Reporte 3

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UNIVERSIDAD PABLO GUARDADO CHÁVEZ

SÉPTIMO SEMESTRE GRUPO A1


LICENCIATURA EN DERECHO

Materia:
Derecho Procesal Constitucional

Docente:
José Luis Pérez Ramírez

Alumna:
Yari Monserrath Palacios Villatoro

Actividad:
Reporte III
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INDICE
INTRODUCCIÓN ...................................................................................1
Materia ................................................................................................3
Sujetos Legitimados............................................................................5
El proceso constitucional ....................................................................6
La sentencia constitucional y sus efectos ...........................................8
El recurso ..........................................................................................11
CONCLUSIÓN .....................................................................................13
BIBLIOGRAFÍA. ...................................................................................14

INTRODUCCIÓN
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CONCEPTO

El sistema de controversia constitucional en México es un pilar


fundamental en el equilibrio y la vigilancia de la legalidad en el país.
Este mecanismo legal, establecido en el artículo 105 de la
Constitución Mexicana, permite resolver conflictos de competencia y
cuestiones constitucionales de gran relevancia entre distintas
entidades y poderes del Estado mexicano.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación desempeña un papel


crucial como tribunal constitucional en este proceso, dictaminando
sobre la validez de actos y normas en un país donde el federalismo y
la división de poderes son aspectos esenciales.

Sin embargo, la controversia constitucional no es solo un


procedimiento jurídico, sino también un elemento que ha evolucionado
a lo largo de la historia de México, adaptándose a las cambiantes
dinámicas políticas y jurídicas. Esta evolución ha ampliado su alcance
y complejidad, permitiendo que una amplia gama de entidades y actos
sean sometidos a su escrutinio.

Este ensayo profundizará en estos aspectos. Desde su


establecimiento en la Constitución hasta sus implicaciones en la toma
de decisiones y el control de la constitucionalidad, esta institución
desempeña un papel central en el sistema legal mexicano.
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El concepto de "controversia constitucional" se refiere a los conflictos


que surgen entre diferentes entidades o poderes dentro del Estado
mexicano, y estos conflictos son resueltos por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. La Suprema Corte ejerce una jurisdicción
constitucional concentrada, lo que significa que tiene el monopolio de
resolver estos conflictos y desempeña el papel de un "tribunal
constitucional" en casos de conflictos constitucionales.

El nombre "controversia constitucional" se refiere a conflictos


específicos establecidos en el artículo 105 de la Constitución
mexicana y está relacionado con la competencia y atribuciones de
ciertas entidades dentro del Estado.

Históricamente, el artículo 105 ha experimentado varias reformas que


han ampliado los tipos de conflictos que pueden ser resueltos a través
de la controversia constitucional, incluyendo a estados, el distrito
federal y municipios.

Estas reformas han sido significativas para aumentar la relevancia de


la Suprema Corte en la resolución de disputas políticas y
constitucionales, y han contribuido al cambio en la dinámica política y
jurídica de México.

Materia
Las controversias constitucionales permiten enjuiciar tanto actos
jurídicos individuales como normas generales, excepto en materia
electoral y conflictos de límites entre entidades federativas, que están
excluidos por disposición constitucional.
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Para determinar si una materia se considera electoral en controversias


constitucionales, se deben considerar varios criterios, como la
impugnación de leyes electorales, la naturaleza de los actos
impugnados y las condiciones establecidas en la Constitución y la Ley
Reglamentaria del Artículo 105 Constitucional.

En controversias constitucionales, se puede impugnar cualquier tipo


de norma jurídica producida por órganos constitucionalmente
autorizados, incluyendo leyes federales, tratados internacionales,
reglamentos federales y leyes o reglamentos locales.

La Suprema Corte de Justicia ha cambiado su criterio en el análisis de


la constitucionalidad de las leyes en controversias, priorizando el
estudio de violaciones formales antes que las de fondo.

La competencia de la Suprema Corte para conocer de controversias


constitucionales ha sido matizada, permitiendo que las Salas de la
Corte resuelvan aspectos de fondo de las controversias en ciertos
casos.

Las resoluciones judiciales de órganos del poder judicial federal no


pueden ser objeto de debate en controversias constitucionales,
excepto en el caso de tribunales locales cuando no tienen otra vía de
defensa.

Para iniciar una controversia constitucional, es necesario que exista


una afectación en el ámbito competencial de algún ente legitimado
para promoverla, incluso si no se alega invasión de competencia.

Las controversias constitucionales tienen como objetivo proteger las


atribuciones establecidas en la Constitución, pero la Suprema Corte ha
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aceptado interpretativamente la fiscalización de violaciones indirectas


a la Constitución.

Sujetos Legitimados
En general, los sujetos legitimados para intervenir en controversias
constitucionales están definidos en la fracción I del artículo 105 de la
Constitución mexicana. Sin embargo, la Suprema Corte ha adoptado
un enfoque flexible en este aspecto y ha reconocido que esta lista no
es exhaustiva. Puede incluir a cualquier órgano instituido por la
Constitución federal que busque defensor de sus competencias
otorgadas por la misma.

Es importante destacar que la jurisprudencia constitucional en este


tema no sigue una línea clara y puede variar según el caso. Por lo
tanto, no existe un catálogo inequívoco de entidades públicas con
capacidad jurídica para intervenir en controversias constitucionales.
Para simplificar la comprensión de quiénes son los sujetos
legitimados, se pueden considerar los supuestos explícitos del artículo
105 constitucional y sus diferentes interpretaciones.

Las controversias constitucionales se pueden dividir en dos grupos:


internas y externas. Las internas involucran a poderes u órganos
dentro del mismo orden jurídico-normativo, ya sea en el ámbito de la
federación, una entidad federativa o el Distrito Federal. Por ejemplo,
incluyen disputas entre el Poder Ejecutivo y el Congreso de la Unión.
Aunque no están expresamente mencionados en la Constitución,
algunos órganos del Poder Judicial federal y otros órganos
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constitucionales con autonomía funcional también han sido


reconocidos como sujetos legitimados.

Las controversias constitucionales externas se producen entre


entidades públicas sujetas a diferentes órdenes jurídico-normativas, ya
sea debido a la división de poderes o al sistema federal. Estas se
dividen en horizontales y verticales. Las horizontales involucran a un
órgano en el mismo nivel de descentralización política, como una
entidad federativa contra otra. Las verticales implican a entidades en
diferentes niveles de descentralización, como la federación contra una
entidad federativa.

La Suprema Corte puede intervenir en controversias constitucionales


para declarar la invalidez de leyes con efectos generales bajo ciertas
circunstancias. También se pueden resolver conflictos por límites entre
entidades federativas a través de "convenios amistosos". Las
resoluciones senatoriales sobre estos convenios son definitivas. Sin
embargo, la Suprema Corte puede intervenir para decidir diferencias
relacionadas con la ejecución de estos convenios.

En términos procesales, los sujetos legitimados pueden ser actores,


demandados o terceros interesados en una controversia
constitucional. Además, el Procurador General de la República tiene
una función relevante en este proceso, aunque su intervención se
discute en el ámbito doctrinal, y se supone que actúa con autonomía
funcional y no en representación del Presidente de la República.

El proceso constitucional
El proceso constitucional se rige por las reglas procesales
establecidas en la Ley Reglamentaria del Artículo 105 de la
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Constitución. Esta ley, en su Título II, regula las controversias


constitucionales, estableciendo procedimientos similares a los del
amparo en ciertos aspectos.

En cuanto a la improcedencia de las controversias constitucionales,


estos son inadmisibles en casos donde se atacan decisiones de la
Suprema Corte de Justicia, normas generales o actos de materia
electoral, existe una controversia pendiente de resolución, se haya
emitido una ejecutoria en otro caso similar. , hayan cesado los efectos
del acto impugnado, no se haya agotado la vía legal para resolver el
conflicto, se presente la demanda fuera de los plazos legales o en
otros casos previstos por la LR105.

Por otro lado, el sobreseimiento del proceso procede cuando la parte


actora retira su demanda, cuando surge una causal de improcedencia
durante el proceso, cuando no se demuestra la existencia del acto o
cuando el acto en disputa deja de existir debido a un acuerdo entre las
partes, que pueden abordar normas generales.

El plazo para presentar una demanda de controversia constitucional es


de treinta días, y comienza a contar desde la notificación de la
resolución o acuerdo que se pretende impugnar, o desde el
conocimiento de los actos. En casos de normas generales, el plazo
inicia desde la fecha de publicación o el primer acto de aplicación de la
norma.

La respuesta a la demanda debe hacer referencia a los hechos


presentados por la parte actora y debe argumentar las razones legales
para mantener la validez del acto o norma impugnada.
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El procedimiento de controversia constitucional inicia cuando la


demanda es recibida por el presidente de la Suprema Corte, quien
designa al ministro instructor correspondiente. El ministro instructor
puede conceder la suspensión del acto en disputa antes de que se
dicte una sentencia definitiva, bajo ciertas condiciones. La Suprema
Corte decide si otorga la suspensión basándose en las circunstancias
del caso.

Una vez que se presenta la demanda, el ministro instructor puede


desecharla si encuentra motivos evidentes de improcedencia, o
admitirla para iniciar el proceso. Luego, se notifica la instalación del
proceso y la contraparte puede responder. El proceso puede incluir
pruebas, y se programan audiencias para presentar y evaluar pruebas.
El ministro instructor puede ampliar el plazo si lo considera necesario.

En casos en los que se impugna la constitucionalidad de un acto,


primero se debe probar su existencia antes de evaluar su
constitucionalidad. En el caso de normas generales, las pruebas
consisten en señalar documentos públicos que contienen las normas
impugnadas.

Finalmente, el ministro instructor presenta su proyecto de resolución al


Tribunal Pleno, que emitirá una sentencia definitiva. La ley no
establece un plazo específico para dictar la sentencia.

La sentencia constitucional y sus efectos


En términos generales, las sentencias de controversia constitucional
pueden clasificarse en tres categorías distintas. En primer lugar, existe
el sobreseimiento, que ocurre cuando se declara que la controversia
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es improcedente. En segundo lugar, están las sentencias estimatorias,


que se emiten cuando se declara la inconstitucionalidad de una ley o
acto. Y en tercer lugar, se encuentran las sentencias desestimatorias,
que se dictan cuando se declara la constitucionalidad de la ley o acto,
o cuando no se alcanza la mayoría de votos necesarios para declarar
la inconstitucionalidad. Según la Ley Reglamentaria de las Fracciones
I y II del Artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, estas sentencias deben contener una exposición breve y
precisa de las normas o actos en cuestión, la evaluación de las
pruebas relevantes y la base legal de la resolución, junto con sus
implicaciones y efectos, puntos resolutivos, y el plazo en el que la
parte condenada en el proceso debe tomar acción.

El régimen jurídico que rige los efectos de las sentencias en las


controversias constitucionales es complejo. La Constitución establece
que los efectos pueden ser generales o inter partes, dependiendo de
ciertos factores. Los efectos generales se aplican cuando se cumplen
tres condiciones: 1) se declara la inconstitucionalidad de una norma de
carácter general, 2) la controversia es de naturaleza interna o, en
casos de controversias externas de tipo vertical, el demandante tiene
un ámbito normativo más amplio que el demandado, y 3) la sentencia
recibe al menos ocho votos a favor. Si no se cumplen estas
condiciones, la sentencia no producirá efectos generales. La práctica
de la jurisdicción constitucional ha tenido que abordar situaciones
inesperadas, como el caso en el que la federación exige al distrito
federal debido a una norma general. En este contexto, la Suprema
Corte ha determinado que la invalidez de la norma puede tener efectos
generales si se alcanza una mayoría de ocho votos a favor. Esto se
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debe a la fuerte presunción de constitucionalidad de las leyes en el


control de constitucionalidad. Las sentencias que generan efectos inter
partes, por otro lado, se aplican en casos en los que no se generan
efectos generales. Esto ocurre, por ejemplo, en controversias entre
entidades federativas o en disputas entre una entidad federativa y un
municipio.

En términos de efectos temporales, las sentencias entran en vigencia


a partir de una fecha determinada por la Suprema Corte y no pueden
tener efectos retroactivos, excepto en casos relacionados con la
materia penal. Sin embargo, la Corte puede establecer excepciones en
circunstancias excepcionales y ordenar que la invalidez tenga efecto
desde la fecha de presentación de la demanda, independientemente
de la materia del litigio.

Una vez que se dicta una sentencia, el presidente de la Suprema


Corte se encarga de notificar a las partes y de publicarla en el
Semanario Judicial de la Federación. Si la sentencia declara la
invalidez de normas generales, también se debe publicar en el Diario
Oficial de la Federación y en el medio oficial de la entidad federativa
en la que se promulgaron dichas normas, incluyendo los votos
particulares que se hayan formulado. La LR105 establece que los
razonamientos contenidos en los considerandos de las sentencias
aprobadas por al menos ocho votos son vinculantes para los tribunales
de todo el sistema jurisdiccional mexicano, incluyendo las Salas de la
Suprema Corte, los tribunales de circuito, los juzgados de distrito, los
tribunales militares, agrarios y judiciales del orden común de las
entidades federativas y del distrito federal, así como los tribunales
administrativos y del trabajo. El incumplimiento de una sentencia de
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controversia constitucional se rige por las disposiciones establecidas


en el artículo 107 constitucional y puede llevar a la separación de la
autoridad infractora y la consignación penal. La Suprema Corte tiene la
facultad de ordenar un cumplimiento sustituto en casos excepcionales
que involucren daños graves a la sociedad o terceros. Estos
mecanismos de cumplimiento son diferentes según si el objeto del
proceso es una norma general o un acto de autoridad.

El recurso
El principio de definitividad de las sentencias de la Suprema Corte
impide que se puedan presentar recursos de impugnación contra ellas.
Sin embargo, en el caso de controversias constitucionales, existen
recursos disponibles para impugnar resoluciones accesorias de este
proceso. Estos recursos se dividen en dos categorías: la reclamación y
la queja.

El recurso de reclamación se puede utilizar en los siguientes casos: a)


cuando se trata de autos o resoluciones que permitan o desechan una
demanda, su contestación o sus ampliaciones respectivas; b) cuando
se refiere a autos o resoluciones que ponen fin a la controversia; c)
cuando se refiere a resoluciones emitidas por el ministro instructor
relacionadas con incidentes de "especial pronunciamiento", en los que
se otorgan, niegan o revocan la suspensión, o se admiten o desechan
pruebas) cuando se refiere a autos y resoluciones del ministro
presidente que confirman el cumplimiento de las ejecutorias emitidas.
Cualquier parte interesada, ya sea el actor, el demandado, terceros
involucrados o el procurador general de la República, puede presentar
este recurso en un plazo de cinco días.
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Es importante que se expresen los agravios correspondientes y se


adjunten las pruebas que los respalden. El recurso de reclamación se
presenta ante el presidente de la Corte, quien notifica a las demás
partes para que presenten sus argumentos en un plazo de cinco días.
Una vez vencido ese plazo, el presidente de la Corte remitió el caso a
un ministro distinto al instructor para que prepare una propuesta de
resolución que será sometida al Pleno según los artículos 51 y 254 de
la LR105.

Por otro lado, el recurso de queja puede ser interpuesto por la parte
actora, la parte interesada en el cumplimiento de la sentencia o por la
entidad u órgano afectado por la ejecución, en dos situaciones
específicas: a) cuando se alega violación, exceso o defecto en la
ejecución de un auto o resolución que haya otorgado una suspensión,
ya sea contra la parte demandada o cualquier otra autoridad; b)
cuando se impugna un exceso o defecto en la ejecución de una
sentencia, dirigida contra la parte condenada.

La presentación de este recurso se realiza ante el ministro instructor


en el caso de las violaciones relacionadas con la concesión de una
suspensión y puede presentarse hasta que se resuelva la controversia
principal. Por otro lado, cuando se cuestiona un exceso o defecto en la
ejecución de una sentencia, el recurso se presenta ante el presidente
de la Corte en el año siguiente a la notificación. Una vez admitido el
recurso, se notifica a la autoridad impugnada, quien tiene quince días
para dejar sin efecto la norma o acto impugnado o para presentar un
informe y pruebas. En caso de no hacerlo, se considerarán ciertos los
hechos alegados. Finalmente, después de una audiencia de pruebas y
argumentos, el ministro instructor, designado por el presidente en el
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segundo caso mencionado [b], prepara una propuesta de resolución


que se somete al Pleno para su decisión.

CONCLUSIÓN

La controversia constitucional en México representa una piedra


angular en el edificio jurídico y político del país. A lo largo de los años,
ha demostrado su capacidad para resolver conflictos y garantizar el
equilibrio entre los diversos poderes y entidades del Estado mexicano.
A través de su evolución, se ha adaptado a las cambiantes
necesidades de una sociedad en constante transformación y ha
ampliado su alcance para abordar un amplio espectro de actos y
normas.

Se comprendió la importancia de los sujetos legitimados para


promover la controversia constitucional, los procedimientos que rigen
este mecanismo y los efectos de sus sentencias. La capacidad de
someter a escrutinio cualquier norma o acto emitido por entidades
legalmente autorizadas ha elevado la Suprema Corte a la posición de
guardiana de la legalidad en México.

Los recursos de reclamación y queja, a pesar de su limitación en


cuanto a la impugnación de las sentencias de la Corte, proporcionan
un medio para abordar las resoluciones accesorias de este proceso,
contribuyendo a la transparencia y la rendición de cuentas en el
sistema legal mexicano.

La controversia constitucional es mucho más que un proceso jurídico;


es un reflejo de la evolución y adaptación del sistema legal y político
de México. A medida que el país avanza en su camino hacia una
14

sociedad más justa y equitativa, la controversia constitucional seguirá


desempeñando un papel crucial en la protección de las atribuciones

constitucionales y la preservación de la legalidad en el Estado


mexicano.

BIBLIOGRAFÍA.
Ferrer Mac-Gregor, Eduardo y Acuña, Juan Manuel. Curso de Derecho
Procesal Constitucional, Segunda edición, Universidad Panamericana.
Editorial Porrúa, 2015.

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