Red Velvet (YoonMin)
Red Velvet (YoonMin)
Red Velvet (YoonMin)
seesaw
Published: 2020
Source: https://www.wattpad.com
INTRO
Min sonríe hacia su víctima, pasando la punta de su lengua por sus afilados
colmillos.
Los hombres a su alrededor, tiemblan mientras observan la mirada burlona
de su jefe y los sollozos de fondo de la pobre alma que sufrirá todas sus
torturas. Si Min no fuese un maldito demente sanguinario, ellos huirían muy
lejos de él.
—¿Estas listo para visitar el infierno personalizado que cree especialmente
para ti? —YoonGi suelta una carcajada y ladea el rostro, luciendo sus
preciosas facciones de porcelana maldita. —Nadie juega con mi manada, los
Min no perdonamos.
—J-jefe. —Jackson solo está asustado. Mortalmente asustado con el rostro
golpeado y lágrimas corriendo por sus mejillas. —Pie-dad.
—Piedad mis bolas. Soy tolerante, pase por alto muchas de tus mierdas,
pero intentar traicionarme.. mira que eres estúpido. En fin. —YoonGi
presiona el puente de su nariz.
Extasiado como está, alardea sobre lo mal que el chico la pasará. Es
sanguinario hasta los huesos y todo lo que desea es arrancar su cabeza. Pero
es justamente entonces, cuando su teléfono móvil resuena por la sucia
habitación de tortura.
El gruñe ferozmente, antes de tomar la llamada y suavizar el tono al
reconocer el número.
—Estoy a mitad de una tortura, ¿no pued...
Min traga con esfuerzo, llevando su mano a su cintura y repasando a su
víctima.
—¿No puedes esperar un poco? Joder, no p.. No, no te digo a ti, cariño.
Alguien carraspea y el mismo lo hace de regreso. Ahora se siente nervioso.
—Entiendo, no tienes porque culparme.. bueno, si fue mi culpa, lo siento
bebé. —Suspirando, balancea su cuerpo de adelante hacia atrás. —N-no
bebé.
Los sollozos de Jackson se detienen, ahora le observa con curiosidad.
—¿Si no hay fresas, te llevo duraznos?
Varios de sus hombres suspiran, ahora viendo con pena a su jefe. Ya no es
Min sanguinario YoonGi, sino Min gobernado YoonGi. Ya no desprende mas
que pena e incluso Jackson le sonríe con amabilidad, mostrando su dentadura
sin dos dientes de frente.
—Si cariño, te llevarán ambos. —Rodando los ojos, Min asiente. —Y me
cambiaré de ropa en cuanto asesine a Jack.
Jackson borra su sonrisa.
—Aish, también te amo cosita. —YoonGi revienta un beso contra el
auricular de su móvil y cuelga.
Tronando los dedos, el repite suavemente; —Que alguien le consiga a mi
Omega unas fresas congeladas y unos duraznos con crema. Al primero que
mencione algo del asunto, le arranco la puta lengua.
Y es que Min es así. Un gobernado.
—Jefe, la tortura.
YoonGi pucherea, de repente todo lo que quiere es abrazar a su Omega
embarazado y llenarse de su dulce fragancia combinada con leche.
—Vistete, lavate el rostro y ve a comprar las cosas de mi Omega. —Le
gruñe a JackJack. —Después te arranco la cabeza.
Y es así como otro día de fallida tortura, se termina con un Alfa regresando
a casa con su mimado Omega.
01
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ୣ
•••
YoonGi no quería.
Por supuesto, si el no fuera un mafioso que se ve (de vez en cuando)
envuelto en tiroteos o si no tuviese a un globo terráqueo como Omega,
probablemente no tendría que ir de visita con la bruja Park.
La maldita mujer era una hemorroide o algo así.
—YoonGi bebé, lleva mi bolsito. —JiMin apuntó con su dedo cubierto de
crema, mientras devoraba un pastelillo.
—¿El de conejo?
—Ño, el de perrito.
Evitando rodar los ojos, YoonGi tomo la estúpida cosa y salió detrás de su
feliz Omega. JiMin iba dando brincos, rebotando literalmente.
—¡Cuiden la casita, nada de fiesta, drogas y orgías con las chicas de
limpieza!
Cerró los ojos, sintiendo pena por sus pobres hombres. Coño, JiMin no se
limitaba en nada y así como lo avergonzaba a el, lo hacia con cualquier Alfa
que se cruzara en su regordeta presencia.
Y era tan tierno que no podías enojarte y arrancarle la cabeza. Puff.
—Yoon, amor.
—¿Si?
JiMin engulló el último trozo de pastelillo y se llevó las manos a la cintura
(lo que sea, ustedes entienden) le dio su mejor mirada y formó ese piquito de
pollito que tanto amaba.
—¿Me veo gordo?
Y aquí es donde Min YoonGi les pregunta, ¿que harían ustedes?
¿Mentir y decir que no? ¿Decir que no por algo le apodó globo terráqueo
pero que se caga de miedo y por ello solo lo pronuncia en su cabeza? ¿Ser
hombre o mujer y echarle huevos u ovarios?
—Ante mis ojos eres y serás por siempre, el mas perfecto ser que pisó el
mundo y mi universo.
—¡Ay! ¡Te amo mi cielo!
Exacto. Min YoonGi decidió vivir.
07
Todo tenía que estar bien, JiMin presentía que sería una visita agradable.
Por la luna, uno no podía almacenar odio por otra persona después de años.
Seh..
—¡ERES UN ALFA ESTÚPIDO Y SIGO SIN ENTENDER PORQUE MI
BEBITO SE FIJÓ EN UN MAFIOSO, ASESINO Y BUENO PARA NADA!
YoonGi soltó una carcajada, llevando sus manos al abultado vientre de un
JiMin que se mantenía al margen, pero con el entrecejo fruncido.
—Diga lo que quiera, pero puse un cachorrito en su hijo y lo disfrute
muchísimo.
JiMin chilló, golpeando el hombro de su Alfa. Sus mejillas se tiñeron y
estaba seguro de a que su madre le daría un paro cardiaco del disgusto.
—¡ERES UN CERDO!
—Y un mafioso, asesino, bueno para nada ah y padre de su nieto.
Mientras YoonGi se miraba las uñas con aparente interés, uno de los
hombres que trabaja para él, apareció de la nada y sostuvo a la furiosa
Omega.
—¿¡De donde apareciste!?
El Alfa evitó rodar los ojos y sentó a la mujer de golpe, de regresó a su
sofá.
—Señor, su comida ha llegado. —Informó con el mismo tono helado.
JiMin suspiró cuando una bolsa plástica fue depositada en el regazo de
YoonGi.
—¿En serio? Bah, mi madre si se pone un poco histérica pero no va por la
vida, intentando envenenarte con la comida que yo mismo probaré.
YoonGi encogió los hombros, revisando el contenido y asintiendo feliz por
la buena elección.
—Lo estas diciendo de coña ¿no? Sabes que ella cocino aparte para ti.
Solar abrió los ojos y su cabeza se movió de lado en lado, buscando.
—¿A caso instalaste cámaras en mi propia casa? ¡DEGENERADO!
JiMin plantó un puchero.
—Fui yo mami, ya te dije que no puedes asesinar a mi Alfa.
Pero de nuevo, JiMin guardó la esperanza de que la tarde fuese
memorable.
Eventualmente no sucedió. Su madre intentó apuñalar a Min con un
tenedor de plástico, porque por supuesto que se aseguró de llevar algunos y
esconder los verdaderos.
Bueno, puede que el odio de esos dos, nunca se fuese a terminar.
—¡Mira mi amor! Llegó SeHun, el Alfa que SI QUERÍA DE YERNO.
Y mientras JiMin se helaba por la inesperada (nada planeada, nótese) visita
de su ex, supo con certeza que las cosas se pondrían muuuuuuuy feitas.
09
—Le dije a YoonGi que será niña, pero insiste en que es un niño. Ya sabes,
eso de su heredero y no se que.. ¿SeHun era Alfa o..
JiMin parpadea ante la escena sangrienta frente a el.
Sinceramente ya le da igual, está tan acostumbrado a los arranques de Min
YoonGi, que la situación pasa por algo muy normal. Excepto para su pobre
madre. Ajá.
—Así que, pequeño hijo de perra. —Min sonríe, recorriendo la línea de la
mandíbula de Oh, con su arma. —¿Te atreviste a tocar a mi Omega?
—YoonGi, no arruines la alfombra de papá. —JiMin encoge sus pequeños
hombros, devorando un paquete de galletas de vainilla.
—¡Puedo comprarle otra! ¡Diez si quieres!
—Derrochador.
Los sollozos de SeHun le atraen y sonríe con pena.
—Ay Se, ya sabias que mi Alfa era un lunático, te lo dije cuando intentaste
robarme el día de mi boda.
—¿¡Que hizo que!?
Lo siguiente que JiMin sabe, es que el guapo SeHun ahora no tiene el
meñique.
El.
Puto.
Meñique.
Los gritos del chico son ensordecedores y uno de los grandes Alfas, le
colocan un par de orejeras afelpadas.
Solar le hace señas con las manos, mientras ríe y devora palomitas de maíz
que alguien le ha traído.
—¿Uh? ¿Que dices mami?
Entrecerrando los ojos, JiMin inclina los ojos, uno de las orejeras levantada
para poder escuchar a su madre.
—Que el inútil siempre si sirve para algo.
—¿Te divierte? —JiMin chasquea, tocando su abultado vientre.
—Seh, por eso invite a SeHun.. Uh.. ¿recuerdas mi maceta favorita? La
que estaba siempre en la entrada.
JiMin asiente, escuchando los alaridos de fondo.
—SeHun la rompió. —Solar rueda los ojos. —Que porque un perro le
venía siguiendo y solo estaba mi maceta para arrojarsela. ¡PUFF!
Y, en algún punto de la tarde y tras la tortura del pobre Alfa, JiMin
entendió porque su madre y YoonGi no se soportaban.
Los dos estaban igual de psicópatas.
10
2/3
El pequeño y precioso chico dinosaurio, frunció su delicado entrecejo y
continuó picando sobre el pecho del Alfa.
—Disculpe señor gritón, pero yo estaba primero en la fila y oh, bueno,
usted me ha empujado en su carrera por obtener su feo y amargo café.
YoonGi parpadeó, ligeramente idiotizado por la belleza ilegal frente a él.
—No te vi.
Rodando sus ojitos, JiMin le enseñó los dientes.
—Supongamos que es porque soy pequeño y supongamos que eso sonó a
disculpa.
Pequeño era.. la cosita frente al Alfa, era adorablemente compacta. Pero
mordió su lengua para no cavar su propia tumba ante lo que veía, era un
carácter nada encantador.
—... gato feo.
Soltando una risita nerviosa, YoonGi ignoró el último comentario del
Rawr.
¡Ni siquiera podía enfadarse!
—Te debo una disculpa, dejame pagar por ti. —YoonGi formuló, sintiendo
a su torpe lobo exaltarse de la nada.
Si bueno, el lobo era un tanto.. masoquista.
—No, gracias. —La tierna bolita negó, mostrando sus pequeñas y
adorables manos. —Odio a los pedófilos.
Una exclamación se escuchó a espalda del Alfa y ladeando el rostro, tomó
el vaso desechable que la sonrojada Omega le brindaba.
YoonGi pagó por el café, obligándose a despegar la mirada del chico Rawr
y a mantener la compostura que por un demonio, se le estaba cayendo a
pedazos.
Relamió sus labios ante el primer sorbo de café y sus ojos escanearon la
delicada figura que se dejaba ver a través del trajecito divertido.
"Ulala."
Ugh. Estúpido lobo.
La prisión nunca le había parecido tan interesante.
—Chico Rawr. —Llamó por segunda vez, obteniendo la curiosa mirada de
esa ternura.
Y, probablemente YoonGi tendría que coordinar sus palabras y demostrar
porque era un maldito Alfa sanguinario.
Pero su lobo era muy estúpido y eso no fue lo que pasó.
—¿A caso llevas un pañal puesto? Demonios, bebé.. ese trasero es irreal.
Cuando las mejillas del chico se sonrojaron y detrás de su pequeña figura
apareció una Omega de muy mal humor, YoonGi supo que estaba jodido con
esa primera impresión.
16
3/3
—Señor, ¿seguro que está bien?
—Ji.
YoonGi golpeteó su lengua contra la mejilla interna y el dolor en la misma,
le hizo sisear.
Parpadeó con su ojo sano y realizó un suave ademán hacia el hombre que
lucia entre estupefacto por la paliza que la maldita Omega loca le había dado
y la preocupación de saber que su mal humor solo incrementaría.
—Jiama a Jin, ile que venga.
Kim SeokJin era su médico de base y quien seguramente se burlaría de la
jodida idiotez que había pasado el día anterior, pero que se encargaría de
darle unos buenos analgésicos.
—Y ja jaben, bujquen ijformajión e jico dinojaurio.
El Alfa que le acompañaba, se quedó algunos minutos asintiendo hacia si
mismo, tratando de verificar que las palabras del jefe fueran lo que su cabeza
formuló con mucho esfuerzo.
—¿Necesitará también de un odontólogo? —Respondió por último, ya
viendo los gestos de dolor del Alfa líder.
—No, jolo ej mi rojtro.
Asintiendo una vez mas, el hombre salió a paso veloz para contactar con el
médico.
Si YoonGi no supiera que todos estaban cagados de miedo por su persona,
juraría que sus hombres se estaban riendo de lo absurdo que fue la situación.
La maldita madre de su cosita bonita, se había enfurecido tanto por el
comentario del pañal, que terminó soltando una serie de puñetazos locos que
ni él con todo su entrenamiento, pudo anticipar y desviar.
Joder.
"Vale la pena, el chico es hermoso. Tarado, lo quiero."
YoonGi evitó rodar los ojos ante la petición del lobo en la que estaba mas
que de acuerdo. Porque sin importar lo muy loca que fuese su madre, ese
chiquillo bonito estaría en su cama.
—Ju.
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—Tu no aprendes ¿eh? JiMinie bebé, ven con mamá y alejate del Alfa tonto.
JiMin gruñó y alcanzó una parte del abrigo de YoonGi, tirando de él y
poniendo su pequeño cuerpo como escudo para el ataque de su madre.
"Estúpido lobito interesado."
"Me vale."
Rodó los ojos ante el drama con su Omega y bufó, cruzando sus brazos y
observando hasta el más mínimo detalle de su mami.
Lucía agitada y con toda la intención de golpear al Alfa bueno para nada,
pero que parecía sacudir a su lobo.
Todavía no podía entender porque aquel Alfa había llegado a revolucionar
su vida y sus intereses, cuando nunca le había visto antes del incidente y,
cuando resultaba demasiado mayor para el Omega.
—Deja de mirarlo así. —Su entrecejo se frunció ante la orden que pareció
venir de su Omega y notó la tensión en su madre.
Él nunca se había comportado así y mucho menos defendido a otro Alfa
que no fuese su papi.
—Oh no no no no, retrocede en este instante. Park JiMin, ve a casa ahora
mismo y déjame a solas con este tarado.
JiMin negó. No les dejaría solos.
—Es una orden, JiMin. —La Omega insistió.
—Voy a tener que desobedecer.
Solar negó para si misma, llevó una de sus manos a su pecho y soltó una
exclamación horrorizada ante lo que su tierna bolita de azúcar le hacía.
¡Su bebé no era así!
Y JiMin sabía que estaba cometiendo un error al desobedecer a su madre.
Era sólo que el Alfa tonto.. bueno, ni él lo entendía.
—Ya siéntese, señora. —YoonGi murmuró, revisando sus uñas con
aparente interés. —Yo y su hijo queremos conocernos más, creo que se ha
dado cuenta.
—Tú conocerás mi puño volador y JiMinie bebé estará castigado.
Pero aún así, Solar obtuvo una negativa por parte de su lindo niño. Y joder,
JiMin sabía que sus papis nunca le negarían algo.
Park Solar se dio por vencida, siendo la primera vez en su vida. Su bebé
había ganado, pero no le sorprendía. JiMin había nacido para ganar..
—Este no es el final..
—Min YoonGi, suegrita.
—¡NO ME INTERESA!
Pero no ese bastardo.
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;No olviden seguir mi cuenta de respaldo :'D recuerden que por cada (1K)
hacemos un maratón del fic que ustedes decidan y sin importar si es uno
largo o ño ♡
MinMinieAGTD
Por eso de la eliminación masiva en Wattpad :'D *no me quiero ir* ◎ no
se, una ya no sabe en que momento se la aplican :')
•••
—De la manera más amable, te pido que dejes de recordar tu pasado
tormentoso y me prestes atención.
JiMin golpeó sin fuerza, el pecho del Alfa.
Sus mejillas se encontraban sonrojadas del esfuerzo que empleó para subir
sus pantalones de algodón y para poder salir en busca de su Alfa bueno para
nada.
YoonGi murmuró, inclinandose y dejando un beso en la frente de su
Omega e instantes después, soltó una carcajada ante un último recuerdo con
su muy querida suegra.
Ah. La odiaba tanto.
—Lo siento dulzura, ¿qué es lo que te molesta este día? Dime y me
encargaré de eliminarlo para siempre.
El Omega rodó los ojos ante el tonito empleado y su pequeña mano se
movió al abultado vientre que guardaba a su bebé. Esa mañana en particular,
resultaba molesta.
Pero tampoco entendía el porqué.
"Hormonas, Minnie." Su Omega interno continuó insistiendo. Y, cuando se
encontró lo suficientemente fastidiado de todo y de todos, decidió que podía
(y quería) arruinarle el día a su Alfa.
—¡ESTOY ENOJADO! ¡ESTOY MUY ENOJADO CON TODOS!
YoonGi asintió, caminando hasta deslizarse por su cómoda silla giratoria y
palmeando su regazo en espera de su tierno Omega.
JiMin le complació, andando hasta acomodarse en ese pequeño espacio
que le proporcionaba el refugio que parecía estar buscando.
—Joderputamierdaminnie. —YoonGi siseó y antes de que el Omega
pudiese darse cuenta, compuso una sonrisa en sus delgados labios y acarició
su espalda.
Por la puta. JiMin estaba más pesado día a día. Pero eso NO tenía que
saberlo. YoonGi amaba su vida, gracias.
—E-entonces corazón. —YoonGi jadeó, carraspeando instantes después
para disimular. —¿Q-quieres algo en específico?
JiMin negó, jugando con sus manos y sintiéndose más tranquilo que
instantes atrás. Quizá todo lo que deseaba para mejorar su día, era un abrazo
y los mimitos de su Alfa.
—Eres tonto, hyung. —El Omega se acomodó mejor en el regazo
contrario, apoyando su cabeza contra el hombro ajeno y suspirando. Se sentía
cansadito. —Ya puedes seguir recordando, pero no distorsiones las cosas o
voy a golpearte muy duro.
Con sudor perlando su frente y con las piernas un poco hormigueantes,
YoonGi mordió su mejilla interna y se situó de nuevo en ese pasado que
tantos dolores de cabeza le dió.
Oh. Pero por supuesto que Park JiMin no le puso las cosas fáciles, incluso
después de pasarla defendiendole de su molesta madre.
Jodido niño.
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—Bueno señor Min, lo respeto por ser mayor y todo un mercenario, pero mi
mami no me enseñó a mentir y tengo que decirle que es usted un estúpido.
JiMin se llevó un puñado de papitas a la boca y observó el pañuelo
humedecido en sangre que el Alfa tonto sostenía contra su nariz.
Su Omega sin embargo, se preocupó.
Bah.
—Uhn, no fue a propósito. Maldita Omega estúpida que.. —YoonGi
detuvo su arranque, tragando en cuanto JiMin le frunció el entrecejo. —Ya
olvidalo, supongo que es más divertido recordar como ese bolso lleno de
rocas, impactó en mi perfecto rostro.
—¡Sólo tiene maquillaje! —Gritaron a su costado. —¡Ya sueltenme
malditos hijos de uhmmp!
Min rodó los ojos, acomodandose mejor en la banquita, debajo de ese
frondoso árbol que tanto le llamó la atención.
—Cortale la garganta. —Murmuró bajito hacia uno de sus hombres y este
asintió, llevándose a la escandalosa mujer.
Como si se tratara de algo que viese todos los días, JiMin le observó,
después a la mujer que estaba siendo casi arrastrada y después a él de nuevo.
El Omega encogió los hombros y continuó en su labor de acabar con las
papas.
A YoonGi le gustaba.
—La mejor parte es que no te ha dado en otro lado y puedo estar tranquilo
por mis cachorritos.
YoonGi medio sonrió, orgulloso de escuchar aquello de la propia boca de
su Omega.
—La mala es que te ha dado en la nariz, probablemente te movío algo de
ese irregular cerebro de maní que tienes.
Mierda. Ese chico era maquiavélico.
Su Alfa asintió.
Guau.
—Eres terrible mi vida.
JiMin tarareo, feliz del apodo.
Él era un Omega consentido que amaba fastidiar al mayor y verlo portarse
rudo, mientras golpeaba a otro pobre infeliz o se infiltraba en algún negocio
turbio que más tarde le contaría, como todo Alfa fanfarrón que era.
Además ¡hey! Todo tenía un lado bueno.
Un Alfa sumamente atractivo y conocedor de todos los mimitos y
caprichitos que amaba recibir. Sin importar que fuese un lunático mafioso.
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—Y no es que muera porque no tenga tus besos, peeeero es que vivir sin eso
es como vivir sin razón. Bebé y-y si tú supieras cómo me duele el proceso d-
de olvidarme de tu cuerpo, me destroza el corazónnnnn.
—De melón, señor.
—De meloooooooon.
JiMin golpea la cabeza de YoonGi, escuchandolo suspirar y continuar con
su trabajo de matón bien organizado.
Sigue herido, pero es un cabezota. JiMin se repite que es por eso y no
debido a lo pesadito que anda en esos días.
—Contigo me sentía invencible me amas pero ¿de qué me sirve?
—Oh, Oh, señor.
—¡Tu si sabes! —JiMin golpea de nuevo la cabeza de YoonGi con sus
pequeñas manos. —YoonGi ¿podemos ir a la cama?
—Yo no, tengo trabajo que hacer.
JiMin frunce el entrecejo y lanza una mirada al pobre Alfa fastidiado que
ha coreado sus canciones.
—Puedes retirarte, gracias.
El Alfa asiente y antes de poder salir del todo, JiMin agita sus manos de
nuevo.
—Créeme un poco maaaaash.
—Te lo suplico, señor.
YoonGi gruñe cuando la puerta se cierra y levanta la mirada hacia su
gordito consentido.
—Has reducido a mis hombres. Ahora entiendo porque prefieren que les
corte un dedo o les de una paliza, si a cambio no tienen que aprenderse el
infierno de música que te gusta.
—¡Qué pesado estas con tu pobre Omega preñado!
Y siendo sincero, JiMin ya está rebasando los límites de su Alfa. Pero de
nuevo, YoonGi se traga sus propias palabras.
—¿Podemos ir a la cama?
—No. —Repite, frotando el puente de su nariz.
—¿Podemos ir a la cama, amor?
YoonGi guarda silencio, mordiendo su labio para no chillar ante la palabra
amorosa que JiMin no suele usar.
Es un maldito.
—¿Bebé? ¿Alfita? ¿Cosita? Minie bebé quiere ir a la camita con su Alfita.
Hundiendo su rostro en sus manos abiertas, YoonGi sabe que está jodido.
JiMin siempre lo tendrá en la palmas de sus regordetas manos de Omega
consentido.
"AUUUU"
29
Otro día dentro del muy embarazado cuerpo de Min JiMin, nada por este lado
y nada por el otro.
Suspira con cansancio, acariciando perezosamente su vientre. A lo lejos
escucha los gritos histéricos de su Alfa y las voces bajitas casi en susurros de
la bola de ineptos a su mando.
Muerde su labio inferior. Escuchar tan cabreado a YoonGi le excita
mucho. Ah mierda, ya no puede ponerse en cuatro porque su bebé es grande
y pesado.
—¡Agh maldita sea con estos inútiles!
JiMin sonríe inocente ante el rostro furioso del Alfa y casi ni se inmuta
ante el portazo que casi destroza su puerta.
Mierda. Ojalá que YoonGi se arranque la camisa.. y oh, detiene su tren de
nuevo. Esta embarazado.
—Voy a colgarlos de uno en uno, arrancaré su puta piel y..
.. la forma en que sus músculos se tensan cuando recibe su polla. Lo
grande que es y lo muy lleno que se siente..
Carraspea y se acomoda en la cama, frotando su vientre duro.
—Estúpidos todos, estoy tan enojado.
Golpeando su mejilla interna con la lengua, JiMin planea que posición le
sienta mejor. Probablemente no en cuatro, pero quizá si está arriba y YoonGi
le sostiene de las caderas..
—¿JiMin?
.. ¡Sí! Esa posición sería perfecta. Casi puede sentir la dureza de su Alfa en
su interior.
"Seré suave, bebito. Te juro que no te lastimo."
JiMin eleva la mirada a su Alfa y un pucherito se forma en sus regordetes
labios.
—Yoon..
Y entonces las arcadas suben por su garganta a una velocidad
impresionate. JiMin está mojando sus colchas carisimas traídas de Paris,
mientras los ojos se le llenan de lágrimas.
Oh por dios, su hijo es terrible.
Su Omega bufa. Es un maldito caliente y al parecer traera al mundo a una
pequeña copia bien hecha de él mismo.
JiMin siente un escalofrío.. no puede ser tan malo, ¿verdad?
30
JiMin apretó los labios y lanzó una mirada hacia la pobre alma que le
observaba con terror en sus oscuras pupilas.
El hombre, Alfa por cierto, tres veces más alto que él, tragó grueso y
repitió en voz bajita y asustada;
—S-señor, uhnmmp.. e-el jefe Min n-no ha llegado a c-casa y un-a socia
desea hab-hablar con u-sted por lo menos.
El Omega embarazado se levantó de su cómodo, carísimo e importado sofá
y asintió, ignorando las palabras entrecortadas del hombre que supuestamente
lo protegeria a él y a su bebé si YoonGi se encontraba lejos.
—Y-ya v-voy ¡Largo!
JiMin frotó su vientre abultado. Estaba furioso porque le habían arruinado
la intimidad con su cachorrito, donde mimaba su pancita y le decía lo mucho
que lo amaba y esperaba.
¡Uno ya no podía ni ser tierno!
Luego lo tachaban de maldito y.. un momento.. ¿había dicho "socia"
mujer?
Su Omega se removió inquieto y hasta el bebé pareció despertar, así que se
acomodó el cabello y salió disparado, ignorando las miradas nerviosas de los
Alfas.
¿Por qué todo mundo quería arrebatarle al padre de su hijo?
Suspiró profundo y chasqueó la lengua, abriendo de un golpe la puerta de
la oficina de YoonGi y frunció su entrecejo ante la presencia de la intrusa.
Olfateo en el aire y oh.. Omega.
—¿Qué haces aquí? —Preguntó, sintiéndose furioso por la presencia de
otra Omega en uno de los espacios que su Alfa más solía recurrir.
Su instinto le empujó a llevar las manos a su vientre y proteger a su bebé
de cualquier peligro y odió la sonrisa de la estúpida mal teñida.
—Me dijeron que el Omega de mi YoonGi era de mal carácter, pero esto
es otro nivel. —La pelirroja se deslizó fuera de su asiento, nada más que la
maldita silla de su Alfa. —Mi nombre no importa, ni tu amistad. Soy una
socia de Yoon y su ex amante.
Esa maldita estaba loca como el infierno.
—.. pero tranquilo, ahora solo somos.. amigos.
JiMin soltó una risita dulce, de esas que tenía que forzar para no soñar
ardido.
—Mi hombre no necesita amigas, me tiene a mi y yo tengo como veinte
personalidades, dime con cuál quieres hablar.
La estúpida Omega rodó los ojos.
Jesús, le hizo la grosería de su vida.
—No entiendo como mi gatito puede.. tu sabes. —La Omega lo señaló y
después sus ojos malvados recorrieron su vientre.
JiMin se cansó. Él sonrió, aturdido por la irritación y el control total de su
Omega interno, mientras se deslizaba a su costado y camina alrededor del
fino escritorio, donde muchas veces había follado salvajemente con su Alfa.
La Omega seguía en su sitio ya un poco más apartada, a un costado del
mismo y para cuando intentó de alguna mala forma reaccionar, JiMin
sostenía un arma en su regordeta y pequeña mano.
—Adiós, popo.
El impacto resonó por todo el lugar, alertando a los guardias quienes
irrumpieron violentamente para cuidar de su seguridad.
JiMin estaba respirando agitado cuando reaccionó del todo y comprendió
que mierda, él había ejecutado a una persona en menos de.. ¿5 minutos de
haberla conocido?
Encogió los hombros, echando su cabello hacia atrás.
Por supuesto, un poco aturdido pero nunca arrepentido.
Él salió tarareando Wanna de Kara, ante la atenta y asustada mirada de la
bola de matones bajo el mando del gran Min YoonGi.
32
—¡MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN JIMIN!
—¡PRESENTE, BONITO Y DISPUESTO!
YoonGi rugió, causando un jadeo colectivo por parte de los matones que
custodiaban el jardín donde el Omega Min tejia.
Alguien estaba en problemas.
—¡VEN AQUÍ EN ESTE MOMENTO!
—¡OBLIGAME!
Viendo de reojo el semblante realmente furioso de su Alfa, JiMin tragó y
medio rodó hasta ponerse de pie con la ayuda de uno de los guardias.
—Ay, mis estrías. —Se quejó, caminando a pasito veloz. —¿Qué pasó
lobito?
YoonGi apretó la mandíbula. El maldito se veía enojado.
—¿MATASTE A MI PUTA SOCIA? ¿QUE COSA TIENES EN LA
CABEZA?
JiMin encogió los hombros, luciendo despreocupado.
—En la cabeza no mucho, pero en el vientre a tu cachorro y si tu estrés me
genera tenerlo antes, voy a golpearte tan duro que no te quedará ganas de
volver a gritarle a tu único Omega.
Fingiendo un poco más, JiMin llevó una de sus manos a su espalda baja y
se quejó.
—Estoy de siete meses, sabes que soy propenso a los cambios de humor y
bueno, perdón, a veces pasa que se me puede escapar una bala.
YoonGi por el contrario, no pareció caer bajo el efecto JiMin por primera
vez en su vida.
—Me importa un carajo, esta vez fuiste lejos. Esa perra transportaria algo
valioso y tu..
Rodando los ojos, JiMin empujó a su Alfa y pasó a su lado.
YoonGi a veces podía ser exagerado.
—Ya me voy con mi madre. Cuando se te pase el enojo, comprate
almohadillas para las rodillas.
Estaba siendo un desgraciado y lo sabía, pero el solo hecho de que YoonGi
le gritara por otra Omega, le dejaba mal.
Se supone que las cosas no debían ser así.
Sus ojitos se llenaron de lágrimas mientras subía a la habitación y el peso
de las cosas caía por fin. Se había peleado con su Alfa por primera vez y
YoonGi seguía tan disgustado que lo último que escucho fueron las órdenes
para que le llevaran a casa de su santísima madre.
Vaya mierda.
Él lloraria, pero más tarde planearia su venganza contra ese insencible.
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—Lo que sucede es que no estás acostumbrado a ver a tu Alfa así, ¿es eso?
Su papá era tan suave y tan bonito que causaba un montón de cosas en
JiMinie.
A diferencia de su mamá, Jae siempre estaba dispuesto a escuchar los
berrinches de su trompudito bebé.
—Terrón, ¿eres consciente de que está vez tu fuiste el del error?
—Sí papi. —JiMin acomodó su cabeza contra el regazo de su papá.
Sus ojos pertenecían hinchados y la tristeza parecía contagiar a su lobo,
haciendolo callar.
—Pero YoonGi sabe que..
—Noup, YoonGi tiene un trabajo que no es que termine de agradarme,
pero del cual tu tenías pleno conocimiento cuando decidiste enlazarte con el.
Así que tenías que pensar bien las cosas y decidir si valía le pena o no..
además de que sigo impactado porque, bueno..
JiMin sorbió, formando una mueca triste y su padre no podía creer que su
tierno bebé estuviese pasando por una situación así.
—Estaba tan enfadado que no salió a despedirse y me enfade más, así que
le di una patada a la puerta de su oficina y le dije que pelearia por una
manutención.
JiMin rodó los ojos, aún con lágrimas deslizandose por los mismos.
—Ya se que siempre parece que lo trato mal, pero eso es porque nadie sabe
que siempre lo estoy mimando. Le preparo su café como le gusta con un
poquito de leche y azúcar, le doy masajes cuando está muy cansado, me
acuerdo de nuestros aniversarios y siempre estoy muerto de miedo cuando
sale de casa para hacer sus negocios turbios.
Terminando de contar con sus regordetes dedos, el chico observó la argolla
de oro en su dedito anular y nuevamente sollozo.
Ese perro infeliz.
—¿Debo llamarlo para decirle que está vez serás tu quien se disculpe?
—Ay no, estoy sensible y se que las cosas serán peores porque ese hijo de
puta es mezquino cuando lo quiere. P-pero nunca lo fue conmigo.
Abrió su boquita un poco más, ante el repentino movimiento en su vientre
y suspiró pasando una mano por el mismo.
Su cachorro había estado un poco inquieto.
—Tienes que bajar las defensas por primera vez en la vida, terrón de..
—Sal. —Su madre apareció por la sala, luciendo fastidiada. —Te dije que
en cualquier momento ese jodido mostraría como es y ahora, mi pobre bebé
está sufriendo.
Jae rodó los ojos.
—Yo digo que deberíamos irnos de viaje, perderte un rato y que sufra.
Podemos regresar cuando el bebé ya esté en tus brazos y..
—¡NO LE METAS IDEAS AL NIÑO!
JiMin metió su dedito pulgar a su boquita y succiono.
Su lobo por el contrario, le advirtió que no hiciera alguna estupidez.
De nuevo.
34
—¿Así que se te cayó el jugo y por eso gritaste y tu madre asumió que
estabas por parir?
JiMin asintió.
—Ah. —Jae suspiró, observando al Alfa poco intimidante al que se había
resumido su yerno Min.
Solar a su lado, se removió inquieta.
—Sonó como si lo estuviesen matando, me asusté porque estábamos solos
y deje entrar al lunático de YoonGi.
Min gruñó, llevando una mano a su cabeza y cepillado su cabello con los
dedos.
JiMin lucía más chiquito que de costumbre, en su esquinita y con las
pequeñas manos sobre su abultado vientre que, efectivamente, no tardaría en
darles la señal.
—Bueno, es hora de que nos hagamos a un lado y dejemos que se arreglen
de una buena vez. Porque Minnie bebé, te amo con todo mi corazón y orgullo
de padre, pero que te soporte YoonGi.
Solar fue tomada del brazo y entre maldiciones, ambos padres salieron de
la habitación de JiMin.
La pareja se quedó callada por un largo rato. JiMin podía notar el estado
nada simpático de su Alfa y aunque moría por hacerle una escena que le
dejara con más dolor de cabeza, se abstuvo.
Ya no sabía como reaccionaria desde la vez que "accidentalmente" mató a
su socia.
—No me voy a disculpar por decirte que hiciste las cosas mal.—YoonGi
finalmente habló, aterrizando la mirada sobre su vientre. —Pero si lo hago
por haberte gritado y de alguna forma, por haberte sacado de tu hogar.
El pechito de JiMin se agitó. Quería llorar pero su orgullo lo impedía como
el campeón que era.
—Sigo enfadado. —El Alfa continuó. —En estos días de mierda además
de no tener a mi Omega embarazado a mi lado, también estuve arreglando ese
problema y dándome más dolores de cabeza como no tienes una idea.
JiMin sorbió de su nariz.
—Así que en un ataque de estrés, salí con una mujer.
La respiración pareció fallarle, mientras su Omega y todo él intentaban
procesar la información. Pero Incluso antes de que pudiese estallar como el
volcán que era, YoonGi soltó una carcajada.
—Me las debías, solo estoy bromeando pero ¡ay!
Como pudo, el Alfa resistió los golpes de su embarazado esposo.
Se lo había buscado.
—¡ERES UN PERRO, AHORA MÁS QUE NUNCA ESTOY DECIDIDO
A DEJARTE SOLO!
La tarde terminó con un Alfa siendo expulsado de la casa de su Omega y la
firme idea de que a JiMin ya no se le podía hacer ni una bromita.
Jodeeeeer, quería a su bebé revoltoso de vuelta y lo tendría.
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—No sé, creo que estoy un poco gordo.. ¿que opina, doc?
JiMin sonríe a pesar de su peso, acariciando la piel descubierta de su
vientre.
—Para nada, señor Min. Déjeme decirle que usted guarda muy bien su
figura y que podrá recuperar su perfecto y bien detallado cuerpo en cuanto de
a luz.
JiMin escucha respirar agitadamente a su médico, después de alabarlo
hasta el cansancio para no terminar con una bala en la cabeza.
Últimamente le ha parecido divertido eso de asustar a los demás.
—¿Si? —Pregunta, formando un puchero en sus labios gorditos. —
YoonGi dice que parezco un globo.
—Dejeme decirle una vez más, que el Alfa Min es un cretino.
Hay un jadeo de sorpresa en el consultorio, proveniente del Alfa que le
acompaña por seguridad. Seguramente no se cree que un Beta está llamando
cretino al imbécil de su jefe.
—Es un idiota, lo sé. Ah que más.. ¿acabaste de revisarme? Quiero ir a
fastidiar a YoonGi.
El Beta asiente furiosamente, recordándole que en cuanto tenga alguna
molestia, lo llame de inmediato. Su cachorro nacerá pronto.
De regreso al auto, todo lo que JiMin desea es acurrucarse en los brazos de
su Alfa y medio olvidar que es un tonto sádico que ama cuando le da masajes
en los hombros y le hace caritas extrañas para aliviar su mal humor.
Puede que ese Alfa sea un estúpido, pero es su estúpido y en el fondo lo
ama con locura.
—Llévame con YoonGi, quiero que me ponga en cuatro.
Su guardaespaldas jadea de nuevo y JiMin ya está creyendo que es un
puritano o un Alfa con serios problemas.
—Lo siento, pero el Alfa Min está en medio de una tortura. He sido
notificado hace media hora.
JiMin rueda los ojos, casi pudo escuchar el lamento del pobre sujeto.
—Se nota que eres nuevecito. Anda, vamos.
El Alfa intenta negarse, pero termina por aceptar y se pone en marcha para
llevarlo a su destino mientras JiMin limpia su arma con un pañuelo
desechable.
—¿Hace cuanto estas en el servicio de YoonGi? —Pregunta de nuevo,
puliendo el arma.
—Unos meses, señor. Casi cuatro.
JiMin asiente.
—¿Estas emparejado? ¿Algún hijo oculto?
—No, no. Soltero señor.
De nuevo asiente.
—¿Omega o Delta?
—¿Que? Omega, por supuesto señor. —El pobre Alfa suena consternado.
JiMin encoge los hombros.
—¿Promedio en la escuela? —Continúa con el interrogatorio.
—P-pues reprobé mucho.
JiMin levanta el arma, observando los detalles con ojos aparentemente
críticos.
—¿Lluvia o calor? ¿Blanco o negro? ¿Soda o café? ¿Tradicional o Kinky?
¿Crees que estoy gordo?
—Lluvia, negro, café, uh.. Ambos y sí, está obeso.
JiMin sonríe, inocente y con las mejillas sonrojadas. Tantea el cinturón de
seguridad sobre su embarazado cuerpo y asiente como si la respuesta le
pareciera la más correcta.
Cuarenta y cinco minutos después, Min YoonGi está abandonando una
tortura para ir al hospital.
—Jodido Omega lunático. —Sisea con cansancio.
¿Que hizo en ese mundo además de matar, extorsionar y hacer pactos con
el más allá, para merecer tal locura?
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—Hola, es JiMin. Min JiMin para los que no me conocen y ChimChim para
los amigos.
El Omega rueda los ojos, bajando la mirada hacia sus zapatos de charol,
mientras el Alfa en la habitación permanece de pie, con el entrecejo fruncido
y una clara invitación a que se mantenga alejado.
Se parece un poco a YoonGi en términos de mandón. JiMin lo vio tratar a
sus hombres y, pobre, todavía le falta conocer mucho.
—YoonGi no puede salir aún, verá, sucedió un pequeño.. vamos a decirle
problema y ahora está profundamente dormido cuando se suponía que
debería estar aquí para atenderlo.
Un gruñido atrae su atención y la nariz se le frunce en molestia, mientras
los hombres de YoonGi parecen totalmente dispuestos a ponerlo detrás de sus
espaldas y tomar el asunto en sus manos.
JiMin no lo entiende.
Ni que estuviese tratando con un criminal.
—No me gruñas por favor, todavía estoy de buen humor y créeme, no
quieres que eso cambie.
Sin embargo, el Alfa frente a él no es YoonGi ni cualquiera de las otras
pobres almas que ya conocen lo muy mal que se puede poner el asunto si lo
hacen enfadar.
¡No es justo! JiMin esta luchando por cambiar y aunque la sed de sangre es
poderosa, él está tratando.
—¿Quieres una bala en tu cabeza? ¿Quieres quieres? —Pregunta, aún con
las mejillas sonrojadas y el gruñido del grandulon frente a él.
—A mi no me hables así, estúpido Omega.
—Uhhhhhh.. —El coro a su espalda no es para nada divertido y, mierda,
JiMin puede sentir como todo a su alrededor se detiene ante la palabra
estúpido.
No es estúpido.
Nadie lo llamó así nunca.
Una sonrisa se apodera de sus labios, mientras su pequeña mano frota su
abultado vientre, sintiendo un suave golpe por parte de su bebé.
Y hay un destello de algo, está seguro de que el Alfa grandote fue capaz de
verlo un instante antes de que una bala impactará contra su increíble pecho y
los gritos dieran inicio, junto al ruido de las armas y el caos de nuevo.
Ah mierda, YoonGi se volvería loco otro vez.
Terrible.
—¡SEÑOR, YA SE HIZO PIPÍ!
Y de un momento a otro, el caos tomó otro rumbo.
Ah, jodido cachorrin travieso.
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