Las Cinco Claves

para
Lograr tus Metas

Fernando Cabezas
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 Las Cinco Claves

para

Lograr tus Metas

Cinco pasos progresivos y altamente eficaces

que, si se aplican, se obtienen resultados reales,
medibles y efectivos

Por Fernando Cabezas

Se permite la reproducción de este e-book

citando la fuente de origen

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 Las Cinco Claves para Lograr tus Metas

¿De qué se trata esto?

La vida se configura en base a decisiones, desde las más

trascendentales hasta las más insignificantes y cotidianas.
Las primeras pueden transformar para siempre vidas
entera y las segundas, si se abrazan con perseverancia y
constancia, aunque con una apariencia más imperceptible
a primera vista, pueden tener un efecto igualmente
transformador o incluso cualitativa y cuantitativamente
mayor.

La razón principal por la que millones de personas no

tienen éxito, más que por cualquier otra cosa, es porque no
saben cómo fijarse metas y llevarlas a cabo de un modo
efectivo. Para lograr tus metas deberás decidir y saber
claramente qué es lo que deseas y tomar una decisión
definitiva para conseguirlo, siempre y cuando no afectes
los derechos o los intereses de las demás personas.

Se te presenta en este preciso instante de tu vida una

oportunidad. Podría ser la última de esta índole (¿por qué

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no?). Los resultados sólo dependerán de tus decisiones. De
lo que hagas o decidas hoy podría depender mucho en tu
vida. En tus manos está el que quieras o no aplicar lo que
te voy a revelar en estas páginas.

Vamos directo al grano. La persona exitosa, la que logra

sus metas, irradia confianza y seguridad. La idea de “voy a
hacer el intento a ver si funciona” simplemente no forma
parte de la actitud de la persona que logra sus metas. Los
pensamientos llevan a los sentimientos, ambos llevan a la
acción y ésta provoca los resultados. La secuencia, por
tanto, es:
1º Pensamientos
2º Sentimientos
3º Acción
4º Resultados.

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Para cambiar los resultados, cambia tus acciones. Para
cambiar tus acciones, cambia tus sentimientos. Para
cambiar tus sentimientos, cambia tus pensamientos. Así
de claro.

El más leve cambio o mejoría en tus hábitos y en tu actitud

de hoy, si la mantienes, afectará dramáticamente tu
situación en los próximos 5 ó 10 años y así hasta el fin de
tu vida. Por lo cual, si queremos alcanzar metas, tenemos
que hacer cambios. Si seguimos haciendo lo mismo, vamos
a obtener los mismos resultados que hemos obtenido hasta
ahora. Esto es tan cierto como una matemática pura y
demostrable.

Las personas que logran sus metas saben qué hacer para
que las cosas sucedan eficientemente. En cambio, esas
millones de personas que tienen muy buenas ideas, pero
no llegan a hacer nada grande en su vida, en realidad
saben qué se debe hacer y tal vez “casi” lo logran. “Casi”
obtienen ascensos en su trabajo, “casi” llegan a ser líderes.
Puede que pierdan por un solo minuto o por un solo
centímetro, pero pierden, porque nunca invierten el

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tiempo y la energía necesarias para elegir una meta con la
cual puedan darle un propósito a su vida.

La “personas casi” muy a menudo están más ocupadas que

las personas eficientes. Hacen un poco de esto y un poco
de aquello durante todo el día y parte de la noche, pero
nunca logran hacer nada que sea realmente importante. La
indecisión los detiene. Les falta organización en su trabajo
y pierden el tiempo atendiendo mil cosas, pero no las dos
o tres cosas que les llevarían a lograr sus metas.

Ahora que estás frente a este escrito, tu trabajo será leer y

poner en práctica este reporte. De hecho, si sigues al pie de
la letra lo que viene a continuación, no tendrás que
trabajar más. En realidad lo más seguro es que vas a
trabajar menos. Vas a trabajar más eficientemente y vas a
contribuir a que se eleve tu calidad de vida y la calidad de
vida de los seres humanos en el mundo.

Voy a darte cinco claves que, si se aplican, los resultados

son seguros y decisivos. No existe ninguna posibilidad de
fallar. ¿Por qué? Porque nadie se ha hecho exitoso por
accidente. Y no vas a ser la excepción. Los grandes logros

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son fruto de pequeñas acciones preparatorias. El cerebro
necesita adecuarse. Necesita secuencias muchas veces
repetidas. Y eso haremos: replicar las mismas secuencias
que han llevado a los mejores resultados a los que
conocemos como personas de éxito.

Olvídate de lo lejos que puedan estar tus metas.

Concéntrate únicamente en el siguiente paso que tienes
que dar. ¡Disfrútalo! No te estreses. ¡Juega! Vívelo
intensamente.

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Juégatela por ti

¿Qué harías si te dijera que, con toda verdad, tengo un

número de la lotería que infaliblemente te va a dar un
premio? Escuchaste bien, infaliblemente. Sólo que la
cantidad de dinero que vas a ganar va a estar determinada
por tu decisión de poner toda la energía y la confianza en
obtener el resultado. Es decir, ganar lo tienes seguro, pero
la cantidad dependerá únicamente de tu decisión de
alcanzar el mayor monto posible. ¿Quién sería tan loco
que, sabiendo que es infalible, porque lo es de verdad, no
pondría todo su potencial humano para que el premio sea
el mayor posible?

Aquí estamos ante un momento real. Esto no es un

juego. Estás leyendo este reporte. Estás tú frente al
momento actual de tu vida. Todo depende de tu decisión.
Es algo tan verdadero como inevitable, tanto si quieres un
cambio transcendente en tu vida, como si te vas a quedar
estancado en el mismo lugar que te ha llevado a tus
resultados actuales.

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Por eso te pido que, si realmente quieres un cambio, si de
verdad quieres alcanzar tus metas, detengas un momento
la lectura (espera… no todavía). Detente un momento,
cierra los ojos y al menos por un minuto comprométete
contigo mismo a que esta lectura te la vas a tomar en serio,
que podrás toda tu alma y tu potencial para que sea de
provecho para ti, para que te genere cambios positivos y
permanentes.

Por favor, no sigas adelante si no quieres que esto que te

vamos a compartir genere de verdad un cambio en tu vida.
Te pido que sigas al pie de la letra las indicaciones de este
reporte. No sirve pensar que ya conoces la mayor parte de
las cosas que puedas leer aquí. El leer de corrido sin aplicar
será lo mismo que si te diera la mejor receta para hacer el
mejor pastel. Da lo mismo si lo sabes de memoria y hasta
lo puedas enseñar. No te servirá de nada. Si lo que quieres
es el pastel tendrás que empezar por comprar los
ingredientes, tener los utensilios y seguir al pie de la letra
la receta. Como no hagas eso, ni la mejor receta del mundo
va a funcionar jamás.

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Ahora deja un momento la lectura y por un minuto
comprométete contigo mismo a sacar el máximo provecho
a este reporte, a dejar de lado cualquier otra actividad y a
poner todo tu potencial para mejorar tu calidad de vida.
Hazlo por ti mismo. Pero hazlo. Nadie más que tú tienes el
poder. Ahora.

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¿Lo hiciste ya? Todavía estás a tiempo. Si estás

comprometido con tu éxito, lo que viene a continuación te
va a producir un cambio real y medible. Depende de tu
grado de compromiso y potencial que quieras invertir en ti
mismo.

En cierto sentido el éxito es una plantilla. Existen estudios

muy serios que han puesto en evidencia los puntos en
común de todas las personas de éxito. Lo que nos toca es
aprender la plantilla: saber cuáles son los principios, las
acciones y los hábitos que rigen el éxito. Esto es
espectacular y da una gran tranquilidad.

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Ahora enfócate de lleno en lo que vamos a hacer de modo
que tu objetivo de esta lectura sea lograr un propósito
concreto.

Comencemos. Vamos a dar cinco claves que van ordenadas

lógicamente y que son capaces de producir los resultados
que quieres para tu vida.

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Clave nº1: ESCRIBE

En 1953 se realizó una encuesta a un conjunto de

estudiantes de la Universidad de Yale, en la que se
incluían, entre otras muchas, las siguientes preguntas:
¿Has definido tus metas? ¿Las has escrito? ¿Tienes algún
plan para lograrlas? Un 84% de los estudiantes no tenía
definida ninguna meta, un 13% sí las tenía pero no las
había escrito, y un 3% las había escrito y tenía un plan de
acción.

En 1973, 20 años más tarde, se comprobó el progreso que

habían hecho aquellos alumnos, y las diferencias
resultaron asombrosas a la vez que contundentes e
incuestionables. El grupo del 13% que tenía objetivos
definidos aunque no escritos, tenía el doble de ingresos, de
media, que el grupo del 84% que aseguraba no tener
metas. Pero lo más increíble fue que el grupo del 3% que
había escrito sus objetivos estaba ganando, de media, diez
veces más que todo el 97% restante.

Los datos son reales. Cada uno de los entrevistados tiene

su nombre y apellido. Aquí sólo hablan los hechos y los
datos con la aplastante realidad de resultados tangibles y

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medibles, después de 20 años y entre personas que siguen
caminos de vida libremente sin condicionarse para nada
por una encuesta circunstancial.

La clave aquí se llama “escribir”. Sí, escribe. Toma un

bolígrafo y una hoja y escribe. Algo tan simple, pero tan
poderoso.

Tómatelo con la seriedad que se merece tu vida. Hazlo

por ti. El escribir en un papel te va a dar la claridad que
necesita tu mente para enfocar sus energías y su potencial
en lo que quiere alcanzar.

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Tu lista de deseos

¿Qué vas a escribir? Tu lista de deseos. No te importe si

crees que lo puedes alcanzar o no en este momento. Deja
volar a tu creatividad hacia aquello que te apasiona y
motiva. Piensa en todas aquellas metas que te gustaría
lograr. No importa si tienes ahora o no los medios para
alcanzarlas, no importa si tienes las habilidades y el
tiempo en este momento. Céntrate ahora únicamente en el
“qué” y no en el “cómo”. Qué es lo que quieres lograr sin
importar que ahora se vea como algo imposible.

Piensa en aquellas cosas que aporten verdadero valor y

calidad a tu vida. Es importante que sean cosas que
dependan únicamente de tu acción y no de la decisión de
otras personas o de circunstancias de las que no tienes el
control. Mucho menos deseos que estén basados en lo que
otras personas esperan de ti.

Piensa en grande. No pierdas tu tiempo con

pequeñeces. Los planes pequeños, no tienen esa fuerza que
empuja tu sangre. Busca la excelencia en tu trabajo.

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Visualiza una meta que eche a andar la maravillosa mente
que tienes.

Una advertencia: aquí no vale pensar: “Esto ya lo sé”, “Ya

hice esto mismo el año pasado”. En realidad da lo mismo
que lo sepas, hay que hacerlo. No necesitamos SABER
más, sino HACER más. La clave está en actuar. Si
quieres que la técnica funcione para obtener los resultados
que buscas, tómate el tiempo y hazlo.

Tampoco es necesario que sepas cómo vas a obtener tu

meta. Si tú puedes imaginarte lográndola y la deseas de
todo corazón, lo de menos es saber cómo la vas a lograr.

Debe ser una lista en serio. No se trata de hacerlo con prisa.

Te puedo asegurar que, sin importar el tiempo que te tome
hacerla, valdrá la pena.

Te regalo 3 preguntas para ayudarte a escoger las metas

que verdaderamente te motiven:

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1º ¿Qué harías en tu vida si tuvieses totalmente
resuelta y con creces toda necesidad material y
económica?
Ponte en la situación real y emocional de que has ganado
un ingreso mensual vitalicio equivalente a 50.000 dólares
al mes. Es decir que el resto de tu vida podrás viajar donde
quieras, vivir donde quieras, hacer lo que quieras sin
necesidad de trabajar para conseguir dinero. Haz el
ejercicio de verte en esa situación racional y
emocionalmente. Ya no necesitas dinero. Es así. Velo como
real. Puedes tener lo que quieras en lo material. Ese tema
lo tienes resuelto por el resto de tu vida.
Ahora, con ese presupuesto, ¿qué harías con tu vida? ¿qué
te motiva? ¿qué es lo que harías porque quieres hacerlo,
aunque no te paguen nada, porque no necesitas dinero?

2º ¿Qué harías si te quedaran tan sólo 2 años de

vida?
Nuevamente te pido que pienses en esto. Date el tiempo de
ponerte en esta situación real y emocional, no como una
hipótesis. Te acaban de dar la noticia. Esto de verdad te
está pasando. Calcula desde hoy el día que vas a morir
dentro de 2 años. ¿Qué día es hoy? Respóndete: día, mes y

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año. Pues en ese mismo día y mes dentro de dos años
estarás muriendo y dejando tu legado a tu familia. Dejando
a un lado el impacto inicial de la noticia y bajando a las
decisiones que vas a tomar, toma las decisiones que crees
mejor para tus metas. ¿Cuáles serían esas metas que
quieres dejar cumplidas en estos dos años? ¿Cómo quieres
ser recordado una vez que hayas muerto? Piensa y decide.

3º ¿Qué harías si tuvieras garantía 100% de que

vas a tener éxito?
Es decir que, sea cual sea tu meta o tus metas, ya tienes la
garantía absoluta de que lo vas a lograr, por lo tanto las
metas que te plantees no tienen un límite “realista, según
tus circunstancias”. Nada de eso, porque ya sabes que, sin
importar ahora cómo llegarás a esa meta, sabes que sí es
posible y sí la vas a alcanzar.

Estas tres situaciones te ayudarán a despejar tu mente y a

centrarte en lo que verdaderamente es importante para ti,
porque el dinero no es problema, porque quieres lograr
algo antes de morir y porque no hay posibilidades de que
eso que quieres lo puedas lograr.

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Con lo anterior presupuesto, vas a fijarte metas poniendo
tu foco también en otro elemento importante. Y es:
¿Qué cosas hago yo de manera natural muy fácil y
eficazmente?

Tu Reto ahora es este:

Haz tu lista de 30 metas. ¡Sí 30 metas! que quieres

lograr en tu vida. No te acobardes ahora. Por algo estás
frente a esta lectura. Piensa, decide y escribe 30 cosas que
estarías feliz de conseguir y que puedan depender de tus
acciones. Si quieres escribir 100, hazlo. Sólo te pido que en
el momento que el escribir se te vuelva fastidioso, no
intentes seguir, ya que es importante en esto disfrutar el
proceso. Pero al menos 30 metas sí. Y vamos a centrarnos
en tus 30 metas más importantes. Si llegando a las últimas
no se te ocurren muchas ideas grandes, escribe otras más
pequeñas, pero completa tu lista. Ya luego la podrás
retocar, pero asegúrate que en las primeras estén incluidas
tus metas más ambiciosas.
Hay que desarrollar hábitos de éxito. En tus metas no
pueden faltar los hábitos que quieres lograr ¿Qué hábitos
vas a necesitar adquirir o eliminar?

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No prejuzgues que no lo puedes lograr. Sólo fíjate en lo que
siempre has querido lograr o en lo que ahora, despejada tu
mente, ves que quieres lograr. No prestes atención a si lo
mereces o no. Eso sólo te va a sabotear. Ahora fija tu mente
sólo en tu deseo.

Así que… ¡manos a la obra! Comienza ahora.

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Clave nº2: PRIORIZA

Espero que no sigas adelante hasta que no te hayas tomado

el tiempo de escribir tus 30 metas. Concéntrate en lo que
quieres lograr, en lo que vas a lograr. Concéntrate en estos
días, porque sólo los que toman acción son los que logran
resultados.

No te decepciones a ti mismo dejando que este reporte se

quede amontonado en el rincón de tus inconstancias.

¿Qué vas a hacer ahora? Vas a priorizar tus metas.

Te vas a dar el tiempo de revisar tus 30 metas y las vas a

separar en tres bloques de 10, los bloques A, B y C, de modo
que las metas “A”, sean las más importantes y las “C” las
menos importantes de esas 30 metas. Y en cada bloque las

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ordenarás con números del 1 al 10, de modo que, por
ejemplo, la meta A-1 sea la más importante de ese bloque
y la meta A-10 sea la menos importante de ese bloque. Y
así con los otros dos bloques. Ahora, en este ejercicio, no
importa tanto la naturaleza de cada meta para ordenarlas.
Pueden ser de diversa índole y de distintas esferas de la
vida (familiar, profesional, financiera, salud, desarrollo
personal, amistades, pareja, entretención, etc.). Lo
importante es que priorices por importancia lo que quieres
lograr.

¿Ya tiraste la toalla? ¿Ya te parece que es demasiado

trabajo? ¿Ya quieres abandonar tus sueños y dejar que tu
vida la decidan otros o dejarla a las circunstancias? Espero
que no. Te aseguro que mientras mejor sigas las
instrucciones de este reporte, los resultados serán los
mejores para ti.
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La mentalidad pobre lo quiere todo de inmediato y con
resultados 100% seguros e infalibles. Es intolerante al
fracaso y a las dificultades. La mentalidad de éxito asume
riesgos con inteligencia y ponderación y disfruta con el
hecho de que no se logra todo en un momento, hay que
provocar una gestación.

Ahora haz esta priorización. Tómate el tiempo para

hacerlo bien. Tú te lo mereces. Que no pase tu vida por tu
lado y que, cuando te des cuenta, ya estés en el ocaso y con
pesar por todo lo que no hiciste. Ahora es el momento.
Date este tiempo para plantear tus metas.

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Cuando ya hayas terminado las 3 listas, ya tendrás

seleccionada tu meta “A-1”. Ésta será tu meta más
importante, en la que vas a enfocar toda tu atención
consciente. Ésta es la meta que vas a anotar en tu billetera,
cartera o agenda y la vas a traer siempre en tu bolsillo o
bolsa. Te vas a dar cuenta de que muchas o la mayoría, si
no es que todas las metas que elegiste, las vas a ir logrando

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a medida que vayas acercándote hacia tu meta “A-1”. Las
otras 29 metas servirán como pasos en el camino hacia la
meta “A-1”.

A medida que desarrolles una consciencia más alta en tu

camino hacia tu meta “A-1” verás cómo se realizan los
otros 29 deseos. Probablemente haya alguno que otro que
no se realice, pero lo más seguro es que la mayoría de tus
deseos se realicen. Ten confianza. Es posible. Es una
realidad.

La estrategia de los 400.000 dólares

Ahora que ya tienes tus metas por escrito, ordenadas y con

una clara definición de cuál es tu principal meta, que sería
la meta A-1, vamos a aprender a priorizar cada día con la
misma mentalidad de ordenar nuestras ideas y
actividades.

¿Quieres conocer la clave que costó 400.000 dólares?

En 1918, Charles Schwab era uno de los hombres más ricos

del mundo. Fue presidente de la mayor constructora naval

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del mundo. Un día, en su búsqueda de técnicas para
aumentar la eficiencia de su equipo y descubrir mejores
formas de hacer las cosas, Schwab organizó una reunión
con un consultor de productividad muy respetado llamado
Ivy Lee.

Schwab llevó a Lee a su oficina y le dijo: “Muéstrame una

manera de hacer más cosas”.
“Deme 15 minutos con cada uno de sus ejecutivos”,
respondió Lee. “¿Cuánto me va a costar?”, preguntó
Schwab. “Nada –dijo Lee– a menos que funcione”.
“Después de tres meses, puede enviarme un cheque por lo
que usted sienta que vale la pena pagar”.

Durante sus 15 minutos con cada ejecutivo, Lee explicó su

método para lograr máxima productividad. Y era este:

“Al final de cada jornada laboral, escribe las seis cosas

más importantes que necesitas para conseguir tus
objetivos del siguiente día. No escribas más de seis tareas
a cumplir. Prioriza esas seis tareas en orden de
importancia”.

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“Al comenzar tu día de trabajo el día siguiente,
concéntrate únicamente en la primera tarea. Trabaja en
ella hasta terminarla antes de comenzar con la siguiente”.

“Continúa del mismo modo con el resto de las tareas. Al

final del día, mueve las tareas que quedaron pendientes a
una nueva lista para completar el día siguiente. Repite
este proceso cada día laboral”.

Este era el método.

La estrategia sonaba demasiado simple, pero Schwab y su

equipo decidieron ponerla a prueba. La aplicaron. Y esta
es la clave. Por mucho que lo sepas, que lo hayas escuchado
y que lo leas mil veces, todo el poder de este método
está en que se aplique.

Después de tres meses, Schwab estaba tan encantado con

el progreso, que llamó a Lee a su oficina y le entregó un
cheque por 25 mil dólares, el equivalente a 400 mil dólares
actuales (si te estás tomando esto en serio seguramente
dedicarás un minuto de tu tiempo para cambiarlo a un
aproximado de tu moneda actual).

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El método Ivy Lee de crear una lista de tareas en orden de
prioridad suena tan simple, tan elemental y hasta tan
ingenuo, que parece tonto. ¿Cómo esto podría valer tanto
dinero? ¿Qué lo vuelve tan efectivo?

La crítica principal a la mayoría de los métodos de

productividad es que son demasiado básicos. No toman en
cuenta, dicen algunos, todas las complejidades y los
matices de la vida. ¿Qué sucede si surge una emergencia?
Sí, las emergencias y las distracciones inesperadas
surgirán. Ignóralas en la medida de lo posible, lidia con
ellas cuando sea necesario y vuelve a tu lista de prioridades
tan pronto como puedas. Usa reglas simples para guiar los
comportamientos complejos.

Este método te obliga a tomar decisiones difíciles. El

número seis es lo de menos. Podían haber sido cinco o
siete. Sin embargo, sí es importante imponerse límites a
uno mismo. Lo mejor que uno puede hacer cuando tiene
demasiadas ideas (o cuando se siente abrumado por todo
lo que tiene que hacer) es “podar” las ideas y prescindir de
lo que no sea absolutamente necesario.

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La sociedad moderna está obsesionada con la multitarea.
El mito de la multifuncionalidad se basa en la creencia de
que estar ocupado es sinónimo de ser productivo. Nada
podría estar más alejado de la realidad. Por el contrario,
reducir tu lista de prioridades conduce a un mejor trabajo.

Analiza a expertos de clase mundial en cualquier campo:

atletas, artistas, científicos, profesores y directores
generales, y descubrirás que una característica es común a
todos: el enfoque. La razón es simple: no puedes ser el
mejor en una tarea si debes dividir tu atención en diez
cosas diferentes. La maestría requiere concentración y
consistencia.

¿El trasfondo? Que tu primera tarea del día sea la más

importante. Ése es el único truco de productividad que
necesitas.

¿Cómo vamos a aplicar esto en concreto?

Cada día antes de acostarte prepara una lista de 7 acciones

que vas a tomar al día siguiente. Podrían ser 3 y también

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está bien, pero propongo el número siete. Siete pequeñas
o grandes acciones que te harían sentir bien si sabes que al
fin del día las has podido realizar. Pueden ser cosas
simples o parte de un proceso. Lo importante es cómo te
vas a sentir en la noche o al día siguiente cuando esas
acciones ya estén realizadas.

Pero aquí quiero que fijes muy bien tu enfoque. Vuelve a

tu lista de las 30 metas y considera que la meta A-1 es la
principal meta de tu vida en este momento. Si es la
principal, tiene que estar presente en tu lista diaria de
acciones. Es más, tendrías que dedicarle la primera
prioridad en tus actividades del día. Tener el enfoque
puesto en lo que constituye tu principal objetivo. Con esa
mentalidad prepara tu lista de 7 acciones del día siguiente.

30
Cuando te levantes, vuelve a tu lista. Mírala y repásala.
Comprométete y fija tu mente en esas acciones. Ten foco
cada mañana. Cada mañana si enciendes la TV o la radio
o el computador sin un enfoque claro, acabas por vivir para
las prioridades que surgen externamente de otros. Antes
de abrir tu computador, por ejemplo, ten una idea clara de
lo que vas a hacer y los resultados que pretendes. Te
aseguro que si lo haces, vas a tener una jornada mucho
más productiva que si te sientas sólo a ver “qué es lo que te
trae el día de hoy”. Primero determina tus objetivos y ya
luego abres el computador, miras los emails, etc.

Determinar tus objetivos de ese día desde el momento en

que te levantes por la mañana te llevará adonde quieres
llegar, en tu propósito, en tu visión.

Y ahora, cuando te zambullas en la vorágine del día,

cuando entres a la dinámica de tu vida familiar, laboral y
social, no puedes olvidar que tienes un compromiso
contigo mismo y que estás liderando los resultados que
quieres en tu vida.

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Los ladrones de tu productividad

Existen los llamados “ladrones de tiempo”: celulares,

llamadas, redes sociales, email, Internet, la “reunionitis”,
las visitas y otros. En realidad son elementos que te restan
productividad, te distraen, reclaman tu atención y hoy en
día necesitamos una dosis alta de disciplina para controlar
esos elementos externos que quieren desviarte de una
línea recta.

Todos estos “ladrones de tiempo” es muy importante

vigilarlos con constancia y fijar las reglas para encauzarlos
para que sean aceleradores y no trabas para alcanzar tus
metas. Esto daría para otro libro.

Ahora vamos a considerar otros elementos que están más

en la raíz de lo que provoca el desorden que acaba por
restarle productividad a tu tiempo.

¿A qué llamamos los “ladrones de tu productividad”? Te

nombraré los más destacados sólo a modo enunciativo
para que puedas ir revisando uno a uno y ver cuáles
podrías dedicarte a mejorar progresivamente:

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 1. Falta de claridad en lo que quieres.
2. La falta de planificación.
3. El desorden físico en tu lugar de trabajo y en tu casa.
4. El desorden mental.
5. La falta de precisión en el tiempo.
6. El estrés.
7. Las adicciones.
8. La falta de motivación.
9. No saber decir que no.
10. No saber delegar cuando se puede hacer.
11. La procrastinación (dejar las cosas para mañana).
12. La falta de disciplina.
13. La falta de confianza en tus capacidades.
14. Las frustraciones.
15. Realizar actividades sin un propósito.
16. La indecisión.
17. Las urgencias que se hacen tales por no atenderlas
a tiempo.

Esto es un reporte breve y no pretende ahondar en cada

uno de estos ladrones de productividad. Pero si eres una
persona honesta contigo misma de seguro que coincidirás

33
conmigo en que te son familiares algunos de los elementos
enumerados. Considera de entre ellos los que veas que más
te estén afectando en tu productividad. Una vez que los
conoces, tendrás mayor claridad para neutralizarlos.

Y te propongo un plan para que esto no se quede en un

enunciado de lectura rápida y puedas, efectivamente, sacar
el provecho que quieras.

De la lista anterior revisa cuál de esos puntos podrías

dedicarte de inmediato a mejorar y qué acciones podrías
realizar para realizarlo. Una vez que tienes claridad,
trabaja una semana en ello, o dos o tres si es necesario, y
una vez que veas que logras una mejoría cuantificable,
ataca otro de estos “ladrones de productividad”. Si lo haces
tal cual te lo propongo te darás cuenta de un fenómeno
habitual, y es que una vez que te decides por mejorar en
uno de estos puntos, el que ves más necesario, y pones la
debida acción, casi inconscientemente verás que también
vas a mejorar la mayoría de los otros.

Esto te potenciará aún más la capacidad de priorizar con

decisión y enfoque.

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Clave nº3: PLANIFICA

Ya tienes la visión clara. Tienes el resultado en la mente.

Ahora viene la hoja de ruta. Es el “Plan de negocios” de tus
metas.

¿Qué vas a hacer ahora?

De todas tus metas del grupo “A”, es decir, las primeras 10,
vas a separar cada una en “mini-objetivos”, en tareas. Cada
meta va a tener unos objetivos concretos, claros, medibles.
Ahora haremos sólo estas primeras 10 metas. De esta
forma nos vamos a enfocar en lo que consideras más
importante para ti.

Ahora vas a hacer un plan de acción de cada una de esas

metas considerando un plazo claro. Por la naturaleza de
cada meta, estos plazos pueden ser diversos, pero como
nos movemos en unas mediciones universales que usamos
a diario, vamos a aprovechar estos mismos términos de
días, semanas, meses y años para trazar nuestras metas.

¿Lo hacemos? ¿Aún no te rindes? ¡Magnífico!

35
Dime, ¿Qué día es hoy? Sí, respóndete. Al día que sea: día,
mes y año, sólo le sumarás un año. De manera que
imaginariamente nos vamos a ubicar en el mismo día y
mes, pero del próximo año.

Si todavía tienes el don de la vida, ¿qué te gustaría haber

conseguido en cada una de las 10 primeras metas?
Posiblemente habrás querido haber cumplido varias de
ellas y haber avanzado en todas las demás. Pues bien.
Necesitas ahora determinar con todo detalle cuáles
querrías haber logrado y en qué tiempo o cuánto
específicamente quieres haber avanzado en las que no se
hayan terminado de realizar.

Pero no dejes ese resultado a lo que ocurra dentro de un

año. Tienes todo el poder de decidir dónde quieres estar
dentro de un año. Que no te arrastren las circunstancias.
Decide hoy.

Ahora toma un calendario, una agenda, una hoja de papel,

algo que te dé claridad en fechas y objetivos y define desde
ya un día en el mes y en la semana en que vas a revisar tus

36
metas y las vas a evaluar. Ese día debe ser sagrado para ti,
debe ser tu día, el día que tienes para ti, para lo que más te
importa. No lo cambies por nada, salvo emergencias.
Créeme que la seriedad y el interés con que te tomes esto
es lo que va a determinar la calidad de tus resultados. Todo
depende de tus decisiones.

Que ese día que definas sea la medida de tus logros. Te

pongo un ejemplo simple para que lo puedas acomodar a
tus circunstancias.

Suponemos que hoy es 12 de marzo de 2022. Y quieres que

para el 12 de marzo de 2023 ya tengas un negocio de ventas
independiente de tu trabajo habitual y que esté funcionado
y te esté generando al menos 1.000 dólares extras por mes.

37
Bien, ¿tienes los medios? ¿Con qué capital cuentas? ¿En
qué necesitas formarte? ¿Cuánto tiempo estás dispuesto a
invertir en esto? En base a estas preguntas divides el
objetivo en 12 metas concretas y detalladas de lo que
necesitas lograr en cada mes para que el resultado, al cabo
de los 12 meses sea precisamente que estés ganando 1.000
dólares extras al mes. ¿Puedes lograrlo? Ya lo creo que sí.
Te aseguro que personas con menos formación que tú y
menos capacidad que tú han llegado más lejos que eso.

Si la fecha límite es el 12 de marzo, puedes definir el día 12

de cada mes para fijar las actividades de ese mes. Si te
resulta más simple, elige un día de la semana (el segundo
sábado de cada mes, por ejemplo). Y si quieres hacerlo por
semana será mucho más eficiente.

Esto vale para cualquier meta que sea importante para ti,
sea la meta de tu vida o algo que sea únicamente un
episodio en tu vida, como subir o bajar de peso, dejar una
adicción, tener pareja, escribir un libro, comprar una casa.
Lo que sea que quieras ser en un año. Y digo “ser” y no
“hacer” o “tener”, porque para que el “tener” o el “hacer
algo” sea verdaderamente perdurable, lo más importante

38
es apuntar a “ser” la persona que sea merecedora de
“hacer” o “tener”. Si quieres “hacer” un libro, primero
preocúpate por “ser” el autor que merece “tener” ese libro.

Fórmula SMART

Para definir esos mini-objetivos para un año y dividirlo por

meses, utiliza la llamada fórmula SMART, por sus siglas en
inglés. Cuida que tus objetivos sean:

S: Específicos (El “qué”, concretos, positivos)

M: Medibles (El “cuánto”, controlables, cuantificables)
A: Alcanzables (El “cómo”, ambiciosos, desafiantes,
aceptables para ti)
R: Realistas (El “con qué”, adaptados a tu capacidad y
habilidades)
T: Tiempo determinado (El “cuándo”, determinados,
oportunos, sujetos a plazos)

39
Ahora desarrolla un plan de acción con fechas límite y
objetivos claramente definidos. Pon todo por escrito. Ten
a mano ese plan. Dedica unos minutos a la semana a leerlo,
a retocarlo, a analizarlo. Y al menos una hora al mes para
abordar los logros, dificultades y plantear nuevas rutas.

Esto te va ahorrar muchas energías y te va a evitar

tensiones. El tiempo límite hace que la química te
mantenga alerta a ese horario establecido. Es un modo de
entrar en tu subconsciente. Con fechas límite creas un
desafío y un reto. Esto tiene que ser sinónimo de actitud
mental positiva y no de tensión o estrés. Tu mente es
estimulada para eliminar distracciones y a pensar con
creatividad y claridad. Te ayuda a enfocar.

Pero no te equivoques: Tú eres el amo; no el método; no la

fecha límite. Tú eres el que fijas las fechas y tú puedes
cambiarlas y ajustarlas o re-priorizarlas. Por ello sé
realista.

Ten en cuenta también tus circunstancias ambientales.

Tal vez no puedes cambiar el ambiente en que vives o las

40
personas con las que convives. Por ello es importante que
siempre el único punto de enfoque esté en ti, es sobre lo
único que tienes el poder. Todo se trata de ti y de cómo
manejarás en ti las circunstancias externas. Y tienes todo
el poder. Aunque te parezca que no es así, en realidad
siempre lo has tenido.

41
Clave nº4: VISUALIZA

¿Ya tienes tus objetivos por escrito? ¿Seleccionaste 30?

¿Ya los ordenaste? ¿Ya tienes un plan para un año de los
10 primeros?

Si es así, felicítate, porque estás en un nivel muy superior

al que estabas hasta ahora y en este momento ya estás
dentro del percentil más alto de las personas que logran
sus metas. Pero todavía no cantamos victoria. Si has
llegado hasta aquí y has hecho el esfuerzo, no se te ocurra
abandonar la nave, porque todavía nos quedan cosas por
hacer.

La siguiente clave es muy poderosa y se llama “Visualizar”.

Es hacerse una representación mental y experimentar el
sentimiento y la emoción de la meta lograda. Es una
destreza que forma parte del plan de acción.

El poder de visualizar descansa en el poder de la mente. Si

existe hoy día un reloj, es porque alguien antes lo visualizó.
Evidente. Nada de lo que existe que haya creado una mente
humana existió por casualidad. Para que algo se produzca

42
en el plano físico es imprescindible que antes haya pasado
por el pensamiento. El principio filosófico de que “Toda
idea lleva al acto” es tan aplicable en la visualización como
en todo.

Hay que visualizar del mismo modo como quieres

experimentar el futuro. Sé exacto y prolijo. La cosa que
quieras, el cargo que quieras, la vida que quieras.
Visualízalo como una realidad. Actúa con la mentalidad de
que ya has obtenido el resultado. Para ello conviértete
antes en lo que quieres ser. Eso provoca atracción hacia esa
visión. Se convierte en la profecía autocumplida. Logras lo
que visualizas.

43
Esta técnica es sumamente interesante porque nos obliga
pensar y analizar con detalle lo que realmente queremos
en la vida. Nos da claridad, y la claridad es poder.

El poder de la visualización no está en pensar: “si yo

tuviera…” Sino sentirte teniéndolo en este preciso
momento. Ya lo tienes. Siéntelo con la misma intensidad
del que ya posee eso que quiere. Necesitas habilidad para
enfocar imágenes mentales. Describir. Luego
entusiasmarse, tocar, sentir, alegrarte.

Supongamos que tu meta es tener una casa propia antes de

un año. Al cabo de un año la logras tener. Muy bien. Pero
cuando la tienes pierdes el uso de razón (por una
enfermedad, accidente, etc.). ¿Podría decirse que
alcanzaste tu meta? Parece que sí. Sin embargo, si no te
acompaña el sentimiento ¿qué sentido tiene para ti el logro
de algo que no lo puedes disfrutar ni sentir como tuyo? En
el fondo, tu meta busca un sentido de plenitud que está
relacionado con que puedas disfrutar de ese logro
obtenido. Y ese es el verdadero logro. Lo que tú seas y
sientas como tuyo por encima de lo que “tengas”
físicamente.

44
Por ello, si lo miramos en sentido inverso, y logramos
obtener el sentimiento y la emoción de la meta lograda,
habremos llegado a lo que realmente estás buscando al
querer esa casa, que es el sentimiento de la seguridad
quizás, de poder darle estabilidad a tu familia, etc.

El hecho de lograr la emoción de la meta lograda va a

producir una atracción física a la realización de la meta que
indefectiblemente lleva a acelerar el proceso. Aquello que
vibra igual acaba atrayéndose. En realidad ya estás
creando tu meta porque tu mente ya puede generar el
sentimiento.

Lo que quieras, visualízalo. Porque aquello en lo que

pensamos es aquello que materializamos. Por ello es
importarte visualizar “la casa que tienes y disfrutas, que la
sientes, la hueles, la tocas”, no “la casa que quieres”. Si
aplicamos este principio y visualizas que “quieres una
casa”, ¿Qué crees que obtendrás al cabo de un año?
¡Exacto! El año que viene te encontrarás que “quieres una
casa”. Eso es lo que visualizaste: el deseo de una casa, no
la casa misma.

45
En realidad tu cerebro no puede parar, por lo que siempre
está contándose una película. La decisión está en que a
partir de ahora ya no eres el protagonista de la película,
sino el Director y el Guionista. Ahora yo elijo lo que quiero
que le pase al protagonista de tu vida. Yo lo elijo libre y
soberanamente.

¿Cómo aplicarlo?

Todos los días, al menos una vez, y mejor si son dos, dedica
unos minutos (2, 3, 5, 10 minutos) a visualizar lo que
quieres materializar en tu vida. Disfruta el hecho de haber
logrado tu meta. Piensa en la meta A-1. Contémplate en el
estado de haberla alcanzado. Define con todo lujo de
detalles lo que quieres. Si es algo material, míralo, siéntelo,
contempla su forma, su color, su tacto. Siente la alegría de
lo que estás logrando.

Elije un momento en que puedas estar solo y tranquilo. Los

mejores momentos suelen ser justo antes de dormirte o
justo después de despertarte, ya que las frecuencias del

46
cerebro en ese momento están más receptivas para aceptar
todas las sugestiones que quieras darle.

Tu imaginación es una de las facultades mentales más

maravillosas que posees. Haz lo que todas las personas que
logran sus metas hacen, aprovecha tu imaginación.

Aquello en lo que nos enfocamos se expande. Si estás

cansado de vivir en una casa pequeña, visualízate viviendo
en una casa grande. Y luego entra en acción, estudia
marketing, aprende a ofrecer más valor a tus clientes, a tu
jefe o a quien sea. Es decir, haz todo lo que tengas que
hacer, pero todos los días visualízate en una casa grande.

Lo que te pido que hagas por ti es esto. Antes de irte a

dormir, dos o tres minutos como mínimo, los dediques a
visualizar aquello que quieres que se manifieste en tu vida.
Hazlo con la certeza absoluta de que va a suceder lo que
visualizas. ¡Hazlo! Todos los días. Que sea un hábito.

Disfruta de cada momento mientras visualizas. Debemos

concretar muy detalladamente. El hacer una descripción

47
clara de tu meta va a ayudarte a aclarar y cristalizar la
imagen en tu mente.

Imagina tu meta en tiempo presente. Es muy importante

que tu imagen esté en el presente, no en el futuro. La
mente trata únicamente con el presente, en el ahora.
Construye esta imagen como si ya hubieras logrado tu
meta. Te conviertes en tus pensamientos. De ahí en
adelante compórtate como la persona que quieres llegar a
ser.

Cuando visualices el tiempo necesario (no sabemos

cuánto) tu cerebro va a empezar a trabajar y a tomar las
decisiones correctas. Sólo es cosa de tiempo para que eso
se materialice.

Ten en cuenta que ahora formas parte de un grupo muy

pequeño y exclusivo de la gente. Por lo mismo debes
empezar a pensar y hablar como la persona que ya ha
logrado su meta. Si tienes una imagen en tu mente, vas a
pensar acerca de ella. Si la concibes en el presente vas a
hablar de ella como si ya fueras la persona que quieres
llegar a ser. Si reafirmas tu meta conscientemente

48
pensando en ella varias veces al día, tantas veces como sea
posible, entonces esta imagen se va a fortalecer en tu
mente.

Si tienes una bella imagen en tu mente, te aseguro que vas

a atraer bellos pensamientos. Sintoniza tu radio en el 98.1
FM y te garantizo que lo único que vas a escuchar es lo que
esté transmitiendo dicha frecuencia.

Cada vez que repases tu ejercicio de visualización suceden

tres cosas importantes:

1) Haces que tu imagen se cristalice y le agregas todo lo

que faltaba, hasta lograr que se forme una imagen
perfecta en tu mente.

2) Te sincronizas adecuadamente para atraer tus

deseos.

3) Te acostumbras y te sientes más seguro con la nueva

imagen de ti mismo que formaste y, por lo tanto,
puedes vivirla durante todo el tiempo que estás
despierto.

49
Clave nº5: ACTÚA

Veamos lo que ya hemos logrado hasta ahora:

1) Elegiste tus metas y las plasmaste por escrito.

Siéntete orgulloso de haberlo hecho. Ya sabes que
solamente 3 de cada 100 personas lo hacen.

2) Las ordenaste, las priorizaste, sabes qué es lo más

importante para ti.

3) Creaste un plan para lograrlas. Un plan que vas a

evaluar y replantear. Sabes por dónde empezar y lo
que vas a necesitar para alcanzarlas.

4) Construiste conscientemente una imagen mental de

tu meta. La puedes ver y disfrutar. Tienes la emoción
del que la consigue. Si ya lo has hecho, felicítate de
nuevo.

¿Qué pasa después de plantearte metas? Hay que actuar.

¿Qué pasa después de tomar la decisión? Hay que actuar.

50
¿Qué pasa después de DECIDIR las METAS y SOÑAR
como si las hubieses conseguido?, ¡¡¡HAY QUE ACTUAR!!!
Sal ahí afuera y hazlo.

Deja de prepararte, y actúa. Comienza a identificarte con

el resultado final. No esperes a tener todo asegurado y
perfecto. Actúa. Siempre tendrás oportunidades para
rectificar. Las personas exitosas no arrancaron cuando ya
tenían todo el conocimiento y los medios necesarios.
Comenzaron con lo que podían y sabían. Y no se rindieron
jamás.

El Secreto eres TÚ

Eres el responsable de tu vida. Tienes que ser capaz de

responder de modo 100% asertivo si te pregunto ¿Eres el
responsable de todas las cosas que te suceden en tu vida?
La mayoría de las personas no están de acuerdo con esto y
entregarán culpas a terceros.

La posición de la víctima es cómoda. Como tú no eres el

responsable, como la culpa la tienen otros, tú no tienes que
responder. El que tiene posición de la víctima siempre

51
habla en voz pasiva: “Me despidieron”. Es una posición
muy cómoda, pero en ella no eres el responsable de tu vida.
Y como no eres el que responde por tu vida, no puedes
hacer que las cosas cambien. Se quedan en la pasiva
comodidad del que siempre tendrá una excusa para
justificar que no logró sus metas.

Los resultados comenzarán a llegar en la medida en que

tomes acción. Y para que esa acción sea efectiva e
inspirada tienes que actuar desde el amor.

Decidir desde el amor es decidir acercándote hacia aquello

que quieres. Decidir desde el miedo es decidir huyendo de
aquello que no quieres. Si decides por el amor, la
consecuencia igual será que huirás de lo que no quieres.

La mayoría de las decisiones de la vida se toman desde el

miedo. “¿Por qué sigues en ese trabajo? Porque si no
pasaré hambre”. Y no porque te motive o porque quieras
estar allí, porque quieras aportar al mundo, porque
disfrutas de eso.

52
Cada vez que decidimos desde el miedo destruimos
nuestra vida. Porque estás poniendo el foco
constantemente en aquello que no quieres. Y como hoy
sabemos, todo en lo que te enfocas, se expande. Si tienes
deudas y piensas en deudas ¿qué va a pasar el año que
viene? Vas a tener más deudas. Así que cada vez que
piensas en lo que no quieres te acercas más a lo que no
quieres.

Hoy sabemos que la forma para vivir en abundancia y

disfrutar de lo que quieres es tomar todas y cada una de
tus decisiones desde el amor y la consciencia. Tienes que
tomar decisiones desde la consciencia para cambiar tus
hábitos que te lleven a los logros que no has tenido aún.
¿Por qué? Porque los hábitos que tienes actualmente son
los que te han llevado a donde estás ahora.

Lo maravilloso es que cuando tomas acción desde el amor

ya estás siendo abundante ese día, con lo que ya no tienes
que esperar a que pasen quince años para vivir con
abundancia. Ya lo posees ahora, porque posees la fuente
de donde mana la abundancia.

53
Desde el momento en que actúas desde el amor te vinculas
con la acción, con lo que quieres lograr y pones los medios
para ello, al tiempo que te desvinculas del resultado de la
acción. Lo importante para ti es conducirte hacia donde
quieres llegar. En ese proceso está el éxito. Lo que sucede
es que luego si haces las cosas, pasan las cosas.

Ahora, si has seguido al pie de la letra las indicaciones de

este reporte, te aseguro que estás mucho más cerca de tus
metas.

En cuanto comiences a tomar acción, empezarán a darse

los resultados. Y lo interesante es que esto va a reforzar tu
confianza. Y cuando tengas éxito vas a notar que empieza
a ser adictivo el éxito y querrás tener más de lo mismo.

54
Recuerda: la llave de tu éxito la tienes solamente TÚ.

Una advertencia: de vez en cuando, al estar trabajando en

tu meta y entregándote a ella de cuerpo y alma, te vas a
cansar físicamente. A veces no podrás actuar con sabiduría
todo el tiempo y vas a querer seguir trabajando. Pero en
ocasiones lo que deberías hacer es descansar y dejar que tu
mente se despeje para tomar nuevas energías

También es posible que te enfrentes a un fracaso

importante. Pero recuerda que las personas que logran sus
metas nunca se rinden ante el fracaso. De cualquier forma
eres una persona que toma riesgos en busca de una
importante victoria. Puedes sufrir muchas pérdidas y
muchas de ellas devastadoras, pero también tendrás
muchas victorias. Y es que nunca te vas a encontrar con un
55
ganador que no haya fracasado nunca. La única manera de
convertirte en un fracasado es porque abandonaste tu
lucha.

No dejes que se rompa la cadena del éxito y sigue

avanzando.

56
Para terminar

Ahora eres una persona que logra sus metas. Felicítate a ti

mismo. Repasa este reporte. Revisa tus metas. ¿Y sabes
una cosa? Si te ha sido de utilidad este reporte, agradece.
Agradece siempre. Esto te va a traer más de lo mismo a tu
vida. No me preguntes por qué ni cómo. Sólo te digo que sí
funciona.

Si eres una persona que logra sus metas, posiblemente sin

pretenderlo tú mismo vas a guiar a mucha gente a un
futuro brillante a lo largo del camino maravilloso de la
vida.

Y otra cosa te voy a pedir. Si crees que este escrito le puede

servir a otra persona, regálalo. Lo recibiste gratis, dalo
gratis, difúndelo. Pueda ser que llegue a la persona que lo
necesitaba en el momento preciso.

Si a partir de ahora tomas una decisión sincera, ya has

empezado a lograr tus metas.

57
Sobre el autor

Mi gran ambición es ayudar a cambiar vidas. Eso es lo que

me ha movido a escribir estas líneas. Pero los resultados
están muy lejos de estar en mis manos. Aquí la llave
maestra del cambio sólo la tienes tú.

Quiero seguir ayudándote con las mejores herramientas

que estén a mi alcance. Por eso, si de verdad estás
comprometido con tu éxito, si quieres acelerar y asegurar
el logro de tus metas, es fundamental que puedas adquirir
los hábitos que tiene en común las personas que han
alcanzado sus metas.

Por ello, y por haberte comprometido al logro de tus

objetivos al haber llegado hasta el final de este reporte,
queremos ayudarte para que puedas conocer y adquirir los
hábitos que necesitas para asegurar el éxito en el logro de
tus metas.

Aquí te ofrecemos la posibilidad de que tengas acceso al

video de un taller llamado “Los 12 Hábitos del Éxito y

58
cómo adquirirlos”. Se trata de un material 100% práctico
que te da a conocer herramientas y estrategias prácticas
para obtener los hábitos de éxito y lo mejor es que son de
aplicación inmediata.

Es un taller que ofreció InnovaCoach de modo presencial

para un grupo de personas y que hoy, gracias a la
tecnología, lo puedes tener a tu alcance, junto con el
material de apoyo que se entregó.

Para ello entra al siguiente link que te indicará cómo

acceder al taller.

www.innovacoach.cl/12habitos

Aprovecha esta oportunidad para conocer y aplicar loa

hábitos que vas a necesitar para llevar tu vida al nivel que
quieres llegar.

59
Para contactar con nosotros visita:
www.innovacoach.cl

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