Nota Informativa Sobre La Santidad
Nota Informativa Sobre La Santidad
Nota Informativa Sobre La Santidad
La santidad consiste en alcanzar la comunión perfecta con Dios en la plenitud de la vida cristiana y en la
perfección de la caridad (Vat. Lumen Gentium n° 40)
Dios es Santo y nosotros que somos su imagen y semejanza, también debemos de ser santos. Nuestro
modelo inmediato es Jesús (el sumo santo), quien nos comunica el espíritu de santidad que ha de
transformamos. Todo cristiano está llamado a la santidad, es decir la vocación de cristiano es ser santo.
El llamado a la santidad está relacionado con la filiación divina, que nos viene desde el bautismo, nos hace
hijo de Dios, nos abre las puertas del cielo y a partir de ahí empezamos a recorrer el camino de la
Santidad, que consiste en lograr la perfección como nos pide Jesús: “Seamos perfectos, como es
perfecto su padre que están en los cielos” (Mt 5,48). Esta perfección no se consigue fácilmente es
necesario poner Esfuerzo, Sacrificio y Dedicación. Para alcanzar esta perfección contamos con la ayuda
del Espíritu Santo, es aquel que nos impulsa a realizar obras de Amor, comunión, participación, dominio
de si mismo, alegría, esperanza, justicia, castidad, participación en los sacramentos etc. (Puebla n° 969).
La santidad “No es una fuga hacia el intimismo o hacia el individualismo religioso, tampoco un abandono
hacia la realidad social, económica, ni fuga de la realidad hacia un mundo exclusivamente espiritual” (Doc.
De Aparecida n°148).
Al que decide vivir el estado de gracia, Dios lo acoge y lo dispone a vivir en forma irresistible a favor de los
hermanos, no aferrados a las cosas de tiempo presente (IPe 1, 23).
1. La santidad
Dios es el “único santo” y “la fuente de toda santidad”. Cuando uno se aproxima a ver
La santidad no reside en las manos, sino en el corazón; no se decide fuera, sino dentro del hombre, y se
resume en la caridad. Los mediadores de la santidad de Dios ya no son lugares (el templo de Jerusalén),
ritos, objetos y leyes, sino una persona: Jesucristo. En Jesucristo está la santidad misma de Dios que nos
llega en persona.
El es “el Santo de Dios” (Juan 6, 69)
De dos maneras entramos en contacto con la santidad de Cristo y ésta se comunica a nosotros:
Dios es el “único santo” y “la fuente de toda santidad”. Cuando uno se aproxima a ver cómo entra
verdad, tu palabra es verdad” (Juan. 17, 17)
La santidad
Dios es el “único santo” y “la fuente de toda santidad”. Cuando uno se aproxima a ver cómo entra
A. POR APROPIACIÓN
La santidad es ante todo don, gracia. Ya que pertenecemos a Cristo más que a nosotros mismos,
habiendo sido “comprados a gran precio”, de ello se sigue que, inversamente, la santidad de Cristo nos
pertenece más que nuestra propia santidad.
Pablo dice, que Cristo se ha hecho para nosotros “justicia, santificación y redención
B. POR IMITACIÓN
Es el esfuerzo personal y las buenas obras. Los santos son personas ordinarias, que se han distinguido
por la práctica de sus virtudes cristianas, son modelos de convivencia y comprensión son modelos de vida,
que aman a Jesús, intentan ser como él. Son fieles a los deberes propios de su estado de vida, se
sacrifican por su prójimo y mantiene sus mentes y sus corazones alejados del mundo.
2.- los Medios para llegar a la Santidad
2. Medios para llegar a la santidad
Dios necesita muy poco para hacernos santos, porque es un don suyo, pero que implica también nuestra
colaboración. Entre los medios para alcanzar la santidad tenemos:
Tener deseos de ser santo.
Aceptar siempre la voluntad de Dios en nuestra vida diaria.
La oración confiada de una manera muy constante.
Escuchar la Palabra de Dios.
Ir a misa y comulgar.
Participar de la confesión.
Guardar los Mandamientos y hacer realidad las Bienaventuranzas.
Participar de los Sacramentos.
Abnegación y mortificación de las pasiones que nos dominan.
Poner en práctica las virtudes teologales (Fe esperanza y Caridad) y cardinales (prudencia, la
justicia, la fortaleza y la templanza).
Anunciar la Palabra de Dios.
La devoción tierna y sencilla a la virgen María.
Nadie está exento del llamado a la santidad. Hombres, mujeres y niños han subido la escalera de la vida
y han alcanzado altos grados de santidad. Estos santos cristianos pueden encontrarse en todos los
estados de vida existentes.
Tenemos por ejemplo a Tarcisio, de nueve años, quien defendió la Eucaristía con su vida. María Goretti,
de once años, que defendió su virginidad y fue apuñalada una y otra vez por quien la atacó. Su santidad
brilló intensamente cuando perdonó a quien la intentó violar y asesinar además de orar por su conversión.
San Jerónimo tenía un violento temperamento y luchó contra esa debilidad toda su vida. Dimas era un
ladrón que terminó su vida con un acto de amor y de arrepentimiento y tuvo el privilegio de recibir la
promesa del paraíso de parte del mismo Jesús. Carlos de Foucald y Francisco de Asís eran playboys,
que finalmente se rindieron a las fuerzas del cielo, San Agustín que se convierte después de tener una
vida ligera y pecaminosa, San Pablo que de ser perseguidor de los cristianos se convierte en el gran
apóstol de los gentiles. Sta. Mónica, madre paciente y sufrida de mucha oración que convierte a su
esposo e hijo.
Nuestros Santos peruanos como Sto. Toribio de Mogrovejo, arzobispo de Lima y patrón de los obispos
latinoamericanos, que con gran celo pastoral recorrió los lugares más apartados de nuestra patria; Sta
Rosa de Lima, patrona de América, que llevó una vida de sacrificio entre los más necesitados. San Martín
de Porres, patrón de la justicia social que con su humildad, sencillez y trabajo enaltece a los hermanos de
su raza. San Juan Macías y la Beata Sor Ana de los Ángeles y Monteagudo.
“playboys” que finalmente se rindieron a las fuerzas del cielo.
Cada santo se esforzó y luchó contra sus debilidades toda su vida y adquirió los hábitos de la virtud. Cada
uno conquistó la santidad mediante la vigilancia continua de sí mismo, conscientes de lo que eran y
conscientes de lo que podían a llegar a ser.
Los hombres no nacen santos. Luchan contra el mundo, el demonio y la carne; y a medida que van
venciendo, el Espíritu de Jesús brilla en ellos cada vez con más claridad.
Ser santos significa parecerse a Jesucristo en todo: pensamientos, sentimientos, palabras y acciones. El
rasgo más característico de la santidad es la caridad (amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo
como uno mismo), la que están llamados todos los bautizados, y que se alcanza sólo en el cielo, después
de luchar toda la vida, contactando con la ayuda de Dios
La santidad es hacer lo que tienes que hacer en su debido momento. y responder bien a la vocación que
has sido llamada o llamado. El estudiante, tratando se ser un buen estudiante. El cobrador de bus como
cobrador, haciendo bien su trabajo o el profesional dado todo su conocimiento y así cada uno de acuerdo a
la función que nos toca desempeñar en la vida.
SANTO NO ES AQUEL QUE HACE COSAS EXTRAORDINARIAS, SINO AQUEL QUE LAS COSAS
ORDINARIAS LAS REALIZA EXTRAORDINARIAMENTE BIEN.
Desarrollar el siguiente:
CUESTIONARIO
1. ¿Quiénes están llamados a ser santos?
2. ¿Quién el sumo santo que se nos ofrece como ejemplo?
3. ¿Cómo interpreta la afirmación del documento de aparecida n° 148?
4. Elabora un comentario sobre los siguientes textos bíblicos: Jn 17, 22-23; Heb 12, 14-16; 1Pe 1, 13-25
5. ¿Todos estamos llamados a ser santos? ¿Por qué?
6. ¿Como interpretas la frase del recuadro de arriba sobre los santos?
7. ¿Mencione algunas características de algunos santos?
8. ¿Cuáles son los medios para alcanzar la santidad?
9. ¿Es posible la Santidad hoy?
EVIDENCIA
ELABORAR UN TRÍPTICO SOBRE VIDA DE ALGÚN SANTO PERUANO
que informa todas las virtudes: humildad, justicia, laboriosidad, castidad, obediencia, alegría… Es una
meta