FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA PROFESIONAL DE ENFERMERÍA

MONOGRAFÍA
TÍTULO
SENTIDOS ESPECIALES: GUSTO, VISTA Y OLFATO
Autor (es):
Fernández monteza mariana Yajaira
(https://orcid.org/0000-0002-6304-0945)
Vásquez Montenegro Vanesa
( https://orcid: 0009-0003-8632-2317 )
Zuñiga Bergara Michelle Noemi
(https://orcid.org/0000-0002-0012-6645)
Manay Torres Lucila Nohemi
(https://orcid.org/0009-0001-7405-0823)
Sánchez Díaz Luz Clarita
(https://orcid.org/0000-0002-4972-2683)
Docente:
Mgtr. Acosta Agurto Claudia Emilia
(https://orcid.org/0000-0001-6545-0799)
Línea de Investigación:
Ciencias de la vida y la salud humana
Pimentel – Perú
2023
ÍNDICE:
I. INTRODUCCIÓN...................................................................................................3
II. CUERPO:............................................................................................................... 4
1. CAPÍTULO 1: ANATOMÍA DEL GUSTO........................................................4
1.1. ANATOMÍA DE LA LENGUA :.................................................................4
1.2. PAPILAS GUSTATIVAS............................................................................5
1.3. SABORES...................................................................................................6
1.4. VÍAS DEL GUSTO EN EL CEREBRO....................................................7
1.5. FISIOLOGÍA DEL GUSTO........................................................................8
1.7. TRASTORNOS DEL SENTIDO DEL GUSTO........................................9
2. CAPÍTULO 2: ANATOMÍA DE LA VISTA....................................................12
2.1. ESTRUCTURAS EXTERNAS DEL OJO..............................................13
2.2. ESTRUCTURAS INTERNAS DEL OJO................................................15
2.3. PROCESAMIENTO VISUAL EN EL CEREBRO.................................16
2.4. FISIOLOGÍA DEL SENTIDO DE LA VISTA..........................................17
2.5. MUSCULOS DEL OJO :..........................................................................18
2.6. PROTECCIÓN OCULAR.........................................................................19
2.7. TRASTORNOS VISUALES COMÚN.....................................................21
2.8. PERCEPCIÓN DE PROFUNDIDAD Y COLOR...................................22
3. CAPÍTULO 3: ANATOMÍA DEL OLFATO....................................................24
3.1. EPITELIO DEL OLFATO :.......................................................................26
3.2. RECEPTORES DEL OLFATO................................................................27
3.3. FISIOLOGÍA DEL SENTIDO DEL OLFATO.........................................28
3.4. IMPORTANCIA DEL OLFATO................................................................30
3.5. TRANSTORNOS DEL OLFATO.............................................................31
III. CONCLUSIONES:...........................................................................................33
IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:...........................................................35

I. INTRODUCCIÓN
Los sentidos especiales son aquellos que nos posibilita percibir el
mundo que nos rodea de manera directa y precisa, son un conjunto
de facultades sensoriales cruciales para nuestra existencia. Estos
sentidos, que incluyen el gusto, la vista y el olfato, actúan como
ventanas hacia el mundo exterior, permitiéndonos relacionarnos con
nuestro entorno y llevar a cabo las responsabilidades primordiales de
la vida cotidiana de manera eficiente.

La importancia de los sentidos especiales radica en su capacidad

para enriquecer nuestra experiencia y facilitar tareas esenciales. El
gusto nos brinda un componente esencial de la alimentación, agrega
placer y satisfacción a nuestra vida diaria, al tiempo que nos ayuda a
seleccionar alimentos adecuados. La vista nos brinda la habilidad de
navegar por nuestro entorno, apreciar la belleza de la naturaleza y
detectar peligros potenciales, permitiéndonos adaptarnos y tomar
decisiones informadas. El olfato, por su parte, nos sumerge en un
mundo de olores, identificando tanto fragancias agradables como
alertándonos sobre posibles amenazas.

Estos sentidos especiales no solo enriquecen nuestra vida cotidiana,

sino que también son cruciales para mantener la homeostasis y
facilitar nuestra supervivencia. Su objetivo se basa en comprender su
anatomía y fisiología esencial para apreciar su papel en la
adaptación de nuestro organismo al entorno, garantizando un
funcionamiento óptimo y, en última instancia, contribuyendo a
nuestra calidad de vida.

A lo largo de esta monografía, explicaremos en detalle cada uno de

estos sentidos especiales, analizando cómo funcionan, su relevancia
en el acontecer diario y su impacto en el bienestar y la supervivencia
humanos. Esto será posible a nuestra estructura monográfica:
II. CUERPO:

1. CAPÍTULO 1: ANATOMÍA DEL GUSTO

El sentido del gusto, o gustación, es uno de los principales sentidos
más importantes para el ser humano, debido a su gran cumplimento
en el rol crucial de nuestra elección de alimentos, del mismo modo
que en la percepción de la calidad de lo que comemos. La anatomía
detrás de este sentido es sorprendentemente compleja y sofisticada.

La anatomía del gusto involucra papilas gustativas en el paladar, la

garganta y la lengua, que incluyen células censoras del gusto que
contienen receptores especiales de los sabores que son (salado,
ácido, dulce, amargo y umami).

Las células sensoriales emiten señales directas al órgano

denominado cerebro por medio del nervio gustativo, accediendo a
experimentar y diferenciar los sabores. La percepción del sabor se
forma a partir de la combinación de estas señales, viéndose
influenciada por otros sentidos y la textura de los alimentos.

1.1. ANATOMÍA DE LA LENGUA :

La lengua es un órgano muscular ubicado en la cavidad oral y
desempeña un papel crucial en diversas funciones, como la
masticación, la deglución, el habla y el sentido del gusto.
RAÍZ DE LA LENGUA: Es la parte posterior de la lengua que
se conecta con la garganta y la base de la boca.
CUERPO DE LA LENGUA: Esta es la parte principal y móvil
de la lengua, compuesta principalmente por músculos.
ÁPEX (PUNTA): Es la parte frontal y más aguda de la lengua.
DORSUM (DORSO): Es la parte superior o superior de la
lengua.
FRENILLO LINGUAL: Es una banda de tejido que conecta la
lengua con la parte inferior de la boca. El frenillo lingual puede
variar en tamaño y forma.
1.2. PAPILAS GUSTATIVAS
Las papilas gustativas tienen una contextura microscópica
especializadas en la exploración de los sabores. Se
encuentran en varios lugares de la boca, incluyendo:

PAPILAS FUNGIFORMES: Estas pequeñas protuberancias

se encuentran en el lugar delantero de la lengua. Son las más
numerosas e impresionables a sabores suaves y agridulces.

PAPILAS CIRCUNVALADAS: Se ubican en el lugar posterior

de la lengua, estas papilas son menos numerosas, pero son
altamente sensibles a sabores amargos.
PAPILAS FILIFORMES: Aunque no están relacionadas
directamente con la detección del sabor, estas papilas son
responsables de la detección de la temperatura y textura de
los alimentos.

PAPILAS CALICIFORMES: Las papilas caliciformes, se

ubican en el lugar posterior de la lengua, se especializan en
detectar sabores amargos, sirviendo como una señal de
advertencia para posibles sustancias tóxicas en los alimentos.

Dentro de cada papila gustativa, se encuentran células

sensoriales especializadas denominadas "células gustativas".
 Estas estructuras celulares poseen en su superficie, una serie
de receptores, los cuales se interrelacionan con sustancias
químicas diluidas en la saliva, transmitiendo señales eléctricas
al cerebro cuando se activan.

1.3. SABORES
Los sabores son las sensaciones gustativas que
experimentamos al comer alimentos y bebidas. Los sabores
básicos son cinco:
DULCE: Esta sensación es típicamente agradable y se asocia
con la presencia de azúcares y carbohidratos. Los receptores
de dulzura en la lengua detectan compuestos como la
sacarosa y la glucosa.

SALADO: La percepción de salinidad proviene de la presencia

de iones de sodio. El sabor salado es fundamental para
conservar el equilibrio electrolítico del propio cuerpo.

ÁCIDO: Los sabores ácidos provienen de compuestos como el

ácido cítrico en frutas como los limones, las naranjas. A
menudo, se describe como refrescante y agrio.

AMARGO: Los sabores amargos son detectados por

receptores específicos en la lengua y se asocian comúnmente
con sustancias potencialmente tóxicas. Ejemplos de alimentos
amargos incluyen el café y algunas verduras de hojas verdes.

UMAMI: Este sabor se asocia con la sensación de "sabroso" o

"delicioso". Se encuentra en alimentos ricos en glutamato
monosódico, como el queso parmesano y la carne asada.

1.4. VÍAS DEL GUSTO EN EL CEREBRO

 Una vez que las células gustativas hallan un sabor, envían
señales mediante nervios gustativos específicos. Los nervios
más importantes involucrados en la transmisión del gusto son:

NERVIO FACIAL (VII): Transporta señales desde la parte

anterior de la lengua.

NERVIO GLOSOFARÍNGEO (IX): Transporta señales desde

la lengua, concretamente desde la parte posterior como de la
garganta.
Estos nervios llevan la información al tronco cerebral y, desde
allí, se conducen a lugares específicos del cerebro, como el
núcleo del tracto solitario y la corteza gustativa. En estas
áreas, se procesa la información para determinar el sabor
percibido. Por ejemplo, la corteza gustativa es responsable de
identificar sabores complejos e interpretar la intensidad de los
sabores.
1.5. FISIOLOGÍA DEL GUSTO
El Se le conoce como gustación al sentido del gusto, es
fundamental para nuestra percepción de los sabores. La
degustación que es realizada por medio de las denominadas
como “papilas gustativas" presentes tanto en la lengua como
en otras partes de la boca.

El mecanismo normal del gusto comienza en las partículas

químicas de los alimentos se interrelacionan con las
denominadas “Papilas Gustativas” linguales. Estás papilas
comprenden a unas células gustativas especializadas que
descubren diversos sabores, salado, ácido, dulce, amargo y
umami. A través de una serie de señales eléctricas y químicas,
la información sobre el sabor se manda al cerebro, estructura
orgánica que se aboca a interpretar y se experimenta como el
sabor que conocemos.
1.6. CAMBIOS EN LA PERCEPCIÓN DEL GUSTO CON LA
EDAD La percepción del gusto podría sufrir cambios durante
el transcurso de la vida de una persona. Algunos de los
factores que pueden influir en estos cambios incluyen:

ENVEJECIMIENTO: Con la edad, las papilas gustativas

pueden volverse menos sensibles, lo que a menudo se
traduce en una disminución de la percepción de los sabores.
Esto puede llevar a una mayor preferencia por alimentos
salados o dulces.

LESIONES EN LOS NERVIOS GUSTATIVOS: Lesiones o

trastornos que afecten a los nervios gustativos pueden alterar
significativamente la percepción del gusto.

CONDICIONES MÉDICAS: Algunas condiciones médicas,

como la diabetes, pueden influir en la percepción del sabor.

HÁBITOS ALIMENTICIOS: La exposición repetida a ciertos

sabores y la dieta pueden influir en las preferencias gustativas
a lo largo del tiempo.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

Links:https://es.scribd.com/document/651835354/Tortora-
Derrickson-Principios-de-Anatomia-y-Fisiologia-15a-Edicion
1.7. TRASTORNOS DEL SENTIDO DEL GUSTO
Esta clase de afecciones podrían causar un efecto negativo en
la capacidad individual para percibir sabores correctamente.
Aquí se presentan tres trastornos comunes del gusto:

AGEUSIA: Se trata de la pérdida completa o la ausencia total

del sentido del gusto. Podría ser causada por daños en las
papilas gustativas, problemas neurológicos, infecciones,
lesiones en la boca o condiciones médicas subyacentes. A
menudo, las personas con ageusia encuentran que los
alimentos no tienen sabor o tienen un sabor muy atenuado.

DISGEUSIA: conceptualizada como ha alterado de percepción

del sentido del gusto, este curso con sabores desagradables o
distorsionados. Podría ser causada por infecciones,
medicamentos, radioterapia, quimioterapia, enfermedades
dentales o neurológicas, entre otras causas. Las personas con
disgeusia pueden experimentar sabores amargos, metálicos o
extraños incluso cuando consumen alimentos normales.

HIPOGEUSIA: La hipogeusia es una disminución en la

sensibilidad del gusto, lo que significa que las personas
pueden tener dificultades para detectar sabores sutiles. Puede
ser causada por infecciones, deficiencias nutricionales, daño
en las papilas gustativas o condiciones médicas subyacentes.
Las personas con hipogeusia pueden necesitar sabores más
intensos o condimentos adicionales para disfrutar de la
comida.

Los trastornos del gusto pueden tener diversas bases

fisiopatológicas según la causa subyacente. Esto puede incluir
daños en las papilas gustativas, disfunción neurológica,
inflamación, infecciones o efectos secundarios de
medicamentos. El tratamiento de estos trastornos depende de
la causa subyacente y puede incluir la gestión de condiciones
médicas, ajustes en la dieta o terapias específicas según el
caso. Los trastornos del gusto pueden tener diversas bases
fisiopatológicas:

DAÑO EN LAS PAPILAS GUSTATIVAS: Las papilas

gustativas pueden dañarse debido a lesiones, infecciones,
inflamación o exposición a sustancias químicas irritantes. Esto
puede reducir la capacidad de las papilas para detectar
sabores correctamente.

DISFUNCIÓN NEUROLÓGICA: Los problemas neurológicos,

como lesiones en los nervios craneales responsables del
gusto o condiciones neurológicas como la neuropatía, pueden
afectar la transmisión de señales gustativas al cerebro.

INFLAMACIÓN: La inflamación de la lengua o la boca,

conocida como glossitis, puede alterar la percepción del gusto.
Esta condición puede ser causada por infecciones,
deficiencias nutricionales o alergias.

INFECCIONES: Las infecciones en la boca y la garganta,

como la candidiasis oral, pueden causar alteraciones en el
gusto. Los hongos y las bacterias pueden interferir con las
papilas gustativas y distorsionar los sabores.

EFECTOS SECUNDARIOS DE MEDICAMENTOS: Algunos

medicamentos pueden tener efectos secundarios que afectan
el sentido del gusto. Por ejemplo, ciertos antibióticos,
antidepresivos o medicamentos para la presión arterial pueden
causar cambios en la percepción del sabor.
 CONDICIONES MÉDICAS SUBYACENTES: Trastornos
médicos como la diabetes, el síndrome de Sjögren, la
enfermedad de Alzheimer o el síndrome de Gilbert pueden
influir en la percepción del gusto.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

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Derrickson-Principios-de-Anatomia-y-Fisiologia-15a-Edicion
2. CAPÍTULO 2: ANATOMÍA DE LA VISTA
La vista, uno de nuestros sentidos más preciados, depende de una
anatomía compleja y fascinante. El ojo humano consta de varias
partes clave: la córnea, un lente transparente que se encarga de
enfocar la luz; la pupila y el iris, que regulan la cantidad de luz que
ingresa; el cristalino, una lente flexible que ajusta el enfoque; la
retina, con conos para el color y bastones para la visión nocturna; el
nervio óptico que transmite señales visuales al cerebro; los músculos
oculares que dirigen la mirada; y las estructuras externas como los
párpados, pestañas y cejas que protegen este órgano vital.

Esta interacción de estructuras permite la percepción visual que

enriquece nuestra vida diaria.

2.1. ESTRUCTURAS EXTERNAS DEL OJO

Las estructuras externas incluyen las partes visibles a simple

vista, como la córnea, la pupila e iris, la esclerótica, la
conjuntiva, los párpados, las pestañas y cejas. Estas protegen
y cubren las estructuras internas del ojo.

CÓRNEA: La córnea, elemento anatómico esencial, se

distingue por ser una estructura ubicada en la región frontal
del globo ocular. De naturaleza transparente, cumple un rol
fundamental al actuar como la primera lente en el proceso de
enfoque de la luz incidente sobre el ojo. Esta característica
transparente de la córnea permite la transmisión de la luz y su
posterior refracción, lo que contribuye significativamente a la
formación de imágenes en la retina.

PUPILA E IRIS: La pupila, una pequeña pero influyente

abertura situada en el centro del ojo, desempeña un papel
crucial en la regulación de la cantidad de luz que penetra en el
globo ocular. Este control se lleva a cabo a través de la acción
del iris, la porción coloreada del ojo. El iris tiene la función de
ajustar el diámetro de la pupila de acuerdo a la intensidad
lumínica del entorno, ampliándola en condiciones de baja
luminosidad y reduciéndose cuando la luz es intensa. Este
proceso de regulación de la pupila y el flujo de luz contribuyen
a mantener una visión óptima en diversas condiciones
ambientales.

ESCLERÓTICA: La esclerótica, que conforma la porción

blanca del ojo, se manifiesta como una estructura robusta y
resistente que reviste y protege las delicadas estructuras
internas del globo ocular. Su función principal radica en brindar
soporte y salvaguardar la integridad del ojo, actuando como
una suerte de "caparazón" que resguarda las estructuras
oculares más frágiles.

CONJUNTIVA: La conjuntiva, una membrana de naturaleza

fina y transparente, reviste y abarca tanto la superficie de la
esclerótica como las membranas internas de los párpados. Si
bien su espesor es reducido, su papel es de suma relevancia.
La conjuntiva contribuye a mantener la humedad en la
superficie del ojo y protege contra agentes externos que
podrían causar irritación o daño. En otras palabras, actúa
como una capa de defensa para preservar la salud y el
bienestar del ojo, además de facilitar un desplazamiento sin
 fricción de los párpados sobre el globo ocular durante el
parpadeo.

PÁRPADOS: Definidos como pliegues de piel, los cuales

tienen por función el de proteger y recubrir el ojo. También
contienen glándulas que producen aceite para mantener la
humedad de la superficie del ojo.

PESTAÑAS Y CEJAS: Las pestañas y cejas ayudan a

proteger el ojo del polvo y otros objetos extraños.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

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Derrickson-Principios-de-Anatomia-y-Fisiologia-15a-Edicion

2.2. ESTRUCTURAS INTERNAS DEL OJO

Las estructuras internas del ojo se encuentran en su interior y

son esenciales para la visión. Algunos de los componentes
internos más importantes incluyen el cristalino, la retina, el
nervio óptico, humor vítreo y humor acuoso, coroides y
músculos oculares. Estas partes trabajan en conjunto para
enfocar la luz, detectar las imágenes y enviar señales visuales
al cerebro para su procesamiento.

CRISTALINO: Es una lente flexible ubicada por detrás de la

pupila. Realiza ajustes constantes para lograr enfocar objetos
cercanos y lejados, permitiéndonos ver con claridad.

RETINA: La retina es la capa interna del ojo que contiene

células fotosensibles llamadas conos y bastones. Los conos
detectan el color y la luz brillante, en tanto que los bastones
poseen como capacidad distintiva ser fotosensibles a la luz
tenue y ayudan en la visión nocturna.

NERVIO ÓPTICO: El nervio óptico es una estructura que se

origina en la retina y transporta las señales desde la visión
desde el ojo hasta el cerebro.

HUMOR VÍTREO Y HUMOR ACUOSO: Se trata de líquidos

de características transparentes que se encuentran llenando el
espacio en la zona posterior del globo ocular (humor vítreo) y
la parte anterior del ojo (humor acuoso).

COROIDES: La coroides es una capa vascular entre la retina y

la esclerótica que proporciona sangre y oxígeno a la retina.

MÚSCULOS OCULARES: Los músculos oculares van a

controlar el movimiento ocular y la dirección de la mirada. Los
músculos oculares son responsables del control del
movimiento y la dirección de la mirada.

Estos incluyen el músculo recto medial que dirige la mirada

hacia la nariz, el músculo recto lateral que la lleva hacia la
sien, el músculo recto superior que la eleva, el músculo recto
 inferior que la desciende, el músculo oblicuo superior que
contribuye a la rotación hacia abajo y la nariz, y el músculo
oblicuo inferior que ayuda a rotar hacia arriba y la nariz.
Además, el músculo elevador del párpado superior controla la
apertura del ojo.

Estos músculos trabajan en conjunto para permitir

movimientos suaves y precisos del ojo.

2.3. PROCESAMIENTO VISUAL EN EL CEREBRO

El procesamiento visual en el encéfalo se refiere a la

interpretación y análisis de las señales visuales captadas por
los ojos. Este proceso implica la identificación de formas,
colores, movimiento y profundidad, permitiéndonos percibir el
mundo que nos rodea de manera significativa.

CORTEZA VISUAL PRIMARIA: A menudo se conoce como el

área de Brodmann 17 o V1. Esta área es responsable de la
percepción visual básica y se encarga de la interpretación
inicial de las señales visuales que llegan desde la retina.

VÍAS VISUALES SECUNDARIAS: Estas vías son múltiples y

se denominan de manera específica según su función.
Algunas de las vías visuales secundarias importantes incluyen
la Vía Dorsal (también conocida como "dónde"), que se
especializa en el procesamiento del movimiento y la
localización espacial, y la Vía Ventral (también llamada "qué"),
que se enfoca en el reconocimiento de objetos y
características visuales.

CORTEZA OCCIPITOTEMPORAL: Esta área específica se

encuentra en el lóbulo occipital y el lóbulo temporal del cerebro
y cumple el rol en el reconocimiento de objetos y rostros. A
 menudo se asocia con el procesamiento de información visual
más avanzada y la percepción visual de alto nivel. Cada una
de estas vías o procesos tiene funciones específicas en el
procesamiento y la interpretación de la información visual.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

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2.4. FISIOLOGÍA DEL SENTIDO DE LA VISTA

La fisiología de la vista se centra en cómo funciona el sistema

visual y cómo el ojo y el cerebro trabajan en conjunto para
permitirnos percibir todo aquello que nos rodea.

Cualquier alteración en estos procesos puede llevar a

problemas de visión y afecciones oftalmológicas.

CAPTACIÓN DE LA LUZ: El proceso visual comienza cuando

la luz entra en el ojo a través de la córnea, la lente
transparente en la parte frontal del ojo. La córnea y el cristalino
enfocan la luz en la retina en la parte posterior del ojo.
 FORMACIÓN DE LA IMAGEN: La retina contiene células
fotosensibles llamadas fotorreceptores, que incluyen bastones
y conos. Los conos van a ser quienes ejercen visión en color y
perciben la luz brillante, mientras que los bastones son
sensibles a la luz tenue y son fundamentales para la visión
nocturna.

TRANSMISIÓN DE SEÑALES: Cuando la luz incide en los

fotorreceptores, estos convierten la información visual en
señales eléctricas. Dichas señales viajan mediante de las
capas de la retina y se consolidan en el nervio óptico.

INTERPRETACIÓN EN EL ENCEFALO: Las señales

eléctricas generadas en la retina se transmiten al cerebro a
través del nervio óptico. En el cerebro, estas señales se
interpretan y se combinan para crear una imagen visual
coherente. Además, el cerebro procesa información sobre el
color, la forma, el movimiento y la profundidad, lo que nos
permite percibir el mundo en detalle.

2.5. MUSCULOS DEL OJO :

Los músculos del ojo son responsables de los movimientos
oculares y trabajan coordinadamente para permitir que los ojos
se enfoquen en objetos cercanos o distantes, así como para
realizar movimientos de seguimiento. Aquí te presento los
principales músculos del ojo:
Músculo recto superior: Eleva el ojo.
Músculo recto inferior: Desciende el ojo.
Músculo recto medial (o recto interno): Mueve el ojo hacia
la nariz.
Músculo recto lateral (o recto externo): Mueve el ojo hacia
afuera, hacia la sien.
Músculo oblicuo superior (o mayor): Rota el ojo hacia
afuera y hacia abajo.
 Músculo oblicuo inferior (o menor): Rota el ojo hacia afuera
y hacia arriba.
Estos músculos extraoculares están inervados por los nervios
motores oculares (nervios oculomotores) y trabajan en
conjunto para permitir una visión coordinada y enfocada. El
sistema de músculos del ojo también está involucrado en el
reflejo de convergencia, que es el movimiento conjunto de
ambos ojos hacia la línea media cuando se mira un objeto
cercano.
Además de estos músculos, hay músculos accesorios
llamados músculos intrínsecos del ojo, como el músculo ciliar,
responsable de cambiar la forma del cristalino para enfocar
objetos cercanos (acomodación), y el músculo del iris, que
regula la apertura de la pupila para controlar la cantidad de luz
que entra en el ojo.

2.6. PROTECCIÓN OCULAR

La protección ocular es fundamental para mantener una vista

saludable a lo largo de la vida.

USO DE GAFAS DE SOL: Las gafas de sol son una

herramienta importante en aras de la protección ocular de los
perjuicios generados por la radiación ultravioleta (UV) del sol.
La continua y prolongada exposición a la luz UV puede
aumentar el riesgo de desarrollar cataratas y otros problemas
oculares. Por lo tanto, elegir gafas de sol de calidad que
bloqueen los rayos UV nocivos es esencial, especialmente en
entornos soleados.

HÁBITOS DE TRABAJO EN PANTALLAS: En la era digital,

muchas personas pasan largas horas frente a pantallas de
computadoras, tabletas y teléfonos móviles. Esto puede
causar fatiga visual y otros problemas, como el síndrome de la
vista cansada. Para reducir la fatiga visual, es importante
seguir algunas prácticas, como tomar descansos regulares,
ajustar el brillo de la pantalla y asegurarse de que la pantalla
esté a la altura y distancia adecuadas para evitar la tensión
ocular.

ALIMENTACIÓN SALUDABLE: La nutrición también

desempeña un papel importante en la salud ocular. Consumir
una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es
beneficioso para los ojos. Algunos alimentos como el pescado
rico en ácidos grasos que contienen omega-3, espinacas,
zanahorias y frutos secos pueden contribuir a mantener la
salud visual.

VISITAS REGULARES AL OFTALMÓLOGO: Las revisiones

oculares periódicas con un oftalmólogo son esenciales para
detectar problemas oculares en las iniciales tempranas y así
conseguir la prevención de afecciones más graves. A través
de exámenes oculares, un oftalmólogo puede evaluar la salud
ocular, corregir la visión con anteojos o lentes de contacto, y
detectar patologías, entre ellas la degeneración macular o
glaucoma.
2.7. TRASTORNOS VISUALES COMÚN

Los trastornos visuales son condiciones que afectan la

capacidad del ojo para ver con claridad.

MIOPÍA: La miopía es un trastorno visual en el que las

personas pueden ver objetos cercanos con luminosidad, pero
su visión de objetos lejanos se vuelve borrosa. Esto ocurre
debido a una curvatura excesiva de la córnea o un ojo que es
demasiado largo. La miopía se puede corregir con gafas,
lentes de contacto o cirugía refractiva.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

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HIPERMETROPÍA: La hipermetropía, por otro lado, provoca

una visión clara de objetos lejanos, pero la visión de cerca es
deficiente. Esto se debe a un ojo más corto o una curvatura
insuficiente de la córnea. Al igual que la miopía, la
hipermetropía se puede modificar con lentes de contacto,
gafas o cirugía.

ASTIGMATISMO: El astigmatismo es un trastorno que causa

una visión distorsionada debido a una curvatura irregular de la
córnea. Esto puede hacer que tanto objetos cercanos como
lejanos se vean distorsionados o borrosos. El astigmatismo
también se corrige con gafas, lentes de contacto o cirugía.

Existen varias enfermedades oculares y alteraciones en la

visión que pueden alterar la facultad de una persona para ver
 con claridad y comodidad. Algunas de estas condiciones
incluyen:

DEGENERACIÓN MACULAR: La degeneración macular es

una enfermedad relacionada con la edad que afecta la mácula,
una parte de la (retina), que es crucial para una visión central
nítida. Puede comenzar una pérdida progresiva de la visión
central.

CATARATAS: Las cataratas son opacidades en el cristalino

del ojo que pueden nublar la visión. Esto puede llevar a una
visión borrosa y deslumbramiento.

GLAUCOMA: Patología que daña el nervio óptico, proceso

que indica por el incremento de la presión intraocular. Puede
causar una pérdida gradual de la visión periférica y, si no se
trata, puede llevar a la ceguera.

2.8. PERCEPCIÓN DE PROFUNDIDAD Y COLOR

PERCEPCIÓN DE LA PROFUNDIDAD: La percepción de

profundidad se basa en la visión binocular, lo que significa que
nuestros dos ojos ven el mundo desde ángulos ligeramente
diferentes. Esto se conoce como disparidad retiniana.

Cuando el cerebro combina las imágenes de ambos ojos,

puede calcular la distancia y la profundidad de los objetos en
el entorno.

La fisiopatología de la percepción de profundidad puede estar

relacionada con problemas en la alineación de los ojos, como
el estrabismo. En el estrabismo, los ojos no están alineados
adecuadamente, lo que dificulta la formación de una imagen
3D coherente. Esto puede provocar visión doble y una
percepción deficiente de la profundidad.
PERCEPCIÓN DEL COLOR: Esta basada en la función de los
conos en la retina. Hay tres tipos principales de conos, cada
uno sensible a diversas longitudes de onda de luz tales como:
Conos sensible al verde, al rojo y al azul. Cuando la luz entra
en el ojo y estimula estos conos, el cerebro interpreta la
combinación de señales de los conos para percibir diferentes
colores.

Las discromatopsias, como el daltonismo, son trastornos en la

percepción del color que pueden ser hereditarios o adquiridos.
En el daltonismo, más tipos o uno de conos no actúa
correctamente, lo que resulta en la incapacidad de percibir
ciertos colores o una percepción alterada de los mismos.
La fisiopatología de estas condiciones puede ser debida a
factores genéticos, lesiones o enfermedades que afectan la
estructura del ojo o el procesamiento de la información visual
en el cerebro. Por ejemplo, el estrabismo puede ser causado
por desequilibrios en los músculos oculares, mientras que el
daltonismo a menudo se relaciona con mutaciones genéticas
que afectan la función de los conos.
El diagnóstico de estas condiciones suele implicar pruebas de
visión, exámenes oftalmológicos y, en algunos casos, pruebas
genéticas. El tratamiento varía según la afección y puede
incluir terapia visual, lentes de contacto especiales o
corrección quirúrgica en el caso del estrabismo. En el caso del
daltonismo, actualmente no existe una cura, pero existen
dispositivos de ayuda y terapias de adaptación que pueden
ayudar a las personas a lidiar con la condición.
3. CAPÍTULO 3: ANATOMÍA DEL OLFATO

El sentido del olfato es una parte esencial de nuestra experiencia

sensorial y desempeña un papel crucial en la forma en que
percibimos y percibimos el mundo que nos rodea. El olfato está
formado por lo siguiente:

MUCOSA OLFATIVA: La capa del especializado de la mucosa se

encuentra en la parte superior de cada fosa nasal. Contiene las
neuronas olfativas, que son las células sensoriales responsables de
detectar olores. Estas neuronas se renuevan constantemente y son
sensibles a una amplia variedad de sustancias químicas odoríferas.

RECEPTORES OLFATIVOS: En la superficie de las neuronas

olfativas, se encuentran los receptores olfativos. Estos receptores
son proteínas sensibles a las moléculas odoríferas presentes en el
aire. Cuando estas moléculas se unen a los receptores,
desencadenan una emisión eléctrica que se transmite al cerebro
para su procesamiento.

BULBO OLFATIVO: El bulbo olfativo, una estructura cerebral

ubicada en el sistema límbico, constituye una etapa crucial en el
procesamiento de las señales olfativas. Este órgano desencadena el
primer nivel de análisis de la información olfativa que proviene de las
neuronas olfativas, lo que da inicio a un proceso complejo de
percepción y reconocimiento de olores.

TRACTO OLFATIVO: las señales olfativas son canalizadas a través

del tracto olfativo, una red de conexiones neuronales especializadas
en la transmisión de información olfativa. Desde el bulbo olfativo,
estas señales se dirigen hacia distintas áreas del cerebro, lo que
habilita la percepción y la identificación de los olores. Este sistema
permite al individuo distinguir entre una amplia variedad de olores y
asociarlos con experiencias y recuerdos específicos, lo que subraya
la complejidad y la importancia del sentido del olfato en la
experiencia humana.

CEREBRO: Las señales olfativas llegan a áreas específicas del

cerebro que están relacionadas en el procesamiento de la
investigación olfativa. Esto incluye la identificación de olores, la
conexión de los olores con la memoria y las emociones, y la
generación de la percepción consciente de los olores.

La nariz y las estructuras asociadas son esenciales para el sentido

del olfato y nos permiten detectar y distinguir una amplia gama de
olores en nuestro entorno.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

Links:https://es.scribd.com/document/651835354/Tortora-
Derrickson-Principios-de-Anatomia-y-Fisiologia-15a-Edicion

3.1. EPITELIO DEL OLFATO :

El epitelio olfatorio es una estructura clave en el proceso del
sentido del olfato. Se encuentra en la parte superior de la
cavidad nasal y está especializado en la detección de olores.
Aquí hay una descripción general de las características del
epitelio olfatorio:
 UBICACIÓN: El epitelio olfatorio se encuentra en la parte
superior de la cavidad nasal, en la región llamada la mucosa
olfativa.
CÉLULAS OLFATIVAS: El componente principal del epitelio
olfatorio son las células olfativas. Estas células son neuronas
especializadas en la detección de olores. Contienen
receptores de olor en sus membranas, lo que les permite
responder a sustancias químicas volátiles en el aire.
CÉLULAS DE SOSTÉN: Estas células tienen la función de
proporcionar soporte estructural y nutrición a las células
olfativas. Además, están involucradas en la regeneración de
las células olfativas dañadas.
CÉLULAS BASALES: Estas células son células madre que
se encuentran en la capa basal del epitelio. Tienen la
capacidad de diferenciarse en células de sostén o en nuevas
células olfativas, lo que permite la renovación constante del
epitelio olfatorio.
GLÁNDULAS OLFATIVAS: Son glándulas secretoras de
moco que ayudan a atrapar partículas olorosas y mantienen
el epitelio olfatorio húmedo, facilitando así la disolución de los
olores y su detección por las células olfativas.
Cuando inhalamos, las sustancias químicas que transportan
los olores entran en contacto con el epitelio olfatorio. Las
células olfativas detectan estas sustancias y generan señales
eléctricas que son transmitidas al bulbo olfatorio en el
cerebro, donde se procesa y se interpreta la información
olfativa.
Es importante destacar que el epitelio olfatorio tiene la
capacidad única de regenerarse continuamente a lo largo de
la vida, lo que contribuye a la preservación de la función
olfativa.

3.2. RECEPTORES DEL OLFATO

 Los receptores del olfato, elementos esenciales en el sistema
olfativo, se erigen como proteínas altamente especializadas
localizadas en la superficie de las neuronas olfativas
residentes en la mucosa olfativa de la cavidad nasal. Las
proteínas, conocidas como receptores olfativos, desempeñan
un papel fundamental en la detección de las moléculas
odoríferas que se encuentran en el aire inhalado, lo que da
lugar a la percepción de olores en el individuo.

Un rasgo notable de estos receptores olfativos radica en su

especificidad: cada uno de ellos está diseñado para identificar
y vincularse con un conjunto particular de moléculas
odoríferas. Esta selectividad permite al sistema olfativo
humano discriminar y codificar una amplia variedad de olores
presentes en el entorno. Se estima que, en los seres
humanos, la cantidad de receptores olfativos diferentes
asciende a varios cientos, lo que amplifica nuestra notable
capacidad para percibir una diversidad de olores.

Cuando las moléculas odoríferas se acoplan a estos

receptores olfativos, se origina un proceso trascendental en el
cual se genera una señal eléctrica. Esta señal es
posteriormente transmitida al cerebro, donde sucede el
procesamiento y la percepción consciente de los olores. Este
fenómeno subraya la extraordinaria complejidad del sistema
olfativo y cómo, a través de la colaboración precisa entre
receptores, moléculas odoríferas y procesos neurológicos,
logramos interpretar y apreciar el mundo de los olores que nos
rodea.

3.3. FISIOLOGÍA DEL SENTIDO DEL OLFATO

El sentido del olfato, o el sentido del olfato, es fundamental

para nuestra percepción de los olores y desempeña un papel
crucial en nuestra vida diaria. La fisiología detrás del sentido
del olfato implica los siguientes pasos:

CAPTACIÓN DE MOLÉCULAS ODORÍFERAS: Comienza

con la inhalación de aire que contiene moléculas odoríferas.
Estas moléculas son liberadas por sustancias en el entorno,
como alimentos, flores o productos químicos, y se disuelven
en la mucosa olfativa en la parte superior de la cavidad nasal.

ESTÍMULO DE RECEPTORES OLFATIVOS: La mucosa

olfativa contiene millones de células receptoras olfativas
especializadas que contienen receptores olfativos en su
superficie. Cada receptor olfativo está diseñado para detectar
una molécula odorífera específica. Cuando una molécula
odorífera se une a su receptor correspondiente, liberan una
señal eléctrica.

TRANSDUCCIÓN DE LA SEÑAL: La unión de la molécula

odorífera al receptor olfativo activa una cascada de eventos
intracelulares que conducen a la generación de un potencial
de acción eléctrica en la célula olfativa receptora.

TRANSMISIÓN DE LA SEÑAL AL CEREBRO: El potencial de

acción generado se transmite a través del nervio olfativo hacia
el bulbo olfativo, que es una región en el cerebro dedicada al
procesamiento de señales olfativas.

PROCESAMIENTO CEREBRAL: En el bulbo olfativo, la señal

se procesa y se envía a regiones cerebrales superiores, como
la corteza olfativa y otras áreas asociadas, donde se interpreta
y se relaciona con las memorias y emociones almacenadas.

PERCEPCIÓN DEL OLOR: Finalmente, la percepción

consciente del olor se forma en el cerebro. La identificación del
olor y la respuesta emocional que evoca están relacionadas
con las experiencias y memorias personales.
 Este proceso permite a los seres humanos y a otros animales
distinguir y detectar una amplia variedad de olores en su
entorno, lo que tiene implicaciones importantes en la
alimentación, la comunicación y la seguridad.

Fuente: Tortora, Derrickson Principios de anatomía y fisiología

Links:https://es.scribd.com/document/651835354/Tortora-
Derrickson-Principios-de-Anatomia-y-Fisiologia-15a-Edicion

3.4. IMPORTANCIA DEL OLFATO

El sentido del olfato, o el sentido del olfato, es fundamental y

tiene una gran importancia en la vida humana y en la de otros
seres vivos. Algunas de las razones clave que destacan su
relevancia son:

SEGURIDAD ALIMENTARIA: El olfato desempeña un papel

esencial en la detección de alimentos en mal estado o en
 descomposición. El sentido del olfato ayuda a evitar la
ingestión de alimentos dañinos y potencialmente tóxicos.

GUSTO Y SABOR: El sentido del olfato y el sentido del gusto

están interconectados. El olor de los alimentos contribuye
significativamente a nuestra percepción de su sabor. La
pérdida del sentido del olfato puede afectar negativamente la
capacidad de saborear y disfrutar de los alimentos.

IDENTIFICACIÓN DE PELIGROS: El olfato permite detectar

olores asociados con peligros como el humo, los productos
químicos tóxicos o los gases. Esta capacidad es esencial para
garantizar la seguridad en situaciones de emergencia.

COMUNICACIÓN Y EMOCIÓN: El sentido del olfato está

conectado a la memoria como a las emociones. Los olores
pueden generar recuerdos y emociones de manera poderosa.
También se utiliza en la comunicación interpersonal a través
de feromonas y señales olfativas.

ORIENTACIÓN Y NAVEGACIÓN: En algunos animales, el

olfato es fundamental para la orientación y la navegación.
Pueden utilizar señales olfativas para encontrar pareja,
identificar territorios y buscar fuentes de alimento.

DIVERSIDAD DE OLORES: El mundo está lleno de una

amplia variedad de olores, lo que enriquece nuestra
experiencia sensorial y nos permite apreciar la diversidad del
entorno natural y humano.

Su importancia va más allá de la mera detección de olores y

contribuye significativamente a la calidad de vida y la
supervivencia de las personas y de muchas especies
animales.

3.5. TRANSTORNOS DEL OLFATO

Los trastornos del olfato, también conocidos como disosmias u
anosmias, son condiciones en las que la capacidad de percibir
olores se ve afectada o alterada. Estos trastornos pueden
manifestarse de diversas formas y tener múltiples causas.
Algunos de los trastornos del olfato más comunes incluyen:

ANOSMIA: La anosmia se refiere a la pérdida total o la

ausencia del olfato, afección que podría ser transitoria o
permanente y puede ser causada por diversas afecciones,
como infecciones virales, traumatismos craneales, sinusitis
crónica, alergias severas o trastornos neurológicos.

HIPOSMIA: La hiposmia es una disminución en la capacidad

de percibir olores de manera normal. Puede ser causada por
factores similares a los de la anosmia, como traumatismos,
alergias o infecciones.

PAROSMIA: La parosmia se manifiesta como una alteración

en la percepción de los olores, llevando a que aromas
familiares sean interpretados de una manera distorsionada y,
en muchos casos, desagradable. Esta condición suele
manifestarse tras una infección o lesión en la región nasal, lo
que genera una percepción errónea de los estímulos olfativos
que antes eran reconocidos con precisión.

FANTOSMIA: La fantosmia se distingue por la peculiar

experiencia de oler fragancias que simplemente no existen en
el entorno. Individuos que padecen de fantosmia tienen la
capacidad de percibir olores que resultan completamente
invisibles para quienes los rodean, lo que puede ser una
fuente de confusión y desasosiego.

AGOSMIA: La agosmia se traduce en la pérdida total del

sentido del gusto y del olfato. Este fenómeno, a menudo, se
vincula con condiciones médicas subyacentes o traumatismos
en áreas específicas del cerebro, lo que lleva a la completa
anulación de dos de los sentidos más íntimamente
relacionados con nuestra percepción del mundo.

Estas disfunciones olfativas no deben ser subestimadas, ya

que poseen la capacidad de impactar significativamente en la
calidad de vida de una persona. El sentido del olfato no solo
es vital en la identificación de sabores y olores, sino que
también juega un rol esencial en la seguridad, como alertar
ante la presencia de humo o alimentos en mal estado, y en la
interacción social, donde los aromas son fundamentales en
experiencias culinarias y sociales. Por lo tanto, comprender y
abordar estos trastornos es esencial para garantizar la
integración como también el bienestar de aquellos que los
experimentan.
III. CONCLUSIONES:

La importancia que tiene los sentidos especiales, el gusto, la vista y

el olfato, en la vida cotidiana y la percepción del medio que nos
circunda es innegable. Estos sentidos desempeñan roles únicos y
vitales que enriquecen nuestra experiencia diaria.

Hemos explorado la anatomía y fisiología de cada uno de estos

sentidos. Desde las papilas gustativas en la lengua hasta la compleja
estructura del ojo y la sensibilidad de los receptores olfativos en la
nariz, hemos adquirido un profundo entendimiento de cómo
funcionan estos sistemas sensoriales.

La fisiopatología y los trastornos, existen una variedad de

condiciones que pueden afectar estos sentidos. Desde problemas
visuales comunes como la miopía y el astigmatismo hasta trastornos
del gusto como la disgeusia, hemos identificado las complejidades
que pueden surgir en estos sistemas sensoriales y su impacto en la
calidad de vida.

El procesamiento de la información sensorial en el cerebro es

fundamental para comprender cómo percibimos y le aportamos
sentido al medio que nos rodea. Las vías visuales y las áreas
cerebrales responsables de la interpretación de la información visual
y olfativa son esenciales para nuestra percepción y comprensión.

La influencia de estos sentidos en la nutrición y la calidad de vida es

destacable, el gusto y el olfato influyen en nuestras preferencias
alimenticias, mientras que la vista desempeña un papel crucial en la
elección de alimentos y la percepción de su calidad. Su papel en
nuestra salud y bienestar es indiscutible.
Los trastornos visuales comunes y los trastornos del olfato podrían
de manera significativa causar afectación de las personas y su
calidad de vida. Hemos explorado los desafíos que enfrentan algunas
personas en su vida diaria, desde problemas visuales como la
hipermetropía hasta trastornos olfativos como la anosmia.

La importancia de cuidar y comprender estos sentidos especiales,

desde la protección ocular mediante el uso de gafas de sol hasta que
se adopten prácticas de salud para preservar la vista y el olfato en
óptimas condiciones, estos sentidos son esenciales para una vida
plena y saludable. La profundización de nuestro conocimiento sobre
el gusto, la vista y el olfato no solo enriquece nuestra comprensión
del mundo, sino que también mejora nuestra calidad de vida.
 IV. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

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