Este documento presenta la oración de la novena del primer día dedicada a los difuntos de la comunidad. Incluye oraciones iniciales diarias como el Ven Espíritu Santo y el Acto de Contrición, seguido de la historia de las apariciones marianas de la Virgen de Coromoto a un cacique indígena en 1651 y una reflexión sobre dejarse guiar por María hacia una renovación espiritual a través del bautismo.
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Este documento presenta la oración de la novena del primer día dedicada a los difuntos de la comunidad. Incluye oraciones iniciales diarias como el Ven Espíritu Santo y el Acto de Contrición, seguido de la historia de las apariciones marianas de la Virgen de Coromoto a un cacique indígena en 1651 y una reflexión sobre dejarse guiar por María hacia una renovación espiritual a través del bautismo.
Este documento presenta la oración de la novena del primer día dedicada a los difuntos de la comunidad. Incluye oraciones iniciales diarias como el Ven Espíritu Santo y el Acto de Contrición, seguido de la historia de las apariciones marianas de la Virgen de Coromoto a un cacique indígena en 1651 y una reflexión sobre dejarse guiar por María hacia una renovación espiritual a través del bautismo.
Este documento presenta la oración de la novena del primer día dedicada a los difuntos de la comunidad. Incluye oraciones iniciales diarias como el Ven Espíritu Santo y el Acto de Contrición, seguido de la historia de las apariciones marianas de la Virgen de Coromoto a un cacique indígena en 1651 y una reflexión sobre dejarse guiar por María hacia una renovación espiritual a través del bautismo.
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NOVENA A LA VIRGEN DE COROMOTO
PRIMER DIA DE LA NOVENA
POR LOS DIFUNTOS DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS (Las oraciones diarias se hacen primero y luego, la reflexión del día). En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Ven Espíritu Santo. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Breve Consagración diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indios hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! UNA HERMOSA SEÑORA: Cierto día del año 1651, el Cacique de los indígenas Coromoto de las Tribus de los Cospes, en compañía de su mujer, se dirigía a una parte de la montaña donde tenía una tierra de labranza. Al llegar a una quebrada, una hermosísima Señora de belleza incomparable, que sostenía en sus brazos un radiante y preciosísimo niño, se presenta ante ambos caminando sobre las cristalinas aguas de la corriente. Maravillados éstos, contemplaban embelesados a la majestuosa Dama, que les sonríe amorosamente y habla al Cacique en su idioma, diciéndole que: “sal a donde están los blancos para que reciban el agua sobre la cabeza y así puedan ir al cielo”. Estas palabras iban acompañas de tanta unción y fuerza persuasiva, que enajenaron el corazón del Cacique y le dispusieron a cumplir los deseos de tan encantadora Señora. MEDITACIÓN Hermanos, vivamos espiritualmente los acontecimientos que nos narra la historia de las apariciones de la Virgen de Coromoto. El punto de partida es una actitud de humildad, reconociendo que, ante Dios, somos como aquel cacique que desconocía los misterios de la fe. Nosotros, aunque tengamos muchos años en la Iglesia, hemos de reconocer que es infinitamente más lo que desconocemos del amor y el misterio de Dios que lo que hemos podido conocer de Él. Permitámonos a partir de este día ser sencillos ante Dios y dejarnos hablar por Él al corazón, a través, de la dulzura y la pureza que brotan del Corazón Inmaculado de María. En el día de hoy se describe a la Virgen como “una hermosísima Señora de belleza incomparable”. ¿De dónde brota la belleza de la Virgen? sin duda de ser ella la “llena de Gracia”. En María, Dios ha derramado todas las virtudes. Ella está ‘llena’ de la presencia de Dios y no hay lugar al pecado. Todo esto era necesario porque ella iba a ser la Madre de Cristo, el cual es Dios y hombre verdadero. Por eso la Virgen aparece con el “preciosísimo niño en sus brazos”. Su finalidad no es otra que nosotros adoremos a su Hijo Jesucristo. La Virgen, como buena madre, está especialmente preocupada por nuestra salvación. Sus primeras palabras al Cacique Coromoto es invitarlo a que se bautice. Por eso, desde hoy expresamos nuestro deseo que esta consagración sea para nosotros una renovación de la gracia bautismal. Una vez fuimos bautizados, en ese momento nuestra alma se llenó de la luz y de una pureza limpísima porque participamos del bautismo de Cristo. Pero quizás en este momento hemos perdido esa santidad, hemos vivido a la merced del mundo y a la deriva de las tentaciones. Es momento que nos detengamos, que miremos al pasado y decidamos continuar la obra formidable que comenzó Dios en nuestra vida en el momento que fuimos bautizados. Hermanos, el bautismo es el nuevo nacimiento del agua y del Espíritu, sin el cual no podemos entrar en el Reino de Dios. Por eso nuestra Madre le dice al Indígena Coromoto que esa agua es necesaria para ir al Cielo. Aquel hombre quedó maravillado con lo que sus ojos veían y se dispuso a seguir las indicaciones de la Santísima Virgen. ¡Cuán hermosa es nuestra Madre! Aunque Cristo envió a los discípulos a que llevaran su palabra y bautizaran hasta los últimos rincones de la tierra, ella se une a la Iglesia y es ella la primera misionera que, en los cruciales tiempos de la colonia, muestra su rostro amoroso y maternal para que el mensaje de salvación que traían los misioneros fuera aceptado más fácilmente y el evangelio de Cristo germinara en estas tierras. Por eso San Bernardo, Abad, decía: “busquemos la gracia, pero busquémosla por medio de María”. Himno Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señera guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, ¡renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria!
SEGUNDO DIA DE LA NOVENA
POR LOS ENFERMOS DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS (Las oraciones diarias se hacen primero y luego, la reflexión del día). En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Ven Espíritu Santo. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Breve Consagración diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria VENEZUELA! TESTIMONIO DE LOS INDIGENAS: Un español honrado y buen cristiano, llamado Juan Sánchez iba de viaje para El Tocuyo a un asunto de importancia, cuando en cierto punto de la montaña le salió al encuentro el jefe de los indígenas Coromoto, manifestándole que una bellísima mujer con un niño de hermosura singular, se le había aparecido en una quebrada dándole la orden que saliera donde vivían los blancos para que le echasen el agua en la cabeza con el fin de ir al cielo; y agregó que tanto él como todos los de su tribu, están resueltos a complacer los deseos de tan Hermosa Señora. Juan Sánchez gratamente sorprendido por el relato del indígena, le dijo que iba de viaje a una población llamada Tocuyo, que a los 8 días iba de vuelta y que durante este lapso de tiempo se dispusieran para irse con él. Cumplido el lapso señalado toda la tribu se marchó con el español y siguiendo las indicaciones de Juan Sánchez, la caravana se detuvo en el ángulo formado por la confluencia de los ríos Tucupido Y Guanaguanare, en unos parajes que designaron con el nombre de Coromoto. Juan Sánchez pasó inmediatamente a la Villa del Espíritu Santo de Guanaguanare y dió aviso a las autoridades de todo lo ocurrido. Las autoridades que Gobernaban La Villa, dispusieron que los indígenas se quedasen en Coromoto y nombraron a Juan Sánchez su Encomendero, con el encargo de señalarle las tierras para sus labores y de adoctrinarlos en la Religión Cristiana. REFLEXIÓN En este segundo día de preparación, nos encontramos con el testimonio de los indígenas, el cual no puede brotar sino de una experiencia auténtica de encuentro con la verdad y la belleza que Dios refleja en la Santísima Virgen. Con razón dice el papa Benedicto XVI, que la fe cristiana nace de un encuentro con Dios, que trae a nuestra vida una orientación decisiva. Al igual que ocurrió con Isabel, la visita de la Virgen trajo consigo la gracia del Espíritu Santo, que le dio un nuevo dinamismo a sus vidas. Ya no podían seguir igual, nunca como ahora habían advertido que tenían sed de Cristo. Esa sed solo la podía apagar el agua bautismal, que no es otra cosa que el agua que calma la sed hiriente que el pecado deja en nuestra vida. Hermanos, nuestro corazón es un yermo desierto cuando perdemos la gracia de Dios. La visita de la Virgen les permitió ver lo que antes no veían, comprender lo que antes no comprendían, darse cuenta que Dios no solamente les había llamado a la vida, sino que les llamaba a participar de su Iglesia. Por eso la Virgen no les dice simplemente que busquen a Dios dentro de sus corazones, no. Nuestra Madre les indica que deben buscar a Cristo en la Iglesia que Él fundó, en la sacramentalidad y el misterio de la fe católica y apostólica. Por eso el 10 de febrero de 1996, en la Basílica de Guanare, el Papa San Juan Pablo II hacía notar que la Virgen fue visitando nuestras tierras en la medida que se iba afianzando la evangelización e iba creciendo el número de los bautizados. María es también parte de la Iglesia, pero de un modo eminentísimo. Ella es Madre y figura de la Iglesia. Por eso la Consagración al Corazón Inmaculado de María de Coromoto está enmarcada en la fe de la Iglesia, cuya profesión se realiza desde el día de nuestro bautismo. Es significativo que los indios se desplazaron hasta donde podían recibir la preparación bautismal. Ese sencillo, pero significativo gesto evoca los viajes bíblicos, de Abraham, en busca de la tierra prometida, de Moisés con su pueblo en el desierto, de Elías hacia el monte Horeb, de Pablo en el camino de Damasco hasta la casa de Ananías. En estos días probablemente percibirás que el Espíritu Santo te llama a un viaje interior, te invita a abandonar las falsas seguridades que el mundo ofrece y emprender un camino de liberación y de paz. El viaje más importante que hemos de hacer en esta vida es de la incredulidad a la fe, del rencor al perdón, de la venganza a la reconciliación, de la violencia a la paz, de la lujuria a la castidad, del orgullo a la humildad, de la ira a la paciencia. En definitiva, del vicio a la virtud. Todos los cambios inquietan un poco, a menudo son dolorosos. Pero confía, cree, espera. Porque no irás solo, es la Virgen (y con ella, la Iglesia entera) quien extiende su mano para guiarte al encuentro con Cristo, nuestro Dios y Señor. ORACIÓN Virgen excelsa, ya sé que tú, siendo la reina del universo, eres también la reina mía. Por eso, de manera muy especial, me quiero dedicar a tu servicio, para que dispongas de mí como te agrade. Te diré como san Buenaventura: Señora, me pongo bajo tu servicio para que del todo me moldees y dirijas. No me abandones a mí mismo; gobiérname tú, reina mía. Mándame a tu arbitrio y corrígeme si no te obedeciera, porque serán para mí muy saludables los avisos que vengan de tu mano. Amén. Himno Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señera guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, ¡renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria!
TERCER DIA DE LA NOVENA
POR LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS (Las oraciones diarias se hacen primero y luego, la reflexión del día). En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Ven Espíritu Santo. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! LA VIRGEN Y LOS NIÑOS : Iban pasando los meses y se adelantaban los trabajos de la construcción del asentamiento y campos de labranza. Los niños eran los encargados de buscar agua a la quebrada para los usos domésticos; pero, con frecuencia se tardaban demasiado y por eso eran castigados, hasta que se descubrió que la razón de la tardanza era la Bella Señora, que con su amorosa sonrisa se seguía apareciendo y su celestial presencia los cautivaban tanto, que no se cansaban de admirarla y que por eso se les iba el tiempo. Cuando los adultos iban a tratar de verla no veían nada, porque solo los niños la podían ver. Por lo que contaban los niños, las apariciones de la Bella Señora se hicieron famosas, así como las aguas de la quebrada. Estas aguas se pensaban que eran milagrosas, porque varias veces se mandaron a Europa y después de muchos meses llegaban tan frescas como cuando las tomaron de la quebrada. El abnegado español cumplió su cometido con el mayor cuidado, sin escatimar esfuerzo alguno para hacerles cómoda y placentera su permanencia en Coromoto. Los aborígenes construyeron allí su ranchería, recibieron tierras distribuidas y contentos asistían a la explicación doctrinal, que con muchos frutos les daba el buen Encomendero, ayudado en esta ardua empresa por su Señora y dos compañeros. El éxito iba coronando este trabajo Apostólico pues, poco a poco, los indígenas recibían las aguas bautismales y se regeneraban en este baño purificador. REFLEXIÓN: En este tercer día vemos como la Santísima Virgen suele conseguir en los niños sus testigos más elocuentes. La Palabra de Dios es muy clara cuando nos pide que seamos como niños para ir al cielo. Los niños expresan de una forma muy clara las virtudes que la Virgen quiere sembrar en nuestros corazones: simplicidad, pureza, inocencia y sobre todo, abandono en las manos de nuestro Padre Dios. Por eso la Consagración al Corazón Inmaculado de la Virgen de Coromoto ha de despertar en nosotros una conciencia filial, la serena alegría de reconocer en nosotros el misterio profundo de que somos hijos de Dios. También de que somos, en Cristo, hijos de María. Esta es una conciencia bautismal. Por el bautismo somos constituidos hijos de Dios en Jesucristo, el cual en la cruz nos pidió reconocer en María como Madre nuestra. Cuando vemos los testimonios de Santa Bernardita en Lourdes, o de los Santos Francisco y Jacinta en Fátima, comprendemos que la Virgen no se fija en nuestros títulos, conocimientos o capacidades. Ella nos habla al corazón cuando somos humildes y sencillos. Esa humildad no contradice, sino que fortalece la certeza de que somos sus hijos. En nuestro continente, la Virgen consiguió esa sencillez en San Juan Diego, quien recibió a la Virgen de Guadalupe y muy especialmente, en esta tribu coromotana. Esto se debe a que ella en nada contradice la voluntad de Dios, y ella misma fue testigo de que Dios encontró complacencia en su humildad, en su pequeñez. Es significativo que, cuando los adultos iban a la quebrada, no podían ver a la Santísima Virgen. No podemos pensar en esto sin recordar aquellas palabras que Jesús dijo con emoción: “Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la Tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y entendidos y las has revelado a gente sencilla. Sí, Padre, pues así te ha parecido bien”. Como hemos dicho, esta Consagración será una renovación de la gracia bautismal. Por lo tanto, es ocasión para pedir con humildad la gracia de recuperar nuestra antigua inocencia, que se significa en las vestiduras blancas del bautismo, sacramento que queda simbolizado también en las aguas de la quebrada donde los niños ven a la Virgen. Por otro lado, así como en la celebración del bautismo los padres se comprometen, con la oportuna colaboración de los padrinos, a educar a los hijos en la fe; así nosotros hemos de estar conscientes de que esta Consagración es un impulso para que nos dejemos formar y guiar por la Palabra de Dios, expuesta auténticamente por la Iglesia. Al igual que los indios, quienes recibían la enseñanza y el santo bautismo. Es importante reconocer que Dios “conoce de lejos al soberbio”. Por eso, en esta preparación, tengamos el propósito de que nuestro corazón se ablande. Porque no hay nada peor que tener un corazón duro. Tanto el Sagrado Corazón de Jesús como el Corazón Inmaculado de María están envueltos en llamas de amor, pongamos nuestro corazón en ese fuego divino, para que se ablande y así el Señor lo pueda moldear, para que no sea un corazón de piedra sino un corazón de carne. Ayer reflexionábamos que esto es un caminar, es un viaje interior, hoy podemos pedir que nuestro corazón arda en el pecho al recibir estas enseñanzas, como los caminantes de Emaús. ORACIÓN: Madre del Cielo, estimo en más ser tu siervo que ser el dueño de toda la tierra. Soy todo tuyo, acéptame por tuyo y líbrame. No quiero ser mío; a ti me entrego. Y si en lo pasado te serví mal, perdiendo tan bellas ocasiones de honrarte, en adelante quiero unirme a tus siervos los más amantes y más fieles. No quiero que nadie me aventaje en honrarte y amarte, mi amable reina. Así lo prometo y con tu ayuda, así espero cumplirlo. Amén. Himno Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, ¡renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria!
CUARTO DÍA DE LA NOVENA
POR LOS MIGRANTES Y SUS FAMILIAS DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Ven Espíritu Santo. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti. Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! LAS PRIMERAS RESISTENCIAS: El Cacique, al principio, asistía gustoso a las instrucciones, pero después se disgustó con su nueva situación y anhelando la soledad de sus bosques, se apartó de las reuniones de Juan Sánchez, sin querer aprender la Doctrina Cristiana, ni recibir las saludables aguas del bautismo. Por la tarde del sábado, 8 de Septiembre de 1652, Juan Sánchez dispuso reunir a los indígenas que trabajaban en Soropo, para que se reunieran con todos sus compañeros y asistieran a los actos religiosos que se iban a practicar en el caney. El Cacique se negó rotundamente a esta invitación y mientras sus compañeros honraban con humildes preces a la excelsa Reina de los Cielos y Tierra, él con grande enojo y rabia salió precipitadamente para Coromoto. El bohío del Cacique Coromoto tenía una sola y pequeña puerta de entrada, donde al anochecer del sábado 8 de septiembre de 1652, se hallaban la Cacica, su hermana Isabel y un hijo de esta última, adolecente muy agraciado de doce años de edad. Había llegado de Soropo esa misma tarde con el objeto de ver a su madre, pues de ordinario se quedaba con la esposa de Juan Sánchez ayudándola en sus múltiples ocupaciones diarias. MEDITACIÓN: En este cuarto día de preparación nos encontramos con una situación particular, el Cacique Coromoto empieza a mirar con desdén su nueva situación y añora regresar a la vida anterior. No nos ha de extrañar que esto ocurra. Hemos estado considerando que la conversión es como un viaje espiritual. En todo viaje que pretende ser definitivo suele haber dudas, incomodidades, temores y adversidades que nos hacen pensar que quizás lo mejor es regresar. Lo mismo ocurre en la vida espiritual. Recordemos cómo el pueblo de Israel, después de haber sido liberado de la esclavitud, añoró regresar al cautiverio para comer de las ollas de los egipcios. El acontecimiento determinante de la pascua, cuando pasaron victoriosamente en medio del Mar Rojo, era para ellos un recuerdo remoto que perdía solidez ante el hambre y la aridez del desierto. Por eso, hermanos, no es más santo el que ve cosas extraordinarias, sino el que sabe caminar en la fe perseverante, abriendo día a día el corazón a Dios y a los hermanos. El cacique se negó a seguir adelante con su iniciación cristiana. Pero Dios no permitiría ninguna de nuestras debilidades si de ella no pudiera sacar un bien superior. Es por eso que ante esta nueva actitud viene siempre una nueva invitación de Dios, a través, de la Santísima Virgen. Quizás al leer estas cosas algunos se identificarán con los demás indígenas que siguieron adelante con la formación cristiana. Otros, con el cacique, que después de comenzar prefirió volver a la vida anterior. La conversión es un proceso de morir al hombre viejo para nacer al hombre nuevo. Pero es un proceso integral, que va guiado por la gracia de Dios y que involucra todos los elementos de nuestra vida. No podemos abrir el corazón a la acción del Espíritu Santo solamente para algunas cosas. Como la persona que asiste a la celebración eucarística, educa cristianamente a sus hijos, pero tiene un trabajo deshonesto donde consigue dinero ajeno o de forma fraudulenta. El Señor nos visita en cualquier circunstancia de nuestra vida, pero para que dejemos las redes del pecado y decidamos tener una vida limpia. Así pues, durante la cuaresma del año 2018 el Papa Francisco explicaba que la conversión tiene tres campos de realización: Está la conversión de las obras, hacer obras buenas, obras de misericordia. Como nos enseña Jesús en el sermón escatológico: “tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber…”. Hay personas que tienen una conciencia adormecida con las necesidades ajenas, y solamente se preocupan por las suyas. O tienen el corazón restringido solamente a sus familiares y allegados, sin caer en cuenta de que todo ser humano que sufre es también su hermano. Esta conversión está relacionada también con la conversión del sentimiento. San Pablo nos exhorta a que tengamos los mismos sentimientos de Cristo. Un ejemplo de esta conversión, apuntaba el Papa, se expresa en la parábola del buen samaritano. Aquel hombre hizo suya la necesidad de su prójimo, lo subió sobre su misma cabalgadura, compartió su sufrimiento. Esto brota de un corazón compasivo, que siente como sintió Cristo. En tercer lugar está la conversión del pensamiento. ¿Cómo son nuestros pensamientos? Aquí hay dos extremos que conviene evitar. Hay personas que piensan que convertirse significa juzgar y criticar a los demás, porque son unos paganos que no merecen nuestra aceptación. Hay otros que piensan que la conversión significa aceptarlo todo desde un falso concepto de misericordia, amor o inclusión. Es la conversión a la tolerancia desmedida, ya no existe el pecado ni la santa voluntad de Dios. Lo que existe es la voluntad del hombre. La conversión del pensamiento es pensar desde el amor y la verdad. Amor para ver a Cristo en cada hermano, verdad para transformar nuestra vida según los criterios de Cristo, nuestro Señor y Salvador. Sin duda, la conversión de vida es un proceso guiado por el Espíritu Santo donde nuestra mejor aliada, Madre y Maestra es la Santísima Virgen, como ocurrió con el Cacique Coromoto. La Consagración al Corazón Inmaculado de María suele dar un impulso decidido a una vida de conversión que permite saborear todo cuanto viene de Dios. ORACIÓN: Oh María, Santísima Inmaculada Concepción, tú que al ser llena de la gracia de Dios viviste en plenitud la virtud y no permitió Dios, ni lo quisiste Tú, que el pecado tocara tu ser, te pido intercedas por la conversión, la salvación y la purificación de los pecadores, especialmente de los más empedernidos, considerándome yo el primero de ellos, para que mediante la contrición, el propósito de la enmienda y una buena confesión podamos alcanzar la gracia de Dios y caminemos en esta vida con un corazón renovado. Amen Himno Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, ¡renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria!
QUINTO DIA DE LA NOVENA
ADULTOS MAYORES ABUELOS DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! LA MUJER VESTIDA DE SOL: Cuando menos lo esperaban los dos indígenas, llegó el Cacique a Coromoto, triste y maltrecho. En este estado de melancolía estaba el indígena cuando, por un misterio de cariño y amor de la Madre de Dios a un pobre hijo de Adán, bajó a la Choza del Cacique en medio de indivisibles legiones de Ángeles que formaban su cortejo. De todo su ser de desprendían rayos de luz que bañaban el estrecho recinto de la choza y eran tan potentes que según declaró la indígena Isabel, eran como los del Sol cuando está en el medio día y sin embargo no deslumbraban ni cansaban las vista de aquellos felices indígenas que contemplaban tan grande maravilla. El Cacique, al instante, reconoció a la misma Bella Mujer que meses antes había contemplado sobre las aguas de la plácida corriente de sus montañas y cuyo recuerdo jamás había podido borrar de su memoria. El Cacique pensaría probablemente, que la gran Señora venía para reprocharle su mal proceder e impedirle la fuga, así que rompió el silencio y, dirigiéndose a la Señora, le dijo con enojo: ¿Hasta cuándo me quieres perseguir? Bien te puedes volver que yo no he de hacer lo que me mandes, por ti deje mis conucos y conveniencias y he venido aquí a pasar trabajo. Estas palabras irrespetuosas mortificaron en gran manera a la mujer del Cacique, quien riñó a su marido diciendo: No hables así con la Bella Mujer, no tengas tan mal corazón. El Cacique montado en cólera y encendido en rabia, no pudo soportar más tiempo la presencia de la Divina Señora, que permanecía en el umbral dirigiéndole mirada tan tierna y cariñosa que era capaz de rendir el corazón más empedernido; desesperado, tomó el arco de la pared y saca una puntiaguda flecha, con la torcida intensión de amenazar con ella a la gran Señora. En este preciso instante la excelsa Señora entró en la choza sonriente y serena se adelantó y se acercó al Cacique, el cual al respeto de tanta majestad, o porque la Virgen lo estrechara de modo que no tuvo lugar para el tiro, rindió las armas y arrojó el arco contra el suelo. MEDITACIÓN: Cuando optamos por el pecado, cuando decidimos vivir según los criterios del mundo, la satisfacción de hacer lo que queremos suele dar lugar rápidamente a un sentimiento de vacío y soledad. Esto les ocurre a las personas que ya han tenido experiencia de Dios. Lo experimentó el cacique aunque quizás el mismo no sabía a qué se debía su tristeza. En ocasiones, el desánimo y la tristeza persistente en los cristianos, es signo de un corazón refinadamente orgulloso. Pero he aquí que la Virgen le visita por segunda vez, el testimonio de la aparición remite inmediatamente a la Sagrada Escritura, “una mujer vestida de sol”. La luz purísima que se desprendía de la Virgen, si bien era capaz de hacer la noche clara como el día, no hería los ojos de los videntes. La santidad de Dios viene a nosotros no para herirnos, sino para la limpiarnos. En el Señor la misericordia y el juicio no se contradicen, pero la misericordia triunfa sobre el juicio. Para entender esto vale la pena reflexionar en lo que ocurrió en el interior de esta humilde choza. La Virgen puso en el cacique ojos de ternura y compasión, porque la fuerza de la misericordia es el motor de la conversión del corazón. Para el cacique, que estaba resuelto interiormente a abandonar el camino, esto fue intolerable, porque él esperaba que la Virgen le reprochara y, envuelto en su propio orgullo, decidió atacarla. Quizás las personas que tenemos alrededor, nos muestran más amor y se vuelven por eso mismo más vulnerables a nuestros malos tratos. Amar a una persona significa también saber padecerla. Y podemos llevar la reflexión también a la otra vida. Muchas personas se angustian por el juicio que Dios hará de ellas después de la muerte. Hay algunos que dicen que el infierno no existe, porque Dios es tan misericordioso que no permitiría que ninguno sufra el castigo eterno. Probablemente no han entendido bien de qué se trata esto. La salvación consiste en abrir lo más profundo de nuestro ser a la gracia de Dios. Dejarnos amar y moldear por él. Cuando esto ocurre, en cierto modo no hay marcha atrás. No porque perdamos nuestra libertad, sino porque libremente le hemos permitido a Dios obrar en nosotros. Como ocurrió con el profeta Jeremías, el cual quiso abandonar la misión que Dios le pedía pero no pudo evitar percibir un fuego interior que le movía a retomar el camino iniciado. De modo que, si de forma pertinaz insistimos en cerrar nuestro corazón, entonces la mirada misericordiosa de Dios será para nosotros hiriente, humillante, y rechazaremos la salvación porque no reconoceremos que hemos fallado, porque declararemos que no necesitamos que nadie nos salve. La Consagración al Corazón Inmaculado de María viene a darnos la gracia de romper esos cerrojos, de no reaccionar con violencia sino con docilidad a la visita amorosa de Dios. Esto debemos pedirlo para nosotros y para los demás. En las apariciones de Fátima, la Virgen nos hizo ver que, efectivamente, hay personas que se condenan. De este modo, el juicio de Dios es su misma misericordia, la cual no todo el mundo está dispuesto a recibir ni a practicar. Pero la Virgen viene a ayudarnos de forma tan excepcional, que quien se consagra a su Corazón Inmaculado puede participar de su triunfo sobre el pecado y sobre la muerte eterna. Por eso el Papa San Juan Pablo II, decía el 16 de octubre de 1983, cuando consagró al mundo entero al Corazón Inmaculado de María que “la fuerza de esta consagración dura para siempre y abarca a todos los hombres, pueblos y naciones y supera todo el mal que el espíritu de las tinieblas es capaz de despertar en el corazón del hombre”. ORACIÓN: Para que una hija pueda a su madre querer, es necesario que ésta sepa llorar con ella, que con ella comparta sus penas y dolores. ¡Oh dulce Reina mía!, cuántas y amargas lágrimas lloraste en el destierro para ganar mi corazón, ¡oh Reina! Meditando tu vida tal como describe el Evangelio, yo me atrevo a mirarte y hasta a acercarme a ti. No me cuesta creer que soy tu hija, cuando veo que mueres, cuando veo que sufres como yo. (Oración de Santa Teresita). Himno Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, ¡renueva la fe en toda la extensión de nuestra Patria!
SEXTO DIA DE LA NOVENA
POR LA VIRGEN DEL VALLE (POR TODAS LAS MADRES) ORACIONES INICIALES DIARIAS: (Las oraciones diarias se hacen primero y luego, la reflexión del día). En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén ORACION A LA VIRGEN DEL VALLE: Virgen del Valle del Espíritu Santo, Virgen del Valle, Reina del oriente, cálmanos y alívianos de nuestros pesares, alúmbranos el sendero, guíanos por el camino. Virgencita bondadosa, dulce y cariñosa. Bendícenos con la esperanza, la fe y la alegría, cumple nuestros sueños, ayúdanos en las dificultades y enderézanos el camino. Virgen del Valle, Virgen de los cielos, Reina de los mares, calma nuestros males y ayúdanos en las dificultades. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén Credo: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto: Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! APARICIÓN DE LA RELIQUIA: Incluso después de dejar caer las armas, el indígena se lanza sobre la Soberana Señora para echarla afuera, pero la celestial visión desaparece repentinamente y lóbregas tinieblas siguen a la viva luz que había iluminado el bohío, teatro de tan grandes maravillas; solamente se percibían la pálida luz del fogón que proyectaba la negra silueta del Cacique sobre la pared. Las dos indígenas y el niño sintieron amarga pena por la pésima conducta del Cacique y por la desaparición de la Bella Mujer reprochándole nuevamente su torpe e inconsiderado proceder para con la soberana Señora. El Cacique, fuera de sí y mudo de terror permaneció largo rato inmóvil con los brazos extendidos y entrelazados en la misma posición en que quedaron cuando hizo el rápido ademán de agarrar a la Virgen. Tenía una mano abierta y la otra cerrada, que apretada cuanto podía pues algo tenía en ella y en su corto sentir creía que era la Bella Mujer a quien había atrapado. La indígena Isabel, sin entender lo que acababa de suceder, dijo a su cuñado: ¿Sabes lo que ha sucedido? Tembloroso el indígena contestó: Aquí la tengo prendida en mi mano. Las dos mujeres, profundamente impresionadas y conmovidas añadieron: Muéstranosla para verla. El Cacique se acercó, alargó la mano la abrió y los cuatro indígenas reconocieron ser aquella una imagen y creyeron que era la de la Bella Mujer. La diminuta imagen despide rayos luminosos que producen gran resplandor y que creen los indios que es el fuego natural que la gran Señora lanza contra ellos. Sudor frío fluye del cuerpo del indígena, con el mismo enojo y rabia de antes, envuelve la milagrosa imagen en una hoja y la esconde en la paja del techo de su casa diciendo: “Ahí te he de quemar para que me dejes”. MEDITACIÓN: El cacique quiso sacar a la Virgen de su casa, de su vida. Todavía él no era capaz de reconocer en ella a su Madre Celestial. Hay muchos cristianos que no reconocen esta maternidad de María. Hay muchas personas que no se identifican como hijos de María. A veces por interpretaciones equívocas de la Palabra de Dios comunes en iglesias no católicas o por desconocer que el culto a la Santísima Virgen es tan antiguo como el Cristianismo mismo. Sin embargo, hay un caso mucho más sutil que se da entre los cristianos católicos. Muchos admiten la veneración a la Virgen pero no le atribuyen una significación especial. Se identifican como cristianos católicos, pero no se consideran “marianos”, en el sentido de que piensan que el culto a la Virgen (hiperdulía) es una devoción como tantas otras. Son personas que viven sin mucho interés los días dedicados a la Virgen y no tienen especial atención al rezo del rosario. Algunos de ellos quizás celebran con fervor la fiesta patronal mariana de su parroquia o su pueblo, pero el resto del año no lo toman en cuenta. Es por eso que San Pablo VI, Papa, publicaba en el año 1974 la encíclica Marialis Cultus en la que afirmaba que el culto mariano constituye un deber primario del pueblo de Dios. Más aún, destacaba también que “todo desarrollo auténtico del culto cristiano redunda necesariamente en un correcto incremento de la veneración a la Madre del Señor”. Por lo tanto, mientras más adoramos a Cristo más crece nuestra veneración a María, lo cual, a la inversa, redunda en una mayor adhesión a Cristo. Ciertamente, esto es un misterio y debemos pedir al Espíritu Santo que nos ayuda a comprenderlo. La Palabra de Dios dice que Isabel estaba llena del Espíritu Santo cuando dijo: “¿quién soy yo para que venga a mí la Madre de mi Señor?”. Por eso mientras más santos somos, mientras más actúa el don del Espíritu Santo en nuestro interior, somos al mismo tiempo más profundamente devotos de María. El culto a María presupone y enaltece el culto a Nuestro Señor Jesucristo. Con todo, hay algo aún más interesante. La Virgen nos regaló una imagen, tan pequeña que cabía en la mano del indígena, pero tan sagrada que despedía rayos luminosos. Esto es un hecho excepcional. Hay muchas imágenes de la Virgen que han dado lugar a Mariofanías, pero todas han sido hechas por el hombre, algunas particularmente bellas. Pero la Virgen quiso obsequiar a nuestro pueblo estas reliquias que no fueron hechas por mano humana. En tiempos de la colonia, tenemos la sagrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, emperatriz de América, y la sagrada imagen de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela. Ambas comparten el mismo origen sobrenatural y no están exentas de profundos y hermosos misterios. Estas cosas Dios las permite para acrecentar nuestra fe, Dios utiliza los signos sagrados para que creamos. Las imágenes son signos que nos trasladan a las verdades espirituales. Son como vehículos, no nos quedamos en ella sino que a través de ellas tenemos una aproximación a lo sagrado. El mismo Jesucristo, al ver que la gente pedía un signo, se señaló a sí mismo como el gran signo. Él, muerto y resucitado, sería la imagen visible del Dios invisible. Es por eso que las imágenes encierran también una teología profunda, ya Dios no es el invisible, inaccesible. Él se hizo visible en Jesucristo. La veneración de las imágenes se desprende, por lo tanto, del misterio de la encarnación. Pero hay algo más que añadir. Jesucristo, el Señor, se quedó en medio de nosotros en su presencia viva y sacramental. Por eso se proclamó a sí mismo como el pan de vida eterna y no mintió cuando dijo a sus apóstoles “esto es mi cuerpo”. Es por eso que la justa y piadosa veneración a las imágenes, incluso la Sagrada Reliquia de la Virgen de Coromoto, no puede sino movernos a adorar la presencia sacramental, real y gloriosa de Jesucristo en la hostia consagrada. De nuevo vemos que la veneración a la Virgen nos prepara para la adoración a Jesucristo pues, si abundantes son los misterios que esconde nuestra sagrada reliquia, en proporción, es infinitamente superior el misterio de amor y salvación que hay en una sola hostia consagrada. Los consagrados al Corazón Inmaculado de María, son por lo tanto visitadores frecuentes del sagrario y adoradores constantes del Santísimo Sacramento. ORACIÓN: Ave María, dulce Madre de la Eucaristía. Con dolor y mucho amor, nos has dado a tu Hijo Jesús mientras pendía de la Cruz. Nosotros, débiles creaturas, nos aferramos a Ti para ser hijos dignos de este gran amor y dolor. Ayúdanos a ser humildes y sencillos, ayúdanos a amar a todos los hombres, ayúdanos a vivir en la gracia estando siempre listos para recibir a Jesús en nuestro corazón. Oh María, Madre de la Eucaristía, nosotros, por cuenta propia, no podremos comprender este gran misterio de amor. Que obtengamos la luz del Espíritu Santo, para que así podamos comprender aunque sea por un solo instante, todo el infinito amor de tu Jesús que se entrega a Sí mismo por nosotros. Amén. Himno a Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores.
SEPTIMO DIA DE LA NOVENA
POR LOS COMERCIANTES Y EMPRENDEDORES DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! EL TESTIMONIO DE UN NIÑO: El pequeño indígena, que interiormente desaprobaba la torpe conducta de su tío, estaba muy apesadumbrado por todo lo ocurrido con la Bella Señora, la había visto en la quebrada y en la choza. Su corazón de cristiano le decía que el trato a la Señora no había sido bueno, reparó cuidadosamente el escondite de la sagrada imagen y resolvió dar aviso a Juan Sánchez de lo sucedido. El recuerdo de la Virgen Bendita no se apartaba ni por un instante de su espíritu; lo que había visto le dejó impresión tan honda que no le fue posible entregarse al sueño; a eso de la media noche salió a hurtadillas de la choza y se fue apresuradamente para Soropo. Corrió, a través, de la llanura y el bosque y en poco tiempo recorre el trayecto entre Coromoto y Soropo. Parece que la Virgen le ayuda y le hace liviano el andar. Llega a Soropo, pero como todos estaban durmiendo se acurruca junto a la puerta y allí espera hasta el amanecer. La esposa de Juan Sánchez quedó sorprendida cuando al abrir la puerta de su casa, en la madrugada del domingo, vio al niño junto a ella. El niño refirió a la Señora lo mejor que pudo todo cuanto había visto, aunque con alguna dificultad, pues no se expresaba bien en castellano. La Mujer llamó a su marido y le dijo: Juan, ayer tarde dimos licencia a este niño para que fuera a Coromoto a visitar a su madre y amaneció aquí, contando que anoche una Mujer muy linda llegó a la casa de su tío el cual la quiso tirar con su flecha y que la cogió y la escondió en su casa. Juan se sonrió y no dio crédito a lo que decía el niño. El niño volvió a narrar la prodigiosa historia y viendo que todavía no se le daba fe a lo que relataba, dijo con vehemencia: Vaya a Coromoto ahora mismo y lo verán. El pequeñuelo insistió que fueran con él a cerciorarse de la verdad del hecho. Al fin, Juan Sánchez le contestó: ve a buscar las dos mulas e iremos contigo. Es de saber que estos dos animales sueltos en la sabana eran en extremo ariscos, solo se le podían coger con lazo y a veces se tardaban hasta dos horas para traerlos. El niño se dirigió presuroso a la sabana donde halló las dos mulas juntas y muy quietas como si estuvieran sumidas en un profundo sueño; con la mayor facilidad les puso el lazo, las ató y las trajo a la casa, sin que opusieran resistencia. MEDITACIÓN: Ya hemos reflexionado acerca de la disposición que la Virgen suele conseguir en el corazón de los más pequeños y humildes para designarlos como mensajeros suyos. Justamente la consagración al Corazón Inmaculado de María es un acto de incalculable humildad. Esta consagración significa repetir, como San Juan Pablo II, desde lo más íntimo del corazón: "Totus tuus ego sum, Maria, et omnia mea tua sunt” Estas palabras marcaron el pontificado del Papa Juan Pablo II, y significan: "Soy todo tuyo María y todo lo que tengo tuyo es". Confiar a la Virgen el corazón, la voluntad, los proyectos, los bienes materiales y espirituales. Significa permitir que ella sea administradora de nuestra vida y disponga de todo lo nuestro, más aún, de nosotros mismos, según su parecer bendito. Significa pronunciar nuestro pequeño “fiat” (hágase) para que se haga en nosotros su gran ‘Fiat’ a la voluntad de Dios. Con razón el Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda la enseñanza de Santo Tomás de Aquino: “María pronunció su ‘fiat’ (hágase) ocupando el lugar de toda la naturaleza humana". El relato de hoy nos muestra un niño corriendo decididamente por la llanura (¿cómo no recordar la presurosa partida de María a visitar a Isabel?) para anunciar lo que sus ojos habían visto. Sin saberlo quizás, él estaba participando de un acontecimiento histórico, era el anunciador, el primer evangelizador del milagro de la Reliquia de la Virgen de Coromoto. Estos son los emisarios de María, los que están decididos a pregonar sus glorias y sus mercedes sin dilaciones. Refiere San Alfonso que San Buenaventura enseñaba que quienes se afanan en propagar las glorias de María, tienen asegurado el paraíso. Esto lo debemos entender en el sentido de una íntima adhesión al Corazón de María que no encuentra satisfacción sino en cumplir la Santa Voluntad de Dios. Ciertamente, la tradición espiritual de la Iglesia y la misma evidencia bíblica nos muestran que ante la presencia de María huye Satanás y sus insidiosas tentaciones. A diferencia de Eva, María no dialoga con Satanás, sino que pisa su cabeza. Es la victoria definitiva de la Virgen. En este sentido, San Juan Pablo II repetía aquellas palabras proféticas que escuchó de su buen amigo el Cardenal Wyszynski: “La victoria, cuando llegue, será por medio de María”. Muchas personas, incluso cristianos católicos, encuentran dificultad para asimilar estas verdades, porque todavía están un poco cerrados en sus propios razonamientos. Al igual que el cacique, no terminan de comprender la grandeza y la cercanía de la Virgen y la cooperación íntima que ella tiene en la redención que Cristo nos trae, a la cual ella está asociada de forma singular. Uno de los objetivos de Satanás es entorpecer el discernimiento de los cristianos ante esta realidad que, por otro lado, la Iglesia no ha dudado en proclamar. San Pablo VI, por ejemplo, el 30 de junio de 1968, proclamaba la solemne profesión de fe, en la que también decía que la Santísima Virgen María “continúa en el cielo ejercitando su oficio materno con respecto a los miembros de Cristo, por el que contribuye para engendrar y aumentar la vida divina en cada una de las almas de los hombres redimidos”. Así pues, la Virgen continúa engendrando a Cristo en el corazón de los creyentes y por lo tanto reconocemos en el llamado de nuestra conciencia y en nuestra conversión del corazón, una especial intervención de nuestra Madre del Cielo. ORACIÓN: ¡Oh bienaventurada María! Fijos están y estarán siempre en ti los ojos de los fieles, como en la grande obra que a todos los siglos interesa. En ti encuentran los ángeles la alegría, los justos la gracia y los pecadores el perdón. Con justicia te invocan todas las criaturas, porque en ti y por ti la mano del Omnipotente ha reproducido en cierto modo todo lo que antes había creado. Dígnate admitir lo poco que yo puedo ofrecer a Dios y ofrécelo por mí, para que por tu intercesión no sea rechazado. Amén. (De San Bernardo) Himno a Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores.
OCTAVO DIA DE LA NOVENA
POR LOS JOVENES DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS: (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! EL RESCATE DE LA RELIQUIA: Juan Sánchez al verlo llegar trayendo las dos mulas en tan breve tiempo, quedó maravillado y comenzó a dar crédito a lo que el niño decía. Bartolomé Sánchez, Juan Sibrián, Juan Sánchez y el pequeño indígena se pusieron sin demora en camino para Coromoto. Al llegar cerca del poblado los tres españoles se quedaron escondidos en un zanjón a tres cuadras de la casa, mientras el muchacho iba a la choza de su tío en busca de la mujer que él decía. Dichosamente para el niño, el Cacique, su tía y su mamá estaban juntos fuera y a un lado de la casa. Sin ser visto de nadie, entró el niño en la choza; con el corazón palpitante de júbilo, se adueñó de la milagrosa imagen, que aún estaba en el mismo sitio donde la había puesto su tío y la trajo a Juan Sánchez, al recibirla de manos del niño, sintió profunda emoción, pues reconoció en ella la efigie de la augusta Madre de Dios María Santísima con el Niño Jesús en el regazo y con respeto la colocó en un relicario de plata que acostumbraba llevar al cuello. Lleno de admiración y devoción, partió para la Villa del Espíritu Santo, donde le contó al Cura del Pueblo, Presbítero Don Diego Lozano, todo lo ocurrido. El sacerdote, sin embargo, tuvo sus reservas para creer la historia que le contaban, por lo que Juan Sánchez se fue a su casa y colocó a la Santa Reliquia en un altar. MEDITACIÓN: Como hemos visto, la Virgen confía en la intrepidez y apertura de un niño para que su sagrada imagen sea rescatada y llevada a un lugar donde sea piadosamente venerada. Qué importante es la evangelización cuando parte del testimonio, el cual se sustenta en el sereno convencimiento y en la alegría. Hay muchas personas, especialmente madres, padres y abuelos, que se angustian porque sus hijos no tienen la conciencia cristiana que ellos desearían. A menudo esto es objeto de conflictos o descontentos. Pero hemos de tener en cuenta que la conversión del corazón es, en última instancia, un hecho que involucra la gracia de Dios y la respuesta de cada persona. En este proceso es fundamental el acompañamiento, las enseñanzas y sobre todo, el testimonio de los creyentes. El niño estaba convencido de lo que anunciaba porque el mismo había tenido experiencia de la presencia de María en la choza. Cuando los cristianos hemos estado al pie de la cruz, hemos notado que no estamos solos. La madre nos acompaña. Por eso un corazón que se abre a la redención se lleva siempre a María consigo. Es el ejemplo que nos dio Juan, el más joven de los apóstoles y es el ejemplo que nos da este niño. Solo quien tiene presencia de Dios en su vida (en su ‘casa’) puede evangelizar desde el convencimiento de la fe. El papa Benedicto XVI nos recordaba en el año 2007 que la Iglesia no crece por proselitismo, sino por atracción. En este sentido, nuestro principal deber es dar testimonio de alegría cristiana, allí estriba la fuerza atrayente del evangelio. De este modo, el niño representa también la alegría y el asombro de un corazón creyente. Con el pasar del tiempo nos vemos en la necesidad de renovar nuestra fe desde un sano sentido del asombro. Es común, al evangelizar personas mayores, que respondan “ya eso yo lo sé, ya me lo han dicho”. Pero el evangelio siempre se renueva, siempre comunica algo novedoso, cada día nos transmite una nueva sabiduría. Por eso el anuncio del evangelio nunca es el mismo y su mensaje trae siempre un gozo que, como recuerda el Papa Francisco, “nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo”. San Luis de Monfort hace notar que Rebeca es figura de María al conseguir que Isaac bendijera a Jacob, su hijo menor, en lugar de Esaú. Así como Rebeca supo actuar con habilidad, el desparpajo del niño para obtener la reliquia nos muestra la simplicidad con que María quiere que la busquemos, que nos fiemos de ella. Y al igual que en su manifestación de Guadalupe, Ella, como madre y figura de la Iglesia, quiere que sus hijos acudan a sus pastores. Es por eso que la comitiva inmediatamente se dirige al sacerdote para contarle lo ocurrido. La vida espiritual no es algo aislado, intimista, sino que se discierne en comunión con la Iglesia. En este sentido, un medio insustituible de crecimiento personal y eclesial es el sacramento de la reconciliación. Hay que acudir al sacerdote regularmente para obtener el perdón de nuestros pecados, lo cual no es otra cosa que renovar la gracia bautismal. Una vez habiendo dado cuenta al sacerdote, Juan Sánchez puede llevarse la sagrada reliquia a su casa, porque en definitiva, María ha querido quedarse con nosotros. Ella es el orgullo de nuestro pueblo, la gloria de nuestra raza y abre a Venezuela su Corazón Inmaculado. ORACIÓN: ¡Oh María! ¡Soberana y Señora nuestra! En tu misericordioso seno me arrojo con confianza, y bajo tu Santa custodia pongo sin reserva por todos los días de mi vida, y a la hora de mi muerte, mi alma, mi cuerpo, mi esperanza y mi consuelo, mis penas y mis miserias, mi alegría y mi felicidad, para que mis pensamientos, mis palabras y mis obras sean dirigidas según tu voluntad y la de tu adorable Hijo. Amén. (Oración de San Luis Gonzaga) Himno a Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. NOVENO DIA DE LA NOVENA POR LOS PADRES DE LA COMUNIDAD ORACIONES INICIALES DIARIAS: (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Santísimo Sacramento del Altar, Alabado seas, irradia tu luz sobre nuestra patria! CONVERSIÓN DEL CACIQUE: Entre tanto, en la tarde del mismo 9 de Septiembre de 1652, el Cacique, con todos los indígenas que logró convencer, salieron de Coromoto para regresar a sus selvas de origen. El Cacique iba delante del grupo. Estaba anocheciendo y el paraje estaba muy sombreado debido a la profusión de árboles. Sin darse cuenta, piso una serpiente venenosa que, como un relámpago, le clavó los colmillos en la pierna inyectándole el veneno. Hubo una gran consternación en el grupo, pues los indígenas sabían, que por el tipo de veneno, el color de la herida y los orificios de la mordedura, ésta era mortal. Resolvieron llevarlo al camino ya moribundo. Éste viendo cercana la muerte, es probable que pensara en todo lo ocurrido recientemente, en la Bella Señora, en su amor y en su promesa, que si se bautizaba iría al cielo; porque comenzó a dar grandes voces con desesperación, solicitando el bautismo. A esa hora, pasó por allí un mestizo criollo de Barinas, que indagando la causa de la reunión de los indios y hablando con el Cacique, cumplió sus deseos y lo bautizó de emergencia. El Cacique, ya más tranquilo, le dió sus últimas recomendaciones a sus compañeros, les habló de su arrepentimiento y los exhortó a regresar donde los blancos, lo cual cumplieron. MEDITACIÓN: Aunque no estamos ni en capacidad ni en derecho de conocer qué habría sido del Cacique de haber sido más dócil, lo cierto es que hoy tomó una decisión desafortunada. Prefirió definitivamente dar la espalda a su propio proceso de conversión, abandonar el viaje, volver a la vida anterior. Hay cosas en la vida que nos incomodan pero que son necesarias para nuestro bien y es mejor vivirlas que rechazarlas. El cacique se fue, y llevó a otros consigo, pero he aquí que la historia da un giro imprevisible. Dice San Pablo que “en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman, de aquellos que han sido llamados según su designio” y no podemos dudar que este hombre había sido llamado por Dios. Sin embargo, a veces nuestros padecimientos nos hacen dudar si realmente Dios puede traer algo bueno del infortunio o la adversidad. Aquí vemos que en el camino de vuelta la muerte sale al encuentro del Cacique. Resuenan en nuestra mente dos citas bíblicas. Por una parte “quien pone su mano en el arado y mira hacia atrás no es apto para el Reino de Dios”. Cuando Dios nos ha puesto un camino, mirar para atrás nunca es buena idea. Como la mujer de Lot, que por mirar atrás quedó convertida en estatua de sal. En la vida espiritual y en el proceso de conversión hay que ir siempre hacia adelante. En la vida espiritual no avanzar es retroceder. Las situaciones de pecado del pasado deben quedar como aprendizaje. Se necesita más fe para perseverar que para iniciar, por eso muchos indígenas decidieron regresar. La otra cita bíblica es todavía más elocuente, ¿cómo no pensar en la serpiente de la que nos habla la escritura? En efecto, en el libro de Génesis Dios anuncia a la serpiente (en la cual reconocemos la figura de Satanás) que ella iba a tener enemistad con la Mujer, pero que su linaje le pisaría la cabeza cuando intentara morder su talón. La serpiente que mordió al Cacique es signo de que cuando nos alejamos de Dios, de su santa voluntad, estamos a merced de Satanás. Por otro lado, ¿De cuál mujer ha de referirse la escritura sino de aquella nunca conoció pecado? Por eso, una vez más, la historia da otro giro inesperado. El cacique, conociendo por experiencia que de esas mordeduras no se sobrevive, y guiado quizás por una cierta lucidez espiritual que acompaña a la muerte, reconoce que ha obrado mal, que necesita el bautismo. Podemos decir en ese momento trascendental que él volvió a ser como un niño. Imploró ayuda, estaba en manos de su tribu. Aquella Hermosa Señora le había mostrado el camino al cielo. Paradójicamente no fue la serpiente, fue la Virgen la que triunfó y le volvió a pisar la cabeza, porque el Cacique recibió el sacramento del bautismo y murió santamente. San Pablo tenía razón, Dios permitió todo, incluida la mordedura de la serpiente, para el bien del Cacique. Y nosotros también tenemos razón cuando en cada avemaría le pedimos a la Virgen que ruegue por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte. Solo, el cacique no podía, pero con la ayuda de la Virgen y de la comunidad pudo conseguir la salvación. En cuanto a nosotros, seremos en adelante como una nueva tribu de consagrados al Corazón Inmaculado de la Virgen de Coromoto, y participaremos de su triunfo en Venezuela y el mundo entero. ORACIÓN: ¡Oh Santa Madre de Dios! ¡Dígnate protegernos y consérvarnos bajo las alas de tu piedad y tu misericordia! ¡En Ti tenemos toda nuestra confianza! Desde nuestra infancia estamos consagrados a Ti como nuestra Soberana: Tú eres el puerto en que nos refugiamos. ¡Oh Virgen Inmaculada, a Ti nos ofrecemos eternamente, y nos ponemos bajo tu protección para siempre! Amén. (Oración de San Efrén) Himno a Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores.
DECIMO DIA DE LA NOVENA
POR LOS ESTUDIANTES ORACIONES INICIALES DIARIAS: (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. HAGAMOS UNA ERMITA: En los meses siguientes la fama de la Virgen se fue difundiendo y creciendo en la gente de la región; hasta que un buen día, el primero de Febrero de 1654 se presentó el Vicario Presbítero Don Diego de Lozano, el mismo que no había creído la historia de Juan Sánchez en 1652, quien sacó la estampa en procesión, con mucha devoción y majestad, desde la hacienda de Juan Sánchez a la Iglesia de Guanare. Ya el pueblo la conocía como la Virgen de Coromoto y muchos años después sería elegida como Patrona de Venezuela. Ocurrió que al morir los pocos españoles y criollos que conocían la ubicación de las apariciones y volver a las montañas los indígenas, a finales del siglo XVII, nadie en Guanare conocía ya el lugar exacto de las apariciones. En 1698, llegó a Guanare Fray Diego de Olayza, agustino, con una imagen de la Virgen de Topo, de la ciudad de Bogotá, que representa a Nuestra Señora en la bajada de la Cruz. Recorría las poblaciones recolectando limosnas, lo acompañaban muchas personas, entre ellas el señor Marcos Paredes de San Nicolás. Al final del camino, de regreso a Guanare y en el rezo del Rosario, todos vieron que la cara de la Virgen se puso amarilla y luego retomó sus colores naturales pero más vivos y hermosos. Pero al proseguir la marcha notaron que una sombra cubría el rostro de la imagen, se detuvieron por 3 horas rezando y pidiendo la Divina Misericordia, pero la sombra persistía. El señor Marcos Paredes siguiendo una inspiración que tuvo, dijo de plantar una cruz en el sitio y al hacerlo, la sombra desapareció. En Guanare narró todo al cura de la ciudad y le pidió permiso para erigir una ermita pequeña en ese lugar. El sacerdote pensó que tal vez la Virgen había querido señalar el sitio de su aparición y encomendó al señor Paredes de buscar el lugar exacto. Éste partió en compañía de Santiago López y Lorenzo Díaz, estos recorrieron la zona preguntado a todos los habitantes si conocían este sitio, pero ellos aseguraron que solo los Indígenas Coromotos lo sabían, pero que era difícil dar con ellos ya que vivían internados en la montaña y muy rara vez se dejaban ver. MEDITACIÓN: La Virgen está decidida a quedarse con nosotros. Es por eso que a través de algunos signos manifestó su deseo de que se construya un templo que, en principio, fue pensado como ermita, es decir, una pequeña capilla. La necesidad de darle un tiempo y un espacio a Dios tiene raíces bíblicas. Desde que Besalel dirigió la construcción del arca de la alianza en la cual moraba la presencia de Dios; pasando por el templo que David quiso construir y que terminó haciendo su hijo Salomón, hasta la construcción del nuevo templo después del exilio. Ya en el Nuevo Testamento, el apóstol San Juan dice que “el Verbo se hizo carne y puso su morada entre nosotros”. ¿Cuál fue esa morada? Desde luego que no el arca de la alianza, que desde varios siglos estaba desaparecida, sino que la nueva Arca de la Alianza es la Virgen María. Con razón la escritura dice “todos han nacido en ella, el Altísimo en persona la ha fundado”. San Luis de Monfort no tarda en pensar en María al leer este salmo, porque en ella vivió el “Hijo del Altísimo”. Por lo tanto, no nos debe extrañar que la Virgen quiera que se construya un templo, lo mismo ocurrió en México con la Virgen de Guadalupe. Ella desea que en nosotros more su hijo Jesucristo. Pero ese templo no es solamente el edificio que construimos y consagramos como lugar de culto. También es el templo de nuestros hogares. En efecto, es llamativo que la Virgen de Coromoto se haya manifestado a una familia. El cacique, su esposa, su cuñada, su sobrino. Nuestros hogares son también un templo donde Dios desea morar y de forma muy especial lo hemos percibido al hacer esta preparación. El amor de los esposos entre sí, y el amor, servicio y armonía de todos los integrantes del hogar son un genuino culto de alabanza a Dios. Por eso, para esta Consagración al Corazón Inmaculado de María tengamos en cuenta que ella nos visita en nuestra familia, aunque vivamos en una humilde choza, porque ella viene a traer luz, salud y gozo que brotan de su Divino Hijo sentado en su regazo. ¿Cuál es la primera peregrinación que hizo la Virgen sino aquella que hizo a casa de Isabel?, esta familia que vivía en la región montañosa de Judea fue la primera en recibirla como Madre de Dios. Finalmente, consideremos también que el templo es nuestro propio cuerpo. Dios respetó tantísimo el cuerpo de la Santísima Virgen, que preservó intacta su virginidad y, terminado el curso de su vida terrena, la llevó en cuerpo y alma al cielo. Por eso los consagrados al Corazón Inmaculado de María han de distinguirse también por el respeto, pureza y modestia con que tratan, tanto su propio cuerpo como el de los demás. ORACIÓN: ¡Virgen bondadosa! ¡Madre misericordiosa! Yo te recomiendo mi cuerpo y mi alma, mis pensamientos y mis acciones, mi vida y mi muerte. Ayúdame ¡oh Reina mía! y líbrame de todas las asechanzas del demonio. Concédeme la gracia de amar a mi Señor Jesucristo tu Hijo, con un amor verdadero y perfecto y la de amarte después de Él, ¡oh María! sobre todas las cosas. Amén. (Oración de Santo Tomás de Aquino).
Himno a Nuestra Señora de Coromoto:
Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores. ULTIMO DIA DE LA NOVENA ACTO DE CONSAGRACIÓN DE VENEZUELA AL CORAZÓN INMACULADO DE NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO En los 368 años de su Aparición, 68 años de su Coronación canónica y a los 9 años de la Consagración de Venezuela a su Corazón Inmaculado. ! SALVE OH MADRE MARÍA, AURORA JUBILOSA, NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO! NOS ACOGEMOS A TÚ CORAZÓN INMACULADO, MADRE DE LOS HOMBRES Y DE LOS PUEBLOS, TÚ CONOCES TODOS SUS SUFRIMIENTOS OH MADRE QUE CAUTIVAS EL CORAZÓN DE ESTE PUEBLO QUE PEREGRINA Y ESPERANZAS, MADRE DEL SACRIFICIO ESCONDIDO Y SILENCIOSO, MADRE DE LA MISERICORDIA QUE SALE AL ENCUENTRO DE NOSOTROS PECADORES, NOS PRESENTAMOS ANTE TÍ, PARA CONSAGRARTE TODO NUESTRO SER Y TODO NUESTRO AMOR.EN VENEZUELA, CONSAGRADA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO, CONFIAMOS EN TÍ PARA QUE EN TÍ Y CONTIGO PODAMOS CONSAGRANOS PLENAMENTE A LA PERSONA Y A LA OBRA DE TÚ HIJO JESÚS. TE CONSAGRANOS LA VIDA Y EL CAMINO DE CADA UNA DE NUESTRAS IGLESIAS. PARTICULARES; MUESTRAS COMUNIDADES CON SUS PASTORES ,NUESTROS INSTITUTOS RELIGIOSOS Y NUESTROS MOVIMIENTOS APOSTÓLICOS; NUESTRA ORACIÓN Y NUESTRO TRABAJO, NUESTRO COMPROMISO CRISTIANO EN LA EDIFICACIÓN DE UN MUNDO MÁS JUSTO Y SOLIDARIO, NUESTRAS DEBILIDADES FÍSICAS Y ESPIRITUALES, NUESTRAS ALEGRÍAS Y NUESTROS DOLORES. TODO LO QUE TENEMOS Y SOMOS PONEMOS BAJO TÚ CUIDADO. RESPONDIENDO A TÚ SOLICITUD MATERNAL, QUEREMOS SER CADA VEZ MÁS TUS HIJOS, IMITANDO TU VIDA DE ORACION, HUMILDAD Y SACRIFICIO, POR MEDIO DEL EVANGELIO VIVIDO CON ALEGRIA Y CONFIANZA. QUEREMOS SER TOTALMENTE TUYOS Y RECORRER CONTIGO EL CAMINO DE LA OBEDIENCIA Y FIDELIDAD A JESUCRISTO EN LA IGLESIA. ! MADRE, CONSAGRAMOS ESPECIALMENTE A TÚ CORAZÓN INMACULADO LA VIDA PRESENTE Y FUTURA DE NUESTRA PATRIA SOBERANA, QUE TE BENDICE Y ACLAMA! SON TUYAS SUS SELVAS Y COSTAS, MONTAÑAS Y LLANURAS; TUYOS SUS PUEBLOS Y CASERIOS, CIUDADES Y ALDEAS; TUYOS SUS NIÑOS Y JÓVENES, ADULTOS Y ANCIANOS; TUYOS SUS VALORES Y TRADICIONES, SU HISTORIA Y SU PATRIMONIO CULTURAL; TUYOS SUS GOBERNANTES Y SUS GOBERNADOS; LOS HIJOS DE ADENTRO Y LOS HIJOS DE AFUERA, TUYOS SUS LOGROS Y AVANCES, SUS LLANTOS Y ALEGRÍAS. MADRE DE CRISTO QUE GUARDAS EN SILENCIO TODAS LAS MARAVILLAS DE DIOS, SIGUE VELANDO CON PRIMOROSO CUIDADO SOBRE LAS GENERACIONES PRESENTES Y FUTURAS DE ESTE PUEBLO GENEROSO Y ALEGRE QUE QUIERE VIVIR UNIDO Y EN PAZ. MARIA, NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO, PATRONA DE VANEZUELA, SOMOS PARTE DEL CONTINENTE DE LA ESPERANZA: TE PEDIMOS QUE EN TODOS LOS PUEBLOS HERMANOS DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE, REINE LA PAZ, SE IMPLANTE LA JUSTICIA, IMPERE LA LIBERTAD Y SE ABRAN LOS CAMINOS DE LA INTEGRACIÓN Y DEL PROGRESO. REINA Y MADRE DEL UNIVERSO, QUE TÚ AMOR Y PROTECCIÓN APRESUREN EL TRIUNFO DEL REINO DE DIOS Y EL MOMENTO EN QUE TODOS LOS HOMBRES PROCLAMEN QUE TÚ ERES BENDITA, PORQUE HAS CREÍDO EN LAS PROMESAS DIVINAS. QUE EN UNIÓN CONTIGO Y POR TÚ INTERCESIÓN, TODOS JUNTOS PODAMOS CANTAR ETERNAMENTE LAS ALABANZAS DE TU HIJO JESÚS, NUESTRA VIDA Y SEÑOR DE NUESTRA HISTORIA. NUESTRA SEÑORA DE COROMOTO PATRONA DE VANEZUELA, RENUEVA LA FE EN TODA LA EXTENSIÓN DE NUESTRA PATRIA. AMÉN. UNDECIMO DIA DE LA NOVENA POR LOS PROFESIONALES ORACIONES INICIALES DIARIAS: (Las oraciones diarias como el Primer Día) En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén Ven Espíritu Santo: Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. Oremos: ¡Oh, Dios, que iluminaste los corazones de tus fieles con la luz de tu Espíritu Santo, Concédenos saborear las cosas rectas según ese tu Espíritu y gozar para siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Acto de contrición: Yo confieso ante Dios Todopoderoso y ante Ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Amén CREDO: Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido Por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, Fue crucificado, muerto y sepultado, Descendió a los infiernos, Al tercer día resucitó de entre los muertos, Subió a los cielos Y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La santa Iglesia católica, La comunión de los santos, El perdón de los pecados, La resurrección de la carne Y la vida eterna. Amén Oración por Venezuela: Jesucristo, Señor nuestro, acudimos a ti en esta hora de tantas necesidades en nuestra patria. Nos sentimos inquietos y esperanzados y pedimos la fortaleza como don precioso de tu Espíritu. Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana, la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Como hijos de Dios danos la capacidad de construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz. Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro, para que juntos construyamos la “Civilización del Amor”, a través, de una real participación y de una solidaridad fraterna. Tu nos convocas como nación y te decimos: Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre, María de Coromoto, para seguir el camino emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que se abre a una Nueva Esperanza. Por eso todos juntos decimos: ¡Venezuela! ¡Vive y camina con Jesucristo, Señor de la historia! Amén. Consagración Diaria: ¡Oh Señora mía, oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti, Y en prueba de mi filial afecto, Te consagro en este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo (a) tuyo (a), oh madre de bondad, guárdame y defiéndeme como hijo (a) y posesión tuya, Amén Oración a Nuestra Señora de Coromoto. Bella Señora María, Virgen Madre del Redentor, contigo alabamos y glorificamos al Padre, en el Espíritu Santo por Jesucristo. Te suplicamos que, así como en Coromoto guiaste los pasos de los indígenas hacia la gracia bautismal, cautives ahora el corazón de los venezolanos y los conduzcas a la renovación de la fe. Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, bendice la acción evangelizadora de la Iglesia en nuestra patria para que sea fortaleza y defensa de la fe de tus hijos y comienzo de una renovación de las costumbres cristianas. Amén. JACULATORIA: ¡Ven Espíritu Santo, Llena los corazones de tus fieles Y enciende en ellos El fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu para darnos nueva vida. Y se renovará la faz de la tierra. UN NUEVO COMIENZO: Al iniciar la construcción de la ermita en Agosto de 1698, a Santiago López, Simón Sánchez y Pablo Pérez se les presentaron 9 jinetes Indígenas, (lo que extraño a Nicolás Mateos que comentó: 'llevo 10 años aquí y nunca he visto un solo indígena por este lugar'). El Cacique Gaspar Tabares les dice: 'Hemos sabido que un hombre viene a hacer una Iglesia para nuestra Ama la Virgen. Díganle que si desea construirla, en el sitio donde la Virgen Santísima bajo del cielo cuando la cogió mi suegro, todos vendremos a vivir aquí'... Los otros añadieron: 'si edifican la iglesia donde nuestro capitán asió a la Virgen todos saldremos de los bosques'. Marcos Paredes de San Nicolás les dijo: 'Queremos construir la capilla en el sitio justo de la Aparición, pero nos ha sido imposible hallarlo'. Al oír esto Gaspar le dijo a otro indígena: 'Regresa y llama a Julián para que vengan con todas las familias ya que Dios se ha acordado de nosotros'. Se apearon y veneraron una imagen de la Virgen de Coromoto que Paredes llevaba y al ir a buscar el lugar exacto de la aparición, Gaspar les dijo: 'Pero el sitio donde la Virgen bajó del Cielo y la agarro mi suegro lo tienen ustedes marcados con esa Cruz'. Todos reconocieron que la maravilla del hecho de la Virgen del Topo y la salida inesperada de los Coromoto, eran suscitadas por María Santísima para que honrasen la memoria de su aparición. MEDITACIÓN: Al celebrar en conjunto tanto la antiquísima fiesta de la Natividad de la Virgen y la aparición de la Virgen de Coromoto, nos podemos dar cuenta fácilmente de que María escogió este día para nacer en el corazón de cada uno de nosotros. Ella, como lo cantamos en el himno, es la aurora jubilosa que saludamos exultantes. La aurora no es sino el brillo del sol naciente. La Virgen es entonces esa luz tímida que nos prepara para recibir el sol, que es Jesucristo el Señor. Por eso, San Lucas nos dice que Jesús es el Sol que nace de lo Alto. La Iglesia lo comprendió desde los primeros siglos, cuando dispuso que el nacimiento de Cristo se celebrara el 25 de diciembre, coincidiendo con la fiesta pagana del nacimiento del sol. Así pues, es Jesucristo el sol que se levanta sobre Venezuela, por eso durante todos estos días le hemos pedido como primera oración que irradie su luz sobre nuestra patria. No en vano Venezuela es un país consagrado al Santísimo Sacramento. Pero nuestro amado Señor no quiso irrumpir con su luz, sino que se dejó manifestar en primer lugar en la aurora luminosa que es la Virgen de Coromoto. Es por eso que la consagración al Corazón Inmaculado de la Virgen de Coromoto promueve y profundiza la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento. Ambas consagraciones deben ser renovadas y profundizadas para que sean, cada vez más, eje fundamental de la espiritualidad de nuestro pueblo. Esta consagración está rodeada del misterio de un nuevo nacimiento, de una nueva infancia. Hemos visto que las palabras de la Virgen estaban destinadas a exhortar a los indios a que recibieran el santo bautismo, el cual pudimos reconocer como el nuevo nacimiento en el agua y en el Espíritu Santo. Luego vimos cómo la Virgen tiene en los niños una especial predilección, expresada particularmente en el sobrino del cacique. El mismo cacique, no pudo comprender la profundidad de todo esto sino hasta cuando se enfrentó a la muerte, que paradójicamente se convirtió en su nacimiento a la vida eterna después de haber sido alumbrado en las aguas bautismales. María se presenta de una forma luminosa porque lleva al autor de toda luz, de nuevo, un niño: Jesús. Se puede decir que en nuestro bautismo María, figura de la Iglesia, nos da a luz a la vida cristiana. Por lo tanto, la consagración al Corazón Inmaculado de María es una renovación profunda de la gracia bautismal, que viene a restaurar nuestra muy antigua inocencia. No nos extrañe que debamos empezar de nuevo. No le tengamos miedo a que el Señor tome nuestro barro y nos forme otra vez. No nos extrañe tampoco que Venezuela deba nacer de nuevo desde sus más profundas raíces cristianas. La Consagración al Corazón Inmaculado de María está ligada con la consecución de la paz, y nosotros somos los heraldos y anunciadores de ella. Esta consagración debe ser vivida especialmente en familia, porque la Virgen de Coromoto entró en la choza y se mostró a toda la familia. Su Corazón Inmaculado parece crecer en nuestros hogares para que todos encontremos en él refugio y calidez. En el Corazón de María de Coromoto están condensados los misterios de la vida de Cristo, pero solo serán contemplados por aquellos que deseen renovar su bautismo, muriendo al hombre viejo para vivir en la luz de los hijos de Dios. Vayamos pues, como niños, a dejarnos a nosotros mismos en los brazos de María, que si el mismo Dios lo ha hecho, ¿cómo no hemos de hacerlo nosotros? Consagremos a ella cuánto somos y tenemos, junto a ella, consagrémonos plenamente a Jesucristo, Señor de nuestra historia. ORACIÓN DE SAN JUAN PABLO II A LA VIRGEN DE COROMOTO: Virgen y Madre nuestra de Coromoto, que siempre has preservado la fe del pueblo venezolano. En tus manos pongo sus alegrías y esperanzas, las tristezas y sufrimientos de todos tus hijos. Implora sobre los Obispos y Presbíteros los dones del Espíritu, para que, fieles a sus promesas sacerdotales, sean infatigables mensajeros de la Buena Nueva, especialmente entre los más pobres y necesitados. Infunde en los religiosos y religiosas el ejemplo de tu entrega total a Dios, para que en el servicio abnegado a los hermanos los acompañe en sus trabajos y necesidades. Madre de la Iglesia, alienta a los fieles laicos, comprometidos con la Nueva Evangelización, para que, con la promoción humana y la evangelización de la cultura, sean auténticos apóstoles en el Tercer Milenio. Protege a todas las familias venezolanas, para que sean verdaderas Iglesias domésticas, donde se custodie el tesoro de la fe y de la vida, donde se enseñe y se practique siempre la caridad fraterna. Ayuda a los católicos a ser sal y luz para los demás, como auténticos testigos de Cristo, presencia salvadora del Señor, fuente de paz, de alegría, de esperanza. Reina y Madre Santa de Coromoto, ilumina a quienes rigen los destinos de Venezuela, para que trabajen por el progreso de todos, salvaguardando los valores morales y sociales cristianos. Ayuda a todos y cada uno de tus hijos e hijas, para que, con Cristo Nuestro Señor y Hermano, caminen juntos hacia el Padre, en la unidad del Espíritu Santo. Himno a Nuestra Señora de Coromoto: Salve, aurora jubilosa de una patria soberana; que te bendice y te aclama con sus historias gloriosas. Salve, Virgen de los Llanos, siempre viva del amor. Cautivas Tú el corazón de cada venezolano. Flores de nieve en Los Andes, olas de azul en el mar, todo me dice un cantar, para rimar tus bondades. En los pliegues tricolores de la bandera señora guarda Venezuela entera de su Virgen los amores.
Amados Hermanos, Soy Rafael Arcángel, Llamado También Medicina de Dios, Por La Misericordia y Gracia Del Altísimo Voy A Estar Acompañándoos en Vuestro Paso Por El Desierto de La Purificación