Actividad Eva 1-Grupo 2
Actividad Eva 1-Grupo 2
Actividad Eva 1-Grupo 2
Integrantes:
rasgos del líder, Goleman, D. (2004) nos plantea que son tres las capacidades que suelen
favorecer el desempeño como líder: destrezas puramente técnicas, habilidades cognitivas y la
denominada inteligencia emocional, pudiendo entenderse esta última como una aproximación al
Autoliderazgo.
Goleman (2004), destaca la inteligencia emocional como el factor determinante para
desarrollar un liderazgo eficaz, no sólo mediante la presentación de datos que soportan su estudio
en el que más del 90% de los líderes que obtenían mejores resultados y generaban mayor
impacto en sus colaboradores coincidían en un alto desarrollo de su inteligencia emocional, sino
que además explica cómo mientras más alto en cuanto a nivel organizacional en el que se
desempeña el líder, mayor importancia tomará esta capacidad.
El autor así mismo describe cómo la inteligencia emocional es una capacidad que puede
desarrollarse, detallando cinco aspectos que la conforman: 1) Autoconciencia, es decir, la aptitud
de conocer y entender los propios estados de ánimo, sus fortalezas y debilidades; 2)
Autorregulación, que sería la capacidad de controlar en sí mismo impulsos negativos y
canalizarlos de manera útil; 3) Motivación, entendida como la tendencia a luchar por los
objetivos con energía y persistencia; 4) Empatía o la aptitud para entender el estado emocional de
otros y sensibilizarse para buscar el aprovechamiento del talento, y; 5) Habilidades sociales,
conformando su competencia en el manejo de relaciones y creación de redes sociales o equipos
de trabajo (Goleman, 2004).
Observando con detenimiento estos aspectos, pueden diferenciarse tres que tienen un
carácter personal (Autoconciencia, Autorregulación y Motivación) y dos orientados a la
capacidad de relacionarse satisfactoriamente con otros. El primer aspecto personal engloba lo
que se conoce como Autoliderazgo, y se presenta como el requisito primario o el pilar sobre el
que podrá desarrollarse el liderazgo sobre otras personas. En consecuencia, el mayor impacto
desde este enfoque es que el Autoliderazgo es una competencia que puede desarrollarse,
rompiendo el paradigma de que son rasgos fijos los que determinan el perfil del líder.
conducta y comportamiento. Según este enfoque conductual los estilos en el liderazgo son:
Autocrático, participativo y liberal. En esta teoría, al líder le importa la interacción y el
comportamiento con sus seguidores, y busca el estilo que mejor pueda lograr expectativas y
lograr éxitos, ya que con la que se distinga alcanzará mayor número de colaboradores y
seguidores (Stogdill, 1950).
Ahora bien, cada estilo de liderazgo tiene un impacto significativo en las organizaciones.
En primer lugar, se puede mencionar al liderazgo autocrático, el cual implica aportes limitados
de las partes interesadas, un entorno altamente estructurado y reglas y procesos claramente
definidos. Esto generalmente hace que los subordinados sientan que no pueden contribuir al
proceso de toma de decisiones, disminuyendo la moral de los miembros del grupo y poniendo en
peligro la estabilidad del grupo. En segundo lugar, el liderazgo participativo basado en la
resolución de conflictos en el consenso; fomentar la motivación y el desarrollo del sentimiento
de pertenencia a la compañía; se traduce en un agradable ambiente de trabajo, pues es un
liderazgo que entiende que el bienestar del empleado es una prioridad y logra aumentar el
compromiso por parte del equipo. Por último, el liderazgo liberal, el cual pretende crear equipos
de trabajo autónomos, capaces de trabajar de forma independiente sin que el líder deba intervenir
para tomar decisiones. Con este tipo de liderazgo, las empresas mejoran la autonomía de sus
equipos y se reducen los procesos burocráticos, además, los equipos pueden seguir operando
incluso en ausencia del líder, sin embargo, si no existe una cultura empresarial enfocada en
alcanzar los resultados y las herramientas adecuadas, es posible que los equipos no completen
sus entregas.
Tomando en cuenta lo anterior, es importante resaltar que el líder igualmente debe tener
habilidades proactivas y flexibles sin perder el rendimiento de su equipo, por lo que, debe tener
la habilidad de aprender y de involucrarse en la actividades para fomentar la credibilidad,
fidelidad, el compromiso y la motivación en la organización, sin embargo, es necesario tener
habilidades para gestionar cambios en ella.
Para establecer un plan sobre qué debe hacer un líder para desarrollar el autoliderazgo es
fundamental que el líder tengo autoconocimiento del mismo, para ello el líder puede usar
herramientas como la retroalimentación, la autoevaluación, reflexión y análisis de su
comportamiento; otro aspecto importante a seguir es la fijación de objetivos claros y específicos
tanto para su desarrollo personal como profesional, estos objetivos deben ser realistas y a su vez
medibles. Un líder debe ser capaz de gestionar eficazmente su tiempo , al igual de saber que
habilidades debe desarrollar para alcanzar sus objetivos y trabajar en una mejora continua, se
podrían tomar en cuenta actividades como: Asistencia a cursos, talleres o contratación de un
coach.
El líder debe ser capaz de adaptarse y enfrentar desafíos y dificultades que surjan en el
camino , por último el líder debe ser capaz de llevar a cabo una evaluación continua de su propio
desempeño ,para poder identificar oportunidades de mejora y ajustar su plan de acción. Al seguir
estos pasos un líder puede desarrollar esta competencia del autoliderazgo, lo que le permitirá ser
más efectivo en su trabajo y liderar a los demás de manera efectiva.
6
Referencias