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T1: El Derecho Constitucional

como disciplina académica


El Derecho no es más que un arti cio o montaje diseñado por la sociedad para neutralizar
los impulsos «naturales» para impedir la llamada Ley del más fuerte, evitando que se
tome la justicia por la mano de cada uno. Se trata de ordenar la convivencia en la
sociedad, ya que el hombre es un ser social, y de ahí el aforismo romano: ubi homines, ibi
societas; ibi societas, ibi ius (Allí donde hay hombres, hay sociedad; donde hay sociedad
hay Derecho).
Siguiendo a Pérez Royo, el Derecho exige:
- Una lógica especí ca, la cual hay que ir estableciéndola mediante
- Un estudio concreto y pormenorizado. Se trata asimismo de
- Un estudio que exige aprender una lengua «extranjera», la del castellano jurídico. Y
nalmente, se trata de
- Un estudio que exige una gran dosis de inteligencia social, aquella que se traduce en
la captación del componente social que hay en toda acción humana.
Estos cuatro factores son los que determinan la di cultad especí ca de la carrera de
Derecho.
El Derecho es un concepto abstracto que se plasma en normas concretas. Todas ellas
forman el ordenamiento jurídico y están vinculadas entre sí, pero en la vida cotidiana lo
que visualizamos son parcelas concretas de este ordenamiento general (agrupadas por la
práctica académica en conjuntos normativos con características y principios comunes).
Es decir, en la vida ordinaria lo que más existen son los Derechos particulares, concretos,
los que denominamos ramas del Derecho.

Derecho público y Derecho privado


Todos estos derechos particulares son subsumibles en dos grandes ramas:
- El Derecho Público se basa en las normas que se ocupan de los temas referentes a la
organización y funcionamiento de un grupo social (el Derecho de la res publica).
- El Derecho Privado, en cambio, se basa en las normas que se ocupan de los intereses
particulares de los miembros de ese grupo social.
El primero persigue un interés colectivo que, básicamente, consiste en crear las
condiciones generales (fundamentalmente libertad y seguridad) que permitan a los
individuos y grupos conseguir su interés particular. En el modelo de organización social
que tenemos, la defensa de ese interés colectivo se ha instrumentalizado a través de un
organismo, el Estado. El Derecho Público estará constituido por las normas que regulan
la actividad de los poderes del Estado, de las relaciones de estos entre si y de las
relaciones de los mismos con los individuos que constituyen la base social (población)
del Estado.
Por tanto, el Derecho Público es el sector del ordenamiento jurídico que regula el ejercicio
de los poderes del Estado, orientado a la procura de intereses colectivos o comunes. Sus
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normas son de carácter obligatorio o ius cogens. Igualmente, tienen una cierta
preeminencia como consecuencia del principio «favor respublicae», o a favor de la cosa
pública. Esto signi ca que en las relaciones entre los individuos y los poderes públicos, el
ordenamiento jurídico, en atención al interés general que de enden estos últimos, suele
otorgarles una situación de ventaja respecto a los primeros.
El Derecho Privado se ocupará de las normas que regulan las relaciones de los individuos
privados en defensa de sus intereses particulares. En muchas ocasiones sus normas son
ius dispositium, pues los sujetos privados pueden elegir entre regular sus relaciones por
ellas o establecer sus propias normas, concediendo un amplio margen a la autonomía de
la voluntad.

Derecho público y Derecho constitucional


El Derecho Público es el Derecho que se re ere a la organización del Estado y sus
poderes. Pero hay que tener en cuenta que el Estado ha sido un ente en permanente
transformación desde sus inicios.
Inicialmente, bajo la denominación de Derecho Público, vamos a distinguir en cuatro
ámbitos, que darán lugar al desgajamiento de otras ramas del Derecho.
- Derecho Penal, relativo al ejercicio del monopolio de la acción punitiva que ostenta el
Estado.
- Derecho Procesal, relativo a la administración de justicia.
- Derecho nanciero y tributario o Hacienda Pública, referido a la Hacienda del Estado.
- Derecho Político.
- Derecho Administrativo, que se desgaja del Derecho Político cuando en el Poder
Ejecutivo del Estado empieza a distinguirse entre Gobierno y Administración Pública.
Conformarán el Derecho Político todas aquellas normas que se ocupan del ejercicio del
Poder y que no son del Derecho Penal, ni Procesal, ni Financiero ni Administrativo.
Pero ese resto tendrá una evolución y un momento clave en esta al producirse la
de nitiva transformación del Estado como consecuencia de las revoluciones liberales del
s.XVIII. El Estado dejará de ser Estado Absoluto y empezará el Estado Liberal, limitando
la potestad real y dando lugar a otro tipo de régimen en el que el elemento decisivo no
será la voluntad del Monarca sino una ordenación por el Derecho del ejercicio del Poder,
mediante un conjunto de normas que se incorporan a un documento que conoceremos
como Constitución. Por eso, la expresión de Derecho Político cambiará por la de Derecho
Constitucional.
Lo que va a caracterizar al movimiento liberal es que el Estado debe responder a un
criterio esencial: el de reconocer y preservar la existencia de unos derechos
irrenunciables del individuo. Se produce así un movimiento circular entre dos principios
básicos: el de asegurar la libertad del ciudadano y el de la necesidad de que la
comunidad política en que este se inserta, el Estado, esté lo su cientemente organizada
como para asegurar las condiciones mínimas necesarias para una vida social en libertad.
A partir de ahí se da ya un primer concepto de Derecho Constitucional.
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Concepto del Derecho Constitucional
El Derecho Constitucional será el Derecho tendente a asegurar la libertad y los derechos
de los ciudadanos y el Derecho que contempla las normas que regulan la organización y
el ejercicio del poder.
En muchos sitios y tiempos, las normas jurídicas culminaban en las leyes mientras que la
Constitución era algo metajurídico, algo que estaba más allá, pero por tanto también
fuera, del Derecho.
No será hasta el triunfo del movimiento constitucional cuando podemos hablar de
Derecho Constitucional. Es, por consiguiente, un segundo concepto caracterizado por
incorporar un orden de valores, que serán prácticamente comunes en todo el llamado
Derecho Público occidental, y que está basado en tres ideas:
- La de que el poder proviene del pueblo y que su organización tiene que ser fruto de la
decisión del propio pueblo.
- La de que la organización del poder en el seno del Estado tiene que basarse en el
presupuesto previo de su necesaria limitación.
- La de que existen unos derechos innatos del hombre que todos deben respetar y
proteger.
Esto es tan importante que requiere que el conjunto de normas que se van a ocupar de
ello y que se plasman en un documento llamado Constitución sean normas jurídicas
efectivas y no simples normas programáticas, pero también que se trate de unas normas
jurídicas que tengan una supremacía sobre todas las demás. De esto se derivarán unas
importantes consecuencias en la Teoría de la Constitución como la rigidez de la
Constitución, o la necesidad de que su posible modi cación se haga por un
procedimiento distinto y más complicado que el de las demás normas jurídicas, o el
control de constitucionalidad, para que las restantes normas jurídicas deban no ser
contradictorias con ella. Todo ello coloca a la Constitución como la Norma Jurídica
Suprema del ordenamiento jurídico.

Contenido del Derecho Constitucional


Este segundo concepto de Derecho Constitucional se basará en la contemplación
simultánea, desde el orden de valores anteriormente señalado, de los dos polos
indispensables para que el Derecho exista como tal, previamente a sus diversas formas
de manifestación. Estos dos polos son los representados por el ciudadano y sus
derechos y por el Estado y sus poderes. Pero la relación entre ambos viene determinada
por la existencia del ordenamiento jurídico. Por esto, todo lo referente a la creación y
modi cación del ordenamiento jurídico en su conjunto, es decir, todo lo referente a la
producción de las normas jurídicas, forma también parte del Derecho Constitucional.
Dicho de esta manera, el contenido del Derecho Constitucional estará formado por tres
grupos de normas:
a. Aquellas que regulan el poder y su ejercicio desde el enfoque previo de su necesaria
limitación.
b. Aquellas que regulan los derechos de los ciudadanos desde la perspectiva de su
carácter innato y de que su existencia es anterior a su reconocimiento por el poder.
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c. Aquellas que regulan los modos de producción de las normas jurídicas.
El Derecho Constitucional será la piedra angular del ordenamiento jurídico y dota a este
de su rasgo característico, que es la unidad. Lo que dota de unida al ordenamiento es la
existencia de una Norma Jurídica Suprema, que es el presupuesto previo y condición
indispensable para la existencia válida de los demás Derechos.
Adicionalmente, debe tenerse en cuenta que los tres grupos de normas a los que nos
hemos referidos anteriormente no están compuestos exclusivamente por normas
incorporadas al texto de la Constitución. Los preceptos constitucionales suelen necesitar
una legislación de desarrollo, tanto los que organizan el poder como los que declaran y
reconocen derechos de los ciudadanos. Se trata de una legislación que también forma
parte del contenido del Derecho Constitucional.
Por último, ha de reconocerse que en la parte del Derecho Constitucional que se ocupa
de los derechos y también en la que, aun referida a la organización del poder, se
incorporan principios del orden de valores a que nos referíamos anteriormente, se hallan
lo que se ha venido en llamar las cabeceras de capítulo de las restantes ramas del
Derecho.

Disciplinas conexas

1. Teoría del Estado

Como dice Carré de Malberg, todo estudio de Derecho Público, en general, o de Derecho
Constitucional, en particular, se conecta a lo que es el Estado.
El Estado es, pues, y hasta nuestros días, el marco en el que se produce la aplicación del
Derecho Constitucional, en su intento, recordemos, de equilibrar el ejercicio del poder y
de la libertad.
2. La ciencia política
El Derecho Constitucional, al ocuparse de la organización y funcionamiento de los
poderes del Estado tiene, en muchos casos, como destinatarios de sus normas a los
sujetos jurídicos públicos. Estos sujetos son, en primer lugar, de un calibre extraordinario:
Jefes de Estado, Gobiernos, Parlamentos, Tribunales, etc. y como consecuencia de ese
calibre extraordinario, reacios a su encuadramiento por el Derecho. En segundo término,
las normas constitucionales que son de aplicación a estos sujetos singulares son muchas
veces normas esporádicas. Es decir, no de aplicación diaria sino espaciadas en el
tiempo. Además, como tercer factor, muchos de estos sujetos jurídico públicos están
sometidos a los avatares de la política democrática y su complejidad. Por último, en la
vida política democrática aparecen una serie de actores que están a caballo entre lo
público y lo privado.
Las democracias occidentales no se entienden sin el entrecruzamiento permanente entre
el Derecho, en este caso el Derecho Constitucional, y la Política. De ello derivan
di cultades para aproximarnos al Derecho Constitucional como objeto de nuestro
estudio, ya que, a veces, la aplicación de la norma no es entendible ni explicable sin la
contemplación de una serie de procesos o fenómenos políticos que están fuera del
Derecho. También conviene aclarar que la Ciencia Política es un muy útil instrumento
auxiliar del Derecho Constitucional, porque la aplicación de este exige también la
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contemplación simultánea de determinados fenómenos y procesos políticos sin los que
estaríamos fuera de la vida real.

3. Otras ramas del Derecho adjetivadas de “Constitucional”


Como consecuencia de las “cabeceras de capítulo”, parte de otras ramas del Derecho
quedan impregnadas por el Derecho Constitucional. Eso sucede claramente en materia
de derechos fundamentales recogidos en el texto constitucional. Así, puede hablarse de
la existencia de un Derecho Penal Constitucional, de un Derecho Laboral Constitucional,
de un Derecho Procesal Constitucional, etc.

4. La difícil delimitación de ámbitos con algunas partes del


Derecho Civil y el Derecho Administrativo
Con el Derecho Civil se debe a que en el Título Preliminar del Código Civil encontramos
temas capitales sobre las fuentes del Derecho y su aplicación. Pero debe producirse la
necesaria relectura y acotamiento de esas partes del Derecho Civil conforme
corresponde a la existencia en nuestro ordenamiento de una Constitución normativa, es
decir Derecho efectivo e inmediatamente válido, que es absolutamente determinante en
lo referente a las fuentes del Derecho y a los derechos de la persona.
El Derecho Administrativo, se desgajó en su día del Derecho Político, conforme la acción
de gobierno en el Estado Moderno se fue haciendo más compleja. El mismo órgano que
ejerce la función de gobierno, al que hemos llamado Gobierno, ejerce también la
dirección y coordinación de la llamada Administración Pública. Sin embargo, el Derecho
Administrativo nació para ocuparse de la acción administrativa y su complejidad. Pero es
inevitable que se produzcan solapamientos entre ambas ramas del Derecho.
Lo mismo ocurre con la distribución vertical del poder (Estado, comunidades autónomas,
provincias, municipios, otros entes), resultando aquí también inevitables solapamientos.

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