos: José Martí, Miguel Hernández, Nazim Hikmet, Otto René Castillo, Roque
Dalton, etc.

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¿PARA QUE DIANTRES SIRVE LA POESÍA?
(Eje temático 4. Compromiso social de la poesía)
Por Norberto El Herrera

Ante un mundo sumergido en la maldad, donde impera la barbarie: el crimen, la


guerra, el odio, la mentira, el miedo, el agandalle, la corrupción, la destrucción,
donde lo más que se promueve como condición de todos los días, es la muerte. En
un mundo donde caminamos en sentido inverso al orden natural de amor y unidad,
y avanzamos al auto-genocidio: ¿Paraqué diantres sirve la poesía?

En un mundo donde el pan de cada día son la pasión futbolera, la efervescencia de


los reality show, la industria musical; el glamour y la perversidad hollywoodense, los
teléfonos inteligentes y la inteligencia artificial; aunados al narcotráfico, el tráfico y
el sacrificio de infantes, el secuestro y la trata de mujeres, los asesinatos, los
suicidios asistidos, el hambre, la miseria, la contaminación, la ambición desmedida,
las epidemias planeadas, organizadas y dirigidas desde los poderes fácticos; los
auto atentados, la experimentos humanos innombrables, el transhumanismo, la
manipulación genética y mental, los drones y mísiles nucleares, en fin la nula
empatía, y si sumamos la censura ideológica, educativa, académica, científica,
artística, ¿Paraqué diablos sirve escribir y/o leer poesía?

En un mundo, en un país, en una ciudad, donde el poeta, en el confort de la


ignorancia, desconoce quién es su enemigo y quién o quiénes son el enemigo
común. ¿Paraqué chingaos nos sirve la poesía? Roger Luis dice “Conócete,
conoce las reglas del juego y conoce a tu adversario” (Luis, 2018, pág. 0:40).
Aunque lo desconocemos, aunque no sepamos nada de ello, vivimos en un mundo
atrapado y gobernado por huestes oscuras, psicópatas que odian a la humanidad y
hacen de todo para aniquilarla y adueñarse enteramente del planeta, [no tendrás
nada y serás feliz], nos dicen flagrantemente. Descaradamente nos señalan que
nos lo van a quitar todo, y utilizan con artilugios, la mentira seductora, el miedo, y
la muerte como sus herramientas y caemos en sus redes fácilmente.

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Bajo esta gran cantidad de tropelías, de barbaridades; en este desorden en que
vivimos ¿Qué papel debe de desempeñar, o no, la poesía? ¿Se puede desligar la
poesía, de su función histórica, socioeconómica, política, filosófica o espiritual?
¿Qué se puede pedir, o no se puede pedir al poeta, en la situación urgente en que
respira, se desenvuelve y escribe? Otto René Castillo escribió:

Un día, / los intelectuales / apolíticos / de mi país / serán interrogados /


por el hombre sencillo / de nuestro pueblo. / Se les preguntará / sobre
lo que hicieron / cuando / la patria se apagaba / lentamente, / como una
hoguera dulce, / pequeña y sola. / No serán interrogados / sobre sus
trajes, / ni sobre sus largas / siestas / después de la merienda, / tampoco
sobre sus estériles / combates con la nada, / ni sobre su ontológica /
manera / de llegar a las monedas. / No se les interrogará / sobre la
mitología griega, / ni sobre el asco / que sintieron de sí, / cuando alguien,
en su fondo, / se disponía a morir cobardemente. / Nada se les
preguntará / sobre sus justificaciones / absurdas, / crecidas en la
sombra / de una mentira rotunda… (Castillo, 1965, pág. 10).

Gabriel Celaya (2022) tituló uno de sus poemas “La poesía es un arma cargada
de futuro” (pág. 29). Una frase muy utilizada por muchas personas, en un intento
de establecer un concepto de la poesía, o de pronunciar su posición ideológica y
social ante la misma; sin embargo, y muy personalmente, de primera instancia, a
mí, esta frase no me dice nada, habría que analizar de manera particular algunas
de las palabras, que como elementos sustanciales conforman esta frase que quiere
ser verdadera.

➢ Futuro. Lo que viene, lo que ha de venir, lo que va a ser. El futuro es


inevitable, lo cual tiene una gran multiplicidad de desenlaces, todo un abanico
de posibilidades, un mosaico de advenimientos posibles. El futuro puede ser
mejor o peor que nuestro presente: puede ser augusto,

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halagador, complaciente, funesto, facineroso, bienaventurado, maravilloso,
enriquecedor, trágico, apocalíptico, deprimente, oscuro, luminoso, bello,
bondadoso, esperanzador, generoso. Fatídico como las profecías, que
siempre son trágicas y deprimentes.

Gabriel Celaya, poeta español de la posguerra y de la guerra civil española, uno de


los más relevantes poetas de la “poesía comprometida”, también denominada
“poesía contestataria” o “poesía social”, publicó este poema en el libro “Cantos
iberos” en1955, hace 69 años, lo cual nos indica que nosotros estamos en tiempos
de ese, su futuro, y nuestro presente, no es nada alentador, por el contrario, es
tortuoso, fatídico, desolador, ignominioso, es quizá peor, al presente que vivió
Celaya. [Estábamos mejor, cuando estábamos peor] dice El Herrera. ¿Qué pasó
entonces? ¿Qué papel jugó la poesía para llegar a este presente tan caótico, tan
ruin, tan enfermo, tan ignominioso?

➢ Arma cargada. En un sentido literal las armas son bélicas, herramientas de


destrucción y de exterminio, fabricadas para asesinar, para realizar
genocidios y desolación. “Un arma cargada de futuro”. Su futuro, ¿Este?
¿Nuestro presente? ¿Acaso la poesía también funciona como un engendro
del mal?

No creo, sinceramente, que Celaya haya tenido la intención de aspirar a un mundo


tan trágico como el que vivimos y que la poesía haya sido una de esas armas
cargadas, para llegar a este presente tan nebuloso. Por lo tanto tendríamos que
analizar el tercer elemento y más importante de la frase: la poesía, y establecer su
función verdadera, verificable, en el devenir constante de la vida.

Celaya pretende (como muchos otros poetas en toda la historia) reconciliar el


mundo y el orden a través de la poesía. Cree, como todos nosotros los poetas de
hoy, y sobre todo los “Poetas en Construcción” (colectivo de poetas de Ciudad
Nezahualcóyotl, fundado en agosto de 1981), en los poderes excepcionales, y

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redentores de la poesía. La poesía como una herramienta que puede “provocar
nuevos actos”, (Celaya, 2022, pág. 30) que puede “golpear las tinieblas”
(Celaya, 2022, pág. 29) y descubrir nuestros potenciales espirituales, para un
despertar de la conciencia social y de la conciencia del ser y del devenir, y que
puede restablecer el contacto de la realidad material con la realidad espiritual, y
reactivar, el poder de nuestro espíritu transformador y de nuestra palabra creadora,
y así, liberarnos del ensueño, de las cárceles visibles e invisibles en las que nos
hayamos inmersos y postrados. La poesía, debe de expresar la verdad, la realidad
del mundo, debe dar testimonio de las injusticias en un mundo subvertido, oprimido,
reprimido, desquiciado, desahuciado; debe de develar “las bárbaras, terribles,
amorosas crueldades. (…) Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos
dejan decir que somos quien somos, nuestros cantares no puede ser, sin
pecado un adorno” (Celaya, 2022, pág. 29). Celaya, ve a la poesía como un canto
de esperanza, pero tal vez, solo se ha quedado en eso, en esperanza; porque toda
esperanza es parda, insustancial, inmóvil, auto-enemiga, la esperanza prolonga el
tormento de los seres humanos. Y el anhelo del despertar de la conciencia se ha
ido diluyendo hasta casi extinguirse. Salvo, muy contadas excepciones, el poeta no
quiere ser más un “ingeniero del verso, un obrero” (Celaya, 2022, pág. 30) en la
construcción del desarrollo humano-espiritual. El poeta (el de hoy, el más cercano,
el cotidiano) cayó en las redes de la tentación ególatra y narcisista; cayó en el
“pecado del adorno, concebido como un lujo cultural por los neutrales que,
lavándose las manos se desentienden y evaden” (Celaya, 2022, pág. 29). O
como dice Roque Dalton:

…(Muchos poetas inclinaron sus insomnios antiguos/ sobre la fácil


almohada azul de la tristeza. / Construyeron ciudades y astros y
universos / sobre la anatomía mediocre / de un nido de muñecas
cristalinas / y exilaron la voz elemental / hasta planos altísimos,
desnudos / de la raíz vital y la esperanza. / Pero se olvidaron del
hombre.)

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…(Ay, poetas, / ¿Cómo pudisteis cantar infamemente/ a las
abstractas rosas y a la luna bruñida / cuando se caminaba
paralelamente al litoral del hambre / y se sentía el alma sepultada / bajo
un volcán de látigos y cárceles, / de patrones borrachos y gangrenas /
y oscuros desperdicios de vida sin estrellas?...) (Daltón, s.f., pág. s.p.).

Don Atahualpa Yupanqui también expresa su posición ante el poeta:

Tú crees que eres distinto / porque te dicen poeta / y tienes un mundo


aparte / más allá de las estrellas. / De tanto mirar la luna, / ya nada sabes
mirar, / eres como un pobre ciego / que no sabe a dónde va. (…) vive
junto con el pueblo, / no lo mires desde afuera, / que lo primero es el
hombre y lo segundo, poeta (Yupanqui, 1957, pág. Tema 4 B).

Es evidente que ahora el trabajo del poeta ha decaído, involucionado en su sentido


más puro, más auténtico: el sentido espiritual. Muchos poetas de hoy, han puesto
una enorme distancia entre la realidad material y la realidad espiritual. Ahora, el
poeta está viviendo en el ensueño, soñando que está despierto y que es libre. Ha
dejado de ser un poeta del pueblo, ajeno a su momento histórico, a su realidad
cotidiana, se ha dedicado a amontonar frases, como apilamientos de piedras
intrascendentes, desordenadas, y sin alma. En muchos poetas de hoy, las efusiones
liricas se rompen constantemente, por versos que se disocian unos de otros, que
no se corresponden, en aras de pretender frases engalanadas, osadía metafórica
en muchas ocasiones mal lograda, burda, chata, ociosa, galanuras paralizantes de
una visión espiritual nula o sin progresión. En la poesía de hoy, hay demasiadas
[bocas dulces], hablan bonito, y escriben versos bonitos, pero por pura vanidad,
pura ensoñación del alma que no produce, que no crece, que no se reparte, pura
tergiversación de la realidad, extrapolación de la mentira en nombre de la poesía.

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A pesar de que Aristóteles considera la “poesía como una verdad y que incluso
la poesía es más filosófica y elevada que la historia” (Aristóteles. como citado
en Villarino, 1979, pág. XVI), el poeta le teme a la verdad y la evade, no quiere
involucrarse con ella. No quiere compromisos que lo expongan de ninguna forma.
Es más fácil establecerse en la nube del romanticismo y evadirse de la realidad del
mundo. Nietzsche (Nietzsche como citado en Larroyo, 1980, pág. 455) señaló que
“La poesía es mentira” Bajo esta posición, la poesía se contrapone a la verdad,
la poesía es mentira en tanto que el mundo que se nos presenta a través de la
poesía, solo sea el mundo de las apariencias, el mundo ilusorio, el del engaño en el
que vivimos, entonces el poeta se vuelve un engañador, al exponer solo el mundo
ilusorio que conoce. El poeta hace de la poesía una actividad propiamente
insustancial, vana, cuando no se interesa por ir en búsqueda de la verdad.
“Estamos tocando fondo” (Celaya, 2022, pág. 29).

Ante nuestra realidad actual, de un mundo naufragando en la vorágine, ¿Qué


carajos debemos hacer con la poesía? Dice Bertolt Brecht:

Mi hijo pequeño me pregunta: / ¿Tengo que aprender matemáticas? /


¿Para qué?, quisiera contestarle. / De que dos pedazos de pan son más
que uno ya te darás cuenta. / Mi hijo pequeño me pregunta:
¿Tengo que aprender francés? / ¿Para qué? Quisiera contestarle. / Esa
nación se hunde. / Señálate la boca y la tripa con la mano, ya te
entenderán. / Mi hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender
historia? / ¿Para qué?, quisiera contestarle. / Aprende a esconder la
cabeza en la tierra y acaso te salves. / ¡Sí, aprende matemáticas, le digo,
/ aprende francés, aprende historia! (Brech, 1975, pág. 131).

De la misma manera, como hijos pequeños, como [escalerilla de tablas], como paja,
como hojas que se desgranan y parafraseando a Brecht, debemos preguntar:
¿Tenemos que seguir escribiendo y/o leyendo poesía? Si, debiéramos contestar
rotundamente, y la poesía tal vez nos salve.

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La poesía debe redimirse a sí misma, y debe redimir al hombre y al poeta, lo debe
transformar, despertarlo del letargo en que habita, hacerlo participe del mundo y no
solo de su micro-realidad; la poesía se nutre de la vida y la vida se nutre de la poesía;
y en este sentido, el poema no solo debe estar conformado por la belleza, en su
forma, no debe de ser producido solo con un fin estético o placentero, o ególatra y
narcisista, sino que debe responder también a su realidad cotidiana, al contexto
histórico, social, político o artístico de la realidad en que se vive. La poesía al poseer
las cualidades fundamentales del amor: “Belleza, Bondad y Verdad”, debe de ser el
arma imprescindible para construir el futuro moralizante al que aspiramos. La poesía
rebelde, emancipadora (en todas sus especies y carácter); purifica, rescata al
hombre del naufragio indolente, de la dureza del caos, de las opciones destructivas,
de la burla del destino.

Es claro que el poeta al utilizar la palabra como su herramienta de comunicación,


tiene un compromiso con el entorno social y con la vida. El poeta debe tener su
propia concepción del mundo, de una manera consciente y crítica, debe participar
activamente en el acontecer exterior, y ser guía de sí mismo y no aceptar pasiva y
servilmente que su personalidad se moldeada por intereses ajenos a su devenir
natural de ser. George Mason dijo: [cuando el humano busca romper el espacio
de los que dominan, convierte la palabra en una de sus herramientas de lucha.
(…) Guardaos, poetas, de dar frutos sin piel, mares sin sal].

El avance de las formas libres de expresión poética de la actualidad, del verso libre
y de la poesía en prosa; de la metáfora ingeniosa, cautivadora, imponente, poderosa
y del lenguaje llano, directo; o del lenguaje místico y de la libertad imaginativa, o del
arrebato lírico; así como el avance del coloquialismo, de la ironía humorística, de la
pluralidad formal y estilística, y demás recursos literarios actuales; sin allanar lo
poéticamente decible, deben permitir al poeta de nuestra generación y a su poesía,
tener un contacto más estrecho y constante, con el

14
humanismo fraternal, trascendental, vital; y estar en relación directa con su entorno
natural, social, político, ambiental y artístico.

Reclamamos la libertad imaginativa, sin caer en los excesos inconsecuentes de los


ensambles con calzador, torpes, nulos, vacíos, incoherentes. La exageración del
ornato poético sin sentido, corrompe al propio texto, al paisaje y al pasaje que se
intenta crear. Sin embargo, con trabajo, con andadura rítmica, se puede lograr una
invención lirica afortunada, sin que sean indispensables las galanuras retóricas, los
deslumbres tropológicos, que en muchas ocasiones apuntan al ocio; se puede lograr
una buena lirica con un lenguaje sencillo, afable, popular (la palabra del hombre en
la calle); incluso se puede insertar una voluntaria agresión como recurso literario, el
uso de malas palabras, palabrotas como opción poética, pero, que expresen lo que
se quiere representar, que le dé presencia y significado al poema; que la palabra
sea verificable y que el mensaje pueda ser captado incluso por los que no están
inmersos en el océano de la poesía. Como dice Roque Dalton “Oh momento
mágico, oh poesía de hoy: contigo es posible decirlo todo! (Dalton, 1969, pág.
s.p.).

Los poetas de hoy, debieran confiar plenamente en la revolución, pero en la


revolución del alma, en la trascendencia del alma por mediación del espíritu, el poeta
debe ser un guerrero en la renovación de las cosas y de la vida. Nosotros (los
Poetas en Construcción), estamos decididos a resistir y a vivir, por eso participamos
del trabajo y del esparcimiento, de la poesía rítmica y de la filosofía profunda, [del
canto y de las flores].

¿Que para qué chingaos sirve la poesía? La poesía sirve para cambiar el mundo, el
propio. Si bien es cierto que la poesía no puede cambiar el mundo exterior, sin duda
alguna, si puede hacer que nuestro mundo, el particular, el íntimo, sea siempre un
mundo mejor.

15
“Quin oc ca tlamati noyollo / Yehua niccaqui in cuicatl / Nic itta in xochitli: / Ma
ca in cuitlahuiya o in tlaltipac”. “Por fin lo comprende mi corazón: / Escucho
ese canto, / Contemplo la flor, / Que jamás se marchiten en la tierra. Poema de
Nezahualcóyotl (Garibay, 1582, pág. 51).

BIBLIOGRAFÍA

Aristóteles. como citado en Villarino, R. (1979). Las grandes obras del siglo veinte: Los grandes
poemas del siglo veinte. Distrito Federal: Promociones Editoriales Mexicanas, S.A. de C.V.

Brech, B. (1975). Poemas y canciones versión de Jesús López Pacheco y Vicente Romero. Madrid:
Alianza Editorial.

Castillo, O. R. (1965). Vamos patria a caminar, yo te acompaño. Guatemala: Edición facsimilar.

Celaya, G. (2022). Antología poética. Madrid: Bibloteca virtual OMEGALFA. Edición en PDF. Libros
libres, cultura libre.

Dalton, R. (1969). Taberna y otros lugares. La Habana: Premio Casa de las Americas.

Daltón, R. (s.f.). Otros poemas de Roque Dalton, Roque Dalton (1935-1975). Recuperado el 28 de
septiembre de 2024, de https://www.literatura.us/roque/otros.html

Garibay, A. M. (1582). I Poesía Náhuatl. Romanses de los señores de la Nueva España, Manuscrito
de Juan Bautista de Pomar. Tezcoco.

Luis, R. (2018). Apocalipsis Opus. Recuperado el 28 de septiembre de 2024, de Algo anda mal en el
mundo: https://youtu.be/rn8YJqRFa5A?si=Ri5hCm1hsbr8HWv.

Nietzsche, F. (1980). Francisco Larrroyo: Historia de la Filosofia. Trillas.

Yupanqui, A. (Compositor). (1957). Canción El poeta, del disco Guiatarra dímelo tú. [A. Yupanqui,
Intérprete] Uruguay.

16
LA POESÍA COMO ESPEJO PARA MIRARNOS Y AL OTRO
Elizabeth Maldonado Manzanero
1. Mesa 2: La obra poética y su incidencia. Hablarse a sí mismo al lector o
a la sociedad.

Todo acto creativo busca y hasta cierto modo permite diversas cosas en el ámbito
personal y colectivo, desde la expresión personal de lo que sabemos, creemos,
necesitamos o deseamos compartir, mostrando la propia identidad, fomentando el
pensamiento divergente, que permite abordar un hecho desde diferentes
perspectivas, hasta la oportunidad de crear lazos con destinatarios diversos y
atemporales.

Crear desde lo propio merece trato como acto de sanación, al liberar tensiones
emocionales de forma segura, como medio de transformación personal desafiando
las normas del juicio moral y la censura e invitando a explorar lo desconocido y a
imaginar nuevas posibilidades, permitiendo a la par un sentido de logro y
satisfacción, accediendo tanto a la exploración personal como el diálogo con el
mundo que nos rodea.

La poesía, que va más allá de la expresión simplista, coloquial o llana, en el


que el manejo del lenguaje es el arte por demás, que trasciende a las palabras,
permitiéndonos explorar la variedad de significados lingüísticos, que nos regala la
posibilidad de arar el mar y escarbar las arenas de las nubes del pensamiento,
adentrarnos en nuestras emociones más profundas y reflexionar sobre la condición
humana.

Nos faculta entrar en contacto con el reconocimiento de quienes somos, y


contactar con los nervios del otro para reconocernos como uno mismo, por ello en
esta ponencia, abordaremos cómo la poesía actúa como un espejo que nos permite,
no solo mirarnos, descubrirnos, sino fomentar la comprensión, la empatía y la
conexión con el mundo.

17
LA POESÍA COMO ESPEJO PARA MIRARNOS Y AL OTRO

La poesía ha sido una forma de expresión artística fundamental a lo largo de la


historia de la humanidad. Desde tiempos antiguos, ha servido como medio para
explorar emociones, contar historias y reflexionar sobre la existencia. Es un género
literario que utiliza el lenguaje de manera estética y musical para evocar emociones
y crear imágenes. Según Pablo Neruda, José García Villa y otros más han hablado
sobre la conexión entre el sentimiento y la expresión poética, a firmando que es un
sentimiento que se traduce en palabras, misma que resalta la conexión íntima e
indisoluble entre emoción y expresión verbal.

¿Cómo quedan, Señor, ¿durmiendo los suicidas?


¿Un cuajo entre la boca, las dos sienes vaciadas,
las lunas de los ojos, albas y engrandecidas,
hacia un ancla invisible las manos orientadas?
Gabriela Mistral: primer verso de Interrogaciones

La palabra es como un signo en el desierto, presenta una pequeña muestra de


esperanza de fuerza que nos permite darnos cuenta del conocimiento de cada
artista, de su eje impulsor en su trabajo creativo en el que pone de manifiesto su
imaginario estético, olvidándose del frecuente absolutismo, dando contundencia en
cada palabra, a la luz del intelecto y a la sombra de sus emociones, como parte del
fulgor de su materia, de su transformación, de las sutiles elegancias de sus formas,
en su búsqueda artística e intelectual de maduración hacia la trascendencia, en una
muestra de exactitudes y equilibrio constante que exaltan a su lector.

... el discurso poético aporta al lenguaje aspectos, cualidades y valores de la realidad


que no tienen acceso al lenguaje directamente descriptivo y que sólo pueden decirse
gracias al juego complejo del enunciado metafórico y de la transgresión regulada de
los significados usuales de nuestras palabras. (Li, 2016, p. 20).

La escritura poética invita a una introspección profunda. A través de la creación


de imágenes, metáforas y símbolos que el poeta emplea de forma regular para
exponer sus experiencias más humanas sobre el amor, dolor, alegría, tristeza.
Imprimiendo su forma y estilo, que, pese a ser un sentimiento universal se traduce
de manera única y comprensible, transformando lo abstracto en algo tangible, crea
puentes, ofrece consuelo, con un grado de intimidad que nos permite confrontar y
18
entender aspectos de nosotros mismos que a menudo permanecen ocultos. Baste
recordar a Sor Juana Inés de la Cruz, pionera en la exploración de la identidad
femenina, el deseo y la intelectualidad, he ahí la sátira filosófica de hombres necios
ó el soneto que refleja una profunda lucha interna, entre el amor y el sufrimiento, y
una sensación de entrega ante la muerte Narciso:

Más ya el dolor me vence. Ya, ya llego


al término fatal por Mi querida:
qué es poca la materia de una vida
para la forma de tan grande fuego.
Ya licencia a la muerte doy: ya entrego
el Alma, a que del cuerpo la divida,
aunque en ella y en él quedará asida Mi
Deidad, que las vuelva reunir luego.

Sed tengo: que el amor que me ha abrazado


aún con todo el dolor que padeciendo
estoy. Mi corazón aún no ha saciado.
¡Padre! ¿Por qué en un trance tan tremendo
Me desamparas? Ya está consumado.
¡En tus manos Mi Espíritu encomiendo!

Poetas como Sylvia Plath cuyos poemas reflejan las luchas internas, la identidad
y la depresión, de Anne Sexton quien aborda temas de salud mental, feminidad y
experiencias traumáticas, o como el caso de Elena Poniatowska abordando la vida
de mujeres en México, reflejando sus luchas y experiencias, así como Julia Burgos
sobre la identidad, amor, libertad y roles de género, entre algunos y algunas otras.

La mujer se ha perfeccionado
Su cuerpo
muerto lleva la sonrisa del logro,
la ilusión de una necesidad griega
Fluye de los pergaminos de su toga,
sus pies
desnudos parecen estar diciendo:
Hemos llegado tan lejos, se terminó.
Cada niño muerto enroscado, una blanca serpiente,
uno en cada jarrita
de leche, ahora vacía.
Ella los ha plegado
De nuevo en su cuerpo, como pétalos
de una rosa cerrada cuando el jardín
se contrae y los olores sangran
desde las dulces, profundas gargantas de la flor de la noche.
Sylvia Plath

19
Es decir que, el poeta toma del valle interminable de su corazón la sed para
evocar, para trasminar y mirar, hablar y revestirse de rayos para desde lo alto a fin
de trazar el camino por el que calmar aquel miedo que hubiese aterrado o hundido
como en un lago profundo al alma del instado, para muchos poetas, la escritura es
una forma de autoconocimiento y transformación. Alfonsina Storni, es un claro
ejemplo de ello en su poema "La inquietud del rosal", que expresa su lucha interna
y deseo de liberarse de ataduras sociales, haciendo de su poesía un vehículo de
liberación personal.
El rosal en su inquieto modo de florecer
va quemando la savia que alimenta su ser.
¡Fijaos en las rosas que caen del rosal:
¡Tantas son que la planta morirá de este mal!
El rosal no es adulto y su vida impaciente
se consume al dar flores precipitadamente.

Lo que indudablemente es cierto, es que en la actualidad, como dice el dicho “De


poetas y locos todos tenemos un poco”, y en nuestra era todo lo preciado del
lenguaje suena a mera descarga de balas de salva, sin gran oportunidad de
comunicación eficiente y certera, alguna vez alguien mencionó que bajo el síntoma
del estrés todos realizamos descargas emocionales y aunque el arte, en lo particular
el ejercicio escrito y aún más la poesía es una liberación, no es menos cierto ni
menos importante que debemos cuidar el reflejo de lo que somos y deseamos
compartir.

El tratamiento de nuestro discurso es un acto de compromiso social que crea,


deconstruye, purifica, engarza y transciende a cada poeta, a cada escritor, las redes
sociales nos hacen fácilmente sentirnos artistas con tantos “like” y me encanta que
compartimos a diestra y siniestra, sin en cambió el poeta no es un artista es un
maestro, que forma, un creador de universos alternos.

20
1.1. La Poesía como Reflejo de la otredad

El amor, la vida, la muerte la tensión y el desgarramiento son las fuerzas


antagónicas que desde siempre han determinado el arte. El poeta plasma, indaga
la interioridad esencial que constituye su naturaleza, da origen al espíritu ontológico
que revela inconfundible su materia, refiere la magia y la dignidad que se puede ver
y configurar cuando empezamos a vernos unos a otros y descubrimos en los demás,
en ese alegato valiente y directo de la compasión y el reconocimiento. La otredad
no es ser visto como diferente, sino cómo los "otros" que son percibidos por la
sociedad, en relación con la hegemonía o predominio de una entidad o ideología de
control y dominación en las relaciones sociales, sin embargo, también es el espacio
de propia identidad, resistencia y reivindicación.

El poema establece una relación cercana que nos permite adentrarnos en el


mundo íntimo de secretos, traumas cotidianos, problemas, alegrías, amor, miedo y
frustraciones; poniéndolo como mensaje imperante de servicio, qué capta de
manera vital aquello que desmitifica y da dignidad: a mí, a ti y al otro, que atestigua
con palabras, la universalidad.

Walt Whitman (1855) En "Hojas de hierba", elogia la poesía como una expresión
de libertad e identidad personal, sugiriendo que es una forma de conectar con el
espíritu humano y la naturaleza, reivindicando la importancia del cuerpo como parte
de la experiencia humana. O sea que además de servir como un espejo personal,
la poesía refleja experiencias colectivas, universales sin dejar de ser únicas.

Históricamente, la poesía, ha sido vista como medio para explorar y expresar la


"otredad", resignificando la experiencia de ser diferente o ajeno en relación con
normas sociales o culturales al permitir desafiar estereotipos y prejuicios de raza,
género y sexualidad, reflejando las luchas y la resistencia de comunidades
marginadas. Al explorar la condición humana, se vislumbra este arte como espejo
de la diversidad, forma de autoconocimiento y transformación que facilita el diálogo,
promueve empatía y acercamiento con diferentes realidades, cuestionando valores
y empoderando a los más desfavorecidos, es decir que se vuelve el vehículo para
la aceptación, el cambio social y o político.

21
A través de un lenguaje de emociones el poeta se adentra en una selva oscura
trazando rutas en donde su interlocutor puede extraviarse, en una voz de conciencia
y una expresión de la complejidad humana, a veces de forma tan amarga en el
tratamiento de la muerte, del bien, de todo lo que se abandona, el arte poético es
entonces, el camino para transitar las carreteras de la verdad, desde que nació la
poesía desdé hace más de 4,000 años de historia que tiene y de los que dan cuenta
los poemas clásicos como: el Gilgamesh, La Ilíada y La Odisea que se emplea para
enaltecer valores culturales, por mencionar alguno.

1.2 EL DIÁLOGO INTERNO Y EL DISCURSO SOCIAL

El artista creador de la sensibilidad, poseedor del manejo particular de sus


emociones como materia viva, edifica abstracciones cadenciosas, que transforman
las líneas del mismo lenguaje, hacedor de una expresión propia en versos que
danzan en el oído a su propio ritmo, conquistan la armonía de la mente y el espíritu;
cuyo afán son las posibilidades de ser interpretados, transformados, establecidos y
en la trayectoria disciplinar que penetran no solo en su técnica, sino en su voz. Es
la trasformación de una arquitectura que requiere de cimientos fuertes, de belleza
formal que concilian el uso y el sentido, que demandan, que el capricho se mueva
simple y natural como tributo y valor de las sensaciones puras.

Se debe precisar de la consciencia, de la naturaleza comunicativa de una locución


culta que como plumaje de pavo real resplandece sobre las pupilas, determinando
el efecto que debe provocar al espectador, en el manejo del diálogo interno y el
discurso social que son en la poesía conceptos interrelacionados, puesto que la
poesía se expresa a través de diversas formas y estilos, haciendo más real la
realidad, tejiendo voces y universos alternos donde todo coexiste, donde es la
expresión ajustada, medida con el máximo de significación, con entidad vital, que
resuena universalmente, donde el poeta no solo narra sino desgarra su experiencia.

Las aportaciones teóricas acerca del sujeto de la poesía durante el siglo XX insistieron
hasta tal punto en depurar el enfoque litera rio de todo biografismo y psicologismo,
que todavía se encuentran reticencias ante cualquier comprensión del texto que
entable lazos con lo que se presume siempre exterior y ajeno: la realidad socio

22
cultural. Múltiples estudios se ocupan de este dilema teórico; entre ellos uno de los
más conocidos es el de Janusz Slawinski, quien distingue una serie de entidades que
incluyen el autor implícito, el sujeto de las acciones creadoras y finalmente el S.L.,
(Sujeto Lirico) todos conectados por acciones mutuas que permiten entablar
relaciones entre el adentro y el afuera del texto. (González, 2019, p. 12).
Las voces y pensamientos que habitan al poeta reflejan las emociones, dudas,
anhelos y reflexiones más intrincadas de la subjetividad que ofrecen una reflexión a
través de monólogos o preguntas retóricas que develan el misterio de las cosas y
las relaciones, ofrecen una forma de catarsis al desnudar el alma a través del ritmo,
de forma lírica, narrativa, épica o libre, nos otorga el secreto para orar en sonetos,
odas o elegías al sendero de Dios y su principio indefinible de la vida y la muerte,
despiertan imágenes metafóricas espaciales de inmensidad.

Pronto se acabará esta noche


con su estrella compasiva
en la ventana
y tampoco hoy sabrás
si el ojo que viaja por tus confines
es el ojo de Dios que observa maravillado
a cada órgano
haciendo incansablemente y todavía lo suyo
o si es el indiferente pero acucioso ojo de la nada.
El ojo (25) José Watanabe Varas (poeta peruano).

Desde la psicología, varios autores han abordado la narrativa terapéutica y la


poesía en lo particular como formas de explorar y expresar nuestra inteligencia
emocional, Gail Winger (2014) “Ocurre de pronto, sin esperarlo realmente. Me
sorprende. Lo siento en todo el cuerpo, pero sobre todo en el pecho, y cuando lo
siento me reafirmo, me digo que vale la pena dedicarme a esto y que vale la pena
estar aquí para contemplarlo” y John Fox han explorado que la poesía puede ser
una herramienta terapéutica para sanar heridas emocionales, entre algunos otros
terapeutas y psicólogos sobre todo gestalistas.

Dentro de todo paciente hay un poeta tratando de salir [...] no veo ninguna razón por
qué los doctores no deberían leer un poco de poesía como parte de su entrenamiento.
El morir o la enfermedad es un tipo de poesía. Es un desarreglo. En la crítica literaria
se habla acerca de un desarreglo sistemático de los sentidos. Esto es lo que sucede
al hombre enfermo. Por eso me parece que los doctores podrían estudiar poesía para

23
comprender estas disociaciones, estos desarreglos, y sería una acogida más total de
la condición del paciente. (Broyard, 1992, citado en Li, 2016. p. 267).

Por otro lado, el discurso social se enfoca en cómo la poesía refleja, critica o
dialoga con la realidad social, política, económica y cultural de una población dada,
contribuyendo a la desmitificación o creación de identidades colectivas siendo el
vehículo para abordar temas como la justicia, la identidad, la política y la
desigualdad. A través de referencias a contextos históricos y sociales, fomentando
el pensamiento crítico ha sido una constante que da cuenta de la humanidad,
adaptándose y evolucionando con cada época.

El lenguaje divide y acerca y, en función de la poesía, establece la búsqueda de los


hombres que enfatizan el encuentro con la reflexión, ya que la poesía da qué pensar.
El lenguaje permite la comprensión y la interpretación del mundo, de su mano nos
aproximamos al sentido poético que no es otro que el favor de amasar el pan de los
pueblos y la cifra de cada uno de los que aciertan a develar qué es lo que la palabra
presenta y oculta en sus acciones: la palabra, el lenguaje que celebra la unión fraterna
de las generaciones.
La unión entre el diálogo interno y el discurso social ha favorecido la creación de
un espacio dinámico donde las experiencias personales se conectan con las
realidades excepcionales de cada ser humano. Un poema puede comenzar con un
sentimiento personal, pero a medida que se desarrolla, puede abrirse a un contexto
más diverso permitiendo la identificación con el texto por muy distanciados
generacionalmente que se encuentren el poema y el lector, puede ofrecer una forma
de resistencia, entre la forma en que nos comunicamos y nos entendemos, de
conexión emocional y reflexión para cuestionar el estado cíclico de la sociedad
actual con la sabia esperanza de la temporalidad futura del porvenir.

24
CONCLUSIÓN

La poesía, como arte espiritual, humano es como el prisma del lenguaje una
herramienta poderosa que no simplemente refleja la realidad, si no que la construye,
e influye para nuestra comprensión del mundo y de nosotros mismos. Es una fuente
transformadora de todo lo posible, interno, externo y también de lo imposible.

Es un acto de entrega que sugiere una búsqueda de un interlocutor netamente


sensible, capaz de comprender en una metáfora, la hipérbole de la vida, en una
onomatopeya el bum caótico de nuestros tiempos y que de igual manera se
comprometa con su difusión y trasformación posible.

Desde del ámbito de la salud, es el acto catártico de una liberación del sufrimiento
propio y ajeno, una esperanza en la trascendencia y la redención de la fe en el otro,
en sí mismo y en lo otro que antes de la poesía no cabía en nosotros mismos.

Desde el espejo de la poesía, nuestra identidad desde los recursos literarios con
los que el poeta se expresa, pasando por la elección de las palabras, las
aseveraciones y retoricas presentes dan cuenta no solo de un bagaje, una etapa
histórica si no de una cosmovisión, invitando a cuestionar lo preconcebido y dar
cabida a lo diverso.

25
BIBLIOGRAFÍA

Li, J. L. (2016). La experiencia de la enfermedad: Fenomenología en la poética de


José Watanabe Varas [Tesis de doctorado]. Universidad Nacional Mayor de
San Marcos. https://core.ac.uk/download/pdf/323351036.pdf

Álvarez, O. J. (enero del 2013). La poesía, el poeta y el poema. Una aproximación


a la poética como conocimiento. SCIELO, 21 (46), p. 1 -
20. http://scielo.org.co/pdf/esupb/v21n46/v21n46a09.pdf

Mistral, Gabriela " Arte poética" 2010, junio, no. 008


https://circulodepoesia.com/2010/06/arte-poetica-no-008-gabriela-mistral/

González, A. (2019). LINA DE FERIA: IDENTIDAD FEMENINA Y POESÍA.


Ediciones Sed de Belleza.
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Fernandez, F. (2014). Poesía y Psicoterapia Gestalt

https://gestaltnet.net/gestaltoteca/documentos/articulos/poesia-psicoterapia-
gestalt

26
¿Porque es importante hablar de la poesía en tiempos oscuros?
Eje temático 4: Compromiso social de la poesía.
Breve Semblanza
Christy (Chryssanthi) Petropoulou trabaja actualmente en el Departamento de
Geografía de la Universidad del Egeo en Grecia, como profesora de Geografía
Urbana. Es miembro de Poetas en Construcción desde 1996 y sigue soñando y
actuando por otros mundos posibles sin explotación humana, respetuosos con la
naturaleza, contra el patriarcado, el fascismo, el colonialismo y el capitalismo.

Introducción
Este texto está dedicado a l@s poetas en construcción de Nezahualcóyotl y del
mundo.
“La cultura de los Kuben (blancos invasores) es cultura de destrucción de todo, todo
todo, cultura de comercialización de todo, cultura de veneno a todo, todo, todo, cultura
de desarrollo, así la dicen…”. Palabras de una compañera Kayapo Mebengokre de
Para de Brasil.
“Mi tío hablaba con las plantas. Las preguntaba si querían agua y ellas movían sus
cabezas. Dentro de la oscuridad y de violencia, su presencia Maya era una vela… una
estrella para nosotras, niñas que buscábamos la poesía a los restos coloridos de la
basura”. Palabras de una compañera poeta de Ciudad Nezahualcoyotl, México.
¿Porque es importante hablar de la poesía en tiempos oscuros?
¿Porque en la periferia y en los territorios de pobreza, de violencia y de oscuridad
nacen históricamente los mejores poemas, canciones, bailes, pinturas?
¿Es el estado de la poesía en una crisis o es la crisis que está naciendo nuevas
poesías, y nosotras la única cosa que tenemos que hacer es aprender a escucharlas?
¿Acaso la poesía, desde hace siglos, parece nacer en los salones; pero en realidad
nace donde la gente aún puede soñar?
Este trabajo (un atlas en construcción) está inspirado de un viaje en las puntas
poéticas de los cristales que nacen como maravillas en las periferias urbanas, y en
las comunidades indígenas y afrodescendientes en Abya Yala Afro-Latin América y

27
en Grecia1.
Reflexiones para la creación de un atlas sobre la poética de las luchas sociales
en Abya-Yala Afro-Latin América
Por medio de un dialogo entre palabras (entrevistas), poemas y pinturas murales
(presentadas en una presentación visual) vamos a intentar a responder a esas
preguntas. La presencia de pueblos originarios, de afrodescendientes, de refugiadas,
de músicos callejeros y de mujeres rebeldes de clases populares parecen decisivas
en esta investigación que busca la construcción social de la poética en tiempos
oscuros. (Sobre eso pueden consultar los textos: Petropoulou 2010 - 2023).
Pero antes de todo, como vengo de la isla Lesbos en Grecia, quería referirme en unas
historias antiguas poéticas. Antes muchos años, en Grecia antigua, en medio de
esclavitud y patriarcado emergente, la poeta Safo (Sapfo 630-570a.Ch. Lesbos)
escribió un poema contra la guerra de Troya, tomando la posición de Elena:
“Dicen unos que una tropa de jinetes,
otros la infantería y otros que una marina de navíos,
sobre la tierra oscura es lo más bello:
más yo digo que bello es lo que una ama...(lo que se siente eros)”.

Esta posición era una de las primeras posiciones anti-patriarcales y no era igual de
Eurípides que presentaba estrictamente Elena como inocente por culpa de Afrodita.
Mas tarde, en el año 405 a.C., un año antes del final de la Guerra del Peloponeso, la
vida social de Atenas estaba en crisis. Los últimos grandes poetas habían muerto.
Excitado por la mediocridad de los poetas de su tiempo, Dioniso decidió disfrazarse
de Heracles (Hércules) y descender a los infiernos para traer de vuelta al poeta
Eurípides. Al final, eligió a Sófocles, más respetuoso con los valores comunes y con
la Madre Tierra (vinculada a la diosa Deméter). Esta historia, descrita por Aristófanes
en el texto «Vatrachoi» (ranas) (Aristophane, -405), se ha interpretado de diferentes
maneras. Sin embargo, lo más importante es que en un periodo de crisis necesitamos

1
Nezahualcóyotl (México), El Alto (La Paz Bolivia), Susuarana (Salvador de Bahía, Brasil), La Victoria (Santiago
de Chile), Colonia obrera (Naucen, Argentina), Ciudad Bolívar (Bogotá), Comuna 13 (Medellín), Comunidades
Mayas Zapatistas (Chiapas, México), Comunidades Kayapó Mebengokre (Para, Brasil), Quilombo Quingoma
(Bahía, Brazil), Comunidades Mapuche (Chile, Argentina), Quechua, Aimara (Bolivia, Perú), Koconucos y
Quichua (Colombia, Ecuador), y de vivencias cuotidianas en Pireus, Keratsini, Atenas y Mitilene (de la isla
Lesbos, Grecia).
28
hacer una pausa, redescubrir la poesía y el respeto por la Madre Tierra, es decir, por
la vida cotidiana en paz, que no tiene nada que hacer con el patriarcado.
Un recorrido en trabajos académicos actuales nos puede apoyar a entender mejor la
importancia de la poesía y de su re-conexión con la madre tierra en tiempos oscuros.
Como vamos a ver, el proceso actual del capitalismo se caracteriza por la acumulación
por despojo y el biocapitalismo.

La acumulación por desposesión (Harvey, 2006) o por despojo (Composto y Ouviña,


2009, Petropoulou, 2010) se caracteriza por la continuación y proliferación de las
prácticas de acumulación que Marx definió como «originales» y «primitivas» en el
momento del surgimiento del capitalismo. Por este punto de vista, la política
neocolonial moderna de la expansión de capital se puede solo reproducir por medio
de la violencia. La guerra de exterminio actual en Palestina y en Amazonia son
procesos característicos que confirman esta posición. El despojo de campesinado que
viene con el llamado "desarrollo verde" en México y en Grecia y en muchos otros
lugares del mundo está inscrito en el mismo principio: acumulación por despojo. Pero
eso no es el único proceso que tenemos que enfrentar en la actualidad.

Partiendo del término «biopolítica» de Foucault, Fumagalli se refiere al


«biocapitalismo cognitivo», un proceso de acumulación basado no sólo en la
explotación del conocimiento, sino en todo el abanico de facultades humanas, desde
la lingüística relacional hasta la afectivo-sensorial, ligado con trabajos de inteligencia
artificial. La deshumanización del mundo se hace construyendo un "habitus"
(Wacquant, 2016.), una repetición constante ignorante de habitas, una situación de
estado de guerra permanente donde las poblaciones se acostumbran a vivir bajo
miedo en la vida cuotidiana.

Hace años escuchamos de la guerra de exterminio de Palestinos y de los pueblos


Amazónicos. Hace años escuchamos de decenas miles de refugiados que mueren a
las fronteras inhóspitas Europeas y de los Estados Unidos. Hace años escuchamos
de las desaparecidas mujeres violadas y muertas de ciudad Chimalhuacán y
Nezahualcóyotl. ¿Estamos acostumbradas? ¿Dónde está la poesía? En los tejidos
29
que contestan estas historias y en los textos no publicados...

He leído muchos poemas escritos y no publicados por ser violentos en esta isla Lesvos
y a Neza, y también en mi recorrido en las periferias urbanas de Abya Yala América
Latina, los últimos 20 años. Siempre la poesía aparecía como una cosa de los ricos,
pero siempre nacía en las condiciones más difíciles del mundo donde alguien ya no
puede suportar las palabras ordinarias respetuosas de los ricos y busque decir otras
cosas que van más al corazón de la vida o de la vida que se pierde... Estos son lugares
donde una/uno puede soñar grietas en el capitalismo (Holloway, 2010). Entonces, esta
nueva / vieja situación, bajo unas condiciones diferentes, puede tener el resultado
contrario si las diversas iniciativas, comunidades y movimientos sociales
antisistémicos consiguen producir contrapoderes por medio de sentipensar (Botero
Gómez, 2015). En este proceso, aprender a ver y escuchar, aprender a leer lo que
pasa en la vida cuotidiana de un lugar, cuenta más que leer una interpretación
científica del mismo lugar (Lefebvre H.,1968).

La forma poética de ver el mundo puede servir de antídoto contra la dominación del
miedo. Manuel Castells (2009) define el poder como una capacidad relacional que
permite a un actor o actores ejercer una influencia social asimétrica sobre las
decisiones de otros actores sociales, de forma que se favorezcan los intereses y
valores de quienes se encuentran en una posición de poder... Así pues, el poder existe
y siempre hay contrapoder. Melucci (1996) explica que la capacidad de los actores
sociales para resistir la dominación del poder depende de la capacidad de los
movimientos sociales para cuestionar los valores en los que se basan las instituciones
de poder. Stavrides S. y De Angelis M. (2010) y Stavrides, S. (2016) explican cómo
se producen los comunes por medio de "commoning" un proceso de creación de los
comunes. Zafeiris (2024) habla de resistencias creativas poniendo en cuestión las
teorías de ciudad creativa capitalista.

Así que la consigna es: cambiar los códigos. La forma poética de ver el mundo es
un enorme recurso para la comunicación en este momento de crisis global, cuando
las iniciativas y resistencias sociales que surgen en todo el mundo empiezan a
30
expresar un discurso político alternativo, pero todavía no pueden comunicarse bien
entre sí. Los momentos en los que vemos una comunicación que trasciende los
distintos lenguajes son, en primer lugar, los momentos en los que se moviliza un
conocimiento simbólico compartido, que hace referencia a los movimientos sociales.
Detrás de este proceso de «comunión», hay un sentido poético de otros mundos
posibles, de heterotopías.

Propuesta
En una época en la que los poetas han denunciado la idea de inspirarse en la vida
cotidiana porque están en busca de reconocimiento y poder, ¿dónde vamos a
encontrar poesía? Este texto defiende que la poesía hoy en día se encuentra en los
gestos cotidianos de solidaridad, en los pequeños gestos de comunidades dispersas
que parecen rizomas pero que a veces están conectadas, y a veces pueden
convertirse en grandes movimientos simbólicos para todo el mundo, como en el caso
de Ayotzinapa. Esto se hace en territorios y depende del entorno (milieux) (Berque,
2010). En un entorno puramente tecnocrático e individualista en el que la poesía y el
amor están ausentes, sólo puede prosperar el fascismo. Al contrario, en este evento
vamos a buscar las grietas (Holloway, 2010, Millán, 2014), los territorios donde se
esconde la poesía en un periodo de crisis.

Como dice Eduardo Galeano: "... En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente


maduros, como para saber que podemos ser compatriotas y contemporáneos, de
todos los que tienen voluntad de belleza y voluntad de justicia, sin importar, dónde
nacieron ni dónde se encuentran, porque no creemos en las fronteras de los mapas
del tiempo. En tiempos oscuros, seamos lo suficientemente tercos, como para seguir
creyendo, contra toda evidencia, que la condición humana vale la pena. En tiempos
oscuros, seamos lo suficientemente locos, como para ser llamados locos, seamos lo
suficientemente inteligentes, como para ser desobedientes, cuando recibimos
órdenes contradictorias a nuestra conciencia, o contra el sentido común".
Gracias
Christy Petropoulou, Mitilene, 3 Noviembre 2024.

31
Bibliografía
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34
La palabra como arma: el legado y la construcción de una identidad literaria en
la poesía hispanoamericana.
▪ El «yo poético» comprometido y la construcción de la memoria histórica
a través de la poesía.

Osman Omar Cruz Zavala (El Progreso, Yoro, Honduras, 1998). Estudiante de
la carrera de Periodismo y Antropología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Algunos de sus textos aparecen en revistas literarias y periódicos de América y España.
Ganador y finalista en certámenes de literatura a nivel internacional. Ha publicado los
poemarios; «Hologramas de ayer, hoy y para siempre…» (Atea Editorial, 2019) y «Quimeras
para después de la ceniza» (Atea Editorial, 2024) y recientemente se destacó con una
ponencia sobre «la importancia de la literatura en la vida nacional y el aporte a la misma por
parte de las juventudes» expuesta en el «1er Foro: Encuentro Nacional de Artistas y Espacios
Culturales» organizado en la ciudad de Comayagua por el Observatorio de las Culturas en
Honduras, la Secretaria de las Culturas, Artes y los Patrimonios, la Universidad Pedagógica
Nacional Francisco Morazán y la Municipalidad de Comayagua. Su obra literaria ha sido
traducida parcialmente al Inglés, Francés, Catalán, Italiano y al Japonés.

Introducción

Históricamente la poesía social ha podido desempeñar un papel fundamental y, a lo


largo de varios años ha sido tomada como vehículo de denuncia y reflexión sobre las
diferentes realidades sociopolíticas y humanas. Este género literario, ha buscado ser
un espejo de las injusticias y las desigualdades dentro de la sociedad, y hoy día
enfrenta una serie amplia de retos creativos, estéticos y quizá hasta de aceptación,
en este contexto literario global marcado por la inmediatez, la disidencia y la notable
fragmentación de la comunicación debido a cambios ideológicos y políticos que van
haciendo de la misma un arma de doble filo para los pueblos del mundo entero.

La poesía social surge debido a las inquietudes humanas, al compromiso con la


realidad social, y, a las batallas de las clases sociales que se van tejiendo y abordando
desde temas tan diversos como: la desigualdad, la violencia, la pobreza, el racismo y
la lucha por los derechos humanos. Desde figuras clásicas como: Pablo Neruda,
Roberto Sosa, Federico García Lorca, Mario Benedetti y hasta poetas
contemporáneos como: Tony Peña, Martín Cálix, Jurgen Rodríguez y Gustavo
Campos han hecho que esta corriente literaria haya evolucionado, adaptándose a los

35
cambios culturales y tecnológicos de cada época, sabiendo que, siempre llegarán los
golpes y los detractores en la posmodernidad y aquellos que, ven en la poesía social
y sus maneras de surgir, una bandera para atrincherarse en causas personales y no
las comunes, que son después de todo, a las que dicha poesía se ha debido
históricamente.
Retos Creativos en la Actualidad
➢ Inmediatez de la Información:

Quisiera enfatizar en que esta era digital tan estigmatizada, ha transformado la


manera en que consumimos, creamos y compartimos poesía. Sin duda, la velocidad
de las redes sociales y el surgimiento a discreción de quienes solo buscan colgarse
de la poesía social sin aportarle ni creatividad, y mucho menos profundidad, a menudo
puede llegar a trivializar los profundos mensajes sociales, llevando a los poetas a
reconsiderar el cómo y el por qué de seguir transmitiendo dicho mensaje en un formato
que crece y se va tejiendo sin resquemores y de manera constante y que compite con
un plagado bombardeo de información y de diferentes formas de fluir y surgir desde
la tinta que hace años se había extraviado.

➢ Fragmentación de Audiencias:

La amplia diversidad de plataformas y géneros poéticos ha segmentado al público, lo


que sin duda ha dificultado la difusión profunda de una poesía social más cercana a
los pueblos. Los poetas, actualmente deben buscar muchas maneras y mecanismos
innovadores para llegar a comunidades diversas, lo que puede requerir una
adaptación del estilo y contenido que es, después de todo, lo que está de alguna
manera limitando la creación literaria, ya que se le exige al poeta adaptarse a dichos
públicos que, parece ser, prefieren la poesía desechable, cargada de palabras
rimbombantes y de constantes monotonías que no dejan la claridad para aquellos
creadores de versos que si penetran el alma y tocan con grandes hierros, las fibras
más duras de la conciencia humana.

➢ Autenticidad y Originalidad:

Con el surgimiento de las inteligencias artificiales y otros mecanismos que en esta

36
posmodernidad se han encontrado para crear poesía, cuesta creer que este
panorama en donde el contenido es creado y compartido de manera constante, los
poetas sociales puedan enfrentar solos todos los retos y demás desafíos para poder
destacar su voz poética y la autenticidad de su obra, lo anterior debido a la creación
yuxtapuesta y, a la diosificación de poemas y versos creados con máquinas que,
únicamente maquillan el dolor y hacen que unos pocos puedan erguir la bandera de
la poética social. Nos surgen, entonces, otras inquietudes como: la búsqueda de una
voz única, que resuene no sólo con fuerza e inmediatez, sino también, acompañada
de un verdadero compromiso social, aunque en el frío paredón se ejecute o señale al
versador, que en términos de relevancia lleva en sus hombros y lápices el sendero
poético social, que es crucial en la vida artística y cultural de las naciones; tanto en el
pasado, como en este presente plagado de tantas injusticias que golpean con la fuerza
de los martillos la actualidad no sólo del quehacer poético, sino también del desarrollo
humano.
➢ Interseccionalidad:

Las luchas sociales en la actualidad son altamente complejas y, por supuesto


multidimensionales. La poesía social, hoy está en la obligación de abordar la
Interseccionalidad, reconociendo todas las identidades: (género, raza, clase) y de
cómo estas se entrelazan en la experiencia de la opresión, la discriminación, la
segregación y la invisibilización, lo que nos lleva a requerir de una sensibilidad muy
profunda y una comprensión sensitiva, sin mirar lo hondo de los cauces de la temática
literaria por parte del poeta, ya que está llamado a cultivar en este oficio; la naturaleza
feroz y de la lucha contra las injusticias. Creo también, que no está demás decir que
en este sentido, el poeta queda expuesto al estigma en los altos estratos sociales en
este oficio de escribir, después de todo tan exigido, pero tan maltratado.
Propuestas
Colaboración y Comunidad:
La creación poética en conjunto puede ser una herramienta altamente necesaria para
la poesía social. Es decir, fomentar la mayor cantidad de espacios colaborativos en la
escuelas, colegios, comunidades y universidades en donde diversas voces se
encuentren, puede llegar a enriquecer los variados procesos creativos y las
propuestas líricas de los autores, pero también se nos presenta una suma notable de
37
variados retos logísticos y del oficio, que sin duda, pueden llegar a chocar en la
armonización de los estilos y las temáticas, que los poetas estén dispuestos a abordar
en dicho sentido colaborativo.
Acompañamiento y rigurosidad:
Sin duda, es de destacar que tanto la comunidad como la colaboración, deben ir
atadas a un solo camino y es el de la rigurosidad. No cabe duda que, el rigor literario
debe perdurar, aún y cuando estemos trabajando en conjunto para la creación de una
poética común. Es decir que toda nuestra propuesta debe solidificarse en medir el
verso y la acción a través de la creación sólida, que se debe acompañar también por
la estética y de ser posible el lirismo, y otros mecanismos y demás herramientas que
hacen del lenguaje poético una evolución constante y, por tanto, de la poesía social;
un género quizá fácil y digerible para algunos, pero marcado profundamente para
otros. Ya en este último aspecto dichas diferencias se deben sublimizar en la seriedad
de este oficio, pensado en el presente y en el futuro, sabiendo que el pasado literario,
nos respira siempre en la espalda, como un animal silencioso que está dispuesto a no
ser olvidado.
Conclusiones
1. A pesar de la cantidad enorme de retos que enfrenta la poesía social en la
actualidad, su capacidad para inspirar, movilizar y generar una notable y
desarrollada conciencia social sigue siendo necesaria. Los poetas, a día de
hoy, tienen una responsabilidad incomparable no solo con el hecho de
comunicar su visión creativa y crítica de las condiciones sociales y todas las
que puedan afectar a los pueblos del mundo y, a sus sociedades, sino también
de conectar con los diferentes contextos en los que se vive y se crea dicha
propuesta literaria. La adaptación a nuevas realidades sociales, que en realidad
son modificadas por quienes no piensan en la casa común, sino únicamente
en ese patrimonio individual y la búsqueda de nuevos formatos que pueden
asegurar que la poesía social como espada de lucha, debe seguir siendo la que
lleve la bandera del faro de la reflexión y, a la misma vez un vehículo con un
motor de cambio en la sociedad contemporánea que tanto necesita de
reflexiones y grandes baños de realidad contra el ya antes marcado y
mencionado individualismo.
38
2. Por otro lado, y empujando los límites de la creatividad para abordar las
injusticias que nos rodean nos surgen otras inquietudes en las que la poesía
social, es la llamada a guiar con su antorcha de lucha y resistencia contra los
embates de quienes ostentan el poder y con este oprimen no solo a los pueblos,
sino también la creatividad de las comunidades globales. Pienso, entonces,
que es urgente un llamado sincero para acompañar a las voces, que por
razones adversas son silenciadas y apagadas con el objetivo de silenciar la
poesía social y con esto impedir que surja una poética de denuncia y también
de propuesta como una liana literaria y social adherida a las longitudes y, a los
cambios que hoy se hacen presentes en la poesía a nivel global.

3. Finalmente, creo que sigue siendo fundamental que los poetas, tanto
consagrados y los autores emergentes, sigan comprometidos con el arte y con
los pueblos y sociedades del mundo para la fecundación de una verdadera
poética social, que no se olvide ni de la memoria histórica y mucho menos de
las raíces que la han visto surgir y lograr la permanencia en una era en la que,
la vigencia, cambia rápidamente y se modifica sin siquiera los autores haberlo
notado.

Referencias Bibliográficas

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«El escritor latinoamericano y la revolución posible.»
(Sosa, Roberto, 1971, p. 21)
«Un mundo para todos dividido.»
(Peña, Tony, 2019, p. 21)
«Quimérica Poemia.»
(Cálix, Martín, 2019, pp. 16-19)
«El año del armadillo.»

39
EL POETA EN EL DESTIERRO DE LA POESÍA
Cesar Cedillo Méndez

La experiencia del lenguaje es la de la existencia, representa la morada de


nuestro ser. “Los seres humanos nos creamos a nosotros mismos en el lenguaje
y a través de él” (Heidegger).
El lenguaje, además de ser un medio de comunicación, es un dominio que crea
realidades, hace posible que las cosas sucedan, la magia del devenir. Es a través de
él que establecemos relaciones, describimos objetos y mostramos nuestra manera de
percibir el mundo. Desde el lenguaje creamos realidades.
Vivimos en el mundo de las palabras con él dominamos el cuerpo, la
emocionalidad y lo que trasmitimos a los otros. Cuando hablamos le damos sentido a
lo que decimos, o sea le damos un significado. Construimos realidades.
El ser humano es medio y fin a través de sus palabras. Somos lo que decimos
y al hablar elegimos la vida que queremos y lo que podemos dar a los demás. Estas
son la herramienta de creación y transformación diaria. La hablar, tomamos la decisión
de ayudar en un acto humildad y generosidad o destruir.
Pero también el lenguaje es precario y deficiente y las palabras, también:
a) Las palabras se quedan cortas al describir las cosas, siempre nos queda a
deber. Nos muestran el límite de lo que no alcanzan a decir. El lenguaje es
de inicio un fracaso enunciativo, es imperfecto, no es capaz de expresar
totalmente lo que deseamos. Nunca podremos nombrar lo que realmente
es el amor, el miedo, la ansiedad, el mundo, la guerra, la destrucción. Las
palabras no lo consiguen en su intento por conceptualizar totalmente.
b) Dentro del sujeto hay un hueco que no se llena nunca y con nada, lo peor
es que las palabras no logran rellenar este hueco o esta soledad. Este, por
más que intenta desmitificarse, siempre desea y está deseando otra cosa.
Tiene una falta, una soledad oceánica diría Erick Fromm, deseamos lo que
no tenemos, cuando lo satisfacemos queremos más o algo mejor.

40
c) El mundo en que vivimos, el mundo de las palabras, no nos pertenece. Al
hablar tratamos de acceder a él, pero siempre está afuera, así como lo
plantea Platón en su mito de la caverna.
d) El ser humano nunca es completamente libre, siempre estará influenciado
por los otros o por su contexto. Aunque la lengua permite la comunicación,
las palabras vienen del otro, se nos impone.

La literatura como la psicología en el psicoanálisis propicia una nueva manera


de decir las cosas. La dramaturgia, la novela, la poesía y otras más formas literarias
ofrecen una posibilidad del simbolismo, de una discontinuidad que mira a la realidad
con otros ojos.
Pezoa siente que la literatura hace más real la realidad. La representación bella
del mundo consiente o no, es un caracol nocturno en un rectángulo de agua.
Nietzsche plantea que el símbolo atiende a la generalidad y lo común; no
obedece al orden de la existencia fáctica, trasciende la particularidad del ente: existe
como sentido que adquiere una función evocadora. La condición básica de la
interpretación significa ser fiel de una manera intencionada al contenido del objeto
interpretado.
El hombre es símbolo del hombre en tanto que habla de él. Los seres humanos
somos dueños de nosotros mismos, en la medida en que tomamos conciencia de
quienes somos, de lo que hacemos y lo que decimos. (González R, et al).
Cabe aclarar que no haré una definición de poesía, ya esto es casi imposible.
La palabra se ha resistido a parcelaciones, definiciones y otras desgracias filosóficas
y literarias. Sino abordar a la poesía y al poeta en una condición de conflicto o
salvación ante estas vicisitudes de la palabra.

La poesía.
Decíamos que no vamos a definir la poesía, ni siquiera aspirar a tener un
acercamiento conceptual, pero eso no nos impide vivirla. Zambrano (2023) plantea
que la palabra poética, representa una palabra que no es concepto, sino es ella quien
hace concebir.
La poesía crea realidades donde solo puede existir lo no conceptual, lo que no
41
hace referencia a lo que existe llanamente, es el lenguaje que crea una nueva realidad
en el lenguaje mismo. Nombra a nuestro mundo y miramos nuevas versiones. Lucha
por los poderes abstractos del lenguaje.
La poesía se aleja del discurso ordinario, hace un uso especial del lenguaje en
función de su construcción de imágenes. Es un saber paradójico, no objetivo, no busca
la interpretación, sino la posesión.
No es solo un unir palabras que hacen una realidad alterna, sino también, una
nueva mirada. En ella las palabras valen no solo por su referente sino por su
resonancia, su proyección, la unión de estas, los ecos, las vibraciones y el todo que
va más allá de ellas mismas.
La poesía se quedó a existir en los arrabales de la filosofía, arisca y desgarrada
diciendo a voz en grito todas las verdades inconvenientes. Solo es que en terrible
indiscreción y en rebeldía, logra esa posibilidad de trascender en el lenguaje.
(Zambrano, 2023).
La poesía es la lucha con lo propio y lo ajeno, es caridad que no puede disiparse
ni romper los lazos que unen al ser con el todo. Es el encuentro con el acontecimiento,
que irrumpe como tornado o tormenta lo simple y lo complejo. No es subordinación ni
totalidad, pero es más que el todo. Es como entrar en otro circuito o en otro plano que
nos une con nuestra raíz primigenia muy cercana a nuestra condición humana.
La poesía es una antinomia en la intención de querer salvar las pasiones, donde
nuestra alma las sufre, las padece y glorifica. Es la contradicción que anhela la unidad
y se resuelve contra ella, vive en la dispersión y se aflige. Llora por lo que no quiere
dejar y se revela para salvarla. Es la conciencia fiel de las refutaciones humanas,
porque es el martirio de la lucidez, del que acepta la realidad tal y como se da en el
primer encuentro. Y la acepta sin ignorancia, con el conocimiento de su trágica
dualidad y de su aniquilamiento final. (Zambrano 2023).
Ese sentimiento oceánico de oquedad, soledad y mortalidad, que aqueja al ser
humano, ante su deseo de desmitificarse, del que hablamos al principio, la poesía
produce la sensación de lo eterno, una especie de sentimiento religioso, (como dice
Romain Rolland) logra estados alterados de conciencia, aguza los sentidos, es la
euforia de la posibilidad mágica, un elixir para el ser humano. Esto lo salva de su
honda desesperanza y abandono, es como posibilidad mística. La poesía es una
42
acentuación de la vida al penetrar la realidad del ser.
Leer poesía, nos salva de esa necesidad obsesa de tener y no ser. La lectura
de poesía es una convocatoria al conjuro, la oportunidad de trasmitir sensaciones,
despertarlas, darles un sentido a las palabras con algo diferente, no visto. Es una
convocatoria, un conjuro, El lector intensifica la vida, logra fundir palabra y mundo en
una unitaria realidad, la actualiza, la hace suya, la captura, la recrea y la revive. Dice
Octavio Paz “que un lector encuentra en un poema lo que busca, porque ya lo trae
dentro”. Nadie cuida lo que no ama, nadie ama lo que no conoce, dicho sea de paso:
los invito a conocerse, a revivir, los invito a leer poesía.

EL POETA
La poesía mueve al poeta como el viento a las nubes quietas: siempre más allá,
hacia lo desconocido. Octavio Paz (2008).
Para Roberto Bolaño, la poesía es un gesto adolescente, frágil que apuesta lo
poco que tiene, por algo que no conoce, que no sabe bien que es y regularmente
pierde.
El poeta no renuncia a su labor, porque sabe que no tiene nada. Es un
desposeído, no cuida de hacer el recuento de sus bienes y de sus males porque no
sabe quién es, ni siquiera sabe lo es lo que busca. Lo único que tiene es él o sea se
tiene a sí mismo y debe desprenderse de sí mismo para crear una nueva manera de
hablarle al corazón. El mundo no tiene fin, por eso tiene que ser otro, o sea el mismo,
cuando se da a la faena de crear.
La única posibilidad que tiene el poeta es alterar los límites de la palabra, de
caminar más allá de su significado, de sus sentidos, de la intuición y el pensamiento,
de los sueños, y de sus propios fantasmas interiores mezclados todo esto de tal
manera que divaguen en un mundo abierto con los otros, con los que vagan fuera,
que forman un mundo abierto donde todo es posible y a la vez imposible.
Sobrevive en las zonas no exploradas del pensamiento o del no pensamiento,
en las palabras rebeldes más allá del significado de todo lo existente, lo que está por
existir y lo que no existe.
El poeta está consagrado a la palabra, no toma ninguna decisión, soporta
únicamente este vivir errabundo y como sin asidero. Soporta el vivir instante a instante
43
pendiente de su búsqueda. Entrevé algo en la niebla y a esto le es fiel hasta la muerte.
No pide, entrega, es todo concesión, aunque no se le ha cedido nada, no conoce la
justicia nadie ha sido justo con él, pero siempre da algo en nombre de ella. El don de
la poesía es de todos y de nadie.
El poeta aborda el lenguaje no de manera llana y conceptual, sino simbólica
intuitiva, original y renovada. Parte del lenguaje e inventa una nueva forma que no le
habla al pensamiento, ni a la razón, sino a algo que está dentro del ser humano que
es más que el alma o el corazón, que no sabe dónde está, ni que es, pero que está
ahí.
El poeta es el eterno desterrado de la filosofía, de la realidad y del mundo,
puede ser que incluso de sí mismo. Nunca va a encontrar nada, ni la vida, ni la muerte,
nada. No hay totalidad del pensamiento para él, por eso no la acepta y no lo debe
aceptar. Su mundo es el de la eterna búsqueda. Siempre busca lo que sabe que no
ha de encontrar. Parafraseando a Sabines en los amorosos, los poetas
…viven al día, no pueden hacer más, no saben,
siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que no han de encontrar.
… son los insaciables,
los que siempre -¡qué bueno!- han de estar solos…
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada…
…se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida y se van llorando, llorando
la hermosa vida.

El mundo está todo el tiempo en la muerte y el poeta es capaz de verlo, el


hombre lo niega, por eso el poeta se aferra a las palabras, a lo que puede sobrevivir
a todo, por eso llora antes de que suceda, nada, llora porque cree tenerlas y sabe
44
verdaderamente que no las tiene, siente que al nombrarlas en ese mismo instante se
le van.
Lo efímero es lo más amado, pero también es lo más irrenunciable. El poeta,
aunque jure mil veces morir en un poema, nunca lo va a hacer, va a seguir en busca
de la realidad, de intuiciones y revelaciones que nunca se producen, aunque haya
pocos lectores está condenado. Vivir es delirar y sabe que es lo único que no puede
hacer, es olvidar, aunque regularmente tiene que olvidar para volver a crear.

A MANERA DE PROPUESTA:
Reconocernos en la poesía como un arte de utilidad pública y defensa personal.
Hacer respetar y proteger aun en la marginalidad o clandestinidad su testimonio e
intensificación en nuestra vida. Solicitar su compañía en la creación y la lectura como
una forma de autorreconocimiento y como una forma de conciencia colectiva.
Asumir el oficio de poeta. Encontrar tu propia poesía, es decir nuestra propia
vida. Muchos ya han escrito antes que nosotros y muy posiblemente mejor. Si hay que
hacerlo es importante esforzarse en que sea mejor. Exprimir a las palabras como dijo
Octavio Paz que chille putas palabras, que se traguen sus propias palabras. Lo dicho
anterior es un mucho de retórica y un poco de razón.
Vivir es delirar y sabe que es lo único que no puede hacer, es olvidar, aunque
regularmente tiene que olvidar para volver a crear.
Lo dicho anterior es un mucho de retórica y un poco de razón. Habrá que vivir
en el delirio, leer y escribir siendo el eterno errante que busca, lo que sabe que no va
a encontrar y que habrá que alterar los límites de la palabra, acompañándonos de la
intencionalidad de la poesía uniendo palabra y mundo donde es imposible unirlos,
pero es ahí donde se crea la nueva palabra, no el neologismo, sino la palabra más
poderosa, inexistente, tal vez no creíble por la razón, sino por algo que hay que
inventar también porque nuestro corazón está trilladamente enfermo.

Fuentes consultadas.
Bolaños Roberto (2018) Poesía reunida, Alfaguara México.
Bolaño Roberto La belleza de pensar, entrevista Claudio Sanhuenza, Santiago de
Chile
45
Chavarria (2004) Antología del lenguaje. Santiago de Chile
González Roberto Andrés, Hinojosa Gutiérrez Pedro José, Rodríguez González
Mariano (2011) El hombre como símbolo del hombre Una aproximación al
pensamiento de Cassirer, Jung y Eliade. UAEM, México
Paz, Octavio (2008) Las palabras y los días, Antología introductoria. Fondo de Cultura
Económica, México.
Rome W, (2014) Hacia una poética radical, Fondo de cultura económica, México.
Sabines Jaime (1991) Nuevo recuento de poemas, Biblioteca paralela, México.
Sánchez Robayna A La palabra de la poesía conferencia, Fundación Juan March
Islas Canarias España.
Zambrano M (2023) Filosofía y poesía, Fondo de Cultura económica, México.

46
Convocatoria Poetas en Construcción A.C
Coloquio de Otoño: Una mirada al estado actual de la poesía
Universidad Autónoma del Estado de México sede Nezahualcóyotl.
Universidad Pedagógica Nacional sede Nezahualcóyotl
Ponencia presentada por Poetas al viento corporación cultural conciencia integral
por la ecología, sede Medellin Departamento de Antioquia, Republica de Colombia.
Medellin 27 de octubre de 2024.
Poetas al viento Corporación cultural conciencia integral por la ecología de la ciudad
de Medellin, Departamento de Antioquia, Republica de Colombia, agradece a Poetas
en Construcción A.C de la ciudad de Nezahualcóyotl de México tan amable invitación
a participar en el “Coloquio de Otoño”, una mirada al estado actual de la poesía, por
lo cual procedemos a enviar nuestra propuesta de participación en dicho evento
internacional.
Partiendo de nuestra experiencia práctica en la organización y dirección de 8
Encuentros internacionales realizados por Poetas al viento corporación cultural
conciencia integral por la ecología, el último de los cuales acaba de finalizar el 1 de
septiembre de 2024 y que contó con la presencia del Poeta, Escritor y Sicólogo Cesar
Cedillo Méndez de La ciudad de México, presentamos nuestra mirada al estado actual
de la poesía, centrándonos en la visión desde nuestro territorio y expandiéndonos a
Latinoamérica y el mundo. Haremos nuestra Ponencia en forma sucinta y de acuerdo
con los ejes temáticos del Coloquio de Otoño, propuestos por Poetas en Construcción
A.C.
1. El estado actual de la poesía y nuevas formas de expresión y creación poética.
La Poesía del siglo XXI presenta una transformación total frente a las pasadas formas
de expresión y creación del pretérito reciente, nos referimos al siglo XX y todavía, dista
más de los anteriores siglos. Es innegable el surgimiento de una poesía cotidiana,
intima, de reflexión frente al estado actual del mundo. El poeta asume, describe en
monólogos sus estados, sentimientos y estilos, frente al panorama particular o global
que percibe. Nos habla del mundo que lo rodea, con una gran sensibilidad. El Poeta
del siglo XXI, asume el rol de investigador, planteando nuevas temáticas en un mundo
globalizado y donde la tecnología de vanguardia permite hacer frente a problemas de
relevancia planetaria.
El estilo poeticé, su expresión y creación, es el verso libre. Así la poesía se vuelve
prosa y la prosa poesía, como se puede ver en la obra de la actual premio Nobel de
47
Literatura, la surcoreana Han Kang, quien accedió a este alto galardón “por su intensa
prosa poética que confronta traumas históricos y expone la fragilidad de la vida
humana, su estilo poético y experimental se ha convertido en una innovadora de la
prosa contemporánea”.
La creación poética del presente siglo explora otros caminos, lo absurdo, el cambio
del sentido, la ficción, el humor negro, abandona la musicalidad la formalidad, desdeña
los cánones, se desprende del esteticismo, es más personal, subjetiva, más
fragmentada, con matices que abren nuevos estados de conciencia. Se convierte así,
la expresión y creación poética del siglo XXI, en una incursión en un mundo cada día
más conflictivo, traumático, absorbente, dominado por el mercantilismo y el
triunfalismo, enfrentándose el Poeta en su creación literaria a la disyuntiva de la
poesía como conocimiento o información.
El territorio poético esta cada día más poblado, se vuelve más multiforme, gran
número de seres humanos, sin distinción alguna están escribiendo poesía, razón
válida para que muchos críticos literarios y escritores, la desestimen, la consideren de
categoría inferior, lo que ha conducido a la poca presencia de grandes Poetas, esto
conduce a la perdida de validez en nuestro tiempo, es común oír en los círculos
literarios que “hay muchos poetas, pero poca poesía”, encontramos más expresión
poética en la prosa.
Esto nos conduce a ser selectivos, a buscar con tesón y paciencia a nuestros poetas
de la cotidianidad, acercándonos a ellos a escucharlos o a leerlos, para darlos a
conocer y que sus versos, se conozcan que hagan acrecentar la expresión y creación
poética.

2. La obra poética y su incidencia. Hablarse a sí mismo o a la sociedad.


La obra poética traspaso los umbrales del tercer milenio, vivimos un momento especial
para la poesía, con grandes creadores y creadoras. El toque femenino anima con vigor
la nueva poesía que empieza a esbozarse. Nuestros versos al viento son los
instrumentos para intentar cambiar el mundo, estamos en una encrucijada y la poesía
se convierte en un bálsamo para sanar el adolorido corazón del mundo, hoy más que
nunca necesitamos de LA PALABRA. La Palabra ha sido lo único ileso salido de la
tragedia Palestina.
48
Poetas al viento Corporación cultural con su lema “conciencia integral por la ecología”
propone una creación poética social, de educación planetaria, somos los poetas los
instructores del mundo, recordemos el valor esencial de la poesía en la historia
humana, la poesía existió en la época de las cavernas y existe en la era del internet.
La poesía desde su estricta acepción es creación, considerada como el más alto
exponente del ser humano. El poeta está con nosotros en le era más tecnológica de
la historia de los últimos 10.000 años de nuestra especie. Nuestras voces exaltan,
lamentan, imprecan, cantan. Van del silencio al grito. El poema es un clamor de
libertad, la vitalidad y el ímpetu, nos lleva al cumplimiento y encuentro con nuestro
destino poético: la necesidad de emancipación. Nuestros canticos en consonancia
están con la libertad. Alejados de la oferta y la demanda danzamos por los senderos
del arte y la ecología. Nuestras coplas al viento circulan por el mundo, en clamorosos
versos por la vida, la paz y la igualad. No es el poeta un ser ensimismado que relata
sus dudas, sus tormentos, sus esperanzas, sus miserias, sus sueños. Es ante todo
un ser social, comprometido con su destino y el devenir del mundo, es un testigo y
anunciador de su época. La voz que debe dar testimonio de lo humano y loar al mundo
de su época.
La poesía como producto humano que es, en el siglo XXI debe ponerse al servicio y
defensa de la vida, el cambio climático es un peligro eminente que debemos superar
si queremos sobrevivir como especie, la desigualdad social, la guerra, el consumismo,
solo llevan a el aniquilamiento de la vida. La poesía está más viva que nunca. Hoy
hay más lectores y poetas que en ninguna otra época histórica y podemos encontrar
todas las tendencias estéticas de los siglos anteriores, la poesía es libre, experimenta
un afán de ruptura, de celebración de lo nuevo, poesía simbólica y mística, nuevos
clasicismos y poesía neobarroca, hermetismo y poesía de compromiso social, poesía
con tendencia a lo fantástico, donde se reduce el ego del poeta y se abraza el
altruismo, va la poesía del tercer milenio camino a la reflexión y manifestación de las
problemáticas actuales que tocan a toda la humanidad. Somos los creadores y
hacedores de un nuevo devenir poético, el astro poesía empieza a emerger como
resultado de los grandes avances en la exploración espacial. Las nuevas formas de
pensamiento, las nuevas tecnologías, abren frescos horizontes, es la hora de la
transhumanizacion. Estamos en la aurora de un nuevo suprarrealismo del arte
49
poético, quizá un posrealismo poético. Utilizamos todo el legado del pasado con toda
la imaginación y fantasía del presente, con la atracción utópica del futuro. Debemos
ser magníficos lectores para convertirnos en excelsos poetas. Utilizar el entorno digital
y la red para crear poesía de convergencia, de palabra, imagen visual, música y
acción.

3. La poesía social y sus retos creativos.


La poesía social tiene como objetivo sensibilizar a la comunidad de la actual situación
del mundo, de la injusticia, la violación a los derechos humanos, de la crueldad de la
guerra y de los males que causan a la humanidad las funestas decisiones de los mal
llamados líderes mundiales, que en su, crucial bajeza todo lo corroen. Hay una
disyuntiva planteada hace años entre “poesía social “y “poesía pura”, que se disolvió
al esclarecerse que, si es auténtica poesía, termina por ser de todos. El verdadero
poema es social, pertenece a todos, la poesía es de todos o no es de nadie. El alcance
común del poema del con la sociedad es el ejercicio lingüístico, terapia y comunicación
para el lector o quien lo escucha. La poesía social de calidad se enfoca en dar salida
a la zozobra cultural y el malestar político actual, debe ser puesta al servicio de la vida
y a la conciencia planetaria. Estamos en un momento difícil, donde necesitamos más
que nunca la poesía, la palabra. Palabra que exprese versos de verdad, bondad y
belleza, que se oiga en los confines del mundo, que se convierta en multiplicadora de
los valores ecológicos fomentando el amor y respeto por la naturaleza y poder decir:
“ecología y poesía en plena armonía”.
Hay una necesidad implícita de creación, nuevas formas poéticas, excepcionales,
despojadas de dogmas y cánones literarios. La poesía social es de carácter
contestatario, para su construcción se aborda la temática de injusticia, opresión y
desigualdad, a partir del verso como instrumento de protesta, se busca conectar y
movilizar las masas, mediante el lenguaje poético, cantos de los pueblos, clamor de
los oprimidos, abordando temas sociales de palpitante actualidad.
La creación poética social debe ser un lenguaje universal que aniquile fronteras y abra
las puertas de los pueblos cerradas por caducas y rezagadas ideas nacionalistas. El
poeta que construye poesía social debe orientar sus velas para navegar con certeza
en las embravecidas olas del agitado mar de la actualidad mundial, llevar la nave de
50
sus versos a un puerto seguro, en esta era de la globalización tecnológica y
económica, de luchas populares y reivindicación del humanismo, la poesía es de por
si una protagonista de primera línea, una expresión global, dinámica, multidimensional
ejercida hace milenios. Mucho se ha hablado de la acción subversiva de la poesía,
que se desliga del poder, que se rebela contra él, que no se somete, los poetas han
denunciado los abusos del poder, la poesía no es insumisa. Los poetas deben
construir con su verbo, una verdadera civilización cosmopolita, compleja y libre,
ecológicamente sustentable, es la hora de las grandes creaciones de La Poesía
Social, la supervivencia de las especies vivas del planeta y el bienestar integral nos
atañe a todos, el cuidado del planeta tierra y el respeto por los derechos humanos,
aseguran el futuro de todos los seres vivos en la tierra. La tierra no pertenece al ser
humano, somos una hebra en el gran tejido de la red de la vida, todo lo que le hagamos
a la red no lo haremos a nosotros mismos, esta debe ser una de las rutas en la
construcción de la poesía social.

4. Compromiso social de la poesía.


La creación poética debe transitar por los senderos inexplorados de la mente humana,
el arte contemporáneo requiere una nueva visión holística. El poeta fue chaman y
profeta, luego se tornó artista oral, en un cantor de tradiciones familiares, tribales,
genealogías de reyes y dioses, cuando aparece la escritura se debilita la tradición oral.
La aparición de los cantores que transmiten a viva voz las tradiciones de los pueblos
que habitan, es la poesía transmitida, enseñada y creada oralmente, esto lo podemos
ver en las lenguas indígenas de América cuyo nombre originario es Abya Yala, que
se traduce como Tierra Madura, Tierra Viva o Tierra en Florecimiento. Desde sus
inicios, la poesía adquirió un compromiso social, antaño oral, hogaño lo podemos
hacer desde las redes sociales, utilizando las herramientas tecnológicas para llenar la
red con nuestros versos que tengan contenido social con los caracteres ya expuesto.
En nuestro caso particular desde Poetas al viento corporación cultural, con nuestra
temática fundamental de “conciencia integral por la ecología”, asumimos ese
compromiso social. También asumimos la tradición oral y escrita de una identidad y
conservación de las costumbres y tradiciones de nuestros ancestros mediante la
poesía de La Arriería.
51
Un ejemplo para el mundo del compromiso social de la poesía, nos lo dan los poetas
palestinos de la resistencia, apasionados y fieles representantes del romanticismo
palestino, sus poemas desde el exilio exhortan al pueblo a luchar, sin desfallecer por
la liberación de su pueblo.
En la tercera década del tercer milenio, el, poeta debe asumir un compromiso social,
extender mediante el poema los lazos que edifíquenlos principios sociales de amor y
fraternidad. Enfrentamos un reto crucial, debemos crear una sociedad planetaria para
el cuidado integral del planeta, de la vida de todos sus pobladores, se necesita un
cambio integral en los valores, instituciones y formas de vida.
La poesía actual es una forma de reinvención dentro del lenguaje. La poesía es el
gran laboratorio de las lenguas del mundo, pueden surgir genialidades o
monstruosidades lingüísticas, el verdadero compromiso del poeta es con su lengua, a
veces la poesía se pierde en vanas conjeturas y es destrozada por los críticos
literarios. Nos adentramos en terrenos desconocidos donde quizás lo que llamamos
poesía pertenezca a un remoto pasado. Al cruzar los umbrales de siglo XXI, la
supervivencia de la poesía depende los intrépidos aventureros del lenguaje, no hay
certeza del futuro de la poesía, en el contexto actual entendido como género literario,
se hunde en su propio lastre y aparece ante el público, -el poco que queda- como un
galimatías, interminable discusión de modos y querellas de procedimientos. Ahora, la
poesía pertenece a un círculo de privilegiados exclusivistas, sin embargo, la poesía
es una puerta abierta al mundo de la libertad y la igualdad, los poetas son los
inspiradores y agitadores del mundo desde la antigüedad. Toda creación del espíritu
es ante todo poética. La poesía es el paraje donde el alma humana se detiene
extasiada. Luego, ella, la dama encantada, La Palabra, se desliza por los labios del
poeta. La poesía es un antídoto contra la desesperanza. El compromiso social de la
poesía es salvar el planeta para las nuevas generaciones, necesitamos que todos los
artistas del mundo nos comprometamos con el planeta. El compromiso social de la
poesía es con su entorno, con su tiempo, el poeta está con nosotros, sobrevive en la
época del internet y los viajes espaciales, el Poeta es eterno.

Poetas al viento corporación cultural conciencia integral por la ecología,


Medellin 27 de octubre de 2024
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Biografías de los ponentes.
José de Jesús Bedoya López Cc 15376377 Fundador, director y representante legal
de Poetas al Viento Corporación Cultural, cuenta con 3 poemarios publicados y dos
inéditos, ha dirigido la publicación de 7 poemarios de la Corporación y en la actualidad
trabaja en la edición de 2 obras más. Ha dirigido los 8 Encuentros Internacionales de
Poetas al Viento
Teresa Naranjo Narváez Cc 43045285 Fundadora, presidente de Poetas al Viento
Corporación Cultural, Bibliotecóloga y Gerente en sistemas de Información en salud
de la Universidad de Antioquia, Ex funcionaria de la Biblioteca Publica Piloto, ha
publicado artículos y prólogos en los poemarios de la Corporación, prepara escritos
sobre genealogías y temas históricos. Ha participado de todos los eventos de poesía
organizados por la Corporación.
Carlos Alberto Valle Sánchez

Nació Municipio de Hispania en el año de 1965, fiel admirador de José Asunción Silva
y Rubén Darío. Ha tenido oportunidad de presentar su obra en diferentes escenarios
y participando en convocatorias como El Festival Palaveiros en Brasil; fundador de
Noches de Luna, Luces Música y Poemas realizado en diferentes municipios del
departamento y algunos barrios de la ciudad de Medellín, en el corregimiento San
Sebastián de Palmitas, en el municipio de Guarne, entre otros. Ha participado y
organizado recitales en diferentes colegios, universidades, empresas y centros
culturales. Invitado especial al Segundo Encuentro de Escritores “VUELVEN LOS
COMUNEROS” de Bucaramanga 2008. Organizador Encuentro de Poesía, En
diciembre: “MORAVIA SE LLENA DE POESÍA” Medellín 2008. Invitado a Encuentro
Nacional de Declamadores organizado por el Centro Literario Antioquia participante
desde el año 2009. Fundador y organizador del Encuentro Internacional de POESÍA
POR LA PAZ, donde se muestra la obra de los poetas quienes aportan como artificio
de paz. - Participante del VIII Festival de poesía Alternativo de Medellín2019

- Participante del III, IV, V, VII Festival Poetas al Viento; Medellín, año 2019 - 2020 -
2021. 2023-2024 - Invitado y participante a la XXXI feria del libro de la Habana Cuba

53
2023.
- Invitado al XXXVI Encuentro Internacional de Escritores y Artistas “Felipe Alva y Alva”
2023.- Exposición de la obra A Los Arrieros, recitales y show de cuentearía en
diferentes escenarios.

Poetas al viento Corporación cultural conciencia integral por la ecología


Medellín 27 de octubre de 2024

Fuentes consultadas:
Gómez Mantilla, S. Siglo XXI, Escuela y Poesía. https://lainsula451.blogspot.com.

Granados, J. F. ¿Está en crisis la poesía? https://letraslibres.com

J.J, Bedoya López. Comunicación personal WhatsApp 2º, 4º, 5º y 7º Manifiesto


Suprarrealista del Arte. 2022
J.J, Bedoya López. Poesía. Julio 2024. Suenan Timbres Revista de Arte y Cultura.
Vol. 10. Pg. 20
Poetas al Viento Corporación. 2019. 4º Poemario Poetas al viento.
Valle, Carlos A. 2018. A los arrieros. Editores Publicidad S.A.S.

Autor de La Ponencia: Coloquio de Otoño. Una mirada al estado actual de la poesía.


Poetas al viento Corporación cultural. Medellín Colombia.
Ponentes: Carlos Alberto Valle. Medellín Colombia, Teresa Naranjo Narváez. Medellín
Colombia. José de Jesús Bedoya López. Medellín Colombia.

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PONENCIA: EL COMPROMISO DE LA POESÍA FRENTE A LA MENTIRA HECHA
VERDAD.
PONENTE: ARTURO PALACIOS JUÁREZ.
SEMBLANZA: SOCIOLOGO DE FORMACIÓN, CUENTISTA POR GUSTO Y
CONVICCIÓN.
AUTOR DE LOS LIBROS DE CUENTOS:
“TUMBORRACHO EN LA ESQUINA” Ed. 5º Sol.
“SIMPATÍA POR EL DIABLO” Ed. 5º Sol.
“VUELTA AL ASFALTO” Ed. 5º Sol.
“AHORA Y EN LA HORA” Ed. Sierpe.

EL COMPROMISO DE LA POESÍA FRENTE A LAMENTIRA HECHA VERDAD.

INTRODUCCIÓN
Pensar la poesía, criticar la poesía creo, debe ser labor de poetas, porque la
preocupación de la creación poética no concierne más que a ellos y, celebro que se
reúnan como lo hacen en esta ocasión y se pregunten por la salud y el estado actual
de esta.
La poesía es el arte mayor de la literatura y hasta es posible entenderla como la
mayor de las artes, debido a que la sensibilidad poética va mucho más allá del común
sentido artístico que tasa la belleza en armonía de colores o rítmicos movimientos de
expresión corporal, como en la pintura o la danza, por hablar de algunas de las bellas
artes, sino en la interpretación sensible de una realidad objetiva, común para todos,
pero apreciada de manera real o irreal por la sensibilidad de la poesía.
Así, los poetas son degustadores del plano celeste, capaces de alcanzar las
estrellas con solo estirar la mano y convertirlas en juguetes, subterfugios que les
ayudarán a aliviarse de la soledad que les rodea en medio de multitudes, porque habrá
que saber que el poeta es solitario y su solipsismo lo debe a una supra visión de
hipersensibilidad que le permite percibir extrema belleza en lo que por cotidiano, no
pasa de una visión simple para los demás, se trate de una nostálgica puesta de sol o
una romántica mirada de la luna. Como toda expresión artística, la poesía es un acto
de creación individual, incompartible con sensibilidades seculares, perdidas en las
55
actividades de simple supervivencia material.
Así, los poetas son gambusinos de sueños, los que pepenan amorosos entre ríos
de la inmundicia y fatalidad de la vorágine humana; sueños que piscan como botones
de algodón, tomándolos entre las manos para intentar, regularmente sin éxito,
convertirlos en realidad, en vida posible aquí y ahora. Asaltar la utopía para proponerla
a la humanidad, como la posibilidad de existencia de vida común, colectiva, en la que
el sueño sea la única válida dirección.
Así, los poetas son para quienes el sufrimiento, el dolor provocado por la avaricia,
la envidia y el egoísmo, vistos no por el interés material, sino por la extra sensibilidad
poética; esa que nos invita a reflexionar que los seres humanos tenemos todo para
ser felices: una naturaleza que nos obsequia en abundancia, todo lo que requerimos
para existir en paz y armonía; satisfacer todas y cada una de nuestras necesidades,
siempre y cuando entendamos que es posible lograrlo en colectividad, en la vida social
y lo desperdiciamos al permitir que unos cuantos se apropien de lo que debiera ser
de todos, incluyendo las voluntades.
¿Por qué entonces los legos, los que en ocasiones intentamos sin lograrlo, hacer
poesía, queremos pensar, hablar, criticar la poesía; participar en un evento como éste,
en donde el quehacer poético actual es analizado por poetas?
En cuanto a mí, sociólogo de formación académica, cuentista por convicción y
gusto, quiero decir que el arte en general y la poesía en particular, se encuentran
sumidos en un bache, quiero llamarle generacional, porque quienes nacimos algunas
décadas antes del siglo XXI, compartimos esperanzas, posiblemente utópicas, que no
dejamos de perseguir, a pesar de saberlas en exceso lejanas y compartirlas como
fallidas, pero no como frustraciones, sino como símbolo de rebeldía irredenta.
Mi muy particular punto de vista, me conduce a percibir el pensamiento artístico,
con excepciones respetables, como elemento componente de una estructura
ideológica de dominación, de la cual no ha logrado sustraerse y presentarse como
vanguardia cultural que dirija y organice la resistencia cultural, violenta como debe
ser, para planear colectivamente el futuro y la realización de la vida humana, a la cual
pertenecemos, aunque esto sea considerado como una utopía más; vale la pena no
cejar en su búsqueda.

56
LA MENTIRA COMO INSTRUMENTO DE DOMINACIÓN.

Parto del supuesto de que la realidad social está compuesta por una estructura
material que determinan las relaciones económicas y una superestructura subjetiva,
determinada por la estructura, pero que mientras esta se mantiene como algo
inmodificable mientras el modo de producción subsista, la superestructura, las ideas,
entre ellas el arte, son dinámicas, progresivas, se vuelven críticas y avanzan por
encima de la estructura que le dio origen.
¿Qué papel juega en este momento la poesía?
El arte y la poesía como elemento de éste, independientemente de la estructura
social de que se trate, deben ser críticos, rebeldes, subversivos; perseguir como
objetivo fundamental, la felicidad, la realización humana, en el único escenario donde
esto puede ser posible: la libertad. Transformar, subvertir el orden cuando la libertad
no es posible.
¿Persigue esto la poesía actual?
No se trata de realizar una condena de manera general; existen propuestas muy
adecuadas y respetables que mantienen viva a la poesía. Sin embargo, el sistema de
dominación actual no ha modificado y sigue aprovechando los métodos de control
ideológico que le permiten mantener el control absoluto de la propiedad privada y sus
privilegios como forma obligada de organización. Más aún, los ha mejorado y
perfeccionado logrando un dominio total en base a una vergonzosa docilidad asumida
por el dominado.
El vertiginoso y monstruoso avance de la tecnología que, se traduce en innegables
beneficios para la producción, no se convierte en incremento de niveles sociales de
vida, sino en una concentración mayor de la riqueza y la consecuente agudización de
la pobreza. La condición de la riqueza de unos cuantos, es el empobrecimiento de las
mayorías. Aquí, la tecnología juega un papel fundamental en cuanto a los métodos
ideológicos de dominación.
Desde siempre, el arma principal para lograr la dominación y la sumisión, es la
mentira como recurso de convencimiento y resignada aceptación.
La mentira que nos lleva a aceptar como normal la desigualdad social frente a la
pretendida igualdad ante la ley.
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Que la justicia es la defensa de los privilegios de quienes se han adueñado del
mundo, de la naturaleza, como un derecho natural que habrá que respetar como
sagrado, so pena de recibir el castigo por faltar a las reglas de la normalidad.
¿Quién autorizó el reparto del mundo?
¿Qué ley divina decide a quien pertenece la naturaleza y sus recursos? ¿A quién
pertenece el trabajo de los demás?
Aquí la pregunta: ¿Qué papel debe jugar la poesía frente a la mentira fragante?
Desde la primera forma de organización social, basada en la división de clases, el
esclavismo, nació con las justificaciones de raza, de poder; de designios divinos,
aceptados por los propios seres esclavizados, apoyados por la noble elocuencia de
las armas. Aún en el siglo XIX, el Tío Tom aceptaba su condición, debido al color de
su piel negra.
El feudalismo, con la mentira de la asignación divina hacia algunas familias para
regir la vida de millones de siervos, logra mantenerlos en un absoluto estado de
resignación, bajo la amenaza del castigo celestial, por parte de un Dios bondadoso,
en caso de desobediencia. El Papa platica todos los días plática con Dios y este le
indica cómo organizar el mundo.
Las relaciones sociales de producción se mantienen quietas, sin cambios, porque
así conviene a los privilegiados, pero no así las ideas, el pensamiento, la
superestructura que avanza a pesar de los obstáculos que se le puedan poner.
La razón llevará inevitablemente a preguntar si existe alguna ley natural que
nombre al amo como dueño de millones de esclavos, obligados a trabajar para él.
Esa misma razón llevará a cuestionar si es cierta la reunión matutina de Su
Santidad con Dios o se trata del efecto de algún alucinógeno.
En este razonamiento de crítica, de rebeldía, el arte, en particular la interpretación
poética en su búsqueda de la verdad habrá de contribuir con sus cuestionamientos
ante la injusticia, a desatar las fuerzas liberadoras.
El sistema de producción actual, el capitalismo, se presenta como el régimen de
explotación perfecto, ya que confecciona normas y leyes en donde todos los individuos
somos libres e iguales y en donde la diferencia de clases será determinada por las
aptitudes individuales. Así, los triunfos y los fracasos no podrán ser atribuidos a nadie,
sino a las capacidades de cada individuo. Si todos tenemos las mismas posibilidades,
58
el fracaso de las mayorías no puede ser atribuido a nadie, sino a la carencia de
inteligencia o a la simple flojera, a la falta de interés para buscar el progreso. La
mentira se ha convertido en legitimación de la desigualdad, bajo el amparo de leyes
que protegen a todos por igual.
En la actualidad ¿en qué estado se encuentra el pensamiento, la razón, el arte, la
poesía, la superestructura en general?
Al parecer en un estado de somnolencia; de ingravidez placentera; de sedación
por fármacos ideológicos que inhiben las inquietudes y las diluyen en una
normalización de voluntades compartidas y de la aceptación de lo que, al parecer,
constituye una convivencia basada en la ley y en la justicia.
El esclavismo sucumbió ante el impulso de un pensamiento de rebeldía que abolió
las ideas raciales.
El feudalismo se terminó con las manifestaciones renacentistas que impulsaron las
luchas contra los privilegios de la aristocracia parásita.
El capitalismo, al igual que los anteriores modos de producción, productos de un
proceso de violenta evolución, se constituye en la forma de organización en el que la
igualdad será aceptada como la manera legítima, a partir de la erección de la mentira
como única verdad aceptable y la que habrá que imponer a través de la elocuencia
de la coerción física, cuando el convencimiento pueda ser insuficiente.
Y al parecer, el convencimiento viene a resultar suficiente para la mayoría de la
humanidad, lo que anuncia la cancelación o por lo menos, la suspensión momentánea
de la esperanza.
La tecnología con sus distractores de pantalla, sus entretenimientos frívolos y su
amenazante inteligencia artificial, nos llevan a aceptar que todo está bien y que lo que
suceda es normal.
La clase poderosa, llamémosle burguesía, poseedora de una alta conciencia de
clase, sabe cómo conservar sus privilegios y sabe adelantarse, a lo que para sus
intereses puede ser peligroso.
De esta manera, las guerras se presentan como la manera de garantizar la paz y
la tranquili8dad de un mundo libre, hasta establecer guardianes que garanticen su
existencia. Así, países invadidos y destruidos por la sospecha de que posean armas
nucleares que puedan poner en peligro la estabilidad del mundo. Países invadidos
59
porque el poder mundial considera que un dictador los gobierna. Un pueblo elegido
por su Dios, apoyado por el poder económico mundial, se abroga el derecho de
exterminar al pueblo palestino, con la finalidad de adueñarse de su territorio histórico.
Poe cierto, el indicador más claro de la injusticia, será el saber a quién apoyaran
los gringos.
Al interior de nuestro país, aceptar como válido y benéfico, el aumento de un
impuesto de 10 a 15%: que la privatización de la explotación de los recursos naturales,
principalmente los energéticos, acareará bienestar para el pueblo; que el poder judicial
representa el ejercicio de la justicia, cuando libera criminales por falta de pruebas o
perdona impuestos a quienes de manera filantrópica generan empleos. En fin, que los
patrones deben recibir el agradecimiento de los trabajadores, por brindarles empleo,
aunque el producto del trabajo en su mayoría quede en manos del patrón.
¿Qué es pues de la razón cuando en las propias universidades, la filosofía y las
ciencias sociales, son proscritas como metodología para la crítica y enseñarlas como
un civismo, para propiciar el comportamiento individual, dentro de una sociedad de
millones de conductas individuales sin intereses de colectividad, con base a teorías
pseudo científicas, neopositivistas, justificadoras de la desigualdad?
En fin, en donde los gustos y aspiraciones, se establecen por medios de
comunicación tan elocuentes que, la cultura se mueve entre el futbol y el reguetón.
En donde el arte se nutre de salpicaduras de colores brillantes que deslumbran y
adormecen el entendimiento.
Porque no hay más allá de lo actual. Pensar en la transformación de la
organización social, es un pecado que será necesario exorcizar de las mentalidades
juveniles, con diversiones fatuas o con el relajamiento criminal de las drogas. No en
balde, los jóvenes norteamericanos son los clientes cautivos y mayores consumidores
del inagotable negocio del narco; y, en donde las ideas de revolución se han
transformado en objeto de inocente aspiración por parte de marxistas trasnochados.
En el siglo XX, a los artistas y la juventud en general, nos emocionó el desafío al
imperialismo que significó el triunfo de la Revolución Cubana y las pretensiones
liberadoras del Ché Guevara en Angola y Bolivia. Nos alegramos por el triunfo del
pueblo vietnamita sobre el imperio gringo. Nos entristeció y lloramos por el asesinato
del presidente Salvador Allende.
60
En fin, teníamos la esperanza como alternativa y la utopía como paradigma.
Como conclusión, puedo afirmar que momentáneamente ha triunfado la
dominación y el control efímero de las conciencias, con la imposición de la mentira
como axioma de verdad.
Sin embargo y de manera inevitable, la juventud, una vez llegada al hartazgo,
sacudirá los lastres ideológicos que se le han cargado con afanes automatizantes y
retomará su naturaleza rebelde, para demostrar al poder que con os jóvenes no se
juega.
Ante la mentira como verdad asertiva, la poesía enemiga natural de la mentira
tomará su papel de líder de las manifestaciones artísticas y encauzará las
aspiraciones hacia la esperanza, aunque esta busque como

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LA VOZ SIN ROSTRO DE LA POESÍA Y SUS OFICIANTES

Estamos en la realidad, o sería mejor decir en parte de esta que alcanzamos a percibir
los seres que nos decimos pensantes. Lo más probable es que la realidad, como tal,
no alcance a ser percibida sino en una mínima parte por nosotros, y que sin embargo
ahora mismo está pasando a nuestro lado. Deberíamos estar conscientes que nos
trasciende en todos sentidos, pues nosotros somos una mínima esencia de la vida en
el universo. Tal vez lo que nos ayude a entender esa Totalidad, por nombrarle de
alguna manera, sea la otredad y lo que viene de ella: la Poesía, que ha acompañado
a la humanidad desde el principio de los tiempos. Y así, el primer ser humano, que no
creo que haya evolucionado desde un primate a lo que ahora somos, ni que haya
surgido del barro o de alguna hermosa historia que cuentan todas las religiones, se
hizo presente por obra y gracia de esa Totalidad que mantiene entre la aparente lucha
de contrarios el equilibrio del universo. Así la tierra necesita del agua para ser
productiva pero también sabe de la sequía y del viento que la erosiona. Todo en el
universo y el micro universo tienen fuerzas a favor y en contra, pero ninguna de esas
fuerzas ha podido destruir lo creado de manera definitiva.
El mar necesita del impulso del viento para generar sus olas, la noche sin estrellas y
sin luna no tendría sentido, los pájaros necesitan de los árboles para hacer sus nidos,
las casas necesitan ser habitadas para que no se deterioren, los ingenieros necesitan
su obra terminada, los empleados su salario, y la humanidad necesita de la Poesía
para tratar de entender su razón de estar en este plano de la existencia, aunque
parezca que la bolsa de valores y las actividades cotidianas del ser humano son todo
lo que nos sustenta. De alguna manera ”el progreso” nos ha hecho retroceder, ahora
nos ocupamos más pero vivimos menos, si lo pudiéramos decir de esa manera. Y
qué es la existencia… un constante “estira y afloje”, una lucha entre aparentes
“contrarios”: la vida tiene su muerte, el frío tiene su calor, la humedad tiene su sequía,
la noche tiene su día, las alturas tienen sus abismos, la incomodidad tiene su
comodidad, lo negro tiene su blanco, la bondad tiene su maldad, la voz tiene su
silencio… Y así podríamos seguir enumerando esta dualidad de contrarios, que si
analizamos bien, no lo son tanto… en alguna parte el frío se une al calor, la luz se une
con lo oscuro para engendrar la penumbra, la vida es un poco de la muerte desde que
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nacemos, y para no seguir enumerando: también hay silencios que nos hablan sin que
se diga una sola palabra; por decir algo, imaginemos dos miradas que se encuentran
bajo el amparo del amor, no hace falta decir nada para manifestar su armonía. Creo
que ése es el sentido de la creación y sus aparentes contrarios: entender el equilibrio
universal que en apariencia nace de una oposición, y podemos llevar esto a un dicho
nacido de la sabiduría popular: “no hay mal que por bien no venga”. Creo que ahí está
el sentido de todo, incluido el de nuestra existencia. Sin lucha, incluidas la interna, no
hay manera de alcanzar ese bienestar al que todos aspiramos, que tal vez sea el
propósito de lo que existe, y que nosotros lo podamos entender en su realidad total o
no...
Y la Poesía, nos preguntáremos todos, qué es, para qué nos sirve en esta limitada
percepción de la realidad… Estoy convencido que la Poesía es ese espíritu que liga
lo sagrado y lo profano, lo negro y lo blanco, lo “bueno y lo malo” que parece que ha
ido cambiando conforme la humanidad evoluciona, así lo que antes se consideraba
“pecado” hoy parece que más bien fue algo inspirado en un temor o en un fanatismo
religioso. Ahora somos más libres, pero también existe más confusión para encontrar
nuestra voz interna en medio de tanto ruido que rodea a las sociedades actuales. La
Poesía no tiene temor a nada ni se limita por nada ni por nadie… Ha hablado por
nosotros desde el principio del tiempo en su nueva concepción de considerarlo no
como algo que NO avanza sin rumbo, sino que regresará a su origen tarde o
temprano, pero ese tema no es asunto por ahora de este texto. Sólo digamos que lo
que parece que se expande, incluido el universo, puede que gire sobre sí mismo,
como nosotros y toda la creación.
Pensemos por un momento cómo tuvo su primera imagen la humanidad. En medio
de la soledad en que nació el verbo se hizo acompañar por la vida; así aprendimos a
nombrar las cosas, a relacionarnos entre nosotros sin tanta complicación hasta llegar
a la Torre de Babel que ahora es la humanidad… Perdimos las señales, inventamos
historias de dioses personales y aumentamos los egos en la literatura que cada pueblo
fue creando para tener supremacía sobre los demás. Nos hicimos sofisticados en las
guerras y en la manera de imponer nuestro pensamiento a los otros.
¿Qué sucedió entonces con la voz que dio origen a la vida… Sí la de la Poesía, que
ahora decimos que nace de la otredad, porque nosotros ya no somos los mismos,
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¿aquellos que nos sorprendimos con la creación? Dejamos de escucharla, de
entender la totalidad de su mensaje. Inventamos nuestro mundo, y fuimos creando
nuestros triunfos y fracasos personales, para sentir que nuestra vida tiene un
significado.
La Poesía, aunque nosotros la hagamos nuestra o no, es todavía la voz y el
silencio que nos habla desde el principio del tiempo y desde fondo de nosotros,
cuando hemos sido capaces de escapar del ruido al que la monotonía y la cotidianidad
nos enfrentan. Ha estado entre nosotros para no muramos de verdad, es el impulso
que alienta la creación, a reproducir en palabras las infinitas imágenes que esperan
ser reconocidas por los que han nacido para oficiarla, y también para quien se acerque
a ella sin prejuicios. Sí, hay que decirlo, la Poesía no es sólo un asunto de los Poetas.
Para hablar de los Poetas tendría que cambiar la sentencia popular de que “cada
cabeza es un mundo”, por el de “cada Poeta es un mundo”. Nosotros imaginamos
que los pájaros no tienen conciencia, pero hacen nidos y alimentan a sus crías. Y
como ése podría citar una multitud de hechos en el reino animal y el vegetal, y hasta
en el mineral, que nos darán una clara idea de lo que ignoramos, pero nos atrevemos
a definir y a contextualizar desde nuestro pensamiento humano. En nuestra mínima
percepción creemos que todo gira alrededor de lo que es la humanidad, y que si hay
un cielo sólo puede ser para humanos. Estoy convencido que el primer paso para ser
de verdad un Poeta es no darle importancia al nombre y hacer lo que sabe que le es
dado hacer, lo que le es natural. El problema inicia cuando el Poeta quiere ser más
que el espíritu de la Poesía, cuando su anhelo de figurar o ser reconocido en lo que
hace, lo alienta a competir por un lugar en el mundo, y así inicia su verdadera lucha
de contrarios, cuando en realidad, como lo he pretendido expresar, NO EXISTE TAL
LUCHA… Así tenemos los que nacen Poetas, los que lo intentan sin serlo, los que
en algún momento de su vida llegan a serlo, y los que morirán sin que la Poesía los
llame, aunque insistan en buscarla dando palos de ciego…
¿Por qué se la da tanta importancia a la Poesía, al menos por algunos, cuando parece
que en la realidad no es así? …Será que de algún modo intuitivo comprendemos que
la vida no puede existir como tal sin ésta, que se convierte en una entretenida
ocupación, en “un estire y afloje” que nos mantiene ocupados, pero no vivos?
Podemos citar varios casos de excelentes narradores que buscaron ser Poetas sin
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conseguirlo. Y es posible que, si lo hubieran logrado, habrían perdido las ganancias
que sus novelas les dejaron… Este asunto es por demás interesante, nos adentra en
lo desconocido, en esa parte del ser humano que pocos se han atrevido a indagar, y
quizás han tenido que pagar un precio por seguir ese viaje, un precio que tal vez es
demasiado poco para la manera en que pudieron experimentar la vida…
Bueno… Cómo llega un hombre o una mujer a la Poesía, no es asunto de esta
disertación. Ya sea que atienda a un llamado o lo “descubra” en su camino, lo
importante es que el Poeta sepa que lo es, y que tiene, como cualquier otro ser la
capacidad de saber por qué está en la vida. Creo, como bien lo ha mencionado la
ciencia, que todo vibra en nuestro planeta y en el universo; aún de la aparente nada
estelar puede ocurrir el caos y luego la calma, todo está en movimiento, sujeto a una
vibración a la que también los humanos pertenecemos y en la que deberíamos
armonizar desde el centro de lo que somos. Pero vayamos a lo que también es el
tema de esta conferencia: cuál es la misión del Poeta…
¿Sólo a través de él puede hablar la Poesía, o también puede hacerlo con otras
personas? Me parece que puedo empezar por la segunda pregunta, la Poesía puede
hablar por cualquier ser humano, aunque no sea Poeta, con tal de que aprenda a
escuchar esa voz a la que casi siempre ignoramos mientras nos ocupamos en algo
rutinario. Un día, alguien de mi familia dijo ante una pregunta que le hice (ahora no
recuerdo el tema), pero me respondió: “cada quien siente a su manera el viento”. Y
sin duda de inmediato su pe que se trataba de un lenguaje poético y también una
verdad que no puede revocarse. Entonces, cuál sería ahora la respuesta a la primera
pregunta si la Poesía puede presentarse en nuestra realidad a través de toda la
humanidad, y más de aquellos que se sienten de algún modo ligado a las culturas
milenarias de este mundo, porque como nos lo dice el sentido común, son herederos
de una sensibilidad y filosofía de vida que ha tratado de explicar nuestra presencia en
el planeta, por más que el modernismo y prototipos humanos han tratado de
unificarnos en una manera superficial de entender la vida. Diría, sin temor a
equivocarme, que como en todas las disciplinas existen especialistas, valga el
término, también en la Poesía se da esa especialidad, y por eso, quien de algún modo
se siente atraído(a), para dedicarse a entender lo que quiere decir esa voz. que ha
estado con nosotros todo el tiempo, esa esencia extraña y misteriosa p que de pronto
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en algún momento de nuestra vida nos exige que hablemos de lo que nos rodea,
llámense emociones, paisajes, abstracciones subjetivas, historias humanas,
interrogaciones… En fin, todo lo que se nos pueda ocurrir puede interpretarse a través
de un lenguaje poético. Y aquí entramos en otro dilema: ¿acaso la Poesía necesita
siempre de un lenguaje poético, y si es así cuál sería el mejor camino para llegar al
mismo?… ¿Todo adorno o malabarismo con palabras debemos considerarlo como
Poesía? Diría que la respuesta a la primera pregunta es negativa. la Poesía NO
necesita siempre de un lenguaje poético, y creo que la sencillez en un poema es lo
más difícil de alcanzar, porque lo más obvio sería caer en una trivialidad y no en algo
poético. Tal vez ésta es la razón por la que los Poetas caen en el engaño de querer
disimular la ausencia de Poesía con el malabarismo en las palabras, que muchas
veces no son sino disparates de los que ellos mismos están conscientes, pero que
justifican con la idea de que nada puede ser descartado en Poesía, y más lo que nace
del subconsciente. EL Surrealismo es un movimiento que surge en Francia con Bretón
y le da un nuevo aire a la Poesía, pero antes ya el conde de Lautrémont en sus cantos
se había acercado a otra manera de transmitir la voz de la Poesía. Así podemos ir
desde la oscura rebeldía de los cantos del Conde de Lautrémont hasta la luminosa
rebeldía del Canto a mí mismo de Walt Whitman. La Poesía tiene una voz que no se
interrumpe y sin trampas nos deja oírla a quien lo desee. Los Poetas en su afán
de estirar al máximo las palabras y por razones de su ego, sí ponen a veces trampas
al lector, y en este juego pierden muchas veces la esencia poética. Quienes así
escriben se hacen el juego de que están haciendo algo muy sorprendente en el terreno
de la Poesía, con la esperanza de que pasado el tiempo, mucho por cierto, alguien
llegue a entender lo que ellos no pudieron nunca comprender, y quedé como algo
muy valioso para la humanidad. Yo diría que no nos hagamos el juego… Ya hay
muchos laberintos y señales difusas en el mundo como para agregarles más. A los
lectores no se les deberían de poner trampas, no al menos de manera consciente.
Esto no quiere decir que no existan poemas tan bellos como Altazor, donde Vicente
Huidobro se atrevió a explorar un campo distinto para la Poesía, y donde el
subconsciente tiene mucho que ver. Existen otros hermosos poemas como Muerte sin
fin, del mexicano José Gorostiza, donde se da otro caso similar. Bueno, entonces
parece que nos quedamos en la confusión de lo que es poético y lo que no lo es…
66
Para que un poema exista como ente vivo, debe provenir de la voz de la Poesía y no
del capricho del creador, debe provocar emoción, contener un canto y ser, además,
lo más importante, intuitivo. Sin duda Altazor y Muerte sin fin lo son, entonces no
existen trampas sino una Poesía de difícil acceso, pero con una gran luz en el fondo.
El tiempo que es el mejor crítico nos ha hecho saber que estos poemas han ido
creciendo en el gusto de los seres humanos, y es que, de algún modo, la humanidad
llega siempre un poco más tarde a identificarse con la Poesía. De aquí nace otra
pregunta: ¿será que siempre los poemas son comprensibles, que de algún modo
podemos entender toda su esencia? La respuesta es un rotundo NO. A la Poesía hay
que acercarse sin prejuicios y no con la intención de entenderla del todo sino de
intuirla, como nos lo expresa el poema en su esencia singular, como un ser vivo que
ha empezado a ser independiente incluso de su creador. Un poema sin intuición, por
mínima que sea no puede ser llamado como tal. Puede quedarse en una canción, en
algo filosófico, algo bello y singular, como un pensamiento reflexivo, pero No es
Poesía. Por lo tanto, el adorno del lenguaje, concebido sólo como tal, tampoco es
Poesía. La Poesía es como un vestido de fiesta, debe cumplir con su propósito de ser
bello con poco o mucha pedrería o adorno. Parece entonces que las palabras por sí
solas, aunque encierren laberintos, no representan un lenguaje poético, y esto es así,
sin duda. Ni por equivocación pensemos que la mayoría de las personas invertirán
tiempo en tratar de descifrar códigos que ni el mismo creador conoce. Todos podemos
atribuirle al subconsciente la paternidad de presuntos poemas que en realidad no lo
son. Nunca falta quien trate de encontrarle sentido a lo que no lo tiene, y hasta se
puede hacer una tesis doctoral sobre lo que no tiene sustancia, si el propósito es
buscar la diferencia con los demás, aseverar que nosotros sí entendemos lo que en
realidad es indescifrable. El ruido intelectual es uno de los mayores peligros a los que
se enfrenta la Poesía. Y en este punto de mi exposición no tengo duda en decir que
la Poesía NO es sólo un arte, es la manifestación de la voz de la vida, podríamos decir
que está por encima de cualquier arte, y es que la voz no es siempre escrita, está
latente, en espera de ser nombrada. Así hay pinturas que mueven algo muy íntimo en
nosotros, también la música por si sola (sin letra). Imposible negar que también ahí
está la voz, y entonces debemos considerarla como parte del arte, y es en la literatura,
en la palabra, donde aspira a ser captada con mayor fidelidad. La Poesía no puede
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ser sólo encasillada en lo que percibimos como bello, es, al menos he tratado de
trasmitirlo, una Totalidad, algo que está a nuestro alcance mientras seamos capaces
de ser fieles a lo que oímos, vemos, y sentimos, para tratar de plasmarlo en palabras
que parecen distintas en el sentido que provocan, en la emoción que nos despiertan,
en lo inusitado de su expresión que nos rebasa en nuestra capacidad humana de
percibir. Eso es lo que ha tratado de expresar: la Poesía no es sólo un arte es la
manifestación de lo que sigue vivo en nosotros y que hemos ido olvidando, es esa voz
a la que casi nunca hacemos caso por nuestras actividades maquinales, pero que no
tiene un mínimo de desperdicio: aunque sea por un momento nos hace sentir que
seguimos vivos, unidos y vibrando en una Totalidad que está lejos de las pequeñas
catástrofes y triunfos de la humanidad.

¿Qué papel juegan entonces los Poetas para que la Poesía pueda pasar con libertad
su voz a través de ellos, que son los especialistas de la sensibilidad y el lenguaje, al
menos en el papel? El oficio del Poeta es callar y oír, darle tiempo y espacio a la voz
para que se manifieste. En nuestros días, con tanto ruido como hacemos cada vez
más por cualquier motivo insustancial, parece que la Poesía corre peligro de perderse
en la confusión de sonidos, egos personales, locuras e impostaciones de
personalidades que de alguna manera buscan figurar y que se les reconozca en una
sociedad cada vez menos sensible para hacerlo. ¿Será por eso que hoy existen tantos
Poetas, o los que se dicen serlo? ¿Es posible que el espíritu de la Poesía busque
entre tantos posibles oficiantes los que le sean más fieles? Eso no puedo contestarlo,
pero me queda claro que en el mundo de la literatura existen egos tan inflados como
un globo, y no creo que contengan mucha Poesía como la importancia personal que
se dan los que se dicen ser grandes Poetas. Muchas veces es el personaje el que
opaca la voz poética, aunque hay que decir que no siempre es así, existen casos muy
singulares en que detrás de un gran ego existe un singular Poeta y un gran personaje,
y esas son raras excepciones. El objetivo de todo Poeta debe ser la singularidad,
pues, aunque es cierto que todos los que nos dedicamos a la literatura tenemos la
influencia de otros, venimos de otros, también es cierto que mientras seamos
honestos con nuestro trabajo, la Poesía se presentará libre, sin atender a nuestros
intereses personales, a nuestros prejuicios. Sí, es necesario callar para oír con
68
claridad su voz. La cuestión es que el “Poeta” no siempre quiere hacerlo, le hace ruido
con su importancia personal, con su deseo de recibir honores de una sociedad que
cada vez lo comprende menos…La Poesía no siempre se opone a los logros del Poeta
si de verdad es un oficiante fiel; es siempre de algún modo justa, y entrega a sus
oficiantes verdaderos un poco de su fulgor o de su sombra. ¿Es difícil que alguien lo
deje todo por escribir una sola línea hermosa? Creo que exagero, no hay porque
renunciar a la comodidad, al beneficio económico, con tal de que eso no dañe lo que
amamos: la Poesía. El punto medular es que la mayoría de las veces no ocurre así:
los Poetas no buscan un trabajo que les permita dejar libre su amor poético, y no es
porque no quieran, es porque a veces no pueden, su entrega a lo que hacen no les
permite tener una visión sobre las metas económicas que más les favorecerían, por
citar sólo el problema fundamental de los Poetas (no de todos por fortuna): la falta de
dinero. Es por eso que la mayor parte de las veces se empeñan en competir,
comercializar su trabajo participando en concursos que les den cierta celebridad y
estímulo económico. Y son tantos, y muchas veces con singulares voces que buscan
ser reconocidas, que venden su sensibilidad al mejor postor, y la mayoría no lo logrará.
Si llegan a ser uno de esos pocos que obtienen los galardones, se cotizan, se creen
algo especial en el mundo, y lo más común es que la Poesía los abandone por
pretenciosos, pero ellos siguen disfrutando de esa fama, y de ese apego, como si
fuera lo más importante de su vida. Les ha costado tanto que será difícil que se aparten
de ese vuelo. Tenemos otros casos: por el poder que muchas veces tienen imponen
su voluntad en entrega de premios (no siempre inmerecidos) a quienes ellos asignen
como merecedores, y mueren, sí, creyendo que son grandes Poetas, y muchas de las
veces NO lo fueron… El tiempo, el gusto de la gente, la crítica imparcial de otra época
los somete al olvido. Es decir, su vida y su sueño fue sólo una fantasía. Todos dirán
ahora que de qué sirve escribir Poesía si no hay un premio inmediato, y esa puede
ser la pregunta más torpe que un verdadero Poeta puede hacerse… La Poesía es la
vida, es su aliento, esa capacidad de amar LO QUE HACE para motivarse a estar en
este plano existencial, desarrollando no sólo la actividad poética sino lo que le permita
la existencia misma. Es esa motivación lo que lo llevará a buscar alguna manera de
subsistir, pero ya está bien pagado con su oficio de hacer que las palabras cobren
emoción y belleza. De esa fuente debe nacer su fuerza. Tal vez ya no sea siguiendo
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el prototipo de un Poeta maldito, o de un gran Poeta que murió en la miseria. Las
modas también pasan… la Poesía NO es una moda, la búsqueda de un prototipo. La
poesía no tiene nostalgia de nada ni de nadie sino de sí misma y estoy convencido
que cambia también en su manera de buscar a sus oficiantes. No se trata de
impresionar a nadie con nuestra manera de comportarnos como Poetas sino con
nuestra manera de impresionarnos a nosotros mismos por la manera en que sentimos
y respetamos la voz que nos habita, el gran bien que significa tenerla, saber de esa
otredad que nos lleva a un mundo donde lo intuitivo puede hacernos lograr la plenitud,
más allá de la ausencia del reconocimiento humano, que, si se da, qué mejor, pero si
no es así, ya con la Poesía, es suficiente. Por qué quejarnos, si el mundo que nos
descubre es siempre insólito, intenso, innovador. No creo que ningún verdadero Poeta
desee cambiar su privilegio de serlo por miles de monedas de oro, pero si le llegan
algunas, que no las desprecie, incluida la fama y el reconocimiento, que no ha estado
buscando.
Entonces. La voz de cada Poeta seguirá siendo única, irrepetible, ajena al comercio y
a la búsqueda de lo superfluo, porque la Poesía no entra en ese terreno. Hay cosas
en la vida que no se pueden vender o comprar, son parte de lo sustancial que somos
y que ha de acompañarnos hasta nuestra muerte. No significa, como lo he
manifestado en líneas atrás que renunciemos al confort: si tenemos una excelente
habitación en vez de una cabaña sin muebles, optemos por la primera sin renunciar a
lo que amamos. Alguien dijo, y es muy cierto, que el que ama lo que hace no compite
con nadie, él vive…
Creo que debemos sentirnos muy bien cuando descubrimos algo que en verdad nos
guste en Poesía, no importa quién lo escriba. Si es capaz el poema de adentrarse en
nuestras emociones, de que nos identifiquemos con lo que está escrito con palabras
que parecen distintas, que nos sorprenden y mueven la rutina en la que a veces
caemos… ¿Por qué no hacerlo? La Poesía es un bien común, o al menos así
deberíamos de entenderlo.
Ahora entremos un poco a la técnica del poema. Debemos aceptar que un Poeta sin
técnica es como un buzo sin traje para entrar al agua… puede permanecer algunos
minutos dentro de ella pero debe salir a respirar, eso lo limita, no le permite alcanzar
mayor profundidad, Así también un Poeta que no lee lo suficiente, que no comparte la
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experiencia de otros que lo precedieron, tiene que conformarse con lo que oye y con
lo que ve, lo que agradece, pero no tiene las herramientas para plasmarlo como
quisiera, hacer que el lenguaje vuelva más perfecto el poema. Siempre he dicho que
a un taller de Poesía no se va en busca de aprender sólo la técnica, es la experiencia
poética de cada participante lo que lo vuelve interesante, Se debe de ir con la intención
de compartir, y en grupo son mayores los logros mientras exista la actitud de aportar
y no interferir en el empeño del grupo. Uno de los mayores problemas que
enfrentamos es el de la “importancia personal” y el de “los acuerdos por mayoría
grupal”. Trataré de explicarme. La Poesía está más allá de la importancia del Poeta,
pero cuando éste se empeña en ser más importante que ella, y hacer su capricho en
lo que escribe, lo más seguro es que a creación se parezca a todo menos a un poema,
y debiera ser que el grupo, sin tratar de ofender al creador hable claro sobre lo que
aprecia de manera imparcial; si el creador se ofende, entonces le interesa más su
importancia personal que la Poesía, y será muy difícil que avance en un terreno de
arenas movedizas, que él mismo ha propiciado. El otro punto: los acuerdos en Poesía
por mayoría grupal representan el mismo conflicto de interés personal, sólo que ahora
colectivo, si no se tiene la firmeza suficiente para decir que lo que se escribe todavía
no reúne lo que el taller de manera colectiva persigue en relación con el acercamiento
a la Poesía. Y sí, los poemas se quedan muchas veces sin escribirse… Puede estar
en la sensación del Poeta al ver una tarde que lo ha impresionado, el vuelo de un ave,
una mirada entre tantos miles… pero su técnica es limitada para usar el lenguaje como
su auxiliar para captar lo que la vida quiere decirle… Y aun así, a veces el lenguaje
no es suficiente para expresar lo que la Poesía manifiesta en nuestro entorno, ya lo
he comentado. Todos podemos estremecernos, por dar un ejemplo, con la presencia
del paisaje por alguna imagen en especial, pero no podemos escribir a plenitud el
poema, algo hace falta, y eso la sabe el Poeta más que nadie, pero a veces se resiste
a aceptarlo.
Entremos ahora a la voz del Poeta, a ese llamado que tuvo alguna vez para asumirse
como tal. He mencionado que no todos llegan al mismo tiempo a la Poesía, algunos
pueden despertar a ella en edad precoz, pero la rutina, la cotidianidad, hacen que se
olvide de atender lo que a través de él o de ella quiere hablar. Y para qué es que
estamos en el mundo si no es para atender lo que es verdadero y no un simulacro de
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vida. Esa voz por lo general se siente como “un cosquilleo”, si pudiéramos llamarlo
así, en el plexo solar, quiere despertarnos a una realidad trascendente y no la que nos
lleva a una vida superficial, sin sustancia, aquella que llevamos de manera mecánica.
He manifestado que un Poeta no es más que un pintor, un músico, un artesano, un
empleado de la construcción, un ingeniero, un técnico mecánico, en fin… no es más
que cualquier otro que se dedica a una actividad, pero a condición de que se presente
algo: “el descubrimiento de por qué y para qué es que estamos cada quien en el
mundo”. Esa es la pequeña y gran diferencia, que amemos lo que hagamos, que
comprendamos en definitiva que ese es nuestro oficio, y si el de los Poetas es “arder”,
llevar en su propio fuego el de los otros, interpretar sus emociones como si fueran
propias, hacer que el lenguaje se estire al máximo para darle un sentido a las palabras,
que, sin romperse, logren llegar a las imágenes que desea dar vida. Cuando
comprendemos esto, que somos seres sensibles los Poetas, pero también dueños de
defectos, como cualquier otro ser humano, es que podemos adentrarnos en nuestra
auténtica voz poética. Debemos cumplir con la sentencia: “ si quieres ser profundo
empieza por ser sencillo”. Claro, primero tenemos que saber quiénes de verdad
somos, y si somos Poetas ahí está la vida, la humanidad, el paisaje, la muerte, el
amor, los mundos alternos, y todo aquello que se quiera manifestar a través de nuestra
visión que no es tan nuestra, pertenece al espíritu de la Poesía. El mayor error de la
humanidad es el querer “santificar o satanizar” a los diferentes, a los locos que con
todo en contra han cambiado para bien el mundo. Todos somos diferentes si nos
empeñamos en encontrar que nos hace distintos a los demás, pero no por eso somos
seres de otro planeta, Creo que la humanidad debería de ser también una continuidad
sin muerte mientras alguien de nosotros esté en el mundo. Sentir que en cada respiro
está el nuestro, en cada muerto por la guerra u otras catástrofes humanas, estamos
también nosotros: mientras se tenga un enemigo en nuestra conciencia, no hay
victoria ganada. Debemos, sí, aprovechar al máximo el conocimiento heredado por
los que se han dicho “santos “, como Tomas de Aquino, o San Agustín, y otros que no
lo son como Pitágoras o Gandhi. Hay mucha tela de donde cortar, también podemos
aprovechar la experiencia de los que, sin importar su nacionalidad o su breve vida,
han dejado una huella que no puede resultarnos indiferente. Sí, el orgullo todavía nos
pierde y la vida es muy corta si no tenemos la visión de que en realidad es muy larga
72
mientras exista la humanidad. Tarde o temprano tendremos que trabajar juntos si
queremos seguir vivos en este planeta cada vez más molesto por nuestra presencia
y el daño que le hemos causado. Pero no quiero desviarme del propósito principal: la
voz de la Poesía y los Poetas. Es necesario que la escuchemos y utilizando el lenguaje
como verdaderos artesanos, hacer que esa voz sea cada vez más clara para toda la
humanidad. Sí, lo he dicho como una convicción: sólo lo difícil es lo que más vale la
pena, y en Poesía lo más difícil de alcanzar es la sencillez. Me pregunto, qué caso
tiene complicarle la vida a los demás con algo que ni el mismo Poeta entiende… Ya
he expresado ese punto con anterioridad. Es legítimo adornar el poema con un
lenguaje innovador mientras no se vuelva sólo innovación o especulación. Así hay
Poetas que trabajan con un lenguaje intrincado por no llamarle barroco, y hay otros
que lo hacen con un lenguaje claro. Ninguna Poesía tiene más valor que la otra
mientras de verdad lo sea…Alguna tiene una luz visible mientras que la otra la tiene
en el abismo. La diferencia es también riqueza. Dentro de esta gama de estilos
poéticos también se dan las trampas, los disparates, la idea de que lo que el Poeta en
su capricho intenta que sea Poesía se vuelve un camino intrincado para cualquier
lector, incluso para él mismo, que ha caído en el juego de la confusión. Y así hay
algunos que se dicen oficiantes de la Poesía sin serlo, son simuladores,
manipuladores del lenguaje, que llevan a los lectores a lo que no tiene ningún sentido
para la comprensión humana. Ellos lo saben, pero les gusta jugar, dejar señales falsas
que enrarecen el arte de la literatura. Es algo que no se podrá evitar, ellos son los
verdaderos contrarios, y a veces por la importancia de su personalidad, imponen
estilos que nada significan porque nada son. Eso el tiempo se encargará de
descubrirlo, y no se debe ver como un triunfo o un fracaso, es sólo una eventualidad
en el camino que deja de tener trascendencia.
Quiero cerrar mi conferencia con la idea central de lo que he pretendido decir. Cada
Poeta es un ser privilegiado porque se le ha dado el don de escribir y usar el lenguaje
hasta donde su imaginación y estilo lo permitan. Desde luego el subconsciente tiene
cabida en lo que se escribe, aunque hay quien prefiere las líneas más precisas y
apagadas a la realidad que alcanzamos a percibir la inmensa mayoría de los seres
humanos. En ningún momento se descarta que exista la genialidad, pero sólo el
tiempo podrá decidir si lo que pretende ser algo inusitado y sobresaliente lo es en
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verdad o sólo son confusiones, deseos de hacer ruido y crear algo falso con la
intención de ser verdadero. Creo que es el momento de empezar a nombrar esas
confusiones, quitarlas del camino de la Poesía, en especial si ya ha pasado suficiente
tiempo, como para darnos cuenta que lo indescifrable puede no ser sino ruido, vacío,
la nada envuelta en papel celofán del mito para que resulte atrayente.
Partamos, pues del hecho de que lo que se escribe es en verdad Poesía, sencilla o
intrincada. Si esto es así, digamos que el Poeta tiene que aprender a guardar silencio
para escuchar la voz que lo busca, y en realidad escribir lo que da origen al poema y
no dejarse llevar por su capricho de querer modificar la esencia de lo que le está
llamando para tener vida propia como una verdadera creación poética. Es decir, que
no importa si su estilo es intrincado o sencillo, lo interesante es que sea fiel a la voz
que lo habita, a esa extraña presencia que lo despierta a horas inoportunas de la
noche para escribir, o también en momentos inesperados del día para hacerse
presente. Cuántos poemas se han dejado de escribir por no atender esa voz. Ser
Poeta es entender su oficio y también ser disciplinado. Más que la genialidad está la
disciplina para llegar a la meta. El Poeta sabe que no puede renunciar a su oficio, a
ese placer o pesadumbre que lo nombra cada vez que escribe. El lenguaje con
sustancia es su destino. La Poesía puede ser también una catarsis que lo salve de la
inicua soledad de lo superficial, y lo lleva a entender la otredad, ese rostro de la vida
donde la intensidad, lo trascendente, lo singularmente extraño e intuitivo lo hace
comprender que la vida no está en lo que se ve con la primera mirada. Es un ser
privilegiado, sí… qué importa la soledad que a veces tiene que pasar, la falta de
entendimiento de los demás, la sensación de que apartarse es lo mejor cuando el río
de gente que lo lleva no le permite tener el silencio suficiente para oír la voz, que
pareciendo que es suya, sabe que no es así, que ha venido tal vez de muy lejos, como
la misma humanidad. Los Poetas tienen la misión de cambiar la historia de la
humanidad, descubrir que nuestro origen tal vez no inició en la tierra. Echar por la
borda la teoría de la evolución de las especies y otras que pretenden encasillar el
pensamiento humano. La Poesía nos ha estado hablando desde el inicio del tiempo,
los poetas debemos ser fieles para escuchar y trasmitir en los poemas el significado
de lo que desea decir a través de nosotros. Para lo que necesitamos ser sencillos y
no caprichosos en desear cambiar a nuestro antojo lo que se nos revela como un
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presagio o un misterio. Sí, el Poeta ocupa un lugar de privilegio en el mundo, pero no
puede sentirse más que un campesino, un profesionista o un ser con capacidades
diferentes. Todos somos necesarios en la vida, y es preciso saber por qué estamos
en ella, ganar nuestra batalla personal para fluir con el orden universal de lo que
existe, y en ello no importa quien aporta más o menos, quien ocupa un lugar
privilegiado o uno más sencillo. Lo interesante es que el Poeta no compita con su
Poesía con los demás, a menos que sea por supervivencia en la cuestión
económica… que se dé cuenta que su voz es única e irrepetible, que debe unirse a
las otras voces hasta escribir el poema perfecto que nos liberará tal vez de lo que nos
oprime como humanidad. La Poesía no compite contra sí misma… Quizás entonces
demos el paso hacia la verdadera evolución humana en donde el camino sea más
firme para ser recorrido por todos. La misión del Poeta es también ayudar al resto de
los humanos para que se pueda entrar a la otredad, donde lo trascendente espera por
nosotros. Por tanto, creo que el sendero recorrido por muchos es siempre más amplio.
A éste se puede llegar si somos capaces de renunciar lo negociable, sólo así la Poesía
nos ha de encontrar dignos de descubrir para nosotros lo que hasta ahora ha estado
vedado, no porque quiera estarlo sino porque nosotros seguimos confundidos a pesar
de la voz que nos ha acompañado desde que inició el tiempo. Si somos capaces de
encontrar en los otros lo que también somos, es muy posible que la voz de la otredad
se convierta en algo familiar para la humanidad, y ya no sólo de manera eventual se
presente en el habla de la gente, y de manera más intencionada se revele a los
Poetas, para ser resguardada del ruido y de la confusión en lo que hemos convertido
la vida. Tendremos entonces que acostumbrarnos a lo que hemos llamado “magia”.
La razón de las guerras tiene que ver con ese ruido y esa confusión en la que hemos
justificado nuestra existencia. Deseamos poseer las cosas como si las cosas se fueran
a ir con nosotros cuando nos vayamos de la vida. Pelemos por el poder de tenerlas,
y peleamos también por imponer nuestra manera de pensar y de creer en lo que
consideramos sagrado. Callamos por conveniencia ante las mentiras, aunque tengan
que ver con la Poesía. Damos valor a lo que no lo tiene, sólo por obtener algún
beneficio o porque tenemos miedo de que se nos juzgue como desequilibrados por
cambiar el status Quo de lo que se ha impuesto como arte literario. Rompemos lo
establecido para estar de moda con las vanguardias que no siempre lo son. Matamos
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la voz que nos habita sólo por quedar bien con el mundo, y la voz se resiste a morir.
Seguirá buscando quien la escuche en medio del intenso ruido de existir, en esta
vorágine de ideas y conceptos que han dado a los contrarios aparentes un sentido
que en realidad no tienen. La vida y la muerte están unidas, la noche y el día no se
contradicen. Las cosas tienen su propia voz y quieren ser nombradas con palabras
que sientan, con esa otredad que está aquí, pero que ignoramos. El reto es cruzar el
umbral, seguir la voz hacia donde quiera llevarnos, cada quien, a su manera, cada
quien a su estilo. Poetas o no, la vida nos está esperando en otro sitio, aún no hemos
nacido, pero podemos hacerlo si aprendemos a festejarnos y a festejar a los demás
en lo verdadero no en lo falso, la Poesía nunca es falsa ni tiene nostalgia de nada ni
de nadie sino de sí misma. Debe llegar el momento en que terminen las guerras en el
mundo porque no hay más guerras interiores. Cada hombre, cada ser, cada cosa
deben ser capaces de vibrar con su propia intensidad unidos a lo que ahora llamamos
la otredad, de donde viene la voz de la Poesía. La Poesía no es un género literario,
no es tampoco la cumbre del arte; es sólo la voz que ha creado al mundo y al universo
mismo. A quién pertenece esa voz… ¿quién lo sabe?… sólo hay que vibrar en ella
con nuestra verdad por mínima que sea: la del campesino, la del profesionista, la del
río y la del volcán, la de las cosas que creemos inertes. El Poeta lo sabe muy bien, no
puede traicionar esa voz, sacrificarla en aras de su inmediata comodidad o de su ego.
Nada está peleado en el universo, aún en lo que parece un caos existe la voz. Las
esferas celestes la conocen, los animales la perciben, y el hombre la ignora en sus
guerras, en sus triunfos sobre los otros, en la imposición de un credo y de una cultura.
Pero la voz se resiste, ajena a cualquier rostro, a cualquier pretensión de orgullo y de
soberbia, se sigue oyendo desde lo que todavía llamamos LA OTREDAD y que es la
verdadera realidad, la que nos hace ser nosotros mismos.
José Santos Velázquez

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Noviembre, 2024

Poesía en todas partes

Francisco Vázquez Salazar

Un factor distintivo para el desarrollo de la humanidad ha sido el lenguaje.


Representa un motor para articular el entendimiento humano colectivo, asegurar un
destino común y mantener abierta en todo momento la posibilidad latente de nuevos
estadios de progreso.
Desde que somos un diálogo es que estamos en el mundo (Heidegger, 1988), el ser
humano es lanzado así con un patrimonio incomparable que le permite la realización
propia pero, lo mas interesante, de la mano de los demás. Admitido esto, la
concreción da paso a un nuevo plano, donde toma sentido la comunidad y sus
múltiples propósitos.
De nada sirve una herramienta como el lenguaje si no es puesto en relación con la
otredad. Por eso, es uno de los elementos que nos hace sentirnos todos en un espacio
compartido y, por lo tanto, que espera la apelación para darle sentido.
Partamos, entonces, de un gran baluarte del que el todos formamos parte: tenemos
con nosotros un tesoro que aún sin apreciarlo conscientemente lo estamos cuidando
al hacer uso de él. En todo momento, en toda ocasión, está presente y gracias a él es
que somos o dejamos de ser, damos o tomamos, construimos o deconstruimos. Al
hacerlo, estamos haciendo parte de ello a todo los demás.
El lenguaje es una tecnología. Podemos hacer la analogía con lo que sucede en los
juegos virtuales, donde los personajes disponen de capacidades, herramientas y
habilidades que van utilizando conforme avanzan en sus propósitos. Cuando se
ocupa, van a una sección especial en la que se puede elegir “el arma” o el
equipamiento que se desee, con el fin de mantenerse vivo e incluso conquistar otro
nivel.
La cuestión es saber si la poesía es parte de esta tecnología o es el lenguaje mismo,
es decir, la totalidad por la que podemos inferir que incumbe a todos. Todo un tema.
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¿De qué depende que sea poético? La construcción y uso social del lenguaje remite
a su funcionalidad, pero no a su exigencia de belleza, corrección e intencionalidad.
Sin embargo, sí hay una demanda de exactitud, cierta precisión, efectividad, para
iniciar un diálogo fructífero, emitir alguna idea, responder con criterio asertivo al lazo
que ha tendido el otro.
Sabemos que hay distintos tipos de lenguaje, según los objetivos que se tengan, pero
entendemos también que hay un solo lenguaje, llevado al idioma si se quiere, que nos
permite que la comunicación humana se realice.
Cuando decimos que la poesía está en todas partes, nos referimos a que nada obsta
para que no esté, a menos que desde el puritanismo, la norma y la academia cerremos
esta puerta y nos opongamos a que su uso, su proyecto de palabra honesta y libre,
solo se encuentre donde hay cánones de por medio.
En mis encuentros con jóvenes estudiantes, los trato de convencer de que en todo
momento estamos haciendo poesía, solo que no nos damos cuenta, entre otras cosas,
tal vez porque no nos interesa descubrirlo o porque no nos hemos detenido a disfrutar
del significado, sonido, estímulo, proyección, arrebato, capricho, fuerza, expresividad
de una palabra o frase.
Llevar la poesía a los terrenos de lo cotidiano ha de ser una empresa que nos
debemos proponer de manera constante. No se trata aquí de reñir con el carácter
bello, formal, místico, disruptivo, revolucionario, trascendente, de la palabra poética,
pero sí de sobreponernos en el día a día de su estirpe pretenciosa, de su resguardo
cuasi escolástico, de sus guardianes templarios.
Como seres humanos, tenemos la capacidad y cierto albedrío de elegir los mejores
artefactos que nos proporciona el lenguaje (Hiriart, 2009), y es con base en este juego
de elección que se nos presenta la poesía, inicialmente palabra o idea poética, como
una habilidad y un gozo que se puede extender a nuestra función social y a nuestro
puente con el otro.
Puede sonar utópico, pero es real, pasa en cada instante que verbalizamos nuestro
sentir y pensar, cuando tomamos e interpretamos la realidad, haciendo uso de las
mejores formas expresivas y, sobre todo, conscientes de causar un impacto.
Toda comunicación es intencional, según el funcionalismo, pero es cierto que es un
punto en el que coinciden prácticamente todos los expertos. Si hay conciencia de
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esta intención, esperaríamos que se recurra a hacer del acto de comunicación un
acontecimiento de descubrimiento y reciprocidad, un espacio donde puede acontecer
la poesía.
Aquí la poesía no es precisamente la finalidad, y no está mal. No esperemos pasteles
de poesía o bocados grasientos de ella. Es un medio. Es, en este caso, el vehículo
para darle forma a otro mundo que pretendemos posible y que puede surgir desde
nuestro pensamiento o conciencia, desdoblada desde la intención de uso de un
lenguaje que da forma o contenido a lo que aparentemente tiene forma.
Entonces lo cotidiano, donde están objetos como nuestros muebles o nuestros
zapatos, o donde suceden actos que son porque sí, porque han de ser sin que nada
motiven, toma un relieve inusual, cismático, y lo que es una hora cualquiera en un
martes o miércoles cualquiera, se llena de virtud, de gozo, de misterio, de anhelo o
de deseo, solo porque lo que está para ser objetivado se muestra, en un inicio, con
cierta distorsión o alternación. No, no porque no corresponda lo que decimos a lo que
es, simplemente, en un acto sorprendente, ni el uno ni el otro esperaría esa manera
elaborada de nombrarlo o referirlo.
Vista como medio o vehículo, usada efectivamente, la poesía luego se apodera del
espacio y da paso a la utopia, aunque lo deseable es mantenerla en el orden de lo
normalizado, justo para que no se nos escape o se ponga encima de los roperos como
algo preciado o inalcanzable.
Los lugares comunes de convivencia, el día a día, se ven irrumpidos por esta aparente
sofisticación, que no es otra cosa que el uso de nuestra facultad para ordenar el
mundo de otro modo. Ponerlo patas para arriba no ha de ser nuestra pretensión,
suficiente con que dotemos al acto de algo bello, de un momento de pensamiento,
razón y emoción, de darnos una oportunidad para visualizar las cosas de un modo
distinto.
De manera clásica, la poesía se establece en un escrito que la contiene, pero aquí se
instala, como medio o finalidad, en un escenario que tumba todas las paredes y nos
hace convivir de maneras que nos permiten sentirnos, pensarnos, proyectarnos y
darnos cierta perspectiva.
No debe causarnos mayor conflicto ir a la cultura diaria, a los latidos del barrio, a las
pulsaciones de las calles para mirar de frente lo que acontece, vernos a los ojos, y
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obtener expresiones honestas, genuinas , constructivas y bellas.
Una empresa así implica tres elementos que se sacuden para iniciar actos nuevos:
el pensamiento, la razón y la emoción. Algo que es del día se vuelve vital y motivo
para una relacionalidad y una relación social ejemplar. Al agua la damos por hecho
en nuestra rutina, hasta que escasea o hasta que, gustosamente, nos quita la sed.
¿Y cómo ha de realizarse esto? La estudiosa uruguaya Mercedes Calvo da un primer
acceso desde el lenguaje en la cotidianidad, y el trato entre nosotros, por supuesto:
“Porque, en poesía, la palabra se niega a ser únicamente concepto, no admite su solo
significado; la palabra poética es eso y, a la vez, es otra cosa: desdobla una
multiplicidad de sentidos que le permiten recobrar aquella originalidad primaria que el
habla cotidiana va cercenando sin cesar. Nuestro lenguaje convencional ha surgido
de una libertad originaria que se ha perdido, ha desaparecido su pureza y se ha
anquilosado en estructuras rígidas, se ha llenado de clichés y frases hechas que
impiden la comunicación, ha quedado apresado en verdades convencionales. Pero
justamente es esa manera poética de haberse constituido lo que abren las
posibilidades de renovación del lenguaje y da juego a nuevas transgresiones”. (Calvo,
2015)
Parece que podemos dejar aquí la tarea de imaginar cómo ha de realizarse esto aún
más allá de las implicaciones formales del lenguaje. Cómo Juan, Pedro, Alicia o doña
Graciela pueden tomar la poesía para sí y hacer cumplir el aserto de este escrito, la
poesía es de todos y está en todas partes.
Así, poesía en todas partes significa tomar la palabra. Sí hacerla, pero también
tomarla, y dejar de lado toda ceremonia para apropiarnos de ella y de sus espacios,
incluso los físicos, que son distintos cuando media la palabra poética que resuena
entre paredes, ventanas, estantes, libros y gente.
Todo es distinto cuando un ritual así se pone en marcha. La palabra, vuelta voz, se
abre hacia el infinito, resuena cual rayo que toca polvos estelares, y algo acontece
ahí.

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