Dorino Trabajo Examen Libre Legislación Educativa

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ESCUELA SUPERIOR DE BELLAS ARTES MANUEL

BELGRANO PROFESORADO DE TEATRO

PROFESORADO DE TEATRO
Profesora: Celsa
Estudiante: Gisella Belén Dorino. DNI: 32.544.197. Plan N° 659.

TRABAJO PARA RENDIR LIBRE:

LEGISLACIÓN EDUCATIVA
Y DERECHOS LABORALES
DOCENTES.
2023
CONSIGNA TRABAJO PRÁCTICO (EXAMEN LIBRES)

PREGUNTAS:

1) Explique tres derechos de los educadores que identifique en el Estatuto Docente.


2) La ley 1.420 de educación pública y gratuita. ¿Quién y en qué año fue creada? ¿Cuántas
modificaciones sufrió hasta llegar a la actual Ley Nacional de educación?
3) Cual fue el aporte de Sarmiento a la educación.

Desarrollo:

1. En el Artículo 6° (L. 14.473) del Estatuto Docente establece que son derechos de los
educadores:

- La estabilidad en el cargo, en la categoría, jerarquía y ubicación, que sólo podrán


modificarse en virtud de resolución adoptada de acuerdo con las disposiciones de este
Estatuto.

Este derecho es fundamental porque en el ámbito laboral docente hay diversas categorías en
cuanto a los cargos y poseen diversas estabilidad y continuidad en el tiempo. Es importante
que las resoluciones que establecen estos movimientos sean claras y contemplen múltiples
posibilidades de continuidad, permanencia así como desplazamiento de cargos suplentes. Si
esta información es pública y clara cada docente puede decidir que cargo le resulta más
propicio o conveniente.

- El cambio de funciones en primaria o de asignaturas en otras ramas de la enseñanza,


sin merma de la retribución en caso de disminución o pérdida de aptitudes por causas
que no son imputables. Este derecho se adquiere a los diez años de servicios docentes,
computadas las suplencias, y se extingue al alcanzar las condiciones necesarias para
obtener la jubilación.
En caso de que el/la docente padezca una disminución o perdida de aptitudes por causas que
no son de su responsabilidad es importante que pueda continuar trabajando en el sistema,
realizando otras tareas adecuadas para su nueva situación de vida y salud. Es fundamental
que perciba una retribución igual que la que tenía en el cargo o puesto que venía
desempeñando. Únicamente estoy en desacuerdo con el hecho de poder gozar de este derecho
a los diez años de servicios docentes, porque una situación de perdida, disminución de
aptitudes ocurre de manera imprevista y es indeseable, entonces considero que este derecho
debería modificarse y establecer un tiempo menor de ingreso, permanencia y continuidad en
la docencia.

- El ejercicio de su actividad en las mejores condiciones pedagógicas de local, higiene,


material didáctico y número de alumnos.

Este derecho es fundamental, considero que cuando este derecho no se cumple se pone en
riesgo la salud psicofísica del docente, esto se relaciona con el derecho mencionado
anteriormente. Incluso en la provincia de Neuquén han ocurrido accidentes y tragedias
porque las escuelas no contaban con edificios y mobiliarios en condiciones adecuadas para
su uso y funcionamiento seguro.

El Estado debe proveer cierta cantidad y diversidad de materiales didácticos que sean
empleados para la enseñanza. Hay elementos básicos que toda escuela debe tener y que no
son accesibles ni tampoco prácticos para que las familias de los estudiantes los provean.

2. Ley 1.420: piedra fundacional de la educación argentina

El 8 de julio de 1.884 se promulgó la Ley 1.420 que establece la educación primaria común,
gratuita y obligatoria. Analizaremos los antecedentes y el contexto histórico que llevaron a
su promulgación, su importancia en el reposicionamiento de la mujer y la aplicación de los
principios fundamentales en la educación actual. La Ley 1.420 fue promulgada durante la
presidencia de Julio Argentino Roca y es considerada la base primordial del sistema
educativo nacional. El eje fundamental se centró en la gratuidad, obligatoriedad y laicicidad
escolar con el objetivo de que la escuela fuera un medio al alcance de los niños y niñas de
diferentes orígenes y clases sociales.
Es considerada la ley educativa más importante porque estableció la idea de la educación
como un derecho. Todos los niños y niñas de esta país, nativos, inmigrantes, rurales o
urbanos, pobres o ricos, podían concurrir a la misma escuela, en igualdad de condiciones,
aprender lo mismo, para formarse como ciudadanos y poder ejercer sus derechos. La Ley
1.420 es un típico elemento de la década de 1880, un momento de fuerte modernización de
la sociedad argentina. En esta época, Argentina intenta insertarse en el mercado mundial y
lleva a cabo cambios económicos, políticos, culturales y educativos, dirigidos por una
oligarquía terrateniente que se está beneficiando mucho con esta situación y que propone
modernizar al país. En el siglo XIX la sociedad argentina termina de pasar del modelo
colonial a un proyecto denominado independentista. La idea de formar un nuevo sujeto
político, constituir el propio ciudadano diferenciado del ciudadano europeo, y borrar la
cultura de los pueblos originarios, es un impulso para esta ley educativa.

La Ley 1.420 sólo actuaba en las escuelas que dependían de la Nación, las escuelas que no
eran provinciales. En 1905, la Ley Láinez hizo que ampliara su rango de acción en muchas
otras partes, pero la1.420 nunca tuvo vigencia en todo el país. Su derogación se produjo, por
la dictadura cívico militar, cuando en 1.978 transfirió las escuelas de la dependencia nacional
a las jurisdicciones dónde estaban y terminó de completarse, en 1992, cuando el menemismo
sancionó la Ley federal de Educación.

La educación común para todos los niños y niñas posee interesantísimos avances en
cuestiones de igualdad de género, sobre todo para la época. El papel de la mujer estaba
relegado al espacio privado, la vida íntima de la familia, el cuidado los hijos/as, la atención
al esposo, la casa. Las mujeres de la elite social tenían acceso a educación y cultura, la que
se impartía domésticamente con tutores, ya que protocolarmente tenían que ser excelentes
acompañantes de los hombres; las que no, debían saber cocinar, bordar, criar a sus
descendencia, atender al hombre, ser silenciosas y recatadas.

La Ley 1.420 fue un factor importante en el reposicionamiento de la mujer en el espacio


público, hasta su promulgación, sólo accedían al conocimiento los varones de clases
acomodadas, a cargo de la institución eclesiástica. Con la ley, se amplían las posibilidades
de acceso a la educación, principalmente en la necesidad de formar las maestras argentinas
que serían quienes ocupen el nuevo rol social.
De allí en adelante, se abre un abanico de posibilidades para la mujer: estudiar, formarse,
obtener un trabajo remunerado y reconocido socialmente, con la consecuente incidencia
profesional en el espacio público que antes le era negado, y con su salario propio. No sólo
el acceso a esta movilidad social, sino también a su independencia del hombre, la decisión
de casarse, tener hijos, no siempre propia sino impuesta, ahora está acompañada de la
decisión de trabajar afuera de su casa, y no depender económicamente el varón que la tuviera
a cargo.

Breve reseña de leyes educativas en Argentina

Desde 1868 hasta la actualidad, en nuestro país, se sancionaron 321 leyes educativas en el
país, según relevamiento del Observatorio Hacer Educación.

A partir de 1868 la gestión presidencial de Sarmiento puso énfasis en el desarrollo educativo


del país, para cumplir este objetivo se requerían leyes que garantizaran el funcionamiento
educativo del país. En 1871 Sarmiento promulgó la Ley 463 de subvenciones que permitía
al Estado Nacional girar fondos a las escuelas provinciales con emergencias económicas.

Durante el gobierno de Roca se dio un fuerte impulso de la educación, en 1884 se sancionó


la Ley 1.420, que tenía vigencia en los territorios dependientes del Estado nacional (la capital,
el Chaco y la Patagonia). Como mencionamos anteriormente, esta ley establecía la educación
gratuita y gradual para todos.

En 1905 se promulgó la ley Láinez, Ley 4.874, promueve la creación de escuelas en las
provincias más necesitadas, desde en Congreso Nacional se brindaban las herramientas
necesarias para universalizar el derecho a la educación. Esta ley fue derogada en 1970 por
la dictadura militar de Onganía, en 1978, bajo el gobierno del dictador Jorge Rafael Videla
las escuelas fueron transferidas a las provincias en las cuales se encontraban. Durante los
gobiernos dictatoriales el Estado impone contenidos educativos conservadores, impone
disciplina y lleva la represión, persecución, adentro de las escuelas. Durante las dictaduras
retrocede mucho la educación.
Ley del Congreso Pedagógico Nacional (1984)

La Ley 23.114, que convocó al Congreso Pedagógico Nacional, es probablemente la norma


educativa más importante del gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989). El objetivo del
Congreso era crear un estado de opinión en torno de la importancia y trascendencia de la
educación en la vida de la República; recoger y valorar las opiniones de las personas y
sectores interesados en el ordenamiento educativo y su desenvolvimiento; y plantear, estudiar
y dilucidar los diversos problemas, dificultades, limitaciones y defectos que enfrenta la
educación”.

Ley Federal de Educación (1993)

La Ley 24.195, aprobada durante el primer gobierno de Carlos Menem, fue tal vez la ley
educativa más cuestionada, hubo jurisdicciones que no adhirieron a ella, y una parte de sus
reformas fue revertida por la Ley de Educación Nacional de 2006. Su impronta principal
apuntó a la descentralización del sistema educativo. Como antecedente relevante, la Ley
24.049 de 1991 había transferido las escuelas secundarias de la órbita nacional a las
provincias, completando el proceso de transferencia de servicios iniciado por la última
dictadura militar.

La Ley Federal de Educación reestructuró la escuela secundaria con la creación del


polimodal, a la vez que amplió la escolaridad obligatoria (de 7 a 10 años, al incorporar la sala
de 5 y una escuela “primaria” –la Educación General Básica (E.G.B)– de 9 años). La Ley
Federal también impulsó un proceso de renovación curricular, con la elaboración de los
Contenidos Básicos Comunes (C.B.C) y la descentralización de los diseños curriculares.

Como consecuencia de su sanción, se definieron los contenidos básicos a enseñar en todos


los ciclos y niveles del sistema para todo el país: eso no existía anteriormente. También se
actualizó toda la línea editorial de textos escolares, que tenía un atraso de no menos de 50
años. Otra novedad importante fue la creación del Sistema de Información y Evaluación,
junto con el comienzo de las evaluaciones estandarizadas nacionales: el primer Operativo
Nacional de Evaluación se tomó en 1993. Pocos años después, en 1997, Argentina
participaría del Primer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (PERCE) de Unesco y,
en el año 2000, de las primeras pruebas PISA.
Las transformaciones legislativas de los ´90 allanaron el terreno para la implementación del
modelo educativo neoliberal, se impuso la lógica del mercado en el campo educativo.

Constitución Nacional (1994)

En primer lugar, no podía faltar la “ley suprema”, cuyo artículo 14 establece el derecho a
enseñar y aprender. La reforma de 1994 incluyó, entre otras cuestiones, el inciso 19 del
artículo 75, que reconoce la “responsabilidad indelegable” del Estado por la educación, así
como la participación de la familia y la sociedad. También establece que el Congreso deberá
sancionar leyes que “garanticen los principios de gratuidad y equidad de la educación pública
estatal” y “la autonomía y autarquía de las universidades nacionales”. El artículo 42 alude a
la “educación para el consumo”, entendida de manera similar a lo que hoy se denomina
“educación financiera”. Mientras que el artículo 41 menciona la educación ambiental, que
fue objeto de una ley específica recién en 2021 (la Ley 27.621 de Educación Ambiental
Integral).

Ley de Educación Superior (1995)

La Ley 24.521, aprobada durante el gobierno de Carlos Menem, reformó el sistema de


educación superior, incluyendo a las universidades públicas y privadas. Creó la Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), organismo encargado de
evaluar y acreditar las instituciones y carreras. Fue modificada por la Ley Nº 27.204 de 2015,
que estableció que las carreras de grado en las instituciones de educación superior estatales
deben ser gratuitas, prohibió el arancelamiento y definió el ingreso “libre e irrestricto” a la
educación superior. Esta ley fue ordenadora del sistema y reafirmó la educación y el
conocimiento como un bien público y un derecho humano, garantizando la igualdad de
oportunidades y condiciones en el acceso, permanencia, graduación y egreso.

Las leyes: 24.195 (Ley Federal de Educación) y 24.521 (Ley de Educación Superior)
moldearon un nuevo régimen educativo en Argentina, la educación dejó de ser un derecho
que el Estado debía garantizar, para ser entendido como un servicio de consumo. El modelo
neoliberal desmembró la estructura de la educación nacional, el histórico sistema unificado
dio paso a un régimen de 24 administraciones sin criterio común, lo que significó un aumento
de la desigualdad educativa. El Estado nacional no se hizo responsable por el rendimiento
educativo y se puso el peso sobre las instituciones, los docentes y estudiantes. En ese contexto
y con el derrumbe social y económico se requerían cambios. A partir del 2003 se discutió la
necesidad de un nuevo marco legal, que el estado volviera a ocupar el lugar de generador y
regulador de políticas educativas que permitan mejoras en la situación actual.

Ley de 180 días de clase (2003)

Sancionada pocos meses después de la asunción de Néstor Kirchner, la Ley 25.864 estableció
un calendario escolar mínimo de 180 días de clase en todo el territorio nacional. Además, en
un contexto atravesado por los ecos de la crisis de 2001-2002, facultó al Estado nacional a
intervenir y financiar a los Estados provinciales si estos no podían pagar los salarios.
Distintos informes han mostrado que, aunque rige hace 20 años, esta ley no pudo cumplirse
en buena parte de las jurisdicciones: el calendario escolar de 180 días efectivos de clase sigue
siendo una cuenta pendiente para muchos estudiantes.

Ley de Educación Técnico Profesional (2005)

La Ley 26.058, aprobada en septiembre de 2005, regula la educación técnico-profesional e


implicó un fortalecimiento de las escuelas técnicas, tras el impacto que había implicado en
algunas provincias la Ley de Federal de Educación. En 1995 se había creado el Instituto
Nacional de Educación Tecnológica (INET), continuador del Consejo Nacional de
Educación Técnica (CONET), responsable coordinar las políticas públicas vinculadas con la
Educación Técnico Profesional (ETP) en los niveles secundario y superior. Está ley
representó un aporte en cuanto a la inserción de los estudiantes en los espacios productivos,
al articular el derecho a aprender con el desarrollo económico y social general.

Ley de Financiamiento Educativo (2005)

La Ley 26.075, luego recogida en la Ley de Educación Nacional, estableció que el


presupuesto consolidado del Gobierno nacional, las provincias y la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires destinado a la educación debía incrementarse hasta alcanzar el 6% del PBI en
el año 2010. En 2005, cuando se aprobó la norma, la inversión en educación era del 3,9% del
PBI. Desde entonces, la meta del 6% solo se alcanzó una vez, en el año 2015. En los años
posteriores la inversión se redujo: según un informe del Observatorio de Argentinos por la
Educación, el incumplimiento sistemático de esta ley implicó que 15 años se acumulara una
deuda de $3,4 billones con la educación. La Ley de Financiamiento Educativo es central,
porque la inversión prioritaria en educación es condición indispensable, aunque no suficiente,
para una mejora constante de la educación.

Ley de Educación Nacional (2006)

Sancionada en diciembre de 2006, la Ley N° 26.206 le dio al sistema educativo su forma


actual, plantea la educación como un bien público y la considera una política de Estado.
Restableció la estructura de primaria y secundaria y definió, entre otras cuestiones, la
obligatoriedad de la escuela secundaria, ampliando a 13 años la escolaridad obligatoria (hasta
ese momento eran 10). Incorpora la meta de inversión del 6% del PBI, establecida
previamente en la Ley de Financiamiento Educativo.

El artículo 85 de la Ley de Educación Nacional permitió que se unificaran los contenidos,


que estaban muy disgregados en todo el país. En esos años se construyeron de forma
participativa los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP), porque cada provincia enseñaba
de acuerdo a su tradición, criterio, etc., no había una base común para todo el país.

Ley de Educación Sexual Integral (2006)

En septiembre de 2006, la Ley 26.150 creó el Programa Nacional de Educación Sexual


Integral (ESI), que estableció que niños y niñas tienen derecho a recibir educación sexual
integral en las escuelas estatales y privadas de todos los niveles (inicial, primario y
secundario). A pesar de los cuestionamientos desde algunos sectores y de las dificultades en
su implementación en todo el país, es una norma que sigue gozando de consenso.

Según un relevamiento de Unesco a 155 países, el 85% afirma tener políticas relacionadas
con la educación sexual. Otro estudio de FLACSO y el Fondo de Población de las Naciones
Unidas (UNFPA) enfocado en 19 países de América Latina encontró que todos tienen un
marco normativo para la ESI, pero Argentina es el único país de la región que tiene una ley
específica sobre la temática.

Ley de obligatoriedad de la sala de 4 (2014)

En los últimos años se destaca la aprobación de la Ley Nº 27.045, en diciembre de 2014, que
estableció la obligatoriedad del nivel inicial desde sala de 4 años (la sala de 5 era obligatoria
desde 1993). La norma de 2014 establece también que las provincias deben garantizar
la universalización de la sala de 3, es decir, que haya acceso para toda la población que lo
demande. Sin embargo, a 10 años de su aprobación, solo 4 de cada 10 chicos de 3 años asisten
al jardín.

Desde la sanción de la constitución en 1853, la educación argentina estuvo regida por


distintos soportes legales, debemos reconocer que ninguna norma por si misma trae la
solución a los estudiantes. Las leyes, normas, deben estar al servicio de afianzar el desarrollo
del país, son herramientas que tenemos como sociedad para que todos los argentinos

3. Sarmiento y la educación

Sarmiento fue uno de los principales referentes en el período de organización nacional y el


hacedor indiscutido de la organización del sistema educativo argentino. Su principal
preocupación estuvo en “civilizar” y encontró en la escuela moderna el dispositivo indicado
para lograr ese objetivo y eliminar la “barbarie”, que él entendía como el principal factor de
atraso y obstáculo para el progreso que la nación se merecía. La educación debía ser laica,
obligatoria y gratuita, los maestros debían ser apropiadamente formados. En sus referencias,
cambió el horizonte europeo por el norteamericano e importó la estructura escolar normalista
para organizar el sistema educativo nacional.
Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) perteneció a lo que se conoció en la Argentina
como la generación del ´37, organizó sus ideas pedagógicas en lo que llamó “Educación
Popular”. De manera ritualizada, asociamos lo popular con las mayorías menos favorecidas.
Sin embargo, en Sarmiento la dimensión de su apertura cultural tiene límites precisos. En su
libro titulado “Facundo, civilización y barbarie” sentó las bases de nuestra organización
social como nación, marca un límite sobre la composición social en la Argentina.
Los mayores problemas que tenemos para organizar el Estado, dice Sarmiento, son su
extensión territorial -las dificultades que conlleva su control- y su población. Los indios, los
gauchos, entre otros, formaban parte de la masa ineducable y representaba un desperdicio
poner a su disposición los dispositivos de la educación moderna. Conocer esta parte de su
razonamiento nos ayuda a armar un mapa más completo de su complejo pensamiento. Se
preguntaba Sarmiento “¿Qué porvenir aguarda a Méjico, a Perú, Bolivia y otros Estados
sudamericanos que tienen aún vivas en sus entrañas como no digerido alimento, las razas
salvajes o bárbaras indígenas que absorbió la colonización?”. Con la “barbarie”, sólo era
posible el exterminio; no había otra opción para Sarmiento.
Para abordar el pensamiento sarmientino, se tiene que hablar de la implementación del
“normalismo” como modelo para organizar la educación. El normalismo argentino fue la
forma en la que se organizó, a fines del siglo XIX, la formación de las/los maestras/os a partir
de la creación de la Escuela Normal de Paraná en 1870 y, desde allí, la educación básica y
común. Hasta entonces, personal con escasa formación, como capataces de estancia,
dependientes de pulpería, procuradores o extranjeros sin profesión, se ocupaba de la
enseñanza elemental. Era necesario, desde el modelo sarmientino, luchar contra el “maestro
espontáneo”, contra los curas, contra los educadores influidos por ideas anarquistas, contra
los maestros extranjeros.
En la argentina de aquella época había que imponer una lengua, una forma de relación con
la religión, con el Estado y con el aparato productivo. Así, la escuela se convierte en un
valioso dispositivo para el proyecto modernizador y los docentes ocupan el lugar de agentes
del Estado, encargados de implementar la política educativa con los niños que formaban.
Civilización y barbarie son los dos componentes de la estructura social argentina, según
Sarmiento. Sostiene Pablo Pineau: "el primer término articula lo europeo y el desprecio por
lo americano, pero también se refiere a la democracia, la alfabetización, el antidogmatismo
y el minifundio. La barbarie condensa lo americano y lo autóctono, así como el
analfabetismo, el dogmatismo, el autoritarismo y el latifundio." (Pineau, 1997, p.27).
El proyecto sarmientino, expresado en el normalismo, tuvo sus herederos, dejó un mandato
que sus referentes trataron de expresar en política, prácticas y experiencias. Pero no todos lo
entendieron de la misma manera. Algunos grupos sostuvieron la educación laica y estatal
como una forma de controlar la irrupción de inmigrantes y la posibilidad de surgimiento de
discursos pedagógicos provenientes del naciente bloque popular que asimilaron a la
“barbarie”.
El aparato escolarizado debía formar al ciudadano, siguiendo la concepción sarmientina de
sujeto pedagógico. El vínculo pedagógico tendría la forma de la instrucción pública. Para los
normalizadores el educador era portador de una cultura que debía imponer al sujeto negado,
socialmente inepto e ideológicamente peligroso. Eran esencialmente positivistas, y
claramente fue la tendencia que hegemonizó la organización educativa a fines del siglo XIX
y principios del siglo XX en la Argentina y también en los otros países de Latinoamérica.

Bibliografía, material audiovisual consultado para realizar el trabajo:

https://www.neuquen.edu.ar/wp-content/uploads/2022/07/Estatuto_Docente.pdf

https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/derechoshumanos_publicaciones_coleccion
debolsillo_01_constitucion_nacion_argentina.pdf

https://time.graphics/es/period/1773706

https://prezi.com/orfzcamlq8qa/linea-del-tiempo-ley-educacion-argentina/

https://revistas.uncu.edu.ar/ojs3/index.php/saberesypracticas/article/view/6214/5492

https://www.youtube.com/watch?v=mWMOQw249DA

https://www.youtube.com/watch?v=xXsSBuDxo1g

https://www.youtube.com/watch?v=W9lP4cuVsUQ

https://www.youtube.com/watch?v=7Pvk8K7Y6FY

https://www.cultura.gob.ar/ley-1420-el-gran-avance-en-los-derechos-educativos-de-los-
ninos-y-nina-10724/

https://www.infobae.com/educacion/2023/07/30/40-anos-de-democracia-las-10-leyes-que-
transformaron-la-educacion-argentina/

https://www.youtube.com/watch?v=_Kz8M6WKkcY

https://www.youtube.com/watch?v=_Kz8M6WKkcY

https://www.youtube.com/watch?v=kNJZ3Imqxi8

https://www.infobae.com/educacion/2023/07/30/40-anos-de-democracia-las-10-leyes-que-
transformaron-la-educacion-argentina/

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