Clase 5
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Fantasía Inconsciente.
Una de las particularidades de la Teoría de Pichón Rivière como Psicólogo Social, en el campo de la
Psicología Social, es justamente haber incorporado la lectura de lo psicoanalítico en el campo psicosocial.
Entonces "fantasía inconsciente" tiene que ver con la Psicología Social y tiene que ver con el E.C.R.O.
pichoniano específicamente.
¿Que es fantasía inconsciente? La definición que ustedes van a encontrar en Laplanche y Pontalis es
"Escenificación imaginaria de un sujeto que representa en forma más o menos deformada la realización de
un deseo".
Podríamos utilizar como ejemplo cualquier fantasía diurna: una joven puede tener la fantasía de "Si yo paso
por tal calle, donde trabaja fulanito de tal, me lo voy a cruzar". Ésta es una escena, es una escena que
involucra a un sujeto -en todas las escenas de las fantasías inconscientes el sujeto está implicado, forma
parte de la escena- y, en este caso, yo elegí un ejemplo donde la realización del deseo es directa. Pero
podría ser algo más alejado de esta situación de expresión de deseo directa -por ejemplo en los sueños. En
los sueños tenemos escenas, argumentos, escenarios, personajes, que tienen como materia la fantasía
inconsciente, y que son deformaciones de un deseo inconsciente que está en el contenido latente del
sueño, que no está en el contenido manifiesto del sueño, pero, nadando a partir de las asociaciones libres,
podemos llegar hasta el deseo inconsciente que está motorizando, con escenas de la vida cotidiana, ese
sueño.
El deseo, dice Freud, es el socio capitalista, es el que invierte energía, el que invierte esfuerzo, en los
sueños. Freud, cuando habla de "fantasía inconsciente" habla, por un lado, de las fantasías conscientes:
éstas son todas las fantasías diurnas, que pueden ser más conscientes, como este caso de la jovencita que
se propone pasar por esa calle.
Los fantasmas inconscientes son las representaciones, las escenas, los argumentos, los personajes, que
contienen al deseo inconsciente.
Por ejemplo: si nosotros analizamos un sueño, vamos a tener el contenido manifiesto del sueño, y, en la
asociación libre... este contenido de la asociación libre nos permite acceder al contenido inconsciente, al
contenido latente, que alberga al deseo inconsciente.
Freud, además de estos fantasmas -conscientes e inconscientes- piensa en fantasmas "originarios": estos
fantasmas "originarios" tendrían una cierta condición de "delegados", y los piensa como "originarios" porque
son universales. Freud lo encuentra en todos sus pacientes: aparecen estas fantasías, estos fantasmas, que
él denomina fantasmas "originarios". Uno de estos fantasmas es la escena primaria, el coito parental, que
para el niño, por un lado, tiene características traumáticas, en el sentido de que la imagina como violenta,
pero, por otro lado, es una escena que le despierta una intensísima curiosidad. Inclusive Pichón Rivière
solía decir que había una fantasía o un fantasma universal en los Psicólogos Sociales, que es mirar por el
ojo de la cerradura y observar la escena primaria. Esta inclinación, o esta curiosidad, por ver qué es lo que
pasa en la interacción humana tendría su apoyatura en aquella antigua fantasía de curiosidad por ver la
escena primaria, cómo se llevan, bien o mal, o qué pasa en esa interacción humana, esa interrelación
humana.
Otro fantasma originario es el fantasma de la seducción. Freud descubre en sus pacientes mujeres que
todas habían sido seducidas por un adulto. Más adelante él se va a dar cuenta que no todos estos relatos
habían sido reales, con lo cual él empieza a hablar de la "realidad psíquica". O sea que estos fantasmas no
necesariamente están apoyados en una experiencia concreta.
El otro fantasma originario es el de la castración. Para el niño la vagina no existe, o sea que habría un solo
sexo, el sexo masculino, por lo cual, cuando tiene la experiencia de observar una nena, con ausencia de
pene, lo que piensa es que se lo cortaron... que se lo cortaron, que es chiquito, no le creció todavía... pero
no imagina la diferencia sexual. Entonces este fantasma, el de la castración, parte de la premisa de la
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universalidad del pene. Inclusive los chicos suelen fantasear con que toda saliencia es un pene, así sea una
azucarera, un juguete, una puerta, o una ventana.
Lo que plantea Freud es que estos fantasmas originarios tienen la virtud de conducir al pequeño pensante...
porque Freud dice que el infante se maneja como un investigador, o sea que es muy compleja la actividad
mental del infante, en el sentido de que busca la observación, saca hipótesis, si alguna otra observación lo
defrauda cambia la hipótesis, construye otra... entonces avanza sobre su curiosidad, hace preguntas, liga
una idea con otra, se comporta como un pequeño gran investigador... ¿De qué? Del origen. Del origen de sí
mismo, del origen del ser. La escena primaria tiene que ver en cómo se gestan los bebés, de dónde surgen,
cuál es el origen del ser, cuál es el origen de la sexualidad, cómo se origina el impulso sexual y cuál es el
origen de los sexos, de la diferencia sexual. Entonces estos fantasmas originarios tienen que ver con
elucidar el origen de cuestiones que hacen a la vida y a la sexualidad humana.
Les decía entonces que la fantasía inconsciente adquiere mucha importancia cuando Freud, a principios de
siglo, descubre que muchos de los relatos de sus pacientes no eran reales, o sea que él los había tomado
como reales y estos relatos descubre luego que son fantasías. Freud plantea entonces la importancia de la
fantasía inconsciente, que actuaba como realidad psíquica. No era una realidad material objetiva, pero tenía
una incidencia en las conductas, las inclinaciones, las inhibiciones, los síntomas... que eran errores, por lo
cual construye este concepto de la realidad psíquica, con fuerte incidencia sobre el mundo interno, la
conducta de los pacientes.
"La fantasía", dice Laplanche y Pontalis, "tiene un carácter bastante organizado en el mundo interno de cada
sujeto". Inclusive el Psicoanálisis lacaniano habla de los "significantes amos", o sea que hay determinados
significantes, determinadas fantasías que tienen un carácter de fuerte impronta, y por eso esta
denominación de "significantes amos", con fuerte tendencia a marcar conductas, síntomas, inhibiciones, o
deseos.
Bueno, la fantasía inconsciente da lugar a síntomas, da lugar a sueños, da lugar a lapsus, a olvidos, a
ocurrencias, a chistes... por lo cual se considera que la fantasía es de origen mestizo, en el sentido de que
tiene elementos conscientes -se maneja con ideas, palabras, escenas de la vida cotidiana-, tiene elementos
inconscientes, que escapan totalmente a la voluntad del sujeto , que pertenecen a un nivel deseante,
contienen el deseo del sujeto, pero también contienen elementos defensivos que disfrazan el deseo.
Ustedes saben que las fantasías pueden hacerse conscientes, o los sueños pueden hacerse conscientes, si
están suficientemente deformados, disfrazados, si el deseo está suficientemente disfrazado. Cuanto más
cerca del deseo inconsciente está un sueño, más cerca estamos de despertar o más cerca estamos de una
pesadilla. Las pesadillas puberales, por ejemplo, cuando la niña empieza a tener cambios hormonales, y
empiezan a gustarle los chicos, y empieza a tener cambios corporales evidentes, comienza a tener
pesadillas. Estas pesadillas suelen ser que un hombre entra por la ventana, que rompe un vidrio, que la
corre, que entra un ladrón, o sea, son típicas pesadillas puberales. Aquí aparece claro como la fantasía es
una pesadilla porque se acerca mucho al deseo o a la curiosidad de saber qué pasa cuando un hombre se
acerca, o cuando un hombre “ataca”.
Bueno, ¿por qué nos interesa desarrollar el tema de fantasía inconsciente, siendo que es de origen
psicoanalítico clínico -o sea, su descubrimiento viene de la clínica- y nosotros básicamente manejamos
interacciones grupales, redes comunicacionales, qué tenemos que ver con esta concepción?. Anzieu dice
que el contexto grupal es fomentador de imágenes. Podemos decir que el grupo es una fábrica de
fantasmas, es un contexto que favorece la emergencia de fantasías. Él plantea allí toda una serie de
ejemplos, algunos de los cuales todos tenemos experiencia... ¿Vieron por ejemplo los grupos de consorcio?
Allí aparecen rivalidades, o aparecen situaciones peligrosas, aparece el sobredimensionamiento, porque
pierde una canilla, o porque el ascensor no le sube al octavo piso cuatro veces por día, y en realidad gasta
más que si subiera dos veces al sexto piso, esos argumentos absolutamente delirantes... Para Anzieu los
mismos mecanismos que rigen el psiquismo individual van a regir los vínculos grupales, el funcionamiento
de un grupo. Un grupo también en su comportamiento va a estar regido por deseos inconscientes que
buscan realizarse. Toda la conducta, toda la interacción que ocurre en un grupo se expresa por las fantasías
inconscientes que en él circulan. Anzieu va a decir que no existen fantasías grupales, que las fantasías son
estrictamente individuales, si alguien trae un fantasma y los demás entran a actuarlo es porque hay
elementos comunes. Por eso dice que la escena grupal es el denominador común de los fantasmas
individuales. Si yo tengo un fantasma de sometedor se va a enganchar conmigo alguien que tenga el rol
complementario, que pueda aceptar el rol de sometido. ¿Se entiende la idea? Entonces dice que a partir del
proceso de fantasmatización se va a generar una circulación de fantasmas, o circulación fantasmática, y
que se impondrá en el grupo aquel fantasma que tenga más sujetos resonantes, que más integrantes
resuenen con él.
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¿Por qué la fantasmatización seria la tendencia de una escena grupal? Porque la situación grupal por si
misma, por ser lo que es, es fomentadora de fantasías inconscientes, actualiza, en tanto estado regresivo, la
situación más primitiva del desarrollo. La situación grupal, en tanto uno se acerca como sujeto carente a que
otros lo completen actualiza las vivencias de los vínculos mas primitivos, cuando uno tenía un vinculo
simbiótico con la madre que era la que con satisfacía las carencias. Entonces va a decir que la actualización
de estos vínculos tan primitivos genera intensísimas vivencias primarias, fantasías fusionales que en
realidad son persecutorias, porque son como una amenaza a la propia integridad, uno siente que en el
grupo deja de ser sujeto para transformarse en una masa.
Los fantasmas van a ser de distinta naturaleza, van a tener que ver con el clima emocional que se va
imponiendo. Él menciona cuatro o cinco fantasmas que son como clásicos:
1) El estado de ilusión grupal que es un estado como de enamoramiento, donde todos proyectan su propio
ideal en ese grupo, el grupo queda investido de ser algo maravilloso, ser el mejor grupo, tener los mejores
objetivos, y queda negado el conflicto, queda negada la diferencia, queda negado todo aquello que ponga
en riesgo esa situación ilusoria. Por eso ese estado de ilusión es defensivo. Y esto va a ser algo bien
característico y particular del proceso del grupo. Es más o menos el mismo análisis, con un trasfondo
psicoanalítico, que hacía Sartre cuando hablaba del estado de ilusión, va a decir que esto sirve, que la
ilusión grupal sirve para hacer un proyecto e ir para adelante. Lo que ocurre es que la ilusión grupal, en la
medida en que es fantaseada, no tiene que ver con lo real, en algún momento va a tender a caer. En los
momentos que tiende a caer deja de funcionar como organizador grupal la ilusión y entran a circular otro
tipo de organizadores en un grupo, otros fantasmas, otras fantasías.
2) El fantasma del grupo máquina, donde el grupo entra a funcionar con una modalidad como si el estilo de
funcionamiento y el tipo de proceso que realiza fuera independiente de los integrantes del grupo, y se dan
situaciones donde los integrantes se someten, entre comillas, al grupo. Donde uno se siente insatisfecho
con la modalidad de funcionamiento del grupo o con ciertos rasgos del funcionamiento del grupo, pero
siente que no puede hacer nada para cambiar eso, supónganse pensando en grupos como los de acá, una
situación de 'tarea, tarea, tarea' donde no se da lugar a los afectos, y nadie trae esto a colación, un
integrante se siente incómodo porque le gustaría traer lo afectivo pero se somete a la situación y sigue
funcionando así, el otro igual, y no hay nadie que explicite este malestar. Siguen funcionando sometidos al
grupo como si el grupo fuera algo que está más allá de sus integrantes.
3) El fantasma del grupo como organismo, que también tiene que ver con las vivencias pulsionales más
primitivas, cuando éramos un solo organismo con nuestra madre, dirá Anzieu. O cuando a nivel de la
fantasía éramos uno. Vemos que incluso en el lenguaje se expresa, 'el grupo tiene miembros', como si el
grupo fuera un cuerpo; o cuando a veces falta alguien decimos 'hoy falta un pedazo'; cuando falta un
integrante que es valorado por su inteligencia y se dice 'hoy nos falta la cabeza'; o faltan integrantes que son
valorados por su afectividad y decimos 'hoy estamos como vacíos'. Son frases que yo he escuchado mucho
en grupos. Remitirían a esta vivencia del grupo como organismo. Es una fantasía de fusión, 'si falta el
inteligente falta la inteligencia en el grupo', como si los demás fueran otras partes del cuerpo. Si falta la
afectiva faltan los sentimientos.
4) El grupo rotura, que es el reverso de la ilusión grupal. El fantasma de que el grupo, al no ser todo
maravilloso, al no estar todos de acuerdo, al ser distintos, va a hacer agua por todas partes. Esto es muy
nítido cuando a veces después de algunas reuniones en las que venían idealizados alguien anuncia que se
va del grupo, o se enteran de que alguien desertó, un solo integrante, y aparece la frase 'no va a quedar
nadie acá, al final vamos a ser cuatro' ¿por qué? Porque a lo mejor a la reunión siguiente faltaron uno o dos
entonces se instala la fantasía de que el grupo se está desintegrando, cuando a lo mejor unas reuniones
antes, ante un par de ausencias nadie se alarmaba. Pero la deserción generó el efecto de ruptura de la
ilusión.
5) El fantasma del grupo como boca. Es muy cercano al supuesto básico de dependencia. Cuando en el
grupo hay una voracidad muy grande hacia la solución del problema que es externo al grupo, entonces se
percibe como una boca abierta para ser alimentada.
Según Anzieu los grupos con una fuerte tendencia a generar fantasías o fantasmas, en general son grupos
cerrados. Todo grupo clausurado, toda institución clausurada, tiende a perder la interrelación dialéctica con
el mundo y por lo tanto tiende a generar fantasmas y empiezan a comportarse como si esos fantasmas
fueran la realidad. Entonces por eso es importante distinguir, por eso es importante por un lado pensar por
qué Pichón, cuando piensa los grupos, las instituciones, la familia, las piensa como sistemas abiertos.
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El grupo operativo es un sistema abierto, no es el grupo que se encuentra consigo mismo todas las
semanas. Es un grupo que tiene una clase, que introduce nuevas problemáticas, nueva información, nuevos
estímulos, nuevos desencadenantes, semana tras semana. No es lo mismo que el grupo de formación,
donde el grupo se reúne para ver qué le pasa, y para vivir la experiencia grupal pero sin una tarea. Esta es
la tarea, pero no hay una apertura a información, estímulo, que renueve de alguna manera el circuito o la
relación dialéctica grupo-institución, o grupo-grupo, o grupo-realidad.
Entonces, a mí me parece que es importante que, al ver fantasía inconsciente, podamos ver las distintas
dimensiones, que son tanto del psiquismo humano como de la vida en grupos. La distinción entre la
dimensión imaginaria, simbólica y real es una distinción que vimos de Lacan, y que me parece altamente
operativa para pensarla en los grupos. Cuando Lacan se plantea la realidad, dice que la realidad para el ser
humano es compleja, tiene estas tres dimensiones.
La dimensión imaginaria es la dimensión más fantasmática, más narcisística, más consciente... ¿Recuerdan
cuando veíamos el estadio del espejo en Lacan? El bebé que por primera vez descubre su imagen, y en
esta imagen que él descubre hay una mezcla de la unidad que él percibe, que le permite superar el cuerpo
fragmentado, pero al mismo tiempo es cómo lo mira la madre, o sea que él se mira en ese espejo de
acuerdo a qué dice el espejo de la madre, o sea que en ese sentido el circuito incluye la mirada de la madre,
y el bebé se va a ver de acuerdo a cómo lo ve la madre. Entonces: lo imaginario tiene que ver con esa
situación, lo imaginario remite a lo fantasmático, remite a aquello que nos hace reencontrarnos con nuestros
ideales, remite a la identificación narcisística... Yo este fin de semana vi una muy vieja película que es
"Rashomon". Es una película japonesa, de los años sesenta, sesenta y pico, que en su momento fue muy
impactante, de Kurosawa ..."Rashomon" tiene un argumento donde se comete un asesinato, o sea, un
hombre y una mujer cruzan un bosque, los ataca un hombre que mata al marido y viola a la mujer. Entonces
la película transcurre en el relato del asesino, que cuenta esa escena y confiesa su crimen a la policía, el
relato de la mujer, que la trae como testigo... Como son dos relatos que no coinciden, porque cada uno
cuenta su versión del hecho, y es una versión donde quedan bien, se nota que es un relato coincidente con
el ideal. Para el hombre que la violó, la mujer accedió a la violación, hay como una cierta lógica de
seducción. Para la mujer, se defendió, y defendió su honra de manera extrema. Entonces, como no
coincidían, llaman a un medium para que hable el muerto, y el muerto cuenta su propia versión, también
favorable al muerto... esto tiene que ver con que esa es la dimensión imaginaria, es la dimensión donde el
relato es consonante con el yo, es consonante con los ideales, es consonante con esa imagen que vemos
en el espejo, o con esa imagen que es una mezcla de la propia imagen y de cómo nos ve un ideal.
La dimensión de lo simbólico es el nivel, en Pichón, de la tarea. Lacan dice que el nivel simbólico es el nivel
del saber, es el saber del lenguaje, o sea que, además de lo fantasmático, lo simbólico alude a la cultura.
Para el ser humano, no existe un contacto directo con lo real, excepto en muy pocas ocasiones. El ser
humano nace en una cultura, y por lo tanto su mundo tiene que ver con el mundo que esa cultura dice es el
mundo real. Cada cultura construye un mundo que será internalizado como mundo por cada uno de los
sujetos que se forman en esa cultura. Lo simbólico tiene que ver con el orden, tiene que ver con las
prohibiciones, tiene que ver con los valores, tiene que ver también con las posibilidades de anticipar
cuestiones que hacen a las relaciones humanas, tiene que ver con la economía psíquica -el tener leyes,
pautas, órdenes, prohibiciones. La ley, entonces, como construcción humana, la convención de la cultura
como construcción humana, introduce un orden que no estaba previamente en lo real, se apoya en lo real
pero es básicamente producción humana. Ahora: lo simbólico nunca recubre totalmente lo real. La palabra,
la cultura, el saber, intenta atrapar lo real, pero siempre queda corta. Siempre hay algo que cae más allá de
la palabra, más allá de lo simbólico. Por eso las experiencias fuertes, o las experiencias de goce, no
alcanzan las palabras para definirlas.
La dimensión de lo real. En lo real, el sujeto está separado de lo simbólico. Lo real es el goce, es la muerte,
es la enfermedad, o sea: es aquello que escapa al orden simbólico, que escapa a la posibilidad de control
de lo simbólico. El ser humano vive el contacto con lo real no como algo natural... es algo excepcional que le
acontece. También es lo imposible lo real, es lo que no puede terminar de abordarse a partir de lo simbólico,
y tiene que ver con el goce.
A mí me parece que es muy importante que pensemos esto en los grupos, porque los grupos funcionan a
nivel de lo imaginario y lo simbólico. En momentos donde las ansiedades básicas, los miedos básicos, están
más incrementados, habrá también un incremento de lo imaginario, habrá un incremento de lo fantasmático.
Cuando el grupo está más centrado en la elaboración de un saber y en la producción de un saber -está más
en tarea, digamos- está en una dimensión más simbólica. Pero nunca podemos decir que se está solamente
en uno o solamente en otro. Por otro lado estos tres registros, estas tres dimensiones, siempre están
pensados como articulados, o sea que nunca están pensados como algo solo, sino que son tres
dimensiones en las cuales operamos constantemente. Considero interesante pensar lo simbólico como la
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tarea, o sea ligado al concepto de tarea, y pensar lo real como lo imposible. Hay niveles de lo real que
escapan a la posibilidad de elaboración fantasmática o simbólica a partir del grupo.
Vamos a entrar ahora a las definiciones de Pichon con respecto a "fantasía inconsciente".
Pichón Rivière, del '40 al '46 se manejaba en los terrenos teóricos más ligados a la Psiquiatría Dinámica y al
Psicoanálisis Freudiano. El modelo de conflicto que tenía es este modelo donde hay un deseo, una
represión, y una transacción hacia un síntoma.
Sin embargo en el '44, en "Picasso y el inconsciente", que es un artículo de Pichón de esa época, él liga las
fantasías creadoras de Picasso con la cultura española. Interpreta las fantasías a partir de la reconstrucción,
en el mundo interno de Picasso, de significantes, de representaciones, de la cultura donde vivió. Por
ejemplo hace todo un análisis de los cuernos en la presencia de la obra plástica de Picasso, y la liga a los
cuernos del sombrero de la policía española, a los cuernos de este "parricidio", la "fiesta parricida", como
dice Pichon que es el toreo, o los cuernos de la luna gitana; o sea, hace un análisis de esas fantasías bien
en referencia a simbolismos culturales españoles.
En el '46 escribe "Lo siniestro en la vida y la obra del Conde de Lautremont” Allí analiza los "Cantos de
Maldoror" como si fueran el relato de un paciente en relación al origen familiar y social de sus fantasías. Él
reconstruye, a partir de "Cantos de Maldoror", que la madre de Lautremont se suicidó cuando él tenía un
año, las fantasías agresivas, sádicas, en relación a la madre por el abandono (fantasías de venganza), pero
también hace referencia al sitio de Montevideo -el padre de Lautremont pertenecía a la Embajada de
Francia en Montevideo, y en el sitio de Montevideo los franceses, muchos amigos del padre y demás, fueron
secuestrados, muertos... El imagina al pequeño Lautremont en la cocina de la gran casona, escuchando los
relatos de las muertes, los degollados, los descuartizamientos, cómo no solamente del triángulo edípico
pueden salir fantasías sádicas y agresivas, sino de un contexto de guerra como el que el Conde de
Lautremont vivió en su infancia. Inclusive, una anotación, una acotación que hace Pichón, es que, cuando el
padre de Lautremont lee "Cantos de Maldoror" reconoce fantasías que él había tenido en intensas fiebres
de paludismo que había sufrido en un viaje por Brasil, Paraguay, Bolivia, al atravesar las selvas.
Encontramos fantasías familiares, fantasías transindividuales, o sea que hay un contexto transindividual,
familiar, donde las fantasías (o algunas fantasías) son comunes. Esta relación intrasistémica-intersistémica
también es valida para pensarla en función de las fantasías inconscientes.
En el '65 Pichón escribe un artículo que se llama "Freud: punto de partida de la Psicología Social", y ahí da
una de las definiciones más completas de "fantasía inconsciente", porque dice que es "la interacción entre
objetos internos (o sea del grupo interno) en permanente interrelación dialéctica con los objetos del mundo
exterior". La "fantasía inconsciente" surge por la interacción del grupo interno en interrelación con el mundo
externo.
Luego va a hablar de "crónica", o sea que la "fantasía inconsciente" es la "crónica" del ser acerca de su
acontecer. Cuando piensa las fantasías de los pacientes, y las tiene que entender en el contexto de su
grupo familiar, él dice que hay muchas fantasías que corresponden a un momento de la historia de la
familia, y que luego persisten como fantasmas aunque la familia haya cambiado. Hay una calidad del
fantasma, que aparece como anacrónico en relación a la interrelación dialéctica que la familia sigue
teniendo entre los integrantes y el medio, hay una capacidad de lo fantasmático de volverse anacrónico
(esta cosa de la estereotipia, del círculo vicioso).
Algo que es muy interesante, que es muy importante, es que en el mismo artículo sobre el grupo familiar en
su enfoque operativo, él da una definición de "fantasía inconsciente" que tiene que ver con el futuro, no con
el pasado, porque dice "fantasía inconsciente es el proyecto o la estrategia totalizante de una acción sobre
la base de una necesidad", la fantasía inconsciente da lugar también a lo deseante, tiene que ver con la
estrategia de una acción en función de una necesidad que busca su resolución o su satisfacción.... Una de
las últimas definiciones que da de "fantasía inconsciente" de Pichón, en "Modelo operativo y modelo
dramático", tiene que ver con pensar las fantasías como obstáculos cuando son transferidos y actúan como
ruido, como tercero; pero hay otras fantasías que actúan potenciando, que facilitan el encuentro con el otro,
o el encuentro con la tarea.
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En Grupo Operativo y enfermedad única (1965) Pichón hace otro aporte interesante cuando desarrolla que
además, la enunciación o la "lectura" de una fantasía expresada por un miembro del grupo (portavoz) es
comprendida como emergente de una estructura grupal: "Consideramos al enfermo que enuncia un
acontecimiento como el portavoz de sí mismo y de las fantasías inconscientes del grupo. En esto reside la
diferencia de la técnica operativa con las otras técnicas grupales, ya que las interpretaciones se hacen en
dos tiempos y en dos direcciones distintas. Se comienza por interpretar al portavoz, que por su historia
personal es muy sensible al problema subyacente y que, actuando como radar, detecta las fantasías
inconscientes del grupo y las explicita. Acto seguido, se señala que lo explicitado es también un problema
grupal, producto de la interacción de los miembros del grupo entre sí y con el coordinador y que el portavoz,
por un proceso de identificación subliminal, percibe y enuncia". "A veces lo que el portavoz expresa
representa, paradójicamente, la resistencia al cambio", o sea que las fantasías inconscientes trascienden lo
individual, son personales y corresponden a la estructura grupal en la que situacionalmente está inserto el
individuo. Expresan un nivel de necesidad, de conflicto o de resistencia individual y grupal. E. P. Rivière
ubica aquí a nivel grupal lo que ya había enunciado en relación a la obra del Conde de Lautreamont en
1946: la existencia de fantasías inconscientes vinculares o intersubjetivas y el origen vincular, familiar y
social de las fantasías inconscientes individuales.
Para este autor "toda interpretación es la hipótesis o la fantasía que el coordinador hace acerca del
contenido implícito de lo explícito".
Con respecto a las fantasías inconscientes en el contexto grupal Pichón dice "Todo grupo se plantea
explícita o implícitamente una tarea, la que constituye su objetivo o finalidad. La tarea, la estructura grupal y
el contexto en el que se relacionan tarea y grupo constituyen una ecuación de la que surgen fantasías
inconscientes, que siguen el modelo primario del acontecer del grupo interno. Entre estas fantasías algunas
pueden funcionar como obstáculo en el abordaje del objeto de conocimiento y distorsionantes en la lectura
de la realidad, mientras que otras actúan como incentivo del trabajo grupal. El enfrentamiento de ambos
tipos de fantasías inconscientes proyectadas en el grupo producirán las situaciones de conflicto
características de la tarea grupal. El esclarecimiento de dichas fantasías inconscientes, así como la
resolución dialéctica del dilema que dió origen al conflicto, constituyen la tarea latente del grupo,
inaugurándose entonces la posibilidad de la creación y puede construir una estrategia, una táctica, una
técnica y una logística para el abordaje de la realidad".
Es importante destacar que no es la calidad de las fantasías lo que indica la enfermedad del sujeto sino la
imposibilidad de una interrelación dialéctica entre fantasía y realidad. Dice: "El fracaso de la elaboración del
sufrimiento de la posición depresiva acarrea en forma inevitable el predominio de defensas que implican el
bloqueo de las emociones y de la actividad de la fantasía. Estas defensas estereotipadas impiden, sobre
todo, cierto grado de autoconocimiento o insight necesario para una adaptación positiva a la realidad. Es
decir que el bloqueo del afecto, de la fantasía y el pensamiento determina una conexión empobrecida con la
realidad y una dificultad real de modificarla y de modificarse a sí mismo en ese interjuego dialéctico que es
para nosotros un criterio de salud".
Actividad de aplicación.