Tuberculosis (TBC)

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Tuberculosis (TBC)

Introducción:
En 1882, Robert Koch describió el agente etiológico de la TBC y lo denominó Bacterium
tuberculosis. El nombre inicial fue sustituido por el de Mycobacterium tuberculosis en 1896,
que significa hongo-bacteria, y esta denominación se debe al aspecto de los cultivos, que
en ciertos aspectos recuerdan a los de los hongos.
En la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10) la TBC se codifica entre los
códigos A.15 a A.19
24 de marzo "Día Mundial de la TBC".
La tuberculosis es una patología que aunque va en retroceso en el país, sigue teniendo alta
incidencia en la XV región, debido a la gran cantidad de movimiento migratorio en la zona.
Su manejo y control está supervisado por un programa específico generado por el MINSAL.
Sin embargo, la sala ERA cumple la función de pesquisa mediante la toma de Baciloscopías
y control de pacientes con secuelas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la TBC es la 2 enfermedad infecciosa a
nivel mundial, después del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

La TBC fue declarada una Emergencia Sanitaria Mundial por la OMS en el año 1993.
La TBC en todas sus formas y localizaciones corresponde a una Enfermedad de
Notificación Obligatoria de notificación dentro de 24 horas.

Definición:
Es una enfermedad infectocontagiosa transmisible producida por un microbio o
microorganismo llamado Bacilo de Koch o Mycobacterium tuberculosis, que puede
comprometer el aparato respiratorio y otros órganos.

Epidemiología:
Constituye un importante problema de salud a nivel mundial, siendo una de las
enfermedades infecciosas con mayor morbilidad y mortalidad, sobre todo en países
subdesarrollados.

Está presente en todos los países y es la principal causa infecciosa de muerte a nivel
mundial.
En el año 2019, 10 millones de personas enfermaron de TBC en el mundo y 1,4 millones de
personas fallecieron por esta causa.

Las personas sanas que están infectadas por la TBC tienen un riesgo del 5 al 10% de
desarrollar la enfermedad activa durante su vida, aunque el porcentaje varía de manera
significativa según la edad y los factores de riesgo. En el 50-80% de las personas con
enfermedad activa, la TBC se reactiva dentro de los primeros 2 años, pero ésta puede
manifestarse también varias décadas más tarde.

La enfermedad es una causa importante de morbilidad, mortalidad y sufrimiento humano.


Afecta con mayor frecuencia a los grupos más vulnerables de la sociedad.

Ataca a hombres y mujeres de cualquier edad.

Chile:
En Chile se ha producido una disminución significativa de los casos desde la
implementación del PROCET (Programa de control y eliminación de la tuberculosis).
Mortalidad en Chile:
La tasa de mortalidad por TBC en todas sus formas para el año 2017 fue de 1,1 por
100.000 habitantes, disminuyendo 0,1 puntos respecto al 2016, y manteniendo una
tendencia a la baja en el último decenio. Esta cifra corresponde a 210 personas fallecidas
por TBC en el país durante el año 2017, de las cuales 152 fueron hombres y 58 mujeres.

Gráfico 1: Tasa de mortalidad por TBC en Chile entre 2007 y 2017.

Gráfico 2: Tasa de mortalidad por región en Chile para el año 2017.


Destacan con las tasas de mortalidad más altas del país las regiones de Arica y Parinacota,
Tarapacá y Magallanes. Las regiones de Arica y Parinacota y Magallanes sostienen esta
posición similar que en años anteriores.

Morbilidad a nivel Nacional:


La tasa de morbilidad total de TBC en todas sus formas, es decir, la suma de casos nuevos
y las recaídas, fue de 15,2 casos por 100.000 habitantes para el año 2019. Esta tasa
corresponde a 2.912 casos, con una disminución de 33 casos con respecto al año anterior.
La tasa de incidencia de TBC, es decir, la tasa de casos nuevos, para este mismo año es de
14,4 casos por 100.000 habitantes. El número de casos nuevos para el 2019 corresponde a
2.759 enfermos, con una disminución de 36 casos con respecto al año 2018.

Gráfico 3: muestra la evolución de las tasas de incidencia y morbilidad de TBC a nivel


nacional en los últimos 10 años. Tasa de morbilidad (casos nuevos y recaídas) e incidencia
(casos nuevos) de TBC. Chile 2010-2019

Distribución de la tuberculosis por sexo y edad en Chile:


Tabla 1: muestra los casos totales de TBC por sexo para el año 2019 en Chile,
observándose que la población masculina tiene una tasa 1,8 veces mayor que la femenina,
y corresponde al 63,8% del total de casos para este año.

Gráfico 5: muestra el número de casos de TBC distribuidos por sexo y grupo de edad. Se
mantiene la caracterización de los casos similar a años anteriores, con predominio de los
grupos de edad entre 25 y 64 años, y en el sexo masculino. Chile 2019.
Gráfico 6: muestra la tasa de morbilidad de TBC por grupo de edad y sexo. La tasa es más
alta en hombres que en mujeres, y aumenta con la edad. Similar a años anteriores, se
observa un incremento de la tasa a mayor edad. Chile 2019.

Gráfico 7: muestra la evolución del número de casos infantiles diagnosticados en Chile en el


último quinquenio, y el subgrupo de menores de 5 años. Chile 2015-2019.
Personas o grupos vulnerables para enfermar de TBC:
Aquellos grupos poblacionales que, por razones de carácter biológico, socioeconómico o
una combinación de éstos, tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad que la población
general.
Los grupos vulnerables identificados en Chile corresponden a:
1) Mayores de 65 años de edad: Un sistema inmunitario sano a menudo combate con
éxito las bacterias de la TBC, pero el cuerpo no puede defenderse de manera eficaz
si tienes poca resistencia. Las personas mayores tienen sistemas inmunitarios muy
débiles.
2) Pacientes hacinados.
3) Domicilio en sector rural.
4) Inmunodeprimidos: VIH. A todas las personas con diagnóstico reciente de VIH se les
realizará una radiografía de tórax en búsqueda de TBC activa y pruebas
bacteriológicas de esputo en caso de tener síntomas respiratorios. Tienen sistemas
inmunitarios muy débiles. Un sistema inmunitario sano a menudo combate con éxito
las bacterias de la TBC, pero el cuerpo no puede defenderse de manera eficaz si
tienes poca resistencia. El VIH puede debilitar tu sistema inmunitario.
5) Personas provenientes de países de alta incidencia: Las personas de un país donde
la TBC es frecuente pueden tener un alto riesgo de infección de TBC, tales como:
- África.
- Europa del Este.
- Asia.
- Rusia.
- América Latina.
- Islas del Caribe.
6) Contactos de casos de TBC: Vivir con una persona que posee TBC aumenta el
riesgo.
7) Diabetes Mellitus (DM): la diabetes aumenta de 2 a 3 veces el riesgo de padecer
TBC. Las personas con diabetes tienen resultados más desfavorables del
tratamiento de la TBC que las personas sin diabetes. Un sistema inmunitario sano a
menudo combate con éxito las bacterias de la TBC, pero el cuerpo no puede
defenderse de manera eficaz si tienes poca resistencia. Las personas con DM tienen
sistemas inmunitarios muy débiles.
8) Personas con dependencia al tabaco, alcohol o drogas: el tabaco se asocia con un
mayor riesgo de infección tuberculosa y de progresión de la infección hacia
enfermedad tuberculosa, mayor gravedad de la enfermedad, retraso en la
conversión de la baciloscopia del esputo y mayor riesgo de resultados desfavorables
del tratamiento, un mayor riesgo de recurrencia después de haber completado un
tratamiento exitoso de TBC. El consumo de drogas intravenosas y el abuso de
alcohol debilitan el sistema inmunitario y hacen al individuo más vulnerable a la TBC.
9) Personas en situación de calle.
10) Desnutrición: Un sistema inmunitario sano a menudo combate con éxito las bacterias
de la TBC, pero el cuerpo no puede defenderse de manera eficaz si tienes poca
resistencia. Las personas con desnutrición tienen sistemas inmunitarios muy débiles.
11) Pueblos indígenas.
12) Trabajadores expuestos a sílice o con silicosis: se evaluarán cambios radiológicos
en las radiografías de tórax que se realizan en la vigilancia de la salud, para detectar
la presencia de TBC activa. Además, si tienen tos con expectoración por al menos
dos semanas se procederá a solicitar los exámenes bacteriológicos. Tienen
sistemas inmunitarios muy débiles. Resulta de la exposición prolongada (más de 20
años) a bajas cantidades de polvo de sílice. Este polvo causa inflamación en los
pulmones y ganglios linfáticos del tórax.
13) Personal de salud: El contacto regular con personas enfermas aumenta las
probabilidades de exposición a la bacteria de la TBC. Usar una máscara y lavarse
frecuentemente las manos reduce considerablemente el riesgo.
14) Pacientes con otras inmunosupresiones del componente celular: se evaluarán para
descartar la TBC pulmonar activa a través de una radiografía de tórax y, si tienen tos
con expectoración por al menos dos semanas, se realizarán los exámenes
bacteriológicos. Se incluyen en este grupo las personas con:
- Insuficiencia Renal Crónica etapa 4 y 5: Un sistema inmunitario sano a
menudo combate con éxito las bacterias de la TBC, pero el cuerpo no puede
defenderse de manera eficaz si tienes poca resistencia. Las personas con
insuficiencia renal crónica grave tienen sistemas inmunitarios muy débiles.
- Pacientes sometidos a tratamiento inmunosupresor.
- Pacientes con cáncer: Un sistema inmunitario sano a menudo combate con
éxito las bacterias de la TBC, pero el cuerpo no puede defenderse de manera
eficaz si tienes poca resistencia. Las personas con ciertos tipos de cáncer
tienen sistemas inmunitarios muy débiles.
Entre otros.
15) Tratamientos oncológicos, como la quimioterapia: Un sistema inmunitario sano a
menudo combate con éxito las bacterias de la TBC, pero el cuerpo no puede
defenderse de manera eficaz si tienes poca resistencia. Las personas con tto de
quimioterapia tienen sistemas inmunitarios muy débiles.
16) Vivir o trabajar en un centro de atención residencial: Las personas que viven o
trabajan en cárceles, refugios para las personas sin hogar, hospitales psiquiátricos o
casas de reposo tienen un alto riesgo de contraer TBC. Esto se debe a que el riesgo
de la enfermedad es mayor en cualquier lugar donde haya hacinamiento y falta de
ventilación. Hospederías, hogares de personas mayores, establecimientos
psiquiátricos, personas privadas de libertad, entre otros.
17) Personas privadas de libertad: se debe realizar una radiografía de tórax durante el
examen de salud en búsqueda de TBC activa. Además, se debe investigar la
presencia de tos con expectoración por al menos dos semanas para ofrecer los
exámenes diagnósticos bacteriológicos correspondientes.
18) Tratamientos prolongados con corticoides: el uso de corticoides en dosis elevadas y
de forma prolongada puede reactivar y/o agravar la TBC al interferir en los
mecanismos de defensa del organismo. Cuando los corticoides han sido
administrados diariamente por más de 3 semanas o en altas dosis por periodos más
cortos, deben retirarse disminuyendo progresivamente la dosis para evitar efecto
rebote.

Etiología de la TBC:
La enfermedad puede ser causada por cualquiera de los 6 microorganismos que integran el
complejo Mycobacterium tuberculosis:
1) M. Tuberculosis o Bacilo de Koch: la más importante desde el punto de vista
sanitario y la causa más frecuente de enfermedad en los seres humanos. Es muy
resistente al frío y muy sensible al calor, luz solar y luz ultravioleta.
Son bacilos ácido-alcohol resistentes o BAAR, es decir, son bacilos que resisten a la
decoloración con alcohol y ácidos después de haber sido teñidos, esta propiedad
nos permite utilizar la tinción de Ziehl-Neelsen para su pesquisa.
Se activa cuando quiere.
2) M. Bovis: puede transmitirse por consumo de productos lácteos no pasteurizados
que contienen bacilos, sin embargo la transmisión por vía aérea también es factible.
3) M. Africanum.
4) M. Canetti.
5) M. Microti.
6) M. Pinnipedi.
7) M. Caprae.
Únicamente pueden observarse a través del microscopio.

Etiopatogenia y Fisiopatología:
En la TBC, la cadena patogénica de transmisión de la infección consta de 4 pasos:
1) Agente causal que produce la enfermedad: Mycobacterium tuberculosis.
2) Fuentes de infección y reservorio donde reside el agente causal: Paciente con
tuberculosis pulmonar bacilífero.
3) Mecanismos de transmisión desde las fuentes de infección.
4) Huésped susceptible de enfermar.

1) Agente causal:
La enfermedad puede ser causada por cualquiera de los 6 microorganismos que integran el
complejo Mycobacterium tuberculosis.

2) Fuentes de infección y reservorio:


El reservorio humano es el más importante, especialmente el paciente infectado con TBC
pulmonar.
El paciente infectado con el Bacilo de Koch sólo se convierte en fuente de infección cuando
se enferma, siendo la localización pulmonar la más contagiosa.

3) Mecanismos de transmisión de la infección:


Gotitas y contacto.
Este bacilo habitualmente ingresa al organismo a través de la inhalación por las vías
respiratorias o aéreas (vía aerógena), llegando a los pulmones, y se pueden diseminar
desde su ubicación inicial en los pulmones a otras partes del cuerpo por el torrente
sanguíneo o el sistema linfático.
El paciente enfermo, al hablar, toser, estornudar, roncar o cantar elimina pequeñas
microgotas (gotitas de Pflüger) en forma de aerosoles cargadas de los microbios o
micobacterias (bacilos), que pueden permanecer suspendidos en el aire en un espacio
cerrado durante varias horas. Cualquier persona que entre en este espacio puede inhalar
los microorganismos. La exposición a los microorganismos es mayor en las personas con
un contacto cercano y prolongado con un caso contagioso (aquellas que conviven en la
misma casa con un paciente con baciloscopia positiva), y se destruyen rápidamente
cuando se exponen a la luz solar, y su concentración en el aire se reduce con una
buena ventilación de los espacios.
Un grupo de microgotas, gotitas de Pflüger, con un tamaño de 5 a 10 μm, alcanzan las
vías aéreas más proximales, en cuyo interior se encierran 1 o 2 bacilos.
Al evaporarse queda tan sólo el núcleo de bacilos que permanece flotando en el medio
ambiente y se desplaza con las corrientes de aire pudiendo ser aspirado por otras personas.
Las partículas de tamaño superior a 10 μm quedan retenidas en la barrera mucosa de las
vías respiratorias superiores y son eliminadas por el sistema defensivo Mucociliar, pero
las de menor tamaño, entre 1 y 5 μm, tienen la capacidad de llegar hasta los alvéolos y
desencadenan la primoinfección.
Se necesitan menos de 10 bacilos para iniciar la infección.

10 um Retenidas barrera mucosa Eliminadas


1-5 um Alveolos Primoinfección

Además de la vía de transmisión aerógena, existen otras formas de contagio mucho menos
frecuente como:
● Digestiva.
● Urogenital.
● Cutáneo-mucosa.
● Inoculación directa.
● Transplacentaria.

4) Huésped susceptible de enfermar:


Para que se produzca la infección pulmonar el M. tuberculosis se debe encontrar con un
huésped susceptible de enfermar.

Es importante destacar que el microorganismo, Bacilo de Koch, muchas veces es


destruido por las defensas innatas del organismo, por lo que, no todas las personas que
están en contacto con el bacilo contraen la infección.

El principal mecanismo de transmisión es por vía aerógena, por tanto, si una persona recibe
una carga bacilar significativa dispersa en el aire proveniente de un paciente con TBC
pulmonar activa, única fuente de contagio, algunos de estos bacilos llegarán al espacio
alveolar. Los bacilos serán fagocitados por los macrófagos alveolares y pueden ser
eliminados por el sistema inmune natural, como ocurre la mayoría de las veces.

Si sobreviven la primera línea de defensa (macrófagos) se multiplicarán activamente


en los macrófagos alveolares, invadiendo las células cercanas y pudiendo ser
transportados a otros sitios, a través de la circulación linfática o por vía hematógena.
Una vez producida la primera infección o infección primaria, en la gran mayoría de los
casos el bacilo queda encapsulado en pequeños focos que no progresan a enfermedad,
sólo se sabe que el sujeto ha sido infectado, es decir que tiene bacilos vivos al interior
de los macrofagos alveolares, en estado latente (TBC latente, dormido), en alguna parte
de su organismo, porque reacciona a la prueba de tuberculina (PPD), esto desencadena
una respuesta inflamatoria que atrae a otras células de defensa a la zona. En conjunto
estas células forman una masa de tejido llamada: Granuloma.
En su etapa inicial el granuloma tiene una porción central de macrofagos infectados que
están rodeados por otras células del sistema inmune. A medida que se desarrolla la
inmunidad celular los macrofagos cargados de bacterias son asesinados dando como
resultado la formación del centro capcioso del granuloma. Las bacterias se vuelven
inactivas pero pueden permanecer vivas durante décadas, esta es la “TBC latente”, que
puede persistir a lo largo de la vida de la persona sin causar ningún síntoma.
La fuerza de la respuesta inmune del cuerpo determina si una infección es detenida o
avanza a la siguiente etapa. En una persona sana la infección puede detenerse de forma
permanente en este punto, posteriormente los granulomas sanan dejando pequeñas
lesiones calcificadas. Solo una minoría de las personas infectadas con el Bacilo de Koch
progresa a enfermedad, la mitad de las veces en los meses o años siguientes a la primo
infección, denominada “TBC posprimaria”; en la otra mitad de los casos lo hacen
tardíamente, se conoce como “TBC de reactivación endógena”.
Se estima que un 10% de las personas infectadas por el Bacilo de Koch desarrollarán la
enfermedad en el curso de su vida.

Si el sistema inmune de la persona está comprometido por:


➔ Hacinamiento (se relaciona con la intensidad y duración de la exposición al bacilo).
➔ Desnutrición: tienen sistemas inmunitarios muy débiles.
➔ Consumo excesivo de alcohol y sustancias, incluido el consumo de tabaco.
➔ Fármacos inmunosupresores.
➔ Infecciones virales como el VIH.
➔ Silicosis: resulta de la exposición prolongada (más de 20 años) a bajas cantidades
de polvo de sílice. Este polvo causa inflamación en los pulmones y ganglios linfáticos
del tórax.
➔ Diabetes Mellitus.
➔ Neoplasias.
➔ Insuficiencia renal.
➔ En general situaciones que se asocian a deterioro de la inmunidad celular.
; las bacterias pueden reactivarse, replicarse, escapar del granuloma y extenderse hacia
otras partes de los pulmones causando “Tuberculosis pulmonar activa”. Esta
reactivación puede ocurrir meses o años después de la infección inicial. En algunos casos
las bacterias pueden propagarse hacia otros órganos del cuerpo a través del sistema
linfático o el torrente sanguíneo. Esta forma generalizada de la “TBC diseminada o miliar”
ocurre con mayor frecuencia en los más jóvenes, más ancianos y aquellos infectados con
VIH.

“Tuberculosis latente, inactiva o infección por TBC”: es un estado de persistente


respuesta inmune a la estimulación con antígenos específicos de M. tuberculosis sin
evidencias clínicas de enfermedad activa. La persona no está enferma (en ausencia de
enfermedad), es decir una persona está infectada con el microorganismo pero no enferma
porque su cuerpo es capaz de luchar contra las bacterias de TBC e impedir que se
multipliquen (la bacteria está dormida), es decir, existe una respuesta inmune contra el
Bacilo de Koch. Las bacterias se vuelven inactivas (están dormidas) pero pueden
permanecer vivas durante décadas, que puede persistir a lo largo de la vida de la persona
sin causar ningún síntoma. Los que se infectan corren un 10% de probabilidades de
desarrollar la enfermedad.
Algunas personas con la infección de TBC latente (especialmente las que tienen sistemas
inmunitarios débiles) las bacterias se vuelven activas, se multiplican y se enferman más
adelante de la enfermedad de TBC.
Las personas con infección de TBC latente:
- No tienen ningún síntoma.
- No se sienten mal.
- No pueden transmitir las bacterias de la TBC a otras personas, es decir, no es
contagiosa.
- Presenta una radiografía de tórax normal y un resultado negativo al frotis de esputo.

“TBC posprimaria”: son personas infectadas con el Bacilo de Koch que progresa a la
enfermedad (TBC) en los meses o años siguientes a la primo infección.

“TBC de reactivación endógena”: personas infectadas con el Bacilo de Koch que


progresa a enfermedad de forma tardía (tardíamente) a la primo infección.

“TBC pulmonar activa”: cuando las bacterias se reactivan, replican, escapan del
granuloma y se extienden hacia otras partes de los pulmones. Puede ocurrir en meses o
años después de la infección inicial.
Las personas sanas que están infectadas por la TBC tienen un riesgo del 5 al 10% de
desarrollar la enfermedad activa durante su vida, aunque el porcentaje varía de manera
significativa según la edad y los factores de riesgo. En el 50-80% de las personas con
enfermedad activa, la TBC se reactiva dentro de los primeros 2 años, pero ésta puede
manifestarse también varias décadas más tarde.
Lo importante es que se debe sospechar el diagnóstico de TBC pulmonar en todo paciente
sintomático respiratorio, que se define como toda persona que presenta tos y
expectoración por 15 días o más.
Si el sistema inmunitario no puede evitar que las bacterias de la TBC se multipliquen, estas
empezarán a proliferar en el cuerpo y causarán la enfermedad de TBC. Las bacterias
atacan al cuerpo y destruyen sus tejidos. Si esto sucede en los pulmones, pueden producir
un orificio en el pulmón.
Las personas con infección de TBC activa:
- Tienen síntomas: tos intensa que dura 3 semanas o más, tos o esputo con sangre,
debilidad o cansancio, pérdida de peso, fiebre, y sudores por la noche.
- Se sienten mal.
- Pueden transmitir las bacterias de la TBC a otras personas, es decir, puede
contagiar a otras personas.
- Puede tener una radiografía de tórax anormal o un resultado positivo en el frotis o
cultivo de esputo.

TBC diseminada o miliar: cuando las bacterias o la lesión tuberculosa se propagan hacia
otros órganos del cuerpo a través del sistema linfático o el torrente sanguíneo, diseminando
millones de bacilos tuberculosos a través de la corriente sanguínea hacia todo el cuerpo.
Puede producirse una diseminación masiva sin control durante la infección primaria o
después de la reactivación de un foco latente. Los pulmones y la médula ósea se ven
comprometidos con mayor frecuencia, pero cualquier sitio puede estar afectado.
También se clasifica como TBC pulmonar debido a que existen lesiones en los pulmones.
Ocurre con mayor frecuencia en los más jóvenes, más ancianos y aquellos infectados con
VIH.
La diseminación intermitente de los bacilos tuberculosos puede causar fiebre de origen
desconocido (FOD). El compromiso de la médula ósea puede causar anemia,
trombocitopenia o una reacción leucemoide.

“Tuberculosis pulmonar”: involucra el parénquima del pulmón o el árbol traqueobronquial


(afecta los pulmones). Es la forma más frecuente de la enfermedad y más del 80% de los
casos pertenecen a este tipo. Esta forma de TBC suele ser contagiosa.

“Tuberculosis extrapulmonar”: afecta a otros órganos aparte de los pulmones, con mayor
frecuencia la pleura, meninges, los ganglios linfáticos, la columna vertebral y otros huesos o
articulaciones, el aparato genitourinario, el sistema nervioso y el abdomen. La TBC puede
afectar a cualquier órgano e incluso puede volverse diseminada. Este tipo de TBC no suele
ser contagiosa.

Un paciente con TBC pulmonar y extrapulmonar debe ser clasificado como un caso de TBC
pulmonar.
Los pacientes con varios órganos afectados (excepto pulmón) se definirán según el sitio que
presente el mayor compromiso.

El hecho de haber tenido TBC en el pasado no confiere protección contra futuras


infecciones tuberculosas. Los pacientes que se han curado podrían volver a infectarse.

Curso o cuadro clínico:


Tos con expectoración de 2 semanas asociada, al menos, a una de las siguientes
condiciones:
- Alta sudoración nocturna.
- Fiebre nocturna.
- Disminución de peso en menos de 3 meses.
- Hemoptisis.
También pueden presentar decaimiento y pérdida de apetito.

TBC extrapulmonar: los síntomas dependen del órgano afectado.

Suma más puntos las personas que pertenecen a uno de los grupos vulnerables para TBC.

Diagnóstico de TBC:
El diagnóstico de la TBC pulmonar se realiza principalmente mediante la bacteriología.
Si bien el diagnóstico puede sospecharse por el cuadro clínico, su confirmación requiere la
demostración de la presencia de Complejo M. tuberculosis por medio de una prueba
molecular, Baciloscopía o Cultivo, aprobadas.

1) Criterio clínico:
Primariamente se basa en el cuadro clínico; y si la persona está o estuvo en contacto con
una persona con tuberculosis contagiosa es aún más probable que tenga TBC.
Las manifestaciones clínicas de la TBC pulmonar son de sensibilidad variable y carecen de
especificidad, por lo que se debe tener un alto índice de sospecha clínica. En este sentido
es de gran ayuda el estudio radiográfico.

2) Criterio bacteriológico:
Se recomienda realizar:
● Baciloscopia.
● Cultivo de Koch: se recomienda emplear el cultivo para Mycobacterium tuberculosis
porque permite detectar la enfermedad en muestras con escasa cantidad de bacilos
no detectables por la baciloscopia (TBC infantil y TB extrapulmonar).
● PCR en tiempo real: esta herramienta diagnóstica será aplicada a toda persona con
sintomatología sugestiva de TBC. Se recomienda el diagnóstico con PCR tiempo
real para detectar Mycobacterium tuberculosis (MTB) y resistencia a rifampicina (R),
adicionalmente se debe solicitar la prueba de Nitrato Reductasa para determinar la
resistencia a isoniacida (H). El Xpert MTB/Rif es una prueba molecular de reacción
en cadena de la polimerasa (PCR) en tiempo real recomendada por la OMS desde el
año 2010, que es capaz de detectar simultáneamente la presencia de M.
tuberculosis y la resistencia a la rifampicina (TB-RR) en un plazo de 2 h. Esta prueba
es mucho más sensible que la BK para el diagnóstico de TBC, pero su sensibilidad
es menor que el cultivo, tanto en medio sólido como líquido. Para la detección de
TB-RR su sensibilidad es de 95%, con una especificidad del 98%. En muestras
pulmonares de niños su sensibilidad es de 66%, con la misma especificidad de 98%.

Diagnóstico de tuberculosis latente:


Los exámenes utilizados para la detección de infección latente por M. tuberculosis son
indirectos y están basados en la reacción montada entre los linfocitos sensibilizados y los
antígenos de M. tuberculosis.
1. Prueba de la tuberculina (PPD): sólo diagnostica infección y no enfermedad. Es el
examen tradicional que consiste en la inyección intradérmica de un derivado proteico
purificado de un extracto de cultivo de bacilos tuberculosos (PPD) y la medición
posterior (48 y 72 hrs) de la induración. Una prueba positiva no indica enfermedad,
sino que el individuo ha sido infectado en algún momento de su vida con una
especie de micobacteria. Puede tratarse tanto de un bacilo tuberculoso de tipo
humano como del bacilo atenuado de la vacuna de BCG.
Debe ser realizada por un profesional de enfermería capacitado.
Se considera que el PPD es reactivo cuando la induración es de 10 mm o más.
Se considera que el PPD es reactivo en pacientes con VIH y otros pacientes
inmunodeprimidos cuando la induración es de 5 mm o más.
Un resultado de 15 o 20 mm o aún más no significa enfermedad, sino mayor
probabilidad de que la infección se deba realmente a M. tuberculosis, por lo que en
ningún caso es indicación de tratamiento.
El test de PPD puede presentar falsos positivos hasta los 6 meses de vida, debido a
la sensibilización del sistema inmunológico por causa de la administración de la
vacuna BCG de manera previa o la exposición a micobacterias no tuberculosas.
Pero si el niño es un contacto de un caso con TBC, esta posible influencia en los
falsos positivos no es clínicamente significativa y se debe decidir en base al
resultado de la prueba de la tuberculina, sin pensar en estos factores.
Lectura positiva a las 72 horas:
- > 5 mm en niños y VIH.
- > 10 mm en población general.
Se recomienda el diagnóstico con PCR tiempo real para detectar Mycobacterium
tuberculosis (MTB) y resistencia a rifampicina (R), adicionalmente se debe solicitar la
prueba de Nitrato Reductasa para determinar la resistencia a isoniacida (H).

2. Interferon Gamma Release Assays (IGRAs): miden la liberación de interferón


gamma de los linfocitos al exponerlos a antígenos que son propios del bacilo de
Koch. Su sensibilidad es similar a la de la reacción de tuberculina, pero el resultado
no se ve afectado por la vacuna de BCG; además, sólo requieren de una muestra de
sangre, son más reproducibles y no necesitan ser interpretadas.

Es importante destacar que el PPD y el IGRAs no discriminan entre infección o enfermedad,


por lo tanto, una persona con PPD (+) o IGRAs (+), no tiene una infección latente hasta que
hayamos descartado que tiene enfermedad tuberculosa activa.

Los PPD reactivos (+) o los IGRAs positivos (+) no deben repetirse, pues el resultado
persistirá en el tiempo aún habiendo realizado tratamiento de la TBC latente.
Su repetición mal indicada puede llevar a tratamientos innecesarios.
El tamaño de la reacción de PPD más allá de los 10 mm no se relaciona con diagnóstico de
enfermedad.
Estos test no permiten diferenciar la infección de la enfermedad tuberculosa.

Diagnóstico de la tuberculosis pulmonar:


El diagnóstico de la TBC pulmonar puede sospecharse por el cuadro clínico-radiológico,
pero su confirmación es microbiológica, es decir la demostración del M. tuberculosis en
muestras respiratorias.

Diagnóstico microbiológico:
La baciloscopia y el cultivo de Koch de expectoración u otras muestras respiratorias
siguen siendo las herramientas diagnósticas fundamentales.
Ante la sospecha clínica se deben solicitar 2 baciloscopias de expectoración seriadas,
como la muestra más rentable es la matinal, en pacientes ambulatorios u hospitalizados
se recomienda obtener los exámenes en las primeras horas del día, en días
consecutivos.
En la atención ambulatoria, se debe obtener la primera muestra al momento de la
consulta, dándole un segundo frasco al paciente para que recoja el esputo en la primera
hora del día siguiente.
Se enviará a Cultivo de Koch a lo menos una de las 2 muestras de cada sintomático
respiratorio (SR). A los SR que pertenezcan a algún grupo de riesgo para TBC se les
deberá realizar cultivo a las 2 muestras.

Baciloscopia:
Es gratuito en los centros de salud.
El hallazgo de BAAR al microscopio permite confirmar el diagnóstico con una especificidad
cercana al 100%.
Es un método simple, económico, rápido, que requiere de una alta carga bacilar (5.000 a
10.000 bacilos por mL de la muestra).
Los laboratorios enviarán los informes de resultados al lugar de petición del examen en un
máximo de 48 horas hábiles.

Cultivo de Koch:
Es el examen de referencia o gold standard, es el único método que permite establecer el
diagnóstico de certeza de TBC.
Casi siempre, se tomará una muestra de esputo. Para obtener dicha muestra, a usted se le
pedirá que expectore profundamente y escupa el material que sale de los pulmones.
Es mucho más sensible que la baciloscopia, permite la identificación de las especies de
micobacterias, practicar estudio de susceptibilidad a fármacos, sin embargo, tiene algunos
inconvenientes como el tiempo requerido para la obtención de los resultados que, en los
medios sólidos convencionales, es de 30 a 60 días, necesita de mayores recursos técnicos
y personal capacitado.
En la actualidad se han desarrollado nuevas técnicas, como son los cultivos en medios
líquidos, métodos más rápidos que entregan el resultado en 2 semanas.
Los laboratorios enviarán los informes de resultados al lugar de petición del examen en un
máximo de 45 días.
Se recomienda emplear el cultivo para Mycobacterium tuberculosis porque permite detectar
la enfermedad en muestras con escasa cantidad de bacilos no detectables por la
Baciloscopia.

Se realizará la prueba de VIH a todos pacientes con TBC, ya sea una prueba serológica
instrumental (ELISA, CLIA u otro), test visual rápido para VIH, u otro método diagnóstico
aprobado por el Programa de VIH del Ministerio de Salud.
En el caso de que el paciente rechace la realización de un test para VIH, esta decisión
deberá ser consignada por escrito por el personal de salud, con la firma del paciente.
Se solicitará test para VIH a todos los pacientes en la primera consulta médica. El resultado
del test debe ser registrado en la Tarjeta de Registro de Tratamiento del paciente y en el
Registro Nacional Electrónico de TBC.

Definición de caso:
Un caso de TBC confirmado bacteriológicamente es aquel en el cual una muestra biológica
resulta positiva, ya sea la Baciloscopía, el Cultivo de Koch o los exámenes rápidos
aprobados por la Organización Mundial de la Salud.

Estudio de los contactos:


Los contactos de los pacientes con TBC pulmonar constituyen el grupo de más alto riesgo
de enfermar. Se estima que el 2-3% de los contactos enferman de TBC.
Definición de contacto: Toda persona que ha estado expuesta al contagio con un enfermo
de TBC pulmonar con bacteriología positiva. El estudio de los contactos se realizará al
momento del diagnóstico del caso índice y al alta del tratamiento sólo en los contactos
intradomiciliarios. El estudio consiste en solicitar Radiografía de tórax y Baciloscopia de
expectoración en los SR.

Biopsia transbronquial por endoscopia:


La biopsia transbronquial por endoscopia suele facilitar el diagnóstico provisional cuando el
esputo es negativo; sin embargo, una biopsia negativa no excluye el diagnóstico.

Radiografía de tórax:
Una radiografía de tórax normal hace que sea muy improbable el diagnóstico de TBC
pulmonar en un individuo inmunocompetente (solo ocurre en un 5% de los casos). Sin
embargo, esto no significa que a un paciente con cuadro clínico sugerente y radiografía de
tórax normal no se le deba realizar los estudios microbiológicos que permitan establecer el
diagnóstico oportuno.
Una radiografía de tórax normal no descarta el diagnóstico de TBC.
Una radiografía de tórax alterada no permite afirmar con certeza el diagnóstico de TBC, ya
que las lesiones son inespecíficas y pueden ser secundarias a diversas causas, sin
embargo, todo paciente con sospecha clínica o diagnóstico de TBC pulmonar debe tener un
estudio radiológico inicial para establecer la localización anatómica y extensión del daño
pulmonar, y debido al diferente valor pronóstico que tienen las formas cavitarias y no
cavitarias de la enfermedad.
Las anomalías observadas en la radiografía de tórax pueden deberse a la TBC o a gran
número de otras enfermedades. Es decir, que los aspectos radiográficos no son específicos
de TBC. Algunas personas que tuvieron TBC en el pasado y que ahora están curadas (por
lo tanto no necesitan tratamiento) pueden tener resultados radiográficos semejantes a la
TBC activa que sí necesita tratamiento.
Las radiografías de tórax pueden ser muy útiles en el diagnóstico de personas sin
confirmación bacteriológica, pero solo un médico con experiencia puede interpretarlas de
manera fiable.
Se deben realizar al inicio y al finalizar el tratamiento.
La respuesta al tratamiento se debe cotejar con la evolución radiológica.

Radiografía de la TBC pulmonar:


● Localización en partes altas y dorsales de los pulmones.
● Opacidades (infiltrados acino-nodosos o en árbol en brote).
● Nódulos (generalmente pequeños y localizados en las partes altas de los pulmones).
● Fibrosis y retracciones localizadas.
● Calcificaciones (pulmonares o ganglionares hiliares y mediastínicas).
● Cavidades (de paredes limpias).

VIH:
A todas las personas con diagnóstico reciente de VIH se les realizará una radiografía de
tórax en búsqueda de TBC activa y pruebas bacteriológicas de esputo en caso de tener
síntomas respiratorios. El estudio de TBC activa se debe repetir posteriormente cada vez
que aparezcan síntomas respiratorios u otra sintomatología sospechosa durante todo el
curso de vida.
TEST DE VIH: El examen de serología VIH, previa consejería, debe realizarse lo antes
posible, a todas las personas con un diagnóstico establecido de TBC, independientemente
de la confirmación bacteriológica. El profesional de la salud debe abordar la posible
asociación de ambas infecciones y, los beneficios del diagnóstico y tratamiento precoz de la
infección por VIH. La prueba de VIH debe realizarse con el consentimiento del paciente,
atendiendo la confidencialidad de la prueba, utilizando el algoritmo de diagnóstico con
pruebas rápidas, siempre que sea posible. Independientemente de los resultados de las
pruebas, debe ser realizada consejería post-test. Si la prueba es positiva, el paciente o en
su defecto una muestra de sangre debe ser derivado al Programa Nacional de VIH/Sida/ITS
para su confirmación y la evaluación inmunológica.

Personas privadas de libertad:


En las personas privadas de libertad que han sido condenadas se debe realizar una
radiografía de tórax durante el examen de salud en búsqueda de TBC activa. Además, se
debe investigar sistemáticamente la presencia de tos con expectoración por al menos 2
semanas para ofrecer los exámenes diagnósticos bacteriológicos correspondientes.

Trabajadores expuestos a sílice:


En los trabajadores expuestos a sílice, se evaluarán cambios radiológicos en las
radiografías de tórax que se realizan en la vigilancia de la salud, para detectar la presencia
de TBC activa. Además, si los trabajadores tienen tos con expectoración por al menos 2
semanas se procederá a solicitar los exámenes bacteriológicos correspondientes.

Inmunosupresión del componente celular:


Las personas que presenten condiciones de salud que impliquen una inmunosupresión del
componente celular, ya sea por una enfermedad o por el tratamiento de ésta, deberán ser
evaluadas para descartar la TBC pulmonar activa a través de una radiografía de tórax y, si
tienen tos con expectoración por al menos 2 semanas, se realizarán los exámenes
bacteriológicos correspondientes.
Se incluyen en este grupo las personas:
- Con insuficiencia Renal Crónica etapa 4 y 5.
- Sometidos a tratamiento inmunosupresor.
- Con cáncer.
Los responsables de esta evaluación son los especialistas tratantes de los pacientes según
sea su condición asociada.
Flujograma de manejo de casos sospechosos de tuberculosis:

Tratamiento médico:
El tratamiento de la TBC es totalmente gratuito en el sistema público de salud para todas
las personas del país que lo requieran, independientemente de su previsión, nacionalidad o
condición migratoria.
Consiste en una asociación de medicamentos por un periodo de 6 meses para eliminar los
bacilos de Koch.

El tratamiento para la tuberculosis tiene 2 fases:


1) 1ra. Fase o fase intensiva: es la asociación de fármacos para evitar la aparición de
resistencia. Es una fase inicial con la administración diaria de los medicamentos
para eliminar la mayor carga bacilar. Tiene una duración de 2 meses, el paciente
recibe 4 medicamentos en 1 sola toma, de lunes a sábado. Los medicamentos
que tomará son 4:
● Isoniacida (H).
● Rifampicina (R).
● Pirazinamida (Z).
● Etambutol (E).
2) 2da. Fase o fase de sostén: es la necesidad de tratamientos prolongados para
eliminar los bacilos en sus diferentes fases de crecimiento metabólico. Es una
segunda fase de mantención, con dosis intermitentes administradas 3 veces por
semana para eliminar a los microorganismos en fase latente. Tiene una duración
de 4 meses, el paciente recibe 2 medicamentos en 1 sola toma, los días lunes,
miércoles y viernes. Los medicamentos que tomará son:
● Isoniacida (H).
● Rifampicina (R).

La administración del tratamiento debe ser siempre estrictamente supervisado.

La administración del tratamiento será de preferencia ambulatoria, lo más cercano al


domicilio o lugar de trabajo del paciente (según su propia conveniencia) y siempre
estrictamente supervisada, es decir, directamente observada por personal de salud
capacitado y, en casos excepcionales, por otras personas capacitadas a quienes se
encomiende esta responsabilidad, con autorización previa del referente de TBC de la
SEREMI de Salud correspondiente.
Los fármacos se administrarán todos juntos, de una vez, en el tiempo que el paciente
precise para ello. Se debe evitar fraccionar la dosis diaria en horas separadas.

El médico del equipo indicará el inicio del tratamiento en un plazo máximo de 24 horas
hábiles desde que el establecimiento toma conocimiento del examen positivo.

Una vez que se diagnostica un caso de TBC, debe iniciarse una Tarjeta de Registro de
Tratamiento, para llevar el registro de las actividades relacionadas con el tratamiento: la
evolución bacteriológica mensual, la regularidad en la administración del tratamiento, el
cumplimiento de las dosis y la categoría de egreso del caso. Deben registrarse las
atenciones de otros profesionales y otros antecedentes de importancia en el tratamiento.

El tratamiento antituberculoso en Chile es asociado (4 fármacos), prolongado (dura 6-9


meses), supervisado (observación directa en los servicios de atención primaria) y normado
siguiendo las recomendaciones del Programa Nacional de Control y Eliminación de la TBC.
Los medicamentos utilizados en Chile para el tratamiento de la TBC sensible son (la
enfermera ve que consuman el medicamento) 4 antibióticos:
1) Isoniacida (H).
2) Rifampicina (R).
3) Pirazinamida (Z).
4) Etambutol (E).
Se consumen por 6 a 9 meses debido a la lenta tasa de crecimiento de las baterías.

Baciloscopía y Cultivo líquido: se realizará mensualmente, contando a partir de la fecha de


inicio de tratamiento, y al término del tratamiento para documentar la curación del
paciente.
Radiografía de tórax: se solicitará al iniciar el tratamiento en todos los casos de TBC
pulmonar, sin que esto retrase el inicio de tratamiento. También debe realizarse a los 6
meses después de finalizar el tratamiento, para evaluar la evolución de las lesiones
radiológicas y la presencia de secuelas.

TBC-FR: es importante completar el curso del tratamiento para evitar el desarrollo de


bacterias farmacorresistentes (TBC resistente) y la re-ocurrencia de la TBC.

Tuberculosis resistente: las grandes cantidades de microorganismos de la TBC que existen


en el cuerpo del paciente contienen algunos que han mutado espontáneamente y han
adquirido así resistencia a un fármaco. Por lo tanto, si una persona recibe tratamiento
con 1 solo medicamento cuando tiene una gran cantidad de microorganismos, el
medicamento solo elimina a los microorganismos sensibles al medicamento; pero los
que de manera espontánea son resistentes a este medicamento se multiplicarán.
El riesgo de padecer TBC resistente es mayor en las personas que han recibido
tratamiento anteriormente, pero también puede ocurrir en aquellos que nunca han sido
tratados por TBC pero han estado expuestos a una persona con una cepa de TBC
resistente.
Las cepas de TBC resistentes a los fármacos aparecen una vez que el antibiótico no es
efectivo y no mata cada una de las bacterias.
La TBC-FR es una de las principales razones de muerte debido al crecimiento de cepas
resistentes a los medicamentos.

Hospitalizados: en el caso de pacientes hospitalizados que pueden recibir el tratamiento de


lunes a domingo, la duración total de la fase inicial no deberá ser inferior a 10 semanas, y
la fase de continuación no deberá ser inferior a 16 semanas.

Siempre que sea posible la dosis se debe ajustar a las presentaciones disponibles, dentro
del rango de dosis por peso, evitando la indicación de dosis intermedias que complejizan
la administración de los fármacos.

El tratamiento antimicrobiano primario contra la TBC es muy eficaz, con una tasa de
curación cercana al 99%; lo más importante es la pesquisa precoz de los casos para
disminuir el riesgo de diseminación de la infección en la población (control de la endemia) y
reducir la morbimortalidad y secuelas del paciente con TBC pulmonar activa.

Las dosis de los fármacos del esquema primario deberán ajustarse en aquellos pacientes
que pesen < 45 kg o > 70 kg, sin sobrepasar las dosis máximas diarias, según:
Cuando un paciente no asiste a la administración de su tratamiento, el técnico en
enfermería del equipo de TBC de su establecimiento deberá informar de esto a los
profesionales del equipo, y contactar telefónicamente al paciente el mismo día de la
inasistencia para conocer la causa e insistir en que acuda a la siguiente dosis. En caso de
que el paciente no asista nuevamente a pesar de la citación telefónica, el técnico en
enfermería del equipo de TBC deberá hacer una visita domiciliaria al día siguiente para
dar el tratamiento e insistir en la adherencia a éste.

En caso de persistir la inasistencia a tratamiento, el profesional de enfermería del equipo


de TBC deberá realizar una visita domiciliaria dentro de la 1 semana desde la 1
inasistencia.

Del control bacteriológico de tratamiento de TBC pulmonar:


Para el control de tratamiento de TBC pulmonar se debe tomar una muestra mensual a
partir de la fecha del inicio de tratamiento, preferentemente matinal.
Si es necesario se puede solicitar apoyo kinésico para obtener una muestra.
La saliva es permitida en estos pacientes considerando que una vez en tratamiento el
esputo puede no estar presente.
Los exámenes bacteriológicos a realizar durante el control de tratamiento son los siguientes:
● Baciloscopía.
● Cultivo líquido.

A todo paciente con TBC pulmonar activa bacilífero que inicie tratamiento hospitalizado o
ante la sospecha diagnóstica, se debe indicar medidas de aislamiento con precaución
respiratoria (pieza individual obligatoria, idealmente a presión negativa, uso de mascarilla
N95). En las salas de atención ambulatoria y salas de procedimientos, todo el personal de
salud debe contar y utilizar mascarilla N95 (mascarilla de alta filtración).

Las bacterias de la TBC mueren muy lentamente. Los medicamentos tardan por lo
menos 6 meses en destruir todas las bacterias de la TBC. Usted probablemente
empezará a sentirse bien después de sólo algunas semanas de tratamiento. ¡Pero tenga en
cuenta lo siguiente! Las bacterias de la TBC aún están vivas en su cuerpo. Debe seguir
tomando sus medicamentos hasta que todas las bacterias de la TBC estén muertas,
aun cuando usted se sienta mejor y no tenga más síntomas de enfermedad de TBC.
Puede ser muy peligroso si no sigue tomando sus medicamentos o si no los toma en forma
regular. Las bacterias de la TBC se multiplicarán nuevamente y usted seguirá enfermo por
más tiempo. Además, las bacterias pueden volverse resistentes a los medicamentos que
esté tomando. Es posible que necesite medicamentos diferentes para eliminar las bacterias
de la TBC si los que usaba antes ya no le funcionan. Estos nuevos medicamentos se
deben tomar durante más tiempo y, por lo general, tienen efectos secundarios más
graves.
Si su enfermedad vuelve a ser contagiosa, podría transmitir las bacterias de la TBC a su
familia, sus amigos o a cualquier persona que pase tiempo con usted. Es muy importante
que tome sus medicamentos de acuerdo a las indicaciones de su médico o enfermera.

Esquema primario con dosis fijas combinadas:


Para enfermos de 45-70 kg de peso. Enfermos con daño hepático previo, insuficiencia renal
crónica avanzada o con alergia conocida a alguno de los medicamentos del esquema, no
detiene usar fármacos en dosis fijas combinadas.
Existen asociaciones de medicamentos en un solo preparado farmacéutico. La utilización de
estas asociaciones se ha defendido como una forma de prevenir la aparición de resistencia
a los medicamentos atribuible a la toma inadecuada. La resistencia en la mayoría de
pacientes de TBC surge como resultado de múltiples interrupciones del tratamiento. Cuando
se utilizan formulaciones monofármaco es más probable que el paciente interrumpa la
terapia con algunos de los fármacos y no con otros, creando riesgo de monoterapia y
selección de mutantes resistentes. La administración de presentaciones asociadas
simplifica la prescripción al disminuir el riesgo de dosificación incorrecta, simplifica la
adquisición de medicamentos, y ayuda a asegurar la adherencia al tratamiento por necesitar
sólo 3 o 4 comprimidos por día para cumplir con el mismo.
Las formas combinadas disponibles son:

Tuberculosis fármacorresistente (TBC-FR):


La fármacorresistencia, es aquella condición en la que in vitro se confirma la presencia de
cepas infectantes de Mycobacterium tuberculosis resistentes a los medicamentos de
primera y/o segunda línea. Este hecho representa un grave problema para quien padece la
enfermedad, para su ámbito inmediato y para la sociedad en su conjunto. Si bien la mayoría
de casos de TBC son sensibles a medicamentos, la TBC-FR representa una amenaza para
el control mundial de la enfermedad.
Entre las causas que seleccionan cepas resistentes se encuentran los tratamientos
erróneamente prescritos, la falta de supervisión terapéutica y los fármacos de calidad
inadecuada.

La fármacorresistencia puede clasificarse según:


1. El antecedente de tratamiento previo en:
- Fármacorresistencia en casos nuevos de TBC o
- Fármacorresistencia en casos previamente tratados.
2. El grado y perfil de resistencia:
- Tuberculosis monorresistente: es la resistente a 1 solo fármaco
antituberculoso, generalmente a H o Estreptomicina.
- Tuberculosis polirresistente: es la resistencia a más de un fármaco
antituberculoso, pero sin comprender simultáneamente a H y R.
- Tuberculosis multirresistente (TB-MR): es la resistencia a H y R con o sin el
agregado de resistencia a otros fármacos.
- Tuberculosis extensamente resistente (TB-XDR): es la resistencia a fármacos
de primera línea (H+R como mínimo) más algún inyectable de segunda línea
como Kanamicina (Km), Amikacina (Am) o Capreomicina (Cm) y una
fluoroquinolona con acción antituberculosa, como mínimo. Esta forma de
TBC tiene mayor gravedad clínica y epidemiológica por las dificultades
diagnósticas y terapéuticas que plantea.
- Tuberculosis totalmente resistente (TB-TR) o panresistente: se refiere a la
TBC que presenta resistencia a todos los fármacos de primera y segunda
línea (fluoroquinolonas, inyectables, tioamidas, cicloserina (Cs) y PAS).
Isoniacida (H). Rifampicina (R). Pirazinamida (Z). Etambutol (E).

Reacciones o efectos adversos a los medicamentos:


Las manifestaciones más importantes y frecuentes son la hepatitis y las reacciones
alérgicas.

Embarazo y lactancia:
Antes de iniciar el tratamiento antituberculoso en una mujer en edad fértil, se debería
descartar embarazo, ya que la Estreptomicina puede provocar sordera congénita, por
lo que estaría contraindicado su uso.
En el embarazo se recomienda el esquema estándar de tratamiento, de acuerdo a la forma
de TBC. Además, se debe descartar TBC activa en el recién nacido, vacunarlo con BCG,
vigilando nódulo precoz y comenzar quimioprofilaxis o tratamiento según corresponda.
Los fármacos antituberculosos pueden estar presentes en pequeñas concentraciones en la
leche materna, sin embargo, estos niveles son bien tolerados por los lactantes, por lo que el
bebé no debe ser separado de la madre y puede seguir recibiendo lactancia materna.
En todas las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia que están tomando Isoniazida
se recomienda un suplemento de piridoxina (25 mg/día).

Anticonceptivos orales:
La Rifampicina interfiere con los anticonceptivos orales, por lo que disminuye la eficacia
anticonceptiva, por lo que debe recomendarse el uso de otros métodos anticonceptivos (de
barrera, Dispositivos intrauterinos).

Éxito de tto médico:


● Curado confirmado: Paciente que ha recibido el total de las dosis de antimicrobianos
prescritas y tiene Baciloscopías y Cultivos de Koch de expectoración negativos al
término del tratamiento.
● Tratamiento terminado: Paciente que ha recibido la totalidad de las dosis y no tiene
Baciloscopía y Cultivo de Koch de expectoración al término del tratamiento.

Fracaso al tto médico:


El fracaso es un concepto bacteriológico, se sospecha fracaso en las siguientes
condiciones:
● Pacientes que mantiene baciloscopías positivas hasta el 4to mes de tratamiento:
Mes 1234567
Baciloscopía + + + +
● Pacientes que presentan baciloscopías positivas en 2 controles sucesivos, después
de un periodo de negativización de 2 meses:
Mes 1234567
Baciloscopía + - - + +
El fracaso debe ser confirmado mediante el Cultivo de Koch.
Una vez que el cultivo se informe como positivo, el paciente debe ser referido a un
especialista.
El paciente debe continuar con el esquema primario de tratamiento hasta confirmar el
fracaso mediante el Cultivo de Koch de la muestra respiratoria.

Pérdida de seguimiento:
Corresponde a la inasistencia continuada a tratamiento en etapa diaria o trisemanal por más
de 4 semanas. De los enfermos que se rescaten después de un abandono, la continuación
del tratamiento dependerá del estado bacteriológico y del tiempo transcurrido desde el
abandono.

Caso nuevo o caso previamente tratado:


1) Caso Nuevo (CN): aquel que nunca ha sido tratado por TBC.
2) Previamente Tratado (PT): aquel que ha recibido tratamiento antituberculoso en el
pasado, independiente del número de dosis recibidas.
Los casos PT se clasifican además por los resultados de su más reciente ciclo de
tratamiento en:
● Recaída: aquellos casos que presentan un nuevo episodio de TBC después
de haber egresado como Curado cConfirmado (CC) o Tratamiento
Terminado (TT) del episodio previo.
● Tratamiento después de fracaso: son aquellos casos previamente tratados y
cuyo último ciclo de tratamiento fracasó (confirmado por cultivo positivo).
● Tratamiento después de pérdida de seguimiento: son aquellos casos que se
trataron previamente, pero fueron declarados perdidos del seguimiento en el
último ciclo de tratamiento.

Criterios de hospitalización:
1) Enfermos graves, como en cualquier otra enfermedad.
2) Complicaciones: hemoptisis, neumotórax, etc.
3) Toxicidad grave a las drogas.
4) Para inicio del tratamiento en algunos pacientes multiresistentes.
5) Indicaciones sociales.
Tratamiento Kinésico:
Los objetivos del tratamiento son:
1) Organizar, supervisar y evaluar la localización de casos en la sala ERA.
2) Colaborar en la toma de muestra de los casos especiales con técnica de esputo
inducido.
3) Fluidificar las secreciones bronquiales (nebulizadores).
4) Estimular la cinética del sistema bronquial (cilios), para disminuir la obstrucción (a
través de los drenajes posturales).
5) Aumentar la expansión de la caja torácica.
6) Reeducación funcional muscular para disminuir la hipotonía y fortalecer la
musculatura mediante la realización de ejercicios generales.
7) Reeducación funcional respiratoria, mediante los ejercicios diafragmáticos
abdominales.

El drenaje bronquial es un medio físico que tiene por objeto: Limpiar y eliminar las
secreciones con efectos de la gravedad sobre el tórax. Como lo es la ETGOL siendo una
espiración lenta total con la glotis abierta en decúbito lateral lograr llevar las secreciones de
los bronquios periféricos a los de más grande calibre. Decúbito dorsal al lateral para mejorar
la limpieza bronquial.
De esta forma, los efectos de la gravedad sobre el contenido torácico son los óptimos, o
ejercicios ventilatorios maniobras inspiratorias lentas y profundas en decúbito lateral,
seguidas de una pausa teleinspiratoria, situando la zona que se debe intentar en
supralateral.
También, el entrenamiento de músculos espiratorios, fortalecimiento diafragmático,
vibrocompresión y facilitación de la tos.
Entre los ejercicios respiratorios hay ejercicios de respiración diafragmática y con labios
fruncidos, que tienen como objetivo: mejorar la ventilación, intercambio gaseoso, función de
los músculos respiratorios, disminución en la percepción de disnea, tolerancia al ejercicio y
mejora de la calidad de vida.

http://dspace.unach.edu.ec/bitstream/51000/9265/1/Jessica%20Alexandra%20A%2c%20J
%20%282022%29Fisioterapia%20Respiratoria%20en%20adultos%20con%20Tuberculosis
%20etapa%201%28Tesis%20de%20pregrado%29Universidad%20Nacional%20d
%20Chimborazo%2c%20Riobamba%2c%20Ecuador.pdf

Programa de Rehabilitación Pulmonar:


Los primordiales beneficios de la fisioterapia respiratoria integran:
1) Mayor extensión pulmonar.
2) Liberación de secreciones del pulmón y de las vías aéreas.
3) Desobstrucción y limpieza idónea de vías aéreas.
4) Disminución del tiempo de hospitalización.
5) Facilita la llegada de oxígeno por todo el cuerpo humano.
6) Combate la complejidad para respirar.
El programa de RP ambulatorio se realizó con una duración de 8 semanas (3 sesiones por
semana), comprendidas por ejercicio y actividades educativas, cada sesión tiene duración
de 1 hora.
Cada plan de tratamiento considera la función respiratoria, ejercicio aeróbico, fuerza
muscular de brazos y piernas, entrenamiento de músculos espiratorios y fortalecimiento
diafragmático.
Los pacientes eran orientados por un fisioterapeuta y empezaban realizando ejercicios
respiratorios con labios fruncidos y respiración diafragmática, posteriormente realizaban
ejercicio continuo en banda sin fin por 30 minutos iniciando al 80% de la velocidad
alcanzada en el 6MWT que se incrementó a la cuarta semana al 90%; se realizó
fortalecimiento muscular de miembros superiores de 4 series de 8 hasta 12 repeticiones con
1 minuto de descanso al 40% de la resistencia máxima (RM).
Las actividades de educación se realizaron con sesiones individuales y grupales en temas
que incluyeron: conocimiento de la enfermedad, medicación, alimentación, técnicas de
relajación y ejercicios respiratorios domiciliarios.
El test de caminata de 6 minutos (capacidad aeróbica) es una prueba que genera mejoría
de la capacidad funcional (aeróbica) luego de 8 semanas de ejercicio continuo incluso por
encima de otras enfermedades respiratorias crónicas como la EPOC por lo que se sugiere
debe realizarse siempre al inicio y final de un programa de RP.
El programa de fisioterapia respiratoria es importante para un paciente que ha sufrido de
TBC, ya que varias técnicas y métodos que se han aplicado han logrado prevenir una
complicación más grave de la TBC.

Vibropresión: disminuye la posibilidad de desarrollo de una secuencia de eventos


pleuropulmonares tras TBC: atelectasia, neumonía inespecífica, cavidad pleural residual
posresección y fístulas bronquiales, y mejoró el estado servible de los pacientes.
Este procedimiento integraba la utilización de un artefacto de vibro masaje ligero que
permitía que con la ayuda de la fisioterapia una ayuda de vibro acupresión eléctrica puesta
en todo el tórax.

http://www.scielo.org.co/pdf/nova/v13n24/v13n24a05.pdf
http://dspace.unach.edu.ec/bitstream/51000/9265/1/Jessica%20Alexandra%20A%2c%20J
%20%282022%29Fisioterapia%20Respiratoria%20en%20adultos%20con%20Tuberculosis
%20etapa%201%28Tesis%20de%20pregrado%29Universidad%20Nacional%20d
%20Chimborazo%2c%20Riobamba%2c%20Ecuador.pdf

Controles y seguimiento:
1) Se realizará una baciloscopía y cultivo de Koch de expectoración mensualmente
durante el tratamiento. A todo cultivo positivo desde el tercer mes de control de
tratamiento se le realizará estudio de susceptibilidad a antimicrobianos.
2) Se debe realizar baciloscopía y cultivo de Koch de expectoración al término del
tratamiento para documentar la curación del paciente.
3) Se practicará radiografía de tórax al iniciar el tratamiento, sin que deba retrasarse
el inicio de éste en espera del examen. También debe realizarse al finalizar el
tratamiento para evaluar la evolución de las lesiones y la presencia de secuelas.

Notificación:
La TBC en todas sus formas y localizaciones corresponde a una Enfermedad de
Notificación Obligatoria de notificación dentro de 24 horas. La notificación debe realizarse
en todo establecimiento de salud, de cualquier nivel de complejidad.
Es obligación de todos los médicos que atiendan pacientes en los establecimientos
asistenciales, sean públicos o privados notificar la tuberculosis.

Los médicos deben notificar los casos al momento de hacer el diagnóstico en cualquier nivel
de atención.

No se notificarán:
● Los pacientes con “sospecha” de TBC.
● Casos que comienzan un nuevo tratamiento luego de fracaso de tratamiento o
pérdida de seguimiento.
● Enfermos que vienen trasladados de otros establecimientos de salud dentro del
territorio nacional.
● Pacientes afectados por micobacterias no tuberculosas, por M. bovis, ni por M. bovis
BCG.
● Las personas diagnosticadas con infección tuberculosa latente.

Secuelas de TBC:
La TBC es una enfermedad muy fibrogénica.
Cuando la fibrosis del parénquima y de la pleura son extensas se produce el fibrotórax (figs
1 y 2), con desviación del mediastino, hiperinsuflación compensatoria y herniación del
pulmón contralateral hacia el lado comprometido; caverna(s) residuales de paredes gruesas
en los segmentos apicales de los lóbulos superiores o de los inferiores, que posteriormente
pueden o no sobreinfectarse por aspergillus; calcificaciones ganglionares; bronquiectasias
con expectoración purulenta y/o hemoptisis, y obstrucción secundaria a cicatrización por
endobronquitis tuberculosa, que puede simular cuadro de asma o EPOC.

Figs 1 y 2: Imágenes pulmonares de severo fibrotórax izquierdo.

Fig 2: Extensa fibrosis del hemitórax izquierdo con herniación pulmonar derecha hacia ese
lado:
Secuelas crónicas:

Lesiones de la vía aérea:


1) Estenosis traqueobronquial:
Presenta mayor prevalencia el sexo femenino, lo cual puede ser explicado por el menor
calibre de la luz bronquial y la menor expectoración, que promueven la estasis de esputo y
favorecen el ingreso del MT a las mucosas con posterior cicatrización y remodelación de la
vía aérea. El lugar más afectado frecuentemente es el bronquio fuente izquierdo a causa de
su situación anatómica y la compresión que ejerce el arco aórtico sobre dicho sitio.
Los síntomas más frecuentes son tos y disnea.
El diagnóstico definitivo se determina por fibrobroncoscopia flexible, debido a la baja
sensibilidad de la radiografía de tórax y la espirometría.
El tratamiento se realiza mediante intervención endoscópica, con técnicas como dilatación
con balón, colocación de stent de silicona y, en caso de respuesta inadecuada a los
anteriores tratamientos, se indica la resección quirúrgica como tratamiento definitivo.

2) Bronquiectasias de tracción:
Se generan como consecuencia de la inflamación y cicatrización de los bronquios y del
tejido pulmonar adyacente que causa remodelación y retención de secreciones,
posteriormente propician infecciones bacterianas que conllevan a mayor dilatación de la vía
aérea.
El almacenamiento de bacilos tuberculosos y estructuras micóticas como aspergillus se
encuentra presente en el 35% de los casos.
La localización más frecuente es a nivel de los lóbulos superiores, principalmente en los
segmentos apicales y posteriores.
Los síntomas predominantes son tos, expectoración purulenta, hemoptisis, disnea y
sibilancias.

3) Broncolitiasis:
Se denomina broncolitiasis a la presencia de material calcificado en la luz bronquial. Se
genera debido a la erosión y la extrusión de nódulos linfáticos calcificados adyacentes a la
luz bronquial. Se presenta como una rara complicación de TBC.
Los síntomas suelen ser tos, hemoptisis, litoptisis y síntomas propios de la obstrucción
bronquial.
El diagnóstico se realiza mediante tomografía axial computarizada donde se evidencia la
lesión calcificada dentro del bronquio; otros hallazgos son nódulos calcificados
peribronquiales, atelectasia lobar, neumonía postobstructiva y raramente hiperinflación
focal. Si el lito se encuentra libre en la luz bronquial, el tratamiento incluye su extracción por
fibrobroncoscopia; si la broncolitiasis es sintomática y no es posible removerlo por
endoscopia bronquial, se realiza resección quirúrgica.

Lesiones parenquimatosas:
1) Cavernas:
Las cavernas se producen por la necrosis en los granulomas calcificados, lo que
ocasiona la pérdida del parénquima pulmonar. Después se cicatriza con depósito de
fibras colágenas con un posterior recubrimiento de material necrótico, responsable de la
estructuración final de las paredes de la cavitación.
El grosor de la pared puede variar entre 1 cm hasta menos de 1 mm.
Las complicaciones de una caverna son:
● hemoptisis, presente hasta en el 66% de los casos.
● Infección secundaria de la caverna por agentes piógenos.
● Aspergiloma.
● Rotura de la cavidad que puede causar neumotórax y rara vez una recaída de TBC.
En estas cavernas pueden existir bacilos de Mycobacterias inactivos, así como especies de
aspergillus.

2) Aspergiloma:
El agente más comúnmente involucrado en la aparición de Aspergiloma es el Aspergillus
Fumigatus y, aunque se ha encontrado la formación de Aspergiloma posterior a la aparición
de lesiones pulmonares importantes como la Sarcoidosis, Bronquiectasias, Abscesos y
Tumores Pulmonares, y las secuelas de TBC; es el principal exponente, dado que entre el
25 y 50% de los pacientes con Aspergiloma tienen secuelas de TBC de tipo cavitaria.
La mayoría de los pacientes son asintomáticos y los pocos que los presentan manifiestan:
➔ Fiebre.
➔ Malestar general.
➔ Disnea.
➔ Tos, y
➔ Hemoptisis.
El diagnóstico se establece con imagenología donde se observa el signo de la media luna
de aire. También, puede existir positivización de anticuerpos de precipitación de Aspergilus
tipo IgG.
El tratamiento incluye embolización de las arterias bronquiales cuando hay hemoptisis
masiva, itraconazol oral por tiempo prolongado, anfotericina B intracavitaria y resección
quirúrgica en casos indicados.

3) Atelectasia cicatrizal:
Presente en el 70% de los pacientes con diagnóstico de TBC.
Esta pérdida de volumen suele ocurrir debido a una reacción fibrótica, que se acompaña
de retracción hiliar y desplazamiento mediastinal hacia el lado afectado, además de
hiperinflación compensatoria del pulmón contralateral.
Su localización más frecuente son los lóbulos superiores.
Suelen ser asintomáticas, sin embargo se puede presentar disnea y tos.
4) Cáncer de pulmón:
Se ha encontrado la presencia de cáncer de pulmón en las cicatrices posteriores a una fase
activa de TBC.
Se desconoce la fisiopatología de esta lesión, sin embargo se han relacionado con su
génesis la hiperplasia epitelial incontrolada relacionada con la fibrosis y la acumulación de
carcinógenos en las cicatrices.
La variante histológica más frecuentemente relacionada es el Adenocarcinoma.
La presentación clínica, el diagnóstico y el tratamiento no difieren del presentado por las
neoplasias malignas de pulmón convencionales.

Lesiones pleurales
Actividad de la enfermedad:
1) Derrame pleural:
Es más frecuente en pacientes de edad media y adulta, entre los 3 y 6 meses posteriores a
la infección como consecuencia de la inflamación pleural, suele ser unilateral.
Los síntomas más frecuentes son:
● Tos no productiva.
● Fiebre.
● Dolor torácico tipo pleurítico, y
● Disnea.
Se detecta en la radiografía de tórax, cuando el derrame es de escasa cantidad se usa la
ultrasonografía para su detección.

2) Empiema:
Se describe como la presencia de pus en cavidad pleural, puede presentarse por ruptura
de granulomas caseificantes subpleurales que drenan a cavidad pleural, cuando el agente
es el Mycobacterium Tuberculosis, sin embargo, debido a la predisposición que tienen estos
pacientes para presentar sobreinfecciones bacterianas, puede ser causado por agentes
piógenos como:
➔ Klebsiella Pneumoniae.
➔ Staphilococcus Aureus.
➔ Streptococcus Pneumoniae, y
➔ Haemophiluis Influenzae.
El diagnóstico se hace por imagenología que muestra opacidades en tórax y el estudio
bioquímico y microbiológico del líquido pleural.
Clínicamente, se presenta con tos, ocasionalmente productiva, dolor pleurítico y disnea.
El tratamiento incluye manejo antibiótico (según el agente causante) y drenaje quirúrgico del
empiema que puede incluir desde toracostomía cerrada hasta decorticación.

Secuelas crónicas:
1) Engrosamiento pleural:
Esta secuela tiene un amplio espectro de presentación que va desde un mínimo
engrosamiento pleural mostrado como obliteración del surco costofrénico, hasta un
engrosamiento importante que se muestra como abundante tejido fibroso y calcificado que
restringe la expansión pulmonar denominado fibrotórax, el cual suele ser unilateral.
Pueden haber zonas de calcificación, en los lugares donde hubo procesos inflamatorios.
Se ha encontrado presente hasta en el 62% de los pacientes con secuelas tuberculosas,
siendo el síntoma más frecuente el dolor torácico.

2) Fístula broncopleural:
La comunicación entre la cavidad pleural y el árbol bronquial es conocida como fístula
broncopleural.
Se pueden presentar en cualquier fase evolutiva de la TBC, incluyendo la fase secuelar.
Es más frecuente que se formen a partir de lugares distales de la vía aérea y las
reinfecciones tanto por TBC o agentes piógenos de Bronquiectasias son un factor
predisponente para su formación.

3) Neumotórax:
Es la existencia de aire en la cavidad pleural.
En los pacientes con secuelas de TBC se presenta luego de la ruptura de una caverna, son
más susceptibles de ruptura aquellas con paredes más delgadas y que se encuentren
localizadas con más cercanía a la pleura visceral.
Los síntomas presentes son:
- Tos.
- Disnea, y
- Dolor pleurítico.
; sin embargo, cuando el neumotórax es de un tamaño importante puede causar
alteraciones respiratorias y hemodinámicas que comprometen la vida.
Al examen físico es posible encontrar disminución de los ruidos respiratorios,
hiperresonancia a la percusión, desviación de la tráquea y disminución del frémito
vocal en el hemitórax afectado.
El diagnóstico se establece por imagenología.
El tratamiento depende del tamaño, siendo un manejo conservador para neumotórax
menores al 20% y tratamiento quirúrgico a los de mayor extensión con el fin de eliminar el
aire de la cavidad pleural.

4) Malignidad de la pleura:
Es una complicación rara, pero potencialmente mortal del empiema crónico.
Se considera que la causa de su aparición es la inflamación crónica.
Entre las variantes histológicas reportadas se encuentran el linfoma, el carcinoma de células
escamosas, el mesotelioma, el histiocitoma fibroso maligno, el sarcoma y el
hemangioepitelioma.
El pronóstico de estas complicaciones es poco favorable.

LESIONES

Vía aérea Parenquimatosas Pleurales

Estenosis traqueobronquial Cavernas Derrame pleural

Bronquiectasias de tracción Aspergiloma Empiema

Broncolitiasis Atelectasia cicatrizal Engrosamiento pleural

Cáncer de pulmón Fístula broncopleural

Neumotórax

Malignidad de la pleura
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=382145839009
http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1852-236X2016000200007

Salud respiratoria después de la TBC:


La gravedad de la enfermedad pulmonar posterior a la TBC puede variar de leve a muy
grave.
Las personas pueden tener una destrucción pulmonar importante, cavernas, fibrosis
(cicatrices), bronquiectasias, LCFA o fibrosis pleural, entre otras.
Se debe evaluar a las personas que han completado el tratamiento de la TBC para detectar
síntomas respiratorios residuales como dificultad respiratoria, tos, producción de esputo o
sibilancias. Las personas con síntomas deben ser derivadas a un médico para
investigaciones que incluyan radiografías de tórax y pruebas de función pulmonar.

Síntomas de las personas con enfermedad pulmonar posterior a la tuberculosis:


Las personas pueden presentar:
● Dificultad para respirar: especialmente al hacer ejercicio.
● Tos crónica que puede ser productiva.
● Ser propensos a infecciones recurrentes causadas por microorganismos distintos de
la TBC.

Pronóstico de Tuberculosis:
El pronóstico actual de la TBC es muy bueno en la mayoría de los casos, incluso en los más
avanzados, siempre que el enfermo tenga acceso a un buen tratamiento.
Los factores que condicionan un peor pronóstico y que tienen un mayor riesgo de
mortalidad son:
1. Edades extremas.
2. Formas de presentación miliar o pulmonar muy avanzada.
3. Asociación con inmunodeficiencia como infección por VIH.
El factor pronóstico más importantes en estos tiempos, es la oportunidad del diagnóstico y
la capacidad para obtener la adherencia de los enfermos al tratamiento.

Prevención de tuberculosis:
1) Vacuna BCG.
2) Quimioprofilaxis.

1) Vacuna BCG.
Los franceses produjeron en 1929 la primera y única vacuna contra la tuberculosis.
La vacuna BCG es eficaz para prevenir la diseminación hematógena de la primoinfección
con el M. tuberculosis, pero no evita la infección por M. tuberculosis. Es una estrategia de
prevención de las formas graves de TBC (meníngea, miliar), que pueden ocurrir tras una
infección primaria, especialmente en niños, y previene la muerte por estas causas.
La vacuna contiene formas vivas atenuadas de Mycobacterium bovis, el cual ha perdido su
virulencia, pero mantiene capacidad antigénica. Se utiliza para prevenir las formas graves
de la enfermedad en población infantil, especialmente la meningitis tuberculosa, pero no es
capaz de evitar la infección ni la enfermedad.
La vacunación BCG es obligatoria en Chile.
La BCG está incorporada en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI).
La meta de cobertura a nivel nacional es de 95%, es decir, se debe lograr coberturas
mayores a 95% de vacunación BCG a los recién nacidos.
La vacunación del recién nacido dentro de las primeras 24 hrs de nacidos antes del egreso
de la maternidad es fundamental, o al primer contacto del niño con los servicios de salud,
hasta los 11 meses 29 días de edad, para que este bacilo atenuado (BCG) sea el primero
en ingresar al organismo del niño, antes de cualquier posible contacto con un enfermo
bacilifero.

La vacuna BCG se administra por vía intradérmica en las siguientes dosis (según edad):
● De 0 a 11 meses 29 días: 0,05 ml.
● De 12 meses a 4 años: 0,1 ml.

Las indicaciones de la vacunación BCG son las siguientes:


1) Recién nacidos con peso igual o mayor a 2.000 gramos, antes de egresar de la
maternidad.
2) Menores de 4 años que viven en Chile no vacunados al nacer según esquema del
artículo N°66 de esta normativa.

La vacuna BCG está contraindicada en las siguientes situaciones:


➔ Recién Nacido de menos de 2.000 gramos.
➔ Recién Nacidos de madre VIH (+), según indicación médica.
➔ Niños con enfermedades cutáneas extensas sobreinfectadas o que comprometan el
área de vacunación.
➔ Hijo de madre con TBC pulmonar activa (hasta completar estudio o quimioprofilaxis).
➔ Enfermedades y tratamientos de la embarazada o el recién nacido que determinen
inmunosupresión del recién nacido.
➔ Niños y niñas mayores de 4 años no recibirán vacuna BCG.

En niños y niñas que no presentan brote de BCG (cicatriz) se debe asegurar que esté
registrada su aplicación en el Registro Nacional de Inmunizaciones (RNI). Si es así, se
les debe considerar como inmunizados.
En el caso de no existir brote de BCG y tampoco registro de la administración de la
vacuna en un menor de 4 años de edad, corresponde aplicar la vacuna (ver tabla 3).

Se recomienda vacunar a todos los niños dentro de las primeras 24 horas de nacidos
o al primer contacto del niño/a con los servicios de salud, hasta los 11 meses 29 días
de edad.
2) Quimioprofilaxis:
Consiste en la administración de medicamentos antituberculosos a personas con riesgo de
ser infectadas o de desarrollar TBC.
Consiste en la administración de Isoniacida 5 mg/kg diariamente, en una sola toma, en
adultos y niños, sin exceder los 300 mg por 6 meses (en VIH/SIDA 9 meses).
● Quimioprofilaxis primaria: se indica a personas no infectadas en riesgo de contagio o
infección con M. tuberculosis.
Son sujetos de quimioprofilaxis primaria:
➔ Recién nacidos de madre con TBC pulmonar con bacteriología positiva
(baciloscopia o cultivo positivo) periparto, sin evidencia clínica ni radiológica
de enfermedad tuberculosa. Una vez completada la quimioprofilaxis indicada
en un recién nacido, éste deberá recibir la vacuna BCG.
➔ Niños menores de 15 años, contactos de casos de TBC pulmonar bacilifera
(baciloscopia o cultivo), sin evidencia clínica ni radiológica de TBC activa.
➔ Contactos intradomiciliarios y extradomiciliarios menores de 5 años de casos
índices de TBC pulmonar con bacteriología positiva.

Infectados VIH/SIDA con evidencia de infección (PPD 5 o IGRA +), previo descarte de una TBC acti

➔ Individuos de cualquier edad con evidencia de infección reciente: viraje


tuberculínico en los últimos 2 años, evaluado por el antecedente de PDD
previo < 10 mm que aumenta 6 mm o más, llegando a una lectura superior a
10 mm o por antecedentes de IGRA (-) que vira a (+). Debe valorarse
siempre el riesgo y beneficio considerando la función hepática, la edad y la
interacción con otros fármacos, entre otros factores.
Dosis:
➔ Recién nacidos y < de 2 años de edad: la quimioprofilaxis se realiza con
Isoniacida 10 mg/kg en una toma diaria autoadministrada (administrada por
el cuidador) de lunes a domingo por 6 meses.

Niños y niñas de 2 años: la quimioprofilaxis se realizará con los mismos esquemas que los normados

● Quimioprofilaxis secundaria: se administra a individuos ya infectados con M.


tuberculosis que están en riesgo de progresar a enfermedad (personas con factores
de riesgo para TBC).

De la condición de egreso de los casos:


El egreso de un caso de TBC debe ser registrado en una de las siguientes categorías:
1) Altas de tratamiento: casos que terminan el tratamiento. Debe diferenciarse entre los
casos que terminan el tratamiento y cuya curación está confirmada mediante estudio
bacteriológico (curado confirmado) y aquellos que terminan tratamiento sin
confirmación bacteriológica de su curación (tratamiento terminado). La confirmación
de la curación se realizará con el cultivo negativo de la última muestra.
2) Fracaso: pacientes que presentan cultivo positivo de la muestra de control del cuarto
mes en adelante.
3) Pérdida de seguimiento: pacientes que no asisten a tratamiento durante 4 semanas
seguidas. Se incluyen los casos diagnosticados que no inician tratamiento.
4) Fallecido: pacientes diagnosticados con TBC y que mueren antes o durante el
tratamiento.
5) Traslados sin información de la condición de egreso: corresponde a los pacientes
que fueron trasladados al extranjero durante el tratamiento, con el envío de informe
de traslado que establece la norma.
6) No evaluados: pacientes para los cuales se desconoce o no se registra su condición
de egreso.

Las metas en cuanto al tratamiento son: al menos 90% de altas de tratamiento, menos de
5% de pérdidas de seguimiento, menos de 3% de fallecidos, menos de 1% de fracasos de
tratamiento y menos de 1% de traslados sin información de egreso, 0% no evaluado.

Embarazo y lactancia:
Durante el embarazo no se debe realizar ninguna excepción en las pautas recomendadas,
ya que a pesar de que la isoniazida (H) y la rifampicina (R) atraviesan la barrera placentaria,
no se han asociado efectos teratógenos. En cambio, la estreptomicina (S) y el resto de
aminoglucósidos deben evitarse por su potencial toxicidad sobre el feto.
Durante la lactancia se pueden emplear todos los fármacos antituberculosos de la pauta
inicial, aunque parte de los mismos pueden pasar a través de la leche materna, la cantidad
es insuficiente como para plantear problemas.

CONCLUSIÓN
Enfermedad infecciosa, provocada por un bacilo, que se transmite a través del aire y que se
caracteriza por la formación de tubérculos o nódulos en los tejidos infectados; puede afectar
a diferentes órganos del cuerpo, en especial a los pulmones, produciendo tos seca, fiebre,
expectoraciones sanguinolentas (hemoptisis) y pérdida de peso.

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