Politeia 0303-9757: Issn
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ISSN: 0303-9757
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Universidad Central de Venezuela
Venezuela
Resumen Abstract
Antes de la década de los setenta, la problemáti- Prior to the seventies, environmental issues in
ca ambiental era tratada de manera dispersa en Venezuela were treated in a disperse manner.
Venezuela. No obstante, el impulso que tuvo el However, international interest and political will
tema en el ámbito internacional y la voluntad in Carlos Andrés Pérez’s first mandate led the
política durante el primer Gobierno de Carlos country towards a transformation process in this
Andrés Pérez, hicieron que el país iniciase un area, evidenced mainly through the enactment
proceso de transformación en el área. Esto se vio of the Organic Environmental Law and the crea-
reflejado, principalmente, en la promulgación de tion of the Ministry of the Environment and Re-
la Ley Orgánica del Ambiente y en la creación newable Natural Resources. This move brought
del Ministerio del Ambiente y de los Recursos about institutional and legal coherence to envi-
Naturales Renovables, los cuales le otorgaron ronmental issues, thus enabling this topic to be-
coherencia institucional y legal a la temática am- come a permanent element on the government’s
biental, logrando su incorporación como miem- agenda.
bro permanente de la agenda gubernamental.
Recibido: 07-07-03
Aceptado: 15-07-03
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INTRODUCCIÓN
Objetivo general
Objetivos específicos
Así mismo, desde los años sesenta algunos ingenieros forestales y agrónomos
del MAC comenzaron un movimiento para la creación de un ministerio del ambiente
(Gabaldón, 1984); también, un grupo de diputados en 1969 comenzó el proyecto
para una Ley del Ambiente (Gabaldón, entrevista, 2003), sin embargo, ninguna de
las dos iniciativas se concretó.
Para finales de los sesenta y comienzos de los setenta, las organizaciones am-
bientales en Venezuela eran básicamente de dos tipos: científico-conservacionistas
y comunitarias. Estas últimas debieron esperar la década siguiente para adquirir
mayor rango de acción.
1 Cuando se habla de ambientalismo, se utiliza en su sentido más amplio, tal como lo explica García-Guadilla
(2001); esto incluye movimientos ecologistas, sociedades de conservación, científicas, juntas ambientales
creadas por el Marnr y asociaciones de vecinos.
2 Véase: Las plantas purifican el aire y si dejaran de hacerlo la humanidad moriría de asfixia (1977, 10 de
marzo); Desastre ecológico en Mantecal prevén los científicos (Uzcátegui, 1977, 1° de marzo), y Ministerio
del Ambiente debe incluir en sus áreas prioritarias la protección y fomento de la fauna silvestre (1977, 2 de
abril).
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Una vez electo Carlos Andrés Pérez, antes de la toma de posesión, la Sociedad
Venezolana de Ciencias Naturales entregó al presidente el documento “En defensa
de los recursos naturales renovables de Venezuela”. En la misma época, en visita
del primer mandatario a la ciudad de Mérida, la Universidad de Los Andes le hizo
entrega de un proyecto para la creación del Ministerio del Ambiente y los Recursos
Naturales Renovables (Aguilar León y Aguilar Castro, 1999).
Por otra parte, las asociaciones vecinales o comunitarias tenían en esa época un
rango limitado de acción, restringido básicamente a lo local y relacionado con
problemas ambientales más inmediatos que afectaban directamente la comunidad,
según relató José Moya, miembro fundador de Forja (entrevista, 2003).
Ha sido muy poco clara la presión, sobre todo de las organizaciones de base
popular-vecinal en la creación del Marnr. A pesar de que José Moya y José Manuel
Hurtado explicaron que había sido definitiva la acción de esa sociedad civil, esto
no pudo respaldarse con documentos ni siquiera relatos de actividades concretas.
Por otro lado, es mucho más patente la influencia de las llamadas sociedades
científico-conservacionistas, cuya vinculación directa con el Ejecutivo es mucho
más clara y confirmada por documentos, discursos y notas de prensa.
Los dos períodos de Carlos Andrés Pérez han sido muy importantes por sus
avances en materia ambiental, en opinión de José Moya, de Forja, y José Manuel
Hurtado, de UNES.
“La voluntad política de Carlos Andrés Pérez hacia lo ambiental, eso hay que
reconocerlo. La mayor parte del trabajo de creación, de estructuración de todo lo
ambiental ha sido durante los dos gobiernos de Carlos Andrés Pérez, es donde ha
tenido un mayor auge la política ambiental” (Hurtado, entrevista, 2003).
“Sin duda alguna, los únicos presidentes que han manejado criterios ambien-
talistas en Venezuela, son los dos más populistas, Carlos Andrés Pérez y Hugo
Chávez, pero Carlos Andrés Pérez le lleva una distancia enorme en la producción
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El plan ambiental de Pérez fue, incluso, elogiado por Mostafa K. Tolba, director
ejecutivo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnuma), quien
consideró que en Venezuela se estaba “haciendo vanguardia en las cuestiones de
medio ambiente” (Jordán Hernández, 1977).
“Él [Carlos Andrés Pérez] tenía una gran preocupación y proponía crear el
mismo año 74 un Ministerio de Agricultura y Cría y de los Recursos Naturales, y
yo lo convencí de que ésa no era la salida adecuada y entonces él aceptó y después
me dio el mandato de organizar el Ministerio del Ambiente [...] Una iniciativa
como ésa no llega a ser exitosa si no es compartida plenamente por el Presidente de
la República, y en ese caso, él tenía o tiene una preocupación nata por el problema
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de los recursos naturales, allí se encontraron el hambre con las ganas de comer”,
relató Arnoldo José Gabaldón (entrevista, 2003).
Tal como explica Vladimir Aguilar Castro (entrevista, 2003), experto en política
ambiental de la Universidad de Los Andes, uno de los mayores fallas de la gestión
de Carlos Andrés Pérez fue la ineficacia para hacer cumplir la ley: “Su principal
déficit o fracaso (extensivo hasta los gobiernos actuales) es la inexistencia de una
política ambiental como política pública, a través de la cual se haga efectiva la
norma jurídica”.
La Ley Orgánica del Ambiente creó cinco órganos para velar por su cumpli-
miento: (1) Consejo Nacional de Ambiente, encargado de asesorar, coordinar y
planificar desde la Presidencia de la República; (2) Oficina Nacional del Ambien-
te, entre cuyas atribuciones están las de evaluar y vigilar el Plan Nacional de Con-
servación, así como coordinar las guarderías y juntas ambientales (esta oficina
nunca existió, pues sus atribuciones fueron absorbidas al crearse el Ministerio del
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Ambiente); (3) Procuraduría del Ambiente, la cual nunca fue activada, ya que no se
dictó la ley correspondiente; (4) Juntas ambientales para incorporar la participa-
ción social en las tareas de vigilancia y educación ambiental; (5) Guarderías am-
bientales, encargadas del “examen, la vigilancia y la fiscalización de las activida-
des” que puedan afectar el medio ambiente. Están integradas principalmente por la
Guardia Nacional y las juntas ambientales. Esto “crea las bases de un sistema de
inteligencia ambiental y áreas o sistemas de administración especial” (Cano en
Delpretti, 1977).
La LOAC determina las competencias del Marnr, entre las que se encuentran la
planificación y la realización de los planes para el fomento de la calidad de vida y
el ambiente, la protección de los suelos, aguas, bosques, y la conservación y defensa
de la flora, fauna, así como de los parques nacionales (1976, artículo 36).
y primer ministro del Ambiente, Arnoldo José Gabaldón, ya había sido juramentado
en enero y al parecer los medios estaban impacientes por escuchar del nuevo
despacho. “Sólo podrá entrar en funcionamiento cuando se le dote de los recursos
necesarios y esto se espera ocurra el 1º de abril del presente año. Hasta la fecha
solamente existe su titular y el Ministerio no tiene vida oficial”, respondió el ministro
Gabaldón (1977).
Verde despedida
Como una de sus últimas acciones en pro del ambiente en su primer gobierno,
Carlos Andrés Pérez, el 12 de diciembre de 1978, decretó la creación de siete nuevos
parques nacionales: Jaua-Sarisariñama, Serranía de la Neblina, Yapacana, Duida-
Marahuaca, Península de Paria, Sierra de Perijá y El Tamá. Durante esta gestión ya
había creado Morrocoy en 1974, El Guácharo en 1975 y Terepaima en 1976. “En el
gobierno de Carlos Andrés Pérez, en el Ministerio del Ambiente, ahí se decretó una
superficie de parques nacionales que era mayor que toda la superficie de parques
nacionales que existían para la época” (Gabaldón, entrevista, 2003).
CONCLUSIONES
Las acciones emprendidas por Carlos Andrés Pérez durante su primer gobierno
en pro del ambiente, lograron la inclusión del tema ambiental dentro de la agenda
política nacional y centralizaron la gestión ambiental que se encontraba dispersa
en la administración pública.
Sus logros en esta materia no pueden medirse sólo por su cantidad, sino por su
calidad. Se promovieron leyes y se dictaron decretos, pero no es esta sumatoria lo
más significativo. La preocupación de Pérez por el ambiente, así como la asesoría
de un gran intelectual y ambientalista como Arnoldo José Gabaldón, le legaron al
país una política ambiental bien estructurada, que le otorgó a este sector la prioridad
que siempre ha requerido.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
GABALDÓN, A.J. (1977). “El Ministerio del Ambiente sólo tendrá vida oficial
después del primero de abril”. El Nacional, 6 de marzo, p. C-2.
PÉREZ, C.A. (1974). “La conservación, una cita con el destino nacional”. Discurso
presentado en la instalación del Consejo Nacional de Conservación de los Recursos
Naturales Renovables, Caracas.
Reglamento de la Ley Orgánica del Ambiente sobre las Juntas para la Conservación,
Defensa y Mejoramiento del Ambiente. Decreto N° 2.127 (1977). Gaceta Oficial
de la República de Venezuela N° 31.219, 22 de abril.
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