Nombre: Nery Mariana Alanoca Callizaya

Fecha: 08 de abril de 2020

BASES BIBLICAS Y WESLEYANAS DE LA
ADORACION
DIEZ MANERAS DE ADORAR SIN MUSICA
Escribe un breve concepto y/o ejemplo de cada uno de las formas y respalda
con pasaje bíblico.

• 1. Adorar por medio de la oración. -

Cuando adoramos en oración, dejamos de fijar nuestra vista en nosotros
mismos, en nuestras necesidades y aun en las respuestas que ya hemos
recibido, debemos concentrarnos únicamente en Dios en sus cualidades,
virtudes y bondades eternas e inmutables: su poder, fidelidad, amor y todos
sus atributos que forman parte de su carácter, nuestra actitud no se
caracteriza tanto por recibir sino por estar listos para dar nos ofrecemos a
nosotros mismos.
En el libro de Salmos vemos muchos escritos por David que son oraciones
de adoración. (Salmos 99 1-3) y en Salmos 100 3-5 dice: Reconoced que
Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo
somos, y ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por
todas las generaciones.
• 2. Adorar por medio de la lectura bíblica
Es la admiración de la palabra de Dios al leerla y meditar
En salmos 119:97-104 nos dice !!Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es
ella mi meditación.
Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque
siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido,
porque tus testimonios son mi meditación.
Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos;
de todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra.
No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste. !!Cuán dulces son a
mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.
De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido
todo camino de mentira.

En este Salmo David nos muestra la estrecha relación de su amor por la

Ley de Dios y la meditación. La sabiduría y discernimiento son frutos de
mantener su mente ocupada con los Estatutos de Dios. Y es bueno aclarar
que él no se limita con decir que pensaba en las cosas de Dios, o
que pasaba tiempo con otros creyentes, ni siquiera que estaba ocupándose
de las cosas de Dios todo el día. Todas esas cosas son buenas pero se
pueden convertir en sustitutos de lo más importante, aquí él está hablando
de meditar la misma Palabra de Dios, repetirla, considerarla, pensar en ella.

Nery Mariana Alanoca Callizaya Bases Bíblicas de la Adoración

 En estos días tan convulsionados tenemos que ser muy intencionales para
meditar, no esperemos a tener el escenario perfecto, sin ruido ni
distracciones. mejor anotemos en una tarjeta ese versículo esa promesa,
ese texto que habla del carácter de Dios, quizás aquello que nos confronta
con nuestro pecado y llevémoslo con nosotros durante el día, leámoslo,
memoricémoslo, convertirlo en nuestra oración o adoración.
En esta parte resalto más el versículo 103 de este Salmo donde vemos
como tiene que ser para nosotros leer su palabra y meditar en ella.
• 3. Adorar por medio de la obediencia
Obedecer a Dios es la mejor forma de adorarle verdaderamente, Saúl
falsamente adoró a Dios cuando en realidad se adoro a sí mismo al no
obedecer. (1 Samuel 15:1-35)
Muchos israelitas olvidaron el significado del sacrificio dejando por un lado
la fe y la obediencia, y concentrándose solamente en los ritos y la carne
como Saúl lo hizo. Obedecer a Dios no es solo cumplir con ciertas reglas,
debe nacer de un corazón humillado a él, esa es una verdadera obediencia.
La obediencia espiritual es la mejor adoración. 1 Samuel
15:22“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios”
No obedezcamos a Dios en la carne, por obligación, por compromiso, por
presión, por imitación. Obedézcanos desde el fondo de nuestro corazón.
Dios quiere y espera del creyente y de todo ser humano Obediencia
completa, Obediencia Integral.
Seamos creyentes conocidos por nuestra obediencia completa a Dios.
Romanos 16:19: “porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a
todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios
para el bien, e ingenuos para el mal”.
Así cómo nuestro Señor quiere una obediencia autentica, y completa,
debemos de esforzarnos para obedecerlo. Es totalmente en balde adorarlo
si no hay amor, un esfuerzo de nuestra parte, especialmente cuando se
trata de obedecerlo.

Seamos cristianos que obedecemos sus Palabras y sus instrucciones lo

mejor que podamos. Filemón 1:21 “Te he escrito confiando en tu
obediencia, sabiendo que harás aún más de lo que te digo.”
Dios está cansado de nuestro servicio carnal, de nuestra vana adoración, lo
que Dios quiere es obediencia sincera, no carnal, obediencia completa, no
mediocre, que por una verdadera razón en la vida nos esforcemos mejor de
lo que hacemos por y para el mundo.
• 4. Adorar por medio de los diezmos y las ofrendas
Cuando ofrendemos, hagámoslo para agradar al Señor únicamente, pero
porque le amamos, porque tenemos gratitud hacia Él. Ese es el tipo de
corazón que Dios ama ver en nosotros.
De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que
han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra;
pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.
Marcos 12:43-44

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 Al leer esto, algo me queda muy claro. En primer lugar, Jesús no quiso decir
que es necesario ofrendar todas las posesiones de uno para hallar gracia
ante Dios. Si eso fuera así, ¡¡ay de aquellos que no ofrendan nada, aun
teniéndolo todo!!
No se trata de eso. Más bien, Jesús exaltó el corazón despojado de aquella
mujer. Ella no pensó en el “cuanto” sino en el “como”. Pensó simplemente
en agradar a su Dios.
Por otro lado, Dios no necesita su dinero. Recuerde que en la Biblia está
escrito que Él es el dueño del oro y la plata. Lo que realmente agrada al
Señor, es que cuando estemos movidos a dar algo, lo hagamos con el
corazón dispuesto a adorarle a Él.
Otra forma en que podemos adorar a Dios con nuestro dinero es a través
de nuestros diezmos.
En Malaquías 3:10 dice: Traed todos los diezmos al alfolí y haya
alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los
ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde.
La palabra alfolí es sinónimo de granero lugar donde se almacena el grano
o los alimentos. Los diezmos y ofrendas eran en especie en el antiguo
testamento posiblemente porque en ese tiempo no existía las monedas, las
ofrendas y los diezmos al Señor eran presentados de lo mejor de su
cosecha o de su ganado. Dios probaba de esta forma la fidelidad de sus
hijos a la vez que suplía las necesidades de sus siervos de la familia
sacerdotal quienes comían de la comida del santuario. En este verso Dios
también nos reta a probarlo, pero, no es un reto de “dame dinero y te daré
mucho más” dios nos reta a probar su fidelidad a él, se trata de ser fieles al
señor trayendo esto (la cantidad que sea o corresponda) con nuestra
gratitud hacia Dios.
No importa el resultado que obtengamos más al contrario que nuestra
ofrenda sea para agradarle a Dios y bendecir a nuestras autoridades
espirituales por gratitud a lo que Dios hizo en nuestras vidas a través de
ellos. Que nuestra motivación sea el amor y no el interés
Es un hecho que Dios quiere que demos. Hechos 20:35 dice:
En todo os he enseñado que trabajemos así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras del señor Jesús, que dijo: mas
bienaventurados es dar que recibir.
A Dios le agrada que nosotros demos, pero de manera que lo que demos
sea de utilidad para los que lo necesitan
Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre 2 Corintios 9:7
En conclusión: Adorar a Dios a través de los diezmos y ofrendas es un acto
voluntario y de convicción hecha de corazón y con mucho amor porque es a
él a quien pertenece 2 Crónicas 29:12-14
• 5. Adorar por medio de la confraternidad
Poco después del Pentecostés, los primeros cristianos pasaban gran parte
de su tiempo en adoración. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”

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 (Hechos. 2:42). La alegría que sentían de saber que Jesús era el Mesías
llenaba su corazón de acción de gracias y gratitud a Dios. Ellos sentían la
necesidad de reunirse para dedicar tiempo a la comunión, el estudio y la
oración; para agradecerle a Dios por revelarse mediante la vida, la muerte y
la resurrección de Jesús, y por lo que había hecho en su vida. La iglesia de
Jesucristo es una comunidad de adoración, creada por Dios a fin de ser
“casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo” (1 Ped. 2:5). La gratitud a Dios
expresada en la adoración comunitaria transforma el corazón y la mente de
las personas según el carácter de Dios y las prepara para el servicio
Se adoraba a Dios cuando se reunían en su nombre. La confraternización
era una manera indirecta de adorar a Dios.
• 6. Adorar por medio del evangelismo

La gran comisión
Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús
les había ordenado. y cuando le vieron, le adoraron; pero algunos
dudaban. Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me
es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a
todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os
he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Amén.
Pocos días después de haber resucitado, el Señor Jesucristo comisionó a
Su futura iglesia la tarea conocida como la gran comisión. El ambiente en el
cual se dio esta comisión fue el siguiente: muchos que habían creído en Él
como Dios y Salvador, estaban convencidos de Su deidad y mesianidad. La
resurrección del Señor Jesús había cambiado sus vidas; estaban
admirados del poder de su Salvador, y por ello le adoraban de todo corazón
(Mateo 28:17). Es en este contexto de adoración que se recibe el mandato
de la evangelización. De ningún modo concibieron que compartir el
evangelio era una tediosa y obligada tarea que deban cumplir. Lo tomaron
como una linda oportunidad de dar a conocer a su precioso, poderoso y
magnífico Salvador. Estaban más que dispuestos a proclamar Su Nombre
por toda la tierra.
Para ellos, el evangelismo era parte de su adoración a Dios. Entendieron
que debían proclamar y presentar a toda criatura al verdadero y poderoso
Dios que tenían. Es muy fácil perder este enfoque, y creer que el
evangelismo no es parte de nuestra adoración a Dios. Nuestra motivación
será incrementada cuando entendamos que al evangelizar estamos
adorando y presentando al verdadero Dios que ofrece salvación del
pecado. Es por eso que debemos tomar el ejemplo de los discípulos y
hacer el evangelismo como una forma de adorar a Dios, llevar su palabra
sin poner excusas, porque él nos dejó esa gran comisión de hacer conocer
su nombre agradándole a él y mostrándole gratitud por su infinito amor
hacia nosotros.
• 7. Adorar por medio del servicio compasivo

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 La adoración por medio del servicio significa ofrecernos a nosotros mismos,
todo lo que somos, todo lo que tenemos. significa dar de nuestro tiempo y
habilidades. Podemos expresar una palabra cariñosa, dar una sonrisa
amigable o visitar a los enfermos en el hospital. El Señor quiere que
estemos dispuestos a compartir con otros que están necesitados. no
importa si somos ricos o pobres, que padezcamos necesidad o no; tenemos
que estar listos para dar y compartir como nos guie el señor.
Nuestra meta tiene que ser semejante a la de Cristo. Quizá el señor no le
haya dado el ministerio de servir por medio de la enseñanza o la
predicación. Pero tenemos la habilidad de ser un cristiano compasivo y
amoroso. Todos necesitamos saber que a alguien le interesa nuestro
bienestar y el cuidado suyo podrá ayudar a alguien a darse cuenta de que
Dios también le cuida.
El hombre pensó que el cristianismo es algo que se hace, pero el ser
creyente no es un trabajo de ocho horas diarias; es una vida nueva. nuestro
servicio a dios forma parte de nuestras vidas, así como respirar lo es para
el vivir. No queremos servirle solo con parte de nuestros talentos o tiempo,
ni solo cuando nos sentimos dispuestos a ello, sino siempre, con todo el
corazón, mente y cuerpo. El servicio compasivo consiste en decir: “aquí
estoy, Señor. Úsame en todo tiempo, en todo lugar y bajo cualquier
circunstancia.” Recuerda que romanos 12:1 dice: Así que, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
En este versículo nos dice que ofrecemos adoración verdadera cuando
estamos dedicados a su servicio
• 8. Adorar por medio de una actitud de gratitud

No podemos presentarnos ante Dios con un corazón vacío; sin gratitud y

sin alabanza. Incluso, aun en nuestro propósito de oración debemos
reconocer el Nombre bendito de nuestro Dios con un gesto y con palabras
de gratitud; Dios bebe escuchar nuestros ruegos y peticiones, pero siempre
cuando clamamos a Él con una actitud de agradecimiento.

Cuando nos reunimos en la congregación debemos adorar con mucha

alegría en el corazón al hacer memoria de todos los beneficios que hemos
recibido de Dios.

La adoración y el reconocimiento a Dios por todas sus maravillas muestra

que somos fieles con las bendiciones que recibimos y, el que es fiel con lo
que tiene recibirá más, esa es la dinámica de Dios que es rico en bondad;
al que tiene y es fiel se le dará más.

En el Salmo 100:1-5 dice:

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.
Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
Reconoced que Jehová es Dios;

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 Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.
Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.
El primer versículo es un llamado a la adoración, “elevar un grito”, indica la
aclamación que dan los súbditos cuando su rey aparece en medio de ellos.
En este Salmo, todos los habitantes de la Tierra son llamados a adorar al
Señor. Al final, esto se cumplirá cuando Cristo regrese como Rey de reyes
para gobernar sobre toda la Tierra. Mientras tanto, es el pueblo de Dios el
que le adora, le alaba y le exalta.
En el versículo 3 al 5 el salmista David nos habla de los motivos por los
cuales tenemos que ser agradecidos con Dios y por qué debemos mostrar
gratitud hacia Él.
Así que debemos ser muy agradecidos con Dios por toda la misericordia
que él nos da, por crearnos, por perdonarnos y sobre todo por su infinito
amor hacia nosotros 1 Tesalonicenses 5:18
• 9. Adorar por medio de la sumisión al Señor
"Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante." Efesios 5:2
Adorar a Dios implica también sumisión y obediencia. No podemos
adorarle sin haber rendido previamente nuestra voluntad ante él para
servirle en todo cuanto nos manda. en el pasaje de Apocalipsis, en el
que en una escena celestial "los ancianos se postran delante del que
está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los
siglos, y echan sus coronas delante del trono" (Apocalipsis 4:10). El
hecho de colocar sus coronas a los pies del Señor es una forma de
expresar su sumisión, reconocimiento y entrega absoluta.
En Santiago 4:7 dice: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de
vosotros.” Debemos humillarnos a Dios para así poder entregarnos en
adoración en cuerpo y alma
• 10. Adorar por medio de la consagración
La consagración es entregarnos al Señor para ser “un sacrificio vivo” como
dice Pablo en Romanos 12:1:
“Así que, hermanos, os exhorto por las compasiones de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a
Dios, que es vuestro servicio racional”.
Cuando nos consagramos al Señor, llegamos a ser un sacrificio vivo.
Abandonamos nuestras pretensiones y nos entregamos completamente en
las manos del Señor. Anteriormente, nuestra vida era para nuestro uso y
satisfacción; ahora es para Su uso y Su satisfacción.
Cuando nos presentamos delante del Señor como un sacrificio vivo,
sencillamente estamos declarando: “Señor Jesús, soy para Ti. Ya no me
pertenezco a mí mismo, al mundo o a cualquier otra cosa. Soy para Tu uso
y Tu satisfacción”.

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 Esta es una forma de adorarle entregándonos en sacrificio vivo y santo para
su obra, ya no somos dueños de nosotros ahora estamos para servirle y
agradarle a Dios, por todo lo que él ha hecho y hace por nosotros.

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