El documento resume las 7 cualidades de la sabiduría mencionadas en Proverbios 8:1-21. 1) La sabiduría llama a todos los hombres a seguirla. 2) Habla de cosas excelentes como la rectitud y la verdad. 3) Es más valiosa que el oro u otras riquezas. 4) Viene acompañada de virtudes como la cordura y el temor a Dios. 5) Sirve para dirigir a los pueblos. 6) Se manifiesta a los que la aman. 7) Enriquece a los que la poseen con riquez
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El documento resume las 7 cualidades de la sabiduría mencionadas en Proverbios 8:1-21. 1) La sabiduría llama a todos los hombres a seguirla. 2) Habla de cosas excelentes como la rectitud y la verdad. 3) Es más valiosa que el oro u otras riquezas. 4) Viene acompañada de virtudes como la cordura y el temor a Dios. 5) Sirve para dirigir a los pueblos. 6) Se manifiesta a los que la aman. 7) Enriquece a los que la poseen con riquez
El documento resume las 7 cualidades de la sabiduría mencionadas en Proverbios 8:1-21. 1) La sabiduría llama a todos los hombres a seguirla. 2) Habla de cosas excelentes como la rectitud y la verdad. 3) Es más valiosa que el oro u otras riquezas. 4) Viene acompañada de virtudes como la cordura y el temor a Dios. 5) Sirve para dirigir a los pueblos. 6) Se manifiesta a los que la aman. 7) Enriquece a los que la poseen con riquez
El documento resume las 7 cualidades de la sabiduría mencionadas en Proverbios 8:1-21. 1) La sabiduría llama a todos los hombres a seguirla. 2) Habla de cosas excelentes como la rectitud y la verdad. 3) Es más valiosa que el oro u otras riquezas. 4) Viene acompañada de virtudes como la cordura y el temor a Dios. 5) Sirve para dirigir a los pueblos. 6) Se manifiesta a los que la aman. 7) Enriquece a los que la poseen con riquez
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Proverbios
7 cualidades de la sabiduría, Proverbios 8:1-21
En el capítulo 7 Salomón escribió la triste historia de un joven simple que buscaba el placer físico, y que cayó ante la invitación oculta de una mujer adúltera. En contraste, en este capítulo habla de la invitación pública, poderosa y franca que hace la sabiduría para seguirla y poseerla. Los beneficios que ella presenta son puros, reales y eternos, no como el placer momentáneo y destructivo del pecado. Aunque la sabiduría no es una persona, Dios la presenta aquí como si fuera una, al igual que en 1:20-33, p/darnos a entender que ella es dinámica, y personal. Nos habla, aconseja, y acompaña si la amamos. Pero ella se apartará de nosotros si la ofendemos. 1. La sabiduría llama a todos los hombres, vv.1-5. La pregunta del v.1 enfatiza que la sabiduría sí llama constantemente a los seres humanos a ir a ella. Nadie puede quejarse de que no se le invitó a ser sabio. La sabiduría clama en diferentes lugares; al añadir los lugares que se mencionan en 1:20-21, tenemos que ella habla en: Calles, plazas, lugares de reunión, lugares altos, puertas de la ciudad, y junto a los caminos o en el cruce de éstos. Recordemos que en los tiempos bíblicos el conocimiento de Dios se trasmitía principalmente de manera oral, de una persona a otra, de padres a hijos, y en las reuniones públicas, en el templo y en las plazas, allí se enseñaba y se manifestaba la sabiduría: o Dt 6:6-9 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; 9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. o Neh 8:8 Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura. vv.4-5 La sabiduría clama a los hombres, los hijos de los hombres, los simples y los necios. Esto significa que ella clama a todos; pues hombres y mujeres por igual la necesitamos. o Los simples son los inexpertos, los ingenuos; abiertos a aprender, pero que no saben qué guardar dentro o qué desechar fuera de su mente. Los necios son los que se han rellenado con pensamientos vanos, por lo cual su conducta es mala, y no entienden. o La sabiduría nos llama a la discreción y a la cordura, v.5. La discreción es ser sagaz, listo, prudente. La cordura es tener cuidado, tener sensatez. === Nos llama a ser sabios === 2. La sabiduría habla cosas excelentes, vv.6-9. La sabiduría habla rectitud (v.6) y verdad (v.7a). o Ella nunca nos enseñará a mentir, al contrario, Dios abomina la mentira y la impiedad. o Ella nos enseña a aborrecer lo malo, v.7, pero eso no nos convierte en fanáticos. ■ Hay gente que dice erróneamente: “No estudies mucho la Biblia… te vas a volver loco”. ■ El más malo de la película es el que siempre lee la Biblia. Esto es un engaño de Satanás. La sabiduría habla también cosas justas (v.7) y razonables (v.8). Nada perverso ni torcido. Toda persona que sabe entender puede dar testimonio de que la sabiduría habla cosas razonables, correctas y claras, v.9. --- Por esto, en vez de dudar de ella, y ponerle límites, debemos oír sus enseñanzas para obedecerlas. 3. La sabiduría es mejor que los tesoros, vv.10-11. La plata y el oro deben ser cosas despreciables en comparación con nuestro interés por recibir la sabiduría. Ella tiene que ser muchísimo más importante para nosotros que cualquier cosa material. Ninguna piedra preciosa, o coral, o joya, o ninguna otra cosa deseada pueden compararse con la dicha de encontrar y poseer la sabiduría. Sal 19:10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal. Para recibir la sabiduría, tenemos primero que haber recibido al dador de ella, a Jesús: Col 2:2b-3 hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 3 en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Tenemos que recibir la Palabra y aceptarla de todo corazón. Es entonces cuando comenzamos a comprender el valor de la sabiduría, y cuando la comenzamos a desear de verdad. ■ Debemos quitarnos esa mentalidad de flojera: “No me gusta leer, ni estudiar”. Por eso siempre estamos abajo, por la ignorancia, porque no aprendemos sabiduría. 4. La sabiduría está unida a otras virtudes, vv.12-14. Ella no viene sola. Aquí se enlistan otras 7 virtudes que la acompañan, pero puede haber más. -1) Cordura. Astucia buena, sagacidad, prudencia. Es el entendimiento necesario que nos hace detenernos de actuar mal o pensar mal. -2) Ciencia de los consejos. El conocimiento para planear, o discernir los planes de otros. -3) Temor de Dios. Por el cual la sabiduría, y los que la poseen, aborrecen y se alejan del mal, de la soberbia, de la arrogancia, del mal camino y de la boca perversa, v.13. -4) Consejo. Capacidad de la sabiduría p/aconsejar o dar aviso para toda circunstancia. -5) Buen juicio. Intuición, buen sentido, destreza, saber práctico, sabiduría. 4) y 5) son consejo y consejo. La capacidad propia que tiene la sabiduría para dirigirnos, pero luego esa capacidad llega a ser nuestra, y podemos aconsejar, siempre y cuando estemos sujetos a ella, obedeciendo a Dios y apartados del mal. -6) Inteligencia. Entendimiento, facultad de entender. Discernimiento. -7) Poder. Fortaleza, grandeza, fuerza, valor, victoria, éxito, potencia. 5. La sabiduría sirve para dirigir, vv.15-16. Salomón mismo se dio cuenta, cuando recibió el reino de Israel, que era joven e incapaz de gobernar, por eso pidió sabiduría a Dios, y Dios se la concedió, 1 R 3:7-10. Obviamente la sabiduría se refiere aquí a su presencia con los buenos dirigentes de los pueblos, ya que son éstos los que determinan justicia, v.15, y juzgan lo recto, v.16. Ecl 10:10 Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir. 6. La sabiduría se manifiesta a los que la aman, v.17. Ella da su amor y compañía a los que la aman, y se deja hallar a los que la buscan de verdad: Jn 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Stg 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero la Biblia nos advierte que, en los últimos tiempos, habrá personas amadoras de sí mismas. La gente prefiere hoy el deleite, los deportes, el ejercicio corporal y el verse bien físicamente. En su amor por sí mismos se olvidan de amar a Dios, quien es la fuente de la sabiduría. Por eso… dice Pro 14:6 Busca el escarnecedor la sabiduría y no la halla; mas al hombre entendido la sabiduría le es fácil. Busquemos la sabiduría al amanecer; con interés, madrugando, dándole la prioridad. 7. La sabiduría enriquece a los que la poseen, vv.18-21. Los beneficios indicados en los vv.18-21 demuestran que la sabiduría ama a los que la aman. La sabiduría promete aquí riquezas duraderas. ¿Significa esto que todo hombre sabio es rico económicamente? Bueno, no necesariamente, o no durante toda su vida. Por ejemplo, Mardoqueo y José fueron sabios, y vivieron muchos años en una condición baja, hasta que fueron exaltados. Eclesiastés 9:15 menciona a un hombre pobre y sabio que libró a toda su ciudad de ser tomada por un ejército enemigo. Pero también hay claras indicaciones de que el sabio tendrá cuando menos lo suficiente para vivir, y cierta abundancia, como dice aquí el v.21. Vea también Pro 3:6. El problema es cuando buscamos ser ricos, en vez de ser sabios, 1 Ti 6:9-10. La riqueza que Dios da no va acompañada de tristeza, Pro 10:22. De modo que las riquezas duraderas acompañadas de justicia y honra, v.18, se refieren a bienes materiales que el sabio disfruta y usa para bien, sin tener su corazón en ellos. De hecho, el fruto de la sabiduría será, en la persona, un carácter más valioso que el oro refinado y que la plata escogida, v.19, 1 Pe 3:3-4. Además la sabiduría promete dar dirección para que la persona ande en las sendas de la justicia y el juicio, v.20. Así la sabiduría dará a tal persona una herencia, y abundantes tesoros, v.21. Con sabiduría podemos tomar decisiones correctas sobre cómo vivir, cómo ser buenos administradores de lo que Dios nos da, etc. Por eso, no es de extrañarse que muchos creyentes tengan sus ahorros, y puedan vivir mejor que los incrédulos, a quienes muchas veces les falta sabiduría y se gastan todo en vicios y placeres de la carne.
Como ya hemos mencionado anteriormente, estos pasajes acerca de la Sabiduría
quedarían desconectados de nuestra vida si no fuera por nuestro Señor Jesús. Él es la puerta de la Sabiduría, en Él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría, y Él la da a quien Él considera adecuado.