Apoyos Oclusales

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APOYOS OCLUSALES

Son los que entran en contacto con la superficie oclusal (distooclusal y mesiooclusal) de los
dientes posteriores.
Un apoyo oclusal consta de dos partes esenciales: una horizontal y otra vertical. La horizontal
es la que descansa sobre la superficie oclusal del diente pilar y transmite a éste las fuerzas de
la masticación. Es de forma triangular con su vértice redondeado que se dirige del reborde
proximal hacia el centro del diente. Su cara superior es de forma cóncava y debe integrarse a la
morfología del diente y reproducir los surcos siguiendo el contorno normal de la superficie
oclusal del diente pilar. Debe ajustar con precisión en el sitio preparado para su colocación y
los bordes terminarse de tal forma que se asemeje a una incrustación bien hecha. La parte
vertical llamado también conector menor une la parte horizontal con el resto del aparato.

La parte horizontal debe tener un espesor de 1 a 12 mm. y en la unión de las dos partes (área
crítica para la fractura) el espesor debe ser de 2 mm., por lo cual los rebordes marginales
deben reducirse lo suficiente como para que los apoyos tengan su mayor grosor y fuerza en la
unión de sus dos porciones .

El apoyo oclusal debe formar con el conector menor un ángulo de 90° o ligeramente menor de
90° para que las fuerzas transmitidas tengan dirección axial. Si el ángulo fuese mayor de 90° las
fuerzas ejercidas por el apoyo oclusal generarían una componente oblicua por efecto del plano
inclinado que resultaría perjudicial para el elemento dentario pues produciría una presión
lateral y, como consecuencia, el movimiento del diente contra la pared del alvéolo. Esto
acarrearía traumatismo en los tejidos vecinos y provocaría atrofia ósea (Figuras 50 y 51).
Solamente podrá ser mayor de 90° cuando sobre el elemento se colocan al mismo tiempo
apoyos tanto por mesial como por distal. En este caso las fuerzas se neutralizan y la resultante
será cero.

La extensión del apoyo oclusal en el sentido próximo-proximal, o sea hacia el centro del
diente es la siguiente:

a) En premolares debe extenderse hasta el centro de la superficie oclusal del diente (Figura
52).

b) En molares en dirección y hasta la mitad de una raíz o bien cubriéndola totalmente.

En el sentido vestíbulo-lingual o vestíbulo-palatino el apoyo oclusal debe ubicarse de manera


que ocupe el tercio medio de la cara oclusal del elemento (Figura 53).

Colocar los apoyos oclusales sobre cada diente adyacente al espacio desdentado. Cuando la
brecha es dentosoportada, es decir que hay pilares en ambos extremos de la brecha, se coloca
un apoyo en cada elemento vecino a la misma (Figura 54).
Cuando un elemento no tiene dientes vecinos y se encuentra aislado, o bien que presenta
brechas a ambos lados deben llevar apoyos por mesial y distal.

Cuando dos dientes están juntos llevan apoyos dobles o espalda con espalda. Cuando un
apoyo es colocado en un diente, otro debe ser colocado en el diente adyacente (Figura 55).
Esto se realiza para proteger el área de contacto del empaquetamiento alimenticio al dirigir los
alimentos fuera de los rebordes marginales y los espacios interproximales. Los mínimos
movimientos de los dientes durante la función producen apertura del área de contacto
haciendo vulnerable el pasaje de alimentos dentro del espacio interproximal.

Estos apoyos dobles evitan el efecto de cuña entre dos dientes adyacentes y proporcionan
apoyo adicional a la PPR. Cuando se utilizan estos apoyos interproximales, tanto el descanso
mesial como el distal deben ensancharse en forma considerable para dar lugar al conector
menor. Si estos apoyos forman parte de ganchos el ensanche debe extenderse hacia bucal y
hacia palatino o lingual.
En las clases I y II de Kennedy donde no hay pilar posterior, si los elementos distales se
encuentran ferulizados el apoyo oclusal puede colocarse por distal del último elemento. En
caso contrario si no existe ferulización el apoyo deberá colocarse indefectiblemente por mesial
(Figuras 56 y 57).
Tratándose de dientes inclinados hacia el espacio protético como ocurre en las mesializaciones
de los molares inferiores, el apoyo oclusal debe ser colocado por distal del elemento para
tratar de que las fuerzas se ejerzan lo más cerca posible del centro de rotación del diente. Si
colocáramos el apoyo por mesial las fuerzas se proyectarían demasiado lejos del centro de
rotación del diente, produciendo mayores fuerzas tumbantes.

También es posible en estos casos mejorar la corona clínica de esos dientes mesializados
recurriendo a restauraciones protéticas como las coronas metálicas. Previo desgaste y
remodelado de la corona dentaria y la posterior colocación de una corona metálica es posible
mejorar la biostática del elemento. El apoyo oclusal siempre debe ir colocado por distal
(Figuras 58, 59 y 60).
En las caras proximales de los elementos que limitan la brecha, deben examinarse el mayor o
menor ángulo muerto o lo que se llama el ángulo dento-gingival formado por una lado por la
cara proximal y, por el otro, por la papila interdentaria. Si existe un ángulo muerto muy
pronunciado se formará al colocar la prótesis una tronera entre ésta y el diente que producirá
empaquetamiento alimenticio, irritación y agrandamiento del margen gingival. En estos casos
es conveniente reducir el ángulo dentogingival, desgastando el contorno proximal del diente
para eliminar el amplio espacio retentivo (Figura 61).

ΕΙ apoyo oclusal puede colocarse en forma individual o puede ser parte integrante de un
retenedor directo o gancho.
Preparación Clínica de los Descansos Oclusales

Saizar sostiene que "no hay inconvenientes en desgastar el reborde marginal de los molares y
premolares para crear espacios a los apoyos con tal que se les dé a los desgastes superficies
amplias y pulidas y que no se llegue a la dentina". Técnica:

a) Su forma debe ser cóncava en forma de cuchara, sin ángulos retentivos, para que no se
produzca acumulación de alimentos (Figura 62).

b) Siempre debe estar dentro del espesor del esmalte. En caso de que al hacer el desgaste se
invada la zona dentinaria, es necesario hacer una incrustación o una corona. Las obturaciones
de amalgama suelen ser aceptadas aunque no es un ideal porque tienen escasa resistencia a la
presión lo que hace que pueda fracturarse bajo la fuerza de un apoyo. Los composites son
materiales poco apropiados para soportar un apoyo; si a pesar de ello debe usarse es
aconsejable utilizar la técnica del grabado ácido. En el caso de que el apoyo asiente sobre una
incrustación, el descanso se hace en forma de caja expulsiva.

C) Desgaste con piedra de diamante redonda Nº 6 u 8 según el elemento, o también puede ser
una piedra en forma de pera.

d) Pulido con fresa redonda especial.

e) Pulido con puntas de goma siliconada.

f) Aplicación de flúor para evitar caries; si quedan fisuras sellar con sellador de surcos y fisuras.
Apoyos Oclusales Especiales

1. Apoyo oclusal continuo: en dientes aislados o con estados paradenciales debilitados donde
no se considera conveniente colocar un retenedor en lugar de colocar dos apoyos mesial y
distal) es más satisfactorio colocar un apoyo que atraviese la superficie oclusal de proximal a
proximal. Este apoyo oclusal continuo actúa de estabilizador contra los movimientos laterales
sin usar brazos de ganchos (Figura 63).

2. Apoyo oclusal extendido: cuando el diente a donde va a ir ubicado el apoyo presenta una
inclinación mesial, puede usarse un apoyo oclusal extendido a la fosa central del diente para
que la fuerza oclusal se aplique en ángulo recto sobre el eje largo del diente. No es necesario
preparación del diente ya que éste no está en oclusión. Después de colado el aparato puede
desgastarse ligeramente la parte mesial del diente para asegurarse que solamente contacte la
punta del apoyo con el diente (Figura 64).
3. Apoyo oclusal "onlay": cuando un diente no bien erupcionado (infraoclusión) o inclinado se
usa como pilar, se puede cubrir la mayor parte o toda la superficie oclusal con un alargamiento
del apoyo formando parte del mismo colado. La superficie oclusal del onlay tendrá la altura y
el contorno necesario para restaurar el plano oclusal y para articular con el diente antagonista
natural o artificial y, al mismo tiempo, proporcionando apoyo vertical. Por la gran cantidad de
caries que se forman debajo de estos apoyos la higiene bucal debe ser particularmente
meticulosa. De ser preciso se restaura cualquier grieta o escotadura profunda o se colocan
obturaciones oclusales (Figura 65).

4. Apoyo de VIG: frecuentemente los molares inferiores tienen una fuerte inclinación lingual y
la colocación de un brazo recíproco circunferencial aumenta el ancho de la superficie oclusal
que interfiere con los movimientos de la lengua. El autor propone llevar el apoyo oclusal hasta
la fosa central del diente y luego extenderlo previo desgaste, por el surco lingual lo más lejos
posible hacia gingival (Figura 66).
APOYOS CINGULARES

El apoyo cingular es lo ideal en los dientes anteriores. Además es factible realizarlo en


cualquier diente donde exista un cingulum visible y donde no interfiera con la oclusión. Está
especialmente indicado en los caninos superiores. Los caninos inferiores no suelen tener
cingulum prominente y, por lo tanto, su forma anatómica impide preparar un descanso
adecuado. La colocación correcta del apoyo es aquella que produce una componente paralela
al eje mayor del diente. La colocación incorrecta puede producir una fuerza que actuando
sobre un plano inclinado dé origen a una resultante o componente indeseable que puede
movilizar el diente.

En el diente con cingulum visible puede realizarse un desgaste en forma de V invertida o en


forma de acento circunflejo según los franceses, más ancho en el centro y esfumándose
progresivamente hacia las caras proximales del diente (Figura 67).

Como son más voluminosos que los incisales están menos expuestos a la fractura o
deformaciones. El apoyo cingular es preferible al incisal por su situación que lo coloca más
cerca del centro de rotación del diente reduciendo el efecto de las fuerzas horizontales o de
rotación transmitida al diente por la prótesis y también por ser más estético.

Muchos dientes anteriores no tienen cingulum como para poder ser usado para una
preparación como la señalada anteriormente. En tales casos se puede hacer un reborde plano
si el esmalte tiene suficiente espesor (Figuras 68 y 69).
Sin una adecuada preparación se corre el peligro de que el apoyo cingular se deslice hacia
gingival arrastrando consigo los brazos del retenedor produciendo reabsorción e intrusión del
aparato. De allí que cuando el diente es delgado en sentido labio-lingual o hay poco espesor
del esmalte, debemos aumentar la altura del cingulum para eliminar la superficie inclinada
(Figura 70).

Las preparaciones destinadas a obtener un descanso correcto para un apoyo cingular pueden
realizarse por medio de restauraciones protéticas como coronas tres cuartos o coronas enteras
con frente estético sobre las cuales en el momento de hacer el encerado se talla un descanso
correcto, ya sea haciendo un plano o aumentando la altura del cíngulum. Cuando se hacen
restauraciones metálicas, pueden prepararse descansos sin más límites que la habilidad e
imaginación del operador en lo que respecta al tamaño, forma, profundidad y posición, sin
más requisito que el mismo transmita las fuerzas de la masticación en la dirección del eje
mayor del diente (Figura 71)
3. APOYOS O UÑAS INCISALES

Tienen su ubicación en el borde incisal de los dientes anteriores, en los ángulos mesio-incisal y
disto-incisal. Son antiestéticos por ser visible el metal sobre el borde incisal del diente.
Siempre que sea posible es preferible un apoyo cingular y en el mejor de los casos un atache.
Sin embargo, en ciertos casos deben usarse indefectiblemente. Se indican preferentemente en
los caninos inferiores donde la inclinación del diente es favorable y la estética es menos
importante.

Si la una es única debe ubicarse en el ángulo mesial del borde incisal, siempre en el lado
opuesto de la brecha desdentada. Esta localización ayuda a resistir la colocación distal de la
prótesis. Esta regla se aplica igualmente a los incisivos y caninos (Figura 72).

Todo diente receptor de un apoyo incisal debe tener las mínimas condiciones periodontales
para cumplir la misión encomendada.

Todas las preparaciones deberán ser redondeadas o cóncavas sin ángulos agudos tener una
inclinación ligera hacia lingual para tener más refuerzo y ser extraordinariamente pulidas antes
de recibir el aparato.

Debe tener de 1 a 1.5 mm. De profundidad y un ancho de 2,5 mm. En la superficie del esmalte,
para que permita el volumen adecuado de metal para lograr rigidez y no interferir con los
contactos dentales, tanto en céntrica como en excéntrica. La mayor parte de las preparaciones
para descansos incisales se hacen muy pequeñas, quizás para que se vea lo menos posible el
metal. Es un error serio que con gran frecuencia causa la fractura del apoyo (Figuras 73 y 74).

Un tipo especial de descanso aplicable especialmente a caninos es la una doble, es decir que
lleva apoyo por mesial y distal del mismo elemento. Se tallan los descansos de tal la manera
que el desgaste se realizará con una angulación de 20° con relación al eje longitudinal del
diente. Un brazo rígido por el lado lingual o palatino une ambos apoyos pudiendo llevar o no
un brazo activo. Las pequeñas facetas así creadas se convierten en las áreas que alojan a los
apoyos (Figura 75).
Funciones que cumplen los Apoyos

1. Distribuir las fuerzas oclusales sobre el mayor número de dientes remanentes,


especialmente en casos de paradentosis, lo cual reduce la posibilidad de traumatizar,
indebidamente los tejidos. Controla la distribución de las fuerzas oclusales. De allí que cuanto
mayor es el número de apoyos mejor es la distribución de las cargas oclusales entre los dientes
remanentes. El número de apoyos depende enteramente del número de dientes ausentes y
del soporte periodontal de los remanentes. Dientes que recuperan su salud periodontal, pero
tienen un cierto grado de movilidad, pueden tener apoyos ya que estos actúan controlando el
movimiento del diente al mismo tiempo que soportan la dentadura parcial sirviendo como
férula periodontal.

2. Dirigir las fuerzas de la masticación lo más paralelamente posible al eje mayor del diente
pilar generando fuerzas axiales.

3. Actuar como amortiguador previniendo presión, lesión o desplazamiento de los tejidos


blandos adyacentes a los dientes.

4. Mantener al retenedor directo o gancho del cual es parte integrante, en la posición debida
predeterminada, impidiendo que la base se hunda. Sirve como tope vertical en el
asentamiento final.

5. Actuar como retenedor indirecto en las prótesis a extremo libre cuando se colocan apoyos
por delante del eje de giro de la prótesis parcial (Figura 76).
6. Impedir la acumulación de alimentos entre el retenedor y la cara proximal del diente
pilares.

7. Cerrar un pequeño espacio entre dos dientes.

8. Convenientemente extendido en dientes anteriores puede actuar como brazo recíproco de


un retenedor

9. Reconstruir la superficie oclusal de un diente pilar mediante un apoyo llamado "onlay. De


tal manera, los dientes opuestos pueden contactar de manera normal.

10. Evitar la extrusión de los dientes pilares.

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