evolucion derecho ambiental

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Alumno (s):

Lizet Morales Burgos


Diana Guadalupe Tenorio Hernández
Cristopher Alonso Neria Garcia

Profesor (a): Rosales Bravo Patricia

Grado: 6 A

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INTRODUCCIÓN.
La evolución histórica del derecho ambiental constituye un fenómeno clave en la
intersección entre el desarrollo humano y la conservación del entorno natural. A lo
largo de los siglos, la relación entre las sociedades y el medio ambiente ha pasado
por diversas etapas, desde un enfoque casi de dominación y explotación, hasta la
creciente conciencia de la interdependencia entre el bienestar humano y la salud
del planeta. Este proceso ha estado marcado por profundos cambios políticos,
sociales y tecnológicos que han influido en la manera en que las normas jurídicas
han abordado la protección del entorno.
La industrialización masiva, acompañada del crecimiento desmedido de las
ciudades y la explotación sin precedentes de los recursos naturales, trajo consigo
graves consecuencias para el medio ambiente: contaminación del aire y el agua,
deforestación y pérdida de biodiversidad. En este contexto, los gobiernos de las
naciones industrializadas comenzaron a adoptar medidas más concretas, aunque
todavía limitadas, para intentar mitigar algunos de estos problemasA lo largo del
siglo XX, el derecho ambiental experimentó una transformación más profunda, en
parte debido a los avances científicos que pusieron en evidencia la crisis ambiental
global, y en parte gracias a los movimientos sociales que demandaban una mayor
responsabilidad de los Estados y las empresas respecto a la conservación del medio
ambiente. El establecimiento de organizaciones internacionales como las Naciones
Unidas y la creación de foros globales dedicados al medio ambiente, como la
Conferencia de Estocolmo en 1972, marcaron un punto de inflexión en la evolución
del derecho ambiental. A partir de estos eventos, los marcos jurídicos
internacionales comenzaron a consolidarse, y los Estados fueron progresivamente
adoptando legislaciones nacionales orientadas a la protección del medio ambiente,
abordando cuestiones como la contaminación, la conservación de la biodiversidad
y el cambio climático.

Hoy en día, el derecho ambiental se encuentra en un punto crítico de su evolución,


enfrentando desafíos globales sin precedentes, como el calentamiento global, la
pérdida de hábitats y la contaminación plástica, que requieren de respuestas
coordinadas y urgentes a nivel global y local. Los avances en este campo jurídico
reflejan una creciente conciencia de la necesidad de integrar los principios de
sostenibilidad en todos los aspectos de la vida económica y social, lo que plantea
nuevas preguntas sobre cómo equilibrar el desarrollo económico con la
preservación del planeta para las futuras generaciones.

Este ensayo examinará de manera detallada las etapas clave en la evolución del
derecho ambiental, analizando los contextos históricos, sociales y políticos que han

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influido en su desarrollo, así como los desafíos y oportunidades que enfrenta en el
siglo XXI.

2. EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO AMBIENTAL


El derecho ambiental es muy antiguo. En las comunidades primitivas se tenía claro
que había una mutua dependencia entre el ser humano y la naturaleza. Sin
embargo, el ser humano fue olvidando esta regla cuando empezó a sentir el dominio
sobre la naturaleza. Como dijo Francis Bacon “La naturaleza, para ser dominada,
debe ser obedecida.”

Fue hasta los años 60 que la conciencia ambiental fue retomando su lugar, cuando
la gente empezó a darse cuenta de los peligros que amenazaban al planeta. Antes
de eso hubo intentos de regulación ambiental que no tuvieron éxito, como el
Convenio de Londres de 1900 y hubo otras iniciativas, pero de forma aislada. Fue
hasta la década de los 60 que hubo libros y fotografías que hicieron que la opinión
pública empezara a tomar importancia hacia el movimiento ambiental. De acuerdo
con los tribunales, este es un concepto indeterminado que deberá interpretarse
según las circunstancias de cada caso.
2.1 Orígenes (fuentes del Derecho Ambiental)
La Declaración de Estocolmo

En 1972, con la Declaración de Estocolmo, tenemos la primera Conferencia


organizada por la ONU sobre el medio ambiente titulada: Conferencia de las
Naciones Unidas Sobre el Medio Ambiente Humano, donde se reconoce por primera
vez el derecho del hombre a un ambiente sano. Se estableció la responsabilidad de
los Estados de garantizar que las actividades bajo su jurisdicción no causen daños
al ambiente de otros Estados; el principio de cooperación, los países deben unir
esfuerzos para hacer frente a los desafíos globales de nuestro entorno común. Se
creó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), para
los asuntos ambientales en la actualidad. Además, en ese mismo año se publicaron
más de 300 libros sobre medio ambiente, ecología y contaminación.
La Comisión Bruntland y la Cumbre de la Tierra

Después de la Declaración de Estocolmo, en 1983 surgió la Comisión Bruntland,


con el informe Nuestro Futuro Común en 1987, donde por primera vez se habla de
desarrollo sostenible, definiéndolo como “la satisfacción de las necesidades de la
generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras

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para satisfacer sus propias necesidades”. En 1987, se firmó el Protocolo de
Montreal relativo a las Substancias Agotadoras de la Capa de Ozono.

La Cumbre de la Tierra, en julio de 1992 en Brasil, es muy importante porque hubo


la aceptación de principios que conforman la transición hacia un desarrollo
sostenible. De la Declaración de Río surge el principio precautorio y el principio
preventivo, que es un pilar dentro del Derecho Internacional Ambiental para la
protección ambiental. También surge el principio 10, que reconoce el derecho a la
información, a la participación y a la justicia en asuntos ambientales. De este
principio derivan la Convención de Aarhus en 1998 para Europa y Asia Central, y el
Acuerdo de Escazú para Latinoamérica (aún no entra en vigor), ambos buscando
que lo expuesto en el principio 10 sea vinculante. Después de Río, en todos los
tratados económicos importantes se empezó a hablar de la protección ambiental.
Cumbre Mundial de la ONU y El Futuro que Queremos

En la Cumbre Mundial de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible, en Johannesburgo,


en 2002, se adoptó la Declaración sobre el Desarrollo Sostenible que habla sobre
promover el desarrollo sostenible, mejorar las vidas de las personas que viven en
pobreza, y revertir la continua degradación del medio ambiente. A fin de alcanzar el
desarrollo sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituir parte
integrante del proceso de desarrollo y no podrá considerarse en forma aislada.

En 2012, llega “El Futuro que Queremos” un documento no vinculante, realizado en


la Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible de la ONU, mejor conocida como
Río+20. Donde se renueva nuevamente el compromiso para un desarrollo
sostenible.

En 2015 llega el Acuerdo de París, sobre el cambio climático, acuerdo que fue
ratificado por casi todos los países del mundo. Este acuerdo sienta las bases para
una transformación hacia modelos de desarrollo bajos en emisiones y resilientes al
clima.
Las fuentes del derecho ambiental son:

 La Constitución Nacional
 La jurisprudencia
 Los tratados internacionales
 La costumbre internacional
 Los principios generales del derecho
 Las decisiones judiciales de los tribunales internacionales
 Las opiniones de la doctrina del DIP

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En México, las bases constitucionales de la legislación ambiental se encuentran en
los artículos 4, 27, 73, 25 y 115 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. El artículo 4o., párrafo quinto, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos reconoce el derecho humano al medio ambiente sano.
El derecho ambiental es una especialización del Derecho que surgió como
respuesta a la necesidad de explotar los recursos naturales de manera racional y
sostenible. Es una disciplina interdisciplinaria que requiere el asesoramiento de
profesionales ajenos al Derecho, como médicos, biólogos, ambientólogos, físicos,
químicos, e ingenieros.

2.2. Inclusión formal del tema ambiental.


La inclusión del tema ambiental en la formación académica puede realizarse de
diversas maneras, como:
Gobernanza ambiental inclusiva

Involucrar a todas las personas en la toma de decisiones ambientales, sin distinción


de raza, género, grupo étnico o identidad.
Educación ambiental en el currículo

Incorporar proyectos de educación ambiental en el currículo para integrar diversas


áreas del conocimiento y resolver problemas.
Educación ambiental inclusiva

Fortalecer la capacidad del sistema educativo para llegar a todos los educandos,
considerando la diversidad de necesidades de niños, jóvenes y adultos.
Educación ambiental no formal
Implementar la educación ambiental en diferentes grupos sociales, generalmente a
escalas locales.
La educación ambiental es una forma de actuar que contribuye a la construcción de
conocimiento sobre los temas ambientales, sus causas y consecuencias. Esto
puede fomentar la construcción de una conciencia ambiental en la población.
Algunas acciones que se pueden realizar para fomentar la cultura ambiental son:

 Reciclar papel, botellas, vidrios y otros elementos.


 Reducir el uso de energía.
 Emplear el transporte ecosostenible.
 Usar productos reutilizables.

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2.3. El Derecho Ambiental como disciplina jurídica.

El Derecho Ambiental es el conjunto de normas jurídicas que regula las actividades


y comportamientos humanos que pueden dañar directa o indirectamente el medio
ambiente. Su finalidad es tanto prevenir esos daños como poner los medios para
repararlos en caso de que se produzcan y determinar los responsables de esas
acciones lesivas. Si estás interesado en especializarte en esta rama jurídica, en
UNIR te damos las claves para que sepas en qué consiste el Derecho Ambiental,
qué importancia tiene y cuál es su ámbito de aplicación.

El derecho ambiental descansa sobre tres bases constitucionales fundamentales


que tratan de los aspectos más generales de la protección del ambiente. Al
respecto, dos autores BRAÑES Y JESÚS QUINTANA, convergen en esta idea.
Estas bases son los principios de conservación, prevención y control y cuidado y
regulación.

El Derecho Ambiental es un conjunto normativo amplio y transversal al afectar a


distintas áreas y sectores de la sociedad. Para su desarrollo, los legisladores se
apoyan en principios clave:

 Acción preventiva y cautelar: busca evitar un daño medioambiental.


 Desarrollo sostenible: los poderes públicos tienen la obligación de velar por
el uso de los recursos-
 ‘Quien contamina, paga’: este principio pone el foco en quienes con sus
acciones dañan el medio ambiente y, por ello, han de pagar una sanción.

La raíz de esta rama jurídica nace en el reconocimiento del medio ambiente como
bien jurídico del que depende no sólo el desarrollo económico, sino el bienestar y la
salud de la ciudadanía: desde la utilización del agua para generar electricidad, para
la industria o para el suministro a los hogares, hasta la protección de los bosques y
el control de las emisiones contaminantes para garantizar la calidad del aire que se
respira.

El medio ambiente, como bien jurídico, pertenece a todos los ciudadanos. El Estado
tiene, por tanto, la obligación de proteger y conservar el medio ambiente; pero esta
obligación recae también en el conjunto de la sociedad. Por eso, todos los
ciudadanos tienen el poder de exigir medidas para protegerlo y para restaurarlo en
caso de que se produzcan daños, ya que su perjuicio afecta a la sociedad en su
conjunto.

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2.4. Innovación en materia ambiental.

La innovación ambiental podría entenderse como aquellas técnicas que buscan


disminuir los impactos ambientales, sin duda como primera herramienta se pueden
desarrollar modelos para diseñar mitigando, es decir incorporar a priori criterios y
restricciones ambientales en los proyectos.

La gestión ambiental sustentable debe buscar la integración del desarrollo


económico con el desarrollo de las actividades humanos.

Los propósitos de la gestión e innovación ambiental y sustentable deben ser:

1. Promover la percepción y difusión en la comunidad aquellos aspectos


vinculados a la gestión ambiental de las diferentes actividades realizadas por
el ser humano.
2. Proponer y fomentar mecanismos para buscar e implementar de acciones de
prevención, mitigación y remediación de los problemas ambientales
producidos por las distintas etapas de los proyectos.
3. Proponer e incorporar los aspectos vinculados a la temática de la
sustentabilidad, en todos los campos y la aplicación de criterios definidos por
el Estado en materias ambientales.
4. Servir de referencia a la sociedad en cuanto a la necesidad de integración de
una actitud ambiental responsable y la reflexión y acción individual y colectiva
para lograr mejoras continuas en la condición de medio ambiental.

2.4. Responsabilidad ambiental.

La Responsabilidad Ambiental, resalta que de un solo acto que afecte el ambiente,


pueden derivarse varios tipos de responsabilidades y las consecuencias pueden
llevar a sanciones o multas.

El termino Responsabilidad Ambiental, tiene alcances distintos que pueden


repercutir en sanciones, tal es el caso de algunos proyectos emblemáticos del país.

Comenzaremos con describir que es la Responsabilidad Ambiental (RA), por lo


tanto, es importante resaltar que de un solo acto que afecte el ambiente, pueden
derivarse varios tipos de responsabilidades y las consecuencias pueden ir mucho
más allá de pagar una multa.

Tipos de responsabilidades

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El primer tipo es la responsabilidad administrativa la cual es sancionadora, que
derivan en consecuencias del tipo; multas, clausuras, decomisos o revocación. Que
con el tema ambiental lo menos grave es una sanción económica que pretende
desincentivar las malas prácticas ambientales en distintos giros o actividades.

De lo anterior, lo más grave puede ser la revocación de las autorizaciones que sí


pueden tener efectos retroactivos y esto puede afectar a la economía de la empresa
o incluso en temas referidas al prestigio de la misma.

Otro tipo, es la responsabilidad penal donde las sanciones son la privación de la


libertad como más graves cuando se demuestra el daño ambiental, o por otro lado,
falsificar información, omitir o modificar datos referentes al análisis de los impacto
ambientales en el proyecto o actividad también pueden ser acreedoras a estas
sanciones.

Responsabilidades civiles en materia ambiental, pueden caer por daños y perjuicios


a la sociedad, grupos, comunidades, colectivos o particulares donde el daño
ambiental afectó directamente a estos grupos mencionados.

Responsabilidad ambiental y sus consecuencias

A continuación, la Responsabilidad Ambiental utilizada en el país a partir de la Ley


Federal de Responsabilidad Ambiental publicada en el 2013, que establece el
término de daño ambiental.

“Pérdida, deterioro, afectación o modificación de los hábitat, ecosistemas y recursos


naturales, de sus condiciones químicas, físicas o biológicas, de las relaciones de
interacción que se dan entre éstos, así como de los servicios ambientales que
proporcionan”.

La definición anterior se refleja en el Artículo 2 de la Ley Federal de


Responsabilidad Ambiental (LEFRA), la cual tiene por objeto regular la
Responsabilidad Ambiental y la reparación de los daños causados al ambiente de
una manera peculiar.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México (PROFEPA), es


la encargada de realizar las visitas de inspección para verificar si hubo o no dañó al
medio ambiente. En caso de ser verificado las sanciones pueden ser la restauración,
compensación y/o sanciones económicas con fines de resarcir daños a los recursos
naturales.

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La PROFEPA, desde su llegada tiene facultades de clausurar el proyecto o actividad
de manera precautoria, en lo que se desahoga el proceso administrativo. Estas
mismas facultades lo tiene la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) solamente
que es en materia de aguas nacionales.

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CONCLUSIÓN.
La evolución histórica del derecho ambiental es un proceso dinámico y
multidimensional, que refleja la transformación progresiva de la relación entre la
humanidad y su entorno natural. A través de los siglos, la legislación ambiental ha
avanzado desde la simple necesidad de regular el uso de recursos vitales hasta
convertirse en una disciplina jurídica autónoma, con una estructura normativa
robusta y un enfoque que abarca tanto la protección de los ecosistemas como la
gestión sostenible de los recursos naturales. Al analizar las diferentes fases de este
desarrollo, es posible observar cómo las fuentes del derecho ambiental, la inclusión
del tema en la agenda pública, la institucionalización del derecho ambiental como
disciplina, la innovación normativa y la responsabilidad ambiental se han
consolidado como pilares fundamentales para enfrentar los desafíos ambientales
contemporáneos.

En primer lugar, las fuentes del derecho ambiental han tenido una evolución diversa
y compleja. En sus inicios, las fuentes se limitaban a las costumbres y normas
consuetudinarias que regulaban de manera básica la interacción del ser humano
con su entorno, protegiendo recursos esenciales como el agua y los bosques. No
obstante, con el tiempo, estas fuentes se expandieron para incluir tanto
legislaciones nacionales como tratados internacionales, jurisprudencias y principios
generales del derecho. La institucionalización de foros internacionales, como la
Conferencia de Estocolmo de 1972, y la adopción de principios clave en convenios
como la Convención de Basilea o el Protocolo de Kioto, muestran cómo el derecho
ambiental ha trascendido las fronteras nacionales para asumir una naturaleza
transnacional. En este sentido, la cooperación internacional se ha consolidado como
una fuente clave del derecho ambiental, reconociendo la necesidad de soluciones
globales ante problemas como el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

En segundo lugar, la inclusión del tema ambiental en las agendas políticas y


jurídicas ha sido un hito significativo en esta evolución. Durante gran parte de la
historia, la protección del medio ambiente no era vista como una prioridad, siendo
relegada a un segundo plano frente a las demandas del crecimiento económico y el
desarrollo industrial. Sin embargo, con la creciente evidencia científica sobre los
efectos negativos de la actividad humana en el entorno natural, y el surgimiento de
movimientos sociales que abogaban por un mayor respeto a la naturaleza, los temas
ambientales empezaron a ocupar un lugar central en las políticas públicas. El
derecho ambiental fue incorporado en las constituciones de varios países, y la
noción de "desarrollo sostenible" se convirtió en un principio rector de muchas
legislaciones. Esta inclusión no solo ha permitido el reconocimiento de los derechos
ambientales, sino que también ha fomentado la creación de marcos regulatorios que

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buscan equilibrar las necesidades del desarrollo humano con la conservación del
medio ambiente.

En tercer lugar, el derecho ambiental ha evolucionado para convertirse en una


disciplina jurídica autónoma. En sus primeros años, las normativas ambientales se
encontraban dispersas entre varias ramas del derecho, como el derecho
administrativo, el derecho civil o el derecho penal. Con el tiempo, la creciente
complejidad y especificidad de los problemas ambientales llevó a la necesidad de
desarrollar un cuerpo normativo propio, que respondiera a las particularidades del
medio ambiente y sus dinámicas. Hoy, el derecho ambiental es reconocido como
una disciplina jurídica consolidada, con principios, instituciones y procedimientos
específicos, que se ocupan de cuestiones como la prevención de la contaminación,
la protección de la biodiversidad, la gestión de los recursos naturales y la lucha
contra el cambio climático. Además, la evolución de esta disciplina ha ido
acompañada del desarrollo de un conjunto de principios fundamentales, como el
principio de precaución, el principio de quien contamina paga, y el principio de
equidad intergeneracional.

Un aspecto clave en la evolución del derecho ambiental ha sido la innovación


normativa. A medida que los problemas ambientales se han vuelto más complejos
y globales, el derecho ha tenido que adaptarse e innovar para ofrecer respuestas
eficaces. Ejemplos de esta innovación incluyen la creación de instrumentos
económicos como los mercados de carbono, el establecimiento de áreas protegidas
para la conservación de la biodiversidad, y la adopción de políticas que promueven
las energías renovables y la economía circular. Además, el derecho ambiental ha
incorporado tecnologías emergentes para mejorar la vigilancia y el cumplimiento de
las normativas, como el uso de imágenes satelitales para monitorear la
deforestación o la implementación de herramientas digitales para rastrear la
contaminación en tiempo real. Esta capacidad de innovación ha permitido que el
derecho ambiental siga siendo una herramienta relevante y adaptable frente a los
desafíos ambientales.

Finalmente, la responsabilidad ambiental ha emergido como uno de los principios


más importantes y controvertidos en el derecho contemporáneo. El concepto de
responsabilidad ambiental abarca no solo la obligación de los individuos, empresas
y gobiernos de evitar daños al medio ambiente, sino también la necesidad de
restaurar los ecosistemas que hayan sido degradados. A lo largo de la evolución del
derecho ambiental, este principio se ha concretado en regulaciones que imponen
sanciones a los infractores, la obligación de reparar el daño causado, y la promoción
de la responsabilidad corporativa en términos de sostenibilidad. Sin embargo, la
responsabilidad ambiental también ha planteado desafíos significativos,
particularmente en relación con la asignación de responsabilidad entre actores

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globales y locales, la justicia ambiental y la equidad en la distribución de los
beneficios y costos de la protección ambiental.

En conclusión, la evolución del derecho ambiental refleja un progreso significativo


en la forma en que las sociedades entienden y abordan su relación con el medio
ambiente. Desde sus humildes comienzos en normativas consuetudinarias hasta su
consolidación como una disciplina jurídica autónoma, el derecho ambiental ha sido
fundamental para abordar los desafíos globales en materia de sostenibilidad. Las
fuentes del derecho ambiental, la inclusión del tema ambiental en la agenda pública,
la innovación normativa y la responsabilidad ambiental, han sido elementos clave
en este proceso. Sin embargo, el futuro del derecho ambiental sigue presentando
retos significativos, especialmente en un mundo cada vez más globalizado y
afectado por crisis ambientales de gran escala. Para enfrentar estos retos, será
necesario seguir innovando y fortaleciendo los marcos jurídicos que promuevan una
relación equilibrada y justa entre la humanidad y la naturaleza.

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