Patolo
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Patolo
Grado y grupo: 5” B”
08/01/2023
Se expone un caso clínico en el que coexisten un trastorno límite de la personalidad con
un trastorno de la personalidad por evitación. Se describe el caso, la evaluación y el
tratamiento combinado realizado durante un año de ingreso de la paciente en una
Comunidad Terapéutica
Mujer de 30 años. La cuarta de 6 hermanos. Soltera, reside con sus padres, 4 hermanos,
1 sobrino y la abuela materna. Inactiva laboralmente. Percibe una pensión de la seguridad
social.
A los 8 años pasaba largos ratos mirando al sol "porque quería quedarme ciega para no
ver a la gente porque me daban miedo".
A los 11 años pensamientos de ahorcarse con fuertes deseos de muerte. Se veía distinta
a las demás y pensaba que no era de este mundo, que era "extraterrestre".
A los 13 años sufrió varios meses amenorrea estando convencida de estar embarazada
de su padre, pues coincidió con el último embarazo de la madre quien le explicó que
cuando una está embarazada no tiene la regla y que el bebé era de su marido,
aplicándose para ella misma ambas explicaciones.
Abandona los estudios con 16 años comenzando a trabajar en una carpintería donde
permanece un año y en la que sufre abuso sexual por parte del jefe, hecho que nunca
denunció ni confesó a los padres. Ante este hecho reaccionó huyendo del domicilio
familiar durante 12 días. Fue encontrada por la policía en Sevilla, apareciendo mutista y
asustada. El verdadero motivo no llegó a ser conocido por la policía ni por la familia.
Posteriormente trabajó durante otro año y medio en otra carpintería que abandonó por
sugerirle los encargados que necesitaba atención psiquiátrica por presentar conductas de
evitación, aislamiento y mutismo.
Situación familiar: Conviven en el domicilio familiar 9 miembros: ambos padres, 5
hermanos, un sobrino de 8 años (con retraso mental) y la abuela materna.
Padre: pensionista por accidente laboral. Bebedor. Ausente y desinteresado por los
problemas familiares.
Historia de la enfermedad: La paciente consulta por primera vez en agosto de 1989, a los
17 años, tras sobre ingesta medicamentosa con intención autolítica. Según la familia sufre
intentos de suicidio desde los 14 años lo que ha motivado frecuentes consultas en
Urgencias. Fue diagnosticada de T. Límite de la personalidad y Fobia social. Presentaba
conductas de evitación y escape ante relaciones sociales, incapacidad de mirar a los ojos,
convencimiento de que los demás se ríen de ella porque es "mala". Consumo excesivo de
alcohol, frecuentes conductas impulsivas auto y hetero agresivas, ánimo bajo, gran
ansiedad. Homosexualidad egodistónica. Temporadas de anorexia restrictiva y otras con
episodios bulímicos con vómitos autoprovocados.
5-Apoyo Social: Nulo fuera del entorno familiar. En cuanto al apoyo familiar es escaso e
inadecuado por el alto nivel de psicopatología en la propia familia. Dinámica familiar muy
patológica que tiende a bloquear y a impedir la independización y autonomía de sus
miembros. Situación de continua rivalidad, celos y conductas manipulativas de los hijos
para acaparar la atención y cuidado de la madre.
6-Psicopatología: La paciente presenta la siguiente sintomatología:
-Frecuentes conductas auto y hetero agresivas. Golpea con los puños a pacientes y
personal, justificándolo por aumentos bruscos de la ansiedad " se ríen de mí por dentro
porque soy mala". Se golpea la cabeza contra la pared para castigarse por su maldad.
Varios intentos de autolisis con deseos de muerte (intento de ahorcamiento, ingesta de
baterias de radiocassetts, prender fuego a su cama).
-Estados de ánimo muy intensos y variables desencadenadas más por factores internos
que por sucesos externos. Sentimientos crónicos de vacío y soledad.
-Presenta una excesiva dependencia de la figura materna con una necesidad y deseos
continuos de cuidado protector, atención y afecto. Celos y conductas manipulativas para
atraer sus preocupaciones y cuidados. Temor al abandono y a la pérdida del cuidado de
la madre. La familia presenta unos esquemas aprendidos, mantenidos y compartidos por
todos sus miembros según los cuales todo lo que viene de fuera puede ser peligroso y
destructivo para la unidad familiar, imponiendo un código de conducta según el cual no
deben hacer partícipes a nadie de fuera (ni siquiera al terapeuta) de los conflictos,
problemas o conductas de los miembros de la familia (lo que no nos ha permitido obtener
información sobre sospechas de malos tratos y abusos sexuales). Es una familia
aglutinada con gran influencia y repercusión emocional entre los miembros. Todo esto
sitúa a la paciente en una continua lucha y ambivalencia dentro de los siguientes polos:
dependencia/independencia; situación familiar negativa/mundo exterior peligroso;
necesidad de expresar/prohibición de hacerlo. La imposibilidad de expresar hace que
comunique sus sentimientos, deseos, temores mediante actos impulsivos, agresivos y
manipulativos.
Las sesiones familiares comenzaron al mes del ingreso. Se realizaron semanalmente con
una duración de 60 minutos durante los cuatro primeros meses. Luego se mantuvieron
sesiones quincenales durante dos meses y por último sesiones mensuales durante seis
meses. A pesar de estar invitados todos los miembros de la familia, acudieron siempre los
padres y algún hermano lo hizo de forma poco estable.
-Hay una mejora importante en aquellas conductas que se consideraron más de riesgo o
disruptivas y en las que se centraron como objetivos las intervenciones iniciales. Aparece
una disminución progresiva en las conductas auto y heteroagresivas, pasando de un total
de 19 en el mes de Marzo de 00 (15 leves y 4 graves o de riesgo vital) a 1 leve en febrero
de 01 (Gráfico 1). La conducta de deambulación rápida por la unidad disminuye
progresivamente en frecuencia y duración hasta desaparecer totalmente. Disminuye, así
mismo, la tendencia a aislarse en su dormitorio, pasando la mayor parte del dia en el
salón común.
-Se produce una mayor tolerancia a las relaciones sociales, llegando a participar
activamente en las actividades grupales tanto terapéuticas como de ocio y
desapareciendo prácticamente las conductas de evitación y escape.
-Como resultado del afrontamiento continuo de situaciones sociales dismiye el miedo a las
mismas y paralelamente van aumentando sus capacidades y deseos de comunicación
verbal con las personas de su entorno (influyendo en la disminución de sus conductas de
acting-out). Llega a expresar tanto a su familia como en los grupos terapéuticos, el abuso
sexual sufrido en el trabajo y su homosexualidad.
-La paciente posee una mayor información sobre su enfermedad y aquellos aspectos que
pueden ser modificados y cómo; esto aumenta su motivación para el control de la ingesta
alcohólica y las conductas alimentarias problemáticas.
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