Juridica - Merged
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PROYECTO DE DIFUSIÓN
Integrantes :
CUSCO -2023
1
Caso 6
Motivo de consulta: El paciente fue persuadido por su hermano para que busque ayuda en un hospital
psiquiátrico porque tenía reacciones violentas y pensamientos suicidas. Cinco semanas antes había
atacado a su madre sin advertencia y pegándole salvajemente, hasta que su hermano fue en su ayuda.
Durante las semanas siguientes tuvo una cantidad de explosiones agresivas y varias veces amenazó
con quitarse la vida. Explicó el ataque a su madre diciendo que ella había tratado de perjudicarlo y
que había recibido instrucciones de una fuerza extraterrestre para pegarle. Después del ataque se
encerró en sí mismo, absorbido por sus propios pensamientos, y a menudo hablaba solo aún cuando
otras personas estuvieran alrededor. A veces su familia tenía la impresión que escuchaba voces que
otras personas no podían oir. Le dijo a su hermano mayor que tenía miedo de atacar a alguien, o de
matarse; temía perder control de sus propios actos.
Antecedentes: El paciente creció en la zona rural del país. Era el segundo de 10 hijos. Su padre tenía
tierras pero era adicto al opio y trabajaba muy poco. La madre trabajaba la granja, sembrando cereales
y criando algunos animales con la ayuda de sus hijos más chicos. El paciente dejó la escuela en el
noveno grado para seguir estudiando música. Se fue de su casa y pasó los últimos años de su
adolescencia en la casa de un músico, un viejo amigo de su padre quien le enseñó a tocar la guitarra.
Aprendió a tocar bastante bien y se convirtió en un apasionado por la música. Tocó la guitarra en
varios conciertos, pero nunca pudo conseguir un trabajo fijo o ganar suficiente dinero como para
mantenerse. Su hermano mayor, un maestro, lo ayudaba financieramente. Eventualmente a los 23 años
el paciente se mudó con él. Se llevaban razonablemente bien siempre y cuando su hermano no
interfiriera con su voluntad de estar solo. Antes lode enfermarse había sido bastante ambicioso con
respecto a su actividad, quería convertirse en un gran músico. Solía sentarse durante horas solo en su
habitación, para tocar la guitarra. Sin embargo, no le gustaba tocar en presencia de otros y se mostraba
indiferente a las alabanzas o críticas. Su interés por la música era abrumador y tenía poco contacto
social. No se lo veía interesado en tener novia ni tenía amigos íntimos de su mismo sexo.
Datos actuales: El paciente era un joven bien parecido y estaba vestido apropiadamente. Al ser
examinado estaba tenso, hablaba rápido y en forma excitada. Tenía tendencia a agitar la mano sin
razón aparente. Su conversación estaba interrumpida por interpolaciones, y de vez en cuando se volvía
incoherente e incomprensible. Se sonreía superficial e inapropiadamente. En la expresión de sus
afectos era cerrado y se enojaba al hablar de su madre. Decía que ella lo hubiera querido muerto.
Expresaba temor porque un poder extraterrestre llevaría su mente a otro planeta. Explicaba que este
poder controlaba sus pensamientos y le daba órdenes para lastimar a otras personas. Aparentemente el
poder extraterrestre hablaba sobre la situación de Ibrahim. Le decía que su madre lo quería ver muerto
y le había dado instrucciones para matarla. Los últimos días antes de la internación, Ibrahim consideró
la idea de matarse para impedir que el poder extraño tomara total control de él.
3. Síntomas Afectivos:
5. Factores predisponentes
● Antecedentes familiares: La historia del padre del paciente, que era adicto al opio, y
la dinámica familiar en un entorno rural pueden ser considerados como factores
predisponentes, ya que podrían haber contribuido a la vulnerabilidad del paciente a
trastornos mentales.
7. Factores de Mantenimiento:
● Creencias delirantes: Las creencias delirantes relacionadas con una fuerza
extraterrestre que controla sus pensamientos y da órdenes para dañar a otros pueden
mantener su estado psicótico. Estas creencias lo hacen sentir amenazado y temeroso,
lo que a su vez puede aumentar su agitación y pensamientos suicidas.
● Alucinaciones auditivas: Las alucinaciones auditivas, como escuchar voces que
otras personas no pueden oír, pueden mantener su psicosis y aumentar su aislamiento
social y emocional.
Durante el inicio del trastorno, el nivel de funcionamiento en uno o más ámbitos principales,
como el trabajo, las relaciones interpersonales o el cuidado personal, está muy por debajo del
nivel alcanzado antes del inicio (o cuando comienza en la infancia o la adolescencia, fracasa
la consecución del nivel esperado de funcionamiento interpersonal, académico o laboral).
Los signos continuos del trastorno persisten mínimo de seis meses. Ha de incluir al menos un
mes de síntomas (o menos si se trató con éxito) que cumplan el Criterio A (es decir, síntomas
de fase activa) y puede incluir períodos de síntomas prodrómicos o residuales.
Se han descartado el trastorno esquizoafectivo y el trastorno depresivo o bipolar con
características psicóticas porque
1. No se han producido episodios maníacos o depresivos mayores de forma concurrente
con los síntomas de fase activa.
2. Si se han producido episodios del estado de ánimo durante los síntomas de fase
activa, han estado presentes sólo durante una mínima parte de la duración total de los
períodos activo y residual de la enfermedad.
El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia o a otra afección
médica.
Si existen antecedentes de un trastorno del espectro autista o de un trastorno de la
comunicación de inicio en la infancia, el diagnóstico adicional de esquizofrenia sólo se hace
si los delirios o alucinaciones notables, además de los otros síntomas requeridos para la
esquizofrenia, también están presentes durante un mínimo de un mes (o menos si se trató con
éxito).
Caso 12
La paciente es una mujer de 27 años, casada y sin hijos. Es enfermera en una unidad de salud materno
infantil.
Motivo de consulta: Fue llevada al hospital por su marido porque estaba muy excitada y
verborrágica. Después de discutir con su esposo cuatro días antes, se fue de su casa enojada a la
mezquita donde permaneció rezando toda la noche. Cuando regresó a la mañana siguiente su esposo
estaba enojado con ella y le dijo que si quería pasar toda la noche en la mezquita podía irse a vivir allí.
Se fue a la casa de su mamá donde se perturbó más y más. Estaba muy excitaba, no podía dormir,
hablaba casi incesantemente y se negaba a comer. Rezaba fervientemente, pero mezclaba palabras,
aparentemente sin darse cuenta. Su interminable conversación era especialmente sobre religión y la
interrumpía sólo para cantar plegarias en las que acusaba a numerosas personas de pecar y les
ordenaba rezar. Su madre llamó al marido y le dijo que él era responsable de ella. Como la paciente se
negó a ser tratada, su esposo la trajo al hospital por la fuerza.
Antecedentes: El segundo matrimonio de la paciente tuvo lugar dos años antes de ocurrir el actual
episodio. Su esposo tenía 34 años y era un musulmán devoto que trabajaba en una fábrica de autos.
No tenían hijos lo que causaba tensión en el matrimonio. Su primer matrimonio fue a los 21 años;
duró sólo unos pocos meses porque su esposo se fue a trabajar a un país fronterizo y no lo había
vuelto a ver ni a oír desde entonces. Al momento de la internación su padre tenía 54 años y su madre
56. La paciente era la quinta de una familia de dos hermanos y seis hermanas.
Se había interesado en la religión desde chica. A los siete años mostraba ya un gran entusiasmo en
leer el Corán y memorizó casi todas las secciones del libro. Tenía una hermosa voz y a menudo la
invitaban a eventos sociales porque cantaba muy bien. Se integraba adecuadamente con la gente y le
era fácil hacer amigos, disfrutando el hecho de que su canto -y también el baile- a menudo la
convertían en el centro de atención. Era una mujer enérgica y por lo general optimista, aunque admitió
estar a veces deprimida. No había antecedentes de enfermedad mental en su familia.
A la edad de 22 tuvo un largo episodio de depresión al disolverse su primer matrimonio. Estaba triste
e insegura, se retrajo y no quería cantar ni ir a fiestas. Tenía dificultad para dormir, se despertaba
temprano y se sentía cansada; además no tenía ganas de comer y perdió peso. De todas maneras, logró
continuar con su trabajo con sólo unos pocos días de licencia por enfermedad. No consultó a un
médico y después de unos pocos meses gradualmente mejoró y recobró su estado de ánimo habitual y
su nivel de actividad. Tuvo un accidente de tránsito a los siete años y se rompió un brazo. Tenía bocio,
con un nódulo palpable en el lóbulo izquierdo de la tiroides.
Datos actuales: La paciente estaba prolijamente vestida y aún más, era elegante. Se la notaba
excitada e irritable y gritaba agresivamente. Hablaba demasiado y su conversación era difícil de seguir
porque iba demasiado rápido, cambiando de un tema a otro. Se creía superior a los demás, los que
estaban celosos de ella por su voz y belleza. Su inteligencia era superior a la normal y se sentía más
fuerte y saludable que nunca. Se distraía con facilidad, pero estaba totalmente orientada con respecto
al tiempo, al espacio y a su persona. No mostraba falla en la memoria u otras funciones cognitivas.
Los exámenes físico y neurológico, EEG y pruebas de laboratorio, incluyendo las de función tiroidea,
eran normales.
Formulación del Caso
1. Presentación breve del Caso:
El paciente es una mujer de 27 años, casada, sin hijos, y enfermera en una unidad de salud
materno infantil. Fue llevada al hospital por su marido debido a un episodio de excitación
extrema, verborrea, hiperreligiosidad y cambios en el comportamiento que incluyen la oración
incesante y la acusación de pecados a otras personas. Tiene antecedentes de depresión tras su
primer matrimonio, un historial de interés temprano en la religión y una personalidad
enérgica. Los exámenes físicos y neurológicos son normales, pero presenta síntomas
maníacos, lo que sugiere la necesidad de una evaluación psiquiátrica exhaustiva.
2. Síntomas Cognitivos:
- Verborrea: La paciente habla de manera incesante y rápida, lo que es un síntoma cognitivo
común en la manía.
- Grandiosidad: Cree que es superior a los demás, lo que refleja una alteración en la
percepción de sí misma, un síntoma cognitivo típico de la manía.
- Distractibilidad: Se distrae con facilidad, lo que indica dificultad en mantener la
concentración, un síntoma cognitivo asociado a la manía.
- Cambio de temas: Su conversación va de un tema a otro, lo que refleja la dificultad en
mantener un pensamiento coherente, otro síntoma cognitivo de la manía.
3. Síntomas Afectivos:
- Excitación: La paciente muestra un estado emocional elevado y exaltado, lo que es
característico de la manía.
- Irritabilidad: Grita agresivamente y muestra irritabilidad, lo cual es un síntoma afectivo
común en la manía.
4. Síntomas Físicos:
- Falta de sueño: La paciente no puede dormir, lo que es un síntoma físico común en la manía.
- Aumento de la energía: Se siente más fuerte y saludable que nunca, lo que refleja un
incremento en la energía física, un síntoma físico de la manía.
Factores predisponentes:
1. Historia familiar: No se menciona antecedentes de enfermedad mental en la familia.
Factores precipitantes:
1. Conflictos maritales: La discusión con su esposo y su posterior escapada a la mezquita podrían
haber sido desencadenantes de su episodio maníaco. El estrés y los conflictos en las relaciones
personales a menudo desencadenan episodios de manía.
2. Cambios en su vida personal: Su segundo matrimonio y la falta de hijos podrían haber sido
factores estresantes en su vida que contribuyeron al episodio maníaco.
Factores de mantenimiento:
1. Hiperreligiosidad: La obsesión religiosa y la creencia de que es superior a los demás pueden estar
contribuyendo al mantenimiento de su estado maníaco.
Diagnóstico:
El paciente presenta una idea o una creencia con una persistencia o fuerza inusual, esa idea parece que
tiene un influencia excesiva, y llega a afectar su vida se habitualmente hasta extremos inexplicables.
El paciente tiene una cierta sospecha cuando se le pregunta sobre el tema.
El paciente tiende a estar sin humor e hipersensible, sobre todo cuando se le menciona su creencia,
presenta un carácter de centralidad, independientemente de lo improbable que sean las cosas que le
ocurren, el paciente lo acepta sin casi cuestionarselo.
Cuando se intenta contradecir su creencia es probable que levante una fuerte reacción emocional, a
menudo con irritabilidad y hostilidad, la idea delirante ocupa una gran parte del tiempo del paciente, y
abruma otros elementos de su mente, el delirio si se exterioriza a menudo conduce a comportamientos
anormales y fuera de lugar, quizás comprensibles conocidas las creencias delirantes.
● DSM-IV-TR:
El trastorno psicótico breve se clasifica, en el DSM-IV-TR, como un trastorno psicótico de
corta duración. Los criterios de diagnósticos especifican la presencia de al menos un síntoma
claramente psicótico que dure de un día a un mes. El manual permite especificar dos
características, la presencia de uno o más factores importantes y el inicio en el postparto.
● CIE-10:
En la clasificación internacional de la enfermedades, CIE-10, el trastorno psicótico breve es
homologaba a la clasificación de los trastornos psicóticos agudos y transitorios, que se llega a
diagnosticar estableciendo una secuencia que refleja el orden de prioridad asignada a las
principales características claves del trastorno, entre los que se llegan a incluir el inicio agudo
( menos de dos semana), la presencia de síndromes típico y un estrés agudo asociado.