Protistas Superiores
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Las algas
Las algas son organismos con capacidad de realizar la fotosíntesis oxigénica y obtener el
carbono orgánico con la energía de la luz del sol.
Cumplen un papel importante en el ecosistema porque son grandes aportadores de oxígeno
mitigan el calentamiento global y son productores primarios fundamentales en la cadena alimentaria.
Pueden ser de ambientes acuáticos dulces o salados y también suelos húmedos y sistemas
artificiales (acuarios).
Las sustancias de reserva que podemos encontrar son principalmente el almidón, aunque
también encontramos crisolaminaria, laminaria, manitol y parimilion en diferentes grupos.
La coloración de las algas es muy variada y depende de los pigmentos presentes en los
plastos. Son de color verde, rojo o marrón por clorofilas, ficocianina y ficoeritrina ubicados en
corpúsculos membranosos.
Los flagelos sólo existen en algas flageladas o en las zoosporas y zoogametos. En las células
inmóviles se reduce al centrosoma, que puede faltar en muchas algas y siempre están ausentes
en Rhodophyta.
TIPOS DE TALO:
Las paredes celulares de las algas tienen una matriz de celulosa, pero algunas tienen otros
polisacáridos que les dan una consistencia mucilaginosa.
Los ciclos de vida de las algas son extremadamente variados, pero todas, con excepción de
las rojas, presentan células móviles flageladas, al menos en una etapa de su ciclo de vida.
Stramenofilo:
La denominación de Chromista significa “con color”; sin embargo, no todos los integrantes
del grupo son pigmentados.
Por otro lado, Stramenopila deriva del latín (stramen, paja; pilus, pelo). Muchas especies
de stramenopilos forman parte del fitoplancton marino y de agua dulce.
La mayoría son multicelulares, suelen ser muy grandes y llegan a formar verdaderos
“bosques oceánicos”. Las de mayor tamaño son las del orden Laminariales, que pueden
alcanzar 100 metros de longitud. En esos casos, el cuerpo (o talo) está bien diferenciados
en un anclaje (similar a una raíz), un soporte (denominado estípite) y láminas, semejantes
a hojas de una planta, aunque con diferente organización interna. Estas características
habrían evolucionado de forma independiente de las plantas, por lo cual serían estructuras
análogas y no homólogas.
Las paredes celulares de las feofitas contienen celulosa y, en algunos casos, ácido
algínico, que favorece la fijación a las rocas. Esta sustancia se utiliza de modo comercial
en productos cosméticos y alimenticios. El género Laminaria es el más cultivado en el
mundo para estos fines, principalmente en China y Japón.
Los ciclos de vida de la mayoría de las algas pardas incluyen una alternancia de
generaciones; en algunas especies, los organismos de distintas generaciones son iguales -
generaciones isomórficas-, mientras que en otras son diferentes -generaciones
heteromórficas-. En las especies de mayor tamaño, el gametofito es mucho más pequeño
que el conspicuo esporófito, una tendencia evolutiva semejante a la de las plantas. Las
zoosporas de todas las feofitas tienen, al menos, un flagelo con mechones de pelos. En el
Mar de los Sargazos, en el centro del océano Atlántico, estas algas constituyen el soporte
de un complejo ecosistema, ya que, adheridos a su superficie, viven una gran cantidad de
organismos sedentarios: otros pequeños protistas, cnidarios, gusanos tubícolas, cangrejos,
entre otros. Más allá de esta región particular, también adquieren relevancia por estructurar
el ecosistema marino costero en lugares tan diferentes como a la Patagonia (tanto en
Argentina como en Chile), Antártida, México y Estados Unidos.
- Bacilariofitas o Diatomeas.
Las Diatomeas se reproducen tanto de la forma sexual como asexual. La mayor parte de su ciclo
de vida es diploide y la meiosis se produce justo antes de la formación de gametos haploides. La
fusión de gametos se denomina singamia y es similar a la fecundación en plantas y animales.
Solo algunos subgrupos de diatomeas tienen gametos con un flagelo con pelos. Se considera que
aquellas que carecen de este tipo de flagelos lo perdieron secundariamente. Luego de producida
la singamia, el cigoto diploide (auxospora) se desarrolla en una diatomea típica. De forma normal,
la reproducción asexual es más frecuente que la sexual y se realiza simplemente por división
mitotica, en donde cada célula hija retiene una de las valvas paternas y produce otra nueva. Este
proceso implica una pérdida gradual de tamaño que se acentúa con cada nueva división.
Cuando una diatomea alcanza un tamaño límite, habitualmente se genera, mediante reproducción
sexual, una auxospora, que es básicamente una diatomea sin valvas y de mayor tamaño. Las
auxosporas alcanzan el tamaño normal de la especie, antes de la reproducción asexual, y
segregan nuevas valvas con el tamaño característico de cada especie. Las valvas silíceas de
diatomeas acumuladas durante millones de años constituyen un tipo de roca llamada diatomita,
formada por depósito de una sustancia fina, desmenuzable, llamada “tierra de diatomeas”, que se
usa como abrasivo para pulir la plata, en dentífricos, como material de filtración y como aislante.
Gran parte de los oomicetos son acuáticos, aunque algunos son conocidos parásitos terrestres de
distintos cultivos (vid, papá y hortalizas). En la mayoría, el cuerpo -o micelio- está constituido por
filamentos cenocíticos; es decir, agrupaciones de núcleos rodeados de citoplasma y una única
membrana plasmática. Estos filamentos se llaman hifas. Hasta hace relativamente poco tiempo,
los oomicetos se clasifican junto con los hongos, aunque ciertas características, como la
composición química de la pared celular que carece de quitina y presenta celulosa, revelaron que
pertenecen a un linaje distinto. En la reproducción sexual, los gametos -contenidos en estructuras
que se encuentran en ramas separadas- se fusionan y producen varios cigotos. Los oomicetos
también pueden reproducirse y formar esporas asexuales, cada una de las cuales llevan 2
flagelos: uno con prolongaciones en forma de cepillo (tipico de los stramenopilos), dirigido hacia
adelante, y otro con forma de latigo, dirigido hacia atrás.
La mayoría de los Oomicetos son saprobios, osea, se alimentan de restos de organismos muertos
y se desarrollan en ambientes de agua dulce o suelos muy húmedos. Sin embargo, algunas
formas son parásitas y patógenas, y se han alejado del medio acuático. Una de las especies más
perjudiciales es Phytophthora infestans (fitoftora significa, literalmente, “destructor de plantas”),
que causa el tizón tardío de la papa. Esta enfermedad arrasó con las cosechas de papa en
Irlanda a mediados del siglo XIX y ocasionó grandes hambrunas. Otro miembro económicamente
importante de este grupo es la Plasmopara viticola, que afecta la vida al provocarle una afección
conocida como mildiu, que amenazó a la industria vitivinícola francesa durante los últimos años
del siglo XIX.
- Silicoflagelados
- Opalínidos.
Cada célula tiene dos o más núcleos (centenares en ciertas especies) y están cubiertos de cilios
cortos, dispuestos en filas. Por ello, se asemejan algo a los ciliados, pero las opalinas tienen
solamente una clase de núcleo, carecen de boca y se dividen longitudinalmente.
Todos los representantes de este grupo son endocomensales del intestino grueso de ranas y
sapos, sin embargo se han observado especies parásitas en peces. Su nutrición es saprozoica.
Los alveolados: * Ciliados o cilióforos
Algunos ciliados, como el paramecio, también tienen mionemas - filamentos que permiten la
contracción de ciertas zonas de la célula-. Unos pocos grupos, en lo inmediato por debajo de la
membrana celular, contienen tricocistos, que son estructuras filosas defensivas que se descargan
cuando se reciben ciertos estímulos.
Se reproducen de forma asexual, por fision binaria. Presentan dos tipos de núcleos: uno grande,
el macronúcleo, y de unos a varios micronúcleos. El macronúcleo, en ciertos ciliados, contiene de
50 a 100 veces más ADN que el micronúcleo, y se estima que consiste en múltiples copias de
este. Un ciliado no puede vivir sin macronúcleo, aunque contenga un micronúcleo. El
macronúcleo no se divide por mitosis, sino que se reparte de modo proporcional en partes iguales
entre las células en división, cuando estas se constriñen y se separan. Por otra parte, cuando el
medio es desfavorable, pueden producir quistes de resistencia.
Todos los ciliados son heterótrofos y las bacterias son su principal alimento. Otros capturan algas,
flagelados, ciliados y hasta animales pluricelulares. Algunos ciliados son de gran tamaño, y
contienen endosimbiontes fotosintéticos, que les aportan materia orgánica y oxígeno. Como
ejemplo de ciliados simbióticos se encuentran los que viven en el estómago anterior de los
mamíferos herbívoros. Las vacas y las ovejas contienen más de medio millón de ciliados de
varias especies y diferentes que degradan vegetales o toman azúcares para alimentarse, con lo
cual ayudan a los animales en su digestión.
* Dinoflagelados.
Son componentes importantes del fitoplancton, principalmente en aguas marinas, aunque algunas
especies pueden alcanzar gran abundancia en aguas continentales. Presentan una gran
diversidad morfológica y funcional; en su mayoría son unicelulares, aunque algunos forman
colonias. Contienen una pared celular conformada por placas de celulosa que les dan un aspecto
rígido. El número, la forma y las ornamentaciones de las placas permiten determinar las especies.
La célula tiene tricocistos característicos y posee dos flagelos perpendiculares. Los hay de vida
libre y sésil. Asimismo, existen formas "desnudas" que incluyen algunas especies parásitas. Con
frecuencia forman asociaciones simbióticas con cnidarios marinos, como los corales y las
anémonas y con almejas.
Muchos dinoflagelados son bioluminiscentes y producen "chispas" que se ven durante la noche
en las olas del mar o en la arena costera.
El núcleo lleva cromosomas siempre condensados, una gran cantidad de ADN y una proteína
diferente de las histonas. Tiene una forma especial de mitosis, llamada dinomitosis, en la cual los
cromosomas permanecen siempre anclados a la membrana nuclear, la cual no se desintegra
durante todo el proceso.
* Apicomplejo o esporozoos.
Son parásitos extracelulares o intracelulares de animales. Los más conocidos son los del género
Plasmodium, que causan la malaria en muchas especies de aves y mamíferos. Son unicelulares
de cuerpo amorfo y sin flagelos. Los apicomplejos poseen una forma particular infecciosa,
llamada esporozoito, con estructuras especializadas en un extremo del cuerpo que constituyen un
complejo apical único del que deriva su nombre. Esta es una estructura cónica que alberga
organelas con forma de saco. Al parecer, las organelas secretan una sustancia que facilita el
pasaje del esporozoito a través de la membrana celular del hospedador.
Tienen un ciclo de vida complejo, con varios etapas, que incluyen reproduccion sexual y asexual,
y alternancia de generaciones. Forman esporas que les permiten diseminarse de una especie a
otra. Estos organismos parecen derivar de ancestros fotosintéticos que perdieron el cloroplasto o
en los cloroplastos es vestigial.
Los rizópodos
Habitan tanto en medios sólidos como líquidos, ricos en materia orgánica. No tienen pared por
fuera de su membrana celular y por lo general se mueven mediante pseudópodos, que también le
sirven para capturar alimentos, principalmente bacterias y diatomeas.
Suelen poseer una vacuola nutritiva y una vacuola pulsátil. Algunos pueden producir flagelos
durante estadios determinados de su ciclo vital o en condiciones ambientales particulares.
La reproduccion asexual ocurre por division celular acompañada por mitosis cerrada, mientras
que no se conoce la reproduccion sexual.Algunas especies tienen cubiertas externas que pueden
ser de colores brillantes. Otras secretan un material proteico que se endurece en contacto con el
aire. También existen especies que exudan una sustancia orgánica pegajosa sobre la que
depositan partículas de sílice.
Vive dentro del colon humano pero pueden invadir la pared y producir úlceras sangrantes e ir al
hígado y distribuirse a todo el cuerpo.
Los euglenozoos:
Membrana plasmática rodeada por una película proteica sostenida por microtúbulos.
Este taxón incluye a grupos de eucariontes unicelulares que antes no parecían estar
emparentados. Sin embargo, las filogenias basadas en técnicas moleculares permitieron reunir a
algas unicelulares fotosintéticas (euglenoides), parásitos de la sangre humana (cinetoplástidos) y
organismos que antes se consideraban ciliados primitivos, ya que poseen flagelos cortos.
Euglenoides
Son células muy móviles, de vida libre que habitan principalmente aguas dulces. Tienen un
flagelo grande y otro pequeño e inactivo. Algunos euglenoides están rodeados por una cápsula -la
loriga- lisa u ornamentada con espinas, verrugas, pliegues, entre otros. Esta cápsula les brinda
una mayor flotabilidad y protección frente a los depredadores. Tienen un estigma formado por
pigmentos y un fotorreceptor en la base del flagelo locomotor, que les permiten orientarse hacia la
luz.
Los euglenoides se reproducen de forma asexual; por division longitudinal forman dos celulas
nuevas, que son imagenes especulares una de la otra. Durante la mitosis, la membrana nuclear
no se desintegra y los cromosomas pertenecen condensados durante la interfase.
Cinetoplástidos.
Aunque los que hay de vida libre, la mayoría son parásitos que habitan aguas dulces o saladas,
por lo general contaminadas y con muchas bacterias que les sirven de alimento. Tienen una sola
gran mitocondria tubular que abarca casi toda la célula y que contiene una gran cantidad de ADN
y proteínas asociadas dentro de estructuras denominadas cinetoplastos. Las células tienen, por lo
general, uno o dos flagelos, aunque algunas pueden tener más, los cuales emergen de una
depresión de la superficie. Uno de ellos puede formar una membrana ondulatoria.
Se multiplican de forma asexual por fision binaria (mitosis y citocinesis) y, en algunas formas, de
modo sexual por singamia. Las especies del género Leishmania provocan leishmaniasis en los
humanos, a través de un mosquito que actúa como vector. Otras, como Trypanosoma brucei
gambiense y Trypanosoma rhodesiense, causan la enfermedad africana del sueño, mientras que
Trypanosoma cruzi provoca la enfermedad de chagas-Mazza en países de América Latina.
Los micetozoarios
La mayoria de los micetozoarios vive en lugares humedos, frios y sombreados de los bosques,
sobre leños, hojas muertas u otra materia organica en descomposicion. Sus variados colores le
otorgan una belleza espectacular.
Durante los estadios no reproductivos, los mixomicetos son masas delgadas y moviles de
protoplasma que se desplazan de manera lenta. Pueden crecer y llegar a pesar mas de 50 g, y la
pelicula delgada que forman puede cubrir un area de mas de un metro de diametro.
Los mohos celulares, o acrasiomicetes, estan conformados por celulas individuales que se
desplazan en forma conjunta, mediados por una sustancia denominada acrasina. Pasan por una
etapa de su ciclo vital en la que constituyen un enjambre de pequeñas celulas ameboides
(mixoamebas), haploides y libres, aunque reunidas en un seudoplasmodio, en donde los
componentes no se fusionan. Estas células se dividen por mitosis crecen y se alimentan hasta
que se agota su reserva de alimentos (fundamentalmente bacterias). En ese momento , las
celulas alteran, de forma drastica, su forma y su comportamiento. La reproduccion sexual ocurre
por la fusion de dos mixoamebas que forman un cigoto y este, por meiosis, genera nuevas
mixoamebas que forman un cigoto y este, por meiosis, genera nuevas mixoamebas haploides.
Los foraminíferos
Si bien pueden incluirse dentro del grupo de los rizópodos, otros autores los clasifican en un
grupo separado. Los foraminíferos viven en el mar, algunas especies como parte del plancton y
otras en el fondo. Tienen una cubierta del tipo de celdas, denominada teca, que crece por adición
de nuevas celdas, con frecuencia, en disposición espiralada. De manera secundaria, puede
asociarse material calcáreo o detrítico. Las tecas tienen poros de los que deriva su nombre
(foramen, en latín, significa como agujero o poro). A través de estos agujeros salen seudónimos
ramificados y filiformes.
( La característica derivada más destaca de los foraminíferos es la presencia de seudópodos
ramificados y filiformes, y de una teca glucoproteica que crece por adición de nuevas celdas, con
frecuencia, en disposición espiralada. De forma secundaria, puede asociarse material calcáreo o
detrítico.)
La reproducción sexual consiste en la alternancia de las generaciones haploide y diploide. Los
foraminíferos se reproducen de modo asexual por mitosis y las células hijas abandonan la teca
madre, y fabrican tecas propias.
Son depredadores que atrapan ciliados y, en ocasiones, larvas de crustáceos por medio de sus
seudópodos. Algunas especies tropicales albergan todo ditas unicelulares como Aimino tés
fotosintéticos.
Las tecas abandonadas de estos organismos forman parte de acantilados y de la arena de la
playa. Los acantilados blancos de Dover (Inglaterra) son el resultado de una larga deposición de
tecas calizas de foraminíferos que se han ido acumulando en el fondo del océano durante
millones de años. Como resultado de cambios geológicos, se originan gruesos depósitos de sus
exoesqueletos -conocidos como “fango de foraminíferos”-, tanto en la superficie como debajo de
las formaciones rocosas más recientes. Los cambios de las tecas han experimentado durante
este largo periodo permiten datar estratos particulares a partir del tipo de foraminíferos que
contengan y, en ocaciones, localizar estratos petrolíferos, motivo por el que se denominan “fósiles
guía”.
Los Protozoos
Son organismos eucariotas unicelulares, protistas. Su cuerpo todo es una única célula,
dotada de organelos y estructuras diversas, que cumplen funciones nutricionales, móviles, etc.
2. b) Reproducción
3. c) Régimen alimenticio.
Nutrición variada:
Los protozoarios requieren de medios húmedos o directamente acuáticos para subsistir, y ello
se puede dar en dos condiciones:
Protozoos de vida libre. Aquellos que habitan en aguas estancadas o residuales, en ríos o
en otros espacios naturales y por lo general son inofensivos para el hombre, excepto en condiciones
muy puntuales.
Protozoos patógenos. Aquellos que deben infectar o penetrar en los cuerpos de seres más
complejos para cumplir su ciclo de vida, y que hacen su hábitat en, por ejemplo, en los intestinos del
hombre, en su sangre, etc. En algunos casos pueden ser también comensales, no sólo parásitos.
Bajo ciertas condiciones adversas algunos protozoos son capaces de formar una cápsula
protectora llamada quiste, de este modo el organismo puede sobrevivir cuando carece de
alimento, humedad u oxígeno, cuando la temperatura no es adecuada o en presencia de
sustancias tóxicas. El quiste también permite a las especies parásitas la supervivencia fuera del
huésped, lo que es importante porque estos protozoos pueden tener ciclos de vida que impliquen
más de un hospedador.
Toxoplasmosis. Causado por los protozoos del género toxoplasma, que se transmiten
al ser humano mediante el contacto con gatos y otros tipos de felinos infectados, o con
heces animales o humanas infectadas. Sus síntomas se confunden con los de la gripe,
pero también causa inflamación de los ganglios linfáticos, el bazo, el hígado y quistes
en los tejidos, siendo su mayor peligro en las embarazadas, ya que incide en el feto
causando malformaciones y otros problemas.
Algunas especies de protozoarios son dañinos para el ser humano y se han adaptado a parasitar
su cuerpo, causándole enfermedades como:
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