Tema 1. Ver 3
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COMPETENCIA LINGÜÍSTICA Y
COMPETENCIA COMUNICATIVA.
1. INTRODUCCIÓN
2. LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
5. CONCLUSIÓN
1.INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia son varias las definiciones que se han dado acerca del lenguaje y también son
numerosos los rasgos citados para caracterizarlo. Sin embargo, el hecho de servir como instrumento
de comunicación y vehículo del pensamiento es, sin duda, uno de los rasgos más significativos de esa
facultad humana.
En consecuencia, lenguaje y comunicación mantienen una estrecha relación y están ligados. Prueba
de ello es el interés que ha despertado el estudio de la comunicación en el ámbito de la Lingüística y,
al mismo tiempo, el estudio del lenguaje como medio de comunicación humano desde otras
disciplinas más amplias, como la semiótica.
2. LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
Varias son las teorías que han hablado de los orígenes del lenguaje, sin embargo, no existe una
conclusión definitiva. Sea como fuere, lo cierto es que surgió como una necesidad de supervivencia
común ante las adversidades.
Si no existe un acuerdo sobre los orígenes, sucede lo propio en relación con el concepto de lenguaje.
De modo general, el lenguaje es cualquier medio de comunicación entre individuos. De forma
estricta, el lenguaje es un medio de comunicación convencional que se vale de signos, significativos
y articulados con la propiedad de tener un poder creativo sin límite.
De esta forma, podemos entender el lenguaje como la capacidad de poder establecer comunicación
mediante signos, orales o escritos, a través de la dicotomía significante (imagen acústica) /
significado (concepto). Por otro lado, la lengua es un sistema de signos que los hablantes aprenden y
retienen en su memoria. Es un código que conoce cada hablante y que utiliza cada vez que lo
necesita.
Una vez entendido qué es el lenguaje y su proceso, podemos determinar que el mismo tiene una
funcionalidad para el hablante.
Varias son las teorías surgidas sobre las funciones del lenguaje, sin embargo, todas quedaron
simplificadas a partir de la propuesta de Roman Jakobson, que opina que el fin último y primordial
del lenguaje es la comunicación humana y ello implica seis términos a los que corresponde una
función determinada:
- Emisor: función emotiva. Establece la relación entre el emisor y su mensaje. Expresa su actitud ante
el objeto, realizada de un modo intencionado.
- Receptor: función conativa. Establece la relación entre el mensaje y el receptor. El hablante usa el
lenguaje para producir una reacción en el oyente.
- Mensaje: función poética. Relación que el mensaje guarda consigo mismo. Se da principalmente en
las artes.
- Contexto: función referencial. Relación entre el mensaje y el objeto que se refiere. Función básica
del acto de comunicación.
- Canal: función fática. Relación entre emisor y receptor. Tiene por objeto consolidar, mantener o
detener la comunicación.
- Código: función metalingüística. Hace referencia al código en sí mismo. Tiene como finalidad
definir el signo ya que éste podría no ser bien entendido por el receptor.
Para Saussure, la competencia lingüística, compete a la lengua, considerando a ésta como un saber
dado históricamente. El habla sería la realización de ese saber.
La diferencia entre ambos autores tiene que ver con el contenido de la competencia y en cómo se da
ese saber en los hablantes. Para Saussure, el conocimiento de la lengua es inconsciente y consiste
más bien en unidades estáticas delimitadas por relaciones paradigmáticas. Para Chomsky, el
conocimiento es intuitivo y consiste en reglas “gramaticales” de buena formación de oraciones.
Según Coseriu, una teoría de la competencia lingüística que tenga una base objetiva ha de partir de
dos comprobaciones: por una parte que la lengua es una actividad humana universal que los
individuos, como representantes de tradiciones comunitarias del saber hablar, llevan a la práctica
individualmente, y, por otra parte, que una actividad puede ser considerada como actividad, como el
saber en que se basa esa actividad y como el producto de esa actividad.
Al mismo tiempo, y de acuerdo con los niveles del lenguaje que ha señalado Coseriu, éste considera
que el contenido del saber lingüístico tiene tres grados:
En primer lugar, el saber hablar en general (saber elocucional): se relaciona con los principios de
congruencia del pensamiento consigo mismo y con el conocimiento general de las cosas.
En segundo lugar, el saber idiomático (competencia lingüística particular): que incluye los signos
dotados de forma y contenido y los procedimientos para realizar la actividad lingüística.
En último lugar, el saber expresivo (competencia textual): referido al plano del texto.
En definitiva, y asumiendo los riesgos que toda simplificación conlleva, la competencia lingüística es
el conjunto de conocimientos que tenemos acerca de una lengua y las habilidades para usarla.
Considerada por Coseriu como “saber expresivo”, la competencia comunicativa se sitúa en el habla y
se puede definir como el conjunto de normas, principios y signos que el hablante emplea en el acto
comunicativo, para lo cual ha de poseer una serie de saberes (competencia lingüística).
Austin, en su obra “Palabras y acciones” señaló que al enunciar una frase cualquiera se cumplen tres
actos simultáneos:
- Acto perlocutivo: la reacción que provoca dicha emisión en el interlocutor, como convencer,
interesar, calmar…
Por su parte, Searle, en su obra “Actos de habla”, se centró en el estudio del acto ilocutivo,
proponiendo la siguiente clasificación:
4. CONCLUSIÓN
Este tema, como es obvio, es central dentro del curriculum de toda la asignatura, tanto en la ESO
como en el Bachillerato. Desde el punto de vista teórico, no son conocimientos que el estudiante deba
reproducir en los términos que aquí hemos planteado, pero sí en su espíritu, es decir, comprendiendo
a través de distintas reflexiones el funcionamiento y la especificidad del lenguaje y de la
comunicación humana. Es un contenido transversal dentro de la asignatura y que sobrepasa sus
límites: la competencia lingüística es una de las bases (junto a la competencia
matemática y todas las demás) para la evaluación del aprendizaje en las últimas leyes educativas.
Para el profesor de Lengua castellana y Literatura tiene también gran importancia integrar la
competencia lingüística dentro de la competencia comunicativa y atender a los criterios del Marco
Común Europeo de Referencia de las Lenguas. Aunque dicho marco atañe
fundamentalmente a la adquisición de lenguas extranjeras, no deja de ser aplicable y
recomendable para el perfeccionamiento de la materna. Un enfoque estrictamente gramatical y que
ignore los aspectos pragmáticos no dotará al estudiante de las herramientas básicas para el
desempeño de una vida laboral y ciudadana exitosa. Los alumnos tienen que aprender a usar la
adecuación y la intención tanto o más que el sujeto y el predicado.
6. BIBLIOGRAFÍA