Cancer
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Esto es debido, como veremos más adelante, a que la mayoría de pacientes (70-80%) se
diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad. Globalmente representa el 3% de los
tumores en la mujer y es la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el cáncer de
pulmón, mama y colon.
La causa del cáncer de ovario continúa sin conocerse. El cáncer de ovario, como otros
tumores malignos, se produce como consecuencia de una acumulación de alteraciones
genéticas que causa un crecimiento y proliferación incontrolada de las células epiteliales, pero
continúan sin conocerse el mecanismo o mecanismos que inducen dichas alteraciones.
Varios estudios epidemiológicos han identificado algunos factores que podrían aumentar el
riesgo de la enfermedad:
Existen algunos estudios que indican que una dieta rica en grasa y la exposición al
talco son factores de riesgo, sin embargo no se dispone de estudios concluyentes.
En cambio si que se conoce la relación del cáncer de ovario con algunos factores
hormonales y factores relacionados con la reproducción. Así, las mujeres que no han
tenido hijos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En cambio, el riesgo de
padecer cáncer de ovario disminuye en aquellas mujeres que han empleado
anticonceptivos orales
El cáncer se considera una enfermedad genética, ya que los tumores ocurren debido a la
presencia de mutaciones que hacen que las células de los tejidos sanos se multipliquen y
crezcan sin control.
Como ocurre con otros tumores, todavía no se conocen con exactitud las causas del
cáncer de próstata y se piensa que la mayoría ocurren por varios factores que
interaccionan entre sí y aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Los factores
de riesgo y los factores protectores más importantes son:
Factores de riesgo
Edad: Es el principal factor de riesgo, aumentando a partir de los 50-60 años en
hombres de raza blanca y a partir de los 40 años en hombres de raza negra o con
antecedentes familiares de cáncer de próstata.
Raza: El cáncer de próstata es más frecuente en hombres de raza negra y menos
frecuente en países asiáticos. Además, los hombres de raza negra tienen una
enfermedad de peor pronóstico.
Historia familiar y factores genéticos: Hasta el 10% de los casos de cáncer de
próstata tienen un componente genético. Los varones con un familiar de primer
grado diagnosticado de cáncer de próstata tienen más probabilidad de desarrollar
la enfermedad, incluso con edad de aparición más precoz de lo habitual (menos de
55 años)
Factores protectores
A medida que los hombres envejecen, la próstata puede agrandarse y bloquear la uretra
o la vejiga, produciendo dificultad para orinar o problemas en la función sexual. Este
problema se conoce como hiperplasia benigna de próstata y puede tratarse con fármacos
o precisar una cirugía para corregirlo. Los síntomas de la hiperplasia prostática benigna o
de otros problemas que afectan a la glándula pueden ser similares a los síntomas del
cáncer de próstata. No obstante, en la mayoría de los casos en los que el tumor se
diagnostica en una fase temprana, los pacientes suelen estar asintomáticos.
Existen tres estrategias consideradas estándar para el manejo del cáncer de próstata
localizado: la cirugía, la radioterapia (con o sin hormonoterapia) y la vigilancia activa.
Aunque en algunos centros se ofrecen otros tratamientos ablativos (crioterapia, terapia
fotodinámica con láser, ultrasonidos…) estas técnicas no cuentan con suficiente evidencia
como para recomendarse en el tratamiento del cáncer. El rol de la quimioterapia en este
escenario no está establecido y no dispone de la evidencia suficiente para recomendarlo
salvo en casos de muy alto riesgo.
La elección de una forma u otra de tratamiento depende de varios factores: probabilidad
de que el tumor esté limitado a la glándula prostática, tamaño tumoral, grado histológico,
edad y estado general del paciente, enfermedades previas, efectos secundarios de cada
forma de tratamiento, preferencias del paciente