Tema Eneagrama de Las Personalidades Grado 11
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ASIGNATURA: CASTELLANO
GRADO: 11
El tipo idealista de sólidos principios. Las personas tipo Uno son éticas y concienzudas,
poseen un fuerte sentido del bien y el mal. Son profesores y cruzados, se esfuerzan
siempre por mejorar las cosas, pero temen cometer errores. Bien organizados,
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GRADO: 11
ordenados y meticulosos, tratan de mantener valores elevados, pero pueden resultar
críticos y perfeccionistas. Normalmente tienen problemas de rabia e impaciencia
reprimidas. En su mejor aspecto, el Uno sano es sabio, perceptivo, realista y noble, a
la vez que moralmente heroico.
El tipo preocupado, orientado a los demás. Los Dos son comprensivos, sinceros y
bondadosos; son amistosos, generosos y abnegados, pero también pueden ser
sentimentales, aduladores y obsequiosos. Desean intimar con los demás y suelen hacer
cosas por ellos para sentirse necesitados. Por lo general tienen problemas para cuidar
de sí mismos y reconocer sus propias necesidades. En su mejor aspecto, el Dos sano
es generoso, altruista y siente un amor incondicional por sí mismo y por los demás.
Son personas cuya atención está puesta en los demás y en sus necesidades y en cómo
ayudarlos. Esto puede llevarlos a tener bastante "orgullo" pues este es el tipo de
personalidad que requiere sentirse necesitada. No están tan enfocados en sus propias
necesidades, que suelen postergar por los otros, pero interiormente esperan
agradecimiento a cambio. En su estado más sano, son realmente altruistas.
El tipo adaptable y orientado al éxito. Las personas tipo Tres son seguras de sí mismas,
atractivas y encantadoras. Ambiciosas, competentes y enérgicas, también pueden ser
muy conscientes de su posición y estar muy motivadas por el progreso personal. Suelen
preocuparse por su imagen y por lo que los demás piensan de ellas. Normalmente
tienen problemas de adicción al trabajo y de competitividad. En su mejor aspecto, el
Tres sano se acepta a sí mismo, es auténtico, es todo lo que aparenta ser, un modelo
que inspira a otras personas.
Son personas con intereses artísticos profundos y una sensibilidad muy especial y
particular. Se consideran a sí mismos distintos a los demás con quienes no suelen
identificarse fácilmente o sentirse comprendidos. Necesitan destacar entre la multitud.
Pueden caer en la envidia. Pueden creer que nunca tendrán aquello de lo que carecen
y quedarse enganchados al pasado. En su estado más sano son muy empáticos y
creativos.
El tipo vehemente y cerebral. Los Cinco son despabilados, perspicaces y curiosos. Son
capaces de concentrarse y enfocar la atención en desarrollar ideas y habilidades
complejas. Independientes e innovadores, es posible que se obsesionen con sus
pensamientos y elaboraciones imaginarias. Se desligan de las cosas, pero son muy
nerviosos y vehementes. Por lo general tienen problemas de aislamiento, excentricidad
y nihilismo. En su mejor aspecto, el Cinco sano es pionero visionario, suele estar en la
vanguardia y es capaz de ver el mundo de un modo totalmente nuevo.
Son personas con intereses científicos de gran profundidad. Son muy ascetas. Son los
observadores por antonomasia y suelen ser bastante objetivos. Se caracterizan por
la avaricia, porque no saldrán de su introspección hasta no sentirse completamente
seguros de su conocimiento sobre el exterior. Son muy autosuficientes y no suelen
hablar de sus sentimientos. Son muy claros y comprenden con gran facilidad. En su
estado más sano son desapegados y generosos.
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ENEATIPO 6: El leal, también conocido como el guardián, el fiel creyente, el escéptico,
el apagafuegos, el tradicionalista, el incondicional.
El tipo comprometido, orientado a la seguridad. Las personas tipo Seis son dignas de
confianza, trabajadoras y responsables, pero también pueden adoptar una actitud
defensiva, ser evasivas y muy nerviosas; trabajan hasta estresarse al mismo tiempo
que se quejan de ello. Suelen ser cautelosas e indecisas, aunque también reactivas,
desafiantes y rebeldes. Normalmente tienen problemas de inseguridad y desconfianza.
En su mejor aspecto, los Seis sanos son estables interiormente, seguros de sí mismos,
independientes, y apoyan con valentía a los débiles e incapaces.
Hay dos tipos de Seis que se podrían denominar «fóbicos» y «contra fóbico». Sus
reacciones al experimentar ansiedad o temor son externamente tan contrarias que
parecerían puntos diferentes dentro del Eneagrama. Cuando los Seis fóbicos se dan
cuenta del peligro, se encogen. Pueden actuar cautelosamente, dóciles o ambivalentes
para evitar el potencial ataque. Cuando los Seis contra fóbicos se dan cuenta del
peligro, a menudo lo provocan deliberadamente actuando de forma abierta y agresiva,
deseando ocuparse del problema antes de que él se ocupe de ellos. Los Seis fóbicos
pueden ser encantadores, modestos y sumisos mientras que los contras fóbicos pueden
parecer duros, desafiantes y pendencieros. Algunos Seis son completamente fóbicos o
contra fóbicos, pero la mayoría existen a lo largo de un continuo dónde son más de lo
uno que de lo otro. Suelen ser muy fieles y leales. Son excelentes asistentes y amigos.
A la vez pueden estar cargados de miedos e imaginarse los peores escenarios.
Necesitan de la autoridad o de un guía o al mismo tiempo pueden llegar a huir de ella.
A veces parecieran mostrarse muy seguros y auto confiados, pero interiormente
prevalecen la duda y los miedos. Son buenos amigos. En su estado más sano, son
valientes y muy buenos compañeros.
Son los epicúreos, atraídos por el placer y llenos de alegría y ganas de disfrutar. Son
muy entretenidos, suelen llenarse de planes con mucho entusiasmo y, cuando se
aburren, los dejan. Pueden huir del presente y no hacerse cargo de sus compromisos
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a largo plazo, de situaciones dolorosas o de su propio sufrimiento. Como no se quieren
perder nada, no profundizan tampoco en nada. En su estado más sano son muy
animadores y capaces de disfrutar del presente como nadie.
El tipo poderoso y dominante. Las personas tipo Ocho son seguras de sí mismas,
fuertes y capaces de imponerse. Protectoras, ingeniosas y decididas, también resultan
orgullosas y dominantes; piensan que deben estar al mando de su entorno y suelen
volverse retadoras e intimidadoras. Normalmente tienen problemas para intimar con los
demás. En su mejor aspecto, los Ocho sanos se controlan, usan su fuerza para mejorar
la vida de otras personas, volviéndose heroicos, magnánimos y a veces históricamente
grandiosos.
Son los justicieros. Se guían por un sentido de la justicia y la injusticia que puede
hacerles reaccionar fervientemente. Pueden llegar a caer en la lujuria o en los excesos,
así como en el autoritarismo. Son líderes natos pues poseen mucha autoconfianza. Van
por la vida necesitando ser fuertes y prevalecer sobre las circunstancias. Tienen fuerte
personalidad y se posicionan como defensores de "los suyos". En su estado más sano
son protectores y ayudan al otro de forma magnánima.
El tipo acomodadizo, humilde. Los tipos Nueve son conformistas, confiados y estables.
Son afables, bondadosos, se acomodan con facilidad y ofrecen su apoyo, pero también
pueden estar demasiado dispuestos a transigir con los demás para mantener la paz.
Desean que todo vaya sobre ruedas, sin conflictos, pero tienden a ser complacientes y
a minimizar cualquier cosa inquietante. Normalmente tienen problemas de pasividad y
tozudez. En su mejor aspecto, los Nueve sanos son indómitos y abarcadores; son
capaces de unir a las personas y solucionar conflictos.
Son personas pacificadoras y mediadoras. No les gusta el conflicto, del que con
frecuencia huyen. Pueden caer en la pereza. Se mimetizan con el entorno y les cuesta
mucho expresar sus necesidades. Entienden todas las opciones y es muy difícil discutir
con ellos pues no dan lugar a la discusión. Son tranquilos, serenos y calmos. En su
estado más sano son muy buenos mediadores y consiguen calmar los extremismos.
INTEGRACION Y DESINTEGRACION
La propuesta del eneagrama no solo conjetura el que existan nueve arquetipos de
personalidad, cuyas características básicas trata de describir, también postula que, en una
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situación insana, estresante o desfavorable, la persona puede presentar una
desintegración, "desplazamiento" o "retroceso" de su actitud y temperamento básico hacia
otro eneatipo bien definido. Igualmente, el trabajo personal, la disciplina y el crecimiento
personal llevan a cada arquetipo a superar algunas de sus limitaciones o uso abusivo de
los rasgos típicos de su eneatipo produciendo una integración o "avance" de su actitud
hacia otro tipo bien definido. La figura del eneagrama entre los nueve rasgos no es otra
cosa que el camino seguido en estos desplazamientos de integración o desintegración.
Los eneatipos cuya sensación es "igual que el resto del mundo" (S0) están equilibrados en
ese aspecto, y en su integración o desintegración sólo cambia su tipo de empatía. El resto
de rasgos, en integración o desintegración, cambian también su sensación:
Así, por ejemplo, una persona de eneatipo 8, cuando está deprimido, encolerizado o tenso,
es posible que tome una actitud en ciertos puntos similar al rasgo 5 (su desintegración) y
por tanto se comporte alejado, displicente y quejoso. Mientras que cuando está feliz tiene
una actitud proactiva. Es más probable que se ponga a ayudar proactivamente a los demás,
a cuidar a los suyos, y adopte actitudes del eneatipo 2. La propuesta del eneagrama predice
cómo se desintegra o descompone un tipo de personalidad, y da pautas de hacia qué
actitudes debe apuntar un eneatipo en su integración o crecimiento personal. La idea base
es que los eneatipos son posibles estrategias de estar y abordar al resto del mundo, pero
cada eneatipo tiene tendencias insistentes y rígidas típicas de su rasgo y ocasionalmente
debe tratar de equilibrar su propia tendencia con la del rasgo de su integración. Cuando las
personas están frustradas dejan temporalmente su estrategia básica o eneatipo y se
instalan en el eneatipo que es su desintegración para compensar esa frustración.
Si se unen los puntos de un círculo en el que se han señalado en la periferia nueve puntos
equidistantes, la figura del eneagrama surge dibujando las líneas de integración: debe
unirse el 1 con el 7, el 7 con el 5, el 5 con el 8, el 8 con el 2, el 2 con el 4 y el 4 con el 1. Por
su parte el 3 se une con el 6, el 6 con el 9, el 9 con el 3 formando el triángulo central.